Auto administración de terapia cognitiva conductual para SCI moderado y grave: eficacia clínica, tolerabilidad y viabilidad Jeffrey M. Lackner1, James Jaccard2, Susan S. Krasner3, Leonard A. Katz1, Gregory D. Gudleski1, and Kenneth Holroydus 1 Division of Gastroenterology, Department of Medicine, University at Buffalo, SUNY, Buffalo, NY, USA 2 Department of Psychology, Florida International University, Miami, FL 3 Department of Anesthesiology, University at Buffalo, SUNY, Buffalo, NY 4 Department of Psychology, Ohio University, Athens, OH Resumen Antecedentes y objetivos: Dadas las limitaciones de las terapias convencionales y las restricciones impuestas a los más nuevos agentes farmacológicos, hay una necesidad urgente de desarrollar tratamientos eficaces y eficientes que enseñen a los pacientes habilidades conductuales autogestionadas para el alivio de los síntomas del síndrome del colon irritable (SCI) y de los problemas asociados. Método: 75 pacientes (86% mujeres) diagnosticados de SCI según los criterios Roma II y sin enfermedades GI comórbidas se reclutaron de médicos locales y de la comunidad y se asignaron aleatoriamente o a una de las 2 versiones de terapia cognitiva conductual (10 sesiones de TCC administradas por un terapeuta versus 4 sesiones de TCC administradas por el paciente) o a una lista de espera como grupo de comparación (LEC) que controlaba las amenazas para la validez interna. La evaluación final se produjo dos semanas después del final de la fase de 10 semanas de tratamiento. Las variables medidas incluyeron un adecuado alivio del dolor y de los síntomas intestinales; la mejora global de los síntomas del SCI (Escala de Mejora -CGI), la severidad de los síntomas del SCI (SCI SSS); calidad de vida (SCI QOL); distrés psicológico (Inventario Breve de Síntomas); satisfacción del paciente (Escala de Satisfacción del Paciente). Resultados: En la semana 12 ambas versiones de TCC fueron significativamente (p< .0001) superiores a la LEC en el porcentaje de participantes que reportaron alivio adecuado (por ejemplo, TCC-CM =72%, TCC-E = 60,9%, LEC = 7,4%) y mejora de los síntomas. Los pacientes tratados con TCC reportaron una significativa mejora de la calidad de vida y de la severidad de los síntomas de SCI pero no del distrés psicológico que los pacientes de la LEC (p< .0001). Conclusiones: Los datos de este estudio piloto prestan apoyo empírico preliminar a un régimen de TCC breve administrada por el paciente capaz de proporcionar alivio a corto plazo de los síntomas de SCI que en gran parte no responden a terapias convencionales. RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 3 El síndrome del colon irritable (SCI) es un frecuente trastorno GI funcional a menudo discapacitante en el que su amplia gama de síntomas (dolor/malestar abdominal, con alteración de los hábitos intestinales tales como diarrea y/o estreñimiento) no responden generalmente a las terapias convencionales. Los escasos fármacos eficaces desarrollados específicamente para el SCI han sido retirados o severamente restringidos en respuesta a incertezas sobre su seguridad, creando una necesidad urgente de desarrollar tratamientos conductuales autogestionados que entrenen a los pacientes a adoptar estrategias efectivas para el alivio de los síntomas que no responden a los agentes dietéticos o farmacológicos disponibles. Las numerosas publicaciones sobre el manejo de la enfermedad1 indican que la gestión eficaz del día a día de la carga de las patologías médicas crónicas implica la adopción de habilidades conductuales de autocuidado específicas (auto monitorización, fijación de objetivos y resolución de problemas, educación, gestión de las emociones negativas y de otros estados aversivos somáticos como el dolor). Estas habilidades forman la base del enfoque del tratamiento psicológico llamado terapia cognitiva conductual (TCC). El objetivo general de la TCC es enseñar a los pacientes habilidades para desempeñar un papel más proactivo en el control de los síntomas, afrontando sus disgustos emocionales y mejorando la calidad de vida. Diversos ensayos clínicos apoyan la eficacia de la TCC cuando es aplicada a lo largo de varias sesiones (semanalmente) por terapeutas entrenados en centros de atención de tercer nivel2, 3, 4. Las ganancias del tratamiento asociadas con la TCC incluyen la mejoría de los síntomas GI claves (dolor, disfunción intestinal)4 de la calidad de vida5, 6 y del distrés psicológico4, 6. Sin embargo, en su forma convencional la TCC tiene limitaciones prácticas (coste elevado, falta de terapeutas adecuadamente preparados, largas listas de espera, necesidad de tiempo) que obstaculizan su utilidad clínica. Como con la “segunda generación” de tratamientos del SCI bajo desarrollo, cada vez es más evidente que la demostración de eficacia es una condición necesaria pero no suficiente de la viabilidad del tratamiento para los tratamientos del SCI. Existe una necesidad no satisfecha 4 de una forma breve de TCC que sea menos costosa, menos intensa en tiempo y más transportable pero que mantenga la eficacia clínica de la TCC “de referencia” aplicada en los centros de asistencia convencionales. Una estrategia para economizar la TCC es reducir el tiempo de contacto con el terapeuta por medio del uso de tratamientos principalmente auto administrados o “caseros”. En un tratamiento de contacto mínimo (CM) (por ejemplo, 7) la autogestión de las habilidades se introduce en sesiones clínicas periódicas pero la mayoría de lo que se aprende se produce en casa