DERECHOS RESERVADOS

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 UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGIA
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PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN
ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS
Trabajo Especial de Grado para optar al
Título de Psicóloga
Trabajo de Grado presentado
por:
LUGO, Zuleika
C.I: 23. 474. 347
PORTILLO, Fabiana
C.I: 18. 306. 198
Tutor (a): Psic. Audio Ortigoza
Maracaibo, Diciembre de 2013
TÍTULO
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PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN
ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS
Trabajo de Grado para optar al para
optar al título de Psicólogas, presentado
por las estudiantes:
Br. Zuleika Alexandra Lugo Domínguez
C.I. No. V-23.474.347
Br. Fabiana Andrea Portillo Corona
C.I. No. V-18.306.198
DEDICATORIA
A Dios, padre celestial, por darme las fuerzas para culminar esta meta tan
importante.
A mis padres por su apoyo, esfuerzo, dedicación, constancia y sobre todo
amor, en este proceso que me ayudo a crecer y a cumplir este sueño tan
anhelado.
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A mis hermanos por sus palabras de aliento y gran amor.
A la luz de mis ojos, mi hijo sobrino hermoso, por alegrarme los días más
duros y difíciles de la carrera, con su bella sonrisa y linda voz… Te amo mi
memesiti ne mami.
A mis once sobrinos, esto es para ustedes, los amo.
A toda mi familia por su compañía en este logro, en especial a Vanessa y a
Douglenis, las amo.
Zuleika Lugo
DEDICATORIA
A la Universidad Rafael Urdaneta, por el impulso a esforzarnos en nuestros
estudios.
A los distinguidos Profesores Universitarios quienes con su profesionalismo
y ética llegamos a obtener los conocimientos necesarios para poder desarrollar la
tesis.
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A nuestro tutor Psic. Audio Ortigoza, por su ayuda fundamental durante el
proceso llevado a cabo para realizar esta investigación, por brindarnos el tiempo y
la información necesaria, para que este anhelo llegue a ser culminado con éxito.
Fabiana Portillo
AGRADECIMIENTO
Agradezco a Dios, por ser fiel creyente de su obra y plan perfecto en mí.
A mis padres por la vida, por instruirme valores humanos, por amor infinito y
por enseñarme día a día la nobleza del perdón. A mis hermanos por enseñarme
sobre la vida, las experiencias y la comprensión.
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S ayuda y apoyo en todo momento, por sus
A Toda mi familia, por
Osu
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ERE especialmente a mi Tío José Corona (Cheito) y Tía
consejos yD
reflexiones,
Yomaira Corona, por su amor sin condición, Tío Harold Zabala y Yaritza Pájaro
por confiar en mis habilidades y brindarme soporte y cariño.
A tres personas especiales en el transcurso de este proceso importante en
mi vida, Alejandro Ghiorsi ser motivador e impulsador; Maive Martínez por
acogerme en su hogar con respeto y estima; Alejandro Finol fiel compañero
durante este proyecto, por siempre creer en mí, ayudarme a crecer en lo humano,
en lo profesional y en el amor.
Fabiana Portillo
AGRADECIMIENTO
Agradezco a Dios por haberme acompañado incondicionalmente en todo el
transcurso de este sueño que comenzó en su corazón, muchas gracias.
Gracias a mi hermosa madre, por sus consejos llenos de sabiduría y amor.
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A mi amado papi, le agradezco todo lo que soy como profesional, por su
esfuerzo arduo día a día.
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Gracias Nelson, Alex, Zule y mi bella hermana Karina, por apoyarme y
entenderme siempre.
A todas y cada una de las personas que de una u otra forma me ayudaron a
cumplir este logro, gracias.
Zuleika Lugo
ÍNDICE GENERAL
Pág.
TÍTULO ................................................................................................................... II
DEDICATORIA....................................................................................................... III
AGRADECIMIENTO ............................................................................................... V
ÍNDICE GENERAL ................................................................................................ VII
ÍNDICE DE CUADROS .......................................................................................... IX
ÍNDICE DE TABLAS ............................................................................................... X
RESUMEN ............................................................................................................. XI
CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema ..................................................... 1
Objetivos de la Investigación ............................................................................ 8
Objetivo General......................................................................................... 8
Objetivos Específicos ................................................................................. 8
Justificación de la Investigación ........................................................................ 8
Delimitación de la Investigación ...................................................................... 10
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CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación ................................................................... 11
Bases Teóricas ............................................................................................... 18
Trastorno Disocial..................................................................................... 18
Factores del Trastorno Disocial ................................................................ 22
Tipos y Prevalencia del Trastorno Disocial ............................................... 35
Tipo Grupal ............................................................................................... 36
Tipo Agresivo Solitario .............................................................................. 38
Tipo Indiferencia ....................................................................................... 40
CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO
Tipo y Nivel de Investigación .......................................................................... 43
Diseño de Investigación .................................................................................. 44
Sujetos de la Investigación ............................................................................. 44
Población .................................................................................................. 44
Definición Operacional de las Variables ......................................................... 45
Técnica de Recolección de Datos .................................................................. 46
Descripción del Instrumento ..................................................................... 46
Propiedades Psicométricas del Instrumento ............................................ 47
Procedimiento ................................................................................................. 49
Plan de Análisis de los Datos ......................................................................... 50
Consideraciones Éticas .................................................................................. 50
CAPÍTULO IV: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Análisis y Discusión de los Resultados ........................................................... 52
Pág.
CONCLUSIONES ................................................................................................. 63
LIMITACIONES ..................................................................................................... 65
RECOMENDACIONES ......................................................................................... 66
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................... 68
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ÍNDICE DE CUADROS
Pág.
Cuadro No. 1: Mapa de Variables ......................................................................... 42
Cuadro No. 2: Características de la Población...................................................... 45
Cuadro No. 3: Baremos de Interpretación ............................................................. 47
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ÍNDICE DE TABLAS
Pág.
Tabla No. 1:
Prevalencia de los Factores del Trastorno Disocial ....................... 53
Tabla No. 2:
Trastorno Disocial .......................................................................... 56
Tabla No. 3:
Comparación de acuerdo al Género .............................................. 57
Tabla No. 4:
Comparación de acuerdo a la Edad............................................... 59
Tabla No. 5:
Comparación de acuerdo al Nivel de Instrucción ........................... 61
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UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGIA
PREVALENCIA DEL TRASTORNO DISOCIAL EN
ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS
Autora: Br. Lugo, Zuleika y
Portillo, Fabiana
Tutor: Psic. Audio Ortigoza
Fecha: Diciembre 2013
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RESUMEN
El estudio se dirigió a determinar la prevalencia del trastorno disocial en los
adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San
Francisco, tomando como base los criterios del DSM-IV-TR (2008) y Moral (2011).
El tipo de estudio fue descriptivo de campo, con diseño no experimental
transeccional descriptivo. La población fue de 403 estudiantes del Liceo Eduardo
Mathias Lossada del Municipio San Francisco, de ambos sexos, con edades
comprendidas entre 14 y 17 años, para lo cual se realizó un censo poblacional. Se
aplicó el instrumento ECODI27 de Pacheco y Moral (2010), siendo analizado con
estadísticas descriptivas y la Chi-Cuadrado con un nivel de significación de 0.05.
Los resultados indicaron que el robo y vandalismo mostró una prevalencia de
8.2%, travesuras una prevalencia del 36.2%, abandono escolar el 3%, pleitos y
desafíos del 15.9%, grafiti del 24.1%; destacándose como mayor prevalencia la
conducta oposicionista desafiante y travesuras, mientras que los de menor
prevalencia fue el abandono escolar, con robo y vandalismo. La prevalencia del
trastorno disocial fue de 10.7%, consistente con las estadísticas de la población
general. Se encontraron diferencias estadísticas en robo y vandalismo, pleitos y
desafíos, así como conducta oposicionista desafiante de acuerdo con el género,
denotando que es mayor la prevalencia en varones. No se evidenciaron
diferencias estadísticas de acuerdo con la edad, pero sí de acuerdo con el nivel
educativo en grafiti y conducta oposicionista desafiante.
PALABRAS CLAVE:
Escolarizados.
Prevalencia,
Trastorno,
Disocial,
Adolescentes,
Correo Electrónico: lekis_leka21@hotmail.com, fabyportillocorona@gmail.com
CAPÍTULO I
FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema
El comportamiento humano y las alternaciones diagnosticadas en términos
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de trastornos constituyen un eje de interés para el estudio de la Psicología,
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especialmente en contextos, en los cuales pueden generar perjuicios para la
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convivencia de la sociedad en general. Uno de estos trastornos observados en la
actualidad, es el trastorno disocial, el cual de acuerdo con el Manual de
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2008)
contempla un variedad de criterios que deben presentarse siguiendo un patrón
repetitivo y persistente de comportamientos en el que se violan los derechos
básicos de otras personales o normas sociales importantes propias de la edad.
A tal fin, el DSM-IV-TR (2008) señala que esta alteración se manifiesta por
la presencia de tres (o más) características como la agresión a personas o
animales, destrucción de la propiedad, fraudulencia y robo; así como violaciones
graves de normas, evidenciados durante los últimos 12 meses y por lo menos de
un criterio durante los últimos 6 meses. De igual forma, se puede presentar en
forma precoz, persististe y grave un abuso de sustancias, lo cual deriva en
problemas a consecuencia de la desinhibición provocada por la intoxicación o la
necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito tóxico.
El trastorno disocial está adquiriendo en el mundo occidental un carácter de
epidemia, según expone Cruz (2008) pues el mismo presenta un incremento de
significativas magnitudes que ha desbordado todos los sistemas asistenciales de
casi todos los países. Explique que no sólo se está asistiendo a un incremento
OS
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V una mayor agresividad o
Rahora
muchos expertos se han planteado si no existe
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O
una forma más violenta deH
manifestarla.
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exponencial, sino que es cada vez más violentos y agresivos, de tal forma que
Lo antes mencionado, se observa como un hecho público y notorio
en las informaciones emanadas de los medios de comunicación de masas, en los
cuales se muestran cada vez con más frecuencia, episodios de violencia extrema
provocada por personas quienes forman parte de la población adolescente e
incluso infantil. Al respecto, Monclús (2005) afirma que es preocupante la
ocurrencia de hechos violentos, en distintos grupos de edad, resaltando la
inquietud por la participación de la población juvenil en los mismos.
Pese a tal situación, los estudios latinoamericanos se han centrado con
mayor énfasis en analizar la violencia o agresión o en distintos contextos, sin
profundizar en la presencia de un trastorno disocial, como es el caso de Chaux
(2003), quien adjudica importancia a la violencia reactiva o instrumental,
Malvaceda (2009) quien reporta los efectos de la agresión y violencia en la
sociedad; Román y Murillo (2011); entre otros; lo cual ha resaltado la necesidad de
ahondar en la posible prevalencia de un trastorno disocial, es decir, de acuerdo
con Jauregui y Suárez (2010) determinar el número de casos de un trastorno
presente en una población en un momento determinado.
Coincidiendo con lo mencionado, Paramo (2009) hace referencia al estudio
del trastorno disocial en el niño y adolescente, en donde critica fuertemente que el
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RV y que conducen casi
extendida, de que son prácticamente irreductibles
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inexorablemente a los trastornos
HO de personalidad antisocial en el adulto o a la
C
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ER con resultados costosos para la sociedad.
Dreiterada,
delincuencia
mismo ha carecido de interés en los ámbitos científicos debido a la creencia, muy
Sin embargo, Rutter (2002) destaca que existen diversos testimonios que
han llevado a aceptar que el trastorno disocial es modificable, pues varios estudios
han mostrado que los individuos pueden abandonar la actividad delictiva a pesar
de haber llevado continuamente un estilo de vida con comportamientos
antisociales; los cuales no siempre persisten. Afirma que en estudios
longitudinales han puesto de manifiesto la probabilidad de que los individuos
continúen o no participando en actividades antisociales debido a sus experiencias
vitales; resaltado de este modo la importancia del tratamiento como experiencia
vital positiva.
La necesidad del estudio del trastorno disocial se expresa en la posibilidad
de intervenir en forma temprana tales conductas, lo cual en el criterio de Rey
(2010) puede incrementar las posibilidades de reajuste del individuo, así como la
prevención del trastorno disocial a edades más avanzadas, siendo además
tratamiento más sencillo y menos costoso.
