Unas bolitas de anís

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U n a s
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p e r s o n a s
a d u l t a s
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Unas
bolitas
de
anís
Taller literario
2010 ­ 2011
Escuela de Personas Adultas
Villar del Arzobispo
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Todo depende de la posición
Hacerlo parado fortalece la columna,
boca abajo estimula la circulación de la sangre,
boca arriba es más placentero,
hacerlo solo es rico, pero egoísta,
en grupo puede ser divertido,
en el baño es muy digestivo,
en el auto puede ser peligroso...
Hacerlo con frecuencia
desarrolla la imaginación,
entre dos, enriquece el conocimiento,
de rodillas, resulta doloroso...
En fin, sobre la mesa o sobre el escritorio,
antes de comer o de sobremesa,
sobre la cama o en la hamaca,
desnudos o vestidos,
sobre el césped o en la alfombra,
con música o en silencio,
entre sábanas o en el closet:
hacerlo, siempre es un acto de amor y de enriquecimiento.
No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición
económica...
... Leer es un placer
Jaime Baily
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TÍTULO:
EDITOR:
AUTOR:
MAQUETACIÓN:
IMPRESIÓN:
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Unas bolitas de anís
Formación de Personas Adultas El Villar
Miguel Deltoro Balaguer
Miguel Deltoro Balaguer
Gráficas Serranía, s.l.
Depósito Legal:
ISBN:
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ÍNDICE
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
A quien madruga
Carta a mis queridas faltas de ortografía
Cerca del agua
Como la higuera joven
Como tú
Cosas que nunca he hecho
Cuando ocurrió yo estaba allí
De un salto
Debajo del granado
Descripción de mi esposa
¿Es vida, la vida?
Estoy contenta de llamarme...
Fonemoramas
La piel de gallina
Me gusta
No hay nada tan típico como
Qué pasa
Sueños
Un buen verso
Yo quisiera quisiera
Todo depende de la posición
¿Por qué escribe usted?
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mientras revivo
acuden primaveras
a mi memoria
Mario Benedetti
Unas bolitas de anís es el título del librico que el taller literario de la
Escuela de Adultos El Villar saca a la luz este año. Bolitas, pequeñas,
sugerentes, imágen y metáfora de nuestros escritos, todo dulce, para
los sinsabores de la vida.
Hemos espigado de aquí y de allá, hemos conocido autores nuevos y
hemos trabajado propuestas novedosas y atrevidas. El resultado es
una mezcla o mixtura en la que ha predominado la idea de la experi­
mentación con el lenguaje. También continuamos la línea de años an­
teriores imitando modelos sencillos de poetas que nos gustan: Miguel
Hernández, León Felipe, Rafael Alberti, Nicanor Parra, Jorge Riech­
mann,y especialmente Carlos Edmundo de Ory.
Hemos buscado también en nuestra memoria, en nuestros sueños y
fantasías.
Con la entrega y la emoción con que escriben estas artesanas de la
palabra os deseamos una feliz lectura.
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1.
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A quien madruga
"No hay refrán que no sea verdadero", decía Don Quijote a Sancho,
su escudero. Desde los comienzos de la lengua castellana, la sabiduría
popular ha usado los refranes, en ellos está acumulado todo el saber
cultural y la experiencia de las personas a través de los siglos. La Real
Academia de la Lengua Española define el refrán de la siguiente ma­
nera: "Dicho agudo y sentencioso de uso común".
Nosotras vamos a reinventarlos jugando con las dos partes que con­
tienen. Dejamos que nuestra creatividad elabore la segunda parte
para explorar nuevas posibilidades. He aquí una breve selección.
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Patrocinio Gómez Cava
*
A la cama no te irás...sin el pijama
A buen entendedor...pocas explicaciones
Agua que no has de beber...riega la calle
En boca cerrada...no faltas a nadie
A enemigo que huye...no le temas
A otro perro con ese…collar
A caballo regalado...no le pongas peros
Dime con quién andas...y te diré si te conviene
En casa del herrero...picos para luciar
Cada cual en su casa y...el sol en todas
Casa con dos puertas...buena para jugar al escondite
Cuando menos se piensa...más pronto se acierta
Genio y figura...chico elegante
Mal de muchos...epidemia segura
Muerto el perro...muerto el peligro
No hay mal que dure cien años...menos la mala suerte
Paquita Usach López
*
A la cama no te irás...sin tomar unas copitas de más
A buen entendedor...poca explicación
Agua que no has de beber...que siga su cauce
En boca cerrada...no entra nada
A enemigo que huye...palo con él
A otro perro con...ese relicario
A caballo regalado...no le mires el mellado
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Dime con quién andas...y quedarás desconcertada
En casa del herrero...no faltará sonsoneo
Cada cual en su casa y...luz para todos
Casa con dos puertas...engañas a la alcahueta
Cuando menos se piensa...más tranquila estás
Genio y figura...poco dura
Mal de muchos...todos contentos
Muerto el perro...qué bien me encuentro
No hay mal que dure cien años...ni dientes que aguanten tanto
Maruja Sebastián Ibáñez
*
A la cama no te irás...sin cenar una tajá
A buen entendedor...comer con tenedor
Agua que no has de beber...sucia ha de ser
En boca cerrada...no entran roscas
A enemigo que huye...palo con él
A otro perro con...ese pollo
A caballo regalado...poco dinero le ha costado
Dime con quién andas...y hablarán las muchachas
En casa del herrero...herraduras por el suelo
Cada cual en su casa y...yo en todas
Casa con dos puertas...dinero tiene la dueña
Cuando menos se piensa...viene tu nuera
Genio y figura...hasta la locura
Mal de muchos...alegría para otros
Muerto el perro...más comida para el viejo
No hay mal que dure cien años...ni alegría para tantos
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Milagro Cortés Durán
*
A la cama no te irás...sin estudiar un poco más
A buen entendedor...poca interrupción
Agua que no has de beber...empléala en regar las plantas
En boca cerrada...pensamiento inteligente
A enemigo que huye...carrera mal aprovechada
A otro perro con...costumbres diferentes
A caballo regalado...cómprale silla nueva
Dime con quién andas...y conoceré tus ideas
En casa del herrero...siempre hace calor
Cada cual en su casa y...la pinta como quiere
Casa con dos puertas...bolsillo abierto
Cuando menos se piensa...te suben los precios
Genio y figura...modelo perfecta
Mal de muchos...ganancias de bancos
Muerto el perro...tienes que comprarte otro
No hay mal que dure cien años...pero la hipoteca sí
Carmen Aparicio Contel
*
A la cama no te irás...sin salir a pasear
A buen entendedor...no hay que darle una lección
Agua que no has de beber...no la quieras ver
En boca cerrada...lengua paralizada
A enemigo que huye...corta la cuerda, no te fíes
A otro perro con...ese bozal
A caballo regalado...cógelo aunque esté pelao
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Dime con quién andas...y te diré de qué pie cojeas
En casa del herrero...mucho ruido y poco dinero
Cada cual en su casa y...yo en el centro de todas
Casa con dos puertas...cuando una se abre la otra se cierra
Cuando menos se piensa...te encuentras con lo que no esperas
Genio y figura...tortura de la criatura
Mal de muchos...riqueza de pocos
Muerto el perro...el rosigón para el abuelo
No hay mal que dure cien años...y si los vivo me siento perdido
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2.
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Carta a mis queridas faltas de ortografía
“A la atención de mis queridas faltas de ortografía.
Queridas faltas de ortografía:
Hace tiempo que siento la necesidad de escribiros. Pienso en vosotras
muy a menudo. Os tengo casi siempre en la cabeza. Y vosotras, muy
desconsideradas conmigo, os fugáis cada dos por tres en mis escritos.
¿Hasta cuándo va a ser esto así? Esta carta es una carta de despe­
dida. Sí. Así con tilde diacrítica. De adverbio de afirmación. Sí. He deci­
dido dejaros. Ya no os siento. Han sido demasiados los desplantes que
me habéis dado y por eso he decidido abandonaros para siempre.”
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Carmen Aparicio Contel
*
Queridas faltas de ortografía:
Me gustaría que me enseñarais qué necesito hacer para no juntar las
palabras y a separarlas cuando toca. Cuando escribo, la duda es siem­
pre muy grande. Sé que debo fijarme en la colocación de las comas y
de los puntos de separación. Tengo que deciros que lo que más ner­
viosa me pone son esas uves y esas bes que tanto me hacen dudar.
Milagro Cortés Durán
*
Queridas faltas de ortografía:
Como sabéis siempre estoy en la duda de cuando he de colocar la h o
la v. Sé que son mis faltas más constantes y que siento verdadero
pudor cuando tengo que preguntar a mi compañera si esta u otra pa­
labra va con h o si va con b. También tengo muchas otras faltas, pero
no me doy cuenta cuando las escribo. Es cierto que con vosotras lo
paso muy mal; a ver si tenéis un poquito de compasión y cuando os
escriba mal me dais un toque de atención y puedo entenderme un
poco más con vosotras.
Patrocinio Gómez Cava
*
Queridas faltas de ortografía:
Me despido de vosotras porque me habéis dejado muchas veces en
ridículo. Después de pensar mucho lo que voy a decir todavía caigo
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en falta; sois muy ingratas. Pienso cómo escribir correctamente la b y
la v. ¿Por qué, sonando de igual manera, me tienen que confundir
tanto? Todo es quereros dejar, pero vosotras erre que erre. Aquí me
tenéis, martirizada. No digamos con la g y la j, me dan ganas de bailar.
Por lo tanto os despido de mi escritura para siempre.
Paquita Usach López
*
Queridas faltas de ortografía:
Hace tiempo que tengo la necesidad de escribiros, pero no encuentro
el momento. Hoy me decido. No os pido perdón por lo mal que os he
tratado. No os quiero ni os respeto ya. Voy a intentar estar siempre
lejos de vosotras. Cuántas dudas me habéis generado. Así pues, hasta
nunca.
Carmen Castellano Sayas
*
Queridas faltas de ortografía:
Me despido de vosotras. En verdad que sois insensatas. ¿Cómo no
podéis entrar en mi cabeza? Cuando llega el caso de escribir la pala­
bra vivir, siempre el mismo tropiezo. Pongo v si es b o al contrario.
También pongo j donde toca poner g, y donde toca punto pongo
coma y la mayoría de las veces no uso la tilde. ¿Cómo puedo ser tan
cabezota y vosotras tan insensatas que no entráis en mi cerebro? Lo
mismo con la h. ¡Cuántas veces tropiezo con ella! Así es que, por
favor, dejadme en paz ya de una vez.
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3.
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Cerca del agua
En el agua más clara
quiero ver la vida.
Miguel Hernández
Cancionero y romancero de ausencias (1938­1941)
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María Ofir Arboleda Rosas
*
Cerca del agua te quiero llevar,
para que oigas sonar el mar.
Cerca del agua te quiero tener,
para que se te mojen tus lindos pies.
Cerca del agua te quiero sentir,
mientras tu aliento esté cerca de mí.
Cerca del agua te quiero, mujer,
y estar juntos soñando otra vez.