usando materiales de auto estudio. Como resultado la TCC-CM solamente precisa 4 sesiones clínicas en lugar de las 10-20 sesiones semanales que aparecen en la literatura. Las ventajas potenciales de la TCC-CM incluyen la compatibilidad con el número de las sesiones de consejo psicológico (N=6) a las que asisten la mayoría de los pacientes8, una mayor implicación del paciente, una reducción de los costes para el paciente (directos y de oportunidad) una mayor disponibilidad de los servicios, menor estigma, más fácil programación y penetración en áreas subatendidas y una integración más rápida en los centros clínicos sujetos a limites anuales de visitas ambulatorias de consejo psicológico por la HMO (Organización del Mantenimiento de la Salud). En una cultura del cuidado de la salud que enfatiza el cuidado escalonado, un tratamiento de TCC-CM representa una intervención lógica de primer paso para individuos que requieren más que consejo, consuelo o simple cambio del estilo de vida pero mediante una opción menos compleja y costosa que los tratamientos conductuales más intensos administrados en centros clínicos especializados. El objetivo principal de este estudio piloto era testar los efectos del tratamiento agudo de la TCC auto administrada en relación con un grupo control en lista de espera. A un nivel exploratorio comparamos la TCC auto administrada con una TCC con tratamiento convencional administrada por un terapeuta para examinar la comparabilidad de los efectos. Predijimos, a priori, que la TCC breve mostraría evidencia de alivio general de los síntomas GI, una mejora de la calidad de vida y una reducción de los síntomas del SCI en comparación con un grupo control en la lista de espera y efectos RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 comparables a los de los pacientes asignados a la TCC basada en un terapeuta. Pacientes y métodos Diseño del estudio Este estudio es un ensayo clínico aleatorizado de 3 brazos de centro único comparando una versión de TCC auto administrada de 4 sesiones con un grupo control “pasivo” en lista de espera que controlaba varias amenazas para la validación interna (paso del tiempo, maduración, los efectos de evaluación repetida) y con una versión de TCC de 10 sesiones administradas por un terapeuta. El estudio fue aprobado por el IRB (Institutional Review Board) de la Universidad de Buffalo, Universidad estatal de Nueva York y todos los participantes firmaron el consentimiento informado. Pacientes Se reclutaron mujeres y hombres entre los 18 y los 70 años principalmente por medio de la remisión por especialistas locales (por ejemplo, gastroenterólogos) y médicos de atención primaria y cobertura periodística y anuncios en la prensa local. El reclutamiento empezó en febrero del 2005 y finalizó en abril de 2006. Un total de 327 sujetos contactaron con la Behavioral Medicine Clinic de la Universidad de Buffalo y se sometieron a una entrevista telefónica de cribaje para evaluar los criterios básicos de elegibilidad. Los que fueron seleccionados fueron citados para evaluaciones médicas y psicológicas convencionales para determinar si cumplían los criterios de inclusión/exclusión. Los criterios de inclusión incluían el diagnóstico de SCI según los criterios de Roma II9 establecidos mediante un examen médico realizado por un gastroenterólogo; síntomas de SCI de al menos moderada severidad; disposición a mantener una dosis estable de medicaciones para el SCI durante el periodo basal de pretratamiento; capacidad para proporcionar consentimiento informado y un de nivel de lectura mínimo de 6º grado10. Los criterios de RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 exclusión fueron: la presencia de una enfermedad GI orgánica comórbida (por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal, intolerancia a la lactosa) o retraso mental; participación concomitante o durante mucho tiempo en psicoterapia con técnicas cognitivo conductuales; diagnóstico actual o pasado de esquizofrenia u otros trastornos psicóticos, diagnostico actual de depresión unipolar con ideación suicida, diagnóstico actual de consumo de sustancias psicoactivas. El SCI de moderado a severo se definió operativamente4, 11, 12 como una puntuación de 2 o más en la escala de puntuación global de severidad del SCI administrada por un médico (1 = leve, 2 = moderado, 3 = severo, 4 = muy severo). La duración media de los síntomas de SCI para la muestra del estudio era de 16,5 años. Los hábitos intestinales predominantes del paciente se determinaban tras una exploración médica usando las directrices de Roma II9 y la impresión clínica: un 53% diarrea predominante; un 25% estreñimiento predominante y un 21% eran alternantes o mixtos. Los datos demográficos adicionales se muestran en la Tabla 1. De los 138 individuos de los que se valoró formalmente la elegibilidad en la clínica, 75 completaron las valoraciones del pretratamiento que acabaron con la finalización de 4 semanas de monitorización diaria de los síntomas. En este punto, el coordinador del estudio de investigación que no tenía relaciones terapéuticas con ninguno de los participantes usó un esquema de distribución del tratamiento generado por ordenador para asignar aleatoriamente a los pacientes a una de las tres condiciones. Dado que no es posible distinguir los “contenidos” de los tratamientos psicosociales nosotros adoptamos la practica6, 13 de valorar la credibilidad percibida por los pacientes sobre los tratamientos a los que eran asignados. Los pacientes fueron asignados a terapeutas, con el objetivo de equilibrar el número de pacientes tratados en cada condición por cada terapeuta. Condiciones del tratamiento Todos los tratamientos se estandarizaron y se realizaron de forma individual y ambulatoria en centros de atención de tercer nivel y en un centro médico académico. 