11/29/10 8:02 AM Page 1 TE A Í G O OL T AN O ¡T DO S R VI A I AR LI sin fin a la i e j a i V ma A BORDO! gin ac ió n 2010 Antologia 2010 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 2 11/29/10 8:02 AM Page 5 TE Antologia 2010 ÍA G LO O ANT O ¡T DO S A BOR Via D O! R VI A I AR LI je sin fin a la im 2010 ag in ac ió n Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 6 AUSPICIAN Ministerio de Educación Buenos Aires Ciudad EDICIONES HOJA DE ROBLE Resolución 244 “Subsecretaría de Inclusión Escolar y Coordinación Pedagógica” EDICIÓN: Claudia Toledo y Alejandro De Oto Gilotaux DIBUJO DE TAPA: TRABAJOS DE LAS ALUMNAS MARÍA PILAR FERRO, FRANCISCA MÁRQUEZ MIRANDA, MILAGROS MOLINÉ O´CONNOR, SOL REINOSO, VALENTINA VIVANCO Y EL ALUMNO IGNACIO EPELDE. PÁJAROS PINTADOS CON TÉMPERA Y RODILLO Y HOJA TROZADA CON LOS DEDOS, INSPIRADOS EN CUENTOS DE 2º GRADO SOBRE LOS PÁJARON DE AGUA Y FUEGO. COLABORADORES: ANA CAROLINA FALCINELLI, ROSA LORENA LASA, MACARENA DE VEDIA, MARÍA CORRADETTI, PATRICIA BARREIRA, LORENA BARRAU, PEDRO ADÚRIZ Y A. P. EL TÍTULO “¡TODOS A BORDO! VIAJE SIN FIN A LA IMAGINACIÓN”, FUE PENSADO POR LOS 7º GRADO CON SU MAESTRA, VICTORIA PITTALUGA. ALUMNOS Y ALUMNAS DE DISEÑO DE TAPA Y DE INTERIOR: MARIELA TACCONE. LOS TÍTULOS Y LAS PORTADAS DE CADA GRADO FUERON PENSADOS Y HECHOS POR LOS ALUMNOS CON LA GUÍA DE SUS MAESTRAS. Antología literaria VI. 2010 : todos a bordo viaje sin fin a la imaginación / coordinado por Claudia Toledo dirigido por Alejandro De Oto Gilotaux. - 1a ed. - Buenos Aires : Hoja de Roble, 2010. 275 p. ; 15x22 cm. ISBN 978-987-25297-1-0 1. Literatura Infantil. I. Toledo, Claudia, coord. II. De Oto Gilotaux, Alejandro, dir. CDD A860.928 2 Fecha de catalogación: 23/11/2010 QUEDA HECHO EL DEPÓSITO QUE ESTABLECE LA LEY 11.723 LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446. Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 7 DEDICATORIA PRÓLOGO pág. 9 pág. 11 PRIMER grado RUIDO DE HISTORIAS FANTÁSTICAS pág. 13 SEGUNDO grado SOPA DE HISTORIAS pág. 41 TERCER grado DUENDES , BIOGRAFÍAS, CONTAGIOS Y POESÍAS pág. 69 CUARTO grado CADA HISTORIA, UN TESORO pág. 105 QUINTO grado ¡¿CUÁNTOSCUENTOSCUENTAQUINTO?! pág. 143 SEXTO grado PROHIBIDO NO LEER pág. 173 SÉPTIMO grado S.O.S. EXCESO DE IMAGINACIÓN 7 pág. 215 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 8 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 9 DEDICATORIA Dedicamos este nuevo volumen al señor Álvaro Istueta Landajo, abuelo los Lago y los Istueta, alumnos de nuestro Colegio. Tres años atrás, en la Universidad Católica Argentina, nos acompañó recitando sus poemas gauchescos durante la presentación de la tercera edición de la Antología Literaria. Sus versos nos transmitieron entonces el testimonio de un poeta genuino: la confianza en el lenguaje para transmitir las emociones que nos vinculan como seres humanos; la búsqueda persistente de aquellas palabras que permiten recuperar los tonos de un paisaje y una tradición que hace a nuestra identidad. Don Álvaro se fue en silencio a la Casa del Señor, pero su voz de poeta y experiencia de vida continúan resonando, haciendo eco en los sentidos versos que escribió. DEJEMÉN… Sueña el enfermo sanar, el que vive, vivir más, el flojo con ser capaz como el que sufre, olvidar, sueña el cayao con hablar el suelto e’ lengua, cayarse, el apurao, sujetarse como el pobre con ser rico, y sueña el grande ser chico como el grandote, achicarse. El que no tiene, tener, el que rueda con parar, el que no canta, cantar, y el que no sabe, saber, con ser madre la mujer y toda novia, casarse, el muy solo, acoyararse, el descuidao ser prolijo, y ser güen padre un güen hijo, como el tristón, alegrarse. Sueña curar un dotor, el hambriento con ‘tar yeno, el qu’ es malo con ser güeno y el qu’ es güeno, ser mejor, el seco ser dentrador 9 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 10 como el poca cosa, altivo, volver a ser, el que ha sido, y ya qu’ el soñar evoco… dejemén… que sueñe un poco pues también soñando… vivo. Álvaro Istueta Landajo 1938 - 2010 Porfiando… Editorial Sinopsis. Buenos Aires, 1998 …. Gracias. 10 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 11 PRÓLOGO Semejando las alas de un pájaro, una frase sobrevuela la contratapa de este libro; frase que se encuentra a la entrada de la Biblioteca Leopoldo Lugones, en Villa Giardino, Córdoba, y que adoptamos como lema. Adherimos a la concepción de la lectura como una práctica que nos construye como personas y por ende, nos mejora como sociedad en tanto nos permite participar de un modo más crítico en un devenir compartido. Entendemos que la lectura no es un contenido más del Diseño Curricular, sino un pilar de la formación intelectual que debe ser construido y fortalecido en el día a día, a lo largo de la escolaridad primaria. Sin embargo, estamos convencidos también de que la lectura por sí sola no basta. Debe hallar su correlato en la escritura, práctica necesaria no solo porque permite demostrar el conocimiento y comunicar la experiencia, en una suerte de catarsis que puede incluso ser sanadora o reveladora. El dominio de la escritura es ese otro pilar intelectual que nos convoca a innovar y nos habilita a transformar nuestros conocimientos. Escribir clarifica las ideas, desarrolla estructuras lógicas, retroalimenta la creatividad, refina y flexibiliza el pensamiento. Es por eso, que al lema adoptado nos permitimos agregar nuestra impronta y decimos: “Todos los grandes países fueron primero miles de niños leyendo… y escribiendo.” En el Bicentenario de nuestro querido país, reiteramos nuestro compromiso con la formación de lectores y escritores competentes, futuros ciudadanos responsables, próximos gobernantes; en suma, personas críticas que encuentren en la lectura y la escritura herramientas cognitivas para modelar una sociedad más justa y hacer más grande la tierra que los vio nacer. Vaya también en este compromiso renovado nuestro homenaje a todas las personas de buena voluntad, ciudadanos ilustres o anónimos, que en estos doscientos años encontraron en la educación un camino seguro para construir nuestra identidad como nación respetuosa de la diversidad, un puente sólido para unir a los habitantes más allá de las diferencias, una brújula para orientarnos en la bonanza y en la adversidad. Alejandro M. De Oto Gilotaux Director de Primaria José L. Ordoñez Director General Claudia Toledo Asesora de Lengua Haydeé Fisher Vicedirectora 11 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 12 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 13 PRIMER grado RUIDO DE HISTORIAS FANTÁSTICAS ALUMNOS Y ALUMNAS DE 1º GRADO PATRICIA LAMAS Y CAROLINA BACH MAESTRAS 13 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 14 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 15 EL HOMBRE DE NIEVE ANTONIO ALEXANDER DON FRESQUETE VIVÍA EN UN LUGAR MUY FRÍO PORQUE ERA UN MUÑECO DE NIEVE. LOS DÍAS DE SOL DON FRESQUETE SE ASUSTABA PORQUE TENÍA MIEDO DE DERRETIRSE. POR SUERTE LLEGÓ EL FRÍO Y LA SUPERNIEVE. TODOS LOS CHICOS TAMBIÉN LLEGARON PARA IR A ESQUIAR. DON FRESQUETE SE SENTÍA SOLO PORQUE TODOS SE IBAN A DIVERTIR Y ÉL NO TENÍA AMIGOS. ALGUNOS CHICOS SE DIERON CUENTA DE QUE ESTABA DON FRESQUETE Y ENTONCES FUERON A JUGAR CON EL MUÑECO. HACÍAN BOLAS DE NIEVE. Y DON FRESQUETE SE SINTIÓ BIEN Y NO SE SINTIÓ MÁS SOLO. LA TORTUGA TIENE FRÍO LUCAS ALONSO HABÍA UNA TORTUGA LLAMADA CLARA QUE VIVÍA CON UNA FAMILIA. AL LLEGAR EL INVIERNO CLARA TENÍA FRÍO Y QUERÍA IRSE A UN LUGAR DONDE HICIERA CALOR. PERO PARA IR A ESE LUGAR NECESITABA AYUDA, ELLA SOLA NO PODÍA. LE PIDIÓ AYUDA A LAS AVES Y ACEPTARON AYUDARLA. LAS AVES TENÍAN UN BARRILETE. ENGANCHARON A LA TORTUGA Y LA LLEVARON VOLANDO HASTA BRASIL. CUANDO CLARA LLEGÓ HACÍA MUCHO CALOR Y LE GUSTABA PERO SENTÍA MUCHA TRISTEZA PORQUE EXTRAÑABA A SU FAMILIA. 15 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 16 DE NUEVO LE PIDIÓ A LAS AVES QUE LA AYUDARAN A VOLVER A SU CASA. LAS AVES LA LLEVARON EN SU BARRILETE Y CLARA SE ENCONTRÓ CON SU FAMILIA Y VIVIÓ MUY FELIZ. EL HIJO PERDIDO DEL LOBO PANDA JUAN CRUZ BARDI HABÍA UNA VEZ UN ANIMAL MUY RARO. ERA UN LOBO-PANDA. FUE A PASEAR POR EL BOSQUE Y SE PERDIÓ. Y COMO ESTABA PERDIDO NO ENCONTRABA A SU FAMILIA. EL LOBO PANDA EXTRAÑABA MUCHO A SU FAMILIA Y DECIDIÓ BUSCARLA. RECORRIÓ MUCHOS LUGARES Y NO LOS ENCONTRABA. ENTONCES PENSÓ EN TOMAR UN AVIÓN PARA IR MAS LEJOS. EN EL AEROPUERTO ESTABA ESCONDIDA UNA LOBAPANDA. SE VIERON, SE ENAMORARON Y SE CASARON. LOS LOBOS PANDA TUVIERON UN HIJO Y TODA LA FAMILIA SE FUE A VIVIR AL BOSQUE. UN DÍA EL PEQUEÑO LOBO PANDA SE ALEJÓ MIENTRAS JUGABA Y UNOS CAZADORES LO VIERON Y LO TOMARON PRISIONERO PORQUE ERA MUY RARO. EL PEQUEÑO LOBO PANDA GRITÓ MUCHO EN SU JAULA, LLAMANDO A SU MAMÁ Y A SU PAPÁ. EL PAPÁ LOBO PANDA ESTABA MUY PREOCUPADO Y BUSCÓ A SU HIJO. CUANDO ESCUCHÓ LOS GRITOS SE ACERCÓ Y PUDO RESCATARLO. LE CONTÓ QUE ÉL TAMBIEN SE HABÍA PERDIDO HACÍA MUCHO TIEMPO Y LE PIDIÓ QUE NUNCA MÁS SE ALEJARA. 16 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 17 EL TORTUGO SÚPER RÁPIDO FRANCISCO BARRIAL EL TORTUGO VIVÍA EN UN JARDÍN SIN FLORES Y QUERÍA CONOCERLAS. DESDE SU JARDÍN OLÍA EL PERFUME PERO NO LAS CONOCÍA. PIDIÓ AYUDA AL PERRO DE LA CASA. ÉL TENÍA UN SÚPER TÓNICO QUE LO HACÍA IR MÁS RÁPIDO. EL TORTUGO LO TOMÓ Y PUDO VIAJAR A TODA VELOCIDAD. LLEGÓ A UN JARDÍN QUE TENÍA FLORES Y LAS PUDO CONOCER. COMO LE GUSTABAN MUCHO Y ERAN MUY LINDAS DECIDIÓ QUEDARSE A VIVIR EN ESE JARDÍN Y NUNCA MÁS VOLVIÓ A SU CASA. LA TORTUGA ESQUIADORA INDALECIO JESÚS BERGÉS UNA TORTUGA LLAMADA JUANA SE DESPERTÓ Y DESCUBRIÓ QUE TENÍA UN PROBLEMA. QUERÍA VIAJAR A LA NIEVE PERO NO SABÍA CÓMO IR. SE PUSO A GRITAR PIDIENDO AYUDA. UNOS PATOS QUE ESTABAN CERCA LA ESCUCHARON Y LA AYUDARON A LLEGAR HASTA UN PUENTE. CUANDO CRUZÓ EL PUENTE LA TORTUGA ENCONTRÓ LA NIEVE. ESQUIÓ UN POCO Y PASÓ TANTO TIEMPO ESQUIANDO QUE LA NIEVE EMPEZÓ A DERRETIRSE Y CONVERTIRSE EN AGUA. SE ACORDÓ DE QUE TENÍA QUE CRUZAR EL PUENTE PARA REGRESAR A SU CASA. FUE AL PUENTE Y PUDO VOLVER A SU HOGAR. 17 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 18 EL LOBO PEZ VIAJA SANTIAGO JOSÉ BLANCO MENGONI UN LOBO PEZ ESTABA MUY ABURRIDO Y QUERÍA IR AL PUERTO. FUE CAMINANDO EN SUS CUATRO PATAS DE LOBO HASTA QUE LLEGÓ. EN EL PUERTO SE ESCONDIÓ DETRÁS DE UNA CAJA PORQUE COMO ERA CHIQUITO PUDO ESCONDERSE. ESCONDIÉNDOSE LLEGÓ HASTA UN BARCO QUE IBA PARA LA NIEVE. PENSÓ QUE COMO LA NIEVE SE ROMPÍA Y HABÍA AGUA Y FRÍO, LE IBA A GUSTAR. EL BARCO SE DIRIGIÓ AL POLO NORTE. CUANDO LLEGÓ, BAJÓ Y SE ESCAPÓ. VIVIÓ FELIZ EN EL POLO NORTE PORQUE ESTABA EN EL LUGAR QUE QUERÍA. LA TORTUGA A LA QUE LE GUSTA LA NIEVE SALVADOR BUNGE EN EL PATIO DE MI CASA HABÍA UNA TORTUGA A LA QUE LE GUSTABA PASEAR EN LA NIEVE. ENTONCES DECIDIÓ IR AL POLO NORTE. LA TORTUGA SE ENGANCHÓ EN UN COHETE QUE TENÍA MI VECINO Y FUE A TODA VELOCIDAD HASTA EL POLO NORTE. LLEGÓ CONGELADA Y SE QUEDÓ A VIVIR EN EL POLO NORTE CIEN DÍAS. AHÍ LOS OSOS LE ENSEÑARON A HACER PIRUETAS EN LA NIEVE. A LA TORTUGA LE GUSTABA MUCHO. VOLVIÓ AL PATIO DE MI CASA CAMINANDO PORQUE EN EL POLO NORTE LE ROBARON EL COHETE. TARDÓ MUCHO TIEMPO EN LLEGAR. 18 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 19 EL ANTÍLOPE TORTUGA TIENE UNA BAZOOKA JUAN CRUZ CARDOSO EL ANTÍLOPE TORTUGA TENÍA UNA FAMILIA Y UN PEQUEÑO HIJO. LOS CAZADORES TOMARON PRISIONERO A SU HIJO. EL ANTÍLOPE TORTUGA ESTABA MUY TRISTE Y QUERÍA RESCATAR A SU HIJO. ENTONCES EL ANTILOPE BALLENA QUE ERA SU AMIGO ARMÓ UN PLAN PARA RESCATARLO. LOS DOS CONSIGUIERON UNA BAZOOKA Y FUERON A SALVAR AL PEQUEÑO. LOS CAZADORES SE ASUSTARON Y SALIERON CORRIENDO. ASÍ ELANTILOPE TORTUGA PUDO RESCATAR A SU HIJO. EL LOBO TUCÁN EN LA SELVA JUSTO CAMILO CARDOSO EL LOBO TUCÁN VIVÍA EN EL ZOOLÓGICO. TENÍA PELOS EN EL CUERPO Y LA CABEZA DE TUCÁN. NO LE GUSTABA VIVIR EN EL ZOOLÓGICO PORQUE HABÍA ANIMALES QUE ERAN MALOS CON ÉL: UN LOBO FEROZ Y UN COCODRILO. SE ESCAPÓ PORQUE LE SACÓ LA LLAVE AL CUIDADOR Y ABRIÓ LA JAULA. DESPUÉS BUSCÓ UN BARCO PARA IRSE A SUDÁFRICA. EL LOBO TUCÁN LLEGÓ DE NOCHE A LA SELVA Y LE GUSTÓ PORQUE CONOCIÓ A OTRO LOBO TUCÁN Y A UN CANGREJO. JUGARON A TIRARSE AL AGUA Y COMIERON MANZANAS. EN CINCO AÑOS SE HICIERON AMIGOS. 19 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 20 LOS BOMBEROS Y LOS CHICOS MARTÍN CASTELLANOS BÁRCENAS HABÍA UNA VEZ DOS CHICOS DE SEIS AÑOS QUE ESTABAN MUY ABURRIDOS EN SU CASA. ENTONCES SE FUERON A LA ESTACIÓN DE BOMBEROS. AHÍ SE DIVIRTIERON MUCHO. VIERON CAMIONES DE BOMBEROS, UN TUBO MUY LARGO Y TAMBIÉN UNA SIRENA. OYERON SONAR MUY FUERTE LA SIRENA Y TODOS LOS BOMBEROS FUERON A SUS CAMIONES. HABÍA UN INCENDIO EN LA PLAZA. ERA LA PLAZA QUE LE GUSTABA A LOS CHICOS. LOS CHICOS VOLVIERON A SU CASA. VIERON POR LA TELEVISIÓN EL INCENDIO Y DECIDIERON IR A AYUDAR A LOS BOMBEROS. LOS BOMBEROS APAGARON EL INCENDIO Y LOS CHICOS LOS FELICITARON Y AGRADECIERON PORQUE HABÍAN SALVADO SU PLAZA. EL PRÍNCIPE Y SU AMIGA LA RINOCERONTE CABALLO EDGARDO CRESPO LINDEMAN EN UN BOSQUE AL LADO DE UN CASTILLO VIVÍA UNA RINOCERONTE CABALLO. ERA GRANDE Y TENÍA UN CUERNO COMO LOS RINOCERONTES Y DE CABALLO TENÍA LA COLA Y LAS PATAS. LA RINOCERONTE CABALLO ESTABA TRISTE PORQUE SU FAMILIA SE MURIÓ. UN PRÍNCIPE LA MATÓ CON LA ESPADA PORQUE QUERÍAN COMER A LA PRINCESA QUE ESTABA EN EL CASTILLO. LA PRINCESA ERA LINDA Y TENÍA UN CABELLO AMARILLO Y ENRULADO. LA RINOCERONTE CABALLO LLORABA MUCHO PORQUE SE SENTÍA MAL Y TENÍA UN BEBÉ EN LA PANZA. EL BEBÉ NACIÓ Y YA NO LLORÓ MÁS. ESTABA CONTENTA. 20 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 21 EL PRÍNCIPE FUE AL BOSQUE Y VIO A LA RINOCERONTE CABALLO CON EL BEBÉ. SE HICIERON AMIGOS Y JUGARON LOS TRES. EL PRÍNCIPE LLAMÓ A LA PRINCESA PARA JUGAR CON LOS AMIGOS PORQUE HABÍA NACIDO EL BEBÉ. LA TORTUGA MARINA NAZARENO FLORES GUTIERREZ MI TORTUGA ES MARINA Y SE LLAMA SOL. UN DÍA PUSE A MI TORTUGA EN EL INODORO Y SE QUEDÓ ATASCADA. LA TUVE QUE SACAR CON UNA PALA Y PENSÉ QUE NUNCA MÁS TENÍA QUE PONERLA EN EL INODORO. ENTONCES LA PUSE EN LA PILETA PERO AL DÍA SIGUIENTE LA PILETA ESTABA TODA LLENA DE BARRO. MI PAPÁ Y YO TUVIMOS QUE LIMPIAR LA PILETA. EN EL FONDO ESTABA MI TORTUGA, LA BAÑAMOS Y QUEDÓ BRILLANTE. LE DIMOS LECHUGA, JUGO DE NARANJA Y UNA MANZANA. DESPUÉS DORMÍ CON ELLA. AL OTRO DÍA PENSÉ QUE ERA MEJOR PONERLA EN LA BAÑERA Y QUE AHÍ PUDIERA NADAR Y NO TUVIERA MÁS PROBLEMAS. EL GIGANTE DE NIEVE FACUNDO IACINO HABÍA UNA VEZ UN MUÑECO DE NIEVE QUE VIVÍA EN BARILOCHE. ÉL TENÍA UN PROBLEMA. SE VENÍA UN FRÍO TREMENDO Y SE IBA A AGRANDAR CON LA NIEVE QUE IBA A CAER. ASÍ PASÓ. EMPEZÓ A NEVAR Y EL MUÑECO CRECIÓ Y CRECIÓ. NO PARABA DE AGRANDARSE. 21 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 22 ENTONCES DECIDIÓ NO PREOCUPARSE MÁS PORQUE SE AGRANDABA Y TERMINÓ ACOSTUMBRÁNDOSE A SER UN GIGANTE DE NIEVE. LA LLAMA MONO MANEJA UN AVIÓN RAMIRO LEYRO RÍOS HABÍA UN ANIMAL QUE TENÍA CABEZA DE MONO Y CUERPO DE LLAMA. CHILLABA COMO LOS MONOS Y CORRÍA COMO LAS LLAMAS. TENÍA FAMILIA Y DESPUÉS LA PERDIÓ. VIVÍA MUY ARRIBA EN LA MONTAÑA. ERA UN ANIMAL RARO Y TODOS SE ASUSTABAN CUANDO LO ENCONTRABAN MENOS LOS CAZADORES. PONÍAN UNA CUERDA EN DONDE VIVÍA LA LLAMA MONO PARA ATRAPARLA. UN DÍA HABÍAN COMIDO UNA Y LES HABÍA GUSTADO Y QUERÍAN OTRA. LA LLAMA MONO ERA INTELIGENTE Y ERA MUY DIFÍCIL CAZARLA. ENTONCES SE ESCONDIÓ EN UN AVIÓN ROTO QUE UN SEÑOR HABÍA DEJADO AHÍ. LA LLAMA MONO LO ARREGLÓ Y QUISO BUSCAR UN LUGAR. PERO LOS MOTORES SE ESTABAN ROMPIENDO Y TUVO QUE ABRIR UNA PUERTA Y SALTAR. HABÍA MUCHO VIENTO Y CAYÓ DE CABEZA. NO LE PASÓ NADA PORQUE ERA MUY FUERTE. LA ENCONTRÓ UN SEÑOR QUE MANEJABA UN BOTE Y LA LLEVÓ AL ZOOLÓGICO. EL TORTUGO VIAJERO MANUEL PADILLA HABÍA UNAVEZ UN TORTUGO QUE SE LLAMABA JUAN. EL TORTUGO VIVÍA EN ESPAÑA Y HACÍA MUCHO CALOR. ENTONCES SE FUE A ITALIA PERO TAMBIÉN HACÍA 22 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 23 MUCHO CALOR. SE ENCONTRÓ CON UNOS PATOS Y LES CONTÓ QUE ESTABA CANSADO DEL CALOR. LOS PATOS LE OFRECIERON AYUDARLO. LE DIJERON QUE TENÍAN UN SUPERTÓNICO Y QUE SI LO TOMABA IBA A LLEGAR A ESTADOS UNIDOS EN DOS HORAS. EL TORTUGO SE PUSO MUY CONTENTO Y TOMÓ EL SUPERTÓNICO. A LAS DOS HORAS LLEGÓ A ESTADOS UNIDOS Y DISFRUTÓ MUCHO DEL FRÍO. CUNADO LLEGÓ EL VERANO EN ESTADOS UNIDOS VOLVIÓ A TOMAR EL SUPERTÓNICO Y REGRESÓ A SU CASA EN ESPAÑA. EL INCENDIO DEL CAMIÓN DE BOMBEROS MATÍAS FEDERICO PÁPARO UNOS CHICOS FUERON DE VISITA A LA ESTACIÓN DE BOMBEROS. RECORRIERON LA ESTACIÓN Y SE SUBIERON A UN CAMIÓN DE BOMBEROS. APRENDIERON A MANEJAR EL CAMIÓN. MIENTRAS ESTABAN EN LA ESTACIÓN HUBO UN INCENDIO Y LOS BOMBEROS Y LOS CHICOS SALIERON A APAGARLO. LOS BOMBEROS NO LOS DEJARON ESTAR CERCA DEL FUEGO PERO LOS CHICOS VIERON ATRÁS DE UN ÁRBOL UN GATO QUE ESTABA ASUSTADO. EL GATO TENÍA UN COLLAR CON SU NOMBRE Y SU DIRECCIÓN. LOS CHICOS DEVOLVIERON EL GATO A SUS DUEÑOS Y SE SINTIERON FELICES POR PODER AYUDAR. 23 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 24 EL INVENTOR BUSCA UNA TORTUGA JOAN RIBERA HABÍA UNA TORTUGA QUE SE LLAMABA MÓNICA Y VIVÍA EN EL JARDÍN DE UNA CASA MUY LINDA. PERO ESO NO LE ALCANZABA PARA DIVERTIRSE. LA NIÑA QUE ERA LA DUEÑA DE LA TORTUGA LA BUSCABA POR AQUÍ Y POR ALLÁ PORQUE CREÍA QUE HABÍA PERDIDO A SU TORTUGA. PERO LA TORTUGA MÓNICA VIENDO LAS FLORES SE HABÍA IDO CAMINANDO DESPACITO A LA CASA DE UN SEÑOR INVENTOR QUE ESTABA BUSCANDO UNA TORTUGA PARA PROBAR UNO DE SUS INVENTOS. EL INVENTO ERA UN SUPERTÓNICO QUE SERVÍA PARA HACER QUE LAS COSAS LENTAS FUERAN RÁPIDO. LA TORTUGA PROBÓ EL SUPERTÓNICO EN ELLA. RESULTÓ QUE EL SUPERTÓNICO ANDABA A LA PERFECCION Y ENTONCES LA TORTUGA MÓNICA PODÍA IR MUY RÁPIDO A DONDE QUISIERA. PASEÓ UN RATO POR TODOS LADOS PERO DESPUÉS QUISO REGRESAR A SU CASA. LA NIÑA SE PUSO MUY CONTENTA CUANDO VIO QUE MÓNICA ESTABA VOLVIENDO AL JARDÍN. LAS DOS SE PUSIERON A JUGAR TODA LA TARDE JUNTAS HASTA QUE LLEGÓ LA NOCHE Y FUERON A DORMIR. LA FOCA TORO CAMINA LENTO MANUEL RUIZ MAGADÁN PIPITA UNA VEZ SE PERDIÓ PORQUE NO QUISO ESTAR MÁS CON SU FAMILIA. A PIPITA LA RETABAN Y SE PONÍA FURIOSA. SE LEVANTÓ TEMPRANO Y SE ESCAPÓ. ERA UNA FOCA TORO Y CORRÍA LENTO MUY LENTO Y NO PUDO LLEGAR A DONDE QUERÍA Y SE DURMIÓ EN EL CAMINO. 24 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 25 CUANDO SE DESPERTÓ DECIDIÓ BUSCAR EL CAMINO POR DONDE HABÍA ESTADO Y VOLVER CON SU FAMILIA AUNQUE LA RETARAN. ESTABA TRISTE SIN FAMILIA. PIPITA ENCONTRÓ EL CAMINO Y MUY DESPACIO FUE CAMINANDO A SU CASA. CUANDO LLEGÓ SU FAMILIA SE ALEGRÓ Y LE PIDIÓ QUE NUNCA MÁS SE ALEJARA DE ELLOS. LA TORTUGA SALE DE VIAJE JOAQUÍN SALDUNA MI TORTUGUITA ES TRAVIESA. UN DÍA LA LLEVÉ A CONOCER A OTRAS TORTUGAS PARA QUE TUVIERA AMIGAS Y NO HICIERA TANTAS TRAVESURAS. SE PASÓ TODA LA TARDE JUGANDO Y DESPUÉS VOLVIMOS A MI CASA. YO DESPUÉS ME FUI A DORMIR PERO MI TORTUGUITA SE ENCONTRÓ EN EL JARDÍN CON UNOS PATOS. MI TORTUGA LE PIDIÓ A LOS PATOS QUE LA AYUDEN. ELLA QUERÍA VIAJAR. QUERÍA CONOCER BARILOCHE. LOS PATOS LA LLEVARON VOLANDO. LA ATARON A SUS ALAS Y LLEGÓ RAPIDÍSIMO. EN BARILOCHE CON SUS AMIGOS LOS PATOS HICIERON UN MUÑECO DE NIEVE Y JUGARON A TIRARSE BOLAS. YO ESTABA PREOCUPADO POR MI TORTUGA TRAVIESA. CUANDO MI TORTUGUITA SE ABURRIÓ DE ESTAR EN LA NIEVE LE PIDIÓ A LOS PATOS QUE LA TRAIGAN DE NUEVO A MI CASA. CUANDO LLEGÓ MI TORTUGA LA RETÉ POR HABERSE IDO Y PROMETIÓ NO HACERLO MAS. 25 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 26 EL TIBURÓN Y LA TORTUGA SANTIAGO ANDRÉS SPOSATO A LA TORTUGA LE GUSTABA LA PLAYA Y VIVÍA EN BRASIL. CUANDO LA TORTUGA NADABA EN EL MAR VINO UN TIBURÓN Y LA ASUSTÓ MUCHO. PENSÓ QUE SE LA IBA A COMER. EL TIBURÓN ERA BUENO Y NO QUERÍA COMERLA. SE HICIERON AMIGOS Y NADARON JUNTOS EN EL MAR. LOS CHICOS SE AYUDAN FRANCISCO TAVOLARO CARINI UNA MAÑANA MUY NUBLADA TRES CHICOS SE DIERON CUENTA DE QUE IBA A NEVAR. CUANDO VIERON LA NIEVE SE PREPARARON PARA HACER UN HOMBRE DE NIEVE. JUNTARON TRES BOLAS GRANDES DE NIEVE. DE PRONTO APARECIÓ EL SOL Y LAS BOLAS EMPEZARON A DERRETIRSE. UNO DE LOS NENES LLAMADO FACUNDO TUVO LA IDEA DE IR A LA SOMBRA PARA QUE NO SIGAN DERRITIÉNDOSE LAS BOLAS DE NIEVE. EN LA SOMBRA PUDIERON HACER AL HOMBRE DE NIEVE Y ESTABAN MUY FELICES. RODOLFO Y BERNARDO ENCONTRARON UN COFRE BAUTISTA UBIRIA RODOLFO Y BERNARDO VIVÍAN EN EL MISMO EDIFICIO Y UN DÍA SE FUERON CAMINANDO A LA ESTACION DE BOMBEROS. 26 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 27 LOS BOMBEROS LES MOSTRARON TODA LA ESTACIÓN Y LOS CHICOS DESPUÉS SE FUERON A LA CASA DEL ABUELO DE RODOLFO. EN LA CASA DEL ABUELO TOMARON LA MERIENDA Y SE FUERON CAMINANDO POR EL BARRIO. ATRÁS DE UN ÁRBOL ENCONTRARON UN COFRE. CUANDO LOGRARON ABRIR EL COFRE DESCUBRIERON QUE ESTABA LLENO DE DIAMANTES. SE ALEGRARON MUCHO Y SE LO LLEVARON. RODOLFO Y BERNARDO COMPARTIERON LOS DIAMANTES DEL COFRE Y SE FUERON CADA UNO A SU CASA MUY FELICES. EL MONO ARDILLA JUEGA AL GOLF DIONISIO VICENTE GASSIEBAYLLE HABÍA UNA VEZ UN MONO ARDILLA QUE JUGABA AL GOLF EN LA SELVA CON UN PALO Y COCOS. PRACTICÓ Y PRACTICÓ HASTA QUE SE HIZO FAMOSO. QUERÍA IR A ESPAÑA PARA JUGAR EN UN TORNEO DE GOLF. NO TENÍA PLATA PARA PAGAR EL PASAJE. ASÍ QUE VIO UNA VALIJA ABIERTA Y SE ESCONDIÓ. CUANDO LLEGÓ AL AVIÓN ABRIÓ EL CIERRE Y SE ESCAPÓ. ENSEGUIDA SE ESCONDIÓ DONDE PONEN LOS CHALECOS SALVAVIDAS. PUDO ENTRAR PORQUE LOS SACÓ. EL MONO VIO UNA ALMOHADA POR AHÍ Y SE LA LLEVÓ PARA EL VIAJE. DEJÓ UNA BANANA PARA CUANDO LLEGARA Y LAS OTRAS SE LAS COMIÓ. SE FUE POR DEBAJO DE LOS ASIENTOS Y TIRÓ LAS CÁSCARAS EN UN TACHITO DE BASURA. LLEGÓ A ESPAÑA Y SE FUE A UN HOTEL QUE SE LLAMABA QUEOUPETI. ERA UN HOTEL PARA MONOS Y OTROS ANIMALES. UN CABALLO ERA EL DUEÑO DEL HOTEL. DEJABA PASAR A TODOS Y DESPUÉS ATENDÍA. 27 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 28 EL MONO ARDILLA JUGÓ AL MINIGOLF Y EMPATÓ CON SU AMIGO, UN PERRO ARDILLA. Y SE DIERON LA PATA Y SE QUEDARON EN ESPAÑA PARA JUGAR AL GOLF Y GANAR MÁS CAMPEONATOS. EL MUÑECO DE NIEVE DERRETIDO SANTIAGO VILLAVERDE UN DÍA QUE NEVÓ TRES HERMANAS LLAMADAS SOFÍA, MARÍA Y MARTINA HICIERON UN MUÑECO DE NIEVE. LO LLAMARON DON FRESQUETE. OTRO DÍA HIZO CALOR Y EL MUÑECO EMPEZÓ A DERRETIRSE. LAS CHICAS FUERON A AYUDARLO Y LO LLEVARON EN UN CARRITO A OTRO LUGAR MÁS FRÍO. EL LEÓN ELEFANTE Y SU AMIGO LA LIEBRE JIRAFA SE AYUDAN SANTIAGO ESTEBAN YBARRA CUANDO EL LEÓN ELEFANTE LLEGÓ A BRASIL VIO QUE HABÍA CAZADORES. NO PUDO ESCAPAR Y LO CAPTURARON. EL LEÓN ELEFANTE EMPEZÓ A PEDIR AYUDA. LA LIEBRE JIRAFA QUE ERA SU AMIGA LO FUE A AYUDAR. EL LEÓN ELEFANTE PUDO ESCAPAR. LOS DOS AMIGOS NO QUISIERON QUEDARSE MÁS EN BRASIL PORQUE LE TENÍAN MIEDO A LOS CAZADORES. FUERON AL PUERTO Y BUSCARON UN BARCO QUE LOS LLEVE A JAPÓN. EN JAPON LES GUSTÓ LA COMIDA Y LA GENTE NO QUERÍA CAPTURARLOS, BUSCARON UN LUGAR PARA VIVIR Y SE QUEDARON EN JAPÓN. 28 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 29 DON FRESQUETE Y SUS AMIGOS BERNARDITA ALEMÁN HABÍA UNA VEZ UN MUÑECO DE NIEVE QUE SE LLAMABA DON FRESQUETE. UN DÍA DON FRESQUETE SE AGRANDÓ PORQUE NEVABA MUCHO ENTONCES COMENZÓ A CRECER Y SE ENCONTRÓ CON UN GATO Y UN PERRO. ELLOS SE ASUSTARON PORQUE ERA MUY GRANDE Y DON FRESQUETE LLORÓ PORQUE TODOS PENSABAN QUE ERA UN GIGANTE Y LES DIJO QUE NO SE ASUSTARAN. EL PERRO Y EL GATO SE ACERCARON Y LO AYUDARON A SACARSE NIEVE. CON LA NIEVE QUE LE SACARON HICIERON OTRO MUÑECO PARA QUE SEA SU AMIGO. ESTRELLITA CONOCE EL MUNDO NATHALIE ASLANOGLOU HABÍA UNA VEZ UNA TORTUGA LLAMADA ESTRELLITA QUE ESTABA ABURRIDA SENTADA EN EL PASTO DE SU CASA. VIO UNOS PATOS EN LA PLAZA QUE QUEDABA CERCA DE SU CASA Y SE FUE A JUGAR CON ELLOS. ESTRELLITA LES DIJO A LOS PATOS QUE QUERÍA CONOCER EL MUNDO. ELLOS LE DIERON UN TÓNICO MÁGICO QUE LA HACÍA VOLAR Y SE FUE VOLANDO A CHINA. CUANDO LLEGÓ SE FUE A COMER SUSHI A UN RESTAURANTE. SIGUIÓ RECORRIENDO EL MUNDO Y SE FUE A JAPÓN. FUE A CONOCER CÓMO ERA EL COLEGIO EN JAPÓN. ESTRELLITA ESTABA TAN CANSADA DE RECORRER EL MUNDO QUE SE FUE A SU CASA. LLEGÓ Y FUE A BUSCAR A LOS PATOS PARA CONTARLES TODO LO QUE HABÍA HECHO. 29 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 30 TODOS JUNTOS FUERON A LO DE ESTRELLITA A JUGAR Y SE FUE A DORMIR MÁS TARDE. EN EL SUPERMERCADO MARÍA AGUSTINA BASGALL A LA MAÑANA DON FRESQUETE, UN MUÑECO DE NIEVE, ESTABA EN LA CASA DE LOS CHICOS QUE LO HABÍAN ARMADO. DE REPENTE SALIÓ EL SOL Y DON FRESQUETE EMPEZÓ A DERRETIRSE. ENTONCES LO PUSIERON EN EL FREEZER Y DON FRESQUETE SE QUEDÓ DURO. LOS CHICOS LO QUERÍAN TOCAR PERO AL TOCARLO EMPEZÓ DE NUEVO A DERRETIRSE. NO SABÍAN CÓMO ARREGLARLO. ENTONCES TUVIERON UNA IDEA: FUERON AL SUPERMERCADO Y LO PUSIERON EN LA HELADERA DE LOS HELADOS. DON FRESQUETE TODAS LAS NOCHES COMÍA HELADO Y POR LA MAÑANA LOS CHICOS LO IBAN A SALUDAR. EL TESORO PERDIDO SOFÍA BATALLA GUTIÉRREZ UNA MAÑANA EN UN VELERO VALENTÍN Y YAMILA IBAN A LA ISLA EN UN RÍO SERENO PERO CUANDO ESTABAN POR LLEGAR A LA PLAYA VIERON A UN YACARÉ. TRATARON DE PASARLO Y NO PUDIERON. NO SABÍAN QUÉ HACER HASTA QUE SE LES OCURRIÓ UNA IDEA: DARLE COMIDA. EL YACARÉ LOS DEJÓ PASAR. ELLOS LO QUE QUERÍAN ERA ENCONTRAR UN TESORO EN LA ISLA QUE DECÍA EN UN LIBRO. 30 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 31 BUSCARON DURANTE OCHO DÍAS HASTA QUE LO ENCONTRARON. VALENTÍN LO AGARRÓ Y YAMILA LO AYUDÓ A LLEVARLO AL VELERO. CUANDO LLEGARON A SU CASA LO REVISARON Y SE ENCONTRARON QUE EL COFRE ESTABA VACÍO. SE PUSIERON TRISTES Y DECIDIERON IR DE NUEVO A BUSCARLO OTRO DÍA. LOS CHICOS DURMIERON EN LA ISLA MELINA CATELLANI UN DÍA YAMILA Y VALENTÍN FUERON EN UN VELERO A UNA ISLA EN UN RÍO. LOS CHICOS QUERÍAN BAJAR A LA ISLA Y VIERON A UN YACARÉ ENTONCES SE ASUSTARON Y SE QUEDARON EN EL VELERO. PENSARON CÓMO SALIR DEL VELERO Y SE LES OCURRIÓ TOMAR UNA SOGA. VALENTÍN SALTÓ ALTO Y CAYÓ ENCIMA DEL YACARÉ. ENTONCES YAMILA LE ATÓ LA BOCA Y SALIERON CORRIENDO. LOS DOS CAMINARON POR LA ISLA HASTA QUE SE HIZO DE NOCHE. NO ENCONTRARON SU BARCO PERO SÍ AL YACARÉ. SE QUEDARON QUIETOS HASTA QUE SE FUE. COMO AL FINAL NO PUDIERON ENCONTRAR EL BARCO DURMIERON EN LA ISLA HASTA EL DÍA SIGUIENTE. EL GATOPATO QUE CONSIGUIÓ UNA CASA LUZ DALTON HABÍA UNA VEZ UN GATOPATO QUE QUERÍA ESTAR EN UNA CASA DONDE LO QUISIERAN Y LO CUIDARAN. COMO ERA MITAD GATO Y MITAD PATO NADIE QUERÍA ESTAR CON ÉL. 31 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 32 UNA MAÑANA FUE A RECORRER LAS CALLES PREGUNTANDO A LA GENTE SI QUERÍA UN GATOPATO DE MASCOTA. TODOS LE DECÍAN QUE NO HASTA QUE ENCONTRÓ A ESTRELLITA Y SE LO LLEVÓ A SU CASA. EN LA CASA ENCONTRÓ UNA PILETA. SE TIRÓ DICIENDO “BOMBA AL AGUA” Y TIRÓ AGUA PARA TODOS LADOS. DE REPENTE SE ENCONTRÓ CON UNA GATAPATA. SUS PLUMAS SE SECARON POR TANTA EMOCIÓN Y LE SALÍAN MAL LAS PALABRAS PORQUE LE DIO VERGÜENZA. ENTONCES LA GATAPATA DECIDIÓ HABLAR. LE MOSTRÓ LA CASA DE ESTRELLITA Y CON EL TIEMPO FUERON MUY BUENOS AMIGOS. GATOPATO SE PUSO FELIZ PORQUE TENÍA UNA CASA CON PILETA Y PATIO. EL GATOPATO Y SU APARATO FELICITAS DE TEZANOS PINTO HABÍA UNA VEZ UN GATOPATO QUE QUERÍA ESTAR CON SUS AMIGOS PERO NO LO ENTENDÍAN PORQUE HABLABA MITAD GATO Y MITAD PATO. UN DÍA COMPRÓ UN APARATO PARA HABLAR COMO LOS DEMÁS. FUNCIONABA SI TENÍA UNA LAMPARITA ENCENDIDA Y FUE A PROBARLO AL LAGO. DIJO “MIAU” Y DEL APARATO SE ESCUCHÓ UN “HOLA” Y SUS AMIGOS LE ENTENDIERON. GATOPATO SE PUSO MUY CONTENTO Y DECIDIÓ TENERLO COLGADO EN EL CUELLO SIEMPRE. SUS AMIGOS LO INVITARON A SUS CASAS PARA JUGAR CUIDANDO QUE LA LAMPARITA NO SE LE APAGARA. 32 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 33 EL RATÓN MÚSICO MARINA GUIRAO HABÍA UNA VEZ UN RATÓN LLAMADO PATRICIO QUE VIVÍA EN UN CAMPO. UN DÍA QUISO SER MÚSICO Y FUE A PREGUNTAR AL HIPOPÓTAMO CÓMO PODÍA CANTAR PERO EL HIPOPÓTAMO CANTABA HORRENDO. ENTONCES FUE A PREGUNTARLE A LA JIRAFA Y TAMBIÉN CANTABA HORRENDO. ASÍ QUE FUE A PREGUNTARLE A LA RANA Y AL FIN CANTÓ EN EL ESCENARIO. CANTÓ MUY AFINADO E HICIERON UNA FIESTA PARA FESTEJAR. LA GATAPATA HECHIZADA VICTORIA GULLY NADANDO EN UN RÍO HABÍA UNA VEZ UNA GATAPATA QUE SE LLAMABA ISABEL. ERA MITAD PATA Y MITAD GATA Y LE GUSTABA NADAR POR MOMENTOS PORQUE COMO ERA GATO A VECES NO LE GUSTABA BAÑARSE. UN DÍA UNA HADITA LA TRANSFORMÓ EN UNA PERSONA PORQUE ERA SU DESEO. PERO TUVO UN PROBLEMA. QUISO NADAR EN LA LAGUNA PERO NO SABÍA CÓMO HACERLO PORQUE YA NO ERA PATA. QUISO SALTAR DE UN TECHO A OTRO PERO NO SE ANIMÓ PORQUE YA NO ERA GATA. ENTONCES SE FUE A DORMIR PARA ENCONTRARSE CON EL HADA EN SUS SUEÑOS. CUANDO SE LE APARECIÓ QUISO HABLARLE PERO NO LE ENTENDIÓ. HABLÓ POR SEÑAS Y ENTENDIÓ. ENTONCES LA TRANSFORMÓ EN GATAPATA Y FUE FELIZ SIENDO MITAD PATA Y MITAD GATA. 33 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 34 LOS PATOS Y LA TORTUGA MARÍA MARTIN VALERGA HABÍA UNA VEZ DOS PATOS QUE SE REÍAN CUANDO HACÍAN MUCHOS CHISTES. UN DÍA LOS PATOS LE QUISIERON HACER UNA BROMA A SU AMIGA LA TORTUGA DÁNDOLE UN BARRILETE QUE TENÍA COLA LARGA. SE AGARRÓ DE ÉL PERO TUVO UN PROBLEMA PORQUE VOLABA MUY RÁPIDO. LA TORTUGA SE BAJÓ MAREADA Y SE FUE A LA PLAYA DE TORTUGAS A BUSCAR A SUS AMIGOS. LA TORTUGA DEVOLVIÓ EL BARRILETE A LOS PATOS Y LES DIO DOS PECECITOS PARA AGRADECERLES PERO TAMBIÉN LES HIZO UNA BROMA. LOS PECES EXPLOTARON Y LAS PLUMAS DE LOS PATOS QUEDARON NEGRAS. DESDE ESE DÍA LOS PATOS Y LA TORTUGA NO SE HICIERON MÁS BROMAS. LA TORTUGA VIAJA POR EL MUNDO MARTINA MARÍA MENÉNDEZ UN DÍA EL PATO FUE A BUSCAR A SU AMIGA LA TORTUGA PORQUE ESTABA CANSADA DE CAMINAR Y QUERÍA DARLE UN BARRILETE PARA AYUDARLA A VOLAR. LA TORTUGA ESTUVO CONTENTÍSIMA Y PUSO COMIDA EN EL BARRILETE. SE SUBIÓ Y VINO UN VIENTO MUY FUERTE Y SE VOLÓ. DESDE ARRIBA VIO EL MUNDO Y SE PUSO MUY FELIZ. 34 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 35 LA CEBRA A RAYAS HELENA VICTORIA MYMICOPULO LLAMBÍAS UN DÍA UNA CEBRA BOSTEZÓ TAN FUERTE QUE SE TRAGÓ UNA MARIQUITA Y COMO LE HACÍA COSQUILLAS LE CAMBIÓ LA FORMA DE SUS RAYAS. LOS FAMILIARES LE DIJERON QUE NO ERA UNA CEBRA PORQUE SUS RAYAS NO ERAN RECTAS. PROBÓ BOSTEZAR PARA VER SI SE LE ACOMODABAN BIEN LAS RAYAS PERO NO LO LOGRÓ. ESTUVO PENSANDO Y TUVO UNA IDEA. HIZO LA VERTICAL Y LA MEDIALUNA Y NO FUNCIONÓ. FUE AL HOSPITAL Y EN EL CAMINO SE ENCONTRÓ CON UN LEÓN. DEL SUSTO SE LE SALIÓ LA MARIQUITA QUE SE FUE VOLANDO TODA BABOSA. COMO EL SUSTO FUE MUY GRANDE SE ACOMODARON SUS RAYAS Y SE SINTIÓ FELIZ. EL YACARÉ Y LOS DOS NIÑOS LOLA OBARRIO IDOYAGA MOLINA HABÍA UNA TARDE SOLEADA Y A UNA CHICA Y A UN CHICO QUE SE LLAMABAN VALENTÍN Y YAMILA SE LES OCURRIÓ UNA IDEA: IR A NAVEGAR EN UN VELERO EN EL RÍO. CUANDO LLEGARON A LA ORILLA VIERON UN YACARÉ GIGANTE Y NO SE ANIMARON A BAJAR. SE LES OCURRIÓ OTRA IDEA: CON UN CARTÓN QUE TENÍAN CONSTRUYERON UNA YACARÉ Y MIENTRAS EL YACARÉ SE DISTRAÍA CON EL MUÑECO LOS CHICOS APROVECHARON A BAJAR A LA ISLA. AHÍ ENCONTRARON MUCHAS PALMERAS, COCOS, RANAS Y ARENA FINITA. JUGARON EN LA PLAYA TODA LA TARDE HASTA QUE SE DIERON CUENTA DE QUE EL YACARÉ ERA BUENO PORQUE INTENTABA BAJARLES COCOS. SE HICIERON AMIGOS Y LO FUERON POR SIEMPRE. 35 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 36 VALENTÍN Y YAMILA MARGARITA MARÍA PIDAL FERNÁNDEZ SASSO UNA MAÑANA YAMILA Y VALENTÍN ESTABAN NAVEGANDO EN UN RÍO Y DESCUBRIERON UNA ISLA. DE REPENTE VIERON UN YACARÉ Y SE ASUSTARON. VALENTÍN DIJO: - ES MUY FEROZ. Y NO SABÍAN QUÉ HACER. YAMILA DIJO: - ES MUY DENTUDO Y MUY RÁPIDO. NO SABÍAN CÓMO BAJAR DEL BARCO. EL YACARÉ TENÍA HAMBRE Y TENÍAN COMIDA PARA ÉL. LE DIERON UN PEZ Y SE HICIERON AMIGOS. EL YACARÉ LES MOSTRÓ SU CUEVA. SE METIERON Y SE QUEDARON UN RATO LARGO JUGANDO. CUANDO SE HIZO DE NOCHE LE DIJERON QUE LO IBAN A VISITAR MÁS SEGUIDO. SUBIERON AL BARCO Y SE FUERON A SU CASA. LES CONTARON LA HISTORIA A SUS AMIGOS. LES PREGUNTARON SI HICIERON AMIGOS EN LA ISLA Y LES DIJERON QUE SÍ. LUPE PIERDE SUS RAYAS MARÍA DELFINA POSE SABBATINI UNA TARDE HABÍA UNA CEBRA LLAMADA LUPE QUE BOSTEZÓ Y LE ENTRÓ EN LA BOCA UNA LUCIÉRNAGA Y SE QUEDÓ TODA BLANCA. VINO SU MEJOR AMIGO Y NO LA RECONOCIÓ PORQUE LAS CEBRAS TIENEN RAYAS RECTAS. SE FUE A SU CASA LLORANDO PENSANDO EN CÓMO CAMBIAR. BUSCÓ A SU AMIGA PINTORA Y LE PIDIÓ QUE LA 36 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 37 PINTARA COMO SON LAS CEBRAS. QUEDÓ TODA RAYADA PERO COMENZÓ A LLOVER Y LAS RAYAS SE LE DESPINTARON. ENTONCES BUSCÓ OTRA AYUDA. LE PIDIÓ A SU AMIGO EL SAPO QUE ATRAPARA CON SU LENGUA A LA LUCIÉRNAGA QUE SE HABÍA TRAGADO. POR FIN FUNCIONÓ Y SUS RAYAS NEGRAS VOLVIERON A APARECER. EL RATÓN DEJA DE CANTAR SOFÍA QUANTÍN HABÍA UN RATÓN QUE CANTABA MAL Y ATURDÍA PERO CUANDO REÍA CANTABA Y SONABA MUY BIEN. VINO LA MAMÁ Y LO LLEVÓ A SU CASA CON TODOS LOS RATONES. ELLOS LE CONTARON MUCHOS CHISTES Y SE RIÓ MUCHO. ENTONCES SU CANTO FUE MUY AFINADO. TANTO SE RIÓ EL RATÓN QUE LE EMPEZÓ A DOLER LA PANZA. LA MAMÁ LO LLEVÓ AL HOSPITAL Y EL MÉDICO LE REGALÓ UNA RADIO PARA ESCUCHAR MÚSICA Y DEJAR DE CANTAR. EL GATOPATO MERCEDES SALAZAR LEA PLAZA HABÍA UNA VEZ UN GATOPATO QUE TENÍA UNA COLA DE GATO Y UN PICO DE PATO. ESTABA MUY TRISTE PORQUE NADIE LO QUERÍA Y SE QUEDÓ ESCONDIDO EN UN ZAPATO. UNA CHICA ESCUCHÓ QUE ALGUIEN LLORABA Y FUE A VER QUÉ PASABA. CUANDO VIO AL GATOPATO SE SORPRENDIÓ PORQUE JAMÁS HABÍA VISTO UN ANIMAL TAN EXTRAÑO. LE PREGUNTÓ POR QUÉ LLORABA Y EL 37 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 38 GATOPATO LE CONTÓ QUE ESTABA TRISTE PORQUE TODOS SE BURLABAN DE ÉL. LA CHICA INVITÓ A GATOPATO A SU CASA PARA QUE TOMARA ALGO CALENTITO Y SE TRANQUILIZARA. EL PADRINO DE LA CHICA LES CONTÓ SOBRE UN LUGAR LLAMADO GATOPATOLANDIA DONDE VIVÍAN MUCHOS GATOPATOS. EL PADRINO QUE ERA PILOTO LOS SUBIÓ A SU AVIÓN Y LOS LLEVÓ A ESE LUGAR TAN LINDO. CUANDO EL GATOPATO VIO GATOPATOLANDIA QUISO QUEDARSE PARA SIEMPRE. A LA CHICA Y SU PADRINO LES GUSTÓ TANTO ESE LUGAR QUE SE QUEDARON CON EL GATOPATO PARA HACERLE COMPAÑÍA Y QUE NO ESTUVIERA MÁS TRISTE. LA RADIOGRAFÍA DE LA CEBRA FREDI ISABEL SANZ LA CEBRA FREDI JUGABA CON SUS HERMANOS EN LA PRADERA CUANDO SE TRAGÓ UNA LUCIÉRNAGA. CLARAMENTE ERA DE NOCHE EN EL CAMPO Y FREDI SE FUE AL DOCTOR QUE LE SACÓ UNA RADIOGRAFÍA Y DIJO QUE FREDI IBA A BRILLAR DE NOCHE. SUS HERMANOS SE SORPRENDIERON AL OÍR LA NOTICIA Y SE LES OCURRIÓ UNA IDEA: IR A ASUSTAR AL LEÓN APROVECHANDO QUE BRILLABA. CUANDO LLEGARON A LA CUEVA, EL LEÓN SE ASUSTÓ, SALTÓ DE LA CAMA Y CORRIÓ AL BOSQUE Y NUNCA VOLVIÓ. LAS CEBRAS CONTENTAS DE QUE FREDI HABÍA ECHADO AL LEÓN, HICIERON UNA FIESTA. 38 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 39 YAMILA Y VALENTÍN PASEAN EN SU VELERO BRUNELLA NATIVIDAD TRIPICCHIO UNA TARDE DOS CHICOS QUE SE LLAMABAN VALENTÍN Y YAMILA ESTABAN NAVEGANDO EN UN RÍO Y SE REÍAN MUCHO PORQUE HABÍA PASADO UN PAYASO. DESPUÉS DE QUE PASÓ EL PAYASO SE DIERON CUENTA DE QUE CHOCARON CON UNA MONTAÑA DE ARENA Y SE DETUVO EL VELERO. VIERON UNA ISLA QUE TENÍA UN ENORME YACARÉ. TENÍAN MUCHO MIEDO PORQUE EL YACARÉ TENÍA DIENTES MUY FILOSOS Y ERA RÁPIDO. DABA MUCHO MIEDO Y NO SE ANIMARON A BAJAR DEL VELERO. Y SE LES OCURRIÓ UNA IDEA. BUSCARON EN EL VELERO UN TRONCO, PINTURA VERDE Y UN PINCEL Y EMPEZARON A HACER UNA TRAMPA. CUANDO TERMINARON LA TRAMPA LA TIRARON EN LA ARENA Y EL YACARÉ CURIOSO FUE A VER QUÉ ERA ESE TRONCÓN Y COMO LE GUSTÓ SE LO LLEVÓ A SU CUEVA. LOS CHICOS BAJARON DEL VELERO Y FUERON A LA PLAYA DEL RÍO A REFRESCARSE. EL SOL SE ESTABA PONIENDO. ENTONCES LOS CHICOS SE SUBIERON AL VELERO Y SE FUERON CONTENTOS A SU CASA CON GANAS DE VOLVER OTRO DÍA. LA CEBRA LOQUITA LUCÍA INÉS VANELLI UN DÍA UNA CEBRA LLAMADA LEILA VIO UNA MARIQUITA. SE ASUSTÓ Y SUS RAYAS CAMBIARON TOMANDO LA FORMA DE RULOS. TOMÓ UN TÓNICO Y SUS PELOS CAMBIARON A CÍRCULOS. ENTONCES SE PUSO DEBAJO DE UN ÁRBOL PORQUE TODOS SE REÍAN. A LA MAÑANA VIO QUE TENÍA SUS RAYAS DE 39 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 40 VUELTA Y NADIE SE RIÓ DE ELLA NUNCA MÁS. SE DERRITE DON FRESQUETE MARÍA JOSEFINA VOLPACCHIO UN DÍA DE MUCHO FRÍO UNOS SEÑORES HICIERON UN MUÑECO DE NIEVE Y LO LLAMARON DON FRESQUETE. UN DÍA DE MUCHO CALOR DON FRESQUETE EMPEZÓ A DERRETIRSE. ENTONCES LOS SEÑORES PUSIERON A DON FRESQUETE EN UN FREEZER GIGANTE PARA QUE NO SE DERRITIERA MÁS Y LO DEJARON ALLÍ HASTA QUE HIZO FRÍO OTRA VEZ. UN RATÓN CANTANTE JUANA YOUNG CHRISTIANSEN UN RATÓN QUERÍA APRENDER A CANTAR. ENTONCES SE COPIÓ DE LOS PÁJAROS. PERO LE SALÍA HORRIBLE SU CANTO. DESPUÉS DECIDIÓ COPIARSE DE LAS RANAS Y OTRA VEZ LE SALIÓ MAL. EL RATÓN LE PIDIÓ A LA GATA TINI QUE ERA UNA PROFESORA DE MÚSICA SI PODÍA ENSEÑARLE A CANTAR Y LA GATA LE DIJO QUE SÍ. EL RATÓN APRENDIÓ A CANTAR. AL TIEMPO HICIERON UNA FIESTA Y EL RATÓN CANTÓ ALLÍ Y SE PUSO MUY FELIZ. LO APLAUDIERON TANTO QUE SE CANSÓ Y SE FUE A DORMIR A SU CUEVA. AL DÍA SIGUIENTE SE LEVANTÓ CONTENTO Y LE AGRADECIÓ A LA GATA POR AYUDARLO. 40 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 41 SEGUNDO grado SOPA DE HISTORIAS ALUMNOS Y ALUMNAS DE 2º GRADO TERESA D’ONOFRIO E INÉS VILANOVA MAESTRAS DE GRADO 41 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 42 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 43 EL PÁJARO DE FUEGO Tomás Allende En la selva amazónica vivía José. Era un hombre muy bueno que cuidaba y curaba a todas las aves de la selva. Un día José se fue a nadar al río Amazonas. De pronto se levantó una gran tormenta. La lluvia y el viento estaban tan furiosos que desprendían los árboles de la tierra. En el río se formaban olas gigantes y la corriente arrastraba todo lo que se volaba. José se ahogaba. Estaba desesperado. Las olas con fuerza lo empujaban para abajo. José se moría. Las aves de toda la selva se unieron y desearon todas juntas que José se salvara. Entonces apareció en el cielo un enorme pájaro rojo que con su potente calor sopló ráfagas de viento caliente y rápidamente chupó el agua del aire y secó el río. Así se salvó José. Y en tres años la selva se recuperó. Desde esa tormenta toda la naturaleza de la selva amó al pájaro de fuego. SUSTO EN EL MAR Benjamín Alliati Había un chico que cumplía años y le compraron unas patas de rana, porque le encantaba bucear. Las quiso probar, entonces fue a la playa y se metió al mar. Todos los que estaban en la orilla pensaron que se trataba de un tiburón. Solo se veía el gorro de cumpleaños y las patas de rana. ¡Parecía un tiburón! La gente gritaba y los que estaban adentro del mar salieron corriendo. El papá del chico sin saber que su hijo era el tiburón llamó a los guardavidas y les dijo que estaba en peligro. Los hombres fueron a rescatarlo pero cuando llegaron vieron que era un chico. Todos se empezaron a reír y volvieron al mar. Él se sacó el sombrero para no asustarlos más. DESASTRE EN LA COCINA Martín Blanco Eguren La familia había terminado de cenar y pusieron todos los platos sucios en la pileta. La señora perezosa se fue a dormir sin lavar y entonces comenzó el problema. 43 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 44 Los platos y cubiertos no querían pasar toda la noche pegoteados. Y hartos de estar sucios decidieron hacer justicia. Primero se sacaron de encima los restos de alimentos. Medio bife voló hasta el techo y rompió la bombita de luz. Un trozo de apio terminó en la ventana. Las cebollas salpicaron todas las paredes. Después abrieron el detergente y lo volcaron entero en sus cuerpos. Abrieron la canilla y se dieron un buen baño salpicando toda la cocina de espuma. Al día siguiente, cuando la señora entró a la cocina, no veía nada. Era todo una gran burbuja de jabón. La pinchó y se metió en medio de la espuma. Después tuvo que limpiar todo y nunca más volvió a dejar los platos sucios. ROJO EL CIELO Santiago Manuel Canosa Rouzés Qué miedo tengo. El cielo está rojo. ¿Será el sol furioso que tiene un enojo? Celeste otra vez. Ya pasó el peligro. Por suerte fue rápido y ya siento alivio. ¿Qué? Rojo otra vez. Se enojó de nuevo. ¡Qué loco es el Sol! Mejor no me muevo. Quieto en mi escondite. Espero y espero, que al Sol se le pase su furia de nuevo. Entonces escucho un grito en el cielo. No es el Sol furioso. Es un pájaro de fuego. 44 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 45 EL MIEDO DEL LEÓN Andrés José Castro Nevárez Una mañana en la selva un león temible y muy fuerte asustaba a un ratón pequeño. Con una voz muy grave le decía al ratoncito que lo comería masticándolo en mil pedacitos. El ratón le pedía que no lo coma y le suplicaba pero el león se le acercaba mucho atemorizándolo. Tanto se le acercaba que le contagió al pequeño ratón sus terribles pulgas. Entonces el ratón que era alérgico a las picaduras se empezó a hinchar y se le inflamó la cabeza. Se convirtió en un ratón gigante y el león tuvo mucho miedo y huyó llorando por su vida. NOCHE DE EMPACHO Jerónimo Colombres León Era una Noche de Brujas y todos los chicos de Jerolandia salieron disfrazados a tocar timbres para pedir caramelos a los grandes. Pero en Jerolandia vivía Joaquín, un grande de treinta años al que le gustaban mucho los caramelos. Este bandido quiso aprovecharse de la fiesta y se disfrazó de Dr. Frog, un científico que había tomado una poción para crecer. También disfrazó a su perro de monstruo y salieron a engañar a la gente para conseguir caramelos. Fueron primero a la casa de los viejitos más generosos de la ciudad. Dr. Frog y su perro se veían tan reales que los viejitos se asustaron creyendo que eran ladrones y llamaron a la policía. Entonces Joaquín mintió explicando que era un niño científico disfrazado y que su poción científica lo había hecho crecer. Entonces, para disculparse el viejito le regaló una bolsa enorme de caramelos que Joaquín se comió de un atracón. Le dio tal dolor de panza que terminó su noche de brujas en el hospital con un empacho que le enseñó a no mentir nunca más. EL PÁJARO DE FUEGO Lucas Di Paolo Gonzalez Bonorino Había un pájaro de fuego que se llamaba Raxnaly. A él le gustaba estar solo. Todos lo odiaban porque quemaba los árboles con sus plumas que eran de fuego. 45 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 46 Un día salió a volar por el pueblo porque allí no había más árboles. Un volcán había erupcionado y había quemado todo. Cuando los campesinos lo vieron, comenzaron a tirar lanzas porque creían que él había sido el culpable del incendio. El pajarito se fue a la selva y allí se cruzó con una pajarita que le gustó mucho. Era muy linda, su pico brillaba y sus alas también. Dos años después el pajarito fue a verla y vio que los cazadores se la habían llevado. Buscó y buscó pero no la encontró. Entonces se fue a la ciudad. Para él era peligroso ir ahí, pero lo pajarita le gustaba mucho. Entonces descubrió que la pajarita estaba en una jaula porque era una muestra extinta. Unos hombres la habían metido allí para una muestra de animales extintos. El pajarito derritió las rejas de la jaula con sus alas de fuego y así la rescató. LA LECCIÓN DEL SAPO KARATECA Ignacio Epelde Calcagno Había una vez una laguna donde vivían una mariquita, una hormiga, un pajarito y un sapo. Todas las noches el sapo les decía a los animales que era un sapo asesino y que los iba a matar. Como el sapo practicaba artes marciales, los animales le creían una amenaza. Un día la mariquita se animó contarle a la hormiga que tenía miedo. La hormiga que sentía lo mismo se animó a contarle al pajarito que, ¡sorpresa!, también tenía miedo. Entre todos le pidieron al sapo que no los molestara, pero el verde karateca les dijo que los mataría y sería el dueño de la laguna. Entonces los animales no se acercaron nunca más a la laguna porque el sapo se quedaba allí dando vueltas alrededor del agua. Hasta que un día se resbaló y se cayó. El sapo no sabía nadar. Pataleaba y pedía auxilio. Los animales lo fueron a ayudar y lo salvaron. Pasado el peligro los animales se sorprendieron viéndolo tan débil al malvado. Desde ese día el animalito verde se sintió agradecido y aprendió a querer a los demás. 46 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 47 NACE EL ARCO IRIS Salvador Damián Figueroa Esta es la historia de un pájaro que vivía en un volcán. Él no había elegido vivir ahí y no le gustaba porque estaba solo. Entonces todos los días salía a pasear buscando compañía pero sus hermanos los pájaros no lo querían y lo dejaban solo. Las personas le tenían miedo y lo atacaban con mangueras de agua. Esto al pájaro le dolía mucho y lo hacía desaparecer. Por eso siempre volvía a su volcán. Y tanto sufría al ser rechazado que eligió quedarse ahí triste y solo para siempre. Tanto lloraba que sus lágrimas de fuego llegaron al cielo. Y entonces las nubes se convirtieron en un gran pájaro de agua que tomó de las alas al pájaro de fuego y lo llevó a volar. Volando juntos formaron un arco iris en el cielo. PAJARO DE FUEGO Juan Ignacio Furió Había una vez un pájaro distinto a los demás. Se llamaba Pájaro de Fuego. Se llamaba así porque era todo de fuego. Tenía un pico ganchudo, y unas alas grandes y con llamas. Un día salió de su volcán para buscar comida. Él vivía en un volcán, no en un nido. Pájaro de Fuego comía carne caliente de diferentes animales que encontraba en los bosques, desiertos o selvas. De repente empezó a llover y el agua lo apagó. Sin el fuego, el pájaro no podía volar. Se estaba por morir y fue a parar al agua. Se cayó justo en un arroyo. Él gritó: ¡Auxilio, auxilio! ¡Me ahogo! Hasta que llegó la pájara Nube. Ella era muy linda, tenía un pico curvo y era de color celeste. Sus plumas eran blandas y sus alas medianas. Ella lo rescató porque sabía nadar. Los dos se enamoraron y se casaron. 47 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 48 GONZALITO POR T.V. Martín García Berro Un día en un barco Gonzalito cumplió trece años. Se puso un bonete y abrió sus regalos. Como le encantaba nadar se probó sus nuevas patas de rana y se tiró al mar. Desde la orilla la gente se asustó muchísimo porque desde lejos se veía como un tiburón. Primero llamaron a los bañeros que sacaron a todos del agua. Después llamaron a los cazadores de tiburones. Pero cuando estaban a punto de matar a Gonzalo, aparecieron los de Greenpeace que querían salvar al tiburón. Los cazadores se pelearon con los de Greenpeace y los bañeros mandaron una brigada con sirenas. Llegaron los del noticiero y lograron la imagen que salió por todos los medios. Era el primer plano de Gonzalito muy tranquilo saliendo del agua. CARNAVAL EN LA COCINA Felipe García Fernández Fernanda quería cocinar calabaza con salsa de tomate y de postre mandarina. Entonces puso todos los alimentos en la pileta y abrió la canilla. Justo sonó el teléfono y ella fue a atender. La mandarina se puso en la rejilla para que se llene la pileta y así armar la verdadera fiesta de carnaval. Cuando el agua rebalsaba la pileta, comenzó la competencia de bombas. La calabaza y el tomate se tiraban intentando salpicar la mayor cantidad de agua. La cocina se inundó. Ya se estaba inundando el living cuando la señora sintió el agua en sus pies. Soltó el teléfono y corrió a la cocina. Todo flotaba como en un mar sucio. La señora estaba desesperada. Entonces empezó a llorar. Y mientras lloraba y limpiaba le dieron ganas de jugar. Junto con los alimentos chapotearon disfrutando el carnaval. PELIGRO EN EL MAR Santos Giménez Bonet Wenceslao era un gran nadador y su sueño era explorar el 48 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 49 fondo del mar. Un día se puso un traje gris y transformó unas zapatillas en aletas de pez. En su traje dibujó escamas y se puso una máscara de aire. Así se metió al mar. Abajo entre peces y corales fue feliz por un ratito. A veces le gustaba jugar con los peces y acariciarlos, y los peces lo querían. Hasta que apareció un inmenso tiburón. Todos los peces comenzaron a nadar rápido huyendo del peligro, pero Wenceslao no estaba preparado para ese peligro. Nadó y nadó desesperado. Se quedaba sin aire. Los peces lo empujaban hacia la superficie pero era muy hondo. Cuando por fin pudo sacar su cabeza al aire, el tiburón lo alcanzó y abrió su enorme bocota. Pero justo en ese instante una red de pescadores envolvió a Wenceslao. Así lo salvaron de los colmillos del tiburón. Y la enorme bestia marina huyó de los pescadores que eran cazatiburones. UNA DE PIRATAS Simón Granillo Ocampo Una tarde en Punta del Este, Juan estaba por meterse al mar. De pronto vio un barco pirata. Era enorme y tenía una bandera negra con una calavera. Estaba lleno de piratas. Juan sintió mucho miedo. Luego empezaron los gritos de auxilio. Era Marcos, un nene de diez años, que estaba atado y amordazado en medio de los piratas. Juan fue nadando a salvarlo. Nadó mucho, estaba cansado y con miedo. Igual enfrentó a los malvados piratas. Se acercó a Marcos para desatarlo pero un pirata lo empujó. Entonces Juan volvió a intentar pero otra vez lo empujaron. Había muchos gritos. Hasta que apareció un señor con una remera que decía “Director” y muy enojado le dijo a Juan que se fuera porque estaban trabajando. Entonces Juan vio las cámaras y luces y se dio cuenta de que estaban filmando una película. LA COCINA LOCA Tomás Gulmanelli Había una vez una cocina que era muy loca. Era muy diferente a todas las cocinas, porque su comida tenía vida. Allí iba a haber una fiesta con muchos invitados y comida. 49 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 50 Había chefs y cuatro mamás que cocinaban diferentes platos, como pollos con salsas y pizzas de limón. Pasaron nueve días haciendo comidas ricas hasta el día de la fiesta. Los invitados fueron llegando y pusieron música tranquila. La gente empezó a bailar. Al llegar la noche, la comida empezó a cobrar vida. Cuando iban a comer, el pollo se paró, la tarta empezó a volar y la pizza a rodar. La casa se puso patas para arriba. ¡Que problema, mamá mía!- dijo el chef. Los invitados se fueron porque tenían miedo. Los diez cocineros y las cuatro mamás apagaron la música y la comida se quedó quieta. Empezaron a limpiar todo y la casa quedó deslumbrante. Asustados, tiraron la comida a la basura y nunca más volvieron a poner esa música. SI VES UN DRAGÓN Facundo Lutowicz Si ves un dragón escribiendo en un renglón, te confundiste un montón porque no es un dragón. No existen en este mundo. Yo no me confundo. Mi nombre es Facundo y estoy en segundo. Si ves un dragón atajando un gran gol y ganando el pinbol, no es un dragón. No existen en este mundo, yo no me confundo. El que ataja soy yo, Facundo, del equipo de segundo. 50 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 51 Si ves un dragón que no es nada feo paseando en trineo, no es un dragón. No existen en este mundo. Yo no me confundo. Soy yo Facundo, seguro te lo dije, estoy en segundo. PÉREZ EL COMILÓN Felipe Pérez Manghi Blas se despertó temprano para ver si el ratón Pérez le había dejado la plata por su diente. Había y mucha. Luego fue a la cocina para desayunar y no encontró comida. Llamó a su mamá y ella se sorprendió mucho pero pensó que tal vez era una travesura de su hijo y fue al mercado a comprar más. A la mañana siguiente volvió a pasar lo mismo. Así, todos los días la mamá compraba comida y al otro día, desaparecía. Llamaron a la policía, pero no encontraron ladrones escondidos ni nada extraño. Entonces Blas empezó a tener pesadillas porque creía que en la casa vivían espíritus. Una noche Blas se despertó asustado y transpirado fue a la cocina a tomar agua. Ahí estaba el ratón Pérez comiendo queso y tomando cerveza. Y el resto de los alimentos los había guardado en una valija para comerlos después. Blas lo quería a Pérez porque era generoso y simpático. Por eso no le contó a su mamá. Pero todas las noches lo invitó a cenar para evitar que se repitiera el problema. La mamá estaba contenta porque se había resuelto el misterio. Pero tenía que cocinar mucho porque ese invitado era un comilón. Y SE HIZO LA NOCHE Santiago Rodríguez. Hace mucho tiempo el mundo era una gran isla con un enorme sol que nunca se iba. Por eso siempre era de día. 51 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 52 Para poder dormir, la gente se metía en grutas. Pero como no había tantas dormían todos amontonados y mal, y siempre estaban cansados y no querían al Sol. Entonces mandaron al pájaro más grande para pedirle que se fuera. El Sol se sentía muy triste porque tenía miedo de que lo dejaran de querer y además no tenía otro lugar donde ir. Y era muy bueno y quería ayudar a las personas, pero no se quería apagar. Por eso lloraba muchas lágrimas de fuego. Entonces, el pájaro sintió mucha pena por el Sol y lo abrazó con sus enormes alas sin importarle quemarse. El amor fue muy fuerte pero el pájaro nunca sufrió el calor porque el cielo se convirtió en un manto fresco y oscuro que los envolvió. Y las lágrimas del Sol formaron lucecitas que se desparramaron por todo el cielo azul. Eso a las personas les encantó y disfrutaron siempre de la noche estrellada que se hacía cada día cuando el pájaro subía a abrazar al Sol. ESTE SOY YO Bautista Mariano Rodríguez Alemparte. Este soy yo. Mi nombre es Bautista. Juego bien al fútbol. Seré futbolista. Tengo un hermano. Somos mellizos. Los dos muy alegres y un poco petisos. No como pizza, pero sí hamburguesa. La como con fritas, pero sin mayonesa. Estoy en segundo y ya multiplico. El año que viene, seguro divido. 52 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 53 Por ser alto, no tengo apuro. Así soy muy lindo. Lo sé. Estoy seguro. Este soy yo. Mi nombre es Bautista. Ya me despido. Hasta la vista. Y ESTE SOY YO Tobías Máximo Rodríguez Alemparte Este soy yo. Mi nombre es Tobías. Tengo un mellizo. ¿Ya lo sabías? Con mi hermano, nos parecemos. Tal vez nos confundas. Ya lo sabemos. Soy divertido. Pero ojo al piojo, si me molestan, a veces me enojo. Si con mi hermano, yo me peleo, papá y mamá dicen: - Eso es muy feo. ¿Sabés cuál es mi plan favorito? Comiendo pochochos mirar dibujitos. 53 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 54 Acá te dejo mi poesía. Te lo recuerdo, mi nombre es Tobías. GUERRA EN LA HELADERA Santino Soto Acebal En una cocina de un hotel había una heladera enorme pero los alimentos siempre se peleaban por el mejor lugar. Este día el chef había salido y los alimentos empezaron la peor lucha de la historia. Los tomates y ajíes se unieron por ser rojos y se tiraron encima de las lechugas hasta aplastarlas. Por suerte los apios, también verdes, las ayudaron a levantarse. Las zanahorias se unieron con los huevos haciendo catapultas que estrellaban los huevos contra las paredes. Las cebollas se enfurecieron y todos comenzaron a llorar inundando la heladera. Cuando llegó el chef, vio tanto alboroto que tuvo que usar el más potente desinfectante para limpiar. A los alimentos les ardió tanto ese líquido azul que nunca más hicieron la guerra. CONFUSIONES Eduardo Martín Stafforini Si un dragón te protege del sol, tiene un palo como una bombilla, existe pero no brilla, no es dragón. Es una sombrilla. Si un dragón tiene luces en las alas, no tiene plumas ni patas, y vuela de manera especial, no es dragón. Es una nave espacial. Si un dragón hecha vapor por el pico, vapor oscuro pero no rico, que si lo olés te marea, no es dragón. Es chimenea. 54 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 55 Si un dragón se enciende en la parrilla, si quemada su piel no brilla, y es más flaco que la morcilla, no es dragón. Es una salchicha. Si un dragón hace cosquillas con sus garras, duerme con antiparras, y bebe del pico de la jarra, no es dragón. Es un cascarrabias. ATENCIÓN, NO ES DRAGÓN Ignacio Stecconi Si un dragón te da viento, larga humo con olor y burbujas de color, no es dragón. ¡Qué experimento! Si un dragón te protege del sol y no es la crema protectora. Te conviene mirar mejor. No es dragón. ¡Es tu doctora! Si un dragón sin trampas, más ligero que un camión sobrevuela nuestras pampas, no es dragón. Es un avión. Si un dragón hecha vapor por el pico, y chifla una pavada cuando me hago un mate rico no es dragón. Es la pava. Si un dragón en la parrilla, se parece a la morcilla que seguro no se hizo, no es dragón. Es un chorizo. 55 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 56 Si un dragón con sus garras toca muy bien la guitarra, si no corre ni vuela, no es dragón. Es tu abuela. LA REINA CEBOLLA Pedro Stella Había un chef que cocinaba con mucha cebolla y sus platos eran siempre blancos. Tenía cebolla en la heladera, en la mesa, en los armarios y por eso era ella la reina de la cocina. Pero era una reina mala, muy mandona, y los tomates y brócolis lloraban mucho. Con tanto llanto, todas las mañanas la cocina estaba mojada y entonces el chef llamó al plomero. Para poder trabajar el señor sacó las verduras y las puso en cajas. Después descubrió que los caños estaban perfectos y le avisó al chef. Pero él estaba tan preocupado porque no veía sus cebollas que no lo escuchó con atención y siguió buscándolas. Cuando las encontró, las puso en una fuente de plata. Ellas se reían y bailaban. Luego encontró las cajas con las demás verduras y vio que estaban llorando y se iban a achicharrar. Entonces las usó a todas para que no se pongan feas. Ese plato le quedó tan colorido y lindo que descubrió la importancia que tenían. A partir de ese día las cebollas no se sintieron más importantes que las demás y el chef cocinó mucho mejor. EL RATÓN Y EL LEÓN Ignacio Martín Suárez Había una vez un ratón de paseo en un safari. Allí vivía un león que aprovechó su tamaño y fortaleza para asustar al ratón. Al chiquito no le importó porque sabía que las reglas dentro de los safaris no permitían a los leones comerse a los animales que pagaban el paseo. Al león le molestó la actitud canchera del ratón y se lo comió. Pero el ratón era mucho más astuto de lo que imaginaba el grandote y también era un gran bailarín. El chiquito se quería escapar pero no se desesperó. Se puso a bailar. Al león le dieron unas tremendas ganas de vomitar y el ratón logró salir del estómago. 