Medikuntza eta Odontologia Fakultatea Facultad de Medicina y

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Medikuntza eta Odontologia Fakultatea
Facultad de Medicina y Odontología
RESUMEN
La formación sociocultural y el profesionalismo médico han de ser una parte
importante de la formación del profesional médico. El contexto social actual -aumento
de la desigualdad social, de los movimientos migratorios y de las políticas sanitarias
privatizadoras, etc.- dotan a estos aspectos de la formación médica de una mayor
relevancia, si cabe.
Este estudio plantea una revisión de la literatura científica previa a un análisis de las
guías docentes de las asignaturas del plan docente del Grado en Medicina de la
UPV/EHU y, un cuestionario dirigido al alumnado de cuarto curso, para analizar el
papel de esta formación en el Grado en Medicina y, conocer la percepción del
alumnado sobre la formación que está recibiendo en estas competencias.
Los hallazgos objetivados muestran cómo el espacio reservado a la formación
sociocultural y el profesionalismo en el plan docente del Grado en Medicina de la
UPV/EHU es mínimo, hecho este que es confirmado por la percepción del alumnado
de cuarto curso. La opinión mayoritaria entre el alumnado apoya que debe
incrementarse el espacio dedicado a este tipo de formación en materia tan importante
e, igualmente, influyente en las capacitaciones profesionales del futuro médico en sus
aspectos comunicacionales y de relación con los demás.
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Profesionalismo, formación sociocultural y sus competencias.
1.2. Formación médica y contexto sociocultural.
1.3. Hipótesis inicial y objetivos
2. MATERIAL Y MÉTODOS
3. RESULTADOS
3.1. Análisis del plan docente del grado en medicina de la UPV/EHU.
3.2. Cuestionario al alumnado de cuarto curso.
4. DISCUSIÓN
5. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo analiza la formación sociocultural y en profesionalismo en el Grado en
Medicina. Tanto la formación sociocultural como el profesionalismo son dos
conceptos de difícil definición en el contexto educativo y médico. En esta
introducción buscaremos la aproximación a dichos términos y su utilización en el
contexto educativo que nos ocupa. Se planteará un marco teórico sobre esta
formación y las competencias que lo desarrollan, una descripción de su importancia
en el contexto social actual, para terminar con de los objetivos y la hipótesis inicial
del estudio.
1.1. PROFESIONALISMO, FORMACIÓN SOCIOCULTURAL, Y SUS
COMPETENCIAS.
Existen múltiples estudios que abordan la formación sociocultural y el
profesionalismo desde un punto de vista teórico: algunos analizando su lugar y su
función en la Medicina a lo largo de la Historia y otros en busca de una definición
normativa que concrete ambos términos.
El profesionalismo y la formación sociocultural son términos que, al aceptar diversos
matices y connotaciones, se van vaciando de significado si se usan sin concretar qué
se entiende por ellos. A continuación, se esbozará su significado y una selección de
competencias representativas para poder evaluar correctamente su lugar o papel en el
plan docente del Grado en Medicina. Consideramos que a la hora de diseñar o
valorar eficientemente una estrategia educativa, es necesario contar con una
definición teórica del contenido y los contextos sobre los que se va a trabajar (Gual et
al., 2011).
Profesionalismo médico
El término profesionalismo médico suele usarse para hacer referencia a los saberes
humanísticos de la profesión, comúnmente conocidos como arte de la medicina. Si
bien el arte de la medicina incluye el arte de curar conocimientos científicos y
técnicos-, su connotación más extendida -ámbito socio-cultural de la Medicinaguarda estrecha relación con el profesionalismo. Así, el arte de la medicina en su
conjunto -sentidos científico-técnico y socio-cultural integrados- supone entender la
Medicina como el acompañamiento en la vida al ser humano (Rillo, 2006).
De lo anterior, se entiende que el arte de la medicina es un concepto que sirve para
contextualizar y ubicar el profesionalismo, pero que no lo define. El profesionalismo
es fácil de identificar pero difícil de definir, lo que justifica el esfuerzo por buscar
una definición normativa del mismo (Swick, 2000). Según Swick, la compresión y
definición del profesionalismo médico pasan por entender las características que
distinguen la profesión y suponen su naturaleza. Así, propone entender el
profesionalismo como aquellos comportamientos que demuestran que el profesional
médico es merecedor de la confianza que sus pacientes y la sociedad le otorgan,
debido a que trabaja por el bien común. En base a esto, lo define mediante los
siguientes comportamientos (ídem):
Subordinar los intereses propios a los de los demás.
Adherirse a los principios éticos y morales de la profesión.
Dar respuesta a las necesidades sociales de la comunidad a la que se sirve.
Demostrar tener los valores humanísticos principales, que incluyen:
honestidad, integridad, cuidado, compasión, altruismo, empatía, respeto a los
demás y confianza.
Ser responsables de sí mismos y de sus compañeros de trabajo.
Demostrar un continuo compromiso con la excelencia profesional.
Comprometerse a compartir conocimientos de cara al avance del área de
trabajo.
Saber trabajar en situaciones de alta complejidad e incertidumbre.
Reflexionar sobre sus acciones y decisiones.
En el ámbito docente, Gual et Al. (2011) consideran que la formación médica debe
incluir la formación en profesionalismo, de manera que consista en un proceso de
aculturación y socialización secundaria que supongan una transformación personal
del alumnado. Esto, aplicado al emplazamiento de este estudio, implica que el plan
docente del Grado en Medicina de la Universidad del País Vasco/EHU ha de incluir
la formación en profesionalismo.