5 La TCC estándar (TCC-E) es un programa basado en el entrenamiento de habilidades14 que se proporciona al paciente semanalmente en 10 sesiones de una hora cada una. El tratamiento consta de seis fases que se solapan: (1) educación con respecto al estrés relacionado con el SCI, (2) auto monitorización de las situaciones estresantes asociadas con los episodios de SCI, (3) ejercicios de relajación muscular para incrementar la auto regulación fisiológica del estrés y para cultivar el sentido de auto control sobre los síntomas, (4) aprender a identificar, reevaluar y cambiar los pensamientos negativamente sesgados (por ejemplo, catastrofismo15) asociados con el SCI, (5) cambiar los pensamientos “fundamentales” subyacentes (por ejemplo, perfeccionismo) que alimentan las cogniciones amenazantes, (6) entrenamiento regular en la resolución de problemas Tabla 1. Características basales de la muestra para toda la muestra y por grupos de tratamiento Grupo tratamiento Muestra total (n=75) TCC-CM (n=25) TCC-E (n=23) LE (n=27) 46.6 (16.7) 41.9 (13.6) 48.13 (18.2) 49.7 (17.6) Género % Masculino Femenino 13.3% 86.7% 24.0% 76.0% 8.7% 91.3% 7.4% 92.6% Estado civil Soltero Casado Divorciado Viudo/Separado Vive en pareja 24.0% 45.3% 22.7% 2.7% 5.3% 24.0% 48.0% 24.0% 0.0% 4.0% 30.4% 39.1% 17.4% 4.3% 8.7% 18.5% 48.1% 25.9% 3.7% 3.7% 1.3% 2.7% 94.7% 1.3% 4.0% 4.0% 92.0% 0.0% 0.0% 0.0% 100% 0.0% 0.0% 3.7% 92.6% 3.7% 2.7% 8.0% 17.3% 17.3% 18.7% 0.0% 8.0% 16.0% 28.0% 16.0% 8.7% 8.7% 13.0% 8.7% 30.4% 0.0% 7.4% 22.2% 14.8% 11.1% Algún post grado Máster Doctorado 8.0% 21.3% 6.7% 0.0% 16.0% 16.0% 4.3% 21.7% 4.3% 18.5% 25.9% 0.0% Años con SCI (media, DE) 16.5 (15.3) 12.00 (12.1) 16.2 (12.2) 20.9 (19.2) 53.3% 25.3% 21.3% 48.0% 32.0% 20.0% 60.9% 21.7% 17.4% 51.9% 22.2% 25.9% 294.0 (79.4) 312.4 (81.2) 282.9 (77.3) 286.6 (79.5) Edad (media, DE) Raza Asiático Afroamericano Blanco Hispánico Educación Algo de escuela superior Bachillerato superior Algo de universidad Estudios técnicos Licenciado Hábito intestinal (%) Diarrea Estreñimiento Mixto SCI-SSS Nota: Categorías de SCI-SSS, Leve = 75 – 175; Moderado = 175 – 300; Severo = > 300 6 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 para fortalecer la capacidad de afrontar los factores estresantes reales asociados al SCI. Para facilitar la adquisición de habilidades se asignaron ejercicios domésticos semanales. La TCC de contacto mínimo (TCC-CM) cubre el mismo rango de procedimientos que la TCC-E pero se basa especialmente en los materiales de auto estudio16. Mientras la TCC-E implica diez sesiones clínicas de una hora, la TCC-CM precisa sólo cuatro visitas clínicas de 60 minutos durante el mismo periodo. En la primera sesión de TCC-CM se explica el tratamiento, se proporcionan los materiales de auto estudio16 y se introducen la relajación muscular y la auto monitorización. La segunda sesión de tratamiento introduce las técnicas cognitivas de afrontamiento (por ejemplo eliminar el catastrofismo por medio de test predictivos). En la tercera sesión, los pacientes aprenden el entrenamiento en la resolución de problemas y las habilidades avanzadas cognitivas de afrontamiento (por ejemplo a modificar las creencias fundamentales tales como el perfeccionismo). La cuarta sesión introduce las habilidades para la prevención de recaídas. Se programaron 2 sesiones telefónicas de 10 minutos en las semanas 3 y 7 para solucionar cualquier problema. Los sujetos en la Lista de Espera Control en esta condición fueron colocados en un tratamiento de lista de espera retrasado 10 semanas durante las que se comprometieron en la auto monitorización diaria de los síntomas GI. Terapeutas e Integridad del Tratamiento El tratamiento fue proporcionado por tres doctores en psicología clínica (2 hombres y una mujer) con una media de 10 años de experiencia en el tratamiento psicológico de trastornos médicos dolorosos bajo la supervisión de un experimentado psicólogo doctorado en investigación (JML). Todos los terapeutas recibieron entrenamiento intensivo que incluyó la revisión de los conceptos y las técnicas de la TCC, la revisión tema por tema de las manuales, la audición de cintas con grabaRET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 ciones de ejemplos de tratamiento, el juego de simulación (role play) y la práctica de ejercicios, discusión de casos ejemplo y entreno de estrategias para casos difíciles y desafiantes, y casos prácticos. Para asegurar la fidelidad de los tratamientos los terapeutas siguieron un protocolo de tratamiento manualizado que proporcionó orientación detallada sesión a sesión. Para asegurar la cunplimentación se empleó una lista de verificación de procedimientos específicos de cada sesión. La revisión de la lista no desveló violaciones de los procedimientos del tratamiento. No se reportaron efectos adversos. Poder estadístico El objetivo principal era comparar una TCC breve con una lista de espera control para demostrar su efectividad. La investigación previa comparando la TCC específica para SCI con una lista de espera control6 sugiere que debería observarse una diferencia media estandarizada del tamaño del efecto comparable a un “gran” efecto (es decir una d de 0,80 según criterio de Cohen17). Por lo tanto, el estudio