CLÁSICOS Y MODERNOS LECTURAS DE RODÓ IMPRENTA ALSINA SAN JOSÉ DE COSTA RICA. C A Las páginas del maestro Rodó que van a leerse enseguida se han tomado de El Mirador de Próspero. 1 Vol. 572 páginas. José María Serrano, Editor. Montevideo. 1913. COLECCIÓN ARIEL Mayo de 1914 Apreciaciones El oficio de pensar es de los más graves y peligrosos sobre la faz de la tierra, bajo la bóveda del cielo. Es como el del aeronauta, el del marino y el del minero. Ir muy lejos explorando, muy arriba o muy abajo, mantiene alrededor la continua amenaza del vértigo, del naufragio, o del aplastamiento. Así, la principal condición del pensador es la serenidad. E n la América nuestra no hemos tenido casi pensadores; no ha habido tiempo. Todo ha sido fecundidad verbal, más o menos feliz, declamación sibilina, «postiche» oratoria, expansión, panfleto. Con dificultad se encontrará en toda la historia de nuestro desarrollo intelectual este producto de otras civilizaciones: el ensayista. José Enrique Rodó es el pensador de nuestros nuevos tiempos, y, para buscar siempre el parangón en el otro plato de la balanza americana, diré que corresponde a Emerson. Un E m e r s o n latino cuya serenidad viene de Grecia, y cuya oración dominical es la salutación a Palas Atenea, la plegaria ante el Acrópolis. Y advertid que, a pesar de lo que se afirme y comente, Rodó no es un renaniano, en el sentido que en el común dialecto 4 APRECIACIONES literario se da a esta palabra. Su tranquila visión está llena de profundidad. El cristal de su oración arrastra arenas de oro de las más diversas filosofías, y más encontraréis en él del más optimista de los ensayistas, que del gordo cura laico, biógrafo de N. S. Jesucristo, abate de Jouarres, in pártibus infidelium. Desde sus comienzos, la obra de Rodó se concreta en ideas, en ideas decoradas con pulcritud por la gracia dignamente seductora de un estilo de alabastros y mármoles. Solamente que él pigmalioniza, y el temor de imposibilidad o de frialdad desaparece cuando se ve la piedra cincelada que se anima, la estatua que canta. Nació con vocación de belleza y enseñanza. Enseñanza, es decir, conducción de almas A tal pedagogía es a la que se refiere el Dante en un verso referente a Virgilio. Cuando apareció su primer opúsculo, Vida Nueva, se vio el surgir de un maestro en su generación, en la generación continental. Su segundo opúsculo sobre el autor de Prosas Profanas, o mejor dicho, sobre este libro de poesías, le afirmó virtuoso de la prosa de la erudición elegante, y, en la última parte de su trabajo, profeta. Altas y generosas especulaciones le ocuparon, y Ariel señala un nuevo triunfo de su espíritu y una nueva conquista de sus predicaciones, por la hermosura de la existencia, por la elevación de los intelectos hispano-americanos, por el culto nunca desfalleciente ni claudicante del más puro y alentador de los ideales. Definíase más y más su personalidad, y se hubiera dicho un filósofo platónico de la flor del paganismo antiguo, resucitado en tie- JOSE ENRIQUE RODÓ Caricatura de Ríos. (Tomada de la Revista NOSOTROS, de Buenos Aires) 6 APRECIACIONES rras americanas. Y tuvo el más bello de sus gestos, cuando, llevado a las controversias de la prensa y a las agitaciones de la cámara, por los caprichos de la política, el adorador de los dioses de la Hélade salió a la defensa de nuestro pálido Dios cristiano, desterrado allá, como en Francia, de los lugares de la Justicia, por obra de la roja cosa jacobina. Por último, aparece su obra magna hasta hoy, esos Motivos de Proteo, aires mentales, sinfonías de ideas que llevan dentro tanta virtud bienhechora, libro que ha sido acogido en todas partes con entusiasmo y con razonada admiración. Es un libro fragmentario, ¡pero cuán lleno de riqueza! fragmentario ocasional o decididamente. Ello hace que su prosecución sea indefinida, y que el encanto y el provecho se prolonguen en la esperanza después de cada aporto. El tesoro está allí. Cada vez que Aladino baje, estemos atentos. Rubén Darío (De Mundial Magazine. Enero de 1912). UN libro de Rodó es un don raro, una etapa literaria, un acto de fe en la virtualidad artística de nuestra raza. Representa en nuestra incipiente literatura más que un ensayo de Renán en la plenitud de las letras francesas o una disertación de Walter Pater en el m u n d o inglés poblado de cantos y de ideas. E s un esfuerzo solitario en APRECIACIONES 7 democracias bárbaras. Le saludan como a maestro cuantos confiesan su provisoria labor f r e n t e a los libros magistrales del escritor uruguayo. El Mirador de Próspero no es obra orgánica. Han reunido (sus editores) ensayos, prólogos, libres comentarios al margen de la vida, interrogaciones angustiosas y evocaciones serenas, dulce arcaísmo, himnos al porvenir. Este libro «sobre una perspectiva indefinida», como quiere hacerlos ahora el maestro admirable, nos revela mejor que Ariel o los Motivos de Proteo a un Rodó integral, crítico y pensador, conferencista y ensayista, poeta a quien la naturaleza «habla siempre el lenguaje del espíritu», para quien el ideal lírico sería «cincelar con el cincel de Heredia la carne viva de Musset», prosador incomparable, rotundo y sutil, musical y profético, que ha sentido todas las voluptuosidades en la lucha con las palabras—«esos monstruos minúsculos»—que lo exaltaba como «una desesperada contienda por la fortuna y el honor». Nada le es extraño en el diverso escenario del mundo: ni el fervor de los caudillos ni la música de los poetas, ni el tumulto de la lucha obrera ni el tesón benedictino de los eruditos. Atento a todos los rumores de la tierra mudable como su Proteo simbólico, vive en la menuda realidad circundante y en el vasto m u n d o de las ideas y de las formas. Desinteresado y nobilísimo, indiferente a toda presión, hostil a todo jacobinismo, parece que a medida que avanza hacia la grave mitad de la vida, llega a su obra, como un sol de otoño la serenidad de Goethe. Ni indiferencia ni pasión agresiva: curiosidad benévola y simpatía 8 APRECIACIONES universal. No es suya la muelle ironía de Renán sino el calor de una fe invulnerable. Las Gracias le concedieron aún en la sonrisa de su prosa, una leve apariencia magistral, la nobleza de una autoridad indiscutible. E n él no separamos al escritor del hombre: su vida sin claudicaciones, su erudición honrada, precisa sin vanidoso apresuramiento, la perpetua elevación de sus ideas, platonismo elegante sobre el tráfago vulgar, le conceden en nuestra América doble superioridad intelectual y moral. ¿Qué preferir en El Mirador de Próspero, cómo señalar la obra suprema, la cumbre insuperable para una inteligencia en plena robustez? Si algo hubiéramos de separar sería algunos estudios definitivos sobre J u a n Carlos Gómez, sobre Bolívar, Montalvo y J u a n María Gutiérrez. En reciente entrevista anuncia Rodó que prepara nuevos escritos de este género, perfiles de escritores y de caudillos, de Martí, quizás de antiguos cronistas como el inca Garcilaso o de formidables conquistadores. Bello proyecto que nos dará páginas que nadie sino él puede escribir. Su estudio sobre Montalvo me parece igual a los mejores de Taine, hasta por el esfuerzo en estudiar la época y el hombre. Desde Montevideo ha reconstruido Rodó el medio ecuatoriano, con erudición e intuición sorprendentes. Las páginas en que analiza el arte literario de Montalvo son de las mejores que escribiera el maestro y no creemos que haya en la España actual quien pueda superarlas. Dos corrientes literarias se j u n t a n en América: la una más adecuada a la tierra ancestral, indisci- 9 APRECIACIONES plinada, abundante, a veces bárbara; la otra que tiende a la elegancia académica, armoniosa, selecta, clásica, rica de ideas. E n esta última que podría derivarse de Bello, culmina José Enrique Rodó. Diríase que los esfuerzos anteriores iban preparando su obra, como anuncia al vástago glorioso la lenta ascensión de una familia secular. Desde Ariel figura el ilustre uruguayo, fuera de las ondulaciones de la moda y de las sonoridades de la réclame, como director intelectual de u n a época. C.1 De La Revista de América. Abril de 1914). 