Formación sociocultural
Un gran número de los comportamientos
y competencias- que definen el
profesionalismo forman parte de la formación sociocultural; para que el profesional
médico pueda cumplir eficaz y equitativamente con el compromiso social que el
profesionalismo establece, es necesario que conozca la diversidad de clases sociales
y culturas que conviven en su entorno. A su vez, el cumplimiento de este
compromiso solo se dará si está guiado por los ideales de libertad y democracia que
se quieren para nuestra sociedad. Por tanto, en este trabajo se entiende la formación
sociocultural como la confluencia de las siguientes ramas educativas:
-Educación social: facilitar al alumnado el conocimiento de las diversas
clases sociales, potenciando su sociabilidad y circulación social. Esto incluye ofrecer
al alumnado posibilidades para la adquisición de bienes culturales, que amplíen sus
perspectivas educativas, laborales, de ocio y participación social (ASEDES; CGEES,
2007).
-Formación en interculturalidad: comprensión de las distintas formas de
entender la enfermedad según la identidad del paciente, conformada por el género, la
cultura étnica, la clase social, la edad, la preferencia sexual, la asociación gremial,
creencias y otros factores (Bleszynska, 2008).
-Educación en valores: incluir aspectos de personalidad en la formación con
el objetivo de
en lo personal y de ciudada
(Ruiz, et al., 2012). Se
incluye esta rama formativa puesto que es necesario que los futuros médicos sean
personas críticas y autónomas en su pensamiento. En primer lugar, porque una
formación que persiga esto es imprescindible en todos los sectores de la sociedad
para que ésta se garantice como democrática. En palabras de Erich Fromn (1982):
crecentar la libertad, iniciativa y
espontaneidad del individuo, no sólo en determinadas cuestiones privadas y
espirituales, sino esencialmente en la actividad fundamental de la existencia humana:
En segundo lugar, porque es especialmente importante garantizar este
tipo de educación en el Grado en Medicina, ya que se trata de un colectivo
profesional que, en gran parte, trabajará en el sector público y lo hará en contacto
directo con la ciudadanía.
Competencias
La entrada en vigor del plan Bolonia supuso la incorporación de la formación en
competencias al currículo universitario. En este estudio consideramos necesario
definir las competencias que contribuyen al desarrollo de la formación sociocultural
y el profesionalismo y, valorar su representación o papel en el actual plan docente del
Grado en Medicina de la UPV/EHU. Esto cobra aún más relevancia cuando hace un
mes escaso ha salido publicado un artículo de Consenso Internacional sobre
Competencias en el Grado de Medicina sobre el tema que nos ocupa (García de
Leonardo et al., 2016).
Las competencias que comprenden el profesionalismo y la formación sociocultural
pueden variar según quién las defina. En nuestro caso, se ha recurrido a referentes
oficiales a la hora de elaborar la guía docente de una asignatura del Grado en
Medicina: Boletín Oficial del Estado nº 40 (2008), Libro Blanco de ANECA (2005) y
Global Mínimum Essential Requirements in Medical Education (2002). De ellas se
seleccionaron las más acordes para el estudio que nos proponemos. Posteriormente y
tomando como referencia varios estudios de formación en competencias (Fonseca y
Ruiz, 2005 editoras; Fonseca et al., 2005), fueron reformuladas para obtener una lista
de competencias adecuada a este trabajo. El resultado es la siguiente selección:
Conocer el impacto de la desigualdad social y la inmigración sobre la salud.
Saber aplicar el principio de justicia social a tu práctica profesional.
Ser consciente de la repercusión medioambiental de tu actividad profesional.
Conocer el estado de salud poblacional a nivel internacional y los diferentes
sistemas de salud.
Conocer los factores socio-culturales que repercuten en la salud: ambientales,
económicos, etc.
Capacidad para trabajar desde la incertidumbre
Conocer y respetar la diversidad de culturas y costumbres.
Capacidad para trabajar ante contextos interculturales.
Desarrollar la práctica profesional con respeto a otros profesionales de la
salud.
Capacidad para cooperar de forma interdisciplinar con otros profesionales.
Tener, en la actividad profesional, un punto de vista crítico y creativo.
Comprender la importancia y las limitaciones del pensamiento científico en el
manejo de las enfermedades.
A la hora de evaluar la formación recibida en ellas bajo el plan docente, se tomó
como referencia un estudio que analiza la percepción de médicos ya graduados sobre
sus habilidades comunicativas y de relación clínica (Sogi et al., 2007), y otro estudio
sobre las habilidades comunicativas en profesionales del ámbito de la Medicina de
Familia (Ashbury et al., 2001).
En él ámbito concreto del Grado en Medicina de la UPV/EHU, hasta el momento en
la literatura no se recoge ningún estudio que haya analizado la formación en
competencias del alumnado.
1.2. FORMACIÓN MÉDICA Y CONTEXTO SOCIOCULTURAL
Ante el gran dinamismo social de la época actual, los futuros profesionales médicos
deberán conocer cada vez mejor la sociedad para poder relacionarse bien con el
paciente y prestar una asistencia médica de calidad. Es decir, más allá de su
importancia teórica, es el contexto social actual lo que hace realmente importante que
el Grado en Medicina incluya la formación sociocultural.
El aumento de la desigualdad social y de los movimientos migratorios son dos ejes
del actual dinamismo social que fundamentan la importancia de la formación
sociocultural para el futuro profesional médico. Por otra parte, estudiar las políticas
privatizadoras de los sistemas de salud e imaginar cómo el profesional médico puede
luchar contra ellas desde su trabajo revelan el efecto sinérgico que la formación
sociocultural y en profesionalismo pueden tener.