apuntó a un tamaño de muestra de 25 por grupo en cada una de las tres condiciones, lo que produce una potencia aproximada de 0,80 para detectar una gran diferencia estandarizada del tamaño del efecto entre las medias cuando se contrastan dos grupos. Para establecer la comparabilidad entre la TCC breve y la estándar se necesitan tamaños de muestra considerablemente más grandes que apoyen las pruebas de equivalencia de paradigmas convencionales. Por tanto, esta faceta de la investigación es exploratoria. Nosotros esperamos observar efectos de tamaño en estas dos condiciones que sean comparables y, si este es el caso, ello justifica un futuro ensayo clínico más caro que pueda apoyar tales pruebas de equivalencia. Medidas Principales variables de interés La eficacia clínica se valoró con dos medidas adecuadas del alivio18, 19. La primera pregunta “¿En 7 los últimos 7 días, ha tenido usted un alivio adecuado del dolor o del malestar del síndrome del colon irritable? (Si/No) 18. Dado que el SCI es un problema multisintomático que implica otros síntomas (no dolorosos), nosotros creamos un segundo ítem valorando la adecuación del alivio de los síntomas intestinales para los que buscaban tratamiento. Según las directrices de Roma II20 valoramos también la eficacia clínica usando la Impresión Clínica Global Escala de Mejora (CGI-I) 21: “Comparado con como se sentía antes de entrar en el estudio, ¿cómo valoraría los síntomas de SCI para los que buscaba tratamiento durante la semana pasada?” (1= sustancialmente mejorado, 4 = sin cambios; 7 = sustancialmente peor). De forma consistente con investigaciones previas22 definimos a los respondedores al tratamiento a priori por una puntuación de 1 (sustancialmente) o 2 (moderadamente mejorado). Variables secundarias de interés Las variables clínicas adicionales incluyeron el distrés psicológico global (Índice de Severidad Global del Inventario Breve de Síntomas) 23, la severidad de los síntomas de SCI (Escala de los Síntomas de SCI24), la satisfacción general del paciente (Formulario de Satisfacción del Paciente25) y la calidad de vida relacionada con la salud (Calidad de Vida del SCI26). Las medidas de las variables se obtuvieron en el ingreso y en el post tratamiento con excepción de las medidas de alivio global y la satisfacción del paciente que se obtuvieron solo en el post tratamiento. Los pacientes retornaron a la clínica 14-16 días tras la última sesión de TCC programada para proporcionar datos de la eficacia en el post tratamiento. Resultados Análisis de los datos preliminares Tratamiento de las pérdidas y de la pérdida de datos – El número de individuos asignados a TCC-CM, TCC- 8 E y LEC fue de 25, 23 y 72 respectivamente. Dieciséis individuos (21%) abandonaron el estudio durante el curso del tratamiento. Cinco estaban en el grupo de TCC-CM, 6 en el de TCC-E y 5 en el de LEC. Los abandonos identificaron27 “llegar a la sesión” como la razón más frecuente de abandono del tratamiento. El cuarenta y tres por ciento (7/16) de los abandonos terminaron el tratamiento antes de la sesión uno. Para identificar el sesgo de los abandonos se correlacionó una variable ficticia (1 = abandono; 0 = no abandono) se correlacionó con diversas variables demográficas (por ejemplo, género, raza, educación) y con las valoraciones del pretratamiento. El abandono se relacionó con la medida basal de la clínica (r = 0.40, p<0.05) de manera que los pacientes con puntuaciones de gravedad más altas tenían más probabilidades de abandonar el tratamiento. No hubo otros factores predictivos del abandono del tratamiento estadísticamente significativos. Los análisis usaron tanto un marco de intención de tratar (ITT) como un marco de dosis-respuesta (DR). El análisis DR se basó solo en los individuos que finalizaron el tratamiento, mientras que los análisis por ITT se basaron en todos los individuos que fueron aleatorizados a algún grupo. Para el análisis de ITT de los 16 individuos que abandonaron el tratamiento, las valoraciones de seguimiento se obtuvieron de 5 de ellos (31%). Todos y cada uno de los cinco individuos respondieron negativamente al alcance de un alivio adecuado para el dolor abdominal así como un alivio adecuado para los síntomas intestinales y los cinco indicaron “sin cambio” (una puntuación de cero) en las medidas de mejora global (CGI). Consecuentemente, se imputaron estos valores a los individuos que abandonaron el tratamiento. Se perdieron los datos del seguimiento de 12 de los 75 pacientes (16%). Siete de los doce individuos estaban en el grupo de TCC-E y cinco en el grupo de TCCCM. Once de los doce fueron abandonos del tratamiento. Para el único individuo que completó el tratamiento (que estaba en el grupo de TCC-E) pero del que no se obtuvieron valoraciones del seguimiento para las medidas adecuadas de alivio, seleccionamos e imputamos aleatoriamente una puntuación de una distribuRET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 ción binomial con una media y una varianza igual a la media y la varianza observadas para los que completaron el tratamiento en el grupo de TCC-E. Para la medida de mejora global imputamos una puntuación seleccionada aleatoriamente de una distribución normal con una media y una varianza iguales a la media y la varianza observada para los que completaron el tratamiento en el grupo de TCC-E. Se empleó una estrategia de imputación múltiple para estimar los parámetros, los errores estándar y los intervalos de confianza28, pero dado que se perseguían múltiples imputaciones para