Cerca del agua perdida del mar
que no la quiero perder ni olvidar.
Carmen Aparicio Contel
*
Cerca del agua te quiero llevar
para, tu cara salada, poder besar.
Cerca del agua te quiero tener,
porque tu cuerpo le dé al mío vida y placer.
Cerca del agua te quiero sentir,
tu sonrisa picarona me hace reír.
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Cerca del agua te quiero, mujer,
las caricias y tus besos fecundarlos en mi ser.
Cerca del agua perdida del mar
y en las olas poderte encontrar.
Paquita Usach López
*
Cerca del agua te quiero llevar
y en tus ojos poderme mirar.
Cerca del agua te quiero tener
y alentarte con todo mi ser.
Cerca del agua te quiero sentir,
abrazarte y verte sonreír.
Cerca del agua te quiero, mujer,
qué satisfacción y qué placer.
Cerca del agua perdida del mar,
esa valiosa joya quiero recuperar.
Patrocinio Gómez Cava
*
Cerca del agua te quiero llevar
para, así, verte bucear.
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Cerca del agua te quiero tener
para sentir tu querer.
Cerca del agua te quiero sentir
y así, tranquila poder vivir.
Cerca del agua te quiero, mujer,
para así poderte ver.
Cerca del agua perdida del mar
y allí irte a buscar.
Milagro Cortés Durán
*
Cerca del agua te quiero llevar,
donde las estrellas te quieren mirar.
Cerca del agua te quiero tener,
como el sol que brilla al amanecer.
Cerca del agua te quiero sentir,
donde mi corazón quiere vivir.
Cerca del agua te quiero, mujer,
tu mirada me hace estremecer.
Cerca del agua perdida del mar,
donde la blanca luna te quiere besar.
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a n í s
Vicenta Oliva Embuena
*
Cerca del agua te quiero querer,
aunque tú no me puedas ver.
Cerca del agua te quiero tener,
porque para mí eres mi único ser.
Cerca del agua te quiero sentir,
para yo quererte y ser feliz.
Cerca del agua te quiero, mujer,
para besar, amar, conocer.
Cerca del agua perdida del mar,
donde nunca te pueda olvidar.
Pilar Burriel Gordo
*
Cerca del agua te quiero llevar
para que escuches las olas del mar.
Cerca del agua te quiero tener,
para que escuches las gotas caer.
Cerca del agua te quiero sentir,
para que juntos podamos sentir.
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Cerca del agua te quiero, mujer,
y juntos los frutos podamos coger.
Cerca del agua perdida del mar
y en el mar poderte encontrar.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Cerca del agua te quiero llevar,
porque tu cara quiero acariciar.
Cerca del agua te quiero tener,
porque en tus labios quiero beber.
Cerca del agua te quiero sentir,
porque a tu cuerpo quiero hacer feliz.
Cerca del agua te quiero, mujer,
porque junto a mí te haría estremecer.
Cerca del agua perdida del mar
en una ola te quisiera encontrar.
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4.
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d e
a n í s
Como la higuera joven
Como la higuera joven
de los barrancos eras.
Y cuando yo pasaba
sonabas en la sierra.
Miguel Hernández
Cancionero y romancero de ausencias (1938­1941)
Como la higuera, o como el naranjo. Así se ven nuestras alumnas imi­
tando al poeta.
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d e
a n í s
Milagro Cortés Durán
*
Como el naranjo floreces
lleno de perfume y alegría
y en tus flores se esconde
la más dulce sabiduría.
Sabiduría convertida
en el fruto más exquisito
que calma la sed y da energía.
Con tu redondo corazón
das placer a quien te toma
y endulzas la vida.
No faltes en nuestra mesa
ningún día.
Patrocinio Gómez Cava
*
Eres como el naranjo joven
de la tierra levantina
que con su flor de azahar
envuelve
al viandante con su perfume,
como el naranjo joven.
Dejadme que crezca
para madurar el fruto.
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U n a s
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d e
a n í s
Como el naranjo eres,
como el naranjo viejo
que con tu fruto,
das salud y vigor a quien lo toma.
Como el naranjo joven
que con el tiempo
envejecido queda.
Paquita Usach López
*
Como el naranjo joven
en medio de los campos
yo te contemplaba
mirando tus flores.
El tiempo va pasando
y deja viejas huellas.
ahora estás encorvado
y aún conservas elegancia y belleza
y, al pasar junto a ti,
recuerdo el esplendor
de aquellos jóvenes años.
Carmen Aparicio Contel
*
Eras como un naranjo
cargado de azahar
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
y ofrecías un lindo perfume
de belleza y juventud
y toda una vida.
Pero el paso del tiempo
poco a poco
ha ido cortando tallos
y dejándote una vejez.
El naranjo, antes cargado de azahar
es ahora viejo, seco y deshojado
y de su perfume nada se sabe.
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U n a s
5.
b o l i t a s
d e
a n í s
Como tú
Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú, (...)
León Felipe
Versos y oraciones del caminante (1920 y 1929)
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Carmen Aparicio Contel
*
Como tú,
así es mi vida, Sol,
como tú dando calor,
como tú, Sol,
que no te gusta
que una nube cubra tu luz.
Como tú, Sol,
que das vida a las plantas
que giran buscándote
para coger belleza y color.
Como tú soy, Sol,
que brillas para dar vida y calor.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Así es mi vida,
hiedra,
como tú,
como tus pequeñas hojas,
como tú, como tú,
que te subes por las paredes, hiedra,
que perfume no tienes,
que te enredas en las ventanas,
como tú,
como tú, que te asomas
para ver mi dormir,
f o r m a c i ó n
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
hiedra, verde y curiosa
que al verte me haces soñar.
Como tú, hiedra, como tú,
que sólo te abres de noche,
que me haces compañía,
sólo tú, hermosa hiedra.
Milagro Cortés Durán
*
Así es mi vida,
riachuelo
como tú, nacido bajo el sol
entre pájaros y flores,
que corre ligero y contento
dejando atrás viejas nubes y vientos.
Como tú soy transparente
y en mis aguas
juegan los peces, nacen las flores.
Como tú,
los árboles me dan sombra,
me regalan sus frutos
y cuando los acaricio
me guiñan el ojo.
Como tú,
miro al cielo en las noches doradas
y las estrellas se bañan contentas
en mis aguas perfumadas.
Como tú.
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
Vicenta Oliva Embuena
*
Como tú,
pájaro que vuelas,
salí de mi pueblo un día
con la maleta en la mano,
volando de pueblo en pueblo
y en buena compañía.
Mi vida se fue enredando
y como tú, pajarito,
también tuve que emigrar
para buscarme la vida
y ya no pude regresar,
tuve mis propios hijos
y había que trabajar.
Volando de rama en rama
el tiempo se me pasó.
No pude estar con mis padres,
es lo que más siento yo,
y como tú, pájaro herido,
enredado en el zarzal
se fue pasando la vida.
Ya no puedes, a la casa, regresar .
Pilar Burriel Gordo
*
Como tú,
mi perrita Pipa
como tú, traviesa e inquieta,
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p e r s o n a s
a d u l t a s
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a r z o b i s p o
U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
como tú, alegre y mimosa.
Como tú, voy pidiendo cariño,
como tú, amante de los míos.
Como tú,
fuerte, valiente, acaparadora.
Patrocinio Gómez Cava
*
Así es mi vida,
como tú, violeta silvestre,
resistente a las sequías,
como tú,
que crece entre las piedras
de caminos y veredas,
humilde violeta,
como tú.
Mi rosa, mi gladiolo,
mi lirio, mi azucena,
pequeña flor morada
que resiste la inclemencia,
como tú.
Así es mi vida,
como tú.
Paquita Usach López
*
Así es mi vida,
agua,
como tú;
f o r m a c i ó n
d e
p e r s o n a s
a d u l t a s
v i l l a r
d e l
a r z o b i s p o
35
U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
como tú, gota pequeña,
como tú,
pura, cristalina,
como tú,
como un río de vida,
como tú
que en años de sequía
desapareces,
llueve y vuelves,
como tú,
que eres mi vida,
manto acuífero,
manantial,
como tú,
tan necesaria,
sin ti no hay vida,
gota pequeña
y ligera.
Como tú.
f o r m a c i ó n
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d e
p e r s o n a s
a d u l t a s
v i l l a r
d e l
a r z o b i s p o
U n a s
6.
b o l i t a s
d e
a n í s
Catálogo de cosas que nunca he hecho
¿Cuántas cosas nos quedan todavía por hacer? Algunas se nos anto­
jan imposibles, aunque tal vez nos queda el deseo oculto o la ilusoria
sensación de poder vivirlas alguna vez.
f o r m a c i ó n
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a r z o b i s p o
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
Milagro Cortés Durán
*
Nunca he disparado una traca, ni un cohete, ni una bengala, ni he
prendido fuego a una hoguera. Y es que de pequeña nunca me deja­
ron que me acercase al fuego. En el corral de casa de mi abuelo, en
Cheste, tenían una cocina donde encendían la chimenea y a mí me
gustaba mirar el fuego. Yo siempre veo en el fuego muchos colores,
veo el amarillo, el rosa, a veces, el verde y el azul, el rojo, por su­
puesto. También veo en las llamas formas distintas, para mí son como
si estuviesen bailando y continúo viéndolas así. Mi tía Carmen me
cogía y me sentaba en su regazo enfrente del fuego. Tampoco me de­
jaban que me acercase a los agujeros del suelo que estaban tapados
con maderas.
Patrocinio Gómez Cava
*
Nunca he viajado por el extranjero.
Nunca he subido en un avión.
Nunca escribí mi diario.
Nunca he pasado un día de ocio en un crucero.
Nunca he sido profesora de educación básica,
Nunca he sido artista de teatro o de cine, que siempre me ha gustado.
Nunca hice bolillos, tampoco tuve ocasión.
Nunca me tiré en paracaídas.
Nunca monté en bicicleta.
Nunca conduje un automóvil
Nunca aprendí solfeo.
Nunca pinté un cuadro.
f o r m a c i ó n
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Nunca he tocado la guitarra, ni me quita el sueño.
Nunca he ido a esquiar, ni me ha hecho falta.
Nunca he tocado una cucaracha y no me importa.
Nunca he subido en barco (¡como no sé nadar!).
Nunca he ido en moto, pero me es igual.
Nunca he jugado al fútbol, no me gusta.
Nunca he montado en un caballo, pero sí en un burro.
Nunca he ordeñado una vaca, pero me gusta la leche.
Nunca me ha tocado la lotería, pero no pierdo la esperanza.
Nunca he tenido paz, soy muy guerrillera y quiero seguir así.
Paquita Usach López
*
Nunca he viajado al fondo del mar.
Nunca me han gustado las matemáticas.
Nunca he visitado ni la India ni el Japón.
Nunca he subido a la Luna, ni creo que lo pueda hacer.
Nunca he conocido personalmente al Rey.
Nunca aprendí a hablar el inglés, ni lo aprenderé.
Nunca he conducido un coche.
Nunca he aprendido a escribir poesía (¡y cómo me gustaría!).