1 Suponemos que esta nota sea de don Francisco García Calderón, el eminente Director de LA REVISTA DE AMÉRICA. - (N. del D ) L e c t u r a s de Rodó Decir las cosas bien... DECIR l a s c o s a s b i e n , t e n e r e n l a p l u m a el d o n e x q u i s i t o d e l a g r a c i a y e n el pensamiento la inmaculada linfa de luz d o n d e se b a ñ a n l a s i d e a s p a r a a p a r e c e r h e r mosas, ¿no es u n a f o r m a d e ser bueno?... L a c a r i d a d y el a m o r ¿ n o p u e d e n demos- t r a r s e t a m b i é n c o n c e d i e n d o a l a s a l m a s el beneficio d e u n a h o r a d e a b a n d o n o e n la paz d e la p a l a b r a bella; la s o n r i s a d e una f r a s e a r m o n i o s a ; el " b e s o e n la f r e n t e » d e un p e n s a m i e n t o c i n c e l a d o ; el r o c e t i b i o y suave d e u n a i m a g e n q u e toca con su ala d e seda n u e s t r o e s p í r i t u ? . . . L a t e r n u r a p a r a el a l m a d e l n i ñ o e s t á , a s í c o m o e n el c a l o r d e l r e g a z o , e n l a v o z q u e le d i c e cuentos de hadas; sin los cuales h a b r á a l g o d e i n c u r a b l e m e n t e y e r m o e n el alma q u e se f o r m e sin h a b e r l o s oído. P u l - JOSÉ ENRIQUE RODÓ 12 g a r c i t o es u n m e n s a j e r o d e S a n V i c e n t e de P a u l . B a r b a - A z u l h a h e c h o a los párvulos m á s beneficios que Pestalozzi. La ternura p a r a nosotros, — q u e sólo c u a n d o nos hemos hecho despreciables dejamos enteramente d e p a r e c e m o s a los n i ñ o s , — suele estar tamb i é n e n q u e se nos a r r u l l e con hermosas palabras. como Como el misionero y la H e r m a n a , el a r t i s t a c u m p l e s u o b r a d e misericordia. Sabios: enseñadnos con gracia. Sacerdotes: pintad a Dios con pincel amable y p r i m o r o s o , y a l a v i r t u d e n p a l a b r a s llen a s d e a r m o n í a . Si n o s c o n c e d é i s en f o r m a fea y desapacible la v e r d a d , eso equivale a c o n c e d e r n o s el p a n c o n m a l o s m o d o s . D e lo q u e creéis la v e r d a d ¡ c u á n p o c a s v e c e s po- déis estar a b s o l u t a m e n t e seguros! Pero de l a b e l l e z a y el e n c a n t o c o n q u e l o h a y á i s c o m u n i c a d o , e s t a d s e g u r o s q u e s i e m p r e vivirán Hablad con ritmo; cuidad d e p o n e r la u n c i ó n d e la i m a g e n s o b r e l a i d e a ; r e s p e t a d la g r a c i a d e la f o r m a ¡oh p e n s a d o r e s , sabios, s a c e r d o t e s ! y c r e e d q u e a q u e l l o s q u e os d i gan que la Verdad debe presentarse apariencias a d u s t a s y severas son en amigos t r a i d o r e s d e la V e r d a d . 1899. Mi retablodeNavidad I El niño D i o s DE t o d a l a p i n t o r e s c a v a r i e d a d d e l N a c i m i e n t o v i s t o s o , — c o n el d i v i n o I n f a n t e , l a M a d r e d o n c e l l a , el E s p o s o plácido, las m a n s a s bestias del pesebre,— n o v e n í a a mí m á s dulce embeleso ni sugestión más t e n a z , q u e l o s q u e t r a í a e n sí e s t a i d e a i n e fable: "Dios en aquel día, era niño...» N i ñ o en el c i e l o , n i ñ o d e v e r d a d , c o m o l o r e p r e sentaba la figura. M i e n t r a s yo b a el i n o c e n t e s i m u l a c r o , gobernaba contempla- u n celeste niño el m u n d o , o í a l a s p l e g a r i a s de los h o m b r e s , d i s t r i b u í a e n t r e e l l o s m e r c e d e s y c a s t i g o s . . . ¿ C u á n d o la i d e a d e l D i o s humanado, del Dios hecho hombre extremo de amor, pudo mover en por corazón JOSÉ ENRIQUE RODÓ 14 d e h o m b r e t a n d u l c e d e r r e t i m i e n t o de grat i t u d , m e z c l a d o a la a l t i v e z d e t a m a ñ a s e m e j a n z a , c o m o e n el c o r a z ó n d e u n n i ñ o la idea del Dios hecho niño?... H o y , q u e c o n v i e r t o e n m a t e r i a d e análisis l o s p o e m a s d e m i c a n d o r , ( e l h o m b r e es el c r í t i c o ; el n i ñ o e s el p o e t a ) , s e m e o c u r r e p e n s a r c u á n apetecible sería q u e Dios fuese n i ñ o u n a v e z al a ñ o . E n la « p o l í t i c a d e Dios» h a y , sin d u d a , inescrutables r a z o n e s , arca- n o s p l a n e s , p r o p ó s i t o s altísimos, a los que s e d e b e q u e s u i n t e r v e n c i ó n e n l a s c o s a s del m u n d o se reserve y oculte con frecuencia, y q u e s u j u s t i c i a , m i r a d a d e s d e e s t e valle oscuro, parezca morosa, e inactivo su a m o r . E l día del Dios-niño, t o d a esa prud e n c i a d e D i o s d e s a p a r e c e r í a . A l D i o s sabio y p o l í t i c o s u c e d e r í a el D i o s s e n c i l l o y c a n doroso, cuya omnipotencia obraría de inmediato, en cabal ejecución de su bondad. En ese día d e gloria n o habría inmerecido dolor q u e n o t u v i e s e s u c o n s u e l o , ni p u r o e n s u e ñ o q u e n o se realizase, ni milagro que se pidiera en vano, reparador ni iniquidad que p e r s i s t i e r a , n i g u e r r a q u e d u r a r a . A e s e día r e m i t i r í a m o s t o d o s l a E s p e r a n z a , y el m a y o r m a l t e n d r í a u n p l a z o t a n b r e v e q u e lo sobrel l e v a r í a m o s s i n p e n a , ¡ O h , c u á n b e l l a cosa MI RETABLO DE NAVIDAD 15 s e r í a q u e D i o s f u e s e n i ñ o u n a v e z al a ñ o , y q u e é s t e f u e r a el b i e n q u e a n u n c i a s e n las campanas de Navidad!... Pero no... Ahora toman otro sesgo mis filosofías del r e c u e r d o del n i ñ o - D i o s . A n t e s q u e l a m e n t a r s e p o r q u e D i o s no s e a n i ñ o d e veras d u r a n t e u n día del a ñ o , acaso es preferible pensar q u e Dios es niño q u e e s n i ñ o todavía. siempre, C a b e p e n s a r así y ser g r a v e f i l ó s o f o . E l D i o s e n f o r m a c i ó n , el D i o s in fieri e n el v i r t u a l desenvolvimiento del m u n d o o e n la c o n c i e n c i a a s c e n d e n t e d e la h u m a n i d a d , es p e n s a m i e n t o q u e h a estado en c a b e z a s d e s a b i o s . ¿Y h e m o s d e c o n s i d e r a r l a la p e o r , n i l a m á s d e s c o n s o l a d o r a , d e l a s s o luciones del Enigma?... ¡Niño-Dios de mi retablo de N a v i d a d ! T ú puedes ser un símbolo en q u e t o d o s n o s r e c o n c i l i e m o s . Tal vez el D i o s d e l a v e r d a d e s c