REDD y los Pueblos Indigenas del Gran Chaco Una caja de herramientas para contrarrestar impactos negativos & Kerk in Actie 2 ¿QUÉ ES REDD? “Reducción de Emisiones provenientes de la Deforestación y de la Degradación de los Bosques en los países en Desarrollo” (por sus siglas en inglés). Consiste en crear políticas e incentivos positivos para que los países en desarrollo que cuentan con bosques reduzcan sus niveles de deforestación, recompensándolos financieramente por hacerlo. Glosario de otras abreviaciones usadas en las negociaciones sobre cambio climático y bosques: • GEI: gases de efecto invernadero • CMNUCC: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático • PK: Protocolo de Kioto • MDL: Mecanismo de Desarrollo Limpio • PSA: Pago por Servicios Ambientales • PNUD: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo • PNUMA: Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente • FAO: Organización de Naciones Unidas para la Agricultura e Alimentación • OIT 169: Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo • DNNUUDPI: Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas • ONU-REDD: Programa de REDD de las Naciones Unidas • FCPF: Fondo Asociativo para el Carbono Forestal (siglas en ingles) • FIP: Programa de Inversiones Forestales • OP: Política Operativa (siglas en ingles) • REDD: Reducción de Emisiones provenientes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques en Países en Vías de Desarrollo • R-PIN: Nota Informativa para un Proyecto de Preparación para REDD • R-Plan: Plan para el Programa de Preparación REDD • MRV: Monitoreo, Reporte y Verificación Contenido 1 2 3 4 5 La Historia detrás de REDD REDD en las últimas negociaciones de la CMNUCC REDD: Impactos potenciales sobre los pueblos indígenas REDD: Impactos previstos sobre los pueblos indígenas del Chaco. Caja de herramientas para contrarrestar los impactos negativos de REDD 5.1 El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 5.2 La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas 5.3 El Borrador del texto sobre REDD+ de la Convención 5.4 ONU-REDD 5.5 El Fondo para el Carbono Forestal (FCPF) del Banco Mundial 5.6 El Programa de Inversión Forestal (FIP) del Banco Mundial Foto de tapa: Deforestación en el Chaco. Fotografía: Iniciativa Amotocodie. Créditos: Esta publicación ha sido realizada gracias a la generosa contribución de ICCO, Swedbio y del Ministerio neerlandés de Relaciones Exteriores. Las opiniones expresadas en esta publicación no reflejan necesariamente las de nuestros patrocinadores. Referencia para citas: REDD y Pueblos Indigenas del Gran Chaco, Coalición Mundial por los Bosques, November 2010. Disclaimer: Esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente, con fines educativos o no lucrativos, sin requerir la autorización expresa del propietario del copyright pero indicando la fuente. Contacto: Simone Lovera, coordinadora general, Global Forest Coalition, Bruselas 2273, Asunción, Paraguay Email: simone.lovera@globalforestcoalition.org Teléfono: +595-21-663654, fax: 595-21-621080 3 1. La Historia detrás de REDD Es claro el interés de que los bosques formen parte del régimen sobre el clima luego del año 2012. Sin embargo, la incorporación de los bosques como ecosistemas en el conjunto de soluciones mitigatorias del cambio climático, adolece de defectos de apreciación conceptual graves. El negociador medio sobre el clima aún tiende a ver el bosque como una colección de postes de carbono o un tanque lleno de “biocombustible”. Las recientes propuestas para integrar los bosques al régimen post-Kioto, incluyendo las propuestas de la llamada “Rainforest Coalition”, dirigida por Costa Rica y Papúa Nueva Guinea, se dirigen hacia la compensación a los países en desarrollo por reducir la deforestación. Debemos señalar que la idea de compensar por reducir la deforestación no es para nada nueva: durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo que tuvo lugar en 1992, los jefes de estado acordaron claramente que los países desarrollados volcarían el 0,1% de su producto interno bruto a “nuevas y adicionales” ayudas con el fin de cubrir los “costos incrementales” de las políticas medioambientales de los países en desarrollo. Pero en última instancia, la forma en que los Pagos por Servicios Ambientales están siendo incluidos en el régimen climático podría tener algunas consecuencias muy perversas; después de todo, son los pueblos más vulnerables del mundo – pueblos indígenas, isleños y pequeños granjeros – quienes tienen mayor interés en detener el cambio climático. Según el principio de los Pagos por Servicios Ambientales, quienes se benefician de cierto servicio ambiental deberían compensar a quienes proveen dicho servicio. En el régimen climático, esto podría significar que las víctimas del cambio climático tendrían que pagar a los cultivadores de soja, los ganaderos y las empresas madereras por los “esfuerzos” que hacen para no quemar todos los bosques de los que se puedan adueñar. Esto parece ser lo opuesto de la propuesta del movimiento por la justicia climática: indemnizar a las víctimas del cambio climático provocado por la emisión desenfrenada de gases de efecto invernadero. A primera vista parece razonable que los países que hacen un esfuerzo por reducir la deforestación sean indemnizados. Sin embargo, para conocer mejor el entorno de la “Rainforest Coalition”, principal proponente de REDD por parte de los países en vía de desarrollo, sería bueno mencionar una anécdota sobre Papúa Nueva Guinea. Se rumorea que la idea de proponer el pago de servicios medioambientales, y así introducir los bosques en el régimen climático, surgió de una conversación informal entre el Primer Ministro de PNG y un joven asesor del gobierno. El Primer Ministro se quejaba de que el Banco Mundial le había complicado la vida con las numerosas condiciones que se adjuntaron a los préstamos para el sector forestal del país. Éstas hacían imposible ganar algún dinero con los bosques: “entonces ¿quién me compensa si yo conservo mis bosques?”∗. Su asesor, que concurría a la universidad en los Estados Unidos (parecería que todos los mecanismos de conservación basados en el mercado tienen sus raíces en la cuna de los fanáticos del mercado), le propuso incluir los bosques en el mercado de carbono. Esta idea coincidía perfectamente con las ambiciones de Costa Rica, que ansiaba vender su proyecto nacional de pago por servicios ambientales (PSA) como créditos de carbono en el mercado internacional. El hecho de que Costa Rica haya logrado detener la deforestación es un punto a favor de este proyecto, aunque hay que resaltar que la deforestación es ilegal en ese país desde 1998. Así, los terratenientes están siendo remunerados básicamente por respetar la ley, lo cual es un concepto interesante, sobre todo para el gobierno de PNG. 4 Durante el proceso de negociaciones sobre el cambio climático, siempre se ha tratado de capturar el valor de los bosques como moneda de cambio por las crecientes emisiones de las economías de los países ricos. La razón para esto, el “bajo costo” del carbono forestal en relación al “carbono industrial”: conservar el carbono en la madera de los árboles es más barato que dejar de quemar combustibles fósiles. Teóricamente, quien capture ese valor recibiría una compensación financiera por el carbono que ofrece. Quien pague por ese carbono, usualmente lo haría con la intención de seguir consumiendo los combustibles fósiles que consume corrientemente, a cambio compensar esas emisiones con el carbono de los bosques comprados o de la implantación de plantaciones de árboles. Por esa razón, desde los albores de las negociaciones sobre cambio climático, los países que asumieron compromisos obligatorios de reducción de emisiones de GEI, los países desarrollados y ricos, impusieron “mecanismos de flexibilidad”. Esos mecanismos incluían la alternativa de compensar emisiones con proyectos forestales. Por otro lado, muchos países en vías de desarrollo, al igual que numerosas organizaciones de pueblos indígenas y ONGs, interesados en lograr reducciones globales, se opusieron a la adopción discrecional de los bosques en el “instrumental” de reducción de emisiones de GEI al alcance de los países desarrollados. Al limitar la utilización de las plantaciones de árboles y bosques entre las opciones que presuntamente lograrían las reducciones requeridas por los países desarrollados, se los estaría obligando a la reducción real de su consumo de combustibles fósiles. Como resultado de esas negociaciones, el