LA ENSEÑANZA VIRTUAL DEL DERECHO

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LA ENSEÑANZA VIRTUAL DEL DERECHO
Mayra Delgado García.1*
SUMARIO: I. Introducción. II. La Enseñanza Virtual del Derecho. III. Grado de
Responsabilidad de Maestros y Alumnos. IV. Conclusiones. V. Bibliografía.
I. INTRODUCCIÓN
La enseñanza del Derecho constituye uno de los tantos temas que
preocupan en
nuestras facultades y escuelas de Derecho. Hay críticas severas a la forma como se ha
impartido la comunicación jurídica, esencialmente improvisada y verbalista. Se cuestiona
la currícula y programas, se intentan formas adjetivas en los planes de estudio, etc. Las
facultades no se quedan al margen de esos procesos que en algunos países asumen
caracteres
de
conflictos
socio-políticos.
El
impacto
tecnológico-científico,
la
industrialización, el desafío demográfico, el cambio social dirigido o espontáneo, son los
elementos catalizadores que impactan a la Universidad tradicional.
1
MAYRA DELGADO GARCÍA. Cuenta con estudios de Doctorado en Derecho, por la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, Maestría en Derecho Fiscal, por la Universidad Popular autónoma del
Estado de Puebla, Directora de la Facultad de Derecho de la Universidad Popular Autónoma del Estado de
Puebla 2004-2007, Catedrática de la Universidad Iberoamericana Campus Puebla. 2007-a la fecha,
Diseño
de
Materias
en
línea
mayra_delgado_garcia@hotmail.com
para
el
Tecnológico
de
Monterrey,
campus
Monterrey.
En ese contexto cuestionador, la formación del abogado sufre fuertes embates y críticas
de todo orden. Se habla de la “crisis del Derecho” en la región y las instituciones jurídicopolíticas se muestran impermeables e indiferentes al proceso de desarrollo y cambio
social.
La concepción de la educación como función meramente reproductora de conocimientos
que sitúa al maestro en un pedestal de absoluto privilegio y que lo transforma en el
centro irradiador de información, es cosa del pasado, en la enseñanza tradicional. Esta
cosmovisión del quehacer docente, no es privativo de la facultad tradicional, sino que es
producto del largo desarrollo histórico que desde el mundo antiguo heredó occidente. El
conocimiento está hecho, producido y difundido por el sistema educativo.
Educar es comunicarse por medio del lenguaje oral o escrito, la imagen, los símbolos, el
sonido y el lenguaje corporal. En los próximos veinte o treinta años, la transformación de
nuestras sociedades en sociedades de información hará que sea necesario que los
sistemas de educación se adapten a un entorno educativo nuevo en la sociedad de la
información.
Sin embargo, la masificación de la tecnología, el desenvolvimiento vertiginoso de la
ciencia, la innovación y el cambio en la información científica, son fenómenos que se
dan a una velocidad imposible de registrar. La educación se transforma en “aprender a
aprender” como única manera de seguir con relativa fluidez el mundo dinámico y
complejo de la actualidad.
Estamos conscientes de que los abogados no debemos dejar de prepararnos día con
día, pero también son tantas las actividades en las que estamos inmersos, que cada vez
es más complicado dedicar el tiempo para esta actualización.
Las universidades se han dado a la tarea de crear nuevos sistemas para facilitar el
aprendizaje a través del uso de la tecnología, lo cual ha dado excelentes resultados,
encontrándonos ante la enseñanza virtual del derecho.
Las TIC son objeto de estudio por parte de las distintas disciplinas jurídicas. Los rápidos
avances de dichas tecnologías producen notables transformaciones en la sociedad de la
información, que han de ser objeto de regulación por parte del Derecho, para poder
establecer un marco legal adecuado que dé respuesta a los problemas jurídicos que se
plantean como consecuencia de las mismas.
