Informe relativo a la visita técnica realizada por Jayme

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BRASIL
Coordinación General del Centro de Procesos Técnicos
Coordinación de Preservación
Referencia:
Informe
relativo a la visita técnica realizada por Jayme Spinelli,
Conservador-restaurador e Coordinador de Preservación de la Biblioteca
Nacional de Brasil, al Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia/ABNB y a la
Biblioteca Pública Gunnar Mendonza Loza, bajo la administración de la
ABNB, ubicadas en la histórica ciudad de Sucre, en el período del 04 al 06
de junio de 2013. Cumpliendo la resolución tomada durante la XXIII
Asamblea General de ABÍNIA realizada en el período de 17 a 21 de
setiembre de 2012 en Madrid/España.
Ubicación:
El Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia se encuentra en un moderno
edificio construido para esta finalidad. Localizado en la Calle José María
Dalence, nº 04 y la Biblioteca Pública Gunnar Mendoza Loza en la calle
España, en la zona central del Centro Histórico de la ciudad de Sucre/
Bolivia.
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Histórico:
La Biblioteca Nacional da Bolivia, creada en 1825, en gran parte es oriunda
de la Biblioteca Pública de Chuquisaca, formada por una parte con los libros
recogidos del Colegio de Ciencias y Artes creado por Simón Bolívar sobre la
base de lo que fuera el colegio jesuita de San Juan Bautista y también con
los libros incautados de los extintos conventos de la ciudad y en 1826 se
sumaron a estos, acervos traídos de Buenos Aires y cerca de diez años más
tarde libros adquiridos en París.
Con la ausencia de un archivo general, hasta el año 1885, la Biblioteca
Pública de Chuquisaca conservó la documentación que pertenecía a la
extinta Audiencia de La Plata y de otras instituciones de la época colonial,
que más tarde formaría el núcleo del Archivo Nacional, en los años
siguientes varios fondos bibliográficos se unieron a los fondos de archivo,
en la Biblioteca.
Vista de Sucre desde la terraza de la Biblioteca.
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Informaciones pertinentes:
Las Bibliotecas Nacionales nunca fueron depósitos de libros. Siempre fueron
y siempre serán centros de saber y repositorios de conocimiento de la
memoria intelectual de un país.
En este contexto podemos inferir,
partiendo de la suposición que el tiempo y el uso son los elementos
destruidores de todo lo que está constituido por materiales orgánicos,
como las colecciones de las bibliotecas y de los archivos, que el arte de la
preservación es tan antiguo como la propia civilización humana. De cierto
modo, podemos decir que proviene del instinto de auto preservación
presente en todos los seres vivos.
Actualmente, los conservadores-restauradores, llegaron a un consenso al
respecto del significado de los términos preservación, salvaguardia y
seguridad, conservación preventiva y reparadora y la restauración
propiamente dicha.
Siendo así, la preservación de colecciones se presenta como un gran
“paraguas”, bajo el cual se sitúan todas las acciones técnico-científicas
destinadas a esta finalidad, incorporando en sí un sentido amplio e integral.
Abarcan desde las acciones ejecutadas para el mantenimiento de las
condiciones físicas, a la permanencia y durabilidad de las colecciones y de
los edificios que las abrigan, hasta las decisiones de elección del mejor
medio para una posible reformatación de documentos (microfilmación o
digitalización), cuando haya necesidad de transferencia de soporte para la
diseminación de informaciones y también de preservación.
De esta forma, debemos prestar toda atención para el conocimiento sobre
el uso de los nuevos instrumentos que proporcionan los avances del saber
humano en relación a la preservación, a la salvaguardia y a la seguridad de
nuestro patrimonio cultural.
En el campo de la preservación de bienes culturales móviles la actuación de
los profesionales conservadores-restauradores, como actores principales de
estas políticas deben constantemente profundizarse en los programas
institucionales, volcándose a la expansión de las políticas de preservación
del patrimonio cultural, con el debido realce del papel de la ciencia en este
proceso y, sin perder de vista la preocupación con la seguridad y la gestión
de riesgos para las instituciones detentoras de acervos.
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Algunas condiciones indispensables para elaboración de un plan de
gerenciamiento de riesgos para archivos y bibliotecas, como política de
conservación preventiva:
De manera general el concepto básico para la elaboración de un plan de
gerenciamiento de riesgos, como política de conservación preventiva contra
desastres en un archivo o biblioteca debe priorizar algunos aspectos de gran
importancia:



Administración ejercida con seguridad y autonomía, recursos
adecuados y disponibles y conocimientos oriundos de la ciencia y de
las técnicas de conservación preventiva.
Análisis y gerenciamiento precisos, de todos los riesgos de desastres
posibles de ocurrir en colecciones de archivo o biblioteca y en el
edificio que los abriga.
Aumento de las posibilidades de respuestas inmediatas en caso de
ocurrencia de desastres.
En el contexto de un plan de rescate, un archivo o biblioteca deben
ejecutar:


Una evaluación cuidadosa, en el ámbito general del edificio que
abriga las colecciones, de los mayores peligros para la edificación y
cuáles son las verdaderas probabilidades de ocurrencia de desastres
y de desarrollo de los mismos
Tener conocimiento de todos los recursos existentes en la Institución
para el enfrentamiento de desastres, con posibilidades de ampliar y
capacitar un equipo para este fin.
Las principales políticas de preservación y prevención contra desastres
para instituciones públicas bajo la custodia del Estado o privadas,
adoptadas internacionalmente enfatizan la conservación preventiva
como forma de acción de gran envergadura.
Y de esta forman parte las siguientes situaciones:

El control y el mantenimiento de las condiciones ambientales de
humedad
relativa y de temperatura, con la utilización de
herramientas como “programas de control ambiental” con la fijación
de unidades de dataloggers en las áreas de guardia de colecciones y
el monitoreo a través de programa instalado on line. Con la misma
finalidad se puede utilizar los equipamientos termohigrógrafo y el
temohigrómetro digital en áreas de guarda de colecciones.

El control sobre la emisión de luz en las áreas de guarda de
colecciones.

El monitoreo y constante investigación en las áreas de guarda contra
posibles ataques de agentes biológicos.
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
El control y el cuidado al respecto del almacenamiento de los libros y
documentos en estantes de metal, mapotecas y etc., en todas las
áreas de guarda.

El cuidado en la elección de los materiales, papeles, cartones y etc.,
destinados a la confección de embalajes para acondicionamientos de
libros y documentos.

La máxima atención durante el manoseo de piezas de las colecciones,
tanto por los usuarios como por los funcionarios.

La ejecución de los tratamientos de higienización
en las
colecciones, in loco, dentro de las áreas de guardia o en áreas
específicas destinadas a estos trabajos.

La determinación de un área para cuarentena para los nuevos libros y
documentos que sean adquiridos por la Institución o que lleguen a los
archivos y bibliotecas por donaciones o permutas, con el objetivo de
investigar y eliminar la presencia de micro organismos e insectos,
antes de insertarse en las colecciones.
En este seguimiento es de gran importancia destacar la ejecución del
tratamiento de higienización de las colecciones. El término higienización,
incorporado al vocabulario técnico de la materia conservación preventiva,
describe la acción de eliminación de suciedades generalizadas que se
encuentran sobre los libros y los documentos, como polvo, partículas
sólidas, elementos espurios a la estructura física del papel, la eliminación de
broches metálicos y clips oxidados, objetivando, entre otros factores, la
permanencia estética y estructural de las obras. Esta etapa configura un
rayo-x del acervo, en la medida en que cada libro, cada documento, los
estantes de metal y las mapotecas donde los mismos están localizados se
les somete a las acciones de la limpieza a seco.
Así, esta etapa de higienización podrá ser ejecutada:

Con el auxilio de un aspirador de polvo (semi industrial) para
limpieza de la obra como un todo, principalmente los cortes laterales
y superior o cabeza del libro, lugar donde se deposita toda el polvo
en suspensión que existe dentro de un área de guarda de
colecciones.
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
Con el auxilio del equipamiento mesa de higienización y un pincel
de cerdas suaves para la ejecución del proceso de barrido en todas
las hojas y tapas de un libro o en un documento.