Protocolo de Kioto no contempla la utilización de proyectos de conservación de bosques, también conocidos como de “deforestación evitada”, entre las opciones aceptables de reducción o compensación de emisiones de GEI. “Historia Comprimida del Mecanismo de Desarrollo Limpio” El Mecanismo de Desarrollo Limpio vio la luz a ultima hora en el proceso de negociación del Protocolo de Kioto (PK); a decir de algunos, sus proponentes lo “sacaron de la galera”. Pero, aunque sorpresiva, la aparición del MDL estaba anunciada por el interés de los países con compromisos bajo el PK de efectuar una proporción grande de sus compromisos de reducción de emisiones en países sin tales compromisos, los países en vías de desarrollo. Estos últimos ganarían en términos de implementación de procesos de desarrollo limpio en sus territorios. Desde inicios de las negociaciones de un protocolo adicional sobre metas de reducción en el marco de la Convención Marco sobre el Cambio Climático, se hablaba de la necesidad de prever en el PK la mayor cantidad de “mecanismos de flexibilidad” para lograr su objetivo de reducción de -5% de las emisiones de los países desarrollados. Uno de esos mecanismos era el llamado Fondo de Desarrollo Verde, pero, el problema con el planteo del fondo era que implicaba el compromiso de dotarlo de recursos financieros, justamente lo que los países donantes apuntaban a evitar desde el principio. Finalmente, el Protocolo de Kioto cuenta con tanta “flexibilidad” o, como muchos lo ven, “cláusulas de escape”, que podrían distender el objetivo de –5% de tal manera que el impacto actual del PK resulte insignificante, pues la flexibilidad incluye asuntos cruciales como la variabilidad de los años base, la Implementación Conjunta, el MDL, el Comercio de Emisiones y los sumideros. Este es el motivo por el cual existe una considerable presión en el período pos-Kioto para determinar realmente las modalidades y los procesos de manera que se minimice el posible uso de estas cláusulas de escape. Se puede inferir que el proceso de promoción actual de REDD es una nueva manifestación de ese interés de lograr un ámbito más para la compensación de emisiones de GEI de los países desarrollados. Fuente: SEAM, 2009. Manual para la Implementación de Proyectos MDL. 5 2. REDD en las últimas negociaciones de la CMNUCC En diciembre de 2009, se llevo a cabo la decimoquinta sesión de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco sobre el Cambio Climático, COP 15. Se esperaba que en esta sesión de la COP se llegara a un acuerdo definitivo sobre la aplicación de REDD como mecanismo de mitigación de las emisiones de GEI de los países industrializados. Sin embargo, no se llego a tal acuerdo en Copenhague y las negociaciones continúan. La ambición actual es llegar a un acuerdo operativo en la decimosexta sesión de la COP, a celebrarse en Cancún, en diciembre de 2010. La tendencia actual, constatada en las negociaciones actuales, favorece la opción por REDD+, que es una variable de REDD más amplia que REDD, que solamente incluye la compensación por la conservación de bosques que se encuentran amenazados de destrucción o degradación por los procesos de desarrollo propios de cada país. REDD+ incluiría otras actividades además de la reducción de la deforestación y la degradación de los bosques, tales como las acciones conservación, acumulación de carbono en los suelos agrícolas, restauración natural y, ocupando un lugar preponderante en la preferencia de numerosas instancias públicas y privadas, las plantaciones forestales. Esta última opción presenta una potencial amenaza para los ecosistemas naturales y los pueblos indígenas que habitan en ellos, a más de representar un factor de exacerbación de las desigualdades en el acceso y el uso de la tierra, el agua y la biodiversidad de las regiones afectadas por ellas. En el año 2008, las Naciones Unidas inició un programa destinado a lograr la preparación de los países que toman parte en eel Programa ONUREDD para estar listos para participar en transacciones de comercio de carbono forestal en el marco de un posible acuerdo de REDD. Este programa se implementa conjuntamente entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 3. REDD: Impactos potenciales sobre los pueblos indígenas Son innumerables los impactos para los pueblos indígenas que REDD podría acarrear. El principal impacto que necesariamente se daría es el de la retardación de las acciones para reducir las emisiones reales de GEI. Esto sucede a través de la emisión efectiva de GEI a cambio de las reducciones presuntamente compensadas por los proyectos. Las variaciones de temperatura, patrones de precipitación pluvial, evapotranspiración y otras variables, afectan especialmente a las poblaciones humanas que dependen estrechamente de la naturaleza para su subsistencia y la practica eficaz de sus estilos de vida tradicionales. Por eso, la decisión de involucrarse en el proceso de REDD no implica solamente una decisión de conveniencia económica, sino que en una con implicaciones para la supervivencia misma de ellos como pueblos, sus culturas y estilos de vida. Este punto es señalado en numerosas declaraciones de organizaciones de pueblos indígenas y es una que, hasta el momento, ha requerido más atención desde el punto de vista de los intereses de los pueblos indígenas. Otras preocupaciones claves para los Pueblos Indígenas y los grupos minoritarios y marginados son: • REDD podría significar que los bosques lleguen a ser considerados como meros mecanismos para el secuestro de carbono. • REDD podría llevar a un cambio en el orden de las prioridades, poniendo los asuntos económicos por encima de los culturales, sociales, espirituales y ambientales. • Los comercializadores de carbono pueden requerir la presentación de títulos sobre el carbono del bosque o sobre la tierra que los Pueblos Indígenas y los grupos minoritarios quizás no posean. • Es probable que se niegue a los Pueblos Indígenas y grupos minoritarios el acceso a los bosques para la obtención de leña y hierbas, mientras los arrendatarios tendrán derecho a explotar los árboles. 6 • • • • La posibilidad de ganancias para las empresas madereras, los destructores de bosques y los contaminadores los estimulará a talar árboles pretextando que aplican métodos sostenibles. Se teme también que haya desplazamientos de pueblos de sus territorios tradicionales como resultado de la implementación de mecanismos REDD que no consideran los derechos de los pueblos indígenas, los grupos minoritarios y las comunidades locales. Los temas de equidad podrían quedar sin resolverse, lo cual significaría que los beneficios podrían no llegar a las comunidades que preservan los bosques. Los gobiernos siguen promoviendo los agrocombustibles a expensas de los bosques naturales, a pesar de estar elaborando un Plan de Preparación. REDD y los Pueblos Indígenas en el Chaco Paraguay La realidad del proceso de participación de los bosques del Paraguay en REDD tiene, como probablemente en todos los países, una vertiente pública y otra privada (mercado voluntario). La variante pública se basa en el proceso de preparación de la participación paraguaya en ONU-REDD, que es un esfuerzo conjunto de la Secretaria del Ambiente (SEAM), la que lidera el proceso; del Instituto Forestal Nacional (INFONA); de la FAO y del PNUD. Este comienza en 2008 con la contratación de un consultor, financiado por el Programa de NN.UU para el Desarrollo (PNUD) para redactar el documento del “Plan Nacional Conjunto” (PNC), el documento que contiene el diseño de ONUREDD para el Paraguay. La primera etapa, la etapa en la que se decidió el sobre la estructura de la propuesta para ONU-REDD en Paraguay, fue hecha sin participación de actores claves como son los representantes de los pueblos indígenas y las organizaciones de sociedad civil, ya sean de ONG u organizaciones campesinas, entre otras. Tampoco el proceso siguió cabalmente los lineamientos básicos propuestos por el proceso de ONU-REDD, lo que determina falencias importantes en documento de PNC, lo que fue adoptado por ONU-REDD en noviembre 2010 por USD 4,7 milliones.” Contaminación de agua y perdida de biodiversidad, en el Gran Chaco en Paraguay. Fotografía: Iniciativa Amotocodie. En mayo de 2009 se produce un cambio de autoridades en la SEAM y se replantea el proceso de elaboración del PNC, dando el lugar adecuado a la participación de los actores claves, iniciando un proceso de información para organizaciones de pueblos indígenas y ONGs. Desde ese entonces, se realizaron 4 eventos