ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES UNIDAD DE JURISPRUDENCIA, LEGISLACIÓN Y GACETA “Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos” Gestión 2015 TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES “Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos” Revisión Técnica Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado Magistrado Director General de la Academia Plurinacional de Estudios Constitucionales Gestión de Supervisión Dr. Gregor Gonzalo Hidalgo Neuenschwander- Director de la Academia Plurinacional de Estudios Constitucionales Diego Adolfo Terán Calvimontes- Jefe de la Unidad de Jurisprudencia Legislación y Gaceta Miguel Alejandro Isola Guardia- Abogado de Gaceta Trabajo Realizado por Calizaya Ramírez Rodolfo Cardozo Alba Omar Homero Laura Vincenti Sergio Ríos Ibeth Karina Tirado Huaylla Raúl Lucio Equipo de Profesionales Unidad de Jurisprudencia Legislación y Gaceta Colaboración Secretaria Técnica y Unidad de Comunicación y Protocolo CRÉDITOS EDICIÓN Y PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL Tribunal Constitucional Plurinacional Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos Depósito Legal: 4-1-226-15PO DERECHOS RESERVADOS: Se permite la reproducción total o parcial de este documento siempre y cuando se solicite autorización y se ponga el nombre del editor como fuente. IMPRESIÓN Editorial Quatro Hnos. DATOS INSTITUCIONALES: Tribunal Constitucional Plurinacional Sede Central Sucre Dirección: Av. del Maestro Nº 300 Teléfono Piloto: (591-4) 6440455 Fax Presidencia: (591-4) 6421871 E-mail: tcp@tcpbolivia.bo Sitio Web: www.tcpbolivia.bo Linea gratuita: 800-10-2223 PRÓLOGO Antes de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado, los Pueblos Indígenas, Originarios Campesinos se encontraban aletargados por el olvido y relegación a la que fueron destinados; su existencia era prácticamente invisible para un Estado, que por un tiempo olvidó sus verdaderos orígenes y negó su pasado, sin considerar que la historia de toda sociedad es inseparable del destino de los pueblos indígenas; sin embargo, hoy en día y bajo el paraguas de una concepción plural de Estado, piden que se escuchen sus voces, que se cuenten sus historias y piden ocupar su lugar con sus propias condiciones y en sus propias tierras; en otras palabras, piden una tutela a sus derechos, entre los cuales podemos mencionar: el derecho a una libre determinación mediante una consulta previa, al hábitat, a su existencia libre, a su identidad cultural, a su titulación de tierras, y otros tantos derechos que les garanticen un verdadero reconocimiento a su identidad y propia cosmovisión de vida. Es en este sentido, que el Tribunal Constitucional Plurinacional no podía dejar de realizar una interpretación desde y conforme a la nueva Constitución Política del Estado de los derechos de los Pueblos Indígenas Originarios Campesinos, no solo tutelándolos y garantizando su ejercicio, sino también, delimitando su alcance, siempre en búsqueda de una coexistencia pacífica dentro de una sociedad plural en la cual se funda el nuevo Estado, mismo que debe lograr un equilibrio y cohesión que se traduzca en un vivir bien, entendido desde la óptica del principio ético moral previsto en la Constitución Política del Estado; en tal sentido, el presente compendio refleja el entendimiento jurisprudencial que este alto Tribunal ha construido respecto a la temática que hoy nos convoca y de la cual todavía falta mucho más por desarrollar. Zenón Hugo Bacarreza Morales Presidente Tribunal Constitucional Plurinacional INTRODUCCIÓN El Estado Plurinacional de Bolivia ha fundado desde el 7 de febrero de 2009 las bases de un nuevo sistema de justicia a través del Pluralismo Jurídico y en especial el reconocimiento constitucional de la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina. Todo sistema se construye en un proceso ordenado y dinámico; cuando nos referimos a la Justicia nos encontramos no ante el derecho positivo sino ante un valor. La Justicia Indígena está estructurada por una interacción de principios que ahora son el sustento ético moral del Estado tal como lo establecen los artículos 8 y 190 de la Constitución Política del Estado. El Tribunal Constitucional Plurinacional tiene atribuciones supremas definidas por la Ley Fundamental tales como las de resolver las consultas de las autoridades indígenas originario campesinas sobre la aplicación de sus normas y procedimientos propios aplicados a un caso concreto, así como también solucionar los conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria y la agroambiental. En este proceso de transformación del nuevo Estado, se ha priorizado la tarea de realizar un trabajo de publicación relevante de las sentencias constitucionales plurinacionales vinculadas al ámbito de la Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, con el objetivo de brindar a través de un compendio la jurisprudencia específica en la esfera de la Justicia Indígena. Los contenidos en el presente aporte están abiertos al debate, reflexión y análisis en el escenario académico- social, y así generar las bases de una cultura constitucional plural. Dejamos a ustedes esta humilde contribución con el compromiso de seguir mejorando los estudios en la presente materia con relevancia constitucional en el ámbito del nuevo constitucionalismo plural de Bolivia. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado MAGISTRADO DIRECTOR ACADEMIA PLURINACIONAL DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES CONTENIDO Con carácter previo se debe puntualizar que recurrir a diversos sistemas jurídicos, acorde a la cosmovisión de cada comunidad, es un derecho que se transmite de manera oral, por tal razón, si se trataría de sistematizar dicho derecho, se estaría tratando de positivarlo y, de esta forma, se desnaturalizaría su verdadera esencia. En este entendido, el presente Compendio ha sido elaborado en un formato de resumen que exterioriza las partes más sobresalientes de las sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional Plurinacional, relacionadas a miembros o comunidades Indígena Originario Campesinas, respetando los razonamientos y visiones propias para lo cual se ha empleado en un lenguaje estándar para su comprensión, aclarando que las sentencias recopiladas están vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos tanto de tierras altas, intermedias y de tierras bajas. Cada resumen tiene un título que identifica el derecho vulnerado de un miembro o de la Comunidad Indígena Originario Campesina en su conjunto; posteriormente, se hace referencia a los hechos que desembocaron en la vulneración del o de los derechos, para finalmente hacer un breve resumen de la forma de resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional. En cada resumen, se ha mencionado de manera reiterada el término accionante, con el fin de otorgar claridad en la apreciación de los hechos y derechos sucedidos. Asimismo, se debe indicar que en los resúmenes está la Sentencia Constitucional Plurinacional 1127/2013-L de 30 de agosto de 2013, la cual se constituye en una sentencia relevante ya que ha analizado varios derechos, como el derecho a la vida, a la propiedad, a la dignidad y grupos vulnerables entre otros, razón por la que se ha elaborado más de un resumen sobre dicha sentencia. En consecuencia, en los resúmenes de la referida sentencia se ha empleado los mismos antecedentes, siendo diferente sólo la parte de la resolución asumida por el Tribunal Constitucional Plurinacional, la que se concreta a tutelar un determinado derecho. Este trabajo tiene la finalidad de difundir de manera masiva los entendimientos desarrollados por el Tribunal Constitucional Plurinacional, referidos a temas relacionados con Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, con los matices propios que caracterizan a este tipo de justicia. Cooperación y coordinación entre las jurisdicciones ordinarias, jurisdicción especial y la jurisdicción indígena originaria campesina Las autoridades de todas las jurisdicciones tienen la obligación de coordinar y cooperar entre sí. La Ley prevé que la omisión de este deber puede ser sancionada como falta grave disciplinaria en la jurisdicción ordinaria y en las especiales; y en el caso de la jurisdicción indígena originario campesina, de acuerdo con sus normas y procedimientos propios. La coordinación entre la jurisdicción indígena originario campesina y las demás jurisdicciones es definida como la concertación de medios y esfuerzos para lograr la convivencia social armónica, el respeto de los derechos individuales y colectivos, además de la garantía efectiva del acceso a la justicia de manera individual, colectiva o comunitaria. Los distintos instrumentos o mecanismos de coordinación entre la jurisdicción ordinaria y la indígena, que se diseñen o implementen en el futuro, deberán integrar las recientes sentencias que ha dictado el Tribunal Constitucional sobre el tema, como la SCP 0026/2013 de 4 de enero, que define criterios de interpretación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional sobre la competencia personal, territorial y material de la jurisdicción indígena. Límites en materia de derechos humanos que deben cumplir las autoridades indígenas y el debido proceso intercultural Como referente se cita la jurisprudencia de la Corte Constitucional de Colombia, que ha avanzado significativamente en la resolución de conflictos interculturales en el ámbito de la jurisdicción o fuero indígena, principalmente en lo que toca a los conflictos surgidos entre el derecho de los pueblos indígenas a ejercer su sistema jurídico en el marco de su autonomía y los derechos individuales de las personas sometidas a dicha jurisdicción. La jurisprudencia colombiana define los límites mínimos que en materia de derechos humanos deben cumplir las autoridades indígenas en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales. Estos límites, a juicio de la Corte Constitucional Colombiana, responden a un consenso intercultural sobre lo que verdaderamente “resulta intolerable por atentar contra los bienes más preciosos del hombre”. Estos límites mínimos fundamentales son: a) el derecho a la vida, b) la prohibición de la esclavitud y c) la prohibición de la tortura. Asimismo, el debido proceso respecto a la jurisdicción indígena originaria campesina se debe interpretar de “forma intercultural” por ejemplo, uno de sus contenidos, “el derecho a la defensa técnica (asistencia de un abogado), no es exigible en el contexto de la justicia indígena, pues es una sociedad que reconoce la existencia de diferentes formas de ver el mundo. Como otro ejemplo sobre este tema, se cita a la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional SCP 0486/2014 de 25 de febrero, que determinó lo siguiente: F.J.III.1. “De acuerdo a lo señalado, se tiene que el debido proceso no debe ser entendido en términos occidentales cuando se analiza la tramitación de un proceso sustanciado en la jurisdicción indígena originaria campesina; pues si bien el debido proceso en occidente tiene un contenido cultural construido a partir de la vivencia y experiencia de distintos sistemas jurídicos, se debe establecer que éste no tiene los mismos componentes que el debido proceso en términos indígena originario campesinos, pues obedece legítimamente a tradiciones jurídicas diferentes, ambas constitucionalmente reconocidas, en ese ámbito cuando a esta jurisdicción se le presentan denuncias de lesiones al debido proceso en la tramitación de un proceso sometido a la jurisdicción indígena originario campesino, deberá incidir esencialmente en analizar si la persona ha podido asumir defensa en el proceso y si la sanción que se le ha impuesto no afecta sus derechos a la vida, a la dignidad y a la integridad física”. En base a lo mencionado, la justicia indígena originario campesina deber ser entendida en términos amplios respetando su forma de visualizar su contexto. Por lo mencionado, es posible hablar de la existencia de un “debido proceso intercultural” en la jurisdicción indígena originario campesina, la misma que posee sus propias características y estructura siendo diferente al debido proceso existente en la jurisdicción ordinaria. Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos Índice DERECHO A LA VIDA, DIGNIDAD Y LIBERTAD Derecho a la vida y dignidad* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 21 Derecho a la vida e integridad (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................ 23 Derecho a la vida (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................................... 24 Derecho a la vida y libertad (ACCIÓN DE LIBERTAD)........................... 25 DERECHO A VIVIR EN UN MEDIO AMBIENTE SANO Y DERECHO AL AGUA Derecho a vivir en un medio sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 29 Derecho al agua – corte de salida de agua de lagunas (ACCIÓN POPULAR).................................................................................................. 31 Derechos de las comunidades indígenas al agua (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 32 Derecho al agua - perforación de pozo de agua (ACCIÓN POPULAR).. 33 Derecho al agua - desvío del cauce de ríos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 34 Derecho al agua potable y alcantarillado (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 35 DERECHO A LA LIBERTAD DE RESIDENCIA Y PERMANENCIA Derecho a la libertad de residencia y permanencia, al debido proceso y la defensa (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 39 DERECHO A LA PETICIÓN Derecho a la Petición – extracción de maderas (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 43 Derecho a la Petición - solicitud de información al Instituto Nacional de Reforma Agraria (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......... 44 DERECHOS POLÍTICOS Derechos Políticos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)........ 47 Derecho de las comunidades indígenas al ejercicio de su propio sistema político (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 48 Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político Elección de asambleístas de la circunscripción especial indígena originaria campesina (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................... 49 Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político – registro de personalidad jurídica de una comunidad indígena originario campesina (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................... 50 DERECHO AL HÁBITAT, A LA VIVIENDA, A LA INVIOLABILIDAD DE DOMICILIO Derecho al hábitat y a una vivienda adecuada (ACCIÓN POPULAR)....... 53 Derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)......................................................... 54 Derecho a la inviolabilidad del domicilio* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 56 DERECHO A EXISTIR LIBREMENTE El derecho a ser protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva (ACCIÓN POPULAR).............................................................. 61 DERECHO A LA IDENTIDAD CULTURAL Derecho a la identidad cultural y territorialidad (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 65 Derecho a la identidad cultural y derecho a la defensa (ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO- RECONDUCCIÓN A UNA ACCIÓN POPULAR)... 66 DERECHO A LA LIBRE DETERMINACIÓN Derecho a la libre autodeterminación (CONSULTA).................................. 71 Derecho a la libre autodeterminación y a la petición (ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO)..................................................................................... 72 DERECHO DE TERRITORIALIDAD, TITULACIÓN DE TIERRAS Y GESTIÓN TERRITORIAL Derecho de las mujeres en la repartición de tierras - violación al debido proceso Intercultural en la justicia indígena originaria campesina. (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)........................................ 75 Derecho a la gestión territorial (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 76 Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................... 77 Derecho a la propiedad de tierras (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 78 Derecho de propiedad* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).79 Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios (ACCIÓN POPULAR).................................................................................................. 81 Derecho a la propiedad comunitaria (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 82 Derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la defensa (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL).......................... 83 DERECHO A EJERCER SU PROPIO SISTEMA JURÍDICO La jurisdicción indígena originaria campesina está limitada por la Constitución Política del Estado (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 87 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - coexistencia de sindicato agrario y representación originaria (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 88 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - estructura de administración de justicia de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................... 89 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - ámbito material, territorial y personal (CONFLICTO DE COMPETENCIAS).................................. 91 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - controversias entre miembros de una misma comunidad (CONFLICTO DE COMPETENCIAS)..................................................................................... 92 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – distribución interna de tierras (CONFLICTO DE COMPETENCIAS)........................................... 93 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - eficacia de acuerdos asumidos dentro de la Jurisdicción de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL). 94 Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - suspensión de funciones de autoridades Indígena Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................................................................................. 95 DERECHO A LA CONSULTA PREVIA La Consulta Previa a Pueblos Indígena Originario Campesinos (CONSULTA PREVIA)............................................................................... 99 GRUPOS VULNERABLES Grupos Vulnerables (Personas de la Tercera edad) (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................................... 103 Derecho a no sufrir violencia física y psicológica de las mujeres y adultos mayores* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)..................... 104 DERECHO AL TRABAJO Derecho al trabajo* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)..... 109 DEBIDO PROCESO INTERCULTURAL EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINA No se puede ejercer medidas de hecho para exigir la renuncia de alcaldes municipales (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)................. 113 La jurisdicción Indígena Originaria Campesina debe explicar los motivos de la imposición de sanciones (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................................... 114 Cumplimiento de normas y procedimientos propios (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................. 115 Derecho a la fundamentación y proporcionalidad de sanciones (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)....................................................... 116 Deber de demostrar el procedimiento seguido para la expulsión de miembros de una comunidad (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................................... 117 Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos pueden presentar objeciones contra resoluciones emitidas por instituciones gubernamentales (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)...................................... 118 CONVERSIÓN DE ACCIONES PRESENTADAS POR NACIONES Y PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINOS Derecho al trabajo (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO)................................................................................... 121 Derecho a la libre autodeterminación de los Pueblos Indígena Originario Campesinos (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO)................................................................................... 122 ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS RELACIONADAS A DERECHOS DE NACIONES Y PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO CAMPESINOS Protección del estado de la propiedad colectiva (INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 125 Derecho a la territorialidad (INCONSTITUCIONALIDAD)................... 126 Derecho ser consultados mediante procedimientos apropiados (INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 127 Derecho a la consulta previa e informada (INCONSTITUCIONALIDAD)................................................................ 129 VIGENCIA DE DERECHOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES Deber de protección y respeto* (ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL)............................................................................... 133 (*) SCP 1127/2013-L de 30 de agosto Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la vida y dignidad* En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal mediante la revisión del acta de la asamblea general de la comunidad, constató que la sanción impuesta no tomó en cuenta las normas y procedimientos previstos por la propia comunidad que establece la existencia de faltas leves, graves y muy graves en el que no contempla que de modo directo se imponga 21 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos la expulsión de los accionantes de las listas de la Comunidad, así como el retiro del menor de la escuela; al contrario, sus propias normas prevén que luego que las autoridades originarias investiguen la denuncia, deben reflexionar y orientar de manera diplomática al infractor. De la misma manera, el Tribunal señaló que la Constitución Política del Estado prohíbe y sanciona toda forma de violencia contra las niñas, niños y adolescentes, tanto en la familia como en la sociedad, siendo aspectos que no fueron considerados por las autoridades demandadas; tampoco, tomaron en cuenta que las propias normas de la comunidad señalan que solo en caso de faltas muy graves se puede expulsar del ayllu a uno de sus integrantes. En relación al derecho a la vida, el Tribunal mediante informe realizado por efectivos policiales de 10 de enero de 2011, verificó que el 08 de enero de ese año se constató que la accionante junto a su padre se encontraban en la unidad educativa junto a una veintena de personas que manifestaban estar resolviendo problemas originados por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la comunidad; siendo que ese mismo día los comunarios procedieron a la expulsión de los accionantes y del menor, provocando lesiones a la integridad de la madre y del abuelo (ambos accionantes), evidenciándose que se puso en riesgo su vida, pues ambos pertenecen a grupos vulnerables. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la vida y la dignidad. 22 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE LIBERTAD Derecho a la vida e integridad En la Sentencia 1422/2012 de 24 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Libertad interpuesta por un miembro de una comunidad indígena por sí y en representación de su esposa e hijos contra dirigentes vecinales de un centro urbano ubicado dentro del territorio de un pueblo indígena originario campesino. El demandante manifestaba que su hijo fue acusado por robo de dinero y con la finalidad de llegar a una solución, en una reunión en presencia de dirigentes de la Junta Vecinal, Junta Originaria, Dirigentes de la Comunidad y de la Subcentral, la familia acusada de robo devolvió el monto total de dinero sustraído a la familia afectada (víctima). A pesar de este arreglo que consta en un acta, los dirigentes de la Junta Vecinal dispusieron que todos los miembros de la familia desalojen la comunidad debido a los antecedentes de robo de uno de sus hijos. Posteriormente, la Junta Vecinal volvió a ratificar la decisión de expulsar del pueblo a toda la familia. El Tribunal consideró que el lugar donde sucedieron los hechos pertenece a un pueblo indígena originario campesino, en ese contexto, en dicho pueblo está vigente el derecho a ejercer su propio sistema jurídico. La decisión de desalojar y expulsar de la comunidad a toda la familia acusada de tener antecedentes de robo de dinero, contradice los valores y principios de orden constitucional, como la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión e igualdad de condiciones, entre otros, debido a que el padre, la madre y el resto de los miembros de la familia acusada no cometieron ningún hecho de robo, al contrario, sólo cometió robo uno de los hijos de dicha familia. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la vida e integridad física y psicológica del accionante, de su esposa e hijos. También tuteló los derechos de prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua, a la alimentación; al trabajo; al comercio, a la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso (Intercultural). En el presente caso, estos derechos están vinculados directamente con el derecho a la vida. 23 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE LIBERTAD Derecho a la vida La Sentencia 2448/2012 de 22 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Libertad, presentada por una miembro de una comunidad contra sus autoridades originarias. La demandante manifestó que las autoridades de su comunidad la citaron a una reunión con el fin de solucionar una denuncia interpuesta en su contra por un miembro de la comunidad. La denunciante acudió a la reunión, pero dicha asamblea fue llevada a cabo en un medio hostil, sin permitir que pudiera defenderse, siendo amenazada con ser castigada; las autoridades indígenas culminaron la asamblea disponiendo sancionar a la demandante por “adulterio”, sancionándola a entregar 10.000 ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución de un vehículo a favor de su esposo; siendo intimidada que en caso de incumplimiento se quemaría el minibús de su propiedad, el mismo que se quedó retenido en la comunidad. La accionante consideraba que se le vulneró su derecho a la defensa, al debido proceso, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la dignidad. El Tribunal consideró que la justicia indígena originaria campesina que fue aplicada a la parte accionante, no contravino el orden constitucional, debido a que las sanciones impuestas no se materializan en la contravención de la garantía del debido proceso (intercultural), respetaron los elementos básicos del orden constitucional al ser juzgados en una asamblea de la comunidad que se constituye en una audiencia pública. Por consiguiente, las sanciones impuestas devinieron de un juzgamiento dentro de la jurisdicción indígena originaria campesina, y que deben ser cumplidas. Por tanto, el Tribunal denegó la tutela solicitada exhortando a las autoridades indígenas a que garanticen el derecho a la vida de la accionante en todos los actuados dentro la mencionada jurisdicción. 24 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE LIBERTAD Derecho a la vida y libertad En la Sentencia 2397/2012 de 22 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Libertad, interpuesta por una comunaria contra autoridades de su comunidad. La accionante denunció la vulneración de su derecho a la vida y que se encuentra ilegalmente perseguida por autoridades de su comunidad, a causa de una denuncia que presentó ante el Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, por el delito de concusión, contra el responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de dicho municipio. Los demandados con la finalidad de que retiren la denuncia ingresaron a su casa y amenazaron a sus hijos, y fue agredida físicamente junto a su esposo, asimismo cuando asistieron a un congreso en el municipio de Pojo y por más de ocho horas fueron encerrados sin justificativo alguno. Por último, refiere que fue perseguida por la noche y escuchó decir a uno de los demandados, que debían haberla matado en el monte. El Tribunal Constitucional Plurinacional se pronunció en resguardo al derecho a la vida de la accionante que se encontraba en constante peligro, asimismo sobre las agresiones físicas, la privación indebida de su libertad y el secuestro al momento de notificarles con la acción de libertad. Siendo evidente que la accionante fue sometida a una persecución y hostigamiento constante por parte de dos de los demandados, sin ninguna causa o respaldo legal para ello, ni orden de privación de libertad emanada de autoridad competente y constatándose que dicha persecución fue ilegal e indebida, situación que fue reconocida por los demandados en audiencia, quienes indicaron que efectivamente retuvieron a la ahora accionante sólo para que aclare el motivo por el cual presentó la acción de libertad ante el Tribunal Constitucional. Por Tanto, el Tribunal concedió la tutela solicitada por la accionante por constatar la existencia de vulneración de sus derechos constitucionales a la vida y a la libertad. 25 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a vivir en un medio sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas En la Sentencia 1024/2014 de 06 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por la propietaria de un balneario contra las autoridades indígenas de una comunidad por haber desviado el cauce de aguas termales. La accionante, manifestaba que su padre desde hace varios años utilizó aguas termales de la zona para el funcionamiento de su balneario; las aguas termales están dentro del territorio de una comunidad indígena, por lo cual, su padre realizó acuerdos con la comunidad, efectuó el pago de aportes comunales y colaboró en la ejecución de varias obras en favor de la comunidad. Al fallecimiento de su padre, la accionante recibió como herencia el balneario, pero las autoridades de la comunidad, desviaron el cauce de las aguas termales por tal motivo el balneario dejó de funcionar. Ante tales circunstancias, se interpuso una demanda penal en contra de las autoridades de la comunidad; pero por los daños y perjuicios ocasionados, la accionante decidió interponer una Acción de Amparo argumentando que se le vulneró sus derechos al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria, comercio o a cualquier actividad económica lícita. El Tribunal constató que existe una denuncia penal interpuesta por la propietaria del balneario en contra de las autoridades indígenas; sin embargo, al constatarse la existencia de vías de hecho en la desviación del cauce de aguas, es factible activar una Acción de Amparo. Asimismo, se evidenció que se realizó el desvío del cauce de aguas sin contar con ningún argumento legal, siendo una actuación que es contra el derecho de trabajo, por tales motivos el Tribunal otorgó la tutela solicitada y dispuso que la comunidad restituya de modo inmediato el cauce de las aguas termales. El Tribunal también determinó que dentro del territorio de la comunidad se encuentran las aguas termales y que el anterior propietario del balneario mantenía relaciones de cooperación con la comunidad, situación que generó una especie de relación jurídica, por lo que correspondía que dicho problema sea resuelto ante las instancias pertinentes, pero no ante la jurisdicción indígena en consideración que el pueblo no reconocía a la denunciante como miembro de su comunidad. Asimismo, el Tribunal confirmó que en la legislación boliviana no existe regulación sobre el uso y aprovechamiento de aguas termales, por tal situación, instó a la Asamblea Legislativa Plurinacional, proceda a la regulación del uso de aguas termales y su conservación. Por otro lado, el Tribunal advirtió que tanto la nueva dueña del balneario así como los 29 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos miembros de la comunidad alegaron tener derecho sobre el uso de las aguas termales, pero ninguno acreditó que realizan medidas de mitigación para impedir la contaminación de las aguas y tampoco se exhibieron tarjetas ambientales, por tanto, el Tribunal dispuso que las autoridades municipales y departamentales adopten las medidas necesarias para que todos los balnearios de la zona cumplan con las normas de medio ambiente precautelando el uso adecuado de aguas termales. 30 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN POPULAR Derecho al agua – corte de salida de agua de lagunas En la Sentencia 1696/2014 de 1 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Popular presentada por representantes de una comunidad indígena originaria campesina contra los representantes de otra comunidad vecina. La comunidad demandante manifestó que se vieron privados del acceso al agua debido a que miembros de la comunidad vecina procedieron a cortar la salida del agua de las lagunas que proveen a la comunidad y, de esta manera, han quebrantado los acuerdos que ambas comunidades habían convenido mediante un acuerdo firmado en el año de 1982. De igual manera, se denunció que la comunidad vecina inició un trámite administrativo solicitando que se registren las lagunas como propiedad de dicha comunidad. La comunidad accionante solicitó que la comunidad vecina restituya el acceso al agua y que se suspenda el trámite administrativo para el registro del agua para riego. El Tribunal consideró la importancia del derecho al agua para los miembros de ambas comunidades, en ese sentido de acuerdo al texto constitucional se extrae la denominación de la Constitución Ecológica entendida como el conjunto de postulados, principios y normas constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales renovables y no renovables para preservar la vida tanto del ser humano como del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman el ecosistema. El derecho al agua, como derecho fundamental, sobrepasa al interés de una persona o colectividad, ya que por su naturaleza de bien escaso es de interés de la humanidad; por lo que, el derecho fundamental al agua es un derecho autónomo relacionado con el medio ambiente. En el caso concreto, el Tribunal concedió la tutela respecto al derecho solicitado por los accionantes, disponiendo que ambas comunidades adopten las medidas necesarias para el mantenimiento y del uso adecuado del agua. 31 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derechos de las comunidades indígenas al agua En la Sentencia 0872/2013-L de 16 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo, presentada por una comunidad indígena contra autoridades indígenas de otras comunidades por evitar el acceso al agua. Las autoridades indígenas demandantes manifestaron que desde tiempos remotos sus antepasados utilizaban el cauce del rio para riego; sin embargo, una comunidad vecina desvió el curso del río, ocasionando un gran perjuicio en la producción agrícola de la comunidad, por tal motivo, la comunidad consideraba que se vulneró su derecho al acceso al agua. El Tribunal consideró que existieron conflictos por el uso de las aguas del río, hecho que se verificó por la existencia de acuerdos suscritos entre ambas comunidades; de igual modo, se evidenció que ambas comunidades indígenas poseen normas propias que todavía no fueron activadas y que correspondía ser empleadas para la resolución del problema; sin embargo, el acceso al agua es un derecho, por lo cual correspondía su protección inmediata. El Tribunal determinó tutelar provisionalmente el derecho al agua, ordenando que la comunidad denunciada restituya de manera inmediata la provisión de agua a la comunidad afectada, disponiendo que la solución definitiva sea resuelta en el ámbito de la jurisdicción indígena originaria campesina, reconociendo el derecho al ejercicio de un sistema jurídico propio de las comunidades indígenas. 32 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN POPULAR Derecho al agua – perforación de pozo de agua En la Sentencia 2028/2013 de 13 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Popular, presentada por el representante de una Organización Territorial de Base de una comunidad contra autoridades municipales y vecinos de una comunidad. El accionante relató que la OTB de su comunidad solicitó al Gobierno Autónomo Municipal, al que pertenece, la perforación de un pozo de agua con la finalidad de poder abastecer de este líquido elemento a toda la comunidad; por lo que, a partir de los respectivos estudios técnicos, dicha institución municipal aprobó el proyecto de exploración de un pozo para abastecerse de agua potable. Posteriormente la Resolución Municipal 158/2012 de 27 de noviembre autorizó la ejecución del proyecto y finalmente se suscribió el contrato de obra con la empresa adjudicataria. Sin embargo, el proyecto no pudo ser ejecutado debido a las acciones asumidas por el Gobierno Autónomo de otro municipio, que reclamaba la propiedad del área en donde se realizaría la perforación del pozo; por tanto, se afectó los derechos e intereses de la OTB que sería beneficiada con la perforación del pozo de agua, por lo cual el representante de la comunidad interpuso una Acción Popular solicitando la tutela de los derechos colectivos vulnerados. El Tribunal Constitucional Plurinacional determinó que los demandados procedieron a asumir medidas de hecho, que evitaron que se realizara la perforación de un pozo de agua potable que beneficiaría a más de cien familias de la OTB; lesionando el derecho al agua, a la salubridad pública, el acceso a las condiciones básicas y necesarias para vivir saludablemente, preservando su dignidad humana y afectando la paz social de la comunidad. Uno de los argumentos para justificar las medidas asumidas por los demandados, es el aparente conflicto de límites existentes entre los dos municipios; sin embargo, dicho fundamento no puede constituirse en una razón para afectar los derechos de toda una colectividad a acceder al agua. Por tanto, el Tribunal Constitucional Plurinacional al haberse constatado la vulneración del derecho de la OTB, al agua potable y en consecuencia los derechos a la salud y la salubridad pública, concedió la tutela solicitada. 33 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al agua – desvío del cauce de ríos La Sentencia 2072/2013 de 18 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por autoridades de una comunidad indígena en contra de los dirigentes de otra comunidad. Los accionantes manifestaron que su comunidad fue privada del acceso al agua proveniente de las lagunas del sector, debido a que una comunidad vecina interrumpió la salida de las aguas, ya que los demandados conjuntamente con varios miembros de otra comunidad habrían encabezado a un grupo de ciento cincuenta personas aproximadamente, para destruir las cañerías de politubos que transportaban agua desde la matriz ubicada en una localidad, hasta la comunidad afectada; asimismo, cavaron zanjas para el desvío de agua, amenazando permanentemente con el corte de agua ante cualquier desobediencia, vulnerando de este modo, sus derechos al agua, a la vida y a la alimentación. El Tribunal estableció que los accionantes por sí y por sus representados acreditaron las medidas de hecho, producidas por los demandados sin que exista motivo suficiente que justifique los actos denunciados, vulnerándose el derecho fundamental al acceso universal y equitativo al servicio básico de agua potable consagrado en el art. 20 de la CPE, siendo una responsabilidad del Estado garantizar la provisión a través de entidades públicas, mixtas, cooperativas o comunitarias, como en el presente caso, debiendo responder a criterios de universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia, eficacia. Consecuentemente el Tribunal concedió la tutela solicitada. 34 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al agua potable y alcantarillado La Sentencia 1941/2012 de 12 de octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional, resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por unos comunarios contra miembros de otra comunidad. Los accionantes manifestaron que conjuntamente con otras dos comunidades, compraron un terreno de 258 m² para la perforación de un pozo de agua, para riego de sus huertas y consumo humano, conformando una asociación de riego. Una vez concluido el mismo aparecieron los demandados con una actitud soberbia, abusiva, prepotente y discriminadora, tomaron la institución, expulsando a los accionantes sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia; por tal motivo los accionantes, recurrieron a la Alcaldía Municipal, quienes realizaron una inspección, luego acudieron al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador, los cuales no les brindaron apoyo; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional de Lucha contra la Corrupción, sin obtener resultados, por lo que, volvieron a recurrir al Secretario General del Sindicato Agrario Laimiña, solicitando la reconsideración de la decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta. El Tribunal determinó que la Constitución Política del Estado establece que el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos básicos y que los mismos no son objeto de concesión ni privatización estando sujetos a régimen de licencias y registros conforme a ley; consecuentemente, al haber cortado la acequia evitando el suministro de agua para los accionantes, intentando privatizar el pozo y lucrar sobre el mismo, la comunidad denunciada ha cometido una vulneración del derecho al agua. Por tanto, el Tribunal concedió la tutela solicitada. 35 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la libertad de residencia y permanencia, al debido proceso intercultural y a la defensa * En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce a la jurisdicción originaria campesina la facultad de resolver las controversias puestas a su conocimiento de acuerdo a sus propios principios y valores 39 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos culturales; sin embargo, impone a sus autoridades respetar los derechos y garantías constitucionales. Igualmente, el Tribunal determinó que las sanciones impuestas a los accionantes fue realizada sin respetar los procedimientos propios de la comunidad, por lo que correspondía que las autoridades indígenas impongan una sanción justa y acorde a sus propias normas, tomando en cuenta la condición personal de cada uno de los accionantes, de lo contrario, se vulneraría el derecho al debido proceso (intercultural) y la defensa de los accionantes, que tienen el derecho a exigir el respeto a los principios y valores de la propia comunidad; y, en caso de considerar que existen delitos de orden público podían acudir a las autoridades llamadas por ley, situación que no puede implicar el desconocimiento de los derechos de la comunidad. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la libertad de residencia y permanencia, el debido proceso (intercultural) y la defensa. 40 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la petición – extracción de maderas En la Sentencia 1386/2012-L de 19 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por una comunaria campesina contra el Presidente y Secretario de Tierra y Territorio de su Comunidad Campesina y el Director de la Autoridad de Bosques y Tierras. La demandante consideraba que se le habían vulnerado sus derechos, por cuanto los dirigentes de la comunidad habrían procedido a solicitar un plan de manejo forestal a efectos de extraer madera de terrenos de su propiedad sin su autorización; por tal motivo, se apersonó a la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) para realizar un reclamo, no obstante, el funcionario de la ABT hizo caso omiso a la solicitud y no dio respuesta. El Tribunal consideró que la ABT autorizó un Plan General de Manejo Forestal Maderable a la comunidad campesina, habiendo cumplido con los procedimientos técnicos vigentes y que el mismo ha sido de acuerdo a las normas propias de la comunidad, no constatándose algún tipo de vulneración. En referencia al pedido a que realizó el accionante a la ABT, el Tribunal constató que existe una evidente dilación en la respuesta, en el entendido que la institución (ABT) no emitió una respuesta en un tiempo razonable. Por tanto, el Tribunal concedió la tutela solamente en relación del derecho a la petición. 43 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la petición – solicitud de información al Instituto Nacional de Reforma Agraria En la Sentencia 1675/2013 de 4 de octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por el Presidente de una comunidad indígena contra la representante Distrital Departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria. El accionante manifestó que realizó una solicitud de información al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), motivo por el cual, de manera frecuente acudía al INRA a objeto de obtener una respuesta; sin embargo, los funcionarios le respondían que debía regresar al día siguiente, razón por la cual retornaba cada día produciéndose una dilación en el trámite, habiendo regresado a la institución por más de ocho veces siendo objeto de burlas y malos tratos discriminatorios de parte de los funcionarios por su condición de indígena; asimismo, los funcionarios no consideraron que el accionante no tenía domicilio en la ciudad y que realizó innumerables esfuerzos para llegar a ese lugar y que ya no tenía recursos económicos para su permanencia, por lo expuesto consideraba que se vulneró su derecho a la petición. El Tribunal consideró que toda persona puede dirigirse, individual o colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, en consecuencia el ejercicio del derecho a la petición supone que una vez planteada la misma, la persona adquiere el derecho de obtener una respuesta en un tiempo oportuno, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Consecuentemente, el Tribunal analizó los elementos de la acción y estableció que no es suficiente que se dé cualquier tipo de respuesta, pues el servidor público ante quien se acude debe dar una solución efectiva y pronta. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la petición. Con relación a la denuncia de los malos tratos recibido por el accionante, se determinó que dichos actos, ingresan al ámbito del racismo y discriminación y deben merecer la correspondiente investigación a través de las instancias correspondientes. 44 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derechos políticos En la Sentencia 0902/2013-L de 19 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por un particular contra Asambleístas Departamentales y Concejales de su Municipio. El accionante señaló que fue elegido Alcalde por su Municipio; no obstante, fue obligado a renunciar a dicho cargo, en la Asamblea General llevada a cabo el 17 de septiembre de 2011, a convocatoria efectuada por los ahora demandados, entre quienes están autoridades que incitaron a los comunarios de los ayllus asistentes a pedir su renuncia, debido a que firmó un “Acta de Entendimiento” con otros Gobiernos Municipales, en el que se comprometían a vivir pacíficamente en la región, llegando ser a agredidos física y verbalmente tanto el accionante, su familia y sus allegados, incluso denunció que se le impidió el ingreso a la casa comunal. El Tribunal señaló que las renuncias de las autoridades municipales deben ser libres y voluntarias sin que existan presiones, condición que conforme a la “Resolución” de la Asamblea efectuada no se cumplió, ya que de la lectura de la misma se evidenció, que existió presión y amenazas por parte de los ayllus y los comunarios, que pidieron su renuncia e que incluso amenazaron con tomar medidas de hecho, dando lugar a que dicha renuncia no sea válida al estar viciada de nulidad, por ser un acto ajeno a la voluntad del accionante. Por tanto, el Tribunal Constitucional Plurinacional concedió la tutela en consideración que al interrumpir las funciones que ejercitaba el accionante como alcalde municipal y como servidor público electo, se afectó el normal desarrollo de su derecho a ejercer la función pública el cual se encuentra ligado a los derechos a la ciudadanía y al trabajo. 47 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho de las comunidades indígenas al ejercicio de su propio sistema político En la Sentencia 2114/2013 de 21 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo, interpuesta por un ex presidente del Concejo Municipal en contra de Concejales del Gobierno Autónomo Municipal Indígena. El demandante manifestaba que fue elegido como concejal de un municipio indígena originario campesino y que ejerció sus funciones sólo hasta la mitad de su gestión debido a que fue obligado por los comunarios a renunciar a su cargo, alegando que existía un acuerdo preelectoral en el cual el demandante se comprometió a renunciar a su cargo a la mitad de su gestión para que su suplente pueda ejercer el cargo, motivo por lo cual el demandante consideraba que se le vulneró su derecho al trabajo, al ejercicio de la función pública y el derecho a no hacer lo que la Constitución y las leyes no manden. El Tribunal consideró que el demandante fue elegido en base a los usos y costumbres de una comunidad indígena originaria campesina, existiendo un compromiso firmado con los miembros de la comunidad, siendo un acto que está dentro de la democracia comunitaria, por lo que no era evidente que hubiera existido actos de violencia y que existía un acuerdo previo; por tanto, los actos denunciados estaban dentro del marco de las normas propias de la comunidad siendo que el derecho de las comunidades indígena originario campesinas referidas al ejercicio de sus sistemas políticos de acuerdo a su cosmovisión está debidamente reconocida. En base a lo mencionado el Tribunal denegó la tutela solicitada. 48 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político elección de asambleístas de la circunscripción especial indígena originaria campesina En la Sentencia 1349/2012 de 19 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por dos asambleístas representantes de un pueblo indígena contra los representantes de la Asamblea Legislativa. Los demandantes consideraban que les habían vulnerado sus derechos, por cuanto han sido reconocidos por el Tribunal Supremo Electoral como asambleístas electos, en representación de la circunscripción especial indígena originaria campesina, pero la Asamblea Legislativa rechazó sus solicitudes de juramento y habilitación para ejercer el cargo para el que fueron electos. El Tribunal consideró que, el Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel del Órgano Electoral, siendo sus decisiones de cumplimiento obligatorio por todo órgano, dicha institución aprobó la elección de los representantes indígenas. Se demostró que los demandantes solicitaron reiteradamente a la Asamblea Legislativa su juramento y habilitación, no respondiendo sus pedidos. Estos derechos requieren de una protección inmediata, pues de manera ilegal y pretendiendo desconocer decisiones de la máxima instancia del Órgano Electoral, asumidas en el marco de sus competencias, se impide a los ahora accionantes ejercer sus funciones como asambleístas. Por esto, el Tribunal tuteló los derechos a la petición y de participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político. 49 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a participar en la formación y ejercicio del poder político registro de personalidad jurídica de una comunidad indígena originario campesina En la Sentencia 0828/2012 de 20 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por un representante de una Comunidad indígena originario campesina contra miembros del Concejo Municipal y el Secretario General del Sindicato Agrario. El demandante relató que el Concejo Municipal emitió una Ordenanza Municipal, mediante el cual resolvió autorizar el registro de personalidad jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad, manifestando haber cumplido con los requisitos exigidos por ley para acceder a esa autorización, acto administrativo que posibilitó la extensión de personalidad jurídica por parte de la Gobernación, no obstante, en forma posterior el Concejo Municipal emitió una nueva Ordenanza Municipal, mediante el cual abrogaba la primera, por un supuesto incumplimiento de compromisos entre el accionante y los demandados, actuaciones que el accionante considera lesivos a los derechos de su Comunidad. El Tribunal consideró que la Ordenanza Municipal que autoriza el registro de personalidad jurídica adquiere la calidad de definitivo, consecuentemente, no puede ser cuestionada ni anulada, sólo en los casos de nulidad expresamente establecidos por las normas y únicamente por medio de los recursos previstos por ley, y en su oportunidad. El argumento de incumplimiento de un compromiso, no tiene relevancia jurídica. Por esto, el Tribunal tuteló el principio a la seguridad jurídica y el derecho a la organización política de los ciudadanos, ordenando la nulidad de la Ordenanza Municipal, que abrogaba la Ordenanza que autorizaba el registro de personalidad jurídica de la Comunidad. 50 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN POPULAR Derecho al hábitat y a una vivienda adecuada En la Sentencia 0572/2014 de 10 de marzo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Popular interpuesta por el presidente de la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando en representación de una comunidad indígena. Los habitantes de una comunidad que se auto identifican como descendientes originarios de la Amazonía de Pando indicaron que se encontraban asentados en tierras fiscales y no tituladas, cumpliendo la función económica y social y que se dedicaban a la recolección de la castaña. Sin embargo, intempestivamente, fueron amenazados y amedrentados con armas de fuego siendo sus casas quemadas por un particular, quien afirmaba tener derecho propietario sobre 4.000 hectáreas donde se situaba esta comunidad. El Tribunal Constitucional Plurinacional tuteló el objeto de la petición y explicó que, desde una interpretación efectuada de los antecedentes, se evidenció que se ha lesionado el derecho al hábitat y al domicilio de esta comunidad indígena; el derecho al hábitat comprende su territorio y el uso y aprovechamiento de los recursos naturales, que representan la base esencial de su existencia. Al privar a la comunidad del medio para mantener a sus familias, se ha vulnerado derechos conexos como la dignidad y el derecho a existir libremente. Finalmente, el Tribunal dispuso que el particular demandado no realice ni ejerza ningún acto que implique violencia física y psicológica, contra la comunidad indígena, además del pago de daños y perjuicios. 53 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad * En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que la vivienda se constituye en un derecho humano fundamental, que obliga a terceros, incluyendo a las autoridades demandadas, a respetarla, por lo que no se pueden comprender los motivos por el cual los demandados procedieron a demoler la vivienda de los accionantes. 54 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos El cumplimiento de las obligaciones sociales de la comunidad deben ser cumplidas por sus miembros; pero, deberán ser impuestas en forma adecuada, observando la proporcionalidad, la igualdad, la equidad que se exige cuando se tiene que considerar las condiciones de cada miembro de la comunidad; asimismo, el Tribunal determinó que no se puede compensar los adeudos por concepto de obligaciones sociales con los terrenos de los accionantes, debido a que la Constitución Política garantiza los derechos legalmente adquiridos por propietarios particulares cuyos predios se encuentren ubicados al interior de territorios indígena originario campesinos. Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos vulnerados. 55 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la inviolabilidad del domicilio * En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado prevé que toda persona tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio y se entiende como domicilio a “todo lugar de habitación, sitio de trabajo o espacio cerrado en el cual no hay libre acceso para el público”, este entendimiento, es aplicable a 56 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos la jurisdicción indígena originaria campesina, que está obligada a respetar la inviolabilidad del domicilio; en el caso analizado, nadie podía ingresar a la casa de los accionantes sin la autorización de sus moradores. Por tanto el Tribunal tuteló el derecho a la inviolabilidad del domicilio. 57 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN POPULAR El derecho a ser protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva En la Sentencia 0014/2013-L de 20 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Popular interpuesta por la autoridad de una organización de pueblos indígenas en contra de autoridades de instituciones públicas de la región (Directores Departamentales del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Fiscalización y Control Social, Bosques y Tierra, Gobernador Departamental, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal). Dos pueblos indígenas se encuentran asentados en sus propios territorios; una de las comunidades es un pueblo no contactado y la otra comunidad está en situación de extinción. En el lugar existían tres empresas que estaban dedicadas a la explotación de madera y sus actividades fueron autorizadas por la autoridad competente. Los dos pueblos indígenas ya mencionados consideraban que las actividades de explotación de madera afectaban su forma de vida. Con base a este antecedente, dichos pueblos solicitaron ante las autoridades del Instituto Nacional de Reforma Agraria, dispusieran la declaratoria de “reserva de sus territorios indígenas.” Dicha petición fue rechazada por el Instituto Nacional de Reforma Agraria con el argumento de que en la región ya concluyó el proceso de saneamiento de tierras. Asimismo, las empresas madereras de la región solicitaron que se proceda a desalojar del lugar de la explotación de madera a todos los miembros de los pueblos indígenas ahora accionantes. El Tribunal constató que los dos pueblos indígenas afectados con la explotación de madera, poseen un origen que se remonta a tiempos ancestrales y que se caracterizan por ser pueblos nómadas no contactados, en situación de extinción encontrándose comprendidos dentro de los grupos vulnerables. Por las características de estos pueblos indígenas, no fueron considerados en el proceso de saneamiento agrario respectivo. El Tribunal concedió la tutela a los pueblos accionantes argumentando que se vulneraron sus derechos a ser protegidos y respetados en su forma de vida individual y colectiva, además se dispuso, dejar sin efecto la resolución administrativa de desalojo expedido por la ABT y también se ordenó la paralización de trabajos en la zona hasta que se restablezcan los derechos vulnerados. 61 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la identidad cultural y territorialidad En la Sentencia 0487/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional recondujo y resolvió una Acción de Amparo Constitucional presentado por autoridades indígena originario campesinas contra magistrados y ex magistrados del Tribunal Agroambiental. Las autoridades indígenas manifestaron que una persona particular interpuso una demanda ante el Tribunal Agroambiental, solicitando que se anule un proceso de saneamiento de tierras; los representantes indígenas aportaron pruebas en dicha demandada; no obstante, las autoridades agroambientales dieron la razón a la persona particular disponiendo la nulidad del proceso y ordenando que se realice un nuevo saneamiento de tierras tomando en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad. La autoridades indígenas manifestaron que si se tomaba en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad, en la práctica se dividiría el territorio de su comunidad, motivo por el cual, se consideraba que la resolución del Tribunal Agroambiental no estaba fundamentada ya que no consideraron las pruebas aportadas, y que a su vez, se estaba vulnerando su derecho a existir como comunidad campesina en su propio territorio. El Tribunal consideró que los derechos vulnerados de la comunidad son derechos colectivos; y en consecuencia, debían ser protegidos mediante una acción popular y no por medio de una acción de amparo, por tal motivo, en resguardo de los derechos de la comunidad indígena originaria campesina, el Tribunal recondujo la acción de amparo a una acción popular y posteriormente procedió a analizar los hechos denunciados. El Tribunal razonó en el entendido que en determinadas situaciones al evidenciarse que ha existido una mala valoración de la prueba es posible que se pueda realizar una nueva revisión; en el presente caso, se constató que el Tribunal Agroambiental efectivamente realizó una mala valoración de las pruebas aportadas y se evidenció que no se había acreditado que las tierras de la comunidad estaban comprendidas dentro del nuevo radio urbano de la ciudad, asimismo, se comprobó que el Tribunal Agroambiental no efectuó una adecuada fundamentación de su resolución llegando a vulnerar los derechos de la comunidad indígena originaria campesina. Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos de la comunidad, ordenando que el Tribunal Agroambiental emita una nueva resolución en base a los parámetros establecidos. 65 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO - RECONDUCCIÓN A UNA ACCIÓN POPULAR Derecho a la identidad cultural y derecho a la defensa En la Sentencia 0645/2012 de 23 de julio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Cumplimiento interpuesta por un indígena en representación de la “Central Indígena de Pueblos Originarios”, como ente representativo de una comunidad indígena contra instituciones públicas. El demandante manifestó que en enero del año 2010, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la Unidad Operativa de Bosques y Tierra (UOBT) siguieron procesos administrativos contra personas desconocidas que ocupaban terrenos ubicados en el departamento, siendo terrenos de propiedad de una comunidad indígena que forma parte de la “Central Indígena de Pueblos Originarios”. En los procesos mencionados se determinó que todas las personas que se encontraban en dicho terreno debían desalojar los predios, en tal sentido, se procedió al desalojo de la comunidad indígena de su territorio, motivo por el cual miembros de la comunidad interpusieron una Acción de Amparo Constitucional, la misma que fue declarada improcedente ordenando que previamente se agoten las vías correspondientes. En base al antecedente mencionado, la Central Indígena de Pueblos Originarios formuló una impugnación ante las instancias administrativas respectivas, las que no dieron respuesta a sus solicitudes, tampoco se consideró que nunca se notificó a la Central Indígena de Pueblos Originarios, como ente representativo de la comunidad indígena que fue desalojada, por lo que, no pudieron asumir su defensa dentro de los procesos administrativos y tampoco fueron considerados como parte de los procesos, con el argumento que no tenían personalidad jurídica, ni poder de representación, vulnerando los derechos al debido proceso y a la defensa. El Tribunal consideró que las comunidades indígenas ostentan el derecho a ser reconocidas por el Estado y la sociedad, se indicó que la facultad de representación de las naciones y pueblos indígenas se rige por normas y procedimientos propios y la acreditación de la personalidad jurídica no constituye un requisito habilitante para el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas originarios campesinos, ya que sus facultades organizativas se ejercen y se han ejercido independientemente del reconocimiento que haga el Estado en su condición de sujeto de derecho. En base a lo expuesto, el Tribunal tuteló los derechos a la defensa y al debido proceso en relación a derechos colectivos de una colectividad identificada como indígena, reconduciendo la “Acción de Cumplimiento” a 66 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos una “Acción Popular”. También se dispuso que se anulen las resoluciones de los procesos administrativos, debiendo aceptarse el apersonamiento realizado por la CIRABO como ente orgánico de la CIPOAP, debiendo notificarse a dicha institución, a efectos de que pueda asesorar y coadyuvar a la comunidad indígena desalojada. 67 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos CONSULTA Derecho a la libre autodeterminación En la Sentencia 0030/2014 de 28 de mayo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una consulta de autoridades indígena originaria campesinas sobre la aplicación de sus normas jurídicas a un caso concreto. Desde hace varios años, una Nación Indígena conforme a sus normas y procedimientos, elige a sus autoridades y representantes aplicando procedimientos propios. En la gestión 2010, aplicando los referidos procedimientos, se eligió un representante de la referida Nación como alcalde de uno de los municipios, quien una vez posesionado como autoridad, empezó a incumplir las recomendaciones, sugerencias y resoluciones de las autoridades originarias ocasionando enfrentamientos entre comunarios. Con estos antecedentes, en el marco de sus normas y procedimientos propios, la Asamblea General de la Nación Indígena, resolvió la destitución del Alcalde, sin que, ello signifique intromisión en la jurisdicción ordinaria o normas electorales, ya que según refieren las autoridades, por “usos y costumbres” se decidió quien debía ser autoridad el mismo que ahora debía volver a la bases, siendo reemplazado por un alcalde interino que también debe ser miembro de esa nación. En ese entendido las autoridades de la Nación Indígena Originaria Campesina consultan al Tribunal si la aplicación de sus procedimientos y normas propias referidas al cambio y destitución de las autoridades municipales, son compatibles con la Constitución Política del Estado. El Tribunal consideró que la elección del alcalde fue realizada bajo las formas comunales de la Nación, en consecuencia, es lógico que la sustitución, cambio y destitución de dicha autoridad se efectué por decisión comunal. Por lo que, los acuerdos y consensos alcanzados deben ser respetados por sus miembros al interior de las comunidades, así como de las instancias externas a las mismas, atendiendo siempre a una aplicación preferente de las normas comunales que hace a la realidad plural y concreta de ese municipio. En este orden, el Tribunal Constitucional Plurinacional declaró la aplicabilidad de la norma consultada. 71 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO Derecho a la libre autodeterminación y a la petición En la Sentencia 0957/2013 de 27 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Cumplimiento presentada por una autoridad de una organización indígena en contra del Defensor del Pueblo de la región amazónica. El 19 de enero de 2013, los pueblos indígenas de la región amazónica sufrieron atropellos en forma violenta por un grupo de personas particulares, no se respetó ni a niños ni a mujeres, los golpearon, quemaron sus pertenencias y les quitaron las almendras que habían recolectado. La comunidad denunció que sufre este tipo de hechos desde hace muchos años atrás. Agresiones que fueron manifestadas ante instituciones públicas de la región, por parte de los afectados, entre ellas al Comando Departamental de la Policía, al Comando Conjunto del Ejército, al Fiscal Departamental y ante la Defensoría del Pueblo de la región; no obstante, estas autoridades no atendieron la petición de los indígenas. El 7 de febrero de 2013, la autoridad indígena, ahora, accionante, reclamó mediante escrito, sobre la respuesta a las diferentes cartas o notas que enviaron al Defensor del Pueblo, en las que pidieron interponer acciones en defensa de las mujeres, niños y hombres indígenas que sufrieron agresiones. En dicho reclamo, además, se le recordó que no recibieron ninguna protección a sus derechos. El 5 de marzo de 2013 en la audiencia de Acción de Cumplimiento, el Defensor del Pueblo del Estado Plurinacional del Bolivia, en su informe manifestó que no se cumplió con la legitimación activa porque en el memorial de la acción referida se presentaron fotocopias simples de personalidad de credencial de la autoridad accionante; y que por tanto la documentación no estaba legalizada. El Tribunal consideró que el art. 222 de la Constitución Política del Estado y el art. 11 de la Ley de Defensor del Pueblo establecen atribuciones específicas del Defensor del Pueblo. La norma constitucional no puede omitirse y tiene que ser cumplida. Respecto de los pueblos indígenas, no corresponde exigirle personalidad jurídica, mucho menos pedirles la presentación de dicho documento en fotocopia legalizada. En concreto, no es coherente exigir formalidades o ritualismos a las comunidades indígenas afectadas en el ejercicio de sus derechos para la activación de las acciones de defensa en general y de la acción de cumplimiento en particular. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional Plurinacional tuteló los derechos vulnerados en favor de la comunidad indígena, al haberse omitido las obligaciones referidas y se dispuso que se otorgué la información requerida interponiendo acciones en favor de la comunidad. 72 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho de las mujeres en la repartición de tierras - violación al debido proceso intercultural en la justicia indígena originaria campesina. En la Sentencia 0323/2014 de 19 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo presentada por una comunaria indígena en contra de una autoridad indígena de su comunidad. La comunaria manifestó que a la muerte de su esposo mediante un testamente abierto le heredó tierras para sí y para sus hijos y que su cuñado poseía tierras en la comunidad pero que las había perdido debido a que no las trabajaba. Luego de un tiempo, su cuñado regresó a la comunidad exigiéndole que le cediera parte de sus tierras; y que el cacique de la comunidad amenazó a la comunaria para que cediera la mitad de sus tierras a su cuñado, obligándole a firmar actas, sufriendo varias restricciones y presiones de parte de la autoridad indígena, inclusive ya no se le permitía participar de las reuniones del pueblo, por tales circunstancias la comunaria consideraba que se le había vulnerado sus derechos al debido proceso, a la vida, al trabajo y a la petición. El Tribunal con apoyo de su jurisprudencia consideró que se reconoce que los pueblos indígena originario campesinos tienen derecho a practicar su propia administración de justicia, debiendo ser respetadas sus determinaciones; sin embargo, la jurisdicción indígena al igual que toda jurisdicción está sometida al sistema de control de constitucionalidad, debiendo respetarse los derechos y garantías consagradas en la Constitución. De igual manera, se reconoce la participación de las mujeres en la distribución de tierras de las comunidades, además que las mujeres están inmersas dentro de los grupos vulnerables que necesitan de una mayor protección. Evidenciándose que la autoridad indígena demandada actuó de manera desproporcionada y sin justificativo en contra de la demandante. Por tanto, el Tribunal concedió y tuteló los derechos invocados en favor de la comunaria. 75 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la gestión territorial En la Sentencia 0174/2014 de 29 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional formulada por una comunidad indígena originaria campesina en contra de dos de sus comunarios. Los demandantes afirmaron que su comunidad fue beneficiada con un proyecto productivo de cría de ganado bovino financiado por una entidad gubernamental, dicho proyecto era en beneficio de la comunidad; no obstante, los dos comunarios denunciados se oponían a la ejecución del proyecto ocasionando varios actos violentos que impedían la ejecución de la primera fase del proyecto. Las autoridades originarias de la comunidad intentaron llegar a una acuerdo de conciliación con los comunarios denunciados pero debido a la prepotencia y amenazas de parte de los demandados no fue posible llegar a una solución, por tal motivo, ante el riesgo de perder el financiamiento del proyecto, la comunidad decidió recurrir a la justicia constitucional pidiendo la tutela de sus derechos a la propiedad, al trabajo y al acceso de justicia. El Tribunal consideró que las naciones y pueblos indígena originario campesinos tienen derecho de administrar justicia en base a sus normas propias; empero, no es una obligación ejercer su propia administración de justicia, ya que el derecho a la autodeterminación abarca también el derecho de acudir ante las autoridades jurisdiccionales, cuando la gravedad del caso así lo amerite o cuando las autoridades indígenas originarias campesinas se encuentren rebasadas o sobrepasadas en su autoridad, igualmente se reconoció el derecho de gestión territorial que poseen los pueblos indígena originario campesinos. Por lo mencionado, el Tribunal tuteló los derechos solicitados a favor de la comunidad indígena. 76 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios La Sentencia 0927/2013 de 20 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por el representante de un sindicato campesino y por autoridades de una comunidad indígena en contra de representantes del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). El representante de la comunidad campesina denunció que en agosto del 2009, la Dirección Departamental del INRA de Beni, inició el proceso de saneamiento del polígono 152, correspondiente a las “Tierras Fiscales Cercado” y la comunidad fue notificada en calidad de colindante. Señala que desde el inicio del procedimiento de identificación de tierras fiscales, el Sindicato Agrario Campesino a la que pertenece “Villa Nazareth” hizo saber al INRA de Beni, que las tierras que se presumían como fiscales eran tierras que les pertenecían, por tanto tenían un interés legítimo en ellas por lo que se le debió notificar personalmente con el resultado del proceso; sin embargo, nunca les fueron notificadas con las Resoluciones Finales de Saneamiento RRAA 1076/2009, 1077/2009 y 1078/2009; en ese sentido, no se conoció la existencia de las referidas Resoluciones y tampoco tuvieron la oportunidad de comprobar la existencia de los expedientes que se formaron con las actuaciones del proceso que originaron las referidas Resoluciones Administrativas, que habrían sido notificadas a los interesados, entre ellos la comunidad a la que representa. El Tribunal evidenció que el Director Nacional del INRA presentó un memorial por el cual señalaba que las superficies que fueron declaradas “tierras fiscales” por las Resoluciones Administrativas RRAA 1076/2009, 1077/2009 y 1078/2009, ya fueron objeto de distribución y que a la fecha ya se encontraban con autorización de asentamiento varias comunidades campesinas; asimismo, adjuntó las Resoluciones Administrativas de Autorización de Asentamiento RES-DTF 017/2010 de 24 de abril; RES-DTF 041/2010 de 4 de octubre; RESDTF 046/2010 de 29 de octubre; y, RES-DTF 047/2010 de 29 de octubre, a favor de las comunidades campesinas referidas. De lo expuesto, el Tribunal Constitucional Plurinacional identificó nuevas comunidades campesinas como nuevos terceros interesados que no fueron citados legalmente en su momento a comparecer y participar en la audiencia de amparo constitucional. Por tanto el Tribunal Constitucional Plurinacional anuló todas las actuaciones realizadas, disponiendo la citación legal de las comunidades campesinas que fueron identificadas como nuevos terceros interesados. 77 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la propiedad de tierras En la Sentencia 0734/2012 de 13 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por una familia indígena contra autoridades de su comunidad por avasallamiento de tierras. Los miembros de la familia consideraban que fueron afectados en su derecho a la propiedad privada debido a que a pesar de contar con títulos de propiedad, una autoridad indígena les conminó a que abandonen sus tierras, petición que se negaron a cumplir motivo por el cual fueron objeto de agresiones físicas por parte de la autoridad indígena y de comunarios, obligándoles a abandonar sus tierras por la fuerza. El Tribunal consideró que se reconoce las normas propias de las comunidades indígenas originarias campesinas, siempre que las mismas no sean contrarias con el sistema jurídico nacional, además la protección constitucional se activa ante cualquier agresión en favor de la protección de derechos. En el caso analizado, el Tribunal determinó que hubo un exceso de parte de la autoridad indígena en consideración que la familia desalojada contaba con títulos de propiedad de los terrenos, siendo tierras de cultivo dados en concesión por el Estado boliviano. De igual manera, se estableció que el Estado boliviano reconoce la vigencia y protección del solar campesino, la pequeña propiedad, las propiedades comunarias, cooperativas y otras formas de propiedad privada y que sólo los juzgados agrarios poseen competencia para resolver algún tipo de controversia que se genere sobre dichas clases de propiedad. El Tribunal tuteló el derecho a la propiedad, disponiendo que la autoridad indígena no tenía competencia para realizar actos contra el derecho propietario de la familia desalojada. 78 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho de propiedad * En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria de la tierra, en tanto cumpla una función social o una función económica social; en el presente caso, se constató que fueron las autoridades demandadas que determinaron que los accionantes 79 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos habían dejado de trabajar sus tierras y que ya no criaban sus animales; sin embargo, lo correcto era que las autoridades demandadas realicen las denuncia de dicho hecho ante el Instituto de Reforma Agraria (INRA), la misma que previa verificación del incumplimiento de la función económica social hubiera procedido a la reversión de las tierras pertenecientes a los accionantes. Sin embargo, las autoridades de la comunidad se limitaron a determinar que los accionantes habían incumplido los deberes para con la comunidad y se los sanciona con una multa de Bs.- 70.000. El Tribunal Constitucional Plurinacional recordó que es con el propio trabajo con el que se cumple las obligaciones sociales para con la comunidad, por lo que al privar a los accionantes del uso, goce y disfrute de sus tierras, se les negó la posibilidad de subsistir y de pagar la deuda que pudiera determinar a la comunidad. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho de propiedad a favor de los accionantes. 80 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN POPULAR Derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios En la Sentencia 0276/2012 de 4 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Popular, presentada por varios comunarios en representación de su comunidad contra varias personas. Los demandantes consideraron que se vulneró sus derechos porque los demandados realizaron fraccionamientos y loteamientos arbitrarios de tierras que correspondían al dominio colectivo de la comunidad y que también suscribieron documentos de transferencia de dichos terrenos a personas ajenas del lugar, actuaciones que habían originado una marginación de los descendientes de los lugareños desconociendo los derechos de la comunidad. El Tribunal consideró que a través de la acción popular, se protege la propiedad comunitaria o colectiva de las comunidades indígena originario campesinas, en consecuencia la propiedad comunitaria al ser de carácter comunitario no podía haberse fraccionado y transferido, como lo hicieron los ex dirigentes, por lo que se determinó que la propiedad colectiva es inalienable e indivisible. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a la propiedad colectiva, ordenando se paralice cualquier fraccionamiento o loteamiento que se esté produciendo, así como la transferencia de los predios de la comunidad, hasta que por la vía correspondiente se dilucide el caso. 81 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la propiedad comunitaria La Sentencia 2172/2012 de 8 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un particular en contra de un representante de un Sindicato Agrario Campesino. La accionante manifestó que compró una parcela de terreno ubicada en una comunidad campesina, la misma que se efectuó de un comunario quien le hizo conocer que no tenía perfeccionado su derecho propietario; sin embargo, a pesar de dicha advertencia, la accionante compró la parcela. Poco tiempo después, los miembros de la referida comunidad campesina, representados por el presidente del Sindicato Agrario, manifestaron que la compradora ahora accionante, no era miembro de la comunidad y que la parcela que adquirió no podía ser objeto de compra por tratarse de propiedad comunitaria en proceso de saneamiento y además que el terreno pertenecía a los miembros de la comunidad que está constituida por 21 familias; y ante esta situación la comunidad dispuso que debía ser desalojada y que las mejoras en la parcela como el alambrado y los desmontes eran ilegales. El Tribunal concluyó que la compradora fue desconocida como miembro de la comunidad campesina, por no haber cumplido con lo estipulado en el Estatuto Orgánico del Sindicato de la comunidad, debido a que al concluirse el proceso de saneamiento de tierras la compradora no cuenta con derecho propietario sobre la parcela de terreno que ocupa y que adquirió de otro comunario. Consiguientemente, se devela que el derecho de propiedad que invoca la accionante se encuentra controvertido, por no encontrarse consolidado en su persona el derecho de propiedad. Por lo tanto, el Tribunal Constitucional Plurinacional, denegó la tutela solicitada respecto del derecho de propiedad. 82 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la defensa. En la Sentencia 1114/2012 de 6 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentado por un obispo contra el presidente y miembros del Comité Impulsor de Saneamiento de Tierras y el Mallku Originario de la comunidad. El accionante consideraba que se le habían vulnerado derechos a través de medidas de hecho, debido a que las autoridades denunciadas ordenaron el desalojo de los ambientes donde funciona la granja de la Iglesia, negaron la participación del INRA para que proceda al saneamiento de tierras, ingresaron a los terrenos, la araron y cercaron la granja, con el argumento de que no cumplía una función social de acuerdo a los usos y costumbres de la comunidad. El Tribunal consideró que la Iglesia tiene el registro propietario sobre la referida granja desde 1962, asimismo se determinó que no es legal que se invoque un supuesto ejercicio legítimo de los derechos subjetivos de la comunidad, para adoptar medidas de hecho como un mecanismo para solucionar los conflictos que pudiesen tener con la Iglesia. Estos derechos vulnerados requieren una solución de manera directa e inmediata, por cuanto los actos ejercidos por los demandados, resultan ilegales al no tener respaldo alguno. Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos a la propiedad agraria, al trabajo, a la vida, salud, al medio ambiente, al debido proceso intercultural, a la seguridad jurídica y a la defensa. 83 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL La Jurisdicción Indígena Originaria Campesina está limitada por la Constitución Política del Estado En la Sentencia 0041/2014 de 03 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional formulada por una familia indígena originario campesina en contra de las autoridades de su comunidad. Los demandantes consideraban que las autoridades indígenas de su comunidad vulneraron sus derechos a la libertad de residencia, al trabajo, a la vida, al agua, al vivir bien y a la salud, debido a que aprobaron y ordenaron la reversión de sus tierras, procediendo de modo violento a tomar posesión de sus tierras; de igual manera, se procedió a desafiliar de la comunidad a todos los miembros de la familia demandante y se les impidió el uso y consumo de agua. El Tribunal consideró que el reconocimiento de igualdad jerárquica de los sistemas jurídicos y jurisdiccionales no implica que la jurisdicción indígena originaria campesina desconozca o violente los derechos fundamentales como la propiedad privada, el debido proceso intercultural, el acceso al agua y otros. En el caso concreto se evidenció que la familia demandante poseía títulos de propiedad y estaba en posesión de sus tierras, siendo expulsados con violencia y sin que exista justificativo, siendo acciones que no pueden ser toleradas. La jurisdicción indígena originaria campesina es reconocida, pudiendo las comunidades indígenas aplicar sus propias normas, sin embargo, se debe respetar los derechos fundamentales de las personas. El Tribunal concedió la tutela solicitada con referencia a los derechos reclamados como vulnerados, disponiendo que la justicia indígena originaria campesina pueda administrar justicia en base a sus normas, pero sin desconocer los derechos y garantías establecidos en la Constitución Política del Estado. 87 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos - coexistencia de sindicato agrario y representación originaria En la Sentencia 0388/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción Indígena Originario Campesina. La comunidad consultante manifiesta que en su comunidad existen dos organizaciones representativas, la primera conformada por un sindicato y la segunda (a la que pertenecen) conformada por autoridades indígenas. Los accionantes relataron que representantes del sindicato hicieron una denuncia en su contra por la supuesta comisión de los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado, dicha denuncia fue realizada ante la justicia ordinaria y tiene como fin desacreditar la representación de las autoridades indígenas. Los accionantes consideraban que la denuncia interpuesta en su contra, por parte del sindicato debía ser resuelto ante la justicia indígena originaria campesina debido a que los denunciantes también son parte de la comunidad. El Tribunal reflexionó que la comunidad está organizada en dos ámbitos de representación, en un sindicato agrario y en una representación originaria, siendo que ambas estructuras coexisten en la comunidad, contando con sus propias normas y usos para la resolución de conflictos; en consecuencia, se evidenció que la comunidad posee dos estructuras de organización, aspecto que no puede ser desconocido por el Tribunal ya que existe el derecho a que las naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos puedan ejercer sus propios sistemas jurídicos. Por tanto, el Tribunal determinó que la comunidad tanto en su organización sindical y en su organización originaria son competentes para conocer y resolver los conflictos suscitados en la comunidad, instándoles a realizar un trabajo en conjunto en base a sus normas y procedimientos, en el marco de respeto mutuo y un diálogo intercultural. Igualmente dispuso que la justicia ordinaria debiera apartarse del conocimiento de la denuncia. 88 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – estructura de administración de justicia de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos En la Sentencia 1203/2014 de 10 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesto por un comunario indígena en contra de todas las autoridades originarias de su comunidad. El comunario manifestaba que en su comunidad posee tierras agrícolas, y en una oportunidad, dos comunarios realizaron destrozos en sus cultivos, por tal razón, acudió ante las autoridades indígenas de su comunidad para realizar la denuncia contra dichos comunarios; sin embargo, éstos le manifestaron que no podían atender la denuncia y que debía acudir a la justicia ordinaria. En ese entendido, el comunario realizó la denuncia ante el Ministerio Público, pero su denuncia no prosperó, no pudiendo sancionar a los dos comunarios denunciados. Pasado un tiempo, el comunario relató que recibió una citación de parte de las autoridades indígenas para que acuda a una reunión. Reunión a la que asistió y donde fue notificado con una resolución mediante la cual se le sancionaba a pagar la suma de Bs.-15.360, porque habría perjudicado el desarrollo de plántulas y había usado tierras ajenas para sembrar, asimismo, se le informó que las tierras que había sembrado eran de propiedad de los dos comunarios que en una primera instancia había denunciado ante la Fiscalía. Por todo lo expuesto, el comunario consideraba que se le vulneró su derecho al debido proceso intercultural, debido a que no pudo asumir su defensa, asimismo manifestaba que se le vulneró su derecho a la presunción de inocencia, a un juicio previo, a la igualdad de partes, al juez natural independiente e imparcial. El Tribunal indicó que, analizados los antecedentes de la administración de justicia de la comunidad indígena a la que pertenece el accionante, se constata que posee una estructura y jerarquías de autoridades indígenas y que se evidenció que la resolución que imponía la sanción al accionante, sólo estaba con la firma de la máxima autoridad de la Marka, pero no contaba con las firmas de otros representantes. Asimismo, de la estructura de justicia de la comunidad, se comprobó que para la solución de conflictos, se debe acudir a autoridades de la comunidad, y si en dicha instancia no se logra resolver el conflicto el caso pasa a conocimiento del Ayllu, posteriormente a la Marka y finalmente al Suyu. Consecuentemente, se evidenció que la resolución con la que se sancionó al accionante, fue pronunciada sin cumplir con los usos y costumbres de la comunidad, ni del Ayllu; emitiéndose una resolución sin la participación de las 89 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos demás autoridades originarias de la Marka, y que no se dio oportunidad que el accionante pueda defenderse ante la Justicia Indígena Originaria Campesina. Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos solicitados. 90 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos CONFLICTO DE COMPETENCIAS Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – ámbito material, territorial y personal En la Sentencia 0026/2013 de 4 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional, resolvió un conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre el Juez de Partido y de Sentencia en lo Penal de Provincia y el Secretario General de un Sindicato Agrario. El Juez de Partido y Sentencia relató que una pareja planteó una denuncia penal contra miembros y dirigentes de una comunidad por el delito de despojo de sus tierras ubicadas en la comunidad y que las mismas hubieran sido compradas de sus anteriores propietarios, que eran ex comunarios. Se denunció que los dirigentes de la comunidad los expulsaron de sus tierras, por el motivo de no ser de la comunidad, posteriormente, les cortaron la luz y llenaron con tierra su toma de agua, despojándolos de sus tierras argumentando que no cumplían una función social y que los anteriores propietarios habían incumplido con los usos y costumbres abandonando los terrenos. La autoridades denunciadas rechazaron las denuncias, manifestando que el sindicato agrario ya había resuelto el caso, determinando que por el abandono injustificado por tres años consecutivos y sin previa comunicación a autoridades de la comunidad, las tierras debían pasar a las autoridades y a la comunidad, por lo que ya existía cosa juzgada; por tales motivos, los denunciados consideraban que el caso ya había sido juzgado. El Tribunal consideró que en un conflicto de competencias jurisdiccionales, no corresponde a la justicia constitucional determinar la existencia de cosa juzgada, sino a la jurisdicción competente que en su momento determinará dicha situación. El Tribunal aclaró que la falta de un reconocimiento estatal a una nación o pueblo indígena, no puede constituirse en un óbice para reconocer su derecho colectivo. Asimismo, se determinó, que en el caso, se evidenció la concurrencia de los ámbitos personal, territorial y material, y por tanto, la conducta denunciada debía ser resuelta por las autoridades del Sindicato Agrario, que tiene procedimientos y normas específicas para regular la tenencia de la tierra. El Tribunal resolvió declarar competente a las autoridades originarias del Sindicato Agrario, y exhortó al Juez de Sentencia resuelva los incidentes de conflicto de competencias, fundamentado los ámbitos material, territorial y personal. 91 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos CONFLICTO DE COMPETENCIAS Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – controversias entre miembros de una misma comunidad En la Sentencia 0037/2013 de 4 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción Indígena Originario Campesina y la jurisdicción ordinaria. En una reunión de una comunidad, uno de sus miembros cuestionó e insultó a una autoridad indígena, denunciando que había actuado en contra de los intereses del pueblo ya que dio información a concesionarios mineros sobre un traslado de mineral; por lo que, solicitó que dicha autoridad sea destituida y castigada. La autoridad indígena cuestionada denunció al comunario ante la justicia ordinaria, acusándolo de varios delitos iniciándose un proceso penal en contra del comunario. Posteriormente, el comunario denunciado, solicitó al juez que remita el proceso a la justicia Indígena Originaria Campesina ya que consideraba que el caso debía ser resuelto en su comunidad; el juez negó la solicitud argumentando que conoció primero la denuncia y que no podía derivar el caso ante la justicia indígena. El Tribunal consideró que los problemas se suscitaron entre miembros de una misma comunidad, a causa de temas que son inherentes a los intereses de la comunidad indígena; por consiguiente, la resolución de problemas propios de la comunidad deben ser resueltas por sus autoridades indígenas y en uso de su propia normativa, siendo un derecho de los pueblos indígena originario campesinos el ejercicio de sus propios sistemas jurídicos. El Tribunal reconoció la competencia de la justicia Indígena Originario Campesina para conocer el problema, ordenando al juez ordinario que ya no conozca la denuncia y remita la misma ante las autoridades de la comunidad. 92 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos CONFLICTO DE COMPETENCIAS Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – distribución interna de tierras En la Sentencia 0925/2013 de 20 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió un conflicto de competencias entre la jurisdicción Indígena Originario Campesina y la jurisdicción ordinaria. Las autoridades indígenas manifestaron que una familia aceptó ser parte de una comunidad, acordando que participarían de la repartición interna de tierras; sin embargo, la familia decidió iniciar una denuncia penal en contra de las autoridades indígena originario campesina, no aceptando la forman de distribución de tierras de la comunidad y alegando que poseían títulos de propiedad. Las autoridades indígenas denunciadas solicitaron al juez ordinario que se apartara del conocimiento de la denuncia, en consideración a que los denunciantes ya eran miembros de la comunidad y que correspondía que el caso sea resuelto con las normas y por autoridades Indígena Originario Campesinas. El Tribunal consideró que la familia que inició la denuncia penal contra las autoridades indígenas ya era miembro de la comunidad y también se constató que el saneamiento de tierras de la comunidad ya estaba concluido contando con un título colectivo a favor de la comunidad; por lo que, la distribución interna de tierras debía ser realizada en base a las normas de la comunidad, en resguardo y respeto del derecho de las comunidades indígenas a emplear sus propios sistemas jurídicos, administrativos y políticos. El Tribunal reconoció la competencia de la justicia Indígena Originario Campesina para conocer y resolver el problema, ordenando al juez ordinario que ya no conozca la denuncia y remita la misma ante las autoridades indígenas, igualmente reconoció que la justicia indígena en su estructura puede contener distintas jerarquías. 93 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al ejercicio de sus propios sistemas jurídicos – eficacia de acuerdos asumidos dentro de la Jurisdicción de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos En la Sentencia 1259/2013 de 13 de diciembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, presentada por un comunario en contra de varias autoridades del Ayllu en el que vive. El accionante señala que es propietario de 26 hectáreas de su comunidad y que fue designado por las gestiones 2009 a 2010, Sullka Mallku de su Ayllu, así como Sullka Mallku en la Sub Central, zona centro de Tiahuanaco, habiendo cumplido a cabalidad sus funciones en ambas instancias. Sin embargo, su hermano, impulsado por el celo y la codicia, no permitió la conexión de agua potable a su predio, borrándolo de las listas como socio, además de denunciarlo por haber utilizado dineros y haber perdido documentación de la comunidad, juntamente a otro comunario, quien fungía en el cargo de Jilir Mallku, situación que el accionante argumenta que es falsa ya que nunca fungió como Secretario de Hacienda o Secretario de Actas, por lo que no pudo haber manejado dineros. Sin embargo, su hermano usando las denuncias, logró que en la asamblea de 3 de septiembre de 2011, se expulse al accionante de la comunidad, otorgándole un plazo de tres meses para que abandone sus terrenos, castigos que fueron impuestos sin que se conforme un Tribunal de Honor. El Tribunal Constitucional Plurinacional evidenció que en agosto de la gestión 2013, los dirigentes del Ayllu Originario Huancollo presentaron ante este Tribunal un acta de “Reunión Extraordinaria” llevada adelante por el referido Ayllu municipio de Tiahuanaco; por la cual, se le restituía al accionante a su comunidad y ratificada la misma a través de Audiencia Pública de 30 de septiembre del mencionado año. El Tribunal Constitucional Plurinacional consideró que dicho acuerdo era una decisión asumida por la jurisdicción indígena originario campesina, que no vulnera ningún derecho fundamental, más al contrario logró restaurar la armonía social en el Ayllu Originario, por lo que resolvió limitarse a exhortar a las partes a dar cumplimiento de los acuerdos suscritos. 94 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al ejercicio de sus sistemas jurídicos – suspensión de funciones de autoridades Indígena Originario Campesinos En la sentencia 1574/2012 de 24 de septiembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional presentada por autoridades Indígena Originario Campesinas contra autoridades Indígena Originario Campesinas de otra comunidad. Los demandantes manifestaban que eran autoridades de su comunidad, pero autoridades indígena originario campesinas de mayor jerarquía (Marka) decidieron suspenderlos de sus cargos, acto que consideraban lesivo al derecho de autodeterminación de su comunidad, ya que fueron elegidos por su pueblo y consideraban que no podían ser destituidos por autoridades indígena originarios ajenas a su comunidad, solicitando que se deje sin efecto la suspensión de sus cargos. El Tribunal consideró que la comunidad no estaba aislada y que formaba parte de varias comunidades reconociéndose un sistema de justicia Indígena Originario Campesino conformado por varias jerarquías, constatando además que entre las comunidades existieron una serie de problemas ocasionados por las autoridades demandantes, habiendo sido suspendidas en sus funciones por autoridades originarias de mayor jerarquía y en uso de las normas indígenas propias. El Tribunal determinó que la suspensión fue efectuada acorde a las normas y por autoridades originarias de mayor jerarquía; por lo que, denegó la tutela solicitada, en consideración que los pueblos indígenas tienen derecho al ejercicio de su propio sistema jurídico, por tanto, las decisiones emitidas por las autoridades indígenas deben ser respetadas. 95 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos DERECHO A LA CONSULTA PREVIA La Consulta Previa a Pueblos Indígena Originario Campesinos En la Sentencia 0212/2013 de 5 de marzo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por comunidades indígenas contra autoridades gubernamentales, ante la decisión de ejecutar la construcción de un camino carretero en territorio indígena. Los demandantes manifestaron que las autoridades gubernamentales demandadas no concertaron un diálogo con autoridades de las comunidades respecto al proyecto de obras de construcción en territorios indígenas y afirmaron que dicha omisión fue intencional con el propósito de imponer una consulta para la construcción de un tramo carretero, que debía pasar por el territorio de las comunidades; consecuentemente, las comunidades indígenas demandantes consideraban que se había vulnerado su derecho a la consulta previa libre e informada. El Tribunal consideró que está reconocido el derecho de los Pueblos Indígena Originario Campesinos a una consulta previa, es un derecho colectivo, por lo tanto, dichos derechos sólo pueden ser tutelados por medio de una acción popular, que tiene la finalidad de proteger derechos e intereses colectivos; en consecuencia, los demandantes al interponer una acción de amparo activaron un medio de defensa que no es idóneo para la protección del derecho a la consulta previa, de tal modo que el Tribunal, denegó la tutela solicitada no ingresando al análisis del problema. 99 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Grupos vulnerables (Personas de la tercera edad) En la Sentencia 0358/2013 de 20 de marzo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo presentada por una persona de la tercera edad contra autoridades indígenas de su comunidad. El demandante en su calidad de indígena y adulto mayor, alega que fue despojado de sus tierras, siendo desalojados de su comunidad conjuntamente a su familia por disposiciones de una autoridad indígena y comunarios del lugar, con el justificativo de no haber cumplido con los usos y costumbres de la comunidad. Asimismo manifestó que junto a su familia fueron objeto de agresiones físicas y amenazas de linchamiento a título de justicia comunitaria, por lo que consideraba que se vulneraron sus derechos a la propiedad privada y a la integridad física. El Tribunal consideró que la Constitución está orientada a proteger la integridad de toda persona sin discriminación de ninguna naturaleza. En ese sentido, la justicia constitucional, en su misión de precautelar el respeto, la vigencia de los derechos y garantías constitucionales, no puede admitir que existan vulneraciones de derechos y menos contra grupos vulnerables, entre los cuales se sitúan las personas de la tercera edad. Por consiguiente, el Tribunal tuteló el derecho a la propiedad y dispuso que las autoridades indígenas no puedan sancionar con la pérdida de terrenos o expulsión de la comunidad a personas de la tercera edad por ser un grupo vulnerable. 103 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a no sufrir violencia física y psicológica de las mujeres y adultos mayores* En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que la Constitución Política del Estado reconoce que toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual, no está permitido torturas, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes, no 104 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos existe pena de muerte y que todas las personas, en particular, las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad. También se determinó que por certificados médicos forenses se constató que se ejerció violencia contra los accionantes, y que las autoridades indígena originario campesinas, pudieron solicitar apoyo de las autoridades competentes, para hacer cumplir sus resoluciones; por tanto, el uso de violencia de parte de las autoridades demandadas no puede ser admitido. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho a no sufrir violencia física y psicológica de las mujeres y adultos mayores y el derecho a la integridad. 105 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho al trabajo* En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que en la Constitución se reconoce el derecho de toda persona para realizar una actividad y que el Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas. Siendo mandatos constitucionales que debieron ser observados por las autoridades demandadas, en consideración que los 109 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos accionantes viven del producto de su trabajo mediante el uso de sus tierras; consecuentemente, cualquier determinación que implique la expulsión de los accionantes de sus tierras, afecta su derecho al trabajo. Respecto, de la situación de uno de los accionantes que es un adulto mayor, el Tribunal se pronunció manifestando que por ser un adulto mayor no significa que al interior de su familia no cumpla una función económica social de acuerdo a sus posibilidades; por lo que, al ser expulsado de su comunidad se le restringió el derecho al trabajo, más aún cuando en el sistema de administración de justicia indígena originario campesino se ve al adulto mayor como una fuente de consulta y apoyo en la resolución de conflictos, actividad del cual el accionante fue privado. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho al trabajo. 110 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL No se puede ejercer medidas de hecho para exigir la renuncia de alcaldes municipales En la Sentencia 0478/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un alcalde de un Gobierno Autónomo Municipal contra miembros de organizaciones sociales. El accionante manifestó que miembros de organizaciones sociales lo obligaron a firmar su renuncia al cargo de alcalde, con el argumento de control social, por lo que el accionante consideraba se le había vulnerado sus derechos al debido proceso (intercultural), a la seguridad jurídica, al trabajo y el derecho a la función pública. El Tribunal consideró que para el ejercicio del control social por parte de sectores sociales, juntas vecinales, comunarios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, etc., se exige el cumplimiento de una serie de condiciones y requisitos previstos en la Constitución Política del Estado y en la Ley de Control Social, consiguientemente, de ninguna manera se podría tolerar la toma de medidas de hecho. La medida de presionar al alcalde a firmar renuncia a su cargo, contradice los valores y principios de orden constitucional, como el debido proceso (intercultural) y el de seguridad jurídica. El Tribunal Constitucional Plurinacional, tuteló los derechos al debido proceso (intercultural) y a la seguridad jurídica, ordenando la restitución del alcalde a su cargo, dispuso también la nulidad de la carta de renuncia y del acta de aceptación de renuncia. No se tuteló el derecho al trabajo y el derecho a la función pública, mencionando que el demandante puede conseguir un trabajo privado y que no está prohibido de participar en futuras elecciones. El Tribunal igualmente exhortó a la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Autonomías y el Órgano Electoral, para que interpongan sus buenos oficios para un acercamiento entre los sectores políticos y sociales en conflicto. 113 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL La jurisdicción Indígena Originaria Campesina debe explicar los motivos de la imposición de sanciones En la Sentencia 0486/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por dos comunarias contra autoridades de su comunidad. Los accionantes manifestaron, que al igual que sus antepasados, trabajaron sus tierras habiendo sembrado quinua en la última gestión. Se mencionó que en una primera instancia el consejo de autoridades de la Marka, emitió una Resolución Administrativa que determinaba que debían ingresar como contribuyentes un hijo de cada miembro de la familia. La mencionada resolución fue elevada en calidad de revisión ante los Tata Mallku, resolviendo la suspensión inmediata de los accionantes para que no puedan cultivar sus tierras, por el periodo de dos y seis años respectivamente. Esta última Resolución fue enviada en revisión a una tercera instancia de autoridades de la Nación Originaria, los mismos que decidieron excluir a los accionantes de la aplicación de sanciones, manteniendo sólo la sanción de reversión de la producción de quinua de las gestiones 2011 y 2012, para que pasen a la Marka, además de imponer tres años de suspensión de trabajos de agricultura en los terrenos en conflicto. En base a lo mencionado, los accionantes consideraban que las autoridades indígenas les impusieron sanciones, sin darles oportunidad para defenderse, vulnerando sus derechos a la vida, a la alimentación, al trabajo digno, a la tierra, al debido proceso (intercultural) y a la petición. El Tribunal Constitucional Plurinacional consideró que la relación entre la justicia constitucional y la justicia comunitaria debe regirse por un principio de mínima intervención, por el cual no se busca rejudicializar lo resuelto, sino simplemente constatar si existen derechos fundamentales que fueron gravemente desconocidos y que ameritan una tutela constitucional excepcional. Por tal motivo, el Tribunal concedió parcialmente la tutela, por evidenciarse que en el caso concreto se vulneró el derecho a la fundamentación de las resoluciones, en consecuencia se ordenó la anulación de las resoluciones emitidas. 114 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Cumplimiento de normas y procedimientos propios En la Sentencia 0778/2014 de 21 de abril, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un comunario contra las autoridades de su Marka (Organización de varios ayllus). Se manifestó que un miembro de una de las comunidades de la Marka consolidó la propiedad de un terreno a su favor a través de un proceso ante la justicia ordinaria. Ante esta situación, en fecha 20 de junio de 2012, el Cabildo de la Marka emitió un voto resolutivo determinando que el terreno mencionado debía ser devuelto a su anterior propietario en consideración a que se obtuvo la propiedad del terreno desconociendo los usos y costumbres de la comunidad, de igual manera, se decidió sancionar a toda la comunidad, en donde se ubicaba el terreno, disponiéndose que todos sus miembros sean suspendidos en el ejercicio de cargos originarios y políticos, tampoco podrían participar en eventos deportivos ante la Marka y el Municipio. Es decir, se sancionó a todos los miembros de una comunidad. El Tribunal constató que las comunidades donde se produjo el conflicto se auto identifican como aymaras. Igualmente, se estableció que la Marka se constituye en el “centro” o “taypi” de las comunidades aledañas que pertenecen a dicha organización. Se evidenció que el voto resolutivo no cumplió con las normas y procedimientos propios, no se agotó la etapa de conciliación, tampoco se realizaron diálogos en el Cabildo. El Estado garantiza el ejercicio del principio de libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y se respeta la aplicación de las normas y procedimientos indígena originario campesinos, así como la decisión de sus sanciones. Sin embargo, las sanciones deben ser compatibles con el “vivir bien” y con los valores supremos constitucionales, por lo que correspondía la anulación del voto resolutivo de 20 de junio de 2012. El Tribunal concedió la tutela con relación al derecho a un debido proceso intercultural, ordenado a las autoridades indígena originaria campesinas de la Marka la realización de diálogos para la solución de las divergencias existentes. 115 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Derecho a la fundamentación y proporcionalidad de sanciones En la Sentencia 0961/2014 de 23 de mayo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por miembros de una familia de una comunidad contra las autoridades indígena originaria campesinas del Sindicato Agrario (Alcalde Policial, Corregidor Auxiliar saliente, al Corregidor actual y Secretario General saliente y al actual Secretario ). En la acción se señaló que en fecha 29 de noviembre de 2012 se firmó un contrato entre la empresa minera GRUMINBOR S.R.L., Cooperativa y la Comunidad para la explotación de óxido de hierro. En dicho contrato se acordó que los comunarios nominados en grupos y por turno debían ser tomados en cuenta en los trabajos de explotación del mineral. No obstante, en la Magna Reunión Extraordinaria de la Comunidad de fecha 3 de diciembre de 2012, a través de una Resolución se determinó la suspensión de todas las actividades de modo indefinido de los comunarios que trabajan en la mina de explotación de óxido de hierro. Los afectados con la imposición de estas medidas de parte de las autoridades de la comunidad, denunciaron los hechos a las autoridades departamentales de la ciudad capital del departamento correspondiente. El Tribunal consideró que la sanción determinada por las autoridades indígena originario campesinas de la comunidad en contra de sus miembros, debe sustentarse en razones claras tanto para los infractores, como en su “Derecho Propio”. En la Justicia Indígena Originaria Campesina debe respetarse el debido proceso intercultural conforme a las normas propias de la jurisdicción indígena originaria campesina. En consecuencia, el Tribunal tuteló el derecho de que toda sanción debe ser realizada sobre la base de razones sustentadas y claras, con el debido respeto al principio de proporcionalidad. Por tanto, se ordenó a las autoridades indígena originaria campesinas dictar una nueva resolución que posea los sustentos de necesarios. 116 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Deber de demostrar el procedimiento seguido para la expulsión de miembros de una comunidad En la Sentencia 1956/2013 de 4 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un miembro de una comunidad contra una autoridad y miembros de su comunidad. El accionante manifestó que fue sancionado con la expulsión de la comunidad, a pesar de que estaba más de trece años viviendo en la comunidad y que poseía 500 Hectáreas de tierra. Consideraba que su expulsión fue realizada mediante actos de fuerza, y también de modo arbitrario se decomisó su producción de castaña, actos realizados por algunos dirigentes que determinaron que no era miembro de la comunidad por no estar afiliado y que las tierras son de derecho colectivo como está acreditado en el INRA. Argumentos que motivaron su expulsión, por lo cual el accionante solicitaba que se restituya la condición de miembro de la comunidad para que se le devuelva la parcela de 500 Has. y los productos de castaña decomisados. El Tribunal consideró que los dirigentes tienen la función de dirigir y no pueden incentivar ningún tipo de agresión; por otro lado, se verificó que los dirigentes no hicieron conocer cuál fue el procedimiento seguido para establecer la expulsión de un miembro de su comunidad. Omisión que impele a considerar que la expulsión del comunario que interpuso la acción de amparo constitucional fue un acto arbitrario que no se sustenta en los procedimientos propios para la aplicación de la Justicia Indígena Originario Campesina, y por lo mismo, tampoco en un procedimiento que respalde el cumplimiento del derecho fundamental de acceso a la jurisdicción que guarda estrecha relación con los derechos al debido proceso intercultural y a la defensa. Por tanto, el Tribunal tuteló el derecho solicitado. 117 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos pueden presentar objeciones contra resoluciones emitidas por instituciones gubernamentales En la Sentencia 1785/2011 de 7 de noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por un comunario en representación de la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía contra una Fiscal de Materia, el Director de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), el Director del Instituto Nacional de reforma Agraria (INRA) y la Sub Prefecta. El demandante señaló que el día 14 de enero del año 2010 recibió llamadas de hermanos indígenas, que manifestaron que policías y funcionarios del ABT e INRA, a la cabeza del Ministerio Público, procedieron al desalojo de manera violenta de los comunarios de la comunidad. La Fiscal de Materia, que intervino en el desalojo, indicó que a solicitud del Director de la ABT y el Director del INRA, el Fiscal de Distrito le comisionó acompañar a los representantes de dichas instituciones, para la ejecución de varias resoluciones administrativas, que disponían el desalojo de los comunarios que se encontraban ilegalmente asentados en territorio fiscal, por lo que se procedió al desalojo, trasladando la gente a otra localidad. Por su parte el representante de la ABT, indicó que mediante una Resolución Administrativa, dispuso la citación a los comunarios, por la ocupación de terrenos fiscales, disponiendo la paralización de toda actividad en el terreno ocupado. Por su parte, el INRA, señaló que emitió un informe de verificación, evidenciando la ocupación de hecho en la Concesión Forestal y existiendo un asentamiento ilegal. El Tribunal consideró que el Presidente de la Central, bajo sus costumbres y procedimientos, tiene facultad y atribución de representar mediante una acción constitucional a miembros de una comunidad indígena, ya que existe un reconocimiento constitucional respecto a la jurisdicción originaria campesina; por lo que, sus determinaciones deberán ser respetadas, teniendo como único límite los derechos fundamentales, por consiguiente, tanto la jurisdicción indígena originaria campesina, como la ordinaria están controladas por la justicia constitucional; no obstante, se evidenció que las autoridades de la comunidad tenían conocimiento de la orden de desalojo y que podían presentar sus objeciones en un determinado tiempo, aspecto que no fue cumplido, motivo por el cual no se podía interponer de modo directo una acción de amparo. Por lo mencionado, el Tribunal declaró improcedente la tutela solicitada. En el presente caso, los derechos están vinculados al derecho al debido proceso intercultural. 118 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO Derecho al trabajo En la Sentencia 1624/2012 de 01 de octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional interpuesta por integrantes de una comunidad, solicitando el resguardo de sus derechos vulnerados al trabajo y a la dignidad. Los demandantes manifestaron que eran propietarios de 9 parcelas de terreno agrícola adquiridas por sucesión hereditaria debidamente registrada, también se encontraban afiliados a su sindicato y trabajan de manera continuada sus tierras. El 2 de febrero de 2012, varios miembros y dirigentes del sindicato agrario campesino ingresaron a la propiedad de los demandantes con violencia, siendo desalojados junto con sus hijos. Por dichos hechos, consideraban que se afectó su derecho al trabajo ya que no podían desarrollar sus actividades agrarias y pecuarias, además que fueron obligados a firmar un acta de desalojo impidiéndoles su retorno. El Tribunal consideró que la existencia del ingreso al fundo agrario y la expulsión violenta de los accionantes afectó derechos de mujeres y menores de edad. De la revisión del “Acta de Desalojo” de 2 de febrero de 2012, se constató que por faltas graves cometidas consistentes en: faltas cometidas a los compañeros en plena asamblea, daños contra el medio ambiente (Árboles, tunales, etc.) y por ocasionar daños a los sembradíos cultivados por los comunarios, se determinó el desalojo definitivo de los accionantes. De la revisión de la administración de justicia de la comunidad, se verificó que las sanciones de la comunidad de acuerdo a su procedimiento propio consisten en: trabajo comunitario, también los comunarios pueden acordar algún tipo de arreglo (conciliación) o bien los casos pueden pasar a la justicia ordinaria. En el caso concreto se constató que la sanción impuesta a los demandantes no cumplió con los postulados que constituyen ritualismos propios de la comunidad. En base a estos antecedentes el Tribunal, concedió la tutela respecto a los derechos denunciados a favor de los demandantes. 