56 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 57 LOS CHICOS DISFRAZADOS DE POLICÍAS Gonzalo Villaverde En una noche muy oscura, en un castillo había muchas cosas de terror. Estaba lleno de monstruos y se escuchaba un sonido raro. Unos niños policías que se dedicaban a salvar a la gente de los fantasmas, entraron. La puerta tenía cara de vampiro y ahí mismo apareció un zombi detrás de ellos. Los chicos asustados gritaron “¡No!”. Pero el zombi los encerró en una jaula. Adentro había un esqueleto con una espada. Los niños policías tomaron una pistola y de un disparo rompieron el candado de la jaula. Salieron corriendo y se escondieron debajo de una mesa. Allí había muchas arañas que molestaban picándolos. Los chicos subieron por unas escaleras hasta el tercer piso. Encontraron una momia fea y muy alta. Ella estaba cuidando un tesoro. Entonces los chicos se escondieron y esperaron hasta que ella se fuera para robarle el tesoro. Luego salieron de la casa y se abrazaron. Volvieron a sus hogares y le contaron el cuento a sus papás y ellos les creyeron. LA FIESTA DE DESPEDIDA Fátima Balangione Había una vez una cocina que era divertida porque todos sus habitantes estaban locos y hacían fiestas de disfraces. Una vez, organizaron una fiesta en honor a todos los tomates. Era una despedida porque al otro día los iban a comer. Era domingo y ese día se comía fideos con salsa de tomate. Prepararon todo en una gran mesa redonda. Pero llegó el perro de la casa que estaba persiguiendo a un gato y arruinó la fiesta. El gato perseguía al pescado, pero el pescado no quería que lo comieran para no perderse la fiesta de despedida. ¡Qué lío! Finalmente, los tomates le explicaron al perro y al gato que esa era su fiesta de despedida y pidieron que no se la arruinaran. Ellos entendieron y dejaron de molestar. Los tomates se fueron muy contentos a dormir. 57 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 58 EL PÁJARO DE FUEGO Lucía Battista En una selva que tenía plantas, árboles y animales salvajes, vivía un pájaro gruñón y ardiente. Sus plumas eran amarillas, naranjas y rojas. Su cuerpo era ardiente y le gustaba comer lombrices. El asustaba a los animales con su fuego y todos gritaban cuando lo veían venir volando. El pájaro de fuego se sentía mal porque no tenía amigos. Se sentía solo y nadie quería jugar con él. Un día vino el pájaro nube que era amable, generoso y bueno, y decidió ayudarlo. Entonces lo llevó con el rey de la selva, el león. El león ordenó a los animales que juntaran todo el agua de la selva para apagar sus plumas y terminar con el fuego. Así fue como el pajarito nunca más quemó nada. Y desde ese día, tuvo siempre muchos amigos. BUSCANDO LA PLANTA FAVORITA Francisca Brave Hace mucho tiempo en África había una selva con flores y plantas pequeñas. Era enorme y muy ruidosa porque sus animales hacían diferentes sonidos y movían las plantas todo el tiempo. Allí vivía un mono que chillaba mucho. Él era muy hambriento pero también compartía su comida con una mona. Su mejor amiga era divertida y muy graciosa. Un día el mono encontró su planta favorita, pero no era una planta cualquiera, sino que caminaba. Él quería atraparla pero no podía porque la planta se movía de aquí para allá. Después de estar un buen rato intentando se cansó, era imposible atraparla. Un día vino la mona y lo ayudó. Además de divertida, tenía buenas ideas. Entonces se le ocurrió alcanzarla con la cola. La estiró y rodeó la planta que tenía muchas flores y un rico olor. Juntos la atraparon y fue su picnic. UN ALMUERZO EN LA PLAYA Bernardita Casá Esto pasó en una playa con mucha arena amarilla y olas enormes. 58 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 59 En el fondo del mar vivía una ballena gorda, generosa y tranquila con un cangrejo inquieto y rojo con pinzas. En el momento del almuerzo la ballena fue a agarrar un pez y el cangrejo también. Entonces la ballena lo partió en dos para compartirlo con el cangrejo. La ballena enseguida lo comió pero el pez no y quiso sacárselo al cangrejo. El animal con pinzas salió corriendo para que no se lo saque y chocó con un tiburón que casi lo come cuando apareció la ballena y lo defendió para que no muriera. Finalmente el cangrejo le agradeció bailando como loco, moviendo la colita y con sus pinzas agarró un caracol brillante como una joya. La ballena se emocionó de tan lindo que era. Juntos fueron a buscar mojarritas deliciosas para compartir una merienda. UN PULPO EN PROBLEMAS Josefina Colantonio Allende Había una vez un pulpo dormilón que vivía en un océano con algas y cangrejos. En el fondo del mar había algas, peces y muchos caracoles. El agua era muy celeste y calentita. A los peces les gustaba jugar juntos pero al pulpo le gustaba dormir. Un día el pulpo estaba soñando y quedó atrapado entre las algas. Trató de sacar sus tentáculos pero no podía. El animal se sentía muy mal porque pensaba que se iba a quedar atrapado para siempre allí. De pronto apareció el cangrejo para ayudarlo. Con sus pinzas cortó las algas y lo sacó. El pulpo muy agradecido le dio un abrazo con sus ocho largos brazos. Desde ese día se convirtieron en los mejores amigos y como al pulpo le gustaba dormir, el cangrejo se volvió dormilón. Finalmente juntos pasaron lindos momentos. VERSOS DISPARATADOS Fátima Delpech Foster Si un dragón te da viento, te vuela el tenedor y te enfría la comida, no es dragón. Es el ventilador. 59 Antologia 2010 11/29/10 8:02 AM Page 60 Si un dragón te protege del sol mientras estás en la orilla y hace que no te quemes como frutilla, no es dragón. Es sombrilla. Si un dragón tiene luces en las alas, no parece un pajarón y está lleno de pasajeros, no es dragón. Es un avión. Si un dragón se enciende en la parrilla, chorrea un juguito colorado y huele muy sabroso, no es dragón. Es una costilla. YA NO QUEMO MÁS Agustina Etchemendy de la Serna Había una vez un pájaro de fuego que vivía en un volcán muy grande y caliente. El pájaro era muy especial y diferente a los demás. Si lo tocabas, te quemaba. Tenía un tamaño mediano y los colores de sus plumas eran naranja, colorado y amarillo. Siempre que se posaba en el bosque encima de una roca o una rama, estas se ponían muy negras porque la convertía en carbón. Él comía insectos luminosos que eran muy brillantes y volaban por el bosque. Pero como él quemaba, nadie lo quería. Un día vio a una pajarita volando sola por las nubes. Era linda, las alas eran blancas y negras igual que su cuerpo. Ella se apoyaba en las nubes blancas, esponjosas y suaves. Pero un día, sin querer el pájaro de fuego quemó su nube. La pajarita se enojó mucho con él y no lo perdonó. El pájaro muy triste fue a pedir ayuda al hechicero del bosque que vivía en una casa de paja. El hombre le abrió la puerta y recibió al pájaro. Le pidió que le quitara su hechizo para no quemar más. El brujo aceptó pero a cambio de que le consiguiera una olla mágica. El pájaro fue hasta la casa de la bruja del bosque, donde había una enorme olla para hechizos. Pero cuando la fea bruja se enteró, le pidió que a cambio de la cacerola, hiciera que el hechicero del bosque se enamorara de ella. 60 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 61 El pájaro la llevó a la bruja, junto con la olla, hacia donde se encontraba el hechicero. La bruja lo miro y él a ella. Los dos se enamoraron completamente. El hechicero cumplió con su promesa y el pájaro NO QUEMÓ MÁS. Todo lo que tocaba lo convertía en flores y así conquistó a la pajarita. LAS AVENTURAS LOCAS DEL RATÓN PÉREZ María del Pilar Ferro Había una vez un ratón llamado Pérez que no comía mucho queso y vivía en una cueva linda. Un día, él tenía que recorrer ochenta casas para juntar los dientes que se les caían a los chicos. El ratón Pérez se encargaba de juntar los dientes para hacer casitas y a cambio, les daba plata a los niños. Estas casitas se las regalaba a otros ratoncitos. Llegó a la casa de una chica, entró a su cuarto para buscar el diente y de repente sonó el despertador. Se dio cuenta de que había llegado tarde. La chica llamada Florencia, lo vio y lo quiso atrapar para mostrárselo a sus amigos. Lo corrió y corrió hasta que lo atrapó. Lo puso en una jaula pequeña y así lo encerró. A la mañana siguiente lo llevó a la escuela. El pobre ratoncito se sentía muy tímido y con miedo. En el colegio, todos se acercaban para verlo y tocarlo. Él no quería. Sólo quería estar en su casa con sus amigos. Florencia y los chicos lo veían muy triste. Entonces decidieron dejarlo ir. El ratón Pérez se puso feliz y nunca más volvió a llegar tarde a las casas de los chicos. EL PÁJARO Y LA PAJARITA Francisca Márquez Miranda Había una vez un pájaro de fuego. Vivía en un volcán y comía bichitos. Sus plumas eran de color rojo y naranja. Todos los días, se posaba en la punta del volcán para descansar. Cuando se paraba en una rama, se sentía mal con la naturaleza porque cada vez que tocaba algo con su pico, lo convertía en carbón. Sea una rama, una hoja o un bichito, todo lo que tocaba lo quemaba. 61 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 62 Un día, el pájaro se fue a su casa porque se sentía muy triste. Camino a su nido, se encontró con una pájara en el cielo que se camuflaba con las nubes. Era la pájara nube de agua. Ella era esponjosa, blanca y lo que tocaba no se quemaba, sino que se convertía en algo suave y lindo. El problema que tenía el pajarito era que lo que tocaba, quemaba. Entonces no se podía acercar a la pajarita. Tenía mucho miedo de lastimarla. Le pidió ayuda a una amiga de él, la nube. Ella le sacó las plumas de fuego y en su lugar le puso otras de algodón. Así fue como se animó a acercarse a la pajarita. Días después, la pajarita nube puso huevos. Los dos vivieron felices para siempre. LA RANA GRUÑONA Milagros Moliné O´Connor Había una vez una laguna con muchos animales. El lugar era tranquilo y con mucha agua. Allí había una vaquita de San Antonio, un ratón, un pollito, una hormiga y una rana. Eran muy buenos amigos. Un día como hacía mucho calor, la rana se tiró a nadar a la laguna. Todos se pusieron furiosos porque ellos no sabían nadar. Entonces se reunieron en la casa del pollito a pensar algo que no supiera hacer la rana. De pronto a la vaquita de San Antonio se le ocurrió una idea: demostrar que ellos podían hacer cosas grandiosas. Así demostraron cuánto talento tenían. Cuando salió de la laguna, la rana vio que ellos tenían un talento: bailaban todos juntos. Al verlos, ella se tentó y se puso a bailar. Luego les prometió que les iba a enseñar a nadar. EL DRAGON CONFUNDIDO Luz Moreno Hueyo Si un dragón te protege del sol y no te quema la mejilla y tampoco la rodilla, no es dragón. Es sombrilla. 62 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 63 Si un dragón se enciende en la parrilla y se quema mucho rato en el fuego y sale mucho olor a quemado, no es dragón. Es el asado. Si un dragón hace cosquillas con sus garras, te da mucha risa un rato, juega con la lana y el zapato, no es dragón. Es un gato. EL RATÓN LOCO Solana Moreno Hueyo Había un ratón muy glotón al que le gustaba el queso. Le gustaba comer los quesos grandes con agujeros en el medio. Y de comer tanto, se estropeó los dientes. Estos se enojaron porque el ratón no los cepillaba. Entonces los dientes se fueron y el ratón no pudo masticar más ni comer su queso preferido. Se puso muy triste. Los buscó por debajo de la mesa y las sillas y miró por las ventanas. Pero no encontró nada, los dientes no estaban. Pensó y pensó hasta que se le ocurrió una idea: ir a la casa de los niños que se les caen los dientes. Fue a la casa de una nena que dormía y se llevó su diente y le dejó veinte pesos debajo de la almohada. Cuando se despertó, ella se encontró con el dinero. No sabía quién se lo había dejado. Hasta que de repente vio las huellas del ratoncito en su almohada. Así fue como descubrió que se trataba de un ratón. UNA CARIÑOSA AMISTAD Magdalena Newton Esto pasó en una selva muy tranquila, con un oso panda y un grillo. El insecto ruidoso y saltarín estaba paseando entre los árboles y de repente sintió que un viento raro se acercaba hacia él. El pequeño bichito voló y voló y aterrizó en la cabeza de un peludo y esponjoso oso panda. El grillo sintió miedo y se durmió en la cabeza del gordo animal. 63 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 64 Al amanecer el oso rascó su cabeza y el grillo saltó de un susto. Desde entonces sintieron que tenían algo en común. Si al oso le gustaba bailar, al grillo también. Si uno dormía, el otro también. Pero una noche algo ocurrió. Cuando el animal pequeñito cantaba, al oso le molestaba demasiado. Entonces se quitó al bichito de su cuerpo. El grillito se fue enojado a su casa y no volvió nunca más. El oso se sintió mal, muy mal y no pudo dormir de tristeza y lloró toda la noche porque extrañaba a su amigo. Finalmente decidió ir a la casa de su amigo, golpear la puerta y pedirle que volviera con él. El oso eligió escuchar a su amigo cantar en lugar de extrañarlo. LA SELVA EXTRAÑA Delfina María Petrovich Había una vez en África una familia de leones y de chitas. Todos se morían de calor. La selva era muy linda, tenía muchos árboles y ramas. Era muy acogedora, tenía diferentes animales y hojas. La mamá chita tenía un bebé y la mamá leona estaba embarazada. La mamá chita se fue a pasear y a juntar flores. Cuando fue la hora de irse, había mucha niebla. La mamá mona no podía ver, se perdió y no sabía dónde estaba. Sintió miedo porque estaba anocheciendo. De pronto vio una luz prendida y caminó hacia allí. Era la casa de la señora elefante que la refugió y le ofreció un té porque se sentía mal. Más tarde le ofreció su dormitorio y se fueron a dormir. A la mañana siguiente la señora elefante la acompañó hasta su casa. La niebla había desaparecido y cuando volvió a su casa, el bebé estaba feliz de verla. ¡NO ES DRAGÓN! Delfina María Puiggari Si un dragón te protege del sol y no se derrite tu mejilla, ni un helado de vainilla, no es dragón. Es una sombrilla. 64 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 65 Si un dragón hecha vapor por el pico y lo trae la cocinera para servirte un té rico, no es dragón. Es una tetera. Si un dragón se enciende en la parrilla junto a una rica morcilla, pero es crocante y tiene olor, no es dragón. Es una costilla. MI COCINA TRAVIESA Sol Reinoso Taccone A mi cocina llegó un tomate muy tímido. Siempre está más rojo que los demás. El tomate se asustó porque había mucha comida y se escondió en un estante, pero en ese mismo instante se cortó la luz y salió rodando. Todos comenzaron a reírse porque cayó de cabeza y el tomate sintió mucha vergüenza. Se puso aún más colorado porque estaba enojado. Entonces una sandía se le acercó. Era muy amable y generosa con los tomates y los comprendía porque también le pasaba lo mismo. La sandía rodaba y nunca sabía dónde terminaba. A ella también esto le daba mucha vergüenza, nada más que se ponía roja por dentro. La sandía para ayudarlo, le recordó que tenía muchos amigos que querían estar con él: la verde lechuga, la zanahoria naranja, la verde palta y la llorona cebolla. Finalmente el tomate se tranquilizó y le agradeció a la sandía su ayuda. Muchas verduras lo recibieron en un bowl multicolor. EN LA SELVA Fátima María Roldán Bulnes Había una vez una selva que era muy linda y colorida. Era enorme y silenciosa, pero había un león que rugía cuando se enojaba. Sus rugidos eran tan fuertes que aturdían a todos los que vivían ahí. Al que más le molestaban los ruidos era a un ratoncito que vivía ahí cerca. Un día le dijo: 65 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 66 - ¡León, me aturdís! Podés parar por favor, que me hacés temblar. El enorme animal le respondió: - Bueno, ratoncito. Me voy a dormir una siesta, así no te molesto. De repente llegaron a la selva unos cazadores que venían del zoológico. Querían atrapar al león para ponerlo dentro de una jaula. Colgaron una red en un árbol, que se cayó encima del animal. Este gritaba: - ¡Ayuda, ayuda! Ayúdenme por favor. El ratoncito escuchó y lo fue a salvar. Cortó la soga con sus dientes. El león logró así escapar de la red. Cuando los cazadores vieron que el león estaba escapando, quisieron lastimar al ratoncito con un palo, pero este se escondió en su cuevita. Los cazadores, cansados de esperar, se fueron. Así el ratón y el león se hicieron muy amigos. EL RATÓN SALVADOR Agustina María Suárez Hace mucho tiempo, había una selva muy grande. Allí había animales feroces y animales buenos. Entre ellos, había un león y un ratón. El león quiso perseguir al ratón para comérselo, pero este corría y corría hasta que se escondió en un refugio muy, muy escondido. Era la ratonera, que era muy chiquita y el león no pudo entrar. El enorme animal se asomó por la ventana. El ratón tembloroso se animó y lo acarició. El feroz animal se sintió mal por haber querido lastimar a ese simpático ratón. A él le encantaban los mimos. Entonces hicieron un trato para que el león no lo comiera. Los dos aceptaron no lastimarse. Una mañana, aparecieron en la selva unos cazadores. Eran malos y querían atrapar al león para ponerlo en una celda dentro de un zoológico. Los hombres colocaron una jaula con barrotes de hierro. Con una cinta oculta entre el pasto, el león fue engañado y tropezó. La jaula cayó sobre él, atrapándolo. 66 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 67 El ratón tomó un palito y abrió la cerradura de la jaula. El león corrió y escapó. Con un rugido bien fuerte le agradeció al ratón. LA RANA Y SUS AMIGOS Rocío Villaverde Había una vez un pollito resbaladizo, una rana muy saltarina y nadadora, una hormiga trabajadora, una simpática vaquita de San Antonio y un ratón excavador. Todos vivían en un campo con una enorme y tranquila laguna. Un día de calor, todos los amigos decidieron ir a jugar juntos. Pero la rana encontró agua y se tiró. Sus amigos no podían nadar. Esto a la rana no le importaba, pero a sus amigos sí. Los animalitos se sintieron ofendidos. Entonces pensaron un plan para mostrar sus talentos. El ratón sabía excavar, la hormiga trabajaba más que ninguno, el pollito volaba y la vaquita era la más simpática de la laguna. Todos comenzaron a hacer sus talentos para que la rana se pusiera celosa. Hicieron una fiesta de talentos. Pusieron música y comenzaron a bailar. Desde el agua, la rana escuchó la música y las risas de sus amigos y le dieron ganas de ir a bailar con ellos. Entonces fue a la fiesta y se disculpó con sus amigos. Ellos la perdonaron y juntos bailaron toda la noche. LOS CINCO ANIMALITOS Valentina María Vivanco Había una vez un campo con una laguna. Allí vivían cinco animalitos: una rana verdosa, una hormiga trabajadora, un pollito esponjoso, una vaquita de San Antonio con manchitas y un ratón escurridizo. Siempre estaban en el pasto porque eran muy juguetones y todos los días, salían a jugar a las escondidas. Ese era su juego preferido. Un día, fueron todos a pasear a la laguna. Ese día había un sol increíblemente fuerte. Entonces, la rana se tiró al agua para refrescarse porque tenía mucho calor. El resto estaba triste por no poder tirarse al agua, ninguno sabía nadar. 67 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 68 Los amigos, tristes, fueron a la casa del ratón para mostrar sus talentos y así sentirse mejor. El ratón mostró al resto que era muy rápido, la hormiga mostró ser muy trabajadora y el pollito mostró poder volar muy alto. De repente escucharon: ¡Ayuda! Era la rana que se estaba ahogando. Los amiguitos con sus talentos hicieron una balsa. La hormiga se subió y el pollito con su pico la arrastraba. Así buscaron a la rana y la rescataron. Ella les agradeció y se disculpó con sus amigos. 68 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 69 TERCER grado DUENDES, BIOGRAFÍAS, CONTAGIOS Y POESÍAS ALUMNOS Y ALUMNAS DE 3° GRADO LAURA VARELA Y MARÍA LYNCH MAESTRAS 69 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 70 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 71 MI CABALLO TOTO Manuel Barchi Bulló El pelaje de mi caballo es marrón y suave, como el de un conejo. Su crin y cola son largas y tiene una mancha en la cara blanca como la lana. Es flaco como un palo y veloz como el viento. Él no tiene herraduras para proteger las pezuñas cuando chapotea por el lago y corre por el pasto. Su cara de tristeza me da pena cuando está solo y aburrido en el corral. Él no para de relinchar para llamar a los demás. y me persigue para pasear. MONUMENTOS INVISIBLES Pedro Castro Nevares Un día, en Estados Unidos, la Estatua de la Libertad desapareció. Al día siguiente, la Torre Eiffel también desapareció en París, al igual que el Obelisco de Buenos Aires. Todos en el mundo comenzaron a sentir miedo y preocupación. ¿Qué más podría desaparecer? Muchos se acercaban y pasaban por donde deberían estar ubicados esos monumentos. Entonces chocaban contra la nada y se hacían unos chichones infernales. Los investigadores trataron de averiguar qué estaba pasando y después de mucho trabajo anunciaron que los monumentos se habían vuelto invisibles. 71 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 72 Las personas decían que estos científicos estaban locos y mientras tanto, ellos trataban de volverlos a la normalidad con diferentes fórmulas, pero nada funcionó. Tres días después, el Doctor Castro hizo un preparado y lo llamó “Aparecedor”, claro que hizo más de uno. Como él era argentino, primero usó el experimento en el Obelisco y luego viajó a Nueva York para usarlo en la Estatua de la Libertad. Después tomó un avión para ir a París, Francia, donde se ubicaba la Torre Eiffel. Todos los monumentos aparecieron y cuando el científico volvió a la Argentina, lo recibieron como un héroe y se hizo muy famoso. LA BRUJA Y EL AGUA Ian Dalton En el año 995, el explorador Martín Moronga llegó en su barco a una isla. Contento de haberla descubierto, la llamó “Isla de Morongonia”. Cuando la recorrió, se sorprendió al ver el agua, los árboles, las plantas, los animales y el cabello de los habitantes. Todo era de color violeta. Escalando las montañas, llegó a una cueva y encontró una esfera pequeña. Era brillante y transparente. Cuando Martín quiso levantarla, no pudo. Por más que era pequeña, pesaba muchísimo. De repente, la esfera empezó a flotar a la altura de él. Martín quedó asombrado. A los pocos segundos, empezó a mostrar dibujos. Allí se veía lo que había pasado en la isla. Hace mucho tiempo atrás una bruja había hechizado el agua del lugar. Ella estaba molesta porque era fea. Los habitantes e incluso la naturaleza se burlaban de su peinado y fealdad. Su pelo tenía muchos rulos marrones y era muy despeinado. Era imposible controlarlo. Los animales se reían de sus dientes y los habitantes de su ropa negra. Entonces, llegó el día en el que la bruja se cansó de que se burlaran y decidió embrujar el agua. La tiñó de color violeta con un hechizo. Desde ese día, el pelo de todos los que bebían de ella, se ponía de ese color. Al enterarse de esto, Martín decidió ayudar a los habitantes de 72 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 73 esa isla. Fue a buscar a la bruja. Ella tenía una cueva submarina muy escondida. El lugar era oscuro y estaba vigilado por tiburones blancos. Cuando la bruja lo escuchó, se dio vuelta y con su varita le empezó a lanzar hechizos. Pero como él era muy bueno esquivando, la bruja nunca le pegó. Él se subió a su cabeza y le quitó la varita. Después la amenazó y le dijo: - O sacas el hechizo de la isla o te convierto en mariposa. Ella, muy asustada, aceptó y sacó el conjuro que tenía la isla. Todo volvió a su color normal y los habitantes le agradecieron a Martín por haberlos ayudado. FRAN, EL TRAVIESO Franco Delucchi Un 22 de junio de 2001 a las seis de la mañana, nació Franco, el primer hijo de Jorge y Delfina. Era un bebé gordito, tenía ojos marrones y pestañas largas y lindas. Nunca usó chupete. Su mamá se lo daba para que no llorara y él lo escupía. A los ocho meses, Franco empezó a gatear y sus papás tenían que perseguirlo por toda la casa para que no hiciera macanas. Lo mismo pasó cuando dio sus primeros pasos. Tenía 16 meses cuando dijo su primera palabra: “papá”. Su juguete preferido era un autito a control remoto que no sabía manejar y cuando intentaba estacionarlo, siempre lo chocaba. También hizo pedazos un jarrón. Un verano en Mar del Plata, cuando tenía tres años, fue a comprar pulóveres con su papá y su abuela. Franco era un chico muy inquieto y juguetón. Caminaba por todo el negocio, se escondía detrás de los mostradores. Solo lo perdieron de vista por unos minutos, pero cuando nadie se dio cuenta, se escapó a la vidriera y sin querer, tiró un maniquí. ¡Su papá tuvo que pagar todo lo que había roto! Otra vez, en el country, Franco se escapó con un amigo de una actividad llamada “Tiempo libre”, que organizaba el club. Allí jugaban al fútbol, hacían torneos y se divertían mucho. Ese sábado se fueron caminando y se alejaron mucho del grupo sin avisar. Cuando el profesor se dio cuenta de que faltaban, se preguntó dónde estarían. Estaba tan preocupado que avisó a la guardia y los 73 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 74 fueron a buscar. Revisaron los lugares donde siempre iban los chicos: los juegos, el gimnasio y el restaurante, pero no los encontraron. Por suerte al profesor se le ocurrió que podrían estar en sus casas y se sorprendió cuando los encontraron mirando la tele. Los retaron y Franco y su amigo se disculparon. ¡Siempre fue un chico muy travieso! CRISTIANO EN SU NUEVA CASA Marcos Diarbekirian Un chico de diez años llamado Cristiano vivía en un campo muy alejado de la Capital y no tenía juguetes. Por eso jugaba a perseguir animales, trepaba a los árboles más altos o iba a pescar al río. Los papás le dijeron que iban a mudarse a la ciudad de Buenos Aires y él estaba preocupado porque le gustaba su casa. Era feliz en ella y no quería perderla. Cuando llegó el día de la mudanza se sintió triste y se llevó algunos recuerdos: un poco de pasto, un pez del río en un frasco con agua y una fotografía de la casa. No tenían auto para viajar a la ciudad y tampoco podían pagar los boletos para viajar en micro o en tren. Tuvieron que caminar cien kilómetros cargando las valijas y mochilas hasta llegar a la ciudad. Caminaban de día con sus mascotas, atravesando campos para llegar más rápido y descansaban por la noche. Para dormir buscaban un lugar bueno: una cueva, a veces debajo de los puentes, bajo la sombra de los árboles. Hacían una fogata para calentar las comidas y conversaban sobre el viaje que les parecía bueno y, a veces, sacaban fotografías. La familia de Cristiano era muy especial porque tenían muchas cosas en común y siempre estaban juntos y de buen humor. Los hermanos muy pocas veces se peleaban y cuando esto sucedía, los padres los retaban o los ponían en penitencia hasta que se perdonaban y amigaban. Por fin llegaron a la ciudad después de caminar todo un mes. Estaban muy cansados y hambrientos. A medida que se acercaban a la capital empezaron a ver que la gente los saludaba y les daban la bienvenida. Ellos se sorprendieron. Buscaban un lugar para alquilar porque no tenían dónde vivir y cuando lo encontraron, se sintieron orgullosos y empezaron a desempacar. 74 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 75 Cristiano puso en su dormitorio la foto de la vieja casa, el pez con agua y el pasto en un frasquito chiquito. Aunque extrañaba su vieja casa, se sentía más contento. MAXI EN LA CIUDAD Joaquín Floria Un chico llamado Maxi vivía en un campo muy lejano de la ciudad. El campo era grande, tenía hierbas y muchos animales en corrales. A él le encantaba jugar con su primo a atajar penales, correr carreras en bici y cuando llovía, saltar los charcos. Se sentía feliz y su vida le parecía muy divertida. Tenía todo lo que necesitaba. Un día los papás lo llamaron para hablar con él. Le tenían que decir que se mudarían a la ciudad porque no había ningún trabajo cerca del campo y el padre tenía que viajar muchas horas por día. Maxi se sintió muy triste porque le encantaba estar en el campo con sus amigos y le gustaba la naturaleza. Le encantaba el sol, las hierbas, los animales. Pero se dio cuenta de que el padre tenía razón y preparó todas sus cosas para la mudanza. A los pocos días, partieron. De recuerdo se llevó las hierbas más doradas del campo. Mientras se alejaba de su casa en el auto, intentó imaginarse cómo sería la ciudad. Nunca había estado allí y tampoco había vistos fotos o imágenes en la televisión porque no tenía muchos canales. Luego de unas horas de viaje llegaron. Maxi se sorprendió cuando vio tanta gente caminando por la calle, los rascacielos muy altos y los ascensores. A él le gustó la ciudad, pero no tanto como el campo porque no se podía andar a caballo ni estar al aire libre. Lo que sí disfrutó es que no había tantos mosquitos. Él pensaba cómo sería su vida en el colegio. Tenía miedo de que lo trataran mal. Como era tímido, el primer día de clase estaba nervioso. Pero después se fue dando cuenta de que los chicos lo trataban bien y podía compartir sus juegos. En el recreo jugaba con sus muñecos y sus autos y se divertía con sus nuevos amigos. Así, de a poco, Maxi se fue acostumbrando más a la ciudad. 75 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 76 EL CAMBIO Juan Cruz Gaona Una noche del año 2000 nació un bebé flaquito y lindo llamado Juan Cruz. Sus papás, Lucía y Juan Francisco, eligieron ese nombre porque les gustaba a los dos. El día de su nacimiento, la tía le regaló un osito de peluche, tierno y cariñoso. Desde ese día, Juan Cruz no lo soltó nunca más, porque le gustaba mucho y cuando fue más grande, jugaba a darle de comer. Su primera palabra fue “papá” y la dijo a los dos años, cuando dejó el chupete y nunca más lo pidió. Juan Cruz era muy travieso. Cuando tenía un año y medio, tiró un juego de mesa, que le habían regalado para el cumpleaños, por la ventana que daba a la calle. La mamá que lo vio llorando, le preguntó por qué estaba tan triste. Él señaló la ventana por donde lo había tirado. Cuando ella se asomó y lo vio, bajó corriendo hasta la calle para buscarlo. Allí había una señora que casi se golpea la espalda. ¡Estaba muy enojada! Su cara estaba muy colorada y retaba a gritos a la mamá de Juan Cruz. Ella se sentía muy mal y le explicó lo que había pasado. Y así la señora entendió. Unos años después, Juan Cruz tenía hambre. Entonces se puso a comer ciruelas. A él le gustaban mucho, eran su fruta favorita y la comía todos los días por lo dulce y sana. De tantas ciruelas que se comió, los cachetes se le pusieron negros. Cuando Lucía, su mamá, lo vio, le sacó unas foto sentado arriba de un sillón rojo. ¡Parecía un payaso! La familia pensaba que cuando Juan Cruz creciera iba a dejar de ser travieso y tenían razón. Cuando cumplió diez años, ya era bueno, obediente y generoso. LA TORTUGA Julián González Calderón Nadie sabe su edad. Tiene arrugas en la cara. A una linda viejita ella me hace acordar. 76 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 77 Tiene patas muy cortas que despacio la hacen caminar y todos los animales la pueden alcanzar. Ella es muy tímida y por eso, al tocarla, esconde su triangular cabeza dentro de su fuerte caparazón. Come lechuga muy lento, nunca hace nada rápido. Su boca es muy chiquita, igual que la de la hormiga. A mí me gusta darle de comer y verla masticar, porque ella es muy tranquila mi querida tortuguita. DUENDE PELUQUERO Santiago Guirao En una mañana de mucho calor, una familia de duendes que estaba formada por los papás y el hijo, se mudó a un bosque lindo, colorido y habitado por muchos animales. El pequeño era bajo como un hongo y flaco como la rama de un árbol. Tenía orejas puntiagudas, el pelo castaño y siempre usaba un alto sombrero verde. Soñaba ser peluquero que era una tradición familiar. Le gustaba hacer cortes de pelo a sus muñecos y también pelucas con peinados raros para los que se estaban quedando pelados. A veces provocaba accidentes con los instrumentos porque no sabía cómo usarlos. Cuando tuvo diez años, los padres lo enviaron a una academia de peluquería. Sentía mucha curiosidad por saber qué materias tenía que cursar, entonces fue a la cartelera y leyó la lista: Instrumentos de peluquería. 77 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 78 Cortes para hombres, mujeres y niños. Peinados para mujeres y hombres. Atención al cliente. En la primera clase de instrumentos de peluquería aprendió a usar el peine fino, el cepillo redondo, las tijeras y la navaja. Cuando tuvo que usar el secador, lo encendió con la potencia máxima y provocó un corte de luz. Todos los alumnos gritaron del susto. Por miedo a que provocara más accidentes, para practicar en la clase de cortes le dieron maniquíes. ¡Los dejaba a todos pelados! Una vez le tocó barrer los pelos del piso y los tiró por la rejilla. ¡Qué lío! Tapó las cañerías y cuando abrían las canillas solo salían pelos. El duende que quería ser peluquero pensó que las materias que quedaban iban a ser más fáciles. Pero cuando fue a la clase de peinados, apretaba tanto el peine sobre la cabeza que la gente gritaba. Y en la de atención al cliente jugaba, hacía avioncitos con los papeles del mostrador y distraía a sus compañeros. Fue así como no pudo seguir con la tradición familiar y tuvo que buscar otro oficio. LOS HALCONES Y EL NIÑO QUE SALVARON A LOS DUENDES José Gulmanelli Manuel fue con su mamá a visitar el zoológico de la ciudad de Buenos Aires desde muy temprano porque era enorme y se necesitaba mucho tiempo para verlo todo. Cuando la señora fue al baño, el chico se quedó afuera leyendo un libro de cuentos maravillosos, con duendes. Había aprendido que en general eran bajos, tenían orejas puntiagudas, y usaban gorros altos, trajes rojos, verdes o púrpuras y grandes cinturones con hebillas de oro. Llegó hasta la parte en que un grupo de estos seres mágicos estaba jugando y un dragón enorme y rojo estaba por atacarlos. Justo en ese momento, la mamá lo llamó para seguir el recorrido y él olvidó el libro abierto sobre el banco. Al llegar la noche, los duendes salieron del libro porque el dragón ya había incendiado cuatro aldeas con su fuego. Necesitaban ayuda y querían pedir auxilio a los humanos. 78 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 79 Como ya habían cerrado el zoológico, solo quedaban los animales. ¿Quién podría ayudarlos a combatir con ese terrible animal? Recorrieron las jaulas y eligieron a los halcones porque su vuelo era veloz y sus picos muy filosos. Hablaron con el más grande, que habló con los demás. Todos entendieron a los duendes y dijeron que los iban a ayudar. Entraron al libro y cuando encontraron a la bestia, los halcones lo picotearon y le comieron las alas. El dragón cayó en un lago y se ahogó. Los duendes se pusieron contentos y los halcones volvieron a sus jaulas con la panza llena. Al día siguiente, el niño volvió al zoológico y buscó su libro. Estaba en el mismo lugar donde lo había olvidado, pero cerrado. Alrededor había plumas y cenizas, también sintió olor a humo. Entonces abrió el libro y comenzó a leer. Decía que los duendes habían sido salvados por los halcones del zoológico que habían entrado al libro gracias a un niño que lo había dejado allí. Muy contento y sorprendido por la magia de su libro, volvió a su casa y contó a su mamá lo que había sucedido. EL NIÑO INVISIBLE Santiago Iglesias Girollet Un día, un niño llamado Pepe estaba jugando con un líquido que encontró en la mesa de la cocina de su casa. El frasco le llamó la atención por sus colores brillantes. Adentro de él se veía un líquido de diferentes colores. Lo abrió y se puso un poco en las manos. Primero le ardieron y en pocos minutos se le pusieron invisibles. Pepe se asustó mucho. Nunca había visto algo así. ¡Sus manos habían desparecido! Él las movía de un lado para el otro, pero no se veían. Tomó el frasco y se fijó en las instrucciones que tenía escritas en la etiqueta amarilla. Allí decía “No abrir nunca”. Pepe se preocupó mucho porque pensaba que no había un antídoto, pensaba que se iba a quedar con las manos invisibles para siempre. Después de un rato se le ocurrió ponerse el líquido en el cuerpo para hacerse completamente invisible y hacer muchas travesuras. A las pocas horas su cuerpo ya no se veía en el espejo. 79 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 80 Aprovechó y fue a lo de su abuelo para asustarlo. Su abuelo que no entendía qué pasaba, se puso los anteojos y empezó a mirar para todos lados, pero no encontraba nada. El niño se moría de risa. Luego fue al cuarto de su hermano y con una sábana blanca encima, lo asustó. Su hermano empezó a gritar mucho y llamó a su mamá. Buscaron por todos lados, pero no encontraron nada. Esa noche, la mamá buscaba a Pepe y como no lo encontraba, pensó que estaba jugando. Ella lo llamaba “Pepe vení”, pero él no aparecía. La mamá estaba cada vez más preocupada porque su hijo no estaba. El niño, cansado de ser invisible, salió de la casa para buscar un antídoto. Se dirigió allí porque no sabía a dónde ir ni a quién pedirle ayuda. Cuando llegó, sin hacer ruido, pasó escondido hasta el consultorio del doctor y entró. Allí estaba el médico sentado en su escritorio. Pepe tomó un lápiz y escribió una nota contando que necesitaba un antídoto para dejar de ser invisible. El hombre al principio se asustó, pero después le dio un remedio y el niño dejó de ser invisible. Le agradeció al médico y contento volvió a su casa. Sin que nadie lo viera, se metió en su cama y se hizo el dormido. Así nadie lo retaba. EL DIAMANTE SALVADOR Álvaro María Istueta En 1985, en un lugar del desierto del Sahara, cerca de Egipto, un arqueólogo llamado Andrés Moreno descubrió una pirámide muy alta. Después de recorrer el exterior y de sacarle fotos, los científicos se acercaron a la puerta, donde encontraron unos jeroglíficos. Los expertos dijeron que esas escrituras egipcias antiguas decían: “Todo el que entre y no logre ver el brillo, no saldrá con vida”. Algunos no quisieron entrar porque tenían miedo, otros sí ingresaron a la pirámide porque les parecía ridículo creer algo así. Cuando entraron a esa estructura triangular cayó desde el techo un martillo que se movía como un péndulo. Todos se salvaron porque se tiraron cuerpo a tierra justo a tiempo. Minutos más tarde dejó de moverse, se levantaron y siguieron caminando por adentro de la pirámide. 80 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 81 Tuvieron que enfrentar muchos peligros y a pesar de los cuidados, perdieron cuatro hombres. Finalmente llegaron a una puerta y cuando la empujaron tuvieron que retroceder porque una luz brillante los dejó ciegos por unos momentos. Por suerte ellos traían unos anteojos para el sol y se los pusieron. Después se acercaron a la luz y vieron que era un diamante que protegía al faraón y a su tesoro. Ellos lograron ver el brillo y pudieron salir con vida de la pirámide. EL MEJOR AMIGO José Cayetano María Licciardo Hary Camilo era hijo único. Le gustaba dibujar, jugar a la pelota y leer libros, pero se aburría jugando solo. Tenía muchísimos juguetes, pero no sabía con cuál jugar. En las vacaciones de verano fue a visitar a sus abuelos y conoció a Agustín, un chico de ocho años que vivía en el campo. Era el hijo de un hombre que trabajaba en la estancia de sus abuelos. Camilo lo encontró en el tambo. Agustín estaba ordeñando una vaca. Sintió curiosidad y fue a ver cómo lo estaba haciendo. Agustín le propuso que lo ayudara y cuando Camilo lo intentó, le pareció asqueroso y se empezó a reír. A partir de entonces, empezaron a jugar juntos. Un día Agustín lo invitó a su casa. Cuando llegó, Camilo se dio cuenta de que su nuevo amigo no tenía tantos juguetes. En la habitación solo había ladrillitos para construir y algunos superhéroes. Primero se preocupó, pero después entendió que podía jugar sin tener juguetes porque Agustín tuvo una buena idea: armarlos con los materiales que tenía. Con madera, plástico, cinta, pasto y marcadores hicieron un robot de un metro y medio. Jugaron durante cinco horas. Al otro día, Camilo visitó de nuevo a su amigo e hicieron lo mismo. En una semana inventaron aviones, camiones, helicópteros, dirigibles. Cuando Camilo tuvo que regresar a la ciudad, no quería irse porque tenía al fin un amigo para jugar y se estaba divirtiendo mucho. Pero sus padres lo habían visto tan feliz durante esa semana que le prometieron que volvería a ver a Agustín el próximo verano. Y fue así. 81 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 82 EL DUENDE CURIOSO Matías Llorente El duende Momo vivía en un bosque muy antiguo y oscuro, que tenía árboles muy altos y muy tupidos. Estaba cerca de un pueblo tranquilo. Sus habitantes eran constructores, por eso sus casas eran fuertes, grandes y muy cómodas. El duende era gordo como una pelota y bajo como un niño de tres años. Sus orejas parecían pinches y tenía bigotes. Era tan peludo que se parecía a la cola de un zorro. Momo era coqueto, inteligente, curioso, travieso, estudioso y dormilón. Una mañana invitó a su amigo Chuchu a jugar. Al llegar la hora del almuerzo, no tenían comida ni dinero para comprarla. Lo más fácil era ir a la casa de la bruja y robar algo de su cocina. Ella dormía casi todo el tiempo o no estaba en su casa. De todas formas, necesitarían ayuda, así que llamaron a tres amigos más: Leni, Molies y Bonio. Entraron en puntitas de pie. Pensaron que encontrarían la casa vacía, pero vieron que estaba la escoba, el gato y el búho comiendo su almuerzo mientras la bruja preparaba una poción mágica. Nada había salido como lo habían pensado. Como todavía no los había visto, intentaron esconderse detrás de la puerta, pero el gato los escuchó. Entonces ellos corrieron para protegerse debajo del sillón. Rápidamente cambiaron sus planes: Momo iba a distraer a la escoba, Chuchu al gato, Leni a la bruja y Molies al búho. Bonio se iba a encargar de robar la comida. Comenzaron a correr por toda la casa, hasta que la bruja se dio cuenta de lo que estaba pasando en su cocina y ordenó a la escoba que atrapara a Bonio. Tanto se marearon los habitantes de la casa, que finalmente los duendes traviesos se escaparon con todo lo necesario para almorzar. Se llevaron carne, pan y manzanas. Todos fueron a la casa de Momo y compartieron los alimentos. Hicieron riquísimos sándwiches de carne y de postre, manzanas. 82 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 83 LA PELOTA QUE NO ENTRABA NUNCA AL ARCO Juan Cruz Mayer El Real Argentina, un equipo de fútbol, nunca había perdido un partido porque sus jugadores eran estrellas y el director técnico excepcional. Un día los jugadores recibieron de regalo una pelota. Como la querían estrenar, la llevaron al siguiente partido y tuvieron muchas oportunidades de gol pero ¡la pelota no entraba en el arco! En todos los siguientes partidos que jugaron con esa misma pelota, empataron. Entonces, entrenaron más horas, pero igual la pelota seguía sin entrar en el arco. Después, la probaron sin nadie atajando en el arco. Un jugador fue caminando, delante del arco le pegó e igual no entró. Entonces, ese mismo día la llevaron a investigar. Los científicos vieron que era una pelota normal y les dijeron que estaban locos. Los jugadores intentaron destruir la pelota y descubrieron que era manejada por control remoto. Uno de los entrenadores que habían tenido estaba enojado porque lo habían despedido y quería venganza. Destruyeron el control y probaron la pelota. Ya era normal. Se acordaron de que tenían un partido. Fueron corriendo y el resultado fue: 5 – 0. Ganó el Real Argentina. ¿POR AQUÍ O POR ALLÁ? Santiago Micheletti ¿Saben qué pasó en Roelandia? Los habitantes no querían vivir más allí. Es más, no querían saber nada de Roelandia. No es porque les robaban ni porque no podían recibir cartas. No, no era por eso. Era porque todas las calles cambiaban de lugar y las personas perdían mucho tiempo para encontrar su trabajo, su escuela o su casa. Un día, un chico me contó que él vivía en la calle Belgrano y cuando volvió a su casa por el mismo camino de siempre, apareció en Juncal. Para él todo fue muy confuso, no podía ni siquiera llegar a la facultad. ¡Su calle había cambiado de lugar! Una tarde, su mamá le dijo que fuera a lo de su abuela para 83 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 84 llevarle una canasta con flores y algunos dibujos. Vivía justo enfrente de su casa. Al cruzar la calle ¡se encontró con el zoológico! Entonces volvió y le avisó que ya no estaba el edificio. Como ella no le creyó fueron juntos para ver qué había pasado y comprobó que era verdad lo que le había dicho el hijo. Por suerte vieron a un policía y le dijeron que no entendía qué había sucedido. Este los miró asombrado y les preguntó: -¿Recién se dan cuenta? Esto sucede hace más de un año, van a tener que acostumbrarse. También me contó que los taxistas aprovechaban la situación para hacer viajes más largos y ganar más plata. Los colectiveros iban hacia cualquier lado. Los que habían dejado los autos estacionados en una calle, no volvían a encontrarlos. La familia iba a tener que cambiar la forma de vivir. Para ellos no fue fácil y se mudaron a mi barrio. PÓCIMAS MÁGICAS Nicolás Enrique Pereyra Pigerl Hace millares de años, un brujo que vivía cerca de un volcán inventó pócimas mágicas que servían para diferentes cosas: volar, vivir más años, manejar a las personas. Pero la más poderosa era una que juntaba todos los poderes de las otras pócimas. Cuando abrías la botella donde estaba, salían millares de voces antiguas y se cumplía el deseo que tenías en ese momento. Cuarenta y dos años después de que se muriera el viejo brujo, el volcán estalló. Todo se derritió menos la casa del brujo, porque su aprendiz agarró la pócima más poderosa y le pidió que hiciera un escudo protector. Cuando la erupción terminó, el aprendiz le pidió a la pócima que se abriera una puerta para poder salir de la casa que había quedado atrapada entre la lava seca. El hombre salió a investigar y vio pura roca, cenizas y muertos. Entonces, deseó que el lugar fuera como antes y todo cambió. 84 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 85 AUTOBIOGRAFÍA Cristóbal Pusso Helguera En el año 2002 nació el tercer hijo de la familia Pusso. Al hospital fueron a conocerlo los tíos, los primos, los padrinos y los abuelos. Era un bebé muy tierno y chiquito como un conejo. Cuando lo llevaron a su casa lloraba pidiendo la leche y dormía todo el día. Después fue creciendo, comenzó a reírse y a jugar con sonajeros. Lo llevaban a pasear todos los días. Primero empezó a gatear y a los once meses, a caminar. Su primera palabra fue “papá” y cuando tuvo un año y medio empezó a hablar. Después dejó el chupete y más tarde fue al jardín. A los seis años comenzó la primaria en “Los Robles”. En primer grado aprendió a hacer amigos y a usar la cabeza. Jugaba mucho a la mancha en los recreos. Cuando terminó el año y empezó segundo grado, estudiaba mucho Matemática porque le parecía difícil. Al terminar las clases se fue a Florianópolis en Brasil. Cerca de la casa donde estaba, había árboles de los que colgaban lianas. Siempre se colgaba de ellas. Después fue a Punta del Este y se metió en el mar y le dio de comer a los lobos marinos. Las vacaciones fueron tan divertidas que empezó tercer grado bien y emocionado. EL DUENDE SUPERHÉROE Octavio Nicolás Rolón En un lugar llamado Sacatuca Skat, había un duende muy ingenioso que se llamaba Simao. Su piel era arrugada, tenía garras muy largas y orejas puntiagudas. Era muy bondadoso, pero se enojaba muchísimo cuando se enteraba de injusticias. Por eso, una vez por mes Simao necesitaba comer un gran pollo para tener súper poderes y así ayudar a la humanidad. No podía comer ni más ni menos de un pollo, si no algo terrible le sucedería. Primero, se haría más débil y después, invisible. Ese mes ya lo había comido, pero estaba tan ocupado y tenía tantas cosas en que pensar que se olvidó y comió otro pollo más. Entonces se debilitó y de a poquito se hizo invisible. Simao recién se dio cuenta cuando se miró en el espejo para 85 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 86 ver si estaba feo y horroroso como siempre. En ese momento recordó que había comido dos pollos en un mes. Cuando los villanos se dieron cuenta de que el superhéroe no estaba, atacaron a Sacatuca Skat. Pasaron toda la semana robando y matando para hacerse más ricos. Por suerte Simao recuperó sus poderes y empezó a luchar contra ellos y les ganó. Después de todo lo que había pasado, decidió pegar un papel en la puerta de la heladera, que decía el día y el mes en que debía comer el pollo. Así los villanos nunca volverían a atacar Sacatuca Skat. JUAN, UN CHICO DEL CAMPO Camilo Romero Juan Manuel Rolón tenía siete años. Vivía muy lejos de la ciudad, en un campo muy florido con romeros bellos. Sus juegos preferidos eran correr con el perro, perseguir vacas y trepar a los árboles. Un día la mamá y el papá le dijeron que tenían que mudarse a un departamento porque habían cambiado de trabajo y tenían que ir a Buenos Aires. Él se enojó y se entristeció mucho. ¡No podría montar su caballo! ¡No podría seguir a su vaca! ¡No podría vivir en esa casa ni tener la misma cama! Cuando llegaron a la ciudad fueron a conocer el departamento, pero no le gustó. Su casa del campo era muy diferente: su cuarto era inmenso, había mucha luz y desde la ventana veía el cielo, los pájaros y el pasto. Después tuvo que ir a la escuela y le pareció demasiado grande. Le salían bien todas las cosas menos Matemáticas y Lengua porque eran muy difíciles. Los otros chicos se burlaban de él y siempre volvía a su casa triste porque no tenía amigos. Le contó a su mamá y a su papá por qué estaba triste y ellos se lo dijeron a la Directora del colegio. Ella les pidió a los alumnos que no se burlaran más y lo entendieron. Un día los chicos lo invitaron a jugar al fútbol. Juan era bueno metiendo goles y los compañeros quisieron jugar todo el tiempo con él. Como cualquiera se puede equivocar, le dieron un consejo: que estudiara más. Él practicó y le fue bien en las pruebas de Matemática y Lengua. 86 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 87 La mamá lo premió comprando un campo para ir los fines de semana y él se alegró porque podría volver a montar a caballo. MI PERRO LOCO Manuel Sanz El perro de mi abuela se llama Coco y siempre la hace enojar porque en su sillón se va a sentar. Su pelaje dorado, siempre está despeinado. Solo tiene tres meses y no come peces. Vivo lejos de su casa y lo voy a visitar. Parece ser un buen perro, aunque le falta aprender. DEL CAMPO A LA CIUDAD Agustina Abril Blanco José vive en el campo y tiene ocho años. Le gusta armar juguetes con lo que encuentra en el campo, pero lo que más le gusta es nadar en el río. Cuando hace calor, a José le encanta ir allí y treparse a los árboles a pensar. Disfruta mucho de vivir en el campo porque se acuesta en el pasto y siente el calor del sol, hace picnics con su familia y así se siente bien. Pero un día, su papá le cuenta que consiguió un trabajo en la ciudad y que se mudarán allá. Al principio José se pone triste. Al llegar a la ciudad, el niño se siente molesto. Está aburrido porque no encuentra con qué jugar. Allí no hay cosas para armar sus juguetes ni pasto para hacer picnics. Está aturdido por los ruidos. Todo cambia cuando al ir a la escuela, conoce a unos amigos 87 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 88 que lo invitan a jugar. Los juegos de sus amigos son diferentes, pero se divierte igual. Al llegar a su casa, le cuenta a su papá que se siente feliz porque puede jugar como en el campo pero con diferentes cosas y divertirse igual. LOS MÉDANOS Felicitas Bosch Ferrari Campo y arena, pinos y mar, con mi yegua Gateada, salgo a pasear. Por la costa y los bosques, a galope tendido, mi infancia recorre mi suelo querido. Mi abuelo y sus cuentos, historias de vida, de cómo se criaron, allá en Energía. Recuerdos eternos, que nunca se olvidan. Aromas de campo y leña encendida. Regreso cantando sobre huellas perdidas me duermo despacio esperando el nuevo día. EL SUSTO VIAJERO Juana Brave Bosch A un chico muy valiente que se llamaba Pedro, le gustaban mucho las aventuras. Uno de sus juegos preferidos era acampar. 88 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 89 Un día Pedro se fue de campamento a una cueva con su amigo Juan. La cueva era oscura, grande y estaba llena de murciélagos y arañas. Antes de ir a dormir se fueron a conocer el bosque y a pescar. Les encantaba pescar de noche. Cuando cayó el sol, se acostaron en las bolsas de dormir y descansaron. Luego de un rato les agarró hambre. Entonces salieron al bosque para buscar comida. De repente apareció un monstruo muy pero muy feo. Era gordo, grande y peludo. Tenía unos dientes muy filosos. Cuando Pedro lo vio, se asustó y salió corriendo. Le contó a Juan lo que había visto y los dos chicos estaban muertos de miedo. Pero como eran muy valientes, tomaron coraje y volvieron al bosque para sacarle una foto al monstruo. Así la gente les creería que lo habían visto. Rápidamente sacaron la foto y salieron corriendo. Al día siguiente, regresaron a sus casas. Se la mostraron a la prima de Juan. Ella se asustó y salió corriendo. Al día siguiente, ella se la mostró al cartero y él también se asustó muchísimo. Estaba tan asustado que repartió todas las cartas mal. Las personas del barrio se enojaron muchísimo porque no tenían sus cartas sino que las de sus vecinos. El hombre, mientras repartía la correspondencia, le mostró la foto a un marinero. Él se asustó tanto que no podía parar de temblar, al igual que su barco. La tripulación también comenzó a asustarse al ver como se movía el barco. Al gato de Juan que también vio la foto, se le pararon los pelos del susto. La vecina que era una viejita que estaba regando las flores de su jardín gritó de miedo al ver al gato. ¡Parecía un monstruo! Los chicos no querían que el miedo siguiera pasando de persona en persona. Entonces, tomaron nuevamente coraje y regresaron al bosque donde habían visto al monstruo. Allí rompieron la foto en muchos pedazos y así el contagio del miedo terminó. Con el tiempo, la gente se olvidó de esa terrible foto. MI ESCRITORIO ES ASÍ Victoria Capelli En el pasillo de mi casa está mi escritorio. 89 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 90 Es mi mueble preferido, donde yo pinto y escribo cuentos y poesías para que mamá las lea y cuando llego del colegio allí hago la tarea. Mi escritorio es de madera y fuerte como un árbol. Nunca se rompe aunque mis libros apoye. Allí yo me inspiro y hago lindos dibujos. Otras veces me distraigo mirando las fotos. En un cajón grande guardo un secreto: un diario íntimo que solo yo leo. ADIVINANZA Elena María Caranti Mi animal preferido tiene el cuello muy largo un poco más que las ramas de un árbol muy alto. Solo come hojas verdes de las copas de los árboles. Por más que se esconda, su cuello siempre asoma. Me encantaría subir a una, y hasta que caiga el sol, 90 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 91 dar un paseo por África colgada de su largo cuello. Su cuerpo es delgado y tiene manchas marrones sobre su pelaje amarillo que recuerda el sol. Mi animal preferido es una jirafa. Me gusta como camina y también que es tranquila. NUNCA PARA LA BURLA Rosario Cozzi Una tarde de mucho calor, un adolescente sacó la lengua por la ventana de su casa porque estaba muy enojado. El perro de su vecino lo vio y también sacó la lengua y contagió a una viejita que estaba regando las flores de su jardín. Ella le sacó la lengua a un señor que pasaba caminando por allí. El hombre no entendía por qué la viejita era tan maleducada con él. Pero él tampoco se resistió a sacar la lengua y mientras pasaba por una cancha, contagió a un jugador de básquet. El jugador le sacó la lengua a uno de sus contrincantes y el público al ver esto, gritaba: “¡Pelea, pelea!”