FUERZA y HONOR AL LA LUCHA ESPIRITU NOGRAFÍA CONTRA LA POR FUERZA y HONOR CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES 660 Mason Ridge Center Dr. St. Louis, Missouri 63141-8557 1-800-972-5442 • www.lhm.org 6BS29 AL LA LUCHA ESPIRITU NOGRAFÍA CONTRA LA POR es un palabra “pornografía” Lamentablemente, la en estos días. Sería poco término muy familiar se ha entrometido en decir que la pornografía una como avances han sido nuestros hogares. Sus as: o una secuela de víctim marcha que va dejand familias, relaciones, individuos, matrimonios, hasta la fe—todas carreras, y en ocasiones que causa de este flagelo ellas se destruyen por y no cristianos por igual. descarrila a cristianos encontrará pautas y En este folleto, el lector os con los problemas causad esperanza para lidiar as aquí LAS NACIONES as ofrecid PARA TODAS palabr CRISTO por la pornografía. Las perspectiva cristiana una n ofrece y s, son directa este vicio pernicioso. contra luchar cómo sobre ito es ayudar a las Nuestro mayor propós grafía LAS NACIONES porno TODAS n a laPARA adicció CRISTO personas a vencer la con el poder de la gracia en sus vidas, algo que, Como dice el autor: se. lograr de Dios, puede s ataduras, istamo conqu que e “Es en su nombr la PARA CRISTO s alrededor de TODAS incluyendo aquellas creada pornografía. ” LAS NACIONES itud a la decepción y la esclav 6BS29 CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES ltos o Sól du aA Par S AS LAS NACIONE CRISTO PARA TOD S AS LAS NACIONE CRISTO PARA TOD FUERZA y CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES 63141-8557 Dr. • St. Louis, MO 660 Mason Ridge Center 1-800-972-5442 • www.lhm.org HONOR LA LUCHA ESPIRITUAL CONTRA LA PORNOGRAFÍA AS CRISTO PARA TOD LAS NACIONES CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES Reverend Dr. Steve Hokana Introducción Gracias por leer este folleto. Es mi oración que el mismo le ayude a considerar el desafío que la pornografía representa en su vida. Esto lo lograremos conversando acerca de lo que dice Dios con respecto al sexo, a la pornografía, y a su impacto en la persona. Concluiremos con una sección final en la que le daremos un plan de acción. No hay mejor manera de hablar acerca de la pornografía, su impacto sobre usted y quienes le rodean, que con las Sagradas Escrituras. “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza” (Filipenses 4:8 NTV). No existe mejor representante que lleve la luz de Cristo hasta los confines más oscuros de este mundo enfermo por el pecado, que el gran apóstol Pablo. Inicialmente, fue una persona con un propósito singular en la vida—exterminar el cristianismo por todos los medios necesarios. El libro de los Hechos nos dice cómo Pablo apoyó la muerte del primer cristiano perseguido: Esteban. Pero Dios tenía un plan al hacer que este hombre se inclinara hacia la destrucción del cristianismo: él habría de LA INDUSTRIA PORNOGRÁFICA convertirlo en suportavoz número uno. Así, Cristo fue llevado por (¿Está seguro que quiere invertir su tiempo y dinero Pablo a un mundo amado por Dios y terriblemente perdido. Gracias en ella?) a sus viajes a lugares como Filipo, Atenas y eventualmente a Roma, Pablo estaba al tanto de la enfermedad del pecado del mundo antiguo, 1. Según fue estimado en el 2006, es una industria especialmente de su lucha con el sexo. Él sabía acerca de las mundial de $97.000 millones de dólares, de los religiones del mundo, y de cómo adoraban a la creación en lugar cuales $13.000 millones son gastados en los Estados de al Creador. Unidos. Cuando los cristianos abordamos el tema de la pornografía, es importante que busquemos agresivamente a Dios y su divina misericordia y ayuda. No debemos limitarnos a detener algo; en este caso el estar mirando material gráficamente pornográfico, sino que debemos hacer algo: debemos concentrarnos en todo lo que es verdadero, honorable, justo, puro, bello y admirable. Entonces, vamos a adentrarnos de lleno en el tema de la pornografía. Una gran parte de esto implica hablar sobre lo que significa concentrarnos en la vida del cristiano. Pero, antes de seguir, unas reglas básicas: 1 2. Está plagada de enfermedades venéreas. Se estima que el 66% de los actores pornográficos tienen herpes (incurable). Otras estimaciones dicen que hay alrededor de 3.500 personas con enfermedades venéreas sólo en los EE.UU. De éstas, el 70% son mujeres. 