121 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL – INFORMALISMO Derecho a la libre autodeterminación de los Pueblos Indígena Originario Campesinos En la Sentencia 0487/2014 de 25 de febrero, el Tribunal Constitucional Plurinacional recondujo y resolvió una Acción de Amparo presentado por autoridades indígena originario campesinas contra magistrados y ex magistrados del Tribunal Agroambiental. Las autoridades indígena originario campesinos (JIOC) manifestaron que una persona particular interpuso una demanda ante el Tribunal Agroambiental, solicitando que se anule un proceso de saneamiento de tierras; los representantes indígenas aportaron pruebas en dicha demanda, no obstante, las autoridades del Tribunal Agroambiental dieron la razón a la persona particular disponiendo la nulidad del proceso de saneamiento y adicionalmente ordenaron que se realice un nuevo saneamiento de tierras tomando en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad. Las autoridades indígenas demandantes manifestaron que si se tomaba en cuenta el nuevo radio urbano de la ciudad, en la práctica se dividiría el territorio de su comunidad, motivo por el cual, se consideraba que la resolución del Tribunal Agroambiental no estaba fundamentada ya que no consideraron las pruebas aportadas, y que a su vez, se estaba vulnerando su derecho a existir como comunidad campesina en su propio territorio. El Tribunal consideró que los derechos vulnerados de la comunidad son derechos colectivos y, en consecuencia, debían ser protegidos mediante una acción popular y no por medio de una acción de amparo, por tal motivo, en resguardo de los derechos de la comunidad indígena originaria campesina, el Tribunal recondujo la acción de amparo a una acción popular y posteriormente procedió a analizar los hechos denunciados. El Tribunal Constitucional Plurinacional razonó en el entendido que en determinadas situaciones al evidenciarse que ha existido una mala valoración de la prueba es posible que el Tribunal pueda analizar las pruebas aportadas; en el presente caso, se constató que el Tribunal Agroambiental efectivamente realizó una mala valoración de las pruebas, y se evidenció que no se acreditó que las tierras de la comunidad estaban comprendidas dentro del nuevo radio urbano de la ciudad, asimismo, se comprobó que el Tribunal Agroambiental no efectuó una adecuada fundamentación de su resolución llegando a vulnerar los derechos de la comunidad indígena originaria campesina. Por tanto, el Tribunal tuteló los derechos de la comunidad, ordenando que el Tribunal Agroambiental emita una nueva resolución en base a los parámetros establecidos. 122 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos INCONSTITUCIONALIDAD Protección del estado de la propiedad colectiva En la Sentencia 0009/2013 de 3 de enero, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Concreta presentada por el representante de una comunidad campesina demandando la inconstitucionalidad del art. 50.II de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria. El accionante manifestó que su comunidad estaba afrontando un proceso de nulidad de títulos ejecutoriales que le inició una cooperativa agraria; el accionante manifestó que el art. 50.II de la Ley 1715 señala que declarada la nulidad de títulos ejecutoriales de dotación de tierras se consideraría como si las tierras siempre hubieran sido del Estado, por tal razón, se considerá que dicho artículo era contrario con el contenido del art. 394.III de la Constitución, el mismo que protege y garantiza la propiedad privada y colectiva de las comunidades indígenas originarias campesinas, de igual manera, se indicó que el mencionado artículo también era contrario al art. 410 de la Constitución Política del Estado, artículo que hace referencia a la primacía de la Constitución. El Tribunal consideró que la actual Constitución Política del Estado Plurinacional reconoce el derecho y la garantía de la propiedad privada comunitaria y colectiva, siendo un reconocimiento de los derechos indígenas; no obstante, la facultad de emisión de títulos ejecutoriales es una atribución presidencial, siendo una función reconocida por la Constitución Política, de igual manera, para la distribución de tierras se debe seguir un proceso administrativo cumpliéndose con determinados requisitos, entendiéndose que si faltara algún requisito el acto administrativo quedará nulo, por consiguiente, el art. 50. II de la ley 1715, no llega a ser contrario con el art. 394. II de la Constitución Política del Estado; ya que si bien se hace referencia al reconocimiento de la protección de tierras de comunidades indígenas originarias campesinas, las mismas deben contar con títulos de propiedad que se hayan constituido conforme a los requisitos exigidos por ley. Con referencia la art. 410 de la Constitución, el Tribunal determinó que el art. 50.II de la Ley 1715, no es contrario a dicha disposición, por cuanto no se estaría aplicando la ley 1715 por encima de la Constitución. 125 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos INCONSTITUCIONALIDAD Derecho a la territorialidad En la Sentencia 0393/2013 de 26 de marzo, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción Directa de Inconstitucionalidad, presentada por el alcalde de un municipio contra la Ley 203 que aprobó la delimitación territorial de la provincia en donde se encontraba su municipio. El alcalde demandante manifestó que en la gestión 2008, el Ministerio de Presidencia confirmó y modificó parcialmente la Resolución Prefectural 290/04 de 20 de diciembre de 2004, referida a la delimitación de la provincia disponiéndose la remisión del proyecto de ley (que definiría límites territoriales) y sus anexos al Congreso Nacional. El municipio no estaba de acuerdo con el proyecto de ley, ya que lo consideraba como atentatoria a los intereses territoriales del municipio. El Tribunal consideró que con la actual Constitución Política del Estado, los ciudadanos, los pueblos y naciones indígenas están facultadas para decidir la organización territorial del Estado, de tal manera, que las unidades territoriales que se creen o se consoliden no serán efectuadas por un poder central del Estado. Actualmente se reconoce que toda delimitación territorial también debe considerar los criterios históricos y culturales debiendo realizar un proceso de conciliación con los territorios indígenas originarios campesinos; por consiguiente, se debe tomar en cuenta la posible afectación a los territorios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. El Tribunal determinó que la Ley 203, se tramitó con parámetros anteriores a la vigencia de la nueva Constitución Política del Estado, por tanto, la Ley no consideró los criterios históricos y culturales, ni tomó en cuenta la participación de las poblaciones indígena originaria campesinas; por lo que se vulneró el art. 269.II y III de la Constitución Política del Estado, por tal motivo el Tribunal declaró la inconstitucionalidad de la Ley 203. 126 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos INCONSTITUCIONALIDAD Derecho a ser consultados mediante procedimientos apropiados En la Sentencia 0300/2012 de 18 de junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta presentada por Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, demandando la inconstitucionalidad de la Ley 180, por la “intangibilidad” introducida igualmente se solicitaba la inconstitucionalidad del art. 1, 3, 4, 6 y de la Ley 222. Los demandantes señalaban que la Ley 180, al establecer el concepto de “intangibilidad” sobre un determinado territorio, impedía que se elaboren políticas y proyectos de desarrollo en favor de las comunidades indígena originaria campesinas que estaban ubicadas en el territorio en el cual se aplicaría la ley. De igual manera, se manifestó que la Ley 180 antes de ser aprobada debió existir una consulta previa a los pueblos indígenas, por tal motivo se desconoció dicho derecho de los pueblos indígena originario campesinos. También se alegó que la Ley 222, que viabilizaba la consulta a favor de los pueblos indígenas respecto a la construcción de una carretera que pasaría por su territorio, no tenía el carácter de previa en consideración que en la práctica ya estaba aprobado el proyecto para la construcción de la carretera. El Tribunal, en el caso de la inconstitucionalidad de algunos artículos de la Ley 180, consideró que dicha ley es tendiente a proteger el territorio indígena, y que si bien ya fue promulgada sin que existiera una consulta previa a las comunidades indígenas, dicho aspecto no conllevó a que exista una vulneración a los derechos de los pueblos indígenas, en consideración a que la Ley 180 para su aplicación efectiva, previamente debía esperar a que se lleve a cabo una consulta previa e informada a los pueblos indígenas, la misma que estaba siendo dispuesta mediante la Ley 222, en consecuencia la Ley 180 si bien estaba promulgada aún no había entrado en vigencia; por consiguiente, el Tribunal se vio imposibilitado de realizar un control de constitucionalidad de los artículos considerados inconstitucionales de la Ley 180. El Tribunal, con referencia a la inconstitucionalidad de la Ley 222, que disponía una consulta previa para los pueblos indígenas respecto al proyecto de construcción de una carretera, concluyó que dicha Ley reconocía el derecho de las comunidades indígenas a una consulta previa, libre e informada y que si bien estaba aprobado el proyecto para la construcción de la carretera, en la práctica se evidenció que el gobierno ordenó que se paralicen las obras de construcción, mientras se realizaba la consulta a los pueblos indígenas; por tal situación, no se 127 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos percibió algún tipo de agravio de los derechos de las comunidades indígenas. La Ley 222, que a pesar de no ser previa, reconoció los derechos de las comunidades indígenas. Por tanto, el Tribunal declaró la constitucionalidad de los artículos cuestionados de la Ley 222, instruyendo que la aplicación de los arts. 6 y 8 de la Ley 222, concernientes a la participación del Estado y del Órgano Electoral en el proceso de consulta para los pueblos indígenas, debe ser concertada con los pueblos indígena originario campesinos. 128 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos INCONSTITUCIONALIDAD Derecho a la consulta previa e informada En la Sentencia 2056/2012 de 16 de octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta, interpuesta por un diputado de la Asamblea Legislativa Plurinacional que cuestionó la constitucionalidad de la Disposición Adicional Séptima de la Ley 211 de 23 de diciembre de 2011, aduciendo que vulnera los arts. 14, 15, 30.II. 343, 403, 410 y 411 de la CPE, por cuanto pese a tratarse sobre finanzas públicas, introdujo una regulación ajena con la pretensión de modificar el derecho constitucional a la consulta previa de los pueblos indígena originario campesinos en relación a la afectación de su territorio y de la población en general, cuando el medio ambiente se vea afectado por un emprendimiento; siendo considerada como norma promulgada sin consulta previa a los pueblos indígenas, pretendiendo establecer una consulta atípica y contraria a los derechos humanos, en consideración que dispone que en el proceso para obtener una licencia ambiental, el Estado, podrá proceder a la elaboración y aprobación del estudio de evaluación de Impacto ambiental, con el cual las empresas pueden iniciar operaciones o cierre de actividades, estableciendo un límite de los temas que deban ser consultados. El Tribunal consideró que la consulta concertada garantiza que los pueblos indígenas se involucren en proceso de toma de decisiones y que su participación sea efectiva dentro del proceso de diálogo cultural, lo que no podrá lograrse, si se restringen los temas a tratar, limitando el objeto de la consulta. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional Plurinacional declaró la inconstitucionalidad de la Disposición Adicional Séptima de la Ley 211, en su parágrafo I, en la parte que señala: “…no se admitirá la discusión de otros temas que no sean de competencia de la Autoridad Competente y otros no relacionados a la implementación de la actividad hidrocarburífera y de otros sectores…”. Asimismo, el Tribunal señaló que el derecho a la consulta de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, debe ser de cumplimiento obligatorio observando el principio de “buena fe”. De igual manera, el Tribunal Constitucional Plurinacional también declaró la inconstitucionalidad de la Disposición Adicional Séptima de la Ley 211, en su parágrafo II, en la parte que señala: “…Si no se llegara a la suscripción del Convenio de Validación de acuerdo por las razones antes mencionadas se continuará con el procedimiento para la elaboración y aprobación del EEIA conforme a la normativa vigente”. 129 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL Deber de protección y respeto* En la Sentencia 1127/2013-L de 30 de agosto, el Tribunal Constitucional Plurinacional resolvió una Acción de Amparo Constitucional, interpuesta por dos comunarios (una mujer y un adulto mayor), contra autoridades y miembros de su comunidad. Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad y otros. Relataron que por el robo de objetos ocurrido el año 2002, se acusó al hijo de la accionante la que fue sancionada a entregar una puerta para la escuela y elaborar 1.000 adobes; sin embargo, tras descubrir a los verdaderos autores, acudieron a la policía, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue del agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, manifestaron que se llevó a cabo una asamblea en la cual las autoridades escolares les sustrajeron la suma de Bs 600.- que era producto del BONOSOL del padre de la accionante (que es una persona de la tercera edad y que también es accionante), por tales motivos, al ver atropellados sus derechos los accionantes acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, iniciándose un proceso penal que no prosperó llegando a extinguirse; ante tal situación, la accionante, realizó declaraciones en un periódico, señalando que habría sido víctima de injusticias en su comunidad. Por ello refieren que las autoridades se molestaron por las declaraciones efectuadas, motivo por el cual, los miembros de la comunidad y las autoridades indígenas emitieron un voto resolutivo disponiendo que las expresiones de la accionante eran en contra de la comunidad por lo que se determinó la expulsión de la accionante y su familia de la comunidad; igualmente, se sancionó con el pago de Bs.- 70.000 dinero cobrado a favor de la comunidad por no haber cumplido deberes y obligaciones comunitarias. Posteriormente, los comunarios y las autoridades se dirigieron al domicilio de los accionantes y los desalojaron por la fuerza, llevándolos amarrados al templo del pueblo, siendo amenazados con ser quemados vivos si se negaban a firmar un acta de retiro; finalmente, mediante una “Acta de Posicionamiento”, la comunidad procedió a tomar posesión de las sayañas de toda la familia de los accionantes. El Tribunal consideró que es un deber de las autoridades indígena originaria campesinas, de velar por el respeto y protección de los derechos y garantías constitucionales a tiempo de la resolución de las controversias, teniendo la obligación de reflexionar y orientar a los miembros de su comunidad, previo 133 Compendio de Sentencias Constitucionales Plurinacionales Vinculadas a Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos a tomar decisiones. El Tribunal Constitucional Plurinacional también recordó que suscribió un acta de coordinación interjurisdiccional entre autoridades de justicia indígena originario campesina, organizaciones sociales CONAMAQ, CIDOB, CNMCIOB BARTOLINA SISA, CSUTCB Y CSMCIB, CSCIOB y EL PUEBLO AFROBOLIVIANO, en el que se definió la coordinación entre autoridades indígena originario campesinas y las autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional respecto a temas relacionados a la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales. Por tanto, el Tribunal exhortó a las autoridades de la Comunidad puedan resolver los hechos denunciados por los accionantes aplicando los principios, valores culturales y procedimientos propios de la comunidad, respetando los derechos y garantías previstos en la Constitución. 134 TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL Dirección: Av. del Maestro Nº 300 - Teléfono: (591-4) 6440455 Línea gratuita: 800-10-2223 - Fax: (591-4) 6421871 E-mail: tcp@tcpbolivia.bo - web: www.tcpbolivia.bo Sucre - Bolivia INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1127/2013-L Sucre, 30 de agosto de 2013 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrada Relatora: Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi Acción de amparo constitucional Expediente: 2011-24160-49-AAC Departamento: La Paz En revisión la Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi contra Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Triguero Ichuta, Carmelo Ichuta Sánchez, Edwin Juan Triguero Tarqui, Máxima Ichuta Triguero, Juan Triguero Mamani, Genaro Triguero Triguero, Juana Tuco de Triguero, Onofre Tarqui Ichuta, Avelina Triguero de “Humerez”, Isidora Ichuta de Triguero, Abraham Triguero Coronel, Nemecio Ichuta Mamani y Ascencio Quispe Pucho,miembros de la comunidad Yauriri-San Juan, municipio de Jesús de Machaca provincia Ingavi del departamento de La Paz. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 11 de agosto de 2011, cursante de fs. 118 a 129 vta., los accionantes argumentaron lo siguiente: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 11 de mayo de 2002, su hijo y nieto, respectivamente, fueron inculpados del robo de una garrafa y enseres de cocina de una profesora. Por ese motivo, las autoridades demandadas los detuvieron junto al joven referido y los llevaron al salón de reuniones de la escuela “Noruega”, donde se llevó a cabo una asamblea de la comunidad y por determinación unilateral del Director de la citada Unidad Educativa, Benita Ichuta Ichuta fue sancionada al pago de una puerta para la escuela, así como la elaboración de mil adobes. Al no estar de acuerdo con la sanción, descubrieron quiénes fueron los verdaderos autores del robo, por lo que acudieron ante la Policía Boliviana del lugar, solicitando la investigación de los hechos; empero, no fue del agrado de algunos miembros de la comunidad Yauriri-San INDICE Juan, que les suprimieron el servicio de energía eléctrica y agua, así como expulsaron a su hijo de la escuela. Denuncia que recibieron agresiones físicas y amenazas, pretendiendo el cumplimiento de la pena impuesta, procediendo incluso a sustraer la suma de seiscientos bolivianos del pago del Bono Solidario (BONOSOL) de Feliciano Ichuta Aspi. A raíz de estos hechos, sentaron denuncia ante la Fiscalía de Viacha, cuyas autoridades les dijeron que como el tema involucraba a autoridades comunitarias, sería mejor que acudieran a otras vías, recurriendo así, entre otros: al Ministerio de Educación; a la Prefectura -ahora Gobierno Autónomo Departamental- de La Paz; a la Comisión de Género de la Cámara de Diputados; a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados; al Ministerio de Justicia; a la Alcaldía -hoy Gobierno Autónomo Municipal- de Jesús de Machaca; y, al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, remitió antecedentes al Ministerio Público y se llevaron adelante procesos penales, que una vez concluidos, no proporcionaron una respuesta positiva o justa, llegando incluso a operar la extinción del proceso, debido a la retardación de la investigación policial y las constantes agresiones que sufría su familia, por miembros de la comunidad Yauriri-San Juan. Frente a tales sucesos, Benita Ichuta Ichuta hizo una declaración pública en un periódico, el 15 de octubre de 2010, denunciando las injusticias cometidas en su comunidad; pero, los demandados ante eso convocaron a una asamblea, el 10 de noviembre del mismo año, que determinó que las denuncias realizadas por la accionante constituían difamaciones contra varias personas de la comunidad, por lo que resolvieron que debían abandonar el lugar en un término de setenta y dos horas, advirtiéndoles que de no proceder de ese modo se tomarían medidas drásticas de acuerdo a sus procedimientos. Resistiendo el cumplimiento de dicha determinación, Benita Ichuta Ichuta señala que se mantuvo en la comunidad, trabajando la tierra y cuidando sus animales; no obstante, el 23 de diciembre de 2010, otra asamblea de la comunidad decidió su expulsión definitiva, “SIN DERECHO A INDULTO A TODA LA FAMILIA” (sic), reiterándoles que se iban a tomar medidas drásticas en caso de no cumplir con dicha sanción. Para la ejecución de dicha determinación, las autoridades Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta y Primitivo Triguero Ichuta, “elaboraron me entregaron la notificación 3/11, de 24 de Diciembre de 2010” que disponía que los hoy accionantes, además de Roberto Rubén Tarqui Ichuta, “‘…Martín Ichuta Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Eliodoro Ichuta Ichuta, René Ichuta, Margara Ichuta, Gervacia Ichuta…´” (sic), debían realizar el abandono inmediato de sus sayañas (territorios) y sus respectivas pertenencias. El 8 de enero de 2011, los demandados ejecutaron la expulsión; por lo que, al verlos acercarse se encerró en una habitación y a través de su celular pidió auxilio a su hermano y desde una ventana pudo ver cómo un grupo de comunarios procedió a golpear a su padre, sin considerar su avanzada edad, otros se llevaron sus animales a una propiedad vecina. INDICE Horas después, tres de los demandados ingresaron a su vivienda de forma violenta, la sacaron de sus cabellos y los llevaron amarrados a la iglesia del pueblo, donde fueron amenazados con ser quemados con querosén, si no levantaban los procesos penales y otras denuncias. Posteriormente, a pedido de su hermano, se hicieron presentes en el lugar, dos efectivos policiales por órdenes del Comandante Departamental de la Policía Boliviana; pero, los comunarios no los dejaron ingresar indicando que estaban en un proceso de conciliación. Al no poder lograr que los detenidos firmaran las actas por las que de forma “voluntaria” (sic) retiraban las denuncias interpuestas, sus captores los retuvieron ilegalmente durante toda la noche e incrementaron las sanciones, incluyendo la multa de Bs70 000.- (setenta mil bolivianos), por la supuesta omisión de realizar trabajos comunitarios. Al día siguiente, en la madrugada -9 de enero de ese año-, su hermano conjuntamente un contingente policial lograron ingresar a la escuela donde estaban detenidos; empero, tuvieron que retirarse en razón a que los captores les advirtieron de que se trataba de un tema de justicia comunitaria; y, empeorando la situación de su hermano lo dejaron a merced de los agresores; es así que los demandados unilateralmente redactaron un acta que señalaba que entregaba sus tierras a cuenta de la multa impuesta; que se dejaba sin efecto los procesos instaurados; y, que abandonarían de forma inmediata la comunidad, documento en el que la forzaron a estampar sus huellas digitales, sujetándola de brazos y manos. Añade afirmando que los agresores encabezaron una marcha para que abandonen la comunidad y tomaron posesión de sus pertenencias, destrozando por completo la casa y otros bienes de su propiedad; y, que las acciones de hecho están proscritas en el ordenamiento jurídico boliviano y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que establecieron en reiteradas oportunidades que una expulsión constituye una acción ilegal que conculca no sólo las libertades de residencia, permanencia y circulación, sino también otros como el trabajo, la vida, la familia y propiedad. I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados Los accionantes señalan lesionados sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a la libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos mayores, al debido proceso, a la defensa, al debido proceso en comunidades indígenas originarias y la garantía del “tribunal u órgano imparcial”, citando al efecto los arts. 15.I y II, 21.7, 22, 25.I, 46.I, 56.I, 68.II, 114.I, 115, 117 y 190 de la Constitución Política del Estado (CPE); 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); 1, 2 y 16 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; 14 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; y, 2 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. En audiencia señalaron como vulnerado su derecho al agua, a la electricidad y la vivienda. INDICE I.1.3. Petitorio Solicitan que se conceda la tutela y se disponga: a) Dejar sin efecto el voto Resolutivo de 10 de noviembre de 2010; la Resolución originaria 01 de 23 de diciembre; la notificación “3/11” de 24 de diciembre, ambos de ese mismo año; las actas de abandono de 8 de enero de 2011, de conciliación de 9 del mismo mes y año, y de posesión de 10 de ese mes y año, además de cualquier acto referido a la expulsión de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi; b) La restitución de sus derechos en la comunidad y la reconstrucción de su casa; y, c) Se ordene que los demandados respeten su condición de mujer y la de un adulto mayor. I.2. Trámite procesal I.2.1. Rechazo de la acción de amparo constitucional Mediante Resolución de 17 de agosto de 2011, el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Sica Sica provincia Aroma del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz, declaró la “IMPROCEDENCIA IN LIMINE” de la acción de amparo constitucional. I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional En virtud de la impugnación efectuada por Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta Ichuta a la Resolución de 17 de agosto de 2011, el Tribunal Constitucional Plurinacional emitió el Auto Constitucional 0029/2012-RCA-SL de 17 de agosto (fs. 208 a 217), que dispuso revocar la Resolución de 17 de agosto de 2011, instruyendo la admisión y el trámite de la demanda. I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías Celebrada la audiencia pública el 11 de octubre de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 340 a 345 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.3.1. Ratificación de la acción Los accionantes a través de sus abogados se ratificaron en el contenido de su demanda constitucional y agregaron: 1) En marzo de 2011, los demandados terminaron de saquear sus pertenencias y el 1 de mayo del mismo año, robaron aproximadamente 575 ha que les pertenecía; y, en enero de 2012, utilizaron dinamita para terminar de hacer explotar las once habitaciones de la familia afectada; 2) Estuvieron en la indigencia durante estos últimos años; 3) Se ha violado su derecho a la vida, por haberles quitado sus tierras, destrozado su patrimonio y por haberles llevado a la iglesia con la intención de quemarlos con querosén; y, 4) Al habérseles privado de los servicios básicos, se ha vulnerado sus derechos al agua y a la electricidad; asimismo, por los destrozos señalados, se ha vulnerado su derecho a la vivienda. INDICE I.3.2. Informe de las autoridades y miembros de la comunidad demandados Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Triguero Ichuta, Carmelo Ichuta Sánchez, Juan Triguero Mamani, Juana Tuco de Triguero, Avelina Triguero de “Humerez”, Edwin Juan Triguero Tarqui, Máxima Ichuta Triguero, Nemecio Ichuta Mamani, Abraham Triguero Coronel, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui y Martín Triguero Tarqui, miembros de la Comunidad Yauriri-San Juan de La Paz, presentaron informe escrito que cursa de fs. 336 a 339, en el que refieren: i) Benita Ichuta Ichuta, su hijo y Feliciano Ichuta Aspi, incurrieron en importantes agravios contra la comunidad traducidos en la comisión de delitos de orden público, como robo de enseres y artefactos a una profesora en flagrancia, habiendo sido encontrado con “las manos en la masa al momento de cometerse el delito” (sic). Por dicha situación la comunidad, en su legítimo derecho, por sus usos y costumbres sancionó con la elaboración de mil adobes y la compra de la puerta de un garaje para el colegio; sin embargo, ese castigo no fue cumplido, a pesar de haberse intentado, por varios años, llegar a una conciliación, sin ningún resultado, por ausencia de los accionantes; ii) Por el contrario, “como acto de venganza” (sic) se inició varios procesos penales contra varios comunarios, constituyéndose “en una verdades manzana de la discordia” (sic), lo cual no está permitido en un pueblo originario, debiendo preservarse el vivir bien; por otro lado, la familia Ichuta no cumplió con los usos y costumbres del lugar por más de diez años. Es decir, servir a la comunidad y no servirse de ella, debiendo cumplir el cargo de autoridad originaria; iii) Como los accionantes se precian de ser originarios, estaban en la obligación de cumplir con los usos y costumbres o en su defecto pagar una multa; iv) La familia Ichuta se convirtió, durante todo ese tiempo en un peligro para la comunidad; por lo que el pleno con el fin de precautelar su propia seguridad física y jurídica, en forma pactada y consensuada con los accionantes, determinó el alejamiento de toda la familia de la Comunidad o en su defecto pagar las deudas que mantenían, por trabajos comunales, aportes y multas que alcanzaban en esa época a Bs72 000.- (setenta y dos mil bolivianos), de acuerdo a lo establecido en Resolución; fue así que los accionantes y su familia firmaron voluntariamente documentos por los cuales se disponían alejarse definitivamente de la Comunidad; v) Benita Ichuta Ichuta se dio a la tarea de difamar y propalar ofensas contra la comunidad, insultando y denigrando a autoridades judiciales y fiscales, con tal de conseguir sus propósitos; vi) La familia Ichuta nunca fue agredida física ni moralmente; vii) Este “recurso” no es sustitutivo de otros previstos en la ley y los accionantes han interpuesto ya una querella penal contra los demandados, por la supuesta comisión de los delitos de asociación delictuosa, secuestro y privación de libertad, que se encuentra bajo el control jurisdiccional del Juez de Viacha, incluso ya cuenta con imputación formal y solicitud de aplicación de medidas cautelares; en consecuencia, los accionantes no han agotado la vía ordinaria para hacer valer sus derechos; viii) El “recurso” ha sido presentado fuera del plazo de seis meses que establece la Constitución Política del Estado, siendo contradictorio afirmar que se han vulnerado sus derechos y sin embargo, dejar pasar tanto tiempo para reclamarlos; ix) La acción debería estar correctamente dirigida contra toda la comunidad o en su caso los representantes legales o comunales de ésta, por lo que los demandados carecen de legitimación pasiva; y, x) Las personas particulares hoy demandadas no van a poder cumplir con ninguna determinación constitucional, porque no están facultadas para ello, sino que será la INDICE asamblea general de toda la comunidad la que determinará si se acata o no una sentencia constitucional. La falta de seriedad de la presente demanda, llega al extremo de demandar a quienes no son parte de la comunidad y otros que se encuentran fuera del país, por ejemplo, Ascencio Quispe Pucho que es un profesor que hace años dejó la comunidad. En ese mérito, solicitan se deniegue la acción de amparo constitucional. Genaro Triguero Triguero, Onofre Tarqui Ichuta, Ascencio Quispe Pucho e Isidora Ichuta de Triguero, no asistieron a la audiencia, ni presentaron informe escrito a pesar de su notificación practicada el 9 de octubre de 2012, cursantes de fs. 289 a 293. I.3.3. Resolución La Jueza Segunda de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza de garantías, por Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349, concedió la tutela solicitada, disponiendo que los demandados restituyan a los accionantes su casa, tierras, animales y demás enseres, repongan los servicios básicos de energía eléctrica y agua a la familia, así como también la reinserción del menor a la unidad educativa del lugar; y, finalmente, dejó sin efecto las Resoluciones de 10 de noviembre de 2010, de 23 de diciembre del mismo año; y, la notificación 3/11 del 24 de diciembre de 2011, acta de abandono del 8 de enero del referido año, acta de conciliación de 9 del mismo mes y año, acta de posesión del 10 del mismo mes y año. Asimismo, dispuso se permita el ingreso de la accionante y su familia a la comunidad, con todos los derechos y garantías reconocidos por la Constitución Política del Estado, Tratados y Convenios internacionales de Derechos Humanos (DD.HH.), bajo los siguientes fundamentos: a) La accionante acudió a distintos lugares en busca de hacer valer sus derechos, tales como el Ministerio de Educación, Prefectura de La Paz y otros; y, por último al Ministerio Público, instancia que no llegó a buen término para la accionante, en virtud a que el proceso incoado por Benita Ichuta Ichuta se habría extinguido; b) Pese a haber recurrido ante las autoridades jurisdiccionales de El Alto, Sica Sica y Viacha, no obtuvo la tutela solicitada por diferentes causas; c) Por la revisión de antecedentes, se llega a la conclusión de que ha existido lesión de derechos, siendo procedente el amparo para evitar un daño y perjuicio irremediable, de lo contrario se estaría colocando a los accionantes en un estado de necesidad, al permitir que sigan en las mismas circunstancias en las que se encuentran, estando por ello justificada la urgencia de la acción jurisdiccional; d) La Ley de Deslinde Jurisdiccional, de ninguna manera puede vulnerar los derechos fundamentales y garantías constitucionales, pues todas las jurisdicciones reconocidas constitucionalmente, promueven y garantizan el derecho a la vida, así como los derechos de las mujeres; asimismo, las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina, no sancionarán con la pérdida de tierras o la expulsión de adultos mayores o personas en situación de discapacidad, por incumplimiento de deberes comunales, cargos, aportes y otros trabajos; e) Todas las jurisdicciones reconocidas constitucionalmente, prohíben y sancionan toda forma de violencia contra niños, niñas, adolescentes y mujeres, siendo ilegal cualquier conciliación al respecto; y, f) Se exime de costas, daños y perjuicios a los demandados. INDICE I.4. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo. I.5. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Complementariamente, el sorteo fue realizado el 23 de enero de 2013; sin embargo, debido a la necesidad de un peritaje, se solicitó a la Unidad de Descolonización de este Tribunal informe cultural antropológico de la Comunidad Yauriri - San Juan, por lo que se determinó la suspensión del plazo para resolución e incluso se vio la necesidad de realizar una audiencia oral con las partes, la que se efectuó el 10 de junio del presente año; procediéndose a reanudar el plazo mediante decreto de 12 de agosto de 2013 (fs. 574) y consiguientes notificaciones de 29 de agosto de 2013, cursantes de fs. 575 a 576. Por otro lado, puesto en consideración de la Sala Liquidadora Transitoria del Tribunal Constitucional Plurinacional el proyecto de la SCP 1127/2013-L, elaborado por la Magistrada relatora Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, no alcanzó los votos necesarios; habiendo presentado la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi proyecto alterno al cual apoyaron con su voto los Magistrados Dres. Macario Lahor Cortez Chávez, Zenón Hugo Bacarreza Morales y Carmen Silvana Sandoval Landivar; situación ante la cual, luego del análisis respectivo, pasa a ser la Magistrada relatora en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones: II.1. Cursa fotostática de la personería jurídica de la Comunidad Originaria Yauriri San Juan de 27 de junio de 1995, otorgada mediante Resolución Prefectural 092/95 de 23 de junio; Resolución Municipal 063/95 de 12 de junio; Registro 055 de 5 de junio de igual año, del Municipio de Viacha, suscrita por el entonces Prefecto del Departamento de La Paz, Subprefecto de la Provincia de Ingavi, Rosa Trujillo Aliaga y Secretario General (fs. 610). II.2. Acta de asamblea general de las comunidades Yawriri-San Juan y Yawriri-San Francisco, de 20 de agosto de 2002, por el que se resolvió: “Declarar persona no grata al joven (…), Benita Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de la Comunidad T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad. INDICE Asimismo, se determinó por unanimidad la expulsión inmediata y definitiva del Colegio República de Noruega al estudiante (…), solicitando a la Dirección del Establecimiento y Consejo de profesores más Juntas Escolares, realizar el proceso respectivo pasando en conocimiento de las autoridades inmediata superiores del ramo de Educación” (sic) afirmando: 1) El menor AA es autor confeso de la sustracción de enseres de la profesora Benita Mamani Nacho, que hizo la reposición de las mismas; y, 2) Las autoridades originarias más los comunarios firmaron un documento de solución preventiva donde se comprometieron a pagar la sanción de una puerta garaje y mil adobes el 5 de junio de ese año; pero, fue incumplida (fs. 6 a 7). II.3. Por Título Ejecutorial TCO-NAL-000100 de 20 de octubre de 2005, correspondiente al expediente 37943, se dispuso que el Ayllu Yauriri, mediante Resolución Administrativa (RA) RA-ST 0396/2004 de 25 de noviembre, obtuvo la propiedad clase Tierra Comunitaria de Origen (TCO) con tipo de título colectivo, denominada Ayllu Yawriri con una superficie de 4415,9503 ha, por conversión, ubicado en el departamento de La Paz, provincia Ingavi, sección Sexta, cantón Calla (fs. 605). Por otro lado, mediante matrícula computarizada 2.08.6.04.0000004 emitida por el registro de Derechos Reales (DD.RR.), se indica que la TCO ubicada en Calla, denominada Ayllu Yauriri con una superficie de 4415,9503 ha, pertenece al Ayllu Yauriri mediante título ejecutorial colectivo TCONAL000100 de 20 de octubre de 2005, inscrito el 20 de diciembre de 2005 (fs. 606). II.4. Publicación en el matutino El Alteño, de 15 de octubre de 2010, que titula: “LE QUITARON EL BONOSOL. Mujer denuncia injusticia comunitaria” (sic), en el que Benita Ichuta Ichuta, a tiempo de ser entrevistada, indicó: “Esos 600 bolivianos quizá son poco para algunos, pero para nosotros es harto en el campo, dijo al denunciar que el hecho ocurrió el 22 de agosto del 2002 en la población mencionada. Relató que todo pasó a raíz de que se perdió una garrafa de gas en la escuela de la comunidad (…) el director me quitó la billetera de mi papá y se sacó y llevó el dinero relató en medio de un llanto incontenible y la mirada deteriorada por la pena y la injusticia” (sic) (fs. 11). II.5. Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, emitido por los Mallkus originarios de la comunidad Yauriri-San Juan, sexta sección Municipal de Jesús de Machaca, Provincia Ingavi del Departamento de La Paz que resolvió: “…determinamos a la señora: BENITA ICHUTA ICHUTA y su padre FELICIANO ICHUTA ASPI, el abandono inmediato de la comunidad con un término de 72 horas desde el día jueves 11 de noviembre del presente año hasta el día sábado 13 de noviembre del año en curso, caso contrario tomaremos medidas drásticas de acuerdo de nuestros procedimientos” (sic) afirmando que el motivo es la difamación por prensa oral y escrita el 15 de octubre de ese año en el periódico El Alteño; y, que no se siguió el proceso a la comunidad integra hace ocho años desde el hurto de su hijo ocurrido el 11 de mayo de 2002 (fs. 12 a 14). II.6. Del Estatuto Orgánico del Ayllu Originario Yawriri-San Juan, se advierten los siguientes aspectos: En su art. 14 indica que se ratifica en todos los derechos establecidos en la Constitución Política del Estado, “Declaración de los Derechos Humanos y las INDICE internacionales” (sic.). De acuerdo a su art. 15 se ratifica en los deberes establecidos por dicha norma suprema y en el Reglamento interno del Ayllu. El art. 21 menciona que todo integrante afiliado al Ayllu Yauriri-San Juan tiene acceso a tener su propiedad, ya sea pequeño, mediano o de extensión, de acuerdo a las herencias de sus antecesores, debiendo cumplir con todas las obligaciones. Asimismo, indica que el derecho a mantener el acceso a la tierra de todos los comunarios con el cumplimiento de función social, servicios sociales y económicos. El art. 25, indica que cada sayaña está sujeta a dicho cumplimiento. El art. 60 establece el procedimiento de la justicia indígena originaria e indica: “a) La primera instancia es privada dentro de la familia, se solucionará con el apoyo de un pasado o algún familiar. b) La segunda instancia es a través del secretario de justicia, donde los afectados presentan su denuncia y las autoridades citan a los interesados, una vez escuchada la audiencia toma la decisión y se hace recomendaciones al culpable y se ejecuta la sanción, bajo el reglamento interno de faltas y sanciones. c) La tercera instancia es la asamblea comunal del ayllu y si la asamblea no resuelve se transferirá a las instancias superiores (cabildo de MACOJMA, SIMACO,… o justicia ordinaria)”. En cuanto a las faltas leves, no especifica qué acciones serán consideradas como tales, en cuanto a las faltas graves, refiere que serán las reincidencias y en cuanto a faltas muy graves indica al desacato, prepotencia, autoritarismo, inmoralidad, deudas económicas y materiales pendientes cometidas en repetidas veces. El art. 73 señala que las faltas muy graves de los comunarios, serán sancionadas económicamente previa verificación del delito y en caso de incumplimiento, será expulsión definitiva del Ayllu y que los delitos que no son de competencia del Ayllu pasarán a las instancias superiores de la justicia ordinaria. Finalmente, en su art. 75 refiere que desde el momento de su aprobación por la mayoría absoluta de los comunarios, estará en vigencia el indicado Estatuto. No indica fecha de su realización. Por otro lado el Reglamento Interno “Ayllu Originario Yauriri San Juan” en su art. 5 establece el derecho a la integridad física y como deberes en el art. 6 cumplir con las funciones sociales, servicios sociales y económicos, asistir a reuniones, trabajos y otras actividades a nivel comunal. En su art. 11, indica que los aportes económicos de cada contribuyente se cancelarán de acuerdo a la extensión de su propiedad territorial. Ya el art. 14 señala que la sayaña es el espacio territorial donde está establecido y viven los comunarios con su familia, cumpliendo con los servicios sociales y económicos. Las autoridades del Ayllu deberán hacer respetar que la sayaña es la propiedad privada y familiar del Ayllu. Es el domicilio inviolable de la familia aymara. Con respecto a las reuniones ordinarias, el art. 54 indica que las mismas se llevarán cada mes y las reuniones extraordinarias serán realizadas, de acuerdo al art. 55 cuando exista una emergencia, crisis interna y otra situación de urgencia según su importancia, convocada con el “humeo” desde el lugar de costumbre. Finalmente, en cuanto a las faltas de los comunarios indica en su art. 59 que serán sancionadas económicamente, previa verificación del delito y en caso de incumplimiento será expulsado del Ayllu; como faltas graves están establecidas las reincidencias en faltas leves y entre las faltas leves están las inasistencias a reuniones de manera consecutiva, incumplimiento de aportes. Como faltas muy graves se encuentran la reincidencia de faltas graves, ingresar a domicilios e instituciones ajenos sin consentimiento de su dueño, hurto de objetos de la casa. En cuanto a las sanciones, el art. 61 indica que previo el sumario y verificación de los hechos, el caso se registra en el libro de acta como antecedente negativo, luego el infractor sufrirá un castigo de la siguiente alternativa, trabajo INDICE forzado, monto económico en beneficio del ayllu, en caso de rebeldía será despedido y “echada” (sic) del ayllu definitivamente. Mediante acta de “APROBACIÓN DEL ESTATUTO ORGANICO” (sic), se conoce que el Estatuto Orgánico y su Reglamentación se aprobaron por mayoría absoluta y que desde el 19 de diciembre de 2010, entra en vigencia (fs. 615 a 657). II.7. La Resolución originaria 01 de 23 de diciembre de 2010, emitida en base a los arts. 30.II.2 y 190 de la CPE, por las autoridades originarias, comunarias y residentes del Ayllu Originario Yauriri-San Juan, refiere que: en mérito a los principios ético morales de la sociedad plural como el ama llulla, ama sua, ama qhilla, el bienestar común, responsabilidad y justicia social, los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi, incumplieron con las obligaciones y deberes comunitarios, así como los principios referidos, infringiendo la función social, asimismo, se indica que no han aportado con cuotas mensuales, ni han asistido a reuniones ordinarias, tampoco han cumplido con la asistencia en las actividades (fundadas en el art. 393 de la CPE) descritas en el Acta, por lo que la suma que adeuda a la comunidad es de Bs36 260.- (treinta y seis mil doscientos sesenta bolivianos) “sumado por las dos personas” (sic) alcanza a Bs72 520.-; en mérito a todo ello, se estableció que los mencionados incumplieron obligaciones comunitarias durante ocho años ocasionando perjuicios sociales, culturales y otros a toda la Comunidad Ayllu Yauriri-San Juan, en mérito a ello se dispuso: i) Desconocer a los nombrados como miembros de la Comunidad; ii) La expulsión definitiva sin derecho a indulto a toda la familia, indicando que una vez entregadas las notificaciones de abandono a Benita Ichuta Ichuta deberá abandonar inmediatamente y en forma voluntaria; y, iii) En caso de incumplirse con lo determinado, la Comunidad se declaró en estado de emergencia y alerta, en el que los comunarios no se responsabilizan por ningún tipo de perjuicios en caso de no acatarse lo decidido. Fundamentando entre otros aspectos, que hubo: “Agresiones físicas, psicológicas a las autoridades originarias, comunarios, autoridades educativas y a otros en forma consecutiva. Amenazas, calumnias, injurias difamaciones, amedrentamientos con todas las autoridades, comunarios y residentes en diferentes lugares. Haciendo declaraciones falsas en medios de comunicación oral, escrita y televisiva denigrando a la comunidad. Enjuiciamiento a diferentes autoridades comunarias y al Ex Director del Núcleo Yauriri…Se comprometió no iniciar proceso en contra de autoridades originarias comunarias y profesores” (fs. 15 a 17). II.8. Del informe de 7 de enero de 2011, emitido por los efectivos policiales destinados a Calla Tupac Katari de la provincia Ingavi, dirigido al Comandante de la Policía Rural y Fronteriza, se advierte que el 20 de noviembre de 2010, a horas 11:30 la señora que se identificó como Benita Ichuta Ichuta, se apersonó al puesto policial Calla Tupac Katari Provincia Ingavi, manifestando que fue víctima de agresiones físicas por parte de los comunarios de YauririSan Juan, Sexta Sección de Jesús de Machaca, misma que presentaba lesiones, se la auxilió llevándola al Centro Médico más cercano, pero en dicho centro no había atención, habiéndose solo podido conseguir algunos calmantes; empero, la misma no quiso formalizar su denuncia, indicando que ya lo había hecho en la ciudad de La Paz, pues en una anterior ocasión ya había sido víctima de agresiones físicas, por parte de los sindicados (fs. 660 a 661). INDICE II.9. Acta de constancia de una reunión llevada a cabo el 8 de enero de 2011 a horas 18:00, del Ayllu Yauriri-San Juan, en la que se encontraban presentes las autoridades originarias (Jiliri Mallku, Agustín Triguero “I.” y Mallku Originario, Primitivo Triguero y Mario Triguero Ichuta), los comunarios y comunarias, así como Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi, en la que se estableció el orden del día. En el acta se señala que, la hoy accionante a la pregunta del “Jilir” Mallku, respondió que iba a continuar con los procesos penales contra Ascencio Quispe Pucho y Juan Triguero Mamani y otros; asimismo, con respecto a “la apropiación de sayaña de Rolando Ichuta Triguero después de haber pasteado su pastal del mencionado Señor…” (sic) indicó Benita Ichuta Ichuta que se le iba a cancelar al propietario lo que pidiera, respecto al incumplimiento de la función social el acta indica que los accionantes debían cancelar Bs36 260.- por cada uno; sin embargo, éstos se negaron a cancelar dicho monto. Finalmente, como resultado de tal reunión, la Comunidad concluyó que debía aplicarse la Constitución Política del Estado, el Estatuto Orgánico y Reglamento Interno del Ayllu (fs. 34 a 35 vta.). II.10. Por Acta de Abandono del día sábado 8 de enero de 2011, a horas “dieciocho” (sic), reunidos en la Unidad Educativa Yawriri-San Juan del Ayllu, el Jiliri Mallku, Sullka Mallkus, Mallku Taykas, dirigentes, comunarios de base, así como los accionantes, a objeto de determinar objeto de incumplimiento de función social en base al art. 190 y 192, la Ley de Deslinde Jurisdiccional y de acuerdo a sus usos y costumbres y en aplicación de los arts. 18 y 20 del Estatuto Orgánico del Ayllu Yawriri-San Juan de faltas y sanciones, luego de darles la oportunidad de reconciliación a los accionantes, respetando sus derechos a la defensa se determinó que las sayañas de la señora Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi, quedaban expropiadas en beneficio de la Comunidad Ayllu Yauriri San-Juan, por no haber cumplido con la función social, debiendo abandonarlas en forma voluntaria dentro de setenta y dos horas de forma definitiva (fs. 327 y vta.). II.11. Del acta de conciliación de 9 de enero de 2011, a horas 8:00, entre la Comunidad Yauriri-San Juan y los hoy accionantes, junto a sus hermanos René y Enrique Ichuta Ichuta (abogado el primero); se indica que se dispuso: a) Por incumplimiento del servicio social a la Comunidad y la deuda acumulada deja sus dos sayañas en beneficio de la Comunidad; b) El hermano de la coaccionante, René Ichuta Ichuta, se comprometió a convencer a su hermana, para que desista de los diferentes procesos penales contra el profesor Ascencio Quispe Pucho y Juan Triguero Tarqui, así como para que no inicie nuevos procesos contra las autoridades originarias o los comunarios o comunarias; asimismo, ante el pedido de respetar su casa en el pueblo de Yauriri de Machaca, los comunarios no lo aceptaron, sino que por el contrario decidieron que sea demolida para la calle del pueblo. Por otro lado, la propia colectividad determinó desistir de los procesos instaurados contra la accionante; c) “A la propuesta de la familia Benita Ichuta Ichuta; los mallkus originario, autoridades, comunarios de base aceptaron la propuesta. La Comunidad se comprometió a devolver el ganado de la accionante…” que se encontraba en la sayaña de Rolando Ichuta Triguero (sic); d) Ambas partes se comprometieron a otorgarse garantías para que exista un buen vivir o suma qamaña; y, e) La familia de Benita Ichuta Ichuta, debe abandonar la comunidad en veinticuatro horas, entregando sus sayañas de forma pacífica, libre y voluntaria. En INDICE constancia firman el acta, Primitivo Triguero Ichuta y Mario Triguero Ichuta como Mallku originarios y Agustín Triguero Ichuta como Jiliri Mallku Ayllu -ahora demandados-, así como los accionantes (fs. 36 a 37). II.12. Por acta de garantía del 9 de enero de 2011 a horas 9:00, Benita Ichuta Ichuta, se comprometió a no agredir psicológica ni físicamente a las autoridades originarias, comunarios y residentes, y viceversa. Los hermanos de aquélla, Enrique y René Ichuta Ichuta y su padre Feliciano Ichuta Aspi, se comprometieron a no agredir ni psicológica ni físicamente a las autoridades originarias, comunarios y residentes, así como a no presentar procesos judiciales en su contra; asimismo, del acta de entrega de la misma fecha a horas 10:45, se indica que se le devolvió a los accionantes el ganado decomisado el día anterior, consistente en veintidós vacas, veintidós llamas (faltando dos llamas), ovejas en la misma cantidad y dos burros (fs. 37 vta. y 330 vta.). II.13. El informe de 9 de enero de 2011, emitido por el Sub comandante de la Estación Policial Integral 5 Huayna Potosí, Freddy Villarroel Gutiérrez dirigido a Raúl Romero Rodríguez, Comandante de dicha Estación Policial, indica que el 8 de enero a horas 20:30 junto con otro oficial y cinco policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, más treinta y cinco “clases”, se constituyeron en Yauriri-San Juan para rescatar a Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta Ichuta, padre y hermana respectivamente del denunciante René Ichuta Ichuta, quien indicó que las víctimas fueron secuestradas en la iglesia de dicha población. Pero cuando los policías fueron a la iglesia a las 23:30, no había nadie allí, sin embargo, habiéndose aproximado el mallku Agustín Triguero Ichuta y otras autoridades, éstos les indicaron que no se había secuestrado a ninguna persona, peor sustraído o robado algún ganado, habiéndoles explicado porque estaban siendo juzgados (deuda económica a la comunidad, difamación, que eran abusivos) invitándoles a la escuela de la población donde los comunarios realizaban una asamblea en la que participaban los posibles secuestrados. El informe indica que no se verificó secuestro alguno, vejámenes, torturas ni malos tratos ni quema de domicilio, peor robo de ganado, por lo que se retiraron a horas 3:30 aproximadamente (fs. 662 a 663). II.14. A través del “Acta de Posesionamiento” (sic) de 10 de enero de 2011, a horas 11:30, se advierte que la Comunidad Yauriri-San Juan en general, se reunió para tomar posesión en las sayañas de la familia de Benita Ichuta Ichuta, Feliciano Ichuta Aspi, René Ichuta Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Eleodoro Ichuta Ichuta, Martín Ichuta Ichuta, Gervacia Ichuta Ichuta, Margara Ichuta Ichuta y Roberto Rubén Tarqui Ichuta, estableciendo las delimitaciones de los terrenos y amojonando los mismos, constando finalmente, que de acuerdo a sus costumbres, tomaron posesión de los referidos predios, en presencia de efectivos de la Policía Rural Fronteriza del Cantón Kalla Baja. En constancia firman el acta, Primitivo Triguero y Mario Triguero Ichuta como Mallkus originarios y Agustín Triguero Ichuta como Jiliri Mallku Ayllu (fs. 38 a 39 vta.). II.15. El informe suscrito por Apolinar Alaro Tarqui, efectivo policial de 10 de enero de 2011, indica que el 8 de enero de 2011 a horas 16:50 aproximadamente, se hizo presente en la INDICE oficina policial Enrique Ichuta Ichuta, el mismo que indicó que su padre Feliciano Ichuta Aspi de ochenta años de edad y su hermana Benita Ichuta Ichuta de cuarenta y cinco años de edad, habrían sido secuestrados por los comunarios de Yauriri San Juan, perteneciente a Jesús de Machaca, supuestamente por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la mencionada comunidad. Una vez constituidos en la comunidad Yauriri-San Juan, aproximadamente a las 18:00 de ese día, los efectivos policiales fueron interceptados por veinte personas de la comunidad, indicando que no era posible ver a los accionantes, pues se encontraban en la Unidad Educativa sin ningún problema, ante la insistencia de verlos, dichas veinte personas se pusieron agresivas, motivo por el cual tuvieron que retornar a su puesto policial, para evitar agresiones. Posteriormente, Freddy Villarroel, Subcomandante del Distrito Policial 5, se hizo presente con treinta efectivos y personal de la FELCC, entre siete efectivos entre “clases” y policías, quienes se hicieron cargo de la situación (fs. 31). II.16. Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Triguero Ichuta, Mario Triguero Ichuta, autoridades originarías del Ayllu Yauriri - San Juan y otros comunarios, por memorial de 11 de enero de 2011, dirigido al Defensor del Pueblo, comunican a dicha autoridad que, en base a sus usos y costumbres determinaron la expulsión de la familia de Benita Ichuta Ichuta, refiriendo todos los antecedentes conocidos y la ejecución de dicha decisión, que se realizó el 8, 9 y 10 del mismo mes y año, en estricta sujeción a la práctica del buen vivir, refiriendo: “…no hemos tocado la humanidad de los comunarios castigados, respetando el derecho a la vida, a la defensa y las garantías constitucionales” (sic); denunciando como falsas las acusaciones de la ahora accionante (fs. 4 a 5 vta.). II.17. El certificado médico forense de 12 de enero de 2011, suscrito por el médico forense del Instituto de Investigaciones Forenses, José Hoyos Sánchez, en cumplimiento de requerimiento fiscal, indica que el paciente Feliciano Ichuta Aspi de setenta y ocho años de edad, de acuerdo a los antecedentes referidos, por éste de haber sido agredido físicamente por varias personas el 8 de enero del mismo año en la tarde, presenta dolor en ambas regiones dorso lumbares y en el tercio medio posterior de ambas piernas sin “signología detectable” (sic), concluyendo dicho certificado que sufrió violencia, prescribiéndole cinco días de impedimento. Asimismo, por certificado médico forense de la misma fecha, se indica que Benita Ichuta Ichuta -quien refirió que el 8 de enero de 2011 a horas 15:30 fue agredida por varias personas de la comunidad Yauriri San Juan provincia Ingavi- recibió golpes en la espalda y el cuerpo, prescribiéndole ocho días de impedimento (fs. 18 y 19). II.18. El informe policial con cargo de recepción en el Comando Departamental de Policía Rural y Fronteriza de La Paz, de 12 de enero de 2011, suscrito por Luis Mauricio Ramirez, Julio Sosa Huanca, Silvestre Aruquipa Laruta, efectivos policiales del referido comando, indica como antecedentes que el 8 del mismo mes y año, se denunció el secuestro de los ahora accionantes en la Comunidad Yauriri-San Juan; una vez en el lugar, a las 19:35, se verificó que la Comunidad se encontraba reunida en la escuela con la presencia de aproximadamente ciento cincuenta personas y en contacto con Agustín Triguero Ichuta, Jiliri Mallku, éste les refirió que no hubo secuestro, sino una reconciliación de la Comunidad. Los funcionarios policiales dieron parte de esa información a sus superiores y fueron invitados por la INDICE autoridad originaria al lugar en el que se llevaba adelante la reunión; en el mismo, quedaron apostados tres de dichos efectivos con el objeto de resguardar la seguridad de los “sindicados”, el 9 de enero de 2011 a horas 10:30, concluyó la reunión sin que se haya llegado a una solución, por lo que se decidió aplicar justicia comunitaria de desalojo de Benita Ichuta Ichuta y su familia, quienes firmaron el acta de garantía y desalojo, recogieron sus animales y se retiraron del lugar (fs. 32 a 33). II.19. Por formulario de caso impreso el 25 de febrero de 2011, los accionantes denunciaron la comisión de los delitos de asociación delictuosa, secuestros y privación de libertad, indicando que el 8 de enero de ese año, fueron víctimas de secuestro y también sus animales, los mallkus y autoridades de la Comunidad Yauriri-San Juan rodearon su domicilio y la sacaron a la rastre, amenazándola con quitarle la vida, luego les metieron a la iglesia y llevaron una soga para ahorcarles. Indica que los comunarios bloquearon el camino, al saber que iban a ir policías a rescatarlos, luego les trasladaron a la escuela y disimularon la existencia de una conciliación, querían saber los comunarios si los accionantes iban a levantar o no los procesos seguidos contra Ascencio Quispe Pucho -ex profesor-, asimismo, les indicaron a los accionantes que debían pagar Bs72 500.- por inasistencia a la comunidad, pretendiendo quemarlos con querosén, les obligaron a colocar sus huellas en un acta (fs. 474). II.20. El Voto resolutivo 03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011, que emitieron las “autoridades originarias, el directorio, bases y residentes del ayllu Yawriri san Juan (…) dirigido a todas las autoridades competentes, autoridades Públicas, Fiscalías. Jueces de partido, prensa oral y escrita y diferentes ministerios y vice ministerios del estado Plurinacional de Bolivia. etc. Sobre el abandono voluntario de la Familia ICHUTA Por su incumplimiento en la función social económica y las falsas acusaciones, difamaciones persecuciones humillaciones y querellas en contra de diferentes comunarios…” (sic); esta declaración, explica que la referida familia se encuentra sometida a la jurisdicción indígena originaria campesina y en ese mérito se tomaron determinaciones, pues de forma voluntaria incumplieron deberes y obligaciones comunitarios, posteriormente, se indica que: ”…ellos mismos abandonaron con todas su pertenencias en el mismo instante”. Dicho Voto está suscrito -entre otros- por Agustín Triguero Ichuta, Jiliri Mallku Ayllu Originario, Primitivo Triguero Ichuta, Mallku Originario Mario Triguero Ichuta Mallku Originario y Mercedes Ichuta Jiliri Mallku Ayllu Originario (fs. 316 a 320). II.21. Por informe emitido el 20 de agosto de 2012, por Silverio Isidro Limachi Cruz efectivo policial dirigido a Félix Rocha Revollo, Director Distrital de la FELCC de El Alto, se indica que el 9 de enero de 2011 llegaron a Yauriri San Juan a horas 2:10, se procedió a registrar el lugar del hecho con el personal de laboratorio y se constató que se encontraban cinco habitaciones sin daños materiales, solamente la ventana de una habitación se encontraba forzada, con relación al ganado, según lo que mencionó Enrique Ichuta Ichuta “(hijo)” (sic), “…está completo las ovejas, los ganados de vacuno camélidos y burros no se encuentran en su domicilio, lo tenía en poder lo comunarios de la comunidad a cargo del Jilir Mallcu Originario Sr. Agustín Triguero Ichuta…”. Ese mismo día a las 2:30 fueron a la escuela de la INDICE comunidad, y tomaron contacto con Mario Triguero Ichuta y Agustín Triguero Ichuta, quienes estando reunidos en aula de la referida escuela, manifestaron que estaban reunidos en forma pacífica; asimismo se adjunta acta de registro del lugar, el cual indica que el 9 de enero de 2011 a horas 2:30, se encontraban en la Comunidad Yauriri-San Juan, se contactaron con Mallku Originario Jiliri Mallku Agustín Triguero Ichuta y Mario Triguero Ichuta, quienes indicaron que estaban sin novedad “…de la misma manera se constató que se encontró con el Sr. Feliciano Ichuta Aspi, de la misma manera se contacto a la Sra. Benita Ichuta Ichuta…, se encuentran sin novedad y participando en la reunión de la mencionada comunidad” (sic) (fs. 277 y 278). II.22. Hilda Mery Gutiérrez Martínez y Humberto Parra Condori, Fiscales de Materia presentaron imputación formal de 20 de agosto de 2012, contra Agustín Triguero Ichuta, Juan Triguero Mamani, Nemesio Ichuta Mamani, Ascencio Quispe Pucho, Mario Tirguero Ichuta, Martin Triguero Tarqui, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui, Tiburcio Humiri Ichuta, Avelina Triguero de Humiri y Juana Tuco de Triguero por la presunta comisión de los delitos de tentativa de asesinato, robo agravado, daño calificado, allanamiento de domicilio o sus dependencias, asociación delictuosa y privación de libertad, indicando que habiendo tomado conocimiento de la denuncia planteada por Feliciano Ichuta Aspi y Benita Ichuta Ichuta, se comunicó el inicio de las investigaciones tendientes a demostrar la existencia de los elementos de convencimiento de la participación de los imputados en los ilícitos penales, pudiendo establecerse la existencia de suficientes elementos de convicción como para sostener que los imputados son con probabilidad autores o partícipes del delito que se les atribuye. Los hechos expuestos refieren que, el 8 de enero de 2011 a horas 15:35, un tumulto de gente ingresó a su inmueble, de donde sacaron ganado para llevarlo a la casa de Isidora Ichuta, luego rodearon a Feliciano Ichuta Aspi a quien golpearon y amenazaron y lo mantuvieron tendido en el piso por más de dos horas; con respecto a Benita Ichuta Ichuta violentaron la puerta y ventana de la habitación en la que se encontraba para sacarla a la fuerza, agrediéndola físicamente. A horas 18:00 del mismo día señalado los accionantes fueron arrastrados hasta la iglesia por Ascensio Quispe Pucho, Agustín Triguero Ichuta, Juan Triguero Mamani, Abelina Triguero de Humiri y Juana Tuco de Triguero, ya en el interior de dicha iglesia Agustín Triguero y Juan Triguero Mamani los sujetaron “…con una reata en la cintura y con la otra en el cuello para colgarla en la torre a su vez tenían listo cinco litros de kerosene para rosearla y quemarla vivo…” (sic) los demás colaboraron con este hecho, mientras que Ascensio Quispe Pucho labraba un acta de pacto de silencio, acordando que ninguna persona debía informar los hechos a las autoridades si se presentaban. Cuando se enteraron de que efectivos policiales estaban llegando, conformaron cuatro grupos, el primero para resguardar a las víctimas, el segundo para bloquear el camino, el tercero para resguardar el ganado y el cuarto buscaba un lugar donde esconder a las víctimas. Asimismo, indica la imputación formal que en mérito a la llegada de la policía no se consumó el linchamiento. A las 20:50 fueron trasladados a la escuela de la comunidad para realizar una conciliación, les impusieron la multa de Bs72 500.-, además que debían retirar las denuncias contra Ascencio Quispe Pucho, en esas circunstancias llegaron efectivos de la FELCC de La Paz cuando promediaba la 1:00 de 9 de enero de 2011, cubriendo a Feliciano Ichuta Aspi con una frazada y a Benita Ichuta Ichuta con aguayo para dar la apariencia de que estaba en reunión, INDICE ocultando el querosén y las reatas, abandonando el aula muchos comunarios quedándose sólo treinta personas. Posteriormente, al promediar las 2:00 cinco efectivos ingresaron al aula, al haber sido informados que se trataba de una reunión de conciliación se fueron del lugar sin rescatar a las víctimas. Ya al amanecer, cuando estaban los policías, Enrique y René Ichuta Ichuta, también fueron privados de libertad, se les impuso a la familia Ichuta que abandonen la comunidad y su casa en veinticuatro horas, bajo alternativa de lincharles, distribuirse el ganado y quemar el inmueble, toda esa situación se dio hasta las 11:30 del 9 de enero de 2011. El 9 de enero de 2011 los condujeron a su casa donde los vigilaron para asegurarse de que cumplieran su compromiso, habiendo salido las víctimas del inmueble el lunes 10 de enero de 2011 a horas 11:00, para ello se congregó una marcha de personas, que llevaban banderas y gritaban que se vayan, a su vez iniciaron el amojonamiento de las parcelas de las víctimas y allanaron la propiedad, en esas circunstancias llegaron el Comandante de la Policía Rural y Fronteriza de La Paz, quien intercedió para que puedan salir con vida. El 20 de enero de 2011 a horas 10:00, la cabeza de los ahora demandados, allanaron la casa, demolieron muros, corrales, hornos y depósitos de alimentos y entre otros aspectos, el 8 de enero de 2012, demolieron el inmueble principal, empleando dinamitas y prendieron fuego en todos los cuartos. Asimismo, la imputación indica que, por las investigaciones, las declaraciones de las víctimas y de los testigos, se tiene que los imputados, son los presuntos autores intelectuales y materiales en la consumación de los diferentes hechos descritos, que se traducen en ilícitos penales, siendo el móvil de los hechos el desalojarlos de la comunidad Yauriri San Juan y despojarlos de sus bienes materiales y de su ganado (fs. 307 a 315). II.23. Por Informe técnico de registro del lugar de los hechos, de 30 de noviembre de 2012, Freddy Alanoca Flores, Investigador Especial, a denuncia de René Ichuta Ichuta, indicó que el 8 de enero de 2011, encontrándose de servicio en la División Escena del Crimen por disposición de Rosalio Álvarez Claros, Director Departamental de la FELCC de La Paz a cargo de Pablo Patiño Cuba, Ramiro Quito Huanca, Silverio Limachi Cruz, efectivos, Javier Quispe Choque y René Ichuta Ichuta, se constituyeron a Yauriri-San Juan del departamento de La Paz, a constatar el presunto hecho denunciado por toma de rehenes, habiendo arribado a las 00:00 se tomó contacto con Jesús Aro Tarqui, encargado de la Policía Rural y Fronteriza de Jesús de Machaca, quien manifestó que las supuestas víctimas, estarían siendo tomadas como rehenes por los comunarios de Yauriri-San Juan Sexta sección de Jesús de Machaca, fue así que se constituyeron con la comisión de policías, hasta la comunidad Yauriri-San Juan a horas 2:10, cuando se constató el domicilio de las presuntas víctimas se observó un inmueble de cinco habitaciones a la intemperie, y que una las ventanas de la habitación, había sido forzada en su mecanismo de seguridad; asimismo, constataron animales domésticos en su corral y al no encontrar a las víctimas, se constituyeron a las instalaciones de la escuela del lugar, evidenciando en una de las aulas, una cantidad de personas en un número de ochenta a noventa, entre hombres y mujeres, quienes al percatarse de su presencia, salieron indicando a través de Agustín Triguero Ichuta que las víctimas habrían cometido presuntos hechos de anomalía contra las normas de la comunidad. Se pudo observar que las presuntas victimas estaban sentados en una silla y una banca con un pupitre, y que se oponían a firmar cualquier documentación, puesto que los comunarios les exigían que firmen el acta INDICE redactada por los líderes, los mallkus se opusieron a que se saque fotografías del libro, así como de llevarse a cabo otros actuados policiales, manifestando que se brindaría garantías, por lo que no se pudo realizar el rescate. Se adjunta a dicho informe, muestrario fotográfico en el que se observa que, ya era horario nocturno, por otro lado se advierte a los accionantes dentro del aula junto a los comunarios, asimismo, cursando leyendas en las fotografías, que refieren corresponder a hechos relatados en el informe (fs. 477 a 483). III. CONCLUSIONES CON RELEVANCIA CULTURAL-ANTROPOLÓGICA Con el objetivo de conocer adecuadamente la realidad de la Comunidad Yauriri - San Juan, se solicitó a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, la realización de un informe de campo detallado sobre dicha comunidad, que cursa de fs. 536 a 573, del que se obtuvo la siguiente información: III.1. En cuanto a la identidad cultural La Comunidad de Yauriri-San Juan, es parte del municipio de Jesús de Machaca, provincia Ingavi del departamento de La Paz, según sus autoridades originarias, es una comunidad precolonial. El verdadero nombre de Jesús de Machaca es “Machaq Marka” y ancestralmente se constituía en una sola marka; sin embargo, fue dividido por discrepancias internas, quedando como la parcialidad de abajo (Alay Suxta) y la parcialidad de arriba (Araxa Suxta); la primera de ellas, a la que corresponde la Comunidad Yauriri-San Juan, se conforma de diecinueve ayllus, con aproximadamente 10535 habitantes (5485 mujeres y 5050 varones). III.2. En cuanto al idioma El lenguaje predominante de comunicación entre las personas mayores de la Comunidad Yauriri - San Juan es el aymara; en cambio, los jóvenes son bilingües, pues se comunican tanto en los idiomas aymara y castellano. III.3. En cuanto a la organización estructural del Ayllu El Ayllu Yauriri Unificado se encuentra compuesto por las Comunidades de Yauriri-San Juan y Yauriri-San Francisco, cada una de ellas con sus propias autoridades. La comunidad de San Juan en sí, está organizada por familias que viven en sus respectivas sayañas, como base de su organización territorial mantienen el muyu (rotación) en la designación de cargos y comisiones de trabajo por un año. Las autoridades de la comunidad son: 1) Jilir Mallku Awki y Jilir Mallku Tayka; 2) Primer Mallku Originario Awki y Primer Mallku Originario Tayka; y, 3) Segundo Mallku Originario Awki y Segundo Mallku Originario Tayka. La estructura de autoridades originarias, en las comunidades son autónomas en su administración territorial, de una comunidad a la otra, conforme a sus normas y procedimientos propios. INDICE Yauriri-San Juan está constituido por noventa y nueve familias contribuyentes, de acuerdo a sus registros, alcanzando una población de más de cuatrocientas personas. III.4. En cuanto a su organización económica Consiste en la producción agrícola y pecuaria en pequeña escala; el manejo ecológico del territorio está orientado bajo el principio de las aynokas (terrenos colectivos para la producción agrícola de carácter rotativo), en el que prima la solidaridad entre los comunarios, siendo complementaria la actividad comercial en las ciudades de El Alto y La Paz. III.5. En cuanto a la espiritualidad Conforme a su cosmovisión aymara, mantienen la práctica de sus costumbres culturales y espirituales, en relación a la Pachamama (madre tierra); aún desarrollan las fiestas tradicionales y patronales de la Comunidad por diferentes tiempos y épocas (jallupacha y awtipacha), así como se han apropiado de fiestas patronales de la iglesia católica en honor a San Juan Bautista. III.6. En cuanto a la estructura política - territorial III.6.1. Gobierno Comunal Las autoridades originarias de la Comunidad Yauriri - San Juan, son la máxima instancia de representación del gobierno originario, designados por un año calendario según sus usos y costumbres de la comunidad. Los estatutos orgánicos incorporan una nueva autoridad dentro del Consejo de Mallkus, el Jalja Mallku (Secretario de Justicia). III.6.2. Territorio Indígena Originario Campesino La Comunidad Yauriri-San Juan se constituyó como TCO a partir de la extensión del título territorial otorgado por el INRA, mediante proceso de saneamiento; otorgándoseles título ejecutorial TCO-NAL 000100 del expediente 37943, con Resolución RA-ST 0396/2004, emitido el 20 de octubre de 2005; por tanto, la tenencia de la tierra en la comunidad es de carácter colectivo que se manifiesta en el manejo de las aynokas y las sayañas por cada familia. III.7. En cuanto a la administración de justicia Son las autoridades originarias señaladas en el punto III.3, los responsables de la administración de justicia, de acuerdo a normas y procedimientos propios a través de sus instituciones comunales. El elemento principal es la espiritualidad “(ritualidad acompañada con la coca y alcohol), mediante el cual se administra justicia en forma imparcial” (sic). Conforme sus estatutos y reglamentos internos, la comunidad reconoce tres instancias para la resolución de conflictos: i) La primera instancia es privada, dentro de la familia se soluciona INDICE con el apoyo de algún familiar o experiencias similares dentro de ese núcleo; ii) La segunda, través del Jalja Mallku; y, iii) La tercera instancia es la asamblea comunal del Ayllu y si la asamblea no resuelve, se transfiere a las instancias superiores (Cabildo de MACOJMA, SIMACO o en su caso la justicia ordinaria). III.8. Normas y procedimientos La administración de la justicia interviene desde la prevención de los hechos, mediante la realización de visitas (muyt’a) a las familias en sus propias sayañas, domicilios o lugares donde la familia radica, con la finalidad de recomendar sobre la práctica permanente de principios y valores que tiene la comunidad. El incumplimiento de las recomendaciones de las autoridades originarias, provoca un quiebre de los principios y valores, presentándose conflictos en la comunidad, desarmonía y desequilibrio territorial que deben ser resueltos. El procedimiento, eminentemente oral, consiste en citar a las personas intervinientes, en el conflicto en la sede de la comunidad, en la que se realiza una “declaración oral” ante las autoridades originarias, con presentación de testigos y en su caso, se realizan careos. El proceso puede durar horas, dependiendo del conflicto, sin embargo, no pasa del día. Las autoridades llaman a la reconciliación y hacen recomendaciones, quedando constancia de lo decidido en libro de actas de la Autoridad Originaria; no obstante, en caso de no llegarse a una conciliación, se sanciona de acuerdo a la gravedad de los hechos o en casos muy graves, son remitidos a la justicia ordinaria. III.8.1. Normativa interna, tipos de faltas y conflictos Según los estatutos y reglamentos internos, las faltas se clasifican en leves, graves y muy graves. Entre los problemas más comunes, se identificaron los siguientes conflictos: problemas por terrenos, linderos y mojones; problemas familiares como abandono de hogar, separaciones, asistencia familiar, riñas y peleas entre comunarios, robos, hurtos, abigeatos e incumplimiento de los servicios sociales y honoríficos de la Comunidad. III.8.2. Sanciones Según el Reglamento Interno de la Comunidad, existen dos tipos de sanciones que se pueden dar a las autoridades y a los comunarios. Con respecto a las faltas de los comunarios, el art. 61 de dicho instrumento indica: “1. Faltas leves. El infractor será reflexionado y orientado de manera diplomática por los mediadores. INDICE 2. Faltas graves. Deberán cumplir con cinco jornadas de trabajo ya sea en dinero equivalentes de acuerdo a las infraccionares previo el registro en libro de actas como antecedentes personales negativos. 3. Faltas muy graves. Previo el sumario y verificación de los hechos, el caso se registra en el libro de actas como antecedentes negativas, luego el infractor sufrirá un castigo de la siguiente alternativa. I. Trabajo forzado ejemplar. II. Monto económico en beneficio del Ayllu. III. En caso de rebeldía será despedido y echada del ayllu definitivamente”. IV. AUDIENCIA LLEVADA A CABO EN EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL A horas 15:00 del lunes 10 de junio de 2013, se instaló la audiencia pública llevada a cabo entre los accionantes y los demandados convocada por los Magistrados Liquidadores del Tribunal Constitucional Plurinacional, misma que se llevó a cabo en presencia de los magistrados, Zenón Hugo Bacarreza Morales, Carmen Silvana Sandoval Landívar, Edith Vilma Oroz Carrasco y Macario Lahor Cortez Chávez (fs. 577 a 602). En dicha audiencia, la accionante refirió: a) Que en su terreno había sembrado 12 ha de papa y 30 ha de cebada, pero todo lo sacaron, la accionante sembró con mucho sacrificio junto con su padre, pues es difícil sembrar para una mujer; b) Su casa estaba bien y “ellos” (sic) todo han derruido y todo se han llevado; c) Ahora está en la calle junto a su padre; d) Está padeciendo la muerte civil; y, e) Contestando a las preguntas de los magistrados, respecto a si la familia Ichuta realizó alguna actividad en beneficio de la comunidad, la misma contesto “he hecho trabajos comunales legalmente hasta lo que me han votado el 8 de enero de 2011, yo he cumplido costumbres, mi papá es anciano, mi papá todo ha hecho” (sic), indicó. El abogado de los accionantes, dijo: La Ley de Deslinde Jurisdiccional, establece el principio de relación espiritual entre las naciones y pueblos indígenas y al haber sacado a la accionante de la comunidad se está rompiendo ese principio. Asimismo, su art. 5 indica sobre el respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, pues se ha vulnerado el derecho a la propiedad privada, a la educación del hijo de Benita Ichuta Ichuta, asimismo los derechos laborales, pues los accionantes viven del trabajo de la tierra. Juan Triguero Mamani, autoridad máxima del Ayllu, dijo: En ningún momento hubo tortura ni robo del BONOSOL, el Estado reconoce la propiedad privada en tanto se cumpla con la función social y económica, cualquiera de “nosotros” (sic) tiene una parcela, pero se paga de eso, también se asiste a reuniones y el “8 de enero” se había constatado que no cumplía. De acuerdo al acta se concedió la palabra a una autoridad originaria, quien refirió: 1) Ante una falta leve de un comunario se le hace una reflexión, cuando se incurre en una pelea o INDICE riña, se sanciona con dos días de trabajo forzado para la comunidad, ya cuando se incurre en un acto de “segundo grado” (sic) de gravedad se sanciona con cinco días de trabajo forzado en beneficio de la indicada comunidad. En los casos graves se invita al infractor a reconciliar, sino asiste a la convocatoria, se acude a la Policía Boliviana, si nuevamente hace caso omiso, se lo visita a reconciliar en la comunidad; y, 2) Los accionantes han sido invitados en tres oportunidades para la reconciliación con la comunidad. Carmelo Ichuta Sánchez, codemandado, dijo: Los Bs72 000 emergen de los atrasos a reunión normal de Bs10, cuando “…es trabajo se duplica, hace se triplica dependiendo del trabajo como es, se triplica, 10 años estábamos trayendo agua, electrificación, etc.…Eso se hace Bs. 3500 por cada sayaña, siendo dos sería Bs. 70.000” (sic). V. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a la libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos mayores, al debido proceso, a la defensa en comunidades indígenas originarias y la garantía del “tribunal u órgano imparcial”, así como su derecho al agua, electricidad y vivienda, por cuanto por el robo de dinero ocurrido el 2002, el hijo menor de Benita Ichuta Ichuta fue sancionado a entregar una puerta para la escuela y elaborar mil adobes; empero, tras descubrir a los verdaderos autores, acudió a la Policía Boliviana, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue de agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, indica que en el transcurso de la asamblea, las autoridades escolares le sustrajeron la suma de Bs600.- (seiscientos bolivianos) que era producto del BONOSOL de Feliciano Ichuta Aspi, por lo que sintiéndose atropellados en sus derechos, acudieron a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, llevándose a cabo un proceso penal, que no tuvo respuesta positiva; por el contrario llego a extinguirse, por cuya razón Benita Ichuta Ichuta el 15 de octubre de 2010, realizó una declaración en el periódico “El Alteño”, señalando entre otras cosas, que habría sido víctima de una injusticia en su comunidad. Refieren que tales antecedentes causaron molestia en las autoridades originarias de la comunidad Yauriri San Juan, quienes producto del enojo, incurrieron en la comisión de los siguientes hechos lesivos: i) Inicialmente mediante Voto Resolutivo de 10 de noviembre de 2010, los Mallkus originarios determinaron que, las acusaciones efectuadas por Benita Ichuta Ichuta, constituían una difamación a los miembros de la comunidad, por lo que fue declarada persona no grata, resolviendo la expulsión y abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi en el plazo de setenta y dos horas; ii) Posteriormente para efectivizar el cumplimiento de la injusta sanción, mediante Resolución originaria 01 de 23 de diciembre de 2010, tras haber concluido que los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi incumplieron con sus deberes y obligaciones comunitarias durante ocho años, adeudando a INDICE la comunidad la suma de Bs72 250.-, se dispuso desconocer a los nombrados como miembros de la comunidad, por otro lado resolvieron la expulsión sin derecho a indulto de toda la familia -Benita Ichuta Ichuta, Roberto Rubén Tarqui Ichuta (hijo), Feliciano Ichuta Aspi (padre), Martín Ichuta Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Heliodoro Ichuta Ichuta (hermanos), Margara Ichuta Ichuta, Gervacia Ichuta Ichuta (hermanas)-, decisión que les fue notificada el 24 del mismo mes y año; iii) Por otro lado, sostiene que el 8 de enero de 2011, los miembros y autoridades de la comunidad Yauriri San Juan, se dirigieron a su domicilio y en el lugar los sacaron a la fuerza para llevarlos amarrados a la iglesia del pueblo, siendo amenazados de ser quemados vivos con querosén, ello por no lograr sus firmas en el acta de retiro de forma voluntaria; y, iv) Finalmente el 10 de enero de 2011, mediante “Acta de Posesionamiento”, la comunidad Yauriri-San Juan en general, procedieron a tomar posesión de las sayañas de toda su familia, estableciendo mojones; dichos actos a decir de los accionantes vulneran sus derechos fundamentales enunciados precedentemente. Precisado el problema jurídico planteado, corresponde verificar y en su caso determinar si las personas demandadas vulneraron los derechos invocados. V.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional La acción de amparo constitucional, conforme lo establecen los arts. 128 y 129.I de la CPE, tendrá lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados", normativa constitucional que expresamente establece que las supuestas lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales deben ser reparadas en la jurisdicción ordinaria, y solo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al derecho invocado e irreparable el daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de restricción de derechos, se activa la jurisdicción constitucional. Por su parte el Código Procesal Constitucional, en el Titulo II, capitulo III, art. 51 refiere: “(OBJETO). La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”. El anterior marco normativo, representa la esencia y el contenido de la acción de amparo constitucional, sobre cuyos fundamentos se procederá a evaluar los derechos y/o garantías que se alegan como vulnerados a efectos de conceder tutela o en su caso establecer la existencia de elementos que viabilicen denegar la misma. INDICE V.2. Deber de la jurisdicción indígena originaria campesina de respetar el derecho a la defensa, el debido proceso y los demás derechos y garantías establecidos en nuestra Ley Fundamental La refundación de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, a partir de la Constitución Política del Estado vigente, ha reconocido como elemento fundante el “pluralismo jurídico”. Así lo señala el art. 1 de la Ley Fundamental, cuando sostiene: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”, dentro de ese contexto, el preámbulo de la Norma Suprema, propone la búsqueda de un Estado basado en el respeto y la igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad, donde predomine la búsqueda del “vivir bien”, con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural. En consecuencia, estando constitucionalizados los elementos del “pluralismo” y la “interculturalidad”, el art. 190.I de la CPE, prevé: “Las naciones y pueblos indígenas originario campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos”; éste reconocimiento constitucional, no puede ser entendido como si las naciones y pueblos indígenas originario campesinos recién hubiesen nacido a la vida, con la Constitución Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, pues la historia nos refleja todo lo contrario, al tratarse de colectividades que han estado presentes mucho antes de la fundación de la República -hoy Estado Plurinacional de Bolivia-; en consecuencia, el logro de nuestra actual Constitución Política del Estado, es un justo reconocimiento a ésta forma de administrar justicia. Alvaro Infante, asesor técnico de la Confederación Indígena de Bolivia, en el seminario taller “Justicia Comunitaria Asamblea Constituyente y Ley de Compatibilización con la justicia ordinaria”, efectuado en julio de 2006, en la ciudad de La Paz, expresó: “El límite de la justicia de los pueblos indígenas debe ser los derechos humanos, pero entendidos dentro del contexto cultural específico…”[1]; por su parte, Bertha Blanco representante de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa” indica: “La justicia comunitaria es sólo una forma de hacer respetar los valores de la comunidad. Lo que la comunidad sueña y aspira es ´vivir bien´, ´para toda la vida´, ahora y en el futuro. Por eso siempre buscan las costumbres, los valores culturales, usos y costumbres. La justicia comunitaria se aplica cuando hay violación a esa armonía de la comunidad”[2] . En ese estado de cosas y considerando que el “pluralismo”, viene ser uno de los ejes centrales del nuevo estado, el art. 30.II.14 de nuestra Ley Suprema también ha reconocido a las naciones y pueblos indígena originario campesinos el ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión, sobre cuya base tienen la facultad de administrar justicia en el ámbito de su competencia. Así, el art. 179.I de la CPE, señala: “La INDICE jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la jurisdicción agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones especialidades reguladas por la ley” (las negrillas son nuestras). Por lo expuesto, se concluye que la Norma Suprema, reconoce a la jurisdicción originaria campesina la facultad de administrar justicia, con independencia y autonomía; pero, la condiciona al respeto a la vida, el derecho a la defensa y los demás derechos y garantías previstos en nuestra ley fundamental (art. 190.II de la CPE), puesto que nuestra Norma suprema goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, incluyendo a las determinaciones asumidas por la justicia indígena. V.2.1. La naturaleza de la justicia indígena originaria campesina Como se expuso precedentemente está claro que las naciones y pueblos indígena originario campesinos tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales, incluyendo sus propios sistemas de justicia. Ahora bien su forma de administración de justicia, contiene una particularidad, que no la tiene la jurisdicción ordinaria, que ha sido muy bien rescatada por el aymara Fernando Huanacuni Mamani, en su obra Vivir Bien/Buen Vivir, al sostener: “…el sistema jurídico comunitario, antepone la vida y el respeto a la libertad. Frente a una ruptura en la armonía de la comunidad, no se recurre a practicas punitivas, sino que toda la comunidad coadyuva para que la forma de existencia o el ser humano que ha salido de este equilibrio y armonía vuelva a ellos, asignándole roles de trabajo para devolverle la sensibilidad y la comprensión de que la vida es conjunta y de la necesidad de complementación y cuidado entre todos. La premisa para los pueblos indígenas originarios es la comunidad, trascendiendo lo individual; la comunidad es el pilar esencial de toda la estructura y organización de vida, que no se refiere simplemente a la cohesión social, sino a una estructura y percepción de vida que va mas allá de los seres humanos y que se relaciona con toda forma de existencia en una común-unidad de interrelación e interdependencia recíproca”[3] (la negrilla es nuestra). Es así que los sistemas de justicia indígena originario campesinos, reconocidos por la Constitución Política del Estado, adquieren legitimidad e idoneidad, siempre que en su practica se respeten derechos y garantías fundamentales previstos en la Norma Suprema, por ejemplo: el respeto a la vida, la prohibición absoluta de tortura y el derecho a la defensa, constituyen premisas máximas que no pueden ser suprimidos por los sistemas de justicia comunitarios, actuar en contrario implicaría ir contra nuestra Ley Fundamental y los postulados máximos contenidos en ella, convirtiendo a sus autores en los responsables de la vulneración de derechos constitucionales (art. 110.II de la CPE). Bertha Blanco, representante de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa” señala: “…hay otros valores como la reciprocidad que se manifiesta en el aptapi INDICE comunitario, el trabajo de la comunidad para hacer las escuelas, para arreglar los caminos, etc. También están los valores del equilibrio social y comunitario, la solidaridad, la transparencia y la equidad. Esto como un marco de equilibrio y convivencia pacífica entre las personas. A veces falta equidad de género, por ejemplo, la infidelidad, cuando comete el hombre no hay sanción pero, cuando la comete la mujer, hay castigo. (…) Se considera también el valor del respeto a los mayores, al hermano, dentro de la comunidad los niños y jóvenes dicen tío, tía, porque todos son como una familia. Todo eso se ha avanzado y mantenido en el silencio, recién la Constitución ha reconocido el carácter multiétnico y pluricultural. Cuando estos valores se transgreden, se aplica la justicia comunitaria, a través de la asamblea. Se da en forma local, centrada en la comunidad, donde se resuelven los problemas de la comunidad, se sanciona y se resuelven para que se restaure la armonía de la comunidad”[4]. Por su parte, Espinoza Armata añade: “…es la reincidencia la que se constituye en agravante de la responsabilidad, pues supone una tendencia al mal y, por consiguiente, representa un peligro para la comunidad. De ahí surge la necesidad de proteger el bienestar colectivo con medidas de carácter especial y contundente. En tal sentido, se sanciona la intencionalidad más que el hecho delictivo. La familia del infractor, que forma parte de la colectividad, termina siendo responsable y, en la mayoría de los casos, se encarga de ejecutar la sanción, casi en los mismos términos que Wamán Puma de Ayala los describió cuatro siglo atrás”[5]. En un trabajo efectuado con el apoyo de la Cooperación Alemana, sobre los sistemas jurídico indígena originario campesinos en Bolivia, se indica: “La vida de los ayllus se sustenta, básicamente, en el valor armonía y el principio del equilibrio. Este valor y principio mantiene una convivencia pacífica en esos ayllus. Cuando en este tipo de sociedades originarias surgen de sus interrelaciones sociales problemas o conflictos, éstos producen un malestar en esos conglomerados sociales. Por tanto, la `afectación` significa no respetar y no cumplir los valores, principios y normas jurídicas propias que regulan la vida social del ayllu. Cuando se produce una afectación, se está generando un desequilibrio en la colectividad, por eso, los afectados pueden denunciar los hechos ante las autoridades para que solucionen el problema y se restablezca el equilibrio y así mantener la armonía social”[6]. Por otro lado, es de vital importancia tener en cuenta -a tiempo de la resolución de las controversias- que uno de los pilares esenciales del Estado Constitucional de Derecho se encuentra entre otros, en el principio de que: “Nadie puede hacerse justicia por mano propia”; y, que existe el imperativo categórico: “Queda prohibida toda forma de tortura, desaparición, confinamiento, coacción, exacción o cualquier forma de violencia física o moral” (art. 114.I de nuestra Ley Suprema), mismos que también deben ser observados por la justicia indígena originaria campesina, puesto que la función jurisdiccional es única, INDICE formando parte de ella la jurisdicción indígena originaria campesina, que goza de igual jerarquía con la jurisdicción ordinaria. Por lo señalado, se debe tener presente que la naturaleza de la justicia indígena originaria campesina es buscar el equilibrio-armonía de la comunidad, así como la preservación de la vida y el respeto de los derechos y las garantías constitucionales, no siendo para de ella el carácter punitivo o castigador, debido a que su cosmovisión es la de ser reparadora o restauradora de los derechos. V.2.2. Deber de la justicia ordinaria y de las demás jurisdicciones especializadas de respetar las decisiones asumidas por la jurisdicción indígena originaria campesina El art. 12 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional establece: “I. Las decisiones de las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina son de cumplimiento obligatorio y serán acatadas por todas las personas y autoridades; II. Las decisiones de las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina son irrevisables por la jurisdicción ordinaria, la agroambiental y las otras legalmente reconocidas” (las negrillas nos corresponden). La realidad sociocultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, nos enseña que solo respetando las facultades y competencias de la justicia indígena será posible cumplir con la previsión del art. 179.II de la CPE, que señala: “La jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual jerarquía”; razonar en sentido contrario, implicaría desconocer el derecho de los pueblos indígenas originario campesinos a resolver sus controversias de acuerdo a sus propios principios y valores culturales, situación que podría desembocar en una pérdida de identidad cultural y con ello confinarlos a una desaparición forzosa. V.3. Las determinaciones asumidas por la jurisdicción indígena originaria campesina pueden ser examinadas por la justicia constitucional cuando advierta que sea contraria a los postulados establecidos en nuestra Ley Fundamental o exista apartamiento de los principios de equidad, razonabilidad y/o justicia social con una interpretación intercultural En razón a que el debido proceso se configura como un elemento que resguarda el principio constitucional de prohibición del ejercicio arbitrario de poder, a través del mismo se asegura la prevalencia del principio de razonabilidad y por ende de los valores justicia e igualdad, para consolidar el postulado del “vivir bien” en el Estado Plurinacional de Bolivia. Bajo tal premisa, si bien la jurisdicción indígena originaria campesina, no se encuentra sometida a ninguna jurisdicción; sin embargo, ello no implica que este exenta del respeto de los derechos y garantías constitucionales; en ese entendido, al reconocer nuestra Constitución Política del Estado el pluralismo jurídico, por antonomasia, también se encuentra sometida al control plural de constitucionalidad. No es que la jurisdicción constitucional pretenda sustituir la función indelegable de administrar justicia por parte de las autoridades indígena originaria campesinas, por el contrario, en el marco de las INDICE atribuciones conferidas por el art. 196.I de la CPE, únicamente actúa para precautelar por el respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales que también deben ser respetadas en el ámbito de la jurisdicción indígena originario campesina; por ende, concederá la tutela cuando exista un apartamiento de los principios de equidad, proporcionalidad y razonabilidad o sea contraria a los postulados establecidos en nuestra Norma Suprema de acuerdo a la interpretación que otorga la Cosmovisión del Pueblo Indígena Originario Campesino con respecto a los derechos fundamentales, establecidas y en un entendimiento de principios de acuerdo a su cosmovisión, en el contexto de derechos colectivos. En concordancia con lo anterior, la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, bajo el título “El sometimiento de la justicia indígena originario campesina al control plural de constitucionalidad” indicó: “Tal como se mencionó precedentemente, la jurisdicción indígena originario campesina, no se encuentra sometida a ninguna de las demás jurisdicciones disciplinadas por la Constitución; empero, al ser el Estado Plurinacional de Bolivia, un Estado Unitario sometido a una Norma Suprema como es la Constitución, esta jurisdicción se encuentra sometida al sistema plural y concentrado de control de constitucionalidad encomendado en última instancia al Tribunal Constitucional Plurinacional. En el marco de lo señalado, es imperante precisar que el art. 196.1 de la Constitución, encomienda al control plural de constitucionalidad dos roles esenciales: i) El cuidado de la Constitución; y, ii) El resguardo a los derechos fundamentales. En el marco de estas atribuciones, se establece que el último y máximo contralor de la Constitución y los derechos fundamentales, tiene roles tanto preventivos como reparadores de control de constitucionalidad, los cuales se ejercen en relación a funcionarios públicos, particulares y autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina, aspecto que justifica la composición plural del Tribunal Constitucional Plurinacional. En efecto, en su ámbito preventivo, a la luz del pluralismo y la interculturalidad, el régimen constitucional, ha disciplinado un mecanismo de control de constitucionalidad preventivo en relación a los pueblos y naciones indígena originaria campesinas, así el art. 202.8 de la CPE, establece como competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, el conocimiento y resolución de consultas de las autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación de sus normas jurídicas aplicadas a un caso concreto; asimismo, en el ámbito reparador de control de constitucionalidad y en particular en el campo del control tutelar de constitucionalidad, las acciones de defensa disciplinadas en la parte dogmática de la Constitución, entre las cuales se encuentra la acción de libertad, constituyen también mecanismos idóneos para activar el ejercicio del control plural de constitucionalidad, en el marco de pautas interculturales de interpretación de derechos fundamentales”. A su vez, el art. 8.2 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, prevé: “Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni INDICE con los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario, deberán establecer procedimientos para solucionar los conflictos que puedan surgir en la aplicación de este principio”. Por lo anterior es que hoy por hoy, a través de políticas gubernamentales, departamentales y locales, se ha ido fortaleciendo la administración de justicia indígena originaria campesina; pero, esta autonomía y libre determinación, tampoco puede ser entendido como un poder que se encuentre por encima de la Constitución Política del Estado y las leyes ordinarias, por el contrario como se ha venido indicando a lo largo de este acápite, dicha autonomía jurisdiccional, al margen de respetar derechos y garantías reconocidos en la Norma Suprema, debe estar revestida de ciertas limitaciones mínimas, ello en resguardo de bienes jurídicos superiores determinados bajo una interpretación de la cosmovisión indígena. De manera particular y en lo referido a la jurisdicción especial, reconocida a las autoridades de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas, se debe establecer mínimos que aseguren el respeto a los DD.HH., a la hora de administrar justicia, pues no resulta admisible en ninguna jurisdicción atentar contra los bienes más preciados del ser humano, debiendo asumirse que, si bien todo juzgamiento debe hacerse conforme a “normas y procedimientos” de la comunidad indígena, también se debe observar ciertos parámetros y limites a tiempo de emitir una decisión; es así, que realizando un análisis a partir de nuestra Norma Suprema, se advierte que esos mínimos que debe observar toda jurisdicción, incluida la indígena originaria campesina, son los postulados que reflejan los principios de “equidad, proporcionalidad y razonabilidad”, cuya extensión abarca los siguientes aspectos: Equidad.- Dentro de un análisis sobre la administración de justicia, la noción inicial que podemos tener sobre este principio, radica en la tendencia de juzgar con imparcialidad, haciendo uso de la razón. En el caso de la justicia indígena originaria campesina, la equidad debe ser comprendida, como el anhelo de buscar el equilibrio en sus decisiones, respecto de los hechos sometidos a juzgamiento comunitario, estableciendo si realmente la sanción o pena que se asigne a una falta, es la que realmente se encuentra acorde a sus propio sistema de administración de justicia; es decir, bajo una interpretación intercultural que vele por el equilibrio con los derechos colectivos: armonía comunal; a no extinguirse; convivencia pacífica; vivir bien, etc. Proporcionalidad.- Inicialmente debemos tener claro que, este principio representa el respeto íntegro de los derechos ajenos, en otras palabras la restricción o limitación de un derecho, que pueda realizar la autoridad jurisdiccional o indígena originaria campesina, se hace necesaria cuando se considera la finalidad social del Estado de Derecho de garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución Política del Estado, y se pretende impedir que, por la vía de la restricción injustificada de los derechos, termine por socavarse el contenido de uno o varios de ellos; debe tomarse en cuenta que la tutela de los derechos individuales se efectuará en base al contexto colectivo. INDICE Dicho de otro modo, la restricción o limitación en la que se traduce la medida legal a adoptarse por la autoridad competente, debe guardar una relación equilibrada y razonable con el fin perseguido, puesto que rompe el mencionado equilibrio, la medida legal que impone a la persona una carga o restricción irrazonable, excesiva o inadecuada. Razonabilidad.- El significado del vocablo razonable, puede ser entendido como todo aquello arreglado a la razón; entonces, es posible señalar que, cuando utilizamos dicho término, aludimos todo aquello que resulta proporcionado e idóneo para alcanzar el fin propuesto; en este sentido, al referirnos a proporcionalidad entre medio y fin, se pretende establecer la necesidad de determinar el sentido del contenido de la justicia en la aplicación sustancial de la norma; por lo que, en este contexto, razonabilidad o proporcionalidad, pueden entenderse como una forma de garantizar el respeto integral de los derechos fundamentales en base al contexto sociocultural de la colectividad, hecho que permite que, este principio, se constituya en una herramienta del control constitucional. En consecuencia, siempre que la justicia indígena originaria campesina, a tiempo de emitir sus decisiones tenga presente y aplique estos tres enunciados -entre otros-, se podrá alcanzar y contextualizar los principios y valores axiomáticos previstos en nuestra constitución, que deberá ser respetada por las demás jurisdicciones incluso la constitucional. V.4. El régimen de protección a las mujeres y menores en contextos intraculturales La inminente lucha por el reconocimiento de los derechos de la mujer en los diferentes ámbitos en los que participa, hace necesario un análisis integral, partiendo de su identidad y su pertenencia a un grupo vulnerable, rescatando el rol en particular que desempeña, como mujer, hija y madre dentro de una comunidad familiar, mas aun cuando asume niveles de dirección, similar importancia adquiere la mujer al interior de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. En nuestra actual sociedad, debido al reconocimiento de nuevos valores integradores, la Constitución Política del Estado es clara al señalar que el género femenino goza de especial protección, a tal efecto tenemos la vigencia del art. 15, sobre prohibición de violencia física y psicológica contra las mujeres, cuyo texto señala: “I. Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes. No existe la pena de muerte. 1. Todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad. 1. El Estado adoptará las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión que tenga por objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento físico, INDICE sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como privado” (el resaltado es nuestro). Dentro de este contexto, la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de su SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, asumió que: “…la jurisdicción indígena originario campesina (…), debe asegurar la materialización de valores plurales supremos entre los cuales se encuentran la igualdad, solidaridad y la inclusión, en ese orden, al encontrarse las mujeres y la minoridad en condiciones de ´vulnerabilidad material´ razón por la cual, la doctrina constitucional los considera sectores de atención prioritaria, su protección reforzada, en mérito a la constitución axiomática, debe estar también asegurada en contextos intra e inter culturales, por tanto, el paradigma del vivir bien, en cuanto al análisis del primer elemento del test, implica el ejercicio de un control plural de constitucionalidad reforzado en relación a estos grupos vulnerables. Por lo expresado, en circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos a derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra e inter-culturales, el control plural de constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los principios de igualdad, solidaridad e inclusión, a través de una ponderación reforzada a la luz de una pauta específica de interpretación: la interpretación intra-cultural favorable, progresiva y extensiva para estos sectores, a cuyo efecto, se establece la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las mujeres y minoridad, al cual debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación indígena originario campesino. Por lo expresado, se tiene que cualquier decisión de la jurisdicción indígena originaria campesina que plasme medios o fines contrarios a los valores plurales supremos referentes a la igualdad, inclusión, solidaridad u otros y que afecten a estos sectores de protección prioritaria, deberán ser restituidos por el control plural de constitucionalidad, en aplicación del paradigma de favorabilidad para las mujeres y minoridad…” (las negrillas están añadidas). V.5. La acción de libertad es el mecanismo idóneo, cuando se denuncia vulneración de derechos relacionados con la libertad, en contextos intra o interculturales; es decir, cuando la libertad y la libre locomoción son restringidos por actos u omisiones provenientes de la jurisdicción indígena originaria campesina Al respecto debemos recoger el entendimiento plasmado en la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, en cuya parte relevante, relacionada con el presente acápite, sostiene lo siguiente: “…por tanto, se concluye que para decisiones emergentes de dicha jurisdicción, interpretando bajo pautas interculturales el derecho a la vida como parámetro de activación de la acción de libertad, este mecanismo, será el idóneo para tutelar derechos vinculados a la vida a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originaria campesina. INDICE En el orden de ideas señalado y también a la luz del pro actione, la realización del test del paradigma del vivir bien a través del ejercicio de la acción de libertad, podrá tutelar derechos directamente vinculados con la vida, todos ellos interpretados bajo pautas inter e intra culturales, por lo que sus contenidos esenciales en el marco de la cosmovisión de cada pueblo o nación indígena originario campesina, podrá ser sustancialmente diferente a la concepción tradicional de los derechos fundamentales en contextos diferentes a los de la administración de justicia indígena originaria campesina, aspecto que justifica la flexibilización de presupuestos y procedimientos establecidos para la acción de libertad en los términos gramaticales del art. 125 de la CPE.” El citado entendimiento fue aclarado en la SCP 0108/2013 de 25 de enero, que indicó: “El criterio desarrollado en la SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, requiere precisarse, debido a que puede llevar a equívocos al dar a entender que en contextos intra e inter culturales procede una flexibilización procesal de los derechos tutelados ampliando a todos los derechos cuando en realidad es únicamente a los relacionados directamente a los derechos tutelados por la acción de libertad, otro razonamiento desnaturalizaría la esencia de la acción de libertad, porque: ·La acción de libertad constitucionalmente configurada fue concebida y diseñada por el legislador constituyente para proteger el derecho a la libertad física y/o de locomoción y el derecho a la vida en los supuestos procesales de activación que la propia Constitución de manera taxativa ha establecido y otro entendimiento implicaría que vía interpretación se reforme la Constitución. ·Pese a su extensión y abundancia de obiter dicta la SCP 1422/2012, es clara al sostener que: ´…para decisiones emergentes la jurisdicción indígena originario campesina, la acción de libertad, será el mecanismo idóneo para conocer y resolver denuncias vinculadas al derecho a la vida y conexos a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originario campesina´, posición que no es nueva si se considera que esta jurisdicción de manera excepcional tutela mediante acción de libertad y por las particularidades del caso concreto, así por ejemplo la SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, sostuvo que: ´...el hábeas corpus correctivo procede contra los actos lesivos a la integridad personal, integridad que debe entenderse en los planos físico, psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad humana´. ·Una flexibilización de la acción de libertad caracterizada por el informalismo y no regida por el principio de congruencia (SC 0887/2004-R de 8 de junio), respecto a los derechos que tutela únicamente en contextos intra o inter culturales permitiría un análisis exhaustivo de las decisiones de la justicia indígena originaria campesina que resultaría irrespetuoso a las autoridades indígena originario campesinas que conforme el art. 179.II de la CPE, tienen el INDICE mismo rango jerárquico que las autoridades judiciales ordinarias y sus decisiones presunción de constitucionalidad y legalidad. ·Una ampliación de la acción de libertad en contextos intra o inter culturales de forma que no exista necesidad de cumplir requisitos jurisprudenciales de valoración de la prueba, de interpretación de tradiciones y normas propias, etc., implicaría una desmedida exposición de las decisiones de autoridades indígenas a jueces y tribunales de garantías formados en la jurisdicción ordinaria que podría provocar que la política paternalista que ejercía la jurisdicción ordinaria sobre la indígena pase a constitucional cuando las estructuras indígenas están consolidadas desde el punto de vista histórico, normativo, coercitivo y reconocidas por la Constitución Política del Estado. ·Un trato diferente por el sólo hecho de ser indígena o presentarse en un contexto intercultural o intracultural provocaría una situación de desigualdad no justificada y más bien arbitraria en relación al tratamiento que reciben otros legitimados activos y pasivos en acciones de defensa no relacionados a contextos intra o interculturales para quienes las reglas del art. 125 de la CPE, sí operarían lo que contrariaría al art. 14 de la Norma Fundamental, porque la Constitución no distingue en la protección de la libertad o la vida entre sus habitantes. ·Debe considerarse que la noción de primacía de lo colectivo en relación a lo individual en muchas comunidades, como en la especie, significa que un valor esencial de convivencia comunitaria es el vivir bien en comunidad, por ende mal podría colegirse que el vivir bien más bien opera de manera contraria, es decir, para activar la legitimación activa de uno o unos cuantos en desmedro de una lógica democrática comunitaria en la cual las decisiones importantes se adoptan en Asamblea de la comunidad (gobierno de todos), bajo el principio de sometimiento a la Constitución Política del Estado. ·La construcción de la retórica jurídica de los pueblos indígenas les corresponde lógicamente a ellos y este Tribunal debe respetar su estructura histórica cultural, lo que implica el rechazo a posturas paternalistas que pretenden someter a los pueblos indígena originario campesinos a sistemas de justicia con una trayectoria colonial de manera desmedida”. V.6. Del derecho a la vivienda y su alcance Al respecto, la SCP 0426/2012 de 22 de junio, indicó: “Conforme las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y el último Censo realizado, nuestro país cuenta con 9.400.000 habitantes (2006), de ellas un 61% vive en áreas urbanas y el 39% en áreas rurales, mostrando que los déficits habitacionales afectan a la población más vulnerable y se traducen en la carencia absoluta de vivienda y en la mala calidad habitacional. INDICE Esta lacerante realidad hizo que progresivamente numerosas constituciones a nivel mundial, incluida la nuestra, reconozcan que la vivienda es un derecho humano fundamental y como tal, obliga a sus gobiernos a respetarla, protegerla y garantizarla; es decir, que ´como derecho humano, el derecho a la vivienda no es una opción política que los Estados puedan seguir o no seguir. Su reconocimiento implica una obligación jurídica para los Estados´ (ONUHabitat). En efecto, al ser un derecho universal las autoridades competentes del Estado deben impedir que terceros coarten el libre ejercicio del derecho a la vivienda, sea de particulares, empresas o agrupaciones sociales; en la Declaración de Vancouver, adoptada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los asentamientos humanos de 1976, se declaró: ´Disponer de una vivienda y de servicios suficientes es un derecho fundamental del hombre y los gobiernos tienen la obligación de procurar que todos sus residentes puedan ejercer este derecho, empezando por ayudar a las capas más desfavorecidas de la población instituyendo programas que alienten la iniciativa personal y la acción colectiva. Es necesario que los gobiernos se esfuercen por eliminar todos los obstáculos que retrasan el alcance de sus objetivos´ (…). Por su parte, el art. 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, reconoce ´el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia incluso (…) vivienda adecuada y a una mejora continúa de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho´. De igual modo se encuentra reconocido en los arts. 25 inc. 1) de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); 11. 2 y 3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de San José de Costa Rica; 5.e de la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación Racial; 14.h de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer; 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño; 43 de la Convención Internacional sobre la protección de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares; Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que exige a los Estados contratantes que en materia de vivienda entreguen a los refugiados el trato más favorable posible; Recomendación 115, principio 2 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respecto a la vivienda de los trabajadores de 1961. En consecuencia y de conformidad a lo establecido en el art. 410.I y II de la CPE, al ser la Constitución, la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y gozar de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, y en armonía con el orden internacional, Tratados y Convenios que forman parte del bloque de constitucionalidad en materia de Derechos Humanos ratificados por el país, el pueblo boliviano expresó su voluntad en el art. 19 de nuestra Ley Fundamental al prever: INDICE ´I. Toda persona tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria. II. El Estado, en todos sus niveles de gobierno, promoverá planes de vivienda de interés social, mediante sistemas adecuados de financiamiento, basándose en los principios de solidaridad y equidad. Estos planes se destinarán preferentemente a familias de escasos recursos, a grupos menos favorecidos y al área rural´. Sin embargo, su análisis y tratamiento no debe circunscribirse sólo a dicho articulado ya que también guarda relación con los arts. 20, 33 y 321.II de la CPE, que indican que toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario y a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado, definiéndose como política fiscal la atención a la educación, la salud, la alimentación y la vivienda. Concluyéndose así que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace que su alcance sea: 1. La protección legal contra actos injustificados de desalojo. 2. Acceso a servicios de agua potable, sanitarios, electricidad y gas domiciliario, extensible a los materiales, equipamiento e infraestructura necesaria. 3. El costo accesible, incluso mediante subsidios para vivienda, y protección contra arrendatarios que se excedan. 4. La habitabilidad, incluida la protección contra el frío, la humedad, el calor, la lluvia, el viento y las enfermedades. 5. El acceso fácil para los grupos desfavorecidos, incluidas las personas ancianas, los niños, las personas con discapacidades físicas y las víctimas de catástrofes naturales. 6. Estar alejado de fuentes de contaminación cercanos a los servicios básicos” (negrillas agregadas). El art. 19 de nuestra Ley Fundamental, prevé que “I. Toda persona tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria”. Lo que lleva a concluir que la naturaleza profundamente humana del derecho a la vivienda, hace que su alcance la proteja legalmente contra actos injustificados de desalojo. V.7. Análisis del caso concreto INDICE Por la complejidad del asunto, este Tribunal pasara a efectuar su respectivo análisis, tomando en cuenta los hechos lesivos identificados en el planteamiento del problema, estableciendo inicialmente dos ejes temáticos que nos ayudarán a comprender y resolver la real dimensión de los sucesos acontecidos, para luego determinar la concesión de tutela o en su caso denegarla, finalmente se fijara cual el ámbito de alcance de la jurisdicción constitucional, respecto de la indígena originaria campesina, para luego en función a la decisión que se vaya adoptar, realizar recomendaciones generales para al comunidad YauririSan Juan. Bajo tales directrices se tiene lo siguiente: V.7.1. Breve descripción sociocultural de la comunidad Yauriri-San Juan Con la finalidad de ubicarnos en el contexto social y cultural, que dio origen a la problemática en análisis, la Comunidad Yauriri a partir de su extensión de título territorial otorgado por el INRA, mediante proceso de saneamiento, viene a constituirse en TCO, habiendo obtenido su título ejecutorial TCO-NAL el 20 de octubre de 2005, registrado en DD.RR. el 20 de diciembre del mismo año. Por otro lado, del informe técnico elaborado, por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, el Ayllu Yauriri unificado se encuentra compuesto por dos Comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri San Francisco, contando cada una con sus respectivas autoridades originarias. Dentro de ese contexto social, la comunidad Yauriri-San Juan se encuentra organizada por familias que viven en sus sayañas, siendo sus autoridades ancestrales el Jiliri Mallku, Jiliri Mallku Tayka, Primer Mallku Originario Awki y Primer Mallku Originario Tayka y Segundo Mallku Originario Awki y Segundo Mallku Originario Tayka; asimismo, dicha colectividad, cuenta con personería jurídica reconocida desde el 27 de junio de 1995. Empero, más allá de tal reconocimiento, se constituye en una comunidad, que existe desde la época precolonial, contando con un sistema propio de administración de justicia, que al formar parte del Estado Plurinacional de Bolivia está sujeto al respeto de los principios, derechos y garantías constitucionales contemplados en nuestra Ley Fundamental, como se expuso en el Fundamento Jurídico V.