42 de los que querian meter at Rey de Portugal, at tiempo que ya el Rey y la Reina del no tenian esperanza que volviese a su cOrte, é por eso con Ia verdad, se le enviO la carta tan ejemplosa y lastimera de la cOrte; e parece que a esta carta 6 a otra, respondio por el Arzobispo un caballero su criado a! Cronista, disculpando at Arzobispo é poniendo algunas razones por éì, é queriendo hacer entender que el Arzobispo no haria cosa que no debiese contra el Rey y Ia Reina; y en respuesta a aquel caballero, el dicho Cronista sin ningun temor y con esperariza de la prosperidad que Dios demostraba al Rey a a la Reina, respondia at dicho caballero y Ic cnvio la presente carta. CAPITULO XIII. SEGUNDA CARTA. Seflor, vuestra carta recibi por la cual quereis relevar de culpa at Sr. Arzobispo vuestro amo por este escandalo nuevo que se sigue en el Reino de la gente que agora tiene junta en AlcaIá y quereis darme a entender que to hace por seguridad de su persona, y par paz en el reino, y tambien decIs que ha miedo de yerbas; para este temor de las yerbas entiendo yo que sera. mejor atriaca, que jente, aimque costaria menos; y cuanto a la seguridad de su persona y paz del reino, haced vos, Señor, con el Sr. Arzobispo que se sosiegue su espiritu, y luego holgara 61 y ci reino: y por tanto, Seflor, escusada 43 es la ida vuestra a COrdoba, It tratar paz con La Reina, porquc si paz quereis, ahi la habeis de iratar en AIcalá con el Arzobispo. Acabad vos con su Sefloria que tenga paz consigo, y que esté acornpañado de jente de letras, conic su Orden to requiere, y no rodeado de armas ,corno Sn oficio to deflende; y luego habreis tratado la paz que él quiere procurar y vos quereis tratar. Con todo eso, aunque me han dicho que ci Doctor Calderon es vuetto a córte, piegue a Dios, que este Calderon saque paz; justo es Dios y justo Cs SU juiclo; en verdad Señor, yo fuI uno de Jos Calderones con que el Rey D. Enrique muchas veces en-,-O a sacar paz del Arzobispo, y nunca pudo sacarla. Agora veo que ci Arzobispo envia su Calderon a sacar de la Reina, plegue a Dios que la conciuya con Su Alteza, mejor que yo la acabe con ci Arzobispo. Pero dejando agora esto aparte, ciertamente, Señor, gran cargo habeis tornado si pensais quitar de cargo a ese Señor por este nuevo escandalo que agora hace, salvo si alegais que ci Beato, y Alarcon, Ic mandaron de pane de Dios que to hiciese; y no to dudo que se lo dijesen, porque cierto es que el Arzobispo sirviá tanto at Rey y a la Reina en los principios y tan bien, que si en ci servicio perseveraba, todo ci mundo dijera, que ci comienzo, medio y fin de su reinar, habia sido ci Arzobispo y toda la gloria se iruputara at Arzobispo. Dijo Dios gloriam incain at Arzobispo non dabo; y para guardar para mi esta gloria que no me la tome ningun Arzobispo, permitirO quc aquellos Alarcones, le digan quc sea coritrario al Rey y a la 44 Reina, y que ayude al Rey de Portugal para les quitar este reino, y contra toda su voluntad y fuerza lo dare a esta Reiria, que to debe haber de derecho, porque vean las gentes que cuantos Arzobispos hay de mar a mundo, no son bastantes para quitar ni poner Reyes en la tierra, sino solo yo que tengo reservada la semejante provision a mi tribunal. Asi que, Se5or, esta via me parece para escusar a su Sthoria, pues que lo podeis autorizar con tal Moisen y Aaron, como el Beato y Alarcon. Con todo eso vi esta semana una carta que enviaba a su Cabildo, en que reprende mucho a el Rey e a la Reina por que tornaron la plata de las iglesias, la cual sin duda estuviera queda en su sagrario, si el estuviese quedo en su casa. Tambien dice que fatigan mucho ci reino con Hermandades, y no ye que la que da él a elks, causa la que dan ellos al reino. Quejase asimismo porque favorecen la toma de Talayer; que es de su iglesia de Toledo, y no se miernbra que favorecio la toma de Cantalapiedra, que es de la iglesia de Salamanca. Siente mucho el embargo de sus rentas, y no se miembra cuantas ha tornado y toma del Rey, y aun nunca ha presentado ci privilegio que tiene para tomar 10 del Rey, y que el reino no pueda tomar lo suyo. Otras cosas dice la carta que yo no consejara a su Sefloria escribir, si fuera su escribano, porque la Sacra Scriptura manda que no hable ninguno con su Rey papo a papo, ni ande con el a dime y dirte he. Dejando agora esto a parte, mucho querna yo que tal seior como ese considerase que ]as cosas que Dios en su presencia tiene ordenadas 45 para que hayan fines prOsperos y durables, muchas veces vemos que han principios y fundarnentos trabajosos, porque cuando vimeren at cOlmen dc la dignidad