Entre otros aspectos a los que el Derecho, como realidad cambiante, ha debido dar
respuesta, cabe destacar la contratación electrónica, el teletrabajo, la criminalidad
informática, la democracia electrónica, la propiedad intelectual, el tratamiento
automatizado de datos de carácter personal, la Administración electrónica... Lo cual
obliga a la actualización de contenidos de forma constante y periódica, para adecuarse a
las necesidades de la época y dar la más pronta y eficaz solución.
II. LA ENSEÑANZA VIRTUAL DEL DERECHO.
La enseñanza virtual del derecho es un sistema pedagógico moderno que recurre a la
tecnología informática para fortalecer el aprendizaje, la investigación, el autoestudio, la
interacción y la flexibilidad de los estudios, permitiendo a los profesionales obtener una o
varias profesiones, posgrados, especialidades, superando las barreras del tiempo y
espacio para desarrollarse profesionalmente y contribuir al desarrollo de nuestra
sociedad.
La aparición, el avance y la difusión de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, en especial de Internet y del correo electrónico, han supuesto notables
transformaciones en todos los ámbitos de la actividad humana. Por un lado, porque
posibilitan tanto la transmisión de mucha información en poco tiempo como el acceso a
numerosos servicios, y, por otro, por el hecho de que facilitan la comunicación de forma
instantánea entre sujetos con independencia del lugar en el que se encuentren. Como
consecuencia del alcance de dichas transformaciones, la sociedad se inclina a basarse
cada vez más en el conocimiento, de modo que la sociedad industrial ha dado paso a la
sociedad de la información y del conocimiento, un fenómeno que acentúa la
globalización cultural y socioeconómica. En este contexto, la información, debidamente
procesada y evaluada, se transforma, a través del razonamiento humano, en
conocimiento. Un conocimiento que debería ser accesible para todos los ciudadanos de
forma libre e igualitaria, ya que, de lo contrario, se pueden producir nuevas formas de
analfabetismo y, en consecuencia, de exclusión social.
Por otra parte, en esta nueva sociedad de la información en la que los entornos
laborales son tan cambiantes y competitivos, la formación se convierte en una necesidad
constante, de modo que se transforma en continua o, lo que es lo mismo, en un
aprendizaje permanente.
El ambiente telemático se configura a partir de la irrupción en nuestra sociedad de las
tecnologías de la información y la comunicación. La barrera de espacio y tiempo propia
del ser humano se rompe, originando una nueva forma de enfrentarse y entender la
propia existencia y la interacción con los otros y con lo otro. Si siempre ha sido necesaria
una visión sistémica de la realidad, ahora es absolutamente necesaria para poder
insertarse en ella con mayor garantía de éxito.2
Las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones posibilitan la
creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas, y tenemos que
tener presentes tres grandes motivos. En primer lugar, porque posibilita nuevos
procesos de aprendizaje y transmisión del conocimiento a través de las redes
telemáticas. En segundo lugar, para ser activo en el nuevo espacio social se requieren
nuevos conocimientos y destrezas que habrán de ser aprendidos en los procesos
educativos. En tercer lugar, porque adaptar la escuela, la universidad y la formación al
nuevo espacio social requiere crear un nuevo sistema de centros educativos, a distancia
y en red. 3
Uno de los ámbitos que no ha escapado a la influencia de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) es el de la enseñanza. En efecto, la aplicación de
estas tecnologías en todos los niveles de la enseñanza supone nuevos retos y
oportunidades en los métodos y procesos de aprendizaje, teniendo la calidad como
objetivo. En consecuencia, también en el ámbito universitario se ha visto la necesidad de
incorporar las TIC para poderse adaptar a las transformaciones sociales. De ahí que las
tecnologías de la información y la comunicación hayan abierto la posibilidad de utilizar
formas innovadoras de enseñar y aprender Derecho.
Como se ha mencionado, las universidades se han dado a la tarea de implementar
nuevos sistemas de enseñanza aprendizaje.
Debemos recordar que en tiempos pasados se utilizó el estudio por correspondencia, en
la actualidad con los adelantos tecnológicos es posible tener comunicación instantánea
con personas ubicadas en cualquier parte del mundo, facilitando el intercambio de
información.