informativos abiertos, aunque con la intención principal de informar a las organizaciones de pueblos indígenas. La organización de las sesiones informativas, tiene por objeto elevar el nivel de conocimiento de los participantes indígenas y, así, otorgarles la preparación necesaria para que puedan participar efectivamente en la etapa de consulta que el proceso necesariamente debe cumplir de acuerdo a la legislación paraguaya. También se inició un proceso de revisión cualitativa del PNC que pretende equilibrar los contenidos técnicos y socioambientales del documento. Este proceso cuenta con la participación de la Coordinadora por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (CAPI) y, recientemente, de la Asamblea del Pueblo Guaraní, como representantes indígenas en el 7 proceso de elaboración del documento. El proceso ha sido blanco de críticas, tanto desde adentro del esquema organizativo como desde afuera del mismo, supuestamente por la lentitud del mismo. Sin embargo, es necesario reconocer las diferencias conceptuales y desfasajes cronológicos que existen entre los procesos al seno de las sociedades indígenas y la sociedad envolvente. Una de las más significativas divergencias a nivel conceptual es el nivel de importancia que debe tener la integridad ambiental y el cuidado de la diversidad biológica en los procesos inherentes a ONU-REDD hasta REDD+, inclusive. La necesidad de orientar las acciones y propuestas en este marco -como lo reconoce la mayoría de los actores involucradoshacia un esquema de manutención y restauración de las diferentes tipologías boscosas del país, con criterios ecológicos, culturales y ambientales adecuados y, aplicando enfoques ecosistémicos y de cuencas hidrográficas, debe constituir la filosofía hegemónica del proceso ONU-REDD en Paraguay. Otro problema grave constituye también el de la interpretación de la necesidad de consulta previa y la negación, por parte de algunos, del derecho de los indígenas a aprobar o rechazar la implementación de acciones en el marco de ONU-REDD, en base al principio de consentimiento libre, previo e informado, consagrado en la legislación nacional. El otro punto de divergencia es el prolongado tiempo empleado por los indígenas de acuerdo a lo expresado por el Ministro del Ambiente del Paraguay, el proceso de ONU-REDD debe ser consciente de esas diferencias y adaptar su ritmo a ellas y no simplemente acelerar el proceso a fin de captar fondos. En este marco, el PNC debe concluir garantizando el cumplimiento con los derechos de los principales actores afectados y garantizando coherencia en la aplicación de acciones que confluyan hacia los objetivos de la política nacional en cuanto desarrollo social y económico y al emprendimiento de medidas correctivas de las desigualdades socioeconómicas que aquejan al país. También se dan en Paraguay actividades en el marco del llamado “mercado voluntario”. Aunque son pocos los emprendimientos hasta el momento, estos se guían por normas particulares y basan su alegatos cualitativos en el prestigio de las organizaciones. Las principales acciones contempladas por esos proyectos privados consisten en la compra de tierras boscosas, le erección de estructuras de control y la instalación de infraestructura habitacional para guarda parques. En uno de esos proyectos ubicado en el Alto Paraguay, las organizaciones participantes contemplan la entrega de los títulos a la tierra a las comunidades indígenas locales o aledañas. Cabe resaltar que constitucionalmente, los pueblos indígenas en el Paraguay, gozan del reconocimiento de su territorio. Las organizaciones también contemplan compartir los beneficios de lo recaudado en el proyecto con ellas. Las preguntas que surgen son: ¿cuan justo es el “trato” para los indígenas, que legalmente ya son dueños de la tierra en sus territorios?, ¿Por qué interviene una entidad en calidad de “intermediaria” entre los interesados?, ¿Están los indígenas de acuerdo con el planteo de comercializar los valores de su hábitat?, entre otras interrogantes. REDD y los Pueblos Indígenas en el Chaco Boliviano La "República Plurinacional de Bolivia ", se enorgullece de ser el primer país del mundo con un Presidente Indígena, Evo Morales. El Gobierno del Presidente Morales ha hecho un firme compromiso formal para la protección de los derechos de los Pueblos Indígenas. Por ejemplo, sólo unos meses después de haber sido aprobadas por las Naciones Unidas en septiembre de 2007, el Gobierno de Bolivia incorporó la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIPs) en su legislación nacional. Como tal, los principios consagrados en UNDRIPs, como el principio de que toda la actividad económica en los territorios indígenas debe estar sujeta al Consentimiento Libre y Previamente Informado de los Pueblos Indígenas que podrían verse afectados por ella, son jurídicamente vinculantes en Bolivia. Sin embargo, la 7ma.Gran Marcha que fue iniciada por los Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia en mayo de 2010 demuestra que la relación entre el gobierno central, que está dominado por los Pueblos 8 Indígenas de tierras altas, y los pueblos indígenas de las tierras bajas (que incluyen el Chaco y el Amazonas) está lejos de ser armoniosa. Los Pueblos Indígenas de las tierras altas y los Pueblos Indígenas de las tierras bajas de Bolivia tienen un trasfondo cultural muy diferente. Debido a las duras circunstancias naturales en las tierras altas, los Pueblos Indígenas de las tierras altas tienen una larga y rica tradición de fuertes estructuras de cooperación e instituciones. La estructura política actual en Bolivia es una consecuencia lógica de esta tradición. Los Pueblos Indígenas del Chaco, la Amazonía y las otras tierras bajas tradicionalmente dependen principalmente de grandes extensiones de territorio para su subsistencia, en lugar de las estructuras cooperativas. Su historia no ha estado marcada por las instituciones formales. En este contexto, la creación de la CIDOB como una confederación de todos los Pueblos Indígenas de las tierras bajas en 1982 y su desarrollo hacia uno de los movimientos mas influyentes entre los movimientos Indigenas y sociales fue bastante notable. La nueva Gran Marcha tiene un trasfondo histórico, y una vez más se ha organizado para recordar al Gobierno de Bolivia de los derechos de los Pueblos Indígenas, incluyendo UNDRIPs, ahora jurídicamente vinculantes. Estos derechos de los Pueblos Indígenas les otorgan una cantidad considerable de autonomía sobre sus propios territorios y reconocen entidades territoriales autónomas, pero todavia hay mucho incertitud sobre las competencias de estas entidades sobre los recursos naturales. Las razones del porque estos reclamos son actualmente resistido por el gobierno son principalmente económicas: Las tierras bajas albergan la región más rica de Bolivia y que contiene muchos de los recursos naturales más preciados. El gas natural es uno de los principales recursos naturales en juego, pero, sin dudas, los bosques también conforman parte importante del trasfondo político y económico relevante (conjunto con la tierra y la mineria). Después de todo, la inmensa mayoría de los bosques de Bolivia se encuentra en los territorios de los Pueblos Indígenas de tierras bajas. Así que las tensiones políticas actuales se refieren también a la cuestión de en qué medida estos pueblos puede afirmar plenamente la autonomía de las actividades de REDD en sus territorios. Los proyectos REDD y las políticas de REDD en Bolivia Aproximadamente el 50% de la superficie total de Bolivia se encuentra cubierta de bosques, que es una de las razones principales por las que el país ha sido muy popular con los donantes a REDD, tanto privados como públicos. Ya en 1997 se dio inicio a un proyecto de compensación de carbono de bosque voluntario, el proyecto de Acción Climática Noel Kempf Mercado. Este proyecto se refiere a la protección de un área de 1.582.322 hectáreas en el extremo Nororiental de la Departamento de Santa Cruz por dos organizaciones conservacionistas: The Nature Conservancy, una de las grandes ONG de los EE.UU., y la Fundación Amigos de la Naturaleza. El proyecto, que ha sido llamado " uno de los primeros proyectos mundiales de REDD a gran escala " por las ONG responsables y que ha sido financiado mediante contribuciones de tres empresas del ramo energético, incluyendo a la British Petroleum, considerada responsable de una de las mayores catástrofes ecológicas en la historia, el reciente derrame de petróleo en el Golfo de México. A cambio