Especialmente en la población de adolescentes, el DSM-IV-TR (2008)
establece que el trastorno disocial debería diagnosticarse únicamente cuando se
trata de un patrón repetitivo y persistente de comportamiento y no corresponde en
OS
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RdelVmismo.
conjunto de criterios para determinar la presencia
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HVenezuela,
C
En este particular,
en
Fenollar (2009) destaca que los estudios
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caso de un delito aislado, siendo por tanto necesario que el sujeto reúna un
llevados a cabo en este campo revelaron que los primeros síntomas del trastorno
disocial aparecen en la niñez y se dan en promedio a los 14 y 17 años más
frecuentemente en varones que en mujeres, donde las características que
manifiestan los jóvenes son la agresividad frecuente, insultos, peleas, robos,
provocación de incendios, holgazanería extrema y continuo quebrantamiento de
las normas del hogar y la escuela.
En el mismo orden de ideas, a nivel regional zuliana, se han elaborado
también numerosas investigaciones que analizan el trastorno disocial, tal es el
caso de Ferrer y Pietrangely (2008) para quienes la característica principal del
mismo es un patrón general de menosprecio y violación de los derechos de los
demás que se inicia durante la infancia y que continúa en la edad adulta. A su vez,
las mencionadas características se presentan de manera persistente, también es
notable la presencia de engaños y manipulación para conseguir beneficios o
placer personal.
Cabe mencionar que el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV, 2012)
en los registros de violencia por zonas, determinaron al estado Zulia y
específicamente a la ciudad de Maracaibo, como la segunda región de Venezuela,
con mayores índices de asesinatos, violaciones, secuestros, consumo de
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mortalidad general, con una tasa de 73 muertes
por cada 100 mil habitantes.
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R a una prevalencia considerable del
Sapuntando
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Estos aspectos pudieran H
estar
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trastorno disocial.
estupefacientes, entre otros; donde las muertes violentas representan el 12% de la
En virtud de lo antes planteado, durante las observaciones asistemáticas
realizadas en la Unidad Educativa Mathias Lossada del Municipio San Francisco
del estado Zulia, se percibe con preocupación que los adolescentes muestran
características asociadas con el trastorno disocial, ya que en el aspecto social se
evidencian: relaciones interpersonales tensas entre los compañeros de clases, la
mayoría de los jóvenes manifiestan actitudes desafiantes y violentas hacia los
demás, en varias oportunidades han hurtado objetos personales de otros
compañeros y de sus docentes, de igual manera, al remitirlos hacia el
departamento de orientación han expresado palabras soeces en contra de los
profesores y directivos del plantel.
En cuanto al aspecto académico, según las cifras manejadas por el
departamento de seccional y control de estudios, los jóvenes que han sido
reportados con conductas violentas, presentan alto índice de repitencia, deserción
y ausentismo escolar, muchos de estos estudiantes han amenazado a los
docentes con agredirlos si son aplazados en esas asignaturas, otros han causado
daños a los vehículos de los profesionales de la docencia, manifestando placer al
cometer estos hechos violentos.
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RVpersonal, las formas de
Por otro lado, en relación al aspecto
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O de este plantel se evidencia en la provocación
comportamiento de algunos
Hjóvenes
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de peleas D
o intimidación, destrucción de pertenencias ajenas, rayan las paredes
con imágenes y palabras obscenas, suelen esconder pertenencias de otros,
insultan a sus compañeros y profesores, según versiones de sus padres han
salido o huido de casa hasta en el lapso de una semana, muestran constante baja
autoestima, agresividad y violencia entre ellos.
Estas situaciones se presentan según estudios realizados previamente por
la escuela para padres y familia de la institución, debido a que un gran número de
estos jóvenes provienen de hogares caracterizados por constante violencia verbal
y física por parte de los padres; lo cual pudiera estar apuntando a una de las
causas del trastorno disocial, sin embargo, esto último no ha sido determinado.
Por otro lado, también se aprecia que un gran número de docentes de esta
institución carecen de estrategias necesarias para poder abordar estos
comportamientos dentro del aula lo que ha incrementado los índices de
ausentismo y deserción, ya que los docentes solo se limitan a la formación
académica dejando de lado, el desarrollo socio emocional de los educandos, los
cuales afrontan una gran carencia afectiva por parte del núcleo familiar.
Esta problemática ha conllevado a desarrollar altos niveles de intolerancia,
irrespeto,
poco
compañerismo
entre los
estudiantes
y
relaciones
poco
OS
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RVademás de preocupar por sus
el desarrollo armónico de las actividades escolares,
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O de la sociedad en general.
potenciales efectos futurosH
a nivel
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comunicativas, lo que trae consigo, un ambiente inadecuado o desfavorable para
Lo antes mencionado conduce a la necesidad de atender esta situación
presentada, ya que en la sociedad actual especialmente los adolescentes
requieren de la formación integral para que puedan interactuar en el medio donde
se desarrollan, aprendan a ser responsables de la convivencia con los demás. En
virtud de lo señalado, se formula la siguiente interrogante: ¿Cuál es la prevalencia
del trastorno disocial en los adolescentes entre 14 y 17 años escolarizados del
Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes
escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco
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Objetivos Específicos
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Identificar la prevalencia S
de los factores del trastorno disocial
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H
EyC17 años del Liceo Eduardo Mathias Lossada
R
Adolescentes
entre
14
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en los
Comparar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género
y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias
Lossada del Municipio San Francisco.
Justificación de la Investigación
El presente estudio se justifica desde el punto de vista social, ya que las
investigaciones en este campo se interesan en la búsqueda de elementos
diferenciadores entre los distintos grupos de jóvenes que pueden presentar un
comportamiento perturbador, para poder realizar una intervención lo más
temprana posible a los fines de minimizar sus efectos sobre las personas que les
rodean y la sociedad en general.
Desde el punto de vista práctico, este estudio es relevante por cuanto al
informar sobre la prevalencia del trastorno disocial, los profesionales de la salud
mental contarán con el insumo necesario para abordar en la práctica a estos
jóvenes, especialmente considerando que la mayor parte de las investigaciones
coinciden en que el trastorno disocial es multicausal, por lo tanto, la intervención
debería realizarse en todos los ámbitos de desarrollo del niño: individual, familiar,
escolar y social, lo más temprana y preventiva posible; razón por la cual estos
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elementos son importantes de valorar y medir en la investigación.
SE
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OlaSrelevancia contemporánea, a nivel internacional
Desde la perspectiva
de
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se han realizado estudios sobre el trastorno disocial en jóvenes y se han realizado
instrumentos de medición. En la actualidad, en Venezuela, no se han realizado
suficientes investigaciones que ayuden y mejoren la visión sobre el manejo de
este trastorno, mientras que a nivel local, se han comparado las principales teorías
que sustentan el desarrollo de la trastorno disocial en jóvenes en edad escolar.
Por ello, se considera de relevancia actual investigar la prevalencia del trastorno
disocial para estar en condiciones de enunciar posibles intervenciones ante este
problema.
En cuanto a la relevancia científica y teórica, se justifica pues el desarrollo
del estudio permitirá profundizar en una gran diversidad de información referida la
prevalencia del trastorno disocial en adolescentes, lo cual contribuye con las
explicaciones en el área y apoya la generación de nuevos enfoques de discusión y
debate sobre estas temáticas.
Finalmente, la investigación se justifica desde el punto metodológico, ya
que pretende ser una herramientas para otros investigadores interesados en la
continuidad y comprobación práctica de los resultados que la misma puede
generar, en tanto sirve de antecedente a futuros estudios referidos al trastorno
disocial en jóvenes, además indagar la prevalencia del trastorno disocial con
apoyo del instrumento denominado ECODI27, lo cual contribuye a reforzar su
aplicabilidad en las prácticas metodológicas de evaluación.
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Delimitación de la Investigación
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HO se realizó con adolescentes entre 14 y 17 años
C
La presente
investigación
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del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco del estado Zulia.
El tiempo del estudio estuvo comprendido desde enero 2013 hasta noviembre
2013. La variable estudiada fue la prevalencia del trastorno disocial, para lo cual
se tomaron los postulados teóricos propuestos por: el DSM-IV-TR (2008) y la
propuesta de valoración del mismo por parte de Moral (2011).
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación
A continuación se describen algunos estudios previos que sustentaron la
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investigación referida a determinar la prevalencia del trastorno disocial en los
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adolescentes escolarizados entre 14 y 17 años escolarizados Liceo Eduardo
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Mathias Lossada del Municipio San Francisco, para ello, se efectuó la revisión de
distintos trabajos de investigación que se relacionan con las variables de estudio,
razón por la cual, se consideraron antecedentes importantes para el trabajo
desarrollado, de hecho, orientaron y a la vez, sirvieron de guía para que las
investigadoras pudieran desarrollar el estudio sobre la variable ya mencionada,
entre estas se destacan:
Ortiz y Moral (2011) llevaron a cabo un estudio titulado “Predicción del
trastorno disocial en dos colonias con alto índice de pandillismo y delincuencia”. El
trabajo tuvo como objetivo estimar un modelo predictivo del trastorno disocial con
las variables de comunicación con los padres, empatía, asertividad, búsqueda de
sensaciones y socialización de riesgo, considerando el efecto del manejo de
impresión social.
El tipo de investigación fue ex post facto con un diseño transversal,
contándose con una muestra probabilística estratificada por género, quedando
configurada por 198 sujetos, 112 hombres y 86 mujeres, a quienes se aplicó un
cuestionario de autoinforme. Como técnicas estadísticas se usaron correlaciones y
regresiones lineales.
Los resultados indicaron que un tercio de los participantes mostró trastorno
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padre, la escolaridad, la toma de perspectiva
RyVla búsqueda de emociones
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S
pronosticaron 38% de la varianza
del
trastorno
disocial. Se discute la necesidad de
O
H
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E
ER
intervenciónD
con
este modelo. Se concluyó que la prevalencia de trastorno disocial
disocial. En un modelo de regresión, la desinhibición, la comunicación con el
parece haberse acrecido durante los últimos decenios, siendo más elevada en los
núcleos urbanos que en las zonas rurales.
El estudio precedente se consideró relevante por cuanto aportó información
sobre la prevalencia del trastorno disocial en poblaciones de jóvenes, y aun
cuando es procedente de otra región geográfica, permitió contrastar los hallazgos
de este trabajo enfocado en determinar la prevalencia del trastorno disocial en los
adolescentes escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San
Francisco.
Moral y Ortíz (2011) llevaron a cabo un estudio titulado: “Modelos
predictivos de conducta disocial por sexos en dos colonias populares”. El trabajo
tuvo como objetivo desarrollar un modelo predictivo de conducta disocial (definida
por la Escala de Conducta Disocial (ECODI27) con base a las variables
predictoras Comunicación con los padres, empatía, asertividad, búsqueda de
sensaciones y socialización de riesgo, considerando el efecto del manejo de la
impresión en las personas encuestadas.
El estudio fue descriptivo correlacional. Se empleó una muestra
probabilística de adolescentes de 14 a 17 años de edad que vivían en dos
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Los instrumentos administrados fueron E
elRECODI27,
Parent-Adolescent
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Communication Scale (PACS),
Relationship
Index, IR), Rathus Assertiveness
H
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DERSensation Seeking Scale (SSS-V), Cuestionario de Relaciones
Schedule (RAS),
colonias con un alto índice de pandillerismo y delitos (112 varones y 86 mujeres).
Sociales (CRS) y el Balanced Inventory of Desirable Responding (BIDR-6). Como
técnicas estadísticas se emplearon correlación producto-momento de Pearson,
correlación parcial y regresión lineal por el método de pasos progresivos.
Los resultados indicaron que se presentó una diferencia significativa en la
frecuencia de casos de trastorno disocial entre hombres y mujeres. El porcentaje
de prevalencia de casos con trastorno disocial en mujeres fue de 18% (15 de 82)
frente a 45% (50 de 112) en hombres. La puntuación total del ECODI27 presentó
una correlación significativa con deseabilidad social y su factor de manejo de la
impresión. El autoengaño fue independiente en hombres, pero no en mujeres.
