Platero, Raquel y Gómez, Emilio (2008). “Herramientas para combatir el bullying homofóbico”. Madrid: Talasa. Segunda Edición. Páginas 63-66. Actividades de la unidad 2 La construcción social de la sexualidad Actividad 1. “La normalidad: ¿Quién es normal?” Objetivos: • Conocer el concepto de normalidad, discutirlo y cuestionar las normas dominantes como naturales. • Provocar un debate sobre qué valores son mayoritarios y qué implica la pertenencia a una minoría • Empatizar y ponernos en el lugar de las personas que viven situaciones de exclusión social por distintos motivos. • Concienciarnos de las diferencias interindividuales como un valor positivo. • Establecer paralelismos entre distintas desigualdades sociales como son como clase, género, sexualidad, (dis)capacidad, etc. Materiales: tizas de colores (para pintar en el suelo) y espacio abierto donde realizar la actividad. Tiempo: entre dos y tres horas. Desarrollo: el primer paso es explicar los significados clave de algunas desigualdades, como son la clase social, género, sexualidad, (dis)capacidad, religión, raza, etnia, etc. • Clase social: no se define por la capacidad de adquirir medios de vida, de consumo, sino por la relación de propiedad con los medios de producción (fábricas, la tierra, bancos, las herramientas y máquinas) y con los productos obtenidos con ellos gracias al trabajo humano. Sería la posición relativa de una persona en una sociedad en la que aparecen diferentes jerarquías y privilegios, y no está ligada exactamente a las propiedades y bienes que tiene esta persona, sino al acceso que tiene a la cultura, los recursos, relaciones sociales, etc. De esta forma, algunas personas (una minoría) estarán en una posición de privilegio frente a la mayoría, que pertenecerá a una clase social más baja o de exclusión social. • Género: existen diferentes expectativas sociales ligadas al hecho de ser hombre y mujer. Los varones conforman el grupo normativo, cuyos valores son dominantes. En general, los varones disfrutan de mayores privilegios y las mujeres y los valores que se asocian a las mujeres aparecen como secundarios y de menor valor. De esta manera mujeres y hombres se construyen como opuestos y complementarios • Sexualidad: la heterosexualidad aparece como un comportamiento natural y mayoritario, de tal forma que se supone que todas las personas son heterosexuales, a menos que digan lo contrario. Esta percepción está presente en todos los ámbitos de la sociedad, siendo reforzada de innumérales formas más o menos explícitas. Cualquier persona que no cumple con los mandatos de la sexualidad dominante, Platero, Raquel y Gómez, Emilio (2008). “Herramientas para combatir el bullying homofóbico”. Madrid: Talasa. Segunda Edición. Páginas 63-66. definida como la heterosexualidad, reproductora, monógama, casada frente a la Iglesia, etc., está, de alguna manera, en los márgenes. • (Dis)capacidad: Una persona puede tener dificultades físicas, sociales o intelectuales para realizar las actividades de la vida diaria, de forma temporal o permanente. Los modelos sociales establecen que muchas de las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad están determinadas más por el estigma y etiquetamiento que experimentan, que por las limitaciones concretas a las que se enfrenta cada persona. Así, quienes tienen una discapacidad, temporal o permanente, viven una situación de exclusión frente a la mayoría que no tiene una discapacidad. • Religión: no todas las religiones están valoradas y aceptadas igualmente en un entorno cultural determinado. Así, quienes confiesan cierta fe o creencia pueden ser parte de una mayoría o una minoría, de modo que se enfrentan a una mayor o menor aceptación de su entorno. • Raza / etnia: la especie humana está compuesta por una única raza, ésta se divide en diferentes orígenes étnicos que a su vez se dividen en pueblos. De esta manera, cada uno de estos pueblos tiene sus propios valores culturales y sociales. Tomando una sociedad en concreto, pensemos en las diferentes valoraciones que se hace de cada grupo étnico, siendo unas más positivas que otras, de modo que unos grupos serán más aceptados o discriminados que otros en un entorno determinado. También podríamos incluir otras cuestiones