Selección y notas Prólogo Colección A guitarra limpia Ediciones La Memoria Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau La Habana 2008 Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Ediciones La Memoria Director: Víctor Casaus Coordinadora: María Santucho Editora Jefa: Vivian Núñez Edición al cuidado de Xenia Reloba Corrección: Yoel Manuel L. Vázquez Diseño de cubierta: Katia Hernández Composición: Yoel Manuel L. Vázquez Digitalización de imágenes: Lino A. Barrios Impresión: Editorial Linotipia Bolívar y Cía. S. en C. Bogotá, D. C.-Colombia © Sobre la presente edición: Ediciones La Memoria Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 2008 ISBN: 978-959-7135-70-8 Ediciones La Memoria Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, La Habana, Cuba centropablo@cubarte.cult.cu www.centropablo.cult.cu Este libro es, en su conjunto, una fiesta de la memoria La frase, que me salva de ese momento inicial y terrible frente a la pantalla en blanco en la que deberá aparecer, párrafo a párrafo, este prólogo, surgió, casi textual, en uno de los cuadernos Me-moria que el Centro Pablo ha publicado para documentar, pre-servar y difundir la obra que las trovadoras y los trovadores de la Isla han construido alrededor de A guitarra limpia, el pequeño espacio físico de la Calle Muralla que celebra por estos días su décimo año de vida intensa y peleadora, como debe ser. Año tras año, desde la aparición de este espacio dedicado a todas las generaciones y tendencias de la nueva trova, los cua-dernos reunieron efectivamente la memoria de los sueños y las realizaciones que ocurrieron en ese patio. Por su sistematicidad y su dedicación merecen nuestro agradecimiento. Ahora, ade-más, han servido de punto de partida para este libro, memoria mayor de ese empeño conjunto en el que trovadoras y trovadores, junto a la gente del Centro Pablo y sus colaboradores y amigos, construyeron, con su sensibilidad y su talento, a guitarra limpia, ese espacio de todas y de todos. Este libro es, pues, heredero de ese sueño –y su continuador por otras vías: las de la letra impresa y la imagen fotográfica, las del resumen y el recuento, las de la información y el balance. Aquí podremos encontrar los trovadictos que en el mundo somos una antología mayor, viva y cambiante, de la nueva trova cubana: desde casi todas las figuras mayores de ese género hasta las voces jóvenes que han ido ganando en estos años –en estos diez años precisamente– el espacio que va mereciendo su talento y su la-boriosidad. La pequeña/gran historia que cuenta este libro es también la del nacimiento y desarrollo de una generación tro-vadoresca: al tesón y la energía generosa de María Santucho, que lleva con amor y dedicación las riendas de este espacio, ha-brá que agradecer siempre los resultados culturales –y humanos– de esta aventura en la que hemos compartido los riesgos y las maravillas. Las páginas que siguen son, por otra parte, una crónica de esta aventura vivida a guitarra limpia y a corazón abierto. Leyendo sus páginas, observando la memoria fotográfica que acompaña cada capítulo, percibiremos las señales que el tiempo nos envía: podremos completar aquel recuerdo de una canción de hace diez años o redibujar en el espacio el rostro de un trovador querido: para eso también fue hecho este libro. Esa crónica estaría incompleta si a los textos, letras de can-ciones, fichas biográficas, comentarios y notas de prensa no se les unieran las imágenes fotográficas que acompañaron, mes tras mes, sueño tras sueño, los conciertos de A guitarra limpia. Como este espacio ha sido espejo de la propuesta ética y comprometida del Centro Pablo, preferimos recordar en este punto el trabajo fiel y creador del fotorreportero Alain Gutiérrez, a quien debe la nueva trova también las imágenes sensibles y cómplices de sus exposiciones sobre ese tema que siente y vive como suyo, y que ahora, muy recientemente, está continuando en el patio de Mu-ralla y en otros ámbitos afines, con calidad y dedicación, un joven fotógrafo y comunicador, Kaloián Santos. La imagen fotográfica –junto a las grabaciones de sonido y de video– ha sido ciertamente uno de los soportes fundamentales para esa tarea incesante de preservar la memoria que el Centro Pablo convirtió, desde siempre, en objetivo esencial de su proyecto cultural. El diseño gráfico de Héctor Villaverde, por su parte, creó y mantuvo la imagen identitaria que ha caracterizado a A guitarra limpia desde su fundación: no es casual que esa identidad haya tomado la guitarra –y las manos de Silvio sobre ella– para construir el símbolo-icono de ese espacio cultural. La utilización de la imagen para dar rostro y pertenencia a los distintos momentos de este proyecto (publicaciones, materiales para web, filmaciones, spot televisivo) fue aplicada consecuen-temente también por los artistas que han laborado después, en distintos momentos, en esos terrenos, como Jehovagni Daniel Santana o Enrique Smith, y constituye hoy la base del traba-jo creativo de la actual diseñadora del Centro Pablo, Katia Hernández. De estos y otros aspectos da fe y testimonio este libro, en cuya elaboración participó, de manera acuciosa y comprometida, otra amiga cercana, la editora Xenia Reloba, quien navegó incansa-blemente por los pequeños océanos de información que A guitarra limpia ha generado en casi diez años de labor para organizar toda la documentación que este libro pone a disposición de estudiosos y trovadictos. Y para que esa información se encuentre al alcance de más personas interesadas, en cualquier claro u oscuro rincón del mundo, el libro será colocado en línea en la Red, a través de los sitios del Centro Pablo www.aguitarralimpia.cult.cu y www.cen-tropablo.cult.cu, para su descarga gratuita y solidaria. Fiel a su profesionalidad, la editora me ha pedido que no deje de mencionar en este prólogo los nombres de amigos y amigas que dieron su aporte significativo a este empeño editorial: a Joaquín Borges-Triana, Humberto Manduley, Ariel Díaz, Rita del Prado y Estrella Díaz, por sus contribuciones especiales pa-ra este libro; a Marihué Fong –que trabajó durante años en la producción de este espacio–; Jaime Canfux y Juan Demósthene –culpables de las excelentes grabaciones in situ–; Elizabet Rodríguez, Raúl Marchena, Diana Balboa, Rosy (la compañera de Augusto Blanca), Claudia Menéndez, Katia Hernández, Jesús García, Yamil Díaz, Alexis Castañeda Pérez de Alejo y Diana Furlani –desde la Argentina–, por la asistencia; y a la gente de la oficina habanera de la Sociedad General de Autores de España, por el apoyo en las consultas bibliográficas. Con una mención muy especial al aporte de Yoel Lugones (Tito), en la composición, los índices y las correcciones de este volumen. Ya puesto en el terreno de los agradecimientos, temo que aquella pantalla inicial en blanco que mencioné pudiera verse sucedida por decenas de ellas, ahora pobladas de textos y nombres in-terminables: así de fraternal, colectivo, solidario, imprescindible ha sido el apoyo a este espacio cultural. Medio en broma y mucho en serio hemos dicho algunas veces que el Centro Pablo es un centro pobre, pero honrado. Refiriéndonos también al Centro, pero especialmente al espacio de la nueva trova, también hemos con-fesado que estos han sido, sobre todo, hijos de la solidaridad. Por ello quiero comenzar este muy breve resumen de gratitudes mencionando a los hermanos boricuas –pertenecientes a distintos centros y organizaciones–, gracias a los cuales pudieron escu-charse por primera vez las canciones de la nueva trova cubana en el patio de Muralla. Instituciones internacionales como HIVOS o la UNESCO apoyaron en los momentos iniciales este sueño compartido. La gente querida de Trovacub, ese amplio portal de la música latinoamericana, han acompañado desde la solidaridad y la coincidencia de criterios, el camino incesante de A guitarra limpia. La persistencia y resistencia cultural de este espacio tiene capítulos que alguna vez habrá que desclasificar totalmente. Ya en los tiempos que corren, es preciso señalar el apoyo que ofrece el Instituto Cubano de la Música y su presidente, Abel Acosta, al proyecto A guitarra limpia, que permite sis-tematizar sus alcances, todavía modestos, y encaminar con mayor seguridad los esfuerzos de la gente del Centro Pablo empeñada en defender la maravilla de la guitarra limpia frente a los embates del mercado y la miopía de la ignorancia y la rutina burocráticas. Respaldando aquellos imprescindibles aportes puntuales ha estado siempre, desde el inicio, la participación activa y cons-ciente de trovadoras y trovadores, protagonistas principales de esta aventura que continúa. Para que así sea vienen a sumarse iniciativas como la creación del Fondo Ojalá, propuesto en estos días por Silvio para apoyar este sueño colectivo de sus hermanos de oficio, que es, como se sabe, su mismo sueño. Para terminar estas palabras que anteceden las páginas de esta memoria viva de A guitarra limpia, vuelven a saltar otras, escritas en un cuaderno anunciador cuando celebramos la mitad de los años que hoy nos llenan de alegría: Así nos sentimos nosotros también hoy, repasando el camino de estos años de amor y solidaridad, de canción y poesía que han construido, a guitarra limpia, estos artistas queridos. Por eso: aquí estamos y seguimos. VÍCTOR CASAUS Junio de 2008 I AÑO LAS HUELLAS DE LA PASIÓN «Me veo claramente en la primera noche con una guitarra, tan pálidamente como cuando fue la primera mujer.» (Me veo claramente, Silvio Rodríguez, 1970) SANTIAGO FELIÚ | FUTURO INMEDIATO Sábado 14 de noviembre de 1998 | Invitado: Elmer Ferrer Reunir a la Nueva Trova cubana es la mayor aspiración de esta serie de conciertos. A guitarra limpia quiere traer a este patio colonial las distintas voces que conforman esta activa expresión de la cultura musical cubana. Distintas en sus estilos y generaciones, pero unidas en la tradición y el ins-trumento. En enero de 1997, con un recital de 16 cantautores en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau inició su proyecto de trabajo con los trovadores cubanos. Ahora quiere llenar este sitio de La Habana Vieja con su música y contribuir a la promoción de sus jóvenes talentos. Santiago Feliú es quien estrena este espacio. Como Futuro inmediato tendremos esta tarde las canciones del zurdo tro-vador que desde principios de los ochenta viene propo-niéndonos la belleza y la intensidad de sus temas. El recorrido por la Vida nunca concluye del todo, y entre las Ansias del alba hallamos, en este instante, una canción que oxigena el tiempo y descubre de manera muy personal y duramente el si-tio de su música. Tal vez sea difícil poder apreciar la obra de Santiago en su conjunto. Las excelentes piezas de su dispersa discografía, insuficientemente reconocida y difundida, nos han llegado durante estos primeros veinte años de su carrera artística como relámpagos, como luces de una sola vez. Ojalá en la tarde de hoy las ansias con que ofrecemos este mínimo espectáculo –pequeño regalo exclusivo– nos permitan asomarnos desde este patio de La Habana Vieja al irreverente esplendor de su talento. ABEL CASAUS GENERACIÓN Sobre la esfera de tu vida el panorama puedes ver, sobre esta cuerda que pasamos sin correr, desactivados y perdidos como presas de un poder, dimensionalmente distintos por ahí. ¿Dónde estás? Yo recuerdo que a finales del 70 no me dirías lo que hoy. Tal vez pintamos el mundo de un nuevo color y sin querer nos dimos cuenta de que no. Ahora le pides a otras cosas y otras cosas quieres ver para vivir poniendo velas por doquier. Apocalíptico y ajeno, desconfiado y sin querer, atrincherándote a las puertas de la fe. ¿Dónde estás? Tampoco se trata de tirarse, abandonarse por ahí. Tal vez si vas más contigo te puedas valer de la verdad, de lo vivido: renacer. Sobre la esfera de tu vida el panorama puedes ver, sobre esta cuerda que pasamos sin correr. Desactivados y perdidos como presas de un poder, dimensionalmente distintos por ahí. ¿Dónde estás? Yo recuerdo que a finales del 70 no me dirías lo que hoy. Tal vez pintamos el mundo de un nuevo color y sin querer nos dimos cuenta de que no. SANTIAGO FELIÚ CASETE FUTURO INMEDIATO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Tema A guitarra limpia* Búscame (Sobrevolando un sueño) La ilusión Para Bárbara Sedante Sin título (tema de la revista Buenos Días de la TV) Instrumental Ansias del alba Balada Ayer, pasado mañana** Mickey y Mallory Rock and rollito de Fulanito y Menganito Futuro inmediato Tema A guitarra limpia* Letra y música: Santiago Feliú Guitarra y segunda voz: Elmer Ferrer *Arreglo e interpretación de Rey Guerra sobre el tema «Ele-gía Segunda» de Silvio Rodríguez, inspirado en el poema que Miguel Hernández dedicó a Pablo de la Torriente Brau. **Letra de Joaquín Sabina. RITA DEL PRADO, AXEL MILANÉS, DIEGO CANO Y FERNANDO BÉCQUER | CUATRO MANERAS DE MIRAR Miércoles 9 de diciembre de 1998 Bajo el título Cuatro maneras de mirar podrán descubrir óp-ticas, proyección escénica y hasta influencias que diferencian a estos creadores, unidos sin embargo en esas raíces, en esa historia de canciones que un día, vaya usted a saber cuándo y por qué, los hizo tomar una guitarra. Encontrarán la tierna y cálida suavidad de Rita del Prado, esa trovadora leve que junto a sus canciones para «los grandes», tiene un excelente trabajo con la música infantil. Luego de su primer disco en este difícil ruedo, Rita es una promesa cumplida que atrapa incluso a estos niños adultos que somos, de vez en cuando, todos nosotros. Esta trovadora ha parti-cipado en conciertos en todo el territorio nacional y en Gua-temala. Estará el lirismo, en música y versos, de un Axel Milanés que hace cada vez mayores sus pasos y empeños. Esperemos que siga madurando, como hasta ahora, cada uno de sus textos, cantos y acordes. La fuerza, la energía llegada desde los aires del rock y hasta del jazz, son las cartas de presentación de Diego Cano. Dueño de una voz que alcanza diversos registros de interpretación, este creador, miembro de la AHS [Asociación Hermanos Saíz], prefiere ofrecer una poesía que sabe también ser suave y amorosa, pero que va siempre al modo y al ritmo de estos tiem-pos. Diego ya se ha presentado en varios escenarios de nuestro país y en Guatemala. Y desde el carisma, la experimentación y la más evidente raíz cubana, aparecen las canciones de Fernando Bécquer. Lo mismo por el son, que por el blues, que por cualquier fusión de ritmos con una base casi siempre popular, este trovador ofrece un interesante trabajo que además explota en sus textos las expresiones más comunes del diario andar. Fernando, también de la AHS, acumula conciertos por toda Cuba y en Alemania. Dejemos pues que sean las voces y músicas de estos cuatro trovadores, desde sus maneras distintas de ver, las que digan, en lugar de una última palabra, el más continuo y ojalá dura-dero de los cantos. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ CASETE CUATRO MANERAS DE MIRAR 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia La conquista del cocuyo - Rita del Prado Por siempre cebollino - Rita del Prado Ojos malignos (Juan Pichardo) - Rita del Prado Ya que estamos vivos - Axel Milanés Preferencias - Axel Milanés Quién dice que ellos pueden - Axel Milanés Hoy - Axel Milanés Ojos de pradera - Diego Cano Mira este cielo - Diego Cano Cambiar el viento - Diego Cano Con tanto dolor - Diego Cano Me gustas tú - Fernando Bécquer Necesito que tú necesites - Fernando Bécquer Sin ti mi vida no sabe a na’ - Fernando Bécquer Juana - Fernando Bécquer Guantanamera (Joseíto Fernández-José Martí) MARÍA GISELA ROSADO Y EL GRUPO KÁBALA | CONCIERTO VIAJE POR LA POESÍA Jueves 17 de diciembre de 1998 Viaje por la poesía1 En diciembre de 1998 nuestro Centro organizó la jornada cultural Cuba y Puerto Rico son, que reunió a artistas de la imagen, músicos y creadores de ambas islas. Durante dos semanas la Sala Majadahonda y el patio de nuestro Centro recibieron a los hermanos boricuas convocados por el Cen-tro Cultural Ramón Aboy Miranda, de San Juan, cuya activa gestión encabezada por Efraín y Marisa Rosado fue reconocida con el Premio Pablo que otorga nuestra institución. Entre las diversas actividades realizadas, estuvo la tarde de fiesta en que María Gisela Rosado y el Grupo Kábala invitaron a todos los presentes a acompañarlos en su Viaje por la poesía. Para guardar y difundir aquella memoria de la música y de la palabra, el Centro Pablo produjo un casete de sonido, cuyo lanzamiento tuvo lugar a mediados de septiembre, dentro del evento organizado por Casa de las Américas sobre el Caribe continental y sus expresiones musicales, gracias a la amable invitación de nuestra amiga Vivian Martínez Tabares, direc-tora de esa área en la fraterna Casa. Aquí están las palabras de presentación de ese casete. Las alas del pájaro se unieron una vez más en este Viaje por la poesía, que no termina. El patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, espacio cultural de los trovadores cubanos dentro del pro-grama A guitarra limpia, fue territorio propicio para el concierto Viaje por la poesía, de la cantautora boricua María Gisela Rosado y el grupo Kábala. Llevados de la mano y de la voz de María Gisela recorrimos los horizontes indefinibles de la poesía y la canción y nos trasladamos a través de la his-toria americana: desde las evocaciones de un antiguo poema quechua hasta las certidumbres contemporáneas de poetas cercanos en el tiempo y en las esencias como Ernesto Cardenal, Roque Dalton o Julia de Burgos. Ese acercamiento, esa per-tenencia entre la poesía hablada y la poesía cantada han sido también parte de la cultura cubana. No nos extraña entonces que esta «travesía divertida, reflexiva y ecléctica musicalmente» nos venga de una isla hermana con la que compartimos el mismo mar y similares raíces culturales. Este concierto formó parte de una jornada mayor, titulada Cuba y Puerto Rico son y organizada junto al Centro Cultural Ramón Aboy Miranda de San Juan, que sirvió para estrechar lazos, debatir proble-máticas, conocernos mejor y prefigurar juntos nuestra cultura y nuestros sueños. VÍCTOR CASAUS CASETE VIAJE POR LA POESÍA 1. Palabras de presentación 2. Taki (poema quechua) 3. Negrillos (Sor Juana Inés de la Cruz) 4. ¿A dónde van las palabras? (Silvio Rodríguez) 5. Palabras (poema de Cecilia Roggero) 6. Alta hora de la noche (Roque Dalton) 7. A los niños de Haití (poema de José Emilio González) 8. Rompeolas (Julia de Burgos) 9. Epigrama de Ernesto Cardenal 10. Serenata de pasiones (María Gisela Rosado) 11. Epigrama de Ernesto Cardenal 12. Terrible mujer (María Gisela Rosado) 13. Consejos para el día de la boda (María Gisela Rosado) 14. Resistencia del pueblo (Otto Raúl González) 15. Epigrama de Ernesto Cardenal 16. Cielito (texto inspirado en los de Bartolomé Hidalgo) 17. La prisión (Silvio Rodríguez) - con los poemas «Re-cuerdos» y «Malas noticias en un pedazo de periódico», de Roque Dalton 18. Es una guerra (María Gisela Rosado) 19. Canto antillano (Andrés Castro Ríos) VICENTE FELIÚ | CINCUENTA SON, PERO NO DUELEN TANTO Sábado 19 de diciembre de 1998 | Invitados: Efraín Rosado, Aurora Hernández y Aurora de los Andes Feliú Creer en la guitarra limpia Esa ha sido, como sabemos, una de las constancias admirables de Vicente Feliú. No es extraño por ello que llegue ahora a este patio de Muralla donde recién nace este espacio de la nueva trova cubana para compartir con todos nosotros sus cancio-nes y sus verdades. Ambas conviven, como sabemos, en la caja de su guitarra y en otros sitios fundamentales. Ambas corren los mismos riesgos, arriesgan las mismas suertes, sortean semejantes peligros, hacen peligrar desde sus territorios de belleza las estructuras a veces persistentes de la banalidad y el mal gusto. Armado de ambas sustancias, Vicente ha proclamado como pocos su irreductible condición de trovador y ha puesto más de una vez la piel para validarla. La nueva trova cubana le agradece, sin dudas, a este creador intenso su tenacidad y su generoso aporte a la función social de esta forma de pensar, hacer y compartir la canción. Eso mismo piensan, estoy se-guro, muchos de los trovadores más jóvenes que han recibido muestras de ese magisterio no confesado pero presente en la vocación didáctica y solidaria de Vicente. Ahora llega a este patio, como decía, para dejar sus canciones –sus creencias– en la naciente historia de este espacio que propiciará la expresión, el debate y la difusión de la obra de todas las generaciones y tendencias de la nueva trova cubana. Llega diciendo que no duelen tanto esos cincuenta que pro-clama desde el título de la canción y del concierto. Y hay que creerle –en eso y en varias otras cosas– a este trovador de guitarra limpia y corazón abierto. VÍCTOR CASAUS2 CINCUENTA SON Cincuenta son, pero no duelen tanto. Duele la voz que se quedó en el llanto y se quebró. Duele sufrir los sueños que quedaron sin abrir esperando vivir. Cincuenta son las vidas que he vivido de cara al Sol, buscando un buen sentido, una razón. Cincuenta son las muertes que me habrán de arremeter si me quieren someter. Cincuenta para bien, cincuenta para mal, cincuenta para ti y para todo. Cincuenta son mis nombres, mis destinos, mis nombramientos, mis dudas, mis caminos, todo lo que he aprendido y cuanto falta para hacer de mi vida y canto una esperanza. Cincuenta son mis años al sendero morral al hombro, y a fe mi desespero. Cinco veces por diez mis mandamientos: hacer el bien y amar, tranquilo, sin aspavientos. Cincuenta son. Son tantos, y son nada para creerme asomado a una alborada, esa que vendrá un día en la memoria de este estiércol de tiempo hermoso de gloria y odio, con primavera, a violar las fronteras de mi corazón. VICENTE FELIÚ (Alamar, Zona 1, 23 de diciembre de 1996) CASETE Y CD CINCUENTA SON, PERO NO DUELEN TANTO3 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia Pablo Cincuenta son Aurora 2 En Madrid Piropos (con Aurora de los Andes y Aurora Hernández) La Felicidad Estherhomenaje Mujer Bayamesa (con Efraín Rosado-Letra de Sindo Garay) Créeme (con Aurora de los Andes) La cólera Coloquio en Che Mayor Prórroga de Luciérnaga Preguntas desde un 8 de marzo Donde habita el corazón (con Aurora de los Andes) Sueño del héroe A los que luchan GERARDO ALFONSO | GUITARRA, SIEMPRE GUITARRA Sábado 30 de enero de 1999 Obra plástica: Nelson Domínguez ¿Quién no conoce algunas de sus composiciones: la obsesiva clave de «Sábanas blancas», el lirismo de «Quisiera» y «Eres nada», el compromiso ético de «Son los sueños todavía», por citar solo unas cuantas? Reflexivas, lúdicas, introspectivas o arrebatadoras, las canciones que Gerardo ha legado en casi 20 años integran una especie de memoria afectiva, a la vez que funcionan como eficaz termómetro para una realidad que desborda al individuo, y abarca la ciudad, la nación, el planeta. Generacionalmente, Gerardo Alfonso pertenece a la pro-moción que integró el desaparecido Movimiento de la Nueva Trova en 1980. Su obra alcanzó temprano reconocimiento interpretada por Xiomara Laugart, Mezcla, Moncada y Ma-yohuacán, más que en su propia voz. La historia fue acomo-dando las cosas, y hoy sus canciones figuran en cualquier antología que se respete de la mejor música cubana. Marcado por un eclecticismo que lo lleva a componer dentro de códigos diversos, incursiona en la balada y el rock, el reggae y el guayasón, sin olvidar el aliento más trovadoresco. Sus textos hablan del desgarro de las separaciones (afectivas, geográficas), el tema racial, el amor a lo posible y lo que no lo es, las utopías necesarias, las expectativas de héroes anónimos en la más ardua de las batallas: la supervivencia diaria. Como fotografías de estos tiempos, van marcando logros y contra-dicciones, con esa claridad de lenguaje que es una de sus premisas. Emprendedor como pocos, a Gerardo hay que agradecerle algunas de las tardes más alucinantes que vivió La Habana en la mitad de los noventa. Su peña en el Café Cantante del Teatro Nacional hizo historia. Fue un sitio mágico donde todas las músicas eran posibles, desde la trova y la rumba hasta la electrónica acérrima. Tal capacidad para convocar también identifica su trabajo más reciente, como anfitrión del proyecto Almendares Vivo. Con una producción imparable, Gerardo Alfonso tiene to-davía un largo trecho por delante para decirnos sus verdades y fantasías. Este es un buen momento para lanzar un vistazo hacia atrás, agrupar canciones, reordenar la brújula, y seguir adelante. HUMBERTO MANDULEY4 ERES NADA Un silencio universal y la vida se paró, tú pasabas. El tiempo se recostó con la espalda en la pared descansaba. Así, plenamente llenaste el cielo, la lluvia humedecía tus cabellos que me ataban. Caminamos sobre el mar sobre hojas de cristal que saltaban. Nunca supe qué pasó, tu beso se oscureció en mi almohada. Y hoy, que los días parecen niños corriendo con las manos agarradas, tú no pasas. Y hoy, que la vida salta desnuda y grita su existencia encabritada, eres nada. GERARDO ALFONSO CASETE Y CD GUITARRA, SIEMPRE GUITARRA5 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Tema A guitarra limpia Volando hacia la luna Como si fuera un gato Claro de luna No fue el amor Coincidencias Los años de la luna Quisiera Eres nada Giovanna Paranoico Cuando pase todo Armonizar Habana llena de gente Cuenca Sábanas blancas Tetas africanas Son los sueños todavía (dedicada al Che) CARLOS VARELA | HABÁNAME Sábado 27 de febrero de 1999 Obra plástica: Alicia Leal Mirando un álbum de fotos / de la vieja capital / desde los tiempos remotos / de La Habana colonial, llegamos al cuarto concierto A guitarra limpia. Al centro, expuesto a la luz natural de su escenario, aparece el retrato de Carlos Varela. La demasiada luz de estas calles ha estado a punto de velar su imagen. Apremiada por la veloz cortina que solo un rayo de sombras perfora, la canción no existe. La ciudad, los personajes y la escena palidecen entre vencidas químicas y laboratorios obsoletos. Copias de copias que alguien decide colorear o sim-plemente mover. Ya no marchan los ochenta promisorios ni euforias de diez años atrás. La realidad es otra y la foto, a pesar de sus nuevos matices, sigue igual. Carlos ha vuelto sobre su guitarra para decir lo mismo. Aunque las cosas en derredor han cambiado, insiste en narrar ese camino que va de la ilusión al desamparo. Así ha ido la vida. Tal vez, lo mejor sea declarar lo mínimo posible: solo te puedo dar / algo para abrigarte / una canción / de mi alma. Sabe de sus cantares lo mismo que de su ausencia. Habana / si bastara una canción / para devolverte todo / lo que el tiempo te quitó. Ni gnomo, ni hijo de Guillermo Tell, ni profeta... uno más, alguien que viene a entonar – susurrar le iría mejor– memoria amarga de sí. ABEL CASAUS CICATRIZ Soy de los que nunca fueron a la guerra de los que nacieron con la cicatriz de esta ciudad y el asfalto en los pies y unas ganas de ver el mundo un día. Soy de los que se fugaban de la escuela para verse a ocultas con una mujer. No llores más, yo conozco un lugar que nos puede salvar, una canción que abrigue el alma. Los viejos me apuntan con la mano izquierda, dictan lo que debo hacer y lo que no. No llores más, yo conozco un lugar que nos puede salvar, una canción que abrigue el alma. Soy de los que nunca fueron a la guerra de los que se quedaron en la ciudad, yo soy uno más y solo te puedo dar algo para abrigarte, una canción del alma. CARLOS VARELA RITA DEL PRADO | MÁS QUE SOBREVIVIR Sábado 3 de abril de 1999 | Invitados: Heidi Igualada y Antonio López Sánchez Obra plástica: Zaida del Río Escuché por vez primera a Rita del Prado hace ya unos cuantos años, en la década de los ochenta. Si mal no recuerdo, fue en una presentación suya en el Café Cantante del Teatro Nacional, en unas tertulias que se dedicaban a la música de corte latinoamericano. De entonces a acá ha llovido mucho, y en ese tiempo esta creadora decidió que su verdadera vocación era hacer canciones que nos transmitieran un alto grado de espiritualidad a quienes las escuchásemos y con ello, la psi-cología (carrera de la cual se graduó) perdió a alguien que por su trato para cuantos la rodean, de seguro se comunicaría a la perfección con los pacientes. No obstante poseer dotes naturales para la profesión, ella prefirió apostar por hacer llegar sus ideas a la mayor cantidad de gente posible y así, también de algún modo, ayudar a curar nuestras neurosis pa-sajeras o permanentes. Si un rasgo representa a Rita pienso que sería su labo-riosidad. Por eso siempre está involucrada en nuevos pro-yectos. La del Prado sabe que por las características de la propuesta de su trabajo tiene que acompañarse de forma perenne por el espíritu de resistencia que tipifica a los corre-dores de fondo y no cejar en el empeño. Quizás muchos la asocien solo a la creación e interpretación de música para niños, en virtud de todo lo bueno que ha hecho en tal sentido. Empero, su quehacer no admite semejante reduccionismo, como lo prueba su copiosa obra para adultos. En el caso de Rita, quienes gustamos del decir trovadoresco nos encontramos con una autora en cuya cancionística pre-valece la propensión hacia el costado lírico al componer. Son historias íntimas y la intensidad de los textos nos hace vernos de uno u otro modo reflejados en ellos. A dicha peculiaridad en el plano letrístico, ha de adicionarse que desde el punto de vista interpretativo, desarrolla como trovadora un trabajo guitarrístico en el que se destaca el eficaz manejo de la armonía y una mano derecha que sabe arpegiar correctamente, con una pulsación muy segura de lo que está haciendo. Quien escuche detenidamente la obra de Rita puede llegar a la conclusión de que la principal motivación que trasluce a través de sus canciones es hacernos compartir sueños, dudas, verdades y, como ella misma asegura, «una serie de cosas esenciales para los seres humanos que a veces tenemos que dejar a un lado por andar sumergidos en esta locura cotidiana que es sobrevivir». JOAQUÍN BORGES-TRIANA6 DI QUE ESTÁS Dime que estás cuando regreso, si la multitud ignora cuánto me robó la paz. Di que estás y seré otra vez para mí. Di que hoy, aun así, te parezco feliz. Dime que soy como un remanso en tu despertar para aliviarte esta aridez brutal con mi amor. También di que te haré sonreír. Di que hoy será así más que sobrevivir. RITA DEL PRADO CASETE Y CD MÁS QUE SOBREVIVIR7 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. Tema A guitarra limpia Di que estás Despertar en tu próximo sueño Por calles espirituanas Porfía del amar Tradicional No. 2 (autora e intérprete Heidi Igualada) Solo pienso en ti (Guillermina Aramburu / María Tere-sa Vera) Soneto de los rigores (Sor Juana Inés de la Cruz / Rita del Prado) Por el muelle de la vieja Habana Canción de las pecas De la suerte poeta Aviso (poema de Antonio López Sánchez) Samba para alguien Prisa y abandono Romanza en deuda Mar de papel (poema de Antonio López Sánchez) Mar de aquel agosto Por siempre cebollino La conquista del cocuyo Un día fui canción ARIEL DÍAZ, HEIDI IGUALADA, IHOSVANY BERNAL, SAMUELL ÁGUILA Y GLENDA FERNÁNDEZ | CUERDA JOVEN Sábado 29 de mayo de 1999 | Invitado: Sergio Gómez Obra plástica: José Gigio Esterás Cuerda Joven en mi opinión es una de las primeras evidencias de que A guitarra limpia significa, sobre todas las cosas, «espacio abierto a la diversidad», y también que se propone defender a la trova cubana como una expresión viva, llena de posibilidades infinitas. Se trata esta vez del concierto compartido por los trovadores Heidi Igualada, Ariel Díaz, Ihosvany Bernal y Samuell Águila, la cantante Glenda Fernández y el poeta Sergio Gómez. Heidi Igualada llega con una «joven madurez» en el arte de trovar. Trae consigo, entre otras experiencias, el aprendizaje sui géneris que años atrás le ha proporcionado un período de fructífera cercanía profesional con Marta Valdés, una de nuestras compositoras más lúcidas y originales. Por otro lado, sus na-turales condiciones vocales, felizmente cultivadas en el rigor de varios años de estudios musicales, y su seguridad escénica, la convierten no solo en la intérprete por excelencia de sus propias canciones, sino también en una voz frecuentemente invitada a apoyar la obra de otros. Ya en el plano creativo, si se tratara de describir un sello que distinga a Heidi, diría que el mundo melódico-armónico y textual de sus creaciones trasmite una atmósfera de distensión y belleza, siempre al borde del azar y la esperanza, en consonancia con su bien colocada y afinada voz, su fraseo cuidadoso y sus melodías dibujadas con elegancia. En la obra de Ariel Díaz se hace clara la esencia de un creador identificado con la herencia trovadoresca que lo inspira, y también en ella aflora su paralela vocación por otras manifestaciones artísticas, como por ejemplo las artes visuales y la literatura universal. La pasión de Ariel por la cultura ge-neral, sus dotes de buen observador y su formación de dise-ñador gráfico se integran armónicamente al compositor que es, enriqueciendo generosamente el mensaje de sus canciones. Tal vez por ello las mismas suelen estar pobladas de paisajes, escenas, imágenes nítidas, alusiones al entorno inmediato, al anecdotario de su experiencia vital, y también de referencias literarias, geográficas e históricas, montadas sobre el soporte de géneros musicales diversos y eficaces, recreados con hábil ofi-cio y buen gusto tanto armónica, rítmica como melódicamente. Todos estos elementos concentrados y bien guardados en una especie de cascarita de mundo que atesora Ariel Díaz gracias a su privilegiada capacidad de síntesis y comunicación, hacen que la mayoría de los temas que ha creado dejen una huella intensa en nuestra memoria desde la primera vez que se los escuchamos cantar. En Ihosvany Bernal es recurrente la temática del cambio, la ilusión y acción de tomar las riendas de la vida para hacerla más justa y más auténtica, contenido ideológico que él trasmite a través de una proyección escénica mucho más persuasiva que desafiante. Sus textos suelen ser reflexivos y extensos, y también suele acompañar esta longitud textual en muchas de sus canciones con un desarrollo melódico-armónico audaz que evita los lugares comunes y las reiteraciones, consecuente con su tendencia a la transformación y al movimiento. Esos rasgos aparecen también en las canciones donde aborda el tema de la relación de pareja y, dicho sea de paso, ambas vertientes temáticas de creación no son excluyentes en la obra de Ihosvany, a la usanza de muchas canciones antológicas del repertorio de la Nueva Trova, donde la implicación del autor en la suerte del mundo y su compromiso social y humano, están explícitamente siendo parte de la relación amorosa. De cualquier manera, en los temas de Ihosvany y en su manera de entregarlos al público, con independencia de que el mensaje sea más íntimo o más abocado al mundo exterior, hay una innegable carga de ternura por todo lo amado, mezclada con esa especie de ansiedad por la necesidad de cambio, ante la certeza de saber que solo hay una vida para recorrer este enorme trozo de asteroide almado. La tríada formada por Samuell Águila, Glenda Fernández y Sergio Gómez, ya habitual en los encuentros trovadorescos, resulta una curiosa integración de colores vocales y actitudes escénicas diferentes. Las canciones de Samuell, caracterizadas tanto en las temáticas como en la interpretación por una in-quietud galopante que promete volverse perpetua, su energía rebelde y contagiosa, su guitarra impecable, decidida y arra-sadora y el color inconfundible de su voz grave, encuentran una grata contrapartida Del otro lado del sol en la voz y la presencia de Glenda Fernández, quien le aporta al dúo una buena dosis de calidez y sensualidad. A este contraste en el equilibrio expresivo y al empaste vocal, igualmente atractivo, del binomio Samuell-Glenda, se le añade en ocasiones un tercer matiz, que es el carisma de Sergio Gómez, el poeta invitado. Sergio acude con su proverbial juego de complicidad que propone al público, y este, por su parte, suele agradecerle su personal filosofía de la intimidad y su poder de sugerencia, mucho más allá de tantas frases bien dichas, tales como algo no está en su sitio. Siendo la juventud la más explícita carta de presentación de los implicados en Cuerda joven, todos esos nombres en este punto del camino son ya frecuentes, conocidos y cercanos en escenarios habaneros, peñas intermitentes, giras del Instituto de la Música, festivales organizados por la Asociación Hermanos Saíz en otras provincias, espacios informales de imprescindi-ble «descarga», sin olvidar aquellos sitios de reflexión como algunos espacios radiales de Radio Metropolitana y Radio Ciudad de La Habana, que en medio de los intrincados caminos hacia la difusión, han sido oportunos atajos, promotores de la llamada «canción pensante», o para decirlo según mi preferencia personal «canción de búsqueda», esa que por afinidad deman-da una parte importante del público joven de determinada sensibilidad y determinados referentes culturales. Debe añadirse además la participación de estos jóvenes artistas en eventos de alcance internacional, como el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en La Habana en el verano de 1997, las múltiples convocatorias de la Casa de las Américas, la temporada «canciones de la rosa y de la espina», y la experiencia de algunos de ellos en escenarios foráneos, propiciando el encuentro con un público perteneciente a la misma generación, mayormente universitario, habitante de otras latitudes también de habla hispana como Guatemala, Nicaragua y España. De manera que las canciones originales de Heidi, Ariel, Samuell e Ihosvany, con las que se ha trenzado el hilo conductor de Cuerda joven, los poemas de Sergio y las interpretaciones de Glenda, nos traen en música y palabras el pulso de la vida contemporánea, las preguntas que se hacen los jóvenes de esta época, la rabia, la espiritualidad, las inconformidades, las esperanzas, y, por supuesto, la visión del amor al estilo auténtico y diverso del convulso fin del siglo XX. RITA DEL PRADO8 CASETE CUERDA JOVEN 1. Tema A guitarra limpia 2. No estoy en casa - Ariel Díaz 3. Silencio de la mujer que pasa - Ariel Díaz 4. Alicia - Ariel Díaz 5. Acerca de lo hermoso - Ariel Díaz 6. La marina - Ariel Díaz 7. Danza - Heidi Igualada 8. Defender la luz - Heidi Igualada 9. De preguntas y palabras - Heidi Igualada 10. Tonada para cuando el amor me llega - Heidi Igualada 11. Quiero esta noche - Ihosvany Bernal 12. No busco una salida - Ihosvany Bernal 13. Canción en La Habana - Ihosvany Bernal 14. Dime trovador - Ihosvany Bernal 15. Se suele ver el sol / Parte de la nada (Poema de Sergio Gómez) - Samuell Águila (con Glenda Fernández) 16. Recordándote - Samuell Águila (con Glenda Fernández) 17. Cómo andará La Habana / La tristeza de La Habana (Poema de Sergio Gómez) Samuell Águila (con Glenda Fer-nández) AUGUSTO BLANCA | CASI FELIZ Sábado 26 de junio de 1999 | Invitados: Yanara Moreno, José A. Rodríguez y Pepe Ordás Obra plástica: Augusto Blanca Se abre el imaginario telón de este escenario y llega, Casi feliz, el trovador Augusto Blanca. Telón que nunca fue tan necesario como en este encuentro. Porque el juglar que hoy nos convoca también ha paseado su velamen raído y luminoso por la escena del teatro. Esta vez viene su viaje desde la memoria, desde el sitio distante y tranquilo de un pueblo que se ha quedado naciendo constantemente en cada una de las estrofas de sus cantos. Allí están para siempre vivos sus pobladores y recuerdos. Pasa y sigue adelante, como a través del tiempo, por los muchos Regalos, que como buenas estaciones ha ido dejando despiertos, en canciones dadas al viento y que, tristes o ale-gres, caminan junto a nosotros hechas bálsamo o cobija. Y, por supuesto, tiene bien presente el amor en las alas de su andar. Tanto en la ternura de ser, bajo la piel y la suerte de las tablas, ese piloto afortunado, descubridor en el desierto de quizás la última de las fantasías en un pequeño príncipe, o en la sincera entrega de soñar sin trampas, a toda costa, como en el cariño, disparado contra todas las mareas de los años, a esa mujer amante, siempre imaginada y real preparando el nuevo día. Vendrá Augusto Blanca a encontrarnos aquí, sin que haya miles de vidas de distancia entre sus cantares y nuestros latidos. Y con la certeza de aparecer, canción en ristre, casi feliz, pero sin remordimientos. Hágase pues, de muchas opor-tunidades este concierto, donde tal vez logremos que se cumpla su tercer deseo. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ CASI FELIZ (A los 54 años) Casi feliz, al borde casi o más allá de la mitad del mundo, casi capaz, llegamos casi o más acá de la marea plena. Con los zapatos llenos de sargazos, con tres pocos de sol en el bolsillo, con un sabor a sal y azúcar parda, con escaso equipaje y mucho canto, con la humedad del último aguacero, con el verde, el violeta, el amarillo. Con la prudencia del escarmentado, con la tranquilidad y el desatino, con los árboles, los libros y los hijos, con las cuentas saldadas para siempre, con las manos ausentes de limosnas, con la satisfacción y el descontento. Con un mucho de ron y de locuras, con amores perdidos y ganados, con caprichos y fugas y regresos, con la mujer amante y los amigos, con fragmentos de sueños realizados.. Con hermanos lejanos y presentes, con Martí, con Rirri, con Sor Juana, con Unicornios, con Yolandas, con Auroras, con Matamoros, con Vivaldis y Adalbertos, con Aconcaguas y Lomas de Campanas. Con el parque de G y sus gorriones, con la Calle Enramada y las canciones, con Santiagos, con Gerardos, con Varelas, con Urquijos, con Ramiros y con Chispas, con los mangos bizcochuelos y aceitunas, con mis mares, mis naufragios y mis lunas. Con la cachaza de abril del Pan de Azúcar, con el barcito de F y los aseres, con «lo Moreno», «lo Mestre», «lo García», con «el Choco», Ruysdael, la maravilla, con la fealdad, con las hieles y las mieles y el romerillo insistiendo entre los rieles. Ya de regreso al puerto de partida, con el velamen raído y luminoso, son tan hermosas mis profundas cicatrices y hay tanto amor sin estrenar por dentro que hoy me siento casi feliz, casi feliz, casi feliz, pero sin remordimientos. Casi feliz, casi capaz, casi infantil, anciano casi... Casi... AUGUSTO BLANCA (3 de junio 1999) CASETE Y CD CASI FELIZ9 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Tema A guitarra limpia De mi casa (con fragmentos de «Cuatro milpas») (1969) Poblina de la nueva glorieta (1987) Danza-Humo Dulces mordeduras (con Yanara Moreno) (1990) Regalo No. 1 (1972) Tema de la Ausencia (Obra «Romance de Arlequín y Corista») (1995) Canción a Rosy para cuando estoy de viaje (1977) Poblina del acontecimiento (La novia) (1974) Luciérnaga de todas las noches (1973) Momo (Fragmento - versión de la novela de Michael Ende, con Yanara Moreno) (1990) El primer deseo (1985) El segundo deseo (1985) El tercer deseo (1985) Casi feliz (Coda y orquestación de Emilio Vega y violín de Lázaro Dagoberto) (1999) Todos los temas, excepto Cuatro milpas, tienen música y texto de Augusto Blanca. FRANK DELGADO | INMIGRANTE A MEDIA JORNADA Sábado 24 de julio de 1999 | Participación especial: Santiago Feliú Obra plástica: Ernesto Rancaño Frank Delgado, trovador en edad difícil, ingeniero hidráulico de la canción, trotador de las tardes por Quinta Avenida, hijo varón de Pancho y Migdalia, ha cometido un costoso error: abrirse paso a guitarra limpia. Abandonar los planos, los tubos y otras piezas para apostar a tiempo completo, desde los años ochenta hasta hoy, por la canción inteligente. Y digo error, porque en su apuesta nos beneficia a todos, pero se marca con la impronta de las dificultades: cantar su tiempo como un Homero helénico a cambio de muy poco, sufrir las agonías del ser más cercano, convertirlas en propias, para eternizarlas a través de las cuerdas y la voz. Frank Delgado, a juicio del que escribe, es el trovador cubano más comprometido de los que en su generación asumen ese reto, arriesga hasta el delirio y en su canción, a veces directa, a veces sentida en los planos más íntimos, a veces con la propuesta del signo más épico, la banalidad, la superficie y el ejercicio fácil no ocupan espacio. «Con la adarga al brazo», «Espíritu y consumo», «Veterano» y tantas otras, son textos que hubiera querido escribir, y, además, pruebas de que la voz de una generación está latiendo y existe, a guitarra limpia. ALBERTO GUERRA NARANJO INMIGRANTE A MEDIA JORNADA Yo soy un inmigrante a media jornada, una memoria codificada en el archivo de la paternal. Yo soy algún cachorro de la camada, buscando en forma desesperada, pues otra teta donde ir a mamar. Y aunque no tenga derecho, a lo hecho pecho, me dejan siempre desecho los mensajes de y aunque se me caiga el techo doy por hecho, que este miércoles estrecho, me voy a echar a Yo soy el de la ley de reforma hablada, del teorema de la escapada sin la necesidad de Yo soy un inmigrante a media jornada, que en contubernio con la Embajada, soy Amistad. papá, volar. navegar. miembro de la Casa de Y aunque no me tenga en cuenta aquel que que no me compre herramientas, que no hay Y aunque seas virulenta, a veces rápida, otras demasiado lenta, igual me alienta, nada que arreglar. Y tú vendrás a mí, como palabra mágica que como una periodista sentada frente a una abre una puerta, agenda abierta. Y tú vendrás a mí, diciéndome que yo me ando chupando el dedo, que soy un nihilista sentado en una nube de pedos. FRANK DELGADO (Hurlinghan, Buenos Aires, enero de 1999) CASETE INMIGRANTE A MEDIA JORNADA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Tema A guitarra limpia La Trova Quinto centenario (Gallego) Orden del día María flaca Maletas de madera Son de la muerte Cadena Paladar Carnavales Veterano Utopías Konchalovsky hace rato que no monta en Lada Cuando se vaya la luz, mi negra Cuando te vi La otra orilla vas a tragar. DIEGO CANO | SEÑALES Sábado 25 de septiembre de 1999 Obra plástica: Artistas argentinas Silvana Blasbalg, Ana Erman y Mely Gómez, del Grupo Memoria Abierta. Las señales que Diego Cano ha dejado para que encontremos siempre su camino son claras y visibles. Dotado de una voz potente y melódica al mismo tiempo, este trovador habanero, del barrio de Cayo Hueso, sabe llevar en su canto la raíz vital que lo rodea por todas partes. Estamos en presencia de un fenómeno interesante de fusión, filosófica y musical, entre el rock y el pop con las formas más cubanas, típicas del entorno capitalino en que se desenvuelve, pasando por los aires sudamericanos en una envidiable armonía. Diego es autor de hermosas canciones, celoso con los textos y las formas musicales de cada género. Buen intérprete de la guitarra que varía entre la clásica, la eléctrica y la folk con idénticos resultados. También toca la armónica y alguna vez lo vimos sentado en un drum. Todas estas características hacen de él un artista versátil que puede darnos energía y ternura de un momento a otro sin percibir el cambio. No vacila en compartir canciones con sus colegas, hacer versiones de otros autores o acompañar con su guitarra. Sencillamente, es alguien que disfruta la música ante todo, cualidad inagotable que le agranda el espectro en todas di-recciones. Lo recuerdo en Ciudad de Guatemala frente a unas 5 000 personas y junto a sus amigos imponer energía a la multitud desde su canción más rocanrolera y luego, la misma noche, desprender sus boleros en un pequeño café-concert al estilo de los más experimentados noctámbulos habaneros. Muchas veces hemos imaginado (y deseado) a Diego al frente de una banda de músicos, desatando toda su capacidad vocal y escénica en un gran espectáculo visual y sonoro, pero hoy vendrá a guitarra limpia, como es menester en este patio de tantos buenos encuentros y no por eso será menos espectacular. Será su canto esta vez el que llene los vacíos o desborde el mar de los oyentes sin otra ambición que la de hacer arte, duradero o al menos conmovedor. Para venir a este concierto seguros del hallazgo bastaría con recordar un par de presentaciones anteriores del trovador: aquella de Nuevas voces de la rosa y de la espina en Casa de las Américas y otra, allí mismo, en la Che Guevara un tiempo después, con ciertos aires de magnífico bolero. Nos queda por seguirlo mucho más; lo merece. Su carrera ha sido sostenida y convincente. Bajo las yagrumas de este escenario, por entre los acordes y la melodía inconfundible de Diego Cano, estaremos esta única tarde acudiendo a su señal. Escuchen bien, es el sonido de las calles. ARIEL DÍAZ10 SEÑALES Cada paso y cada viento, cada señal en el firmamento, un recuerdo, un buen momento es todo lo que llevamos dentro. Buenas caras disfrazadas. Espinas en el alma muy afiladas que cortan, que trozan, que pinchan, destrozan. Ya tienes tu coartada. Pasa el tiempo, la vida te cambia en cualquier momento. Tristeza y nostalgias por los que se fueron y una pena inmensa por los que no vieron. Cada intento te abre y te cierra las puertas del alma, tu beso de niño, tu hada enamorada, el mar de tus sueños, la última mirada se irán. Cada paso en mi carrera, la vida al final es una carretera, caminas, te ponchan, te viran, te chocan, te gastan tus días de cualquier manera. Tanto odio y tanto tiempo. La gente al final no se pone de acuerdo te miden, te explotan, te cosen la boca. A pesar de todo no tendrán mi silencio. Pasa el tiempo, la vida te cambia en cualquier momento. Tristeza y nostalgias por los que se fueron y una pena inmensa por los que no vieron. Cada intento te abre y te cierra las puertas del alma. (El mar de tu amor, la última escapada se irán). DIEGO CANO CASETE SEÑALES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Tema A guitarra limpia Y llegas Escarcha en el tiempo Ojos de pradera Mira este cielo Señales Jaque al peón Maureen Tanto dolor Alas perdidas Cambiar el viento Extraña devoción Conciencia REY GUERRA | PIEZA SIN TÍTULO CONCIERTO POR EL PRIMER ANIVERSARIO Sábado 27 de noviembre de 1999 | Invitados: Ireno García y Manuel Argudín Obra plástica: Sandra Pérez Hernández Un año después del primer concierto A guitarra limpia en este patio, nos reunimos para recordar y festejar. Hemos invitado hoy a todos los trovadores que han pasado por este pequeño y cálido escenario –y a muchos que seguramente lo ocuparán próximamente. También hemos querido que nos acom-pañen en este primer aniversario las amigas y los amigos que han brindado colaboración, apoyo, ayuda espiritual o material a este proyecto que soñamos juntos. En el centro de esta fiesta tenemos hoy a un maestro de la guitarra, rey con corona de talento y de humildad, guerrero de la sensibilidad y de la creación. Sus manos son las que han interpretado, al comenzar cada concierto realizado en este patio, los acordes del tema musical de A guitarra limpia, to-mados de la canción «Pablo», que Silvio Rodríguez compuso a partir del extraordinario poema que Miguel Hernández dedicó a Pablo de la Torriente Brau [«Elegía segunda»]. Bienvenido el maestro Rey Guerra a este territorio de tro-vadores y poetas –que es el suyo. Hoy escucharemos el arreglo completo de esa canción que él estrenará en este primer aniversario de A guitarra limpia, dentro de su concierto que ha titulado, sabiamente, Pieza sin título, alusión y homenaje a una de las primeras obras que escribió el gran compositor e intérprete Leo Brouwer. Rey, generoso y amable, ha invitado a los trovadores Ireno García y Manuel Argudín para que participen en este concierto suyo. Mientras, detrás de las guitarras, embelleciendo el aire de este patio, aparecen los hermosos e inquietantes dibujos de Sandra Pérez Hernández, cuya exposición Variaciones sin tí-tulo ocupa las paredes de la Sala Majadahonda. Como se ve, no son imprescindibles los títulos para nombrar las cosas hermosas o terribles, diáfanas y necesarias de la vida. Y aquí está la guitarra limpia del maestro Rey Guerra para confirmarlo. VÍCTOR CASAUS Una vela para las guitarras11 El último sábado del mes de noviembre trajo fiesta para el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. El espacio de con-ciertos A guitarra limpia celebró su primer aniversario de trabajo y alegría. Y para encender con música esta primera vela para las guitarras, nada mejor que escuchar las cuerdas del maestro Rey Guerra, quien estuvo en concierto junto con los trovadores Ireno García y Manuel Argudín. Sobrado ángel tuvo además la tarde, pues a propósito de este aniversario se le entregó al maestro Leo Brouwer, para quien todo adjetivo es demasiado corto si se habla de su obra, el Premio Pablo. Esta distinción, que por una sola vez entrega nuestro Centro Cultural a aquellas personalidades de relevantes méritos en la cultura, toma forma en una bella pieza del artista Alfredo Sosabravo y fue acogida por Leo con visible emoción y modestia. Otra de las buenas noticias de la tarde fue el lanzamiento de dos casetes como nuevos frutos del trabajo de grabación y producción de los conciertos A guitarra limpia. El primero de ellos fue el perteneciente al joven trovador Diego Cano, luego de su concierto Señales del mes de septiembre; el otro, la Antología 1, un compendio de temas de cada uno de los tro-vadores que han estado A guitarra limpia en conciertos in-dividuales y colectivos. En esta producción aparece también la mano amistosa de Silvio Rodríguez, quien cedió a nuestro Centro su versión de la «Elegía Segunda», ese trabajo de musi-calización que realizara el trovador sobre los versos dedicados a Pablo por Miguel Hernández, y que por propio mérito enca-beza la selección. Entre los muchos duendes del hacer trovadoresco que ron-daron por esa tarde-noche de festejo estuvieron también Noel Nicola, Gerardo Alfonso, Jorge García, Rita del Prado, Heidi Igualada y los representantes de la más reciente hornada de creadores: Diego Cano, Samuell Águila, Glenda Fernández, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, el poeta Sergio Gómez y algunos otros. Del concierto bastaría decir que Rey Guerra estuvo, como es habitual, a la gran altura de su talento y que junto a Ireno y Argudín regaló más de un buen momento al público presente. Sus invitados también dieron rienda suelta a su valía y dejaron sentir el alma de sus buenas canciones. «Canción para recordar a María», «Sueño no más» y «Andar La Habana», por Ireno, y «Nana», «Soy» y «Todavía no estoy mal», por Argudín, son claros ejemplos de los quilates de esa gema musical que fue la pre-sentación de esos creadores. Por lo demás, como escribió Víctor Casaus, Director del Centro Pablo, en las palabras al catálogo de este primer aniversario, «aquí estamos y seguimos». Nos vemos en el próximo concierto y ¿por qué no? en el próximo aniversario. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ CASETE PIEZA SIN TÍTULO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Presentación por Víctor Casaus Elegía Segunda (Miguel Hernández/Silvio Rodríguez) Perla Marina (Sindo Garay) La rueda de la suerte (Manuel Argudín) Muchacha, no te enamores (Manuel Argudín) Por todo espacio (Silvio Rodríguez) Soy (Manuel Argudín) Homenaje a Risa (Ireno García) Drume negrita (Ernesto Grenet) Andar La Habana (Ireno García) Nana (Manuel Argudín) Sueño no más (Ireno García) Bárbara (Manuel Argudín) Fresa y Chocolate (José María Vitier) Canción para recordar a María (Ireno García) Todavía no estoy mal (Manuel Argudín) Todo (Ireno García) PEDRO LUIS FERRER | YO NO TANTO COMO ÉL Sábado 22 de enero de 2000 Obra plástica: Aisar Jalil Martínez La intención de crear y hacer desde la guitarra por lo visto es una constante en nuestro quehacer musical nacional. Cambian la época y el hombre, los conflictos y las soluciones sociales, la información y la sensibilidad humana, el talento... Ni si-quiera en una misma época – independientemente de los puntos coincidentes– hay dos trovadores idénticos; porque incluso un mismo creador no es igual en toda su trayectoria. Sindo [Garay], [Manuel] Corona, [Miguel] Matamoros, Silvio Ro-dríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, por razones incontables e inevitables, todos han sido trovadores distintos. Creo que solo por eso cabría hablar en verdad de diversas trovas: la trova de José Antonio Méndez, la de [César] Portillo, la de Santiaguito [Feliú], la de Mike Porcell, aunque a veces para simplificar o agrupar de acuerdo a determinados parámetros coincidentes, decimos la tradicional, la del filin, la nueva, la novísima, la novisísima; en pocas palabras, la de ayer y la de hoy, la de siempre. Por lo demás, en la actividad de los crea-dores no solo se reafirma la tradición de un pueblo, también se niega. Es cierto que los pueblos necesitan ser, en alguna medida, iguales a lo que han sido, pero a la vez también re-claman ser diferentes. Los trovadores cubanos han contri-buido con creces a este proceso de decantación, con obras que han aliviado la carga que supone el peso rígido de los dogmas éticos y estéticos de todos los tiempos. Esto es muy importante, porque no siempre parecemos tener conciencia de que la cubanía se hace día a día, y de que el factor decisivo para que ciertos y determinados valores sigan siendo tradicionales es el presente, más que el pasado. ¿Cómo podría titularse tra-dición algo que ha quedado fuera de nuestra necesidad de apropiación, algo que ya no es practicado o demandado por la sociedad? Hay muchas cosas que fueron cubanas en un momento dado, y seguirán siéndolo solo atendiendo a la his-toria. Pero únicamente en la medida en que los valores creados en el pasado continúan siendo necesarios en nuestra sensi-bilidad como pueblo (o elite), solo entonces merecen ser deno-minados tradicionales. Hay una concepción dictatorial que se ejerce en nombre de la nacionalidad, que pretende decirnos que Cuba ya fue realizada y que para ser cubano es obligatorio crear y comportarse dentro de los patrones que nacieron en el pasado desde otros hombres y otra inteligencia y sensibilidad; una concepción absurda y a veces de dudosa intencionalidad. La trova cubana ha contribuido enormemente a este proceso de concientización de la búsqueda de la libertad desde el co-mienzo mismo: sabido es que Sindo compuso muchas de sus canciones asimilando los elementos afines con su sensibili-dad traídos a la isla por la ópera italiana, y lo hizo sin pedir permiso y sin dejar de ser cubano, pero –sobre todo– siendo el trovador y el cubano que deseó ser. Y con ello nos legó la actitud correcta, esa aproximación a la libertad que en cada momento la trova ha ido reafirmando. Sirva este espacio A guitarra limpia para hacer valer una vez más lo que ya es un principio sagrado de nuestra Trova cubana. PEDRO LUIS FERRER MONTES (La Habana, 10 de enero del 2000) YO NO TANTO COMO ÉL Mi padre fue fidelista; yo, no tanto como él. Pero quien toque a mi padre tiene que darme también, tiene que darme también. Yo, no tanto como él. Yo, no tanto como él. Mi padre fue comunista; yo, no tanto como él. Quien le ponga un dedo encima va a conocer mi carey, va a conocer mi carey. Mi padre fue cederista; yo, no tanto como él. Pero quien toque a mi padre, tiene que darme también, tiene que darme también. Detesto la burocracia que convirtió la eficacia en un montón de desgracia. De vanas prohibiciones aumentaron los rencores y mataron mil amores. ¿Qué ha pasado con la vida, tanta gente arrepentida, arrepentida? Mi padre en aquel enero no me sacó del país: me vistió de pionero, y me enseñó a combatir, y me enseñó a combatir. Yo, no tanto como él. Yo, no tanto como él. No voy a pedir perdón por la vida mía: Yo soy lo que supe ser y ¡qué maravilla!, ¡qué maravilla! Mi padre fue fidelista; yo, no tanto como él. Pero quien toque a mi padre tiene que darme también, tiene que darme también. Yo, no tanto como él. Yo, tanto como él. Tienen que darme también. PEDRO LUIS FERRER IRENO GARCÍA | DIBUJAR CANCIONES CONCIERTO A LOS ENAMORADOS Lunes 14 de febrero de 2000 | Invitados: Rey Guerra, Marta Campos, Silvio Alejandro Rodríguez y Heidi Igualada Obra plástica: Niurka Iñurrieta Aunque parezca increíble, muchos aguaceros se han cernido sobre la capital desde los días en que un texto que hablaba de «palomas que vuelan sobre el mar», devino himno del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes [1978] en esta ca-lurosa ciudad de las columnas. Aquel tema aparecía firmado por el ya conocido Mike Porcell y un jovencísimo Ireno, que entraba de ese modo en el complejo y volátil mundo de la difusión. Menos chubascos distan, sin embargo, del evento donde su «Canción para recordar a María» cautivó en la voz de Silvio Rodríguez, a pesar de no alzarse con ningún premio (veleidades de los concursos). Casi se puede tocar con la mano el momento en que («sueño no más» mediante) comenzó a convidarnos a «andar La Habana» y nos regaló «un buen bole-ro». Lo cierto es que, sin apenas darnos cuenta, Ireno García pertenece ya al grupo de creadores cuya obra resulta inevitable para identificar los senderos de la canción cubana de fin de siglo. Alejado de escenarios y focos, Ireno es un trovador que recoge varios legados: el del lirismo y la intimidad, el de la poesía y la entrega comprometida con el acorde original y el primer verso. Incluso, muchas de sus canciones se han conocido a través de intérpretes como Xiomara Laugart, Viviana García y el grupo Arte Vivo. Todo sencillez, es de esos creadores que uno respeta desde lejos, y quiere a partir del primer abrazo. Auténtico, introvertido y laborioso, enarbola un sentido hu-manista que casi lo convierte en rara avis en medio de tanta confusión postmoderna. Por eso hay que agradecer que, junto a los sueños de sus pinceles y los de Niurka Iñurrieta, de-sembarque en la tarde con su equipaje de amores y nostalgias a guitarra limpia. Aquí están el juglar y sus cómplices, dispuestos a dibujar canciones, a imbricar lo real y lo imaginario en trazos con-cebidos desde la poesía, las cuerdas y la garganta. Desde ya, una jornada para ejercitar la memoria, y compartir con tanta grandeza y tanta humildad. HUMBERTO MANDULEY1 ANDAR LA HABANA Vamos a caminar, se está poniendo el sol y La Habana se muda a Malecón. Vamos solos tú y yo que, atravesando G, la luna nos espera en 23. Vamos a andar La Habana, amor, pegándonos al mar, bojeando Zanja que, una vez, fue China en un portal. Cruzar Galiano y descansar en el Parque Central. Tomar Obispo, sin dudar, hasta La Catedral. Vamos a andar La Habana, amor, pegándonos al mar. Apunta el día y la ciudad se quiere levantar. Ya sale el sol desde un balcón dorando una canción. Vamos a andar La Habana, amor, siempre buscando el mar. IRENO GARCÍA CASETE DIBUJAR CANCIONES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Tema A guitarra limpia A dónde iré a parar Canción de febrero Un buen bolero Temo al andar y al no andar (con Manuel Argudín) Canción para recordar a María Tema para un viejo violín (con Heidi Igualada) Habanera Nadie sabe de mi corazón (con Marta Campos) Boceto interior Homenaje a Risa (con Silvio Alejandro) Andar La Habana Con tanto (con Rey Guerra) Sueño no más (con Rey Guerra) La rueda de la suerte (con Rey Guerra) JORGE GARCÍA | HAY COSAS... Sábado 26 de febrero de 2000 Obra plástica: Eduardo Castro Hay cosas que caen solitas en su lugar apropiado. A veces lo que falta es el lugar. Creo que todos los que amamos la canción «pensante» (como le dice Silvio), la canción con alas, la que intenta el vuelo y sus riesgos, hemos ido encontrando en el ámbito casi mágico del patio interior del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau un lugar del cual apropiarnos, o sea, un lugar para expresarnos a plenitud. A la generosidad del Centro Pablo (como ya se le va conociendo vox populi) al crear el espacio para estos conciertos de pura trova A guitarra limpia, ya son muchos los troveros que van quedando agradecidos. Hoy le toca su tarde-noche a Jorge García: un trovador «de pura cepa», diría yo. Como hace muy poco tiempo escribí la nota de presentación a su disco más reciente (su tercero, Cambios, 1999), y mis opiniones sobre su trabajo, de entonces a acá, no han sufrido variaciones sensibles, prefiero ahora, pa-ra no emborronar cuartillas ni entrar en laberintos retóricos, autofusilarme o refreírme. Y me cito: Jorge nos va a cantar aquí ...un grupo de sus canciones con las que parece querer acompañarnos en nuestras reflexiones, recuerdos y verdades. Son verdades sencillas dichas desde canciones también sencillas (ojo, no confundir con simples). Las canciones de Jorge, en lenguaje extramusical, diríamos que son canciones redondas, lindas (aunque los profesores de estética no acepten este concepto como un valor fundamentalísimo), sin efectismos, ni en los textos, ni en las armonías y melodías. Hay aquí buena música. Y buena poesía en un lenguaje bastante directo, sin extremos, pero con un discurso sólido, con muchos chispazos de ingenio, que logra, ante todo, lo más ansiado por cuanto artista ha sido: comunicar. Escucharemos ...la expresión madura de un trovador, haciendo trova de la buena, sin alardes ni altisonancias: sin mucho adorno. Aquí su guitarra, acompañando la voz, es la dueña y señora de todo lo que suena... No hace falta más. Nada trastorna el tono ín-timo y austero, para andar, que Jorge nos advierte desde un principio. Tanto cuando nos pone a recordar, como Serrat, viejas películas, como cuando descarga una buena dosis de ironía sobre ciertas relaciones de pareja («Emancipación»), o dice de un amor no realizado («Guárdame el beso»), recreando viejas tradiciones de la música cubana. Lo que importa de veras es que Jorge es ...sobre todo, una persona, diciéndonos, cantándonos su vida y su manera de asomarse al mundo –crítica, pero esperanzadamente–, para compartirlas desprendidamente con todos los que lo escuchemos. ¡Oído atento y mente abierta! NOEL NICOLA HAY COSAS... Hay cosas que te cambian la vida para siempre: una muerte, una guerra, un vicio, una prisión, un pellizco en el alma, un dudoso te quiero, un tenerte que ir sin saber del regreso, el silencio y la miel, el abuso y el miedo. Hay cosas que te cambian la vida para siempre: un atraco mordaz a la hora del duende, que te violen la paz, que te quiten el puente, que te digan que no sabiendo que era cierto y te abran en dos de una caricia el pecho. Hay cosas que te cambian la vida para siempre: despertarte y no estar donde pariste el sueño, cercar la dignidad y vaciar los repuestos, fumarte el corazón y beberte el aliento, masticar sin sabor, variar el condimento. Hay cosas que te cambian la vida para siempre, y aunque duela el remedio hay que seguir viviendo. JORGE GARCÍA CASETE HAY COSAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Tema A guitarra limpia Nadie es perfecto Guárdame el beso Ella y yo (Oscar Hernández) Ojos malignos (Juan Pichardo) Sublime ilusión (Salvador Adams) Retorna (Sindo Garay) Cambalache (Enrique Santos Discepolo) Hay cosas Te soñé Marta Era un amuleto tan perfecto Que no pueda Los mendigos nuevos Respuesta a Serrat a propósito de los fantasmas del Roxy El original Los Salieris La última palabra LA IMPÚDICA ES LA GUITARRA MARTA CAMPOS, JORGE GARCÍA, HEIDI IGUALADA, RITA DEL PRADO, LÁZARA RIBADAVIA, SAMUELL ÁGUILA, FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY BERNAL, ARIEL DÍAZ, SILVIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ, Y LOS POETAS SERGIO GÓMEZ Y ANTONIO LÓPEZ Sábado 25 de marzo de 2000 | Invitados: Glenda Fernández y Ar-senio Díaz Obra plástica: Leonel López-Nussa La tercera ronda del calendario en este 2000 arribó llena de motivos. De una parte, tarde pero segura, está la celebración del día universal que regalamos a las mujeres. Por otra, hay dos importantes fechas que hoy nos toca recordar y celebrar: la fundación por José Martí del periódico Patria, hace ya más de cien años, y la creación de una de las emisoras radiales de nuestra capital. De ellas se desprende que estemos dedicando esta fiesta al Día de la Prensa Cubana y a los 25 años de Radio Metropolitana. A los tres motivos cabe dejar unas palabras, de esas para curar, como decía el Maestro. Para las mujeres, no se ha inventado aún adjetivo justo que las atrape, ni color que en-teramente las dibuje, ni poema capaz de sobrevolarles todas las almas y costas. A ellas vamos a regalar estos cantares, de los que tampoco son ajenas, sino parte, a la sombra (o bajo la luz) excitantemente impúdica de la guitarra. Para la Prensa cubana, no hay voz mejor que la de nuestro Apóstol. El nacimiento que hoy festejamos se hizo «para mantener la amistad entrañable que une, y debe unir, a las agrupaciones independientes entre sí, y a los hombres buenos y útiles de todas las procedencias que persisten en el sacrificio de la emancipación o se inicien en él (...) y para fomentar y proclamar la virtud donde quiera que se la encuentre». También gracias a nuestros amigos de Radio Metropolitana ha sido posible este refugio abierto para los soñadores que alzamos cada mes a guitarra limpia. Por eso se merecen que cada verso y acorde de esta tarde signifiquen la felicitación y el aplauso por estos años de laborioso viaje. Buen cumpleaños y que vengan muchos más. Para ellos es también esa joyita de Moisés Simons que hoy acude a nuestro catálogo. Las páginas de Patria nacieron desde Martí «para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad». Por esas mismas razones, y para todos, nace hoy este concierto. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ EL MANISERO Maní, manisero, maní, si te quieres por el pico divertir cómprate un cucuruchito de maní. Cuando la calle sola está, casera de mi corazón, el manisero entona su pregón y si la niña escucha su cantar llama desde su balcón. Dame de tu maní. Esta noche no voy a poder dormir sin comerme un cucurucho de maní. Qué calentico y rico está, ya no se puede pedir más. Ay, caserita, no me dejes ir porque después te vas a arrepentir y va a ser muy tarde ya. Maní, manisero se va… Caballero, no se vayan a dormir sin comprarme un cucurucho de maní. MOISÉS SIMONS CASETE LA IMPÚDICA ES LA GUITARRA 1. 2. Tema A guitarra limpia Marta - Jorge García (con Arsenio Díaz) 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. Trova de las flores - Ariel Díaz Desde mí - Ariel Díaz Historia a Petit - Silvio Alejandro Rodríguez Si te vas de La Habana - Silvio Alejandro Rodríguez Vamos a cambiarlo todo - Ihosvany Bernal Sobre la arena - Ihosvany Bernal Clase de Literatura - Antonio López Luna callada - Antonio López Antibiográfico - Sergio Gómez Algo no está en su sitio - Sergio Gómez Sin frases mayores - Rita del Prado Preludios a la entrega - Rita del Prado Leyenda - Heidi Igualada Va a llegar septiembre - Heidi Igualada Con poquita fe - Lázara Ribadavia Guaracha enamorada - Lázara Ribadavia (con Heidi y Rita) El espeldrum - Fernando Bécquer Ganas de ti - Fernando Bécquer Como el rocío - Samuell Águila Dame un beso - Samuell Águila (con Glenda Fernández) Divertimento para un beso - Marta Campos Soñé con mi abuela - Marta Campos HEIDI IGUALADA | VOLVER A NACER Sábado 29 de abril de 2000 | Invitados: Ariel Díaz y Alejandro Valdés Dedicado a David Sirgado Obra plástica: Sandra Pérez La Trova en Cuba ha tenido la fortuna, casi desde sus embriones, de que las mujeres no se hayan quedado a la saga de sus ho-mólogos del «sexo fuerte». Más de una buena voz femenina ha dejado su huella a lo largo de la historia trovadoresca cubana. Con el surgimiento de la Nueva Trova, a los nombres de María Teresa Vera, pasando por una Marta Valdés llena de filin y poesía, se unirían los de Sara González, Miriam Ramos y luego Marta Campos, Liuba María Hevia... En fin, que siempre hubo cuerdas y versos de mujer para adornar las canciones tro-vadorescas. Como para afirmar esta tradición, el espacio A guitarra limpia del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau recibe hoy a una de las más bellas voces de la trova más joven: Heidi Igualada. De poética suave, dulce y viva son sus cantares, Hei-di no se acompaña del violento andar de esta era moderna (¿o post?), ni de la metáfora hermética, llena de cerrojos. Su poesía es clara, encontrando las ternuras diarias que a veces, de tanto diario, ya no vemos. Su guitarra, discreta pero presente, lleva de la mano hasta su voz que nos hace volar y llena toda la escena. Y su canción –esa nube blanca, ese desafío que siempre termina en nido, para recordar sus propios versos– está hecha de simple ternura, de buen alimento para lo sensible. Es un lindo regalo para el alma, un muy breve volver a nacer, recibir a Heidi Igualada en concierto. Desde este patio siempre coronado de trinos y gorriones, propongo escucharla (y ahora otra vez uso su voz en verso) como si nos fuéramos descubriendo; como si desde cada canción, salvando todas nuestras lejanas historias, el amor nos llegara. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ VOLVER A NACER Como la suerte es cómplice del mar me respondí: no vuelve más, y fui llenando el aire de su olor, y recordé su boca, su estación y mi sombra. Como la suerte, dijo regresar, –quiero decir– si no hay verdad. ¿Quién pudo ver su historia en mi canción? ¿Quién pudo hallar su suerte donde el sol y la muerte? ¿Qué sabe el viento del sueño y de tu voz? ¿Qué sabe el mar y el amor de mi piel? ¿Qué sabe el mundo? Si no tengo otra opción que volver a nacer. HEIDI IGUALADA CASETE VOLVER A NACER 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. Tema A guitarra limpia Mi regreso Yo vine a encontrarme bajo el agua Tradicional No. 2 Danza Por sortilegio Soneto IV (poema de Eliseo Diego) Después de una furia (poema de Sergio Gómez) Mientras violo una copa en la sala (poema de Sergio Gómez) La fea más bella que he visto (poema de Sergio Gómez) Juegos de Dulce (poema de Sergio Gómez) Defender la luz Morendo nocturno (poema de Rubén Martínez Villena) La Marina (Ariel Díaz, autor, guitarra y voz prima) Como un temporal (Ariel Díaz) Desayuno (Ariel Díaz) Con la mirada más clara Leyenda Bolero Tema de noviembre Tonada para cuando el amor me llega Volver a nacer Pitusa y Eusebio (de Teresita Fernández, con Jorge García) DÚO POSTROVA | DESDE EL SON DE LA LOMA Sábado 27 de mayo de 2000 Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) Uno de los proyectos capitales en el devenir de lo que se conoce como Canción Cubana Contemporánea lo es sin la menor dis-cusión el dúo Postrova, integrado por Eduardo Sosa Laurencio y Ernesto Rodríguez Álvarez. Fundado el 24 de febrero de 1997, en Santiago de Cuba, el dueto marca una pauta en cuanto a un modo de hacer en el que la parodia, el pastiche y otras técnicas de apropiación desempeñan un papel fundamental. La biografía de Postrova comienza a tejerse durante el primer lustro de los noventa, cuando Eduardo y Ernesto eran estu-diantes universitarios y ambos participaban como solistas en los festivales de artistas aficionados, eventos organizados por la Federación Estudiantil Universitaria. Se cuenta que en dichos certámenes, ambos siempre resultaban contrincantes en busca de los máximos lauros. Aquella sana rivalidad terminó por hacerlos amigos y así se unían para descargar. Es fácil imaginar que en una de esas maravillosas noches de Santiago de Cuba, en las que el canto, la poesía y el ron se juntan en una de las mejores alquimias que se pueden dar, surgió la idea de crear el dueto. Sosa se encargaría de hacer la voz prima y de tocar la guitarra acompañante, mientras que Ernesto sería responsable del requinto y de la segunda voz. Con dicho formato, el proyecto daba continuidad a uno que tuviese Rodríguez con el también santiaguero William Vivanco y que llevase por nom-bre el de Wiler. En el caso de Postrova, el sabio empleo que el dueto hace de fragmentos de melodías conocidas, les ayuda a granjearse de forma rápida el favor del público. Ello no se queda en la mera actitud reproductiva, sino que para Eduardo y Ernesto el acto de apropiación y la actitud transgresora con la que se enfrentan a la creación musical conllevan en sí mismos un espíritu de re-creación y re-elaboración, donde lo lúdico de-sempeña un rol fundamental. Por dicho camino, una pieza como el tradicional «Son de la loma» se entronca con el blues. Tal procedimiento está em-parentado con lo hecho por un narrador como Severo Sarduy, cuando tomó prestado uno de sus títulos del texto de Ma-tamoros, para formular a propósito de la aludida melodía una meditación ontológica sobre la esencia de la cubanía. Igual-mente, lo realizado por Sosa y Rodríguez con el mencionado clásico de nuestra música popular, deviene símbolo de los sor-prendentes maridajes que constituyen la cultura cubana. Ese trabajo de hibridación entre disímiles discursos sonoros, en el que las fronteras de géneros y estilos se destopografían, da un resultado que gusta por igual a los músicos entrenados en decodificar propuestas de corte experimental, como a quienes no son avezados en los procedimientos de las vanguardias. No creo exagerar un ápice al afirmar que quien pretenda formular un estudio de las maneras por las que se ha de-cantado el decir trovadoresco cubano en este período de tran-sición entre dos siglos, por obligación tendrá que remitirse al trabajo de Eduardo y Ernesto, en el que de manera armoniosa y bien imbricados se percibe el legado de gente tan diferente desde el punto de vista de la proyección musical como Sindo Garay, Silvio Rodríguez o Luis Alberto Spinetta. Así pues, Postrova representa un suceso en la intensa y larga vida trovadoresca cubana y su legado ya está garantizado. JOAQUÍN BORGES-TRIANA2 SON DE LA LOMA Mamá, yo quiero saber de dónde son los cantantes, que los encuentro galantes y los quiero conocer, con sus trovas fascinantes que me las quiero aprender. ¿De dónde serán? ¿Serán de La Habana? ¿Serán de Santiago, tierra soberana? Son de la loma y cantan en llano. Mamá, ellos son de la loma. Mamá, ellos cantan en llano. Mamá, ellos son de la loma. Mamá, ellos cantan en llano. Son de la loma y cantan en llano. MIGUEL MATAMOROS FERNANDO BÉCQUER | CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS Sábado 24 de junio de 2000 Obra plástica: Ramón Haití Como un auténtico juglar viene Fernando Bécquer a derrochar cubanía a este escenario de A guitarra limpia. Dotado de un sentido del humor y una picaresca que rememora los días del trío Matamoros y de Los Compadres nos dará, como de costumbre, una lección de dominio de la escena, del arte sub-yacente de hacer su voluntad, cual director de esa orquesta diversa que suele ser el público. Cuestionado por los puristas del decir, querido por sus ami-gos, quienes sostenemos que da buena suerte estar a su lado, lo cierto es que la obra de este trovador ya viene desde hace rato cavando en la oreja popular de esta ciudad y buena parte del país. Canciones de aparente ligereza, que le permiten la inmediata comunicación y una sostenida conexión con el receptor –sencillas, transparentes y costumbristas– harán de este encuentro con Fernando un viaje por no pocas de nuestras frustraciones y alegrías. Viene de las calles, en las que tantas veces lo encontramos gastando sus zapatos y observando la vida como un pintor que luego la reproduce en el lienzo con sus sonidos y sus mi-serias humanas. Avanza entre solares de La Habana Vieja y barrios elites de Miramar, recordándonos que Cuba es una sola y dentro nos sentamos a la misma mesa los poetas y los albañiles. Es heredero del filin, el son y la trova toda. Según él, también de Michael Jackson y Alfredito Rodríguez. Un ajiaco bien condimentado de sabiduría popular y poesía de barrio. Escuchemos este canto que pudo haber soltado cualquiera de nosotros. Guitarra tocada, como reconoce, con poca des-treza, pero con unas ganas de enamorar el corazón de la mu-chacha que pasa, al estilo de los primeros trovadores bajo las ventanas de Bayamo o de Santiago de Cuba. Quienes solo lo han visto algunas veces interpretando temas como «Juana» o «La canción de Lulú» difícilmente creerían que el Fernan es el autor de temas como «Necesito» y «Hoy debemos sentirnos felices». Y es que su espectáculo es precisamente una sorpresa, desde su incomprensible repertorio de movimientos corporales hasta su contradictoria condición de abstemio impenitente, siempre pasando por su tabaco, que se me antoja más espiritual que vicioso. Con sus orishas y su filosofía tropical escuchemos al Bardo, con sus sentencias «de amor y de combate». Así es él, tal y como lo verán. No hay montaje, aunque sí mañas de buen hablador. No tiene nada que guardar porque todo lo da. Com-partir es la meta de su cantar guarachoso y reflexivo. Disfrutemos de esta tarde que tanta falta nos hace, escla-recedora de nuestro cotidiano despertar, y hagámoslo de la mejor manera posible: guiados por esta canción, cubana, por donde quiera que se le ataque o se le aplauda. ARIEL DÍAZ3 CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS Que fume tabaco y me ponga un saco no significa que soy un chulo. Que sea un poco sato y sensual como un gato no significa que ando desnudo. Que no tome vino, ni ron, ni cerveza; que tome refresco y haga cuatro muecas no significa, mami, que a mí me falta un tornillo, no significa, mami, que a mí me falta una tuerca. Es que soy un tipo como otro cualquiera, cubano por donde tú quieras, cha, cha, cha, un chovinista soñador. Es que soy una canción que anda de prisa, un público que se hizo artista, cha, cha, cha, y no me canso de vivir. Que tenga collares y crea en los altares no significa que soy un santo. Que sea un caminante, un fans de las calles, no significa que ando descalzo. Que no sea un cantante de talla tremenda, que toque guitarra con poca destreza no significa, mami, que te reviento el oído, no significa, mami, que no me duran las cuerdas. Es que soy un tipo como otro cualquiera, cubano por donde tú quieras, cha, cha, cha, un chovinista soñador. Es que soy una canción que anda de prisa, un público que se hizo artista, cha, cha, cha, y no me canso de vivir. Cambiando un poquito el tema: ¿por qué no duermes conmigo? Puedo cambiarte mi sueño por tu amor: ¿por qué no duermes conmigo? Y así te meto las manos. Es que soy un tipo como otro cualquiera, cubano por donde tú quieras, cha, cha, cha, un chovinista soñador. Es que soy una canción que anda deprisa, un público que se hizo artista, cha, cha, cha, y no me canso de vivir. FERNANDO BÉCQUER CASETE CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Tema A guitarra limpia Me gustas tú Romance con la muerte (texto de Sergio Gómez) Flaquita oriental Si la luna se pierde hoy Mi vida es una guaracha Soledad en apuros de vivir Por encima de todas las cosas Necesito 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. El otro velorio de Papá Montero (Joel Sánchez) La canción de Lulú Ganas de ti El espeldrum Nancy Sin ti mi vida no sabe a na´ Tema para el desparpajo y la cochambre (Negrona) Cubano por donde tú quieras Juana SARA GONZÁLEZ | GRACIAS POR LA MÚSICA Jueves 13 de julio de 2000 Concierto especial e inauguración de la exposición Gracias por la música, de Diana Balboa Flash Forward para Sara De pronto uno descubre que la palabra de esta mujer, que la melodía y la risa y el humor de esta mujer te vienen acom-pañando a lo largo de media vida. Qué maravilla. Lo mejor –para ella, para mí que ahora lo cuento: para todos, que lo hemos vivido– es que se ha tratado de un asunto natural –tan natural como la cultura y como la vida misma. Las canciones que han pasado por la voz de Sara nos en-tregaron, en cada momento, un latido necesario, una pregunta imprescindible, una verdad compartida. Ese es probablemente el mayor elogio que pueda recibir un artista: que su obra tran-site por los instantes de su tiempo, que forme parte, imper-ceptiblemente, de la vida de sus contemporáneos y que desde ese territorio auténtico e inviolable se prepare para alcanzar la trascendencia verdadera. Entre las imágenes de mi antología personal de la nueva trova –esa que cada uno construye con sus recuerdos, gustos y experiencias– está Sara, levantando a un auditorio, en Cuba u otro país, arriesgando su canción, sin música, apuntalada so-lamente (¿solamente?) por aquella voz dúctil e indomable de que hablaba, para recordarnos que «a los héroes se les recuerda sin llanto», «y que viven allí donde haya un hombre / presto a luchar, a continuar». He compartido, durante estos años de juventud interminable, como los llama un amigo, la manera en que Sara ha mul-tiplicado su talento y su pasión y los ha repartido gene-rosamente entre todos. También admiro que ese proceso creador intenso se haya producido, apasionadamente, dentro de una vida vivida igualmente con pasión, con diafanidad y con coraje, en esos territorios que, solo para entendernos, lla-mamos social y personal –y que son, hoy lo sabemos mejor que nunca, los rostros de una misma identidad. Sara querida, hermanita del alma, hace unos momentos te vi llegar, repartiendo la claridad de tus ojos, a este patio de La Habana Vieja donde se inaugura la exposición Gracias por la música de nuestra amiga Diana Balboa, y aquí probablemente, entre tantas imágenes y canciones, se están comenzando a escribir estas palabras de cariño y admiración que una noche futura de premio merecido te regalaremos entre todos los que creemos contigo, «con apuros y paciencia», que «hay un lugar donde se unen nuestras tibiezas con el sol, donde se siembra día a día la ternura» Estamos, Sara, contigo en ese/este lugar, que es nuestro, por suerte y para siempre. VÍCTOR CASAUS4 LA CULPA DEL GUISASO Tengo y bien, la culpa del guisaso que no choca con mi cubanía, al atraso nunca le doy paso porque busco, porque busco ir p´adelante, to´ los días. Qué levantada me dio un buen sueño vespertino por haber leído el libro que un amigo me prestó. Me guió a la comprensión propia del buen pensamiento y puso como elementos los de mi generación, narrándome como son bajo este sol, y este tiempo. Estaba todo tan claro, cada cual con su perfil, y poderlos describir, con sabor y con sustancia, dando fe, luz y esperanza al cubano porvenir. Pongo fichas en la mesa, doy la risa cadenciosa con la que el cubano goza casi siempre la pelea, dando tragos, dando guerra, sin estoico apurillo y jugando sin el brillo la partida de ajedrez Doy amor sin interés... y tomo ron con mamoncillo. SARA GONZÁLEZ MANUEL ARGUDÍN | TODAVÍA NO ESTOY MAL Sábado 28 de octubre de 2000 | Invitados: Rey Guerra, Heidi Igualada y Alejandro Valdés Obra plástica: Diana Balboa Presentar a un amigo es uno de esos momentos gratos que depara la existencia de espacios como este. En esta serie de conciertos A guitarra limpia aparece hoy la obra de un tro-vador completo, profundo y, sobre todo, tremendamente hu-mano a la hora de crear y de decir su obra. Recibir nuevamente en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a Manuel Argudín es el seguro pronóstico de la ocurrencia de más de una buena canción. No es la primera vez que llega este artista a nuestro patio. Ya dejó oír su poderosa voz y sus cantares como invitado del maestro Rey Guerra en el concierto donde celebramos el primer aniversario de este espacio. Y ahora, estando muy cercano el segundo año de este bregar a pura guitarra, tiene la suerte de devolver la invitación en su oportunidad de ofrecernos una mayor muestra de sus obras. De Argudín y de sus canciones hay varias razones que no quisiera dejar de apuntar. Tal vez sea por estar hechas con los pedazos más directos de sus vivencias; por la tremenda seguridad con que las defiende en escena; o por la sólida calidez y vida con que las trasmite, pero siempre queda una sensación feliz de haber aprovechado el aire, el tiempo, el vivir, en fin, cuando cae el último acorde de cualquiera de sus temas. Quizá el secreto se esconda en esa sincera y clara manera de ser que practica hacia el público y hacia los que le conocemos fuera del escenario. Dicho esto, que no agota todas las aguas y razones que habitan en sus sonoras criaturas, solo me queda desearle la mejor de las suertes a este creador, a las trovas que ya ha encontrado y a las otras que vendrán. Así que cedo la palabra a su canción y a su guitarra. ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ TODAVÍA NO ESTOY MAL Aunque se ha abierto un agujero en mi zapato todavía no estoy mal, no estoy descalzo. Y aunque me acusan de que estoy muy mal vestido no he llegado a lo peor, no tengo frío. Y aunque ahora están mis bolsillos desiertos y estoy casi muerto de ganas por ti, si daño me hizo mucho más me satisfizo el amor que recibí. Ahora la noche no asusta, es más, diría que me gusta compartir con las estrellas mi obsesión. Y deletreando los detalles que me brinda la locura de la calle voy pariendo una canción. Y suelo andarme cuidando muy poco de los ciclolocos del amanecer. Ni la cerveza, ni la cita con la mesa me resultan un placer. Se me hace fácil la existencia porque tengo la paciencia de esperar. Y en esas cosas del trabajo nunca me ando por debajo mientras pueda sostenerme vertical. No tengo listo el equipaje, pero si llega un pasaje inesperado no me voy a resistir. A fin de cuentas, siendo en el planeta Tierra, cualquier sitio servirá para morir. Sin el mañana me sumerjo en el hoy mismo, no me dejo perturbar por espejismos. Me pongo a salvo de los cantos de sirena y me gusta la maldad de tu alma buena. Yo que vivía mostrándole al mundo mi acento rotundo de falso Don Juan, estaba preso en el olvido y más dormido que una momia en un desván. Soy un cantor de las esquinas con la única bocina de mi voz y mi bandera es solo un trozo de madera que armoniza los apuntes de mi degeneración. No estoy al centro de la escena, pero tomo a mano llena lo que venga del misterio terrenal. Y mientras tanto voy confiando en que algún santo velará por mi salud espiritual. MANUEL ARGUDÍN CASETE TODAVÍA NO ESTOY MAL 1. Tema A guitarra limpia 2. El beso de la muerte 3. Te perdono (Noel Nicola) 4. Canción a La Habana (Heidi Igualada, interpretada por su autora) 5. Sin apoyar mi mano (con Julio Martínez y Heidi Igua-lada) 6. Vuelve ya 7. Tonada de la luna llena (Simón Díaz) 8. Salida a escena (con Alejandro Valdés) 9. Perla marina (Sindo Garay, interpretada a guitarra por Alejandro Valdés) 10. Más caballero que señor 11. Todavía no estoy mal (con Rey Guerra) 12. Un día después (Rey Guerra, interpretada por su autor) 13. Intimidad (Alejandro Valdés, interpretada por Rey Guerra y el autor) 14. Santa Clara (Rey Guerra, interpretada por su autor y Alejandro Valdés) 15. Soy 16. Me quedaré en España (Poema «Elegía segunda» de Miguel Hernández, musicalizado por Silvio Rodríguez) TERESITA FERNÁNDEZ | NO PUEDE HABER SOLEDAD Sábado 25 de noviembre de 2000 En el segundo aniversario del espacio A guitarra limpia Obra plástica: Jorge Duporté NO PUEDE HABER SOLEDAD Me has dicho que me quieres y estoy llorando. Pudiste, gota a gota, traerle la dicha a mi corazón. Me hiciste en el torrente beber de tu alma pura. No quiero que estés triste, si tu alegría la tengo yo. No puede haber soledad para ti mientras yo exista. No puede haber una tarde tan triste que hiera tu alma y te haga llorar. Yo quiero ser para ti una flor que perfume tu desencanto, ala del cisne más blanco que ha hecho volar tu corazón. Es que te debo la risa. Es que te quiero tanto. Pétalo suave de lirio que supo secar todo mi llanto, cómo estás triste si fue tu encanto quien puso brillo de amor en mi soledad. TERESITA FERNÁNDEZ CASETE Y CD NO PUEDE HABER SOLEDAD 1. Tema A guitarra limpia 2. No puede haber soledad (comienza con fragmento de «El señor está con ustedes», de Jesús Losada) 3. La jicotea (poema de Fina García Marruz) 4. Mi gatico Vinagrito 5. Con inmensa ansiedad 6. Tanto como te amé 7. Yuyú 8. Joaquinito, el osito azul 9. Poema dedicado a mi padre 10. Canción del río 11. Guerrillero de amor 12. Ritual para un amanecer (poema de Otto René Castillo) 13. Rani (con Jorge García) 14. Peppy 15. Ismaelillo (poema de José Martí) 16. Realidades de amor 17. Elefantico Tito 18. Se olvida de mí (poema de Magaly Sánchez) 19. Si te dicen que he muerto (poema de Roque Dalton) 20. Cuídame tú 21. Anticipo de cielo 22. En esta tarde gris (letra de José María Contursi y música de Mariano Mores) 23. Te regalo a cambio de tu amor 24. Lo feo (con Alexis Morejón) Síntesis de las palabras de Teresita Fernández durante el concierto del 25 de diciembre de 2000 por el segundo aniversario de A guitarra limpia, ocasión en que el Centro le ofreció un homenaje por su setenta cumpleaños. Estoy tan nerviosa como si fuera mi primer recital, porque esto está muy complicado para mí con tantas cosas. Pero como nunca sé qué es lo que me espera, y tengo oficio de torero, siempre espero que me tiren el toro para después menear el trapo, ¿no? Uno de mis primeros recitales se llamó «Teresita y Nosotros». Y uno de los «nosotros» que estaban empezando entonces era Víctor Casaus. Los otros eran Silvio Rodríguez, [Guillermo] Rodríguez Rivera, Félix Contreras y... bueno, muchos más. Vamos a repetir ese recital ahora cuando abran Bellas Artes. Yo dejé mi aula, la dejé no, me la quemaron en el Bajo de las Llanadas, para hacer de mi mundo una escuela mayor, porque por vocación lo único que soy realmente es maestra de escuela de primaria, de tercer grado. Y la guitarra no es nada más que un pretexto, y un medio auxiliar para que la gente se enajene conmigo, con la musiquita, y después... (emite un chiflido) decir un montón de cosas que en la escuela no se dicen, y que de-bieran decirse. …Mis memorias se llaman Yo soy una maestra que canta, porque todo esto de artista y trovadora y todas esas historias son nombres y cosas que le van poniendo a uno. Si me tienen que poner algún nombre yo me autodenomino «juglar». Porque los antiguos juglares eran pobres, y yo lo soy; nómadas, y lo soy; y libres, y lo soy. Y entonces, pues, esa es la clasificación artística mía. Mi mamá no quería que fuera trovadora; quería que fuera maestra de escuela y la complací. Lo que pasa es que la escuela era distinta, la que yo me busqué era otra. […] Bueno..., a ver si me acuerdo de las canciones que me han pedido. Esto es tremendo compromiso. Voy a quedar mal, y me voy a equivocar, porque como siempre me están pidiendo «El gatico Vinagrito», ya todas las otras canciones de amor se me olvidaron. Voy a hacer lo que pueda. Este homenaje, el del Ave Libre, el del Centro Pablo de la Torriente, el de todo lo que se ha mencionado aquí, se lo voy a dedicar a mi mamá y a mi papá. A mi papá por ser asturiano de cien años atrás, de aldea, con la nieve a la rodilla, con una abuela sembrando el lino para recogerlo, macerarlo, sacarlo entonces, llevarlo al telar y hacer ocho camisas. Entonces, les dije que les dedicaba el recital a mis padres. Porque ahora en diciembre, un 24 de diciembre, murió mi mamá, y con ocho años de diferencia, de distancia, murió mi pa-dre, el 25. Me iban a echar a perder las navidades, pero yo me dije, si se querían tanto, estuvieron 56 años casados, y se han puesto de acuerdo para pasar las navidades, sabe Dios dónde, quién soy yo para meterme en ese lío. Y desde entonces, pase lo que pase, estoy contenta. Quiero decir que le dedico también mi recital a Cintio y a Fina, muy especialmente, porque desde el principio hasta el fin han creído en mí. Y porque desde el principio hasta el fin, me han sostenido y me han ayudado, en todos los momentos, tanto materiales como espirituales. Y aunque ellos no lo sepan, cuando me he sentido muy mal o he estado en crisis, el recuerdo de ellos me ha sostenido, y me sostendrá siempre. Voy a empezar con la canción más linda de amor que tengo: «No puede haber soledad». (Aplausos). Se la quiero regalar con mucho cariño a Luis Toledo, que está sentado ahí, y me dijo una cosa muy hermosa un día: que a él le gustaba «No puede haber soledad», porque pensaba en Martí. Yo quiero regalarles el recital también a los camarógrafos, a los fotógrafos, a los sonidistas, y a todo el personal que ayuda en estos recitales, porque casi nunca nadie los menciona. Esta canción se la voy a dedicar a Silvio Rodríguez, aunque no esté aquí. Porque aunque Silvio no esté, siempre está. Silvio entraba en El Coctel, cuando yo estaba empezando también, y yo le cedía mi puesto. Y si ahora entra por ahí, se lo vuelvo a ceder otra vez. Siempre hemos tenido, no una amistad, lo que se llama comúnmente una amistad, pero siempre ha tenido conmigo actitudes preciosas. Cuando cumplí cincuenta años de edad Silvio fue a la Peña con otros trovadores. Y entonces, le pedí que me regalara una canción que me da muchísima envidia porque la debí haber hecho yo: «Rabo de nube». Esa canción me la cogió él a mí, porque la debí haber hecho yo, pero él se me adelantó. Le pedí entonces que cuando cumpliera setenta, me diera «Oh melancolía», que también me da mucha envidia, y hubiera querido hacerla yo. Y él me la regaló. Y me dijo: «Todas mis canciones son tuyas». Y como él me grabó, me cantó «La palangana». Una vez en un programa de televisión me preguntaron: ¿Y «La Palangana», de quién es, de Silvio o suya? Y yo dije, de Silvio. Todas las canciones de Silvio son mías y todas mis canciones son de Silvio. ¡A ver quién puede con eso! (Se ríe). Le quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, incluyendo a mis vecinos. Les agradezco también a los jóvenes, sobre todo a las jóvenes trovadoras y los trovadores, ese disco tan bonito que me hicieron. A todos, a todo el mundo, muchísimas gracias por haberme dejado llegar a los setenta años y cincuenta de trabajo. Nada más que les voy a decir una cosa: no soy ni tan mala como dicen los demás, ni tan buena como digo yo. (Aplausos). III AÑO MEMORABLE Y FELIZ «…solo podrás cantar conmigo, pues no sé hacer algo mejor.» (Yo te invito a caminar conmigo, Silvio Rodríguez, 1968) MARTA CAMPOS | COMO SOY Sábado 27 de enero de 2001 Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) Con este concierto de Marta Campos el espacio A guitarra limpia entra en su tercer año de poesía y de canción –quiero decir: de vida. Por este patio han pasado (y han quedado, de alguna manera: dejando sus voces en el aire, convocando al amor o a la tristeza, soñando o blasfemando: haciéndonos vi-vir) muchas de las voces mayores de la nueva trova y seguramente muchas de las futuras voces mayores de esta zona intensa y cambiante de la cultura cubana. Es una alegría entonces que este tercer año (por otra parte inicio de siglo y de milenio) empiece aquí, para nosotros, con la sonrisa abierta y la guitarra limpia de Marta Campos. Ella viene como es (ya lo advirtió en el título del concierto) a entregar sus canciones y las de otros autores, desde los clásicos de principios del siglo pasado hasta los guitarreros y las guitarreras de hoy mismo, con quienes comparte sueños y proyectos y escenarios y más sueños. Esta mujer que se alegra alegrando, que dentro de un rato iluminará este patio con sus canciones tiernas y afiladas, ha ganado su espacio dentro de la nueva trova cubana. Nuestro hermano Pablo Milanés, que sabe de estas y de otras cosas, nos lo ha dicho: «Con fina voz y fina guitarra, Marta Campos significa para mí un toque de buen gusto dentro del grupo de la trova femenina de los 80 en nuestro país». Marta es también, para mí, una imagen convincente y her-mosa de nuestra rica mixtura cultural: graduada de guitarra clásica a mediados de la década del 70, ha convencido a ese instrumento –que más que instrumento es compañía– para que transite y enriquezca los ritmos populares y sea tum-badora o bongó o simplemente música en las manos de esta mujer de «cubanía contagiosa y cómplice», como la ha llamado Sara González. Por estos caminos se abrirá, dentro de unos instantes, el tercer año de este espacio, cuando una voz cálida y rítmica, mestiza como todos nosotros, acompañe los ecos de un poema trovadoresco, un guaguancó, una guaracha o una rumba re-creados a guitarra limpia por Marta Campos. Mucha atención, mucho cuidado, mucho amor: dentro de unos momentos, en este patio, la canción cubana va a empezar a reír. VÍCTOR CASAUS SOBRE UN ESTILO ARGENTINO, UN CANTO DE AMOR Para cantarle al amor yo necesito una rosa que venga de allá y de aquí con su perfume de ahora. Cuando la luna se duerme y el mar, cuando la luna se duerme y el sol, sí. La rosa alza el color, viene con ella la vida. Para cantarle al amor yo necesito de ti. MARTA CAMPOS CASETE COMO SOY 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tema A guitarra limpia Rumba (poema de Nicolás Guillén) Sobre un estilo argentino, un canto de amor Soñé con mi abuela Mi habanera para ti Si yo fuera como tú (Carlos Manuel Delgado) Todo fue un intento Divertimento para un beso Ella y yo (Oscar Hernández) Cuando pasaste tú Sábanas blancas (Gerardo Alfonso) Canción de cuna para un niño libre Leyenda de Changó y Ochún (Pupi Sierra) Veinte años (María Teresa Vera) Si ella me faltara alguna vez (Pablo Milanés) Con amores SAMUELL ÁGUILA | ARANDO EL FIN Sábado 24 de febrero de 2001 Obra plástica: David Martínez Delgado Siguiendo las huellas de una guitarra duramente limpia se abre el patio del Centro Pablo de la Torriente Brau al impetuoso oficio del trovador Samuell Águila. Otras veces, en el camino por aquí ha pasado dejando a estas paredes el eco de su armonía irrepetible, el vertiginoso realismo de su discurso. A este cantor ya le hemos agradecido su trabajo con el poeta Sergio Gómez, el dueto me-morable con Glenda Fernández, sus recitales más recientes: Dense prisa y Habitando y, por supuesto, la encomiable labor junto a Claudia Expósito como gestor del espacio Puntal alto en este mismo Centro, donde nos hemos encontrado tantas veces. Pero Samuell es un hacedor de canciones cuya divisa más notable es ser el filtro constante de sí mismo. Artista que no dudará en reinterpretar temas de sus colegas de generación o incorporar a su canción el más alejado de sus sonidos, sin dejar de imponerse el rigor imprescindible. Tronará su voz, no podremos seguir sus dedos sobre la guitarra, trovador de pie sincero y futurista, inventándose la música que nadie inventó para él. De lo tradicional a lo por hacer, pasando en su largo viaje por el son, el blues y la rumba, la virtud de su instrumento versátil y su audaz literatura someten a la atención. Esta tarde hagamos un pacto entre las canciones poco inter-pretadas en su carrera, los estrenos y sus pequeños himnos, con la seguridad de que estamos asistiendo a la celebración del espíritu y a la derrota de la pereza. Que este concierto sea látigo implacable sobre la necesidad de promover este grito de la música cubana actual y que con-tribuya a la limpieza necesaria de la guitarra y su Hombre. ARIEL DÍAZ PEÑA ARANDO EL FIN Siento la vida aquí, sin tempestades cada estación, el don de ser mortales, siento que ya aprendí, creciendo dentro y aún faltan por andar abismos ciertos. Siento que voy arando el fin en cada paso el porvenir, la vida esconde muerte en sí nada es tan real. Siento que voy arando el fin en cada gesto el no llorar, el no reír, la muerte encierra vida en sí nada es tan real. Y siento que en cada intento nunca estoy solo porque saben arder tus ojos, donde más acuno cuando estoy hallando libertad. SAMUELL ÁGUILA CASETE ARANDO EL FIN 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Tema A guitarra limpia Sumario Arando el fin Como el rocío Vayamos Han cambiado las razones La esquina de Fonts (con Joyce Concepción) Madrugando El primer día Queriendo Como una mariposa Del otro lado del sol (con Ariel Díaz) Eva Fuiste Se suele ver (con Beatriz López) TRÍO ENSERIE | MAÑANA NO HABRÁ Sábado 24 de marzo de 2001 Obra plástica: Rafael Zarza Esta tarde nos haremos, por fin, el regalo de escuchar al trío Enserie entre los muros de A guitarra limpia. Durante dos años de conciertos en buena compañía, algunos hemos temido esta ausencia, tomando en cuenta que, en sus contadas presentaciones en la capital, Enserie ha calado una huella memorable en el público devoto de la nueva trova. A través de su prisma versátil, este trío sui géneris nos trans-porta, en sus actuaciones, a un mundo fantástico donde las historias abren los sentidos y hacen brotar retoños de la mente. Se agradece el protagónico de una guitarra que va pasando de mano en mano, descubriendo ante nosotros el milagro del tro-vador de tres cuerpos, acto de magia que solo consigue el pro-digio del trabajo en equipo. Enserie es una fábrica armónica y eficiente, una propuesta original y despierta que redimensiona los sonidos de la naturaleza delante de nuestro asombrado oído. Trova despiadada con los esquemas; canto sencillo, com-prometido con el entorno, sus alegrías y sus penas. Tres ha-cedores de una misma canción. ¿Y qué mejor lugar para el regreso de Enserie? ¿Dónde si no, que bajo las yagrumas del Centro Pablo, grano de arena crecido en playa que nos salva del naufragio? Una vez más abiertas las puertas, sueltas las amarras hacia y desde todos los rincones. La nación habla por sus ciudades, las ciudades hablan por sus cantores. Esta es la voz Santa y Clara de los Enserie, ellos son la prueba de que lo universal siempre tras-cenderá a la aldea. ARIEL DÍAZ PEÑA PEREGRINO AL VIENTO Yo, tal cazador de mi opinión, viviendo entre los bosques. Yo, un buscador de mi razón. Yo fui el leñador de mi verdad, un peregrino al viento. Yo, terco pastor de la bondad. Y yo tengo un andar, un sendero escrito, líneas en mi mano. Yo sé de las brujas que todo es posible, espejos y magos. A dónde me va a llevar el encuentro día a día con el sol. A dónde me va a llevar el instinto negación, de negación. A dónde me va a llevar la pregunta y el reloj. A dónde me va a llevar la mano mía, la lengua mía, la canción mía. Yo, príncipe en mi ventana azul que alguna estrella espera. Yo, enano en mi cuna invención. Yo, loco civil con mi por qué vestido de colmena. Yo, menos que el mar sabiéndome. Y yo tengo otro andar, un sendero escrito, líneas en mi mano. Yo sé de las brujas que todo es posible, espejos y magos. LEVIS ALIAGA LÁZARA RIBADAVIA | CANCIÓN DE TARDE Sábado 31 de marzo de 2001 Obra plástica: Zaida del Río Quienes andan persiguiendo las infinitas sutilezas que vuelven mágica a esta ciudad nuestra, han llegado al espacio preciso y también en la tarde oportuna. El Centro Pablo de la Torriente Brau propone un nuevo con-cierto A guitarra limpia, esta vez con la presencia deliciosa de Lázara Ribadavia. Escucharla me ha parecido siempre un acto de respeto a la vida y a la canción cubana más esencial. Será tal vez por la naturale-za mestiza de sus temas, donde convive la más conmovedora y luminosa ternura que heredó de la trova tradicional, junto con la nocturna sensualidad del filin, cuya huella la colma de orgullo. Pero hay algo irrepetible en Lázara Ribadavia, y es esa virtud de entregarnos cada frase de sus melodías para que hallemos cualquier sentimiento extraviado en el caos de nuestra prisa. Es como si su voz –cálido templo– trasmitiera una lúcida clave de la existencia. Creo que, en fin, esa es la verdadera savia de la trova con la cual, junto a otros creadores, alumbró a principios de la década del noventa La peña del azar, imprescindible rincón que hoy se vuelve pretexto para echar a rodar la nostalgia. Pero también pretextos encuentra la esperanza, como en-contramos aquí la suerte de fundar un planeta de trovadores, poetas y pintores en la calle de la Muralla. Una vez más, entonces, el entrañable patio del Centro Pablo ofrendará sus delicadas hojas a una guitarra limpia y muchos creerán que ha sido culpa del último viento de marzo. Pero, en verdad, hoy andan las hojas deslizándose por otra causa. Es que los árboles de nuestro patio se inclinan, dedicando su secreta reverencia a «esta mujer que canta y sueña». Mientras tanto, nosotros libaremos cada nube que quieran darse «la tarde y ella». RITA DEL PRADO CANCIÓN DE TARDE Esta tarde traviesa me está soltando los recuerdos del amor, con su cielo de triste se hace juego, caernos a verdades ella y yo. Esta tarde es un sueño, un bolero que duele sin razón, la alegría de un tiempo que vuelve, un milagro sin sol. Esta tarde se piensa que va a enredarme en su nostalgia de canción. Se está poniendo tierna y es un beso las nubes que nos damos ella y yo. LÁZARA RIBADAVIA CASETE CANCIÓN DE TARDE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. Tema A guitarra limpia Presentación de María Santucho Canción de tarde Jazmín herido Casi una leyenda Otro día con tu sombra Los bichos Amigo bueno Despedida Después de esta ciudad (con Rita del Prado) El mejor de los cuentos (con Heidi Igualada) Si no estás Por si regresas Sabor a mí (con Jorge Ribadavia. Autor: Álvaro Carrillo) Historia Sálvame Con poquita fe (con Ireno García) Quererte por dentro Una mujer que canta y sueña Yo no sabía de abril Sueños raros (con Samuell Águila) Canción de tarde POLITO IBÁÑEZ | AGUJEROS Sábado 28 de abril de 2001 Obra plástica: Gustavo Echevarría (Cuty) Ciudad trovadoresca desde principios de siglo, La Habana muestra orgullosa un historial marcado por lugares memo-rables o pintorescos: el Café Vista Alegre, la herrería de Sirique, la salita del Guiñol y el Hubert de Blanck, la Casa de las Américas, la del Joven Creador, el anfiteatro del Almendares, la Casona de Teatro Estudio, el Café Cantante, el Pico Blanco, La Madriguera, 13 y 8. Cantores de sucesivas generaciones, provenientes de todos los puntos del archipiélago, se reunían en esos y otros sitios para compartir voces y guitarras. Ahora el patio de la casona de Muralla 63 asume el relevo necesario, dando espacio para una canción cada vez más urgente y menos promovida. A este patio de trovas llega Polito Ibáñez con un puñado de canciones, retomando la complicidad de la guitarra. No hay dudas de que estarán los temas que todos quieren escuchar, como tampoco deben quedar dudas de que algunos se mar-charán de aquí sin haber escuchado, quizás, «su» preferido. Esto habla a favor del extenso repertorio que el trovador cuenta ya en su trayectoria. Desde que despuntó en los años 80, primero tímidamente y con una guitarra de puros remiendos, luego con diversos grupos acompañantes, Polito ha crecido hasta ser una de las voces más peculiares de la canción de autor. Sulfúrico y mor-daz, pero también apasionado, va haciendo camino al cantar, con el pulso del día a día, y la mirada puesta en lo humano y lo divino que nos rodea. Con el tiempo se ha desmarcado de tempranas influencias para conformar un discurso propio, tomando sin remilgos elementos del pop y el rock. Influencias que en nada atentan contra un arte que se sabe genuino y di-ferente. En los últimos años se ha rodeado de instrumentistas di-versos, y cada vez son menos sus presentaciones en solitario. De tal modo, es una suerte rescatar esa faceta de su proyección que lo asocia a sus primeros días en el devenir de trovar, y por supuesto, al concepto que el Centro Pablo de la Torriente le regala a la ciudad y sus visitantes y moradores de intra y extramuros. HUMBERTO MANDULEY1 Polito Ibáñez: las arcas del cielo2 Por Luis Alberto García (Palabras de presentación) Esta tarde se abrieron las arcas del cielo para que lloviera intensamente. Falta que nos hacía, para que el calor no nos ahogara y para que el agua alcance para todos. Hacen falta muchas lluvias... de muchas cosas; entre ellas, un diluvio de buenas canciones inteligentes, en este comienzo de siglo dominado de un extremo a otro del planeta por la cursilería y la banalidad, amparadas bajo el sacrosanto manto del «marketing». El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y su espacio A guitarra limpia retoman el dardo que una vez lanzaran Casa de las Américas y Te doy una canción, para que los cantautores cubanos de todas las edades y tendencias nos demuestren que no todo está perdido, que hay espacio y, mejor aún, consu-midores para un tipo de canción que muchas disqueras rehu-yen porque no pueden ponerle etiquetas, y la mayoría de nuestras emisoras no pasan por considerarla «inapropiada». ¿Que la censura no existe, mi amor? Hoy le toca su turno al Coloso de Rodas, así llamado porque fue alumbrado por Ernestina en ese pueblito de la antigua provincia de Las Villas. Luego, han tratado de apagarlo de muchas maneras y ha sido imposible, por suerte para nosotros. Graduado de actuación, devenido músico de los buenos, poseedor de una voz impresionante, textos trabajados cual orfebre y hermosas, muy hermosas melodías, sigue sorpren-diéndonos con su visión amorosamente amarga del mundo y la isla que habitamos. Nos hace pensar, y pensar mucho, pre-tendiendo que le creamos cuando nos dice que su último disco ha sido hecho «para no pensar». Primero se atrapa a un men-tiroso que a un cojo. Con ustedes, Polito Ibáñez. SOMOS NÚMEROS Hay quien persigue sus fantasmas en la irrealidad, hay quien le pone un lente al día para otro color. La gente viene al mundo al final de un placer, la gente viene al mundo buscando el poder. Por eso se disfrazan de robot, porque la gente no son más que números. Hay quienes al filo del día hacen trapos del cuerpo, otros con la moneda en el bolsillo no alcanzarán lo que sus ojos ven. La gente gira, gira, va contra el reloj. Hay quien se contamina disparando el yo. Por eso se disfrazan de robot, porque la gente no son más que números. La gente tiene instintos asesinos contra el poder, otros llevan leyes de pandillas en el corazón. La gente tira dardos a la suerte para ver qué cae. Y hay quienes sueñan esas fantasías que alguna fe les trae. Hay gente atrapadas en las pornomanías, los cómics de revistas, otros prefieren ir viviendo al día con cara de puristas. Hay gente que lleva la moda como un lord invernal y hay gente colgada a la moda contracultural. Por eso se disfrazan de robot, porque la gente no son más que números, porque la gente no son más que números. La gente no son más que números. Y es que solo somos números, y es que solo somos números. POLITO IBÁÑEZ GERARDO ALFONSO | CONCIERTO ESPECIAL CUBADISCO 2001 Jueves 17 de mayo de 2001 Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau se siente com-placido y honrado al participar en esta fiesta de la trova dentro del Cubadisco 2001. Con ello nos sumamos a esta celebración que se propone reconocer, difundir y homenajear esa vertiente fundamental de la música cubana. Vivimos en la Isla de la Trova, somos creyentes y practicantes de esa manera sensible y hermosa de ver el mundo, a partir de las cuerdas de una guitarra y de las proposiciones de una voz que nos llevan o nos traen al júbilo y a la tristeza, al amor y a los desamores, al disfrute y a la reflexión. Para nuestra alegría, en este patio del Centro Pablo se han reunido, en los dos últimos años, muchas de las figuras prin-cipales de la nueva trova cubana, esa que nació y tomó cuerpo y alma a finales de la década del 60 y que no ha cesado de crecer y de hacernos crecer con nuevos nombres, nuevas ten-dencias, nuevas respuestas y nuevas preguntas. Para dar continuidad a este espacio que pertenece a todos, y para mostrarlo dentro del amplio panorama del Cubadisco 2001, está aquí con nosotros el trovador Gerardo Alfonso, que va a regalarnos la poesía de sus canciones en este concierto que ahora comienza. Nos alegra que la obra de Gerardo –que ha abierto caminos de forma sostenida en los años recientes– se muestre hoy aquí, a guitarra limpia y en todo su esplendor, y que represente las maravillas y los sueños de este espacio de los trovadores y las trovadoras de la Isla. Sus imágenes estarán acompañadas aquí por otras: las fotos de Pedro Abascal y Gonzalo Vidal, moviéndose alrededor de la guitarra, nos entregan, en la Sala Majadahonda, un testimonio plástico y sugerente de este espacio cultural en el que trovadores, pintores y poetas han reunido sus visiones y sus sueños. Entremos entonces –otra vez y siempre– a esta fiesta que nos pertenece. VÍCTOR CASAUS CD NO ME MIRES TAN EXTRAÑO 1. 2. 3. 4. 5. Tema A guitarra limpia La balada de John Suave, suave El ilustrado caballero de París Yo solo quiero amor 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. No me mires tan extraño Inusitada como la flor de un desierto Dentro de mí Déjala volar Por más que quema Las cosas que yo te cuento Sábanas blancas Quisiera Dicen que ARIEL DÍAZ | ESTOY EN CASA Sábado 23 de junio de 2001 Obra plástica: Eduardo Moltó A guitarra limpia continúa con este concierto de Ariel Díaz una vocación sostenida y hermosa: la de convocar en este patio del Centro Pablo a los trovadores y las trovadoras más jóvenes y ofrecerles los modestos pero cálidos recursos (y métodos) con que contamos para que su voz, su canción, su poesía se realicen y se multipliquen. Dos años y medio después de iniciado –con sus casi treinta conciertos, sus más de veinte casetes producidos, su reciente, abarcadora multimedia– A guitarra limpia nos hace comprender que la labor más útil y bella que hemos realizado en este Centro ha sido la de crear espacios culturales, con la ayu-da de los propios creadores que se han reconocido y proyectado en ellos y de instituciones y amigos que han ofrecido su con-fianza y su apoyo. Por eso resulta significativo que la palabra y la música de Ariel aparezcan acompañadas aquí por imágenes de arte digital –las inquietantes imágenes de Eduardo Moltó– y que juntas realicen en este sitio la maravilla de la creación y sus libertades. Ariel ha confesado, en canciones y textos y ahora en el título de este concierto, la pertenencia que siente hacia este espa-cio cultural y hacia las maneras de realizarlo. A nosotros, que hemos apostado aquí a la poesía y a la ética, a la imagi-nación y a la belleza, nos alegra que las canciones de Ariel continúen enriqueciendo, desde su concierto personal, la me-moria de A guitarra limpia. Porque en este trovador joven se unen, para su felicidad y la nuestra, la poesía y la reflexión, la sensibilidad y los compromisos de su generación con los tiempos que les ha tocado vivir. Quizás la mejor manera de hacer justicia a la expresión tro-vadoresca de Ariel Díaz sea decir y subrayar que su canción es sensible e inteligente y que esas dos características colocan a este creador en la vanguardia de las voces de su generación. Ariel escribe textos para armar las canciones que nos regala, pero esos textos podrían existir –existen– como poesía y re-sisten airosos el reto de la lectura solitaria y convocan al dis-frute desde la aparente indefensión de la página impresa. Participante de muchos conciertos colectivos –como el me-morable Cuerda joven–, Ariel viene y se enfrenta hoy aquí al reto y la maravilla de este concierto en solitario, como ahora se dice. Pero es mentira. No hay trovador completamente so-litario si está acompañado de la guitarra y sus adivinaciones. Y mucho menos si siente –y sentimos con él– que la canción y la poesía que une con la magia de su talento está en su casa. Así lo recibimos, así queremos ser partícipes de su poesía y de su inteligencia. Así sea y así es. VÍCTOR CASAUS NO ESTOY EN CASA Esta tarde me encierro, me perdono los males, retiro los anuncios, me callo los finales. Hoy descarto a los niños, quemo todas las naves, suspendo los avisos y postergo los viajes. Esta tarde soy libre para volar adentro donde soy más creíble, donde no estoy violento. Hoy no quiero una mano, no vengan a buscarme, no me ofrezcan el alma, hoy no estoy para nadie porque esta tarde es del aire y del tiempo que sabe de ti. Esta tarde estoy solo, me declaro en cuaresma. Hoy de todo me escondo. Hoy no abriré la puerta. Me niego a los abrazos, libero al enemigo. Hoy reclamo un pedazo para llorar conmigo. Esta tarde me aparto de las viejas canciones, del hambre y del espanto, de las revoluciones. Hoy no soy de la historia, no pertenezco al mundo. Hoy perdí la memoria. Hoy también me derrumbo. No conté la riqueza, me quité la bandera de adorno, la cabeza y las venas abiertas. Porque esta tarde es del aire y del sueño que parte hacia ti. ARIEL DÍAZ CASETE ESTOY EN CASA 1. 2. 3. Tema A guitarra limpia Voto de otoño Canto de esta mañana 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. No estoy en casa Dibujo de una casa Como un país que me falta Canción para que no crezcas Marielena (Silvio Alejandro) Silencio de la mujer que pasa Postura (o divertimento en el fin de la historia) Canción pequeña Trova de las flores Las cosas que se mueren (a Dulce María Loynaz) Por el camino (con Martín Rago) Memorias del mundo siguiente Trilogía inconforme II La Marina (con Heidi Igualada) Desayuno ALBERTO FAYA | ENTRE AMIGOS Sábado 28 de julio de 2001 Obra plástica: Nelson Domínguez Alberto Faya es un apasionado. Podrían enumerarse otras tantas virtudes al repasar su obra, ¡pero la pasión anima con tal fuerza sus actos! Quizás, sostener esa cualidad que algunos emparientan con el ardor juvenil, alimente su naturaleza de niño adulto, capaz de asombrarse todavía al descubrir el boato musical que le rodea. Es un investigador dotado de gran imaginación. Dos ingre-dientes necesarios para atesorar la historia de la música en nuestro continente, de extensa riqueza y tantas veces desdibujada por el ninguneo pretendido desde las transnacionales disqueras y los medios masivos de difusión. Sin embargo, gracias a la persistencia de sus cultores, incluido el propio Faya, las sono-ridades de Latinoamérica no solo sobrevivieron, sino también se distinguen por transformar cuanto ha recalado en sus fron-teras. Así se mantienen, como las describiera José Martí, «per-petuamente palpitando en el espacio». Semejante predilección por las sonoridades latinoamerica-nas imponen, sin dudas, un sello singular a las creaciones de este cubano, cuya devoción musical probó durante años en la Casa de las Américas. Allí, y vale recordarlo, renunció de cierta forma a su propia obra para encomendarse a una partitura por escribirse: organizar y estructurar el pensamiento crítico, las investigaciones, grabaciones y búsquedas que en ese terreno ofrecía y ofrece el continente. Faya es también un promotor cultural, tal vez como quisié-ramos que lo fuesen quienes a veces utilizan ese «santo» sin ejercerlo cabalmente. Desde la radio, las revistas y los periódicos, la televisión... ha probado sus dotes de comunicador para transmitir la inobjetable sabiduría musical que posee. Sin afeites ni presunciones, con un lenguaje ajeno a posturas doctorales, él ha sabido contagiar a muchos con su pasión. Y por si fuera poco, sus libros eternizan esa acumulación cogni-tiva para el bien común, no solo los publicados, pensemos en aquellos por publicar que suele anunciarnos como ese montón de sanas locuras que le rondan habitualmente. Hace poco regresó al escenario con un nuevo formato grupal y en una suerte de concilio familiar: ¿qué podía esperarse de su hijo y de la familia fundada por él? Entonces, démosle la bienvenida en este hermoso espacio del Centro Pablo, al mismo y renovado Al-berto Faya que otrora nos conquistó desde el grupo Moncada. Escuchemos su música de la pasión y el conocimiento. Pero, sobre todo, con la garantía de saberla engendrada en un alma sensible. Y ya sabemos que el americanismo en música, como bien nos hacía notar Alejo Carpentier, «es cuestión de sensibilidad». MAGDA RESIK AGUIRRE ENTRE AMIGOS Tal parece que el amor no permite los olvidos, por eso ayer se torna hoy como en un juego de luz. Siempre es así, cada vuelta trae consigo lo que fue, alentando otra ilusión que te hace andar y cantar y vivir. Todo es así. La llegada se nos pierde en otra que comenzará. Vendrá otra más, alguna vuelta más, y es que es mejor así. ALBERTO FAYA / MARÍA CÓRDOBA CASETE ENTRE AMIGOS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Tema A guitarra limpia Presentación de Víctor Casaus La flor de la canela (Chabuca Granda) Perla marina (Sindo Garay) Mayi a gaye (Folclor haitiano) Blanço Zona sul (Tito Madi) Son de Pedro Entre amigos (Alberto Faya y María Córdoba) Boricua en la luna (Roy Brown) Sondeando Malagueña (Folclor venezolano y Alberto Faya) Ana (Levi, Cuba) Eu sei que vou te amar (Vinicius de Morâes y Tom Jobim) Blackbird (John Lennon y Paul McCartney) Blues del apagón (Frank Delgado) Tonadas (Folclor venezolano) Yo vengo a ofrecer mi corazón (Fito Páez) Seis puertorriqueño (con Claroscuro, Puerto Rico) ENRIQUITO NÚÑEZ | REENCUENTRO. CANCIONES DEL SIGLO PASADO Domingo 14 de octubre de 2001 Obra plástica: Nelson Domínguez Enriquito Núñez es un gran cantor, y esa es la certeza que ilumina esta nota. Humildemente me la pidió, y amorosamente la concebí, quizás como una deuda de gratitud por nuestra adolescencia compartida, o por el sencillo e innegable hecho de que mis canciones tuvieron y tienen tanto de las suyas. Nos conocemos desde hace mucho, somos hermosas víctimas de la amistad de nuestros padres... y en los trajines veraniegos, allá por el 68, me reveló su gran secreto: «Yo hago canciones...» y las fue desatando una a una. Recuerdo mi impresión para-lizante al escuchar sus frescas melodías y la estable ingenuidad (hoy lo sé) de su lírica inspirada. Por aquellos días nos empinábamos juntos en los placeres del vicio inicial, el primer ron, el primer tabaco y el primer malestar de la embriaguez... y fue después, con los años, que advertí que aquel joven precozmente talentoso se convertía en el hombre maduro que fundaba familias y regaba versos. El tiempo suele castigarnos con ausencias más o menos justificadas, pero lo que bien se eleva es porque buen viento tiene y heme aquí ahora, en otro alarde de cariño, intentando convencerles de que Enriquito sabe construir mundos, ter-nuras, alegrías, sueños y tristezas como un artesano iridis-cente y laborioso. Pero esto ya lo conocen, y es por eso, o también por eso, que están aquí... y, claro, yo quedaré como un tonto, intentando revelarles una verdad que ya celebran. El arte, cuando es sincero y natural, no necesita de afeites, ni de éxitos casi siempre pasajeros. Estamos pues ante un cantautor que ha insistido, que es ya más que aquella loca carrera hacia la consagración. Gracias, amigo, por el ayer y por el siempre. Tu Amaury. AMAURY PÉREZ LA PALOMA Y EL RUISEÑOR Este romance de la paloma enamorada del ruiseñor es una historia donde el temor no asoma, su oscuro manto lo destrozó el valor. Pronto se supo en todo el monte que la paloma y el ruiseñor volaban juntos por donde el sol se esconde, haciendo un nido como jamás se vio... En un bajío donde el viento se rompe, allá se fueron para ocultar su amor. Tiempo pasó sin que nadie viera a la mensajera con su cantor, llegó a pensarse que una terrible fiera había acabado con ese extraño amor. Esta es la historia que me contaba otra paloma que tuve yo, y así la creo, porque mientras volaba cantaba lindo como aquel ruiseñor que una mañana me trajo entre sus alas desde muy lejos una carta de amor. ENRIQUITO NÚÑEZ (1975) TROV@NÓNIMA.CU YAMIRA DÍAZ, ARIEL DÍAZ, SAMUELL ÁGUILA, DIEGO GUTIÉRREZ, YUNIOR NAVARRETE, ARIEL BARREIROS, PAVEL POVEDA, WILLIAM VIVANCO Sábado 27 de octubre de 2001 Lanzamiento del CD Trov@nónima.cu Obra plástica: Eduardo Moltó Palabras para continuar3 Queridos amigos, queridas amigas, y entre ellos, ahora, en este patio, querido compañero Fidel: Al principio se escuchó el tema de este espacio: la «Elegía segunda» de Miguel Hernández dedicada a Pablo, musicalizada por Silvio y de la que Rey Guerra ha hecho ese formidable arreglo y esa exquisita interpretación. Esas notas han iniciado cada uno de los conciertos de A guitarra limpia, y son, seguramente, responsables también de la magia de este patio, que compartimos con la Casa de la Poesía, una de las instituciones del vasto programa cultural de la Oficina del Historiador, que dirige nuestro querido amigo Eusebio Leal. El espacio A guitarra limpia se ha establecido y consolidado durante sus tres años de trabajo gracias a: La presencia y la colaboración de los trovadores mayores: todo comenzó con un concierto titulado Una canción para Pablo, en el Teatro Nacional, a principios de 1997. Allí 16 trovadores regalaron sus canciones a Pablo de la Torriente Brau. La confianza de los trovadores más jóvenes que han en-contrado aquí un espacio de expresión artística dentro de los 32 conciertos realizados y un apoyo para la difusión de sus obras en los 26 casetes de sonido, la primera multimedia sobre la nueva trova cubana, los dos cuadernos Memoria sobre AGL, las antologías que se encuentran en los Estudios EGREM y Abdala, con quienes pensamos ampliar esa colaboración. Eso ha sido lo más importante: haber creado un espacio que ha permitido la expresión de los más jóvenes, en los conciertos y en sus primeros casetes. A guitarra limpia, como el Centro Pablo, es hijo de la co-laboración y la solidaridad. Por eso agradecemos la ayuda decisiva prestada por Abel [Prieto], por Eusebio, por la UNEAC [Unión de Escritores y Artistas de Cuba] y por los artistas de la plástica que reu-nieron sus trabajos en la exposición Una obra para Pablo, con la que nació nuestra Sala Majadahonda, desde el maestro Julio Girona hasta creadores muy jóvenes. El Centro: un espacio pequeño donde se trata de hacer mucho y hacerlo lo mejor posible. Frase de Eusebio: la vida es corta, no da tiempo a hacer las cosas dos veces; por eso hay que hacerlas lo mejor posible la primera vez. Agradecemos por ello, ahora y siempre, la ayuda y la con-fianza con que nos ha apoyado Abel, a partir de un criterio inteligente y acertado: que una institución pequeña como la nuestra puede llenar espacios que las grandes estructuras a veces no pueden alcanzar, y que puede hacerlo, a partir de la pasión y el rigor, con eficiencia, belleza y calidad. Eso hemos tratado de hacer. Esa ha sido la poética de nuestro trabajo. Aquí tenemos, acompañando las canciones de los trovadores, esta obra de arte digital realizada por Eduardo Moltó, si-guiendo esa costumbre de que obras plásticas acompañen a la trova y a la música. Aquí al fondo pueden verse obras ga-nadoras y participantes en los tres salones de Arte Digital realizados desde 1999 hasta la fecha, en los que Moltó ha sido ganador y jurado. Y en la pequeña galería de la entrada hemos preparado hoy el preestreno de una exposición que abrirá sus puertas el próximo 6 de noviembre en la Sala Majadahonda, en la que quince niños han realizado obras plásticas utilizando las herramientas crea-tivas de la computación. Esa Primera Muestra de Arte Digital Infantil fue realizada por dos artistas también ganadores en nuestros Salones, Ricardo Garcés y Alicia Gutiérrez. Quisié-ramos que esta pequeña iniciativa, que abre un nuevo camino en la expresión artística digital –ahora vinculada a la siempre asombrosa creatividad infantil– fuera desarrollada por las ins-tituciones que cuentan con la infraestructura necesaria para que muchas niñas y muchos niños en el país se acerquen a este universo de imaginación, búsqueda y belleza. Hoy presentamos el disco Trov@nónima.cu, realizado en colaboración entre la AHS [Asociación Hermanos Saíz] y Bis Music. En el programa aparecen las palabras que acompañan el disco compacto que aparecerá próximamente, en las que se menciona el valor expresivo de estas canciones. Aquí nos sentimos felices de que ocho trovadores de varias provincias del país lleguen a este espacio, que es suyo: Yamira Díaz, de Pinar del Río; Ariel Díaz y Samuell Águila, de La Habana; Diego Gutiérrez, de Villa Clara; Yunior Navarrete y Ariel Barreiros, de Cienfuegos; Pavel Poveda, de Ciego de Ávila, y William Vivanco, de Santiago de Cuba. Los acompaña el violinista Ramsés Puentes y el grupo Trovarroco, integrado por Rachid López, Maikel Elizarde y César Bacaró. Con su presencia crece A guitarra limpia. Queremos continuar y extender esta colaboración con la Asociación Hermanos Saíz que nos permita tener aquí, a lo largo del año –en A guitarra limpia y en Puntal alto, el espacio organizado por los más jóvenes trovadores– a cantautores de todas las provincias del país. Y hablando de colaboración y de hermanos: hemos recibido, desde Chile, una carta de saludo del trovador Vicente Feliú para los participantes en este concierto Trov@nónima.cu. Vicente está creando el Centro Canto de todos, hermano de propósitos y de sueños de A guitarra limpia y del Centro Pablo. Desde esa hermandad, agradecemos y hacemos nuestras sus palabras: Hoy es un día feliz porque se estrena un racimo de canciones de los más jóvenes de nuestra Isla, en el entrañable Centro Pablo que desde su génesis de salvaguardia de la memoria salió a defender el recuerdo de mañana, y porque el canto se hace sentir más allá de las fronteras humanas, gracias a la sabia utilización de las más actualizadas tecnologías de las comunicaciones. Gracias, efectivamente, a esas tecnologías que es necesario dominar y utilizar en los tiempos que corren, este concierto está siendo transmitido en vivo por la emisora Habana Radio de la Oficina del Historiador y lanzado al mundo, a través de Internet, por el sitio La Jiribilla y reproducido por el Portal Latino de la SGAE, desde Madrid. Aquí apostamos a favor de la imaginación y de la belleza, por una cultura integral e integradora, salvadora de la me-moria y sus buenos oficios, que sea también búsqueda y riesgo y búsqueda nuevamente y que sea territorio hermoso del ser humano y sus mejores sueños de habitar un mundo más justo y más solidario. Por eso estamos aquí esta tarde, como otras de este patio, pero esta especialmente llena de presencias y significados inolvidables, a guitarra limpia, para cantar y contar con la nueva trova nuestros sueños, nuestras preguntas, nuestras iluminaciones. Venga entonces trov@anónima a llenar de música y poesía esta tarde memorable. VÍCTOR CASAUS La trova, siempre a guitarra limpia Por Magda Resik Aguirre En el patio de una antigua casona habanera, a la sombra de una joven yagruma –árbol de gran simbolismo en el imaginario popular cubano–, sobra el silencio para escuchar la voz de los trovadores. Las letras de sus canciones hablan de las virtudes de la «contracorriente» aunque pueda «lucir poco inteligente», del barrio, ese «barroco que tiene de espiritual» y «vive como puede y como está», o de la mágica receta para una eterna primavera, «si nacen de nuestro amor las flores». Se cumple otra vez el ritual sabatino de A guitarra limpia, espacio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau ideado para el encuentro de los trovadores con su público, en el Centro Histórico de La Habana. Pero en esta ocasión un in-vitado de honor los coloca entre el regocijo y cierta tensión propia de quien dedica sus mejores energías a reciprocar un gesto. Entre los espectadores, un estadista que a pesar de las tantas ocupaciones propias de su responsabilidad, llegó en punto, a las cinco de la tarde, porque no ha querido faltar al lanzamiento de Trov@nómina.cu. El Comandante en Jefe, Fidel Castro, escucha atentamente a los ocho trovadores cuyas composiciones quedaron registradas en la más reciente producción discográfica de Bis Music y la Asociación Hermanos Saíz. Ellos representan a la más nueva generación de cantautores cubanos, herederos de una acendrada tradición musical. Y aunque cientos de años han modificado de algún modo la naturaleza del trovador, siguen siendo aquellos mismos antepasados: poetas de a guitarra limpia. Quizás por eso el Presidente cubano les confiesa su reticencia a aceptar otro tipo de acompañamiento musical: «la trova, siempre a guitarra», para que puedan escucharse bien el verso y su mensaje. Yamira Díaz, Pavel Poveda, Samuell Águila, Yunior Navarrete, William Vivanco, Diego Gutiérrez, Ariel Barreiros y Ariel Díaz, le explican que determinados temas imponen por sí solos algún tipo de acompañamiento, pero coinciden en que lo propio del trovador es el trabajo en solitario: juntas la gui-tarra y la voz. Cada cual se refirió a sus preferencias. Casi todos se mos-traron a favor de los instrumentos acústicos, el acompaña-miento de dos guitarras, el juego de voces que refuerzan la trascendencia del poema cantado. Los periodistas alistaron sus micrófonos, aparecieron las cámaras fotográficas y de televisión. Es poco usual que un Jefe de Estado se tome tanto tiempo para conversar con los más jóvenes creadores del país. De todos quería aprender y de todo parecía disfrutar Fidel. Intuíamos que su relación personal con la música es intensa. Así la fun-damentó en exclusiva para La Jiribilla: «La llevo en el subconsciente. No en el oído, porque tengo un pésimo oído, pero me gusta, siempre me gustó, aunque nadie llegó a cultivar en mí esa afición, ni me enseñaron lo que tenían que haberme enseñado a tiempo. He ido aprendiéndolo a lo largo del camino. También estuve preso, y hay veces que allí uno ponía en el radio, por ejemplo, una enciclopedia musical famosa. Me sigue gustando la música clásica, y de mucha-cho –es según la edad– los boleritos y esas cosas. Pero óigame, en aquella época nadie se ocupaba de la cultura, ni de la es-cuela. Todos ustedes han nacido en otra época. Y esto empieza ahora.» El privilegio de vivir en tiempos diferentes es, según Fidel, «una obligación para las nuevas generaciones de cubanos». El hecho, por ejemplo, de que Trov@nómina.cu se estuviera transmitiendo en vivo a través de La Jiribilla, para todo el mundo, significa que «podemos hacer más uso que ningún otro país de esos medios». No estamos atrapados por la propaganda comercial, los anuncios –recordó–, e hizo notar cuántas posi-bilidades habrá para las niñas y los niños de la Isla, gracias a los programas educacionales e instructivos emprendidos por el gobierno. Habrá muchas más oportunidades, y páginas web todas las que queramos –agregó–, y todos los niños desde los cinco años aprendiendo la computación, que no es solo para comunicar-se o para buscar una información. «Una computadora es un maestro, te enseña hasta ortografía, te enseña muchas cosas. Tener una computadora es tener diez capitolios llenos de libros. Todo lo que se ha escrito desde que el hombre aprendió a leer y a escribir, puede estar en una computadora. Es un instrumento que en el tiempo nuestro no conocimos. Ahora, desde preescolar, ya los niños van a estar manejando la computadora.» El líder cubano insistió en «todo lo que se puede aprender y todo lo que se puede transmitir» haciendo un buen uso de los recursos tecnológicos del mundo moderno: «está en nuestras manos lograr eso», apuntó. A los jóvenes artistas les recomendó «superarse, estar uni-dos, ser modestos, no dejarse envanecer por los éxitos que alcancen y universalizar sus conocimientos, adquirir amplios conocimientos, de modo que sepan algo de muchas cosas y así enriquecerán todo el caudal de ideas, conocimientos...» Fidel les aseguró que poseen lo más importante «el talento y viven en una época en que lo que alguien pueda crear, alcanza fácilmente a millones de seres humanos.» Hace cien años, los amigos y los vecinos sabían lo que hacía un trovador, el teatro donde se presentaría y solo entre unos pocos podía promoverse su obra. En nuestros días son muchas las maneras de difundir una obra. La televisión es uno de esos poderosos medios, y en Cuba, tan solo en las escuelas, a fines de este año todas las aulas contarán con un televisor, como parte del programa educativo integral emprendido por la nación. Internet es otra opción insoslayable en este momento, aunque de sus beneficios gozan fundamentalmente los ricos, que son, al decir del Presidente cubano, «a los que más hay que instruir» y «salvar en el mundo en que vivimos», porque «son los que destruyen». Otro vehículo poderoso de comunicación y transmisión de in-formaciones y conocimientos es la radio, «que puede llegar a cualquier aldea de África», al sitio más apartado e inhóspito. «Ustedes creaban algo antes para cientos, doscientos o qui-nientos espectadores y hoy instantáneamente llegan a miles de millones de seres humanos.» Esa posibilidad debe significar para las creadoras y creadores cubanos «un estímulo». «Todos los que puedan crear tendrán ese privilegio. ¿Qué les parece?,» les pre-guntó Fidel, y acto seguido les recomendó: «estudien y sean constantes». De la más reciente promoción de trovadores cubanos, el es-pecialista Fernando J. León Jacomino distingue su exploración de «varios de los géneros y estilos de la música popular cubana, para concretar una propuesta intimista, generalmente sustentada en formatos acústicos» y de «un elevado nivel de figuración poé-tica». Con la ansiedad propia de quienes irrumpen por primera vez en el universo musical de la Isla, Samuell Águila, uno de los participantes en Trov@nómina.cu, le pregunta a Fidel: «¿No cree que los trovadores más jóvenes no están en los medios lo su-ficiente?» «No se apuren tanto –les recomendó el líder de la Revolución cubana–, esperen, ganen más fama y más prestigio. Es verdad que merecen estar más, pero no tenemos todo el espacio del mundo. Y una parte debemos usarla para enseñar, educar, informar..., pero no hay que impacientarse. Ahora mismo vamos a tener ya un tercer canal de televisión, para la educación. Y tú tienes razón, hay que estimularlos a ustedes, pero aunque es cierto eso no hay que desesperarse, vendrán mil fórmulas y vías diferentes. Está la radio, que no hay que subestimar. Radio es lo que más tienen en este país, una por municipio y las na-cionales...» Fidel evocó los años en que la generación de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú, Sara González y Noel Nicola, entre otros, se iniciaban en la creación musical y lograron imponerse poco a poco en el gusto popular y en los medios de comunicación. Según el Presidente cubano, los nuevos trovadores tienen y tendrán más posibilidades de desarrollarse: «Si tú me dices que quieres que los demás disfruten del esfuerzo que tú haces –le comentó a Samuell–, tienes toda la razón. Si el problema es que tú quieres que te conozcan, tienes razón, pero ya no tanta». «Ustedes tienen los abuelos que somos nosotros –insistió Fidel–, y somos unos abuelos más cultos de lo que éramos cuando no éramos abuelos. Ahora, imagínense que se multiplique, que en vez de ser ustedes ocho, sean ochenta y ochocientos... ¡Habrá que gastar mucho en guitarra para los trovadores! No sé cuántas guitarras habrá ni cuántos jóvenes aficionados que quieran ser trovadores a medida que se universalice el conocimiento... Sueñen con el día en que en vez de ocho sean ochocientos. Us-tedes tendrán también competencia, pero ustedes son buenos y ayudarán a desarrollar el arte en los demás». «Supérense –les aconsejó– y de manera altruista ayuden a los demás. Y no se preocupen, que ustedes no llegaron aquí por casualidad. Pero tomo en cuenta lo que tú dices...» Tras casi una hora de un intercambio, a todas luces agra-dable y estimulante para los allí presentes, y en primer lugar para el propio Fidel, se despidió: «Es un placer estar aquí con ustedes y me marcho por algunas cositas que tengo que hacer. Tengo visitantes (se refiere a los mandatarios y personalidades de otros países que se encuentran por estos días en Cuba) y un poquito de trabajo, no tanto como el de ustedes, pero sí con tanto entusiasmo como ustedes.» HOMENAJE A NOEL NICOLA REY GUERRA, SANTIAGO FELIÚ, ALBERTO TOSCA, MARTA CAMPOS, ALEJANDRO VALDÉS, MANUEL ARGUDÍN, ARIEL DÍAZ, SAMUELL ÁGUILA, FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY BERNAL, MARTÍN RAGO Sábado 24 de noviembre de 2001 Tercer aniversario de A guitarra limpia Dirección artística: Rey Guerra Obra plástica: Luis Miguel Valdés Cuando el Centro Pablo, como lo llaman en confianza sus ami-gos, comenzó sus encuentros A guitarra limpia hace hoy tres aniversarios, no solo revivió una hermosa tradición de la trova, sino que continuó una vieja complicidad de Víctor Casaus con la canción a guitarrazos, la que generalmente se considera la forma más genuina de trovar (y que muchos trovadores y seguidores dirían que la única). Esa complicidad de Víctor se remonta a aquel recital de poesía y canciones donde jóvenes poetas de El Caimán Bar-budo, y un trovador desconocido que aún no se sabía tal, se enfrentaran al público en Bellas Artes. Luego siguió un largo camino de trova y poesía, del cual ya se ha hablado, aunque nunca lo bastante, y que para mí personalmente tiene impor-tancia porque en 1967 conozco personalmente a aquellos jó-venes poetas en la Universidad de La Habana y en 1968 ellos me introducen, con los recitales en la Escuela de Letras, al trío de trovadores fundadores: Silvio, Pablo y Noel. A Pablo lo conocía desde antes, de trajines cuarteleros mutuos, pero no en su nueva condición. A Silvio y Noel los descubrí por entero y fundamos desde entonces una larga amistad que ha sobrevivido a los años y hemos sometido a prueba con pesa-deces mutuas (o incomprensiones o testarudez, para decirlo eufemísticamente), pero que se ha mantenido porque seguimos creyendo en lo mismo que fundó nuestra amistad: las can-ciones, la poesía y para qué sirven. De los tres he escrito, y hoy lo hago una vez más de Noel, porque este tercer aniversario de A guitarra limpia que se dedica a Nicola con toda justicia, nos convoca a homenajear a uno de los más genuinos de la Nueva Trova, a uno que permaneció intransigente a través del tiempo, fiel a los principios que se trazó como creador y como ser humano, inseparables unos de los otros, acumulando una obra envidiable y ocultando tras un rostro a veces hosco, como si saboreara vinagre, una sensi-bilidad que él cree lo hace vulnerable y que pretende tozu-damente esconder. De esa fidelidad a los principios y de esa hosquedad, sirva como prueba una anécdota que aparece en un hermoso libro inédito acerca de Silvio Rodríguez, Por quién merece amor, de Guillermo y Ernesto Alemán. Al ser Mientras tanto eliminado de la pantalla (y de la preo-cupación de los burócratas), se pretendió hacer otro programa musical de jóvenes figuras. Llamaron a Noel, que aún no conocía a Silvio. Después de dos presentaciones el director del programa lo invitó a un tercero y le confesó lo que quería: «formar una figura para desaparecer la figura de Silvio Ro-dríguez». Noel, imagino que con suave expresión y dulces palabras, le recomendó lo que podía hacer con la torre del Canal 6, el programa y probablemente algún familiar querido. También imagino que sin la ayuda de lubricante. «No hice más televisión tampoco», cuenta Noel, «en unos sepetecientos años». Ni falta que le hacía. Ni a él ni a otros que como él se impusieron en contra de los medios, salvo las apariciones en TV Universitaria, de poco alcance y frecuencia, pero que salvó la honrilla de los medios masivos, como diría un cronista deportivo. Ese Noel sigue igual, con el mismo talento e intransigencia que demuestra nuevamente que su inclusión entre los im-prescindibles de la Nueva Trova no es solamente cuestión de fechas, sino que con su continua creación durante más de treinta años nos lega una obra indispensable en la cancio-nística cubana. Noel nos deja en sus canciones de todas las épocas una poesía muy personal, a veces airada, irónica o tierna, pero siempre despojada de retórica, con una palabra limpia y sugerente, totalmente liberada de prejuicios. Algunas de ellas, a pesar de la fecha de composición, como las escritas ya hace varios años por otros trovadores, perduran no solo como hitos, sino por su permanencia y su presencia real. Ahí están aún vigentes «Para vivir» y «Yolanda», de Pablo Milanés; «Pequeña serenata diurna» y «Óleo de mujer con som-brero», de Silvio Rodríguez; «Para una imaginaria María del Carmen» y «Es más, te perdono», del propio Noel; la «Canción de los Comités de Defensa», de Eduardo Ramos o «Créeme», de Vicente Feliú, por solo mencionar algunas. Su último disco, Entre otros, que es una muestra más de fidelidad y de continuidad de su obra, reúne en torno a Noel a un grupo de amigos entrañables, tanto trovadores como gui-tarristas, que es como un avance de lo que hoy sucederá aquí, donde varios amigos cantarán canciones de Nicola. Quisiera terminar citando el párrafo final de las notas al penúltimo disco de Noel, Dame mi voz, que escribí a petición suya, y que rompió su silencio de varios años. Creo que esas palabras son válidas para toda su obra y que demuestran que más de treinta años de canciones, entregas, sinsabores, in-comprensiones, recompensas, amores y amistades, han hecho más sólido al joven que conocí allá por 1968 y a quien sigo admirando más allá de sus 50 como creador y ser humano. «El resultado de Dame mi voz es no solamente un regalo que nos hace Noel Nicola, es también una celebración para la música, un rescate largamente esperado de alguien que nunca debió haber dejado de cantarnos. Afortunadamente, a pesar del tiempo de silencio, el trovador que es Noel no ha podido dejar su guitarra: limpia, sin amarras, bien.» GERMÁN PINIELLA ES MÁS, TE PERDONO Te perdono el montón de palabras que has soplado en mi oído desde que te conozco. Te perdono tus fotos y tus gatos, tus comidas afuera, cervezas y cigarros, es más, te perdono andar como tú andas, tus zapatos de nube, tus dientes y tu pelo. Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas, en fin, te perdono no amarme... Lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosía (tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío), y eso sí que no te lo perdono, pues si te lo perdono... ¡seguro que lo olvido! NOEL NICOLA Noel Nicola, trovar a la vida4 Por Estrella Díaz Con apenas siete años de edad Noel Nicola fue «atrapado» por la música. Comienza con el estudio del flautín y siendo un adolescente debuta como compositor. Hoy, más de 350 temas se deben a su sensibilidad y talento, dos cualidades al parecer genéticas: su familia aportó a la cultura nacional verdaderos exponentes. Por solo recordar uno, Isaac Nicola, su padre, es-tá considerado como el creador del método cubano para la enseñanza de la guitarra. Noel es, además, uno de los fun-dadores del Movimiento de la Nueva Trova y uno de sus má-ximos exponentes. Su sencillez y humildad lo hacen resistirse a entrevistas; no obstante, accede a conversar para este boletín sobre los primeros momentos de encuentro con la trova. «Mis primeros encuentros con lo que después serían los lla-mados nuevos trovadores fueron azarosos, es decir, que no quedaron muy bien fijados ni para ellos, ni para mí. Tanto es así que a Pablo Milanés me lo deben de haber presentado más de cuatro veces en los pasillos de los hoteles y en los cabarets donde trabajaba con el Cuarteto del Rey. »Con Silvio la historia es esta: entró un día en un estudio de radio en el que se estaba grabando un bolero mío y fue muy cómico porque nos presentaron y él no terminó de escuchar la canción y yo no registré mucho ese encuentro. Después todo fue un ir sabiendo de los demás de las maneras más azarosas. Silvio y yo éramos entonces más parecidos físicamente que ahora: era flaquito, ahora ha engordado; tenía más pelo, yo tengo el mismo pelo que tenía; o sea, que hemos cambiado fí-sicamente, pero en esa época nos parecíamos mucho. Blancos pálidos, un poquito dientuzos y entonces dos o tres veces antes del primer encuentro que tuvimos –el primer concierto fue en febrero de 1968 en la Casa de las Américas– ya varias personas habían llamado a mi casa y le habían preguntado a mi mamá que si yo había cantado por televisión y no era yo, sino Silvio. Yo no había visto esos programas porque en esos momentos estaba en el Ejército y después en la Academia de Ciencias, donde hacía investigaciones de campo, y no veía televisión. Nos conocimos realmente dos o tres días antes del concierto de la Casa de las Américas. A mí me llamó Harold Gramatges. En aquel entonces todos teníamos pocos temas y ese concierto estaba dedicado a la llamada Canción Protesta. »Por suerte, esa noche estaban en el público Martín Rojas, Eduardo Ramos y Vicente Feliú. Ellos terminaron el concierto. Ese fue el nacimiento de un estado de colegas que ha sido más amistoso por épocas. Nos queremos mucho de todas maneras aunque, a veces, desde lejos. Pueden pasar años sin cruzar una palabra, en vivo, con cualquiera de ellos, pero siempre nos queda el recuerdo de esos tiempos que fueron muy hermosos. »Nosotros no sabíamos exactamente lo que estábamos ha-ciendo y no teníamos idea de la responsabilidad que teníamos, aunque todavía, a estas alturas, no estoy muy claro. Estoy igual que Augusto Blanca que siempre está pensando en lo que va a hacer cuando sea grande, entre otras cosas, porque no he crecido mucho... a los 14 años tenía esta misma estatura, pensaba que iba a ser mucho más alto, pero no.» La trova de hoy «Cada camada de trovadores trae su impronta. Diría que cada cinco años aparecen como unos aires distintos que no llegan a ser todavía generacionales. Veo que este grupo se diferencia un poco del que apareció en los 90, que yo le digo la trova de dentro y fuera de Cuba. Ellos salieron a la palestra en medio del período especial. En esos momentos las condiciones para desarrollarse artísticamente no estaban dadas: no había con-ciertos, no se grababan discos y tuvieron que irse ubicando, trabajar fuera de Cuba. »Por eso no han sido menos trovadores, pero cuando llevan unos años fuera se siente que hay algunas cosas que se van perdiendo, que se van acomodando un poco. Cuando uno le canta a la vida y a la realidad con la que choca todos los días, como quiera que sea, la realidad te está marcando las pautas de donde sale el material para crear. Aunque no se canten cosas realistas, uno piensa donde habita y es fundamental la vivencia inmediata. Yo creo que ese grupo se ha resentido porque han sido muchos años de distancia, además, ellos trabajan pensando en que son cubanos, pero para un público que no es el cubano.» Los conciertos A guitarra limpia «Estos conciertos son un rescate. Es la posibilidad, un espacio para la trova que no ha habido en muchos años, ni siquiera hubo nada exactamente igual en otros tiempos. Yo diría que hay mucho más respeto hacia la trova misma. No se trata de decir: ahí tienen el lugar, hagan ustedes lo que crean. No. Hay una atención, un conocimiento y mucho amor por la nueva trova que data de sus inicios, de la relación de los compañeros del Centro Pablo, empezando por Víctor Casaus, a quien conocemos desde hace más de treinta años. »Muchos tipos de música perdieron espacios en los medios de comunicación y espacios reales. Creo que en el gusto de la gente no. Las modas son una cosa y la cultura popular otra. Lo que uno no puede pretender es estar de moda siempre. Eso conviene recordárselo uno mismo de vez en cuando. Ha habido una ola y, en determinado momento, las realidades sociales condicionan el gusto de las gentes. »¿Cuál es el público consumidor por excelencia de la música que ha habido en estos últimos años? Aunque es una situación que empieza a revertirse desde hace dos o tres años en que cada cosa va teniendo su público y recuperando su espacio en alguna medida, hubo un monopolio salsero. Eso lo sabe todo el mundo, pero también es que las condiciones estaban dadas para que el único público que podía ser consumidor de música lo que digería era eso y condicionaba también los medios. Este es un tema demasiado complejo, pero lo que nunca uno debe creerse es que es el ombligo del mundo. Ninguna manera de hacer debe en-vanecerse por haber estado de moda, o por haber estado en el centro de la atención del público en general. Lo que uno tiene que estar valorando siempre y estar alerta y saber cuáles son sus relaciones reales con la cultura popular.» Mensaje de Noel5 Víctor, María, tropa querida: La convulsa vida que nos ha tocado en estos tiempos «globales» hace cada día más valioso todo esfuerzo que se alce ante lo efímero, lo que se traga el feroz mercado, lo que pretende con-denar al olvido tanto rostro y gesto genuinamente humano. Sé que es importante la memoria, no olvidar quiénes hemos sido, para saber quiénes somos. No basta con «hacer memoria»: hay que seguir «construyéndonos las memorias». Para los que «guitarra en ristre» seguimos empecinados en estos trotes y para los que están lanzándose al camino, ustedes han creado un espacio, le han dado casa y alimento espiritual a nuestras voces. Son ya parte de esa «memoria». Gracias. Muchas. Noel Nicola CASETE Y CD HOMENAJE A NOEL NICOLA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Tema A guitarra limpia Comienzo el día - Samuell Águila Laura, milonga y lejanía - Martín Rago y Ariel Díaz Síncopa para seis - Alejandro Valdés ¿Qué? - Ariel Díaz Paria - Alberto Tosca Soy y no soy el mismo - Ihosvany Bernal Ya están las semillas - Fernando Bécquer Un día de noviembre - Rey Guerra De cierto modo - Vicente Feliú y Alejandro Valdés Para una imaginaria María del Carmen - Noel Nicola y Santiago Feliú Son oscuro - Marta Campos Nube, agua, ala y brisa - Manuel Argudín Es más, te perdono - Noel Nicola y Manuel Argudín Es más, te perdono - Entre todos los trovadores Tercer aniversario de A guitarra limpia, homenaje a Noel Nicola6 Por Estrella Díaz El pasado sábado 24 de noviembre fue un día especial para el Centro Pablo y el nutrido grupo de fieles amigos y amigas que han seguido en los últimos cuatro años el quehacer de la institución. Tarde especial en la que, al decir del director del Centro, Víctor Casaus, se sucedería un «maratón de pequeñas cosas hermosas». Y así fue. Las tres yagrumas, plantadas en medio del patio y que dan un toque mágico al lugar, movían sus ramas al compás del viento y los acordes, sin dudas, se sumaron a la fiesta, porque de fiesta estuvimos todos allí. El espacio A guitarra limpia, que el último sábado de cada mes se desarrolla aquí, cumplía sus tres primeros años de vida y un concierto de altos quilates fue dedicado al destacado trovador Noel Nicola. El homenaje a Noel se inició con la entrega del Premio Pablo, máximo reconocimiento que otorga el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a intelectuales y personalidades de la cultura cubana y de otros países que se acerquen, desde distintas vertientes, a la vida y la obra del cronista de Majadahonda. Según el acta del jurado, se le otorga ese reconocimiento a Noel por «mantenerse fiel a los principios que se trazó como trovador y ser humano, por sus canciones de todas las épocas, por su poesía auténtica, personal, airada y tierna, irónica y sincera». Darsi Fernández, de la delegación en La Habana de la So-ciedad General de Autores y Editores de España (SGAE), anunció lo que llamó la «creación de un fondo de apoyo a la fotografía». Este fondo atesorará en lo adelante parte de la obra de Luis Hernández, el Plátano, fotógrafo al cual se deben la mayoría de las instantáneas que se conservan hoy de los momentos fundacionales del Movimiento de la Nueva Trova cubana. Paralelamente, se inauguró una pequeña exposición suya titulada Navegando calles, caminando espejos. También se hizo la presentación del casete Antología 2, que incluye una selección de temas que han sido interpretados en los últimos doce meses en los conciertos A guitarra limpia, entre ellos: «Yo no tanto como él», de Pedro Luis Ferrer; «Danza», de Heidi Igualada; «Trova de las flores», de Ariel Díaz; y «No puede haber soledad», de Teresita Fernández, hasta completar 16. Durante el concierto, que contó con la dirección musical del maestro Rey Guerra, se escucharon unos doce temas de la autoría de Noel, y participaron destacados trovadores como Vicente Feliú, Alberto Tosca, Santiago Feliú, Marta Campos, Alejandro Valdés, Manuel Argudín, Ariel Díaz, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal y Martín Rago. A pesar de que –según Víctor Casaus– se había llegado a un «pacto de caballeros con Noel» para no presionarlo a cantar, el trovador no pudo sustraerse ante tantas gratas emociones y subió al escenario para compartir, junto a Manuel Argudín, su antológica canción «Es más, te perdono». Posteriormente se sumaron el resto de los trovadores y regalaron a los asistentes un concierto de lujo que en breve formará parte de la colección de casetes A guitarra limpia que produce el Centro. Mensaje de Silvio a Noel7 Hermano de Transilvania: Quiero que sepas que no estoy ahí ahora junto a ti, como sin duda mereces, porque este sábado tengo a la señora Argelia en casa, además de a mi hijo José Ernesto. Recuerdo cuando te conocí, no en casa de María Antonia, sino en el estudio 2 de CMQ, cuando Senén Suárez y su combo te grababan «El tiempo y yo», en el que manifestabas que no te ponías de acuerdo con semejante personaje. Desde ese momento me di cuenta de tu valor, porque para desafiar al tiempo y además cantarlo hay que estar seguro de tener verdades de muy largo alcance. En cualquier caso, lo que hoy está pasando, a través de Victoriano las Casas y el Centro Pablo de la Torriente, demuestra que tus verdades siguen resonando. Nada, mulato, que hiciste y haces bien en no ponerte de acuerdo con el tiempo. La vida demuestra que hasta esos mons-truos escalofriantes pueden jadear como perritos ante un cerebro, una mano y un corazón como los tuyos. Besos a la bola y al bolito, cariños a discreción y serenidad en los 55, que estoy a punto de hacerte compañía. Silvio De Viglietti para Noel8 Luego de varios viajes y virus cibernéticos, adhiero muy fra-ternalmente –aunque con tardanza– al homenaje al querido com-pañero Noel Nicola. Ruego se le transmita cuando sea posible. A ustedes mi saludo y mi agradecimiento por los envíos que recibo. Salú. Daniel Viglietti IV AÑO EL RIESGO NECESARIO Y LA POESÍA IMPRESCINDIBLE «¿Qué quiere de nosotros nuestra sombra? Que levante la mano la guitarra.» (Que levante la mano la guitarra, Silvio Rodríguez, 1967) ARIEL DÍAZ, MARTÍN RAGO | LA CANCIÓN QUE QUEDA Sábado 22 de diciembre de 2001 En el Museo Nacional de Bellas Artes Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) Con este concierto el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau cerró las conmemoraciones por el centenario del natalicio del cronista de Majadahonda y rindió homenaje merecido a la trovadora Teresita Fernández, amiga entrañable del Centro y voz imprescindible de la cultura cubana. Las voces de la trova joven recorrieron momentos de la canción cubana, regalaron tangos a Teresita e interpretaron algunas de sus canciones, esas que han acompañado las vidas de tres generaciones de cubanos. Este concierto especial A guitarra limpia fue también el escenario propicio para el estreno del documental Pobre, nó-mada y libre, del realizador Jorge Fuentes, quien nos acerca, en este video producido por el Centro Pablo, a la personalidad, a la obra y a la vida de Teresita. La trovadora, que recibe nuestro cariño todos los días y que es capaz de multiplicarlo en canciones y en ternura para los demás, dedicó a Pablo de la Torriente Brau esa noche suya, para que la memoria del cronista encontrara, al final del En-cuentro Internacional Cien años de Pablo, que recordó su vida y su obra, otra muestra de reconocimiento, respeto y amor. «Se llama Pobre, nómada y libre porque es el trabajo sostenido y desinteresado que vengo haciendo desde hace mucho. Las condiciones las ponen los lugares donde me presento: lo mismo voy a un teatro, que hago televisión, que me voy a las monta-ñas, que a los barrios más humildes.» TERESITA FERNÁNDEZ TERESITA FERNÁNDEZ | TERESITA CANTA A MARTÍ Domingo 27 de enero de 2002 En el Museo Nacional de Bellas Artes Homenaje al tercer aniversario de la emisora Habana Radio, de la Oficina del Historiador de la Ciudad El Ismaelillo de Teresita Fernández El principal hallazgo de estas canciones hechas para un niño quizás esté en que su autora haya comprendido tan bien que no se trataba del todo de canciones ni, mucho menos, de can-ciones infantiles. En estos versos hay dolor, pero no quejumbre. Arengas guerreras, más que nanas, hace Martí a su hijo. Despertarlo quisiera, no dormirlo. De aquí que la monotonía, aquí esencial, del ritmo, no sea tampoco la de la nana, sino la de la marcha, y la marcha guerrera; que sean versos, en fin, como para una caballería andante. Martí quiso hacer con estos poemas la hazaña que admiraba en el orfebre Cellini: tallar en un salero a Júpiter. Pero no hay que engañarse por el aire versallesco con que saluda a su príncipe enano: enseguida veremos que su príncipe es también su caballero, que la fiesta no es baile cortesano, sino batalla magna, como que es la batalla que la pureza, con solo serlo, da a las huestes infernales. Era preciso, pues, encontrar una música que fuera a la vez guerrera y festiva: de aquí que los acordes primeros de la gui-tarra nos recuerden a un tiempo el ímpetu monótono, im-placable, de la marcha y la fanfarria con que el juglar anuncia un suceso alegre e insólito o el paje la llegada del rey. El que busque modernas complejidades armónicas huya de estas canciones donde lo simple constituye el hallazgo difícil, la terca inspiración, el encuentro con la tonada eterna. Hay que admitir que una solución musical que alcanzase la diferencia de intención entre un vuelo y otro halló, en la doble vocación de Teresita de alegrar con sus canciones la fiesta de un niño, y su profunda catolicidad, una feliz coincidencia; ca-tolicidad decimos, más que catolicismo, vuelta a la raíz eti-mológica de universalidad, de aquella integración de arco y flecha contrarios, que también quiso realizar la definición clásica de la armonía. Y es aquí donde se enlaza su Ismaelillo árabe, desterrado de su propia tierra y el hermoso mito griego del Niño-Amor, que tradujo y del que nos dio en sus «Apuntes» una tan original versión. No creo que sin una profunda formación cristiana pudiera el simple arte hallar el equi-valente musical de este vuelo diferente, que alcanza tres tiempos: el de la fiesta inicial, el deber patriótico que lleva a la renuncia, y aquel en que la fiesta retoma otro mayor sen-tido, en que la vida nueva deja atrás las historias viejas / del hombre y de sus rencillas: ya puede el padre dejar en las manos del hijo este librillo pequeño como sus años: ya puede retomar su aire, su caballería andante, el cuento de la fiesta hecha en honor de un Príncipe. FINA GARCÍA MARRUZ Teresita está feliz y nosotros con ella 1 Queridos amigos y queridas amigas, bienvenidos a este Con-cierto Especial A guitarra limpia: Teresita canta a Martí. Entre las hermosas palabras iniciales que Fina García Marruz escribió sobre el trabajo de Teresita, está la frase de Martí que dice: «despertarlo quisiera, no dormirlo». Eso quiere Teresita con nosotros. Eso queremos nosotros con la cultura. Eso quiere la cultura con la vida. Por eso este con-cierto, en que se unen Teresita, los inolvidables y hermosos poemas de Martí, la labor de A guitarra limpia y el Museo Nacional, está dedicado al tercer aniversario de la emisora Habana Radio y nos alegra que esté con nosotros su directora, Magda Resik, y otros muchos amigos de ese lugar que es ya nuestro. Teresita está de fiesta por muchas razones: por la merecida Orden Félix Varela que ha recibido, por el libro recién pu-blicado de Alicia Elizundia sobre las memorias de su vida, y el documental Pobre, nómada y libre, dirigido por Jorge Fuentes, que produjo nuestro Centro. Por todas esas razones y por muchas más y, sobre todo, porque está en la memoria y el corazón de cuatro generaciones de cubanos, Teresita está feliz y nosotros con ella. Vamos a tener hoy aquí el regalo de una martiana y una cristiana en los versos de Martí. Vamos a tener el rescate para el oído y la sensibilidad de la memoria poética del Is- maelillo, vamos a tener la fiesta de la poesía cantada donde la herencia de la trova y de la canción cubana se van a unir en la voz de Teresita. Este es el espacio A guitarra limpia trasladado del Centro Pablo a esta hermosa instalación que es el Museo de Bellas Artes, con la ayuda y la colaboración de los técnicos y del personal de este lugar. Nos sentimos felices de que A guitarra limpia se mude hacia acá y traiga su pequeña historia de tres años en que los trovadores cubanos han encontrado allí, en la Calle Muralla, un espacio de expresión. Gracias a los trovadores mayores como Teresita, como las generaciones posteriores: Augusto Blanca, Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank Delgado, allí han en-contrado un espacio de expresión los muy jóvenes –Heidi Igualada, Diego Cano, Ariel Díaz, Samuell Águila, Fernando Bécquer. Allí hicieron sus primeros conciertos, grabaron sus primeros casetes y eso será algo inolvidable. Si en el futuro alguno de ellos olvidara que ese fue el primer casete que grabó, el primer lugar que tuvo para expresarse, eso pertenece ya a la memoria de la Nueva Trova. Nosotros estamos felices de que aquel pequeño espacio haya servido para eso. La relación de nuestro Centro con Habana Radio pertenece a esa zona hermosa de la vida y de la cultura que nos alegra, que nos hace felices todos los días. Es una relación basada en la colaboración, basada en el respeto, basada en la admiración que tenemos por el trabajo intenso, incesante, de ese equipo pequeño de Habana Radio. Esa emisora se ha convertido en un espacio de la cultura cubana viva, actuante, enriqueciéndose todos los días. No es la relación pequeña en la que aparecen los fantasmas enfermizos de los protagonismos o de la mediocridad, esas pequeñas lacras que a veces rondan la relación de las ins-tituciones, sino es la relación viva, actuante, respetuosa y feliz. Ese intercambio es el que hace posible que compartamos hoy este homenaje y que todos los sábados a las cinco de la tarde nuestro Centro tenga allí un espacio que se llama, jus-tamente, En el Centro, en el que se promueven nuestras ac-tividades. Este concierto lo podremos escuchar en Habana Radio y saldrá simultáneamente por Internet gracias a otra colaboración hermosa que existe con La Jiribilla, un sitio web ágil y útil de la cultura cubana VÍCTOR CASAUS Usted nos ha enamorado desde niños con su música2 Queríamos agradecer la honra que nos hace el Centro Pablo de la Torriente Brau con tener su espacio de radio en la emi-sora. Es algo que nos han regalado y lo sentimos así porque tenemos mucho respeto por la obra que se está realizando en ese Centro y que, quizás, se emparienta con nosotros porque es un lugar con un personal muy reducido y que trata de hacer mucho por la cultura cubana. Más o menos la línea del Centro es la que Habana Radio quiere seguir. Creo que dentro de las instituciones de la cultura es el lugar donde nos sentimos más a gusto, donde encontramos una hermandad, de esa que hablaba Víctor. Admiramos mucho la obra que se está haciendo con la trova cubana en el Centro y es por eso que hemos decidido, de mutuo acuerdo, que todos los conciertos del Centro aparezcan en nuestra emisora y se tras-mitan para todo el mundo. El honor es nuestro. Las gracias a tu equipo, a María, a todos los colaboradores del Centro Pablo. Quiero ofrecerles una disculpa a nombre del doctor Leal, que está de viaje y no ha podido estar con nosotros hoy aquí, pero que está muy feliz de que Teresita cante para nosotros. Yo también estoy muy feliz porque usted es esa juglar en-cantadora, apasionada, sin ningún tipo de emperchamiento, y que desde niños nos ha estado enamorando con su música. Que usted haya decidido cantar no solo para A guitarra limpia, sino para Habana Radio en su tercer aniversario, es otro de los grandes regalos. Los que estamos agradecidos hoy y los que sentimos que se nos ha obsequiado algo que quizás no merecemos, somos no-sotros. Quiero agradecer también al Museo de Bellas Artes que, a pesar de ser nosotros una institución tan nueva, tan joven, siempre han contribuido a que podamos hacer que se escuchen los conciertos del Museo tanto en la emisora como en todo el mundo. Teresita nos va a regalar el Ismaelillo y ese libro de Martí para ella es el fundamental, el más importante. Nos dijo que si ella se tuviera que quedar con un solo libro de Martí, ese sería el Ismaelillo. Sus razones debe tener Teresita, quizás nos las explique. Creo que para ustedes será un regalo tam-bién. Los 71 años de Teresita son bien vivos, no hay nada cumplido. Todo lo contrario. Usted nos enseña todos los días con su obra, con su eterna juventud, que tenemos mucho más que hacer en la vida. Gracias como siempre a Víctor Casaus, mi hermano, mi amigo. MAGDA RESIK CASETE Y CD TERESITA CANTA A MARTÍ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia Dedicatoria Príncipe enano Sueño despierto Brazos fragantes Mi caballero Musa traviesa Mi reyecillo Penachos vívidos Hijo del alma Amor errante Sobre mi hombro Tábanos fieros Tórtola blanca Valle lozano Mi despensero Rosilla nueva IHOSVANY BERNAL | CAMBIÁNDOLO TODO Sábado 23 de febrero de 2002 | Invitados: Samuell Águila, Adrián Berazaín Obra plástica: Julio César Peña Contarnos y cantarnos sus ideas Ya se extrañaba el patio, altar incuestionable de la trova toda, nido de los que hace ya tres años nos refugiamos aquí bajo el susurro de los pájaros para confiarnos secretos y alegrías, para entregarnos a los laberintos de cada trovador. Hoy tras estas amigas y apuradas palabras aparece Ihosvany Bernal, al fin A guitarra limpia, quien le reafirmará a febrero su toque nostálgico y enamorado. Representante de la hornada más joven de la trova, va te-niendo junto a otros un sello, un estilo, un discurso genera-cional. Este concierto nos complace y alegra pues será otro intento de alzar esta voz que anda siempre cerca del despertar es-piritual, de la poesía como arma y escudo, de la sinceridad para con el Ser mismo, que para nuestra infelicidad crece a la sombra de la atención, de la difusión y, por tanto, de la ma-yoría. Ihosvany bien sabe de estos vientos y también de sus riesgos. Este trovador con acertadas búsquedas armónicas, buen desempeño en el instrumento, poética limpia, atiborrada, a veces, por tanto decir, por tanta duda, se nos asoma lúcido, tierno y rebelde. Su lírica recuerda, a ratos, un decir de hace décadas que intenta deconstruir conformismos, cambiarle el rumbo a la inercia de lo establecido, fugarse a lo inmenso, como destino, junto a una mujer que tras un velo se le empaña. Estoy segura de que Ihosvany nos guiará por estas olas, dunas, espesas selvas de sus sentires y nos sorprenderá, a los que seguimos su obra, con nuevas sonoridades y estrenos. Al mismo tiempo, este será un buen lugar para reencontrar-nos con los temas habituales de este trovador que ahora viene a contarnos y a cantarnos sus ideas, sus preguntas y sus sueños. CLAUDIA EXPÓSITO VAMOS A CAMBIARLO TODO Una mano versa lo que pienso y digo sobre el nuevo siglo que está por nacer, 21 cuelga como yo de un hilo y seguimos siendo los de ayer. Hombres del futuro amantes del pasado, defensores de una falsa libertad, hombres que destruyen, hombres con sus manos, hombres empeñados en sembrar banderas nucleares al suelo querido, consignas de guerra quemando en la piel al pobre mendigo que espera de todos respuestas para sus por qué. Despertar define todo lo que puede suceder. No se muere cuando se ha logrado hacer en vida una canción que llegue al corazón de... No hay mejores tiempos que estos que han [llegado. Solo hay una vida para recorrer este enorme trozo de asteroide almado que nos ha tocado estremecer. Sé de cambios que no fueron más que burdas mascaradas de poder, prefiero ver caer una lluvia con estrellas mientras doy con lo que digo que pensar y hablar. Vamos a cambiarlo todo y a asumir las [consecuencias. El mundo entero espera otra revolución. Y no podrán decir en el futuro de esta tierra que a los que hacen canciones les faltó valor. IHOSVANY BERNAL CASETE CAMBIÁNDOLO TODO 1. 2. Tema A guitarra limpia Miradas 3. Apología 4. Esta noche 5. Puesta de luna 6. Nunca me salves 7. Sin nada que perder 8. Sobre la arena 9. Bienvenidos a la tierra 10. Qué suerte para el trovador de estos días 11. No busco una salida 12. Déjame 13. Lejos 14. Historia 15. Fueron al sur 16. Vamos a cambiarlo todo PEDRO LUIS FERRER | DE ESPERANZAS Y MIEDOS Sábado 30 de marzo de 2002 Obra plástica: Eduardo Rubén Son numerosas las personas que suelen subestimar la im-portancia de los espacios pequeños, y tienden a igualar el tamaño material del sitio con su importancia cultural. Mas por suerte, también conozco a una infinidad de promotores cul-turales que han consagrado su trabajo a los espacios pequeños, propiciando eventos sencillos y bien dotados de creatividad y originalidad que incentivan tanto en el artista como en el pú-blico el ejercicio de una espiritualidad sin límites. La sociedad no es una multitud homogénea que sacia su espíritu de una manera uniforme o idéntica. Es por ello que en el mundo entero los pueblos procuran contrarrestar el esquema «hombre masa» que se divierte y satisface dentro de una concepción rígida y manida impuesta mediante los medios de difusión a extensos conglomerados, esquema que, en realidad, solamente atiende las demandas y necesidades espirituales de una parte de la sociedad. Jamás podremos realizar el proyecto de una sociedad verdaderamente democrática, si no nos consagramos al ejer-cicio de la diversidad espiritual que nos une y nos diferencia; que nos acerca y nos aleja; porque una sociedad es más de-mocrática sobre todo cuando respeta y permite que se exprese el espíritu de las diversas minorías que conforman esa multitud que solemos llamar pueblo o masa o sociedad... Por todo ello, aprecio la gestión del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a favor de la diversidad al establecer el espacio A guitarra limpia para que nuestra música cubana siga contando en su arsenal histórico con los trovadores que entonan lo que gusta a una parte importante de nuestro pue-blo, labor que se suma a otros esfuerzos que en este sentido realiza el país a favor de nuestra riqueza cultural, como son el mantenimiento y desarrollo de la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional, el Festival Internacional de Guitarra, etc. Está claro que sería un grave error que desaparecieran los espacios para la música bailable, para la fiesta necesaria e imprescindible de nuestro pueblo, pues ello, además de ir en contra de la diversidad que nos ocupa, equivaldría al daño que supone que un trovador o un concertista no tengan donde presentarse. En múltiples ocasiones he escuchado: «Hay que empezar por los pequeños espacios». Digamos que se trata de gente que concibe el pequeño espacio como una táctica para llegar al «grande», cuando en realidad se trata de algo que es un fin en sí mismo. Yo diría que hay que empezar y terminar en los pequeños lugares donde el arte puede diversificarse y pro-yectarse a plenitud para el público que lo necesita. «Para gustos se han hecho colores», reza el viejo refrán. Y el público debe tener la posibilidad de escoger lo que necesita para satisfacer su necesidad espiritual. Es sabido que el arte no da respuestas a quien no le hace preguntas, y que la necesidad de arte en la sociedad constituye una paleta infinita de rangos y matices. Entiendo que es provechoso evitar que el público se halle en el lugar equivocado y sea sometido a esencias que no son las que su espiritualidad demanda, hecho este que, desde luego, también daña al artista. Y no es que deje de incentivarse al hombre a ampliar su rango de apropiación estética parti-cipando de actividades que en principio le puedan resultar extrañas o lejanas; no, pero suele ocurrir que el público que acude equivocadamente a un espacio tiende a desatender lo que ahí ocurre e impide que los verdaderamente interesados puedan disfrutar a plenitud. Pienso que los pequeños espacios hacen posible que este tipo de público casual se integre y crezca en una apropiación más disciplinada e íntima. PEDRO LUIS FERRER DE ESPERANZAS Y MIEDOS Si no me voy de Cuba no entiendas que me quedo: transito en una gruta de esperanzas y miedos, que conduce a la vez –que conduce a la vez– al ruido y al silencio, al pájaro y al pez. Si no me voy de Cuba no dudes que partí. Nadie tiene la culpa de la ausencia y el fin: mis padres ya no están –mis padres ya no están– donde antaño los vi con su risa inmortal. Si no me voy no creas que estoy donde me ves porque el estar se muda como el paso de un tren. Y al cambiar de estación –y al cambiar de estación– la patria es el ayer en otro corazón, en otro corazón. Cuando me vaya, mira la penumbra en la tarde y la puesta marina el día que me besaste. Que así estarás conmigo –que así estarás conmigo– en mi estrella distante y así no me habré ido. Si no me voy, hermano, porque tú me recuerdas o porque sigo amando lo que la patria encierra, no jures que me fui –¡no jures que me fui!