de su contribución de 8,2 millones de dólares, a las tres empresas les fueron concedidos los derechos a un 51% de los créditos de carbono generados por el proyecto durante todo su ciclo de vida de 30 años para "compensar" su contribución al cambio climático. El 49% restante es otorgado al Gobierno de Bolivia, que legalmente queda obligado a que financie el desarrollo comunitario, manejo de parques y protección con sus "ventas de compensación". El gobierno de Bolivia, por lo tanto, tiene un interés adquirido en las ventas de compensación de carbono del proyecto que corre hasta 2026. El proyecto pretende compartir sus beneficios con las comunidades indigenas afectadas, pero en realidad hay mucho critica hacia la implementación de los programas sociales del proyecto. No había ninguna consulta formal antes del inicio del proyecto, recién en 2009 una reunión de información fue organizado por el Comité de Gestión. El proyecto es claramente en violación con el derecho de consentimiento libre y previo 9 informado de los Pueblos Indígenas afectados, que ahora es vinculante en Bolivia. El Gobierno de Bolivia comenzó a desarrollar una estrategia formal para reducir la deforestación y la degradación forestal recién en el año 2008. Fue invitado por el Programa de Colaboración de las Naciones Unidas sobre REDD (UN-REDD), un programa conjunto de la Organización para la Agricultura y la Alimentación, las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a presentar una propuesta de apoyo a sus actividades de REDD. Posteriormente, inició un proceso de consulta, y en particular, con el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas Campesinas de Bolivia "Bartolina Sisa "(CNMCIOB) y la CIDOB. La CIDOB por su cuenta realizó un amplio proceso de consulta entre sus miembros, que consiste en una serie de reuniones informativas, talleres y otros procesos de consulta. El resultado de este proceso es el Documento del Programa Nacional de Bolivia, que fue aprobado en marzo de 2010. El programa recibirá una subvención de 4,4 millones de dólares para el período mayo 2010 a abril 2013. El principal objetivo del programa es "Fortalecer la capacidad institucional y organizativa para el desarrollo productivo y creación de empleo mediante la gestión sostenible de los recursos naturales y el medio ambiente.”. Los resultados específicos esperados son: 1) mejorar la capacidad de las instituciones públicas nacionales para la implementación de las actividades de REDD +, y el monitoreo y la evaluación de las reservas de carbono en los bosques, 2) mejorar la capacidad de la sociedad civil para la implementación de las actividades de REDD +, y 3) para generar la experiencia de REDD +-relacionados en el ámbito local, con la participación de las entidades territoriales y la sociedad civil. Vale la pena señalar que un mes antes del inicio del Programa Nacional REDD, Bolivia organizó una prestigiosa "Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra". La Cumbre, que tuvo lugar en la ciudad de la Valluna de Cochabamba, asistieron casi 50,000 personas, incluyendo a miles de personas Indígenas de la misma Bolivia. Después de 5 días de negociación, la Cumbre de los Pueblos concluyo con una declaración de largo consenso, que incluía una declaración muy fuerte contra REDD. "Condenamos los mecanismos de mercado tales como REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques) y sus versiones + y + +, que están violando la soberanía de los pueblos y su derecho a previo, libre e informado consentimiento, así como la soberanía de los Estados nacionales, las costumbres de los pueblos y los Derechos de la Naturaleza. " Si bien el Gobierno de Bolivia declaró públicamente que apoyaría los resultados de Cochabamba como su posición oficial, su presentación formal posterior a la REDD en las negociaciones del clima no refleja este rechazo de REDD, sino más bien un conjunto de propuestas positivas para reducir la deforestación que se encontraban de acuerdo con el programa nacional de REDD recientemente aprobada. Sin embargo, la posición oficial de Bolivia sigue siendo la de estar en contra del proyecto de compensación de carbono de los bosques. Como se indica en su presentación en mayo de 2010: "los mecanismos del mercado del carbono no son apropiados para la financiación y ejecución de actividades relacionadas con los bosques, y no debe ser utilizado. Tienen el potencial de estar en contra al principio de la soberanía y los derechos y costumbres de los Pueblos Indígenas incluyendo el consentimiento previo y libre. "Sin embargo, a pesar de esta posición formal están contractualmente obligados a vender los créditos de carbono que han obtenido a través del proyecto de Acción Climática Noel Kempf Mercado. ¿ Distribución de beneficios equitativa? Cabe señalar que, según el Programa Nacional de REDD, los riesgos de la deforestación son insignificantes en la mayoría del Chaco. La inmensa mayoría de la deforestación se espera en la región amazónica. Esto es importante ya que implica que la conservación del bosque en el Chaco no 10 se considerará como escenario adicional a los llamados "statu quo". Bajo el actual régimen CMCC, las actividades que no se consideran adicionales no puede reclamar ningún crédito de carbono. Por lo tanto, los Pueblos Indígenas del Chaco Boliviano no podrán reclamar una financiación basada en el mercado por sus esfuerzos de conservación forestal. Incluso un fondo público para las actividades de REDD + es poco probable que beneficie a los Pueblos Indígenas en el Chaco, en que la financiación será muy probablemente "basada en los resultados" (según los últimos borradores de negociación y, por ejemplo la estrategia provisional del REDD + Partnership (una asociación de donantes REDD que se estableció en mayo de 2010). Esto significa que los titulares de la tierra tendrán que demostrar que realmente se redujo la deforestación en comparación con la situación del statu quo. Según el programa, el 75% de la deforestación se lleva a cabo en el Departamento de Santa Cruz, por lo que cualquier flujo de financiación del proceso de la CMCC es probable que beneficie más a ese departamento. Conclusión El apoyo formal del Gobierno de Bolivia por los derechos de los Pueblos Indígenas y el hecho de que los principios de UNDRIPs son jurídicamente vinculantes en el país, ofrece oportunidades significativas para los Pueblos Indígenas en el Chaco Boliviano para defender sus derechos. Sin embargo, las tensiones políticas recientes dejan claro que aún existen lagunas significantes entre este reconocimiento formal y la práctica real. Por otra parte, hay contradicciones importantes en las políticas relacionadas con REDD + y las prácticas del Gobierno de Bolivia. Los Pueblos Indígenas en el Chaco deben ser conscientes de que es poco probable que se beneficien de los pagos REDD basado en los resultados ya que las tasas actuales de deforestación en el Chaco boliviano son muy bajas, sin embargo, la preocupación de que REDD podría socavar sus derechos ha demostrado ser justificada en Bolivia. REDD y los Pueblos Indígenas en el Chaco Argentino Argentina presentó una Readiness Preparation Proposal para el Banco Mundial Forest Carbon Partnership Facility, el 14 de mayo de 2010. La propuesta fue elaborada mediante un proceso de consultas "informales y formales" que se inició en febrero de 2008. Este proceso, y el desarrollo de la propuesta en general, fueron financiadas con apoyo del Banco Mundial en favor de Readiness Project Information Note (R-PIN) No se hace mención de las consultas con las Organizaciones de los Pueblos Indígenas o de las partes interesadas durante la elaboración de este primer R-PIN. Participación de los Pueblos Indígenas en el proceso de preparación Deforestación en el Chaco. Fotografía: Iniciativa Amotocodie. La primera reunión formal de consulta se llevó a cabo en octubre de 2009. La primera reunión en que las organizaciones de los Pueblos Indígenas 11 fueron invitados de forma explícita fue la conferencia internacional sobre Pueblos Indígenas y el cambio climático, que fue organizado como parte del proceso en diciembre de 2009. Además de eso, hubo consultas directas con la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA). Una Consulta y el Plan de Participación es uno de los elementos centrales de la propuesta de la Readiness Preparation Proposal. No hay ninguna condición especial de OPI en el desarrollo del Plan de Preparación similar a la situación que tienen en el Paraguay y Bolivia. En el proceso general están clasificados