UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA E S E R OS CH E R DE OS D A RV PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Psicóloga Trabajo de Grado presentado por: LUGO, Zuleika C.I: 23. 474. 347 PORTILLO, Fabiana C.I: 18. 306. 198 Tutor (a): Psic. Audio Ortigoza Maracaibo, Diciembre de 2013 TÍTULO E S E R OS CH E R DE OS D A RV PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS Trabajo de Grado para optar al para optar al título de Psicólogas, presentado por las estudiantes: Br. Zuleika Alexandra Lugo Domínguez C.I. No. V-23.474.347 Br. Fabiana Andrea Portillo Corona C.I. No. V-18.306.198 DEDICATORIA A Dios, padre celestial, por darme las fuerzas para culminar esta meta tan importante. A mis padres por su apoyo, esfuerzo, dedicación, constancia y sobre todo amor, en este proceso que me ayudo a crecer y a cumplir este sueño tan anhelado. E S E R OS CH E R DE OS D A RV A mis hermanos por sus palabras de aliento y gran amor. A la luz de mis ojos, mi hijo sobrino hermoso, por alegrarme los días más duros y difíciles de la carrera, con su bella sonrisa y linda voz… Te amo mi memesiti ne mami. A mis once sobrinos, esto es para ustedes, los amo. A toda mi familia por su compañía en este logro, en especial a Vanessa y a Douglenis, las amo. Zuleika Lugo DEDICATORIA A la Universidad Rafael Urdaneta, por el impulso a esforzarnos en nuestros estudios. A los distinguidos Profesores Universitarios quienes con su profesionalismo y ética llegamos a obtener los conocimientos necesarios para poder desarrollar la tesis. E S E R OS CH E R DE OS D A RV A nuestro tutor Psic. Audio Ortigoza, por su ayuda fundamental durante el proceso llevado a cabo para realizar esta investigación, por brindarnos el tiempo y la información necesaria, para que este anhelo llegue a ser culminado con éxito. Fabiana Portillo AGRADECIMIENTO Agradezco a Dios, por ser fiel creyente de su obra y plan perfecto en mí. A mis padres por la vida, por instruirme valores humanos, por amor infinito y por enseñarme día a día la nobleza del perdón. A mis hermanos por enseñarme sobre la vida, las experiencias y la comprensión. OS D A RV SE E R S ayuda y apoyo en todo momento, por sus A Toda mi familia, por Osu H C ERE especialmente a mi Tío José Corona (Cheito) y Tía consejos yD reflexiones, Yomaira Corona, por su amor sin condición, Tío Harold Zabala y Yaritza Pájaro por confiar en mis habilidades y brindarme soporte y cariño. A tres personas especiales en el transcurso de este proceso importante en mi vida, Alejandro Ghiorsi ser motivador e impulsador; Maive Martínez por acogerme en su hogar con respeto y estima; Alejandro Finol fiel compañero durante este proyecto, por siempre creer en mí, ayudarme a crecer en lo humano, en lo profesional y en el amor. Fabiana Portillo AGRADECIMIENTO Agradezco a Dios por haberme acompañado incondicionalmente en todo el transcurso de este sueño que comenzó en su corazón, muchas gracias. Gracias a mi hermosa madre, por sus consejos llenos de sabiduría y amor. OS D A RV A mi amado papi, le agradezco todo lo que soy como profesional, por su esfuerzo arduo día a día. E CH E R DE S E R OS Gracias Nelson, Alex, Zule y mi bella hermana Karina, por apoyarme y entenderme siempre. A todas y cada una de las personas que de una u otra forma me ayudaron a cumplir este logro, gracias. Zuleika Lugo ÍNDICE GENERAL Pág. TÍTULO ................................................................................................................... II DEDICATORIA....................................................................................................... III AGRADECIMIENTO ............................................................................................... V ÍNDICE GENERAL ................................................................................................ VII ÍNDICE DE CUADROS .......................................................................................... IX ÍNDICE DE TABLAS ............................................................................................... X RESUMEN ............................................................................................................. XI CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN Planteamiento y Formulación del Problema ..................................................... 1 Objetivos de la Investigación ............................................................................ 8 Objetivo General......................................................................................... 8 Objetivos Específicos ................................................................................. 8 Justificación de la Investigación ........................................................................ 8 Delimitación de la Investigación ...................................................................... 10 E S E R OS CH E R DE OS D A RV CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO Antecedentes de la Investigación ................................................................... 11 Bases Teóricas ............................................................................................... 18 Trastorno Disocial..................................................................................... 18 Factores del Trastorno Disocial ................................................................ 22 Tipos y Prevalencia del Trastorno Disocial ............................................... 35 Tipo Grupal ............................................................................................... 36 Tipo Agresivo Solitario .............................................................................. 38 Tipo Indiferencia ....................................................................................... 40 CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO Tipo y Nivel de Investigación .......................................................................... 43 Diseño de Investigación .................................................................................. 44 Sujetos de la Investigación ............................................................................. 44 Población .................................................................................................. 44 Definición Operacional de las Variables ......................................................... 45 Técnica de Recolección de Datos .................................................................. 46 Descripción del Instrumento ..................................................................... 46 Propiedades Psicométricas del Instrumento ............................................ 47 Procedimiento ................................................................................................. 49 Plan de Análisis de los Datos ......................................................................... 50 Consideraciones Éticas .................................................................................. 50 CAPÍTULO IV: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN Análisis y Discusión de los Resultados ........................................................... 52 Pág. CONCLUSIONES ................................................................................................. 63 LIMITACIONES ..................................................................................................... 65 RECOMENDACIONES ......................................................................................... 66 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................... 68 CH E R DE S E R OS E OS D A RV ÍNDICE DE CUADROS Pág. Cuadro No. 1: Mapa de Variables ......................................................................... 42 Cuadro No. 2: Características de la Población...................................................... 45 Cuadro No. 3: Baremos de Interpretación ............................................................. 47 CH E R DE S E R OS E OS D A RV ÍNDICE DE TABLAS Pág. Tabla No. 1: Prevalencia de los Factores del Trastorno Disocial ....................... 53 Tabla No. 2: Trastorno Disocial .......................................................................... 56 Tabla No. 3: Comparación de acuerdo al Género .............................................. 57 Tabla No. 4: Comparación de acuerdo a la Edad............................................... 59 Tabla No. 5: Comparación de acuerdo al Nivel de Instrucción ........................... 61 CH E R DE S E R OS E OS D A RV UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA VICERECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGIA PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS Autora: Br. Lugo, Zuleika y Portillo, Fabiana Tutor: Psic. Audio Ortigoza Fecha: Diciembre 2013 E S E R OS CH E R DE OS D A RV RESUMEN El estudio se dirigió a determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, tomando como base los criterios del DSM-IV-TR (2008) y Moral (2011). El tipo de estudio fue descriptivo de campo, con diseño no experimental transeccional descriptivo. La población fue de 403 estudiantes del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, de ambos sexos, con edades comprendidas entre 14 y 17 años, para lo cual se realizó un censo poblacional. Se aplicó el instrumento ECODI27 de Pacheco y Moral (2010), siendo analizado con estadísticas descriptivas y la Chi-Cuadrado con un nivel de significación de 0.05. Los resultados indicaron que el robo y vandalismo mostró una prevalencia de 8.2%, travesuras una prevalencia del 36.2%, abandono escolar el 3%, pleitos y desafíos del 15.9%, grafiti del 24.1%; destacándose como mayor prevalencia la conducta oposicionista desafiante y travesuras, mientras que los de menor prevalencia fue el abandono escolar, con robo y vandalismo. La prevalencia del trastorno disocial fue de 10.7%, consistente con las estadísticas de la población general. Se encontraron diferencias estadísticas en robo y vandalismo, pleitos y desafíos, así como conducta oposicionista desafiante de acuerdo con el género, denotando que es mayor la prevalencia en varones. No se evidenciaron diferencias estadísticas de acuerdo con la edad, pero sí de acuerdo con el nivel educativo en grafiti y conducta oposicionista desafiante. PALABRAS CLAVE: Escolarizados. Prevalencia, Trastorno, Disocial, Adolescentes, Correo Electrónico: lekis_leka21@hotmail.com, fabyportillocorona@gmail.com CAPÍTULO I FUNDAMENTACIÓN Planteamiento y Formulación del Problema El comportamiento humano y las alternaciones diagnosticadas en términos OS D A RV de trastornos constituyen un eje de interés para el estudio de la Psicología, E S E R OS especialmente en contextos, en los cuales pueden generar perjuicios para la CH E R DE convivencia de la sociedad en general. Uno de estos trastornos observados en la actualidad, es el trastorno disocial, el cual de acuerdo con el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2008) contempla un variedad de criterios que deben presentarse siguiendo un patrón repetitivo y persistente de comportamientos en el que se violan los derechos básicos de otras personales o normas sociales importantes propias de la edad. A tal fin, el DSM-IV-TR (2008) señala que esta alteración se manifiesta por la presencia de tres (o más) características como la agresión a personas o animales, destrucción de la propiedad, fraudulencia y robo; así como violaciones graves de normas, evidenciados durante los últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses. De igual forma, se puede presentar en forma precoz, persististe y grave un abuso de sustancias, lo cual deriva en problemas a consecuencia de la desinhibición provocada por la intoxicación o la necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito tóxico. El trastorno disocial está adquiriendo en el mundo occidental un carácter de epidemia, según expone Cruz (2008) pues el mismo presenta un incremento de significativas magnitudes que ha desbordado todos los sistemas asistenciales de casi todos los países. Explique que no sólo se está asistiendo a un incremento OS D A V una mayor agresividad o Rahora muchos expertos se han planteado si no existe E S E R S O una forma más violenta deH manifestarla. C E DER exponencial, sino que es cada vez más violentos y agresivos, de tal forma que Lo antes mencionado, se observa como un hecho público y notorio en las informaciones emanadas de los medios de comunicación de masas, en los cuales se muestran cada vez con más frecuencia, episodios de violencia extrema provocada por personas quienes forman parte de la población adolescente e incluso infantil. Al respecto, Monclús (2005) afirma que es preocupante la