– porque la primavera regresará por mí. PEDRO LUIS FERRER JUAN CARLOS PÉREZ | CONTRA SEÑAL I Parte: Sábado 27 de abril de 2002 | Invitados: Edelmis Pedroso (flautista), Alejandro Valdés (guitarrista), Ariel Díaz (trovador) Obra plástica: Yaumil Hernández Gil II Parte: Sábado 20 de julio de 2002 Obra plástica: Ana Erman Por fin Juan Carlos Pérez en el espacio A guitarra limpia A finales de la década de los ochenta, en una incesante bús-queda de todo lo que tuviese que ver con trovadores, poetas, pelos largos, sandalias y acentos argentinos, conocí a este humilde hacedor de canciones que a golpe de guitarra y voz, desafiaba el desinterés de los medios de difusión respecto a su obra y enfrentaba una absurda prohibición producto de tantas difamaciones que a estas alturas no vale la pena nombrarlas. Juan Carlos Pérez es uno de los ejemplos más dignos y más claros a la hora de afirmar que el trovador es una actitud an-te la vida, poeta sin discusión, tronco de músico, ha cautivado a sus seguidores por más de veinte años, sus textos son un llamado a la unidad y a la sinceridad entre los seres humanos. Sus melodías vuelan en un rock and roll haciendo escala en un lírico guaguancó, respirando los aires del bossa nova para aterrizar definitivamente en la canción trovadoresca. Por eso el espacio A guitarra limpia, hijo legítimo del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, nos propone en su mágico patio de la calle Muralla este concierto, que sin dejar de ser un hecho artístico, es también un acto de justicia, porque Juan Carlos Pérez es un hombre de siempre y su trova es de todos los tiempos. FERNANDO BÉCQUER Algunas impresiones rápidas y desde lejos sobre Juan Carlos Pérez La fecha no la recuerdo bien, pero debe haber sido hacia finales de los setenta, en algunas de las peñas de Canción y Poesía de Santiago de las Vegas, o en las de Teresita Fernández bajo los árboles del Parque Lenin, o en la galería Amelia Peláez del mismo parque. Lo recuerdo flaco, desgarbado y melenudo –típica y mítica imagen del trovador veinteañero–, disparando canciones tier-nas, desgarradas, afirmativas y rebeldes, con una manera particularmente rítmica de tocar la guitarra. Para entonces ya Juan Carlos Pérez había transitado por el Servicio Militar tocando percusión en varias bandas, batería en grupos de afi-cionados, la guitarra en solitario, hacía canciones y había irrumpido por derecho propio de su obra y su talento casi de los primeros en el Movimiento de la Nueva Trova. Luego haría cosas aún peores para los que nos tenían ojeriza por entonces: estudiaría música electroacústica con el maestro Juan Blanco, fundaría las tertulias de la UNEAC junto a Nicolás Guillén, las de la Unión de Periodistas de Cuba; ga-naría un premio en el concurso Adolfo Guzmán con una can-ción envidiable, «Cantata», defendida por el grupo Nuestra América y orquestada por Frank Fernández; fundaría peñas en cuanto lugar pudo en la capital y sus alrededores, en las cuales tuvieron cabida muchísimos trovadores, y participaría en todas las que hacían otros, reforzándolas con sus canciones y la seguridad de su presencia, y en varios casos asumiéndolas posteriormente con paciencia y tenacidad de epopeya, tal vez el rasgo más característico y guerrero (y hermoso) de su per-sonalidad. Su música tiene la hermosa característica de ser tremendamente impura. Sus versos nos llevan de la mano por toda la poesía hispanoamericana y las versionadas de otros idiomas, al mismo tiempo que sus temáticas nos sumergen en el mundo en que vivimos, sufrimos y amamos, con angustia y esperanza, dominadas por el humanismo que nuestra tierra ha sembrado en todos en los últimos cuarenta años. De manera que estamos ante un trovador de pura cepa. Y se presentará todo él con sus canciones en una suerte de Olimpia de los trovadores cubanos y de cuanto país nos visite: el espacio A guitarra limpia del Centro Pablo de la Torriente Brau. Disfrútenlo por ustedes y por mí, que me lo perderé por esta vez. VICENTE FELIÚ (Lima, Perú, 21 de abril del 2002) CONTRA SEÑAL Lo que no enciende el corazón no te engrandece y si no sube donde vas no te merece. Lo que no enciende el corazón es tiempo oscuro y solo puede generar un amor inseguro. Lo que no enciende el corazón no es de verdad y solo puede generar oscuridad, un beso que se traba, un desvío, una broma un círculo vicioso para dioses sin corona. Si no eres más feliz donde estás por qué te quedas, y si cuando te tocan, otra mano es la que llega te enredas en tu sombra, no te vas a desatar, y a lo mejor mañana ya no hay tiempo mañana ya no hay tiempo. Mi voz es una alerta a favor de la locura y va contra el amor de los amores que no curan. Mi voz es la pupila dilatada entre tus manos un día irrepetible, un día irrepetible, un día irrepetible, una luz, un hombre humano. Si no eres más feliz donde estás por qué te quedas y si cuando te tocan, otra mano es la que llega te enredas en tu sombra, no te vas a desatar. Y a lo mejor mañana ya no hay tiempo, mañana ya no hay tiempo mañana ya no hay tiempo contra señal. JUAN CARLOS PÉREZ CASETE CONTRA SEÑAL 1. 2. 3. 4. Tema A guitarra limpia Presentación: Víctor Casaus y Vicente Feliú Canción de Juan (Juan Puentes) Personaje X 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. La paja en el ojo ajeno Las alas del cielo Habana uno, 1998 (con Samuell Águila) Alondra (Alejandro Valdés) Sobre tierra de amor (con Ariel Díaz) Tema del ángel Cubartista Mundo bajo (con Diego Cano) Coplas tuyas (con Alejandro Valdés) Habanera (con Vicente Feliú) Contra señal Cantata FERNANDO DELGADILLO | CONCIERTO ESPECIAL EN CUBADISCO 2002 Sábado 25 de mayo de 2002 Obra plástica: Imágenes populares de México Para muchos de los habituales seguidores de la canción de autor en Cuba, los trovadores mexicanos son un enigma. Solo eventualmente hemos visto pasar a algunos protagonistas con su hacer diferente y necesario. Fernando Delgadillo es uno de esos fantasmas que nos ha visitado con la única defensa de su guitarra y el desenfado de su canto. Con una notable sensibilidad para el texto de su música, Delgadillo es un cuidadoso hacedor de canciones cuya sencillez no lo aparta de la complejidad de su tiempo y su realidad. No hay muchas noticias de él. Los que lo conocimos en el año 97 recordamos su gran estatura y su filoso humor en el cantar; luego alguna otra vez, entre sus cortas visitas y las grabaciones escasas de mano en mano, a pesar de su prodigiosa discografía. Poco o nada sabemos, pero bastaría con escuchar «Hoy ten miedo de mí» para abrirle las puertas de los sentidos con la certeza de disfrutar su propuesta. A propósito de esta feria Cubadisco 2002 dedicada a México como país, como música y como cultura, ha llegado el trovador a La Habana para acercar nuestros cantos y nuestras refle-xiones abriendo un camino hacia futuros encuentros desde la canción informal, como ha nombrado en algunos de sus discos para suerte de nosotros, los informales. Hoy romperemos una buena parte del enigma, a través de este embajador de voz inteligente, que nos traerá otras histo-rias y otros amores, que entonces ya no serán tan lejanos. Delgadillo merecía nuestro espacio de A guitarra limpia y, recuperando el tiempo, nuestro espacio lo merece a él esta tarde de mayo. Bienvenido este primer aguacero. ARIEL DÍAZ HOY TEN MIEDO DE MÍ Hoy que llevo en la boca el sabor a vencido procura tener a la mano a un amigo que cuide tu frente y tu voz y que cuide de ti para ti y tus vestidos y a tus pensamientos mantenlos atentos y a mano a tu amigo. La importancia de verte morderte los labios de preocupación es hoy tan necesaria como verte siempre, como andar siguiéndote con la cabeza en la imaginación. Porque ¿sabes?, y si no lo sabes no importa yo sé lo que siento, yo sé lo que cortan después unos labios, esos labios rojos y afilados y estos puños que tiemblan de rabia cuando estás contenta, y que tiemblan de muerte si alguien se te acercara a ti. Hoy procura que aquella ventana que mira a la calle en tu cuarto se tenga cerrada, porque no vaya a ser yo el viento de la noche y te mida y recorra la piel con mi aliento y hasta te acaricie y te deje dormir, y me meta en tu pecho y me vuelva a salir y respires de mí. ...O me vuelva una estrella y te estreche en mis rayos y todo por no hacerme un poco de caso. Ten miedo de mayo y ten miedo de mí. Porque no vaya a ser que cansado de verte me meta en tus brazos para poseerte y te arranque las ropas, te bese los pies, y te llame mi diosa, y no pueda mirarte de frente y te diga llorando después. Por favor, tenme miedo, tiembla mucho de miedo, mujer, porque no puede ser. FERNANDO DELGADILLO ALEJANDRO VALDÉS | DE MI CORAZÓN Sábado 28 de septiembre de 2002 | Invitados: Rochy Ameneiros, Jorge García, Iván Valiente (bajo), Floraime Fernández (flauta), Luis Bárbaro (percusión), Luis Manuel Molina (guitarrista) Obra plástica: Lorenzo Moya Hace ya algunos años, muy cerca de esta casa y en un ambiente de trovadores y guitarras, conocí a Alejandro Valdés. Se inau-guraba el bar Nostalgia del Hostal Valencia donde Ireno y Jorge García, junto a Alejandro, crearon un pequeño espacio de mú-sica y poesía que fue proyectándose desde La Habana intra-muros hasta el Patio de María. Ya por ese entonces la guitarra de Alejandro Valdés era imprescindible en el acompañamiento, arreglos e improvi-saciones de cuanto trovador se propusiera una realización su-perior en cuanto a la guitarra (instrumento por excelencia del acompañamiento de la canción trovadoresca, llámese laúd, en los trovadores y troveros de Europa). En ocasiones, porque no se conoce realmente la importancia del sustento y la arquitectura del acompañamiento, escucha-mos una canción y nos remitimos a sus dos primeros códigos de información: la letra y la melodía. En la medida que seamos capaces de asumir de conjunto el resultado de ambas, esta-remos realmente aprendiendo a crear una idea más acertada de la misma, solo falta un elemento y es el tercer código, el acompañamiento, que incluye armonías, contracantos y di-seños estructurales que contribuyen al mejor resultado de la canción. El arte de acompañar es realmente respetado y no todos pueden hacerlo bien y en mi propia carrera recuerdo estos momentos como los de mayor reto. En Alejandro Valdés se dan esas dos vertientes, es un ex-celente acompañante y un curioso solista, al cual le auguro un gran futuro con su dedicación y trabajo. Sus composiciones para guitarra tienen esa curiosa mezcla de la guitarra popular cubana, ritmáticas, provenientes de los tambores batá y una marcada influencia flamenca en cuan-to a modo de producción del sonido en su mano derecha, lo que no demerita su excelente mano izquierda, toda una técnica personal, autodidacta y funcional para su proyección como guitarrista. El Centro Pablo ha sido y seguirá siendo el espacio donde se funden los tres perfiles del hombre (conocimiento, trabajo y juego – sapiens, faber, ludens), el lugar donde confluyen amor, arte, bondad y rigor. Eso encontrarán en este concierto de Alejandro Valdés: amor de la casa que le quiere, arte de la casa que lo acoge, bondad del patio mágico y rigor artístico que Alejandro será siempre capaz de brindar en reciprocidad, pues... esta es una de las casas que crecen y se agrandan... a guitarra limpia. REY GUERRA CASETE DE MI CORAZÓN 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Tema A guitarra limpia Sobre espacios De mi corazón Síncopa para seis La última palabra (Jorge García) Carnaval 3 A lo Ñico I want you (John Lennon) No todo es cuestión de días Tú, melodía Río mestizo 12. 13. 14. 15. Dialogando Insensatez (A. Carlos Jobim) Andante Berimbau (Vinicius de Morâes-Baden Powell) Todas las versiones arregladas por Alejandro Valdés. Invitados: Tema 5 - Jorge García (voz y guitarra) Tema 8 - Luis Manuel Molina (guitarra española) Tema 9 - Rochy Ameneiros (voz) Temas 12, 13, 14 y 15 - Iván Valiente (contrabajo), Floraime Fernández (flauta), Luis Bárbaro (percusión) ERICK SÁNCHEZ | CONCIERTO A GUITARRA LIMPIA Sábado 26 de octubre de 2002 | Invitados: Isadora Cruz Guerra (violín), Yoriell Carmona (tres), Eduardo Mejides (poeta) Obra plástica: Gustavo Garrincha De: frankdelgado@hotmail.com A: ericksanchez@yahoo.es Asunto: Desde Bolivia Fecha: Sábado 19 de octubre, 2002 Querido Erick Sánchez: Por las pautas y los declives, por el Chapare cortado se demora la «movilidad» y temo no llegar a tiempo. Igual me reuní con un montón de cubanos hace unos días en Cochabamba y les mostré el video de la actuación en San José de las Lajas. –Eh, ese cubano está suelto –decían. Ihosvany, el más avezado en cuestiones de trova, casi se echa a llorar cuando escuchó «La casa de cristal». –Asere, ese era mi programa preferido cuando estaba en F y 3ra. [nombre con el que se conoce a una de las residencies estudiantiles de la Universidad de La Habana], y ese tema... pero yo pensaba que era más joven. –Es joven, solo que su peluquero es un poco radical, deja que se ponga la gorrita que le llevo... Bueno, les expliqué que tienes 33 años, que eres licenciado en Educación Artística, que esa «rutina» que se asoma, son reminiscencias de Luyanó, que la historia de Cristina fue real, que te enamoraste de Ena Lucía Portela, que los hongos de la bosta de vaca, que los uniformes de la Lenin... En fin, que los cocaleros del Chapare han metido otro corte en la carretera y si llego tarde a Santa Cruz pierdo el avión. Nada, Erick, que si van Niurka y Salima diles que dejen de ser tan discretas, y dales mis saludos a Isadora y a Yoriell, que sé que te van a hacer buena pata, y Tronco... si a las 5 menos diez no llegué, arranquen pero grábenmelo para ensayar la segunda salida. «La Flota» se mueve. ¿Llegaré a tiempo? Te quiere, tu segunda voz, FRANK DELGADO (Bolivia, 19 de octubre) CASA DE CRISTAL Cuando la sombra de mi cuerpo deje de caminar detrás de mí, cuando no quede nada yo estaré allí. Tratando de salir a flote dibujaré canciones en el mar y amansaré los peces con solo mirar. Y te abriré mi casa de cristal donde se transparenta el amor, y nacerá la ciudad cuando la luna llena vuelva a brillar. A veces cuando siento miedo me leo historias del Decamerón, reviso la ventana y paro el sillón. No entiendo mucho de miradas tan solo unas palabras en inglés: I see you later woman, al anochecer. Y te abriré mi casa de cristal donde se transparenta el amor, y nacerá la ciudad cuando la luna llena vuelva a brillar. Y siempre estaré aquí, imaginándote, confiando todo el tiempo en que renaceré. Y ya no sé qué hacer, volveré con mi guitarra alguna noche si la luna llena brilla otra vez. Y ya no sé qué hacer, volveré con mi guitarra alguna noche si tu cara nueva brilla otra vez. ERICK SÁNCHEZ CD A GUITARRA LIMPIA 1. 2. Tema A guitarra limpia Casa de cristal 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Ena Lucía Como el invierno al verano El Cristo de La Habana La torpeza de mirar Canción para la mujer 730427 Datos personales (poema de Eduardo Mejides, el Chaca) Tú eres plante na’ ma’ Con la navaja en la mano (Alfredo Carol) Amistades peligrosas Los huevos que te tiramos El pasadizo Canción del adelantado No quiero que toquen en mi puerta Mi amigo el ingeniero LEONARDO GARCÍA, ALAIN GARRIDO, DIEGO GUTIÉRREZ | POR TODOS LOS CAMINOS Sábado 23 de noviembre de 2002 Obra plástica: Jesús Medrano Esta tarde llegan a nuestro patio tres guitarras limpias y cla-ras desde esa Santa, ciudad del centro de la Isla donde, por suerte, la canción no se ha descarrilado. Trovadores que defienden con la búsqueda constante, con la vida necesaria, ese vuelo y lirismo imprescindibles hoy para salir al diario amando. Se presentarán en el espacio de la Trova toda, a pesar de que los caminos se divisan ásperos en este mundo nuestro. Mientras la calma no abunda y los mercantiles tiempos sobreviven, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau sigue apostando por este canto: Leonardo García, Diego Gutiérrez y Alain Garrido son parte de ese mar de nuevas voces que llegan y así andan sabiendo que se tiene que vivir siempre en el intento de mejorar y mejorarnos. Curioseando en el recuerdo volví a vivir esos días donde conocerlos fue darme cuenta de que no andaba solo. Así en-tonces emigré junto a Leo, imaginé la luna de Valencia de Diego y alcancé el hasta dónde de Garrido; en esa noche de Mejunje los llevaba conmigo para siempre; esa guitarreada (larga entre rones) hizo que allí se quedara parte de mí. El espacio Puntal Alto luego tuvo la dicha de tenerlos en el mes de marzo de 2001 junto a [Raúl] Marchena (otro de los buenos), demostrando la calidad y la transparencia de sus canciones. Hoy, como esa vez, espero que cautiven a este pú-blico ávido de la buena canción y estoy seguro de que la feli-cidad tocará la puerta y nosotros sepamos reconocerla. Sus cantos sentidos viajarán por nuestras almas y dibujarán un arco iris que quedará, quedará intacto como casi siempre en cada uno de los presentes asiduos a estas tardes. Tres visiones se juntan hoy como hace tantas lunas para hacernos cómplices de sus sueños, anhelos, inconformidades y buenas venturas; cada uno buscando en sus raíces, canción tras canción, sin dejar a un lado ese sello que ha logrado el trovar en la Santa Clara de [Manuel] Corona. Sin más, que empiece la trovada y la canción haga su danza. Sé que Leo, Dieguito y Alain seguirán floreciendo a pesar de las tempes-tades todas y así volverán un día a este patio donde las ya-grumas seguramente han sentido el lenguaje misterioso de esos ojos, guitarra mediante. ¡Ah!, por si no estoy, suerte. SAMUELL ÁGUILA POR TODOS LOS CAMINOS Por todos los caminos voy hacia Roma y nunca, nunca llego. Si alguna vez oculto con un dedo el sol es pa’ inventar el fuego. Por mucho que madrugué tu cuerpo amaneció más temprano. Cien aves solté, volar las dejé, pero te tengo, paloma, en mis manos. Yo nací torcido, pero me enderecé después como un árbol que a buena sombra florece. Fui mal herido en esta guerra avisada y tal vez fui menos ruido que nueces. Fuera del mar nadaba muy bien, dormí en las corrientes como el camarón, y mientras estaba en misa, bailé de santo en la procesión. De cierta manera hice un camino con las veredas que no atravesé, que siempre tenían el mismo destino, iban a dar a Roma andando con mis pies. DIEGO GUTIÉRREZ CASETE POR TODOS LOS CAMINOS 1. Tema A guitarra limpia 2. Por todos los caminos - Diego Gutiérrez 3. Eternidad - Alain Garrido 4. Mar de sábado - Leonardo García 5. Si tú conjuras - Alain Garrido 6. Mirando y dejando - Alain Garrido 7. Sin mi mitad - Diego Gutiérrez 8. 37 versos para una mujer - Leonardo García 9. Bailando en la telaraña - Leonardo García 10. Días corriendo - Leonardo García 11. Emigro - Leonardo García 12. Veleidades de la gloria - Alain Garrido 13. Pasándola bien - Alain Garrido 14. Ostras - Diego Gutiérrez 15. Sabor salado - Diego Gutiérrez 16. En la luna de Valencia - Diego Gutiérrez VICENTE FELIÚ, AUGUSTO BLANCA, LÁZARO GARCÍA | LA MANO AMIGA Sábado 28 de diciembre de 2002 | Invitado: Trío Trovarroco Concierto por el cuarto aniversario de A guitarra limpia Obra plástica: Roberto Fabelo Siempre la mano amiga Con este concierto celebramos el cuarto aniversario de A guitarra limpia. Vicente Feliú, Lázaro García, Augusto Blanca y Trovarroco vienen a llenar nuevamente de música y poesía este patio que los trovadores y las trovadoras han hecho má-gico, íntimo, nuestro. Aquí está, con Vicente, Lázaro y Augusto, la raíz de los fun-dadores de la Nueva Trova cubana, que hace más de tres décadas comenzaron a lanzar sus propuestas necesarias y esperanzadas desde varias regiones del país: Santiago de Cuba, Cienfuegos, La Habana. Hoy los acompaña Trovarroco para recordarnos, desde la maravilla de su creación, que esta ver-tiente renovadora de la canción y la cultura cubanas sigue fe-lizmente viva entre nosotros. La mano amiga de la canción de Augusto nos acompañará esta tarde, cuando nuestro hermano Silvio reciba el Premio Pablo por haber llenado de respuestas y de preguntas nuestras vidas con sus canciones, por haber compartido sus sueños, sus misterios, sus adivinaciones con tanta gente que lo nece-sitaba, en Cuba y en el mundo. La pequeña historia hermosa de este espacio crecerá hoy con la presentación del casete que reúne una selección de las canciones escuchadas en este patio durante el tercer año de A guitarra limpia y el lanzamiento del Cuaderno Memoria con imágenes y textos de aquellos conciertos. Esta fiesta de hoy se continúa también desde la memoria con la exposición de fotos de Luis Hernández, que acompañó con su cámara inderrotable y su nombre de guerra (El Plátano) las primeras apariciones públicas y privadas de las principales figuras de la nueva trova cubana. Vida, canciones, imágenes, memoria de una historia que nos pertenece, aquí está, otra vez y siempre, la mano amiga, en el cuarto aniversario de A guitarra limpia, para recordar, para decir: aquí estamos y seguimos. VÍCTOR CASAUS Te ruego no olvidar alegrías ni dolores. Te ruego no olvidar: olvidar es la muerte. (Fragmento de la canción Aurora 1, de Vicente Feliú.) Lo difícil, lo tremendamente hermoso es cantar a toda voz, correr el riesgo, lo difícil es soñar a toda costa… (Fragmento de la canción Soñar a toda costa, de Augusto Blanca.) …cuánto diera por tenerte aquí que hoy todos son dueños de este hoy que suma empeños del sudor de tus camisas cuando brindamos sonrisas en carretones de sueños. (Fragmento de la canción Carretón, de Lázaro García.) CD LA MANO AMIGA 1. 2. Tema A guitarra limpia Palabras de presentación de Víctor Casaus 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Créeme El último adiós Piropos Versitos con tumba´o Bolerito Semblanza de Lázaro Si de tanto soñarte Bolivia / Samba para no olvidar Soneto a Yeyé Carretón Semblanza de Augusto Canción para comienzos de siglo El tercer deseo El último eslabón Regalo No. 1 La mano amiga Siempre será el amor Vicente Feliú (3, 4, 6, 8, 13 y tema 5 compuesto con Aurora Hernández) Lázaro García (9, 10, 11, 12 y 19) Augusto Blanca (14, 15, 16, 17 y 18) Tema 7, de Lázaro García, interpretado por Vionaika Martí-nez y Trovarroco. Grupo Trovarroco: Rachid López (guitarra), César Bacaró (contrabajo), Maikel Elizarde (tres) V AÑO GRACIAS A LA MAGIA DE LA MÚSICA Y LA POESÍA «Te doy una canción como un disparo, como un libro, una palabra, una guerrilla: como doy el amor.» (Te doy una canción, Silvio Rodríguez, 1970) RITA DEL PRADO | DESDE LA EDAD DE ORO Sábado 25 de enero de 2003 | Invitados: Dúo Karma, Ariel Díaz y Eduardo Sosa En el Museo Nacional de Bellas Artes Obra plástica: Proyecto Arte Digital Infantil (ADI) La canción es como un pájaro Dicen que Rita dijo que fuera yo quien escribiera estas palabras para introducir su trabajo de La Edad de Oro. No sé, Rita, si yo te di el mal ejemplo poniéndole música al Ismaelillo, de atrevida que soy: no sabía ni lo que hacía, creo que por eso lo hice. Lo hice estimulada por mis hermanos mayores, Cintio y Fina, y porque me dijeron que yo podía hacerlo porque mi madre era valenciana, y el padre de Martí también lo fue. Ahora pienso que el trabajo de La Edad de Oro, por la prosa, supera al del Ismaelillo en dificultad y en técnica –para utilizar una palabra que no me gusta mucho. Rita, que como yo trabaja para niños, ha realizado la hazaña de musicalizar no solo los poemas, sino también los cuentos de La Edad de Oro. Me parece tan hermoso que me quedo casi sin palabras para hacer esta presentación. Primero, me alegra mucho, como cubana y como martiana, que Rita le haya puesto alas a una cosa dirigida a los niños como es La Edad de Oro. Porque cuando se canta –una cosa que ya sabíamos– en prosa o en verso, la canción es como un pájaro. Pero este es un pájaro al que tú le pones las alas y va hasta el infinito. Va al corazón de los niños y de los adultos. Una canción es un pájaro que está buscando nido en alguna parte. Ojalá que este trabajo de Rita lo encuentre en todos los corazones y en todas las inteligencias, no solo de los niños, no solo de cubanos adultos, sino de toda la América Nuestra y del mundo. Porque tenemos que volver a semejarnos a los niños, tenemos que trabajar para los niños, tenemos que conocer a los niños. Y Martí lo hizo, de una manera genial, en su Edad de Oro. Yo personalmente respeto, admiro, quiero muchísimo a Rita del Prado, porque su silencio dice más que todo un montón de palabras que pueda decir sobre ella. Le deseo a Rita lo mejor del mundo. Y si esta es la nueva generación de cubanos, y yo tuve algo que ver con esta mu-sicalización de La Edad de Oro que ha hecho Rita, ese es mi premio. No esperaba otra cosa de la vida. TERESITA FERNÁNDEZ DESDE LA EDAD DE ORO Sobre la magia que al metal convierte en tenedor, sobre las cosas de cristal y piedras de color sobre el misterio del quetzal y el elefante colosal cuenta La Edad de Oro, cuenta La Edad de Oro. Obra perpetua es el amor desde la tierna edad en que Piedad buscó una flor por no olvidar jamás, es el amor quien puede más desde que empieza todo, desde La Edad de Oro, desde La Edad de Oro. RITA DEL PRADO DIEGO CANO | CAMBIAR EL VIENTO Sábado 1 de marzo de 2003 | Invitado: Alejandro Valdés (guitarrista) Obra plástica: Rubén Fernández Había una vez en una costa muy dienteperruna y alamareña, hace como diecisiete años (¡solavaya!, eso ocurre cuando ponen a un escritor infantil a escribir las palabras de un concierto), se reunían unos jóvenes con guitarra a tratar de cambiar el mundo, rones por medio, y cometiendo el delito de plagio de las canciones de Silvio con premeditación, nocturnidad, ensa-ñamiento y alevosía. Todos aquellos jóvenes, excepto yo (para el bien de la música), se convirtieron en trovadores, y hablo de Karel García, y un par de recién salidos del «verde»: Carlos Lage y Diego Cano. Como es de este último el concierto, pues, qué remedio, hablemos de él. Es el hijo mayor de una familia que, para desgracia del barrio, lo crió en Centro Habana, donde pocas farolas sobrevivieron en el Parque Maceo por aquellos años. Después mejoró y rompió a pedradas las canciones de Silvio, Toquinho, y algunas que otras de Vinicius. Según el experto oído de Borges-Triana, a quien desperté para que me ayudara en la «apología», bombo y platillo y otros sinónimos rimbombantes, Diego es una de las mejores voces del país, no solo de la trova, con potencialidades increíbles, gran coloratura y un excelente registro, y ya es hora de que empiece a tomárselo en serio; lo de la voz, claro está. Desde una brisa fresca, ¡Oh, Maureen!, hasta este cambio de viento, Diego Cano ha madurado mucho sus temas, algunos de los cuales son antológicos en la joven nueva trova cubana. Te-mas como «Rosy», «Ojos de pradera», «Tiempos de deshojarse», «Equilibrio» y «Señales» vuelven en este concierto Cambiar el viento, gracias al Centro Pablo de la Torriente Brau y a guitarra limpia, para mostrarnos la obra de este trovador. Ahora relájense y disfruten este cambio de viento. EFE (EDUARDO FRÍAS) Nota: Los vecinos de Jesús María agradecen al Centro Pablo la posibilidad de dormir hoy tranquilos sin la voz de Diego atronando en la madrugada. CAMBIAR EL VIENTO Cuando las voces del infierno lleguen a tu puerta, cuando no tengas más remedio y quieras reventar, si las ideas de las gentes ya no te concuerdan, cuando despiertes y te sientas como un animal, debes cambiar el aire que respiras debes cambiar el viento. Si las mañanas salen negras y el día es fatal, si la distancia cambia el tiempo no debes llorar. Cuando la brisa ingenua sople y traiga otra noticia. Si el alma no perdona pronto deberás saltar. Debes cambiar el aire que respiras, debes cambiar el viento. DIEGO CANO CD SEÑALES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Tema A guitarra limpia Ayer Ojos de pradera Equilibrio Rosy Maureen Alas perdidas Vamos Señales Volver a empezar Tanto dolor Jaque al peón No hay miedo INTI SANTANA| EL RIESGO DEL JUEGO Sábado 22 de marzo de 2003 | Invitados: Dúo Karma, Samuell Águila, Ariel Díaz, Rodrigo Wangeman, Elvira Skourtis, Yescenia Fales y Amanda Cepero Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea Lo recuerdo años atrás, en la Casa de la FEU, cantando con una guitarrita de mala muerte unos textos donde el asombro y la certeza se confabulaban. Aun dentro de aquella ingenuidad tenía algo que me resultó curioso y que tardé poco en descifrar: su poética no se parecía a la de nadie que yo conociera dentro de su generación. Eran canciones netamente urbanas, ni muy líricas ni abiertamente épicas (al menos a la usanza tradicional), sino rebosantes de asfalto, del calor citadino de las dos de la tarde, de un amor desenfrenado por (esa suma de mujeres que es) La Ha-bana. Luego vino mi intento de razonar en torno a su poesía y fui descubriendo giros lingüísticos y fonéticos que se conectaban con eso que llaman «canción inteligente». En este sentido sigo considerando como definitivas un par de sus canciones: «Karen» y «La corriente ecléctica», cada una con su óptica peculiar y que ilustran bien ese diferenciarse (villano placer) de las producciones propias y ajenas. Su verbo apasionado, esas fintas de la palabra, imágenes que a veces se regodean en el absurdo nuestro de cada día, y esas melodías que bucean en el antier y su presente como recurso de autodefinición, lo convierten en un trovador inmerso en una búsqueda constante que ya co-mienza a dar frutos. En los últimos tiempos se ha empeñado saludablemente en rodearse de amigos e instrumentos, experimentando con otras sonoridades, aunque ahí siga su guitarra limpia y compañera de trovadas, implicando reto y riesgo a la vez que confianza y salud. Creo que cada una de sus presentaciones nos obliga a redescubrirlo, huyendo de la placidez de lo inamovible, y de eso (sospecho) irá su dar la cara aquí, esta tarde. Que la Trova sigue despierta, «haciendo camino al andar» como dijo el bardo una vez, nos lo demuestra Inti. Mejor síntoma de persistencia y vida no esperaba de él. HUMBERTO MANDULEY EL RIESGO DEL JUEGO Con su latido de martillo neumático con dientes de vidrio sobre el muro para el ladrón me besa la ciudad y vierto música. No solo existe la rosa lánguida, la tiranía de la cadera, síncopa práctica, mira a tu alrededor y toma agua. Y otra vez esa voz que me dice: «No hay cómo escapar, en los muslos del aplauso sucumbirás como tantos otros como tantos más.» Mientras tanto miro al techo aquellos agujeros. Aunque quieran solo la cáscara y la cuchara pida siempre un poco más, dame el riesgo del juego, la frase que hurga lanzando una señal. No me vas a querer, lo podré soportar y decepcionaré tus ansias de desconectar. Pasa un carro con lo último del pop, mientras se aleja se va de revolución. Regresa corazón, no te puedo olvidar. Y al mismo tiempo qué necesidad. INTI SANTANA CD EL RIESGO DEL JUEGO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Tema A guitarra limpia El riesgo del juego El camino del cundiamor Tropiezo Alaska Agujeros Mariposa bruja Pío tai Marta Árbol Al final Yambú de partida La corriente ecléctica Rodrigo Wangeman: contrabajo (1 y 7) y bajo eléctrico (2) Elvira Skourtis: guitarra clásica (6) / Yescenia Fales: cello (6) Elis Regina Ramos: cello (2) / Amanda Cepero: voz (4) Xóchitl y Fito (Dúo Karma): voces y triángulo (2 y 5) Ariel Díaz: voz (5, 11 y 12) y guitarra (5 y 10) Samuell Águila: voz (5 y 12) y guitarra (5) / Erick Sánchez: voz (12) Todos los temas compuestos por Inti Santana GERARDO PEÑA | MÁS ALLÁ Sábado 26 de abril de 2003 | Invitado: Víctor Quiñones Obra plástica: Bárbaro Reyes Mena (Pango) Hay artistas que surgen en el lugar correcto y en el momento histórico adecuado. Son los artistas a la altura de su tiempo. Quizás por esto suelen ser también los que difícilmente pueden tomarle el pulso al tiempo que los encumbra. ¿Quién querría bajarse del templo de la fama para comprender a sus arqui-tectos? Digo esto porque Gerardo Peña es el cantautor mexicano que nació donde nunca debió haber nacido, en un país donde la televisión junto con la corrupción de la radio y de todos los sistemas de difusión artística y cultural, marcaron la pauta de lo que la gente debía escuchar. De modo que él no ha sido un cantautor comprendido por su tiempo, pero sí es uno de los pocos compositores mexica-nos que fueron capaces de entender la miseria musical de su época, de sobrevivir a ella y de impulsar su música a contra-corriente. Los músicos mexicanos saben que el tiempo no solo abarca compases, sino historia. Y ese tiempo que todo lo comprende es la única compañía disquera con la que ellos firmaron un contrato de exclusividad. Ahí reside quizás, por lo menos en México, el secreto de su sobrevivencia. Las mejores canciones de Gerardo Peña, como reflejo de un trabajo musical que comprende al tiempo y a la historia de su tiempo, no se inspiran tanto en historias o emociones como en preguntas. Y esto es siempre desconcertante. Así, entre pregunta y pregunta, sin más respuesta que su musicalidad, va forjando sus partituras de dudas. Tras más de 20 años de trabajo, las ha elaborado, mejorándolas, demostrando con ello que la duda y la pregunta también son per-fectibles. MALÚ HUACUJA DEL TORO New York MÁS ALLÁ Quise ver y abrí una ventana porque siempre me enseñaron que no hay nada más allá. Descubrió un mundo mi mirada, comprendí que algo ocultaban y vinieron a cerrar. Desnudé mi cuerpo para verme, comprender qué llevo dentro, de qué vengo, a dónde voy. Me vistieron todo de repente con sus cuentos inocentes y las culpas de su dios. Más allá, ¿qué esconden más allá, si ponen en la hoguera al que se atreve a preguntar? Más allá, ¿qué habita más allá, por qué les causa miedo que sepamos la verdad? A mitad de un beso nos llegaron con sus leyes y dijeron que debíamos firmar los papeles de sus abogados, con los sexos separados para poder continuar. Me pidieron fe, creer a ciegas cuando vieron que mis dudas no paraban de crecer. Dije: quien no deba, nada tema y alguien hoy aquí en la tierra que me venga a responder. Un día estaré en Puerto de Palos y mirando al horizonte soñaré con navegar, y ellos me dirán que el mundo es plano, que no es cierto que giramos y me tienen que quemar. GERARDO PEÑA SILVIO ALEJANDRO | MULTITUDES EN LA SILLA Sábado 27 de septiembre de 2003 | Invitados: Cuarteto vocal Spuela d’ Gallo, Elvira Skourtis (guitarra), Silvia Pérez (clarinete), Yoriell Carmona (tres), Amanda Cepero (voz) Obra plástica: Pedro Pablo Oliva Multitudes en la silla no es título que nos conduzca a una canción o a un verso de Silvio Alejandro, sino a toda su obra y más. Es una doble identificación (de tantas posibles) con el universo simbólico de la silla. Por una parte, con esa inmediata lectura, «la de aquellas pe-ligrosas que invitan a parar». Primera razón por la que Silvio Alejandro regresa a este signo, pues en el imaginario de quienes hacen o prefieren esta canción de hoy, la silla reclama seguir siendo el lugar donde no estar y la trova, quien más se resista a su tentación, quien más se exponga al riesgo de caer y quien mejor lo haga desde una poética frontalidad. En otro sentido, quiere sostener el cantautor que cada ser humano dicta desde su propia silla, como el trono donde ocurre y se sedimenta todo lo que es. Es allí adonde llegan, anidan o se van los seres de toda naturaleza que podemos contener, criaturas que a la manera de Pedro Pablo se agazapan, se mues-tran, o se dejan entrever y que provienen de cualquier reino posible. El pintor escoge dibujar un raro y diminuto señor, una mujer con piedra en la cabeza o un alado reptil. Silvio Alejandro prefiere recordar a la anciana Graciela en su largo domingo, a un borracho que mira a la pared, o a las hormigas y su in-visibilidad. Sutiles compañías que esta misma tarde se mez-clan entre nosotros en este patio de A guitarra limpia, tan generosamente abierto y poblado durante cinco años. En el último concierto Quedado en La Habana, las canciones de Silvio Alejandro pasearon por la sonoridad y el ensamble de diversos instrumentos. Hoy su principal regodeo será, por supuesto, entre cuerdas y en un experimental y casi «multitu-dinario» encuentro de voces. CARMEN ROMERO MIRANDO A LA PARED Si miro a la pared puede ocurrir la sed de no ser más yo y ser una quietud que puede imaginar que todo es ilusión es ilusión Si miro a la pared me puedo confundir y no creer me puedo distanciar Si miro a la pared no habrá reloj que distraer reloj que echar a andar Si miro a la pared te puedo contemplar, callar la voz hacerte bien hacerte mal Si miro a la pared me puedo ir del disfraz y hacerte pan y hacerte pez Si miro a la pared te puedo amenazar Si miro a la pared el mundo va a quedar detrás de mí mirándose, mirándome a punto de atacar mi verticalidad y me volveré al mundo real me pondré la razón y empezaré otra vez a morir. SILVIO ALEJANDRO CD MULTITUDES EN LA SILLA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Tema A guitarra limpia Luna y mar Tiempo para creer A María A Graciela El trovador de las hormigas Tu canción Dios, mi familia y yo Cinco cervezas dobles Largo domingo A Cocola en sus natales (texto de José Martí) Elvira Skourtis: guitarra (5, 6, 7, 10 y 11) Silvia Pérez: clarinete (9 y 11) Amanda Cepero: voz (3 y 5) Yoriell Carmona: tres (2, 3, 8 y 11) WILLIAM VIVANCO | BIOGRAFÍA Sábado 25 de octubre de 2003 | Invitados: Ariel Díaz y Telmary Obra plástica: Max D. C. Dale pa’rriba, mijito Detrás del ya tradicional placer de sentarnos en este patio, con sentido de pertenencia, a escuchar a los más disímiles trovadores, está el quehacer callado y constante de los realiza-dores de este espacio. Detrás de este instante en que William Vivanco sale a nuestra luz, con el infaltable escudo de su gui-tarra, hay diez años de construcción de un discurso y de una manera de proyectarlo, que aun sin haber llegado a su finalidad mayor, ya están dotados de singularidad indispensable, que nos permiten reconocerlo como uno de los más importantes trovadores, entre cuantos se dieron a conocer en los últimos años del siglo pasado. Desde que aquella amiga de la familia le regaló una guitarra, voluptuosa como una fruta, hasta estos días en que los tran-seúntes pueden insinuarle con malicia que él es el culpable de tal o cual canción enredada en sus memorias, hay una vocación de abrirse a las músicas multicentenarias de Santiago de Cuba, a las piedras certeras de los cantos de la Isla, como Bola [Ignacio Villa], José Antonio Méndez y Silvio Rodríguez. Y una especial capacidad para sentirse cada vez más suyo –de su país– mientras se alimenta de sones celtas, árabes, hindúes, haitianos, jamaicanos... Su voz es su voz, la que le vino dada, pero esa manera de uti-lizarla alternativamente como de costumbre, y otras veces como un instrumento musical de posibilidades insospechables, le viene de sus aprendizajes en el Coro Madrigalista y de su oído atento a los voceadores de las calles. Las canciones de William, que con toda licitud hablan de él mismo, de su interpretación del entorno palpable y espiritual, están resueltas líricamente a partir de una orgánica trenza del habla popular y referencias de la cultura universal. Y a fuerza de ser auténticas, cualquiera de ellas puede funcionar-nos como la metáfora del espejo. William Vivanco sabe que a estas alturas no puede volverse atrás. Él es un trovador, ande con la lira o con muchos otros instrumentos, y lo que más espera de sí, y lo que más esperamos quienes hemos tenido la ganancia de conocerle, son las pró-ximas canciones, donde continúe revelándose y revelándonos la energía mejor para el camino. BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES BIOGRAFÍA Devorando los trillos con poco tiempo a mi favor, creyéndome elegido como el primer explorador. Hambriento como voy, sediento como lirio, pintándome horizontes de verdes y amarillos. Será que me ha tocado a mí o ya me veo diferente. Será la forma de vivir iluminando un tiempo fuerte. Quiero contar a los demás poniendo más o menos luz otra manera de empinar amor y cuerpo en multitud. Hambriento como voy, sediento como lirio, sintiendo cada golpe como si fuera mío. Devorando los trillos, ya puedo ver a donde vamos en un final mi desafío como el canto y la libertad. El miedo de los desvalidos, sobre mi casa encontraré la risa de los conocidos y un gran deseo de volver. WILLIAM VIVANCO LÁZARO GARCÍA | CARTA DE PROVINCIA Sábado 8 de noviembre de 2003 | Invitados: Trío Trovarroco, Vicente Feliú, Maureen García, Pucho López, Pedro Bandera Obra plástica: Jaime Prendes Este es un disco «de Autor». Así, con mayúscula, porque Lázaro es uno de los creadores que ha venido dejando sus huellas en la cancionística cubana desde los inicios del último tercio del pasado siglo XX. Si se habla de Nueva Trova o Nueva Canción en Cuba, este entrañable trovador (Guajiro, como le decimos los que lo conocemos hace… un tiempo), ocupa un lugar im-prescindible. Veo a veces la canción cubana como a un río que ha ido atravesando tanto la geografía como la historia de nuestra nación. La trova original (la llamada tradicional), al abrir su cauce de Oriente a Occidente, hizo germinar en el centro del país, en la zona de Sancti Spíritus y Trinidad, importantes y originales frutos. Es también esa región central, incluyendo Villa Clara y Cienfuegos, una de las más ricas del país en mú-sica y poesía campesinas, con sus puntos, tonadas y una gran profusión de poetas repentistas, decimistas, excelentes y de una larga tradición local en esas fuentes de sabiduría popular. De esas aguas ha estado bebiendo Lázaro, desde su humilde cuna, y esto se hace notar hasta en sus composiciones más recientes. Decimista él mismo, en cualquiera de sus temas, cualquiera que sea el género musical en que se exprese –ya sea utilizando versos octosílabos, endecasílabos, alejandrinos, o permitién-dole a la frase melódica trazar libremente las pautas–, es-cucharemos su voz de fino poeta, de riguroso cultivador de las formas y de ingenioso rimador. Sucede que este río tiene muchos y diversos afluentes. No todos provienen de manantiales en nuestro propio suelo. De los nacidos aquí, Lázaro ha tomado también ciertas variantes del son y las ha conjugado con patrones armónicos más cer-canos a la canción y a un bolero que, a fuerza de extenderse, ha dejado de ser exclusivamente cubano. Y no hay que asom-brarse tampoco de que las ricas estructuras melódicas del tango hayan calado su quehacer, sobre todo en sus canciones más libres, en las que la tensión dramática del contenido sugiere esos códigos de texto y música. Lázaro tiene mucho que decirnos, y nos lo dice genuina-mente, sin ambages. Tiene, como todo trovero, sus temas re-currentes, a los que vuelve y en los que se revuelve, buscando la fuerza para mover la noria de la vida: el transcurrir (ine-vitable) del tiempo, las heridas sanadas de un pasado visto sin rencor, las lecciones de los desamores, la duda filosófica, los sueños compartidos y la esperanza depositada en la posibilidad de hacerlos reales. Y claro, él mismo lo dice: «siempre será el amor» lo que esté al centro de su corriente, su cauce, su caudal. Creo que «si de tanto soñarte» (o soñarte en general) uno se desborda e inunda –aunque sea un mínimo valle– con poesía, sentimientos y músicas como los de Lázaro, puede estar seguro (no conforme) de haber sido como un río, de esos que ayudan a calmar la sed de belleza y vida de la gente. NOEL NICOLA Sara González habla sobre Lázaro García: «En Lázaro se concentra toda la tradición de nuestra música trovadoresca con una gran frescura, poesía, intensidad y rique-za enormes. Él es un gran poeta, además de un tremendo músico. Este recital es una demostración de la calidad de las canciones de Lázaro en todas las épocas. Empezó arriba y continúa manteniendo una calidad extraordinaria, además de ser una de las mejores personas que he conocido. Lo respe-tamos y lo queremos todos los trovadores por su calidad humana; es un ser extraordinario y me siento muy honrada de ser su amiga de los años y de haber vivido muchas cosas lindas juntos. Hoy hemos disfrutado de una joya.» CARTA DE PROVINCIA Qué tal están, aquí me ven pescando una canción, meciéndole el sillón a un tiempo que se fue. Rompí el reloj pues todo marcha igual. El tren pasa puntual solo que la estación se está al caer. No sé qué más pueda decir. La vieja sigue bien, mi tío y la mujer se van a dividir, y aquel señor con úlcera se fue buscando un aire que le alivie su dolor. Ah, dejé el café, hay reunión emulación, sanciones al ladrón, sorbetos culturales. Di de ti. La Habana, qué país, lo quiero conocer, pero qué hacer, yo aquí paso la vida entre sexo y comida. Hay ron, buenas gentes y un cálido ambiente que me han hecho sentir, aunque inédito y gris, un viejo feliz. LÁZARO GARCÍA GENERACIÓN X: CONCIERTO POR EL QUINTO ANIVERSARIO SAMUELL ÁGUILA, SILVIO ALEJANDRO, FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY BERNAL, LEONARDO GARCÍA, ARIEL DÍAZ, DIEGO CANO, HEIDI IGUALADA, NORGE BATISTA, INTI SANTANA, DÚO KARMA Viernes 19 de diciembre de 2003 Obra plástica: Diana Balboa Exposición fotográfica Otra trova, de Alain Gutiérrez Generación X, dar fe a la esperanza Hacía tiempo que no experimentaba la sensación de no saber qué escribir. El software que empleo como lector de pantalla y que me permite trabajar con mi PC, el tan querido Jaws, con su voz fría y sintetizada me informa que la misma está en blanco, en espera de que yo empiece a teclear con la intención de tratar de transmitir o decir algo. Hoy la tarde es un remanso y tanto se complace en sí misma que da la impresión de que se hará perpetua. Se adivina que la noche también va a ser hermosa. Pero resulta que no debo hablar de los encantos del tiempo, sino redactar algunas palabras de presentación al catálogo del concierto organizado para festejar el quinto aniversario de A guitarra limpia. ¿Mas, qué expresar que no haya salido ya en el transcurso de las muchas páginas que he escrito en mi columna «Los que soñamos por la oreja», de Juventud Rebelde, o desde El (querido) Caimán Barbudo, a propósito de este espacio del Centro Pablo? ¿De qué manera no aburrir si repito ideas antes dichas? En medio de la dorada luz de esta tarde se me ocurre pensar que cuando casi todo el planeta asocia a la música cubana única y exclusivamente con el fenómeno retro representado por el Buenavista Social Club, considerando que en nuestro país el tiempo musical se detuvo en la década de los cincuenta, un grupo de creadores apuesta por la diferencia. El árbol de la cubanía crece desde sus raíces, pero para nada permanece estático en ellas, porque como dice mi amigo Hum-berto Manduley, mirar atrás en demasía puede transformarnos en estatuas de sal. La nueva hornada de músicos cubanos, a tono con ese prin-cipio rector, nos trae «un poco de lo que hay y un poco de lo que hace falta». Tal vez sería bueno apuntar que la premisa que ha vertebrado el presente concierto a la hora de otorgarle nombre es que toda generación es más bien un contingente que agrupa a personas que comparten una misma sensibilidad. Por eso, este recital no se restringe únicamente a la cuestión etárea para la selección de los participantes, sino que incluye a otras fi-guras que, si bien están desfasadas respecto a la edad prome-dio de los protagonistas de la función, tienen una misma proyección ideoestética. El ecumenismo por el que apuestan los cantores que se han de escuchar los lleva a no interpretar sus propios temas, sino los de los demás, incluso los de algunos hermanos que ahora están allende los mares. Porque la premisa que ha regido los preparativos del concierto Generación X y de A guitarra limpia en general ha de verse como una idea rectora y no como una hipótesis a demostrar o refutar: la canción cubana con-temporánea posee un sentido de integridad como fenómeno sociocultural que trasciende las fronteras de lo estético mu-sical propiamente dicho. Es esta una propuesta ético-estética que no debe quedar ni oculta ni ahogada por los miles de rumores y ecos que confun-dimos con las voces. Las manecillas del reloj han continuado su inexorable avance. En este mismo instante, un cantautor nacido en la mayor de las Antillas sueña en La Habana, Matanzas, Santa Clara, Las Tunas, Madrid, Barcelona, el D.F. de México, New York o Miami con la preparación de un disco o con su próximo concierto. Y es que por encima de las dificultades registradas para hacer realidad los más caros anhelos, en los albores del tercer mile-nio muchos cubanos han transmitido fe a la esperanza, a sa-biendas de que no se asciende a las estrellas por caminos fáciles. Así pues, les invito a adentrarse en los decires de un montón de socio(a)s y amigo(a)s con los que he llorado en homenaje a la tristeza, padecido por algunos duendes escapados, vislum-brado nuevos ángeles y partido a rescatar la risa. Son perso-nas que saben que están vivas porque la duda los impulsa a arriesgarse, porque saben que conociendo el cielo les toca ha-bitar la tierra. Con una mano alante y la otra en el bolsillo de atrás, estos músicos desandan esos parajes con que tropiezan o se inven-tan; y son felices, porque tener, no tienen más que los apremios del tiempo en su inexorable batalla contra uno, y no aspiran a más que al atrevimiento de vivir como a quien le queda amor para otro viaje. JOAQUÍN BORGES-TRIANA 5 años de A guitarra limpia: crear, compartir y recordar1 Por Estrella Díaz Fueron muchos los empeños que se trenzaron para que la noche de la celebración, el pasado viernes 19, resultara espe-cial: entrega del Premio Pablo a dos importantes y reconocidos trovadores: Sara González y Vicente Feliú, la presentación de la Antología 2 de A guitarra limpia, el cuaderno Memoria y Te doy una canción, antología de textos poéticos de la nueva trova, así como la inauguración de la exposición fotográfica Otra trova, de Alain Gutiérrez. Como es de imaginar, cada una de estas acciones entrañó en sí misma un esfuerzo y una responsabilidad. El hecho de que Sara y Vicente fueran en esta ocasión los distinguidos con el Premio Pablo es la forma que ha encontrado el Centro para decirles: gracias por tanta amistad, solidaridad, amor, apoyo y entrega… y gracias, también, por ser, ambos, dos creadores que con su obra han contribuido de manera indiscutible a con-solidar los valores esenciales de nuestra cultura. Te doy una canción –antología de textos poéticos de la nueva trova– es igualmente un esfuerzo para que los interesados puedan contar con las letras de algunas de las canciones regaladas por los trovadores en las distintas presentaciones en el patio de Muralla 63. Este esfuerzo resulta más sensible si se tiene en cuenta que en estos momentos en el país prácticamente no existen publicaciones de este perfil. Además del sonido y la palabra, en estos años de A guitarra limpia se ha ido acumulando un sólido banco de imágenes que contribuyen a conformar la memoria visual de este espacio y de sus creadores. A partir de su trabajo sostenido, solidario y fiel durante cuatro años en el espacio, el joven fotorreportero Alain Gutiérrez reunió una aguda y hermosa selección de sus imágenes en la exposición Otra trova. El concierto contó con una escenografía de un tremen-do gusto realizada por Diana Balboa, destacada pintora y grabadora. Igualmente, el sonido se destacó en esa noche de celebración. Jaime Canfux y Juan Demósthene, a pesar de no contar con grandes recursos tecnológicos, ayudaron a que Generación X tuviera un sello de calidad y claridad. El video como recurso expresivo fue un protagonista más. A lo largo del concierto (de alrededor de hora y media) y diseñado a manera de bloques, sobre la gran pared del patio se fueron proyectando imágenes y entrevistas sobre la pequeña pero hermosa historia de A guitarra limpia. La producción estuvo a cargo de Marihué Fong y Yuslemi Escobar, mientras que la dirección artística recayó en Samuell Águila e Ihosvany Bernal quienes, además de cantar, diseñaron el concierto con la participación de Fernando Bécquer, Diego Cano, Ariel Díaz, Heidi Igualada, Silvio Alejandro, Inti San-tana, el Dúo Karma, Norge Batista (Las Tunas) y Leonardo García (Villa Clara). Ellos intercambiaron entre sí canciones, y esa fue otra de las peculiaridades del espectáculo que tuvo también un mo-mento de sorpresa y complicidad cuando, casi al final, fue sacado de dentro de un estuche de guitarra (¡qué mejor guardián!) un ramo de flores dedicado con especial cariño a María Santucho, coordinadora general del Centro Pablo, y quien al recibirlo solo atinó a afirmar: «Ahora mismo le decía a Teresita: ¡esos son mis muchachos!» Tuve mucho miedo hasta el final Diego Cano (trovador) «Me parece que es el mejor concierto que hemos logrado en conjunto, donde se ha trabajado mucho, hemos tenido largos ensayos, se ha ensayado todo muy bien y estoy muy contento con el resultado final. El Centro nos ha dado mucho apoyo: los espacios para ensayar el concierto durante un mes, tres veces por semana, estoy muy contento. Tuve mucho miedo hasta el final porque no es lo mismo cantar tus canciones a las que estás acostumbrado. A mí me gusta versionar, pero asumir un concierto y cantar una serie de canciones que no son tuyas y donde todo el mundo canta lo que no es de uno, es algo diferente. No es incómodo, pero te sientes algo inseguro porque no son tus temas.» Tomar las cosas en firme Inti Santana (trovador) «Generación X ha sido un concierto muy lindo donde se can-taron canciones que apelan a la nostalgia de los noventa en que muchos de nosotros aún no teníamos canciones y otros, aunque jovencitos, sí. Por lo general son canciones que nos transportan a los tiempos en que estábamos en los parques y descargábamos y todo era como menos serio. »A guitarra limpia es el espacio que nos ha catalizado y obligado a ser más profesionales, más serios en el trabajo, es el lugar que, aunque no quieras, te obliga a tomar las cosas en firme, a ensayar más, a no dejar las cosas en una descarga. »Lo que no se debe es confundir y pensar que Generación X es un grupo de trovadores que se están autotitulando así. Si en algún momento alguno de nosotros llega a ser parte de una generación, llegamos a constituirnos en una generación, debería llamarse algo así como la Generación Centro Pablo.» CD GENERACIÓN X 1. Tema A guitarra limpia 2. Homenaje (Alejandro Bernabeu) - Diego Cano 3. Tema del ángel (Juan Carlos Pérez) - Heidi Igualada 4. Sin frases mayores (Rita del Prado) - Ariel Díaz 5. Ena Lucía (Erick Sánchez) - Silvio Alejandro 6. Sueños raros (Lázara Ribadavia) - Inti Santana, Fer-nando Bécquer, Norge Batista y Dúo Karma 7. El patio (Rolando Berrío) - Leonardo García 8. Ojos de pradera (Diego Cano) - Inti Santana y Diego Cano 9. Canción triste para un corazón (Silvio Alejandro) - Ariel Díaz 10. Letanía (Julio Hernández) - Inti Santana, Dúo Karma, Ihosvany Bernal 11. Alicia (Ariel Díaz) - Ihosvany Bernal 12. Será (Samuell Águila) - Fernando Bécquer 13. Proceso del trovador (Fernando Bécquer) - Samuell Águila 14. Danza (Heidi Igualada) - Norge Batista 15. Tarado (Karel García) - Diego Cano, Fernando Bécquer, Silvio Alejandro, Samuell Águila y Ariel Díaz 16. Réquiem por la soledad (Norge Batista) - Ihosvany Ber-nal y Heidi Igualada 17. Déjame (Ihosvany Bernal) - Silvio Alejandro, Ariel Díaz, Diego Cano y Samuell Águila 18. Días corriendo (Leonardo García) - Ariel Díaz, Norge Batista, Inti Santana, Dúo Karma y Leonardo García 19. Pasamos temporales (Samuell Águila) - Ihosvany Ber-nal, Diego Cano, Ariel Díaz y Samuell Águila VI AÑO EL TALENTO, LA HUMILDAD Y LA TERNURA «Le debo una canción a lo imposible, a la mujer, a la estrella, al sueño que nos lanza: le debo una canción indescriptible como una vela inflamada en vientos de esperanza.» (Testamento, Silvio Rodríguez, 1975) NORGE BATISTA | COLGADO EN LA PARED Sábado 31 de enero de 2004 | Invitados: Yunior Ponce, Ernesto Díaz, Eugenio Yoel Pérez, Antonio Borrego Dedicado al aniversario de la Emisora Habana Radio de la Oficina del Historiador de la Ciudad Obra plástica: Wilber Ortega En estos tiempos que corren, donde los aplausos inmerecidos desvían la canción hacia los caminos de la banalidad, es muy difícil hacerse llamar cantor. Significa erguirse ante quienes intentan imponer el espejismo de validar lo mediocre como cultura. Y uno de esos paladines, por derecho propio, es Norge Batista. Marcado por huellas de entre lo mejor de la Nueva Trova, como las de Silvio, Vicente y Pedro Luis, en Norge encontramos la voz precisa para sus humanizados textos que interpreta a la guitarra. Si en ocasiones se nos muestra dueño de una aguda perspectiva filosófica, mientras que en otras es indetenible el aliento criollo que brota de su canto, las interioridades del amor nos las entrega desde la estatura estética que conmueve por el espigado vuelo poético de sus canciones. A menudo, cual Odiseos contemporáneos, cerramos los oídos para no contaminar nuestro espíritu con tanta pobreza de crea-tividad. Por tal motivo, un día como hoy, es el momento apropiado para los que gustan de disfrutar del canto que viene desde dentro, como el de Norge Batista. Es el encuentro con un arte donde, canción tras canción, se rasga el pecho, como invitándonos a buscarlo adentro. GUILLE VILAR COLGADO EN LA PARED Para Rosi y Guillermo Vidal Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta. Estoy como Silvio sin canciones y soy tu fantasma. Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo. Donde no ha golpeado el mundo. Estoy como Guillermo Tell y aquel dilema de la manzana en la cabeza. Estoy tan distante sin amaneceres, sin certezas. Y la puerta sigue amarga donde no ha besado el mundo. Donde no ha gritado el mundo. Que estoy como colgado en la pared, me falta luz, me amargan las fronteras. Que estoy tan oscuro ya sin ti, invierno y no primavera. Que estoy como colgado en la pared, me faltan Dios, el cielo y la escalera. Que no cambio mi «aldea» por París, Calle Colón, siempre que se pueda. Calle Colón, siempre que me quieras tú. Estoy como aquel nieto del pirata y canto pedradas al espejo. Sigo tan sin nadie y no me salva el saxofón del cielo. Y la puerta sigue amarga donde no ha besado el mundo. Donde no ha besado el mundo. Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta. Estoy como Silvio sin canciones y soy tu fantasma. Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo. Donde no ha gritado el mundo. NORGE BATISTA ISABEL PARRA Y ANTAR | NI TODA LA TIERRA ENTERA Lunes 16 de febrero de 2004 | Invitados: Ariel Díaz, Samuell Águila, Amanda Cepero Ni toda la tierra entera alcanzaría para albergar la poesía, el amor y la imaginación que la familia Parra ha traído, a lo largo de los años, para nosotros. Por eso el Centro Pablo recibe a Isabel con estas banderolas desplegadas, las de la música y las de la ternura, para que ella y Antar y los trovadores cubanos que la acompañarán en este concierto de maravilla sientan, en estos días habaneros, la magia de este patio de la calle Muralla que hoy crece con ellos y con sus canciones. Detrás, en lo alto, en lo hondo, en todas partes están, sin dudas, la voz y las imágenes de la Violeta, que vino al mundo a contar cosas hermosas y tristes y tremendas, y que sufrió y gozó en toda la tierra entera, y nos dejó crónica y cuento de todo aquello para que siempre volvamos, si es posible, con ella, a los 17, a dar gracias a la vida con su gama impresionante de dolores y colores, de certezas e interrogaciones, de descubrimientos y alegrías. Isabel nos repartirá esta tarde una alegría mayor entre no-sotros. La de escucharla, entre yagrumas y guitarras, en un concierto que viene traído de la mano por la amistad, el cariño entre pueblos y gentes, la memoria. Ni toda la tierra entera alcanzará en esta tarde de La Habana para decirle a Isabel cuánto nos ha ayudado a vivir la Violeta con sus canciones, los Parra con su imaginería popular. Por eso le entregamos este inventario del cariño que ahora toma forma de concierto, este patio amoroso para que vivan en él, otra vez, y siempre, la canción que nos une y nos hace, a veces, un tilín mejores. VÍCTOR CASAUS NI TODA LA TIERRA ENTERA Ni toda la tierra entera será un poco de mi tierra. Donde quiera que me encuentre siempre seré pasajera. Mi trabajo cotidiano, mis estrellas, mis ventanas, se convirtieron cenizas de la noche a la mañana. Puedo hablar, puedo reír y hasta me pongo a cantar, pero mis ojos no pueden tanta lágrima guardar. A pesar de lo que digan no me olvido compañero de que el pan que me alimenta siempre será pan ajeno. Quisiera estar en mi puerta esperándote llegar, todo quedó allá en Santiago mi comienzo y mi final. Si me quedara siquiera el don de pedir un sí elegiría la gloria de volver a mi país. ISABEL PARRA ALBERTO TOSCA | TODA LA POESÍA Sábado 27 de marzo de 2004 | Invitado: Axel Tosca Laugart Obra plástica: Eduardo Expósito Confieso que cuando recibí la solicitud de mi fraterno maestro Alberto Tosca de escribir unas palabras para su concierto, el nombre del mismo me asustó un poco: Toda la poesía. La poesía, entendida como el arte de escribir versos, tiene tantas definiciones –quizás– como tantas maneras de asumirlas tiene el hombre, pero, para la ocasión, se trata de un concierto de la obra resumida de un trovador con 25 años de trabajo y que ha sabido mantener un estilo (hasta una forma de vida) sin cambios, sin traiciones, sin engaños. Sencillo como los buenos, la obra musical del maestro Tosca ha transcurrido en un continuo acercamiento a las cosas esen-ciales, sus cosas esenciales: el amor, la tierra, las nostalgias hogareñas y del barrio, todo el barrio…, conformando una poé-tica musical donde el son, las trovadas más puras y el danzón se confunden y germinan en una música única dentro de su generación. No olvida tampoco en su discurso musical la forma auténtica del sucu suco pinero, forma en la cual compuso su tema musical más conocido: «Sembrando para ti». Quizás muchos no sepan que el maestro Tosca escribe poesía, una poesía en sabia retroalimentación con la vital obra de José Martí, sus tintes de César Vallejo, de [Roberto] Fernández Re-tamar, de Vicente Huidobro, de los cantos afrocubanos que aprehendió en su niñez de niño negro y del Cerro. Pero el maes-tro Tosca pinta también, digo mejor, dibuja unos soberbios calderos propios de la santería, con unos trazos claros, como develando los trozos de la memoria infantil y que ya de hombre, con tanto de niño alegre y risueño, lo abrazan al Orula revelador de sus altares. Lo común de la poesía es el verso. Lo común de la música son las notas musicales. Lo común de la pintura –a grandes rasgos– es el trazo en el lienzo. Revelar todo eso, tras 25 años de trabajo, puede resultar para muchos un reto inmenso; no para el maestro Tosca, inmerso e intenso en su obra, ciento por ciento cubana. Por lo que de él conozco, por lo que nos presenta en su concierto, después del susto inicial… Sí, Toda la poesía. EL GORDO FARIÑAS PARIA Báñate en la sal de caracoles que reviste con tus soles cristalinos, peregrinos, con labios de azul marino. Calca una sonrisa con la nube y el cristal, miel vitral, no haces mal, corre a amar tu lugar frente al mar. Paria, no estrujes más tus noches, olvida los derroches, la guitarra fue a parir. Paria, se inflama cada vena, olvida ya las penas que el sol sabio las mató. Trágate un pedazo de sol fresco, corre al huerto, siembra un gesto de cristal medio azuloso, no duermas en el reposo. Móntate desnudo sobre el cuerpo, limpio y fresco, de palomas que abandonas en el aire por si no te quiere nadie. Paria, desbroza el horizonte, el cielo sobre el monte, la alborada va detrás. Paria, agárrate a las nubes, observa como sube tu arcoiris de cristal. ¡Paria! ALBERTO TOSCA CD PARIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Tema A guitarra limpia Presentación de Víctor Casaus Paria Mentira que estoy loco Jinetera II Nostalgia infantil Bendita 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Guateque Protesta si te tocan América Poema prosaico para ti Lennon, ella y yo Fe Barrio chino (poema) Vanesa La mulata Sembrando para ti EDUARDO SOSA | PASADO LOS TREINTA Sábado 24 de abril de 2004 | Invitado: Raúl El Chino Verdecia (guitarra) Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) Hace más de treinta años Eduardo Sosa nació entre el canto de los sinsontes y las otras músicas que mecen la vida en medio del monte. Se alejó de su primera casa silbando por el trillo, cuando todavía no podían saber, ni su corazón ni los demás, que no iba a tener más remedio que hacerse cantor. Hacer estudios convencionales y útiles, jugar a la pelota o al dominó oriental, de veintiocho fichas, pudieron a lo largo de su adolescencia y principio de su juventud tomarle un tiem-po, pero sin lugar a dudas la música progresivamente se le fue convirtiendo en la mayor obsesión. Y la guitarra, en otra extremidad del cuerpo. Se miró en el espejo de las canciones de otros, que de alguna manera siempre cuentan de manera incompleta la historia de los desconocidos, por lo cual un buen día se asombró cantando su propia trayectoria. Aún sin un estilo propio claro, sino bebiendo con humildad de la trova cubana, del jazz, de los ritmos de Brasil... En su corto y fecundo tiempo de soñador entregado a la mú-sica, merced a su voz de potencia y cariño ilimitados, y a su buen olfato para apoderarse de las referencias precisas, se ha hecho ya de una manera singular de decir la canción y de tocar su guitarra. Su trabajo es una prueba gozosa de la posibilidad de tener siempre apretadas entre la carne y los huesos las más viejas raíces de lo que somos y también buscar en los cuatro puntos cardinales los sonidos auténticos y afines con nuestra sensibilidad. Gracias al interés de Sosa por llegar a todos los rincones posibles de la música y, muy especialmente, en los ritmos de su isla, uno puede escucharle una ostensible canción de amor, un son entero, como nacido en lo alto de la sierra, una guaracha amasada con la picardía del guajiro que sabe escaparse por las calles de la ciudad y composiciones en las cuales él va probando bocaditos de geografías lejanas, que sin embargo saben entrar muy hondo en el corazón. Pasado los treinta, Eduardo Sosa ha conocido fantasmas y misterios, pero se sigue arriesgando por las calles estrechas, plantando su sencilla bandera de hombre común, aunque sea tiempo de temporal. Mordido ya en el costado por la muerte de las gentes queridas, sabe que ella algún día volverá por él, sin embargo se empeña cada día en comenzar, agarrado de una inconmensurable confianza en el amor. BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES PASADO LOS TREINTA Pasado los treinta sopla el viento y creo que aún es tiempo de desafiar al reloj, de descubrir misterios y tener alguno de ellos, de no perder el centro y mejorar lo que pasó. Pasado los treinta quisiera andar sin mirar a los lados ni sentir algún temor. Iluso yo que tanto me lo advierto, iluso yo. Pasado los treinta sigue la inconformidad taladrando y me empeño cada día en comenzar. Las calles más estrechas aún me llaman la atención más cerca las paredes, desafío mayor. Pasado los treinta prefiero no encontrar, mejor es ir tallando paso a paso la razón, lo blanco o lo negro ya tuvieron su momento y hay mucho más color. Y sueño tanto y duermo menos que hace un tiempo atrás. Me nacen alas en tu cielo. Le doy cartas a Dios siempre y cuando mis dos manos también deciden en el juego. Abro igual los brazos, la muerte sé que espera un día enamorarme no hay remedio y mientras tanto… Voy respirando la impaciencia de lo que vendrá, planeando hallarte en cada tregua del camino, izando velas aunque corra algún mal viento para quedarme aquí en mi nido. Pasado los treinta creo en la diferencia y solo en el amor me fío. Pasado los treinta la pena y la desilusión ya hicieron daño y más de un trato conmigo. Me enseñaron a caminar sin bastón, me dejaron duendes, fantasmas y algún amigo, pero mal o bien ya no temo arriesgar y sé que un buen motivo atrae siempre el rumor, desvisto ahora mis planes cuando salen a volar y sigo evitando el desamor. EDUARDO SOSA CD PASADO LOS TREINTA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Tema A guitarra limpia Retoño del monte El son de Contramaestre ¿Tú qué esperas? Dormida sobre el piano Se están amando Breve canción de marzo Tan llena de tristeza Más que hoy Claudia vendrá Era miel 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Spinetta me regaló un gato Intento de bolero No saques cuenta Yo te encontré Santa María de las canciones Pasado los treinta Santiaguera dime que sí Texto a Martí Todos los temas son de Eduardo Sosa excepto 5, 9, 14, 15 y 16, compuestos por Eduardo Sosa con Rogelio Ramos KAREL GARCÍA | HAMBRE DE QUIMERAS Sábado 22 de mayo de 2004 | Invitados: Vicente Feliú, Silvio Alejandro, Sergio Gómez Obra plástica: Michel Mirabal A Karel García lo conocí una tarde de mil novecientos ochenta y tantos, simultáneamente con otros dos colegas suyos, Carlos Lage e Yhosvani Palma. Se aparecieron en mi departamento de Alamar, Zona 19, con algo en las manos que recordaba una guitarra. Me preguntaron si yo era Vicente Feliú, y al respon-derles que sí, me dijeron: queremos ser trovadores. A esta hora, con ese recado, pensé yo, pero abrí la puerta porque no es de buen gusto dejar a nadie plantado en el umbral. Solo les hice una pregunta: ¿saben qué es un trovador? Al verlos titubear, les hablé de «La Bayamesa», de Castillo, Céspedes y Fornaris; de Sindo Garay; de Joe Hill, Benjo Cruz, Jorge Salerno y Víctor Jara, trovadores que murieron en defensa de su canto, que es a fin de cuentas defender sus ideas. Solo cuando me afirmaron que estaban dispuestos a jugarse el pellejo y la tranquilidad por llevar adelante lo que dijeran sus canciones, empezamos a trabajar. El único que en aquel entonces no había compuesto nada suyo era Karel, aunque tenía manos grandes, dedos largos y una especial agilidad para tocar las canciones más difíciles. Era un fan de Silvio (lo sigue siendo, felizmente) y tocaba mu-chísimas de sus canciones, aun aquellas que ni Silvio recor-daba. Terrible aquella tarde cuando llegó y nos cantó su tema primogénito, «Todavía no», una canción completamente ma-dura, compleja en su armonía sencilla, con un texto que de-finitivamente alertaba que no venía por caminos trillados ni con intelectualismos romanticones, revelando cierta angustia filosófica sobre la muerte y sobre el caos que venía anunciando la caída del socialismo en Europa del Este. Con lo que cuesta arrancar en este oficio de trovar y lograr una cierta decencia en las canciones, especialmente después de una decantación a partir de las primeras, me parecía casi injusto que este flaco desgarbado y jovenzuelo lograra hacer una primera canción de ese calibre (recordé «Tú, mi desengaño», la primera canción de Pablo Milanés). Lo peor es que de ahí en adelante no bajó su nivel, sino que lo fue acrecentando, inventando constan-temente maneras de decir, con la misma capacidad de asombro y algo menos de ingenuidad. De manera natural, en algún momento de los años noven-ta se unieron en un curioso dúo Karel y Carlos. Dúo, porque además de ser dos hacían cosas muy interesantes entre las guitarras y las voces. Curioso, aunque no tanto, porque cada cual siguió su curso creador, y fueron complementando sus personalidades creativas sin llegar nunca a parecerse el uno al otro, algo realmente encomiable, y ocurrente solo cuando hay talento para regalar. De aquella experiencia quedaron un par de trabajos memorables, «La balada del hipopótamo» y «Souvenires de futuro». El dúo ya no está más, y de un tiempo a acá ambos andan presentándose por separado, aunque en alguna que otra oca-sión se juntan para recordar. Karel está estrenándose en solitario, y por primera vez en el ya legendario Centro Pablo. Alguna que otra canción suya se ha escuchado en este patio, porque los de su generación lo recuerdan como uno de los que ha ido dejando huella. Bienvenido, pues, Karel, a tu concierto, y bienaventurados los que nos encontremos con sus canciones esta tarde. VICENTE FELIÚ MI OTRO HEMISFERIO Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo que inalcanzables, quedaron tus manos, agua de las más débiles locuras, menudas aprendices de tirano. Dejado de alcanzar, que no es lo mismo que inalcanzable, se me da tu mundo con tu pequeño todo y tu recato, con lo casi infantil de tu desnudo. Y es que mi sombra y yo vamos vena con vena abriendo tu silencio cadena por cadena y poro a poro caen tus quejas a mis manos, mi sangre a tus caderas que pasan por lo humano de mi mirada y quedan. Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo que inalcanzables, como en la penumbra, como el tierno sollozo de algún niño que parte en dos el cuerpo que lo alumbra. Y es que mi sombra y yo vamos vena con vena abriendo tu silencio cadena por cadena y poro a poro caen tus quejas a mis manos, mi sangre a tus caderas que pasan por lo humano de mi mirada y quedan. Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo que inalcanzables, como algún misterio que como tal no trae final ni inicio porque eres para mí mi otro hemisferio. KAREL GARCÍA ROLANDO (ROLY) BERRÍO | DE MIRAR Sábado 29 de mayo de 2004 Obras plásticas: Grupo Camaleón Roly Berrío comenzó a escucharse a principios de los años noventa en descargas que armaba en parques y otras orillas de la ciudad de Santa Clara; luego pudo compartir pequeños mo-mentos en las populosas peñas que entonces presidían por aquí Amaury Gutiérrez, Julio Fowler y Carlos Trova Gutiérrez. Cuando esta generación se marchó hacia zonas más al occiden-te de la Isla, encantada por otros aires prometedores, Roly se vio de pronto con la responsabilidad de mantener el movimiento trovadoresco en la ciudad. De Amaury aprendió a disponer mejor su sensibilidad sobre las cuerdas y a colocar la voz de acuerdo a sus posibilidades; también esa frescura para abordar la escena e imponer sus propias creaciones. Luego conoció a Levis Aliaga y Raúl Cabrera, condiscípulos en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela de Villa Clara, y el día 14 de febrero de 1992, como un acto de amor, nacería el trío Enserie. El trío se convirtió de súbito en una especie de fenómeno debido a la novedad de la propuesta, posibilitada por la ca-pacidad autoral de los tres, la osadía vocal, textos de gran originalidad y diversidad genéricas. Pero Roly despuntaba siempre. Desde los días del trío y hasta hoy en solitario, Roly se ha convertido en uno de los más prolíferos y auténticos compositores de nuestro país. Puede ir fácilmente desde los elementos del son, pasando por la pura guaracha, llegar con recursos afro y concluir en una hibridez sui géneris y cubanísima: «Yerba para el dragón», «Cupido tacaño», «Habichuela», «El cumpleaños de Cristina Lom-bana», «Y si tú me das un beso» o «El decano se llevó a mi jevita», son de la mejor prueba, vertiente esta que en los últimos tiempos ha devenido una suerte de trova bufa de altos quilates. Ñico Saquito, Miguel Matamoros y Pedro Luis Ferrer están entre las pautas referenciales más notables en su obra. Pero otra faceta sumamente sólida de su creación, y quizás la menos advertida, es la composición filinera. Este trovador es sin duda un revitalizador y continuador genuino de la compo-sición reflexiva de corte existencial amorosa; hermosos y pro-fundos textos con bien pensadas armonías así lo atestiguan. ¿Qué son si no «Corazón de fantasma», «En el agujero de un sombrero verde», «Olor», «¿Toca morir?» y «De mirar»? Este último es tal vez uno de los más bellos textos de amor compuesto en los últimos años. A Roly le urge un «piquete» para él solo. Sus últimas presen-taciones con músicos prestados así lo prueban. Sus pre-sentaciones adquieren cada vez una mayor y más atrevida dramaturgia musical de gran poder comunicativo donde con-fluyen todos sus derroteros autorales dignos «de mirar» ya con otros destaques y otras atenciones. Hoy Roly viene a exponerse a guitarra limpia, confiemos en que no solo no desmienta su historia, sino que demuestre cuánto la ha enriquecido y por qué pasos anda su suerte. ALEXIS CASTAÑEDA PÉREZ DE ALEJO Nota: La responsabilidad de abrir el concierto recayó en el trovador Carlos Lage, afincado en España, quien compartió algunos temas con el público de A guitarra limpia. Al presentarlo, el poeta y cineasta Víctor Casaus recordó que formó con Karel García, en la década de los noventa, un dúo memorable. DE MIRAR De mirar por las hendijas al amor sostengo un ave sin gorjear, tropel de anhelos sin libar las flores bordadas. De buscar yerro en abismo de pasión, mi ansiedad pétalo de afán con torpe y vaga sensación de lo que ha de hallar. Viajo con mi mitad. Trasiego de embrujo, miel fluvial entre los hombres, henchido de suerte, inmensidad por los amparos. Recibo de peces con usual risa empinando lo vital cuando olvido que soy mi ingrata mitad. De encontrar, jamás le llego a la ilusión, esa goleta se me va entre lagunas al tener y lagunas al dar. Hoy querré al que soy sin saber quién me adivinó que anidará el meridional de mi corazón. Hoy querré mi canción sin saber quién la adivinó, amo al andar dulce y mordaz de mi aparición. ROLANDO BERRÍO ÁNGEL QUINTERO | SOY UN PAISANO Sábado 24 de julio de 2004 | Invitados: Marta Campos, Rodolfo Valdés Terry, Agustín Muñoz Concierto dedicado a la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto Rico. Homenaje a Carlos Muñiz Varela y Pablo Soto Carriat Obra plástica: Diana Balboa Ángel Quintero fue un claro integrante de la tercera pro-moción de la Nueva Trova, aparecida ya después del sur-gimiento del Movimiento, unos años después de que Pablo, Silvio y Noel habían establecido las piedras miliares de ese fenómeno musical. Soy un paisano está apoyándose en el disco Con cierto Angelito, que su autor grabó recientemente en el Museo de Bellas Artes. Tenemos aquí un grupo de nuevas canciones; temas perfectamente conocidos como «Solamente una ven-tana», que sirvió de presentación, hace años, a una serie de televisión, con la interpretación del grupo Moncada. Final-mente, incluye un homenaje a Alfredo Carol, verdadero meteoro de la Nueva Trova, desaparecido en plena juven-tud después de haber dejado un grupo de canciones inol-vidables. Luego aparece incluso alguna pieza paradigmática de nuestra música popular, como es el caso de «La negra Tomasa» –mucha gente la conoce como «Bilongo»–, una de esas guarachas inolvidables de nuestra tradición. Va a tener, quien escuche estos temas, la calidad a la que la música de Angelito nos tiene acostumbrados, la ingeniosidad y el carácter incisivo de sus textos. Pero, sobre todo, siento en la más reciente música de Ángel una voluntad por asumir la plena tradición de la música popular cubana: el bolero, el son en sus múltiples variantes, la guaracha. Y todo ello, sin renunciar a los definitivos ha-llazgos que la Nueva Trova trajo a la música del país. No puedo más ni menos que desearles el disfrute de estas canciones. GUILLERMO RODRÍGUEZ RIVERA SOY UN PAISANO Soy un paisano navegando a vela los siete mares de mi vida entera, un cubanito con su guayabera que entiende el mundo a su manera. Hablemos del buen dinero, del alma y del corazón. ¿Yo? No sé qué está primero, pero creo en el amor pues pagué por la sonrisa y compré la soledad, y centavo por centavo sacié mi curiosidad. Hablemos si no te asusta también de la libertad. Si hay un ciego que la busca seguro la encontrará. No me preguntes, Dios mío, que yo ya me la gané comenzando por lo mío que es lo humano que salvé. Paisano de la balanza, paisano del colibrí, yo no sé por qué te escondes si hace rato que te vi. Paisano de la mentira, paisano de la verdad, o te pasas de este lado o te quedas donde estás. Soy un paisano navegando a vela los siete mares de mi vida entera, un cubanito con su guayabera que entiende el mundo a su manera. ÁNGEL QUINTERO CD SOY UN PAISANO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tema A guitarra limpia Pitágoras La idea Paisano Bolero El Panga Solamente una ventana Fábula de los dedos Sol y luna (por Marta Campos) Tus ojos Identidad Heraldos negros Canción a mi hijo Al paso Francisco emigrante Verde con pinchito YAMIRA DÍAZ | ANTES DE LA NOCHE Sábado 25 de septiembre de 2004 | Invitados: Silvino Corveas (gui-tarra), Betty Ordaz (flauta, coros), Michel Ledesma (tres, coros), Eduardo Morera (guitarra), Wilber García (bongó, cajón, machete), Boris Miguel (clave, pandero, coros), Yamila Piedra Obra plástica: Néstor Montes de Oca Presentación de la Revista Sexología y Sociedad, con obras de artistas cubanos Cuenta una leyenda que a las doce de la noche una incierta princesa debía abandonar el baile y escapar a la rutina y al olvido de Cenicienta. Luego, vendría el final feliz, pero debía regresar justo antes de la medianoche. Yamira Díaz no cree en leyendas ni en otro príncipe que su propio talento y en el hada madrina que es su guitarra, vieja compañera de causa desde los convulsos años noventa. Antes de la noche invita a compartir todos sus delirios, sus viejas y nuevas criaturas, y verla atrapar esos gestos impres-cindibles del trovador, cuando acaricie –en la guitarra una y otra vez– los demonios que han estado creciéndole en la voz y en los razonamientos que arman sus canciones a través de un trata-miento siempre fabular, fundado en un sobrio trabajo armónico. Así va tejiendo y destejiendo cuantos deseos y contradicciones se agolpan en la Cuba de ahora mismo..., y también canta Yamira a la Cuba que viene: desde sus nanas hasta sus más complejas propuestas cancionísticas, apuesta por extrañas fusiones y por esa palabra transparente que su tranquila música vuelve lumino-sa, certera y aguda a un mismo tiempo. En una travesía que va desde el punto cubano al blues, del meneo al desgarrón, de lo irónico a lo tierno, desde la crónica del barrio hasta la conversación con las estrellas, asistiremos al milagro desnudo de una canción que ha venido madurando a pesar de la distancia con que los medios de difusión y otras inoportunas mediaciones nos alejan de la obra musical de Yamira Díaz, a quien ni siquiera los ciclones logran arrancar de Pinar del Río, ciudad a la que critica y ama; es decir, canta, y donde ha ganado reconocimiento y sincera reconciliación con su condición de trovadora, compositora, cantante y mujer-ciclón de categoría 5 en la escala del corazón. Nada de Cenicientas, ni de chistes malsanos y machistas, quienes la escuchemos antes de la noche comprobaremos que esta persistente mujer no necesita de zapatos de cristal para conquistar ese reino natural de las canciones que permanecen, a contracorriente, iluminándonos tanta oscuridad cotidiana. ROBERTO ZURBANO ANTES DE LA NOCHE Mira esa luz en el horizonte cómo pone en ti todos sus colores, déjala caer, cual lluvia que pone un poco de paz antes de la noche. Si luego se irá más allá del mar a buscar secretos de la claridad. Mira esa luz en el horizonte cómo pone en ti todos sus colores, es como una voz, alguien que responde nadie sabe quién, nadie sabe dónde. Y luego se irá más allá del mar dejándonos solos en la oscuridad. Siempre se va más allá del mar dejándome sola en la oscuridad. Mira esa luz en el horizonte cómo pone en ti todos sus colores. YAMIRA DÍAZ CD ANTES DE LA NOCHE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia Allá en la ventana Guajira con intención Selliet Peregrinas Tú no sabes querer Alicia pequeña Yo espero La comedia silente Solo mi alma Ahí nos vemos Dos bajo el farol Canto para ti Mirarnos Antes de la noche Nana del bufón Mi pueblo y yo DÚO KARMA | VOZ DE LAS AGUAS Sábado 30 de octubre de 2004 Obra plástica: Alicia Leal Dos son las historias que refieren con mayor certeza el mito del artista y sus implicaciones. La más conocida, pero a la vez más cutánea, describe el arrobamiento acrítico de los espec-tadores ante el hechizo de la melodía del flautista de Hamelín: multitudes que se guardan el cerebro y la voluntad en las des-pensas de sus casas y salen a perseguir intangibles vibra-ciones de artesanos que tras el aplauso fácil han vendido su buena fe. Y aunque hoy día nos llueven flautistas más o menos escrupulosos, como una realidad que hay que asumir y ya, prefiero reivindicar el aborrecido papel del Rey Midas. Lo unen al destino del creador dos circunstancias: la imposibilidad de evitar el milagro, y el propio suceso del milagro: convertir cuanto roza en una naturaleza otra, tránsito de cuerpo a poesía. Los creadores que nos ocupan hoy gozan o padecen ese destino del Rey Midas, enfermos del bien que consiste en pensar y sentir su ya de por sí doble realidad hasta las últimas consecuencias: canciones escritas para sacudir el peso del rabioso crecimiento de cualquier inquieta idea en el pecho. Sin embargo, nacida la poesía, la magia del milagro aquí se duplica, se revierte: cuando los Karma tocan la poesía concurre el hechizo inverso, la tornan una realidad alterna, cuya ma-terialidad asalta nuestros sentidos, ese espacio único que en definidas cuentas compartimos con el mundo exterior. Debo confesar entonces que escuchando el cálido y versátil timbre de la voz de Xóchitl y el tenor agradable de Rodolfo (Fito) desde el personal acople de sus voces, la instrumen-tación, discreta pero suficiente, que se apoya entrañablemente en la percusión al aludir ritmos con regusto a Caribe y Bra-sil, he sentido sobre mi piel el perezoso goteo de un aguacero nocturno, el frescor de los ojos de la noche que trae su brisa desde el mar, el oleaje que parece respirar calmo, oscuridad, frío, temores de crecer despeñados, he sentido el olor a al-bahaca recién cortada, el rumor de la savia al subir por las raíces. Son canciones que lo mismo lo alzan a uno hacia el universo, los profundos espacios de lo natural donde persiste el aire, la humedad, el frescor, la luz cantándonos tan lejos, que lo traen a lo cotidiano. Rozar nuestra frágil arquitectura con esa dual objetividad nacida de algo tan subjetivo como la poesía es el noble delito con que me han entrampado: me distancian del mero hecho de ser un espectador, me obligan a convertir la realidad que me ofrecen en una nueva vuelta de poesía que se antoja debería ser la realidad que originó sus canciones. Entro entonces a jugar junto a ellos con el riesgo de subvertir los límites de realidad y poesía, aquí mismo, al breve alcance de mis manos. Ellos mismos pierden los límites entre el mundo real y el resultado de sus improntas, cuando preguntan a sus personajes qué hacen en sus canciones, a su vez, la casa que habitan: ese límite para ellos perdido (o vencido) logran desvanecerlo también para mí, mas no me siento entrampado, digo en cambio: vivan las escamas que me nacen porque ahora que soy un pez respiro mejor en este sueño de tener los pies bien afincados sobre la tierra. No hay ingenuidad empero en estas canciones que parecen levitar entre lo tangible y lo intangible: parten de un roce íntimo, por momentos amoroso y otras veces beligerante, entre intelecto y emoción, pero siempre refundido hasta el punto de conseguirse una mixtura tan natural como el cosmos que los convoca: nada áspero percibo en estos temas donde música y texto engarzan como si estuviesen destinados una al otro desde el día mismo de la creación. En el gesto de tocar la realidad para convertirla en poesía (o viceversa), dádiva del rey condenado, se condensa un intenso trabajo, semanas, meses, años de ajustar cada inflexión, sufrir cada timbre, verter cada palabra. Nada hay más complejo que lo simple y Xóchitl junto a Fito, con conocimiento de causa, están alcanzando lo esencial porque es el camino que les ha tocado caminar, el camino que no han elegido pero que, no por difícil, dejarán de transitar, prestos a continuar entregándonos esos milagros que les re-vientan los pechos como crisálidas de vida, herederos de la bendita maldición de Midas. ANDRÉS MIR VOZ DE LAS AGUAS En cada línea abierta que deja el tiempo sobre tu rostro canta la maravilla de lo vivido. Porque la voz del anciano es savia que sube por las raíces para que nunca broten frutos dormidos. Voz de las aguas ya no se me va del alma, voz de las aguas no se va. Hazme una historia que deje caleidoscopios mientras yo exista, con toda la ternura de la mañana. Que la ancestral bondad de tus pies de bosque siempre retorne con ese olor de albahaca recién cortada. Voz de las aguas. . . LETRA: XÓCHITL GALÁN MÚSICA: RODOLFO HERNÁNDEZ Y XÓCHITL GALÁN CD VOZ DE LAS AGUAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tema A guitarra limpia Para no sentir la sed Lo casual El sueño Tierra fértil Como un árbol La añoranza Aguacero nocturno Niño pantera Al cantor Samba sepia Éxtasis Bajo la piel Inocente Blanco* Voz de las aguas * Poema de Octavio Paz musicalizado por Marisa Monte TRÍO TROVARROCO | CONCIERTO POR EL SEXTO ANIVERSARIO Sábado 27 de noviembre de 2004 | Invitados: Silvio Rodríguez, Lázaro García, Vicente Feliú y Niurka González (flauta) Celebrando también el quinto aniversario de Trovarroco Obra plástica: Roberto Fabelo Tiene Trovarroco, desde su aparición hace pocos años, el sello de la exquisitez y el virtuosismo. Ya venía Rachid con una musicalidad desbordante fabricando sueños desde su guitarra con esas manitas que, parafraseando a Martí, caben en solo un beso, cuando se le unió Maikel, un morenito inquieto con un lastimado tres que solamente él convertía en un cofre de mágico sonido con su deslumbrante y sabia agilidad. Bacaró, tal vez el más serio por menos joven, le impregnó la elegancia de su contrabajo, como el trono sonoro donde descansa y brilla la erudición que vuela a golpe de talento de este trío que es hoy un orgullo de Cuba. Nada mejor que el Centro Pablo de la Torriente Brau para acoger en este día a estos artistas en el ya histórico espacio de A guitarra limpia en su sexto aniversario. Los integrantes de Trovarroco no son nuevos en esta casa pues han participado en infinidades de conciertos actuando y apoyando a muchos trovadores en estas maravillosas tardes-noches que habitualmente nos brinda este Centro. Hoy vienen de protagonistas, hoy son los bien nombrados virtuosos de Villa Clara, que acaban de regresar de una exitosa gira con el inmenso Silvio, quien nos ha confesado la maravilla de estos muchachos que han logrado la cúspide, sin perder en su ascenso la humildad y la ternura. LÁZARO GARCÍA A puro amor por la cultura1 Por Estrella Díaz Cuando Silvio Rodríguez repetía el estribillo «la guitarra es la guitarra sin envejecer», el pasado 27 de noviembre, durante un concierto efectuado en el Centro Pablo, fue que quizás com-prendí en su verdadera magnitud lo avizorado por ese poeta hace ya unos años cuando compuso «La canción de la trova». Silvio compartió dos temas con el Trío Trovarroco durante un concierto-celebración por los seis años de A guitarra limpia. Trovarroco, que sin dudas es un grupo renovador de las posibilidades de las cuerdas cubanas, incluyó en su concierto trece temas: «Pavana», «Divertimento», «Sueño de un des-pertar», «Carretón», «Mi sublime ilusión», «Son de la loma», «La flor», «Juramento», «Chan chantributo», «Condado sur», «Leyenda de los dos amantes», «La canción de la trova» y «Homenaje a trovadores y soneros». Esta suerte de recorrido musical por los cinco años de existencia del trío incluyó, además de la presencia ya mencionada de Silvio, a los trovadores Vi-cente Feliú y Lázaro García, y la flautista Niurka González. El concierto de Trovarroco no fue solamente el exclusivo plato fuerte de la celebración. Hubo otros acontecimientos importantes, como la entrega del Premio Pablo a dos rele-vantes intelectuales cubanos: Roberto Fernández Retamar y Alfredo Guevara. Según afirmó el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, esa distinción se otorga a dos figuras, a dos creadores, a dos hermanos mayores que se han encargado con sus vidas y con sus obras de enriquecer nuestro tiempo y el que vendrá. «Además de las obras personales que tanto admiramos –dijo–, está también la labor cultural desarrollada durante años por Retamar desde la Casa de las Américas y por Alfredo desde el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Esa labor tiene que ver con el hecho del que hoy nos mara-villamos: el nacimiento de la Nueva Trova. »Como han dicho Silvio y Pablo en otros momentos, la Casa de las Américas fue la madre de la Nueva Trova cubana y el ICAIC [Instituto del Arte e Industria Cinematográficos] fue el padre. En el ICAIC Alfredo y Santiago Álvarez con sus documentales y en la Casa, Haydée Santamaría con su presen-cia visionaria, dieron aliento a los jóvenes trovadores cuando tanto lo necesitaban. Esa semilla la honramos y honraremos siempre.» Alfredo Guevara, que se caracteriza por una pluma encendida y un verbo ardiente, prefirió en esta oportunidad el recogi-miento, y el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar fue conminado a hablar luego de recibir el premio de manos de Ruth de la Torriente Brau, hermana de Pablo. «Me hace muy feliz que esta honrosa distinción me una de nuevo a Alfredo Guevara que, como he dicho en varias ocasiones, tanto ha significado en mi vida. Da la casualidad de que un día como hoy, 27 de noviembre, pero de 1947, de manera que la mayoría de ustedes no habían nacido y quizás sus padres no se conocían, yo estaba hospitalizado y escuché por primera vez por radio a Alfredo Guevara durante un acto que había orga-nizado junto