Los participantes expresaron alto y claro su posición a favor de la ratificación del Tratado de Reforma. Están convencidos de que mejorará el funcionamiento de la Unión Europea también en su dimensión exterior. Fronteras de la Unión Europea Las fronteras de la Unión Europea nunca han estado claramente definidas, hecho que hasta ahora resultaba admisible. Sin embargo, la experiencia demuestra que esta incertidumbre provoca inquietud dentro de la Unión. A pesar de ello, las fronteras no deberían acotarse irrevocablemente y de una vez por todas, sino que deberían comportar cierta flexibilidad, en consonancia con las cambiantes situaciones políticas de un futuro impredecible. Criterios de adhesión y capacidad de integración de la Unión Europea Los criterios de adhesión se han ido definiendo progresivamente con los años. De la simple asunción del denominado «acervo comunitario», la Unión ha pasado a aplicar otros criterios como: - la existencia de un régimen estable y democrático, que respete el Estado de Derecho y los derechos humanos, así como - la adopción de una economía de mercado. En la Cumbre de Copenhague en junio de 1993, se añadió a los criterios la «capacidad de absorción» de la Unión Europea. Por primera vez, las consecuencias de la ampliación para el funcionamiento de la Unión, sus instituciones, las políticas comunes y el presupuesto debían tenerse explícitamente en cuenta. Tal como dejaron patente los referendos sobre el Tratado constitucional en Francia y los Países Bajos, debería incorporarse la capacidad de integración de la población comunitaria. Quedó por concretar si esto debería determinarse a través de una votación popular, es decir, a través de referendos. Este procedimiento supondría una participación más directa de los ciudadanos, pero también plantearía la polémica cuestión de la consulta popular junto al procedimiento de ratificación. A pesar de que el proceso de ampliación se considera un éxito, según determinados participantes sería conveniente considerar la posibilidad de hacer una pausa en el proceso de ampliación para permitir una mayor profundización, lo que se traduciría en preparar a la Unión Europea para nuevas ampliaciones. Aun así, la mayoría consideró necesario concluir al menos las negociaciones de adhesión que ya están en marcha con determinados países. La solución a los problemas que surgen de las continuas ampliaciones puede residir en la aplicación de modelos de adhesión diferenciados (círculos concéntricos), lo que permitiría que en la «Casa Europa» hubiera espacio para países que no pueden o no desean moverse tan rápido como los demás en el camino a las adhesiones futuras. Los participantes no subestimaron los problemas inherentes a dichos modelos, pero todos coincidieron en que no puede perpetuarse una situación en la que una minoría de los Estados miembros impide el avance de los otros. Es posible que algunos países de la Unión Europea en particular consideren que este modelo puede conducir a una gradación duradera entre los Estados miembros. DV\697538ES.doc ES ES Por otro lado, algunos participantes propusieron establecer una política de vecindad con un enfoque a modo de aros olímpicos, mediante la cual la Unión Europea coordinaría los ámbitos de colaboración con terceros países basándose en la proximidad geográfica y el interés común. Se generalizó la impresión de que los ciudadanos, la sociedad civil, deberían desempeñar un papel más importante a la hora de determinar el futuro y el tamaño de la Unión Europea. No obstante, la mayoría consideró que los referendos no constituían un medio adecuado para dar a los ciudadanos voz en estos asuntos, aunque la mayoría podría aceptar esta vía si los referendos se separan en la medida de lo posible del contexto nacional y se llevan a cabo a nivel europeo. Muchos participantes consideraron que la preparación de futuras adhesiones requeriría más tiempo y más información. Política europea de vecindad Se precisan ideas más innovadoras para completar esta política estratégica y profundizar en ella. Algunos entienden la política de vecindad es, en realidad, un instrumento para cooperar con países que no van a ser Estados miembros. Por otro lado, la política de vecindad puede servir como «sala de espera» para países que por el momento no son considerados países candidatos. La Unión Europea en el mundo Los ciudadanos europeos esperan que la Unión Europea refuerce su capacidad de acción exterior. Esta política se considera fundamental para mantener la estabilidad, la prosperidad y la seguridad. Un importante paso más en el Tratado de Reforma es la introducción de la figura del Alto Representante, que sería el Vicepresidente de la Comisión y al mismo tiempo presidiría el Consejo de Relaciones Exteriores. La mayor parte de los participantes considera que el Alto Representante de la Política Exterior y el servicio exterior único integrado supondrán una mejora sustancial de la coordinación, el avance y la coherencia de la política exterior común. Existen ciertos aspectos menos conocidos por el público y menos visibles, pero a pesar de ello de gran importancia, como es el control por parte del Parlamento del traspaso de la política de visado y asilo. A pesar de este avance, existe una evidente decepción ante el hecho de la unanimidad que se mantenga aún en el ámbito de la PESE (Política Exterior y de Seguridad Europea). Hasta ahora, la Unión Europea ha demostrado su influencia a través del denominado «poder atractivo», que también ha demostrado su eficacia en los procesos de adhesión. Teniendo en cuenta la situación mundial, algunos participantes se preguntaron cómo un cuerpo diplomático puede constituir un poder convincente sin contar con un respaldo militar. Las misiones de paz no han sido suficientes hasta el momento y la política de defensa común debería garantizar la capacidad de la Unión Europea para participar en este tipo de misiones siempre que sea necesario y bajo el mandato de las Naciones Unidas. 2/3 ES DV\697538ES.doc Deben fomentarse los valores europeos, como la democracia, la tolerancia, el respeto de la diversidad y la libertad de pensamiento y de religión, en oposición a las ideologías fundamentalistas, totalitarias y radicales. Se lamentó la desaparición de los símbolos de la Unión en el nuevo texto, una cuestión con un significado particular en relación con el resto del mundo. Política de desarrollo La política de desarrollo en el tercer mundo debería prestar más atención al proceso de gobernanza en los países receptores. Con el fin de hacer que los proyectos de desarrollo que la Unión Europea lleva a cabo sean más eficaces, esta debe examinar si en el ámbito de otras políticas comunitarias existen medidas que contrarresten la ayuda al desarrollo, como por ejemplo en la Política Agrícola Común. Asimismo, las instituciones europeas que operan en el ámbito del desarrollo, la ayuda humanitaria y los derechos humanos podrían coordinar en mayor medida sus acciones, de modo que el mensaje que se envíe sea más claro y los objetivos se consigan en mayor medida. DV\697538ES.doc 3/3 ES