Nunca he conocido a una persona sin defecto, usted tampoco.
Nunca entenderé la injusticia de algunos políticos.
Nunca soportaré a la persona que miente.
Nunca he sido profesora (¡qué felicidad enseñar a los demás!).
Nunca he tenido un hijo y hubiese sido la ilusión más grande de mi
vida.
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U n a s
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Carmen Aparicio Contel
*
Nunca he cogido un vehículo cualquiera
Nunca he asistido a una gala de premios.
Nunca he hecho un crucero.
Nunca he patinado en una pista de hielo.
Nunca he subido a un avión.
Nunca he estado en un desfile de modas.
Nunca he tenido una hermana.
Nunca he estado en Los Alpes.
Nunca he pensado en la vejez.
Nunca creí que el tiempo pasara tan rápido.
Nunca he querido que pasase el verano, soy un pez en el agua.
Vicenta Oliva Embuena
*
Nunca he subido a un avión.
Nunca he ido de viaje a Italia.
Nunca voy de vacaciones.
Nunca he tocado la guitarra.
Nunca he ido a Nueva York.
Nunca he subido al AVE.
Nunca he tenido una casa bonita (y me gustaría)*.
Nunca he volado en ala delta.
Nunca he tenido algo que me guste.
Nunca he visto el País Vasco.
Nunca he conducido un coche.
Nunca he tenido una bicicleta.
Nunca he dado solfa.
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U n a s
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Nunca he tenido nómina.
Nunca he ido a esquiar.
(*) Bueno, a mí me hubiera gustado cuando era pequeña haber te­
nido una casa bonita, pero mi casa no era bonita, era grande y un
poco destartalada, no tenía puertas, sólo la de la calle. Y ese, ha sido
mi sueño: tener una casa bonita, cómoda y una bicicleta también
para saberla conducir y poderme desplazar adonde yo quisiera.
Nunca he podido conseguir esos sueños. Hoy tengo un piso más o
menos cómodo, pero no es de mi gusto. Ya no podré conseguir mi
sueño de tener una casa grande y bonita, con lo que he trabajado.
Sólo he conseguido tener un piso pequeño, pero es mío.
Milagro Cortés Durán
*
Nunca he hecho puenting, creo que nunca podré hacerlo, tengo vértigo.
Nunca he hecho submarinismo, ni siquiera sé nadar.
Nunca escribí una novela, ni planté un árbol.
Nunca he esquiado en la nieve, ni en el agua tampoco.
Nunca me he tumbado en la arena de la playa a tomar el sol, aunque
cueste creerlo.
Nunca he subido a un carro.
Nunca escalé una montaña.
Nunca pensé que terminaría mi vida en Villar del Arzobispo ¡está bien!
Nunca pensé que mis hijas vivirían tan lejos de mí.
Nunca agredí a nadie, ni a ningún animalito.
Nunca grabé un disco, ni pienso, canto muy mal.
Nunca me tocó la lotería, pero no puedo quejarme.
Nunca estaré en la Luna, pero me gustaría mucho.
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Unas gotitas de anís
Nunca he visto un ovni, pero sí muchas cosas raras.
Nunca he disparado una traca, ni un cohete, ni una bengala.
Y nunca he prendido fuego a una hoguera.
Pilar Burriel Gordo
*
Nunca he visitado la Luna.
Nunca me he tirado de un paracaídas.
Nunca he hecho el pino.
Nunca he bailado ballet.
Nunca pensé volver a Villar.
Nunca he viajado a China.
Nunca he conducido un coche.
Nunca he comprado una revista.
Nunca monté en un caballo.
Nunca fui al Prado (aunque me gustaría).
Nunca he buceado (y también me hubiera gustado).
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U n a s
7.
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Cuando ocurrió yo estaba allí
Evocamos en este capítulo recuerdos de acontecimientos en los que
hemos sido testigos de primera mano. Hemos estado allí y conserva­
mos viva la impresión.
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U n a s
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Maruja Sebastián Ibáñez
*
Han pasado cincuenta años y aún recuerdo la primera vez que fui a
ver una corrida de toros. Yo estaba sirviendo en Valencia, en la calle
Burriana. La portera tenía dos hijos de mi edad aproximadamente y
me quería mucho. Era la fiesta de San José y un torero que vivía dos
puertas más arriba y era ahijado de Llanos, que así se llamaba la por­
tera, le pidió permiso a la señora donde trabajaba yo para asistir a la
corrida. ¡No veas el susto que me llevé cuando me dijo que me iba a
brindar el primer toro! Me dejaron un mantón y yo estrené esa tarde
unos zapatos preciosos que me costaron 75 pesetas (yo ganaba en­
tonces 350 al mes). Iba muy chula con mis zapatos, y no veas lo que
me pasó cuando Paco vino a recoger la montera, no se le ocurrió otra
cosa a Llanos que tirarle mi zapato. Toda la cuadrilla bebió vino en el
zapato. Me lo devolvieron rojo. No sé qué fue peor, la vergüenza o el
disgusto de ver que ya no tenía zapato y mi madre me iba reñir por
haber tirado el zapato al ruedo. Pero yo no lo tiré y eso no se me ha
olvidado, ni creo que se me olvide. Pasé mucho apuro y aún lo tengo
presente.
Milagro Cortés Durán
*
Nos proponen escribir algo en primera persona, algo personal y creo
que algo más en primera persona que un embarazo no lo hay.
Diré que en una de las primeras visitas que hice al ginecólogo, me
dijo que posiblemente llevara dos. Mi madre es gemela con otra her­
mana y cuando oyó lo de dos, casi le da algo. Esto fue en el embarazo
de mi pequeña que tiene ahora 42 años. Entonces no existía la eco­
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U n a s
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grafía y el doctor Fajardo me reconocía con una cosa que parecía una
bocina o una trompeta. Cuando se lo dije a mi padre, me dijo todo
contento que serían dos nenas. Desde ese momento todos nos hici­
mos a la idea de dos nenas y yo, más. Empecé a comprar la ropita
doble, en blanco o rosa, no tenía nada en azul o beige, no me gusta
el beige para los bebés. Cuando llegó el momento me hicieron una ra­
diografía para ver cómo estaban colocados los bebés. Cuando el doc­
tor Fajardo entró en la habitación, todo contento, diciéndome que
sólo venía uno me puse a llorar y le dije que solo faltaba que fuese
chico. Él me dijo contento: pues claro, ya tienes una nena. Para mí no
había consuelo. Yo quería dos nenas. A la mañana siguiente, cuando
me desperté, lo primero que vi fue a mi madre diciéndome: Milagrín,
has tenido una nena.
Y diré que me quedé con las ganas de que fuesen dos. Aunque he de
decir que mi nena vale por dos y es demostrable. Y que no digan que
es amor de madre.
Vicenta Oliva Embuena
*
Hoy tengo un recuerdo de cuando era niña. Fue el de la riada del año
1957 y voy a describir aquel horror, el horror de una noche de tor­
menta. Todos tendremos presente aquella maldita tarde del día 13 de
octubre. Se derribaron las casas, los pajares, los puentes, los muros
de la carretera, la huerta y sus cosechas y gracias a la Providencia del
Señor, como es tan grande, no hubo que lamentar desgracias perso­
nales. Esto es lo que pasó aquella maldita tarde. Yo me quedé sin
casa, al igual que mis padres. Esto pasó en Chulilla aquella tarde.
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U n a s
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Patrocinio Gómez Cava
*
Haciendo memoria de los tiempos de mi niñez.
Tenía ocho o nueve años y recuerdo la ilusión que daba jugar a lo que
fuera.
En el verano salíamos después de cenar a la fresca, nos juntábamos
los niños de la calle y en la misma acera formábamos un corro y em­
pezaba la sesión. Jugábamos a Veo, veo, a Las tres en raya, a palabras
encadenadas, trabalenguas, refranes, adivinanzas, chistes y algún
cuento; juegos que te hacían pensar, aprender y divertirte mucho.
Otra cosa que me divertía mucho, esto no sé si lo recordaréis, los ma­
yores, sí: los labradores traían de la huerta esas carretadas de panojas
de maíz, para “descarfallar”. Acudíamos los vecinos (sobre todo los y
las jóvenes) y ahí estaba lo divertido de la tarea: cuando les salía a los
chicos una panoja roja era costumbre besar a las chicas, quisieran o
no. Pero había algunos listillos que, después del beso, con disimulo,
se la escondían y al poco la volvían a sacar para repetir el acto. Pero si
captábamos la trampa, entonces nos resistíamos más y ahí venía la
risa. Como veis, unos juegos sencillos, como la vida misma, pero lo
pasábamos muy bien.
Paquita Usach López
*
Sí, estaba allí, hace ya unos años en el Palau de la Música de Valencia,
en el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valen­
cia cuando el jurado anunció que el primer premio era para la banda
Unión Musical Santa Cecilia de Villar del Arzobispo. No lo podía creer,
fue inenarrable la emoción de los que allí estábamos. Brindamos con
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champán, besos, abrazos…un día imborrable que jamás olvidaré.
Cuando llegamos a Villar, medio pueblo estaba esperándonos y la
gente se unió a nosotros. Junto a la banda marchamos por todo el
pueblo tocando y bailando hasta altas horas de la madrugada.
Carmen Castellano Sayas
*
Era el año 1992, en un viaje que hice con mi marido a Palma de Ma­
llorca. Fuimos a cenar al Paladium. En el momento de cenar tuvimos
un espectáculo sensacional: toda clase de bailes, de todas las regio­
nes de España. Fue maravilloso, lo recordaré mientras viva. Después
de cenar los hombres se pasaron al casino y algunos hasta perdieron
dinero en el juego. Al día siguiente estuvimos en un restaurante que
antes fue masía y mientras cenábamos tuvimos otro espectáculo
grandioso: un jinete con un caballo magnífico nos deleitó a los com­
pases de la música con cuarenta filigranas. Aquello fue grandioso y no
visto, fue espectacular.
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8.
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De un salto
¡Quién cabalgara el caballo
de espuma azul de la mar!
De un salto,
quién cabalgara la mar!
Rafael Alberti
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Paquita Usach López
*
¡Quién cabalgara el caballo
de espuma azul de la mar!
De un salto,
sobre el ancla.
De un salto,
sobre el viento.
De un salto,
al nivel de la mar.
De un salto,
si me muero en tierra.
De un salto
con mi insignia marinera.
De un salto,
sobre el corazón del mar.
De un salto,
¡Llevadme, llevadme
a las entrañas del mar!
Patrocinio Gómez Cava
*
De un salto,
¡quién pudiera
retroceder a mis años jóvenes!
haz que olvide mis añoranzas.
Quiero Soñar.
De un salto,
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a n í s
amor mío, quisiera
cruzar el río
y en un remanso nadar.
Me quisiera refrescar.
De un salto,
quisiera que tus palabras amorosas
volvieran en mis oídos a sonar
cual música celestial.
Milagro Cortés Durán
*
¡Quien cabalgara en tus sueños
y poderte despertar!
De un salto,
volar al arco iris
y entre sus colores navegar.
De un salto,
quiero a la Luna llegar
y en su sonriente cara
poderte contemplar.