Desigualdad social y relación clínica
Durante el comienzo del siglo XXI, la crisis económica ha marcado nuestra sociedad.
A raíz de ella, la desigualdad social ha alcanzado niveles impactantes: según
estadísticas del Credit Suisse (2015), en 2015 el 1% más rico de la población
mundial llegó a acumular la misma cantidad de riqueza que el 99% restante. Dentro
de la situación global, España no se encuentra en buena posición: según el informe
Government at a Glace 2015 de la OCDE (2015), España es el país OCDE con
mayor desigualdad de ingresos entre ricos y pobres.
Este aumento de la desigualdad social no afecta por igual a las dos partes de la
relación clínica médico y paciente-. Para comprenderlo, lo primero que se debe
hacer es considerar el aumento de la desigualdad social y la crisis económica como
productos de varias décadas de políticas neoliberales y no como sucesos espontáneos
y sin causa alguna (Colectivo IOE, 2015). Son estas políticas las que generan la
desigualdad social y las que afectan de distinta forma a cada parte de la relación
clínica. Esto se deduce al analizar las consecuencias que éstas tienen en los servicios
públicos que permiten que cada uno de los participantes de la relación clínica se
encuentre con el otro: el educativo en cuanto al profesional médico- y el sanitario
respecto al paciente-.
La figura del profesional médico se ve afectada por estas políticas en cuanto a su
ataque a la educación pública en general y universitaria en particular. En el ámbito
universitario, los últimos recortes en educación han provocado un aumento del
porcentaje de financiación estructural de la universidad pública que proviene de las
matrículas que han ido encareciéndose- pagadas por los estudiantes y sus familias.
En 2010, las tasas suponían el 15% de los ingresos de las universidades públicas y en
2013 alcanzaron el 22 %. Durante estos tres años, los recortes supusieron una
reducción de 1.082 millones de la inversión pública en la educación universitaria, a
la vez que el dinero proveniente de las tasas universitarias aumentó en 422 millones.
Así, se puede afirmar que los estudiantes y sus familias pagaron el 40% de los
recortes que se dieron durante estos tres años (CRUE, 2015). Estos datos muestran
como los recortes en educación repercuten directamente sobre la economía familiar
de los estudiantes, de lo que se deduce que, según estas medidas se intensifican o
perpetúan, los estudios universitarios serán más caros para las familias y, por ello,
menos asequibles para los estudiantes de clase sociales bajas. Extrapolándolo al
el actual
graduado en Medicina- irá ascendiendo de nivel económico según se vaya recortando
el dinero público destinado a la financiación de la educación universitaria.
En cuanto al paciente, los recortes en sanidad hacen que el Sistema de Salud Publico
pierda calidad asistencial (peores recursos materiales, aumento de las listas de espera,
etc.). En el Estado español, el gasto sanitario durante el periodo de mayores recortes
(2009-2013), cayó un 16,3% (Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas,
2013). Ante la escasa y retrasada publicación de indicadores de salud, el deterioro de
calidad asistencial se puede ver en dos datos: el aumento de las listas de espera
en
2009 los pacientes que aguardaban más de seis meses para operarse eran el 5% del
total; en 2013 suponían el 13,7% (ídem)- y la evolución negativa de los indicadores
de opinión. Respecto a esto último, según el último Barómetro Sanitario del CIS
(Ministerio de Sanidad, 2014), la nota que la ciudadanía da a la sanidad pública es la
más baja desde 2008. Aunque sigue siendo positiva (un 6,31 sobre 10), ha
aumentado considerablemente el número de encuestados que afirman el deterioro del
os que creen que las listas de espera, los hospitales, la atención
primaria y la especializada han empeorado se han multiplicado por tres en apenas
ídem).
Ante esta desfinanciación y pérdida de calidad asistencial, se entiende que gran parte
de los pacientes cuyo nivel económico se lo permita optarán por servicios privados
que les ofrezcan evitar dicho deterioro asistencial. Como dice un informe del
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (2015)
l gasto sanitario
privado ha presentado una tendencia creciente en la última década, pasando del
2,05% del PIB en el año 2000 al 2,63% en 2012. En términos absolutos, el gasto
privado presenta niveles históricamente altos en el período de crisis económica
(2008-2012), hecho que resulta de la desinversión pública. . Así, si los pacientes de
mejor nivel económico empiezan a optar por servicios privados, se entiende que el
perfil medio del usuario de la sanidad pública ira descendiendo de nivel económico.
Por tanto, la repercusión de las políticas neoliberales y su inherente aumento de la
desigualdad social repercuten de la siguiente forma en la relación clínica: el perfil
medio de graduado en Medicina va ascendiendo de nivel económico y el perfil medio
de usuario del Sistema Nacional de Salud va descendiendo, Esta asimetría social de
la relación clínica es uno de los factores que hace imprescindible la formación
sociocultural: permitirá al profesional médico conocer mejor el contexto de la vida
de sus pacientes que, en el contexto de la desigualdad social actual, muchas veces
pertenecerán a clase sociales más bajas. Evidentemente, esto contribuirá a mejorar la
calidad de la relación clínica y la asistencia sanitaria.