ocurrencia de hechos violentos, en distintos grupos de edad, resaltando la inquietud por la participación de la población juvenil en los mismos. Pese a tal situación, los estudios latinoamericanos se han centrado con mayor énfasis en analizar la violencia o agresión o en distintos contextos, sin profundizar en la presencia de un trastorno disocial, como es el caso de Chaux (2003), quien adjudica importancia a la violencia reactiva o instrumental, Malvaceda (2009) quien reporta los efectos de la agresión y violencia en la sociedad; Román y Murillo (2011); entre otros; lo cual ha resaltado la necesidad de ahondar en la posible prevalencia de un trastorno disocial, es decir, de acuerdo con Jauregui y Suárez (2010) determinar el número de casos de un trastorno presente en una población en un momento determinado. Coincidiendo con lo mencionado, Paramo (2009) hace referencia al estudio del trastorno disocial en el niño y adolescente, en donde critica fuertemente que el OS D A RV y que conducen casi extendida, de que son prácticamente irreductibles E S E R S inexorablemente a los trastornos HO de personalidad antisocial en el adulto o a la C E ER con resultados costosos para la sociedad. Dreiterada, delincuencia mismo ha carecido de interés en los ámbitos científicos debido a la creencia, muy Sin embargo, Rutter (2002) destaca que existen diversos testimonios que han llevado a aceptar que el trastorno disocial es modificable, pues varios estudios han mostrado que los individuos pueden abandonar la actividad delictiva a pesar de haber llevado continuamente un estilo de vida con comportamientos antisociales; los cuales no siempre persisten. Afirma que en estudios longitudinales han puesto de manifiesto la probabilidad de que los individuos continúen o no participando en actividades antisociales debido a sus experiencias vitales; resaltado de este modo la importancia del tratamiento como experiencia vital positiva. La necesidad del estudio del trastorno disocial se expresa en la posibilidad de intervenir en forma temprana tales conductas, lo cual en el criterio de Rey (2010) puede incrementar las posibilidades de reajuste del individuo, así como la prevención del trastorno disocial a edades más avanzadas, siendo además tratamiento más sencillo y menos costoso. Especialmente en la población de adolescentes, el DSM-IV-TR (2008) establece que el trastorno disocial debería diagnosticarse únicamente cuando se trata de un patrón repetitivo y persistente de comportamiento y no corresponde en OS D A RdelVmismo. conjunto de criterios para determinar la presencia E S E R S O HVenezuela, C En este particular, en Fenollar (2009) destaca que los estudios E DER caso de un delito aislado, siendo por tanto necesario que el sujeto reúna un llevados a cabo en este campo revelaron que los primeros síntomas del trastorno disocial aparecen en la niñez y se dan en promedio a los 14 y 17 años más frecuentemente en varones que en mujeres, donde las características que manifiestan los jóvenes son la agresividad frecuente, insultos, peleas, robos, provocación de incendios, holgazanería extrema y continuo quebrantamiento de las normas del hogar y la escuela. En el mismo orden de ideas, a nivel regional zuliana, se han elaborado también numerosas investigaciones que analizan el trastorno disocial, tal es el caso de Ferrer y Pietrangely (2008) para quienes la característica principal del mismo es un patrón general de menosprecio y violación de los derechos de los demás que se inicia durante la infancia y que continúa en la edad adulta. A su vez, las mencionadas características se presentan de manera persistente, también es notable la presencia de engaños y manipulación para conseguir beneficios o placer personal. Cabe mencionar que el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV, 2012) en los registros de violencia por zonas, determinaron al estado Zulia y específicamente a la ciudad de Maracaibo, como la segunda región de Venezuela, con mayores índices de asesinatos, violaciones, secuestros, consumo de OS D A RV mortalidad general, con una tasa de 73 muertes por cada 100 mil habitantes. E S E R a una prevalencia considerable del Sapuntando O Estos aspectos pudieran H estar EC R E D trastorno disocial. estupefacientes, entre otros; donde las muertes violentas representan el 12% de la En virtud de lo antes planteado, durante las observaciones asistemáticas realizadas en la Unidad Educativa Mathias Lossada del Municipio San Francisco del estado Zulia, se percibe con preocupación que los adolescentes muestran características asociadas con el trastorno disocial, ya que en el aspecto social se evidencian: relaciones interpersonales tensas entre los compañeros de clases, la mayoría de los jóvenes manifiestan actitudes desafiantes y violentas hacia los demás, en varias oportunidades han hurtado objetos personales de otros compañeros y de sus docentes, de igual manera, al remitirlos hacia el departamento de orientación han expresado palabras soeces en contra de los profesores y directivos del plantel. En cuanto al aspecto académico, según las cifras manejadas por el departamento de seccional y control de estudios, los jóvenes que han sido reportados con conductas violentas, presentan alto índice de repitencia, deserción y ausentismo escolar, muchos de estos estudiantes han amenazado a los docentes con agredirlos si son aplazados en esas asignaturas, otros han causado daños a los vehículos de los profesionales de la docencia, manifestando placer al cometer estos hechos violentos. OS D A RVpersonal, las formas de Por otro lado, en relación al aspecto E S E R S O de este plantel se evidencia en la provocación comportamiento de algunos Hjóvenes C E ER de peleas D o intimidación, destrucción de pertenencias ajenas, rayan las paredes con imágenes y palabras obscenas, suelen esconder pertenencias de otros, insultan a sus compañeros y profesores, según versiones de sus padres han salido o huido de casa hasta en el lapso de una semana, muestran constante baja autoestima, agresividad y violencia entre ellos. Estas situaciones se presentan según estudios realizados previamente por la escuela para padres y familia de la institución, debido a que un gran número de estos jóvenes provienen de hogares caracterizados por constante violencia verbal y física por parte de los padres; lo cual pudiera estar apuntando a una de las causas del trastorno disocial, sin embargo, esto último no ha sido determinado. Por otro lado, también se aprecia que un gran número de docentes de esta institución carecen de estrategias necesarias para poder abordar estos comportamientos dentro del aula lo que ha incrementado los índices de ausentismo y deserción, ya que los docentes solo se limitan a la formación académica dejando de lado, el desarrollo socio emocional de los educandos, los cuales afrontan una gran carencia afectiva por parte del núcleo familiar. Esta problemática ha conllevado a desarrollar altos niveles de intolerancia, irrespeto, poco compañerismo entre los estudiantes y relaciones poco OS D A RVademás de preocupar por sus el desarrollo armónico de las actividades escolares, E S E R S O de la sociedad en general. potenciales efectos futurosH a nivel C E DER comunicativas, lo que trae consigo, un ambiente inadecuado o desfavorable para Lo antes mencionado conduce a la necesidad de atender esta situación presentada, ya que en la sociedad actual especialmente los adolescentes requieren de la formación integral para que puedan interactuar en el medio donde se desarrollan, aprendan a ser responsables de la convivencia con los demás. En virtud de lo señalado, se formula la siguiente interrogante: ¿Cuál es la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes entre 14 y 17 años escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco? Objetivos de la Investigación Objetivo General Determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco OS D A RV Objetivos Específicos SE E R Identificar la prevalencia S de los factores del trastorno disocial O H EyC17 años del Liceo Eduardo Mathias Lossada R Adolescentes entre 14 E D en los Comparar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco. Justificación de la Investigación El presente estudio se justifica desde el punto de vista social, ya que las investigaciones en este campo se interesan en la búsqueda de elementos diferenciadores entre los distintos grupos de jóvenes que pueden presentar un comportamiento perturbador, para poder realizar una intervención lo más temprana posible a los fines de minimizar sus efectos sobre las personas que les rodean y la sociedad en general. Desde el punto de vista práctico, este estudio es relevante por cuanto al informar sobre la prevalencia del trastorno disocial, los profesionales de la salud mental contarán con el insumo necesario para abordar en la práctica a estos jóvenes, especialmente considerando que la mayor parte de las investigaciones coinciden en que el trastorno disocial es multicausal, por lo tanto, la intervención debería realizarse en todos los ámbitos de desarrollo del niño: individual, familiar, escolar y social, lo más temprana y preventiva posible; razón por la cual estos OS D A RV elementos son importantes de valorar y medir en la investigación. SE E R OlaSrelevancia contemporánea, a nivel internacional Desde la perspectiva de H C E R E D se han realizado estudios sobre el trastorno disocial en jóvenes y se han realizado instrumentos de medición. En la actualidad, en Venezuela, no se han realizado suficientes investigaciones que ayuden y mejoren la visión sobre el manejo de este trastorno, mientras que a nivel local, se han comparado las principales teorías que sustentan el desarrollo de la trastorno disocial en jóvenes en edad escolar. Por ello, se considera de relevancia actual investigar la prevalencia del trastorno disocial para estar en condiciones de enunciar posibles intervenciones ante este problema. En cuanto a la relevancia científica y teórica, se justifica pues el desarrollo del estudio permitirá profundizar en una gran diversidad de información referida la prevalencia del trastorno disocial en adolescentes, lo cual contribuye con las explicaciones en el área y apoya la generación de nuevos enfoques de discusión y debate sobre estas temáticas. Finalmente, la investigación se justifica desde el punto metodológico, ya que pretende ser una herramientas para otros investigadores interesados en la continuidad y comprobación práctica de los resultados que la misma puede generar, en tanto sirve de antecedente a futuros estudios referidos al trastorno disocial en jóvenes, además indagar la prevalencia del trastorno disocial con apoyo del instrumento denominado ECODI27, lo cual contribuye a reforzar su aplicabilidad en las prácticas metodológicas de evaluación. OS D A RV Delimitación de la Investigación E S E R S HO se realizó con adolescentes entre 14 y 17 años C La presente investigación E DER del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco del estado Zulia. El tiempo del estudio estuvo comprendido desde enero 2013 hasta noviembre 2013. La variable estudiada fue la prevalencia del trastorno disocial, para lo cual se tomaron los postulados teóricos propuestos por: el DSM-IV-TR (2008) y la propuesta de valoración del mismo por parte de Moral (2011). CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO Antecedentes de la Investigación A continuación se describen algunos estudios previos que sustentaron la OS D A RV investigación referida a determinar la prevalencia del trastorno disocial en los E S E R OS adolescentes escolarizados entre 14 y 17 años escolarizados Liceo Eduardo CH E R DE Mathias Lossada del Municipio San Francisco, para ello, se efectuó la revisión de distintos trabajos de investigación que se relacionan con las variables de estudio, razón por la cual, se consideraron antecedentes importantes para el trabajo desarrollado, de hecho, orientaron y a la vez, sirvieron de guía para que las investigadoras pudieran desarrollar el estudio sobre la variable ya mencionada, entre estas se destacan: Ortiz y Moral (2011) llevaron a cabo un estudio titulado “Predicción del trastorno disocial en dos colonias con alto índice de pandillismo y delincuencia”. El trabajo tuvo como objetivo estimar un modelo predictivo del trastorno disocial con las variables de comunicación con los padres, empatía, asertividad, búsqueda de sensaciones y socialización de riesgo, considerando el efecto del manejo de impresión social. El tipo de investigación fue ex post facto con un diseño transversal, contándose con una muestra probabilística estratificada por género, quedando configurada por 198 sujetos, 112 hombres y 86 mujeres, a quienes se aplicó un