De un salto,
con las estrellas bailar.
Carmen Aparicio Contel
*
¡Quién cabalgara un caballo blanco
por la orilla del mar!
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De un salto,
¡Quién como yo, Carmen,
que soy valiente, lo montara!
Bien apretada la ropa
para que el aire no me la pueda quitar.
De un salto,
cabalgaré, atrevida, las olas del mar.
Quitándome el pelo de los ojos
para poder mirar.
De un salto, valiente,
quiero ganarme la mar.
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9.
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Debajo del granado
Debajo del granado
de mi pasión
amor, amor he llorado
¡ay de mi corazón!
Miguel Hernández (1938­1941)
CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS.
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Paquita Usach López
*
Debajo del granado
de mi pasión,
cariño, estoy desesperado
¡ay pierdo la razón!
Al fondo del granado
de mi pasión,
corazón ensangrentado,
¡ay pierdo la razón!
Al fondo del granado
de mi pasión,
mi ser amado,
¡ay pierdo la razón!
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10.
b o l i t a s
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Descripción de mi esposo ( o de mi esposa)
Ella es mi palomar de silencio
Ella es mi tapia de jazmines
Carlos Edmundo de Ory
El poeta Carlos Edmundo de Ory
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U n a s
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Patrocinio Gómez Cava
*
Él es mi existencia
Él es mi tesoro
Él es mi jardín perfumado
Él es mi lago donde me baño
Él es mi luciérnaga que me guía
Él es mi lecho de plumón
Él es mi tapia que me protege
Él es mi creciente amor
Él es mi oxígeno
Él es mi as de corazones
Él es mi sol que me alumbra
Él es mi camino
Él es mi columna
Él es mi agua cristalina
Él es mi instrumento musical
Él es mi fuente de sabiduría
Él es mi ciudad Atlantis perdida
Él es mi sonrisa
Él es mi anáfora brillante
Él es mi todo eterno
Milagro Cortés Durán
*
Él es mi bailarín preferido
Él es mi conciencia prehistórica
Él es mi dolor callado
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Él es mi apoyo sin muletas
Él es mi gruñido diario
Él es mi niño crecido
Él es mi tarea diaria
Él es mi camino corto
Él es mi lado opuesto
Él es mi noche en calma
Él es mi cabezota particular
Él es mi sombra y mi chicharra
Él es mi… y le quiero
Paquita Usach López
*
Él es mi inspiración poética
Él es mi espuma azul del mar
Él es mi jardín de tulipanes
Él es mi sol y mi calor
Él es mi alma y mi mundo
Él es mi lado más profundo
Él es mi río transparente
Él es mi árbol de la ciencia
Él es mi sexto sentido
Él es mi estrella y mi guía
Él es mi aliento y mi ayuda
Él es mi fuente de sílabas
Él es mi sangre y mi camino
Él es mi sonreír ante las penas
Él es mi instrumento de paz
Él es mi fuerza y esperanza
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b o l i t a s
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Él es mi compañero y mi vida
Él es mi fragancia y mi aroma
Él es mi mejor espejo
Él es mi trovador y mi embrujo
Él es mi candil que me ilumina
Él es mi libro preferido
Él es mi puesta de sol
Él es mi aire y mi respirar
Él es mi eternidad
Carmen Aparicio Contel
*
Él es mi jardín preferido
Él es mi lucero en la noche
Él es el consuelo de mis males
Él es mi sol y mi calor
Él es mi espejo de belleza
Él es mi oro y mi riqueza
Él es mi rosal perfumado
Él es mi sueño dorado
Él es mi gracia preferida
Él es mi reclamo de sorpresas
Él es mi fuente refrescante
Él es mi piscina de natación
Él es mi aire para respirar
Él es mi pastor preferido
Él es la luz de mi familia
Él es la dulzura de mis besos
Él es mi vida entera
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a r z o b i s p o
U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Ella es la luz que me ilumina
Ella es la máquina de mi cuerpo
Ella es el fuego que me calienta
Ella es el aroma que respiro al despertar
Ella es la musa de mi vida
Ella es la madre de mis hijos
Ella es la música celestial
Ella es el coral del fondo del mar
Ella es el espejo en que me miro
Ella es el viento que me empuja para seguir viviendo
Ella es quien me sacia la sed
Ella es la mayor lotería que Dios me dio
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d e
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a d u l t a s
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U n a s
11.
b o l i t a s
d e
a n í s
¿Es vida, la vida?
La vida, la vida de cada cual, la que nos toca vivir, la de ahora.
Intentamos responder a la pregunta de este capítulo con la fuerza de
las exclamaciones.
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a n í s
Milagro Cortés Durán
*
¡Levantarse! ¡El desayuno! ¡Salir a comprar con el calor que hace!
¡Cocinar! ¡La ducha, qué bien, qué fresquita se queda una! ¡La co­
mida! ¡Recoger la mesa! ¡La escuela ­¡qué deprisa se me pasan esas
dos horas!­¡De visita (me gusta escuchar a la gente)! ¡Cocinar, cenar,
ver la tele, acostarse! (Ver la tele me gusta por la noche, hay muy
buenos reportajes y viajo a muchos países). ¿Esto es vida? ¡Esto es ru­
tina! ¡Menos mal que llueve de vez en cuando!
Carmen Aparicio Contel
*
¡Me levanto pronto! ¡Hago la gimnasia! ¡El desayuno! ¡El almuerzo!
¡El coche que me pita para irnos a andar una hora, mi marido y yo!
¡Dios! ¡Corriendo, la compra! ¡La lavadora en marcha! ¡Las camas, el
baño, el polvo! ¡La cocina, el menú de mi nieto! ¡Atender una vi­
sita,(miro el reloj para ver el tiempo de que dispongo)! ¡A las cuatro,
al colegio! ¡Antes, comer, asear el comedor, la cocina! ¡Cinco minutos
para descansar! ¡Cerrar y abrir los ojos! ¡Me arreglo un poco y co­
rriendo, al colegio! ¡Qué agobio! ¡Las dos horas de clase, qué des­
canso! ¡Ah, el trabajo que he de presentar! ¿Lo habré hecho bien?
¡Inspiro...descanso!
Paquita Usach López
*
¡El despertador (que no suena)! ¡Me levanto! ¡Qué paz! ¡ El aseo per­
sonal! ¡El desayuno! ¡La colada! ¡Asear el hogar! ¡A comprar! ¡Ir al
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d e l
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
banco! ¡Al médico! ¡Sin prisas! ¡La comida, fregar, ir a la escuela, pa­
sear, la cena, fregar, ver la tele, leer! ¡Qué día tan pacífico! ¡Qué mo­
notonía!
Patrocinio Gómez Cava
*
¡Otro día más! ¡Hay que levantarse! ¡Asearse! ¡Desayunar! ¡Las pasti­
llas, dichosas pastillas! ¡El dolor de cuello que no se va! ¡A la compra!
¡La cocina, la comida, las tareas de la casa, lavar los platos! ¡Poner la
lavadora, la plancha! ¡Hacer las camas! ¡El polvo! ¡Por la tarde, en­
chufar la tele para ver la cocina de Arguiñano! ¡Hacer los deberes de
la escuela...y a cavilar! ¡Hoy hago buñuelos! ¡Ya estamos en viernes!
¡El mercado! ¡El encuentro con las compañeras de la escuela! ¿Has
hecho lo que nos mandó Miguel? ¡Ay, chica, no sé qué poner! ¡Bueno,
ya saldrá algo que le guste! ¡En fin, una vida ajetreada, como se ve!
Maruja Sebastián Ibáñez
*
¡El despertador (ah, no, que no lo uso)! ¡Me despierto por la mañana!
¡Bajo el toldo, que si no, los pájaros se meten en la habitación! (¡Sí, lo
habéis leído bien!) ¡Me aseo! ¡Vuelvo a la habitación, abro las venta­
nas, riego las plantas (me gustan, pero me dan mucha faena)! ¡Bajo a
la planta de abajo donde me esperan los pájaros! ¡Los saludo, les
hablo, les doy los buenos días, los arreglo! ¡Hala, a desayunar! ¡Barro
la calle (porque me encanta verla limpia y fresca; soy de las de antes,
reíos, pero si no lo hago, me falta algo)! ¡Le preparo el desayuno al
abuelo, o sea, mi padre! Me pongo música y... a la marcha, hago la
faena: las camas, pongo la lavadora y preparo la comida! ¡A comprar!
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¡Me tomo el cortadito con las amigas! ¡A casa, (bueno, eso de a casa,
es un decir, porque no sé cómo se me pasan las horas y, Si quieres
arroz, Catalina, llego a casa casi a las dos)! ¡Y corriendo, porque por la
tarde voy a clase y me viene justo comer y fregar! ¡El colegio, qué ali­
vio, me relaja y lo paso bomba! ¡Salgo y voy a merendar con mis her­
manas! ¡Vuelvo a casa! ¡La cena! ¡Friego! ¡Guardo la ropa de la
lavadora que puse por la mañana y...a la cama! ¡Qué descanso!
¡Señor, a esperar otro día, que sea mejor o igual que hoy!
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Estoy contenta de llamarme...
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Carmen Castellano Sayas
*
Me gusta. Es bastante conocido; es la patrona de la Marina y de los
pescadores.
Ahí va esta oración:
Allá arriba en aquel monte hay una aldea
que tiene, según dicen, el mar muy cerca.
Todos los del pueblo son pescadores
y viven solamente del mar, los pobres.
Una noche de tormenta mar adentro los llevó
y un milagro de la Virgen la existencia les salvó.
Resplandor en una cueva, se encontraron al llegar,
en el hueco de una peña, una imagen celestial.
Y desde entonces el pescador siempre que sale va con fervor
a la gruta de la Virgen a rezar con devoción,
a la gruta de la Virgen a rezarle una oración.
Por eso me gusta mi nombre, pues tiene mucha historia y a la Virgen
del Carmen le hacen una gran fiesta en todos los sitios: en la Marina,
en Cádiz, y los pescadores en la mar la pasean en barco en procesión.
Aquí, en Villar, también se celebra.
Vicenta Oliva Embuena
*
Me llamo Vicenta, así me pusieron cuando nací. Mi nombre nunca me
gustó, pero como mi madre se llamaba Vicenta, mi padre dijo que yo
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también sería Vicenta. Así que con ese nombre cargué toda mi vida. A
mí me hubiera gustado llamarme Anabel, pero como no podía hablar,
me pusieron lo que quisieron. De mi nombre me gusta el santo, San
Vicente Ferrer.
Lidia Muñoz Calduch
*
Me llamo Lidia María Cecilia y somos cuatro hermanos: mi hermana
es la mayor, mi Pepe, el segundo, mi Rafael, el tercero y yo, la pe­
queña. Todos mis hermanos me dicen que he sido la malcriada de mis
padres.