E incluso con el uso del polvo de goma de borrar, resultante de la
acción de rallar goma plástica blanca en un rallador de acero
inoxidable. Esta acción será, efectivamente más usada en los
llamados documentos planos, tales como: grabados impresos,
partituras musicales, mapas e impresos en general. Se coloca un
puñado de ese polvo de goma de borrar sobre el documento y, con
movimientos leves y circulares, partiendo del centro hacia los bordes,
se ejecuta la limpieza con el auxilio de una almohadilla (hecha con
algodón y gaza). Esta acción se puede repetir tantas veces como
sean necesarias hasta la limpieza total del documento. Al terminar se
debe retirar el polvo de la goma de borrar del documento con un
pincel de cerda suave.
Dentro del panorama de actuaciones que el Conservador del archivo y de
la biblioteca debe tener, se destacan las acciones direccionadas, la
gerencia y el control de los accidentes y desastres, con todo el rigor en
la tarea de evaluación de riesgos, que implica en el conocimiento
profundo de los agentes de deterioro.
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A continuación la descripción de los diez más consagrados agentes
de deterioro, sus formas, sus efectos, como afectan particularmente las
colecciones bibliográficas y documentales:
1-
Las fuerzas físicas desencadenadas a partir del almacenamiento
equivocado de los libros en los estantes, de los documentos
planos en las mapotecas, que causan accidentes de
deformaciones, rompimientos, arañazos o perforaciones.
2- Los actos criminales, como robos y las acciones de vándalos que
provocan mutilaciones y desfiguraciones en los libros y
documentos y a veces en el edificio que abriga las colecciones.
3- El fuego, que trae como consecuencia la quema total o parcial del
acervo, generando gran cantidad de hollín y la deformación
estructural en los documentos.
4- El agua, que produce daños como deformaciones, manchas,
corrosiones, desintegraciones y debilitamiento de los soportes
originales de los documentos.
5- Los agentes biológicos como los hongos y las bacterias, los
insectos como carcomas o carunchos, termitas, polillas,
cucarachas y los roedores.
6- Los poluyentes (polvo, líquidos y gases), que desencadenan
deposiciones irreversibles de polvos, desintegraciones, manchas y
descoloraciones.
7- La luz, debido a la emisión de rayos ultravioletas, que causan el
desvanecimiento de colores, la descoloración, el debilitamiento de
los papeles, como también provocan el oscurecimiento de los
documentos
8- La temperatura incorrecta que facilita acciones de deterioro
más aceleradas por reacciones químicas, el debilitamiento y, a
veces, la fractura de los documentos.
9- La humedad relativa incorrecta que posibilita el surgimiento de
hongos y bacterias generando deformaciones, manchas y el
debilitamiento general de los documentos.
10- La disociación, o sea, la guarda de un libro o documento en
lugar equivocado que no corresponda a su clasificación, generando la
“pérdida” de éste en el universo del archivo o de la biblioteca.
Modernamente
los archivos y bibliotecas adoptan las etiquetas con
el código de barras para las piezas de colecciones, lo que les da
mayor seguridad.
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De este modo, a partir de la identificación y de la visualización de los
registros en informes y fotográficos de los agentes de deterioro
potencialmente capaces de afectar un acervo, estaremos aptos para
empezar un trabajo investigativo sobre los tipos de riesgos que están
involucrados.
Tomemos como ejemplo de agente de deterioro el agua, uno de los más
conocidos y temidos para las colecciones y vamos a relacionar los tipos de
riesgos por ella provocados. Una gran inundación, provocada por una
intensa tempestad tropical, tendrá sus efectos clasificados como un riesgo
raro, en la medida en que grandes tempestades no suceden con frecuencia.
Por otro lado, los daños causados por goteras, provenientes de problemas
en la red hidráulica, en los techos o en consecuencia de la entrada de una
lluvia de viento a través de vidrios rotos en las ventanas o de ventanas
olvidadas abiertas, pueden ser clasificados como riesgo esporádico,
porque son problemas que pueden ser resueltos por el equipo de agentes
de los llamados servicios generales y administrativos de la institución.
También, las infiltraciones o humedades ascendientes por capilaridad, que
pueden ocurrir en las paredes de los edificios de los archivos y bibliotecas,
podrán ser clasificados como riesgos continuos, en la medida en que su
extinción total, la mayoría de las veces, está condicionada a intervenciones
en la arquitectura de los edificios y a acciones de presupuesto que,
generalmente, exigen algún tiempo para llevarse a cabo, pudiendo
configurarse como potenciales amenazas para las colecciones.
Estos agentes puede y deben ser examinados en dos grandes categorías
que los relacionan: los riesgos externos, o sea, aquellos que están
relacionados a los fenómenos naturales, como las condiciones
meteorológicas, la contaminación atmosférica, la situación geográfica y
social del área urbana y del entorno donde está ubicado el edificio del
archivo o de la biblioteca; y los riesgos internos, o sea, los que se
originan de fallas en las condiciones estructurales y arquitectónicas del
edificio: instalaciones eléctricas y de gas, materiales inflamables,
canalizaciones de agua, instalaciones sanitarias, laboratorios, cocinas,
vigilancia sobre los visitantes, los usuarios y el personal, como también
sobre todos los objetos que entran y salen del edificio.
Todos estos artículos, aislados o en conjunto, traducen, en mayor o en
menor grado la vulnerabilidad a que se sujetan las colecciones de los
archivos y bibliotecas, el edificio que los abriga y también su población.
Aún dentro de una evaluación de agentes de deterioro están aquellos
relacionados a los llamados riesgos químicos, biológicos y físicos.
Como riesgos químicos podemos citar el contacto con sustancias químicas
y tóxicas, como solventes en general y tantos otros productos utilizados en
trabajos de conservación y restauración, como también en trabajos de
limpieza en general con productos agresivos para los ambientes de los
archivos y biblioteca.
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Los riesgos biológicos están relacionados con los microorganismos, como
las bacterias, los hongos, los parásitos y también los insectos en general
que pueden encontrarse en el medio de las colecciones.
Los riesgos físicos, en este caso son los relacionados al campo
ergonómico, que trata de la mejoría de las condiciones de trabajo humano,
por medio de métodos de la tecnología y del diseño industrial.
A continuación presentamos algunas recomendaciones direccionadas a la
conservación preventiva de riesgos de accidentes, que pueden ocurrir, en
áreas destinadas a la realización de trabajos de conservación:

Tener conocimiento sobre el grado de toxicidad de los productos
químicos antes de utilizarlos.

Mantener los productos químicos debidamente rotulados y tener
atención sobre los plazos de validad.

Nunca echar por el desagüe de la pileta o del área de trabajo los
productos químicos con validez vencida o considerados pasados. El
Cuerpo de Bomberos de las ciudades, en general, mantienen un
servicio de recolección para estos productos.

Nunca almacenar productos químicos con alimentos o bebidas.

Proteger siempre la piel con guante, los ojos con anteojos (lentes)
especiales y usar máscaras adecuadas durante el manoseo de
solventes químicos.

No comer dentro del lugar de trabajo y no almacenar golosinas en
cajones o armarios.