un único individuo el efecto de la imputación basado en la variabilidad fue despreciable. Análisis primarios Comparación de los grupos de tratamiento: Análisis dosis-respuesta La mitad superior de la Tabla 2 presenta el porcentaje de individuos que reportaron alivio adecuado del dolor abdominal, el porcentaje de individuos reportando alivio adecuado de los síntomas intestinales y la media de la mejora global de los pacientes para los tres grupos de tratamiento para las personas que completaron el tratamiento y los que completaron la LEC. En términos de alivio adecuado del dolor abdominal la diferencia de porcentaje entre TCC-E y la LEC fue de 73.3 (p< 0.05) con un intervalo de confianza del 95% ajustado por Bayes de 51.6 a 95.0. La diferencia de porcentaje entre la TCC-CM y la LCE fue de 80.9 (p<0.05) con un de intervalo de confianza del 95% ajustado por Bayes de 63.1 a 98.7. La diferencia de porcentaje entre la TCC-E y la TCC-CM fue -7.6 (ns) con un de intervalo de confianza del 95% ajustado por Bayes de -30.0 a 14.8. Por tanto, hubo diferencias considerables entre las dos condiciones de tratamiento. No hubo diferencias entre grupos en la credibilidad del tratamiento o la expectativa de mejora en la basal. Para el adecuado alivio de los síntomas intestinales, nadie del grupo de LEC reportó alivio adecuado mientras un 83% y un 75% reportaron tal alivio en el grupo TCC-E y TCC-CM respectivamente. La frecuencia cero para el grupo LEC excluye test convencionales de significancia contrastando los grupos TCC-E y TCC-CM con el grupo LEC, pero el límite inferior del IC del 95% para los grupos TCC-E y TCC-CM estuvieron ambos muy por encima de cero (53.1 y 59.0 respectivamente) sugiriendo importante mejora sobre el grupo LEC. La diferencia de porcentaje entre la TCC-E y la TCC-CM fue de 7.4 (ns) con un IC del 95% ajustado por Bayes de -18.8 a 33.6. Finalmente, la diferencia media entre TCC-E y LCE sobre la impresión de mejora de los pacientes fue de 1.99 (p<0.05) con un IC 95% de 1.50 a 2.48. La diferencia media entre TCC-CM y la LEC fue 1.96 (p<0.05) con un IC 95% de 1.50 a 2.42. La diferencia media entre TCC-E y la TCC-CM fue 0.025 (ns) con un IC 95% de -0.52 a 0.47. Este patrón de significancia estadística se mantuvo cuando se usó una estrategia de análisis de covarianza (ANOVA) comparando las medias post test ajustadas para las puntuaciones previas Tabla 2. Comparación de los grupos en las variables principales Variable LEC TCC-E TCC-CM Alivio adecuado – Dolor abdominal: DR Alivio adecuado – Síntomas intestinales: DR Mejora global de síntomas: DR Alivio adecuado – Dolor abdominal: ITT Alivio adecuado – Síntomas intestinales: ITT Mejora global de síntomas: ITT 9.1 0.0 0.14 7.4 0.0 0.11 82.4a 82.4 2.12a 60.9a 60.9a 90.0a 75.0 2.10a 72.0a 60.0a 1.56 1.68 Nota: DR = análisis dosis respuesta; ITT = análisis por intención de tratar; LEC = lista de espera control; TCC-E = terapia cognitivo conductual estándar; TCC-CM = terapia cognitivo conductual de contacto mínimo. Los grupos dentro de una fila que no comparten un sobrescrito común son diferentes con significación estadística, p< 0,05 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 9 al test. Cuando analizamos la proporción de respondedores clasificando a los que reportaron mejora “moderada o “sustancial” (puntuados 2 y 1 respectivamente) como respondedores y aquellos que reportaron mejoría “leve” o por encima (>3) como no respondedores, un 87,5% de los individuo en el grupo de TCC-E reportaron de muchísima a mucha mejoría, un 80% de los individuos en el grupo TCC-CM reportaron lo mismo y el 0% de los del grupo LEC también. Los dos primeros porcentajes no difieren significativamente uno del otro (p<0.55). Estos datos se presentan en la Figura 1. Los participantes tratados con TCC estuvieron uniformemente satisfechos con los cuidados recibidos como se evidencia por sus puntuaciones cercanas al máximo (TCC-CM M0 30.1; DE = 1.8; TCC-E M = 30.3, DE = 2.3) en la Escala de Satisfacción del Paciente (amplitud de 8 a 32). porcentaje entre TCC-E y la LEC fue de 53.5 (p< 0.05) con un 95% de intervalo de confianza ajustado por Bayes de 31.2 a 75.8. La diferencia de porcentaje entre la TCC-CM y la LCE fue de 64.6 (p<0.05) con un de intervalo de confianza del 95% ajustado por Bayes de 44.4 a 84.4. La diferencia de porcentaje entre la TCC-E y la TCC-CM fue -11.1 (ns) con un de intervalo de confianza del 95% ajustado por Bayes de -37.7 a 15.5. Al igual que en el análisis dosis-respuesta hubo diferencias considerables entre las dos condiciones de tratamiento y la LEC, pero mínimas diferencias entre los dos grupos de tratamiento. Para el adecuado alivio de los síntomas intestinales, nadie del grupo de LEC reportó alivio adecuado mientras un 60.9% y un 60% reportaron tal alivio en el grupo TCC-E y TCC-CM respectivamente. La frecuencia cero para el grupo LEC excluye test convencionales de significancia contrastando la TCC-E y la TCC-CM con el grupo LEC, pero los límites inferiores del IC del 95% para los grupos TCC-E y TCC-CM estuvieron ambos muy por encima de cero (41.0 y 40.8 respectivamente) sugiriendo importante mejora sobre la LEC. La diferencia de porcentaje entre la TCC-E y la TCC-CM fue de -0.9 (ns) con un IC del 95% ajustado por Bayes de -28.8 a 26.8. Comparación de los grupos de tratamiento: Análisis por intención de tratar La mitad inferior de la Tabla 2 presenta resúmenes de los datos relevantes para todos los individuos asignados aleatoriamente a un grupo. En términos de alivio adecuado del dolor