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional. V.7.2. Legitimidad de la comunidad Yauriri-San Juan, para operar su sistema de justicia Como se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.2 del presente fallo, a partir de la constitucionalizacion del pluralismo jurídico, se reconoce a la jurisdicción indígena originaria campesina la potestad de administrar justicia a través de sus propias autoridades, quienes a tiempo de resolver sus controversias aplican principios, valores, normas y procedimientos propios; en ese entendido, la comunidad Yauriri-San Juan, también se encuentra facultada de poder aplicar su propio sistema de justicia; empero, guardando relación con nuestra Ley Fundamental como se desarrolló precedentemente. En la Conclusión III.8, que señala en la comunidad Yauriri-San Juan: “El elemento principal es la espiritualidad (…), mediante el cual se administra justicia en forma imparcial” (sic), cuya normativa al determinar expresamente los actos o hechos que constituyen faltas, respecto de los cuales se apertura la competencia de la justicia comunitaria. INDICE Los accionantes al haber denunciado la lesión de derechos fundamentales, obligan a la jurisdicción constitucional atenderlos, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.3 de este fallo que indicó que las determinaciones asumidas por la justicia indígena originaria campesina pueden ser examinadas por la justicia constitucional cuando se denuncia la supresión de derechos y garantías constitucionales de acuerdo a un diálogo intercultural como elemento indispensable, habiéndose constatado -incluso- que en el presente caso existe un apartamiento de los principios de equidad, razonabilidad y/o justicia social. Bajo ese razonamiento, luego de compulsar antecedentes, ésta Sala asume la decisión de resolver la problemática planteada con la finalidad de analizar los derechos denunciados por los accionantes y devolver la armonía y el equilibrio al interior de la Comunidad Yauriri-San Juan, conforme se pasará a desarrollar. V.7.3. Resolución de los derechos denunciados Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la vida, a la integridad, a la dignidad, a la libertad de residencia, a la permanencia y circulación, a la inviolabilidad del domicilio, al trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia física y psicológica contra las mujeres, prohibición de violencia y maltrato contra los adultos mayores, al debido proceso, a la defensa en comunidades indígenas originarias y la garantía del “tribunal u órgano imparcial”, así como su derecho al agua, electricidad y vivienda, por cuanto por el robo de dinero ocurrido el 2002, el hijo menor de Benita Ichuta Ichuta fue sancionado a entregar una puerta para la escuela y elaborar mil adobes; empero, tras descubrir a los verdaderos autores, acudió a la Policía Boliviana, pidiendo una investigación de los hechos, extremo que no fue de agrado de las autoridades de su comunidad, quienes determinaron la expulsión escolar de su hijo. Asimismo, indica que en el transcurso de la asamblea, las autoridades escolares le sustrajeron la suma de Bs600.-, que era producto del BONOSOL de Feliciano Ichuta Aspi, por lo que sintiéndose atropellados en sus derechos, acudieron a la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, instancia que determinó remitir antecedentes al Ministerio Público, llevándose a cabo un proceso penal, que no tuvo respuesta positiva, por el contrario llego a extinguirse, por cuya razón Benita Ichuta Ichuta el 15 de octubre de 2010, realizó una declaración en el periódico “El Alteño”, señalando entre otras cosas, que habría sido víctima de una injusticia en su comunidad. Refieren que tales antecedentes causaron molestia en las autoridades originarias de la Comunidad Yauriri San Juan, quienes producto del enojo, incurrieron en la comisión de los siguientes hechos lesivos: a) Inicialmente mediante Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, los Mallkus originarios determinaron que, las acusaciones efectuadas por Benita Ichuta Ichuta, constituían una difamación a los miembros de la Comunidad, por lo que fue declarada persona no grata, resolviendo la expulsión y abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi en el plazo de setenta y dos horas; b) Posteriormente para efectivizar el cumplimiento de la injusta sanción, mediante Resolución originaria 01, tras haber concluido INDICE que los denunciados Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi incumplieron con sus deberes y obligaciones comunitarias durante ocho años, adeudando a la comunidad la suma de Bs72 250.- se dispuso desconocer a los nombrados como miembros de la comunidad, por otro lado resolvieron la expulsión sin derecho a indulto de toda la familia -Benita Ichuta Ichuta, Roberto Rubén Tarqui Ichuta (hijo), Feliciano Ichuta Aspi (padre), Martín Ichuta Ichuta, Enrique Ichuta Ichuta, Heliodoro Ichuta Ichuta (hermanos), Margara Ichuta Ichuta, Gervacia Ichuta Ichuta (hermanas)-, decisión que les fue notificada el 24 del mismo mes y año; c) Por otro lado, sostiene que el 8 de enero de 2011, los miembros y autoridades de la comunidad Yawriri San Juan, se dirigieron a su domicilio y en el lugar los sacaron a la fuerza para llevarlos amarrados a la iglesia del pueblo, siendo amenazados de ser quemados vivos con querosén, ello por no lograr sus firmas en el acta de retiro de forma voluntaria; y, d) Finalmente el 10 de enero de 2011, mediante “Acta de Posesionamiento”, la comunidad Yauriri-San Juan en general, procedieron a tomar posesión de las sayañas de toda su familia, estableciendo mojones. No podemos dejar pasar por alto, como aspectos relevantes: 1) El primero, sin duda encuentra su origen en los acontecimientos ocurridos en Asamblea General de las Comunidades Yauriri-San Juan y Yawriri-San Francisco el año 2002, en la que se sancionó al hijo de Benita Ichuta Ichuta, con la fabricación de mil adobes y a comprar una puerta, para la escuela de la comunidad, por haber sido encontrado autor del delito de hurto; y, 2) El segundo, radica en la declaración efectuada por Benita Ichuta Ichuta, en el periódico “El Alteño” el 15 de octubre de 2010, en el que señaló que el profesor “Asencio Q.” (sic) le había quitado Bs600.- producto del BONOSOL de su padre y que si bien había realizado su denunciada al Ministerio Público, las investigaciones no había avanzado a ocho años de haber sido presentadas. Como producto de los hechos expuestos, el 10 de noviembre de 2010, los Mallkus originarios de la Comunidad Yauriri-San Juan, a través de Voto resolutivo de la citada fecha, denunciaron que la accionante había propalado difamación contra toda la comunidad y sumado al hecho de que la familia Ichuta no estaba cumpliendo con sus obligaciones comunitarias y que constantemente “atropellaban” a las personas de la tercera edad, así como a los vecinos cuando se encontraban en los caminos, resolvieron que Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi abandonen la comunidad en un plazo de setenta y dos horas. Posterior a ello, las mismas autoridades originarias, emitieron la Resolución 01, ratificando las acusaciones expuestas en el Voto resolutivo, agregando que los denunciados no asistían a las reuniones ordinarias y que tendrían una deuda económica con la comunidad, de Bs72 520.- por ambas personas, por lo que decidieron su desconocimiento como miembros de la comunidad, así como la expulsión sin derecho a indulto de toda la familia Ichuta, amenazando declararse en estado de emergencia en caso de incumplimiento. En esas circunstancias, a efectos de lograr el cumplimiento de dichas sanciones, conforme a los antecedentes y lo extractado de los diferentes informes policiales, el 8 de enero de 2011, en circunstancias irregulares se instalo la magna asamblea de la Comunidad Yauriri San Juan, INDICE en la Unidad Educativa, la cual abarco horas inapropiadas, vale decir mas veinticuatro horas de haber sido instalada, llegando a suscribirse a su conclusión un acta de abandono, en la que participaron los accionantes, así como las autoridades al mando de Primitivo Triguero Ichuta y Agustín Triguero Ichuta, Mallkus Originarios, determinando entre otras cosas la expropiación de las sayañas de la familia Ichuta en beneficio de la Comunidad. Al respecto se debe considerar que, la situación en que se llevó a cabo la citada asamblea conforme a las conclusiones expuestas en el presente fallo-, se evidencia el empleo de la fuerza y la presión en la aceptación de las decisiones asumidas por las autoridades originarias de la comunidad, pues en tales condiciones no resulta lógico pensar que los hoy accionantes, hayan aceptado imposiciones, menos que hubieran suscrito las actas, lo que nos hace concluir que a tiempo de suscribir las mismas, existió supresión de la autonomía de la voluntad. Similar conclusión se tiene del “Acta de Posesionamiento” (sic), en cuyo mérito la comunidad en pleno, tomó posesión de las sayañas de la familia Ichuta. Con relación a la vida y a la dignidad manifestar que de antecedentes se evidenció que la génesis del conflicto empezó el 2002, cuando se denunció el robo de enseres de la profesora Benita Mamani Nacho, habiéndose sancionado al hijo de la coaccionante Benita Ichuta Ichuta con la entrega de una puerta para la escuela y la elaboración de mil adobes, hecho que fue resuelto en asamblea general de las comunidades Yawriri-San Juan y Yawriri-San Francisco, el 20 de agosto de 2002, en el que se resolvió: “Declarar persona no grata al joven (…), Benita Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de la Comunidad T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad. Asimismo, se determinó por unanimidad la expulsión inmediata y definitiva del Colegio República de Noruega al estudiante (AA), solicitando a la Dirección del Establecimiento y Consejo de profesores más Juntas Escolares, realizar el proceso respectivo pasando en conocimiento de las autoridades inmediata superiores del ramo de Educación” (sic) (las abreviaturas en paréntesis son nuestras) afirmando que el menor AA es autor confeso de la sustracción de enseres de la profesora Benita Mamani Nacho, que hizo la reposición de las mismas; y, que las autoridades originarias más los comunarios firmaron un documento de solución preventiva donde se comprometieron a pagar la sanción con una puerta garaje y mil adobes. Al respecto, se advierte que si bien la data de los hechos son antiguos; sin embargo, tiene relevancia constitucional pues la decisión final de expulsión de los accionantes tomó en cuenta éste aspecto, pues a raíz de que esos hechos fueron denunciados por la accionante en el periódico El Alteño el 15 de octubre de 2010, como se indicó en la Conclusión II.4 de este fallo, que entre otros menciona: “Relató que todo pasó a raíz de que se perdió una garrafa de gas en la escuela de la comunidad…” (sic), provocó la emisión del voto resolutivo de 10 de noviembre de ese mismo año, que dispuso el abandono inmediato de Benita Ichuta Ichuta y su padre Feliciano Ichuta Aspi en el término de setenta y dos horas como se desglosó en la Conclusión II.5 del presente fallo; y, que sumado al hecho de la denuncia de inasistencia a reuniones y actividades de la comunidad dio origen a la Resolución originaria 01, que luego desembocó en la expulsión de los accionantes. INDICE De la lectura del acta de asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri San Francisco de 20 de agosto de 2002, antes mencionado se advierte que la sanción impuesta no tomó en cuenta las normas y procedimientos previstos por la propia comunidad que establece la existencia de faltas leves, graves y muy graves como se indicó en la Conclusión II.6 y punto III.9.2, en el que no contempla que en forma directa se tenga que imponer la expulsión de los accionantes de las listas de la Comunidad sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad, así como el retiro del menor AA de la escuela República de Noruega, al contrario sus propias normas prevén que luego de que sus autoridades originarias investigan la denuncia y determinan la autoría del hecho, deben reflexionar y orientar de manera diplomática al infractor -en el presente caso al hijo de la accionante-, determinando las causas y los motivos que le habrían llevado a cometer la infracción, actividad que debe efectuarse en un ambiente reservado para precautelar la salud psicológica del menor, que llevado por la presión y la angustia del reproche social al más de las veces puede incluso reconocer faltas que no cometió por miedo a tener que continuar ser víctima de interrogatorios y condenas sociales. Nuestra Ley fundamental “…prohíbe y sanciona toda forma de violencia contra las niñas, niños y adolescentes, tanto en la familia como en la sociedad” (art. 61.I de la CPE); establece que: “Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a vivir y a crecer en el seno de su familia de origen o adoptiva” (art. 59.II de la CPE); y, reconoce el derecho de los menores a la educación, señalando: “La educación es obligatoria hasta el bachillerato” (art. 81.I de la CPE); éstos aspectos no fueron tomados en cuenta por las autoridades demandadas, que permitieron que el menor AA, por decisión de la comunidad, deje la escuela, no habiéndose evidenciado que las autoridades demandadas hubieran gestionado el respeto de los derechos y las garantías del hijo de la accionante; asimismo, no tomaron en cuenta que sus propias normas señalan que solo en caso de faltas muy graves se puede echar del ayllu a uno de sus integrantes, donde se constata que hubo reincidencia y una manifiesta actitud de los infractores a no corregir su conducta, y que ponga en evidente peligro a la comunidad. Por ende la decisión de expulsión de las listas de la comunidad de los accionantes así como el retiro del menor AA de la escuela es contraria a los derechos y garantías previstos en nuestra Ley Fundamental, como se mencionó precedentemente; asimismo, no se sujetó a las normas internas de la propia comunidad que establece el procedimiento que se debe seguir: llamar a reconciliación, hacer recomendaciones; dejar constancia de lo decidido, así como de las actuaciones realizadas en el libro de actas; y, previo a imponer la sanciones evaluar el comportamiento del infractor -reincidencia-; y, la participación e incumplimiento de los padres de su deber de control y vigilancia de sus hijos, para así ser también sancionados. En audiencia, realizada en ésta entidad el 10 de junio de 2013, una de las autoridades originarias manifestó que: “Ante una falta leve de un comunario se le hace una reflexión, cuando se incurre en una pelea o riña, se sanciona con dos días de trabajo forzado para la comunidad, ya cuando se incurre en un acto de segundo grado de gravedad se sanciona con cinco días de trabajo forzado en beneficio de la indicada comunidad. En los casos graves se invita al infractor a reconciliar, sino asiste a la convocatoria, se acude a la Policía, si nuevamente hace caso omiso, se lo visita a reconciliar en la comunidad” (sic); sin embargo, INDICE no se advierte que se hubiese seguido dicho proceso en la imposición de la sanción del menor AA y de los accionantes el 20 de agosto de 2002, situación que debe ser corregida por las autoridades originarias para contar con una decisión justa, razonable y acorde a los principios, derechos y garantías constitucionales, habiéndose lesionado el derecho a la dignidad de los accionantes. Con relación a la vida, indicar que el informe realizado por el efectivo policial Apolinar Alaro Tarqui, el 10 de enero de 2011, refleja que el 8 de enero de ese año constató que aproximadamente a horas 18:00 la accionante junto a su padre se encontraba en la unidad educativa junto a una veintena de personas que afirmaban se encontraban resolviendo los problemas originados, por no cumplir con las obligaciones y costumbres de la comunidad Yauriri-San Juan -Conclusión II.15 de este fallo-; la ejecución misma de la expulsión efectuada el 8 del citado mes y año, que provocó lesiones a la integridad de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi, evidencian que se puso en riesgo la vida de las citadas personas, pues ambos pertenecen a grupos vulnerables que ante la presencia de una muchedumbre se pudo desencadenar resultados mayores, por lo que se puso innecesariamente en riesgo la vida de las citadas personas. Respecto al derecho a la circulación, manifestar que conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.5 de este fallo, la acción de libertad se constituye en el mecanismo idóneo para tutelar el derecho a la circulación y libre locomoción de las personas, por lo que a través de la presente acción de amparo constitucional no se puede ingresar a resolver la citada problemática, pasándose a examinar los demás derechos denunciados como vulnerados. Sobre la inviolabilidad del domicilio, indicar que el art. 25.I de la CPE prevé: “Toda persona tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio…”; y, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 0579/2013 de 21 de mayo, que cita a la SCP 0608/2012 de 20 de julio: “’…el art. 25.I de la CPE, señala que: «Toda persona tiene derecho a la inviolabilidad de su domicilio…» de igual forma, el Tribunal Constitucional ha establecido a través de la SC 0528/2011-R de 25 de abril, citando a otras como a la SC 0271/2006-R de 22 de marzo, cuyo entendimiento reiterado en la SC 0860/2010-R de 10 de agosto, por ser acorde al actual orden constitucional, determinó que: «La inviolabilidad de domicilio significa que nadie puede introducirse o ingresar en él sin el consentimiento del propietario o habitante, excepto en los casos expresamente previstos por la Constitución o la Ley. A este efecto, debe entenderse por domicilio todo lugar de habitación, sitio de trabajo o espacio cerrado en el cual no hay libre acceso para el público. Según doctrina constitucional, el carácter domiciliario de un recinto viene dado por el hecho de que en su interior una o más personas desarrollan actividades pertenecientes a la esfera de la vida privada, a ese ámbito de la existencia de cada hombre donde los otros no pueden introducirse ilícitamente». (…) INDICE «Se distingue entre el concepto de residencia, el lugar de la morada efectiva y el de domicilio, que exige, además el hecho material de la residencia, el ánimo de permanencia en ese lugar. Por último encontramos la habitación lugar donde la persona se encuentra viviendo por cierto tiempo determinado, también llamado domicilio accidental»'” (las negrillas son nuestras). El citado entendimiento, también es aplicable a la jurisdicción indígena originaria campesina, que está obligada a respetar la inviolabilidad del domicilio, de modo que nadie podía ingresar a la casa de los accionantes sin la autorización de sus moradores, pues se constituye en un derecho humano fundamental que exige respeto por estar reconocido en nuestra Norma Suprema como se explicó precedentemente, constatándose su vulneración en el momento en que se ejecutó la expulsión de los accionantes, aspecto que debe ser tratado por las autoridades demandadas, para restablecer el equilibrio y la armonía al interior de la comunidad Yauriri-San Juan. Con relación al derecho al trabajo, el art. 108.5 de la CPE,prevé que son deberes de las bolivianas y los bolivianos: “Trabajar, según su capacidad física e intelectual, en actividades lícitas y socialmente útiles”; y, en el art. 46.II establece que: “El Estado protegerá el ejercicio del trabajo en toda sus formas”, mandatos constitucionales que debieron ser observados por las autoridades demandadas, pues los accionantes son miembros de la Comunidad YauririSan Juan, que viven del producto de su trabajo en la utilización de sus predios agrarios, siendo ésta su fuente de alimentación e ingresos económicos; consecuentemente, cualquier determinación que implique el retiro definitivo de los accionantes de sus tierras afecta directamente su derecho a trabajar y labrar la tierra. Asimismo, con relación Feliciano Ichuta Aspi, si bien es un adulto mayor; sin embargo, ello no implica que al interior de su familia no cumpla una función económica social de acuerdo a sus posibilidades; por lo que, al ser alejado definitivamente del lugar en que nació, creció y desarrolló sus actividades civiles y políticas, restringió el citado derecho, más aún cuando en el sistema de administración de justicia indígena originario campesino no se ve al adulto mayor como una carga social sino más bien como una fuente de consulta y apoyo en la resolución de los conflictos, actividad del que fue privado a pesar de no ser el responsable de las faltas e infracciones que se le acusa, situación que debe ser valorado en forma integral por las autoridades demandadas, tomando en cuenta que “Las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina no sancionarán con la pérdida de tierras o la expulsión a las y los adultos mayores o personas en situación de discapacidad, por causas de incumplimiento de deberes comunales, cargos, aportes y trabajos comunales” (art. 5.III de la Ley de deslinde jurisdiccional. En cuanto al derecho de propiedad, indicar que en el presente caso se trata de predios agrarios, por lo que el análisis parte desde la previsión del art. 393 de la CPE, que señala: “El Estado reconoce, protege y garantiza la propiedad individual y comunitaria de la tierra, en tanto cumpla una función social o una función económica social, según corresponda”, estableciendo, en el art. 397.I que: “El trabajo es la fuente fundamental para la adquisición y conservación de la propiedad agraria. Las propiedades deberán cumplir con la función INDICE económica social o con la función económica social para salvaguardar su derecho, de acuerdo a la naturaleza de la propiedad”. Asimismo, el art. 401 de nuestra Ley Fundamental, indica: “I. El incumplimiento de la función económica social o la tenencia latifundista de la tierra, serán causales de reversión y la tierra pasará a dominio y propiedad del pueblo boliviano; II. La expropiación de la tierra procederá por causa de necesidad y utilidad pública, y previo pago de una indemnización justa”. En la Sentencia de 29 de marzo de 2006, emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dentro del caso comunidad indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay (fondo, reparaciones y costas), que en su párrafo 120, refiriéndose a los conceptos de propiedad y posesión en los pueblos y comunidades indígenas, expresó que: “Desconocer las versiones específicas del derecho al uso y goce de los bienes, dadas por la cultura, usos, costumbres y creencias de cada pueblo, equivaldría a sostener que sólo existe una forma de usar y disponer de los bienes, lo que a su vez significaría hacer ilusoria la protección del art. 21 de la Convención para millones de personas” [7]. Por ende, se comprueba que nuestra Ley Fundamental garantiza y protege el derecho a la propiedad agraria, siempre y cuando ésta cumpla una función económica social; en el presente caso fueron las autoridades demandadas que determinaron que los accionantes hubiesen dejado de hacer producir sus tierras; es decir, que los accionantes no estuviesen labrando sus predios o dejado de criar sus animales, cuando debieron denunciar el hecho ante el órgano competente (INRA) que previa verificación del incumplimiento de la función económica social hubiese determinado la reversión del predio; sin embargo, se limitaron a sostener que existe el incumplimiento de los deberes para con la comunidad y el adeudo de Bs70 000.-; en efecto, Carmelo Ichuta Sánchez -codemandado- en la audiencia de 10 de junio de 2013, efectuado en éste Tribunal afirmó: “Los Bs. 72000 emergen de los atrasos a reunión normal de Bs. 10, cuando ´…es trabajo se duplica, hace se triplica dependiendo del trabajo como es, se triplica, 10 años estábamos trayendo agua, electrificación, etc….Esto se hace Bs. 3500 por cada sayaña, siendo dos sería Bs. 70 000” (sic) En el acta de conciliación de 9 de enero de 2011, desglosado en la Conclusión II.11 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, se evidenció que se dispuso el incumplimiento del servicio social a la Comunidad y la deuda acumulada deja sus dos sayañas en beneficio de la colectividad; y, que “La comunidad se comprometió a devolver el ganado de la accionante… que se encontraba en la sayaña de Rolando Ichuta Triguero” (sic), aspectos que denotan que hubo una usurpación de funciones respecto al organismo encargado de su verificación. En cuando al incumplimiento de las obligaciones sociales respecto a la comunidad, indicar que ya en asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri-San Francisco, de 20 de agosto de 2002, las propias autoridades originarias determinaron: “Declarar persona no grata al joven (…), Benita Ychuta y Abuelo Feliciano Ychuta dándose por EXPULSADO de las listas de la Comunidad T.C.O. sin derecho a participar en proyectos y actividades de la comunidad…” (sic) (las negrillas son nuestras), citado en la Conclusión II.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, denotándose que ya en aquella oportunidad se prohibió a los accionantes a INDICE intervenir en los proyectos y actividades de la comunidad; sin embargo, en las determinaciones posteriores se decide sancionarlos por incumplimiento de los trabajos comunales como se explicó precedentemente y se realiza el cálculo de la suma de Bs70 000.-; consecuentemente, no existe relación entre la decisión asumida el 20 de agosto de 2002; y, la pena pecuniaria impuesta en la Resolución originaria 01, el acta de reunión de 8 de enero de 2011, que razona en sentido contrario, existiendo un apartamiento de los principios de razonabilidad y justicia social, expuestos en el Fundamento Jurídico V.3 de este fallo, debiéndose corregir para que exista una decisión uniforme que responda a los principios de verdad y respeto a los derechos y las garantías constitucionales. Asimismo, ésta Sala constata que en la imposición de la pena no se respetó el principio de igualdad, puesto que las determinaciones asumidas por las autoridades demandadas no tomaron en cuenta la condición de Feliciano Ichuta Aspi, que como adulto mayor está exento de seguir aportando a la Comunidad, debiendo más bien ser respetado y considerado en su condición de formar parte de un grupo vulnerable, que merece protección e incluso el socorro de la propia comunidad cuando evidencie el estado de necesidad, pues es la solidaridad la base de coexistencia pacífica y la armonía social, como advirtieron la Unidad de Descolonización de nuestra entidad. Por otra parte, debe tomarse en cuenta que es con el propio trabajo con el que se cumple las obligaciones sociales para con la Comunidad, por lo que el privarle del uso, goce y disfrute de las tierras que son de propiedad de los accionantes, se les niega no solo la posibilidad de subsistir sino también a pagar la deuda que determine la Comunidad. Con relación a la prohibición de expulsión, la libertad de residencia y permanencia; el debido proceso y la defensa, manifestar que conforme se expuso en el Fundamento Jurídico V.2 de este fallo, la Norma Suprema reconoce a la jurisdicción originaria campesina la facultad de resolver las controversias puestas a su conocimiento de acuerdo a sus propios principios y valores culturales; sin embargo, impone a sus autoridades a respetar los derechos y las garantías constitucionales. En el caso de autos, a través del Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, Resolución originaria 01, así como las actas de constancia y de abandono, ambas de 8 de enero de 2011, así como el de “Posesionamiento” de 10 de enero de 2011; y, por ende el voto resolutivo 03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011, se fueron reafirmando y consolidando la decisión de expulsión de los accionantes de la Comunidad Yauriri-San Juan; pero, como indicó precedentemente, no tomaron en cuenta que ya en la asamblea general de las comunidades Yauriri-San Juan y Yauriri-San Francisco de 20 de agosto de 2002, se determinó que los accionantes no tenían derecho a participar en los proyectos y actividades de la Comunidad; en consecuencia, si fueron las propias autoridades las que prohibieron a Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi -ahora accionantes- a participar en los proyectos y actividades de la Comunidad, entonces cuál la razón de luego sancionarlos, existe una manifiesta contradicción que no fue advertida por las autoridades demandadas, que en lugar de buscar el equilibrio y la armonía social, tendieron a mantener el error hasta el extremo de tener que demoler la vivienda de los accionantes y expulsar por la fuerza a los accionantes, sin reparar que se incumplió con sus propias normas que INDICE establecen la investigación exhaustiva de los hechos, la determinación adecuada de las sanciones; la exposición de las recomendaciones inicialmente efectuadas a los infractores y en caso de reincidencia acudir al reproche social, como medida de corrección; y, en última instancia determinar la expulsión -para casos de mayor gravedad-, previa exposición del peligro e inminente daño que se podría ocasionar a la Comunidad, para que de esta forma ésta instancia pueda, a través de una ponderación intercultural, efectuar el test de razonabilidad, y proporcionalidad de la decisión. Mario Triguero Ichuta, Agustín Triguero Ichuta, Primitivo Ichuta, Carmelo Ichuta Sánchez, Juan Triguero Mamani, Juana Tuco de Triguero, Avelina Triguero de “Humerez”, Edwin Juan Triguero Tarqui, Máxima Ichuta Triguero, Nemecio Ichuta Mamani, Abraham Triguero Coronel, Eustaquio Ichuta Tarqui, Juan Humiri Tarqui y Martín Triguero Tarqui -co demandados-, en su informe refirieron: “La familia Ichuta se convirtió, durante todo ese tiempo en un peligro para la comunidad; por lo que el pleno con el fin de precautelar su propia seguridad física y jurídica, en forma pactada y consensuada con los accionantes, determinó el alejamiento de toda la familia de la Comunidad o en su defecto pagar las deudas que mantenían, por trabajos comunales, aportes y multas que alcanzan en esa época a Bs.72 000.- (setenta y dos mil bolivianos)…”(sic), de lo que se colige que la determinación de expulsión fue una medida de presión impuesta a los accionantes para cumplir con sus obligaciones para con la comunidad; pero, en modo alguno guarda relación con las sanciones previstas por su propio reglamento, que no prevé dicha medida compulsiva, sino más bien determina la existencia de faltas leves, graves y muy graves, en los que la reincidencia entre otros, es el factor que determina la imposición de la pena como caracteriza al sistema de administración de justicia indígena originario campesino. En el caso presente, como se mencionó, el 20 de agosto de 2002, se dispuso que los accionantes no podían participar en los proyectos y actividades de la Comunidad; por ende, correspondía a las autoridades demandadas advertir ese extremo; y, de acuerdo a sus propios principios y valores corregir el error, determinando una sanción justa y acorde a sus propios estatutos, tome en cuenta la condición personal de cada uno de los accionantes, de lo contrario se continuara vulnerado el derecho al debido proceso y la defensa de los accionantes, que tienen el derecho a exigir el respeto a los principios y valores de la propia comunidad; y, en caso de considerar que existen delitos de orden público acudir a las autoridades llamadas por ley, situación que en modo alguno puede implicar el desconocimiento de los derechos de la comunidad Yauriri-San Juan, cuyo ámbito competencial es diferente. Sobre la prohibición de violencia física y psicológica contra mujeres, adultos mayores; y, la integridad, señalar que el art. 15 de la CPE, es claro al afirmar: “I. Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes. No existe pena de muerte; II. Todas las personas, en particular, las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”; en el Estado Constitucional de Derecho Plurinacional, no se admite la violencia en todas sus formas, siendo deber de las autoridades INDICE de la jurisdicción indígena originaria campesina observarla, pues el art. 10.I de la CPE, prevé: “Bolivia es un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz y el derecho a la paz…”; entendimiento que guarda relación con el sistema de administración de justicia indígena originaria campesina que no admite las prácticas punitivas, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico V.2.1 de este fallo, en base a ello expresar que si bien las autoridades demandadas niegan la existencia de violencia física a los accionantes; sin embargo, cursan certificados médico forenses de 12 de enero de 2011, de Benita Ichuta Ichuta y Feliciano Ichuta Aspi que la desvirtúan, como se indicó en la Conclusión II.17, documento que junto a los informes policiales de 10 y 12 de enero de ese mismo año, descritos en las Conclusiones II.15 y II.18, se concluye que se ejerció violencia sobre los ahora accionantes, en el intento de hacer cumplir las determinaciones asumidas por la Comunidad Yauriri-San Juan, situación que no debió ocurrir en razón a que el art. 192.II de la CPE, establece: “Para el cumplimiento de las decisiones de la jurisdicción indígena originario campesina, sus autoridades podrán solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado” (las negrillas son nuestras); asimismo, el art. 15 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional establece: “La jurisdicción indígena originaria campesina, la ordinaria, la agroambiental y las demás jurisdicciones legalmente reconocidas, tienen el deber de cooperarse mutuamente, para el cumplimiento y realización de sus fines y objetivos”. Por ende, el uso de la coacción por parte de las autoridades demandadas no puede ser admitido, pues el sistema jurídico nacional, a partir de nuestra Ley Fundamental, les proporciona los mecanismos necesarios para el cumplimiento de sus propias determinaciones a través de la cooperación de las demás jurisdicciones, que dicho sea de paso no pueden revalorar los hechos y las decisiones asumidas por la jurisdicción indígena originaria campesina como se mencionó en el Fundamento Jurídico V.2.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, por lo que en caso de desobediencia a las decisiones asumidas en la jurisdicción indígena originaria campesina, se tenía que solicitar a la jurisdicción ordinaria la respectiva cooperación para exigir el cumplimiento de las decisiones asumidas por la comunidad Yauriri-San Juan, como establece nuestra norma suprema y la propia Ley de Deslinde Jurisdiccional. Con relación a la garantía de “tribunal u órgano imparcial”, indicar que no se evidencia su conculcación, en razón a que los accionantes no acreditaron que exista vínculos de amistad, parentesco u otros que comprometan la imparcialidad de las autoridades demandadas. El problema de la justicia en la decisión asumida por la Comunidad Yauriri-San Juan es un tema que se analiza a través de los demás derechos denunciados como conculcados. En cuanto al derecho a la vivienda y los servicios de agua y electricidad, como se mencionó en el Fundamento Jurídico V.6, la vivienda se constituye en un derecho humano fundamental, que obliga a terceros, incluyendo a las autoridades demandadas, a respetarla, su reconocimiento se encuentra no sólo a nivel nacional sino también internacional; así, el art. 190.II de la CPE, prevé que: “La jurisdicción indígena originaria campesina respeta el derecho al a vida, el derecho a la defensa y demás derechos y garantías establecidos en la presente Constitución”; en armonía con el citado entendimiento, el estatuto de la INDICE Comunidad Yauriri-San Juan ratifican los derechos establecidos en nuestra Norma suprema y la declaración de los DD.HH. -Conclusión II.6-; consecuentemente, si la propia normativa de las autoridades demandadas garantiza el respeto de los derechos humanos y de la constitución no se comprende el motivo por el cual se tuvo que llegar al extremo de demoler la vivienda de los accionantes como se advierte del expediente, mismas que junto a los antecedentes expuestos en las conclusiones y las intervenciones realizadas en audiencia, en éste Tribunal, el 10 de junio de 2013, nos llevan a la conclusión de que efectivamente fue conculcado. A su vez, señalar que el presente fallo no implica desconocer el cumplimiento de las obligaciones sociales que se exigen a cualquier miembro de la Comunidad Yauriri-San Juan, al contrario éstas deben cumplirse; empero, deberán ser impuestas en forma adecuada, observando la proporcionalidad, la igualdad, la equidad que se exige cuando se tiene que ver las condiciones propias de cada miembro de la comunidad; asimismo, indicar que no se puede compensar los adeudos por concepto de obligaciones sociales con los terrenos de los accionantes, debido a que el art. 394.I de la CPE, in fine prevé: “Se garantiza los derechos legalmente adquiridos por propietarios particulares cuyos predios se encuentren ubicados al interior de territorios indígena originario campesinos; II. La pequeña propiedad es indivisible, constituye patrimonio familiar inembargable…”; por ende, al ser la pequeña propiedad el espacio mínimo que se considera necesario para vivir y alimentar a una familia, no puede ser desconocido, debiendo por las autoridades demandadas, más aún cuando es con el producto del trabajo de los predios que se debe honrar las obligaciones sociales. V.7.4. Deber de protección y respeto Resulta importante resaltar el deber de las autoridades originarias de la Comunidad YauririSan Juan de velar siempre por el respeto y protección de los derechos y garantías constitucionales a tiempo de la resolución de las causas, puesto que su rol no es el de simples espectadores de las resoluciones dispuestas por la comunidad sino que como autoridades legítimamente investidos de la potestad de administrar justicia tienen la obligación de reflexionar y orientar a los miembros de su Comunidad, previo a que se tome decisiones. No pueden olvidar que su labor es la de buscar el equilibrio y la armonía social; y, que deben motivar sus decisiones conforme a sus principios, valores culturales y procedimientos; consecuentemente, en caso de ser convocados ante la jurisdicción constitucional deberán mínimamente exponer los procedimientos y los parámetros utilizados en el caso concreto y/u otros similares para efectuar el test de razonabilidad, proporcionalidad y justicia, donde también está inserto la igualdad. Por otra parte, es necesario tener en cuenta que el 14 de junio del presente año en la ciudad de Cochabamba el Tribunal Constitucional Plurinacional suscribió acta de coordinación interjurisdiccional entre autoridades de justicia indígena originario campesina, organizaciones sociales CONAMAQ, CIDOB, CNMCIOB BARTOLINA SISA, CSUTCB Y CSMCIB, INDICE CSCIOB y EL PUEBLO AFROBOLIVIANO, en el que entre otros definieron que: “4. La construcción del pluralismo jurídico y el ejercicio material de la justicia indígena requieren de que tanto las autoridades indígenas originario campesinas como el Tribunal Constitucional Plurinacional, trabajen en forma coordinada y participativa, con un relacionamiento directo entre Autoridades Indígenas y Magistrados a objeto de ayudar cada uno desde sus competencias la vigencia de la jurisdicción indígena y el resguardo de derechos fundamentales, los derechos humanos y materialización de la Constitución Política del Estado”(sic), por lo que ésta institución siempre tendrá las puertas abiertas para atender las consultas e inquietudes de las autoridades de las jurisdicción indígena originaria campesina sobre temas relacionados sobre la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales. Por lo expuesto, ésta Sala espera que las actuales autoridades de la Comunidad Yawriri-San Juan resuelvan los hechos denunciados por los accionantes aplicando profundamente los principios, valores culturales y procedimientos propios, respetando siempre los derechos y garantías previstos en nuestra Ley fundamental, de lo contrario será la jurisdicción constitucional la que ordene la aplicación inmediata de la constitución. Por todo lo expuesto, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, efectuó una compulsa parcial de los antecedentes del caso. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve: 1º CONFIRMAR en parte la Resolución 268/2012 de 11 de octubre, cursante de fs. 346 a 349, pronunciada por la Jueza Segunda de Sentencia Penal de El Alto del departamento de La Paz, y en consecuencia, CONCEDER la tutelasolicitada, respecto a los derechos de los accionantes a la vida, a la dignidad, a la libertad de residencia, a la inviolabilidad del domicilio, al trabajo, a la propiedad, a la prohibición de expulsión, a la prohibición de violencia y maltrato contra mujeres y adultos mayores, al debido proceso, a la defensa, al debido proceso en comunidades indígenas originarias y a la vivienda, al agua y la electricidad, y DENEGAR en relación al de un tribunal imparcial y la locomoción. 2° Dejar sin efecto el Voto resolutivo de 10 de noviembre de 2010, la Resolución originaria 01, así como las actas de constancia y de abandono, ambas de 8 de enero de 2011, así como el acta de “Posesionamiento” de 10 de enero de 2011 y por ende el Voto resolutivo 03/18/11/11 de 17 de diciembre de 2011. 3° Instruir a las autoridades originarias en actual ejercicio de la comunidad Yauriri-San Juan, a convocar a una magna asamblea para que dicten una nueva Resolución, conforme a los parámetros establecidos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. INDICE 4° Ordenar la restitución inmediata de los terrenos de propiedad de los accionantes, así como de los animales y productos que poseían a tiempo de su expulsión incluyendo las crías que hubieren nacido hasta el momento de su devolución; así como de la vivienda de los accionantes, incluyendo los servicios que poseía para el momento de la expulsión, debiendo definirse en la citada asamblea la forma de su cumplimiento: en especie, compensación u otra modalidad dispuesta por la Comunidad Yauriri-San Juan, velando siempre por los Derechos Humanos y la Constitución Política del Estado Plurinacional. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. No interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por ser de voto disidente. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1422/2012 Sucre, 24 de septiembre de 2012 SALA TERCERA Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños Acción de libertad Expediente: Departamento: 00040-2012-01-AL Chuquisaca En revisión la Resolución 01/2012 de 27 de enero, cursante de fs. 40 a 41, pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Balvino Huanca Alavi por si y en representación sin mandato de Viviana Gonzáles Conde, sus hijos y nietos, contra Juan José Cruz Pérez y Apolinar Cayo, dirigentes de la Junta Vecinal de Poroma provincia Oropeza del departamento de Chuquisaca. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Mediante memorial presentado el 24 de enero de 2012, cursante de fs. 13 a 15 vta., el accionante señala que: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 18 de diciembre de 2010, su hijo fue acusado de la presunta comisión del delito de robo en la comunidad de Poroma, razón por la cual, fue detenido, llegándose posteriormente a un arreglo transaccional con la reparación del daño integral y la devolución del dinero sustraído a la víctima, aspecto que motivó la decisión del Juez tercero de Instrucción en lo Penal de la Capital, quien emitió Auto de extinción de la acción penal instaurada contra su hijo. Refiere que a partir de ese momento, su familia sufre un trato discriminatorio e injusto en su comunidad, que ocasiona que sus hijos y nietos no pueden asistir a clases “debido al maltrato psicológico que sufren por los demás alumnos o personas mayores, ya que los molestan diciéndoles que son unos ladrones como su padre” (sic). Además, refiere que se procedió al corte del servicio de agua potable de su vivienda sin que se les permitiera cancelar los adeudos por el consumo del servicio, privándoseles del acceso a este servicio por más de un año. Continúa señalando que Viviana Gonzáles Conde -su esposa-, sufre tratos crueles, inhumanos, degradantes y humillantes, violencia física, psicológica y se le impide el acceso al trabajo y al comercio, ya que las autoridades hoy demandadas, le impiden ingresar al mercado donde tiene su puesto de venta de comida, fuente principal de sustento familiar; además, denuncia el ahora accionante que a su esposa, se le impide también efectuar el INDICE pastoreo de su escaso ganado vacuno privándole de su fuente de trabajo y atentando contra la seguridad alimenticia de su familia. Refiere además que la junta vecinal, al ser una institución moderna, no puede ser considerada nación o pueblo indígena originario y mucho menos reconocerle dominio ancestral sobre ningún territorio; empero, denuncia el accionante, que ésta instancia “…mediante la Notificación realizada el 9 de enero de 2012, usurpa funciones, viola la Constitución, los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos y las Leyes nacionales en actual vigencia, al habernos otorgado arbitraria e injustamente ‘un plazo de 24 o 48 horas para salir de la comunidad’, sometiendo a la Sra. Viviana Gonzáles y toda nuestra familia mediante la violencia física y moral a tortura, infamia, muerte civil y confinamiento” (sic). Denuncia también que los dirigentes de la junta de vecinos de Poroma, violan sus derechos civiles a la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y dignidad, atentan contra el “’interés superior de las niñas, niños y adolescentes, que forman parte de nuestra familia’, desconocen ‘la preeminencia de sus derechos, la primacia en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la asistencia de los servicios públicos y privados, y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado’” (sic). Asimismo, el accionante precisa que la notificación referida, vulnera también el debido proceso, señalando que él ni su familia fueron oídos, juzgados y mucho menos condenados, menos aún sometidos ante una autoridad competente. I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados El accionante, alega la vulneración de los siguientes derechos y garantías: a la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso, citando al efecto los arts. 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23.I, 25, 46, 47, 59, 60, 61, 62, 82, 110, 113, 114, 115, 116, 117, 118, 120 y 122 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela activada a nombre propio y en representación de su familia y se disponga el restablecimiento de sus derechos y el cese de todas las acciones ejercidas por los ahora demandados. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Efectuada la audiencia pública el 27 de enero de 2012, encontrándose presentes la parte accionante, asistida por sus abogados y Juan José Cruz, como codemandado, asistido de un defensor público, conforme consta en acta de fs. 38 a 39, se produjeron los siguientes actuados: INDICE I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción La parte accionante ratificó plenamente el contenido de su acción, agregando lo siguiente: a) Que la junta vecinal no puede ser considerada como organización campesina ya que ésta data de principios de la República y fue creada para relacionarse con los municipios, las cuales a partir de la Ley de Participación Popular, ya tienen el carácter de control social y sus atribuciones no corresponden a la jurisdicción indígena originario campesina; b) El art. 1 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se aplica a los “pueblos triviales de los indígenas del continente” (sic), señalando en su inc. b) que estos pueblos deben conservar sus propias organizaciones, concluyendo que las Juntas de Vecinos, no se adaptan a estas formas de organización. Señala también que su art. 3.2 del Convenio 169 de la OIT, establece la prohibición de violación de derechos reconocidos en la Constitución y en el propio Convenio; empero, precisa que en el caso concreto se han vulnerado derechos a la propiedad, agua, educación, igualdad, dándose un trato discriminatorio injusto contra mujeres y niños; y, c) En este caso se está juzgando lo hecho por una persona al resto de su familia y se está haciendo responsables penalmente a menores de edad. I.2.2. Informe de las personas demandadas En audiencia, el defensor de Juan José Cruz, manifestó: 1) La parte actora no ha probado la afectación de derechos; y, 2) “…evidentemente es parte la junta vecinal de la organización de la junta originaria, pero no han actuado como originarios sino como junta vecinal, por lo que solicitamos se rechace la acción de libertad” (sic). Además el accionado, señaló lo siguiente: “yo inclusive le he invitado al señor ven a las reuniones nosotros tenemos buena intención de solucionar el se reusa” (sic). I.2.3. Resolución El Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 01/2012 de 27 de enero, cursante de fs. 40 a 41, concedió la tutela con respecto al derecho al agua, disponiendo el cese inmediato de toda suspensión, supresión o privación del derecho al agua; además, el Juez de garantías, deniega la tutela en relación a los demás derechos denunciados como vulnerados por la parte accionada. La resolución antes señalada, se encuentra sustentada en los siguientes aspectos: i) En el marco de la SC 0559/2010-R de 12 de julio, al haberse afectado el derecho al agua y al estar el derecho al agua vinculado al derecho a la vida, a salud y la dignidad humana derechos que se encuentran resguardados por la acción de libertad, concede la tutela; y, ii) En cuanto a los demás derechos supuestamente vulnerados “estos no se encuentran dentro del marco de protección constitucional de la acción de libertad, por cuanto tampoco se ha demostrado en que medida el recurrente o su familia está ilegalmente perseguida, indebidamente procesada, indebidamente privada de libertad personal. A este aspecto la parte recurrente no ha demostrado que la transgresión a sus derechos constitucionales, lo que imposibilita INDICE ingresar al análisis de fondo a la problemática planteada vía acción de libertad recurrida a efectos de obtener la tutela solicitada no es la correcta, siendo la vía correcta la acción de amparo constitucional para la tutela efectiva para dichos derechos” (sic). I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Mediante AC 005/2012-CA/S de 23 de febrero, se solicitó documentación complementaria, a cuyo efecto se dispuso la suspensión del plazo. A partir de la notificación con el Decreto Constitucional de 15 de agosto de 2012, se reanudó el plazo, por lo que la presente Sentencia se pronuncia dentro del mismo. II. CONCLUSIONES Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes conclusiones: II.1. En antecedentes cursa acta de devolución de dinero sustraído de 24 de diciembre de 2010, mediante la cual, se establece que Cornelio Huanca Gonzáles “hace la devolución del dinero sustraído de ocho mil ochocientos (8.800 bs) a la Sra. ANGELA CONDORI ARRUETA (denunciante)”. Además, se hace constar la entrega de la indicada suma de dinero, en presencia del Presidente de la junta vecinal de Poroma, Secretario de actas de la junta originaria, dirigente de la Comunidad de Poroma, Vicepresidenta de Poroma, Secretario de actas de Poroma, Presidenta de la subcentral de la organización de mujeres “Bartolina Sisa”, Secretario Económico de la subcentral de Poroma y pueblo en general de las tres organizaciones del Municipio de Poroma (fs. 8). II.2. Cursa en antecedentes notificación dirigida a “Viviana G. W” (sic), de 15 de enero de 2012, misiva que de forma expresa señala lo siguiente: “…el base de pueblo decidió que desaloje toda La Familia por que tienen de antecedentes de Robo de dinero (…) por ese motivo el pueblo decidió que tiene que desocupar de su domicilio y su huerta” (sic). Además la citada nota señala también: “…tiene que desocupar 24 horas o si no 48 horas porque no son filiado a ningun organización ni en Su Comunidad de Hurhuayo y ni en pomanaza” (sic). Se evidencia que esta misiva fue suscrita por Juan José Cruz Pérez, en su calidad de Presidente y Apolinar Cayo, en su calidad de Vicepresidente (fs. 4). II.3. Se evidencia que por Resolución de 26 de enero de 2012 la junta vecinal de Poroma, en reunión de emergencia resuelve: “PRIMERO: Pedir y exigir a las autoridades de justicia que la junta vecinal del pueblo de Poroma ratifica su decisión de expulsar del pueblo de Poroma y de la Centralia de Poroma al Señor CORNELIO HUANCA GONZALES y a toda su familia, tomando en cuenta que estas personas ha irrumpido la paz y tranquilidad en nuestros hogares y nuestra familias, por la falta de seguridad en nuestras casas, ya que estas personas de un tiempo a esta parte se han dedicado a INDICE robar y Hurtar los bienes de nuestras casas” (sic). “TERCERO: Aclarar también que los hermanos menores de esta familia lamentablemente ya seguían los pasos del hermano mayor y el ejemplo del mismo, aprendiendo a robar y lastimar a la personas el cual es un riesgo permanente para la integridad física de las personas de esta localidad” (sic). “QUINTO: aclarar que en caso de no hacerse justicia en este caso, la Junta vecinal del Pueblo de Poroma tomaremos las acciones de hecho, con la intención de proteger a nuestras familias de este tipo de personas que dañan la sociedad” (sic) (fs. 30 a 31). II.4. Cursa también providencia de 18 de febrero de 2011, suscrita por la Jueza del Juzgado de Instrucción Tercero en lo Penal de la Capital, mediante la cual, se acepta la extinción de la acción penal por reparación integral del daño, medida que favorece a Cornelio Huanca Gonzáles y Calixto Saavedra Bautista, disponiéndose de forma expresa la extinción de la acción penal por la presunta comisión del delito de robo (fs. 6). III. CONCLUSIONES CON RELEVANCIA CULTURAL- ANTROPOLÓGICA Por la naturaleza de la controversia, se solicitó a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, la realización de un peritaje cultural-antropológico denominado “Elementos para el Abordaje Multidisciplinario de la Acción de Libertad en la Población de Poroma” (fs. 84 a 174); además, cursa en obrados “Informe Preliminar Recolección de Información sobre el Sistema Jurídico de las Autoridades Originarias de Poroma” (fs. 92 a 109). Cursa también en antecedentes Informe Técnico de la Comunidad de Poroma TCP/ST/UD/JIOC-JP/Inf. 006/2012 de 28 de junio (fs. 111 a 143), Documento de Complementación del caso Poroma (fs. 165 a 168) e Informe relacionado con el Encuentro con el Presidente de la Junta Vecinal de Poroma (fs. 163 a 171). En mérito a esta documentación, desde una óptica propia de antropología jurídica, se concluye en los siguientes aspectos relevantes para la resolución de la presente acción de libertad. III.1. En cuanto a la identidad cultural La población de Poroma, comprende la segunda sección municipal de la provincia Oropeza del departamento de Chuquisaca, “según referencias bibliográficas, extraídas de los investigadores y cronistas, la población de Poroma tiene pertenencia de identidad cultural a los Qhara Qharas, de existencia anterior a la colonia y posterior a la existencia de los Picachuri y los Qaqina” (fs. 98). Se establece que los QharaQharaSuyu es una nación originaria que pertenece al Qullasuyu dentro de las dieciséis naciones originarias que existen territorialmente. Se colige también que de acuerdo a referencias del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), sobre la base del censo desarrollado el 2001, el 95% de la población del municipio de Poroma se autoidentifica como Indígena Originaria Quechua (fs. 119). INDICE III.2. Idioma Se concluye también que en el municipio de Poroma, se hablan principalmente el quechua y español. En este marco, se tiene que el 82.2% de la población habla español; el 69.3% Quechua y el 1.7% Aymara (fs. 120). III.3. En cuanto a la organización administrativa Tomando en cuenta las características del municipio de Poroma, se establece que concurren organizaciones territoriales de carácter vecinal dentro de la población urbana del municipio, asimismo, por la actividad económica agrícola se observa la presencia de sindicatos campesinos así como la pertenencia de organizaciones originarias bajo el sistema del ayllu. Asimismo, se colige que en la jurisdicción territorial de Poroma conviven dos organizaciones territoriales claramente definidas: a) La subcentral; y, b) las Autoridades Originarias, con formas de administración de justicia diferentes (fs. 118). En base a estos antecedentes, se establece también la existencia de una organización de estructuras políticas mixta, con las siguientes instancias: 1) La Subcentralía Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Poroma Se encuentra conformada por representantes trabajadores del agro. Anteriormente, su sistema de representación fueron los Caciques y Alcaldes Territoriales; además, se establece que esta se encuentra organizada por los pueblos originarios, que son las pequeñas comunidades que se encuentran dentro del ayllu, así como de las organizaciones afiliadas a la subcentralía. Debe señalarse también que esta instancia, de acuerdo a sus estatutos y reglamentos, se encuentra representada por un directorio designado por dos años. Se colige también que a esta subcentralía se encuentran afiliados dieciséis pueblos originarios y organizaciones (fs. 121). Entre estos pueblos afiliados, se encuentra la junta originaria, que es una instancia paralela a la junta vecinal (fs. 125). Se establece que la representación de los pueblos originarios afiliados, se encuentra a cargo del Secretario General, designado por un año de gestión, estas autoridades, acompañadas de los Alcaldes comunales, participan de todas las actividades de la subcentralía de forma orgánica y con poder de decisión (fs. 122). Además que en la estructura de las autoridades de la Subcentralía, se encuentra un Secretario de Justicia y Defensa Comunitaria, que conoce los conflictos INDICE comunitarios en caso de no ser resueltos conflictos por parte de las audiencias, que son las instancias iniciales para la resolución de conflictos, el procedimiento para estos casos, será la elaboración de un informe por parte de las audiencias para su conocimiento por el Secretario de Justicia y Defensa Comunitaria. Si el conflicto no se resuelve, debe ser enviado a conocimiento de la instancia superior que es la Central Provincial y/o Departamental (fs. 124). Se establece además que entre las atribuciones de esta autoridad se encuentran: i) Dar normas de solidaridad y justicia comunitaria de acuerdo a sus usos y costumbres de su propia forma de ver las cosas; ii) En coordinación con la subcentral y Secretario de Actas, dar solución fraternal en conflictos internos o de organizaciones originarias; iii) En caso de no solucionar el problema, deberá referir a la instancia superior de ente matriz; y iv) buscar la correcta aplicación de las leyes vigentes a favor de los originarios afiliados y promoviendo normas de solidaridad y justicia comunitaria, entre otras (fs. 124). 2) La junta vecinal Originario de Poroma La junta originaria es paralela a la junta vecinal del pueblo y se encuentra organizada por los vecinos que han migrado de las comunidades dispersas a la Población de Poroma, con la finalidad de ser partícipes en las políticas y programas de desarrollo municipal, entre sus miembros figuran un Presidente y un Vicepresidente. Esta no cuenta con estatutos y reglamentos propios, pero al ser afiliada a la subcentralía, se sujeta a sus normas en cuanto a la administración de justicia (fs. 125 a 126). 3) La junta vecinal de la población de Poroma Ésta representa a la población urbana del pueblo de Poroma, constituida como la máxima organización vecinal, única, democrática y representativa de todos los vecinos y vecinas que integran y pertenecen a Poroma. Entre sus objetivos, se encuentran los de defender los intereses de los vecinos de la localidad y participar de las políticas estratégicas de desarrollo Municipal en el marco de la legislación. Se establece también que entre sus autoridades figuran un Presidente y Vicepresidente entre otros (fs. 126). Se determina también que entre las atribuciones de la junta vecinal se encuentran: a) Denunciar a los actores de corrupción, a favor de la moral de la función pública y la defensa de los derechos humanos de la población; b) Integrar las fuerzas vivas de Poroma, para la lucha inclaudicable por los intereses comunes del pueblo y el municipio de Poroma; y, c) Cumplir y hacer cumplir el Estatuto, reglamento y las resoluciones de la asamblea ordinaria y extraordinaria de la junta vecinal de Poroma (fs. 127). INDICE Se establece también que la junta vecinal que representa a los vecinos de la localidad de Poroma, no se encuentra afiliada a la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE), tampoco a la subcentral de Poroma u otra organización social existente en la jurisdicción de Poroma (fs. 127). 4) Las autoridades originarias de Poroma Se concluye que las autoridades originarias en las comunidades se encuentran vigentes, asumen sus funciones comunales con el cargo de Alcaldes comunales, designados de acuerdo a sus normas y procedimientos propios. De acuerdo a su estructura de organización territorial los caciques son las autoridades originarias en el Ayllu y coordinan con el Corregidor a nivel de la Marka Poroma, que en este caso sería el municipio de Poroma (fs. 128). Se establece que en la Marka Poroma, existe un Consejo de Gobierno Originario y que además dentro de la estructura del Gobierno de la Nación Originaria Suyu Qhara Qhara, Nicasio Mora Castillo, ejerce los roles de Cacique y Samuel Flores Cruz, es el Cacique Kuraca Menor (fs. 103 y fs. 117). Se concluye además que las autoridades originarias y las autoridades de la subcentrales se encuentran en conflictos de jurisdicción (fs. 132). III.4.En cuanto a la organización territorial Se concluye también que la estructura territorial de la población se organiza en una marka, denominada Valle Tinkipaya de Poroma, la cual se encuentra política y administrativamente conformada por seis ayllus. Cada una de estas unidades territoriales se encuentra gobernadas por sus autoridades originarias Kurakas de forma dual (qhari-warmi). Se estableció también que una autoridad originaria que pertenece a otra jurisdicción o ayllu no puede ejercer gobierno en otro ayllu (fs. 39). Se establece también que la Marka Poroma es la sede principal de la marka, donde las autoridades originarias de todos los ayllus y comunidades realizan sus reuniones y asambleas territoriales (fs. 99). Asimismo, se establece que la Marka Poroma perteneciente a la identidad ancestral del Suyu Qhara Qhara como instancia mayor, en su proceso de reconstrucción fue considerado como el departamento de Chuquisaca (fs. 99). III.5. En cuanto al elemento referente a la territorialidad ancestral Se establece que el proceso de reconstrucción territorial que emprendieron los Qhara Qahara Suyu, no es actual, sino más bien data de los periodos de la colonia y la república, en ese orden, se establece que la defensa de su territorio ancestral se dio INDICE por la permanente fragmentación de sus espacios territoriales y los nuevos reordenamientos que provocaron abusos sobre sus territorios y su identidad, lo que generó una cultura de resistencia como mecanismo, sobre estos hechos permitió mantener y recrear sus patrones culturales en la actualidad (fs. 101 a 102). Se tiene además que la titulación de las Tierras Comunitarias de Origen TCOs, según las autoridades originarias, apoya en la consolidación de sus territorios ancestrales como TIOC, delimitando las jurisdicciones territoriales para la administración de justicia (fs. 102). En este contexto, se establece que el territorio de Poroma se encuentra en pleno proceso de saneamiento de sus tierras mediante la modalidad de Territorios Indígenas Originarios Campesinos (fs. 118). III.6. Ritualidad y cosmovisión Se concluye que la comunidad utiliza un elemento específico: ch’uwanchar, término aymara que significa resolver un conflicto, para “volver en el orden el desorden causado por la conducta no adecuada” (sic); además en este marco se debe encontrar una solución adecuada a los problemas (fs. 105). Se establece además que esta conducta inadecuada implica salir del thaki o ñan, que es un valor de la ritualidad y la cosmovisión de la comunidad de Poroma para la aplicación de la justicia en la Marka y significa que todos los elementos de la naturaleza, tienen un camino (fs. 106). Se concluye también que la ritualidad en la administración de Justicia en la comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que suministra la autoridad denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción a imponerse a los infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un término quechua que significa la complementariedad entre la mujer y el hombre en la administración de justicia (fs. 106). En mérito a los elementos antes señalados, se colige que en la cosmovisión de este pueblo, todos los elementos del cosmos (planetas, cometas, astros), recorren por un camino denominado órbitas y cuando un planeta u otro astro sale del camino, se relaciona el desvío del camino cuando un miembro sale de su thaki, por lo que con la ch’uwanchada hacen que se vuelva al mismo camino (fs. 106). III.7. En cuanto a instancias de deliberación de justicia, normas y procedimientos Se colige que las instancias de deliberación de la justicia indígena originaria en la población de Poroma, son los cabildos territoriales (fs. 106). Se establece además que los procedimientos aplicables son los siguientes: 1) En un caso concreto, se convoca a una reunión de la comunidad para que se explique y se INDICE proceda a un caso de conciliación entre ambas partes y se solucione de forma interna el conflicto con la firma de un acta de conformidad; y, 2) En caso de no llegarse a un acuerdo o frente al incumplimiento de la conciliación, el caso pasa a la Marka de Poroma para que asuma justicia y finalmente como última instancia se encuentra el Consejo Mayor del Suyu Qhara Qhara (fs. 106). En cuanto a las normas, se colige que al estar organizada la comunidad en el marco de la subcentralía única de Trabajadores de los Pueblos Originarios de Poroma, esta es la norma escrita aplicable a controversias comunitarias, en ese orden, en mérito a esta norma, se señala que ésta plasma una doble categoría sindical y originaria, así lo expresa su art. 6 que señala que el objetivo de esta instancia es: “Promover, incentivar, fortalecer el espíritu de la organización con unidad, justicia, igualdad y equidad entre hombres y mujeres haciendo una organización fuerte, luchando permanente contra la corrupción y saqueo de los recursos naturales”. Asimismo en su art. 7.j se señala: “Todas las autoridades de los Pueblos Originarios deben respetar, concientizar, orientar y fortalecer las decisiones unánimes de su ideología política para llegar a un poder local, regional y nacional en beneficio de la subcentralia y comunidades” (sic) (fs. 135). Se concluye también que de acuerdo a la norma de la subcentralía aplicable al caso concreto, existen tres instancias de resolución de conflictos: i) La del pueblo originario como núcleo y base de la subcentral; es la primera instancia en conocer los conflictos en torno a sus afiliados y de acuerdo a su jurisdicción territorial en las distintas materias, esta primera instancia es compartida con los alcaldes comunales con quieres de forma conjunta y de acuerdo a los usos y costumbre resuelven los casos menores, de esta instancia también se derivan otros casos como los relativos a la tierra son elevados a la subcentral y otros son derivados a la justicia ordinaria (fs. 0136); ii) Investigación previa, de acuerdo al art. 44 del mentado estatuto, toda sanción se impondrá previa investigación y justificación del caso siendo en las comunidades o la subcentralia; y, iii) Instancias Superiores de resolución de conflictos, el art. 30.3 del Estatuto, señala que el Secretario de Justicia y Defensa Comunal en caso de no solucionar el problema, deberá referir a la instancia superior del ente matriz, fundamentalmente en materia de tierras (fs. 136). III.8. En cuanto a las sanciones La normativa aplicable al caso concreto, establece las siguientes sanciones que pueden ser asumidas por las instancias de deliberación: sanciones económicas, trabajos comunitarios, resarcimiento y reparación del afectado, destitución del cargo, expulsión de la organización (fs. 138). El art. 44.b del Estatuto establece como sanción la expulsión de la subcentralía a los que traicionan a sus bases por intereses personales. La expulsión se aplicará también INDICE a casos graves cuando son hechos reincidentes que van contra la convivencia pacífica y armónica de la comunidad, los mismos deben contar con respaldo documental como actas de la comunidad o la subcentral que demuestren la reincidencia y desobediencia a la subcentral o la comunidad (fs. 138). III.9. Instituciones estatales Se concluye también que en la comunidad de Poroma se encuentra la Alcaldía Municipal, Policía y Juzgado de Instrucción, Fiscalía y otras instancias con las cuales la organización territorial coordina (fs. 142). IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO En este estado de cosas, corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de la presente acción; en ese orden, se tiene que el objeto de la activación de este mecanismo de defensa, es la petición de tutela constitucional para el resguardo de los derechos del accionante, de su esposa e hijos a la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso; asimismo, la causa, es decir el acto denunciado como lesivo a los derechos de la parte peticionante de tutela, constituye en la especie, la decisión de la junta vecinal de Poroma de expulsar al accionante, a su esposa y sus hijos de la comunidad, decisión que tiene como antecedente un robo cometido y reparado por su hijo Cornelio Huanca, en base a este antecedente, denuncia el accionante que la junta vecinal representada por las autoridades ahora demandadas, los notificó el 15 de enero de 2012 con dicha decisión, otorgándoles un plazo máximo de cuarenta y ocho horas para abandonar la comunidad, decisión que fue asumida por los ahora demandados sin que exista un debido proceso y afectando a una mujer y menores de edad, quienes no cometieron ningún acto sancionable. Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la presente acción de tutela, con la finalidad de desarrollar una coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo desarrollará las siguientes problemáticas jurídico-constitucionales: a) Los alcances de la refundación del Estado Plurinacional de Bolivia a la luz de los principios del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización; b) Las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos. Alcances y elementos configuradores a la luz del régimen constitucional imperante; c) El ejercicio de la Justicia indígena originario campesina y el resguardo a derechos fundamentales; d) El sometimiento de la Justicia indígena originario campesina al control plural de constitucionalidad; e) La interpretación de derechos fundamentales en contextos inter e intra culturales; j) La protección de la mujer y la minoridad en contextos inter e intra culturales; y, g) La acción de libertad y sus presupuestos de activación para actos lesivos a derechos en contextos inter e intra culturales. INDICE En consecuencia y luego del desarrollo dogmático y jurisprudencial a ser desarrollado en el marco de los problemas jurídicos planteados, infra se analizará si en el presente caso, corresponde la concesión o no de la tutela solicitada. IV.1. Los alcances de la refundación del Estado Plurinacional de Bolivia a la luz del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización El Estado Plurinacional de Bolivia, fue refundado a partir de la Constitución aprobada por Referendo Constitucional de 25 de enero de 2009 y promulgada el 7 de febrero del mismo año. Esta refundación, implica el diseño de un nuevo modelo de Estado, el cual se estructura a partir del “pluralismo” como elemento fundante del Estado; en ese orden, la cláusula estructural de la Constitución plasmada en su primer artículo, consagra el pluralismo como el eje esencial de la reforma constitucional, diseño que se encuentra en armonía con el preámbulo de esta Norma Suprema. En base al pluralismo como elemento estructurante del nuevo modelo de Estado, la función constituyente, en mérito a factores históricos, sociológicos y culturales, consolida la protección y efectivo reconocimiento constitucional de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, asegurando una real materialización del pluralismo, con la consagración taxativa del principio de “libre determinación” plasmada en el art. 2 del texto constitucional, postulado que asegura una real inclusión de estas colectividades en la estructura del modelo estatal bajo criterios de interculuralidad, complementariedad y a la luz de la doctrina de la “descolonización”. En efecto, a partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del Estado, el modelo de Estado, se estructura sobre la base de derechos individuales y también derechos con incidencia colectiva, pero además, la concepción del pluralismo y la interculturalidad, configuran un diseño de valores plurales rectores destinados a consolidar el vivir bien, en ese orden y al abrigo de la estructura axiomática plasmada en el Preámbulo de la Constitución la interculturalidad, asegura que los valores plurales supremos, se complementen en una sociedad plural e irradien de contenido todos los actos de la vida social, incluidos aquellos procedimientos o decisiones emanadas de los pueblos y naciones indígenas originarios campesinos. En el contexto de lo señalado, es pertinente indicar que la función constituyente, en el marco del principio de separación de funciones plasmado en el art. 12.1 de la CPE, disciplina en los arts. 178 y ss., la estructura y atribuciones del Órgano Judicial, por lo que a la luz del pluralismo e interculturalidad, se colige que la administración plural de justicia, es única en el Estado Plurinacional de Bolivia y ha sido encomendada al Órgano Judicial, quien en el marco del principio de unidad jurisdiccional, génesis constitucional de la función jurisdiccional plural, es ejercida por la jurisdicción INDICE ordinaria; la jurisdicción agroambiental, la jurisdicción indígena originaria y campesina y las jurisdicciones especializadas. En el marco de lo mencionado, es imperante establecer que el pluralismo jurídico, genera como efecto en el modelo de Estado, la consagración de un pluralismo de fuentes jurídicas, aspecto que implica la superación del Estado Monista; en este orden, en mérito a este aspecto, se tiene que el orden jurídico imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia está conformado por dos elementos esenciales: 1) La Constitución como primera fuente directa de derecho; y, 2) las normas y procedimientos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, también como fuente directa de derecho. En base a estos dos aspectos y en armonía con los postulados propios del pluralismo y la interculturalidad, se colige que el sistema jurídico imperante, está compuesto por normas de carácter positivo y también por normas no necesariamente positivizadas, las cuales configuran lo que en teoría constitucional contemporánea se conoce como inter-legalidad, concepto en virtud del cual, se entiende que las fuentes jurídicas plurales son autónomas pero interdependientes axiomáticamente en aplicación al principio de complementariedad, el cual a su vez encuentra razón de ser en la interculturalidad y el pluralismo como elementos fundantes del Estado; en ese orden, a partir de los alcances de los elementos teóricos descritos, se establece que precisamente el pluralismo jurídico y la inter-legalidad, son conceptos que sustentan en el marco del principio de unidad jurisdiccional y a la luz del pluralismo y la interculturalidad como elementos estructurantes de la refundación del Estado, el diseño del ejercicio tripartito de la jurisdicción ordinaria; la jurisdicción agroambiental y la jurisdicción indígena originaria campesina. En efecto, esta inter-legalidad y la administración tripartita de justicia plural, en la refundación del Estado, consolidan los paradigmas de la descolonización, concepto que desde el punto de vista epistemológico, implica que no existen saberes concluidos ni conocimientos absolutos e incuestionables, por lo tanto, los saberes emergentes de un pluralismo cultural, deben complementarse entre sí para consolidar así una sociedad plural incluida en una estructura estatal unitaria. En mérito a estos tres aspectos, es decir el pluralismo, la interculturalidad y la descolonización y en el marco del objeto y causa de la presente acción tutelar, infra, se desarrollarán las características configuradoras de las Naciones y Pueblos Indígena originario campesinos. IV.2. Las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Alcances y elementos configuradores a la luz del régimen constitucional imperante El preámbulo de la Constitución, señala que la construcción del nuevo Estado, está basada en el respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios INDICE de complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien, con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra y en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos. En ese orden, a partir de estas pautas axiomáticas, el art. 30 de la Constitución, inserto en la parte dogmática de esta Norma Suprema, disciplina los derechos colectivos de los pueblos indígenas, originarios y campesinos, reconociéndolos como sujetos colectivos de derechos (art. 30.I de la CPE), disposición constitucional que debe ser interpretada -de acuerdo al principio de unidad constitucional-, armónicamente con la cláusula estructural del Estado plasmada en el art. 1 de la CPE, que consolida al pluralismo como el elemento estructurante del Estado. Asimismo, el art. 30.1 de la Constitución, debe ser interpretado en el marco de los alcances dogmáticos del principio de libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos plasmados en el art. 2 del texto fundamental. A partir del marco constitucional antes descrito, se tiene que los pueblos y naciones indígenas originario campesinos son titulares de derechos colectivos, aspecto que consolida la visión propia de una construcción colectiva del Estado, en ese contexto, el segundo parágrafo del art. 30 de la Constitución, disciplina el catálogo de derechos, el cual no puede ser considerado como una cláusula constitucional cerrada, sino por el contrario un listado abierto de derechos al cual, a través de la interpretación constitucional, podrán incluirse otros derechos de naturaleza colectiva propios de los pueblos indígenas, originarios y campesinos. En efecto, entre los derechos colectivos disciplinados por el art. 30.II de la Constitución, se encuentra el derecho a “existir libremente” (art. 30.II.1 de la CPE), el cual, constituye el postulado esencial para el ejercicio de la libre determinación de los pueblos y naciones indígenas originario campesinos. En efecto, este derecho colectivo asegura la libertad de desarrollo social y cultural a colectividades cohesionadas por elementos antropológicos y culturales comunes como ser: La identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras características de cohesión colectiva. En el ámbito de lo señalado, en armonía con los elementos de cohesión colectiva antes descritos, la Constitución Política del Estado reconoce los derechos de los pueblos y naciones indígena originario campesinas a la identidad cultural, creencia religiosa, espiritualidades, prácticas, costumbres y a su propia cosmovisión (art. 30.II.2 de la CPE), elementos a los cuales debe incluirse el derecho a la territorialidad (art. 30.II.4), para que el principio de libre determinación plasmado en el art. 2 concordante con el art. 30.II.4 de la CPE, tenga un efecto útil a la teleología y esencia del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización como elementos esenciales de la refundación del Estado; en este marco, los componentes antes descritos, serán los INDICE elementos necesarios para la identificación de los pueblos y naciones indígena originario campesinas en el Estado Plurinacional de Bolivia, para consagrar así los derechos colectivos referentes al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y económicos enmarcados en su cosmovisión (art. 30.II.14 de la CPE), consolidando también que sus instituciones sean parte de la estructura general del Estado (art. 30.II.5 de la CPE), asegurando así el valor plural supremo referente al vivir bien en un Estado Unitario cuyo diseño responde a los postulados del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización. Por lo expresado, se tiene que la identificación de naciones y pueblos indígenas originario campesinos en el Estado Plurinacional de Bolivia, para la aplicación de los derechos colectivos consagrados por el régimen constitucional imperante, deberá contemplar la existencia de los elementos de cohesión referentes a la identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras características de cohesión colectiva. Ahora bien, los aspectos antes citados, configuran a los pueblos y naciones indígena originario campesinas como sujetos colectivos de derecho; en ese orden, por razones de orden socio-históricas, debe entenderse a este término como un concepto compuesto e inescindible, que comprende a poblaciones indígenas de tierras altas, tierras bajas y zonas geográficas intermedias sometidas a un proceso de mestizaje, razón por la cual este concepto se compone de los elementos indígena-originariocampesino con una semántica socio-histórica indivisible. En coherencia con lo señalado, debe precisarse además que en el contexto de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, su estructura organizativa por razones también de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un proceso de mestizaje vivido en el País, en estos casos, el reconocimiento de derechos colectivos como naciones y pueblos indígena originario campesinos, responderá a la concurrencia de cualquiera de los elementos de cohesión colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras; por tanto, a pesar de la influencia de elementos organizativos propios de un proceso de mestizaje, en la medida en la cual se identifique cualquiera de los elementos de cohesión colectiva antes señalados, la colectividad será sujeta de derechos colectivos y le será aplicables todos los efectos del art. 30 en sus dos parágrafos de la Constitución, así como los efectos del principio de libredeterminación inherente a los pueblos y naciones indígenas originario y campesinos plasmado en el segundo artículo de la CPE. Asimismo, los miembros de estas colectividades con elementos comunes de cohesión que los configure como naciones y pueblos indígena originario INDICE campesinos, gozarán de derechos individuales a ser interpretados en contextos interculturales y de acuerdo a valores plurales supremos tal como se explicará infra. IV.3. El ejercicio de la justicia indígena originaria campesina y el resguardo a derechos fundamentales Los pueblos y naciones indígena originario campesinos, caracterizados por los elementos de cohesión colectiva descritos en el parágrafo anterior, como una manifestación del principio de libre determinación, del derecho a su libre existencia y en armonía con los principios de pluralismo, interculturalidad y descolonización, tienen el derecho fundamental al ejercicio y administración de su justicia en el marco de sus normas y procedimientos, los cuales, tal como se dijo en el Fundamento Jurídico VI.1, de la presente Sentencia, constituyen fuente directa de derecho. En el orden señalado, el art. 190.1 de la Constitución, dispone que las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones y competencias a través de sus autoridades y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios, por tanto, merced al pluralismo jurídico y de acuerdo a la concepción de la inter-legalidad descrita en el Fundamento Jurídico VI.1. del presente fallo, esta jurisdicción es autónoma y jerárquicamente idéntica a la jurisdicción ordinaria o a la jurisdicción agroambiental, generándose entre ellas una relación de coordinación más no de subordinación entre ellas. Empero, si bien la jurisdicción indígena originario campesina es competente para la administración de justicia en el marco de los criterios materiales, personales y territoriales disciplinados por el art. 191.II de la Constitución, su ejercicio se encuentra limitado al respeto de derechos fundamentales los cuales deben ser aplicados e interpretados en contextos inter e intraculturales, a cuyo efecto, se colige que para la tutela de los mismos, esta jurisdicción se somete al control plural de constitucionalidad de acuerdo a pautas de interpretación intercultural tal como se desarrollará infra. IV.4. El sometimiento de la justicia indígena originario campesina al control plural de constitucionalidad Tal como se mencionó precedentemente, la jurisdicción indígena originario campesina, no se encuentra sometida a ninguna de las demás jurisdicciones disciplinadas por la Constitución; empero, al ser el Estado Plurinacional de Bolivia, un Estado Unitario sometido a una Norma Suprema como es la Constitución, esta jurisdicción se encuentra sometida al sistema plural y concentrado de control de constitucionalidad encomendado en última instancia al Tribunal Constitucional Plurinacional. INDICE En el marco de lo señalado, es imperante precisar que el art. 196.1 de la Constitución, encomienda al control plural de constitucionalidad dos roles esenciales: i) El cuidado de la Constitución; y, ii) El resguardo a los derechos fundamentales. En el marco de estas atribuciones, se establece que el último y máximo contralor de la Constitución y los derechos fundamentales, tiene roles tanto preventivos como reparadores de control de constitucionalidad, los cuales se ejercen en relación a funcionarios públicos, particulares y autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina, aspecto que justifica la composición plural del Tribunal Constitucional Plurinacional. En efecto, en su ámbito preventivo, a la luz del pluralismo y la interculturalidad, el régimen constitucional, ha disciplinado un mecanismo de control de constitucionalidad preventivo en relación a los pueblos y naciones indígena originaria campesinas, así el art. 202.8 de la CPE, establece como competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, el conocimiento y resolución de consultas de las autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación de sus normas jurídicas aplicadas a un caso concreto; asimismo, en el ámbito reparador de control de constitucionalidad y en particular en el campo del control tutelar de constitucionalidad, las acciones de defensa disciplinadas en la parte dogmática de la Constitución, entre las cuales se encuentra la acción de libertad, constituyen también mecanismos idóneos para activar el ejercicio del control plural de constitucionalidad, en el marco de pautas interculturales de interpretación de derechos fundamentales. IV.5 La interpretación de derechos fundamentales en contextos interculturales. Desarrollo de la interpretación intercultural y el paradigma del vivir bien La interpretación intercultural de derechos fundamentales, prima facie, encuentra sustento en el valor axiomático de la Constitución, en ese orden, debe precisarse que el preámbulo de la Constitución, señala que la construcción del nuevo Estado, está basada en el respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios de complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien, con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de este tierra y en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos. A partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del Estado, el modelo de Estado, se estructura sobre la base de derechos individuales y también derechos con incidencia colectiva, pero además, la concepción del pluralismo y la interculturalidad, configuran un diseño de valores rectores en mérito de los cuales se concibe una Constitución axiomática. En efecto, la Constitución aprobada en 2009, se caracteriza no solamente por su “valor normativo”, sino esencialmente por su “valor axiomático”. En efecto, ésta característica tipifica a la Norma del Estado Plurinacional de Bolivia como una INDICE Constitución Axiomática, en mérito de la cual, el fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico, es decir, el proceso de irradiación de contenido en las normas infra-constitucionales y en todos los actos de la vida social, no solamente comprende normas constitucionales positivizadas, sino también, valores supremos directrices del orden constitucional. En este contexto, es pertinente señalar que el pluralismo y la interculturalidad, constituyen los elementos de refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, en mérito de los cuales, el Valor Axiomático de la Constitución, adquiere un matiz particular, ya que las directrices principistas y los valores plurales supremos en el Estado Plurinacional de Bolivia, irradiarán de contenido a todos los actos infraconstitucionales incluidas las decisiones de las autoridades indígena originario campesinas; además, en virtud al principio de complementariedad que postula la interculturalidad, estos valores plurales supremos irradiaran toda la vida social armonizando así las bases sociológicas de una sociedad plural, consolidando una verdadera cohesión y armonía social. En efecto, el pluralismo como elemento fundante del Estado Plurinacional de Bolivia, implica el reconocimiento de una pluriculturalidad y por ende un pluralismo axiomático, que postula valores plurales supremos insertos en el Preámbulo de la Constitución y también en su art. 8. Así, se puede destacar que entre los valores plurales supremos que guían al Estado Plurinacional de Bolivia, se encuentran la igualdad, la complementariedad, la solidaridad, reciprocidad, armonía, la inclusión, transparencia, igualdad de condiciones, bienestar común, responsabilidad, entre otros, los cuales, a su vez, en el marco de la interculturalidad, se complementan con los valores ético-morales plasmados en el art. 8.1 de la Constitución, como ser el ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón); suma qamaña (vivir bien); el ñandereko (vida armoniosa); teko kavi (vida buena); ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble) entre otros, los cuales, al encontrarse insertos en la parte dogmática de la Constitución, irradiarán de contenido a la inter-legalidad desarrollada en el Fundamento Jurídico IV. 1 de la presente Sentencia Constitucional, para consolidar así el valor esencial y fin primordial del Estado Plurinacional de Bolivia, que es el “vivir bien”. Por lo expuesto y a la luz de la Constitución Axiomática, es pertinente en este estado de cosas, fundamentar el paradigma del vivir bien, como pauta específica de interpretación intercultural de derechos fundamentales. En efecto, a la luz de los principios de interculturalidad, complementariedad y descolonización, los derechos fundamentales vigentes para los miembros de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, no pueden seguir las mismas pautas de interpretación ni pueden contener los mismos elementos configurativos INDICE propios de los núcleos duros de derechos fundamentales en contextos diferentes a la jurisdicción indígena originario campesina. En esta perspectiva, el paradigma del vivir bien, se configura como una verdadera pauta de interpretación inter e intra cultural de derechos fundamentales, a partir de la cual, los valores plurales supremos irradian de contenido los actos y decisiones que emanan de la justicia indígena originaria campesina, constituyendo además una garantía plural destinada a evitar decisiones desproporcionadas y contrarias a las guías axiomáticas del Estado Plurinacional de Bolivia. En el orden de ideas expresado, se tiene que el paradigma del vivir bien, somete a sus postulados a todas las decisiones emergentes del ejercicio de la jurisdicción indígena originario campesina, por lo que en el supuesto de activarse el control tutelar de constitucionalidad a través de acciones de defensa como ser la acción de libertad, las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina denunciadas como lesivas a derechos fundamentales en contextos interculturales, en el ejercicio del control plural de constitucionalidad, deberán analizarse en el marco de los siguientes parámetros de axiomaticidad proporcional y razonable propios del paradigma del vivir bien: a) armonía axiomática; b) decisión acorde con cosmovisión propia; c) ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados de acuerdo a la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesina; y, d) Proporcionalidad y necesidad estricta. De acuerdo a lo señalado, se tiene que la armonía axiomática, implica que toda decisión emanada de la jurisdicción indígena originario campesina, en cuanto a sus fines y medios empleados, asegure la materialización de valores plurales supremos como ser la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión, igualdad de condiciones, bienestar común entre otros, en ese orden, el control plural de constitucionalidad, en caso de ejercer sus roles en relación a decisiones emanadas de la jurisdicción indígena originario campesina, para el análisis del primer elemento del test del paradigma del vivir bien, utilizará el método jurídico de la ponderación intercultural, a cuyo efecto, a la luz de los valores plurales supremos antes descritos, deberá cotejar los fines perseguidos por la decisión en relación a los medios empleados, para luego verificar la armonía de los fines y medios utilizados en la decisión con los valores plurales supremos descritos precedentemente, evitando así una discordancia con los postulados de la Constitución axiomática. En coherencia con lo señalado, debe establecerse que el control plural de Constitucionalidad, en su labor plural hermenéutica, como segundo elemento del test del paradigma del vivir bien, deberá, a través de la metodología de la ponderación intracultural, cotejar la armonía y concordancia de la decisión emanada del pueblo o nación indígena originario campesino con su propia cosmovisión, a cuyo efecto, la cosmovisión de cada pueblo o nación indígena originario campesino, debe ser INDICE entendida como la concepción que la nación o pueblo indígena originario campesino tenga sobre su realidad cultural de acuerdo a sus valores y cultura propia. Asimismo, se establece que para el tercer elemento del test del paradigma del vivir bien, el control plural de constitucionalidad, deberá verificar que la decisión emanada de la jurisdicción indígena originaria campesina sea acorde con los ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados por la comunidad, de acuerdo a la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesino. Como cuarto elemento del test del paradigma del vivir bien, el control plural de constitucionalidad, deberá establecer la proporcionalidad de la decisión asumida por la jurisdicción indígena originario campesina, en este caso, se deberá ponderar la naturaleza y gravedad de los hechos plasmados en la decisión en relación con la magnitud de la sanción impuesta. Además, en este análisis de proporcionalidad, para sanciones graves, deberá también ponderarse la decisión asumida en relación a la estricta necesidad de la misma, es decir, para sanciones graves, el test del paradigma del vivir bien, implicará asegurar que la decisión fue absolutamente necesaria para -en el marco de la inter e intra culturalidad-, resguardar bienes jurídicos superiores amenazados con la conducta sancionada. La ponderación de los cuatro elementos propios del test del paradigma del vivir bien, constituyen un parámetro de ejercicio de control de constitucionalidad en relación a la jurisdicción indígena originario campesina ejercicio que se encuentra circunscrito a la materialización de la constitución axiomática a la luz de valores plurales supremos. En ese orden de ideas, los derechos fundamentales en contextos inter e intra culturales, podrán ser tutelados por el control plural de constitucionalidad; en ese orden, su interpretación deberá ser realizada a la luz de una pauta específica de interpretación inter e intra cultural: El paradigma del vivir bien, a cuyo efecto y a través del test precedentemente desarrollado, los derechos fundamentales en el ámbito de la jurisdicción indígena originaria campesina, tendrán plena eficacia, consolidando así una verdadera armonía y paz social. IV.6. La protección de mujeres y la minoridad en contextos intra-culturales Tal como se señaló en el Fundamento Jurídico VI.5 de la presente Sentencia, el primer elemento del test del paradigma del vivir bien, se refiere a la armonía axiomática a la cual deben adaptarse todas las decisiones emergentes de la jurisdicción indígena originario campesina, en ese orden, considerando que toda decisión emanada de esta jurisdicción, en cuanto a sus fines y medios empleados, debe asegurar la materialización de valores plurales supremos entre los cuales se encuentran la igualdad, solidaridad y la inclusión, en ese orden, al encontrarse las mujeres y la minoridad en condiciones de “vulnerabilidad material” razón por la cual, la doctrina constitucional los considera sectores de atención prioritaria, su protección reforzada, INDICE en mérito a la constitución axiomática, debe estar también asegurada en contextos intra e inter culturales, por tanto, el paradigma del vivir bien, en cuanto al análisis del primer elemento del test, implica el ejercicio de un control plural de constitucionalidad reforzado en relación a estos grupos vulnerables. Por lo expresado, en circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos a derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra e inter-culturales, el control plural de constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los principios de igualdad, solidaridad e inclusión, a través de una ponderación reforzada a la luz de una pauta específica de interpretación: la interpretación intracultural favorable, progresiva y extensiva para estos sectores, a cuyo efecto, se establece la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las mujeres y minoridad, al cual debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación indígena originario campesino. Por lo expresado, se tiene que cualquier decisión de la jurisdicción indígena originaria campesina que plasme medios o fines contrarios a los valores plurales supremos referentes a la igualdad, inclusión, solidaridad u otros y que afecten a estos sectores de protección prioritaria, deberán ser restituidos por el control plural de constitucionalidad, en aplicación del paradigma de favorabilidad para las mujeres y minoridad, en los términos precedentemente expuestos. IV.7. La acción de libertad para la tutela en contextos intra-culturales de derechos a la vida, la libertad y otros derechos directamente vinculados a éstos La acción de libertad disciplinada por el art. 125 de la Constitución, se configura como un mecanismo de tutela, inserto en el brazo tutelar del control plural de constitucionalidad, tal como se desarrolló en el Fundamento Jurídico IV.4 de la presente Sentencia; en ese orden, en principio, debe precisarse que su activación para la tutela de derechos fundamentales en contextos diferentes a los del ejercicio de la jurisdicción indígena originario campesina, esta circunscrita a cuatro presupuestos esenciales: 1) Atentados contra el derecho a la vida; 2) Afectación de los derechos a la libertad física, así como a la libertad de locomoción; 3) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, 4) Acto u omisión que implique persecución indebida. Ahora bien, en coherencia con los postulados propios del pluralismo, la interculturalidad y la descolonización, el ejercicio del control plural de constitucionalidad, en su ámbito tutelar a través de la acción de libertad en relación a decisiones emergentes de la jurisdicción indígena originario campesina, no se encuentra sometida a los presupuestos procesales aplicables a los cuatro supuestos antes descritos, toda vez que los derechos fundamentales en contextos intraculturales son sujetos de interpretación y de tutela de acuerdo a pautas inter e intra culturales de interpretación, aspecto que en teoría constitucional, implican la INDICE aplicación de otra pauta específica de interpretación para las acciones de defensa: el pro actione, en virtud del cual, más allá de ritualismos o formalidades de orden procesal, el control plural de constitucionalidad en relación a decisiones emergentes de la jurisdicción indígena originario campesina, debe asegurar la justicia material a la luz del paradigma del vivir bien en los términos desarrollados en el Fundamento Jurídico VI.5 de la presente Sentencia, por tanto, se concluye que para decisiones emergentes de dicha jurisdicción, interpretando bajo pautas interculturales el derecho a la vida como parámetro de activación de la acción de libertad, este mecanismo, será el idóneo para tutelar derechos vinculados a la vida a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originaria campesina. En el orden de ideas señalado y también a la luz del proactione, la realización del test del paradigma del vivir bien a través del ejercicio de la acción de libertad, podrá tutelar derechos directamente vinculados con la vida, todos ellos interpretados bajo pautas inter e intra culturales, por lo que sus contenidos esenciales en el marco de la cosmovisión de cada pueblo o nación indígena originario campesina, podrá ser sustancialmente diferente a la concepción tradicional de los derechos fundamentales en contextos diferentes a los de la administración de justicia indígena originaria campesina, aspecto que justifica la flexibilización de presupuestos y procedimientos establecidos para la acción de libertad en los términos gramaticales del art. 125 de la CPE. IV.8. Análisis del caso concreto En la especie, tal como se dijo, la causa de la presente acción de libertad constituye la decisión de la junta vecinal de Poroma de expulsar al accionante, a su esposa y sus hijos de la comunidad, decisión que tiene como antecedente un robo cometido y reparado por su hijo Cornelio Huanca, en este contexto y en base a este antecedente, denuncia el accionante que la referida junta vecinal representada por las autoridades ahora demandadas, los notificó el 15 de enero de 2012 con dicha decisión, otorgándoles un plazo máximo de cuarenta y ocho horas para abandonar la comunidad, decisión que fue asumida por los ahora demandados sin que exista un debido proceso y afectando a una mujer y menores de edad, quienes no cometieron ningún acto sancionable, en este contexto, la compulsa del caso concreto implica el análisis de los siguientes elementos: a) En el Fundamento Jurídico VI.2 de la presente Sentencia, se señaló que la identidad cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras, serán los elementos necesarios para la identificación de los pueblos y naciones indígenas originarias campesinas en el Estado Plurinacional de Bolivia, identificación relevante para el resguardo a los derechos colectivos referentes al ejercicio de INDICE sus sistemas políticos, jurídicos y económicos enmarcados en su cosmovisión (art. 30.II.14 de la CPE), en ese orden, en la especie, al amparo del peritaje culturalantropológico denominado “Elementos para el Abordaje Multisisciplinario de la Acción de Libertad en la Población de Poroma” (fs. 84 a 92); del “Informe Preliminar Recolección de Información sobre el Sistema Jurídico de las Autoridades Originarias de Poroma” (fs. 92 a 109); del Informe Técnico de la Comunidad de Poroma TCP/ST/UD/JIOC-JP/Inf. 006/2012 de 28 de junio (fs. 111 a 143); del documento de complementación del caso Poroma (fs. 165 a 168) y del Informe relacionado con el Encuentro con el Presidente de la Junta Vecinal de Poroma (fs. 163 a 171), se establece lo siguiente: i) La Comunidad de Poroma, tiene pertenencia cultural a los Qhara Qharas, quienes tienen una existencia anterior a la colonia; ii) La comunidad de Poroma, tiene también vínculos idiomáticos ya que el 82.2% de la población habla español; el 69.3% Quechua y el 1.7% Aymara (fs. 100); iii) En su organización administrativa y territorial, concurren organizaciones territoriales de carácter vecinal dentro de la población urbana del municipio; asimismo, por la actividad económica agrícola se observa la presencia de sindicatos campesinos así como la pertenencia de organizaciones originarias bajo el sistema del ayllu, por lo que se concluye que tienen una organización administrativa territorial con componentes mixtos; iv) Cuentan con la titulación de las Tierras Comunitarias de Origen TCOs y actualmente se encuentra en proceso de saneamiento de sus tierras mediante la modalidad de Territorios Indígenas Originarios Campesinos (fs. 118); y, v) Tiene una cosmovisión propia a través de una concepción específica: ch’uwanchar, término aymara que significa resolver un conflicto, para “volver en el orden el desorden causado por la conducta no adecuada”(sic) que implica además en este marco, encontrar una solución adecuada a los problemas (fs. 105), en el marco de la cosmovisión propia de los comunarios de Poroma, se establece además que toda conducta inadecuada implica salir del thaki o ñan, que es un valor de la ritualidad y la cosmovisión de la comunidad de Poroma para la aplicación de la justicia en la Marka y significa que todos los elementos de la naturaleza, tienen un camino (fs. 106); asimismo, en el marco de su cosmovisión, la ritualidad en la administración de Justicia en la comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que suministra la autoridad denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción a imponerse a los infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un término Quechua que significa la complementariedad entre la mujer y el hombre en la administración de justicia (fs. 106). En mérito a los elementos antes señalados, se colige que en la cosmovisión de este pueblo, todos los elementos del cosmos (planetas, cometas, astros), recorren por un camino denominado órbitas y cuando un planeta u otro astro sale del camino, se relaciona el desvío del camino cuando un miembro sale de su thaki, por lo que con la ch’uwanchada hacen que se vuelva al mismo camino (fs. 106). Por lo expuesto, en el caso concreto, se concluye que la comunidad de Poroma, al contar con los elementos de cohesión comunitaria descritos en el INDICE Fundamento Jurídico IV.2 de la presente Sentencia, tal como lo evidencian los antecedentes que forman parte del peritaje antropológico cultural desarrollado por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, debe ser identificada como pueblo indígena originario campesino, por cuanto, inequívocamente es titular de derechos colectivos referentes al ejercicio de su sistemas jurídico enmarcado en su cosmovisión. b) En el Fundamento Jurídico IV.7 de la presente Sentencia, se indicó que el ejercicio del control plural de constitucionalidad, en su ámbito tutelar a través de la acción de libertad en relación a decisiones emergentes de la jurisdicción indígena originario campesina, no se encuentra sometida a los presupuestos procesales aplicables a los cuatro supuestos desarrollados por el art. 125 de la CPE, toda vez que los derechos fundamentales en contextos intra-culturales son sujetos de interpretación y de tutela de acuerdo a pautas inter e intra culturales de interpretación. Se señaló también que para decisiones emergentes la jurisdicción indígena originario campesina, la acción de libertad, será el mecanismo idóneo para conocer y resolver denuncias vinculadas al derecho a la vida y conexos a la luz del paradigma del vivir bien, flexibilizándose en este caso cualquier ritualismo o presupuesto procesal exigido para la activación de la acción de libertad en relación a decisiones que no emerjan de la jurisdicción indígena originario campesina. En la especie, el objeto de la petición de tutela, es el resguardo de los derechos del accionante, de su esposa e hijos a la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y el derecho al debido proceso, por tanto, al haber una directa vinculación de todos estos derechos con el derecho a la vida, debe ingresarse en el caso concreto al análisis de fondo de la problemática a través de la presente acción de libertad, flexibilizándose en este caso, ritualismos procesales o presupuestos que no pueden ser exigidos para el ejercicio del control tutelar de constitucionalidad en relación a derechos fundamentales en contextos intra e inter culturales. En el Fundamento Jurídico IV.5 se señaló que el paradigma del vivir bien, se configura como una verdadera pauta de interpretación intercultural de derechos fundamentales, a partir de la cual, los valores plurales supremos irradian de contenido los actos y decisiones que emanan de la justicia indígena originaria campesina, constituyendo además una garantía plural destinada a evitar decisiones desproporcionadas y contrarias a las guías axiomáticas del Estado Plurinacional de Bolivia, en este contexto, también en el Fundamento Jurídico antes señalado de la presente Sentencia, se desarrollaron los componentes del test del paradigma del vivir bien, entre los cuales se encentran los siguientes: a) Armonía axiomática; b) Decisión acorde con la cosmovisión propia; c) Ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados de acuerdo a la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesina; y, INDICE d) Proporcionalidad y necesidad estricta. Ahora bien en base a los componentes antes señalados y al haber sido denunciada como lesiva a los derechos del accionante una decisión emergente de la justicia indígena originario campesina, en la especie, corresponde realizar el test del paradigma del vivir bien en los siguientes términos. i) En el Fundamento Jurídico IV.5. de la presente Sentencia, se señaló que la armonía axiomática, implica que toda decisión emanada de la jurisdicción indígena originario campesina, en cuanto a sus fines y medios empleados, asegure la materialización de valores plurales supremos como ser la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión, igualdad de condiciones, bienestar común entre otros; asimismo, se señaló que el control plural de constitucionalidad, utilizará el método jurídico de la ponderación intercultural, a cuyo efecto, a la luz de los valores plurales supremos antes descritos, deberá cotejar los fines perseguidos por la decisión en relación a los medios empleados, para luego verificar la armonía de los fines y medios utilizados en la decisión con los valores plurales supremos descritos precedentemente. En el marco de la línea argumentativa precedentemente desarrollada, en el caso concreto, la junta vecinal de Poroma, con una organización mixta con elementos originarios, tal como se estableció en el inciso a) del presente acápite, el 15 de enero de 2012, notificó a “Viviana G. W” (sic) representada por su esposo en la presente acción-, notificación a través de la cual se señala lo siguiente: “…el base de pueblo decidió que desaloje toda La Familia por que tienen de antecedentes de Robo de dinero (…) por ese motivo el pueblo decidió que tiene que desocupar de su domicilio y su huerta” (sic). Además la citada nota señala también: “…tiene que desocupar 24 horas o si no 48 horas porque no son filiado a ningun organización ni en Su Comunidad de Hurhuayo y ni en pomanaza” (sic), evidenciándose que esta misiva fue suscrita por Juan José Cruz Pérez, en su calidad de Presidente y Apolinar Cayo, en su calidad de Vicepresidente (fs. 4). En base a esta documental, se tiene que mediante la metodología jurídica de la ponderación inter e intra cultural, el medio utilizado, es decir la decisión de expulsión de la comunidad de la esposa del ahora accionante y de toda su familia y su consecuente desvinculación territorial y cultural, no es armónica con los valores plurales supremos referentes a la igualdad, complementariedad, solidaridad, reciprocidad, armonía, inclusión, igualdad de condiciones o bienestar común, ya que el fin de la medida no encuentra justificación en una decisión destinada a la preservación de un interés colectivo acorde con los valores plurales supremos imperantes que pudiera justificar la decisión asumida. Por lo expuesto, se tiene que la decisión sometida a control de constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de INDICE enero de 2012, no es armónica con el orden axiomático imperante, por cuanto no cumple con el primer componente del test del paradigma del vivir bien. ii) Se señaló además en el Fundamento Jurídico IV.5. de la presente Sentencia, que a través de la metodología de la ponderación intra-cultural, el control plural de constitucionalidad, debía cotejar la armonía y concordancia de la decisión emanada del pueblo o nación indígena originario campesino con su propia cosmovisión, en ese contexto, de acuerdo a los antecedentes del peritaje cultural antropológico desarrollado por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, el pueblo indígena originario campesino de Poroma, tiene una cosmovisión propia a través de una concepción específica: el ch’uwanchar, término aymara que significa resolver un conflicto, para “volver en el orden el desorden causado por la conducta no adecuada”(sic) que implica además en este marco, encontrar una solución adecuada a los problemas (fs. 105). En la especie, la notificación de 15 de enero de 2012 que establece la expulsión de los ahora accionantes, es contraria a la cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de Poroma en cuanto al elemento del ch’uwanchar, ya que los ahora accionantes, es decir Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y sus hijos menores de edad, no cometieron ningún hecho comunitariamente reprochable, puesto que el supuesto robo lo cometió su hijo Cornelio Huanca Gonzáles, por tanto, la expulsión del ahora accionante, su esposa y sus otros hijos, no constituye una solución adecuada a los problemas de la comunidad y por tanto es contraria a la cosmovisión propia del pueblo de Poroma. Además, en el marco de la cosmovisión propia de los comunarios de Poroma, se establece también que toda conducta inadecuada implica salir del thaki o ñan, que es un valor de la ritualidad y la cosmovisión de la comunidad de Poroma para la aplicación de la justicia en la Marka y significa que todos los elementos de la naturaleza, tienen un camino (fs. 106). En el caso concreto, se evidencia que Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y sus hijos menores de edad, no cometieron ninguna conducta reprochable, ya que el robo relatado en antecedentes fue supuestamente realizado por su otro hijo Cornelio Huanca Gonzáles, por tanto, al no haber incumplido los accionantes el thaki o ñañ, la notificación de 15 de enero de 2012, es contraria a la cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de Poroma. Asimismo, en el Fundamento Jurídico IV.5 de la presente Sentencia, se señaló que el control plural de constitucionalidad, deberá verificar que la decisión emanada de la jurisdicción indígena originaria campesina sea acorde con los ritualismos armónicos con procedimientos, normas tradicionalmente utilizados por la comunidad, de acuerdo a la cosmovisión propia de cada nación y pueblo indígena originario campesino. Ahora bien, de acuerdo a los INDICE elementos brindados en el peritaje cultural antropológico realizado por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, en la especie, no se respetaron los procedimientos acordes con la cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de Poroma, procedimiento que se encuentra detallado en la conclusión III.3 y III.7 de la presente Sentencia. En el marco de lo indicado, se tiene que la decisión sometida a control de constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, no es armónica con la cosmovisión propia del pueblo indígena originario campesino de Poroma, por tanto, dicha decisión no cumple con los postulados del segundo componente del test del paradigma del vivir bien. iii) En el Fundamento Jurídico IV.5 del presente fallo, se señaló también que la proporcionalidad de la decisión asumida por la jurisdicción indígena originario campesina, deberá ser ponderada de acuerdo a la naturaleza y gravedad de los hechos plasmados en la decisión en relación con la magnitud de la sanción impuesta. En la especie, la decisión plasmada en la notificación de 15 de enero de 2012, se evidencia una manifiesta e irracional desproporcionalidad en cuanto a la sanción establecida, ya que tal como se señaló precedentemente, Balvino Huanca Alavi, Viviana Gonzáles Conde y sus hijos menores de edad, no cometieron ninguna conducta reprochable, ya que el robo relatado en antecedentes fue realizado por su otro hijo, Cornelio Huanca Gonzáles. Además, en el Fundamento Jurídico IV.5, se señaló también que en este análisis de proporcionalidad, para sanciones graves, deberá también ponderarse la decisión asumida en relación a la estricta necesidad de la misma; es decir, para sanciones graves, el test del paradigma del vivir bien, implicará asegurar que la decisión fue absolutamente necesaria para -en el marco de la interculturalidad-, resguardar bienes jurídicos superiores amenazados con la conducta sancionada, este aspecto tampoco fue cumplido en la presente problemática. Por lo expuesto, se tiene que la decisión sometida a control de constitucionalidad, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, no es proporcional ni responde a una estricta necesidad comunitaria, por tanto, dicha decisión no cumple con los postulados del segundo componente del test del paradigma del vivir bien. c) Se dijo también en el Fundamento Jurídico IV.6 de la presente Sentencia que en circunstancias en las cuales los actos denunciados como lesivos versen sobre derechos de mujeres o la minoridad en contextos intra-culturales, el control plural de constitucionalidad, deberá asegurar la consolidación de los principios de igualdad, solidaridad e inclusión, a través de una ponderación reforzada a la luz INDICE de una pauta específica de interpretación: la interpretación intra-cultural favorable, progresiva y extensiva para estos sectores, a cuyo efecto, se establece la vigencia del paradigma de la favorabilidad para las mujeres y minoridad, al cual debe armonizarse la cosmovisión de todo pueblo y nación indígena originario campesina. En el caso concreto, se tiene que la cosmovisión del pueblo indígena originario campesino de Poroma, contempla la inclusión e igualdad de la mujer y su alto estatus comunitario, ya que de acuerdo a los documentos generados por la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional, en el marco de la cosmovisión del pueblo de Poroma, la ritualidad en la administración de justicia en la comunidad de Poroma, está basada en la dualidad que suministra la autoridad denominada Khariwarmi que regula y equilibra la sanción a imponerse a los infractores. En este contexto, se tiene que Khariwarmi es un término quechua que significa la complementariedad entre la mujer y el hombre en la administración de justicia (fs. 106), este elemento, ejemplifica la cosmovisión de este pueblo en relación a la mujer, por cuanto, a la luz de una interpretación intra-cultural favorable, progresiva y extensiva, se tiene que la decisión ahora analizada, es decir la notificación de 15 de enero de 2012, afecta a la cosmovisión de la comunidad en relación a un grupo en condiciones de vulnerabilidad, sujetas a una protección reforzada como es el caso de las mujeres. Asimismo, esta decisión afecta a otro sector vulnerable, que es el de la minoridad, ya que la sanción de expulsión, se establece también en relación a los hijos menores de edad de los accionantes. En mérito a todos los aspectos señalados, luego de haber realizado en el caso concreto el test del paradigma del vivir bien, en la especie, al haberse concluido que la decisión cuestionada mediante la presente acción de libertad no cumple con los componentes de este test propio del paradigma del vivir bien, en el marco de una visión inter e intra cultural, se tiene que los derechos de los accionantes a la vida e integridad física, psicológica; prohibición de tortura, tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes; derechos al agua y la alimentación; el derecho al trabajo, al comercio; la prohibición de infamia, muerte civil y confinamiento y al debido proceso, derechos todos con conexitud directa al derecho a la vida por ser interpretados de acuerdo a una pauta específica de interpretación inter e intra cultural, han sido vulnerados por las autoridades comunarias ahora demandadas, por cuanto deben ser tutelados a través de la acción de libertad en mérito a los argumentos expuestos en los Fundamento Jurídico IV.7 y IV.8 inciso c), corresponde en consecuencia, la concesión de la tutela solicitada. Por lo expuesto, se concluye que el Juez de garantías, al conceder la tutela solamente de manera parcial, evaluó de manera incorrecta los antecedentes de la causa. POR TANTO INDICE El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: APROBAR en parte la Resolución 01/2012 de 27 de enero, cursante a fs. 40 a 41, pronunciada por el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca; y en consecuencia, determina: 1º CONCEDER la tutela solicitada, respecto a todos los derechos denunciados como lesivos, disponiendo el cese de todo acto contrario al paradigma del vivir bien desarrollado en la presente Sentencia. 