como uno de los muchos grupos de interesados, y son uno de los muchos grupos que estarán representados en el Comité Asesor de REDD. Sin embargo, hay un plan específico de Consulta y Participación elaborado para los Pueblos Indígenas, que reconoce que "El gobierno nacional debe tener el consentimiento libre previo e informado de los Pueblos Indígenas al término de la implementación de la preparación", como la Argentina ha ratificado el Convenio 169 de la OIT. La consulta y el plan de participación para los Pueblos Indígenas se llevarán a cabo principalmente por ONPIA, que ha solicitado financiación específica para un proceso de construcción de capacidades y consulta sobre los Pueblos Indígenas y el cambio climático en general. La propuesta también indica que va a utilizar las estructuras existentes, como la participación del Consejo de Pueblos Indígenas para elaborar metodologías de consulta. Existe un proceso de consulta especial y de participación prevista para el Chaco, para el segundo y tercer trimestre de 2011. Es importante tener en cuenta que organizaciones de campesinos importantes, como el Movimiento Nacional Campesino Indígena/ La Via Campesina Argentina y el Movimiento Campesino de Santiago del Estero nunca fueron invitados a las reuniones de consulta sobre la estrategia REDD. Identificar las causas subyacentes de la pérdida de bosques y sus vínculos con las estrategias propuestas La propuesta de preparación incluye un elaborado proceso para identificar las causas subyacentes de la deforestación. Al igual que en las propuestas de preparación presentado al Banco Mundial por otros países, existe el riesgo de que la identificación de las causas subyacentes y las soluciones propuestas sean manipuladas por los grandes terratenientes y los poderosos sectores agro-industriales como el sector de la soja. Esto ya está demostrado por la propuesta en sí. La expansión de la soja es por lejos la principal causa de deforestación en el Chaco argentino. Solamente entre 1998 y 2004 la producción de soja aumentó 7 veces, y la superficie plantada se incrementó de 4,6 millones de hectáreas a 14,6 millones de hectáreas. La superficie actual es de 20 millones de hectáreas lo que representa un 64 % de la superficie ocupada que se destina para agricultura La expansión de la soja es el principal motor de la deforestación en la Argentina. La deforestación a causa de la expansión de la soja en el Chaco representa el 70% de toda la deforestación en la Argentina. Los Pueblos Indígenas en el Chaco han sufrido de manera desproporcionada debido a la expansión de la soja: Aparte de ser la principal causa de la destrucción de sus bosques y tierras, que ha causado la contaminación generalizada del agua y severos impactos negativos en la salud por el uso excesivo de agrotóxicos. Por otra parte, como una mano de obra extensa, cultivos intensivos en capital, la soja GM ha causado el desempleo rural y la despoblación, que ha exacerbado significativamente la pobreza y la desnutrición entre la población Indígena en el Chaco. Si bien la propuesta REDD reconoce que la expansión de la soja ha sido la principal causa de deforestación en el Chaco Argentino, el resumen de las causas subyacentes de la propuesta sólo menciona una serie de "causas" que son muy convenientes para la industria de la soja. Por ejemplo, "la oportunidad de los altos costos" de no convertir los bosques en plantaciones de soja son identificados como una causa subyacente en vez de las causas de la expansión de la soja en sí. Posteriormente, el pago por servicios ambientales se propone para hacer frente a estas causas. No se hacen propuestas para hacer frente a otras causas subyacentes que se mencionan, como el fracaso del Gobierno Argentino de prohibir la soja genéticamente modificada Round-up Ready producida 12 por Monsanto, que hacen económicamente factibles para producir soja en el Chaco. La propuesta REDD también menciona que la activa promoción de los agrocombustibles por el Gobierno Argentino es otro de los principales motores de expansión de la soja. Sin embargo, las estrategias propuestas para abordar los impulsores de la deforestación no sugieren la prohibición de la soja genéticamente modificada o el abandono de las subvenciones a los agrocombustibles. Más bien, proponen la creación de incentivos para el sector agrícola para reducir los costos de oportunidad de la conservación forestal, incluso mediante la elaboración de nuevos pagos por servicios ambientales. Así que el plan de REDD se pagan a los agricultores de soja para reducir la deforestación, mientras que los regímenes de agrocombustibles de Argentina seguirá proporcionando incentivos para aumentar la deforestación, que es sin duda una manera bastante ineficaz para conservar los bosques - pero de hecho muy rentable para el sector de la soja. Plantaciones de árboles en comparación con los bosques Contradicciones similares se pueden encontrar en la forma en que la propuesta aborda los impactos de los monocultivos de árboles. La expansión de los monocultivos de árboles es apoyada activamente por el Gobierno Argentino a través de varios planes de incentivos, y ya está causando importantes impactos ambientales y sociales en el noreste de Argentina. Al igual que otros regímenes de REDD, la propuesta REDD no distingue entre los bosques y las plantaciones de árboles. Excepcionalmente, la propuesta reconoce que ha habido mucho apoyo para “plantaciones forestales", en comparación con el apoyo a los bosques naturales, y se reconoce explícitamente que la sustitución de eucaliptos y monocultivos de pino en realidad ha sido uno de los principales impulsores de la deforestación en las eco-regiones de Misiones y la Patagonia. Sin embargo, la estrategia propuesta REDD para hacer frente a este controlador es proporcionar un apoyo aún más para el establecimiento de plantaciones de árboles, incluso a través de un desarrollo energético "biomasa" régimen de la Patagonia. Hay un claro riesgo de que, sin una clara definición que excluye explícitamente los monocultivos, la financiación de REDD se utiliza para la expansión de los monocultivos de árboles en otras regiones, incluso en el Chaco. Las plantaciones de árboles en países como Brasil, Colombia e Indonesia han tenido un impacto dramático sobre los Pueblos Indígenas. Un triple subsidio de REDD para el sector de la soja Otras actividades importantes en la propuesta de incluir el apoyo a la aplicación efectiva de la nueva Ley Forestal No. 26.331 de Presupuesros Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (promulgada el 28 de noviembre de 2007). Esta ley obliga a las provincias a desarrollar un esquema de Planificación de Tierras Forestales Naturales. Se propone establecer incentivos para que las autoridades locales den prioridad a la conservación de los bosques dentro de estos regímenes. Cabe señalar que la propuesta trata de establecer una estructura de gestión financiera que facilite la participación de los agricultores de soja de Argentina y otros actores en los mercados internacionales de carbono. En el plano internacional, la agro-industria está presionando para incluir créditos de carbono adicionales de cultivos modificados genéticamente, no-agrícolas de soja hasta en los planes de REDD, y para aumentar los créditos de carbono de los agrocombustibles. Esto implica que los granjeros de la soja podrían beneficiarse el doble o incluso el triple de los mercados de carbono: ellos recibirían pagos para el área que se mantiene bajo la cobertura forestal, para la zona donde se produce soja transgénica y sus productos recibirían créditos adicionales cuando se usa como agrocombustibles, de esta manera se beneficiaría significativamente al sector. La propuesta sugiere "alinear" el pago corriente para el esquema de servicios ambientales bajo la Ley Forestal, que sólo paga por la superficie forestal que se conserva, con los sistemas internacionales de REDD, que es un claro intento de beneficiarse de estas subvenciones triples al sector de la soja. La propuesta también prestará apoyo a "programas sostenibles de certificación". Esta última se llevará a cabo mediante la cooperación con la Mesa Redonda sobre Soja Responsable, un proceso altamente controvertido establecida por un pequeño número de grandes ONG 13 conservacionistas e industrias en el sector de la soja. La Mesa Redonda trata de promover la venta de soja genéticamente modificada como "sostenible" mientras que no se abordan los problemas que son inherentes a la expansión de la industria de la soja en