El decorado consiste en un palacio monumental con dos alas y un

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51| ANÓNIMO FRANCÉS (Siglo XVIII)
Decoración teatral para la ópera Jepthé
(Después de 1732)
Dib/15/85/48
Dibujo sobre papel amarillento verjurado grueso : pluma, pincel, tinta negra y aguadas grises sobre preparación a grafito ; línea de encuadre 491 x 715 mm, en h. de 512 x 735 mm
(medida máxima).
Barcia n.º 9333.
El decorado consiste en un palacio monumental con dos alas y un patio
central elevado al que se accede por una escalera. En primer plano figura
una galería con dos grandes arcos, coronada por una balaustrada y decorada con columnas de orden corintio que reposan sobre pedestales. El concepto del castillo recuerda al de Versalles pero los detalles no concuerdan.
La factura del dibujo y el concepto de este tipo de decoración no se inscriben en la tradición francesa, como creía Barcia, que clasificó este dibujo entre los anónimos de la escuela francesa del siglo XVIII. Se trata más bien de
un dibujo típico del planteamiento y del estilo de la familia Bibiena.
Dos ángeles situados entre los dos arcos portan una banderola con una
inscripción que indica el motivo de la decoración: la casa de Jefté, escenario de la historia de su hija. El tema está basado en el libro de Jefté, XI 34, que
forma parte del Libro de los Jueces del Antiguo Testamento. En 1732, Michel Pignolet de Montéclair (1667-1737) compuso, a petición de Victor
Amadeo de Saboya, príncipe de Carignan (1690-1741), la música de una
tragedia con este tema. Posteriormente, Montéclair dedicó a este príncipe
amante de la ópera sus Principes de Musique divisez en quatre parties (París,
1736). El libreto era obra de Simon-Joseph Pellegrin (1633-1745) y la primera representación de la ópera Jephté tuvo lugar en la Academia Real de
Música, en el Palais Royal de París el 4 de marzo de 1732. Se trata de la primera ópera francesa inspirada en un tema bíblico. Por esa razón el arzobispo de París, Charles Gaspard Guillaume de Vintimille du Luc (16551746), duque de Saint-Cloud, mandó interrumpir las representaciones: la
historia sagrada no debía equipararse a la mitología ni proporcionar temas
para divertimentos profanos. La ópera obtuvo, sin embargo, cierto éxito,
como atestiguan sus múltiples reestrenos, especialmente durante la década
de 1730 y hasta 1761. Su éxito indujo a un pintor como Giuseppe Bazzani
(1690-1769) a elegir un tema basado en la historia de Jefté para uno de sus
cuadros.
La decoración parece concebida por un artista italiano, aun cuando se
trata de un encargo realizado en Francia. Resulta tentador pensar que podría tratarse de Giovanni Niccolo Servandoni (1695-1766), primer pintor
decorador de la Academia Real de Música desde 1728. No se le menciona,
sin embargo, en los documentos referentes a la ópera de Jephté, por lo que
aún ignoramos la identidad del creador de este dibujo, que sin duda conocía perfectamente los decorados de Ferdinando Galli Bibiena (1656-1743)
de quien retoma la idea de una galería coronada por una balaustrada. El dibujante que realizó la parte arquitectónica respetó los espacios reservados
para las figuras, que fueron parcialmente terminadas por otra mano. Dominaba perfectamente la perspectiva y los detalles ornamentales, pero la
arquitectura es algo rígida y los detalles no siempre resultan convincentes,
por ejemplo en la indicación del volumen de las acanaladuras. No era infrecuente que los expertos en la elaboración de ornamentaciones y de arquitecturas no siempre fueran capaces de realizar figuras. En el dibujo, las actitudes y trajes de los actores muestran una excelente fluidez, y unas pocas
líneas bastan para plasmar su carácter. Tal división del trabajo era sobradamante conocida en el taller de la familia Bibiena, aunque no podamos dar
un nombre al especialista en las figuras. [PF]
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