1. Internetsafety101.org/Pornographystatistics.htm 2. http:/www.businesswire.com Reglas Básicas: 1. Este folleto ofrece una perspectiva cristiana, Cristo-céntrica y basada en la fe, para la guerra espiritual contra la pornografía. Como tal puede complementar el tratamiento, pero no pretende sustituir el cuidado del paciente. 2. Si está preocupado por un ser querido que está luchando con la pornografía, no use este panfleto como un arma en contra de esa persona. Por más enojado y frustrado que se sienta, el avergonzarle con este folleto sólo va a agravar su desgracia y empujarle más hacia la pornografía. 3. Si se siente prisionero de la pornografía, ponga su fe, confianza y esperanza en Aquél que “pone en libertad a los cautivos” (Salmo 146:7b). Jesús le ama. Aun cuando usted no se sienta como alguien que puede ser amado, usted es redimido por Cristo y sólo por él. Su obra en la cruz—y no las nuestras—nos salva del pecado. 4. No entraremos en una extensa discusión acerca de aberraciones sexuales, perversiones o fetiches. El asunto aquí es la pornografía y lo que está causando al corazón y a la relación con Dios y con los demás. 5. Le presentaremos un plan de acción para que usted persevere ante la adicción a la pornografía. 6. Si en algún momento se siente deprimido, suicida u homicida, por favor busque ayuda. ¿Por qué un folleto sobre la pornografía? Los argumentos para no entrometernos con la pornografía son predominantes, pero flojos. 1. La pornografía ha estado con nosotros por miles de años. Encontramos evidencia de arte erótico/pornográfico en cada civilización antigua. Entonces, ¿cuál es el problema? Los antiguos griegos y romanos, los imperios chinos e indios y otros, tienen representaciones gráficas de hombres y mujeres envueltos en comportamiento sexual. ¿Es algo cultural, cierto? Entonces, ¿será que no podemos hacer nada y tenemos que dejar todo a la biología? Bueno, no tan rápido. Jesús lo dejó muy claro en sus predicaciones: “Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón” (Mateo 5:28). 2. La pornografía mejora el matrimonio. Puede que no haya escuchado esto muy seguido, pero es proclamado en muchos lugares. Se alega que permite a las parejas explorar sus fantasías sexuales, aumentando así la pasión. Suena muy bien, en teoría pero su falla es abismal. En la reunión anual de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales del 2003—una reunión nacional de abogados de divorcio—los asistentes revelaron que el 58 por ciento de los divorcios suceden como resultado de que uno de los esposos miraba pornografía en línea excesivamente (www.thepinkcross.com). ALGUNOS DATOS • El grupo que más consume pornografía a través de Internet son jóvenes de 12 a 17 años de edad. • Más de 11 millones de adolescentes ven pornografía por Internet en forma regular. • Hay: 4.2 millones de sitios web de pornografía 420 millones de páginas web de pornografía 68 millones de búsquedas de pornografía por día 3. La pornografía no hace daño. En este punto quiero dejar de lado los datos y los análisis tácticos. Como capellán formal de una cárcel de • El 50% de los hombres que van a la iglesia y el máxima seguridad, he servido como pastor a hombres que han 20% de las mujeres que van a la iglesia en forma cometido felonías y ofensas, crímenes horrorosos de naturaleza sexual regular consumen pornografía. en contra de mujeres, adolescentes, niños y bebés. Muchos vienen de hogares en los que sufrieron terrible abuso y negligencia. Todos los • El 31% de las mujeres jóvenes dicen que presos que conocí sirviendo una pena por un crimen sexual, tenían un consumen pornografía. gran hambre y lujuria por la pornografía. Si pudiera ver la tristeza en sus ojos mientras pasan, en algunos casos, décadas en prisión por sus crímenes. Algunos le llaman a su tiempo de condena un “periodo de redención,” pero saben que eso nunca reparará lo que hicieron a sus víctimas. Algunos todavía están en negación y culpan al alcohol o las drogas por su comportamiento. Pero todos sufren, lloran y caen en la tristeza que los atrapa cuando pierden su libertad; pierden su buen nombre, sus ingresos, su familia. 