Patrocinio Gómez Cava
*
Me llamo Patrocinio. A pesar de no gustarme mucho, este nombre
me honra, porque así se llamó mi madre. Quien oye por primera vez
mi nombre lo atribuye al género masculino; no sé si será porque ter­
mina en o, aunque están equivocados, pues, muchos nombres aca­
ban en o y son nombres femeninos: Loreto, Milagro, Sacramento,
Rocío, y muchos otros que no preciso enumerar. Los que así piensan
sepan que santa Patrocinio es patrona de Foyos y sus fiestas patrona­
les se celebran en agosto. Refiriéndome a su historia, les diré que su
imagen fue hallada por un pastorcillo, en el campo, debajo de una
campana y fue muy discutida su propiedad por dos pueblos de la Ri­
bera. La historia es más larga, pero aquí termino.
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Carmen Aparicio Contel
*
Mi nombre es Carmen y estoy muy contenta porque procede de mi
madre. Nací de padres muy mayores y mi nacimiento fue algo espe­
cial: después de dos varones, con gran diferencia de años, nació una
Carmensica. Una niña que nació rápidamente, sin asistencia médica
pues mi madre se encontraba sola, me recogió del suelo. Lo primero
que hizo fue limpiarme la boquica, luego, una gran alegría al mirarme
y ver que era una niña.
Rotundamente mis padres me adjudicaron el nombre de Mª Carmen.
Me gusta oír su pronunciación, es algo que suena en mis oídos con
gran estima, y más aún cuando me dicen: te llamas Carmen, como tu
madre. De hecho todavía recibo todos los días una revista a su nom­
bre: Carmen Contel Pérez. Su edad sería ahora de 120 años. Mientras
yo viva mantendré su nombre en activo. Ahora soy madre y continúa
la saga de las Carmensicas; tengo una hija y le llamo Mª Carmen.
Me gusta mucho mi nombre, tiene un gran valor para mí. Nunca lo
cambiaría por otro.
Paquita Usach López
*
Mi nombre es Francisca, mis padres así lo decidieron. El día que nací,
el 29 de Enero era el día de san Francisco de Sales, gran escritor y pa­
trón de los periodistas. Estoy contenta con mi nombre, y le pido a mi
santo que dé luz a mis tristes ojos para poder seguir leyendo sus her­
mosos escritos y textos. Soy Francisca cuando firmo y en casa; en la
calle, Paquita y Paqui.
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Milagro Cortés Durán
*
Me llamo Milagro, y la verdad es que mi nombre responde una triste
historia. Mi abuela tuvo a mi madre junto a otra niña gemela en el
mismo parto, pero la otra niña nació muerta. Cuando el médico le
dijo a mi abuelo que la otra niña “está viva de milagro”, mi abuelo le
contestó: “tú le has puesto ahora el nombre”.
Me gusta mi nombre, Milagro, aunque me llaman de muchas mane­
ras, sobre todo con diminutivos: Milagrín me han llamado casi toda
mi vida; al hacerme mayor solían llamarme Mila y Mili; hay una per­
sona todavía que cuando me ve me llama Milagritos. Milagro es el
nombre con el que prefiero que me llamen.
Nací y viví en Alboraya, mi domicilio estaba en la calle del Milagro, nº 8.
En esa casa nacimos mis hermanos y yo. Estaba convencida de que la
calle se llamaba así porque nací allí y todos vivíamos en ella, claro eso
lo pensaba cuando era pequeña.
Mi hija, la mayor, también se llama Milagro y es un cielo. No sé si el
nombre influye en la persona que lo lleva, pero diré que mi niña no
puede ser mejor.
Milagro es una palabra que siempre se emplea cuando algo imposible
se realiza y termina bien, y también es una de las palabras más usadas:
Se ha salvado de milagro.
Es un milagro encontrarte.
De milagro estoy viva.
Es un milagro, me ha tocado la lotería.
Y continuaría con muchos más milagros. Milagro es una palabra posi­
tiva. Mi nombre me gusta. Gracias, abuelo José.
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Maruja Sebastián Ibáñez
*
Maruja no dice nada, pero si digo Marujín, ¿a que suena mejor?
Os voy a decir algo sobre mi nombre. Cuando mi padre me presentó
en el ayuntamiento no se le ocurrió otra cosa que ponerme María Vi­
centa. Cuando, para casarme, pedí el papel donde figuraba la fecha
de nacimiento me enteré de cómo me llamaba, pues en mi familia
siempre me llamaron Marujín. Para los amigos Maruja suena fuerte;
María suena celestial; Vicenta, rapea, la verdad. No me desagrada
éste último, lo llevaba mi abuela y a mí me gusta en honor a ella, pero
me quedo con Marujín, que suena a clarín, música celestial, como
María, que es mi nombre verdadero, verdadero como reina del cielo.
María lo llena todo.
Para todo, María: Teresa, Dolores, Carmen, Eugenia, Isabel, Asunción.
María siempre va delante.
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Fonemoramas
Si canto soy un cantueso
Si leo soy un león(...)
Si me fumo, me fumo hasta el humo
Si me hundo me Carlos Edmundo."
Me extraña la palabra amor en el verbo amordazar.
Carlos Edmundo de Ory
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Paquita Usach López
*
Si bailo soy un bailongo
Si sueño estoy en otro mundo
Si ando soy un andarín
Si me río alegro el mundo
Si hablo soy un lengudo
Si mendigo soy un pobretón
Si me aburro soy un burro
Si tropiezo beso el suelo
Si como mucho me empacho
si te deseo estoy inquieto
Si salto soy un saltarín
Si te miro ya no vivo
Si me hundo me Carlos Edmundo.
Carmen Aparicio Contel
*
Si canto soy un tormento
Si leo soy un cañazo
Si amo soy un fenómeno
Si lucho soy un tigre
Si como mucho soy un tripón
Si río soy un tren sin freno.
Si duermo en la pajera soy una fiera
Si fumo me fumo hasta el aire que no es puro
Si miento invento otro cuento
Si me hundo se termina el mundo
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Maruja Sebastián Ibáñez
*
Si ando me llaman andón
Si bebo vino me llaman tinto
Si como me llaman glotón
Si lucho soy un chulo
Si soy rico es porque guardo un poquito
Si trabajo en el campo me llaman macho
Si hago lo que me da la gana me dicen andana
Si voy al infierno es porque me caliento
Si miento acabo por creerlo
Si me hundo es que se acaba el mundo.
Milagro Cortés Durán
*
Si miro estoy en el mundo
Si ando soy un andarín
Si leo soy un legajo
Si como estoy contento
Si me baño en el río me enfrío
Si canto soy cantarín
Si comparo soy completo
Si estornudo soy un nudo
Si viajo estoy relajado
Si hablo aplaudo
Si me pinto soy un pincho
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Patrocinio Gómez Cava
*
Si canto soy un encanto
Si leo, leo hasta el canto
Si emano broto, surjo de la nada
Si amo le doy la mano
Si lucho será con un flacucho
Si como invito a un gnomo
Si río mi risa es un contagio
Si duermo me amuermo
Si fumo...pero no fumo
Si hablo será con Pablo
Si miento dadme con un sarmiento
Si me hundo hacedle un vaticinio
a la tía Patrocinio
Pilar Burriel Gordo
*
Si lloro soy como un loro
Si canto soy un encanto
Si sueño soy como un dueño
Si río soy como un crío
Si me enfado soy como un trueno
Si me abrazo soy una lapa
Si hablo soy como una cotorra
Si miento soy como el viento
Si duermo soy una marmota
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La piel de gallina
A veces usamos tan mecánicamente las frases hechas con su sentido
figurado que no somos conscientes de lo que realmente decimos.
¿Qué pasa cuando una frase hecha te la tomas al pie de la letra?
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Milagro Cortés Durán
*
Andar con cien pies
¿Dónde pondré los cincuenta pares de zapatos? ¿Tendrán que hacer
juego? ¿Cómo los compraré, deportivos o de vestir? ¡Y qué contento
se pondrá el dueño de la zapatería cuando me vea entrar! ¿Y cómo
andar por las aceras, tan estrechas? ¿Y las escaleras, cómo subir los
peldaños? ¡Vaya problema! ¿Y cortarse las uñas? Tardaré por lo
menos un día. No quiero ni pensar que empezarán a salirme callos.
Vaya con la francesita.
Patrocinio Gómez Cava
*
La tenía en la punta de la lengua
Me encontraba tan confusa en ese momento que no supe contestar a
la pregunta que el profesor me hacía, lo tenía en la punta de la len­
gua, pero no salía la respuesta; me la facilitaba con algún ejemplo,
pero no salía, llegué a meterme el dedo para ver si la tocaba.
Se me quedó la boca seca, pensé en el zumo de limón, se me llenó la
boca de agua y la respuesta, en la punta de la lengua bañándose.
Tanto removí la lengua que, por fin, salió, y con acierto.
Tener la mosca tras la oreja
Había una persona hablando cerca de mí y me miraba de reojo. Las
miraditas y el cuchicheo hicieron que mi mosca se pusiera nerviosa y
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en un acto de legítima defensa se lanzó hacia ellas propinándoles un
picotazo a cada una.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Tener más cara que espalda
¡Vaya chafón me llevé! Vi un tío con una espalda preciosa, lo seguí
por verle la cara, me roía la curiosidad y me quedé como un acordeón
sin saber si me encogía o me alargaba. ¡Vaya cara, si llego a llevar un
metro se la mido! Aún siento el frío que me dio verle la cara: era más
grande que su espalda, y bastante fea. ¡Huuum! No se me va el susto,
todavía lo siento.
Andar con cien ojos
Siempre con cien ojos y aún son pocos. Cuando voy al mercado con
los nietos, que si vista a la cartera para que no te la quiten; que los
chiquillos ¿dónde están?; a ver qué verdura es buena y más barata;
que no puedo con tanto ver, por aquí, por allá. Y ya no te digo si me
encuentro con una amiga: entonces sí que necesito cien ojos y aún
son pocos; la amiga casca que casca y los chiquillos que se desma­
dran. En fin, toda vista es poca.
Paquita Usach López
*
Tener algo en la punta de la lengua
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No salía, no quería salir, ¡Qué apuros, qué nervios pasé!
Mi corazón ardía, ¡Era tan importante acordarme, para mí! ¿Qué pen­
saría él?
De pronto esa nube que me bloqueaba el cerebro desapareció, fue
como un milagro, me tranquilicé. Mi corazón, más pausado, y mi
mente, clara otra vez, se unieron y me ayudaron. Mi aspecto ya rela­
jado rescató del olvido su nombre. En aquel entonces era muy joven y
acababa de enamorarme.
Carmen Castellano Sayas
Ir con pies de plomo
Viene una persona y es que ya no me fío de ella, tengo que ir con pies
de plomo, casi siempre me pesca, debo ir con cautela para que no me
coja. A la que me doy cuenta, oigo el timbre de la puerta y tengo que
subir medio desnuda, ponerme el batín; por la mañana ya va de vi­
sita, de lo que no se entera, se ve que lo pregunta, tengo que ir con
cautela; aún así lo sabe todo de mi casa muy bien; para mí que le pre­
gunta a mi marido y éste, todo lo dice, es un fragilón de remate.
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Me gusta
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Carmen Aparicio Contel
*
Me gusta contemplar las estrellas
a la luz de la luna,
escribir a mi amor
lo que pensé en el día.