o m o t u . Si a veces p a r e c e q u e e s t á lejos o q u e n o se c u r a de su o b r a , es p o r q u e es n i ñ o y d é b i l . Ya tendrá de la p l e n i t u d d e la c o n c i e n c i a , y la s a b i d u r í a , y del poder, y entonces se p a t e n t i z a r á a l o s o j o s d e l m u n d o p o r la p r e s e n t á n e a s a n c i ó n d e la j u s t i c i a y l a t r i u n f a l eficiencia del a m o r . E n t r e t a n t o , d u e r m e en la c u n a . . . Hermanos míos: no hagamos ruido de discordia; no hagamos ruido de JOSÉ ENRIQUE RODÓ 16 v a n i d a d , ni d e feria, ni de orgía. Respete- m o s el s u e ñ o d e l D i o s - n i ñ o q u e d u e r m e y q u e m a ñ a n a será grande. ¡ M e z a m o s todos e n r e c o g i m i e n t o y s i l e n c i o , p a r a el p o r v e n i r d e los h o m b r e s , la c u n a de Dios! II El asno A s n o d e l p e s e b r e d o n d e el S e ñ o r v i n o al m u n d o : y o t e q u e r í a y t e a d m i r a b a . T ú eras, e n a q u e l e s p e c t á c u l o , el p e r s o n a j e q u e m e hacía pensar. Iniciación preciosa que te d e b o . T ú , a b a n i c a n d o con los a t r i b u t o s de tu sabiduría, diste aliento a la primera c h i s p a d e l i b r e e x a m e n q u e v o l ó d e m i esp í r i t u . T ú f u i s t e m i M e f i s t ó f e l e s ¡oh A s n o ! P o r a m o r a t i , p o r c a r i d a d y c o m p a s i ó n con q u e m e i n u n d a b a s el a l m a , m e h i c i s t e c o n c e b i r l o s p r i m e r o s a s o m o s d e d u d a s o b r e el o r d e n y arreglo d e las cosas del m u n d o , y a u n s o s p e c h o q u e , p o r e s t e c a m i n o , m e llev a s t e , c o n i g n o r a n c i a d e l o s d o s , a l o s alred e d o r e s y a r r a b a l e s d e la h e r e j í a . V e r á s c ó m o . Y o , p r e n d a d o d e la gracia 17 MI RETABLO DE NAVIDAD inocente y d u l c e q u e h a y en ti, y q u e n o suelen percibir los h o m b r e s , p o r q u e se h a n h a b i t u a d o a m i r a r t e con la torcida i n t e n c i ó n de la ironía, m e i n t e r e s a b a por t u suerte. V i é n d o t e allí, j u n t o a la c u n a d e Dios, m e figuraba que te era debido algún género d e gloria. Entonces preguntaba cuál fue tu destino ultratelúrico, y m e decían que para los a s n o s n o h a y e t e r n i d a d . P a r a l o s a s n o s n o h a y e n el m u n d o castigo, y d e s p u é s sino trabajo, burla y del m u n d o , la nada... La N u e v a L e y n o modificó en esto las cosas. El s a c r i f i c i o d e l H i j o d e D i o s n o a l c a n z ó a ti. E l v i e j o e s c l a v o d e P o m p e y a q u e d e b i ó de trazar, b a j o t u i m a g e n pared, la i n s c r i p c i ó n d e Trabaja, buen aprovéchete asnillo, d i b u j a d a en la amarga ironía: — como a ti tal como a mí yo trabajé, me y aprovechó, —dijo la d e s v e n t u r a del a s n o p a g a n o y del cristiano. D e poco te valió estar presente en el n a c i m i e n t o d e l S e ñ o r , n i , m á s t a r d e , l l e varlo s o b r e t u s l o m o s , e n la e n t r a d a a J e r u salén, e n t r e p a l m a s y v í t o r e s . N i m e j o r ó t u suerte en la t i e r r a , n i , lo q u e es p e o r , se t e f r a n q u e ó el c a m i n o d e l c i e l o . A m í , este p r i v i l e g i o d e la p r o m e s a d e o t r a v i d a para el a l m a d e l hombre, con exclusión candorosa a l m a animal, capaz d e d e la inmere- JOSÉ ENRIQUE RODÓ 18 cido de dolor una dido remunerable y capaz bondad todavía que a humana, porque libros tanto de también yo no había discernir aun no filosofía, se de había me apren- la bondad estudiado antojaba injusto y me dejaba un un poco triste. ¡ C ó m o ! E l p e r r o fiel y a b n e g a d o q u e m u e r e j u n t o a la t u m b a del a m o , acaso torpe y b r u t a l ; el l e ó n h e c h o p e d a z o s e n l a a r e n a i n f a m e ; el c a b a l l o q u e c o n d u c e al h é r o e y p a r t i c i p a d e l í m p e t u h e r o i c o ; el p á j a r o q u e n o s a l e g r a l a m a ñ a n a ; el b u e y q u e n o s labra e l s u r c o ; la o v e j a q u e n o s c e d e el v e l l ó n , ¿no r e c o g e r á n s i q u i e r a las m i g a j a s del puro f e s t í n d e g l o r i a a q u e n o s i n v i t a el a m o r d e D i o s d e s p u é s d e la m u e r t e ? . . . — D e esta man e r a m e a c e c h a b a la p r a v e d a d h e r é t i c a t r a s el r e t a b l o d e N a v i d a d . Q u e d á b a m o s e n q u e p a r a ti n o h u b o N o c h e Buena, Asno amigo; pero siglos después estuviste a d o s d e d o s de la redención. Un p a s o m á s y t e g a n a s l o s f u e r o s d e la i n m o r t a l i d a d , c o n el s u p l e m e n t o d e a l g u n a t r e g u a y alivio en t u condición terrena. Fue cuan- d o , e n h u m i l d e p u e b l o d e l a U m b r í a , apar e c i ó aquel h o m b r e v a g o , y tal vez loco, que se llamó momento! Francisco La de piedad Asís. de este ¡Venturoso h o m b r e se 19 MI RETABLO DE NAVIDAD e x t e n d í a , c o m o los r a y o s del sol, sobre t o d o lo creado. Sentía, presa d e e x a l t a d a s tern u r a s , su f r a t e r n i d a d c o n las aves del cielo, con las bestias del c a m p o y hasta con las fieras del b o s q u e . Hablaba amorosamente del H e r m a n o L o b o , del H e r m a n o y d e la Hermana Alondra. Cordero E r a c o m o el corazón d e Cristo rebosando sobre su amor p o r n o s o t r o s y d e r r a m á n d o s e e n la n a t u r a leza. E r a u n S a k i a m u n i m e n o s triste y a u s tero, m á s i l u m i n a d o d e esperanza. Parecía venido a predicar un T e s t a m e n t o Novísimo, a n t e el c u a l el n u e v o p a s a s e a v i e j o , ¡Yo c r e o , y D i o s m e p e r d o n e , q u e a él t a m b i é n le a c e c h a b a l a h e r e j í a ! . . . P e r o s e detuvo, o n o le c o m p r e n d i e r o n del t o d o , y la n a t u raleza s i g u i ó sin N o c h e B u e n a . T ú , Asno hermano, perdiste con ello t u redención, y acaso n o p e r d i m o s m e n o s los h o m b r e s . ¡ A h , si el d u l c e v a g o d e A s í s s e h u b i e r a atrevido!... III Sueño de Noche Buena E n N o c h e B u e n a e r a el s o ñ a r d e s p i e r t o , girando la m a r i p o s a interior en torno a la 20 JOSÉ ENRIQUE RODÓ i m a g e n d e luz p u r a , q u e ya aparecía, infant i l , e n el r e g a z o d e l a M a d r e ; y a a m á r g e n e s d e l l a g o o s o b r e el m o n t e , c o n s u s r u b i a s g u e d e j a s d e l e ó n m a n s o ; y a , t r á g i c a y sublim e , e n t r e l o s b r a z o s d e la C r u z . Mi imagi- n a c i ó n e r a i n v e n c i o n e r a ; l a f e l e d a b a alas. Cuentos, leyendas, ficciones d e c o l o r de rosa, nacían d e aquel soñar. U n a recuerdo. N o s a b r í a r e p r o d u c i r l a c o n s u t o n o , c o n el metal de voz d e la f a n t a s í a balbuciente. S e r á u n a i d e a d e n i ñ o d i c h a c o n a c e n t o de h o m b r e ; s e r á u n v e r s o d e p o e t a q u e h a pasado por manos de traductor. E r a e n l a s o l e d a d d e l o s c a m p o s , u n a noche de invierno. N e v a b a . S o b r e lo a l t o de u n a l o m a , t o d a b l a n c a y d e s n u d a , se a p a r e cía u n a forma, blanca