Mantener
toda
la
atención
durante
el
uso
de
equipamientos
cortantes.

Estar siempre preparado para un caso de emergencia.

Tener conocimiento de como utilizar el equipamiento extintor portátil
contra fuego.

De preferencia no trabajar solo en acciones de conservación.

Mantener un kit de primeros auxilios, siempre actualizado, en el área
de trabajo.
La gestión de un plan de gerenciamiento de riesgos para un archivo o
biblioteca de mediano a gran porte no es una tarea simple. Aunque es de
vital importancia todo el apoyo estratégico dispensado por la dirección de la
institución que, entre sus objetivos, debe destacar la protección de la vida
humana como factor de importancia máxima.
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El gran temor del hombre urbano en su vida de trabajo diario en edificios de
la ciudad es verse alcanzado por la acción de un incendio, lo que puede
ocurrir de forma accidental o intencional. El fuego, desde el principio del
mundo, fue el elemento esencial para el desenvolvimiento de la humanidad,
de las civilizaciones y el primero en la vida del hombre a darle buena
alimentación y a promover el sentido de seguridad colectiva. Sirvió para
salvar y para consagrar las divinidades, como también para destruir. El
fuego reduce el espíritu de una obra y, en el caso de quema de libros y
documentos, la racionalidad intemporal deja de ser racionalidad para
convertirse en cenizas.
Siguiendo las huellas de la historia escrita a través de los tiempos, hay
registros de la destrucción de muchas bibliotecas, archivos, museos,
iglesias, castillos e monumentos por la acción de incendios. Por toda la
gama de motivos y, apenas para citar uno, la destrucción por el fuego de la
biblioteca y del archivo nacionales de Irak, causando la destrucción de
manuscritos raros de Persia antigua además de otros documentos
preciosos.
De este modo, la Institución deberá contratar los servicios de especialista y
perito de incendio del cuerpo de Bomberos de la ciudad de Sucre, para
asumir la responsabilidad por el entrenamiento, como también para dar
conferencias sobre el asunto y ofrecer toda la asistencia necesaria para la
implantación de las rutinas de esta brigada en el edificio. Y también
providenciar la contratación de una brigada de incendio civil, que deberá
estar formada por profesionales civiles con entrenamiento comprobado en el
Cuerpo de Bomberos de la ciudad.
A seguir presentamos algunas atribuciones consideradas importantes y que
deben ser adoptadas por el equipo de la brigada de incendio civil de la
institución:

Ejercer prevención, combatir principios de incendio (con extintores
portátiles) y efectuar los primeros auxilios, hasta la llegada del
Cuerpo de Bomberos.
 Conocer y evaluar los riesgos de incendio existentes.
 Promover y participar de las inspecciones periódicas en el edificio.
 Conocer todas las vías de escape del edificio.
 Conocer los lugares donde están situados los equipamientos de
protección
contra
incendio
(extintores,
hidrantes,
detectores,
alarmas, etc).
 Conocer todas las áreas internas del edificio.
 Conocer
los principios de funcionamiento de todos los equipamientos
de protección contra incendio.
 Estar siempre atento y atender inmediatamente a cualquier llamado de
emergencia.
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 Inspeccionar los sectores al final del horario de trabajo, verificando si
todos los equipamientos eléctricos fueron desconectados.
 Participar del día de entrenamiento periódico.
 Fiscalizar la inspección de mantenimiento de los equipamientos de
protección contra incendio.
La planificación para la prevención de desastres:
Nunca podemos olvidar que un desastre puede suceder en cualquier
momento y cualquier lugar en una institución. Un plan de prevención de
desastres tiene que ser propuesto como un contra ataque al desastre. Es
estadísticamente anunciado que la mayor frecuencia de desastres que
ocurren en archivos y bibliotecas está relacionada al fuego y al agua.
Así, la planificación de combate a los desastres deberá ser explicado de
forma clara, directa y explícita y deberá ser de conocimiento de todo el
personal. Por lo tanto, son tres las etapas consideradas más importantes
para salvaguardia de un archivo o biblioteca: la prevención, la capacidad de
respuesta y la recuperación.
Es de gran importancia y utilidad que se elabore y divulgue por toda la
biblioteca una lista con los nombres, teléfonos o internos de todos los
responsables por las áreas de guardia de colecciones, de los directores y
también los nombres de los miembros del equipo de la brigada de incendio
civil, el lugar de sus trabajos en el edificio, sus teléfonos o internos y sus
celulares.
Es fundamental registrar que, en caso de desastre, este contingente
anteriormente mencionado y más el personal de la casa y técnicos, los
agentes del mantenimiento y de la administración y el equipo de guardias
que efectúan la vigilancia del edificio serán los convocados inicialmente a
prestar socorro. Jamás olvidarse del número 119, que es el de emergencia
del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Sucre.
Las medidas de prevención son todas aquellas que van a ser tomadas para
evitar o minimizar los riesgos de un desastre, fuera y dentro del edificio y
en las áreas de guardia de colecciones.
Em el edificio de archivo y biblioteca es de crucial importancia un
examen sistemático en lo que respecta a:

Ejecutar inspecciones constantes en los techos del edificio.