. Los dos equipos se empezaron a pelear, hasta que uno dijo: “¡Dejen de pelearse!” Todos frenaron los golpes, pero no podían parar de sacar la lengua. Hasta que al réferi se le ocurrió una idea: ponerle sal a todas las lenguas. Apenas lo hicieron, todos corrieron a tomar agua y metieron la lengua en remojo. EL MAR QUE BUSCA TESOROS María del Pilar Crego El mar ansioso tiene 3000 años de antigüedad. La exploradora Pilar lo descubrió mientras excavaba en la arena durante unas 91 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 92 vacaciones con su familia. Ella y su amigo llamado Nicolás estaban haciendo un pozo para esconder un cofre con muchas monedas que habían ahorrado y no querían que nadie las encontrara. Pero el mar se enteró y las fue a buscar. Hasta ese momento, el mar había estado tranquilo, pero dos minutos después de que enterraran el tesoro, aparecieron muchas olas que rebotaban todo el tiempo. Iban y venían rapidísimo al lugar donde estaba el cofre. El mar tardó un minuto en desenterrar las monedas. Como ya había encontrado lo que quería, se tranquilizó de nuevo. Las monedas ya estaban debajo del mar con el resto del oro de los barcos hundidos. LA DUENDECITA BUENA María Victoria Furió Había una vez una duendecita llamada Culmita. Ella, a diferencia de todos los duendes, era amable, buena y generosa. Culmita vivía en un hongo esponjoso y colorido, con su papá y su mamá. A ella le gustaba mucho caminar por el bosque y cantar. Pero sus padres querían que aprendiera a hacer travesuras como todos los duendes. Entonces la mandaron a una de las cuantas academias de duendes. En la academia llamada “Is Haygh” había muchas alumnas y también muchos maestros. Uno de ellos era especialista en hacer bromas, otro en engañar a los demás y otro enseñaba estrategias para molestar a los humanos. Culmita se sintió muy extraña. Cuando miró a uno de los maestros, tropezó y él se rió, porque era especial para molestar y burlar. Ella se largó a llorar y se puso muy triste. Llamó a su mamá y le pidió regresar a su casa. Culmita no quería ser una duendecita mala. Y corrió hasta la salida del colegio. Sus padres la fueron a buscar pero al día siguiente la enviaron de regreso. Esa misma mañana, el maestro de bromas dijo: - Háganse bromas con un compañero. Culmita, que no quería saber nada, se quedó sentada en un banco. Su maestro la mandó a la dirección. Como el director había salido, ella aprovechó para escaparse por la ventana. Cuando el director regresó, se llevó una sorpresa: Culmita no estaba. Fue a buscar a los especialistas en encontrar objetos perdidos. 92 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 93 Inmediatamente, salieron a buscarla. Era la primera duendecita que se había escapado de la academia. Culmita corrió y corrió hasta llegar a un bosque. Trepó a un árbol y se ocultó entre rama y rama. Mientras tanto, el director se dirigió a la casa de Culmita para avisarle a los padres lo que había pasado. En el bosque, Culmita se sentía diferente. Era la primera vez que estaba contenta de hacer una travesura. Entonces, decidió volver a la academia para ser una duendecita traviesa. Desde ese día, ella se convirtió en la especialista en escaparse. Y cuando la duendecita creció, se hizo maestra en escapes. EL SECRETO DE LOLA Fátima Hoorn de la Serna En el bosque había un duende llamado Kobold. Él era muy travieso y gracioso. Tenía orejas grandes y su piel era de color verde. Vivía en un bosque que tenía un montón de árboles y algunos hongos. Le gustaba mucho comer tréboles de cuatro hojas y sopa de ranas. Un otoño, Kobold se cansó de estar solito mirando árboles y árboles. Entonces decidió ir a la ciudad para conocer a los humanos. El duende hizo una larga caminata, pasó por las orillas del río, por una catarata y por las montañas. ¡Llegué! – gritó Kobold. Él era tan chiquito que nadie lo escuchaba. Cuando oyó las bocinas del tráfico, el ruido de los colectivos, el subir y bajar de las persianas de los edificios y a los bebitos llorar, pensó que estaba soñando. Pero no estaba dormido y decidió seguir caminando para ver si había un lugar más tranquilo. Hasta que llegó a una casa. Todos corrían apurados de un lado para el otro. El duende, enseguida notó que estaban cocinando una torta. Se metió en la casa, sin que nadie lo viera, y probó un poquito de la mezcla. Pensó que le faltaba algo más a la receta. Entonces tomó la botella que estaba sobre la mesada y le puso vino sin que se dieran cuenta. La mamá metió la torta en el horno. Una hora después, la sacaron y la probaron todos. Como estaba muy dura y tenía un gusto extraño, empezaron a toser. 93 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 94 Kobold, desde la ventana, veía lo que pasaba mientras comía un pedacito. Le pareció muy rica. Al duende le gustaba comer cualquier cosa. A la mañana siguiente, Lola se había ido al colegio. Cuando volvió, entró a su cuarto y se asustó porque todo estaba patas para arriba. Kobold le dijo que él hacía magia y Lola, por fin, le creyó. Pero le pidió que pusiera todo en orden para que sus papás no vieran lo que había pasado. Al llegar del trabajo, los papás entraron al cuarto de Lola para saludarla. Enseguida se escuchó el grito que dieron al ver el desorden. La chica tuvo que explicarles que un duende llamado Kobold había hecho eso. Los papás se sorprendieron mucho al principio, pero después vieron que Kobold era bueno y dejaron que viviera con ellos, pero en secreto. LA MONTAÑA EXTRAÑA Lucía Iglesias Girollet Había una vez un señor que se llamaba Pedro. Era un hombre muy deportista, le gustaba correr, saltar y competir. Ya hacía un tiempo que se estaba entrenando para escalar una montaña porque quería subir hasta la cima más alta del mundo. Llegó el día en que tenía que escalar la montaña más alta. Se puso las zapatillas, la ropa de gimnasia y llenó su botella de agua. Apenas amaneció, comenzó a trepar. Pero tuvo un problema. A medida que él subía, la montaña seguía creciendo. Pedro se dio cuenta de que la montaña crecía y que tenía vida. Él daba un paso y esta se movía. Se sintió asustado porque nunca llegaba a la cima. Pasaban las horas y él estaba cada vez más cansado. La montaña no paraba de moverse y entonces tampoco podía bajar. Ya no tenía más agua y le dolían los brazos y las piernas. Hasta que empezó a anochecer. Pedro estaba aterrado. Había muchos ruidos de animales que lo asustaban. Había muchos murciélagos volando por el aire pero sintió un fuerte ruido de ronquido. Era la montaña que dormía. Entonces él aprovechó, sin hacer ningún ruido, bajó la montaña. Agotado regresó a su casa y a los pocos días le contó a todo 94 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 95 el mundo que la montaña tenía vida. La gente le creyó y él se hizo conocido en muchos lugares. MI MAMÁ Pilar Iglesias Girollet Mamá mía, ¿cuánto me querés? Mamá mía, ¿a quién de los tres? Tus ojos son brillantes y color café. Te quiero porque si estoy triste, me das fe. Yo sueño mucho contigo y cuando vengo del colegio, quieres estar conmigo. Mami sos linda como una rosa. Te quiero porque sos hermosa. Cultivás tres jazmines blancos. ¿Por qué somos tantos? Mami, soy tuya porque me querés, como tú eres mía porque yo también te quiero y te querré. ADIÓS AL CAMPO, HOLA A LA CIUDAD Felicitas Llambí Padilla La joven María vivía en el campo con sus padres y su tía. Ella tenía diez años, era rubia con ondas en el pelo. Cada mañana investigaba las plantas y los bichos. También le gustaba jugar a las escondidas con sus peluches. Era una niña muy feliz, cantaba, trepaba árboles y en verano dormía al aire libre, en una carpa. Le encantaba andar en sulqui y recorrer el campo mientras sus padres y su tía alimentaban a los animales. Un día, Carlos, el señor que les había prestado el campo, les pidió que se lo devolvieran porque su casa se había derrumbado y necesitaba un lugar donde vivir. Los padres de María pensaron que 95 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 96 Carlos tenía razón, pero se dieron cuenta de que tenían un grave problema porque necesitaban conseguir un nuevo trabajo para ganar dinero y poder comprar una casa para ellos. Entonces decidieron mudarse a la ciudad para conseguir uno. Tres días después dejaron el campo. María estaba muy triste porque extrañaba la quinta. Su tía Clara la llevaba a la plaza pero nadie quería ser su amiga. Todos los chicos estaban en el tobogán, las hamacas, la calesita y en el sube y baja. Pero María no. Ella estaba sola, trepada en la copa de un árbol. Cuando iba de paseo al shopping, todos compraban ropa moderna; en cambio María compraba ropa de campo. María sufría muchísimo porque nadie era como ella. El día que María cumplió once años, hizo una fiesta. Solo fueron ella, su tía, sus papás y su perro Pluky. El perro era su único amigo. Hasta que el “día del animal” fue a la plaza y allí se encontró con una chica llamada Luli. Ella tenía una perra que se llamaba Lulú. Sus perros se enamoraron y las chicas se hicieron grandes amigas. Luli le enseñó cómo comportarse en la ciudad y María se sintió muy bien porque empezó a conocer otro mundo y le pareció muy bueno. En vez de viajar en sulqui, empezó a andar en bici; en vez de trepar árboles, se subía al tobogán. Y lo mejor de todo era que seguía teniendo a su familia y una amiga. UN PÁJARO CANTOR Trinidad López Malbrán ¿Tengo un pájaro o un globo? Se achica cuando lo soplo, es blanco como la nieve y vuela alto como las nubes. Tiene manchas marrones como la tierra y patitas naranjitas y suaves. ¡Una ternurita! 96 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 97 Sus dos ojitos marrones que me miran con cariño son brillantes y transparentes como diamantes. Blanco era y se manchó, por eso se llama “Manchitas”. Su mejor amigo es Bebé, canta y silba para él. Cuando llego del colegio siempre me alegra su canto. Manchitas me espera cantando y en su hamaquita bailando. LA RISA CONTAGIOSA Aitana Mondragón Rodríguez Había una vez, en la lejana sabana, una hiena llamada Martha. Ella, al igual que todas las hienas se la pasaba riendo. Una tarde paseaba por la selva un grupo de turistas. El guía tropezó con una piedra. La hiena comenzó a reírse y contagió a un turista que le estaba sacando fotos. Cuando el guía tropezó, se le enganchó el pantalón en una rama y se le bajó. Un turista le sacó una foto en calzoncillos. Inmediatamente largó otra carcajada que contagió a otro turista, y este con su risa contagió a una hormiga. La hormiguita se reía con carcajadas chiquititas y no podía seguir con su camino de lo tentada que estaba. A las carcajadas, la hormiguita se metió en un paquete de papas fritas y un turista chinito sin darse cuenta, se la comió. El chinito empezó a reírse. Cuando se subió al avión para regresar a su país, contagió al piloto. Él se rió por el altavoz y todos los pasajeros se tentaron. El avión temblaba de tantas carcajadas. Cuando llegaron a China, la risa se fue contagiando de un chino a otro. Hasta que una mañana, las risas despertaron al emperador. Él era un hombre muy muy gordo y de mal carácter. Le gente sentía mucho temor. Este se despertó de muy mal humor. Gritó 97 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 98 y gritó desde su ventana. A todos se les paró la risa. El emperador realmente era un hombre que daba miedo. Así fue como el contagio de la risa se frenó. UN LIBRO HECHIZADO María Victoria Mútolo Terzano Hace muchos años vivía en un libro de cuentos un duende llamado Fray. Él era flaco y valiente. Tenía una nariz grande y unas orejas muy chiquitas y puntiagudas. Su aspecto era muy simpático. Fray vivía en un bosque encantado que había en un libro de un niño llamado Alejandro. El lugar estaba lleno de animales. Su casa estaba en el más alto árbol del bosque. A medida que Alejandro avanzaba los renglones y las páginas, aparecían en la historia unos leñadores. Ellos comenzaron a talar los árboles para vender la madera. Fray se puso nervioso, saltó de la rama y se escapó del libro. Fue entonces que apareció en el cuarto de Alejandro. El lugar era grande, tenía autos, muchos juguetes y estaba repleto de libros. Fray vio que Alejandro se acercaba. El chico no parecía ser nada peligroso. Cuando el niño lo vio, gritó. Estaba muy asombrado de ver al personaje del cuento en su cuarto. El duende le empezó a contar sobre los leñadores que estaban cortando su casa y sobre el daño que le estaban haciendo al bosque. Fray no paró de hablar por media hora. A Alejandro le interesó mucho el tema y decidió ayudarlo. Los dos se subieron al escritorio, se tomaron de la mano, y desde allí, saltaron al libro que habían dejado sobre la cama. Debían detener a los leñadores. Al llegar al bosque, el niño se sintió fuera de su mundo. Estaba tan sorprendido que casi se desmaya. El lugar era grande, con muchas casas en las copas de los árboles. También tenía ríos encantados e infectados por pirañas. Fray agarró una soga y enredó a los hombres. Los dos decidieron que Alejandro saliera del libro y borrara a los leñadores para que nunca más hubiera problemas en el bosque. Al día siguiente, el duende reparó su casa y Alejandro prometió visitarlo a menudo. 98 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 99 Desde ese día, todas las noches, Alejandro lee la misma historia, una y otra vez. APRENDER A JUGAR María Mercedes Mymicopulo Llambías Joaquín vivía en una mansión en un barrio lujoso. Tenía muchos juguetes distintos, los más modernos de todos, en un cuarto especial para jugar. Tenía una nave espacial, un auto, un tractor y muchos más juguetes automáticos. Pero no se divertía con nada. Él era bueno pero caprichoso y siempre estaba aburridísimo. No había nada que lo hiciera sentir feliz, ni siquiera jugar. Se sentía solo porque no tenía hermanos. Era infeliz y no sabía el porqué. Un día Martín, un amigo del colegio, lo invitó a jugar. Vivía en una casa como la de cualquiera, con su mamá y papá. Era un chico bastante inteligente, que tenía pocos juguetes pero sabía divertirse. Joaquín, al principio, sintió miedo e incomodidad. No estaba acostumbrado a jugar con otras personas y menos si no tenían tantos juguetes como él. Pero igual aceptó ir porque sintió algo en su interior. Cuando llegó a la casa, al comienzo estaba tímido pero al rato, todo lo contrario. El cuarto de su amigo era normal, pero para él que era rico, no. Había pocos juguetes y no eran tan modernos ni automáticos como los suyos. A los pocos minutos, Joaquín sintió una enorme alegría y comodidad. El temor se había ido. Jugó como nunca antes había jugado. Mientras estaba allí, se preguntó por qué su amigo que no tenía sus juguetes ni dinero, se divertía, y él que tenía muchísimo de todo, no. Se sintió celoso y decidió irse de la casa. Martín se sorprendió porque habían jugado muy bien toda la tarde. Al otro día, Joaquín se dio cuenta de que lo que había hecho estaba mal. Entonces, fue a la casa de Martín, le contó por qué se había ido de ese modo y se disculpó. Su nuevo amigo le contó los secretos del juego. Estos eran: tener imaginación, tener un buen amigo con quien jugar y por último, tener muchas ganas de divertirse. Así fue como los chicos jugaron hasta la noche y cuando lo vinieron a buscar, Joaquín se fue con el mejor regalo: tener un amigo con quien jugar. 99 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 100 MI AMIGO Y YO Mora Olmi Hace un año conocí a un chico. Se llamaba Santiago y tenía siete años como yo. También vivía en el campo y le gustaba jugar a la pelota, nadar en el río y andar a caballo. Siempre pescábamos en el arroyo y muchas veces sacábamos salmones de un metro y medio, los guardábamos en un balde gigante y después, los devolvíamos al río. Una tarde invité a Santi a jugar conmigo y mi perro Pipo. Trepamos a los árboles, jugamos con el perro, saltamos tranqueras y, aunque nos estábamos divirtiendo, Santiago tenía cara de preocupación. No le pregunté qué le pasaba porque me daba un poquito de vergüenza. Cuando se hizo de noche, los papás lo vinieron a buscar. Me pareció raro porque él vivía al lado de mi casa y podía irse solo. Al otro día, Santi ya no estaba en el campo. Mi perro Pipo y yo lo buscamos en todos lados y cuando fui a su casa, vi un cartel que decía “ESTANCIA VENDIDA”. Pipo empezó a llorar y yo, también. Ni me había enterado de que él se iba a ir y era mi amigo. Después me di cuenta de que se había ido a la ciudad. Ese mismo día, Santi me envió un mail despidiéndose. Me decía que no se había despedido porque tenía miedo de que yo me enojara. También me pedía que nos comunicáramos por mail para seguir siendo amigos. Hace un año que nos escribimos mensajes. LAS TRAVESURAS DE KÁ Olivia Serra Hace mucho tiempo, había un duende llamado Ká que vivía en el bosque. Él era feo, molesto y desobediente. Su deporte favorito era asustar a la gente, empujar a alguien a un charco lleno de barro, hacerse invisible y cambiar todo de lugar. Cambiaba el azúcar por la sal, el cacao por el café. Ká estaba tan aburrido del bosque que salió a conocer la ciudad. Sin querer se encontró con la casa de José, un escritor bueno y firme que escribía cuentos de fantasmas y dragones. Algunos de los personajes de los libros de José eran buenos y salvaban a la gente. 100 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 101 Como Ká era muy travieso, desarmó toda la casa de José. Cuando el dueño llegó, vio al duende tomando un té y pegó un grito del susto. Ká se hizo invisible. El escritor pensó que todo esto había sido un sueño. Pero las travesuras del duende no paraban. Cuando José se sentó en la silla, se la movió. Cuando estaba agarrando la sal, la cambió por azúcar y también le arruinó la comida y le cambió de lugar la ropa en el placard. Después de un rato, el duende vio que el hombre estaba muy triste y preocupado porque pensaba que estaba teniendo visiones y se estaba volviendo loco. Ká sintió lástima por él y se hizo visible. Se presentó y le dijo que regresaría al bosque y no lo molestaría más. José se quedó pensando y se dio cuenta de que, a pesar del lío que había hecho el duende, sus travesuras eran divertidas. El escritor quiso ser su amigo. Entonces, le propuso ir a visitarlo algunos días al bosque. Quería ver cómo era la vida allí. Desde ese día, todos los miércoles, José lee uno de los cuentos de Ká y aparece en su bosque. Se divierte mucho haciendo travesuras con Ká y sus amigos. MAGDALENA Magdalena Tarasido Nací el diez de julio del 2000 en Buenos Aires, Argentina, a las cinco y media de la mañana. Mis padres se llaman Adriana y Martín. En total somos siete hermanos: Ana, Florencia, María, Inés, Mariana, Marcos y yo, que soy la más chiquita. Cuando era bebé me gustaba mucho el chupete, lo dejé cuando tenía dos años. No gateé, caminé al año. Mi primera palabra fue “mamá”. Mi juguete preferido era un canguro blanco y marrón. Cuando era chiquita le comía los chicles a mis hermanas y me comía la comida del perro. Pintaba la pared. Fui al jardín de infantes “Las Victorias” y después fui a “Los Robles”. Mi mejor amiga fue Juana Brave. En mi tiempo libre me gustaba jugar a la mancha y saltar a la soga. Con mi familia me gusta ir al campo los veranos. Cuando sea grande quiero ser veterinaria. 101 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 102 EL SECRETO DE VALEN Valentina Torrado Algunos años atrás, por el año 2001, nació una chica muy linda llamada Valentina. Como Valen se movía tanto, sus hermanas la apodaron “Terremoto”. Todo se lo sacaban de sus manos porque era especialista en romper cosas. ¡Un día le dibujó toda la chequera a su papá! A ella, desde muy chiquita, le gustó dibujar y por eso dibujaba todo lo que veía. Dibujaba las mesas, el piso, las ventanas y muchas cosas más. Su sueño, desde muy pequeña, fue ser dibujante de dibujos animados. Un día, como a Valentina le gustaba mucho la magia, decidió hacer un dibujo de un hada y una bruja. Esa noche ocurrió algo muy extraño. De su dibujo salieron el hada y la bruja y empezaron a pelearse. La bruja quería transformar la casa de Valu en un lugar oscuro como un pantano. El hada quería llenar la casa con mariposas, flores y ratones mágicos. Sus varitas se chocaron tanto que al final se rompieron. ¡La casa quedó patas para arriba! Las mariposas y las flores quedaron mitad negras y mitad rosas. La mitad de la casa era negra y la otra mitad, rosa. Cuando Valen se despertó, se sorprendió al ver lo que había pasado. Buscó muchas maneras de arreglar el lío y por fin eligió una: borrar a los dos personajes y dejar las varitas. Con ellas solucionó enseguida todo el lío que habían hecho la bruja y el hada. Y se sintió aliviada. YO Y MI PERRITA JUANITA Martina Yañez Arauz Yo tengo una perrita que vive en mi quinta. A veces muerde un poquito a los desconocidos. Su pelo suave y amarillo me hace pensar en un solcito 102 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 103 que con mis dedos gorditos los fines de semana, acaricio. Mi perrita es muy alegre y si mueve la cola es porque quiere que la corra por el pasto alto y verde. Cuando jugamos carreras, siempre me gana ella porque corre veloz como un camión. . Juanita es muy buena y muy divertida. Por eso la quiero mucho a mi perrita gordita. LA AVENTURA DE LUIS Paloma Ybarra Luis vivía en el campo con su mamá y su papá. Tenía nueve años pero no había ido nunca al colegio. Aprendía a leer, a escribir, a sumar y a restar, en casa con sus papás. Su vida en el campo era muy linda. Allí, en primavera y en verano, nadaba en los lagos, andaba a caballo. Y en otoño, juntaba hojas y luego saltaba sobre ellas para desparramarlas. A Luis lo que más le gustaba del campo era el paisaje del atardecer en primavera: el sol fuerte de color naranja, el cielo un poco rosado y colorado, el perfume a rosas, el calor en la cara y en el cuerpo... Un día, los padres de Luis le avisaron que se deberían ir a la ciudad por cuestión de trabajo. Cuando se enteró, se sintió triste al mismo tiempo que emocionado y un poco feliz porque por fin iba a tener amigos. Le daba tristeza irse del campo y emoción ir al cole como todos los chicos. Prepararon toda la mudanza y a los pocos días partieron. El viaje fue largo y un poco aburrido. Luis se divertía con sus papás dibujando, leyendo y escribiendo. 103 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 104 Al llegar a la ciudad se sintió raro porque había humo, bocinas y mucho tráfico. En las calles había basura y cemento. Pero a los pocos días, cuando ya estaban instalados en una casa en un barrio tranquilo, sus padres le dieron otra gran noticia: ¡Tendría un hermanito! Se sintió feliz. Unos meses después, en casa eran cuatro. La vida en el barrio le gustaba porque era tranquilo como el campo, pero cuando viajaba al centro con su mamá para ir de compras, no podía respirar por la contaminación y le molestaba el ruido. Unos años después, regresaron al campo y se sintió más feliz que antes todavía porque ahora tenía un hermano con quien jugar. 104 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 105 CUARTO grado CADA HISTORIA, UN TESORO ALUMNOS Y ALUMNAS DE 4° GRADO MERCEDES SCIURANO Y MILAGROS ASTIGUETA MAESTRAS 105 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 106 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 107 UN VIAJE EN ELEFANTE A LA LUNA Agustín Benito Alexander Pepe era un niño de doce años, aventurero y valiente, al que le gustaba volar en su avioneta. Una tarde soleada y calurosa, estaba volando tranquilo; eso sí, un poco distraído. Mirando una paloma, no vio que tenía poca nafta. La avioneta estaba cayendo y su única salvación era tirarse para que alguien o algo lo atajase. Y eso pasó. El niño cayó sobre el lomo de un elefante que volaba, conducido por un bombero. El bombero primero lo miró con cara rara, pero después lo saludó y le presentó al elefante, llamado Bobby. Desde ahí arriba se veía la avioneta caer, su casa y hasta la gata del vecino. Pepe estaba contento y agradecido. Nunca se había sentido mejor. En la mitad del viaje se durmió sobre el lomo del animal. Cuando despertó, era una noche oscura y lluviosa. Pepe estaba con la capa del bombero cubriéndose de las gotas de agua. El bombero encontró un refugio y Bobby fue a descansar a la cueva. El niño y el bombero buscaron comida para todos. Encontraron dos piedras y leña, hicieron una fogata y comieron malvaviscos que Pepe tenía en el bolsillo. Cuando dejó de llover, los tres siguieron volando. El cielo estaba despejado y se veía la Luna. A Pepe se le había ocurrido una idea. Quería conocerla. El elefante y el bombero estuvieron de acuerdo. Como iba a ser un viaje muy largo, prepararon una cantimplora con agua y se pusieron unas frutas en el bolsillo. Empezaron a volar a toda velocidad. Desde allí, veían estrellas luminosas. Pepe estaba feliz, a él le encantaban las aventuras. A lo lejos se podían ver Júpiter y Saturno. El cielo estaba negro pero lleno de centellas. Luego de un par de horas recorriendo el universo, llegaron a la Luna. Allí se encontraron con marcianos. Eran verdes y pegajosos. Tenían una baja estatura y ojos rojos que sobresalían de la cabeza. Ellos parecían malos y nada contentos con las visitas. Entonces el elefante, Pepe y el bombero decidieron pegar la vuelta al planeta Tierra. Luego de un largo viaje, llegaron a salvo a la casa de Pepe, donde merendaron y descansaron. 107 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 108 UN PASEO A ÁFRICA EN ELEFANTE Ramón Amadeo Un chico llamado Rodrigo que tenía diez años, vivía en África. Allí había elefantes, leones y muchos animales más. Rodrigo quería volar, pero no en avión o parapente. Quería hacerlo en un elefante. Entonces decidió ir a buscar uno. Le preguntó a su mamá pero ella no lo dejaba. Después de insistir decidió dejarlo. Le dio una cantimplora con agua y un par de frutas. Así se fue caminando. En el viaje, también pensaba cómo podía hacer para que un elefante volara. Luego de buscar por una hora y veintitrés minutos encontró al enorme animal. Ahora tenía otro problema: enseñarle a volar. Y para lograrlo tenía que buscar alimento. Se acordó de la comida que le había dado su mamá. Sacó la banana y el elefante se vino como una estampida de cien elefantes. Pero cuando el niño la guardó, paró. Entonces ahí, fue que se le ocurrió una idea: lo premiaría con una banana cuando lo obedeciera. Le decía “da la vuelta”, y él la daba, pero siempre y cuando le diera su fruta como recompensa. Así fue como empezó a enseñarle. Cuando se le habían comenzado a acabar las frutas, comenzó a volar. El chico se subió a su lomo y el animal despegó con sus orejotas. Las movía de arriba abajo y de abajo hacía arriba. Al principio, Rodrigo tuvo vértigo, pero después le gustó. Desde arriba, podía ver los animales enormes que desde esa altura parecían del tamaño de una hormiga. También se veían algunos cadáveres de animales, todo menos su casa. El niño comenzó a tener hambre y sed. El elefante se había comido todo y como el clima era caluroso, Rodrigo cada vez sentía más sed. Desde muy arriba, se dio cuenta de que no sabía cómo volver a su casa. Lo único que sabía era que su hogar estaba en algunas de esas pocas montañas que se veían a lo lejos. Rodrigo empezó a preocuparse y se preguntó cómo haría para volver solo. Así que después de pensar por un buen tiempo, decidió pedirle ayuda al elefante para que lo alcanzara a la cima de las montañas. Después de una hora y cincuenta minutos, llegó a la primera montaña. Empezó a recorrer el lugar pero allí ni siquiera se veían dos árboles. Llegaron a la segunda montaña, después de media hora. Revisaron pero tampoco y ya se hacía de noche. Por fin en la tercera montaña estaba su casa. 108 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 109 LA GRAN EXPEDICIÓN Santiago Juan Bardi Un día de 1816 se hizo una expedición a las salinas para cargar sal y como a mí me encantaban las aventuras, decidí sumarme a la expedición. En esos años, utilizábamos la sal para conservar los alimentos. Una vez por año, yo acompañaba a mi papá a las salinas para traer sal y venderla. La carreta salió una mañana de septiembre de mucho sol. Yo iba con mis mejores amigos y con mi padre. Ir hacia las salinas en carreta era un programa que me encantaba. La noche antes de salir hacia las salinas, Roberto, mi padre, se había enfermado de culebrilla. El viaje fue muy duro para él porque se sentía muy mal y no existían remedios para curarlo. Estuvimos viajando por más de un mes. Yo me había hecho cargo de la expedición, ya que mi papá no mejoraba. Desde la carreta, se veían por el camino grandes árboles, tierra, pasto, madera y muchas cosas más. Un día de octubre, un grupo de indios con lanzas nos capturaron ¡Teníamos un miedo! Yo pensaba que nos había atrapado porque habíamos ocupado su territorio. El lugar donde vivían los indios estaba lleno de chicos, carpas y fogatas para cocinar la comida. Apenas llegamos, nos miraban con gran curiosidad. Parecía que nunca habían visto blancos. Mi papá se sentía cada vez peor. Pero uno de los indios lo curó con yuyos y pastos. Nosotros nos sentíamos muy agradecidos. Así nos dimos cuenta de que los indios eran buenos. A los pocos días nos liberaron. Nosotros les regalamos un caballo para agradecerles. DE LINCOLN A BUENOS AIRES Felipe Barrial Un día yo estaba en mi cuarto mirando televisión con mi hermano, cuando mi mamá y mi papá nos dijeron que nos iríamos de Lincoln a Buenos Aires. Teníamos que dejar la ciudad donde vivíamos porque en la Capital había mejores trabajos para mis papás. Mi hermano y yo nos sentimos muy tristes. En Lincoln yo 109 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 110 podía salir con mis amigos, ya que no había tanta inseguridad y la vida era mucho mas tranquila. No había tantos ruidos ni tráfico. La gente se conocía y era muy amable. Antes de irnos nos quedamos tres días en la casa de mi amigo. Lo pasamos muy bien, pero llegó el momento de partir. Armamos las valijas, nos despedimos y partimos en tren rumbo a Buenos Aires. No disfruté para nada el viaje. Por fin llegamos a la nueva casa. Era grande y espaciosa, pero yo seguía triste. En el colegio, a mis nuevos compañeros no les gustaba cómo hablaba. Yo sentía que éramos muy diferentes. Ellos escuchaban otro tipo de música, nos gustaban cosas diferentes. Un día en un recreo, les mostré a mis compañeros mis trucos con skate en rampas. Todos se sorprendieron mucho. Con el tiempo yo les fui enseñando y así todos salíamos de paseo para andar en skate. Ellos me llevaron a Mc’ Donalds, al shopping, a conocer los cines grandes y altos edificios. A los diez regresé a Lincoln y me quedé para siempre allí. Cuando me convertí en un adulto, conseguí una esposa de nombre Marta. Era muy linda y vivimos para siempre allí. Pero siempre recuerdo a mis queridos amigos de Buenos Aires. UN NIÑO DE BRASIL Fernando Cabral Carlos había nacido en Brasil hacía diez años. Él vivía en Florianópolis que es un lugar muy lindo porque todo el año tiene un clima cálido. Hay muchas playas con arena muy fina y limpia, agua verdosa y tibia, y con olas grandes para barrenar. Allí pasaba la mayor parte del tiempo nadando. Un día sus papás le dijeron que se tenían que ir a Buenos Aires. El papá era abogado de una empresa y lo habían trasladado a Argentina. Carlos se puso a llorar porque en Florianópolis tenía muchos amigos y había vivido muchas experiencias alegres y apasionantes: había viajado en crucero, volado en parapente, remado en canoa y había tomado clases de surf. Luego de unos días armó su equipaje. En sus valijas puso toda su ropa, un Nesquik de su país, que era el más rico de todos, una almeja 110 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 111 como recuerdo de la playa y un collar de plata, que le había dado su profesor de surf. Cuando despegó el avión sintió tristeza porque se separaba de sus amigos y de la playa. Al llegar a Buenos Aires, Carlos se apenó por la Argentina, por la basura que vio en el Riachuelo y en el Río de la Plata. En la Capital, alquilaron un departamento de dos ambientes, en Recoleta. El barrio le parecía muy cerrado porque había muchos edificios de departamentos que le tapaban el cielo. El clima de la ciudad le pareció demasiado frío, tuvo que acostumbrarse a usar abrigos. Él estaba muy triste porque no tenía la playa cerca. Los fines de semana se quedaba encerrado en su casa para no tener malas experiencias, no salía a la calle porque tenía miedo a los ladrones. Los chicos de su escuela se burlaban de él porque hablaba en portugués. Hasta que un día se fue de campamento con sus compañeros y conoció Mar del Plata. Se parecía a Florianópolis por la playa, pero tenía más edificios. Allí le pudo mostrar a sus amigos lo bien que surfeaba y fue entonces cuando empezaron a respetarlo. Descubrieron que era un buen chico porque les enseñó a surfear en esas playas. Allí barrenaron las olas y comieron churros al atardecer. Una de esas tardes estaban barrenando, cuando uno de ellos casi se ahoga. El sol caía en el horizonte y no lo podían sacar del agua. Carlos tomó su tabla y lo buscó. Lo encontró atrapado en un arrecife. Trató de sacarlo, pero cuando estaba por lograrlo, comenzó a quedarse sin aire. Trató de tranquilizarse y a los pocos minutos, lo pudo sacar. Regresaron nadando a la orilla. Con el chico al que salvó se hicieron tan amigos que se invitaban todos los días a la casa para jugar y empezó a dejar de extrañar su antigua vida. DOS PUEBLOS EN MI VIDA Diego Calp Yo vivía en un pueblo muy grande que se llama San Francisco. La vida allí era divertida, linda y fácil porque sus habitantes eran muy simpáticos, cariñosos y buenos. Además había pasto muy verde, arroyos y lagunas transparentes, y palmeras y árboles. 111 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 112 Un día de otoño mamá y papá me dijeron, durante la cena, que nos íbamos a ir a vivir a San Pedro porque en San Francisco había una larga sequía y se secaban los cultivos y se morían de sed los animales. Me sentí muy triste porque quería mucho a mi pueblo y no tuve tiempo para despedirme de él. Al día siguiente fuimos a un minipuerto. Jamás había volado en avioneta. Me sentía contento porque me parecía más divertido que viajar en tren. Después de estar tres horas viajando, vi un río y me di cuenta de que había olvidado las cañas de pescar. Cuando llegamos a San Pedro, fuimos a la casa donde íbamos a vivir. Era grande y linda. Sentí tranquilidad porque yo pensé que íbamos a estar mucho tiempo buscando un hogar. Los primeros días tenía vergüenza porque era nuevo en el colegio, pero poco a poco logré hacerme muchos amigos. Mi vida en San Pedro era aburrida porque no había mucho para hacer. Solo había tierra y el arroyo estaba contaminado. Pasaron los años y conocí a una linda chica. Me casé y tuve trece hijos y veintiséis nietos. Viví muchas aventuras porque descubrí que San Pedro no era como yo pensaba cuando era chico. Fui muy feliz pero nunca me pude olvidar del pueblo donde nací. Por eso, cada verano voy con mi nieto favorito a recordar la hermosa infancia que viví allí. RAYO RADIACTIVO Ezequiel Campos Soria Un superhéroe llamado Rayo Radiactivo tenía el poder de tirar rayos contra sus enemigos. Había nacido en otro mundo, en Tripta, donde había radioactividad. Rayo Radiactivo era bueno y generoso. Luchaba contra la maldad de la ciudad. Todos lo querían porque salvaba a la gente. Llegó a nuestro mundo en el año 2000 porque su planeta estaba siendo atacado por los trit, que podían absorber la energía de las cosas que tocaban. Un caluroso verano, durante una fuerte tormenta, estaba vigilando la ciudad desde el edificio más alto cuando cayó un rayo y se electrocutó. El superhéroe no estaba lastimado, pero había perdido todos sus poderes. 112 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 113 Se dio cuenta de que ya no podía seguir luchando y se sintió triste. Sus amigos superhéroes lo veían tan mal que le dieron sus superpoderes. Rayo Radiactivo podía correr a toda velocidad y volar, era muy fuerte. Aprovechó que ahora podía volar y regresó a Tripta y con sus nuevos poderes derrotó a los trit. Entonces, los habitantes de su planeta lo curaron para que recuperara el poder de tirar rayos. Contento regresó a la Tierra y les devolvió los superpoderes a sus amigos. Juntos luchan por el bien de su ciudad. UNA VIDA DE DUENDE LLENA DE AVENTURAS Agustín Capelli Un otoño lluvioso, en un pueblo llamado Malibú, comenzó un gran tornado que arrasó con todas las casas de madera y se llevó a todos sus habitantes, con excepción de un duende que apenas vio que el cielo se ponía negro, se escondió en la esquina de un sótano. El duende estaba triste y aburrido porque no tenía amigos con quienes jugar y hacer travesuras. Entonces, decidió buscar a su familia en los pantanos de Florida porque pensó que el tornado los podría haber llevado hasta allí. Una nueva tormenta arrasó árboles durante su viaje, pero él pudo salvarse porque se tiraba al suelo cuando soplaba fuerte el viento y se aferraba al pasto. Caminando entre los árboles que habían quedado, vio humo y se acercó para averiguar mejor qué era. Descubrió un campamento en el que estaban otros duendes que habían sobrevivido al tornado. Lamentablemente ninguno era su familiar pero se sintió feliz porque había encontrado a alguien de su misma especie. Se instaló en el campamento y conoció a Rebeca, una duendecita que era linda y amable. Se enamoraron y se casaron. Juntos hicieron que el pueblo de duendes creciera cada vez más. Y aunque el duende nunca logró encontrar a sus parientes, vivió feliz porque había formado otra familia. 113 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 114 LAS AVENTURAS DEL ELEFANTE BARBOL Tomás Checchi Un domingo a la tarde invité a Marcos, mi mejor amigo, al zoológico. Cuando llegamos al lugar de los elefantes, me trepé a un árbol y al ver a uno me caí del susto. Era más grande de lo que me imaginaba. El elefante me levantó con su trompa y me invitó a subir a su lomo. Con un poco de miedo pero ganas de tener una aventura, acepté la invitación. De repente, Barbol, el elefante, y yo empezamos a elevarnos y en pocos minutos estábamos volviendo. Desde allí arriba podía ver a las personas, casas, autos y todo lo que nos rodeaba, muy muy chiquitos. El clima era fresco, soleado y con algo de nubes. Al volar sentía algo de miedo pero al mismo tiempo diversión. Luego de unos minutos, llegamos a un bosque y bajamos a tierra porque Barbol tenía hambre. Caminamos un rato y vimos una carpa cerca. Tocamos la puertita y apareció “Mini máximo”, un científico loco que nos convidó con unas frutas del bosque. Invitamos a “Mini Máximo” a dar un paseo con nosotros. Mientras volábamos, apareció una cigüeña con un bebé. Me entregó el bebé y se marchó. Era muy chiquitito y tenía el pelo negro. Yo estaba muy contento porque me gustan mucho los niños. Entre los tres decidimos entregárselo a una familia para que lo adopte y lo cuide bien. Pero no conocíamos ninguna. Entonces fuimos volando hasta un pueblo y allí aterrizamos. Pensamos en tocar las puertas de algunas casas para encontrar una buena familia. Vimos una casa con grandes juegos en el jardín y al tocar la puerta nos encontramos con una señora con cara de buena persona. Nos dijo que adoraba a los bebés y apenas le mostramos al que traíamos, él sonrío. Nos dimos cuenta de que en esa casa no había otro niño. Ella nos dijo que quería cuidar del bebé y ser su mamá. Nosotros aceptamos dejárselo y nos fuimos volando. Yo me sentía muy feliz de haberle encontrado una linda familia que lo adopte. Los tres regresamos al bosque donde nos despedimos del científico y luego volvimos al zoológico donde me esperaba Marcos, mi mejor amigo. 114 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 115 EL MONSTRUO QUE CONSIGUIÓ UN CUERPO HUMANO Pablo Enrique Hearne Hace mucho tiempo un monstruo que se llamaba Lionel Hierro quería saber si existía alguien parecido a él. Sus piernas eran de hierro, muy parecidas a la base de la Torre Eiffel y su habilidad era hablar con los animales. El monstruo vivía en una laguna, escondido de la gente. Un día preguntó a todos los animales del lago si conocían a algún monstruo igual a él, porque se sentía muy feo y solo. Necesitaba un amigo, alguien que le explicara por qué era así. Casi todos le dijeron que no, que tal vez en la ciudad encontraría al alguien como él. Entonces, Lionel decidió ir ahí para encontrarlo, tenía esperanzas. Lo malo de todo esto era que tenía que atravesar el bosque encantado para llegar a la ciudad. Allí había unos árboles que se movían y con sus ramas jugaban con las distintas partes del cuerpo de Lionel. Tiraban de sus brazos, de sus piernas y de su cabello. Él se sentía aterrorizado. Quería correr pero no podía porque estaba desarmado. Los árboles que eran muy sabios le hacían preguntas y luego de cada pregunta que respondía bien, soltaban las partes de su cuerpo. Lionel respondió todas las preguntas bien y así recuperó sus piernas y sus brazos. Inmediatamente se alejó de estos extraños árboles. Caminó hasta que se cruzó con un campo de flores de todos los colores. Tenían un delicioso aroma. Lionel se acercó para olerlas y se desmayó sobre el suelo. Cuando se despertó estaba atado con una soga, boca abajo. Un mago barbudo lo había tomado prisionero. Tenía un sombrero azul con estrellas y una capa roja. Llevaba puesto un tapado verde. El mago le prometió convertirlo en un ser más lindo, pero a cambio Lionel debía realizar una peligrosa prueba: ir patinando hasta una meta, esquivando rocas rodantes. El monstruo deseaba tanto ser más lindo, que se animó. Empezó a patinar, siguiendo la dirección y los movimientos de las rocas que pasaban a su lado. Así fue como logró llegar a la meta. El mago cumplió con su promesa y le dio a Lionel un cuerpo humano. El monstruo feliz regresó a la laguna con sus amigos. 115 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 116 EL MONSTRUO Y EL CIENTÍFICO LOCO Santiago Lago Un científico loco se sentía solo y se le ocurrió una idea para un experimento: hacer un monstruo. Lo hizo y de la felicidad que sintió por haberlo logrado se desmayó arriba de los experimentos. Con la caída, empujó dos tubos de ensayo encima de su creación. Como consecuencia, al monstruo le salieron dos cabezas y un brazo. Al verlo, el hombre se asustó mucho porque era muy extraño y feo. Pero el monstruo resultó ser bueno. El científico lo llamó Dos Cabezas. Los dos vivieron juntos por muchos años en el laboratorio. El científico lo quería mucho porque se divertían juntos, jugaban a las escondidillas, a la mancha, al gallito ciego y al cuarto oscuro. Pero el juego favorito del pequeño monstruo era asustar a la gente. Con el paso de los años, el científico comenzó a envejecer y a preocuparse por su creación. El monstruo nunca se había manejado solo y si alguien lo descubría podría ser muy peligroso. La gente podría pensar que él era malo y hacerle daño. Un día el científico se enfermó. El monstruo muy asustado por su creador salió a la ciudad a pedir ayuda. Pero él nunca había estado en la ciudad. Allí había muchos ruidos que lo asustaban, gente que al verlo gritaba y salía corriendo y miles de autos que andaban a toda velocidad. Él estaba muy triste, si no se curaba el científico no sabría qué sería de él. No entendía por qué la gente corría así al verlo, pero decidió seguir caminando en busca de ayuda. Caminó y caminó hasta que anocheció. Cansado se sentó a descansar, hasta que de repente apareció un hombre que parecía no temerle. El hombre también era un científico y lo miraba con curiosidad. Así el monstruo se animó y le contó que el científico estaba enfermo. El hombre se ofreció a ayudarlo y los dos fueron al laboratorio y allí con remedios lo curaron. El monstruo se sintió alegre y feliz de ver bien a su amigo. UN CAMINO HACIA LAS SALINAS Santiago Morelli Como todos los años, yo acompañé a mi papá a las salinas a buscar sal. En esa época, la sal no se vendía en el supermercado y 116 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 117 había que hacer un largo viaje para conseguirla. En ese momento la usábamos para conservar la carne. En la noche para acompañarlo a mi papá para ir a las salinas, preparamos las carretas. Invité a mis dos amigos, uno se llamaba Chango y otro Pipita. En una madrugada fría, después de preparar alimentos y bebidas, partimos. Mientras nos dirigíamos a nuestro destino, disfrutábamos de las estrellas y la Luna. Ya llegando, de repente, Pipita y Chango se empezaron a pelear. Pipita decía que había escuchado un sonido y Chango le gritaba y le decía que era mentira. Entonces, como mi papá y yo habíamos escuchado caballos galopando, les tiramos una cantimplora con agua en sus caras para que hicieran silencio y pudiésemos escuchar bien. Vimos que se acercaban unos indios hacia donde estábamos nosotros. Para que no nos atacaran les dimos nuestra comida y así logramos que se alejaran. Después vimos que pasaban unos soldados que estaban de expedición por allí y para que estuviéramos a salvo nos llevaron a los cuatro a un campamento. En el campamento había soldados que buscaban a las personas que estaban en el camino para protegerlas de los indios. Allí descansamos y como ya no teníamos alimento, los soldados nos repartieron lo que tenían. Así recuperamos fuerzas y a la mañana siguiente seguimos nuestro camino. Luego de un par de días de viaje, llegamos. El lugar tenía el suelo completamente blanco y tenía huecos. Mi papá, muy distraído, se cayó en uno de ellos. Él se estaba hundiendo hasta que yo me tiré al agua y lo ayudé a salir. Tomamos la sal y retornamos el camino de regreso. En el camino estaban unos soldados que nos acompañaron hasta la ciudad. LA MUDANZA Marcos Otero Un niño llamado Marcos vivía en Inglaterra con su papá y su mamá. Ellos tenían una casa linda e iluminada con recuerdos de todo el mundo. A ellos les gustaba viajar por diferentes países en el verano. Todas las tardes Marcos jugaba con sus compañeros de clase después del colegio. A él le encantaba jugar a la mancha con ellos en 117 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 118 la plaza del barrio. Tenía nueve años y también le gustaba saltar a la soga con todos sus amigos. De un día para el otro, el papá consiguió trabajo y dijo a toda su familia que empacara para mudarse a la Argentina. Marcos se fue enojado a su cuarto. Con tristeza, la familia empacó todo en cajas. Marcos estaba amargado y no quería hablar con el papá. Estaba muy enojado, tan enojado que ni siquiera aceptó la pelota de fútbol que le quería regalar. Y era una de las buenas. Cuando llegó el avión a Londres, partieron los tres. Al llegar a la Argentina, lo primero que vio fue el Obelisco y pensó que la ciudad de Buenos Aires era muy fea y que estaba contaminada y completamente descuidada. Pero a los pocos días conoció la cancha de Huracán y le encantó. Luego conoció el Botánico, la Casa Rosada y la Catedral. De repente sintió mucha felicidad. Buenos Aires también era muy linda. En el colegio, él sintió mucha vergüenza frente a sus compañeros. No sabía hablar bien en español y se sentía muy solo. Un día a un compañero de clase se le perdió el sacapuntas y Marcos lo ayudó a encontrarlo. Pero el chico ni le agradeció. Luego, en el recreo este mismo compañero se estaba peleando con otros. Él fue y lo ayudó. Así fue como consiguió su primer amigo argentino. Desde ese día, se hicieron grandes amigos. Poco a poco se acostumbró a vivir en Argentina y vivió feliz allí junto a su nuevo amigo. JUAN Y LOS INDIOS Juan Martín Pérez Manghi Había una vez un chico llamado Juan. Los papás y el hermano iban a ir a una expedición a las salinas para buscar sal. En esos tiempos, se usaba la sal para que la carne no se ponga fea. El papá le dijo a Juan que no podía ir con ellos porque era chiquito y ese era un viaje muy peligroso. Cuando los papás y el hermano mayor se estaban por ir, Juan se escondió en la carreta. Luego de unas horas de viaje, el papá escuchó un ruido en la carreta y vio a Juan escondido. Se enojó y lo retó. Pero ya no lo podía dejar porque estaban muy lejos. 118 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 119 En el viaje, Juan vio todas las flores y los lagos con agua transparente. Él estaba muy contento. Cuando estaban por llegar al pueblo unos indios le tenían una trampa preparada y la carreta quedó atrapada en un pozo. Los indios llevaron a la familia de Juan a la tribu. Juan y el hermano mayor tenían miedo. El lugar era muy lindo, tenía chozas, algunas cuevas y fogatas. El cacique de la tribu quería un esposo para su hija. Ella se llamaba Aili. Era linda, tenía pelo negro y ojos verdes. El hermano mayor se enamoró de la hija del cacique. Con el paso de los días, descubrieron que tenían muchas cosas en común. Salían a cazar juntos, iban a pescar y salían a caminar a la tarde. Pocos días después se casaron y fue toda la familia al casamiento del hermano mayor de Juan. Así fue como se unió una familia de indios con una familia de blancos. LA CRISIS Thiago Quesada Llovía muy fuerte. A pesar de la lluvia de Santa Rosa, Dante estaba en su casa con sus amigos organizando una enorme fiesta para celebrar su cumpleaños número dieciocho. ¡Al fin había terminado el colegio! ¡Iba a poder vivir solo! Apenas había comenzado la fiesta, abrió la puerta su hermano Virgilio e interrumpió la diversión. Tenía cara de enojado y sus ojos mostraban furia porque estaba celoso de Dante que tenía tantos amigos. Como estaban peleados y Virgilio era agresivo, Dante quiso evitar que alguien saliera lastimado. Le preguntó qué quería para que se fuera rápido. Virgilio le dijo que quería arruinarle la diversión para que se sintiera tan aburrido y solo como él. Aunque no lo había invitado a su cumpleaños, sintió tristeza por él y lo dejó entrar. Pero Virgilio no estaba convencido totalmente de quedarse y divertirse, quería arruinar a su hermano estropeando su fiesta. Primero pensó en arruinar la comida. Le puso sal a las frutillas con crema, cambió las bebidas… Pero lo peor de todo fue que cambió las velas de la torta por bengalitas y cuando las encendieron, Dante se quemó la cara. 119 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 120 Los amigos trataron de ayudarlo buscando agua y le pusieron hielo. Pero la cara le quedó negra. Dante sospechó de su hermano. A pesar de eso, cuando se recuperó, una semana después, buscó su dirección en una guía telefónica y lo fue a buscar muy enojado. Cuando llegó a la casa, tocó el timbre pero no le abrió la puerta. Entonces la derribó y vio que no había nadie. Revisando la casa, descubrió un problema más serio. ¡Su hermano estaba loco! Estaba fabricando un arma nuclear. Dante tenía un problema: no podía denunciar a su hermano porque iría preso, pero tampoco podía dejar que destruyera la ciudad. Llamó a sus amigos por teléfono para pedirles ayuda. Mientras pensaba cómo detenerlo, entró Virgilio. Dante lo trató de convencer, pero su hermano no le hizo caso. Y entonces empezaron a pelear. Virgilio tomó un arma y cuando estaba por matarlo, llegaron los amigos de Dante. Como se distrajo, lograron atraparlo. Dante llamó a la policía pero llevó a su hermano a su hogar. Le hizo sentir como si fuera suya la casa y Virgilio cambió de actitud y se amigó con su hermano. TOTO Y SUS AVENTURAS Máximo Raggio Toto cumplía nueve años. Su papá, para el cumpleaños le había hecho una casa en el árbol. Él siempre había soñado con una casa arriba de un árbol porque le encantaba ver el paisaje desde allí y jugar a ser explorador. Entonces su papá le preparó una sorpresa mientras Toto veraneaba en la casa de su abuela. Cuando el niño volvió, se encontró con una casa construida en la copa del árbol y su papá le gritó: - ¡Sorpresa! Toto, muy contento, entró a la casa y la recorrió. Era grande y colorida. Se puso a cantar una canción llamada “Monkey banana” y al decir “banana” las paredes se convirtieron en palmeras, los muebles en animales y como se lo imaginan ¡la casa del árbol, en una jungla! Había árboles, animales y lianas por todos lados. Toto quería salir de la jungla pero no sabía cómo, entonces le 120 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 121 preguntó a un cocodrilo cuál era la salida. El cocodrilo le dijo que debían salir por la guarida de los leones. Toto caminó y caminó hasta llegar a la guarida. Cuando al fin llegó, los leones le rugían sin dejarlo pasar por ahí. A Toto se le ocurrió agarrar una liana y atar a los leones. Pudo salir de la jungla y la casa del árbol volvió a su normalidad. Toto nunca más volvió a cantar esa canción. El papá de Toto, preocupado, lo abrazó. El chico le contó todo lo que le había ocurrido y los poderes que tenía la casa. Los dos se tomaron de las manos, cantaron una canción en francés. A los pocos segundos aparecieron en París. Desde ese día, los dos usan la casa para recorrer el mundo. EL ENCANTAMIENTO DEL MAGO Juan Cruz Romero En un otoño lluvioso en la gran ciudad, un mago festejaba el cumpleaños de su única sobrina. Iba a ser en el campo, pero lo festejaron en su casa porque llovía demasiado. Entonces el tío mago fue a entretener a los amigos de su sobrina Maia. Los chicos estaban ansiosos esperando su llegada. Saludó a los niños y les explicó que haría un truco en el que él quedaría detenido en el tiempo por treinta segundos. Pero algo salió mal y frenó el tiempo dejando congelados a todos los espectadores. Él no quedó atrapado en el encantamiento. Se abrieron portales y el mago entró a uno que lo llevó al futuro, cinco meses hacia adelante. Apareció manejando en un auto en la ciudad. Los semáforos no andaban, pero él manejaba sin problemas. Hasta que unos hombres cruzaron la calle y los atropelló. El mago se bajó rápidamente para ayudarlos. Estaban heridos, en una crisis de vida o muerte y encima eran sus amigos. El mago frenó el tiempo nuevamente y apareció otro portal en el que él entró y llegó al presente. El tiempo seguía detenido. Hizo el truco al revés y el tiempo comenzó a correr. Entonces, siguieron celebrando el cumpleaños hasta que terminó. Tres meses después sacó su licencia de conducir. No manejaba mal el mago. Pero cuando se acercó la fecha del accidente, dejó de conducir porque no quería lastimar a nadie. 121 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 122 ALGUIEN COMO YO Iván Sartirana En un shopping vivía Fachermus, un monstruo que se sentía solo y diferente al resto porque su aspecto horrorizaba a la gente. Sus brazos eran alpargatas. En un pie llevaba una bota y en otro una zapatilla. Su torso era una cartera y tenía cabeza de gato. Nadie lo comprendía ni aceptaba. Cuando él aparecía, la gente gritaba y huía. Un día, Fachermus decidió salir de la tienda donde se escondía e ir a pasear por la ciudad. Pero mientras caminaba hasta la salida del shopping la gente se asustaba por su apariencia. Todos corrían y se metían dentro de los locales. Era un caos. El monstruo estaba desalentado. Cuando llegó a la calle se encontró con una multitud de personas que caminaban apuradas. Cruzó rápidamente la avenida. Pero al verlo, la gente se asustó y empezó a correr. Los conductores salieron de sus autos y huyeron. En pocos minutos, la calle se había convertido en un lío. Fachermus se entristeció y siguió caminando. Pensó en ocultarse, pero esto no le serviría porque no podría encontrar a nadie que lo quisiera y aceptara. Lo que no sabía era que la policía estaba detrás de él. A los pocos minutos, lo arrestaron. El monstruo se sentía desesperanzado. Cuando llegaron a la comisaría, él se convirtió en el centro de la atención de todos. La gente intrigada, entraba y salía de la cárcel solo para verlo. Pasó dos o tres días encerrado, hasta que una noche, Fachermus golpeó con un fierro de su cárcel al guardia, le sacó las llaves y así pudo escapar. El adefesio salió de la prisión y se dirigió a un lugar seguro para pasar la noche. Decidió esconderse en un basurero, ya que ahí no iba a pasar nadie. El lugar era asqueroso, lleno de mugre y olor. Fachermus estaba enojado, no entendía por qué la gente no lo aceptaba. Cansado, se recostó sobre una montaña de basura. De repente escuchó un ruido de un carrito. Era un linyera que estaba allí buscando comida entre la basura. El monstruo al verlo se asustó, tenía miedo de que el hombre gritara y la policía lo volviera a atrapar. Decidió advertirle que él no era lindo y pedirle que no se asustara. Fachermus despacito se apareció frente de él. El hombre puso cara de asombro pero no gritó. Él le dijo que se sentía solo y que la gente se asustaba de él. El hombre también le 122 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 123 contó su historia y que se sentía tan solo como él. Le prometió que lo ayudaría a encontrar un monstruo parecido a él. Fachermus prometió ser su compañero y amigo. UN VIAJE A JUJUY Matías Young Christiansen Una noche Matías estaba en su casa cuando sus padres le dijeron que no podían pagar el agua ni las cuentas, entonces se tenían que ir a vivir a Jujuy. Allá los abuelos de Matías les prestarían una casa con todo, gas, agua, etc. Matías se sintió muy triste porque él vivía en Buenos Aires donde tenía muchos amigos. Pensó en llevarse recuerdos de la ciudad. En su valija puso una foto con todos sus compañeros en el día de su cumpleaños, una pequeña estatua del Obelisco y una bandera de su equipo de fútbol. Él amaba el deporte y su club. Se fue muy pero muy triste. Cuando faltaba poco para llegar, al tren en el que iban se le rompió una parte de la vía. Entonces se demoró, tardaron más de un día en llegar. Cuando llegaron a Jujuy, Matías tenía mucho miedo, no conocía a nadie y pensaba en sus amigos, a quienes extrañaba. Todo era diferente para él, los cerros, las personas vestidas con coloridos ponchos, los paisajes rodeados de tierra y pasto, no había edificios sino pequeñas casas. Todo había cambiado. Pero pasaron algunos días y participó de muchos torneos que se organizaron en el colegio. Matías fue a Tilcara donde había una competencia de fútbol, rugby y resistencia. Enseguida, se anotó para participar. Se armaron equipos con alumnos de diferentes grados. Así él pudo conocer muchos chicos y hacerse nuevos amigos. Al regresar a su casa, Matías abrió la mochila donde había guardado los recuerdos de Buenos Aires. Se puso mal. Se dio cuenta de que a él le gustaban los dos lugares y eso lo hizo sentir nervioso. Pero descubrió que en las vacaciones podía visitar a sus amigos de la ciudad, mandarles cartas y chatear por la computadora. Eso lo tranquilizó y así pudo tener dos grupos de amigos, unos porteños y otros jujeños. 