a otros miembros de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), en la Universidad de La Habana. »Ese discurso de Alfredo fue decisivo. Había cometido el error de matricular una carrera que no era la mía, arquitectura, y por esa transmisión de radio supe que Alfredo cursaba estudios de Filosofía y Letras y me dije: eso es lo que voy a estudiar. De manera que aquel discurso encendido, vibrante, valiente, cam-bió el giro de mi vida. »Es realmente una maravilla ver cómo Víctor y su equipo desarrollan el trabajo de esta vital institución que lleva el nombre de Pablo de la Torriente Brau, una figura fundamental para nosotros. En el Instituto de La Víbora tuve la dicha de estudiar en un aula que se llamaba Pablo de la Torriente Brau, es decir, que siendo prácticamente un niño ese hombre entró en mi vida como una visión que no iba a desaparecer. Nuestra generación se formó con la memoria de Pablo, de Julio Antonio Mella, de Rubén Martínez Villena, de Antonio Guiteras, que fueron figuras tutelares y que continuamos mirando con gra-titud y devoción. »Agradezco mucho este Premio que me honra doblemente por haberlo recibido de manos de Ruth, hermana de Pablo.» Otro de los sucesos importantes acontecidos durante la celebración de los seis años de A guitarra limpia fue la pre-sentación del CD de la Colección Palabra viva, que coordina Virgen Gutiérrez, dedicado al gran escritor Alejo Carpentier, a propósito del centenario de su natalicio. El CD fue presentado por la doctora Ana Cairo, profesora de la Universidad de La Habana, quien aseguró que uno de los grandes atractivos de este trabajo sonoro es que incluye fragmentos de La ciudad de las columnas leídos por el propio Alejo y esto, insistió, le confiere un ritmo al texto de ese «poeta de la prosa» que fue Carpentier. También como parte de la fiesta por el aniversario del espacio que da cabida a todas las tendencias y generaciones de la trova, se presentaron seis CDs de la Colección A guitarra limpia que, según comentó Víctor Casaus, constituyó un «gran esfuerzo de toda la gente del Centro Pablo y contó con el decisivo apoyo financiero de varios amigos: Roberto Fabelo, Premio Nacional de Artes Plásticas, Alicia Leal y Juan Moreira, que han estado también junto al Centro desde su fundación, y la Asociación Pablo de la Torriente Brau de Madrid, España. Gracias a ellos la impresión de esos discos se hizo realidad», dijo. También se presentó la Antología 3 de A guitarra limpia, que reúne a los músicos que estuvieron en el patio de Muralla 63 en el año 2001 e incluye las voces de los trovadores Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, Alberto Faya, Marta Campos, Lázara Ribadavia, el Trío Enserie, Ariel Díaz y Samuell Águila. Casaus reveló que «este esfuerzo editorial se materializó gra-cias a un grupo entrañable de amigos de la cultura cubana y de la nueva trova y que nosotros llamamos la gente querida del Trovacub, de México». Como parte de la festividad se inauguró una pequeña muestra titulada Por la izquierda, que reúne producciones discográficas hechas por los propios trovadores y que constituye un buen ejemplo de respuesta alternativa y participante ante la nece-sidad de difundir la obra de los más jóvenes. El cuaderno Memoria, que en apretada síntesis plasma los momentos más destacados del año anterior de los conciertos A guitarra limpia, a través de fotografías y textos que acom-pañaron los catálogos realizados para todos los recitales efec-tuados en el 2003, fue también presentado y obsequiado a los que acudieron el pasado sábado 27 de noviembre al Centro Pablo a reverenciar el trabajo de la nueva trova cubana. Y fíjense que digo reverenciar porque eso fue lo acontecido: la presencia de Silvio, Vicente, Lázaro, Alfredo, Retamar, Trovarroco, Niurka, Augusto, Teresita, Gerardo, Faya, Ariel, Bécquer, Sosa, Tosca, Rita, Heidi, Erick… y muchísimos más cultivadores o admiradores de la Nueva Trova demuestra que estos seis años de canción pensante en el Centro Pablo han contribuido a dar continuidad a ese género musical, que a pesar del poco interés demostrado por la mayoría de las dis-queras y los medios de comunicación conserva la impronta de Sindo Garay y Miguel Matamoros quienes, como en carrera de relevo, van pasando el instrumento de las seis cuerdas... Ya lo dijo el poeta Silvio Rodríguez: «la guitarra es la guitarra sin envejecer». CD TROVARROCO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Tema A guitarra limpia Pavana Divertimento anónimo italiano Sueño de un despertar Carretón (con Lázaro García) Mi sublime ilusión Son de la loma Una flor (con Vicente Feliú) Juramento Chan chan tributo (Homenaje a Compay Segundo) Condado Leyenda de los amantes (con Silvio Rodríguez y Niurka González) La canción de la trova (con Silvio Rodríguez) Homenaje a trovadores Temas 4, 10 y 14 de la autoría de Rachid López / 2 y 3 anó-nimos / 5 de Lázaro García / 6 de Salvador Adams / 7 y 9 de Miguel Matamoros / 8 de Eusebio Delfín y Alfredo Sarosa / 11 de Maikel Elizarde / 12 y 13 de Silvio Rodríguez VII AÑO CASI UN GRITO DE GUERRA «Y he aquí que la guitarra vuelve a soltar amarras, canta y gime al volar.» (Que ya viví, que te vas, Silvio Rodríguez, 1976) DÚO JANET Y QUINCOSO | VERSOS DEL ALMA Sábado 29 de enero de 2005 Obra plástica: José Miguel Pérez El dúo de Janet Lugones Acosta y Eduardo Hilario Quincoso se inició en 1998. Además de compartir la vida y la presencia entrañable de su hija Lorena, estos dos músicos del ultra-marino pueblo de Caibarién, deslumbran a quienes los es-cuchan por el cuidado musical de sus recreaciones de la poesía universal. Sin dudas, el ambiente creativo de su tierra natal propicia la singularidad en las sonoridades que se nos revelan con este disco. Janet y Quincoso nos proponen un acercamiento a la lírica, desde la más honda tradición trovadoresca cubana, espe-cialmente, dando vuelo a la costumbre de esa comarca de pescadores que han cantado y soñado, a lo largo de los siglos, de cara al mar. Quizás el abuelo Pánfilo y el haber crecido en una familia de pescadores que aman la trova, marcaron la pasión visible de Quincoso. A los 11 años comenzó a recibir clases de guitarra popular con un maestro local y ha integrado varias agrupaciones. Sus musicalizaciones exhiben, más allá del conocimiento y el rigor artístico, el oficio de los poseídos por la vocación. Janet encauzó sus estudios en la Casa de Cultura Manuel Corona. Posee una voz especial, con gran fuerza, color y un timbre de excepción. Su amplitud de registros anuncia un poderoso caudal por descubrir, que le confiere notable vigor y equilibrio a un dúo en natural armonía. En el año 2002, el dúo de Janet y Quincoso comienza a mu-sicalizar los versos del Apóstol José Martí, a los que siguen poetas españoles, latinoamericanos y otros cubanos. En julio de 2003, durante una visita de Eusebio Leal a Caibarién, son invitados a La Habana, donde se presentan en la Casa Natal de José Martí, la Casa Oswaldo Guayasamín y el Museo de Arte Colonial. Acogidos en Habana Radio graban en siete noches trece temas que conforman el disco Versos del alma. Actualmente continúan la musicalización de poemas. Además de los poetas que integran Versos de alma, se suman otros de la talla de José Lezama Lima, Nicolás Guillén, Eliseo Diego, Dulce María Loynaz, Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez. (Palabras tomadas de la nota al disco Versos del alma, produ-cido por la emisora Habana Radio.) De su primer disco, Versos del alma, ha expresado Eusebio Leal: «Sus dedicadas interpretaciones inspiradas en los versos del Apóstol, se inscriben en la tradición y, a la vez, renuevan el legado trovadoresco cubano. Existe en Caibarién, la ciudad natal de estos jóvenes, un arraigado culto martiano. Estas iluminadas melodías son un tributo merecido a su memoria.» RESACA Quiero mirarme en el reflejo de ese agua que se va corriendo y tras de sí deja un rumor silvestre juego a no soñar apostando mi alma y pierdo a voluntad, tonto afán de reír y andar con la corriente me lleva al mar de la ocasión. Porque soy, soy peregrino y ahora mismo voy paso a paso hacia el abismo de una comarca sin fronteras, como mi abuela. No es llegar la fe que me sostiene andando sino el saberme navegando rumbo a no sé qué primaveras por los mares de Dios. Flor de mi vida deshojada en ficciones rastro que perdí y no he vuelto a encontrar a pesar del intento. Por alimento, lamo mi propia herida, pido y si me dan lo regalo a la luz, doy mi perfil al viento y estalla en pompas de jabón. Porque sé, sé bien que el porvenir me espera que cada día es más extensa la senda por donde camino hacia el destino, llevo atrás un fardo sucio, es mi pasado. Bebo ese vino trasnochado que destilan las horas muertas de vez en cuando disuelto en la pena, ni emborracha ni consuela pero te da añoranza por las pedradas de tu infancia allá... descalzo y sin saber adonde iban tus pies ya sumergidos en aguas de un mar por conocer. Voy a la noche decantado del día y a abrevar mi sed de estrellas sin contar, dentro del firmamento, y en el silencio mi alma se recoge para preguntar: -¿Qué cosa es vivir? Nada dice lo inmenso. EDUARDO H. QUINCOSO CD POEMAS MUSICALIZADOS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tema A guitarra limpia Flores silvestres (José Martí) Yo he de morir en la mar (Félix Pita Rodríguez) Deshora (César Vallejo) Revolución (León Felipe) Denso, denso (Miguel de Unamuno) Piedra, como tú (León Felipe) A Emma (José Martí) El poeta a caballo (Juan Ramón Jiménez) Amor, amor (Federico García Lorca) La niña de Guatemala (José Martí) Corazón (J. A. Goytisolo) Deriva (Eduardo Quincoso) Sentado sobre los muertos (Miguel Hernández) No es más (Eliseo Diego) Señor, en vano intento (José Martí) ARIEL BARREIROS Y YUNIOR NAVARRETE | SUR Sábado 26 de febrero de 2005 Obra plástica: Diana Balboa Siempre con el sur Este nuevo concierto del espacio A guitarra limpia trae las voces de dos jóvenes trovadores que viven en el sur de nuestra Isla, que a su vez pertenece, por muchas razones, como todos nosotros, al sur dolido y vibrante de nuestro planeta. Ellos han traído ese nombre, Sur, para titular este momento de com-plicidades que todo concierto de la trova cubana supone. Mientras escribo estas líneas, como ven, han confluido esas referencias geográficas que tienden a acercarnos a la poesía y a la imaginación de estos jóvenes que ahorita mismo, después que se escuchen los acordes de A guitarra limpia, comenzarán a compartir sus preguntas, sus averiguaciones, sus maravillas con nosotros. Con su presencia este espacio confirma nuestra vocación integradora en la que caben, por derecho propio, las propuestas de los trovadores y las trovadoras de todas las generaciones, las tendencias y las áreas geográficas de nuestra Isla (y, cuando es posible, de otros sitios también). Esa vocación, además de la justicia poética que implica, nos trae otras razones para la felicidad: entre ellas, sin dudas, la necesaria diversidad de las miradas, de los acercamientos y las propuestas. Ariel Barreiros y Yunior Navarrete, con su poesía y sus gui-tarras doblemente sureñas, nos confirman la vitalidad de esta forma de cantar y de vivir, de crear y de reflexionar que es la nueva trova cubana. Desde el candor del universo infantil y la memoria emocionada que recuerda la vida hermosa de un abuelo republicano español hasta la poesía que arriesga su metáfora e integra los valores transgresores de la actuación, Ariel y Yunior recorren los territorios de la creación y la auten-ticidad –como siempre debiera ser. Todavía los recordamos, nerviosos y felices, durante su pri-mera presencia en este patio, a finales de octubre de 2001, en un concierto especialmente memorable, cuando ya están aquí, de nuevo y siempre, en su A guitarra limpia, trayéndonos los ingredientes imprescindibles del amor a sus tierras del Sur –que son, como se sabe, las de todo bicho humano sensible, arriesgado y soñador. A esa raza también nos alegramos de pertenecer cuando empiezan a sonar, pueblo adentro y corazón en ristre, las guitarras de Yunior y de Ariel en este patio de todos. VÍCTOR CASAUS PUEBLO ADENTRO Tomé de la tarde su corazón lo lancé al cielo como piedra al frío. Comenzó a llover. Como pueblo adentro me encontré al camino, mostró sus huellas, sus manos de amigo, me inventé una brisa, tomamos rumbo al mismo destino. Fue tan corto el tiempo para bordear el abismo, solté la agonía entre mis brazos, pude burlar el hechizo y es la piedad, me he sentado al eco y desde las montañas fui dejando sombras. Sombras. Y en el agua casi una extensión sin frontera siempre a la ribera de algún sobre aviso. Y soy pueblo adentro, me encontré al camino, hoy mostró sus huellas y para siempre seguí tras sus pasos, él se dio la vuelta su rostro es tranquilo. YUNIOR NAVARRETE CD SUR 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Tema A guitarra limpia Pueblo adentro Un hombre Mirar pa´rriba Sobregirado Ilusión Paula Alguien Inventando un sitio Hijos de la fe Intentándolo De mañana Niña Alma de halcón Medio lento No lo hice Quinto regimiento La loma del Cucuyé María Temas de Ariel Barreiros: 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 17 y 19 Temas de Yunior Navarrete: 2, 4, 6, 8, 10, 12, 14, 16 y 18 GERARDO ALFONSO | CUARTO DE SIGLO Sábado 23 de abril de 2005 Obra plástica: Maykel Herrera A guitarra limpia se felicita, crece y se alegra con la nueva llegada de Gerardo Alfonso a este patio de La Habana Vieja. Nunca olvidaremos que él estuvo entre los primeros trova-dores que confiaron en aquellos sueños iniciales que después ellos mismos –y la solidaridad y el amor y el trabajo– hicieron posibles en estos seis años y medio de conciertos, grabaciones, discos, imágenes, publicaciones, para celebrar, debatir y dis-frutar esa manifestación cambiante, audaz y continuadora de la cultura cubana que es la Nueva Trova. Aquí se le recibe como el hermanito que es, como el artista imaginativo y maduro que está siendo, para felicidad de todos. Por si alguien lo dudaba, Gerardo ha organizado a lo largo del 2005 un verdadero festival de su trabajo para recordarnos que su obra creadora tiene veinticinco años de edad y que está en un momento de plenitud y de ascenso. El Centro Pablo le agradece mucho que haya incluido este modesto pero mágico patio de A guitarra limpia entre los escenarios donde ten-dremos oportunidad de recorrer su obra, dentro de la diver-sidad de propuestas que nos tiene reservadas y que dicen mucho de las inquietudes, las claves y los planes de este trovador incansable y soñador. De sueños, de compromiso y de trabajo se ha hecho, se está haciendo, la obra de Gerardo Alfonso. Aquí, por supuesto, preferimos y admiramos su generosidad y su transparencia, su apuesta a favor de la sinceridad y la autenticidad –que in-cluye la participación y la crítica– antes que las posturas de los cazadores de oportunidades a cualquier precio o el aburrido desempeño de los propugnadores de estrecheces (de visión y de corazón) ante las floraciones incontenibles de la cultura. En sus canciones, en sus entrevistas, en su labor cotidiana nos revela el perfil de un creador diverso y generoso, capaz de preguntar y preguntarse (como no siempre sucede) y de tra-bajar en la búsqueda de posibles respuestas: para él y para los demás (como tampoco sucede con frecuencia). Admirando y compartiendo esa ética –tan necesaria en los tiempos que vivimos, en el planeta y en la Isla– le damos la bienvenida a Gerardo en su primer cuarto de siglo creativo, para compartir este concierto dedicado a otro aniversario que también pertenece a nuestra cultura: los 40 años del Centro de Información de Ciencias Médicas, gente fraterna y querida que desde su eficiente red de telecomunicaciones, Infomed, ha acompañado y apoyado los sueños de este Centro desde nuestra fundación. Como vemos, son los sueños todavía. Y siempre. VÍCTOR CASAUS EL VIEJO QUE YO QUISIERA SER La prisa va tras de mí pinchándome los talones con su minutero, el tiempo es un escultor tratando con las arrugas que surcan mi cuero. Y eso no significa que me tenga que matar, y eso no significa que me esté quedando atrás, y eso no significa que me van a callar. El ron añejo es mejor, más sabe el diablo por viejo que por pendenciero, las modas van como un tren mezclando estilos antiguos con nuevos modelos. Y eso no significa que me tenga que matar, y eso no significa que me esté quedando atrás, y eso no significa que me van a callar, pero si yo pudiera escoger el viejo que yo quisiera ser, preferiría al viejo Compay con sus viajes del Alto Cedro a Marcané, pero si yo pudiera escoger, preferiría al viejo Compay después de tantos tumbos que dio la vida lo premió como un rey. En el borde del destino hay varias sillas, si te sientas se te astillan las quimeras del camino, si no abres las pupilas te devasta el maremoto con sus muchos, con sus pocos, con sus sanos, con sus rotos. Aunque aparezcan bastones y los dolores de huesos sean a diario, me moje los pantalones o me salga una joroba como un dromedario, eso no significa que me tenga que matar, eso no significa que me esté quedando atrás, eso no significa que me van a callar, pero si yo pudiera escoger el viejo que yo quisiera ser, preferiría al viejo Compay con sus viajes del Alto Cedro a Marcané, pero si yo pudiera escoger, preferiría al viejo Compay, después de tantos tumbos que dio la vida lo premió como a un rey. GERARDO ALFONSO CD CUARTO DE SIGLO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. Tema A guitarra limpia Intro Guitarra Ángel La ilusión La noche Pepe telescopio Sembramos nuestras vidas Un día cualquiera La isla de Cuba Algunas láminas Ir más allá Veo nubes Los lobos se reúnen Los amantes de Posada Una chica igual que tú Hay cosas que se aprenden otra vez Claudia La cima No acuses al mar Si te quisiera blanca Sábanas blancas CONCIERTO ESPECIAL ME HAN ESTREMECIDO UN MONTÓN DE MUJERES ARIEL DÍAZ Y AMANDA CEPERO, GERARDO ALFONSO, ERICK SÁNCHEZ Y EDUARDO SOSA Martes 8 de marzo de 2005 Exposición Me han estremecido un montón de mujeres, de trece artistas cubanas Detrás de estas canciones y estos nombres están las mujeres amadas, inalcanzadas o imaginadas. En ellas vive todavía el mismo sentimiento que las hizo nacer un día, una noche cual-quiera, luego de la lujuria, la incomprensión o la esperanza. Ellas llenaron el vacío, sanaron las heridas y en ocasiones muy raras fueron pólvora de conquista. Son historias vistas muchas veces con el lente de cada cual, desde Sindo, Corona, Pepe Sánchez, Companioni, Matamoros, hasta Silvio, Vicente, Noel, Augusto, Lázaro, Pablo y un poco nosotros, que con suer-te un día, cuando nos vayamos con la música a otra parte, dejaremos en boca y manos de otros trovadores mujeres con-denadas a la eternidad como Aurora, Longina, Herminia y Mercedes. Hoy le haremos el honor a ese montón de mujeres que nos han estremecido, que nos hicieron llorar, que nos hicieron reír y sentir luego la necesidad de convertirlas en canción y echar a andar la fantasía con ellas para hacerlas trascender más allá de la vida y de nosotros mismos, eternamente Yolanda, Emilia, María del Carmen, Aurora, Rosi, Alicia, Claudia, Giovanna y Ena Lucía. ERICK SÁNCHEZ Con el pico y el oído calientes1 Me quedé con el pico caliente, me dijo el trovador santiaguero Eduardo Sosa la noche del 8 de marzo de 2005, cuando co-mentábamos el recién finalizado concierto especial Me han estremecido un montón de mujeres, auspiciado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau en el habitual patio de Muralla 63 en La Habana Vieja. Y es que este recital devino hecho cultural redondo y consu-mado, pues coincidía con la inauguración de la muestra ho-mónima en la Sala Majadahonda. Esa instalación expositiva acogió una muestra del quehacer de trece artistas cubanas: Hilda Vidal, Déborah Nofret, Nelkis Ramírez, Diana Balboa, Alicia Gutiérrez, Liang Domínguez, Minerva López, Alicia Leal, Aymée García, Zaida del Río, Lesbia Vent Dumois, Sandra Pérez y Mabel Llevat. Sandra González, su curadora, asumió el reto de conjugar armónicamente los discursos y estéticas de las trece artistas participantes que –desde distintas perspectivas y soportes– ofrecen su particular visión del mundo que las rodea. Me han estremecido un montón de mujeres demuestra que en el actual panorama plástico cubano las mujeres tienen mucho que decir y mostrar y que la calidad imperante está fuera de toda dis-cusión de género. Luego vino el concierto, presentado por el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, quien felicitó a todas las mujeres que han acompañado a la institución en estos años de intenso quehacer. Los primeros en subir al escenario fueron Ariel Díaz y Amanda Cepero, quienes han logrado un muy buen empaste, evidente en temas como «Longina», «María», «Alicia» y «La Marina». Le siguió Gerardo Alfonso, con los temas «Isadora», «Claudia», «Stina», «Yo te quería, María» y «Giovanna», todos muy cono-cidos, que pusieron de manifiesto la madurez artística y personal de este cantautor. Luego Erick Sánchez, a cargo del guión y a quien corresponde la idea original del concierto, llegó con «María Antonia», «Ti-rado en la calle» y «Ena Lucía». Después compartió con Eduardo Sosa la canción «Herminia», de Miguel Companioni. Eduardo continuó en solitario con «Aurora», hermoso tema de Manuel Corona y con «Claudia vendrá», de su autoría. Sosa es poseedor de excelentísimas potencialidades vocales y con su personal versión de «Lucía» –conocida y bella canción de Joan Manuel Serrat– puso el concierto en plena cima antes de cerrar con «María». Fueron diecisiete los temas. Si Sosa se quedó «con el pico caliente», la mayoría de los y de las que asistimos al concierto, nos quedamos con el «oído caliente» por los enormes deseos de continuar escuchando. MARÍA FERNANDA FERRER PAVEL POVEDA | FLOR DE MARABÚ Sábado 30 de abril de 2005 | Invitados: Eduardo Sosa, Diego Cano, Ariel Marrero (percusión), Tamara Castillo (voz), Trova Tenaz: Alain Poveda (tres y voz), Alex Poveda (percusión menor y voz), Yordanis Ríos (voz) Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea Como en los almendros Cuando uno escucha cantar a Pavel Poveda tiene la impresión de recibir el testimonio de un recién llegado. O de alguien que te dibuja su visión de cualquiera de los vericuetos del mundo que tenemos delante, con la arboladura de la casa paterna cobijándole el cuerpo, como un sombrero enorme. Las herra-mientas inefables y tangibles que pudo echarse a cuestas desde la niñez, son ahora las piedras de toque de su discurso, sean cuales sean los alumbrones nuevos que le toque desembrozar. Uno puede tomarse como propias las canciones de Pavel, porque él tiene en común con cualquiera de nosotros el apego a las raíces de antaño, de las cuales en cualquier momento brota la resina que avienta lo nuevo. El ademán natural para poner voz y guitarra en donde celebre algo o le duela cualquier circunstancia de la Isla o el resto de nuestra América. El deseo constante de indagar en sí mismo y en sus semejantes, los caminos por los que se puede llegar a los puertos más in-trincados, siempre en compañía de la eticidad del hombre bueno. Y por último, esa manera suya de traer a cuento al amor, como nos sucede de verdad. Enredado e imprevisto entre los demás ingredientes del vivir, como un gas imprescindible. Cualquiera de los temas de sus canciones, sean de apariencia anecdótica o se empeñen en reflexiones que se hunden en los terrenos de la filosofía, siempre tendrán un andamiaje lírico armado con las palabras sencillas que gobiernan la conver-sación de los parroquianos que van por el camino real de un pueblo, o la charla de los compadres que regresan del surco por un trillo apretado. Las canciones de Pavel huelen a can-turía, aun aquellas que de una primera escuchada no parezcan por la savia de la ruralidad. En el gozo de ese universo de palabras y esa manera del habla campesina mamada en los orígenes, este trovador que no ignora ni la Internet, ni los best sellers del momento, ha llegado a resolver los últimos versos de una canción suya con la sabrosa metáfora de la décima. «Como un girasol feliz»: Tú volverás como un trueno / Dueño de la guardarraya / Y si el laúd no se calla / No habrá quien te ponga freno / Regresarás y lo bueno / Es que lo harás ya desnuda / Algo ligera sin duda / Para un girasol feliz / Vendrás a borrar el gris / A mi tarde sordomuda. En consonancia con la expresión lírica de los textos de sus canciones, Pavel recrea melódica y armónicamente referentes de nuestra música campesina, en medio de la urdimbre de las demás sonoridades del patio o foráneas, que desde hace mucho tiempo son alimento de los jóvenes cantores cubanos. En los últimos meses Pavel ha hecho varios conciertos en compañía de músicos invitados, con el apoyo de los cuales se hizo mayor la carpa de la fiesta. Escucharlo secundado por ellos en la Sala Lecuona del Gran Teatro, el patio del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara o en la salita de Bellas Artes, fue muy grato, pero sin dudas escucharlo esta tarde en el abrigo del patio de las yagrumas, echando al aire las can-ciones desde la dulzura potente de su voz y con el arma fundamental que es la guitarra, es como si volviéramos con el trovador, en profundo aire de familia, a echarnos un largo rato de medicinales tocaderas bajo los entrañables almendros de Miguelito. BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES FLOR DE MARABÚ Me gusta ir caminando bajo el aguacero Que escurre por tu pelo Que te hace sentir de tan buen humor Que no sé ni donde Terminaremos hoy los dos Me gusta el desafío de tu madriguera Y el susto de la escalera Que me haces subir Cuando te tengo que reconquistar Con ese vértigo que das Me gusta el verso que escribes con tu falda Y los arabescos de tu voz Me gusta el bosque vedado de tu espalda Y la montaña de tu corazón Me gusta el rito de echar en la balanza Mis pergaminos contra tu galeón Pero llegué hasta aquí Guapo y faja’o Por cada margen suburbio Medio olvidado Yo llegué hasta aquí Flor de marabú Guitarra clave cuero de chivo trumba cumbacun tatú Palo de jiquí polvo de torreón El pecho en ristre Y el sino de un cimarrón Por eso cuando me veas llegar medio raro No te preocupes El vuelo raso siempre va a pasar de largo Me gusta aletargarte con la carretera Y arrastrarte a donde quiera Y volver donde tus cuentos Tus desnudos Y tus madrugadas viejas de canción Me gusta ser el campo donde hacer tus guerras Ser tu orilla mar afuera Ser lo otro lo contrario Qué sé yo Pero llegué hasta aquí Guapo y faja’o Por cada margen suburbio Medio olvidado Yo llegué hasta aquí Flor de marabú Guitarra clave cuero de chivo trumba cumbacun tatú Palo de jiquí polvo de torreón El pecho en ristre Y el sino de un cimarrón Por eso cuando me veas llegar medio raro No te preocupes El vuelo raso siempre va a pasar de largo PAVEL POVEDA CD FLOR DE MARABÚ 1. 2. Tema A guitarra limpia Flor de marabú 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. En las buenas y en las malas Fábula de Alejandro Mientras la noche se hace ciudad Los almendros de Miguelito Los fosos del Reino Desde el caballete Ni cómo ni cuándo (versos de José Martí) Como un girasol feliz Mala racha DÚO BUENA FE | EL ECO DE LAS PLAZAS Martes 10 de mayo de 2005 Celebrando el cuarto aniversario de la revista cultural cubana La Jiribilla Obra plástica: George Pérez Como muestra de que la Canción Cubana Contemporánea no es solo un fenómeno habanero o de lo que están haciendo crea-dores afincados en el extranjero, más allá de que sean di-fundidos o no, durante estos últimos años en el oriente de Cuba varios cantautores se han esforzado por romper esque-mas y brindarnos muestras de la buena canción que se ha venido facturando entre nosotros. Un ejemplo en dicho sentido resulta el grado de popularidad alcanzado en todo el país por el dúo Buena fe con sus tres producciones fonográficas, Déjame entrar, Arsenal y Corazonero. Aunque, acorde con el canon establecido, los artistas cubanos de música pop (género asumido por Buena fe para expresarse) persisten en abordar temas que están relacionados con el amor entre la pareja y desde el prisma sonoro hay un enfoque a las claras comercial, en el caso específico de este dueto ellos no han sido ajenos a otras preocupaciones de índole diferente y así, tocan en su discurso una arista reflexiva, existencial y que le dice cosas a quien los escucha. Son textos que tienen que ver con el hombre en sentido general, pero de forma es-pecial con el ciudadano de a pie. Probablemente la imagen reduccionista que algunos se han formado de Buena fe y que los ve tan solo como un dúo de pop, se deba a que los medios de comunicación al promoverlos han puesto hincapié en su lado más popero, lo cual ha impedido el disfrute del otro costado suyo, representado por composiciones como «La ventana», «Como un espejismo», «Noviembre», «Inti-midad», «Propuesta», «El destino de la abeja», «Fuego y bala-cera» y «Guajiro guantanamero», para mí lo mejor del primer fonograma en compañía de «La zanja». Estos son temas irreverentes, con la carga de trasgresión que hoy tipifica a la Canción Cubana Contemporánea. Algo por el estilo sucede con «Dios salve al Rey», donde se traslucen reminiscencias de las concepciones de Michel Foucault acerca del poder, con «Navegando a la deriva», alegato en contra de la enajenación, o con «Fin de fiesta», corte que sirve para defender la tesis de que se puede componer música con aires discotequeros y destinada a hacer bailar, pero que al propio tiempo esté proponiendo ideas que obliguen a pensar. Porque confío en el ser humano por encima de veleidades como la moda, imagino que Israel y Yoel siguen siendo en esencia los mismos guajiros que conocí a fines de los noventa en las Romerías de Mayo y que luego volví a encontrar en el Longina del 2000 y en Los días de la música de ese propio año. Aquí están hoy solo con una guitarra y sus voces, respaldados por el pensa-miento y la emoción al cantarle a sus contemporáneos y así, relatar parte del espíritu de nuestra época. Este es el Buena fe más íntimo, más piel con piel, más com-prometido con la suprema sencillez del arte, al que nunca han renunciado del todo aunque se hayan travestido para no morirse de hambre. Conciliar inquietudes artísticas, ideoes-téticas y comerciales es una proeza y ya se sabe que resulta casi imposible quedar bien con Dios y con el Diablo. Ni mejores ni peores que los demás, algunas de sus canciones ya son parte de la banda sonora cubana de comienzos del siglo XXI, pues al margen de que la intención sociológica de su discurso no sea evidente, continúan dando testimonio de la Cuba profunda de la cual hablase María Zambrano. Trabajo polémico por su factura, es de esos que uno acepta o rechaza. JOAQUÍN BORGES-TRIANA EL ECO DE LAS PLAZAS El eco de las plazas, repletas de Homo sapiens Que procuraron discos y casetes para el diario Salpican las canciones entre un montón de edades Y entonan las que pasan y no pasan por la radio. Mi cabeza llaman hueca porque tejí baladas Con la punta de los besos que dejaron los amantes Con adioses que repletan los andenes y aeropuertos Con la prisa que vuelve viajero terminable. ...Y donde me hice daño, quiero dejar señales Algo así como ¡Cuidado!: Camino traga tiempo Solo aprendí a crecer cuando el dolor fue ya muy grande Y me lo dijo un sucio charco que reflejaba al cielo. Como las musas van siempre libres de culpas, El tiempo es quien se bebe los empeños que le importan. El éxito maldito cobra un precio muy violento Masoquismo a largo plazo y exigencia de luz corta Quién te dijo que no sé despeinarme en armonías Y enquistarme en ultraversos, aunque nadie entienda nada Lo que pasa es que me aburro si no pago los impuestos Con que costeo el poco fuego y mucho humo de otras pajas. Paradigmas son esos cantores más genuinos Que entre palos nos parieron arte revolucionario. Cantáronle a los pobres y a sus sueños más divinos ...Y los pobres, kilo a kilo, los volvieron millonarios. Y la razón me arrastra a sumarme a los torrentes Donde mi trova ligera y algo abstemia no se traba. Mi compromiso empieza en las sonrisas de la gente Cuando ya sin ser ingenuos, la pasión no se le apaga. ISRAEL ROJAS FIEL CONCIERTO ESPECIAL TITA, ANTAR E ISABEL PARRA Lunes 6 de junio de 2005 | Invitados: Raly Barrionuevo y el poeta brasileño Thiago de Mello El milagro de la canción2 Como en los últimos seis años, el patio de Muralla 63 en La Habana Vieja volvió a ser el lugar por excelencia para la canción trovadoresca y folclórica latinoamericana y también sitio devenido crisol de amistad. Los chilenos Tita, Antar e Isabel (miembros de la mítica familia Parra), el argentino Raly Barrionuevo y el poeta brasileño Thiago de Mello se juntaron en un apresurado concierto que el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau organizó el lunes 6 de junio de 2005, y que constituyó un buen momento para escuchar el decir de esos artistas. El recital comenzó con Tita y Antar (este en las cuerdas todo el tiempo) con los temas «El picaflor», «Un segundo para siempre» y «A los cantores del mundo», canción de más de tres décadas. Continuaron con «Santiago» y «El espejo vacío» –ambas compuestas por Tita Parra durante los días de la dictadura de Pinochet– y que constituyen dos miradas a lo in-terno del ser humano. Siguió una suerte de bloque dedicado a Violeta Parra –artista que con su talento incursionó en la hondura del folclor de su tierra– que incluyó tres canciones muy tradicionales y «127 esquinas», esta última escrita en décimas numerativas: la centésima, un género inventado por Violeta (todas a cargo de Tita y Antar). Raly Barrionuevo regaló «Una mujer» y «Tu estrella» y nue-vamente Tita y Antar, esta vez acompañados por el poeta Thiago de Mello, un entrañable amigo de Violeta, entonaron «La jardinera». «Los átomos» (una canción que habla de la sensación de haber vivido otras vidas) y «Un viaje al interior del inconsciente», antecedieron a «La noche tan bella». Después Thiago dijo un poema «a su amado Chile» que dedicó a Isabel, Tita y Antar, quienes «heredaron el milagro de la belleza». Con «Cuecas del sol» se sumó, casi en los finales, Isabel, quien afirmó: «me da verdadero gusto estar nuevamente aquí, pero en esta oportunidad preferí ceder el espacio a Tita, quien hace veintisiete años que no visitaba La Habana». Así concluyó lo que sería la primera parte. Luego el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, agradeció la presencia de tantos amigos, entre ellos el trovador Silvio Rodríguez, e invitó a «los que quisieran» a cantar, a compartir, a disfrutar el milagro de la canción. Así, Pancho Villa (Chile), Nilda Fernández (Francia-España), Tunai (Brasil), y los cubanos Samuell Águila, Frank Delgado y Fernando Bécquer, cantaron algunos de sus temas y mientras eso sucedía conversé con Tita Parra. «Después de veintisiete años, este encuentro ha sido mara-villoso y prometo no dejar pasar tanto tiempo antes de volver. Han ocurrido muchas cosas y mucha vida, pero hay algo que no se ha perdido y que es maravilloso: Cuba sigue siendo, sigue existiendo y florece. Esa es la alegría más grande: ver a una isla luchadora, fuerte, valiente, que está solita en el planeta como símbolo de las cosas más importantes del ser humano que son la libertad y el amor, los valores por los cuales nos hemos pasado la vida peleando y en Cuba se viven a diario. »No me quiero perder la posibilidad de estar aquí más seguido, de continuar conociendo a los cubanos, de compartir, de cantar, que es lo que más me gusta hacer. Me estoy haciendo una autoinvitación para regresar muchas veces aprovechando el amor que se siente y el cariño de las gentes y la sensación de estar como en mi casa.» Al iniciar el concierto, Víctor Casaus leyó un correo que hace unas semanas usted le envió en el que le pedía presentarse en el patio de Muralla. La única razón es que me comunicaba con un amigo, con un amigo muy cercano que es Víctor. El año pasado aquí cantó mi mamá acompañada de mi hijo, por lo tanto este era el lugar para presentarme. Es el sitio más cercano y el más familiar por la relación de amigos que tenemos de toda la vida. Fue algo natural, sin embargo, ahora estoy acariciando la idea de regresar a cantar por todo el país, con los jóvenes, en plazas y calles, traer partituras. Este concierto ha sido un homenaje a Violeta. Violeta Parra siempre está presente en nuestra música, en nuestros recitales, en los discos. Es muy difícil apartarse de ella. De forma habitual está junto a nosotros, ya sea a través de sus canciones o con textos que hemos musicalizado. En el contexto sonoro chileno, ¿se promociona la llamada canción folclórica? Para nada. La música popular chilena en general, no solo la folclórica, tiene muy poca difusión, porque en estos momentos Chile está bajo el alero de una mentalidad muy fascista, muy cerrada, comercializada y copiada de las radios comerciales. La música de raíz nacional no es difundida, todo lo contrario, no tiene salida ni en la radio ni en la televisión y aun así se sigue haciendo. Existen muchos grupos de jóvenes y un mo-vimiento que pasa por encima de esto y se continúa tocando. El amor a la música no lo puede matar nadie. ESTRELLA DÍAZ CHARLY SALGADO | ENTRE LA TROVA Y LA POSTROVA Sábado 24 de septiembre de 2005 | Invitados: Eric Méndez, Adrián Berazaín, Iván Leyva, Juan Carlos Otero, Irán Sánchez, Rodolfo Humpierre, David Smith Obra plástica: Hugo Azcuy Charly Salgado: la introspección desatada Existen pocas figuras tan afines como estas: la canción y quien la ejerce. El trovador especialmente –categoría e individuo– pudiera validar tal suposición. Charly Salgado, por ejemplo, puede. Y me refiero a lo siguiente: usar los mismos ojos de observar adentro para hacerlos peligrar entre la gente, dispo-ner la propia idea salvadora ante el juicio colectivo, verter el sentimiento hacia el apetito ajeno, dirigir la íntima palabra desde el derrumbe interno hasta las locaciones exteriores derrumbadas… Los únicos ojos, la idea múltiple, el sentimien-to frágil, quizás la última palabra. Charly asume esa certeza, creo, y la proyecta de un modo más franco y transparente que mis actuales comentarios. Así afirma la ciudad, rodeado por nosotros en la capital que él nos recrea, pendiente de los miedos y la fe, abordando la uno siete cuatro, transportando su energía y su cansancio, alerta a los caminos nuevos o pretéritos, con su carga de rubor y sus humanas influencias, bitlémano, filósofo, narrador o bardo, incluso intérprete de cuantas obsesiones agiten a su época… Hijo de vecino resuelto a perpetuar su Habana en otros hijos de vecino adyacentes. Nadie garantiza la simpleza en un empeño semejante. Como persuasivas tentaciones aparecen el confort de los hogares, los accesos fáciles o atajos. De otra forma, asoman los obs-táculos. Las manos que te aplauden, también pueden acercarte las saetas. Las dudas que te mueven podrían detenerte. La armonía que generas igual pudiera consumirte. Pero aquí están, y es lo valioso, la canción y quien la alumbra. La unidad en riesgo permanente. AYMARA AYMERICH CAMINANDO ESTA CIUDAD Camino por esta ciudad todo se me antoja extraño, las hojas que caen al pasar lo que cambió con los años. Camino por esta ciudad todo se me antoja un sueño, lo que viví, lo que logré, lo que perdí, lo que tengo. Quiero vivir, quiero soñar, pero el dinero se ha convertido en antifaz, en lo primero. Quiero buscar algún lugar donde no sienta miedo, puedo fingir que no estoy mal pero no quiero. Voy por esta oscura ciudad a mil millas del futuro, yo quise no echarme a llorar, pero aquí todo es tan duro. Voy caminando esta ciudad como una sombra sin dueño, hoy la señora soledad me ha tomado por el cuello. Quiero vivir, quiero soñar... Voy caminando esta ciudad voy pensando. Voy caminando esta ciudad me voy contaminando. Voy caminando esta ciudad lejos del cielo. Voy caminando esta ciudad porque la quiero. Veo esta erótica ciudad piernas abiertas al mundo, hace algunos años atrás era un sueño este diluvio. Eso en principio no está mal aunque pasa algo muy feo, el hombre se vuelve animal si es esclavo del deseo. CHARLY SALGADO CD ENTRE LA TROVA Y LA POSTROVA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Tema A guitarra limpia Buscando caminos Del pasado mañana Podrás decirme Y apareces tú Habana-Lennon-2001 Con un signo de interrogación Entre la trova y la postrova Caminando esta ciudad No suena bien Yo confío Todos los años, todos los sueños Parte de mí 14. 15. No busques No me digas Charly Salgado / Voz líder y guitarra acústica Irán Sánchez / Guitarra acústica David Smith / Cajón y percusión Rodolfo Humpierre (Rudy) / Bajo Eric Méndez / Coros y guitarra acústica (5) Juan Carlos Otero / Cajón (5, 14) Adrián Berazaín / Armónica (10, 11 y 15) y coros (10) Iván Leyva / Guitarra acústica (8) DÚO LIEN Y REY | A FUEGO ABIERTO Viernes 4 de noviembre de 2005 | Invitados: Mirza Sierra, Dariel Díaz, Yoetna Guerra, Héctor Pepo Herrera, William Roblejo y la Compañía Danza Corpus Obra plástica: Robin Martínez Confesiones sobre Lien y Rey No sé por qué me eligieron estos dos virtuosos; no sé por qué estos dos sabios han apelado a mi afición por dejar apuntados en papeles sueltos –tal como hoy día suele hacerse en paredes o como antaño pudo quedar grabado para siempre en el tronco de un árbol– los pelos y señales de cada asombro que la vida me ha regalado. Nunca he sido capaz de emitirles un juicio, ni siquiera una apreciación mínima, acerca de su arte. Será que han notado que cuando ellos se sientan a regalarnos ese pro-digio, me vuelvo avara con el silencio, me vuelvo feroz ante cualquier disturbio de una palabra o un simple movimiento de otro espectador que pueda desestabilizar la atmósfera que semejante entrega en vivo reclama como única retribución a las horas infinitas dedicadas por ellos a luchar con sus dedos, con sus mentes y sus corazones para, en música y palabras, tratar de dejarnos descifrado un misterio o acaso, simplemente, levantarlo bien alto de manera que todos lo veamos, descarnado y vivo, como reclamando que salgamos, cada cual, de su pequeño o grande letargo y recordemos aquello que Lorca dejó anotado de su puño y letra en uno de sus dibujos: «solo el misterio nos hace vivir, solo el misterio». Como bien subraya el joven crítico Joaquín Borges-Triana, ellos escogieron a Matanzas para generar desde allí, para con-figurar y confrontar allí un arte que añade matices al espectro sonoro de la historia musical que ha estado naciendo y vi-viendo en esa zona tocada por alguna gracia especial. Hay algo en ese punto de nuestra geografía física, de nuestro mapa espiritual, que defiende cualquier invención para que no se malogre. Por difícil que sea encauzar cualquier manifestación artística nacida allí, siempre hay una ladera, un parque, un patio sano o descascarado, un portal desde donde ponerse a llamar la atención con la propia criatura en brazos y, por lo menos, diez matanceros dispuestos a aminorar el paso o, para regocijo del artista, detenerse del todo. No se trata, en el caso de Lien y Rey, de dos solitarios, sino de dos seres gregarios, necesitados siempre de convocar a sus iguales y convertir esos encuentros que se producen en sus presentaciones habituales en verdaderos actos de fe en el arte propio, donde pudiera siempre escribirse por algún lado en la pared, en el piso o sobre la palma de la mano, donde pudiera siempre salir cada cual diciendo para sus adentros o en voz alta para el que está al lado: «qué bueno que no estamos solos». Yo, que he encontrado la emoción de mil maneras entre el San Juan y el Yumurí, no he visto en la ciudad de los puentes mucho de lo que ellos ven, no he visto las cosas a su manera y creo que por eso mismo, desde que encontrándome una vez en el patio de las hormigas arremetieron con su millón de sonidos, con su millón de imágenes por segundo sin dejar tregua al silencio en la noche de su ciudad, me puse contenta y dije: «qué bueno que estamos vivos». No lo dije en voz alta, como no les he dicho personalmente nada de lo que aquí confieso como habanera, ahora que se les invita a sonar en mi ciudad. No sé por qué me eligieron Lien y Rey para introducir con unas palabras lo que van a ofrecer, a fuego abierto, esta tarde en el patio del Centro Pablo –que es como se le llama común-mente a este sitio–, el mejor lugar donde un par de sabios, un par de virtuosos como ellos, pueden echarse a volar con confianza. Sencillamente, al aceptar, deposito un poco de mi escaso tiempo y toda mi fe sobre esta hoja de papel. MARTA VALDÉS A FUEGO ABIERTO Bagdad resiste a fuego abierto, aquí se insiste por el mar, el futuro es un mal presentimiento. Hay que mirar por donde se camina, un paso en falso puede ser mortal, la dirección contraria es un mal punto de partida. Ya estuve en mi nacimiento, hoy me convido a mi funeral, Todos me lloran los miro desde mi caja sonriendo. Ya regreso del abismo, me procuro claridad. Soy ese árbol carnal, generoso y cautivo. Quizás sea este tiempo, otro regreso, otras fiebres, acribillándome por ti, quizás sea este tiempo, quizás sea este tiempo la filosofía del invento. Quizás sea aquel fantasma de muerte interminable que ya no vaga en las noches por mí, quizás solo es vestigio, quizás solo es vestigio, pasado interminable. Quizás sea esta hora, un tiempo irremediable, quizás sea esta guerra el fin del fin, quizás esta sequía del alma, quizás esta sequía del alma, del alma murmurante. Quizás sea que estallo en medio de la nada, quizás sean mis pasos que siempre acaban en ti, quizás sea esta rabia, quizás sea esta rabia, mi oficio, mi cruz, mi carne cotidiana y tú, mi amor. Matanzas resiste a fuego abierto, los buitres eternos rondan la ciudad, el futuro es un mal presentimiento. Aquí la vida se detiene, crece la locura, no hay combate donde alzar mi canción. Aquí no hay adversarios, de mi pequeña estatura. Por mi pecho anda un cisne, mira con cariño una navaja y mi corazón, sonríe y me sentencia, al ojo de su crimen. Por mi lecho anda tu misterio, anda la muchacha que de sus noches fui. Por mi lecho anda la muerte de besable esqueleto. Quizás es que no crea en otras visiones, en los que buscan esa rara libertad, quizás la diferencia no está en el paisaje, sino en los contempladores Quizás es que le temo a la idea de salvarse, a esta suerte homicida si no estás tú, quizás es que me pierdo, quizás es que me pierdo en el cadáver de mi hijo y de su madre. Quizás es que no entiendan lo que yo canto, si me entendieran algo moriría en mí, quizás es que mi tiempo, quizás es que mi tiempo todavía no ha llegado. Quizás no me perdonen que no sea nada, que no me subaste en las sombras sin porvenir, quizás no me perdonen, quizás no me perdonen que no entienda nada, que no sea nada, que no sea nada. Y tú, mi amor, quizás no me perdones que no entienda nada, que no sea nada, quizás no me perdones que no entienda nada, que no sea nada, que no sea nada, que no sea nada. LETRA Y MÚSICA DE LIEN Y REY CD A FUEGO ABIERTO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Tema A guitarra limpia Preludio Josefina Canción a mi mano derecha con tendosinovitis Procuraré Estancia A fuego abierto Hallazgo de mí Mis amigos Poema de Luna * 11. 12. 13. 14. 15. 16. Luna No. 1 Gracias por nada El ave No debieron venir los forasteros ** Sinfonía de los forasteros Devoción Lien y Rey son los autores de todos los temas, excepto: * Poema de Mae Roque ** Poema de Alfredo Zaldívar Guitarra y voz: Lien y Rey Tres, Cuatro llanero y voz: Rey Pantoja Percusiones: Dariel Díaz Charango y bajo: Mirza Sierra Clarinete y tarka: Héctor Pepo Herrera Cello: Yoetna Guerra / Violín 1: William Roblejo Violín 2: Amanda Medina DÚO ARIEL Y AMANDA | FRÍO Sábado 26 de noviembre de 2005 Obra plástica: Orlando y Eduardo García, premios del V Salón de Arte Digital «Reunir a la Nueva Trova cubana es la mayor aspiración de esta serie de conciertos. A guitarra limpia quiere traer a este patio colonial las distintas voces que conforman esta activa expresión de la cultura musical cubana. Distintas en sus estilos y generaciones, pero unidas en la tradición y el ins-trumento.» Como delatan las comillas, este texto ya fue pu-blicado: lo escribió Abel Casaus y apareció, sin firma, en el programa del primer concierto realizado por Santiago Feliú en este patio el 14 de noviembre de 1998. Hoy, siete años y setenta conciertos después, venimos a festejar juntos el inicio de aquel sueño que los trovadores y las trovadoras de todas las generaciones y tendencias, con la ayuda inestimable de amigos, amigas e instituciones frater-nas, han hecho realidad, es decir, lo han hecho suyo y nuestro a la vez. Lo dedicamos con muchos minutos de no silencio, como a él le hubiera gustado, a nuestro hermanito Noel Nicola. Por eso vendrán Ariel Díaz y Amanda Cepero a ofrecernos voces, guitarra y poesía en un concierto que negará su título bajo las yagrumas de este patio. Floreciendo como dúo desde fecha reciente, estos jóvenes artistas reafirman con su talento y su rigor aquella verdad que hemos repetido y constatado a lo largo de estos siete años a guitarra limpia: la nueva trova, viva y sensible, cambiante y creciente, es un territorio impres-cindible de la cultura cubana. Para extender los alcances de esa propuesta, para enfrentar la desidia y la ignorancia de las estructuras y los medios que debieran difundir mejor –como lo merece– esa expresión de nuestra cultura, nació la colección de casetes y discos que hoy presenta sus cinco títulos más recientes; aparecieron, cada año, los cuadernos Memoria para rescatar la maravilla de estos sucesos y dejar constancia y fe (dos palabras clave entre no-sotros) de los caminos que transita la trova cubana; se abrieron en diferentes medidas, de acuerdo a las posibilidades ofre-cidas por sus gestores, los caminos interminables de la radio, la televisión y la asombrosa y compleja telaraña de Internet; se buscó y felizmente se encontró la complicidad de los cincuenta artistas de la plástica que han acompañado con sus imágenes cada concierto celebrado en este patio. En este concierto de hoy encuentra continuidad esa vocación de solidaridad y participación, de libertad creadora y asunción imprescindible de riesgos que han definido y alimentado la labor del Centro Pablo desde su fundación nueve años atrás. Por eso agradecemos a los hermanos Roberto Fabelo, Alicia Leal y Juan Moreira, a la Asociación Pablo de la Torriente Brau de España y a la gente querida de Trovacub de México, su apoyo para la impresión de estos nuevos discos que presen-tamos. Por eso también seguimos tomando por asalto las llamadas autopistas virtuales de la información (que, insis-timos, debemos convertir en carreteras de dos sentidos y darles, a su vez, sentido creador y constante, con la presencia de nuestras verdades y propuestas): ahí están los cinco sitios web que difunden los programas, sueños y realizaciones del Centro Pablo, a través de los cuales se transmite en estos momentos, en vivo, el audio de este concierto y queda inau-gurada, virtualmente, la exposición de fotos digitales del joven artista Alain Gutiérrez, el mismo que merodea ahora mismo entre nosotros, tratando de atrapar el penúltimo gesto de algún intérprete para enriquecer la creciente memoria audio-visual de la trova en nuestro Centro. Para destacar y honrar las trayectorias vitales, artísticas y de pensamiento de quienes han hecho suyas las ideas revo-lucionarias –transformadoras y éticas– de Pablo de la Torrien-te Brau fue creado en 1998 el Premio que lleva su nombre querido: hoy lo recibirán aquí, para honrarlo, una institución y un artista que han contribuido, con su talento y su trabajo, a impulsar los mejores sueños que animan a la nueva trova cubana y al Centro Pablo. Revisando los catálogos de todos los conciertos que alum-braron nuestro patio para escribir estas líneas urgentes, en-contré (además de la cita que inició este texto apresurado), una frase que cierra (que abre) algunas de las celebraciones anteriores de nuestros aniversarios. Vale también ahora, en su presente y en su proyección compartida de futuro: Aquí es-tamos y seguimos. VÍCTOR CASAUS FRÍO Con las olas viene un sereno que está congelando el mar, viene con mano de hierro camino de la ciudad. Viene clavando bandera de hielo en el corazón, y estoy levantando hoguera para calentar canción. Un frío como navaja que hiere en la vecindad, tan en silencio trabaja que nadie lo ve avanzar. Enfriando la camisa, las suelas y el pantalón, entre el calor y la prisa te compra su religión. Cuándo parará, cuándo parará, cuándo parará este invierno, cuándo parará. El frío nos va invadiendo, invisible al buscador, incoloro para el diestro y seco para el sudor. Frío que adentro despierta lujosa inmovilidad, cemento para las piernas y peso para volar. Lámparas para mover la luz que nos salvará, energía, humanidad, aliento y hambre de seguir más allá. Congelando marionetas con escarcha de cordel y moraleja: receta de hielo no deja ver. Por todas partes la cerca, no hay camino a dónde ir, cuando ya nos demos cuenta será frío el porvenir. Lámparas para mover la luz que nos salvará, energía, humanidad, aliento y hambre de seguir. Con las olas, las olas viene un sereno. ARIEL DÍAZ Los siete de A guitarra3 Por María Fernanda Ferrer Varios acontecimientos, todos felices, sucedieron el pasado sábado 26 de noviembre en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, día escogido para celebrar los siete años de permanencia del proyecto A guitarra limpia, un espacio que se ha convertido en punto de referencia en lo relativo a la llamada «canción de autor». Lo primero que anunció el poeta y cineasta Víctor Casaus, director de la institución, es que «esta jornada y las que ven-drán estarán dedicadas a Noel (Nicola), nuestro hermanito querido», trovador recientemente fallecido, uno de los funda-dores del Movimiento de la Nueva Trova y colaborador cercano de la institución desde los momentos iniciales. Casaus presentó además el cuaderno Memoria, dio a conocer que en el sitio www.artedigital.cult.cu se había preparado y puesto en línea una exposición del fotógrafo Alain Gutiérrez, con imágenes tomadas en los conciertos A guitarra limpia. Otro de los momentos significativos fue la presentación de cinco CDs de la Colección A guitarra limpia: Antes de la noche, de Yamira Díaz, No me mires tan extraño, de Gerardo Alfonso, Soy un paisano, de Ángel Quintero, Antología 4 de A guitarra limpia (una selección de temas escuchados durante el cuarto año de ese espacio), y Homenaje a Noel Nicola. Este último se realizó cuando A guitarra limpia cumplió tres años, pero ahora resurge en formato de CD. La entrega del Premio Pablo fue otro de los instantes emo-tivos de la celebración. En esta oportunidad le fue conferido a Habana Radio, emisora adscripta a la Oficina del Historiador de la Ciudad, por «su labor activa y solidaria en la promoción de la nueva trova cubana, por el rigor y la calidad de su trabajo cultural, ejemplo para los medios de comunicación de nuestro país». La directora de Habana Radio, Magda Resik, no asistió a la entrega del Premio por encontrarse fuera de la capital cubana, pero hizo llegar un mensaje electrónico en el que agradece ese reconocimiento. «Este premio, asegura Resik, lo consagramos a la obra de rehabilitación integral del Centro Histórico de La Habana y a su máximo inspirador, nuestro Eusebio Leal. Sin la renovación y el trabajo desde la fe en la belleza y la justicia, que tiene lugar cada día en este paraíso habanero, sería imposible disfrutar de un proyecto de creación tan singular como el de Habana Radio; o como el del Centro Pablo, hermano Víctor, que nos prestigia hoy infinitamente con su amistad y respeto». El Premio Pablo también fue concedido al trovador Augusto Blanca «por la poesía y la humanidad de sus canciones, por su hermosa trayectoria artística, inspiradora de las nuevas gene-raciones de la trova cubana». Augusto afirmó que «es muy estimulante recibir este reco-nocimiento luego de tantos años dedicado a cultivar la trova, género que no va a envejecer y mucho menos a morir». Nos ponemos viejos los hombres, dijo, pero «la trova se revitaliza y rejuvenece de generación en generación; de ello estoy cada día más convencido». El dúo de Ariel y Amanda fue el responsable del concierto que sirvió de eje para la celebración. Frío, que incluyó 15 canciones, fue el título escogido para el recital, durante el cual se escucharon temas como «Dime que no hay nada», «Yo no juego más», «Trilogía inconforme II», «Valsecito ingenuo» y «Hacheros». «Necesito» es una preciosa canción del también trovador Fernando Bécquer y fue muy grato escuchar la particular versión que hicieron Ariel y Amanda. Continuó la presentación con los temas «Quiero decir», «Las cosas que se mueren» (dedicado a Dulce María Loynaz), «Desde el mismo centro de la flor» (poema de Víctor Casaus musicalizado por Ariel), «Palestina», «Por el camino», «Silencio de la mujer que pasa», «Conga para andar», «La orilla de las ganas» y concluyeron con «Frío», canción que dio título al concierto. La exposición de fotografía digital Rincones, del artista Alain Gutiérrez, también quedó inaugurada virtualmente en la tarde del sábado y puede verse, vía Internet o intranet, en el sitio www.artedigitalcuba.cult.cu. CD FRÍO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Tema A guitarra limpia Dime que no hay nada Yo no juego más Trilogía inconforme (II) Hacheros Quiero decir Las cosas que se mueren Desde el mismo centro de la flor* Palestina Silencio de la mujer que pasa Conga para andar La orilla de las ganas Frío Todos los temas son de Ariel Díaz excepto* poema de Víctor Casaus RALY BARRIONUEVO | DESCALZO POR LOS CAMINOS Con su guitarrista Ernesto Guevara Jueves 22 de diciembre de 2005 | Invitado: Manuel Uriona (percusión) Obra plástica y mini exposición Mitos, de José Luis Posada Este concierto de Raly Barrionuevo con su guitarrista Ernesto Guevara en el Centro Pablo viene a cumplir sueños compar-tidos. Queríamos tenerlo en nuestro espacio A guitarra limpia para celebrar juntos la maravilla de sus canciones y el encanto de los aires populares que las envuelven. A su vez, Raly quería culminar sus presentaciones en Cuba con este concierto en el Centro Pablo, que ha devenido espacio para la poesía cantada por trovadores y trovadoras de todas las generaciones y di-versas procedencias. Las canciones que llenarán este patio en la tarde de hoy vienen a dar testimonio y a dar fe. Testimonio de las hermosas y terribles realidades de nuestro continente y fe en los poderes mágicos de la canción para acompañar, desde la belleza y la participación, las luchas por transformar esas realidades. Esas coplas que lo llevan descalzo por los caminos vienen a traernos a este joven autor comprometido con la belleza y con la lucha para repartir esa belleza entre todas y todos, como debiera ser, como será. Las raíces de sus canciones vienen de la voz popular y la poesía de sus textos nos trae, en su sencillez, la sabiduría que la historia y la cultura han acumulado para nosotros a lo largo del tiempo. Partiendo de esas raíces nutrientes, acompañado por las resonancias contemporáneas del rock y por la poesía de sus textos, sensible y comunicador, aquí está Raly Barrionuevo para cerrar y abrir otro ciclo de A guitarra limpia entre nosotros. Al mismo tiempo, habrá espacio esta tarde para la poesía y la palabra viva de Luis Rogelio Nogueras, para los paisajes inquietantes del Gallego Posada y para sus agudos dibujos que acompañan el libro De luces y de sombras de Víctor Casaus; para la memoria de María Luisa Lafita y para el cumpleaños querido de una trovadora de todas las generaciones: Teresita Fernández. Confluencia de la amistad y del amor a toda costa, a todo río, a todo mar, aquí están las canciones de Raly para con-tinuar esta fiesta a guitarra limpia. VÍCTOR CASAUS CHACARERA DEL EXILIO Vuelve a cantar el coyuyo después de un año sin huella, vuelve a renacer el grito marrón de la chacarera. Es el hombre americano corazón de la batalla, rebelión y abrazo fuerte de parche y de madrugada. Soy latino de la danza, de Guevara y dictadores, de quebracho y cordillera, de exiliados y cantores. Chacarera del exilio, trashumante es mi destino y esta copla que me lleva descalzo por los caminos. Huele a pueblo el caminante que ha desgranado el camino, sabe a lucha la palabra que no conoce de olvido. Tengo una mujer de fuego navegando en mis nostalgias, tengo una mujer de greda, me despierta en las mañanas. Cinco siglos de silencio, genocidio de una raza, y es la pachamama, lumbre que enciende nuestra esperanza. RALY BARRIONUEVO VIII AÑO SEGUIR ANDANDO «Y una vez que acaba la canción, queda esperar Que vuelva a partir, que vuelva a llegar.» (El trovador de barro negro, Silvio Rodríguez, 1980) TERESITA FERNÁNDEZ | COMO UNA SOLA FLOR Sábado 28 de enero de 2006 Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea Dedicado al séptimo aniversario de la emisora Habana Radio Cultiva una rosa blanca... como una sola flor En julio como en enero anda nuestra Teresita, juglar incan-sable, cuidando de la rosa blanca que nos legó Martí. Es la rosa de la lealtad a lo más amado, la que no abriga rencor, la que crece en cada gesto de nobleza, la que dice mil palabras mágicas de esperanza y consuelo en su lenguaje de pétalos blancos… única flor posible de cultivar para quien vive con tal vocación: la de los que aman y fundan. Y si hay concierto de Teresita Fernández en el patio del Centro Pablo el día del nacimiento del Apóstol, entonces ya sabemos que también tendrán un claro espacio los trinos de los pájaros habaneros, cuando ella los presente, como quien invita a otro amigo trovador a subir al escenario. Ya sabemos que más allá de pulsar las cuerdas y actuar para el público, se apoyará en la guitarra mientras conversa con la gente, como quien descansa en el hombro de una vieja amiga que acompaña y escucha en silencio una y otra vez todas las ocurrentes y profundas franquezas del alma. Sabemos que la voz de Tere va a llenar el aire de este rincón único, donde tantas veces le hemos agradecido a la vida el orgullo de ser trovadores y amantes de la trova cubana. Esta tarde la gratitud florecerá aún más, cuando vuelvan en su voz otra vez Gabriela Mistral y José Martí. ¡Gran suerte la nuestra! La suerte de quienes seguimos creciendo con las palabras de Martí, las rondas de Gabriela, las canciones de Teresita, como parte del mismo credo, ese que nos ilumina y nos da fuerzas infinitas en cualquier lugar donde nos encontremos: dejar al mundo más bello que como lo hallamos. Es el mismo credo, es la misma rosa blanca. Es como una sola flor. RITA DEL PRADO (Medellín, Colombia, enero de 2006) DAME LA MANO Y DANZAREMOS Dame la mano y danzaremos, dame la mano y me amarás, como una sola flor seremos, como una flor y nada más. Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás porque seremos en la danza como una flor y nada más. Los astros son rondas de niños que juegan el mundo a mirar, las olas son rondas de niñas que juegan el mundo a besar. En dónde tejemos la ronda, la haremos a orillas del mar, el mar danzará con sus olas tejiendo su trenza de azahar. Dame la mano y danzaremos, dame la mano y me amarás, como una sola flor seremos, como una flor y nada más. TEXTO: GABRIELA MISTRAL MÚSICA: TERESITA FERNÁNDEZ TONY ÁVILA | CREDENCIALES Sábado 25 de febrero de 2006 | Invitados: Maikel Quintana, Roger Quintana, Lindiana Murphy y Antonio Santovenia Obra plástica: Orlando Ramos Un negro constitucional Tony Ávila ANDA por los predios de la trova hace diez años derrochando ingenio y gracia. Se nos ha hecho cronista de un tiempo que necesitará de los más acuciosos historiadores para ser cabalmente comprendido por la posteridad. Tiene un pie en la línea de la nueva canción y otro en la extraordinaria tradición de la música popular. CAMINA con los dos con soltura y agilidad. PROCEDE de una estirpe de cantores y compositores po-pulares de la ciudad de Cárdenas que tuvo en los mejores años de la Revolución una intensa actividad en escenarios nacio-nales y extranjeros. Tony ha hecho su obra creativa sin que esta pueda ser el SOSTÉN principal de su vida y la de su familia. Pero no ha sido víctima de la esquizofrenia mercantilista: DEFIENDE la canción cubana en cualquier escenario. Su obra CONSTITUYE, por la filiación evidente con géneros de gran arraigo popular, un momento peculiar dentro de la abundante creación trovadoresca más contemporánea. Tony refiere lo que anda mal con una mezcla de humor y pena, de la que EMANA un indudable compromiso. Precisa aún de una mejor promoción –como tantos otros–, perfeccionar la factura de sus presentaciones y, sobre todo, poder contar con el concurso de otros intérpretes dispuestos a cantar su música. De seguro, el resultado sería fabuloso. Sin embargo, sus estribillos son conocidos y coreados cada vez por más personas, cada vez más jóvenes. Y sin embargo, SE MUEVE, SE MUEVE… FERNANDO ROJAS AMOR CROMAGNON Si el mundo fuera una aldea y la humanidad una tribu te iba a enamorar con palos y con piedras. Y con esa Neanderthal manera de hacer el amor garrote en mano yo paleolíticamente te dijera: uh… uh… uh… uh… Si el mundo fuera una aldea y la existencia un segundo te haría el amor antes que me extinguiera. Y cavernícolamente hablando haremos la primitiva fiesta con los cromagnones de la aldea, los que quedan en la tierra. Y hagamos el amor en una cueva pintando corazón en la pared pa´ que la arqueología se resuelva cuando pasen mil años de Internet. Vamos conmigo a conquistar el fuego vamo´ a darle candela al excedente pa´que no nazca el lucro y, desde luego, al cacique no le llamen presidente. Si el mundo fuera una aldea con hábitos matriarcales hablara de montes Athos a la inversa. Cualquier montaña fuera el Olimpo, los dioses comieran carne fresca y mi pecado fuera ser profeta. Si el mundo fuera una aldea y el tiempo una temporada tal vez el amor quedara en historietas. Pero si en la infinitud de un beso se inventa el amor sin darnos cuenta, si el eslabón perdido apareciera. Hagamos el amor… hagamos el amor… hagamos el amor en una cueva. TONY ÁVILA CD CREDENCIALES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia Credenciales Yo vine cantando Cuatro paredes para amar Hombre nuevo Regalao murió en el 80 Sin técnica no hay técnica Negra Malecón Daniela Al sur de tu garganta Después de amar Silbando bossa nova Huracanes Metronidasón Cascarilla Científicamente negro SAMUELL ÁGUILA | RETRATO Sábado 25 de marzo de 2006 Obra plástica: Eduardo Moltó Cotidiano retrato Es difícil no darse cuenta de que cada concierto de Samuell es un retrato donde los avatares, las angustias, los resplandores, los sentires otros y todos tienen cabida en cada palabra, en cada silencio, en cada cuerda de guitarra, como quien revive mien-tras canta o como quien canta para seguir viviendo. Desde los gestos en el rostro, que no intenta ocultar, hasta sus posturas cotidianas son un desnudarse donde, unas veces inquieto, otras más tierno, va dejando su huella. Como una mariposa se posa en el asfalto y las praderas, y madrugando va tejiendo un camino que si bien es muy propio también marca una generación X. En Samuell los más disímiles motivos son asumidos con de-licado sentido humano, a través de metáforas y alegorías ple-nas de una sensibilidad artística, asegurada no solo por la originalidad formal del abordaje, sino también por el prisma inteligente por donde pasa lo conceptual. La intención sobre-pasa los límites de la mimesis. Su obra se complejiza a partir de la profundidad y la riqueza del contenido. La anécdota se torna pretexto para enjuiciar o problematizar la realidad convirtiéndose así, cada una de sus canciones, en un vívido retrato. Aun cuando aparece y desaparece, no cabe duda de que vuelve siempre para verter desde adentro su inagotable energía como quien va arando el fin más allá de lo que pueda resultarle efímero o eterno. De seguro será que el canto ha de retratarlo. YUS ESCOBAR ARCOIRIS Vuelve la mañana, casi tenue; silenciosa. El rocío nació, húmeda es la noche. Y los gallos empiezan a cantar, tonadas de tierra virgen. Los motores empezaron su diario, ya los hombres despertaron del sueño, galope hay en la calle; se escucha galopar, ya vuelve a gobernar ¿el ESTADO?, ya los periódicos vociferan sus noticias; y los viejos atentos buscan respuestas del pasado que con ganas desgarraron. Son las seis y el reloj se estanca, no existe tiempo. ¿Quién tejió esa mentira?, nadie se responde esa pregunta necesaria, y los niños juegan su recreo, así transcurren los sucesos. Mientras tanto en el cielo las nubes tejen su aguacero; no hay inviernos pero el mar quiere ser llovizna, cae una gota, caen dos, caen mil; un segundo más y el diluvio moja. Se seca todo el cielo y los rayos vuelven; tal parece que amanece; pero observo en el espejo cómo se levanta la noche y se acuestan los estruendos, ya por suerte todo es calma y el arcoiris despierta. SAMUELL ÁGUILA CD RETRATO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Tema A guitarra limpia Que levante la mano la guitarra (Silvio Rodríguez) Retrato II Vamos Gorrión Gitanita Sin ir más lejos (Marta Valdés) Un hombre quiso mirarse por dentro (José Antonio Que-sada) Flor de eternidad Arte por arte Cotidiano II ALAIN GARRIDO | CONCIERTO SENSIBLE Sábado 29 de abril de 2006 | Invitados: Diego Gutiérrez, Leonardo García, Yaíma Orozco, trío de cuerdas Alter ego, Asley Brito (violín), Michel Hernández (bajo), Ariel Marrero (percusión) Obra plástica: Amílkar Chacón En el resguardo de la sensibilidad Alain Garrido comenzó a acercarse a la música a través del rock, pero luego enrumbó sus intereses hacia la trova, donde evidentemente encontró el cauce exacto de su vocación y posibilidades, y ya en 1992 llama la atención con sus primeras composiciones que anunciaban una obra original. Cuando escuchamos a Alain, su música nos parece ya apro-bada por el tiempo; conocida de siempre, y no porque sea una obra mimética o fácil, sino porque Alain, como todo buen ar-tista, ha sabido encarnar las esencias más puntuales de la espiritualidad, especialmente del habitante cubano. Con una ambiciosa diversidad recorre buena parte del re-pertorio genérico nacional e internacional, componiendo cada tema sobre la guía de un género, pero abriéndose a otros en una fusión enriquecedora. Así aparecen baladas con aires bra-sileños, sones con sonoridades de rock, canciones con ritmo de danzón tradicional o aboleradas, nanas en tiempo de bolero, rumbas, etc. Compositor impenitente, se ha aferrado al interés de mantener su música en la rítmica cubana y llevarla al formato tradicional con preferencia por lo acústico, y aunque melódicamente sus composiciones no están lejos de la vertiente de la música pop y rock al uso, sus giros se enmarcan dentro de la tradición. La trova villaclareña, y esto se ha dicho bastante, está entre lo mejor que hoy se compone en Cuba y Alain Garrido es una de sus excelentes muestras. Con un estilo de entrañable sin-ceridad y voz de tesitura desgarrada que denota pasión, dice hermosísimos textos de fácil incorporación a la memoria, pero de gran profundidad reflexiva y llenos de símbolos e imágenes que hacen al compositor esencialmente trovador y lo distin-guen dentro de su generación. De su obra se destacan: «Res-guardo», «Si tú conjuras», «Veleidades de la gloria», «A tientas», «Mirando y dejando», «Pasándola bien» y «Eternidad». A este trabajo une la musicalización de textos de importantes poetas de la región. Loables son, también, sus empeños por aglutinar, asesorar y promover a los que surgen; la altura y el reconocimiento alcanzados por este movimiento desde Villa Clara y la sistematicidad de sus encuentros, sobre todo esa alucinante Tro-vuntivitis de cada jueves y durante 10 años en El Mejunje, son parte de su pasión. Su superación y sus constantes búsquedas lo han llevado a incorporar a otros músicos y formatos. Un gran acierto ha sido el trabajo con Alter ego, pues le permite realizar con mayor amplitud sus concepciones musicales y mostrar cuanto le bulle y es capaz de lograr. Alain es graduado de Educación Musical en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, pero además es un con-secuente estudioso de la música y actualizado lector, sensible ante los avatares humanos, desde la pena más particular hasta los asuntos de mayor connotación social, actitud que ha volca-do en su quehacer y lo avecina cada día a esa eternidad de la obra plena. ALEXIS CASTAÑEDA PÉREZ DE ALEJO ETERNIDAD Fantasmas en mi devoción como acertijos de la luz, son tantos rostros y un dolor, viejo espejismo. Y yo que me creí ante el umbral de las visiones encontré esta quimera, un corazón. Hoy viene llegando otro lugar y todo el pueblo emigró buscando el oro, un disfraz para sus muertos. Y yo que me quedé ante el altar sin oraciones comprendí, todo era más que una ilusión. Y qué más se necesita para tocar con estas manos nuestro sol, hilos que atrapan la felicidad. Y qué más se necesita para escuchar leve el zumbido de un ciclón avecinando otra eternidad. Y al final ya casi nadie mirará por donde venga la razón, como balcones posarán ante mis restos. Y al final, no hay final. No hay final, al final. ALAIN GARRIDO DIEGO GUTIÉRREZ | DEMASIADO DIEGO Sábado 27 de mayo de 2006 | Invitada: Rochy Ameneiros Obra plástica: Jesús Medrano ¿Demasiado DiEgo? Casi cuando el siglo XX ensayaba sus últimos respiros, el nombre de Diego Gutiérrez comenzó a hacerse familiar para los trovadictos capitalinos. Un par de temas suyos se dejó es-cuchar en la voz de Rochy por esos años, y a través de tales versiones muchos nos acercamos a este avileño transplantado a Santa Clara e hijo adoptivo de La Habana. Guitarra al hom-bro, ha hecho y deshecho, en viajes de ida y vuelta, los caminos del centro a la capital, y hoy está otra vez entre nosotros, pa-ra un reencuentro con sus musas y consecuencias. Canciones de asombros propios y ajenos, donde la melancolía se codea con el desenfado y el júbilo con la emoción, conforman un estilo personal que va tocando sensibilidades. Influencias que van y vienen (como las olas), y en el proceso de sedimen-tación le dejan atisbos de rock argentino, de trova espirituana, de tradiciones orales y cantautores anglos (tiene algún tema en inglés, idioma que maneja a la perfección, para envidia de quienes solo lo chapurreamos un poco). Por ahí se le sale tam-bién ese niño que aún le dormita dentro y que tantas trave-suras le propone entre acordes y estribillos. Más allá del lirismo de su canto, siempre he pensado que en cada una de sus canciones se perciben otras lecturas posibles. Que la aparente inocencia de sus textos esconde algún dolor remoto o una certeza deslumbrante, que se nos escapan ante la belleza de sus melodías. No sé si hoy descorrerá el velo de alguna de ellas; quizás al final de la tarde y las voces, todas las apuestas seguirán en pie. Pero sí podemos llegar hasta aquí con el convencimiento de que su obra es la creación necesaria de un trovador aferrado a sus amores y deslices. Con un disco ya disponible, acompañado por el excelente desempeño de la Elmer Ferrer Band, guarda todavía en el cajón de su guitarra muchas ideas más. Por eso sospecho que nunca (por suerte) tendremos la saturación del «demasiado Diego», ni siquiera en ese juego de palabras con que apela a nuestra complicidad. Este aprendiz que reconoce entender pero no aprender nada, ya sabe, sin embargo, que a la breve altura de esta vida, al trovar se ensaya un equilibrio entre el placer y el desgarro. No perdamos de vista ni a Diego ni a sus canciones. HUMBERTO MANDULEY EL CINEMATÓGRAFO Me voy a ver el gran invento que trajo el mil novecientos. Me voy a ver, me voy a ver la maravilla, lo que más vale y brilla: mejor que el fonógrafo es el Cinematógrafo. Qué novedad, cubana, veré en La Habana. Me voy a ver las avenidas y a las mujeres de la vida. Me voy a ver, me voy a ver luces de mar y a los vapores desde un bar. Pero mejor que el faro quiero ver el Cinematógrafo. Qué novedad, cubana, veré en La Habana. Yo quiero ver los adoquines y al puerto sin marines. Yo quiero ver, yo quiero ver, a las gaviotas y un juego de pelota. Pero mejor que el guaguancó quiero ver el Cinematógrafo. Qué novedad, cubana, veré en La Habana. DIEGO GUTIÉRREZ CD DEMASIADO DIEGO 1. 2. 3. 4. 5. Tema A guitarra limpia Entre los flashes La fiebre del oro Brazos en cruz Ella cuenta la historia 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Muchacha entre castillos Felicidad (con Rochy) Sorry Carta de Penélope a Odiseo * A many splendored thing ** Sabor salado Quién El cinematógrafo Cuerda floja En la Luna de Valencia Mando a distancia (bonus track) * Texto de Edelmis Anoceto. ** Texto de Sigfredo Ariel. «Mando a distancia» es un texto de Diego Gutiérrez. LÁZARA RIBADAVIA | RAZONES Sábado 8 de julio de 2006 | Invitados: Rita del Prado, Samuell Águila Obra plástica: Zaida del Río Ausencia quiere decir volver Por más que haya sucedido muchas veces, siempre que Lázara Ribadavia suba a un escenario para cantarnos, ese día va a ser especial, como lo es este sábado, cuando ella vuelve a ser el centro de nuestro ritual a guitarra limpia. Después de algún tiempo de ausencia, la reconocen como una cómplice de naturalezas vivas esos queridos árboles del patio del Centro Pablo, a los que nunca dejamos de mencionar, porque ellos también hacen su concierto desde el deshojar hasta el reverdecer, como una parábola con todas las canciones que cuentan cómo amamos, desamamos, volvemos a amar, par-timos y regresamos. Hoy, por suerte, Ausencia quiere decir volver, pues realmen-te para una artista como ella la esencia del regreso es volver con el canto a humedecer la huella que ha dejado en el público y en los trovadores amigos. Y esa huella es posible únicamente cuando se canta desde lo más hondo y cuando «las canciones son pedacitos de vida he-chos música», como descubrió hace tiempo el sabio amigo Joa-quín Borges-Triana. Por ello, ni la ausencia ni la lejanía podrán volar más alto que la magia de Lázara. Es gracias a esta verdad que siempre vamos a escucharla acompañados del mayor regalo que puede hacerle el público a un trovador: la ilusión. La ilusión que acompaña a quienes van camino de un reino donde la única urgencia permitida es amar la vida en toda su grandeza y en todos sus detalles. Un reino donde se le puede pedir a un jazmín herido que florezca. Por eso no es posible sentir que el de hoy va a ser un concierto fugaz, envuelto en una breve estancia pasajera antes de partir nuevamente a otra ciudad de otro país, pues cuando Lázara nos canta trae consigo todos los instantes compartidos, todo el espacio añorado, todo el tiempo del mundo, toda la vida, todo el amor. Tal vez entonces habría que inventar una nueva palabra que diga mucho más que gracias para que abarque nuestra gratitud en toda su dimensión, pues hasta hoy no existe palabra con la cual agradecerle al Centro Pablo que los trovadores cubanos, más que un centro cultural, tengamos UN HOGAR adonde siempre volver después de la ausencia. RITA DEL PRADO (La Habana, julio de 2006) RAZONES Qué grande es tu corazón, qué buena suerte la mía, quién me pagó con tu amor, como me alivias la vida. Hay una estrella, quizás, en el banco de algún parque, hay veinte mil mal heridos rotos de fe por las calles, un loco agita su espada en una guerra de nadie, mientras tu abrazo, mi amor, devuelve el sol a mi valle. Qué grande es tu corazón, qué buena suerte la mía, quién me pagó con tu amor, como me alivias la vida. Y secuestran la ilusión cuatro pandillas de malos y se le ocurre a un suicida decir te quiero en la radio, el mundo grita su espanto por los que arriendan la ira, y yo me rompo de paz, si tú me besas, mi vida. Qué grande es tu corazón, qué buena suerte la mía, quién me pagó con tu amor, como me alivias la vida. Debe haber una esperanza, tienen que salir caminos, nadie me pida razones si quiero cambiar de vino, ocupémosnos del mundo que exige luces abiertas, como se ocupa mi amor, de los sueños en mi puerta. Qué grande es tu corazón, qué buena suerte la mía, quién me pagó con tu amor, como me alivias la vida. LÁZARA RIBADAVIA CD RAZONES 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Tema A guitarra limpia Presentación de Víctor Casaus Vuelos de azar Con poquita fe Canción de tarde Quererte por dentro Mentor de la prisa (Rita del Prado) Yo no sabía de abril Por si regresas Interludio (César Portillo de la Luz) El mejor de los cuentos Una mujer que canta y sueña Otro día con tu sombra Sálvame Mi Habana Travesías Agradecimientos de Lázara Ribadavia Razones Sueños raros Músicos invitados: Teresita de Jesús (piano) Wenceslao de Jesús (violín) Jorge Garro (guitarra) Claudio Pairot (cajón) DÚO COFRADÍA | ANHELOS EN COFRADÍA Sábado 30 de septiembre de 2006 Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco) Dicen que el amor entra por la cocina, pero entra también a través de los olores y de los sabores de esa otra cocina que es la música, en donde sazonamos nuestras emociones, caros anhelos que luego, a golpes de sacrificio, se convierten en me-lodías guardadas en un cofre. Eusebio (Pachi) Ruiz y Liamer (Lía) Llorente intercambiaron cómplices miradas desde 1997, cuando Pachi trabajaba en Extensión Universitaria del Instituto Superior Minero Meta-lúrgico de esa ciudad industrial que es Moa. El creador Pachi Ruiz andaba cargado de acordes de séptima, novena y trecena y en su imaginación fluían las acopladas voces de agrupaciones como Toma 6 y The Manhattan Transfer, acom-pañados por trompetas, flautas, claves y bongoes, todo un ajiaco sonoro que cristalizó en el grupo musical Nueva catarsis, que hizo época a finales de los 90 en el Oriente cubano. En esos menesteres surgió el Dúo Anhelos, influenciado por el trabajo de Gema Corredera y Pavel Urquiza. Con el tiempo, Pachi y Lía se fueron a trabajar de cara al turismo y el reper-torio adquirió nuevos horizontes. De Anhelos se convirtió en Dúo Cofradía, a propuesta del trovador cienfueguero Lázaro García, quien propició que grabaran en 2004 su primer disco con el sello Bis Music, ti-tulado Más arriba. El Dúo Cofradía rinde por un grupo: la destreza de Pachi al ejecutar la guitarra, la musicalidad y el desenfado con que Lía asume lo que propone, la amplitud genérica en los ritmos que aborda, y los guiños performáticos de sus actuaciones, hacen de Cofradía uno de los duetos más atractivos e inte-resantes de la música popular contemporánea de nuestro país, hoy por hoy. En Cofradía la trova se redimensiona, los géneros musicales se abrazan con fluidez y organicidad. La fusión deja de ser ese saco que acepta todo para evidenciar un eclecticismo sonoro envidiable. Las letras de las canciones hurgan en el habla popular de aquí y de ahora, recrean la tradición y proponen un nuevo discurso, a ratos tiernos, a veces dolido, como intentando de-mostrar que si algo nos compulsa a resistir en «este mundo enfermo», es la autenticidad de una canción comprometida y que nos compromete. FERNANDO CABREJA 3 Y 45.COM Evadí mil coartadas, le trové al desamor y a la espuma; esquivé la estocada que clavó en una espalda la astilla; soñé tibias campanas que anunciaban la maravilla. Me invento un carnaval que a destiempo me cure la herida. Descoagulé la ira, maticé las señales de un ruido; rediseñé armonías arrastradas por los viejos ríos. A las ancas de un verso hice diana al centro del idilio. Me invento un carnaval cada vez que me acecha el hastío. Pero la verdad asumió atuendo de guadaña y capa oscura, pero la verdad requisó al juglar, tildó al jubiloso, quemó sus violines y les mató la fe. La mentira subióse al trono, lanzó verdes miradas inmaculadas, besó a la multitud desesperada ante el perfume azul de la mañana. EUSEBIO (PACHI) RUIZ PEDRO REÑÉ | PINCELADAS DEL SUR Acompañado por Natalia Gómez Sábado 28 de octubre de 2006 Obra plástica: Alicia Leal Pinceladas del Sur es un disco con 11 canciones, 11 escenarios en donde ocurren historias tan variadas como coloridas. Pin-celes y hadas que se intuyen como un bosque a media tarde en donde algunos rayos del sol besan el suelo como si caminaran. Los enormes árboles están detrás, casi en la sombra, en ese Sur que nos sitúa tan cerquita de la melancolía; es el bando-neón de la primera canción, «Cine», que parece la filigrana de un viejo colectivo [ómnibus] 64 que pasa por un barrio porteño con adoquines… Son las tres señoras pícaras y furtivas que aún saben ena-morar a los muchachos con sus «últimos cartuchos»; es ese fantástico Córtazar cayendo como gotas sobre un espejo de agua que refleja a la luna. Es una «parte de mí», de vos, de todos, que nos quedamos con tantas ganas de vivir siempre cerca; es Charly García sabiendo que el mundo lo va a sostener, mientras salta al vacío. Es una «Patria» que intuyó Claudio Pocho Lepratti, y que no supimos cuidar cuando lo asesinaron en Rosario. Es «Cantar», con amigos y compañeros, a los amores de todas partes. Es una samba mojada de nostalgia porque una inundación nos dejó el alma de Santa Fe hecha de agua. Y es también una «utopía» siempre lista para candom-bear, reinventarse y hacer coros por las calles. Y son dos voces, frágiles, amistosas y viajeras, las de Natalia y de Pedro, que en el «último aviso» siempre vuelven a empezar con una nueva guitarra… Pinceladas del Sur es un disco, un recital y es este arru-llo desde el borde del Río Paraná, para contarle al mundo que aunque estemos «sin techo», nuestra ternura y nuestro empeño «se hace saber…», desde Rosario hasta La Habana. COMO UNA LUNA EN EL AGUA Por tus besos, trasnochado corazón, yo me escapo de mis sórdidos rincones. Por tus besos saco el tiempo del reloj y lo pongo a palpitar en mis acordes. Por tus besos, fundo un mar que encontrará sus orillas en los labios que se esconden. Por tus besos trataría de lograr que escuchases con tu boca mis canciones. Hundo mi mano en tu pelo y te siento tan cerca, tan cerca de mí... Rozan tus pies en el suelo y te siento temblando tan cerca de mí... Como una luna en el agua. Por tus besos, fundo un mar... Hundo mi mano en tu pelo... PEDRO REÑÉ TE DOY UNA CANCIÓN. HOMENAJE A SILVIO RODRÍGUEZ CONCIERTO POR EL OCTAVO ANIVERSARIO Sábado 25 y domingo 26 de noviembre de 2006 Canciones de Silvio interpretadas por 43 trovadores Obra plástica: Diseños K&K Más de cuarenta trovadores y trovadoras nos regalarán esta tarde canciones de Silvio para felicitar su cumpleaños y los ocho años de existencia del espacio cultural que ha animado, a guitarra limpia, las tardes de este patio de La Habana Vieja. Se trata de acontecimientos unidos por valores, sentimientos y esencias comunes: la búsqueda de la felicidad, la justicia y la belleza; el tributo a la autenticidad como marca de fuego en el pecho del oficio; la conciencia –adivinada primero y confir-mada después– de que el futuro, como el sueño, «se hace a ma-no y sin permiso». El trovador, además, ha estado presente desde la creación misma de este espacio de muchas maneras. Para iniciar esta fiesta de hoy me gusta recordarlo en la imagen del cartel ar-tesanal que realizamos para el que sería el primer concierto A guitarra limpia, aquí bajo estas mismas yagrumas, en noviembre de 1998. Los avatares del trabajo y la creación no permitieron que volaran entonces las mariposas anunciadas en el título del concierto, pero más de una vez las veríamos después por aquí, entre las voces de los setenta y tantos trovadores y trovadoras que han repartido sus sueños, sus preguntas y sus propuestas entre estas paredes y las han proyectado hacia el cielo abierto allá arriba sobre nuestras cabezas a lo largo de estos ocho años. Para recordar hasta hoy –hasta mañana– aquel sueño incon-cluso y para acompañar desde la imagen alegórica las trovadas de la calle Muralla, quedarían, en la identidad gráfica de este espacio cultural, las manos de Silvio acariciando a esa mujer irrepetible que es la guitarra. Después vendría el trovador, en otras ocasiones, a este patio a recibir el Premio Pablo o a repartir canciones suyas acompañando el excelente concierto del trío Trovarroco que ahora tenemos entre las manos en forma de disco terminado. Pero hoy, en realidad, va a culminar, como regalo para el cumpleañero y la gente que lo quiere, aquel concierto aplazado a finales de la década del 90. Aquí van a sonar estas músicas y estas palabras que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas, con las que hemos amado, maldecido o soñado. Aquí más de cuarenta hermanas y hermanos que comparten el compromiso con la guitarra y sus misterios, integrantes de todas las generaciones y todas las tendencias de la Nueva Trova cubana, vienen a traer canciones de Silvio, maravillas de la poesía, la imaginación y la belleza, con las que le estamos agradeciendo al trovador todos los regalos que nos ha hecho durante casi cuarenta años, desde la metáfora con la que definió alguna vez la angustia de un amor incierto hasta la consecuencia con que ha defendido, desde su compromiso y sus principios, los sueños de muchos, las esperanzas de todos. Mientras vuelan esas mariposas que decía, pasarán por aquí, para quedarse, algunas de la acciones culturales con las que este Centro celebra los ocho años de A guitarra limpia y los diez años de su creación: discos que recogen, para la memoria y la difusión necesaria, los conciertos de este patio, el cuaderno que reúne y guarda para el misterio de su título, la síntesis de lo ocurrido aquí mismo durante el séptimo año de este espacio cultural, los premios de los concursos con los que estamos recordando el aniversario de Pablo de la Torriente Brau, acercándonos, desde la trova, a la poesía escrita, apoyando la labor de algunos trovadores entre los tantos que lo necesitan. Estos conciertos han sido preparados y realizados, como todos los proyectos del Centro Pablo, por el pequeño equipo que lo anima, comprometido con aquella frase escuchada a un amigo en alguna ocasión, y que se ha convertido –de manera espontánea, sin resoluciones ni edictos que a veces entorpecen los caminos de la cultura y de la existencia cotidiana– en este humilde y alentador lema: «la vida es muy corta para hacer las cosas dos veces: por eso hay que tratar de hacerlas bien la primera vez». Nuestro pequeño equipo ha recibido para este concierto, como para todas las acciones culturales que realizamos en el Centro Pablo, el apoyo participante de los propios creadores que han hecho suyos estos modestos espacios de que dis-ponemos y la ayuda de algunas instituciones amigas, aquí y en otros (claros) rincones del mundo. La generación poética a la que Silvio pertenece incluyó al final de algunos de sus textos iniciáticos –que hoy pudiéramos llamar fundacionales pero que entonces eran, por suerte, solamente las propuestas, los gritos, los susurros de jóvenes poetas comprometidos, en tiempos de revolución, con los sueños de justicia y la búsqueda de la belleza– esta frase invitadora y coloquial: «Ahora, con permiso, vamos a hacer circular estos papeles». En estos meses recientes, al calor de algunos aconteci-mientos afines, como la aparición de Érase que se era, rescate de canciones que el tiempo hizo inolvidables aunque nunca fueran incluidas en disco alguno y homenaje a nuestra «soña-dora, contradictoria y entrañable generación», he terminado de comprender que todas las acciones culturales desarrolladas por el Centro Pablo en estos diez años (exposiciones de plástica o de arte digital, libros, sitios en la red, memorias rescatadas, conferencias y coloquios, programas de radio, documentales, conciertos A guitarra limpia) llevaban implícita aquella invi-tación temprana pero vigente. Por eso, ahora, para Silvio, para la gente que lo quiere: «con permiso, vamos a hacer circular estas canciones». VÍCTOR CASAUS VAMOS A ANDAR Vamos a andar en verso y vida tintos, levantando el recinto del pan y la verdad, vamos a andar matando el egoísmo para que por lo mismo reviva la amistad. Vamos a andar hundiendo al poderoso, alzando al perezoso, sumando a los demás, vamos andar con todas las banderas trenzadas, de manera que no haya soledad. Que no haya soledad, que no haya soledad, que no haya soledad... Vamos a andar para llegar a la vida. Vamos a andar en verso y vida tintos para llegar levantando el recinto. Vamos a andar del pan y la verdad para llegar matando el egoísmo. Vamos a andar para que por lo mismo para llegar reviva la amistad. Vamos a andar hundiendo al poderoso para llegar alzando al perezoso. Vamos a andar sumando a los demás para llegar con todas las banderas. Vamos a andar trenzadas de manera para llegar que no haya soledad. SILVIO RODRÍGUEZ, (Del disco Rabo de nube, 1979) En el Centro Pablo, Silvio Rodríguez y sus hermanos de oficio1 Por Estrella Díaz «¿Que qué pensaba y sentía mientras escuchaba cuarenta de mis canciones cantadas por igual número de trovadores? Pues gratitud y me gustaría que todo el mundo pasara por una experiencia así: es conmovedor que la gente se aprenda tus canciones y que las quieran cantar; me parece una cosa muy linda y una recompensa enorme y lo que les deseo es, como dice un amigo: ¡lo que me desean, tengan!,» expresó el trovador Silvio Rodríguez. Tales declaraciones de Silvio fueron hechas a esta reportera instantes después de concluir en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en La Habana Vieja, el segundo concierto que esa institución preparó a propósito del 60 cum-pleaños del trovador y que se convirtió en uno de los home-najes más cercanos, profundos, amorosos y, sobre todo, sin-ceros que se le tributan a un hombre que, aunque rehúye de luces, lentejuelas, perlas y multitudes, su sola presencia se convierte, si no en huracán, al menos en rabo de nube… Los conciertos titulados Te doy una canción, del sábado 25 y el domingo 26 de noviembre fueron, además, una lección de respeto visto desde dos grandes vertientes: los propios músicos y el público. Los más de cuarenta trovadores que participaron en ambos recitales sabían que estaban allí para reverenciar a Silvio y a eso se limitaron y ¡crecieron!