cuestionario de autoinforme. Como técnicas estadísticas se usaron correlaciones y regresiones lineales. Los resultados indicaron que un tercio de los participantes mostró trastorno OS D A padre, la escolaridad, la toma de perspectiva RyVla búsqueda de emociones E S E R S pronosticaron 38% de la varianza del trastorno disocial. Se discute la necesidad de O H C E ER intervenciónD con este modelo. Se concluyó que la prevalencia de trastorno disocial disocial. En un modelo de regresión, la desinhibición, la comunicación con el parece haberse acrecido durante los últimos decenios, siendo más elevada en los núcleos urbanos que en las zonas rurales. El estudio precedente se consideró relevante por cuanto aportó información sobre la prevalencia del trastorno disocial en poblaciones de jóvenes, y aun cuando es procedente de otra región geográfica, permitió contrastar los hallazgos de este trabajo enfocado en determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco. Moral y Ortíz (2011) llevaron a cabo un estudio titulado: “Modelos predictivos de conducta disocial por sexos en dos colonias populares”. El trabajo tuvo como objetivo desarrollar un modelo predictivo de conducta disocial (definida por la Escala de Conducta Disocial (ECODI27) con base a las variables predictoras Comunicación con los padres, empatía, asertividad, búsqueda de sensaciones y socialización de riesgo, considerando el efecto del manejo de la impresión en las personas encuestadas. El estudio fue descriptivo correlacional. Se empleó una muestra probabilística de adolescentes de 14 a 17 años de edad que vivían en dos OS D A V Los instrumentos administrados fueron E elRECODI27, Parent-Adolescent S E R S O Communication Scale (PACS), Relationship Index, IR), Rathus Assertiveness H C E DERSensation Seeking Scale (SSS-V), Cuestionario de Relaciones Schedule (RAS), colonias con un alto índice de pandillerismo y delitos (112 varones y 86 mujeres). Sociales (CRS) y el Balanced Inventory of Desirable Responding (BIDR-6). Como técnicas estadísticas se emplearon correlación producto-momento de Pearson, correlación parcial y regresión lineal por el método de pasos progresivos. Los resultados indicaron que se presentó una diferencia significativa en la frecuencia de casos de trastorno disocial entre hombres y mujeres. El porcentaje de prevalencia de casos con trastorno disocial en mujeres fue de 18% (15 de 82) frente a 45% (50 de 112) en hombres. La puntuación total del ECODI27 presentó una correlación significativa con deseabilidad social y su factor de manejo de la impresión. El autoengaño fue independiente en hombres, pero no en mujeres. El estudio antes citado se consideró un aporte por cuanto facilitó información sobre la presencia del trastorno disocial en grupos de adolescentes, de ambos sexos, lo cual sirvió como referencia a los fines de contrastar los resultados al determinar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco. Rojas y Rojas (2011) desarrollaron un trabajo titulado “Aproximación al adolescente con Trastorno de Conducta Disocial”, el cual tuvo como objetivo OS D A comunicación con los padres, empatía, asertividad, RVbúsqueda de sensaciones y E S Eefecto del manejo de impresión social. Se R S socialización de riesgo, considerando el HO C E ER probabilística de adolescentes residentes en dos colonias empleó una Dmuestra estimar un modelo predictivo del trastorno disocial con las variables de con un alto índice de pandillerismo y delincuencia. Como técnicas estadísticas se usaron correlaciones y regresiones lineales. Un tercio de los participantes mostró trastorno disocial. En un modelo de regresión, la desinhibición, la comunicación con el padre, la escolaridad, la toma de perspectiva y la búsqueda de emociones pronosticaron 38% de la varianza del trastorno disocial. Se discute la necesidad de intervención con este modelo. El estudio antes mencionado, documentó sobre los aspectos conceptuales del trastorno disocial, además de referir la prevalencia del trastorno disocial en una población de adolescentes, lo cual es similar al presente trabajo, por lo cual sus hallazgos se consideraron importantes para realizar comparaciones con los obtenidos en esta investigación. Pacheco y Moral (2010) realizaron un estudio titulado “Construcción y validación de la escala de conductas disociales en jóvenes de preparatoria”, cuyo objetivo se centró en someter a pruebas psicométricas la Escala de Conductas Disociales, con el objeto de obtener evidencias de validez de constructo y confiabilidad. El tipo de estudio fue descriptivo, con diseño no experimental de campo. El marco referencial utilizado para la elaboración del constructo se fundamentó en los criterios de clasificación del manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV). OS D A RV SE E R S Odimensional Se estudió la estructura de la escala por el análisis factorial H C E ER DSe exploratorio. factorizó por el método de Máxima Verisimilitud. La solución factorial se rotó tanto por el método Varimax como por el método Oblimin. El número de factores se fijó por el criterio de Cattell y por su interpretabilidad. Se contrastó tres modelos dimensionales, de uno, cuatro y seis factores por análisis factorial confirmatorio, se optó por el modelo de seis factores, que explica el 48.035% de la varianza total con 27 reactivos con sus respectivas dimensiones de robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar, pleitos y desafío, grafiti y conducta desafiante, con saturaciones por arriba de 0.40. Se obtuvo validez de constructo y una confiabilidad de .93 aceptable para que las inferencias de sus resultados puedan ser utilizadas de manera confiable en el diagnóstico de alumnos de preparatoria, además aun cuando la escala presenta un sesgo débil con deseabilidad social lo cual era de esperarse en los jóvenes en conflicto con la ley, esto nos predice que el instrumento es capaz de discriminar el comportamiento en la prueba. Se concluyó que el ECODI27 es un instrumento que puede contribuir a la educación como una herramienta útil en la orientación y prevención del trastorno disocial que pone en riesgo el proyecto de vida de alumnos de nivel medio superior. El estudio antes señalado, se consideró de significativo aporte por cuanto respalda las cualidades psicométricas de un instrumento para medir trastorno OS D A R soporte metodológico, para apoyar la selección deV la herramienta de evaluación E S E R S O utilizada. CH E R DE disocial, el cual coincide con el utilizado en este trabajo, por lo cual sirve de Pacheco y Moral (2010) llevaron a cabo un estudio denominado “Validación de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27) en una muestra probabilística de adolescentes mexicanos”, con el propósito de validar la estructura de seis factores correlacionados de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27; Pacheco y Moral, 2010), estudiar su distribución, consistencia interna, sesgo con deseabilidad social y validez concurrente con búsqueda de sensaciones en un muestra probabilística de adolescentes que vivían en dos colonias con un alto índice de pandillerismo y delitos. El estudio fue descriptivo psicométrico, con diseño no experimental de campo. Se utilizó la población de jóvenes mexicanos, y se aplicó a 202 adolescentes, de los cuales 112 correspondieron a hombres y 90 a mujeres entre 14 a 17 años de edad. Se aplicaron el ECODI27, la Escala de Búsqueda de Sensaciones, Forma V (SSS-V; Zuckerman, Eysenck y Eysenck, 1978) y el Inventario Balanceado de Respuestas Socialmente Deseables, versión 6 (BIRD-6; Paulhus, 1998). Se empleó análisis factorial exploratoria y confirmatoria para el análisis de datos. La estructura de seis factores correlacionados se reprodujo con un ajuste de adecuado .FD < 3, RMS SR < .08, GFI = .85 y AGFI = .80. a bueno -Ô2/gl < 2, OS D A V observó distribución normal RSe los 27 ítems = .91 y los seis factores .de .70 aE .86. S E R S O El porcentaje de casos de trastorno disocial y promedio próximo al de H infractores. C E ER fue alto conD el punto de corte de 85 casos, representando el 36% para la muestra RMS EA = .05, PNCP < 1. Los valores de consistencia interna fueron altos para total, 45% de los hombres y 25% de las mujeres, con diferencia significativa por género. La escala ECODI27 presentó sesgo significativo en relación con la deseabilidad social, tanto en su aspecto de manejo de la impresión y autoengaño. Se halló validez concurrente con búsqueda de sensaciones, compartiendo ambas escalas 25% de la varianza. La escala ECODI27 resultó confiable y válida, por lo que se sugiere su uso en esta población y su estudio en otras diferentes. Finalmente, los datos del trastorno disocial alarmantes indican la necesidad de intervención por parte de las autoridades municipales. De lo anterior se infiere la importancia del estudio citado, por cuanto este antecedente respalda el valor psicométrico del ECODI27, el cual también es utilizado en el presente estudio, siendo importante para visualizar su poder de discriminación para medir el trastorno disocial; así como considerarlo de respaldo para la consideración de la validez y confiabilidad del instrumento seleccionado. Las investigaciones anteriormente descritas representan un valioso aporte para el desarrollo de este estudio, pues resalta que el trastorno disocial, desde la perspectiva de diversos teóricos, se puede intervenir cuando el individuo este en la OS D A RVdebido a sus conclusiones, se destaca el valor científicos de los estudios E S E R S recomendación y resultados con los cuales se puede contrastar con los que en HO C E DER este se evidenciaran. capacidad de conocer y manejar adecuadamente su ira ante los demás. También Bases Teóricas Trastorno Disocial Según el criterio del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2008) es un patrón repetitivo y persistente de comportamientos en el que se violan los derechos básicos de otras personales o normas sociales importantes propias de la edad. De igual forma, se puede presentar en forma precoz, persististe y grave un abuso de sustancias, lo cual deriva en problemas a consecuencia de la desinhibición provocada por la intoxicación o la necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito tóxico. Por otro lado, Mora (2008) señala que el trastorno disocial es “un patrón general de desprecio y violaciones de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o en el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta” (p.21). Al principio, los niños y adolescentes pueden mostrar un comportamiento fanfarrón, amenazador o intimidador, iniciar peleas físicas con frecuencia, utilizar un arma que provoca daños físicos, ser crueles con los demás. La violencia física puede adoptar la forma de violación, asalto o muy raramente homicidios, suelen OS D A RV permanecer fuera de casa en horas nocturnas y pueden producirse fugas y E S E R OS ausencia en el colegio sin justificación. CH E R E Los D autores anteriormente señalados coinciden al destacar que el trastorno disocial es un patrón persistente de conducta, en el cual los derechos básicos de los otros son violados y no se toman en cuenta el daño causado. Del mismo modo, desde el punto de vista cognitivo, quien padece del trastorno disocial, pueden percibir el ambiente o situaciones externas como amenazadoras, por lo que permanecen vigilantes y autojustifican sus actitudes hostiles o violentas dependiendo de esos peligros y actúan según ellos en defensa propia. De acuerdo con Castejón y Navas (2011) el trastorno disocial “es un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los otros o importantes normas sociales adecuadas a la edad del sujeto” (p. 259). En este mismo sentido, es importante resaltar que el trastorno disocial parecer ser uno de los trastornos más frecuentes en la población infantil y adolescente, afecta entre un 5% a 16% de los varones y entre 1% a un 9% de las hembras. Se observan niveles de concurrencia superiores al esperable por azar entre el TDAH, el negativismo desafiante y el trastorno disocial. Los mismos autores antes mencionados acotan que, el trastorno disocial es más común en varones que en hembras, así como los factores de riesgos han podido identificar diversidad de variables relacionadas con la aparición del trastorno o con su evolución. Las más importantes son los aspectos genéticos y OS D A V Rneurotransmisores, anormalidades psicofisiológicas y de los sistemas el género, el E S E S R soporte familiar inadecuado, el nivel O temperamento, variablesHcognitivas, EC R E D y el grupo de iguales. socioeconómico constitucionales relacionados con la presencia del trastorno en la familia, Por su parte, Gratch (2009) argumenta que el trastorno disocial “consiste en un patrón persistente de conducta, en el cual los derechos básicos de los otros son violados y no se toman en cuenta el daño o la desconsideración por el prójimo en los actos que realiza el sujeto” (p.63). Este trastorno suele ser progresivo y termina incluyendo todos los ámbitos en lo que se desenvuelve el sujeto, tales como el hogar, la escuela, el trabajo, las amistades, entre otras. En tal sentido, expresa el autor que, la característica principal de este trastorno es un patrón general de menosprecio y violación de los derechos de los demás que se inicia durante la infancia y que continúa en la edad adulta. A su vez, las mencionadas características se presentan de manera persistente. De igual manera, es notable la presencia de engaños y manipulación para conseguir beneficios o placer personal. Este trastorno provoca, así un deterioro significativo de la actividad social, académica y laboral. En conclusión, el trastorno disocial se define como una forma persistente y reiterada de comportamiento agresivo o retador. La formas de comportamiento en las que se basa el diagnostico puede ser debido a grados excesivos de peleas o intimidación, crueldad hacia las personal o animales, destrucción de pertenencias OS D A RVefectos de este estudio, se rabietas graves frecuentes y persistentes. E Para S E R S consideran los planteamientos HOdel DSM-IV-TR (2008) por cuanto el instrumento de C E R el trastorno disocial sobre la base del mismo. DEmide la investigación ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela y fugas del hogar, Factores del Trastorno Disocial En el desarrollo del trastorno disocial se identifican un conjunto de factores o criterios, cuyo diagnóstico solo debe aplicarse cuando el comportamiento en cuestión sea sintomático de una disfunción subyacente del individuo y no constituya simplemente una reacción ante el contexto social inmediato. Los niños con un trastorno disocial suelen ser varones, tiene antecedentes familiares, han perpetuado las relaciones con los compañeros, han cometido actos violentos y llegan a cumplir criterios del trastorno antisocial de la personalidad cuando son adultos. En esta misma vertiente, Castejón y Navas (2011) destacan: El trastorno disocial se divide en cuatro grandes grupos comportamiento agresión que causa daño físico o amenaza a otras personas o animales (criterio A1- A7), comportamiento no agresivo que causa pérdidas o daños a la propiedad (criterio A8- A9), fraudes o robos (criterio A10-A12) y violaciones graves a la norma (criterios A13-A15). Es importante destacar, que es más complicado diagnosticar el trastorno cuando los problemas comportamentales comienzan en la adolescencia, cuando son aprobados o estimulados por los compañeros y no tienen consecuencias graves. (p. 259) Desde la perspectiva de los autores antes mencionados, el trastorno OS D A RV disocial en los adolescentes es más complicado diagnosticar y presentan una E S E R OS mayor gama de características asociadas entre las cuales se pueden hacer CH E R DE mención a la baja tolerancia a la frustración, se aburren con facilidad y actúa impulsivamente, no parece que sus síntomas se ajusten a todos los criterios, solo que en realidad en más grave de lo que se puede identificar. Explican que, de hecho este trastorno es un importante predictor de riesgo de suicidio en adolescente, existe un patrón típico en el que los síntomas depresivos y la ideación suicida se presentan sin demora cuando el individuo se siente frustrado o se enfrenta con figuras de autoridad después de haber sido sorprendido en alguna fechoría. Mientras que, Gratch (2009) señala que el trastorno disocial “comprende un conjunto de características que incluyen la agresión física o el daño de propiedades ajenas” (p. 63). De acuerdo con el DSM IV-TR (2008), contempla un variedad de criterios los cuales deben presentarse siguiendo un patrón repetitivo y persistente e comportamientos en el que se violan los derechos básicos de otras personales o normas sociales importantes propias de la edad, que se manifiesta por la presencia de tres (o más) características durante los últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses. En este sentido, muy a menudo existen síntomas que son reacción a cambio en las circunstancias ambientales y no tardan mucho en cumplir criterios de mayor frecuencia y suelen aparecen relacionados con la vida OS D A RVun abuso de sustancias igual manera en forma precoz, persististe y E grave S E R S O pueden tener problemas aH consecuencia de la desinhibición provocada por la C E ER intoxicaciónD o la necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito alterada en su casa. Los sujetos con trastorno disocial tienden a presentar de tóxico. Por ello, el trastorno disocial en adolescentes debería diagnosticarse únicamente cuando se trata de un patrón repetitivo y persistente de comportamiento y no en caso de un delito aislado. Por otro lado, Mora (2008) destaca que el patrón de psicopatía, sociópata o trastorno disocial presentan cuatros categorías específicas “agresión la gente o animales, destrucción de la propiedad, fraudes o hurto y violaciones graves a las normas “(p.21). Es importante destacar que este comportamiento persiste en la edad adulta y los sujetos no logran adaptarse a las normas sociales, pueden perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención, estas personas desprecian los deseos o sentimientos de los demás. Sin embargo, pocas veces un adolescente mayor o adulto joven se le puede diagnosticar si continúa manifestando problemas graves y deteriorantes de comportamiento que no cumplen criterios para el trastorno antisocial de la personalidad. Finalmente, los diversos autores antes mencionados guardan congruencias en sus planteamientos al destacar que el trastorno disocial se identifica de acuerdo a cuadro características o criterios básicos entre los cuales se mencionan la agresión a la gente o animales, destrucción de la OS D A RV hasta qué punto los cualquier evaluación debería centrase en determinar E S E R S O el resultado directo de sustancias o de las comportamientos delictivos Hson C E ER presiones D ambientales, porque dichos comportamientos se pueden tratar propiedad, fraudes o hurto y violaciones graves a las normas. Sin embargo, mejor que el tipo de delincuencia que parece estar más controlada por factores intrínsecos del individuo. A continuación se describen los factores del trastorno disocial según la teoría propuesta por Pacheco y Moral (2010) y basada en el DSM-IV-TR (2008), se mencionan robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar, pleitos y desafíos, grafiti, conducta negativa desafiante; los cuales son explicados seguidamente: Robo y vandalismo: El DSM-IV (2008) indica que la persona con un trastorno disocial ha robado enfrentándose a la víctima (ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada), ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves, ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios), ha cometido fraudulencia o robo, ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona y robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (robos en tiendas, pero sin allanamientos o destrozos; falsificaciones). Por su parte, Gratch (2009) afirma que en el trastorno disocial limitado OS D A RV se relaciona, con el exclusiva o preferente en el medio donde el adolescente E S E R S Ode sus entorno, por ello cometer robo, fraude objeto de ser percibido porH los C E R DE o vandalismo es una característica básica en los adolescentes disociales, al contexto social, las conductas antisociales y agresivas se dan de forma pues antes las supuestas injusticias frente a eventos muestran ira y agresividad, algunos recurren a las mentiras para evitar castigos. Asimismo, el robo y la mentira están asociados a otras conductas como huis de casa, así como también el uso de drogas o el abuso de la sexualidad. El mismo autor indica que el robo, fraude y la mentira como criterio del trastorno disocial se caracteriza por que “ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otras personas, a menudo miente para obtener bienes o favores, o para evitar obligaciones, ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima” (p.64). En la adolescencia es muy común que los jóvenes no controlen sus impulsos, hagan cosas pensando en el bienestar temporal y luego mienten, por ellos los adolescentes muchas veces suelen expresar mentiras de manera premeditada y suele básicamente a la intención de evadir responsabilidades o castigos. El mismo autor indica que, los adolescentes con trastorno disocial suelen mentir frecuentemente de manera intencionada, puesto que el trastorno antisocial tiene un carácter persistente o agresivo y se manifiesta en la profunda dificultad para establecer relaciones con otras personas en su alrededor, por ello suelen OS D A V se relacionan con la etapa Rque más de un 75% consumen alcohol y tabacos,Eya S E R S adulta, entonces muchas veces HOel adolescente quiere experimentar esa etapa y lo C E ERsin embargo mienten que los hacen. Dvicios, hacen en los mentir para evadir establecer contactos o castigos, los adolescentes disociales en Por su parte, Fenollar (2009) destaca “dentro de la falsedad y engaño existen distintos tipos de engaño: mentiras, robo, hurto de tiendas y delincuencias” (p. 26). Al respecto, es importante señalar que los adolescentes mienten y roban debido a múltiples causas que siempre deberán rastrearse en la historia personal del adolescente, su familia y su contexto. Uno de los motivos que subyace a los denominados trastornos de conducta es la baja tolerancia a la frustración, que siente como injusta, como castigo y no como parte de las limitaciones que implica el vivir en sociedad. Del mismo modo, el autor también señala que en el robo hay intento por apropiarse del algo valioso que inconscientemente representa algo más, de gran valor afectivo. Así el dinero simboliza el poder de los padres y de los adultos en general, que el adolescente siente le es negado por mezquindad o avaria. Es necesario tener en cuenta que pueden haber existido privaciones afectivas de relevancia en la infancia de estos jóvenes, por lo que una respuesta punitiva solo consigue reavivar esta carencia. Explica Fenollar (2009) que muchas veces la mentira es un síntoma que expresa la profunda convicción de que no se es entendido, el adolescente con OS D A V un intento de escapar a la Res jamás lograría lo deseado o necesitado. A veces E S E R S invasión paterna, tener algo HenOsecreto algo propio o íntimo, pude vehiculizarse a C E ER través de laD mentira y el ocultamiento. trastorno disocial asume la postura de que si dijera la verdad quedaría indefenso y Travesuras: El DSM-IV-TR (2008) expone que la persona con trastorno disocial, a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad y se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de tiempo). Del mismo modo, Rey (2010) afirma que el trastorno disocial es característico de los sujetos que no saben divertirse ni conocen la condición del juego en grupo, por lo cual les es difícil distinguir entre una travesura propia de la edad adolescente o juventud de un acto delictivo. Entre los 12 y los 15 años se puede producir un exceso de conductas calificadas como travesuras, por la falta de modelos sociales o referentes. Agrega Silva (2011) que estos sujetos muestran conductas de falsedad y engaño, siendo calificados como personas que hacen bromas pesadas, no asumiendo su responsabilidad. Esta actitud se caracteriza por travesuras, escapadas, violación de normas que generan en otros, OS D A RV preocupación o molestia. E S E R OS Abandono escolar: El DSM-IV-TR (2008) indica que el trastorno disocial CH E R DE provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad académica. Rey (2010) afirma que en el trastorno disocial, el alumno abandona sus estudios huyendo de las clases para no regresar. Este abandono puede ser temporal o definitivo. Para Silva (2011) los individuos con trastorno disocial abandonan la escuela por constituir ellos en su ambiente una combinación de factores que se generan conflictos en la escuela tanto a nivel de las relaciones sociales, familiares e individuales. Puede originarse la deserción que es un retiro definitivo, como resultado de una cadena de hechos que van elevando las crecientes dificultades de interrelación, rendimiento y de adaptación. Pleitos y desafíos: De acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) los criterios diagnósticos de este factor incluyen que a menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros, inicia peleas físicas, ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (p. ej., bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola); ha