abdominal la diferencia de Fig.1. Impresión general de mejora en la semana 12 relacionada con el paciente No – respondedores SW/ MW/ SW/ NO/ SI 20.0 TCC-CM (N=25) 80.0 12.5 TCC-E (N=23) LEC (N=27) Respondedores MI/ SI 87.5 100 100 0 80 60 40 20 0 20 40 60 80 100 Porcentaje VSW - Sustancialmente peor MW – Moderadamente peor SW – Ligeramente peor 10 NO – Sin cambio SI – Ligeramente mejor VSI – Sustancialmente mejorado MI – Moderadamente mejor RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 Finalmente, la diferencia media entre TCC-E y LCE sobre la impresión de mejora global de los pacientes fue de 1.45 (p<0.05) con un IC 95% de 0.90 a 2.00. La diferencia media entre TCC-CM y la LEC fue 1.57 (p<0.05) con un IC 95% de 1.03 a 2.10. La diferencia media entre TCC-E y la TCC-CM fue 0.11 (ns) con un IC 95% de -0.44 a 0.67. Este patrón de significancia estadística se mantuvo cuando se usó la previamente mencionada estrategia (ANOVA) para comparar las medias post test ajustadas para las puntuaciones previas al test. Cuando se trasladaron a la dicotomía tradicional de informe de mejoría “moderada” o sustancial (puntuada 1) versus la asignación de una categoría de mejoría “moderada” o superior, los resultados fueron esencialmente los mismos que en el análisis dosis-respuesta. un alivio adecuado en los respectivos grupos de población está dentro del 10% el uno del otro entonces las terapias deben considerarse como “funcionalmente equivalentes”. El valor del 10% es el valor umbral. Si el valor mínimo del intervalo de confianza de la muestra para la diferencia de porcentaje es superior al -10% y el límite superior del intervalo de confianza es menor de +10% entonces las terapias se declaran funcionalmente equivalentes. Si el límite inferior o el superior del intervalo de confianza se encuentre dentro del intervalo definido por –VU a +VU entonces no se puede hacer una afirmación concluyente sobre la equivalencia funcional. Este fue el caso de los datos actuales. Esencialmente, los tamaños de muestra pequeños en el estudio proporcionaron intervalos de confianza que no eran demasiado amplios para hacer afirmaciones concluyentes a cerca de la equivalencia funcional entre la TCC-E y la TCC-CM. Análisis de Sensibilidad y Test de Equivalencia Los contrastes anteriores se llevaron a cabo mediante diversas perspectivas analíticas alternativas para asegurar que los resultados fueran robustos en todas las formas de análisis en el espíritu del análisis de sensibilidad. Por ejemplo, se usaron métodos de regresión logística de muestras pequeñas basados en probabilidades exactas de grupos testados contrastadas conjuntamente con covariantes que incluían el género, el nivel de educación, y la edad. De forma similar, se evaluaron diversas estrategias para tratar los datos perdidos, tales como un acercamiento de expectativa-maximización (EM). En todos los casos, las conclusiones fundamentales permanecieron invariables. Un resultado interesante fue la casi equivalencia de los efectos para la TCC-E y la TCC-CM. Por supuesto, no es posible hacer afirmaciones de equivalencia usando test de hipótesis tradicionales, porque uno no puede aceptar nunca la hipótesis nula. Una método estrategia es usar métodos convencionales de test de equivalencia, lo que implica especificar un valor umbral (VU) para definir la equivalencia y examinar luego los intervalos de confianza relativos a ese umbral. Por ejemplo, para un adecuado alivio del dolor abdominal se podría argumentar que si el porcentaje de pacientes comunicando RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 Análisis suplementarios Además de las variables principales, comparamos los grupos de tratamiento en diversas variables que eran de interés secundario. Las medias relevantes para estas variables basadas en la dosis están en la Tabla 3. Las medias de los grupos TCC-E y TCC-CM diferirían de forma estadísticamente significativa (p<0.05) del grupo LEC en el seguimiento para el resultado de calidad de vida y para las puntuaciones de los síntomas de SCI pero no para el índice de distrés. Para las dos primeras variables el cambio estaba en la dirección de la mejora. Los pacientes tratados conductualmente redujeron la de los síntomas y el deterioro de la calidad de vida. Ninguno de los contrastes entre los grupo de TCC-E y TCC-CM fueron estadísticamente significativos y las medias para estas dos condiciones tendían a ser similares. Discusión El objetivo de este estudio era testar experimentalmente la viabilidad, la aceptabilidad y la eficacia clínica de un breve tratamiento conductual de autogestión 11 administrado por el paciente para pacientes con SCI severo. A la conclusión de una fase de tratamiento de 10 semanas una mayoría de los pacientes asignados a la TCC breve describieron una mejora significativa de sus síntomas de SCI y reportaron un alivio adecuado de los síntomas de SCI. La proporción de pacientes en TCCCM que reportaron alivio adecuado de los síntomas de SCI fue comparable a la de los pacientes asignados a la TCC-E basada en la clínica y administrada por un terapeuta (60%-72%) y excedió a la de los pacientes asignados a lista de espera control (0%-70%). Se observó un patrón similar de datos para la respuesta al tratamiento sobre las variables secundarias. Los pacientes tratados con TCC mostraron mejoras estadísticamente significativas en su calidad de vida (QOL en SCI) y en la de los síntomas de SCI que excedía ampliamente a las ganancias de los pacientes en lista de espera en el post tratamiento. Nuestro