Inmigración y relación clínica
Otra situación actual en la que el contexto vital del paciente es distinto al del
profesional médico es cuando pertenecen a diferentes culturas. Durante este
comienzo de siglo, esta es también una situación cada vez más frecuente, debido al
aumento de la población inmigrante. Según datos del Instituto Nacional de
Estadística, la población empadronada con nacionalidad extranjera era de 923.879
personas en el año 2000 (Instituto Nacional de Estadística, Revisión del Padrón
Municipal del laño 2000, 2000) y pasó a ser de 4.729.644 personas en el año 2015
(Instituto Nacional de Estadística, 2015). Ante este contexto, la necesidad de la
formación sociocultural y en multiculturalidad en concreto- del futuro profesional
médico reside en: 1) conseguir que el profesional médico sepa trabajar en contextos
multiculturales, dándose una relación clínica adecuada con los pacientes inmigrantes
y mejorando la salud de esta parte de nuestra población; 2) intentar que el gremio
médico asimile el contexto multicultural como una fuente de riqueza social y cultural
y no como una dificultad, contribuyendo a la concienciación social.
Defensa de la sanidad pública y universal
Ya se ha hablado de los recortes en sanidad y su repercusión en la relación clínica. Es
interesante estudiar el objetivo al que responden estas medidas porque dibuja una
situación en la que el profesionalismo y la formación sociocultural cobran un efecto
sinérgico. Los recortes en sanidad deben entenderse como el inicio de un proceso de
privatización del sector. Chomsky (2012) esclarece cómo cualquier mecanismo de
privatización: primero desfinanciar, luego asegurarse de que las cosas no funcionan
bien hasta que la gente se enoja y finalmente se l
.
En base a que la sanidad pública y universal es el único sistema democrático -trata la
salud como un derecho de toda la ciudadanía y no como una mercancía que unos
pueden adquirir y otros no-, todo profesional médico debería defenderla en base a: 1)
los valores de justicia y equidad, y el compromiso social que el profesionalismo
médico conlleva; 2) la formación en valores democráticos que, como toda la
ciudadanía, deberían haber recibido.
En el contexto de un proceso de privatización, esta defensa de la sanidad pública se
verá obstaculizada por la desfinanciación, pues la falta de recursos materiales y
personales coartan la capacidad del profesional médico de mantener el
reconocimiento social del servicio. En cambio, la formación sociocultural, junto a los
valores democráticos y el conocimiento de la sociedad que supone, y el
profesionalismo médico, con las habilidades y competencias que aporta
(comunicación, empatía, etc.), ayudarán al médico a defender la sanidad pública en
este contexto. Son capacidades que no podrán ser recortadas económicamente y que
han demostrado tener un fuerte impacto sobre la satisfacción del paciente con la
atención médica que recibe (Ashbury et al., 2001). Esta capacidad de mantener la
satisfacción del paciente con el sistema a pesar de los recortes establece una barrera
en el proceso de privatización que describe Chomsky en cuanto a que evita el
descrédito social. Así, aquí vemos como el profesionalismo y de la formación
sociocultural del profesional médico se retroalimentan positivamente para cumplir un
mismo objetivo.
Por último, es importante remarcar que con esto no se entiende el uso del
profesionalismo médico como una medida paliativa de los efectos de los recortes en
la opinión pública, sino como arma para mantener el compromiso social con la
sanidad pública y universal a pesar de la desfinanciación, involucrando y uniendo a
profesionales y usuarios en la lucha contra la privatización. En conclusión, la
formación sociocultural y el profesionalismo permitirán al profesional médico
colaborar a mantener el compromiso de la ciudadanía en el sistema sanitario público
a pesar de los recortes que las políticas neoliberales fijen, contribuyendo esto a la
defensa de la sanidad pública universal.
1.3. HIPÓTESIS INICIAL Y OBJETIVOS
En este curso 2015/2016 finaliza la primera promoción del Grado en Medicina, lo
que hace que estemos en el momento clave para valorar el plan docente actual de la
UPV/EHU, analizando qué lugar está teniendo la formación sociocultural y el
profesionalismo. Nuestra experiencia como docente y discente nos lleva a partir
desde la hipótesis de que el espacio dedicado a la formación sociocultural y el
profesionalismo está siendo prácticamente nulo u ocasional en la mayoría de las
asignaturas y de que el nivel de formación del alumnado en estas competencias no
repercute significativamente sobre su expediente. Por otra parte, el conocimiento de
la percepción del alumnado sobre este tema, podría suponer una oportunidad para
reflexionar sobre la presencia y visibilidad de estas competencias en el currículo.
La finalidad de este estudio es analizar y plantear unas bases desde las que la
formación sociocultural y en profesionalismo pueda progresar con la meta de
contribuir a mejorar, a largo plazo, la calidad asistencial del Servicio de Salud
Pública de forma más justa y equitativa. Esto se concreta en los siguientes objetivos:
Identificar los créditos destinados a la formación sociocultural y el
profesionalismo dentro del plan de estudios del Grado en Medicina.
Conocer si los sistemas de calificación valoran significativamente el nivel de
formación sociocultural y profesionalismo del alumnado.
Conocer la percepción del alumnado de cuarto curso sobre la formación que
está recibiendo en formación sociocultural y profesionalismo
2. MATERIAL Y MÉTODOS
De cara a cumplir con estos objetivos, se diseñó un estudio descriptivo sobre el
espacio del currículo que se les asigna a las competencias seleccionadas; una
valoración sobre la relación entre el nivel de formación del alumnado en estas
competencias y sus expedientes académicos; y, un análisis cualitativo de la
percepción de los alumnos del Grado en Medicina sobre su nivel en formación
sociocultural y profesionalismo.
El primer paso consistió en una revisión de la literatura científica ha abordado este
tema. Así, se obtuvo una base teórica desde la que plantear el estudio y un listado de
competencias de formación sociocultural y profesionalismo en base a las que analizar
las guías docentes de las asignaturas y el nivel de formación del alumnado.