2 La segunda característica de los ofensores sexuales presos es que sentían que nunca los atraparían, al menos al principio. Después de un tiempo admitieron que la prisión era la única manera de dejar de lastimar a sus víctimas. Por favor, tome entonces en cuenta estos dos puntos de mi experiencia: la pornografía es absolutamente destructiva para la persona que la consume, como para sus seres amados. Segundo, será atrapado, será expuesto, y lo perderá todo. Porque cuando sale de prisión, su familia no quiere saber de usted. No puede acudir a una boda; no es invitado a las reuniones familiares, en Navidad, ni a las fiestas, la cena de Acción de Gracias, etc. Está acabado. Claro, esto no quiere decir que Dios ya haya acabado con usted. Como creyente, usted tiene todos los derechos del Reino de Dios como miembro del cuerpo de Cristo. Pero la vida entre las demás personas, mientras tanto, puede ser un camino difícil y sin perdón. ¿La pornografía como arte? Estoy seguro que ha escuchado algo similar a esto: “¡La pornografía es arte!” Bueno, puede que la llame “arte” si a éste lo considera como corrosivo, opresivo, violento, destructivo, una violación de los límites, y la puerta a un comportamiento criminal. Ahora pues, tal vez la pornografía tiene cualidades que la ligan al arte como la adicción a las drogas, el abuso a la pareja, la depresión, el aislamiento y la soledad, los cuales le dan una belleza estética. La pornografía puede hasta ser considerada como una forma aceptable de arte posicionada a la par o por encima de la moral enseñada en los Diez Mandamientos, en el milagro de la vida humana como se muestra en la creación de Dios, y en la obra redentora de Cristo— con un pensamiento creativamente vago, eso es lo que es. Pero la realidad es que la pornografía es dañina al usuario y a otros, roba la inocencia y es un amo horrendo. Es algo brutal y personifica el pecado en su estado más crudo, y terrible. No, la pornografía no es arte. Al contrario, explota a todos aquellos envueltos en la industria—desde productores y consumidores, hasta aquellos conectados a amigos y seres queridos adictos. A aquellos frente a la cámara hace descender a un mundo sin límites. La mayoría de nosotros tenemos límites sanos, y sabemos cuando alguien los está violando—ya sea con un comentario insensible, un toque inapropiado, o cuando sentimos las malas ondas de alguien. Dios creó los límites. Es parte de su plan para nosotros. Así como dice el libro de los Salmos, “¡Te alabo porque soy una creación admirable!” (vea el Salmo 139:14). El plan de Dios para nosotros al ser creados a su imagen, viene con límites. Dichos límites establecen orden en un mundo lleno de caos, y llevan a la felicidad. Uno de esos límites es el matrimonio, en el cual las parejas se entregan voluntariamente el uno al otro. Es saludable y apropiado que la intimidad, el gozo sexual y la satisfacción tengan este límite. Por supuesto que hay otros límites aparte del matrimonio: entre padres e hijos, entre compañeros de trabajo, entre estudiantes y profesores, y entre entrenadores y atletas. Piense en lo caótica que se convierte una situación cuando se violan los límites: se destruye la esencia de nuestro ser, causando trastornos en nuestras iglesias, escuelas y familias. El sólo hecho de leer o escuchar sobre la violación a los límites nos hace sentir amenazados. Naturalmente, cuando vemos amenazados nuestros límites, reaccionamos. A Dios le interesa que mantengamos los límites. Su Santa Palabra está llena de límites, como es el caso de las claras prohibiciones encontradas en Levítico 25:18: “Pongan en práctica mis estatutos y observen mis preceptos, y habitarán seguros en la tierra”, y en Deuteronomio 32:8: “Cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones… les puso límites a los pueblos”. Por otro lado, el apóstol Pablo habla de no respetar los límites cuando un cristiano se casa con un no creyente: “No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? (2 Corintios 6:14).Y también habla con respecto al asociarse con prostitutas: “¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: ‘Los dos llegarán a ser un solo cuerpo’” (1 Corintios 6:16). La pornografía destruye los límites. La pornografía es una puerta a la adicción que, si se abre, lleva a un comportamiento horrible y demente. Si usted piensa que esto no se aplica a usted, debo decirle que la mayoría de los ofensores sexuales que se encuentran en la cárcel están en desacuerdo con esto. Lo admitan o no, ellos saben que la pornografía es una fuerza corrosiva que inflige miseria en el alma y destruye las relaciones más íntimas. En realidad, la batalla contra la pornografía es una guerra: una guerra espiritual. La pornografía ataca directo al corazón de nuestra humanidad caída, que es la base de nuestra naturaleza pecaminosa. 