El estudio antes citado se consideró un aporte por cuanto facilitó
información sobre la presencia del trastorno disocial en grupos de adolescentes,
de ambos sexos, lo cual sirvió como referencia a los fines de contrastar los
resultados al determinar la prevalencia del trastorno disocial considerando la edad,
género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias
Lossada del Municipio San Francisco.
Rojas y Rojas (2011) desarrollaron un trabajo titulado “Aproximación al
adolescente con Trastorno de Conducta Disocial”, el cual tuvo como objetivo
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comunicación con los padres, empatía, asertividad,
RVbúsqueda de sensaciones y
E
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Eefecto del manejo de impresión social. Se
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S
socialización de riesgo, considerando
el
HO
C
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ER probabilística de adolescentes residentes en dos colonias
empleó una
Dmuestra
estimar un modelo predictivo del trastorno disocial con las variables de
con un alto índice de pandillerismo y delincuencia.
Como técnicas estadísticas se usaron correlaciones y regresiones lineales.
Un tercio de los participantes mostró trastorno disocial. En un modelo de
regresión, la desinhibición, la comunicación con el padre, la escolaridad, la toma
de perspectiva y la búsqueda de emociones pronosticaron 38% de la varianza del
trastorno disocial. Se discute la necesidad de intervención con este modelo.
El estudio antes mencionado, documentó sobre los aspectos conceptuales
del trastorno disocial, además de referir la prevalencia del trastorno disocial en una
población de adolescentes, lo cual es similar al presente trabajo, por lo cual sus
hallazgos se consideraron importantes para realizar comparaciones con los
obtenidos en esta investigación.
Pacheco y Moral (2010) realizaron un estudio titulado “Construcción y
validación de la escala de conductas disociales en jóvenes de preparatoria”, cuyo
objetivo se centró en someter a pruebas psicométricas la Escala de Conductas
Disociales, con el objeto de obtener evidencias de validez de constructo y
confiabilidad. El tipo de estudio fue descriptivo, con diseño no experimental de
campo. El marco referencial utilizado para la elaboración del constructo se
fundamentó en los criterios de clasificación del manual de diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales (DSM-IV).
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SE
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S
Odimensional
Se estudió la estructura
de la escala por el análisis factorial
H
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DSe
exploratorio.
factorizó por el método de Máxima Verisimilitud. La solución
factorial se rotó tanto por el método Varimax como por el método Oblimin. El
número de factores se fijó por el criterio de Cattell y por su interpretabilidad. Se
contrastó tres modelos dimensionales, de uno, cuatro y seis factores por análisis
factorial confirmatorio, se optó por el modelo de seis factores, que explica el
48.035% de la varianza total con 27 reactivos con sus respectivas dimensiones de
robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar, pleitos y desafío, grafiti y
conducta desafiante, con saturaciones por arriba de 0.40.
Se obtuvo validez de constructo y una confiabilidad de .93 aceptable para
que las inferencias de sus resultados puedan ser utilizadas de manera confiable
en el diagnóstico de alumnos de preparatoria, además aun cuando la escala
presenta un sesgo débil con deseabilidad social lo cual era de esperarse en los
jóvenes en conflicto con la ley, esto nos predice que el instrumento es capaz de
discriminar el comportamiento en la prueba. Se concluyó que el ECODI27 es un
instrumento que puede contribuir a la educación como una herramienta útil en la
orientación y prevención del trastorno disocial que pone en riesgo el proyecto de
vida de alumnos de nivel medio superior.
El estudio antes señalado, se consideró de significativo aporte por cuanto
respalda las cualidades psicométricas de un instrumento para medir trastorno
OS
D
A
R
soporte metodológico, para apoyar la selección
deV
la herramienta de evaluación
E
S
E
R
S
O
utilizada.
CH
E
R
DE
disocial, el cual coincide con el utilizado en este trabajo, por lo cual sirve de
Pacheco y Moral (2010) llevaron a cabo un estudio denominado “Validación
de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27) en una muestra probabilística de
adolescentes mexicanos”, con el propósito de validar la estructura de seis factores
correlacionados de la Escala de Conducta Disocial (ECODI27; Pacheco y Moral,
2010), estudiar su distribución, consistencia interna, sesgo con deseabilidad social
y validez concurrente con búsqueda de sensaciones en un muestra probabilística
de adolescentes que vivían en dos colonias con un alto índice de pandillerismo y
delitos.
El estudio fue descriptivo psicométrico, con diseño no experimental de
campo. Se utilizó la población de jóvenes mexicanos, y se aplicó a 202
adolescentes, de los cuales 112 correspondieron a hombres y 90 a mujeres entre
14 a 17 años de edad. Se aplicaron el ECODI27, la Escala de Búsqueda de
Sensaciones, Forma V (SSS-V; Zuckerman, Eysenck y Eysenck, 1978) y el
Inventario Balanceado de Respuestas Socialmente Deseables, versión 6 (BIRD-6;
Paulhus, 1998).
Se empleó análisis factorial exploratoria y confirmatoria para el análisis de
datos. La estructura de seis factores correlacionados se reprodujo con un ajuste
de adecuado .FD < 3, RMS SR < .08, GFI = .85 y AGFI = .80. a bueno -Ô2/gl < 2,
OS
D
A
V observó distribución normal
RSe
los 27 ítems = .91 y los seis factores .de .70 aE
.86.
S
E
R
S
O El porcentaje de casos de trastorno disocial
y promedio próximo al de H
infractores.
C
E
ER
fue alto conD
el punto de corte de 85 casos, representando el 36% para la muestra
RMS EA = .05, PNCP < 1. Los valores de consistencia interna fueron altos para
total, 45% de los hombres y 25% de las mujeres, con diferencia significativa por
género.
La escala ECODI27 presentó sesgo significativo en relación con la
deseabilidad social, tanto en su aspecto de manejo de la impresión y autoengaño.
Se halló validez concurrente con búsqueda de sensaciones, compartiendo ambas
escalas 25% de la varianza. La escala ECODI27 resultó confiable y válida, por lo
que se sugiere su uso en esta población y su estudio en otras diferentes.
Finalmente, los datos del trastorno disocial alarmantes indican la necesidad de
intervención por parte de las autoridades municipales.
De lo anterior se infiere la importancia del estudio citado, por cuanto este
antecedente respalda el valor psicométrico del ECODI27, el cual también es
utilizado en el presente estudio, siendo importante para visualizar su poder de
discriminación para medir el trastorno disocial; así como considerarlo de respaldo
para la consideración de la validez y confiabilidad del instrumento seleccionado.
Las investigaciones anteriormente descritas representan un valioso aporte
para el desarrollo de este estudio, pues resalta que el trastorno disocial, desde la
perspectiva de diversos teóricos, se puede intervenir cuando el individuo este en la
OS
D
A
RVdebido a sus conclusiones,
se destaca el valor científicos de los estudios
E
S
E
R
S
recomendación y resultados
con los cuales se puede contrastar con los que en
HO
C
E
DER
este se evidenciaran.
capacidad de conocer y manejar adecuadamente su ira ante los demás. También
Bases Teóricas
Trastorno Disocial
Según el criterio del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DSM-IV-TR, 2008) es un patrón repetitivo y persistente de
comportamientos en el que se violan los derechos básicos de otras personales o
normas sociales importantes propias de la edad. De igual forma, se puede
presentar en forma precoz, persististe y grave un abuso de sustancias, lo cual
deriva en problemas a consecuencia de la desinhibición provocada por la
intoxicación o la necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito tóxico.
Por otro lado, Mora (2008) señala que el trastorno disocial es “un patrón
general de desprecio y violaciones de los derechos de los demás, que comienza
en la infancia o en el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta”
(p.21). Al principio, los niños y adolescentes pueden mostrar un comportamiento
fanfarrón, amenazador o intimidador, iniciar peleas físicas con frecuencia, utilizar
un arma que provoca daños físicos, ser crueles con los demás. La violencia física
puede adoptar la forma de violación, asalto o muy raramente homicidios, suelen
OS
D
A
RV
permanecer fuera de casa en horas nocturnas y pueden producirse fugas y
E
S
E
R
OS
ausencia en el colegio sin justificación.
CH
E
R
E
Los D
autores anteriormente señalados coinciden al destacar que el trastorno
disocial es un patrón persistente de conducta, en el cual los derechos básicos de
los otros son violados y no se toman en cuenta el daño causado. Del mismo modo,
desde el punto de vista cognitivo, quien padece del trastorno disocial, pueden
percibir el ambiente o situaciones externas como amenazadoras, por lo que
permanecen vigilantes y autojustifican sus actitudes hostiles o violentas
dependiendo de esos peligros y actúan según ellos en defensa propia.
De acuerdo con Castejón y Navas (2011) el trastorno disocial “es un patrón
de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos
básicos de los otros o importantes normas sociales adecuadas a la edad del
sujeto” (p. 259). En este mismo sentido, es importante resaltar que el trastorno
disocial parecer ser uno de los trastornos más frecuentes en la población infantil y
adolescente, afecta entre un 5% a 16% de los varones y entre 1% a un 9% de las
hembras. Se observan niveles de concurrencia superiores al esperable por azar
entre el TDAH, el negativismo desafiante y el trastorno disocial.
Los mismos autores antes mencionados acotan que, el trastorno disocial es
más común en varones que en hembras, así como los factores de riesgos han
podido identificar diversidad de variables relacionadas con la aparición del
trastorno o con su evolución. Las más importantes son los aspectos genéticos y
OS
D
A
V
Rneurotransmisores,
anormalidades psicofisiológicas y de los sistemas
el género, el
E
S
E
S R soporte familiar inadecuado, el nivel
O
temperamento, variablesHcognitivas,
EC
R
E
D y el grupo de iguales.
socioeconómico
constitucionales relacionados con la presencia del trastorno en la familia,
Por su parte, Gratch (2009) argumenta que el trastorno disocial “consiste en
un patrón persistente de conducta, en el cual los derechos básicos de los otros
son violados y no se toman en cuenta el daño o la desconsideración por el prójimo
en los actos que realiza el sujeto” (p.63). Este trastorno suele ser progresivo y
termina incluyendo todos los ámbitos en lo que se desenvuelve el sujeto, tales
como el hogar, la escuela, el trabajo, las amistades, entre otras.
En tal sentido, expresa el autor que, la característica principal de este
trastorno es un patrón general de menosprecio y violación de los derechos de los
demás que se inicia durante la infancia y que continúa en la edad adulta. A su vez,
las mencionadas características se presentan de manera persistente. De igual
manera, es notable la presencia de engaños y manipulación para conseguir
beneficios o placer personal. Este trastorno provoca, así un deterioro significativo
de la actividad social, académica y laboral.
En conclusión, el trastorno disocial se define como una forma persistente y
reiterada de comportamiento agresivo o retador. La formas de comportamiento en
las que se basa el diagnostico puede ser debido a grados excesivos de peleas o
intimidación, crueldad hacia las personal o animales, destrucción de pertenencias
OS
D
A
RVefectos de este estudio, se
rabietas graves frecuentes y persistentes. E
Para
S
E
R
S
consideran los planteamientos
HOdel DSM-IV-TR (2008) por cuanto el instrumento de
C
E
R el trastorno disocial sobre la base del mismo.
DEmide
la investigación
ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela y fugas del hogar,
Factores del Trastorno Disocial
En el desarrollo del trastorno disocial se identifican un conjunto de factores o
criterios, cuyo diagnóstico solo debe aplicarse cuando el comportamiento en
cuestión sea sintomático de una disfunción subyacente del individuo y no
constituya simplemente una reacción ante el contexto social inmediato. Los niños
con un trastorno disocial suelen ser varones, tiene antecedentes familiares, han
perpetuado las relaciones con los compañeros, han cometido actos violentos y
llegan a cumplir criterios del trastorno antisocial de la personalidad cuando son
adultos. En esta misma vertiente, Castejón y Navas (2011) destacan:
El trastorno disocial se divide en cuatro grandes grupos
comportamiento agresión que causa daño físico o amenaza a otras
personas o animales (criterio A1- A7), comportamiento no agresivo
que causa pérdidas o daños a la propiedad (criterio A8- A9), fraudes
o robos (criterio A10-A12) y violaciones graves a la norma (criterios
A13-A15). Es importante destacar, que es más complicado
diagnosticar el trastorno cuando los problemas comportamentales
comienzan en la adolescencia, cuando son aprobados o estimulados
por los compañeros y no tienen consecuencias graves. (p. 259)
Desde la perspectiva de los autores antes mencionados, el trastorno
OS
D
A
RV
disocial en los adolescentes es más complicado diagnosticar y presentan una
E
S
E
R
OS
mayor gama de características asociadas entre las cuales se pueden hacer
CH
E
R
DE
mención a la baja tolerancia a la frustración, se aburren con facilidad y actúa
impulsivamente, no parece que sus síntomas se ajusten a todos los criterios,
solo que en realidad en más grave de lo que se puede identificar.