123 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 124 UN VIAJE EN UNA ESCOBA Ana Alvez Peña En la selva, un duende llamado Panquecito vivía en una casa de hojas y lianas. Era chiquita, pero él vivía feliz porque era cómoda y le gustaba. Una mañana primaveral, se empezó a aburrir y quiso pasear por la ciudad. Cuando estaba yendo hacia allí, se encontró una escoba voladora. Miró para arriba y vio en el árbol un sombrero que se movía. Trepó a las ramas y se encontró con un mago. Le preguntó por qué estaba allí y él le contó que se le habían terminado los poderes y su escoba había chocado contra el árbol. El mago le pidió un poco de savia de árbol para reparar la escoba y el duende lo ayudó. Como el duende fue bueno, el mago lo ayudó a llegar a la ciudad en escoba. UN MONSTRUO EN BUSCA DE UNA AMIGA Victoria María Amadeo Había una vez un monstruo llamado Chaco. Él habitaba en las afueras de una gran ciudad, escondido de la gente. Aunque era muy agradable, los humanos le temían porque era diferente a los demás. Su pelo era largo y azul, sus piernas eran de diferentes colores, uno de sus brazos era muy chiquito y su cara amarilla tenía granos. Él vivía en un circo junto con otros monstruos que trabajaban de payasos. Había nacido en un hospital, pero cuando sus parientes lo conocieron, salieron corriendo del susto. Por eso, se tuvo que criar solo, con su mamá. Pasaron los años y Chaco se sentía solo porque su madre se había muerto y la gente seguía asustándose de él. Chaco quería ver si había alguien en el mundo que quisiera ser su amigo porque los del circo tampoco lo querían. Un día salió a caminar por la ciudad para ver si encontraba a alguien como él. Era la primera vez que se animaba a dejar el circo y conocer el mundo. Luego de caminar un buen rato, llegó a la ciudad. Al verla, se quedó impresionado de todos los ruidos y movimientos. Pero, aunque estaba rodeado de gente, se seguía sintiendo solo. Entonces Chaco siguió caminando distraído y chocó con Lola. 124 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 125 Era una súper heroína que volaba con su capa mágica. Su ropa era verde y amarilla, su pelo era cortito y de color naranja. Chaco, inmediatamente se disculpó y Lola le preguntó por qué tenía esa cara. Él le contó que se sentía solo. Lola se sintió mal por él. Le contó dónde vivía y de qué trabajaba. Ella vivía en una casa de superheroínas y trabajaba salvando al mundo. Entonces Chaco le preguntó si ella tenía algún amigo. Lola después de pensar un buen rato le contestó que no. Ella solo tenía mujeres heroínas. El monstruo le dijo si quería ser su amiga y Lola aceptó. La cara de Chaco cambió totalmente y se puso muy contenta. Los dos felices se fueron a conocer la ciudad. Todas las tardes salían a volar juntos por la ciudad de Buenos Aires. LA MUDANZA Sofía Barchi Bulló Hace tres años, yo vivía en Brasil y me costó aceptar irme de ahí. Les voy a contar mi historia. Yo me llamo Guadalupe y me dicen Guada. Vivía en Brasil con mi familia. Éramos mi hermano, mis papás y yo. Cuando tenía doce años me tuve que ir porque a papá, el más trabajador de la empresa, lo transfirieron a París. En Brasil mi vida era muy linda. Me divertía mucho. Iba a la playa todas las tardes a la salida del colegio porque me quedaba de paso. La playa allí tenía el agua cristalina y calentita. La arena era suavecita y blanca. Mis amigos también iban allí. Yo tenía muchos amigos, ellos me querían y yo también a ellos. Mis mejores amigas se llamaban Joaqui y Cande. Juntas salíamos a pasear y en la playa juntábamos caracoles y hacíamos castillos de arena. Éramos muy amigas, como hermanas. El día que me tenía que ir, las tres nos escapamos hacia la playa. Como no quería irme a otro país, decidí esconderme. Caminamos y caminamos hasta que nos escondimos cerca del muelle para que nadie nos viera. Al día siguiente, yo pensé que para mi papá ese viaje era muy importante. Entonces decidí volver pero me di cuenta de que estábamos perdidas. Nos habíamos ido tan lejos que, sin darnos cuenta, 125 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 126 habíamos llegado a la selva. El lugar era muy oscuro, tenía muchas plantas y había muchos animales diferentes. Las tres nos sentíamos muy asustadas. Teníamos miedo de que aparecieran animales salvajes. Escuchábamos ruidos que venían de las palmeras y de los arbustos. No sabíamos qué hacer. Por suerte ya era de día y veíamos mejor. Pero estábamos muertas de sed y de hambre. Caminamos hacia el centro de la selva, donde nos encontramos con una laguna. Era grande y su agua era transparente y fresca. Nosotras la bebimos, desesperadas. De repente escuchamos ruidos de un helicóptero. Miramos hacia el cielo y había uno con mi papá y una guardavidas. Así nos rescataron y nos llevaron a casa. Al final me fui a París, y no fue tan terrible como yo había pensado. Ahí conocí la torre Eiffel, visité museos y aprendí francés. Pero luego de dos años, a papá lo volvieron a transferir. Yo estaba feliz de regresar a Brasil para encontrarme con mis antiguas amigas. LAS AVENTURAS DE GUADALUPE Y SU HERMANO Guadalupe Casá Un día de otoño, en el jardín de mi casa, le pedí a mi papá que me regalara para mi cumpleaños algo hecho con sus propias manos. Él tuvo la idea de hacerme un caleidoscopio. Más tarde, envuelto en un papel dibujado con regalitos me entregó mi regalo. Era un caleidoscopio que mostraba las estaciones del año y cómo serían los días. Me indicaba si ese día habría sol, nubes o llovería. Cuando estrené el regalo, veía tan de cerca el otoño que de repente ¡Bum! Caí rodando dentro del caleidoscopio. Unos minutos más tarde mi hermano vio el caleidoscopio tirado en el piso, miró por él y se reunió conmigo. Los dos nos sentíamos muy raros, recorrimos el lugar para ver cómo sería vivir allí dentro. Se podían ver muchos árboles sin hojas y se podía sentir un fuerte viento sobre nuestras caras. En el camino nos encontramos con unos cuantos bichitos dentro de una canasta que llevaba un enanito vestido de jardinerito. Cuando él nos vio, se asustó y salió corriendo porque le parecíamos muy grandes. Los bichitos cayeron de la canasta. Eran muchos y saltaban queriendo decirnos algo. Me agaché para preguntarles qué me querían 126 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 127 decir. De cerca parecían hormiguitas, casi ni se veían. A los gritos nos invitaron a su casa. Con mi hermano aceptamos y fuimos caminando hasta que de repente vimos una cueva. El lugar era muy extraño, de afuera era diminuta pero al entrar era gigante. Allí había sillitas para los bichitos y camitas hechas de paja. De repente comenzamos a sentir un fuerte temblor. Era mi papá que estaba agitando el caleidoscopio. Los bichitos se asustaron y se aferraron a nuestras piernas para no caer. Todo comenzó a girar, hasta que mi hermano y yo caímos en mi casa. Los bichitos ya no estaban con nosotros. Nuestros papás nos preguntaron preocupados dónde habíamos estado y cuando nosotros les contamos, no nos creyeron. Decidimos con mi hermano guardarnos esta aventura como secreto. LA MAÑANA DE MI CUMPLEAÑOS Manuela Durañona La mañana de mi cumpleaños nos fuimos temprano al campo para festejarlo allí. Cuando llegamos, mi papá me preguntó qué quería para mi cumple. Yo le dije que me encantaría tener una casa en el árbol para poder jugar con mis amigas. Mientras me estaba preparando para ayudar a mi mamá a cocinar la torta de cumpleaños, me asomé a la ventana y vi la casa en el árbol ya terminada. Estaba hecha de madera, tenía plantas y ramas que la sostenían. Salí corriendo y me subí. Adentro era mucho más grande de lo que parecía. Tenía una cocinita con cacerolas de juguetes y un cuarto lleno de muñecas. Cuando me asomé por una de las puertas pude ver una hamaca hecha con una rueda y una larga escalera de madera. Quise bajar y me quedé atrapada entre las ramas. De repente, algo me pinchó en el brazo y grité, pero nadie me escuchó. Empecé a achicarme hasta llegar a tener el tamaño de una mano. Todo se veía grande, yo tenía miedo de que algo cayera sobre mí. Pasó cerca una hormiga. Era enorme, yo sentí mucho miedo de que me atrapara, pero ella me miró y siguió su camino. Por mi baja altura me costaba mucho caminar sobre el pasto. Comencé a perder el equilibrio y no me podía sostener. Mi perro me vio, pero no me reconoció y comenzó a cavar hasta que me enterró en 127 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 128 un pozo. Cuando abrí los ojos me encontré rodeada de muchas hadas. Ellas eran de mi tamaño e incluso había unas más chicas. Llevaban puesto un vestido y zapatitos hechos con flores de colores. En sus manos tenían una varita mágica. Les conté lo que había sucedido y les pedí ayuda para volver a mi tamaño y así regresar a mi casa. Ellas decidieron ayudarme, pero a cambio me pidieron vivir en mi casa del árbol. Yo acepté. Una de ellas tomó la varita, dijeron unas palabras mágicas y así recuperé mi tamaño normal. Yo cumplí con mi promesa y las llevé a mi casita del árbol. UN MONSTRUO NO QUERIDO, PERO CON FUTURO Candelaria Echechuri Sapoca estaba caminando por las calles de una gran ciudad cuando una bruja llamada Clara lo transformó en un monstruo. Su aspecto cambió totalmente. Ahora tiene una cola larga y puntiaguda. Su cabeza es igual a la de un sapo, sus ojos son saltones y su lengua es larga y finita. Lleva alas en la cintura que le permiten volar a una baja altura por el bosque. Su cuerpo es de color verde y negro, similar a la ropa de un detective. Esto le permite a Sapoca esconderse y camuflarse entre las hojas. Sapoca vive en un pantano con todos sus amigos monstruos. Se tuvo que ir de la ciudad porque la gente le temía. Todos los días sale a buscar comida. Se alimenta de monstruos más chiquitos con sabor a salchicha y moscas con sabor a peperoni. Su comida favorita es el corazón de pulpo. Se siente muy solo y quiere conocer a alguien que lo quiera y lo comprenda. Extraña su vida como humano porque entonces tenía muchos amigos. Por eso se propone un desafío: enfrentar la ciudad y buscar su identidad. Cuando llega a la ciudad, toda la gente sale corriendo. Algunos se meten debajo de la mesa, otros se tapan con almohadas, otros se trepan a los techos y algunos se toman un taxi o colectivo que pasa cerca. Solo una persona se queda ahí, Lula. Ella parece no temerle. Lo ve muy solo y siente que tiene que ayudarlo y permanecer siempre a su lado. Lula es una superheroína. Tiene el pelo naranja y un traje de 128 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 129 color verde y amarillo con una “L” en su pecho. Ella es muy buena y tiene un corazón enorme. Siempre ayuda a los demás. Luego de conocerse, se quedan conversando y él le pregunta si se quiere casar con él. Ella responde enseguida que sí, descubre que él es feo pero es bueno. Sapoca le pregunta si quiere ir con él al pantano donde están sus amigos que también necesitan de una superheroína. Ella acepta y juntos se alejan de la ciudad. EL SUEÑO DE COCORACO Milagros Epelde Calcagno Había una vez un monstruo llamado Cocoraco. Él era muy raro y diferente a los demás porque era una especie de dinosaurio. Tenía la cabeza enorme y el cuerpo extremadamente chiquito. Vivía frente a una laguna lujosa en la que se reflejaban los rayos del sol. Cuando estaba triste y se sentía solo, se sentaba al lado de la laguna y miraba su reflejo. Su sueño era conseguir a alguien que lo cuide y lo mime. Cocoraco decidió irse a otro lugar a buscar amigos. Se preparó la mochila con comida, fruta, bebidas y cucharas, y empezó su aventura. Caminó, caminó y caminó, hasta que llegó a un lugar muy extraño. Allí había un par de hadas, muchas mariposas y animales raros. Cocoraco se sentía muy diferente. Estaba contento de estar en otro lugar, pero tenía miedo porque él nunca había salido de su laguna y no conocía seres como ellos. Por eso, decidió seguir su camino. Se dio cuenta de que ahí, al lado suyo, había una laguna como la de enfrente de su casa. Se acercó y vio que en sus orillas había muchos indios. Esa era la ciudad de los indios llamada “Callamacatacachoca”. La gente vivía en carpas hechas con palos y pieles de animales. Los indios estaban preparando un fuego para poder calentarse y las mujeres estaban lavando la ropa en el lago. Había unos niños jugando con unas ramas como si fueran espadas. De lejos vio una india lavando la ropa junto a otras mujeres. Le llamó la atención. Apenas la vio, le gustaron sus dos trenzas largas y sus ojos verdes como las hojas. Se acercó y le empezó a hablar. Cocoraco le contó su historia. La india se llamaba Shara y se dio cuenta de que él era bueno y amable. Como no tenía donde pasar la 129 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 130 noche, le ofreció una carpa. A la noche el monstruo tenía frío y se sentía raro, salió de la carpa vio el cielo estrellado y se calmó. Desde ese día, la india lo trató a Cocoraco como una mamá porque vio que él estaba solo y se sentía desprotegido. La india Shara había podido ver en el monstruo lo más importante. Cocoraco era feo, pero también era bueno y la trataba muy bien. Él se sentía feliz al ver que alguien lo aceptaba y quería como era. PANCHO Y SU CASA Luz Gaischuk Era una mañana primaveral en el bosque secreto. Solo los duendes lo podían ver porque quedaba dentro de un hueco de un viejo ombú que había en la plaza de la gran ciudad. En este bosque vivía un duende llamado Pancho. Era flaco y muy inteligente. El tenía una familia muy pero muy numerosa. Y un día tuvo un gran problema: se le incendió su casa de paja porque hacía mucho calor. Llamó a los bomberos y lograron apagarla, pero la paja estaba toda quemada y húmeda. Y entonces se hizo una nueva casa con la ayuda de sus alumnos duendes. VICKY, ANA Y LOS INDIOS María Victoria Heine El año pasado me desperté a la mañana con un olor rico a leche con galletitas. Desayuné con mis papas y me fui al pueblo Konagua a comprar sandías. Cuando regresé, vi muchas carretas. Corrí rápido hasta la puerta y avisé esto a mis padres. Mamá y papá me explicaron por qué había tantas carretas ¡Había una expedición a las salinas! Todos los años, partía un grupo hacía el norte para recoger sal. La sal se usaba mucho para conservar comida. Yo también quería ir, siempre había querido conocerlas. Empecé a pedirles si podía ir pero ellos decían que no porque a las mujeres no se les permitía realizar esas actividades, solo a los 130 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 131 hombres. Mi papá sí iba, entonces comencé a pensar. Se me ocurrió una idea: disfrazarme de varón. Me preparé, me puse la ropa vieja de mi tatarabuelo y en la cabeza un sombrero bien grande que me tapaba la cara. Así me fui a dormir. A la mañana siguiente, salí de la casa y corrí a la carreta. De pronto me encontré con mi amiga Ana, también vestida como hombre, que sabía de mi idea y quería venir conmigo. La caravana partió y nosotras nos dormimos en la parte trasera de la carreta. En un momento se detuvo y todos bajaron a tomar mate y a descansar al costado del camino. Nosotras nos quitamos los disfraces sin que nadie nos viera. En un momento, en medio del desierto, aparecieron unos indios. Ellos parecían ser fuertes y rudos. Vestían taparrabos y en la cabeza tenían una bincha con una pluma. Llevaban flechas y tenían los cachetes pintados de rojo. Nos capturaron y nos llevaron hasta su tribu sin que mi papá se diera cuenta. Era un lugar extraño. Dormían en carpas hechas con piel de animales y había mujeres cocinando en fogatas. Las indias tejían en telares y los chiquitos jugaban arriba de los árboles. Apenas llegamos, todos empezaron a mirarnos con cara de curiosidad. Nos miraban el pelo, la ropa y nuestras pulseras. Cuando cayó la noche, todos se fueron a dormir a sus carpas, menos dos chicas que susurraban mientras miraban nuestras pulseras. Entonces se me ocurrió una idea: darles nuestras pulseras a cambio de que nos liberaran. Ellas aceptaron y nos soltaron. Corrimos un buen rato hasta el camino. Allí a lo lejos vimos la caravana. Cuando mi papá nos vio, nos retó. Estuve un mes castigada pero feliz de estar de vuelta con mi familia. EL SUEÑO MÁS LARGO María La Rosa Hace un año, un mes, dos semanas, tres días, trece horas, treinta y seis minutos y dieciséis milésimas de segundos me comí una media luna muy rara. Tenía un gusto que no conocía y era muy ácida. Comencé a sentirme muy mareada y me fui a recostar a mi cama. Al despertarme vi que yo era un hada que llevaba puesto un vestido celeste, unos zapatos blancos y una varita. Mientras volaba, 131 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 132 choqué con un globo y caí encima de una cosa gris con forma de montaña y me desmayé. Me despertó un bombero con un casco dorado con penacho. Llevaba en sus manos una manguera a lunares y un hacha brillante como la Luna. Yo era chiquita como una oruga y cuando me subí al casco del bombero vi que esa cosa gris era un elefante llamado Dailan Kifki que volaba por el aire. Cuando el bombero sintió que algo caminaba sobre su casco, me tomó con sus manos y me vio bien de cerca. Gritó porque se dio cuenta de que yo era un hada y se asustó. Para él no existían. Yo miré hacia abajo y vi muchas cosas chiquitas. Hacía mucho frío allá arriba. Empecé a hablar con el bombero para que no me tuviera miedo. Él me miraba con cara de susto. Dailan Kifki empezó a hacer señas y ruidos que no entendíamos, pero cuando miramos hacia atrás vimos un viento con hojas que se acercaba con mucha velocidad. Yo me sujeté bien fuerte de la mano del bombero y él le dijo al elefante que volara más rápido. El animal siguió un camino de nubes hasta alejarse de las hojas. El bombero me pidió que mirara hacia abajo para ver si reconocía el lugar. Desde lejos pude ver una casa que me resultaba conocida. ¡Era la casa de mi tío! La reconocí por su color naranja y por su entrada. Dailan Kifki aterrizó sobre el jardín y yo me bajé y toqué el timbre. De repente escuché un grito que decía “¡María, despertate!”. Abrí los ojos y era mi mamá. Ya era hora de ir al colegio. Pensé que yo seguía soñando pero cuando llegué a la clase de Matemática me di cuenta de que el sueño había terminado. En el recreo les conté mi aventura a todas mis compañeras. EL MALABARISTA Y LA EQUILIBRISTA Joaquina Maurette Francisco, un joven lindo de ojos marrones y pelo castaño, era un malabarista. El circo era su hogar porque allí se sentía parte de una familia. La carpa era grande, con muchos asientos y muy colorida. A él le gustaba vivir ahí. 132 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 133 Cuando terminaba la función, Francisco disfrutaba ir con la equilibrista a comprar un helado a la heladería del pueblo porque estaba enamorado de ella. Era joven y linda como las estrellas que brillan mucho. Una tarde, Francisco estaba haciendo su show cuando, de repente, se distrajo al ver a la equilibrista y se le cayeron todas las pelotas al piso. El público empezó a tirarle tomates. El malabarista se sintió triste porque pensó que seguro lo iban a echar. Y el jefe lo echó. Como no tenía dónde vivir, la equilibrista le ofreció que viviera con ella y él aceptó. Agarró sus cosas, las puso en la casa de su amiga y fue a buscar trabajo. Y consiguió un puesto de peluquero. El primer día de trabajo, cortó mal el pelo porque estaba ansioso. Entonces lo despidieron. Fue a buscar otro y de vuelta lo despidieron. Después regresó al circo a preguntarle al jefe si podría seguir trabajando ahí y le contó que estaba enamorado de la equilibrista, que por eso se había distraído. Entonces, el jefe sintió pena y lo perdonó. LA MEJOR CITA Verónica Mazzinghi Iba caminando por la calle Florida para visitar a mi prima Mechi. Era un día cálido aunque había algunas nubes. Cuando llegué, vi que en su casa había una multitud de gente, camiones, autos y bicicletas que paraban en la puerta de su casa. Quería saber qué pasaba porque sabía que su familia era grande pero no tanto. Me asusté porque también había policías y ambulancias. Creía que le había pasado algo grave a ellos. Pregunté qué pasaba pero nadie me contestaba. Traté de entrar a la casa pidiendo permiso pero por la multitud no podía. Cuando logré acercarme a la puerta mi tía me condujo hasta el patio donde camarógrafos, periodistas y fotógrafos le sacaban fotos a un bombero. También había un elefante. Yo me sorprendí muchísimo y le pregunté a mi prima qué había pasado. Ella me explicó que esa mañana se había levantado, cambiado y salido al jardín. Miró hacia arriba y vio un elefante con alas, que bajaba hacia ella. Cuando se fijó bien, vio que lo montaba un bombero. Justo pasó un fotógrafo y los vio. Le empezó a contar a todos sus colegas y así se llenó de fotógrafos y camarógrafos. 133 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 134 Cuando vi al elefante me asusté, pero él me sonrío y yo no tuve más miedo. Entonces Mechi me preguntó si podía sacar a Dailan Kifki, ese era el nombre del animal y al bombero de la multitud. Acepté y los ayudé distrayendo a las personas. El bombero me agradeció. Me preguntó si quería ir a volar con ellos. Le dije que sí y le avisé a mi prima. Dailan Kifki empezó a volar bien alto y yo me sentía libre y liviana. El hombre todo el tiempo gritaba porque se ponía nervioso, el elefante parecía que iba a chocar. En un momento el animal paró y yo me asusté. No entendía qué había pasado. Me agarré bien del bombero, me asomé un poco y vi unas enormes orejas grises. Me acerqué un poco más y vi la cara de Dumbo que lo estaba saludando con la trompa. Se pusieron a charlar un largo rato, creo que dos o tres horas. Luego miré mi reloj y llegaba tarde a la cita con mi novio. Le avisé al bombero. Pero cuando él le avisó a Dailan Kifki, no quiso irse. Nos pusimos a pensar cómo convencerlo y a cambio de llevarnos de vuelta le ofrecimos sopita de avena. El animal aceptó y nos llevó de regreso. Pasamos a buscar a mi novio y lo llevamos a volar en elefante. Fue la mejor cita que tuve. EL MAGO Y EL MONSTRUO Carolina María Menéndez Hace mucho tiempo un mago vivía en la selva. La jungla era grande, linda, peligrosa y tranquila. El mago tenía cien años. Su barba era larga y blanca. Un día el mago estaba haciendo magia y sin querer hizo un monstruo negro, con dos ojos verdes, cola de pato y tres dedos con garras muy afiladas. Se parecía a un lagarto El monstruo empezó a destruir todo lo que miraba y a matar a los animales con bolas de fuego ¡Hasta podía matar elefantes! El monstruo lo hacía porque tenía mucha pero mucha hambre. ¡Y el mago no sabía qué hacer! El monstruo no paraba de comer y el mago seguía sin saber cómo solucionar el problema. De repente, el monstruo paró de comer. El mago había hecho un hechizo que lo transformó en bueno y lo obligó a hacer caso para siempre. 134 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 135 Gracias a eso el mago tuvo un compañero y al mismo tiempo un ayudante. LA HISTORIA DE MI INFANCIA Delfina Obejero Les voy a contar la historia de mi infancia. Yo vivía en el campo con mi papá y mi mamá. El campo era muy chiquito pero lindo. Me podía divertir construyendo hamacas y a veces, podía relajarme y sentirme tranquila. Todos los días había que cosechar el girasol, plantarlo y regarlo. Yo vivía muy feliz hasta que un día me tuve que mudar porque hubo una inundación y se llevó todo. Cuando mi papá me dijo que teníamos que mudarnos, me sentí muy triste, con ganas de llorar. Iba a extrañar el paisaje y mucho más… Para no extrañar el campo, me llevé una foto de mi familia cosechando, una ramita de trigo y la única ropa que se había salvado de la inundación. En el tren solo dormí, comí y recorrí los vagones. Al llegar a la estación, caí rendida en el banco más cerca de la estación del tren del que me bajé. Cuando llegué al hotel, mi papá y yo hicimos una guerra de almohadas. Antes de dormirme en mi nuevo hogar, le prometí a mi papá que cuando tuviera una hija regresaría al campo de visita. UN GRAN CAMBIO Juana Peroni Hace tres años tuve que dejar Buenos Aires y me tuve que mudar a Los Ángeles porque a mi papá había conseguido trabajo allá. Buenos Aires era grande, linda y colorida. Sus habitantes eran gentiles y maravillosos. A mí me encantaba vivir allí porque estaba el Parque de la Costa, mis amigas, el colegio y un montón de cosas más. Me encantaba mi casa y toda la gente que conocí ahí. Hasta que un día mi papá me dijo que lo habían trasladado a una ciudad de Estados Unidos. Yo me quedé sorprendida. Fui al cole, 135 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 136 agarré mis cosas y les dije a todas mis amigas. Ellas empezaron a llorar porque me iban a extrañar. Comenzó el viaje y ya nos alejábamos de Buenos Aires y yo empecé a llorar. Cuando el avión aterrizó en Los Ángeles, me encontré con un aeropuerto grande y moderno. Todo bastante diferente a lo conocido. Nos instalamos en una casa hermosa y cómoda. En el primer día de colegio, yo me sentía entusiasmada de conocer a mis nuevos compañeros. Al llegar, vi que el colegio era enorme y tranquilo. Sus patios eran coloridos y lleno de juegos. Cuando entré a la clase, me di cuenta de que yo no hablaba tan bien inglés. Al principio me costó mucho el colegio, me iba mal en las materias y no hablaba con nadie en los recreos. Estaba sola y me pasaba caminando de acá para allá sin hablar con nadie. Pero con los días me hice amiga de una chica llamada Lucía. Ella sabía castellano e inglés porque también venía de Buenos Aires. Así que me ayudó mucho a aprender y a acostumbrarme a esta nueva vida. LA AVENTURA DEL LORO Candelaria Reinoso Taccone Cierto día, en el año 1777, un grupo de hombres se preparaba para ir a las salinas. Estaban al borde del camino, a las afueras de Buenos Aires. Su objetivo era conseguir sal y con ella poder hacer charqui, comida muy común en esa época. Allí había unas cuantas carretas con muchas cosas y una de ellas era una jaula con un loro. Este loro tenía bellas plumas de color rojo y verde. Pero él no sabía que las utilizaban para salvarse de los indios. Después de un rato de cargar las cosas en las carretas, partieron a las salinas. En la noche, un grupo de indios apareció. Estaban montados a caballos. Eran grandes, altos y fuertes. El indio mayor del grupo se acercó y extendió la mano como pidiendo algo. Parecía que había que dar algo para que los dejaran pasar. Los hombres no tenían miedo porque ya en otras excursiones a las salinas se habían topado con esa misma tribu y ellos siempre pedían algún obsequio. Los hombres sacaron la jaula de la carreta y se la entregaron 136 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 137 a los indios. El loro dormía, por eso no se dio cuenta de que los indios se lo llevaban. Al despertar, se asustó porque estaba en una tribu desconocida. Cuando los indios se habían dormido, el loro abrió la jaula con sus patas y se escapó. Sin darse cuenta, entró a la carpa de una familia de indios. El loro empezó a chillar y despertó a todas las personas. Los indios buscaban el lugar de donde provenía el ruido. El loro desesperado salió de la toldería y todos comenzaron a correr para atraparlo. Voló hasta un árbol y se escondió entre las hojas. Al día siguiente, el loro salió del árbol y se fue a un lago cerca de la tribu para beber agua. Se posó en la orilla y tomó mucha agua, tanta agua que se cansó y se durmió. Una pequeña india fue a jugar al lago y se encontró con el loro de hermosas plumas. Lo agarró y lo llevó para mostrárselo a su mamá y preguntarle si se lo podía quedar. La mamá aceptó y desde ese día, el loro y la niña se quisieron mucho. Así al loro, nunca le quitaron las plumas ni lo lastimaron. UN AVIÓN DE PAPEL Catalina Ruiz Magadán En mi cumpleaños, mi papá me regaló un avión de papel. Mi hermano me pidió permiso para jugar con él y yo le dije que sí. Inmediatamente se largó a llover. Había rayos y truenos. Mi hermano tiró un avioncito que salió volando por una de las ventanas abiertas. Un rayo lo tocó y lo convirtió en un pájaro que se cayó porque no sabía volar. Yo lo vi y lo agarré. Lo entramos a la casa de mi abuela y lo secamos con la toalla. El pájaro subió algunas escaleras. Comencé a buscarlo, pero como no lo encontraba y grité: “Vení pájaro”. Luego le puse como nombre Ramiro y le enseñé a volar. Aprendió casi en la primera vuelta. Le hice una jaula. Coloqué allí una hamaca en la que Ramiro se hamacaba, comida y agua. También le puse unas plantas para que pudiera trepar. Una mañana, el pajarito metió el pie dentro de la jaula y se lastimó. Yo lo agarré y lo llevé a la veterinaria. Allí me dijeron que podían curarlo poniéndole una venda. Al día siguiente el pajarito ya estaba curado. Puse un piso de madera para que el pajarito no se volviera a lastimar. Por las mañanas lo ponía en el piso para que jugara 137 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 138 conmigo. Más tarde le puse una pajarita como compañía. Con el pasar de los días los dos hicieron un nido y tuvieron hijos. Vivieron con nosotros en la casa de mi abuela hasta el día de hoy. LA EXPEDICIÓN QUE NO PUDO LLEGAR A DESTINO Milagros María Sosa Reboyras Una tarde de invierno de 1901 estaba jugando a la pelota, en la calle, con mis vecinos. Tenía diez años y era curioso e irresponsable. Cuando terminé de jugar y regresé a casa, vi cerca de mi hogar una carreta que me llamó la atención. Era diferente a las demás porque tenía las ruedas más grandes y fuertes. Sentí curiosidad y me trepé a la carreta para ver a dónde iba y averiguar qué tenía adentro. Había botellones de agua, mucha comida, carpas, bolsas para dormir y lanzas. De repente, la carreta se empezó a mover. Podría haber saltado pero no lo hice porque quería averiguar a dónde iba. Me oculté en un baúl para que no me vieran y salí cuando alguien habló y sentí que esa voz la conocía. Era Agustina, mi mejor amiga, que se estaba yendo a una expedición con su tío Pancho. Iban las Salinas Grandes a buscar sal. Ella se alegró al verme, pero el tío se preocupó porque sus padres no sabían que estaba allí. Estaban a punto de llegar pero como ya era tarde, pararon para comer y dormir. Los indios nos estaban espiando detrás de los arbustos. Cuando el tío y Agustina estaban durmiendo, vinieron a capturarme porque era el que estaba despierto. Me llevaron a su refugio y me ataron en un árbol. Yo había participado en mi pueblo en una competencia de nudos y cuando se fueron a dormir, me desaté y me fui escabullendo en los arbustos hasta la carreta. Al llegar, estaba muy asustado y le conté todo a Agus. Como estábamos aterrados, regresamos a Buenos Aires. Al ver a mi familia, les conté lo que había vivido y me retaron mucho. Le dije a mi padre que siempre había querido ir a las Salinas Grandes y me prometió que cuando fuera grande me iba a llevar. Cuando yo ya había cumplido dieciséis años, lo cumplió. 138 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 139 EL ELEFANTE VOLADOR María Agustina Sposato Una tarde de verano estaba leyendo el libro Dailan Kifki en mi cuarto. Mientras lo leía apareció una manchita en la cabeza del elefante que estaba dibujado en mi libro. Me sorprendí porque la manchita había aparecido en forma repentina. Traté de quitarla frotándola con el dedo. De repente todo empezó a girar y los colores se mezclaron. Yo me sentía muy rara y confundida. De pronto sentí que estaba sentada sobre algo raro. Me fijé y no lo podía creer. ¡Era el elefante Dailan Kifki del libro que estaba leyendo! Levanté la vista y me encontré con un bombero. Al verme se presentó y me dio la bienvenida. Desde allá arriba podía observar a todos los protagonistas de la novela que yo estaba leyendo. Me sentía muy confundida de estar volando sobre un elefante. Cuando yo voy al zoológico veo elefantes pero nunca voladores. El día era muy soleado pero estaba por anochecer. De pronto apareció una bandada de pájaros que no nos dejaba pasar, por lo cual Dailan Kifki empezó a subir hasta que tocamos las nubes. Luego de la bandada, el animal logró bajar y continuar su rumbo. De repente comenzó a llover muy fuerte y las alas de Dailan Kifki se comenzaron a deshacer. Yo me sentía medio asustada porque como estábamos a muchos metros del suelo pensé que nos íbamos a caer. Pero no, porque con lo inteligente que era el bombero, había traído alas de repuesto. Luego bajamos a un refugio hasta que parara de llover. Yo tenía mucho miedo pero el bombero me dijo que me calme, que todo iba a estar bien. Cuando paró de llover, el bombero le colocó las alas a Dailan Kifki y seguimos vuelo. Como salió un sol radiante, el bombero no podía ver nada. Pero por suerte llegamos sanos y salvos. Los personajes del libro me invitaron a comer. Yo acepté con mucho gusto aunque sentía un poco de vergüenza. Al terminar la comida, saludé a todos, agarré mi libro, toqué la manchita negra y volví a mi casa. Cuando llegué, le conté a mi familia mi aventura arriba de un elefante y a ellos le pareció todo medio loco. Pero en realidad pasó. 139 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 140 LA EXPEDICIÓN Regina María Trezza El 2 de julio de 1810, era un día soleado en el pueblo. Ese día era mi cumpleaños, cumplía nueve años. Mis regalos fueron una soga, un cuchillo y un perro al que llamé Escot. Desde ese día nos volvimos inseparables. A Escot y a mí nos gustaban mucho las aventuras, íbamos al bosque o cazar. La pasábamos muy bien juntos. Una tarde, teníamos mucha hambre y vimos comida en una carreta que estaba en la calle del pueblo. Como estaba detenida y no había nadie dentro, nos subimos los dos y comimos mucho hasta que nos quedamos dormidos. Pero sin que nos diéramos cuenta, la carreta arrancó y nosotros seguíamos durmiendo atrás. Después de varias horas en la carreta, desperté. ¡Qué susto me di cuando descubrí que la carreta había arrancado y ya estábamos muy lejos! Escuché a unos hombres hablar y me sorprendí. Iban a comer, ¡Y me iban a descubrir! Me escondí en un cajón con Escot. Los hombres abrieron el cajón y nos echaron. Nos quedamos solos y asustados a mitad del camino. Escuchábamos muchos ruidos. Eran indios fuertes y grandes que llevaban flechas. Me capturaron a mí porque el perro se fue corriendo. Me llevaron empujándome con un palo, yo no podía parar de llorar del miedo que tenía. Lloré tanto que me encerraron para que no molestara más. Pero a unos doscientos metros estaba Escot, que con su olfato me encontró. Apenas lo vi me alegré mucho. Le señalé mi bolsillo y le hice gestos para que me ayudara a sacar mi cuchillo. Él me obedeció y así pude desatarme los pies que tenía atados con unas sogas. Con el cuchillo, corté las cañas de mi celda y escapé. Caminé y caminé hasta que llegué a un pueblo cercano al mío. En un palenque vi unos caballos ensillados, me subí a uno y galopé hasta llegar junto a mi familia. Nunca más me quise ir de allí. UNA AVENTURA BUENÍSIMA Josefina Velarde Una mañana yo me desperté muy cansada en mi cama. El día anterior había tenido una fiesta de cumpleaños de una amiga. Fui a 140 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 141 fijarme si mi árbol estaba sanito porque le tenía que poner unas gotitas especiales para que creciera más fuerte. Entre sus ramas vi trepado a un elefante. Era muy grande, con unas orejas gigantes y una pequeña trompa. En la boca tenía una cartita que decía: “Hola, soy Dailan Kifki. Yo vivía en un zoológico, pero no me querían. Entonces me echaron. Quieren que me cuides.” Empecé a acariciarlo y confió en mí. Me agarró de la cintura con su trompa y me puso en su lomo. Comenzó a volar con las orejas y subió y subió. Yo veía a todos chiquitos y sentía cosquillas en la pancita. Estaba asustada y me reía. Después de un rato de estar volando, se desató una tormenta. El cielo se llenó de nubes negras y comenzaron a caer gotas de lluvia. Yo intentaba decirle a Dailan Kifki que teníamos que regresar. Pero él continuaba volando. En el cielo se estaba formando un tornado y este nos arrastró con mucha fuerza. Todo giraba y me dolía mucho la cabeza. Cuando terminó la pesadilla, estábamos en la copa de un árbol atrancados entre las ramas. Una persona nos vio y llamó a los bomberos. Cuando llegaron, pusieron la escalera y un bombero que se veía muy cansado, me agarró y me bajó. El problema era cómo bajar al elefante. Llamaron a un helicóptero para ponerle un chaleco y engancharlo, y así lograron bajarlo. Esta idea funcionó pero… ¿cómo íbamos a encontrar mi casita? Me puse a llorar porque extrañaba mi hogar. Entonces, el bombero me vio y ofreció llevarme a mi casa en su gran camión rojo. Volando en el helicóptero, colgado del chaleco iba Dailan Kifki. A lo lejos, nos despedimos de él y el bombero me dijo que lo llevarían a África para que viva en su hábitat. 141 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 142 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 143 QUINTO grado ¡¿CUÁNTOSCUENTOSCUENTAQUINTO?! ALUMNOS Y ALUMNAS DE 5º GRADO MARÍA GARCÍA SANTILLÁN MAESTRA DE PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 143 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 144 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 145 ROMANCE DEL MAR Y LA ARENA Mateo Caranti El caracol vio a la arena y le pareció morena. Llegó el mar y lo empezó a salpicar. El agua, muy sonriente, hacía reír a la gente que caminaba por el puente, disfrutando el sol caliente. La arena divertida, al mar invitó a cenar un plato de algas y almejas y lo logró enamorar. El mar abrazó a la arena y la acarició con las olas, y cuando se separaron le regaló un collar de perlas. AVENTURAS CON UN PINCEL Guido Nicolás Carullo Caminaba por la calle hacia el colegio cuando me encontré con un pincel que tenía pelos de plata y mango de oro. Lo tomé y en ese mismo momento, dibujé mi casa sobre una pared. Cuando toqué el dibujo, aparecí de regreso en mi cuarto. El lugar estaba en orden, pero algo me pareció raro. Tomé el pincel y me dibujé en un enorme barco. Aparecí allí. De repente, el cielo se puso negro, las olas comenzaron a crecer y se desató una terrible tormenta. El barco no paraba de moverse. Entonces, agarré el pincel y sobre el piso de madera del barco, dibujé mi casa. Cuando abrí los ojos, estaba recostado en mi cama. Eso me tranquilizó. Después de descansar un rato, decidí irme a Hawai a surfear. 145 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 146 Tomé mi objeto mágico y me dibujé sobre una tabla de surf arriba de gigantescas olas. Pero tuve un problema, las hice demasiado grandes. De tan grandes que eran, no las pude manejar y me caí de la tabla. Nadé hasta la orilla y sobre la arena mojada, dibujé el colegio. Aparecí en mi clase de teatro. El aula se estaba prendiendo fuego, algo se estaba quemando. Mis compañeros estaban asustados, en el fondo de la clase, subidos a los bancos. La maestra había llamado a los bomberos, pero no llegaban. Un chico se lastimó la pierna… Entonces me acordé de que tenía un pincel. Le pregunté a la maestra dónde podía dibujar. Ella me miró extrañada pero igual me dejó dibujar sobre el banco. Hice una enorme manguera y así apagué el fuego. Todos me agradecieron. EL BILLETE PERDIDO Joaquín Casá Papá había apoyado un billete de $100 sobre la mesa y misteriosamente desapareció. En ese momento solo estábamos cerca mis hermanos Tole, Guadalupe, Beltrán, mi mamá y yo. Nos desesperamos porque con ese dinero ese mismo día teníamos que pagar Internet y si no lo hacíamos, iban a cortar el servicio. Se me ocurrió actuar como detective e investigar qué era lo que había sucedido con el billete. Tomé una birome y un papel, y empecé la búsqueda. Escribí una lista de los que estaban en casa. Tole y Beltrán estaban jugando a las compras con billetes, así que los marqué como sospechosos en mi lista. Pero enseguida los taché, ya que cuando me acerqué me di cuenta de que esos billetes eran falsos, eran para jugar. Luego fui al cuarto de mi mamá y le pregunté si ella lo había agarrado y me dijo que no. Pero como buen detective necesitaba pruebas. Le pregunté dónde había estado, a lo que me respondió, que dándose una ducha en el baño. Para comprobarlo fui directo al baño que estaba empañado y encontré su toalla mojada, así que le creí y también la taché de mi lista de sospechosos. Mi principal sospechosa pasó a ser Guadalupe, que se había ido a comprar caramelos. La marqué con una cruz en mi lista. Cuando volvió dijo que se había comprado solo un caramelo y no tenía vuelto. No tenía más sospechosos, no sabía qué hacer, por dónde 146 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 147 seguir. Busqué por toda la casa, pero no lo encontré. Me sentía un fracaso como detective. Y me sentía mal, ya que de grande, quería dedicarme a ese trabajo. Decepcionado, me acerqué al gato para darle de comer. Mientras llenaba su plato de comida, noté que comenzó a tener arcadas. Entonces le metí la mano en la boca para evitar que se ahogara y le saqué un bollo de papel. ¡Era el billete de $100! Se lo había comido porque tenía hambre. Fui entusiasmado a contarle a mi papá. Me felicitó y me dijo: “Vos vas a ser un gran detective”. Juntos fuimos a pagar Internet. EL SECRETO DEL CONTROL REMOTO Juan Bautista De Oto Gilotaux Caminando por un puente, encontré un control remoto. Lo llevé a mi casa. Traté de probarlo con mi televisor, pero no servía. Lo tiré al piso y de repente, todo se paralizó. Sorprendido, miré todos sus botones. Salí a la calle y me di cuenta de que el mundo estaba quieto. Con un botón podía pararlo y con el otro lo ponía en movimiento. Me acordé de las noticias que había escuchado a la tarde. Decían que los animales del zoológico se habían escapado. Con el mundo paralizado, puse a todos los animales de vuelta en sus jaulas. Apreté el botón y el mundo comenzó a girar otra vez. Fui a mi casa y me puse a ver el noticiero. Esta vez, contaban que Barcelona, mi equipo preferido, estaba perdiendo tres a uno contra Sevilla. No lo dudé, tomé un avión hacia España y desde el aeropuerto, un tren hasta el estadio. Cuando llegué, el Barcelona seguía perdiendo tres a dos. Apreté el botón y paré nuevamente el mundo. Entré a la cancha e hice que Sevilla metiera dos goles en contra. ¡Barcelona ganó! Fuimos todos a festejar. Yo me sentía muy feliz de estar junto a mis jugadores preferidos. Ya de vuelta en mi país, escuché por la radio malas noticias. Unos ladrones estaban amenazando a mi familia. Entonces, asustado, tomé el control remoto y frené el tiempo. Cuando llegué a mi casa, todo estaba extrañamente tranquilo. Tuve que poner en marcha el mundo para entender qué era lo que estaba sucediendo. Entonces, 147 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 148 escuché ruidos en mi cuarto. Fui hasta allí y vi a los ladrones. Con el control remoto los amenacé y les dije: - ¡Quietos! Logré liberar a mi familia, pero había un problema, había olvidado el control remoto dentro de la casa. Cuando regresé, noté que todo estaba quieto, pero faltaba mi aparato mágico ¡Lo había perdido! Lo busqué por todos lados. ¡Era muy peligroso que los ladrones lo hallaran antes que yo! Pero allí estaba, debajo de mi cama. Lo tomé y corrí a reunirme con mi familia. Escondí el control en una caja con un candado bien grande para que nadie pudiera encontrarlo. Me di cuenta de que era algo muy peligroso si caía en malas manos. LUCAS, EL HÉROE Lucas Dormal Hace más de mil años, un chico de once años, muy pobre, estaba cazando en un bosque muy verde y habitado por muchos animales salvajes. Estaba por atrapar un ciervo grande y gordo, como para alimentar a toda su familia, cuando de repente, cayó del cielo un huevo que lo espantó. El chico, enojado, se acercó. En el huevo se abrió una grieta y de allí salió un pequeño dragón azul. Lucas quiso tocarlo y el dragón le dejó una marca con forma de flecha en su mano. Luego, el dragoncito se hizo cenizas y despareció. El chico, extrañado, regresó a su casa sin haber cazado nada. Al día siguiente, vio a un aldeano borracho que quería golpear a un niño mendigo. Lucas movió su mano y trasladó al niño hacia un lugar seguro para impedirlo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía una fuerza especial. La marca del dragón le había otorgado poderes mágicos. Desde ese instante, empezó a usar sus poderes para hacer el bien. Ayudaba a las familias pobres, como la suya, que no podían pagar los impuestos que exigía el rey. Cierto día llegó a la aldea un malvado mago que destruía todo lo que encontraba en su camino. Lucas lo enfrentó y logró vencerlo. En ese momento, se convirtió en el héroe del pueblo. Todavía hoy se encuentra en la aldea la estatua de bronce que hicieron para honrar a su salvador. 148 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 149 UN RARO ACONTECIMIENTO Juan Manuel Etchemendy de la Serna Un caluroso día, caminaba temprano por las calles de Buenos Aires para disfrutar de la ciudad tranquila. Tenía entonces 10 años. De repente, vi una inmensa y gorda cola verde asomando por detrás de nuestro Obelisco. Tuve miedo, pero la curiosidad me venció y me acerqué con sigilo. Un enorme, gigantesco y colosal dragón verde, estaba justo ante mis ojos. Él estaba de espaldas pero como al moverme pisé una rama, percibió mi diminuta figura. Al verlo voltearse, me caí del miedo. El dragón rugió como jamás había escuchado hacerlo a un animal en mi vida. Su siguiente paso fue abalanzarse contra los edificios. En cada paso aplastaba cuatro autos juntos. ¡Era de verdad, colosal! La gente salía de los edificios gritando y llorando por el miedo. El dragón siguió así hasta llegar a la plaza Vicente López, donde se puso a comer tréboles. Yo era uno de los pocos que había seguido al dragón en su larga y destructiva carrera hasta la plaza. Volvió a rugir, pero luego me pareció escucharlo hablar. Creí que me había vuelto loco. Luego comprendí que yo era el único entre todos que podía entenderlo. El inmenso dragón se fue volando pero yo conseguí encontrar el lugar donde él se escondía. Me acerqué y lo vi. Le hablé y él me respondió perfectamente. Me contó que venía de un reino de fantasía. Allí era conocido como Orff, el dragón de la Montaña Blanca. Había venido a este mundo para salvar a su amigo, un poderoso mago que en su reino era conocido como Galluno. El problema era que lo había secuestrado su malvado hermano y pedía como recompensa cien joyas de plata y trescientos zafiros rojos. Orff también me dijo que el único lugar donde había un tesoro así era en esta ciudad. Curioso pregunté, en qué lugar se encontraban las joyas y Orff me aclaró que enterradas en el cementerio de la Recoleta. Aunque me daba un poco de miedo, decidí ayudarlo. Orff y yo levantamos vuelo del lugar donde se escondía y emprendimos un viaje de cinco minutos hacia el cementerio. Al llegar, me bajó de su lomo. Todo era muy oscuro y tenebroso. Me asusté. Pero había decidido a ayudarlo y juntos comenzamos a buscar las joyas. Después de buscar por horas el tesoro y no encontrar nada, Orff y yo 149 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 150 perdimos las esperanzas. El dragón se sentía muy triste por no poder rescatar a su amigo Galluno. Así que se me ocurrió una idea fantástica. En vez de joyas, pusimos piedras en un saco y lo llevamos hasta el escondite del hermano de Galluno. Él, engañado, tomó la pesada bolsa y liberó al mago. Cuando estaba por abrir el saco, para verificar que allí estuviesen las joyas, Galluno hizo uno de sus trucos de magia y nos hizo desaparecer a los tres. Luego Orff y Galluno se despidieron de mí y por un portal que abrió el mago, regresaron a su mundo. Yo me quedé pensando que esta había sido la aventura más loca y rara que jamás había tenido. UN DRAGÓN EN BUENOS AIRES Bautista Frávega Iba muy tranquilo caminando a la madrugada por la Avenida 9 de julio. Pasaba junto al Obelisco cuando me pareció ver una cola verde alrededor del mismo. Me dije que era un espejismo. Volví a mirar otra vez y seguía ahí. Salí corriendo con mucho miedo. Luego me detuve porque la curiosidad me venció. Me acerqué con cuidado, despacio, despacio. ¡Y lo vi! ¡Era un dragón! Nuevamente salí corriendo porque pensé que moriría. Me di cuenta de que no me había visto y me quedé contemplándolo. Era raro ver un dragón en Buenos Aires. Debía medir unos cinco metros, era verde esmeralda con escamas grandes, ojos enormes y una cola larga, muy larga. Debajo de sus enormes patas se habían producido grandes agujeros y grietas, por su gran peso. De repente se dio vuelta ¡¡y ahí me vio!! Grité de terror, pero nadie podía oírme, ya que era muy de madrugada y todos dormían. Él acercó una pata y me levantó en ella. Grité aún más alto. Me tapó la boca y me dijo que no temiera, que no me haría daño. Cuando me calmé, me contó que se llamaba Orff y que se encontraba aquí porque habían secuestrado a su amigo, Galluno. Le pregunté quién era Galluno y me contó que era un mago de la Montaña Blanca, lugar de donde él venía. Me costaba creerle. Al principio dudé, pero decidí ayudarlo. Orff necesitaba encontrar un tesoro que los secuestradores le pedían para liberar a su amigo. Cuando le dije que lo ayudaría, comenzó a saltar de alegría. A cada salto, se escuchaban gritos y las 150 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 151 alarmas de los autos comenzaban a sonar, se destruían las calles cercanas y también los vehículos. Un poco más tarde, se escuchó un ruido inconfundible, el de la sirena de policía. Ante semejante desastre le pedí a Orff que dejara de saltar y se echara a volar de inmediato. Desconcertado, levantó vuelo. Y yo me fui con él. Le expliqué que la policía cuidaba el orden en la ciudad. Y como él estaba enloqueciendo a los vecinos con sus saltos, lo atraparía para encerrarlo. Nos fuimos a una zona desierta donde acampamos. Le hice todas las preguntas que quería hacerle y la más importante: dónde se suponía que se encontraba el tesoro. A él le habían indicado tres opciones: el Cementerio de la Recoleta, la plaza Vicente López o algún colegio. Opté por el cementerio porque era un buen lugar para esconderlo y porque en las películas los tesoros siempre estaban enterrados en un lugar como ese. Antes de comenzar la búsqueda, decidimos descansar. Orff se durmió enseguida, pero yo tardé, todavía no confiaba plenamente en él. Era un dragón, una bestia a la que no conocía. Finalmente me venció el sueño. Me desperté y él aún dormía. Busqué una piedra y se la tiré para despertarlo, con esas escamas protegiéndolo no le dolería. Miré mi reloj. Era la hora perfecta para partir: las cuatro de la mañana. La ciudad estaría desierta. Fuimos volando al cementerio y aterrizamos en él. Con unos coletazos, Orff se encargó de abrir las tumbas. Pero los esqueletos que había en ellas, comenzaron a levantarse y rodearnos. Como dragón que era, Orff sin perder tiempo expulsó una gran llamarada por su bocota y los convirtió en cenizas a todos, menos a uno. Este parecía más fuerte que los demás, tal vez porque poseía un enorme diamante entre sus costillas. - Ahora es mi turno - pensé, y de un rápido movimiento le arranqué el diamante. El esqueleto cayó de espaldas, inmóvil. De inmediato, como por arte de magia, apareció un goblin. Lo reconocí fácilmente, porque había leído muchos libros sobre esos seres. - ¡Urluk! - exclamó Orff, -¡Devuélveme a mi amigo! ¡Sé que lo tienes! - gritó amenazándolo con darle uno de sus coletazos. Urluk se hizo a un lado y le mostró a Galluno, que parecía muy viejo y tenía una larga barba. El goblin le pidió el diamante a cambio 151 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 152 de su amigo el mago. Yo se lo acerqué y él entregó al viejito, que sonreía de alegría al ver al gran dragón. Pero Orff, no permitió que Urluk se saliera con la suya, estaba cansado de sus maldades, y de una llamarada lo hizo desaparecer. UN AMOR DE NOVELA Juan Ignacio Lutowicz Él la mira y ella suspira. Él la invita a una cita, pero ella se olvida. Ella lo ignora y él llora. Ella se va y él la busca. Ella regresa y él lo festeja. Los dos comparten una romántica cena a la luz de una vela. Y a la mañana siguiente continúan su amor sin ningún temor. Cuando se ven nuevamente, se quieren casar en ese lugar especial. El día de la boda, su amor es tan grande que nada ni nadie los separará. LA HISTORIA DE BAUTISTA EL PODEROSO Bautista Llambí Padilla Un día de otoño, paseaba por el bosque cercano a mi quinta cuando me corté el tobillo con una lata que estaba tirada en el suelo. 152 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 153 Era una lata de gaseosa de la que salía un líquido verde. La agarré y la llevé a mi casa para mostrarle a mi mamá con qué me había lastimado. Cuando me desinfectó la herida, notó que en el corte había líquido verde que había ingresado en mi pierna. Para que no avanzara, me puso un torniquete en la rodilla y me dijo que a la mañana siguiente, me iba a llevar al doctor. Como a mí me gusta armar cosas con objetos descartables, igual conservé la lata. Al otro día, bien temprano, me desperté. Me sentía raro, con el estómago revuelto. El médico me revisó y dijo que nunca había atendido un caso así. Yo tenía ya toda la pierna verde. Por las dudas, me dijo que me vacunara. Al poco tiempo empecé a sentirme extraño, como si algo hubiese cambiado. Mi cuerpo estaba más musculoso, la ropa me empezó a quedar chica. Una mañana, abrí la ventana de mi habitación para ver cómo estaba el día, pero me tropecé y caí al vacío. En lugar de seguir cayendo, comencé volar. Así fue como me di cuenta de que tenía súperpoderes. Me había vuelto muy fuerte y veloz. Mientras volaba, un director de circo me vio y me contrató para trabajar con él. En el primer show, ya me había vuelto muy famoso. Levantaba seis elefantes con una mano y seis con la otra. Luego de tres semanas me hice internacionalmente famoso. Al mes, mi jefe me propuso que en el próximo show enfrentara al mejor hechicero de la historia, llamado Humbor. En la pelea, lo distraje con mi velocidad y le pegué con toda mi fuerza. Él salió volando, pero yo perdí mis súperpoderes. Recién entonces, pensé que si no hubiera abusado de mis poderes usándolos solo para mi beneficio, podría haber ayudado a las personas. Pero ya no podía hacerlo porque físicamente era de nuevo, normal. La ropa me quedaba enorme, mi cuerpo ya no era tan fuerte. Quise probar si podía volar o no y cuando me arrojé por la ventana, me caí y me quebré todo. Cuando me llevaron al médico, me dijeron que tenía que hacer reposo por tres meses y en ese tiempo, decidí que si volvía a tener poderes, los usaría para hacer el bien. Un día de otoño, paseaba por el bosque cercano a mi quinta y me corté nuevamente con una lata con líquido verde, pero en el otro pie… 153 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 154 TONY EN LOS PLANETAS Felipe Maurette Cuando fuera grande, Tony quería ser mago. Él pensaba que la magia realmente existía y como sus amigos no creían lo mismo, lo molestaban. Un día, caminando por la calle, encontró un cajón de madera. Era grande como para guardar un mueble. Tony era fuerte, así que lo ató con una soga y lo llevó arrastrando hasta su casa. Allí lo abrió para ver qué había en su interior y salieron rayos amarillos que se reflejaron en las paredes y en las ventanas. Entró a la caja y vio una luz fuerte en todo el interior. Sintió que estaba en una montaña rusa y luego esa sensación paró. Cuando todo estuvo quieto, salió del cajón y este desapareció. Descubrió entonces que no estaba en su cuarto y tampoco en la Tierra. Había aparecido en otro planeta. Miró a su alrededor y se encontró con un ser extraño. Era alto, de color verde, medía alrededor de cinco metros y hablaba así: “Viribiriviri”. Le preguntó si había visto un cajón, pero ni él entendió a Tony ni Tony lo entendió a él. Empezó a buscar horas y horas, hasta que lo encontró cerca de una cueva gigante. Se metió allí y apareció en el planeta Marte. Vio inmensas dunas, cañones y casquetes polares recubiertos por hielo seco. De allí se fue a Plutón, donde vio rocas y aguas congeladas. Después de recorrer un rato, regresó a la caja y apareció en Júpiter. Allí vio una gran mancha roja y un gigante remolino ¡Era realmente enorme! Asustado por lo que estaba viendo, buscó su caja. Pero esta vez no la encontró. ¡Había desaparecido! Desesperado, empezó a buscar el cajón hasta que recordó dónde lo había dejado y fue hacía allí. Se metió en él y viajó hasta el Sol. Era inmenso y estaba lleno de fuego. Tony se estaba muriendo de calor. ¡No aguantaba más! Hasta que de repente escuchó a lo lejos: “¡Tony! ¡Tony!”