de exclusión social, como vivir en espacios rurales/urbanos, acceso a las tecnologías, etc. en función de qué desigualdades queramos abordar. Detalle de la dinámica sobre la normalidad. IES San Blas,,2007. Fotografía de Raquel Platero. Después explicaremos que trabajaremos sobre nuestra posición personal relativa a estas categorías. Tendremos que pensar cuál es nuestra situación en cada una de ellas. • ¿Pertenecemos a una mayoría, a una minoría? • ¿Estamos dentro del discurso dominante en cada categoría? • ¿Estamos de alguna forma en la periferia de las normas dominantes? Dibujaremos un círculo con tiza, dentro del que se situarán todas las personas participantes. Cada uno y una de ellos dibujarán una línea con tiza desde el círculo hacia el infinito, tratando de que cada cual tenga su propio espacio, a modo de gran estrella multicolor. Después, quien facilita la actividad irá nombrando cada una de las categorías, dando una explicación muy breve de esta categoría. Explicará: “Si siento que dentro de la Platero, Raquel y Gómez, Emilio (2008). “Herramientas para combatir el bullying homofóbico”. Madrid: Talasa. Segunda Edición. Páginas 63-66. categoría de ‘clase social’ pertenezco a la mayoría, no daré ningún paso, siguiendo mi línea al infinito. Si siento que dentro de esta categoría estoy viviendo una exclusión social daré entre 1 y 10 pasos, más pasos cuanta mayor sea mi percepción de no pertenencia. No presionaremos ni juzgaremos cuántos pasos da cada cual, dejamos que ellos y ellas juzguen por sí mismos”. Después de nombrar cada categoría (y recordar su definición) se deja un momento para que cada cual dé los pasos que quiera dar. Pronto observaremos diferencias, algunas personas a penas se moverán de su sitio, dentro o muy cerca del círculo inicial. Mientras otras personas estarán cada vez más lejos. Se añadirán tantas categorías como se estimen convenientes. Conviene que nombremos al menos clase social, sexualidad, etnia, discapacidad y género. Si existen algunos conflictos interesantes en el grupo, ligados a la endodiscriminación, sería interesante incluirlos. Pensemos de manera amplia formas de discriminación, como el uso de una lengua dominante o excluida, vivir en espacios urbanos o rurales, poder acceder a la tecnología, poder leer y escribir en cierta lengua, tener ideas o creencias que comparte una mayoría, etc. Pediremos que recuerden cuántos pasos ha dado cada persona. Cuando terminemos, discutiremos en gran grupo cómo se han sentido al verse tan lejos de la llamada normalidad o punto de partida mayoritario. Nos preguntaremos: ¿ha quedado alguien dentro del espacio de la normalidad? Detalle de la dinámica sobre la normalidad. IES San Blas, 2007. Fotografía de Raquel Platero. Frecuentemente, encontraremos que nadie o casi nadie está en el punto cero o de partida, la llamada normalidad a la que todos y todas parece que pertenecemos y en la que finalmente no hay casi nadie. ¿Quién ha dado más pasos y quién menos?, ¿qué significa eso?, ¿no sería más fácil pensar que todos y todas estamos dentro de algún rasgo/desigualdad que se sale de la mayoría. Por ejemplo, ¿no son las personas multimillonarias o superdotadas también una forma de no pertenencia a la mayoría y no es algo negativo? Valoración: es importante señalar la sensación falsa de neutralidad y de pertenencia a la normalidad. Supone usar una norma para todos y todas que, vistas sus realidades, no se ajusta a la realidad de casi nadie. Platero, Raquel y Gómez, Emilio (2008). “Herramientas para combatir el bullying homofóbico”. Madrid: Talasa. Segunda Edición. Páginas 63-66. Discutir el valor de la palabra “normal” y explicar la definición de normalidad o regularidad estadística, el valor de las diferencias interindividuales y el respeto a las diferencias. Señalar que todas estas categorías son construcciones sociales, lejos de las explicaciones naturalistas y divinas. Valoraremos en el grupo el nivel de comprensión y análisis de estas desigualdades estructurales, su capacidad de interrelación de las diferentes desigualdades. Igualmente, observaremos si pueden cambiar su autoconcepto, al ser conscientes de su posición relativa frente a la concepción de normalidad y de pertenencia a los discursos mayoritarios.