t a m b i é n , c o m o de caminante cubierto de nieve. E n derredor d e e s t a f o r m a f l o t a b a u n a c l a r i d a d q u e ven í a , n o d e la l u z d e u n a nimbo de una l i n t e r n a , s i n o del frente. El caminante era Jesús. A l l á d o n d e s e e r i z a el s u e l o d e ásperas r o c a s , u n b u l t o n e g r o se a g i t a . J e s ú s m a r c h a h a c i a é l ; él v i e n e , c o m o r e c e l o s o , a su e n c u e n t r o . A m e d i d a q u e el r e s p l a n d o r div i n o lo a l u m b r a , s e d e f i n e l a figura d e un lobo, en c u y o c u e r p o escuálido y en cuyos MI RETABLO DE NAVIDAD 21 ojos d e siniestro brillo está i m p r e s a el ansia del hambre. Avanzan; párase el lobo al borde d e u n a roca, ya a pocos p a l m o s del Señor, que también se d e t i e n e y le m i r a . L a a c t i t u d d u l c e , i n d e f e n s a , r e a n i m a el í m p e t u d e l l o b o . T i e n d e é s t e el descarnado h o c i c o y a v i v a el f u e g o d e s u s o j o s f a m é l i c o s ; y a a r r a n c a el c u e r p o d e s o b r e l a r o c a . . . ya se a b a l a n z a a la p r e s a . . . y a es cuando Él, con una suya..., sonrisa q u e filtra a través de su inefable suavidad la palabra: — S o y yo,—le dice. Y el l o b o , q u e l o o y e e n el r a p i d í s i m o e s p a c i o d e a t r a v e s a r el a i r e p a r a c a e r s o b r e él, e n el m i s m o r a p i d í s i m o e s p a c i o muda maravillosamente de apariencia: trans- se f i g u r a , se d e s h a c e , se p r e c i p i t a e n l l u v i a d e blancas y f r a g a n t e s flores. A los pies d e Jesús, e n t r e la n i e v e , las flores f o r m a n c o m o una nube mística, cuerpo s o b r e l a q u e el flotara. Y todo mi afán de divino poeta c o n s i s t í a e n q u e s e e n t e n d i e s e q u e n o fue voluntad del sagrado caminante, ni inter- vención d e lo alto, lo q u e m o v i ó la t r a n s formación milagrosa, sino que fue virtud del p r o p i o s e n t i r d e l l o b o , e s p a n t a d o , l o c o , al r e c o n o c e r a a q u e l a q u i e n i b a a d e s t r o z a r con s u s d i e n t e s ; virtud en que arrepenti- 22 JOSÉ ENRIQUE RODÓ miento, dolor, vergüenza, ternura, adora- c i ó n , se a u n a r o n c o m o en u n f u e g o d e rayo, y d e r r i t i e r o n las e n t r a ñ a s feroces, y las ref u n d i e r o n en aquella f o r m a dulcísima, todo e l l o m i e n t r a s d e c l i n a b a l a c u r v a d e l salto q u e t u v o p o r a r r a n q u e la i n t e n c i ó n d e h a c e r d a ñ o . . . A g r e g a b a m i c u e n t o q u e el S e ñ o r , m i r a n d o a las flores q u e a s u s p l a n t a s había, hizo s o n a r los d e d o s c o m o q u i e n llama a un animal doméstico. Entonces, de b a j o el m a n t o d e f l o r e s s e l e v a n t ó , c u a l si d e s p e r tara, u n perro g r a n d e , fuerte y de mirada n o b l e y d u l c e , d e la c a s t a d e aquellos que en las s e n d a s del M o n t e S a n B e r n a r d o van en socorro del viajero perdido. A l g u n a s v e c e s a s o c i o al r e c u e r d o d e m i ficción c a n d o r o s a conversiones la idea d e esas súbitas d e la v o l u n t a d , que, p o r la devoradora v i r t u d d e u n a emoción instant á n e a , c o n s u m e n y d i s i p a n p a r a s i e m p r e la e n d u r e c i d a b r o z a d e l a n a t u r a l e z a o la costumbre: Pablo de Tharsos h e r i d o p o r el f u e g o del cielo, R a i m u n d o L u l i o develando el u l c e r a d o p e c h o d e s u B l a n c a , o el D u q u e d e G a n d í a f r e n t e a l a i n a n i m a d a b e l l e z a de la E m p e r a t r i z I s a b e l . 1911. El Cristo a la jineta DESPUÉS d e l C r i s t o d e p a z , h u b o m e n e s ter la h u m a n a historia del Cristo g u e rrero, y entonces naciste tú, Don Quijote. Cristo militante, Cristo con armas, implica contradicción, d e d o n d e nace, en parte, lo cómico d e tu f i g u r a , y t a m b i é n lo q u e d e sublime hay en ella. Atribuyeron a Cristo casta real, dijeron que era d e la s a n g r e d e David; y t ú c o n j e turaste que había de pasar igual cosa contigo: « P o d r í a ser, ¡oh Sancho!—dijiste—que el s a b i o q u e e s c r i b i e s e m i h i s t o r i a d e s l i n d a se d e t a l m a n e r a m i p a r e n t e l a y d e s c e n d e n cia, q u e m e h a l l a s e q u i n t o o s e x t o n i e t o d e rey». N a c i ó C r i s t o en aldea h u m i l d e , a la que p a r a s i e m p r e l e v a n t ó d e la o s c u r i d a d su c u n a . L u g a r e ñ o f u i s t e t a m b i é n t ú , y s ó l o mundo tu A r g a m a s i l l a . C u a n d o se a l u d í a a él p o r por t i v i v e e n su nacimiento, la m e m o r i a del n o se vinculaba a su nombre 24 JOSÉ ENRIQUE RODÓ el d e s u p u e b l o , Galileo s i n o el d e s u r e g i ó n : el se le l l a m a b a ; c o m o t ú t o m a s t e para a ñ a d i r a t u n o m b r e el d e l a c o m a r c a d e q u e eras, el d e l v i e j o Mancha Campo Esportuario: la de los m o r o s . Él, a n t e s de poner p o r o b r a n u e s t r a r e d e n c i ó n , q u i s o s e r con s a g r a d o por m a n o s del Bautista; como tú, antes de arrojarte a no m u y menores empresas, quisiste recibir, del c a s t e l l a n o d e tu c a s t i l l o , l a p e s c o z a d a y el e s p a l d a r a z o . C u a r e n t a d í a s y c u a r e n t a n o c h e s p a s ó él e n el r e t i r o d e l d e s i e r t o ; y t ú , e n t u p e n i t e n c i a de S i e r r a M o r e n a , p a s a r a s o t r o s t a n t o s , a no s a c a r t e d e a l l í m a q u i n a c i o n e s d e los h o m bres. R a m e r a s h u b o a su lado y las purificó su caridad; das por tu como a tu lado, y transfiguragentileza, m a r i t o r n e s y mozas d e l p a r t i d o . É l d i j o : « B i e n a v e n t u r a d o s los q u e padecen persecución d e la justicia»; y tú, pasando del dicho i n a u d i t o al hecho t e m e r a r i o , t r o z a s t e la c a d e n a d e los galeot e s . É l a t r a í a y r e t e n í a a s u c o h o r t e c o n la p r o m e s a del r e i n o d e los cielos; c o m o tú a la c o h o r t e t u y a , — u n i p e r s o n a l , p e r o repres e n t a t i v a d e l p u l u l a n t e coro la promesa enfermos dos y del sanó humano,—con g o b i e r n o d e l a í n s u l a . Si él, tú menesterosos. valiste Si él a agravia- conjuró los EL CRISTO A LA JINETA 25 e s p í r i t u s d e los e n d e m o n i a d o s , a ti t e p r e ocupó a él el remediar encantamientos. quiso reconocerle el sentido Ni común c o m o M e s í a s , n i a ti c o m o a n d a n t e caba- llero. B u r l a y escarnio hicieron d e su mesian i s m o c o m o d e t u c a b a l l e r í a ; y si l a y los h e r m a n o s del M a e s t r o le madre buscaban p a r a d i s u a d i r l e y él h u b o d e d e c i r : «No t e n g o m a d r e ni h e r m a n o s " , bien se t e o p u sieron y te obstaculizaron en t u casa, tu ama Cuando desbaratas el retablo del t i t i r i t e r o , d o n d e lo h e r o i c o se y tu rebajaba sobrina. a charlatanería de juglar, haces c o m o el q u e e c h ó p o r t i e r r a l a s m e s a s d e l o s mercaderes y las sillas d e los v e n d e d o r e s d e