Explican que, de hecho este trastorno es un importante predictor de
riesgo de suicidio en adolescente, existe un patrón típico en el que los
síntomas depresivos y la ideación suicida se presentan sin demora cuando el
individuo se siente frustrado o se enfrenta con figuras de autoridad después
de haber sido sorprendido en alguna fechoría. Mientras que, Gratch (2009)
señala que el trastorno disocial “comprende un conjunto de características
que incluyen la agresión física o el daño de propiedades ajenas” (p. 63).
De acuerdo con el DSM IV-TR (2008), contempla un variedad de
criterios los cuales deben presentarse siguiendo un patrón repetitivo y
persistente e comportamientos en el que se violan los derechos básicos de
otras personales o normas sociales importantes propias de la edad, que se
manifiesta por la presencia de tres (o más) características durante los últimos
12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses.
En este sentido, muy a menudo existen síntomas que son reacción a
cambio en las circunstancias ambientales y no tardan mucho en cumplir
criterios de mayor frecuencia y suelen aparecen relacionados con la vida
OS
D
A
RVun abuso de sustancias
igual manera en forma precoz, persististe y E
grave
S
E
R
S
O
pueden tener problemas aH
consecuencia
de la desinhibición provocada por la
C
E
ER
intoxicaciónD
o la necesidad de encontrar recursos para mantener su hábito
alterada en su casa. Los sujetos con trastorno disocial tienden a presentar de
tóxico. Por ello, el trastorno disocial en adolescentes debería diagnosticarse
únicamente cuando se trata de un patrón repetitivo y persistente de
comportamiento y no en caso de un delito aislado.
Por otro lado, Mora (2008) destaca que el patrón de psicopatía,
sociópata o trastorno disocial presentan cuatros categorías específicas
“agresión la gente o animales, destrucción de la propiedad, fraudes o hurto y
violaciones graves a las normas “(p.21). Es importante destacar que este
comportamiento persiste en la edad adulta y los sujetos no logran adaptarse
a las normas sociales, pueden perpetrar repetidamente actos que son motivo
de detención, estas personas desprecian los deseos o sentimientos de los
demás. Sin embargo, pocas veces un adolescente mayor o adulto joven se le
puede
diagnosticar
si
continúa
manifestando
problemas
graves
y
deteriorantes de comportamiento que no cumplen criterios para el trastorno
antisocial de la personalidad.
Finalmente, los diversos autores antes mencionados guardan
congruencias en sus planteamientos al destacar que el trastorno disocial se
identifica de acuerdo a cuadro características o criterios básicos entre los
cuales se mencionan la agresión a la gente o animales, destrucción de la
OS
D
A
RV hasta qué punto los
cualquier evaluación debería centrase en determinar
E
S
E
R
S
O el resultado directo de sustancias o de las
comportamientos delictivos
Hson
C
E
ER
presiones D
ambientales, porque dichos comportamientos se pueden tratar
propiedad, fraudes o hurto y violaciones graves a las normas. Sin embargo,
mejor que el tipo de delincuencia que parece estar más controlada por
factores intrínsecos del individuo.
A continuación se describen los factores del trastorno disocial según la
teoría propuesta por Pacheco y Moral (2010) y basada en el DSM-IV-TR
(2008), se mencionan robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar,
pleitos y desafíos, grafiti, conducta negativa desafiante; los cuales son
explicados seguidamente:
Robo y vandalismo: El DSM-IV (2008) indica que la persona con un
trastorno disocial ha robado enfrentándose a la víctima (ataque con violencia,
arrebatar
bolsos,
extorsión,
robo
a
mano
armada),
ha
provocado
deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves, ha
destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de
provocar incendios), ha cometido fraudulencia o robo, ha violentado el hogar,
la casa o el automóvil de otra persona y robado objetos de cierto valor sin
enfrentamiento con la víctima (robos en tiendas, pero sin allanamientos o
destrozos; falsificaciones).
Por su parte, Gratch (2009) afirma que en el trastorno disocial limitado
OS
D
A
RV se relaciona, con el
exclusiva o preferente en el medio donde el adolescente
E
S
E
R
S
Ode sus entorno, por ello cometer robo, fraude
objeto de ser percibido porH
los
C
E
R
DE
o vandalismo
es una característica básica en los adolescentes disociales,
al contexto social, las conductas antisociales y agresivas se dan de forma
pues antes las supuestas injusticias frente a eventos muestran ira y
agresividad, algunos recurren a las mentiras para evitar castigos. Asimismo,
el robo y la mentira están asociados a otras conductas como huis de casa,
así como también el uso de drogas o el abuso de la sexualidad.
El mismo autor indica que el robo, fraude y la mentira como criterio del
trastorno disocial se caracteriza por que “ha violentado el hogar, la casa o el
automóvil de otras personas, a menudo miente para obtener bienes o
favores, o para evitar obligaciones, ha robado objetos de cierto valor sin
enfrentamiento con la víctima” (p.64). En la adolescencia es muy común que
los jóvenes no controlen sus impulsos, hagan cosas pensando en el
bienestar temporal y luego mienten, por ellos los adolescentes muchas veces
suelen expresar mentiras de manera premeditada y suele básicamente a la
intención de evadir responsabilidades o castigos.
El mismo autor indica que, los adolescentes con trastorno disocial suelen
mentir frecuentemente de manera intencionada, puesto que el trastorno antisocial
tiene un carácter persistente o agresivo y se manifiesta en la profunda dificultad
para establecer relaciones con otras personas en su alrededor, por ello suelen
OS
D
A
V se relacionan con la etapa
Rque
más de un 75% consumen alcohol y tabacos,Eya
S
E
R
S
adulta, entonces muchas veces
HOel adolescente quiere experimentar esa etapa y lo
C
E
ERsin embargo mienten que los hacen.
Dvicios,
hacen en los
mentir para evadir establecer contactos o castigos, los adolescentes disociales en
Por su parte, Fenollar (2009) destaca “dentro de la falsedad y engaño
existen distintos tipos de engaño: mentiras, robo, hurto de tiendas y delincuencias”
(p. 26). Al respecto, es importante señalar que los adolescentes mienten y roban
debido a múltiples causas que siempre deberán rastrearse en la historia personal
del adolescente, su familia y su contexto. Uno de los motivos que subyace a los
denominados trastornos de conducta es la baja tolerancia a la frustración, que
siente como injusta, como castigo y no como parte de las limitaciones que implica
el vivir en sociedad.
Del mismo modo, el autor también señala que en el robo hay intento por
apropiarse del algo valioso que inconscientemente representa algo más, de gran
valor afectivo. Así el dinero simboliza el poder de los padres y de los adultos en
general, que el adolescente siente le es negado por mezquindad o avaria. Es
necesario tener en cuenta que pueden haber existido privaciones afectivas de
relevancia en la infancia de estos jóvenes, por lo que una respuesta punitiva solo
consigue reavivar esta carencia.
Explica Fenollar (2009) que muchas veces la mentira es un síntoma que
expresa la profunda convicción de que no se es entendido, el adolescente con
OS
D
A
V un intento de escapar a la
Res
jamás lograría lo deseado o necesitado. A veces
E
S
E
R
S
invasión paterna, tener algo
HenOsecreto algo propio o íntimo, pude vehiculizarse a
C
E
ER
través de laD
mentira y el ocultamiento.
trastorno disocial asume la postura de que si dijera la verdad quedaría indefenso y
Travesuras: El DSM-IV-TR (2008) expone que la persona con trastorno
disocial, a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las
prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años
de edad y se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces,
viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez
sin regresar durante un largo período de tiempo).
Del mismo modo, Rey (2010) afirma que el trastorno disocial es
característico de los sujetos que no saben divertirse ni conocen la condición
del juego en grupo, por lo cual les es difícil distinguir entre una travesura
propia de la edad adolescente o juventud de un acto delictivo. Entre los 12 y
los 15 años se puede producir un exceso de conductas calificadas como
travesuras, por la falta de modelos sociales o referentes.
Agrega Silva (2011) que estos sujetos muestran conductas de
falsedad y engaño, siendo calificados como personas que hacen bromas
pesadas, no asumiendo su responsabilidad. Esta actitud se caracteriza por
travesuras, escapadas, violación de normas que generan en otros,
OS
D
A
RV
preocupación o molestia.
E
S
E
R
OS
Abandono escolar: El DSM-IV-TR (2008) indica que el trastorno disocial
CH
E
R
DE
provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad académica. Rey
(2010) afirma que en el trastorno disocial, el alumno abandona sus estudios
huyendo de las clases para no regresar. Este abandono puede ser temporal
o definitivo.
Para Silva (2011) los individuos con trastorno disocial abandonan la
escuela por constituir ellos en su ambiente una combinación de factores que
se generan conflictos en la escuela tanto a nivel de las relaciones sociales,
familiares e individuales. Puede originarse la deserción que es un retiro
definitivo, como resultado de una cadena de hechos que van elevando las
crecientes dificultades de interrelación, rendimiento y de adaptación.
Pleitos y desafíos: De acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) los criterios
diagnósticos de este factor incluyen que a menudo fanfarronea, amenaza o
intimida a otros, inicia peleas físicas, ha utilizado un arma que puede causar daño
físico grave a otras personas (p. ej., bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola); ha
manifestado crueldad física con personas o animales, ha robado enfrentándose a
la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano
armada) y ha forzado a alguien a una actividad sexual.
Gratch (2009) incluye la agresión a personas y animales. Indica que
constituye una de los principales criterios para el diagnóstico del trastorno
OS
D
A
R
o V
intensidad, que
disocial. En este sentido, la agresión pude ser entendida como cualquier
SE
E
R
S
acción o reacción, sin importar su grado
HO
C
E
ER
provocación y ataque.
D
implica
Explica el mismo autor, que el individuo no se limita a actos físicos, sino
que puede ser de tipo verbal como los insultos e incluso no verbal como
gestos y ademanes. La agresión, al igual que la ansiedad, es una reacción
más que se puede tener ante estímulos y situaciones que afectan de manera
significativa al ser humano.
Por parte, Fenollar (2009) señala que la agresión a otras personas o
animales puede entenderse como “un estado emocional que consiste en
sentimientos de odio y deseo de dañar a otros” (p. 25). Al respecto,
la
agresión es cualquier forma de conducta que pretende herir a los demás. La
agresión es una respuesta consistente en proporcionar un estímulo nocivo a
otro organismo, es decir, es un evento aversivo dispensando a las conductas
de otra persona. En relación con las características planteadas por el autor
en cuanto al trastorno disocial se evidencian: la intimidación, la agresividad
en contra de seres humanos y animales y enfrentamientos directo con las
víctimas.
En este particular como ya se señaló, la agresión es una conductas
intencionadas, del sujeto que padece del trastorno disocial, que puede
causar daño ya sea físico a otros. Conductas como pegar a otros, burlarse
OS
D
A
RV Partiendo de lo antes
a los demás, patear animales, ahogarlos entre
otros.
E
S
E
R
S
O la agresión es cualquier forma de conducta
expuesto se puede concluir
Hque
C
E
ER daño físico a otros, puede manifestarse de forma física,
Dcausar
que pretende
de ellos, ofenderlos tener rabietas o utilizar palabras inadecuadas para llamar
verbal, ira y hostilidad.