Verificar el pleno funcionamiento de los pararrayos.

Observar si existen tejas rotas.
12

Mantener siempre limpias y desobstruidas todas las canaletas y
desagües de los tejados.

Conferir si hay vidrios rotos en las ventanas del edificio.

Verificar si la pintura de las paredes del edificio están descascadas
indicando la presencia de infiltraciones y humedades.

Conferir si todas las ventanas están cerrando perfectamente y con
seguridad.

Registrar si hay presencia de hongos en las paredes.

Identificar la presencia de cucarachas o roedores en el edificio.

Ejecutar una investigación detallada en la red eléctrica para su buen
uso, si hay sobrecargas, si las condiciones físicas de los cables están
satisfactorias y si hay el uso de extensores (triples) en los enchufes
eléctricos.

Verificar
si
las
cañerías
de
agua
están
en
buen
estado
o
herrumbradas.

Conferir si las puertas de escape del edificio están en buen
funcionamiento.

Observar si existen objetos, mobiliarios etc. almacenados en lugares
que puedan causar obstrucciones de locomoción en el edificio.

Verificar si en el entorno del edificio los árboles están bien tratados y
podadas y si el jardín está limpio y bien cuidado.
 Averiguar si el sistema de iluminación alrededor del edificio es
suficiente.
En relación a la prevención de riesgos de incendio existentes dentro
del edificio, es importante mantener constantes inspecciones y
responder a las siguientes preguntas:

¿Los extintores portátiles de incendio son en número suficiente para
todas las áreas del edificio?

¿Están ubicados en
lugares de fácil acceso y con visibilidad para
todos?

¿Están
ubicados
Bomberos?
en
lugares
determinados
por
el
Cuerpo
de
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
¿Hay placas con señalizaciones explicativas sobre los diferentes tipos
de extintores?

¿Los extintores se inspeccionan y recargan con frecuencia?

¿Hay detectores de humo dentro de las áreas de guardia de acervos,
de los salones de lectura y en las otras áreas del edificio?

¿El edificio dispone de alarmas de incendio en pleno funcionamiento?

¿Dónde están ubicados?

¿Las mangueras de agua de los equipamientos contra el fuego se
encuentran en buen estado de conservación?

¿Existen señales fluorescentes colocadas en sitios estratégicos que
orienten la salida del personal en caso de corte total de energía
eléctrica en el edificio?

¿Hay luminarias especiales en sitios específicos que se encenderán en
el caso de corte de energía eléctrica en el interior del edificio? ¿Dónde
están ubicadas?

¿Existen cajas especiales con tapas de vidrio para guardar las copias
de las llaves de puertas, localizadas en la parte externa de áreas
consideradas estratégicas y de seguridad en el edificio?

¿Existen aparatos eléctricos en uso dentro de las áreas de guarda de
acervos, como, por ejemplo, cafeteras?

¿Existe un lugar determinado para almuerzo y merienda de los
empleados, como, por ejemplo, un comedor?