regiones como el Chaco argentino. Los Pueblos indígenas en el Chaco que tienen un título reconocido de su tierra también se beneficiarían de los pagos REDD, aunque el régimen de REDD no añade ningún beneficio adicional en comparación con el actual pago de régimen de los servicios ambientales. Como ya se mencionó en este informe, la inclusión de los bosques en los mercados de carbono tiende a tener efectos negativos significativos sobre los Pueblos Indígenas. La falta de reconocimiento de derechos sobre sus tierras ha sido uno de los principales obstáculos para la participación equitativa de los Pueblos Indígenas de REDD y los esquemas de PSA en otros países. La falta de regularización de derechos sobre la tierra también es vista como una de las principales causas subyacentes en la propuesta. Sin embargo, el texto de esta actividad es relativamente vago, y no hay ninguna propuesta clara para desarrollar un mecanismo de resolución de conflictos respecto a los conflictos de tenencia de tierras. Una evaluación de los riesgos de REDD Un diagnóstico preliminar para identificar los problemas ambientales y sociales relacionados con REDD + en Argentina, ha identificado que hay muchos otros riesgos potenciales de REDD + pertinentes para los Pueblos Indígenas, incluidos riesgos asociados con “a) el mecanismo de incentivos de distribución, la equidad y las consideraciones étnicas asociados con los regímenes de prestaciones de compensación y beneficios; b) Los conflictos relacionados con los derechos de tenencia de la tierra, c) el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas; d) el conflicto en la legitimidad de los representantes de las organizaciones de propiedad intelectual y otras comunidades y organizaciones del sector, y, f) el Marco para hacer frente a los grupos que no quieren participar en el proceso REDD + ". En el marco de la propuesta REDD, una evaluación estratégica del medio ambiente y social será desarrollado e implementado, pero lamentablemente esto se implementen en forma paralela al desarrollo de estrategias de REDD como la alineación del sistema de pago por servicios ambientales con los mercados internacionales de carbono y la promoción de plantaciones de árboles. Si la evaluación se concluye que algunas de estas estrategias tendrá impactos negativos sobre los Pueblos Indígenas, será "reducir al mínimo los impactos negativos y adversos, y en los casos en que tales impactos son inevitables para identificar y aplicar medidas para contrarrestar estos efectos tan pronto como sea posible y en un de manera proactiva. " Sin embargo, como los resultados de la evaluación serán producidos junto con la estrategia REDD en sí, será un reto para garantizar que estos resultados conducirán a una reconceptualización fundamental de diseño de la estrategia. Asimismo, cabe señalar que el seguimiento, información y verificación de los impactos socio-económicos que se propone no contempla ninguna de las cuestiones que se considera un posible riesgo en la evaluación preliminar. También no hay ninguna propuesta de una queja o mecanismo de resolución de conflictos en caso de que los impactos resulten ser más grave de lo esperado en el futuro. Sin embargo, el gobierno Argentino ha declarado explícitamente que cumplirá con el Convenio 169 y obtener el consentimiento previo e informado de los Pueblos Indígenas antes de que se adopte la estrategia REDD final. Las Organizaciones de Pueblos Indígenas deben estar conscientes de ello, y en forma estrecha analizar los resultados de la evaluación social antes de dar su consentimiento para REDD. Conclusión Si bien la propuesta de preparación de REDD en Argentina, presumiblemente establece un proceso participativo para elaborar una política de REDD, que ya prejuzga los resultados de ese proceso participativo, proponiendo diversas estrategias que podrían impactar negativamente sobre los Pueblos Indígenas en el Chaco Argentino. En particular, la propuesta proporcionará importantes beneficios económicos 14 a los agricultores de soja en el Chaco mediante el fortalecimiento y la ampliación de pago por servicios ambientales, y alinear a los mercados internacionales de carbono que ya apoyan los agrocombustibles y pronto podrían apoyar la soja GM. Mientras tanto, el régimen Argentino de REDD no aborda los factores que claramente contribuyen a la deforestación, como las subvenciones a los agrocombustibles y plantaciones de árboles (La ley 25.080, Ley de Inversiones para Bosques Cultivados), el incumplimiento del ordenamiento territorial de bosques nativos que propone la Ley de Bosques y el uso de soja genéticamente modificada. Entretanto una evaluación social se llevará a cabo, donde existe el riesgo de que los impactos negativos identificados sólo conduzca a una adaptación marginal de las estrategias REDD como los resultados de la evaluación será presentado casi al final del proceso de diseño de la estrategia REDD en sí. A este respecto, es importante que los Pueblos Indígenas, incluidos los Pueblos Indígenas en el Chaco, sean conscientes de que el Gobierno Argentino se ha comprometido a buscar su consentimiento libre, previo e informado antes que la propuesta REDD sea formalmente aprobado. Esto se puede usar para exigir que la evaluación social, en sus términos de referencia, incluya un análisis profundo de todos los elementos de la estrategia propuesta REDD, especialmente a la luz de los beneficios que REDD pueda proveer para el sector de soja, y no sólo un análisis de algunos proyectos piloto. Además, podrían exigir que todos los resultados de la evaluación social se hayan tratado satisfactoriamente con el fin de quitarle los posibles impactos negativos potenciales y los riesgos para los Pueblos Indígenas antes que la estrategia REDD esté finalizada. 4. REDD: Impactos previstos sobre los pueblos indígenas del Chaco. Los impactos previsibles del cambio climático sobre los pueblos indígenas del Chaco y sus territorios, pueden resumirse en los siguientes: • • Variación brusca de las temperaturas máximas y mínimas. Tendencia negativa del balance hídrico. • • • • • • • • • Escasez de agua en amplias zonas. Salinización de las aguas. Aumento de la temperatura media. Aumento de las enfermedades transmisibles por vectores. Disminución del número de individuos en las poblaciones animales. Desaparición de especies vegetales de sus rangos normales. Simplificación de la composición y funcionalidad de los ecosistemas. Desertificación de los suelos. Incendios forestales. Los impactos que se observan causan numerosos problemas socioeconómicos y sociales. Tradicionalmente, los pueblos indígenas del Chaco afrontaban los periodos de escasez o de catástrofe ambiental mudándose de los lugares afectados por los desastres u otros factores de riesgo a otros alejados de los mismos. En la actualidad, debido a la masiva privatización de la tierra y a la destrucción y fragmentación de ecosistemas en general, principalmente por la deforestación, la movilidad de los pueblos se ve gravemente limitada, hasta el punto en que puede considerarse de amenaza a la supervivencia de los mismos. Los requisitos elementales para participar en los esquemas comerciales de Pagos por Servicios Ambientales y, a no ser que se promulgue una ley particular para REDD, implican cuantiosas erogaciones financieras para dar cumplimiento a los estudios necesarios para someter el proyecto para su aprobación, la misma elaboración del proyecto, las tasas oficiales y los gastos misceláneos, suman cantidades que la inmensa mayoría de las comunidades indígenas y locales no poseen. Por tanto, solo aquellos que puedan acceder a esos recursos financieros podrán llegar a participar, creando un ámbito de exclusión para los que no los posean, quienes quedarán expuestos a una situación injusta al no percibir nada a cambio por conservar su patrimonio natural, mientras que otros reciben compensación por lo mismo. 