Grafiti: Respecto a la pintura de grafiti, el mismo no se encuentra
especificado en esta forma dentro del DSM-IV-TR (2008) pero corresponde
al criterio diagnóstico de destrucción de la propiedad, el cual indica que se
determina cuando el individuo ha provocado deliberadamente incendios con
la intención de causar daños graves o ha destruido deliberadamente
propiedades de otras personas, distinto a provocar incendios.
Fenollar (2009) afirma que la pintura o destrucción de la propiedad
ajenas es otra de las características principales del sujeto con trastorno
disocial, este básicamente consiste en arremeter contra los bienes de otros.
La destrucción de la propiedad ajenas o vandalismo es uno de los delitos
más comunes producidos por niños y adolescentes con trastorno disocial.
Consiste en el ataque contra la pertenencia de otros de manera
intencionada. Los jóvenes con trastorno disocial pueden a través de
conductas vandálicas causar daño a cualquier propiedad de los demás.
En el mismo orden de ideas, Fenollar (2009) expone “una de las
características básica es la capacidad destructora, en donde se puede citar los
OS
D
A
V forma, es importante hacer
propiedad e incendios intencionales” (p. 26). E
DeR
igual
S
E
R
S
mención que la mayor parte
HdeOlos síntomas que se observan en los adolescentes
C
E
ER
que tienenD
un trastorno de conducta, algunas veces se presentan también en
siguientes tipos de conducta destructora: vandalismo, destrucción intencional de la
adolescentes que no tienen este trastorno.
También, existen adolescentes que manifiestan un comportamiento delictivo
y agresivo tienen un perfil cognitivo y psicológico que los caracteriza cuando se les
compara con otros adolescentes que presentan problemas mentales. En el caso
del trastorno disocial los adolescentes manifiestan conductas que violentan de
forma significativa los derechos de otras personas y las normas, estos
comportamientos se relacionan con la irresponsabilidad, el comportamiento
transgresor y la agresión hacia otros. Estos comportamientos a veces se
presentan juntos, pero pueden suceder que aparezca uno o varios de ellos sin
estar acompañados por ningunos de los demás.
En este mismo orden de ideas, Gratch (2009) señala que la destrucción a la
propiedad de los demás en sujetos con trastorno disocial se manifiesta “provocado
deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves y ha destruido
propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios)” (p.64).
Al
respecto, el autor destaca que esta característica de destrucción de la propiedad
ajena, es un indicador determinante, puesto que los adolescentes que padecen el
trastorno en sus diferentes contextos, ya sea escolar y social, suelen cometerlo.
OS
D
A
RV en América Latina los
Según lo manifestado por el autor antes
mencionado
E
S
E
R
S
O
índices de destrucción deH
propiedades
a manos de jóvenes se han elevado de
C
E
DERlo cual implica la pintura de grafiti. El informe señala que los
forma significativa,
adolescentes que cometen estos actos han desarrollado el trastorno y llama la
atención, ya que en su mayoría provienen de hogares en desventaja,
disfuncionales o desorganizados, del mismo modo se concluyó que los jóvenes
arremeten contra las propiedades o pertenencias de otros por los problemas
sociales y el rechazo constante de sus compañeros.
Conducta negativa desafiante: De acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) un patrón
de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses,
estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos: a menudo
se encoleriza e incurre en pataletas, discute con adultos, desafía activamente a los
adultos o reúsa cumplir sus obligaciones, molesta deliberadamente a otras
personas, acusa a otros de sus errores o mal comportamiento, es susceptible o
fácilmente molestado por otros, es colérico y resentido y es rencoroso o vengativo.
Para Gratch (2009) la expresión trastorno disocial corresponde aquellos
problemas de comportamiento en adolescentes que antes de los 18 años se ha
caracterizado por la presencia de un conjuntos de criterios. La conducta negativa
desafiante se expresa respecto a la violencia a las normas es una de las
características o criterios muy comunes. En tal sentido, el autor destaca que las
violaciones a las normas se presentan ya que:
OS
D
A
RV
A menudo permanece fuera de la casa durante la noche a pesar de
las prohibiciones paternas, suele iniciar este comportamiento antes
de los 13 años, se ha escapado de la casa durante la noche por lo
menos dos veces viviendo en la casa de sus padres o en un hogar
sustitutivo (o solo una vez, sin regresar durante un largo periodo de
tiempo) y suele hacerse la rata en la escuela, práctica que inicia
antes de los 13 años. (p.64)
E
S
E
R
OS
CH
E
R
DE
De
igual
manera,
resultante
interesante
señalar,
que
en
algunos
adolescentes que padecen del trastorno disocial se aprecia coexistencia o el
antecedente de enfermedades pediátricas, trastorno pediátricos, epilepsia,
síntomas neurológicos ligeros, cociente intelectual limitado, fracasos en el
aprendizaje escolar y dificultades en la expresión verbal y en la adquisición de la
lectura. Asimismo, los jóvenes delincuentes sufren más enfermedades, accidentes
y hospitalizaciones que los compañeros de su edad de la población general.
Por su parte, Fenollar (2009) señala que dentro de los criterios para
determinar el trastorno disocial se presentan “las violaciones de las reglas
habituales de conductas o de las normas adecuadas para la edad, podemos citas
las siguientes: no asistir a la escuela, escaparse, bromas pesadas, travesuras y
actividad sexual a muy corta edad” (p. 26). Los síntomas característicos de los
trastornos de conducta pueden parecerse a los de otros problemas médicos o
psiquiátricos.
La violación a las normas sociales son indicadores de la agresividad en
cualquiera de sus manifestaciones está afectando de forma significativa en
OS
D
A
RV grito hasta daños físicos
manifestaciones que suelen ir desde un E
simple
S
E
R
S
considerables. Es importante
HOconsiderar que los jóvenes disociales violentan las
C
E
R
DE
normas como
medio de ataca a quienes él considera no le han permitido cumplir
desenvolvimiento pleno de los sujetos, hoy en día es muy común estas
con sus objetivos personales de libertad y no presión.
Tipos y Prevalencia del Trastorno Disocial
El trastorno disocial hace referencia de acuerdo con Gratch (2009) a la
presencia recurrente de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter
negativo, además de transgresoras de las normas sociales, en el comportamiento
del individuo. Asimismo, supone un patrón de conducta persistente en el que se
transgreden las derechos básicos de los demás y las principales normas sociales
propias de la edad. El trastorno además causa un deterioro del nivel de
funcionamiento a nivel social, académico y ocupacional el mismo posee un
conjunto de características que pueden estar relacionas con un tipo particular de
trastorno.
En este sentido, Gratch (2009) señala “se describen tres posibles grupos
del trastorno disocial, donde existe un sinnúmero de trastornos vinculados a esta
patología” (p. 65). Entre estas se pueden mencionar el pésimo rendimiento escolar
tanto en el aprendizaje como en la conducta, un altísimo número de expulsiones
escolares, un alto índice de consumo de tabaco, alcohol, drogas y todo tipo de
delincuencia juvenil.
OS
D
A
RV
El mismo autor indica que la presencia de un trastorno disocial implica un
E
S
E
R
OS
daño a la actividad normal del sujeto, esto se relaciona como un deterioro
CH
E
R
DE
clínicamente significativo en las actividades escolares y sociales del sujeto,
situación que se convierte en el principal factor de reproducción de las conductas
perturbadas de los sujetos. Los contextos se van progresivamente hostiles y el
adolescente que padece un trastorno disocial va captando esas señales y las va
incorporando.
Por su parte, Armas (2007) señala que el trastorno puede presentarse en
forma grupal, agresivo solitario e indiferenciado, donde las características más
comunes de este trastorno es un patrón general de menosprecio y violación de los
derechos de los demás, donde lo más notorio es la presencia del engaño y
manipulación para conseguir beneficios a placer personales. Asimismo, este
trastorno de la personalidad, no es sentido por el sujeto que lo padece como
egodistonico, es decir, como ajeno a molesto para las personas, sino que se vive
como parte integrante de la personalidad plenamente aceptada, por el cual sujeto
no se siente enfermo. Se definen como personas competitivas, dominantes,
adrenérgicas, fuertes, realistas y duras.
Tipo Grupal
El trastorno disocial de tipo grupal, está asociado con la forma persistente y
reiterada de comportamiento agresivo o retador que comete el adolescente en
grupos de amigos, el rasgos diferencial clave es la existencia de amistades
OS
D
A
RV
adecuadas y duraderas con compañeros de aproximadamente la misma edad.
E
S
E
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Con frecuencia, pero no siempre, el grupo de compañeros lo constituyen otros
CH
E
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DE
jóvenes implicados en actividades delictivas o disociales. No obstante este no es
un requisito necesario para el diagnóstico y el adolescente puede formar parte de
grupos de compañeros no delincuentes y la alteración del comportamiento tener
lugar fuera de este contexto.
En este mismo orden de ideas, Gratch (2009) expone “el trastorno disocial
se manifiestan más frecuentemente como una actividad grupal con pares” (p. 65).
En el establecimiento de amistades con pares de iguales puede existir una
alteración en la relación con las víctimas o con otros adolescentes si la alteración
de conducta implica intimidación, de nuevo, esto no invalida el diagnostico si el
adolescente tiene alguna pandilla a la cual es leal y con cuyos miembros le une
una amistada duradera.
Las relaciones con figuras de autoridad tienden a ser pobres, pero pueden
existir buenas relaciones con algunas personas concretas. La alteraciones
emocionales suelen ser mínimas, La alteraciones de conductas puede extenderse
también al ambiente familiar, pero se limita al hogar debe descartarse este
diagnóstico. Con frecuencia el trastorno es más evidente fuera del contexto
familiar y el que tenga una relación especifica con el colegio es compatible con el
diagnostico.
Por su parte, Armas (2007) destaca “los trastorno disociales de carácter
OS
D
A
V
R
El trastorno disocial en grupo se caracteriza por
la delincuencia
en grupos, delitos
E
S
E
R
S
O
formando parte de una banda,
robos
en compañía de otros y ausencias escolares.
H
C
E
ER
Del mismo D
modo, es importante señalar que formas de comportamiento en las que
grupal son aquellos que tienen lugar con la presencia u apoyo de otros” (p. 174).
se basa el diagnostico grupal puede ser debido a grados excesivos de peleas o
intimidación, crueldad hacia las personal o animales, destrucción de pertenencias
ajenas, incendio, robo, mentiras reiteradas, faltas a la escuela y fugas del hogar,
rabietas graves frecuentes y persistente.
Como se ha señalado, el trastorno disocial es una unidad clínica que se
manifiesta con varias conductas disociales distintas hurtos, mentiras, prender
fuego, hacer novillos, destrucción de la propiedad, crueldad con los animales,
violación, utilización de armas durante peleas y robos, este trastorno suele
presentarse tanto de manera grupal, en donde las acciones cometías son
compartidas con otro semejante, donde la necesidad de castigar a los demás por
su actuación inadecuada es notoria.
Tipo agresivo solitario
Gratch (2009) indica que el trastorno disocial suele ser generalizado en
distintas situaciones, pero pueden ser más manifiesto en el contexto escolar o
familiar, la especificidad de una situación concreta es distinta. Las formas
características de comportamientos son intimidaciones, peleas excesivas y
adolescentes extorciones o atracos violentos, niveles excesivos de desobediencia,
OS
D
A
V
accesos incontrolados de cólera, destrucción E
de R
propiedades
ajenas. No obstante
S
E
Ren grupo, pues existe el trastorno agresivo
S
O
no siempre estos delitos son
cometidos
CH
E
R
E
solitario, enD
donde los hechos los comete uno solo.
grosería, falta de cooperación y resistencia a la autoridad, rabietas graves y
Por su parte, Armas (2007) destaca “los trastornos disociales de carácter
individual son aquellos que tienen lugar sin la presencia u apoyo de otros” (p. 174).
El trastorno disocial individual se caracteriza por la delincuencia individual, el
agresor en solitario expresa una emoción y como tal se dispara de forma
automática ante determinadas situaciones, en general frente a situaciones que
interfieren con nuestros objetivos. Como toda emoción tiene una función, en este
caso preparar al cuerpo para el esfuerzo necesario para vencer el obstáculo que
se ha presentado. El problema con esta emoción puede surgir de diferentes
formas:
La conducta violenta puede ser un medio para conseguir determinados
objetivos cuando la persona no es capaz de lograrlos por otros métodos. En este
caso la conducta responde a un déficit de habilidades y puede mejorar
adquiriéndolas, cuando se aguanta demasiado y se salta por algo sin importancia.