Ir volando a su lado
para sentirme suya
y quedarme en sus brazos,
dormida.
Carmen Castellano Sayas
*
Me gusta contemplar tus gemas,
tan brillantes como luceros,
glaucas como estrellas fulgurantes.
Disfrutar con la gente, cantar y bailar.
Desayunar un poco de harina de almortas,
irme sola a buscar jilgueros
y sonreír si pasa un borracho cantando.
Ir a por leche, cazar luciérnagas,
escribir a mi amor cuando toca la una,
a la luz de las tres,
y quedarme dormida
y soñar que cojo algo
que se me va otra vez.
Y soñar que nadando me ahogo,
que despierto asustada
a la luz de las cuatro.
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Paquita Usach López
*
Me gusta contemplar tu cara sonrosada
como amapolas en un trigal.
Me gusta que la gente sueñe
y destierre el mal.
Me gusta desayunar
y mi ilusión es
que lo hagan los demás.
Me gusta ir a la playa
y pasear junto al mar.
Me gusta ir a por agua al manantial
y ver perdices volar.
Me gusta escribir a mi niño
a la luz de la luna,
a la luz del sol,
a la una y a las dos.
me gusta meterme en mi chándal
y hacer mi ejercicio habitual,
caer rendida
y soñar y soñar.
Milagro Cortés Durán
*
Me gusta la soledad compartida,
los llorosos días
en los que disfrutan los árboles
bajo su refrescante ducha.
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La dulzura de los mayores,
estar en familia,
los finales felices.
Irme con el pensamiento lejos
y ver cosas bonitas.
Me gusta el canto del viento,
el susurro de las campanas,
ver volar a las aves
cuando marchan a sus nidos.
Me gusta estar con mis compañeras
escuchando con atención las lecciones
que con esmero nos dan nuestros profesores.
Me gustan las cuatro,
me gustan las cinco, también las seis,
cuando volvemos a casa pensando
en lo que hemos de hacer.
Patrocinio Gómez Cava
*
Me gusta que me miren con pasión,
irme de picnic,
que me cuenten chistes,
que me regalen flores,
soñar con mis seres queridos,
meterme en la cama a la hora nona,
santiguarme cuando aparece un relámpago,
escribir a mi amor a la luz de la luna,
ser un ave y volar alto,
ir a buscar baquetas.
Me gusta
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ver tu cara hermosa,
tus ojos picarones,
tu sonrisa contagiosa
que me llena de emociones.
Tocar tus manos cariñosas
que acarician con amor,
que seas como las mariposas
que van a posarse en la flor.
Me gustaría ser poderosa
para favorecer al necesitado,
mi vida sería otra cosa
con el acto que habría obrado.
Me gustaría pasear de noche
y que el brillo de tus ojos iluminara el sendero,
correr a la velocidad de un coche,
la misma velocidad con que te quiero.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Me gusta sentarme al lado de la pecera
y ver a los peces cómo comen y dan vueltas.
Me gusta irme al campo
y debajo de un pino leer un buen libro.
Me gusta ir al parque a ver jugar a los niños
y ver cómo se pelean.
Me gusta gastar bromas a mis compañeras y fastidiarles,
me encanta hacerlas rabiar.
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me gusta subir al autobús y dar vueltas a la ciudad,
ver los escaparates, las parejas de enamorados,
la gente que corre, a los que toman el sol.
Es estupendo darte una vuelta en autobús por la ciudad.
Me gusta que llegue el viernes
para ir al mercado de mi pueblo
y ver a las personas escarbando como gallinas
en los puestos que hay en el suelo,
a las personas que miran las paradas más selectas
y comentan que no hay nada que les vaya
y deciden ir a comprar a El Corte Inglés.
Me encanta oír cantar a los pájaros por la mañana
desde mi cama, es una gozada,
os invito a que los escuchéis y ya me diréis.
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No hay nada tan típico como...
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Paquita Usach López
*
La rondalla de mi pueblo
Allá por el año 1958, en El Villar, había una rondalla compuesta por
siete chicas y ocho chicos. El director era el tío Pascual Colchón, a
quien ayudaba José Peñalver, los dos en gloria estén. Diré que, desin­
teresadamente, iban a casa de los alumnos a enseñarles solfeo y a
tocar el instrumento. Una de esas casas era la de mis padres. Mi her­
mana Amparo tocaba la bandurria, ¡qué paciencia e interés tenía!
Pues bien, se formó una rondalla majestuosa. Lo tradicional y típico
de entonces era, en las fiestas ­ sobre todo en las de san Roque­, dar
serenatas a las chicas que les hacían “tilín” a los chicos que deseaban
conquistarlas. ¡Qué gozada, en las madrugadas y en el silencio de la
noche, cuando oías a la rondalla tocar Estas son las mañanicas, can­
tando a dos voces o, Que se quede el infinito sin estrellas, Muñequita
linda, de Antonio Machín, canciones llenas de amor. Los sonidos de
los instrumentos de cuerda sonaban dulces y se expandían por la
calle de san Miguel. Los vecinos salían al balcón y, entusiasmados, no
se cansaban de aplaudir. Mi madre, que en paz descanse, nos decía:
“levantaos, que a estas personas tan atentas se les debe convidar”.
Abría la puerta de par en par y los hacía entrar. Y en el interior de
aquella entrada de la casa tan fresquita y empedrada les sacaba pas­
tas hechas en casa, vino rancio y otras bebidas y cogían fuerzas y allí
estaban tocando hasta las tantas.
Era una gran rondalla. Llegaron a actuar en el Teatro Principal de Va­
lencia y les concedieron un premio muy valioso. ¡Qué recuerdos tan
entrañables y hermosos guardo de la rondalla de mi pueblo en aque­
llos maravillosos años!
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Patrocinio Gómez Cava
*
Fiestas típicas de Chulilla
No hay nada tan típico como el concurso de las Cruces del Santo
Cristo del Perdón que se celebra el día quince de septiembre de cada
año.
Los vecinos de cada barrio se reúnen para ver cómo confeccionan ese
año la cruz que van a presentar. Cada cual aporta su idea y, cuando
están todos conformes, manos a la obra sobre la cruz de madera. La
adornan con diferentes materiales: unos aprovechan latas vacías de
refrescos, otros la hacen adornándola con garrofines, otros con plásti­
cos, en fin, como he dicho, de materiales diversos, consiguiendo ver­
daderas obras de arte y lo complementan todo adornando, también,
la misma calle. Hay mucha competencia para ver quien se lleva el pri­
mer premio. Por eso, cuando llegas al pueblo, ves a la gente tan ale­
gre, porque todos están satisfechos de lo que han hecho y por lo bien
que lo han pasado porque además del trabajo hecho en un local pre­
parado a tal efecto, llenan el tiempo con charlas, meriendas y co­
mentarios. Todos esperan ser los premiados, pues creen que su cruz
será la mejor. El pueblo se llena de visitantes que recorren las calles y
llenan bares y restaurantes para alegría de sus dueños. El jurado, la
noche anterior a la fiesta, visita y valora cada cruz y otorga los galar­
dones según su criterio. Tanto si son premiados como si no, al año si­
guiente, vuelta a empezar.
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a d u l t a s
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Milagro Cortés Durán
*
Lo más típico de las fiestas de Alboraya es el Milagro de los Tres Peces.
Dicen que, hace muchísimos años, Alboraya era mora y en el pueblo
de al lado, que hoy es Almácera, había entonces una sola almazara de
aceite donde vivía una familia mora. El hombre se puso enfermo y
pidió que el cura le llevase la comunión. Entre Alboraya y la actual Al­
mácera se encuentra el barranco del Carraixet, que entonces se cru­
zaba en barca. Dicen que al cura, cuando se encontraba en la barca,
se le cayó el copón al agua. Dicen que al día siguiente se presentó un
pescador en la iglesia diciéndole al cura que en la playa había tres
peces con una hostia en la boca. El cura no se lo creía, pero, tanto in­
sistía el pescador, que se fue con él y, al llegar a la orilla de la playa sa­
lieron los tres peces y depositaron en su mano las tres hostias.
En la calle donde vivía yo, en Alboraya, hay un gran mosaico donde se
ve a los tres peces depositando las sagradas formas en un cáliz y por
eso se llama calle del Milagro.
Este milagro es discutidísimo entre el pueblo de Alboraya y el de Al­
mácera. En éste último también celebran el Milagro de los Dos Peces,
pues dicen que al cura se le cayó el cáliz cuando ya había dado la co­
munión al mozo, o sea, a la vuelta, ahora bien, la ermita de Los Tres
Peces está en Alboraya. También dicen que en el Vaticano está ins­
crito este milagro como de Alboraya. Ahora bien, en Almácera cele­
bran el Milagro de los Dos Peces y en Alboraya el Milagro de los Tres
Peces.
Son las fiestas más sonadas y típicas en estos dos pueblos y ninguno
de los dos da su brazo a torcer y siempre ha habido ­y hay­ grandes
topetías. Dicen, también, que era muy, pero que muy raro que algún
joven se casase con alguien del otro pueblo, de esto hace muchos
años. Hoy en día continúan con sus cosas: Almácera que son dos y Al­
boraya que son tres.
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Maruja Sebastián Ibáñez
*
Las fiestas de la Paz son estupendas, las de san Roque, no veas, pero
a mí las que más me gustan son las de los Carnavales de mi pueblo.
Comienzan el jueves y terminan el domingo. No son unos carnavales
corrientes, pues, entre los personajes típicos de esta fiesta sobresalen
el Tío de la higuica y las Botargas. Os preguntaréis qué son las Botar­
gas. Son personas disfrazadas ­jóvenes o no tan jóvenes­ que se colo­
can una cesta en la cabeza cubierta con una sábana blanca para
aparentar ser más altos y su función es meterse con todo el pueblo y
gastar bromas a todo el que se encuentran en el pasacalle que reali­
zan por la población. El tío de la higuica acompaña a las Botargas y
lleva una caña de la que cuelga una higa seca atada a un cordel y la va
ofreciendo a los niños diciendo: con la boca sí, con la mano no; como
es natural les hace rabiar hasta que consiguen hincarle el diente.
Por la noche los miembros de la comisión de Carnavales trasladan la
Morca (que es una morcilla gigante hecha de madera y cartón) para
su velatorio al Patronato Parroquial, donde permanecerá hasta su sa­
lida para ser quemada el sábado de madrugada. El viernes es el día
del carnaval escolar ­desfile por la población y merienda­ y por la
noche el concurso de Murgas, que a mí me encanta. Los grupos se
meten con todos y nadie se ofende. Lo hacen cantando, como las chi­
rigotas de Cádiz, pero a su estilo. Es estupendo. Luego se reparten
congretes, es lo típico de aquí y después mucha, mucha marcha en la
verbena hasta que el cuerpo aguante. El sábado es el día grande, el
del desfile de disfraces. Se pasa bomba. Estas son las fiestas que más
me gustan por la marcha que tienen. Al amanecer del domingo se en­
tierra la Morca ­bueno, se vacían las cenizas en el Balsón­ como la sar­
dina en Barcelona, pero no tienen comparación los Carnavales de mi
pueblo.