… Atrás, muy atrás, quedó cualquier vestigio de vanidad personal: todo el que se subió al escenario supo y transmitió una profunda admiración hacia uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana. También el público –numerosísimo como era de esperar– que acudió al patio de Muralla 63 a disfrutar de la poética de Silvio supo tomar distancia de la voz que hacía suya una canción. Felicitaciones para ese público, integrado por varias gene-raciones, que no se dejó seducir por la tentación de desbalan-cear el espectáculo con gritos y aplausos desmedidos. Todo lo contrario: la contención mostrada le dio a ambos conciertos un empaque definitivo. Cuando el concierto del sábado 25 llegaba al final, Silvio subió al escenario y cantó «El colibrí» canción anónima que, confesó, le enseñó su madre y «de ahí salieron todas las demás», enfatizó entre aplausos que ponían punto final a una noche en que la trova escribió, sin duda alguna, una hermosa página. De este primer concierto hay un aspecto importantísimo a destacar y es que los trovadores más jóvenes escogieron los temas más antiguos de Silvio, es decir, aquellos que fueron compuestos a mediados de los sesenta. Quizás, porque de aque-llos tiempos datan textos cáusticos, crípticos, concentrados y en los cuales las insatisfacciones eran, casi siempre, motivo inspirador. No estoy hablando de calidades: esa está probada por el paso de los años. El concierto del domingo 26, en el que coincidieron hasta cuatro generaciones de trovadores y al que asistió el Ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, también estuvo lleno de sor-presas. Una de ellas fue el mensaje que trajo desde Brasil Marilia Guimaraes, una entrañable amiga de Silvio, quien con nervio-sa palabra deseó larga vida al trovador. También Martín Martínez, de Trovacub, fraterna y querida institución que promueve la trova cubana desde México, felicitó a Silvio, a quien calificó de «persona que ha tenido a través de su música la capacidad de tocarnos el corazón». Silvio había cantado el día anterior, pero no había hablado y fue invitado a ello: «Había varios planes para celebrar este cumpleaños. Como se trata de una fecha –como se suele decir– cerrada, se crearon algunas expectativas. De esas varias opciones que había, preferí el ofrecimiento de Víctor y del Centro Pablo, por una cuestión de afinidades, de historia común y de amistad. Esta es una de esas ocasiones en las que no puede haber desvío de recursos que le pongan peros a la amistad; en las que no hay razón alguna para malas calificaciones: los viejos amigos se reúnen para celebrarse, para aplaudir la resistencia ante el paso de los años, para glorificar la suerte de poderlo contar y de poder contar los unos con los otros. Por eso gracias, Víctor; gracias, María; gracias, Centro. »Hace cuarenta años quizá yo andaba por los rincones de una fiesta como esta, moviéndome a la sombra de la celebra-ción de algún señor mayor, tratando de fijar la melodía que se me acababa de ocurrir o registrando mis bolsillos, en busca de un par de horas de intimidad con el ser maravilloso que acababa de conocer. En medio de bullicios ajenos vivía mi exiguo drama de juventud, el cual consistía en cuanto es materia de canciones, o sea, todo menos aplausos y homenajes. Por eso aclamo las anónimas celebraciones primigenias, cuando aún no se sabe que el dolor que parece arrasarnos será una siembra nutritiva. Gracias, pues, a los que ahora pasan por esos momentos cruciales; gracias a los que les impor-tan poco mis palabras; gracias a los que ni siquiera prestan atención. »Y gracias muy especiales a las trovadoras y los trovadores que han dedicado tiempo y esmero en aprenderse y versionar mis canciones. Si una vez dije que para un autor no había nada más gratificante que escucharse en las voces del pueblo, ustedes me han hecho saber que esa felicidad se complementa al sentirnos queridos por nuestros hermanos de oficio. »Gracias a todos y ojalá les suceda todo lo bueno que me ha pasado a mí.» Luego de estas palabras de Silvio Rodríguez, comenzó el segundo día, cerrado por Eduardo Sosa con «Te doy una canción». Inmediatamente después, los cerca de cuarenta tro-vadores se juntaron en el escenario y entonaron «Vamos a an-dar», antológico tema de Silvio. La emoción se hizo verso, la emoción se hizo canción; por un momento sentí que algo bueno se amalgamaba. ¡Nunca antes vibró así ese patio!, ¡nunca antes se mezclaron público y músicos con tal intensidad bajo esas yagrumas! «Y nada más», fue el regalo final de Silvio. Subió al escenario, rasgó la guitarra y cantó las primeras frases… Lo demás fue energía desatada. De repente tomé conciencia de que en apenas cuatro horas (dos aproximadamente para cada concierto) habíamos hecho un intenso recorrido por la historia cubana de los últimos cuarenta años: amor, dolor, ternura, rabia, congoja, nostalgias, añoranzas, batallas (ganadas y perdidas), felicidad (ampliada y disminuida, según cada caso), desesperación, futuro, anhe-los… Todo lo humano y lo divino resumido en una obra, en un quehacer, en un nombre, en un hombre: Silvio. ¿Por qué esa canción y no otra? Fernando Bécquer («No vayas a cerrar los ojos») Esta canción la conocía hace mucho tiempo, pero nunca pensé que la iba a cantar en público… es la que más tiene que ver con lo que hago. Uno a veces cree que inventó algo y se da cuenta de que todo está inventado y que Silvio hace más de treinta años se nos adelantó. Tuve el atrevimiento de llevarla a mi estilo. Eso lo pude hacer porque la canción me lo permitía. No quise escoger una canción muy conocida por respeto a la obra de Silvio y porque no soy un super cantante que pueda cantar «clásicos». No sé qué le habrá parecido a Silvio, pero lo disfruté muchísimo. Yamira Díaz («Se demora») No tengo muchas cosas de Silvio; las cosas que poseo de él están en placas de acetato… algo de lo que hizo con Afrocuba, con unos arreglos tremendos y me digo: bueno, ya después de esto no se puede hacer nada más. Cuando había escuchado muchas cosas, vino un amigo con unos casetes y me dijo: mira a ver si ahí encuentras algo. Cuando escuché «Se demora» supe que era la canción. Claro que el arreglo que hice no tiene nada que ver con lo que hace Silvio, pero me gustó tanto la canción, tiene tanto que ver conmigo y decidí hacer una versión bien pequeñita. Estoy muy contenta por la reacción del público. Gerardo Alfonso («La historia de las sillas») Es un poco mi propia historia y mi convicción de cuál es el rumbo a seguir. La silla es una metáfora del acomodamiento al cual nunca me voy a resignar. La relación entre la compañía y la soledad y la prisa son elementos con los cuales estoy vi-viendo constantemente en mi labor artística y me identifico mucho con esa canción. La sorpresa está en abrir un concierto con un mensaje tan profundo, fuerte y trascendente como el de «La historia de las sillas» y me siento muy honrado. Creo que además de festejar el cumpleaños de Silvio, estos conciertos han sido un acto de reivindicación de una obra que merece estar en un alto nivel y un reconocimiento y una divulgación más intensa de lo que ha tenido hasta ahora. Diego Cano («Óleo de mujer con sombrero») Había escogido una canción que estaba seguro nadie había seleccionado: «Cuántas veces al día», que, personalmente, me gusta muchísimo. Cuando se hace la reunión aquí, en el Centro, descubro que no estaba «Óleo de mujer con sombrero», que es un tema que siempre he cantado y que fue de los primeros que me aprendí. Decidí que tenía que estar. Hubo alguien que me dijo que era una canción muy manida, pero creo que tenía que estar. «Óleo…» es de esas canciones que uno las hace propias. Dúo Karma («Que ya viví que te vas») Es un tema de un tremendo lirismo, la relación con la gui-tarra, el tratamiento de la melodía y de la armonía. Tratamos de hacer una versión un poquito diferente; estábamos asus-tados porque no sabíamos qué iba a parecer la versión, pero a nosotros nos gustó mucho y espero que a Silvio y a las demás gentes también. Diego Gutiérrez («Generaciones») Es una canción que tiene que ver con mi poética personal. Es un tema que conozco desde hace mucho tiempo, pero al escucharla recientemente me di cuenta de que tiene que ver conmigo. Vi que podía hacerle una versión más a lo Diego. A mí los temas más conocidos de Silvio, los que se consideran clásicos, me gustan muchísimo, pero para un concierto preferí escoger algo no tan conocido porque uno siempre quiere aportar algo nuevo. Eso sin desdorar las canciones más conocidas. El factor psicológico está por ahí. Dúo de Ariel y Amanda («Canto arena») No es una canción típica para ser interpretada a guitarra limpia, es un tema que se conoce en una versión hecha con Afrocuba, que no se toca normalmente en las casas cuando uno disfruta las canciones de Silvio. Lo otro es porque nos parece que encierra mucho el sentido de este concierto, es decir, la importancia que tiene la canción, cómo puede navegar y fluir entre las gentes y convertirse en el mismo público que la está escuchando. Esa es la esencia de los conciertos; por eso hicimos «Canto arena» y además una versión igual, pero que no es la misma. Inti Santana («El güije») La esencia de Silvio tiene que ver con esa posibilidad de soñar. Además de que esa canción me gustó desde que la escuché, me completó. No es de crónica… quizás no se pudiera tomar para buscar la historia de Cuba como otras canciones, pero es esencial porque tiene que ver con el poder de soñar de las gentes. Cuando la conocí era un adolescente y me identifiqué con el güije de la soledad, que es como la historia de un ogro. En ese período uno siempre tiene una parte escondida. El güije apela a la capacidad de soñar, a la parte linda y a lo apa-rentemente más feo. Cuando vi a tanta gente conmovida aquí con cada una de las canciones que se han escuchado en estos dos días, me confirmó la idea de que la obra de Silvio ilustra la historia emotiva no solo de Cuba, sino de Hispanoamérica. Heidi Igualada («Unicornio») Podía haber escogido cualquier otra; de hecho, inicialmente me incliné por «Esto no es una elegía», después cambié para «Unicornio». Es una canción que siempre me ha acompañado y que he tocado en descargas con los amigos desde que era muy jovencita. Creo, además, que «Unicornio» tiene mucho que ver conmigo, con mi lirismo, con mi forma de decir. No fue muy pensada la selección. Me gusta y ya. Erick Sánchez («Nubes de alivio») Primero es una canción que me gusta mucho y que no está grabada en ninguna parte. La descubrí hace muchos años en casa de un amigo común con Silvio y que murió hace unos diez años. La mamá de ese amigo me regaló un casete que se escuchaba muy mal, pero pude aprendérmela. En el momento de la vida en que me encuentro parado ahora, pues la canción me alivia un poco. Charly Salgado («Acerca de los padres») Esta es una canción del año 69 y es un tema de muchísima rebeldía, de fuerza. Tiene una influencia que rebasa la trova; me fue fácil hacerle el arreglo porque se nota la influencia, por ejemplo, un poco «bitlémana» y «dylaniana» y además el texto es imprescindible. Marta Campos («La gota de rocío») Una de las primeras canciones que escuché de Silvio fue «En mi calle», pero «La gota de rocío» la siento muy pegadita a mí. Es un texto de peso, pero muy cubano, muy soneado y tiene que ver conmigo, con mi línea de trabajo. Además, la disfruto al máximo y he hecho una versión muy sencilla y respetuosa para entregársela al público y, especialmente, a Silvio. Samuell Águila («Aceitunas») Cuando tenía unos 14 años y era estudiante de música, hubo un encuentro con Silvio Rodríguez, fue la primera vez que lo vi de cerca y canté «Aceitunas». Pensando en un homenaje por su cumpleaños creí que sería lindo volverle a regalar esta canción después de 15 años. Además, es una canción que sig-nifica mucho por la época en que se hizo… Silvio estaba en Angola, con Vicente Feliú y Lázaro García, y me parece una versión distinta. Me gustan mucho las cosas a guitarra y es una canción que tiene su «moña» con la guitarra. Ihosvany Bernal («Defensa del trovador») Es una canción que conozco desde hace muchos años y siempre me ha gustado muchísimo. También me interesa promover la música de los otros trovadores y defender sus derechos. Me gusta lo que dice esa canción y punto. CD TE DOY UNA CANCIÓN (DOS VOLÚMENES) Volumen I 1. La historia de las sillas - Gerardo Alfonso 2. Nubes de alivio - Erick Sánchez 3. Discurso fúnebre - Dúo Janet y Quincoso 4. La maza - Jorge García (con Ruy Adrián López-Nussa) 5. El güije - Inti Santana (con Elvira Skourtis) 6. Si seco un llanto - Dúo Cofradía 7. Generaciones - Diego Gutiérrez 8. Mi lecho está tendido - Alberto Faya (con María Córdoba) 9. La resurrección - Lien y Rey (con Dariel Díaz, Pepo Herrera) 10. Olivia - Pavel Poveda (con Tamara Castillo, Omar He-chavarría) 11. Óleo de mujer con sombrero - Diego Cano 12. Se demora - Yamira Díaz 13. Nunca he creído que alguien me odia - Silvio Alejandro (con Ariel Díaz) 14. No vayas a cerrar los ojos - Fernando Bécquer 15. Que ya viví, que te vas - Dúo Karma 16. Hoy mi deber - Lázaro García 17. Acerca de los padres - Charly Salgado 18. El día feliz que está llegando - Tony Ávila 19. Un día nuestros fantasmas - Vicente Feliú 20. Ella salió desnuda - Frank Delgado (con Ariel Marrero) 21. Columna Juvenil del Centenario - Santiago Feliú 22. Querer tener riendas - Sara González (con Marta Campos) 23. Unicornio - Heidi Igualada Volumen 2 1. Canto arena - Dúo Ariel y Amanda 2. Para mirar nacer* - Alain Garrido (con Esther Martínez) 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. En mi calle - Yunior Navarrete Al final de este viaje en la vida - Ángel Quintero De la ausencia y de ti, Velia - Enriquito Núñez Esta canción - Ireno García (con Pedro Enrique Peña) Crisis - Alejandro Valdés Rabo de nube - Juan Carlos Pérez (con Alejandro Valdés) Sueño con serpientes - Norge Batista Aceitunas - Samuell Águila (con Alli Fernández) Paula - Augusto Blanca (con Alejandro Valdés) Defensa del trovador - Ihosvany Bernal La gaviota - Leonardo García Mariko-san - Ariel Barreiros El dulce abismo - Pepe Ordás En estos días - Carlos Varela La vida - José Antonio Rodríguez Ángel para un final - Manuel Argudín La gota de rocío - Marta Campos Te doy una canción - Eduardo Sosa El colibrí - Silvio Rodríguez * Texto de Víctor Casaus. IX AÑO NO IMPORTA PASE EL TIEMPO «…siempre que se cante con el corazón habrá un sentido atento para la emoción de ver que la guitarra es la guitarra sin envejecer.» (La canción de la trova, Silvio Rodríguez, 1966) UNA CANCIÓN PARA PABLO JUAN CARLOS PÉREZ, MARTA CAMPOS, SILVIO ALEJANDRO, HEIDI IGUALADA, FERNANDO CABREJA, OSCAR EDUARDO SÁNCHEZ, SAMUELL ÁGUILA, IHOSVANY BERNAL, RAÚL VERDECIA, ARIEL DÍAZ, AMANDA CEPERO, ARIEL BARREIROS, MANUEL ARGUDÍN, VICENTE FELIÚ Miércoles 20 de diciembre de 2006 Cuando el Centro convocó al concurso Una canción para Pablo, no solo estaba cumpliendo uno de sus mandatos fundacionales de exaltar la figura de ese revolucionario contemporáneo que es Pablo de la Torriente Brau, junto con el otro precepto de estudiar y promover su obra creativa y su pensamiento revo-lucionario. Con el concurso, el Centro recordaba también a los trova-dores que el canto a los héroes es uno de los pilares raigales de la trova, la de ayer y la de hoy (a veces es preciso un recordatorio). Y porque la trova no es una moda pasajera, dentífrico musical que cuando se gasta se sustituye por uno nuevo, sabemos que también la trova de mañana continuará, como hasta hoy, cantándole a los héroes. Y Una canción para Pablo llega en momento oportuno, cuando aún los héroes siguen convocando a la acción, a defender la República, cuando de-bemos gritar todavía «¡No pasarán!», y cumplirlo a canciones, poemas y con los actos apropiados en el momento necesario. Han respondido los trovadores a este llamado del Centro. Y han respondido bien. Tan es así que el Jurado se vio obligado a rebasar el límite de premios que prescribía la convocatoria, y conceder dos premios adicionales y una mención especial. Este concierto de hoy es el resultado. Cantarán los premiados su canción a Pablo, cantarán los demás finalistas del concurso, y cantarán otros trovadores que se suman a este homenaje a Pablo, para levantar con canciones, con poemas, con actos, el más imperecedero monumento a los héroes. GERMÁN PINIELLA PRIMER PREMIO Juan Carlos Pérez / Contra lo oscuro SEGUNDO PREMIO Marta Campos / Caminar contigo TERCER PREMIO Silvio Alejandro / Hijo de islas CUARTOS PREMIOS Heidi Igualada / Hay palabras Fernando Cabreja / Arquitecto del sol MENCIÓN ESPECIAL Oscar Eduardo Sánchez / Torrente Brau SELECCIÓN Samuell Águila / Dime cuánta humanidad Ihosvany Bernal / Pablo Raúl Verdecia / Crónica de una utopía INVITADOS Ariel y Amanda / Los campesinos / Coplas a la defensa de Madrid Ariel Barreiros / Quinto Regimiento Manuel Argudín / Elegía segunda, canción de Silvio Rodríguez basado en el poema homónimo de Miguel Hernández Vicente Feliú / Pablo Una canción para Pablo1 Por Michel Hernández (tomado del periódico Granma) «Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y por su-puesto grandes envidias. Cortázar inspiraba todos esos senti-mientos como muy pocos escritores, pero inspiraba, además, otro frecuente: la devoción», escribía el Premio Nobel de Lite-ratura, Gabriel García Márquez, al evocar a ese volcán de las palabras, autor de Rayuela, libro de cabecera de varias ge-neraciones de nuestra América y obra renovadora de la novela latinoamericana del siglo XX. Entre las rendijas indivisibles de estas letras del creador de El amor en los tiempos del cólera se puede descubrir la ruta hacia la vida de otro de los precursores del pensamiento internacionalista cubano y cátedra deslumbrante del vínculo entre literatura y militancia política: Pablo de la Torriente Brau, presente en la permanente alquimia del Centro que lleva su nombre, adonde llegaron conocidos trovadores para re-cordar al prócer de juventudes. El concierto Una canción para Pablo fue dedicado también al décimo aniversario de la institución capitaneada por Víctor Casaus, y al cumpleaños 76 de Teresita Fernández, una madre nutricia de los niños cubanos, quienes han encontrado en su poesía una rampa de lanzamiento hacia el mundo ilimitado, hipnótico, de los pai-sajes infantiles. Las canciones de Teresita son un santuario en este tiempo de voraces políticas de comercialización y promoción que parecía que habían puesto en cuarentena la canción infantil y otras tendencias de la música, todavía prácticamente desaparecidas de la pantalla por una posible mala interpretación de los ha-cedores de la órbita televisiva. La perfecta diosa del universo infantil, sentada cerca del escenario y de Ruth de la Torriente Brau, hermana de Pablo, comentó: «De todos los cumpleaños que he tenido, el de hoy, junto a Pablo, ha sido el más emocionante. Al parecer el tra-bajo con los niños no me permitió darme cuenta de la edad que tenía y así he llegado a los 76». «Nunca he viajado por contratos ni por grabar discos, sino por mi amistad con los pueblos y he conocido muchos países, pero digo con orgullo que me quedo en Cuba», añadió. Los trovadores Ariel y Amanda, Ariel Barreiros, Ihosvany Bernal, Raúl Verdecia, Manuel Argudín y Vicente Feliú par-ticiparon en esta «acción de resistencia cultural, contra la inercia y la apatía», como definió Víctor Casaus al presentar el concierto. Los ganadores del concurso Una canción para Pablo, Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro Rodríguez, Heidi Igualada, Fernando Cabreja y Oscar Eduardo Sánchez, cerraron el homenaje que confirmó el compromiso de la Nueva Trova por mantener viva la memoria del revolucionario, y culminó el ciclo de eventos realizados durante el presente año a propósito del aniversario 70 de la muerte en combate del periodista y luchador antifascista. CD UNA CANCIÓN PARA PABLO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Tema A guitarra limpia Los campesinos - Ariel Díaz y Amanda Cepero Coplas a la defensa de Madrid - Ariel Díaz y Amanda Cepero Quinto Regimiento - Ariel Barreiros Pablo - Vicente Feliú Elegía segunda - Manuel Argudín* Crónica de una utopía - Raúl Verdecia Pablo - Ihosvany Bernal Torrente Brau - Oscar Eduardo Sánchez Hay palabras - Heidi Igualada Arquitecto del sol - Fernando Cabreja Hijo de islas - Silvio Alejandro Caminar contigo - Marta Campos Contra lo oscuro - Juan Carlos Pérez *Canción de Silvio Rodríguez basada en el poema homónimo de Miguel Hernández FREDDY LAFITTA | PARED ADENTRO Sábado 27 de enero de 2007 | Invitados: Juan Carlos Pérez, Inti Santana Obra plástica: Pedro Cantero Nos queríamos comer el mundo. Caminábamos por las calles de Las Tunas y éramos desafiantes, iconoclastas, rebeldes. Rebeldes con una causa común: la poesía. Más allá de eso no nos importaba nada. Nos reuníamos (y no en el estricto sentido de reunirse, más bien nos agrupábamos) en cualquier parque, la Casa del Joven Creador, la Casa de la Décima, el Centro del Libro o cualquiera de las instituciones culturales de la ciudad. Soñábamos con la trascendencia, el dulce sueño de la trascen-dencia. Teníamos poco, muy poco: un par de bolígrafos, unas hojas desechables y una guitarra. Detrás de la guitarra siempre estaba Freddy, no importaba la hora ni el lugar. Freddy era nuestro cantor. Lo seguíamos ciegamente a todas partes y es-cuchábamos alelados sus recitales de poesía musicalizada. Porque las canciones de Freddy son poemas. Él mismo es un poeta y de eso dan fe sus publicaciones, pero tampoco hace falta buscar sus libros para tener la certeza de su acto poético, basta con sentarse frente a él (y su guitarra) y escuchar. Habrá quien diga que no tiene voz. Silvio tampoco la tiene y no por eso prefiero a Pablo. Muchos trovadores de ahora cantan «lin-do» y no por eso los prefiero. Yo me quedo con la letra com-prometida. Sigo a esos trovadores que se desangran, que lo dejan todo en sus canciones: toda la sangre, todo el dolor. Por eso sigo a Freddy Lafitta, a Norge Batista, a Ariel Barreiros, a Yunior Navarrete. Por eso asisto a pocos conciertos en esta ciudad. Sigo a los cantores auténticos, no al de la guitarra impecable o al que posa en el escenario. La rueda de la historia pasará sobre ellos sin que nadie recuerde el estribillo de su canción más popular. Yo sigo al trovador que, como Whitman, se cante y se celebre a sí mismo, porque así estará tocando la carne de quien lo escucha. Por eso sigo a Freddy Lafitta. Hasta el fin del mundo. OSMANY ODUARDO GUERRA CARMEN Carmen: hoy que ni siquiera se hace tarde, voy por la ciudad como un cobarde masticando la luz que sobró del viernes. Carmen: si este día fuera una canción llegara el invierno y mi razón no creyera en verdad ni en premoniciones. Porque la canción es como un vino viejo y para el milagro se inventó el invierno. Tu voz me recuerda que existe la luz. Tus manos criaron el tiempo. Si cantas le pones espejos al pan y hasta un cascabel al silencio. FREDDY LAFITTA ISAEL (PIPO) CARRAZANA | TÉCNICA MIXTA Sábado 24 de febrero de 2007 | Invitados: Alejandro González, Richard Pérez, Fernando Guerrero, Sucel Matos (coros), Iván Suárez (bajo), Víctor Linens (tres), David Hernández (percusión), William Roblejo (violín), Néstor Rodríguez (saxofón) Obra plástica: Isael Pipo Carrazana Hay gente que con solo abrir la boca llega hasta los confines del alma, alimenta una flor, inventa sueños… Hamlet Lima Quintana Y una de esas voces llegó una noche de viernes, en los comien-zos del siglo XXI, a la Peña Trova y poesía que realizaba en la recién desaparecida (no se sabe por qué extraño artilugio o artimaña) Casa de la Trova de Centro Habana. El portador de esta bella voz, suave y limpia, un joven baya-més, desde su primera presentación nos atrapó con sus com-posiciones (con lo más auténtico del humor cubano), con su especial timbre, y desde esa misma noche se convirtió en tro-vador permanente de nuestra cita. Isael Carrazana repetía la historia de sus antecesores, los trovadores insignes, mostrándonos lo mejor de la trova orien-tal, renovada, acorde a nuestro tiempo, tanto en los textos como en la interpretación. ¿Ingenuidad?, ¿candor?, ¿sencillez? Es precisamente esto lo que trasciende y no por su juventud, sino por su estilo, que nos recuerda las más bellas tonadas campesinas, por eso me resultó muy legítimo el Gran Premio obtenido en el 2003 por Isael, en el concurso de música cam-pesina Eduardo Saborit. Gracias a los dos Puntal alto (noviembre de 2004 y junio de 2006) que promueve el Centro Pablo, hemos podido disfrutar y analizar el conjunto de su obra y sus potencialidades vocales. Gracias al Centro por otorgarle a Pipo, como cariñosamente se conoce entre los trovadores, la Beca de Creación Sindo Ga-ray 2006. Isael Carrazana es un artista genuino, trovador y pintor del verso, en el arte y en la vida. Qué satisfacción saber que con trovadores como él... Una se va de novia con la vida, desterrando una muerte solitaria, pues sabe que a la vuelta de la esquina… hay gente como tú… tan necesaria CRISTINA PALOMINO LA VIDA La vida se me ha perdido pintando un verso, pintando el sol, haciendo arrullos en la ventana con la ilusión. La vida viene siendo de mariposas y flor, con sus alas de cristales, con sus arrullos de amor. La vida viene con máscaras, con la hipocresía, viene con el cuerno, con la anomalía, viene con mil odios, hasta con lamentos, con los manantiales de los aposentos, con la magia del diluvio, con la fuerza de los tiempos. Qué otra cosa me viene a dar, con tantos desaciertos en mi afán. Hoy llovió y, en la llovizna, venían cayendo tus manos, crispándose en mis espaldas, haciéndome un juego raro. La vida es misteriosa, cual si fueras mariposa, con sus alas de cristales, con sus pétalos de rosa. Aquí todo es al descuento, con la muerte y con el tiempo, con el que cobra la luz, con el que pone el impuesto. No te duermas camarón, que te lleva la corriente, y te mutilan los ojos, las manos y hasta la mente. La vida es tanto y es nada, la vida es tanto y es todo, la vida es pa’ los vivos, la vida no es pa’ los bobos. ISAEL CARRAZANA LEONARDO GARCÍA | DE PASO POR EL SOL Sábado 31 de marzo de 2007 | Invitados: Trío de cuerdas Alter ego, Yaíma Orozco, Alain Garrido, Ariel Marrero, Niurvis Moreno, Inti Santana, Samuell Águila Obra plástica: Agustín Bejarano Con el alma de abrigo o un soñador de pelo corto En una década cronológicamente más lejana de lo que sen-timentalmente nos puede parecer, Joan Manuel Serrat deslizó en un tema inolvidable aquella irónica pregunta: «A un so-ñador de pelo largo, ¿qué le va usted a hacer?» Todavía en-tonces resultaba transgresora la melena masculina. Claro que la ruptura –Paz mediante– deviene tradición y ter-mina instaurando nuevos estereotipos. Por eso hoy nos parece trasgresor ese aire tradicional con que proyecta su arte de excelencias una figura como Leonardo García. Leonardo es todo lo contrario de un «soñador con pelo largo»: serio, pun-tual, formal al extremo, sobrio en su vestimenta, fiel a su mujer, a su poética y a su palabra, poco amigo de licores y más casero que bohemio, lo que tal vez explique el sólido orden de su universo creativo y su coherencia al convertirse en otro tipo de bicho raro: un trovador profesional. De paso por el sol, regresa al Centro Pablo con dieciocho piezas que resumen un trabajo de lustros. Sus más cercanos colegas en él admiran al intérprete que se detiene celoso en matices y detalles; que sabe usar con mesura el falsete para explotar mejor su bien timbrada voz de color muy atractivo, que tiende a lo académico en su ejecución guitarrística. Y en él admiran al compositor cuyos diseños melódicos se apoyan en fraseos prolongados, que muestra preferencia por los ritmos ternarios y que dota sus melodías de un tratamiento armónico eficaz y transparente. En Leonardo no nos resulta exagerado, como en otros, el cómodo cliché de llamar al trovador «poeta con guitarra». De verdad esos textos traducen a un lenguaje de alto vuelo el ademán sentencioso tan propio de la oralidad cubana: «Hay que morir un poco cada día para escribir el cuento, para in-tentar la vida…» o «La felicidad tocará a tu puerta, y tú tienes que aprender a reconocerla». Este discurso poético –donde no cabe lo soez ni lo estridente– más bien parece brotar de un consejero o viejo sabio obsesionado por el tiempo: «Tanta pobre gente que no ve que el futuro apremia…»; pero a la vez man-tiene una frescura juvenil al retratar la ternura amorosa: «Y es que no hay encanto mayor que escuchar los pies de tu co-razón cuando se acerca al mío…» Se trata de un amor que puede cobrar insólitas dimensiones eróticas y proyectar-se sobre el paisaje urbano de «una calle lenta que abre sus piernas». Amor que puede agigantar a los protagonistas de los textos: «Bajaré del Sol por última vez a encender lo muerto. […] En la madrugá agárrate de la luna». Amor que a veces deriva en humor: «Llegarás al cuartel con tu sonrisa, y se irán rindiendo los soldados». El poeta Leonardo García conoce el poder fecundador o destructor de la palabra: «¿Y qué palabra van a usar si nos vienen a matar?» Por eso no concibe la posibilidad de rebajar sus versos a una función suplementaria de la música. Es tal la fuerza estremecedora de su verbo que, aunque a menudo abuse de la primera persona, se nos torna imposible dejar de reconocernos en esas canciones, al cabo de las cuales nos pa-rece haber mirado por dentro el amor, los dolores, la ternura y la nostalgia. Si Leonardo García acomoda su voz a la carga emotiva de cada letra y pone en ello un toque de histrionismo; y puede incluso –con su pequeña gran voz– imitar las inflexiones vo-cales de un niño; si Leonardo García se afinca en su formación académica para entregarnos una limpia ejecución en la gui-tarra; si Leonardo García se atreve a juntar versos suyos con otros de Martí de donde obtiene un tema orgánico e irre-prochable como Treinta y siete versos para una mujer; si Leonardo García expresa de modo involuntario ese «todo mezclado» que nos define como nación; si Leonardo García asimila con libertad la herencia rítmica del son, el bolero, el vals, el guaguancó, la balada, la guajira, el bossa nova… aunque casi ninguna de sus composiciones se ajusta del todo a un género particular; si Leonardo García ha juntado a las suyas las preguntas de su generación, solo nos queda es-cucharlo, entrar en comunión con ese mundo esplendoroso de su creación y murmurar como cómplices: «A un soñador de pe-lo corto, ¿qué le va usted a hacer?» YAMIL DÍAZ GÓMEZ DE PASO POR EL SOL De paso por el sol, tantos y tantas veces Perdidos en el norte de cada señal Jugando a la bebida que aparece Nacidos del placer: hablamos casi siempre de nacer Ay, ay, ay, ay Me duele el cuello de tanto mirar atrás Hoy, hoy, hoy, hoy Voy a poner las frutas en la mesa Y en el televisor una grata sorpresa Anuncian que habrá un miércoles mayor La perseverancia del sillón En su movimiento de madera Llenará el apartamento con canciones serenas Una mano alcanza la razón Y otra menos alta la imaginará, la imaginará Los cisnes de metal que brillan en la sala Se saben el cantar de mi generación Los comentarios arden y el calor cubre la madrugada Con todo y el ventilador A un poco de llegar se nubla la mirada Y aunque siempre nos queda la respiración Cambiamos el florero de lugar Las coordenadas del amor Y el sembrado más viejo Las altas libertades Que perdí en la vida Desterradas por hambre y dolor Son tantas y tan vivas Como mis verdades Los cisnes de metal que brillan en la sala Se saben el cantar de mi generación Los comentarios arden y el calor cubre la madrugada Con todo y el ventilador A un poco de llegar se nubla la mirada Y aunque siempre nos queda la respiración Cambiamos el florero de lugar Las coordenadas del amor Y el sembrado más nuevo LEONARDO GARCÍA CD DE PASO POR EL SOL 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Tema A guitarra limpia Solo quiero ver Entre la luna y yo El genio de la lámpara (con Diego Santiago) Niño mío * (con Alter ego) Mi primer bolero El demagogo De paso por el sol (con Inti Santana) De casa en casa Hipertensito (con Niurvis Moreno) Alcohol 90 (con Yaíma Orozco, Alain Garrido) Detrás del tilo Sombra de mi nobleza (con Yaíma Orozco) El cocodrilo (con Inti Santana, Yaíma Orozco, David Hernández) * Poema de Yamil Díaz FERNANDO CABREJA | COMO UNA LUNA EN PIE Sábado 28 de abril de 2007 | Invitados: Ivette Rodríguez, Pavel Poveda, Tamara Castillo, Dúo Kiko y Ederlis, Edelys Noyola Obra plástica: Paul Sosa Apuntes para un autorretrato a cuatro manos de Fernando Cabreja Yo soy puro accidente del destino, / un peregrino, como el amor. / Me paso todo el tiempo revisando / cada cuartilla del corazón. Un trovador es una bestia metafísica. No podemos a ciencia cierta calificarlo ni como músico ni como poeta, aunque ambos misterios delimiten su inquietante y hasta peligrosa indu-mentaria. Un tanto irreverente abrazo el mundo, / a veces fundo, a veces no. / Parece que no encuentro nunca nada / pero renazco en cada dolor. El poeta asegura que los versos del trovador son piltrafa sin el acompañamiento de su guitarra. El músico reconoce a duras penas que algo habrá de armonioso en la tonadilla musitada por el trovador. De pez a pescador solo imagino / un breve filo, punta de arpón. / Como todo mortal me contradigo / pero exigiendo la salvación. Poeta y músico están en lo cierto. Ambos añoran secreta-mente convertirse en bestias metafísicas. Fernando Cabreja es uno de esos contados monstruos capaces de conmover y exultar a un mismo tiempo. La extraordinaria desnudez con que Fernando arropa sus esperanzas y zozobras hace que sus canciones lleguen a la médula. Canta desde tu ventana / sueña al lado de tus hijos, / cuando todo coincida, ay / cuando lo malo coincida. «Cantor de la familia» le llamó Silvio Rodríguez. Así lo dejó escrito el autor de Unicornio sobre aquella desvencijada gui-tarra con que Fernando, en el año 1989, cantaba: «Lluvia, qué nube te parió esa madrugada / que me encontraste solo con mi amada / tendido en una hoja / como cama.» Fernando Cabreja es, no quepa la menor duda, el autor de algunas de las mejores canciones de la Trova, así con inicial mayúscula. Raro privilegio para unos pocos elegidos que hemos tenido el venturoso albur de conocerle y escucharle. Certera intuición del Centro Pablo, que hoy le facilita la oportunidad de demostrar, a guitarra limpia, que estas pa-labras son, ¡desde hace tanto!, una verdad de Perogrullo. JOSÉ LUIS SERRANO SERRANO CANCIÓN AL DESALIENTO Si a tu casa asoma su perfil la duda Comienza a cantar canciones y tendrás fortuna Para el mal humor Toma este buen consejo Respira profundo Y mira el sol que es viejo Escucha las tonadas de tu hija Si la desesperanza te cobija Olvida los rencores al momento Que el amor puede más que el desaliento Y si te cae el peso de la soledad Dale un paseo tranquilo a tu ciudad Y si te cae el peso de la soledad Dale un paseo tranquilo a tu ciudad. FERNANDO CABREJA DE REPÚBLICA DOMINICANA | VÍCTOR VÍCTOR Y JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ A GUITARRA LIMPIA EN CUBADISCO 2007 Sábado 26 mayo de 2007 | Carlos Luis, guitarrista invitado por José Antonio Rodríguez Obra plástica: José Luis Posada SOLO BACHATA Era de noche y yo en conquista la descubrí bajo un balcón con más anillos que Saturno mejor pintada que un Van Gogh. Le fui a encender su cigarrillo y se prendió en mí la pasión. Su aroma Oscar de la Renta se deslizó en mi corazón. Poeta quise ser, un alquimista tal vez, para invitarle a bailar merengue de verdad. Pero me dijo: yo solo bailo bachatas, son muy románticas y llegan hasta el alma. En un abrazo interminable la noche me sonaba bien, qué bien, yo le ofrecí el cielo entero, ella cantó a Benny Moré, tú ves. Los músicos fueron cayendo y las estrellas pa’ Bel’n se fu’en. La luna quiso recostarse, nosotros lo hicimos también. VÍCTOR VÍCTOR ¡VIVE! A ti que te levantas temprano, te miras al espejo y te mueres de la risa. A ti, viejo sostén de ilusiones, palabra sin acento, camino de dos vías. A ti, que hay mil razones que te hacen feliz. A ti, que para amar siempre has dicho que sí. A ti que eres el bueno de los cuentos, la mano que se extiende y llega al cielo. ¡Vive! Que la vida te sonríe, que te da los buenos días aunque llueva o se te caiga el mundo encima. ¡Vive! Que la vida es una sola aunque guardes bajo llave los papeles que aseguran tu parcela allá en la gloria. A ti, que hay mil razones que te hacen feliz. A ti, que para amar siempre has dicho que sí. A ti que eres el bueno de los cuentos, la mano que se extiende y llega al cielo. Vive que de muerto solo sirves pa’ los cuentos de los vivos, esos mismos que no te dejan crecer. Vive. Toma y deja que la vida no es un trompo al que se tira y se recoge sin ánimos de ofender. ¡Vive! Que la vida te sonríe, que te da los buenos días aunque llueva o se te caiga el mundo encima. ¡Vive! Que la vida es una sola aunque guardes bajo llave los papeles que aseguran tu parcela allá en la gloria. JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ Bachateando y más en el Centro Pablo2 Por María Fernanda Ferrer El ultimo sábado de mayo (26) dijo adiós a ritmo de bachata y otras sonoridades traídas desde República Dominicana hasta la Villa de San Cristóbal de La Habana gracias al Cubadisco 2007. Y es que una de las jornadas finales de la Feria Inter-nacional del Disco Cubano fue un concierto especial en el que participaron destacados músicos dominicanos. En el recital, efectuado en la sede del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau en La Habana Vieja, participó un grupo importante de músicos dominicanos encabezados por Víctor Víctor, quienes regalaron dieciocho temas que fueron desde lo más popular hasta lo más intimista. Víctor Víctor, uno de los más reconocidos, incluso, en los escabrosos sectores comerciales de la canción, demostró ser un artista que sabe lo que quiere y lo que hace: desenfadado, seguro, auténtico y sin la más mínima «pose», transmitió al público la certeza de que la calidad y la sinceridad en el hacer son la mejor carta de triunfo. Cantó una canción de Joaquín Sabina, otra del también es-pañol Víctor Manuel; siguió con «Rabo de nube» del cubano Silvio Rodríguez y comentó «que alguien le diga que la cante», palabras que fueron recibidas con la sonrisa cómplice de Ar-gelia, la mamá de Silvio. No podía faltar, casi al cierre del concierto, «En mi mesita de noche», tema muy popular co-reado por el público que incluyó a un número importante de estudiantes dominicanos en Cuba, a quienes el cantautor de-dicó el último número. José Antonio Rodríguez, otro de los que participó en el con-cierto, confesó ser «un compositor de tendencia intimista» y regaló varios boleros y el tema «Algo está pasando», de su coterráneo Víctor Víctor. Es francamente alentador constatar que los dominicanos se intercambian canciones con gran res-peto y admiración mutuos. Marel Alemany, joven y talentoso cantante –de quien no teníamos referencia– tuvo varias intervenciones. Una de ellas fue la canción «Lucecita», dedicada a La Habana, y un «sonflamenco» con aires trovadorescos que contó con el auxilio de Víctor Víctor en las maracas. El registro vocal de Alemany es amplio y su voz redonda con una dicción para respetar. Fue, a mi entender, una de las gratas sorpresas del concierto, sobre todo, al cantar un tema con influencias de lo mejor del llamado rock latino. En un momento del concierto manifestó su «orgullo por haber venido a La Habana con estos dos grandes de la música latinoa-mericana y con La Vellonera». Carlos Luis también cantó y acompañó a José Antonio en varios temas, aunque lo más significativo fue su ejecución de la guitarra, francamente, de excepción. Karel Kalaf y Juan Francisco Ordóñez (guitarras), Ramón Alnos (bajo), Joel (percusión), estos tres últimos integrantes de La Vellonera, constituyeron un excelente respaldo sonoro para el concierto. Fue una velada disfrutable de inicio a fin y que se dividió en dos grandes partes. La segunda fue el concierto y la primera la inauguración, en la Sala Majadahonda, de la exposición Mitos, del importante artista de la plástica José Luis Posada, coordinada por Elizabet Rodríguez. ERIC MÉNDEZ | DE VUELTA A LA GUITARRA Sábado 27 de octubre de 2007 | Invitados: Lilli H. Balance, Ariel Díaz, Glenda López y Yandi Fragela Obra plástica: Digna de Ávila Descubrir a Eric Méndez entre la algarabía de esta ciudad fue una verdadera suerte. Sentarme a escuchar entre descarga y descarga sus canciones de extraña peculiaridad me hizo ir desentrañando una madeja de ideas de indiscutible valor espi-ritual. Eric es un trovador que lleva a cuestas su vida con auténtica sinceridad, despojado de esas posturas pseudo-intelectuales y elitistas que suelen acompañar a algunos como un sello que, al final, ha sido rechazado masivamente por el público del que luego nos quejamos diciendo que no escucha la Trova. Con una influencia formidable del funky más acústico, el jazz, el gospel y el rythm n’ blues, este compositor nos trae una negritud diferente al mestizaje nacional, más cercano a lo afrocubano y al solar. Eric no teme emprender el reto de lo universal; para eso cuenta con una guitarra tocada como pocos, certera, rítmica y una voz que empastaría hasta con el rechinar de una puerta. No se necesita demasiada atención para reparar en la pro-funda carga de religiosidad de sus textos, su relación singular con un dios terrenal y cotidiano, tema que no siempre ha sido llevado a la canción de manera tan diáfana y poética al mismo tiempo. De la mano de esta fe humanista nos devuelve un entorno preocupante, complejo pero esperanzador. Este en-foque le ha traído no pocas críticas y cierto rechazo super-ficial. La pregunta que hago es: ¿por qué cantar desde esta óptica cristiana resulta banal para algunos, sin embargo, cuando ponemos algún canto afrocubano en una canción es aceptado inmediatamente? Desde una visión esnobista esto último tiene más swing. En todo caso, su postura es auténtica y universal. No recuerdo trovador de imagen más sencilla, mezcla de juglar y transeúnte común. Actitud chaplinesca y una soli-daridad que lo ha llevado a invitar siempre a algún perfecto desconocido a sus presentaciones: instrumentistas, trova-dores, poetas y pintores, en una suerte de corte de los milagros que le agradecemos. Una especie de grito de «¡Miren, hay otros también!» Con un impresionante rastro de más de veinte conciertos (no recuerdo haber hecho ni la mitad de eso), la mayoría de las veces acompañado de músicos que le han dado a su obra no poca fuerza y complejidad, se nos presenta esta tarde más cercano, en armonía con la guitarra y el patio que lo reclama hace no sé qué tiempo ya, hecho que denota la importancia que para él tiene estar aquí. Hoy compartiré con él sus canciones, un reto bastante grande para mi cuestionable destreza guitarrística. Acepté porque el mundo de Eric Méndez es una alternativa al mío, una ventana nueva donde asomarme a encontrar otros caminos que ne-cesito. Si usted anda a oscuras o levemente en las sombras, hoy descubrirá el milagro de la luz emanada de la tierra. Luz que, sin máscaras, por él ha sido sembrada. ARIEL DÍAZ JESÚS ME DIJO –Yo estoy tocando… me dijo él. –Yo estoy tocando a la puerta de tu corazón día y noche. Si tú me abres, yo entraré, te sentaré a mi mesa y contigo compartiré. Él dejó en mí este ritmo tan descabezado, que con las fuerzas de mi alma yo le alabo y a ti te canto, te canto con mi fe, te canto, te canto con mi fe, te canto, te canto con mi fe. –Yo voy al padre, me dijo él. –Porque del padre he venido y al padre regresaré. Soy el camino, ven, sígueme. Y la verdad, nadie llega al padre si no es por él. Él dejó en mí este ritmo tan descabezado que con las fuerzas de mi alma yo le alabo, y a ti te canto, te canto con mi fe, te canto, te canto con mi fe, te canto, te canto con mi fe. Se está acercando su tiempo y su bien, y lo veremos todos, a cada lado sus ángeles y en las alturas su trono. Y cara a cara le alabaremos, multitudes en gran coro. Eso me dijo y desde que lo sé te canto mi fe, te canto, te canto con mi fe. –Yo vengo pronto, me dijo él. Mas dejó en mí su espíritu moviéndose con poder. Alzo mis manos en su nombre. Y con mi vida por todo tiempo le alabaré, le alabaré, le alabaré. ERIC MÉNDEZ CONCIERTO PARA FRIDA Y DIEGO ARIEL BARREIROS, ARIEL DÍAZ, HEIDI IGUALADA, LILLIANA H. BALANCE, MARTA CAMPOS, MAURICIO FIGUEIRAL, NELSON VALDÉS, OSCAR EDUARDO SÁNCHEZ, PEDRO BERITÁN, TONY ÁVILA Por los nueve años de A guitarra limpia Sábado 24 de noviembre de 2007 Obra plástica: Enrique Smith ¿Cómo conmemorar, con toda la fuerza debida, el centenario de Frida Kahlo y los cincuenta años de la muerte de Diego Ri-vera? Esa era la pregunta que venía revoloteando en nuestras cabezas cuando llegamos a aquella primera reunión en la Casa de México, arropados por los muros sobrecogedores de La Habana Vieja. Lo heterogéneo del pequeño grupo de amigos –que incluía desde un coreógrafo hasta un filósofo, pasando por artistas visuales, críticas de arte, curadoras y un histo-riador; todos ellos fridomaníacos, sobra decir– presagiaba que lo que no podía faltar ahí eran ideas. Lo que no imaginábamos en ese momento era hasta qué punto nos iba a desbordar, en los días subsecuentes, el alud de manos amigas, procedentes de todos los campos artísticos, de todos los ámbitos sociales, de las más diversas provincias de Cuba, que deseaban sumarse, en cuerpo y alma, a cualquier manifestación de cariño y aprecio por esos dos gigantes del arte de nuestra América. El hechizo de Frida volvía a estar en el aire. Fue en esa efervescencia de entusiasmo y de propuestas que tomó cuerpo la idea de convocar al certamen Una canción para Frida y Diego, bajo los auspicios del Centro Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de México. Ninguna otra institución podía haber resultado más idónea que el Centro Pablo, que conme-moraría así el noveno año del espacio A guitarra limpia, de-venido auténtico crisol donde se decanta y renueva, con vigor extraordinario, lo mejor de la tradición y vanguardia de la trova cubana. A ello se sumó un regalo invaluable: Silvio Rodríguez presidiría el jurado del concurso, acompañado por Víctor Casaus y Germán Piniella. El reto para los trovadores cubanos era, así, doblemente formidable: por una parte, sintetizar en una canción dos fuerzas de la naturaleza, Frida y Diego, trasmutando sus colores y sus luchas en notas y versos, interpretando sus pinceles y sueños a través de la voz y las cuerdas de una guitarra. Por la otra, cap-turar en sus composiciones no solo la intensísima vida interior de ambos artistas, sino también la atmósfera de un México tan entrañable como, en muchos casos, físicamente desconocido, pues la mayoría de los concursantes no habrían estado en suelo mexicano. ¿Qué soluciones hallaron las trovadoras y los trovadores a estos desafíos? Este concierto es la respuesta. La enorme carga poética, la frescura, sensibilidad, creatividad y solvencia téc-nica de las composiciones e interpretaciones evidencian la inagotable riqueza y vitalidad de la tradición trovadoresca cubana. El secreto de todo ello quizá nos lo revele un poco aquel verso inefable del propio Silvio: «Solo el amor engendra la maravilla…» EDUARDO MENACHE VARELA AGREGADO CULTURAL DE LA EMBAJADA DE MÉXICO EN CUBA (La Habana, noviembre 24 de 2007) RETRATO CON PELO CORTO Crece la hierba en el patio, callada, por las hendijas viene a ver la comunión. Tiembla y se alarga la sombra soñada y al tiempo los colores callan su razón. Se abre por fin la casa en el cielo a unos pocos besos de aquel callejón. Parte la alondra plateada en su vuelo marcando el mismo centro de su corazón. Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres. Frida no quiere cometas sin estrellas. Frida no sueña en el lienzo sus placeres se pinta como es ella, se pinta como es ella. De a poco un tanto sus alas se hielan y desde el silencio de la mesa herida, gotea el mezcal de la misma manera en que se va la vida, en que se va la vida Mira que si te quise fue por tu pelo: aunque de tu pincel se agrandara Diego. Quiero dormir a tu lado la muerte. Ni siquiera esa suerte me queda tan lejos. Tanto no andar le ha cansado sus alas y entre sorbos canta la misma canción donde volar no sirve de nada si has nacido marcada por la maldición. Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres. Frida no quiere cometas sin estrellas. Frida no sueña en el lienzo sus placeres se pinta como es ella, se pinta como es ella. LILLIANA HÉCTOR / ARIEL DÍAZ A guitarra limpia, nueve años: (casi) de todo3 Por María Fernanda Ferrer Trova, plástica, proyección de imágenes, premios, becas, en-sayos, nuevos CDs, Internet, evocaciones desde el cariño, gratas sorpresas (amigos que nos visitan y otros que siempre están), Frida y Diego… de todo, casi de todo, hubo el pasado sábado 24 en el patio de Muralla 63 cuando un público co-hesionado y amoroso se dio cita para festejar el noveno ani-versario del espacio A guitarra limpia. La fiesta –porque lo fue– comenzó cuando Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, pre-sentó los nuevos seis discos que en lo adelante forman parte de la Colección A guitarra limpia, que constituye un esfuerzo para que los trovadores jóvenes tengan una propuesta dis-cográfica en la mano, como carta de presentación. En este aspecto, además de la probada calidad de las gra-baciones que «en vivo» corren a cargo de Jaime Canfux, hay que destacar lo refinado del diseño de cada disco. Ese trabajo lo ha realizado la diseñadora Katia Hernández, quien junto a Enrique Smith integra el proyecto K&K, responsable de parte de la imagen gráfica de la institución. Los discos presentados (y a la venta en moneda nacional) fueron producidos con el apoyo solidario del Instituto Cubano de la Música. Los títulos son: Sur (Ariel Barreiros y Yunior Navarrete), Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez), De paso por el sol (Leonardo García), Cuarto de siglo (Gerardo Alfonso), Antología 6 (Alberto Tosca, Ángel Quintero, Dúo Karma, Eduardo Sosa, Isabel Parra, Karel García, Norge Batista, Rolando Roly Berrío, Trío Trovarroco y Yamira Díaz) y Una canción para Pablo (Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro, Heidi Igualada, Fernando Cabreja, Oscar Eduardo Sánchez, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Raúl Verdecia, Ariel Díaz, Amanda Cepero, Ariel Barreiros, Manuel Argudín y Vicente Feliú). Al presentar los CDs, el poeta y cineasta Víctor Casaus felicitó a los trovadores por la concreción de esos discos que, dijo, constituyen «un nuevo momento de la Nueva Trova cubana». Igualmente, presentó el Cuaderno Memoria, coordinado y editado por Xenia Reloba, y que recoge para el futuro los momentos más significativos de los conciertos A guitarra limpia efectuados en el 2006. Señaló Casaus que es «muy hermoso» que el Cuaderno se inicie con la presencia de «Teresita Fernández, madrecita de la trova» y artista que sin dudas ha constituido un vínculo entre el llamado movimiento de la nueva canción y momentos anteriores de nuestra música. Teresita, dijo Casaus, «es una creadora martiana y cristiana que nos ha acompañado a lo largo de estos años con sus canciones, con su alegría y con su sabiduría». De inmediato le fue entregada a El Plátano –mucho menos conocido como Luis Hernández– una cámara digital que el trovador Silvio Rodríguez le envió como obsequio. Los asiduos de hoy a los conciertos de trova y los que durante cerca de cuarenta años han seguido la manifestación, saben que El Plátano es el artista del lente más fiel a la Trova: en eso no hay discusión. Pero ha sido emocionante ver cómo El Plátano –siempre en actitud febrilmente inquieta– se quedó en su asiento sin saber exactamente qué hacer. Después, subió al escenario, recibió el regalo y no dijo nada. No hizo falta: las lágrimas hablaron por él. Luego la periodista Estrella Díaz dio la bienvenida a José Martín Sulaimán, grabador, fotógrafo y documentalista me-xicano, quien expone en el Centro Pablo una muestra personal titulada Sombras de mi tierra, que puede verse hasta mediados de diciembre. La exposición, según la especialista, nos «evoca a un México nada folclorizado: no es el México del tequila, los mariachis y los grandes y llamativos sombreros, sino un México profundo, reflexivo, hondo». Por su parte, Sulaimán, quien llegó directamente al Centro Pablo desde el aeropuerto, aseguró que desde su primera visita a La Habana, en 1983, se quedó «absolutamente maravillado con Cuba, pero, sobre todo, con la gente», e insistió en que de inmediato se identificó con la plástica, la danza, la literatura y con la vida cultural en general. «Vivimos, subrayó, en tiempos en que muchos artistas pin-tan, esculpen y fotografían de manera muy similar y llega un momento en que uno no es capaz de distinguir si el creador es checo, ruso, mexicano, cubano, japonés o de donde sea». En Cuba, aseguró, «encontré eco en los temas, es decir, una preocupación muy profunda por el ser humano» y subrayó que lo que persigue con su obra es que se «entienda sin darle demasiadas vueltas» y que aquí, en la Isla, «ha hallado gentes muy receptivas a este tipo de mensaje». Finalmente, dijo que «este es de los mejores días de mi vida porque he estado cerca de treinta años queriendo mostrar mi obra en La Habana y hacerlo en el Centro Pablo es un pri-vilegio porque es un lugar querido e importante que hemos visto crecer y madurar». Luego, Alberto Faya y Germán Piniella –integrantes del jurado junto a Casaus– dieron a conocer el Premio de Ensayo Noel Nicola 2007 que, convocado por el Centro Pablo, los estudios Ojalá y el Portal Trovacub, se otorgó, por unanimidad, a Una propuesta sobre la poesía de Silvio Rodríguez, de Suyín Morales Alemañy. Según el acta del jurado, ese ensayo se caracteriza por «la acertada manera con que identifica los vínculos de la obra de un artista con la sociedad en la que se desarrolla y por la sencillez y el rigor intelectual de sus análisis que contribuyen a esa claridad de ideas imprescindible en un ensayo literario». Igualmente, el jurado decidió proponer al Centro Pablo la publicación de un volumen que contenga fragmentos de otros libros que fueron enviados al concurso y que resultan de gran utilidad e interés. Ellos son: La literatura y la poesía en la música, de Guillermo Rodríguez Rivera, Canción cubana contemporánea: la luz, bróder, la luz, de Joaquín Borges-Triana y La primera piedra, de Ariel Díaz. Después llegó otro momento de emoción: el trovador Manuel Argudín cantó y dedicó a «su gran amigo Noel y a su compañera en la vida Liudmila (La bola)», allí presente, el tema «Nube, agua, ala y brisa», incluido en el CD 37 canciones de Noel Nicola, presentado recientemente en la Casa de las Américas. A continuación fueron entregadas las Becas de Creación Noel Nicola 2007 a los proyectos Paso a paso, de Etien Fresquet (La Habana), Son reafirmativo, de Oscar Eduardo Sánchez (Holguín), Evocación, de Héctor Luis Posada (Ciego de Ávila), Somos y no somos los mismos, de Mauricio Figueiral (La Ha-bana) y Como una mariposa, de Samuell Águila (La Habana). La beca consiste en el pago de una mensualidad de 400 pesos MN durante un año, como apoyo material para que puedan desarrollar su proyecto; igualmente, se realizará un concierto en el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada una de las becas otorgadas. Con la grabación en vivo de cada uno de esos conciertos, el Centro Pablo producirá un CD que formará parte de la Colección A guitarra limpia. El jurado de la Beca de Creación Noel Nicola 2007 estuvo in-tegrado por Martín Martínez (del Portal Trovacub), María Santucho y Víctor Casaus (ambos del Centro Pablo). Seguidamente se dieron a conocer los resultados de las Becas de Creación Sindo Garay 2007 que fueron para los proyectos El Trovazo, de Yamira Díaz (Pinar del Río), Trovándote, de Yoán Zamora (Ciego de Ávila) y el trovador Raúl Verdecia (La Habana). De inmediato, el Dúo Cadencia, de Córdoba, Argentina, regaló un tema muy mexicano titulado «Si la luna», que fue seguido por «Ni Diego», de Mauricio Figueiral, con el que comenzó el concierto especial A guitarra limpia dedicado a Frida y Diego, a propósito del centenario del natalicio de la Kahlo y el cincuenta del fa-llecimiento de Rivera; ambos figuras emblemáticas, contro-vertidas, pero sin duda gigantes del arte latinoamericano. El concierto, al que asistió el agregado cultural de la em-bajada de México en Cuba, Eduardo Menache Varela, es re-sultado de un concurso auspiciado por esa sede diplomática y el Centro Pablo y que trajo como fecundo resultado un grupo de canciones, francamente sorprendentes. Uno de los rasgos comunes en todas las canciones es la profundidad de las letras y la ternura que esas dos figuras provocaron entre los trovadores cubanos, los que –guitarra mediante– se adentraron en el mundo de Frida y Diego, para muchos símbolo de talento y amor no exento de dudas y des-garramientos, como lo fueron sus vidas. Heidi Igualada, con su hermoso timbre, llegó con «La otra mitad», tema en el que intenta dibujar tormentos y pasiones y que demostró que la llamada «canción por encargo» puede resultar un excelente instrumento para compulsar la creación. Oscar Eduardo Sánchez continuó con «Calando Rivera», Tony Ávila interpretó «Con el amor en la herida», Nelson Valdés (acompañado de Nuria Vega Valdés) nos presentó «Autorretrato de metal» y Pedro Beritán, «Frida en mi pensamiento». Después Ariel Barreiros cantó su tema «Frida», que conmo-vió no solo por lo sentido de su interpretación, sino por la hondura de lo expresado; siguió Marta Campos (que para la ocasión se hizo acompañar por Augusto Blanca) con «Frida y Diego», y pusieron el punto alto y final Lilliana Héctor y Ariel Díaz con «Retrato con el pelo corto», que fue la ganadora del concurso Una canción para Frida y Diego y que los llevó, re-cientemente, a presentarse en tierras mexicanas. Todo ese ambiente del México telúrico de Frida y Diego y del México profundo de Sombras de mi tierra fue envuelto, al final, con la proyección de algunos fragmentos de la emblemática película de Paul Leduc dedicada a Frida, vista a través de un trabajo de videoarte propuesto por María Santucho, con el Proyecto Nork-K, integrado por jóvenes agrupados alrededor del Centro Pablo y que apuestan por el audiovisual como herramienta de comunicación. Los más cercanos al Centro –los que, quizás, más sentido le han dado a la institución desde su fundación hace once años–, también estuvieron: Ruth de la Torriente Brau, hermana de Pablo y «hada madrina del Centro» junto a parte de su familia española que llegó desde la ciudad de Santander. Y para continuar ampliando y consolidando esa familia que crece por días –desde aquí y desde allá– se decidió transmitir, vía Internet, el concierto y todo lo que aconteció el 24, algo que pudo materializarse por los esfuerzos coordinados de Jesús García (en las redes informáticas) y la webmaster Silvia Padrón. Entonces, trova, plástica, imágenes, premios, becas, ensayos, CDs, Internet, amigos, hermanos, familia, Frida y Diego… se entremezclaron para festejar los nueve años de A guitarra lim-pia. Mucho, casi todo, desde el centro mismo del amor. PEDRO LUIS FERRER | CONCIERTO DE FIN DE AÑO Sábado 22 de diciembre de 2007 Obra plástica: Eduardo Rubén Estando todavía en Europa –una estancia de siete largos meses que me parecieron siglos– recibí del Centro Pablo de la Torrien-te el convite a realizar, una vez más, un concierto para cerrar el 2007. El fin de año me exacerba la creatividad. Son los meses en que –luego de haber transitado doscientos días bajo el azote sofocante del verano agosteño– ansiamos desesperadamente la llegada de un frente frío, esos nortes breves y repentinos que nos alteran la rutina y nos permiten sacar del armario los abri-gos que apenas usamos el año anterior. Así, desde temprano, me voy apoderando del mejor carbón y lo pongo a buen recaudo para la hora decisiva de la parrilla; recolectamos la naranja agria, el limón criollo, la buena ristra de ajo, los cominos y oréganos de la tierra…Y llega el día de ir a la finca del amigo a elegir el animal que emparrillaremos en el patio, en evitación de los precios despampanantes del agromercado. Todo, bajo la protesta jocosa de las nuevas generaciones vegetarianas que, en abierto desafío al padre-abuelo carnívoro, rebosan los sacos de frutas y hortalizas. Poco a poco se han urdido los planes familiares, la lista de los invitados para la Nochebuena y el Fin de Año. ¿Dónde vas a pasar el 31? ¿Vienes con nosotros? Es entonces cuando más echo de menos a los padres y tíos fallecidos, quienes nos legaron la costumbre de reunirnos a cocinar mien-tras disfrutábamos del jolgorio de anécdotas y reflexiones. Me aferro al recuerdo de aquellos días de júbilo para el adobo, entre cervezas, empellas y chicharrones, tomates, pepinos, beren-jenas… Preparando la fiesta con la fiesta. Así nuestros difuntos se arriman a la mesa, beben, cantan y esperan el año nuevo con nosotros. Llevo años escribiendo un poemario que desde el inicio mismo titulé: Poemas de Diciembre, dedicado a mi madre. Año tras año aporto nuevas criaturas que luego –poco a poco– van siendo acicaladas con puntuaciones y precisiones gramaticales, trans-parencias metafóricas… Como el niño que se dispone a asistir a la trascendencia de un evento colegial. Son versos que van rememorando el arsenal afectivo de mi familia: recuerdos de las incipientes meditaciones y experiencias de mi infancia en Yaguajay; y mi adolescencia en la barriada de Santos Suárez, en La Habana. Algunos poemas intentan ser escritos desde la época recordada, como si entonces yo hubiera sido capaz de concebirlos: malabares del alma que no se resigna a haber dejado pasar la ocasión de la belleza. Hagamos entonces un concierto para cerrar este año donde ha prevalecido el trabajo y la búsqueda. ¡Feliz Año Nuevo! PEDRO LUIS FERRER CANCIÓN DE FIN DE AÑO Ahora que permiten criticar: ¡qué bellos son tus ojos, vida mía! Me gusta tu manera de bailar y el fuero peculiar de tu alegría. Ahora que permiten criticar: me voy al Malecón y espero el día; me quiero dedicar a descansar; las flores del jardín son tan bonitas… Ahora que permiten criticar: estreno un pantalón y una camisa; pusimos una hamaca en el portal y un timbre que parece campanita. Ahora que hasta el mudo quiere hablar y está de moda el grito y la querella: tus piernas, las quisiera devorar, el modo en que caminas y te sientas Ahora que permiten: la calle está repleta, las bolas y los chistes, el cielo y las estrellas. Ahora que permiten criticar: compré un ordenador y una cazuela; mi amigo preguntó para variar: la luna está redonda y placentera PEDRO LUIS FERRER CONCIERTOS, DISCOS Y TROVADORAS/ES A GUITARRA LIMPIA CONCIERTOS Y PRESENTACIONES A GUITARRA LIMPIA (1998 - 2007) 1. Futuro inmediato (Santiago Feliú). Sábado 14 de noviembre de 1998. 2. Cuatro maneras de mirar (Rita del Prado, Axel Milanés, Diego Cano y Fernando Bécquer). Ofrecido para el Encuentro Internacional de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (ICOM). Miércoles 9 de diciembre de 1998. 3. Viaje por la poesía (María Gisela Rosado y el grupo Kábala, Puerto Rico). Jueves 17 de diciembre de 1998. 4. Cincuenta son, pero no duelen tanto (Vicente Feliú). Sábado 19 de diciembre de 1998. 5. Guitarra, siempre guitarra (Gerardo Alfonso). Sábado 30 de enero de 1999. 6. Habáname (Carlos Varela). Sábado 27 de febrero de 1999. 7. Más que sobrevivir (Rita del Prado). Sábado 3 de abril de 1999. 8. Cuerda joven (Samuell Águila, Heidi Igualada, Glenda Fernández, Ariel Díaz, Ihosvany Bernal y el poeta Sergio Gó-mez). Sábado 29 de mayo de 1999. 9. Casi feliz (Augusto Blanca). Sábado 26 de junio de 1999. 10. Inmigrante a media jornada (Frank Delgado). Sábado 24 de julio de 1999. 11. Señales (Diego Cano). Sábado 25 de septiembre de 1999. 12. Pieza sin título (Rey Guerra), en el primer aniversario del espacio A guitarra limpia. Sábado 27 de noviembre de 1999. 13. Yo no tanto como él (Pedro Luis Ferrer). Sábado 22 de enero de 2000. 14. Dibujar canciones (Ireno García), con la exposición de grabados de Niurka Iñurrieta. Lunes 14 de febrero de 2000. 15. Hay cosas (Jorge García). Sábado 26 de febrero de 2000. 16. La impúdica es la guitarra (Marta Campos, Jorge Gar-cía, Heidi Igualada, Rita del Prado, Lázara Ribadavia, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Ariel Díaz, Silvio Alejandro Rodríguez y los poetas Sergio Gómez y Antonio López. Invitados: Glenda Fernández y Arsenio Díaz). Sábado 25 de marzo de 2000. 17. Volver a nacer (Heidi Igualada). Sábado 29 de abril de 2000. 18. Desde el son de la loma (Dúo Postrova). Sábado 27 de mayo de 2000. 19. Cubano por donde tú quieras (Fernando Bécquer). Sá-bado 24 de junio de 2000. 20. Concierto Especial de Sara González con la exposición de Diana Balboa Gracias por la música. Jueves 13 de julio de 2000. 21. Todavía no estoy mal (Manuel Argudín). Sábado 28 de octubre de 2000. 22. No puede haber soledad (Teresita Fernández). Sábado 25 de noviembre de 2000. 23. Como soy (Marta Campos). Sábado 27 de enero de 2001. 24. Arando el fin (Samuell Águila). Sábado 24 de febrero de 2001. 25. Mañana no habrá (Trío Enserie). Sábado 24 de marzo de 2001. 26. Canción de tarde (Lázara Ribadavia). Sábado 31 de marzo de 2001. 27. Agujeros (Polito Ibáñez). Sábado 28 de abril de 2001. 28. A guitarra limpia de Gerardo Alfonso a propósito del Cubadisco. Jueves 17 de mayo de 2001. 29. Estoy en casa (Ariel Díaz). Sábado 23 de junio de 2001. 30. Entre amigos (Alberto Faya). Sábado 28 de julio de 2001. 31. Reencuentro. Canciones del siglo pasado (Enriquito Núñez). Domingo 14 de octubre de 2001. 32. Concierto Trov@nónima.cu con jóvenes trovadores de la Asociación Hermanos Saíz. Sábado 27 de octubre de 2001. 33. Tercer aniversario de A guitarra limpia. Concierto Ho-menaje a Noel Nicola. Sábado 24 de noviembre de 2001. 34. Canción que queda, dedicado a Teresita Fernández y cierre de las conmemoraciones por el centenario del nacimiento de Pablo de la Torriente Brau. Sala Teatro Museo Nacional de Bellas Artes. Sábado 22 de diciembre de 2001. 35. Teresita canta a Martí (Teresita Fernández). Sala Tea-tro Museo Nacional de Bellas Artes. Domingo 27 de enero de 2002. 36. Cambiándolo todo (Ihosvany Bernal). Sábado 23 de febrero de 2002. 37. De esperanzas y miedos (Pedro Luis Ferrer). Sábado 30 marzo de 2002. 38. Contra señal (Juan Carlos Pérez). Sábado 27 de abril de 2002. 39. Concierto especial A guitarra limpia del cantautor mexicano Fernando Delgadillo. Sábado 25 de mayo de 2002. 40. Contra señal II (Juan Carlos Pérez). Sábado 20 de julio de 2002. 41. De mi corazón (Alejandro Valdés). Sábado 28 de sep-tiembre de 2002. 42. Concierto A guitarra limpia del trovador Erick Sán-chez. Sábado 26 de octubre de 2002. 43. Por todos los caminos (Leonardo García, Alain Garrido y Diego Gutiérrez). Sábado 23 de noviembre de 2002. 44. Concierto La mano amiga (Lázaro García, Augusto Blanca y Vicente Feliú), por el 4 aniversario. Sábado 28 de diciembre de 2002. 45. Desde La Edad de Oro (Rita del Prado), en el Museo Nacional de Bellas Artes. Sábado 25 de enero de 2003. 46. Cambiar el viento (Diego Cano). Sábado 1 de marzo de 2003. 47. El riesgo del juego (Inti Santana). Sábado 22 de marzo de 2003. 48. Más allá (Gerardo Peña, México). Sábado 26 de abril de 2003. 49. Multitudes en la silla (Silvio Alejandro). Dedicado a la Jornada de Solidaridad con Puerto Rico. Sábado 27 de sep-tiembre de 2003. 50. Biografía (William Vivanco). Sábado 25 de octubre de 2003. 51. Carta de provincia (Lázaro García). Sábado 8 de no-viembre de 2003. 52. Generación X (Samuell Águila, Norge Batista, Fernan-do Bécquer, Ihosvany Bernal, Diego Cano, Ariel Díaz, Leonardo García, Heidi Igualada, Silvio Alejandro, Inti Santana y el Dúo Karma), por el 5 aniversario de A guitarra limpia. Viernes 19 de diciembre de 2003. 53. Colgado en la pared (Norge Batista). Sábado 31 de enero de 2004. 54. Ni toda la tierra entera (Isabel Parra y Antar, Chile). Lunes 16 de febrero de 2004. 55. Toda la poesía (Alberto Tosca). Sábado 27 de marzo de 2004. 56. Pasado los treinta (Eduardo Sosa). Sábado 24 de abril de 2004. 57. Hambre de quimeras (Karel García). Sábado 22 de mayo de 2004. 58. De mirar (Rolando Berrío, Roly). Sábado 29 de mayo de 2004. 59. Soy un paisano (Ángel Quintero). Dedicado a la Brigada de Solidaridad Puerto RicoCuba Juan Rius Rivera. Sábado 24 de julio de 2004. 60. Antes de la noche (Yamira Díaz). Sábado 25 de sep-tiembre de 2004. 61. Voz de las aguas (Dúo Karma). Sábado 30 de octubre de 2004. 62. Concierto A guitarra limpia con Trovarroco, celebrando el 6 aniversario del espacio. Sábado 27 de noviembre de 2004. 63. Versos del alma (Dúo Janet y Quincoso). Dedicado al natalicio de José Martí y al 6 aniversario de la emisora Habana Radio. Sábado 29 de enero de 2005. 64. Sur (Ariel Barreiros y Yunior Navarrete). Sábado 26 de febrero de 2005. 65. Cuarto de siglo (Gerardo Alfonso), celebrando sus 25 años de vida artística. Sábado 23 de abril de 2005. 66. Flor de marabú (Pavel Poveda). Sábado 30 de abril de 2005. 67. El eco de las plazas (Dúo Buena fe). Dedicado al 4 ani-versario de la revista cultural La Jiribilla. Martes 10 de mayo de 2005. 68. Tita, Antar e Isabel Parra. Lunes 6 de junio de 2005. 69. Entre la trova y la postrova (Charly Salgado). Sábado 24 de septiembre de 2005. 70. A fuego abierto (Dúo Lien y Rey). Viernes 4 de no-viembre de 2005. 71. Frío (Dúo Ariel y Amanda). Celebrando el 7 aniversario del espacio. Sábado 26 de noviembre de 2005. 72. Descalzo por los caminos (Raly Barrionuevo, Argenti-na). Jueves 22 de diciembre de 2005. 73. Como una sola flor (Teresita Fernández). Dedicado al 7 aniversario de la emisora Habana Radio y al natalicio de José Martí. Sábado 28 de enero de 2006. 74. Credenciales (Tony Ávila). Sábado 25 de febrero de 2006. 75. Retrato (Samuell Águila). Sábado 25 de marzo de 2006. 76. Concierto sensible (Alain Garrido). Dedicado al 5 ani-versario de la revista cultural La Jiribilla. Sábado 29 de abril de 2006. 77. Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez). Sábado 27 de ma-yo de 2006. 78. Razones (Lázara Ribadavia). Sábado 8 de julio de 2006. 79. Anhelos en cofradía (Dúo Cofradía). Sábado 30 de sep-tiembre de 2006. 80. Pinceladas del Sur (Pedro Reñé, acompañado por Nata-lia Gómez, Argentina). Sábado 28 de octubre de 2006. 81. Conciertos Te doy una canción, celebrando el 8 ani-versario de A guitarra limpia. Homenaje a Silvio Rodríguez. Sábado 25 y domingo 26 de noviembre de 2006. 82. Una canción para Pablo. Miércoles 20 de diciembre de 2006. 83. Pared adentro (Freddy Lafitta). Sábado 27 de enero de 2007. 84. Técnica mixta (Isael Pipo Carrazana). Sábado 24 de fe-brero de 2007. 85. De paso por el sol (Leonardo García). Sábado 31 de mar-zo de 2007. 86. Como una luna en pie (Fernando Cabreja). Sábado 28 de abril de 2007. 87. Concierto Cubadisco 2007, con Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez. Sábado 26 de mayo de 2007. 88. De vuelta a la guitarra (Eric Méndez). Sábado 27 de octubre de 2007. 89. Una canción para Frida y Diego. Celebrando el 9 ani-versario de A guitarra limpia. Sábado 24 de noviembre de 2007. 90. Concierto de fin de año (Pedro Luis Ferrer). Sábado 22 de diciembre de 2007. CONCIERTOS ESPECIALES 1. Concierto de clausura del IV Salón y Coloquio de Arte Digital. Con Rosa Matos y el grupo Danza Interactiva. Viernes 21 de junio de 2002. 2. Concierto especial Como un árbol (Dúo Karma. Invi-tados: Rodrigo Wangeman, Yoriell Carmona y Rigoberto Her-nández). Dedicado a la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto Rico. Homenaje a Vieques, con la presentación del libro El rostro de la desobediencia civil. Sábado 12 de julio de 2003. 3. Concierto especial dedicado al VII Encuentro de la Tro-pa cósmica (Leonardo García, Heidi Igualada, Rita del Prado, Dúo Karma, Inti Santana, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Erick Sánchez, Ernesto Pita y Diego Cano). Miércoles 6 de agosto de 2003. 4. Concierto especial Como una sola voz (Miryam Qui-ñónes –Perú–, y Pepe Ordás). En ocasión también del VII En-cuentro de la Tropa cósmica. Jueves 7 de agosto de 2003. 5. Recital de Ireno García y Coralia Veloz con poemas de Eliseo Diego. Celebrando los 50 años de vida de este trovador. Presentación del CD de Palabra Viva dedicado a Eusebio Leal. Viernes 15 de octubre de 2004. 6. Concierto e inauguración de la exposición Me han es-tremecido un montón de mujeres. Dirección artística: Erick Sánchez. Martes 8 de marzo de 2005. LISTA DE CASETES Y CDS A GUITARRA LIMPIA CASETES Futuro inmediato (Santiago Feliú) Cuatro maneras de mirar (varios) Viaje por la poesía (María Gisela Rosado y el grupo Kábala) Cincuenta son, pero no duelen tanto (Vicente Feliú)1 Guitarra, siempre guitarra (Gerardo Alfonso)2 Más que sobrevivir (Rita del Prado)3 Cuerda joven (varios) Casi feliz (Augusto Blanca)4 Inmigrante a media jornada (Frank Delgado) Señales (Diego Cano) Pieza sin título (Rey Guerra y sus invitados) Dibujar canciones (Ireno García) Hay cosas (Jorge García) La impúdica es la guitarra (varios) Volver a nacer (Heidi Igualada) Cubano por donde tú quieras (Fernando Bécquer) Todavía no estoy mal (Manuel Argudín) No puede haber soledad (Teresita Fernández)5 Como soy (Marta Campos) Arando el fin (Samuell Águila) Canción de tarde (Lázara Ribadavia) Estoy en casa (Ariel Díaz) Entre amigos (Alberto Faya) Homenaje a Noel Nicola (varios)6 Teresita canta a Martí (Teresita Fernández)7 Cambiándolo todo (Ihosvany Bernal) Contra señal (Juan Carlos Pérez) De mi corazón (Alejandro Valdés) Por todos los caminos (Leonardo García, Alain Garrido, Die-go Gutiérrez) CDS No me mires tan extraño (Gerardo Alfonso) A guitarra limpia (Erick Sánchez) La mano amiga (Augusto Blanca, Lázaro García, Vicente Feliú) Señales (Diego Cano) El riesgo del juego (Inti Santana) Multitudes en la silla (Silvio Alejandro Rodríguez) Generación X (varios) Paria (Alberto Tosca) Pasado los treinta (Eduardo Sosa) Soy un paisano (Ángel Quintero) Antes de la noche (Yamira Díaz) Voz de las aguas (Dúo Karma) Trovarroco (Trío Trovarroco) Poemas musicalizados (Dúo Janet y Quincoso) Sur (Ariel Barreiros y Yunior Navarrete) Cuarto de siglo (Gerardo Alfonso) Flor de marabú (Pavel Poveda) Entre la trova y la postrova (Charly Salgado) A fuego abierto (Dúo Lien y Rey) Frío (Dúo Ariel y Amanda) Credenciales (Tony Ávila) Retrato (Samuell Águila) Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez) Razones (Lázara Ribadavia) Te doy una canción (dos volúmenes, varios) Una canción para Pablo (varios) De paso por el sol (Leonardo García) ANTOLOGÍAS A GUITARRA LIMPIA CASETES Antología 1 (varios) Antología 2 (varios) Antología 3 (varios) Antología 4 (varios) CDs Antología 1 (varios)8 Antología 2 (varios)9 Antología 3 (varios)10 Antología 4 (varios) Antología 5 (varios) Antología 6 (varios) TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS DE A GUITARRA LIMPIA Alain Garrido (Santa Clara, 30 de marzo de 1969). Comenzó a componer sus canciones y a presentarse en público en 1992. Dos años después ingresó a la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y desde el 2000 es Proyecto Nacional de esa or-ganización. Pertenece al Centro Provincial de la Música de Villa Clara. Ha participado en numerosos festivales y eventos de la canción, con buena aceptación de público y crítica. En 2001 integró la delegación de la Asociación Hermanos Saíz al Encuentro Multicultural Eurolatinoamericano efectuado en Veracruz, México. Ha compartido escenarios con Teresita Fer-nández, César Portillo de la Luz, Alejandro Lerner, Gerardo Alfonso, Santiago y Vicente Feliú, y ha sido invitado a con-ciertos de Liuba María Hevia, Raúl Torres, el dúo Postrova, el trío Enserie, entre otros. Es fundador de La Trovuntivitis (1997), espacio de trova del Centro Cultural El Mejunje de Santa Clara. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) desde el año 2007. Alberto Faya (Santiago de las Vegas, 20 de abril de 1944). Cursó estudios en el Instituto Pedagógico Enrique José Varona. Licenciado en Historia del Arte en la Universidad de la Habana. Su carrera artística comenzó a partir de 1962. Ha obtenido premios nacionales y ha realizado giras por países de Europa (Italia, Alemania, Francia, España, entre otros) y ciudades de Estados Unidos y Canadá. También se ha pre-sentado en Brasil, Nicaragua, Guatemala, Puerto Rico y Bo-livia. Investigador y promotor cultural, es autor de El libro del sabor (Ediciones Unión, 1999), así como de artículos sobre música en las revistas Bohemia y Casa de las Américas. Posee una amplia discografía con el grupo Moncada, del cual fue fundador, y también como instrumentista, cantante, solista y arreglista en otras grabaciones. Guionista y conductor de pro-gramas como Trovada (Habana Radio), La clave del enigma y Sur (Televisión Cubana). Alberto Tosca (La Habana, 12 de marzo de 1955). Can-tautor cubano, productor musical y arreglista. Graduado de música y canto en el Conservatorio de Superación Profesional Ignacio Cervantes y miembro del Latin Academy of Recording Arts & Sciences, Inc., de California. Ha compartido escenarios con Fito Páez, Tania Libertad, Amparo Ochoa, Sonia Silvestre, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, María Bethania, Chico Buarque, Inti Illimani, César Portillo de la Luz, Pedro Luis Ferrer, Amaury Pérez, entre otros. Su obra autoral sobrepasa las setecientas canciones. Ha compuesto a cuatro manos con el guitarrista y compositor Peter Frampton en el proyecto Music Bridge (1999) que involucró a autores cubanos y norteameri-canos. Su obra ha hecho pensar y disfrutar a públicos diversos como los de Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Bulgaria, Nica-ragua, México, Rusia, Curazao, Venezuela, Finlandia, Canadá y España. Ángel Quintero (La Habana, 31 de mayo de 1956). In-gresó en 1972 al Movimiento de la Nueva Trova y desde en-tonces ha desarrollado una intensa carrera que lo ha llevado a escenarios de Nicaragua, Angola, Etiopía, Mozambique, El Salvador, Honduras, Guatemala, Bolivia, Ecuador, México, Estados Unidos, varias naciones europeas, Irán y Egipto, en-tre otros países. Ha grabado los discos: Alma y Voluntad (EGREM, 1984), Yo sacaré lo que en mi pecho tengo (Bonafina Records, 1993) y El paisano (EGREM, 2001). Se ha destacado en la creación de música para teatro y danza, y ha colaborado con prestigiosas compañías e instituciones de las artes escé-nicas como Bertolt Brecht, Rita Montaner, Teatro Estudio y el Ballet Nacional de Cuba. Su ópera-trova Donde crezca el amor ganó Premio Coral del VIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y fue mención del Festival Internacional de Teatro (1984), entre otros reco-nocimientos. Antonio Ávila, Tony (La Habana, 13 de agosto de 1970). Licenciado en Marxismo e Historia. Comenzó su carrera en Cárdenas, durante su etapa estudiantil, en el mo-vimiento de aficionados. Desde 1997 es miembro de la Aso-ciación Hermanos Saíz y en 2003 fue seleccionado Proyecto Nacional de esa institución. En 1998 fundó el cuarteto Agua tibia y en 2002, el quinteto Con clave, con el que alcanza la Excelencia Artística, categoría que otorga el Instituto Cubano de la Música. Ha participado en festivales de trova y compar-tido con Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Pepe Ordás, Rita del Prado, Leonardo García, Eduardo Sosa, Ángel Quintero, el Septeto Ignacio Piñeiro, Los muñequitos de Matanzas, el grupo Juego de mano, entre otros. Es activo animador del proyecto cultural La Suerte de los Cangrejos. Incluido en la antología Desde el umbral, coproducida por la EGREM y la AHS en 2003. En 2004 grabó A primera vista, con su grupo Con clave. Participó en el disco homenaje a Silvio Rodríguez Te doy una canción, del Centro Pablo, donde grabó también, en uno de los conciertos A guitarra limpia, el CD Credenciales. Ariel Barreiros (Aguada de Pasajeros, 7 de julio de 1971). A los 12 años comenzó a tocar la guitarra de forma autodidacta y alrededor de 1990 compuso sus primeras canciones. Se caracteriza por el lirismo de sus composiciones y el rigor en la interpretación. Como Proyecto Nacional de la Asociación Her-manos Saíz, ha sido invitado a participar en festivales nacionales de la trova. Algunos de sus temas se encuentran recogidos en los discos Trov@nónima.cu (Bis Music) y La estrella de Cuba (EGREM). En 2004 realizó un concierto en el espacio Verdadero complot, de la Asociación Hermanos Saíz, en la Sala Caturla del Teatro Amadeo Roldán. Su concierto conjunto con Yunior Navarrete en el Centro Pablo ha sido recogido en el CD Sur, de la Colección A guitarra limpia. También figura en el segundo volumen de Te doy una canción, homenaje a Silvio Rodríguez, de A guitarra limpia. Ariel Díaz (La Habana, 15 de febrero de 1974). De formación musical autodidacta, comenzó su carrera como trovador con un concierto en la Sala Manuel Galich, de Casa de las Américas, en 1996. Ha actuado en escenarios de Cuba, Guatemala, España, Brasil, Argelia, Alemania, México, Ve-nezuela, Francia, Argentina, Suiza e Italia. Ha compartido presentaciones y estudios de grabación con relevantes figuras como Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente Feliú, Teresita Fernández y la mayoría de los cantautores de su generación. Es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y per-tenece al Centro Nacional de la Música de Concierto. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Figura en la Antología IV de la Nueva Trova grabada en los estudios Ojalá, y en Cuerda Joven, La impúdica es la guitarra y Frío (a dúo con Amanda Cepero), Te doy una canción, estas últimas del Centro Pablo de la Torriente Brau, entre otras grabaciones. Augusto Blanca (Banes, 24 de junio de 1945). Fundador del Movimiento de la Nueva Trova, del cual es uno de sus principales exponentes. Vinculado profundamente al teatro, ha obtenido diversos premios de actuación, dirección y por su música. En este sentido, su nombre está ligado a Teatrova, el Cabildo Teatral Santiago, el Guiñol de Santiago de Cuba, el Grupo Okantomí y Teatro Estudio, entre otras agrupaciones. Se ha presentado en eventos de música y teatro en varios paí-ses de América Latina, Europa, África y el Caribe. En su dis-cografía se encuentran Regalo (1978), De regreso (1982), Un puñado de semillas (1986), Este árbol que sembramos (Premio Especial Cubadisco 1999), donde participan varios de los más importantes trovadores cubanos, y Luna lunera (Premio en la categoría de Trova en Cubadisco 2005). Ganó el Premio Caricato 2006 por la música para la obra de teatro Papobo, e igual reconocimiento al año siguiente, por El mago de Oz. Sus canciones han sido incluidas en diversas antologías de la Nueva Trova. Posee, entre otros reconocimientos, la Distin-ción por la Cultura Nacional y la Orden Raúl Gómez García, del Sindicato de Cultura. Axel Milanés (Manzanillo, 3 de junio de 1973). Compuso sus primeras canciones en la adolescencia. Graduado de Psicología en la Universidad de La Habana en 1996, ese año realizó su pri-mer concierto A golpe de guitarra en Casa de las Américas. Ha compartido el escenario con reconocidas figuras de la Trova cu-bana, así como con cantautores de diferentes países. Se ha presentado en escenarios de España (1995), México (1996) y Argentina, país donde reside desde 1999. Entre sus discos figuran las producciones independientes Fe de nacimiento (2203), Viviendo de inventarme (2004) y Buscando luz (2007). Asimismo, su trabajo se encuentra recogido en el casete Cuatro maneras de mirar (grabado en vivo en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau en 1998) y en la Antología 1 del espacio A guitarra limpia (1999). Carlos Ibáñez, Polito (Rodas, 29 de marzo de 1965). Graduado de Actuación en el Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA) en 1988. Desde 1984 ingresó en el Movimiento de la Nueva Trova. Luego de un importante proyecto promocional de su obra, realizó en 1991 un concierto único en el Teatro Mella, de la capital. Desde entonces se ubicó entre los más importantes trovadores de su generación. Polito ha realizado numerosas actuaciones en Cuba y se ha presentado en Argentina, Venezuela, Francia, Holanda, Costa Rica y España. Ha compartido escenarios con notables exponentes de la canción de autor como Silvio Ro-dríguez, Pablo Milanés y Joaquín Sabina, entre otros. En su discografía se encuentran los títulos: Recuento (grabado en vivo en el Teatro Nacional de Cuba en 1993), Para no pensar (1999) y Axilas (2003). Carlos Salgado, Charly (Manzanillo, 8 de noviembre de 1973). Es graduado de Filosofía de la Universidad de La Habana. Culmina estudios de Nivel Elemental en la Escuela de Música Gerardo Guanche, de Guanabacoa, en 1998. Desde 1999 es miembro de la Asociación Hermanos Saíz y pertenece desde el año 2001 a la UNEAC. Durante tres años organizó en La madriguera la Peña El Viernazo. Se ha presentado en di-ferentes escenarios nacionales y realizó una gira por Vene-zuela, durante abril y mayo de 2007. Ha compartido escenarios con Frank Delgado, Teresita Fernández, Athanai, Erick Sán-chez y casi todos los trovadores de su generación. En el año 2002 graba el demo Podrás decirme, en el 2003 realiza su álbum debut Buscando caminos (EGREM), y en el 2006 presenta el CD A guitarra limpia Entre la trova y la postrova. También ha participado en el CD Te doy una canción, homenaje al trovador Silvio Rodríguez (A guitarra limpia, 2007). Carlos Varela (La Habana, 11 de abril de 1963). Gra-duado de Actuación en el Instituto Superior de Arte. En 1980 ingresó al Movimiento de la Nueva Trova. Sus temas, asen-tados en una estética muy urbana, denotan una marcada in-fluencia de la canción y el rock. Ha compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Pedro Luis Ferrer, Amau-ry Pérez, Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Joan Manuel Serrat, Fito Páez, Joaquín Sabina, León Gieco, Mercedes Sosa, entre otros. Se ha presentado en América La-tina, Europa y los Estados Unidos y sus temas aparecen en discos de artistas cubanos y extranjeros. Ha creado música para cine, teatro y danza. Su discografía incluye: Jalisco Park (1989), Carlos Varela en Vivo (1991), Monedas al aire (1992), Como los peces (1995), Nubes (2000), Siete (2003) y, más recientemente, Los hijos de Guillermo Tell. Diego Cano (La Habana, 26 de diciembre de 1970). De formación musical autodidacta, realiza sus primeras presen-taciones a inicios de la década de los 90. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha participado en diversos fes-tivales de la trova y ha realizado conciertos por todo el país, así como grabaciones y programas para la radio y la televisión cubanas. En 1998 fue invitado junto a otros trovadores a presentarse en Ciudad de Guatemala, y visitó después Suecia, Ecuador, Venezuela, Bolivia, entre otros. Ha compartido es-cenarios con Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Raúl Torres, y muchos de los trovadores de la promoción más reciente. Sus temas se incluyen en Antología de la Nueva Trova (EGREM), Cuatro maneras de mirar, grabado en vivo en el Centro Pablo de la Torriente Brau, así como en Trovador, Acabo de soñar y Te doy una canción, CD Homenaje a Silvio Rodríguez (A guitarra limpia, 2007). También ha realizado grabaciones en los estudios Ojalá y Abdala. Diego Gutiérrez (Ciego de Ávila, 25 de septiembre de 1974). Licenciado en Lengua y Literatura Inglesa por la Universidad Central de Las Villas. Cantautor de formación autodidacta, es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz desde 1998. Co-fundador de La Trovuntivitis, espacio de trova del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. Ha participado en eventos en Cuba, España, Chipre, Venezuela, Argentina y Argelia (XV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, 2001). Su obra incorpora elementos de la trova tradicional cubana, junto a influencias del rock, la música brasileña, el reggae, etc. Sus temas figuran en las antologías Trov@nónima.cu (Bis Music, 2001) y Acabo de soñar (EGREM 2003, poemas musicalizados de José Martí), y los CDs Por todos los caminos (Centro Pablo de la Torriente Brau, 2003), De cero (Unicornio, 2006), Premio Cubadisco 2007, y Demasiado DiEgo (Centro Pablo, 2007). Eduardo Sosa (Mayarí Arriba, 18 de abril de 1972). Graduado de Educación Artística (1995) en el Instituto Su-perior Pedagógico Frank País. En febrero de 1997 integra junto a Ernesto Rodríguez el Dúo Postrova con el que participó en numerosos festivales y compartió escenarios con destacados músicos cubanos. A mediados del año 2002, tras la separación de Postrova, Sosa empieza a consolidar su carrera en solitario, caracterizada por un repertorio que va de los temas más líricos a los más apegados a la tradición sonera. Ha grabado con importantes cantautores e intérpretes, como Silvio Rodríguez y Ana Belén, y colaborado en proyectos de Pablo Milanés, Andy Montañez y Fito Páez, entre otros. Posee la Orden Raúl Gómez García, la condecoración Abel Santamaría y el sello por el 20 aniversario de la AHS. En su discografía se incluyen Postrova (1999), Para alejar la tristeza (inédito, con Postrova, 2001) y, en solitario, Pasado los treinta (Colección A guitarra limpia, 2004) y Eduardo Sosa (sello Colibrí, 2007). Enrique Núñez, Enriquito (La Habana, 28 de marzo de 1953). A los 15 años aprendió los primeros acordes, bajo la influencia del memorable concierto de Silvio, Pablo y Noel en Casa de las Américas (1968). En diciembre de 1972 participó en Manzanillo en la fundación del Movimiento de la Nueva Trova. Al año siguiente comenzó a cantar profesionalmente en solitario o compartiendo escenarios con Vicente Feliú, Mi-ke Porcell y Jesús del Valle, entre otros. Ha participado y ga-nado varios concursos, entre ellos el Adolfo Guzmán, donde obtuvo Gran Premio en 1986, con un tema defendido por Pablo Milanés. En 1990 grabó Con dulce rabia, Premio EGREM de la Crítica. Ha llevado sus canciones a Angola, Nicaragua, México y España. En 1998 recibió la Orden Raúl Gómez García por sus 25 años de trabajo artístico. Eric Méndez (La Habana, 31 de enero de 1978). De formación autodidacta. Pertenece a la Asociación Hermanos Saíz desde el año 2000. Empezó a componer en 1997 y tuvo sus primeras presentaciones públicas en la Peña de Cecilio Avilés. Ha participado en diversas actividades y proyectos co-munitarios. Ha compartido escenarios con los trovadores Charly Salgado, Yolo Bonilla, Lilliana Héctor y Ariel Díaz, entre otros. Realizó el video clip Fábula ecologista auspiciado por la fundación canadiense WWF. En el año 2006 recibió la Beca de Creación Sindo Garay, que otorga el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Sus temas figuran en el CD Sem-brando, grabado en vivo en el espacio Verdadero complot, de la Asociación Hermanos Saíz. Erick Sánchez Rodríguez (La Habana, 13 de junio de 1969). Trovador, miembro de la Asociación Hermanos Saíz y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Desde el año 1988 ha participado en numerosos festivales de la trova en todo el país. Participó en el Primer Encuentro Iberoamericano de Cantautores. Ha realizado conciertos en espacios que tradicionalmente promueven la nueva canción, como la Casa de las Américas, La Madriguera y la antigua Casa del Joven Crea-dor. Ha compartido escenarios con Vicente Feliú, Frank Del-gado, José Antonio Quesada, Ángel Quintero, Augusto Blanca, Gerardo Alfonso, Fernando Delgadillo, Raúl Torres y otros trovadores de su generación. Fernando Bécquer (La Habana, 25 de diciembre de 1970). De formación prácticamente autodidacta, desde 1987 comienza a presentarse con sus primeras canciones. Ha par-ticipado en importantes eventos de la canción en Cuba, destacándose entre ellos el Festival Internacional de So-lidaridad Cuba Vive (1995) y el Music Bridge (1999) con los músicos Gary Burr y Amy Ray. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha compartido escenarios con el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro, Compay Segundo, Manuel Argudín, Jorge García, Giraldo Piloto, Samuell Águila, Diego Cano, Ihosvany Bernal y Ariel Díaz, entre otros. En su discografía figuran Cuatro maneras de mirar (1998), Antología 1 (1999) y La impúdica es la guitarra (2000), todos grabados en vivo y producidos por el Centro Pablo de la Torriente Brau. Fernando Cabreja (Sagua de Tánamo, 30 de octubre de 1960). Licenciado en Historia del Arte de la Universidad de La Habana. Es poeta, trovador y realizador de programas en la emisora La voz del níquel (Moa). Publicó sus primeros poemas en las revistas Alma Mater y El Caimán Barbudo (años 80). En 1991 vio la luz su poemario Paradoja de un hombre en la mirilla. Pertenece a la generación de Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú y Frank Delgado. Ha compuesto más de cien canciones, entre ellas «Canción al desaliento», que ha sido interpretada por el Trío Enserie, el Dúo Cofradía, Diego Cano, entre otros trovadores. Como pro-motor cultural organiza desde el 2000 el evento Trova viva y mantiene todos los segundos jueves de cada mes el espacio Alta marea. Recibió la distinción 20 Aniversario de la Asociación Hermanos Saíz. Es miembro de la UNEAC. Obtuvo premio en el Concurso Una canción para Pablo, convocado por el Centro Pablo. Sus canciones mezclan lo lírico y lo épico y defienden lo perdurable como esencia humana universal. Fernando Delgadillo (Ciudad de México). Comenzó como cantautor en el Ágora del Parque Neucalli. Rápidamente sus conciertos empezaron a ganar cada vez más público. Grabó su primer CD en 1992, fecha en la que se presentó en el Foro Felipe Villanueva frente a más de mil personas. Ha sido in-vitado a importantes eventos internacionales, entre ellos el Festival Internacional de la Televisión de Beijing y el Fes-tival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en 1997, en Cuba. Su prolífera discografía incluye Con cierto aire a ti (1992), Crónicas de Bruno del Breñal (1994), Desviaciones de la canción informal (1994), De vuelos y de sol (1995), Primer estrella de la tarde (1997), Entre pairos y derivas (1998), Febrero 13, Vol. I (1999) y II (2000), Campo de sueños (2001), entre otros. Frank Delgado (Minas de Matahambre, 19 de octubre de 1960). Graduado de Ingeniería Hidráulica. Se inició for-malmente en el Movimiento de la Nueva Trova en julio de 1979, vinculado con trovadores como Santiago Feliú, Carlos Varela y Gerardo Alfonso. Es considerado por muchos como un cronista de su generación. Sus canciones destacan por la amplia gama de referentes, tanto rítmicos como textuales. Además de los más importantes escenarios cubanos, ha ac-tuado en más de dos centenares de ciudades en África, Europa y América Latina. Ha compartido presentaciones con Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Daniel Viglietti, Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y numerosos trovadores cubanos de su generación y las siguientes. Su obra ha sido interpretada por cantautores y agrupaciones dentro y fuera de Cuba. Su disco-grafía incluye Trovatur (Mutis, Argentina, 1996), La Habana está de bala (Nuestra América, Argentina, 1998), El adivino (Picap, España, 2001), Mi mapa (Asterisco, Argentina, 2004) y Pero qué dice el coro (CD/DVD, independiente, 2007). Freddy Lafitta (Baracoa, 1971). Narrador, trovador y poeta. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha publicado en diferentes revistas del país, así como en varias antologías cubanas y extranjeras. Ha merecido varios premios literarios, como el Principito, de cuentos para niños (2000), Todo décima, de poesía para niños (2003), Mención Premio Iberoamericano Cucalambé (2000) y Premio Nacional AlaDécima (2005), entre otros. En el año 2006 publicó el cuaderno Empezar desde cero, de poesía para niños (Editorial Sanlope, Las Tunas). Como trovador, es autor e intérprete de las canciones de su repertorio, y se ha presentado en diferentes escenarios del país. Reside en Las Tunas. Gerardo Alfonso (La Habana, 1 de noviembre de 1958). Ingresó al Movimiento de la Nueva Trova en 1980. Entre sus creaciones figura el género guayasón, que se nutre de la música campesina y la afrocubana, enriqueciéndola con nuevos pa-trones rítmicos. Varios artistas y agrupaciones interpretan y han grabado sus temas. Ha compartido escenarios con im-portantes figuras cubanas y extranjeras. Ha creado también música para filmes y documentales y ha sido un destacado promotor cultural desde proyectos como Almendares Vivo. Muchos de sus discos han sido nominados en las categorías de Canción y Trova/Pop/Rock, entre otras, en los eventos Cuba-disco. Algunos de ellos son Sábanas blancas (Premio EGREM 1995), Recuento (1998, Premio de Testimonio en Cubadisco 2001), El ilustrado caballero de París (2001, Premio de Canción en Cubadisco 2002), Momentos (2002), Las cosas que yo te cuento (2003), Raza (2004, Premio de Trova/Pop/Rock en Cubadisco 2005), A orillas del mar (2005), No me mires tan extraño (2006). Posee, entre otros reconocimientos, la Distinción por la Cultura Nacional, la Orden Alejo Carpentier y el Diploma al Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte. Es miembro del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Gerardo Peña (Hermosillo, México). Sus temas han recibido premios nacionales e internacionales y han sido gra-bados por importantes intérpretes de la canción iberoamericana. Ha escrito música para cine, teatro y televisión. En 1997 fue nominado para una Diosa de Plata, por la música de la película El amor de tu vida S.A. Es productor, compositor e intérprete de sus tres discos como solista: El tren (1996), Nada (1998) y Torre de Babel (2001). Participa en el disco compilatorio El que la hace la canta (Sony Music) con la canción «Muy a gusto». Se ha presentado en foros de Estados Unidos, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Argentina, Cuba, España, Alemania y una gran parte de su país. Glenda Fernández-Vega Medina (Londres, 24 de julio de 1980). Realizó estudios de piano. Durante su corta carrera compartió escenarios con importantes figuras de la música cubana, como Sara González y Teresita Fernández, además de acumular presentaciones en varios lugares del país. Obtuvo diversos premios en festivales de aficionados por su parti-cipación como intérprete. Integró el proyecto musical Flor y canto de América, bajo la dirección de Alberto Faya. Durante un tiempo trabajó junto al trovador Samuell Águila. Actual-mente reside en los Estados Unidos. Heidi Igualada (La Habana, 9 de abril de 1964). Poseedora de una cálida voz, es graduada de Nivel Elemental de Guitarra en el Centro de Superación Profesional Ignacio Cervantes y de Nivel Medio Superior en la especialidad de Canto en el Centro de Superación Provincial Félix Varela. Ha compartido escenarios con Sara González, Anabell López, Marta Campos, Rita del Prado, Jorge García, Gerardo Alfonso, Lázara Ribadavia y Ariel Díaz, entre otros. Ha actuado en Cuba, Nicaragua, Guatemala, Venezuela, España e Italia. Participó en el disco homenaje a Teresita Fernández Vamos todos a cantar (1998). Además, sus obras están incluidas en la Antología de la Nueva Trova, Volumen IV (1997), Songs from the hearts of Cuba (Global Disc Records, 1998), Cuerda joven (1999), Antología 1 (1999) y La impúdica es la guitarra (2000), los tres últimos de la Colección A guitarra limpia. Grabó en solitario el disco Serenata (Unicornio, 2002). Ihosvany Bernal (La Habana, 25 de marzo de 1973). Graduado del Instituto Superior de Cultura Física. Desde el año 2000 forma parte del Centro Nacional de la Música de Concierto. Comienza a hacer canciones en 1991, luego de fi-nalizar sus estudios de música. Hasta 1996 estuvo trabajando como instrumentista en agrupaciones de pequeño formato haciendo música popular. Como trovador ha participado en diferentes conciertos y festivales tanto dentro como fuera de nuestro país. Sus temas aparecen en los fonogramas: Antología 1 (1999), Cuerda joven (1999), La impúdica es la guitarra (2000) y Antología 2 (2001) de la Colección A guitarra limpia. Es co-fundador del proyecto Puntal Alto (abril de 2000), espacio de recitales para la joven trova, con sede en la Sala Majadahonda del Centro Pablo. En el 2001 presenta su primer CD Puesta de luna (Producciones Puntal Alto), que incluye once temas de su autoría. Inti Santana Guerra (La Habana, 31 de enero de 1974). Licenciado en Biología en la Universidad de La Habana. En abril de 1999 se presenta por primera vez ante el público en la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de ese centro de altos estudios. Desde entonces ha participado en diferentes eventos. En el 2000 estudió nivel elemental de guitarra en la escuela Gerardo Delgado Guanche (Guana-bacoa). En agosto de 2002 participó en el Encuentro de la Tropa Cósmica en Valencia (España). Fusiona la canción tro-vadoresca con elementos de la música afrocubana, el son, el bolero, el pop-rock, la música árabe y la brasilera, entre otros. Elegido Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz en el año 2003. Se ha presentado varias veces en solitario o compartiendo escenarios con Vicente Feliú, Augusto Blanca, Frank Delgado, Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, y casi todos los trovadores de su generación. Ireno García (La Habana, 29 de septiembre de 1954). Cursó estudios musicales en el Conservatorio Alejandro Gar-cía Caturla. En el año 1979 ingresó al Movimiento de la Nueva Trova. Sus canciones forman parte del repertorio y la dis-cografía de cantantes en Cuba y el extranjero. Ha actuado en di-versos países y posee varias distinciones y premios nacionales e internacionales. Ha realizado música para cine, televisión, teatro y danza. En su discografía aparecen los títulos Ireno García canta a Eliseo Diego, Dibujar canciones (Colección A guitarra limpia) y el más reciente, Coraleando. El CD Ireno García canta a Eliseo Diego fue premiado en la Feria Cuba-disco (1999). También ha colaborado como dibujante en re-vistas y publicaciones nacionales e internacionales. Isabel Parra (Santiago de Chile, 29 de mayo de 1939). Autora, intérprete y divulgadora de canciones y ritmos po-pulares chilenos y latinoamericanos. Grabó su primer disco a los 13 años acompañada a la guitarra por su madre, Violeta Parra. Inició su carrera en París, donde se presentó en diversas boites de nuit del Barrio Latino. En 1964, otra vez en Chile, junto a su hermano Ángel, fundó la Peña de los Parra, centro de difusión artístico-musical de referencia obligada en esa época. Además de ser una excelente intérprete de la obra de Violeta Parra, Isabel es una importante autora y coautora con su madre de una decena de temas. Compone su música en el cuatro, charango o guitarra. Destaca por la gran sensi-bilidad de sus canciones. En un viaje a Cuba conoció el Mo-vimiento de la Nueva Trova y desde entonces ha sido una gran divulgadora de esta canción. Ha interpretado y grabado temas de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola. Isael Carrazana Vargas, Pipo (Bayamo, 30 de marzo de 1971). Aficionado a la música y a la plástica desde niño. En 1994 ingresó a la Asociación Hermanos Saíz de la provincia de Granma, organización donde poco después asumió varias responsabilidades. Se ha presentado en diversos espacios y festivales en el país, entre ellos las Romerías de mayo en Hol-guín, el proyecto Puntal Alto de la Sala Majadahonda del Cen-tro Pablo de la Torriente Brau y el Centro Hispanoamericano de Cultura, entre otros. Ha obtenido premios en varias edicio-nes del Festival provincial de la Trova Pimpo Lao y obtuvo Gran Premio en el Festival Nacional de Música Campesina (2003). En el año 1999 realiza la grabación de un demo en los Estudios del Centro de la Música Sindo Garay, de Bayamo. Fue uno de los ganadores de la primera edición de la Beca Sindo Garay (2006), del Centro Pablo. Jorge García (La Habana, 4 de mayo de 1959). Cursó estudios de guitarra en el Conservatorio Alejandro García Caturla. Desde muy joven se vinculó al Movimiento de la Nueva Trova, pero solo en 1988 se dedicó profesionalmente a la can-ción. Se ha presentado en Nicaragua, Venezuela, Alemania, Argentina y Uruguay. Ha compartido el escenario con figuras como Noel Nicola, Silvio Rodríguez, Miriam Ramos, Xiomara Laugart, Teresita Fernández, Numa Moraes, Víctor Heredia, Ernán López-Nussa y Rey Guerra, entre otros. Su discografía la conforman los títulos Jorge García (EGREM, 1991), Más allá (EGREM, 1996), Cambios (EGREM, 1999), Hay de todo en la Viña del Señor (Unicornio, 2003) y Jorge García en vivo (CD Independiente, 2006). Además, ha producido los discos Casi lo digo, de Rita del Prado (EGREM, 1997) y Vamos todos a cantar (Homenaje de la Nueva Trova a Teresita Fernández) (EGREM, 1999). José Antonio Rodríguez (República Dominicana). Ganador del primer lugar en el Festival de la Canción de la Asociación de Músicos de República Dominicana en 1984 y, dos años después, del primer premio en el Festival Interna-cional de Viña del Mar (Chile). Ha editado discos en los que han participado destacados músicos como Juan Luis Guerra, Manuel Tejada, Jochi Sánchez, Peng Bian y los cubanos Silvio Rodríguez y Carlos Varela. Ha compartido escenarios con Alberto Cortés, Mercedes Sosa, Vicente Feliú, Miriam Ramos, Charles Aznavour, George Ben, Noel Nicola, Alejandro Filio y la emblemática orquesta cubana Los Van Van, entre otros. Juan Carlos Pérez (La Habana, 25 de septiembre de 1953). Realizó estudios de nivel medio en guitarra y percusión y comenzó una carrera como baterista hasta 1974, cuando ingresó en el Movimiento de la Nueva Trova. Cursó estudios de música electroacústica con el maestro Juan Blanco, en el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica. En 1986 obtuvo el Tercer Premio en el Concurso de Música Cubana Adolfo Guzmán con la obra «Cantata». Ha compartido la es-cena con artistas como Sara González, Alberto Cortés, Santiago Feliú, Pedro Luis Ferrer, Alejandro Filio, Víctor Víctor, Vicen-te Feliú, entre otros. Integró el grupo Paisaje con río, donde in-terpretó sus propias canciones. Se ha presentado con éxito en todo el país y en Brasil. Su discografía incluye Participo (EGREM, 1997) y Juan Carlos Pérez en vivo (producción in-dependiente). En el 2000 grabó con la empresa Pacific Toyama Inc. la obra «Habana I 1998», para el disco compilatorio de música cubana Habana Now. Ese mismo año participó en el Encuentro Internacional de Cantautores «Un canto de todos», auspiciado por Casa de las Américas. Karel García Liranza (La Habana, 12 de abril de 1971). Comienza a componer en diciembre de 1989, después de conocer personalmente a Vicente Feliú, quien incentiva su vocación desde la Casa de la Cultura del reparto capitalino de Alamar. Participa en varios festivales de la trova y ofrece conciertos en la Casa de las Américas. Un singular dúo con Carlos Lage le llevó a grabar su disco Souvenires de futuro en España, en 1999. Ha actuado en varias ciudades europeas como Barcelona, Madrid, Ginebra y París. Ha compartido el escenario con Vicente y Santiago Feliú, Silvio Rodríguez, Frank Delgado, Sara González, Marta Campos, entre otros. Reside en Barcelona. Lázara Ribadavia (La Habana, 4 de mayo de 1966). Licenciada en Filosofía en la Universidad Estatal de Moscú M. Lomonosov. Cursó estudios de superación musical con la prestigiosa profesora Leopoldina Núñez Lacret. Se ha pre-sentado en escenarios nacionales e internacionales. Durante cuatro años mantuvo en el cine Mara la Peña El Azar, sitio de encuentro de trovadores y poetas de su generación. Ha com-partido escenarios con Ireno García, Rita del Prado, Heidi Igualada, Marta Campos, Gerardo Alfonso, Samuell Águila, Ariel Díaz y Fernando Bécquer, entre otros. Sus canciones han sido incluidas en la Antología IV de la Nueva Trova grabada en los estudios Ojalá y en varios discos de la Colección A guitarra limpia, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Lázaro García (Cienfuegos, 31 de diciembre de 1947). Se inicia en la composición musical desde muy joven y en 1972 se interesa por el Movimiento de la Nueva Trova, del que resulta uno de sus fundadores y promotor. En 1976 fue nombrado Vicepresidente Nacional y, más tarde, responsable de la Co-misión Internacional que fomentaría el Movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana. Ostenta numerosos reconoci-mientos, entre ellos la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla de Combatiente Internacionalista de Primer Grado, la Distinción de Fundador de la Nueva Trova. Fue Gerente General del estudio de grabaciones Eusebio Delfín, de Cien-fuegos. Dentro su discografía figuran Al sur de mi mochila (1984), Así de prisa (1986), Inclina el cetro a la flor (1988), Carta de provincia (2000) y Si de tanto soñarte (2001). Leonardo García Rodríguez (Cienfuegos, 17 de junio de 1975). Ingeniero agrónomo y Master en Biotecnología de las plantas de la Universidad Central de Las Villas. Es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y pertenece al Centro Provincial de la Música de Villa Clara. En 1990 se graduó de nivel elemental de guitarra en la Escuela Vocacional de Arte Olga Alonso González. Ha participado en importantes festivales y concursos y su tema «Detrás del tilo» (interpretado por Vio-naika Martínez) ganó el Primer Premio en el Concurso Adolfo Guzmán 2007. Se ha presentado en Casa de las Américas, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Teatro Amadeo Roldán, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, entre otros lugares. Es co-fundador de La Trovuntivitis, del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. Aparece en antologías y discos co-lectivos y en solitario, entre estos últimos Días corriendo (producción independiente, 2002) y De paso por el sol (A guitarra limpia, 2007), con el que obtuvo el Premio en la categoría de Trova en Cubadisco 2008. Fue ganador de la Beca Sindo Garay (2006). Participa también en el volumen 2 del disco Te doy una canción (2007), homenaje a Silvio Rodríguez, de la Colección A guitarra limpia. Lilliana Héctor Balance, Lilli H. (La Habana, 21 de marzo de 1984). Comienza su carrera como trovadora en 2001 como aficionada del Ministerio del Interior y obtuvo va-rios premios en festivales nacionales, en las modalidades de música, poesía y cuento. En 2005 realizó estudios musicales en el taller nocturno del Conservatorio Alejandro García Caturla. Ese mismo año se unió al proyecto La séptima cuerda. Ha participado en diversos eventos de trova en todo el país. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha compartido escenarios con Eduardo Sosa, Samuell Águila, Ihosvany Ber-nal, Diego Cano, Ariel Díaz, Leonardo García, Diego Gutié-rrez, entre otros trovadores de varias generaciones. Ganó, junto a Ariel Díaz, el Primer Premio del Concurso Una canción para Frida y Diego, convocado en 2007 por el Centro Pablo y la Embajada de México en La Habana. Manuel Argudín (La Habana, 2 de junio de 1961). Ingresó como aficionado al Movimiento de la Nueva Trova en 1979, con el grupo Cubanuela. Posteriormente realizó estudios de Canto, Música y Actuación en el Instituto de Superación Profesional Ignacio Cervantes. Se ha presentado en escenarios de Cuba, México, Guatemala y Venezuela. Ha compartido actuaciones con Rey Guerra, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente Feliú, José María Vitier, Amaury Pérez, Ireno García, Alberto Tosca, Gerardo Alfonso, Sara González, Marta Cam-pos, Miriam Ramos, Anabell López, Alejandro Filio, Víctor Víctor, Tita Parra, entre otros. Entre sus trabajos discográ-ficos figura su participación en Antología de la Nueva Trova, Volumen IV (1997), Complicidad (1999), con temas de Carlos Puebla, Rey Guerra a guitarra limpia (1999), Soy (Venezuela, 1998) y Aroma de invierno (2000). María Gisela Rosado (Puerto Rico). Compositora e intérprete, fue miembro del Comité Nacional de la Nueva Can-ción Puertorriqueña. Ha grabado el disco He tomado la palabra y ha realizado conciertos con el grupo Kábala, bajo la dirección musical de Rayda Cotto, en teatros, centros culturales y uni-versidades de diversos países. Catedrática Auxiliar de la Uni-versidad de Puerto Rico, María Gisela incorporó los resultados de sus investigaciones sobre literatura a Viaje por la poesía, concierto que realizara durante el primer año del espacio A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente Brau. Marta Campos (La Habana, 7 de marzo de 1954). Comenzó sus estudios de música en el Conservatorio Amadeo Roldán, donde se graduó de guitarra clásica en 1976. En 1978 ingresó al Movimiento de la Nueva Trova. Fue su presidenta en la provincia de Sancti Spíritus y en La Habana, y miembro activo de su ejecutivo nacional. A lo largo de su carrera ha compartido escenarios con Sara González, Liuba María Hevia, Vicente y Santiago Feliú, Anabell López, Miriam Ramos, Augusto Blanca, Ángel Quintero, Heidi Igualada y Rita del Prado. De 1988 a 1994 formó un dúo con José Antonio Quesada. En 1982 participó en el disco Para germinar, de Xiomara Lau-gart, Anabell López, Alberto Tosca y otros. En 1997 grabó su primer disco, Quiero dormir con la luna, y en 1999, Como soy, ambos con la compañía Picap, de Barcelona, y en 2004, con el sello Colibrí, Marta Campos entre rumbas, sones y boleros, editado en Japón por Ahora Corporation bajo el título de La negra se alborota. Posee, entre otros reconocimientos, la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Raúl Gómez García, del Sindicato de Cultura. Martín Rago (Buenos Aires, Argentina, 16 de junio de 1972). Cursó estudios en el Conservatorio Provincial Julián Aguirre, de su ciudad, entre 1986 y 1989. En 1998, junto a Juan Pablo Otero (guitarra y arreglos) y Rubén Slonimsky (bandoneón) creó el grupo Chamuyo Milonguero, con el que ha realizado giras por Argentina, Ecuador, España y Cuba, donde compartió escenario con Ernán López-Nussa, entre otros músicos. En el año 2000 integró como guitarrista y cantante la pequeña orquesta Acquaforte, con la cual realizó una gira por España, Alemania, Suiza e Italia y su primer trabajo discográfico en forma independiente. Durante esa gira participaron en el Festival de Tango de Sitges (España) como única orquesta invitada. Luego integra el trío de guitarras Ma-landrinos, con el que grabó su disco Con elegancia. Mauricio Figueiral (La Habana, 16 de julio de 1984). Trovador de formación autodidacta, pertenece a la Asociación Hermanos Saíz. Ha participado en varios eventos de trova, peñas y espacios en diversas provincias de la Isla, y en una gira por Ecuador. Integró el proyecto La séptima cuerda. Ha compartido presentaciones con Vicente y Santiago Feliú, Augusto Blanca, Frank Delgado, Carlos Varela, Ireno García, Samuell Águila, Ariel Díaz, Fernando Bécquer, entre otros. Es estudiante de la Facultad de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte, en la especialidad de Dirección. Es guionista y director de cinco cortometrajes de ficción. Fue Segundo Premio de Cartel Cinematográfico en la 5. Muestra de Jóvenes Realizadores, con Subjetivismo. Fue uno de los ganadores de la Beca de Creación Noel Nicola, del Centro Pablo de la Torriente Brau. Nelson Valdés Viera (Cumanayagua, 21 de septiembre de 1986). Graduado de la Escuela de Arte Octavio García Hernández en la especialidad de Música. Actualmente cursa la carrera de Comunicación Social. Es miembro de la Aso-ciación Hermanos Saíz desde 2006 y representante de esta en Cienfuegos. Ha participado en numerosos eventos dedicados a la trova en Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Ciego de Ávila. Ha compartido escenarios con Lázaro García, Vicente Feliú, Pepe Ordás, los hermanos Pedro y Roberto Novo, Inti Santana, Samuell Águila, los miembros habituales de la peña La Trovuntivitis, de Villa Clara, entre otros trovadores. Es profesor de Música en la Escuela José Luis Tassende. Noel Nicola (La Habana, 7 de octubre de 1946 – 7 de agosto de 2005). Comenzó sus estudios de música a los 7 años con Dovane Voth (flautín). Compuso canciones desde la temprana adolescencia y su obra abarca más de 350 títulos. Fundador del Movimiento de la Nueva Trova, es uno de sus máximos exponentes. Integró el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. Se presentó en escenarios del país y de más de 30 naciones de Europa, América y África. Su creación incluye musicalización de poemas, música infantil y temas para cine, televisión y teatro. Obtuvo diversos premios y dis-tinciones, y su obra figura en numerosas antologías y mo-nografías. En su discografía se destacan: Comienzo el día (EGREM, 1976), Así como soy (EGREM, 1980), Lejanías (EGREM, 1985), Noel Nicola canta a César Vallejo (IEMPSA / EGREM, 1986), Tricolor (EGREM, 1987), Dame mi voz (Uni-cornio, 2000), Entre otros. Noel Nicola con Santiago Feliú (Unicornio, 2001). En el año 2001 fue el centro de un homenaje organizado por el Centro Pablo, en ocasión del tercer aniversario del espacio A guitarra limpia. El concierto fue editado primero en casete y cinco años después, en formato de CD. Este último fue Premio Especial Cubadisco 2006. En 2007 fue presentado el CD 37 canciones de Noel Nicola (dos volúmenes), en el que par-ticipó un grupo importante de cantautores cubanos y extranjeros, y que devino homenaje al trovador. Norge Batista Albuerne (Las Tunas, 30 de octubre de 1969). Se vinculó con el mundo de la música a los 13 años. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz desde 1988 y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba desde 1998. Cuenta en su haber con los discos Búscame adentro (Ayva Música, 1997) y Algo crece (Ayva Música, 2001). Fue incluido en el IV Volumen de la Antología de la Nueva Trova editado por la EGREM, y producido por Eduardo Ramos y Noel Nicola. Aparece además en otras antologías de la canción cubana realizadas por casas discográficas dentro y fuera de la Isla. Ha compartido escenarios con cantautores cubanos y extranjeros como Vicente Feliú, Frank Delgado, la Vieja Trova Santia-guera, Rafael Amor, Ismael Serrano, Quintín Cabrera, entre otros. Ha actuado en Cuba, España, Portugal, Bélgica y Suiza. Su tercer trabajo discográfico, Puente oscuro, otra vez con el sello español Ayva Música, contó con la dirección musical de Miguel Núñez. Oscar Eduardo Sánchez Tamayo (Holguín, 6 de junio de 1986). Graduado de la Escuela de Instructores de Arte José Martí Pérez, de Holguín, en la especialidad de Artes Plásticas. En 2001 se inicia en la guitarra y tres años después se presenta por primera vez en público. En agosto participa en la Jornada de la Canción Política en la provincia de Guantánamo. Durante su servicio militar participó con buenos resultados en los festivales de aficionados, no solo en su provincia, sino en la región oriental. En junio de 2006 fue invitado al evento Trova viva, en Moa, y en septiembre de ese año, al Festival Trova ile-sa, en Camagüey. Es Proyecto Provincial de la Asociación Hermanos Saíz y ha participado en las dos últimas ediciones de las Romerías de Mayo. Pavel Poveda Álvarez (Morón, 12 de agosto de 1967). Trovador, escritor y gestor cultural. Desde 1988 se inicia en la creación literaria y musical. En 1993 obtiene Primer Lugar y Premio a la mejor interpretación en el Festival Channy Chelassi de Ciego de Ávila. Su desempeño se afianza a partir de l995, con su entrada al grupo Turiguanó. En el 2000 fue seleccionado Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz. Pertenece al Centro Nacional de Música de Concierto. Ha participado en importantes festivales y eventos de la Nueva Trova en la Isla y en giras por Honduras, Colombia y Vene-zuela. Canciones y versiones suyas figuran en Trov@nónima.cu (AHS-Bis Music, 2001), La Estrella de Cuba (EGREM), Acabo de soñar (textos de José Martí musicalizados por varios tro-vadores, EGREM, 2003), Flor de marabú (A guitarra limpia, 2005) y Coordenadas (Colibrí, 2007). Durante muchos años fue Vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz. Pedro Rafael Beritán Calaña (Manzanillo, 31 de octubre de 1981). De formación musical autodidacta, sus primeras incursiones como trovador fueron en los festivales de aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria. Se presentó regularmente en la peña La séptima puerta, fundada en 2003. Realizó varios conciertos con los trovadores de su generación desde ese año hasta 2005. En noviembre de 2006 protagonizó un concierto Puntal Alto y posteriormente se ha presentado en varias salas, espacios, festivales de trova, en la capital y otras regiones del país. Ha compartido escena-rios con Augusto Blanca, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Eduardo Sosa, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Diego Cano, Ariel Díaz, Silvio Alejandro, Leonardo García, Diego Gu-tiérrez, los dúos Lien y Rey y Cofradía, entre otros. Pedro Luis Ferrer Montes (Yaguajay, 17 de septiembre de 1952). A mediados de la década del 60 forma parte de varios grupos aficionados como los Kapeles y el cuarteto Nova. A fines de 1969 es invitado a integrar la banda profesional de rock Los Dada y a mediados de los 70 graba su primer disco en solitario, titulado Pedro Luis Ferrer. Su repertorio se carac-teriza por una proyección reflexiva y crítica de nuestra rea-lidad. Durante un corto período de trabajo en el Conjunto Artístico de las FAR en Guantánamo se puso en contacto con el changüí y otros valores de esa región oriental. Ha realizado numerosas giras y largas estancias de trabajo en Europa (España, Austria, Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra), don-de promueve lo que denomina «changüisa», suerte de mezcla del changüí y los coros de clave espirituanos. Sus más recientes CDs (Rústico, 2005, y Natural, 2006), son fieles a esa estética. Ha participado varias veces en los espacios A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente Brau. Pedro Reñé (Santa Fe, Argentina, 11 de junio de 1972). Entre 1978 y 1989 estudió guitarra, flauta traversa, canto, clarinete, contrabajo y percusión en el Centro Recreativo Es-tético Infantil de Santa Fe. Al año siguiente estuvo en el Con-servatorio de la ciudad italiana de Udine. Vive en Rosario desde 1991, donde trabaja como psicólogo y músico. Durante los 90 estudió con destacados músicos rosarinos como Jorge Fandermole, Juancho Perone, Myriam Cubelos, Pepe Ferrer y Carlos Cassazza. En 2002 grabó el disco ¿Quién sabe?, con su banda La Brújula. Luego inició su carrera como solista, pre-sentando sus propias canciones y versiones de reconocidos autores. En 2006 ganó el Certamen de Ediciones Municipales de Rosario por su disco Pinceladas del Sur, que se ha pre-sentado en Madrid, Montevideo, La Habana y varias ciudades argentinas. Está terminando su segundo disco en solitario titulado Nos. Raly Barrionuevo (Santiago del Estero, Argentina, 14 de agosto de 1972). Integró conjuntos folclóricos infantiles y cantó en peñas locales y fiestas populares desde su niñez. Ya en la adolescencia, inició su carrera profesional como solista, compuso sus primeras canciones, algunas de las cuales fueron incluidas en su primer disco. Con apenas 18 años, se radicó en Córdoba. Integró el grupo de Peteco Carabajal, con el que realizó diversas giras por todo el país. Fue convocado por León Gieco en algunos de sus conciertos. Desde fines de 2000 y durante todo el 2001, presentó con gran éxito el disco Circo criollo. A finales de 2003 formó La juntada con Peteco Caraba-jal y el Dúo Coplanacu, con quienes realizó varios conciertos. Su disco Ey paisano (2004) renovó el compromiso con la realidad social y recibió el Premio Carlos Gardel al Mejor Álbum de Artista Masculino de Folclor en la séptima entrega de este galardón de la música argentina. Raúl Verdecia López (La Habana, 1 de febrero de 1977). Recibe clases de guitarra popular con el prestigioso intérprete Octavio Sánchez Cotán. Es miembro de la Asocia-ción Hermanos Saíz desde enero de 1999 y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba desde el año 2003. Pertenece al Centro Provincial de Música de La Habana Adolfo Guzmán. Ha compartido escenarios con personalidades de la cultura cubana. Participa sistemáticamente en giras por el territorio nacional y en peñas en la capital. Rita del Prado (La Habana, 4 de marzo de 1961). Graduada de Psicología de la Universidad de La Habana y de Nivel Elemental de Música. Autora de canciones para niños y adultos. Fundadora del Movimiento por la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Ha participado en varios festivales y se ha presentado en escenarios de Cuba, Colombia, Guatemala, España y México. Dentro de su discografía figuran Maravilla Malabar (CASA, 1994), Casi lo digo (EGREM, 1997), Reunión de magos (Ediciones PENTAGRAMA, México, 1999), Rita del Prado, A guitarra limpia (Centro Pablo de la Torriente Brau, MTM / Colombia, 1999), Cantoalegre canta a Rita del Prado (Producciones Tita Maya, MTM / Colombia, 2000). Obtuvo Premio Abril 1997, por el conjunto de su obra para niños, entre otros reconocimientos. Rolando Berrío, Roly (Santa Clara, 3 de marzo de 1972). Prolífero cantautor que a fines de los 80 comenzó a componer e interpretar temas de gran originalidad, matizando sus presentaciones con un grato histrionismo heredado de sus tempranas incursiones en el mundo del teatro. Fue integrante del Trío Enserie, Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz, con el cual se presentó en casi todas las provincias del país, así como en España, Guatemala, México y Colombia. Sus canciones aparecen en el disco Enserie, grabación en vivo de un concierto que hiciera el trío en Casa de las Américas en 1999. También participa en las recopilaciones Romántica, Brisas de La Habana e Identidad, esta última con boleros inéditos de Car-los Puebla interpretados por varios cantautores. Ostenta la Distinción por la Cultura Nacional. Samuell Águila (La Habana, 15 de octubre de 1974). Comenzó sus estudios de música en 1986 en el Conservatorio Paulita Concepción. Luego cursó el nivel medio en el Centro de Superación Profesional Félix Varela. Desde 1989 es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Se ha presentado en escenarios de Cuba, España, Guatemala, República Dominicana, Canadá, Perú, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, Italia y Venezuela. Ha compartido recitales y espacios con Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú, Anabell López, Marta Campos, Carlos Varela y varios trovadores de su generación. Su música figura en la Antología IV de la Nueva Trova grabada en los estudios Ojalá, y en varios discos de la Colección A guitarra limpia, entre otros fonogramas. Se caracteriza por su excelente y enérgica ejecución de la guitarra. Es cofundador del espacio Puntal Alto, que promueve la más joven trova cubana. Santiago Feliú (La Habana, 29 de marzo de 1962). Desde los 16 años integró el Movimiento de la Nueva Trova. Ha compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, Noel Nicola, Augusto Blanca, Vicente Feliú, Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, León Gieco, Carlos Varela, Frank Delgado y Gerardo Alfonso, entre otros. Ha realizado giras y numerosas presentaciones en varios países de América y Europa. Su discografía incluye títulos em-blemáticos como Vida (1986), Trovadores (grabado en vivo en el Palladium, Buenos Aires en 1987), Para mañana (1988), Náuseas de fin de siglo (1994), Ansias del alba (con Vicente Feliú, 1997), Futuro inmediato (1999, mejor disco de Rock en Cubadisco 2000), Entre otros (con Noel Nicola, 2002) y Sin Julieta (2002). También está incluido en la Antología 1 (1999) de A guitarra limpia. Sara González (La Habana, 13 de julio de 1951). Estudió viola en el conservatorio Amadeo Roldán en la década de los 60. Graduada de la Escuela Nacional de Instructores de Arte, donde fue profesora de Guitarra y Solfeo. Fundadora del Movimiento de la Nueva Trova y uno de sus principales expo-nentes. Perteneció al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, donde realizó estudios de Composición, Armonía y Orquestación. Ha compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Augusto Blanca, Joan Manuel Serrat, Chico Buarque, Mercedes Sosa, Soledad Bravo, Daniel Viglietti, Pete Seeger, Roy Brown, Pedro Guerra, Beth Carvalho, Liuba María Hevia, Anabell López, Marta Campos y Heidi Igualada, entre muchos otros cantautores e intérpretes cubanos y extranjeros. Entre sus discos figuran Versos sencillos de José Martí (1975), Cuatro cosas (1982), Con un poco de amor (1987), Con apuros y paciencia (1991), Si yo fuera mayo (1996) y Mírame (1999). Ha sido merecedora de los más importantes reconocimientos que se otorgan en Cuba a figuras de la cultura, entre ellos, las me-dallas Félix Varela, Alejo Carpentier, Máximo Gómez, 23 de Agosto, la Distinción por la Cultura Nacional y el Diploma al Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte. Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, 29 de noviembre de 1946). En 1952 se trasladó a La Habana con su familia. En el año 1955 recibió algunas clases de piano. En 1961 fue alfabetizador y se hizo miliciano. Al siguiente año se inició como dibujante en el Semanario Mella. En 1963 matriculó en la Academia San Alejandro. Entre 1964 y 1967 transcurrió su servicio militar, donde empezó a tocar la guitarra y a componer canciones. Debutó en la televisión en junio de 1967. En julio fue invitado por los poetas de El Caimán Barbudo a participar en un recital de homenaje a Teresita Fernández. El 18 de febrero de 1968, en Casa de las Américas, participó en el concierto considerado fundacional de la Nueva Trova, movimiento del que es uno de sus más reconocidos exponentes. Entre septiembre de 1969 y enero de 1970 viaja con los pescadores cubanos por las costas de África. En 1970 fue uno de los fundadores del Grupo de Ex-perimentación Sonora del ICAIC. En 1976 viaja dos veces a Angola y recorre los frentes, cantándoles a las tropas an-goleñas y cubanas. Silvio posee una amplia discografía. Ha compuesto más de 800 canciones, ha actuado en múltiples países y ha recibido importantes condecoraciones. Desde 1993 hasta 2008 fue elegido Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Desde 1997 es Artista UNESCO por la Paz. En febrero de 2007, la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Perú –la más antigua de América–, le nombró Doctor Honoris Causa. Silvio Alejandro Rodríguez (La Habana, 4 de no-viembre de 1974). Trovador de formación autodidacta. Es-cribió sus primeras canciones en 1993. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz desde 1996. Pertenece al Centro Nacional de la Música de Concierto desde el 2001, es miembro de la SGAE y de la Agencia Cubana del Derecho de Autor Musical. Participó en el Encuentro Musical Cuba-Estados Unidos (Music Bridge), en 1999. Se ha presentado en festivales y otros eventos vinculados con la canción de autor en Cuba y ha realizado giras promocionales por Turquía, Honduras, Canadá, Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Japón. Su música se puede encontrar en los discos personales Quedado en La Habana y Multitudes en la silla (Colección A guitarra limpia), la Antología de la Nueva Trova (Volumen IV) editada por la EGREM, y en varios discos colectivos de la Colección A guitarra limpia, entre otros fonogramas. Obtuvo el Premio Cuerda Viva (TV), en el año 2007, en la categoría de demo de Trova, con Tanto remar, grabado con el grupo Lego. Teresita Fernández (Santa Clara, 20 de diciembre de 1930). Trovadora, cantautora, o juglar, como se autodefine, nació en el seno de una familia musical. Comenzó a cantar a los 4 años. En 1948 se graduó de maestra normalista y en 1959 obtuvo el título de Doctora en Pedagogía. Su debut como trovadora se produjo el 20 de julio de 1965 en la Sala Arlequín de La Habana. En 1975 fundó la Peña de los juglares del Parque Lenin, donde compartió con prestigiosas personalidades como Alicia Alonso, Onelio Jorge Cardoso, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sara González, Antonio Gades, Tania Libertad y Danny Rivera. A lo largo de su extraordinaria carrera ha obtenido numerosos recono-cimientos, entre ellos la Distinción por la Cultura Nacional. Más de tres generaciones de cubanos han crecido oyendo sus canciones. También posee una extensa obra para adultos, desconocida por muchos, que incluye boleros, villancicos, ha-baneras y canciones. Tita Parra (Santiago de Chile, 21 de marzo de 1956). Compositora e intérprete. Aprendió de su abuela Violeta Parra sus primeras canciones, la percusión y la guitarra desde los 4 años. En 1962 viajó con su familia a Europa, donde participó en recitales de arte popular chileno en Finlandia, Suiza, Alemania y Francia. En 1972 participó en Cuba en el Primer Encuentro de Música Latinoamericana. Vivió exiliada en París entre 1974 y 1979. Se instaló en Chile en 1982. Entre sus discos figuran Amigos tengo por cientos (1978) y Amor del aire (1982). Vicente Feliú (La Habana, 11 de noviembre de 1947). Una de las figuras emblemáticas del Movimiento de la Nueva Trova, y uno de sus más activos promotores dentro y fuera de Cuba. Descubrió la guitarra gracias a su padre, y comenzó a componer en 1964, de manera intuitiva y espontánea, como una necesidad. En 1972 participó en la fundación del Mo-vimiento de la Nueva Trova junto a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Lázaro García y Augusto Blanca, entre otros. Ha actuado en más de 20 países de América, Europa y África. Ha grabado para varias colecciones de la Nueva Trova y en fonogramas consagrados a la música cubana en general. Su obra aparece recogida en los discos Créeme (1978), No sé quedarme (1985), Artepoética (1990), Aurora (1995), Ansias del alba (con Santiago Feliú), Guevarianas (1997) y Colibrí (2000). Víctor Víctor (República Dominicana, 11 de diciembre de 1948). Ha sido un estudioso de las raíces del merengue y la bachata. Éxitos suyos como «Mesita de noche», «Ando buscando un amor» y «Así es mi amor», cargados de bellas y sencillas metáforas, han sido interpretados por importantes vocalistas dominicanos y extranjeros como Ángela Carrasco, Celia Cruz, Guadalupe Pineda, Maridalia Hernández, La Sophy, Charityn, Azúcar Moreno, Emmanuel, Dyango y Danny Rivera. En 1990 lanzó el álbum Un chin de veneno, en el que mezcla ritmos caribeños, y que constituyó un éxito interna-cional. Anteriormente salieron al mercado Álbum rojo, Flam-boyán con sus flores y sus vainas, Cotidiano, Artistas por la paz, Inspiraciones, Tu corazón y Alma de barrio. Ha compar-tido escenarios con las figuras más importantes de la canción de Puerto Rico, Venezuela, Cuba, Estados Unidos e Italia, entre otros países. William Vivanco (Santiago de Cuba, 6 de octubre de 1975). Uno de los trovadores jóvenes más importantes de Santiago de Cuba. Comienza su carrera artística como miem-bro del Coro profesional Madrigalista de su ciudad natal, con el que participó en varios festivales internacionales. Después funda el cuarteto Generaciones, con el que participó en varios festivales del Son. Ha compartido escenarios con prestigiosos músicos como Eliades Ochoa y Liuba María Hevia. Además, integra el proyecto Interactivo, compuesto por algunos de los intérpretes e instrumentistas jóvenes más interesantes del panorama musical cubano actual. Graba algunos de sus temas con el sello disquero Eurotropical para el disco La ruta del Son, luego con el sello discográfico Bis Music graba su primer disco en solitario Lo tengo to´ pensaó. Su segunda producción discográfica La isla maravillosa (2007), obtuvo premio en Cubadisco. Yamira Díaz (Pinar del Río, 21 de agosto de 1966). Miembro de la Asociación Hermanos Saíz y Proyecto Nacional de esa organización desde 1994. Ha ofrecido numerosos con-ciertos dentro y fuera de Cuba. Se destaca por su obra como autora, que incluye música para teatro y producciones audio-visuales. En el año 2001 graba con el sello discográfico EGREM el disco Mi pueblo y yo. También participa en las antologías Trov@nónima.cu, grabado por Bis Music en 2001, y Acabo de soñar, grabado por EGREM en el 2003. Desde hace tres años dirige su propia agrupación musical. Es la animadora del espacio El trovazo, que promueve el disfrute de esa ma-nifestación musical en la ciudad de Pinar del Río. Figura en varios discos de la Colección A guitarra limpia, entre ellos el CD Te doy una canción (2007), homenaje a Silvio Rodríguez. En solitario, el CD que recoge el concierto efectuado en el Centro Pablo, bajo el título Antes de la noche, fue nominado al Cubadisco 2006 en la categoría de Trova. Yunior Orestes Navarrete (Santiago de Cuba, 3 de octubre de 1975). Proyecto Nacional de la Asociación Her-manos Saíz. Empezó a hacer sus primeras canciones en el año 1995. Desde entonces ha participado en varios festivales de la trova, entre los que se destacan el Longina de Santa Clara y Al sur de mi mochila, en Cienfuegos. Durante algunos años organiza una peña en la Casa del Joven Creador de Cienfuegos junto a poetas y otros trovadores. Participa junto a otros can-tautores en el disco Trov@nónima.cu. Además, protagoniza con Ariel Barreiros el CD Sur (Centro Pablo) y participó en el CD Te doy una canción (Homenaje a Silvio Rodríguez, Centro Pablo, 2007). Ha realizado recitales en La Habana, Santa Clara, Las Tunas, Ciego de Ávila, Cienfuegos y es asiduo en el espacio La Trovuntivitis, del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. DÚOS Y TRÍOS Dúo Ariel y Amanda (La Habana, 2003). Participaron en importantes festivales en Suiza, donde grabaron durante su primera estancia el CD Floreciendo. Además, fueron in-vitados al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Caracas, Venezuela, en 2005. El dúo se separó en el año 2007. Amanda Cepero Rodríguez (La Habana, 27 de mayo de 1985) es graduada de Actuación en la Escuela Nacional de Arte en el 2005. A partir de marzo del 2003 comenzó su carrera como cantante junto a Ariel Díaz en un concierto en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas. Su voz se caracteriza por un timbre grave y cálido, muy singular entre las voces femeninas jóvenes del país. Es una intérprete que abarca los más disímiles estilos musicales y temáticos. (Ver ficha de Ariel Díaz). Dúo Buena fe (Guantánamo, 1999). Integrado por Israel Rojas (abogado de profesión) y Yoel Martínez (nivel medio de guitarra clásica en la Escuela de Arte de Guantánamo). El primero había expresado su necesidad de componer desde los 14 años; el segundo proviene de una familia con tradición musical, pues su padre fue integrante del trío Taíno. Desde su creación, Buena fe se presentaba en festivales de trova res-paldados por la Asociación Hermanos Saíz, hasta que en el año 2001 la empresa discográfica EGREM les propuso la grabación de su primer disco, Déjame entrar. Después graba-ron Arsenal, Corazonero y Presagios, premiados en Cubadisco y, más recientemente, Catalejo (2008). Dúo Cofradía (Trinidad, 1995). Integrado por Liamer Llorente (Holguín, 15 de noviembre de 1972), quien es graduada de Técnico Medio en Bibliotecología y Técnicas Documentarias y Licenciada en Educación Musical, y Eusebio (Pachi) Ruiz (Camagüey, 26 de septiembre de 1962), Licenciado en Educación Musical e Instructor de Arte en la especialidad de Formación de Conjuntos Musicales. Trabajan en la ciudad de Trinidad, donde mantienen un proyecto con niños de la comunidad apoyado por la Oficina del Conservador de la Ciudad. Han participado en eventos y recitales en Italia, Noruega, Dinamar-ca, Suecia, Alemania y España. En Madrid compartieron escena-rio con Omara Portuondo, Gerardo Alfonso, Heidi Igualada, Manuel Argudín y el guitarrista norteamericano B. B. King. Han asistido a cuatro festivales de música pop, jazz y folclórica en Regina, Canadá. Dúo Janet y Quincoso (Caibarién, 1998). En el 2002 comienzan el trabajo de musicalización de versos de José Martí, lo que luego hacen con la obra de otros poetas cubanos, latinoa-mericanos y españoles. Eduardo Hilario Quincoso Aborrezco (Caibarién, 14 de enero de 1963) ha integrado varios grupos musicales. Trabajó en el Teatro Guiñol de Remedios como músico, actor, diseñador y realizador de títeres y en el Estudio Teatral de Santa Clara. Cada año participa en las parrandas de Caibarién como pintor y escultor. Janet Lugones Acosta (Caibarién, 19 de diciembre de 1975) integra el dúo desde los 20 años. Comienza a cantar seriamente después de recibir orientaciones y clases en la Casa de Cultura Manuel Corona. Junto a Eduardo, trabaja en la selección y musicalización de poemas. Dúo Karma (La Habana, 1999). Integrado por Xóchitl Galán Molinet (La Habana, 30 de octubre de 1979) y Rodolfo Hernández Estrada Fito, graduado de guitarra, (La Habana, 3 de octubre de 1976). Desde su creación se ha presentado en diversos espacios y festivales de La Habana, Santa Clara, Holguín, Isla de la Juventud y en el Festival de la Canción In-fantil de Medellín, Colombia. Han organizado varias peñas, como la del Instituto Internacional de Periodismo José Martí (En sepia) y el espacio Sol sostenido, que funcionó por algún tiempo en el Club Barbaram, de la capital. El dúo es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y pertenece al Centro Nacional de Música Popular. Han compartido escenarios con Ariel Díaz, Rita del Prado, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Inti Santana, entre otros trovadores. Figuran en varias anto-logías y discos de la Colección A guitarra limpia. Dúo Lien y Rey (Matanzas, 1996). Creado por Lien Ro-dríguez (Matanzas, 28 de noviembre de 1975), cantante, guitarrista y compositora, y Rey Pantoja (Bayamo, 27 de diciembre de 1977), tresero, cantante, compositor y arreglista, ambos graduados de la Escuela Nacional de Arte. En 2003 son seleccionados Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz. Junto a otros trovadores fundaron el Primer Festival Nacional de Cantautores de Colombia, donde participan como invitados especiales. En Cuba se han presentado en diversos escenarios y desde el 2002 organizan la peña El patio de las hormigas, para la promoción no solo de la trova, sino de otras manifestaciones artísticas. En 1997 grabaron el casete de música infantil Minuet a la Reyna Sombrilla, y después se dedicaron a las composiciones para adultos. En el 2000 realizaron su primer CD Hay una canción, y en 2004, Procuraré, en los estudios de Frank Bejerano. Silvio Rodríguez los ha catalogado como exponentes de la trova del futuro por su cercanía con la música de vanguardia. Con el disco A fuego abierto (Colección A guitarra limpia) fueron nominados en Cubadisco 2008 en las categorías de Grabación in situ y Música Vocal e Instrumental y obtuvieron el Premio en esta última. Además, ganadores del Premio Cuerda Viva (TV cubana) en la categoría de Mejor Demo del año con Tríptico de Luna. Dúo Postrova (Santiago de Cuba, 24 de febrero de 1997). Fundado por Ernesto Rodríguez Álvarez y Eduardo Sosa Laurencio. En 1997 fueron escogidos como Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y en 1998 recibieron el Premio Abril. Compartieron escenarios con músicos como José Luis Cortés y NG la Banda, Eliades Ochoa y su cuarteto Patria, Issac Delgado, la Vieja Trova Santiaguera, Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Polito Ibáñez, entre otros. En el segundo semestre de 1999 grabaron el disco Postrova como parte de un contrato discográfico con Caribe Produc-tions, en coproducción con el Grupo Internacional EMI. Dos años después grabaron Para alejar la tristeza, inédito. Par-ticiparon en el filme Las profecías de Amanda (1999), de Pastor Vega. El dúo se desintegró a mediados del año 2002. Trío Enserie (Santa Clara, febrero de 1992). Fundado por Raúl Cabrera, Levis Aliaga y Rolando Berrío. Sus in-tegrantes cursaron estudios de educación artística en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, en la especialidad de Música. Durante su período como trío se presentaron en escenarios de Cuba, España, Guatemala, México y Colombia, y compartieron con figuras como Sara González, Gerardo Alfonso, Gema Corredera y Pavel Urquiza, Raúl Torres, David Torrens, Frank Delgado, Anabell López, Yamira Díaz, Fernando Bécquer, Ariel Díaz, Samuell Águila, Pedro Guerra y Rafael Amor, entre otros. En 1998 salió su primer disco, Enserie en vivo en CASA (Casa de las Américas / EGREM) y, en 1999, Enserie (Producciones Abdala, sello Unicornio). Su obra figura además en otros discos y compi-laciones. Trío Trovarroco (Santa Clara, 1999). Integrado por Rachid López (guitarra de concierto), César Bacaró (contra-bajo acústico) y Maikel Elizarde (guitarra tres). Inicialmente se llamó Trío de cuerdas Arte y estilo. Bajo la dirección de Rachid López, agruparon un repertorio de temas del barroco y el renacimiento, con un formato poco habitual para la música de concierto. Asimismo, proponen obras del repertorio latinoa-mericano y tradicional cubano, llevándolo siempre a planos de música concertante sin perder la sonoridad rítmica. Tam-bién trabajan la vieja y la nueva trova cubana. Se han presen-tado en escenarios de Cuba, Alemania, México y Canadá. Han acompañado a Silvio Rodríguez en presentaciones en Cuba y otros países, como España. Su CD grabado en vivo en el patio del Centro Pablo de la Torriente Brau, ganó el Premio de Gra-bación in situ para Jaime Canfux y Juan Demósthene, en Cu-badisco 2007. OTROS MÚSICOS Alejandro Valdés Montero (La Habana, 23 de febrero de 1962). Guitarrista autodidacta, se vincula a la música desde 1978. Ha participado en festivales de la trova, en varias ediciones del Festival Internacional de Guitarra de La Habana, el Jazz Plaza y el Festival de las Artes de San José (Costa Rica). Ha actuado en varias ocasiones como solista junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Ha creado temas para la guitarra y otros instrumentos, incluyendo composiciones para agrupaciones de música popular. Ha trabajado con Vicente Feliú, Anabell López, Xiomara Laugart, Argelia Fragoso y de forma ocasional con Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Miriam Ramos, Elena Burke, Ireno y Jorge García, Joaquín Clerch, Rey Guerra, Sergio Vitier, entre otros. Su participación ha sido importante en varios proyectos discográficos como solista o como guitarrista acompañante. Es autor e intérprete de «Río meztizo», obra incluida en el CD La rumba soy yo, Premio Grammy Latino. Ha tomado parte también, como protagonis-ta o invitado en los discos Sobre espacios (Alejandro Valdés, EGREM, 1999), Cantos de la fuente (Rey Guerra, EGREM, 2000), Carlos Puebla en otras voces (varios, Unicornio, 2000), De Sindo a Silvio (Rey Guerra, Unicornio, 2002), Antología de la Trova I, II, III (EGREM), De mi corazón (Alejandro Valdés, Centro Pablo, 2003), Homenaje a Noel Nicola (Centro Pablo, 2001) y Te doy una canción (Centro Pablo, 2007). Rey Guerra (Santa Clara, 24 de marzo de 1958). Co-mienza sus estudios de guitarra en su ciudad natal con el maes-tro Domingo Carvajal. En 1982 se gradúa en el Instituto Superior de Arte, donde recibe clases del maestro Leo Brouwer. Ha participado en importantes eventos de guitarra en La Ha-bana, Grecia, Bulgaria, Turquía, Chipre y Hungría, entre otros escenarios. Acumula diferentes reconocimientos en Cuba, Alemania y otros países. Obtuvo Premio EGREM en 1983 y 1997 y Gran Premio EGREM en 1992. Ha compartido esce-narios con el Ballet Nacional de Cuba, la Orquesta Sinfónica Nacional, Leo Brouwer, Franz Bruggen y Silvio Rodríguez, entre otras compañías y figuras. En su discografía se encuentran, entre otros títulos, la serie Guitarras (1983), Ladder of escape (1988), Concierto de Toronto (en vivo, 1992), From Yesterday to Penny Lane (1995), Cantos de la fuente (1997) y Diálogos de la bella y la bestia (1999). HAN DICHO DE A GUITARRA LIMPIA… A lo largo de los primeros nueve años de A guitarra limpia muchos han sido los trovadores, artistas de la plástica, amigos del Centro Pablo y de la canción, que han dejado sus impre-siones sobre el espacio A guitarra limpia. Las voces que relacionamos a continuación llegaron en di-versos momentos de A guitarra limpia (con motivo de un concierto, de algún aniversario, de un evento, o por el puro gusto de no dejar pasar la ocasión de ser cómplices de esta experiencia compartida) y son apenas una muestra de las que nos acompañan cotidianamente en el empeño por preservar y promover una canción distinta –no la única, pero evidentemente una importante– dentro del panorama de la música cubana actual. Queden con ellos. LEO BROUWER Compositor, director de orquesta y guitarrista No conocía este espacio, pero me ha emocionado y además me siento muy bien. Es un sitio tan humano, que es un premio. No sabía que había un espacio tan agradable dentro de todos los trabajos que pasamos, cotidianamente todos. ABEL PRIETO Ministro de Cultura Al Centro Pablo lo veo como un núcleo creativo que no se cansa, que no se deja vencer por los problemas inmediatos, que siempre está generando, que ha logrado una gran influencia en el movimiento de jóvenes trovadores y en otros muchos campos como el del testimonio y la historia y la memoria en el sentido más abarcador. GERARDO ALFONSO Trovador Cuando se suponía que la Nueva Canción, la Nueva Trova ya no tenía espacio, ya había pasado de moda, de pronto se de-muestra todo lo contrario: que tiene vigencia; que tiene un público que tiene muy buen gusto y que tiene unos produc-tores, es decir, personas que se han ocupado de esto, que también tienen un sentido estético muy alto y un espíritu muy alto. JULIO GIRONA Artista de la plástica Este patio es encantador. Siempre me ha gustado muchísimo y creo que este es un espacio muy apropiado para estos con-ciertos. El Centro está haciendo una magnífica labor y soy uno de los que apoyo al Centro con todo mi entusiasmo. RITA DEL PRADO Trovadora A lo mejor soy muy categórica o muy parcializada porque soy de la raza de los trovadores; pero para un trovador lo mejor que puede pasar es que se respete el lugar que tiene la trova dentro de la música cubana y creo que eso aquí es muy importante. DIEGO CANO Trovador Yo todavía estoy medio impresionado. Mira, cuando estuve aquí en mi concierto no te lo puedo explicar con palabras. Fueron un montón de emociones muy ricas y lindas. Por eso creo que este espacio es lo mejor. ARIEL DÍAZ Trovador Posiblemente sea casi el único lugar, en estos momentos, en La Habana, que hace conciertos de guitarra y de trova de todas las generaciones sin discriminar edades o posiciones estéticas. Para los jóvenes trovadores es una gran oportunidad porque no hay lugares donde normalmente se produzca este tipo de conciertos. SILVIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ Trovador Es un espacio que a mí me purifica el alma. Cada vez que hay concierto aquí vengo porque sé que voy a engordar es-piritualmente, de verdad. Ojalá que sea eterno. CARLOS VARELA Trovador Es bonito reencontrarse con la guitarra, que es el instrumento que lo acompaña a uno a todas partes, con el que uno da a luz sus canciones. SAMUELL ÁGUILA Trovador El A guitarra limpia es una apertura a que la Trova en Cuba vuelva a tener un espacio fijo y sobre todo para las genera-ciones jóvenes que estamos compartiendo ese espacio con los maestros. NOEL NICOLA Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova Creo que todos los que amamos la canción «pensante» (como le dice Silvio), la canción con alas, la que intenta el vuelo y sus riesgos, hemos ido encontrando en el ámbito casi mágico del patio interior del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau un lugar del cual apropiarnos, o sea, un lugar para expresarnos a plenitud. A la generosidad del Centro Pablo (co-mo ya se le va conociendo vox populi) al crear el espacio para estos conciertos de pura trova A guitarra limpia, ya son mu-chos los troveros que van quedando agradecidos. JORGE GARCÍA Trovador Que cumpla un año, y que cumpla un año feliz, es bueno y creo que dice mucho: dice que la trova sigue viva y eso es importante, y es importante además que alguien ayude a que siga viva. FERNANDO BÉCQUER Trovador Significa una cosa muy grande. Y que cumpla un año es más grande todavía porque últimamente las oportunidades y espacios para los jóvenes trovadores no llegaban a los dos meses. CLAUDIA EXPÓSITO Cofundadora del espacio Puntal alto Me encanta A guitarra limpia y la posición que ha tomado el Centro ante la trova, cómo ha querido y ha logrado que continúe viva. Y sobre todo me impresiona cómo puede relacionar, reunir a trovadores de tanta experiencia, calidad y prestigio como Teresita, aunque en este segundo año no han estado tantos de los que hablo, y sí los más jóvenes. Eso es lo que más me gusta. Queremos que se mantenga y vamos a trabajar porque vuelvan trovadores ya reconocidos con otras propuestas de conciertos. Para los más jóvenes es muy importante tener este espacio. CORINA MESTRE Actriz Me siento como en los años 70. Para mí el Centro Pablo sig-nifica recuperar mi juventud y la de toda la gente a quien realmente siempre lo que le ha interesado es la canción pen-sante, la canción de la Nueva Trova. Es volver a encontrarse como antes, a guitarra limpia, en un sitio, además, que es muy lindo porque están los trovadores de esa época y los más jóvenes. Los que no somos tan jóvenes ya, pero lo éramos en aquella época, somos artistas gracias a las influencias de toda aquella gente. Te puedo decir que soy actriz gracias a la influencia de Silvio, Pablo, Víctor, Wichy; de verlos cómo cantaban, cómo discutían sobre sus canciones, cómo hablaban de sus poemas. A partir de ahí empecé a conocer mucho mejor la poesía. Y para mí es importantísimo que otra vez hayamos recuperado, en estos años difíciles, el sentido exacto de lo que es un trovador: un hombre o una mujer con una guitarra y la poesía que siempre está presente. JORGE FUENTES Cineasta Dos años demuestran que se ha trabajado. Y lo mejor es que se ha logrado crear un espacio muy necesario para trovadores, que ya no son Pablo, Silvio y Nicola. Los trovadores han crecido; hay varias generaciones que, me parece, no tenían un lugar, un espacio donde se les atendiera, porque no es solo hacer con-ciertos, sino también grabar su obra, encontrar un público que la compre. En este tiempo han pasado muchos trovadores, algunos conocidos, muy conocidos, y otros totalmente des-conocidos. Eso habla de lo que representa este sitio y la necesidad de ir creando nuevos espacios no solo para la trova, sino también para otras manifestaciones de la música, de la literatura, del cine o del video... Yo pregunto, ¿por qué no venir aquí a exhibir la obra de los nuevos y viejos cineastas o videastas que, a veces, no es divulgada de modo suficiente? Creo, por otro lado, que es una posibilidad de atraer a la crítica especializada, de atraer a la prensa, para que pueda darle no solo divulgación, sino también una valoración y jerarquización a la obra de los artistas y creadores que pasen por aquí. Y esto, lejos de ser un trabajo terminado, nos crea a todos la responsabilidad de abrir, aquí mismo quizás, nuevos espacios donde puedan coincidir otras manifestaciones artísticas. IHOSVANY BERNAL Trovador Estar aquí, en el segundo aniversario, es una fiesta, una tremenda alegría, porque este lugar es para nosotros la casa, y la gente que trabaja aquí, la familia. TERESITA FERNÁNDEZ Trovadora He disfrutado mucho estar aquí porque aquí todo es poesía: La Habana Vieja, el patio, la idea de A guitarra limpia. Todo es verdadero, todo es mi razón de ser, la atmósfera en que me muevo. Estar aquí ha sido para mí un premio y les deseo a Víctor, a María y a este sitio todo lo mejor del mundo. Y para eso pueden contar conmigo de manera incondicional. Este espacio ha sido una gran idea y lo que quiero es que me traigan más a menudo y trabajar más para ustedes y con ustedes. He encontrado una vía de encauzar muchas de mis cosas y las pueden usar como ustedes quieran para beneficio de los demás, sobre todo de los más pobres. CINTIO VITIER Poeta y ensayista Ya conocía los magníficos conciertos que aquí se organizan y este ha sido una verdadera alegría para mí, pues he encon-trado a una Teresita viva, tan locuaz y juguetona como la ni-ña que nunca ha dejado de ser. Felicito al Centro por esta idea de reunir a los trovadores de todas las generaciones en un pa-tio tan hermoso. Y ojalá sigan siendo tan frondosos estos con-ciertos como los árboles que aquí crecen. VICENTE FELIÚ Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova Estar hoy en el Centro Pablo es estar con las entrañas de esta poética hablada y cantada que ha sido la Nueva Trova y los poetas de lo que en algún momento se llamó la Nueva Poesía Cubana; es decir, es la misma generación surgida al calor de la Revolución. Y que el tercer año de A guitarra limpia haya sido con Noel es tremendo. Para mí, Noel es una gente que se avergüenza de la cantidad de ternura que tiene adentro. Creo que es una persona envidiablemente hermosa. Menos mal que ha venido a este homenaje de la gente que lo sigue queriendo por genuino, por verdadero, por revolucionario. PEDRO LUIS FERRER Trovador Creo que es esencial que existan espacios para la trova, pero a la vez estoy alerta porque ningún género debe automarginarse. Este Centro dio un impulso en un momento donde indudablemente existía un abandono de esos valores. En alguna medida esos espacios se perdieron porque los trovadores no los defen-dieron. No se puede creer que todo es falta institucional, también hay que ser capaz de promover un proyecto atractivo. MANUEL ARGUDÍN Trovador A guitarra limpia es el espacio que estuvimos necesitando durante tanto tiempo y que se ha sostenido por sí mismo y por el prestigio que ha ido ganando dentro de la cultura del país. Pero, además, que en este aniversario esté Noel Nicola es tremendo, porque para nosotros sigue siendo de esos ídolos que tienes de lejos y que alguna vez en la vida desearías llegar a ellos. ALEJANDRO VALDÉS Compositor y guitarrista Me siento agradecido no solo por estar en este Centro, del cual ya soy parte, sino conmigo mismo por haber acompañado a tantos trovadores. Creo que este concierto es una fiesta del Centro que hoy arriba al tercer aniversario de este espacio, cargado de mucha juventud talentosa; es una fiesta de la can-ción y la poesía, y también una fiesta para Noel y para celebrar junto a él por la trova. MARTA CAMPOS Trovadora Este lugar para mí es como mi casa, la casa de los trovadores. En este concierto me han venido muchas cosas a la mente: la primera gira que hice al extranjero fue con Noel, algo inolvidable porque pude ver de cerca a un hombre sensible, muy humano, un verdadero artista, un compositor inmenso que creo tiene todavía muchas cosas que decir y sé que las va a seguir diciendo. SILVIO RODRÍGUEZ Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova Los trovadores necesitan lugares, es obvio, para cantar no solamente en las salas de las casas: que existan espacios de modo que más personas, que no están solamente en el ámbito de la trova, es decir gentes ajenas al mundo trovadoresco –eso a lo que se le suele decir público y que no es nada más que gentes, pueblo– se vayan enterando de las cosas que van suce-diendo en las guitarras de las diferentes generaciones. La trova sin esos espacios puede correr el riesgo no de ex-tinguirse, pero sí de olvidarse un poco, de marginarse, de os-curecerse. Por eso es tan importante este espacio y por eso es tan aplaudible y merece tanta gratitud que Víctor y el Centro Pablo de la Torriente Brau hayan creado ese espacio para que los trovadores, no solo los más jóvenes, sino de todas las generaciones, se manifiesten. ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR Poeta, ensayista y director de la Casa de las Américas Creo que es una hazaña excelente el haber mantenido durante cinco años este espacio A guitarra limpia, porque la trova representa mucho para nosotros, para Cuba, presumiblemente para el mundo, pero no quiero ser grandilocuente. El otro día recordaba lo hermoso que ha sido que la Nueva Trova se haya vinculado a la trova simplemente, ni nueva ni vieja, a la trova, una institución secular de nuestro país que tanto debe a la poesía, que tanto debe a la música, tanto debe al espíritu. El Centro Pablo de la Torriente Brau, al acoger a los más jóvenes en estos cinco años, ha realizado una verdadera hazaña. Yo decía que así como se había llamado en un momento dado lírica a la poesía, porque se cantaba con una lira, a esta debería llamárse-le «guitárrica», porque se canta con una guitarra. Dar hogar a la «guitárrica» es un honor y una gran felicidad. FERNANDO BIRRI Cineasta argentino Es hermoso ver cómo en Cuba se da un fenómeno muy par-ticular en que lo viejo y lo nuevo se juntan y pueden convivir. Para mí fue hasta un poquito nostálgico, evocativo, el hecho de volver a escuchar canciones de la trova que lo han acom-pañado a uno desde hace tantos años y al mismo tiempo poder escuchar al trío Trovarroco, que me parece un momento de gran modernidad musical pero que no está reñido con lo otro; es como una pequeña plantita que nace de un viejo raigón y crece gracias a la magia de la música y la poesía. De modo que me siento muy feliz. JOSÉ LUIS PASCUAL (Cote) Trovador argentino Otro añito de ese patio de poesía y guitarra «limpia y sin amarras» que se ha convertido en un faro para tantos amantes de la canción pensante. Vuelvo a celebrar la iniciativa de Víctor y el Centro Pablo por ese espacio real de encuentro y difusión. Feliz cumple. YAMIRA DÍAZ Trovadora El espacio A guitarra limpia legitima el trabajo que estamos haciendo los trovadores y ha logrado un respeto sincero y un público que continúa en aumento. Tuve la gran sorpresa de que el patio de Muralla 63 estuviera lleno y eso para un creador de provincia que no es muy conocido aquí es muy importante y habla a favor del trabajo sistemático y serio del Centro Pablo. FRANK DELGADO Trovador Me cuento entre los primeros que hizo conciertos A guitarra limpia en esa institución y lo recuerdo con mucho agrado. Es tan importante la labor que ha desarrollado el Centro que hay quienes aseguran que existe una especie de «trova del Centro Pablo». El trabajo sistemático de la institución ha marcado a toda una generación de trovadores. Yo, personalmente, he pasado tardes inolvidables viendo a cantautores de todas las edades, de todas las generaciones: conciertos de Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Noel Nicola, Teresita Fernández, Fernando Bécquer, Samuell Águila, Erick Sánchez, el Dúo Karma, Eduardo Sosa, Polito Ibáñez… Allí suceden cosas hermosas y buenas. SARA GONZÁLEZ Trovadora, fundadora del Movimiento de la Nueva Trova Es una maravilla, una alegría para todos porque ya el Centro Pablo se ha convertido en un lugar donde la cultura tiene la gran esperanza de que se sigue haciendo día a día, con los jóvenes, con los escritores, con los poetas, con los artistas to-dos; es un carro que no para y una manera de demostrar que hay mucha gente necesitada de esto y de este espacio. LÁZARO GARCÍA Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova Sobre A guitarra limpia, ¿qué decirte? Para mí tiene el mismo amoroso encanto que tuvo para la primera generación de la Nueva Trova, Casa de las Américas o El Gato Tuerto para los «filinosos» de los 60 (me incluyo). Gracias a ti [Víctor] y María estos arremolinados tiempos han tenido su remanso creativo en tu Centro Pablo. Y lo que me parece más importante: has resguardado y divulgado casi todo el quehacer musical de los que nos han sucedido en el lírico peregrinar de los que cantan sus sueños y siguen con sus jugos acrecentando el cauce del prodigioso río de la trova cubana. JUAN CARLOS PÉREZ Trovador Este aniversario significa que está viva una canción y un tipo de gente; que el público que viene aquí lleva consigo un tipo de canción. Lamentablemente, no es la que más promoción recibe en la radio y en la televisión, pero sí la que más entra en el corazón de la gente. Por eso es muy importante que exista este espacio. Me siento muy feliz de haber estado aquí. WILLIAM VIVANCO Trovador El Centro Pablo es un lugar donde vas a ofrecer un concierto a guitarra limpia y considero que es uno de los retos –al menos para mí– más grandes hasta ahora en mi carrera. Tienes una responsabilidad muy fuerte por el mero hecho de que estás tocando un solo instrumento, es lo único que te acompaña, y no tienes otras cosas. El Centro Pablo es como el árbol por donde pasamos todos y donde aprendemos y bebemos y compartimos. Es un lugar que merece mucho respeto y atención. No solo los trovadores, sino todos los músicos deberían llegarse por aquí para disfrutar de lo que se hace, que no es solo trova. Es como la matriz de algo a lo que uno quisiera llegar luego. Las primeras veces que estuve acá lo hice como espectador, pero aprendí mucho. Es un lugar de aprendizaje. EDUARDO SOSA Trovador Estoy muy contento. Soy de los que vienen a casi todos los conciertos que organiza el Centro Pablo y sé del ímpetu de todos los que trabajan aquí. Hoy ha sido genial al igual que los días anteriores de preparación del concierto. Estoy muy contento de cómo quedó todo, de la reacción del público y de la cantidad de gente que vino. Soy feliz. EN EL COLOQUIO POR LOS 5 AÑOS DE A GUITARRA LIMPIA… Se reunieron, en octubre de 2003, trovadores y críticos, especialistas y gente del Centro Pablo que han soñado y rea-lizado este espacio desde finales de 1998, para conversar y debatir acerca de los alcances y las limitaciones de este empeño y para analizar juntos algunas de las inquietudes e interro-gantes que se mueven dentro de este mundo vivo y cambiante de la nueva trova cubana. He aquí algunas de sus palabras. TERESITA FERNÁNDEZ: En el Centro Pablo me sentí muy cómoda cuando hice mi concierto porque la gente fue muy amable, muy cariñosa con-migo, desde Víctor –al que conozco desde los comienzos– y pienso que el trovador, empezando por mi maestro y por las cosas que aprendí en mi casa, siempre ha sido como los antiguos juglares: pobre, nómada y libre. Gracias a la Revolución hoy tenemos un sueldo, pero realmente el espíritu del trovador es el de los antiguos juglares, que dicen lo que sienten, porque si no, explotan. Y se dice lo que se siente y se dice para la gente que escucha, y eso es A guitarra limpia. A guitarra limpia es un espacio para los jóvenes trovadores. Y me sentí muy orgullosa de que me hayan tenido en cuenta entre los jóvenes, porque realmente estoy vieja por fuera, pero por dentro estoy muy joven, soy casi una niña. Me sentí muy bien en el concierto, incluso, en el medio ambiente, entre las hojas de yagrumas, los niños, la gente de todas las edades. SARA GONZÁLEZ: A guitarra limpia es uno de los eventos que surge espontá-neamente y que viene a salvar un espacio, una necesidad gran-de que había de lugares donde los trovadores cantaran sus canciones porque seguían, estaban, continuaban, pero se per-dían realmente. Llegó un momento, en los años 90, que senci-llamente para encontrar a alguien con una guitarra trovando era bastante difícil. Los trovadores tienen que tomar conciencia de que A guitarra limpia es su espacio, su lugar, es el lugar que tienen para decir lo que sienten, para confrontar su trabajo con otros, con el de otros músicos; y ver reflejado en ese trabajo distintas tendencias de la cultura, de las artes plásticas, del teatro, del cine, de la poesía y todo eso se funda a través de esa idea que es A guitarra limpia. Quiero desearle al espacio A guitarra limpia y al Centro Pablo toda la salud del mundo, toda la continuidad y el éxito que necesita para que siga adelante: que siga siendo un lugar hermoso, lleno de canciones, de artistas y de gente linda como hasta ahora. NOEL NICOLA: Este espacio aglutinante y a la vez «plataforma de lanzamiento» para la trova cubana de todos los tiempos y generaciones, está arribando, si no a la madurez, a la continuidad que promete un «desarrollo sostenible». La proyección de toda su actividad, divulgándola por las grandes autopistas informáticas, va dando paulatinamente sus frutos y, con la colaboración de cada vez más amigos trovadictos de diferentes latitudes, ganándose un lugar en otro espacio más: el «ciber». Solo espero que mantengan las puertas y ventanas abiertas siempre para mí, porque no pude llegar esta vez, y para todo el que se acerque, curioso, guitarra en mano o corazón-todo-oídos, a estos espacios ahora cada vez menos «breves». Si bien es cierto que solo se ensanchan o contraen en consonancia con el devenir de muchos otros renglones de la actividad humana, no crecerían en su momento si no fuera gracias al profundo amor y el desvelo de sus «constructores». AUGUSTO BLANCA Y ROSY: Queridos Víctor y María: por sentirnos parte de esta preciosa «aventura compartida» es por lo que les estamos agradeciendo esta invitación con mucha, pero con mucha alegría; sabemos que esto seguirá adelante a golpe de canción, porque así lo han hecho hasta aquí llenos de entusiasmo y optimismo... Sepan que seguiremos respaldando este espacio de la Cultura cubana y soñaremos con ustedes siempre a toda costa. JOAQUÍN BORGES-TRIANA (periodista): Lo primero en que pienso al intentar formular una breve valoración de los cinco años de A guitarra limpia es que un acercamiento al devenir histórico de la más reciente producción de una cancionística de carácter propositivo en Cuba, no ha de soslayar que por muy diversas razones en la ciudad de La Habana durante los años noventa fueron desapareciendo los sitios donde se presentaran de manera sistemática propuestas de corte trovadoresco. Se comprenderá, pues, que en semejante infausto panorama, la aparición del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau como una opción donde trovadores y trovadictos pudiésemos darnos cita, devino suerte de oasis en medio de un desierto. Si a lo antes expuesto se añade que de las presentaciones en el espacio A guitarra limpia se editan casetes para ser comer-cializados en moneda nacional y, lo que resulta fundamental, conservar una memoria sonora de nuestro tiempo, estaremos entonces en condiciones de calibrar la dimensión histórico cultural del trabajo emprendido por el Centro Pablo. MIRYAM QUIÑONES (trovadora peruana): Un sueño... solo así podría definir la maravillosa experiencia que fue para mí ser parte de un A guitarra limpia en el mágico escenario del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau: gozar del privilegio de tener frente a mí a poetas y músicos de cuyo talento inagotable tantas veces se valió mi canto para hallar su razón de ser... Gracias por hacer realidad el sueño una y otra vez, por crear y mantener el espacio para todos los locos soñadores que nos empeñamos en decir «algo más». Un abrazo eterno desde este rinconcito del mundo... MARYEL MENDIOLA (Portal Trovacub, México): Las huestes utópicas (subconjunto de ese universo llamado Tropa cósmica) queremos enviarles un abrazo cósmico, ese ti-po de abrazo que no requiere de una presencia física, ese abrazo que nuestro cosmos interno le brinda cálidamente al suyo, un abrazo a corazón abierto. Queremos marchar codo a codo y hacerles sentir que siempre estamos a su lado, agradeciendo, acariciando su hacer, que finalmente ha sido la gran razón de estas huestes, que han de-jado de ser simples espectadores y que con toda humildad queremos pasar al lado de la hermandad activa. Vaya todo nuestro cariño para A guitarra limpia, para el Centro Pablo y para toda la gente bella que labora en él. SAMUELL ÁGUILA: Los que me conocen saben que no soy un hombre de espíritu pesimista, creo –como Vicente me ha dicho–, como lo dijo Silvio una de estas tardes, que el trovador no debe nunca dejar de cantar, dejar de convencer, de batallar, de seguir sus sueños. Creo que somos ese espíritu aventurero que quiere cambiar al mundo y a su gente. Eso en todos los tiempos ha tenido un precio y nuestro precio más sagrado es el de sobrevivir, es el de no dejarnos vencer (ni caernos de la tabla); es el de seguir con ese legado de los Sindos, Coronas, Matamoros, Teresitas, Silvios, Vicentes, Pablos, Santiagos, Varelas que hoy, por suerte, en nosotros se transforman manteniendo viva la esencia del trovador. La solución inmediata a nuestra trascendencia como gene-ración nueva es la de seguir guitarra en mano venciendo a los «molinos de viento», vencerlos con nuestras canciones urgentes, canciones del alma; es seguir andando por esta Isla y por el mundo insistiendo para que el hombre se dé cuenta de que hay una voz nueva, a pesar de los detractores que nos apuntan con el dedo izquierdo. HEIDI IGUALADA: A guitarra limpia ha sido y es el espacio necesario para la confrontación y el deleite. Es el sitio que ha servido para que nos diésemos cuenta de lo que nos falta y lo que nos sobra, para crecer, de hecho así ha resultado; un taller sobre un patio hermoso y bien querido que ojalá siga cantando toda la vida. A guitarra limpia = Centro Pablo, a los de mi generación se nos hace entrañable. LÁZARA RIBADAVIA: A guitarra limpia es un espacio que nació para acoger y de-fender la continuidad trovadoresca cubana, un impulso ne-cesario que, desde sus inicios, se caracterizó por la exigencia y el respeto del talento, y por la seriedad a la hora de promo-cionar el resultado de la obra de aquellos a quienes autén-ticamente les fluye la urgencia de trovar. Pienso que entre las razones felices que asisten al espacio, está el hecho de reco-nocer la guitarra como única defensa permitida para la voz del trovador, indiscutible herencia que llega de la tradición y que en nuestros días continúa aliviando las ganas de abrazo a la hora de soltarnos las verdades del alma. ARIEL DÍAZ: El Centro Pablo ha trascendido sus pequeñas fronteras de cemento que lo separan del mundo real (o irreal, en depen-dencia de nuestro coeficiente individual de mirar la realidad) y esa trascendencia es un fantasma del que pocos se percatan. El Centro se ha convertido, de pronto, en una pequeña em-presa de ciencia ficción que luego de lanzarnos a su escenario y a soportes de grabación de todo tipo, nos ha lanzado a la conquista de otros espacios, dentro y fuera del país, llegando incluso a emitir cartas de viaje al extranjero y, últimamen-te, introduciéndonos también en el universo virtual de las redes informáticas; es un solo lugar asumiendo el rol de toda la ineficacia cotidiana. Esta sensación de que nosotros mismos somos A guitarra limpia, de que somos importantes y útiles para algo aparente-mente pequeño... no tiene precio en el mercado. RITA DEL PRADO: Este espacio respeta la individualidad de cada cual, sin pau-tas de ninguna clase, y a la vez, coloca todas las condiciones y los recursos que tiene para apoyarnos. Es muy importante también el vínculo de los trovadores con los artistas... todo esto enriquece el espacio. Pienso que más que tener un lugar, un punto en La Haba-na donde se haga un concierto, existe como una suerte de hogar donde uno va, toca la puerta y tiene todo el apoyo del mundo aun cuando el concierto no sea en el propio Centro Pablo. Y eso es mucho más importante que tener el espacio, que además lo tenemos. DIANA BALBOA (artista de la plástica): A guitarra limpia ha demostrado que pueden no ser idóneos los espacios, pero los que tienen que ser idóneos son los que crean y mantienen esos espacios. Tú puedes entrar a este patio y decir: qué calor, qué cerrado, esto no es lo mejor para el sonido; sin embargo, he asistido a tantos conciertos de A guitarra limpia, y lo idóneo es lo que allí ocurre, esa compenetración entre la música, la literatura, la plástica... Y todo eso es hermoso. A guitarra limpia ha salvado una situación de dicotomía que existía entre ciertas cosas y lo ha convertido en una sola cosa y eso es el arte; el arte con una función social también porque cuánto agradece el público que asiste a los conciertos, el barrio donde está enclavado el Centro Pablo, que son como palomas en un palomar y ese palomar extiende sus alas a toda La Habana Vieja, a toda la ciudad, a los trovadores, a nosotros, los artistas de la plástica, que siempre esperamos con ilusión que nos pregunten: ¿quieres exponer otra vez, quieres estar de nuevo en el espacio? Y esa es la mayor ilusión y el mayor logro de A guitarra limpia. BECAS Y PREMIOS PARA LOS TROVADORES Como parte de las iniciativas del Centro Pablo para apoyar el trabajo de los trovadores, incentivar su relación con otras áreas de la creación como la poesía y las artes plásticas, así como fomentar el estudio de la trova, género emblemático de la Cul-tura nacional, en el año 2006 se iniciaron una serie de becas y premios cuyas convocatorias y ganadores publicamos a con-tinuación, como memoria y punto de partida para continuar. Beca de Creación Del verso a la canción (Convocatoria) Con el objetivo de estimular la creación musical y el vínculo histórico de la trova cubana con la poesía, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau convoca a la beca de musicalización de poemas Del verso a la canción. Podrán participar todos los trovadores de nacionalidad cu-bana sin límite de edad. Los aspirantes deberán elaborar un proyecto original e inédito para la musicalización de no menos de diez textos de poetas de cualquier nacionalidad. Si bien la selección del tema, autor o autores es libre, el conjunto deberá ser coherente. Los proyectos comprenderán: 1. una fundamentación en la que el autor explique las razones de su selección, 2. el demo de una canción terminada, grabada en soporte de casete o CD, y 3. un resumen de su currículo personal. Los proyectos serán enviados a: Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Del verso a la canción Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, Ciudad de La Habana La fecha tope para la presentación de proyectos es el 1 de julio de 2006. Después de esa fecha, un jurado designado por el Centro Pablo evaluará los proyectos y seleccionará hasta tres de ellos, los cuales recibirán la beca de creación, consis-tente en una subvención de 400 pesos mensuales (Moneda Nacional), por un plazo de seis meses a partir de la publicación del nombre de los ganadores, a los fines de que realicen el proyecto presentado. Al término de la beca, el jurado –cuyo fallo será inapelable– valorará la calidad de las obras y, de acuerdo a ello, la rea-lización de un concierto en el espacio A guitarra limpia y la posterior edición de un CD. Acta de premiación Del verso a la canción En La Habana, a los 27 días del mes de octubre de 2006, se reúne en los estudios Ojalá el Jurado del Concurso Beca de creación Del verso a la canción, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, después de largas deliberaciones y cuidadoso análisis de los proyectos presentados a concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente: PRIMERO: Expresar su reconocimiento a los quince con-cursantes, sin excepción, por el alto nivel de los proyectos presentados, los cuales demuestran en su fundamentación y ejemplo musical adjunto una coherencia y un apego al «vínculo histórico de la trova cubana con la poesía», tal como exigen las bases del concurso. SEGUNDO: Debido a la alta calidad de los proyectos, el Jurado consideró que la selección de solo tres de ellos, a pesar de constar así en la convocatoria, no reflejaría el verdadero nivel que se percibió en otros de pareja calidad. Por tanto, solicitó del Centro Pablo que estudiara la posibilidad de seleccionar otros dos proyectos. La aceptación de la suge-rencia por parte del Centro, así como la oferta generosa de Ojalá, hizo posible elevar a cinco los premios. POR TANTO: El Jurado decidió conceder las becas de creación del Concurso Del verso a la canción, sin que el orden de mención de sus autores signifique prioridad alguna, a los siguientes proyectos: - Por la atinada selección de poemas dedicados a un público muy especial, que demuestra el estudio riguroso del poeta es-cogido y una obra de alto respeto artístico tan necesario a la creación y a ese público especial, al proyecto Soñar despierto, de Rita del Prado. - Por el apego y la fidelidad a la poesía de alto vuelo de su entorno geográfico y cultural, que incluye a poetas afincados en la historia de la literatura cubana y a otros de la más joven generación, al proyecto Textos de poetas de Villa Clara, de Diego Gutiérrez. - Por reflejar en su proyecto el rico y desgarrador tema de la añoranza de la Patria, tan presente en la poesía cubana desde José María Heredia hasta Eliseo Diego, y que abarca poetas de tres siglos en esta propuesta, a La isla en peso: doce ma-neras de estar lejos, de Mauricio Figueiral. - Por el alto propósito de seleccionar y musicalizar obras de dos de los más grandes poetas de lengua española, unidos en su empeño de ampliar las fronteras del lenguaje poético y la condición humana, a De la moderna voz a la vanguardia: tex-tos de José Martí y César Vallejo, de Ángel Quintero. - Por la rigurosa selección de poetas clave, algunos de ellos nunca musicalizados, en un proyecto muy sugerente de alta calidad, como otros presentados a concurso por estos trovadores, a Cuba y la noche, del dúo Janet y Quincoso. Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella Concurso Una canción para Pablo (Convocatoria) El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau convoca al Concurso Una canción para Pablo, con motivo de conme-morarse este año el 70 aniversario de la muerte de Pablo de la Torriente Brau y del inicio de la Guerra Civil en España. El concurso será un homenaje de la trova cubana a la figura de Pablo de la Torriente Brau y culminará con la realización de un concierto. Podrán participar todos los trovadores de nacionalidad cu-bana, sin límite de edad, residentes en nuestro país. Cada autor podrá presentar cuantos trabajos estime oportuno, aunque ningún concursante accederá a más de un premio. Las canciones abordarán el tema del concurso (Pablo y el inicio de la Guerra Civil Española) en forma libre y creativa. Se hará una selección de las canciones entregadas para la realización de un concierto con el mismo título Una canción para Pablo, en el mes de diciembre de 2006 en el Centro Pa-blo, el cual será grabado para trabajar posteriormente en la edición de un CD que formará parte de la colección A guitarra limpia. Los proyectos comprenderán: 1. una fundamentación, 2. el demo de la canción, grabada en soporte de casete o CD, y 3. un resumen del currículo personal del trovador. Se enviarán a: Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Una canción para Pablo Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, Ciudad de La Habana. La fecha tope para la presentación de proyectos es el 1 de octubre de 2006. Acta de premiación del Concurso Una canción para Pablo En La Habana, a los 27 días del mes de octubre de 2006, se reúne en los estudios Ojalá el Jurado del Concurso Una canción para Pablo, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, luego de varias horas de escucha cuidadosa y después de intensas deliberaciones sobre las canciones presentadas al concurso, acordaron por unanimidad lo si-guiente: PRIMERO: Declarar su satisfacción por la calidad general de los trece concursantes en esta convocatoria de Una canción para Pablo. SEGUNDO: Dada la calidad de las canciones presentadas, y según las bases del concurso, antes de decidir las canciones premiadas el Jurado realizó una selección primera de obras que consideró tienen mérito suficiente para ser incluidas en un concierto que se celebrará en el mes de diciembre de 2006 y, posteriormente, editar un CD que formará parte de la co-lección A guitarra limpia, tal como prescribe la convocatoria. TERCERO: Al igual que en el Concurso Del verso a la can-ción, el Jurado consideró que la entrega de tres premios dejaría en segundo plano otras canciones de similar calidad. Por tan-to, solicitó del Centro Pablo que estudiara la posibilidad de seleccionar otros dos proyectos. La aceptación por parte del Centro de la sugerencia del Jurado hizo posible hacer justicia a la calidad de otras obras. POR TANTO PRIMERO: El Jurado decidió por unanimidad la siguiente selección de autores para el concierto antes mencionado: · Samuell Águila · Ihosvany Bernal · Raúl Verdecia · Juan Carlos Pérez · Marta Campos · Silvio Alejandro Rodríguez · Heidi Igualada · Fernando Cabreja · Oscar Eduardo Sánchez SEGUNDO: El Jurado decidió conceder una única Mención Especial como estímulo al joven trovador Oscar Eduardo Sánchez, por la pasión y vitalidad con que reflejó a Pablo en su canción «Torrente Brau». TERCERO: -Teniendo en cuenta la coherencia de texto y musicalización que presenta de manera original la imagen y el quehacer de Pablo, el Jurado confirió el CUARTO PREMIO a «Hay pala-bras», de Heidi Igualada. Igualmente, el Jurado decidió conceder otro CUARTO PREMIO de la misma categoría a «Arquitecto del sol», de Fernando Cabreja, por su texto apasionado y coherente musicalización que nos entregan a Pablo en su profunda dimensión heroica. - Por haber reflejado de manera poética y vehemente carac-terísticas y aspectos anecdóticos de Pablo que retratan de forma imaginativa al héroe, TERCER PREMIO a «Hijo de islas», de Silvio Alejandro Rodríguez. - Por el tratamiento delicado del texto, en nada contradictorio con la recia personalidad de Pablo, y una musicalización de alta eficacia para presentar a un héroe cotidiano, no por eso menos épico, que invita a seguirlo en las nuevas luchas del presente, SEGUNDO PREMIO a «Caminar contigo», de Marta Campos. - Por fundir de manera original y poética texto y música para entregar una imagen que refleja las esencias de Pablo, a pesar de no utilizar la anécdota evidente o el hecho histórico conocido, PRIMER PREMIO a «Contra lo oscuro», de Juan Carlos Pérez. Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella Beca de Creación Sindo Garay El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau estableció en el año 2006 la Beca de Creación Sindo Garay, consistente en una subvención de 400 pesos mensuales (MN) por espacio de un año, con el fin de apoyar y estimular a los creadores de la canción trovadoresca en todo el país. A propósito de esta Beca de Creación, que ha tenido ya dos ediciones, tomamos del boletín electrónico Memoria, no. 75 (marzo de 2006) un fragmento de una entrevista con María Santucho, coordinadora general del Centro Pablo, quien ex-plicó las motivaciones detrás de esta iniciativa. ¿Cómo surge la idea de la Beca de Creación Sindo Garay? Surge en uno de los eventos Longina, que organiza la Aso-ciación Hermanos Saíz (AHS), y donde tanto Víctor [Casaus] como yo tuvimos la oportunidad de ver de cerca de qué manera trabajan y viven los trovadores que no son de La Habana, aunque sabemos que algunos trovadores de la capital también tienen una situación difícil para poder desarrollar su creación. Pero, básicamente, es el resultado de varias conversaciones en el plano personal con algunos de ellos y de la posibilidad real que tiene el Centro de ayudarlos de manera material (me-diante una beca) para que se dediquen al menos un año a la creación artística. ¿Por qué la elección de Sindo como leit motiv de la beca? Por esos días habíamos estado leyendo la biografía de Sindo Garay y pudimos comprobar algo muy recurrente, salvo es-casísimos ejemplos, en la vida de la mayoría de los trovadores: que han tenido (y tienen) que pasar situaciones bien duras para poder vivir de su trabajo y crear al margen de otras ma-neras de ganarse la vida. ¿Quiénes pueden aspirar a esta Beca? ¿En qué consistirá el proceso de selección? ¿Con qué periodicidad el Centro con-vocará este tipo de becas? Pueden aspirar todos los trovadores. El proceso de selección tendrá en cuenta, en primer término, el trabajo de contacto y registro que tiene el Centro Pablo sobre los trovadores, tanto de La Habana como del resto del país, especialmente porque esta relación va mas allá en la mayoría de los casos de lo profesional, y ello nos permitirá valorar los potenciales crea-tivos y los recursos materiales con los que cuentan o no para crear con cierta tranquilidad. Hemos pensado que podríamos realizar este apoyo por el período de un año. La selección final correrá a cargo de una comisión elegida por el Centro. Cada miembro de la misma presentará pro-puestas que evaluarán de conjunto. De la votación de los mis-mos, o el consenso, saldrán los ganadores, cuyo número dependerá de la calidad de las propuestas y de las posibilidades del Centro para asumir el compromiso financiero con los autores. Ganadores de la Beca Sindo Garay 2006 y 2007 (Acta de pre-miación) El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, dando segui-miento a la acción de apoyo material a los trovadores iniciada el año pasado con la convocatoria a la primera Beca de Creación Sindo Garay, decidió continuar realizando el otorga-miento de estas becas anualmente. El propósito de esta iniciativa es ofrecer apoyo material a trovadoras y trovadores de distintas regiones del país para el mejor desarrollo de su actividad artística en general, sin que se parta de la presentación de un proyecto específico para la solicitud de la Beca. En la primera edición recibieron este apo-yo los trovadores: Isael Pipo Carrazana (Bayamo), Yunior Navarrete (Cienfuegos), Leonardo García (Villa Clara) y Eric Méndez (La Habana). En la presente edición de la Beca hemos decidido considerar también el importante valor cultural de los espacios de difusión de la trova que animan diversos artistas en varias regiones del país, y ofrecer apoyo para esta labor que se realiza con dedi-cación y constancia. Por ello el Centro Pablo ha decidido otorgar tres Becas de Creación Sindo Garay 2007 a: - Proyecto El Trovazo (Pinar del Río), de Yamira Díaz, - Proyecto Trovándote (Ciego de Ávila), de Yoán Zamora, - y al trovador Raúl Verdecia (La Habana) Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre de 2007. Becas de Creación Noel Nicola (Convocatoria) Dando continuidad a su programa de difusión y apoyo a la labor de los creadores de la nueva trova cubana a través del espacio A guitarra limpia, iniciado hace ocho años, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el portal Trovacub y los estudios Ojalá, convocan a las Becas de Creación Noel Nicola, sobre las bases que se establecen a continuación. Para optar por las dos becas, que serán otorgadas en el noveno aniversario de A guitarra limpia, en noviembre de 2007, los autores deberán presentar: - Proyecto para la realización de un concierto especial en el espacio A guitarra limpia, a partir de cuya grabación en vivo se producirá un CD en la colección del mismo nombre. El concierto estará concebido a partir de un tema central que debe aparecer descrito en la fundamentación. Las canciones –que pueden ser interpretadas solamente a guitarra o por un grupo de muy pequeño formato– tendrán temática libre y deberán estar inspiradas en los valores culturales legados por la vida y la obra de Noel Nicola. - El concierto puede incorporar elementos o recursos de otras manifestaciones artísticas como las artes plásticas, la lite-ratura o el audiovisual. - El texto de fundamentación debe tener como máximo dos cuartillas de extensión. - Ficha biográfica del trovador o la trovadora. - CD con la grabación (artesanal) de una de las canciones que integrarán el concierto y que sea representativa de la temática del proyecto presentado. Se otorgarán dos Becas de Creación consistentes en el pago de una mensualidad de 400 pesos MN durante un año a cada ganador, como apoyo material para que pueda desarrollar su proyecto. Se realizará un concierto en el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada una de las Becas otor-gadas en una fecha conveniente, acordada entre el autor y el Centro Pablo. Se producirá un CD con la grabación en vivo de cada uno de los conciertos. El otorgamiento de la Becas será decidido por un jurado integrado por tres creadores de reconocido prestigio cuyo fallo será inapelable. Las propuestas para las Becas de Creación Noel Nicola serán presentadas en el Centro Pablo (Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja) antes del 20 de octubre de 2007. Becas de Creación Noel Nicola 2007 (Acta de premiación) Dando continuidad a su programa de difusión y apoyo a la labor de los creadores de la nueva trova cubana a través del espacio A guitarra limpia, iniciado hace nueve años, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el Portal Trovacub y los estudios Ojalá de Silvio Rodríguez, convocaron a principios de este año 2007 a las Becas de Creación Noel Nicola. Cada Beca consiste en el pago de una mensualidad de 400 pesos MN durante un año al ganador, como apoyo material para que pueda desarrollar su proyecto. Asimismo, se realizará un con-cierto en el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada una de las Becas otorgadas, en una fecha con-veniente acordada entre el autor y el Centro Pablo. Con la grabación en vivo de cada uno de los conciertos el Centro Pablo producirá un CD de la Colección A guitarra limpia. Se recibieron siete propuestas de trovadores procedentes de tres provincias del país. Considerando la necesidad de ofrecer apoyo a una cantidad mayor de trovadores que los incluidos en la convocatoria, hemos decidido ampliar a cinco el número de Becas a otorgar. Los proyectos ganadores de las Becas de Creación Noel Nicola 2007, según el orden en que fueron presentadas sus propuestas, fueron: - Paso a paso, de Etien Fresquet (La Habana) - Son reafirmativo, de Oscar Eduardo Sánchez (Holguín) - Evocación, de Héctor Luis Posada (Ciego de Ávila) - Somos y no somos los mismos, de Mauricio Figueiral (La Habana) - Como una mariposa, de Samuell Águila (La Habana) Queremos destacar la conveniencia de un diálogo entre los creadores premiados y el Centro Pablo, a fin de precisar diversos aspectos artísticos de sus propuestas y confirmar, más adelante, las fechas posibles de los conciertos que se realizarán. Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre de 2007. Jurado: Martín Martínez (Portal Trovacub) / María Santucho / Víctor Casaus Premio de Ensayo Noel Nicola (Convocatoria) Con el objetivo de promover la aparición y difusión de textos de pensamiento y análisis sobre la trova cubana –desde sus orígenes a los más recientes exponentes de esta rica, viva y cambiante expresión de nuestra creatividad artística– el Cen-tro Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el portal Trovacub y los estudios Ojalá, convocan al Premio de Ensayo Noel Nicola. El Premio quiere rendir homenaje, al mismo tiempo, a la vida y la obra de uno de los principales iniciadores de la nueva trova, que dedicó también su inteligencia y su agudeza crítica al estudio de la canción cubana, apoyando así el desarrollo de las mani-festaciones más recientes de este género expresadas en las obras de los trovadores y las trovadoras de nuestros días. Para optar por el Premio de Ensayo Noel Nicola los par-ticipantes presentarán libros que estudien, analicen o do-cumenten diversos aspectos (literarios, musicales, históricos) de la canción trovadoresca en nuestro país, desde sus orígenes hasta las expresiones actuales de esa forma de creación ar-tística. Los libros tendrán como mínimo una extensión de 120 pá-ginas escritas a doble espacio en letra Arial 10 puntos. Se presentarán cuatro copias de cada libro, acompañadas de la ficha biobibliográfica del autor o la autora. Todos los textos se presentarán además en formato digital, escritos en el programa Word, en disquete o CD. Las propuestas deben entregarse en el Centro Pablo (Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja) antes del 20 de octubre de 2007. Un jurado integrado por tres creadores de reconocido prestigio, cuyo fallo será inapelable, evaluará las obras pre-sentadas y otorgará el Premio de Ensayo Noel Nicola, así como las menciones honoríficas que estime necesarias, a finales del mes de noviembre del presente año, en la celebración del noveno aniversario del espacio A guitarra limpia. El Premio consistirá en la cantidad de 5 000 pesos MN y la publicación del libro en la Colección A guitarra limpia de las Ediciones La Memoria del Centro Pablo. Acta del Premio de Ensayo Noel Nicola En La Habana, durante el mes de noviembre de 2007, se reúne el Jurado del Premio de Ensayo Noel Nicola, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con los estudios Ojalá de Silvio Rodríguez y el Portal Trovacub. Sus integrantes, Alberto Faya, Germán Piniella y Víctor Ca-saus, después de la lectura y el cuidadoso análisis de los libros presentados a concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente: 1. Confirmar que la canción, y muy específicamente la trova, figuran entre las expresiones artísticas esenciales que, desde la segunda mitad del siglo XIX, han definido al ser cubano. Su continuidad en el tiempo se debe a la creatividad de los artistas que la han desarrollado, a la labor de diversas enti-dades que dentro de la sociedad cubana han contribuido a per-petuar su existencia y, por supuesto, a esa relación viva y perdurable que las obras han establecido con el pueblo en un intenso y constante intercambio de sentimientos e ideas. La convocatoria al Premio de Ensayo Noel Nicola es por ello una importante acción que se suma a las tantas otras que el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau ha generado en función de la preservación y el desarrollo de la cultura ar-tístico-literaria y, de manera muy especial, de la trova. 2. Los integrantes de este jurado, que asumimos la respon-sabilidad de evaluar las obras enviadas al Premio, hemos podido comprobar la seriedad y el amor con que los concur-santes se han acercado al análisis de muy diversos aspectos de esa fundamental manifestación artística nuestra. Esto nos permite constatar no solo la importancia de eventos como este, sino también recomendar su necesaria continuidad. Igualmente, el Jurado desea sugerir al Centro la celebración de un coloquio en el que participen varios de los autores de los libros presentados, para debatir algunos de los temas presentes en sus obras, junto a otros estudiosos, críticos y tro-vadores, a fin de darle continuidad al Premio y promover el debate acerca de esta vital manifestación de la cultura cu-bana. 3. Reconocimientos El Jurado decidió proponer al Centro Pablo la publicación de un volumen que contenga fragmentos de los libros que se mencionan a continuación, en la certeza de que este conjun-to de textos ofrecerá criterios e información sobre el desarrollo de la nueva trova cubana, difundirá así aspectos importan-tes de su desarrollo y servirá de apreciable herramienta para el trabajo de actuales y futuros investigadores y estudiosos del tema. - La literatura y la poesía en la música, de Guillermo Ro-dríguez Rivera, porque reúne valiosos textos de este trascen-dente crítico y poeta que exponen y analizan la relación entre esas formas de creación artística en el ámbito de la cultura cubana del siglo XX. - Canción cubana contemporánea: la luz, bróder, la luz, de Joaquín Borges-Triana, porque incluye una inestimable in-formación sobre las recientes generaciones trovadorescas cu-banas y contribuye al conocimiento y al estudio de algunas de las zonas menos conocidas de ese proceso cultural. - La primera piedra, de Ariel Díaz, porque entrega, a través de su lenguaje agudo y eficaz, un testimonio auténtico y com-prometido de esa historia reciente, en particular de las gene-raciones más jóvenes, a partir de la participación activa del autor en esas acciones y debates. 4. Premio de Ensayo Noel Nicola Por la precisión con que caracteriza la diversidad temática de la literatura en las canciones de Silvio Rodríguez. Por la acertada manera con que identifica los vínculos de la obra de un artista con la sociedad en la que se desarrolla. Por la sencillez y el rigor intelectual de sus análisis que con-tribuyen a esa claridad de ideas imprescindible en un ensayo literario. El Jurado otorga el Premio de Ensayo Noel Nicola a: Una propuesta sobre la poesía de Silvio Rodríguez, de Suyín Morales Alemañy. Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre del año 2007, en el noveno aniversario del espacio A guitarra limpia. Jurado: Alberto Faya / Germán Piniella / Víctor Casaus Concurso Una canción para Frida y Diego (Convocatoria) El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de México en Cuba convocan a las trovadoras y los trovadores de la Isla a este concurso que tiene como objetivo principal recordar y homenajear a Frida Kahlo en el centenario de su nacimiento y a Diego Rivera en el cincuentenario de su muerte. Este concurso forma parte de la jornada Frida y Diego: Voces de la tierra, que se desarrollará en La Habana entre el 6 de julio y el 24 de noviembre, fechas del nacimiento y la muerte de estos dos grandes artistas. Podrán participar en esta convocatoria todos los trovadores y las trovadoras de nacionalidad cubana, sin límite de edad, residentes en nuestro país. Cada autor podrá presentar cuan-tas propuestas estime oportunas. Las canciones abordarán, de forma libre y creativa, temas inspirados en los valores legados por la obra de Frida y Diego y en las características fundamentales de sus vidas, identificadas con la búsqueda de la imaginación, el ejercicio de la participación y la lucha por la justicia social. Cada autor o autora deberá presentar: 1. el texto de la canción, impreso y en soporte digital de CD o disquete, 2. el demo de la canción –concebida para ser interpretada con voz y guitarra– grabada en casete o CD, 3. un resumen del currículo del trovador, con una exten-sión que no exceda las dos páginas. Se otorgará un Premio Único consistente en la invitación a realizar una presentación en México D.F., dentro de las actividades de homenaje a Frida y Diego, durante el presente año, en una fecha que será definida próximamente. Los gastos de pasaje y estancia durante tres días serán financiados por la Embajada de México en Cuba. El jurado, que estará integrado por reconocidas figuras de la trova, la poesía y la crítica, otorgará el Premio Único y po-drá recomendar otras canciones que recibirían Mención Honorífica. El Centro Pablo difundirá a través de sus medios (programa radial, Internet, publicación de discos en la Colección A gui-tarra limpia) la canción premiada y otras que el Jurado haya sugerido. Las propuestas deben ser enviadas a: Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Una canción para Frida y Diego Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, La Habana. La fecha tope para la presentación de los proyectos es el 30 de junio de 2007. Concurso Una canción para Frida y Diego (Acta de premiación) En La Habana, a los 30 días del mes de junio de 2007, se reúne en los estudios Ojalá el Jurado del Concurso Una canción para Frida y Diego, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de México en Cuba. Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, luego de una escucha cuidadosa, largas deli-beraciones y cotejo minucioso de las canciones presentadas al concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente: PRIMERO: Declarar su satisfacción por la calidad general de la gran mayoría de los concursantes en esta convocatoria de Una canción para Frida y Diego. SEGUNDO: Dada la calidad de las canciones presentadas, antes de decidir las canciones premiadas el Jurado realizó una selección primera de obras que, consideró, tienen mérito suficiente para ser incluidas en un concierto que se celebrará en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. TERCERO: Al igual que en concursos anteriores convocados por el Centro Pablo, el Jurado consideró que la entrega de un premio único dejaría en segundo plano otras canciones de similar calidad. Por tanto, solicitó del Centro Pablo que estudiara la posibilidad de seleccionar otras obras como Menciones Es-peciales. La aceptación por parte del Centro de la sugerencia del Jurado permitió hacer justicia a la calidad de otras canciones. POR TANTO PRIMERO: El Jurado decidió por unanimidad la siguiente selección de autores para el concierto antes mencionado: Heidi Igualada Marta Campos Lilliana Héctor y Ariel Díaz Nelson Valdés Oscar Eduardo Sánchez Mauricio Figueiral Ariel Barreiros Pedro Beritán y Lilliana Héctor Tony Ávila SEGUNDO: Por la calidad conjunta de texto y música, así como por su demostración de buen oficio en una composición que presenta poéticamente la relación de los dos artistas mexicanos, el Ju-rado decidió por unanimidad conceder una Primera Mención Especial a la canción «Frida y Diego», de Marta Campos. TERCERO: Teniendo en cuenta la coherencia de texto y musicalización que presenta de manera original una imagen de alto vuelo poético, el Jurado confirió unánimemente una Segunda Men-ción Especial a «Frida», de Ariel Barreiros. CUARTO: Por el tratamiento poético de la personalidad de Frida Kahlo, su obra, sus pasiones y sufrimientos, así como de su vehemente relación de amor y arte con Diego Rivera, en un entorno musical que recrea la música mexicana sin calcos folclo-rizantes, el Jurado decidió otorgar por unanimidad el Premio Único a «Retrato con el pelo corto», de Lilliana Héctor y Ariel Díaz. Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella EL PREMIO PABLO Y A GUITARRA LIMPIA Bases del Premio El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau ha decidido instituir el Premio Pablo, que será otorgado, por una sola vez, a personalidades e instituciones cubanas y de otros países que se hayan destacado en investigaciones, obras de creación y acciones encaminadas a promover y defender los valores de la identidad cultural y la solidaridad entre los pueblos. El Premio también será otorgado a personalidades e insti-tuciones relacionadas de alguna forma con la vida y la obra de Pablo de la Torriente Brau –cronista incesante, creador imaginativo, luchador antifascista y antiimperialista– y que hayan hecho suyos esos valores en el mundo de hoy. El Premio quiere enfatizar las premisas éticas, humanas y comprometidas de Pablo, legadas en sus textos y en su propia trayectoria de vida que pasó, rauda e intensa, por las tres décadas iniciales de nuestro siglo, dejando ejemplo y luz para estos tiempos que corren y para el milenio que ya se avecina. Entre esas premisas se encuentran, sin dudas, el recono-cimiento de dos fuentes esenciales de su formación confesadas en textos memorables. Pablo aprendió a leer en las páginas de La Edad de Oro, de José Martí, y destacó en el prólogo de su primer libro, los Cuentos de Batey, la herencia ética recibida de su abuelo, don Salvador Brau, quien había declarado con dignidad y entereza que «a los hijos hay que darles, antes que pan, vergüenza». Al instituir el Premio Pablo, en este final de siglo lleno de sombras y de luces, en que se ha llegado a anunciar el fin de la Historia, tenemos por suerte de nuestro lado la historia per-sonal y formidable de aquel hombre que nos dejó en su corres-pondencia vibrante estas palabras aleccionadoras: «No tengo nunca miedo de escribir lo que pienso, con vistas al presente ni al futuro, porque mi pensamiento no tiene dos filos ni dos intenciones. Le basta con tener un solo filo bien poderoso y tajante que le brinda la interna y firme convicción de mis actos. No me importa nada equivocarme en política porque solo no se equivoca el que no labora, el que no lucha.» Ese filo es, al mismo tiempo, el del saber y el del compromiso, el de la inteligencia y el de la capacidad para pensar con cabeza propia los problemas de nuestro tiempo. Así nos lo enseñó Pablo. Así queremos reconocerlo y hacerlo nuestro con este Premio que lleva su nombre memorable y querido. Calle de la Muralla, La Habana Vieja, Cuba, abril de 1998, casi fin de siglo y continuación de la Historia que nos pertenece. Este reconocimiento ha sido entregado en varias ocasiones en el espacio A guitarra limpia. Publicamos los nombres de las/os trovadores, personalidades e instituciones relacionadas con la promoción y la existencia misma de la Trova, que lo han recibido en ocasión de los conciertos que cada mes, desde no-viembre de 1998, tienen lugar en el patio de las yagrumas. 27 de noviembre de 1999 AL MAESTRO LEO BROUWER, compositor y guitarrista cubano. «Por los hallazgos y las maravillas que has encontrado para nosotros en la guitarra, por las enseñanzas que ofreciste a los jóvenes iniciadores de la Nueva Trova, por la magia y el rigor de tus composiciones, aquí está, en este Premio Pablo y para siempre, nuestra admiración y nuestro cariño.» 25 de noviembre de 2000 A TERESITA FERNÁNDEZ, «trovadora de los niños y de los ma-yores que se resisten a dejar de ser niños, martiana y cris-tiana, por su ternura y por sus canciones que nos han acom-pañado tanto». 24 de noviembre de 2001 A NOEL NICOLA, «por mantenerse fiel a los principios que se trazó como creador y como ser humano; por sus canciones de todas las épocas, por su poesía auténtica y personal, airada y tierna, irónica y sincera; por su palabra limpia y sugerente, totalmente liberada de prejuicios». 17 de mayo de 2002 A REY GUERRA, «maestro de la guitarra, rey con corona de talento y de humildad, guerrero de la sensibilidad y de la crea-ción. Por entregar y compartir esas maravillas. Por crear y re-crear esos mundos. Por sus manos y su corazón». 28 de diciembre de 2002 A S ILVIO RODRÍGUEZ, «expedicionario del amor, por tus can-ciones y tus ideas (que compartimos), por tu persistencia y tu coraje en las buenas y en las malas (como debe ser): juntos le-vantaremos siempre la guitarra.» 19 de diciembre de 2003 A S ARA GONZÁLEZ, «por regalarnos la maravilla de su voz y de su fuerza. Por lograr que sus canciones formen parte, imper-ceptiblemente, de nuestras vidas, y que desde ese territorio auténtico e inviolable se prepare para alcanzar la trascen-dencia verdadera. Por cantar a la Patria agradecida y al amor de millones, fundiendo, a través de la belleza y de la poesía, la épica de los grandes hechos históricos y el imprescindible latido de la vida cotidiana con sus misterios intensos y ad-mirables». A VICENTE FELIÚ, «por creer e invitarnos a creer con él, desde su poesía y su música, en los sueños que hemos imaginado y construido juntos. Por compartir generosa y solidariamente su talento, su inteligencia y su tiempo con los trovadores más jóvenes que han encontrado a su vez, en sus canciones, una fuente necesaria para la inspiración y para la confrontación creadora. Por llevar a otras tierras del mundo la canción de Cuba, la imagen de Cuba, la verdad de Cuba». 16 de febrero de 2004 A ISABEL P ARRA, «por albergar y transmitir la poesía, el amor y la imaginación de su familia de artistas populares y defender con sus cantos la cultura de nuestro continente. Por Violeta, siempre: gracias a la vida». 27 de noviembre de 2004 A ALFREDO GUEVARA, «por su pensamiento y su práctica crea-dora, por su aporte en los tiempos de fundación de nuestra cultura y de nuestra historia, por su visión y su apoyo decisivo para que naciera y se desarrollara la Nueva Trova cubana». A ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR, «por su poesía y su pensamiento, por su presencia diversa y creadora en la cultura cubana y su labor fundadora en la Casa de todos que ayudó a nacer, de la mano de Haydée Santamaría, a la Nueva Trova cubana». 26 de noviembre de 2005 A LA EMISORA HABANA RADIO, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, «por su labor activa y solidaria en la promoción de la nueva trova cubana, por el rigor y la calidad de su trabajo cultural, ejemplo para los medios de comunicación de nuestro país». A AUGUSTO BLANCA, «por la poesía y la humanidad de sus canciones, por su hermosa trayectoria artística, inspiradora de las nuevas generaciones de la trova cubana». EL CENTRO PABLO EN CUBADISCO Ha sido una tradición del Centro Pablo, desde el surgimiento de su colección A guitarra limpia, la de participar, sea a través de conciertos, con el montaje de un stand o mediante la venta de sus casetes y discos, en la Feria Internacional Cubadisco. Un ejemplo es el concierto especial que el 17 de mayo de 2001 realizó el trovador Gerardo Alfonso en el patio de las yagru-mas. Algo similar ocurrió el 26 de mayo de 2007, cuando los dominicanos Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez llenaron de bachatas el tradicional espacio de Muralla No. 63, en el marco de la edición anual de Cubadisco. La Feria del Disco Cubano ha sido ocasión para que el Centro Pablo exponga sus ideas sobre la producción discográfica y, en general, la difusión de la trova, género de nuestra tradición musical que constituye el eje de uno de los programas más importantes de la institución. A continuación reunimos las nominaciones y premios de A guitarra limpia en Cubadisco hasta el año 2008. Cubadisco 2002 (22 al 26 de mayo) PREMIO ESPECIAL A: Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau: «Su proyecto A guitarra limpia ha conseguido dejar testimonio de la creación trovadoresca actual y ha unido a varias generaciones de la cancionística nacional.» NOMINADOS Fueron nominados, por el sello Unicornio, la colección de casetes de los conciertos A guitarra limpia, la Antología I, en las categorías de Grabación y Compilación, y la multimedia A guitarra limpia. Cubadisco 2005 (21 al 29 de mayo) NOMINADOS Opera Prima: Pasado los treinta, Eduardo Sosa Trova: Pasado los treinta, Eduardo Sosa / Señales, Diego Cano / A guitarra limpia, Antología 3 / La mano amiga, Augus-to Blanca, Vicente Feliú y Lázaro García Cubadisco 2006 (20 al 28 de mayo) PREMIO ESPECIAL A: Homenaje a Noel Nicola (varios intérpretes) NOMINADOS Trova: No me mires tan extraño, Gerardo Alfonso / Antes de la noche, Yamira Díaz Cubadisco 2007 (19 al 27 de mayo) PREMIO EN LA CATEGORÍA DE GRABACIÓN IN SITU: Trovarroco Realizadores: Jaime Canfux y Juan Demósthene NOMINADOS Música instrumental: Trovarroco, concierto en vivo del trío Trovarroco Trova: Frío, Ariel y Amanda / Voz de las aguas, Dúo Karma Cubadisco 2008 (17 al 25 de mayo) PREMIO ESPECIAL: Te doy una canción. Homenaje a Silvio Rodríguez Con la participación de 43 trovadores PREMIO DE HONOR: A Víctor Casaus, poeta y cineasta, director del Centro Pablo de la Torriente Brau, «bastión de la trova cubana, sin distinción de edades y estilos, siempre que sea fiel a su vocación sentimental y levantisca. Programas como A guitarra limpia y una impre-sionante colección discográfica destinada mayoritariamente a los jóvenes talentos avalan los frutos de su tesón». 1 Ese mismo día se entregó el Premio de Honor al amigo Gui-llermo Rodríguez Rivera, autor de «uno de los textos más lúcidos sobre la identidad cubana, Por los caminos de la mar, donde se explaya sobre los misterios de la música popular y de la trova y los clarifica con su proverbial agudeza y acendrada sensi-bilidad».2 PREMIO EN LA CATEGORÍA DE MÚSICA VOCAL E INSTRUMENTAL: A fuego abierto, Dúo Lien y Rey PREMIO EN LA CATEGORÍA DE TROVA: De paso por el sol, Leonardo García OTROS NOMINADOS Trova: Demasiado DiEgo, Diego Gutiérrez Grabación in Situ: A fuego abierto, Dúo Lien y Rey (Realizadores: Jaime Canfux y Juan Demósthene) Jaime no es un chofer de consola Por María Fernanda Ferrer (A propósito del Premio para Jaime Canfux y Juan Demósthene, por la grabación in situ del concierto de Trovarroco, el boletín electrónico Memoria, no. 92, de julio de 2007, publicó el siguiente texto.) Hace unas cuantas semanas se supo que Jaime Canfux, sonidista del Centro Pablo, recibió el premio a la mejor Grabación in situ por el disco Trovarroco, durante el Cubadisco 2007, pero para los agradecimientos nunca es tarde. Eso pensé cuando el pasado domingo primero de julio un grupo de trovadores se reunió en la Sala Majadahonda del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau para «descargar» y de manera muy informal –como caracteriza a la institución– agradecer desde el cariño y la cercanía la labor de Canfux –y también del ingeniero Juan Demósthene. Jaime ha puesto su sello (¿su mano?), sin duda, en la Colección A guitarra limpia, y gracias a su talento han quedado registrados en formato de casetes (primero) y desde hace unos tres años en CDs, más de ochenta conciertos realizados en el patio de Muralla 63 en los casi nueve años de existencia del espacio. La Majadahonda se llenó de amigos (trovadores en su ma-yoría), quienes desde su experiencia personal valoraron la la-bor de Jaime. He aquí algunas opiniones. Ariel Díaz (trovador): «Me atrevo a asegurar que todos los trovadores coincidimos en nuestra opinión en relación con Jaime: es un profesional. Lo hemos visto crecer junto a nosotros y hemos apreciado cómo es capaz de aprovechar al máximo la tecnología. Quiero resaltar algunas de sus cualidades: sencillez, voluntad y paciencia; ¡con nosotros hay que tener paciencia extrema! Y eso lo agradecemos mucho. Todo el mundo tiene un criterio distinto de cómo quiere escucharse en su grabación y Jaime ha tenido la paciencia de no poner horarios. Eso es algo que vale mucho y que da seguridad al artista.» Erick Sánchez (trovador): «Cuando a un músico nos sale mal un concierto, le echamos la culpa al sonidista. El sonido es algo muy sensible: puedes dejar todo a punto y a la hora siguiente te puede parecer mal. Jaime nunca ha sido un chofer de consola; ha sido, también, un artista que nos ha sabido aguantar nues-tras malcriadeces tratando de complacer y complace. Él tiene solo un horario: el de empezar; después está contigo hasta que pone punto final. Mi experiencia personal ha sido excelente. La tecnología que posee el Centro Pablo –comparada con casas disqueras de renombre como Abdala, la EGREM u Ojalá– es muy inferior, sin embargo, es suficiente como para ganarse un premio de Grabación in situ en lo que se considera la mayor fiesta del disco cubano. Esto es muy importante porque se está salvando la obra de cada uno de nosotros. Si no existieran el Centro Pablo y el trabajo de Jaime, muchos de nosotros pasa-ríamos inadvertidos.» Ángel Quintero (trovador): «El Centro Pablo indiscutible-mente está gestando una memoria sonora a través de la gra-bación de los conciertos A guitarra limpia que se llevan a soporte de CD. Los que somos músicos sabemos que siempre en un espectáculo en vivo hay algo que privilegiar: o sacrificas la grabación y priorizas sala o viceversa. Ese premio que ha obtenido Jaime, de verdad, se ha ganado bien, porque sin sa-crificar el resultado del trabajo de un artista en vivo encima de un escenario, ha logrado sacar lo esencial, lo mejor de esos conciertos para que queden en un soporte discográfico.» Augusto Blanca (trovador): «Hay un detalle que quisiera apuntar: cuando uno viene al Centro y ve a Jaime detrás de la consola, ese solo hecho te da confianza. Sabes que todo se va a resolver. Jaime inspira confianza. Y eso se agradece. Gracias, hermano.» Víctor Casaus, director del Centro: «Agradecemos la labor de Jaime en estos años porque – además de todas las virtudes que se han señalado– también ha tenido la voluntad de crecer profesionalmente estudiando. Jaime hizo una carrera univer-sitaria al mismo tiempo que trabajaba y todos sabemos el ritmo acelerado de esta institución. Eso lo tomamos, también, como una satisfacción personal: primero por el cariño y el aprecio que le tenemos. Es un ejemplo para todos los trovadores que necesitan, también, una formación profesional, universitaria. Ese reconocimiento de ustedes, es nuestro. Hemos visto la re-lación diáfana que Jaime establece con ustedes y eso es im-portante. Sabemos que no escatima un minuto para que todo quede mejor y eso se lo tenemos, también, que agradecer.» SIEMPRE POR LA IZQUIERDA La frase «por la izquierda» equivale, en el habla popular del cubano, a los mecanismos que cotidianamente inventamos para burlar otros –muchas veces innecesariamente complejos– que nos impiden lograr determinados objetivos. En noviembre de 2004, el Centro Pablo, como parte de las iniciativas con las que celebraba el sexto aniversario de A guitarra limpia, propuso una singular expo-venta de casetes y discos unidos por el carácter independiente, alternativo, de sus procesos de producción y distribución. Para esa ocasión, fueron convocados un trovador y dos promotores, profundos cono-cedores de los matices y las singularidades que rodean a la can-ción cubana contemporánea y su difusión. Reproducimos en este libro los agudos textos que escribieron para el catálogo de Por la izquierda, Ariel Díaz, Humberto Manduley López y Joaquín Borges-Triana. De mano en mano Ariel Díaz Los discos alternativos que tenemos hoy en nuestras manos, junto a muchos otros invisibles, calan a golpe de canción el testimonio de un canto ausente de la luz pública, como picto-grafías indelebles en esta moderna cueva de Altamira que es el Centro Pablo. No hay mejor lugar para reunirlos, porque este patio es nido del que muchos de nosotros ensayamos nues-tro primer vuelo hacia lo increíble. Cuando las nuevas tecnologías hicieron el milagro de la me-tamorfosis de lo analógico a lo digital se estaba creando, por primera vez, un doble camino: el de la algarabía publicitaria y hueca, y el del silencio del marginado, que utilizaría, a partir de entonces, las mismas vías de expresión creadas por sus mar-ginadores. Entonces, hasta esta brevísima Isla llegaron los ecos de la nueva revolución y en nuestras manos cayeron las armas contra la indiferencia del «mercado». Nos hicimos diseñadores, sonidistas y vendedores, todo en los incompletos cursos de la marcha. En nuestras tertulias comenzaron a aparecer extraños nombres como Cool Edit y Acid; junto a guitarras y cuerdas procurábamos de pronto tarjetas de sonido y memoria RAM. Terminamos hablando de Windows XP con la misma vehe-mencia que de Sindo Garay. Sabemos que ha sido vital para la supervivencia recurrir a nuestra propia iniciativa discográfica, que no hubo otra forma posible de continuar cuando se cerraron en nuestras narices las puertas de una fiesta a la que no estábamos invitados. De mano en mano van pasando nuestros conciertos en vivo, nuestra voz grabada dentro de los roperos a las tres de la ma-ñana y la percusión apagada por los vecinos, todo con la frescura del pan recién horneado. Lo que hoy estamos viendo es solo una diminuta parte del camino. Vivimos en un mundo donde las grandes disqueras han invertido ya en líneas aéreas y refrescos porque cada vez son menos los «elegidos» para la venta desmedida y artificial. Por entre las grietas que el propio sistema neoliberal y neo-apresador abre en su decadencia cultural, brota el verde de la alternativa. Para eso estamos aquí esta tarde, para un S.O.S. emitido, no desde el naufragio, sino desde la dignidad que es, a su vez, una trompetilla colectiva al «no se puede» y al «ya veremos». Miremos alrededor cuántas canciones, cuántas ideas y cuán-tas soluciones en tan pequeño espacio. Digamos en voz alta que no se juega con el pensamiento, que no hay economía sin cultura, pero digámoslo con nuestro trabajo y con el ejemplo, no con la queja vacía, para que el grito sea efectivo como dulce látigo de abeja en la conciencia. Música cubana por la izquierda Humberto Manduley López Quizás no sería aventurado decir que la cultura nacional so-brevive (como nosotros mismos, muchas veces hasta de modo inconsciente) gracias a esa gestión que se realiza por la izquierda. Término polisémico que en Cuba adquiere connotaciones muy precisas, cuando se aplica a la discografía identifica a un creciente grupo de grabaciones hechas al margen de los mecanismos ins-titucionalizados, producciones independientes que circulan con variados niveles de subterraneidad. Son obras que demuestran una irreprimible necesidad de existir, al tiempo que dejan en claro la ineptitud de las disqueras nacionales y una buena parte de la crítica «especializada», para quienes solo existen las vacas sa-gradas de siempre y el producto con etiqueta oficial. Que la creación musical cubana se ha procurado sus propias alternativas es un hecho irrefutable. Es una actitud de resis-tencia; apuesta por la postura de no callar. No todo lo que suena es oro, pero eso solo lo sabremos cuando tengamos la libertad de elegir sobre una oferta para opinar después. En tiempos en que la vía derecha se vuelve siniestra, resulta natural que la izquierda sea diestra. Legitimar lo alternativo podría ser una inteligente opción. Paso, entonces, al disco cubano por la iz-quierda. Bienvenida la alternatividad Joaquín Borges-Triana Hablar en breve espacio acerca de las disímiles implicaciones que tiene la cada vez más activa escena cubana de producciones independientes, discos hechos al margen de la industria oficial, es harto complejo. Así pues, solo puedo esbozar algunas ideas que, para su plena comprensión, habría que desarrollar de un modo más explícito. En primer lugar, al valorar este nuevo fenómeno en las dinámicas culturales de nuestro país, hay que tener en cuenta que el carácter dual del mercado para el disco nacional origina que –a diferencia de las casas disqueras en el extranjero, las que en lo fundamental producen para el consumo en las naciones donde están asentadas– las nuestras no editan material para ser comprado por el melómano del país, sino que persiguen la búsqueda de moneda libremente convertible, a tenor con los requerimientos del autofinanciamiento. A ello se une que, en la práctica, el CD es un soporte casi inaccesible para el ciudadano medio entre nosotros. No se ha de obviar que en nuestro caso aún no se puede hablar de un verdadero mercado nacional para la cultura, con el suficiente grado de solidez como para que en él productos como el disco, el libro, el cine o los procedentes de las artes plásticas, alcancen su realización económica con el dinero del destinatario natural para el cual están concebidos como creación artística. Así pues, en materia fonográfica es imposible referirse a un mercado nacional con todas las de la ley, sino hay que aludir a uno en el que los cubanos participamos en calidad de exportadores del producto fonográfico hacia el mercado internacional o el de fronteras, y no en términos de consumidores, dado que inter-venimos en la oferta y no en la demanda. Piénsese, además, en los muy elevados precios que hay que pagar para adquirir un equipo lector de CD, por elemental que sea, o los propios discos ya editados. Por suerte para nosotros, los melómanos, la tecnología ha venido a ofrecer un paliativo en tan caotizante panorama y a democratizar un tanto la producción y el consumo de fono-gramas, que hoy pueden hacerse de manera independiente (incluso, con suma calidad), al margen de los sellos disco-gráficos, las empresas distribuidoras y las cadenas de tiendas encargadas de la comercialización del producto; toda una en-revesada estructura que al final origina que haya que pagar mucho más de lo debido por un CD, con ganancias que, dicho sea de paso, no son para los artistas. Por otra parte, el disco alternativo le concede a su protagonista un estatus distinto pues lo convierte en gestor cultural, ahora pleno responsable de todo el proceso que va desde la creación del material a in-cluir en la grabación, hasta que esta llega a las manos del consumidor. Así el músico tiene absoluta propiedad y posesión sobre su obra. En fin, mientras que en la industria musical las actuales reglas del juego no cambien, ¡bendecido sea el disco cultural alternativo que contribuye a difundir la obra de ar-tistas que lo merecen! DIFUSIÓN UNA MULTIMEDIA Y SEIS ANTOLOGÍAS En el año 2001, coincidiendo con una edición de la Feria Inter-nacional del Disco Cubano Cubadisco, fue presentada una multimedia-antología del espacio A guitarra limpia, la cual contiene información sobre los primeros conciertos efectuados en el patio de las yagrumas, en Muralla No. 63, sede del Centro Pablo de la Torriente Brau. Realizado en formato de CD, en colaboración con el Centro de Informática Aplicada a la Cultura (CEISIC), comprende fragmentos de video de los 24 conciertos que enumeramos a continuación: Santiago Feliú – Futuro inmediato Vicente Feliú – Cincuenta son, pero no duelen tanto Gerardo Alfonso – Guitarra, siempre guitarra Carlos Varela – Habáname Rita del Prado – Más que sobrevivir Cuerda joven Augusto Blanca – Casi feliz Frank Delgado – Inmigrante a media jornada Diego Cano – Señales Rey Guerra – Pieza sin título Pedro Luis Ferrer – Yo no tanto como él Ireno García – Dibujar canciones Jorge García – Hay cosas… La impúdica es la guitarra Heidi Igualada – Volver a nacer Dúo Postrova – Desde el son de la loma Fernando Bécquer – Cubano por donde tú quieras Sara González – Gracias por la música Manuel Argudín – No estoy tan mal Teresita Fernández – No puede haber soledad Marta Campos – Como soy Samuell Águila – Arando el fin Trío Enserie – Mañana no habrá Lázara Ribadavia – Canción de tarde Asimismo, incluye el audio de los siguientes temas: Mickey y Mallory – Santiago Feliú Pablo – Vicente Feliú Quisiera – Gerardo Alfonso Jalisco Park – Carlos Varela Samba para alguien – Rita del Prado La Marina – Ariel Díaz (con Heidi Igualada) El tercer deseo – Augusto Blanca Veterano – Frank Delgado Conciencia – Diego Cano Perla marina – Rey Guerra Yo no tanto como él – Pedro Luis Ferrer Andar La Habana – Ireno García Era un amuleto tan perfecto – Jorge García No busco una salida – Ihosvany Bernal De preguntas y palabras – Heidi Igualada Intento de bolero – Dúo Postrova Me gustas tú – Fernando Bécquer Amor de millones – Sara González Muchacha no te enamores – Manuel Argudín No puede haber soledad – Teresita Fernández El beso – Marta Campos Como el rocío – Samuell Águila Cupido tacaño – Trío Enserie Con poquita fe – Lázara Ribadavia Tema A guitarra limpia – Rey Guerra Elegía segunda (de Miguel Hernández) – Silvio Rodríguez Hoy – Axel Milanés Poema «La tristeza de La Habana» – Sergio Gómez / Samuell Águila La multimedia muestra además una serie de opiniones de personalidades. Hablan sobre A guitarra limpia Leo Brouwer, Rey Guerra, Carlos Martí, Gerardo Alfonso, Julio Girona, Rita del Prado, Diego Cano, Ariel Díaz, Silvio Alejandro, Juan Camacho, Carlos Varela, Vladimir Cruz, Samuell Águila, Caridad Rojas, Noel Nicola, Jorge García, Fernando Bécquer, Claudia Expósito, Corina Mestre, Rosa Pérez, Jorge Fuentes, Jorge Gómez, Ihosvany Bernal, Manuel Argudín, Alejandro Valdés, Luis Toledo Sande, Teresita Fernández, Cintio Vitier y Silvio Rodríguez. Con guión de Abel Casaus y la producción ejecutiva de María Hue Fong, la multimedia A guitarra limpia tiene ya tres ediciones –la más reciente de ellas en el año 2006– e incluye unas 500 imágenes como memoria de los conciertos A guitarra limpia. ANTOLOGÍAS A GUITARRA LIMPIA Como parte de su vocación por preservar la memoria, el Centro Pablo ha ido presentando en los últimos años las antologías A guitarra limpia (I - VI), que reúnen momentos de los di-ferentes conciertos realizados durante los primeros seis años del espacio. CASETE Y CD ANTOLOGÍA 1 – A GUITARRA LIMPIA 1. Elegía Segunda (poema de Miguel Hernández con mú-sica de Silvio Rodríguez) - Silvio Rodríguez 2. Mickey y Mallory - Santiago Feliú 3. Hoy - Axel Milanés 4. Me gustas tú - Fernando Bécquer 5. Pablo - Vicente Feliú 6. Quisiera - Gerardo Alfonso 7. Jalisco Park - Carlos Varela 8. Samba para alguien - Rita del Prado 9. De preguntas y palabras - Heidi Igualada 10. La marina - Ariel Díaz (con Heidi Igualada) 11. No busco una salida - Ihosvany Bernal 12. Poema «La tristeza de La Habana» - Sergio Gómez / Cómo andará La Habana Samuell Águila (con Glenda Fer-nández) 13. El tercer deseo - Augusto Blanca 14. Veterano - Frank Delgado 15. Conciencia - Diego Cano 16. Tema A guitarra limpia - Rey Guerra CD ANTOLOGÍA 2 – A GUITARRA LIMPIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Tema A guitarra limpia Habanera - Ireno García Yo vine a encontrarme bajo el agua - Heidi Igualada La canción de Lulú - Fernando Bécquer Más caballero que señor - Manuel Argudín No puede haber soledad - Teresita Fernández Yo te encontré - Dúo Postrova Tema de noviembre - Heidi Igualada Respuesta a Serrat a propósito de los fantasmas del Roxy - Jorge García Todo y más - Sara González Temo al andar y al no andar - Ireno García (con Manuel Argudín) Que no pueda - Jorge García Tema para el desparpajo y la cochambre (Negrona) - Fernando Bécquer El beso de la muerte - Manuel Argudín Puzzle - Dúo Postrova Yo no tanto como él - Pedro Luis Ferrer CD ANTOLOGÍA 3 – A GUITARRA LIMPIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Tema A guitarra limpia Voto de otoño - Ariel Díaz Como si fuera un gato - Gerardo Alfonso Cupido tacaño - Trío Enserie Sálvame - Lázara Ribadavia El son de Pedro - Alberto Faya Cuando pasaste tú - Marta Campos En nombre del amor - Polito Ibáñez Madrugando - Samuell Águila Quererte por dentro - Lázara Ribadavia El negro Danié - Trío Enserie El ilustrado caballero de París - Gerardo Alfonso Todo fue un intento - Marta Campos Piscis o máquina - Polito Ibáñez Entre amigos - Alberto Faya Trilogía inconforme II o Canción que ha de ser - Ariel Díaz Arando el fin - Samuell Águila CD ANTOLOGÍA 4 - A GUITARRA LIMPIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Tema A guitarra limpia Casa de cristal - Erick Sánchez El tercer deseo - Augusto Blanca Emigro - Leonardo García Sabor salado - Diego Gutiérrez Alicia - Ariel Díaz Mi caballero - Teresita Fernández Esta noche - Ihosvany Bernal Samba para no olvidar - Lázaro García Pasándola bien - Alain Garrido La paja en el ojo ajeno - Juan Carlos Pérez Junto al trigal - Martín Rago A Argentina - Vicente Feliú Síncopa para seis - Alejandro Valdés CD ANTOLOGÍA 5 - A GUITARRA LIMPIA 1. Tema A guitarra limpia 2. Tarado (Karel García) - Diego Cano, Fernando Bécquer, Silvio Alejandro, Samuell Águila y Ariel Díaz 3. Biografía - William Vivanco 4. Son del camarón - Rita del Prado 5. Mariposa bruja - Inti Santana 6. Maureen - Diego Cano 7. Al sur de mi mochila - Lázaro García 8. Letanía (Julio Hernández) - Inti Santana, Dúo Karma, Ihosvany Bernal 9. Tu canción - Silvio Alejandro 10. Tropiezo - Inti Santana 11. Alegría - William Vivanco 12. Cinco cervezas dobles - Silvio Alejandro 13. Dardos de miel - Lázaro García 14. Pilar - Rita del Prado 15. Vamos - Diego Cano 16. Sueños raros (Lázara Ribadavia) - Inti Santana, Fer-nando Bécquer, Norge Batista y Dúo Karma Los temas 2, 8 y 16 pertenecen al disco GENERACIÓN X, grabado durante el concierto dedicado al 5 aniversario del espacio A guitarra limpia, el 19 de diciembre de 2003. CD ANTOLOGÍA 6 - A GUITARRA LIMPIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Tema A guitarra limpia Tarado - Karel García Voz de las aguas - Dúo Karma La cucaracha - Rolando Roly Berrío Paisano - Ángel Quintero Antes de la noche - Yamira Díaz Homenaje a trovadores y soneros - Trío Trovarroco Búscame adentro - Norge Batista Fe - Alberto Tosca Retoño del monte - Eduardo Sosa El decano se llevó a mi jebita - Rolando Roly Berrío Melodía oscura - Norge Batista Al paso - Ángel Quintero Bendita - Alberto Tosca Era miel - Eduardo Sosa Juramento - Trío Trovarroco Hambre de quimeras - Karel García Como un árbol - Dúo Karma Solo mi alma - Yamira Díaz EL PRIMER LIBRO DE LA COLECCIÓN A GUITARRA LIMPIA En el año 1984 vio la luz la primera edición del libro Silvio: Que levante la mano la guitarra, de Víctor Casaus y Luis Ro-gelio Nogueras (Wichy), que contiene reflexiones, un impor-tante grupo de canciones, memoria gráfica y una amplia entrevista con el trovador, considerado entre los más signi-ficativos del ámbito iberoamericano. Veintidós años después, el 9 de diciembre de 2006, en el espacio de El sábado del libro, coincidiendo con una «jornada de ho-menajes» que sus amigos y muchos admiradores le organizaron, y en cuyo eje estuvieron también las iniciativas surgidas del Centro Pablo y su espacio dedicado a la trova A guitarra limpia, se presentó la sexta edición de este libro, con el que se inauguró la Colección homónima de Ediciones La Memoria, de la institución enclavada en Muralla No. 63, La Habana Vieja. Con nuevo prólogo de Víctor Casaus y un epílogo de Silvio Rodríguez que abre, a su vez, nuevas lecturas de este emble-mático libro, llegó este volumen, infaltable en las estanterías de los más apasionados cultivadores y aficionados de la «can-ción pensante». Publicamos las palabras que en la presentación dijeron Eduardo Heras León, Víctor Casaus y Silvio Rodríguez. Silvio, Víctor, Roque y Wichy: que levante la mano la amistad (Palabras de Eduardo Heras León) Queridos amigos: Hace casi cuatro décadas, el primero de julio de 1967, una publicación dedicada a los jóvenes, El Caimán Barbudo, or-ganizó un recital de poesía y música con el título de Teresita y Nosotros. Teresita era la trovadora Teresita Fernández y «nosotros» eran los poetas Félix Contreras, Félix Guerra, Iván G. Campanioni, Guillermo Rodríguez Rivera, Luis Rogelio Nogueras, Víctor Casaus y un flaquito con guitarra llamado Silvio Rodríguez. En alguna ocasión escribí algo sobre ese día, porque fui uno de los dichosos asistentes de aquel recital y porque aquella noche –y utilizo el lugar común porque es exactamente eso lo que quiero decir– quedaría grabada para siempre en mi me-moria. Cuando el flaquito con guitarra comenzó a cantar –la me-moria solo me alcanza para dos de sus canciones de aquel día: «Es sed» y «Nuestra ciudad»– se produjo un murmullo que fue creciendo paulatinamente junto con una voz nueva, una letra nueva, una música nueva, y un amigo sentado a mi lado me dijo: «Pero, ¿esto qué cosa es, qué música es esa, quién es el flaquito ese?» Y los murmullos seguían creciendo junto con el asombro, y el asombro convocó al silencio y aquella música comenzó a crear en nosotros un inexplicable escudo de belleza y de apasionada rebeldía revolucionaria que ya no nos aban-donaría nunca. Todos teníamos razón: lo que estábamos escuchando esa no-che era sencillamente el nacimiento (y pido perdón a Silvio por violentar su modestia) de uno de los más grandes trovadores del siglo XX, cuya permanencia en el imaginario mu-sical de varias generaciones es uno de esos tesoros y misterios que seguirán mereciendo investigación y estudio. He mencionado esa noche inolvidable, porque ese fue mi primer contacto con Silvio y su música, el primer recuerdo que quería compartir con ustedes, a propósito de la pre-sentación de este libro, Que levante la mano la guitarra, ahora en su sexta edición, con un nuevo prólogo de Víctor Casaus y un epílogo de Silvio, libro que inaugura la Colección A guitarra limpia de las Ediciones La Memoria del Centro Pablo de la Torriente Brau, y que se ha vuelto imprescindible para acer-carse a su vida y su obra. Entonces éramos un grupo de jóvenes estudiantes de la Uni-versidad en la década de los 60, y estábamos tratando de apo-derarnos del mundo por asalto, vivíamos en un permanente estado de euforia y efervescencia cultural; la Universidad era un hervidero donde se cocinaba el último libro de Sartre, el nuevo ensayo de Marcuse, el estructuralismo de Levi-Strauss, las novedosas novelas del boom latinoamericano que nos ha-bían revelado a Cortázar, García Márquez, Fuentes y Vargas Llosa, que eran los profetas de la nueva literatura latinoa-mericana; y los Beatles, que escuchábamos en ocultas sesiones de verdadero espiritismo musical, mitigaban nuestra hambre insaciable de lo nuevo. En ese contexto nació Silvio a la vida musical de nuestro país, y para nosotros comenzó a desempeñar un papel que teníamos reservado para alguien como él: fue –quién lo duda– el que dijo las cosas que todos queríamos decir y no decíamos; el que cantó al amor, a la amistad, a los sueños, al dolor y a la esperanza, como todos queríamos cantar y no cantábamos; el que expresó como nadie la pasión revolucionaria, el llanto por los héroes, la indeclinable búsqueda de la belleza y la verdad en aquellos años duros y magníficos, como todos queríamos expresar, y no sabíamos. Silvio era nuestro hermano de afanes, angustias y alegrías: era una suerte de profeta de nuestra generación. Sí: ya lo sé. Cuando comenzamos a hablar de «nuestra ge-neración», como me decía hace unos días un amigo, es señal de que nos estamos poniendo viejos y que comenzamos a uti-lizar el nombre colectivo para protegemos de la erosión del tiempo. Porque en aquellos años, «la generación» era una vaga y lejana categoría sociocultural: nosotros vivíamos un eterno presente con rasgos de futuridad. Y repetíamos el verso de Gelman como un exorcismo: «¡Mi Dios!, qué bellos éramos, cantando finalmente». Y las canciones de Silvio eran nuestro alimento cotidiano. De estos años también es el segundo recuerdo que quiero compartir con ustedes: Roque Dalton, el inolvidable poeta y hermano salvadoreño, escribió un libreto de televisión acerca de la historia de su familia –pariente cercana de los hermanos Dalton norteamericanos, famosos bandoleros del Oeste–, y me pidió que yo le presentara el programa, y a Silvio que co-mentara musicalmente las escenas, como un juglar omni-presente. No voy a comentar las peripecias de aquel programa que se trasmitió en vivo (entonces no existía el video tape) y que fue-ron muchas y verdaderamente hilarantes, y que seguro Silvio recuerda, sino solo lo que nos ocurrió cuando tomamos un taxi en el que Roque recogió a Silvio primero y después a mí. El taxi bajaba por 21 y al llegar a la esquina de M, a la altura del Hotel Capri, un grupo numeroso de hippies se había tendido en el suelo frente al hotel; el tráfico se detuvo y de repente se aparecieron unos carros-jaula de la policía. Roque sacó medio cuerpo del taxi y gritaba: «No les vayan a dar, no les vayan a dar». Y se reía con aquellas carcajadas que lo hacían inol-vidable. Lo que hizo la policía fue agarrar a los hippies por las axilas y los pies y depositarlos en los carros. Allí estuvimos hasta que la operación se terminó. He mencionado a Roque, porque me parecía que era necesario convocarlo también a él para que estuviera hoy aquí, compar-tiendo con nosotros su famosa aspirina del tamaño del sol, en esta fiesta de la poesía y la amistad que se suma a la fiesta mayor de los 60 años de Silvio. Pero no voy a abrumarlos con otras anécdotas que de alguna forma he compartido con Silvio: ellas son el fondo de oro de nuestra amistad. Y como esa palabra está en el centro mismo de la concepción de este libro que estamos presentando; y como por la amistad que me une a Silvio y a Víctor es que estoy aquí, emocionado, diciendo estas palabras, quiero terminar dedi-cándole esta presentación a un amigo. Tengo una razón: ese amigo fue uno de los autores de este libro que es, como dice Víctor en el nuevo prólogo, un regalo compartido; tengo una segunda razón: ese amigo era un gran poeta, gran narrador y mejor ser humano. Si estas dos razones todavía no fueran suficientes, tengo una tercera razón: ese amigo, aunque ya no está físicamente entre nosotros, también está hoy aquí, a nuestro lado. Por eso, dedico esta presentación a nuestro hermano, Luis Rogelio Nogueras, a Wichy, eterna-mente vivo. ¡Que levante la mano la guitarra! ¡Que levante la mano la amistad! Gracias. La obra de Silvio: una eclosión de la imaginación (Palabras del poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau) Silvio y yo invitamos al Chino Heras (Eduardo Heras León) a hacer la presentación del libro para darle continuidad a la idea de que este es un libro hecho a partir de la amistad. En el nuevo prólogo –incluso en el primero probablemente– se habla de un hecho que es capital: este no es un libro por encargo en el que a dos periodistas se les pide que hablen de una figura de la música o de la literatura. No es un libro, tampoco, hecho para ganar algún premio o concurso literario, sino que fue hecho entre los tres –a tres ca-bezas y seis manos como hemos dicho otras veces– para disfrutar, para compartir la amistad. En aquel momento no había otras razones. Aún no estaban abiertos los grandes escenarios que Silvio se merecía ni otros espacios para nosotros. Es más, habían estado cerrados. De manera que lo hicimos por esa vocación de compartir lo hermoso, como es siempre compartir la amistad. El hecho de que estemos aquí veintidós años después haciendo una edición nueva de este libro y presentándolo, es sin dudas un ejemplo y una comprobación de esa victoria, de la victoria de la amistad. Si Wichy (Luis Rogelio Nogueras) no está físicamente, ya está aquí en las palabras de Eduardo. Por eso es que lo invitamos, porque juntos y con la presencia de los familiares de Wichy y de tantos amigos que están aquí queríamos, precisamente, decirle eso que dice Silvio en la dedicatoria del epílogo del libro –que no es un epílogo porque lo que hace es abrir nuevamente el libro. Es, también, una dedicatoria compartida. El regalo com-partido que anuncia el prólogo del libro tiene también que ver, en primer lugar, con Silvio en su cumpleaños y también, al mismo tiempo, es un regalo para la gente que ha creído, confiado, disfrutado, sufrido, amado, maldecido a partir de las canciones de Silvio en estos años. Esta ha sido la comprobación mayor de la dimensión de la obra de Silvio, de la cual a él no le gusta que se hable en público (y casi ni en privado), pero en estas ocasiones no queda más remedio que hacerlo. No es fácil que un autor de cualquier género artístico se mantenga interesando, teniendo sus lec-tores o sus oyentes a lo largo de cuatro décadas, es decir, alrededor de cuatro generaciones de personas. Entre nosotros hay una trovadora que disfruta mucho esa situación que ella también ha generado, que es Teresita Fer-nández. Cuando uno va caminando por la calle con Teresita la asalta la gente más insólita y le dice que su hijo, que su nieto, que su sobrino ha crecido oyendo «El gatico Vinagrito». A ella no le gusta que la identifiquen solo con «El gatico Vi-nagrito» y en eso tiene razón porque la difusión a veces crea cosas siniestras y alguna gente puede llegar a pensar que su obra es solo eso, y su obra es mucho más extensa y compleja. Pero bien, a lo que iba es a eso que sucede con Teresita y con Silvio: durante décadas un joven aquí en La Habana, en Lima, en Barcelona, en muchos lugares del mundo, se ha interesado por esas palabras, por esas letras, por esas músicas al principio difíciles y aparentemente inentendibles. No las entendían al principio y, luego, se han convertido en himnos para muchas gentes en la vida. En himnos y no solo en himnos –aunque a veces estos son importantes–, sino también en motivo de re-flexión que es tan importante como los himnos. A esa continuidad de la obra de Silvio, a ese poder de decir, que está también presente en la imaginación de otros autores no solamente en Cuba sino en otros países, es que dedicamos esta presentación. Hace unos días cuarenta trovadores cubanos en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, cantaron cada uno una canción diferente de Silvio y eso demostró, también, qué difícil es seleccionar dentro de una obra tan intensa y tan amplia una canción para compartir esa tarde con Silvio. Una trovadora, Rita del Prado, nos escribió desde Colombia que había visto la lista de los trovadores que iban a participar y que ninguno había escogido la canción que ella habría seleccionado si hubiera estado en Cuba por esos días. Ella prometió cantarla y la cantó en Medellín ese día a la misma hora en un espectáculo que tenía programado. Esto lo digo para reafirmar que la obra de Silvio es intensa e inmensa y que para eso, para que se le conozca mejor, hemos hecho esta nueva edición del libro, tan amplia y útil en el tipo de distribución que va a tener, cosa que no tenía este libro desde hace años. Silvio nos ha enseñado muchas cosas; algunas se mencionan en el libro, otras, obviamente, en sus canciones, que es donde primero están y eso también debemos agradecérselo. Entre ellas, una frase que nos dijo cuando hicimos este libro: «donde hay hombres no hay fantasmas». Creo que, ratificando esa idea a lo largo del tiempo, ahí está la continuidad de Silvio en su obra, en su actitud y en su com-promiso. Silvio nos ha enseñado en sus canciones que la historia no es una sucesión de efemérides –algunas triunfantes, otras luctuosas– sino que es algo mucho más importante, más hondo y que por ello merece la atención más profunda de los creadores, los autores, los poetas: es decir, ver la realidad con la comple-jidad que nos enriquece a todos y no con el facilismo que nos empobrece a todos. A esa eclosión de la imaginación que es la obra de Silvio, queremos dedicar esta nueva presentación de Que levante la mano la guitarra. Gracias. Una edición para Wichy (Palabras del trovador Silvio Rodríguez) Ustedes saben que no es mi fuerte esto de empezar a sacar palabras de la cabeza, de las tantas que se me ocurren, y en estos breves espacios escoger las que dirían, con más exactitud, todo lo que uno piensa. Pero un poco metiendo la mano al azar menciono que me agradó muchísimo que Iván Gerardo Campanioni, a quien hacía décadas que no veía, un gran poeta de esta generación, que menciono porque se lo merece y no porque tenga sesenta años, me saludara unos instantes antes de comenzar esta presentación. Él fue uno de los poetas que se reunían alrededor de El Caimán Barbudo, aquel primer Caimán, y estuvo en aquel tan citado homenaje Teresita y Nosotros, que fue, efectivamente, el primer recital en el que participé –solo o en colectivo– des-pués de desmovilizarme de las Fuerzas Armadas. Luego hice muchos otros allí en la salita de Bellas Artes, pero al primero que fui invitado, y esto tiene gran significación, fue para este convocado por los autores de El Caimán Barbudo, que algunos de ellos eran ex compañeros míos de otra aventura literaria y artística que había tenido muchísimo más joven cuando integré las filas de la revista y el semanario Mella. Yo también dediqué a Wichy estas palabritas que hice muy rápidamente para el final del libro y es hermoso ver que todos coincidimos en lo mismo porque Wichy es el ausente. Pero, para los que lo conocimos es más que el ausente; es un amigo entrañable y un hombre que con su lucidez y su brillantez intelectual, con su carácter jovial, fraterno, maravilloso, nos persigue, nos acompaña a todos por igual en la memoria y a veces hasta en los actos cotidianos. Hemos comentado, a todos nos ha pasado, que en algún momento lo vemos, o recordamos cosas que él dice o en esta situación Wichy diría o Wichy haría. Eso es algo que cons-tantemente nos sucede, por eso está entre nosotros y no es raro que nosotros hayamos coincidido, sin ponernos de acuer-do, en dedicar el más reciente esfuerzo relacionado con este libro a su memoria. Víctor decía que en el momento en que se decidió hacer este libro todavía yo no tenía los espacios que, según él, merecía o merezco. Es bastante cierto, porque la verdad que hacer un libro sobre mí en el momento en que decidieron hacerlo más que un aval en el ámbito de la cultura podía ser una especie de maldición. Incluso, cuando me propusieron esta idea yo me quedé maravillado y no sé si en algún momento les dije: ¿us-tedes están seguros en lo que se van a meter? Ya existía un antecedente y quiero mencionarlo aquí porque no es ocioso y además porque es un nombre que, al menos a mí, me regresa una y otra vez, que es el de Eduardo Castañeda, un compañero de nuestra generación, que fue dirigente es-tudiantil y que por los avatares de entonces cayó castigado en la Isla de la Juventud construyendo (estuvo durante todo el período de construcción) la presa Vietnam Heroico, y cuando terminó ese trabajo regresó a La Habana y comenzó a trabajar en el Instituto del Libro cuando se estaba fundando. Él fue el fundador de la Editorial Pluma en ristre y recuerdo que uno de los primeros libros que propuso a esa editorial era una an-tología de mis canciones. Esto fue en una época muy tem-prana, es decir antes de que me fuera en el Playa Girón, o sea, tiene que haber sido entre 1968 y 1969. Realmente era todavía más osadía plantearse en esos pre-cisos momentos un trabajo de divulgación de mi obra porque en esos momentos yo era una persona –como se ha dicho y también magnificado quizás demasiado– que estaba muy cues-tionada por algunos. Me acuerdo que se hicieron hasta las pruebas de galera; fue un libro en que se adelantó muchísimo. Revisé las pruebas de galera y las tuve en mi poder durante muchos años después de haberse frustrado aquello. Se hizo también un pequeño disco que tenía dos canciones por cada lado y se grabó en la EGREM porque era un libro con un disco. Hasta desde el punto de vista editorial era pio-nero, pero muy pionero, de algo que se ha hecho después al cabo de las décadas. Todo eso fue idea de Eduardo Castañeda y, lamentablemente, por diversas razones, por problemas de lo que fuera, él murió, se quitó la vida, y al desaparecer Eduar-do desapareció la posibilidad de hacer aquel libro. Las personas que tomaron la continuidad de aquel trabajo silbaron y miraron en otra dirección y aquello desapareció por completo. Nunca nadie más me habló de esa posibilidad. Años después fue que Víctor y Wichy me hablaron de hacer Que levante la mano la guitarra, que en inicios no se llamaba así. Se trataba de hacer un libro con mis canciones y que tenía que tener entrevistas y reflexiones porque, justamente, por haber sido una persona cuestionada –no solo yo, sino otros compañeros de generación con los que estaba haciendo el libro– nos parecía bueno que nos pronunciáramos, que habláramos, que dijéramos nuestras opiniones sobre el mundo, nuestro compromiso con el arte, con nuestra vida, con nuestro país… en fin, cómo nos situábamos nosotros en la existencia. Por eso este libro tiene tanto de reflexivo. Nada más que agradecer a Víctor una vez más, a Wichy, al querido Chino Heras, al Instituto del Libro, al Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, haber editado este libro y, sobre todo, que se haya conseguido que se venda exclusivamente en moneda nacional: esto es lo que realmente a mí más me gra-tifica. Muchas gracias a todos. TV A GUITARRA LIMPIA El programa de televisión A guitarra limpia surgió a partir de un acuerdo de coproducción entre el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y Cubavisión Internacional. Concebido y escrito por el trovador Ariel Díaz, quien fue también conductor junto a la cantante y actriz Amanda Cepero, contó con la di-rección de Carlos Puelma y la asistencia de Ginette Errasti. El espacio tenía como objetivo difundir el trabajo de los tro-vadores a través del proyecto A guitarra limpia y utilizaba material fotográfico y audiovisual que el Centro Pablo había acumulado durante casi una década de existencia. Con una duración de 27 minutos, cada programa giraba en torno a un trovador invitado y tenía además varias secciones, como Epicentro, donde se daban a conocer las otras actividades del Centro Pablo, y El Fonógrafo, con materiales de los archivos de la Televisión cubana que tocan el tema de la trova. La primera emisión salió al aire en junio de 2005. A partir de entonces se transmitieron 63 programas con numerosos tro-vadores, desde muy jóvenes como Samuell Águila, el Dúo Karma e Inti Santana, hasta los más conocidos como Teresita Fernán-dez, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú y Frank Delgado. El espacio salió del aire poco más de un año después, debido a las contradicciones conceptuales entre las partes que lo co-producían. A GUITARRA LIMPIA EN LA RED El proyecto A guitarra limpia tiene desde hace algunos años su espacio propio en la Red. Haciendo clic sobre www.agui-tarralimpia.cult.cu, los amantes de la trova cubana acceden a abundante información (textual, gráfica y audiovisual) de los conciertos que, de manera regular, tienen lugar los últimos sábados de cada mes, desde 1998, en el patio del Centro Pablo. Se trata de, no solo resguardar, sino también compartir la memoria del espacio. Desde la página de inicio, los usuarios encuentran las no-ticias reunidas en las secciones Para escuchar este mes, A pie de página y Alrededor de la guitarra, todas vinculadas con el universo de la trova. Asimismo, Dos canciones para ti les per-mite descargar el audio de dos de los temas del más reciente concierto A guitarra limpia; y otro tanto, pero con fragmentos audiovisuales, propone Ven y mira. El sitio ofrece acceso directo a la descarga del último con-cierto en formato de video comprimido, así como a todas las opciones multimedia. Además, promueve el espacio Puntal Alto, destinado a los más jóvenes valores de la trova cubana. EN LA CENTRAL DIGITAL DE LA SGAE Desde mediados del año 2007 el catálogo discográfico del Centro Pablo disfruta de las ventajas promocionales que le ofrece La Central Digital (www.lacentraldigital.com) de Portal Latino (www.portalatino.com), división de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE). El anuncio coincidió con el concierto que ofrecieran, durante el Cubadisco 2007, en el patio de las yagrumas, los domi-nicanos Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez, el sábado 26 de mayo. Darsi Fernández, delegada de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE) en La Habana, afirmó en aquella ocasión que «este acontecimiento es un gran paso de avance en la difusión de la trova cubana» y subrayó que ha sido un gusto trabajar de manera coordinada con el Centro Pablo, institución que «gracias a las grabaciones de los más de ochenta conciertos efectuados ha logrado ir poco a poco recopilando la memoria sonora trovadoresca contemporánea cubana». Por su parte, el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, agradeció el apoyo de la SGAE a este trabajo y recordó que la difusión es sumamente necesaria para los jó-venes trovadores cubanos. PROYECTOS HERMANOS PUNTAL ALTO En diciembre de 1999, los trovadores Samuell Águila e Ihos-vany Bernal y la productora Claudia Expósito presentaron al Centro Pablo de la Torriente Brau el proyecto de Puntal alto, cuyo objetivo principal es promover la obra de los creadores más jóvenes. Ocupó entonces la Sala Majadahonda, aunque luego extendió también sus presentaciones a otras sedes que fueron surgiendo en la ciudad. Al festejar el primer año del espacio, en el 2000, Víctor Ca-saus dijo: «Los puntales sostienen las cobijas que nos resguardan de las inclemencias del tiempo y del espacio; son, a la vez, asta y árbol que tiende a buscar el sol entre la bruma pasajera o la lluvia interminable. Los puntales son también banderas para desplegarlas sobre las canciones y sobre las guitarras, recor-dándonos que también de esas maderas impredecibles está construido el bicho humano que somos, esperanzado e imper-fecto, grandiosamente pequeñito en el universo que habita pero eternamente creciente en los sueños que le nacen, a cada rato, mientras ama, camina, conversa o rasga sobre un papel o sobre una cuerda tensa. »Por todas esas cosas y por otras que ya dirán los amigos y las amigas de hoy y de mañana es que vamos a festejar el primer aniversario de Puntal alto: es decir, puntal elevado y crecedor, hecho con la pasión de los locos y con la cordura de la inteligencia y la sensibilidad, esa extraña mixtura de ele-mentos que ha producido muchas de las mejores cosas de las que podemos sentirnos orgullosos los bichos humanos que somos. »Que se levante el puntal, guitarra limpia en mano, para brindar y para decir lo que somos y lo que queremos. Para eso estamos y estaremos aquí.» UN HOGAR VIRTUAL LLAMADO TROVACUB El proyecto A guitarra limpia está hermanado, de alguna ma-nera, con un espacio paralelo, solidario, que tuvo sus raíces entre varios amigos mexicanos y se extiende por una autopista virtual. Trovacub es la idea original de un grupo maravilloso (Maryel Mendiola, Gaspar Tena, José Martín Pepe Sulai-mán…) que, al mismo tiempo, crean otro portal para apoyar también la difusión de la trova mexicana, Trovamex. A ellos se sumaron el también mexicano Martín Martínez, la vene-zolana Mariana García y la argentina Diana Furlani… y mu-chos más que, desde cualquier rincón de América Latina y el mundo visitan los sitios web que promueven lo más diverso –generacional y estilísticamente– de la trova cubana. Incluimos en este volumen, como una muestra más de nues-tra gratitud a los hermanos de Trovacub, una versión de sen-das entrevistas publicadas en marzo y abril de 2007 en los boletines electrónicos Memoria, no. 88 y 89, respectivamente. Las protagonistas: Mariana García (Venezuela) y Diana Fur-lani (Argentina). Ellas «dialogaron» –correos electrónicos mediante– con la periodista Estrella Díaz, quien indagó sobre los orígenes de ese importante sitio para la promoción de la canción pensante hecha en Cuba, los logros más importantes y el futuro de esa iniciativa. ¿Cómo y por qué nace Trovacub? Mariana: La preocupación inicial fue encontrar vías de di-fusión al trabajo de un número importante de trovadores de gran calidad artística y humana, de los que era muy difícil tener noticias fuera de Cuba. En este sentido, de lo que se tra-ta es de difundir y compartir los aportes de la trova cubana a la cultura y al disfrute, ampliando horizontes para todos. Diana: Con la idea de difundir a través de Internet la obra de Silvio, Pablo, Noel, Vicente y otros trovadores cubanos que le han sucedido a los fundadores de la nueva trova, comienzan a trabajar en la creación de páginas web dedicadas a los mis-mos, unificándolos en una dirección en donde se los pudiera encontrar a todos. Mariana: El proyecto fue siempre concebido como un aporte, nacido desde el gesto simple, desde el voluntario compromiso y el disfrute, que nunca hemos planteado individual, sino colectivo. También desde la amistad y el reconocimiento a instituciones como el Centro Pablo de la Torriente Brau, que dirige Víctor Casaus, y a espacios como A guitarra limpia. ¿Cómo te insertas en Trovacub? Mariana: Me incorporo desde Venezuela, luego de coincidir con Maryel, Gaspar y Pepe en el Seminario Internacional de la Trova Cubana, que dictó la Universidad de La Habana por iniciativa de Silvio Rodríguez en julio de 2002, en el que par-ticiparon figuras como Compay Segundo, Jesús Gómez Cairo, Sergio Vitier, Lino Betancourt, César Portillo de la Luz, Te-resita Fernández; por supuesto, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Noel Nicola, entre tantos otros. Fue a partir de ese Seminario que empiezo a participar, ya con algunas inquietudes y aportes concretos, en Trovacub. Empecé con la página de un trovador amigo de Las Tunas, Norge Batista, y luego siguieron las pá-ginas de Ihosvany Bernal, Fernando Bécquer, Erick Sánchez, Leonardo García y William Vivanco. Colaboré también con una página tributo a Compay Segundo, junto a Maryel Mendiola, y ahora mi colaboración es desde el portal de noticias, junto al mejor equipo: Diana Furlani. Diana: Me incorporo en el 2003 por invitación de Maryel, con quien teníamos una relación previa de amistad. Ella, co-nocedora de mi admiración por Santiago Feliú, me invita a sumarme a Trovacub y a hacerme cargo de la página de Santi. Actualmente trabajo en algunas páginas y sobre todo en el Boletín y Portal de Noticias de Trovacub. ¿Puede considerarse Trovacub una red para promover so-lamente la trova cubana? Mariana: De hecho, nace con ese sueño. En el desarrollo del trabajo empezamos, sin embargo, a cuestionarnos muchísimas otras cosas más. Trovacub nos ha servido de nutriente y de escuela a nosotros mismos. Al tiempo de desarrollar el portal de noticias desarrollamos páginas personales de los trova-dores. Fruto de esa labor ya existen 43 páginas en total: 31 dedicadas a trovadores cubanos; una dedicada a Víctor Casaus; una al Centro Pablo de la Torriente; una a Compay Segun-do; una al Boletín Mensual de Música cubana que elabora Joaquín BorgesTriana; una al artista de la plástica Eduardo Roca Salazar; una al productor, documentalista y compañero de Trovacub José Martín Sulaimán; dos páginas a los fotó-grafos Iván Soca Pascual y Alain Gutiérrez; una de solidaridad con los 5 cubanos presos en los Estados Unidos; dos portales de noticias y un boletín de información. Empezamos con tro-vadores que son un gran referente de la trova cubana, y que tienen desde hace mucho un trabajo consolidado y reconocido internacionalmente como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, nuestro siempre recordado Noel Nicola, Vicente Feliú, entre muchos otros grandes maestros y amigos. Pero además de ellos, como corriente sin freno, los acompaña una marejada de jóvenes trovadores con infinidad de propuestas y trabajos, que tienen otros mensajes cantados, musicados: un trabajo que exponer. Tampoco hemos querido limitarnos solo al trabajo en La Habana y tratamos de difundir propuestas desde Santiago, Las Tunas, Santa Clara y otros sitios. Esta iniciativa, que surge privilegiando la necesidad de difusión que para nosotros tiene la trova cubana en otros países del mundo, no es de ma-nera alguna caprichosa. Asumimos, a partir de esos hechos concretos, la necesidad de apoyar el trabajo de muchos creadores, independientemente de su sitio de origen, porque es necesario promover un modelo cultural alternativo generado por la gente y porque entendemos que hay problemas comunes y que la nuestra no debe ser una actividad auxiliar, o como apadrinando iniciativas, sino enmarcada quizás en ese proyecto humanista de quienes enten-demos la cultura como el corazón mismo de los pueblos. Diana: Si bien Trovacub nace como producto del amor y la ad-miración hacia la trova cubana, también promovemos la realidad y la cultura cubana en general, en solidaridad con el pueblo de Cuba, y como un pequeño aporte a la lucha contra la injusticia del bloqueo. Además, con el tiempo, a través del Portal y el Boletín de Trovacub, nuestros esfuerzos se han dirigido a toda Latinoa-mérica, tomando siempre como eje la trova y solidarizándo-nos con las luchas sociales de nuestros pueblos hermanos. Mariana: Trovacub, en tanto portal de noticias, tiene dos grandes ventanas a la información: Trovacub.net, referido exclusivamente a noticias de la trova cubana, y Trovacub.com, en la que incorporamos información sobre otros países. ¿Cuáles consideras son los logros más importantes de Trovacub? Mariana: El principal, creo, es que precisamente han sido más los logros que los tropiezos, y eso sorprende felizmente. Ha habido ataques a las páginas, pero eso también es normal en un medio como Internet. No sé, pienso que lo que nos llena de más gratitud es que el portal y sus tantas páginas parece que se han ido convirtiendo de a poco en un referente, uno más. Que hemos llegado así a un número importante de lectores y usuarios, en base a un trabajo que está siendo labrado desde distintos sitios de nuestro continente, para nuestra alegría. Pero lo más importante son siempre cosas más básicas y fundamentales, que nos empeñamos, tercos, en rescatar: el intercambio de información, la discusión de temas como la industria cultural y todos sus enjambres, el problema del texto en la canción, que magistralmente explican, por ejemplo, Pa-tricio Manns y Manuel Monestel en sus escritos. A mí en lo personal una de las cosas que me parece más importante del trabajo es que ha brindado espacio, precisamente, al cues-tionamiento y a la discusión teórica sobre la creación artística como hecho social. Luego, más allá de eso, las páginas en Trovacub creo que son respuestas a realidades bien concretas: que la cultura llegue a todos, más que una consigna es una necesidad, pero para ello hay que romper moldes y patrones largamente es-tablecidos. Si para ello los creadores tienen que recurrir, como de hecho sucede en todos nuestros países, a la reinvención de nuevos patrones culturales, con producción artesanal de dis-cos, con promoción directa o por canales alternativos, con di-fusión libre, con creación de nuevos espacios para la gente, esas empiezan a ser tareas concretas a las que se han venido sumando convencidamente más personas. Son cambios po-sitivos y los resultados han sido muy alentadores. Diana: El logro más visible son las más de 40 páginas creadas, fruto de horas de trabajo desinteresado, visita obligada para todo aquel que busca información con respecto a la trova cubana, y que cuenta incluso con el apoyo de los mismos trovadores y trabajadores de la cultura cubana. Pero más importante aún es que Trovacub ha trascendido fronteras ten-diendo puentes de encuentro, y además se ha convertido, casi sin darnos cuenta, en un portal cada vez más consultado y reconocido no solo como referente de la trova cubana, sino tam-bién latinoamericana. Mariana: Ha permitido una comunicación que antes no existía y que en cualquier momento podría devenir, si es que ya no ha dado sus primeros pasos, en una suerte de red cultural no solo entre trovadores sino también entre diversos portales, todos muy importantes y que también se dedican a la difusión de una cultura alternativa: Centroamericanto, Cultura en Movimiento, Cultura Libre, Chileradio, Argentrova, Trovadores.net, solo por citar algunas de las muchas otras páginas amigas que de-sarrollan un inmenso trabajo que todos agradecemos. Nosotros desde Trovacub intentamos reforzar un mensaje que tiene muchas voces, en defensa de lo pluricultural, lo diverso, por los derechos humanos, por la justicia social, por la memoria histórica, por el medio ambiente, por la autodeterminación de los pueblos, por la identidad y la participación, por la integración latinoamericana. Es decir, todo un abanico de temas que logramos identificar con propuestas musicales y artísticas. Otro de los logros es que aun siendo la trova el punto medular de nuestro trabajo, hemos dado cabida a otros géneros y también a otras manifestaciones de la cultura como la literatura, el teatro, el cine, la fotografía, y las artes plásticas. Y aún –y a diario– siguen naciendo nuevas inquietudes y proyectos, así que, corrijo, esos continuos nacimientos serán siempre el mayor logro. Personalmente, ¿qué ha significado formar parte de Trovacub? Diana: Ha significado tener que estar constantemente infor-mada y actualizada acerca del mundo de la trova y del acontecer cubano en general, por lo cual he reafirmado mi afecto y solidaridad hacia el pueblo de Cuba y la Revolución cubana. La posibilidad de profundizar, compartir, relacionarme e inter-cambiar experiencias, y conocer las distintas manifestaciones de artistas, trovadores y amigos, no solo de Cuba, sino de dis-tintas partes del mundo. Muchas satisfacciones debido al re-conocimiento que genera nuestro trabajo, siendo la principal asistir, junto con Mariana, al Encuentro Internacional contra el Terrorismo, que se celebró en 2005 en La Habana, en repre-sentación de Trovacub. En fin, ha significado un crecimiento