hayan pasado por ci crisol de los trabajos, y por grandes misterios ignotos de presente a nos, y notos de futuro a el. La Sacra Scriptura, y otras historias cstán ilenas de estos ejeinpbs. Persecuciones grandes obo David en su prim. cipio, pero Jesu fill David decimos. Grandes trabajos paso Eneas do vinieron los Emperadores que seilorearon ci mundo: JUpiter, Hercules, ROmuIo, Céres, Reina de Sicilia, y otros y otras inuchas; a unos criaron ciervos y a otros lobos, echados por los campos; pero leemos quc al fin fueron adorados y se asentaron en sillas reales, cuya memona dun hasta hoy. Y no sin causa la ordenacion divina, quiere quc aqucilo que luenganiente ha dc durar, tenga los fundamentos fuertes y tales, sobre que se pueda hacer que la obra dure. Viniendo ahora, pues, al propOsito, casO ci Rey de Aragon con la. Reina madre del Rey nuestro sefor, y luego fuC desheredado y desterrado de Castilla. Obo este su hijo, que desde su nhiez fue guerreado y corrido, cercado, combatido de sus sUbditos y de los extrauios; y su madre con él en los brazos huyendo de peligro en peligro. La Reina nuestra seiora desde nifa se Ic muriO el padre, y aun podremos decir la niadre, que a Jos nilios no es pequeio infortunio. Ylnole el entender, y junto con él los trabajosos cuidados; y lo que mas grave se siente en Los reales, es mCngua estrema de las cosas necesanias; sufrIa arnenazas, estaba con 46 temor, vivia en peligro. Murieron los principes D. Alfonso y D Carlos sus hermanos; cesaron éstas, clios a Ia puerta de su reinar y ci adversario a la puerta de su reino. Padecian guerra de los extranos, rebelion de los suyos, nmguna renta, mucha costa, grandes necesidades y ningun dinero, muchas dernandas, poca obediencia. Todo esto asi pasado con estos principios que vimos, y otros que no sabenios. Si ese Señor vuestro amo, les piensa tomar este reino coma un bonete, y darlo a quien se pagare, digo, Sehor, que 110 lo quiero creer aunque me 10 diga Alarcon, y el Beato. Mas querre creer a estos misterios divrnos que a esos pensamientos humanos; y coma Para esto niuriO el Rey D. Enrique sin generacton, y Para esto murieron ci Principe D. Carlos, y D. Alfonso, y Para esto murieron otros grandes estorhadores; Para esto hIzo Dios todos estos fundamentos y misterios que habemos visto, Para que disponga ci Arzobispo vuestro amo de tan grandes reinos a la medida de su enojo. Dc espacio se estaba Dios en buena fe, si habia de consentir que el Arzobispo de Toledo yenga sus manos lavadas, y disponga asi lijeramente de todo lo que el ha ordenado y cimentado, de tanto tiempo a acá con tantos y tan divinos misterios. Hacedme agora tanto placer, si deseais servir a ese señor, que le aconsejeis que no lo piense asi, y que no mire tan somero, cosa tan honda; en especial Ic consejad que huiga cuanto pudiere, de ser causa de divisiones en los reinos, como de fuego infernal, y tome ejemplo en los fines que han habido los que divisiones han causado. Vimos que ci Rey D. Juan 47 de Aragon padre del Rey nuestro seflor, favorecio algunas parcialidades y alteraciones en Castilla; y vimos que permitiO Dios a su hijo el Principe D. CarLos que le pusiese escándalo y divisiones en su reino. Y tambien vimos que ci hijo que las puso y los que Ic sucedieron en aquelLas divisiones, murieron en el medio de sus dias, sin conseguir el fruto de sus deseos. Vimos que ci Rey D. Enrique criO y favorecio aquella division en el reino de Aragon, y vimos que el Principe D. Alfonso su hermano le puso division en Castilla, y virnos que plugo a Dios de le ilevar de esta vida en su mocedad corno a instrumento de aquelJa division. Vimos que ci Rey de Francia procurO asimisnio division en Inglaterra, y virnos que el Duque de Guiana su hermano procurO division en Francia; y vimos que el hermano perdiO la vida sin conseguir 10 que deseaba. Vimos que el Duque de Borgofla, y ci Conde de Barvique, y otros muchos procuraron en los reinos de Inglaterra y de Francia divisiones y escandalos, y virnos que murieron en bataltas despedazados, y no enterrados. Y si quereis ejemplos dc la Sacra Scriptura, Architofel, y Absalon, procurarori division en el reino de David y muricron ahorcados. AsI que visto todo esto que vimos, no se' quien puede estar bien y es;ar quedo, y querer estar mat y estar bu1lendo. Y el Arzobispo en este tiempo se aclaraba cada dia mas por el Rey de Portugal con los caballeros de la liga; a aun soberhecido, se publicO que decia que les quitaria el reino, y haria volver a hilar Ia rueca a la Reina como si fuera en el, a enviO con los ott-os a Portugal su palabra a ci Rey D. Alonso.