3 ¿Es adictiva la pornografía? De acuerdo con el diccionario, una adicción es un hábito dañino o una dependencia a un comportamiento o sustancia, persistente y compulsiva. La definición de adicción ha sido incluso extendida para incluir comportamientos o actividades que alteran el estado de ánimo. Algunos investigadores hablan de dos tipos de adicciones: a las sustancias (como el alcoholismo, drogas y tabaco); y la adicción a procesos (como apostar, gastar dinero, hacer compras, comer y actividad sexual). En un libro de oraciones encontré una petición especial para quienes sufren de adicciones. Decía: “Señor, oramos por quienes han perdido la libertad,” lo cual es realmente muy apropiado. A la adicción se la llama con términos técnicos, y también con términos comunes y corrientes. Hoy día sabemos que ciertos cambios químicos ocurren en el cerebro, causando una descarga de placer y euforia. En la adicción a la pornografía, los usuarios sienten que tienen que tener más. Así como otros adictos necesitan su próximo golpe, copa o inhalación, los cautivos de la pornografía necesitan su próximo vistazo, su próxima impresión visual; si no, también pueden caer en la desesperación, en donde son acosados por sentimientos de depresión y desesperanza. Si se deja abierta la puerta a la pornografía, uno desciende rápidamente al abismo del pecado, lo cual es demasiado peligroso. La adicción a la pornografía y la saturación de imágenes pornográficas pueden desencadenar en actos sexuales violentos o en pedofilia—ambos actos criminales y pervertidos. Busque la información que existe, y vea qué tan peligrosa es la pornografía. En el 80 por ciento de los crímenes de violencia sexual se encontró material pornográfico en las casas de los agresores. La pornografía es usada y/o imitada en el 41 por ciento de los crímenes sexuales. Si usted es un adicto a la pornografía, ya no le es suficiente ver solamente fotos y actividad heterosexual. Alimentado por nuestra naturaleza pecadora, el apetito pronto nos domina y el deseo sexual nos atropella. Muchos presos culpan sus crímenes a su adicción a la pornografía. ¡Ahora usted se convierte en un peligro para su familia, sus vecinos y para la sociedad! La actividad sexual ya no tiene la finalidad de gozar y expresar amor. Llegando a un acuerdo consigo mismo Ahora vamos a hablar de usted. Primero, ¿cómo lo ve Dios? Dios siempre ha querido que nos expresemos por medio de nuestras identidades, como hombre o mujer. Usted se expresa y expresa su relación con Dios y los demás como hombre o mujer, todos creados a la imagen de Dios. Él sabe esto. Frecuentemente Dios usa la relación entre el esposo y la esposa como una imagen de la relación que tenemos con él. Es una relación hermosa e íntima. El lenguaje de la sexualidad para expresar esta intimidad está sujeto e inmerso en su amor. Cuando tenga oportunidad, lea sobre esta intimidad en el Cantar de los Cantares de Salomón, un libro del Antiguo Testamento. En el libro del profeta Oseas vemos también la opinión de Dios acerca de la infidelidad. Dios permite que el profeta Oseas se case con una prostituta, con quien luego tiene hijos. Este libro es realmente conmovedor y trágico, pero concluye con un final feliz. La Biblia nos dice que el Señor creó nuestra sexualidad y las relaciones sexuales, con la intención de que la expresión sexual sea un gozo dentro de la relación de matrimonio y compromiso. Sin duda alguna, el sexo es increíble—un verdadero tesoro que debe ser compartido entre un hombre y una mujer en el matrimonio. Ahora fíjese en lo que es la pornografía. La pornografía es tiránica. Impacta nuestra fe, actitudes y principios, y ejerce influencia en las relaciones profesionales en el trabajo y en la familia. Nos arrastra a un callejón sin salida. En muchas maneras, la pornografía tiene los mismos efectos que el apostar tiene en el adicto al juego—cada vez que cometemos el acto, nos ahorca un poco más. El sexo visto por Dios “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas palabras: ‘Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla’” (Génesis 1:27a, 28a). 