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Carmen Castellano Sayas
*
Las fiestas de la Cueva Santa
Cuando yo era joven ­tendría yo unos 18 años­ íbamos con carro a la
Cueva Santa, era costumbre juntarnos tres o cuatro carros para hacer
el viaje. Todos no cabíamos en los carros, unos iban arriba y otros
abajo, a pie y nos íbamos turnando. Salíamos a la una de la madru­
gada del Villar y llegábamos a las nueve del otro día. La fiesta era en
septiembre. Una vez allí, los jóvenes nos tumbábamos a dormir en la
pinada y las mujeres mayores se ponían a entallar la paella; luego se
celebraba la misa y después la procesión, más tarde la cena y el baile.
Se disfrutaba mucho, lo pasábamos bomba, bailábamos con chavales
de Alcublas y de Casinos. Al día siguiente, por la tarde, se movía hacia
casa con los carros otra vez y llegábamos a las siete o las ocho de la
mañana. Llegábamos al Villar cargados de gorros con agujicas, garro­
tes y medallas.
Íbamos siempre que se podía, era una fiesta maravillosa en aquel en­
tonces. Hoy en día también se va, pero en coches particulares o auto­
cares.
Vicenta Oliva Embuena
*
Las Cruces de Chulilla y la Enramá
En mi pueblo se hace una fiesta muy bonita todos los años el día 14
de septiembre. Colabora todo el pueblo haciendo las cruces con ma­
teriales reciclables. se hacen todas a mano: con fideos, con papel, con
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madera, con lentejas, con cualquier cosa con la que se pueda trabajar.
Los vecinos jóvenes son quienes se encargan de hacerlas por las tar­
des. Todos lo pasamos muy bien haciendo la maqueta y después pen­
sando el material con el que la haremos para que no coincida con
ninguna otra y así llevarnos el premio.
El día de la fiesta se llena el pueblo de gente de todas las poblaciones
de alrededor. Esta fiesta nació muy humilde y ha ido evolucionando
año tras año y hoy en día es muy popular. El pueblo está muy orgu­
lloso de esta fiesta que es muy bonita y popular en toda la contorná.
Es, junto con los Mayos –que se celebra el primer sábado de mayo,
llamada también la fiesta de la Enramá­ la fiesta típica de Chulilla. En
esta última, la Enramá, los protagonistas son cuatro mayorales y dos
obreras (que son cuatro chicos y dos chicas jóvenes del pueblo) junto
con dos niños pequeños, que son las floreras. Se visten de valencia­
nos: ellos con el traje típico de los hombres huertanos de Chulilla y
van a buscarlas con caballos y tocando con guitarras canciones y jotas
relacionadas con cosas del pueblo. La gente lo pasa muy bien. Son
fiestas muy chulillanas, yo no las he visto en ningún otro pueblo. Son
diferentes, os lo puedo asegurar.
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¿Qué pasa?
¿Qué pasa?
Rencor por tu mundo,
amor por mi casa.
Miguel Hernández
Cancionero y romancero de ausencias (1938­1941)
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Maruja Sebastián Ibáñez
*
¿Qué pasa?
Una bandada de palomas
anunciando la mañana.
¿Qué suena?
Clarines de gloria
por mi ventana.
¿Qué viene?
Un caballo desbocado
por la aldea.
Milagro Cortés Durán
*
¿Qué pasa?
Rencor en el infinito,
miedo en el alma.
¿Qué suena?
Campanas de miedo,
luces enmarañadas.
¿Qué viene?
Viento helado,
frío en las montañas.
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Lidia Muñoz Calduch
*
¿Qué pasa?
La procesión por tu casa.
¿Qué suena?
Las campanas que me alegran.
¿Qué viene?
Los aires muy fuertes.
Patrocinio Gómez Cava
*
¿Qué pasa?
Tristeza del pueblo,
pena y desconsuelo.
¿Qué suena?
Tu música bailable,
mi ilusión interminable.
¿Qué siento?
Un amor desmesurado
por un beso enamorado.
¿Qué viene?
Vienen por el aire impreso
las canciones y van al beso.
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Vicenta Oliva Embuena
*
¿Qué pasa?
Amor por mis hijos,
amor por mi casa.
Rencor por mi mundo
de injusticias varias.
¿Qué suena?
El tiro en el mundo
y la paz en las casas
y el beso,
para mi esperanza.
¿Qué viene?
Para ti una sola,
para mí dos muertes,
la de mi hijo
y la de mi amada.
Pilar Burriel Gordo
*
¿Qué pasa?
Con tus ojos, mensajes
y con tus labios, palabras.
¿Qué suena?
Gritos de alegría,
palabras de amor.
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¿Qué viene?
El frío del invierno
y la nieve en la montaña.
María Ofir Arboleda Rosas
*
¿Qué pasa?
Alegría por mi hogar,
temor por mi familia.
¿Qué suena?
Las olas del mar
pegando en las rocas.
¿Qué viene?
El otoño
y la tristeza.
Paquita Usach López
*
¿Qué pasa?
Soledad en mi casa,
tristeza en mi mente.
¿Qué suena?
Un ruido espantoso
que me quita las fuerzas.
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¿Qué viene?
Una triste noticia,
una doble tragedia.
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Sueños
Sueño con una mesa y una silla
Sueño con el sistema planetario
Sueño que voy atravesando un puente
Nicanor Parra
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Milagro Cortés Durán
*
Sueño con un tren azul
Sueño con un vestido de plata
Sueño que estoy dentro de un espejo
Sueño que me caigo de la cama
Sueño que estoy en la cima de un volcán
Sueño que estoy vestida de sevillana subida en un carro
Sueño que estoy prendiendo fuego a una enorme hoguera
Sueño que tengo un coche de caballos
Sueño que ando con zancos
Sueño con un gran salto de agua en colores
Sueño que no tengo miedo al dolor
Sueño con un bonito castillo en las nubes
Sueño que me están arrancando una uña
Sueño que mi abuelo Vicente tiene alas
Sueño que estoy subida en un globo
Sueño que tengo cuatro brazos
Sueño que ando sin tocar el suelo
Patrocinio Gómez Cava
*
Sueño que soy intérprete
que soy fallera mayor infantil
que soy un ninot indultat
que soy una ortiga
con las vacaciones
que voy por un desierto y me muero de sed
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que soy políglota
que soy astronauta
con luciérnagas
que soy un águila real
con los recibos de la luz
que me caigo por un terraplén
que soy un jardín lleno de flores
que canto en Eurovisión
con ser árbitro de tenis
con correr una maratón
con las tortugas marinas
que soy cirujana
que soy futuróloga
Paquita Usach López
*
Sueño que estoy en la selva
que estoy volando
que me arrastra el agua
que estoy en el circo
que estoy en Holanda
que todos tienen trabajo
que estoy esquiando
que estoy delgada
que estoy en la ópera
que cogía estrellas
que me muerde un perro
que estoy en Hollywood
que en España hay presidenta del gobierno
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que estoy en Doñana
que no existe el hambre
que no hay odio ni rencor
que se acabaron las guerras
que voy a Madrid con el AVE
que era poetisa
que estoy en las nubes
que estoy en el cielo
Carmen Aparicio Contel
*
Sueño con un crucero y con ver un nuevo día
que soy la belleza de una fiesta
que voy de compras a Valencia y me dejo la cartera
que me pierdo y no sé volver a casa
que estoy en la feria subida al martillo
que doy vueltas y vueltas
que salgo de estampida
que conduzco un turismo de noche sin luz
que un toro me persigue
con la guerra y que quieren cogerme para matarme
que el tren se me lleva por delante
que soy un muerto
que me meten en una cámara de congelación
con salir de allí
que estoy en otro planeta
que ando por la Luna
con volver de esa salida
con el verano y su esplendor
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con el bronceado de la playa
con los paseos que disfruto por el campo
con ver el campo lleno de flor en el mes de mayo
también que mis reflejos son cada vez menores
Carmen Castellano Sayas
*
Sueño con un gran precipicio
que me baño en el mar y me ahogo
que me voy de viaje en avión
que voy por la calle y me coge un toro
que estoy en la montaña y vienen lobos
que me tomo un tazón de chocolate
que subo al cerro Castellar y me resbalo
con un teatro y que estoy cantando
con un local grande y me da vértigo
que me sale barba
con una gran mansión y que bajo por la escalera
que están tocando la jota en mi calle
que me caigo en un pozo
que se me llena la boca de hormigas
que me caigo de un avión
que me pican las avispas
que me persigue un león
que estoy en un baile
que disparan cañones de guerra
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Un buen verso
Un buen verso
no sacia el hambre.
Jorge Riechmann
(Poesía practicable, 1990)
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Milagro Cortés Durán
*
Un buen verso no conmueve
a quien no lo escucha.
Un buen verso
no hace brotar el rosal
ni tranquiliza al viento.
Un buen verso
no termina con la sed de paz
Un buen verso
puede quedarse olvidado
en la luz del amanecer.
(Hermoso verso perdido,
perdido en los corazones
de los que no quieren ver).
Un buen verso
ilumina la vida.
Un buen verso
apacigua el malestar
y enciende la ilusión.
Un buen verso
casi siempre te hace mejor.
Un buen verso
estremece y te hace despertar,
mirar al cielo y soñar.
Y muchas veces encontrar la paz
si se escucha con atención
y se juzga con amor.
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Paquita Usach López
*
Un buen verso relaja la mente.
Un buen verso
nunca cansa,
da felicidad.
Un buen verso
eleva los corazones,
la vida la ves diferente.
Un buen verso despierta alegría,
levanta pasión,
te hace soñar,
te transmite ilusión
y cambia tu modo de pensar.
Vicenta Oliva Embuena
*
Un buen verso
no sacia el hambre
ni a mi mucha fatiga, inflama.
No construye ningún jardín
y no derriba al tirano.
¡Cuánto temor para morirse!
¡Cuánto hambre hay en el mundo
y sin embargo su ritmo continúa!
En el mundo en que vivimos
hay otro ritmo posible.
Cuando los mandatarios
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a n í s
no se llenen los bolsillos,
cuando se repartan los bienes
para que se acabe el hambre
y la pobreza
y así todos podamos tener
un plato de comida en la mesa.
Patrocinio Gómez Cava
*
Un buen verso
(si es perfecta su estructura)
va rozando su hermosura.
Un buen verso
a veces, de emoción
te corta la respiración.
Un buen verso
es el que te conduce
a los sueños y a la fantasía
Un buen verso
dirigido a las estrellas
justifica su existencia.
Un buen verso
en alguna ocasión
te abruma de admiración.
Un buen verso
tiene que tener garra
para que te llegue al alma.
Un buen verso
es como un destello de luz
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b o l i t a s
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a n í s
que te ilumina
y que te envuelve
con su sabiduría.
Pilar Burriel Gordo
*
Un buen verso
te hace soñar.
Un buen verso
no te quita el dolor.
Un buen verso
no te hace bueno.
Un buen verso
te hace llorar.