2
GARCIA, Lorenzo; RUIZ, Martha; DOMÍNGUEZ Daniel. De la Educación a Distancia a la Educación Virtual. Edit. Ariel
2007. Pág. 20
3
ECHEVERRÍA, Javier. Educación y Tecnología Telemáticas, Revista iberoamericana de Educación No. 24, año 2000.
Ahora, qué información es la que se va a intercambiar, porque de eso van a depender
los buenos o malos resultados.
En primer lugar, se sabe que debe existir una planeación que permita a los futuros
abogados estar preparados para enfrentar las situaciones jurídicas que se les presenten
al egresar.
Cómo se logra esto, trabajando con cuerpos académicos integrados por juristas
especializados tanto desde el punto de vista teórico, como práctico, que aporten la
experiencia obtenida a lo largo de su trayectoria, que le den un adecuado seguimiento y
además, que logren plasmarlo en un plan de estudios actualizado y ambicioso, que
cumpla con todos los requisitos que le permitan obtener de forma rápida su registro
correspondiente. Ya que en muchas ocasiones, este ha sido un problema constante de
diversas instituciones en las que, desafortunadamente, ha sido tan largo este proceso
que cuando por fin logran su autorización, este plan de estudios resulta obsoleto.
Una vez que se cuenta con el plan de estudios, es necesario darse a la tarea de buscar
la mejor planta docente para su impartición. Es importante que los maestros y doctores
en derecho, aparte de manejar el software común, estén dispuestos a adquirir
conocimientos de la plataforma a utilizar por la institución, ya que aunque son similares,
llega a variar el destino dado a las herramientas de dicha plataforma.
En esta, deben aparecer todas y cada una de las materias del plan de estudios, y estas
a su vez deben ser muy explícitas, ya que el alumnado hacia el cual va dirigida esta
enseñanza virtual del derecho, buscará claridad en cuanto a la forma de trabajar, esto le
permitirá sentirse en un ambiente de confianza y en consecuencia aprovechar mejor los
recursos, dando mejores resultados. De ahí la importancia de contar con políticas del
curso, la metodología a utilizar, forma de evaluación, bibliografía, y sobre todo, contar
con una estructura en sistemas que sea ágil, con la capacidad suficiente para no tener
interferencias.
Cada módulo debe tener actividades a realizar que permitan reforzar con práctica lo
aprendido y al final una actividad integradora en la que se relacionen todos y cada uno
de los temas.
La incorporación de actividades en el campo jurídico apunta a dos variables. Por una
parte, da una visión real y operativa de las instituciones Jurídicas (eficiencia social de la
norma), y por la otra, permite desarrollar en el estudiante el área psicomotriz,
indispensable para su formación profesional.4
La necesidad de estudiar de estudiar de una manera completa y a profundidad el
derecho, resulta impostergable en esta época en la cual el verdadero significado del
argumento teorético discursivo en torno a ellos gira alrededor de su inserción en los
procedimientos e instituciones de la democracia, haciendo patente la necesidad de que
la idea de su discurso sólo pueda realizarse en un estado constitucional y democrático
del derecho.5 Por lo que la discusión de la enseñanza del derecho en forma tradicional
de la clase magistral o la implementación del estudio o análisis de casos, estaría sujeta a
su implementación para romper los paradigmas en la enseñanza virtual del derecho.
El concepto contenido informativo apunta al conjunto de disciplinas que integran un
programa de estudios jerárquicamente organizados. Planes
y programas rigen las
secuencias e integran requisitos que deben observar los estudiantes de derecho.6
Las nuevas tecnologías de la información han hecho posible la aparición en las intranets
universitarias de espacios de interrelación entre el profesor y los alumnos, esto es, webs
de las asignaturas, que constituyen, sin duda alguna, una herramienta pedagógica muy
importante de apoyo o complemento a la docencia universitaria presencial. En estos
espacios los estudiantes pueden encontrar información, materiales y recursos didácticos
relevantes para el desarrollo de la asignatura (como el programa, criterios de evaluación,
noticias de interés, bibliografía básica...), enviar sus ejercicios prácticos, consultar sus
calificaciones, participar en debates, etc. Incluso, el profesor puede utilizar la web de la
asignatura para canalizar las tutorías o consultas de la asignatura (dudas relativas al
funcionamiento de la asignatura o a su contenido).