4 El propósito de Dios siempre ha sido que su sexualidad, sea hombre o mujer, sea una pieza clave de su identidad humana. Como hijo de Dios, usted expresa su relación con él y con los demás como hombre o como mujer. Él sabe esto, y nos habla en el lenguaje de la sexualidad para expresar la intimidad de su amor. Por el libro de Génesis sabemos que el Señor nos diseñó como seres sexuales. Las palabras de la Escritura nos ayudan a ver la imagen de una pareja tierna en la cual ambos se conocían, y cuya intención era formar una familia juntos. “Y (Adán) se unió a su mujer (Eva), y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo, ‘Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón’” (Génesis 4:1). La intención de Dios nuestro Señor es que las relaciones sexuales sean una forma única de unión, recordando a cada individuo de su compromiso total hacia el matrimonio y también su obligación de honrar exclusivamente al otro con nuestros cuerpos. ¡Increíble! La intención de Dios de la expresión sexual de un hombre o una mujer es dar placer a su compañero—y a la vez unirlos aún más profundamente a través del amor sexual que comparten. El avance de la pornografía Entonces, ¿cuál es el problema? Hoy en día no hay nada más generalizado que la sexualidad. El sexo ha sido utilizado para vender desde carnes frías hasta Lamborghinis. Está tan generalizado—y funciona a tal grado—que nos preguntamos si el uso tan frecuente del sexo acaso puede ser algo malo. Quizás esto habla sobre la manera en que las imágenes constantes e insinuantes sobre el sexo han debilitado nuestra resistencia, haciéndonos querer más de lo mismo—no importa cuán poco creativas o repetitivas sean. La pornografía y su corrosión destruyen el alma, derrumban matrimonios, destrozan nuestras relaciones con los demás y, más importante aún, nuestra relación con Dios. Los límites relajados de nuestra sociedad empujan a las personas hacia tremendos peligros en el matrimonio y decadencia moral. El encanto del sexo se encuentra a cada vuelta de esquina. Lo vemos en propagandas en todas partes—en la tele, por la radio, en la imprenta, y en Internet. La televisión en horarios clave ofrece regularmente escenas sexuales para mantener enganchadas a ciertas audiencias, sin importar los posibles efectos ni tener en cuenta lo sagrado de la intimidad y la privacidad del matrimonio. Todo esto puede verse como una guerra en ascenso. Realmente ilustra la manera en la que estamos viviendo en una era en que la sexualización de la sociedad, donde el manejo público de los medios y la cultura cubre todo con imágenes sexuales, se ha convertido en parte ordinaria e incuestionable de nuestra vida diaria. Pero, aun así, debemos resistir. Tal vez no podremos ir en contra de la cultura, pero sí podemos tener éxito en eliminar la pornografía de nuestras vidas. Derrotando la adicción a la pornografía Cuando vamos a la guerra, debemos conocer a nuestro enemigo y sus puntos fuertes. En este conflicto, descansamos únicamente en la gracia de Dios por medio de su hijo Jesucristo. “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe--esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios--no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:8-10). Usted es salvo por fe en lo que Jesús hizo por usted en la cruz, a través de la gracia de Dios, y para un propósito y con una misión para su vida. El Reino de Dios tiene un propósito para usted. Con respecto a este propósito, por favor considere los siguientes puntos: 1. Pregúntese: “¿Tengo un problema? ¿Soy adicto a la pornografía?” Hay muchas maneras de determinar esta adicción. Tal vez la más fácil es no usar pornografía por 14 días seguidos. Si es adicto, pronto experimentará el síndrome de abstinencia. Aún así, trate de mantenerse alejado de la pornografía. Al cerebro le toma tiempo vivir sin la “fijación” de la pornografía. 