manifestado crueldad física con personas o animales, ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada) y ha forzado a alguien a una actividad sexual. Gratch (2009) incluye la agresión a personas y animales. Indica que constituye una de los principales criterios para el diagnóstico del trastorno OS D A R o V intensidad, que disocial. En este sentido, la agresión pude ser entendida como cualquier SE E R S acción o reacción, sin importar su grado HO C E ER provocación y ataque. D implica Explica el mismo autor, que el individuo no se limita a actos físicos, sino que puede ser de tipo verbal como los insultos e incluso no verbal como gestos y ademanes. La agresión, al igual que la ansiedad, es una reacción más que se puede tener ante estímulos y situaciones que afectan de manera significativa al ser humano. Por parte, Fenollar (2009) señala que la agresión a otras personas o animales puede entenderse como “un estado emocional que consiste en sentimientos de odio y deseo de dañar a otros” (p. 25). Al respecto, la agresión es cualquier forma de conducta que pretende herir a los demás. La agresión es una respuesta consistente en proporcionar un estímulo nocivo a otro organismo, es decir, es un evento aversivo dispensando a las conductas de otra persona. En relación con las características planteadas por el autor en cuanto al trastorno disocial se evidencian: la intimidación, la agresividad en contra de seres humanos y animales y enfrentamientos directo con las víctimas. En este particular como ya se señaló, la agresión es una conductas intencionadas, del sujeto que padece del trastorno disocial, que puede causar daño ya sea físico a otros. Conductas como pegar a otros, burlarse OS D A RV Partiendo de lo antes a los demás, patear animales, ahogarlos entre otros. E S E R S O la agresión es cualquier forma de conducta expuesto se puede concluir Hque C E ER daño físico a otros, puede manifestarse de forma física, Dcausar que pretende de ellos, ofenderlos tener rabietas o utilizar palabras inadecuadas para llamar verbal, ira y hostilidad. Grafiti: Respecto a la pintura de grafiti, el mismo no se encuentra especificado en esta forma dentro del DSM-IV-TR (2008) pero corresponde al criterio diagnóstico de destrucción de la propiedad, el cual indica que se determina cuando el individuo ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves o ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas, distinto a provocar incendios. Fenollar (2009) afirma que la pintura o destrucción de la propiedad ajenas es otra de las características principales del sujeto con trastorno disocial, este básicamente consiste en arremeter contra los bienes de otros. La destrucción de la propiedad ajenas o vandalismo es uno de los delitos más comunes producidos por niños y adolescentes con trastorno disocial. Consiste en el ataque contra la pertenencia de otros de manera intencionada. Los jóvenes con trastorno disocial pueden a través de conductas vandálicas causar daño a cualquier propiedad de los demás. En el mismo orden de ideas, Fenollar (2009) expone “una de las características básica es la capacidad destructora, en donde se puede citar los OS D A V forma, es importante hacer propiedad e incendios intencionales” (p. 26). E DeR igual S E R S mención que la mayor parte HdeOlos síntomas que se observan en los adolescentes C E ER que tienenD un trastorno de conducta, algunas veces se presentan también en siguientes tipos de conducta destructora: vandalismo, destrucción intencional de la adolescentes que no tienen este trastorno. También, existen adolescentes que manifiestan un comportamiento delictivo y agresivo tienen un perfil cognitivo y psicológico que los caracteriza cuando se les compara con otros adolescentes que presentan problemas mentales. En el caso del trastorno disocial los adolescentes manifiestan conductas que violentan de forma significativa los derechos de otras personas y las normas, estos comportamientos se relacionan con la irresponsabilidad, el comportamiento transgresor y la agresión hacia otros. Estos comportamientos a veces se presentan juntos, pero pueden suceder que aparezca uno o varios de ellos sin estar acompañados por ningunos de los demás. En este mismo orden de ideas, Gratch (2009) señala que la destrucción a la propiedad de los demás en sujetos con trastorno disocial se manifiesta “provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves y ha destruido propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios)” (p.64). Al respecto, el autor destaca que esta característica de destrucción de la propiedad ajena, es un indicador determinante, puesto que los adolescentes que padecen el trastorno en sus diferentes contextos, ya sea escolar y social, suelen cometerlo. OS D A RV en América Latina los Según lo manifestado por el autor antes mencionado E S E R S O índices de destrucción deH propiedades a manos de jóvenes se han elevado de C E DERlo cual implica la pintura de grafiti. El informe señala que los forma significativa, adolescentes que cometen estos actos han desarrollado el trastorno y llama la atención, ya que en su mayoría provienen de hogares en desventaja, disfuncionales o desorganizados, del mismo modo se concluyó que los jóvenes arremeten contra las propiedades o pertenencias de otros por los problemas sociales y el rechazo constante de sus compañeros. Conducta negativa desafiante: De acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos: a menudo se encoleriza e incurre en pataletas, discute con adultos, desafía activamente a los adultos o reúsa cumplir sus obligaciones, molesta deliberadamente a otras personas, acusa a otros de sus errores o mal comportamiento, es susceptible o fácilmente molestado por otros, es colérico y resentido y es rencoroso o vengativo. Para Gratch (2009) la expresión trastorno disocial corresponde aquellos problemas de comportamiento en adolescentes que antes de los 18 años se ha caracterizado por la presencia de un conjuntos de criterios. La conducta negativa desafiante se expresa respecto a la violencia a las normas es una de las características o criterios muy comunes. En tal sentido, el autor destaca que las violaciones a las normas se presentan ya que: OS D A RV A menudo permanece fuera de la casa durante la noche a pesar de las prohibiciones paternas, suele iniciar este comportamiento antes de los 13 años, se ha escapado de la casa durante la noche por lo menos dos veces viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o solo una vez, sin regresar durante un largo periodo de tiempo) y suele hacerse la rata en la escuela, práctica que inicia antes de los 13 años. (p.64) E S E R OS CH E R DE De igual manera, resultante interesante señalar, que en algunos adolescentes que padecen del trastorno disocial se aprecia coexistencia o el antecedente de enfermedades pediátricas, trastorno pediátricos, epilepsia, síntomas neurológicos ligeros, cociente intelectual limitado, fracasos en el aprendizaje escolar y dificultades en la expresión verbal y en la adquisición de la lectura. Asimismo, los jóvenes delincuentes sufren más enfermedades, accidentes y hospitalizaciones que los compañeros de su edad de la población general. Por su parte, Fenollar (2009) señala que dentro de los criterios para determinar el trastorno disocial se presentan “las violaciones de las reglas habituales de conductas o de las normas adecuadas para la edad, podemos citas las siguientes: no asistir a la escuela, escaparse, bromas pesadas, travesuras y actividad sexual a muy corta edad” (p. 26). Los síntomas característicos de los trastornos de conducta pueden parecerse a los de otros problemas médicos o psiquiátricos. La violación a las normas sociales son indicadores de la agresividad en cualquiera de sus manifestaciones está afectando de forma significativa en OS D A RV grito hasta daños físicos manifestaciones que suelen ir desde un E simple S E R S considerables. Es importante HOconsiderar que los jóvenes disociales violentan las C E R DE normas como medio de ataca a quienes él considera no le han permitido cumplir desenvolvimiento pleno de los sujetos, hoy en día es muy común estas con sus objetivos personales de libertad y no presión. Tipos y Prevalencia del Trastorno Disocial El trastorno disocial hace referencia de acuerdo con Gratch (2009) a la presencia recurrente de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter negativo, además de transgresoras de las normas sociales, en el comportamiento del individuo. Asimismo, supone un patrón de conducta persistente en el que se transgreden las derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad. El trastorno además causa un deterioro del nivel de funcionamiento a nivel social, académico y ocupacional el mismo posee un conjunto de características que pueden estar relacionas con un tipo particular de trastorno. En este sentido, Gratch (2009) señala “se describen tres posibles grupos del trastorno disocial, donde existe un sinnúmero de trastornos vinculados a esta patología” (p. 65). Entre estas se pueden mencionar el pésimo rendimiento escolar tanto en el aprendizaje como en la conducta, un altísimo número de expulsiones escolares, un alto índice de consumo de tabaco, alcohol, drogas y todo tipo de delincuencia juvenil. OS D A RV El mismo autor indica que la presencia de un trastorno disocial implica un E S E R OS daño a la actividad normal del sujeto, esto se relaciona como un deterioro CH E R DE clínicamente significativo en las actividades escolares y sociales del sujeto, situación que se convierte en el principal factor de reproducción de las conductas perturbadas de los sujetos. Los contextos se van progresivamente hostiles y el adolescente que padece un trastorno disocial va captando esas señales y las va incorporando. Por su parte, Armas (2007) señala que el trastorno puede presentarse en forma grupal, agresivo solitario e indiferenciado, donde las características más comunes de este trastorno es un patrón general de menosprecio y violación de los derechos de los demás, donde lo más notorio es la presencia del engaño y manipulación para conseguir beneficios a placer personales. Asimismo, este trastorno de la personalidad, no es sentido por el sujeto que lo padece como egodistonico, es decir, como ajeno a molesto para las personas, sino que se vive como parte integrante de la personalidad plenamente aceptada, por el cual sujeto no se siente enfermo. Se definen como personas competitivas, dominantes, adrenérgicas, fuertes, realistas y duras. Tipo Grupal El trastorno disocial de tipo grupal, está asociado con la forma persistente y reiterada de comportamiento agresivo o retador que comete el adolescente en grupos de amigos, el rasgos diferencial clave es la existencia de amistades OS D A RV adecuadas y duraderas con compañeros de aproximadamente la misma edad. E S E R OS Con frecuencia, pero no siempre, el grupo de compañeros lo constituyen otros CH E R DE jóvenes implicados en actividades delictivas o disociales. No obstante este no es un requisito necesario para el diagnóstico y el adolescente puede formar parte de grupos de compañeros no delincuentes y la alteración del comportamiento tener lugar fuera de este contexto. En este mismo orden de ideas, Gratch (2009) expone “el trastorno disocial se manifiestan más frecuentemente como una actividad grupal con pares” (p. 65). En el establecimiento de amistades con pares de iguales puede existir una alteración en la relación con las víctimas o con otros adolescentes si la alteración de conducta implica intimidación, de nuevo, esto no invalida el diagnostico si el adolescente tiene alguna pandilla a la cual es leal y con cuyos miembros le une una amistada duradera. Las relaciones con figuras de autoridad tienden a ser pobres, pero pueden existir buenas relaciones con algunas personas concretas. La alteraciones emocionales suelen ser mínimas, La alteraciones de conductas puede extenderse también al ambiente familiar, pero se limita al hogar debe descartarse este diagnóstico. Con frecuencia el trastorno es más evidente fuera del contexto familiar y el que tenga una relación especifica con el colegio es compatible con el diagnostico. Por su parte, Armas (2007) destaca “los trastorno disociales de carácter OS D A V R El trastorno disocial en grupo se caracteriza por la delincuencia en grupos, delitos E S E R S O formando parte de una banda, robos en compañía de otros y ausencias escolares. H C E ER Del mismo D modo, es importante señalar que formas de comportamiento en las que grupal son aquellos que tienen lugar con la presencia u apoyo de otros” (p. 174). se basa el diagnostico grupal puede ser debido a grados excesivos