4
WITKER, Jorge. Técnicas de la Enseñanza del Derecho. Los Objetivos de la Enseñanza del Derecho. Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Año 2007. Pág. 19
5
CASARÍN Navarrete, Manlio Fabio. La Enseñanza de los Derechos Humanos. Themis Nueva Generación. Pág 22, año
2000.
6
WITKER, Velázquez Jorge. Los Contenidos Informativos de la Enseñanza del Derecho, en Antología de Estudios
Sobre la Enseñanza del Derecho. Pág. 103. (1995)
Por lo tanto, se trata de un instrumento tecnológico que puede servir para incentivar el
interés del estudiante por una materia jurídica y facilitar su aprendizaje, aminorando la
carga de trabajo para el estudiante, a la vez que le familiariza con los entornos virtuales.
Una ayuda importante para que los estudiantes organicen de forma autónoma su estudio
y avancen adecuadamente en los contenidos de la asignatura.
Pero, al mismo tiempo, también pueden ser de utilidad para el docente, ya que le
permite organizarse más planificadamente, realizar un menor esfuerzo para la
actualización de contenidos, difundir información sobre la materia objeto de estudio en
su asignatura e ir creando una base de datos sobre dicha materia con la información y
los recursos recopilados.
Es importante superar tradiciones y costumbres medievales y tratar de orientar la
enseñanza utilizando participación activa de los estudiantes, y usando los medios
tecnológicos y culturales más ágiles, de suerte que los profesionistas se preparen de
manera de desenvolverse adecuadamente, ya que con resistencias o sin ellas enfrentará
de inmediato una competencia despiadada que exige su mejor preparación y la
ampliación de sus conocimientos.7
Un paso más allá en la evolución de la presencialidad a la virtualidad viene constituido
por las asignaturas que presentan horas de docencia virtual, en las que a partir de los
materiales que el profesor pone a disposición de los alumnos, éstos pueden estudiar los
contenidos de la asignatura. Es el denominado blended learning o enseñanza mixta.
La ventaja de este sistema es que de forma inmediata el tutor o profesor puede hacer los
comentarios pertinentes a través de un chat previamente agendado por ambos para
aclarar dudas y hacer sugerencias, esto independiente de la tutoría académica
permanente en el horario ya establecido.
El espacio virtual se le llama aula sin paredes, cuyo mejor exponente actual es la red de
internet, no es presencial, sino representacional, no es proximal, sino distal, no es
7
CIENFUEGOS Salgado, David; MACÍAS Vázquez, María Carmen. Estudios en Homenaje a Marcia Muñoz de Alba
Medrano. La Enseñanza del Derecho. La Actualización de la Enseñanza del Derecho Frente a la Globalización.
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Pág. 338. Año 2007.
sincrónico sino multicrónico y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y
exterior, sino que depende de las redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden
estar diseminados por diversos países.8
El éxito o fracaso de las innovaciones educativas depende en gran parte, de la forma en
que los diferentes actores educativos interpretan, redefinen, filtran y dan forma a los
cambios propuestos.
Los procesos de innovación respecto a la utilización de la TIC en la docencia
universitaria suelen partir, la mayoría de las veces, de las disponibilidades y soluciones
tecnológicas existentes. Hay que tener presente que, como cualquier innovación
educativa, ante un proceso con múltiples facetas: en el intervienen factores políticos,
económicos, ideológicos, culturales y psicológicos, y afecta a diferentes planos
contextuales, desde el nivel del aula hasta el del grupo de universidades. 9
También dentro del curso se enlazará con especialistas del derecho
para
videoconferencias o entrevistas, dando al alumno la certeza de estar al día en la
información jurídica. Quien tendrá la obligación de contactar a estos especialistas será el
tutor o profesor, ya que sólo él sabrá cómo va el avance del curso, su aprovechamiento,
qué es necesario reforzar, y en consecuencia, si es el momento oportuno para hacerlo.