2º ORDENAR a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, en coordinación con Secretaría General, proceder a la traducción de la presente Sentencia al quechua y aymara, idiomas utilizados por el pueblo indígena originario campesino de Poroma de acuerdo al informe pericial cursante en antecedentes. 3º ORDENAR a la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, la socialización de la presente Sentencia en el pueblo indígena originario campesino de Poroma. 4º ORDENAR a Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional, la difusión del presente fallo por plasmar un entendimiento fundante en cuanto a los roles del control plural de constitucionalidad en relación a decisiones de la Justicia Indígena originario campesina. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2448/2012 Sucre, 22 de noviembre de 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Macario Lahor Cortez Chávez Acción de libertad Expediente: Departamento: 2011-23936-48-AL La Paz En revisión la Resolución 11/11 de 13 de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta., pronunciada dentro de la acción de libertad, interpuesta por Alejandra Choque Acarapi por sí y en representación de Eliseo Quispe Mujica contra Clemente Camargo Bautista, Jilir Mallku; Hernán Callisaya Ramírez, Sullca Mallku; Tomás Cruz Choque, Jalja Mallku; Jorge Choque Quispe, Qilca Mallku; Sabino Cruz Gutiérrez, Yapu Kamani; Jhonny Ramirez Callisaya, Yanapiri Kamani; Francisco Chuquimia Choque, Colque Kamani; Eusebia Juchani, Tantachiri Kamani; Jorge Cruz, Uywa Kamani; y, Basilia Quispe Mamani, Taqui Kamani, todas autoridades originarias del ayllu Yanarico de la provincia Ingavi del departamento de La Paz. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Mediante memorial presentado el 12 de julio de 2011, cursante de fs. 4 a 8, los accionantes formularon acción de libertad manifestando, que: I.1.1. Hechos que motivan la acción En circunstancias en las que se encontraban en la comunidad Yanarico de la provincia Ingavi del departamento de La Paz, un efectivo de la Policía Rural y Fronteriza de la localidad de Tiwuanaku, les entregó una carta notariada de 29 de abril de 2011, en la cual, Erasmo Ticona Quenta, pidió la devolución de Bs215 722.- (doscientos quince mil setecientos veintidós bolivianos), y se entregue la movilidad que le había prestado, en el plazo de cuarenta y ocho horas bajo alternativa de iniciar un proceso penal, por este motivo, Alejandra Choque Acarapi, presentó denuncia penal contra Erasmo Ticona Quenta, por el delito de extorsión y otros; sin embargo, fue sorprendida con una citación emitida por las autoridades originarias del ayllu Yanarico. En cumplimiento a la referida citación se hizo presente la parte accionante el 25 de junio de 2011, en la sede social de dicho Ayllu, en la cual la situación se tornó hostil y no se permitió hacer uso de la defensa y con la amenaza de ser “chicoteados” y “colgados”, sindicando a Alejandra Choque Acarapi, que desde el mes de junio de 2007 hasta el 2010, habría mantenido una relación sentimental con Erasmo Ticona Quenta, por lo que encontraron un supuesto cargo de “adulterio”, condenándoles a una sanción de entrega de 10 000 ladrillos y 100 bolsas de cemento, más la devolución de un vehículo clase vagoneta, INDICE marca Toyota con placa de circulación 1574-BFK, haciendo constar que en caso de incumplimiento se quemaría el minibús retenido, en el cual se habrían trasladado a dicho Ayllu, haciéndoles firmar contra su voluntad un documento denominado “recibo de inventario de minibús blanco”, sin considerar que la movilidad retenida arbitrariamente genera el único ingreso y fuente de trabajo de la propietaria. Nuevamente les hicieron llegar una citación para que se presenten en el ayllu Yanarico; pero, al tener los antecedentes versados y la condena injusta y arbitraria, existe el temor que peligren sus vidas y su integridad física, si es que no se efectiviza el cumplimiento de la pena comunitaria. I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados La parte accionante alegó la lesión de sus derechos y garantías al debido proceso, a la defensa, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la dignidad, citando al efecto los arts. 13.I, 15, 22, 46, 56, 115.II, 116.I, de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicitó se conceda la tutela y se disponga, el cese: a) De la persecución ilegal; b) Del procesamiento indebido; y, c) De las advertencias o amenazas de “linchamiento”, “colgamiento”, “chicoteo” y quema del vehículo retenido de propiedad de Alejandra Choque Acarapi. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 13 de julio de 2011, conforme consta en el acta cursante de fs. 37 a 41 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción Los accionantes, ratificaron in extenso los argumentos de su demanda tutelar a través de sus abogados. I.2.2. Informe de las autoridades demandadas Clemente Camargo Bautista, Jilir Mallku; Hernan Callisaya Ramirez, Sullca Mallku; Francisco Chuquimia Choque, Colque Kamani; y Jhonny Ramirez Callisaya, Yanapiri Kamani, mediante informe verbal cursante a fs. 40 vta. a 41, de obrados, informaron: 1) En calidad de autoridades del ayllu Yanarico, en su periodo de gestión recibieron una demanda de Erasmo Ticona Quenta, luego citándose a Alejandra Choque Acarapi, oriunda de esta comunidad, manteniendo ambos una relación sentimental y al tener su propio Estatuto Orgánico y Reglamento de acuerdo a los “usos y costumbres” y al no poder resolver el problema pasa a INDICE la asamblea, como sucedió en la actualidad; 2) Es evidente que el adulterio no es un delito, pero en la justicia comunitaria sí lo es, por los “usos y costumbres” de los aymaras; y, 3) Se tiene pruebas y documentación, sin embargo, para esta audiencia de acción de amparo constitucional, no fueron notificados dentro de las veinticuatro horas que señala la Constitución Política del Estado. Tomás Cruz Choque, Jalja Mallku; Jorge Choque Quispe, Qilca Mallku; Sabino Cruz Gutierrez, Yapu Kamani; Eusebia Juchani, Tantachiri Kamani; Jorge Cruz, Uywa Kamani; y, Basilia Quispe Mamani, Taqui Kamani, pese a su legal citación, no se hicieron presentes a la audiencia programada, ni presentaron informe. I.2.3. Resolución El Juez Primero de Partido y de Sentencia Penal de de El Alto del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 11/11 de 13 de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta., denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) Si bien la accionante y su esposo alegan que se encuentran en peligro sus vidas ya que en la asamblea de 22 de junio de 2011, efectuada en el ayllu Yanarico Tercera Sección, provincia Ingavi del departamento de La Paz, fueron amenazados por las autoridades originarias a ser “colgados”,“chicoteados” y “linchados” y también denuncian a esta jurisdicción que existe un procesamiento indebido en razón a que supuestamente dicha asamblea se desarrolló en un ambiente hostil sin que se les haya otorgado el derecho a defenderse, vulnerando así la presunción de inocencia; sin embargo, no existe evidencia de ello, como tampoco existe relación de causalidad entre los supuestos de vida en peligro y procesamiento indebido con el derecho a la libertad, quedando inhibido este Tribunal sobre el pronunciamiento; ii) Al denunciar que se encuentran ilegalmente perseguidos y de la prueba cotejada, la misma es insuficiente para poder establecer fehacientemente, por lo que sólo se evidencian dos citaciones en las cuales fueron convocados a la asamblea de la comunidad Yanarico y que de ninguna manera puede reputarse como persecución ilegal; iii) También denuncian que fueron vulnerados sus derechos al trabajo, a la propiedad y a la dignidad, empero, se aclara que estos derechos no pueden ser objeto de tutela a través de la acción de libertad; y, iv) Finalmente, en cuanto a las amenazas de “linchamiento”, “colgamiento” y “chicoteo”, así como a la retención ilegal del vehículo, clase minibús, marca Toyota, tipo Hiace, color blanco, con placa de control1921-LTR, denunciadas y supuestamente realizadas por las autoridades originarias, la parte accionante puede hacer valer sus derechos ante la autoridad competente que corresponda en la vía ordinaria. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011; modificada por la disposición transitoria Segunda del Código Procesal INDICE Constitucional, vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo. II. CONCLUSIONES De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establecen las siguientes conclusiones: II.1. El 10 de mayo de 2011, se emitió el acta de constancia, por lo cual, el demandante Erasmo Ticona Quenta y la demandada Alejandra Choque Acarapi, se hicieron presentes para aclarar el caso, en presencia de las autoridades originarias de la comunidad Yanarico, provincia Ingavi del departamento de La Paz (fs. 13). II.2. Citación de 10 de mayo de 2011, emitida por las autoridades originarias del ayllu Yanarico, convocando a Erasmo Ticona Quenta y a la familia Choque, a constituirse el 14 de mayo de 2011, a horas 9:00, en la sede cultural de dicho Ayllu (fs. 14); citación de 7 de julio del citado año, emitida por las autoridades originarias del ayllu Yanarico, convocando a Alejandra Choque Acarapi y a Eliseo Quispe Mujica, a constituirse el 11 de julio del señalado año, en la sede cultural de dicho ayllu (fs. 15). II.3. Recibo de inventario de un minibús blanco de 25 de junio de 2011, con detalle de los datos de la movilidad marca Toyota, con placa de circulación 1921-LTR firmada por Eliseo Quispe Mujica, Alejandra Choque Acarapi y Clemente Camargo Bautista (fs. 16). II.4. Notificación a Eliseo Quispe Mujica y Alejandra Choque Acarapi, con el objeto de aclarar y tratar sobre la demanda interpuesta por Erasmo Ticona Quenta y a la vez, constituirse a la Asamblea General del ayllu Yanarico (fs. 17). II.5. Denuncia iniciada por ante el Ministerio Público por Alejandra Choque Acarapi, contra Erasmo Ticona Quenta, por la presunta comisión del delito de extorsión (fs. 23 y vta.). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La parte accionante arguye la conculcación de sus derechos y garantías al debido proceso, a la defensa, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la dignidad, toda vez que fueron citados por las autoridades originarias demandadas, con el fin de esclarecer una denuncia interpuesta por Erasmo Ticona Quenta; sin embargo, al presentarse a dicho Ayllu, en un ambiente hostil, sin permitirles hacer uso de una defensa técnica ni material con la amenaza de ser “chicoteados”, “colgados” y “linchados”, fueron tratados despectivamente, encontrando un supuesto cargo de “adulterio”, en consecuencia, se les condenó a cumplir una sanción de entregar 10 000 ladrillos y 100 bolsas de cemento, más la devolución del vehículo clase vagoneta, marca Toyota con placa de circulación 1574BFK, con la amenaza de que en caso de incumplimiento se quemaría el minibús retenido cuya titularidad corresponde a Alejandra Choque Acarapi, empero, pese a esta sanción injusta les INDICE notificaron nuevamente para que se presenten en dicho Ayllu, actitud arbitraria que provoca temor por sus vidas e integridad física y que, inminentemente sus amenazas pueden ser cumplidas por las ahora autoridades originarias. En consecuencia, corresponde verificar, en revisión, si tales argumentos son evidentes y si constituyen actos lesivos de los derechos a la vida, a la libertad y a la libre locomoción, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica y ámbito de protección de la acción de libertad Al respecto, la SCP 0018/2012 de 16 de marzo, señaló que:“La acción de libertad ha sido instituida por la Constitución Política del Estado en sus arts. 125, 126 y 127, como una acción o mecanismo de defensa de los derechos y garantías a la libertad y a la vida, derechos que son reconocidos por la misma Ley Fundamental, cuyos destinatarios resultan ser todos los estantes y habitantes del Estado Plurinacional de Bolivia, que no pueden ser vulnerados o infringidos sin una justa razón o previo juzgamiento. Asimismo, la normativa contenida en la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en sus arts. 65 y 66, establecen que, el propósito u objeto de esta acción constitucional, es de otorgar una garantía, protección o tutela, de los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción; cuya procedencia es efectiva cuando cualquier ciudadano considere que: su vida está en peligro, esta ilegalmente perseguida, esta indebidamente procesada y está indebidamente privada de libertad personal. La '…acción de libertad, constituye una garantía instrumental de rango constitucional, que garantiza el ejercicio y respeto del derecho a la libertad personal y de locomoción, inclusive ahora, el derecho a la vida, cuando ésta se encuentra afectada por la restricción o supresión de la libertad, cuya finalidad es hacer frente a una situación de arbitrariedad proveniente de autoridades y/o particulares. Así el art. 125 de la CPE, establece que: 'Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad'. Cabe hacer hincapié, que el Constituyente ha previsto la exención de toda formalidad en su interposición, así como la rapidez en su trámite que es sumarísimo y su efecto inmediato, pudiendo ser preventivo, correctivo o reparador' SC 2178/2010-R de 19 de noviembre” . III.2. Respecto a la justicia indígena originaria campesina. El art. 190.I y II de la CPE, señala que: “Las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de INDICE sus autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios”; asimismo, también refiere que “La jurisdicción indígena originaria campesina respeta el derecho a la vida, el derecho a la defensa y demás derechos y garantías establecidos en la presente Constitución”; en el mismo sentido, la Ley 073 de 29 de diciembre de 2010, establece que la jurisdicción indígena originaria campesina, goza de igual jerarquía que la jurisdicción ordinaria y otras jurisdicciones legalmente reconocidas; teniendo como límite el respeto a la vida, el derecho a la defensa y demás derechos establecidos en la Constitución Política del Estado y se resuelve de manera personal, material y territorial, al no tener una normativa escrita se basa en sus usos y costumbres resolviéndose los casos sometidos a su jurisdicción de manera pronta y oportuna III.3. Normas y procedimientos propios de la jurisdicción indígena originaria. Tomando en cuenta que Bolivia es un Estado unitario social de derecho plurinacional comunitario, entre sus formas de democracia se tiene a la “comunitaria, por medio de la elección, designación o nominación de autoridades y representantes por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos…” (art. 11.II.3 de la CPE); donde se practica la democracia comunitaria, ya que la elección, designación y nominación directa de sus representantes se realizan, de acuerdo con sus normas y procedimientos propios; es así que la SC 2207/2010-R de 19 de noviembre, establece el parámetro de la justicia indígena originaria establecida por la Constitución Política del Estado, disponiendo que: “En ese cometido el art. 1 de las CPE, caracteriza al Estado en los siguientes términos: `Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho plurinacional comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico dentro el proceso integrados del país´. Por su parte el artículo segundo de dicha Norma Suprema, prescribe que: `Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígenas originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a la Constitución y la ley´. En la misma óptica en el artículo tercero prescribe que: ´La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígenas originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano´ (…) INDICE Dentro de la misma visión, para una correcta valoración de todos los elementos de juicio que sirven de base para la presente Resolución, resulta imprescindible efectuar algunas puntualizaciones previas en lo concerniente a lo que implica la vida en una comunidad campesina o en un pueblo indígena, partiendo para ello que la Constitución y los instrumentos internacionales tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y para ello las normas de conducta y de desenvolvimiento del ser humano, deben responder a los valores inherentes en los diferentes campos de acción humana, económica, política, social, religiosa, etc. Ahora bien, como se hizo alusión, la Constitución vigente, que en su artículo primero reconoce el pluralismo jurídico, tiene una trayectoria histórica importante como resultado de una doble relación con los sectores dominantes: la de la resistencia por mantener sus estructuras comunitarias autónomas frente al Estado, pero al mismo tiempo, la relativa a la asimilación de las prácticas dominantes en un proceso lento y evolutivo de homogenización sociocultural. En un país con diversas etnias y culturas como es Bolivia, las comunidades campesinas y pueblos indígenas mantienen con mucha fuerza instituciones y prácticas de trabajo, de relaciones humanas, intrafamiliares, de repartición de la tierra y de resolución de conflictos conocidos como `Derecho Consuetudinario´, aunque es más adecuado y propio referirlo como indígena originaria campesina. Es necesario reconocer que las prácticas socioculturales antedichas perduran gracias a la persistencia de la comunidad en su sentido más amplio, es decir, como estructura social en la que se desarrollan campos de acción en lo político, religioso, económico, laboral y jurídico. Adviértase; sin embargo, que no obstante la importancia de las costumbres socioculturales y el respeto que la sociedad debe demostrarles, no se debe olvidar que las instituciones sociales de las comunidades campesinas y pueblos indígenas no existen aisladas, forman parte de un contexto social mucho más amplio y complejo. Precisamente ahí radica el problema para definir los sutiles límites entre la `justicia comunitaria´ y la ´justicia ordinaria´, entre el Derecho Consuetudinario y el ordenamiento jurídico general imperante en el país, sin lesionar ninguno de ellos. Para no incurrir en el peligro de desconocer el valor y fundamento de las costumbres y culturas ancestrales, o, de vulnerar el orden legal establecido, debe llegarse a un punto de convergencia tal en el que ambos encuentren convivencia armónica, sin que ninguno avasalle al otro, resguardando en ambos, los derechos colectivos de las comunidades y los derechos fundamentales de las personas. Al respecto la SC 0860/2007-R de 12 de diciembre, dejó sentado que: `El Derecho Consuetudinario es fundamentalmente oral, transmitido por sucesivas generaciones y mantenido en el tiempo sin la necesidad de que se plasme en un documento escrito para que sea reconocido como válido por los comunarios. Esta característica es la que principalmente dificulta su aceptación dentro de una sociedad en la que es el Derecho Positivo, donde todo debe estar previamente escrito para ser obligatorio, la que regula todos los ámbitos de conducta de las personas. Sin embargo, ello no debe ser óbice para estudiar y considerar casos como el presente, en el que ciertamente se INDICE observa la aplicación de normas comunitarias frente a la inconducta de uno de los miembros del grupo humano; empero, necesariamente las referidas normas -que incluyen sanciones- deben también encuadrarse al marco constitucional que rige en nuestro país´”. La SC 2036/2010-R de 9 de noviembre, señaló: “Ahora bien, la potestad de impartir justicia, (tanto en la jurisdicción ordinaria, como en la indígena), se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos (art. 178.I CPE). De acuerdo al texto constitucional (art. 179), la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina gozan de igual jerarquía y, en ese sentido, no se prevé ningún medio de revisión, por parte de la jurisdicción ordinaria, de las resoluciones pronunciadas por la jurisdicción indígena originara campesina; es más, toda autoridad pública o persona debe acatar las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina, pudiendo las autoridades solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado (art. 192). La jurisdicción indígena originaria campesina, por otra parte, de acuerdo al art. 190 de la CPE, respeta el derecho a la vida, a la defensa y demás derechos y garantías establecidos en la Constitución y también claro está, en los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos, estableciendo el art. 119.I expresamente que:`Las partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para ejercer durante el proceso las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por la indígena originaria campesina´. De lo dicho se establece que el respeto a derechos y garantías, marca el límite de la validez, de las resoluciones y determinaciones de la jurisdicción indígena originaria campesina. En ese entendido, tanto la jurisdicción indígena originaria campesina, como la ordinaria, están controladas por la justicia constitucional, y, en definitiva por el Tribunal Constitucional Plurinacional, órgano que debe controlar el respeto a los derechos y garantías fundamentales en ambas jurisdicciones, considerando los principios generales de la potestad de impartir justicia previstos en el art. 178 de la CPE, entre ellos, el pluralismo jurídico y la interculturalidad”. III.4. Análisis del caso concreto La parte accionante denuncia a esta jurisdicción, que las autoridades indígenas originarias campesinas a efectos de impartir justicia, ante la denuncia interpuesta por Erasmo Choque Acarapi, emitieron citación, a la cual acudieron; sin embargo, la asamblea fue llevada a cabo en un medio hostil, sin permitirles hacer una defensa técnica ni material, amenazados con ser “chicoteados”, “colgarlos” y linchados, INDICE justicia que culminó con el cargo de “adulterio”, sancionándoles a entregar 10.000 ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución de un vehículo clase vagoneta, marca Toyota con placa de circulación 1574-BFK, siendo amenazados que en caso de incumplimiento se quemaría el minibús retenido en el cual, la parte accionante se habría trasladado a dicha asamblea, estableciendo que dicha sanción es injusta y que al no cumplimiento de la misma, y ante una nueva citación temen por sus vidas e integridad física, actos que constituyen de parte de las autoridades originarias demandadas la lesión de sus derechos y garantías al debido proceso, a la defensa, a la presunción de inocencia, al trabajo, a la propiedad privada, a la vida y a la dignidad. La parte accionante, al denunciar la conculcación de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales y al ser condenados dentro la sanción de la justicia indígena originaria campesina por sus autoridades ahora demandadas y las supuestas amenazas de ser “chicoteados”, “linchados” y “colgados”, que pueda revisar si la sanción se encuentra inserta dentro los parámetros de lo ordenado por la Constitución Política del Estado o contravenga con infracción a la misma. De la revisión pormenorizada de la documentación acumulada en el expediente, se puede inferir que la parte accionante no ha demostrado materialmente lo aseverado, como ser la Resolución emitida por las autoridades originarias demandadas u otro documento que demuestre fehacientemente la sanción impuesta en su contra y el hecho de ser amedrentados para el cumplimiento de la sanción supuestamente por “adulterio”, la pena asignada en la entrega de 10.000 ladrillos, 100 bolsas de cemento y la devolución del vehículo clase vagoneta, marca Toyota con placa de circulación 1574-BFK, con la premisa que si no cumplían se iba a quemar la movilidad, preceptos enunciados que carecen de veracidad. La justicia indígena originaria campesina, aplicada a la parte accionante no contraviene de forma directa ni indirecta el orden constitucional, pues las sanciones impuestas, no se materializan en la contravención de la garantía del debido proceso, al haberse respetado los elementos básicos del orden constitucional al ser juzgados en una asamblea donde los concurrentes constituían una audiencia pública, más aún cuando existe una declinatoria de jurisdicción presentada al representante del Ministerio Público para llevar una sola causa en la jurisdicción del ayllu Yanarico. Respecto a la defensa material, se debe tener presente que la justicia consuetudinaria, no es la esencia indispensable de un letrado en justicia ordinaria, porque la diferencia es que la defensa material se avizora de forma intuito personae conforme a los usos y costumbres, incluso en su propio idioma, aplicando sus propios estatutos orgánicos y reglamentos internos, mismos documentos de estructura orgánica que son revisados y corregidos, por el propio municipio al que pertenecen, con el objeto de que no ingresen en colisión constitucional por los emisores que son servidores públicos de la Gobernación Autónoma Departamental, INDICE que también es otro filtro legal, estos últimos son los que entregan la aprobación y certificación con una Resolución avalada por las autoridades departamentales. Finalmente, las sanciones aplicadas devienen de un juzgamiento dentro de la jurisdicción indígena originaria campesina, las mismas deben ser cumplidas conforme establece el art. 192.I de la CPE, que señala: “Toda autoridad pública o persona acatará las decisiones de la jurisdicción indígena originaria campesina” y para su cumplimiento si es necesario solicitara el apoyo de los órganos competentes del Estado. Sin embargo, se exhorta a las autoridades de Justicia Indígena Originaria Campesina, que garanticen el derecho a la vida del accionante, en todos los actuados dentro la mencionada jurisdicción. Es menester que las actuaciones deban estar enmarcadas a los derechos y garantías establecidos en la Constitución Política del Estado, Derechos Humanos y Tratados Internacionales, reconocidos por nuestro país. De esa manera, la jurisdicción constitucional no percibe arbitrariedades y dicha sanción, no es cuestionada ni ingresa en controversia y al no evidenciar un peligro inminente al derecho a la vida o una persecución ilegal y no afectar derechos fundamentales o garantías constitucionales, se tiene que no se ha cumplido con demostrar plenamente la lesión a los derechos fundamentales en esta jurisdicción. En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, aunque con otros fundamentos, ha dado correcta valoración de la normativa aplicable al caso. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria; en virtud de lo previsto por el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 11/11 de 13 de julio de 2011, cursante de fs. 42 a 43 vta., pronunciada por el Juez Primero de Partido y de Sentencia Penal de El Alto del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA INDICE Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2397/2012 Sucre, 22 de noviembre de 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Acción de libertad Expediente: Departamento: 2011-23963-48-AL Cochabamba En revisión la Resolución de 6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37 vta., pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Dora Bustamante Torrico contra Marco Cuico Guzmán, Subalcalde del municipio de Pojo, provincia Carrasco del departamento de Cochabamba, Jesús Saavedra Arce, Dirigente del Sindicato Río Blanco y Víctor Herrera Rosas, Dirigente de la Subcentral de Palca. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 4 de julio de 2011, cursante de fs. 11 a 16, la accionante manifestó que: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 22 de octubre de 2010, presentó denuncia en dependencias del Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, contra Jorge Salazar, Responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Pojo, por el delito de concusión; éste al conocer la denuncia, puso en contra suya a las autoridades municipales y originarias del indicado lugar, las que ingresaron a su casa, amenazando a sus hijos, con la finalidad de que retire la denuncia; este hecho fue puesto en conocimiento del referido Ministerio, en el que le señalaron que enviarían notas a las autoridades para que dejen de amedrentarlos; pese a ello, las amenazas y amedrentamientos se hicieron constantes, habiéndose acentuado cuando se formalizó la denuncia ante el Ministerio Público, el 15 de febrero de 2011, en vista de lo cual acordaron en una reunión, realizar desafuero en contra de su esposo, como venganza por la queja efectuada ante el Ministerio de Transparencia. El 16 de junio de 2011, junto a su esposo asistió al “Congreso de Coca” (sic), que se llevó a cabo en el municipio de Pojo, al término del mismo, los sindicaron como problemáticos porque habrían faltado el respeto a las autoridades originarias y denunciado a los funcionarios de la Alcaldía por corrupción, pese a que presentó documentación que respaldaba la denuncia y los antecedentes de la agresión sexual de la que fue objeto su hija, las autoridades originarias a la cabeza de los demandados, los agarraron a golpes, “pateando” a su esposo y azotándolo con palos y lazos, luego lo amarraron y trataron de INDICE lincharlo. Después de las golpizas los separaron y los encerraron por más de 8 horas, llevándose a su esposo a la policía donde estuvo privado de libertad hasta el día siguiente. El 19 de junio de 2011, los demandados Jesús Saavedra Arce y Marco Cuico Guzmán, se subieron en el mismo vehículo de transporte público, que la trasladaba desde la localidad de Yutu Pampa a Palca; en el mismo la amenazaron y hostigaron, al llegar a su destino al promediar las 21:00 horas, procedieron a perseguirla, logrando esconderse en un corral, desde donde escuchó decir al Subalcalde Marco Cuico “Era que lo matemos en el monte nadie iba a saber ahora esto es un problema, tenemos que ir a su casa y su chaco se va quedar con nosotros” (sic); posteriormente, se comunicó con sus hijos, quienes le avisaron que los demandados fueron a su casa y destrozaron todo, los comunarios además le dijeron que no vaya por su domicilio, porque los demandados estaban esperándola haciendo turnos. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados La accionante denunció la vulneración de su derecho a la vida y encontrarse perseguida ilegalmente, citando al efecto los arts. 15.I, 24, 125, 126 y 127 y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio La accionante solicitó se conceda la tutela, ordenando a los demandados que dejen de amenazarla, de poner en peligro su vida y cese la persecución indebida, debiendo remitirse antecedentes al Ministerio Público, más el pago de daños civiles. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 6 de julio de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 29 a 31 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción El abogado de la accionante ratificó su acción y la amplió indicando que: a) No sólo sufrió agresiones físicas, sino también fue perseguida, provocándole un daño psicológico e intranquilidad; y, b) Se encuentra en peligro latente al no poder ingresar a su domicilio de Palca, ni a su lugar de trabajo y producción agrícola en Río Blanco, encontrándose además, aislada de sus hijos. Con derecho a la réplica, señaló: 1) En el “Congreso de Coca”, los demandados decidieron aplicar justicia comunitaria contra ella y su esposo Silverio Ortega, golpeándolos con palos y encerrándolos sin permitirles comer ni beber; y, 2) El 5 de julio de 2010, junto a su abogado fue a notificar a los demandados con la acción de libertad; al llegar vieron mucha gente reunida, quienes los rodearon poniendo piedras delante las ruedas del taxi, siendo la accionante sacada de los cabellos, por el codemandado Víctor Herrera Rosas junto a una INDICE persona identificada como Benito, quienes la arrastraron y rompieron sus prendas de vestir, después del forcejeo la soltaron pero la hicieron quedar en la comunidad en contra de su voluntad, durmiendo encerrada en la casa de su hermano. I.2.2. Informe de la autoridad y dirigentes demandados El abogado de los demandados, con carácter previo a la intervención de cada uno de éstos, en audiencia manifestó que: i) Debido a los hechos delictivos provocados por el concubino de la accionante, contra una de las hijas de ésta y los maltratos que les provocaba, los dirigentes intervinieron convocando a una asamblea general y velando por la seguridad, la salud y la vida de sus hijas, les hicieron saber a ambos su malestar y que no eran bien recibidos; ii) No la agredieron físicamente ni fue violentada por ninguno de los comunarios y menos prohibida de transitar e ingresar a su domicilio, se vio involucrada en el proceso por estar a favor de su concubino, en desmedro de los derechos y garantías de sus propios hijos e hijas; y, iii) El 5 de julio de 2011, se llegó a un acuerdo con la accionante, por el cual éstos respetaban todos sus derechos, sus garantías de locomoción y de libre tránsito, por ello no tenía fundamento para el reclamo, ya que las autoridades y los comunarios de Palca y de Río Blanco, respetarían sus garantías constitucionales, pidiendo se declare improcedente la acción. El codemandado Marco Cuico Guzmán, en audiencia informó lo siguiente: a) La accionante pidió garantías sin que se haya atentado contra su vida, al contrario, se acordó que ella podía transitar por donde quería; b) En la audiencia cautelar de su concubino Silverio Ortega, ella estaba a favor de éste y no de su hija, que fue víctima de una agresión sexual; c) El 5 de julio de 2011, en una reunión realizada en la tarde, firmamos un acta para que la accionante transite libremente por donde desee; d) No se la amenazó ni persiguió, y si se la hizo quedar el día de la reunión, fue para que aclare el motivo por el cual presentó la acción de libertad; e) De forma complementaria y con relación a la persecución manifestó que, si bien la siguieron, no fue para hacerle daño, sino para que se quede al cuidado de sus hijos, pues cuando su hija fue agredida sexualmente, defendió a su concubino, habiendo decidido el sindicato “que el mismo no tenga pisada a la comunidad por no pertenecer a ella y que si ella continúa defendiéndolo también ella será echada y expulsada de la comunidad” (sic). Jesús Saavedra Arce -codemandado- en audiencia señaló que: 1) No es cierto lo manifestado por la accionante, al contrario su concubino es el que intimidó a los dirigentes amenazándolos con que los mataría; y, 2) No fue evidente la persecución en contra de la accionante, ya que ella podía transitar por donde quería, como tampoco es cierto que la golpearon en algún momento. El codemandado Víctor Herrera Rosas, en audiencia, manifestó que: i) El día de la reunión, la accionante se molestó cuando acusaron a su concubino de su mal comportamiento, defendiéndolo más a él que a sus hijas; ii) Se hizo una acta para que ella pueda transitar libremente por donde desee; y, iii) No hubo persecución y en ningún momento la maltrataron, son autoridades originarias y no tenían porque hacerlo. INDICE I.2.3. Resolución El Juez de Instrucción Mixto Liquidador y Cautelar de Totora del Distrito Judicial -ahora departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución de 6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37 vta., por la que concedió la tutela solicitada, disponiendo que los demandados y los comunarios protejan, resguarden y garanticen el derecho a la vida de la accionante, el cese inmediato de la persecución ilegal y la restitución de su derecho a la libertad física, por la detención indebida efectuada el 5 de julio de 2011, con los siguientes fundamentos: a) Por el informe de 17 de junio del mismo año, expedido por el policía de servicio de Totora, se advirtió que sucedieron las agresiones hacia la accionante, pues ésta se encontraba privada de libertad, ya que los comunarios la entregaron cuando él se apersonó a la plaza de Pojo, donde observó además, que su esposo se encontraba atado de manos y las personas del lugar lo golpeaban con chicotes; posteriormente, se contactó con los dirigentes y el Corregidor de Pojo, logrando trasladar a la pareja a dependencias de la dirección policial de Totora; b) Los demandados, si bien negaron los hechos denunciados, de forma contradictoria señalaron que suscribieron el acta de 5 de julio de 2011, para permitir que la accionante pueda transitar libremente, tanto en Palca donde vive, como en la comunidad de Río Blanco, donde tiene sus terrenos, aspecto que, permite deducir que antes de la suscripción de dicha acta no tenía esos derechos; c) El Subalcalde codemandado, como máxima autoridad municipal debió controlar la situación y no permitir que se lleguen a esos extremos, como tampoco participar activamente, aspecto que agrava su situación, al igual que la de los dirigentes codemandados, quienes tenían el deber de resguardar los derechos fundamentales de la accionante; d) Se advirtió la animadversión de los demandados en sus informes prestados en audiencia, los que apuntan a la vulneración de derechos; e) El 19 de junio de 2011, la accionante fue perseguida por el Subalcalde y el dirigente de Río Blanco, logrando esconderse en un corral, donde escuchó que la autoridad municipal decía que debían haberla matado en el monte y que ahí nadie se enteraría, y al no encontrarla se dirigieron a su casa, donde organizaron turnos para interceptarla; f) El 5 de julio de 2011, cuando fue a notificar con la acción que se analiza, los demandados la esperaron junto a varios comunarios, y al llegar la accionante, la bajaron del vehículo de los cabellos apartándola de su abogado y del oficial de diligencias del juzgado, procediendo a detenerla indebidamente en contra de su voluntad, llevándosela lejos de la vista de sus acompañantes, hecho ratificado por el Subalcalde codemandado, quien en la audiencia manifestó que la hicieron quedar con la finalidad de que aclare el motivo por el cual presentó la acción de libertad; g) El oficial de diligencias del juzgado, señaló que los demandados se comprometieron a presentar a la accionante en la audiencia, habiéndose verificado que ésta llegó junto a ellos y varios comunarios; y, h) Las vulneraciones descritas merecen la protección del art. 125 y ss. de la CPE, por haberse constatado el peligro efectivo de la vida de la accionante, quien estuvo y está siendo ilegalmente perseguida, siendo objeto de una detención indebida. I.3. Consideraciones de Sala INDICE Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Jueces y Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificado por la disposición transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo. II. CONCLUSIONES II.1. A través del “Acta de Expulsión” de 16 de junio de 2011, se advierte que la accionante y Silverio Ortega fueron expulsados definitivamente del Sindicato Río Blanco y del municipio de Pojo, disponiendo su entrega a las autoridades judiciales, para su aprehensión y sanción de acuerdo a ley, debido a que éste habría desplegado agresiones verbales, físicas y amenazas de muerte a las autoridades comunales, a los dirigentes y a menores, habría abandono y agresión sexual de las hijas de su conviviente; y con relación a ésta, indican que fue acusada por complicidad de su concubino, en los hechos mencionados (fs. 26). II.2. Por informe de 17 de junio de 2011, el policía Teodoro Rodríguez Torrico, hizo conocer al Fiscal de Materia, Moisés Chiri Gutiérrez, que el 16 del mismo mes y año, se constituyó en la comunidad de Pojo, para liberar a dos personas acusadas del delito de violación y agresiones físicas, al llegar a la plaza del indicado lugar, evidenció que Silverio Ortega se hallaba atado de manos y recibiendo golpes con chicotes, al ver estas agresiones tomó contacto con los cinco dirigentes y el corregidor, quienes hicieron posible que el agredido fuera trasladado a una oficina, para preservar su integridad física, y posteriormente trasladarlo a dependencias de la dirección provincial policial de Totora. Indica también, que éstos entregaron a la accionante (fs. 25). II.3. Por el certificado médico forense de 18 de junio de 2011, expedido por el médico forense Dorian Sandy Chávez Abasto, se advierte que Silverio “Arteaga”, contaba con 8 días de impedimento por las lesiones sufridas (fs. 9). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La accionante denunció la vulneración de su derecho a la vida y que se encuentra ilegalmente perseguida, señalando que después de la denuncia que presentó ante el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción, contra el responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Pojo, los demandados, con la finalidad de que retire la misma, ingresaron a su casa y amenazaron a sus hijos, habiendo aumentado los amedrentamientos cuando se formalizó la denuncia ante el Ministerio Público; asimismo, señala que después de asistir a un congreso en el municipio de Pojo junto INDICE a su concubino, los comunarios, a la cabeza de los demandados los agredieron físicamente y los encerraron por más de ocho horas, y posteriormente perseguida en horas de la noche, por el dirigente de Río Blanco y el Subalcalde de Pojo, habiendo éste último mencionado que debían haberla matado en el monte. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad La acción de libertad es una acción tutelar de carácter extraordinario, instituida en la Constitución Política del Estado en el art. 125, manteniendo el mismo carácter y finalidad de protección a la libertad física o personal, o de locomoción y al debido proceso vinculado con la libertad, además de haber ampliado su ámbito de aplicación y protección haciéndola extensible al derecho a la vida, por lo que se constituye en una garantía constitucional por el bien jurídico primario (vida) y fuente de los demás derechos del ser humano, al señalar: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. ”El texto constitucional contenido en el citado art. 125, establece la naturaleza jurídica de esta acción tutelar, así como las características esenciales como son: 'El informalismo, por la ausencia de requisitos formales en su presentación; la inmediatez, por la urgencia en la protección de los derechos que resguarda; la sumariedad, por el trámite caracterizado por su celeridad; la generalidad porque no reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o prerrogativa, y la inmediación, porque se requiere que la autoridad judicial tenga contacto con la persona privada de libertad' (SC 0044/2010-R de 20 de abril) (SCP 0054/2012 de 9 de abril) (las negrillas nos corresponden). III.2. El derecho a la vida Con relación a este derecho, la SCP 0705/2012, de 13 de agosto, señaló: “Consagrado como derecho fundamental de toda persona en la Constitución Política del Estado que en su art. 15.I dispone: 'Toda persona tiene derecho a la vida…'. Del mismo modo, se tiene la línea jurisprudencial que expresa en la SC 1649/2011-R de 21 de octubre: 'El derecho a la vida es el bien jurídico más importante de los consagrados en el orden constitucional, previsto por el art. 15.I de la CPE, fue definido por la jurisprudencia de este Tribunal en la SC 0687/2000-R de 14 de julio, como: «… el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el INDICE presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su protección…»'”. Por su parte la SCP 0488/2012 de 6 de julio, sobre el derecho a la vida refería: “…que es el primero de los derechos fundamentales de los que goza toda persona desde su concepción hasta su muerte, la SC 1294/2004-R de 12 de agosto, señaló lo siguiente: 'Es el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida de hacer cosa alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos derechos, debiendo crear las condiciones indispensables para que tengan cabal observancia y pleno cumplimiento…' ”. III.3. Sobre la persecución ilegal En la SCP 0821/2012 de 20 de agosto, al respecto se mencionó: “La acción de libertad instituida por el art. 125 de la CPE, como una acción de defensa, tiene como objeto guardar la tutela a la vida, restituir o restablecer de forma inmediata y oportuna la libertad personal y de locomoción, y podrá interponerla toda persona que considere que su vida está en peligro, está indebidamente perseguida, detenida, procesada o presa, demandando se guarden las formalidades legales; aclarándose que cualquiera de estas situaciones, deben estar estrechamente vinculadas con el derecho a la libertad individual. Dentro de este contexto, el Tribunal Constitucional Plurinacional, efectuando un análisis de los entendimientos jurisprudenciales sobre la temática, desarrollándolos conforme y desde el nuevo orden constitucional, ha establecido en la SCP 0124/2012 de 2 de mayo, que: 'Bajo esta perspectiva, la SC 0237/2010-R de 31 de mayo, asumiendo el entendimiento adoptado por la SC 0036/2007-R de 31 de enero, señaló que la persecución ilegal o indebida, implica la existencia de los siguientes presupuestos: «1) la búsqueda u hostigamiento a una persona con el fin de privarle de su libertad sin motivo legal o por orden de una autoridad no competente, y 2) la emisión de una orden de detención, captura o aprehensión al margen de lo previsto por ley». Ahora bien, bajo el contexto de la nueva carta constitucional, en la SC 0641/2011-R de 3 de mayo, se definió la persecución ilegal a partir de sus dos causes configurativos, los que darían lugar a la activación de la acción de libertad restringida y preventiva. 'En efecto, bajo el primer cauce configurativo de este presupuesto de activación de la acción de libertad, se establece que la persecución ilegal o indebida, debe ser entendida como toda acción ilegal cometida por un INDICE funcionario público o un particular, conducta que implica una manifiesta y evidente persecución, acoso, búsqueda u hostigamiento, sin que exista una justa causa fundada en derecho, destinada a suprimir, restringir, perturbar o limitar el derecho a la libertad física, la vida o algún otro derecho estrictamente vinculado a éstos dos últimos; afectaciones que por su naturaleza, inequívocamente deben ser tuteladas a través de la acción de libertad, aspecto que a la luz de la tipología de la acción de libertad ya desarrollada por la SC 0044/2010-R de 20 de abril, se enmarca dentro de lo que en doctrina se conoce como «Habeas Corpus» restringido. Asimismo, debe precisarse que el segundo cauce configurativo de la persecución ilegal tutelable a través de la acción de libertad, está constituido por todo acto que merced a una orden de detención, captura o aprehensión, que no cumpla con los presupuestos procesales establecidos para su legal emisión, esté destinada a suprimir, restringir o limitar el derecho a la libertad física o incluso a la vida, supuestos fácticos que deben ser protegidos a través de la acción de libertad bajo la figura conocida en doctrina como “Habeas Corpus” preventivo' y desarrollada por la SC 0044/2010-R de 20 de abril entre otras.' Finalmente, y siguiendo la doctrina penal, la SC 0021/2011-R de 7 de febrero, dispone que: '…se entiende que la persecución indebida debe verse materializada en actos o acciones que permitan concluir la existencia de una amenaza a este derecho, en consecuencia, si no se advierte la orden o emisión de ningún mandamiento que disponga la privación de libertad personal o de locomoción del actor, no es posible admitir que éste estuviera indebida o ilegalmente perseguido, por cuanto, es irracional suponer que podría ejecutarse una disposición que no existe ni existió jamás, y en los hechos, el accionante nunca pudo ni podrá ser objeto de persecución ni hostigamiento'. De lo anotado, se concluye que la persecución ilegal o indebida como presupuesto de activación de la acción de libertad, comprende a su vez, dos supuestos, el primero referido al hostigamiento sin motivo legal, ni orden de privación de libertad física y/o de locomoción emitida por autoridad competente; y el segundo relativo a las órdenes de restricción de libertad al margen de los casos previstos por ley y sin cumplir con los requisitos y formalidades legales exigidas. En el primer caso, como indica la jurisprudencia, estamos frente a lo que la doctrina menciona como, hábeas corpus restringido; y tanto que la segunda forma está relacionada con el hábeas corpus preventivo. En conclusión, el hábeas corpus restringido está destinado a la protección de la libertad física y/o libertad de locomoción, cuando éstas sufren molestias, obstáculos, incomodidades, interrupciones o perturbaciones sin que medie fundamento legal, encuentra su cimiento en los arts. 125 de la CPE y 66.2 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), por tanto, vía acción de libertad, se protegerán los derechos citados supra, aún cuando no se evidencie una amenaza inminente de privación de libertad, pero su ejercicio se vea afectado de alguna INDICE manera, en virtud a que la teleología de este medio de defensa tiende a la protección de bienes jurídicos de carácter primario, como son la vida y la libertad; no obstante ello, a tiempo de su activación deberá demostrarse que la amenaza es cierta y evidente, y no conjetural o presuntiva, lo que significa que es un requisito para la procedencia de la acción, la demostración de la existencia positiva y material de la amenaza o restricción de la libertad”. (las negrillas nos pertenece). III.4. Análisis del caso concreto En el caso de autos, la accionante señala que encuentra vulnerado su derecho a la vida y es ilegalmente perseguida; indicando que los demandados con la finalidad de que retire una denuncia, ingresaron a su casa y amenazaron a sus hijos; en otra oportunidad fue agredida físicamente junto a su esposo, cuando asistieron a un congreso en el municipio de Pojo, donde además fueron encerrados por más de ocho horas; por último, fue perseguida por la noche y encontrándose oculta, escuchó decir a uno de los demandados, que debían haberla matado en el monte. De acuerdo a los antecedentes del caso y lo referido en la Conclusión II.2 de esta Sentencia, se advierte que la accionante junto a su concubino, el 16 de junio de 2011, fueron agredidos físicamente por los comunarios del municipio de Pojo, dirigidos por los ahora demandados; además, se encontraba en esa oportunidad privada de su libertad, pues éstos la entregaron al policía que se constituyó en el lugar, para luego ser trasladada a dependencias de la dirección policial de Totora; asimismo, se tiene que el 19 de junio de 2011, cuando la accionante se dirigía hacia la localidad de Palca, los demandados Jesús Saavedra Arce y Marcos Cuico Guzmán, ingresaron al mismo vehículo en que ella se transportaba y al llegar a su destino se bajó del vehículo y huyó del lugar, siendo perseguida por éstos; en esas circunstancias y encontrándose oculta en un corral, escuchó decir a este último; “Era que lo matemos en el monte nadie iba a saber…” (sic), aseveración que fue corroborada por esta misma autoridad municipal, quien en audiencia reconoció haber emprendido la persecución contra la accionante, minimizando la situación al indicar que, si bien la siguió, no fue para hacerle daño, sino para que se quede al cuidado de sus hijos, aspectos que demuestran que la accionante al margen de haber sido agredida físicamente, se encontraba privada ilegalmente de su libertad y fue perseguida por los demandados sin causa legal alguna. En ese mismo contexto, se advierte que el 5 de julio de 2011, cuando llegó a notificar a los demandados con la acción de libertad, acompañada de su abogado y el oficial de diligencias del juzgado constituido en Juzgado de garantías constitucionales, fue bajada del vehículo de los cabellos y apartada de sus acompañantes, procediendo a detenerla indebidamente, además de llevársela a un lugar alejado. Este hecho fue reconocido por los demandados, quienes en audiencia indicaron que efectivamente la retuvieron, pero sólo para que aclare el motivo por el cual presentó la acción de libertad, acotando que ese mismo día suscribieron un INDICE acta por la cual, permitían que la accionante pueda transitar libremente, tanto en el lugar donde se encontraba su domicilio, como en el lugar de su trabajo. Lo desarrollado demuestra que el derecho a la vida de la accionante, entendido conforme al Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo, efectivamente se encontraba amenazado y conculcado por los demandados, quienes desplegaron actos vulneratorios de ese derecho, que fueron ampliamente reconocidos y aceptados por éstos en audiencia, evidenciándose que la vida de la accionante se encontraba en constante peligro, pues las agresiones físicas, la privación indebida de su libertad, el secuestro al momento de notificarles con la acción de libertad, su retención ilegal y la suscripción de un acta que le permitía circular libremente, nos conducen a ese convencimiento. Asimismo, y conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia, al haber sido sometida la accionante a una persecución y hostigamiento constante por parte de dos de los demandados, sin ninguna causa o respaldo legal para ello, ni orden de privación de libertad emanada de autoridad competente, demuestra que esa persecución fue ilegal e indebida, situación que fue además reconocida por éstos en audiencia; por consiguiente, los aspectos señalados demuestran que son evidentes las aseveraciones expuestas por la accionante en su memorial de demanda, siendo indiscutible la vulneración de sus derechos constitucionales a la vida y a la libertad, como efecto de la persecución indebida de la que fue sujeta, motivos por los cuales corresponde conceder la tutela solicitada. En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 125 de la CPE, por lo que el Juez de garantías, al conceder la acción de libertad, efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dio correcta aplicación al citado precepto constitucional. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud a lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 6 de julio de 2011, cursante de fs. 32 a 37, pronunciada por el Juez de Instrucción Mixto Liquidador y Cautelar de Totora del Distrito Judicial -ahora departamento- de Cochabamba, y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez INDICE MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1024/2014 Sucre, 6 de junio de 2014 SALA TERCERA Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 04795-2013-10-AAC Potosí En revisión la Resolución 9/2013 de 18 de septiembre, cursante de fs. 174 vta. a 176 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Palmira Llanos Leniz contra Mario Villanueva Fernández, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya, Distrito 13 Sub Central; Miguel Nilo Villanueva Mamani, “Mayor”; Teodoro Leandro Estrada y Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, todos miembros de la Comunidad de Miraflores de la provincia Tomás Frías del departamento de Potosí I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memoriales presentados el 10 y 12 de septiembre de 2013, cursantes de fs. 72 a 76 y 86 a 88, la accionante, manifestó que: I.1.1. Hechos que motivan la acción En su condición de heredera del balneario denominado “PRITH”, conforme lo acreditó en la declaratoria de heredera franqueada por el Juzgado Quinto de Instrucción en lo Civil, se dedicó al servicio de prestar atención al público en el balneario referido, con el uso de las aguas termales del “ojo N° 14” (sic) gestionado por su fallecido padre, habiendo cumplido con el pago de las cargas impuestas por autoridades de Miraflores, quienes definieron como “APORTES A LA COMUNIDAD” (sic), la contribución para instalación del servicio de alcantarillado y asfalto; asimismoproporcionó un ambiente destinado al uso de la empresa “GRANDE PA”, la cual es encargada de realizar embovedados de Miraflores, también realizó varios depósitos a la cuenta 778020-000-001 de Banco Sol, a nombre de Guillermo Terrazas Mamani y Miguel Nilo Villanueva Mamani y entregó diez bolsas de cemento para la ampliación del empedrado y vaciado de cemento; sin embargo, no existen informes económicos válidos a esos aportes aunque no son legales; toda vez, que dichas cargas deben ser impuestas por el Gobierno Autónomo Municipal. En ese sentido, argumenta que no sólo cuenta con su derecho propietario legitimado sino también tiene la licencia de funcionamiento, con padrón 1160598207, cuyo código es 50601-4, la ficha de control de inspecciones sanitarias 0000309, NIT 1105418015, formularios 400 y 200, que si bien fueron declarados sin movimiento, precisamente fue por la emergencia del desvío INDICE de las aguas termales del “ojo N° 14”, el cual estaba destinado a la provisión de dichas aguas a su balneario. Como antecedentes, sostiene que hace veinticinco (25) años, funcionarios del Ministerio de Defensa, patentaron los dieciséis ojos de aguas termales, cuyo cauce fue destinado a personas particulares, al mencionado Ministerio e inclusive a la Comunidad, que cuenta a la fecha con el beneficio de dos piscinas denominadas “Santa Catalina I” y “Santa Catalina II”, extremo que es de conocimiento público. En ese contexto, señala que el 4 de julio de 2013, aproximadamente a horas 11:30, las personas demandadas en compañía de otras, sin tener autorización alguna emanada por autoridad competente o mínimamente con una Resolución de Asamblea de la Comunidad, de forma agresiva y temeraria, armados de palos, picotas y piedras, procedieron arbitrariamente a desviar el curso de las aguas termales del “ojo N° 14”, privándole de su uso en el balneario de su propiedad; por ello, el 19 de julio del mismo año, interpuso querella criminal por la presunta comisión de los delitos que atentan contra la libertad de trabajo, usurpación de aguas, usurpación agravada y concurso ideal [ilícitos que están previstos en los arts. 303, 354, 355 y 44 del Código Penal (CP)]; el 13 de agosto de 2013, en el despacho del Fiscal de Materia a cargo de la investigación, Héctor Molina Condori, se procedió al levantamiento del Acta de Audiencia Conciliatoria, en la cual, los querellados manifestaron no devolver el cauce de las aguas, (punto 4 de dicha Acta). De igual manera, indica que con el Acta de Inspección y muestrario fotográfico acreditó todo lo denunciado, además que los demandados a través de diferentes medios de comunicación confundieron a la opinión pública, cuando en realidad ni los soldados, ni el Ministerio de Defensa tuvieron participación en los actos ilegales cometidos por los demandados, razón por la cual, el Teniente Coronel Roberto Antonio Gamarra Azogue, tuvo que desmentir el imaginario enfrentamiento que estaría gestando personal castrense de las Fuerzas Armadas. Finalmente, señala que algunos pobladores de dicha localidad continúan con los actos arbitrarios y ni siquiera han respetado su condición de Presidenta de la Organización Territorial de Base (OTB) de Miraflores; asimismo, señala que el Estado es la única autoridad competente para regular mediante ley especial, el uso de los recursos naturales en este caso de las aguas termales; por ello, los particulares demandados que aplicaron medidas de hecho y no así los de la comunidad, carecen de autoridad para tal efecto, acto por el cual, señalan que se estaría vulnerando el art. 122 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados La accionante considera lesionados sus derechos a la personalidad y al ejercicio libre y eficaz de los derechos constitucionales, a que las mujeres en particular no sufran ningún tipo de violencia; así también, se lesionaron los derechos al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria, comercio o a cualquier actividad económica lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo, citando al efecto los arts. 14.III y IV, 15, 16.I, 46.I.1 y 47 de la CPE; 7.I de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y 9.I del Pacto Internacional de INDICE Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). I.1.3. Petitorio Solicita sea “procedente” la acción, restituyendo sus derechos y garantías fundamentales, disponiendo: a) Se restituya el cauce normal de las aguas termales del “ojo 14” en favor del balneario “PRITH”; b) Los demandados se abstengan de realizar futuras acciones de hecho similares en desmedro de sus derechos y garantías conculcados; y, c) Sea con costas, habida cuenta del perjuicio ocasionado, toda vez, que se le ha privado del uso de las aguas termales, paralizando sus actividades normales durante dos meses y seis días a la fecha. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 18 de septiembre de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 166 a 174 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción El abogado de la accionante en audiencia se ratificó in extenso en los términos expuestos en su memorial de interposición de la presente acción de defensa. I.2.2. Informe de las personas demandadas Mario Villanueva Fernández, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya, Distrito 13 Sub Central; Miguel Nilo Villanueva Mamani, “Mayor”; Teodoro Leandro Estrada y Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, miembros, todos de la Comunidad de Miraflores de la provincia Tomás Frías del departamento de Potosí Mario Villanueva Fernández, Miguel Nilo Villanueva Mamani, Teodoro Leandro Estrada y Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, Secretario de Actas del Cantón Tarapaya Distrito 13 Sub Central, “Mayor” de la Comunidad de Miraflores, de la provincia Tomás Frías, cantón Tarapaya de Potosí, respectivamente, mediante informe cursante de fs. 151 a 155, manifestaron que: 1) El 19 de julio de 2013, la accionante inició un proceso penal en su contra, consecuentemente el 13 de agosto del citado año, se efectuó una audiencia conciliatoria con la participación del Fiscal de Materia asignado al caso, Héctor Molina Condori, en la que no se llegó a ningún acuerdo; por ello, dicho proceso continúa su tramitación, razón por la cual, consideran que corresponde aplicar el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo), por cuanto existe un proceso penal presentado con anterioridad a esta acción de defensa, cuya resolución se encuentra pendiente; 2) En la acción de amparo constitucional, no explica de ninguna manera la aplicación de parágrafo II del art. 54 del CPCo, simplemente menciona el perjuicio y daño irremediable que supuestamente estarían causando y tampoco refiere a la protección tardía a la supuesta vulneración de sus derechos; 3) La documentación consistente “…en PERSONALIDAD JURÍDICA, otorgada por el Lic. Gonzalo Sánchez de Lozada en su calidad de Presidente Constitucional de la República de Bolivia, se otorgó a la 'COMUNIDAD DE INDICE MIRAFLORES', mediante resolución Prefectural N° 05/08/95 de fecha 08/08/95, R.M. 46/17/95 de 17/07/95, Registro N° 01 de fecha 08/08/95 del Municipio de Potosí, se ha reconocido la PERSONALIDAD JURÍDICA, en cumplimiento a la Ley N° 1551 de Participación Popular de 21 de abril de 1994, Art. 4, y la Constitución Política del Estado, en su Art. 171 del 6 de agosto de 1995…”(sic); en ese entendido, refiere que la comunidad de Miraflores se encuentra reconocida por el Estado y goza de prerrogativa de acuerdo a la actual normativa que otorga la posibilidad de administrarse justicia por sus usos y costumbres refrendada por la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibañez” que rige en nuestro Estado; 4) Respecto al problema que existe en el “ojo 14” de aguas termales, sostiene que es un conflicto que debe ser resuelto dentro del marco normativo de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (art. 7); toda vez, que en su Comunidad existen actas en las que consta la voluntad de Printh Llanos Rivera de dejar su propiedad a la Comunidad; por ello, consideran que es su potestad administrar justicia en ese asunto, que se encuentra relacionado directamente con sus recursos naturales y por ende su ecosistema, aplicando sus propios conocimientos en sus saberes aplicados desde sus ancestros, ejerciendo su derecho a la libre determinación, precautelando el derecho de que sus recursos no sean explotados y aprovechados por una sola persona que ni siquiera radica en la Comunidad; y, 5) La accionante desconoce a las autoridades comunitarias, por lo cual, intenta que se sometan a una acción de amparo constitucional, con el fin de dilucidar por esa vía un problema que por el contrario debe ser solucionado en la jurisdicción indígena originaria campesina. 1.2.3. Intervención del tercero interesado Roberto Antonio Gamarra Azogue, Comandante del Regimiento Pérez, III de Infantería de Potosí, en representación del Ministerio de Defensa, a pesar de haber sido legalmente notificado (fs. 96), no se hizo presente en audiencia y tampoco remitió informe alguno. I.2.4. Resolución La Sala Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 9/2013 de 18 de septiembre, cursante de fs. 174 vta. a 176 vta., denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i) Expresa que no se dilucida el derecho propietario ni el derecho posesorio de ninguna de las partes, solamente refieren a la devolución de aguas que se habían desviado en inmediaciones de Miraflores, aguas que de ninguna manera son de consumo vital sino son un recurso hídrico de uso distinto, más propiamente de comercialización en los balnearios; y, ii) Conforme los arts. 51 y 54 del CPCo, sostiene que “…es evidente que el parágrafo II excepcionalmente previa justificación fundada dicha acción será viable cuando la protección puede resultar tardía y (dos) cuando exista una inminencia de un daño irremediable a producirse de no otorgar la tutela, al respecto si bien se adjuntó la copia de la querella a la Acción, para entonces, no era de conocimiento del Tribunal de Garantías Constitucionales, el haberse seguido todo su curso la Acción Penal, ahora presentada por la parte accionada, la misma querella se entiende de que ya es de su conocimiento y que si se está siguiendo ese Proceso Penal, proceso que indudablemente va a definir lo real de las actuaciones…”(sic), INDICE situación que les impide su pronunciamiento en la presente acción tutelar. I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Mediante Decreto Constitucional de 14 de febrero de 2014, se ha dispuesto la suspensión del plazo a efectos de recabar documentación complementaria. A partir de la notificación con el Decreto Constitucional de 13 de mayo de 2014, se reanudó el plazo; por lo que, la presente Sentencia Constitucional Plurinacional se pronuncia dentro del mismo. II. CONCLUSIONES De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Mediante memorial presentado el 19 de julio de 2013, por Palmira Llanos Leniz -ahora accionante- ante el Fiscal de Materia en lo Penal, interpuso querella criminal contra Mario Villanueva Fernández, Miguel Nilo Villanueva Mamani, Teodoro Leandro Estrada y Margarita Ruiz Villanueva de Méndez, -ahora demandados- por la presunta comisión de los delitos incursos en la sanción de los arts. 303 (atentados contra la libertad de trabajo), 354 (usurpación de aguas), 355 (usurpación agravada) y 44 (concurso ideal) del CP (fs. 11 y 12 vta.). II.2. Por Acta de Audiencia de Conciliación, celebrada el 13 de agosto de 2013, ante el Fiscal de Materia, Héctor Molina Condori, refieren: a) En el segundo punto, el abogado de los demandados, señaló que en base a la Ley de Deslinde Jurisdiccional, las aguas son de la comunidad, quienes son los directos administradores de los recursos naturales y la accionante no cumplía con las normas del pueblo y no aportaba al mismo; b) Alberto Quintanilla, manifestó que las aguas no son de propiedad de nadie sino son de la administración de la comunidad y que no podían acceder a la pretensión de la ahora accionante; c) Primo Vargas, en su calidad de corregidor de la localidad de Miraflores, “manifestó que los comunarios lo único que querían era que se cumpla la voluntad del acta en la que supuestamente el padre de doña Palmira Llanos Leniz, les cedía, las aguas que eran de su uso para pasar las mismas a la Comunidad, a su muerte…” (sic); por ello, solicitan que se cumpla ese deseo; d) En el punto tercero, Palmira Llanos Leniz, también manifestó que cancela lo que le solicitan a los pobladores de la Comunidad, sumándose Bs.1000.- (mil bolivianos 00/100) mensuales; e) En el cuarto punto, el Fiscal propuso a las partes que se reúnan dentro de quince días y mientras tanto, otorguen agua a la presunta víctima; sin embargo, los pobladores de la comunidad, indicaron que estaban de acuerdo con la siguiente reunión, enfatizaron en no devolver el cauce de las aguas; y, f) Finalmente, en el quinto punto señalan: “Se exhibió en audiencia conciliatoria un acta en la que presuntamente el padre de la Sra. Palmira Llanos Rivera, …tenía la pretensión de entregar el agua a los comunarios a su muerte, acta que no llevaba la firma del fallecido y que fue cuestionada por la Sra. Palmira Llanos” (sic) (fs. INDICE 30 y vta.). II.3. Testimonio en el cual consta que la Jueza Quinta de Instrucción en lo Civil de Potosí, dentro del proceso voluntario de declaratoria de herederos seguido por Palmira Llanos Leniz, fue declarada heredera legal forzosa y ab-intestato de todos los bienes, derechos y acciones relictos al fallecimiento de su padre Prith Manuel Llanos Rivera (fs. 1 a 3 vta.). II.4. Mediante Testimonio de 28 de julio de 2004, se realizó la escritura del anticipo de legítima suscrita entre: Constatina Rivera Arroyo, Prith Llanos Rivera, Eduardo Llanos Rivera, Fanny Llanos Rivera y Lourdes Llanos Rivera; por el cual, en la cláusula primera, señala que Constantina Rivera Arroyo, es propietaria de los siguientes bienes -entre otros- “1.- Un inmueble sito, en la localidad de Miraflores, prov. Frías, Potosí, con una superficie aproximada de 400 mts2, con las siguientes colindancias: al N. con la canaleta de agua termal que va al balneario central, al S. con los hornos de cal, al E. con el camino carretero que va a Mondragón y al O. con un terreno, inscrito en DD.RR. bajo la partida 601, folio 287, Libro N° 1, el 29 de mayo de 1979” (sic) (fs. 4 y vta.). II.5. Mediante Testimonio 143/2005 de 26 de abril, Veimar Gabriel Guerra Llanos con el poder otorgado por Lourdes Llanos Rivera, procedió a la transferencia de su alícuota parte del anticipo de legítima de su madre, inmueble ubicado en la localidad de Miraflores, con una superficie aproximada de 250 m2, con las siguientes colindancias; al norte con la canaleta de agua termal que va al balneario central, al sud con los hornos de cal; al este con el camino carretero que va a Mondragón y al oeste con un terreno inscrito en Derechos Reales (DD. RR.), bajo partida 601m, folio 287, Libro 1, el 29 de mayo de 1979; aclarando en la cláusula quinta, que se transfiere también el derecho de las aguas que utiliza el inmueble y que proviene del sector de Chimpa Tambo; asimismo, hizo constar que el agua que alimenta a la propiedad de Prith Manuel Llanos Rivera, provienen de otro sector de Chimpa Tambo, distinto y alejado (fs. 6 a 8 vta.). II.6. Por Testimonio 443/2006 de 11 de octubre, Eduardo Llanos Rivera a favor de Prith Manuel Llanos Rivera, procedió a la transferencia de su alícuota parte, con una superficie aproximadamente de 400m2 con las siguientes colindancias: Al norte con la canaleta o acueducto del Ministerio de Defensa, al sur con los hornos de cal, al este con el camino carretero que va a la población de Tarapaya y al oeste eriales (fs. 9 a 10). II.7. Cursan documentos por los cuales Palmira Llanos Rivera, colaboró al cantón Tarapaya: - Recibo de 15 de agosto de 2012, por el que acredita el pago de Bs810.-(ochocientos diez bolivianos 00/100), por concepto de pago o contribución para el servicio de alcantarillado que deberá implementarse en esa población (fs. 13). - Cinco Papeletas de depósitos a Banco Sol (fechas 1 de octubre, 31 de agosto, 16 de abril, 30 de mayo y 30 de junio, todas de 2012) a la cuenta de Guillermo Mamani Terrazas y Miguel Nilo Villanueva, por diferentes sumas (fs. 15 a 19). - Acta de 30 de julio de 2013, por el cual, consta que la accionante entrega como INDICE donación de 10 bolsas de cemento, con el fin de aumentar la longitud de piso de cemento más empedrado hasta el final de su casa (fs. 22). II.8. Por nota de 9 de abril de 2012, Clemente Canaviri, “Curaca” de la comunidad de Miraflores, cantón Tarapaya, solicitó a la accionante, que se ponga al día con los aportes a la localidad del balneario de Miraflores, indicando que así no tendrá problemas posteriores ni reclamos de los comunarios (fs. 20). II.9. Por nota de 27 de julio de 2012, la accionante ante el corregidor de Miraflores, Primo Vargas, solicitó la autorización de dos acometidas de agua potable a los inmuebles que se encuentran en el sector que se va asfaltar, por ello, hace efectivo el depósito de un total de $us.100.- (cien dólares estadounidenses) (fs. 21). II.10. Acta de Inspección y/o Reconstrucción (Caso 1266/13) y muestrario fotográfico de 23 de agosto de 2013, de todas las partes que son perjudicadas; por el cual, el investigador asignado al caso evidencia que: “…el ojo 14 de las aguas termales, ha sido desviadas por los Comunarios y terceras personas“ (fs. 31 a 46 vta.). II.11. La Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, mediante informe, señaló que no existe norma técnica ni legal para el uso y aprovechamiento de las aguas termales y minerales; sin embargo, por tratarse de un recurso mineralógico se tramita a través de la autoridad general jurisdiccional minera. Asimismo, indica que, según el art. 25 de la Ley de Medio Ambiente 1333, el representante legal de una actividad, obra o proyecto debe dar inicio a la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), a través de una ficha ambiental, que es el instrumento técnico para la categorización del nivel de Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA), cuyo documento permite la otorgación de la Licencia Ambiental de las actividades, obras o proyectos, en caso de un balneario, debe contar necesariamente con dicha licencia, con la finalidad de mitigar, controlar y prevenir los impactos ambientales propios de ese tipo de proyectos (fs. 411 y 412). II.12. Edwin Cruz Iraña, Técnico Ambiental y Justino Villanueva Jancko, Jefe de Áreas Verdes y Medio Ambiente, ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, informaron que: 1) Las aguas termales de la localidad de Miraflores en su mayoría son utilizadas por usos y costumbres que son manejadas por autoridades originarias del lugar, estas actividades cuentan con “Licencia de Funcionamiento” (sic) y pagan un patente anual al Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, la actividad de Palmira Llanos, funciona bajo ese régimen de usos y costumbres aproximadamente hace unos treinta años; y, 2) En base a la Ley 1333, en su art. 11 inc. a), la Jefatura de Áreas Verdes y Medio Ambiente del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, realiza “inspecciones de visu” (sic), el impacto ambiental no se puede cuantificar ya que todas las piscinas que son de propiedad privada y comunal desembocan al río de la Rivera (Tarapaya) sin ningún INDICE tratamiento, dicho río desemboca a las aguas servidas de la ciudad y aguas ácidas que son producto de la actividad minera (fs. 423 y 424). II.13.En el Informe Técnico 17/2014 de 6 de mayo, presentado por el Jefe de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, se concluyen que: i) Los conflictos concernientes a las aguas termales en la comunidad de Miraflores, dirime la Asamblea General de la Comunidad, bajo la dirección de sus tres autoridades máximas, que son el Corregidor Auxiliar, el Secretario General de Sindicato y el Curaca, como única autoridad originaria; ii) Con relación a los usos y costumbres, indican que en la Comunidad desde se conformó el Sindicato Agrario (1956) se manejan bajo la lógica sindical, por ello, los conflictos tienen conocimiento en primera instancia del Secretario General y del Curaca; posteriormente, si el caso amerita, involucran a la Comunidad llevando el conflicto para dirimir a la Asamblea General; iii) Ancestralmente, el hacendado tenía el control del territorio de la Comunidad y ejercía un dominio sobre las familias campesinas quechuas; por ello, no identifican conflictos relacionados con el tema de aguas termales; iv) Las formas de hacer cumplir las sanciones es a través de los cortes de aguas termales a las piscinas y/o multas económicas; y, v) El conflicto relacionado con la ahora accionante, se suscita porque los habitantes de la Comunidad consideran que la mencionada y otras familias, aprovechan de los recursos hídricos de la Comunidad y además de no ceder su posición ante la propuesta de compartir la administración de las piscinas (fs. 431 a 467). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La accionante alega la vulneración de los derechos a la personalidad, al ejercicio libre y eficaz de los derechos constitucionales, a que las mujeres en particular no sufran ningún tipo de violencia, al agua, al trabajo y a dedicarse a la industria, comercio o a cualquier actividad económica lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo; toda vez, que las personas ahora demandadas de forma arbitraria y agresiva, procedieron al desvío del cauce habitual de las aguas termales del “ojo 14” ubicadas en la población de Miraflores, las cuales abastecen de dichas aguas a las piscinas del balneario que es de su propiedad, denominado “PRITH”, privándole de forma ilegal del uso de las aguas referidas. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Derecho al agua generador de deberes en su uso y aprovechamiento racional En la SCP 2532/2012 … se estableció que: “Antiguamente, el agua al igual que el aire limpio resultaban tan naturales al ser humano que a nadie podría habérsele ocurrido que en algún momento podría reconocerse como derechos fundamentales; sin embargo, el crecimiento poblacional y los nuevos modos de producción del ser humano implicaron en general modelos destructivos del medio ambiente que afectaron INDICE fuertemente la calidad del agua y del aire y que paradójicamente menoscabaron la calidad de vida del ser humano. El constituyente boliviano en el preámbulo de la Constitución Política del Estado no sólo hace referencia a '…las guerras del agua…' (Preámbulo) sino que reconoce como derecho fundamental al agua (art. 16.I de la CPE), interdependiente a otros derechos primarios como la vida o la salud, al respecto por ejemplo, la SC 0156/2010-R de 17 de mayo, sostuvo que: 'De lo mencionado, se concluye que este derecho está reconocido y garantizado por el Estado y en la medida en que es un elemento básico para ejercer el derecho a la salud y para proporcionar un nivel adecuado de vida para todos los individuos de un Estado Social y Democrático de Derecho, garantizando así su subsistencia en condiciones dignas, exige de una protección inmediata de parte de los gobiernos y de los particulares, quienes deben organizar esfuerzos que confluyan en la satisfacción de esta necesidad básica para todos y cada uno de los habitantes de nuestro país'. En efecto, gran cantidad de enfermedades (cólera, diarrea, tifoidea, entre otras muchas enfermedades), se producen por la deficiente calidad de agua y en definitiva, puede concluirse que el derecho al agua se encuentra relacionado con el ser humano como es de conocimiento hoy en día, así, históricamente las poblaciones humanas crecieron y se desenvolvieron en torno a bancos de agua, se relaciona a prácticas culturales (piénsese en el carnaval), a creencias religiosas (piénsese en el bautizo), al grado que gran porcentaje de la masa física del ser humano y los seres vivos que lo rodea se constituyen de agua, aspecto que da lugar a pensar que el agua está inescindiblemente ligado al futuro del ser humano. Sin embargo, el reconocimiento del derecho fundamental al agua potable está relacionado con la necesidad que tiene el ser humano de contar con el referido servicio básico en condiciones sanitarias adecuadas y suficientes para satisfacer sus necesidades, pese a ello, con dicho reconocimiento, para este Tribunal resulta inequívoca la intensión del constituyente de superar la cultura del derroche o de ver al agua como un bien apropiable sino también como una necesidad que genera deberes en su protección y uso racional ello porque: El agua en general pertenece a todos los seres vivos, por lo cual, el reconocimiento del derecho al agua no puede verse como una mercancía, no puede privatizarse, ni tampoco puede apropiarse (SC 2010/2010-R de 3 de noviembre). ·Al constituirse el agua en un bien escaso y en virtud al principio de solidaridad (art. 373.I de la CPE), se genera la obligación de conservarla y usarla con racionalidad, precautelando los derechos de las futuras generaciones de forma que la libertad no se constituye en un valor que permita admitir la indiferencia frente a la contaminación y su uso irracional. INDICE ·El derecho al agua no es absoluto sino coexiste con los demás derechos y con otros titulares del mismo, en este sentido, la Corte Constitucional de Colombia en la Sentencia C-179/94 de 13 de abril, sostuvo: '…si las pretensiones, bienes e intereses fuesen ilimitados, no podría haber coexistencia de objetos protegibles, porque lo absoluto del uno anularía la validez del otro…', por ello mismo el art. 109.I de la CPE, establece que: 'Todos los derechos reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su protección '”. III.2.Tutela inmediata frente a vías de hecho La jurisprudencia constitucional entendió que las medidas de hecho se configuran como aquellos: "...actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso del poder que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar derechos fundamentales. La idea que inspira la protección no es otra que el control al abuso del poder y el de velar por la observancia de la prohibición de hacerse justicia por mano propia, control que se extiende tanto a las autoridades públicas como a los particulares que lo ejercen de manera arbitraria por diferentes razones y en determinadas circunstancias…" (SC 0832/2005-R de 25 de julio) (las negrillas son nuestras). En este sentido, frente a medidas de hecho procede la tutela inmediata, lo que implica que no se requiere agotar instancias previas al planteamiento de la acción de amparo constitucional así la SC 0534/2007-R de 28 de junio, señala que: “…el fundamento constitucional que sustenta la procedencia excepcional de una tutela ante medidas de hecho, -ante cualesquier acto- es que en un Estado de Derecho, no es legal ni válido que una autoridad pública o un particular, invocando supuesto ejercicio 'legítimo' de sus derechos subjetivos, se arrogue facultades y adopte medidas de hecho (justicia directa o justicia por mano propia) para poner término a sus diferencias o solucionar sus conflictos con otros desconociendo que existen los mecanismos legales y las autoridades competentes para el efecto…” (las negrillas son nuestras). Mientras que la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, al referirse a las formas de medidas o vías de hecho por el supuesto ejercicio legítimo de sus derechos o intereses de particulares o del Estado, identificó entre los supuestos que implican vías o medidas de hecho a los siguientes: “i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la propiedad, la pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia del bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii) Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que existen mecanismos legales y autoridades competentes en el orden constitucional para la solución de sus conflictos, excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del INDICE afectado, que se constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en acciones vinculadas a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas”. III.3. Análisis del caso concreto La accionante denuncia que las personas demandadas de forma arbitraria y violenta desviaron el cauce de las aguas termales del “ojo 14”, siendo que las mismas desde hace mucho tiempo abastecen a las piscinas de su balneario, denominado “PRITH”. De la revisión de antecedentes que cursan en obrados se tiene que previamente a la interposición de la presente acción de defensa, la accionante activó la vía ordinaria, presentando el 19 de julio de 2013, una querella criminal contra los ahora demandados, por la presunta comisión de los delitos incursos en la sanción de los arts. 303 (atentados contra la libertad de trabajo), 354 (usurpación de aguas), 355 (usurpación agravada) y 44 (concurso ideal) del CP, proceso dentro del cual se celebró el 13 de agosto del citado año, una audiencia de conciliación en la cual no se llegó a ningún acuerdo, más al contrario los demandados, se ratificaron en no devolver el cauce de las aguas termales en cuestión. Al respecto, debe reiterarse que no existe la necesidad de agotar previamente un proceso penal para plantear el amparo constitucional por vías o medidas de hecho, criterio este que responde a la flexibilización de carácter subsidiario del amparo constitucional, cuando se trata de vías de hecho, ello debido a que mientras que el proceso penal se busca la sanción de actos tipificados como delitos, la acción referida pretende la tutela de derechos y garantías conforme el art. 129 de la CPE, de ahí que tienen propósitos y configuraciones diferentes, en este sentido se tiene las SSCC 1605/2002-R, 0382/2001-R, entre otras. En el presente caso a través del proceso penal referido, si bien se analizará si se ha cometido o no uno de los supuestos delitos denunciados y en consecuencia se determinará si procede o no una sanción, ello no imposibilita que pueda plantearse una acción de amparo constitucional, de ahí que es equivocada la fundamentación del Tribunal de garantías para denegar la tutela tomando en cuenta la existencia de un proceso penal pendiente de resolución. Asimismo, la accionante acreditó que el Juez Quinto de Instrucción en lo Civil de Potosí, declaró a Palmira Llanos Leniz, heredera legal y forzosa y ab-intestato de todos los bienes, derechos y acciones relictos al fallecimiento de su padre Prith Manuel Llanos Rivera; es decir, que mediante Resolución judicial, la accionante acreditó su derecho propietario del balneario que se alimenta desde hace mucho tiempo atrás con aguas termales de la Comunidad. Ahora bien, las personas demandadas alegan que las aguas termales son recursos hídricos de la comunidad de Miraflores y que el padre de la accionante pretendía INDICE entregarles dichas aguas a su muerte; sin embargo, el acta en el cual constaría dicho extremo no estaba suscrito por el de cujus, por lo que, en el presente caso se establece que la accionante usaba las aguas termales desde hace mucho tiempo, así el informe del Gobierno Autónomo Municipal de Potosí establece que: “…la actividad de la señora Palmira Llanos funciona bajo ese régimen de usos y costumbres aproximadamente hace unos 30 años” y si en caso de que las personas demandadas consideran que las aguas del “ojo 14” es de su Comunidad, ello debe ser resuelto a través de la instancia pertinente para el efecto. En cuanto a las vías de hecho denunciadas, se tiene que el acta de inspección ocular, el muestrario fotográfico de inspección y el informe de la unidad de descolonización, acreditan el desvío de las aguas termales, tal cual la afirmación de la accionante, por lo que, conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, las personas demandadas no poseen ningún argumento legal para sustentar dicho acto e impedir el ingreso de las tuberías que dispensan las aguas termales del “ojo 14” con el fin de desviar su cauce, reconociendo expresamente en audiencia de conciliación que no devolverían el mismo a las piscinas del balneario “PRITH”, actitudes que acreditan la existencia de medidas de hecho que afectan e impiden el derecho al trabajo entendida como: "…la potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a generar su sustento diario como el de su familia…" (SC 1132/2000-R de 1 de diciembre). En este contexto, corresponde aclarar que si bien las autoridades de la Comunidad en ciertos casos pueden dirimir conflictos sobre aguas en el marco de sus usos y costumbres, conforme se evidencia del informe técnico de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional el cual acredita que “Ancestralmente el hacendado tenía el control del territorio de la comunidad y ejercía un dominio sobre las familias campesinas quechuas; por tanto, no se identifican conflictos relacionados a temas de aguas termales” (sic) y la accionante demostró recibos y otros documentos que figuran en la Conclusión II.7 de esta Resolución de los cuales se tiene que ésta aportó a la comunidad diferentes montos económicos que fueron recibidos por la misma, generando una especie de relación jurídica, la cual debe resolverse por la instancia pertinente pero no por la jurisdicción indígena originaria campesina pues los demandados no reconocen a la accionante como una persona que haga a dicho colectivo social. IV. Otras consideraciones Esta Sala debe recordar que el art. 374.III de la CPE establece que: “Las aguas fósiles, glaciales, humedales, subterráneas, minerales, medicinales y otras son prioritarias para el Estado, que deberá garantizar su conservación, protección, preservación, restauración, uso sustentable y gestión integral; son inalienables, inembargables e imprescriptibles”. INDICE En el presente caso del Informe Técnico de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, se puede identificar como problemática de fondo el hecho de que: “…la señora Llanos no quiso ceder en sus posiciones ante la propuesta de la propia comunidad de compartir la administración de las piscinas…”; en ese sentido, la accionante sostiene en su demanda de amparo constitucional, la idea de que tiene derecho de uso a las aguas termales porque así lo tuvieron sus ascendientes mientras que los demandados alegan que: “…la explotación de nuestros recursos que pertenecen a toda la comunidad no sean explotados y aprovechados por una sola persona en este caso la accionante…”; sin embargo, las aguas termales hacen parte de la riqueza estatal y no de un particular ni de un colectivo incluso sea este indígena debiendo por ello armonizarse su uso en el marco de la Constitución Política del Estado. Por otra parte, ante la consulta de esta Sala al Ministerio de Medio Ambiente y Agua sobre la existencia de normas que rigen a aguas termales y minerales se sostiene que: “Sobre el manejo de aguas termales no existe normativa técnica ni legal para su uso y aprovechamiento de las mismas…”, de ahí que este tipo de controversias se resuelven al margen de toda normativa específica y aplicándose por analogía normativa similar, de ahí que corresponda exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, la regulación del uso de aguas termales y su conservación. Por otra parte el Informe del Ministerio de Medio Ambiente y Agua sostuvo en lo referente a la actividad de los centros de recreación con aguas termales que: “Un Balneario, debe contar, necesariamente con la Licencia Ambiental, esto con la finalidad de mitigar, controlar y prevenir los impactos ambientales propios de este tipo de proyectos, principalmente en el factor agua, siendo los impactos ambientales que se pueden generar: variaciones del caudal de las aguas termales, generación de residuos sólidos asimilables a domésticos, uso de desinfectantes, detergentes, grasa y aceites entre otros, por lo que en el Instrumento de prevención y/o adecuación se debe plantear las medidas de mitigación para este tipo de impactos” (sic), mientras que el Gobierno Autónomo Municipal de Potosí sostiene respecto a la contaminación que produce el uso de los balnearios que: “…no se puede cuantificar ya que todas las piscinas que son de propiedad privada y comunal desembocan al rio de la Rivera (Tarapaya) sin ningún tratamiento, dicho río se desemboca las aguas servidas de la ciudad y aguas ácidas que son producto de la actividad minera que también tiene su curso al mismo río y no permite cuantificar el impacto ambiental por el uso de las aguas termales” (sic); es decir, en el presente caso tanto la particular como el colectivo presuntamente indígena reclaman para sí el uso de las aguas termales pero no existe evidencia alguna sobre las medidas de mitigación que realicen para impedir la contaminación correspondiendo exhortar bajo su responsabilidad al Ministerio de Medio Ambiente, al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí y al Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, adopten en el ámbito de su competencia las medidas necesarias para que los balnearios de Miraflores en Potosí, incluido el que ahora genera la presente controversia, es decir, el Balneario “PRITH” cumpla las medidas de mitigación ambiental y se verifique si cuentan con tarjetas ambientales, entendimiento INDICE ampliable pro las circunstancias del caso concreto a todo el caudal del río de la Rivera (Tarapaya). En consecuencia, el Tribunal de garantías al denegar la tutela solicitada, no actuó correctamente. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: 1° REVOCAR la Resolución 9/2013 de 18 de septiembre, cursante de fs. 174 vta. a 176 vta., pronunciada por la Sala Familiar, Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada provisionalmente. 2° Dispone, que las personas demandadas, restituyan de manera inmediata el cauce normal de las aguas termales del ojo 14 en favor del balneario “PRITH”, evitando actuaciones futuras similares, mientras que dicho conflicto sea dilucidado por la jurisdicción pertinente. 3° Exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, que proceda a la elaboración de la norma específica que regule el uso de las aguas termales con el fin de regular su uso tanto por particulares como colectivos en general. 4° Disponer que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el Gobierno Autónomo Departamental de Potosí y el Gobierno Autónomo Municipal de Potosí, adopten en el ámbito de su competencia las medidas necesarias para que los balnearios de Miraflores cumplan las medidas de mitigación ambiental y se verifique si cuentan con tarjetas ambientales, ampliable por la situación del caso concreto a todo el caudal del río de la Rivera (Tarapaya). Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey MAGISTRADO Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1696/2014 Sucre, 1 de septiembre de 2014 SALA TERCERA Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey Acción popular Expediente: Departamento: 05179-2013-11-AP Potosí En revisión la Resolución 01/2013 de 29 de octubre, cursante de fs. 66 a 69 vta., pronunciada dentro de la acción popular presentada por Adolfo Colque Maraza, Juez de Mínima Cuantía; Estanislao Condori López, Corregidor Titular; Epifanio Herrera Condori, Agente Cantonal; Agapito Paco Zenteno, Curaca del Ayllu; Sabino Carmona Colque, Principal del Ayllu; Javier Colque Choque, Juez de Aguas; Emilio Maraza Cayo, Subagente; Alfonso Colque Maraza; y, Salomón Cayo Vega, Primero y Segundo, Alcalde de Aguas Vertientes, respectivamente; en representación de la comunidad Chillcani contra Braulio Marino Condori, Agustín Choque Cusipuma, David Marino Juchani y Martha Marino Mamani, dirigentes de la comunidad Alcatuyo; todos del departamento de Potosí. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memoriales presentados el 16, 18 y 24 de octubre de 2013, cursantes de fs. 20 a 24, a 31 y vta. y, de 50 a 51 vta., los accionantes manifestaron lo siguiente: I.1.1. Hechos que motivan la acción Señalan que “…desde el mes de julio del año en curso…” su comunidad fue privada del líquido elemento (agua), misma que proviene de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaja, Pasto Grande, Chuapi Ckocha y Pultu Ckocha” las cuales se encuentran en la jurisdicción de las comunidades Chillcani y Alcatuyo. La privación del agua proviene de la comunidad Alcatuyo, al fracturar la salida del agua de las referidas lagunas; incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, entre las autoridades de las dos comunidades ante el entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, por el derecho al uso de lagunas y el agua para efectos de regadío, concluyéndose que pasan a ser de uso común para ambas comunidades y, que ningún comunario o comunidad tendrá derecho de colocar cadenas ni candados en las compuertas de las lagunas. Sin embargo, la comunidad Alcatuyo ha cerrado el paso del agua que es destinado a su consumo diario y riego desde “…el mes de septiembre del año 2012…”, hasta el presente, perjudicando a INDICE toda la comunidad de Chillcani, provocando focos de infección; asimismo, los representantes de la comunidad Alcatuyo iniciaron el proceso de registro de aguas -de las lagunas- para riego, ante el Servicio Departamental de Riego (SEDERI) de Potosí, señalando que son propietarios de las nombradas lagunas, sin importarles la salud de la comunidad a la que representan, por lo que presentaron impugnación, misma que se encuentra pendiente de resolución. El acuerdo transaccional no puede ser modificado por ninguna de las comunidades, aspecto que fue cumplido por ellos, a diferencia de los demandados toda vez que estos vulneraron su derecho fundamental de acceso a los servicios básicos y agua. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados Los accionantes señalan la lesión de sus derechos al agua, a la salud y a la “seguridad jurídica”, citando al efecto el art. 20 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Los accionantes solicitan se conceda la tutela solicitada, disponiéndose: a) La inmediata restitución del derecho al agua; b) El cese del iniciado proceso administrativo de solicitud de registro de agua para riego; y, c) La remisión de antecedentes al Ministerio Público en caso de existir responsabilidad civil o penal. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Efectuada la audiencia pública el 29 de octubre de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 61 a 65, con la concurrencia de ambas partes y en ausencia de los terceros interesados, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción Los accionantes, a través de su abogado, ratificaron in extenso los argumentos de la acción y ampliándolos refirieron que: 1) Por un lapsus señalaron que han sido privados del agua desde “julio del año en curso”, cuando lo correcto es que fue desde septiembre de 2012; 2) De la prueba presentada consistente en fotografías con intervención notarial, se establece los extremos denunciados, con referencia a las tomas de agua, la parte de Chillcani ha sido tapada con cemento y piedra unos 50 m; y, 3) Las lagunas son de propiedad del Estado, así el art. 339 de la CPE determina que los bienes de patrimonio de las entidades públicas son de propiedad del pueblo, el cual es concordante con el art. 346 del mismo cuerpo legal, que señala que el patrimonio natural es de interés público y de carácter estratégico para el desarrollo sustentable del país. En ejercicio del derecho a la duplica, indicaron que para llegar a la solución del conflicto se notificó para una audiencia de conciliación, emitida por el delegado provincial de Puna, a la que no comparecieron los comunarios de Alcatuyo. INDICE I.2.2. Informe de los demandados En audiencia, los demandados, a través de su abogado, señalaron que: i) La comunidad Chillcani tiene sus propias lagunas para consumo y riego; ii) En la presente acción popular no existe prueba sobre lo aseverado por los accionantes; iii) Es de conocimiento de los accionantes, que ante la Gobernación se está solicitando proyectos de agua, encaminados a satisfacer las múltiples necesidades de las comunidades Chillcani y Jatun Ayllu Mansaya, con ello se desvirtuaría la existencia de un inminente peligro de afectación; iv) Los demandados no son autoridades de la comunidad Alcatuyo, excepto Braulio Marino Condori, quien es Alcalde posesionado con posterioridad a los hechos denunciados, por lo que no se encuentra establecida la legitimación pasiva; v) Sobre la remisión de antecedentes al Ministerio Público, mencionaron que al no tener pruebas de la comisión de un delito, no puede endilgarse el mismo, pues se estaría violando el art. 116 de la CPE; los accionantes deben demostrar de qué forma y en qué circunstancias se les ha cortado el agua, no se puede suponer que los demandados lo hubieran hecho; vi) Respecto al trámite administrativo de reconocimiento y otorgación de uso y aprovechamiento de agua para el riego, presentaron renuncia con el fin de evitar confrontaciones, la cual fue admitida; y, vii) Solicitan se deniegue la tutela por no reunir los requisitos de la legitimación pasiva, además de no haber presentado suficiente prueba respecto a que los demandados hayan vulnerado derechos y garantías constitucionales. En el uso de réplica, mencionaron que los accionantes confunden un proceso de hecho con uno de garantías constitucionales, y que el juez competente para conocer este conflicto era el Tribunal Agroambiental y no el Ministerio Público. I.2.3. Intervención de la representante del Ministerio Público Elizabeth Molina Quintana, Fiscal de Materia, en audiencia refirió que hay proyectos que pueden beneficiar a las comunidades Chillcani y Alcatuyo. I.2.4. Resolución Por Resolución 01/2013 de 29 de octubre, cursante de fs. 66 a 69 vta., el Juez de Partido, Mixto, Liquidador y de Sentencia de Puna del departamento de Potosí, constituido en Juez de garantías, concedió en parte la tutela, disponiendo que: a) La comunidad Alcatuyo proceda a la reconexión y reposición inmediata y efectiva del servicio de agua a favor de los accionantes, que no significa que ellos sean los autores directos de los hechos, debiendo averiguarse quienes lo ocasionaron estableciendo además responsabilidad civil o penal averiguables en ejecución de la presente Resolución; y, b) El cese de las medidas de hecho, al haberse demostrado que existe la interrupción al suministro de agua a la comunidad Chillcani, de las lagunas cuya administración es de uso común. Lo anterior, en base a los siguientes fundamentos: 1) Los derechos al agua, a la salud, al trabajo y al debido proceso han sido vulnerados por los representantes de la comunidad Alcatuyo, al haber realizado un corte abrupto de los canales de agua sobrepasando las atribuciones contenidas en el art. 8.I y II y 20 INDICE de la CPE; 2) No existe ningún requisito para la presente acción, por cuanto existe un tema urgente que debe ser atendido para evitar daños irreparables, toda vez que, los derechos al agua, a la salud y al trabajo, anteriormente mencionados se sobreponen a intereses particulares; 3) El art. 20.I de la CPE, sobre el acceso a los servicios básicos de agua potable, debe ser tutelado por ser un elemento primordial para la subsistencia del ser humano, por lo que, no puede restringirse su acceso por motivos o causas más allá de las previstas por la norma; 4) De la prueba presentada se puede establecer que: i) Existe de una confrontación entre dos comunidades, habiendo una de ellas cortado el suministro del agua a varias familias de la otra, bajo distintos argumentos de ejercer control sobre el líquido elemento; y, ii) La existencia de derechos controvertidos sobre las lagunas, debieron ser dilucidados en la vía que correspondía y no asumir acciones de hecho que contradicen al Estado de derecho; y, 5) Sobre la legitimación pasiva ante medidas de hecho, es posible realizar una excepción a la jurisprudencia contenida en la SC 0795/2010-R de 2 de agosto, ya que los accionantes recurrieron contra todos los miembros que conforman la comunidad Alcatuyo, por lo menos, uno de los dirigentes se hizo presente; aclarando que si bien no consta que ellos fueron los que determinaron el corte de suministro de agua, igual se ingresó al análisis de la problemática; y, denegó la tutela, respecto al cese del proceso administrativo iniciado de registro de agua para riego, porque ya habrían desaparecido los efectos del mismo, además no se demostró en que afectaría los derechos de las comunidades. Presentada la solicitud de explicación y complementación por los demandados, mediante Resolución de 30 de octubre de 2013, se complementó la Resolución 01/2013, relatando los argumentos expuestos por los demandados respecto a la inadmisibilidad de la presente acción, así como la intervención de la representante del Ministerio Público (fs. 73 y vta.). I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Mediante decreto constitucional de 4 de abril de 2014, se dispuso la suspensión de plazo para la emisión de Sentencia, a efectos de recabar documentación complementaria (fs. 170). A partir de la notificación con el proveído de 13 de agosto de 2014, se reanudó dicho plazo, por lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional se pronuncia dentro del mismo (fs. 311). II. CONCLUSIONES De la debida revisión y compulsa de los antecedentes, se llega a las siguientes conclusiones: II.1. Cursa documento transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, entre las comunidades Alcatuyo y Chillcani, mediante la cual acordaron que las lagunas “Ckasiri, Jancko, Lakaya, Chaupi, Cocha, Pulto, Pasto Grande y Huayamonte”, serían de uso común para ambas, obligándose a mejorarlas y que “Ningun campesino en particular, ni alguna de las comunidades parcialmente, tendrán derecho a colocar cadenas ni candados en las compuertas de las lagunas…”; asimismo, comprometiéndose al cumplimiento de las INDICE cláusulas del mismo en forma solidaria y mancomunada, siendo también firmado por el Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, dando por concluido el conflicto entre ambas comunidades (fs. 8 a 12). II.2. A través de Voto Resolutivo (incompleto) suscrito en atención a las asambleas de 12 y 19 de septiembre de 2013, el Ayllu Jatun Mankasaya, en sus cuatro comunidades Alcatuyo, Sepulturas, Ajatuyo y Janckohuaje del departamento de Potosí, resolvieron anular el documento transaccional de 20 de junio de 1982, conforme a la Ley de Deslinde Jurisdiccional; asimismo establecen que no pueden dar agua a Chillcani, expresando “…no nos sobra agua, más al contrario estamos pereciendo de agua, no podemos dar a nadie” (fs. 14 a 18). II.3. El delegado provincial de Puna del departamento de Potosí, citó y ordenó a las autoridades de Alcatuyo en las oficinas de esa delegación para el 16 de octubre de 2013, a objeto de iniciar un proceso de dialogo para conciliar sobre el tema de las lagunas, con la comunidad Chillcani (fs. 36). El delegado provincial referido informó que en la fecha y hora señaladas no se hicieron presentes las autoridades de Alcatuyo (fs. 37). II.4. Mediante acta de verificación e intervención notarial de 22 de octubre de 2013, José Luis Poquechoque Carrasco, Secretario abogado del Juzgado de Partido en suplencia legal de la Notaria de Fe Pública de Segunda Clase, ambos de Puna del departamento de Potosí, se constituyó en la laguna “Pedro Kasiri”, donde pudo verificar que existen dos compuertas de agua con volantes, cada uno con cadena y candado, el que pertenece a la comunidad Chillcani se encuentra deschapado; en “el lugar llamado Cruz-Punta”, verificó que existen cuatro compuertas con volantes, tres de ellas están abiertas, pasando agua para las comunidades Alcatuyo, Mojona y Turiza, el que corresponde a la comunidad Chillcani está tapado con un bloque de cemento de un metro y medio aproximadamente y su canal está tapado con piedras grandes “unos 50 metros aproximadamente” (fs. 45). II.5. El SEDERI de Potosí, mediante Resolución de 16 de octubre de 2013, admitió la renuncia al trámite de reconocimiento y otorgación de derechos de uso y aprovechamiento de agua para riego, solicitado por la Asociación de Regantes Productores Pultu María (APRAMA) (fs. 71 y vta.). II.6. Las autoridades de las comunidades Alcatuyo, Ajatuyo, Janko Huaje y el Ayllu Jatun Mankasaya Alcatuyo, a través de memorial presentado el 15 de noviembre de 2013, ante este Tribunal Constitucional Plurinacional, “impugnaron” la Resolución 01/2013 de 29 de octubre, refiriendo que: a) son treinta años que sus aguas se desvían a la comunidad Chillcani; a pesar de que la Gobernación les ofrece proyectos para las lagunas que poseen, no hacen nada al respecto, pues pueden trabajar para mejorar su caudal de agua; b) La población de las cuatro comunidades que conforman es mayor a la de la comunidad Chillcani; c) No contribuyeron al mantenimiento del desvío artificial del agua, durante treinta años, por lo que habiendo un derrumbe del mismo, INDICE demandan a personas y a una autoridad que nada tuvieron que ver, es decir, la comunidad Chillcani descuidó el mantenimiento y provocó el derrumbe del “distribuidor de agua” y el agua volvió a su cauce natural; y, d) La autoridad judicial no reconoce sus valores, usos y costumbres, admitió un conflicto que debía ser solucionado entre las autoridades de las comunidades, que no tomarían una decisión que perjudicaría a miles de comunarios (fs. 141 a 146). II.7. Cursa Informe Técnico TCP/STyD/UD 023/2014 de 16 de julio, de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional (fs. 180 a 263). FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO Los accionantes señalan que desde el mes de septiembre de 2012, su comunidad fue privada del agua proveniente de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaya, Pasto Grande, Chaupi Ckocha y Pultu Ckocha”; debido a que la comunidad Alcatuyo, fracturó la salida del agua de las mismas, incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, suscrito entre las autoridades de las dos comunidades ante el entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, documento que señala que el derecho al uso del agua de las lagunas es común para el regadío de ambas comunidades, por ello ningún comunario o comunidad tendría derecho a colocar cadenas ni candados en las compuertas de las lagunas. Al haberse cerrado el paso del agua que es destinado a su consumo diario y riego, se habría perjudicado a toda la comunidad Chillcani, provocando focos de infección; por su parte, los representantes de la comunidad Alcatuyo iniciaron el proceso de registro de aguas -de las lagunas- para riego, ante el SEDERI, señalando que son propietarios de las lagunas nombradas, contra la cual presentaron impugnación, la misma que se encontraría pendiente de resolución. En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si se debe conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. El derecho al agua como derecho fundamental y fundamentalísimo en la Constitución Política del Estado y el bloque de constitucionalidad La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, al respecto estableció: “A diferencia de lo que ocurría con la Constitución Política abrogada, la importancia que le otorga la Ley Fundamental vigente al agua, se visualiza desde el preámbulo, cuando por una parte establece que la búsqueda del vivir bien implica el acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos, basados en los principios de respeto e igualdad entre todos, soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad. Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio. INDICE De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el tema del agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como derecho fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su protección y salvaguarda, conforme se analizará más adelante. En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene una doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una colectividad diferente- ni tampoco por persona particular'. Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo, pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en diferentes dimensiones y contextos, a saber: III.3.1.El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o colectivo El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que vinculado al derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del derecho de acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede vincularse o relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de interdependencia (art. 13.I de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una alimentación adecuados, entre otros derechos individuales que tengan que ver con un nivel de vida adecuado y digno, lo que la Constitución denomina el 'vivir bien' como finalidad del Estado (preámbulo y art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el derecho al acceso a una existencia digna. Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda relación con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al tenor del art. 410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es: Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de las Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art. 16.I reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'. A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas INDICE domiciliario, postal y telecomunicaciones' y su parágrafo III establece: 'El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros, conforme a ley' (las negrillas son añadidas). En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua potable, así: 1)Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho subjetivo y por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse necesariamente a través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007-R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras. 2)Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos, con mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las colectividades de la discriminación en el acceso al agua potable en su dimensión colectiva. Por discriminación se entiende toda distinción, exclusión o restricción hecha en razón de características específicas de la persona, como la raza, la religión, la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua potable puede ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios excluyentes. III.3.2. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada 'Constitución Ecológica', entendida como el conjunto de postulados, principios y normas constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente del ser humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman los diferentes ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que estableció al ser humano como la medida de las cosas y la considera como una especie más de entre las otras, no INDICE más importante sino complementario al resto de seres vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y permite resolver las causas sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente porque dicha tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho de existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis referido deviene incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto constitucional que dice: 'En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas' (las negrillas son agregadas) de donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la naturaleza que nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece. Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que: 'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley' (la negrillas nos corresponden). De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho fundamentalísimo extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su naturaleza de bien escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera. Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación, restauración, uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la CPE), así como de los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de soberanía, solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad (art. 373.I in fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los atentados contra el medio ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la acción popular no se requiere INDICE formar o integrar un colectivo específico conforme se determinó en la SC 1018/2011-R de 22 de junio”. En la referida Sentencia Constitucional Plurinacional, se trató una acción popular interpuesta por la Organización Territorial de Base (OTB) “Comunidad Villa Flor de Pucara” que sostenía que el Gobierno Autónomo Municipal de Anzaldo negó incluirlos en el proyecto del sistema de agua potable de la “Comunidad Jatun Pampa” y a otorgarles la coparticipación en el 50% de la producción de agua potable en el citado proyecto; en ese sentido, la Sala Tercera del Tribunal Constitucional Plurinacional, denegó la tutela, con el argumento de que en el caso concreto no se había acreditado que la política pública municipal impugnada, en lo referente al manejo del agua, hubiese sido irracional o discriminatoria para finalmente concluir en que: “Las gestiones y el beneficio de acceder a un sistema de agua potable por parte de la 'Comunidad Jatun Pampa' no constituye per se una lesión al derecho colectivo de la OTB 'Comunidad Villa Flor de Pucara'”. III.2. Análisis del caso concreto. Los accionantes sostienen que desde el mes de septiembre de 2012, su comunidad fue privada del agua proveniente de las lagunas “Kasiri, Jancko Lackaya, Pasto Grande, Chaupi Ckocha y Pultu Ckocha”; debido a que la comunidad Alcatuyo, fracturó la salida del agua de las mismas, incumpliendo el acuerdo transaccional suscrito el 20 de junio de 1982, entre las autoridades de las dos comunidades. Por su parte, los demandados se apersonaron a esta Sala sosteniendo lo siguiente: 1) No se agotaron las instancias previas al planteamiento de la acción popular; 2) Existe falta de legitimación pasiva pues no se demandaron a todos los dirigentes de la comunidad Alcatuyo; 3) No se acreditó que los demandados fuesen quienes hubiesen procedido al corte del agua, sino que más bien se dio por falta de cuidado de los accionantes; y, 4) La comunidad Alcatuyo acrecentó su población, por lo que, ahora requieren del agua máxime si existe una sequía en la región. Ahora bien, en primera instancia corresponde observar los óbices que alegan los demandados a la tramitación de la acción popular planteada por los representantes de la comunidad Chillcani; con relación al por qué no se demandó a todos los representantes de la comunidad Alcatuyo, se tiene que en general la legitimación pasiva es: “…la capacidad jurídica otorgada al funcionario público o persona particular para ser recurrido en impugnación de su acto, decisión u omisión que lesiona los derechos o garantías constitucionales de una persona…” (SC 158/02-R) en este sentido dicha: “…calidad que se adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la violación a los derechos y aquélla contra quien se dirige la acción” (SC 691/01-R), entendimiento aplicable a las acciones populares pero que puede flexibilizarse en razón a que en las mismas no se pretende la tutela de derechos subjetivos, sino los de la colectividad, entendiéndose por tanto la labor de los accionantes como desinteresada y como un servicio a la colectividad. INDICE En este contexto, los demandados, luego de celebrarse la audiencia de acción popular, presentaron memorial a este Tribunal, “impugnando” la Resolución del Juez de garantías, adjuntando elementos probatorios y efectuando argumentaciones sin hacer referencia a qué otros medios probatorios o argumentaciones se vieron impedidos de presentar o realizar, de forma que esta Sala puede concluir que no existió indefensión procesal absoluta que dé lugar a una nulidad de obrados. Además, debe observarse que consta en obrados el documento de transacción suscrito por las comunidades Alcatuyo y Chillcani, el cual no fue desconocido por los demandados, y que establece en su punto cuarto que: “Cada comunidad nombrará a un Alcalde de Aguas y ambos trabajarán en forma conjunta regulando el uso de las aguas del sistema con autoridad reconocida por ambas comunidades”; es decir, dicho acuerdo previó una autoridad idónea para la representación de los intereses de la comunidad Alcatuyo como es el Alcalde de Aguas, mismo que fue demandado, en este sentido, los demandados, mediante su abogado, en audiencia de 29 de octubre de 2013, sostuvieron que no se demandaron a los actuales dirigentes y solo a: “…Braulio Marino que es el Alcalde de aguas pero recientemente posesionado el dieciséis de noviembre del dos mil doce y tiene vigencia hasta dieciséis de noviembre del dos mil trece…”, acreditándose que la autoridad prevista en el documento de transacción de la comunidad Alcatuyo, fue demandada y ejerció defensa observando la demanda y cuestionando en el fondo la misma. En lo referente a la observación, en sentido de que no se agotaron instancias, se tiene que a diferencia de la acción de amparo constitucional, la acción popular en atención a los derechos de naturaleza colectiva que tutela no se rige por el principio de subsidiariedad, en este sentido el art. 136.I de la CPE, de manera expresa establece que: “Para interponer esta acción no será necesario agotar la vía judicial o administrativa que pueda existir”, de ahí que no corresponde atender a la observación de la parte demandada. Por otra parte, observan que los representantes de la comunidad Chillcani, no acreditaron que los demandados hubiesen sido quienes procedieron a cortar el transcurso del agua de una comunidad a la otra, de esta forma sostienen que una concesión vulneraría la presunción de inocencia; sin embargo, debe dejarse establecido que las acciones constitucionales no tienen por objeto principal determinar responsabilidad sea civil, penal o de otra naturaleza, sino la de proteger y resguardar los derechos; en este sentido, la acción popular no es equivalente a un proceso sancionatorio en el cual lo primordial sea identificar a los responsables de la vulneración o amenaza de un derecho colectivo, sino que su propósito más bien es el de reparar o en su caso prevenir la vulneración de los derechos previstos por el art. 135 de la CPE, por ello, el elemento central a tomar en cuenta no es la culpabilidad sino la acreditación de la vulneración del derecho colectivo. INDICE En este marco, debe hacerse referencia al documento de transacción de las comunidades Alcatuyo y Chillcani de 20 de junio de 1982, supervisado y suscrito por el Director Departamental del entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, cuya conclusión primera establece: “En virtud de existir lagunas en el territorio de la comunidad de Chilcani y Alcatuyo como son las de: Ckasiri, Jancko, Lakaya, Chaupi Cocha, Pulto, Pasto Grande, Huayamonte (…) todas ellas serán de uso común para ambas comunidades conforme a sus necesidades sin perjudicarse ninguna de ellas…” y cuya conclusión segunda, establece: “Para el mejor beneficio del agua reunida en las lagunas, ambas comunidades se comprometen a mejorarlas evitando filtraciones y mejorando sus muros de contención; reiterando que el uso de sus aguas será de uso común”, dicho documento tiene validez y surtió efectos desde su suscripción como reconocen los demandados en su memorial de apersonamiento al sostener que: “A lo largo de 30 años del injusto e ilegal desvío de nuestras aguas, hemos visto secarse nuestros arroyos…”. Por otra parte, los accionantes, mediante fotografías y acta de verificación de notario, manifiestan que el curso del agua de la laguna “Don Pedro Kasiri”, tiene una compuerta cerrada, asimismo, dicho acta sostiene que en “el lugar llamado Cruz-Punta” existen compuertas abiertas pero: “…el que pertenece a la comunidad de Chillcani está tapado con un bloque de cemento de un metro y medio aproximadamente y el restante del canal de agua que va a dicha comunidad esta tapado con piedras grandes unos 50 metros aproximadamente”, prueba observada por los demandados pues, en su criterio, debió obtenerse mediante autoridad jurisdiccional competente. Sobre dicha prueba, la misma puede ser valorada en la medida en la que concuerda con lo referido en el Informe Técnico TCP/STyD/UD 023/2014 de 16 de julio, de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional y porque el corte de agua también es aceptado por los demandados, quienes sostuvieron en su memorial de apersonamiento que dicho corte fue por falta de mantenimiento y dejadez de los accionantes provocando derrumbes en el lugar, así sostienen: “Ante el derrumbe y posterior reparación de nuestras aguas a su cauce natural, los dirigentes de Chillcani, demandaron a nuestro Alcalde de aguas y a una compañera de base como si ellos fueran culpables del derrumbe, fue su dejadez la que originó el deterioro y ruina de un distribuidor ilegalmente construido” y que: “Se demanda a personas individuales y una autoridad, que nada tuvieron que ver con el derrumbe del ilegal 'distribuidor de agua'; tendrían que demandarse ellos mismos por no contribuir al mantenimiento del atajado y desvío artificial y antinatural (que se construyó hace más de treinta años), sin mantenimiento y en tres décadas, es natural que las cosas se deterioren”. En este contexto, esta Sala se ve impedida de determinar a los responsables de la interrupción del curso del agua y si el mismo fue provocado por miembros de la comunidad Alcatuyo o por la dejadez de los miembros de la comunidad Chillcani, requiriéndose para su acreditación de una etapa probatoria amplia, es decir, la realización de inspecciones físicas, testificales, peritajes, etc.; de ahí que, en esta INDICE instancia no puede determinarse los motivos del corte en el curso del agua y no puede evidenciarse si lo aseverado por los demandados es cierto, en sentido de que: “…no es correcto que la irresponsabilidad de las autoridades de Chillcani, condene a nuestro Ayllu a la sed, sequía, erosión y subdesarrollo”, sea evidente o no y tampoco se podría ordenar que la comunidad Alcatuyo pague la reincorporación del curso del agua referido. Pese a lo expresado, debe reiterarse que los demandados no desconocen el documento de transacción de las comunidades Alcatuyo y Chillcani de 20 de junio de 1982, supervisado y suscrito por el Director Departamental del entonces Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, cuya impugnación en su caso no corresponde efectuarse ante la justicia constitucional; por otra parte, tampoco niegan que los accionantes tuvieron acceso al curso de agua desde hace muchos años, en este sentido, se limitan a sostener que el corte del curso del agua se origina en la falta de mantenimiento; de ahí que, si bien esta Sala, no puede otorgar una tutela reparadora en contra de los demandados, empero, en atención al derecho al agua en su dimensión colectiva y lo expresado precedentemente corresponde otorgar la tutela como mecanismo preventivo, es decir, establecer que los accionantes tienen el derecho, en el marco del documento de transacción suscrito por las comunidades Alcatuyo y Chillcani, a restaurar con sus recursos el curso del agua reclamado, correspondiendo otorgar la tutela, no para que los demandados restituyan el curso del agua reclamado, sino para evitar que éstos impidan que los accionantes restituyan el mismo. Por otra parte, los demandados hacen notar que su población creció y con la sequía que azota la región hay escasez del líquido elemento, observando además que sus otras fuentes de agua en la actualidad se encuentran agotadas, de ahí que consideran tener el derecho al uso exclusivo del agua que en su espacio geográfico se encuentre y observan que los accionantes tienen otras fuentes de agua. Al respecto, esta Sala entiende que los problemas del agua en el futuro serán de gran trascendencia para la humanidad, ello porque: “Antiguamente, el agua al igual que el aire limpio resultaban tan naturales al ser humano que a nadie podría habérsele ocurrido que en algún momento podría reconocerse como derechos fundamentales; sin embargo, el crecimiento poblacional y los nuevos modos de producción del ser humano implicaron en general modelos destructivos del medio ambiente que afectaron fuertemente la calidad del agua y del aire y que paradójicamente menoscabaron la calidad de vida del ser humano” (SCP 2532/2012 de 14 de diciembre), de ahí que las políticas públicas y decisiones estatales deben conducir a su uso racional con el derecho a la vida de los seres humanos y del resto de la naturaleza. En el presente caso, esta Sala no puede determinar si la distribución que se otorga al agua es o no racional y tampoco puede revisar las políticas públicas del Gobierno Departamental, Municipal o Nacional por no haberse impugnado las mismas ni haberse cumplido las condiciones establecidas en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia, INDICE de ahí que esta Sala no puede revisar las políticas públicas que atinjan a las comunidades Chillcani y Alcatuyo. De lo expuesto, si los demandados consideran que la distribución del agua es irracional o pretenden desconocer el documento de transacción de las comunidades Alcatuyo y Chillcani de 20 de junio de 1982, mismo que no puede otorgar derecho propietario a ninguna de las comunidades pero que es obligatorio para las mismas, tienen expeditos los mecanismos administrativos y judiciales respectivos sin que esta Sala sea sustitutiva de dichas instancias. Finalmente, corresponde observar que conforme el Informe Técnico TCP/STyD/UD 023/2014, de la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional las instituciones públicas no generaron un espacio de diálogo entre ambas comunidades, por ejemplo se generó desconfianza de los miembros de la comunidad Chillcani respecto al SEDERI de Potosí, al grado de considerar que se tiene preferencia al Ayllu Mankasaya Alcatuyo, ello porque no habrían podido participar en la inspección de las aguas reclamadas debido a la desinformación existente sobre su realización, así Javier Colque ex-autoridad de la comunidad Chillcani, en entrevista de 2 de julio de 2014, sostuvo que intentó coordinar su participación en la referida inspección con el personal de SEDERI de Potosí: “Nosotros estamos en la compuerta en la hora que hemos hablado; espera, espera entonces- nos hemos comisionado, unos a Potosí a recogerles. (Entonces) habían tarido por las puntas del cerro; todo por las cordilleras; para que nos vamos a acercarnos a la laguna habrán dicho, va ver problemas habrán dicho; nosotros espera que espera, ya era medio día; la señal no salía; cuando nos comunicamos con Potosí, nos ha dicho que la comisión ya salió y ya está haciendo el trabajo de inspección -eso ocurrió en julio del 2013-; me comunico con el ingeniero me dice, No, pero por cuestión de tiempo nosotros le estamos haciendo por la cordillera; no hemos bajado por las lagunas porque si no se iba a hacer tarde; pero Uds. Igual pueden hacer presentando solicitud a SEDERI; pero estas lagunas son uso compartido; cómo ustedes lo están haciendo -le dijo el Alcalde agua de entonces de Chillcani- Pero entonces, ponete a tal lugar y vamos a conversa; ahorita estamos en Púltu María, me ha dicho; entonces ese rato hemos corrido a P´ultu María; hemos corrido casi una hora; entonces no habían hemos tenido que subir a la quebrada para volver a llamar - nosotros- ya estamos en P´ultu María y no están? ¿cómo me ha dicho que estás en P´ultu María. Ya estamos en la repartición. Espérame ingeniero, personalmente quiero conversar con Ud. Le dije; ya me dice. Después hemos corrido unos 25 minutos más; me he puesto en la repartición. Ni siquiera habían llegado; en esa parte, ni había huellas. Le he vuelto a llamar y ya estaba en Huayllani, pero queda arriba; pero Ud. Me ha dicho que primero estaban en P´ultu María y luego en repartición; Ud. Me está jugando le he dicho; mejor espérame en la escuela Janq´u Waji, vamos a bajar me ha dicho; nosotros corre y corre, tampoco han llegado a Janq´waji. En Janq´waji estaba el asesor del SEDERI, estaba en un camioneta; INDICE entonces converse con el asesor y le dije: que estaban jugando con nosotros; se está parcializando el técnico…” (sic). Para esta Sala son las instancias públicas las que deben generar espacios de confianza entre los miembros de las comunidades Chillcani y Alcatuyo, correspondiendo exhortar fundamentalmente al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, para que efectúe el acercamiento entre ambas comunidades y gestione proyectos de riego y de uso sustentable del agua potable en la región. En consecuencia, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, actuó de forma correcta, aunque con otros argumentos y alcance. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión resuelve: 1° CONFIRMAR la Resolución 01/13 de 29 de octubre de 2013, cursante de fs. 66 a 69 vta., pronunciada por el Juez de Partido, Mixto, Liquidador y de Sentencia de Puna del departamento de Potosí; y, en consecuencia CONCEDER la tutela solicitada, aclarándose que la tutela de la acción popular, no se otorga en su dimensión reparadora al no haberse acreditado que el corte del curso del agua fue provocado por los miembros de la comunidad Alcatuyo, sino en su dimensión preventiva, de forma que sean los miembros de la colectividad de Chillcani los que restituyan el curso del agua sin interferencia de los miembros de la comunidad Alcatuyo, todo ello conforme el documento suscrito el 20 de junio de 1982, entre ambas comunidades. 2° Disponer que los miembros de la comunidad Chillcani adopten las medidas pertinentes para el mantenimiento del curso del agua y para evitar el despilfarro de la misma. 3° Exhortar a los miembros de las comunidades Chillcani y Alcatuyo, a iniciar un proceso de dialogo que les permita el diseño de una política a largo plazo, respetuoso con el derecho al agua por parte de todos sus habitantes y con el medio ambiente. 4° Exhortar al Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, a que en su posición de garante de los derechos, genere proyectos de riego y acceso al agua potable en las comunidades Chillcani y Alcatuyo, y genere un espacio de acercamiento entre ambas comunidades. 5° Se dejan expeditas las vías legales ordinarias para que la comunidad Chillcani pueda esclarecer las circunstancias sobre el corte del curso del agua que reclama; y, para que la comunidad Alcatuyo pueda observar la racionalidad de las políticas públicas en la distribución del agua y en su caso impugnar el documento de 20 de junio de 1982, suscrito entre ambas comunidades. INDICE Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez MAGISTRADA Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0872/2013-L Sucre, 16 de agosto de 2013 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrada Relatora: Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2011-24675-50-AAC La Paz En revisión la Resolución 34/2011 de 6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ramón Churata Quispe en representación de la Comunidad “Quiricani” contra Mario Fermín Pilco Quispe, Secretario General de la Comunidad “El Cebollar”; e, Hilarión Mamani Isidro, Secretario sub central “Malavi”. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 19 de septiembre de 2011, cursante de fs. 18 a 23, se tiene conocimiento de los siguientes argumentos: I.1.1. Hechos que motivan la acción El accionante en representación de la Comunidad “Quiricani”, de acuerdo a sus usos y costumbres, refiere que, desde hace diecinueve años aproximadamente, pobladores de la Comunidad “El Cebollar” del cantón Caracato, segunda sección Sapahaqui de la provincia Loayza del departamento de La Paz, han impedido sistemáticamente el uso de recursos hídricos para el riego de pequeños huertos que se encuentran a orillas del río Ticoma, que desde tiempos ancestrales se utilizó para el sustento y mantenimiento de sus huertos y por ende de sus familias. Esta negativa de acceso al agua se agravó en los últimos tres años, provocando el inminente secado de los frutales del alrededor, cuatrocientas plantas de durazno, cincuenta árboles de higo, ochenta plantas de tumbo, sesenta y dos plantas de rosas, cuarenta y nueve plantas de ulupika, árboles de pera y manzana chilena, sembradíos de papa, alfalfa, hortalizas y otros; por otro lado, Mario Sullcani Chuquimia, Sub Prefecto de la provincia Loayza del departamento de La Paz no sólo constató los extremos que ahora se denuncian sino también los destrozos que se ocasionaron en las acequias, robo de cañerías y/o politubos y sus respectivos codos de conexión, que fueron utilizados por la Comunidad “El Cebollar”, bajo el pretexto de que el agua del referido río les pertenecería también ancestralmente. INDICE Se hicieron varios reclamos ante diferentes instancias sindicales y administrativas, de esta arbitraria y vulneratoria privación de acceso al agua, sin ningún resultado positivo hasta la fecha de presentación de esta acción, la que ahora se agrava por encontrarse en época de riego, lo que a su vez amenaza su salud, economía y sus propias vidas, pues han sido amenazados de muerte si hacen uso de dichas aguas. Por otro lado, estos problemas ocasionaron que la población de la Comunidad disminuya, pues muchas personas optaron por irse a otros lugares. En julio de 2007, la acequia de uno de sus comunarios fue destruida, y el mismo fue objeto de amenazas e intimidación, ignorando la Resolución Municipal (RH) 19/2001 de 10 de septiembre, emitida por el Concejo Municipal de Sapahaqui, que señala que el uso de las aguas del río Ticoma debe beneficiar en la irrigación a los predios o parcelas cultivables y abrevaderos a favor de los comunarios de “Quiricani”. Los comunarios de “El Cebollar” obligan a la Comunidad de “Quiricani” a brindar apoyo económico para su escuela, a aportar cuotas mensuales y multas por inasistencia a las reuniones, a desempeñar cargos y realizar trabajos que no son remunerados a cambio de utilizar un poco del agua. Finalmente, a efectos de restituir sus derechos, presentaron una denuncia al Servicio Departamental de Riego (SEDERI) de La Paz dependiente del Ministerio del Medio Ambiente y Agua; en la que se emitió el Auto Administrativo 010/2011 de 9 de agosto, por el cual se dio por concluido y cerrado el proceso de conciliación, por la intransigencia y falta de voluntad marcada de las autoridades de la Comunidad “El Cebollar”. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados El accionante señala como lesionados los derechos de la Comunidad “Quiricani” al agua y a la alimentación y a la vida, haciendo cita de los arts. 15.I y III, 16.I y II, 373.I de la Constitución Política del Estado (CPE), 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC), así como de la Observación General 12 realizada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. I.1.3. Petitorio El accionante simplemente solicita se conceda la acción de amparo constitucional con calificación de daños y perjuicios. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 6 de octubre de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 73 a 85, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción INDICE El accionante ratificó el contenido de la acción de amparo constitucional y solicitó se proceda a ver un video tomado en la Comunidad que demuestra el estado de las plantas por falta de riego. Con el derecho a la réplica señala que se cumplió con el plazo de inmediatez porque el proceso concluyó con el Auto Administrativo 010/2011, emitido por el Director Ejecutivo del SEDERI de La Paz. I.2.2. Informe de las autoridades demandadas Mario Fermín Pillco Quispe, Secretario General de la Comunidad “El Cebollar”, por sí y en representación sin mandato de Hilarión Mamani Isidro, Secretario sub central “Malavi”, mediante memorial de respuesta cursante de fs. 68 a 72, así como en audiencia, señaló que: a) La Comunidad “Quiricani” cuenta con superabundante agua de vertientes el año entero; b) El cauce del río Ticoma establece el límite entre las comunidades “Quiricani”, “Jupi” y “Colliri”; sin embargo, José Churata -hermano del ahora accionante- realizó trabajos de pequeños cultivos en propiedades de uso común para pastores y a orillas del río; c) No existe ningún tipo de problemas entre las dos comunidades sobre el uso y manejo de agua del río Ticoma; d) A través de la mita, sus usos y costumbres, se mantuvo el uso del cauce de las aguas, firmando un compromiso cada veinte años entre varias familias; e) José Churata se apartó del compromiso que suscribió con la Comunidad “El Cebollar” en octubre de 2007; f) Como Comunidad, no son un poder económico pero si están bien organizados en apego de sus leyes, usos y costumbres desde hace generaciones; g) Se apegan a lo previsto por el art. 374.II de la CPE; h) No se cumplió con el principio de subsidiariedad, pues sobre este problema existe el Auto de Vista “48/92 de 17 de enero de 1995”, además de que el abogado del accionante no logra entender los usos y costumbres de las naciones y pueblos indígenas, pues se debió acudir ante la Central Cantonal de Caracato, posteriormente a la Central Agraria de Comunidades, toda vez que son éstas las autoridades del lugar; i) No es cierto que los comunarios de “Quiricani” hayan abandonado el lugar; j) José Churata desviaba el cauce del río a su favor en forma maliciosa, y por varios encuentros no gratos, fueron demandados en 1992 con un proceso social y agrario de amparo y garantías de tierras y aprovechamiento y uso de regadíos de las aguas del río Ticoma, del que surge el referido Auto de Vista, que señala que no existe ningún abuso ni atropello de la Comunidad “El Cebollar” a su similar “Quiricani”; esta Resolución falló declarando improbada la demanda principal y probada la reconvención, y además dispuso mantener inalterable el curso del agua del río Ticoma; en apelación de dicha Resolución, el mencionado Auto de Vista, ya ejecutoriado, dispuso confirmar en parte la sentencia indicando que la Comunidad “Quiricani” haga un uso racional del agua del río durante los meses de enero a marzo, respetando los derechos de las demás comunidades; y, k) José Churata, debía instalar un tubo de una pulgada, pero instaló una de dos sin el consentimiento de la Comunidad, por esa razón se lo citó para resolver el problema el 27 de septiembre de 2006, y después de esperarlo un año se ejecutó lo resuelto en la asamblea; es decir, suspender la irrigación de su acequia. Solicitó se falle negativamente. Hilarión Mamani Isidro, no participó en la audiencia pese a encontrarse presente en la misma; por lo que se entiende que se adhirió a la intervención que hizo el codemandado en su nombre. INDICE I.2.3. Resolución El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Patacamaya provincia Aroma del Distrito Judicial ahora departamento- de La Paz, constituido en Juez de garantías, por Resolución 34/2011 de 6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90, declaró “improcedente” la acción de amparo constitucional; en base a los siguientes fundamentos: 1) En el caso de autos, existió una Resolución anterior sobre el mismo problema que se suscita, y conforme el “art. 96 num.3) del la Ley 1836”(sic), que indica la improcedencia de este recurso extraordinario cuando existen estas Resoluciones, porque no se agotaron todas las vías administrativas que franquea la ley, pues para el uso del agua de riego debe necesariamente completarse con la inscripción del registro de esas aguas para el uso correcto no sólo de la Comunidad “El Cebollar”, sino de todas aquellas personas que requieran de este elemento; y, 2) No se cumplió con la previsión del art. 129.II de la CPE, pues por los antecedentes, los hechos de la demanda datan de hace más de tres años atrás llegando incluso hasta veinte años. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo. II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones: II.1. Personalidad Jurídica otorgada a la Organización Territorial de Base (OTB), Comunidad “Quiricani”, por Resolución Prefectural 060/95 de 19 de mayo de 1995 y RM 020/95 de 22 del mismo mes y año, suscrita por el entonces Prefecto del Departamento de La Paz, el Sub Prefecto de la provincia Loayza y el Secretario General de la Prefectura, el 4 de junio de ese año (fs. 4); y, Personalidad Jurídica otorgada a la Comunidad “El Cebollar”, por Resolución Prefectural 273/99 de 18 de mayo de 1999, Resolución Sub prefectural 014/99 de 25 de marzo de ese año, RM 019/98 de 13 de abril de 1998, con Registro UDFC 02/13/421 de 18 de mayo de 1999, suscrita por el entonces Prefecto del Departamento de La Paz, el Sub Prefecto de la provincia Loayza y el Secretario General de la Prefectura, el 2 de junio de igual año (fs. 38). II.2. RM 19/2001 de 10 de septiembre, emitida por el Concejo Municipal de Sapahaqui; en la que se dispone que: “…el uso de agua de los ojos y/o vertientes mediante la acequia o canal de aducción, Estanques rústicos de Almacenamiento, toma de agua INDICE ubicado en lugares denominados; ACIRINI y rio Ticoma, vertientes (aforos) comprehendidos dentro de la jurisdicción geográfica de la Comunidad Quiricani y pobladores beneficiarios: caudales de agua conducidos por canales de riego de aducción de forma rústica, para uso exclusivo de Riego a favor de los señores: comunarios afiliados de QUIRICANI, con Personalidad Jurídica, este beneficio será absolutamente para uso de irrigación de sus predios y/o parcelas cultivables y abrevaderos” (sic) (fs. 10 a 11 vta.). II.3. Acta de reunión extraordinaria de 24 de octubre de 2007, de la Comunidad “El Cebollar”, en el que dicha comuna se propuso resolver el problema del agua de Asiriri y el compromiso realizado entre Daniel, Remberto y Ceferino Churata con José Churata, en dicha reunión, el último nombrado se comprometió a afiliarse a la Comunidad y cumplir con sus usos y costumbres y a ceder el agua de riego de los mencionados (fs. 49 a 51); Acta de compromiso de 27 de igual mes y año, en el río Asiriri en la que José, Daniel y Ceferino Churata, residentes de la Comunidad “Quiricani” se comprometen a afiliarse a la Comunidad “El Cebollar” y cumplir con sus usos y costumbres a cambio de cederles el agua de una pulgada de politubo (fs. 52 a 54). II.4. Informe de inspección ocular de 5 de abril de 2010, realizado por Mario Sullcani Chuquimia, entonces Sub Prefecto de la provincia Loayza, dirigido a la “Institución 'SINARI'”; en el que señaló que el 16 de marzo del mismo año, se constituyó en el lugar de toma de agua con el Secretario General de la Comunidad “Quiricani”, constatándose que se habían destrozado doscientos cincuenta metros de la acequia, la cañería de la misma longitud así como sus uniones se encontraban perdidas, posiblemente en poder de la Comunidad “El Cebollar”, y que distintas plantas del lugar se encontraban afectadas (fs. 16). II.5. Auto Administrativo 010/2011 de 9 de agosto, emitido por la Dirección Ejecutiva del SEDERI de La Paz, sobre el Conflicto de Riego Comunidad “Quiricani” y ”El Cebollar”, dictada por el Director Ejecutivo a.i. de esa entidad estatal; en la que se señaló que el proceso de conciliación se mantiene en el mismo estado por intransigencia de la Comunidad “El Cebollar” a conciliar, y en vista de ese desacato, los hechos delictivos deben ser investigados por la vía ordinaria llamada por ley, cerrando la vía conciliatoria (fs. 6 a 9). II.6. Certificación de 26 de septiembre de 2011, emitida por Benjamín Aruquipa, Autoridad Central Cantonal de Caracoto, de la segunda sección Sapahaqui de la provincia Loayza del departamento de La Paz; en la que refiere que no recibió ninguna denuncia sobre el caso de riego por parte de la Comunidad de “Quiricani”, indicando también que los referidos se alejan de su organización matríz (fs. 61). II.7. Informe de 3 de octubre de 2011, suscrito por Agustín Calle Toledo, Ejecutivo de la Central Agraria de Comunidades Originarias de Sapahaqui; en el que señaló que como INDICE máxima autoridad indígena originaria de la segunda sección de Sapahaqui, expuso lo siguiente: “…la denuncia de los comunarios de Quiricani contra los comunarios de Cebollar; Que los comunarios de Quiricani no respetan a las autoridades originarios y es mas van aislandose a la 1ra sección Luribay y la inasistencia a los ampliados y reuniones durante mi gestión. Y es mas a mi autoridad no llego ninguna denuncia por parte de los comunarios de Quiricani sobre caso de riego” (sic); por lo que solicitó respeto a la justicia originaria, usos y costumbres (fs. 60). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante señala como lesionados los derechos de la Comunidad “Quiricani” al agua y a la alimentación y a la vida; porque los miembros de la Comunidad vecina de “El Cebollar” aproximadamente desde hace diecinueve años atrás, en forma progresiva han impedido el uso de las aguas del río Ticoma a los comunarios de “Quiricani”. Estos hechos recrudecieron en los últimos tres años, cuando una acequia fue destruida y fueron robados los implementos para el riego de la misma; es así que acudieron a diferentes instancias sindicales y administrativas sin obtener una respuesta favorable, por lo que se ven en la necesidad de optar por la vía constitucional. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, al respecto señaló: “…la acción de amparo constitucional es un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección. En este contexto, el amparo constitucional boliviano en su dimensión procesal, se encuentra concebido como una acción que otorga a la persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales. El término de acción no debe ser entendido como un simple cambio de nomenclatura, que no incide en su naturaleza jurídica, pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz para la reparación y INDICE restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de carácter autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio. En este orden de ideas, la acción de amparo constitucional adquiere las características de sumariedad e inmediatez en la protección, por ser un procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios. A estas características se añade la de generalidad, a través de la cual la acción puede ser presentada sin excepción contra todo servidor público o persona individual o colectiva. Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales configuradores del amparo constitucional, el constituyente resalta la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del art. 129 de la CPE, que esta acción ´se interpondrá siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados´". III.2. El derecho al agua como derecho colectivo fundamental y como derecho difuso fundamentalísimo La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, expresó: “A diferencia de lo que ocurría con la Constitución Política abrogada, la importancia que le otorga la Ley Fundamental vigente al agua, se visualiza desde el preámbulo, cuando por una parte establece que la búsqueda del vivir bien implica el acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos, basados en los principios de respeto e igualdad entre todos, soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad. Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio. De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el tema del agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como derecho fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su protección y salvaguarda, conforme se analizará más adelante. En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene una doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el INDICE texto constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una colectividad diferente- ni tampoco por persona particular'. Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo, pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en diferentes dimensiones y contextos, a saber: III.3.1.El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o colectivo El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que vinculado al derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del derecho de acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede vincularse o relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de interdependencia (art. 13.I de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una alimentación adecuados, entre otros derechos individuales que tengan que ver con un nivel de vida adecuado y digno, lo que la Constitución denomina el 'vivir bien' como finalidad del Estado (preámbulo y art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el derecho al acceso a una existencia digna. Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda relación con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al tenor del art. 410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es: Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de las Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art. 16.I reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'. A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones' y su parágrafo III establece: 'El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros, conforme a ley'. En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua potable, así: INDICE 1) Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho subjetivo y por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse necesariamente a través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras. 2) Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos, con mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las colectividades de la discriminación en el acceso al agua potable en su dimensión colectiva. Por discriminación se entiende toda distinción, exclusión o restricción hecha en razón de características específicas de la persona, como la raza, la religión, la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua potable puede ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios excluyentes. III.3.2. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada ´Constitución Ecológica´, entendida como el conjunto de postulados, principios y normas constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente del ser humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman los diferentes ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que estableció al ser humano como la medida de las cosas y la considera como una especie más de entre las otras, no más importante sino complementario al resto de seres vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y permite resolver las causas sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente porque dicha tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho de existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis referido deviene incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto INDICE constitucional que dice: 'En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas' de donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la naturaleza que nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece. Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que: 'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley'. De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho fundamentalísimo extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su naturaleza de bien escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera. Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación, restauración, uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la CPE), así como de los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de soberanía, solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad (art. 373.I in fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los atentados contra el medio ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la acción popular no se requiere formar o integrar un colectivo específico conforme se determinó en la SC 1018/2011-R de 22 de junio”. III.3. Análisis del caso concreto INDICE En el caso presente, la parte accionante refiere que la Comunidad vecina de “El Cebollar”, en forma progresiva hubieran impedido el uso de las aguas del río Ticoma a los comunarios de “Quiricani”, en representación de quienes ahora acude a la justicia constitucional; estos hechos habrían empeorado en los últimos años, especialmente cuando una acequia fue destruida y fueron robados los implementos para la ejecución del sistema de riego de la misma. En respuesta a estas agresiones, los representantes de la comunidad de “Quiricani” acudieron a diferentes instancias sindicales y administrativas sin obtener una respuesta favorable, que resolviera dicha situación, entendiéndose que la misma se ha mantenido hasta el presente. III.3.1. Del derecho al agua denunciado como vulnerado De acuerdo a la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el derecho al agua, tienen una especial trascendencia que lo vincula con el principio del “vivir bien” para desentrañar en una inevitable complejidad, pues se halla íntimamente ligado a otros principios igualmente preponderantes como la solidaridad, armonía y equidad, entre otros. Así, este derecho está contemplado en el nuevo orden constitucional implementado desde la promulgación de la Constitución Política del Estado de 2009, además de un derecho fundamental individual y como un derecho colectivo “comunitario” fundamentalísimo, adjetivo que resalta la aludida especial importancia declarada desde el mismo preámbulo de la Norma Fundamental que además describe como inspiración del nuevo modelo de Estado “…las guerras del agua y de octubre…”. Entonces, volviendo al caso en análisis, es preciso señalar, que si bien la naturaleza de los actos denunciados como vulnerados tienen una data no precisamente reciente, los efectos producidos como emergencia del conflicto se han mantenido al presente, poniendo en serio riesgo de irreparabilidad el derecho de acceso a este recurso por parte de la Comunidad “Quiricani”, quien se ha visto privada de dicho líquido vital, y si bien la parte demandada ha negado la existencia misma del conflicto suscitado entre las comunidades “Quiricani” y “El Cebollar”, la prueba de descargo aportada (Conclusión II.6 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional) no alcanzó a desvirtuar la presentada por la parte accionante (Conclusiones II.4 y II.5 del presente fallo) por la cual no sólo se asume plena convicción de la existencia del conflicto desatado a raíz de la distribución del agua por parte de los habitantes de ambas comunidades, sino que dicho conflicto ha llegado a instancias tanto administrativas como judiciales y sigue produciendo efectos contemporáneos a la presentación de esta acción tutelar, por lo que cualquier argumento que INDICE aluda a la falta de inmediatez en la presente acción resulta por demás impertinente. De esta manera, con relación a los contextos señalados en los que se puede identificar la vulneración de este derecho, tomando en cuenta la existencia de acuerdos suscritos entre ambas comunidades en el marco de sus normas y procedimientos propios, así como de la existencia de instancias de la jurisdicción indígena originario campesina que no han sido activadas por parte de los ahora accionantes, pero sobre todo, atendiendo a la irreparabilidad de los posibles efectos a producirse, corresponde conceder la tutela solicitada en forma provisional, disponiendo la restitución de este derecho por parte de los ahora demandados y que la provisión de solución a este conflicto se defina en los ámbitos de dicha jurisdicción, misma que de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política del Estado, podrá ser sometida al respectivo control de constitucionalidad, según corresponda. III.3.2. De los demás derechos denunciados como lesionados En relación a los derechos a la alimentación y a la vida también denunciados a través de la presente acción, no obstante el principio de interdependencia de los derechos, establecido por la jurisprudencia constitucional, es preciso señalar que tal relación debe formar parte de la carga argumentativa presentada por el accionante, y que permita a este Tribunal ingresar en su análisis, lo contrario como sucede en el presente caso, impide efectuar dicho análisis y por consiguiente denegar la tutela impetrada en relación a los mismos. En todo caso, una vez resuelto el conflicto a través de la jurisdicción indígena originario campesina, corresponderá el resguardo de tales derechos en el marco de dicha jurisdicción. En consecuencia, el Juez de garantías, al declarar “improcedente” la acción de amparo constitucional, además de hacer uso de terminología errónea, efectuó una compulsa parcial de los antecedentes del caso. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011, en revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 34/2011 de 6 de octubre, cursante de fs. 86 a 90, pronunciada por el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Patacamaya provincia Aroma del Distrito Judicial -ahora departamento- de La Paz; y, en consecuencia: INDICE 1º CONCEDER la tutela solicitada en forma provisional, únicamente en relación al derecho al agua; y, 2º DENEGAR con relación a los derechos a la alimentación y a la vida de la Comunidad “Quiricani”, los cuales deberán ser resguardados en el marco de la jurisdicción indígena originario campesina. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2028/2013 Sucre, 13 de noviembre de 2013 SALA TERCERA Magistrado Relator: Acción popular Expediente: Departamento: Tata Gualberto Cusi Mamani 04262-2013-09-AP Cochabamba En revisión la Resolución de 17 de julio de 2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., pronunciada dentro de la acción popular interpuesta por Luis Jorge René Martínez Rea en representación legal de la Organización Territorial de Base (OTB) “Malvinas Chulla” contra Charles Cristhian Becerra Sejas, Alcalde, Carla Lorena Pinto Bustamante y Jesús Mérida Amurrio, Concejales; Ramiro Paniagua Peñafiel y Raby Chávez, funcionarios del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo del departamento de Cochabamba; Carmen Asunta Martínez Agreda y José Milton Jaldín Céspedes, dirigentes de la OTB “Illataco Oeste”; José Guzmán Adriazola, María Valencia Vásquez, Juan Carlos Navia Correa, Ramiro Encinas Heredia y Francisco Flores Navia, vecinos del lugar. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memoriales presentados el 11 y 17 de junio de 2013, cursante de fs. 62 a 65 vta., y (fs. 71 y vta.), el representante expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción A partir de la Resolución Técnico Administrativa de Aprobación del Documento Base de Contratación (DBC) y la consiguiente autorización GAMV-ANPE-77/2012, para el inicio de contratación de exploración del pozo de agua potable para la OTB “Malvinas Chulla”; el 26 de diciembre de 2012, la empresa “Perforaciones San Rafael S.R.L.”, -que se adjudicó la obra-, se hizo presente en el lugar, con su respectiva maquinaria, a objeto de dar inicio a los trabajos de perforación. Empero, los dirigentes de la OTB “Illataco Oeste”, junto a dos empleados del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, se presentaron en el lugar y aduciendo que dicha propiedad donde se haría el pozo de agua estaba ubicada en la zona de Illataco, comprensión del municipio de Quillacollo; sin embargo, agredieron e insultaron a los funcionarios de la Alcaldía Municipal de Vinto, amenazándolos con destrozar la maquinaria y el camión de la empresa contratada; mencionando que, la dueña del lugar del predio donde se ejecutaría la perforación “no podía vender agua de Illataco a Chulla”; porque, no contaba con la consulta de los originarios del lugar. INDICE Dicha situación se repitió el 5 de marzo y el 17 de abril de 2013, cuando movilidades de la Alcaldía Municipal de Quillacollo, a cargo de su Alcalde y concejales, y vehículos particulares, interceptaron al camión de la empresa con la maquinaria, obstruyendo su paso e inmovilizándolo para que no llegara al destino de la perforación. El Alcalde Municipal de Quillacollo como los concejales de ese Municipio, han procedido a amenazar y amedrentar a la población de “MalvinasChulla”; y, a partir de medidas de hecho ilegales e indebidas, los están privando de la apertura de un pozo de agua que beneficiaría a más de cien familias; despojando en consecuencia, a quinientas personas de ese líquido elemento vital, y vulnerando sus derechos fundamentales. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados El representante estima lesionados los derechos de la población de la OTB “MalvinasChulla” al agua, a la salud, a la salubridad y a la paz social; citando al efecto los arts. 13. I, 16.I, 20 y 35 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela, disponiendo que el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo -a través de su representante titular ejecutivo y su respectivo Concejo Municipal-, así como los dirigentes de la población aledaña de “Illataco Oeste” y los vecinos instigadores, se “abstengan de impedir la apertura del pozo de agua” en favor de la OTB “Malvinas Chulla”; condenando además, al pago de costas procesales, daños y perjuicios ocasionados por parte de los demandados. I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías Celebrada la audiencia pública el 17 de julio de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 292 a 298 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción La parte accionante, por intermedio de su abogado, ratificó íntegramente los términos de la acción popular interpuesta; señalando además que: a) La Constitución Política del Estado establece que Bolivia es un Estado Social de Derecho, lo cual significa que cualquier problema que se suscite entre personas, colectividades, comunidades, municipios o departamentos, debe ser resuelto por la vía llamada por ley, y no así utilizando la justicia por mano propia y menos haciendo uso y abuso de poder, como en este caso lo ha hecho el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, que con acciones la entidad demandada está vulnerando los derechos de toda una colectividad; b) Sin agua potable nadie podría mejorar sus condiciones de vida; por tanto, al lesionarse el derecho a la salubridad, se atenta también contra el derecho a la vida, a la salud y se afecta la paz social; y, c) El art. 20.3 de la Ley INDICE Fundamental, reconoce que el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, lo cual implica que nadie en particular puede apropiarse ni alegar derecho absoluto y menos monopolizar el aprovechamiento de este elemento líquido vital bajo argumento alguno, como un aparente conflicto de límites. I.2.2. Informe de las autoridades, funcionarios municipales y personas demandadas Charles Cristhian Becerra Sejas, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, a través de su apoderado legal, presentó su informe escrito, cursante a fs. 83 y vta., y en audiencia señaló lo siguiente: 1) Como primera autoridad municipal de la jurisdicción de Quillacollo, su compromiso es la atención y prestación de servicios básicos en base a los requerimientos y necesidades de los habitantes del lugar, que en este caso responde a la zona “Illataco Oeste”, donde se encontraría la población de “Chula” y la OTB “Malvinas”; teniéndose que, entre esas necesidades se localiza el acceso a los servicios públicos y básicos como el agua potable; las mismas que, de acuerdo al informe adjuntado a esta acción, están cubiertas a través de la perforación de un pozo en la mencionada zona; por lo que, las afirmaciones descritas en la acción popular están alejadas de la verdad; 2) Alegan que supuestamente estarían lesionando derechos colectivos; sin embargo, el fondo del asunto es la existencia de una problemática de límites municipales; por lo cual, el citado Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo asista a las diferentes convocatorias realizadas por dicha Gobernación con el fin de solucionar el problema de acuerdo a la normativa legal vigente; 3) Por intermedio del Responsable de Límites, el municipio de Quillacollo notificó a la empresa “San Rafael S.R.L.” -que habría sido contratada por el Gobierno Autónomo Municipal de Vinto y estaría encargada de las perforaciones en esa jurisdicción-, para que no realice ningún tipo de acciones en jurisdicción ajena; pues, el lugar donde se pretendía realizar la excavación corresponde al municipio de Quillacollo; y, 4) Existen pozos que brindan agua potable a toda la zona de “Chulla”, donde se halla también incluida la OTB “Malvinas”, brindándose el servicio de agua potable a todos los habitantes del lugar; el mismo que además, puede ser brindado de manera exclusiva previa petición. Por otra parte, Carla Lorena Pinto Bustamante, Concejal del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, hizo llegar su informe escrito, cursante a fs. 147 y vta., por el cual indicó que: i) “en la actualidad existen conflictos de límites que aquejan a diversos municipios y la instancia que conoce esos problemas es justamente la UNIDAD DE LIMITES DE LA GOBERNACION” (sic), quien debe ver la realidad concreta del problema y fallar como corresponde; por lo que, en el caso presente se mostraron las respectivas notas ante dicha oficina, a efectos de solucionar el problema a través de la concertación, en cumplimiento de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización; ii) La referida norma establece en su art. 17.I, que los conflictos de límites existentes entre municipios deberán ser resueltos en la vía conciliatoria considerando criterios históricos y culturales; y, iii) La Ley de Municipalidades le faculta como Concejal a efectuar las acciones de fiscalización al Alcalde Municipal de Quillacollo; por tanto, si alguna vez se la vio junto a éste en la zona del conflicto, fue mientras estaba efectuando la fiscalización correspondiente, por mandato expreso de la ley; no pudiendo entenderse su presencia como una agresión y mucho menos como una forma de INDICE impedir obras aprobadas por otro municipio. Asimismo, Jesús Mérida Amurrio, Concejal del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, presentó su informe escrito, cursante de fs. 145 a 146 vta., por el cual explicó lo siguiente: a) Su persona llegó al lugar de los hechos y ante el conflicto suscitado sugirió a los dos Alcaldes que acudan a la Gobernación para solucionar el problema de límites, habiendo concluido con eso su participación en dicho lugar; pues, en ningún momento amenazó o perturbó la perforación de pozo alguno; ya que, es respetuoso de la Norma Suprema y las leyes; manifestando además que, se deben enmarcar dentro de los límites y jurisdicciones de ambos Municipios y ejecutar las obras dentro de los límites de cada uno; b) El citado Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo tiene la plena certeza técnica y jurídica que la zona de “Illataco Oeste” es de su jurisdicción; aspecto que desconocido y fue negado por los pobladores y autoridades del municipio de Vinto; c) Respecto al conflicto de límites, el art. 17 de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD), establece cuál es el procedimiento a seguir para solucionar el mismo; empero, los representantes municipales de Vinto han ignorado esto tomando decisiones que inducen al enfrentamiento; d) Con relación a los maltratos físicos y agresiones que supuestamente habrían sufrido los comunarios de la OTB “Malvinas Chulla”, se aclara que dichos extremos no ocurrieron; y, en todo caso, deberían acudir a las instancias judiciales competentes a denunciar esos hechos; y, e) Su autoridad, siendo parte del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, no pretende vulnerar o restringir derecho alguno; sin embargo, como autoridad electa y miembro de la Comisión de Límites, tiene que procurar el fiel cumplimiento de las leyes y ceñir sus actos a éstas. Por su parte Ramiro Paniagua Peñafiel y Raby Chávez, funcionarios municipales del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, por intermedio de su abogado, en audiencia señalaron lo siguiente: 1) En su condición de servidores públicos, Ramiro Paniagua Peñafiel forma parte del Departamento de Límites del municipio de Quillacollo y Raby Chávez es el “Gobernador” de la Sub Alcaldía del Distrito 4, en la cual se encuentran las OTB's en conflicto; por lo que, sus funciones son atender las necesidades de su territorio, al haber verificado la existencia de conflictos que tienden a desarrollarse en esa zona; y, 2) En cuanto a Ramiro Paniagua Peñafiel, éste se hizo presente en la OTB “Malvinas” a efectos de demostrar técnicamente a los concejales la delimitación del lugar, que se tiene desde el año 1992, y no así para provocar enfrentamientos o impedir la perforación del pozo. Carmen Asunta Martínez Agreda y José Milton Jaldín Céspedes, dirigentes de la OTB “Illataco Oeste”, por intermedio de su abogado, en audiencia informaron lo siguiente: i) En la presente acción se sostiene que sus personas realizaron actos de perturbación en la OTB “Malvinas” zona Chulla; sin embargo, en la demanda no se demuestra de manera alguna la determinación de un daño común, tal como dispone el art. 94 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP); pues, no existe ningún antecedente que evidencie de forma contundente e irrefutable la existencia de un aparente interés colectivo; es decir, no existe prueba que acredite que se efectuaron pozos en los predios municipales de Vinto o Quillacollo; ii) Esta acción procede cuando hay violación de derechos constitucionales INDICE comunes, lo cual no se dio en este caso; ya que, se está tratando de proteger un derecho privado, como es el derecho propietario de una persona que asevera ser la dueña del lugar donde se realizaba la perforación de dicho pozo; y, iii) En el aspecto técnico debió haberse acompañado documentación que establezca la pertinencia de perforar nuevos pozos en una zona que ya cuenta con éstos, considerándose además que, los ahora demandados ya se abastecen de agua potable para consumo personal y el riego de sus productos a los accionantes; puesto que, si se perforaran nuevos pozos se generaría un perjuicio a la zona; toda vez que, existen venas de agua que podrían disminuir el caudal de los pozos existentes. José Guzmán Adriazola, María Valencia Vásquez, Juan Carlos Navia Correa, Ramiro Encinas Heredia y Francisco Flores Navia, vecinos del lugar ahora demandados, pese a su legal citación no se presentaron a la audiencia de esta acción ni hicieron llegar su respectivo informe escrito. I.2.3. Intervención delos terceros interesados Edgar René Solíz Román, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Vinto, a través de su apoderado legal, presentó su respectivo memorial de alegatos, cursante de fs. 151 a 152 vta., y en audiencia manifestó lo siguiente: a) El municipio de Vinto fue creado mediante la Ley 59 de 23 de diciembre de 1960, -posterior a la creación del municipio de Quillacollo-, contemplándose en su artículo segundo que, la jurisdicción de esa nueva Sección Municipal está conformada, entre otras, por la población de “Chulla”. Dicha Ley está por encima del mapa cartográfico presentado por el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo. Por su parte, la OTB “Malvinas Chulla” registró su personalidad jurídica a partir de la Ordenanza Municipal 47/2011 de 1 de diciembre, reconociéndose a su favor todos los derechos y prerrogativas establecidos en la Constitución Política del Estado y las leyes, habiendo obtenido finalmente el Decreto Departamental 518/2012 de 9 de febrero, por el cual el Presidente del Estado le otorgó el respectivo certificado de personalidad jurídica como OTB perteneciente al municipio de Vinto; b) En mérito a lo anterior y teniendo la obligación de incorporar a todas las OTB's a su Plan Operativo Anual (POA) para que todos los ciudadanos del Municipio sean beneficiados, el Gobierno Autónomo Municipal de Vinto, en la gestión 2013, añadió a su presupuesto la perforación de un pozo de agua potable en un terreno municipal para la OTB “Malvinas Chulla”, a cuyo efecto se hizo la contratación y adjudicación de la obra a la empresa “San Rafael S.R.L.”, a objeto que se dote de agua de consumo a los vecinos del lugar, cumpliendo con la prescripción constitucional de otorgar servicios básicos fundamentales. Sin embargo, el Alcalde Municipal de Quillacollo, junto a funcionarios de esa institución y vecinos de “Illataco”, con acciones de hecho y amenazas impiden la ejecución de este proyecto vital e importante para la vida de los habitantes de la mencionada OTB; perjudicando además, al Gobierno Autónomo Municipal de Vinto en el cumplimiento de su POA en cuanto a la ejecución de presupuesto y obras; c) Respecto a la afirmación que este problema tiene una connotación de límites; se debe aclarar que, no se puede, bajo ese pretexto, vulnerar los derechos fundamentales de la población de “Malvinas Chulla” al acceso de agua potable ni impedir los trabajos previamente contratados; en todo caso, ese tipo de conflictos deben ser resueltos con el nuevo instrumento legal para delimitar zonas; y, INDICE d) Es necesario señalar que, en la OTB “Malvinas Chulla” no existen otros pozos de agua potable para suministrar este líquido elemento a los vecinos; pues, en el sector sólo hay una administración de agua por parte de una Cooperativa de Quillacollo que cobra entre “$ 220 y 500” la acción de ingreso; lo cual justifica que un grupo de familias y personas estén evitando la perforación del pozo por intereses particulares de ingresos económicos. Por su parte, Hernán Paz Ramírez Torrico, Gerente General de la empresa de perforaciones “San Rafael S.R.L.”, pese a su legal citación, no se presentó a la audiencia de esta acción ni hizo llegar sus alegatos a efectos de exponer lo que en derecho le correspondiera. I.2.4. Resolución La Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo del departamento de Cochabamba, constituida en Jueza de garantías, pronunció la Resolución de 17 de julio de 2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., por la que concedió la tutela solicitada, disponiendo que las autoridades, funcionarios, dirigentes y vecinos demandados, se abstengan de impedir la apertura del pozo de agua para la población de la OTB “Malvinas Chulla”; esto con los siguientes fundamentos: 1) “Conforme a la Ley de 23 de diciembre de 1960, la población de “Chulla” se encontraría dentro la jurisdicción del Gobierno Autónomo Municipal de VINTO, a la que pertenece la “OTB MALVINAS CHULLA” (sic); asimismo; se constató la existencia de la Resolución Municipal, emitida por el Concejo Municipal de Vinto, que autoriza al ejecutivo a la suscripción del contrato del proyecto “EXPLORACION PARA AGUA POTABLE OTB Chulla Malvinas”; por lo que, en ejecución del contrato, correspondía la perforación del pozo de agua; 2) La jurisprudencia constitucional ha establecido que, cuando se busca la protección del derecho al agua potable en su dimensión colectiva; es decir, para una población o colectividad; se activa la acción popular, en razón a que el agua y los servicios básicos de agua potable deben ser accesibles a todos, y con más razón, a los sectores vulnerables, marginados y desprotegidos de la población, sin discriminación alguna; 3) En el caso presente, la petición invocada por el accionante se enmarca dentro las previsiones establecidas en las normas legales; y, siendo así que se involucra a un sector de vulnerabilidad, no se lo puede dejar en desprotección; más aún si se les está privando del elemento natural del agua; debiendo asegurarse la observancia de sus derechos fundamentales con la máxima búsqueda del “vivir bien”; y, 4) Debido a la naturaleza del derecho al agua y su íntima relación con el bien común y el vivir bien, corresponde recordar a las autoridades demandadas su obligación y posición de garantes en el ámbito de sus competencias en la protección y garantía de los derechos de los pobladores de “Chulla”; aclarándoles además que, la acción popular tiene por finalidad tutelar los derechos colectivos consagrados en la Constitución Política del Estado y no así discutir sobre los mismos por la existencia de conflictos limítrofes en la población. II. CONCLUSIONES De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: INDICE II.1. A partir de la Ordenanza Municipal (OM) 047/2011 de 1 de diciembre, en favor de la OTB “Malvinas Chulla”, se inició el respectivo trámite para el registro de su Personería Jurídica; habiendo terminado el mismo el 22 de febrero de 2012, con el correspondiente certificado de registro emitido por el Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia (fs. 7; y, 210 a 213). II.2. Una vez que obtuvo su Personería Jurídica, la OTB “Malvinas Chulla” solicitó al Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo la perforación de un pozo de agua que abastezca de este líquido elemento a toda la comunidad; por lo que, a partir de los respectivos estudios técnicos, dicha institución municipal aprobó el proyecto “EXPLORACION DE POZO PARA AGUA POTABLE OTB Chulla Malvinas” (sic) de 25 de octubre de 2012; habiendo emitido posteriormente la Resolución Municipal 158/2012 de 27 de noviembre, que autorizó la ejecución del proyecto; para finalmente suscribir el contrato de realización de obra con la empresa adjudicataria (2 a 3 vta.; 159 a 163; y, 243 a 291). II.3. De acuerdo a lo denunciado por la OTB accionante en el memorial de esta acción, así como la evidencia adjuntada, el proyecto de referencia no pudo ser ejecutado debido a las acciones asumidas por el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, que reclama la propiedad donde se realizaría la perforación como parte de su jurisdicción (fs. 47 a 48; 50; y, 62 a 65 vta.). II.4. Debido a que el proyecto no pudo ejecutarse, el Gobierno Autónomo Municipal de Vinto reformuló el presupuesto de su gestión; empero, el municipio de Quillacollo, continuó con sus medidas de hecho; por lo que, al afectarse con las mismas los derechos e intereses de la OTB “Malvinas Chulla” -que sería la beneficiada con la perforación del pozo de agua-, ésta interpuso la presente acción popular solicitando la tutela a sus derechos colectivos vulnerados (fs. 52 a 59; 62 a 65 vta.; y, 208 a 209). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El representante alega que, las autoridades, funcionarios municipales y personas demandadas vulneraron los derechos de la población de la OTB “Malvinas Chulla” al agua, a la salud, a la salubridad y a la paz social; toda vez que, a partir de medidas de hecho, están impidiendo que se ejecute el proyecto de “Exploración del pozo de agua potable para la OTB 'Malvinas Chulla'”; evitando la perforación del mismo, despojándolos de ese líquido elemento vital, y causando graves perjuicios a más de cien familias que viven en el lugar. Por lo que, corresponde analizar en revisión si los actos denunciados son evidentes a objeto de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica y finalidad de la acción popular INDICE La acción popular se encuentra prevista por nuestra Constitución Política del Estado, en su art. 135, como un mecanismo de defensa de los derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza consagrados por la Ley Fundamental, tales como los derechos establecidos por el art. 30 de la CPE. Esta acción, de acuerdo a la definición planteada por el constitucionalista José Antonio Rivera Santiváñez, “…es un proceso constitucional de naturaleza tutelar que tiene por objeto la protección inmediata y efectiva de los derechos e intereses colectivos, contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de autoridades públicas o personas particulares que los restrinjan, supriman o amenacen de restricción o supresión”. Sobre la misma, la SC 1973/2011-R de 7 de diciembre, ha establecido que: “La acción popular es un medio de defensa de novísima creación en el nuevo orden constitucional, que hace posible la materialización de los derechos fundamentales denominados como derechos de 'tercera generación', vinculados al medio ambiente, la seguridad y salubridad pública, a la paz y la libre determinación, derechos cuya titularidad, dependiendo si son colectivos o difusos, corresponden a una colectividad determinada o en forma genérica, a todos y cada uno de los miembros de una comunidad. En este sentido, la SC 1018/2011-R de 22 de junio, señaló que: 'El reconocimiento de estos derechos responde a una nueva concepción del ser humano, ya no meramente individual, sino como parte de una comunidad en la que se desarrolla y desenvuelve, y que por lo mismo, necesita ser protegida, pues de su preservación depende el desarrollo integral de la persona y de futuras generaciones. En ese sentido, esta nueva concepción no sólo reconoce al individuo como ser contextualizado y dependiente de su comunidad, y a las colectividades como sujetos de derechos, sino también las condiciones que fundamentan y posibilitan la existencia individual y colectiva -es decir, el entorno vital del hombre- y que, como tales, su titularidad corresponde a todos y cada uno de los miembros de una comunidad, -a decir de Rousseau J.J., a todos en general, pero a ninguno en particular- como por ejemplo el derecho al medio ambiente. (…) A la luz de lo anotado, debe considerarse que los derechos consagrados en la Constitución Política del Estado, comprendidos integralmente, son la base de nuestro ordenamiento jurídico y vinculan a todos los órganos del poder y a los particulares, y frente a su lesión, se encuentran suficientemente resguardados a través de las garantías constitucionales y acciones de defensa que ella misma prevé, siendo una de ellas la acción popular que -conforme se analizará- precautela los derechos o intereses colectivos -y difusos-'“. INDICE Ahora bien, sobre la finalidad de esta acción, el ya citado autor José Antonio Rivera Santiváñez, ha señalado que "Dada su naturaleza jurídica, la Acción Popular tiene una finalidad pública, en razón a que no persigue la protección de los intereses subjetivos o pecuniarios de las personas consideradas individualmente, sino que se orienta a la protección de la colectividad o comunidad humana en su conjunto, resguardando y protegiendo sus derechos e intereses colectivos, frente a las violaciones o amenazas de violación. (…) Entonces, la finalidad última de la Acción Popular no es solamente proteger los derechos en el presente sino, fundamentalmente, a futuro, preservando las condiciones básicas y mínimas para una existencia digna de los seres humanos; de ahí que uno de los rasgos principales de esta acción tutelar sea la prevención, activándose en aquellos casos de serias y graves amenazas de violación de los derechos colectivos”. III.2. Ámbito de tutela de esta acción Sobre este tema, la SC 1981/2011-R de 7 de diciembre, ha desarrollado el siguiente análisis: “En una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, la citada SC 1018/2011-R, indicó que dentro del ámbito de tutela de la acción tutelar se encuentran '…además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris «Derechos Colectivos»- y, en ese sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede presentar esta acción que, como su nombre indica, es popular'. Así, según la doctrina del derecho constitucional de los Derechos Humanos, los derechos colectivos asumen al ser humano como miembro de una colectividad y en consecuencia, no pertenecen a ninguna persona individual específica, sino a toda la colectividad o comunidad, trascendiendo al interés personal de cada uno de sus miembros. En ese sentido y siguiendo el criterio de la Sentencia Constitucional de referencia, tanto los derechos e intereses colectivos y los difusos son transindividuales e indivisibles, por cuanto pertenecen a la colectividad y su lesión o ejercicio individual atañe a los demás que la integran; diferenciándose únicamente en que, los colectivos pertenecen a un grupo o colectividad claramente determinada por la vinculación común de sus miembros y los difusos, a un grupo o colectividad indeterminada, es decir, dispersos o disgregados entre los integrantes de la comunidad. Así, el interés o derecho difuso es aquél que corresponde a un grupo de personas que se vinculan entre ellas como consecuencia de la necesidad de reclamar la protección del interés o derecho vulnerado o frente a la inminencia de su restricción, de ahí que radica en la comunidad y se lo denomina difuso en cuanto es un interés que se concreta o materializa en la medida que se vea amenazado; al contrario, el derecho o interés colectivo está previamente concretado en una colectividad, que insta su tutela una vez que tiene lugar la amenaza o el daño. INDICE Acotando lo anterior en los términos de procedibilidad y ámbito de tutela de la acción popular, es menester precisar que el titular de los derechos e intereses colectivos y difusos es la comunidad, admitiéndose que pueda interponerse por cualquier persona a título individual o en representación de una colectividad determinada; sin embargo, cuando un particular se vea agraviado directamente por la violación de estos derechos, puede reclamar la protección individual en los casos que exista un nexo causal entre el daño y el perjuicio personal y sea corroborable la afectación directa y cierta, pero a través del mecanismo de amparo constitucional, que es el medio idóneo para proteger derechos fundamentales. En ese sentido, corresponde aclarar que la suma de intereses individuales está fuera de la esfera de protección de la presente garantía constitucional, por cuanto si bien existe una pluralidad de personas, el fin que persigue cada una de ellas es particular, configurando intereses de grupo; ´…es decir, se trata de derechos o intereses individuales que tienen un origen común, por ello han sido denominados como intereses accidentalmente colectivos. (…) (…) los intereses de grupo no encuentran protección en la acción popular, pues, como se tiene señalado, en esos casos no existe un interés común -colectivo ni difuso-, sino un interés individual que, en todo caso, podrá ser tutelado a través de la acción de amparo constitucional, previa unificación de la representación (SC 1018/2011-R)´. Por su parte, la jurisprudencia prevista en la SCP 0176/2012 de 14 de mayo, refiriéndose al mismo tema, y haciendo una diferenciación más precisa sobre los derechos que tutela esta acción, ha establecido lo siguiente:“Los derechos e intereses colectivos protegidos a través de la acción popular, conforme señala el art. 135 de la CPE, se encuentran relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por la Ley Fundamental. De la interpretación teleológica, gramatical (art. 196.II de la CPE) y sistemática (art. 6.II de la LTCP), que facultan a este Tribunal, de las normas referidas, puede extraerse que la acción popular otorga protección a lo siguiente: a) Los derechos e intereses colectivos objeto de protección constitucional explícita por la acción popular son: el patrimonio, el espacio, la seguridad, lasalubridad pública y el medio ambiente referidos expresamente por los arts. 135 de la CPE y 94 de la LTCP. En este sentido, el concepto de derecho colectivo latu sensu incorpora e implica a los derechos colectivos propiamente tales y a los derechos difusos (…). INDICE (…) Respecto a la diferenciación entre derechos o intereses colectivos, difusos e individuales homogéneos, se tiene que: 'i) Derechos o intereses colectivos en sentido estricto, correspondientes a un colectivo identificado o identificable como son por ejemplo las naciones y pueblos indígena originario campesinos (art. 30.II de la CPE), cuyos componentes están organizados y mantienen relaciones orgánicas entre sí. ii) Derechos o intereses difusos, que corresponden a una pluralidad de personas que no pueden determinarse, lo que puede suceder por ejemplo cuando la distribución de un medicamento dañado amenaza a todo potencial usuario. Asimismo, por la naturaleza de estas circunstancias no existe la posibilidad de concebir que la pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de coordinación de voluntades y menos que tengan una relación orgánica entre sí; iii)Derechos o intereses individuales homogéneos -que en el marco de la SC 1018/2011-R de 22 de junio, se denominan intereses de grupo-, corresponden a un conjunto de personas que accidentalmente se encuentran en una misma situación cuyos componentes individualmente cuentan con derechos subjetivos por un «origen común» siendo sus acciones procesales divisibles, pero que en virtud al principio de economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede por ejemplo cuando un producto defectuoso provocó daños en la salud de varios individuos, en dichos casos los afectados buscarán el resarcimiento, pero para no iniciar sucesivas demandas civiles en detrimento a la administración de justicia pueden resolverse en una misma sentencia. En ese sentido, se puede colegir que los derechos o intereses colectivos en sentido estricto y los derechos o intereses difusos que en esencia son transindividuales e indivisibles y necesariamente requieren una solución unitaria y uniforme, son tutelables por la acción popular, mientras que los derechos o intereses individuales homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el resarcimiento no se tutelan a través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se protegen por las acciones de grupo (Colombia) donde la sentencia determinará diferentes grados de afectación y de reparación económica . b) Otros derechos de similar naturaleza; es decir, de carácter colectivo o difuso diferentes a los explícitamente enunciados- contenidos en normas que integren en bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE) o incluso en normas legales de características similares a los referidos e indispensables para el vivir bien, en su carácter colectivo, lo que concuerda con el concepto de progresividad que rige a los derechos, como sucede con el derecho al agua, que se constituye en un derecho autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso y colectivo, encuentra protección por la acción popular. INDICE c) Otros derechos incluso subjetivos por estar relacionados o vinculados con los derechos expresamente referidos por el art. 135 de la CPE o con los implícitos referidos por la cláusula abierta contenida en la misma norma constitucional en virtud al principio de interrelación de los derechos fundamentales contenido en el art. 13.I de la CPE, que instrumentalicen o hagan efectivos a los mismos'. (…) Así si bien el legislador constituyente, diferenció la acción de amparo constitucional para la tutela de derechos subjetivos y la acción popular para la protección de los derechos e intereses colectivos, es posible que una misma causa, afecte tanto a derechos subjetivos como a derechos colectivos; de forma que, la tutela del derecho subjetivo mediante el amparo constitucional eventualmente e indirectamente puede alcanzar a la tutela del derecho colectivo y la tutela que otorga la acción popular puede incluir a derechos subjetivos”. III.3. Los derechos al agua, a la salud y a la salubridad pública, invocados por los accionantes Respecto al derecho fundamental al agua, la SCP 0084/2012 de 16 de abril, ha previsto lo siguiente: “Con relación al derecho al agua, instituido por el art. 16.I de la CPE y reconocido como un derecho fundamentalísimo para la vida por el art. 373.I de la Norma Fundamental y el rol que corresponde al Estado en su protección y promoción prioritaria, la jurisprudencia constitucional a través de la SC 0559/2010-R de 12 de julio, ha establecido que: 'De los preceptos constitucionales transcritos líneas supra, se puede concluir que no sólo se instituyó el derecho al agua en la Constitución vigente, sino que la voluntad del constituyente fue más allá del simple reconocimiento, pues se instituyó acciones positivas a cumplir por parte del Estado a los fines de garantizar el acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable por constituirse el derecho al acceso al agua como un derecho humano. No es menos cierto además, que la Constitución vigente, considera al derecho al agua como un derecho fundamentalísimo para la vida en el marco de la soberanía del pueblo; de ello se puede deducir que la propia Ley Fundamental vincula al derecho al agua con el derecho a la vida, instituyendo por lo tanto una estricta conexitud entre el líquido elemento y la vida misma puesto que por disposición del ya citado art. 374.I de la CPE, el Estado debe ineludiblemente proteger y garantizar el uso prioritario del agua para la vida'”. Por su parte, la jurisprudencia prevista en la SC 0156/2010-R de 17 de mayo, expresó que: “El agua es un recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros derechos fundamentales, como son la vida y la salud, forma parte integrante de los derechos humanos oficialmente reconocidos en los instrumentos internacionales, es un bien común universal, patrimonio vital, derecho básico, individual, indivisible, imprescriptible y colectivamente inalienable, que cada persona requiere para su uso personal y doméstico y al que pueda acceder por un precio adecuado y razonable. INDICE Cada persona tiene el derecho a un sistema de agua que funcione, los sistemas de agua se deben organizar y manejar para garantizar su acceso continuo. (…) este derecho está reconocido y garantizado por el Estado y en la medida en que es un elemento básico para ejercer el derecho a la salud y para proporcionar un nivel adecuado de vida para todos los individuos de un Estado Social y Democrático de Derecho, garantizando así su subsistencia en condiciones dignas, exige de una protección inmediata de parte de los gobiernos y de los particulares, quienes deben organizar esfuerzos que confluyan en la satisfacción de esta necesidad básica para todos y cada uno de los habitantes de nuestro país. La Corte Constitucional de Colombia mediante la Sentencia T-270/07 expresó que: 'El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos' El derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico. Un abastecimiento adecuado de agua salubre es necesario para evitar la muerte por deshidratación, para reducir el riesgo de las enfermedades relacionadas con el agua y para satisfacer las necesidades de consumo y cocina y las necesidades de higiene personal y doméstica. (…) Al igual que todos los derechos humanos, el derecho al agua impone tres tipos de obligaciones a los Estados, a saber: las obligaciones de respetar, proteger y realizar. a) De respetar, absteniéndose de asumir cualquier medida que impida a la población satisfacer este derecho, ya sea interrumpiendo su conexión, elevando su precio, o contaminando el recurso en detrimento de la salud. b) De proteger las fuentes y los causes naturales de agua así como su conservación evitando su contaminación o alteración mediante la promulgación de normas que regulen y controlen su uso, y extracción no equitativa. c) De realizar o materializar medidas necesarias destinadas a garantizar el derecho al agua, entre las que incluyen políticas de economía pública, de mercado, de subsidio, provisión de servicios, infraestructura y otras” (las negrillas nos corresponden). Con relación al derecho a la salud, la SC 1974/2011-R de 7 de diciembre, haciendo referencia a la SC 0026/2003-R de 8 de enero, estableció que: “'..es el derecho en virtud del cual la persona humana y los grupos sociales -especialmente la familia- INDICE como titulares del mismo, pueden exigir de los órganos del Estado, en cuanto sujetos pasivos, que establezcan las condiciones adecuadas para que aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico, mental y social y garanticen el mantenimiento de esas condiciones. El derecho a la salud no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad sino el derecho a una existencia con calidad de vida´. Entendimiento que en el actual orden constitucional encuentra mayor eficacia puesto que la salud es un valor y fin del Estado Plurinacional, un valor en cuanto el bienestar común respetando o resguardando la salud, conlleva al vivir bien, como previene el art. 8.II de la CPE; pero también es un fin del Estado, tal cual lo establece el art. 9 num. 5) de la CPE, al señalar que son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la Ley 'Garantizar el acceso de las personas a la educación, a la salud y al trabajo´". Por su parte, en cuanto a la salubridad pública, el autor José Antonio Rivera Santiváñez, ha señalado que la misma “es un elemento esencial del derecho a la salud, que obliga al Estado a adoptar políticas de orden legislativo administrativo para crear las condiciones básicas y necesarias para que todas las personas que integran una colectividad humana puedan vivir lo más saludablemente posible. Las condiciones básicas y necesarias comprenden, entre otras, la disponibilidad garantizada de servicios de salud brindados por el Estado; condiciones saludables y seguras de trabajo; vivienda adecuada; servicios de saneamiento básico, como el agua potable y alcantarillado; servicios de energía eléctrica y telefonía; y alimentos sanos nutritivos. (…) A los fines de la protección que brinda la Acción Popular, se entiende por derecho a la salubridad pública, la potestad y facultad que tienen todas las personas que integran una colectividad o comunidad humana para exigir y recibir del Estado aquellas prestaciones básicas y necesarias para vivir saludablemente, preservando su dignidad humana. Este derecho colectivo a la salubridad pública, en el sistema constitucional boliviano, tiene su base en las normas previstas por la Constitución, en sus arts. 8.II. 9.2 y 5, 13.II, 14.III, 16, 18, 20, 35, 36 y 37; de otro lado en las normas previstas por el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en sus arts. 11 y 12” (las negrillas nos corresponden). III.4. Análisis del caso concreto En el presente caso, la parte accionante denuncia la vulneración del derecho al agua, y como consecuencia de éste, sus derechos a la salud, a la salubridad pública y a la paz social; debido a medidas de hecho en las que incurrieron las autoridades, funcionarios y personas demandadas, que impiden la perforación de un pozo de agua potable. Por lo que, en atención a la tutela que brinda esta acción, corresponde ingresar al análisis de fondo de la misma; ya que, se solicita la INDICE protección de derechos colectivos inherentes a toda una comunidad, como es la OTB “Malvinas Chulla”, que se ve afectada en su conjunto por las acciones asumidas por los demandados en cuanto al acceso que tienen al agua, que se constituye en un derecho autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso y colectivo, encuentra protección por la acción popular. En efecto, en el caso objeto de análisis se ha podido corroborar que el proyecto, previamente elaborado, licitado y contratado, para la perforación de un pozo de agua a favor de la OTB “Malvinas Chulla”, no ha podido ser ejecutado; toda vez que, debido a un aparente conflicto de límites, el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, con medidas de hecho, ha impedido la realización del mismo; ya que, en más de una ocasión, se constituyó en el lugar donde debía perforarse el pozo y evitó que la empresa contratada efectuara los trabajos correspondientes. Dichas medidas, se constituyen en un perjuicio para las personas que forman parte de la mencionada OTB y que reclaman el acceso al servicio básico de agua potable; ya que, al no ejecutarse el proyecto, se ven afectadas en cuanto a su derecho a contar con agua potable y con las debidas condiciones para garantizar la salubridad pública de la comunidad. Ahora bien, es necesario recordar que, el derecho al agua, reclamado en la presente acción, se constituye en un derecho fundamentalísimo para la vida misma de las personas; pues, es un recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros derechos fundamentales, como son la vida y la salud; por lo que, exige una protección inmediata de parte de los gobiernos y de los particulares, quienes deben concretar esfuerzos para lograr la satisfacción de esta necesidad básica para todos y cada uno de los habitantes del país. Por tanto, dada la importancia del referido derecho fundamental, las diferentes autoridades (en este caso municipales, tanto de Quillacollo como de Vinto), no sólo tienen el deber de proveer de este líquido elemento a toda la población de sus jurisdicciones; sino que, tal como se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, también están obligados a respetar este derecho “absteniéndose” de asumir medidas que puedan impedir la satisfacción del mismo. En el caso presente, como se mencionó líneas arriba, los demandados incumplieron esta obligación respecto al derecho fundamental al agua; pues, procedieron a asumir medidas de hecho que evitaron que se realizara la perforación de un pozo de agua potable que beneficiaría a más de cien familias de la OTB “Malvinas Chulla”; lesionándoles no sólo el derecho referido, sino también su derecho a la salubridad pública, en cuanto al acceso a las condiciones básicas y necesarias para vivir saludablemente, preservando su dignidad humana; y afectando además la paz social INDICE de la comunidad, entendida ésta como el bienestar de la sociedad a partir de la prosperidad de sus miembros. Ahora bien, uno de los argumentos para justificar las medidas asumidas por los demandados, es el aparente conflicto de límites existente entre los municipios de Vinto y Quillacollo; empero, es necesario señalar que, dicho fundamento de ninguna manera podría constituirse en una razón valedera para afectar los derechos de toda una colectividad a acceder al elemento líquido esencial como es el agua; menos aún cuando en los hechos ya existe un proyecto para cubrir esta necesidad de la población y se cuenta con el respectivo presupuesto para hacerlo; ya que, al impedir la ejecución de la perforación del pozo de agua, lo único que se logra es afectar a más de quinientas personas que habitan el lugar; pues, si bien es cierto que es necesario establecer a qué municipio corresponde la OTB “Malvinas Chulla”; empero, no es posible que, mientras dure el procedimiento para concretar la jurisdicción a la que pertenece, se deje a su población sin la debida provisión de agua; en todo caso, como se mencionó antes, si ya existe el proyecto y el presupuesto para ejecutar el proyecto que permitirá la perforación de un pozo, se debe dar lugar a que se efectivice dicho plan, y cualquier resolución posterior respecto al conflicto de los límites, deberá ser resuelta en la vía administrativa entre las autoridades de cada municipio. Por tanto, en el presente caso, al haberse constatado la vulneración del derecho de la OTB “Malvinas Chulla” al agua potable y, en consecuencia, los derechos a la salud y la salubridad pública; corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional otorgar la tutela impetrada en la presente acción; toda vez que, los derechos afectados son derechos colectivos de interés común que afectan a toda la comunidad ahora accionante. Por lo expresado precedentemente, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, ha efectuado en forma correcta la compulsa de los antecedentes y las normas aplicables al mismo. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 17 de julio de 2013, cursante de fs. 299 a 302 vta., pronunciada por la Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo del departamento de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada de acuerdo a lo dispuesto por la Jueza de garantías. INDICE Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Tata Gualberto Cusi Mamani MAGISTRADO Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2072/2013 Sucre, 18 de noviembre de 2013 SALA TERCERA Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 04152-2013-09-AAC Cochabamba En revisión la Resolución 7 de 19 de junio de 2013, cursante de fs. 145 a 149 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Telésforo Jorge Olivera y Lucio Antezana Rojas por sí y en representación de Adriana Rojas Coca, Gregoria Pacara Cucho de Rodríguez, Genoveva Olaque Coronel, Jacinta Heredia Marquina, Sonia Villca Alegre, Rosa Anavi de Soria, Rolando Richard Mendieta Mamani, Isabel Vargas Mirable, Celia Ardaya Camacho de Rojas, Valentín Céspedes Vásquez, Basilia Rocabado Reynaga de Antezana, Herculiano Ardaya Zubieta, Roger Antezana Cuba, Melquiades Cruz Ledezma, Ricardo Rodríguez Sanabria, Julia Salazar Borda de García, José Gonzales Bellido, Juan Ardaya Zubieta, Damiana Gutiérrez Flores, Loyda Rojas de Ledezma, Leocadia Ledezma de Peñarrieta, Oscar Augusto Antezana Cano, Felicidad Mamani Marzana de Apaza, Maribel Fuentes Antezana, Julieta Céspedes de Gonzales, Alicia Zubieta de Marquina, Feliciano Antezana Cruz, Guillermo Uturunco Guizada, Iván Ramiro Choque Choque, Justo Cruz Rivas, Timoteo Gonzáles Ríos y Ancelmo Yucra Gutiérrez contra Cosme Gonzales Moya y Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Presidente y Vicepresidente respectivamente de Agua Potable; León Colque Rocabado, Dirigente de la Organización Territorial de Base (OTB); Freddy Milton Ardaya San Martín, Presidente del Comité Cívico, Bernabé Espinoza Antezana y Pascual Olivera Camacho, representantes de base, todos de Chilltupampa, localidad de Sipe Sipe, Municipio de Quillacollo del Departamento de Cochabamba. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 22 de marzo de 2013, cursante de fs. 73 a 77 los accionantes, exponen los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción Sesenta y cuatro familias, viven en el sector de la Junta Vecinal de “Jusku Rumi”, afiliados a la OTB “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, de donde se proveen agua potable; mientras que treinta y cinco familias tienen instalación en sus viviendas. Con el pasar del tiempo, las familias crecieron, por lo que actualmente son ciento siete que sufren escasez de agua potable en la zona, pero no así en “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, donde tienen rebalse del líquido INDICE elemento que se desperdicia; por lo que las nuevas familias solicitaron afiliación a “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, pero los dirigentes se niegan recibir más socios, sólo por pertenecer al sector de “Jusku Rumi”, con el argumento que también tendrían escases de agua, dejándoles sin el líquido elemento por más de ocho años. Frente a esta negativa, desesperados, los miembros de “Jusku Rumi”, buscaron otra solución, ubicando en “Tuna Apa”, otra vertiente que no pertenece a “Chilltupampa Huarmi Mallcu”, con cuyos propietarios llegaron a un acuerdo para aprovechar el rebalse de las aguas sin tocar las vertientes, a cambio de la construcción de dos habitaciones y una cocina; iniciativa que no fue del agrado de los dirigentes de “Chilltupampa Huarmi Mallcu”; quienes, molestos amenazaron con cortarles el agua, luego fueron a romper las cañerías que se habían construido para conducir las aguas de la vertiente a sus viviendas. Este hecho motivó a los propietarios de la vertiente, a presentar queja ante la Alcaldía de Sipe Sipe, de donde surgió la suscripción de un acta, estableciendo la autorización para captar sus aguas de las vertientes ubicadas en su propiedad, el 28 de noviembre de 2012. El 26 de octubre de 2012, los demandados, de forma prepotente y abusiva, nuevamente procedieron a cortar el agua potable a la altura de la cancha de futbol de Chilltupampa, colocando tapón, cumpliendo de esta manera sus amenazas; el 23 de diciembre de dicho año, una turba de ciento cincuenta personas encabezadas por los dirigentes demandados, procedieron a destrozar las conexiones de agua en la nueva toma que procedía de “Llave mayo, Tuna Apa”, cortando el politubo con piedras, picotas, palas y machetes, en presencia del Presidente de Aguas, Cosme Gonzales Moya, amenazando con destrozar cualquier otra conexión; el 15 y 16 de enero de 2013, nuevamente estos dirigentes encabezaron a ciento cincuenta personas, destrozando las vertientes, para luego desviar el agua que habían captado, mediante excavaciones de acequias para conducirla a Chilltupampa, motivo por el que se denunció a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Quillacollo, quienes vieron y fotografiaron estos hechos. Los demandados por su condición de directivos hacen justicia por mano propia, actuando de manera violenta, cortando el agua de forma maliciosa y sañuda y otras arbitrariedades, privándoles de sus derechos constitucionales. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados La parte accionante, consideran que se lesionaron sus derechos al agua, a la vida y a la salud; citando al efecto los arts. 15, 16, 18, 20, 22, 35 y 37 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicitan se “otorgue” la tutela y se disponga la inmediata reconexión de agua potable a sus domicilios, tanto de la toma de Chilltupampa como a la nueva toma de Tuna Apa. INDICE I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 140 a 144 y vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción Los accionantes, ratificaron el contenido del memorial de la acción y ampliándola manifestaron que ciento siete familias están viviendo sin agua, en condición indigna, sujetos a enfermedades y hambre, que compromete su derecho a la vida. I.2.2. Informe de las personas particulares demandadas Cosme Gonzales Moya, y Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Presidente y Vicepresidente de Aguas, León Colque Rocabado, dirigente de la OTB, Freddy Milton Ardaya San Martín, Presidente del Comité Cívico, Bernabé Espinoza Antezana y Pascual Olivera Camacho, representantes de base, todos de Chilltupampa, localidad de Sipe Sipe, provincia Quillacollo, del departamento de Cochabamba, en el memorial cursante de fs. 134 a 138, así como en audiencia informaron lo siguiente: a) Originalmente el caudal de agua potable abastecía a toda la población de Chilltupampa, por lo que aceptaron extender la red a la poca población Jusku Rumi; sin embargo, con el transcurso del tiempo, por cambios climáticos y sequías, el caudal de agua fue disminuyendo, al extremo de que existe racionamiento en determinados días y horas, lo que fue aprobado por la asamblea; b) La solicitud de afiliación de nuevos socios de la zona Jusku Rumi, fue denegada en reunión, a raíz de que el agua no abastece los requerimientos de la población; c) A espaldas de Chilltupampa, se habría gestionado la provisión de agua potable de Tuna Apa, solamente para Jusku Rumi, dentro del programa “Mi Agua”, situación que habría generado malestar y rechazo de las bases de la OTB de Chilltupampa, remitiendo varios memorándums de notificación con alternativa de corte de suministro de agua potable, ya que el nuevo proyecto tendría nueva fuente de agua totalmente independiente del sistema de agua potable de la sub alcaldía de Parotani; d) En asamblea del pueblo se habría determinado el corte de agua potable a la zona de Jusku Rumi, por la escases de agua potable y porque el sector ya goza de la provisión de agua de dos sistemas de Tuna Apa y Parotani; y, e) Los accionantes no agotaron los medios legales para la protección de sus derechos, ya que el amparo constitucional procede siempre que no exista otro para la protección de sus derechos amenazados, debiendo interponerse en el plazo máximo de seis meses a partir de la vulneración alegada, siendo la provisión de agua competencia exclusiva de los gobiernos municipales, por lo que primero debiendo agotar esta instancia y no accionar directamente la vía constitucional. Piden se declare “improcedente” la acción, rechazando la reconexión de agua potable por escases y porque estas familias ya cuentan con agua proveniente de dos sistemas. I.2.3. Intervención de los terceros interesados INDICE Oscar Félix Jaldin Valeriano, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Sipe Sipe, citado como tercero interesado, mediante el informe escrito cursante de fs. 88 a 89, así como en audiencia señaló: La administración del agua es realizada directamente por los “Comités de Aguas”, nombrados en cada lugar y a falta de éstos, por los sindicatos o dirigentes de cada comunidad, por lo que el Gobierno Municipal no tiene administración directa. Inés Camacho Solíz, Guillermina Olivera de Magne y Lidia Camacho, en calidad de terceras interesadas, pese a su legal notificación cursante de fs. 81 a 82, no asistieron a la audiencia. I.2.4. Resolución El Juez de Partido Liquidador y de Sentencia Penal de Quillacollo del departamento de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 7 de 19 de junio de 2013, cursante de fs. 145 a 149 vta., por la que concedió la tutela solicitada; disponiendo la inmediata reconexión del agua potable, del toma de agua de jusku Rumi a las 35 familias, Chiltupampa Huarmi Mallcu y la reconexión del agua potable de Tuna Apa a los ahora accionantes, más los otros derechos sociales con los siguientes fundamentos: i) Los arts. 16.I y 20 de la CPE, establecen que todas las personas tiene derecho al agua, a la alimentación y el universal y equitativo acceso a los servicios básicos de agua potable; ii) Cuando una autoridad o particular haciendo uso inadecuado del poder, sin motivo alguno o apartándose de la norma y los procedimientos, priva a su titular del uso de sus derechos, se constituye en un acto arbitrario, ilegal o medida de hecho que amerita tutela directa e inmediata; y, iii) Es posible prescindir de la subsidiariedad por excepción y “otorgar” la tutela solicitada, con la finalidad de evitar daños irreparables, evitar la muerte por deshidratación, reducir riesgo de enfermedades relacionadas con el agua y satisfacer necesidades de consumo, cocina, higiene personal y doméstica. II. CONCLUSIONES De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Cursa informe de 14 de enero de 2013, emitido por Jhonny Tordoya Orellana, investigador de la FELCC de Quillacollo, cuyo contenido refiere que se constituyó en la localidad de Parotani, comunidades Chilltupampa y Tuna Apa, donde verificó el corte de una matriz del sistema de agua potable que compartían las comunidades de Chilltupampa y Jusku Rumi, hecho perpetrado el 26 de octubre de 2012, por comunarios de Chilltupampa a la cabeza de Cosme Gonzales Moya, Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y otros, privándo del líquido elemento a toda la comunidad Jusku Rumi (fs. 5). II.2. Muestrario fotográfico elaborado por la Policía Técnica Científica, sub División Fotografía Forense de Quillacollo, en la que se evidencia ocho fotografías; según la inscripción explicativa al pie de las mismas, se observa la presencia de varias personas INDICE de Chilltupampa, dirigidos por Cosme Gonzales Moya, René Valerio Rocabado Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y otros, realizando cortes, roturas, aplastamiento de cañerías que trasladan agua desde la vertiente hasta la comunidad Jusku Rumi (fs. 7 a 11). II.3. Consta documento privado suscrito el 10 de diciembre de 2011, entre Telésforo Jorge Olivera, Oscar Augusto Antezana Cano y José Gonzales Bellido, por sí y en representación de Javier Antezana Cano, Luis Ticona Paculi, Filemón Paniagua y Rosa Mamani de Mendieta, en calidad de beneficiarios y por otra parte, Inés Camacho de Solíz, Roberto Carlos, René y Leonardo, todos Solíz Camacho, en calidad de propietarios, con el objeto de conceder el uso del rebalse de agua que sale de todas las vertientes existente en el lote ubicado en Tuna Apa, y en beneficio de los propietarios, el compromiso de construir dos habitaciones y una cocina (fs. 12 a 13). II.4. Por el informe de 16 de enero de 2013, emitido por Jhonny Tordoya Orellana, investigador de la FELCC de Quillacollo, se evidenció que los comunarios de Chilltupampa realizaron un cavado de una zanja de 8 m. de largo y 2 m. de profundidad, con el fin de desviar las aguas de una vertiente que se dirige hacia la comunidad Jusku Rumi, encabezados por Cosme Gonzales Moya, Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Bernabé Espinoza Antezana, Freddy Milton Ardaya San Martín y otros; se acompaña, siete placas fotográficas, donde se observó los hechos descritos (fs. 33 a 37). II.5. Cursa “Memorándum de Notificación Segunda Instancia Juskurrumi” de 12 de noviembre de 2012, dirigido a Melquiades Cruz, Jefe de Zona de “Juscurrumi” suscrito por Cosme Gonzales Moya, Presidente de Agua Potable, León Colque Rocabado, Presidente de la OTB Chilltupampa, Freddy Milton Ardaya San Martín, en representación del Comité Cívico de Chilltupampa, señalando en su contenido: Corte de agua de forma indefinida por la inasistencia a reunión extraordinaria y de acuerdo a “sus usos y costumbres”, sanción drástica a quien organice nuevo sistema de agua potable (fs. 131). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO Los accionantes estiman que los demandados vulneraron sus derechos al agua, a la vida y a la alimentación; al haber destruido las cañerías de poli tubos que transportaban agua potable desde la matriz ubicado en Tuna Apa, a su comunidad Jusku Rumi, adicionalmente cavaron zanjas para el desvió de agua en propiedad privada; además, de amenazarles permanentemente con el corte de agua ante cualquier desobediencia a los dirigentes codemandados. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional INDICE La acción de amparo constitucional, prevista por el art. 128 de la CPE, se instituye por la Norma Suprema del ordenamiento jurídico boliviano, como una acción tutelar de defensa contra los actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley. El art. 129.I de la CPE, enfatiza que esta acción tutelar puede presentarse por la persona: “…que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados” (negrillas agregadas), de donde se establece que esta acción, por su carácter extraordinario, se rige por el principio de subsidiariedad, entendido como el agotamiento previo de los medios y recursos ordinarios de defensa, sean en la vía judicial o administrativa, a los efectos de que las lesiones denunciadas se reparen en la instancia donde se suscitaron los supuestos actos ilegales. De manera excepcional, puede prescindirse de la observancia de la subsidiariedad, o el agotamiento previo de las vías ordinarias, otorgando una tutela directa, con la finalidad de proteger un derecho fundamental, cuando por la tardanza pueda quedar desprotegido el derecho, ocasionando un daño irremediable o irreversible. Al respecto, el extinto Tribunal Constitucional, en la SC 1275/2010-R de 13 de septiembre, estableció lo siguiente: “En el caso analizado, la entidad demandada y el Tribunal de garantías, a su turno, alegaron que el accionante no habría agotado la vía establecida por ley para reclamar los hechos que considera como lesivos de sus derechos; situación que si bien es evidente, pues no se tiene constancia de que ésta haya acudido ante la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros, acorde a lo dispuesto por el art. 49 inc. g) de la LP, que establece como una de sus funciones el: 'Supervisar, inspeccionar y sancionar a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y otras entidades bajo su jurisdicción, de acuerdo a la presente ley y sus reglamentos', para que dicha entidad pudiera pronunciarse sobre sus peticiones y en su caso conminar a la entidad demandada a que efectivice el pago de la solicitud de pensión por muerte; dada la naturaleza de los derechos fundamentales alegados como vulnerados como ser la seguridad social y con ella los derechos a la vida y la salud, pues al rehuir a cumplir con el pago impetrado, se le habría privado de un ingreso mensual….”. III.2. La doctrina constitucional sobre tutela en medidas de hecho La SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, señaló: ´Este Tribunal Constitucional Plurinacional, ha verificado con preocupación que recurrentemente se ha activado la acción de amparo para denunciar: i) Avasallamientos u ocupaciones por medidas o vías de hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la propiedad, la perturbación o pérdida de la posesión o tenencia del INDICE bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica, etc.);y, iii) Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos que propician, con un solo hecho (vías de hecho) la repetición crónica de violaciones de una serie de derechos humanos de afectación directa e indirecta, conforme se analizará posteriormente y que ameritan un análisis estructural de este problema. En ese orden, corresponde analizar cuál es el significado y cuáles son las consecuencias jurídicas para el poder público y la convivencia social de los ciudadanos, así como el rol de la justicia constitucional frente a las acciones vinculadas a medidas o vías de hecho en el modelo de Estado Constitucional de derecho asumido por mandato del art. 1 de la CPE. (…) Este modelo, supone una profunda transformación en la concepción general de “Estado de derecho”, debido a que en esta última fórmula “Estado Constitucional de Derecho”: a) El poder público (órganos ejecutivo, legislativo, judicial y electoral); y, b) La convivencia social de los ciudadanos están sometidos a la Constitución a través del principio de constitucionalidad que viene a sustituir el principio de legalidad y, por ende, supone la proscripción de las acciones vinculadas a medidas de hecho o vías de hecho por el propio Estado o los particulares en cualesquiera de sus formas'. (…). De manera general, cuando los particulares o el Estado invocando supuesto ejercicio legítimo de sus derechos o intereses adoptan acciones vinculadas a medidas o vías de hecho en cualesquiera de sus formas: i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la propiedad, la pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia del bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii) Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que existen mecanismos legales y autoridades competentes en el orden constitucional para la solución de sus conflictos, excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del afectado, que se constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en acciones vinculadas a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas”. En ese marco, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, estableció: ' …cuando los particulares o el Estado invocando supuesto ejercicio legítimo de sus derechos o intereses adoptan acciones vinculadas a medidas o vías de hecho en cualesquiera de sus formas: i) Avasallamientos u ocupaciones por vías de hecho de predios urbanos o rurales privados o públicos con limitación arbitraria del derecho a la propiedad, la pérdida o perturbación de la posesión o la mera tenencia del bien inmueble; ii) Cortes de servicios públicos (agua, energía eléctrica); y, iii) Desalojos extrajudiciales de viviendas; entre otros supuestos, desconociendo que existen mecanismos legales y INDICE autoridades competentes en el orden constitucional para la solución de sus conflictos, excluyen el derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia del afectado, que se constituye en el primer derecho fundamental común vulnerado en acciones vinculadas a medidas de hecho en cualesquiera de sus formas´. (…). (…) el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia -sin pretender agotar todas las perspectivas de este derecho tan ampliamente concebido y desarrollado- contiene: 1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión, limitación, que dificulten el ejercicio de este derecho tanto por el Estado como por los particulares; 2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales o las autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos establecidos en la norma; y, 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende que se acude a un proceso para que se restablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no estará satisfecho. (…). Conforme entendió la SCP 0998/2012, el rol de la justicia constitucional, frente a la denuncia de acciones vinculadas a medidas o vías de hecho, tiene dos finalidades esenciales: “a) Evitar abusos contrarios al orden constitucional vigente; y, b) Evitar el ejercicio de la justicia por mano propia; en ese orden, a partir de estas dos finalidades y dentro del alcance de los presupuestos de activación de la acción de amparo constitucional como mecanismo idóneo para la eficacia tanto vertical [de los particulares frente al Estado] como horizontal [de los particulares frente a otros particulares] derechos fundamentales, las vías de hecho se definen como el acto o los actos cometidos por particulares o funcionarios públicos, contrarios a los postulados del Estado Constitucional de Derecho por su realización al margen y en prescindencia absoluta de los mecanismos institucionales vigentes para una administración de justicia, afectando así derechos fundamentales reconocidos por el Bloque de Constitucionalidad, por lo que al ser actos ilegales graves que atentan contra los pilares propios del Estado Constitucional de Derecho, de acuerdo al mandato inserto en el art. 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, la acción de amparo constitucional, es un medio idóneo para la tutela eficaz, pronta y oportuna de los derechos fundamentales lesionados como consecuencias de vías de hecho”. III.3. El derecho y acceso a los servicios básicos de agua potable El derecho al agua y el abastecimiento para todas las personas debe ser suficiente y continuo, las instituciones a cargo, sean de orden privado o público están en la INDICE obligación de suministrar permanentemente ese líquido elemento; ninguna excusa es valedera, para privar de agua a los seres con vida, sean personas, animales o plantas; el derecho al agua no solamente debe ser subjetivo, sino también objetivo en su provisión, por lo que todas las instalaciones y servicios de agua deben ser apropiados a la forma de vivencia de la sociedad, por lo que los servicios e instalaciones de acceso al agua deben ser asequibles para todos los hogares, pues ello está garantizado por la Norma Suprema. Al respecto, la SCP 0008/2013 de 3 de enero, señaló: “La Constitución Política del Estado, ha incorporado entre los derechos fundamentales varios derechos que deben ser protegidos de forma inmediata, así refleja la SC 1650/2011-R de 21 de octubre, cuyo contenido señala: “El art. 20 de la CPE, ha incorporado como derechos fundamentales el derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones, responsabilizando al Estado a su provisión a través de entidades públicas, mixtas, cooperativas o comunitarias, debiendo responder a los criterios de universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia, eficacia, tarifas equitativas y cobertura necesaria, con participación y control social. Además según establece el citado art. 20.III de la CPE, el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, es así que cualquier acto arbitrario que suspenda o interrumpa la provisión o uso del servicio de dichos servicios básicos, constituyen actos vulneratorios a derechos fundamentales, susceptibles de ser protegidos a través de las acciones tutelares que prevé la Ley Fundamental. En este sentido razonó este Tribunal a través de la SC 1898/2010-R de 25 de octubre, señalando que: 'El derecho de acceso al agua, alcantarillado y electricidad es uno de los derechos humanos inherentes a toda persona por el solo hecho de existir, reconocido por el art. 20. I y III de la CPE; por tanto, de rango constitucional, al estar previsto en el catálogo de derechos fundamentales; y que establece que toda persona tiene acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones, por lo que el corte arbitrario de los servicios constituye una violación a esos derechos fundamentales. (…) Con ese mismo razonamiento este Tribunal Constitucional a través de la SC 0071/2010-R de 3 de mayo, señaló que: 'El derecho al acceso a los servicios básicos de agua potable y electricidad está reconocido y consagrado como derecho fundamental por el art. 20.I de la CPE, dentro de los principios de universalidad y equidad; es decir que los servicios básicos como responsabilidad del Estado en todos los niveles de gobierno de manera directa o mediante contratos con empresas privadas como prevé el parágrafo II de la citada norma constitucional, no deben ser restringidos en el acceso por motivos o causas más allá de las previstas por las normas o procedimientos para tal efecto. INDICE En los casos en que la persona ya ha accedido a los servicios básicos si ha cumplido las obligaciones corresponde ejercer sus derechos, por tanto cuando una autoridad o un particular haciendo uso inadecuado del poder sin motivo alguno o apartándose de la norma y los procedimientos priva el uso a quien en su derecho ha accedido al mismo, sea la privación a través de determinados actos o por la fuerza, dicha acción se constituye en un acto arbitrario, ilegal o medida de hecho que indudablemente amerita la tutela directa e inmediata a fin de evitar el abuso de poder frente al usuario o titular del derecho, que al ser elemental y vital en los casos de la vivienda o morada familiar trasciende a otros derechos también fundamentales como ser a la vida, la salud y la dignidad, entre otros. Entendimiento que guarda relación con los principios, valores y fines del Estado boliviano establecidos por el art. 8.II de la CPE, como ser la igualdad, inclusión, dignidad, solidaridad, bienestar común, entre otros, para vivir bien; como también con la previsión legal del art. 1282.I del Código Civil (CC), que establece que: «Nadie puede hacerse justicia por sí mismo sin incurrir en las sanciones que la ley establece»'”. III.3. Análisis del caso concreto Los accionantes mediante su representante, denuncian que los codemandados, Cosme Gonzales Moya, Presidente de Aguas, Rene Valerio Rocabado Ontiveros, Vicepresidente, León Colque Rocabado, Dirigente de la OTB, Freddy Milton Ardaya San Martín, Presidente del Comité Cívico, Bernabé Espinoza Antezana y Pascual Olivera Camacho, representantes de base, todos de la comunidad Chilltupampa, localidad de Sipe Sipe, municipio de Quillacollo, habrían encabezado a ciento cincuenta personas aproximadamente, para destruir violentamente las cañerías de poli tubos que transportaban agua desde la matriz ubicada en Tuna Apa, hasta su comunidad Jusku Rumi; asimismo, cavando zanjas para el desvío de agua, amenazándoles permanentemente con el corte de agua ante cualquier desobediencia, vulnerando de este modo, sus derechos al agua, a la vida y a la alimentación. Los demandados en su defensa alegan, que aceptaron proveer agua a la población de Jusku Rumi cuando su población era escasa; sin embargo, por mandato de la asamblea se habría procedido al racionamiento, al existir escases del líquido elemento, negando la afiliación de nuevos socios de la referida zona; además, la población estaría molesta, porque a espaldas de Chilltupampa, se habría gestionado la provisión de agua potable de Tuna Apa, mediante el programa “Mi Agua”, situación que habría generado malestar y rechazo de las bases, por lo que en asamblea se habría determinado el corte de agua potable a la zona de Jusku Rumi, porque el sector ya gozaba de la provisión a través de dos sistemas: Tuna Apa y Parotani. Revisado el informe del investigador de la FELCC de Quillacollo, éste señala que verificó el corte de cañería de la matriz del sistema de agua de Chilltupampa y Jusku Rumi, hecho que habría sido perpetrado por comunarios de Chilltupampa a la cabeza INDICE de los demandados; del mismo modo, del muestrario fotográfico elaborado por la Policía Técnica Científica, sub División Fotografía Forense de Quillacollo, se observan tubos destrozados y personas realizando cortes, roturas, aplastamiento de las cañerías; asimismo, consta documento suscrito entre los comunarios de Jusku Rumi y propietarios de la vertiente, autorizando el uso del rebalse de agua; finalmente, existen dos memorándum de notificación suscrito por los demandados amenazando con el corte de agua de forma indefinida por la inasistencia a reunión extraordinaria y a quien promueva la captación de nuevo sistema de agua. De la revisión de los antecedentes descritos, se constata que se efectuó el corte del servicio de agua, la rotura de los poli tubos, el cavado de zanjas y las amenazas a las que habrían sido sometidos los accionantes, por los comunarios de Chilltupampa a la cabeza de los codemandados; consecuentemente, nos encontramos frente a medidas o vías de hecho, que ameritan la activación inmediata de la vía constitucional, aplicando la flexibilización del principio de subsidiariedad y de cualquier otro formalismo, conforme se desarrolló en los Fundamentos Jurídicos precedentes, al evidenciarse que se afecta de manera directa el derecho al agua, concurrente con los otros derechos invocados. Entonces, en aplicación de la justicia pronta, establecida en el art. 9 y 14 de la CPE, articulo último que se refiere a que el Estado garantiza a todas las personas el ejercicio de los derechos establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados internacionales, conforme dispone el art. 129 de la Norma Suprema, toda vez que, la jurisdicción constitucional tiene la finalidad de la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. Los accionantes por sí y por sus representados acreditaron las medidas de hecho, producidas por los demandados sin que exista motivo suficiente que justifique los actos denunciados, vulnerándose el derecho fundamental al acceso universal y equitativo al servicio básico de agua potable consagrado en el art. 20 de la CPE, siendo responsabilidad del Estado garantizar la provisión a través de entidades públicas, mixtas, cooperativas o comunitarias, como en el presente caso, debiendo responder a criterios de universalidad, responsabilidad, accesibilidad, continuidad, calidad, eficiencia, eficacia, tarifas equitativas y cobertura necesaria, con participación y control social; entonces, cualquier acto contrario o arbitrario que suspenda o interrumpa la provisión o uso del servicio de agua, constituye un acto vulneratorio a derechos fundamentales; pues el suministro de agua potable, al ser un servicio básico, no puede ser suspendido por los proveedores de ninguna manera, memos de modo discrecional o mediante justicia por mano propia, por lo que no se justifica que los demandados hubieran asumido actos de hecho, que atentan los derechos fundamentales de los accionantes, privándole del uso del agua, lo que también se atenta a otros derechos, que deben ser protegidos para cumplir con la finalidad de la Constitución Política del Estado, como es el vivir bien o el suma qamaña. INDICE Por lo expresado precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones y alcances de la acción de amparo constitucional; consecuentemente, el Juez de garantías al haber concedido la tutela, efectúo una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y una correcta aplicación de esta acción tutelar. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 7 de 19 de junio de 2013, cursante de fs. 145 a 149 vta., pronunciada por el Juez de Partido Liquidador y de Sentencia Penal de Quillacollo del Departamento de Cochabamba; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los términos dispuestos por el Juez de garantías y la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani MAGISTRADO Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1941/2012 Sucre, 12 de octubre de 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrada Relatora: Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2011-23255-47-AAC Cochabamba En revisión la Resoluciónde 9 de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Epifanía Ferrel García, Renato Arias Sajama, Esperanza García de Parra, Julia Muñoz de Villarroel, Fortunata Via Vera, Rieny Fernández Vía, Celso Requiz Paredes, Judith Maida de Gallegos, Cinthia Merci Vásquez Torrico, Lucio Gutiérrez Quinteros y Martha Vásquez Sanabria Vda. De Vidal contra Agapito, Secretario General, Sergio, Secretario de Relaciones y Paulino, Corregidor, todos García Saldaña, del Sindicato Agrario Laimiña. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Mediante memorial presentado el 26 de enero de 2011, cursante de fs. 28 a 32, los accionantes expresaron lo siguiente: I.1.1. Hechos que motivan la acción Desde el mes de abril de 2009, los comunarios de La Maica y Laimiña, ante la sequía que azotaba a todos los agricultores que se dedicaban a la producción, compraron un terreno de 258.