de peleas o intimidación, crueldad hacia las personal o animales, destrucción de pertenencias ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela y fugas del hogar, rabietas graves frecuentes y persistente. Como se ha señalado, el trastorno disocial es una unidad clínica que se manifiesta con varias conductas disociales distintas hurtos, mentiras, prender fuego, hacer novillos, destrucción de la propiedad, crueldad con los animales, violación, utilización de armas durante peleas y robos, este trastorno suele presentarse tanto de manera grupal, en donde las acciones cometías son compartidas con otro semejante, donde la necesidad de castigar a los demás por su actuación inadecuada es notoria. Tipo agresivo solitario Gratch (2009) indica que el trastorno disocial suele ser generalizado en distintas situaciones, pero pueden ser más manifiesto en el contexto escolar o familiar, la especificidad de una situación concreta es distinta. Las formas características de comportamientos son intimidaciones, peleas excesivas y adolescentes extorciones o atracos violentos, niveles excesivos de desobediencia, OS D A V accesos incontrolados de cólera, destrucción E de R propiedades ajenas. No obstante S E Ren grupo, pues existe el trastorno agresivo S O no siempre estos delitos son cometidos CH E R E solitario, enD donde los hechos los comete uno solo. grosería, falta de cooperación y resistencia a la autoridad, rabietas graves y Por su parte, Armas (2007) destaca “los trastornos disociales de carácter individual son aquellos que tienen lugar sin la presencia u apoyo de otros” (p. 174). El trastorno disocial individual se caracteriza por la delincuencia individual, el agresor en solitario expresa una emoción y como tal se dispara de forma automática ante determinadas situaciones, en general frente a situaciones que interfieren con nuestros objetivos. Como toda emoción tiene una función, en este caso preparar al cuerpo para el esfuerzo necesario para vencer el obstáculo que se ha presentado. El problema con esta emoción puede surgir de diferentes formas: La conducta violenta puede ser un medio para conseguir determinados objetivos cuando la persona no es capaz de lograrlos por otros métodos. En este caso la conducta responde a un déficit de habilidades y puede mejorar adquiriéndolas, cuando se aguanta demasiado y se salta por algo sin importancia. En realidad se reaccionas a todo lo que ha ocurrido previamente y otro problema puede surgir cuando se interpreta la existe de un ataque y una dificultad que no es vista de la misma forma por los demás. Este problema suele ocurrir cuando se reacciona ante las intenciones de los demás en lugar de reaccionar ante los hechos explícitos. E S E R OS Tipo Indiferencia OS D A RV CH E R DE El trastorno disocial de tipo indiferente es aquel en donde se pueden evidenciar características de cualquiera de los dos tipos señalados anteriormente grupal e individualmente, representa las conductas abusivas que se ejercen en forma de violencia emocional por parte de una persona, un grupo pequeño, o un colectivo grande. La agresión la puede sufrir una sola persona, un grupo o un colectivo grande. De acuerdo con Gratch (2009) “los trastornos de conducta se manifiestan tanto grupales con pares como individualmente” (p. 65) Asimismo, Armas (2007) expresa que los estudios desarrollados demostraron una prevalencia de la indiferenciación del trastorno en donde las personas pueden recurrir a algún tipo de agresión directa o indirecta. En tal sentido, los agresores habituales suelen ofender, humillar, avergonzar y golpear a su víctima, a diferencia de aquel que lo hace de una forma aislada, los primeros los hacen con el propósito de debilitar su autoestima y volverlas más manejables. Por otra parte, los segundos lo hacen de una forma aislada incontrolada y sin un fin predeterminado. Amaro y Sais (2009) afirman que la prevalencia comprende la proporción de individuos de un grupo o una población que presentan una característica o evento determinado en un momento o en un período determinado. La prevalencia del trastorno disocial se presenta en el 1 al 10% de la población general, siendo destacable que OS D A RV Maldonado (2013) afirma que en las investigaciones realizadas en la población E S E R incrementándose desde el 1% S al 10%, destacando que estas alteraciones son O H EC R causa de entre un tercio y la mitad de las derivaciones a los servicios de salud E D adolescente privada de libertad el trastorno más frecuente fue el disocial, mental para adolescentes. En varones menores de 18 años de edad oscila entre el 6 y el 16%, mientras que en adolescentes femeninas se ubica entre el 2 y el 9%. Benjet y col (2009), apuntan que las adolescentes de esta generación están aumentando su conducta social y se acercan cada vez más a la prevalencia observada en los adolescentes masculinos. Expresan que algunos estudios sobre la prevalencia del trastorno disocial indica que estos se mantienen en la etapa de adolescencia y solo se observan diferencias desde la mitad de la infancia hasta la adolescencia; período que no fue estudiado en este trabajo. Vásquez, Faría, Peña y Palacios (2011) reportan que conforme maduran los individuos se va reduciendo la prevalencia del trastorno disocial, y especialmente se van igualando las proporciones de mujeres y hombres. Aun cuando en la adolescencia se observan conductas disociales, las mismas pueden disminuir como resultado de la madurez del individuo, y pese a que la conducta sea violenta o disruptiva en edades de la adolescencia temprana, la misma por razones del proceso de socialización, crecimiento y maduración puede disminuir e inclusive desaparecer. Los sujetos en menor nivel educativo pueden presentar más conductas disociales que otros que han recibido mayor oportunidad de socialización académica. E S E R OS CH E R DE OS D A RV Generalidades sobre Adolescencia De acuerdo con Goosens (2006), la adolescencia es un periodo de importantes cambios físicos, psicológicos y sociales a través de los cuales se realiza la transición de la niñez a la edad adulta. Esta etapa debe entenderse como un periodo evolutivo de transición que se inicia biológicamente en torno a los 11-12 años, con los cambios puberales que acontecen a esta edad, y concluye en torno al fin de la segunda década de vida, cuando es alcanzada la adultez en términos de madurez emocional, incorporación al mundo laboral o finalización de estudios. Se trata de una etapa en la que ni se es niño ni tampoco adulto, lo que Erikson (1968) ha venido a denominar moratoria social, un período de espera para asumir las responsabilidades adultas que la sociedad da a sus jóvenes mientras se preparan para ejercer los roles y responsabilidades propias de la adultez (Citado por Palacios y Oliva, 1990). Smetana, Campione y Metzger (2006) afirman que en la actualidad parece existir cierto acuerdo en dividir la adolescencia en tres periodos: adolescencia temprana, que abarcaría desde el comienzo de la pubertad (10-11 años) hasta los 13 años, adolescencia media, que iría desde los 14 hasta los 17 y adolescencia OS D A RV tardía, que quedaría establecida desde los 18 hasta aproximadamente los 20 años. E S E R OS CH E R DE Por su parte, Arnett (2009) expresa que más allá de los límites establecidos, lo cierto es que la adolescencia es el periodo crucial en el ciclo vital de los individuos. En esta etapa, los jóvenes experimentarán notables avances en su desarrollo físico, psicológico y social, se enfrentan durante estos años a un amplio rango de cambios, demandas, conflictos y oportunidades, que si bien en la mayoría de las ocasiones conducen a una transición satisfactoria hacia la adultez, en algunos casos puede derivar en el desarrollo de problemas psicológicos y/o conductuales que perturban seriamente no solo sus propias vidas sino también las vidas de las personas que le rodean. Sobre este aspecto, Antolin, Oliva, Arranz (2009) afirman la existencia de problemas como el consumo de sustancias, la depresión, el suicidio, la conducta antisocial extrema, pese a no ser la norma durante la adolescencia, afectan a un número preocupante de jóvenes por lo que requieren de una especial atención. La aparición de conductas antisociales por parte de jóvenes es un fenómeno que en la actualidad posee una importante repercusión social pues genera importantes costos sociales, económicos y personales Los mismos autores indican que ante esta situación, gobernantes, científicos y profesionales de muy diversa procedencia han puesto su atención en OS D A RV estas conductas con el propósito de encontrar vías eficaces para su reducción. E S E R OS Dadas las consecuencias negativas de las conductas antisociales de jóvenes, CH E R DE tanto para su propio desarrollo personal como para el bienestar colectivo de la sociedad, así como la necesidad de dar respuesta a este problema social, se torna relevante analizar la prevalencia de la conducta disocial. Kazdin y Buela (2006), señalan que establecer la prevalencia de la conducta antisocial durante la adolescencia no es una tarea sencilla. Los datos de prevalencia dependen de los distintos estudios desarrollados y las cifras varían en función de la forma de medida, de las muestras seleccionadas y del concepto de conducta antisocial considerado. En cualquier caso, a pesar de las dificultades existentes, si se atiende a las tasas de prevalencia de los trastornos de conducta, el conjunto de estudios realizados la sitúan entre el 4 y el 18%; siendo más elevadas en hombres que en mujeres. Cuadro 1 Mapa de Variables VARIABLE DIMENSIÓN INDICADORES Trastorno Disocial Factores Robo y Vandalismo Travesuras Abandono Escolar Pleitos y desafíos Grafiti Conducta Negativista desafiante Fuente: Pacheco y Moral (2010) S D HO C E ER ITEMS 5, 8, 17, 18, 24, 25, 26 y 27 6, 7, 15, 16, 20 y 21 3y4 1, 2, 19, 22 y 23 E RES OS D A RV 9, 10 y 11 12, 13 y 14 CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO Tipo y Nivel de Investigación La presente investigación es de tipo y nivel descriptiva, debido a que se OS D A RV determinó la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados E S E R OS entre 14 y 17 años del Municipio San Francisco, describiendo su comportamiento. CH E R DE En tal sentido, Rodríguez (2005) expone que los estudios descriptivos “comprenden la descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza actual, composición o procesos de los fenómenos” (p.24), se indaga información relacionada con el estado real del fenómeno para ver cómo se comportan la variable, no provocadas intencionalmente por el investigador para dar respuesta a la interrogante formulada en el problema en corto tiempo. Asimismo, se trata de una investigación de campo, puesto que se realizó en las instalaciones del Liceo Eduardo Mathias Lossada, específicamente con adolescentes entre 14 y 17 años. Según Balestrini (2005) es aquella en la que el mismo objeto de estudio sirve como fuente de información para el investigador, el cual recoge directamente los datos de las conductas observadas. Diseño de Investigación Para fines de esta investigación se aplicó un diseño no experimental, ya que se determinó la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados entre 14 y 17 años del Municipio San Francisco sin intervenir su estado natural, ni ejercer influencia o manipulación alguna sobre el comportamiento de la variable. Al respecto, Ortiz (2004), señala que “es el tipo de OS D A RV investigación en la que no se hacen variar intencionalmente las variables E S E R OS independientes” (p.94). CH E R DE En el mismo orden de idea, dentro de los estudios no experimentales la investigación siguió la clasificación transversal o transeccional descriptivo, ya que la recolección de datos se realizó utilizando una sola medición de la prevalencia del trastorno disocial; tal como lo refiere Bernal (2006), estos tipos de diseño recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único. Su propósito es describir variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado. Sujetos de la Investigación Población Para Rodríguez (2005), la población de un estudio “es el conjunto de mediciones que se pueden efectuar sobre una característica común de un grupo de seres u objetos” (p. 79). La población de este estudio estuvo integrada por cuatrocientos tres (403) adolescentes, entre 14 y 17 años y de ambos géneros, cursantes del 4to y 5to años del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio Maracaibo del Estado Zulia. Esta población reúne las siguientes características: Cuadro 2 Características de la Población Total 14 años F 21 M 11 F 92 M 75 167 16 años F 73 M 75 148 S M OF M D A RV 23 219 184 SE E R OSMathias Lossada Fuente: Liceo H Eduardo