Debido a lo anterior, deben ser personas comprometidas con su profesión como
abogados y también como docentes, ya que son los indicados para dar seguimiento a
este tipo de actividades.
Los equipos de videoconferencia deben estar diseñados para crear un ambiente
agradable en donde gente dispersa geográficamente pueda compartir información e
ideas en tiempo real acelerando los procesos de enseñanza-aprendizaje, deben ser de
alta calidad y definición.
8
BELLO, Díaz Rafael Emilio. Educación Virtual: Aulas Sin Paredes.
http://www.educar.org/articulos/educacionvirtual.asp
9
SALINAS, Jesús, Innovación docente y uso de las TIC en la Enseñanza Universitaria. Revista Universidad y Sociedad
del Conocimiento No. 1. Año 2004. http://www.uoc.edu/rusc/dt/esp/salinas1104.pdf
Es también importante, informar a los alumnos sobre el día y hora en que se
desahogarán juicios orales, proporcionando la página de internet para observarlos en
línea; el objetivo, aparte de reforzar conocimientos, es despertar en ellos la necesidad
por aprender más y de forma autodidacta.
La universidad virtual cuenta con equipos pedagógicos que se encargan de proponer
actividades, trabajos prácticos, evaluaciones virtuales y exámenes presenciales para
cada signatura.
La universidad virtual ofrece facilidades para que los alumnos se comuniquen a través
de Internet con el profesor y con los otros alumnos integrantes del grupo.
III. GRADO DE RESPONSABILIDAD DE MAESTROS Y ALUMNOS.
La tarea fundamental del profesor es enseñar al estudiante a aprender a aprender,
ayudar al alumno en la creación de unas estructuras cognitivas o esquemas mentales
que le permitan manejar la información disponible, filtrarla, codificarla, categorizarla,
evaluarla, comprenderla y utilizarla pertinentemente.
Se puede afirmar que los métodos de enseñanza con participación del alumno, donde la
responsabilidad del aprendizaje depende directamente de su actividad, implicación y
compromiso son más formativos que meramente informativos, generan aprendizaje más
profundos, significativos y duraderos y facilitan la transferencia a contextos más
heterogéneos.
El maestro debe planificar y diseñar experiencias y actividades de aprendizaje
coherentes con los resultados esperados, teniendo en cuenta los espacios y recursos
necesarios.
Acompañando, guiando y apoyando al aprendiz mientras sea necesario, además de ir
cediendo terreno a favor del alumno que vaya logrando autonomía e independencia en
su aprendizaje.
Las asignaturas que se desarrollan en entornos virtuales de aprendizaje (EVA), como en
un campus virtual. En definitiva, en estos casos, se trata de enseñanza universitaria a
distancia, asistida por medios telemáticos o redes digitales. En consecuencia, en estos
contextos el aprendizaje y la interacción se producen sin coincidencia en el tiempo y el
espacio de los componentes de la comunidad educativa.
Se requiere de especialistas en elaboración de material didáctico, tres rasgos definen a
este tipo de docente: Experto en contenidos propios de la materia que se imparte,
conocedor del lenguaje
hipermedia y multimedia y sobre todo conocedor de las
metodologías de educación a distancia y en la repercusión que este hecho tiene para la
elaboración de este tipo de materiales. Que sean autoinstructivos, autoevaluativos,
adaptados a las situaciones de aprendizaje y al perfil del aprendiz.
Las plataformas o entornos virtuales para la gestión del conocimiento y el aprendizaje
existentes, hoy habrán de depurar sus prestaciones y ofrecer la máxima facilidad a
docentes y estudiantes. A los primeros, para que con suma facilidad puedan aprovechar
todas las posibilidades de la herramienta y a los segundos para que la navegación sea lo
más intuitiva posible.10
Un campus virtual está constituido por dos metaestructuras: una física (formada por
redes, servicios y recursos que soportan la información y las relaciones entre los
miembros del campus) y otra virtual (formada, a su vez, por el conjunto de relaciones
que establecen los miembros del campus entre sí y con la información que contiene).