En realidad se reaccionas a todo lo que ha ocurrido previamente y otro problema
puede surgir cuando se interpreta la existe de un ataque y una dificultad que no es
vista de la misma forma por los demás. Este problema suele ocurrir cuando se
reacciona ante las intenciones de los demás en lugar de reaccionar ante los
hechos explícitos.
E
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OS
Tipo Indiferencia
OS
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RV
CH
E
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DE
El trastorno disocial de tipo indiferente es aquel en donde se pueden
evidenciar características de cualquiera de los dos tipos señalados anteriormente
grupal e individualmente, representa las conductas abusivas que se ejercen en
forma de violencia emocional por parte de una persona, un grupo pequeño, o un
colectivo grande. La agresión la puede sufrir una sola persona, un grupo o un
colectivo grande. De acuerdo con Gratch (2009) “los trastornos de conducta se
manifiestan tanto grupales con pares como individualmente” (p. 65)
Asimismo,
Armas
(2007)
expresa
que
los
estudios
desarrollados
demostraron una prevalencia de la indiferenciación del trastorno en donde las
personas pueden recurrir a algún tipo de agresión directa o indirecta. En tal
sentido, los agresores habituales suelen ofender, humillar, avergonzar y golpear a
su víctima, a diferencia de aquel que lo hace de una forma aislada, los primeros
los hacen con el propósito de debilitar su autoestima y volverlas más manejables.
Por otra parte, los segundos lo hacen de una forma aislada incontrolada y sin un
fin predeterminado.
Amaro y Sais (2009) afirman que la prevalencia comprende la proporción de
individuos de un grupo o una población que presentan una característica o evento
determinado en un momento o en un período determinado. La prevalencia del trastorno
disocial se presenta en el 1 al 10% de la población general, siendo destacable que
OS
D
A
RV
Maldonado (2013) afirma que en las investigaciones realizadas en la población
E
S
E
R
incrementándose desde el 1% S
al 10%, destacando que estas alteraciones son
O
H
EC
R
causa de entre
un
tercio y la mitad de las derivaciones a los servicios de salud
E
D
adolescente privada de libertad el trastorno más frecuente fue el disocial,
mental para adolescentes. En varones menores de 18 años de edad oscila entre el
6 y el 16%, mientras que en adolescentes femeninas se ubica entre el 2 y el 9%.
Benjet y col (2009), apuntan que las adolescentes de esta generación están
aumentando su conducta social y se acercan cada vez más a la prevalencia
observada en los adolescentes masculinos. Expresan que algunos estudios sobre
la prevalencia del trastorno disocial indica que estos se mantienen en la etapa de
adolescencia y solo se observan diferencias desde la mitad de la infancia hasta la
adolescencia; período que no fue estudiado en este trabajo.
Vásquez, Faría, Peña y Palacios (2011) reportan que conforme maduran los
individuos se va reduciendo la prevalencia del trastorno disocial, y especialmente
se van igualando las proporciones de mujeres y hombres. Aun cuando en la
adolescencia se observan conductas disociales, las mismas pueden disminuir
como resultado de la madurez del individuo, y pese a que la conducta sea violenta
o disruptiva en edades de la adolescencia temprana, la misma por razones del
proceso de socialización, crecimiento y maduración puede disminuir e inclusive
desaparecer. Los sujetos en menor nivel educativo pueden presentar más
conductas disociales que otros que han recibido mayor oportunidad de
socialización académica.
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A
RV
Generalidades sobre Adolescencia
De acuerdo con Goosens (2006), la adolescencia es un periodo de
importantes cambios físicos, psicológicos y sociales a través de los cuales se
realiza la transición de la niñez a la edad adulta. Esta etapa debe entenderse
como un periodo evolutivo de transición que se inicia biológicamente en torno a los
11-12 años, con los cambios puberales que acontecen a esta edad, y concluye en
torno al fin de la segunda década de vida, cuando es alcanzada la adultez en
términos de madurez emocional, incorporación al mundo laboral o finalización de
estudios.
Se trata de una etapa en la que ni se es niño ni tampoco adulto, lo que
Erikson (1968) ha venido a denominar moratoria social, un período de espera para
asumir las responsabilidades adultas que la sociedad da a sus jóvenes mientras
se preparan para ejercer los roles y responsabilidades propias de la adultez
(Citado por Palacios y Oliva, 1990).
Smetana, Campione y Metzger (2006) afirman que en la actualidad parece
existir cierto acuerdo en dividir la adolescencia en tres periodos: adolescencia
temprana, que abarcaría desde el comienzo de la pubertad (10-11 años) hasta los
13 años, adolescencia media, que iría desde los 14 hasta los 17 y adolescencia
OS
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A
RV
tardía, que quedaría establecida desde los 18 hasta aproximadamente los 20
años.
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Por su parte, Arnett (2009) expresa que más allá de los límites establecidos,
lo cierto es que la adolescencia es el periodo crucial en el ciclo vital de los
individuos. En esta etapa, los jóvenes experimentarán notables avances en su
desarrollo físico, psicológico y social, se enfrentan durante estos años a un amplio
rango de cambios, demandas, conflictos y oportunidades, que si bien en la
mayoría de las ocasiones conducen a una transición satisfactoria hacia la adultez,
en algunos casos puede derivar en el desarrollo de problemas psicológicos y/o
conductuales que perturban seriamente no solo sus propias vidas sino también las
vidas de las personas que le rodean.
Sobre este aspecto, Antolin, Oliva, Arranz (2009) afirman la existencia de
problemas como el consumo de sustancias, la depresión, el suicidio, la conducta
antisocial extrema, pese a no ser la norma durante la adolescencia, afectan a un
número preocupante de jóvenes por lo que requieren de una especial atención. La
aparición de conductas antisociales por parte de jóvenes es un fenómeno que en
la actualidad posee una importante repercusión social pues genera importantes
costos sociales, económicos y personales
Los mismos autores indican que ante esta situación, gobernantes,
científicos y profesionales de muy diversa procedencia han puesto su atención en
OS
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A
RV
estas conductas con el propósito de encontrar vías eficaces para su reducción.
E
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Dadas las consecuencias negativas de las conductas antisociales de jóvenes,
CH
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DE
tanto para su propio desarrollo personal como para el bienestar colectivo de la
sociedad, así como la necesidad de dar respuesta a este problema social, se torna
relevante analizar la prevalencia de la conducta disocial.
Kazdin y Buela (2006), señalan que establecer la prevalencia de la
conducta antisocial durante la adolescencia no es una tarea sencilla. Los datos de
prevalencia dependen de los distintos estudios desarrollados y las cifras varían en
función de la forma de medida, de las muestras seleccionadas y del concepto de
conducta antisocial considerado. En cualquier caso, a pesar de las dificultades
existentes, si se atiende a las tasas de prevalencia de los trastornos de conducta,
el conjunto de estudios realizados la sitúan entre el 4 y el 18%; siendo más
elevadas en hombres que en mujeres.
Cuadro 1
Mapa de Variables
VARIABLE DIMENSIÓN INDICADORES
Trastorno Disocial Factores Robo y
Vandalismo Travesuras
Abandono Escolar
Pleitos y desafíos
Grafiti
Conducta Negativista desafiante Fuente: Pacheco y Moral (2010)
S
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HO
C
E
ER
ITEMS 5, 8, 17, 18, 24, 25, 26 y 27 6, 7, 15, 16, 20 y 21 3y4
1, 2, 19, 22 y 23
E
RES
OS
D
A
RV
9, 10 y 11
12, 13 y 14
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo y Nivel de Investigación
La presente investigación es de tipo y nivel descriptiva, debido a que se
OS
D
A
RV
determinó la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados
E
S
E
R
OS
entre 14 y 17 años del Municipio San Francisco, describiendo su comportamiento.
CH
E
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DE
En tal sentido, Rodríguez (2005) expone que los estudios descriptivos
“comprenden la descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza
actual, composición o procesos de los fenómenos” (p.24), se indaga información
relacionada con el estado real del fenómeno para ver cómo se comportan la
variable, no provocadas intencionalmente por el investigador para dar respuesta a
la interrogante formulada en el problema en corto tiempo.
Asimismo, se trata de una investigación de campo, puesto que se realizó en
las instalaciones del Liceo Eduardo Mathias Lossada, específicamente con
adolescentes entre 14 y 17 años. Según Balestrini (2005) es aquella en la que el
mismo objeto de estudio sirve como fuente de información para el investigador, el
cual recoge directamente los datos de las conductas observadas.
Diseño de Investigación
Para fines de esta investigación se aplicó un diseño no experimental, ya
que se determinó la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes
escolarizados entre 14 y 17 años del Municipio San Francisco sin intervenir su
estado
natural,
ni
ejercer
influencia
o
manipulación
alguna
sobre
el
comportamiento de la variable. Al respecto, Ortiz (2004), señala que “es el tipo de
OS
D
A
RV
investigación en la que no se hacen variar intencionalmente las variables
E
S
E
R
OS
independientes” (p.94).
CH
E
R
DE
En el mismo orden de idea, dentro de los estudios no experimentales la
investigación siguió la clasificación transversal o transeccional descriptivo, ya que
la recolección de datos se realizó utilizando una sola medición de la prevalencia
del trastorno disocial; tal como lo refiere Bernal (2006), estos tipos de diseño
recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único. Su propósito es
describir variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado.
Sujetos de la Investigación
Población
Para Rodríguez (2005), la población de un estudio “es el conjunto de
mediciones que se pueden efectuar sobre una característica común de un grupo
de seres u objetos” (p. 79). La población de este estudio estuvo integrada por
cuatrocientos tres (403) adolescentes, entre 14 y 17 años y de ambos géneros,
cursantes del 4to y 5to años del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio
Maracaibo del Estado Zulia. Esta población reúne las siguientes características:
Cuadro 2
Características de la Población
Total
14 años
F
21
M
11
F
92
M
75
167
16 años
F
73
M
75
148
S
M OF M
D
A
RV 23 219 184
SE
E
R
OSMathias Lossada
Fuente: Liceo H
Eduardo
C
E
DER
32
15 años
17 años
F
33
56
403
La población de estudio estaba disponible para la investigación, por lo cual
se analizó la totalidad de la misma, realizando un censo poblacional. Sabino
(2006) define el censo poblacional como la enumeración completa de la población
de estudio, es decir el análisis de la totalidad de la misma.
Definición Operacional de las Variables
Trastorno Disocial: Consiste en el puntaje obtenido en la sumatoria de
respuestas del instrumento ECODI27 con 27 reactivos, el cual se si ubica entre 27
y 84 puntos indica la presencia del trastorno, y entre 85 y 135 la ausencia del
mismo, considerando que a mayor puntuación, mayor disconformidad, por lo tanto,
menor presencia del trastorno disocial.
Técnica de Recolección de Datos
Descripción del Instrumento
En esta investigación se utilizó una Escala de Conducta Disocial, que mide
el trastorno disocial de acuerdo con el DSM-IV-TR, el cual fue realizado por
OS
D
A
RV
Pacheco y Moral (2010). Esta escala presenta una estructura de seis factores que
E
S
E
R
OS
incluyen la evaluación del robo y vandalismo, travesuras, abandono escolar,
CH
E
R
DE
pleitos y armas, grafiti, conducta oposicionista desafiante y la puntuación del
trastorno disocial. Es una escala tipo Likert de 27 ítems con rangos de cinco
opciones de respuesta que son, totalmente de acuerdo = 1, bastante de acuerdo =
2, ni de acuerdo ni en desacuerdo = 3, bastante desacuerdo = 4 y totalmente en
desacuerdo = 5.