2. Pregúntese: “¿Qué me lleva a consumir pornografía?” Puede que descubra que no es primordialmente el sexo. Puede ser fatiga, enojo, rechazo, aburrimiento. Si se trata de llenar un vacío, reconózcalo, llámelo por lo que es, y decida que es tiempo de dejar de lado la pornografía. 3. ¡Déjela de una vez! NO intente hacerlo gradualmente. Aquí hay unas ideas para ayudarle a liberarse de la pornografía: evite todas las aéreas de tentación; tome un camino diferente hacia su casa; vigile su tiempo libre; apague la computadora 5 o, al menos, no la use cuando se encuentre solo. De nada sirve deshacerse de una adicción y dejar la puerta abierta para que regrese. 4. Encuentre un confidente con quien poder conversar y en quien poder encontrar apoyo moral. Superar la pornografía no es una victoria simple. Hay otros que pueden ayudarle a encaminarse, y mantenerse en el camino. 5. ¡Advertencia sobre su pareja! Su adicción a la pornografía ya ha desplazado a su pareja del centro de su vida. Por lo tanto, piénselo muy bien antes de hacer de su pareja su confidente. Si le confiesa su adicción, puede ser interpretado de muchas maneras negativas. Primero, puede herirle, pues puede sentir que no fue suficiente para usted. El que usted admita su adicción, le dice a su ser amado que él o ella es un ciudadano de segunda clase en su corazón. Además, lo más probable es que su pareja no pueda competir con las imágenes pornográficas. Si usted es un hombre casado, su esposa no puede competir en su mundo de fantasía hecho a medida. Su pareja puede considerar su adicción a la pornografía igual a infidelidad. Esto puede acabar en altercados físicos, consecuencias legales o divorcio. Busque a un especialista en este asunto, y permita que su pareja sea sólo su pareja. 6. El poder del perdón es una excelente arma contra la adicción, incluyendo la adicción a la pornografía. La formula RCAC siempre es efectiva: Remordimiento—Confesión—Absolución—Enmiendas. a. Remordimiento. Uno no puede salir de la oscuridad sin sentirse legítima y honestamente arrepentido por lo que está o ha estado haciendo. Un sentimiento aplastante de culpa es un paso positivo en la dirección correcta. b. Confesión. Mantener el dolor atrapado en el corazón no lo hará desaparecer. En su lugar, hable con un confesor confiable sobre su adicción a la pornografía. Puede orar fervientemente en voz alta sobre la lucha por la que está pasando. Puede escribirle una oración a Dios acerca del pecado de la adicción a la pornografía, destruyendo luego el papel. Pero debe sacarlo hasta el punto en que pueda ver y sentir la admisión de su corazón quebrantado. c. Absolución. Llega un punto en el que se entrega a Dios. Y cuando usted pone en sus manos su pecado de adicción a la pornografía, Dios lo limpia de su pecado. (¡Qué increíble Dios servimos!) Este es un acto de fe para usted. Créale que él le perdona, tal como lo promete en su Palabra. d. Enmiendas. En este punto usted está listo para avanzar. Lo hace cambiando su comportamiento y, como resultado, su vida. Intencionalmente hace todo lo que puede para matar la adicción, sofocando en su mente las tentaciones y sus vestigios. Hay otras enmiendas que también puede hacer: orar por otros perdidos en la adicción; hacer una donación a instituciones cristianas que luchan en contra de esto; intencionalmente apartar 15 minutos de su día para leer la Biblia y enfocarse en la meditación; motivar a otros en su lucha. Quizás usted puede agregar sus propias ideas. 7. El poder de la gracia de Dios no debe minimizarse. De hecho, es lo que le ha salvado. Hay grupos en los que las personas hacen pactos unos con otros con respecto a sus adicciones. Generalmente, prometen morir antes de caer de nuevo en el pecado. Aunque esto puede sonar atractivo, es muy peligroso cuando lidiamos con adicciones. Usted está luchando contra carne y espíritu. Este no es solamente un asunto de integridad personal, fuerza y voluntad, o una prueba de carácter. Se trata de una adicción altamente traicionera. Dios entiende la condición humana y nuestra necesidad de gracia. Sólo por su inmerecido amor demostrado por Jesús en su muerte y resurrección es que somos realmente libres. Además, nos es dada una nueva identidad, una identidad plena, limpia, animada y fortalecida, por la cual salimos adelante mediante la gracia de Dios—su gratuita gracia que transforma vidas. Al seguir combatiendo exitosamente la pornografía, quiero dejarle con un claro entendimiento de su lucha contra la pornografía. 