palomas. I n d í g n a n s e los sacerdotes d e J e r u salén, p o r q u e ven q u e festeja la multitud a C r i s t o ; y p o r q u e a ti t e f e s t e j a n e n c a s a de los D u q u e s , se i n d i g n a u n e n s o b e r b e c i d o y necio c l é r i g o . . . Y es t u J e r u s a l é n la casa de los D u q u e s : allí, d e s p u é s d e f e s t e j á r s e t e , padeces p e r s e c u c i ó n ; allí te b e f a n , allí te l l e n a n d e i g n o m i n i a . C o m o P e d r o al M a e s tro, S a n c h o , h e c h u r a t u y a te niega, c u a n d o con c o b a r d e a confesar a sigilo llega D u q u e s a l o q u e el v u l g o l l a m a t u la locura. El l e t r e r o q u e e n B a r c e l o n a c o s e n a t u esp a l d a , e s el " E s t e es Rey de los Judíos», con 26 JOSÉ ENRIQUE RODÓ q u e s e t e e x p o n e a l a i r r i s i ó n . S a n s ó n Car r a s c o e s el J u d a s q u e t e e n t r e g a . U n p u b l i c a n o , S a n M a t e o , e s c r i b i ó el E v a n g e l i o d e Cristo; y otro publicano, Miguel de Cervant e s , t u E v a n g e l i o . D o s n a t u r a l e z a s h a b í a en t i , c o m o e n el R e d e n t o r : l a h u m a n a y la d i v i n a ; la d i v i n a d e Don Q u i j o t e , la h u m a na de Alonso Quijano el Bueno. Murió A l o n s o Q u i j a n o , y p a r a o t r o s q u e d a r o n su hacienda, flaco y y el Quijote, tú, las a r m a s tuyas, y galgo corredor; pero si m o r i s t e , el r o c í n tú, Don r e s u c i t a s t e al ter- c e r d í a : n o p a r a s u b i r al c i e l o , s i n o p a r a p r o s e g u i r y c o n s u m a r t u s a v e n t u r a s gloriosas; y a u n a n d a s por el mundo, aunque invisible y ubicuo, y a u n deshaces agravios, y e n d e r e z a s e n t u e r t o s , y t i e n e s g u e r r a con e n c a n t a d o r e s , y f a v o r e c e s a l o s d é b i l e s , los necesitados y los h u m i l d e s , ¡oh sublime Don Quijote, Cristo ejecutivo, Cristo-León, C r i s t o a la j i n e t a ! 1906. Obra de hermanos En el álbum de u n a exposición agrícola A o b r a d e l labrador de ideales—pensador, artista, p o e t a , — s e h e r m a n a sin dificult a d , p a r a q u i e n m i r a d e l o a l t o el c o n j u n t o de las activas del c u l t i v a d o r fuerzas humanas, d e las realidades con la positivas: con la d e aquel q u e recibe los d o n e s d e la opima mies, del lucio rebaño, del metal q u e e s c o n d e e n s u s p r o f u n d o s t u é t a n o s la tierra. Sobre a m b o s t i e n d e el T r a b a j o su enseña gloriosísima. A m b o s son hijos buenos del T r a b a j o . Sea en pensamiento lu- minoso, en fácil verso, en pincelada inmortal; s e a e n o p u l e n t o v e l l ó n , e n r u b i o en áureo lingote, parte d e vida. No ambos pagan siempre trigo, bien su reconocen su fraternidad, y h a y veces en q u e se m i r a n con recelo. ros d e la No importa. misma roca, Son picapedre- sembradores mismo predio; y cuando vuelven, del después 28 JOSÉ ENRIQUE RODÓ d e l a j o r n a d a , h a y u n a M a d r e q u e l o s conf u n d e e n el m i s m o a b r a z o de amor. Del c a m p o f e c u n d a d o p o r el b r a z o t o s c o y f u e r t e — ¡ c u á n t o m á s n o b l e q u e el d e l A d á n anterior a la c o n d e n a , e x e n t o d e t r a b a j o ! — n a c e n l a s f r o n d a s d e l a s c i v i l i z a c i o n e s poderosas y ricas; y luego esta vegetación florece, por su p r o p i a ley, con las maravillas d e color y f r a g a n c i a de las grandes é p o c a s d e p e n s a m i e n t o , d e c u l t u r a , d e arte. T a l florescencia preciosa es, pues, indirec- t a m e n t e , o b r a d e l r u d o t r a b a j a d o r , q u e ni p e n s ó n u n c a e n e l l a , n i a c a s o , si l a conociese, la estimaría en su d i v i n a hermosura. T a m p o c o s u e l e n p e n s a r el p o e t a , el p e n s a d o r , el a r t i s t a , f i e l e s a s u l a b o r d e s i n t e r e s a d a y l i b r e d e t o d a u t i l i d a d c o n s c i e n t e , en la p o s i b l e r e p e r c u s i ó n d e s u o b r a d e n t r o del c a m p o d e las m á s positivas realidades hum a n a s , c u a n d o el e c o d e l c a n t o s e t r a n s f i g u r a e n a c c i ó n , c u a n d o la n o t a d e l a m a r c h a s e i n f l a m a e n h e r o í s m o , c u a n d o l a m o r a l del s i s t e m a se c o n c r e t a e n c o n d u c t a . Y a u n sin llegar a estas transformaciones que requieren la alquimia m i s t e r i o s a del t i e m p o : ¿ n o n o s o f r e c e el a r t e e j e m p l o s de u n a vinculación m á s inmediata, más íntima, c o n l a s i n s p i r a c i o n e s d e l a p r o s p e r i d a d y el 29 OBRA DE HERMANOS bienestar material?... ¿ Q u é es, e n s u aspecto m á s c a r a c t e r í s t i c o , el g l o r i o s o a r t e f l a m e n c o , s i n o la a p o t e o s i s d e la v i d a d e a b u n d a n c i a y de sensualidad sana y fecunda, q u e esplende en l a s r o m e r í a s , e n l a s a l e g r e s kermesses de Teniers? —De aquellas romerías, d e aquellas ferias, t o m ó colores u n a r t e . . . C u a n d o estas fiestas del t r a b a j o , c u a n d o estas citas civilizadoras con que aspiramos a reemplazar, en el s e m i d e s i e r t o a m e r i c a n o , l a c i t a d e l o s montoneros bárbara p a r a la r e v u e l t a , d e las pasiones p a r a la d e v a s t a c i ó n , h a y a n a d q u i rido la p e r e n n i d a d de la c o s t u m b r e y c o l o r i d o p r o p i o s i n el c u a l n o h a b r á el nunca a s u n t o v a l e d e r o p a r a el a r t e , a e l l a s r e c u r r i r á a c a s o el a r t i s t a , p a r a e n c o n t r a r e n l a belleza q u e n a c e d e la alegría del vivir, del consorcio f e c u n d o c o n la N a t u r a l e z a , d e la eterna geórgica del c a m p o d o m a d o por m a n o d e l h o m b r e , la i n s p i r a c i ó n q u e tuya a las leyendas, ya mustias y la sustidesco- loridas, d e la g u e r r a civil. Entretanto, arte y utilidad pueden bien ir d e c o m p a ñ e r o s e n t r e n o s o t r o s , p o r c u a n t o tienen intereses c o n v e r g e n t e s y tienen t a m bién c o m u n e s e n e m i g o s . U n a actividad gloriosa l o s i d e n t i f i c a d e n t r o d e s u capacidad i n m e n s a : el T r a b a j o , o l l a m á n d o l a c o n n o m - JOSÉ ENRIQUE RODÓ 30 bre m á s g r a n d e a ú n y m á s s a g r a d o : la Vida, en cuyos altares h e m o s d e i n m o l a r todos l o s o d i o s , t o d a s l a s p r e o c u p a c i o n e s d e l pasado, todas las influencias d e esterilidad, de estancamiento y de muerte. 