C E DER 32 15 años 17 años F 33 56 403 La población de estudio estaba disponible para la investigación, por lo cual se analizó la totalidad de la misma, realizando un censo poblacional. Sabino (2006) define el censo poblacional como la enumeración completa de la población de estudio, es decir el análisis de la totalidad de la misma. Definición Operacional de las Variables Trastorno Disocial: Consiste en el puntaje obtenido en la sumatoria de respuestas del instrumento ECODI27 con 27 reactivos, el cual se si ubica entre 27 y 84 puntos indica la presencia del trastorno, y entre 85 y 135 la ausencia del mismo, considerando que a mayor puntuación, mayor disconformidad, por lo tanto, menor presencia del trastorno disocial. Técnica de Recolección de Datos Descripción del Instrumento En esta investigación se utilizó una Escala de Conducta Disocial, que mide el trastorno disocial de acuerdo con el DSM-IV-TR, el cual fue realizado por OS D A RV Pacheco y Moral (2010). Esta escala presenta una estructura de seis factores que E S E R OS incluyen la evaluación del robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar, CH E R DE pleitos y armas, grafiti, conducta oposicionista desafiante y la puntuación del trastorno disocial. Es una escala tipo Likert de 27 ítems con rangos de cinco opciones de respuesta que son, totalmente de acuerdo = 1, bastante de acuerdo = 2, ni de acuerdo ni en desacuerdo = 3, bastante desacuerdo = 4 y totalmente en desacuerdo = 5. Todos los ítems están redactados en el mismo sentido, reflejando rasgos disociales. Las puntuaciones en la escala y sus factores se obtienen clasificando por grado de conformidad en relación con descriptores de la conducta propia. A mayor puntuación, mayor disconformidad, por lo tanto, menor presencia de conductas disociales. Fue desarrollada en este estudio por los autores. A menor puntuación, mayor presencia de conductas disociales. El rango de las puntuaciones puede variar de 27 a 135. Una puntuación de 85 o menor define caso del trastorno disocial. Para la interpretación de los puntajes se utiliza el siguiente baremo: Cuadro 3 Baremos de Interpretación Área Presencia Ausencia Trastorno Disocial 27-84 85-135 Robo y Vandalismo 8-29 Travesuras OS H C ERE Abandono Escolar E RES OS D A RV 6-19 30-40 20-30 2-5 6-10 Pleitos y desafíos 5-14 15-25 Grafiti 3-9 10-15 Conducta Negativista Desafiante 3-9 10-15 D Fuente: Pacheco y Moral (2010) Propiedades Psicométricas del Instrumento Para Ortiz (2004), la validez “es el grado en que las diferencias en puntuaciones reflejan verdaderas diferencias entre individuos en la característica que se pretende medir” (p.159). En cuanto a la validez del ECODI27, Pacheco y Moral (2010) realizaron un análisis semántico de los conceptos relacionados con el trastorno disocial y se basaron en el descripción del DSM-IV para la medición de los factores. Seguidamente, realizaron un análisis factorial, que confirmó la adecuación de los factores para la medición del trastorno disocial. Explican las autoras mencionadas, que en el análisis factorial la estructura de seis factores correlacionados se reprodujo con un ajuste de adecuado —FD <3, RMS SR < .08, GFI = .85 y AGFI =.80— a bueno —χ2/gl< 2, RMS EA = .05, PNCP < 1—. Los valores de consistencia interna fueron altos para los 27 ítems —α = .91— y los seis factores —de .70 a .86—. Se observó distribución normal y promedio próximo al de infractores. Se halló validez concurrente con búsqueda de sensaciones, compartiendo ambas escalas 25 por ciento de la varianza. OS D A RV E S E R OS Pacheco y Moral (2010) expresan que un modelo de seis factores CH E R DE relacionados, robo y vandalismo (α = .88), travesuras (α = .77), abandono escolar (α= .83), pleitos y armas (α = .78), grafiti (α = .72) y conducta oposicionista desafiante (α = .69), se contrastó por análisis factorial confirmatorio, obteniéndose índices de ajuste de buenos (RMSSR = .05, RMSEA = .04, PGI = .96, APGI = .95,AGFI = .91, NFI = .90) a adecuados (χ2/gl = 2.56, GFI = .93,NNFI = .93, CFI = .94) con 27 reactivos (α = .91). Su correlación con las escalas de conducta antisocial y delictiva del cuestionario A-D fueron moderadas altas (.54 y .63, respectivamente). La escala ECODI27 ha sido validada en tres muestras distintas de estudiantes mujeres, estudiantes varones e infractores varones, mostrando en su estructura factorial un ajuste de bueno a adecuado. En referencia a la confiabilidad, Pacheco y Moral (2010) afirman que los 27 ítems tienen una consistencia interna alta —α = .91— y su puntuación total resulta estable a las cuatro semanas —r = .78—. La distribución de la puntuación total es asimétrica positiva en estudiantes, con diferencia por género —M = 110.97 y DE = 12.81 en mujeres; M = 102.01 y DE = 14.88 en hombres— y normal en varones infractores —M = 82.43 y DE = 19.63—. Procedimiento Se procedió a la recolección de información, la cual sirvió de soporte para la OS D A RV elaboración del planteamiento y marco teórico de la presente investigación. SE E R Se seleccionó el instrumento de recolección de datos más pertinente tal como OS H C E lo fue el ECODI27, DERa fin de registrar el trastorno disocial. Selección del muestreo adecuado para que realmente se tomaran en cuenta una representación adecuada de los adolescentes entre 14 y 17 años. Aplicación del instrumento ECODI27 a la población del estudio, estableciendo una autorización previa de los representantes y la planificación para las sesiones colectivas de aplicación. Tabulación de los resultados y procesamiento de los mismos utilizando el SPSS Versión 21.0 Realización del análisis y discusión de los resultados, a los fines de expresar los datos cuantitativos y su interpretación. Elaboración de las conclusiones, limitaciones y recomendaciones. Plan de Análisis de los Datos Luego de administrar el instrumento ECODI27,que sirvió para medir el trastorno disocial en adolescentes, se procedió a analizar los diferentes valores obtenidos, tomando en cuenta la estadística descriptiva, empleando para ello el SPSS versión 21.0 considerando la distribución de frecuencias absolutas (F) y relativas (%) para determinar la presencia o ausencia del trastorno disocial y cada OS D A RV Chi Cuadrado, con un nivel y el grado que cursan, se aplicó la prueba de contraste E S E R S de significación de 0.05. HO EC R E D uno de sus factores. Para comparar los grupos de acuerdo con el género, la edad Debe destacarse que los sujetos que formaron parte del estudio fueron extraídos de una única institución educativa por lo cual, no es posible suponer que la población presenta una distribución normal o simétrica, no siendo representativa de la totalidad de adolecentes del municipio Maracaibo del estado Zulia. Aunado a ello, la prevalencia se determina por presencia o ausencia de la característica en términos de porcentajes lo cual corresponde a una medición ordinal, siendo apropiado el uso del chi-cuadrado. Consideraciones Éticas La presente investigación estuvo enmarcada en las leyes que rigen la realización de estudios, registrados por la Asociación Americana de Educación (1992), citados por Tojar y Serrano (2000), los cuales están organizados por apartados, considerando para esta investigación los siguientes: El investigador debe estar informado y adecuarse a los procedimientos científicos y tecnológicos aplicados a las investigaciones por lo cual la investigación fue asesorada por expertos, coordinador de carrera y tutor de contenido ambos especialistas en el área de investigación y conocedores de la temática trastorno disocial. Los sujetos participaron voluntariamente, se respetó su integridad, en OS D A RV como muestra. entre 15y 17 años si deseaban participar en laE investigación S E R S HO serán publicados mediante el trabajo de grado, C Los resultados obtenidos E DER función de su privacidad, dignidad e intimidad, se les comunicó a los estudiantes para ser consultados por otros investigadores, interesados en el abordaje de la temática, referida al trastorno disocial en escolares entre14 y 17 años. Finalmente, se mantuvo en todo momento el anonimato de los sujetos que participaron en la investigación, las investigadoras en ningún momento revelo información sobre la identidad de los estudiantes que participaron en el estudio. CAPÍTULO IV RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN Análisis y Discusión de los Resultados OS D A RV El análisis y discusión de los resultados se dirige a determinar la E S E R OS prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo CH E R DE Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, tomando como referencia los planteamientos del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2008). Estos datos fueron tratados con estadísticas descriptivas (medidas de tendencia central y dispersión) e inferenciales (chi cuadrado), con el soporte del programa Statistical Package for Social Science (SPSS, versión 21.0). Como primer objetivo específico se procedió identificar la prevalencia de los factores del trastorno disocial en los Adolescentes entre 14 y 17 años del Liceo Eduardo Mathias Lossada. Tabla 1 Prevalencia de los Factores del Trastorno Disocial Frecuencia Robo y Presencia 33 8,2 Vandalismo Ausencia 370 91,8 Presencia 146 36,2 Ausencia 257 63,8 Abandono Presencia 12 3,0 Escolar Ausencia 391 97,0 Pleitos de Presencia 64 15,9 Desafíos Ausencia 339 84,1 97 24,1 306 75,9 157 39,0 246 61,0 Travesuras OS R Ausencia CH E R E Conducta Oposicionista Desafiante Presencia Ausencia OS D A RV ESE Presencia Grafitti D Porcentaje En la tabla 1 se observan los resultados obtenidos en cada uno de los factores analizados dentro del trastorno disocial. Se muestra en los resultados que el factor con mayor prevalencia corresponde a conducta oposicionista desafiante, lo cual indica que estos adolescentes presentan conductas hostiles, tal como lo refiere el DSM-IV-TR (2008), quien afirma que corresponde a un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos: a menudo se encoleriza e incurre en pataletas, discute con adultos, desafía activamente a los adultos o reúsa cumplir sus obligaciones, molesta deliberadamente a otras personas, acusa a otros de sus errores o mal comportamiento, es susceptible o fácilmente molestado por otros, es colérico y resentido y es rencoroso o vengativo. Cabe mencionar que de acuerdo con Benjet y col (2009), la conducta oposicionista desafiante se está incrementado en la sociedad actual, y especialmente en los países latinoamericanos el incremento de la misma se refleja en el índice de delictuosidad registrado. Ello confirma los planteamientos de Castejón y Navas (2011) quienes reportan niveles de concurrencia superiores al esperable en cuanto al negativismo desafiante y el trastorno disocial; siendo OS D A RV importante por cuanto Gratch (2009) asevera que la conducta negativa desafiante E S E R OS se expresa respecto a la violencia a las normas es una de las características o CH E R DE criterios muy comunes. Del mismo modo, el segundo factor de mayor prevalencia correspondió a travesuras, lo cual refleja que los adolescentes analizados muestran comportamientos violatorios de las normas cotidianas; tal como lo expresa el DSM-IV-TR (2008) el cual expone que la persona con trastorno disocial, a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad y se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de tiempo). Debe destacarse que la incidencia registrada confirma los planteamientos de Rey (2010), quien sostiene que el trastorno disocial es característico de los sujetos que no saben divertirse ni conocen la condición del juego en grupo, destacando que en edades adolescentes, específicamente entre los 12 y los 15 años se puede producir un exceso de conductas calificadas como travesuras, por la falta de modelos sociales o referentes. Pese a presentarse en menor frecuencia, es importante acotar la prevalencia de pleitos y desafíos y de conductas disociales asociadas con grafiti, OS D A RV por cuanto ello indicaría que una parte importante de la población presenta de E S E R OS acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) conductas de amenaza o intimida a otros, inicia CH E R DE peleas físicas, ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas; así como también daños a la propiedad ajena, las cuales según Fenollar (2009) es otra de las características principales del sujeto con trastorno disocial, porque supone básicamente consiste en arremeter contra los bienes de otros. Por otra parte, se aprecia que los factores con menor prevalencia fue el abandono escolar, con robo y vandalismo; lo cual indicaría que los rasgos menos frecuentes se vinculan de acuerdo con el El DSM-IV-TR (2008) con el deterioro clínicamente