- m², para que en ese lugar se realice la perforación de un pozo de agua para riego y consumo; los socios de la “Asociación de Regantes del pozo 15 de octubre” y los dirigentes de ese entonces, perforaron el pozo que contaba con excelente caudal, una vez concluido el mismo, aparecieron tres ciudadanos que llegaron de Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) que responden a los nombres de Agapito, Sergio y Paulino, todos García Saldaña ahora demandados-, en una actitud soberbia, prepotente y discriminadora, tomaron la institución manifestando que se estaba manejando mal y que ellos se iban a hacer cargo y administrarían como en EE.UU., buscando créditos económicos para hacer obras con las ganancias, expulsandoa los accionantes de forma abusiva, dictatorial y sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia servidumbral, por lo que los accionantes recurrieron a la Alcaldía Autónoma Municipal de San Benito, quienes realizaron una inspección, acudiendo posteriormente al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador, los cuales no les hicieron caso; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional de Lucha Contra la Corrupción, sin obtener resultado alguno, por lo quevolvieron a recurrirante elSecretario General del Sindicato INDICE Agrario Laimiña; asimismo, le hicieron llegar una notificación notariada al dirigente Agapito García Saldaña, solicitando la reconsideración de la decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechosa la vida, al trabajo, al medio ambiente, al agua y a la alimentación, citando al efecto los arts. 16.I, 18.I, 20.III y 373.I de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita, que se admita y declare “procedente” la tutela solicitada, disponiendo; a) La restitución de los accionantes a la “Asociación de riegos del pozo 15 de octubre Laimiña”, con todos los derechos y beneficios de acceso al agua para riego; b) La reposición de la acequia servidumbral que fue tapada maliciosamente; y, c) La imposición de costas, daños y perjuicios. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 9 de febrero de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 72 a 74 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción El abogado de los accionantes en audiencia se ratificó in extenso en los términos expuestos en el memorial de interposición de esta acción, ampliándola en los siguientes términos; Los accionantes fueron expulsados privándoles del agua y tapándoles la acequia servidumbral por donde llevaban el líquido elemento para regar las parcelas de huertas de duraznos y plantaciones de alfalfa. I.2.2. Informe de los demandados Los demandados mediante sus abogados presentaron informe oral en audiencia bajo los siguientes fundamentos: 1) El abogado de los accionantes ha señalado que se habría vulnerado el debido proceso, que no se les habría procesado a éstospara no acceder al agua, corresponde aclarar que la ampliaciónque se puede hacer en audiencia de amparo, según la Ley del Tribunal Constitucional, es solo en cuanto hace a los argumentos, no así por otros derechos que no se han enunciado en la demanda, en este caso no corresponde tratar el tema de que se habría vulnerado el debido proceso, más aún cuando ni siquiera se ha acompañado algún estatuto o norma; y, 2) El libro que se acompaña es de la “Asociación de Riego”, no es del “Sindicato Laimiña”, en el acta de fs. 11, punto dos, los miembros reunidos en asamblea han dispuesto por mayoría de los socios, cortar su turno de agua a las personas que no son de la jurisdicción de Laimiña, esto significa, que los ahora demandados han INDICE cumplido esa determinación de la propia “Asociación de Riego de agua”; el directorio está conformado por nueve integrantes y solo se demando a tres, por lo que no se cumplió con lo establecido en la “SC 0711/2011-R” que obliga a plantear la acción contra todos los que asumieron la decisión. I.2.3. Resolución El Juez Segundo de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Punata del Distrito Judicial -ahora departamento- de Cochabamba, constituido en Juez de garantías mediante Resolución de 9 de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta., concedió en parte la acción de amparo constitucional, declarando procedente la acción de amparo constitucional interpuesta, respecto al derecho fundamental al agua y a la vida y denegando la tutela con relación al derecho al trabajo y la restitución de los accionantes a la “Asociación de Riegos Pozo 15 de octubre Laimiña”. En base a los siguientes fundamentos: i) La conducta de los socios no tomó en cuenta que el agua potable al ser un servicio esencial sólo puede ser suspendido por los proveedores cuando concurran los casos previstos por ley, pero en ningún momento puede ser cortado por decisión de los dirigentes o reunión de comunarios ya que ello constituye un acto arbitrario e ilegal que atenta al derecho a la salud; ii) El tema de fondo que suscita el conflicto que nos ocupa, es analizar la manera en que afecta la conformación de la “Asociación de Riego 15 de octubre”, sobre la propiedad real de los fundos agrarios por donde pasa la acequia del pozo 15 de octubre, para llegar a los sembradíos de los comunitarios de La Maica, por lo mismo corresponde que tal situación se sustancie y dilucide en un proceso de conocimiento de la autoridad jurisdiccional llamada por ley que es el Juez Agrario en base a las competencia otorgadas por la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria y Ley de Reconducción Comunitaria; y, iii) Se concluye que debe otorgarse tutela jurídica al derecho al agua porque el líquido elemento es primordial para la vida misma, y es de inminente consideración; sin embargo, otros derechos laborales civiles o reales deberán considerarse en la vía jurisdiccional ordinaria o agraria. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la disposición transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de plazo. II.CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones: INDICE II.1. Por libro de actas de la comunidad de Laimiña, se evidencia la conformación de la mesa directiva de un pozo de riego, denominado “15 de octubre” el 17 de octubre de 2008; posteriormente, el 15 de octubre de 2009, cursa la renovación de la misma, quedando conformada de la siguiente manera: Presidente, Juan Saldaña, Vicepresidente, Jhonny Pinaya; Secretario de Actas, Renato Arias; Secretario de Hacienda, Elsa Sarabia; Vocal Norte, Prima Claros; Vocal Sur, Gregorio Balderrama, asimismo, el 23 de octubre de 2009, en el punto dos, dispusieron por mayoría de los socios cortar su turno de agua a las personas afectadas que no son de la jurisdicción de Laimiña, por problemas con la comunidad (fs. 1). II.2. Mediante libro de actas de la Comunidad Laimiña, se evidencia que el 13 de febrero de 2008, llevó a cabo una reunión ordinaria con el objetivo de complementar su mesa directiva; posteriormente, el 11 de noviembre de 2010, (del libro de actas) se renovó la mesa directiva de la comunidad, quedando conformada de la siguiente manera, Presidente, Agapito García Saldaña; Vicepresidente, Virgilio Sánchez; Secretaria de Hacienda, Lidia Guzmán; Corregidor, Sergio García; Secretario de Actas, Edwin Castillo; Secretario de Deportes, Jesús Rios; Secretario de Vialidad, Walter Torrico; Vocal, Primitiva Sarabia; Vocal, Nelly García(fs. 2). II.3. A través de la nota H.A.M.S.B. 445/2009 de 3 de agosto, Norberto Numbela Pereyra, Intendente de la Alcaldía Municipal de San Benito, informó respecto al pozo “15 de octubre”, manifestado que el 30 de julio de 2009, la comunidad de Laimiña tapó el canal de riego que cavaron los comunarios de la misma población, habiendo roto las tuberías, por lo que se ocasionó un conflicto de intereses entre las comunidades de La Maica y Laimiña, debido a que existe algunas personas de la Comunidad La Maica, que se benefician con el pozo de agua, de lo cual dirigentes de Laimiña no están de acuerdo, motivo por el que taparon dicho pozo (fs. 5). II.4. Por informe del Sub Prefecto de la provincia Punata del departamento de Cochabamba, manifiesta, que el 15 de diciembre de 2009, se hizo presente en la comunidad de Laimiña, a lo que Agapito García Saldaña junto con su comitiva de forma prepotente no permitió que los comunarios de La Maica que son socios activos, lleven agua del pozo de riego denominado “15 de octubre” (fs. 6 a 7). II.5. Mediante nota de 27 de diciembre de 2009, 12 de febrero y 15 de abril de 2010, Lucio Gutiérrez Quinteros, Julia Muñoz de Villarroel y Renato Arias Sajama, presentaron a Agapito García Saldaña, Presidente del Sindicato Agrario Laimiña, su solicitud de reconsideración a la medida que adoptaron contra ellos, ya que desconocen los motivos, de la cual no recibieron respuesta alguna (fs. 9 a 11). II.6. A través de nota de 8 de noviembre de 2010, Lucio Gutiérrez Quinteros, Julia Muñoz de Villarroel y Renato Arias Sajama, imploraron solicitud de reconsideración de acceso al agua a Agapito García Saldaña (fs. 15). INDICE III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechos a la vida, al trabajo, al medio ambiente, al agua y a la alimentación; toda vez que, los demandados, en una actitud soberbia, prepotente y discriminadora, expulsaron a los accionantes del sindicato “15 de octubre “ sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia servidumbral; por lo que, recurrieron a la Alcaldía Municipal de San Benito, quienes realizaron una inspección y elaboraron un informe sin dar una solución, por lo que los accionantes acudiendo al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador, los demandados no les hicieron caso; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional de Lucha contra la Corrupción, sin obtener resultados, volviendo a recurrir al Secretario General del Sindicato Agrario Laimiña, haciéndole llegar una notificación notariada al dirigente Agapito García Saldaña solicitando la reconsideración de la decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1.La acción de amparo constitucional y la excepción al carácter subsidiario El Tribunal Constitucional Plurinacional en cuanto a la acción de amparo constitucional y la excepción al carácter subsidiario emitió la SCP 0251/2012 de 29 de mayo, que estableció la siguiente jurisprudencia: “La acción de amparo constitucional esta prevista por el art. 128 de la CPE, misma que establece: 'La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley'. A su vez, el art. 129.I de la CPE, refiere que esta acción tutelar '…se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata…'. De acuerdo a lo mencionado, la acción de amparo constitucional se configura como una garantía jurisdiccional extraordinaria, que hace posible la materialización de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política del Estado y las leyes, cuando éstos sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción y supresión por parte de particulares o funcionarios públicos y siempre que no hubiere otro medio o recurso legal para su protección; es decir, que la presente acción se activa cuando no existen otros medios o vías idóneas para otorgar la tutela solicitada. Lo que denota su carácter subsidiario, empero la SC 0413/2011-R de 14 de abril, haciendo referencia a la SC 0832/2005- R de 25 de julio, sobre los supuestos excepcionales, en los que el amparo entra a tutelar de manera directa e inmediata, prescindiendo INDICE inclusive de su carácter subsidiario, indico: '…Dentro de esos supuestos excepcionales, en los que el amparo entre a tutelar de manera directa e inmediata, prescindiendo inclusive de su carácter subsidiario, está la tutela contra acciones o medidas de hecho cometidas por autoridades públicas o por particulares, entendidas éstas como los actos ilegales arbitrarios que desconocen y prescinden de las instancias legales y procedimientos que el ordenamiento jurídico brinda, realizando justicia directa, con abuso de poder que detentan frente al agraviado, actos que resultan ilegítimos por no tener respaldo legal alguno y que por el daño ocasionado y la gravedad de los mismos, merecen la tutela inmediata que brinda el amparo por vulnerar derechos fundamentales…'. Asimismo, el referido fallo ha reiterado las reglas a ser observadas cuando se denuncian medidas de hecho, las mismas que han sido definidas en cuanto a su alcance y requisitos para su consideración por la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, señalando lo siguiente: '1) Debe existir una debida fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está frente a un medida de hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se encuentre ante una situación de desprotección o desventaja frente al demandado, o agresor, sea autoridad, funcionario o particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los medios o acción (…); 2) Necesariamente se debe estar ante un inminente daño irreversible o irreparable, ya sea agravando la lesión ya consumada, o que ello provoque la amenaza de restricción o supresión a otros derechos fundamentales. Situaciones que deben ser fundamentadas y acreditadas; 3) El o los derechos cuya tutela se pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir, no se puede invocar derechos controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro ésta, a la naturaleza de los mismos; 4) En los casos en que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde ingresar…'. De lo referido precedentemente, se infiere la existencia de reglas a ser observadas cuando se denuncian medidas de hecho; empero el Tribunal Constitucional también ha establecido que estas pueden ser flexibilizadas ante la vulneración del derecho al agua, así la SC 0559/2010-R de 12 de julio, ha establecido: 'En ese sentido y merced a que según el art. 13.I de la CPE, los derechos son progresivos, siendo deber del Estado promoverlos, protegerlos y respetarlos; resulta menester flexibilizar los requisitos para considerar la situación como medida de hecho contenidos en la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, cuando se produzca una amenaza, afectación o restricción al derecho al agua, pues en este caso y por su vinculación con el derecho a la vida, a la salud y la dignidad humana, es evidente que la lesión que atañe su afectación se constituye en daño inminente e irreparable, por lo que a efectos de viabilizar su tutela sólo se requiere que el afectado acredite objetivamente el acto lesivo a producirse o que fuere consumando y que el mismo se produce a través del ejercicio de una medida de hecho, salvando los casos en los cuales se pueda hacer abstracción de dicho requisito cuando por los datos y pruebas que cursan en obrados se evidencie dicha afectación; en lo demás casos se deberá dar estricto INDICE cumplimiento a los requisitos contenidos en la SC 0148/2010-R antes citada”' (las negrillas nos corresponden). III.2. Sobre el derecho a la vida y a la salud En la referida sentencia precedentemente citada en el Fundamento Jurídico III.2.1 se estableció la siguiente jurisprudencia referida al derecho a la vida y a la salud:“La Constitución Política del Estado en su art. 15.I consagra el derecho a la vida, dentro de los derechos fundamentales, señalando que: 'Toda persona tiene derecho a la vida…'. La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su art. 3 establece: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. La jurisprudencia constitucional, sobre el alcance de este derecho primigenio, a través de la SC 0653/2010-R de 19 de julio, la misma que alude a la SC 1294/2004-R de 12 de agosto, ha dejado entendido que el derecho a la vida es: '…el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida de hacer cosa alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos derechos, debiendo crear las condiciones indispensables para que tengan cabal observación y pleno cumplimiento'. Por otro lado, la doctrina señala 'que el valor o bien jurídico protegido por el derecho a la vida, es el carácter igualmente valioso de toda vida humana o, si se prefiere, la convicción de que toda vida humana es digna de ser vivida. El derecho a la vida constituye el soporte físico de todos los demás derechos fundamentales y, por su obvia conexión con la idea de dignidad de la persona, es incuestionable que su titularidad corresponde a todos los seres humanos cualquiera que sea su nacionalidad. En cuanto derecho subjetivo, el derecho a la vida presenta una peculiaridad: toda violación del mismo tiene, por definición, carácter irreversible porque implica la desaparición del titular del derecho. Por ello, el derecho a la vida se traduce en la imposición de ciertos deberes al Estado, entendido en su sentido amplio de conjunto de los poderes públicos: el deber de no lesionar por sí mismo la vida humana y el deber de proteger efectivamente la vida humana frente a agresiones de los particulares'. Por otra parte en cuanto al derecho a la salud el art. 18.I de la CPE, ha dispuesto que 'Todas la personas tienen derecho a la salud', asimismo la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional a través de la SC 0653/2010-R, reiterando lo señalado por la SC 0026/2003-R ha expresado: 'es el derecho en virtud del cual la persona humana y los grupos sociales -especialmente la familia-como titulares del mismo, pueden exigir de los órganos del Estado, en cuanto sujetos pasivos, que establezcan las condiciones INDICE adecuadas para que aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico, mental y social y garanticen el mantenimiento de estas condiciones. El derecho a la salud no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad sino el derecho a una existencia con calidad de vida. Entendimiento que en el actual orden constitucional encuentra mayor eficacia puesto que la salud es un valor y fin del Estado Plurinacional, un valor en cuanto el bienestar común, respetando o resguardando la salud, conlleva al vivir bien, como previene el art. 8.II de la CPE; pero también es un fin del Estado, tal cual lo establece el art. 9.5 de la referida norma suprema, al señalar que son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la ley «Garantizar el acceso de las personas a la educación, a la salud y el trabajo»'” (las negrillas nos corresponden). III.3. El derecho al agua, su reconocimiento supra legal y su vinculatoriedad con los derechos antes señalados Asimismo, la Sentencia Constitucional antes referida en cuanto al derecho al agua, estableció la siguiente jurisprudencia:“La Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de febrero del 2009, a partir de su preámbulo muestra la preeminencia de este derecho fundamental cuando menciona: 'Un estado basado en el respeto e igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien; respecto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos'. Asimismo el art. 16.I de la CPE dispone que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación', el art. 20.I de la CPE y establece: 'Toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones. El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros conforme a ley'. De igual forma vincula el derecho al agua con el derecho a la vida, instituyendo por lo tanto una estricta conexitud entre el líquido elemento y la vida misma puesto que por disposición del art. 373.I de la CPE se tiene 'El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad', el art. 374.I señala que: 'El Estado protegerá y garantizará el uso prioritario del agua para la vida. Es deber del Estado gestionar, regular, proteger y planificar el uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos, con participación social, garantizando el acceso al agua a todos sus habitantes. La ley establecerá las condiciones y limitaciones de todos los usos'. INDICE La SC 0156/ 2010-R de 17 de mayo, respecto del derecho al agua afirmó que: 'El agua es un recurso vital, del cual depende el ejercicio de otros derechos fundamentales, como son la vida y la salud, forma parte integrante de los derechos humanos oficialmente reconocidos en los instrumentos internacionales, es un bien común universal, patrimonio vital, derecho básico, individual, indivisible, imprescriptible y colectivamente inalienable, que cada persona requiere para su uso personal y domestico y al que pueda acceder por un precio adecuado y razonable. Cada persona tiene el derecho a un sistema de agua que funcione, los sistemas de agua se deben organizar y manejar para garantizar su acceso continuo. En noviembre del 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC), de las Naciones Unidas; marcó un hito en la historia de los derechos humanos, al reconocer (en la Observación General 15 el cumplimiento de los artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales- ratificado por Bolivia mediante Decreto Supremo 18950 de 17 de mayo de 1982), de manera explícita el acceso al agua como un derecho humano fundamental. Este Comité estableció que: «…el derecho humano al agua es indispensable para llevar una vida en dignidad humana» y que es «un prerrequisito para la realización de otros derechos humanos». (…) La Corte Constitucional de Colombia mediante Sentencia T-270/07 citada por la SC 0156/2010 de 17 de mayo, reconoce la preeminencia de este derecho fundamental cuando refiere: “El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos'. La SC 0122/2011-R de 21 de febrero ha establecido que: “el sujeto pasivo del derecho al agua seria el Estado; empero, en merito a la eficacia horizontal de los derechos, los particulares, como personas físicas o colectivas, también pueden lesionar este derecho y constituirse en sujetos pasivos. Que así lo ha reconocido la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva 18/03 de 17 de septiembre de 2003, la misma que ha señalado: '…De la obligación positiva de asegurar la efectividad de los derechos humanos protegidos, que existe en cabeza de los Estados, se derivan efectos en relación con terceros (erga omnes). Dicha obligación ha sido desarrollada por la doctrina jurídica y, particularmente, por la teoría del drittwirkung, según la cual los derechos fundamentales deben ser respetados tanto por los poderes públicos como por los particulares en relación con otros particulares (…) La obligación impuesta por el respeto y garantía de los derechos humanos frente a terceros se basa también en que los Estados son los que determinan su ordenamiento jurídico, el cual regula las relaciones entre particulares y, por lo tanto, el derecho privado, por lo que deben también velar para que en esas relaciones privadas entre terceros se respeten los derechos humanos, ya que de lo contrario el Estado puede INDICE resultar responsable de la violación de esos derechos'” (las negrillas nos corresponden). De lo mencionado se infiere, los particulares, también pueden lesionar el derecho fundamental al agua por lo que los mismos, con medidas de hecho o justicia por mano propia no pueden privar de este derecho, más aun cuando el mismo se constituye en un derecho básico, individual, indivisible, común, universal, imprescriptible e inalienable, que cada persona requiere para el uso personal y domestico, además del mismo depende el ejercicio de otros derechos fundamentales, como la vida y la salud. III.4. El derecho al agua como derecho fundamental y fundamentalísimo en la Constitución Política del Estado y el bloque de constitucionalidad La SCP 0176/2012 de 14 de mayo, con referencia al derecho al agua como derecho fundamental en la Constitución Política del Estado, a establecido la siguiente línea jurisprudencial:“A diferencia de lo que ocurría con la Constitución Política abrogada, la importancia que le otorga la Ley Fundamental vigente al agua, se visualiza desde el preámbulo, cuando por una parte establece que la búsqueda del vivir bien implica el acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos, basados en los principios de respeto e igualdad entre todos, soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad. Asimismo, cuando advierte, que el pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, construye el nuevo modelo de Estado, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio. De ello se desprende, la importancia y la evidente complejidad que representa el tema del agua en la Constitución Política del Estado, su reconocimiento como derecho fundamental y los mecanismos de protección diseñados por ella para su protección y salvaguarda, conforme se analizará más adelante. En este sentido la SCP 0052/2012 de 5 de abril, señala que: 'El derecho al agua tiene una doble dimensión constitucional, tanto como un derecho individual fundamental como un derecho colectivo comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y protección no debe responder a una visión antropocentrista y excluyente; en este sentido por la naturaleza de este derecho en su ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o suprimido mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una colectividad diferente- ni tampoco por persona particular'. INDICE Bajo esas premisas, corresponde señalar que el derecho al agua, es reconocido por la Constitución Política del Estado como un derecho fundamental y fundamentalísimo, pero ese reconocimiento y estatus que otorga la Norma Fundamental se lo realiza en diferentes dimensiones y contextos, a saber: El derecho fundamental de acceso al agua potable como derecho subjetivo o colectivo El derecho fundamental al agua se constituye en un derecho autónomo que vinculado al derecho de acceso a los servicios básicos, permite la configuración del derecho de acceso al agua potable (preámbulo y art. 20.I y III de la CPE), que puede vincularse o relacionarse de acuerdo al caso concreto por el principio de interdependencia (art. 13.I de la CPE) al derecho a la salud, a la vivienda, a una alimentación adecuados, entre otros derechos individuales que tengan que ver con un nivel de vida adecuado y digno, lo que la Constitución denomina el 'vivir bien' como finalidad del Estado (preámbulo y art. 8.II de la CPE), o lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos llama el derecho al acceso a una existencia digna. Lo referido puede deducirse de la globalidad del texto constitucional y guarda relación con algunos instrumentos internacionales sobre derechos humanos que al tenor del art. 410.II de la CPE, integra el bloque de constitucionalidad, esto es: Por una parte cuando en el Capítulo Segundo, Título Segundo de la Primera Parte de las Bases Fundamentales del Estado, referido a los Derechos Fundamentales, el art. 16.I reconoce que: 'Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación'. A su vez, el art. 20 de la CPE dispone: 'I. Toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas domiciliario, postal y telecomunicaciones” y su parágrafo III establece: “El acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos, no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros, conforme a ley'. En este contexto, debe diferenciarse sobre las vías de protección del derecho al agua potable, así: 1) Cuando se busca la protección del derecho al agua potable como derecho subjetivo y por tanto depende del titular o titulares individualmente considerados su correspondiente exigibilidad; en estos casos, la tutela debe efectuarse necesariamente a través de la acción de amparo constitucional, así la SC 0014/2007R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua INDICE por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras. 2) Otro supuesto, podría darse cuando se busca la protección del derecho al agua potable en su dimensión colectiva, es decir, para una población o colectividad, en cuyo caso se activa la acción popular, este supuesto se sustenta en razón a que el agua y los servicios básicos de agua potable (art. 20.I de la CPE), deben ser accesibles a todos, con mayor razón a los sectores más vulnerables, marginados y desprotegidos de la población, sin discriminación alguna (art. 14.II de la CPE), como por ejemplo las poblaciones rurales, campesinas y zonas de naciones y pueblos indígena originario campesinos. En este ámbito, puede protegerse a las colectividades de la discriminación en el acceso al agua potable en su dimensión colectiva. Por discriminación se entiende toda distinción, exclusión o restricción hecha en razón de características específicas de la persona, como la raza, la religión, la edad o el sexo, y que tiene por efecto o finalidad menoscabar o anular el reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales (art. 14.II de la CPE). La discriminación en el acceso al agua potable puede ser a través de políticas públicas o medidas y actos discriminatorios excluyentes. Derecho fundamentalísimo al agua como derecho difuso De nuestro texto constitucional puede extraerse la denominada 'Constitución Ecológica', entendida como el conjunto de postulados, principios y normas constitucionales en materia ecológica que permiten entre otros el uso racional de los recursos naturales renovables y no renovables, para preservar la vida no únicamente del ser humano sino del resto de los animales, plantas y otras formas de vida que conforman los diferentes ecosistemas cuyo análisis supera el antropocentrismo que estableció al ser humano como la medida de las cosas y la considera como una especie más de entre las otras, no más importante sino complementario al resto de seres vivos, la tierra y lo que se encuentre adherido a ella y permite resolver las causas sometidas a éste Tribunal en base al principio pro natura justamente porque dicha tutela a la larga no sólo busca proteger al ser humano concreto sino el derecho de existir de futuras generaciones. Dicha protección y el nuevo enfoque en el análisis referido deviene incluso desde el primer párrafo del preámbulo contenido en el texto constitucional que dice: 'En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas' de donde se extrae no solo un sentimiento de orgullo del legislador constituyente de la naturaleza que nos rodea sino de protección a aquello que nos enorgullece. Así en otro contexto, el art. 373 de la CPE, establece que: INDICE 'I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad II. Los recursos hídricos en todos sus estados, superficiales y subterráneos, constituyen recursos finitos, vulnerables, estratégicos y cumplen una función social, cultural y ambiental. Estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas y tanto ellos como sus servicios no serán concesionados y están sujetos a un régimen de licencias, registros y autorizaciones conforme a Ley'. De lo anterior puede extraerse que el derecho al agua como derecho fundamentalísimo extralimita el interés de una persona o colectividad, que por su naturaleza de bien escaso es decir limitado es de interés de la humanidad entera. Por lo expuesto, el derecho fundamentalísimo al agua como derecho autónomo está íntimamente relacionado al derecho al medio ambiente, saludable, protegido y equilibrado (preámbulo y art. 33 de la CPE), en razón a que la protección de este último derecho, implica a su vez, la protección, conservación, preservación, restauración, uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos (arts. 373 y ss. de la CPE), así como de los ecosistemas asociados a ellos, sujetos a los principios de soberanía, solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad (art. 373.I in fine de la CPE), y al configurarse como derecho difuso se tutela mediante la acción popular, así el art. 34 de la CPE, establece que: 'Cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de oficio frente a los atentados contra el medio ambiente'; por lo que, en este contexto para activar la acción popular no se requiere formar o integrar un colectivo específico conforme se determinó en la SC 1018/2011-R de 22 de junio” (las negrillas nos corresponden). III.5. Análisis del caso concreto De la revisión de los antecedentes adjuntos a la presente acción, se constató que los accionantes, conjuntamente con las comunidades de Laimiña y La Maica, compraron un terreno de 258.- m² para la perforación de un pozo de agua, para riego de sus huertas y su consumo, conformando una Asociación denominada Regantes del Pozo “15 de octubre”, una vez concluido el mismo, aparecieron los demandados, con una actitud soberbia, abusiva, prepotente y discriminadora, tomaron la institución, expulsando a los accionantes sin motivo alguno, privándoles del agua para riego y consumo, tapando su acequia, por lo que, recurrieron a la Alcaldía Municipal de San Benito, quienes realizaron una inspección y emitieron un informe; luego acudieron al Concejo Municipal, ante el Sub Prefecto y el Coordinador,los cuales no les hicieron caso; al no encontrar solución, recurrieron al Ministerio de Transparencia Institucional INDICE de Lucha contra la Corrupción, sin obtener resultados, por lo que, volvieron a recurrir al Secretario General del Sindicato Agrario Laimiña, solicitando la reconsideración de la decisión asumida, de la cual no obtuvieron respuesta. De lo precedentemente referido, se establece que los demandados de forma prepotente, abusivay amenazante, cortaron el agua y la acequia que servía a los accionantes, para riego de sus huertas y consumo humano de ellos y sus familias; por lo anterior se determina que tales actos son considerados como medidas de hecho; toda vez que, se está ante una justicia por mano propiao sea, se debe abstraer la aplicación del principio de subsidiariedad, es decir, que no es necesario el agotamiento de otras vías, más cuando se trata de un derecho primordial como es el del agua, tal cual, se estableció en el FundamentoJurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, pese a que en el caso en análisis, sí se hicieron uso de los recursos sin obtener respuesta positiva;asimismo, es necesario referirnos a la legitimación pasiva argumentada por los demandados que si bien la decisión surgió de una asamblea en la que se manifiesta la presencia de veinticuatro afiliados presentes, no se evidencia la firma de los mismos, tampoco “no existe un orden del día” en el acta en el que establezca como un punto, el control de asistencia ni la decisión asumida, situación que genera dudas, sobre quienes asumieron tal decisión; por otro lado, si bien en el acta figuran las firmas de algunos de los miembros de la directiva, de la relación de los hechos se advierte que quienes cometieron las medidas de hecho son los demandados; es decir, quienes cortaron la sequia y por consiguiente el acceso al agua, fueron los mismos, tal cual ellos refieren en el informe oral presentado en audiencia por su abogado, al mencionar que cumplieron con lo que las bases decidieron. En cuanto a la problemática planteada se advierte que el conflicto es a raíz de la existencia de pobladores de dos comunidades, Laimiña y La Maica, la primera conformó una Asociación de Pozo de Riego denominada “15 de octubre” de la cual muchos de los accionantes son socios, y que por algún problema entre ambas comunidades se tomo la decisión de cortar el abastecimiento de agua a la comunidad de La Maica de la que son parte los accionantes, situación que conforme se estableció en el FundamentoJurídico III.2 de esta Sentencia no es admisible desde ningún punto de vista, toda vez que, se trata de un elemento vital para la vida y queconstituye el soporte físico de todos los demás derechos fundamentales; por lo tanto, es inadmisible su privación e incuestionable, ya que su titularidad corresponde a todos los seres humanos cualquierasea su condición, toda violación del mismo tiene, por definición, carácter irreversible porque implica la desaparición del titular del derecho; por ello, el derecho a la vida se traduce en la imposición de ciertos deberes al Estado;de igual manera, se encuentra estrechamente ligado con el derecho a la salud lo cual no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad, sino el derecho a una existencia con calidad de vida y que se la obtiene con el acceso a la salud y primordialmente al agua, que es un valor en cuanto el bienestar común. INDICE Asimismo, la Constitución Política del Estado, establece que el acceso al agua y alcantarillado constituyen derechos humanos y que los mismos no son objeto de concesión ni privatización y están sujetos a régimen de licencias y registros conforme a ley, tal cual lo estableció la jurisprudencia desarrollada en elFundamentoJurídico III.3, por lo que, al haber cortado los demandados, la acequia y por consiguiente, el suministro de este elemento vital para la vida y la existencia de los accionantes, intentando privatizar el pozo y lucrar sobre el mismo, se está ante una vulneración del derecho al agua,la misma que puede ser restituida mediante esta acción de amparo constitucional, así como también mediante la acción popular, dependiendo de cómo esté considerado el derecho, subjetivo o colectivo. La SCP 0176/2012, desarrollada en el Fundamento Jurídico III.4, realizó una diferenciación al respecto, estableciendo los derechos subjetivos son los efectuados por: “…SC 0014/2007-R de 11 de enero (corte de agua potable por sindicato campesino con el argumento de que no participó en las labores de la comunidad), SC 0562/2007-R de 5 de julio (corte de agua por propietario, con el argumento de que su inquilino no pago el alquiler), SC 0470/2003-R de 9 de abril (corte de agua por decisión de cabildo abierto para presionar a suscribir acuerdos) y SC 0797/2007-R de 2 de octubre (corte de agua por empresas de servicios proveedoras como mecanismo de presión), entre muchas otras. Las mismas que deberán ser tutelados mediante la acción de amparo constitucional. Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al haber concedido en parte la tutela solicitada, efectuó una parcial compulsa de los antecedentes procesales y de las normas aplicables al caso. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: 1º CONFIRMAR la Resolución de 9 de febrero de 2011, cursante de fs. 75 a 77 vta., pronunciada por el Juez Segundo de Partido Mixto y de Sentencia Penal de Punata del Distrito Judicial -ahora departamento- de Cochabamba, en consecuencia CONCEDER la tutela en cuanto al derecho al agua y a la vida disponiendo la reposición de la acequia “servidumbral” que fue tapada y; 2º DENEGAR en cuanto a la restitución de los accionantes a la Asociación de riegos del pozo “15 de octubre” Laimiña y la imposición de costas, daños y perjuicios. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez INDICE MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1386/2012 Sucre, 19 de septiembre 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2010-22782-46-AAC Pando En revisión la Resolución de 15 de octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Zulema Florían Paz contra Fritz Fernández Gálvez, Winston Gálvez Herrera, Presidente y Secretario de Tierra y Territorio de la Comunidad Campesina de Mudken, respectivamente; y Heriberto Larrea García, Director Departamental a.i. de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierra (ABT). I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda En el memorial presentado el 7 de octubre de 2010 cursante de fs. 11 a 13 vta., la accionante manifestó que: I.1.1. Hechos que motivan la acción Es comunaria campesina de la comunidad Mukden, ubicada en la provincia Nicolás Suarez del departamento de Pando, habiendo obtenido esta calidad, cuando adquirió la parcela denominada “Buen Futuro” (sic), el 10 de febrero de 2007, de su anterior propietario Dionicio Ruiz Cabrera, estando establecida dicha calidad en acta de la comunidad donde fue aceptada como parte de la misma. Manifestó, que a partir de ese momento vive en ese lugar, teniendo delimitado su terreno y sin problemas con los vecinos circundantes. Sin embargo, indicó, que “en el mes de junio del presente año” (sic), gente extraña ingresó a su propiedad marcando árboles, entre estos castaños, razón por la cual habría procedido a reclamarles, manifestándole estas personas que estarían procediendo a hacer un trabajo de campo, para sacar un plan de manejo de aprovechamiento de madera, sorprendiéndola con esta respuesta, pues ésta no tendría interés en la venta de la misma, por cuanto sus principal actividad sería de extracción de castaña. Ante esta situación, planteó sus reclamos al dirigente de la comunidad ahora demandado, quien le señaló que la persona llamada a resolver este problema sería el secretario de tierra y territorio de la comunidad, también ahora demandado, empero los trabajos no pararon por INDICE parte de la Empresa “Abaroa” quienes seguían “rumbeando la madera” (sic), ante sus reclamos sufrió amenazas de ambos demandados en el sentido de ser alejada de la comunidad quitándole su propiedad. Por lo que estos dirigentes se estarían enriqueciendo, con lo que por derecho le corresponde y que ese enriquecimiento no sería a favor de la comunidad, sino a favor de estos. Indicó, que cuando ingresó la maquinaria para la extracción de la madera, se enteró que los vendedores así como la empresa antes mencionada, obtuvieron un plan de manejo forestal en sus terrenos, sin su permiso, razón por la cual presentó un memorial ante la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ex Superintendencia Forestal), pero cuando hizo su reclamo, el representante de esta entidad, Eriberto Larrea -ahora accionado-, habría manifestado estar ocupado en otra jurisdicción y que al no tener técnicos no podría intervenir. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados La accionante considera que se vulneró su derecho al trabajo, y a la propiedad citando al efecto los arts. 30, 46.II y 56 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita se garanticen sus derechos supuestamente vulnerados, y que se ordene que: a) La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra cumpla con su derecho a ser informada sobre el aprovechamiento de los recursos maderables que se encuentran en sus predios; b) Se disponga que la empresa que obtuvo el certificado de aprovechamiento de los recursos maderables con la autorización de los dirigentes paren su atropello; y, c) Se establezca, que estos dirigentes ahora accionados no son propietarios y que por lo tanto no tendrían autorización alguna para vender recursos antes referidos de la comunidad. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 14 de octubre de 2010 y proseguida la misma el 15 de mismo mes y año, según consta de las actas cursantes de fs. 43 a 50 de obrados, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción La accionante, ratificó inextenso los términos de la acción presentada y ampliándola manifestó que efectivamente se presentó un memorial ante la ABT, señalando que no fue atendida en forma oportuna. I.2.2. Informe de la autoridad y personas demandadas INDICE Julio Gutiérrez Llanos, en su calidad de Director Departamental a.i, de la ABT Pando, en el memorial cursante de fs. 41 a 42, manifestó que ante la solicitud de la Comunidad Mukden, a través de sus representantes, la ABT, mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPAPOAF-82713 de septiembre de 2010, resolvió aprobar el Plan Operativo Forestal 2010 (POAF) correspondiente al Área Anual de Aprovechamiento-2010 (AAA) de la Comunidad Campesina Mukden, para el aprovechamiento de productos forestales maderables en una superficie de 275.14 ha. Señaló respecto, al punto primero denunciado por la accionante, que se debe entender que cada comunidad al ser una persona jurídica, se encuentra representada por sus dirigentes, quienes tienen la obligación de hacer conocer a cada uno de sus comunarios, la situación de la comunidad y ahora ésta no podría alegar desconocimiento esta situación, debido a que el 3 de noviembre de 2009, ya se había aprobado el Plan General de Manejo Forestal, para productos maderables de la Comunidad Campesina Mukden. Los demandados a través de su abogado, en audiencia manifestaron que: La accionante adquirió 700 ha., de Dionicio Ruiz Cabrera, pero no presentó ninguna prueba sobre la delimitación del predio, y que éstos no la habrían perjudicado absolutamente en nada, indicaron que la accionante no vive en el lugar, ni tiene una sola choza, por lo que no cumple la función social, no asiste a las reuniones, ni cumple con las obligaciones que tienen los comunarios. I.2.3.Resolución La Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Pando, constituido en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 15 de octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta., de obrados, la misma que denegó la acción de amparo constitucional, bajo los siguientes fundamentos: 1) “La recurrente tenía conocimiento que su memorial presentado a la ABT, estaba pendiente de respuesta” (sic); y, 2) “No agotó la vía administrativa y tenía a su alcance el solicitar la Medida Precautoria y el recurso jerárquico respectivo, los mismos que no fueron agotados y consiguientemente no se le causó indefensión alguna, ya que no se habría ejecutado el plan de manejo forestal” (sic). I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las causas ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo. II. CONCLUSIONES INDICE Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes: II.1. La accionante, mediante documento privado de 10 de febrero de 2007, reconocido en sus firmas y rúbricas en la misma fecha ante la Notaria de Fe Pública de Primera Clase 1 de Cobija, acredita haber adquirido una propiedad rural denominada “Buen Futuro”, ubicada sobre la altura del camino a Mudken de 700 ha., de su anterior propietario Dionicio Ruiz Cabrera (fs. 3 y vta.). II.2. Por Certificado de Comunario de 13 de agosto de 2010, extendido por Fritz Fernández Gálvez, señala que la accionante es parte de la Comunidad Mukden, y que la misma cumpliría con todos los requisitos como tal, “esta dedicado la actividad productiva Agrícola y maderable en pequeña escala” (sic) (fs. 8). II.3. Por memorial recibido el 30 de septiembre de 2010, la ahora accionante, solicitó a la ABT, se deje sin efecto el plan de manejo forestal, pidiendo se suspenda orden de tala de árboles para aprovechamiento de recursos forestales (fs. 6 a 7). II.4. Mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPA-POAF-827-2010, de 13 de septiembre de 2010, el Director Departamental de Pando de la ABT, resolvió aprobar el Plan Operativo Anual Forestal 2010, correspondiente a la AAA-2010 de la Comunidad Campesina Mukden, para el aprovechamiento de productos forestales maderables en una superficie de 275.14 ha. en una superficie productiva de 272 ha. (fs. 30 a 32). II.5. En el Dictamen Técnico DT-ABT-DDPA-178-2010 de 7 de octubre de 2010, se realizó la valoración de la solicitud de la accionante, concluye señalando que existe un Plan General de Manejo Forestal Maderable, autorizado a la Comunidad Campesina Mukden, cumpliendo los procedimientos técnicos vigentes, y de acuerdo a la conformidad de la Comunidad Campesina Mukden y que al interior del mencionado PGMF, se autorizó el POAF 2010, mediante Resolución Administrativa RD-ABT-DDPAPOAF-827-2010, estableciéndose que la Empresa Abaroa, sería la responsable del aprovechamiento forestal (fs. 33). II.6. La Resolución Administrativa RD-ABT-DDPA-PGMF-374-2009 de 3 de noviembre de 2009, resolvió aprobar con carácter de “Fe Pública” (sic), el Plan General de Manejo Forestal para productos maderables, sobre un área de 23922,72 ha., de la Comunidad Campesina Mukden, representada por Winston Gálvez Herrera (fs. 29 y vta.). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a al trabajo y a la propiedad, por cuanto al ser comunaria reconocida dentro de la comunidad Mukden, los dirigentes de ésta, INDICE habrían procedido a solicitar un plan de manejo forestal a efectos de extraer madera de su propiedad, sin su autorización, ante ello se apersonó a la ABT, a efectos de hacer presente sus reclamos; sin embargo el representante de dicha entidad hizo caso omiso a los mismos. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. La naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional Sobre su naturaleza la SCP 0480/2012 de 6 de julio de 2012, estableció que: ”La acción de amparo constitucional prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, esta instituida como una acción tutelar, medio de defensa y de trámite especial y sumarísimo, que tiene por objeto restablecer y restituir el goce efectivo de derechos fundamentales y garantías constitucionales de las personas con carácter preventivo y correctivo, protegiéndolos de amenazas, restricciones o supresiones ilegales, arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y servidores públicos sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el orden constitucional”. También la SCP 0875/2012de 20 de agosto, señaló que: ”La acción de amparo constitucional, consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del Estado y la ley. De conformidad a la disposición constitucional citada, y en aplicación y vigencia de la Ley Fundamental; la acción de amparo constitucional es una acción de defensa de todos los derechos fundamentales y garantías constitucionales previstos en la Norma Suprema y en los Pactos y Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados por el Estado Plurinacional en el art. 410 de la CPE, salvo los derechos a la libertad y a la vida cuando éste se encuentre vinculado a la libertad, los que están bajo la protección de una acción especifica cómo es la acción de libertad. En ese sentido, la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una tramitación especial y sumaria, la inmediatez en la protección y no reconoce ningún fuero, privilegio ni inmunidad con relación a las autoridades o personas demandadas.” III.2. Corresponde que la justicia constitucional otorgue la tutela de derechos que no sean invocados, cuando éstos sean conexos al acto o hecho vulneratorio en virtud al principio de favorabilidad En ese sentido se tiene a la SC 0807/2010-R de 2 de agosto, así como la 2089/2010-R de 10 de noviembre, establecieron que: ”Existen casos en que la persona que se INDICE considera agraviada en sus derechos, de manera oportuna acude a la jurisdicción constitucional, denunciado el acto o resolución que considera ilegal o arbitrario, fundamentando y acreditando además dicho extremo, con una petición clara y concreta, haciendo relación de los hechos con los derechos que estima lesionados; empero, en esa relación de causalidad, confunde u omite la indicación de otros derechos, que resultan conexos con el hecho denunciado; en esas circunstancias, en aplicación del principio de favorabilidad, acceso a la justicia constitucional, y por el carácter expansivo de los derechos fundamentales, de manera excepcional, corresponde tutelar el o los derechos conexos a la problemática denunciada.” III.3. Del derecho de petición Sobre este particular la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, ha indicado que: ”Por otra parte, en cuanto a los requisitos para que se otorgue la tutela por lesión al derecho de petición, la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, sistematizó los criterios señalados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, conforme al siguiente texto: '…a fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a formular peticiones, corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la formulación de una solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido formulada ante una autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta en un tiempo razonable y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión'. Ahora bien, a la luz de la Constitución vigente, y conforme a lo expresado, corresponde modular la jurisprudencia citada precedentemente, pues actualmente, el primer requisito señalado por dicha Sentencia, es decir, la formulación de una solicitud en forma escrita no es exigible, pues la Constitución expresamente establece que la petición puede ser escrita u oral. Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante autoridad competente o pertinente, se debe precisar que esta no es una exigencia del derecho de petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión a la que se arriba por el carácter informal del derecho a la petición contenido en la Constitución Política del Estado, que exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad que el ciudadano, encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud, en una clara búsqueda por acercar al administrado con el Estado, otorgándole a aquél un medio idóneo para obtener la respuesta buscada o, en su caso, la información sobre las autoridades ante quienes debe acudir, lo que indudablemente, fortalece el carácter democrático del Estado Boliviano. INDICE En ese entendido, cuando la peticiónes dirigida a un servidor público, éste debe orientar su actuación en los principios contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el principio de compromiso e interés social, eficiencia, calidad, calidez y responsabilidad” (las negrillas nos corresponden). III.4. Con relación al caso concreto En el caso de análisis, el accionante, manifiesta que los demandados en su calidad de dirigentes, vulneraron sus derechos al trabajo y a la propiedad, por cuanto habrían ingresado a su propiedad sin permiso alguno, marcando árboles, y ante sus reclamos habrían manifestado que se solicitó un plan de manejo forestal ante la ABT, sobre su propiedad; ante ello presentó un memorial la autoridad demandada, ante sus reclamos hizo caso omiso a los mismos. De antecedentes del caso se tiene que en el dictamen técnico DT-ABT-DDPA-1782010, establece la existencia de “...un Plan General de Manejo Forestal Maderable autorizado a la Comunidad Campesina Mukden cumpliendo los procedimientos técnicos vigentes y de acuerdo a la conformidad de la Comunidad Campesina Mukden” (sic), tomando en cuenta la afirmación establecida en este documento, que merece fe probatoria, así se tiene establecido a través del art. 27.II de la Ley Forestal de 12 de julio de 1995, cuando señala que: “Los Planes de Manejo deberán ser elaborados y firmados por profesionales o técnicos forestales, quienes serán civil y penalmente responsables por la veracidad y cabalidad de la información incluida. La ejecución del Plan de Manejo estará bajo la supervisión y responsabilidad de dichos profesionales o técnicos, quienes actúan como agentes auxiliares de la autoridad competente, produciendo los documentos e informes que suscriban fe pública, bajo las responsabilidades a que se refiere la presente ley y su reglamento” (las negrillas nos pertenecen). De lo que se colige que los representantes de la Comunidad campesina antes mencionada no vulneraron el derecho al trabajo y a la propiedad de la accionante, al haberse establecido la conformidad para presentar el POAF ante la ABT por esta misma Comunidad. Respecto a las actuaciones del funcionario de la ABT; toda vez, que se evidencia que la accionante solicitó mediante memorial de 30 de septiembre de 2010, se deje sin efecto el POAF, solicitado por los dirigentes de la comunidad Mukden, y ante la dilación a su respuesta, habría presentado la presente acción de amparo constitucional, estableciéndose que ante la evidente dilación en la tramitación de los dictámenes que debían emitirse como efecto de la solicitud mencionada, se evidencia la vulneración del derecho a petición de la accionante, que si bien no fue denunciada expresamente por ésta, en mérito a la Jurisprudencia glosada en los Fundamentos Jurídico III.2 y III.3, del presente fallo y resultando conexo éste derecho con el hecho denunciado, corresponde conceder la tutela sólo respecto a este último en aplicación al principio de favorabilidad. INDICE En consecuencia, la situación planteada no se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al haber denegado todos los puntos de la tutela solicitada, efectuó una parcial compulsa de los antecedentes. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: 1º REVOCAR en parte la Resolución de 15 de octubre de 2010, cursante de fs. 51 a 52 vta. Pronunciada por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Pando; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, sólo con relación al derecho de petición y; 2º DENEGAR la tutela con relación a los actos realizados por Fritz Fernández Gálvez y Winston Gálvez Herrera. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1675/2013 Sucre, 4 de octubre de 2013 SALA TERCERA Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 03689-2013-08-AAC Pando En revisión la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a 30, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan Quispe Novoa, “Presidente” de la comunidad indígena “San Martín de Pacahuara” contra Neder Puerta Velásquez, Director Departamental a.i. del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Pando. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 18 de abril de 2013, cursante de fs. 5 a 6, el accionante expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 10 de abril de 2013, solicitó una lista actualizada de beneficiarios de la comunidad indígena “San Martín - Takana - Pacahuara” al Director Departamental a.i. del INRA - Pando; empero, hasta la interposición de la presente acción, transcurrieron ocho días, sin que los funcionarios del INRA, le brinden información sobre la petición presentada. Cuando fue a consultar sobre el estado de esos documentos, los funcionarios le indicaron que “no tienen tiempo, que vuelva mañana, que vuelva pasado” (sic), y por ultimo le señalaron que los documentos “se encuentran en otro departamento, que vuelva otro día” (sic). Cuando les hizo conocer que estaba por unos días, le refirieron en tono burlesco, “que pida ayuda a la Gobernación o por último, (…) que ni ellos saben cuándo les darán esa información” (sic), agregando que, lo único que recibe son simples “burlas” de los funcionarios encargados; siendo que toda persona, por más humilde que sea, merece respeto, por lo que en su condición de dirigente y persona particular, le sorprende esa forma de trato, pues no es posible que no puedan responderle en forma escrita una petición. I.1.2. Derecho supuestamente vulnerado El accionante considera que se lesionó su derecho de petición, citando al efecto los arts. 24 y 115.I de la Constitución Política del Estado (CPE). INDICE I.1.3. Petitorio Solicita se conceda su pedido y se ordene la extensión de la certificación dentro de veinte cuatro horas, con imposición de costas, daños y perjuicios en razón de Bs150.- (ciento cincuenta bolivianos), que servirán para cubrir los gastos de alimentación y el pago de honorarios. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 22 de abril de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 27 a 28 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción El accionante, por intermedio de su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción de amparo constitucional, aclarando que él hizo esfuerzos para llegar a ese lugar, el dinero que tenía, ya se le acabó, por lo que “ni siquiera desayunó”. En uso del derecho a la réplica, aclaró que la parte demandada, señaló que el nombre de la Comunidad estaría mal escrito, hecho que debió comunicársele por escrito, para ser enmendado, y “hacen aparecer” una resolución con suspensión, cuando el accionante se encontraba todos los días en esa institución y no le hicieron conocer tal situación, porque nunca existió ninguna notificación. I.2.2. Informe de la autoridad demandada Neder Puerta Velásquez, Director Departamental a.i. del INRA de Pando, en forma personal y por intermedio de sus dos abogados, en audiencia informó: a) La solicitud sólo fue firmada por el presidente, no hay bases ni otros dirigentes, que lo respalden; además, suscribe como comunidad indígena campesina “Takana San Martín de 'Capahuara'”, pero en sus datos no existe ninguna comunidad con ese nombre, pero sí de la comunidad de “San Martín de 'Capahuara'”, por lo que el accionante no tendría personería; b) La solicitud ingresó el 10 de abril de 2013 y se envió el 11 del mismo mes y año, a la Nacional; y, c) El nombre del accionante, figura en otra comunidad campesina, pero aparece firmando en representación de una comunidad indígena. I.2.3. Resolución La Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a 30, por la que denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1) El accionante tiene derecho a una respuesta pronta positiva o negativa, pero ese derecho en ocasiones está supeditado a otras situaciones; 2) La autoridad demandada puede suspender el plazo por no tener a mano la información, lo que es razonable por dos motivos: i) A nadie se le INDICE puede exigir dar algo, si no lo posee; y, ii) Ningún derecho es absoluto, siendo su límite el derecho de los demás, más aún si ese límite tiene reserva legal, como es la suspensión del plazo; y, 3) Pese a no haberse dado la respuesta que se requirió, no se ha violado el derecho a la petición previsto en el art. 24 de la CPE. II. CONCLUSIONES De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Consta el título ejecutorial TCM-NAL-002658 de 30 de septiembre de 2008, de la propiedad denominada “Comunidad San Martín de Pacahuara”, con una dotación de “18500.0000” has de propiedad comunitaria (fs. 23). II.2. Mediante nota de 10 de abril de 2013, Juan Quispe Novoa, como Presidente de la comunidad indígena San Martín de Pacahuara, solicitó al Director Departamental a.i. del INRA de Pando la lista o nómina de beneficiarios de la comunidad indígena San Martín Takana Pacahuara, certificado catastral y fotocopia simple de toda la carpeta de la indicada comunidad, reflejando en su contenido el “pedido urgente”, para que en veinticuatro horas sea extendido, constatando un sello redondo, que indica “comunidad indígena San Martín Tacana Pacahuara” (fs. 3). II.3. Consta recibo de seguimiento electrónico de trámites del INRA, DDP-HRG 658/2013 de 10 de abril, horas 16:51; evidenciándose que el ahora accionante presentó en esa fecha, su petición anteriormente detallada, siendo recibida por la Secretaria, Yessenia Zeballos Cartagena (fs. 2). II.4. Por Auto Administrativo AA-INRA-DDPA-AJ-001/2013 de 11 de abril, la autoridad demandada, Neder Puerta Velásquez, Director Departamental a.i. del INRA de Pando, suspendió el plazo para la otorgación de la solicitud presentada por el accionante (fs. 10), mismo que fue notificado al accionante la indicada fecha a horas 11:50, fijando copia de ley en el tablero de notificaciones, firmando el asesor jurídico del INRAPando y una testigo de actuación (fs. 11). II.5. El informe legal INF.UJ-ARCH_AAA 05/2013 de 11 de abril, de la abogada del departamento legal del INRA-Pando, dirigido a la autoridad demandada, en su contenido indica, que revisada la base de datos y el estado de causas del INRA de Pando, se verificó que no existe la carpeta a nombre de la comunidad indígena “Takana Pacahuara” en archivos de la departamental, pero sí se registra la comunidad “San Martín de Pacahuara” (fs. 13). II.6. A través de la hoja de ruta digital, DDP HRI 721/2013 de 19 de abril, a horas 18:16, Yessenia Zeballos Cartagena, Secretaria del INRA de Pando, remitió el informe a Neder Puerta Velásquez, en su calidad de Director a.i. Departamental a.i. del INRA de INDICE II.7. Pando, denotando que transcurrieron nueve días, para la remisión del trámite al ahora demandado (fs. 12). Cursa informe INF. STRIA.INRA-DDP- 010/2013 de 19 de abril, remitido por la Secretaria, al Director Departamental a.i. del INRA de Pando, ahora demandado; indicando que fue derivada la solicitud a Nicanor Yapura Copa, quien procedió al envío de la citada solicitud a Igor Alex Escalante Colque de la Dirección Nacional el 11 de abril de 2013 (fs. 14). II.8. De la hoja de ruta DDP HRE 658/2013, se evidencia que el 16 de abril de 2013, la solicitud fue derivada al Jefe de la Unidad de Administración y Tierras Fiscales (fs. 15). II.9. La Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonia de Pando (CIPOAP) el 19 de abril de 2013, otorgó aval a Juan Quispe Novoa como miembro de la comunidad indígena “San Martín Tacana Pacahuara”, perteneciente a pueblo “Takana” , indicando que la CIPOAP, es afiliada y reconocida por la institución matriz; certificando, al mencionado y a la comunidad indígena (fs. 26). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante estima que la autoridad demandada vulneró su derecho de petición, al haber omitido dar una respuesta y hacerle esperar ocho días hasta la interposición de la presente acción tutelar; además, fue objeto de “burla” de los funcionarios del INRA de Pando que le atendieron, por su condición de indígena humilde. En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional El amparo constitucional se encuentra instituido por el art. 128 de la Norma Suprema, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y la ley. La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, sobre las características de esta acción, señaló que se constituye en: “…un mecanismo de defensa jurisdiccional, eficaz, rápido e inmediato de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, cuyo ámbito de protección se circunscribe respecto de aquellos derechos fundamentales y garantías, que no se encuentran resguardados por los otros mecanismos de protección especializada que el mismo orden constitucional brinda a los bolivianos, como la acción de libertad, de protección de privacidad, popular, de cumplimiento, etc. Asimismo, desde el ámbito de los actos contra los que procede, esta acción se dirige contra aquellos actos y omisiones ilegales o indebidos provenientes no sólo de los servidores públicos sino también de las personas INDICE individuales o colectivas que restrinjan o amenacen restringir los derechos y garantías objeto de su protección”. III.2. Sobre el derecho de petición y la respuesta oportuna El juez o tribunal constitucional, tienen la obligación de proteger los derechos fundamentales de quien solicita la tutela de amparo constitucional, con mayor premura, cuando se trata de pueblos y naciones indígena originario campesinos. En el caso presente, el derecho fundamental presuntamente vulnerado es el derecho de petición por falta de una respuesta oportuna. Cuando se materializa la vulneración del derecho de petición, el resultado normalmente es el grave perjuicio al solicitante, quien se obliga a mantenerse en vigilia, dejando de lado inclusive su actividad cotidiana para obtener la contestación peticionada. Las respuestas orales o simplemente formales, que no resuelven el fondo de la pretensión, implican la denegación a la petición, esa forma de contestar no resuelve materialmente una preocupación; entonces no constituye una contestación adecuada al derecho de petición, cuando el funcionario debió corresponder con la prontitud en la respuesta. Los servidores públicos, no pueden esgrimir disculpas para la demora, más allá de los términos señalados por ley, la respuesta debe estar de acuerdo con la norma adjetiva, lo contrario significa la violación del derecho de petición en su contenido material, es inadmisible la demora injustificada en la otorgación de la respuesta por parte del funcionario público. La situación se agrava, cuando de por medio esta la discriminación, el trato displicente, burlesco, degradante, humillante, al ver al solicitante en su condición de indígena, surgiendo una conexitud entre el derecho a la dignidad y a la petición. Al respecto la SCP 1112/2012 de 6 de septiembre, señaló: “…el accionante denunció la vulneración a su derecho de petición consagrado en el art. 24 de la CPE, que conforme la SC 1665/2011-R de 21 de octubre '…constituye una facultad inherente a toda persona de acudir a una autoridad judicial o administrativa y obtener de ésta una respuesta formal y pronta, para lo cual no se exigirá más requisito que hacer conocer la identidad del peticionante o solicitante. Así, el artículo mencionado señala: Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario'. 'Al respecto y refiriéndose a los alcances de este derecho fundamental, el Tribunal Constitucional en la SC 0187/2010-R de 24 de mayo, lo definió como: «…la facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta INDICE resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el derecho…». «…En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa. Sin embargo, la obligación del Estado no es acceder a la petición sino resolverla...» (…) (SC 0189/2001-R de 7 de marzo). En cuanto a la motivación de la respuesta se ha establecido que este derecho: «…se puede estimar como lesionado cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir, no la tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no se la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma; en cualquiera de estos casos donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se tendrá como se dijo vulnerado el derecho» (SC 0776/2002-R de 2 de julio); empero, no puede existir vulneración al derecho de petición, cuando el accionante o peticionante no ejerció esa su facultad de «solicitar algo» a las autoridades o funcionarios públicos, pues es de suponerse que tampoco obtendrá respuesta, por lo que el derecho de petición se tiene por vulnerado, cuando existe falta de respuesta a una solicitud, sea individual o colectiva, y que además el destinatario sea plenamente identificado' (SC 1533/2010-R de 11 de octubre)'. De la citada jurisprudencia, se concluye que se afecta el derecho de petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiera el derecho a acceder a una pronta resolución o respuesta sea esta positiva o negativa y si no es atendida en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por ley, se cuándo no existe respuesta a una solicitud en un tiempo razonable y siempre tendrá por vulnerado el derecho”. Así también, a este respecto la Corte Constitucional de Colombia, haciendo referencia al derecho de petición de un pensionado, mediante la Sentencia T-235/02 de 4 de abril de 2002, consideró lo siguiente: “Derecho de petición. Es muy grave el perjuicio que se le ocasiona a un aspirante a pensionado, que teniendo el derecho para gozar de la prestación, no se le resuelve de fondo a su pretensión. Respuestas simplemente formales, como ha ocurrido en el presente caso, donde en muchas ocasiones se reproduce una primera contestación y no se resuelve materialmente, no constituyen una contestación adecuada al derecho de petición. Tampoco es respuesta adecuada el no reconocimiento de la pensión, cuando el comportamiento administrativo ha debido ser el de la prontitud en el trámite para luego proferir el acto administrativo que reconozca al peticionario el status de jubilado” (las negrillas son nuestras). INDICE “Es claro que si una respuesta a un derecho de petición no da una solución, estando la entidad obligada a ello, y existiendo el derecho de peticionario a obtenerla, esa respuesta no es adecuada, no es completa, y podría incluso considerarse no atendido el derecho de petición, con las connotaciones que ello conlleva para el funcionario responsable de la entidad” (las negrillas fueron añadidas). De los elementos analizados se puede deducir que, no es suficiente cualquier respuesta, pues el servidor público o particular ante quien se acude debe dar una solución efectiva, material; en caso de no contar con la solución a la petición, se debe conducir al peticionante a la solución, orientando cuál es el camino que la institución tiene establecido para obtener esa petición materializada, o por lo menos al esclarecimiento de lo solicitado en el derecho de petición. Toda petición debe recibir una puntual, precisa y pertinente respuesta, no así una evasiva, vaga y que no ofrezca nada al peticionario; cuando el servidor público no ha respondido de forma escrita, en el tiempo breve, peor aún cuando ni siquiera le hubiere dado información o notificado con los actuados que siguen el curso del trámite, en este caso, estamos en presencia de la vulneración al derecho de petición. El haber presuntamente notificado en el tablero de la institución, sin proporcionarle ninguna información adicional al peticionario, más aún cuando éste procede de los pueblos y naciones indígena originario campesinos, sin ofrecer una solución de fondo a su petición, no significa la satisfacción del derecho de petición, porque se deja al solicitante en las mismas condiciones. En caso de una respuesta negativa, la entidad peticionada, debe explicar o sustentar motivada y fundadamente el por qué de la imposibilidad de dar una solución de fondo, ajustando esa explicación a la realidad y a las normas vigentes, conforme a la aplicación preferente de la Constitución Política del Estado. III.3. Análisis del caso concreto Revisados los antecedentes que cursan en obrados, se constata que el accionante, presentó una nota solicitando la lista o nómina de beneficiarios, certificado catastral y fotocopia simple de toda la carpeta de la comunidad indígena “San Martín Takana Pacahuara”; solicitud que no habría merecido respuesta de la autoridad demandada, hasta la presentación de la acción de amparo constitucional, habiendo transcurrido más de ocho días. Asimismo, señala el accionante, que hubiera sido objeto de burlas por parte de los funcionarios por su condición de indígena humilde, sin que le hayan notificado ningún actuado, pese a que fue todos los días para saber sobre su pedido, INDICE sin que le brindaran ninguna información, actos que vulnerarían su derecho de petición. La autoridad demandada, de forma personal y por medio de sus abogados, afirmó que la nota tiene una sola firma, no hay bases, ni la firma de otros dirigentes que la respalden; además, no existe en sus datos, la comunidad indígena campesina “Takana San Martín de 'Pacahuara'”; pero sí, los datos de la comunidad de “San Martín de 'Pacahuara'”; que el solicitante no tendría personería; además, que su nombre figuraría en otra comunidad campesina, y que ahora aparece firmando como comunidad indígena; observaciones que bien pudieron ser aclaradas directamente por el propio accionante, si es que se le hubiese hecho conocer las mismas, por lo que los justificativos esgrimidos por la autoridad demandada carecen de relevancia y no enervan la lesión del derecho en la que se ha incurrido por falta de respuesta oportuna. De las declaraciones de la autoridad demandada, se deduce una actitud subjetiva para la negativa en la respuesta, reflejada en los servidores ante quienes acudió el accionante; por otra parte, los documentos que se adjuntan como descargo, no reflejan lo declarado; pues no existe un proveído de la nota presentada y la instructiva al personal subalterno sobre el curso del trámite a seguirse. Al margen de esas consideraciones, indican que se hubiera despachado el 11 de abril de ese año a la nacional; sin embargo, no existe constancia de ese actuado, y de las hojas de ruta no se evidencia de forma contundente la supuesta remisión al INRA Nacional solicitando los datos peticionados; además, del informe presentado por la abogada del INRA Pando, no se acredita ese actuado. Al contrario, el patrocinante del accionante, señaló que en la oficina nacional del INRA, le informaron que los datos solicitados estarían en el INRA departamental. Asimismo, la parte demandada alega, haber cumplido con la normativa dispuesto en el Decreto Supremo (DS) 29215 de 2 de agosto de 2007; sin embargo, la norma citada en su art. 69.I inc. a), señala: “Las providencias de mero trámite deberán dictarse al día siguiente hábil de la presentación de la solicitud o petición”, lo que significa que en veinticuatro horas se debió hacer conocer el destino de su trámite con la instructiva o las observaciones para que sean subsanadas, el no haber actuado en este sentido, evidencia la vulneración del derecho invocado. El accionante, adicionalmente denuncia un trato displicente y humillante, desde el momento en que presentó la solicitud y durante los ocho días que estuvo en las oficinas del INRA del departamento de Pando, reclamando el resultado de su petición, donde no supieron darle la información adecuada; al contrario, habría recibido un trato burlesco sobre su situación económica, sugiriendo que pida ayuda a la Gobernación, cuando simplemente quería saber cómo se estaba llevando su trámite, para retornar, otro día de ser necesario. INDICE De la revisión de los datos, se constata que no existe en obrados el informe solicitado, ello denota que los servidores públicos hasta la fecha de interposición de esta acción, no procuraron otorgar la información peticionada, continuando la vulneración del derecho de petición, toda vez que, tal como se ha expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el peticionario tiene derecho a ser informado, sobre el destino de su trámite, además sobre el contenido material de su derecho a la petición, que es la otorgación de una respuesta en tiempo oportuno y conforme prescribe la ley. Con relación al trato displicente, falta de respeto y consideración denunciado, extremos no desvirtuados por la autoridad demandada en su informe brindado en audiencia, se tiene que los funcionarios del INRA-Pando, al indicar que “no tienen tiempo, que vuelva mañana, que vuelva pasado” (sic), brindaron un mal trato al accionante, conducta típica de funcionarios del Estado colonial, que debe ser combatida, en observancia del art. 9.I de la CPE. El proceder en tono burlesco, al decir “que pida ayuda a la Gobernación”, por último, “que ni ellos saben cuando le darán esa información”, atenta contra la dignidad personal de un ser humano, más aun cuando éste es de origen indígena, a quien se le debe respeto, por las condiciones de desigualdad en que se encuentra, frente a personas que pudieron recibir algún tipo de formación y/o educación. Dichos actos, al ingresar al ámbito del racismo y discriminación, deben merecer la correspondiente investigación, a través de las instancias correspondientes, sin perjuicio de que al mismo tiempo, se evalúe la conducta e idoneidad de los funcionarios, debiendo en su caso ser sustituidos con personal suficientemente capacitado procedente de los pueblos indígenas, pues toda persona, por más humilde que sea, merece consideración, debiendo el Tribunal Constitucional Plurinacional, velar por el respeto y vigencia de los derechos y garantías constitucionales. Por lo expresado precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro las previsiones y alcances de la acción de amparo constitucional, por lo que el Tribunal de garantías al haber denegado la acción, ha efectuado una inadecuada compulsa de los antecedentes procesales. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: 1º REVOCAR la Resolución de 22 de abril de 2013, cursante de fs. 29 a 30, pronunciada por la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada en los términos expuestos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, con responsabilidad civil conforme a lo determinado por el art. 39.I del Código Procesal Constitucional. INDICE 2º Disponer la aplicación de sanciones administrativas a los funcionarios que brindaron un trato discriminatorio al accionante por su condición de indígena, conforme establece el art. 13 de la Ley contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, previa investigación y aplicación de las responsabilidades señaladas por ley, por las instancias que correspondan. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani MAGISTRADO Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0902/2013-L Sucre, 19 de agosto de 2013 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2011-24706-50-AAC Oruro En revisión la Resolución 01/2011 de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Elías Felipe Villca contra Benigno Quispe Mamani, Diputado de la Asamblea Legislativa Plurinacional; Segundino Condori Condori, Asambleísta del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro; Federico Mamani López, Presidente; Emma Lázaro Felipe, Eulalia Copa López de Mamani y Germaín Condori López, miembros del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Chipaya provincia Sabaya del mismo Departamento. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda El accionante, mediante memorial presentado el 25 de octubre de 2011, cursante de fs. 30 a 35 vta., alegó lo siguiente: I.1.1. Hechos que motivan la acción Habiendo sido elegido Alcalde del Municipio de Chipaya del Departamento Oruro, extendiéndosele su credencial el 7 de mayo de 2010, tomó posesión del cargo en cumplimiento del art 13 de la Ley de Municipalidades (LM), por lo que trabajó de manera regular en el municipio, hasta el 8 de septiembre de 2011; cuando los ahora demandados, Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, convocaron al pueblo de ese municipio, a una Asamblea General el 9 del mismo mes y año, la cual fue suspendida, hasta el 17 de igual mes y año, cuando convocaron a las autoridades originarias y pueblo en general, en dicha asamblea se analizó el Acta de Entendimiento, firmado entre los Gobiernos Municipales de Chipaya, Sabaya, Coipasa, Esmeralda, Salinas Garci Mendoza y Belén de Andamarca, comprometiéndose a “vivir pacíficamente en la región evitando en lo posible avasallamientos a tierras municipales” (sic). No obstante, Benigno Quispe Mamani, ordenó en la misma Asamblea un cuarto intermedio, para que cada Ayllu presente una resolución en contra del accionante, desconociéndolo como autoridad municipal, quien se opuso a su solicitud de que se le “presentara los documentos”; tomando la decisión de que lo “chicotearan” (sic), en razón de haber firmado la mencionada Acta, que no obtuvo respuesta favorable por parte de los “Hilakatas” (sic), ni INDICE de las autoridades originarias, lo cual ocasionó molestia en los que conducían la reunión, motivo por el que decidió abandonar la asamblea, acto donde se incurrió en una serie de agresiones físicas y verbales, tanto en su contra, como de sus familiares y comunarios que lo respaldaban, dando lugar a que se pida su renuncia de manera inmediata; es así, que posteriormente logró trasladarse a la casa comunal, donde la turba bloqueó su salida, para que no huyera; por orden de Benigno Quispe Mamani, quemaron llantas y leña, detonaron petardos, y al no existir garantías a su integridad, se resistió a salir; después las autoridades originarias ingresaron para trasladarlo a la fuerza al “salón” de la Alcaldía, de donde pudo salir “recién a las cuatro de la mañana del 19 de septiembre de 2011” (sic), viajando con destino a la ciudad de Oruro. Siendo convocado el 23 del mismo mes y año, a una Asamblea General, acudió a fin de tratar la situación del Municipio, la que fue dirigida nuevamente por los ahora demandados: Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, quienes indujeron a la población a pronunciarse sobre su renuncia al cargo, dando lugar a agresiones insostenibles en su contra, así como amenazas de quemarlo si no presentaba su renuncia; es en este sentido, en contra de su voluntad, redactó su renuncia indicando que fue “POR PRESION Y OBLIGADO POR EL DIPUTADO Y EL ASAMBLEISTA” (sic), la cual fue arrebatada por los Concejales Municipales; resaltando que en esa fecha, el Concejo Municipal, dados los conflictos suscitados, no sesionó; por cuanto la renuncia del accionante no fue tratada en los marcos y normas establecidos por la Ley de Municipalidades; empero, el Concejo Municipal emitió Resolución 67/2011 de 24 de septiembre, señalando que se convocó a sesión extraordinaria para el tratamiento de la referida renuncia, determinando ratificarlo; por cuanto, solicitó al mencionado Concejo Municipal, mediante notas de 27 de septiembre; y, de 4 y 13 de octubre de mismo año, la restitución a su cargo, así como la reconsideración de la decisión tomada por el Concejo Municipal antes citado, que fue respondida negativamente, señalando que su renuncia fue formal y como pueblo ancestral, se basaron en el principio de usos y costumbres, cerrando toda posibilidad de un nuevo análisis y revisión de sus decisiones, agotando de esta forma la vía impugnativa. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados El accionante señaló como vulnerados los derechos al trabajo, al ejercicio a la ciudadanía y a la función pública, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”; citando al efecto los arts. 46; 115.I y .II; 144.II .1 y .2; 232; y, 233 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicitó se le conceda la tutela, disponiendo: a) La nulidad de la renuncia presentada bajo presión el 23 de septiembre de 2011, de las Sesiones del Concejo Municipal de 23 y 24 del mismo mes y año, en las que se dictó la Resolución Concejal 67/2011 de 24 de septiembre, por no cumplir los requisitos de legalidad; b) Que, Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, se abstengan de generar conflictos de gobernabilidad y actos que lesionan INDICE derechos y garantías constitucionales, agresión física y verbal, así como promover violencia en el Municipio; y, c) Su Restitución inmediata al cargo de Alcalde Municipal de Chipaya. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 21 de noviembre de 2011, cursante de fs. 97 a 100, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción El accionante, pese a su legal notificación, no se hizo presente en audiencia (fs. 37). I.2.2. Informe de las autoridades demandadas Benigno Quispe Mamani, mediante su abogado y en audiencia expresó lo siguiente: 1) El accionante interpuso esta acción tutelar con una “sarta de mentiras incongruentes” (sic); 2) Su renuncia fue voluntaria y presentada personalmente; y, 3) Como ex Alcalde firmó un documento lesivo a los intereses del Municipio de Chipaya, que ocasionó el descontento de la gente, factor por el cual tal vez renunció, sin haber ejercido presión alguna por parte de ninguna persona o autoridad, por lo que solicitó declarar improcedente la acción de amparo constitucional. Segundino Condori Condori, mediante su abogado y en audiencia manifestó que: i) Se adhirió a lo expuesto por el abogado del codemandado, Benigno Quispe Mamani, que fueron indebidamente demandados dado que, no vulneraron derecho o garantía constitucional del accionante; ii) Fue la población de la comunidad Chipaya que en mérito a sus usos y costumbres ancestrales, solicitaron su renuncia en razón de la violación a la voluntad del pueblo, acreditado por las actas de sesiones y asambleas extraordinarias, por lo que procedieron a desconocer a éste como autoridad; iii) Se puede establecer en el marco constitucional que la libre determinación de las naciones y pueblos indígena originarios y campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios se encuentra garantizada en el marco de la unidad del Estado, teniendo autonomía para desenvolverse y desarrollarse políticamente y económicamente; iv) La jurisdicción indígena originaria campesina goza de igual jerarquía que otras jurisdicciones legalmente reconocidas, por cuanto lo único que hizo el pueblo Chipaya es ejercer esa soberanía a través de su decisión, establecida en los diferentes cabildos; y, v) El art. 2 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), instituye que, las decisiones de las autoridades de la jurisdicción indígena originaria campesina son de cumplimiento obligatorio y serán acatadas por todas las personas y autoridades, siendo irrevisables por otras jurisdicciones, por lo que no habiendo vulneración a derecho alguno citado en la esta acción, solicitó se declare improcedente la misma por ser maliciosa, con imposición de costas correspondientes. El abogado del Concejo Municipal de Chipaya, se hizo presente en audiencia y señaló que: a) La acción de amparo constitucional procede cuando se acompaña pruebas que INDICE fundadamente, el accionante demostró la intromisión de Benigno Quispe Mamani, en la que hubiera exigido su renuncia; b) Existió mala fe en la renuncia del accionante, como en la demanda; y, c) No hay legitimación activa porque se acusa a dos representantes nacionales sin ningún tipo de prueba. Federico Mamani López, ante la consulta del Juez de garantías, sobre la fecha en la que se emitió la convocatoria de sesión extraordinaria, de 24 de septiembre de 2011, con el temario en que se incluyó la lectura de renuncia del alcalde, la elección del alcalde y otros, respondió que fue emitida en la misma sesión, que coincidía a su vez con el día de la renuncia, arguyendo que era de carácter extraordinario, de emergencia; asimismo, sobre la consulta efectuada sobre si la renuncia fue presentada de forma personal, contestó afirmativamente, indicando que fue entregada en la oficina del Concejo, firmando el accionante en el sello de recepción. I.2.3. Resolución El Juez de Partido, Mixto y de Sentencia Penal de Huachacalla del Distrito Judicial -ahora departamento- de Oruro, constituido en Juez de garantías, pronunció la Resolución 01/2011 de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105, por la que denegó la tutela solicitada, con relación a la vulneración de sus derechos de trabajo, al ejercicio de su ciudadanía y a la función pública, con referencia a los demandados: “Federico Mamani López, Emma Lázaro Felipe, Eulalia copa López de Mamani, Germaín Condori López, todos ellos miembros del Concejo Municipal de Chipaya; Benigno Quispe Mamani, Diputado Nacional y Segundino Condori Condori, Asambleista de Oruro”, bajo el fundamento de que no se probó la lesión de los derechos al trabajo, al ejercicio de la ciudadanía y a la función pública; y, concedió la tutela con relación al derecho a la seguridad jurídica, respecto a: “Federico Mamani López, Emma Lázaro Felipe, Eulalia Copa López de Mamani, Germaín Condori López”, disponiendo que el Concejo Municipal de Chipaya cumpla con el procedimiento dispuesto en el art. 17 de la LM, debiendo convocar a una nueva sesión extraordinaria para su tratamiento, sin costas; bajo el fundamento de que los mismos incumplieron los procedimientos descritos, para el tratamiento de la renuncia en sesión ordinaria. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones titulares ingresadas a los Tribunales de garantías, hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional, vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo. II. CONCLUSIONES INDICE De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente: II.1. Cursa credencial correspondiente al accionante, como Alcalde del Gobierno Autonomo Municipal de Chipaya, de 7 de mayo de 2010, emitida por el Tribunal Electoral Departamental de Oruro, de acuerdo con los resultados de las elecciones departamentales y municipales realizadas el 4 de abril del mismo año (fs. 1). II.2. Se tiene Acta de Entendimiento de 1 de julio de 2010, firmada por el accionante, Ricardo Aillón Álvarez, Senador Nacional, Froilan Fulguera, Presidente de la Asamblea Departamental de Oruro, así como por los Alcaldes de los Municipios de Salinas de Garci Mendoza, Belén de Andamarca, Chipana, Esmeralda, Coipasa, concejales y otros; mediante la cual acordaron garantizar la pacífica convivencia, entre estantes y habitantes de los sectores limítrofes de dichos municipios, comprometiéndose a no realizar actos que intranquilicen o atenten la pacífica convivencia, cuyo cumplimiento se dejó a cargo de los Alcaldes Municipales y las instituciones que firmaron la misma (fs. 10). II.3. Por Acta de audiencia pública de posesión a Alcalde Municipal, de 27 de mayo de 2010, emitida por el Juez de Partido, Ordinario, Mixto y de Sentencia Penal de las provincias Litoral, Sabaya y Mejillones con asiento en Huachacalla, del departamento de Oruro, se tiene que se declaró procedente la solicitud del accionante, disponiendo la toma de juramento al cargo de Alcalde Municipal de Chipaya, por la que fue posesionado; acto, que fue homologado y convalidado por el referido juez, mediante decreto de 25 de junio de 2011 (fs. 3 a 5). II.4. Mediante nota de 4 de octubre de 2011, se tiene que el accionante solicitó al Presidente del Concejo Municipal de Chipaya, se reconsidere el ilegal nombramiento como Alcalde al haberlo sustituido de forma posterior a su renuncia, la cual fue efectuada bajo presión, refiriendo que dicho nombramiento no emergía de la voluntad popular (fs. 15). II.5. Por Convocatorias, emitidas por los ahora demandados Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, por las que se convocó al alcalde municipal, concejales, autoridades administrativas y originarias de los cuatro ayllus, con sus comunarios, a la Asamblea General del 9 y 17 de septiembre de 2011 (fs. 6 a 9). II.6. Se tiene nota formulada ante el Concejo Municipal de Chipaya, de 23 de septiembre de 2011 a “hrs. 11:05 PM” (sic), en la cual el accionante renunció a su cargo, señalando que fue bajo “presión y obligado por el diputado y Asambleísta y algunos comunarios” (sic) (fs. 92). INDICE II.7. Mediante Convocatoria a Sesión Extraordinaria, emitida por el Concejo Municipal de Chipaya, se convocó a los concejales para el 24 de septiembre de 2011, a fin de tratar en el orden del día sobre la renuncia del accionante al cargo de alcalde y la elección a dicho cargo (fs. 91). II.8. Se tiene Resolución del Concejo Municipal de Chipaya 67/2011 de 24 de septiembre, sobre la renuncia del accionante al cargo de Alcalde de dicho Municipio, señalando que: 1) No existió transparencia en la gestión del accionante; 2) El 17 del mismo mes y año, los cuatro ayllus pidieron su renuncia; 3) El 23 del referido mes y año, en Asamblea del pueblo Chipaya, los cuatro ayllus se manifestaron: “Wistrullani” “desconocimiento del alcalde” (sic); “Manazaya” la carta de renuncia del accionante; además, de indicar que “de lo contrario tomaran medidas de hecho”; Ayllu unión Barras “Ayparavi”, “mediante una resolución piden la renuncia del alcalde” (sic); y, finalmente el ayllu “Aranzaya”, exige la renuncia del accionante; 4) Habiendo presentado su renuncia el accionante a su cargo, los conflictos cesaron; 5) El diputado y asambleísta demandados, solo intervinieron como mediadores; y, 6) Dicha renuncia fue “un clamor del pueblo de Chipaya” (sic), siendo que el accionante no cumplió de manera eficiente con el trabajo en la administración del Municipio, aceptándose su renuncia de manera unánime y procediéndose a elegir de manera interina al suplente a dicho cargo (fs. 93 a 96). II.9. Cursa nota de 27 de septiembre de 2011, mediante la cual el accionante, con ayuda de la Unidad de Conciliación del Comando Departamental de la Policía, solicitó a Federico Mamani López, Presidente del Concejo Municipal del Gobierno Autónomo de Chipáya, la restitución a su cargo de Alcalde municipal, alegando que fue obligado a presentar su renuncia, la cual fue “totalmente ilegal” (sic) (fs. 11). II.10. Se tiene oficio notificado al accionante el 3 de octubre de 2011, emitida por Federico Mamani López, como Alcalde a.i., del Gobierno Autónomo Municipal de Chipaya, a través de la cual refirió, que al ya no fungir en el cargo de Presidente del Concejo Municipal, remitía la solicitud de restitución del accionante a la nueva Presidenta de éste para su consideración (fs. 13). II.11. Por nota interpuesta el 13 de octubre de 2011, ante el Presidente del Concejo Municipal, se tiene que el accionante reiteró su solicitud de reconsideración, sobre la ilegal decisión de sustituirlo de su cargo de Alcalde Municipal (fs. 17 y vta.). II.12. Se tiene nota entregada al accionante el 14 de octubre de 2011, dictada por el Concejo Municipal de Chipaya, aduciendo que éste renuncio en un Cabildo el 23 de septiembre del mismo año, frente a la población, renuncia formal que fue aceptada y posteriormente ratificada mediante Resolución 67/2011 (fs. 19). II.13. Cursa nota del accionante, presentado el 29 de septiembre de 2011 y 3 de octubre de ese año, ante el Gobernador del Departamento Autónomo, la Asamblea INDICE Legislativa Departamental, la Asociación de Municipios del Departamento, Brigada Parlamentaria todos de Oruro; dirigido a Santos Javier Tito Veliz, Gobernador del Departamento Autónomo, denunciando a Benigno Quispe y Segundino Condori Condori, por su intromisión y manipulación de reunión que dio lugar a su ilegal renuncia al cargo de Alcalde del Gobierno Municipal de Chipaya (fs. 21 a 24). II.14. Cursa Resolución de la Asamblea General “Uru Chipaya” de 30 de octubre de 2011, sobre la aplicación de justicia comunitaria, resolviendo: i) Ratificar la resoluciones pronunciadas por los cuatro ayllus de Uru Chipaya, las cuales pidieron la renuncia del accionante; ii) Destituir de manera inmediata del cargo de alcalde al accionante, debiendo acotarse dicha resolución como cosa juzgada; iii) Otorgar voto de confianza a Federico Mamani López, ratificando su posesión como Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Chipaya; iv) Ratificar las resoluciones pronunciadas por el Concejo Municipal referidas al proceso de transición posesión y estructuración del Gobierno Municipal; y, v) Ordenar al accionante entregue la documentación, archivos y bienes del Municipio de Chipaya, bajo inventario firmada por las autoridades originarias y asistentes de los ayllus (fs. 72 a 90). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante alega la vulneración de sus derechos al trabajo, al ejercicio a la ciudadanía y a la función pública, al debido proceso y a la “seguridad jurídica”; toda vez que, fue obligado a renunciar al cargo de alcalde, tras una Asamblea que fue convocada por el Diputado y Asambleísta demandados; la misma que fue admitida de forma ilegal por los miembros del Concejo Municipal, sin haber cumplido con los requisitos de legalidad en sus sesiones. En consecuencia, corresponde analizar, en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional La acción de amparo constitucional es una acción tutelar de carácter extraordinario, cuya finalidad es la protección de los derechos fundamentales de las personas, establecida en el art. 128 de la CPE, procede: '…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley'. A su vez, el art. 129 de la Norma Suprema establece que: 'I. La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados. INDICE II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial'” (SCP 0845/2012 de 20 de agosto). III.2. Normativa aplicable al caso Ley 2028 de 28 de octubre de 1999, Ley de Municipalidades “Artículo 16° (Carácter de las Sesiones). I. Las sesiones del Concejo son ordinarias y extraordinarias. Las sesiones se realizarán en plenario o en comisiones y deberán convocarse obligatoriamente de manera pública y por escrito. II. Las sesiones del Concejo Municipal serán necesariamente públicas y sólo podrán ser reservadas o secretas si afectaran o perjudicaran a la moral o al honor personal, éstas serán determinadas por dos tercios de los miembros presentes. En todos los casos se tomará asistencia y se levantará acta de los asuntos tratados; transcurridos diez (10) años desde la sesión reservada o por decisión de dos tercios de sus miembros presentes, las actas adquirirán carácter público. III. Las sesiones del Concejo Municipal, para ser válidas, se realizarán en un setenta y cinco por ciento (75%) en su sede oficial y en un veinticinco por ciento (25%) en un Cantón o Distrito del Municipio, previa convocatoria pública, acordado por dos tercios del total de sus miembros presentes. IV. Las sesiones del Concejo Municipal no podrán efectuarse Si no existe el quórum reglamentario, que se formará con la asistencia de la mitad más uno del total de sus miembros en ejercicio. Serán nulos de pleno derecho los actos del Concejo Municipal que no cumplan las condiciones señaladas en los incisos anteriores. V. Artículo 17° (Sesiones Extraordinarias). Las sesiones extraordinarias del Concejo Municipal serán convocadas públicamente y por escrito cuando menos con cuarenta y ocho (48) horas de anticipación por su Presidente, sujetas siempre al temario específico y adjuntando antecedentes” (las negrillas son ilustrativas). El art. 16 de la LM, indica sobre el carácter de las sesiones, que son ordinarias y extraordinarias: sobre las cuales recae entre otras, la obligatoriedad de convocarse obligatoriamente de manera pública y por escrito, que de incumplirse darían lugar a INDICE la nulidad de las mismas; asimismo, el art. 17 del mismo cuerpo normativo, refiriendo específicamente a las sesiones extraordinarias, establece que además, deberán ser convocadas cuando menos con cuarenta y ocho (48) horas de anticipación, plazo que en este caso de autos no se habría cumplido. III.3. Convocatoria a sesiones del Concejo Municipal Con relación a la convocatoria a sesiones del concejo municipal la SCP 0843/2012 de 20 de agosto, estableció que: “Al respecto la SC 1987/2010-R de 26 de octubre, respecto a la conformación de la Directiva del Concejo Municipal señaló: 'El art. 38 de la Ley de Municipalidades determina que el Presidente del Concejo Municipal es el representante legal y máxima autoridad de ese cuerpo colegiado, entre cuyas atribuciones establecidas en el art. 39 de dicho cuerpo normativo, figuran las siguientes: 2) Presidir las sesiones del Concejo; 7) Convocar públicamente y por escrito a las sesiones ordinarias del Concejo y someter a su consideración la agenda y los asuntos que competen al Gobierno Municipal. A su vez el art. 16.I, establece que las sesiones del Concejo son ordinarias y extraordinarias. Las sesiones se realizarán en plenario o en comisiones y deberán convocarse obligatoriamente de manera pública y por escrito. El mismo artículo, en su parágrafo IV señala que las sesiones del Concejo Municipal no podrán efectuarse si no existe el quórum reglamentario, que se formará con la asistencia de la mitad más uno del total de sus miembros en ejercicio. Por último, el precepto legal que se analiza, en su parágrafo V, dispone que serán nulos de pleno derecho los actos del Concejo Municipal que no cumplan las condiciones señaladas en los incisos anteriores de la referida norma. Al respecto este Tribunal en la vasta jurisprudencia pronunciada al respecto señaló que: «(...) los concejales recurridos desconocieron que de acuerdo al art. 39.7 de la LM, es atribución del Presidente del Concejo Municipal la convocatoria pública y escrita a las sesiones ordinarias o extraordinarias del Concejo Municipal y someter a su consideración la agenda y los asuntos que competen al Gobierno Municipal, entendimiento asumido por este Tribunal cuando en la SC 977/2002-R de 16 de agosto que resolvió un anterior recurso presentado por la recurrente señaló: 'En la especie, la sesión ordinaria efectuada por los recurridos el 14 de enero de este año, es ilegal porque no fue convocada públicamente y por escrito por su Presidenta' SC 1582/2004-R. Consiguientemente se tiene que para que una sesión sea válida, debe ser convocada por el Presidente del Concejo, a lo que se añade que la misma tiene que efectuarse de manera escrita y pública, debiendo sujetarse a un temario específico y efectuársela con una anticipación de por lo menos cuarenta y ocho horas”. III.4. Derecho al ejercicio de la función pública INDICE Al respecto la referida SCP 0843/2012, manifestó que: “De acuerdo a lo señalado en la SC 0377/11 de 7 de abril, asumimos que: 'El art. 144.II de la Ley Fundamental, establece que la ciudadanía se ejercerá por todos los ciudadanos que hubieren cumplido los dieciocho años, independientemente de su nivel de instrucción, ocupación o renta. Precepto constitucional, que taxativamente establece que la ciudadanía está compuesta por dos elementos, el primero, consistente en el derecho de concurrir como elector o como elegible a la formación y el segundo relativo al ejercicio de funciones en los órganos del poder público, sin otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por ley. En ese contexto, el segundo elemento deviene del primero; es decir, que por efecto del derecho a ser elegido o designado previo cumplimiento de los requisitos que acrediten la idoneidad y los procedimientos democráticos, conlleva el derecho a ejercer materialmente el cargo en la función pública para el que fue electo que satisfaga sus necesidades económicas y laborales. La interrupción o impedimento de funciones al servidor público electo, implica afectar el normal desarrollo de su derecho a ejercer la función pública y al trabajo (SC 0980/2010-R de 17 de agosto)'”. III.5. De la renuncia del alcalde; la entrega de la misma debe realizarse por el titular del cargo, personalmente, identificándose con la cédula de identidad Al respecto la SC 0227/2011-R de 14 de marzo, indicó que: “El Tribunal Constitucional, ha establecido parámetros por los cuales se podrá efectivizar la renuncia de un Alcalde Municipal; entre otras, la SC0519/2005-R de 13 de mayo ha señalado que: 'El Tribunal Constitucional en la SC 0876/2004-R de 8 de junio, ha dejado claramente establecido al referirse a casos análogos de renuncias de alcaldes en el país, que: «…Actos tan trascendentales como la entrega de una renuncia, para tener validez deben ser realizados por el titular del cargo, personalmente, identificándose con la cédula de identidad, que es el documento insoslayable en todos los actos jurídicos». La sub-regla establecida por este Tribunal para los casos de renuncia al cargo de Alcalde, tiene la finalidad de otorgar seguridad jurídica a la autoridad edilicia frente a eventuales actos fraudulentos de presentación de renuncias falsas a su nombre para cesarlo del cargo (…) Empero, corresponde advertir que respecto a la eventual lesión de derechos fundamentales o garantías constitucionales que podrían producirse en el ámbito de renuncia al cargo de Alcalde Municipal, la jurisdicción constitucional sólo realiza el análisis sobre si se cumplió o no con la referida sub-regla, no alcanza a la determinación de la veracidad o falsedad del documento de renuncia, juicio que corresponde a la jurisdicción ordinaria a través de las vías procesales previstas por Ley, ya que el amparo constitucional no tiene por objeto determinar hechos controvertidos; así ha definido este Tribunal en su SC 0715/2003-R de 28 de mayo'". INDICE III.6. La renuncia de autoridades municipales, debe ser libre y voluntaria sin que existan presiones La SC 1769/2010-R de 25 de octubre, manifestó que: ”La SC 0497/2010-R de 5 de julio, ha establecido que, para que la renuncia del máximo ejecutivo de la entidad edil sea válida; esta renuncia debe ser voluntaria, sin la existencia de presiones de ninguna índole. Así, la mencionada Sentencia Constitucional ha señalado: '...en el caso presente, tanto por lo denunciado por el recurrente como del informe de los recurridos, se evidencia claramente que la renuncia no fue espontánea y voluntaria, características esenciales que debe tener un acto, mas aún cuando se trata de una renuncia, pues ésta debe ser presentada y firmada únicamente por el recurrido (recurrente) sin la intervención de terceros como ha ocurrido en el caso de autos, donde para lograr la renuncia se ejerció presión, hecho que también ha sido confirmado por un informe policial y la denuncia de tales hechos por el agraviado ante instancias policiales´. . Corroborando ese razonamiento, la SC 1026/2006-R de 16 de octubre, señaló que: `…se evidencia de manera incontrastable que la intervención ´del pueblo y las autoridades del Municipio`(sic) y ´dirigentes` (sic), determinaron la emisión de la referida renuncia, contraviniendo lo señalado en la jurisprudencia glosada, lo que permite concluir a este Tribunal que la renuncia formulada por el recurrente no fue un acto espontáneo y voluntario, consentido o manifestado en ejercicio del derecho a la libre determinación de la personalidad, siendo más bien un acto totalmente ajeno a la decisión personal del recurrente, por lo que dicha renuncia se constituye en un acto viciado de nulidad absoluta y no puede surtir efectos jurídicos. Situación que amerita conceder la tutela impetrada, habiéndose lesionado los derechos a la dignidad y al trabajo del recurrente entendidos como: «(...) aquel derecho que tiene toda persona por su sola condición de «humano», para que se la respete y reconozca como un ser dotado de un fin propio, y no como un medio para la consecución de fines extraños, o ajenos a su realización personal. La dignidad es la percepción de la propia condición humana y de las prerrogativas que de ella derivan» SSCC 1894/2003-R 0511/2003-R y 0338/2003-R, entre otras. Y el derecho al trabajo concebido como: «(...) la potestad, capacidad o facultad de toda persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual» (SSCC 1841/2003-R y 1215/2004R, entre otras, siguiendo el precedente sentado por la SC 1132/2000-R, de 1 de diciembre), no sólo se refiere a la posibilidad de acceder a un trabajo en las condiciones que señale la ley, sino que existiendo ya una relación laboral, su salida también debe obedecer a las estipulaciones normativas que la regulan. Asimismo, este Tribunal en su SC 0361/2007-R de 10 de mayo, señaló que «En ese entendido las autoridades recurridas como se tiene dicho no tomaron en cuenta que la supuesta renuncia no fue fruto de la voluntad espontánea y libre de la demandante, aspecto que debió ser considerado antes de la aceptación de la misma, dado que cualquier presión ya sea psicológica o física, anula la voluntad, INDICE por lo que el acto realizado en tales circunstancias es nulo de pleno derecho y no puede surtir efectos posteriores en contra de quien lo realizó…»`". III.7. Análisis del caso concreto El accionante señaló que, fue elegido Alcalde por el Municipio de Chipaya, no obstante, lo obligaron a renunciar a dicho cargo, en la Asamblea General llevada a cabo el 17 de septiembre de 2011, a convocatoria efectuada por los ahora demandados: Benigno Quispe Mamani y Segundino Condori Condori, en la cual estas autoridades, incitaron a los asistentes a pedir su renuncia, por haber firmado el Acta de Entendimiento con los Gobiernos Municipales de Sabaya, Coipasa, Esmeralda, Salinas de Garci Mendoza y Belén de Andamarca, en el que se comprometían a vivir pacíficamente en la región, llegando a agredirlo física y verbalmente, tanto al accionante, a su familia, como a sus allegados, bloqueando el ingreso de la casa comunal, amenazándolo con “quemarlo” si no renunciaba, por lo que firmó su renuncia haciendo constar dicha presión en la misma, la cual le fue arrebatada y posteriormente fue aceptada su renuncia mediante Resolución 67/2010 de 24 de septiembre, emitida por el Concejo Municipal; ante esta situación el accionante pidió a este Ente Deliberante, la reconsideración de la mencionada Resolución, misma que fue negada. En el caso analizado, se constató que el accionante fue electo alcalde por el Municipio de Chipaya, provincia Sabaya del departamento de Oruro y posesionado en dicho cargo, con las formalidades de ley, conforme determina las Conclusiones II.1 y II.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, de acuerdo con los resultados de las elecciones departamentales y municipales realizadas el 4 de abril de 2010; asimismo, se evidenció que el Diputado y el Asambleísta demandados convocaron a una Asamblea para el 9 y 17 de septiembre de 2011, a fin de tratar sobre el informe relativo al proceso de demanda de las tierras comunitarias de origen “Uru Chipaya”, llevándose a acabo ésta última, a la cual asistió el accionante; Asamblea en la cual la población Chipaya, conformada por cuatro ayllus, solicitaron su renuncia por haber firmado el Acta de Entendimiento de 1 de julio de 2010, según estipula las Conclusiones II.2 y II.5 de esta Resolución. Posteriormente, el accionante, mediante nota de 23 de septiembre del 2011, dirigida al Presidente del Concejo Municipal de Chipaya, renunció al cargo de Alcalde Municipal, estableciendo que fue “por presión y obligado por el diputado y Asambleísta y algunos comunarios” (sic), constatado en la Conclusión II.6 del presente fallo, renuncia que fue tratada en sesión extraordinaria del referido Concejo Municipal, que se convocó para el 24 del mismo mes y año, en la que se trató sobre la renuncia al cargo de alcalde, de cuyo efecto se dictó la Resolución 67/2011, aceptando dicha renuncia de manera unánime, haciendo alusión a las solicitudes efectuadas por los ayllus, situación desarrollada en la Conclusión II.8 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. INDICE Al respecto, se puede evidenciar que la nota de renuncia fue recibida el 23 del antes referido mes y año, en el Concejo Municipal de Chipaya, a horas “11:05 PM”, en la cual firma Federico Mamani López, hecho contradictorio con lo mencionado en audiencia por el mismo, que señaló la coincidencia de presentación de la renuncia con la asamblea, o sea el mismo día de ésta última, que se efectuó el 24 del mismo mes y año, actuación administrativa que se realizó en horario extraordinario y en la cual no figura como constancia de entrega por parte del accionante la firma y número de carné del mismo, lo cual constituye un requisito esencial conforme al Fundamento Jurídico III.4 del presente fallo, dado que a fin de que el acto tenga validez, la renuncia del titular debe ser realizada por el titular del cargo, personalmente, identificándose con los datos de la cédula de identidad, condicionamiento que fue establecido a fin de otorgar seguridad jurídica a los alcaldes municipales, evitando posibles actos fraudulentos, con la presentación de renuncias falsas para cesarlos de sus cargos, en este sentido se tiene que en este caso, no se cumplió con los requisitos que permitan advertir la presentación de una renuncia válida del Alcalde Municipal de Chipaya, autoridad ahora accionante que además denunció que “renunció al cargo por presión y obligado por el diputado y Asambleista y algunos comunarios” (sic), hecho contrario al marco legal establecido en el Fundamento Jurídico III.5, que refiere que las renuncias de las autoridades municipales, deben ser libres y voluntarias sin que existan presiones, condición que tampoco se cumplió, existiendo constancia en la misma Resolución 67/2011, que existió presión y amenazas por parte de los ayllus, que pidieron su renuncia e indicaron incluso que “de lo contrario tomarían medidas de hecho”, dando lugar a que dicha renuncia no sea válida al estar viciada de nulidad, por ser un acto ajeno a la voluntad del accionante, donde no se aplicó el procedimiento establecido en el art. 17 de la LM, situación que afectó el derecho al debido proceso del mismo. Asimismo, con relación a la Resolución 67/2011, se advirtió que formulada la renuncia del accionante el 23 de septiembre de 2011, conforme lo referido por la propia parte demandada en audiencia, se convocó para sesión extraordinaria el 24 del mismo mes y año, para tratar sobre dicha renuncia; empero, esa convocatoria no cumplió el requisito de ser expedida con cuarenta y ocho horas de anticipación, por parte del entonces Presidente del Concejo Muinicipal de Chipaya, conforme se establece en los Fundamentos Jurídicos III.2 y III.3 del presente fallo; en este sentido, se tiene que al interrumpir las funciones que ejercitaba el accionante como alcalde municipal y como servidor público electo, se afectó el normal desarrollo de su derecho a ejercer la función pública el cual se encuentra ligado a los derechos a la ciudadanía y al trabajo, como se instaura en el Fundamento Jurídico III.4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. En cuanto a la “seguridad jurídica”, es pertinente señalar que en el marco Constitucional vigente, este es un principio de la administración de justicia, por lo que el mismo no puede ser tutelado directamente por la acción de amparo INDICE constitucional, de ahí que al respecto no corresponde a este Tribunal realizar pronunciamiento alguno. En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al denegar la acción de amparo constitucional por los derechos al trabajo, al ejercicio de su ciudadanía y a la función pública y conceder con relación a la seguridad jurídica, no compulso de forma correcta los antecedentes del caso. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 01/2011 de 21 de noviembre, cursante de fs. 101 a 105, pronunciada por el Juez de Partido, Mixto y de Sentencia Penal de Huachacalla del Distrito Judicial -ahora departamento- de Oruro; y, en consecuencia: 1° CONCEDER la tutela al accionante, sólo en cuanto a sus derechos al trabajo, al ejercicio a la ciudadanía, a la función pública y al debido proceso, disponiendo: Dejar sin efecto la Resolución del Concejo Autónomo Municipal de Chipaya 67/2011 de 24 de septiembre, por no cumplir los requisitos establecidos en el art. 17 de la LM. 2° En aplicación de los principios de seguridad jurídica y armonía social, implantados por el art. 178 de la CPE, y considerando que las resoluciones de los jueces y/o tribunales de garantías son de cumplimiento obligatorio e inmediato, por el tiempo transcurrido entre la emisión de la resolución revocada, hasta el pronunciamiento del presente fallo, se tienen por válidos los actos realizados como efecto del cumplimiento de la resolución del Juez de garantías. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Se hace constar que no interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por encontrarse en uso de su vacación anual. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 2114/2013 Sucre, 21 de noviembre de 2013 SALA TERCERA Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 03819-2013-08-AAC Potosí En revisión la Resolución 12 de 5 de junio de 2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Nicasio Acero Anguela contra Dilma Coca Gallego, Zoraida Mamani Romero, Francisca Mamani Betancur y Néstor Huanca Orihuela, Concejales del Gobierno Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta provincia Rafael Bustillo del departamento de Potosí. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 3 de junio de 2013, cursantes de fs. 27 a 34, el accionante expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 4 de abril de 2010, fue elegido Concejal Titular del Gobierno Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta, Cuarta Sección de la provincia Rafael Bustillo, mediante voto universal, directo y secreto, siendo posesionado en el cargo el 27 de mayo del referido año por el Juez de Partido Mixto y Liquidador de Uncía del departamento de Potosí, por lo que vino desarrollando sus actividades, desde ese entonces, de forma legal, hasta su renuncia forzada. El 15 de abril de 2013, cuando se encontraba en Oruro, el Notario de Fe Pública ingresó al Concejo Municipal a inventariar los documentos existentes, porque se tenía conocimiento que, un grupo de personas extrajo documentos de dichas oficinas. El 16 del mismo mes y año, acudió a la sesión ordinaria en la Sala de Sesiones del Concejo Municipal, donde se constituyeron las autoridades del ayllu y cooperativistas, pidiendo que la sesión sea pública en el frontis de la Alcaldía, solicitud que fue aceptada y, una vez terminada la sesión, pidieron la participación pública, que también fue aceptada a fin de recoger inquietudes del pueblo; sin embargo, arremetieron contra su persona y pidieron su renuncia, arguyendo que no controlaba al Alcalde, amenazando contra su integridad física, demostrando actitudes agresivas. Aproximadamente a horas 16:00 del mismo día, arribó su suplente Reyna Patty Huarayo, quien indicó que estaba dispuesta a asumir como Concejala, incendiando aún más los ánimos INDICE de la turba, quienes manifestaron que si no renunciaba de a buenas, lo sacarían de a malas, por lo que ante el temor de una inminente agresión física, decidió forzadamente firmar su carta de renuncia, redactada por el Asesor Legal del Concejo Municipal, en contra de su voluntad. Para legalizar dicha renuncia, obligaron de inmediato al Concejo Municipal a instalar sesión extraordinaria para aceptar su renuncia y elegir nueva directiva y comisión de ética, conforme se advierte en el punto tres de la acta de sesión extraordinaria de 003/2013 de 16 de abril, en la cual los cuatro Concejales no aceptaron ni rechazaron la citada renuncia, limitándose a sostener que “todos los Concejales admiten su presentación” (sic); acta que, además, no fue firmada por ninguno de ellos, apareciendo tan sólo la firma de la Concejala, Dilma Coca Gallego, fungiendo como Presidenta del ente deliberante, no obstante que en dicha sesión aún no era Presidenta, lo que demuestra que la firma y sello fue regularizada posteriormente a la sesión. Producto de la mencionada sesión extraordinaria, mediante Resolución Municipal (RM) 029/2013, se aceptó su renuncia obligada, bajo presión; hecho que se puso en conocimiento del presidente de Tribunal Departamental Electoral de Potosí, mediante memorial presentado el 18 del mismo mes y año. Posteriormente, se instaló la sesión ordinaria 023/2013 de 30 de abril, en la que pese a que dos Concejales aceptaron su solicitud de reconsideración, la misma fue negada con la intervención arbitraria de la Presidenta de la instancia deliberativa, disponiéndose la habilitación del suplente, emitiendo la RM 032/2013, mediante la cual dejaron sin efecto la Resolución 029/2013. El 6 de mayo de 2013, reiteró su solicitud de “reconsideración de su renuncia” (sic) y en la sesión ordinaria 24/2013 de 7 de mayo, nuevamente dos Concejales lo rechazaron y otros dos aceptaron; sin embargo, en las respuestas del 30 de abril y 7 de mayo del mismo año, señala que: “…por determinación del 'Pleno' del concejo ha sido rechazado…” siendo falsa esa aseveración, porque dos Concejales no hacen el Pleno del Concejo. I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados Estima lesionados sus derechos de petición, al trabajo y al ejercicio de la función pública, así como a no ser obligado a hacer lo que la Constitución Política del Estado y las leyes no manden, citando al efecto los arts. 14.I.IV y 24, 46.I.1.2 y II, 114.I.II y 234 de la Constitución Política del Estado (CPE); 6 y 23.