. Era su mamá que lo estaba despertando para ir al colegio. Todo había sido un sueño. Aliviado de no estar en el Sol, se fue a vestir para ir al colegio. 154 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 155 LA ARENA Y EL MAR Pedro José Molinario Cuando te veo venir con tus grandes olas, te ves tan elegante que me pongo nerviosa. Con tu blanca espuma tú me refrescas, cuando estoy herida de tantas huellas. Si me siento amargada porque es invierno, tu me acaricias con tu agua azulada. Por eso, a cada instante agradezco tu amor y como si fueran flores yo te regalo mis caracolas. UN CURIOSO CASO Joaquín Mútolo Terzano Mientras dormía, yo, Jack Black, un detective de veinticinco años, escuché el sonido del teléfono. ¿Quién podría ser a esas horas de la noche? Atendí. Era el jefe del GED “Grupo especial de detectives”. Me llamaba para resolver la desaparición repentina de Facundo Serra, un famoso científico. Yo lo conocía a Facundo de la facultad, habíamos estudiado juntos y nos respetábamos mucho. Fui a su casa en busca de pistas. Pero cuando entré, encontré todo desordenado y destrozado. Recorriendo la escena del crimen hallé un pedazo de papel, en el que se encontraban escritas las letras “DR.C”. Lo estudié y pensé mucho. Supuse que era una pista que quiso dejar el científico, con estas iniciales había intentado dar una clave sobre el nombre de su secuestrador. 155 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 156 Siguiendo esa hipótesis, obtuve mis primeros sospechosos: su vecino, el doctor Cripex, su compañero de trabajo, el doctor Crapen y su amigo, el doctor Casá. Sus nombres coincidían con las iniciales del papel. Decidí empezar por interrogar al Dr. Cripex. Cuando le comenté la causa de mi visita y le expliqué lo que había sucedido, me respondió que él a la hora del crimen se encontraba haciendo terapia, ya que intentaba superar la reciente muerte de su abuelo. Hablé con su psicóloga y confirmó los hechos. El Dr. Cripex decía la verdad, era inocente. Cuando fui a casa del Dr. Crapen lo encontré muy nervioso. Ellos eran amigos, habían sido compañeros en la secundaria y actualmente, trabajaban juntos. Se anticipó a mi pregunta y me explicó que se encontraba muy nervioso porque unos hombres lo acababan de amenazar telefónicamente con hacerle daño. Igualmente, a la hora del secuestro del científico, él se encontraba con un paciente trabajando. Pedí los datos del paciente y verifiqué la información. El Dr. Crapen también parecía inocente. Fui a la casa de mi último sospechoso, el Dr Casá. Me hizo pasar y me convidó un té. El lugar estaba silencioso y sumamente limpio y ordenado. Impecable. Como si lo acabaran de limpiar, pues se sentía ese olor a productos de limpieza. Se me ocurrió que quizás habían limpiado tanto para ocultar las evidencias. Observé con detenimiento el lugar, lo hice con disimulo para no alertar al sospechoso. En eso, encontré la prueba que necesitaba: una cana. El Dr. Casá era muy morocho y Facundo ¡extremadamente canoso! Me dirigí hacia el baño, de donde provenían extraños gemidos. Abrí la puerta y allí estaba atado y amordazado el pobre científico. Lo estaba desatando, cuando vi por el espejo que el Dr. Casá estaba a punto de golpearme con una llave inglesa. Logré esquivarlo y lo desmayé pegándole con mi arma. No lo iba a matar porque quería que cumpliera su condena en la cárcel. Luego de meses de interrogarlo sobre el motivo del secuestro, confesó que lo había hecho porque el Dr. Facundo había descubierto la fórmula para la cura de una importante enfermedad. Él quería apropiársela, ya que valdría una fortuna y se convertiría en el doctor más famoso del mundo. Pero eso, por suerte, le sucedió al verdadero doctor, al Dr. Facundo Serra. 156 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 157 EL CASO DEL MILLÓN Felipe Augusto Palacín Diez de diciembre. París, Francia. Soy el detective Felipe Palacín. Hasta el año 2005 fui policía de la ciudad, luego me ascendieron. Una noche, a las diez, me encontraba en la oficina con mis compañeros de trabajo, Felipe y Juan, cuando sonó el teléfono. Atendí. Llamaban del Banco más importante de Francia pidiendo nuestra ayuda. Me intrigó saber por qué habían acudido a nosotros y no a otros. Se los pregunté y me respondieron que confiaban plenamente en nuestra forma de trabajo. No lo podíamos creer, ya que ese importante Banco contaba con uno de los mejores sistemas de seguridad. Salimos rápidamente al lugar para ver qué había ocurrido. Cuando entré al Banco, estaba todo desordenado, revuelto, dado vuelta. Me dirigí hacia la caja fuerte donde guardaban el famoso rubí de un millón de dólares. Obviamente no estaba. Lo habían robado. Con mi rastreador verifiqué si el ladrón había dejado alguna pista. Encontré un pelo en el vidrio de la caja, así que lo guardé para analizarlo. Lo puse en el registro de mi computadora, que lo comparó con el registro de ADN de los hombres más buscados en Francia. Esperé impaciente el resultado. ¡Pero ahí estaba! El pelo pertenecía a Francisco, el terrorista más temido y perseguido. Él se volvía loco por el dinero y era capaz de cualquier cosa por hacerse cada vez más rico. Junto con mis compañeros, fuimos a buscarlo, pero no sabíamos por dónde empezar. La única pista que teníamos era Juan Manuel, un prisionero amigo suyo. Nos dirigimos a la comisaría para interrogarlo. Le decían “El sucio”, porque era un estafador, le gustaba el dinero y, justamente, trabajaba para Francisco. En un principio se negó a hablar. No nos brindaba información. Entonces lo amenazamos con dejarlo para siempre en la cárcel si no colaboraba. De a poco nos fue dando datos. Nos dijo que el sospechoso tenía un galpón en una playa abandonada, desierta, ya que hacía varios años había explotado allí, misteriosamente, un restaurante. Creía que en ese galpón podría estar escondido Francisco. Nos dirigimos al lugar, junto con cinco patrullas más. Al ingresar, nos comenzaron a disparar. Fue un gran tiroteo. Dos policías nuestros y ocho hombres de ellos resultaron heridos por las balas. Pero logramos 157 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 158 controlar la situación y fueron todos capturados, hasta el mismo Francisco. Regresamos el valioso rubí a la caja fuerte del Banco y encerramos al ladrón en la cárcel. Una vez más, cumplimos con nuestra misión. LAS AVENTURAS DE FACUNDO Y ORFF Facundo Adolfo Serra Estaba caminando por la 9 de julio cuando vi una cola verde atrás del Obelisco. Fui a fijarme qué era, me acerqué y me sorprendí. Era Orff, el dragón de la Montaña Blanca, que había conocido un día en el bosque. Ese día la enorme bestia había ido a comer tréboles y yo había ido a recolectar manzanas. Recuerdo que cuando lo vi por primera vez, me asusté, pero después descubrí que era manso y que solo se alimentaba de vegetales. Entonces nos hicimos grandes amigos. Me alegró mucho reencontrármelo, hacía tiempo que no lo veía. Le pregunté por qué estaba aquí. Me dijo que me estaba buscando para que lo ayudara a liberar a su amigo Galluno, que había sido secuestrado con un hechizo por unos brujos. Ellos querían un tesoro que tenía su amigo mago y querían saber dónde lo había escondido. Le dije que lo ayudaría, entonces empezamos la búsqueda. Creíamos posible que Galluno se encontraba en el Bosque de Cam, porque allí se encontraba el castillo de los malvados hechiceros. A esa hora de la mañana, la ciudad estaba desierta. No había nadie porque era muy temprano. Decidimos emprender la búsqueda, pero cuando el dragón dio un paso, media ciudad tembló ¡Por suerte no tan fuerte! Recordé que mi amigo tenía unas estupendas alas, así que para evitar los ruidos y desastres que podría ocasionar en la ciudad por su enorme tamaño, me subí a su lomo y echamos a volar. Vimos la costanera y el Obelisco. A medida que tomamos altura todas las cosas se veían más chicas. Volamos por largas horas, hasta que llegamos a la Montaña Blanca, donde encontramos el castillo de los brujos. Nos acercamos pero escondiéndonos, porque había muchos guardias. Pero Orff estaba muy enojado y no le importó. Avanzó, empujó y lastimó a guardias para poder pasar. ¡Lo logró! Entramos al 158 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 159 castillo y los brujos nos vieron. Tiraron un hechizo a Orff y lo congelaron. Yo corrí para salvar a Galluno que estaba dentro de una jaula. Me escondí como pude bajo una mesa y, como por arte de magia, encontré allí mismo la varita del mago secuestrado. La usé. Congelé a los brujos con tan solo un movimiento, y descongelé a Orff. Rescatamos a Galluno y nos fuimos rápidamente, porque los brujos estaban congelados, pero como todo, en algún momento comenzarían a descongelarse. Orff me dejó en mi casa y me agradeció por haberlo ayudado. Nos despedimos y se fue volando a la Montaña Blanca con Galluno. Esa fue la última vez que lo vi. LA PIEDRA DE LOS PODERES Julián Smaldone Un día lluvioso, Julián iba caminando a su casa, pero como vio que había barro en el camino que tomaba siempre, decidió tomar otro. Cuando estaba por llegar, vio una estatua casi cerca de la entrada de su casa. Era de roca y le gustó tanto que quiso tocarla para ver si era sólida. Ni bien puso un dedo en ella, se destruyó haciéndose polvo. En su lugar, apareció una piedra adornada con cinco gemas distintas. Al mirarlas bien, descubrió una inscripción grabada en la piedra, que decía: “Cada gema tiene un significado: el celeste representa el poder del agua, el rojo, el del fuego, el marrón el poder de la tierra y el blanco, el del aire.” Julián se quedó sorprendido, pero notó que faltaba el significado de una. Con las gemas en su bolsillo, probó los poderes que otorgaban y al levantar los brazos, empezó a volar. Miró con vértigo hacia abajo y alzó su mano derecha. De ella comenzó a salir agua. Levantó la izquierda y de esta salió fuego. Luego de pasar la tarde volando, aterrizó en el patio de su mansión y empezó a llenar la pileta con el agua que salía de su mano. Tres días más tarde, estaba volando, apagando incendios y rescatando gatitos. Quiso usar los poderes para salvar a la gente. Quiso probar si con sus poderes podía reparar la estatua que se había disuelto. Cuando estaba tratando de hacerlo, vio una gema violeta y la otra parte de la inscripción, que decía: La gema violeta significa fusión y transformación total. 159 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 160 Julián sintió que las gemas de su bolsillo habían desaparecido, igual que la violeta. Pensó que había perdido los poderes, pero no era así, se había transformado para siempre en un superhéroe. LA PIEDRA MÁGICA Francisco Zubillaga Estaba caminando por la ciudad cuando vi, en una casa abandonada, un arbusto que me llamó la atención por su pequeño tamaño. Fui a explorar y detrás de él, noté algo de colores. Me acerqué y descubrí una piedra del tamaño de un puño, que tenía muchos colores: rojo, verde, amarillo, azul, marrón y negro. La agarré y la guardé para llevármela a mi casa. Cuando llegué, se la mostré contento a mi mamá. Era una piedra muy particular para mí. La guardé en el cajón de mi mesa de luz y me fui a dormir. En la mitad de la noche, me desperté por los ruidos y luces que había en mi cuarto. Miré hacia la mesa de luz y vi que se estaba moviendo bruscamente. Busqué la piedra y noté que se estaba poniendo de diferentes colores. Me pareció raro. Cerré los ojos y pedí un deseo. De repente me empezaron a crecer músculos y en las manos tenía poder de rayos láser. Me miré en el espejo y vi que tenía un súper traje con una capa y de mi boca podía lanzar fuego y hielo. Yo me sentía poderoso, el más fuerte del mundo. Pensé que tal vez también podría volar. Cuando salí a la calle para volar, me di cuenta de que otra persona había pedido deseos. Pero él hacía el mal. Lo fui a detener y le pedí que no destruyera nada. El hombre no me obedeció, entonces lo reté a un combate. El que perdía, debía dejar de usar sus poderes y se los entregaría al ganador. Al empezar la batalla, el cielo se llenó de tornados y las olas del mar comenzaron a moverse bruscamente porque había terremotos. El hombre comenzó a tirarme fuego y yo lo congelé. Después se hizo invisible. Yo no sabía dónde estaba. Me empezó a arrojar bolas de fuego. De repente se rió y yo pude ubicarlo. Aproveché y lo congelé con mi poder. Lo convertí en una estatua. Tomé sus poderes y frené los terremotos y tornados. Desde ese día, usé mis poderes para hacer el bien. 160 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 161 LA ESTRELLA MÁGICA Sol Cirio Una noche me acosté a dormir y miré el cielo por la ventana. Había muchas estrellas. Una de ellas llamó particularmente mi atención porque era la más brillante, tenía una luz especial. La vi moverse y se posó en mi ventana, muy cerca de mí. Asustada llamé a mi mamá. Ella trató de agarrarla, pero no pudo. Cuando lo intenté yo, la atrapé. Le pregunté a mamá si podía conservarla y me dijo que sí. La contemplé por un largo rato. Era linda, brillante y pequeña. La guardé con sumo cuidado en una cajita de cristal y me fui contenta a dormir. Cuando desperté, yo no estaba en mi casa. Me encontraba en el espacio y era muy raro porque no estaba flotando, estaba parada sobre la esfera terrestre. De repente oí una voz grave que me hablaba. No sabía de dónde provenía. Era de ella, la Tierra. Me pedía ayuda. - Necesito que hagas algo. Necesito tu ayuda. Tus compañeros, los humanos, me están matando de a poco, me están contaminando y me hacen sentir cada vez más débil. Me debilitan cortando mis árboles, ensuciando los ríos, tirando papeles, acumulando basura… Mientras me hablaba aparecían ante mis ojos imágenes de los seres humanos dañando al planeta. ¡Estaba tan indignada! Busqué la forma de volver a mi casa, quise sentir mis latidos, para comprobar que la que estaba ahí era yo. Tomé la estrella con fuerza y la puse en mi corazón. Como por arte de magia, regresé a mi casa. Intenté entender por qué me habían elegido a mí, por qué me habían mostrado esas imágenes. Comprendí después de un rato que era para que yo tratara de detener lo que estaba sucediendo. Debía intentar terminar con la contaminación que provocaba el ser humano. Al día siguiente, antes de irme a dormir, guardé la estrella en la cajita de cristal. Nuevamente desperté en el espacio. Aparecieron las imágenes y, esta vez, las miré con mucha atención. Mientras las observaba, con mucho dolor, pensaba qué hacer al respecto. Cuando por fin se me ocurrió algo, decidí repetir lo hecho la noche anterior. Puse la estrella en mi corazón y volví a mi cama. A la mañana siguiente me levanté entusiasmada para poner en marcha mi plan. Empezaría de a poco. Primero, trabajaría en el colegio, contagiando a todos mis amigos. Armamos un proyecto ecológico escolar para el cuidado de nuestro ambiente. Todo el colegio 161 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 162 colaboró y logramos un cambio muy grande. Así que, nos animamos y salimos a concientizar a nuestros vecinos. Luego comenzamos a dar charlas en los distintos colegios, contando lo que habíamos hecho y logrado. Y así se fue divulgando el tema, de colegio en colegio, de casa en casa, de vecino en vecino, de boca en boca. Con el tiempo, comencé a estudiar seriamente el tema, investigué y aprendí mucho. Di conferencias en diferentes lugares, para grandes y chicos. Me fui haciendo cada vez más conocida, me llamaban “La protectora de la Tierra”. Me sentía muy contenta y orgullosa. La gente estaba cambiando la forma de vida y la naturaleza estaba cada vez más linda y limpia. Debo confesar que en todos estos años, durante todo mi trabajo, discursos, conferencias, he llevado siempre conmigo, en algún bolsillo, a mi brillante estrella. LA GAVIOTA ENAMORADA Gina Cristiani A la mañana el mar está lindo para nadar. Con una brisa bonita la gaviota despierta loquita. Trata de impresionar al caracol regalándole rosas de color. Si al caracol le da un resfrío, la gaviota le brinda abrigo. En aquella tarde helada la gaviota está alocada. El caracol se pone nervioso y se ríe gracioso. Pasean por la orilla y él le hace cosquillas. Ella muy sorprendida le da un beso de despedida. 162 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 163 A la mañana siguiente la gaviota está impaciente por darle un abrazo de amor y con sus plumas brindarle calor. LA NARANJA MÁGICA María Iglesias Molli Estaba por mi campo recolectando naranjas, cuando una llamó especialmente mi atención. Esta naranja era distinta al resto: muy brillante, esponjosa, de un tamaño y una forma casi perfectos. Parecía mágica. La tomé con cuidado y al tocarla vi cómo una M de color negro aparecía escrita en su centro. Me sorprendí. Como estaba temblorosa, se me cayó la naranja al piso. Al golpearse, la M desapareció, pero aparecieron otro montón de letras en ella. Cuando levanté la naranja, las miré con atención. No eran simples letras, formaban palabras que leí lentamente: invisibilidad, pequeñez, gigante, animal, convertirse en otra persona, transportación, velocidad, volar, fuego, etc. ¡Había un montón! Despacito y con temor toqué donde decía “invisibilidad”. En ese mismo instante dejé de ver mis manos y mis pies. Rápidamente volví a tocar la naranja y recuperé mi estado normal. La guardé muy bien en mi bolso y en el camino de regreso a casa pensé cómo podría usarla, ya me estaba divirtiendo de solo imaginarme volviendo loco a mi hermano con el uso de los diferentes poderes. Pero no lo haría, los usaría solo para mi propia diversión. Ya en mi casa, tomé la naranja y toqué donde decía “pequeñez”. Todo se me volvió enorme. Salí por la ventana de mi cuarto de un gran salto. El campo me pareció extra grande. Los insectos se veían como unos rinocerontes y las flores parecían monstruos con pétalos. Quise retornar a mi estado natural, pero se ve que por distraerme observando las cosas desde acá abajo, descuidé la naranja y no la pude encontrar. Regresé por el mismo camino para no perderme, pero al llegar a la ventana de mi cuarto, me di cuenta de que sería imposible subir hasta allí de un salto. Tendría que entrar por otro lado, así que me fui corriendo a la puerta de entrada. Quizá tenía suerte y se encontraba abierta. 163 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 164 Mientras corría, choqué con una piedra, que comparada con mi tamaño dejaba de ser una simple piedra. Parecía una enorme montaña, ¡imposible de escalar! Miré a mí alrededor buscando otra alternativa más fácil y vi un árbol que no era tan alto, así que decidí ir por ahí. Comencé a escalarlo. A pesar de todas las ramas pinchosas que había, seguí resistiendo. Después me encontré con un pajarito que empezó a picotear mi cabeza con lo cual quedó muy morada. Quise agarrarlo y él tironeo y le saqué cantidad de plumas. Se puso furioso y voló a otro nido. Luego escuché mi nombre y me acordé de que mi familia estaba adentro de la casa. Yo grité con una voz más finita que la nota si. Corrí hacia la puerta de servicio y por suerte estaba abierta. Entonces entré y me choqué con una pata peluda, era de mi gata. ¡Encima ella pensó que yo era un ratón! Lo supe porque movió su lengua de lado a lado, como relamiéndose. Me asusté mucho y corrí hasta encontrar mi cuarto donde podría obtener alguna idea. Pero lo único que encontré fue a mi hermano, comiendo salchichas asadas y mirando televisión. ¡Era asqueroso! Pero al mismo tiempo me puse contenta porque significaba que estaba cerca de mi cuarto. Me di vuelta para seguir huyendo y me reencontré con mi gata que estaba mirándome fijamente. Volví a darme vuelta y vi un sillón demasiado grande. Entonces intenté escalarlo y me escondí en un almohadón. Luego quise salir y me encontré en mi cuarto. Allí, estaba mi mamá ordenando la ropa en un canasto. Salté hacia su hombro y de este al canasto. Buscando la salida encontré una naranja, muy brillante. ¡Era la naranja mágica! Busqué el poder “pequeñez”, lo volví apretar y recuperé mi tamaño actual. Mi mamá vio que algo se agrandaba… ¡era yo! Ella hizo muchas preguntas y yo le conté toda la historia. Me dijo que era peligroso jugar con objetos mágicos. En ese mismo instante se me cayó la naranja y cuando la levanté, noté que tenía grabada la palabra MORALEJA. 164 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 165 UN AMOR ARENOSO Milagros María Messi Cerca del mar le gusta despertar. De él está enamorada y se siente un hada. La arena está fría cuando corre una brisa. Si es valiente su mar, se animará a amar. Al atardecer, el mar sus olas comienza a entibiar. Ella no puede soportar lo bello que es el mar. No lo deja de mirar y lo quiere enamorar. Ella se estremece si el mar se mece. ENTRE DOS MUNDOS María Guadalupe Pereyra Pigerl En el mundo de las hadas una mamá tuvo una niña llamada Sol. La pequeña era verdaderamente diferente a todas las hadas porque en vez de tener alas, tenía una cola de sirena. Esto era una catástrofe en el mundo de las hadas, porque despreciaban a las criaturas que no eran como ellas. Investigaron y analizaron el motivo por el cual de un hada había salido una sirena como Sol. El padre de la niña contó su versión. Dijo que cuando era joven una malvada bruja hada lo había hechizado para castigarlo. La bruja estaba enamorada, pero él no le correspondía, estaba enamorado desde siempre de la madre de su hija. No aceptó el amor de la bruja y la rechazó por lo que ella le confirió un conjuro: - Tu primera hija tendrá cola de pescado y jamás podrá volar. No pertenecerá a este mundo de hadas. 165 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 166 Obviamente esta era la causa de tal raro acontecimiento. Al nacer la niña y ver sus cualidades de sirena, compraron un gran tanque, para colocarla allí y evitar que se deshidratara. Este nacimiento causó tal revuelo que llegó a oídos de la Madre Reina de las hadas. Ella ordenó a los padres de Sol que la sacaran de ese mundo, ya que no pertenecía a él y la enviaran al mundo acuático, propio de las sirenas. La reina amenazó al padre con cortarle la cabeza si no cumplía con la ley, ya que en su mundo no debía existir una criatura como esa. Temerosos los padres se dirigieron inmediatamente al mundo de las sirenas, pero al llegar fueron recibidos por los guardianes, que impidieron su paso. Solo dejarían pasar a la niña si tenía las características adecuadas para ingresar. Ella sí era un ser acuático, pero no sus padres. Enojados y preocupados pensaron qué hacer al respecto. Querían permanecer juntos como una verdadera familia. Entonces se les ocurrió ir en busca de la que había causado esta injusticia. Fueron a buscar a la bruja para pedirle ayuda. Tuvieron un largo viaje hasta llegar a su castillo. Cuando llegaron, se abrió la gran puerta y el padre se asustó al verla. La bruja estaba muy avejentada. No la recordaba tan arrugada, canosa y encorvada como la encontraron en ese momento. Disimulando su temor, el padre explicó la causa de su visita. Necesitaba que los convirtiera en sirenos a ellos, para poder estar con su querida hija en el mundo acuático. La bruja los escuchó impaciente, pero rechazó su pedido. Les propuso un trato. Los convertiría en seres acuáticos si el padre permanecía en su castillo, a su lado. Se negaron rotundamente, enfurecidos por tal pedido. Inesperadamente, luego de un largo momento de silencio y reflexión, la madre tomó la palabra. Negoció con la bruja, aceptaría tal propuesta si el padre podría ir a visitarlas todos los días. Desde ese momento, madre e hija vivieron bajo el mar. El padre una vez al día iba a visitarlas. Pero él seguía triste, disconforme con la situación. Extrañaba demasiado a sus queridas mujeres y quería vivir con ellas, y no al lado de la vieja bruja, a quien no amaba. Ya cansado, comenzó a idear un plan. Una noche el padre concretó su idea. Esperó a que la bruja se durmiera para levantarse y dirigirse en puntitas de pie hacia el cajón 166 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 167 mágico de la viejita. Con temor tomó una varita y un libro que explicaba cómo hacer diferentes conjuros. Leyó rápidamente distintos hechizos hasta que encontró el que le servía. Con la varita apuntando a la bruja dijo las palabras indicadas en el libro y en un segundo la vieja se convirtió en un inofensivo sapo. El padre tomó al sapito y lo guardó en una cajita. Entusiasmado se fue corriendo al mundo acuático, pero antes de entrar arrojó bien lejos la cajita que tenía en la mano. Al reencontrarse con su mujer y con su hija se abrazaron bien fuerte y comenzaron a vivir como una verdadera familia, y ya nunca más se separaron. ¿SOY SIRENA? Josefina Ratto Una mañana cualquiera, Florencia se metió en la bañera para bañarse como siempre lo hacía. Pero esa vez le sucedió algo inesperado, se cayó de golpe y no pudo levantarse. Se sentía muy mareada. Cuando se recuperó un poco, intentó moverse, pero no podía. Se sentía rara, algo le estaba pasando. No sentía las piernas, buscó moverlas. No lo logró. Se miró y descubrió que en lugar de sus piernas, tenía una cola de sirena con escamas y muchos colores. Como de costumbre, ese día Florencia tenía clases de surf en la playa y no se las quería perder. Tomó su toalla y se restregó su nueva cola con ganas. Entonces descubrió que al secarla, recuperaba sus piernas y volvía a ser ella misma. Habló con Cande, su mejor amiga y le pidió ayuda. Temía que al meterse al mar durante sus clases de surf, la cola reapareciera. Cande le aconsejó que por ese día no fuera y trataran de conocer mejor esto nuevo que le estaba sucediendo. Decidieron quedarse en casa de Florencia. Estaban muy tranquilas charlando y tomando sol al borde de la pileta, cuando risas y gritos las interrumpieron sorpresivamente. Era su hermana con sus amigas que venían corriendo para tirarse de bomba a la pileta. Obviamente que las salpicaron. Florencia salió corriendo para que sus piernas no se convirtieran en cola. Con ayuda de su amiga, se secó con las sábanas de su cama que fue lo primero que encontró cuando entró a su cuarto. 167 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 168 Al día siguiente planearon ir a la playa a una hora en la que no hubiera nadie, para ver si realmente la cola de sirena aparecía al entrar en contacto con agua. Cande había ido preparada. Llevaba patas de rana y un tanque de oxígeno, para resistir el mayor tiempo posible bajo el mar. Se zambulleron. Las piernas de Florencia se transformaron en una cola de sirena. Contentas comenzaron a bajar a las profundidades. No podían creer lo que veían. Era un paisaje fascinante. Se cruzaron con peces de todos los tamaños, formas y colores. ¡Espectaculares! Los delfines las rodeaban, se abrazaban con los pulpos, jugaban carreras montadas a los caballitos de mar. Las amigas vivieron una aventura extraordinaria y maravillosa. Repentinamente Florencia despertó en su bañadera: ¿Había sido un sueño? ¿Se había desmayado? ¿Había sucedido realmente? No sabía la respuesta. Se lo preguntaría a su amiga Cande. Salió de la bañera. Se miró al espejo y sonrió divertida… tenía una flor tras su oreja. ¡Había sido verdad! EL HUEVO MÁGICO María de los Ángeles Romanelli Un día de vacaciones como cualquiera fui a la playa “Las rocas “. La llaman así porque hay más rocas que arena. Me quedé un rato juntando caracoles en un balde de metal. De repente, vi en el agua algo que llamo mi atención. Me acerqué. Era un huevo y me lo llevé a casa. En el taller de mi papá lo investigué y le saqué una capa de algas que cubría la cáscara. Cuando quité un pedazo aparecieron unos jeroglíficos dorados. Lo limpié por completo y descubrí que era un huevo dorado. No entendía lo que decían esas extrañas figuras, pero enseguida me di cuenta de que eran jeroglíficos egipcios. Lo sabía porque en el colegio justo estábamos estudiando el tema: la historia de Egipto y sus características. En ese momento recordé que estaba en problemas, no quería estudiar para la prueba de los egipcios que tendría al día siguiente, yo estaba muy entusiasmada con investigar y analizar mi nuevo objeto. Al girar la parte superior del huevo, este me absorbió y aparecí en una ciudad extraña, llena de personas, que para mí, eran extranjeras. 168 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 169 Estaban todos vestidos con ropas oscuras. Se destacaba un gran palacio. Supuse que era importante. Fui hasta la puerta y me recibieron unos fornidos y grandotes guardias. Era el palacio del rey. Cuando me recibió, le pregunté dónde me encontraba. Estaba en Egipto. A él le divirtió mi historia y prometió ayudarme. ¡Estudiaríamos juntos para la lección! Me llevó a las pirámides, donde se encontraban sepultados distintos faraones. Me mostró las actividades deportivas típicas como el arco y flecha, la pesca, la cocina, las batallas, las artesanías y manualidades. Por último me mostró la historia de la ciudad escrita en las paredes del palacio. A la noche organizó una gran cena. Era un banquete exquisito. En una de las lujosas bandejas había un huevo dorado igualito al que me había encontrado. Lo giré y aparecí en mi cuarto. ¿Habría sido un sueño? ¿Qué había sucedido? Aún no lo sé. Será un misterio… pero en la prueba el colegio ¡¡¡obtuve un diez!!! ¡MIS AVENTURAS CON ORFF! Clara Romero Era de madrugada. La ciudad estaba desierta. Tras el obelisco, descubrí una cola verde que rodeaba la base del mismo. Parada frente al obelisco me pregunté qué ser extraño con cola verde me esperaba del otro lado. Di algunos pasos y comencé a dar la vuelta… ¡y ahí estaba! ¡El poderoso dragón de la Montaña Blanca, mi ya conocido amigo Orff! Me alegré mucho, ya hacía mucho tiempo que no lo veía. Pero… ¿qué hacía Orff en una ciudad como esta? Me di cuenta de que no quería que otras personas lo vieran. No quería que lo capturaran y lo encerraran en un zoológico. Había venido para rescatar a su amigo Galluno que había sido secuestrado por unos brujos. Debía hallar un cofre escondido en esta ciudad para intercambiarlo por su amigo. Solo lo liberarían si recibían a cambio este tesoro escondido. Lo invité a mi casa que queda en un campo. Decidimos ir volando para no ser vistos. Mientras volábamos me contó que me necesitaba porque ya me conocía de otras aventuras. Cuando le dije a mi papá, él se entusiasmó mucho, ya que de 169 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 170 chico siempre había soñado con tener un dragón de mascota. Como mi papá era arquitecto, le hizo una casa con ramas, hojas de palmera y troncos. La cama era de colchones viejos y la almohada de plumas de aves. Pasaron los días y no encontrábamos el cofre. Orff comenzaba a impacientarse. Una noche me desperté transpirado porque había tenido un extraño sueño. Había unas personas desconocidas, que para mi eran indios. Ocultaban un tesoro en un bosque. Lo escondían en un lugar especial: los árboles formaban un círculo. Sabía que esto me quería decir algo. Iríamos a buscar al bosque. Corrí a contárselo a Orff y fuimos hacia ese bosque. Mientras volábamos, el dragón se distrajo mirando un cartel luminoso y chocó contra un edificio. Cayó al suelo y aplastó más de veinte autos. Todos salieron corriendo. Orff intentó levantarse, pero no pudo porque estaba débil. Entonces como se sentía muy mal, le dije que caminara hasta llegar a mi casa y que yo me encargaría de encontrar el cofre. Como era muy pesado, rompió todo el asfalto a cada paso. Mientras tanto, yo llegué al lugar del círculo de árboles, pero no vi ningún cofre. De repente di un paso y sin darme cuenta me caí en un pozo. Ahí estaba el cofre. Lo agarré y escalé hasta salir de allí. Volví a mi casa bien rápido para no ser vista por aquellos hombres. Cuando se lo di a Orff para que lo intercambiara por Galluno, él ya lo había encontrado y rescatado. No lo podía creer. Me enojé mucho, tanto esfuerzo para nada. Al menos la plata sirvió para pagar los daños causados por el dragón en la ciudad. Él me agradeció y regresó a su hogar. LA DESAPARICIÓN DE LA TORRE EIFFEL María Sol Yrimia Obarrio Hace unos meses en París sucedió algo rarísimo: desapareció misteriosamente la torre Eiffel. Todo comenzó el 29 de mayo cuando me llamaron para que me hiciera cargo del famoso caso. Ese día la torre había sido repintada, le habían dado otra mano de pintura para dejarla impecable. Obviamente lo primero que se me ocurrió fue dirigirme a su pintor, Gabriel Palacio. Era un hombre de 170 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 171 estatura mediana, flaco, morocho y de ojos marrones. Siempre llevaba su uniforme puesto para no ensuciarse con la pintura. Cuando lo interrogué, me comentó que había pintado la torre con la ayuda de otras cinco personas: dos hombres y tres mujeres. Me contó también que al día siguiente de pintar la torre, esta desapareció. Le pedí si podía mostrarme el tacho de pintura con que la había pintado. Era una pintura gris, normal. Una etiqueta del balde anunciaba que la pintura se secaba solo en una noche. No entendía qué podría haber sucedido. Nadie podría haberla trasladado. Algo extraño sucedía y no podía darme cuenta. Decidí ir al lugar en donde se encontraba la torre. Comencé a recorrerlo en busca de alguna pista y en eso sentí como si me chocara con una pared. Pero no había nada enfrente. Volví a intentar seguir mi camino, pero me choqué nuevamente. Entonces empecé a tocar con mis manos. Era como tocar la misma torre. No era posible. ¡No estaba, pero estaba ahí! Seguía estando ahí, pero invisible. ¿Qué había sucedido? Se me ocurrió inspeccionar nuevamente el balde de pintura. Lo observé más detenidamente. Volví a leer la etiqueta “Secado en solo una noche”. Debajo de la etiqueta se traslucían otras letras. Despegué la etiqueta y allí estaba la respuesta a la incógnita. Debajo de la falsa etiqueta había otra que decía: “Secado en una noche. ¡Cuidado! A veces, vuelve invisible las cosas”. Había encontrado la respuesta. La torre no había desaparecido, solo se había vuelto invisible. Avisé al presidente y él ordenó pintarla con pintura normal. ¡Caso resuelto! 171 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 172 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 173 SEXTO grado PROHIBIDO NO LEER ALUMNOS Y ALUMNAS DE 6º GRADO VERÓNICA ACUÑA MOYANO MAESTRA DE PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 173 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 174 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 175 EL FARO Francisco Alves Peña Lucía, muy atenta, leía las primeras líneas de su primera novela. Había alquilado con su familia una casa cercana a la playa. Iba a aprovechar sus vacaciones para terminar su libro. Ella era una incipiente escritora. En esa playa, hacía muchos años habían cerrado el faro. Unos pocos hombres lo recordaban y solo algunos viejos se acordaban del encargado, que había desaparecido. Su vida había sido un misterio. Siempre hablaba de su mujer y de sus dos hijas, sin embargo nadie pudo conocerlas, ni verlas jamás. Con la partida del encargado, surgieron un montón de aventuras, misterios, temores y mil deseos por descubrir. A partir de su desaparición, en el pueblo comenzaron a circular muchos rumores. Se decía que por allí rondaban fantasmas. No todas las personas creían en esto, pero muchas tenían miedo de que en cualquier momento algo pudiera suceder. Una extraña señora, al parecer, tenía encuentros con estos fantasmas. Se creía que el espíritu del encargado rondaba por allí y que el faro estaba encantado. De repente Lucía, recordó a su único hijo, Frank. Él tenía once años y mientras pasaba el día solo en la playa, ella trabajaba con sus escritos. Lucía detuvo la escritura de su libro. Preocupada, gritó su nombre, pero él no le respondió. Inquieta, empezó a buscarlo por todas partes, pero jamás apareció. Su hijo había desaparecido. Llamó a la policía, pero nadie contestó su llamado. La mujer levantó la vista y vio a dos mujeres avanzando por la playa con unos hermosísimos vestidos. Se dio cuenta de que eran iguales a las señoras del cuadro que estaba colgado al lado de la ventana del living. Su asombro creció al ver a unos niños corriendo por los médanos. Creyó que tal vez su hijo se había encontrado con ellos. Le dio curiosidad, se abrigó y salió a ver qué estaba ocurriendo. Tratando de trepar el médano, se dio cuenta de que las mujeres y los niños se estaban dirigiendo al faro. Al acercarse vio que uno de los chicos le hacía una señal 175 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 176 sugiriéndole que los acompañara. Lucía desesperada por encontrar a su hijo, corrió lo más rápido que pudo pero al llegar se dio cuenta de que no había nada. Enojada, se fue llorando con la ilusión de encontrar a su hijo desparecido. De repente, escuchó una voz diciendo “Mamá”. Parecía ser la voz de su hijo. La madre, llorando de alegría lo fue a buscar. Enojada y a la vez feliz, le preguntó por qué se había escapado. Francisco le respondió que se había ido porque ella no le prestaba atención a él, sino a su nueva novela. Lucía se acercó para abrazarlo, pero todo se esfumó. Ella había perdido la razón. LAS RUINAS DE HAMELIN Tomás Barchi Bulló Hace muchísimos años, una ciudad llamada Hamelin se llenó de ratas. Por eso sus habitantes fueron a quejarse al alcalde. Él les dijo que la persona que librara la ciudad recibiría mil monedas de oro. La noticia pasó de boca en boca hasta que todo el mundo se enteró de lo que estaba ocurriendo. Venían cazadores de otros lugares, pero nadie podía terminar con la plaga. Un día llegó a Hamelin un flautista que con una flauta mágica tocó una melodía y todas las ratas se fueron al río, donde se ahogaron. Así acabó con la plaga. El músico fue a reclamar su recompensa al alcalde de la ciudad, pero solo le dieron diez monedas. Enojado, tocó y todos dentro de la alcaldía lo siguieron hacía las montañas. Con su flauta hechizó a la gente. Ya no podrían mentir ni ser malos, todas las autoridades se transformaron en personas muy generosas. Hasta el alcalde se convirtió en un buen hombre. Regaló todo lo que tenía, incluso le dio su título de alcalde al flautista. Como él no sabía gobernar, en dos semanas, la ciudad estaba en ruinas, había inseguridad, las calles estaban desprolijas y la gente disconforme. Entonces todo el mundo abandonó la ciudad y se fue hacia pueblos cercanos que estaban más organizados. Arrepentido, el flautista tocó la flauta y reunió a las ratas que habían sobrevivido. Les ordenó que reconstruyeran la ciudad. Luego, regresó el título al alcalde, quien lo aceptó y prometió cumplir sus promesas. 176 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 177 EL LIBRO Tobías Bardi Lucía leía atentamente las primeras líneas de su novela, en el escritorio de la casa de la playa que había alquilado junto a su familia. Detuvo su trabajo porque llamaron a la puerta. Como no había nadie, regresó al escritorio. Allí estaban sus hojas amarillentas y un libro titulado La casa de la playa. Todo estaba igual, pero a la vez, diferente. Se acercó sin poder explicar qué estaba sucediendo. Leyó el nombre del escritor y era igual al de su hijo. No entendía nada. Asustada, empezó a leer. No entendía mucho por qué le faltaban páginas al libro y estaba todo roto. Lo guardó en el baúl y trató de pensar en ello, pero no comprendía. Tomó coraje y lo empezó a leer nuevamente. Trataba sobre la vida de su padre. A Lucía esto le llamó mucho la atención. Desde ese momento, comenzaron a pasar cosas muy extrañas. Las hojas comenzaron a avanzar rápidamente. Cuando por fin se detuvieron vio que en esas hojas se narraba su muerte. Estaba aterrada. Se puso a llorar, no quería leer nada que le recordara la muerte de su padre. El hijo se acercó porque escuchó a su madre llorar. Le preguntó qué le pasaba, pero ella no quiso contestarle, no quería asustarlo. De repente, comenzaron a escuchar pasos en la cocina. Ellos se escondieron dentro de un armario, pero cada vez los pasos se escuchaban más cerca. El hijo comenzó a llorar y la mamá salió del escondite para ver de quién eran los pasos. Afuera, se encontró con que la luz se había cortado. Tomó la linterna que tenía en el cuarto. Cuando la encendió, vio sombras reflejadas en el espejo. Lucía alumbró el espejo pero la sombra ya no estaba. Miró por la ventana y vio que los árboles se movían mucho y las olas eran grandes. Había mucho viento. Llamó al hijo y le pidió que trajera el libro que había quedado en su cuarto. Cuando el chico lo fue a buscar, no lo encontró. Había desaparecido. Lucía lo fue a buscar ayudándose con la linterna. Lo encontró apoyado sobre la mesa del comedor, abierto. Cuando leyó las páginas vio que allí decía: “Hija, no te va a pasar nada. No te quería asustar, solo quería verte otra vez. Te quiero mucho. Tu padre” Al leer esto, Lucía se puso a llorar y abrazó a su hijo. 177 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 178 EL VIEJO DEL BALDÍO Matías Blaquier Era primavera y hacía calor. Había flores en todas partes. Como la mayoría de las tardes se dirigieron hacia las plazoletas de la avenida. Esa tarde soleada, Nicolás, Matías y Manuel, unos chicos de doce años, salían del colegio. Pasarían a buscar a Ralf, el perro de Matías para llevarlo a pasear. Cuando llegaron a la casa, le pusieron el collar y la soga al perro. Por supuesto, ya sabían que debían dar la vuelta para evitar el baldío de la esquina porque allí había una casa de madera, muy pobre y chiquita, que parecía abandonada. Pero todos los vecinos creían que alguien vivía allí, porque a la noche se escuchaban ruidos y chillidos y se veía movimiento en el pastizal. Los chicos salieron a la calle con el perro. De la casa de madera salía un exquisito olor a carne jugosa. Ralf hizo fuerza para escaparse de las manos de Nicolás e ir hacia el olor. Como el chico no lo tenía bien agarrado, al perro le fue muy fácil escaparse. Fue corriendo por la vereda asustando a la gente con los ladridos. Los chicos lo perseguían corriendo. Al llegar a la esquina, el perro se embarró con un charco y luego, dobló. Los chicos lo perdieron de vista. Dejaron de oír los ladridos. Cuando llegaron a la esquina, siguieron las huellas que los llevaban hasta el pastizal. Sin pensarlo, se metieron al terreno baldío y se encontraron con un sendero de pasto aplastado que había marcado Ralf. Lo siguieron corriendo y llegaron a la casa. Allí vieron a un anciano acariciando al perro y dándole de comer un pedazo de carne y de tomar. La apariencia del anciano era espantosa y la de la casa también. Pero no parecía malo, sino un señor amable. Los invitó a que pasaran a su casa y los chicos, muy asustados, lo hicieron. La casita por dentro era vieja y con cosas rotas. El techo se iba cayendo de a poco. Los chicos le ofrecieron al señor ayudarlo a reparar su casa y regalarle algunas cosas para que viviera mejor. 178 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 179 LA LEYENDA DE LAS CALAVERAS Tomás Cloppet Unos arqueólogos argentinos viajaron a Guatemala para investigar la cultura maya en las ruinas de Piedras Negras. Querían encontrar piezas de los mayas para que el museo en el que trabajaban fuera más interesante. Se quedaron trabajando y excavando unas semanas y encontraron en un templo, muy profundo, debajo de la tierra, unas calaveras negras. Cuando las vieron de ese color, pensaron en limpiarlas. Pero cuando lo hicieron, no lograron quitarle lo negro. Entonces investigaron con sus herramientas arqueológicas si en la zona había carbón, pero no. Los indígenas pensaban que las calaveras eran negras porque provenían de los dioses y que daban buena suerte a quien las protegía. Uno de los arqueólogos comenzó a dudar porque analizaron un pedacito de hueso en la computadora y esta no logró reconocerlo como un hueso humano. Regresaron a Buenos Aires y en el aeropuerto, un hombre cayó encima del equipaje de uno de los arqueólogos y se rompieron todas las cosas que había dentro, menos las calaveras. Tenían que ir a una reunión y el tráfico impidió que llegaran a tiempo. Cuando entraron al museo, descubrieron que ninguno tenía la billetera. Esto siguió y uno de los arqueólogos empezó a sospechar que las calaveras les traían mala suerte porque las habían desenterrado y las habían dejado sin protección. Las investigaron más todavía con otros arqueólogos y todos llegaron a la conclusión de que no provenían de nada humano. Como la mala suerte no los dejaba vivir, los arqueólogos tomaron un vuelo a Guatemala y volvieron a envolverlas en mantas y las enterraron en el mismo lugar en el que las habían sacado. Inmediatamente después de salir de ese lugar, comenzaron a tener buena suerte por protegerlas. 179 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 180 LA DIFERENCIA NO ES MALA Juan Cusi Era primavera y como la mayoría de las tardes se dirigían hacía la plaza de la avenida. Esa tarde, cuando los chicos salían de la biblioteca pasarían a buscar a Martín. Por supuesto, ya sabían que deberían dar la vuelta para evitar el baldío de la esquina. Al hacerlo, se encontraron con un grupo de chicos de otro barrio, sentados en la vereda. Les tuvieron mucho miedo, porque estaban mal vestidos y tirados en la calle. Parecían provenir de un barrio humilde. Cuando caminaron al lado de este grupo, los chicos pasaron de largo muy asustados, pero no les hicieron nada. Al día siguiente tuvieron que hacer el mismo recorrido rumbo a la biblioteca. Se encontraron en el mismo lugar con el mismo grupo de chicos. Martín y sus amigos otra vez sintieron miedo. Pensaban que les podían hacer daño o robarles. No estaban acostumbrados a ver gente nueva con ese aspecto en su barrio. Al lado de Martín pasó un hombre que le robó el celular. Uno de los chicos se levantó y le avisó a Martín que no se había dado cuenta. El grupo de jóvenes que estaba en la plaza empezó a perseguir al ladrón. Parecían no temerle. Después de correrlo por un buen rato, uno de ellos, sin ningún miedo, lo atrapó y le devolvió el celular a Martín que estaba feliz de haberlo recuperado. Martín le agradeció mucho por haberlo ayudado y se dio cuenta de que no eran chicos malos, si no personas que no tenían lo necesario para vivir. A los pocos minutos se organizó un partido de fútbol en la plaza. Los chicos se mezclaron para conocerse mejor. A partir de ese día, Martín aprendió que todo no es lo que parece y que se podía ser amigos de personas que sean o se vistan diferente. MIS VACACIONES Facundo de Anchorena Yo me divertí en las vacaciones porque había muchos juegos y conocí nuevos animales que me parecían un sueño. 180 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 181 Fui a un acuario muy grande donde pude tocar un delfín. Al principio me daba miedo, pero después me hizo reír. Visité el parque de Mickey donde había muchos muñecos. El castillo era gigante como los que hay en los cuentos. Por la ciudad estuvimos paseando con mis papás muy contentos. Llegó la hora de volver y nos pusimos tristes por el regreso. PERDIDOS EN EL BOSQUE Guillermo de Elizalde Hace dos años en la Patagonia ocurrió algo muy interesante. En el sur de la Argentina era la época de las ballenas. Muchos turistas habían ido allí para ver ese espectáculo. El organizador los dividió en cinco grupos. Tres grupos fueron a verlas, uno al hotel para ir a las actividades el día siguiente y el último grupo fue a investigar al bosque. El organizador le dijo a este grupo que a las 15 horas retornaran al hotel para hacer otra actividad. Ese grupo, ya en el bosque, preguntó la hora y como ya eran las 14. 50, decidió volver pero... ¡nadie sabía cómo regresar! Por suerte, uno tenía una brújula. Como pensaban que el hotel estaba en el norte, fueron hacia allí. Caminaron una hora y media, y cuando estaban a punto de caerse del cansancio, escucharon el sonido de una cascada. El sonido los guió a ella. Al llegar, miraron para abajo. ¡Era increíble! ¡Había una especie de escalera de piedras! Bajaron a investigar qué podría haber. Siguieron caminando y poco después encontraron unas ramas que tapaban el camino. Afortunadamente, uno del grupo había llevado una navaja y con ella las cortó. No mucho después, oyeron pasos. 181 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 182 De repente, todos sintieron un olor espantoso y se desmayaron. Despertaron en medio de un pueblo. A su alrededor estaban los últimos tehuelches existentes. Ellos los miraban con caras de asombro. Al principio, querían irse porque los trataban mal, pero al pasar los días los tehuelches comenzaron a acercarse más a ellos y les enseñaron sus costumbres. Con el paso de los días, fueron relacionándose cada vez más. Una noche de luna llena, todos los indígenas se sentaron en un círculo. Uno de ellos prendió una fogata. Todos empezaron a gritar y saltar hasta que otro indígena salió de una tienda. El grupo de turistas pensó que era el cacique. Poco después se acercó con un líquido viscoso con el cual les tocó las caras y les dijo en un idioma extraño que ya eran tehuelches. Los hombres se sintieron muy orgullosos de pertenecer a la comunidad. Los otros grupos de turistas que habían ido a buscarlos, vieron todo e idearon un plan para sacarlos de allí. Todos sacaron espejos para distraer a los tehuelches con los reflejos. Estos salieron corriendo, pero regresaron sin nada porque no pudieron alcanzar las cosas brillantes. Como si fuera poco, también habían perdido a los nuevos miembros de su comunidad. Pero ellos les contaron a sus compañeros el vínculo que habían establecido con la comunidad aborigen y regresaron en son de paz. EL ROBO DE LA CARTERA Francisco Ferro Reunidos bajo el balcón de la casona, cinco chicos se refugiaban del fuerte sol del mediodía. Ellos eran amigos del barrio y muchas veces se juntaban allí para conversar. De pronto divisaron en la otra esquina a unos ladrones que acababan de asaltar a una señora y salían corriendo. Ella estaba muy asustada y pedía ayuda. Los chicos, con curiosidad, fueron a ver qué pasaba. Cuando ya estaban muy cerca, solamente Santiago se animó a acercarse y preguntarle si estaba bien. La señora se lo agradeció y le dijo que los ladrones se habían ido con su cartera hacia la derecha. Le contó que en ella llevaba su billetera y documentos. 182 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 183 Santiago y los chicos fueron en la misma dirección que habían huido los ladrones. Dos cuadras después, los vieron esconderse en una fábrica abandonada. Solamente Santiago se animó a entrar, el resto tuvo miedo. La fábrica era grande y estaba toda cubierta de polvo. Allí había muchos barriles y en algunos de estos estaban escondidos los ladrones. El chico sentía un poco de miedo, pero igual se acercó. Detrás de un barril se encontraba la cartera de la señora. Santiago la tomó. Los ladrones escucharon ruidos y decidieron salir a investigar. Santiago rápidamente se ocultó adentro de uno de los barriles y los ladrones, como no lo vieron, se fueron de la fábrica. Un rato después, el joven le devolvió la cartera a la señora y le dio algunos consejos para cuidarse. Ella se los agradeció mucho. Santi regresó con sus amigos y les dijo que estaba bien. LOS HOMBRES AMBICIOSOS Santiago Filgueira Hace mucho tiempo un grupo de turistas visitó el Parque Cerro de los Leones. En ese grupo había dos científicos en busca de agua con poderes curativos. Su deseo era ser reconocidos mundialmente por su descubrimiento. Eran ambiciosos y deseaban fama y poder. Mientras realizaban la visita, estos dos científicos se desviaron del recorrido que seguía el grupo, sin que nadie se diera cuenta. Ellos se dirigieron hacia el río porque desde allí seguirían nuevas pistas. Se habían enterado de la existencia del agua curativa a través de una leyenda que hablaba de un grupo de conquistadores españoles que la habían buscado. Según cuenta la historia la habían hallado en una gruta que quedaba en las profundidades de un bosque. Ellos creían que en esa leyenda había algo de verdad. Esos hombres se habían perdido en el bosque y nunca más se supo de ellos. Historias que pasaban de boca en boca entre los aborígenes decían que el bosque los había tomado prisioneros. Ahora, los científicos habían encontrado pistas para llegar al lugar y lo estaban haciendo. De pronto vieron que el paisaje cercano a la orilla del río cambiaba y se volvía rocoso. Uno de los hombres, al pisar una piedra suelta, se resbaló y cayó. Su tobillo se había cortado. 