Todos los ítems están redactados en el mismo sentido, reflejando rasgos
disociales. Las puntuaciones en la escala y sus factores se obtienen clasificando
por grado de conformidad en relación con descriptores de la conducta propia. A
mayor puntuación, mayor disconformidad, por lo tanto, menor presencia de
conductas disociales. Fue desarrollada en este estudio por los autores. A menor
puntuación, mayor presencia de conductas disociales. El rango de las
puntuaciones puede variar de 27 a 135. Una puntuación de 85 o menor define
caso del trastorno disocial. Para la interpretación de los puntajes se utiliza el
siguiente baremo:
Cuadro 3
Baremos de Interpretación
Área
Presencia
Ausencia
Trastorno Disocial
27-84
85-135
Robo y
Vandalismo
8-29
Travesuras
OS
H
C
ERE
Abandono Escolar
E
RES
OS
D
A
RV
6-19
30-40
20-30
2-5
6-10
Pleitos y desafíos
5-14
15-25
Grafiti
3-9
10-15
Conducta Negativista Desafiante
3-9
10-15
D
Fuente: Pacheco y Moral (2010)
Propiedades Psicométricas del Instrumento
Para Ortiz (2004), la validez “es el grado en que las diferencias en
puntuaciones reflejan verdaderas diferencias entre individuos en la característica
que se pretende medir” (p.159). En cuanto a la validez del ECODI27, Pacheco y
Moral (2010) realizaron un análisis semántico de los conceptos relacionados con
el trastorno disocial y se basaron en el descripción del DSM-IV para la medición de
los factores. Seguidamente, realizaron un análisis factorial, que confirmó la
adecuación de los factores para la medición del trastorno disocial.
Explican las autoras mencionadas, que en el análisis factorial la estructura
de seis factores correlacionados se reprodujo con un ajuste de adecuado —FD <3,
RMS SR < .08, GFI = .85 y AGFI =.80— a bueno —χ2/gl< 2, RMS EA = .05, PNCP
< 1—. Los valores de consistencia interna fueron altos para los 27 ítems —α =
.91— y los seis factores —de .70 a .86—. Se observó distribución normal y
promedio próximo al de infractores. Se halló validez concurrente con búsqueda de
sensaciones, compartiendo ambas escalas 25 por ciento de la varianza.
OS
D
A
RV
E
S
E
R
OS
Pacheco y Moral (2010) expresan que un modelo de seis factores
CH
E
R
DE
relacionados, robo y vandalismo (α = .88), travesuras (α = .77), abandono escolar
(α= .83), pleitos y armas (α = .78), grafiti (α = .72) y conducta oposicionista
desafiante (α = .69), se contrastó por análisis factorial confirmatorio, obteniéndose
índices de ajuste de buenos (RMSSR = .05, RMSEA = .04, PGI = .96, APGI =
.95,AGFI = .91, NFI = .90) a adecuados (χ2/gl = 2.56, GFI = .93,NNFI = .93, CFI =
.94) con 27 reactivos (α = .91). Su correlación con las escalas de conducta
antisocial y delictiva del cuestionario A-D fueron moderadas altas (.54 y .63,
respectivamente). La escala ECODI27 ha sido validada en tres muestras distintas
de estudiantes mujeres, estudiantes varones e infractores varones, mostrando en
su estructura factorial un ajuste de bueno a adecuado.
En referencia a la confiabilidad, Pacheco y Moral (2010) afirman que los 27
ítems tienen una consistencia interna alta —α = .91— y su puntuación total resulta
estable a las cuatro semanas —r = .78—. La distribución de la puntuación total es
asimétrica positiva en estudiantes, con diferencia por género —M = 110.97 y DE =
12.81 en mujeres; M = 102.01 y DE = 14.88 en hombres— y normal en varones
infractores —M = 82.43 y DE = 19.63—.
Procedimiento
Se procedió a la recolección de información, la cual sirvió de soporte para la
OS
D
A
RV
elaboración del planteamiento y marco teórico de la presente investigación.
SE
E
R
Se seleccionó el instrumento
de recolección de datos más pertinente tal como
OS
H
C
E
lo fue el ECODI27,
DERa fin de registrar el trastorno disocial.
Selección del muestreo adecuado para que realmente se tomaran en cuenta
una representación adecuada de los adolescentes entre 14 y 17 años.
Aplicación del instrumento ECODI27 a la población del estudio, estableciendo
una autorización previa de los representantes y la planificación para las sesiones
colectivas de aplicación.
Tabulación de los resultados y procesamiento de los mismos utilizando el
SPSS Versión 21.0
Realización del análisis y discusión de los resultados, a los fines de expresar
los datos cuantitativos y su interpretación.
Elaboración de las conclusiones, limitaciones y recomendaciones.
Plan de Análisis de los Datos
Luego de administrar el instrumento ECODI27,que sirvió para medir el
trastorno disocial en adolescentes, se procedió a analizar los diferentes valores
obtenidos, tomando en cuenta la estadística descriptiva, empleando para ello el
SPSS versión 21.0 considerando la distribución de frecuencias absolutas (F) y
relativas (%) para determinar la presencia o ausencia del trastorno disocial y cada
OS
D
A
RV Chi Cuadrado, con un nivel
y el grado que cursan, se aplicó la prueba de contraste
E
S
E
R
S
de significación de 0.05. HO
EC
R
E
D
uno de sus factores. Para comparar los grupos de acuerdo con el género, la edad
Debe destacarse que los sujetos que formaron parte del estudio fueron extraídos
de una única institución educativa por lo cual, no es posible suponer que la
población presenta una distribución normal o simétrica, no siendo representativa
de la totalidad de adolecentes del municipio Maracaibo del estado Zulia. Aunado a
ello, la prevalencia se determina por presencia o ausencia de la característica en
términos de porcentajes lo cual corresponde a una medición ordinal, siendo
apropiado el uso del chi-cuadrado.
Consideraciones Éticas
La presente investigación estuvo enmarcada en las leyes que rigen la
realización de estudios, registrados por la Asociación Americana de Educación
(1992), citados por Tojar y Serrano (2000), los cuales están organizados por
apartados, considerando para esta investigación los siguientes:
El investigador debe estar informado y adecuarse a los procedimientos
científicos y tecnológicos aplicados a las investigaciones por lo cual la
investigación fue asesorada por expertos, coordinador de carrera y tutor de
contenido ambos especialistas en el área de investigación y conocedores de la
temática trastorno disocial.
Los sujetos participaron voluntariamente, se respetó su integridad, en
OS
D
A
RV como muestra.
entre 15y 17 años si deseaban participar en laE
investigación
S
E
R
S
HO serán publicados mediante el trabajo de grado,
C
Los resultados
obtenidos
E
DER
función de su privacidad, dignidad e intimidad, se les comunicó a los estudiantes
para ser consultados por otros investigadores, interesados en el abordaje de la
temática, referida al trastorno disocial en escolares entre14 y 17 años.
Finalmente, se mantuvo en todo momento el anonimato de los sujetos que
participaron en la investigación, las investigadoras en ningún momento revelo
información sobre la identidad de los estudiantes que participaron en el estudio.
CAPÍTULO IV
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Análisis y Discusión de los Resultados
OS
D
A
RV
El análisis y discusión de los resultados se dirige a determinar la
E
S
E
R
OS
prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes escolarizados del Liceo
CH
E
R
DE
Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, tomando como referencia
los planteamientos del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DSM-IV-TR, 2008). Estos datos fueron tratados con estadísticas
descriptivas (medidas de tendencia central y dispersión) e inferenciales (chi
cuadrado), con el soporte del programa Statistical Package for Social Science
(SPSS, versión 21.0).
Como primer objetivo específico se procedió identificar la prevalencia de los
factores del trastorno disocial en los Adolescentes entre 14 y 17 años del Liceo
Eduardo Mathias Lossada.
Tabla 1
Prevalencia de los Factores del Trastorno Disocial
Frecuencia
Robo y
Presencia
33
8,2
Vandalismo
Ausencia
370
91,8
Presencia
146
36,2
Ausencia
257
63,8
Abandono
Presencia
12
3,0
Escolar
Ausencia
391
97,0
Pleitos de
Presencia
64
15,9
Desafíos
Ausencia
339
84,1
97
24,1
306
75,9
157
39,0
246
61,0
Travesuras
OS R
Ausencia
CH
E
R
E
Conducta
Oposicionista
Desafiante
Presencia
Ausencia
OS
D
A
RV
ESE
Presencia
Grafitti
D
Porcentaje
En la tabla 1 se observan los resultados obtenidos en cada uno de los
factores analizados dentro del trastorno disocial. Se muestra en los resultados que
el factor con mayor prevalencia corresponde a conducta oposicionista desafiante,
lo cual indica que estos adolescentes presentan conductas hostiles, tal como lo
refiere el DSM-IV-TR (2008), quien afirma que corresponde a un patrón de
comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses,
estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos: a menudo
se encoleriza e incurre en pataletas, discute con adultos, desafía activamente a los
adultos o reúsa cumplir sus obligaciones, molesta deliberadamente a otras
personas, acusa a otros de sus errores o mal comportamiento, es susceptible o
fácilmente molestado por otros, es colérico y resentido y es rencoroso o vengativo.
Cabe mencionar que de acuerdo con Benjet y col (2009), la conducta
oposicionista desafiante se está incrementado en la sociedad actual, y
especialmente en los países latinoamericanos el incremento de la misma se refleja
en el índice de delictuosidad registrado. Ello confirma los planteamientos de
Castejón y Navas (2011) quienes reportan niveles de concurrencia superiores al
esperable en cuanto al negativismo desafiante y el trastorno disocial; siendo
OS
D
A
RV
importante por cuanto Gratch (2009) asevera que la conducta negativa desafiante
E
S
E
R
OS
se expresa respecto a la violencia a las normas es una de las características o
CH
E
R
DE
criterios muy comunes.
Del mismo modo, el segundo factor de mayor prevalencia correspondió a
travesuras,
lo
cual
refleja
que
los
adolescentes
analizados
muestran
comportamientos violatorios de las normas cotidianas; tal como lo expresa el
DSM-IV-TR (2008) el cual expone que la persona con trastorno disocial, a menudo
permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas,
iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad y se ha escapado de
casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres
o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de
tiempo).
Debe destacarse que la incidencia registrada confirma los planteamientos
de Rey (2010), quien sostiene que el trastorno disocial es característico de los
sujetos que no saben divertirse ni conocen la condición del juego en grupo,
destacando que en edades adolescentes, específicamente entre los 12 y los 15
años se puede producir un exceso de conductas calificadas como travesuras, por
la falta de modelos sociales o referentes.
Pese a presentarse en menor frecuencia, es importante acotar la
prevalencia de pleitos y desafíos y de conductas disociales asociadas con grafiti,
OS
D
A
RV
por cuanto ello indicaría que una parte importante de la población presenta de
E
S
E
R
OS
acuerdo con el DSM-IV-TR (2008) conductas de amenaza o intimida a otros, inicia
CH
E
R
DE
peleas físicas, ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras
personas; así como también daños a la propiedad ajena, las cuales según Fenollar
(2009) es otra de las características principales del sujeto con trastorno disocial,
porque supone básicamente consiste en arremeter contra los bienes de otros.
Por otra parte, se aprecia que los factores con menor prevalencia fue el
abandono escolar, con robo y vandalismo; lo cual indicaría que los rasgos menos
frecuentes se vinculan de acuerdo con el El DSM-IV-TR (2008) con el deterioro
clínicamente significativo de la actividad académica o con ataques con violencia,
arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada, fraudulencia o robo.
Tabla 2
Prevalencia del Trastorno Disocial
Frecuencia
Válidos
Porcentaje
Presencia
43
10,7
Ausencia
360
89,3
Total
403
100,0
En la tabla 2 se observan los resultados del factor Trastorno Disocial. Al
respecto, se muestra que la prevalencia (10.7%) corresponde es relevante por
OS
D
A
RV
cuanto de acuerdo con Gratch (2009) “consiste en un patrón persistente de
E
S
E
R
OS
conducta, en el cual los derechos básicos de los otros son violados y no se toman
CH
E
R
DE
en cuenta el daño o la desconsideración por el prójimo en los actos que realiza el
sujeto” (p.63); destacando que suele ser progresivo y termina incluyendo todos los
ámbitos en lo que se desenvuelve el sujeto, tales como el hogar, la escuela, el
trabajo, las amistades, entre otras.