1903. El f a n á t i c o y el excéptico EL f a n á t i c o y el e x c é p t i c o , p e r s o n i f i c a c i o nes d e d o s p u n t o s e x t r e m o s , e n t r e los q u e o s c i l a c o n i n s e g u r o r i t m o la r a z ó n h u mana, son caracteres q u e p r e s e n t a n peculiares de superioridad y de notas desmereci- miento, d e alteza y de r u i n d a d . Caben en el f a n á t i c o el p r e s t i g i o a v a s a l l a d o r d e l e n t u siasmo, la s u b l i m e capacidad d e crear y y aniquilar, de idolatrar y maldecir; la g r a n d e z a d e la acción heroica; la suprema abnegación del martirio. Tiene, en cambio, la estrechez d e j u i c i o y s e n t i m i e n t o ; la c e g u e r a p a r a c u a n t o n o s e a el p u n t o ú n i c o a q u e , con fatal impulso, gravita; la i n c o m p r e n - sión, la i n f l e x i b i l i d a d , la b r u t a l i d a d . C a b e n e n el e x c é p t i c o s u p e r i o r la amplitud alta y g e n e r o s a ; l a b e n e v o l e n c i a f á c i l ; el s e n t i d o d e lo relativo y t r a n s i t o r i o d e t o d a f ó r m u l a d e la v e r d a d ; la c u l t u r a varia y renovable; la gracia y m o v i l i d a d del p e n s a m i e n t o . Des- JOSÉ ENRIQUE RODÓ 32 lúcenle, c o m o reverso de estos dones, i n e p t i t u d p a r a la a c c i ó n ; la f r í a la esterilidad d e l a d u d a ; l a l i m i t a c i ó n y p o b r e z a d e lo q u e e x i g e d e la r e a l i d a d ; la i n f l u e n c i a enervadora y corrosiva. Entre estos d o s tipos o p u e s t o s , y e n s u p e r f e c t a r e a l i z a c i ó n , extraordinarios, halla su posición y carácter el e s p í r i t u d e l a m a y o r í a d e l o s h o m b r e s q u e , d e u n o u o t r o m o d o , s e i n t e r e s a n p o r las ideas; aproximándose a un e x t r e m o o al o t r o , p e r o g u a r d a n d o casi s i e m p r e la correlación d e s u p e r i o r i d a d e s y d e f e c t o s propios d e la n a t u r a l e z a del tipo a q u e respectiva- m e n t e s e a p r o x i m a n , y d e j a n d o g r a d u a r la i n t e n s i d a d c o n q u e adolecen d e los defectos p o r l a p r o p o r c i ó n e n q u e p a r t i c i p a n d e las s u p e r i o r i d a d e s . C u a n t a m á s e n e r g í a d e convicción, menos virtud de tolerancia; cuanta m a y o r disposición de hacer, menor profund i d a d d e pensar; c u a n t a m á s sutil inteligencia crítica, m e n o s dinámico y comunicativo poder de sentimiento. ¿ E s ésta, sin e m b a r g o , ley fatal e inflexible? ¿No pueden conciliarse, en un plano s u p e r i o r , las excelencias d e a m b o s caracteres y determinar uno nuevo y más alto?... Y o c r e o q u e sí. Y o c r e o q u e es posible, no sólo construir idealmente, sino también, EL FANATICO Y EL EXCÉPTICO 33 a u n q u e por r a r o caso, señalar en la realidad de la vida, u n a e s t r u c t u r a de espíritu en que la m á s eficaz capacidad d e e n t u s i a s m o v a y a u n i d a al d o n d e u n a t o l e r a n c i a g e n e rosa; e n q u e la p e r s e v e r a n t e a un ideal afirmativo y consagración constructivo se abrace con la f a c u l t a d i n e x h a u s t a d e m o d i ficarlo por la propia sincera reflexión y por las l u c e s d e l a e n s e ñ a n z a a j e n a , y d e a d a p tarlo a nuevos tiempos o a nuevas circunstancias; e n q u e el e n a m o r a d o s e n t i m i e n t o del p r o p i o i d e a l y d e l a p r o p i a f e n o s e a obstáculo p a r a q u e se r e c o n o z c a c o n sinceridad, y a ú n con simpatía, la v i r t u a l i d a d de belleza y a m o r d e la fe e x t r a ñ a y los ideales a j e n o s ; e n q u e la clara p e r c e p c i ó n d e los l í m i t e s d e l a v e r d a d q u e s e c o n f i e s a n o reste f u e r z a s p a r a s e r v i r l a c o n abnegación y c o n b r í o , y e n q u e el a n h e l o f e r v i e n t e p o r ver e n c a r n a d a c i e r t a c o n c e p c i ó n d e l a j u s t i cia y d e l d e r e c h o p a r t a s u c a m p o c o n un seguro y cauteloso sentido d e las o p o r t u n i dades y condiciones d e la r e a l i d a d . É s t e e s , s i n d u d a , el m á s a l t o g r a d o d e perfección a q u e p u e d a llegarse en la o b r a de f o r m a r y e m a n c i p a r la p r o p i a personalidad, b a j o la doble relación d e la inteligencia y d e l c a r á c t e r . D e m á s e s t á d e c i r q u e si JOSÉ ENRIQUE RODÓ 34 e l f a n á t i c o y el e x c é p t i c o p u r o s , e n el sent i d o d e la p u r e z a o s i m p l i c i d a d p s i c o l ó g i c a s , s o n t i p o s d e e x c e p c i ó n , a u n l o e s m á s este tipo en que se resuelve la o p o s i c i ó n de aquellos otros, n o por neutralizado y vulgar t é r m i n o m e d i o , s i n o p o r participación activa y f e c u n d a d e las superioridades y capacidad e s d e e n t r a m b o s . N o sólo es e x t r a o r d i n a r i a e s t a s u p e r i o r m a n e r a d e s e r , s i n o q u e , a dif e r e n c i a d e aquellas d e q u e la deslindamos, escapa casi siempre a la comprensión y a p l a u s o del v u l g o . L a m a y o r í a del vulgo c o m p ó n e s e d e l o s semifanáticos y l o s semi- excépticos, y c a d a u n a d e e s t a s e s p e c i e s desmedradas y borrosas siente la sugestión m a g n é t i c a d e l t i p o q u e r e a l i z a , c o n plenit u d eficaz, los c a r a c t e r e s q u e sólo en parte y sin eficacia t i e n e ella. A los semifanáticos les s u b y u g a la b á r b a r a e n e r g í a del fanatismo personificado enterizo y presa en un de ímpetu carácter uno, ciego; a los excépticos a m e d i a s les f a s c i n a aquel como prestigio d i a b ó l i c o q u e n a c e , e n el pleno e s c e p t i c i s m o , d e la r e s i s t e n c i a i n v a r i a b l e de la d u d a y del a l a r d e i m p á v i d o d e la ironía. No q u e d a s é q u i t o , o q u e d a m u y l i m i t a d o , p a r a el espíritu de libertad y selección q u e afirma y n i e g a , y o b r a y se a b s t i e n e , con racional 35 EL FANATICO Y EL EXCÉPTICO medida de cada una de sus determinaciones. P e r o si s u a c c i ó n s o b r e e l m a y o r n ú m e r o n o es i n m e d i a t a ni violenta, ni a s u m e las formas triunfales del proselitismo, su influencia e n e s f e r a s s u p e r i o r e s a la v u l g a r i d a d es la ú n i c a d e q u e n a c e p o s i t i v o p r o g r e s o e n las ideas y la q u e , e n d e f i n i t i v a , fija el r i t m o q u e prevalece s o b r e los d e s a c o r d e s i m p u l s o s de esas distintas ordenaciones del humano que llamamos escuelas, rebaño sectas y partidos. (Del estudio Rumbos nuevos) XTCirartbo a l C mar UÁNTO m u d a d e c o l o r el m a r i n m e n s o ! . . . ¿Quién habló de la monotonía del m a r ? L a d u r a t i e r r a s ó l o v a r í a e n el e s p a c i o ; el m a r c a m b i a y s e t r a n s f o r m a e n el t i e m p o . A l l í d o n d e h a c e u n i n s t a n t e t u v o u n a fison o m í a , a h o r a t i e n e o t r a d i f e r e n t e . E s a inm e n s i d a d e s u n p e r p e t u o devenir, sin punto de reposo, sin veleidad de fijeza. ¿Qué gama c o m o la g a m a d e s u s sonidos? ¿ Q u é paleta c o m o l a q u e le s u r t e d e m a t i c e s ? ¿ Q u é imag i n a c i ó n m á s rica en f o r m a s q u e la ola, nunc a i g u a l a s í m i s m a ? . . . Y o q u i e r o q u e det e n g á i s el p e n s a m i e n t o e n u n a s p e c t o , n a d a m á s , d e e s a v a r i e d a d i n f i n i t a : e n la m u d a n za del color. ¡ C u á n m a r a v i l l o s a m e n t e cambia raras d e piel el m o n s t r u o e n o r m e ! invenciones de tintas ¡Y q u é l a s q u e saca a l u z s o b r e el l o m o , y a c r e s p o , y a s u m i so! Para estos cambios suele bastar un 37 MIRANDO AL MAR instante: lo q u e se t a r d a e n q u i t a r la m i rada y devolverla; y ¿qué es lo q u e obra en ellos c o m o causa? ¿qué es lo q u e colora de n u e v o , y d e i m p r o v i s o , la s u b l i m e e x t e n sión?