En un segundo momento, se analizó el espacio de estas competencias en las guías
docentes de todas las asignaturas a excepción de las optativas- del plan docente del
Grado en Medicina (UPV/EHU). Para complementar el análisis de algún apartado
del plan docente del que no aparecía suficiente información, se acudió al Boletín
Oficial del Estado 33/2008 (Ministerio de Educación y Ciencia, 2008).
En tercer lugar, para conocer la percepción y el nivel de formación del alumnado en
estas competencias, se elaboró un cuestionario ad hoc (anexo 1) que obtiene datos
sobre: 1) perfil demográfico; 2) expectativas profesionales; 3) expediente
universitario; 4) nivel de formación en las competencias descritas; 5) los ámbitos y
asignaturas responsables de esta formación; 6) opinión sobre la importancia de estas
competencias. Para cerrar el cuestionario, se pregunta por la honestidad y sinceridad
al responder el cuestionario y se propone redactar alguna idea que no se haya podido
expresar mediante el mismo.
La comprensibilidad y duración adecuada del cuestionario fueron determinadas a
través de un pilotaje en el que participaron voluntariamente cinco alumnos del Grado
en Medicina.
El alumnado a estudio fue el de cuarto curso del Grado en Medicina de la UPV/EHU,
pues se consideró que contaba con experiencia suficiente en el Grado para poder
valorar su plan docente y la formación que éste les había provisto, y que, a diferencia
de cursos superiores, algunos grupos docentes habían cursado al menos una
asignatura que implementaba metodologías activas en el aula y evaluaba la
participación del alumnado en ellas (Fonseca y Flórez, 2015)
Respecto a cuestiones éticas, antes de repartir los cuestionarios, se solicitó
verbalmente el consentimiento informado y se explicó que la participación era
anónima y voluntaria y que los datos serían utilizados exclusivamente para los
objetivos de este estudio (transcrito en el anexo 2).
3. RESULTADOS
3.1. ANÁLISIS DEL PLAN DOCENTE DEL GRADO EN MEDICINA DE LA
UPV/EHU
En el análisis del espacio que las competencias relativas a la formación sociocultural
y profesionalismo tienen en el plan docente del Grado en Medicina de la UPV/EHU,
se observó que predominan las asignaturas que no dedican ninguna competencia a
la formación sociocultural y el profesionalismo (a partir de ahora Grupo 1).
Comparando su peso en créditos con el total, suponen un 61%.
El resto de asignaturas se pueden clasificar en varios grupos. En primer lugar,
aquellas en las que el espacio de estas competencias en sus guías docentes es
anecdótico (a partir de ahora Grupo 2). La mayoría de éstas solo les dedica un punto
de su guía docente y ninguna más de dos. Además, algunas utilizan términos
confusos que no dejan claro si la competencia incumbe a la formación sociocultural y
el profesionalismo (p.ej.: saber comunicarse, entorno vital de la persona enferma,
etc.). En muchas ocasiones, estas expresiones se repiten literalmente en las guías de
varias asignaturas. Estas asignaturas y su peso en créditos respecto del total se
exponen en la Tabla 1.
Por otra parte, en la Tabla 2 figuran las asignaturas que dedican gran parte de sus
competencias de la formación sociocultural y el profesionalismo, en su guía docente
(a partir de ahora Grupo 3). En comparación con las del grupo anterior, el espacio es
mayor tanto en cantidad como en desarrollo, siendo más explícitos los objetivos de
las competencias.
Por último, destacan dos asignaturas -figuran en la Tabla 3- que dedican la práctica
totalidad de sus guías docentes a estas competencias (a partir de ahora Grupo 4).
Hasta aquí se ha analizado el plan docente de los primeros cinco cursos. El sexto
curso cuenta con la particularidad de no tener asignaturas al uso. En cuanto al
Trabajo de Fin de Grado, en el plan docente no aparece información sobre las
competencias adquirir y respecto a las prácticas tuteladas, la única referencia a las
Por esto, para complementar este apartado se acudió al Boletín Oficial del Estado
(BOE 33/2008)2. En él, las competencias del TFG no se vinculan a la formación
sociocultural y el profesionalismo. En cambio, en la descripción de las prácticas
tuteladas sí que se fijan como unas de las competencias a adquirir. Por tanto, si
tenemos en cuenta la información del BOE, los créditos de las prácticas tuteladas
sumarían un 15.51% a las asignaturas que dedican parte de sus competencias a la
formación sociocultural y el profesionalismo. En cambio, si tomamos la información
del plan docente de la UPV/EHU, sería del 0%. Dado el emplazamiento de este
estudio, se tomará como válido este último dato.
3.2. CUESTIONARIO AL ALUMNADO DE CUARTO CURSO
Una vez finalizado el trabajo de campo, se obtuvo una respuesta de 68 encuestas
datos de las 67 encuestas consideradas válidas fueron agrupados y analizados
mediante Excel. De estos 67 encuestados, 44 eran mujeres y 23 hombres. Respecto a
las Unidades Docentes, 27 eran de Cruces y 40 de Basurto.
En cuanto a los grupos docentes a los que habían pertenecido durante el tercer curso
del Grado, 8 alumnos pertenecían al Grupo 31, 18 al Grupo 01, 18 al Grupo 02 y 23
al Grupo 03.
Las preguntas 1 y 2 del cuestionario estaban enfocadas a obtener datos sobre las
expectativas profesionales del alumnado (Tabla 4). La primera preguntaba por el
ámbito en el que querían trabar y la segunda por el tipo de sistema sanitario.