6 El aislamiento: una herramienta efectiva del enemigo Cuando las legiones romanas se preparaban para enfrentar al enemigo, comprendían un elemento vital para obtener la victoria. Antes de la primera salva de flechas, o el primer toque de la trompeta, el primer lanzamiento de la catapulta, se miraban uno al otro a los ojos, y decían, “Fortidio et honor” (“Fuerza y honor”). ¡Qué apropiado cuando se va a la guerra! No hay mejor manera de enfocar el tema de la guerra espiritual en contra de la pornografía que mirándose uno al otro a los ojos y decir: “¡Fuerza y honor!” Al pelear la guerra espiritual contra la pornografía, es mi oración que usted encuentre un nuevo entendimiento de lo que significa ser un hombre de fe, un hombre que se expresa a través de una sexualidad sana. No es desatinado decir que muchos hombres de principios del siglo 21 se están perdiendo; algunos por completo. La imagen del hombre amoroso y temeroso de Dios está distorsionada gracias a las influencias sociales que muchas veces son manipuladoras, en el mejor de los casos, y criminales, en el peor. Las fuerzas culturales muchas veces definen al hombre de moda como un bebedor, de buena labia, mujeriego, encantador y animal de fiesta, cuya única preocupación es pasar un buen rato. Ahora, podríamos sentarnos a lamentar estos hechos, echando la culpa a otros. Pero, al final del día, así no llegaremos a ningún lado. Yo digo, ¡asuma su responsabilidad, hágase cargo! Marque una diferencia ahí donde está hoy en la batalla en contra de la carne. En 2 Corintios 10, el apóstol Pablo anima al lector a tomar las armas necesarias para enfrentar—y vencer—al enemigo. “Aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas” (2 Corintios 10:3-4). ¡Gracias a Dios por Dios! Es en él que encontramos nuestra identidad. Es en su Palabra que encontramos nuestro verdadero carácter como hombres. ¡La Biblia habla, y nosotros sentimos el aliento justo de Dios! Durante siglos las naciones han entrenado ejércitos para enfrentar las amenazas aniquiladoras de ejércitos invasores. Nosotros necesitamos hacer lo mismo. La pornografía es una invasión: se infiltra en nuestra cultura, en nuestros hogares y en nuestras mentes. Necesitamos tratar este cáncer como a un ejército invasor. Los hoplitas griegos, los legionarios franceses, la infantería norteamericana y todo aquel alineado hombro con hombro para detener al enemigo, sabía que su vida no eran tan importante como aquéllas por las cuales estaba luchando: su esposa, su novia, sus padres, sus hijos y el futuro de su pueblo. Considere también al enemigo y el lugar donde se dio el encuentro destructor. Para los griegos fue Termópilas, en contra de los persas. Para el Rey David fue un valle solitario lleno de filisteos. Para los franceses, durante La Primera Guerra Mundial, el lugar fue Verdún en contra del Imperio Alemán. En la historia moderna, la fecha fue el 11 de Septiembre; el lugar, la cuidad de Nueva York. Al caer las torres, la determinación de la nación se mantuvo firme. El enemigo espiritual que enfrentamos ahora es sucio y astuto. Sabe quiénes somos, conoce nuestra naturaleza caída, y la usa aptamente en contra nuestra. Para el enfrentamiento cara a cara contra la pornografía no hay nada mejor que la “Espada del Espíritu,” tal como se encuentra en Efesios 6:10-20. Por favor note que las armas de guerra descritas en estos versos no son para hacer guerra contra la carne; son armas diseñadas para destruir al mismo Satanás. La pornografía juega con el cableado que Dios ha instalado en nosotros, poniéndolo fuera de control. El diablo conoce nuestra sexualidad y cuán fácilmente nuestro deseo de intimidad puede ser atacado, especialmente cuando tenemos problemas de auto estima, adicción, relaciones problemáticas, finanzas y demás. Por lo tanto, en este folleto nos paramos hombro con hombro para encarar al enemigo—un maestro de la mentira adepto al fraude y la guerra psicológica. Satanás quiere que usted vea su profana variedad, desplegando su estandarte para atemorizarlo hasta los huesos. Hay miles y miles de ellos que quieren matarlo, dejarlo al desnudo, y tomar no solamente su vida, sino también todo aquello que usted ama. Eso es la guerra espiritual. ¡Deténgase ahora mismo! Apague la computadora. Salga de esos sitios de Internet. Deje de visitar tiendas que venden pornografía. Manténgase alejado de sitios de chats que lo tientan y arrastran a la sucia fosa séptica de la pornografía. Satanás está peleando por usted y sus armas van tras su destrucción, para arrancarlo a usted del Reino de Dios. No siga el camino de quienes, aun sabiendo bien, despreciaron la Palabra de Dios. “Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquéllos, inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza” (Judas 1:7). 