183 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 184 Se encontraron sin saber cómo con una ciudad precolombina. El lugar parecía detenido en el tiempo, las casas estaban construidas con barro y los techos con paja. Las calles eran de tierra y la vegetación cubría gran parte del terreno. Unos hombres jóvenes, vestidos con pieles de animales aparecieron. En sus manos, llevaban lanzas y boleadoras. Los científicos estaban aterrados, pensaban que los iban a atrapar y hacerles daño. Pero los hombres se acercaron, señalando el tobillo herido. El hombre no comprendía lo que estaba sucediendo. De repente, uno de los aborígenes, apareció con una vasija con agua. La colocó sobre la lastimadura y a los pocos segundos ésta sanó. Los científicos estaban muy sorprendidos. El agua curativa realmente funcionaba. No solo descubrieron que la leyenda era cierta, sino también que estos hombres eran buenas personas. Pero los científicos eran tan ambiciosos que igual decidieron llevarse el agua para ser reconocidos y hacerse famosos. Cuando se estaban por ir con muestras de la sustancia curativa, el bosque misteriosamente los atrapó con sus ramas. Nada más se supo de ellos. EL MISTERIO DEL FARO Felipe Giudice Lucía era una mujer joven a la que le encantaba leer historias fantásticas. Era muy solitaria. Todos los días iba a leer a la biblioteca pública y una de esas tardes, encontró un libro llamado El misterio del faro. Lo pidió prestado y se fue. Cuando llegó a su casa, comenzó a leerlo con interés. En la novela había muchos personajes, pero la atrapó el de un viejo que cuidaba un faro en una costa desierta. Lucía interrumpió su lectura porque alguien golpeó su puerta. Miró por la mirilla y como no había nadie, regresó al sillón del living para seguir leyendo. Entonces vio que encima del libro, había otro con hojas amarillas, titulado La casa de la playa. Lucía se asustó. Pensó que había alguien en su casa y revisó todo rincón. Regresó al living y miró la tapa del libro. Le llamó la atención el nombre del autor porque era uno de sus favoritos y no era común encontrar gente que se llamara así. Abrió el libro y comenzó a leer la dedicatoria del autor a su madre… 184 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 185 Se sintió mareada. El nombre y el apellido de la mamá del autor eran los suyos. Buscó la biografía del escritor en la solapa del libro y… faltaban diez años para su nacimiento… Creyó que era un sueño y fue a mojarse la cara. La mujer se miró en el espejo y entonces, apareció el viejo del faro. Lucía quiso huir corriendo pero la puerta estaba cerrada. El viejo le pidió que lo llevara de regreso a la costa a través del espejo y le mostró el lugar. Lucía se preguntó a sí misma qué estaba pasando. Buscó en Internet el faro que le había mostrado el viejo y vio que era cierto que existía. Decidió ir y llevar el espejo como el viejo le había pedido. Cuando llegó al faro, vio que allí había una persona, un muchacho joven. Se enamoraron a primera vista. Lucía dejó el espejo junto al faro y se fue con él caminando. Diez años después, nació su hijo. EL PREJUICIO Bernardo Gulmanelli Era viernes por la tarde, alrededor de las dos. Salí a comprar unos cereales, leche y algunas medialunas para tomar el té. Todos estaban durmiendo, hasta la calle parecía dormida. Solo estaba yo, unos chicos hablando en la vereda y una señora. Apenas salí, me di cuenta de que alguien me seguía. Era esa señora, muy diferente, vestida de negro y blanco. Yo no le di mucha importancia y seguí caminando. Estaba regresando a casa cuando descubrí que continuaba siguiéndome. Fui a decirle que se detuviera. Éramos tan diferentes. Yo me preguntaba por qué me seguía y qué quería. Como continuaba persiguiéndome, salí corriendo hacia mi casa. Ella me gritaba pero yo no le entendía nada. Parecía como si me quisiera devolver algo. Aceleré el paso hasta que llegué a mi hogar, ¡sano y salvo! Al día siguiente, la señora tocó el timbre de mi casa y habló con mi mamá. Me quería devolver mi celular. Se me había caído. Yo nunca me había dado cuenta. La invitamos a tomar algo y me disculpé por el modo en que la había tratado. Después de compartir un café, la acompañé hasta su casa. 185 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 186 EL FLAUTISTA Mateo Guzmán García Bouzá Hamelin era una ciudad muy tranquila, alegre y llena de felicidad. Hasta que un día fue invadida por ratas feas e inmundas. Algo estaba claro: no iba a ser fácil sacarlas. Intentaron echarlas de muchas formas: con queso envenenado, tramperas de hierro y hasta un río de queso pegajoso. Pero nada funcionaba. Hasta que un día apareció un hombre de aspecto extraño. Era un joven alto, de vestimenta pobre, pero que tenía algo muy especial: poseía una flauta de oro con un brillo hipnótico y unos extraños adornos. Él aseguraba que solo con el sonido de su flauta se desharían de la plaga. El alcalde, entre risas, le dijo burlón que si cumplían lo prometido, le otorgarían cien mil monedas de oro. El flautista comenzó a tocar con su flauta una melodía extraña y las ratas empezaron a brillar y a seguirlo hasta un río, que fue su perdición. Al volver victorioso, el flautista reclamó su recompensa, pero el alcalde avaro y orgulloso, le dio solo diez monedas y lo expulsó a la calle. La noche era fría y el flautista estaba furioso. Entonces empezó a tocar, sin darse cuenta de lo que hacía, una melodía alegre y estridente. Al día siguiente, el flautista, dispuesto a irse de esa ciudad que lo había rechazado, juntó su equipaje. Cuando estaba por marcharse, observó algo muy raro. Todos se acercaban para entregarle objetos de valor: monedas, joyas y hasta los títulos de sus propiedades. El flautista introdujo su mano en el bolsillo y tocó algo raro, parecido a la gelatina de color violeta, que había capturado todos los sentimientos negativos del pueblo. El flautista lanzó el objeto mágico bien lejos, lo mas lejos que pudo, para que nadie pudiera encontrarlo. Después de unos días, el flautista ya era el hombre más rico del mundo entero y al asomarse por la ventana de su palacio, vio que los hombres, mujeres y niños dormían en las calles. Todos estaban incómodos y con frío. Entonces, el flautista sintió lástima. 186 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 187 EL AGUA CON PODERES CURATIVOS Tomás Raúl Hoerth Alconada En las oscuridades de un bosque de Bariloche se encontraron cuevas con pinturas rupestres de los mapuches. Lo más sorprendente de estas eran tres raras calaveras de color negro. Ese mismo año, el alemán Martín Stekelenburg y el francés Alou Touloulan, dos reconocidos científicos, estaban en busca de agua con poderes curativos. Alou vio en las noticias que en Argentina se habían encontrado cuevas indígenas con estas misteriosas calaveras y se lo comentó a su colega. Los dos decidieron ir hasta allí en busca del agua milagrosa. En sus largos años de búsqueda de este elemento, ellos habían descubierto que los mapuches podrían poseerla. Era un agua transparente y dulce que tenía el poder de curar todo tipo de heridas. Por desgracia, un descendiente de los pueblos indígenas había querido hacer lo mismo que ellos. Por coincidencia, los tres sacaron boletos para visitar las cuevas a la misma hora, en la misma excursión. Llegado el momento de ingresar a estas, los científicos creyeron ver una cara familiar con rasgos de indígena. Era Alí Caruchá, un aborigen que peleaba por sus derechos y por eso era conocido mundialmente. El indígena se alejó del grupo de la excursión y Martín lo siguió. En el camino, Alí sintió que alguien lo seguía y en la oscuridad pudo ver su cara. Pero de repente alguien le dio un golpe por la espalda y se desmayó. Había sido Martín, que había encontrado una piedra en el bosque y para detenerlo, lo golpeó. Sin darse cuenta, también se había cortado con el filo de la piedra, pero esto no le importó y siguió con su camino. En el camino encontró una fuente de agua, sumergió su mano ensangrentada para lavar la herida y por fortuna se curó. Sacó un frasco que llevaba en su mochila y tomó una muestra del agua de esta fuente. Se la llevó a su amigo y para verificar si era cierto, Alou también se cortó el dedo. Pero esta vez, el agua no sanó su herida. El científico alemán concluyó que para que tuviera un efecto sanador, debía haber mucha agua. Con permiso, Alou demolió casi toda la cueva y con una máquina sacó gran parte del agua que había allí. Pero cuando quedaba solo tierra en el lugar, sucedió algo inesperado: la tierra comenzó a deslumbrar. 187 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 188 Martín se sacó la curita de su dedo, tomó un frasco y le puso tierra y agua. Metió el dedo y este se curó por completo. Así fue como descubrieron que el secreto estaba en la mezcla del agua con la tierra de ese lugar. Los dos científicos fueron premiados por su descubrimiento. Al poco tiempo, la mezcla curativa comenzó a venderse en todas las farmacias. LOS CIENTÍFICOS Y EL AGUA CON PODERES Marcos María Irigaray En 1990 unos científicos querían investigar sobre el agua con poderes curativos. Años atrás habían descubierto la existencia de un agua que sanaba cualquier enfermedad. Por lo que sabían, una tribu en Tucumán la tenía. Uno de ellos se llamaba Albert y era descendiente de un pueblo indígena. Él los conduciría hasta el lugar. Los científicos se fueron de expedición para a encontrar el agua con poderes. Mientras recorrían el lugar, se cruzaron con un pueblo todo con carpas. Parecía una tribu. Entraron a investigar. Allí estaba un señor, que parecía ser un cacique. Él daba órdenes a los demás aborígenes, era el líder. Los científicos fueron para hablar con él. Querían saber si los podía ayudar a hallar el agua. Por la información que tenían, ya estaban cerca de encontrarla. Pero el cacique no les dijo nada, los miraba en silencio. Los científicos prometieron irse apenas consiguieran un poco del agua y le dejarían a cambio algo valioso, lo que él quisiera. El hombre aceptó y los acompañó hasta la fuente con la condición de que solo podían probarla. No debían sacarla de ahí, ya que era sagrada. Mientras caminaban por el bosque, el cacique les contó los poderes que tenía y para que servía. Ellos lo escuchaban muy entusiasmados. Luego de tres horas de caminar, llegaron hasta la fuente. El lugar estaba muy escondido. Los hombres agarraron agua, Albert se animó y la bebió. A los pocos minutos se empezó a sentir mejor que nunca, más fuerte y joven. Tomaron muestras, mientras uno de ellos se encargaba de distraer al cacique. Pero este empezó a sospechar de que algo raro estaba pasando y los maldijo. Dijo unas palabras en un extraño idioma mirando fijo a los científicos. Inmediatamente comenzaron a 188 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 189 caerse al piso, debilitándose. Así el cacique les quitó el agua que habían tomado como prueba y se escapó. Después de un tiempo, los científicos se levantaron. No reconocían el paisaje ni recordaban lo que había sucedido. Habían perdido la memoria y todos sus conocimientos. Extrañados, se alejaron del lugar. Desde ese día, el cacique cuidó del agua con poderes. EL SECUESTRO Agustín Lupano Me llamo Agustín, soy soltero y dentista. En el ranking ATP soy el número diez. Yo vivía en una casa en las afueras de la ciudad. Una tarde fui a comprar carne a un supermercado cercano a una villa. Siembre iba allí porque tenían mejores precios. En el camino vi a una persona despeinada, que no paraba de escupir. Me generó mucho miedo porque tenía aspecto de ladrón. Él se me acercaba todo el tiempo, como si me quisiera decir algo. Como no sabía el porqué, lo esquivaba disimuladamente. De repente apareció detrás de mí una persona alta y de tez blanca, que me golpeó con algo duro y me metió en su auto, donde me ató. Estaba asustado y dolorido. Al final, quien me había pegado no era aquel hombre del que yo tanto había desconfiado. El auto arrancó y me llevó a las afueras de la ciudad. A una casa donde estaban los prófugos más buscados del país. Cuando llegué, todos me miraron amenazantes. La casa era vieja y tenebrosa, tenía un aspecto de sucia. Me dejaron en un rincón, atado y sin comida. Estaba muy asustado. A la noche, mientras todos dormían, apareció Carlos, así se llamaba el hombre de rasgos oscuros al que yo había temido. Silenciosamente, me desató y me liberó. Le pregunté por qué me había ayudado y me dijo que él no era una mala persona y que muchas veces, las apariencias engañan. Me había querido avisar que unos hombres me estaban persiguiendo, pero no se atrevió a acercarse más porque sintió que yo le tenía miedo. Entonces, siguió al auto en el que me habían secuestrado y así me encontró. 189 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 190 Al final, el hombre del que había desconfiado por su aspecto, era una excelente persona. Sin hacer ruidos, nos fuimos por la ventana y caminamos por largas horas, hasta llegar a una comisaría. Les dijimos dónde estaba la casa de los prófugos y los policías los detuvieron. Los ladrones juraron que se vengarían. Carlos y yo nos hicimos grandes amigos y él me acompañó a todos los torneos de tenis. LA DESCONFIANZA Matías Mariani Yo vivía en una calle oscura. En la esquina de mi casa siempre pasaba un hombre mal vestido. Cada vez que lo veía, sentía desconfianza porque parecía venir de la villa. Todos le temían y creían que era responsable del robo de la semana pasada en el Banco. Una tarde estaba caminando cerca de mí, cuando se le cayó algo de la mano. Yo no sabía si levantárselo o seguir de largo como si no hubiera ocurrido nada. Pero cuando vi su cara de soledad y tristeza, sentí mucha lástima por él y entonces, me agaché y lo levanté. Era un reloj viejo. Él pensó que se lo iba a robar y empezó a gritarme. Inmediatamente se lo di. Me pidió perdón y me agradeció. Me quedé hablando con él. Me contó sobre su vida, por qué estaba solo en la calle y cómo había pedido a su familia. Descubrí que era una buena persona, muy sufrida. Me sentí mal por haberlo discriminado. En los días siguientes seguimos conversando. Veía que la gente del barrio le temía y pensé qué podía hacer para que confiaran en él y lo conocieran. Les dije a todos que era bueno pero nadie me hizo caso. Un día soleado, estábamos caminando por el barrio. Una anciana pasaba por ahí cuando un camión a toda marcha casi la atropella. Mi amigo empezó a correr y empujó a la señora, evitando que el camión la pisara. Le salvó la vida. La anciana le agradeció y todos lo felicitaron. Hoy en día todos saludan a mi amigo con respeto. 190 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 191 CAMBIO DE COLEGIO Manuel Peón Amar Una noche mis padres me contaron un problema: me cambiaban de colegio. La noticia recibí y muy triste me sentí. Inquieto y enojado, a mi cuarto me fui y allí me quedé, pensando en el problema hasta que por fin me dormí. Llegué al nuevo colegio con mucha curiosidad y miedo a la soledad. Con esperanza quería encontrar nuevos amigos. Unos chicos me recibieron. Querían jugar conmigo. Me dijeron sus nombres y me chocaron las manos. Nos hicimos amigos. Así nos conocimos y ahora somos muy unidos. Con confianza compartimos siempre juntos todo lo divertido. GANAR UN TORNEO Y UN AMIGO Hernán Pérez Demaría Agustín jugaba al tenis desde los siete años. Le gustaba tanto jugar que no le importaba si ganaba o perdía. A los trece años se federó 191 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 192 y le pusieron un entrenador porque jugaba muy bien y los padres decidieron que participara en torneos importantes. El entrenador era muy competitivo y lo entrenaba hasta el máximo para que mejorara mucho cada día. Y así fue. Agustín a los dieciocho años empezó a representar a su país. En un torneo de tenis doble en la ciudad de Buenos Aires, debía competir contra España. Las parejas serían sorteadas. Agustín era uno de los mejores entre todos los jugadores y no le preocupaba con quién formaría pareja porque sabía que con cualquiera se iba a divertir y a esforzar por ganar. Sin embargo, también sabía que con Luis no quería jugar. Siempre que la pelota iba alta tiraba un smash matador, pero no sabía perder y cuando eso sucedía rompía las raquetas y las tiraba al piso. Desafortunadamente para Agustín, le tocó en el sorteo jugar con Luis. Como era un buen jugador, decidió que no le importarían las reacciones de su compañero. En la primera ronda, el primer partido fue muy difícil. Cada vez que perdían un game, Agustín se acercaba a Luis e intentaba tranquilizarlo hablándole. Ganaron con lo justo. Luego, cada vez les resultó más fácil vencer a sus contrincantes. Luis se empezó a ver más relajado y tranquilo y eso lo hacía jugar mejor. Hasta que llegaron a la semifinal. Fue un partido complicado. Los dos ya estaban muy cansados y estaban perdiendo por mucho. Agustín le dijo a su compañero que no importaba perder, pero que igual tenían que poner todo el esfuerzo posible. A partir de entonces, empezaron a ganar. Estaban en el tercer set, iban seis a seis, cuando Agustín logró meter un globito y ¡ganaron la semifinal! Llegaron a la final. También iban perdiendo por muchos tantos cuando Luis le dijo a Agustín que no importaba perder, pero que igual tenían que poner todo el esfuerzo posible. Luis reconoció sus palabras y se puso contento. Ganaron el campeonato por poco, pero lo más importante es que se hicieron amigos. 192 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 193 LA LEYENDA DEL MONO DE ORO Lucio Francisco Raggio En el Parque Cerro de Tigres, en Centroamérica, se creía que en el interior de una montaña ubicada allí, había una estatua grande y pesada, de un mono hecho de oro puro. Se creía también que antiguamente en la zona del parque había muchos tigres sueltos y que la estatua pertenecía a los mayas. Ellos la habían ocultado allí porque sabían que su pueblo iba a desaparecer. Un grupo de turistas que visitaba el parque quería descubrir si era verdad o no la leyenda de la estatua. Uno de los turistas había comprado un viejo mapa en un local de antigüedades y se lo mostró al guía para que lo llevara allí. El mapa decía en un idioma antiguo que el que encontrara la estatua tendría buena suerte, pero quien intentara sacarla tendría que superar muchas trampas peligrosas. Los turistas estaban convencidos de que iban a poder superar las trampas y el guía aceptó. Cuando ingresaron a la montaña por un túnel que encontraron donde indicaba el mapa, el hueco se cerró. Entonces, fueron por un camino y cuando llegaron al final vieron la tumba de un cacique. La abrieron y hallaron un cuerpo sosteniendo un mono de oro. Descubrieron entonces que no era tan grande y pesado. Pensaron que si lograban sacar la estatua, la puerta se abriría otra vez. Pero en vez de abrirse, se cerró y abrió otra. Una trampa tras otra tuvieron que esquivar. Cuando lograron salir, uno quedó atrapado en la montaña. Era el que había comprado el mapa. En vez de vender el mono de oro, decidieron regresarlo a la montaña para salvar al turista que había quedado encerrado. Cuando este logró salir vivo, prometió que nunca más buscaría tesoros en una montaña. EL ANTIGUO PUEBLO TEHUELCHE Justo Serra Nahuel, un descendiente de tehuelches, se infiltró en un grupo de turistas. Él pensaba que las calaveras negras pertenecían a su pueblo porque eran huesos de sus antepasados. 193 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 194 Mientras recorría la ciudad, se chocó con un turista. El señor, muy amablemente, le pidió disculpas y le ofreció ir a tomar un café. Nahuel se apartó del grupo, aceptó y fueron a la cafetería que estaba en la esquina de la calle donde se encontraban. Charlaron y charlaron mientras tomaban café. Sebastián, el turista, pensaba distinto al aborigen sobre las calaveras negras. Decía que estas pertenecían a quien las encontrara, pero a medida de que la charla avanzaba se hicieron amigos y empezó a pensar como Nahuel. Así fue como comenzaron una aventura para encontrarlas. Sebastián entró en su casa con Nahuel y tomó algunas armas para protegerse de cualquier peligro que hubiera en el camino. Fueron a las afueras de la ciudad y Nahuel se acostó en el piso y comenzó a golpearlo mientras se arrastraba. Al golpearlo no se escuchaba nada, pero de repente, se oyó el ruido de un metal hueco. El tehuelche abrió una alcantarilla y se metió. Sebastián empezó a seguirlo. Cuando se terminó el túnel, subieron a la superficie y se encontraron a 90km. de Rawson, la ciudad donde se habían conocido. Ya estaba anocheciendo y no podían seguir caminando. Entonces se echaron a descansar. Al despertar Sebastián notó que Nahuel no estaba. Se levantó y sin darse cuenta tocó una piedra y una red lo atrapó. Entonces llegó el tehuelche y con un cuchillo cortó la red. Sebastián, impactado, agradeció y siguieron su largo camino. Desconocían quienes habían puesto la trampa. Al entrar en un bosque, se sentaron a comer pan y tomar agua que Sebastián había traído de su casa. Luego, al escuchar un ruido miraron hacia la montaña y vieron una manada de lobos enfurecidos porque habían entrado en su territorio. Ellos corrieron perseguidos por los animales salvajes. Llegaron a una catarata que caía a un lago y saltaron. Los lobos ya no los podían seguir. Al anochecer se detuvieron a comer pero se dieron cuenta de que ya no tenían la comida. Seguramente la habían perdido en el lago. Se aliviaron al ver un pequeño ciervo, entonces Sebastián, silenciosamente, sacó un arma y lo mató. Prendieron una fogata, lo cocinaron y lo comieron. Al día siguiente, luego de caminar varias horas, se encontraron con unas enormes escaleras y al final de las escaleras, la cueva de las calaveras. Subieron las escaleras corriendo y cada vez que pisaban un escalón, este se caía. Cuando ingresaron a la cueva, miraron hacia atrás y vieron toda la escalera derrumbada. Dieron unos pasos dentro de la cueva, pisaron un pequeño 194 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 195 escalón que casi no se veía, y miles de flechas salieron disparadas de las paredes hacia ellos, pero lograron tirarse al piso a tiempo y esquivarlas. Entonces, miraron para todos lados y las vieron. Las calaveras negras estaban allí. Las agarraron y la cueva comenzó a derrumbarse. Corrieron hacia fuera y saltaron porque no había escaleras. Ya en el exterior, decidieron darle las calaveras a sus verdaderos dueños, el pueblo tehuelche. Entonces fueron al pueblo que estaba a pocos minutos de viaje y se las entregaron. MIS VACACIONES DE VERANO Lucas José Serra En enero voy a ir a Miramar y lo voy a pasar genial. Me voy a alejar de la ciudad porque a una playa voy a veranear. Allí conoceré gente nueva y jugaré al fútbol a la luz del sol, nadaré como un pez entre las olas y armaré castillos en la suave arena. En las vacaciones siento que soy libre y estoy relajado porque terminaron las clases y puedo jugar, correr y nadar. En las vacaciones de verano soy más alegre y más divertido porque no tengo que hacer tareas y estoy más tiempo con mis primos y mis amigos. UN ROBO EN EL SUBTE Nicolás Sosa Reboyras Salí de mi trabajo a las 16 horas y regresé a mi casa en subte 195 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 196 porque el colectivo estaba lleno. La estación estaba vacía. Cuando vino el subte, subí tratando de encontrar un asiento. Entonces, encontré dos lugares vacíos, uno al lado de un hombre de aspecto desprolijo y sucio, y otro al lado de un señor bien vestido. Elegí sentarme al lado de ese señor. De repente, sentí que alguien me estaba revisando el bolsillo, donde se encontraba mi billetera y, al mismo tiempo, en el otro empezó a sonar mi celular. Atendí el celular y me puse a charlar. Mientras tanto, el señor de buen aspecto que estaba sentado al lado mío, se levantó y fue hasta la puerta con una billetera parecida a la mía asomando por el bolsillo. Traté de detenerlo pero las puertas se cerraron. En la próxima estación me bajé y me fui a mi casa. Al día siguiente, volvía del trabajo en subte y me encontré de nuevo con el hombre que pensé que me había robado la billetera. Con mucha valentía me animé a decírselo y él quiso huir, pero lo pude alcanzar porque ese hombre desprolijo del que desconfiaba lo agarró. Le revisé el bolsillo y todavía tenía mi billetera, entonces lo llevé a la comisaría con la ayuda del otro hombre. MI FAMILIA Marcos Tarasido Mi familia es muy numerosa. Entre todos, somos nueve. Tengo seis hermanas y una gran diferencia de edad. Mis hermanas me tratan con generosidad y tenemos una gran amistad. Las mayores me ayudan en las tareas y estudian conmigo para las pruebas. Con la menor, jugamos y reímos, y juntos nos divertimos porque en nuestra familia somos los más chiquitos. 196 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 197 Mis papás son pacientes, pero como todos los padres, se enojan con nosotros cuando no hacemos caso. Mi mamá cocina mucho, prepara dulces y panes. Nosotros la observamos y la admiramos. Mi papá me lleva al club y me ve cuando hago deportes. Y cuando hago algo malo, me da consejos que me ayudan. En mi familia hay mucha unión y también discusiones y peleas pero tenemos una buena relación porque el enojo no nos dura un montón. LA CASA DE LA PLAYA Rafael Nicolás Trozzo Lucía, una escritora, estaba leyendo su novela en el escritorio de la casa de la playa que había alquilado con su familia: “Hace mucho tiempo dejaron de oírse en el poblado las quejas por el cierre del faro. Solamente algunos ancianos recordaban la partida del último encargado y ocupante de la casa de la playa. Siempre mencionaba a su mujer y a sus hijos, sin embargo se fue solo. Cuando este partió, todos sus secretos se tornaron misterios y se pudieron escuchar historias que interesaron a mucha gente, por mucho tiempo. Esa tarde, sus amigos llegaban en bici al médano que habían elegido como mirador…” Lucía detuvo su lectura, ya que llamaron a la puerta. Como no había nadie, regresó, pero todo estaba distinto. Miró su libro y 197 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 198 descubrió algo extraño. Su obra estaba escrita por su hijo de cinco años, no por ella. No entendía nada. Se preguntaba cómo había ocurrido eso. Dio un vistazo hacia todos lados para asegurarse de que todas las otras cosas estuvieran como antes y cuando se miró en el espejo, no se vio reflejada en él. En su lugar aparecía una imagen de alguien muy parecido a su hijo, pero más grande. Estaba segura de que era su hijo. Tenía los mismos ojos y postura. Al verlo moverse, vio que hacía con las manos, el gesto que lo caracterizaba. Cuando volteó, lo vio en el escritorio escribiendo el libro. Confundida, lo primero que hizo fue hablarle, pero él parecía no escucharla. Preocupada, subió a su alcoba y se encontró con ella misma envejecida, hablando sola. Lucía no entendía nada, salió a la calle. Descubrió que toda la gente que conocía, había envejecido. Hizo todo lo posible por llamar la atención, pero nadie parecía verla. De repente, se encontró de nuevo en su escritorio. Todo había vuelto a la normalidad, pero sentía que todo lo que había pasado había sido aunque nunca supo la razón de su viaje al futuro. NADIE ES PERFECTO Elina Blaquier Una tarde soleada de invierno, cinco amigos paseaban por la vereda. Luego de caminar cinco cuadras, uno de los chicos, a lo lejos, en la esquina de la calle de enfrente, vio una casa abandonada. Era enorme y descuidada. El jardín se veía con el pasto largo y había bolsas de basura sin recoger. Los chicos dando pasos muy pequeños, comenzaron a acercarse con mucha intriga. Al llegar a la puerta de la casa, decidieron entrar. Pasaron un largo tiempo recorriendo el lugar, que al parecer estaba solitario. Las paredes eran grises y desprolijas. No tenían un solo cuadro ni adorno. A medida que daban un paso, escuchaban un ¡crash! El ruido lo causaban restos de pintura seca y hojas. En los pisos había basura que también crujía al pisarla. De repente escucharon la voz ronca de un hombre. Cada vez se escuchaba más fuerte. Uno de los niños tropezó y se lastimó el 198 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 199 tobillo derecho, impidiéndole pararse y caminar. Todos se detuvieron para ayudarlo. En un momento, la voz calló. Los cinco amigos, asustados, comenzaron a sentir pasos…. ¡crash! ¡crash! Aterrorizados se tomaron de las manos. Había una sombra detrás de ellos que cada vez se acercaba más. Un hombre los tomó por las espaldas, los agarró y los ató. Los chicos gritaron y patalearon. Pedían que los soltaran. Cada vez tenían más miedo. Los cinco niños miraron hacía la derecha y vieron que allí había un niño que padecía de una extraña enfermedad. Estaba paralizado en una silla de ruedas. El niño parecía vivir allí encerrado, lejos de la gente. Los amigos atrapados lo miraron fijamente. El niño, con los ojos, les señaló algo. Era una tijera. Rama, uno de los chicos, estiró su pie derecho y la empujó hacia uno de sus amigos. Él la tomó y cortó la soga que los ataba. Lentamente se acercaron al niño para agradecerle. Él les contó que vivía allí encerrado porque su papá no quería que la gente lo discriminara. De repente apareció el padre, conmovido y emocionado al ver que su hijo por primera vez conversaba con chicos de su edad y no era lastimado. Se quedó absorto. Entonces, el padre comprendió que no todos discriminaban, que aunque su hijo tuviera una enfermedad, podía tener amigos y ser tratado como uno más. Desde ese día, abrió las puertas de su casa para recibir a los nuevos amigos de su hijo. EL REENCUENTRO Alexia Bledel A Francisco lo habían robado y adoptado desde muy chico. Él desconocía esto y vivía con quien creía que era su madre. Una tarde de un viernes, bajo el sol tibio del invierno, cinco chicos conversaban en una esquina. Entre ellos, estaba Francisco. Cuando fue de regreso a su casa, sin que se diera cuenta, un señor y una señora lo persiguieron. Eran sus papás, buscándolo. Ellos habían conseguido información, pero no sabían con 199 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 200 seguridad si se trataba o no de su hijo. Durante años, luego de que la policía hubiera fracasado en la búsqueda de su hijo desaparecido, los papás continuaron investigando. Y así habían obtenido algunos datos. Ahora tenían una nueva pista y estaban intentando ver si era su hijo. Lo persiguieron hasta su casa y muy cuidadosamente entraron por la puerta de atrás para que no los descubrieran. Revisaron y encontraron una foto de bebé que coincidía con la que ellos tenían en su casa. Flor, la mujer que lo había robado, los vio desde el cuarto de Francisco. Asustada, llamó a la policía, ya que no sabía que se trataba de los padres de su hijo. Mientras tanto, estos trataban de encontrar al chico para decirle la verdad. Pero él no les creyó y con mucha bronca los echó de la casa. Cuando llegó la policía, se los llevaron a la comisaría para saber qué era lo que estaba ocurriendo. Francisco comenzó a pensar que esto podía ser cierto. Él no tenía ninguna foto de cuando era bebé y su madre nunca le había contado cómo era de chiquito, ni cómo había nacido. Siempre había tenido una extraña sensación. Finalmente, los dos sospechosos fueron liberados, pero se inició un juicio para averiguar al respecto. Todo se empezó a complicar. Francisco empezó a pensar y buscar si era cierto lo que le habían dicho. Durante el juicio, él consiguió el domicilio de quienes decían ser sus padres y fue hasta allí para investigar. La puerta estaba cerrada, pero una de las ventanas estaba abierta. Entró y encontró fotos de sus primeros años. Enseguida se reconoció. Fue al juicio y las mostró. Sus verdaderos padres fueron absueltos y la mujer que lo había raptado quedó presa por haber robado un bebé. Con el tiempo, Francisco fue conociendo a sus padres hasta lograr una linda relación. LA CASA DE LA PLAYA Mercedes Cabral Lucía leía detenidamente las primeras líneas de su libro, en el escritorio de la casa de la playa que había alquilado junto con su familia. 200 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 201 “Como años atrás el faro había cerrado, ya no se escuchaban más quejas. El último encargado había huido solo, misteriosamente y eso fue lo que hizo despertar por la zona tantas dudas e inquietar a los vecinos. Esa tarde, un grupo de chicos se dirigían hacía los médanos en bicicleta.” Lucía detuvo su trabajo debido a que llamaron a su puerta. Como no había nadie, volvió a su escritorio donde encontró un libro que antes no había visto allí. Se titulaba La casa de la playa y el autor tenía el nombre de su hijo, quien había muerto hacía unos años. Entonces levantó la vista y el espejo reflejó al encargado del faro con el mismo libro que ella tenía en la mano. Lucía lo abrió y comenzó a leerlo. Le llamó la atención el dibujo que el libro tenía en la tapa. Parecía ser la playa que había enfrente de la casa que había alquilado con su familia para pasar el verano. Sintió unas cosquillas. Comenzó a leerlo. Allí contaba todos los misterios del faro y la extraña desaparición del cuidador. Esa historia parecía transcurrir en esa misma playa. Lucía miró por la ventana y vio a unos chicos, que luego de su descanso, se dirigían hacia el faro. Siguió leyendo y se sorprendió al ver que el libro describía la misma escena. Era muy extraño porque todo lo que sucedía en la playa estaba escrito en esas páginas. Guardó el libro y se dirigió hacía el faro para terminar con sus dudas. Mientras caminaba por la orilla del mar, leía el libro para averiguar más sobre aquel misterio. Cuando llegó al faro, se encontró con la puerta abierta y el candado roto. Dentro de ese tenebroso lugar se escuchaban voces de chicos que pedían auxilio. Lucía subió a la torre. Al llegar arriba, encontró a los chicos encerrados y cuando quiso abrir la puerta, él apareció. Era el cuidador del faro. Lo reconoció enseguida. Entonces le pidió respuestas: dónde había estado, por qué se había ido y por qué había encerrado a esos chicos. Él le explicó que no tenía malas intenciones, solo quería un poco de compañía. Le contó que siempre se había imaginado una esposa y dos hijas, pero al darse cuenta de que no las tendría jamás, salió en busca de alguien que lo acompañara. Como pasaban los años y no conocía a nadie, sintió algo muy fuerte y los secuestró. La soledad lo estaba volviendo loco. 201 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 202 El hombre conmovió a Lucía. Ella lo comprendió y le prometió que todos los días iría a visitarlo siempre y cuando se quedara en el faro e hiciera su trabajo. Él aceptó. Lucía regresó a su casa, abrió nuevamente el libro y se dio cuenta de que el nombre de su hijo no aparecía más ahí. Pensó que tal vez esta sería una señal que le mandaba su hijo para que ayudara a ese pobre hombre. Así fue como Lucía pudo terminar su libro, visitando cotidianamente al cuidador. EL HOMBRE EXTRAÑO Candelaria Cazenave Tres chicos volvían de la escuela, hablando sobre un señor que vivía cerca de su barrio. El hombre era un viejo muy conocido por su vida solitaria, su piel arrugada y su extraña forma de vestir. Tenía costumbres distintas que eran vistas como raras. Su ropa era de distintos colores y tenía modales extraños. También era muy fuerte, tenía unos enormes músculos y un cuerpo muy grande. La tarde avanzaba y los niños continuaban hablando. Se mantenían muy interesados charlando hasta que de repente vieron que un enorme camión doblaba muy rápido. Uno de ellos no tuvo tiempo para correr y el vehículo lo atropelló. El niño estaba completamente atascado, era imposible sacarlo de debajo del auto. Se acercó un montón de gente que desesperada no se animaba a sacarlo. El chico estaba realmente muy asustado. De repente, el hombre extraño del barrio se acercó al tumulto de gente e hizo mucha fuerza hasta que logró sacar al niño. Después de ver este maravilloso rescate, el barrio entero quedó sorprendido. Luego de unos días, el extraño empezó a tener confianza con la gente y a relacionarse. Desde entonces, el hombre fue respetado y las personas supieron que aquel señor raro era una muy buena persona. AMIGO O ENEMIGO Delfina Díaz Alberdi Tocó el timbre y salimos todos al recreo. Yo siempre jugaba con Marcos y Martín, pero esta vez, ellos habían faltado. 202 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 203 No sabía con quién jugar. La única opción era Juan, el chico al que todos temían porque decían que lastimaba a los demás y era grandote y bastante feo. Pero yo preferí estar solo que ir con Juan. No pensaba ir con los nerds del grado. Ellos siempre jugaban a cosas aburridísimas, la mayoría de las veces jugaban a la rayuela, uno de los juegos más aburridos que conozco. Así que me quedé sentado todo el recreo... Cuando tocó el timbre para irnos a casa, salimos todos alborotados. Sin querer empujé a Juan. Muy asustado, salí corriendo muy rápido porque pensé que me iba a hacer algo. De tanto correr llegué a un callejón. Pensé que ya lo había perdido, cuando apareció Juan con cara de amargado. Aterrorizado, le pedí que no me hiciera nada. Él se me acercó y como tenía tanto miedo, lo esquivé y salí corriendo. Iba tan rápido que me tropecé con una roca, Juan se acercó a mí, me ayudó y me pidió que no le temiera. Se ofreció a curar mi herida, yo estaba muy agradecido, pero aún tenía un poco de miedo. Le conté todo lo que me habían dicho acerca de él y me prometió que nunca le haría daño a nadie. Me dijo que todos esos eran rumores. Yo le creí y al fin y al cabo, Juan terminó siendo uno de mis mejores amigos. PREJUICIO Dolores Fernández Ocampo Un día soleado, unos chicos con mucho poder económico se juntaron en la plaza como todos los días así de hermosos. A ellos les encantaba andar en karting y jugar a la pelota. Los fines de semana solían irse a sus campos y allí jugar a la mancha y hacer carreras en pony. Luego de un rato de jugar, aparecieron unos chicos con feas, viejas y rotas vestiduras. Al verlos, sintieron miedo. Les daba la sensación de que los miraban fijos y que susurraban en secreto sobre ellos. Creían por prejuicio que los lastimarían o robarían. Cuando notaron que no tenían malas intenciones, se animaron y se acercaron. Les preguntaron cómo se llamaban y ellos, tímidamente, les contestaron. Uno de los chicos, Lionel, con miedo les preguntó por qué se vestían así. El más grande les dijo que no todos tenían la suerte de tener dinero y poder vestir esas lindas ropas. 203 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 204 Los chicos los entendieron y enseguida se pusieron a conversar y a reír. Les dijeron que se tenían que ir rápidamente, porque ya iba a oscurecer, pero decidieron dividirse en dos grupos e ir de visitas a sus casas. Un grupo fue a la casa de Jonathan. Él tenía mucho dinero y vivía en una casona. Cuando sus padres vieron a los invitados de su hijo, se pusieron locos, no lo podían creer. Su madre estaba preocupada por lo que dirían sus amigas del té de los lunes cuando se enterasen. En cambio los padres de Noel, uno de los niños de familia humilde, actuaron diferente. Cuando vieron las nuevas amistades de su hijo quisieron sacar ventaja. Querían que se hicieran muy amigos para poder robarles. Pero Noel no quería saber nada con esta idea. Los dos grupos de amigos decidieron que continuarían con su amistad, a pesar de lo que sus padres pensaran. Descubrieron que compartían muchas cosas. ANDÁ DESPACIO… ¿VISTE QUE TENÍA RAZÓN? Clara Imbrosciano Un día Nacho, un chico de veinte años, iba a sacar el registro junto con sus amigos. No se sentía seguro porque tenía miedo de chocar o que ocurriera algo muy peligroso. Les contó sus miedos a sus amigos y ellos empezaron a reírse de él y a decirle que era un miedoso. Por eso, se sentía muy enojado y triste; pero a la vez, seguía con miedos y desconfiado. Sentía que el miedo lo estaba comiendo por dentro y no sabía qué hacer. Igual decidió ir a sacar el registro. Sus amigos le decían que él manejaba muy despacio, pero igual logró aprobar el examen y obtener el registro de conductor. Se sentía muy feliz. Días después, Hugo, uno de los amigos, lo invitó al cine. Los dos se fueron en el auto. Hugo iba muy rápido. Nacho le pedía que manejara más despacio, pero no lo escuchaba. Así fue como chocaron. El amigo se dio cuenta de que tenía razón, pero no sabía como disculparse. Entonces le pidió perdón y Nacho aceptó sus disculpas aconsejándole que pensara en el daño que podría haber ocasionado. Semanas después, Hugo y Nacho salieron a manejar. Esta vez, el que manejaba muy despacio era Hugo. Entonces Nacho le hizo chistes y, en broma, le dijo que condujese más rápido y que no fuera 204 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 205 tan desconfiado. Hugo se rió, tomó confianza y aceleró. Pero nunca más manejó en forma descuidada. EL POZO Merceditas Juri Bautista, un chico de unos once años, se encontró con cuatro amigos el viernes por la tarde, bajo un árbol de un barrio cerrado. Uno de ellos, Tomás, abandonó la sombra del árbol para ir a buscar un vaso de agua a su casa. Cuando regresó, vio que en la plaza había mucha gente y que, cada vez, se iban acumulando más personas. Al acercarse, vio que había un pozo. Pensó en decirles a sus amigos, pero le dio curiosidad y se acercó aún más. Entonces, se cayó en el pozo. La gente se acercó enseguida, pero ninguno lo podía sacar. Era muy profundo. Bautista y sus amigos empezaron a preguntarse dónde estaba Tomás. Se preocuparon tanto que cuando salieron de la sombra del árbol a ellos también les dio curiosidad ver tanta gente reunida en la plaza. Entonces se acercaron y lo vieron en el pozo. Bautista no sabía qué hacer. Una de las personas que estaba allí les aconsejó que llamaran a sus padres. Él fue a la casa de su amigo para avisarles lo que había ocurrido, pero allí no había nadie. Un hombre llamó a la policía y un rato después llegó un patrullero, atrás de un camión de bomberos. Más atrás, venía un chico de quince años que se llamaba Ezequiel e iba al mismo colegio que ellos. Todos le tenían mucho miedo, en especial Tomás. Él se creía superior al resto por ser más grande. El adolescente era quien había cavado el pozo. Ezequiel era muy malo con los chicos, pero si había gente, se hacía el bueno. Tomás gritando, le preguntó cómo podía salir de allí. Pero él no le respondió. A los pocos minutos, Ezequiel se arrepintió y le dijo que podía salir con unas piedras que él había dejado ahí, en un costado. Así fue como Tomás pudo trepar y salir. Esa misma noche, los chicos junto con Ezequiel, acordaron que no les iban a contar a sus padres lo que había pasado. El pozo fue rellenado con tierra y ahí arriba pusieron juegos, como si nunca hubiera pasado nada. 205 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 206 UNA GRAN AVENTURA Sol López del Carril Un viernes a la tarde, cinco chicos conversaban en la esquina y justo llegó Matías, un amigo de ellos. Él les propuso jugar a las escondidas. Se podían esconder en cualquier lado, menos en la casa de Pepita, la bruja del barrio. A ella la consideraban mala porque siempre estaba mal vestida y tenía un aspecto sucio. Su casa era fea y el pasto de su jardín estaba siempre seco y lleno de gatos. Ella parecía ser una persona solitaria, no tenía amigos, ni dientes. Por eso todos la llamaban “la bruja del barrio”. Todos votaron para que contara Carlitos, que era el más miedoso del grupo. Como el tenía mucho miedo, los chicos se fueron a esconder a la casa de la bruja, a propósito. Cuando entraron a la casa, todos sintieron miedo pero quisieron asustar a Carlitos. Se escondieron detrás de un árbol y vieron que algo salía. ¡Era la vieja que iba a regar sus plantas! Pepita los vio, sacó su escoba y los empezó a correr. Ella pensó que le estaban robando. Los chicos empezaron a correr. Tenían miedo de que les hiciera daño. Carlitos escuchó los gritos y salió a buscarlos. Cuando los vio corriendo con Pepita detrás, quiso acercarse y explicarle que ellos eran buenos y que solo estaban jugando. Mientras los chicos huían, Carlitos disimuladamente se escondió detrás de una planta y cuando ella no lo veía, entró en la casa. Vio que ella tenía flores y fotos de su familia. Era un lugar muy agradable y cálido. Nunca se hubiera imaginando que el hogar de la bruja del barrio era así. Todo estaba decorado y prolijo. Cuando salió de la casa sin que Pepita lo notara, fue con sus amigos y les contó lo que había visto. Sus amigos sorprendidos, le pidieron perdón a Carlitos por haber querido asustarlo. Él los perdonó, pero les pidió que también se disculparan con Pepita. Los chicos aceptaron y fueron a disculparse. Ella, contenta, los invitó a tomar el té en su casa. Todos tomaron el té allí y descubrieron que Pepita no era una bruja sino alguien muy amable y agradable. 206 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 207 UNA EXTRAÑA AVENTURA Clara Martin Valerga Todos los años hacemos una obra de teatro y siempre a mí me eligen como protagonista. Pero este año algo cambió. Un chico nuevo entró y los profesores se emocionaron de lo bien que actuaba. Yo estaba celoso, nunca me había pasado. Además me habían dado el peor personaje, era como si fuera un árbol que se quedaba toda la obra parado. Los maestros, después de muchos días, se dieron cuenta de que mi personaje estaba mal. Yo hablaba despacio y enojado. Pensaron qué podían hacer conmigo. Todos mis compañeros querían que el nuevo amigo fuera el protagonista, ya estaban hartos de que siempre ocupara yo ese lugar. Al final del ensayo, me quise ir. Mientras me retiraba, me gritaban “¡Cobarde!”. Me fui tapándome los oídos. Lo único que conseguí fue una obra de los más grandes. Cuando llegué, miré la lista de los chicos que iban a actuar. Miré bien… y estaba anotado el chico nuevo. No lo podía creer. Pensé que él podía sacarme el personaje protagónico otra vez, pero también que quizá se había anotado por compasión. Al otro día, llegamos a la clase y vi al chico, que me llamó. Me pregunté para qué sería. Fui y me dijo que se había anotado para que yo participara en la obra principal y también me dijo que me había dejado el personaje. Yo le di un abrazo y me di cuenta de que él no era malo. Solo era que actuaba muy bien y que capaz yo también le había hecho lo mismo a los otros chicos. SABER PERDONAR Inés Mircoli Geuze Tiziana estaba triste a la hora del té. Sola, lloraba desconsolada. De tanto llorar, su cara angustiada parecía una flor morada. 207 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 208 Las finas lágrimas de Tiziana se derramaban sobre la taza de té. Su mejor amiga la había traicionado y se sentía decepcionada. Le había contado un secreto y ella no lo guardó. Tiziana ya no podría confiar en ella nunca jamás. El teléfono sonó. Tiziana llorando contestó. Era su amiga pidiendo disculpas y Tiziana reflexionó y la perdonó. LAS TRES CALAVERAS NEGRAS Malena Moss Un grupo de turistas que venían de diferentes países visitó el Parque Cerro Leones. Allí recorrieron cavernas, lagos y montañas. Entre ellos se encontraban unos alemanes que creían que las calaveras pertenecían a antiguos germanos que habían llegado a América antes que los españoles. Supuestamente, ellos habían llegado por casualidad a este continente, cuando estas tierras aún no habían sido descubiertas. Eran antiguos comerciantes que deseaban conseguir esclavos en África, pero se les había roto la brújula, se desorientaron y comenzaron a navegar sin rumbo por el océano Atlántico. Luego de una gran tormenta naufragaron en las costas de la Patagonia. Un aborigen tehuelche los encontró, se sorprendió al ver a estos hombres de cabellos claros y extrañas vestimentas y los llevó a su tribu. Entonces el médico brujo curó sus heridas. Los blancos se sintieron muy agradecidos y descubrieron que estas personas sabían organizarse y que, a diferencia de ellos, no tenían esclavos. Decidieron renunciar al comercio de esclavos y quedarse a vivir en la Patagonia. Ellos aprendieron muchas cosas de los aborígenes y, a la vez, les enseñaron muchas otras. Al pasar los años, cuando murieron los germanos, la tribu los enterró con tristeza en una gran caverna. Todos los turistas visitaron lo más importante de esa zona, hasta 208 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 209 que un extraño turista alemán les pidió visitar la caverna cercana al mar. Lo que el guía y el grupo no sabían era que les habían pedido ir hasta ese lugar para desenterrar las calaveras negras y llevarlas a un museo. Así, no solo les darían mucho dinero sino que los honrarían en su país pues con esa prueba, demostrarían que los alemanes habían descubierto América y no los españoles. El guía aceptó la invitación y todos juntos visitaron la caverna. En ella había muchas cosas escritas en las paredes. De repente un turista estadounidense se resbaló y empujó una roca enorme que tapó la salida. Así fue como todo el grupo se quedó encerrado en la caverna. Muchos estaban asustados y propusieron empujar la roca a ver si lograban sacarla. Mientras, los alemanes buscaban desesperados las calaveras. Al levantar la vista, observaron con atención los gráficos que había en las paredes. Se dieron cuenta de que ahí estaban dibujados los germanos en su barco. Allí estaban enterrados esos hombres que habían sido tan importantes para los tehuelches. Pero al desenterrar e investigar los cuerpos vieron que pertenecían a España y no a Alemania, como ellos creían. Los turistas se decepcionaron mucho. Habían estado estudiando el tema, habían hecho grandes viajes para descubrir que estaban equivocados. Finalmente, con tristeza partieron a su país. LAS TRES CALAVERAS María Mercedes Ordoñez Un grupo de turistas visitó el parque “Cerro leones”. Entre ellos había dos personas, una de ellas parecía ser el jefe. Ellos habían ido a la excursión para buscar las calaveras negras. Creían que estas pertenecían a tres antiguos líderes de su grupo que tenían poderes psíquicos. Pensaban que en poco tiempo, el mundo se acabaría por el calentamiento global y la contaminación. Los glaciares del sur se derretirían y la Patagonia desaparecería por una gran inundación. Para evitar esto, debían encontrar las tres calaveras. En ellas habría un mensaje que diría cómo salvar al mundo. Dentro del grupo de turistas, había unos científicos que decían que no había que tocarlas, que debían dejar todo como estaba, ya que eran peligrosas. Pero ellos continuaron con su plan. 209 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 210 Como no querían que nadie los descubriera, se mezclaron con turistas. En una de las visitas, se separaron del grupo para ingresar al lugar donde estaban las misteriosas calaveras. Con la ayuda de unos arqueólogos, lograron descifrar el código que estaba detrás de ellas. Tenían que dirigirse a una montaña y allí debían encontrar dos elementos que los guiaran hasta un lugar sagrado. Entonces, escalaron la montaña y buscaron hasta que encontraron los elementos. Cuando se estaban acercando más al lugar, apareció el otro grupo que se oponía a que tomasen las calaveras. Ellos creían que era peligroso tocarlas, ya que eran muy misteriosas y podrían provocar que el mundo se acabase o alguna catástrofe. Comenzaron a enfrentarse y a discutir. Pero los que creían que en pocos segundos se acabaría todo convencieron al resto. De repente el cielo se puso negro, las nubes comenzaron a moverse muy rápido y el viento sopló muy fuerte. La tierra se empezó a levantar y en el agua de los lagos se formó un remolino. Los turistas comenzaron a correr porque el suelo se movía cada vez más. Pero ellos no dejaron de correr hasta que encontraron el lugar sagrado. Era una cueva llena de piedras y una luz enfocaba las tres calaveras. Estas estaban apoyadas arriba de una piedra grande. Al principio sintieron miedo de tocarlas, pero si esperaban un segundo más, el mundo se acabaría. Los arqueólogos tomaron coraje y las agarraron. Al tocarlas, el cielo se despejó y el viento se calmó. El mundo volvió a la normalidad. DIVERSIÓN EN EL MAR Juana Oyenard Mientras viajo en mi auto miro por la ventana y cuando veo la playa recuerdo buenos momentos. Apenas llego a la playa ¡no me aguanto la emoción! Salgo corriendo del auto y ¡de cabeza a la diversión! 210 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 211 Rápidamente bajo los bolsos y siento la frescura del mar, y salgo de la casa lista para jugar. Corro al mar emocionada a empaparme con el agua. Mojada de punta a punta, me siento feliz y entusiasmada. Y así termina mi historia con mucha alegría y diversión. Al final del verano con tristeza al mar le doy un abrazo. LA NOVELA Amparo Romero Lucía leía y releía una y otra vez su novela. Para ella era interesante, ya que trataba sobre una leyenda del pueblo donde vivía y había crecido. Allí había una extraña historia sobre un faro y su cuidador, quien nunca dejaba de mencionar a sus hijos. Había llegado al pueblo en una noche de tormenta totalmente solo y nadie conocía a su familia. Pero las tres veces que Lucía había llevado su novela a la editorial, no se la habían aceptado. Creían que la historia no era muy original y por lo tanto no se venderían muchos ejemplares. Ya cansada porque se había quedado reescribiendo toda la noche, decidió recostarse para despejar su mente. Luego de un rato, miró por la ventana y vio a dos hermosas jóvenes con vaporosos vestidos caminando por la playa. Al mirarlas detenidamente, se asustó ya que eran las mismas mujeres que estaban pintadas en un cuadro que estaba en la casa que había alquilado. Recordó también, que la persona que le había mostrado la casa, le había contado que las jóvenes retratadas eran las hijas del hombre del faro. Confundida, miró por la ventana y vio que unos niños corrían hacia los médanos. De repente, se dio cuenta de que ella también había entrado mágicamente en la novela. Miró a su alrededor y vio que estaba en esa playa que tan familiar le resultaba. 211 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 212 Comenzó a perseguirlos, pero algo la inquietaba, algo que no había pensado: ella no había terminado la novela. ¿Qué pasaría con la historia? Entonces vio con asombro y desesperación que los niños, personajes de su novela, comenzaban a desaparecer, uno por uno. Pensó que las jóvenes también se desvanecerían, pero no. Ellas seguían caminando por la orilla. Decidió tomar coraje y acercarse para hablar con ellas. Pero al alcanzarlas, desaparecieron. Desesperada, Lucía corrió y corrió hacía el faro. La puerta tenía un candado roto, por lo tanto pudo entrar sin problemas. Adentro, lo encontró todo desordenado, recogió del piso un papel amarrillo que le llamó mucho la atención. Al leerlo, descubrió que narraba la vida del hombre del faro. Contaba cómo el misterioso hombre había perdido a sus hijas. Un día, mientras él estaba trabajando como carpintero en un pueblo cerca de una playa, vio que se desataba una fuerte tormenta en el mar. El cielo se tornó negro y el viento comenzó a soplar levantando arena. Las olas se hacían cada vez más grandes. Se preocupó ya que sus dos pequeñas hijitas estaban jugando en la orilla. Corrió hacía ellas, pero al llegar descubrió que el mar se las había arrebatado. Nunca más encontraron los cuerpos de las niñas. Meses mas tarde, en una noche de lluvia, llegó el hombre que había perdido a sus dos hijas y se instaló en el faro. Se cree que el hombre desde el faro, todas las noches las buscaba. Entonces Lucía encontró allí lo que supuso que era un escritorio y unos papeles en blanco. Empezó a escribir su novela basándose en el papel que había encontrado. Cuando escribió “Fin”, todo volvió a la normalidad y ella apareció en su casa, con unos papeles en su mano que más tarde serían los borradores de su exitosa novela. ENAMORADOS ESTAMOS Fátima Uribelarrea Por la pradera caminamos felices y contentos demostrando nuestro amor por todo el universo. 212 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 213 No sé si él soñaba, no sé si él dormía; pero yo solo pensaba en él porque lo quería. Cuando se despertaba de su largo soñar, caminábamos juntos por el mar sin parar. Hoy vamos de la mano, a cualquier lado. Nuestro amor es más fuerte que una lluvia ardiente. UN COMPAÑERO NUEVO Juana Zubeldía Una mañana, en un colegio de Junín, entró un chico nuevo a la clase de quinto grado y se enamoró a primera vista de Mariana. El nombre de ese chico flaco, tímido y desordenado, era José. En el laboratorio de Ciencias Naturales, tenían que hacer un proyecto de a pares. A José le tocó trabajar con Mariana como compañera. Después fueron todos a la clase de teatro y para hacer la obra, también le tocó actuar con ella. Esa misma tarde fue a la casa de su compañera para hacer el trabajo de Naturales y ver el guión de la obra de teatro. Después de terminar la tarea, fueron a tomar un helado y a pasear. Así, de a poco se fueron haciendo mejores amigos. Ella se dio cuenta de que él era una buena persona. Cuando hubo que llevar el proyecto al laboratorio del colegio, Javier un compañero del grado, rompió el trabajo, culpando a José. La maestra al ver el proyecto completamente destruido, se sorprendió. Llamó a Mariana y le preguntó qué había ocurrido. Mariana pensaba que todo había sido culpa de José porque todos sus compañeros le decían que no tenía que confiar en los nuevos. Desde ese día, Mariana se enojó muchísimo con él y nunca más se acercó para hablarle. 213 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 214 José se acordó de que en el laboratorio había una cámara, se paró sobre un banco y sacó la cinta. Fue a su casa y tranquilo vio el video. Así descubrió que el culpable de todo había sido Javier. Al día siguiente, buscó a su maestra de Naturales y en la clase de computación le mostró el video. La maestra llamó a Mariana y también se lo mostró. A partir de ese día, Mariana y José fueron otra vez amigos y junto con sus madres salían a almorzar. A Javier lo llevaron a hablar con el director del colegio y le pusieron una mala nota. En su proyecto obtuvo un cero como calificación. 