15 Otros impactos y riesgos muy importantes son: Los propietarios de tierras y recursos tienen más posibilidades de beneficiarse • Llevan a privatizar grandes extensiones de tierra • Pueden provocar la apropiación indebida de recursos • Hacen retroceder los programas de reforma agraria • Los especuladores compran tierras para sacar provecho de los mecanismos de mercado • Pero ni las comunidades que poseen títulos legales podrían beneficiarse: las comunidades locales pueden verse obligadas a cargar con obligaciones imprevistas - las comunidades pueden perder más de lo que ganan • Los mecanismos de mercado conspiran contra la autodeterminación • Pueden alterar la gobernabilidad comunitaria y crear conflictos • Afectan gravemente la soberanía alimentaria y la seguridad del agua • La fuerte presencia comercial puede acarrear cargas adicionales para los gobiernos locales y los contribuyentes • Actores económicamente poderosos controlan las políticas y prioridades de conservación 5. Caja de herramientas para impactos negativos de REDD contrarrestar los A pesar de la excesiva consideración que los estados y los sistemas jurídicos otorgan a los derechos empresariales y comerciales, los pueblos indígenas también poseen herramientas aptas para defender sus derechos o impedir que estos sean conculcados. La mayoría de estas herramientas pretenden adecuar el derecho positivo basado en el derecho romano, predominante en todo el mundo, a las tradiciones y realidades contempladas por los diferentes sistemas jurídicos indígenas. También, estos instrumentos intentan asegurar la adecuada contemplación de los Derechos Humanos de los integrantes de pueblos indígenas, individual y colectivamente. A continuación, se ofrece una descripción de las herramientas más relevantes: 5.1 El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) El Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo, es hasta el momento el único instrumento regulador internacional que otorga a los pueblos indígenas el derecho internacionalmente validado a un territorio propio, a su cultura e idioma, y que compromete a los gobiernos firmantes a respetar unos estándares mínimos en la ejecución de estos derechos. El Convenio 169 está basado en la revisión del Convenio 107 de la OIT de 1957 (Convenio sobre poblaciones indígenas y tribales). El Convenio de la OIT constata en el preámbulo que "la evolución del derecho internacional desde 1957 y los cambios sobrevenidos en la situación de los pueblos indígenas y tribales en todas las regiones del mundo hacen aconsejable adoptar nuevas normas internacionales en la materia, a fin de eliminar la orientación hacia la asimilación de las normas anteriores" y reafirma el aporte especial de los pueblos indígenas a la diversidad cultural (www.iwgia.org/sw4587.asp). El Convenio 169 otorga a los pueblos indígenas el derecho de definir "sus propias prioridades en el proceso de desarrollo", y de "participar en el establecimiento, la ejecución y la evaluación de los planes y programas para el desarrollo nacional y regional". Se reconocen los derechos de propiedad y posesión de los pueblos indígenas sobre su tierra tradicional, y los países deben asegurar la demarcación y la protección de los territorios, y además definir los procedimientos para el reconocimiento legal de los mismos (Art. 13). Los gobiernos firmantes se comprometen a consultar a los pueblos indígenas sobre todas las medidas legales y administrativas relevantes para ellos, con el objetivo de lograr la conformidad y aceptación de las medidas propuestas. 16 Recomendaciones: a. Hacer el seguimiento adecuado de la marcha de los informes nacionales al Convenio; b. Plantear acciones jurídico-políticas para asegurar el cumplimiento a nivel nacional: demandas y acciones judiciales, seminarios públicos y con autoridades, divulgación de información relacionada a la vigencia del Convenio, entre otras; c. Emprender acciones de cabildeo y de promoción de los alcances del Convenio ante autoridades, sectores formadores de opinión, prensa, etc.; d. Promover la capacitación de líderes comunitarios y al seno de las comunidades mismas sobre la existencia y las perspectivas de aplicación del convenio y la legislación nacional ratificatoria. Ratificación del Convenio 169 de la OIT País Argentina Bolivia Brasil Colombia Costa Rica Dinamarca Dominica Ecuador Fiji Guatemala Honduras México Noruega Países Bajos Paraguay Perú Venezuela Fecha de ratificación 03.07.2000 11.12.1991 25.07.2002 07.08.1991 02.04.1993 22.02.1996 25.06.2002 15.05.1998 03.03.1998 05.06.1996 28.03.1995 05.09.1990 19.06.1990 02.02.1998 10.08.1993 02.02.1994 22.05.2002 Fuente: www.ilo.org 5.2 La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas La Declaración es un documento integrador que aborda los derechos de los pueblos indígenas. No establece nuevos derechos, sino que reconoce y afirma derechos fundamentales universales en el contexto de las culturas, realidades y necesidades indígenas. La Declaración constituye un instrumento internacional importante de los derechos humanos en relación a El Gran Chaco en Paraguay. Fotografía: Iniciativa Amotocodie. 17 los pueblos indígenas porque contribuye a tomar conciencia sobre la opresión histórica ejercida contra éstos, además de promover la tolerancia, la comprensión y las buenas relaciones entre los pueblos indígenas y los demás segmentos de la sociedad. Enfoques en cuanto a políticas e incentivos en asuntos relacionados a la reducción de emisiones provenientes de la deforestación y la degradación de los bosques; y el papel de la conservación, la gestión sustentable de los bosques y el enriquecimiento de las existencias de carbono de los bosques en países en vías de desarrollo”∗. Parrafo 1(b) (iii) del Plan de Acción de Bali. Los Pueblos Indígenas han insistido en que se incluyera la Declaración de la Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en las negociaciones sobre REDD y, efectivamente, el nombre de la Declaración sí se incluye en textos del proceso de la Convención sobre Cambio Climático. Pero todas las “salvaguardas” están sujetas a las palabras “promovidos” y/o “apoyados”. Así que para cumplir con ellas y, por lo tanto, poder recibir financiamiento de REDD, un gobierno puede simplemente declarar que está apoyando el respeto para los conocimientos y los derechos de los pueblos indígenas. Probablemente organizar una reunión en la capital del país e invitar unos cinco representantes indígenas sería suficiente. La palabra “promover” es aún más débil. Y la palabra “deberían” proporciona aún más oportunidad para esquivar cualquier deber. Este borrador de texto cubre elementos importantes y centrales para la aplicación de actividades de REDD +, incluyendo: objetivos, alcance y principios directores (Ej. dirigidos por los propios países, promoción de co-beneficios y biodiversidad, acciones coherentes con la conservación de los bosques nativos, participación de pueblos y comunidades indígenas, gobierno forestal transparente, entre otros) Además, se abordaron los siguientes temas: • Medios de implementación (opciones financieras para la preparación e implementación plena – fondos, solo mercados, combinación de mercados y fondos). • Medida, Reporte y Verificación (MRV) de acciones y de apoyo (por ejemplo estableciendo niveles de emisión de referencia nacionales, sistemas de monitoreo, uso de guías del IPCC, parámetros para la aplicación de MRV). Arreglos Institucionales (como parte de la estructura financiera más amplia, REDD + bajo la autoridad de la COP, canales de financiamiento existentes). Recomendación: Los estados no consideran vinculante a la Declaración, por tanto, su utilización en el ámbito jurídico es difícil y engorrosa. Sin embargo, el valor moral que tiene en la conciencia cívica de las sociedades es muy grande. Es recomendable plantear su acatamiento en todos los ámbitos de relacionamiento de los pueblos indígenas con la sociedad envolvente, por ejemplo, con las empresas privadas, con las dependencias oficiales y con sus vecinos. 5.3 El Borrador Convención del texto sobre REDD+ de • Recomendaciones: 1. la En Copenhague, las Partes comenzaron a considerar un borrador de texto de decisión sobre REDD+ en los siguientes términos: ∗ Es esencial asegurar la participación activa de representantes de pueblos indígenas en la formulación de las posiciones nacionales de cada país; Traducción no oficial del inglés. 18 2. 3. 