Un buen verso
en alguna ocasión
te da fuerza para seguir.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Un buen verso
te hace sentir cosas maravillosas.
Un buen verso
te hace sentirte tranquila, sosegada,
en paz contigo misma.
Un buen verso
te lleva al rincón más oculto,
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
donde puedas llorar y quedarte tranquila.
Un buen verso
te hace asomarte a la ventana
y estando nublado te hace ver el sol.
Un buen verso te hace sentir un cosquilleo dentro
y es imposible de explicar, hay que escucharlo.
Un buen verso
es eso que al cerrar los ojos
te hace soñar aquello que jamás en la realidad
puedes alcanzar.
Un buen verso
te lleva a lo más profundo del corazón.
Carmen Castellano Sayas
*
Un buen verso
no quita la razón.
Un buen verso
no quita sentimiento,
te hace reflexionar.
Un buen verso
no cambia al perverso.
Un verso,
en todo caso, consigue
hacerte pensar,
devanarte el cerebro,
soñar en la noche ,
y su tiempo es para tu sangre
y para los planetas
de otra creación.
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20.
b o l i t a s
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a n í s
Yo quisiera, quisiera
Yo quisiera, quisiera
yo quisiera ser pájaro:
un asiento de ramas,
y de plumas los brazos
Miguel Hernández
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a n í s
Milagro Cortés Durán
*
Yo quisiera, quisiera
yo quisiera ser viento
para volar por los cielos
y mirarte en silencio,
enredarme en tu pelo
y sentir tu aliento
que huele a rosas y a romero.
Yo quisiera, quisiera,
quisiera ser tu silencio,
mirarte muy cerca
y decirte, te quiero,
colgarme de tu pelo
y creerme en el cielo,
bailando con las estrellas
y con tu recuerdo.
Yo quisiera, quisiera,
quisiera ser viento.
Patrocinio Gómez Cava
*
Yo quisiera, quisiera,
yo quisiera ser una rosa
y nacer en ricos pensiles,
escenario de lindas aves
y hermosas flores
como la flor elegida
f o r m a c i ó n
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
donde me abracen las mariposas.
A pesar de mis espinas
me acarician los gentiles
ofreciéndoles mi grato perfume.
Y es que mi eléctrica belleza
deslumbra a las criaturas
y viene a saludarme
para respirar mi esencia.
Cuando el tiempo pasa…
todo se desvanece
y la rosa se deshoja.
Y también quisiera, quisiera,
ser como la fuente,
que al correr sus aguas
manda mensajes
que nadie entiende.
Carmen Castellano Sayas
*
Yo quisiera, quisiera
ser libre como los campos,
no añorar por las mañanas
la inmensidad de los prados.
Andar por montes y valles
hasta quedar extenuado,
aspirar el aire puro
y esos perfumes tan sanos:
el espliego y la gedrea
y las tocheras de esparto.
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U n a s
b o l i t a s
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a n í s
Qué bonita la libertad
al lado del ser amado,
esa angustia tan terrible
del amor que está lejano.
Yo quisiera, amor mío
arrullarme en tus brazos.
Necesario verte urgente:
esto es triste y agobiado.
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U n a s
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b o l i t a s
d e
a n í s
Todo depende de la posición
(...) hacerlo solo es rico, pero egoísta,
en grupo puede ser divertido,
en el baño es muy digestivo,
en el auto puede ser peligroso...
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p e r s o n a s
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U n a s
b o l i t a s
d e
a n í s
Paquita Usach López
*
Hacerlo al levantarse va bien,
boca arriba es un placer,
en el jardín, maravilloso,
debajo de un árbol, gozoso,
caminando es peligroso,
sobre la cama no cansa,
en la playa me encanta,
siempre que lo hago me relajo,
hacerlo es placentero,
cuando me acuesto lo hago,
cualquier posición es correcta.
Despierta los sentidos,
es emocionante, te transporta
a otro mundo,
lo hago en cualquier lugar y me enriquece,
no importa el sexo ni la edad ni la religión.
Es un mundo de magia e ilusión.
Leer es un placer
Carmen Aparicio Contel
*
Me gusta hacerlo bajo la sombra de un pino,
boca abajo me siento feliz,
boca arriba es un placer,
hacerlo dos veces en la misma postura
resulta poco agradable,
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hacerlo entre dos resulta armonioso,
junto a otros es acogedor.
Me gusta hacerlo en el silencio de la noche,
me siento feliz cuando lo hago,
si no lo hago me falta algo,
hacerlo en el baño me relaja,
me gusta hacerlo en un recorrido lento,
en la cama, a la hora de la siesta,
de rodillas es incómodo.
Me gusta hacerlo en la tumbona de la playa,
desnudos o vestidos,
me gusta hacerlo en una sala de espera,
tendida sobre la alfombra
con una música acogedora.
Hacerlo es siempre un acto maravilloso.
No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición
económica
Leer es un placer
Patrocinio Gómez Cava
*
Hacerlo en el baño refresca la memoria,
con música es divertido,
entre sábanas te calienta los pies,
hacer lo a menudo despierta la imaginación,
engrupo es divertido,
en la mesa es muy cómodo,
hacerlo de pie, en el autobús
restablece el equilibrio,
f o r m a c i ó n
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en el campo alivia la respiración,
hacerlo inspirado te causa sensación
Leer es un placer
Vicenta Oliva Embuena
*
Me sirve para relajarme a la sombra de un pino,
soy feliz haciéndolo por la noche
a la luz de la lámpara,
me gusta y me da placer, es para mí una alegría.
Hoy estoy feliz con este tema.
Me alegra la vida cuando voy al campo,
qué bonito es hacerlo en el cuarto de baño,
en casa me encanta hacerlo cuando estoy sola.
Estaría encantada de hacerlo a diario y a cualquier hora.
me molesta que me interrumpan cuando lo hago,
me encanta hacerlo los domingos
que es cuando más me gusta hacerlo.
Leer es un placer.
Milagro Cortés Durán
*
Hacerlo en silencio despierta la fantasía,
debajo de un árbol se oyen los trinos de los pájaros.
Siento gran placer hacerlo en el sol,
estoy en una nube al tenerte en mis manos,
a solas contigo no pasa el tiempo,
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siempre deseo algo de ti,
tu interior muchas veces me confunde,
tu exterior me atrae como un imán,
me dejas pensativa cuando termino contigo.
Cuando te abres en mis manos me haces feliz.
Leer es un placer
Pilar Burriel Gordo
*
Si lo hago cuando me acuesto
me hace dormir,
si lo hago tomando el sol es un placer,
me gusta hacerlo en el sofá, después de comer,
si se hace en compañía se puede aprender,
en la peluquería se te hace más corta la espera,
hacerlo con los niños para que se acostumbren
es bueno también,
si lo haces tomando el fresco, en El Balsón,
lo pasas muy bien,
cuando estoy triste me relaja,
si lo hago cuando me encuentro sola,
me siento acompañada,
hacerlo por la noche,
viendo el fuego de la chimenea, es relajante.
Leer es un placer
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¿Por qué escribe usted?
Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Oscar Hahn
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Patrocinio Gómez Cava
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Porque quiero porque vivo por mi niñez
porque quiero porque muero por mi vejez.
Porque recuerdo porque me olvido porque mis hijos
porque mi padre porque mi madre porque lo dijo.
Porque la silla porque la mesa porque el mantel
porque ahora mismo porque lo piensas por el café.
Porque la lluvia porque el insomnio porque la calma
porque ese trueno porque la noche porque mi alma.
Porque no vendo porque no tengo porque tendré
porque lo espero porque deseo porque lo sé.
Porque las fechas porque la espera porque las fiestas
porque Hernández porque Miguel porque el poeta.
Milagro Cortés Durán
*
Porque el viento porque la nube porque el sol
porque no entiendo porque me muevo porque voy.
Porque estoy porque contemplo porque la luz
porque tengo porque respondo porque sí.
Porque el cielo porque la noche porque el amor
porque el monte porque el árbol porque el gorrión.
Porque el mar porque las olas porque el final
porque la estrella porque brilla porque azul.
Porque el miedo porque frío porque el dolor
porque todo porque nada porque no.
Porque el silencio porque la espera porque el llorar
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porque el hambre porque el miedo porque callar.
Porque el río porque los peces porque soñar
porque la vida porque el sueño porque volar.
Porque escribo porque me gusta porque me va.
Paquita Usach López
*
Porque la luz porque sí porque no
porque quiero porque recrea porque no.
Porque el papel porque aguanta por fiel
porque Juan Ramón porque sí porque él.
Porque la luna porque el sol porque Miguel
porque me gusta porque ayer porque la piel.
Porque fascina porque gusta porque soñar
porque me da placer porque recrea porque innovar.
Porque la mente porque no sé porque sí
porque Santa Teresa porque el cielo porque a mí.
Porque escribir porque quiero porque es vivir
porque el profe porque lo dice por seducir.
Carmen Aparicio Contel
*
Porque escribo porque me gusta porque quiero
porque mañana porque sí porque me da la gana.
Porque despeja mi mente porque no me duermo
porque el chispazo porque mis recuerdos.
Porque los vivo porque los estimo porque los quiero
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porque el amor porque el silencio porque no sé.
Porque escribo de noche porque descanso porque soy feliz
porque sueño porque río porque me comprendo.
Porque pienso porque me aclaro porque soy yo
porque aprendo porque por la inseguridad porque el miedo.
Porque el infierno porque la tinta porque el papel
porque la vida porque un día porque ¿quién seré?
Vicenta Oliva Embuena
*
Porque estoy sola porque no hay sal porque no voy de viaje
porque me canso porque no me gusta la playa porque no tengo alegría.
Porque voy al parque porque voy a la compra porque se hace de día
porque sale el sol porque comemos porque me hago mayor.
Porque llueve tanto porque no me gusta el cine porque el aire
porque la luna porque hay estrellas porque sueño porque morimos.
Maruja Sebastián Ibáñez
*
Porque me gusta porque me llena de satisfacción porque me distraigo
porque así digo lo que quiero porque la mano se me va sin darme
cuenta.
Porque es como si fuese en bicicleta porque si Juan porque si Pedro
porque quiero por si acaso por si las moscas.
Por si algo se me escapa porque me siento tranquila porque si salen
las uvas
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por si mañana no puedo porque así fastidio porque mientras escribo
no como.
Porque vuelan los pájaros porque las nubes se oscurecen porque sí.
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Patrocinio Gómez Cava
Lidia Muñoz Calduch
Carmen Castellano Sayas
Milagro Cortés Durán
Paquita Usach López
Carmen Aparicio Contel
Maruja Sebastián Ibáñez
Pilar Burriel
Vicenta Oliva Embuena
Taller literario
2009­2010
Escuela de Personas Adultas
Villar del Arzobispo
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Algunas imágenes de este libro han sido extraídas de diversas páginas de Internet, otras son
fotos personales.
Ninguna de ellas está sujeta a derechos de autor o es difícil referenciar la autoría, pues, o bien
son colecciones de cliparts, o bien forman parte de blogs personales que a su vez han utilizado
estas imágenes libremente sin otro propósito que ilustrar los escritos.
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