214 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 215 SÉPTIMO grado S.O.S. EXCESO DE IMAGINACIÓN ALUMNOS Y ALUMNAS DE 7° GRADO MARÍA VICTORIA PITALUGA MAESTRA DE PRÁCTICAS DEL LENGUAJE 215 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 216 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 217 EL MISTERIO DE LAS NOTAS MUSICALES Nicolás Abraham Luján Martín Cabagán, un hombre de unos cuarenta años, tenía una gran pasión por la música. Trabajaba de guardia nocturno en un teatro. Una noche, al entrar al teatro, vio sobre los pasillos unas manchas negras que tenían una forma extraña. Estas manchas seguían por las escaleras, hasta el segundo piso. Las siguió hasta el escenario. Vio que se movían y pensó que eran hormigas. Se acercó a la partitura que estaba allí y descubrió que eran notas musicales que se habían escapado del pentagrama. Decidió recogerlas. Así que las agarró y las colocó en una caja, la cual llevó a su casa. Allí las liberó y observó de qué manera se ubicaban. Tomó un lápiz, una hoja pentagramada y escribió las notas hasta crear una sinfonía. Se sentó en su piano y tocó la música que acababa de componer. Las notas estaban puestas a la perfección. Volvió a guardar las notas y con curiosidad decidió investigar este hecho fantástico. Averiguó que el teatro donde él trabajaba se había construido sobre un teatro griego. Cuando llegó a su casa, buscó en Internet información sobre este misterioso teatro, llamado “Ecliseo Griego”. Descubrió que “Ecliseo” era un famoso compositor griego. Él era muy prestigioso, hasta que un día, inesperadamente, dejó de escribir. Nunca nadie supo por qué. Pensó que tal vez las notas se le habían perdido. Martín decidió tocar su obra y luego de un tiempo se convirtió en uno de los mejores compositores del mundo. Se había vuelto mundialmente famoso debido a sus melodías celestiales, tan perfectamente hechas que parecían obra de los ángeles o del mismo Dios. Pero un día las notas desaparecieron y Martín se vio obligado a abandonar el mundo de la música. Fue muy criticado por eso. La gente no podía comprender cómo había dejado de escribir una música tan hermosa. Martín comenzó a pensar que las notas musicales estaban malditas, debido a que se perdían inesperadamente de las partituras y así llevaban al compositor a la ruina. En su desdicha decidió buscar las notas para mojarlas y así destruirlas porque nadie sabía cuánto daño podían ocasionar. Regresó al teatro y buscó durante horas, luego días, hasta que pasaron tres 217 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 218 meses. Finalmente un día las encontró y las mojó hasta acabar con ellas. Y así Martín, un simple aficionado de la música pasó de convertirse en un gran compositor a un músico obligado a abandonar su incipiente carrera. LAS TRIBUS ENEMIGAS Javier Caeiro En una región rodeada de sierras habitaban dos tribus enemigas, comechingones y chacari. El cacique de la tribu de los comechingones se llamaba Naguan y estaba peleado con Citon, el cacique de la tribu chacari, ya que le querían quitar las tierras fértiles ubicadas en el norte. Las tierras de Citon estaban ubicadas en el sur y sufrían de una gran sequía desde hacía ya varios meses. Luego de una larga época sin lluvias, los chacaris estaban enojados con su cacique Citon, quien les había prometido tierras fértiles. Estaban desesperados por el agua, las cosechas se secaban y los animales se enfermaban. Enojados y agobiados por el calor decidieron enfrentar al cacique. Frente a la presión de su pueblo, Citon decidió atacar por sorpresa a los comechingones para poder apropiarse de sus ricas tierras. Esa misma noche convocó a sus guerreros. Algunas mujeres se encargaron de prepararles comida para el viaje hacia el norte, mientras otros hombres preparaban las armas. A la mañana siguiente decidieron iniciar el recorrido. Luego de largos días llegaron a las tribus enemigas. A la noche se escondieron atrás de los pastizales para invadir el lugar. Allí habitaba un gran silencio. Los centinelas estaban vigilando su territorio porque el cacique Naguan, al mirar el cielo, algo había anticipado. Él tenía un don que ningún otro cacique tenía. Con solo mirar al cielo podía predecir el peligro. Los chacaris muy silenciosamente distrajeron a los guardias sin ser descubiertos. Uno de los soldados actuó y prendió fuego parte de los pastos que se encontraban a gran distancia de los guerreros. En el mismo instante que Naguan advirtió la trampa, Citon ordenó a sus hombres contraatacar. 218 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 219 Mientras los hombres se enfrentaban, las mujeres se llevaron a sus niños para protegerlos. Los comechingones estaban siendo derrotados. Sus casas eran invadidas y atacadas. Ambos caciques se enfrentaron cara a cara y luego de un rato Citon le clavó un puñal a Naguan matándolo. Los comechingones finalmente se rindieron. Mientras pueblo el chacari disfrutaba su victoria, se escuchó un fuerte ruido y se reflejaron en el cielo unas luces brillantes, jamás vistas. Comenzó a llover fuertemente. Los chacaris asustados abandonaron todo y se marcharon hacia el sur. Desde ese día, cada vez que los chacaris intentaron invadir a los comechingones, fracasaron. Desde el cielo, Naguan, el rey de los truenos y los relámpagos, les anticipaba el peligro. UN TROFEO DE LA GUERRA José Ignacio Cardoso En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis buscaban la copa del Mundial de fútbol pasado porque la consideraban de mucho valor. Por ese motivo, querían robársela, para venderla a otros países y comprar armas para la guerra. Pero el vicepresidente de la FIFA, Ottorino Barassi, decidió esconder el trofeo para que cuando terminara la guerra pudiera jugarse un nuevo Mundial. Tomó esta decisión con su socio y amigo Giuseppe Marrote, otro amigo francés, Ruth Stevenson y su hermano Fabrizzio Barassi. Una noche fue en un auto negro, acompañado por Ruth Stevenson, al estadio donde se encontraba el trofeo. Una vez que tomaron la copa, la llevaron al auto sin despertar sospechas. Allí, los esperaban Fabrizzio y Joseph. Llevaron el trofeo al departamento de Ottorino y lo escondieron en una caja de zapatos debajo de la cama. Creyeron que nadie la iba a buscar ni encontrar allí. Los cuidadores del trofeo se dieron cuenta de que faltaba y avisaron a la policía que acudió rápidamente. Interrogaron a todos los posibles sospechosos, incluyendo el cuidador del estadio. Los nazis, por su parte, hicieron su propia investigación que estaba fuera de la ley. Sospechaban del reportero Freddo Chichisolla, quien todos los días, en su programa, hablaba de la desaparición de la 219 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 220 copa y daba a sus oyentes datos interesantes y exclusivos sobre el misterioso caso. Freddo se había enterado de lo sucedido cuando, muy temprano, al ir a la estación de radio, pasó por el estadio. Hubo muchos sospechosos en el caso, pero un abogado llamado Paolo Paolini los defendió a todos. Esto generaba sospechas. Cada vez que aparecía un sospechoso en el robo de la copa, este abogado los defendía. Parecía que él ocultaba algo. También sospecharon del presidente Benito Mussolini. Él había ordenado a la policía buscar la copa, pero al poco tiempo, canceló la operación. Había rumores de que traicionaría a los nazis, pero nadie lo sabía con certeza. El presidente de la FIFA, Piero Villini, nunca habló sobre el trofeo, porque temía que lo persiguieran los nazis y que lo culparan por haber sido tan imprudente. Asimismo, su actitud silenciosa despertaba sospechas. Los nazis amenazaron a los italianos, ya que si no se entregaba el culpable, seguirían invadiendo y esto ocasionaría muchas muertes. Revisaban casa por casa y en la calle inspeccionaban a toda la gente que paseaba por allí, revisándoles las ropas y sus pertenencias. Un día, en la casa de Ottorino se reunieron Ruth, Giuseppe y Frabrizzio, quienes serían sus cómplices en el robo, para hablar sobre el trofeo. Pensaron en huir del país, ya que la situación era cada vez más complicada. Fabrizzio tenía un avión privado y lo usarían para huir a Francia. Unas semanas después, los nazis entraron al departamento de Ottorino y mientras inspeccionaban, él rápidamente sacó la caja de zapatos que se encontraba debajo de su cama y escapó en un auto. Los nazis lo persiguieron y le dispararon, pero Ottorino logró escapar. Se reunió con sus compañeros y fueron hacía al aeropuerto. La noticia llegó a toda Europa, pero nadie sabía dónde se encontraban. Ellos ocultaron la copa en un pueblito de Francia hasta que la guerra terminó. Fue entonces, cuando regresaron a Italia con el trofeo y fueron recibidos por todos los italianos que les agradecieron haberlo protegido con tanto coraje. La copa del mundo quedó en Italia hasta el siguiente Mundial y hasta el día de hoy sigue recorriendo diferentes países gracias a Ottorino Barassi. 220 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 221 LA CARRERA Marcos Fernández Berisso Una tarde del año 2008, en el Mundial de atletismo de Beijing, había muchos atletas de diferentes países compitiendo en la carrera de mil metros. Era muy difícil ganar porque todos los competidores eran muy rápidos. Había un estadounidense llamado Paul que obtenía el segundo lugar en la mayoría de las carreras. Nunca ganaba y como era muy competitivo, cuando perdía se enojaba. El gran premio de esta carrera era una medalla cuadrada de color dorado. Tenía grabada la imagen de un chico corriendo. Paul competiría en la primera fase y si salía entre los tres primeros en la semifinal, participaría en la próxima fase. Como salió segundo, pasó a las pruebas siguientes. En el momento de la largada, estaba asustado y nervioso. Por eso, salió antes del disparo y tuvieron que repetir la largada. Paul empezó a correr hasta que ya había llegado a la mitad. De repente pasó a todos y logró salir tercero. En la segunda partida, Paul y un jamaiquino lograron llegar a la final. Ya estaba muy cerca de su primera medalla. Al día siguiente, en la final de cien metros, logró ganar la tan deseada medalla. Estaba muy contento, era su primera carrera ganada. Cuando llegó a su casa, comenzó a frotar su premio. Estaba feliz, no sabía a quien avisarle de su triunfo. Salió de su casa y empezó a entrenar para la próxima carrera. Después, al regreso, la lustró y la guardó para que no le pasara nada. Regresó a la calle para correr y empezó a sentir algo raro. No sabía qué pasaba. Unos días más tarde, participó en una nueva carrera para la que había sido convocado. En este campeonato perdió e hizo la peor marca de la historia. Sentía muchas cosas extrañas. Corría lento y le dolían las rodillas. Quería correr, pero no podía. Él creía que iba rápido, luego descubrió que no. Sus representantes le dijeron que si seguía corriendo así, perdería todo. Ya no lo iban a invitar para participar de los torneos e iba a dejar de ser representado por ellos. Ya en su casa, se quitó la medalla que había llevado para que le diera suerte y bebió agua. Cansado, se tiró en su cama. Estaba 221 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 222 agotado. Se sentía muy confundido, no entendía por qué en algunos momentos corría velozmente y luego no podía casi ni moverse. Pensó en esto toda la noche. Tomó la medalla, la frotó y esta empezó a brillar. Paul no entendía qué era lo que estaba ocurriendo. Llamó a sus representantes para contarles lo que sucedía. Le dijeron que se deshiciera de la medalla. Creían que tal vez era la causa de su desgracia. Le dijeron que la ocultara y que no la llevara más a los torneos. Así lo hizo y desde ese momento, Paul empezó a ganar muchas carreras y se convirtió en el mejor corredor del mundo. Nunca más volvió a colgarse la medalla. Se deshizo de esta para siempre, temeroso de investigar por qué traía mala suerte. LA ARRIESGADA DECISIÓN DE OTTORINO Martín González Chuburu Hace muchos años, el 14 de junio de 1948, Ottorino Barassi, el presidente de la FIFA se encontraba en su país natal, Italia. Era la época de la Segunda Guerra Mundial por lo tanto la gente no salía mucho de sus casas ya que sentían inseguridad. Las autoridades de la FIFA pensaban que la copa podría ser robada, entonces decidieron esconderla en una caja de seguridad, en la sede central de la FIFA. Pero después de un tiempo, Ottorino Barassi se dio cuenta de que sería mejor guardarla en un lugar donde nadie se lo imaginara. Pasó unos días pensando cuál sería el mejor lugar y finalmente decidió que era una buena idea ocultarla bajo su cama en una caja de zapatos. Aceptó correr estos riesgos porque sabía que los nazis la querían para demostrar su presencia y su poder. Al igual que los nazis, muchos gobiernos la querían tener para demostrar su poder ante los países enemigos y traer alegría a los hombres y mujeres que estaban sufriendo por la guerra. Para llevarla a su casa, Ottorino tuvo que atravesar varias situaciones riesgosas. Necesitó la ayuda de dos agentes que custodiaban la copa, para cambiar la verdadera por una réplica, un tema que no era tan difícil a causa de la confianza que había generado Ottorino Barassi en los otros integrantes de la FIFA. Una vez que tuvo la verdadera copa en el auto, Ottorino, fue hacia su casa donde la ocultó. 222 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 223 Días después, se supo que la copa había sido reemplazada. Los nazis arribaron a Italia días más tarde para buscar al ladrón. No provocaron líos ni peleas porque en esos momentos estaban aliados con los italianos. Decidieron ir a la casa de Ottorino Barassi, ya que años atrás habían tenido conflictos con él, porque se decía que ayudaba a los judíos a escondidas. Llegaron a la casa de Ottorino, quien al verlos, se puso muy nervioso. Las manos le transpiraban, tartamudeaba e incluso, a veces, no se animaba a hablarles. Empezaron a revisar toda la casa y en el momento en que se estaban por fijar debajo de la cama, se escuchó una gran explosión en la calle. Salieron disparados a investigar qué pasaba. En ese momento, Ottorino escondió la caja en otro lado, engañando a todos. Al volver los nazis, Ottorino les dijo que la copa se encontraba en el Banco Central, donde realmente se hallaba la réplica. Allí encontraron una caja con una copa, pero al revisarla se dieron cuenta de que era falsa porque no tenía el símbolo oficial de la FIFA. Finalmente, el vicepresidente logró mantener la copa auténtica a salvo cambiándola por la réplica. Nadie la buscaría dos veces en el mismo lugar. Al terminar la guerra se jugó el Mundial y finalmente la copa quedó en manos del ganador. LA ALDEA SIN ALEGRÍA Benjamín Gutiérrez Meabe Hace mucho tiempo, en el siglo XVII, había un rey llamado Ricardo. Él no era como los demás reyes de esa época que eran buenos y generosos. Por el contrario, este monarca era malvado, cruel y exagerado en su forma de gobernar. A los aldeanos no les gustaba el rey porque cometía muchas injusticias. No le importaba el bienestar de su pueblo, si no más bien el suyo. Un día, el soberano llamó a uno de sus soldados y le mandó decir a todo el pueblo que se reuniera en la puerta de su castillo antes de la caída del sol. Cuando los aldeanos se reunieron, el rey se asomó al balcón y anunció que desde ese momento, los niños y niñas no podrían salir de sus casas a jugar. 223 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 224 No quería que se divirtieran porque siendo niño no había disfrutado de su infancia. De muy chico había tenido que asumir la corona y no había tenido tiempo de jugar. Sin embargo, aunque no pudo divertirse en su niñez, por dentro le encantaba jugar y continuaba sintiéndose un niño. Los pobladores no podían creer lo que estaban escuchando, los niños lloraban. Durante todo un mes se aburrieron solos en sus casas. En las plazas solitarias, no se escuchaban ruidos ni risas. Los aldeanos se sentían impotentes frente a la actitud del rey, pero no se animaban a expresar sus sentimientos por miedo al castigo. Un anochecer, un aldeano escuchó unos ruidos de hamacas en una plaza que parecía abandonada. Entonces, el muchacho se acercó con curiosidad y vio que allí estaba el mismísimo rey Ricardo jugando. El aldeano se acercó a hablar con él. Humillado por haber sido descubierto, el rey se quedó callado. El hombre le pidió que fuera sincero y que si en realidad disfrutaba del juego, le explicara el motivo de esa absurda ley. El monarca le contó que sentía envidia de la alegría de los niños porque él había tenido una infancia muy triste. El muchacho le contó a Ricardo que el jugar y estar al aire libre era muy importante, en especial para los niños y que no era justo que ellos no pudieran hacerlo porque su rey no había tenido una buena infancia. Le dijo que podía revertir eso y darles a los niños de su pueblo una infancia feliz. Ricardo quedó en silencio por unos minutos y le dio la razón. Al día siguiente, ordenó a sus soldados que anunciaran que la ley quedaba suspendida. Los niños podrían jugar. Inmediatamente, al escuchar la noticia, todos salieron corriendo a las plazas y desde su balcón, el monarca escuchó las risas y se puso muy contento por la decisión tomada. EL INEXPLICABLE PODER DE LA PIRÁMIDE Martín Lanusse En el año 1952, Mark y Gwen, dos hermanos mellizos de veinticinco años, se mudaron a una alejada zona en Marruecos porque eran arqueólogos y esa era una zona que tenía muchos lugares con reliquias arqueológicas. 224 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 225 Mark era gordo, eso lo hacía torpe y Gwen, una chica brillante. El día de su cumpleaños, los chicos recibieron un regalo anónimo. Era un cofre de madera fileteado en oro y diamantes. Mark observó unos jeroglíficos alrededor de la cerradura. Estuvieron varios meses para descifrarlo. Decía que había pertenecido a Meanes, el primer faraón de Egipto, quien había gobernado aproximadamente en el año 3100 A.C. Al día siguiente, Gwen se lo estaba por llevar a su hermano al cuarto, cuando Mark la interceptó. Empezaron a tironear de este, cuando uno de los diamantes cayó. En ese momento, el cofre se abrió. En su interior había una pirámide. Sus caras eran lisas y de adobe. Parecía muy real. Estaban emocionados ya que era una pieza arqueológica increíble. Una noche de tormenta, mientras Mark y Gwen estaban en el living, un rayo impactó en la casa y se cortó completamente la luz. Con cuidado, fueron al cuarto de Mark, donde vieron que la ventana estaba abierta. Ellos notaron que la pirámide estaba brillando. ¿Acaso el impacto del rayo había dado suficiente energía para darle vida? Mark la tomó y cuando se la estaba por entregar a Gwen, liberó tanta energía que los succionó. Despertaron en el interior de una pirámide. Parecía la misma que la del cofre. Según Mark, era el paraíso, pero a Gwen no le agradaba ese lugar aunque siempre había soñado estar en un sitio como ese. Era frío y húmedo y le producía una sensación de encierro. El joven empezó a recorrer la pirámide. Pasó por incontables pasadizos. Estos lo condujeron al centro de la pirámide. Allí yacía un hermoso sarcófago recubierto de oro y con objetos valiosos, admirables e indescriptibles. Apenas Mark observó todo aquello, fue a buscar a su hermana para continuar juntos el recorrido. Al regresar junto al sarcófago, Gwen propuso buscar la cerradura para abrirlo. Había una manija a simple vista pero les produjo desconfianza. Tenía que haber una perilla escondida. Después de un rato, Mark encontró en la pared, un mosaico que le llamó la atención y al apoyarse en él, inmediatamente empezaron a achicarse las paredes de la pirámide. Ninguno de los dos sabía por qué se iban achicando. Por la desesperación, empezaron a golpear las paredes cuando de pronto, una se rompió y se abrió un pasadizo al final del cual se veía luz. 225 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 226 Como solo Gwen cabía, su hermano insistió para que ella escapara y tristemente, ella se fue. Trepando salió y mágicamente, al encandilarse con la luz, la joven estuvo en su casa otra vez. Ella buscó la pirámide y cuando la encontró vio que también se había achicado. Con los nervios y la desesperación de no volver a ver a su hermano, ella la rompió. Imprevistamente, Mark apareció inconsciente en el cuarto. Intentó reanimarlo pero no parecía reaccionar. Observó que las caras de la pirámide estaban rotas de una manera exacta y simétrica. Esto le llamó la atención y las unió. Colocó la pirámide en la mano de Mark y en el momento en que los dos hermanos la sujetaban al mismo tiempo, Mark revivió y la pirámide desapareció. ¿Acaso sería la hora de que otros arqueólogos descubrieran su poder? UNA COMPOSICIÓN INESPERADA Felipe León Faltaban cuatro horas para que Cristian Martínez, uno de los mejores compositores y músicos de los últimos tiempos, tocara en el gran teatro. Este magnífico edificio había sido construido hacía 70 años y tenía una capacidad para diez mil personas. Sus pisos eran de roble y tenía escaleras recubiertas por alfombras de color rojo, debido a la próxima función. Ricky, uno de los empleados de limpieza, llevaba trabajando allí treinta años, siempre en el mismo turno. Era un hombre solitario, no tenía familia y era un apasionado de su trabajo. Esa tarde, mientras estaba limpiando, vio unas “hormigas” en fila, subiendo las escaleras. Le pareció muy extraño, entonces decidió seguirlas para averiguar qué pasaba. La fila era muy larga, subía por las escaleras hasta llegar a la sala más grande y hermosa del teatro, con unas butacas antiguas y tapizadas en terciopelo, donde iba a tocar Cristian Martínez. Ricky creyó que la fila de aquellos misteriosos seres llegaba hasta ahí, pero en realidad seguía hasta el escenario de madera de roble, del cual colgaban unos telones muy grandes de color rojo. De pronto se detuvo y vio que lo que hasta entonces había creído que eran hormigas, eran unas notas musicales que se desprendían de una partitura que estaba sobre un atril. 226 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 227 Al descubrir esto, preocupado, pensó que entonces el compositor, esa noche, no podría tocar. Vio que las notas se movían y se acercó a una de ellas para ponerla en su lugar. Pero al intentar agarrarla, se escapó. Entonces, lo intentó otra vez y para su sorpresa, pudo atraparla y colocarla en la partitura. Entonces ubicó todas las otras notas pero en un orden diferente al que estaban al principio. Así armó una nueva melodía. Ya faltaban treinta minutos para que Cristian comenzara la función. Todo estaba aparentemente en orden. Ricky se ubicó detrás del escenario para disfrutar la melodía que él había compuesto. Al terminar la función, el público se puso de pie y muy emocionado aplaudió y ovacionó a Cristian Martínez. El único que sabía quién era el verdadero compositor de aquella increíble obra era Ricky, quien se sintió muy feliz y a partir de ese momento, se dedicó a componer música. EL ENFRENTAMIENTO DEL SOL Y LA LUNA Matías Mazzinghi Desde las primeras épocas, los zuga ruga, una de las más importantes tribus comechigones, vivió en paz y armonía durante la dinastía de los caciques itu mhelend. Probablemente esto se debió a la devoción que le tenían al Sol, a quien llamaban Cali Lumbi Brill o directamente Cali y a la Luna, a quien llamaban Oscu Fri Blan o directamente Oscu. Continuaron así durante varios años hasta que se produjo la llegada de los españoles y el cacique Itu Melend Ku Neh y su tribu lucharon en el atardecer contra ellos y fueron vencidos. A la noche intentaron sorprender a los zuga ruga pero estos indígenas los derrotaron. El cacique vio esto como una ayuda de la Luna e hizo una fiesta en su honor. Al poco tiempo, los zuga ruga atacaron a sus enemigos por la noche y volvieron a vencerlos. Otra vez, Itu Melened realizó una fiesta en honor a la Luna. Esto se repitió durante varios meses y los comechigones ya casi habían olvidado al Sol, ni siquiera lo tenían presente en las ofrendas que se hacían en “el día de la luz”, día en el que el pueblo bailaba y cantaba en su honor y le hacía muchas ofrendas. El astro no pudo soportarlo y cegado por los celos, decidió dirigir sus rayos a las cosechas y así quemarlas. También decidió secar 227 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 228 todas las fuentes de agua cercanas y brillar con más fuerzas para darles más calor aún. Como ya lo habían olvidado por completo, nadie se imaginó que él era el causante de esta terrible sequía y decidieron pedirle ayuda a Iguana Oscu Fri Blan. La llamaban así porque vivía en un sitio oscuro, tenía el semblante frío y la cara muy pálida. Además usaba un manto blanco para resaltar aún más su parecido con la Luna. Tras una larga espera, oyendo palabras ininteligibles y observando ridículos movimientos, Iguana declaró que la Luna le había ordenado que tejieran un gigante manto blanco y cubrir con él alguna sierra cercana. Luego de cumplir con esa tarea, en la que participó todo el pueblo, todos se fueron a dormir. A la mañana siguiente, los indígenas descubrieron que aquel manto se había convertido en una sustancia muy extraña, blanca y helada. Decidieron llamarla Nie ve, que significa manto helado. El dios Cali, al ver esto, se enojó tanto que intentó derretir aquella sustancia, pero al hacerlo no logró más que transformarla en agua. Esto permitió a los zuga ruga refrescarse. Todos estaban agradecidos a la Luna y también al Sol, pues creían que su dios había intercedido y los había perdonado. Así, por fin lo recordaron y el dios se disculpó con la diosa. Esa noche hicieron una fiesta para honrarlos y el sabio ideó un sistema para adorar a los dos dioses por igual: adorarían al Sol durante una etapa de seis meses y a la Luna durante los otros seis. Fue así, como se crearon las estaciones y por eso, en primavera y verano los días son más largos y en invierno y otoño oscurece antes. LOS NAZIS EN BUSCA DE LA COPA Juan Martín Otero En 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial. Los nazis querían dominar el mundo y obtener el poder sobre las demás naciones. Además querían matar a los judíos, ya que los consideraban inferiores y causantes de muchos problemas. Durante el tiempo que duró la guerra, se suspendieron dos mundiales de fútbol. Es por esto que los nazis querían quedarse con la copa, principalmente por cuestiones de poder. Esta simbolizaba control y supremacía. 228 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 229 Cuando se enteraron de esta intención, el presidente de la FIFA, Jules Rimet, el vicepresidente Ottorino Barassi y el secretario general Mario Baticana, decidieron arriesgar su vida para poner a salvo la copa. Pensaban que este trofeo debía pertenecer al mundo del fútbol y no estar en manos de un solo país que se adueñara de ella por la fuerza. El país que se llevara la copa debía merecerla. Así fue como inventaron una coartada para llegar a la casa de Barassi, donde la esconderían en una caja de zapatos. El trofeo se encontraba en la sede de la FIFA custodiado por guardias y por un sistema de alarmas. Pero ellos tenían acceso a esta y contactos como para poder acceder a la clave y desactivarla. El plan consistía en pedirle “prestados” los uniformes a tres de los nazis y así pasar desapercibidos entre los policías alemanes hasta la casa de Ottorino. Pero al llegar allí se encontraron con que no se podía entrar. A lo lejos pudieron divisar un grupo de soldados alemanes rodeando la entrada de su casa. Pero al comenzar la guerra Barassi había construido una entrada secreta para casos de emergencia como este. Así fue como entraron sin ser vistos, dejaron la copa en una caja de zapatos y salieron por el mismo lugar por donde habían llegado. Dos semanas después de intensos bombardeos, decidieron ir a buscar la copa, pero al llegar, fueron sorprendidos por una emboscada nazi. Fue entonces cuando Jules y Baticana decidieron sacrificarse y entregarse a la policía. Al ver esta situación, Ottorino, que venía más retrasado, ingresó a la casa por la entrada secreta, buscó la copa y se escapó con ella. Luego sobornó a un soldado alemán para poder huir a Suiza, ya que este país no estaba implicado en la guerra. Allí, angustiado por la vida de sus compañeros, esperó hasta el año 1945 cuando la guerra finalizó. Luego de tres años decidió volver a Italia y regresó la copa a la oficina de la FIFA. Jules Rimet y Mario Baticana habían sido liberados. Meses después se reencontraron los tres sanos y salvos. AMOR POR LA COPA Juan Rinaldi Durante la Segunda Guerra Mundial, no hubo mundiales. El siete de julio de 1939, un grupo de nazis atacó la sede de la FIFA. Su presidente, Walet Jonson, se entregó a los nazis para darle 229 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 230 tiempo a Ottorino, el vicepresidente, de escapar con el trofeo Jules Rimet. Este trofeo era muy importante para la FIFA y para el mundo. Representaba la unión y gracias a la convocatoria de este torneo, muchos jugadores se habían hecho mundialmente famosos. Ottorino era un hombre que adoraba su trabajo y por nada en el mundo, dejaría que le pasara algo al trofeo. No quería que el sacrificio de su jefe y su amigo fueran en vano. Cuando llegó a su casa vio que estaba destruida. Rápidamente dedujo que el trofeo era lo que los nazis buscaban. En ese mismo momento, supo que debía huir de Italia. Tomó la copa y algunas de sus pertenencias, y escapó a Francia donde vivía su tío muy querido. El viaje no fue fácil. El vicepresidente de la FIFA tuvo que cambiar su aspecto para pasar desapercibido. Se afeitó, se cortó el pelo e incluso se puso unos anteojos para ocultar sus rasgos. Se vistió con ropa muy elegante y un gran sombrero. Realmente estaba irreconocible. Al llegar, su tío lo hospedó cómodamente y pasaron unos días tranquilos. Hasta que un día, escuchó golpes y ruidos cerca de su casa. Ottorino sintió terror. Vivía en el miedo y la oscuridad. La mayor parte del tiempo estaba encerrado, solo podía abrir las ventanas unos pocos centímetros durante el día y salía al oscurecer a buscar alimentos para él y su tío. Por las noches, no dormía. No podía dejar de pensar que los nazis podrían encontrarlo. Así pasaron los meses, hasta que una noche en el año 1948, irrumpieron en la casa del tío de Ottorino y se lo llevaron. Lo obligaron a trabajar para ellos en un campo de concentración. Cuando los prisioneros ya estaban por ser asesinados, los aliados vencieron a los alemanes. Así fue como Ottorino pudo salir a salvo del campo de concentración y regresar la copa a su país, donde se enteró que varios de sus amigos habían muerto. LA RECAPACITACIÓN DEL REY Tomás Rocha Esta historia comienza alrededor del año 1640, en un pequeño reino de Inglaterra. El pueblo estaba gobernado por el rey Philip cuya crueldad y maldad reflejada en las leyes injustas que establecía, atemorizaba a los aldeanos. 230 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 231 Un día tranquilo y soleado, el rey mandó llamar a los pobladores para informarles una nueva ley: ”El que lo mirara a los ojos, sería desterrado”. El rey estableció esa ley porque pensaba que cuando los aldeanos lo miraban, veían sus verdaderos sentimientos y le daba vergüenza. En ese mismo instante, los pobladores obedecieron la orden y miraron hacia el suelo para evitar el castigo. Luego su majestad les ordenó que se retiraran. En todas las casas se generaron discusiones por la ley que el rey Philip había establecido. Había temor entre todos los aldeanos y cada vez que se cruzaban con el rey, evitaban su mirada. Un día, sin que el rey se diera cuenta, un niño llamado Morgan, lo miró a los ojos. En ese instante descubrió que el rey ocultaba algo muy importante. Intentó acercarse más a él y así fue, como después de unos instantes de mirar sus ojos con profundidad, notó en ellos una gran tristeza y una inmensa soledad. Tras ellos se ocultaba una infancia triste, llena de maltratos. Lo que nadie sabía es que él en el fondo de su corazón era bueno, pero temía sufrir como lo había hecho en su infancia. Y por eso, y para no perder su autoridad, se mostraba como una persona cruel. Entonces el niño se acercó a él y le contó que había descubierto en sus ojos mucha bondad. Su majestad se puso muy nervioso y comenzó a gritar que lo castigaría. Pero el niño no le creyó y en lugar de asustarse, lo abrazó. Ante este gesto, el rey comenzó a llorar. Hacía mucho tiempo que nadie lo abrazaba. Esta ternura lo llevó a recapacitar sobre las cosas que se había perdido y al tiempo suprimió todas las leyes injustas para el pueblo y se transformó en un rey justo y tierno. LA ALERGIA DEL REY Cristóbal Rodríguez En una época lejana, en un reino perdido en un valle de las montañas de Suiza, gobernaba el Rey Juan III. Era un rey muy caprichoso y se enojaba muy fácilmente. Una tarde salió en su carruaje a ver cómo estaba su pueblo 231 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 232 luego de la gran tormenta de la noche anterior. Quería saber si alguien estaba herido. Como era goloso, entró a una repostería y pidió al dueño si podía probar algún caramelo. Pero cuando lo hizo, instantáneamente se le hinchó toda la cara. Entonces descubrió que era alérgico y se enojó muchísimo. Exagerado como siempre, convocó a una asamblea y advirtió que a partir de ese momento estaba prohibido comer caramelos. Al que probara uno solo, se le cortaría la lengua. Luego de unos días, el pueblo estaba invadido por el terror, sobre todo los niños porque había un montón de pastelerías y a la gente del lugar le encantaban los dulces. Al día siguiente, el sirviente del rey entró apurado a la cámara real y le dijo que había una protesta en las puertas del palacio. El monarca ordenó a sus guardias que echara del palacio a los revoltosos, pero no hubo forma. El pueblo no se movía. Solo reclamaban dulces. El rey indicó a los guardias que si la propuesta no terminaba inmediatamente, les cortaría la cabeza a los rebeldes. A los pocos minutos, finalizó. Pasaron unos días y el rey notó que nadie salía a las calles. La gente estaba muy enojada con él. El pueblo poco a poco fue perdiendo la alegría. Ya no se escuchaban risas, todo parecía gris. El rey ordenó a sus súbditos que salieran, les dijo que de no obedecer, los guardias irían por ellos. Pero sus guardias tampoco le respondían. La aldea estaba en absoluto silencio. Muy humillado entró en su palacio y recién entonces se dio cuenta de que su ley era injusta. Días después la retiró y se disculpó con los aldeanos. El pueblo entero festejó comiendo dulces. EL DÍA DE LA SONRISA Lucas Rodriguez Galcerán En una época muy lejana, el rey Idelfonso Gruñones I gobernaba las tierras de Gasgonia. Era muy amargado porque se sentía agobiado y cansado por la responsabilidad que caía sobre él y no soportaba ver al pueblo divirtiéndose. Sentía mucha envidia. Un día en el que sus nervios estaban realmente alterados, creó 232 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 233 una ley: “A la persona que haga una fiesta o camine sonriendo por la calle, se le cortará la cabeza”. El pueblo cayó en desgracia, la gente ya no se podía divertir y tenían miedo de distraerse y sonreír. Pero la gente no se iba a quedar tranquila así nomás. Entonces unos muchachos tramaron un plan. Entraron por la noche a la recámara real y decidieron jugarle una broma. Cuando el rey despertó, tenía un dolor de cabeza terrible. Estaba en una casa vieja y medio destruida. Había colchones en el piso con mantas comidas por las polillas. ¿Qué haces holgazán? ¡Es hora de trabajar! - le dijo uno de los muchachos. ¿Pero qué pasó? ¡Soy el rey! – exclamó Idelfonso. ¡Pero qué rey ni rey! Eres Alfonso, el cortador de leña. ¡A trabajar! ¡Nada de sonreír! – dijeron todos a coro. El rey estaba confundido. El golpe en la cabeza todavía le dolía y ya no sabía quién tenía razón. Así que trabajó todo el día y cuando regresó a la casa, solo le dieron un plato de sopa y un pan. Comieron alrededor del fuego. ¡Qué lindo sería ir a la taberna del pueblo a tomar algo con amigos, divertirnos, relajarnos y reírnos un rato! ¿No? - dijo uno de ellos. ¿Estás loco? ¿Dijiste divertirnos? ¿Quieres que te corten la cabeza? – dijo otro. ¡Esto no es vida! Trabajamos todo el día y ni siquiera podemos sonreír o divertirnos. Tendríamos que mudarnos de pueblo - opinó uno de los hombres. Al finalizar la miserable cena, todos se fueron cansados y de malhumor a dormir. El día siguiente fue igual y los otros también. Trabajo, tristeza y malhumor. Idelfonso estaba triste, ahora podía entender cómo se sentía el pueblo. Podía vivir en carme propia las vidas sacrificadas, llenas de trabajo, sin comodidades ni lujos que debían soportar. Y encima ni siquiera podían reír. La séptima noche, los muchachos le pusieron un yuyo en la sopa para dormirlo y lo regresaron al castillo. Cuando despertó y se vio en su mullida y cómoda cama, pensó que todo había sido un sueño. Entonces, saltó de su gigantesca cama y después de reírse un rato, llamó al secretario y ordenó quitar esa ley. Además, estableció 233 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 234 que ese día sería “El día nacional de la sonrisa”, un día de fiesta para todo el pueblo, con comida y música para todos. Y así fue como Gorgona volvió a ser feliz. MALOK Y LA LLAVE MALDITA Martín Alejandro Romanelli En el año 300 D.C., vivía el gladiador Malok en el pueblo de Zotok. Él era un hombre de carácter fuerte y valiente. Lo único que le gustaba hacer era practicar lucha y leer libros enteros de famosos guerreros y gladiadores de tiempos pasados. Su deseo era ser uno de esos luchadores. Sus padres, ya ancianos, conocían también lo que era la guerra y por eso le aconsejaban que abandonara la lucha, pero no había forma de convencerlo. Un año más tarde, Malok volvía de practicar en la arena. Cuando llegó a su hogar, tropezó con algo en el suelo. Miró hacía abajo y en el piso vio una gran llave dorada. Al tocarla se veía que era de una fuerte soldadura de hierro y parecía emitir una extraña luz verdosa. La levantó pensando que había algo raro en ella. Rato después, Malok se encontraba regando las plantas de su huerta, cuando descubrió que no estaban dando frutos. Entonces comenzó a lamentarse, sin darse cuenta de que mientras se quejaba, la llave disparó un rayo de luz contra sus plantas y estas comenzaron a llenarse de frutos. Al verlos, Malok tuvo un extraño presentimiento y pensó que aquel objeto era de mucho valor y debía cuidarlo. Al día siguiente, los padres de Malok enfermaron de una extraña y muy contagiosa enfermedad. Necesitaban la ayuda de su hijo, pero él estaba concentrado en esa llave y no les prestaba atención. Rato después, sus padres murieron y Malok ni se enteró, pues había salido con unos amigos para enseñarles las maravillas que concedía esa llave. Cuando el vecino se lo comunicó, entró en un estado total de angustia y tristeza. Durante días no se comunicó con sus amigos. Estos trataban de ayudarlo, pero él seguía aislado y triste. Un día se dio cuenta de que lo que lo ponía triste además de la ausencia de sus padres, era la llave y decidió deshacerse de ella. Pero la llave estaba hechizada y la única forma de destruirla era reconciliándose con todo lo malo que esta había causado. 234 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 235 Entonces Malok puso manos a la obra y empezó por disculparse con sus amigos por haberlos abandonado. Como castigo no practicó más el deporte que le gustaba, y por ultimo prometió visitar la tumba de sus padres todos los días. Finalmente se dirigió a la llave y vio que se estaba volviendo más y más borrosa, hasta desaparecer. Cualquiera fuera el que le había otorgado esa llave, rogó que ningún otro mal lo aqueje. Así pudo vivir en paz y tranquilidad, porque sentía que sus padres de alguna forma lo estaban cuidando. EL MEDALLÓN DE ORO Tomás Young Christiansen Una noche en Londres un hombre llamado Kevin, que era un practicante de esgrima, salió de un bar luego de hablar con unos amigos. Cuando caminaba por la calle, en el borde de la vereda encontró un medallón de oro que colgaba de una cadena también de oro. Era más chico que la palma de su mano y le resultó demasiado pesado para su tamaño. Tenía unas figuras humanas en bajorrelieve, muy detalladas. Se lo colgó y en ese instante sintió un escalofrío, pero estaba tan feliz que ni se preocupó. Planeaba venderlo, pero los locales estaban cerrados a esa hora y se fue a dormir a su casa con el medallón puesto. Mientras dormía empezó a sentir frío y notó que el colchón estaba muy húmedo. Se despertó y sintió una luz en la cara. Era un suave reflejo. Se encontraba en medio del campo, rodeado de plantas que flotaban como las algas en el agua y también rodeado de figuras “humanas” escuálidas, descoloridas y borrosas. Se paró y cuando empezó a caminar, sintió sus pies livianos, pero a la vez fuertes y con energía. Aquellos extraños hombres atraídos por el medallón, agarraron a Kevin, para sacárselo y ante su resistencia, se lo llevaron. Lo encerraron en una especie de jaula hecha de palos muy frágiles. Esperó que las figuras escuálidas se fueran e intentó salir. Después de un rato, escapó y se puso a pensar dónde estaba. Pensó que en algún planeta lejano del Sol, por la temperatura. Recordó 235 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 236 el escalofrío que había sentido y pensó que quizá había llegado ahí por el medallón y que entonces regresaría también gracias a él. ¡Debía recuperarlo! Levantó la vista y divisó un gran árbol violeta. Al acercarse, observó un hueco y dentro, el medallón. Lo agarró y cuando se dio cuenta de que las figuras borrosas lo perseguían, empezó a correr. Cuando logró dejarlos atrás, se acostó a descansar a la sombra de un árbol. Una de las escuálidas figuras que estaba vagando por ahí, lo vio con el medallón y se lo robó por atrás. Kevin lo corrió hasta un río, saltó y se lo arrebató. Comenzó a tropezar y en ese momento empezó a resbalar y cayó al agua y… Apareció en su mundo, en su casa, todo mojado, sin el medallón. Lo buscó pero jamás lo encontró. LA LEYENDA DEL ARCO IRIS Iñaki Zubeldía En el actual territorio de Misiones, una gran tribu guaraní habitaba en una extensa selva llena de exóticas plantas y variados animales. Esta tribu era guerrera, buscaba ampliar su territorio para desarrollar la actividad agrícola, la caza y la pesca. Se caracterizaba por haber tenido a los mejores guerreros de los últimos tiempos. Su cacique llamado Inacayal era responsable y respetado por su gente debido a que se había destacado en grandes batallas durante su juventud y aún seguía al mando del ejército. Su dios era el caburé, un ave que estaba representada por Coaraci, dios del Sol y fundador del pueblo hace muchos siglos. Las plumas del caburé eran usadas como talismán de buena suerte, pero para que lo fueran, debía haber tres y haberlas quitado estando viva el ave. A eso los indios lo llamaban payé. Un día los indios decidieron apoderarse del gran territorio de las Cataratas o como ellos les decían: Y’Guazú (Agua Grande). Al llegar, se encontraron con otra tribu vecina, que intentaba hacer lo mismo que ellos. Por este motivo se declararon la guerra. Durante varias lunas, lo único que hicieron fue fabricar armas, organizarse y entrenar para el ataque. Finalmente llegó el día esperado. Los guaraníes partieron rumbo a las Cataratas, cerca del mediodía. La otra tribu los esperaba 236 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 237 ansiosa, con ganas de luchar. Inacayal, por su parte, tenía una mirada seria, debido a que estaba concentrado. Y para dar inicio a este combate, dio un grito ensordecedor y se lanzó a la carga. Luego de un buen rato de combate intenso, ya todo parecía favorable a los guerreros de Inacayal. Pero repentinamente, de entre las malezas, surgió un indio con una cerbatana y se la clavó al cacique de los guaraníes. Inacayal comenzó a ahogarse y a toser. Inmediatamente ordenaron la retirada, lo cargaron y rápidamente fueron hacia el toldo de la curandera Ibur. Al llegar, ella le dio un preparado compuesto por hojas de todo tipo y lo mezcló con agua. Se lo hicieron beber y lo recostaron. Utilizó un payé, ¡pero hecho de dos plumas! Ella explicó que no había podido conseguir más que dos plumas, pero que igual funcionaría. Pasados varios días de reposo, murió. Todos lo lloraron desconsoladamente. Lamentaban la pérdida de su cacique. Le rindieron homenaje y le hicieron rituales de despedida. Al haber fallado el talismán, Ibur fue expulsada de la tribu y maldecida. Luego de ser enterrado con las plumas, el caburé tomó vuelo y al llegar a las Cataratas, se produjo algo muy extraño. Tanto él, como el agua y los rayos del sol comenzaron a girar muy rápido, al mismo tiempo, cambiando de color. Después de unos instantes, una extensa línea llena de colores vivos cruzó la selva de punta a punta pasando por encima de las Cataratas. Los indios lo llamaron “arco iris”. ¡QUÉ LLAVE TAN EXTRAÑA! Magdalena Barbieri Pampillo Eran las ocho y media de la tarde y el teléfono no dejaba de sonar. Martín un hombre vago, de pelo oscuro y casi dos metros de altura, siempre había estado interesado por las antigüedades. Al escuchar el teléfono, lentamente se levantó y lo atendió protestando. Era su mamá que le contaba que habían abierto una feria de antigüedades en la plaza Vicente López. Encantado, se bañó, se vistió y se dirigió a su garaje para buscar el auto y llegar antes de que cerrara. Pero tuvo un problema porque este se descompuso en el medio 237 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 238 de la calle y como la grúa no llegaba, rápidamente lo estacionó al costado y tomó un taxi. Al llegar al evento, se encontró con que solo quedaba un stand y triste, comenzó a elogiar los objetos que se encontraban allí. Lo que más le llamó la atención fue una llave de oro. ¡Era deslumbrante! Tenía unos llamativos y extraños dibujos. Era tan hermosa que se quedó estupefacto al oír que solo valía cincuenta pesos. Reconoció que era muy valiosa, así que la compró. Se la envolvieron cuidadosamente y con ella regresó a su casa. Al día siguiente despertó y buscó la llave en su mesa de luz, pero no estaba. Martín pensó que lo habían estafado y que en el paquete no habían puesto el objeto. Pero inexplicablemente vio en el jardín, la imagen de una joven muy linda con un vestido con los mismos dibujos que había en la llave de oro. Se acercó a hablarle para ver si se había perdido. Ella no respondió a ninguna pregunta, pero a los pocos minutos, la joven comenzó a hablarle sin dar una pausa para respirar. Le dijo que ella era la llave. Martín se sentía muy confundido, creía que estaba enloqueciendo. La joven le demostró que era la llave frente a sus propios ojos. Martín al verlo, se quedó boquiabierto. El único problema era que siempre que ella le mostraba a alguien su transformación, esa persona se quedaba tan estupefacta e hipnotizada que cumplía todo lo que pedía la joven. Ya era tarde para Martín. Estaba comprándole regalos, cocinándole y sirviéndola. Los ojos de la joven lo tenían completamente esclavizado. Pero un día, mientras ella dormía, él reaccionó. Se dirigió al lugar donde había comprado la llave. Allí le dijeron que tenía que esperar a que ella se durmiera profundamente. En ese momento, la joven se transformaría en llave hasta el amanecer. Martín fue corriendo a su casa con la esperanza de salvarse. Pasando la medianoche, la encontró. La llave estaba apoyada sobre su sillón. La tomó y la fundió. El oro que salió de esta, lo vendió. Nunca más volvió a verla. EL MISTERIO DEL TEATRO Felicitas Carvajal El teatro ‘‘Sidney’’ comenzó sus funciones un miércoles del año 2005. Aquel teatro era grande, lujoso y tenía tres salas. Las paredes 238 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 239 de aquellos pasillos estaban recubiertas en algunas partes mosaicos tallados a mano, con colores alegres y brillantes. El suelo era de mármol. Las escaleras estaban cubiertas por alfombras coloradas. El martes anterior a la inauguración, Ignacio, el conserje del teatro, un hombre dedicado a su trabajo que nunca faltaba, ingresó al lugar con su linterna. Habían cortado la luz y tenía que solucionar el problema antes del miércoles. Cuando entró, divisó un caminito, que según él era de hormigas que bajaban por una de la escaleras principales hacia la planta baja. Él pensó que tal vez esos pequeños insectos provenían de una de las salas del teatro. Entonces sintió curiosidad e intentó saber de dónde salían. Un teatro de ese nivel no podía tener bichos caminando. Vio que se retiraban de la partitura que estaba en el escenario, ya listas para la función del día siguiente. La partitura estaba toda borroneada y las notas por cualquier lado. Las hojas tenían las notas completamente mezcladas. Sin poder creerlo, se acercó más y vio que lo que había allí no eran hormigas, sino notas musicales moviéndose. El problema era que estas notas se estaban yendo del teatro. Ignacio, salió muy rápido del lugar, para poder encontrar las notas que se habían escapado. Faltaban unas horas para que el teatro inaugurara. Salió tan apurado que olvidó cerrar con llave la puerta de entrada. Mientras él seguía el camino de las notas, unos ladrones entraron al lugar que se encontraba solitario. Cuando el conserje volvió, sin las notas y cansado, se dio cuenta de que se había olvidado de cerrar el lugar. Se desesperó al ver que faltaban objetos de valor. Ignacio se sentía irresponsable, no paraba de sudar y moverse. Cuando el dueño del teatro llegó al lugar y vio que las partituras estaban vacías y que los objetos decorativos de valor tampoco estaban, se dirigió a Ignacio furioso y le preguntó qué había sucedido. El conserje nervioso trató de explicarle, pero el dueño del lugar hizo lo que tenía que hacer, echarlo. Ese miércoles el teatro no abrió sus puertas al público. EL CASO DE LAS NOTAS TRAVIESAS Catalina Casá Aunque solo tenía diecinueve años, Juan trabajaba en un teatro muy importante como sereno. Allí daban conciertos de música clásica y también clases de ballet. 239 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 240 Aquella tarde de un miércoles soleado, estaba llegando antes de su horario normal. Al entrar al hall de entrada, se sorprendió. Vio un camino de puntos negros recorriendo la alfombra colorada. Pensó que eran hormigas o quizá cucarachas o lo que es peor… ¡pulgas! Él no sabía qué hacer ya que solamente se encargaba de cuidar el teatro por la noche, no de limpiarlo. Pero pensó que si no hacía algo, podrían despedirlo o que quizá, la próxima función no podría comenzar. Entonces decidió seguir el recorrido de los puntos negros hasta el fin y se encontró con lo menos esperado. Los puntos negros no eran hormigas, ni cucarachas, ni pulgas… ¡Las notas se estaban escapando de la partitura y descendiendo por el atril! Lo único que podía hacer era poner una por una en su lugar, pero no sabía el orden. Entonces, decidió llamar al maestro Joaquín, director de orquesta. Este llegó lo más rápido posible al teatro. Se dirigió a la sala principal y observó la situación. Tomó la batuta y comenzó a dirigir la orquesta, y así, rápidamente ellas regresaron a su lugar en el pentagrama. El problema se había solucionado y podría comenzar la función. Pero, Juan y el director estaban preocupados porque no sabían la razón por la que las notas habían intentado escapar de su lugar. ¿Qué pasaría si esto volviera a ocurrir? ¿Y si las notas alguna vez lograban escapar de la sala a la calle? ¿Qué ocurriría con toda la gente que trabajaba en el teatro? El director llegó a un arreglo con ellas. Desde entonces, los días que no hay función, las notas pueden pasear por todo el teatro, pero cuando llega el momento de hacer la función deben encontrarse con Juan en la alfombra para que una a una las regrese a su lugar, en la partitura. Así, los músicos pueden seguir tocando tranquilos y el público puede disfrutar la función. UNA MALA DECISIÓN María Florencia De Oto Gilotaux Hace mucho tiempo, en un pueblo desconocido, gobernaba un rey llamado José Carlos II. Era muy lindo excepto por su mano, la cual era enorme. Como le era muy difícil agarrar cosas chiquitas con esa mano, se le rompían. 240 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 241 No le gustaba salir a la calle por miedo a ser burlado. En las noches José Carlos II se desvelaba pensando cómo sería ser una persona normal. Un día encontró la solución a su problema. Esa misma tarde salió por las calles del pueblo un guardia enviado por el rey, quien fue pegando carteles que establecían la siguiente ley: Aquellas personas que sean más lindas que el rey, deberán llevar una máscara de por vida. Todos tendrán que mostrar alguna deformidad en una parte del cuerpo o irán a la cárcel hasta que accedan a ello. La gente quedó atónita y se dio cuenta de que el rey no era tan bueno como ellos pensaban. Esa ley les abrió los ojos, un verdadero rey debería respetar el derecho de los ciudadanos de ser como son y debería ser amable, considerado; todo lo contrario al suyo. Se quejaron con el monarca, pero finalmente después de toda la protesta, la mayoría de los habitantes aceptó la ley; aunque algunos salieron del palacio con máscaras y otros, no. El rey estaba satisfecho aunque no totalmente porque en su interior, sabía que no estaba haciendo lo correcto. Con el paso del tiempo, esa sensación de culpabilidad se volvió más fuerte y por un mes no salió del palacio. Mientras el rey se ocultaba en su hogar, la gente estaba furiosa. Fue entonces cuando decidieron revelarse e ir al palacio con antorchas y hachas. Entraron y obligaron al guardia principal a que los llevase con el rey. Allí hablaron con él sobre lo que había hecho. El rey hizo caso omiso a las palabras de sus súbditos y se rehusó a quitar le ley. Lo sacaron del trono con amenazas y el nuevo rey declaró que José Carlos estaba obligado a llevar una máscara de por vida. EL CASO SIN TERMINAR Rosario Dinardo Estrada Todo empezó en 1966 cuando la copa del Mundial de fútbol fue robada. El autor del robo se llamaba Charles, un ex detective de la prestigiosa policía de Londres. Hace años que había sido despedido y no tenía mucho trabajo. Le resultaba difícil poder vivir. Charles tenía un asistente llamado Less, cuya personalidad era todo lo contrario. Era responsable, honesto y organizado. 241 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 242 El ex policía tenía un magnífico plan; no solo para robar la copa sino para luego simular que la encontraba y así nuevamente ser respetado como detective. De esta manera volvería a ser parte de Scotland Yard. El ex detective se encargó de no dejar ningún tipo de huella y como él había sido parte de Scotland Yard, conocía muy bien el razonamiento de sus integrantes. Pero éstos fueron a su casa porque las cámaras de seguridad lo habían delatado. El día del robo, Charles había llevado una campera azul y su gorro escocés. Solo los de Scotland Yard usaban una campera azul con ese diseño. Si bien él quiso confundirlos utilizando este uniforme, la policía sabía que él se había ido muy mal de su trabajo. Al principio no sospechaban de él pero cuando vieron esas escuálidas piernas y su amuleto de la suerte, cambiaron de opinión. Sin embargo, no podían culparlo porque no tenía con él la copa. Como Less era una persona buena y sobre todo honesta, no servía para acompañar a su jefe en este delito. Lo perseguía la culpa, entonces decidió ocultar el trofeo en un plaza bastante abandonada y enterrarlo en un pozo muy profundo. Había traicionado a Charles (lo cual también era raro en Less), pero solo porque lo seguía la culpa. Pero si de algo estaba seguro era de que nunca lo delataría y haría cualquier cosa para protegerlo. Quería a su antiguo jefe y temía que fuera a prisión. Cuando el ex miembro de Scotland Yard vio que el trofeo no estaba donde debía, se preocupó. Pero nunca llegó a sospechar de Less. En Scotland Yard además de ser buenos detectives, contaban con perros expertos en olfatear rastros, buscar pistas y cavar hoyos. Una tarde uno de los perros de la policía los guió a todos hacía un árbol ubicado en un parque. No paró de excavar hasta que encontró una cáscara de banana. Esto hizo que uno de los detectives de mal carácter se enfureciera y empezara a patear la tierra. Hasta se encontraron con algo. Allí estaba el trofeo. Scotland Yard nunca pudo encarcelar a Charles. El plan inicial del ex detective, no se cumplió. Pero él perdonó a Less, ya que sabía que todo lo había hecho para protegerlo. 242 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 243 TODO POR UNA EXCURSIÓN Fátima Echechuri Felipe, un chico de 13 años muy estudioso, fue de excursión con el colegio al museo de Ciencias Sociales. Iban a conocer más datos sobre la vida de la civilización maya, ya que tendrían prueba dentro de una semana. Todos estaban muy contentos porque iban a aprender más, especialmente él y su amigo Luis, a quienes les interesaba todo acerca de aquel pueblo precolombino. Cuando llegaron a la sala de los mayas se quedaron más que sorprendidos. No podían creer todo lo que estaban viendo. Felipe vio una máscara que le llamó mucho la atención. Era una cara extraña con una boca como si estuviera triste y las orejas con pinches de madera. Sobre la frente, tenía una pirámide. Estaba pintada de rojo, azul, verde y amarillo. Parecía ser de madera. En cuanto vio esa fabulosa máscara, sintió unas inmensas ganas de probársela. No lo hizo enseguida porque si la maestra lo veía, seguro lo retaría. Entonces, espero hasta que todos se fueran de la sala y se la probó. Sintió que una ráfaga de viento caliente lo envolvía y de pronto, apareció en otro mundo. Era una zona seca, con muchos pozos que los habitantes de allí llamaban cenotes. La máscara lo había transportado al mundo de los mayas. Era todo como él lo había imaginado. Tenían una innovación arquitectónica importante, las casas se ubicaban alrededor del centro ceremonial que era grande y donde había una pirámide altísima y con muchísimos escalones. Se sentía muy nervioso. No sabía qué hacer y por momentos, tenía miedo porque estaba solo. Fue a la orilla del río y vio una chica muy bella. Era alta, morocha y de ojos marrones como una nuez. Felipe no sabía cómo comunicarse con ella, hablaron por señales e interpretó que se llamaba Ainoa. Al mirar sus ojos, se sintió enamorado. Lo había atrapado su mirada, pero sabía que en un rato él tendría que volver al museo y no la vería más. Antes de partir ella le mostró su pueblo y pudo aprender más sobre esta cultura. En el momento de despedirse, Felipe le prometió que algún día regresaría. 