fracaso para mostrar cambios prospectivos en el bienestar mental puede parecer de alguna manera contrario a la intuición, pero es consistente con los resultados de un reciente ensayo de TCC a gran escala20 y con 20 años de investigación de resultado del tratamiento30, mostrando que el efecto más robusto de la TCC es la mejora de los síntomas GI no de las variables de distrés. Estos datos se comparan favorablemente con dos ensayos publicados recientemente de programas breves orientados conductualmente para el SCI. Robinson y col.31 examinaron la eficacia de una guía de autoayuda y observaron que mientras los propios pacientes se sentían globalmente mejorados (CGI-I) a los 12 meses de seguimiento, los niveles reales de la de los síntomas de SCI permanecían estadísticamente inalterados desde la basal. De forma similar, Heitkemper y col.32 no encontraron cambios en los síntomas de SCI en los pacientes tratados en un programa de tratamiento de una sola sesión conductual, aunque mejoraron dimensiones seleccionadas de la calidad de vida. Estos estudios reflejan el decepcionante historial de la mayoría de tratamientos conductuales de sesión única desarrollados para diversos problemas mentales (por ejemplo, ansiedad) y físicos (por ejemplo, cefalea). Mientras tratamientos conductuales de muy baja intensidad tienen un atractivo logístico, su efectividad implica típicamente reducir el contacto con el terapeuta por debajo del nivel que se precisa para que se produzca un cambio de conducta33-38. Por esta razón fuimos cuidadosos al diseñar un tratamiento de TCC-CM que mantuviera un nivel terapéutico de contacto con el terapeuta que proporcionara a los pacientes un feedback corrector acerca de los problemas que pudieran encontrar entre las sesiones así Tabla 3. Análisis suplementarios de las variables secundarias: Medias de Dosis-respuesta QOL BSI-GSI SCI-SSS ALEC: Basal 62.0 57.7 286.6 LEC: Seguimiento 64.2b 56.9a 266.3 LEC: Cambio P2.2 −0.8 −20.3 TCC-E: Basal 52.0 74.0a,b 60.3 55.6a 282.9 158.1a TCC-E: Cambio 18.0* −4.7* −124.8* TCC-CM: Basal TCC-CM: Seguimiento 58.7 78.3a 58.7 52.5a 312.4 162.7a TCC-CM: Cambio 19.6* −6.2* −149.7* TCC-E: Seguimiento Satisfacción 30.3a Nota: LEC = lista de espera control; TCC-E = terapia cognitivo conductual estándar; TCC-CM = terapia cognitivo conductual de contacto mínimo; Cambio = seguimiento – basal; QOL = calidad de vida. Satisfacción = puntuación de satisfacción del paciente * = el cambio de la media es diferente con significación estadística desde 0, p< 0,05; las celdas vacías indican medidas no administradas en el momento de tiempo designado. Para las valoraciones del seguimiento, los grupos dentro de una fila que no comparten un sobrescrito común son diferentes con significación estadística, p< 0,05. Ninguna de las diferencias de grupo fue estadísticamente significativa. 12 RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 como de otros aspectos del programa (por ejemplo, fijación de objetivos, seguimiento, menú de estrategias34) frecuentes en las intervenciones conductuales empíricamente validadas auto administradas para diversos problemas de salud (por ejemplo, cefalea, alcoholismo, depresión, ansiedad, tabaquismo, trastorno alimentario). Esto puede explicar porque los pacientes tratados con TCC reportaban incremento de la mejora global y un alivio adecuado de los síntomas de SCI así como una reducción en la real de sus síntomas inmediatamente tras la TCC. Adicionalmente, el protocolo de la TCCCM se beneficiaba de un proceso de desarrollo de la terapia de una año de duración que incluía (a) redacción inicial de un manual de trabajo especificando las técnicas a emplear y a excluir, (b) uso del manual por terapeutas bien formados y supervisados con 10 casos, (c) revisión del manual mediante el feedback de expertos externos, de los terapeutas dirigiendo las sesiones y de los pacientes (d) empleo del manual revisado con nuevos casos y (e) revisión final del manual según nuevo feedback de expertos externos, terapeutas y participantes. Pensamos que el rigor metodológico, el acercamiento sistemático al desarrollo del protocolo, la dependencia de las variable psicométricamente acertadas y la atención al control de calidad a lo largo del ensayo pueden explicar la discrepancia entre nuestros ampliamente positivos hallazgos y los hallazgos más equívocos de dos reciente estudios conductuales39, 40. La TCC no se asocia típicamente con efectos adversos, pero esto no ocurre sin un coste. Si uno asume que (1) la TCC se imparte semanalmente durante 12 semanas (por ejemplo, 39) y (2) los costes por sesión son de 100 dólares, el coste del tratamiento totaliza 1200 dólares por paciente. En comparación, el precio medio de mayorista de un régimen de 12 semanas39 con el antidepresivo tricíclico desipramina es de 207,78 $41 Más allá del coste, los problemas logísticos complican la TCC. La TCC requiere de clínicos experimentados, de los que sólo hay varios centenares en el mundo. La psicoterapia precisa de una importante inversión de tiempo por parte de los pacientes quienes a menudo recorren largas distancias – a menudo con mal tiempo o en días laborables – para un entrenamiento tradicional cara a cara durante un periodo de tres RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011 meses. A menudo a los pacientes sometidos a TCC intensiva se les exige el pago de elevados cargos de copago, deducibles y/o fuera de los pagos habituales dependiendo de las restricciones del seguro. Los pacientes candidatos a psicoterapia