¿Se permite fumar dentro del edificio de la Biblioteca?
Es absolutamente importante que los resultados de las investigaciones y de
las inspecciones ejecutadas fuera y dentro del edificio del archivo o
biblioteca, sean siempre divulgadas para todos los bibliotecarios y técnicos
que, ya que por trabajar con las colecciones están, por fuerza de la
profesión, involucrados con la conservación preventiva del archivo o de la
biblioteca, configurando así una red de información preventiva y
participativa.
Como se dijo antes, los grandes “villanos” que quitan la tranquilidad y
provocan graves daños dentro de un archivo o biblioteca son el fuego y el
agua. En la medida en que se tomen todas las precauciones para evitar
estos daños y se registren, inclusive con fotografías, tornándolas públicas
para todos el personal de la da Biblioteca, se configurará un modo
informativo que puede transformarse en un elemento de gran estrategia
preventiva.
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Otra etapa de gran importancia es la capacidad de respuesta a un desastre.
Si el personal del archivo y Biblioteca, ya mencionado anteriormente,
estuviesen debidamente informados y conscientes de los resultados de las
referidas investigaciones e inspecciones realizadas en el edificio, se puede
considerar que ya se cuenta con un tipo de preparación psicológica y
también estratégica de este grupo para una convocación inmediata a la
actuación de socorro de libros y documentos en carácter de emergencia. Y
así se podrá minimizar un serio elemento que se hace presente en todos
estos momentos: el pánico.
También es muy prudente que exista un kit de materiales específicos y
disponibles para el uso en caso de emergencia en las áreas de guarda de
colecciones.
En este kit deben constar los siguientes materiales:
- Un rollo de plástico transparente.
- Cajas de plástico rígido para el transporte de libros y documentos.
- Máscaras especiales contra polvo. (referencia: PFF-2
valvulada de 3 M).
- Rollos de cinta crep.
- Tijeras y estiletes.
- Guantes de goma y de otros tipos.
- Anteojos (lentes) de protección.
- Paquetes de papel secante.
- Linternas y pilas.
- Grandes cestos de plástico para basura.
- Aparatos circuladores de aire o ventiladores.
- Extensiones eléctricas de 5, 10 y 15 metros de largo.
- Disponibilidad de delantales y guardapolvos.
- Equipamientos deshumidificadores.
- Paños de algodón para uso diverso.
Finalmente, para que un plan de gerenciamiento de riesgos contra
desastres tenga éxito garantizado en un archivo o biblioteca, debe contar
con el apoyo estratégico y operacional del cuadro de la Dirección Técnica y
Administrativa del archivo y biblioteca, con la complicidad del personal y,
también con la cooperación de todas las personas que ejercen la función
de apoyo en el edificio.
Delante de un conjunto de recursos limitados disponibles para la cultura
en casi todos los países, se vuelve inexorable nuestra comprensión en
prevenir antes de intervenir, limitándose tanto como posible, cualquier
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acción física invasiva. El objetivo principal debe ser siempre la lucha para
que las obras de un Archivo o Biblioteca Nacionales, se alteren lo mínimo
posible y con toda responsabilidad debemos dejarlas tratadas muy bien
preservadas para los que vendrán.
Algunas consideraciones y recomendaciones al respecto del estado
general de conservación de las colecciones que componen los acervos
del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia:
1 – En relación a los trabajos desarrollados en el Laboratorio de
Restauración bajo la coordinación de la conservadora-restauradora Sra.
Lídia Gardeazábal Benítez, considero que en la muestra de los trabajos
desarrollados por el equipo, las etapas técnicas de tratamientos descritos
en los carteles y la mesa de higienización improvisada para tratamientos
de limpieza de libros y documentos, en la entrada del laboratorio, denotan
que los criterios y procedimientos técnicos adoptados y ejecutados por el
equipo están en sintonía con lo que se está haciendo en los laboratorios
de todo el mundo.
En verdad, el equipo de técnicos es bastante reducido y el laboratorio
carece de algunos equipamientos de vital importancia para la realización
de tratamientos de restauración en libros y documentos.
Por este motivo, recomendamos la adquisición de una máquina
obturadora de papeles conocida como MOP, que tiene la finalidad de
restaurar documentos sobre papeles dañados por insectos o
microorganismos. Mediante este equipamiento es posible llenar
simultáneamente todos os orificios de una o varias hojas.
Acesso: Dinaman - e-mail: dinaman@ig.com.br - www.dinaman.com.br
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Como también la adquisición de algunos materiales indispensables para
uso en diversos tratamientos en el laboratorio, tales como: el poliéster
cristal con 75 y 100 micras de espesor, que tienen gran utilidad y diversas
finalidades; la tela de nylon monyl especial para baños y otras etapas de
trabajo y también papeles neutros y alcalinos.
Informo que fue encaminado vía postal, para la jefa del laboratorio, una
serie de muestras de estos materiales que pueden ser adquiridos en el
mercado brasilero. Llamo la atención para la posibilidad de adquisición de
materiales con el auspicio de la ABÍNIA, del mismo modo como se
formalizó un acuerdo para la compra de productos y materiales para las
bibliotecas del Caribe.
2 – Con relación a los trabajos de conservación preventiva ejecutados y
desarrollados con eficiencia por el Conservador Sr. Hernán Julio Mendoza
Ondarza, junto a los depósitos de libros y documentos y al edificio
propiamente dicho. En el mundo actual, con todos los problemas que nos
rodean, es de fundamental importancia el entendimiento sobre los
principios y aplicabilidad de la conservación preventiva y esto lo ejecuta
bien el referido conservador.
Llamo la atención y recomiendo la creación de una sala de cuarentena,
para la ejecución de tratamientos de higienización contra poluyentes
sólidos en los libros y documentos que llegan al archivo y biblioteca, antes
que sean direccionados a los depósitos específicos para