Esta prevalencia corresponde con los datos reportados por Amaro y Sais
(2009) quienes señalaron una presencia entre el 1 al 10% de este trastorno en la
población general, siendo destacable que Maldonado (2013) afirma que en las
investigaciones realizadas en la población adolescente privada de libertad el
trastorno más frecuente fue el disocial, incrementándose desde el 1% al 10%,
destacando que estas alteraciones son causa de entre un tercio y la mitad de las
derivaciones a los servicios de salud mental para adolescentes.
Siguiendo con los objetivos planteados, se procedió a comparar la
prevalencia del trastorno disocial considerando la edad, género y nivel educativo
de los Adolescentes Escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del
Municipio San Francisco. Para ello, se aplicó la prueba de Chi cuadrado, con un
nivel de significación de 0.05.
CH
E
R
DE
S
E
R
OS
E
OS
D
A
RV
Tabla 3
Comparación de acuerdo al género
Sexo
Femenino
Robo y Vandalismo
10
23
33
Ausencia
209
161
370
219
184
403
Sig. asintótica (bilateral)
,004 *
Presencia
73
73
146
Ausencia
146
111
257
OS
D
A
RV
Total
219
Sig. asintótica (bilateral)
Abandono Escolar
Total
E
RES
Presencia
OS
H
C
ERE
D
Ausencia
Sig. asintótica (bilateral)
Pleitos y Desafíos
Masculino
Presencia
Total
Travesuras
Total
184
403
4
8
12
215
176
391
219
184
403
,187
,138
Presencia
21
43
64
Ausencia
198
141
339
219
184
403
Total
Sig. asintótica (bilateral)
,000 *
Presencia
46
51
97
Ausencia
173
133
306
Total
219
184
403
Sig. asintótica (bilateral)
,116
Grafiti
Conducta Oposicionista Desafiante
Presencia
74
83
157
Ausencia
145
101
246
219
184
403
Total
Sig. asintótica (bilateral)
TRASTORNO DISOCIAL
,020 *
Presencia
14
29
43
Ausencia
205
155
360
219
184
403
Total
Sig. asintótica (bilateral)
Ho: µ1 = µ2
Hi: µ1 ≠ µ2
α = 0.05
* Diferencias Estadísticamente Significativas
,002 *
En la tabla 3 se observan los resultados de la comparación considerando el
sexo. Dado que se trata de frecuencias y ausencias, se utilizó la prueba Chi
Cuadrado con un nivel de significación de 0.05, tomándose como criterio de
comparación la probabilidad asociada. Del proceso ejecutado se encontró que
existen diferencias estadísticamente significativas en los factores correspondientes
a robo y vandalismos, pleitos y desafíos, conducta oposicionista; así como
también en el Trastorno disocial.
OS
D
A
RV
E
S
E
R
OS
Estos resultados se corresponden con los hallazgos del estudio de Moral y
CH
E
R
DE
Ortíz (2011) quienes reportan una diferencia significativa en la frecuencia de casos
de trastorno disocial entre hombres y mujeres, indicando que el porcentaje de
prevalencia
de
casos
con
trastorno
disocial
en
mujeres
es
menor
comparativamente con los hombres. De igual manera, confirma los hallazgos de
Pacheco y Moral (2010) quien reporta diferencias estadísticamente significativas
de acuerdo con el género, apuntando las mismas a mayor prevalencia del
trastorno disocial en hombres.
Del mismo modo, se evidenció que hubo diferencias estadísticamente
significativas de acuerdo al género en cuanto al trastorno disocial, confirmando los
planteamientos de Amaros y Sais (2009), denotando que en varones menores de
18 años de edad oscila entre el 6 y el 16%, mientras que en adolescentes
femeninas es entre el 2 y el 9%. Es importante destacar que en el caso de las
mujeres, en referencia al trastorno disocial, se muestra una prevalencia del 6%,
ligeramente por encima del 5% esperado en esta población de acuerdo con Benjet
y col (2009), lo cual apunta según estos autores a considerar que las adolescentes
de esta generación están aumentando su conducta social y se acercan cada vez
más a la prevalencia observada en los adolescentes masculinos.
CH
E
R
DE
S
E
R
OS
E
OS
D
A
RV
Tabla 4
Comparación de acuerdo a la edad
Edad
14 y 15 años
Total
16 y 17 años
Presencia
15
18
33
Ausencia
184
186
370
Total
199
204
403
Sig. asintótica (bilateral)
,638
Robo y Vandalismo
Travesuras
Presencia
71
75
146
Ausencia
128
129
257
OS
D
A
RV
Total
199
Sig. asintótica (bilateral)
Total
ECH
Ausencia
DER
Sig. asintótica (bilateral)
E
S
E
R
OS
Presencia
Abandono Escolar
204
403
7
5
12
192
199
391
199
204
403
,821
,529
Presencia
29
35
64
Ausencia
170
169
339
Total
199
204
403
Sig. asintótica (bilateral)
,478
Pleitos y Desafíos
Presencia
49
48
97
Ausencia
150
156
306
Total
199
204
403
Sig. asintótica (bilateral)
,797
70
87
157
129
117
246
Total
199
204
403
Sig. asintótica (bilateral)
,124
Grafiti
Conducta
Oposicionista
Desafiante
Presencia
Ausencia
TRASTORNO
Presencia
18
25
43
DISOCIAL
Ausencia
181
179
360
199
204
403
Total
Sig. asintótica (bilateral)
Ho: µ1 = µ2
Hi: µ1 ≠ µ2
α = 0.05
* Diferencias Estadísticamente Significativas.
,297
En la tabla 4 se observan las comparaciones realizadas de acuerdo con la
edad. Para tal fin se consideraron dos grupos 14-15 y 16-17 años. Se destaca en
los resultados que no se presentan diferencias estadísticamente significativas de
acuerdo con la edad en ninguno de los factores. Estos resultados confirma los
planteamientos de Benjet y col (2009) quienes indican que algunos estudios sobre
la prevalencia del trastorno disocial indica que estos se mantienen en la etapa de
adolescencia y solo se observan diferencias desde la mitad de la infancia hasta la
OS
D
A
RV
adolescencia; período que no fue estudiado en este trabajo.
E
S
E
R
OS
CH
E
R
DE
Del mismo modo, contradice los planteamientos de Vásquez, Feria,
Palacios y Peña (2010), quienes indican que aun cuando en la adolescencia se
observan conductas disociales, las mismas pueden disminuir como resultado de la
madurez del individuo, y pese a que la conducta sea violenta o disruptiva en
edades de la adolescencia temprana, la misma por razones del proceso de
socialización, crecimiento y maduración puede disminuir e inclusive desaparecer.
Tabla 5
Comparación de acuerdo al Nivel de Instrucción
Nivel de Instrucción
4to
Total
5to
Presencia
26
7
33
Ausencia
234
136
370
Total
260
143
403
Sig. asintótica (bilateral)
,074
55
146
169
88
257
260
143
403
7
5
12
253
138
391
260
143
403
Robo y Vandalismo
Presencia
Travesuras
OS
D
A
RV
Ausencia
Total
Sig. asintótica (bilateral)
OS
H
C
ERE
Presencia
Abandono Escolar
Total
91
D
Ausencia
E
RES
Sig. asintótica (bilateral)
,489
,650
Presencia
41
23
64
Ausencia
219
120
339
Total
260
143
403
Sig. asintótica (bilateral)
,934
Pleitos y Desafíos
Grafiti
Presencia
71
26
97
Ausencia
189
117
306
260
143
403
90
67
157
170
76
246
260
143
403
Total
Sig. asintótica (bilateral)
Conducta
Oposicionista
Desafiante
,040 *
Presencia
Ausencia
Total
Sig. asintótica (bilateral)
,016 *
TRASTORNO
Presencia
31
12
43
DISOCIAL
Ausencia
229
131
360
Total
260
143
403
Sig. asintótica (bilateral)
,272
Ho: µ1 = µ2
Hi: µ1 ≠ µ2
α = 0.05
* Diferencias Estadísticamente Significativas
En la tabla 5 se observan los resultados obtenidos en cada uno de los
factores y el trastorno disocial de acuerdo con el nivel de instrucción. Los
resultados obtenidos denotan que sólo hubo diferencias estadísticas en los
factores grafiti y conducta oposicionista desafiante, la cual se presenta una mayor
prevalencia en los adolescentes de cuarto año. Estos resultados confirman los
planteamientos de Vásquez, Feria, Palacios y Peña (2010), quienes indican que
los sujetos en menor nivel educativo pueden presentar más conductas disociales
OS
D
A
RV
que otros que han recibido mayor oportunidad de socialización académica. De los
E
S
E
R
OS
planteamientos antes mencionados, se afirma que es importante analizar el
CH
E
R
DE
trastorno disocial, especialmente porque constituye una alteración de la conducta
con una prevalencia a considerar en la población venezolana.
Conclusiones
Las conclusiones del presente trabajo se enfocan en resumir los resultados
obtenidos al determinar la prevalencia del trastorno disocial en los adolescentes
escolarizados del Liceo Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco:
a)
Se identificó la prevalencia de los factores del trastorno disocial en
OS
D
A
destacándose como mayor prevalencia la conducta
RV oposicionista desafiante y
E
S
RE
travesuras, mientras que los O
de S
menor prevalencia fue el abandono escolar, con
CH
E
R
robo y vandalismo.
DE La prevalencia del trastorno disocial consistente con las
los adolescentes entre 14 y 17 años del Liceo Eduardo Mathias Lossada,
estadísticas de la población general.
b)
Al comparar la prevalencia del trastorno disocial considerando la
edad, género y nivel educativo de los Adolescentes Escolarizados del Liceo
Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, se obtuvo que existen
diferencias estadísticamente significativas en los factores correspondientes a robo
y vandalismos, pleitos y desafíos; así como conducta oposicionista, siendo mayor
la prevalencia en adolescentes masculinos comparados con los femeninos. Del
mismo modo, se evidenció que hubo diferencias estadísticamente significativas de
acuerdo al género en cuanto al trastorno disocial.
Considerando la edad, los resultados indicaron que no se presentan
diferencias estadísticamente significativas de acuerdo con la edad en ninguno de
los factores. Considerando el nivel educativo, sólo hubo diferencias estadísticas en
los factores Grafiti y Conducta oposicionista desafiante.
CH
E
R
DE
S
E
R
OS
E
OS
D
A
RV
Limitaciones
Entre las limitaciones se destacan que este estudio se centra en que los
resultados sólo son representativos de la población de escolarizados del Liceo
Eduardo Mathias Lossada del Municipio San Francisco, por lo cual no pueden
considerarse válidos para otras poblaciones. Del mismo modo, la ausencia de
estadísticas confiables aplicables a Venezuela en cuanto a la epidemiología del
OS
D
A
RV
trastorno disocial, impide comparar los hallazgos con estadísticas locales.
E
CH
E
R
DE
S
E
R
OS
Recomendaciones
Tomando los resultados obtenidos se proponen las siguientes
recomendaciones:
a) A la Dirección y equipo de orientadores del Liceo objeto de estudio, se
les recomienda introducir un programa aplicable a todos los adolescentes, en el
OS
D
A
RV
cual se incentive la sensibilidad social, el respeto por otros, el acatamiento de las
E
S
E
R
OS
normas sociales, enfatizando en los aspectos cognitivos y afectivos de la vida en
CH
E
R
DE
sociedad, especialmente para estimular la conciencia social, el control de impulsos
y la adaptación social.
b) Se recomienda la Dirección y equipo de orientadores también incluir a las
familias en la dinámica del trastorno disocial, realizando charlas informativas, a fin
de estimular la participación de la familia en la parte formativa del alumno, a fin de
configurar equipos de trabajo integrados para minimizar la prevalencia del
trastorno disocial.
c) Realizar estudios que permitan determinar la relación entre el trastorno
disocial y la ocurrencia de delitos en los adolescentes, dada la importancia de este
aspecto en la sociedad actual, por la incidencia en la participación de jóvenes en
actos que atentan contra las leyes y las personas.
d) Ejecutar otras investigaciones en distintas instituciones educativas,
públicas y privadas y comparar la prevalencia de acuerdo con el contexto
educativo, a los fines de ampliar las inferencias sobre los posibles efectos del
ambiente sobre la ocurrencia del trastorno.
CH
E
R
DE
S
E
R
OS
E
OS
D
A
RV
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