7 Derrotar la pornografía en nuestras vidas es una guerra espiritual, una batalla en la que necesitamos a nuestro Señor guiando al frente, protegiendo nuestro flanco, y no permitiendo al enemigo atacar nuestras aéreas vulnerables. Cuando enfrentamos al enemigo, es importante conocer nuestra propia fuerza y las armas de nuestro arsenal. Cuando vea al enemigo, no se quede mirándolo, sino muéstrese indiferente. Los ejércitos victoriosos no ganan simplemente por tener mejores flechas, rifles, artillería o lanzas; ganan porque están bien entrenados, son seguros y disciplinados. Los ejércitos que destruyen a su enemigo saben cómo usar efectivamente sus armas y poseen la mayor disciplina. Así debe ser con cada uno de nosotros, guerreros de la cruz. Confíe en su Comandante, su Señor y Salvador Jesucristo, Su bandera es la que ondeamos. ¡Déjelo pelear y ganar su victoria! En su nombre derrotamos fortalezas, incluyendo aquellas construidas alrededor del engaño y la esclavitud de la pornografía. El Comandante Steven C. Hokana es capellán en servicio activo del Ejército de los Estados Unidos con más de 25 años de servicio a nuestra nación. También es ministro ordenado de la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri, y Diplomático de la Academia Americana de Expertos en Estrés Traumático. Es conocido por su vasta experiencia en el manejo de crisis, su trabajo con sobrevivientes de eventos traumáticos, y su conocimiento, entrenamiento y nivel de educación. Hokana es también miembro activo de la Asociación de Educación Pastoral Clínica. 8 Visite la tienda virtual de LHM donde encontrará una variedad de recursos para su ministerio Para adquirir folletos impresos, diríjase a http://www.lhmgift.org/storefront/products.asp?by=topic&id=7. Allí encontrará éste y otros folletos, así como también títulos en inglés. Estos folletos tratan temas como la muerte, el divorcio, la depresión, PARA TODAS LAS NACIONES el perdón, la CRISTO paternidad, desde unawww.paraelcamino.com perspectiva y base cristianas. Check out LHM’s online store for a variety of ministry resources CRISTO PARAlike TODAS NACIONES If you would to getLAS hard-copy booklets www.paraelcamino.com of this item, you can do so by going to http://www.lhmgift.org/storefront/products.asp?by=topic&id=7. PARA LAS NACIONES There you will CRISTO find this andTODAS other Project Connect booklets, www.paraelcamino.com with many titles in SpanishCRISTO as well.PARA Subjects like peace, divorce, TODAS forgiveness, cancer, gambling, post-traumatic stress disorder LAS NACIONES and loneliness are onlywww.paraelcamino.com a few of the topics sensitively CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES addressed in these concise, www.paraelcamino.com Christ-centered volumes. CRISTO PARA CRISTO TODASPARA TODAS NACIONES LASLAS NACIONES www.paraelcamino.com www.paraelcamino.com © 2006 CPTLN, revisado 2013 CPTLN Todos © los 2014 derechos reservados. Todas los derechos reservados Cristo Para Todas Las Naciones es la división hispana de Lutheran Hour Ministries, un ministerio cristiano mundial cuya misión es Llevar a Cristo a las naciones, y las naciones a la iglesia. citas bíblicas sido tomadas de la Biblia Reina Valera Contemporánea, CristoLas Para Todas Lashan Naciones CRISTO PARA TODAS © 2009, 2011 Bíblicas Unidas. esCopyright la división hispana deSociedades Lutheran Hour Ministries, LAS NACIONES un ministerio cristiano mundial cuya misión es www.paraelcamino.com 5 y las naciones a la iglesia. Llevar a Cristo a las naciones, A menos que se indique de otra manera, las citas bíblicas han sido tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide. 9