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 16 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela solicitada, ordenando su restitución al cargo de Presidente del Concejo Municipal Indígena de Chuquihuta y se declare la nulidad de la carta de renuncia, actas de sesión 003/2013, 023/2013 numerales 3.1, 3.2 y 4.5 y 24/2013 numeral 4.2; las Resoluciones Municipales 029/2013 y 032/2013; las notas de 30 de abril y 7 de mayo de INDICE 2013; mas pago de daños y perjuicios, costas y remisión de antecedentes al Ministerio Público. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 5 de junio de 2013, en presencia del accionante, todos los codemandados, conforme consta del acta cursante de fs. 83 a 87 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción En audiencia, el abogado del accionante, ratificó el contenido de su demanda y la amplió señalando que: a) El accionante fue víctima de amenazas para firmar la carta de renuncia elaborado por el Asesor Legal del Concejo Municipal de Chuquihuta, por lo que presentó cuatro notas de reconsideración para que dejen sin efecto la renuncia forzada, por lo que considera haber cumplido con la subsidiariedad, citando al efecto la SC “0659/2009-R de 19 de julio de 2010” y la SCP 1992/2012 de 12 de octubre; y, b) Presentó “2 declaraciones juradas” (sic) realizadas por Raúl Achacata Choquetupa, ante el Notario de Fe Pública, quien señaló que el 16 de abril del presente año un grupo de personas intervinieron el Concejo Municipal de Chuquihuta y con una serie de amenazas lo hicieron firmar su carta de renuncia al cargo de Presidente de esa entidad deliberante, por lo que pidió se declare probada la demanda y sea con calificación de costas, daños y perjuicios y el reconocimiento de su sueldo a partir del día en que fue privado de sus derechos constitucionales. I.2.2. Informe de las autoridades demandadas El abogado de las autoridades demandadas en audiencia, señaló lo siguiente: 1) El accionante dice que habría renunciado por la presión de un grupo de personas, sin identificar a las mismas, cuando en la citada población existen cooperativas mineras, de transportistas y agricultores, tampoco hay prueba que demuestre algo de aquello, como ser denuncia policial o fiscal; y, 2) Existe acto consentido, prueba de ello es que esperó dos meses para pretender revertir aquella renuncia; acto consentido que se advierte, además, de los membretes y el sello de recepción del Concejo Municipal, siendo por lo mismo una renuncia legal y correcta y, no existiría razón legal para otorgar la tutela. Francisca Mamani Betancur, Concejala Municipal en audiencia informó que “…algunos grupos le hicieron renunciar a la fuerza incluso con amenaza de patadas y puñetes, desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde nos han hecho sufrir en la reunión sin almorzar en la puerta de la Alcaldía” (sic); que ese grupo de personas, a la cabeza de Mario Mancilla, Víctor Balcázar y Miguel Anguela, los obligaron a sesionar y hasta ahora no existe trabajo normal en el ente deliberante de Chuquihuta. Dilma Coca Gallego, Concejala Municipal, manifestó, que fue cierto que le pidieron su renuncia y que si no lo hacía, sería obligado a hacerlo a patadas; sin embargo, estas INDICE amenazas no se materializaron al haber sido su renuncia “voluntaria”. Zoraida Mamani Romero, Concejala Municipal, señaló que: La población ha exigido que se informe sobre la fiscalización que el Concejo Municipal ha realizado al Alcalde, y efectivamente se ha solicitado la renuncia del accionante, escuchándose entre la multitud que si no lo hacía: “a patadas o lakasos renunciaras” (sic). Luego entró el Asesor y salió con la renuncia, nadie le ha obligado. Néstor Huanca Orihuela, Concejal Municipal, mencionó que en la indicada fecha existía mucha presión desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, y que los grupos exigían la renuncia del actual accionante, señalando que si no firmaba su renuncia, lo iban a tener todo el día, “…aunque mañana y pasado más…” (sic); que una vez que se dio lectura a la renuncia, en su condición de Vicepresidente del Concejo Municipal, fue presionado a convocar al instante a una sesión extraordinaria, sabiendo que era ilegal; sin embargo, para calmar a la población instaló dicha sesión, a fin de tratar la renuncia y la elección de la nueva directiva. I.2.3. Resolución La Jueza de Partido, Mixta y Liquidadora de Uncía provincia Rafael Bustillo del departamento de Potosí, constituida en Jueza de garantías, pronunció la Resolución 12 de 5 de junio de 2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., por la que declaró “procedente” la acción de amparo constitucional interpuesta, disponiendo que el Concejo Municipal del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta, deje sin efecto todos aquellos actuados en los que se aprobó la renuncia de Nicasio Acero Anguela y, mediante sesión extraordinaria a realizarse en el plazo de cuarenta y ocho horas de notificada la presente Resolución, se restituya al accionante al cargo de Concejal y Presidente del Concejo del Gobierno Municipal de Chuquihuta, más el pago de sus haberes desde el momento de su renuncia hasta la presente fecha, así como el pago de costas y daños cuantificables en Bs3000.- (tres mil 00/100 bolivianos) por concepto de honorarios profesionales, con los siguientes fundamentos: i) La renuncia del accionante no fue voluntaria, toda vez que existió amenazas y presión por parte de una turba que lo obligó a firmar su carta de renuncia, la misma que desde el momento de su redacción ya estaba viciada de nulidad en previsión del art. 114.II de la CPE; aspecto que se encuentra corroborado por la información prestada por los cuatro Concejales demandados en audiencia de amparo constitucional; y, ii) El art. “27.2” de la Ley de Municipalidades (LM), prevé que los concejales cesan en sus funciones por renuncia al cargo; empero, en el presente caso la renuncia fue forzada, misma que finalmente fue aprobada por el Concejo Municipal, coartando su derecho al trabajo y a suministrarse los medios necesarios para su subsistencia y la de su familia. I.3. Intervención de las autoridades originarias a solicitud del Magistrado Relator A solicitud de Magistrado Relator, por decreto de 24 de octubre de 2013, la Comisión de Admisión requirió a las máximas autoridades originarias del ayllu Jucumani, a que remitieran a este Tribunal: las actas correspondientes a los acuerdos existentes sobre los representantes INDICE al Concejo Municipal de Chuquihuta y el tiempo de duración de los mismos, así como informe sobre la estructura y organización del ayllu Jucumani y de los cuatro cabildos que lo componen. En mérito al decreto antes mencionado, la máxima autoridad originaria del ayllu Jucumani, Segunda Mayor, Juan José Huanca Ignacio, por memorial presentado el 11 de noviembre de 2013 (fs. 143 a 147 vta.), manifestó que previo informe, envió la documentación solicitada por el Magistrado Relator en base a los principios consagrados en nuestra mama ley, Ama qhilla, ama llulla y ama sua, “toda esta trilogía es la vivencia de los pueblos originarios” (sic) y en base al principio de coordinación y cooperación entre la justicia indígena originaria campesina y la justicia ordinaria. La autoridad informó sobre los siguientes puntos: A. Con relación a la estructura y organización del Ayllu Jucumani y de los cuatro cabildos que lo componen, la autoridad originaria informó que la máxima autoridad originaria del Ayllu Jucumani es el Tata Segunda Mayor, en el “Gobierno del Ayllu”, que busca el desarrollo y el bienestar de las 33 comunidades que existen en los cuatro cabildos (Sarakara, Kullana, Mima y Kuyku). La máxima autoridad de los cabildos son los Tata Jilankus, que son cuatro, correspondientes a cada uno de los cabildos, y se encargan del bienestar de todas las comunidades que forman parte de un cabildo. Se ocupa de solucionar conflictos que se suscitan entre hermanos de diferentes comunidades de su cabildo, pero él no puede solucionar conflictos o realizar otras actividades en otro cabildo. Luego están los catorce Tata Alcaldes Comunales, quienes se encargan de manejar asuntos de su comunidad, cuidando el bienestar de sus habitantes y solucionando conflictos que surgen al interior de la comunidad. B. Respecto a los acuerdos existentes sobre los representantes del Concejo Municipal de Chuquihuta: La autoridad originaria sostuvo que el libro de actas, en el que estaban los acuerdos, fue extraviado por Alberto Lucana Anguela, Segundo Mayor del citado Ayllu en la gestión 2010 a 2011, dicho acuerdo era para el Alcalde y los Concejales en relación a sus suplentes, y en virtud del mismo, los Concejales titulares asumirían el cargo dos años y medio y los restantes dos años y medio sus suplentes, dicho compromiso está en la conciencia de cada uno de ellos; sin embargo, el lucro y la politiquería les ha llevado a querer olvidarse de su compromiso. C. Sobre el acuerdo original con Nicasio Acero Anguela y el acuerdo del Cabildo para su renuncia: La autoridad originaria aclaró que en el ayllu Jucumani, está la población de Chuquihuta, que es la más grande y con mayor densidad poblacional de todo el ayllu Jucumani, por eso la Cuarta Sección Municipal de la provincia Rafal Bustillo lleva el nombre de Gobierno Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta, ayllu Jucumani. INDICE Que el cabildo es la máxima instancia donde se toman decisiones sobre asuntos de interés para todo el ayllu Jucumani y los Cabildos pueden ser ordinarios y extraordinarios. Existieron varios cabildos para solicitar la renuncia. Así, en el cabildo ordinario del ayllu Jucumani de 30 de junio de 2012, se deliberó el caso del convenio y se determinó que se debe cumplir el acta y renunciar los Concejales y el Alcalde para que asuman los suplentes, adjuntándose la acta respectiva. También en referido Cabildo de 30 de septiembre de 2012, se deliberó y determinó en que todas la autoridades del municipio de Chuquihuta, debían renunciar al cargo o, en su caso, pedir al Tribunal Electoral la revocatoria de mandato, pero las autoridades engañaron indicando que ya pasó el tiempo de la revocatoria y que además no era necesario porque iban a cumplir con su compromiso con el Ayllu, como también consta en el acta. En el cabildo extraordinario del ayllu Jucumani de 5 de octubre de 2012, respecto al compromiso de los concejales titulares y suplentes, el Concejal Servio Revollo manifestó que iba a cumplir los dos años y medio de acuerdo al compromiso interno e iba a renunciar, así, de manera posterior al cabildo dicho concejal renunció y en la actualidad asume el cargo la suplente. El Concejal Nicasio Acero Angulo “ha manifestado que es joven y voy a renunciar”, también los otros Concejales han manifestado que van a respetar la decisión del Ayllu, como se acredita con el acta del cabildo. En el Cabildo ordinario del ayllu Jucumani de 31 de marzo del año 2013, se determinó la renuncia de los Concejales en su totalidad, del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta y se manifestó que los concejales que no querían cumplir su compromiso es porque han visto el lucrar con el cargo, concluyendo que “…las autoridades originarias del Ayllu buscarán estrategias para que renuncien voluntariamente los Concejales del Municipio” (sic), como también se acredita mediante acta. En el cabildo de autoridades originarias y concejales del municipio de Chuquihuta ayllu Jucamani, de 1 de abril de 2013, el Concejal, Nicasio Acero Anguela, manifestó que estaba conversando con su suplente y se le dijo que alistara su documentación, de donde se concluye que él renunció voluntariamente. Con toda la documentación de respaldo se demuestra que hubo un compromiso de los concejales titulares y suplentes del Municipio de Chuquihuta, que fue cumplido por el Concejal Sergio Revollo. El concejal Nicasio Acero Anguela “ha renunciado voluntariamente al cargo en fecha 16 de abril del año 2013 y esta actitud asumida por el hermano ha sido recibida con un Jallalla; sin embargo, nos enteramos que este hermano había regresado al cargo con un Amparo Constitucional” (sic). La autoridad originaria sostuvo que “gracias a las wakas y a las cumbreras, nuestros derechos que no estaban escritos en nuestra normativa y jurídica, ahora ya están plasmados en la Constitución Política del Estado y otras leyes en actual vigencia dentro el Estado Plurinacional INDICE de Bolivia…”; añadiendo que el fallo de amparo constitucional fue “conseguido en base a mentiras, vulnerando los principios ético-moral de los pueblos indígena originario, dejando a un lado nuestros usos, costumbres y procedimientos propios”; agregando que: “…en ningún momento hubo excesos, amedrentamiento, peor golpes, patadas, puñetes ni lakasos, porque esas situaciones para nosotros no forman parte de nuestros usos y costumbres y peor todavía cuando nosotros aplicamos nuestra justicia…”, por eso se rechazan las afirmaciones vertidas por el hermano Nicasio Acero Anguela en el memorial de la acción de amparo constitucional. Es falso que la carta de renuncia de Nicasio Acero Anguela ya estuviera redactada y que no tuvo tiempo de leerla, “esto es el colmo de la mentira … quién iba a redactar su renuncia, de donde íbamos a sacar el membrete del concejo municipal, el sello redondo y el sello de recepción, si todos estos instrumentos de trabajo solamente lo pueden utilizar los miembros del concejo municipal … quién de las personas que se encontraban en el lugar sabía exactamente el número de su Carnet de Identidad del hermano Nicasio Acero Anguela… Por último, cuando manifiesta que no tuvo tiempo de leer, es otra de las más grandes mentiras y falacias del hermano; esa renuncia el de manera personal y voluntariamente lo ha elaborado con el asesor del Concejo Municipal y lo ha presentado al Concejo Municipal en su conjunto, a las bases y autoridades originarias del ayllu Jucumani y esta actitud asumida por el hermano ha sido recibida con un Jallallla para él, oportunidad en la que dio un discurso a todo el Ayllu”. Por último, respecto a si el Cabildo expresó su apoyo posterior a Nicasio Acero Anguela, la autoridad originaria sostiene que no conoce de esta situación, “nuestros ancestros, nuestros antepasados nos han enseñado que nunca debemos de retractarnos eso no trae cosas buenas solo trae división y otras cosas negativas, es por eso que todos los símbolos de los pueblos indígena originario a que siempre debemos de ir para adelante y no hacia atrás…”. II. CONCLUSIONES De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece lo siguiente: II.1. Cursa credencial de Concejal Titular del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta, otorgada por el Tribunal Departamental Electoral de Potosí a Nicasio Acero Anguela, de acuerdo al “Acta de Cómputo Nacional de las Elecciones Departamentales y Municipales realizadas el 4 de abril de 2010…” (sic) (fs. 2), y acta de posesión de 27 de mayo de 2010, realizada por el Juez de Partido, de Sentencia Penal, Mixto y Liquidador de Uncía (fs. 5 vta.). II.2. Cursa carta de renuncia del accionante, al cargo de Concejal Presidente del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta, presentada el 16 de abril de 2013, a horas 15:10 ante el Concejo Municipal (fs. 7), así como la convocatoria pública de 16 del referido mes y año, para la realización de sesión extraordinaria, a horas 16:30, en el INDICE patio de la Alcaldía de Chuquihuta, emitida por el Vicepresidente del Concejo Municipal (fs. 6). De acuerdo al acta de la sesión extraordinaria 003/2013, de la misma fecha, se admitió la “presentación” de la renuncia de Nicasio Acero Anguela (fs. 8 a 9); emitiéndose la Resolución Municipal 029/2013 de 16 de abril, por la cual el Concejo Municipal de Chuquihuta aceptó “la renuncia voluntaria definitiva e irrevocable” del actual accionante, constatándose que la Resolución fue firmada por todos los miembros del Concejo Municipal (fs. 10). II.3. Por memorial presentado el 18 de abril de 2013, Nicasio Acero Anguela, hizo conocer al Presidente y Vocales del Tribunal Electoral Departamental de Potosí, su “destitución ilegal”; en la nota refiere que los señores Martín Cuba Ramírez, Miguel Angel Anguela Lora, Vito Balcazar, Ciprian Alonzo y “una turba incontrolable en una cantidad de ciento cincuenta personas, me trajeron un documento que contenía mi renuncia al cargo de concejal, donde me obligaron de manera violenta a que rubrique mi firma, temiendo por mi vida y que las amenazas efectuadas se consumaran, procedí a firmar una nota con fecha 16 de abril…” (fs. 12 a 13). II.4. De acuerdo al acta de sesión ordinaria 023/2013 del 30 de abril, fue aprobada el acta de sesión extraordinaria 003/13 de 16 de abril, por tres concejales, con excepción de la concejala Francisca Mamani Betancur, que indicó que fue forzada. En la misma sesión, se trató la solicitud del accionante de restitución al cargo de Concejal Presidente, que fue rechazada por la Presidenta del Concejo Municipal, Dilma Coca Gallego y la Concejala Zoraida Mamani Romero, y aceptada por el Vicepresidente del Concejo Municipal, Néstor Huanca Orihuela y la Secretaria del Concejo, Francisca Mamani Betancur (fs. 14 a 16). II.5. Por Resolución 32/2013 de 30 de abril, “el H. Concejo Municipal en pleno por mayoría absoluta, aprueba la habilitación extraordinariamente al suplente del segundo titular según el orden correlativo de la organización política, al Sr. Ciprian Alonzo Huanca…” (sic); sin embargo, la Resolución fue únicamente firmada por dos concejalas: Dilma Coca Gallego y Zoraida Mamani Romero, constatándose la ausencia de firma de Néstor Huanca Orihuela y Francisca Mamani Betancur (fs. 17 y 18). II.6. El 6 y 14 de mayo de 2013, el accionante solicitó al Concejo Municipal de Chuquihuta, se deje sin efecto su renuncia y se le restituya al cargo de Concejal Municipal, con el argumento que la misma fue forzada; es decir, contra su voluntad y presionada por la sociedad civil. Además sostiene que su persona fue elegida del cabildo Kuyku quienes ratificaron su continuidad hasta la conclusión de la gestión constitucional (fs. 19 y 22). II.7. Conforme al acta de sesión ordinaria 24/2013 de 7 de mayo, la solicitud de restitución de Nicasio Acero Anguela al Concejo Municipal, fue rechazada por la Presidenta del Concejo Municipal, Dilma Coca Gallego y la Concejala Zoraida INDICE Mamani Romero, y aceptada por el Vicepresidente del Concejo Municipal, Néstor Huanca Orihuela y la Secretaria del Concejo, Francisca Mamani Betancur; sin embargo, en la parte conclusiva del acta se ratificó el rechazo a su pedido de restitución (fs. 20 a 21). II.8. De acuerdo al informe del Concejo Municipal de Chuquihuta, de 8 de noviembre de 2013, solicitado por Magistrado Relator mediante la Comisión de Admisión, el Ayllu Jucamani está dividido en cuatro cabildos (Kuyku, Mitma, Kullana, Sarakara) que previamente eligen a sus respectivos concejales titulares y suplentes. Así, los concejales Sergio Revollo Choque y Zoraida Mamani Romero, fueron propuestos y elegidos por su cabildo que es Kullana, Francisca Mamani y Ciprián Alonzo, son representantes y fueron elegidos por su Cabildo Sarakara; Nicasio Acero Anguela y Reyna Paty son representantes y fueron elegidos por su Cabildo Kuyku; Dilma Coca Gallego y Florentino Bernabé son representantes y elegidos por su Cabildo Mitma. Señalan que estos acuerdos seguramente estaban plasmados en el libro de actas de la autoridad máxima del ayllu Jucumani que es el Segunda Mayor; sin embargo, el libro de actas se extravió (fs. 114 a 115). II.9. En el informe otorgado por la ex máxima autoridad originaria del ayllu Jucumani, Martín Cuba Ramírez, ex - Segunda Mayor, esta autoridad originaria sostuvo: “ …el mentir no es bueno; en nuestras comunidades nos eligen para sumir algún cargo de acuerdo a nuestra actitud, a lo que nos comportamos, para asumir como autoridad originaria tiene que ser una persona respetada por la comunidad, no tener enemistad con nadie y siempre buscar el bien de todos. En ese marco como ex autoridad originaria debo de indicar que la renuncia del Nicasio Acero Anguela, ha sido totalmente voluntaria, nadie le ha obligado a que él tome esa decisión, la renuncia al cargo el con su abogado lo han realizado y luego han presentado al concejo y nosotros como autoridades y como base hemos aplaudido la noticia” (fs. 137). II.10. Marco Antonio Anguela Lora, Alcalde Comunal de Chuquihuta y ex autoridad originaria, sostiene que la renuncia del concejal Nicasio Acero Anguela, ha sido totalmente voluntaria y que la prensa de Uncía ha visto y grabado todo lo sucedido (fs. 139). II.11. La Federación de Juntas Vecinales del Municipio de Chuquihuta, informó que la solitud de renuncia de los concejales fue planteada y analizada en varios cabildos del ayllu Jucumani, exigiendo el cumplimiento interno de los acuerdos contraídos. Que el cabildo ordinario del ayllu Jucumani desarrollado el 31 de marzo de 2013, determinó la renuncia de todos los Concejales del Municipio de Chuquihuta, y el mandato para las autoridades originarias era que al día siguiente tenían que estar presentes para verificar la renuncia voluntaria de los concejales titulares. Las autoridades originarias se hicieron presentes para verificar esa situación, pero los INDICE concejales Nicasio Acero Anguela y Francisca Mamani Betancur, no se hicieron presentes a la hora indicada; situación que molestó más a las autoridades originarias y a las bases que con mayor razón solicitaron la renuncia principalmente del concejal Nicasio Acero Anguela, porque él estaba asumiendo la presidencia del Concejo Municipal de Chuquihuta. Señalan que: “por culpa de ese concejal que no cumple con su compromiso, rebelde y que no respeta las decisiones asumidas por el cabildo magno, el conflicto en el gobierno Municipal de Chuquihuta se ha agudizado durante casi dos semanas con paralización de actividades” (sic). Añaden que, el día martes 16 de abril de 2013, el concejal Nicasio Acero Anguela “aparece” en la Alcaldía Municipal, oportunidad en la que solicitan una sesión pública como autoridades, la que se llevó adelante en el frontis de la Alcaldía desde las 10:30 hasta las 17:45; en la sesión los concejales brindaron informe de las diferentes actividades realizadas, del proyecto y el manejo de los recursos económicos por parte del ejecutivo, concluyendo la audiencia disponiendo dar cumplimiento a la determinación del Cabildo Magno de 31 de marzo de 2013, oportunidad en la que “RENUNCIO VOLUNTARIAMENTE EL CONCEJAL MUNICIPAL NICASIO ACERO ANGUELA, MANIFESTANDO QUE EL ES JOVEN Y EL SIEMPRE A ESTADO DISPUESTO EN DAR UN PASO AL COSTADO PARA QUE ASUMA LA SUPLENTE, Y QUE EN CUALQUIER MOMENTO CUANDO EL AYLLU LE CONVOQUE EL ESTARÍA DISPUESTO A VOLVER HA ASUMIR OTRO CARGO SI ES QUE EXISTIERA OTRA POSIBILIDAD, POR ÚLTIMO A MENCIONADO QUE GRACIAS AL AYLLU A SIDO AUTORIDAD, YO HE ENTRADO POR LA PUERTA Y POR PUERTA TAMBIÉN ESTOY ENDO GRACIAS HERMANOS Y TODO LOS PRESENTES HEMOS APLAUDIDO” (textual) (fs. 140 a 141). II.12. En el informe de la Presidenta de amas de casa del municipio de Chuquihuta, Francisca Chávez, a solicitud de la autoridad originaria del citado ayllu, se señala que la renuncia de uno de los Concejales de Chuquihuta, “…ha sido totalmente voluntaria, no ha existido presión de ninguna naturaleza, peor todavía violencia física, en esa oportunidad hemos estado presentes una gran mayoría de las amas de casa de la población de Chuquihuta” (fs. 142). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante, alega lesionados sus derechos de petición, al trabajo y al ejercicio de la función pública, así, como a no ser obligado a hacer lo que la Constitución Política del Estado y las leyes no manden, por cuanto fue obligado, bajo presión y amenazas, a firmar una carta de renuncia al cargo de Concejal Titular que venía ejerciendo, y no obstante las reiteradas solicitudes para que se deje sin efecto la renuncia forzada, el Concejo del Gobierno Autónomo Municipal Indígena de Chuquihuta, rechazó dicha pretensión. En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder o INDICE denegar la tutela requerida. III.1. El Estado Plurinacional y la democracia comunitaria El art. 1 de la CPE, sostiene que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario”; modelo de Estado que fue el resultado de la fuerza descolonizadora de los pueblos indígena originarios campesinos, quienes plantearon el reto histórico de dar fin al colonialismo, con sujetos políticos colectivos con derecho a definir su destino, gobernarse en autonomías y participar en los nuevos pactos de Estado. Este nuevo modelo, tiene una inspiración anticolonialista que rompe con la herencia del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas, y del constitucionalismo pluricultural que introdujo de manera subordinada un reconocimiento parcial a los derechos de los pueblos indígenas. La Constitución Política del Estado marca una ruptura respecto al constitucionalismo clásico y occidental concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo que expresa la voluntad de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva institucionalidad, transversalizada por lo plurinacional, una nueva territorialidad, signada por las autonomías, una nueva democracia plural que se ejerce a través de la democracia directa y participativa, representativa y comunitaria, y una nueva legalidad bajo el paradigma del pluralismo jurídico igualitario en el marco de la Constitución Política del Estado. Efectivamente, la Ley Fundamental, tiene características que la distinguen e individualizan y dan cuenta de un constitucionalismo que no tiene precedentes, y cuyos intérpretes deben ser fieles a sus fundamentos, a los principios y valores que consagra, con la finalidad de materializar y dar vida a las normas constitucionales, siendo una de sus características más importantes, la plurinacionalidad, que se traduce en el ejercicio de una nueva democracia plural, signada, en el ámbito de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, por la democracia comunitaria. Efectivamente, la plurinacionalidad implica la existencia de múltiples naciones dentro de un Estado, las cuales, como sujetos políticos colectivos, definen su destino y, en virtud a esa autodeterminación ejercen sus sistemas políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión (art. 30.II.14 de la CPE) y, por ello, ejercen la democracia comunitaria, en el marco de sus propias normas y procedimientos. El ejercicio de los sistemas políticos de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos está contemplado, además, como un derecho en el art. 30.II.14 de la CPE y también en los pactos internacionales sobre derechos humanos. Así, el Convenio 169 de la OIT, en el art. 5 determina que deberán reconocerse y protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales propias de los pueblos indígena y deberán considerarse los problemas que se les plantean tanto colectiva como individualmente; además de respetarse la integridad INDICE de valores, prácticas e instituciones de esos pueblos. En el mismo sentido, el art. 8 del citado Convenio, señala que al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados, deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario, añadiendo que los pueblos “deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos humanos internacionalmente reconocidos (…)”. Asimismo, debe hacerse mención al art. 5 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que sostiene que: “Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean en la vida política, económica, social y cultural del Estado”. Conforme a ello, los sistemas políticos son ejercidos en su calidad de naciones y pueblos indígena originario campesinos; es decir, por su condición de sujetos colectivos que se definen políticamente y, por ende, más allá de una institucionalidad occidental ajena a sus propias normas y procedimientos; como ocurrió en los tiempos de la colonia y la república, los pueblos indígenas siguen ejerciendo su propia democracia comunitaria, que en el marco de nuestro modelo de Estado tiene reconocimiento pleno y se funda, precisamente en el carácter plurinacional de nuestro Estado y la autodeterminación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Además, se ha señalado que la autodeterminación, bajo el denominativo de libre determinación, así como el ejercicio de sus sistemas jurídicos, políticos y económicos, son concebidos como derechos fundamentales por nuestra Constitución Política del Estado (arts. 2, 30.II.4 y 30.II.14 de la CPE), y también como derechos en el marco de las normas del bloque de constitucionalidad (arts. 5, 7 y 8 del Convenio 169 de la OIT y arts. 3, 4 y 5 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas) y, por ende, están sujetas a los criterios de interpretación previstos en nuestra Ley Fundamental en los arts. 13.IV y 256 de la CPE, que en el marco del de nuestro constitucionalismo plurinacional y comunitario, introducen dos principios que guían la interpretación de los derechos fundamentales: La interpretación pro persona (pro homine), que aplicado al ámbito de los pueblos indígenas, se traduce en el principio pro indígena, y la interpretación conforme a los pactos internacionales sobre Derechos Humanos. En virtud al primero, los jueces y tribunales tiene el deber de aplicar aquella norma que sea más favorable para la protección del derecho en cuestión -ya sea que esté contenida en la Ley Fundamental o en las normas del bloque de constitucionalidady de adoptar la interpretación que sea más favorable y extensiva al derecho; y en virtud a la segunda (interpretación conforme a los Pactos Internacionales sobre INDICE Derechos Humanos), tienen el deber de -ejercer el control de convencionalidadinterpretar el derecho de acuerdo a las normas contenidas en tratados e instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o a los que se hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, claro está, declaren derechos más favorables a los contenidos en la Constitución Política del Estado; obligación que se extiende, además al contraste del derecho con la interpretación que de él ha dado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conforme lo ha entendido la misma Corte en el caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú, al señalar que:“los órganos del Poder Judicial deben ejercer no solo un control de constitucionalidad, sino también de convencionalidad ex officio entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de sus regulaciones procesales correspondientes (…)”. A partir de lo señalado y a la luz de los principios constitucionales de plurinacionalidad, pluralismo (art. 1 de la CPE) y democracia plural (art. 11 de la CPE), esta Sala considera que el ejercicio de la democracia comunitaria como una manifestación del derecho al ejercicio de los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas, debe ser reconocido plenamente, aún adopte, para su “legalidad” las formas de la institucionalidad occidental; pues, de lo contrario, se estaría subordinando el ejercicio de la autodeterminación de los pueblos indígenas y el derecho al ejercicio de sus sistemas políticos, a una legalidad occidental, al margen de la plurinacionalidad, del pluralismo político y jurídico que son la base de nuestro Estado. Efectivamente, debe señalarse que la democracia comunitaria ha logrado persistir y sobrevivir pese a la existencia de leyes que establecían formas y mecanismos de elección provenientes de la democracia representativa. Así, en los lugares donde se practica la democracia comunitaria, pero paralelamente se rigen por una ley propia del sistema occidental, como en el caso de los municipios mayoritariamente indígenas, existe una verdadera interlegalidad, respecto a la elección, permanencia y revocatoria de las autoridades representativas; por cuanto previamente fueron elegidas por acuerdos y consensos, de conformidad a la democracia comunitaria y, posteriormente, mediante sufragio; es decir, bajo las reglas de las democracia representativa, “legalizando” así, sus formas de elección y participación. Esta “legalización” del ejercicio de la democracia comunitaria se explica a partir de los niveles de subordinación de los sistemas jurídicos y políticos de los pueblos indígenas originario campesinos, y la necesidad de dar legalidad a sus actuaciones, que se ha dado históricamente en Bolivia, conforme lo demuestran las investigaciones realizadas sobre la legitimidad y la legalidad de las autoridades originarias; sin embargo, conforme se ha señalado en el Fundamento III.1, actualmente la democracia comunitaria, como una forma de manifestación de la autodeterminación, y como un derecho reconocido tanto en la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad tiene reconocimiento INDICE pleno en nuestro sistema constitucional y, en ese ámbito, la interlegalidad que antes estaba marcada por la asimetría, hoy en día, de acuerdo a nuestra Constitución Política del Estado, debe orientarse por el principio de igualdad jerárquica de sistemas jurídicos (art. 179 de la CPE), pues éste no sólo se predica en el ámbito jurisdiccional, sino en todos los ámbitos donde las naciones y pueblos indígena originario campesinos se rijan por sus normas propias, procedimientos, instituciones y autoridades. En ese marco, se aclara que el ejercicio de la democracia comunitaria tiene como techo constitucional el respeto a los derechos fundamentales y humanos, los principios y valores plurales de nuestro Estado Plurinacional y Comunitario y, en ese ámbito, en mérito a nuestro diseño constitucional, las lesiones a derechos pueden ser denunciadas ante la justicia constitucional a través de las acciones de defensa previstas en la Constitución Política del Estado. III.2. Los servidores públicos en el marco del Estado Plurinacional, Comunitario y Descolonizador De acuerdo al art. 232 de la CPE: “La Administración Pública se rige por los principios de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social, ética, transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad, responsabilidad y resultados”. Por otra parte, el art. 233 de la CPE, señala que: “Son servidoras y servidores públicos las personas que desempeñan funciones públicas. Las servidoras y los servidores públicos forman parte de la carrera administrativa, excepto aquellas personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los designados, y quienes ejerzan funciones de libre nombramiento”. En ese marco, los servidores de los gobiernos municipales, incluidos los concejales municipales, son servidores públicos y, por lo mismo deben cumplir con las obligaciones, prohibiciones, obligaciones previstas en la Constitución Política del Estado (art. 234 y ss. de la CPE). Conforme a ello, en el marco de la configuración de nuestro modelo de Estado, la función en las instituciones estatales se constituye en un servicio al público, a la sociedad y, por lo mismo es el pueblo, el que debe evaluar la gestión de aquellos servidores públicos que fueron electos por ellos, en el marco de los principios previstos en el art. 232 de la CPE y que ya han sido referidos, en especial el de calidad, honestidad, responsabilidad y resultados. En mérito a ello, la Constitución Política del Estado, ha establecido al referendo revocatorio como mecanismo para que la ciudadanía se pronuncie sobre la gestión de los servidores públicos electos, posibilitando así la revocatoria de su mandato a INDICE través de los cauces previstos por la misma norma constitucional, como es la revocatoria de mandato, concebida por el art. 11.II.1 de la CPE, como una forma de ejercicio de la democracia directa y participativa. Sin embargo, la posibilidad de revocar el mandato de una autoridad o alejarla de sus funciones, también puede estar presente en el ámbito de la democracia comunitaria, en el marco de nuestro Estado Plurinacional, comunitario y descolonizador, cuando las autoridades hubieren sido electas, designadas o nominadas por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos; sin embargo, se aclara que en estos casos el pedido de revocatoria o cualquier otra modalidad asumida por las naciones y pueblos indígena originario campesinos para que su representante deje las funciones para las que fue electo, debe efectivizarse mediante sus propias instancias de decisión como ser tantachawi, el cabildo, etc. y a través de sus propios procedimientos, respetando los derechos constitucionales y las garantías establecidas en la Ley Fundamental; no estando permitido constitucionalmente el ejercicio de medidas de hecho, que se aparten de los procedimientos y normas que tradicionalmente se han utilizado, que lesionan o amenazan con lesionar derechos fundamentales y garantías constitucionales. III.3. La renuncia de autoridades electas y los requisitos establecidos por la jurisprudencia constitucional y su interpretación desde la democracia comunitaria Habiéndose señalado que, tanto en la democracia directa y participativa como en la democracia comunitaria, conforme a sus normas y procedimientos, es posible solicitar la revocatoria o el alejamiento de las autoridades electas; empero, debe quedar claramente establecido que son dichos mecanismos los que deben ser utilizados cuando la ciudadanía considere que el servidor público no cumple con las funciones para las que fue electo y, en ese ámbito, conforme se tiene señalado en el anterior fundamento, no es posible recurrir a formas de presión ajenas a los mecanismos de la democracia occidental o comunitaria que amanecen derechos y garantías. Así, desde la lógica de la democracia representativa, basada en el sufragio, la jurisprudencia de este Tribunal Constitucional Plurinacional, ha construido una sólida línea jurisprudencial vinculada a la renuncia de los servidores públicos electos; bajo el entendido que la renuncia, por su naturaleza, es un acto unilateral, porque supone la decisión libre, sin presiones, de no continuar en el ejercicio de una actividad o de una función pública que se ejerce, lo que significa que sólo depende de la voluntad del actor o titular de un derecho y no necesita de la voluntad ni la presión de terceros. Precisamente por ello debe ser presentada de manera personal, debiendo adjuntarse la documentación legal que acredite la identidad, a fin de garantizar la seguridad jurídica en el ámbito político y evitar posibles actos fraudulentos, como ser la presentación falsa a nombre de un alcalde o concejal INDICE electo para cesarlo del cargo. Entendimiento que fue desarrollado en la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0748/2010-R de 2 de agosto, que a su vez se basó en la SC 0748/2003-R de 4 de junio:“...para que una renuncia pueda tener validez jurídica, se requiere que la misma sea presentada por el renunciante; pues, es una exigencia elemental de tráfico jurídico, que quien tenga que presentar una demanda, recurso o recibir una correspondencia, abordar un avión u otro medio de transporte, debe de identificarse previamente. Si se le diera validez jurídica a una renuncia, sin que el titular del cargo la presente personalmente, repercutiría negativamente en el sentimiento de seguridad jurídica ciudadana; por cuanto se prestaría a que terceros interesados puedan fraguar una renuncia, o que quien, cursando la misma, pueda negarla. Actos tan trascendentales como la entrega de una renuncia, para tener validez deben ser realizados por el titular del cargo, personalmente, identificándose con la cédula de identidad, que es el documento insoslayable en todos los actos jurídicos”. Sin embargo, dicha línea jurisprudencia no puede ser aplicada en el marco de la democracia comunitaria; pues bajo los razonamientos que han sido desarrollados en los Fundamentos Jurídicos precedentes, a la luz de los principios de plurinacionalidad, pluralismo político y jurídico, debe considerarse que la democracia comunitaria proviene de la acción de las comunidades en el campo social y político y se encuentra definida desde la cultura, que se construye a partir de la lógica de los pueblos del Abya Yala, y que presenta sustanciales diferencias con la democracia representativa. - Así, las autoridades originarias y autoridades políticas representativas son previamente elegidas de acuerdo a las costumbres y sabidurías milenarias (muyu) en base a acuerdos y consensos, los mismos que tienen prestigio y sólida legitimidad, pero a la vez son controladas por la base social que son sus comunidades. - No existe un grupo selecto, encargado de las elecciones, pues la responsabilidad recae en las autoridades originarias y la instancia máxima, que puede ser el Cabildo, el Tantachawi, etc., en la cual todos tienen el derecho de ejercer su expresión de manera libre en el marco del respeto. - Las elecciones son sencillas, rápidas y no tienen costo alguno para los elegidos ni para el Ayllu, los procedimientos y la transparencia de los mismos son controlados por el poder de la comunidad. - Las resoluciones fortalecen la unidad, ya que se procede mediante la concertación y negociación para llegar a consensos y acuerdos, que se plasman en las actas, que se refuerzan por la memoria colectiva, en mérito a que dichos procedimientos son ejercidos milenariamente en las comunidades - Existe una sólida unidad y cohesión interna entorno a la búsqueda del vivir bien INDICE en la comunidad y en el ayllu. - Por las razones anotadas, la elección mediante la democracia comunitaria es conocida, aceptada y ejercida plenamente por las comunidades, de ello se concluye que la persona que ingresa a la representación política mediante la democracia comunitaria, debe respetar las reglas de dicha democracia, como ser los acuerdos, el muyu, etcétera. Como se puede advertir, la democracia comunitaria se plantea desde el ejercicio y pensamiento de las comunidades, y, como se señaló en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, históricamente ha logrado persistir y sobrevivir, combinando normas y procedimientos propios de los pueblos indígenas con los correspondientes de la democracia representativa. De ahí que esta Sala considere que los acuerdos y consensos alcanzados como ejercicio de la democracia comunitaria deben ser respetados; pues es esta democracia la que da fundamento, sustento y legitimidad a la representación política “formal”, que finalmente ejercen los elegidos. En ese ámbito, no resulta coherente que aquellas autoridades que fueron elegidas a través de la lógica comunitaria, luego pretendan ampararse en la lógica y el sistema occidental, desconociendo los propios valores y principios de la comunidad, así como sus normas, procedimientos e instituciones, los acuerdos y compromisos asumidos con anterioridad; aclarándose, empero, conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo, que en caso de lesionarse derechos y garantías constitucionales, es posible que el afectado, presente las acciones de defensa previstas en la Constitución Política del Estado ante la justicia constitucional, que, en el marco del constitucionalismo plurinacional, comunitario y descolonizador, deberá efectuar una interpretación intercultural de los derechos y garantías. Bajo las consideraciones efectuadas precedentemente, es evidente que los acuerdos asumidos al interior de las comunidades deben ser respetados por sus miembros y las autoridades elegidas, y si no se respetan, es lógico que a través de sus procedimientos e instituciones, se solicite a dicha autoridad que cumpla con los compromisos asumidos, aclarándose, empero, que bajo ninguna circunstancia se puede hacer uso de la violencia o ejercer vías de hecho, fuera de la institucionalidad propia de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. III.4. Análisis en el caso concreto Con la finalidad de analizar el caso concreto, se valorará la información y las pruebas aportadas tanto por el accionante, como por los demandados, las autoridades originarias y otras organizaciones del municipio de Chuquihuta. En ese ámbito, de los antecedentes cursantes en obrados y la participación de la INDICE autoridad originaria del ayllu Jucumani y el informe presentado por las Concejalas Zoraida Mamani Romero y Dilma Coca Gallego, se evidencia que el municipio de Chuquihuta, está asentado en el ayllu Jucumani y, dada su condición de pueblo indígena originario campesino, los miembros del Concejo Municipal, denominado “Concejo Municipal Indígena Chuquihuta ayllu Jucumani”, han sido elegidos a partir de sus propias normas y procedimientos, representando a los cuatro cabildos que conforman el ayllu Jucumani. Efectivamente, de acuerdo a la participación de la máxima autoridad originaria del ayllu Jucumani, Segunda Mayor, Juan José Huanca Ignacio, el ayllu está compuesto por cuatro cabildos: Sarakara, Kullana, Mitma y Kuyku, siendo la máxima autoridad del cabildo el Tata Jilanku, que se encarga del bienestar de todas las comunidades del Cabildo, y a nivel de las comunidades, las máximas autoridades son los Tata Alcaldes Comunales que se encargan de manejar los asuntos de su comunidad. Conforme se tiene dicho, el Tata Segunda Mayor del ayllu Jucumani es la máxima autoridad; es decir, el “Gobierno del Ayllu”, que busca el desarrollo y el bienestar de las treinta y tres comunidades que existen en los 4 cabildos del ayllu. De acuerdo a lo que señala el Tata Segunda Mayor y las concejalas Zorai da Mamani Romero y Dilma Coca Gallego, los Concejales del Municipio Indígena de Chuquihuta, fueron elegidos previamente a través de sus normas y procedimientos propios; así, conforme lo reconoce el mismo accionante, éste fue elegido por el cabildo de Kuyku, al igual que su suplente. Ahora bien, el cabildo de todo el Ayllu, que reúne a los cuatro cabildos, es la máxima instancia para asumir decisiones que involucren a todo el ayllu, y fue en esa instancia donde se llegaron a acuerdos para la elección de los concejales titulares y suplentes, además de comprometerse los primeros a asumir el cargo únicamente por dos años y medio, para que luego, continúen en esas funciones los suplentes. Dicha elección, que se constituye en legítima dentro del ayllu Jucumani y que conforme se ha visto- tiene pleno respaldo constitucional, fue posteriormente “legalizada” por el sufragio en las urnas, lo que implica que en la elección se ejerció, por un lado, la democracia comunitaria y, por otro, la democracia representativa y, en ese sentido el accionante, fue posesionado como Concejal Titular del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta el 27 de mayo de 2010. Posteriormente, el 16 de abril de 2013, a horas 15:10, el accionante presentó ante el Concejo Municipal, renuncia al cargo de Concejal Presidente de dicho ente colegiado, emitiendo el Vicepresidente del mencionado ente deliberante la convocatoria a sesión extraordinaria a horas 16:30 de la misma fecha, en el patio de la citada Alcaldía, para tratar el caso de su renuncia; sesión en la cual, conforme se evidencia del acta (003/2013 de igual fecha) admitieron la presentación de la INDICE renuncia, pronunciándose, en consecuencia, la Resolución Municipal 029/2013, por la cual el Concejo Municipal de Chuquihuta aceptó la renuncia del accionante. Ahora bien, de acuerdo a lo informado por la máxima autoridad originaria y la documentación que ésta adjuntó, evidentemente existieron varios cabildos para solicitar la renuncia de los concejales y exigir el cumplimiento de los compromisos asumidos en el ejercicio de la democracia comunitaria. Así, en el cabildo ordinario de 30 de junio de 2012, se concluyó que debía cumplirse el convenio, determinándose que los Concejales y el Alcalde, tenían que renunciar y asumir los suplentes (fs. 126 a 127). En el mismo sentido, en el cabildo de 30 de septiembre de 2012, se deliberó y determinó en que todas la autoridades del municipio de Chuquihuta, debían renunciar al cargo, en su caso pedir al Tribunal Electoral la revocatoria de mandato (fs. 124 a 126); sin embargo, de acuerdo a la señalado por la máxima autoridad originaria, los concejales señalaron que no era necesario porque iban a cumplir con su compromiso con el ayllu. Posteriormente, en el cabildo de 5 de octubre de 2012, respecto al compromiso de los concejales titulares de permanecer únicamente dos años y medio en el cargo, los diferentes concejales intervinieron, conforme a lo siguiente: El Concejal Sergio Revollo, manifestó: “Voy a cumplir los dos años y medios y me voy a ir. Renunciar (é) de acuerdo al compromiso interno que tenemos con los suplentes en el Ayllu”; el Concejal Néstor Huanca, sostuvo que no tenía ningún convenio con el Ayllu; la concejala Dilma Coca, señaló que si bien no existía ningún convenio firmado; sin embargo, iba a renunciar a condición que renuncien todos. Por su parte el actual accionante Nicasio Acero Anguela, de manera expresa señaló: “voy a respetar la decisión del ayllu, soy joven voy a renunciar…”; en el mismo sentido los otros Concejales del municipio. Por otra parte, en el cabildo ordinario del ayllu Jucumani, de 31 de marzo de 2013, se determinó la renuncia de la totalidad de los Concejales, añadiendo que: “…las autoridades originarias del ayllu tomarán estrategias para que renuncien voluntariamente los Concejales del Municipio” (fs. 129 a 130). Finalmente, en el cabildo de 1 de abril de 2013, el Tata Segunda Mayor señaló que se debía hacer cumplir la determinación del Cabildo de 31 de marzo de 2013, respecto a la renuncia voluntaria de los concejales del Gobierno Autónomo Municipal de Chuquihuta, interviniendo luego el Concejal Nicasio Acero, señalando: “Yo estuve conversando con la Sra. Reyna (suplente) y le dije que alistara su documentación”. De acuerdo a los antecedentes relatados, se evidencia que efectivamente el actual accionante fue elegido de acuerdo a las normas y procedimientos de la democracia comunitaria, y así lo reconoció el mismo al señalar que fue elegido por el Cabildo Kuyku que forma parte del ayllu Jucumani. En ese marco, existió un convenio inicial INDICE con relación a la duración de su mandato únicamente por dos años y medio, con la finalidad que el resto de su mandato fuera cumplido por la concejala suplente. Asimismo, consta que la máxima instancia de la democracia comunitaria, como es el Cabildo del ayllu Jucumani se reunió en varias oportunidades, solicitando el cumplimiento de los compromisos asumidos por parte del accionante, quien, además, manifestó de viva voz que respetaría la decisión del ayllu y que conversó con la suplente para que alistara su documentación. Conforme a ello, es evidente, entonces que el accionante, asumió un compromiso en el marco de la democracia comunitaria, que tiene plena validez constitucional, conforme se concluyó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, y, por ende, su renuncia de ninguna manera puede ser considerada como un acto que atente contra sus derechos y garantías constitucionales; pues, en el marco de los acuerdos asumidos en la máxima instancia de decisión que es el cabildo y las autoridades originaria del ayllu Jucumani, sabía la forma y el tiempo por el que elegido y, en ese ámbito, correspondía que cumpliera con los compromisos asumidos, como se señaló en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo. Bajo ese razonamiento, bajo ninguna circunstancia son aplicables los requisitos exigidos por la jurisprudencia constitucional para la renuncia de las autoridades electas, pues los mismos parten de la democracia representativa y no así de la democracia comunitaria, la cual, conforme se tiene señalado, se ejerce sobre la base de sus normas y procedimientos propios, en el marco de los acuerdos que deben ser respetados por sus miembros; salvo que, conforme se tiene señalado en los fundamentos precedentes, bajo una interpretación intercultural, se constate la lesión a derechos o garantías constitucionales. En ese orden, se concluye que en el caso analizado, el accionante, por una parte, asumió compromisos con el ayllu Jucumani en los diferentes cabildos y su renuncia fue fruto del ejercicio de la democracia comunitaria, no siendo evidente, por tanto, que la misma hubiera sido fruto de la violencia o de medidas de hecho, sino que, conforme se demostró fue solicitada a través de las formas y procedimientos del ayllu Jucumani; pues, como se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la revocatoria o el alejamiento de sus funciones de una autoridad también puede estar presente en el ámbito de la democracia comunitaria, cuando las autoridades hubieren sido electas, designadas o nominadas por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, bajo el requisitos que el pedido de revocatoria o cualquier otra modalidad se efectivice mediante sus propias instancias de decisión y procedimientos, respetando los derechos constitucionales y las garantías establecidas en la Ley Fundamental. Debe aclararse que si bien el accionante denuncia que su renuncia fue obligada y INDICE que existió presión y violencia; sin embargo, dicha información debe ser contrastada con todos los antecedentes a los que se ha hecho referencia, vinculados a la existencia de los compromisos previos con la comunidad y a los reiterados Cabildos en los que se tocó el tema de la renuncia y el accionante voluntariamente decidió presentarla. Por otra parte, debe señalarse que los supuestos actos violentos han sido negados por las autoridades originarias, la Federación de Juntas Vecinales del Municipio de Chuquihuta, ex autoridades originarias y la presidenta de amas de casa del Municipio de Chuquihuta. En síntesis, si bien, como afirman los demandados, la ciudadanía, los grupos de base ejercieron presión en la sesión donde renunció el Alcalde; empero, este Tribunal -se reitera- concluye que la renuncia como tal respondió a los acuerdos asumidos por el accionante en el ejercicio de la democracia comunitaria, que fue la que finalmente hizo posible su elección como autoridad, no pudiendo ampararse, ahora, en las normas provenientes del sistema ordinario; en ese sentido, no ha existido lesión a los derechos al trabajo y al ejercicio de la función pública denunciados en la presente acción; pues, ambos derechos, a partir de los principios y valores de nuestra Constitución Política del Estado, deben ser interpretados interculturalmente, desde el contexto cultural donde supuestamente se produce la lesión y, en el caso analizado, es evidente que dichos derechos tienen origen en la democracia comunitaria ejercida en el ayllu Jucumani, que determinó los mecanismos de elección y el tiempo de duración del mandato del accionante y, por lo mismo, no ha existido lesión a sus derechos a partir de las normas y procedimientos de dicho pueblo indígena originario campesino. Por los argumentos expuestos, se concluye que los Concejales demandados, al aceptar la renuncia del accionante y rechazar su solicitud de dejar sin efecto dicha renuncia, no cometieron ningún acto lesivo a los derechos y garantías del accionante, pues, conforme se tiene ampliamente señalado, cumplieron los acuerdos asumidos en el marco de la democracia comunitaria, respetando el derecho de los pueblos indígena originario campesinos a ejercer sus sistemas jurídicos, sumándose a ello que los concejales Néstor Huanca Orihuela y Francisca Mamani Betancur, si bien firmaron la Resolución Municipal 029/2013, por la cual se aceptó la renuncia del accionante; posteriormente, manifestaron su conformidad en dejar sin efecto la aceptación de la renuncia y, por tanto no participaron en los actos posteriores denunciados en la presente acción, por lo que carecerían de legitimación pasiva. Por las consideraciones precedentes, la Jueza de garantías al declarar “procedente” la tutela impetrada no compulsó adecuadamente conforme a los principios y valores de nuestra Constitución Política del Estado, los antecedentes del proceso y las normas aplicables al mismo. POR TANTO INDICE El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 12 de 5 de junio de 2013, cursante de fs. 88 a 90 vta., pronunciada por la Jueza de Partido Mixta y Liquidadora de Uncía provincia Rafael Bustillo del departamento de Potosí; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani MAGISTRADO Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1349/2012 Sucre, 19 de septiembre de 2012 SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 2011-23358-47-AAC Santa Cruz En revisión la Resolución 31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo, Asambleísta titular y Roberto Carlos Cortez Soria, Asambleísta suplente, ambos de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial del pueblo Yuracaré Mojeño contra Alcides Villagómez Ibáñez, Presidente; Alcides Vargas, Primer Vicepresidente; Antonia Irayigra, Segunda Vicepresidenta; María Arias, Secretaria General; Rodolfo López, Rudy Dorado y Lucio Vedia, Vocales; todos de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda En el memorial presentado el 2 de febrero de 2011 cursante de fs. 109 a 115 vta., los accionantes manifestaron que: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 4 de marzo de 2010, Roberto Carlos Cortéz Soria, en su calidad de Cacique Mayor del Consejo Indígena Yuracaré Mojeño, presentó para su aprobación en la Corte -ahora TribunalDepartamental Electoral de Santa Cruz, el procedimiento a seguir para la elección de un asambleísta titular y un suplente por la representación del pueblo Yuracaré Mojeño, ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, solicitud que fue rechazada por la Sala Plena de la Corte antes referida, a través de la Resolución 042/2010 de 25 de marzo. Mencionan que la Resolución 042/2010 antes mencionada, fue sujeta de un recurso de apelación, ante la Sala Plena de la Corte Nacional -hoy Tribunal Supremo- Electoral, misma que libró la Resolución 0252/2010 de 24 de junio, revocando la resolución de primera instancia y declarando fundado el recurso, ordenando se deba continuar con la supervisión del procedimiento de elección mediante normas y procedimientos propios de los asambleístas departamentales, un titular y un suplente por el pueblo Yuracaré Mojeño. Empero, de forma ilegal y arbitraria la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, dictó la “Ley Especial del Régimen Electoral para el pueblo Mojeño signada con el N° 25” (sic), INDICE de 29 de noviembre de 2010, que desconocía los derechos del pueblo Yuracaré Mojeño, pese a que este último, había sido reconocido por el Tribunal Supremo Electoral, desconociendo además lo establecido en la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”, de 19 de julio de 2010. Por lo que, amparados en la Constitución Política del Estado y la Ley del Régimen Electoral, de 30 de junio de 2010, por intermedio de su representante, mediante nota de 23 de noviembre de 2010, solicitó al Tribunal Supremo Electoral, la habilitación y entrega de sus credenciales como representantes electos, solicitud que fue respondida y resuelta por el mencionado Tribunal, a través de la Resolución 063/2010 de 30 de noviembre del mencionado año, que determinó aprobar la elección de los asambleístas departamentales del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño, realizada el 31 de julio del mismo año, reconociéndolos además como Asambleístas Departamentales, extendiéndoles sus credenciales y ordenando también se remitan copias de la Resolución a la Asamblea Departamental de Santa Cruz para su cumplimiento. Con dicha determinación manifiestan, que pidieron a su Presidente, se los habilite y se les tome juramento de posesión, solicitud que pasó a la Comisión de Constitución y Gobierno, quienes emitieron el informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre, en el cual se desconocen sus derechos como Asambleístas Departamentales y recomiendan se interpongan los recursos pertinentes. Con cuyo informe la referida Asamblea, emitió la Resolución 086/2010 de 17 de diciembre, que resolvió aprobar el mismo y rechazar la Resolución 063/2010 del Tribunal Supremo Electoral, asimismo, determinaron promover los recursos legales pertinentes a efecto de solucionar esta problemática y dejar en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes. En cumplimiento a dicha Resolución, las acciones legales que menciona la Resolución 086/2010, fueron materializadas, mediante el recurso extraordinario de revisión, interpuesto por Guillermo Montaño Vargas ante el Tribunal Supremo Electoral, quien menciona ser representante de una organización denominada Central de Comunidades Indígenas del Pueblo Indígena Mojeño, que también reclama un curul para su candidato David Pérez en la Asamblea Legislativa Departamental; en ese sentido, impugnó la Resolución 063/2010, recurso que fue resuelto mediante Resolución 077/2010 de 20 de diciembre, declarándolo improcedente, por ser manifiestamente infundado y ratificó en su integridad la Resolución 063/2010, disponiendo remitir a conocimiento de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz una copia de la Resolución, a efectos del cumplimiento de la Resolución impugnada, emitida por la máxima instancia del Tribunal Supremo Electoral. Asimismo, señalan que mediante memorial de 13 de enero de 2010, solicitaron a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, se cumpla la Resolución 077/2010; empero, en sesión llevada a cabo el 19 de enero de “2009”, con los votos de las agrupaciones “VERDES” y del frente amplio MNR-APB, resolvieron “que se esté” (sic) a la Resolución 086/2010, rechazando su solicitud. Ante estos hechos, mediante memoriales de 19 y 24 de enero de 2010, solicitaron al Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Alcides Villagómez Ibáñez, se les INDICE franquee fotocopias legalizadas del acta de sesión de 19 de enero de 2010 y la resolución por la cual es rechazada su solicitud de habilitación; sin embargo, mediante oficio “OF.ALD 026/2011” (sic) de 24 de enero, se les manifestó que en la referida sesión no se emitieron actas ni resolución y que lo referido a su solicitud, ya estaba resuelto en la Resolución 086/2010. Finalmente, indican que el art. 61.I.2 de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD), establece que los departamentos que optaron por la autonomía, deberán adecuar sus estatutos a la Constitución Política del Estado por dos tercios de votos del total de sus miembros y sujetarlos a control constitucional, condiciones que no concurrirían en el presente caso. En ese sentido, la Ley Departamental 25 de 29 de noviembre de 2010, que establece el régimen electoral para la elección del representante del pueblo Mojeño a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, no ha cumplido con las condiciones referidas para constituirse en una Ley Departamental de Desarrollo, vulnerando la jurisdicción y competencia que por mandato constitucional sólo sería privativa del Tribunal Supremo Electoral, como máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional, por lo que, habiendo solicitado su habilitación y juramento como Asambleístas Departamentales electos por el pueblo Yuracaré Mojeño y no dándose curso a la misma cometieron una omisión indebida e ilegal, sin darles una respuesta formal y fundamentada a su solicitud. I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados Los accionantes consideran que se les vulneraron el derecho a la “seguridad jurídica”, a la petición, a la igualdad, a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, citando al efecto los arts. 5, 14, 14.I, 26, 30.II, 30.II.18 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicitan se conceda la tutela y: a) Se disponga la nulidad de los actos y resoluciones impugnadas, ordenando que de forma inmediata la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz dé cumplimiento a lo ordenado por el Tribunal Supremo Electoral en las Resoluciones 063/2010 y 077/2010; y, b) Se los habilite y se les tome juramento de posesión como Asambleístas de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena originaria campesina Yuracaré Mojeño. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 17 de febrero de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 250 a 277 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción INDICE Los accionantes se ratificaron in extenso en su memorial de demanda y ampliándola manifestaron que: Existiendo una Resolución del Tribunal Supremo Electoral no existiría discusión alguna y rechazar lo dispuesto es omitir derechos y garantías constitucionales, vulnerando de esta manera los derechos de los pueblos indígenas originario campesinos. I.2.2. Intervención de los terceros interesados Marco Atilio Lozano Arze, en representación del Tribunal Supremo Electoral, mediante informe cursante de fs. 222 a 223 vta., manifestó que: Por determinación del art. 11.I y II de la Ley del Órgano Electoral Plurinacional, de 16 de junio de 2010, el Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel y autoridad del Órgano Electoral Plurinacional, con jurisdicción y competencia en todo el territorio del Estado Plurinacional y en los asientos electorales ubicados en el exterior, siendo sus decisiones en materia electoral de cumplimiento obligatorio, inapelables e irrevisables, excepto en los asuntos que corresponda al ámbito de la jurisdicción y competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional. En mérito a esas sus competencias, el Tribunal al cual representa, pronunció la Resolución 063/2010, aprobando la elección de asambleístas departamentales del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño y disponiendo se haga entrega de las credenciales correspondientes a los ahora accionantes, así como la remisión de una copia de la Resolución a la Asamblea Departamental de Santa Cruz. Sin embargo, éste ente desconociendo que la Ley del Órgano Electoral Plurinacional dispone que las decisiones del Tribunal Supremo Electoral, en materia electoral, son de cumplimiento obligatorio, no acató lo dispuesto por la máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional, vulnerando una norma de carácter público y obligatorio al no habilitar a los accionantes. Debido a que la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, no adecuó su Estatuto a la Constitución Política del Estado y por ende, no lo sujetó al control de constitucionalidad, consiguientemente, no corresponde considerar la Ley Departamental 25, ni otra que hubiera emitido dicha instancia, por lo que, la elección de cualquier representante del pueblo Mojeño, sobre la base de la citada Ley, sería ilegal e inconstitucional. Al haberse cometido actos y omisiones ilegales e indebidos, solicita se conceda la acción de amparo constitucional solicitada y se disponga dar cumplimiento a lo dispuesto por el Tribunal Supremo Electoral en la Resolución 063/2010, ratificada por la Resolución 077/210. 1.2.3. Informe de los demandados Glauco Montero, abogado de la parte demandada, en audiencia señalo: El 4 de abril de 2010, se llevó a cabo las elecciones departamentales y municipales, debiendo haberse elegido en el departamento de Santa Cruz un total de 28 asambleístas: 15 asambleístas representantes de las provincias de departamento y un asambleísta de cada uno de los cinco pueblos indígenas oriundos del departamento autónomo de Santa Cruz, siendo estos Chiquitanos, Guaraní, Guarayo, Ayoreo y Mojeño, conforme dispone el art. 60:IV de la Ley del Régimen Electoral INDICE Transitorio. Sin embargo, los asambleístas departamentales del pueblo Mojeño, no fueron acreditados ante la Asamblea Legislativa Departamental, en los tiempos señalados en la Ley Transitoria para el Funcionamiento de las Entidades Territoriales Autónomas, de 24 de mayo de 2010; el pleno de la Asamblea Legislativa Departamental aprobó la Resolución 05/2010, por la cual se exigía a los órganos electorales, extiendan las credenciales a los asambleístas representantes del pueblo indígena Mojeño. Asimismo, mencionan que el 29 de noviembre de 2010, con la finalidad de reencausar el proceso de elección del asambleísta representante del pueblo indígena Mojeño, se sancionó promulgó y publicó la Ley Departamental 025 -Ley Especial de Régimen Electoral para el pueblo Mojeño-, misma que tiene por objeto regular el procedimiento, desarrollo, vigilancia y control del régimen electoral para la elección del asambleísta departamental representante de dicho pueblo, para ocupar un curul en la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, en el periodo legislativo 2010 a 2015. Indican, que el Tribunal Supremo Electoral, remitió mediante fax el oficio “SC-0392/2010” de 1 de diciembre, por el cual se ponía a conocimiento y fines pertinentes la Resolución 063/2010, aprobando la elección del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño, reconociendo como Asambleístas Departamentales éste pueblo, a los ahora accionantes, disponiendo la remisión de una copia a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz a fin de su cumplimiento. Señalan, que el 6 de diciembre de 2010, los ahora accionantes, concurrieron mediante oficio ante la referida Asamblea, solicitando su habilitación y posesión como Asambleístas titular y suplente, petición que fue derivada a la Comisión de Constitución y Gobierno, conforme a lo estipulado por el art. 41 del Reglamento General de la Asamblea Legislativa Departamental. En vigencia de la Ley Departamental 025, aprobada con anterioridad a la Resolución 063/2010 del Tribunal Supremo Electoral y al informe 23/2010 emitido por la Comisión de Constitución y Gobierno, conforme a las competencias previstas en el art. 41 del Reglamento General de la Asamblea Legislativa Departamental, el pleno de la Asamblea Departamental, aprobó la Resolución 086/2010 en aprobación del informe 23/2010, rechazando la Resolución 063/2010 emitida por el Tribunal Supremo Electoral, por ser contraria a la Constitución Política del Estado y a las leyes y por tanto inaplicable en esa Asamblea, instruyendo una sesión de conciliación con dicho órgano y disponiendo se deje en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes. De esa manera, mediante oficio “OF.ALD 437/2010” el 17 de diciembre, se solicitó la sesión de conciliación a fin de definir ese conflicto competencial; empero, el Órgano Electoral Plurinacional, mediante nota “TSE-PRESSC-0493/2010” de 21 de diciembre, dio respuesta a la propuesta señalando que como autoridad jurisdiccional electoral no tiene facultad legal de participar en actos de conciliación, que está reservada sólo a las partes del proceso, dando por concluido el proceso INDICE de conciliación y dejando expedita la vía para que el conflicto de competencia sea resuelto por el Tribunal Constitucional Plurinacional. Finalmente, indican que las respuestas formuladas por los indicados ciudadanos fueron respondidos con los oficios 415/2010, 442/2010 y 025/2011. I.2.4.Resolución del Tribunal de Garantías La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280 vta., misma que concedió la tutela, disponiendo que la Asamblea Legislativa Departamental proceda a la habilitación y posesión de los asambleístas electos -ahora accionantes- conforme a las resoluciones y título emitido por el Tribunal Supremo Electoral, y sea dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes de dictado el fallo del Tribunal de garantías; y bajo el siguiente fundamento: Siendo que el único facultado como ente regulador y organizador de los órganos del Estado, para el manejo de la cosa pública es el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Departamental Electoral, en ese sentido “nos guste o no guste” (sic), la Resolución emanada por el Tribunal Supremo Electoral es obligatoria, inapelable e irrevisable, por cuanto, ése Tribunal reconoció la elección de los pueblos Yuracaré Mojeño recayendo en las personas de los ahora accionantes y habiendo éstos agotado los recursos necesarios, al haber presentado las cartas a la directiva de la Asamblea Legislativa Departamental para su posesión, misma que le fue negada, con el argumento de que existe otro pueblo Mojeño y que ese curul pertenecería al mismo, dicha directiva transgredió normas constitucionales, incurriendo en omisiones indebidas. I.3. Consideraciones de Sala Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose la Resolución dentro de plazo. II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes: II.1. Mediante Resolución 042/2010 de 25 de marzo, la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de Santa Cruz, resolvió rechazar la solicitud presentada por el Pueblo INDICE Yuracaré Mojeño sobre el procedimiento de elección de representante de su pueblo indígena ante la Asamblea Legislativa Departamental (fs. 37 a 38). II.2. Por Resolución 0252/2010 de 24 de junio, el Tribunal Supremo Electoral, declaró fundado el recurso de apelación contra la Resolución 042/2010, que revocó ésta última, y dispuso ordenar a la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de Santa Cruz, que continúe con la supervisión del procedimiento de elección mediante normas y procedimientos propios de los asambleístas departamentales, un titular y un suplente, por el pueblo “Yuracaré Mojeño o Mojeño” (sic), además de disponer que se remita a la Asamblea Plurinacional un proyecto de ley que determine de manera clara la existencia de la comunidad o nación y pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño, a efectos de evitar situaciones parecidas a futuro, todo esto, bajo los siguientes argumentos de relevancia: Se halla establecida la existencia de las representaciones “COMUNIDAD YURACARÉ Y TRINITARIA EL PALLAR” (sic), así como la asociación de productores denominada 'CENTRAL DE COMUNIDADES INDÍGENAS DEL PUEBLO INDÍGENA MOJEÑO - “CCIPIM”' (sic), así como las personerías jurídicas de ambas comunidades, la primera otorgada por Resolución Prefectural 672/98 de 12 octubre de 1998, emitida por la Prefectura del Departamento -ahora Gobierno Autónomo Departamental- de Santa Cruz, y la segunda otorgada por la misma Prefectura, mediante Resolución 216/2007 de 9 de mayo; situación que no permite al Órgano Electoral, determinar expresamente la representatividad de una de las comunidades en desmedro de la otra. En el caso, corresponde aplicar el art. 20 inc. c) del Reglamento a la Ley del Régimen Electoral Transitorio, elevado a rango de Ley, a través de la Ley 002/2010 de 5 de febrero de 2010, que establece expresamente, que la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral admitirá el registro únicamente de un procedimiento o forma de acreditación para que las distintas colectividades, como asunto interno que sólo a ellas les atañe, se pongan de acuerdo en una única representación (fs. 41 a 44). II.3. Cursa Ley Departamental 25 referida a la “Ley Especial de Régimen Electoral para el pueblo Mojeño” (sic), reconociendo en su art. 7 como pueblos indígenas oriundos del departamento de Santa Cruz a los Chiquitanos, Guaraníes, Guarayos, Ayoreos y Mojeño (fs. 50 a 54). II.4. La Resolución de 30 de noviembre de 2010, emitida por la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), resolvió rechazar la Ley 25, en su artículo quinto, manifiestan estar movilizados para resolver el problema del escaño indígena perteneciente al pueblo Yuracaré Mojeño e indican “sabemos que depende de instancias de la Corte Electoral” (sic) (fs. 55 a 56). II.5. El Tribunal Supremo Electoral, mediante Resolución 063/2010, aprobó la elección de Asambleístas Departamentales del pueblo indígena originario campesino Yuracaré Mojeño, reconociendo a Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo como Asambleísta titular y a Roberto Carlos Cortéz Soria como Asambleísta suplente ante la Asamblea INDICE Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, disponiendo que por Secretaría de Cámara del Tribunal Supremo Electoral, se les extiendan credenciales a las dos autoridades electas, y se remitan copias de la Resolución a la referida Asamblea, para fines de cumplimiento y una copia a la Secretaría de Cámara del Tribunal Departamental Electoral de Santa Cruz (fs. 57 a 62). II.6. Mediante nota de 6 de diciembre de 2010, los accionantes solicitaron al Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, su habilitación y juramento como Asambleístas electos por el pueblo Yuracaré Mojeño. Asimismo, mediante memorial de 8 de diciembre de 2010, ratificaron su solicitud de habilitación y juramento, solicitando respuesta formal, escrita y pronta de su petición (fs. 63 a 64). II.7. El Informe “INF.CCG.ALD 23/2010”, emitido por la Presidenta, Vocal y Secretario de la Comisión de Constitución y Gobierno de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, con referencia a la solicitud de la Resolución 063/2010 emitida por el Tribunal Supremo Electoral, recomendó se rechace el fallo antes mencionado, debido a su inaplicabilidad, como una determinación de naturaleza jurídica electoral, que contradice con los contenidos de la Constitución Política del Estado, Ley Marco de Autonomías y Descentralizaciòn, Estatuto Autonómico del Departamento, Ley Departamental 25, Ley de Régimen Electoral Transitorio y la Ley 002, al pretender acreditar el curul de un pueblo Yuracaré Mojeño, “cuyas normas de sustento y reconocimiento no existen dentro del marco jurídico constitucional, nacional y departamental, que determina la conformación de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz” (sic) (fs. 65 a 75). II.8. Mediante Resolución 086/2010, emitida por la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, se resolvió aprobar el informe 23/2010 emanado por la Comisión de Constitución y Gobierno de la Asamblea Legislativa Departamental, rechazar la Resolución 063/2010, emitida por el Tribunal Supremo Electoral, promover los recursos legales pertinentes a efecto de solucionar esa problemática competencial, disponiendo que entre tanto se resuelva ésta divergencia, se deje en suspenso la solicitud de acreditación de los accionantes (fs. 76 a 79). II.9. Por memorial de 20 de diciembre de 2010, los ahora accionantes, solicitaron al Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, se les extienda fotocopia legalizada del informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre y la Resolución correspondiente aprobada el 17 de diciembre del mismo año (fs. 80). II.10.Por nota “OF.ALD.N°442/2010” de 23 de diciembre, en respuesta al memorial anterior señaló que: Se remite ante la bancada indígena, copias legalizadas del Informe de Comisión de Constitución y Gobierno, “INF.CCG.ALD 23/2010” y de la Resolución 086/2010 de acuerdo a lo solicitado (fs.81). INDICE II.11.La Resolución 077/2010 de 20 de diciembre, emitida por el Tribunal Supremo Electoral, resolvió declarar improcedente el recurso extraordinario de revisión de la Resolución 063/2010, promovido por Guillermo Montaño Vargas, en calidad de Presidente de la Central de Comunidades Indígenas del Pueblo Indígena Mojeño, por ser manifiestamente infundado. Asimismo, se ratifican en su integridad la Resolución 063/2010 y se dispuso remitir a conocimiento de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, copia de ésta Resolución a efectos del cumplimiento de la Resolución antes mencionada (fs. 82 a 88). II.12.Por memorial presentado el 14 de enero de 2011, los accionantes, solicitaron al Presidente y miembros de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, se los habilite y se les tome juramento como asambleístas de la señalada Asamblea, por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, en cumplimiento a la Resolución 077/2010 (fs. 96 a 97 vta.). II.13.De igual manera, los accionantes, mediante memoriales de 20 y 24 de enero de 2011, presentaron y reiteraron solicitud a la misma autoridad, para que se les extienda fotocopias legalizadas del acta de resolución de rechazo a la solicitud de habilitación y juramento como asambleístas departamentales del Pueblo Yuracaré Mojeño, que se habría emitido en la sesión de la Asamblea llevada a cabo el 19 de enero (fs. 100 a fs. 101 vta.). II.14.El Informe de 24 de enero de 2011, emitido por el Asesor Legislativo Administrativo, respecto a la solicitud de fotocopias, refiere a que la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, no elabora actas de las sesiones del plenario, que son grabadas y archivadas en “Grabaciones Magnetofónicas”, en cumplimiento del Reglamento General de ese Órgano Legislativo, si bien se emiten Resoluciones como parte de los instrumentos de gestión de la Asamblea, después de haber efectuado la revisión en archivos, se habría evidenciado que en la sesión correspondiente de 19 del mismo mes y año, no se emitió Resolución alguna referente al rechazo de Asambleístas. Sugiriendo dar a conocer éste informe a los solicitantes, aclarando que la única resolución que se emitió referente a la habilitación de Asambleístas del “pueblo Yuracaré” (sic), es la 063/2010, correspondiente a la sesión ordinaria cincuenta y dos, llevada a cabo el 17 de diciembre de 2010, misma que no fue solicitada. (fs. 103 a 104). Por nota “OF.ALD 025/2011” de 24 de enero, se adjuntó el informe antes señalado, respondiendo a las solicitudes de 20 y 24 de enero de 2011 (fs. 105). Asimismo, de fs. 208 a 210 vta., cursa memorial presentado el 17 de febrero de 2011, por Rodolfo López Cuchui, como Asambleísta Departamental por el pueblo indígena Chiquitano, ante el Tribunal de garantías, donde, entre otros fundamentos, hizo conocer que como primer vocal y representante de la bancada indígena, no firmó ninguna de las resoluciones de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, que se denuncian por los ahora accionantes, y que al contrario hace conocer los INDICE documentos presentados y las diligencias realizadas en apoyo y en procura de integrar a los accionantes “hermanos Yuracaré. Mojeños” (sic), en el curul que les corresponde dentro de la referida Asamblea, por lo cual, extraña que se le haya demandado también a él, dentro la acción tutelar planteada. II.15.Conforme a los datos que salen del sistema informático de gestión procesal del Tribunal Constitucional Plurinacional, se tiene que el 10 de febrero de 2011, Alcides Villagómez Ibáñez y María Arias de Paz, Presidente y Secretaria General, respectivamente, de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, plantearon conflicto de competencia ante éste Tribunal, solicitando se declare la incompetencia del Tribunal Supremo Electoral y se deje sin efecto las Resoluciones 063/2010 y 077/2010; declarando la competencia de la Asamblea Legislativa Departamental, para elaborar la legislación de desarrollo de las competencias compartidas del régimen electoral departamental. Conflicto de competencias que fue resuelto por la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, mediante AC 0071/2012-CA, mediante el cual se rechazó el conflicto planteado, con los siguientes argumentos: 1) Conforme a los arts. 12 y 205 de la CPE, se establece que el Tribunal Supremo Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, que se constituye en un órgano del poder público atribuciones y facultades que le confiere la Norma Suprema; y, 2) Alcides Villagómez Ibáñez, interpuso el presente conflicto de competencia, en su condición de Presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por considerar que sus competencias compartidas están siendo invadidas por el Tribunal Supremo Electoral; sin embargo, de la normativa constitucional precedentemente citada, se colige que el Tribunal Supremo Electoral, al ser parte del Órgano Electoral Plurinacional, de ninguna manera se puede asumir que sea parte del Gobierno Plurinacional, menos una Entidad Territorial Autónoma; en consecuencia, el presente conflicto de competencia, no se adecúa a lo previsto en el art. 121 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO En la presente acción tutelar los accionantes manifiestan que se vieron afectados en sus derechos a la “seguridad jurídica”, a la petición, a la igualdad, a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, por cuanto, pese a que el Tribunal Supremo Electoral, mediante Resoluciones 063/2010 y 077/2010, dispuso y ratificó su habilitación como Asambleístas Departamentales, por la circunscripción especial indígena originaria campesina Yuracaré Mojeño, la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, les negó sus solicitudes de habilitación y juramento como Asambleístas Departamentales electos, sin dar respuesta formal y fundamentada a sus pedidos; además de emitir la Resolución 086/2010, que resolvió rechazar la Resolución 063/2010 emitida por el Tribunal Supremo Electoral, con el fin de no posesionarlos en sus cargos. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada. INDICE III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional La SC 1465/2011-R de 10 de octubre, indicó que: “La acción de amparo constitucional consagrada por el art. 128 de la CPE, se instituye por la Ley Fundamental como una acción tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la misma Constitución Política del Estado y la ley. De conformidad a la disposición constitucional citada y en aplicación y vigencia de la Constitución Política del Estado, la acción de amparo constitucional es una acción de defensa de todos los derechos fundamentales y garantías previstas en la Ley Fundamental y en los Pactos y Tratados sobre derechos humanos ratificados por nuestro Estado Plurinacional (art. 410 de la CPE), salvo los derechos a la libertad y a la vida -cuando éste se encuentre vinculado a la libertad-, que está bajo la protección de una acción especifica cómo es acción de libertad. En este sentido la acción de amparo constitucional tiene carácter extraordinario, una tramitación especial y sumaria; la inmediatez en la protección y no reconoce ningún fuero, privilegio ni inmunidad con relación a las autoridades o personas demandadas”. III.2. Con relación a los derechos supuestamente vulnerados III.2.1. Sobre el derecho a la petición La SCP 0314/2012 de 18 de junio, haciendo mención a la SC 1068/2010-R de 23 de agosto, refirió: “'La Constitución Política del Estado actual ha ubicado a este derecho en el art. 24, dentro de la categoría de los derechos civiles, pues se entiende que parten de la dignidad de las persona entendiendo que cuando se aduzca el derecho de petición, la autoridad peticionada, ya sea dentro de cualquier trámite o proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de responder en el menor tiempo y de forma clara. En resumen las autoridades vulneran el derecho de petición cuando: a) La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado'”. La SCP 0405/2012 de 22 de junio, refiriéndose a la SC 1930/2010-R de 25 de octubre, indicó que: “'…es una facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad INDICE de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa'; y, el mismo se vulnera: '…cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atienda; es decir, no la tramita ni responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley de forma que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones por las cuales no se la acepta, o dando curso a la misma, con motivos sustentados legalmente o de manera razonable, sin que pueda tenerse por violado el derecho de petición, al darse una respuesta en forma motivada, pues el derecho de petición en su sentido esencial no implica necesariamente una respuesta positiva, sino una respuesta oportuna y emitida en el término legal, además de motivada'”. III.2.2. Con referencia al derecho a participar libremente en la formación y ejercicio del poder político Con relación al ejercicio y control del poder político, a la organización con fines de participación política y al ejercicio de la función pública, la SCP 0567/2012 de 20 de julio señaló lo siguiente: “La Asamblea Constituyente, dio lugar a un nuevo texto constitucional de contenido eminentemente inclusivo y participativo, impronta institucional que necesariamente debe plasmarse en la nueva arquitectura del Estado Plurinacional de Bolivia, cuyo eje medular es la 'plurinacionalidad como hecho fundante básico del Estado', cobrando vida a partir de los valores superiores y principios dirigidos a alcanzar el Vivir Bien. La Constitución Política del Estado, efectivamente es la manifestación plena de la voluntad popular, donde se reconocen los derechos entendidos como fundamentales. La participación de la sociedad civil en los asuntos de Estado, se encuentra íntimamente ligada a la esencia de la democracia, su concurso no únicamente es un derecho, es una necesidad comunitaria de acceso y control del poder político, cuyo ejercicio en el nuevo orden constitucional es diverso. La concurrencia de mecanismos de participación ciudadana en el ejercicio del poder y en los asuntos públicos, tienden a acercar el Estado al pueblo, anteriormente visto como un ente abstracto e intangible, compartiendo de ésta manera el ejercicio mismo del poder, buscando en definitiva la satisfacción de las demandas sociales, procurando el mantenimiento de la estabilidad y paz social, extremo únicamente viable si existen altos niveles de participación popular, hecho que impulsó a que el naciente orden constitucional, promueva el desarrollo de una democracia más participativa, con una mayor intervención de los actores sociales y comunales. 'El derecho a la participación en los asuntos públicos es aquel derecho fundamental INDICE que supone la exigencia de participación del pueblo en la gestión y resolución de los asuntos públicos, ya sea en forma directa o a través de representantes libremente elegidos. Es un derecho que es manifestación directa del poder soberano del pueblo. Es un derecho que es manifestación soberana del pueblo'. El derecho de participación política, se encuentra dentro de los Derechos Políticos consagrados en el Título II, Capítulo Tercero, Sección II, art. 26.I de la CPE, disponiendo que: 'Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por intermedio de sus representantes, sea de manera individual o colectiva. La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres'. Por su parte, el derecho a ejercer la función pública, se encuentra íntimamente ligado al derecho a la ciudadanía, consagrado en el art. 144 de la CPE, derecho que tiene doble dimensión, por cuanto por un lado consiste en el derecho de concurrir como elector o como elegible y por otro, es el derecho al ejercicio de funciones en los órganos de la administración pública, salvo las excepciones establecidas por ley, sin más requisitos que los contenidos en el art. 234 de la Norma Suprema. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 23.1, ha señalado: 'Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades: a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y c) de tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país'. III.2.1.Jurisprudencia respecto al ejercicio y control político y la función publica La SC 0657/2007-R de 31 de julio, determinó que: '…derecho del recurrente a ejercer el cargo para el que fue electo consagrado en el art. 40.2 de la CPE, que dispone que la ciudadanía consiste «En el derecho a ejercer funciones públicas, sin otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por Ley», mandato que consagra la prerrogativa que tiene todo ciudadano, de poder ser elegido o designado para el ejercicio de funciones públicas, previo cumplimiento de INDICE los requisitos y condiciones que califiquen su idoneidad, o de los procedimientos democráticos electivos para el caso de servidores públicos electos; y que también implica, una vez que se ejerce el cargo, el derecho a ejercer materialmente ese cargo, no sólo como derecho constitucional, sino como una realidad fáctica que satisfaga las necesidades económicas y laborales del ciudadano electo. Además, la protección a dicho derecho implica que la persona esté en posibilidad de cumplir una labor en condiciones dignas y justas. Por lo tanto, el impedir desempeñarse a una persona en el cargo para el cual ha sido electa o designada, o el alterarle de cualquier manera el correcto desarrollo de sus funciones, afectan gravemente su derecho a ejercer esa función pública, y también el derecho al trabajo; ya que éste consiste en: '…la potestad y facultad que tiene toda persona a encontrar y mantener una ocupación que le permita asegurar su propia subsistencia y la de aquellos colocados bajo su dependencia económica, en sí es la facultad que tiene la persona para desarrollar cualquier actividad física o intelectual tendiente a generar su sustento diario, así como el de su familia»'. En lo que respecta al ejercicio de la función pública, el Tribunal Constitucional en la SC 0980/2010-R de 17 de agosto, señaló que: 'El derecho a ejercer una función pública se encuentra íntimamente ligado al derecho a la ciudadanía, que estaba previsto en el art. 40 de la CPEabrg y que ahora en la Constitución vigente se encuentra en el art. 144, normas en las que se establecen los dos elementos constitutivos de la ciudadanía: en primer lugar consiste en el derecho de concurrir como elector o como elegible a la formación y el segundo es el derecho al ejercicio de funciones en los órganos del poder público; y como consecuencia de ello se establece el derecho de ejercer las funciones públicas sin otro requisito que la idoneidad, salvo las excepciones establecidas por ley'”. III.3. Sobre la legislación vigente en el ámbito constitucional y electoral Con referencia al Tribunal Supremo Electoral, la Constitución Política del Estado dispone: “Artículo 12. I. El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral. La organización del Estado está fundamentada en la independencia, separación, coordinación y cooperación de estos órganos. II.Son funciones estatales la de Control, la de Defensa de la Sociedad y la de Defensa del Estado. III.Las funciones de los órganos públicos no pueden ser reunidas en INDICE un solo órgano ni son delegables entre si”. Artículo 205. “I.El Órgano Electoral Plurinacional está compuesto por: 1.El Tribunal Supremo Electoral 2.Los Tribunales Electorales Departamentales 3.Los Juzgados Electorales 4.Los Jurados de las Mesas de sufragio 5.Los Notarios Electorales II.La jurisdicción, competencias y atribuciones del Órgano Electoral y de sus diferentes niveles se definen, en esta Constitución y la ley” Artículo 206. “I. El Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel del Órgano Electoral, tiene jurisdicción nacional. Por su parte la Ley del Órgano Electoral Plurinacional señala: Artículo 2. “El Órgano Electoral Plurinacional es un órgano del poder público del Estado Plurinacional y tiene igual jerarquía constitucional a la de los Órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Se relaciona con estos órganos sobre la base de la independencia, separación, coordinación y cooperación”. Artículo 3. “I. El Órgano Electoral Plurinacional está compuesto por: 1. El Tribunal Supremo Electoral; 2. Los Tribunales Electorales Departamentales; 3. Los Juzgados Electorales; 4. Los Jurados de las Mesas de Sufragio; y 5. Los Notarios Electorales…” Artículo 5. “La función electoral se ejerce de manera exclusiva por el Órgano Electoral Plurinacional, en todo el territorio nacional y en los asientos electorales ubicados en el exterior, a fin de garantizar el ejercicio pleno y complementario de la democracia directa y participativa, la representativa y la comunitaria”. INDICE Artículo 11. “I. El Tribunal Supremo Electoral, es el máximo nivel y autoridad del Órgano Electoral Plurinacional, con jurisdicción y competencia en todo el territorio del Estado Plurinacional y en los asientos electorales ubicados en el exterior. II. Las decisiones del Tribunal Supremo Electoral, en materia electoral, son de cumplimiento obligatorio, inapelables e irrevisables, excepto en los asuntos que correspondan al ámbito de la jurisdicción y competencia del Tribunal Constitucional Plurinacional.” La Ley de Régimen Electoral Transitorio, establece lo siguiente: Artículo 2 (Alcance Legal). “I. Esta Ley regula el procedimiento, desarrollo, vigilancia y control del proceso electoral para la constitución de la Asamblea Legislativa Plurinacional, elección de la Presidenta o Presidente, Vicepresidenta o Vicepresidente y autoridades departamentales y municipales, en las elecciones del 6 de diciembre de 2009 y en las elecciones del 4 de abril de 2010; además de los referendos autonómicos, la elección de asambleístas departamentales y Consejeros Departamentales para los fines establecidos en la presente ley”. Artículo 17 (De las Desiciones de la Corte Nacional Electoral). “Las decisiones de la Corte Nacional Electoral son de cumplimiento obligatorio, irrevisables e inapelables, salvo los casos expresamente establecidos en la Constitución y en la presente ley”. III.4. Análisis del caso concreto Los accionantes manifiestan que pese a haber sido reconocidos por el Tribunal Supremo Electoral, como Asambleístas electos de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena campesina del pueblo Yuracaré Mojeño, a través de las Resoluciones 063/2010 y 077/2010, otorgándoles inclusive las credenciales respectivas, la referida Asamblea, mediante la Resolución 086/2010, rechazó su solicitud de juramento y habilitación para ejercer el cargo para el cual fueron electos, incurriendo en omisiones indebidas e ilegales que afectan sus derechos a la “seguridad jurídica”, a la petición, a la igualdad, a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político. Al respecto, de la revisión de obrados, se establece lo siguiente: INDICE Conforme a las Conclusiones II.1 y II.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se establece que el Tribunal Supremo Electoral, mediante Resolución 0252/2010 de 24 de junio, declaró fundado el recurso de apelación contra la Resolución 042/2010, emitida por la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de Santa Cruz, que inicialmente rechazó la solicitud del pueblo Yuracaré Mojeño, sobre el procedimiento de elección de representante a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, revocando ésa última Resolución, además de ordenar al referido órgano electoral, que continúe con la supervisión del procedimiento de elección, mediante normas y procedimientos propios, de los Asambleístas Departamentales, un titular y un suplente, por el pueblo Yuracaré Mojeño o Mojeño, bajo el fundamento de haberse establecido la existencia de las representaciones “COMUNIDAD YURACARÉ Y TRINITARIA EL PALLAR” (sic), así como la asociación de Productores denominada 'CENTRAL DE COMUNIDADES INDÍGENAS DEL PUEBLO INDÍGENAS DEL PUEBLO INDÍGENA MOJEÑO - “CCIPIM”'(sic), con personerías jurídicas propias, la primera otorgada por Resolución 672/98 de 12 octubre de 1998, emitida por la Prefectura del Departamento -ahora Gobierno Autónomo Departamental- de Santa Cruz, así como la segunda, mediante Resolución 216/2007 de 9 de mayo; por lo que, a fin de evitar reconocer la representatividad de una de las comunidades en desmedro de la otra, se aplicó el art. 20 inc. c) del Reglamento de la Ley de Régimen Electoral Transitorio, elevada a rango de Ley mediante Ley 002 de 5 de febrero de 2010, que permite a la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral, admitir el registro de un procedimiento o forma de acreditación, para que las distintas colectividades, se pongan de acuerdo en una única representación, como asunto interno que sólo a éstas les atañe. En ese sentido y en cumplimiento a la Resolución 0252/2010, conforme lo expuesto en la Conclusión II.5 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se establece que, como efecto de haberse desarrollado el proceso electoral respectivo de los Asambleístas Departamentales, un titular y un suplente por el pueblo Yuracaré Mojeño, el Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 063/2010, aprobó la elección de los mismos, reconociendo a Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo, como Asambleísta titular, y a Roberto Carlos Cortez Soria, como Asambleísta suplente ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, disponiendo extender a su favor las credenciales respectivas como autoridades electas, además de remitir copias de la Resolución mencionada a la referida Asamblea, para su cumplimiento. Es así que, conforme se evidencia de la Conclusión II.6 del presente fallo, los hoy accionantes, mediante escritos de 6 y 8 de diciembre de 2010, solicitaron a los -ahora demandados- se proceda a su habilitación y juramento como Asambleístas Departamentales electos por el pueblo indígena Yuracaré Mojeño, solicitudes sobre las cuales, pese a pedir respuesta escrita y pronta, no se halla en obrados constancia alguna de haber sido atendidas oportunamente. INDICE Posteriormente, como se refiere en las Conclusiones II.7 y II.8, la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz mediante Resolución 086/2010, aprobó el informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre emanado por su Comisión de Constitución y Gobierno, rechazando la Resolución 063/2010, que fue emitida por el Tribunal Supremo Electoral, además de dejar en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes, hasta que se resuelva esa divergencia con el Tribunal Supremo Electoral; decisión que se asumió en base a los argumentos del referido informe, mismo que recomendó el rechazo de la Resolución citada, por una supuesta inaplicabilidad, al calificarla como contradictoria a la Norma Suprema y a las leyes, y por ser inexistente el pueblo Yuracaré Mojeño, deduciendo que no corresponde se les otorgue un curul dentro de la referida Asamblea. Empero, como se señalo anteriormente, en el ámbito electoral, esos aspectos ya fueron valorados y definidos por el Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 0252/2010 de acuerdo a Ley de Régimen Electoral Transitorio y la Ley 002. Al respecto, de las Conclusiones II.9 y II.10 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se establece que los accionantes, al no ser atendidos sus pedidos para que se los posesione y habilite en sus cargos respectivos, presentaron memorial el 20 de diciembre de 2010, ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, solicitando fotocopias legalizadas del informe “INF.CCG.ALD 23/2010” de 16 de diciembre y de la Resolución 086/2010 de 17 de diciembre, solicitud sobre la cual la citada Asamblea, emitió la nota “OF. ALD. 442/2010” en la que, sin atender específicamente la petición indicada, refieren haber remitido a la bancada indígena, las copias legalizadas del informe y Resolución requeridos, respuesta que no se encuentra acorde a los lineamientos jurisprudenciales establecidos por este Tribunal Constitucional Plurinacional en el Fundamento Jurídico III.2.1 del presente fallo, pues en principio, la respuesta no fue otorgada de forma directa a los accionantes, derivándose la misma a la Comisión de Constitución y Gobierno, además de observarse que la misma no fue pronta ni oportuna. Asimismo, conforme a las Conclusiones II.11 y 12 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se evidencia que ante la interposición de un recurso extraordinario de revisión planteado por Guillermo Montaño Vargas contra la Resolución 063/2010, el Tribunal Supremo Electoral, a través de Resolución 077/2010, declaró improcedente el mismo, por ser manifiestamente infundado, además de ratificar en su integridad la Resolución 063/2010 y disponer la remisión de la Resolución 077/2010 ante la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, para que se cumpla la Resolución impugnada. Como efecto de ello, los accionantes, el 14 de enero de 2011, reiteración su solicitud al mencionado ente legislativo, a objeto de que se los posesione en los cargos para los cuales fueron electos. De las Conclusiones II.13 y 14 del presente fallo, se establece que al no recibir respuesta alguna a su solicitud de posesión mencionada, los ahora accionantes, mediante memoriales presentados el 20 y 24 de enero de 2011, ante la Asamblea INDICE Legislativa Departamental de Santa Cruz, también solicitaron fotocopias legalizadas de la resolución de rechazo a su última petición de habilitación y juramento, que se habría emitido en sesión realizada el 19 de enero de 2011. Empero, sin que se haya atendido la solicitud de posesión, mediante informe de 24 del referido mes y año, el Asesor Legislativo Administrativo, sólo respecto a la solicitud de fotocopias citada, refirió, que la mencionada Asamblea, no elabora actas de sesiones del plenario, y que estas son grabadas y archivadas; además que después de haber efectuado la revisión en archivos, habría verificado que en la sesión realizada el 19 de ese mes y año, no se emitió Resolución alguna, aclarando que la única emitida referente a la habilitación de Asambleístas del pueblo Yuracaré es la 063/2010, que corresponde a la sesión ordinaria cincuenta y dos, realizada el 17 de diciembre de 2010. También se pudo verificar, de acuerdo a la Conclusión II.15 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que el 10 de febrero de 2011, la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, mediante su presidente, planteó conflicto de competencia ante el Tribunal Constitucional -ahora Plurinacional-, solicitando se declare la incompetencia del Tribunal Supremo Electoral y se deje sin efecto, las Resoluciones 063/2010 y 077/2010; conflicto que fue resuelto por la Comisión de Admisión de éste Tribunal, mediante AC 0071/2012-CA de 22 de febrero, por el cual se rechazó el conflicto planteado, por no adecuarse a lo previsto en el art. 121 de la LTCP, argumentando que de acuerdo a los arts. 12 y 205 de la CPE, el Tribunal Supremo Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, con atribuciones y facultades que le confiere la CPE; además no es posible que se considere, como lo hizo el recurrente, que las competencias compartidas de la referida Asamblea puedan ser invadidas por el Tribunal Supremo Electoral, toda vez, que conforme a la normativa constitucional citada, se colige que el Tribunal Supremo Electoral, es parte del Órgano Electoral Plurinacional y de ninguna manera se puede asumir que sea parte del Gobierno Plurinacional, menos una entidad territorial autónoma. De todo lo expuesto, se concluye lo siguiente: El problema y el petitorio planteados por los accionantes, radican primordialmente en que sus derechos a la petición y a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, fueron vulnerados por la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, al omitir arbitrariamente el dar curso a su posesión como Asambleístas electos por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, pese a hallarse reconocidos y acreditados así por el Tribunal Supremo Electoral, por lo cual piden que se disponga la nulidad de los actos y resoluciones impugnadas, ordenando que el referido ente legislativo los habilite, tome juramento y los posesione en los cargos a los que accedieron por elección. Al respecto, conforme al Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo, acorde al art. 206 de la CPE, así como los arts. 11 de la Ley del Órgano Electoral Plurinacional y 17 INDICE de la Ley de Régimen Electoral Transitorio, se halla establecido que el Tribunal Supremo Electoral es el máximo nivel del Órgano Electoral, con jurisdicción nacional, siendo sus decisiones en materia electoral, de cumplimiento obligatorio por todo órgano o gobierno autónomo del Estado, además de ser inapelables e irrevisables. En ejercicio de las facultades otorgadas por la Constitución Política del Estado y las leyes indicadas, el Tribunal Supremo Electoral dispuso, mediante Resolución 0252/2010, que la Corte -ahora Tribunal- Departamental Electoral de Santa Cruz, continúe con la elección de los asambleístas departamentales, un titular y un suplente, por el pueblo Yuracaré Mojeño, posteriormente, conforme al resultado de las elecciones realizadas, esa máxima instancia electoral, emitió también la Resolución 063/2010 de 30 de noviembre que aprobó la elección de Rosmeri Gutiérrez Herbas de Galindo y Roberto Carlos Cortez Soria, como Asambleístas Departamentales indígenas originarios campesinos, titular y suplente respectivamente, por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño. Se concluye también, que así constituido el derecho de ambos asambleístas, los mismos solicitaron reiteradamente a la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, se proceda a su habilitación y juramento en los cargos públicos para los cuales fueron electos, petición ante la cual, lo único que correspondía a esa Asamblea, era posesionar formalmente a los -ahora accionantes- como asambleístas titular y suplente, respectivamente, por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño, considerando que las determinaciones asumidas por el Tribunal Supremo Electoral son irrevisables; empero, sin responder a sus solicitudes e ignorando la legislación citada en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la citada Asamblea, mediante Resolución 086/2010, de forma arbitraria y sin fundamento legal válido, rechazó los efectos la Resolución 063/2010, emitida por el Tribunal Supremo Electoral, dejando expresamente en suspenso la solicitud de acreditación de los ahora accionantes, hasta resolver una supuesta e inexistente divergencia con el referido Tribunal. Es evidente, que la falta de fundamento legal, de la supuesta divergencia que se mencionó, se halla demostrada con el resultado del conflicto de competencia, que presentó el Presidente y Secretaria General de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, pidiendo que se declare la incompetencia del Tribunal Supremo Electoral y se deje sin efecto las Resoluciones 063/2010 y 077/2010; conflicto que resuelto por la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, mediante AC 0071/2012-CA de 22 de febrero, fue rechazado, por no adecuarse a la previsión del art. 121 de la LTCP, dejando claramente establecido que conforme los arts. 12 y 205 de la CPE, el Tribunal Supremo Electoral es parte del Órgano Electoral Plurinacional, con atribuciones y facultades que le confiere la Norma Suprema; por lo que, no es posible que se considere que las competencias compartidas de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz puedan ser invadidas por el Tribunal Supremo Electoral, toda vez, que éste último, como máxima instancia del Órgano Electoral Plurinacional, no es parte del gobierno plurinacional y menos una entidad territorial autónoma. INDICE Asimismo, conforme a los antecedentes del caso, se establece que la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, persistió en la arbitrariedad, de no posesionar a los ahora accionantes como Asambleístas electos, pese a conocer oficialmente que la Resolución 063/2010, fue ratificada en su integridad por el Tribunal Supremo Electoral mediante Resolución 077/2010, como efecto de haberse declarado improcedente un recurso extraordinario de revisión, que fue planteado por un tercero; coetáneamente también se advierte que la mencionada Asamblea persistió también en no atender, ni dar respuesta oficial a las solicitudes posteriores de los accionantes, para que se proceda a su posesión. En consecuencia, resulta evidente que las autoridades ahora demandadas incurrieron en actos y omisiones indebidas, que vulneraron los derechos de los accionantes a la petición y a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, entendidos conforme a los Fundamentos Jurídicos III.2.1 y III.2.2 del presente fallo, pues de manera ilegal y pretendiendo desconocer decisiones de la máxima instancia del Órgano Electoral, asumidas en el marco de sus competencias y conforme a la legislación vigente, impidieron a los ahora accionantes ejercer sus funciones como asambleístas departamentales por la circunscripción especial indígena campesina Yuracaré Mojeño. Con relación al principio de seguridad jurídica que se denuncia también como vulnerado por los accionantes, no corresponde tutelar el mismo a través de la acción de amparo constitucional, por hallarse esta acción tutelar destinada a proteger derechos constitucionales y no así principios, conforme se refiere en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. En cuanto a la conculcación del derecho a la igualdad, referido de igual manera como vulnerado por los accionantes, no corresponde otorgar la tutela, al no haberse realizado en el planteamiento de la presente acción tutelar, ninguna fundamentación ni acreditación probatoria, que evidencie la lesión a ese derecho. En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la CPE, sin embargo, si bien correspondía otorgar la tutela solicitada, el Tribunal de garantías, al conceder la acción de amparo constitucional por todos los derechos reclamados, efectuó una parcial compulsa de los antecedentes procesales, pues no estableció la especificación de los derechos y principios efectivamente vulnerados, como desarrolló éste Tribunal en el análisis del caso concreto del presente fallo. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: APROBAR en parte la Resolución 31/2011 de 17 de febrero, cursante de fs. 277 vta. a 280 vta., pronunciada por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Santa Cruz, y en consecuencia dispone: INDICE 1° CONCEDER la tutela solicitada, con relación a los derechos de petición y a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, con los mismos efectos dispuestos por el Tribunal de garantías; y. 2° DENEGAR, la tutela con relación al derecho a la igualdad y al principio de “seguridad jurídica”. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi MAGISTRADA Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez MAGISTRADO Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar MAGISTRADA Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco MAGISTRADA Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales MAGISTRADO INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0828/2012 Sucre, 20 de agosto de 2012 SALA TERCERA Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 00976-2012-02-AAC La Paz En revisión la Resolución 069/2012 de 23 de mayo, cursante de fs. 120 a 122, pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Primitivo Lucio Caravedo representante de la Comunidad Santiago de Sura Sura contra Pedro Espinoza Mamani, Presidente; Daniel Cos Callisaya, Roxana Soria de García, Caty Cauna Villasante y Julio Huacatati Valencia, miembros del Consejo Municipal de Coroico; provincia Nor Yungas del departamento de La Paz; y, Pascual Machaca, Secretario General del Sindicato Agrario La Glorieta. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Mediante memorial de 14 de mayo de 2012, cursante de fs. 72 a 77, el accionante expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción En su calidad de Secretario General de la Comunidad Santiago de Sura Sura, del cantón Mururata, Primera Sección Municipal de Coroico, provincia Nor Yungas del departamento de La Paz, en representación de su Comunidad y en instalaciones de la Alcaldía Municipal de Coroico, el 2 de diciembre de 2010, suscribió un Acta de Entendimiento, con los concejales, la Federación Sindical Única Tupac Katari, representantes de la Gobernación de La Paz, el Defensor del Pueblo, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) y representantes de la Comunidad La Glorieta; para que la Comunidad de Sura Sura proceda a tramitar su personalidad jurídica, y para que ambas comunidades soliciten proceso de saneamiento al INRA. En virtud a ese acuerdo, la Comunidad de Sura Sura obtuvo la calidad de Organización Territorial de Base (OTB), siendo por ello que de conformidad con las normas del art. 7 del Decreto Supremo (DS) 23858 de 9 de septiembre de 1994, se iniciaron los trámites ante el Concejo Municipal de Coroico, emitiéndose la Ordenanza Municipal (OM) 024/2011 de 9 de septiembre, que resolvió autorizar el registro de la Personalidad Jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura; habiéndose cumplido con todos los requisitos exigidos, de conformidad con el art. 300.12 de la Constitución Política del Estado (CPE), mediante Resolución INDICE 1160/2011 de 14 de diciembre, la Gobernación del departamento de La Paz, dispuso otorgar personalidad jurídica a favor de la comunidad solicitante. Afirma que no obstante haberse concluido con el trámite, en forma posterior y a solicitud de la Comunidad La Glorieta, el Concejo Municipal de Coroico, sancionó la OM 009/2012 de 8 de marzo, instrumento jurídico que resolvió abrogar su similar 024/2011 dejando sin efecto el Registro de la Personalidad Jurídica de la Comunidad Santiago de Sura Sura; restringiendo su derecho a la asociación sindical, consagrada por las normas del art. 51.IV de la CPE. Informa que interpuso recurso de reconsideración de la lesiva Ordenanza, el cual fue respondido por la nota CITE: HCM 164/2012 de 20 de abril, en la que se afirmó que para la abrogatoria de la OM 024/2011, se valoró el informe de 2 de diciembre de 2011, emitido por el Secretario General de la Central Agraria Coroico, quien informó que la Comunidad de Santiago de Sura Sura no estaría afiliada a la sub Central de Suapi; lo que no es evidente, puesto que dicha Comunidad se afilió el 24 de mayo de 2009, a la Sub Central Suapi, conforme consta en acta expresa levantada al efecto y presentada como prueba, por lo que además es a esta Sub Central a la que le correspondía certificar sobre sus afiliados. Otro de los argumentos informados para la abrogatoria de la OM 024/2011; es el supuesto incumplimiento del Acta de Entendimiento por parte suya, acusándoseles de no haber procedido al proceso de saneamiento de tierras, lo que no es posible por el requisito impuesto por el art. 75 del Reglamento de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA), que manda tener personalidad jurídica para ser sujetos de ese proceso. Concluye los argumentos afirmando que las normas del art. 14.III de la CPE, ordenan al Estado garantizar a todas las personas y colectividades, sin discriminación, el libre y eficaz ejercicio de los derechos fundamentales y que los mandatos del art. 21.4 de la misma Ley Fundamental consagran la libertad de asociación de la misma forma que el art. 51.IV del documento constitutivo del Estado Plurinacional de Bolivia. I.1.2. Derechos y garantías vulnerados El accionante señala como lesionados el derecho a la libertad de asociación, citando al efecto los arts. 21.4 y 51.IV de la CPE. I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela y se disponga la restitución a plena vigencia de la OM 024/2011, anulándose la OM 009/2012. I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías Celebrada la audiencia pública el 23 de mayo de 2012, según consta en el acta cursante de fs. 116 a 119 de obrados, se produjeron los siguientes actuados: INDICE I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción El abogado del accionante ratificó los argumentos del memorial de demanda; y ampliándolo manifestó que se organizaron en una nueva OTB, para poder acceder a los servicios básicos, como lo demuestran las peticiones efectuadas al Directorio del Sindicato agrario La Glorieta; y que existe el desmentido por parte del señor Pedro Maheñego, quien aclaró ante el Concejo Municipal de Coroico, que Pedro Sacaticona le hizo firmar un documento en blanco, que utilizó para pedir la anulación de la OM 024/2011. I.2.2. Informe de las autoridades demandadas Los coaccionados Pedro Espinoza Mamani y Daniel Cos Callisaya, mediante nota CITE: HCMC 195/2012 de 23 de mayo de 2012 (fs. 81 a 86), ampliado en audiencia; informaron lo siguiente: a) Durante la gestión 2009 ya fue solicitada la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, pero según Resolución Administrativa (RA) Sub Prefectural 08/2009 de 23 de junio, esa entidad dejó sin efecto un anterior instrumento similar 002/2009 de 10 de marzo, por la inexistencia de la OM 37-B/2008 de 9 de diciembre; b) Mediante la OM 024/2011, se otorgó personalidad jurídica a la Comunidad Santiago de Sura Sura, lo que fue cuestionado por la Comunidad de La Glorieta, que en fecha 11 de noviembre de 2011, solicitaron la paralización del trámite a que dio lugar, ya que existiría conflictos territoriales entre ambas Organizaciones Territoriales de Base (OTBs); c) Existiendo ese conflicto, en diferentes oportunidades se intentó arribar a una solución, siendo uno de ellos, el Acta de Entendimiento de 2 de diciembre de 2010, tal como explicó el demandante; d) Habiéndose comprometido la comunidad demandante al saneamiento de tierras, no honraron esa obligación, por lo que incumplieron el requisito contenido en las normas del art. 8 del DS 23858 de 9 de septiembre de 1994, que exige delimitar el ámbito territorial de la OTB, por lo que la Comisión Tierra y Territorio recomendó la abrogación la OM 024/2011; e) Las normas del art. 10 del DS 23858, determinan que se emitirá resolución denegatoria, cuando dos organizaciones se disputen la representación de un mismo ámbito territorial; f) Actuaron para evitar enfrentamientos entre los pobladores; g) No agotaron las vías ordinarias antes de interponer la presente acción, pues conforme al art. 11.4 del referido Decreto Supremo, debe acudir a la vía ordinaria; y, h) No hicieron entrega formal de la OM 024/2011, por lo que ignoran como se procedió a la tramitación ante la Gobernación Departamental de la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura. Finalizan solicitando la vigencia de la OM 009/2012. I.2.3. Intervención del tercero interesado Pascual Machaca, en representación de la Comunidad La Glorieta, por medio de su abogado y en audiencia, manifestó lo siguiente: 1) Mediante Resolución Suprema (RS) 06/1997 ha sido reconocida la personalidad jurídica de la Comunidad de La Glorieta, siendo por ello y otros motivos que se oponen a la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, pues conforme a certificación emitida por la Central Agraria de Coroico, no existe comunidad INDICE con ese nombre afiliada a este ente sindical; informe coincidente con el evacuado por la Sub Central de Suapi; 2) existen problemas de limitación de territorios, conforme el informe del Instituto Geográfico Militar, mientras que el plano presentado por ellos no es legal; y, 3) Existe un convenio de 18 de septiembre de 2008, suscrito entre varios Ministros de Estado, Viceministros, representantes del Consejo de Federaciones Campesinas, de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (ADEPCOCA), federaciones provinciales, centrales agrarias y las regionales productoras de coca, que posibilitan denunciar la creación irregular de nuevas comunidades en el área de tradicional de cultivo de hoja de coca; luego, la Resolución 009 de la Asociación antes referida, asumió esa determinación asumida para evitar la creación de nuevas comunidades, para no dividir a la familia cocalera; convenio que piden sea aplicado conforme al art. 410 de la CPE. Finaliza solicitando que se declare improcedente la acción de amparo constitucional. I.2.5. Resolución El Juez de Partido Mixto y Sentencia Penal de Coroico de la provincia Nor Yungas del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 069/2012 de 23 de mayo, cursante de fs. 120 a 122, denegó la tutela solicitada; con el argumento de no haberse agotado el trámite administrativo de delimitación de territorios entre las comunidades en disputa, aplicando por ello el principio de subsidiariedad. II. CONCLUSIONES Del atento análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes conclusiones: II.1. En magno ampliado de la Central Agraria de Trabajadores Campesinos de Coroico, de 6 de diciembre de 2008, esa entidad ratificó, reconoció y certificó la inscripción y reconocimiento del nuevo Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura (fs. 19). II.2. Existe acta de reunión ordinaria de la Sub Central de Suapi de 24 de mayo de 2009, evento en el cual, por mayoría de votos de los secretarios generales, se inscribió a la Comunidad Santiago de Sura Sura, como miembro de la Sub Central Suapi (fs. 11 a 13). II.3. El 2 de diciembre de 2010, los Concejales, los dirigentes de la Federación Sindical Única Tupak Katari, representantes de la Gobernación de La Paz, del Defensor del Pueblo, del INRA y de las comunidades de La Glorieta y de Santiago de Sura Sura, suscribieron un “Acta de Reunión” (sic); que exterioriza el acuerdo de permitir a la Comunidad de Santiago de Sura Sura tramitar su personería jurídica (fs. 3 a 4). II.4. Por medio de certificación emitida el 17 de diciembre de 2010, la Federación Provincial Única de Trabajadores Campesinos de Nor Yungas, certificó que la Comunidad de Santiago de Sura Sura se encuentra afiliada a esa organización sindical (fs. 17). Similar INDICE certificación fue emitida el 3 de diciembre de 2010, por la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz Tupac Katari, informando además del registro en la partida 556, folio 116 de la Comunidad Santiago de Sura Sura (fs. 18). II.5. Mediante la OM 024/2011 de 9 de septiembre, el Concejo Municipal de Coroico resolvió autorizar el registro de personalidad jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, manifestando haberse cumplido los requisitos exigidos por ley (fs. 26 y 27). II.6. Según la RA Departamental 1160/2011 de 14 de diciembre, el Gobernador del Departamento de La Paz, resolvió otorgar personalidad jurídica al Sindicato Agrario de la Comunidad Santiago de Sura Sura (fs. 29 a 30); emitiéndose el certificado correspondiente el 15 de diciembre (fs. 28). II.7. El 8 de marzo de 2012, por medio de OM 009/2012 el Concejo Municipal de Coroico determinó abrogar la OM 024/11, por incumplimiento del acuerdo de 2 de diciembre de 2010 (fs. 54 y 55). II.8. Por medio de memorial presentado el 23 de marzo de 2012, el representante de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, solicitó la reconsideración de la OM 009/2012 (fs. 56 a 58); petición reiterada por escrito presentado el 16 de abril de 2012 (fs. 59). II.9. El 20 de abril de 2012, por medio de nota CITE: HCMC 164/2012, el Concejo Municipal de Coroico comunicó a la Comunidad ahora representada, que su petición de reconsideración ha sido rechazada (fs. 60 a 61). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El accionante alega que las autoridades demandadas lesionaron el derecho a la libertad de asociación, citando al efecto los arts. 21.4 y 51.IV de la CPE, ya que luego de emitir Ordenanza Municipal para el registro de la personería jurídica del Sindicato Agrario Santiago de Sura Sura, y que ésta les fue extendida por la Gobernación de La Paz, luego procedieron a emitir una nueva, abrogando la primera, que provoca la reversión de un derecho ya concedido. En consecuencia, en revisión de la Resolución dictada por el Juez de garantías, corresponde dilucidar si tales extremos son evidentes y si constituyen actos ilegales lesivos de los derechos fundamentales o garantías constitucionales de los accionantes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada. III.1. Antes de ingresar a analizar los argumentos del accionante, corresponde explicar a los ahora demandados que en el presente caso no se ha incumplido el principio de subsidiariedad que provoque la improcedencia de la tutela solicitada, ya que la vía ordinaria a que hacen referencia no es un medio idóneo para la protección inmediata de los derechos reclamados por la parte accionante. INDICE En ese orden de ideas, conviene recordar que los demandados refieren a las normas del art. 11.4 del DS 23858; pues bien, esas normas en su contexto normativo previsto por los arts. 10 y 11 del citado Decreto Supremo, establecen los siguientes supuestos: “ARTICULO 9. (Procedimiento para el registro) I. El Gobierno Municipal una vez conocida la solicitud de registro, tendrá un plazo de 15 días para darle publicidad. Para el efecto, la solicitud será fijada en la puerta principal del Gobierno Municipal y en lugares visibles de la comunidad o barrio respectivo por un lapso de 15 días. Vencido este término, dentro de los 10 días hábiles siguientes, el Concejo Municipal respectivo emitirá la correspondiente resolución, que podrá ser afirmativa o denegatoria de la solicitud…. Artículo 10. (Resolución municipal denegatoria) La resolución municipal denegatoria procederá en los siguientes casos: a) Cuando dos o más organizaciones se disputen la representación en un mismo ámbito territorial. b) Cuando dos o más personas se disputen la representación de la organización solicitante. c) Cuando los documentos acompañados a la solicitud, no observen lo establecido en el artículo 7º del presente reglamento. En este caso, la organización solicitante, una vez rectificadas o subsanadas las observaciones continuará el procedimiento establecido en este reglamento. Artículo 11. (Solución del conflicto) I. En los casos señalados en los inc. a) y b) del artículo anterior, el conflicto deberá ser solucionado mediante consenso o según sus usos, costumbres o normas estatutarias en las propias organizaciones en conflicto, ya sea por voto de los comunarios o vecinos, por decisión de fusión de las organizaciones en controversia, por arbitraje de su asociación superior u otras formas establecidas por la comunidad, en un plazo máximo de 30 días de conocido el conflicto por el Gobierno Municipal. II. Agotado este proceso y persistiendo el conflicto, el Concejo Municipal competente, pasado el término fijado, convocará a las partes llamándolas a una solución consensuada, aplicando el plazo de la distancia establecido en el artículo 146 del Código de Procedimiento Civil, según corresponda. III. En caso de no llegar a una solución consensuada, dentro de los diez días de convocadas las partes por la autoridad municipal competente, el Concejo Municipal estudiará los documentos acompañados, verificando el cumplimiento de lo establecido en los artículos 7º y 8° del presente reglamento, y resolverá dentro de los diez días hábiles siguientes. IV. La Resolución Municipal no admitirá ningún otro recurso administrativo, quedando abierta la vía legal ordinaria.” INDICE Ahora bien, de la lectura de las normas descritas, se tiene que la solicitud de registro de personalidad jurídica que efectúa una OTB, podrá ser aceptada o denegada, conforme al cumplimiento o no de los requisitos exigidos para el acceso a ese derecho, según posibilita el art. 10 del DS 23858. En ese orden de ideas, dado el caso de denegatoria, motivada en conflictos territoriales o de representación, incs. a) y b) del art. 10 DS 23858, el problema debe ser resuelto conforme a las previsiones del art. 11 del mismo Decreto, que obliga a tres etapas, una primera de conciliación entre partes y ante sus entes superiores; la segunda, etapa de mediación del Concejo Municipal respectivo, el que emitirá resolución que dirima el conflicto; y una tercera etapa, prevista para la impugnación de la resolución emanada del referido Concejo; vale decir que la impugnación a que se refiere la última parte del art. 11.IV se refiere a la resolución municipal que se emite luego del procedimiento seguido por el Concejo Municipal, no para cualquier otra resolución que emita el órgano legislativo municipal. Explicando la afirmación anterior, la vía procesal de resolución de conflictos de representación o territoriales que se originen en la solicitud de registro de personalidad jurídica de una OTB, se abre en ocasión de la petición de registro de una nueva OTB, y puede ser ejercida por los Concejos Municipales, para resolver los conflictos referidos a la representación o al territorio referidos a la nueva OTB; ello sujeta esta atribución al principio de oportunidad, vale decir que sólo se puede hacer uso de la potestad concedida a los Concejos Municipales, cuando se efectiviza una petición de registro de OTB; oportunidad en la que se resolverá los conflictos territoriales o de representación existentes; pasada esa etapa, la potestad precluye, por la razonable necesidad de otorgar firmeza a la resolución municipal, misma que sólo podrá ser reclamada en proceso ordinario posterior, llevado a cabo entre las partes en conflicto. Ahora bien, cuando las normas del art. 11.IV del DS 23858 se refieren a la vía legal ordinaria, como adecuada para la impugnación de la resolución municipal, asume todos los antecedentes materiales y formales que asisten a esa etapa de la controversia en la OTB; vale decir, toma en cuenta que la resolución municipal ha sido emitida para resolver un problema emergente de dos situaciones, conflicto territorial o de representación, ningún otro tipo de evento adicional; luego, asume que esos dos tipos de contrariedades, son entre dos o más personas particulares; por tanto, de no estar acordes o alguno de ellos no aceptar la decisión municipal, le queda la vía ordinaria para resolver el conflicto de territorio, o la tensión en la representación que genera controversia. Como ha sido expuesto, la vía ordinaria aludida por el art. 11.IV del DS 23858, como no podía ser de otra manera, es para solucionar el conflicto entre los miembros de la OTB discordes por razones de territorio o de representación; más no es adecuada para que una OTB, que ya tiene personalidad jurídica reconocida, impugne la decisión INDICE de revocar esa personería, pues para cuestionar resoluciones municipales u otras emergentes de la voluntad administrativa, la vía ordinaria no es competente, ya que sólo es apta para resolver controversias entre particulares. En el caso presente, se impugna la OM 009/2012 de 8 de marzo, y no se plantea un problema entre los miembros de la OTB Santiago de Sura Sura, por ello la vía ordinaria no es la adecuada para resolverla, por lo tanto, no es una vía que no se hubiera utilizado, para dar lugar a la improcedencia de la acción de amparo constitucional por subsidiariedad, debiendo analizarse los argumentos del accionante. III.2. Ahora bien, ingresando al fondo del asunto denunciado; es necesario conocer la línea jurisprudencial trazada por la jurisdicción constitucional, respecto a la revocación de actos administrativos por parte del propio órgano de gobierno que lo emitió; y también analizar la naturaleza del derecho a la organización política, proclamado por las normas del art. 26.II.1 de la CPE. A ese efecto, es necesario referirse de forma previa a los antecedentes que informan a la norma constitutiva de nuestro Estado Plurinacional, respecto a la organización política de sus habitantes. En esa retrospectiva, se tiene que mediante la Ley de Participación Popular, ahora abrogada, el Estado desarrolló a favor de sus habitantes el derecho a la organización política en nuevos ámbitos, superando la dependencia de los partidos políticos como única vía de encauce de la participación política de los ciudadanos; para lograr ese efecto, el art. 2 inc. a) de la Ley de Participación Popular (LPP), reconoció personalidad jurídica a las OTBs, para por medio de esa organización garantizar la participación de las personas en la vida jurídica, política y económica del país. Normas que aunque abrogadas, por su trascendencia son necesarios antecedentes del desarrollo de la participación y organización política en nuestro país. En ese ámbito informador, proyectando la trascendencia de la filosofía de la Ley de Participación Popular, tenemos que las normas del art. 146.1 de la Ley de Municipalidades (LM), a tiempo de estipular los derechos de los habitantes de la jurisdicción municipal, disponen que el primero de ellos es: “Asociarse en Organizaciones Territoriales de Base: Comunidades Campesinas, Comunidades Indígenas, Pueblos Indígenas y Juntas Vecinales”; luego, desarrollando el derecho primario del control social y la participación popular, en el art. 149 de la LM, ahora derogado, se establecieron las características de esa organización y el reconocimiento de la personalidad jurídica de los entes territoriales: De esas normas informadoras de la Constitución Política del Estado, se infiere que existen en Bolivia OTBs, mismas que se constituyen en mecanismos de participación en la vida jurídica, política y económica de nuestro país, por lo que esas instituciones encontraron reverberación en la nueva Constitución Política del Estado. INDICE Así, tenemos que el sistema democrático boliviano, por mandato de las normas del art. 11 de la CPE, es participativo, representativo y comunitario; lo que implica la progresión hacia un estado en el que los ciudadanos tienen activa participación en la toma de acciones políticas, en el impulso de decisiones normativas, así como en el control del ejercicio del poder político y el manejo de los recursos públicos; participación que encontró dinamismo en el ámbito municipal. De la misma forma en que la participación política encontró nuevos cauces a partir de la Ley de Participación Popular, el control ciudadano fue también proyectado como elemento de los derechos políticos desde la vigencia de la misma Ley. De lo anteriormente expuesto, se concluye que los elementos participar, fiscalizar y controlar del derecho a la participación política, tiene como precursor normativo la Ley de Participación Popular. Ahora bien, el sistema incorporado por la Ley de Participación Popular para materializar la participación y el control por parte de la ciudadanía, fue el reconocimiento de la organización territorial de los ciudadanos en OTBs, asumiendo ésta como la unidad política primaria; así, las normas del art. 1.I del DS 23858, las conceptualiza de la siguiente manera: “A los efectos de la Ley 1551 de Participación Popular, se entiende por Organización Territorial de Base, la unidad básica de carácter comunitario o vecinal que ocupa un espacio territorial determinado, comprende una población sin diferenciación de grado de instrucción, ocupación, edad, sexo o religión y guarda una relación principal con los órganos públicos del Estado a través del Gobierno Municipal de la jurisdicción donde está ubicada.” De la normativa precedente, se concluye que una OTB, es la unidad poblacional básica, asentada en un territorio con fines de relacionar con el Estado a su población; teniendo personería jurídica inmanente; es decir, se reconoce su carácter jurídico sin necesidad de otro trámite que no sea su reconocimiento, así lo prescribía el art. 149 de la LPP (ahora derogado). “Artículo 149º. (Reconocimiento, Registro o Certificación de las OTB´s). El reconocimiento, registro o certificación de la personalidad jurídica de las Organizaciones Territoriales de Base y de las Asociaciones Comunitarias, se regirá por lo dispuesto en la Ley de Participación Popular y sus Decretos Reglamentarios.” En síntesis, la Ley de Participación Popular es un elemento indispensable a tiempo de encontrar el contenido material de los derechos a la participación política, lo que haremos a continuación. INDICE III.3. Las normas previstas por el art. 26 de la CPE, consagran el derecho a la participación política, disponiendo lo siguiente: “Artículo 26. I. Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por medio de sus representantes, y de manera individual o colectiva. La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. II. El derecho a la participación comprende: 1. La organización con fines de participación política, conforme a la Constitución y a la ley. 2. El sufragio, mediante voto igual, universal, directo, individual, secreto, libre y obligatorio, escrutado públicamente. El sufragio se ejercerá a partir de los dieciocho años cumplidos. 3. Donde se practique la democracia comunitaria, los procesos electorales se ejercerán según normas y procedimientos propios, supervisados por el Órgano Electoral, siempre y cuando el acto electoral no esté sujeto al voto igual, universal, directo, secreto, libre y obligatorio. 4. La elección, designación y nominación directa de los representantes de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, de acuerdo con sus normas y procedimientos propios. 5. La fiscalización de los actos de la función pública”. El texto literal del derecho a la participación política, contiene como sus elementos: la participación en la formación, ejercicio y control del poder político, de forma directa, o por medio de representantes; y de manera individual o colectiva; nomenclatura de la que se extrae que los dispositivos implantados por la Ley de Participación Popular de: ”participación y control” son vitales a tiempo de dotar de contenido a los derechos políticos, pues son considerados como parte de esos derechos. Además de la participación y el control, la Ley Fundamental, proclama a la organización con fines de participación política, como otro de los nuevos elementos de los derechos políticos; organización que como ya se analizó, ha merecido también regulación por el sistema de participación popular implantado a fines del siglo XX en Bolivia. Conforme a lo expuesto, para conferir un contenido compatible con la voluntad constituyente al derecho a la participación política, es necesario reconocer la reverberación que encuentran en las normas constitucionales, los postulados filosóficos del proceso de inclusión política denominado participación popular, implantado en Bolivia por medio de la Ley de Participación Popular y sus inherentes reglamentos. INDICE En ese orden de ideas, la organización ciudadana elemental o básica en Bolivia es la OTB, por ello cuando las normas del art. 26.II.1 de la CPE, consagran a la organización como uno de los elementos del derecho a la participación política, cobijan también, entre otras formas de organización incorporadas por el texto constitucional, a las OTBs, proyectando su función como parte del nuevo sistema constitucional, siendo por ello que merecen protección por parte del Estado y por este Tribunal Constitucional Plurinacional. III.4. Desde otra perspectiva necesaria, es necesario analizar la doctrina constitucional de prohibición de anulación de actos administrativos que generaron derechos; ya que a efectos de resolver la problemática suscitada en la presente acción, es ineludible precisar que la jurisdicción constitucional boliviana ya ha tomado conocimiento de casos similares, en los cuales, las autoridades de los gobiernos municipales, revocaron sus propios actos administrativos, afectando la seguridad jurídica y el principio de buena fe, legalidad y presunción de legitimidad del Estado, declarando que esa actitud es lesiva de derechos fundamentales y principios constitucionales, por lo que no son admisibles por el sistema constitucional. Así, la SC 0086/2010-R de 4 de mayo, ha expuesto la siguiente doctrina constitucional: “III.4.Principio de seguridad jurídica en la Constitución Política del Estado Un Estado Democrático de Derecho se organiza y rige por los principios fundamentales, entre ellos, el de seguridad jurídica, buena fe y la presunción de legitimidad del acto administrativo. La seguridad según el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas, implica: 'exención de peligro o daño, solidez, certeza plena, firme convicción' y, la seguridad jurídica, conforme enseña la doctrina es: 'condición esencial para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio' concepto que fue asumido por este Tribunal en su jurisprudencia cuando se encontraba vigente la anterior Constitución Política del Estado. Ahora bien, conforme al entendimiento de la Constitución Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica constituye uno de los principios que sustenta la potestad de impartir justicia conforme al mandato contenido en el art. 178 de la misma norma; en consonancia con ello, se entiende que la interpretación constitucional debe orientarse a mantener la seguridad jurídica y la vigencia del Estado de Derecho, pues las normas constitucionales constituyen la base del resto del ordenamiento jurídico. Como principio general informador de la potestad de impartir justicia, otorga una importancia fundamental, como orientación axiológica para la comprensión del sistema jurídico nacional, condiciona la actividad discrecional de la administración y INDICE de la jurisdicción, y constituye además, el sentido teleológico para la interpretación, integración y aplicación de las normas jurídicas. De lo manifestado se desprende que la administración municipal, conforme al art. 3 de la LM, es la entidad autónoma de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio que representa institucionalmente al Municipio, forma parte del Estado y contribuye a la realización de sus fines. En consecuencia, es deber del municipio, como parte integrante del Estado, proveer seguridad jurídica a los ciudadanos asegurando a todas las personas el efectivo ejercicio de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales proclamados por la Constitución Política del Estado, los Tratados, Convenios y Convenciones suscritos y ratificados por el Estado como parte del bloque de constitucionalidad, así como las leyes ordinarias. III.5.Principios de buena fe, legalidad y presunción de legitimidad en la Administración Entre los principios generales a los que debe regirse la actividad administrativa en la relación entre los particulares y la Administración Pública, se encuentra el de buena fe, citado por el art. 4 inc. e) de la LPA, el que expresa que se presume el principio de buena fe y concluye en que la confianza, la cooperación y la lealtad en la actuación de los servidores públicos y de los ciudadanos, orientarán el procedimiento administrativo. La SC 0095/2001 de 21 de diciembre, con relación a este principio expresa que: '…es la confianza expresada a los actos y decisiones del Estado y el servidor público, así como a las actuaciones del particular en las relaciones con las autoridades públicas. De manera que aplicado este principio a las relaciones entre las autoridades públicas y los particulares, exige que la actividad pública se realice en un clima de mutua confianza que permita a éstos mantener una razonable certidumbre en torno a lo que hacen, según elementos de juicio obtenidos a partir de decisiones y precedentes emanados de la propia administración, asimismo certeza respecto a las decisiones o resoluciones obtenidas de las autoridades públicas…'. El art. 4 inc. g) de la LPA, se refiere al principio de legalidad y presunción de legitimidad, como las actuaciones de la Administración Pública por estar sometidas plenamente a la ley y se presumen legítimas, salvo expresa declaración judicial en contrario. Vinculado a ello, en la SC 0998/2002-R de 16 de agosto se precisa lo siguiente: '…tal entendimiento, queda plenamente sustentado en un razonamiento lógico y elemental, pues habiéndose basado el acto administrativo en el principio de la buena fe y culminado su proceso en una resolución, no puede el administrado y menos la Administración, por voluntad unilateral, dejarlo sin efecto, sea cual fuere la razón para ello, pues un actuar así, desnaturalizaría por completo los principios fundamentales en los que se asienta un Estado democrático de derecho (…) y por lo tanto (…) se presume la buena fe del profesional que realiza la gestión y del administrador público que INDICE emite la resolución, por lo mismo se presume su legitimidad y legalidad; en esa circunstancia, los ciudadanos deben tener confianza y seguridad no sólo del ordenamiento jurídico, sino de las actuaciones que han realizado ante las autoridades que ostentan el Poder Público, quienes deben asegurarles una convivencia pacífica y principalmente, permanencia y estabilidad de sus actos administrativos”. III.6.El acto administrativo, sus efectos y la nulidad Conforme a las normas del art. 27 de la LPA, el acto administrativo es: '(…) toda declaración, disposición o decisión de la Administración Pública, de alcance general o particular, emitida en ejercicio de la potestad administrativa, normada o discrecional, cumpliendo con los requisitos y formalidades establecidos en la presente Ley, que produce efectos jurídicos sobre el administrado. Es obligatorio, exigible, ejecutable y se presume legítimo'. Concordante a ello, el art. 34 del Decreto Supremo (DS) 27113 de 23 de julio de 2003, Reglamento a la LAP, se refiere a los efectos de los actos administrativos de alcance individual, expresando que producirán efectos a partir del día siguiente hábil al de su notificación a los interesados. El art. 51 del mismo Reglamento dispone sobre la estabilidad e impugnación del acto administrativo, expresando lo siguiente: 'I. El acto administrativo individual que otorga o reconoce un derecho al administrado, una vez notificado, no podrá ser revocado en sede administrativa, salvo que: a) La revocación sea consecuencia de un recurso administrativo interpuesto en término por un administrado. b) El administrado, de mala fe, que teniendo conocimiento no hubiera informado del vicio que afectaba al acto administrativo. c) La revocación favorezca al interesado y no cause perjuicio a terceros. d) El derecho hubiese sido otorgado válida y expresamente a título precario. e) Se trate de un permiso de uso de bienes de dominio público. II. El acto administrativo individual, firme en sede administrativa, podrá ser impugnado ante el órgano judicial competente por el órgano administrativo que lo emitió o el superior jerárquico, cuando esté afectado de vicios y sea contrario a un interés público actual y concreto'. Y el art. 59.II del citado cuerpo legal, dispone que: 'No procede la revocación de oficio de los actos administrativos estables que adquieran esta calidad de conformidad a lo establecido en el presente Reglamento. La contravención de esta restricción obligará a la autoridad emisora del acto ilegal o a la superior jerárquica a revocarlo'”. INDICE Luego, aplicando un razonamiento similar, la SC 1074/2010-R de 23 de agosto, expuso la siguiente argumentación: “Al respecto y para poder entender la problemática planteada en el caso concreto, es imperante señalar que todo acto administrativo es una declaración unilaterial de la administración en cualquiera de sus niveles y que al emerger del ejercicio de una potestad administrativa, plasma una decisión que genera efectos o consecuencias jurídico-administrativas directas e inmediatas, razón por la cual, se caracterizan por su ejecutoriedad para la consecución de los fines públicos perseguidos y por su presunción de legalidad y legitimidad. Para el tratadista Hugo Caldera, el acto administrativo constituye una exteriorización unilateral de competencia por parte de un órgano administrativo en ejercicio de potestades jurídicas administrativas destinadas a alcanzar fines públicos encomendados a este órgano, opinión acorde con la vertida precedentemente y armonizable al ordenamiento jurídico boliviano. En este contexto, el art. 27 de la LPA, señala que: 'se considera acto administrativo a toda declaración, disposición o decisión de la Administración Pública, de alcance general o particular, emitida en ejercicio de la potestad administrativa, normada o discrecional …'. Asimismo, esta disposición en la última parte señala que el acto administrativo '…es obligatorio, exigible, ejecutable y se presume legítimo, características que coinciden plenamente con los principios de legalidad y presunción de legitimidad disciplinados por el inciso g) del art. 4 de de la señalada ley. En este contexto, a partir de las características antes señaladas, se tiene que los actos administrativos, una vez agotada la instancia administrativa, adquieren la calidad de 'firmeza', en virtud de la cual, adquieren estabilidad y en caso de crear derechos a favor de los administrados, solamente podrían ser modificados merced a un control jurisdiccional ulterior de los actos administrativos, aspecto que deviene del contenido del principio de 'autotutela', disciplinado por el art. 4 inc. b) de la LPA. III.4.3. La prohibición de anular de 'oficio' actos administrativos Como se ha señalado supra y a partir de la estructuración del principio de 'autotutela' de la administración pública y en virtud a la característica de firmeza de los actos administrativos, se configura una garantía constitucional a favor del administrado, en virtud de la cual, ningún nivel de la administración pública, puede modificar, alterar o anular 'de oficio' un acto administrativo estable, cuya presunción de legitimidad y legalidad, solamente puede ser desvirtuada a través del control jurisdiccional de actos administrativos. Ahora bien, es imperante señalar también, que un acto administrativo, puede ser anulado de acuerdo a las causales establecidas taxativamente en el art. 35 de la Ley INDICE de Procedimiento Administrativo, en ese contexto, interpretando teleológica y sistémicamente el parágrafo II de esta disposición, se tiene que la nulidad de actos administrativos es procedente a través de los recursos administrativos disciplinados en la propia LPA, empero, para el supuesto en el cual, la propia administración pública, pretenda anular un acto administrativo estable en virtud del cual se generaron efectos jurídicos a favor del administrado, ésta no puede alegar la nulidad de “oficio”, sino debe acudir al control jurisdiccional ulterior de los actos administrativos, a través del proceso contencioso administrativo”. Desarrollando aún más los límites de la potestad administrativa, la SC 1464/2004-R de 13 de septiembre, ha expresado lo siguiente: “... tanto la nulidad como la anulabilidad de los actos administrativos, sólo pueden ser invocadas mediante la interposición de los recursos administrativos previstos en la ley y dentro del plazo por ella establecido; en consecuencia, en virtud a los principios de legalidad, presunción de legitimidad, y buena fe, no es posible que fuera de los recursos y del término previsto por ley se anulen los actos administrativos, aún cuando se aleguen errores de procedimiento cometidos por la propia administración, pues la Ley, en defensa del particular, ha establecido expresamente los mecanismos que se deben utilizar para corregir la equivocación; por ende, fuera del procedimiento previsto y los recursos señalados por la ley, un mismo órgano no podrá anular su propio acto administrativo (conocido en la doctrina como acto propio), por cuanto una vez definida una controversia y emitida la Resolución, ésta ingresa al tráfico jurídico y por lo tanto ya no está bajo la competencia de la autoridad que la dictó, sino a la comunidad, como lo ha reconocido este Tribunal en la SC 1173/2003-R, de 19 de agosto”. Además de la jurisprudencia transcrita, la SC 0055/2005, de 12 de septiembre, ha dispuesto que existen actos administrativos no susceptibles de revocación por la propia administración municipal o de otra institución, pues afectan derechos fundamentales e incluso la esfera de las competencias otorgadas a los entes públicos. III.4. Análisis del caso concreto Con esas premisas es que corresponde analizar la problemática planteada, para ello, se debe precisar que el accionante delata que el Concejo Municipal de Coroico, mediante la OM 024/2011 de 9 de septiembre, resolvió autorizar el registro de personalidad jurídica del Sindicato Agrario de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, manifestando haberse cumplido los requisitos exigidos por ley para acceder a esa autorización; acto administrativo que posibilitó la extensión de personalidad jurídica por parte de la Gobernación del departamento de La Paz, a través de la RA Departamental 1160/2011 de 14 de diciembre. INDICE Ahora bien, la aplicación de los principios de seguridad jurídica y legalidad proclamados por las normas de los arts. 178.I y 180.I de la CPE, así como los de autotutela, legalidad y presunción de legitimidad y buena fe previstos por el art. 4 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA), a la concesión a favor de la OTB Comunidad de Santiago de Sura Sura del reconocimiento de su personería jurídica, es un acto administrativo definitivo que ha generado derechos a favor de sus destinatarios, siendo por ello que es un acto administrativo que se ha marginado de la competencia de las autoridades demandadas, transfiriéndose a la comunidad, tal y como ha dispuesto esta jurisdicción constitucional en la SC 1173/2003-R y otras aludidas en el Fundamento Jurídico III.3. Además, el accionante relata que en forma posterior, por medio de OM 009/2012 el Concejo Municipal de Coroico determinó abrogar la OM 024/2011, por un supuesto incumplimiento de compromisos asumidos en un acta suscrita el 2 de diciembre de 2010, entre el accionante y los demandados. Lo precedentemente señalado conviene ser analizado, ya que es evidente que en la fecha antes mencionada, los representantes de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, los Concejales, los dirigentes de la Federación Sindical Única Tupac Katari, representantes de la Gobernación de La Paz, del Defensor del Pueblo, del INRA y de la Comunidad de La Glorieta, suscribieron un “Acta de Reunión” (sic); documento en el cual se resume que la comunidad ahora accionante tramitará su personería jurídica; luego, que ambas comunidades Santiago de Sura Sura y La Glorieta, deben solicitar saneamiento ante el INRA. En un primer examen y tal como se verifica en una relación cronológica de los hechos relatados, se puede verificar que el supuesto compromiso de la Comunidad Santiago de Sura Sura, ha sido suscrito en diciembre de 2010; luego, el 9 de septiembre de 2011, fue emitida la OM 024/2011, admitiéndose de forma innegable en el citado instrumento jurídico, por parte de las autoridades demandadas, que se habían cumplido todos los requisitos exigidos por las normas jurídicas aplicables al caso para el registro de la personalidad jurídica de la OTB antes referida. Ahora bien, tal como ya se ha señalado, la admisión de que se cumplió con la presentación de todos los requisitos exigidos legalmente para la emisión de la OM 024/2011, por parte del ente deliberante Municipal de Coroico, es un hecho que luego de merecer formalización mediante una ordenanza, adquiere calidad de comprobación por parte de las autoridades de no existir motivo o razón legal alguna para rechazar la petición efectuada, lo que permite al acto administrativo alcanzar la categoría de definitivo, en este caso a la OM 024/2011, pudiendo ser impugnada, cuestionada y anulada sólo en los casos de nulidad expresamente establecidos por las normas del art. 35 de la LPA y sólo por medio de los recursos previsto por ley, y en su oportunidad. INDICE Conforme a lo expuesto, el argumento posterior de incumplimiento a un compromiso trasuntado en un acta, por parte de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, no tiene relevancia jurídica, puesto que de forma previa a la OM 024/2011, los demandados tenían la obligación de verificar el cumplimiento de los requisitos exigidos para su emisión, en especial los relativos al territorio y a la representación; siendo que sólo en caso de haberse satisfecho es admisible la emisión del instrumento jurídico de registro de personalidad jurídico, el cual una vez emitido es irreversible por decisión de las autoridades municipales, quedando sólo el proceso ordinario que corresponde a los particulares u otras OTBs que se crean afectados; en consecuencia la causal alegada por los demandados no es atendible. En base a todas las anteriores proposiciones, es que esta Sala del Tribunal Constitucional Plurinacional, arriba a la firme convicción de que al abrogar la OM 024/2011, los demandados infringieron el principio de seguridad jurídica, que desde el AC 287/99-R de 28 de octubre de 1999, se comprende como una: "condición esencial para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio"; ya que los accionantes, desde la emisión de la OM 024/2011, asumen la vigencia del derecho político a la organización y participación, con pleno conocimiento de que no tienen ningúna obligación adicional para mantener su vigencia; de ello se deduce que la posterior OM 009/2012 es un acto supresor de los derechos a la organización y participación política, consagrados por las normas del art. 26 de la CPE, y causa perjuicio a la Comunidad de Santiago de Sura Sura. Para despejar dudas en los demandados, se tiene que mediante la supresión de la personalidad jurídica de la Comunidad de Santiago de Sura Sura, sus habitantes se encuentran impedidos de ejercer el derecho a la organización política, a la participación en los procesos de planificación, control y fiscalización del municipio, lo que repercute en la consecución de otros derechos fundamentales, como a la salud, a la educación, a los servicios básicos y otros, pues están impedidos de participar en la distribución equitativa de los recursos públicos con representantes propios; lo que sin duda impulsa a esta jurisdicción constitucional a conceder la tutela solicitada. Además de lo expuesto, ya se ha señalado que la trascendencia de la organización con fines políticos, proclamada por las normas del art. 26.II.1 de la CPE, desde la perspectiva de la Ley Fundamental, se encuentra íntimamente ligada a los principios de la democracia participativa, representativa y comunitaria; por ello es deber de este Tribunal Constitucional Plurinacional, preservar la efectiva vigencia del derecho a la organización política de los ciudadanos, ya que ésta es requisito y permite ejercer la democracia participativa principios regulador de la forma de convivencia en el Estado Plurinacional de Bolivia. INDICE Por lo precedentemente señalado, el Tribunal de garantías al haber denegado la acción de amparo constitucional, no ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y aplicado debidamente los alcances de esta acción tutelar. POR TANTO El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, resuelve: REVOCAR, la Resolución 069/2012 de 23 de mayo, cursante de fs. 120 a 122, pronunciada por el Juez de Partido Mixto y Sentencia Penal de Coroico provincia Nor Yungas del departamento de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo la nulidad de la OM 009/2012 de 8 de marzo. Con costas. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños MAGISTRADA Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez MAGISTRADA INDICE SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0572/2014 Sucre, 10 de marzo de 2014 SALA PRIMERA ESPECIALIZADA Magistrado Relator: Tata Gualberto Cusi Mamani Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 02889-2013-06-AP Pando En revisión la Resolución 01/2013 de 14 de febrero, cursante de fs. 41 a 42 vta., pronunciada dentro de la acción popular interpuesta por Duri Mar Merelis Genaro, Presidente de la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando (CIPOAP) en representación sin mandato de la Comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II” contra Miguel Ruiz Cambero. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Por memorial presentado el 7 de febrero de 2013, cursante de fs. 6 a 7 vta., la parte accionante, expone los siguientes fundamentos de hecho y de derecho: I.1.1. Hechos que motivan la acción La comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”, afiliada a la CIPOAP, fue objeto de amenazas y amedrentamientos con armas de fuego por Miguel Ruiz Cambero, quien dice tener derecho sobre más de 4000 ha en el lugar donde se encuentra asentada dicha comunidad, la misma que, con la finalidad de resolver el problema y ser escuchada, bloqueó las vías camineras, solicitando la presencia del Gobernador del departamento de Pando. Luego de una reunión efectuada entre la Viceministra de Justicia y los dirigentes de las distintas comunidades indígenas, la organización campesina de Pando que los representó, logró firmar un documento denominado “Acta de acuerdo y compromiso de Nanawa”, por el que se convino: a) Conformar una comisión para el análisis de las tierras en conflicto; b) Acuerdo para la zafra 2012-2013; y, c) Formar una comisión técnica para la revisión de las concesiones forestales. Cuando la comisión se encontraba analizando el “decreto barraquero”, recibió la llamada de los indígenas de la comunidad “Takana El Turi Manupare II”, denunciando que Miguel Ruiz Cambero y un grupo de personas armadas, ingresaron nuevamente al predio en conflicto, conminándoles a salir “por las buenas”; caso contrario, no responderían de lo que pasara en el predio; minutos después, recibió una segunda llamada, en la que con gritos de desesperación sus hermanos indígenas le informaron que los hombres armados ingresaron a las casas y sacaron sus cosas, temiendo que algo grave pasara. INDICE I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados La parte accionante alega la lesión de sus derechos al hábitat o el domicilio y al debido proceso, citando al efecto los arts. 13.I, 14.III, 15, 24, 25.I, 115.II y 135 de la Constitución Política del Estado (CPE). I.1.3. Petitorio Solicita se conceda la tutela, disponiendo el cese de cualquier acto de agresión física y psicológica contra la comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”; además, pide se remitan antecedentes al Ministerio Público, así como el pago de daños y perjuicios. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Celebrada la audiencia pública el 14 de febrero de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 36 a 40, se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción La parte accionante, por intermedio de su abogado, reiteró los fundamentos expresados en el memorial de demanda, aclarando: 1) El demandado tiene 500 ha tituladas; además, dice tener “derecho espectaticio” sobre más de 400 ha que no son de su propiedad, en el lugar donde están asentados los indígenas; 2) El demandado reunió un grupo de personas en Riberalta, a quienes trasladó al lugar de los hechos donde a “punta de pistolas hacen corretear” a los indígenas en época de zafra, quemando sus casas para que salgan de esas tierras; 3) Los indígenas se autoidentifican como descendientes originarios de la amazonía de Pando, y solicitaron la dotación de tierras fiscales en las que se encuentran asentados, cumpliendo una función económico y social; además, en esta época se dedican a la recolección de la castaña; y, 4) El comunario Rolando Mamani Tari -pidiendo la palabra en audiencia- declaró que catorce casas, y no simples carpas, fueron quemadas por orden de Miguel Ruiz Cambero; que el lugar en el que habitan y cosechan castaña se encuentra en tierras fiscales y no tituladas. Adicionalmente, la comunaria, Diana Fernández, dijo: “nosotros queremos que todos los problemas se acaben con el Sr. Ruiz, ya no queremos más peleas, siempre hemos sido amenazados” (sic). I.2.2. Informe de la persona particular demandada El demandado Miguel Ruiz Cambero, en audiencia, expresó los siguientes argumentos: i) Esas personas amedrentaron a más de cincuenta personas, entre ellas a su esposa que es la que se hace cargo de más de 4000 ha, a quien le habrían quitado la almendra en el año 2011; ii) Los documentos emitidos por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) le avalan; además que el fallo de un juez ordenó que se retiren el “27 de abril”; después, hubo conciliación y pidieron salir el “17 INDICE de julio” a lo cual accedió, a sabiendas que luego querrían quedarse con su propiedad; iii) Los comunarios, contratan a taxistas y gente de dudosa reputación, “vándalos”, quienes entran y asustan a la gente que vive en su propiedad, así el “4 de febrero” le robaron doscientos cajas de castaña; iv) Sentó la denuncia, solicitando se emita un mandamiento de desalojo contra los indígenas que entraron a sus tierras tituladas, él no incendió nada, sino que personas borrachas prendieron fuego intencionalmente con el fin de desacreditarlo; v) Negó que el 6 de febrero hubiera ingresado armado a su predio titulado; además, en la zona no hay señal de teléfono; vi) En el Juzgado Agroambiental se tramitó un interdicto de recobrar la posesión y ellos firmaron un acuerdo para retirarse en el mes de abril, una vez que pase la época de zafra; vii) Como es posible que se consideren un pueblo indígena originario, si su existencia no es desde antes de la colonia, recién se asentaron un año atrás; viii) Él, vive más de veinte años trabajando la tierra, siendo ilegales los asentamientos en tierras fiscales después de la promulgación de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria; ix) Los accionantes ingresan al lugar solamente en “época de castaña”, pero no viven en el lugar, si tendrían una casa habitable, podría darles la razón, pero están atentando contra la seguridad jurídica y perjudicando su economía; y, x) La parte accionante tenía que haber demostrado el supuesto daño que se le ha causado; sin embargo, no ha demostrado nada, ni siquiera sufren una serie de atropellos y avasallamientos, por eso se acudió al juzgado agroambiental, por lo que pidió que se “rechace” la acción. I.2.3. Resolución La Sala de turno por vacación judicial del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución 01/2013 de 14 de febrero, cursante de fs. 41 a 42 vta., por la que concedió la tutela solicitada, ordenando al demandado Miguel Ruiz Cambero no realizar o ejercer ningún acto que implique violencia física y psicológica contra la parte accionante; además del pago de daños y perjuicios, averiguables en ejecución de sentencia; decisión asumida en base a los siguientes fundamentos: a) De la prueba cursante en obrados se sabe que Miguel Ruiz Cambero es propietario del predio “Santa Felicidad”, que tiene un total de 500 ha, entre estos predios existen 4.412,6497 ha de tierra fiscal no disponible, las que fueron solicitadas “como” autorización transitoria especial de recursos forestales no maderables por el demandado, solicitud que se tiene por desistida; b) Al parecer esta extensión era explotada por Miguel Ruiz Cambero antes del saneamiento, quedando reducido su derecho propietario a 500 ha; c) Por versión de ambas partes, se evidenció que los miembros de la comunidad indígena “Takana el Turi Manupare II”, se encontraban asentados en parte de las 4 412,6497 ha de tierra fiscal, no disponible, por tanto es un asentamiento ilegal; d) De la versión expuesta en audiencia, los propios comunarios, indican que el demandado no fue el que entró al lugar, sino personas contratadas por él, para trabajar en la “zafra de castaña”, ocasionando un conflicto, que amenaza traer más violencia; e) Solo la autoridad jurisdiccional puede ordenar el desalojo, derecho que no le es reconocido a ningún particular porque importaría justicia por mano propia, más aún en este caso cuando el demandado no ha demostrado ser el propietario o tener concesión alguna sobre dichas tierras; f) Mandar a personas a castañear en tierras fiscales no disponibles, donde se encuentran asentados los accionantes, además de INDICE quemar sus casas, para lograr sus objetivos, implica actos de violencia, que vulneran el derecho a la seguridad para el desarrollo de las actividades económicas, como la recolección de castaña, reconocido por el art. 30 de la CPE, si se los considera como comunidad indígena; y si no, tienen derecho a dedicarse a cualquier actividad económica lícita siempre que no perjudique al bien colectivo y la recolección de castaña no perjudica ningún bien colectivo; g) El interés particular del demandado no puede ser protegido de forma directa, sino por medio de acciones y recursos legales; y, h) También se vulneró el derecho al debido proceso, al no permitirles el acceso a la justicia; por cuanto se pretendió, hacer justicia por mano propia. I.3. Tramite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional Por requerir de mayores elementos para resolver la presente causa, por decreto de 3 de junio de 2013, a solicitud del Magistrado Relator, la Comisión de Admisión de este Tribunal solicitó a la Unidad de Descolonización la elaboración de un informe técnico especializado respecto a la comunidad “Takana El Turi Manupare II” y su territorialidad ancestral (fs. 45). Asimismo, se solicitó documentación complementaria al Presidente de la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, al Director Departamental de Pando de la ABT, al Director Departamental de Pando del INRA, al Juez Agroambiental y al Fiscal Departamental, ambos del antedicho departamento; suspendiéndose el plazo para emitir la Sentencia Constitucional Plurinacional correspondiente (fs. 50 a 51). Una vez remitida la documentación complementaria y el informe solicitado a la Unidad de Descolonización, por decreto de 20 de febrero de 2014, se reanudó el plazo para pronunciar la presente Sentencia Constitucional. II. CONCLUSIONES De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene lo siguiente: II.1. El 23 de marzo de 2009, la Prefectura del departamento de Pando otorgó la personalidad jurídica a CIPOAP, al amparo de la Resolución Prefectural 55/2009 de la misma fecha (fs. 3). II.2. Por documento de 25 de enero de 2010, la CIPOAP otorgó “aval” y reconocimiento a la comunidad indígena “Takana el Turi Manupare II”, señalando que está afiliada y reconocida por el ente matriz de la CIPOAP; por lo que solicitaron a las autoridades nacionales, departamentales, provinciales y comunales, brindar apoyo y colaboración (fs. 2). II.3. El 18 de septiembre de 2012, el Responsable de la Unidad Forestal MunicipalSENA, David Dávalos Ayala, emitió el informe de inspección al incendio ocurrido en la comunidad indígena “Takana Turi Manupare II”; inspección realizada por una comisión compuesta por el “sargento Iturri”, miembro de la Policía Nacional, Francisco Hillcha Justiniano, Presidente de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO), INDICE el dirigente de la comunidad “Turi Manupare II”, David Dávalos y seis comunarios afectados. De acuerdo al informe, la comisión evidenció la quema de catorce viviendas nuevas, pertenencias derramadas, ocasionando que las personas se quedaran sin nada; de las ocho fotografías adjuntas al informe se observan algunas ollas de aluminio, un motor de luz y viviendas totalmente quemadas (fs. 18 a 23). II.4. De la nota de 3 de diciembre de 2012, se advierte que Durimar Merelis Genaro el 29 de noviembre del citado año, solicitó a la ABT certificación sobre la situación legal de la Tierra Fiscal no disponible del predio Santa Felicidad de Miguel Ruiz Morales. De acuerdo a lo informado, cursa una solicitud de otorgación de “Autorización Transitoria Especial de Recursos Forestales no Maderables”, para la barraca Santa Felicidad, de una superficie de 4 412,6497 ha, y que se encuentra con Auto administrativo DGGJ- 073-2009, “que tiene por desistida la solicitud presentada, sin que a la fecha se haya definido la situación jurídica de las solicitudes desistidas, manteniendo su estatus de tierra fiscal no disponible hasta que se haya definido el marco legal para estos derechos” (fs. 24). II.5. Cursa el “Acta de Acuerdo y Compromiso de Nanawa” de 30 de enero de 2013, donde los tres pueblos “Takanas” y sus comunidades dispersas, “Pueblo Cavineño y Pueblo Esse Ejjas”, se reunieron con la Viceministra de Justicia, autoridades del INRA y la ABT, autoridades campesinas, representantes de mujeres Bartolina Sisa y otros; arribando a los siguientes acuerdos: 1) Conformar una comisión para el análisis de un instrumento legal de abrogación o derogación del Decreto Supremo (DS) 27572, conocido como “Decreto Barraquero”; 2) Sobre la base del acuerdo firmado para la zafra 2012-2013, se dé cumplimiento al punto 3 de ese documento de conciliación entre partes para el aprovechamiento de la castaña; y, 3) Conformar una comisión interinstitucional para la auditoría técnica de las concesiones forestales maderables, con la participación de organizaciones campesinas e indígenas (fs. 4). II.6. De la certificación de 14 de febrero de 2013, emitida por el INRA se evidencia que el trámite de saneamiento simple a nombre de Miguel Ruiz Cambero, sobre el predio denominado “Santa Felicidad”, ubicado en el municipio del Sena, Sección Tercera de la provincia Madre de Dios del departamento Pando-Polígono 08, se encuentra “TITULADO con una superficie de 500.0000 has”; predio que cuenta con Certificación de Tierra Fiscal (DS 27572 de 17 de junio de 2004) y “un área con derecho expectaticio (Tierra Fiscal no Disponible) de 4412.6497” (SIC)(fs. 30). II.7. El 14 de febrero de 2013, la ABT emitió informe respecto a la solicitud de certificación sobre la vigencia del trámite de concesión forestal no maderable sobre la barraca Santa Felicidad, señalando que: i) Cursa en la oficina de la ABT la solicitud para la otorgación de la Autorización Transitoria Especial de Recursos Forestales No maderables a nombre de Miguel Ángel Ruiz “Morales”, en la superficie de 4 412,6497 ha; ii) Que a la fecha la ABT no ha otorgado ninguna INDICE autorización Transitoria Especial de Recursos Forestales No Maderable (Ex Concesión Forestal no Maderable) a ningún solicitante; que ésta se encuentra en la Oficina Nacional para su evaluación técnico legal; y, iii) Que a la fecha, la solicitud de referencia se encuentra con Auto administrativo DGGJ-073-2009 “que se tiene por desistida la solicitud presentada, sin que a la fecha se haya definido la situación jurídica de las solicitudes desistidas. En consecuencia, dicha solicitud se encuentra como áreas con Certificación de Tierra Fiscal No Disponibles Nº 0026-2008 emitida por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA Pando) en una superficie 4412.6497 ha, misma que se encuentra bajo la tutela del solicitante, lo cual no autoriza de realizar ningún aprovechamiento forestal maderable, desmontes ni quemas” (sic) (fs. 31, 34). II.8. De acuerdo a la nota de 4 de marzo de 2011, la Dirección Departamental de Pando del INRA, en respuesta a la nota presentada el 4 de junio de 2010, por la cual la comunidad indígena “El Turi” solicitó la dotación de 4000 ha, para los jóvenes mayores, señaló que Miguel Ángel Ruiz Cambero tiene como desistida la solicitud de concesión forestal no maderable, sugiriéndoles que conformen una nueva comunidad, cumpliendo así con todos los requisitos para que puedan ser tomados dentro del proceso de distribución de tierras, el cual estaría ejecutando el INRA de Pando (fs. 32). II.9. De acuerdo a la documentación complementaria remitida a este Tribunal por el Director Departamental de Pando de la ABT, mediante memorial de 10 de septiembre de 2011, Miguel Ruiz Cambero denunció asentamiento ilegal y tala de árboles en su propiedad, pidiendo se desaloje de esas personas (fs. 67 a 68 vta.), y por Auto Administrativo AD-ABT-DDPA-PAS_538/2011 de 26 de octubre de 2011, se dispuso iniciar sumario administrativo contra Hirgen Cartagena Flores y otros denunciados, por el desmonte de 4 ha (fs. 97 a 101). II.10. El Director Departamental de Pando de la ABT, remitió el expediente de solicitud de concesión forestal no maderable (fs. 105 a 198) formulada por Miguel Ángel Ruiz Morales, predio “Santa Felicidad”, el 6 de abril de 2009. El solicitante argumentó que como producto de la finalización del proceso de saneamiento desarrollado por el INRA, se determinó que la superficie 4910,2925 ha., ubicada en el cantón Bolívar, tercera sección de la provincia Madre de Dios, departamento de Pando, se constituye en tierra fiscal, “perteneciente al predio denominado ‘Santa Felicidad”, predio en el cual realiza “de manera pacífica e ininterrumpida actividades tradicionales de aprovechamiento de recursos forestales no maderables”(sic), vinculados a la recolección de la castaña y otros, solicitando con dichos antecedentes se otorgue en concesión forestal no maderable el área fiscal del predio “Santa Felicidad” (fs. 106). De acuerdo al Dictamen jurídico de 22 de abril de 2010, suscrito por el Abogado consultor ABT, las observaciones realizadas a la solicitud de concesión forestal no maderable efectuada por Miguel Ángel Ruiz Morales no fueron subsanadas, motivo por el cual “no procede la revisión y análisis INDICE de la mismas, al carecer de documentación mínima para la otorgación de “Concesión Forestal No Maderable…” (sic), por lo que se sugirió se dictamine por tener como desistida la solicitud de concesión forestal no maderable (fs. 195). II.11. De acuerdo al informe emitido por el Director Departamental de Pando, ABT, de 17 de junio de 2013, cursa en la oficina una solicitud para la otorgación de autorización transitoria especial de recursos forestales no maderables para la Barraca Santa Felicidad, a nombre de Miguel Ángel Ruiz Morales en una superficie de 4412,6497 ha; que la ABT no ha otorgado ninguna autorización a ningún solicitante, y que la solicitud de referencia se encuentra con Auto administrativo DGGJ- 073-2009, que se tiene por desistida la solicitud presentada “sin que a la fecha se haya definido la situación jurídica de las solicitudes desistidas” (sic). En consecuencia, “dicha solicitud se encuentra como área con certificación de tierra fiscal no disponible, que se encuentra bajo la tutela del solicitante, “lo cual no autoriza realizar ningún aprovechamiento Forestal Maderable, Desmontes ni Quemas” (sic) (fs. 196 a 197). II.12. El Director Departamental INRA MDRyT-PANDO, remitió a este Tribunal e informó sobre la siguiente documentación: a) Antecedentes de la solicitud de dotación de tierras efectuada por la “Comunidad Indígena El Turi II”, haciendo constar que dicho trámite se encuentra paralizado, debido a que la “la comunidad solicitante de dotación se encuentra sobrepuesta a un predio debidamente titulado (Predio Santa Felicidad de Propiedad del administrado MIGUEL RUIZ CAMBERO) y a una solicitud de Concesión Forestal No Maderable efectuada por el administrado MIGUEL RUIZ MORALES, ante ABT” (sic); b) Antecedentes de la comunidad indígena El Turi: Mediante Resolución Administrativa RA-SS N1 0147/05 de 13 de julio de 2005, se dota en favor de ésta y otras comunidades, las superficies identificadas en el proceso de saneamiento; asimismo mediante RA RA-SS 0240/2006 de 13 de julio, que modifica el plano de ubicación de la comunidad El Turi, aclarando que no se encuentra al interior de una Tierra Comunitaria de Origen (TCO), adjuntándose un listado digitalizado de las familias beneficiarias; y, c) Copia legalizada del certificado de tierra fiscal (DDP-CTF- 0026/2008 de 20 de febrero, por el cual el INRA certifica que la superficie 4 412,6497 ha, se constituye en tierras fiscales, con la finalidad de someterse al proceso de conversión a concesión forestal no maderable señalado en el DS 27572, art. 92.II, Disposición Final Primera, Cuarta y Octava del DS 29215, certificación emitida en favor del administrado Miguel Ruiz Morales hijo de Miguel Ruiz Cambero, quien solicitó la concesión forestal no maderable que se encuentran para la emisión de las resoluciones en la ABT, encontrándose dicha área bajo la tutela del solicitante (fs. 364 a 822). II.13. Por nota recibida el 5 de septiembre de 2013, el Director Departamental a.i. INRA M.D.R. y T-PANDO remitió a este Tribunal el expediente agrario, en dos cuerpos, del predio privado Santa Felicidad de propiedad del administrado Miguel Ruiz INDICE Cambero (fs. 1141vta.). Así, en el expediente se encuentra el proceso de saneamiento simple de oficio, dentro del cual se citó a Miguel Ruiz Cambero como propietario del predio Santa Felicidad (fs. 863 y ss), quien suscribió un acta de conciliación el 16 de abril de 2005, con los representantes de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, Regional Madre de Dios, representantes de FSUTCP, representantes de la Subcentral el Sena, de la comunidad campesina Remanso, sus asesores de CIPCA, entre otros, acordándose que el predio Santa Felicidad quedaba sin sobreposición para convertirse a concesión forestal no maderable en cumplimiento del DS 27572 de 17 de junio de 2004 (fs. 1077). Por Resolución Final de Saneamiento de 13 de julio de 2005, se adjudicó el predio “Santa Felicidad” a favor de Miguel Ruiz Cambero, “clasificado como pequeña propiedad ganadera en la superficie de 260.000 hectáreas…con Código Catastral 09030301008032, 240.0000 hectáreas (…) con código catastral 09030301008070 ubicado en el cantón Bolívar, sección Tercera, provincia Madre Dios del Departamento de Pando” (sic) (fs. 1121), haciendo un total de 500 ha. II.14. Por nota de 8 de agosto de 2013, el Juez Agroambiental del departamento de Pando, remitió el expediente 31/2011, sobre un interdicto de recobrar la posesión seguido por Miguel Ruiz Cambero contra Hirgen Cartagena Flores (fs. 360) presentado el 8 de noviembre de 2011 (fs. 248), en el que el demandante adjuntó como prueba la Resolución Final de Saneamiento (fs. 219 a 234), la certificación del INRA por la cual se señala que no se tiene emitida ninguna resolución de autorización a favor de la “Comunidad Indígena Turi II” (fs. 234); informe técnico elaborado por el Asistente Técnico del INRA de 31 de octubre de 2011, en el que se sostiene que se constató el asentamiento ilegal de la comunidad indígena el Turi II dentro de la propiedad “San Felicidad” (sic), sugiriendo que se socialice a los integrantes de la comunidad El Turi II que el asentamiento en el que se encuentran es en áreas no disponibles, “debiendo reubicarse en otras áreas que se encuentren disponibles”. También se sugirió que la comunidad indígena El Turi II regularice toda su documentación en las oficinas de distribución de tierras (fs. 236 a 237). Por memorial presentado el 22 de noviembre de 2011, Irguen Cartagena Flores, contestó el interdicto, señalando que no ingresaron al predio del demandante, sino a tierras fiscales con autorización de INRA Pando en el mes de mayo de 2010. En la contestación propusieron términos de conciliación: 1) Que si se encuentran asentados en los predios titulados de Miguel Ruiz Cambero se comprometen a salir pacíficamente de los mismos, al predio donde INRA Pando les titule; y, 2) En caso de aceptarse esos términos, que el ciudadano antes mencionado se comprometa a no ingresar en esos predios (fs. 263 a 264). En la audiencia pública desarrollada el 9 de enero de 2012, se logró la conciliación de las partes, conforme, entre otras, a las siguientes cláusulas: i) Que durante la zafra 2011-2012 los demandados efectuarán el INDICE ii) iii) iv) v) aprovechamiento de la castaña en calidad de zafreros al interior del predio “Santa Felicidad” y tierras fiscales no disponibles adjuntas a dicha barraca, respecto a las cuales existen trámites para concesión forestal no maderable que ha efectuado la familia Ruiz ante ABT. El precio a pagarse por cada caja de almendra será el fijado para los zafreros de Pando establecido en el contrato de zafreros. La castaña debe ser vendida exclusivamente a Miguel Ruiz Cambero, y en caso que se compruebe que algún comunario vendió castaña de las tierras referidas en la cláusula primera, a terceros, será retirado del terreno con la ayuda de la fuerza pública. Los demandados continuarán en la propiedad “Santa Felicidad” hasta la conclusión de la zafra de castaña 2011-2012. Los demandados se comprometen a respetar las áreas de tierras fiscales no disponibles sujetas a trámite de concesión forestal mientras el mismo sea resuelto, asimismo, Miguel Ruiz Cambero se compromete a reconocer los derechos que emergieran para la “Comunidad Indígena El Turi II” en virtud a los trámites efectuados ante el INRA y ABT. Dicho acuerdo fue homologado por el Juez Agrario del departamento de Pando (fs. 302 a 303), y complementado en audiencia de conciliación de 17 de mayo de 2012, conforme a lo siguiente: a) Se estableció un nuevo plazo improrrogable e inmodificable para la desocupación de la propiedad agraria “Santa Felicidad”, estableciendo el 17 de junio de 2012, como fecha límite. b) La “Comunidad Indígena Turi II” se compromete a no innovar dentro de esa propiedad y tierras fiscales no disponibles anexas a dicha propiedad, existiendo autorización para aprovechar de manera sustentable los frutos silvestres de dicha propiedad hasta que se cumpla el plazo y en caso de incumplimiento, se procederá inmediatamente al desalojo. c) Que el INRA-Pando viabilice el asentamiento de la comunidad en tierras fiscales disponibles. Acuerdo que fue homologado por la autoridad judicial antes referida (fs. 308); sin embargo, por nota de 28 de mayo de 2012, las autoridades indígenas de la CIPOAP, señalaron: “Los dirigentes y Capitanes Grandes de los Pueblos Indígenas, desconocemos el documento del Acta de Audiencia de conciliación firmada el día jueves 17 de mayo de 2012 con el Sr. Miguel Ruiz Cambero, y la comunidad indígena Takana El Turi 2, en el cual no hubo presencia de los dirigentes de la CIPOAP, por lo tanto este acto jurídico está viciado de nulidad, por tal motivo solicitamos a su autoridad deje a los hermanos en la áreas fiscales no disponible, respetando su áreas tierras tituladas del Sr. Ruiz mientras el INRA DEPARTAMENTAL aclare y de acuerdo a la Ley 1770 sobre el DERECHO ESPECTICIO, favoreciendo al sector Indígena” (sic) (fs. 309). INDICE Por decreto de 29 de mayo de 2012, el Juez Agroambiental del departamento de Pando, dispuso que al no ser parte del proceso la CIPOAP, el acta no surte efecto alguno respecto a dicha organización, que el acuerdo tiene la autoridad de cosa juzgada y es susceptible de ejecución. Por memorial presentado el 5 de septiembre de 2012, Miguel Ruiz Cambero solicitó a la autoridad judicial precedentemente citada emita mandamiento de desalojo o desapoderamiento en cumplimiento del acuerdo conciliatorio (fs. 312 y vta.) Por Auto de la misma fecha, la autoridad judicial libró mandamiento de lanzamiento, comisionando su cumplimiento a la Policía Nacional o Comando Conjunto Amazónico de los departamentos de Beni o Pando (fs. 313); mandamiento de lanzamiento que fue expedido el 6 de septiembre del mismo año (fs. 320) y ejecutado el 15 del citado mes y año, de acuerdo al informe elaborado por el Instructor de la Capitanía de Puerto “Lino Echeverría”, que sostiene que Miguel Ruiz Cambero, junto al Juez Agroambiental y la asesora jurídica del INRA, arribaron a la localidad de Santa Felicidad el 14 de septiembre de 2012 y luego, al día siguiente, continuaron su recorrido llegando a una pequeña comunidad denominada El Turi II “en el lugar se observó 11 cabañas con techos de motacú, entre ellos 02 quemadas, y aún los troncos estaban con brasa vida, no se encontró ninguna persona solo algunas aves de corral, ropa de vestir, utensilios de cocina…” (sic); el propietario, con el mandamiento de lanzamiento procedió a retirar todos los materiales “de sapa, ropa de vestir, utensilios de cocina de las cabañas(…) posteriormente la comisión se retiró del lugar para volver a la localidad de Santa Felicidad” (sic) (fs. 328 a 329). Por memorial de 5 de diciembre de 2012, Miguel Ruiz Cambero nuevamente solicitó al Juez Agroambiental del departamento de Pando, desalojo de su predio rural y se disponga “el rastrillaje para expulsar a todos los destructores del Bosque y del medioambiente, pidiéndole disponga sea con la ayuda del Comando Conjunto de las Fuerzas Armas -Fuerza Naval- asentada en el Municipio del Sena y Policía para evitar enfrentamientos con los avasalladores, y lograr que la medida se cumpla, amparándose de manera efectiva mi derecho propietario” (sic) (fs. 331 y vta.); solicitud que fue deferida por el citado Juez por Auto de 7 del mencionado mes y año (fs. 332); emitiéndose el correspondiente mandamiento de lanzamiento en la misma fecha (fs. 334). Por nota de esa fecha, el Juez de la causa, solicitó al Comandante provincial de la Policía de Riberalta proporcione el número de efectivos necesario para dar cumplimiento al Auto de 7 de diciembre (fs. 344). De acuerdo al informe de 13 de enero de 2013, elaborado por Edyer Maija Aiguana, funcionario de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), éste fue designado en la comisión para la ejecución del mandamiento de lanzamiento, y que el 12 de enero de 2013, a diez minutos de la localidad encontraron a varias personas que no quisieron identificarse, señalando que no están habitando la propiedad de Miguel Ruiz desde el momento que fueron víctimas de incendio, sino INDICE otro lugar fuera de su propiedad, motivo por el cual se resistieron a abandonar dicho terreno (fs. 351). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La parte accionante, considera que se vulneraron los derechos de la comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”, al hábitat, al domicilio y al debido proceso; por cuanto no obstante estar asentados en tierras fiscales, el demandado, arguyendo tener derecho sobre ellas, contrató un grupo de personas de Riberalta, quemó catorce casas recién construidas, amenazó “revolver en mano” a los indígenas; por lo que piden el cese de cualquier acto de agresión física y psicológica en contra de la mencionada comunidad indígena. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada; para el efecto, considerando que se trata de una acción popular en la que alega la lesión a los derechos al hábitat, domicilio y debido proceso de la comunidad indígena “Takana El Turi Manupare II”, es imprescindible que esta Sala desarrolle la siguiente argumentación, a efecto de analizar el caso concreto: 1) El constitucionalismo plurinacional, comunitario y descolonizador y sus efectos en la interpretación del derecho y de los derechos; 2) La interpretación de las normas jurídicas desde y conforme a la Constitución Política del Estado y las normas contenidas en Pactos internacionales sobre derechos humanos; 3) La acción popular como vía idónea para la tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y la reconducción procesal de acciones; 4) Los derechos al hábitat y el domicilio desde la perspectiva de los pueblos indígenas; 5. El debido proceso desde una dimensión colectiva; y, 6. El análisis del caso concreto. III.1. Las características descolonizador del constitucionalismo plurinacional comunitario y El art. 1 de la CPE, sostiene que: “Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario”; modelo de Estado que fue el resultado de la fuerza descolonizadora de los pueblos indígena originario campesinos, quienes plantearon el reto histórico de dar fin al colonialismo, como sujetos políticos colectivos con derecho a definir su destino, gobernarse en autonomías y participar en los nuevos pactos de Estado. Este nuevo modelo, tiene una inspiración anticolonialista que rompe con la herencia del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas, y del constitucionalismo pluricultural que introdujo de manera subordinada un reconocimiento parcial a los derechos de los pueblos indígenas. Nuestra Constitución marca una ruptura respecto al constitucionalismo clásico y occidental concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo que expresa la voluntad de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva institucionalidad, transversalizada por lo plurinacional, una nueva territorialidad, signada por las INDICE autonomías, un nuevo régimen político y una nueva legalidad bajo el paradigma del pluralismo jurídico igualitario en el marco de la Constitución Política del Estado. Efectivamente, nuestra Constitución tiene características que la distinguen e individualizan y dan cuenta de un constitucionalismo que no tiene precedentes, y cuyos intérpretes deben ser fieles a sus fundamentos, a los principios y valores que consagra, con la finalidad de materializar y dar vida a las normas constitucionales, siendo sus características más importantes, la plurinacionalidad, la descolonización, el pluralismo jurídico igualitario, la interculturalidad, el carácter comunitario del Estado y el paradigma del vivir bien como valor y fin del Estado. Es bajo ese nuevo marco que, como lo entendió la SCP 0790/2012 de 20 de agosto: “(…) la comprensión de los derechos, deberes y garantías no puede realizarse desde la óptica del constitucionalismo liberal, sino más bien abrirse a una pluralidad de fuentes del derecho y de derechos, trascendiendo el modelo de Estado liberal y monocultural cimentado en el ciudadano individual, entendiendo que los derechos en general, son derechos de colectividades que se ejercen individualmente, socialmente y/o colectivamente, lo cual no supone la negación de los derechos y garantías individuales, pues el enfoque plurinacional permite concebir a los derechos, primero, como derechos de colectividades, luego como derechos que se ejercen individualmente, socialmente y colectivamente en cada una de las comunidades civilizatorias, luego como una necesidad de construir, de crear una comunidad de comunidades; es decir, un derecho de colectividades, un derecho que necesariamente quiebre la centralidad de una cultura sobre las otras y posibilite diálogos, espacios políticos de querella discursiva para la generación histórica y necesaria de esta comunidad de comunidades de derechos. El reconocimiento y adopción del pluralismo jurídico, hace posible un diálogo intercultural entre derechos, pues ya no existe una sola fuente de Derecho y de los derechos; de donde éstos pueden ser interpretados interculturalmente, lo cual habilita el carácter dúctil y poroso de los derechos, permitiendo un giro en la comprensión de los mismos, generando su transformación para concebirlos como práctica de diálogo entre culturas, entre mundos civilizatorios, en búsqueda de resignificar constantemente el contenido de los derechos para cada caso concreto. Por ello, la construcción de la institucionalidad plurinacional parte del desmontaje de las lógicas de colonialidad, desmistificando la idea de que impartir justicia es solamente una ‘potestad’; sino por el contrario, asumirla como un servicio al pueblo, concebida como facultad/obligación, pues fruto de la colonialidad antes construida, se ha estructurado una ‘administración de justicia’ extremadamente formal, cuasi sacramental, reproductora de prácticas judiciales desde la colonia y el periodo republicano, fundadas en la señorialidad de esta actividad bajo la concepción de ‘potestad’ antes que de ‘servicio’, sustentado por todo un aparato normativo, doctrinal e institucional. Corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional, romper esas relaciones y prácticas que se reproducen en lo social, cultural, político e INDICE institucional, constituyéndose en un instrumento destinado a la generación de espacios de diálogo y relacionamiento de las diferentes concepciones jurídicas en el marco del Estado Plurinacional Comunitario, aportando al proceso de interpretación intercultural de los derechos humanos y fundamentales, así como de las garantías constitucionales, con énfasis en los derechos colectivos y de las naciones y pueblos indígena originario campesinos” (el resaltado es nuestro). Como se ha señalado, una de las características del constitucionalismo boliviano es la plurinacionalidad que supone la construcción colectiva del Estado, donde la diversidad de pueblos se vea representada en la estructura del Estado, y donde se garantice plenamente sus derechos para la construcción de una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades plurinacionales, conforme establece el art. 9.1 de la CPE, como fin y función del Estado. Conforme a lo precedentemente señalado, la descolonización es entendida por nuestra Constitución como el sustento, el fundamento del Estado Plurinacional; pues la construcción de éste sólo puede hacerse realidad a partir de la modificación de las relaciones de poder, de subordinación que la colonialidad supone. Y es que un Estado Plurinacional, que se construye a partir de la diversidad existente, solo puede consolidarse en la medida en los diferentes pueblos, colectividades y personas se encuentren en una relación de equilibrio y armonía, donde esté ausente la discriminación que tiene como fundamento, precisamente, a las relaciones coloniales de poder, cuya modificación implica, desde la visión de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, la reconstitución de sus territorios, sus estructuras, instituciones, formas de vida, saberes, y conocimientos; pues, solo cuando se consiga esta reconstitución podrá existir un relacionamiento sobre la base de la igualdad. El sentido de la descolonización puede encontrarse en el informe presentado por la Comisión Visión País de la Asamblea Constituyente, en el que se señala que la descolonización tiene un sentido liberador, que se traduce en la reparación y el resarcimiento de los daños ocasionados por el Estado colonial: “Reparar y resarcir a las naciones y pueblos indígenas, originarios y campesinos, de los daños e injusticias históricas, garantizando su participación en la construcción de la institucionalidad del nuevo Estado”; añadiendo que el: “…Estado Plurinacional es un modelo de organización política para la descolonización de nuestras naciones y pueblos…”. Es esta perspectiva descolonizadora la que se encuentra en la base y fundamento de nuestra Constitución Política del Estado; que está presente desde el Preámbulo, en el que la denuncia de los pueblos indígenas se alza con fuerza al señalar: “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional INDICE Comunitario, que integra y articular los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos”. La descolonización como fin del Estado, se presenta en una doble perspectiva: la constitución de una sociedad justa, armoniosa y sin discriminación, eliminando, por tanto las relaciones de subordinación que encarna la colonialidad del poder en los diferentes ámbitos, entre ellos el jurídico, y, por otra, la consolidación de las identidades plurinacionales a través de la reconstitución de los pueblos indígenas, con la finalidad de lograr un verdadero equilibrio e “igualación” en dichas relaciones de poder. III.1.1. La interpretación del derecho a partir de los postulados de la plurinacionalidad y el pluralismo En el ámbito de la justicia, el pluralismo supone redimensionar el sistema jurídico ius positivista, a partir de la experiencia y prácticas de los sistemas jurídicos indígenas, pero también implica considerar las prácticas, los principios y los valores de las naciones y pueblos indígena originario campesinos en el marco de un interpretación plural de los derechos y garantías cuando se denuncie su lesión en los supuestos en los que las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejerzan sus sistemas de justicia, y, finalmente, efectuar ponderaciones cuando dichos derechos o garantías se encuentren en conflicto. En síntesis, esta Sala considera que, a partir del postulado de la descolonización, como fin y función del Estado, las autoridades administrativas, jueces y tribunales de justicia, deben asumir una interpretación de las normas jurídicas, de los derechos y garantías, que atiendan, fundamentalmente a los siguientes aspectos: i) La flexibilización de los requisitos formales y la reconducción procesal de acciones. Se ha señalado que el sistema jurídico ius postivista, como herencia colonial, se ancla en formalismos que, lejos de resolver los conflictos, permite dilatarlos indefinidamente sin obtener justicia, así, en contrapartida, la plurinacionalidad y el pluralismo supone pensar y adoptar medidas que permitan dar soluciones integrales, con celeridad, a los conflictos que se presentan, desterrando toda práctica dilatoria que únicamente se demora en cuestiones formales sin tutelar de manera inmediata los derechos y garantías. Así, esta Sala considera que, a partir del carácter plural de la justicia, se deben materializar de manera oportuna e inmediata los derechos y garantías tanto en su dimensión individual como colectiva, más allá de los ritualismos procesales y la exigencia de requisitos propios de un sistema INDICE jurídico colonial, que debe ser redimensionado a partir de los postulados de nuestra Constitución Política del Estado, lo que implica que dichas exigencias formales no pueden constituirse en un obstáculo para un real acceso a la justicia constitucional, cuando efectivamente se constata la lesión de derechos y garantías constitucionales. Lo señalado encuentra sustento, además, en los principios de prevalencia del derecho sustantivo respecto al formal, justicia material, principio pro actione y el principio de no formalismo; los cuales deben ser aplicados con mayor fuerza en la justicia constitucional y, en especial, tratándose de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, cuya tradición jurídica no reconoce las formalidades propias del sistema occidental y, en ese ámbito, deben flexibilizarse los requisitos para materializar su derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva. De lo señalado, esta Sala concluye que es posible flexibilizar los requisitos que impidan un real acceso a la justicia constitucional, conforme lo ha hecho el Tribunal Constitucional Plurinacional en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0957/2013, 1697/2013, 1784/2013, 1745/2013, 1883/2013, 1977/2013, 2007/2013, 1414/2013, entre muchas otras; en ese ámbito, también es posible reconducir procesalmente las acciones tutelares cuando exista una evidente lesión de derechos y garantías constitucionales, como lo ha venido haciendo este Tribunal en diferentes Sentencias Constitucionales Plurinacionales, como en las 0645/2012, 2271/2012, 0210/2013, 02897/2013, entre otras; reconducción que se constituye en un deber tratándose de naciones y pueblos indígena originario campesinos, a partir de las características de nuestro Estado, pues, como se analizará en el siguiente punto, de conformidad al art. 8.1) del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario. ii) El principio de respeto a los derechos humanos y los criterios constitucionalizados para su interpretación Además de las características propias, que han sido descritas en el Fundamento Jurídico III.1.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, como la plurinacionalidad, el pluralismo, la interculturalidad y la descolonización, el modelo de Estado boliviano tiene características que lo inscriben dentro del marco de los Estados Constitucionales actuales, en los que se apuesta por Constituciones plurales, garantizadas y normativas, con un amplio catálogo de principios, valores, derechos y garantías fundamentales, que se encuentran dotadas de garantías específicas de INDICE interpretación, que hacen que la parte axiológica y dogmática de la Constitución Política del Estado tenga un peso decisivo no solo en cuanto a su aplicación directa, sino también porque se constituyen en fundamento y límites de las diferentes funciones del poder público. Efectivamente, los derechos fundamentales y garantías constitucionales tiene un lugar preeminente en el orden constitucional, que se ve reflejado no solo en el amplio catálogo de derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales que consagra nuestra Constitución, sino también en los fines y funciones esenciales del Estado, siendo uno de ellos el de “garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución” (art. 9.4 de la CPE), así como en los criterios de interpretación de los derechos humanos que se encuentran constitucionalizados, los cuales deben ser utilizados no sólo por el juez constitucional, sino también por los jueces y tribunales de las diferentes jurisdicciones previstas en nuestra Ley Fundamental, quienes, conforme lo entendió la SCP 112/2012 de 27 de abril, se constituyen en los garantes primarios de la Constitución y de los derechos y garantías fundamentales. Así, deben mencionarse a los arts. 13 y 256 de la CPE, que introducen dos principios que guían la interpretación de los derechos fundamentales: La interpretación pro homine y la interpretación conforme a los Pactos internacionales sobre Derechos Humanos, a los que debe añadirse el principio de progresividad que se desprende del art. 13 de la CPE y la directa justiciabilidad de los derechos prevista en el art. 109 de la misma Norma Suprema; norma que establece que todo los derechos reconocidos en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su protección, y que se constituye en una concreción del carácter normativo de la Constitución Política del Estado, como otra de las características fundamentales del Estado Constitucional. El principio de aplicación directa de los derechos, como sostuvo la SCP 0121/2012 de 2 de mayo, supone la superación formalista del sistema jurídico y se constituye en un postulado para consolidar el valor normativo de la Constitución Política del Estado: “(…) la premisa en virtud de la cual se debe asegurar la eficacia máxima de los derechos fundamentales, exige en términos de teoría del derecho, la superación de una concepción ius-positivista y formalista del sistema jurídico, e implica la adopción de postulados jurídicos enmarcados en cánones constitucionales no solamente destinados a limitar el poder, sino fundamentalmente direccionados a consagrar y consolidar la vigencia material de los derechos fundamentales. INDICE …el principio de aplicación directa y eficaz de los derechos fundamentales, constituye un postulado que consolida el valor normativo de la Constitución, por el cual, los derechos fundamentales tienen una efectividad plena más allá de un reconocimiento legislativo o de formalismos extremos que puedan obstaculizar su plena vigencia, aspecto que caracteriza la ‘última generación del Constitucionalismo’, en el cual, el fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico, se consagra y alcanza su esplendor a través del principio de aplicación directa de los derechos fundamentales, el cual se materializa a través del nuevo rol de las autoridades jurisdiccionales en su labor de interpretación constitucional acompañada de una coherente teoría de argumentación jurídica”. En ese marco, la Constitución Política del Estado introduce criterios para la interpretación de los derechos y garantías, pero además establece principios rectores para la función judicial en el art. 178, al sostener que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos. Conforme se aprecia, la función judicial ejercida por las diferentes jurisdicciones que componen el órgano judicial, y también por la justicia constitucional, tiene entre sus principios, el respeto a los derechos, el cual, se constituye en la base de la administración de justicia, y así lo reconoce la misma Ley del Órgano Judicial en el art. 3. Este principio, guarda armonía con la preeminencia que en nuestro sistema constitucional tienen los derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales, los cuales si bien tienen como garantes en general a las diferentes jurisdicciones del Órgano Judicial, encuentran en la justicia constitucional, y en particular en el Tribunal Constitucional Plurinacional, su máximo resguardo, protección y órgano de interpretación. Ahora bien, debe quedar claramente establecido que los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos al mismo tiempo son derechos humanos en su dimensión colectiva y, por ende, en el marco de la igualdad jerárquica de derechos contenida en el art. 13.III de la CPE, gozan de los mismos principios y pautas de interpretación que han sido anotados precedentemente, los cuales deben ser utilizados por las autoridades y jueces de las diferentes jurisdicciones a momento de aplicar el derecho; derechos que, además, deben ser interpretados pluralmente; es decir, de acuerdo a los criterios que emanan de la propia comunidad. INDICE iii) La interpretación plural del derecho Esta Sala considera que toda interpretación de las normas jurídicas, cuando en un proceso judicial o administrativo intervienen naciones y pueblos indígena originario campesinos, debe ser efectuada de manera plural, considerando sus características, sus principios, valores, su cosmovisión, dando efectividad a lo previsto por el art. 8.1 del Convenio 169 de la OIT, al que se ha hecho referencia anteriormente. Efectivamente, debe considerarse que nuestro Estado Plurinacional se construye a partir de la diversidad existente, para la construcción de una sociedad justa y armoniosa, sin discriminación y explotación, siendo la interculturalidad, la forma en que deben desarrollarse las relaciones entre las diferentes identidades nacionales, bajo el fundamento del pluralismo igualitario. La interculturalidad, por lo tanto, supone el relacionamiento en equilibrio, armonía, y si se quiere, “igualdad” entre los naciones y pueblos, que solo podrá conseguirse en la medida en que se propicien medidas que modifiquen las relaciones de desigualdad y discriminación; por ello se sostiene que la interculturalidad es algo por construir, un relacionamiento que aún no existe; empero, en la medida en que aquéllas se modifiquen y se logren relaciones de “igualdad”, se podrá alcanzar la interculturalidad en el relacionamiento entre las diferentes identidades nacionales. Efectivamente, la interculturalidad supone el relacionamiento entre sujetos “similares e iguales”, en términos fácticos; pues una interculturalidad en la que se mantenga la base de subordinación y desigualdad no existe; de ahí que el sustento y el contenido de la interculturalidad se asienta en la descolonización, y supone ir más allá de la relación de respeto entre desiguales; pues dichas relaciones difícilmente podrán construirse si es que materialmente no existe igualdad entre culturas. Teniendo esta realidad, que es innegable, la interculturalidad se replantea de modo particular a la luz de la descolonización, y tiene como presupuesto la adopción de medidas que permitan lograr la igualación de quienes se encuentran, fácticamente, una relación de subordinación, donde la descolonización opera como un mecanismo de nivelación del indígena e irradiación hacia lo colonial. El carácter intercultural del Estado boliviano está reconocido en el propio art. 1 de la CPE. Por otra parte, se reconoce como fines y funciones del INDICE Estado el fomentar el respeto mutuo, el diálogo intracultural, intercultural y plurilingüe (art. 9.2 de la CPE). A ello se añade la declaración de Bolivia como Estado pacifista que promueva la interculturalidad (art. 10.I) y, entre otros artículos, se reconoce a la interculturalidad como principio de la potestad de impartir justicia (art. 178 de la CPE). Entonces, la justicia constitucional y las diferentes jurisdicciones del Órgano Judicial, en el marco del pluralismo, están obligadas a interpretar el derecho a partir del propio contexto de la nación y pueblo indígena originario correspondiente. La interpretación plural del derecho puede ser comprendida desde una perspectiva general, vinculada a la consideración de los principios, valores, normas, procedimientos de los pueblos indígenas cuando se encuentren como demandantes, demandados, recurrentes, recurridos, etc., ante las diferentes autoridades administrativas o judiciales de las diferentes jurisdicciones previstas en la Constitución Política del Estado y también ante la justicia constitucional, lo que supone, conforme se ha señalado, flexibilizar requisitos de admisión y ritualismos procesales, tomando en cuenta sus procedimientos y normas propias, y también en el ámbito sustantivo, considerar la forma en que dichas naciones y pueblos indígena originario campesinos, conciben el hecho o acto que está siendo sometido a controversia, para en su caso, establecer los correctivos necesarios en la aplicación del derecho, que es lo que sucede, por ejemplo, en el ámbito penal, donde, de acuerdo al art. 391 del Código de Procedimiento Penal (CPP), cuando un miembro de una nación o pueblo indígena originario campesino sea imputado por la comisión de un delito y se lo deba procesar en la jurisdicción ordinaria, tanto los fiscales como los jueces deben estar asistidos por un perito especializado en cuestiones indígenas y que antes de dictarse sentencia, éste debe elaborar un dictamen a los “efectos de fundamentar, atenuar o extinguir su responsabilidad penal…” o en su caso, desde una interpretación plural extensiva y favorable, a efecto que pueda ser juzgado en su propia comunidad, según sus normas y procedimientos propios. Por otra parte, la interpretación plural está vinculada, de manera específica, a la interpretación de derechos y garantías, en los supuestos en los que existan conflictos entre derechos individuales y derechos colectivos, supuestos en los cuáles es indispensable que se analice fundamentalmente la justicia constitucional, pero no sólo ella- el derecho o garantía supuestamente lesionada a la luz de los principios, valores, derecho, cosmovisión de la nación y pueblo indígena originario campesina, a efecto de evitar interpretaciones monoculturales. La interpretación plural de los derechos supone, entonces, que el carácter universal de los derechos humanos previsto en el art. 13 de la CPE, sea ser INDICE contextualizado en determinado ámbito, tomando en cuenta las particularidades de la nación y pueblo indígena originario campesino correspondiente, a efecto de no imponer una sola visión e interpretación occidental de los derechos. Así, bajo esos parámetros, tendrá que analizarse el acto, decisión o resolución vinculada a la nación o pueblo indígena originario campesino, a partir de sus propios principios, valores, derecho y cosmovisión, para posteriormente analizar su compatibilidad con los principios y valores de nuestra Constitución Política del Estado, otorgando así una interpretación plural al derecho o garantía que se encuentra en conflicto. Es en ese marco que, en muchos casos, los jueces estarán obligados a efectuar una ponderación de los derechos colectivos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos con los derechos individuales que, conforme se ha dicho, a partir de lo previsto en el art. 13.III de la CPE, tienen igual jerarquía; ponderación en la que se deberá analizar si la medida adoptada, limitadora de un derecho tiene un fin constitucionalmente legítimo, analizando si dicha medida es idónea, necesaria y proporcional, los tres principios propios de los juicios de ponderación: idoneidad, necesariedad y proporcionalidad, principios que, empero, deben ser interpretados pluralmente, considerando, se reitera los principios, valores, normas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. III.2. La interpretación de las disposiciones legales desde y conforme a la Constitución Política del Estado y las normas contenidas en Pactos internacionales sobre Derechos Humanos La interpretación de las disposiciones legales deriva del principio de supremacía constitucional o principio de constitucionalidad, previsto en el art. 410 de la CPE, que dispone: “I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución. II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho comunitario, ratificadas por el país…” Conforme a dicho principio, antes de aplicar las disposiciones legales, se debe efectuar una interpretación de éstas desde y conforme a la Constitución Política del INDICE Estado, precautelando, en especial, el respeto a los derechos fundamentales y garantías constitucionales que -como se tiene señalado- tienen preeminencia en nuestro sistema constitucional y, por ende, su respeto debe ser la base de las autoridades judiciales o administrativas. Debe precisarse que el principio de constitucionalidad no solo alcanza al texto formal de la Constitución Política del Estado, sino también, a las normas que forman parte del bloque de constitucionalidad y, en ese entendido, la interpretación de las disposiciones legales no sólo debe considerar a la Ley Fundamental, sino también a las normas del bloque de constitucionalidad; consiguientemente, deberán considerarse las normas contenidas en pactos internacionales sobre derechos humanos, así como la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que también forma parte del bloque de constitucionalidad, de acuerdo a la SC 0110/2010-R de 10 de mayo. En ese ámbito, debe hacerse mención a los arts. 13 y 256 de la CPE, que introducen dos principios que guían la interpretación de los derechos fundamentales: la interpretación pro homine y la interpretación conforme a los Pactos internacionales sobre Derechos Humanos. En virtud a la primera, los jueces, tribunales y autoridades administrativas, tiene el deber de aplicar aquella norma que sea más favorable para la protección del derecho en cuestión-ya sea que esté contenida en la Constitución Política del Estado o en las normas del bloque de constitucionalidad-y de adoptar la interpretación que sea más favorable y extensiva al derecho en cuestión; y en virtud a la segunda (interpretación conforme a los Pactos internacionales sobre Derechos Humanos), tienen el deber de ejercer el control de convencionalidad, interpretar el derecho de acuerdo a las normas contenidas en Tratados e Instrumentos Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o a los que se hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, claro está, declaren derechos más favorables a los contenidos en la Norma Suprema; obligación que se extiende, además al contraste del derecho con la interpretación que de él ha dado la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En el marco de lo señalado precedentemente, es evidente que al momento de aplicar las leyes, los jueces y tribunales tienen la obligación de analizar la compatibilidad de la disposición legal no sólo con la Constitución Política del Estado, sino también, como lo señala nuestra propia Constitución en los arts. 13 y 256 y lo ha entendido la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, están obligados a efectuar el control de convencionalidad, a efecto de determinar si esa disposición legal es compatible o no con los Convenios y Pactos internacionales sobre Derechos Humanos y con la interpretación que de ellas hubiera realizado la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En ambos casos, los jueces y tribunales están obligados a interpretar la disposición legal desde y conforme a las normas de la Ley Fundamental y las normas contenidas en Pactos internacionales INDICE sobre Derechos Humanos y, cuando dicha interpretación no es posible, formular, de oficio, la acción de inconstitucionalidad concreta. Efectivamente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció en el caso Almonacid Arellanos contra Chile, que son los jueces y tribunales internos los que deben efectuar el control de convencionalidad, conforme al siguiente razonamiento: “124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin y que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de ‘control de convencionalidad’ entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana” (las negrillas son nuestras). Este control de convencionalidad que inicialmente debía ser ejercido solo por el Órgano Judicial, fue posteriormente ampliado a otros órganos. Así, en el caso Cabrera García y Montiel Flores contra México, la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que: “225. (…) las autoridades internas están sujetas al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico 332. Pero cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, también están sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin” (las negrillas fueron añadidas). En el mismo sentido, el caso Gelman contra Uruguay. Entonces, conforme a dicho entendimiento, todas las autoridades, pero sobre todo los jueces, están obligados a analizar si las disposiciones legales que aplicarán son compatibles con los Pactos internacionales sobre Derechos Humanos e, inclusive, con la jurisprudencia emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En ese sentido, tanto el principio de constitucionalidad (art. 410 de la CPE) como el de convencionalidad (arts. 13.IV y 256 de la CPE) -que en mérito al bloque de constitucionalidad previsto en el art. 410 de la CPE, queda inserto en el de constitucionalidad exigen- a las autoridades interpretar las normas desde y conforme a la Constitución Política del Estado y a las normas del bloque de INDICE constitucionalidad, precautelando el respeto a los derechos fundamentales y garantías constitucionales, las cuales, conforme se ha visto, tienen una posición privilegiada en nuestro sistema constitucional. Los jueces y tribunales, bajo esa perspectiva, en virtud a las características de imparcialidad, independencia y competencia, como elementos de la garantía del juez natural, son quienes deben efectuar un verdadero control de convencionalidad, garantizando el efectivo goce de los derechos y las garantías jurisdiccionales previstas en la Constitución Política del Estado y las normas del bloque de constitucionalidad, como ya lo anotara la Corte Interamericana en los casos antes referidos. III.3. La acción popular como vía idónea para la tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos Dentro de las acciones tutelares previstas en la Constitución Política del Estado, se encuentra la acción popular, contemplada en el art. 135 de la CPE, como un mecanismo de defensa de los derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza consagrados por la Ley Fundamental, tales como los derechos establecidos por el art. 30 de la citada Norma Suprema, cuyos titulares son las naciones y pueblos indígena originario campesinos. Efectivamente, conforme interpretó la SC 1018/2011-R de 22 de junio, la acción popular protege: “además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris ‘Derechos Colectivos’- y, en ese sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede presentar esta acción que, como su nombre indica, es popular” (las negrillas fueron añadidas) y en ese sentido, las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0176/2012, 0300/2012 y 0645/2012, entre otras, señalaron que la tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos debía ser efectuada a través de la acción popular. La tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a través de la acción popular se justifica plenamente si se consideran las características de esta acción que tiene una amplia flexibilidad procesal y en la que no están previstas causales de improcedencia como la subsidiariedad, y no existe un plazo de caducidad para su interposición; presupuestos configurativos de orden procesal que fueron desarrollados por la SCP 1158/2013 de 26 de julio, conforme a lo siguiente: “…1) La sumariedad, característica en virtud de la cual, este medio de defensa tiene un procedimiento rápido y oportuno para la tutela de derechos colectivos y también de derechos difusos tal como se explicará más adelante; y, 2) La flexibilización INDICE procesal, presupuesto configurador a partir del cual, se establece que este mecanismo de defensa no tiene un plazo específico de caducidad, sino que podrá ser utilizado durante el tiempo que subsista la vulneración o amenaza a los derechos objeto de su tutela, aspecto plasmado en el art. 136.I de la CPE; de la misma forma, a partir del presupuesto referente a la flexibilización procesal, debe establecerse también que a este mecanismo de defensa, no le es aplicable el principio de subsidiariedad, razón por la cual, de la misma forma, en mérito a esta característica y por la naturaleza de los derechos objeto de tutela por esta acción, existe una amplia flexibilización de la legitimación activa, es decir, de la aptitud legal para activar este medio de defensa, por eso, el art. 136 de la CPE, en su segundo parágrafo establece que esta acción podrá ser interpuesta por cualquier persona, a título individual o en representación de una colectividad, aspecto en virtud del cual, se tiene que las reglas de la legitimación activa aplicables a la acción popular, son diferentes a los presupuestos establecidos para las demás acciones tutelares” (el resaltado es nuestro). La flexibilización procesal es una de las características esenciales de esta acción popular que se manifiesta, conforme a la jurisprudencia glosada, en la inexistencia de un plazo de caducidad, del principio de subsidiariedad y la legitimación activa amplia, en la medida en que puede ser presentada por cualquier persona, a título individual o colectivo. Además de dichas características, debe señalarse que esta acción no puede ser rechazada por el incumplimiento de los requisitos previstos en el art. 33 del Código Procesal Constitucional (CPCo), pues tiene una naturaleza informal en virtud, precisamente, a la naturaleza colectiva o difusa de los derechos protegidos. En el marco de lo anotado, y de las características de nuestro modelo de Estado, la acción popular es el mecanismo idóneo, para la tutela de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, frente a actos u omisiones de las autoridades o personas individuales o colectivas que violen los derechos colectivos previstos en el art. 30 de la CPE, en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así como los otros derechos subjetivos previstos tanto en nuestra Constitución como los Pactos internacionales sobre derechos humanos, ejercitados colectivamente por las naciones y pueblos indígena originario campesinos, en el marco de lo previsto por el art. 1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que establece que: ”Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como individuos, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la normativa internacional de los derechos humanos”; dimensión colectiva de los derechos que ya se encontraba prevista en el art. 3 del Convenio 169 de la OIT, que señala: “Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las disposiciones de este Convenio INDICE se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres de esos pueblos” (el resaltado es nuestro). III.4. El derecho al hábitat y los recursos naturales III.4.1. El derecho al hábitat desde la mirada indígena El art. 19.I de la CPE, señala que toda persona tiene derecho a un hábitat y vivienda adecuada, que dignifiquen la vida familiar y comunitaria. El hábitat hace referencia al conjunto de condiciones ambientales y materiales que permiten la satisfacción de necesidades vitales y la supervivencia de una especie. Tratándose de los seres humanos, la definición de hábitat tiene que considerar, además, factores económicos, sociales y culturales que faciliten o limiten el acceso a los bienes y servicios que una sociedad. Ahora bien, este derecho al hábitat se encuentra estrechamente vinculado con el art. 30.4 de la CPE, que se refiere al derecho de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a la libre determinación y territorialidad, complementado por el numeral 6 del mismo artículo que hace referencia al derecho a la titulación colectiva de tierras y territorios; finalmente el numeral 10 del art. 30 de la CPE, hace referencia al derecho de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a “vivir en un ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas”. De dichas disposiciones se infiere el derecho de las naciones y pueblos indígena originario campesinos a su hábitat, que es concebido no sólo en el ámbito limitado de la tierra, sino también del territorio, entendido como el espacio ancestral, donde se desarrolla la cultura, espiritualidad, historia y forma de organización social y política los pueblos indígenas, donde ejercen el control sobre los recursos naturales y se despliegan todas sus instituciones. Es que la Constitución Política del Estado señala la especial relación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos con la tierra y el territorio; afirmación que, además ya se encontraba en el Convenio 169 de la OIT, al señalar en el art. 13 que: “…los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera y en particular los aspectos colectivos de esa relación”. INDICE En ese sentido, el mismo artículo del Convenio, en su numeral 2, de manera expresa sostiene que la utilización del término tierras debe incluir el concepto de territorios, “lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera” (las negrillas son agregadas). Dada la importancia de esta relación y de la ancestralidad del territorio de los pueblos indígenas, el art. 14 del citado Convenio señala que los Estados deben reconocer: “…a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes” (el resaltado fue añadido). En ese sentido, el art. 14.2. del Convenio 169 de la OIT, establece que: “Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión” y, el parágrafo 3, que: “Deberán instituirse procedimientos adecuados en el marco del sistema jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos interesados” (el remarcado es agregado). Ahora bien, conforme se ha visto, el término territorio, comprende a los recursos naturales existentes en él, por ello, el art. 15 del Convenio 169 de la OIT, establece que los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus territorios: “deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recurso”. Estas normas fueron consideradas por la Corte Interamericana en el caso de la comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni contra Nicaragua, Sentencia de 31 de agosto de 2001, y pronunciada en virtud a que los integrantes de la comunidad Mayagna reclamaron la titularización de sus tierras tradicionales al Estado de Nicaragua sin obtener respuesta favorable, surgiendo el conflicto a partir que empresas transnacionales ingresaron a las tierras de la comunidad para la explotación de recursos forestales, motivo por el cual la comunidad hizo sus reclamos en la vía judicial sin resultados positivos. INDICE La Corte consideró que la comunidad Awas Tingni tiene derechos colectivos a sus tierras tradicionales, recursos y medio ambiente, y que la falta de reconocimiento, garantía, respeto e implementación efectiva de ese derecho estaba en conflicto con las obligaciones estatales derivadas de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta Sentencia, la Corte concluyó que: “los miembros de la Comunidad Awas Tingni tienen derecho de propiedad sobre las tierras que habitan actualmente”, y que el Estado debía garantizar el respeto por los derechos territoriales, que incluye la emisión y el registro de títulos formales y la demarcación para fijar y hacer conocer los límites del territorio. Por su parte, la misma Corte, en el Caso del Pueblo Saramaka contra Surinam, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia de 28 de noviembre de 2007, estableció que “Los integrantes de los pueblos indígenas y tribales tienen el derecho de ser titulares de los recursos naturales que han usado (…) y ocupado tradicionalmente durante siglos(…) De allí la necesidad de proteger las tierras y los recursos que han usado tradicionalmente: para prevenir su extinción como pueblo(…) el derecho a usar y gozar del territorio carecería de sentido en el contexto de los miembros de los pueblos indígenas y tribales si dicho derecho no estuviera conectado con los recursos naturales que se encuentran dentro del territorio” (el resaltado es nuestro). También debe mencionarse al caso Yakye Axa contra Paraguay, en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que los pueblos indígenas que hubieren perdido sus tierras por causas ajenas a su voluntad, no han perdido completamente sus derechos sobre sus territorios tradicionales, manteniendo su pretensión válida, pues: “Los Estados …deben tener en cuenta que los derechos territoriales indígenas abarcan un concepto más amplio y diferente que está relacionado con el derecho colectivo a la supervivencia como pueblo organizado, con el control de su hábitat como una condición necesaria para la reproducción de su cultura, para su propio desarrollo y para llevar a cabo sus planes de vida(…) Al desconocerse el derecho ancestral de los miembros de las comunidades indígenas sobre sus territorios, se podría estar afectando otros derechos básicos como el derecho a la identidad cultural y la supervivencia misma de las comunidades indígenas y sus miembros”. Así frente a un conflicto entre los derechos de los pueblos indígenas y la propiedad privada, la Corte se inclina hacia el reconocimiento de prioridad del derecho de propiedad comunal indígena, sin perjuicio de la indemnización que pueda corresponder al propietario de buena fe; aclarando sin embargo que “Esto no significa que siempre que estén en INDICE conflicto los intereses territoriales particulares o estatales y los intereses territoriales de los miembros de las comunidades indígenas, prevalezcan los últimos sobre los primeros”; pues los Estado pueden verse imposibilitados, por razones concretas y justificadas a devolver el territorio, supuesto en el cual, los pueblos indígenas tienen derecho a la “elección y entrega de tierras alternativa, el pago de una justa indemnización o ambos”, debiendo los pueblos participar en la elección de las tierras. También debe hacerse mención al caso Sawhoyamaxa contra Paraguay, en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, hizo referencia al derecho a la reivindicación de los pueblos indígenas respecto a sus territorios ancestrales, señalando que “…la base espiritual y material de la identidad de los pueblos indígenas se sustenta principalmente en su relación única con sus tierras tradicionales. Mientras esa relación exista, el derecho a la reivindicación permanecerá vigente, caso contrario se extinguirá”; aclarando que: “Dicha relación puede expresarse de distintas maneras, según el pueblo indígena del que se trate y las circunstancias concretas en que se encuentre, y puede incluir el uso o presencia tradicional, ya sea a través de lazos espirituales o ceremoniales; asentamientos o cultivos esporádicos, caza, pesca o recolección estacional o nómada; uso de recursos naturales ligados a sus costumbres; y cualquier otro elemento característico de su cultura” (las negrillas fueron añadidas). Por su parte, el art. 26 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de manera expresa señala que: “1. Los pueblos indígenas tienen derecho a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado o adquirido. 2. Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional u otra forma tradicional de ocupación o utilización, así como aquellos que hayan adquirido de otra forma. 3. Los Estados asegurarán el reconocimiento y protección jurídicos de estas tierras, territorios y recursos. Dicho reconocimiento respetará debidamente las costumbres, las tradiciones y los sistemas de tenencia de las tierras de los pueblos indígenas de que se trate” (las negrillas son agregadas). Debe considerarse que las naciones y pueblos indígena originario campesinos, en la mayoría de los casos, todavía habitan en su territorio o realizan actividades en él, aunque no tengan un asentamiento INDICE permanente en el territorio que vivieron sus antepasados y ancestros, siendo para ellos, la tierra <http://www.monografias.com/trabajos15/origen-tierra/origentierra.shtml> no un simple bien o un medio de producción <http://www.monografias.com/trabajos54/produccion-sistemaeconomico/produccion-sistema-economico.shtml>, sino parte de su vivencia, de su ser, de su existencia, concebida como una integralidad, la casa en la cual vivieron sus antepasados, el territorio que vio el comienzo de los tiempos, viviendo en comunidad con sus hermanos, plantas animales y otros seres a quienes se les llama “achachilas”, “Awichas”, “Waq’as”, etc. Entonces, el hábitat de los indígenas, comprende no sólo la tierra, sino también el territorio; es decir, abarca el espacio ancestral donde se desarrolla sus específicas formas de vida, donde se desarrolla su cultura, espiritualidad, su organización social y política, así como sus conocimientos en relación a los recursos naturales y se despliegan todas sus instituciones. Así, todo ese espacio geográfico es su casa grande, donde todas las cosas pertenecen a todos y a nadie en particular, bajo una comprensión integral, entonces su hábitat, son sus ríos, cerros, montañas, cascadas, bosques, plantas <http://www.monografias.com/trabajos14/plantas/plantas.shtml>, árboles <http://www.monografias.com/trabajos15/composicionfollaje/composicion-follaje.shtml> etc., cada uno en su especie, están llenos de significados profundos sobre la cosmovisión de estos pueblos, para ellos el hábitat es el santuario, pues allí está su medicina, sus alimentos, lo que da vida, lo que mantiene y alivia el espíritu, es el principio y el fin, es su vida misma, en conexión con el “multiverso” <http://www.monografias.com/trabajos7/creun/creun.shtml> y aún después de la muerte <http://www.monografias.com/trabajos15/tanatologia/tanatologia.shtml > sus “ajayus” estarán allí, bajo otra forma de expresión, por ello deben ser preservados y respetados. El hábitat de las naciones y pueblos indígenas, es fundamental para su pervivencia y continuidad, por ello es que las diferentes normas internacionales y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconocen la importancia fundamental de los derechos territoriales indígenas, y la necesidad de garantizarlos y establecer los mecanismos necesarios para su materialización; pues, de no hacerlo, se atenta contra la existencia misma de estos pueblos. INDICE Los pueblos indígenas tienen prácticas y concepciones propias, donde la tierra y el territorio son compartidos y heredados de generación en generación, con un valor <http://www.monografias.com/trabajos14/nuevmicro/nuevmicro.shtml> de uso y no de cambio, dichas concepciones devienen de una concepción que va más allá del sentido de “propiedad” o “apropiación”, por cuanto la cosmovisión de las naciones y pueblos indígenas está vinculada a la naturaleza, que no es objeto de apropiación sino también sujeto de derechos. Es la casa grande, donde cada nación, pueblo y comunidad <http://www.monografias.com/trabajos910/comunidades-dehombres/comunidades-de-hombres.shtml> indígena tiene el derecho de usar, gozar, disfrutar y administrar un bien material o inmaterial, cuya titularidad pertenece a todos y cada uno de sus miembros y que es fundamental, como se tiene señalado, para la existencia misma del pueblo indígena. Conforme a las normas antes referidas y a la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es evidente que los pueblos indígenas tienen derecho a la titulación de las tierras y territorios que tradicionalmente han ocupado; derecho que se extiende a los recursos naturales que se encuentran en los mismos. Para la materialización de este derecho tanto el Convenio 169 de la OIT, como la Declaración de las Naciones Un