significativo de la actividad académica o con ataques con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada, fraudulencia o robo. Tabla 2 Prevalencia del Trastorno Disocial Frecuencia Válidos Porcentaje Presencia 43 10,7 Ausencia 360 89,3 Total 403 100,0 En la tabla 2 se observan los resultados del factor Trastorno Disocial. Al respecto, se muestra que la prevalencia (10.7%) corresponde es relevante por OS D A RV cuanto de acuerdo con Gratch (2009) “consiste en un patrón persistente de E S E R OS conducta, en el cual los derechos básicos de los otros son violados y no se toman CH E R DE en cuenta el daño o la desconsideración por el prójimo en los actos que realiza el sujeto” (p.63); destacando que suele ser progresivo y termina incluyendo todos los ámbitos en lo que se desenvuelve el sujeto, tales como el hogar, la escuela, el trabajo, las amistades, entre otras. Esta prevalencia corresponde con los datos reportados por Amaro y Sais (2009) quienes señalaron una presencia entre el 1 al 10% de este trastorno en la población general, siendo destacable que Maldonado (2013) afirma que en las investigaciones realizadas en la población adolescente privada de libertad el trastorno más frecuente fue el disocial, incrementándose desde el 1% al 10%, destacando que estas alteraciones son causa de entre un tercio y la mitad de las derivaciones a los servicios de salud mental para adolescentes. Siguiendo con los objetivos planteados, se procedió a comparar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco. Para ello, se aplicó la prueba de Chi cuadrado, con un nivel de significación de 0.05. CH E R DE S E R OS E OS D A RV Tabla 3 Comparación de acuerdo al género Sexo Femenino Robo y Vandalismo 10 23 33 Ausencia 209 161 370 219 184 403 Sig. asintótica (bilateral) ,004 * Presencia 73 73 146 Ausencia 146 111 257 OS D A RV Total 219 Sig. asintótica (bilateral) Abandono Escolar Total E RES Presencia OS H C ERE D Ausencia Sig. asintótica (bilateral) Pleitos y Desafíos Masculino Presencia Total Travesuras Total 184 403 4 8 12 215 176 391 219 184 403 ,187 ,138 Presencia 21 43 64 Ausencia 198 141 339 219 184 403 Total Sig. asintótica (bilateral) ,000 * Presencia 46 51 97 Ausencia 173 133 306 Total 219 184 403 Sig. asintótica (bilateral) ,116 Grafiti Conducta Oposicionista Desafiante Presencia 74 83 157 Ausencia 145 101 246 219 184 403 Total Sig. asintótica (bilateral) TRASTORNO DISOCIAL ,020 * Presencia 14 29 43 Ausencia 205 155 360 219 184 403 Total Sig. asintótica (bilateral) Ho: µ1 = µ2 Hi: µ1 ≠ µ2 α = 0.05 * Diferencias Estadísticamente Significativas ,002 * En la tabla 3 se observan los resultados de la comparación considerando el sexo. Dado que se trata de frecuencias y ausencias, se utilizó la prueba Chi Cuadrado con un nivel de significación de 0.05, tomándose como criterio de comparación la probabilidad asociada. Del proceso ejecutado se encontró que existen diferencias estadísticamente significativas en los factores correspondientes a robo y vandalismos, pleitos y desafíos, conducta oposicionista; así como también en el Trastorno disocial. OS D A RV E S E R OS Estos resultados se corresponden con los hallazgos del estudio de Moral y CH E R DE Ortíz (2011) quienes reportan una diferencia significativa en la frecuencia de casos de trastorno disocial entre hombres y mujeres, indicando que el porcentaje de prevalencia de casos con trastorno disocial en mujeres es menor comparativamente con los hombres. De igual manera, confirma los hallazgos de Pacheco y Moral (2010) quien reporta diferencias estadísticamente significativas de acuerdo con el género, apuntando las mismas a mayor prevalencia del trastorno disocial en hombres. Del mismo modo, se evidenció que hubo diferencias estadísticamente significativas de acuerdo al género en cuanto al trastorno disocial, confirmando los planteamientos de Amaros y Sais (2009), denotando que en varones menores de 18 años de edad oscila entre el 6 y el 16%, mientras que en adolescentes femeninas es entre el 2 y el 9%. Es importante destacar que en el caso de las mujeres, en referencia al trastorno disocial, se muestra una prevalencia del 6%, ligeramente por encima del 5% esperado en esta población de acuerdo con Benjet y col (2009), lo cual apunta según estos autores a considerar que las adolescentes de esta generación están aumentando su conducta social y se acercan cada vez más a la prevalencia observada en los adolescentes masculinos. CH E R DE S E R OS E OS D A RV Tabla 4 Comparación de acuerdo a la edad Edad 14 y 15 años Total 16 y 17 años Presencia 15 18 33 Ausencia 184 186 370 Total 199 204 403 Sig. asintótica (bilateral) ,638 Robo y Vandalismo Travesuras Presencia 71 75 146 Ausencia 128 129 257 OS D A RV Total 199 Sig. asintótica (bilateral) Total ECH Ausencia DER Sig. asintótica (bilateral) E S E R OS Presencia Abandono Escolar 204 403 7 5 12 192 199 391 199 204 403 ,821 ,529 Presencia 29 35 64 Ausencia 170 169 339 Total 199 204 403 Sig. asintótica (bilateral) ,478 Pleitos y Desafíos Presencia 49 48 97 Ausencia 150 156 306 Total 199 204 403 Sig. asintótica (bilateral) ,797 70 87 157 129 117 246 Total 199 204 403 Sig. asintótica (bilateral) ,124 Grafiti Conducta Oposicionista Desafiante Presencia Ausencia TRASTORNO Presencia 18 25 43 DISOCIAL Ausencia 181 179 360 199 204 403 Total Sig. asintótica (bilateral) Ho: µ1 = µ2 Hi: µ1 ≠ µ2 α = 0.05 * Diferencias Estadísticamente Significativas. ,297 En la tabla 4 se observan las comparaciones realizadas de acuerdo con la edad. Para tal fin se consideraron dos grupos 14-15 y 16-17 años. Se destaca en los resultados que no se presentan diferencias estadísticamente significativas de acuerdo con la edad en ninguno de los factores. Estos resultados confirma los planteamientos de Benjet y col (2009) quienes indican que algunos estudios sobre la prevalencia del trastorno disocial indica que estos se mantienen en la etapa de adolescencia y solo se observan diferencias desde la mitad de la infancia hasta la OS D A RV adolescencia; período que no fue estudiado en este trabajo. E S E R OS CH E R DE Del mismo modo, contradice los planteamientos de Vásquez, Feria, Palacios y Peña (2010), quienes indican que aun cuando en la adolescencia se observan conductas disociales, las mismas pueden disminuir como resultado de la madurez del individuo, y pese a que la conducta sea violenta o disruptiva en edades de la adolescencia temprana, la misma por razones del proceso de socialización, crecimiento y maduración puede disminuir e inclusive desaparecer. Tabla 5 Comparación de acuerdo al Nivel de Instrucción Nivel de Instrucción 4to Total 5to Presencia 26 7 33 Ausencia 234 136 370 Total 260 143 403 Sig. asintótica (bilateral) ,074 55 146 169 88 257 260 143 403 7 5 12 253 138 391 260 143 403 Robo y Vandalismo Presencia Travesuras OS D A RV Ausencia Total Sig. asintótica (bilateral) OS H C ERE Presencia Abandono Escolar Total 91 D Ausencia E RES Sig. asintótica (bilateral) ,489 ,650 Presencia 41 23 64 Ausencia 219 120 339 Total 260 143 403 Sig. asintótica (bilateral) ,934 Pleitos y Desafíos Grafiti Presencia 71 26 97 Ausencia 189 117 306 260 143 403 90 67 157 170 76 246 260 143 403 Total Sig. asintótica (bilateral) Conducta Oposicionista Desafiante ,040 * Presencia Ausencia Total Sig. asintótica (bilateral) ,016 * TRASTORNO Presencia 31 12 43 DISOCIAL Ausencia 229 131 360 Total 260 143 403 Sig. asintótica (bilateral) ,272 Ho: µ1 = µ2 Hi: µ1 ≠ µ2 α = 0.05 * Diferencias Estadísticamente Significativas En la tabla 5 se observan los resultados obtenidos en cada uno de los factores y el trastorno disocial de acuerdo con el nivel de instrucción. Los resultados obtenidos denotan que sólo hubo diferencias estadísticas en los factores grafiti y conducta oposicionista desafiante, la cual se presenta una mayor prevalencia en los adolescentes de cuarto año. Estos resultados confirman los planteamientos de Vásquez, Feria, Palacios y Peña (2010), quienes indican que los sujetos en menor nivel educativo pueden presentar más conductas disociales OS D A RV que otros que han recibido mayor oportunidad de socialización académica. De los E S E R OS planteamientos antes mencionados, se afirma que es importante analizar el CH E R DE trastorno disocial, especialmente porque constituye una alteración de la conducta con una prevalencia a considerar en la población venezolana. Conclusiones Las conclusiones del presente trabajo se enfocan en resumir los resultados obtenidos al determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco: a) Se identificó la prevalencia de los factores del trastorno disocial en OS D A destacándose como mayor prevalencia la conducta RV oposicionista desafiante y E S RE travesuras, mientras que los O de S menor prevalencia fue el abandono escolar, con CH E R robo y vandalismo. DE La prevalencia del trastorno disocial consistente con las los adolescentes entre 14 y 17 años del Liceo Eduardo Mathias Lossada, estadísticas de la población general. b) Al comparar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, se obtuvo que existen diferencias estadísticamente significativas en los factores correspondientes a robo y vandalismos, pleitos y desafíos; así como conducta oposicionista, siendo mayor la prevalencia en adolescentes masculinos comparados con los femeninos. Del mismo modo, se evidenció que hubo diferencias estadísticamente significativas de acuerdo al género en cuanto al trastorno disocial. Considerando la edad, los resultados indicaron que no se presentan diferencias estadísticamente significativas de acuerdo con la edad en ninguno de los factores. Considerando el nivel educativo, sólo hubo diferencias estadísticas en los factores Grafiti y Conducta oposicionista desafiante. CH E R DE S E R OS E OS D A RV Limitaciones Entre las limitaciones se destacan que este estudio se centra en que los resultados sólo son representativos de la población de escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, por lo cual no pueden considerarse válidos para otras poblaciones. Del mismo modo, la ausencia de estadísticas confiables aplicables a Venezuela en cuanto a la epidemiología del OS D A RV trastorno disocial, impide comparar los hallazgos con estadísticas locales. E CH E R DE S E R OS Recomendaciones Tomando los resultados obtenidos se proponen las siguientes recomendaciones: a) A la Dirección y equipo de orientadores del Liceo objeto de estudio, se les recomienda introducir un programa aplicable a todos los adolescentes, en el OS D A RV cual se incentive la sensibilidad social, el respeto por otros, el acatamiento de las E S E R OS normas sociales, enfatizando en los aspectos cognitivos y afectivos de la vida en CH E R DE sociedad, especialmente para estimular la conciencia social, el control de impulsos y la adaptación social. b) Se recomienda la Dirección y equipo de orientadores también incluir a las familias en la dinámica del trastorno disocial, realizando charlas informativas, a fin de estimular la participación de la familia en la parte formativa del alumno, a fin de configurar equipos de trabajo integrados para minimizar la prevalencia del trastorno disocial. c) Realizar estudios que permitan determinar la relación entre el trastorno disocial y la ocurrencia de delitos en los adolescentes, dada la importancia de este aspecto en la sociedad actual, por la incidencia en la participación de jóvenes en actos que atentan contra las leyes y las personas. d) Ejecutar otras investigaciones en distintas instituciones educativas, públicas y privadas y comparar la prevalencia de acuerdo con el contexto educativo, a los fines de ampliar las inferencias sobre los posibles efectos del ambiente sobre la ocurrencia del trastorno. CH E R DE S E R OS E OS D A RV REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Amaro, F. y Sais, M. (2009). Trastornos de conducta. Máster Paidopsiquiatría. Barcelona: Universidad Autónoma Barcelona. en de Antolin, L. Oliva, A. y Arranz, E. (2009). Contexto familiar y conducta antisocial infantil. Anuario de Psicologia, 40, 313-328. OS D A RV Armas, M. (2007). Prevención e intervención ante problemas de conducta: estrategias para centros educativos y familia. Barcelona: Gestión 2000. E S E R OS CH E R DE Arnett, J. J. (2009). Adolescence emerging and adulthood. A cultural approach. London:Pearson. Balestrini, M. (2005). Como se elabora el proyecto de investigación. Consultores Asociados. Venezuela Benjet, C. y col (2009). Diferencias de sexo en la prevalencia y severidad de trastornos psiquiátricos en adolescentes de la Ciudad de México. Salud Ment 2009, vol.32, n.2. pp. 155-163. ISSN 0185-3325. Bernal, C. (2006). Metodología de la Investigación. 2da. edición. 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