A continuación, en las preguntas 3 y 4 se pedía a los encuestados que marcasen el
rango en el que situaban la nota media de su expediente académico y la obtenida en
la asignatura de Comunicación y Relación Clínica. Los resultados se exponen en la
Tabla 5.
La pregunta 5 pedía que indicasen el nivel de formación que consideraban tener en
las competencias seleccionadas como representativas de la formación sociocultural y
el profesionalismo. La puntuación media de todo el alumnado encuestado en el
conjunto de las once competencias fue de
El nivel de formación medio del
alumnado en cada una de las competencias se expone en la Tabla 6.
A su vez, el nivel de formación el conjunto de estas competencias se estudió
dividiendo al alumnado en función del rango de la nota media de su expediente
académico (Tabla 7) y la obtenida en la asignatura de Comunicación y Relación
Clínica (Tabla 8).
En cuanto a los ámbitos a los que achacaban su nivel de formación en estas
competencias, los resultados de la pregunta 6 muestran que el 46% de los
encuestados atribuyen su nivel de formación únicamente al Grado en Medicina, un
17% lo atribuye exclusivamente a otros ámbitos y un 37% a la combinación de
ambos.
Centrándonos específicamente en la formación aportada por el Grado en Medicina,
en la pregunta 7 se ofrecía una lista con varias asignaturas del Grado y se pedía que
marcasen aquellas que creían que habían contribuido a su formación en estas
competencias. Estos resultados se exponen en la Tabla 9.
Esta últ
especificar alguna asignatura que no figurase en esta lista. Ninguna asignatura fue
citada por más de dos personas.
Por último, las preguntas 8 y 9 estaban dirigidas, respectivamente, a conocer la
opinión del alumnado sobre el espacio que la formación sociocultural y
profesionalismo deberían tener en el Grado en Medicina, y sobre la importancia de la
parte humanística de la medicina respecto de la puramente técnica. La Tabla 10
resume los datos de la primera pregunta.
En cuanto a la pregunta 9, una gran mayoría el 81%- considera que los saberes
humanísticos de la Medicina son igual de importantes que los técnicos. Del resto, un
13% opina que la importancia de estos conocimientos humanísticos es menor y un
6% considera lo contrario.
4. DISCUSIÓN
Los hallazgos de este estudio reflejan que la importancia -tanto teórica como socialde la formación sociocultural y del profesionalismo, contrasta con el reducido
espacio al que se les relega en el currículo del Grado en Medicina. Además, la
experiencia del alumnado de cuarto curso confirma lo objetivado en estos análisis, y
la opinión entre ellos apoya de forma evidente el incremento del espacio del
currículo dedicado al profesionalismo y la formación sociocultural. El hecho de que
este estudio se haya desarrollado en el contexto de un Trabajo de Fin de Grado,
supone ciertas limitaciones temporales y materiales que influyen en el tamaño final
de la muestra. Esto último se traduce en hechos como que el cuestionario solo se
haya podido administrar en las Unidades Docentes más cercanas a nuestro
emplazamiento.
Como se evidencia en los datos expuestos, la Formación sociocultural y en
profesionalismo en el Grado en Medicina, deja mucho que desear. Cuanto mayor es
la asignación de créditos a una asignatura en el plan docente, menor proporción se les
dan a las competencias relacionadas con la formación sociocultural y el
profesionalismo, al menos en sus guías docentes. Así, predominan las asignaturas del
Grupo 1 (61% del total de los créditos del currículo) que no dedican ninguna
competencia a la formación sociocultural y el profesionalismo. Sin embargo, las
asignaturas que incluyen explícitamente en su guía docente al trabajo de
competencias para la formación en estas capacidades -Grupo 4- , son ampliamente
minoritarias.
Respecto al análisis del sexto curso, el hecho de la diferencia objetivada entre la
información del BOE y el plan docente de la UPV/EHU, deja ver una planificación
del rotatorio de prácticas en la que la formación sociocultural y el profesionalismo no
han tenido el papel estipulado.
Con el objetivo de corroborar que estas diferencias entre las guías docentes se
percibían en la docencia práctica de las mismas, en la pregunta 7 del cuestionario se
ofreció al alumnado una lista que contenía asignaturas de los Grupos 2, 3 y 4 y se
pedía que marcasen aquellas que creían les habían aportado formación en las
competencias seleccionadas en este trabajo. Los resultados muestran como la
proporción de asignaturas marcadas por más del 50% de los encuestados aumenta
cuando pertenecen a un grupo de asignaturas que más espacio dedican a estas
competencias. Así, de las 6 asignaturas del Grupo 2 ofrecidas, solo una fue marcada
por más de la mitad de los encuestados (Patología Clínica y Médica I, 57%). Si
pasamos al Grupo 3, una de las dos asignaturas ofrecidas fue marcada por el 57% de
los encuestados Psicología (57%). En el Grupo 4, la asignatura de Ética Médica,
Comunicación y Relación Clínica
única del Grupo 4 que habían cursado- fue
marcada por el 90% de los encuestados. Respecto a las asignaturas del Grupo 1,
Así, vemos como la percepción del alumnado confirma la falta de espacio de estas
competencias en el plan docente de la UPV/EHU y objetivada en este estudio.
En cuanto al nivel de formación sociocultural y profesionalismo del alumnado, la
puntuación media analizada (de 3-3 sobre 5), nos indican que el nivel de formación
del alumnado es aceptable. Aun así, si tenemos en cuenta la sobreestimación propia
de los métodos de autoevaluación y que el 54% de los encuestados reconocen la
influencia de otros ámbitos en exclusiva o junto al Grado en Medicina- en este nivel
de formación, podemos deducir que el nivel de formación en estas competencias que
el plan docente proporciona no es el adecuado.