243 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 244 Se sacó la máscara. Sintió que una ráfaga de viento frío lo envolvía y de pronto, apareció en el museo. Cuando llegó a su casa, le contó a su mamá todo lo sucedido. Ella no le creyó y para comprobar lo que decía, él le propuso ir al museo. Luego de tres días fueron a la sala maya. Felipe se puso la máscara que había usado anteriormente y le dio otra a su madre. Se las colocaron en el rostro. Al cabo de algunos segundos, el chico llegó al mundo maya y se sorprendió al ver que su mamá no estaba junto a él. Entonces, vio a Ainoa y decidió quedarse a vivir con ella, aunque sus padres no pudieran verlo crecer. LA LOCURA DE LAS NOTAS MUSICALES Maica Fernández Beyro Una noche como tantas otras, el teatro La Operá ubicado en París, se encontraba desierto y cerrado. Era el más grande de toda Europa con seis pisos y cien palcos. En la avenida no había ni una luz prendida. Pieg Russó había entrado a trabajar hacía dos días como personal de limpieza. Tenía treinta años. Ese día, él tuvo que ir muy tarde al teatro para limpiarlo, porque al día siguiente habría una función muy temprano. Apenas llegó al segundo piso, sacó un mapa del bolsillo que le había dado el dueño del lugar para orientarse en sus primeros días trabajando allí y se dirigió a los baños. Empezó a limpiar el piso, cuando de repente miró hacia el pasillo y vio un camino negro, que al parecer era de... ¡hormigas! Pieg pensó en sacar el insecticida, pero algo le resultó muy extraño así que siguió el camino. Al llegar al final del camino Pieg se sintió desorientado y cuando quiso buscar el mapa, se dio cuenta de que lo había perdido. Estaba muy oscuro y solo tenía una linterna que alumbraba muy poco. Sin dudar, siguió el camino, pensó que capaz lo podía llevar a la salida o a un lugar con luz. De pronto, apareció en el hall principal del teatro. Se paró en el medio del mismo sin perder ni un segundo de vista a esas hormigas. Divisó que la puerta del salón donde se realizaban las obras estaba abierta y que las hormigas entraban por ahí. Pieg agarró bien fuerte su linterna e ingresó al salón. 244 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 245 Cuando Pieg miró hacia el escenario vio que esas supuestas hormigas eran las notas musicales que se habían salido de la partitura. No supo qué hacer, pensó que estaba enloqueciendo o que prácticamente se trataba de un sueño. Pero luego de unos minutos, comprobó que definitivamente eso estaba ocurriendo. Pieg se sintió desorientado y mareado. Se desmayó y cayó al piso. Al despertar, no sabía qué le había ocurrido. Entonces, miró el reloj y se dio cuenta de que eran las cinco de la tarde del día siguiente. Salió corriendo hacia la puerta de salida, pero ya era demasiado tarde. La función comenzaría en pocas horas. La gente ya estaba haciendo cola para entrar. Pieg estaba muy nervioso, no sabía qué hacer. Ya comenzaba la función y sentía que todo era un desastre. Vio a su jefe en la vereda de enfrente y no tuvo más remedio que entrar de nuevo al teatro y organizar el escenario. Subió y empezó a ordenar, cuando notó que todas las partituras estaban en blanco. En ese instante recordó lo que había ocurrido. Buscó al director de orquesta y le contó todo. Este pensó que Pieg estaba loco, pero igual rápidamente pudo escribir nuevamente las notas y así la obra pudo comenzar. El público nunca se enteró de lo ocurrido. EL SACRIFICIO Bárbara Hermandinger Siglos atrás, en el imperio azteca, había un cacique llamado Mal Kún quien era muy temido por todos los habitantes del lugar. Como él creía en Huizilpochtti, el dios de la guerra y la expansión, trataba de complacerlo a toda costa conquistando tribus enemigas y sacrificando a sus pobladores. Con el tiempo, Mal Kún se convirtió en padre del pequeño Mal Kiñé; quien se fue transformando en un joven muy habilidoso para la lucha y muy inteligente. Además de esas cualidades, tenía una que lo hacía querido por todo el pueblo, ya que a diferencia de su padre, Mal Kiñé era compasivo. Él no creía en los dioses por lo tanto no intentaba complacer a ninguno de ellos. Estas actitudes enfurecían a su padre que siempre le aseguraba que era mejor ser temido por un pueblo, que ser querido por él. 245 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 246 Las guerras y los sacrificios eran muy frecuentes y no se detenían y los habitantes del imperio le suplicaban ayuda al hijo del cacique, quien ponía todo su esfuerzo en ayudar, mas no podía. Su padre no lo dejaba acercarse a ellos, ni hablarles para que la gente pensara que para Mal Kiñé, no eran importantes. Con el pasar de los años, Mal Kiñé se llenó de odio hacia su padre, que continuaba desatando guerras y sacrificando a personas inocentes. Entonces tomó una muy importante decisión: retaría a su padre a un enfrentamiento. El que quedara en pie tendría el control del imperio. Desde ese día el joven entrenó intensamente, mientras su padre no hacía más que descansar confiado en sus conocimientos y habilidades. El día llegó y todos apoyaban a Mal Kiñé. La batalla fue dura aunque pareja, pero como Mal Kiñé era muy astuto, aprovechó un momento de distracción de su padre y de un golpe lo venció. En ese mismo instante se oyó un sonido ensordecedor y una luz deslumbrante cegó por unos instantes a todo el pueblo. Cuando la escena terminó, todos notaron la ausencia del cacique. Unos segundos después el cielo se tornó negro y comenzó a llover. Los sucesos extraños se repitieron y surgió algo que jamás ninguno de los habitantes del pueblo azteca había visto: una tormenta con relámpagos y truenos. Todos entendieron que quien causaba tal espectáculo era Mal Kún, que reprochaba a su hijo la decisión de enfrentarlo y la manera en que dirigía el imperio. De esta manera, en cada tormenta, Mal Kún se hacía presente ante su pueblo. EN GUERRA CONTRA LA LUNA Evelina Agostina Imbelloni Hace muchos años en Machu Pichu, Perú, habitaba el pueblo inca. Esta tribu tenía mucho respeto por los dioses, pero en especial adoraban al dios Sol, llamado Inti y a la diosa Luna, Manaquilla. Era un pueblo muy feliz, sin problemas, hasta que el hechicero de la tribu tomó un día la palabra y dijo algo que destruyó la paz para los incas. Naúz, el hechicero del pueblo, decidió todos los días hacer un 246 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 247 homenaje a Inti, en agradecimiento por darle calor y luz a toda la tribu. En esta celebración habría ofrendas de comida y de oro para el Sol y comenzaría justo cuando este estuviera en el medio de los cielos. La fiesta duraría todo el día, hasta que el Sol cayera. Iba a haber un gran fogón, música, un gran desfile con todas las ofrendas y muchas cosas más, como ocurría siempre en las celebraciones tradicionales. Al oír esto, Manaquilla y las estrellas se enfurecieron y comenzaron a destruir el poblado. Había comenzado la guerra entre el cielo y los habitantes de la Tierra, algo que nadie podría haber predicho, y justo en ese momento… sucedió. La furia de las estrellas era tan grande que de ellas se desprendió un gran rayo de luz que iluminó todo el cielo. Todas las nubes se juntaron para tapar al Sol y luego comenzó a llover. Manaquilla gritó y gritó hasta crear un sonido que agitó los cielos. Así nacieron el relámpago y el trueno. Al cabo de unos días, el pueblo estaba cubierto de agua, ya que la fuerte lluvia y los fenómenos climáticos no cesaban. El pueblo era un caos, todos corrían un grave peligro e Inti quería ayudarlos, pero no podía. Los días pasaron y los pocos pero valientes sobrevivientes se reunieron en lo alto de la colina de Machu Pichu para pedir disculpas a Manaquilla por haberla ignorado, pero ella no quería dejar su venganza. Trataron con todo tipo de ofrendas, halagos, alabanzas y regalos, pero la diosa seguía encaprichada y no quería que Inti volviera a opacarla. Pasaron los días y más vidas inocentes se perdieron. Solo quedaban veintisiete personas en lo alto de esa colina, quienes podían llegar a ser los únicos sobrevivientes en kilómetros a la redonda. Hasta que intentaron hacer una última celebración para Manaquilla y las estrellas. Les dieron todo lo que tenían, los últimos animales, el agua potable, vegetales, oro, plata, todo y se quedaron sin nada. La Luna, al ver el gran arrepentimiento del ahora pequeño pueblo, los perdonó y arregló todo el daño que había causado. Así con el tiempo, creció nuevamente el pueblo y desde entonces los incas no descuidaron a Manaquilla ni a ningún otro dios. 247 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 248 LA BRILLANTE MONEDA Victoria Lago Una mañana, Manuel, un chico de 13 años, caminaba por la calle hacia la escuela. Estaba muy asustado porque tenía una prueba de historia muy difícil y no había podido estudiar. De repente, tropezó con algo muy brillante. Se detuvo y agarró el objeto. Era una moneda de oro, increíblemente brillante. Al tocarla, sintió una inmensa felicidad y una gran emoción, también cosquillas en la panza. No sabía por qué. Se la guardó en el bolsillo y corrió hacia la escuela para no llegar tarde. Entró a su clase y comenzó a hacer la prueba. ¡Deseó poder aprobarla! Cuando la terminó, pidió permiso para irse a su casa porque no se sentía bien… Al día siguiente, ya un poco mejor, regresó a la escuela y le dijeron la nota de la evaluación: 10. Él no lo podía creer y no sabía cómo su deseo se había hecho realidad. Por la noche, al sacarse el pantalón escuchó un extraño sonido y miró al piso. Era la moneda que se había caído pero no estaba igual. Brillaba menos que cuando la había encontrado. No entendía por qué, pero imaginó que al haberse cumplido su deseo de aprobar la prueba, había perdido brillo. ¿Sería una moneda mágica? Entonces, pidió otro deseo: ¡tener ordenado su cuarto! Unos segundos más tarde, Manuel estaba muy feliz. Su cuarto estaba completamente ordenado. Empezó a pensar en todas las cosas que deseaba y todo se cumplía. Comenzó a desear cosas cada vez más importantes y cada vez que pedía un deseo, al cumplirse, la moneda iba perdiendo brillo. Un día, Manuel pidió una novia. Enseguida, una niña muy bonita llamada Victoria apareció en su puerta. Ella sonreía y parecía muy feliz y fiel, pero a pesar de su belleza, él no sintió amor. ¿Qué había pasado? Desilusionado porque su deseo no se había cumplido, se dio cuenta de que la moneda ya no le servía más y la arrojó a la calle. En ese instante, la moneda comenzó a recuperar su brillo nuevamente pero Manuel no lo notó. Un joven que iba detrás de él, sí la vio y tal como le había ocurrido antes a Manuel, también se sorprendió por su brillo. La tomó y salió corriendo. 248 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 249 EL INSÓLITO CASO DEL MISTERIOSO RELOJ María López Malbrán En un viejo pueblo, enfrente de una casa abandonada vivía un niño con su familia. Se llamaba Ramón y tenía ocho años. Era muy curioso y le gustaba conocer todo lo que lo rodeaba. Pero al padre no le gustaba mucho esta actitud de Ramón, porque temía que algún día pudiera pasarle algo. Una noche mientras dormía, Ramón escucho ruidos. Parecía el tic-tac de un reloj. Él sabía que en su casa no había ningún reloj que hiciera esos ruidos. Se levantó de la cama y se fijó por toda la casa. Como no encontró ningún reloj y el sonido continuaba, salió de la casa y siguió el tic-tac que sonaba cada vez más fuerte. Oyó que los ruidos provenían de la casa abandonada. Esta tenía dos pisos. Desde la calle un sendero de piedras atravesaba el gran jardín hasta llegar a la puerta de entrada. Ramón tocó la puerta, pero nadie le respondió. Intentó abrirla, pero no pudo. Entonces, entró por la puerta trasera que llegaba al living de la casa. Allí vio un cartel colgado, con letras blancas, pero no se podían leer de lo gastadas que estaban. Se dirigió silenciosamente hacia las escaleras, cubiertas por una alfombra roja, que llegaban al segundo piso. Cuando apoyó el pie en el primer escalón, inesperadamente se asomó un señor gritando: - ¡Salgan de acá! ¡La entrada a esta casa está prohibida! Ramón muy asustado no llegó a verle la cara porque salió corriendo del susto. Se tropezó y al caer vio que, por suerte, el señor no lo perseguía. Al día siguiente, llegaron sus primos y sus tíos. Ramón le contó a Amado, de quien era más amigo, todo lo referido a la casa. Entonces su primo le pidió quedarse a dormir en su habitación y así, por la noche, entrar juntos de vuelta en la casa. Esa misma noche los dos entraron a la casa abandonada y cuando Amado vio el cartel violeta colgado, lo corrió y descubrió un reloj que parecía ser muy valioso y antiguo. Era de madera y estaba pintado de blanco, pero con la suciedad más que blanco estaba gris. A Ramón le llamó mucho la atención que las agujas retrocedían en lugar de avanzar. Entonces las giró lentamente. Luego de unos segundos, los dos primos se sorprendieron cuando al mirarse, se vieron más grandes, más maduros. Se dieron cuenta de que al mover las agujas del reloj habían viajado hacia el futuro. 249 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 250 Miraron a su alrededor y encontraron un periódico, era del 3 de septiembre de 2010. Vieron una foto de Ramón que estaba en la portada. El titular decía: ”Caso insólito, dos niños de ocho años descubrieron el viejo misterio del reloj”. Algo había debajo del diario y cuando lo levantaron, encontraron aquel reloj que había llamado tanto la atención de los entonces niños. El ahora joven Ramón retrocedió el tiempo girando nuevamente las agujas, pero esta vez hacia la izquierda. Después de girarlas se encontró en su cuarto, rodeado de sus juguetes y jugando con Amado. Habían vuelto a la normalidad. Los dos juraron no volver a entrar a esa casa ni tocar ese extraño reloj nunca más. LA HISTORIA DEL CANTANTE QUE NO CANTABA Victoria María Louzao Andrade Un sábado muy tranquilo, Joaquín caminaba hacia su trabajo. Era el acomodador de “La Ópera de Madame Letrua”, un teatro reconocido internacionalmente por las obras que hacían allí. Ese sábado había ido mucho más temprano que su horario habitual porque a la noche, el famoso músico Patricio Zubieta dirigiría su obra maestra. Mucha gente importante de todas partes del mundo iría a ver la función. Cuando el joven ingresó al hall de entrada, observó un rato largo el esplendor del lugar. El teatro tenía ocho pisos. Estaba impecable y había plantas exóticas y muy bien cuidadas en el hall de entrada. Las escaleras eran muy anchas, cubiertas con una alfombra roja. El escenario de la sala principal era majestuoso y había muchísimos palcos con cómodas butacas forradas en terciopelo rojo. Joaquín se dirigía al lugar donde guardaba su ropa, cuando de pronto vio a un hombre de aspecto deforme, ridículo y desagradable cantando la misma canción que Patricio entonaría en su función. Se dio cuenta con asombro de que su voz era igual a la del famoso cantante. Cuando Joaquín se acercó, el hombre se alertó e intentó esconderse detrás de las cortinas, pero no pudo porque el joven lo persiguió y lo encontró. Entonces, el hombre le rogó que guardara el secreto porque si no, Patricio se quedaría sin trabajo y fama, y él ya no podría mostrar su voz. 250 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 251 Joaquín le preguntó si no le gustaría ser él quien cantara en el escenario y él le respondió que sí, pero que con su aspecto nadie lo iba a querer. Cuando llegó la función, Patricio comenzó a simular que cantaba en el escenario. De repente, este hombre interrumpió la función y tomó el micrófono. Empezó a decir que el cantante no era el dueño de esa voz, sino él. El público se empezó a reír a carcajadas. Se sintió mal, pero igual empezó a cantar. Su voz sonó todavía mejor que otras veces. Cuando terminó la canción, el público emocionado, empezó a aplaudir. Enseguida se volvió famoso y ofreció al acomodador que trabajara con él. EL AVE QUE SALVÓ A SU DUEÑA Macarena María Llorente Hace mucho tiempo existió una niña inca llamada Yamina que vivía en una tribu en una región boscosa. Ella tenía el pelo oscuro con unos hermosos reflejos un poco más claros. Tenía una belleza incomparable. Amaba a los animales, pero por sobre todo a las aves. Un día Yamina estaba en su choza jugando con unas piedritas cuando de repente vio a un ave cayendo de un árbol. Al darse cuenta de que era un pichón decidió cuidarlo hasta que creciera. El ave era verde, roja, naranja y amarilla. Tenía un pico afilado, grandes garras y unos pequeños ojos muy brillantes. La niña decidió ponerle por nombre Brío. Así el ave creció con Yamina hasta que ella se convirtió en una bella mujer. Un día la india decidió llevar a Brío a conocer el bosque donde ella había nacido y sus padres habían vivido. Mientras caminaban, escuchó a un puma caminar por encima de las hojas secas que caían de un árbol. El ave, al darse cuenta de la presencia del felino, comenzó a volar en dirección a este mientras la joven huía corriendo. Pero el feroz animal ya la había visto y salió en su persecución, hasta que el ave lo atacó picoteándolo y rasguñándolo. A pesar de eso, el felino consiguió matarlo y lo dejó tirado con las alas abiertas. Un tiempo después, la india volvió con un grupo de cazadores al lugar donde había visto al puma. Los hombres se llevaron al felino y Yamina se quedó llorando sobre el cuerpo del animal que la había 251 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 252 salvado. Cuando la joven se dio vuelta para regresar, escuchó un extraño sonido a sus espaldas. Se dio vuelta y vio, asombrada, que del loro de desprendía un gran arco de colores que llegaba al cielo. Se dio cuenta de que el ave había sido premiada por los dioses porque había conseguido su objetivo, que era salvarla. Por esa razón, a partir de ese día, a ese arco se lo llamó arco iris y cada vez que esa clase de pájaro queda tendido en el suelo con las alas abiertas, las personas que lo ven y conocen esta historia, le piden que proteja a su familia como tiempo atrás lo hizo con Yamina. BELLEZA INTERIOR Y EXTERIOR Valentina Márquez Miranda Alrededor del año 1700, en un pueblo ubicado entre las montañas de Alemania, gobernaba un rey llamado Alemuk. Era una persona obesa y de baja estatura. En su cara tenía un largo bigote que le tapaba su enorme boca. Su cabello pelirrojo enmarcaba y resaltaba su horrible cara. Él mismo decía que era feo y por eso, nunca se miraba en el espejo y le tenía envidia a cualquier persona que fuera más linda que él. Un día, una familia de campesinos tuvo a Iván, su tercer hijo. Se decía que era un bebé muy lindo. Tenía su carita tan bonita que parecía una perla. Sus ojos tan celestes como el cielo, parecían dos luceros. Su tez era tan blanca como una nube y su pelo tan brillante, encandilaba. Cuando el rey se enteró de la belleza de este bebé, se puso tan furioso que comenzó a patalear, a estar siempre de malhumor y a tratar mal a sus sirvientes. Un día mandó a uno de ellos a la aldea para que leyera un bando que decía: “Los ciudadanos que tengan un hijo, van a tener que llevarlo al palacio para ser calificado por el rey. Si es un niño lindo, pasará a ser hijo de él”. Los padres de Iván se alarmaron y decidieron consultar a un brujo, quien les preparó un hechizo para que Iván se transformara temporariamente en un niño feo. Pero este hechizo duraba solo tres días y el embrujo se destruía poco a poco. El niño recuperaría la belleza, hasta ser como antes. Los padres aceptaron y el brujo comenzó a elaborar el hechizo. Le cortó al niño un 252 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 253 mechón de pelo y una uña. Con una aguja pinchó su pequeño dedo y le sacó una gota de sangre. Después vertió en una caldera el preparado y luego de pronunciar unas extrañas palabras, se lo dio a beber. Poco a poco el niño comenzó a deformarse, el pelo comenzó a cambiar de color, los ojos se le volvieron marrones y la piel oscura. Los padres estaban muy impresionados y a la vez muy agradecidos. Al día siguiente, el rey mandó a otro soldado a leer otro bando que decía: “El rey calificará a los niños a partir del amanecer”. Los padres de Iván no se preocuparon y vistieron a Iván con ropa muy vieja y rota. Cuando Dorotea, la madre, lo llevó ante el rey, este lo vio y notó que el niño tenía una marca extraña en la pierna. Esa marca era la que el brujo dejaba cuando hacía un hechizo sobre alguien. El rey conocía bien los embrujos del hechicero porque él era un viejo amigo de la familia real. Como la madre, angustiada, se puso a llorar cuando recordó que el hechizo duraría sólo un día más, el rey se preocupó por el niño pues no sabía la verdad. Así mandó a una de sus criadas a cuidarlo y llevarlo a otro lado. Apenas se desocupó, fue inmediatamente a verlo y quedó impresionado ya que notó que estaba más lindo que un momento atrás. Al día siguiente, ya era un bebé muy lindo y adorable. El rey inmediatamente mandó a llamar a los padres de Iván y les informó que tal como indicaba el bando, el niño pasaría a ser su hijo. La madre comenzó a llorar desconsoladamente. Abrazada al padre se fue del palacio. Pasaron varios años y el niño se crió como hijo del rey. Se convirtió en un joven apuesto y bondadoso. Pero él siempre se había sentido diferente a su padre. Iván empezó a preguntarle al rey quién era su madre y dónde estaba. El rey le mintió y le dijo que había fallecido. Cuando cumplió dieciocho años, tenía más dudas porque no se parecía en nada al rey y porque en lo más profundo de su corazón una voz le decía que él no era su padre. Iván le fue a preguntar a la criada más antigua del palacio, quién decidió ayudarlo a hallar a su familia porque siempre había sentido mucha pena por el niño. Muy orgullosa, lo ayudó a buscar a su familia verdadera. Cuando Iván tuvo la oportunidad, se escapó del palacio. Luego de caminar un par de horas llegó al pueblo y se dio cuenta de que ese era el lugar al que pertenecía. Recorrió el pueblo y golpeó la puerta de todas las casas. Después de varias semanas, una tarde llegó a una muy 253 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 254 humilde y al llamar, una mujer apareció. Era su madre, quien lo reconoció enseguida al ver la marca del hechizo en su pierna. EL AMOR CAMBIA LA VIDA Inés Mayer Hace mucho tiempo, en Francia, gobernaban unos reyes que tenían un corazón bondadoso y noble. Ellos estaban esperando un hijo, y eso provocaba una gran felicidad en el pueblo. El día en que Françoise nació, su madre murió y el padre quedó desolado. Luego de trece años de sufrimiento y dolor, el rey también murió dejando su reinado a su único hijo. Françoise, con apenas trece años de edad, no sabía cómo gobernar. Además, su padre nunca le había enseñado nada de política ya que su sufrimiento se lo impedía y casi ni se había comunicado con su hijo. Como era de esperarse, Françoise, no gobernaba muy bien debido a su falta de experiencia, pero Pierre, su fiel ayudante, cumplía muy bien su trabajo. A los veinte años, seguía soltero y era cada vez más egoísta y caprichoso. Varios de sus consejeros le recomendaban casarse ya que tenía edad suficiente para ello. Pero él, como nunca les hacía caso, en vez de casarse impuso una ley exagerada y absurda. “Cada mujer de Francia al cumplir los 15 años, tendrá que casarse con quien su padre le ordene y no con quien ame. La dama que desobedezca, será mi esclava”. Luego de tres meses de esta ley absurda, todas las mujeres de más de quince años, estaban casadas o comprometidas con algún miembro de la realeza. El rey organizó una gran fiesta en su majestuoso palacio a la que asistió toda la realeza. Allí, Françoise conoció a la hija mayor de un conde italiano y se enamoró con solo verla. Ella poseía una belleza divina, unos ojos compasivos, una sonrisa tan brillante como la Luna y una elegancia única. Parecía un ángel sobre la Tierra. Su nombre era “Constance Nicole Di Loncrete”. Nicole y Françoise esa misma noche se enamoraron. Pero ella, ya estaba comprometida con Lord Hamilton debido a la ley que él mismo había impuesto y en seis días se llevaría a cabo la boda. 254 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 255 Françoise estaba tan enamorado que decidió abolir la ley. En el pueblo algunos pensaban que su rey se había vuelto loco, otros que lo habían amenazado, pero muy pocos habían pensado en lo cierto, que el rey se había enamorado. Al padre de Nicole, no le importó la anulación de esa ley y siguió adelante con la boda de su hija, ya que como ellos habían perdido su fortuna, necesitaban el dinero de Lord Hamilton. Además, Françoise le parecía un hombre egocéntrico, caprichoso, absurdo y egoísta. Y no iba a dejar que su hija se casara con alguien así. Luego de la boda de su amada con Hamilton, el rey cayó en una gran depresión. No quería gobernar y cuando lo hacía, lo hacía peor que de costumbre. Debido a eso, el reino quedó en manos de Pierre. Mientras los consejeros ayudaban a su triste y desconsolado rey, el asistente se consolidaba en el trono. Finalmente, después de varios meses de angustia y llanto, el rey se sobrepuso. Entonces, anunció a sus súbditos que a partir de ese momento, antes de pensar en sí mismo, pensaría en el pueblo. No dictaría más leyes absurdas y descabelladas. Françoise nunca volvió a enamorarse de nadie como de Nicole y a pesar de su tristeza, comprendió la lección. El egoísmo a quien más perjudica es a uno mismo. EL MEDALLÓN FANTÁSTICO Delfina María Mercado Grimoldi En un pueblo muy chiquito de Inglaterra vivía Philip. Tenía unos catorce años de edad. Era muy tranquilo y le encantaban los libros. Para poder disfrutar de la lectura, siempre iba a leer a la montaña que le daba tranquilidad. Un día, su maestro de historia, John Smith, dio una tarea que requería utilizar varios libros. Como Philip venía de una familia humilde no podía comprar el material, entonces fue por las tardes a leer a la biblioteca. Una de las tardes en que iba caminando hacia allí, observó en la calle algo muy llamativo. Era un medallón de color dorado con una piedra colorada en su interior, que colgaba de una cadena bastante larga. Lo agarró y se lo puso. Cuando llegó a la biblioteca prefirió investigar sobre el 255 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 256 grandioso medallón dorado en vez de hacer la tarea del colegio. Tardó un largo tiempo en buscar un libro que lo pudiera ayudar a saber más sobre aquel extraño objeto. Luego de unas horas, Philip encontró un libro de historias fantásticas que mencionaba al mágico medallón y su significado. Como ya era bastante tarde, se dirigió a su casa. Al llegar, sus padres, Ana y Roberto, se enojaron y, en castigo, no lo dejaron ir a la montaña a leer. Al día siguiente, Philip estaba con muchas expectativas sobre el medallón tan particular y empezó a investigar hasta que se dio cuenta de que el extraño objeto dorado podía transformarlo en objetos o monstruos, es decir, en algo mágico que él quisiera ser. Esa misma mañana estuvo pensando en qué se podría transformar para comprobar si era verdad lo que había descubierto en los libros. Audaz, Philip quiso probar él mismo la transformación y fue hacía la montaña para que nadie lo viera. El joven siempre había querido ser una momia como la de sus libros de aventuras. Y así fue. Se transformó en “la momia perdida”, personaje de uno de sus cuentos favoritos. Ese libro a él lo llenaba de alegría, entusiasmo y diversión. Pero ser una momia de verdad era distinto. No podía ver porque tenía los ojos vendados, le costaba caminar, olía mal y sus amigos y familia se asustaban al verlo. Philip se sentía extraño y asustado. Estaba sorprendido con lo que le había pasado. Extrañaba ser él y quería volver a transformarse en un chico, pero no encontraba su medallón. Lo buscó en su cuarto. No estaba allí. Resultó que lo tenía su hermana en uno de sus cajones. Sintió miedo de que ella descubriera el poder que tenía. En silencio fue a buscarlo, se lo puso y recobró su cuerpo. Fue a la montaña y arrojó el medallón al vacío para que nadie pudiera usarlo. Por suerte, se rompió. LA CODICIADA CAJA María Victoria Felicitas Paseyro Durante la Segunda Guerra Mundial no se llevó a cabo el Mundial de fútbol, por eso el trofeo debía ser asegurado para que los nazis no se apoderaran de él. 256 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 257 Ottorino Barassi, el vicepresidente de la FIFA, que era muy apreciado y respetado por sus colegas, tomó la decisión de “robar” la copa para evitar que los alemanes se apoderaran de ella. Al cabo de unos días de pensarlo, él ya estaba seguro de su plan. Debía robar la copa y esconderla en una caja de botines que guardaría entre otros elementos de utilería en su propia casa. Allí nadie la buscaría. Ya sabía cómo llevarla a salvo a su casa. Para esto, contaba con la ayuda del presidente de la FIFA, Emilio Franchello Herzen y su secretario, el señor Morzt. El señor Hersten, al igual que Barassi, era un hombre de principios y gran enemigo de los nazis. Cuando los tres se encontraron a escondidas detrás del estadio, Barassi les explicó su plan y estuvieron de acuerdo que en aquel lugar pasaría desapercibida. Entonces pusieron “el robo” en marcha. Entraron al estadio con la llave de Barassi y como conocían muy bien el funcionamiento de los sistemas de seguridad, los desbloquearon sin ningún problema. Al finalizar, se separaron y cada uno se fue a su casa. Habían acordado que Barassi guardaría la copa en el lugar establecido. Ya era tarde y Ottorino se fue a dormir. Días más tarde, por desgracia, Barassi se despertó con el ruido de una explosión. Al salir de su casa se dio cuenta de que los nazis habían puesto una bomba en su auto en forma de amenaza. Allí fue cuando sintió miedo y se dio cuenta de que los alemanes ya sabían quién tenía la copa. Al ver esto, volvió rápidamente a su casa y se encontró con todo revuelto y destruido. Él sabía que ellos habían estado buscando la copa pero por suerte, se había adelantado a esa situación y la había trasladado al vestuario de un estadio de fútbol. Ottorino también sabía que los nazis no pararían hasta encontrar lo que tanto codiciaban. Su decisión fue la que finalmente salvó la copa. Cuando tuvo la oportunidad, en una noche oscura, la sacó del estadio a través de un pasadizo secreto que nadie conocía y la enterró debajo de las gradas. Pensaba que sería muy difícil que destruyeran todo el estadio. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la desenterró y la guardó en la caja fuerte del club oficial de fútbol de la FIFA, uno de los pocos que no había sido destruido. De esta manera, los nazis nunca la tuvieron en sus manos. El presidente, su secretario y Barassi, fueron premiados por su valentía, sacrificio y responsabilidad. 257 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 258 EL CASO PERDIDO María del Rosario Pedriel Entre 1938 y 1950, debido a la Segunda Guerra Mundial, no se realizaron mundiales de fútbol. Un hombre llamado Ottorino Barassi, que en ese entonces era presidente de la FIFA, sabía que la copa se guardaba en un cofre dentro de una sala de dicha sede. Para él, este objeto significaba un ejemplo para la humanidad. Representaba el poder y el esfuerzo de una nación. Por eso, quería evitar que quienes ganaran la guerra se la llevaran. Por lo tanto, decidió buscarla y cuando la tuviese en sus manos, esconderla de los soldados alemanes. Un día planeó cambiar la copa verdadera por una réplica. Consiguió acceder a la original, utilizando algunos contactos que tenía y aprovechando su cargo. Muy cuidadosamente, una noche oscura y nublada, logró intercambiar la copa verdadera por la copia. Pero surgió un inconveniente que no estaba en los planes de Barassi. Un niño tomó en el vestuario el bolso con la copa que su amigo le había dejado, simulando que eran botines. Al verlo, Carlos, lo siguió y desesperado pidió al niño que le regresara el bolso, pero este se negó. Le dijo que a cambio quería el balón que se había usado en el campeonato anterior. Barassi consiguió la pelota y la intercambió por el bolso con el preciado trofeo. Luego, ocultó la copa dentro del bolso de botines, de modo tal que nadie la encontrara. Al rato, esperó pacientemente que todos se fuesen de aquel lugar y que las calles pobladas se despejaran. De esta manera, la llevó a su casa y la guardó en una caja de zapatos debajo de su cama. Varios días después, los nazis se dieron cuenta del cambio de la copa. Estaban furiosos. Sospechaban de dos personas que eran las únicas que limpiaban esa sala. Las interrogaron y revisaron cada una de sus pertenencias, sin encontrar nada. Los nazis, sin sospechar de Barassi, fueron a avisarle que no habían encontrado el trofeo, pero tampoco lo hallaron ya que había huido a Siena para mantenerla a salvo. Allí la enterró en el jardín del hotel donde se hospedaba. Los nazis nunca pudieron encontrarla. Para ellos la copa simbolizaba: victoria, fuerza, valor y poder. Por lo tanto, esta había sido una gran derrota. 258 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 259 Cuando la guerra terminó, Barassi regresó la copa a la FIFA para utilizarla en el próximo Mundial. LA ORDEN DEL REY María Josefina Pereyra Pigerl En la remota Roma, un rey llamado Giorgio Tropoli había mandado a uno de sus sirvientes al pueblo a leer el siguiente bando: “Toda dama debe casarse con el hombre que el rey haya elegido y aquella que se niegue, será sirvienta de su majestad.” La mayoría de las muchachas, muy nerviosas, se fueron a otras tierras porque no querían ser sirvientas del rey, ni ser la esposa de un mal hombre. En su mayoría eran jóvenes humildes, que vivían en pequeñas casas con su familia. Entre ellas estaba Francesca, una hermosa joven. Ella necesitaba con urgencia un esposo, porque sus padres la maltrataban. Debía alejarse de sus progenitores para ser feliz. Por fin llegó el día en que Francesca fue al palacio para conocer a su futuro marido. Luego de una larga espera, la joven divisó tras una hermosa cortina a un hombre muy feo, con nariz aguileña, orejas puntiagudas y modales horribles. Al verlo, lo rechazó inmediatamente. En ese momento trágico, nadie la podía ayudar. Con sus padres no quería regresar, entonces prefirió convertirse en una sirvienta más del palacio. Después de varios días de estar allí, conoció a un mayordomo llamado Charlai. Era muy lindo, tenía ojos claros y una sonrisa reluciente. Era todo un caballero y provenía de una familia humilde como la de ella. Pasaron varios meses trabajando juntos y finalmente se enamoraron. Charlai no sabía cómo declararle su amor. Él trataba de mandarle señales por medio de objetos pero siempre fallaba. Un día Charlai le envió una carta, pero como Lucía, la mujer que hacía la limpieza, pensó que era un papel sin importancia, lo tiró a la basura. Luego de tantas oportunidades fallidas, él le pidió a un grupo de músicos del palacio que lo ayudaran a declarar sus sentimientos a través de una canción. Francesca se emocionó y también le correspondió. 259 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 260 Después de varios años se casaron y se escaparon de allí para vivir en unas tierras muy, muy lejanas. EL ORIGEN DEL ARCO IRIS Milagros María Porres Hace mucho tiempo, en el actual territorio de Guatemala habitaba el pueblo maya. Sus habitantes no estaban en una buena época porque hacía poco habían tenido una batalla y aunque habían vencido, muchas de las personas más amadas habían muerto. A partir de esa batalla habían creado una cárcel para los prisioneros de guerra a quienes obligaban a jugar a un juego de pelota que tenía serias consecuencias, ya que el perdedor era ahorcado. Como resultado de la reciente guerra, en aquella prisión se encontraba un joven llamado Ayohuma Tatián, que era una gran persona por su honestidad y devoción al dios de su pueblo. Él no jugaba bien a ese famoso deporte por lo tanto conocía su duro y cruel destino, la muerte. Pero como también era conocido por su gran inteligencia, Ayohuma se dedicó a idear un plan para escapar de la prisión antes de ser elegido para jugar a ese espantoso deporte. Estuvo mucho tiempo pensando la forma y cada vez que lo convocaban para jugar, inventaba que se sentía dolorido y terminaba convenciendo a los guardias quienes le decían que no asistiera. Luego de varias noches enteras sin dormir, se le ocurrió una gran idea que probablemente funcionaría. El plan consistía en crear un puente que pasara desde adentro de la prisión hacia fuera. Era un día lluvioso y el tiempo no lo favorecía. Cuando se dispuso a hacer el puente se dio cuenta de que los elementos que tenía no le servirían por la lluvia. En ese momento no se le ocurrió otra idea más que rezarle a Chac, el dios de la Lluvia, para que lo ayudara. En ese momento, la divinidad se le apareció. El joven se asustó mucho porque nunca creyó en la posibilidad de poder ver a un dios en persona. Cuando recuperó la movilidad, después de un rato, le dio a conocer al gran dios todo lo que le había pasado y por qué quería escapar. Aunque Chac ya lo sabía, lo escuchó muy atentamente sin pronunciar palabra hasta que la historia terminó y le dijo que él era una 260 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 261 persona muy devota, justa y humilde y que por lo tanto le concedería un don para salvarle la vida. Ese gran don fue convertirse en un puente muy alegre y de colores para poder pasar al otro lado del muro. Ésta le pareció muy buena idea a Tatián. Desde entonces, cada vez que algún prisionero inocente y con buen corazón quería escapar de la cárcel maya se desataba una fuerte lluvia y aparecía un puente de varios colores, al que más tarde llamaron arco iris. LA LLAVE DE LA UNIÓN Victoria Ratto Hace mucho tiempo en un pequeño pueblo, vivía Ulises, un niño de diez años de edad. Él era soberbio y egoísta. Era hijo único y muy malcriado. Gastón, su papá, era un hombre que trabajaba mucho, por lo cual casi nunca estaba en su casa. Se encontraba siempre viajando. Para que Ulises no notara su ausencia le compraba permanentemente obsequios para entretenerlo. Vivían en una casa antigua, muy grande, heredada de su bisabuelo. Estaba tal cual él la había dejado cuando murió. Tenía muchas antigüedades. Un día vino el jardinero acompañado de su hijo, Vicente, de la misma edad que Ulises. Ellos ya se conocían, así que enseguida decidieron jugar a las escondidas. Mientras Vicente estaba contando, Ulises decidió esconderse en el jardín, detrás de unas plantas. Allí, inesperadamente, encontró una puerta en el suelo tapada por algunas hojas. Decidió abrirla y entrar para ver a dónde lo llevaba. Enseguida logró abrirla y con cuidado se metió. Del otro lado, se encontró con un lugar increíble, parecía una casa. Allí había libros antiguos, unos sillones y un estante con algunas cosas desparramadas. Lo que más le llamó la atención fue una llave, que tenía grabada la palabra “Nantilus”. La llave era antigua y de hierro. Tenía una cadena bien larga. Ulises se la colgó en el cuello. Apenas salió del escondite, llamó a Vicente para contarle dónde había estado. Él no le creía, entonces Ulises muy seguro de sí 261 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 262 mismo, lo llevó hacia el lugar donde estaba la puerta. Inexplicablemente ya no estaba. Había desaparecido. Buscaron por los alrededores, pero no hallaron nada. No tenía la menor idea de lo que había pasado, pero estaba dispuesto a averiguarlo. Ya estaba cayendo la noche, así que Vicente se fue a su hogar convencido de que su amigo había inventado todo. Ulises, decepcionado, decidió descansar un poco después de un día tan agotador y lleno de aventuras. Luego de una larga siesta, quiso averiguar un poco más sobre ese lugar tan misterioso. Como era de noche y estaba oscuro, llevó una linterna. Al llegar quedó sorprendido, la puerta sí estaba. Tomó la llave y la abrió. En ese momento apareció la imagen de Arturo, su bisabuelo. El niño lo reconoció, ya que en la casa había muchas fotos de él. Ulises se asustó, no podía creer que fuera su bisabuelo porque había muerto hacía varios años. Arturo lo sorprendió con una pregunta que jamás hubiera imaginado, le preguntó si era feliz. Él le contestó que sí, que sí era feliz, pero podría ser más feliz con la presencia de su padre, si no viajara tan seguido. Arturo conocía muy bien a Gastón y sabía que si el viajaba mucho era porque pensaba que eso era lo mejor para los dos. Entonces le aconsejó que lo mejor que podía hacer, era hablar con él y buscar una solución juntos. Ulises habló con su papá. Para Gastón era más importante la felicidad de su hijo que el trabajo y por eso decidió dejar de viajar. Se dio cuenta de que tantos juguetes no eran tan importantes. EL MISTERIO DE LA LLAVE Solange Yasmeen Rivera Morillo A Juan, un joven de diecisiete años, le gustaban mucho los perros. Él pensaba que lo protegían de muchas maneras y ese sentimiento le hacía bien porque vivía solo y no sabía qué había pasado con sus padres. Además de estos animales, también le gustaba investigar misterios por su cuenta. Una mañana, Manu, uno de sus perros, desapareció de la casa. 262 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 263 Juan llamó a la policía para que lo ayudara a buscarlo. Se sentía triste porque lo quería mucho. Primero tuvo insomnio y luego, de la tristeza, no podía parar de dormir. El perro regresó solo a la casa dos semanas después. Tenía una llave que colgaba de su cuello. Estaba hecha de hierro y bañada en oro. Cuando Juan la observó de cerca, vio que tenía impresos unos símbolos. Se sorprendió mucho, jamás los había visto. Llamó a su amigo Ricardo, un especialista en llaves antiguas y él también le dijo que nunca había visto una así. Para obtener más información, hicieron que Manu los guiara al lugar donde el dueño del perro lo había encontrado. Al llegar a la casa, a Ricardo le resultó conocido el portón de madera. Creía que ya había estado en ese lugar, pero no era así. La casa quedaba en un barrio llamado Cambridge, donde vivían muchos vendedores de antigüedades. Era enorme y en cada casa había una reja por seguridad. El portón daba a muchas otras puertas que cada vez se hacían más chicas. Todas se abrían con la misma llave. Al llegar a la última puerta había un cofre con una carta y otra llave muy chiquita. La carta estaba dirigida a él y en ella decía que la llavecita era para abrir un libro que él tenía guardado hace tiempo y que allí se contaba su origen. Despertó, su perro había regresado y tenía una llavecita colgada del cuello. El chico vio la llave igual a la del sueño y empezó a buscar el libro. Lo encontró en el altillo adentro de una caja adentro de otra caja. Leyéndolo se enteró de que sus padres habían muerto en un accidente. Nadie se lo había dicho. Sintió tristeza porque él siempre había pensado que lo habían abandonado, pero estaban muertos. Sintió un shock pero en su interior se sintió mejor porque se había enterado de la verdad. LA TRÁGICA HISTORIA DEL LIBRO Milagros Saravia Una mañana de julio de 1999, Lucía, una joven de unos veintidós años tenía que ir junto con su mamá a la casa de Magdalena, su tía. Ella había fallecido la noche anterior. Al llegar, le tocó vaciar todas las cosas del cuarto de 263 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 264 Magdalena. Cegada por el dolor de esa gran pérdida, se sentó en la cama y de repente algo que estaba debajo de la mesa de luz, le llamó la atención. Era un viejo libro que asomaba entre dos cajas. Hubo algo en él que le resultó llamativo. Quizás el color marrón o sus blancas hojas sin usar. Esto la impulsó a agarrarlo. Cuando llegó la hora de volver a su casa, agarró el libro y se lo llevó para comenzar a escribir en él. Esa misma noche se sentó en el sillón buscando inspiración para su nuevo cuento. Al rato comenzó a escribirlo. El cuento era acerca de un grupo de amigos que se iban de viaje y a medida que pasaba el tiempo se iban muriendo. Al día siguiente, una de sus amigas la llamó para invitarla a un viaje de fin de semana. Al principio, ella no estaba muy convencida, pero después sus amigas lograron convencerla. El viernes a la noche, Lucía estaba armando el bolso, pero no estaba segura de llevar el libro. Decidió dejarlo. A la mañana siguiente cambió de opinión, pensó que sería bueno llevarlo, así podría terminar de escribir su cuento. Solo le faltaba terminar la última parte. A la hora de partir, estaban las tres amigas esperando el avión y Lucía decidió contarles acerca de la historia que estaba escribiendo. Al llegar a Brasil, lugar de destino de las tres amigas, fueron al hotel y Lucía se dio cuenta de que el lugar era igual al escenario que ella había descrito en su historia. Mucho no le importó, lo único que quería era disfrutar de la playa y olvidar la pérdida de su tía Magdalena. Esa misma tarde, cuando las chicas estaban en el mar, una de ellas se acalambró una pierna, y al no poder nadar, se ahogó. Esto también le sonó familiar a Lucía. Esto mismo estaba escrito en su libro. Todo esto hizo sospechar que algo extraño ocurría con ese libro. A la mañana siguiente, en el aeropuerto, esperando para regresar a Buenos Aires, Manuela, su otra amiga, estaba comiendo unas pastillas y de repente comenzó a toser sin parar. Lucía hizo lo posible por ayudarla, pero ya era tarde. Manuela había muerto. Fue entonces cuando se dio cuenta de que indefectiblemente todo lo que estaba escrito en su libro, sucedía. Más tarde, su abuela le contó que ese libro era mágico. Lo primero que hizo ella, fue quemarlo y disculparse con toda la familia de sus amigos. 264 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 265 WECHU Y FELDÍO, EL RELÁMPAGO Y EL RAYO María Scarano En las lejanas tierras del Perú existía un reconocido cacique, Cuncán. Él dirigía una tribu inca. Era muy sabio y tenía muchos conocimientos, por eso era un gran líder para su pueblo. Había cuidado a su gente por más de veinte años y todos lo admiraban por su valentía y su inteligencia. Cuncán había tenido dos hijos: Feldío y Wechu. Feldío era un joven fuerte e intrépido, pero lo que más se destacaba de él era su increíble habilidad para correr. Era realmente veloz. Wechu era una persona poderosa, temida, muy respetada. Era corpulento y fuerte, y al ser el hermano mayor, pensaba que necesitaba tener esa actitud para luego poder ser el gobernante del pueblo. Feldío y Wechu siempre habían tenido problemas. Se envidiaban demasiado. Cuando eran chicos, se peleaban por demostrar quién era el más hábil y de más grandes, por sus amigos. Pero a medida que fueron creciendo, se empezaron a pelear menos. Hasta que un día la rivalidad comenzó a enfrentarlos nuevamente, pero esta vez, porque Wechu iba a ser quien sucediera a su padre. Se peleaban a la noche, a la mañana y a la tarde. Su padre, que ya había intentado que dejaran de estar enfrentados, se puso a pensar qué más podría hacer y, como no se le ocurrió nada, decidió pedirle ayuda a Inti, el dios Sol. Así que se dirigió al santuario, le dijo lo que estaba sucediendo y se quedó sentado, en silencio, esperando su respuesta. Esa misma noche el cielo se cubrió de estrellas y ellas le dieron la respuesta. Inti, por medio de los astros, le comunicó que los llevara hacia el claro de una montaña y los dejara solos. Ese mismo día el padre les pidió que fueran a una montaña para buscar algo (como excusa), y enseguida se dirigieron hacia el lugar. Cuando llegaron era de noche y de pronto comenzó una tormenta. Al escuchar ese ruido se pusieron tan furiosos que empezaron a pelear. Luego, escucharon la voz de Inti diciéndoles que dejaran de hacerlo. Pero estaban tan ocupados peleándose que no escucharon al dios. Agarraban lo que tenían a su alrededor y se golpeaban, se pegaban, y se lastimaban mucho. 265 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 266 Aunque Feldío era más fuerte, Wechu sabía por dónde lo tenía que atacar. Al final, tras una intensa lucha, los dos murieron. Después de un rato, el padre volvió para ver qué había pasado. Pero al llegar, Inti le comunicó lo que había sucedido y que se habían convertido en el relámpago (Wechu) y el rayo (Feldío). La gente notó que en el pueblo empezaba a haber tranquilidad y se preguntaban qué había sucedido. Así que Cuncán les contó la historia. A partir de entonces, siempre que la gente veía en el cielo el relámpago y el rayo, sabían que, además de lluvia, venía una época de buena cosecha. EL MISTERIO DE LAS NOTAS MUSICALES Josefina María Urso Un sábado por la mañana Luciano, el conserje del teatro, llegó a su lugar de trabajo mucho más temprano que de costumbre. El lugar era muy grande y estaba completamente oscuro. Empezó a limpiar y en el primer piso descubrió algo muy extraño: un caminito de huellas. Continuó barriendo el piso y siguió el recorrido para ver con más claridad a dónde se dirigía ese camino. Era muy largo y recorría todos los pisos, subía y bajaba. Luciano estaba por rendirse pero se sorprendió al notar algo muy parecido a una clave de sol entre todas esas huellas extrañas. Eso lo intrigó mucho y no se rindió. Al fin llegó a la fuente del problema y se quedó completamente perplejo y asustado. Vio que de una partitura que estaba sobre un piano en el gran escenario, salían una por una, miles y miles de notas musicales como si se estuvieran desprendiendo. No sabía qué hacer: si salir corriendo o quedarse para comprobar lo que veía. La intriga venció al miedo, así que decidió acercarse para ver con más claridad si lo que veía era cierto. Caminó despacio hacia la partitura y notó que realmente eran notas lo que estaban formando ese recorrido tan extraño. Se restregó los ojos, y sí, las notas se despegaban como stickers de la partitura. Era completamente increíble. Decidió alejarse porque iba a desmayarse del temor. Salió disparado de ese lugar y se quedó sentado en la entrada esperando la llegada de su jefe. 266 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 267 Cuando llegó Luciano, el jefe, le contó todo lo que había visto, pero él no le creyó. Entonces fue a mostrarle para que lo viera con sus propios ojos, pero cuando llegaron al piano, las notas ya no estaban. Solo estaba la partitura en blanco. Las notas parecían haber dejado una nota sobre el atril, que decía: “Disculpen por habernos ido, pero el director de orquesta es muy estricto y nos presiona mucho, así que decidimos fugarnos.” Luciano no lo podía creer. ¡Las notas se habían escapado! La única opción era salir a buscarlas, pero parecía algo imposible encontrarlas en una ciudad tan grande. Buscó y buscó, pero no las pudo encontrar. Entonces, muy decepcionado, regresó al teatro. Milagrosamente, todas las notas estaban en su lugar, sobre la partitura. Luciano se puso muy feliz y fue a llamar a su jefe. No lo despidieron y el concierto fue un éxito. EL REY ISAAC María Sol Vivanco Hace mucho tiempo atrás, en un reino de Judea, el rey Isaac regresaba a su palacio después de dar un paseo por sus tierras. Antes de irse a dormir, ordenó a sus guardias que al día siguiente reunieran a los niños del reino para una prueba de bufones. Al día siguiente, varios guardias pusieron esta orden: “Cada niño o niña menor de 18 años de edad, deberá ir al palacio donde el rey elegirá a un nuevo bufón.” Semanas más tarde, nadie había logrado hacer reír al rey, a pesar de que miles de chicos trataban, cantando, bailando o haciendo piruetas. Pero no conseguían ninguna mueca de alegría por parte del rey, solo un gesto de desprecio. En ese momento vio a una hermosa muchacha y se enamoró en ese mismo instante. La chica era la única mujer que se había atrevido a asistir a la prueba y el rey, al estar enamorado, escogió, sin dudar, a su nuevo bufón. La muchacha se llamaba Azul y vivía con su padre que era viudo. Isaac seguía enamorado y mandó llamar a la joven. Ella se dirigió al palacio junto con su anciano padre. 267 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 268 Cuando se quedaron solos los tres, el rey quiso obligarla a ser su reina, pero ella no aceptó porque no estaba enamorada de él. Su majestad trató de comprarla, pero su padre no aceptó. Tras una larga pelea, el rey los dejo marcharse. Azul no sabía que el rey tramaba algo. Al día siguiente, cuando despertó, vio a unos guardias que trataban de llevarse a su padre. Inmediatamente, se dio cuenta de lo que el rey estaba haciendo. Al ver sufrir a su padre, rogó a los guardias que por favor lo soltaran. Les dijo que a cambio de su libertad, se casaría con el rey. Un mes después se produjo la injusta boda. Cuando el pueblo se enteró de lo que el rey había hecho, se dispuso a ayudar a Azul de todas formas. Un día el rey oyó rezar a Azul, pidiendo que su marido se diera cuenta de lo cruel, egoísta y avaro que había sido con ella, con su padre y sobre todo con su pueblo. Esas palabras transformaron al rey. Esa misma tarde, cuando todo el pueblo entró al castillo para matarlo, encontró en su mano una carta en donde decía que se sentía mal por haber sido tan malo, que anularía todas las absurdas leyes que había impuesto y que se disculpaba con Azul por lo mal que la había tratado De esta manera la joven quedó libre y el pueblo la eligió para gobernar. EL VOLCÁN POPOCATEPETEL María Clara Volpacchio Hace mucho tiempo atrás, en la ciudad de Tenochtitlàn, a orillas del lago Texcoco, vivían los aztecas, un pueblo guerrero que había logrado construir un gran imperio. Esta civilización provocaba las llamadas guerras floridas, que en un principio eran verdaderas cacerías para lograr prisioneros de guerra y ofrecérselos a los dioses. Pensaban que con esos sacrificios le daban fuerza al Sol, quien según ellos cada mañana lanzaba miles de rayos de luz para encender a las estrellas. Era el triunfo del día sobre la noche. Por ese entonces, el volcán Popocatepetel había despertado y la nube de cenizas que desprendía, ocultaba la mayor parte de la luz solar. 268 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 269 Los sacerdotes, los guerreros, todos estaban preocupados por la fuerza del volcán y el temor a que el Sol se ocultara para siempre. Solo dos jóvenes parecían no darse cuenta de la situación: Alpulli que era una hermosa muchacha, perteneciente a una familia noble de uno de los veinte clanes o calpullis y Tenoch, su amado, un muchacho valiente, fuerte, que pertenecía a una tribu vecina. Ellos se amaban, pero pertenecían a dos tribus que estaban enfrentadas, por lo tanto su amor no era aceptado por sus nobles familias. Con el paso de los días, las autoridades estaban cada vez más preocupadas, porque del volcán no cesaba de emanar lava. El cielo estaba cubierto de cenizas y el Sol ya no se reía, por eso no brillaba. Las autoridades se dieron cuenta de que los sacrificios de los esclavos y animales no alcanzaban. Necesitaban ofrecer a los dioses una persona importante y decidieron sacrificar a la hija del Cacique, la joven Alpulli. Los sacerdotes creían que la furia del volcán se debía al amor prohibido que había nacido entre estos jóvenes. Al enterarse, Tenoch y su amada trataron de convencer a los jefes de las tribus y a los sacerdotes, pero Alpulli fue tomada prisionera y llevada a un altar al pie del volcán. Tenoch corrió en su ayuda, sorprendió a los guardias que custodiaban el lugar. Tras una breve lucha logró liberarla y huyó con ella en brazos. Pero muchos aztecas comenzaron a perseguirlos y para evadirlos, debieron escalar hasta la parte más alta y peligrosa del volcán. En la huida, los enamorados cayeron al cráter del Popocatepetel. En ese momento el volcán dejó de arrojar cenizas y después de un sonido fuerte y un gran temblor que se sintió en todo el territorio, devolvió el cuerpo de Alpulli y Tenoch convertidos en cristal transparente que luego de un estallido se convirtieron en millones de fragmentos de arena. Desde ese día, las cenizas de los jóvenes convertidas en arena, permanecen unidas frente al mar. 269 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 270 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 271 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 272 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 273 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 274 Antologia 2010 11/29/10 8:03 AM Page 275