—A m e n u d o , sólo u n a n u b e q u e c r u z a p o r el c i e l o ; s ó l o u n r a y o d e s o l q u e , ras- g a n d o el s e n o d e l a s b r u m a s , t o c a e l h a z d e la o n d a : c o s a s d e a l l á , d e l a r e g i ó n d e l o leve, d e lo v a g o , d e lo inaccesible... T e n g o la i m a g i n a c i ó n h e c h a d e tal m o d o que toda apariencia material tiende en m í a descifrarse en idea. La Naturaleza m e habla siempre el l e n g u a j e del espíritu. Obser- vando, d e s d e la playa, esto q u e a h o r a a p u n to, yo p e n s a b a e n ese o t r o m a r , extraño y tornadizo, q u e es la m u l t i t u d d e los h o m bres; y p e n s a b a l u e g o en las mil cosas ligeras, aéreas, ideales, q u e flotan a toda h o r a s o b r e el m a r h u m a n o , a l l á a d o n d e n o canza la furia de sus olas: al- concepciones de almas ilusas, c a n d i d e c e s d e a l m a s p u r a s , ensueños de almas bellas... Y m e producía una suerte de embeleso considerar que basta a v e c e s el toque, leve y sutil, d e una de esas c o s a s d e l i c a d a s , s o b r e el l o m o d e l s a l vaje monstruo inquieto, para colorearlo de n u e v o e n u n i n s t a n t e : p a r a q u e l a m u chedumbre,—la formidable fuerza real,— 38 JOSÉ ENRIQUE RODÓ s e r i n d a , c o m o l a c e r a al s e l l o , a l a t o d o p o d e r o s a debilidad d e u n a p a l a b r a del poeta, d e u n a p r o m e s a d e l v i s i o n a r i o , d e u n ¡ay! del desvalido. 1911 En el á l b u m de u n poeta ALABEN o t r o s ¡ o h p o e t a ! l a p e r f e c c i ó n d e tus ánforas cinceladas. Y o prefiero decirte que t u verso sabe hacer pensar y hacer sentir; q u e tu poesía llama emoción y tiene u n ala q u e se otra ala q u e se llama pensamiento. Siendo igualmente justo, te h a b r é d i c h o , sin d u d a , m u c h o m á s . L o s q u e en cercanos recorrieron la s e n d a que va d e las e s t a t u a s esbeltas y tiempos delicadas d e G a u t i e r a l o s g r a n d e s m á r m o l e s d e Leconte, a m a r o n en el p o e t a el d o n d e una impasibilidad q u e r e s g u a r d a r a a las líneas del cincel i m p e c a b l e d e l p e l i g r o d e u n tremecimiento. Menos paganos, es- nosotros g u s t a m o s d e r e c o r d a r l e n u e v a m e n t e el m i t o del p e l í c a n o ; p o r q u e , s i n d e j a r d e t e n e r l a idolatría d e la f o r m a , n e c e s i t a m o s , a la vez, un arrullo p a r a n u e s t r o corazón y u n eco p a r a n u e s t r a s t r i s t e z a s , — E l l o s le h a b l a b a n para decirle: « H a z n o s , estatuario, u n a esta- JOSÉ ENRIQUE RODÓ 40 t u a . Q u e l l o r e o r í a ; q u e m u e s t r e el g e s t o del amor, de la meditación, o del desprecio. P e r o q u e sea p e r f e c t a y q u e sea p u r a » . No- s o t r o s l e d e c i m o s : « E s c ú l p e n o s u n a e l e g í a en m á r m o l n e g r o ; y h a z d e m o d o q u e b a j o los pliegues armoniosos de la t ú n i c a parezca latir un corazón». Llenos de estremecimient o s í n t i m o s , al m i s m o t i e m p o q u e d e s u e ñ o s ambiciosos de arte, nosotros quisiéramos infiltrar las a l m a s d e los h é r o e s d e Shakesp e a r e e n el m á r m o l d e l o s d i o s e s a n t i g u o s ; q u i s i é r a m o s c i n c e l a r , c o n el c i n c e l d e Heredia, la c a r n e viva d e M u s s e t . 1896 La gesta de la forma QUÉ p r o d i g i o s a t r a n s f o r m a c i ó n l a d e l a s p a l a b r a s , m a n s a s , i n e r t e s , e n el r e b a ño del estilo vulgar, c u a n d o las convoca y l a s m a n d a e l g e n i o d e l a r t i s t a ! . . . D e s d e el momento en que queréis hacer u n arte, u n arte plástico y musical, d e la expresión, h u n d í s en ella u n acicate q u e subleva todos sus ímpetus rebeldes. L a palabra, ser vivo y voluntarioso, os m i r a e n t o n c e s desde los p u n t o s d e la p l u m a , q u e la m u e r d e para sujetarla; disputa con vosotros, os obliga a que la a f r o n t é i s ; t i e n e u n a l m a y u n a fisonomía. Descubriéndose en su rebelión todo su c o n t e n i d o í n t i m o , o s i m p o n e a menudo que le d e v o l v á i s la l i b e r t a d q u e h a b é i s q u e rido arrebatarla, p a r a q u e c o n v o q u é i s a otra, que llega, h u r a ñ a y esquiva, al y u g o de acero. Y h a y veces en q u e la pelea con esos monstruos minúsculos os exalta y fatiga como u n a d e s e s p e r a d a c o n t i e n d a por la for- JOSÉ ENRIQUE RODÓ 42 t u n a y el h o n o r . T o d a s l a s v o l u p t u o s i d a d e s heroicas c a b e n en esa l u c h a i g n o r a d a . Sentís a l t e r n a t i v a m e n t e la e m b r i a g u e z del venc e d o r , las ansias del m e d r o s o , la exaltación i r a c u n d a del h e r i d o . C o m p r e n d é i s , docilidad de u n a frase que cae a n t e la subyugada a v u e s t r o s p i e s , el c l a m o r e o s a l v a j e d e l t r i u n fo. Sabéis, c u a n d o la f o r m a a p e n a s asida se os escapa, cómo es q u e la angustia del d e s f a l l e c i m i e n t o i n v a d e el corazón. Vibra todo como tierra vuestro organismo, la e s t r e m e c i d a p o r l a f r a g o r o s a p a l p i t a c i ó n de la batalla. lucha C o m o en el c a m p o donde la f u e , q u e d a n d e s p u é s l a s s e ñ a l e s del f u e g o q u e h a p a s a d o , en v u e s t r a imagina- ción y v u e s t r o s nervios. D e j á i s en las ennegrecidas páginas algo de vuestras entrañas y d e v u e s t r a v i d a . — ¿ Q u é v a l e , al l a d o de esto, la c o n t e n t a d i z a e s p o n t a n e i d a d del que n o o p o n e a la afluencia d e la f r a s e incolora, inexpresiva, ninguna resistencia propia; n i n g u n a a l t i v a t e r q u e d a d a l a r e b e l i ó n d e la p a l a b r a q u e s e n i e g a a d a r d e s í el a l m a y el c o l o r ? . . . P o r q u e l a l u c h a d e l e s t i l o n o h a de c o n f u n d i r s e c o n la p e r t i n a c i a fría del retór i c o , q u e a j u s t a p e n o s a m e n t e , e n el m o s a i c o de su corrección convencional, palabras q u e n o h a h u m e d e c i d o el t i b i o a l i e n t o del LA GESTA DE LA FORMA alma. 43 E s o sería comparar u n a partida ajedrez con un combate sangre y se disputa u n imperio. La del tiene estilo es de en q u e corre la una epopeya que lucha por campo de acción nuestra naturaleza íntima, las m á s h o n d a s profundidades de nuestro ser. L o s p o e m a s d e la g u e r r a n o os h a b l a n de m á s s o b e r b i a s e n e r g í a s , ni d e m á s c r u e les e n c a r n i z a m i e n t o s , n i , e n l a v i c t o r i a , d e más altos y divinos júbilos... formidable y hermosa; de los artistas, de Ilíada cuyos ¡Oh del Ilíada corazón ignorados com- b a t e s n a c e n al m u n d o l a a l e g r í a , el e n t u siasmo y la luz, c o m o el heroísmo sangre d e las epopeyas verdaderas! y la Alguna vez h a s d e b i d o s e r e s c r i t a , p a r a q u e , n a r r a da por u n o d e los q u e te llevaron en sí m i s m o s , d u r a r a e n ti el t e s t i m o n i o d e a l g u nas d e las m á s c o n m o v e d o r a s e m o c i o n e s h u manas. Y tu Homero pudo ser Gustavo Flaubert. 