su
almacenamiento.
Incluso siendo todos los depósitos monitoreados en cuestiones de
ambientación por equipamientos tipo termohigrógrafos, recomiendo que
en la sección de obras raras, donde los libros están almacenados dentro
de armarios con puertas de vidrio, es fundamental que se conozca cual es
la humedad relativa y la temperatura que existe dentro de ellos. De esta
forma podrá establecerse un parámetro entre la ambientación de la sala y
la de la parte interna de los armarios, como elemento para mejor
conservación.
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Algunas consideraciones y recomendaciones sobre la conservación
preventiva para los documentos fotográficos que se encuentra en los
depósitos de la ABNB:
El nacimiento de la fotografía ya trajo en si mismo el desafío de su
conservación. Mencionamos una vez más que los métodos técnicocientíficos que integran el universo interdisciplinar de la conservación, no
pueden estancar un proceso de deterioro ya instalado, pero si pueden,
cuando adoptados con rigor, acarrear la desaceleración del ritmo de este
proceso, generando entonces factores de estabilización necesarios para
la prolongación de la vida útil de los documentos fotográficos.
Como parte integrante de la metodología para el tratamiento de
conservación de documentos fotográficos, la identificación del proceso
fotográfico de la imagen a ser tratado (3) debe ser el primer paso en el
procedimiento para completar una ficha diagnóstico (adjunto), que tiene
el objetivo de colectar datos para una evaluación sobre el estado general
del documento y la formalización de una propuesta de tratamiento y de
adopción de un sistema de condicionamiento más adecuado a cada caso.
La necesidad de llenar esta ficha diagnóstico se debe al hecho de que la
misma posibilita la unión de los datos técnicos vitales a una futura
intervención en mayor profundidad. Vale resaltar que aunque las técnicas
de conservación de originales fotográficos en papel estén en constante
evolución, son muchas las cuestiones no esclarecidas, lo que nos lleva a
una postura de extrema cautela en las propuestas de intervención.
En el caso de conjuntos que tienen grandes cantidades de fotografías en
estado semejantes, se hace por muestreo el relleno de la ficha diagnóstico
y enseguida se ejecuta la etapa de higienización, que objetiva la retirada
de todas las suciedades extrínsecas adheridas a los documentos
fotográficos.
Este tratamiento puede involucrar las siguientes etapas:
1 - La ejecución de limpieza a seco con el uso de pincel de cerdas suaves,
utilizado de frente y verso del documento fotográfico, por el método de
barrido, con bastante cuidado. Se utiliza, como norma, un pincel único
para la imagen y otro solo para el verso de la fotografía o del soporte de
cartón en el caso de fotografías pegadas a otro soporte (llamadas
fotografías montadas). Esta medida restringe las posibles acciones
abrasivas que puedan ocurrir sobre la imagen, causadas por partículas
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sólidas de polvo que puedan haber quedado adheridas a los pelos del
pincel, caso este se utilice simultáneamente, en la limpieza del soporte o
verso de la fotografía y la imagen.
2 – La ejecución de limpieza a seco con la utilización de polvo de goma de
borrar blanca rallada en rallador de acero inoxidable y una almohadilla
(hecha de algodón y gaza), solamente por el verso de la fotografía, repetir
la operación tantas veces como sea necesaria.
3 - Ejecutar la retirada de las cintas adhesivas adheridas al reverso del
soporte de las fotografías y a veces también sobre la propia imagen. Por
medio de productos químicos y métodos específicos. Consultar un
conservador para la realización de esta etapa.
Antes de cualquier utilización de un producto químico, efectuar pruebas
previas de sensibilidad en la emulsión y en el soporte de la fotografía,
como forma de prevención a posibles reacciones y a que ocurran daños
en la fotografía. Elegir siempre los lugares más discretos para la realización
de las pruebas.
4 - Ejecutar la retirada de excrementos de insectos adheridos a las
fotografías a seco, con la utilización de un objeto de punta fina y una lupa.
5- La próxima fase es la reestructuración del documento fotográfico,
procedimiento que abarca la ejecución de etapas como: remiendos,
injertos, obturaciones y/o consolidaciones y, a veces, la planificación de
los documentos. Para estas actividades se utilizan materiales y métodos
específicos, buscando lograr el rescate estructural de los documentos.
6 - En caso de álbumes fotográficos se puede ejecutar la reestructuración
del lomo y de las tapas y la compaginación con papel neutro de baja
gramatura (peso).
Concluidos los tratamientos de conservación, todos los documentos
fotográficos deben ser reproducidos, para la formación de un archivo de
negativos de segunda generación.
Después de esta etapa se confeccionan acondicionamientos individuales
que están compuestos por tres categorías, a saber: primario, p.ej. folders,
fundas de poliéster, sobres en cruz, passe-partout, etc; secundario, p.ej.
cajas telescópicas, cajas portafolio y etc., terciario, p.ej. armarios,
mapotecas, etc. existentes en las áreas de guardia de colecciones.
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Finalmente, completando el cuadro de factores que contribuyen para la
estabilidad de documentos fotográficos, presentamos una secuencia de
recomendaciones simples y útiles que si fueran adoptadas facilitarían el
prolongamiento de la vida útil de las fotografías:
1) En relación al manoseo:
- Esté siempre con las manos limpias antes de ponerse los guantes
blancos de nylon o algodón para examinar un documento fotográfico.
- No tome una fotografía sin guante. Esta acción previene contra las
huellas digitales y manchas dejadas en las imágenes.
- Trabaje con las fotografías, siempre, en una superficie (mesa) lisa y
segura y forrada con papel neutro que se pueda cambiar cuando sea
necesario.
- Utilice ambas manos al manosear una fotografía. En caso que esté
fragilizada y quebradiza haga uso de un cartón rígido como una bandeja y
evite tocar la emulsión fragilizada.