están también sujetos a estigma, especialmente los paciente con SCI42 en quienes los signos médicamente benignos son vistos a menudo como psicológicos y “no reales”. Es probable que mucha gente elija no buscar tratamientos conductuales por que no desean ser etiquetados como un “caso de cabeza” ni deseen soportar el estigma que ello conlleva. Al reducir los viajes y el tiempo del terapeuta, nosotros pensamos que hemos desarrollado una TCC breve que puede ocasionar menos gastos sin pérdida aparente de eficacia. Se precisan estudios de costeefectividad para monetizar el verdadero impacto y el valor económico de la TCC sobre la utilización de los cuidados de la salud, la productividad laboral y otras variables del “mundo real”. A pesar de que no encontramos una diferencia estadísticamente significativa entre las 4 sesiones y las 10 sesiones de intervenciones de TCC, estos datos deberían interpretarse con precaución. Nuestros datos se basan en un pequeño estudio exploratorio con sólo 25 pacientes asignados a las dos condiciones de TCC en un único centro de investigación. La potencia estadística para observar una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos era baja. Consecuentemente no hay motivos científicos suficientemente fuertes para concluir que ambas versiones de TCC son equivalentes. Nuestro estudio no estaba diseñado para permitir un análisis adecuado de test de equivalencia. Más bien, era un estudio de viabilidad estrechamente controlado que buscaba usar un diseño experimental riguroso y métodos estadísticos conservadores para proporcionar perspectivas sobre si las 4 sesiones de intervención TCC producen suficientes efectos de tratamiento para justificar su investigación en un ensayo controlado aleatorizado adecuadamente potente. Hay características de la muestra que pueden limitar la generalización de nuestros hallazgos. Nuestra muestra representaba pacientes seriamente afectados por el SCI con un perfil demográfico relativamente homogéneo y los resultados no pueden generalizarse a una muestra más diversa o a una 13 tratada por otros terapeutas en otros centros. Dado que usamos una lista de espera comparadora, podemos concluir que los efectos del tratamiento no se deben a medidas de artefactos o a procesos temporales tales como una remisión espontánea, eventos vitales, o al paso del tiempo. A pesar de que la LEC tiene limitaciones, es un control ideal para descartar si los efectos del tratamiento se deben al tratamiento o simplemente a la fluctuación natural del SCI. Si las ganancias del tratamiento atribuidas a la TCC son debidas a sus técnicas y estrategias específicas o a factores no específicos comunes a todas las terapias (por ejemplo, provisión de un racional convincente para el tratamiento, apoyo y estimulación, la calidad de la relación terapéutica, la expectativa positiva) de mejora es una importante cuestión de investigación más allá del alcance de este estudio. A pesar de esto, creemos que en su estado preliminar la información de este estudio pone las bases para futuros ensayos para determinar la efectividad de tratamientos conductuales autodirigidos que pueden administrar paraprofesionales mínimamente dirigidos. Este trabajo estaba basado en el modelo de etapas de la investigación de terapias conductuales43 desarrollado por el Instituto Nacional de Consumo de Drogas44, el modelo es un esfuerzo para crear un marco de trabajo organizacional para facilitar la transición de tratamientos clínicamente útiles, novedosos y científicamente rigurosos desde trabajos piloto, por medio de ensayos clínicos aleatorizados, a pruebas en centros de asistencia de la “vida real”. El modelo especifica tres etapas progresivas aproximadamente paralelas a las del desarrollo de las terapias farmacológicas. La etapa I implica el desarrollo inicial y piloto o test de viabilidad de tratamientos nuevos y no probados. La etapa II consiste principalmente en ensayos clínicos controlados aleatorizados para evaluar la eficacia de los tratamientos que se han mostrado prometedores o eficaces en los estudios iniciales. La etapa III, que se corresponde a la fase IV de la investigación en ensayos de fármacos, intenta responder a los cuestiones sobre transportabilidad de los tratamientos que se han mostrado eficaces en al menos dos estudios de fase II. Este estudio se refiere a la etapa I cuya medidas principales de éxito son la de si es un tratamiento viable de admi- 14 nistrar, si es aceptable y tolerable por los pacientes y si evidencia efectos del tratamiento deseables, basados en una muestra de 15-30 pacientes por grupo para justificar un ensayo clínico a gran escala (Estadio 2)45. Este estudio sugiere que una versión breve de TCC administrada por el paciente, es un tratamiento bien tolerado, eficiente y clínicamente útil, asociado con un alivio global del SCI más severo, con una reducción de los síntomas y con una mejora de la calidad de vida. Este es un hallazgo que llega en un momento crucial en el que hay pocas terapias disponibles validadas empíricamente para los pacientes más severamente afectados de SCI. Se necesita más investigación para establecer el potencial terapéutico y las limitaciones de esta nueva estrategia para el manejo del SCI. Abreviaturas SCI Síndrome del colon irritable TCC Terapia cognitivo conductual CM Contacto mínimo LE Lista de espera ITT Intención de tratar DR Dosis-respuesta La Bibliografía de los artículos las pueden pedir a: avellanedaguri@gmail.com. RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 62 - 2011