1900 Los que callan... UNA d e l a s i m p r e s i o n e s m á s a l t a s d e resp e t o q u e y o h a y a e x p e r i m e n t a d o e n el m u n d o , es la q u e m e p r o d u c e cierto linaje de espíritus,—seguramente, m u y raros, y a u n m á s q u e raros, difíciles d e reconocer sin h a b e r llegado a su m á s escogida intimid a d ; c i e r t o l i n a j e d e e s p í r i t u s q u e u n e n al s e n t i m i e n t o infalible, perfecto, aristocrático, d e l a b e l l e z a , e n l a s c o s a s d e l a r t e , el absoluto desinterés con que profesan callada- m e n t e su culto, i n m u n e s d e todo estímulo de vanidad, de todo propósito de crítica o d e p r o d u c c i ó n , d e toda codicia simoníaca d e f a m a . C o m p r e n d e n l a o b r a b e l l a e n sus m á s d e l i c a d o s m a t i c e s , c o n esa p l e n i t u d de inteligencia y simpatía q u e es u n a segunda c r e a c i ó n ; s o n el l e c t o r o el e s p e c t a d o r ideal c o n q u e el a r t i s t a h a s o ñ a d o ; d a n s u a l m a e n t e r a e n e l s a c r i f i c i o r e l i g i o s o d e la e m o ción artística, en esa absoluta inmolación LOS QUE CALLAN... 45 d e la p e r s o n a l i d a d , d e d o n d e t o m a su v u e l o el m i s t i c i s m o d e l a r t e . G u a r d a n d e n t r o d e sí el e c o p e r e n n e en q u e se p r o l o n g a acento verdadero, original, del poeta, el que el v u l g o n o p e r c i b e s i n o e n t u r b i a d o y t r u n co; el r e f l e j o c l a r í s i m o e n q u e s e r e p r o d u c e , con la f r e s c u r a m a t i n a l d e la inspiración c r e a d o r a , la i m a g e n del c u a d r o o d e la e s t a t u a . S o n l a c o m p e n s a c i ó n d e la v u l g a r i d a d triunfante y ruidosa; del a b o m i n a b l e snobismo. del alarde interior; S a l v a n , e n el p u e r - to a b r i g a d o y c a l m o d e s u p i a d o s a m e m o r i a , n o m b r e s y o b r a s q u e la i n j u s t i c i a o la i n d o l e n c i a d e u n a é p o c a h a n c o n d e n a d o al o l v i d o c o m ú n . P a r a ellos n o t i e n e c u r s o la m e n t i r a acuñada en m o n e d a falsa de renombre y de gloria. Llevan en sus desdenes secretos y animados d e u n a serena y terrible certidumb r e , el i n f i e r n o d e q u e n o l o g r a n eximirse los q u e t r i u n f a n d e l i n q u i e n d o c o n t r a l a b e l l e z a , c o n t r a el g u s t o , c o n t r a la n o b l e a l t i v e z . Y c a l l a n . . . Y p a s e a n p o r el m u n d o u n a apariencia indiferente, acaso vulgar. Y a modo d e la capilla de u n culto misterioso y prohibido, e n c i e r r a n , e n lo m á s h o n d o sí, el t a b e r n á c u l o d e e s e a m o r i d e a l , de que e m b e l l e c e el m i s t e r i o c o m o el p u d o r d e u n a novia. JOSÉ ENRIQUE RODÓ 46 ¿ D u d a s d e q u e existan a l m a s así?... he llegado a conocer Yo a l g u n a s , d e s p u é s de c o n o c e r s ó l o l a o p a c a a p a r i e n c i a q u e m e las v e l a b a . Y d e s d e q u e las d e s c u b r í , su pres e n c i a m e d o m i n a y s u b y u g a c o n el s e n t i miento de una superioridad que no reco- n o z c o , t a n i m p e r i o s a y d e t a n alta especie, n i e n el a r t i s t a c r e a d o r q u e m á s a d m i r e ni en la sabiduría magistral q u e m á s respeto m e i n f u n d a . P o r q u e esas a l m a s d e silencio c e l e s t e s o n l a s ú n i c a s q u e m e h a n d a d o la completa intuición de c u á n t o h a y d e vulgar y m e z q u i n o en esta b r e g a por la notoriedad, e n e s t e s e n s u a l i s m o d e la a d m i r a c i ó n y del aplauso, g r o s e r a l i g a q u e m e z c l a m o s nos- o t r o s , l o s d e l a c o m e d i a l i t e r a r i a , al o r o de i d e a l i d a d d e l a m o r d e lo b e l l o . S ó l o ellas s a b e n a m a r t e , Belleza, c o m o t ú ¡oh, Diosa! m e r e c e s . E n l a s o c i e d a d d e e s a s a l m a s se apodera de mí no sé que noble vergüenza d e ser a u t o r , escritor de oficio. Y cuando v u e l v o a e s t a f a e n a , e l l a s c o m p o n e n el p ú blico, incógnito e incognoscible, que más m e e x a l t a y q u e m á s m e t o r t u r a . A él m e r e m i t o , c o n u n a a u s t e r a y m e l a n c ó l i c a esper a n z a , c o m o q u i e n s e r e m i t e a la j u s t i c i a d e u n a posteridad que no ha de ver, cuando creo q u e u n a palabra mía n o ha sido enten- 47 LOS QUE CALLAN... dida en su virtud o su beldad; cuando una c r i a t u r a d e m i i m a g i n a c i ó n n o h a h a l l a d o el r e g a z o a m a n t e q u e l a a c o j a . Y e n él p i e n s o , lleno d e íntima inquietud,—como aquejado del imposible deseo d e saber la v e r d a d d e labios d e u n dios de m á r m o l , — c u a n d o aplausos y loas q u i e r e n p e r s u a d i r m e d e q u e h a brotado de mi alma algo b u e n o o hermoso. ¡Ah, cuántos de estos abnegados monjes de belleza pasan acaso j u n t o a ti, y t ú n o los r e c o n o c e s , y q u i z á los d e s d e ñ a s ! . . . T a l vez h a y u n o d e ellos en ese e s p e c t a d o r , ind e t e r m i n a d o e incoloro, q u e o c u p a su b u t a c a e n el t e a t r o , n o l e j o s d e l a t u y a , y a p l a u d e c u a n d o los d e m á s , y asiente con trivialida- des a los c o m e n t a r i o s del vecino, y se disip a , e s f u m á n d o s e , e n el r e b a ñ o d e l a r e t i r a d a . T a l vez o t r o se o c u l t a b a j o la m á s c a r a de ese v i a j e r o q u e , c o n a p a r i e n c i a s d e c o m i s i o nista, lee, f r e n t e a t u asiento del tren, un libro q u e lo m i s m o p u e d e ser la g u í a de Baedeker que un poema de Wilde o una novela d e D ' A n n u n z i o . T a l vez descubrirías u n o m á s e n a q u e l o t r o a q u i e n el j u i c i o p o pular— ¡cruel i r o n í a ! — g r a d ú a d e poeta fracasado y con hoscos despechos de impotencia; p o r q u e prematuro sabe fue su renunciamiento espontánea que y altísima reli- 48 JOSÉ ENRIQUE RODÓ giosidad, y q u e en su repugnancia a hablar d e a r t e con los q u e f u e r o n s u s émulos y amigos n o h a y sino las delicadezas de sensibilidad t r a n s f i g u r a d a y la d e u n a s o l e d a d d e extraño... una conciencia C o n u n o u otro d i s f r a z , ellos p a s a n e n su i r r e v o c a b l e silenc i o . Y e s t e s i l e n c i o n i e s h u m i l d a d n i es orgullo. N o es m á s q u e la c u m p l i d a pose- sión d e u n bien q u e lleva s u fin y recomp e n s a e n sí m i s m o , y q u e p o r e s o s e c o n t i e n e d e n t r o d e su p r o p i a a m p l i t u d , sin aspirar a s a l i r d e s í c o n í m p e t u y a l a r d e : c o m o el v i n o q u e , c u a n d o h a l l e g a d o a s a z ó n , o l v i d a los desasosiegos y hervores de su fermentar, o c o m o el r e s p l a n d o r d e l a n o c h e s e r e n a , q u e , e x t a s i á n d o s e e n la s u a v e g l o r i a d e s u s luces, n o la publica ni con los p r e g o n e s del relámp a g o ni con la m ú s i c a del sol. 1912.