En cuanto a la división de los resultados del nivel de formación en base al expediente
académico y la nota obtenida en la asignatura de Ética y Comunicación y Relación
Clínica, no se observan claras diferencias. Esto puede ser debido a que la muestra
final no es lo suficientemente grande como para que cada rango cuente con un
número representativo de alumnos.
En cambio, la división del número de alumnos encuestados en función del rango en
que sitúan sus notas medias, muestran que la distribución entre los rangos 10-9 y 8,97 es más equitativa en la asignatura de Ética y Comunicación y Relación Clínica
tanto en el conjunto como en los grupos docentes 02 y 03- que en el expediente
académico. De esto se puede deducir que el alumnado encuestado tiene un nivel de
formación en las competencias de esta asignatura bastante similar, lo que no se
refleja en sus expedientes académicos, donde el alumnado en el rango más alto es
mínimo y el resto se concentra en el rango intermedio.
Para plantear unas bases desde las que la formación sociocultural y en
profesionalismo puedan progresar, es imprescindible contar con la opinión y/o
percepción del alumnado, de forma que las propuestas que se hagan sean
democráticas y, consecuentemente, efectivas.
Los resultados de este estudio muestran que la inmensa mayoría del alumnado (81%
de los encuestados) considera que los conocimientos humanísticos de la profesión
médica son igual de importantes que los técnicos. Este hecho contrasta con la
diferencia de espacio en el plan docente objetivada.
Por otra parte, es también mayoría (60% de los encuestados) el alumnado que cree
que el espacio de la formación sociocultural e el profesionalismo en el Grado en
Medicina debe aumentar.
En la línea de lo comentado en el contexto social desarrollado en la introducción, la
formación sociocultural y en profesionalismo es especialmente importante en
relación a las expectativas profesionales del alumnado. Esto es debido a que gran
parte acabará trabajando en un sistema sanitario público. Los resultados de este
estudio también corroboran esto, pues el 84% del alumnado asegura que en el futuro
trabajarán exclusivamente en un sistema público.
¿Cómo progresar?
El espacio en el plan docente dedicado a estas competencias profesionales es
mínimo, el nivel de formación del alumnado no es tan alto como se podría esperar
más si tenemos en cuenta que parte de su nivel de formación corresponde a otros
ámbitos-, y el alumnado cree que este tipo de formación debe ocupar más espacio en
su formación. Si se articula todo esto, vemos como todo apunta hacia una misma
dirección: la formación sociocultural y en profesionalismo deben y pueden tener más
espacio y reconocimiento en el Grado en Medicina.
Si bien una reforma profunda del plan docente debe ser planteada en base a un
estudio más amplio y detenido, creemos que con lo visto en este estudio se está en
condiciones de proponer, al menos, alguna vía alternativa para ir incrementado el
espacio de este tipo de formación de forma transversal en el Grado en Medicina.
Esto no tiene porqué implicar, como muchas veces se piensa, un espacio en forma de
asignatura, sino que también se puede desarrollar de otras formas. Así, creemos que
el hecho de que la Universidad abra, mantenga o soporte vías de contacto entre el
alumnado y gente que trabaje con los sectores a los que la formación sociocultural
nos pretende acercar puede ser enormemente productivo y positivo. Como ejemplos
prácticos que se podrían implementar a corto plazo y con poco coste, sería factible en
que el alumnado conociese estos sectores socioculturales a través de la colaboración
con ONGs, activistas sociales, etc. ya organizados, siendo esto reconocido y apoyado
por la Universidad tanto al alumnado como a los potenciales colaboradores. Así,
también sería positivo que este contacto se pudiese dar a la inversa, y que estas
organizaciones pudiesen tener cada vez más espacio dentro del espacio formativo de
la Universidad. Ahora bien, si esta formación recae solo sobre el profesional
universitario podría estar sesgada. Por lo que ampliarlo a mas colectivos y
profesionales, garantizaría que la formación sociocultural se trabajase de una forma
más democrática en la propia Universidad.
5. CONCLUSIONES
- El espacio de la formación sociocultural y el profesionalismo en el plan docente del
Grado en Medicina de la UPV/EHU es mínimo y la experiencia del alumnado lo
confirma.
-Si bien el nivel de formación sociocultural y en profesionalismo del alumnado es
aceptable, no así el proporcionado por el Grado en Medicina: gran parte del
alumnado reconoce la influencia de otros ámbitos en su nivel de formación.
-El expediente académico no refleja fielmente el nivel de formación sociocultural y
en profesionalismo del alumnado.
- El alumnado considera que los conocimientos humanísticos y técnicos tienen la
misma importancia en la profesión médica.
-Es mayoritario el alumnado que considera que el espacio de la formación
sociocultural y el profesionalismo en el Grado en Medicina debe incrementarse.
-La gran mayoría del alumnado trabajará en un sistema sanitario público, contexto en
el que la formación sociocultural y el profesionalismo son especialmente
importantes.
-La formación sociocultural y en profesionalismo deben y pueden tener más espacio
e importancia en el Grado en Medicina.
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO 1: CUESTIONARIO AD HOC
CUESTIONARIO SOBRE FORMACIÓN SOCIOCULTURAL Y
PROFESIONALISMO EN EL GRADO EN MEDICINA
Somos Pablo Flórez, alumno de 6º curso de Medicina, y Montserrat Fonseca,
profesora de la UPV/EHU. Estamos dedicando nuestro TFG a la formación sociocultural y
el profesionalismo en el Grado en Medicina. Para ello, queremos contar con tu opinión.