El campus virtual tiene naturaleza propia independientemente del lugar y del tiempo en
que se sitúe cada uno de sus componentes. Así pues, el campus virtual estará allí donde
concurran alguno de sus componentes (los individuos que lo componen, los
participantes) y un punto de acceso a la información común (a "la red", entendiendo por
red algo más amplio que Internet o que cualquiera de las redes y servicios digitales
existentes).
10
GARCIA, Lorenzo; RUIZ, Martha; DOMÍNGUEZ Daniel. De la Educación a Distancia a la Educación Virtual. Edit. Ariel
2007. Pág. 20
En estos casos, el profesor, a través del aula virtual, resuelve las dudas de carácter
teórico o práctico surgidas del estudio de los recursos que contienen la materia que hay
que estudiar, plantea actividades para el seguimiento de la asignatura y, por último,
evalúa los conocimientos tanto teóricos como prácticos asimilados por el estudiante.
Además, el profesor guía al estudiante en su proceso de aprendizaje recomendándole,
para su correcta formación, la utilización de recursos relacionados con la asignatura,
localizables en la biblioteca del campus virtual o en alguna página web. Incluso la
biblioteca puede ofrecer periódicamente distintos servicios, como el envío de sumarios
de revistas electrónicas, de sumarios de publicaciones oficiales, de resúmenes de
prensa generales o por temáticas concretas, etc.
Se abren nuevas posibilidades, en primer lugar, para promocionar y extender la
movilidad tanto del profesorado como de los estudiantes, ya que es posible cursar o
impartir virtualmente asignaturas en otros países; en segundo lugar, y relacionado con el
punto anterior, para obtener titulaciones dobles, por ejemplo, aunque deben salvarse
algunas barreras, como el idioma o las diferencias culturales, y, en tercer lugar, para la
asociación entre distintas universidades para ofertar virtualmente en común asignaturas.
Otro ámbito en el que la proliferación de las TIC ha supuesto un cambio importante en el
mundo jurídico y, en concreto, en el de la enseñanza universitaria del Derecho es el del
tratamiento y la gestión de información con relevancia jurídica, tan necesaria en este
ámbito.
En este sentido, se ha pasado, por una parte, de libros y revistas doctrinales en formato
papel a revistas y libros electrónicos, y, por otra, de recopilaciones en papel de
jurisprudencia y normativa a bases de datos jurídicas, contenidas originariamente en
CD-ROM y, posteriormente, accesibles desde Internet (en línea), es decir, desde
cualquier punto geográfico. Estas últimas permiten, en primer lugar, la inmediatez en el
acceso a una abundante información jurídica, lo que evita desplazamientos y minimiza la
necesidad de archivar papel; en segundo lugar, la rapidez en el procesamiento de dicha
información, y, finalmente, la actualización casi instantánea, eficaz y permanente de la
misma, especialmente si se trata de bases en línea.
En consecuencia, dichas bases de datos permiten al usuario el acceso fácil a una
enorme cantidad de información jurídica, que ocupa poco espacio, desde múltiples
ubicaciones. Ahora bien, con este sistema lo importante no es la búsqueda y la
recopilación de tanta información, sino saber seleccionar y procesar la información
disponible que interesa en cada caso concreto. De ahí la importancia de saber manejar
correctamente los buscadores de información existentes.
Por consiguiente, tanto el alumnado como el profesorado universitario, en su calidad de
docente e investigador, pueden estar mejor documentados a través de la información
que les proporcionan las bases de datos jurídicas, siempre y cuando sean capaces de
seleccionar y procesar debidamente dicha información.
El profesor universitario no puede quedar al margen de la progresiva aplicación de la
tecnología a todos los ámbitos de la sociedad y, en concreto, al de la enseñanza, pero,
al mismo tiempo, ello implica que ha de ser capaz de amoldarse a la continua evolución
que experimenta el sector de las TIC.