- Utilice soportes laterales o cunas de acrílico como apoyo para manosear
los álbumes, colocándolos en posición de una V para evitar un posible
estrés en sus costuras y lomos.
- No permita comidas, bebidas y cigarrillos en las áreas de guardia y de
tratamientos de fotografías.
- No escriba sobre la emulsión de las fotografías. En caso de escritos en el
reverso de las mismas utilice lápiz de grafito suave y limítese a escribir
solamente lo necesario para el registro y catalogación del documento.
- En relación a la utilización de sellos patrimoniales hacer uso de sellos de
formatos pequeños y de tinta neutra y permanente, p.ej. la tinta ofrecida
por la Library of Congress ( manuscript marking Ink for stamp pad use
only) acceso: The Library of Congress Preservation Directorate – 101
Independence Avenue, S.E. Washington, D. C. 20.540-4500.
Selle siempre en lugares discretos y en el reverso de la fotografía.
2) En relación a las áreas de guardia de colecciones fotográficas:
- Mantenga el área de guardia de colecciones, siempre limpia.
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- Monitoree la temperatura y la humedad relativa del área de guardia.
- Haga inspecciones en las colecciones y observe si hay señales de
deterioro provocadas por hongos, insectos o roedores.
- Fotografías dañadas deben ser removidas y acondicionadas
separadamente, hasta que sean sometidas a un tratamiento de
conservación.
- Al elegir un área en un edificio para ser el área de guardia de colecciones
fotográficas, álbumes, aspectos deben ser observados, tales como: a)
que no sea en el subsuelo, porque estas áreas están potencialmente
sujetas a inundaciones; b) no elegir áreas próximas a fuentes de calor o
expuestas a luz directa del sol; c) no instalar máquinas fotocopiadoras en
áreas de guardia, el ozono producido es perjudicial a las fotografías; d) no
permitir que durante la limpieza del piso del área sean utilizados
productos que tengan cloro o amoníaco, porque estos son perjudiciales a
las fotografías.
En lo que respecta a la ambientación de las áreas de guardia de
colecciones, hay algunos factores que debemos considerar con atención.
Como sabemos los documentos fotográficos se preservan mucho más en
temperaturas más bajas. Las oscilaciones tanto en grados Celcius de
temperatura como los índices de humedad relativa no son
recomendables, debido principalmente a las distensiones y contracciones
que ocurren diferentemente en las diversas camadas que forman las
fotografías, desencadenando algunos daños físicos. La temperatura debe
ser de 18 grados C, con fluctuaciones inferiores a 1 grado C. Los bajos
índices de humedad relativa generan problemas, sin embargo es el
descontrol e índices elevados que acarrean el surgimiento de foxing,
hongos y a veces la adherencia entre fotografías de gelatina. Hay una
concordancia entre los conservadores de que el parámetro de humedad
relativa/HR de 35% con una fluctuación de 5%, se consideren aceptables
para las colecciones y los diversos tipos de materiales fotográficos. Los
niveles de HR arriba de 60% se consideran extremamente dañinos y deben
ser evitados.
3) En relación a los poluyentes atmosféricos:
Es fundamental para las áreas de guardia de colecciones la instalación de
aparatos de aire acondicionado con filtros, que faciliten el filtrado de
polvo, gases ácidos y oxidantes en las áreas y, su debida manutención.
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4) En relación a la exposición de luz:
La precaución mayor reside en el hecho de disminuir al máximo posible el
tiempo de exposición, tanto como el de iluminación sobre los documentos
fotográficos. Evitar luz solar y fluorescente.
NOTA:
1- Indicación general de acción de conservación preventiva para las áreas
de guardia de libros y documentos, es el uso de iscas/trampa (insect
monitoring trap), para la captura de insectos que eventualmente insisten
en permanecer en el área, con el uso de píldora de la feromona.
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(pildora de feromona)
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Conclusión:
La visita técnica a los Archivos y Biblioteca Nacionales de Bolivia/ABNB fue
muy gratificante y enriquecedora. La recepción que tuve por parte del
Señor Joaquim Loayza V. – Director de ABNB.
El Director de la ABNB e Jayme Spinelli da B N do Brasil.
Y de su staff compuesto por Jorge R. Huanca Cazas – Jefe de la Biblioteca,
por Judith Terán – Jefe del Archivo, por Corina Téllez Pino – Jefe
Administrativo y Financiero y por Maria Soledad CuizaTorrico – Jefe de la
Biblioteca Pública Gunnar Mendoza Loza, fue muy cálida y amable. Lo
mismo con la Jefe del Laboratorio de Restauración – Lídia S. G. Benítez y
con el Conservador responsable – Hernán Julio Mendoza Ondarza. Todos
me apresentaron el archivo y la Biblioteca y todo o el edificio como
también el edificio de la Biblioteca Pública. A todos mi sincero
agradecimiento.
Debo registrar el cuidado con las colecciones y la dedicación del personal
con quien conversé en los segmentos de la biblioteca y del archivo. La
mentalidad de la conservación preventiva está presente y bien diseminada
entre todos, lo que garantiza la preservación de las colecciones del
edificio que las abrigan.
Como sabemos la manutención y permanencia de las actividades de
conservación preventiva en grandes instituciones públicas es siempre un
gran desafío y debe siempre estar en constantes movimientos de
crecimiento frente a los cambios impuestos por el desarrollo e
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investigación técnico-científicas que se disponibilizan en esta área de
actuación. De esto surge la necesidad de efectuar visitas técnicas y
pasantías en Centros de conservación y restauración en las grandes
bibliotecas y archivos.
Finalmente quiero informar que la Coordinación de Preservación de la
Biblioteca Nacional de Brasil está apta para recibir colegas de ABNB para
pasantías en nuestros Laboratorios, contando con el patrocinio de ABÍNIA.
Saludos cordiales,
Jayme Spinelli
Coordinación de Preservación
Biblioteca Nacional de Brasil
jspinellijr@gmail.com
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