4. Asegurar la participación y activa representación de representantes de pueblos indígenas en las negociaciones internacionales (¡La lección aprendida a este respecto es que los gobiernos solo reaccionan a la presencia y a acción directa!); Realizar propuestas concretas para la implementación de estas actividades en territorios indígenas; Enfatizar el trabajo en red a nivel internacional con organizaciones afines para lograr mayores probabilidades de éxito en la adopción de textos claves para el diseño e implementación de REDD. 5.4 ONU-REDD Es un programa del sistema de las Naciones Unidas, destinado a dotar de recursos financieros y técnicos para preparar a los países en desarrollo que participen del sistema, a participar en un sistema de REDD, en cuanto este sea desarrollado y acordado en el seno de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Debe aclararse, sin embargo, que el programa ONU-REDD aun no implica comercio de emisiones, aunque sí implica preparar al país para aplicar todos los procedimientos previsibles en un proceso comercial: cuantificación del carbono forestal, duración del contrato, propiedad y tenencia de los bosques, entre otros. Recomendación: Propuesta de párrafo del Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático (FIPICC) a ser incluido en el Acuerdo Final de COP 15 Adoptado en Copenhague, Diciembre 2009 Los Estados Partes se comprometen a respetar los estándares internacionales de derechos humanos que establecen obligaciones morales y legales para proteger y promover el pleno goce de los derechos humanos colectivos de los pueblos indígenas en todos los asuntos relacionados con el cambio climático, incluyendo sus derechos a las tierras, territorios y recursos, sus conocimientos tradicionales y su consentimiento libre, previo e informado, de conformidad con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP), así como a garantizar su participación plena y efectiva en todos los procesos relacionados con el cambio climático a nivel global, regional, nacional, y local. El Programa de ONU-REDD debe respetar las decisiones y declaraciones de la ONU: • La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. • Las Guías para la Aplicación del Principio de Consentimiento Libre, Previo e Informado de ONU-REDD. • La Declaración Universal sobre Derechos Humanos. • El Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos. • El Convenio Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales. ¿Pero qué significan éstos en la práctica? Allí surgen "pautas", pero no se gesta hasta ahora ningún mecanismo de aplicación ni ningún mecanismo de queja en los niveles nacionales o internacionales. Es necesario entonces requerir a los gobiernos que garanticen a nivel nacional, durante los procesos de elaboración de los Planes Nacionales para ONU-REDD, que se observen estrictamente estos instrumentos en el diseño nacional en cuestión. Además, se debe exigir a los gobiernos que mantengan estas posturas en las negociaciones internacionales. 19 5.5 El Fondo para el Carbono Forestal (FCPF) del Banco Mundial 5.6 El Programa de Inversión Forestal (FIP) del Banco Mundial El FCPF del Banco Mundial es un mecanismo financiero destinado a “entrenar” a los países que forman parte de sus programas a adecuarse para participar en operaciones de REDD (www.worldbank.org), así como el Programa ONU REDD. El FCPF tiene políticas para la aplicación del Principio de Consentimiento Libre, Previo e Informado y medidas de salvaguarda de los derechos de los pueblos indígenas, a más de un mecanismo de responsabilidad plasmado en los Políticas Operativas (OP): OP 4,01 sobre evaluaciones ambientales OP 4,1 sobre Pueblos Indígenas OP 4,11 sobre recursos culturales físicos OP 4,12 sobre reasentamiento involuntario El Programa de Inversión Forestal del Banco Mundial es uno de los 3 fondos fiduciarios creados por este organismo financiero para promover el comercio de carbono (Dieterle, 2008). • • • • Recomendaciones: Un Panel de Inspección del cumplimiento de las políticas y salvaguardas del FCPF y las OP puede ser convocado en base a la "amenaza de daño". La pregunta que surge es ¿cuándo y cómo se aplican éstas OP, Al R-PIN, el R-PLAN, Proyecto financiado por el Banco? Teóricamente, podría aplicarse a cualquier nivel de desarrollo de una actividad REDD. En el ámbito de la "preparación" para REDD en el marco del FCPF, se debe hacer énfasis en establecer un buen gobierno sobre las áreas de bosques y también aprovechar esta financiación para hacer lo que no se ha estado haciendo – establecer procesos a nivel nacional con participación informada; dar solución al problema de los derechos de propiedad sobre las tierras indígenas y comunales y de los bosques; establecer mecanismos para reducir la deforestación y la degradación de los bosques y así las emisiones de GEI; detener/revertir programas de gobierno que conducen a la deforestación. De acuerdo al Banco Mundial, uno de los cometidos fundamentales del FIP es dar tratamiento a las causas subyacentes de la deforestación, entre ellas: • Factores socioeconómicos. • Políticas extra-sectoriales (aquellas que no dependen del sector forestal). • Inversiones en explotación insustentable de los bosques. • Débil e ineficiente capacidad sectorial. • Recursos financieros escasos. • Gobierno pobre y corrupto. • Inadecuada valoración de los bosques. • Régimen de tenencia de la tierra inadecuado. • Escasez de capital Recomendaciones: Las mismas recomendaciones aplicables al FCPF se aplican al FIP, ya que son parte del sistema del Banco Mundial. La diferencia cualitativa con otros fondos del Banco es, talvez, que el FIP hace hincapié en el abordaje de las causas subyacentes de la deforestación y la degradación de los bosques. La canalización de recursos del Banco hacia estas áreas de la investigación podría motivar un importante y postergado debate sobre esas causas y motivaría el cambio actitudinal en actores clave, al revelar y aclarar las responsabilidades y roles en los procesos de deforestación y degradación de los bosques. 20 Referencias 1. Pueblos Indigenas Ayoreo del Chaco, Paraguay. Fotografía: Simone Lovera, CMB “…La defensa de los bienes naturales frente al capitalismo devorador se ha vuelto central parte de la agenda de lucha de cada vez más organizaciones populares y movimientos sociales. Se refuerza un frente común contra la destrucción de la naturaleza y contra las falsas soluciones del “ambientalismo de mercado” y del “capitalismo verde”, como los mercados de carbono, los agrocombustibles, los transgénicos y la geoingenería, que se impulsan desde los centros del poder ante la amenaza del cambio climático. Denunciamos que los gobiernos de los países del Norte geopolítico, antes que pensar en enfrentarlos graves efectos del cambio climático, están buscando evadir su responsabilidad y desarrollar nuevos mecanismos de mercado de carbono para hacer más ganancias, como el de “Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación” (REDD), que promueve la mercantilización y privatización de los bosques y la pérdida de soberanía sobre los territorios. Rechazamos tales mecanismos...” Declaración del Foro Social de las Américas, Asunción, 15 de agosto 2010 Los Bosques y el Cambio Climático. Manual sobre el papel de los bosques en las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, 2009. 2. LA VIDA COMO MERCANCIA:Impacto de la protección del medio ambiente basados en el mercado de la conservación sobre Pueblos Indígenas, comunidades locales y mujeres, por la Coalición Mundial por los Bosques (CMB), CENSAT Agua Viva, COECOCEIBA, EQUATIONS, Alter Vida, Coalición Timberwatch, Octubre 2008. 3. Realidades REDD: Cómo podrían impactar las estrategias para reducir las emisiones por deforestación y degradación forestal sobre la diversidad biológica y los Pueblos Indígenas en los países en desarrollo, Coalición Mundial por los Bosques, diciembre de 2009. 4. www.iwgia.org/sw4587.asp. 5. Considerations Guiding the Design of the Forest Investment Program (FIP). Gerhard Dieterle. The World Bank, 2008. 6. National Programme Document – Bolivia, UN-REDD Programme, 2010. 7. FAN Bolivia. Project Design Document of Noel Kempff Mercado Climate Action Project (2005), accesible en http://conserveonline.org/workspaces/climate.change/ClimateActionProjec ts/NoelKempff/NKPDD/PDDZip/view.html” 8. Densham, A., Czebiniak, R., Kessler, D. and Skar, R., Carbon Scam: Noel Kempff Mercado Climate Action Project and the push for sub-national forest offsets. Greenpeace International, October 2009. 9. Amigos de la Tierra Argentina, FARN, Greenpeace Argentina, Fundación Vida Silvestre Argentina, “Comentarios Iniciales de Amigos de la Tierra Argentina, FARN, Greenpeace Argentina y Vida Silvestre Argentina sobre la Estrategia Argentina en Cambio Climático y Bosques”, 2010. 10. Forest Carbon Partnership Facility Readiness Readiness Preparation Proposal Argentina, 14 May 2010. th 11. Global Witness, “Review of R-PPs submitted to the 6 FCPF Participants Meeting, Provisions on Enforcement and Non-Carbon Monitoring”, June 2010. 12. Davis, C., Williams, A., Goers, L., Davies, F., Lupberger, S., “Getting Ready with Forest Governance, a Review of the World Bank Forest Carbon Partnership Facility Readiness Preparation Proposals, World Resources Institute, 2010.