En este contexto, la implementación de las TIC en el ámbito educativo, en general,
supone la necesidad de replantearse algunos de los aspectos fundamentales de la
enseñanza, tales como la organización y planificación de los procesos educativos, el
diseño y desarrollo de actividades y materiales de formación, así como de herramientas
y métodos de evaluación, y, por último, la comunicación y las relaciones personales y
profesionales entre profesores y estudiantes en un entorno virtual de aprendizaje.
En concreto, el impacto y uso de las TIC en la docencia del Derecho provoca una serie
de modificaciones en los métodos de enseñanza y de aprendizaje universitarios, entre
las que destacan los cambios producidos tanto en la labor del profesor universitario
como en la del estudiante; con todo, no son los únicos que se dan en este ámbito, ya
que adquieren una gran importancia los materiales docentes y tiene lugar un nuevo
planteamiento de la evaluación.
IV. CONCLUSIONES
Incorporar nuevas tecnologías a la educación a través de modalidades como educación
a distancia o educación virtual es una alternativa útil y valiosa siempre y cuando el
centro de la atención se localice en el sustantivo y no en la adjetivación, en la educación
antes que en la distancia. Esto nos lleva una vez más a la cuestión de los fines
educativos y los modelos pedagógicos como sustento de modalidades operativas
congruentes con la heterogeneidad de los sujetos.
Lo importante además de contar con excelentes recursos, es saber aprovecharlos,
integrarlos en sistemas de formación donde alcancen su máximo potencial. Depende de
numerosas variables que modulan las componentes del sistema dando lugar a distintos
modelos pedagógicos y de aprendizaje virtual.
Es indispensable que la innovación tecnológica se acompañe de innovación pedagógica
para lo cual es necesario incorporar los cambios estrictamente técnicos en el marco de
proyectos diseñados y fundamentados desde el campo de conocimientos de la
educación y con el concurso de los actores de los procesos, especialmente los cuerpos
docentes La educación virtual, al igual que la educación presencial y cualquier otra
forma de proceso educativo deliberado, comporta una dimensión técnica pero es mucho
más que técnica. Las posibilidades de las nuevas tecnologías sólo serán activadas en
las propuestas de virtualización a condición de que se enmarquen en proyectos
pedagógicos caracterizados por promover la construcción del conocimiento, lo que exige
planes didácticos concretos apoyados en los soportes tecnológicos que más allá del
discurso promuevan el despliegue de la reflexión, el análisis, la proposición y la
ejecución como procesos para un aprendizaje significativo.
El éxito o fracaso de las innovaciones educativas depende en gran parte, de la forma en
que los diferentes actores educativos interpretan, redefinen, filtran y dan forma a los
cambios propuestos.
V. BIBLIOGRAFÍA
WITKER, Velázquez Jorge. (Compilador) Antología de Estudios Sobre la Enseñanza del
Derecho. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 1995.
ECHEVERRÍA, Javier. Educación y Tecnología Telemáticas, Revista iberoamericana de
Educación No. 24, año 2000.
WITKER, Velázquez Jorge. Técnicas de la Enseñanza del Derecho. Los Objetivos de la
Enseñanza del Derecho. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Año 2007.
GARCIA, Lorenzo; RUIZ, Martha; DOMÍNGUEZ Daniel. De la Educación a Distancia a la
Educación Virtual. Edit. Ariel 2007.
CASARÍN Navarrete, Manlio Fabio. La Enseñanza de los Derechos Humanos. Themis
Nueva Generación.
BELLO, Díaz Rafael Emilio. Educación Virtual: Aulas Sin Paredes.
http://www.educar.org/articulos/educacionvirtual.asp
SALINAS, Jesús, Innovación docente y uso de las TIC en la Enseñanza Universitaria.
Revista
Universidad
y
Sociedad
del
Conocimiento
No.
1.
Año
2004.
http://www.uoc.edu/rusc/dt/esp/salinas1104.pdf
CIENFUEGOS Salgado, David; MACÍAS Vázquez, María Carmen. Estudios en
Homenaje a Marcia Muñoz de Alba Medrano. La Enseñanza del Derecho.
La
Actualización de la Enseñanza del Derecho Frente a la Globalización. Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
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