Gracias por dedicar un poco de tu tiempo a completar este cuestionario anónimo.
DATOS DEMOGRÁFICOS:
Mujer
Hombre
Año de nacimiento: _____
Convivencia:
Familia de origen
Piso compartido
Familia propia
Solo
Profesión de los padres relacionada con las ciencias de la salud:
Sí
No
Unidad docente:
Cruces
Basurto
Gasteiz
Grupo docente del curso pasado (3º):
Grupo 01
Grupo 02
Grupo 03
Donostia
CUESTIONARIO
¿En qué ámbito te ves trabajando en el futuro?:
Atención primaria
Hospital
Otros
¿En qué tipo de sistema sanitario te ves trabajando?:
Público
Privado
Otros
¿En cuál de estos rangos sitúas (aproximadamente) la nota media de tu expediente
universitario?
10 - 9
8,9 - 7
6,9-5
¿En cuál de estos rangos sitúas (aproximadamente) tu nota en la asignatura de Comunicación
y Relación Clínica del pasado curso (3º)?
10 - 9
8,9 - 7
6,9-5
4,9-0
Del 0 al 5, siendo 5 el nivel más alto, ¿cuál consideras que es tu nivel de formación en las
siguientes competencias relacionadas con la formación sociocultural y profesionalismo?
actividad profesional. ___
salud. ___
-culturales que repercuten en la salud: ambientales,
económicos, etc. ___
respetar la diversidad de culturas y costumbres. ___
interdisciplinar con otros profesionales. ___
las enfermedades. ___
Tu nivel de formación en estas competencias, se debe a la formación que has recibido en:
Grado en Medicina
Otros ámbitos. Especifica cuáles:
En base a las competencias mencionadas, señala la/s asignatura/s que han contribuido a tu
formación en ellas:
Documentación, Historia, Teoría y Método de la Medicina
Introducción a la Investigación Biomédica
Ética Médica, Comunicación y Relación Clínica
Patología Clínica y Médica I
Psiquiatría
Dermatología
Oftalmología
Otorrinolaringología
Psicología
Otras. Especifica cuáles:
Respecto al plan de estudios actual del Grado en Medicina, ¿qué espacio opinas que deberían
tener las competencias mencionadas?
Mayor
Menor
El actual
Las competencias mencionadas forman parte de los saberes humanísticos de la Medicina.
Consideras esta parte humanística más o menos importante que la parte técnica:
Más
Menos
Ambas son igual de importantes
¿Has respondido sincera y honestamente todas las preguntas?
Sí
No
Por favor, si este cuestionario te ha sugerido alguna idea que no hayas podido exponer a través
de las preguntas anteriores, hazlo aquí:
ANEXO 2: TRANSCRIPCIÓN DE LA EXPLICACIÓN VERBAL
SOBRE EL CONSENTIMIENTO INFORMADO, ANONIMATO Y
VOLUNTARIEDAD DEL CUESTIONARIO
¡Buenos días! Soy Pablo Flórez, un alumno de 6º de Medicina que estoy haciendo el TFG
junto a mi tutora Montserrat Fonseca, profesora de la UPV/EHU. Estoy aquí porque una
parte de este trabajo es un cuestionario dirigido al alumnado de 4º curso.
Antes de n
parecer desconocido, el profesionalismo engloba todos los principios éticos y
deontológicos que el profesional médico debe tener para cumplir con su compromiso con
la sociedad. Seguro que conocéis alguno: beneficiencia, justicia, autonomía del paciente,
etc.
Dentro del campo del profesionalismo, destacamos la formación sociocultural, cuyo
objetivo es que el médico conozca, respete y sepa trabajar con todas las clases sociales y
culturas que conviven en su entorno.
Quizás entendáis mejor el objetivo de este tipo de formación si os leo alguna de las
competencias que se incluyen dentro de ella:
-Conocer el impacto de la desigualdad social y la inmigración sobre la salud
-Saber aplicar el principio de justicia social a tu práctica profesional.
-Conocer y respetar la diversidad de culturas y costumbres
-Capacidad para trabajar ante contextos interculturales.
-Desarrollar la práctica profesional con respeto a otros profesionales de la salud.
Por supuesto, vuestra participación es totalmente anónima y voluntaria. Los que no
queráis responderlo, podéis salir a descansar fuera o, si preferís, entregar el cuestionario
sin completar. Aquellos que queráis responderlo, sabed que los datos que obtengamos
serán usados solo para este estudio.
El cuestionario tiene dos partes:
-En la primera, os preguntamos algunos datos sobre vuestro paso por la UPV/EHU
y vuestro futuro profesional.
-En la segunda, os preguntamos por vuestro nivel de formación en las
competencias que he leído antes y por la opinión que tenéis de este tipo de formación.
¿Tenéis alguna duda?
Si no hay más dudas, aquellos que queráis rellenar el cuestionario, id haciéndolo, por
favor. Si según lo vais leyendo, decidís que no queréis contestar alguna pregunta, dejadla
en blanco. Si tenéis alguna duda, avisadme y os ayudaré. Muchas gracias por dedicarnos
estos minutos y, para cualquier cosa, mis datos institucionales son los siguientes:
-Departamento: Unidad Docente de Cruces
-Dirección Postal: Plza. de Cruces 12, 48903 Barakaldo (Bizkaia)
-Tlfno: 946 01 82 60
-Correo electrónico: pbflorez001@ikasle.ehu.eus
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