y enriquecimiento co-mo persona. Pero sobre todas la cosas, un compromiso diario, sabiendo que nuestro trabajo es un granito de arena más, pero que vale la pena porque estamos convencidos de que un mundo mejor es posible. Mariana: Te lo respondo, breve, con letra prestada de [Daniel] Viglietti: «nuestra certeza porfiando en el alma». PRENSA Durante los diez años transcurridos desde que nació A guitarra limpia, los conciertos de Muralla No. 63 han encontrado di-fusión en varios medios. El boletín electrónico Memoria ha recogido, en sus más de 100 ediciones, el testimonio de esos conciertos. Es imposible incluir todas las notas, reseñas, en-trevistas y otros aportes salidos a la luz en este tiempo. Publi-camos una selección y versiones de algunos de esos textos. Por todos los caminos... cantores villaclareños1 Por Joaquín Borges-Triana No sé si porque el pasado sábado 23 tenía una disposición de ánimo particularmente arriba gracias al reencuentro que sos-tuvimos los antiguos trabajadores de la revista Alma Mater, a propósito del 80 cumpleaños de la publicación, y que me permitió volver a compartir por un rato con viejos amigos, recordar a otros ausentes y, en fin, evocar una de las mejores etapas de mi vida, tengo la impresión de que en horas de la tarde de ese día asistí a uno de los conciertos más logrados entre los tantos a los que he concurrido durante el presente año. Me refiero a la reciente emisión del ya indispensable espacio que es A guitarra limpia y que en esta ocasión nos permitió disfrutar de los decires de tres trovadores llegados a La Habana desde Santa Clara: los cantautores Leonardo García, Alain Garrido y Diego Gutiérrez; nombres que, pese a ser casi del todo desconocidos por el gran público consumidor de música en nuestro país, son de obligatoria mención a la hora de hablar de las principales voces de la Canción Cubana Contemporánea, movimiento ideoestético que día a día se va consolidando aunque sea a contracorriente de la industria discográfica y de los me-dios masivos de comunicación. Puede ser que para sus moradores la capital villaclareña sea algo cotidiano. Y la cotidianidad a veces no nos deja ver la ma-ravilla. Justamente como maravilla uno debe calificar a Santa Clara y a su gente, de la cual forman parte un numeroso grupo de jóvenes cantores. Cualquier analista de lo que está pasando hoy en Cuba en el reino de los sonidos ordenados, sabe que en dicha ciudad del centro del país encontrará uno de los fenó-menos más llamativos de lo que en la actualidad acontece entre nosotros en el ámbito trovadoresco. En esa suerte de Meca o de Belén que desde la segunda mitad de la década de los ochenta ha devenido Santa Clara para los trovadores, y que sobrevive en su cotidianidad, empeñada en decir «en cuanto a cantautores, no todo lo he dicho todavía», es donde nacieron, crecieron y se han desarrollado como artistas Leonardo, Alain y Diego. Armados con sus guitarras y una determinada poética que los singulariza en el conjunto de sus colegas de profesión, en este concierto celebrado en el Centro Pablo y que llevó por título Por todos los caminos (a partir de una composición ho-mónima de Diego Gutiérrez), ellos volvieron a apostar por enarbolar las banderas de la canción pensante y por la con-servación –aun en tiempos nada favorables desde el prisma comercial– de un género pletórico de autoctonía e indispen-sable para el logro de los caros fines de la masividad en el dominio de la cultura. El recital también sirvió para corro-borar que existen varias peculiaridades que caracterizan el quehacer de los trovadores en Santa Clara. En sentido general, mientras escuchaba la propuesta de estos tres creadores en el patio de Muralla 63, como ya me ha sucedido en otras oportunidades, experimenté la sensación de que hay determinados rasgos comunes entre lo que están haciendo Leo, Diego, Alain, los de Enserie..., cada uno con sus especificidades, pero a la vez con elementos que los identifican como núcleo creativo. Sobre todo, percibo que en el grupo prevalece un marcado acento lírico como signo distintivo de su quehacer, en el que el tema social no se trabaja en un primer plano, sino que pasa a ser el trasfondo de las historias personales contadas y can-tadas por estos artistas. En el capítulo de los rasgos comunes, cabe incluir que ellos no se caracterizan por ser compositores de temas «arriba o adelante», como quiera que le llamen. Hacen algún que otro son, pero en lo fundamental resultan autores de canciones, lo que no significa que renuncien por completo a los aires mar-chosos, como lo demuestra en particular la obra de Alain Garrido. A dicha peculiaridad habría que añadir que todos tienen extremo cuidado con el trabajo guitarrístico, proyec-ción en la que sobresale en especial Leo, quien se apoya en sus conocimientos de guitarra clásica y en el lado lírico de las melodías para diseñar acompañamientos en el instrumento de las seis cuerdas que, por sí solos, poseen valores para fun-cionar como pequeñas piezas independientes. Asimismo, una cuestión que llama mi atención viene dada por el hecho de las frecuentes alusiones a textos literarios, que evidencian el alto nivel de formación e información artístico-cultural de estos cantautores (que dicho sea de paso son graduados universitarios de diferentes carreras), con influencias que van desde clásicos como Vallejo y Borges, hasta de destacados poetas vi-llaclareños como Edelmis Anoceto, Yamil Díaz, Arístides Vega o Pedro Llanes, aspecto en el que se destaca Diego Gutiérrez. Como concierto, Por todos los caminos sirvió para com-probar que la más reciente promoción de cantautores cubanos de conjunto vive un momento de madurez y entre ellos hay varios con una propuesta artística de altísimo rigor estético, de manera lamentable (por no perder la costumbre) no tomados en cuenta ni por nuestros medios de difusión ni por las dis-queras locales o las foráneas afincadas en la Isla y allende los mares. Así pues, como expresara Samuell Águila en las pa-labras de presentación al catálogo del recital: «Mientras la calma no abunda y los mercantiles tiempos sobreviven, el Cen-tro Cultural Pablo de la Torriente Brau sigue apostando por este canto: Leonardo García, Diego Gutiérrez y Alain Garrido son parte de ese mar de nuevas voces que llegan y así andan sabiendo que se tiene que vivir siempre en el intento de mejorar y mejorarnos.» Lázaro García: la trova es un género que cautiva corazones2 Por Estrella Díaz Noel Nicola, Augusto Blanca, Sara González, Vicente Feliú, Liuba María Hevia, Miriam Ramos, Marta Campos, Heidi Igualada, Silvio Alejandro, Ariel Díaz, Inti Santana, Diego Cano, Rita del Prado… son, sin dudas, nombres que se asocian a lo mejor de la trova cubana de estos tiempos. Verlos haciendo sus propios con-ciertos no es nada raro, pero «sentirlos» como público sí me hizo recordar un refrán repetido hasta la saciedad por mi abuela, la más española entre todas las españolas: «no hay peor astilla que la del mismo palo». Además, la noche amenazaba lluviosa y los «carnavales» (esas fiestas populares que convocan a un sector de la población habanera) constituían dos elementos que podían conspirar. En eso pensaba el pasado sábado 8 cuando, poco después de las seis de la tarde, en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, el trovador cienfueguero Lázaro García dio inicio a su concierto Carta de provincia, presentación que cons-tituyó al menos para mí más que una sorpresa, una lección. Luego de concluido el concierto y aún en medio de los abrazos y las felicitaciones conversamos con el músico porque al inicio escuchamos al poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, afirmar que este «era su primer concierto en la capital». «Sí, así es y he estado muy nervioso; me es más fácil hacer un concierto fuera de Cuba. Uno está en Cienfuegos y va a las jornadas de la canción política, festivales, pero esta responsabilidad de tener un programa completo de más de 20 canciones me puso en bronca con mis nervios, pero bueno, hubo una respuesta muy linda. Me salvaron las canciones y los amigos. Me siento feliz porque creo que saldé una deuda con el Centro Pablo, con este pedazo de Habana tan lindo, tan reconstruido y, aunque quedan cosas, precioso. Parece ser que la antigüedad esperó por mí para que rejuvenecié-ramos y me siento extremadamente satisfecho de lo que he vivido hoy.» ¿Algo nuevo en preparación? Sí, siempre uno está haciendo algo, aunque no al ritmo de los primeros años, pero hay temas que hacer y cosas a las que cantarle. No me siento cansado, lo que sucede es que ahora cuido más del acabado de la obra. Cuando tenemos 20 años nos lanzamos a hacer de todo sin pensarlo mucho. También es que estoy muy metido en la producción musical discográfica más que en la composición. ¿Más cauteloso? Claro, porque a uno lo conocen; sabes que te están midiendo, comparando las calidades de los textos, de la música y hay que cuidarse porque lo más terrible es, después de viejo, hacer ridiculeces. ¿Qué de especial tuvo el público? Me he sentido como en casa, tal vez ellos me ayudaron a que este concierto tuviera este final feliz porque me inspiraron confianza. Me recordaron épocas en que hacíamos esto entre nosotros mismos. El concierto fue como una reunión familiar donde me sentí cómodo. Además, entre otros, estaban Dieguito Cano, Inti, Ariel, Heidi, Rita… todos trovadores jóvenes y eso me alegró. Creo que, aunque no nos consideremos padres de esa generación, sí es hermoso que exista un hilo conductor. Estamos desde distintas generaciones defendiendo los mismos valores poéticos, éticos y musicales de la canción cubana. ¿Trovarroco? Ahí hay otras historias. Descubro a Rachid López; soy el productor de su primer disco en solitario, después del primer disco de Trovarroco y, francamente, compartir con ese trío es un acontecimiento de lujo. Solamente eso lo logra el corazón, la amistad, el afecto, un reconocimiento hacia mi persona que me hace sentir lindamente aplastado. También tuve a Pucho López al piano, que es uno de los músicos más importantes y a Bandera, ese genial percusionista, que no tengo cómo agra-decerle. También quiero agradecer de todo corazón al equipo de trabajo del Centro Pablo. ¿Hoy, trovador feliz? Felicísimo. Tenía mis dudas en cuanto a cómo iba a quedar esto: ¿corto?, ¿largo?, pero estoy muy satisfecho, no porque haya ganado mi obra o mi persona, sino porque gané un espacio que para mí es profundamente querido e importante. A guitarra limpia está logrando cosas que, supuestamente, parecían per-didas; un patio como este, con este amor, con este calor… eso es lo que no debemos y no podemos dejar morir. La trova, ¿pasó? Eso es una tontería. La trova es un género que cautiva co-razones, no emociones temporales, ni es moda, ni slogans o consignas. Las buenas canciones de la trova son las que van a quedar y continuar. Tenemos un relevo asegurado y cada gente le canta a su tiempo con los ingredientes básicos que son la poesía, su ética, su musicalidad y con respeto a la tradición y a la cubanía que han fertilizado todo nuestro canto. Norge Batista: Colgado en la pared3 Por Joaquín Borges-Triana «En estos tiempos que corren, donde los aplausos inmerecidos desvían la canción hacia los caminos de la banalidad, es muy difícil hacerse llamar cantor. Significa erguirse ante quienes intentan imponer el espejismo de validar lo mediocre como cultura. Y uno de esos paladines, por derecho propio, es Norge Batista. Marcado por huellas de entre lo mejor de la Nueva Trova, como las de Silvio, Vicente y Pedro Luis, en Norge en-contramos la voz precisa para sus humanizados textos que interpreta a la guitarra. Si en ocasiones se nos muestra dueño de una aguda perspectiva filosófica, mientras que en otras es indetenible el aliento criollo que brota de su canto, las inte-rioridades del amor nos las entrega desde la estatura estética que conmueve por el espigado vuelo poético de sus canciones.» El texto antes reproducido corresponde a la nota que Guille Vilar escribiese para el catálogo de presentación al más re-ciente espacio de A guitarra limpia del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y que fuese protagonizado por el tunero Norge Batista. Llama la atención que con quince años de ca-rrera artística, un par de discos publicados y varias giras al exterior, la última de las cuales se desarrolló durante el pasado 2003 y fue un intenso periplo europeo que abarcó España y Suiza, este sea el primer concierto del cantautor en La Habana. Poco ha importado que para la temprana fecha de 1992, du-rante la celebración de Los días de la música, evento organizado por la Asociación Hermanos Saíz, Norge fuese escogido como proyecto nacional de dicha institución. Las cotidianas incon-gruencias dadas en la política (lo correcto sería decir no polí-tica) promocional de la música entre nosotros y que aún no acaban de resolverse, son responsables de que numerosos crea-dores residentes en distintas provincias del país y dueños de una propuesta conceptualmente muy sólida, no hayan contado con la posibilidad de confrontar su arte de la forma que se merecen con el público de la capital cubana. Pese a no ser un cantautor que figure entre los más conocidos y a que el día de la presentación llovió, fue sorprendente el número de asistentes al Centro Pablo, lo cual es resultado de la sistematicidad en la programación del sitio. Para su debut habanero a lo grande, Batista armó un recital con alrededor de 15 canciones, la mayoría de las cuales pertenecen a sus dos producciones discográficas, es decir, Búscame adentro y Algo crece, álbumes que han sido editados por la compañía española Ayva Música (ya se dan los toques finales para la grabación de un tercer CD con el propio sello), pero que no han circulado en el mercado cubano, salvo unas pocas copias distribuidas por Norge para la difusión de su quehacer. Si una palabra pudiera definir la esencia del repertorio que se escuchó en el concierto Colgado en la pared, pienso que esa sería ternura. Una composición como «Lucía», poseedora de un muy hermoso texto, así lo demuestra. Desde su peculiar mirada hedonista, el tono íntimo de la obra del creador es el rasgo distintivo en la estupenda pieza denominada «Réquiem por la soledad de un ángel», interpretada en esta ocasión con Heidi Igualada, persona idónea para reforzar el componente de delicadeza que contiene la cancionística del tunero. Entre los momentos climáticos de la función estuvo «Bús-came adentro», en compañía de Samuell Águila, quien con la fuerza de su voz y de su manera de tocar la guitarra le inyectó una alta dosis de adrenalina a dicho tema. Fue también acer-tada la presencia de los poetas Domingo Mesa –un tunero decimista ahora radicado en La Habana, pero que en los noventa compartiera con Norge muchas noches de la Casa del Joven Creador de Las Tunas y que al ser invitado a leer, dijo su poema «Otra versión de la ausencia»–, y Antonio Borre-go, otro paisano suyo que con el texto «Discurso de un hombre solo» nos remontó a algunos de los presentes a la década de los ochenta, cuando esos versos de Toni fueron muy populares en un sector amante de la literatura. Y es que la obra de Norge Batista está indisolublemente ligada a la de numerosos escritores de su provincia, que han compartido con él venturas y desventuras. Por eso, quiero reproducir parte de la letra de la canción que dio nombre a su concierto, una función que nos dejó con ganas de no tener que esperar otros 15 años para verlo actuar en un recital en esta ciudad: Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta. / Estoy como Silvio sin canciones y soy tu fantasma. / Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo. / Donde no ha golpeado el mundo. / Estoy como Guillermo Tell y aquel dilema / de la manzana en la cabeza. Estoy tan distante sin amaneceres, sin certezas. / Y la puerta sigue amarga / donde no ha besado el mundo. / Donde no ha gritado el mundo. / Que estoy como colgado en la pared. / Me falta luz me amargan las fronteras. Que estoy tan oscuro ya sin ti, / invierno y no primavera. / Que estoy como colgado en la pared. / Me faltan Dios el cielo y la escalera. / Que no cambio mi «aldea» por París, / Calle Colón, siempre que se pueda. / Calle Colón, siempre que me quieras tú. Isabel Parra: Soy una artista marginal, y creo que siempre lo fuimos4 Por Estrella Díaz Cuando comenzó a rumorarse que Isabel Parra vendría a Cuba muchos dijimos: eso es noticia, porque realmente la cantautora chilena, a fuerza de talento, estudio y años de trabajo cons-tante, ha llegado a ser una de las voces más reconocidas de la canción latinoamericana. Desde que arribó a La Habana, Isabel ha sido buscada (y encontrada) por la prensa sabedora de que su texto Ni toda la tierra entera sería presentado durante los días de la Feria Internacional del Libro, y que posteriormente ofrecería un con-cierto único en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Hija de Violeta Parra, esa grande de la música de nuestra América, Isabel ha atendido a todos con una sencillez extrema; muestra evidente es este diálogo que sostuvimos, sentadas en un muro de San Carlos de la Cabaña, sede de la Feria, una so-leada mañana del presente febrero. Usted ha dicho que el canto era el idioma de su hogar. ¿Esas son sus evocaciones primeras? Efectivamente, no puedo dejar de asociar mi infancia, mis primeros recuerdos, a la música. Por un lado, la vida junto a mi mamá, Violeta Parra, sus ires y venires, su pasión por la música, su lucha por emprender tareas relacionadas con el arte que ella estaba dispuesta a entregar y para lo que fue destinada; asunto que ella no sabía. Fue complicado ese estrellarse con el destino, con las dificul-tades, con la condición de mujer en una nación subdesarrollada, con el machismo de nuestros países, con maridos que no comprendían, por decir lo menos, lo que ella quería hacer. Mis hermanos y yo éramos espectadores (no diría tontos, pero casi sí); de niño uno no tiene idea de casi nada, salvo de que está vivo, que ella es la mamá y el otro el papá y eso era todo. Con apenas trece años de edad, casi una niña, usted tuvo la dicha de grabar su primer disco… No sé si podría decir que la dicha porque en realidad a mí me daba exactamente lo mismo. Solo fui una hija obediente y lo sigo siendo… Recuerdo que ella me decía: ven a cantar acá, apréndete esta canción, vamos a grabar este disco, acompáñame; ella era la que tomaba las decisiones y a mí no me parecía acertado discutir porque yo no podía elegir una profesión y decir: bueno lo que quiero es estudiar arquitectura. La frase que yo recuerdo de mi infancia es: «bueno, ya»; resig-nada a ese destino un poco forzado; no había opción y eso signi-ficaba cantar y darme cuenta de que no lo hacía nada mal. Era absolutamente dependiente del criterio materno. Después sentí que mi mamá tenía razón porque en realidad me costó muy poco cantar y grabar. Las canciones las elegía ella: yo re-petía, pero a mí no me desagradaba en lo absoluto, no sentía que iba en contra de mi vocación. Recuerdo que cuando llegué a los estudios de grabación, enormes y llenos de micrófonos y con tremenda parafernalia, cantaba temas de ella o de los que había recopilado en el campo. Con mucha intuición mi madre nos introducía en ese mundo que iba a ser nuestro y que lo sigue siendo. Por lo tanto, no estaba nada equivocada. Usted ha evocado la canción tradicional y todos los Parra parecen estar signados por ella. ¿Cuál es el encanto o, tal vez, la utilidad que cree tiene este modo de expresión? La que fue a desenterrar esa música tradicional chilena, esa música autóctona, no fui yo, sino mi madre. Ella volvió al campo donde nació… Al comienzo cantaba canciones mexica-nas para la radio; esas que interpretaban gente que no tiene idea de lo que hay que decir, que no se pregunta nada. Entonces, de pronto cambia esa estructura y decide recuperar para Chile y para ella misma la música tradicional. Es ella la que va a los campos, la que viaja al sur y al norte y crea sus primeras canciones a partir del conocimiento que va teniendo de esa memoria. Estudiaba al lado mío y, aunque no quisiera, me aprendía lo que ella estaba cantando. Eso se incorpora de una manera natural y me sabía todos los textos y las formas mu-sicales; conocía que en este pueblo se cantaba de esta forma y en el otro de tal manera. Mi madre era como una enciclopedia que uno la abría y podía consultar de todo. Para los chilenos yo soy folclorista porque en mi país no se tiene idea de lo que uno es; te ponen una etiqueta y te quedas con ella para siempre. No soy folclorista, porque para serlo hay que realizar investigaciones, ir a las raíces. Eso lo hizo Violeta y otras personas que yo respeto y venero mucho, pero por añadidura me llegó este conocimiento. Cuando era adolescente sentía que esa música era un poco latera, aburrida, con la misma estructura, siempre dos, tres tonos, aunque con mucha belleza en la poesía; si se quiere, una deformación de la copla española… Me decía en mi in-terior: no me voy a dedicar a cantar estas cosas, pero a la vez no me preocupaba por lo que iba a cantar. Cuando uno es joven anda buscando y no sabe bien hacia dónde va. …En medio de esa amalgama, Violeta nos ofrece una iden-tidad; se la da primero a sus hijos y no solo una identidad, sino el descubrir que la canción sirve también para otras co-sas. De repente se prendió una luz, nosotros vamos a Europa y nos encontramos con la música latinoamericana. Así de simple, en el París al que todos los artistas tienen alguna vez que ir nos topamos con nuestra propia música… Ahí se abren otros mundos completamente distintos. Me pongo a tocar el cuatro, a aprender el charango y me digo: eso sí que me gusta y me fui apoderando de esos ritmos. ¿Pasará de moda en algún momento la canción tradicional o nunca estará de moda? Creo que nunca estará de moda, pero considero que cualquier persona que va a hacer música tiene que saber un poco de dónde viene, qué se toca en el campo, qué es lo que han cantado los viejos. A partir de ese conocimiento es que se puede hacer una obra. Lo que hago puede parecer raro porque deformo las posturas de la guitarra y me he entretenido mucho haciéndolo; mi trabajo es muy rudimentario, pero al mismo tiempo muy movido. He compartido con otros músicos, agrupaciones e instrumentos y no le he tenido miedo a nada, me he atrevido a incorporar esta música sencilla y la he fusionado. Usted ha afirmado que es una artista que ha podido grabar lo que ha querido… Sí, pero me ha costado sudor y lágrimas, no te creas que las cosas son fáciles. La verdad, ni cuando era joven ni ahora he estado sumergida en una infraestructura comercial, ni metida en el mundo discográfico competitivo. Soy una artista margi-nal y creo que siempre lo fuimos. Autónoma, con sus propias decisiones musicales y elecciones de lo que quiero cantar. No tengo la fórmula habitual de un artista, es decir, te metes en un sello y te dicen: tienes que operarte, cambiarte el color del pelo, cantar estas canciones porque es comercial. No conozco ese mundo, pero sé que existe. ¿Y el mercado? Naturalmente que el mercado ha tenido influencia porque mis discos se venden; yo no los regalo, pero se venden en otro mercado, con otro criterio y de otra manera. Puedes acceder al mercado, pero sin hacer concesiones de lo que no deseas y consideras que debes hacer. ¿Víctor Jara? Tuve la suerte de ser su amiga, su amiga de verdad. En los años sesenta él también está en esa búsqueda de musicalizar, de indagar. Víctor es un campesino, es un hombre que llega de la zona rural a Santiago, con su guitarra, a enfrentar la vida y a abrirse caminos igual que nosotros. Nos conectamos inme-diatamente porque éramos jóvenes de una inquietud desbor-dante. Víctor es fundamental en la vida familiar, musical, en la creación de la Peña, en todo. Nuestros caminos están juntos. La acusan de ser una gran divulgadora de la Nueva Trova Cubana. ¿Se siente responsable? No, sería un honor demasiado grande. Solo he sido una me-diadora, sobre todo en el inicio, cuando Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola visitaron Chile, pero no he hecho nada en realidad. Lo que sí debo confesar es que cuando conocí la Nueva Trova me volví loca por ella. ¿Cómo fue ese contacto con la Nueva Trova? Vine a Cuba al Primer Encuentro de la Canción Protesta (1967) y ahí surgió otro milagro. Víctor Jara, Rolando Alarcón, nosotros, ni siquiera sabíamos que había otros trovadores en América Latina que andaban en esa misma búsqueda y Cuba nos permitió conocernos. En ese primer viaje alguien me regaló un disquito chico que incluía «La era está pariendo un corazón», de Silvio, y quedé hechizada. Nosotros veníamos del mundo de la televisión, de las cuartetas que riman que son octosilábicas… Habíamos conocido la música venezolana, pero no teníamos un trovador ni conocíamos esa forma de cantar, de usar el lenguaje, la guitarra. Me pasó lo que a todos, quedé impactada y deseosa de romper esquemas. Parece que Silvio Rodríguez la distingue a usted de manera particular… Lo que pasa es que él es muy buena gente, un excelente amigo, una persona extraordinaria. Creo que una de las cosas más difíciles es conservar amigos toda la vida y yo tengo esa dicha. No todos los días uno se encuentra con personas así y siento que tuve mucha suerte de haber venido a Cuba en ese momento, de haberlo conocido y continuar siendo su amiga y, sobre todo, de haber visto el inmenso desarrollo de su canción en todo el mundo. Eso me da gran alegría y emoción. ¿Cómo llega al Centro Pablo y cómo surge la idea de realizar el concierto? Tenía planificado venir a Cuba a finales del pasado año y tuve un problema de salud, por lo que postergué el viaje. Mi intención era pasar inadvertida, que es lo que más me gusta, pero «uno propone y Dios dispone». Soy amiga de Víctor Casaus, el director del Centro Pablo, y le comenté a través del correo electrónico que venía en febrero. Justamente, por un periódico chileno me entero que en esta fecha se realizaba en Cuba la Feria del Libro y comencé a armar el naipe. Me dije: si voy a La Habana a ver a mi amiga Gladys Marín, si hay una Feria del Libro, ¿por qué no organizar una presentación de Ni toda la tierra entera, que incluye muchos documentos sobre Cuba? Me comuniqué con Víctor y me dijo ¿cómo, si vienes, no vas a cantar? Entonces, frente a eso tuve que ponerme las pilas. Normalmente trabajo con mi hija Tita (a quien en estos mo-mentos le era imposible venir) y con mi nieto Antar, enton-ces me dije: como sé que en Cuba miras a tu alrededor y te encuentras con un trovador o un músico, voy a pedirle a Víctor que me contacte con dos jóvenes que tengan que ver con lo que yo hago. Siento una gran expectativa con esta presentación, la veo como un encuentro en el que la gente pueda preguntar sobre la vida musical chilena. Voy a cantar temas míos, algunos del disco Colores que trabajé con Silvio y que nunca he cantado. Antar tocará alguna música de él y los dos jóvenes trovadores cubanos Ariel Díaz y Samuell Águila compartirán con nosotros. Sobre todo, será una presentación que estará impregnada de afectos y de ganas de estar en el Centro Pablo, que tiene una actividad tan magnífica y llena de música, de poesía y así contribuir a la obra de Víctor que tanto se lo merece. Eduardo Sosa: Ser tú y punto5 Por Estrella Díaz «Soy un retoño del monte y salí a buscar mi oportunidad…»: con esta primera y clara declaración cantada comenzó el con-cierto A guitarra limpia titulado Pasado los treinta, que el sábado 24 ofreció el trovador Eduardo Sosa (Santiago de Cuba, 1972), sin dudas una de las voces más maduras dentro de su generación. No exagero al afirmar que Pasado los treinta, por la belleza de su sencillez, por la calidez, soltura, gracia y cercanía de Sosa, se cuenta entre los conciertos más hermosos que se han realizado en el patio de Muralla 63 y no hay que olvidar que ya sobrepasan la respetable cifra de cincuenta. El trovador, cuya capacidad vocal le permite rajar la voz y hacer falsetes, demostró que puede saltar con gran decoro del son tradicional a la balada con influencias del pop. Otro tanto que se anota: su clara dicción facilita que los textos sean en-tendidos en su totalidad, aspecto que, lamentablemente, no se da en todos los trovadores. Instantes después de concluido el concierto y ya pasado el «susto», conversé brevemente con Sosa. «Estoy muy contento. Soy de los que vienen a casi todos los conciertos que organiza el Centro Pablo y sé del ímpetu de todos los que trabajan aquí. Hoy ha sido genial al igual que los días anteriores de preparación del concierto. Estoy muy contento de cómo quedó todo, de la reacción del público y de la cantidad de gente que vino. Soy feliz.» Muchos estrenos en este concierto… Sí, estrené muchas canciones, todas compuestas por mí y otras que se han escuchado poco. En algunas de ellas me ha ayudado Rogelio Ramos, que es con quien siempre trabajo. Todos los temas nuevos son míos: letras, músicas, arreglos… un trabajo bien pensado, incluso dos canciones concebidas es-pecialmente en función del concierto. Hace muy poco, el pasado día dos, hice un concierto en la Sala Caturla del Teatro Auditorium Amadeo Roldán. Fue con canciones de otros y antes había hecho No tan solo en el teatro del Museo de Bellas Artes, donde me acompañé de otros amigos. Hoy fue todo repertorio mío y creo que no hay mejor lugar en La Habana y tal vez en toda Cuba para plantar bandera y decir: ¡como tro-vador estoy aquí, me estoy exigiendo un lugar, cuenten con-migo! Por eso preparé este concierto en función de eso; canciones que narran de dónde vengo, lo que he hecho, lo que soy. Estoy convencido de que continuaré haciendo música y luchando por la trova. ¿Por qué elegiste para acompañarte otra guitarra y no a otro trovador? Primero, quería respetar el nombre y el objetivo del espacio A guitarra limpia; segundo, apoyé un poco más la sonoridad de mi instrumento con otro similar, con el propósito de darle mayor colorido al sonido que recibe la gente. Un concierto no es solo un espectáculo que se ve, sino que se escucha, y quise darle un poco de redondez y acabado. En otros momentos me he hecho acompañar de otros instrumentos, incluso de bandas enteras, pero considero que este espacio está concebido para cantar con tu guitarra, estrenar tus canciones. No invité a otros trovadores por ninguna razón específica, sino, sencillamente, quería cantar sin más vueltas, sin más cosas y siempre creí que invitar a alguien, por muy amigos que fueran, me iba a sacar un poco del espíritu que quería darle al concierto que era sentarme ahí y que la gente o se aburriera o disfrutara con mis canciones. Hacer en el Centro Pablo un A guitarra limpia es también un examen porque el público que viene aquí es exigente. Quería probarme a mí mismo y verificar si era capaz de venir aquí, sentarme allá arriba, con las obras de Choco detrás, a cantar un manojo de canciones algunas conocidas y la mayoría nuevecitas y que la gente gozara hasta el final. ¿Te sientes más cómodo cantando tus propios temas? A mí me gusta mucho cantar, lo que sucede es que ya tengo metido dentro el bicho de cantar mis cosas. Me siento cómodo cantando lo mismo mis canciones que las de otros, pero sí, por ego, o porque uno tiene el conocimiento de cada sílaba que lleva cada canción, prefiero cantar lo mío. No obstante, hice un concierto con temas de otras gentes y voy a repetir en algún momento esa experiencia porque me gustó y la pasé muy bien. Soy un músico al que le gusta la trova, que la defiende, pero no tengo miedo de enfrentarme a ningún tipo de música. ¿Cuáles son tus trucos para literalmente meterte al público en el bolsillo? No tengo explicación para eso. Fui profesor y serlo me enseñó a establecer lo que llaman comunicación. Estar parado frente a un aula, ante un montón de niños que, además, a muchos no les interesaba la asignatura que impartía (Educación Musical) y había que lograr que esos muchachos sintieran interés por lo que les estaba diciendo, que entendieran, que se motivaran y eso me ha ayudado mucho. Lo otro es inexplicable. Es pararse en el escenario y ser como tú eres. Si adoptas una pose, no lo vas a lograr. Me digo a mí mismo: soy Eduardo Sosa, el mismo guajirito del Segundo Frente y toda esta gente que está aquí es buena y vino a oírme. Eso me lo meto en la cabeza, lo desarrollo y me funciona. La fórmula es atreverse a parase ahí y conversar con el público, ser tú y punto. La energía hecha canción6 Por Joaquín Borges-Triana Cuando en 1990, Rolando Berrío se presentó en el Instituto Superior de Arte con la intención de estudiar teatro y no lo admitieron, se perdía un actor que quizás un día habría llegado a ser muy bueno, pero con ello, la música cubana ganaba a uno de los cantautores más importantes, entre los surgidos desde los noventa hacia acá. Su carrera artística comenzó a fines de los ochenta, al vincularse a un grupo teatral de la Ca-sa de Cultura de Santa Clara, en el que compartía sueños con gentes como Norge Espinosa, Yenisell Cruz, Hilda Bello y Frank Abel Dopico, ese destacado poeta que fungía como mentor de aquellos, por entonces, adolescentes. De ahí surge la vocación que todavía hoy va con él y que lo lleva a que su vida sea una perenne interpretación, sin que ello quiera decir que en Roly exista una teatralización de su discurso vital o una predisposición hacia la sucesión de poses prediseñadas. Todo lo contrario. Si alguien transmite naturalidad en su ma-nera de ser, ese es Rolando Berrío. Puente entre la generación de trovadores villaclareños in-tegrada por Julio Fowler, Carlos Trova y Amaury Gutiérrez, a quien le agradece muchas de las cosas que sabe tanto en la guitarra como en el canto, y los que desde la década pasada han conformado en Santa Clara uno de los núcleos de mayor relieve en el contexto de la Canción Cubana Contemporánea, tras la vital experiencia de Enserie, ese singular trío de tres cabezas (vale acotar que en los conciertos de dicha formación, nunca sus integrantes dejaron de cantar por separado), ahora Roly se proyecta en solitario o respaldado por músicos que trabajan con él de manera ocasional, pero que lamentable-mente no conforman una banda estable, el soporte ideal que demandan las composiciones de este creador. Su más recien-te actuación en La Habana tuvo lugar el sábado 29, como parte del espacio A guitarra limpia. Como suele ocurrir en cada presentación de Berrío, los asis-tentes a la misma experimentamos la sensación de que por sobre todas las cosas, cuando él se para en un escenario lo que persigue es sentirse bien, con lo cual consigue inyectar al público su propio estado eufórico. La tremenda carga de ener-gía que Roly volvió a poner de manifiesto en su concierto titulado De mirar hizo que este se convirtiese en una suerte de reclamo aglutinador que, como ha expresado mi amigo Andrés Mir, «convierte la idea de un creador en idea y acto de muchos, movidos por la gracia del cantar». Por ello, aunque la actuación resultó mucho más extensa que las que acos-tumbran a tener sitio en el Centro Pablo, en ningún momento hubo espacio para el aburrimiento o para que la presentación se resintiese dramatúrgicamente. Y es que sus canciones po-seen un elemento participativo, tienen coros, frases que motivan a que el público intervenga coreando o aplaudiendo determinadas expresiones que emplea dentro de su quehacer musical. A pesar de que él se decanta por abrazar un sistema lúdico de creación, nadie imagine ni por un instante que en esas composiciones en las que señorea el choteo clásico del cubano al que se refiriera Jorge Mañach, no se habla de elementos se-rios y de preocupaciones ideoestéticas comunes en el campo del pensamiento intelectual y de la producción artístico litera-ria dentro de la generación finisecular cubana. Una canción como «Habichuela», que es todo un gran juego, constituye una excelente crónica de lo que fue el momento más crudo del Pe-ríodo Especial. A través de una actitud transgresora, pero sin ningún tipo de acritud sino solo de una forma irreverente va dando lo que fueron los años 93 y 94 desde el punto de vista alimenticio para nuestro país. El concierto de Roly atestiguó las dos vertientes de su que-hacer, a las cuales se ha referido Alexis Castañeda Pérez de Alejo, el mejor estudioso de la nueva canción en la región central de la Isla. Así, en una zona que él ha catalogado como trova bufa, disfrutamos de temas como «Cupido tacaño» (muy co-nocido entre los trovadictos), «Habichuela», «Y si tú me das un beso» y «El decano se llevó a mi jevita», composiciones todas que gozarían del favor popular si fuesen grabadas y promo-cionadas debidamente. En una segunda arista, nos encontramos con el Berrío cercano al bolero y al feeling, con canciones en las que preva-lece lo existencial amoroso, como sucede en «De mirar» y en «Olor», la pieza más impactante del concierto y en la que tam-bién intervinieron un saxofonista nombrado Máximo y Da-marys Figueroa, para mí una de las mejores voces femeninas de nuestro país en la actualidad. Otros invitados que dieron lucimiento a la función fueron el trovador Carlos Lage, que sorpresivamente resultó el comisionado para abrir el espec-táculo, y el Grupo Camaleón, encargados de hacer la ambien-tación escenográfica. Ante tanto talento como el que desborda Roly, no queda menos que lamentarse ante el hecho de que figuras como él no tengan la connotación pública y social que merecen. Mientras tanto, sigo cantando7 Por Estrella Díaz Llegó el último sábado del mes y aparejado a él, un nuevo concierto A guitarra limpia que con puntualidad «inglesa», como suele decir un amigo, convoca el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, esta vez titulado Antes de la noche y cuya invitada fue la trovadora pinareña Yamira Díaz y su grupo. Al término del concierto, que contó con la presencia de una representación de la obra pictórica del artista de la plástica pinareño Néstor Montes de Oca, Yamira ofreció unas breves declaraciones. «Ha sido un concierto muy lindo y estoy tremendamente contenta y feliz. El espacio A guitarra limpia legitima el tra-bajo que estamos haciendo los trovadores y ha logrado un respeto sincero y un público que continúa en aumento. Tuve la gran sorpresa de que el patio de Muralla 63 estuviera lleno y eso para un creador de provincia, que no es muy conocido aquí, es muy importante y habla a favor del trabajo sistemático y serio del Centro Pablo.» Tienes dos grandes vertientes dentro de tu trabajo, y en este concierto mostraste la más intimista… Fue intencional. Como era un concierto en el que iba a primar la imagen del trovador con su guitarra, un poco desnudándose en las canciones, gran parte del repertorio que escogí tenía ese objetivo. No obstante, para mover la dramaturgia del con-cierto incluí canciones un poco más movidas, textos que ge-néricamente se desempeñan en otro espectro. Creo que todo funcionó bien. ¿Por qué ese interés de acercarte a las nanas como género? Es un trabajo del cual enseñé una pequeñísima muestra. Tengo muchas nanas compuestas, quizás para hacer más de un disco y es algo que estoy realizando desde hace unos tres años. Lo descubrí por casualidad, pero lo que llama la atención es que son nanas un poco atípicas; es mi visión de lo que serían los padres acunando a sus hijos, cómo yo me imagino que lo hacen en diferentes lugares de este planeta… Creo que no es una canción enfocada hacia los niños como intérpretes, sino hacia los niños como receptores de un canto que sus padres van a darles con mucho amor. Esto es una visión muy personal y me da gran placer hacer este trabajo. ¿Nanas rancheras? Soy una artista que se mueve mucho en los géneros. No me gusta excluir nada y soy feliz haciendo todo tipo de cosas. Como la creación es mi mayor placer, es como jugar a tratar diferentes géneros y temas, y conjugar lo que no ha sido lo más frecuente. Así también salen los sucu-sucos; juego también con los instrumentos y con las armonías… todo lo hago muy seriamente, pero para divertirme. ¿Discos? Oficialmente tengo un disco que hice con la Empresa Cubana de Grabaciones y Ediciones Musicales, EGREM, que se llama Mi pueblo y yo y que fue un trabajo realizado en condiciones muy adversas, pero ahí está. Es algo no muy maduro porque fue al inicio de mi agrupación. No obstante, constituyó un primer e importante paso para nosotros como músicos para poder encaminarnos y determinar qué debíamos hacer y en qué aspectos teníamos que trabajar. Las otras participaciones discográficas han sido en antologías. Me encantaría hacer un disco con estas nanas, me fascinaría realizar un trabajo con lo más reciente de mi agrupación, que tiene una gran diversidad de instrumentos. Quizás tenga la suerte de que alguna discográfica se inte-rese, pero de todos modos y mientras tanto, sigo cantando, que es lo que me hace feliz y plena. El sentido atento del Centro Pablo8 Por Bladimir Zamora Céspedes Cualquier 27 de noviembre es sitio para reencender la llama del agradecimiento patriótico; amanece y pareciera que desde cualquier bandera nuestra nos miran los jóvenes estudiantes de Medicina9 que desde 1871 no han dejado de ser símbolo precioso de la inocencia y el honor. Se anda por las calles habaneras más próximo a la gente, más cerca de la sensación de patria. Así sucedió también este año, pero esta vez hubo un motivo más para la reafirmación espiritual. A las cinco en punto de la tarde, en su sede de la Calle de la Muralla, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau comenzó a celebrar el sexto aniversario de su proyecto A guitarra limpia. En estos días de verdadero estado de gracia para la canción trovadoresca, ya se sabe que no ha desaparecido totalmente la incomprensión y la indolencia de muchos a quienes no les importa potenciarla. Por ello nunca será demasiado reiterar el respeto al Centro Pablo, por dar cobija a todas las gene-raciones de la Nueva Trova. Ante un público integrado por cantores y fieles necesitados de estas canciones alzadas desde la guitarra, Víctor Casaus condujo con sencilla familiaridad la velada. Proclamó el otorgamiento del Premio Pablo a dos figuras clave de la cultu-ra cubana, Roberto Fernández Retamar y Alfredo Guevara. Anunció el lanzamiento de nuevos discos en vivo, justo a partir de las ediciones de los conciertos propiciados por el proyecto A guitarra limpia el último sábado de cada mes: La mano amiga y Generación X, recitales por el cuarto y quinto ani-versario, Pasado los 30 (Eduardo Sosa), Cambiar el viento (Die-go Cano), Multitudes en la silla (Silvio Alejandro) y Paria (Alberto Tosca). También la Antología 3 de A guitarra limpia, donde aparecen las voces de Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, Alberto Faya, Marta Campos, Lázara Ribadavia, Trío Enserie, Ariel Díaz y Samuell Águila. Ese día estuvo de fiesta, también, el disco alternativo a tra-vés de una iniciativa bautizada con el nombre de Por la iz-quierda, suerte de exposición-catálogo en la que se mostraron, y pusieron a la venta, más de veinte discos que han sido pro-ducidos por los propios trovadores mediante grabaciones «artesanales» o las producidas en formato de casetes por el Centro Pablo. También se ofertaron discos de Frank Delgado, Rita del Prado, Ariel Díaz, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Leonardo García, Erick Sánchez, Víctor Quiñones, Juan Carlos Pérez, Inti Santana, Adrián Berazaín, Isael Carrazana y el espacio Puntal Alto, entre otros. Y la doctora Ana Cairo presentó un CD de la Colección Palabra Viva, como homenaje a Alejo Car-pentier en su centenario. Se regaban ya las últimas luces de la tarde sobre el patio de las yagrumas, cuando Víctor invitó a la escena al Trío Tro-varroco, esa excelente agrupación villaclareña (Rachid Lopez, director y guitarra; Maikel Elizarde, tres, y César Bacaró, con-trabajo) donde se trenzan el profesional virtuosismo de la in-terpretación y la grandeza cuidada por la humildad. Disfrutar solo al trío, con su modo de ser fieles a los cánones del barroco y a los colores de nuestra música tradicional, con espíritu de música buena y de ahora, ya era una gran fiesta. Y hubo más. Rachid, agradecido, llamó a cantar a tres de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova: Lázaro García, Vicente Feliú y Silvio Rodríguez. La emoción se trepó por encima de los árboles, cuando los muchachos lo acompañaron en «La canción de la trova» que, compuesta en 1966, exhibió las maderas incorruptibles de la canción nueva: Aunque las cosas cambien de color, no importa pase el tiempo, las cosas suelen transformarse siempre al caminar. Pero tras la guitarra siempre habrá una voz más vista o más perdida por la incomprensión de ser uno que siente, como en otro tiempo fue también. El eco de las plazas retumba en Muralla 6310 Por Estrella Díaz Es probado que Buena fe ha logrado asentarse en el gusto de un amplísimo sector de la población cubana (y también fuera de fronteras), y el patio de Muralla 63 por sus dimensiones, en cuanto a espacio, no está diseñado para grandes públicos: aquí los propósitos son otros. Creo que fue sabia la decisión de no divulgar con amplitud que el popular dúo Buena fe se presentaría en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en un concierto único A guitarra limpia que titularon El eco de las plazas. La sentí como una propuesta serena y juvenilmente madura que integró algunos temas muy conocidos con otros que no lo son tanto, pero que dan una idea de la evolución que ha tenido el dúo. Pero prefiero que sea Israel Rojas quien complete desde sus reflexiones lo que fue este A guitarra limpia. ¿Eco de las plazas? Luego de llenar plazas, lo que queremos es un recogimiento para hacer canciones que son de otro carácter, que tienen otro espíritu, que es la otra cara de Buena fe, la menos conocida, la que a veces es ignorada por la crítica que es habitual en estos espacios. De pronto empezaron a aparecer en algunos espacios de prensa criterios bastante desfavorables. ¿Desfavorables en qué sentido? Comenzaron a tildar a Buena fe como un proyecto seudo-artístico. Me molestó mucho que críticos –que considero pres-tigiosos, y que además se supone sepan lo que está pasando en el ámbito de la música cubana– de pronto desconocieran nues-tro trabajo. Nunca hemos negado nuestra propia historia de haber pasado por estos espacios: todo lo contrario, hemos dicho que estamos donde estamos porque ha sido una evolución lógica. De pronto empezó a insinuarse como si nosotros fuéramos obra del es-píritu santo de la Empresa Cubana de Grabaciones y Edicio-nes Musicales (EGREM), de un mal parto, de un aborto del mercado o algo plástico que con empujarlo se caía. Nos molestó mucho porque todo lo que hemos logrado ha sido sin aplastar a nadie, siguiendo nuestros instintos, recorriendo los senderos más coherentes por donde circula el arte. Pensamos que para ser artista contemporáneo –aunque esto quien lo va a decir es el tiempo y la vida cuando decanten– no necesariamente tienes que usar un pantalón ancho y roto y engancharte un montón de gangarrias y además ser un desconocido. Eso no es símbolo de estar en la vanguardia; la vanguardia se hace tra-bajando y eso me lo enseñó mi padre. Para mí el arte no se diferencia mucho de lo que hace un obrero, a menos que no sea por el sublime don de poder catalizar y cristalizar los senti-mientos generacionales y transmitirlo o plasmarlo de determinada manera. Dice Alfredo Guevara –un hombre indiscutible de la cultura contemporánea– que los griegos afirmaban que el arte es la creación humana que tiene que tener verdad, tener bondad y ser bueno. Si lo miras desde ese punto de vista, lo que hacemos lo realizamos con mucha bondad porque nunca hemos hecho nada más que aruñar la tierra para estar donde estamos, con mucho sacrificio y con mucho trabajo… cada tareco (equipo) que tú ves ahí es un gusto que nos hemos dejado de dar para invertirlo en nuestro arte; verdad, porque nuestras canciones se parecen a estos tiempos y belleza –bueno, no me toca de-cirlo– pero creo que lo que hacemos tiene los suficientes valo-res estéticos para que parezca hermoso. Con este concierto queríamos retornar a estos espacios, pro-barnos a nosotros mismos y de cierta manera contraatacar, pero de una manera hermosa: trabajando. Nosotros no perde-mos tiempo ni en quejarnos ni en ir a la prensa a armar bulla por gusto. Sencillamente, hacemos nuestro trabajo. Vinimos al Centro Pablo por voluntad propia, nos pusimos de acuerdo con Víctor y con María Santucho y les manifestamos nuestro gran interés por hacer un concierto aquí. Hemos hecho conciertos en la Casa de las Américas que han sido rotunda-mente ignorados, hemos hecho conciertos en centros sociales que han sido rotundamente ignorados y, entonces, resulta que para algunos somos obra y gracia del arte comercial. Eso me parece bastante deshonesto, ofensivo e incluso igno-rante. Si va a salir una crónica sobre un concierto que se haga técnica, es decir, que se diga «el solo de guitarra no estuvo to-do lo bueno que debió ser», «Israel desafinó en la canción tal», o «no empastaron las voces en la canción más cual», pero que no se diga: eso es basura porque estás sonando en la radio. ¿Secreto de Buena fe? Quizás esté en las canciones. Hemos tratado de hacer una biopsia de la sociedad, analizarla y luego –desde el amor, desde la buena fe– criticar porque, como dijo José Martí, la crítica también es un acto de amor. Lanzamos una mirada a la socie-dad contemporánea, la que nos ha tocado vivir, sin concesiones, sin decir que somos los perfectos –quiero decir nosotros como sociedad. Muy por el contrario, tratamos de fotografiar lo que sentimos, lo que somos, y pienso que eso es lo que ha hecho que la gente llegue a este espacio y se sientan identificados. ¿Público del Centro Pablo? Super lindo y super disciplinado. Sentí el mismo escalofrío que me da no solo cuando nos enfrentamos a grandes plazas, sino también el mismo que cuando empezamos. En este concierto no hay misterio, solo el que tú seas capaz de generar con tu garganta, con tus textos, con la música, o sea, no hay artificios, no hay más maquillaje que el del arte propiamente dicho, no hay luces, no hay efectos… eres tú y el público. Pienso que hicimos lo posible por estar a la altura de este espacio que posee una altísima calidad. Buena fe empezó siendo un dúo, ahora arropa las canciones con otros instrumentos… Tenemos una banda que nos acompaña igual que, por ejemplo, Carlos Varela, que es un trovador que tiene una banda, o como Inti Santana o como Gerardo Alfonso, o como el mismo Silvio Rodríguez que tocó con tantas gentes, también Pablo Milanés. Somos dos trovadores con dos cabezas y cuatro manos que nos hacemos acompañar por unos amigos a quienes les parece chévere lo que hacemos y quieren acompañarnos en este decursar por la vida a través del arte. ¿Planes? Este concierto era para nosotros algo importante; queríamos regalarnos una presentación en este patio con toda la cuota de cariño que significa. Dentro de muy poco vamos a comenzar a grabar con la EGREM un próximo disco. Luego nos vamos a Inglaterra, España, México y Argentina. En agosto estare-mos aquí porque hicimos el compromiso de participar en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Venezue-la, y nos pareció excelente y estamos encantados. Todas esas giras serán con banda. ¿Cómo se va a llamar el próximo CD? No te puedo decir. Estamos embarazados, no sabemos si el niño viene con los ojos azules o es mulato; ahora solo tenemos los mareos y las náuseas, pero estamos felices. Desde Matanzas… A fuego abierto11 Por Estrella Díaz Antes de celebrarse el concierto A fuego abierto, en el patio del Centro Pablo, la periodista tuvo la oportunidad de dialogar con Rey, quien reveló algunos detalles del sistema de trabajo del dúo que forma con Lien. «Lien Rodríguez (Matanzas, 28 de noviembre de 1975, cantan-te, guitarrista y compositora) escribía poesía y nos sentíamos muy atados a los textos, así se creó una necesidad de hacer canciones. Incluso, en los momentos iniciales no pretendíamos hacer trova, sino canciones que ligamos con música contem-poránea; eran textos verdaderamente eclécticos. »A través de un contrato permanecimos cuatro años en Co-lombia, donde ofrecimos conciertos y talleres. En el 2001 regresamos a Cuba y trabajamos un tiempo en La Habana con la empresa artística Adolfo Guzmán. Después regresamos a Matanzas y allí creamos la Peña del Patio de las hormigas. »En los comienzos también hicimos música infantil porque sentíamos la necesidad, había escasez de canciones para niños y parte de nuestro quehacer se centró en este interés. Ahora, creo, ya no existe esa carencia… están Rita de Prado y el dúo Karma, por citar dos ejemplos.» Luego de esos inicios eclécticos, ¿cuál es la lírica actual del dúo? Pienso que hemos madurado aunque tiene mucho de los comienzos, que es en definitiva nuestra esencia. El creador no se puede desprender de su carácter y eso lo refleja en su obra. Cuando uno es muy joven hace cosas para impresionar y para diferenciarse de todos los demás; ahora seguimos esa línea, pero no tanto. Hay que cubrir otros espacios y otras exigencias del público. Todo ello hay que lograrlo sin hacer concesiones, para estar a la moda o en las corrientes y los cánones que se imponen. Creo que aún tenemos de aquello, pero nuestro discurso es más maduro. ¿Trova joven matancera? No le veo un buen futuro. Tenemos al vecino Varadero, ese importantísimo polo turístico, que absorbe completamente a toda la cultura matancera. Me atrevería a asegurar que los únicos músicos que no trabajamos allí somos Lien y yo. En-tiendo la necesidad, pero creo que tiene mucho que ver con la concepción y la voluntad y luchar… Es decir, para hacer este tipo de música hay que pagar un precio muy alto y no todo el mundo está dispuesto. Creo que nosotros sí, cueste lo que cueste. Es difícil. ¿Y no tienen en Matanzas un espacio sistemático para pro-mover la trova? La promoción de la trova exclusivamente no, pero sí de todas las artes. Tenemos el Patio de las hormigas que mensualmente es nuestra peña. Allí promocionamos el trabajo de las compañías de ballet, de danza, de música. No está destinada a pro-mover una manifestación determinada e, incluso, siempre que podemos, invitamos a artistas de todas las provincias. Como dúo, ¿cómo es el proceso de creación? Conflictivo… Somos dos cabezas pensando. Lo bueno que tiene esta manera de crear es que lo que no ve uno lo ve el otro, y lo que puede criticar uno también lo puede criticar el otro. Al final, cuando llegamos a un consenso, sale una buena obra. Es escabroso, pero al final quedamos satisfechos ambos. ¿Quién compone más? Es que cuando uno no tiene un texto el otro va en auxilio… Así vamos trabajando y, generalmente, por el camino se desvía y sale otra cosa, o se van incrementando algunos géneros den-tro de la misma canción; todo se mezcla. ¿Es, entonces, la fusión una característica del dúo? Ahora se usa mucho la palabra fusión, pero creo más en la mezcla. La fusión la entiendo como géneros que se mezclan, pero en nuestro trabajo lo que existen son destellos que entran y salen; no hay un género que se pueda dilucidar. No es fusión de géneros, sino mezcla de todas las influencias que confluyen dentro de esas canciones. ¿Expectativas ante el concierto? Las mayores. Hace mucho rato que estamos deseosos de estar en el Centro Pablo; hasta ahora no se había dado la oportunidad y nosotros con mucho gusto estaremos, creemos que va a salir muy bien, queremos que venga mucha gente… Es muy importante que exista el proyecto A guitarra limpia y creo que es el único o que con sistematicidad se mantiene en La Habana. Es un espacio que vuelca todos sus esfuerzos en la promoción de la trova que muchos años se perdió hasta que surgió el Centro Pablo. Está también el Centro Hispanoamericano de Cultura que surgió hace muy poco y que está haciendo grandes esfuerzos por promover la trova. Ya que las disqueras no se interesan por el trabajo de los trovadores, es muy estimulante que el Centro Pablo haga un gran esfuerzo por divulgar y llevar a soporte de CD o de casete el trabajo de los jóvenes trovadores y que se puedan comprar en moneda nacional. Es muy importante para el desarrollo de la canción cubana. Las disqueras están centradas en otros proyectos comercia-lizables y considero que están contribuyendo a que decaiga la música cubana. Lo que trasciende es lo verdaderamente cubano, lo que surge del pueblo; esas fabricaciones que son hechas para vender a la postre traerán una decadencia, porque no son oriundas de Cuba ni auténticamente nacionales. Chacareras en La Habana12 Por Estrella Díaz Raly Barrionuevo es un joven músico argentino que llegó a La Habana invitado a participar en el concierto clausura del Encuentro Internacional contra el Terrorismo, por la Verdad y la Justicia, que se efectuó en la capital convocado por el capítulo cubano de la red de redes En defensa de la Humanidad. Tuvimos ocasión de ver a Raly en ese concierto, pero de forma más cercana pudimos aproximarnos a su quehacer gra-cias a su participación en un recital realizado en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, que contó con la presencia de Antar, Isabel y Tita Parra, quienes también invitaron al poeta brasileño Thiago de Mello. Raly Barrionuevo obtuvo el Premio Carlos Gardel al Mejor Álbum de Artista Masculino de Folclor por Ey, Paisano, CD que cuenta con la colaboración especial de artistas como Jorge Drexler, León Gieco, Horacio Banegas y Peteco Carabajal. Pero, ¿quién es este músico? Un muchacho del noroeste argentino, de la provincia de San-tiago del Estero, que es un lugar muy folclórico. Fui criado en ese ámbito, rodeado de una familia campesina, por lo que he recibido esa herencia. En la adolescencia comencé a escribir canciones muy ligadas a los temas folclóricos y considero que ese tipo de creación tiene un fuerte contenido paisajístico. En los inicios me identifiqué con el rock, pero llegué a un punto en que comencé a cantar nuestras realidades utilizando como género las chacareras. Ahora tengo 32 años y no he parado de hacer eso. También hago canciones de corte intimista, de temas relacionados con el amor. He grabado hasta el momento cuatro discos: El principio del final, Circo criollo, Población milagro y Ey, paisano. ¿Y hay músicos en tu familia campesina? Muchos; mis tíos y mi padre. La guitarra fue muy cotidiana y protagonista en mi familia, aunque ninguno fue profesional. Soy el primero que se ha dedicado a tocar y que está intentando hacer un camino como autor y como cantante. Mi formación ha sido muy intuitiva, y creo que una de mis cualidades es que soy muy observador del modo de tocar la guitarra, y eso me ha servido de mucho. Varios meses después, tuvimos la oportunidad de conversar con Raly, instantes antes de que comenzara su concierto Des-calzo por los caminos. «Por sobre todas las cosas, con este viaje a Cuba quería rea-firmar la intensa relación de amistad y de amor que nació y prendió la primera lucecita surgida durante los pocos días del mes de junio de este año en que llegué a La Habana, invitado a participar en el Concierto contra el terrorismo y la presencia breve en el Centro Pablo durante un recital de la folclorista chilena Tita Parra. »La idea era darle forma a eso y, de alguna manera, reafirmarlo. Esa era la expectativa: constatar y reciprocar ese amor. Desde ese punto de vista, siento que se colmaron las expectativas, porque aquellos dos o tres días en que estuve fueron realmente mágicos… pasaron muchas cosas en poco tiempo. »También estaba consciente de que no había podido vivir la realidad más cotidiana; en aquella oportunidad estuve hos-pedado en un hotel y tuve poco contacto con el pueblo. Sentía que me faltaba pisar tierra, tener un contacto más verdadero con la gente o más realista y caminar un poco por las calles. Eso es lo que he hecho ahora, amén de los conciertos. »Estuve cantando en la Casa de las Américas durante los días del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y vi muchas películas; también asistí al cierre del Festival Jazz Plaza y visité la provincia de Villa Clara. Allí ofrecí un concierto único que fue muy bien recibido, se colmó el teatro de La Caridad y después estuvimos en El Mejunje, donde hicimos una relación muy linda con los trovadores de esa provincia.» ¿Alguna vivencia en particular? Algo que fue super lindo. El mismo día del concierto en La Caridad, pero en horas de la mañana, visitamos la Escuela de Medicina y para sorpresa mía encontré allí a varios estudiantes de mi provincia, Santiago del Estero. Esos chicos, para homenajearnos, habían preparado un número de danzas folcló-ricas y de tangos y los invité a que fueran a mi concierto. Quería hacer un bloque de música folclórica tradicional tal y como la heredamos de los abuelos. Es emocionante reencontrarse con chicos de mi provincia que allá no tienen la más mínima posibilidad de estudiar y aquí se les abrió una gran puerta. Eso es algo muy importante, porque son jóvenes que se están preparando para, a su regreso, hacer un trabajo social de base. Eso me emociona mucho. En medio de la presentación, esos estudiantes se sumaron al concierto. Hicimos un bloque de música folclórica antigua y ellos bailaron y mostraron a la gente de qué se trata la cha-carera como danza. Escribo mis letras dentro del formato de chacareras, pero las personas que no conocen el género lo toman como una canción más, con un ritmo folclórico. Fue lindo hacer una demostración y que la gente vea la chacarera: una danza esencialmente fol-clórica. Ellos danzaron con los trajes típicos y fue muy lindo. También estuviste en El trovazo, espacio de la trovadora Yamira Díaz en Pinar del Río… Luego de las presentaciones en Villa Clara, nos fuimos a Pinar del Río; hicimos una visita a un centro cultural muy importante que tiene que ver con la historia y el desarrollo de la música del territorio y en la noche tocamos en El trovazo. ¿Centro Pablo? Estar en el Centro Pablo es estar en mi casa. Esta visita a Cuba es como un cierre del año por todo lo alto. Cuba ha sido muy importante en mi vida y en mi carrera. Ya me comienzan a convocar para tocar en otros lugares. Este año en Argentina ha sido muy fuerte y he tenido actuaciones en Buenos Aires bien importantes. Nos han llamado de lugares donde antes no solíamos tocar e hice aproximadamente setenta presentaciones con mi banda en varias provincias del país. Por todo eso, es maravilloso cerrar el 2005 aquí. Una canción se aproxima: Tony Ávila en el Centro13 Por Humberto Manduley López (Para Melisa, que recitó, y Daniela, que no pudo estar) Para quienes vivimos en La Habana, la oportunidad de acer-carnos al quehacer de los trovadores (llamados) «de provincias» son escasas. Imposibilidades y limitaciones de muy diverso tipo dan al traste con el interés de creadores, público y hasta de algunas instituciones. Por eso, la ocasión de ver y –más aún– escuchar, desde el espacio A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente Brau, a Tony Ávila, este amigo, «negro consti-tucional» y capitalino, trasplantado a su Cárdenas casi natal hace muchos años, devino momento de singular empatía. Fue reencontrar a un compositor sin complejos, que conoce los secretos de incursionar con total desenfado en la más sabrosa sandunga del son montuno y en la melodía de acentos más líricos, artífice de ese proyecto cultural que es La suerte de los cangrejos, y eslabón de garantizada continuidad en un devenir histórico que rebasa ya ampliamente el siglo de existencia: la trova. Sus canciones buscan un equilibrio de emociones que suelo encontrar mucho más desarrollado en las obras de (precisa-mente) esos trovadores del «interior» (Roly Berrío, Leonardo García, Eduardo Sosa, Diego Gutiérrez, Levis Aliaga). El humor abierto y la melancolía que se anuda en la garganta, la risa y la lágrima, transitan con naturalidad por el repertorio que Tony escogió para regalarnos el sábado 25 de febrero en el patio de las yagrumas del Centro. Me llamó la atención esa mirada entre tierna y sarcástica con la cual refleja avatares personales, situaciones de la co-tidianidad, y esa parte de la historia nacional que guarda especial semejanza con una herida: la desilusión. Soy de quienes opinan que hay canciones de Tony que ya tienen garantizada la sobrevida, incluso «cuando pasen mil años de Internet». Hablo de una obra armada con rejuegos de intertextualidad, con apropiaciones varias, con referencias identificables, pe-ro con mucho de su personalidad. Tal vez se pueda preferir un desempeño guitarrístico más complejo, o armonías más am-biciosas. Lo cierto es que las canciones de Tony destilan na-turalidad, habitan a nuestro lado, sin forzar nada. Son el fruto de una mirada sensible desde la humildad del ser humano. Eso y mucho más hay que agradecer a este hermano trovador y sus amigos en la escena (Lindiana, Roger, Santovenia, Manuel y las caricaturas de Orlando), que nos dejaron con los deseos de apresurar intercambios más frecuentes con ellos, aquí o allá, según sea posible. Desde hace un tiempo Tony Ávila encabeza el grupo Con clave, trabajando zonas de la música cubana que suelen englobarse bajo el nebuloso rótulo de «tradicionales». Eso sí, dicha experiencia se ha traducido en un fogueo necesario, luego llevado a su propia obra como trovador, y donde sobresale su sentido de la improvisación. Característica sine qua non de todo buen sonero, esa facilidad para hilvanar frases sobre un «tumbao» de percusiones elemen-tales y rayado de guitarra, le permite expandir su discurso textual más allá de la estructura básica de la canción, esta-bleciendo un diálogo con su entorno. Es algo que conecta con una tradición que nuestros trovadores, por cierto, no desa-rrollan mucho, salvo honrosas excepciones (Pedro Luis Ferrer, Frank Delgado, Erick Sánchez, el mismo Sosa), por lo cual es doblemente gratificante hallarlo en su proyección. Tony Ávila estrenó sus credenciales, sembró afectos, nos hizo sonreír y reflexionar desde la perspectiva de su canción, y nos dejó la imagen y la poesía de un trovador auténtico. Por eso los abrazos, por eso los agradecimientos, por eso el acto siem-pre necesario de quitarse el sombrero ante un creador de su talla. Por eso también la urgencia de burlar el fatalismo geo-gráfico y dejar claro que trova hay una sola: la que se cons-truye, no importa dónde, desde el corazón, los nervios, el compromiso y el amor. Un sueño a mano y sin permiso14 Por Joaquín Borges-Triana He asistido a la mayoría de los conciertos ofrecidos en la sede del Centro Pablo, y por ello puedo asegurar que los celebrados allí el 25 y 26 de noviembre fueron de los más cercanos, amo-rosos y sinceros, entre los que en dicha institución se han de-sarrollado. El homenaje rendido por unos 40 trovadores a Silvio Ro-dríguez quedará en la memoria de los asistentes como un re-cuerdo sencillamente imborrable. Incluso, creo que el principal objetivo de los dos encuentros –rendir tributo al creador–, fue rebasado y devino canto a una manera específica de asumir el arte, tanto por hacedores como por consumidores. De ello también se dio cuenta el público, que supo contribuir a la atmósfera existente en los conciertos, al mantener una actitud signada por la contención y el respeto, carente de los molestos gritos y aplausos desmedidos que en no pocas oca-siones, más que ensalzar, lo que hacen es contribuir al des-medro de un espectáculo. Ni siquiera cuando el propio Silvio se sintió motivado a subir al escenario al final de ambos con-ciertos, para interpretar el sábado «El colibrí» (canción anó-nima que aprendiese de su madre), y el domingo, su tema «Y nada más», los numerosos asistentes a estas funciones de lujo se sobrepasaron al manifestar la euforia ante la intervención del homenajeado, cosa que conociéndolo un poco uno sabe que le hizo feliz. Por aquello de que «honrar, honra», hay que decir que la iniciativa de la realización de un tributo así a Rodríguez –y que de paso también sirviese para celebrar el décimo aniversario del Centro Pablo y el octavo del espacio A guitarra limpia– partió de una idea del promotor cultural Humberto Manduley, ca-nalizada por el equipo dirigido por el poeta y cineasta Víctor Casaus, y que tuvo en el trovador Samuell Águila al encargado de coordinar, desde el prisma artístico, el programa de ambas jornadas, en las que intervinieron tanto fundadores de la Nueva Trova, como figuras surgidas en las promociones y generacio-nes siguientes a los que le dieron vida a ese movimiento. Si hubiese espacio, aquí tendría que mencionar uno por uno a todos los participantes de los dos conciertos, porque la in-tervención de cada uno de ellos estuvo marcada por idéntico sentido de la entrega. Pero eso resulta imposible, así que opto por hablar de aspectos generales. En ese orden, la elección de la mayoría de los temas de Silvio para esta fiesta de la canción cubana, en especial entre los jóvenes trovadores, estuvo en viejas composiciones de Rodríguez, particularmente de las escritas entre fines de los 60 y principios de los 70. Como me comentaba mi amiga Estrella Díaz, ello tal vez guarde relación con el hecho de que de aquellos tiempos datan textos cáusticos y en los cuales las insatisfacciones eran, casi siempre, motivo inspirador, espíritu que suele acompañar al artista en su etapa juvenil y que, con el transcurrir de los años, se va atemperando. A lo anterior se añadiría que tampoco los medios cubanos le han otorgado a la obra reciente del bardo la misma promoción que le concediesen en el pasado. De lo expuesto se despren-de que tal tipo de elección no guarda relación alguna con los niveles de calidad de la obra de Rodríguez, de las más sólidas en su conjunto en la historia de nuestra canción. En lo referido al modo en que los intérpretes asumieron el repertorio, hubo dos tendencias. Una partió de reproducir en lo fundamental la creación de Silvio, mientras que la otra apostó por reapropiarse de las piezas con miras a traerlas al aire per-sonal de quien la estuviese versionando. En ambos grupos predominaron los aciertos por encima de los desaguisados. Así, por solo mencionar unos pocos ejemplos, en la primera línea habría que aludir a la soberbia interpretación que de «Óleo de mujer con sombrero» hiciera Diego Cano; y en la segunda, a la disertación de orquestación que brindasen Lien y Rey (el arreglo fue escrito por este último) en el tema «La resurrección», o a Yamira Díaz por la mucha ternura con la que cantó (en una aparente «pequeña» versión) «Se demora». En fin, gracias a Silvio, a los participantes en su homenaje y al Centro Pablo por corroborarnos en la certeza de que el sueño se hace a mano y sin permiso. Víctor Víctor: sin rodeos15 Por Estrella Díaz Víctor Víctor, sin duda uno de los artistas más importantes en el contexto musical caribeño, estuvo en La Habana y aquí recibió el Premio Internacional de la Feria Cubadisco 2007, distinción que se otorga por primera vez. Ese reconocimiento fue entregado por Ciro Benemelis, pre-sidente del evento, instantes antes de comenzar un concierto especial en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, institución que desde la calle Muralla de La Habana colonial se ha convertido en cobija para trovadores de todas las tenden-cias y generaciones. Al decir de Benemelis «no existe mejor lugar» para reconocer el trabajo de Víctor Víctor que la sede del Centro Pablo, que es un ejemplo de todo lo mucho que se puede hacer por promover la llamada canción de autor. «El Centro Pablo, sin serlo, es el mejor ejemplo de discográfica alternativa», significó. Luego del concierto, Víctor Víctor tuvo la gentileza de, en medio de abrazos y felicitaciones, hacer algunos comentarios para estas páginas electrónicas. «Hacía mucho tiempo que le debía una actuación al Centro Pablo y hoy me he sentido muy contento y complacido. Era lo que esperaba: pasar una tarde cantando canciones de una manera un tanto informal y relajada, pero presentando cosas con el corazón. He querido compartir este momento con José Antonio, un amigo que me ha acompañado toda la vida en miles de batallas, escribiendo canciones, haciendo solidaridad por todo el mundo. También he querido traer a músicos más jóvenes para que se sepa por dónde vamos y cómo se da la continuidad. En Santo Domingo existe un fuerte movimiento que cultiva la canción de autor. Lamentablemente, no conta-mos con un sitio tan maravilloso como el Centro Pablo, pero sí nos juntamos y buscamos los espacios para mostrar el tra-bajo de los jóvenes. Hay un movimiento muy fuerte y cada vez que tengamos una oportunidad vendrá gente nuestra a Cuba y al Centro Pablo.» Por lo que se ha visto en este concierto, lo que hacen, aunque puede tener interés comercial, posee un vuelo diferente… Totalmente y lo hacemos ex profeso. Hemos sido gente que ha estado conectada con la llamada industria de la música y hemos podido llegar a esos lugares, pero no hemos cedido ni un chin con nuestra propuesta. Creo que ha llegado el mo-mento de separarnos de la gran industria y de tratar de for-malizar una coherente industria alternativa. Tenemos que unirnos y veo los caminos con mucha claridad. Pero en la práctica, ¿no es mucho soñar? Pienso que es un poco más fácil que como suena; es un gran trabajo de coordinación y eso es lo que hay que hacer. Estamos empezando a dar los primeros pasos. ¿Cuál es el secreto de Víctor Víctor para mantenerse en el gusto de la gente? No sé, pero me mantengo escuchando lo que hay. Trato de estar al tanto de las renovaciones del idioma. Los jóvenes tienen sus propios símbolos y códigos, y hay que conocerlos para que te puedan entender. No me voy a pasar la vida lamentándome de que no me comprendan. No. Hay que hacer un esfuerzo por comunicarse, porque se sientan complacidos e identificados. Entonces, ¿el secreto está en la renovación? Te puedo decir algo que sí he comprobado: lo que me ha abier-to muchas puertas es decir siempre la verdad. No tengo rodeos. Lo que no puedo decir cantando lo digo con la boca o, si no, con el puño. CENTRO CULTURAL PABLO DE LA TORRIENTE BRAU Director / Víctor Casaus Coordinadora / María Santucho Diseño gráfico / Katia Hernández Cuba Arte Digital / Abel Casaus Producción / Elizabet Rodríguez Prensa / Estrella Díaz, Vivian Núñez Informática / Jesús García Webmaster / Silvia Padrón Especialistas / Virgen Gutiérrez, Yus Escobar Grabación y masterización / Jaime Canfux Fotos / Alain L. Gutiérrez, Kaloián Santos Video / Nor-k Asistentes de producción / Jacquelín Rodríguez, Idalino Sán-chez, Manuel Rodríguez, María Eugenia García, Cristina Quintero ÍNDICE DE TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS A GUITARRA LIMPIA Alain Garrido 158, 159, 160, 168, 290, 292, 314, 316, 330, 334, 363, 365, 368, 371, 459, 480, 481, 482 Alberto Faya 105, 106, 107, 130, 228, 313, 348, 362, 368, 371, 382, 436, 438, 459, 501 Alberto Tosca 117, 124, 125, 204, 205, 206, 228, 231, 346, 364, 368, 372, 388, 389, 460, 501 Amanda Cepero 175, 177, 180, 182, 203, 246, 248, 266, 271, 323, 324, 325, 326, 346, 374, 401, 470 Ángel Quintero 216, 217, 218, 233, 270, 314, 346, 364, 368, 372, 373, 379, 389, 427, 449, 460 Antonio Ávila, Tony 285, 287, 314, 315, 343, 349, 365, 369, 373, 440, 512, 513, 514 Ariel Barreiros 109, 111, 113, 240, 241, 243, 275, 314, 323, 324, 325, 326, 327, 343, 346, 350, 353, 364, 368, 373, 400, 440 Ariel Díaz 29, 30, 32, 40, 48, 61, 63, 64, 66, 70, 92, 93, 94, 102, 103, 104, 109, 111, 113, 117, 124, 125, 130, 131, 135, 138, 147, 150, 151, 164, 171, 175, 177, 182, 187, 191, 192, 193, 203, 228, 246, 248, 266, 269, 271, 272, 313, 323, 324, 325, 326, 340, 341, 343, 345, 346, 348, 350, 357, 361, 362, 364, 368, 374, 378, 379, 382, 386, 388, 390, 393, 401, 402, 404, 410, 423, 437, 440, 441, 448, 450, 456, 457, 458, 459, 470, 482, 483, 493, 501 Augusto Blanca 33, 34, 35, 36, 48, 121, 138, 161, 162, 163, 168, 228, 246, 271, 314, 350, 361, 363, 367, 368, 374, 379, 383, 389, 390, 392, 396, 399, 421, 444, 446, 449, 455, 456, 458, 459, 482 Axel Milanés 15, 16, 17, 45, 361, 375, 456, 457 Carlos Ibáñez, Polito 97, 98, 99, 100, 129, 228, 362, 375, 383, 403, 417, 459, 501 Carlos Lage 173, 210, 211, 214, 386, 498 Carlos Salgado, Charly 258, 260, 278, 312, 314, 365, 368, 375, 378 Carlos Varela 25, 26, 47, 138, 314, 361, 376, 379, 380, 385, 390, 395, 396, 411, 417, 422, 455, 456, 457, 505 César Bacaró 111, 163, 225, 404, 502 Diego Cano 15, 16, 17, 38, 39, 40, 41, 43, 49, 138, 150, 173, 174, 187, 191, 192, 193, 194, 248, 310, 313, 361, 363, 364, 366, 367, 368, 376, 379, 388, 393, 410, 446, 455, 456, 457, 458, 459, 460, 482, 483, 501, 516 Diego Gutiérrez 109, 111, 113, 158, 159, 160, 168, 290, 292, 293, 294, 295, 311, 313, 317, 346, 363, 365, 368, 369, 377, 388, 393, 427, 447, 459, 480, 481, 482, 513 Eduardo H. Quincoso 237, 239, 240, 402 Eduardo Sosa 66, 67, 171, 207, 208, 209, 210, 228, 231, 246, 247, 248, 280, 309, 314, 346, 364, 368, 373, 377, 378, 388, 393, 403, 417, 419, 446, 460, 493, 494, 496, 501, 513, 514 Enrique Núñez, Enriquito 107, 108, 109, 131, 314, 362, 378 Eric Méndez 258, 261, 340, 341, 342, 356, 366, 378, 432 Erick Sánchez 155, 156, 157, 167, 177, 192, 228, 246, 247, 248, 280, 312, 313, 363, 366, 368, 376, 378, 417, 448, 459, 474, 501, 514 Ernesto Rodríguez Álvarez 66, 67, 377, 403 Eusebio Pachi Ruiz 299, 300, 401 Fernando Bécquer 15, 16, 17, 43, 61, 64, 68, 69, 71, 85, 117, 124, 125, 138, 147, 187, 191, 192, 193, 228, 256, 271, 309, 313, 361, 362, 364, 367, 379, 386, 390, 402, 404, 412, 417, 456, 457, 458, 459, 460, 474 Fernando Cabreja 300, 323, 324, 326, 334, 335, 336, 346, 355, 366, 379, 429, 430 Fernando Delgadillo 150, 151, 153, 166, 363, 379, 380 Frank Delgado 36, 38, 49, 107, 138, 155, 156, 256, 314, 361, 367, 373, 376, 379, 380, 383, 386, 390, 391, 392, 396, 403, 404, 417, 455, 456, 458, 470, 501, 514 Freddy Lafitta 326, 327, 328, 354, 365, 380 Gerardo Alfonso 22, 23, 24, 43, 46, 91, 100, 101, 129, 138, 228, 243, 244, 245, 246, 248, 270, 276, 310, 313, 346, 361, 362, 364, 367, 368, 371, 373, 376, 379, 380, 381, 382, 383, 386, 388, 392, 395, 396, 402, 403, 404, 410, 417, 445, 446, 447, 455, 456, 457, 458, 459, 501, 505 Gerardo Peña 178, 179, 195, 363, 381 Glenda Fernández-Vega Medina 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 64, 91, 361, 362, 382, 458 Heidi Igualada 26, 28, 29, 30, 32, 33, 43, 48, 56, 58, 61, 63, 64, 65, 74, 77, 82, 84, 97, 105, 125, 138, 187, 191, 192, 193, 228, 312, 314, 323, 324, 326, 343, 346, 349, 357, 361, 362, 364, 366, 367, 382, 386, 389, 396, 402, 423, 429, 440, 455, 456, 458, 482, 483, 486 Ihosvany Bernal 29, 30, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 63, 117, 124, 125, 141, 142, 143, 165, 187, 191, 193, 313, 314, 323, 324, 325, 326, 346, 361, 362, 363, 364, 366, 368, 379, 382, 388, 393, 413, 429, 456, 457, 458, 459, 460, 472, 474, 501 Inti Santana 167, 175, 176, 177, 187, 191, 192, 193, 195, 311, 313, 326, 330, 334, 363, 364, 366, 368, 383, 390, 402, 460, 470, 482, 483, 502, 505 Ireno García 41, 42, 43, 44, 50, 56, 58, 82, 97, 128, 153, 314, 361, 366, 367, 383, 384, 386, 388, 390, 405, 455, 456, 458 Isabel Parra 203, 204, 230, 255, 256, 277, 346, 364, 365, 384, 444, 487, 509 Isael Carrazana, Pipo 328, 329, 330, 354, 365, 384, 432, 502 Israel Rojas 253, 255, 401, 503, 504 Janet Lugones Acosta 237, 402 Jorge García 43, 58, 59, 60, 61, 63, 66, 78, 83, 153, 155, 313, 362, 367, 379, 382, 385, 405, 411, 455, 456, 457, 458 José Antonio Rodríguez 336, 338, 339, 356, 366, 385, 445, 471, 517 Juan Carlos Pérez 147, 148, 150, 166, 192, 314, 323, 324, 326, 346, 353, 363, 368, 385, 386, 418, 429, 430, 459, 501 Karel García Liranza 173, 193, 210, 211, 212, 213, 215, 232, 346, 364, 386, 459, 460 Lázara Ribadavia 61, 64, 95, 96, 128, 192, 228, 295, 296, 298, 317, 362, 365, 368, 369, 382, 386, 423, 456, 459, 460, 501 Lázaro García 161, 162, 163, 168, 184, 185, 186, 187, 197, 224, 225, 226, 228, 229, 246, 299, 313, 314, 363, 364, 368, 386, 390, 399, 418, 446, 459, 460, 482, 502 Leonardo García 158, 159, 160, 187, 191, 192, 193, 290, 314, 330, 331, 332, 334, 346, 355, 363, 364, 365, 366, 368, 369, 373, 387, 388, 393, 432, 447, 459, 474, 479, 480, 481, 482, 501, 513 Levis Aliaga 95, 213, 404, 513 Liamer Lía Llorente 299, 401 Lien Rodríguez 403, 506, 507 Lilliana Héctor Balance, Lilli H. 340, 343, 345, 350, 357, 378, 387, 440, 441 Maikel Elizarde 111, 163, 225, 229, 404, 502 Manuel Argudín 41, 42, 43, 44, 50, 58, 74, 75, 76, 86, 117, 124, 125, 314, 323, 324, 325, 326, 346, 348, 362, 367, 379, 388, 402, 415, 456, 457, 458 María Gisela Rosado 17, 18, 19, 361, 367, 388 Marta Campos 56, 58, 61, 64, 89, 90, 117, 124, 125, 127, 216, 218, 228, 312, 314, 323, 324, 326, 343, 346, 350, 362, 367, 382, 386, 388, 389, 395, 396, 415, 429, 430, 440, 456, 459, 482, 501 Martín Rago 105, 117, 124, 125, 135, 164, 389, 459 Mauricio Figueiral 343, 348, 349, 389, 427, 434, 440 Nelson Valdés 343, 349, 390, 440 Noel Nicola 43, 53, 59, 77, 116, 117, 118, 119, 120, 123, 124, 125, 126, 132, 186, 216, 246, 266, 270, 348, 349, 362, 368, 374, 378, 384, 385, 388, 390, 391, 396, 399, 405, 411, 413, 414, 415, 417, 420, 432, 433, 434, 435, 436, 437, 438, 443, 446, 457, 474, 475, 482, 491 Norge Batista 187, 191, 192, 193, 201, 202, 230, 314, 327, 346, 364, 391, 460, 474, 485, 486 Oscar Eduardo Sánchez 323, 324, 326, 343, 346, 348, 349, 391, 429, 434, 440 Pavel Poveda 109, 111, 113, 248, 249, 250, 252, 276, 313, 334, 364, 368, 392 Pedro Beritán Calaña 343, 349, 392, 440 Pedro Luis Ferrer 53, 54, 56, 82, 125, 144, 145, 147, 165, 201, 214, 350, 352, 358, 361, 363, 366, 372, 376, 386, 393, 414, 455, 456, 458, 485, 514 Pedro Reñé 300, 301, 302, 318, 365, 393 Rachid López 111, 163, 225, 229, 404, 484, 502 Raly Barrionuevo 255, 256, 272, 273, 274, 279, 365, 394, 509, 510 Raúl Cabrera 213, 404, 414 Raúl Verdecia López 323, 324, 325, 326, 346, 349, 394, 429, 432 Rey Pantoja 265, 403, 506 Rita del Prado 15, 16, 17, 26, 27, 28, 29, 32, 43, 45, 47, 61, 63, 64, 96, 97, 171, 172, 192, 194, 228, 284, 295, 296, 298, 361, 362, 363, 366, 367, 373, 382, 385, 386, 389, 394, 395, 402, 410, 424, 427, 455, 456, 457, 460, 466, 482, 483, 501, 507 Rodolfo (Fito) Hernández 177, 222, 223, 224, 402 Rolando Berrío, Roly 192, 213, 214, 216, 232, 346, 364, 395, 404, 460, 496, 497, 498, 513 Samuell Águila 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 64, 91, 92, 97, 109, 111, 113, 116, 117, 124, 125, 127, 138, 141, 150, 159, 175, 177, 187, 191, 193, 203, 228, 256, 287, 288, 289, 295, 313, 314, 316, 323, 324, 330, 346, 348, 361, 362, 364, 365, 366, 368, 369, 379, 382, 386, 388, 390, 393, 395, 402, 404, 411, 417, 422, 429, 434, 456, 457, 458, 459, 470, 472, 481, 486, 493, 501, 515 Santiago Feliú 13, 15, 36, 45, 53, 117, 124, 125, 266, 314, 361, 367, 371, 376, 379, 380, 385, 386, 389, 390, 391, 395, 399, 403, 422, 455, 456, 457, 475 Sara González 64, 72, 73, 74, 85, 90, 116, 186, 190, 314, 362, 382, 385, 386, 388, 389, 396, 398, 404, 417, 420, 443, 456, 458, 482 Silvio Rodríguez Domínguez 11, 15, 19, 42, 43, 44, 51, 53, 56, 58, 68, 77, 79, 80, 81, 87, 110, 116, 118, 119, 121, 126, 133, 161, 169, 173, 183, 199, 201, 211, 216, 224, 225, 226, 228, 229, 235, 246, 256, 281, 289, 302, 303, 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310, 311, 312, 313, 314, 319, 320, 321, 324, 326, 327, 335, 339, 343, 347, 348, 365, 373, 374, 375, 376, 377, 378, 379, 380, 384, 385, 386, 387, 388, 395, 396, 397, 398, 399, 400, 403, 404, 405, 411, 412, 413, 415, 422, 426, 427, 428, 430, 434, 436, 437, 438, 439, 441, 443, 446, 456, 457, 461, 462, 463, 464, 465, 466, 467, 470, 474, 475, 485, 491, 492, 493, 502, 505, 514, 515, 516 Silvio Alejandro Rodríguez 56, 58, 61, 63, 105, 180, 181, 187, 191, 192, 193, 196, 210, 313, 323, 324, 326, 346, 362, 363, 364, 368, 393, 397, 411, 429, 430, 457, 459, 460, 482, 501 Teresita Fernández 66, 77, 78, 79, 86, 125, 130, 135, 136, 137, 138, 140, 148, 164, 172, 191, 228, 273, 283, 284, 315, 325, 346, 347, 362, 363, 365, 367, 368, 371, 374, 376, 382, 385, 397, 398, 413, 414, 417, 419, 422, 442, 456, 457, 458, 459, 461, 466, 468, 470, 474 Tita Parra 255, 256, 277, 365, 388, 398, 492, 509, 511 Vicente Feliú 19, 20, 21, 46, 112, 116, 119, 121, 124, 125, 126, 138, 149, 150, 161, 162, 163, 168, 184, 190, 201, 210, 212, 224, 226, 228, 229, 232, 246, 313, 314, 323, 324, 325, 326, 346, 353, 361, 363, 367, 368, 371, 374, 376, 378, 379, 383, 385, 386, 388, 389, 390, 391, 395, 396, 398, 405, 414, 422, 443, 446, 455, 456, 457, 459, 470, 474, 475, 482, 485, 502 Víctor Víctor 336, 337, 338, 339, 356, 366, 386, 388, 399, 445, 471, 516, 517, 518 William Vivanco 67, 109, 111, 113, 131, 182, 183, 184, 196, 364, 399, 418, 459, 460, 474 Xóchitl Galán 177, 222, 223, 224, 402 Yamira Díaz 109, 111, 113, 131, 219, 220, 233, 270, 310, 313, 346, 349, 364, 368, 400, 404, 417, 432, 446, 460, 461, 498, 499, 512, 516 Yoel Martínez 253, 401 Yunior Navarrete 109, 111, 113, 240, 241, 242, 243, 275, 314, 327, 346, 364, 368, 373, 400, 432 DÚOS Y TRÍOS Dúo Ariel y Amanda (ver Ariel Díaz y Amanda Cepero) 266, 271, 279, 311, 314, 324, 325, 326, 365, 368, 401, 446 Dúo Buena fe (ver Israel Rojas y Yoel Martínez) 252, 253, 277, 365, 401, 502, 503, 505 Dúo Cofradía (ver Liamer Lía Llorente y Eusebio Pachi Ruiz) 299, 313, 318, 365, 379, 393, 401 Dúo Janet y Quincoso (ver Janet Lugones Acosta y Eduardo H. Quincoso) 237, 275, 313, 364, 368, 402, 427 Dúo Karma (ver Xóchitl Galán y Rodolfo Fito Hernández) 171, 175, 177, 187, 191, 192, 193, 194, 221, 222, 234, 311, 314, 346, 364, 366, 368, 402, 417, 446, 460, 461, 470, 507 Dúo Lien y Rey (ver Lien Rodríguez y Rey Pantoja) 261, 262, 265, 278, 313, 319, 365, 368, 393, 403, 447, 516 Dúo Postrova (ver Ernesto Rodríguez Álvarez y Eduardo Sosa) 66, 67, 68, 84, 362, 371, 377, 403, 455, 456, 458 Trío Enserie (ver Levis Aliaga, Raúl Cabrera y Rolando Berrío, Roly) 93, 94, 128, 213, 228, 362, 371, 379, 395, 404, 456, 459, 480, 496, 501 Trío Trovarroco (ver Rachid López, César Bacaró y Maikel Elizarde) 111, 161, 163, 184, 224, 225, 226, 228, 234, 303, 346, 364, 368, 404, 416, 446, 447, 459, 460, 484, 502 OTROS MÚSICOS Alejandro Valdés Montero 64,74, 77, 117, 124, 125, 147, 150, 153, 154, 155, 167, 173, 194, 314, 363, 368, 404, 405, 415, 457, 459 Rey Guerra 15, 41, 42, 43, 50, 56, 58, 74, 75, 77, 110, 117, 124, 125, 154, 361, 367, 385, 388, 405, 443, 455, 456, 457, 458 OTROS NOMBRES Abel Casaus 14, 25, 266, 457 Abel Prieto 110, 307, 409 Adrián Berazaín 141, 258, 261, 502 Agustín Bejarano 330 Agustín Muñoz 216 Aisar Jalil Martínez 53 Alain Gutiérrez 187, 190, 267, 270, 271, 475 Alain Poveda 248 Alberto Cortés 385 Alberto Guerra Naranjo 37 Alejandro Bernabeu 192 Alejandro Filio 385, 386, 388 Alejandro González 328 Alejandro Lerner 371 Alejo Carpentier 106, 227, 502 Alex Poveda 248 Alexis Castañeda Pérez de Alejo 214, 291, 498 Alexis Morejón 79 Alfredito Rodríguez 69 Alfredo Carol 158, 216 Alfredo Guevara 226, 227, 228, 444, 501, 504 Alfredo Sarosa 229 Alfredo Sosabravo 43 Alfredo Zaldívar 265 Alfredo Zitarrosa 372 Alicia Alonso 398 Alicia Elizundia 138 Alicia Gutiérrez 111, 247 Alicia Leal 25, 221, 228, 247, 267, 300 Alli Fernández 314 Álvaro Carrillo 97 Amanda Medina 265 Amaury Gutiérrez 213, 496 Amaury Pérez 108, 372, 376, 388 Amílkar Chacón 290 Amparo Ochoa 372 Amy Ray 379 Ana Belén 377 Ana Cairo 227, 502 Ana Erman 38, 147 Anabell López 382, 388, 389, 395, 396, 404, 405 Andrés Castro Ríos 19 Andrés Mir 223, 497 Andy Montañez 377 Ángela Carrasco 399 Antar 203, 230, 255, 256, 277, 364, 365, 492, 493, 509 Antonio Borrego 201, 486 Antonio Carlos Jobim (Tom Jobim) 107, 155 Antonio Gades 398 Antonio Guiteras 227 Antonio López Sánchez 16, 26, 29, 34, 44, 61, 62, 63, 65, 75, 362 Antonio Santovenia 285, 513 Argelia Fragoso 405 Ariel Marrero 248, 290, 314, 330 Arístides Vega 481 Arsenio Díaz 61, 63, 362 Asley Brito 290 Athanai 376 Aurora de los Andes Feliú 19, 22 Aurora Hernández 19, 22, 163 Axel Tosca 204 Aymara Aymerich 258 Aymeé García 247 B. B. King 402 Baden Powell 155 Bárbaro Reyes Mena (Pango) 178 Bartolomé Hidalgo 19 Beatriz López 93 Benjo Cruz 211 Beth Carvalho 396 Betty Ordaz 219 Bladimir Zamora Céspedes 183, 208, 250, 500 Boris Miguel 219 Caridad Rojas 457 Carlos Cassazza 393 Carlos Fuentes 463 Carlos Gardel 509 Carlos Luis 336, 339 Carlos Manuel Delgado 91 Carlos Martí 457 Carlos Muñiz Varela 216 Carlos Puebla 388, 405 Carlos Puelma 470 Carlos Trova Gutiérrez 213, 496 Carmen Romero 180 Cecilia Roggero 19 Cecilio Áviles 378 Celia Cruz 399 César Portillo de la Luz 53, 298, 371, 372, 474 César Vallejo 205, 239, 391, 427, 481 Cintio Vitier 80, 171, 398, 414, 457 Ciro Benemelis 517 Claudia Expósito 91, 142, 412, 457, 472 Claudio Pairot 298 Claudio Pocho Lepratti 301 Coralia Veloz 366 Corina Mestre 412, 457 Cristina Palomino 329 Chabuca Granda 107 Charityn 399 Charles Aznavour 385 Charly García 301 Chico Buarque 372, 396 Damarys Figueroa 498 Daniel Viglietti 126, 372, 380, 396, 478 Danny Rivera 398, 399 Dariel Díaz 261, 265, 313 Darsi Fernández 125, 471 David Hernández 328, 334 David Martínez Delgado 91 David Sirgado 64 David Smith 258, 260 David Torrens 404 Déborah Nofret 247 Diana Balboa 72, 73, 74, 187, 190, 216, 240, 247, 362, 424 Diana Furlani 473, 474, 476, 477, 478 Diego Rivera 343, 344, 346, 349, 350, 366, 388, 438, 439, 440, 441 Diego Santiago 334 Digna de Ávila 340 Domingo Mesa 486 Dovane Voth 390 Dulce María Loynaz 105, 238, 271 Dyango 399 Edelmis Anoceto 295, 481 Edelmis Pedroso 147 Edelys Noyola 334 Eduardo Castañeda 469 Eduardo Castro 58 Eduardo Expósito 204 Eduardo Frías (Efe) 173 Eduardo García 266 Eduardo Heras León 461, 465, 470 Eduardo Mejides 155, 158 Eduardo Menache Varela 344, 349 Eduardo Moltó 102, 109, 111, 287 Eduardo Morera 219 Eduardo Ramos 119, 121, 391 Eduardo Roca Salazar (Choco) 66, 89, 100, 135, 207, 299, 475, 495 Eduardo Rubén 144, 350 Efraín Rosado 18, 19, 22 El Gordo Fariñas 205 Elena Burke 405 Eliades Ochoa 399, 403 Elis Regina Ramos 177 Eliseo Diego 66, 238, 240, 366, 384, 427 Elizabeth Rodríguez 340 Elmer Ferrer 13, 15 Elvira Skourtis 175, 177, 180, 182, 313 Emilio Vega 36 Emmanuel 399 Ena Lucía Portela 156 Enrique Santos Discepolo 61 Enrique Smith 343, 346 Ernán López-Nussa 385, 389 Ernesto Alemán 118 Ernesto Cardenal 18, 19 Ernesto Che Guevara 22, 24 Ernesto Díaz 201 Ernesto Grenet 44 Ernesto Guevara 272 Ernesto Pita 366 Ernesto Rancaño 36 Esther Martínez 314 Estrella Díaz 120, 124, 190, 225, 257, 306, 347, 473, 482, 487, 493, 498, 502, 506, 509, 516 (María Fernanda Ferrer 248, 269, 338, 345, 447) Etien Fresquet 348, 434 Eugenio Yoel Pérez 201 Eusebio Delfín 229 Eusebio Leal 110, 140, 238, 270, 366 Federico García Lorca 239, 261 Félix Contreras 79, 462 Félix Guerra 462 Félix Pita Rodríguez 239 Fernando Birri 416 Fernando Guerrero 328 Fernando León Jacomino 115 Fernando Rojas 285 Fidel Castro 109, 113, 114, 115, 116, 117, 132 Fina García Marruz 78, 80, 137, 171, 398 Fito Páez 107, 372, 376, 377, 380, 396 Floraime Fernández 153, 155 Francisco Repilado (Compay Segundo) 229, 379, 474, 475 Frank Abel Dopico 496 Frank Bejerano 403 Frank Fernández 148 Franz Bruggen 405 Frida Kahlo 343, 344, 346, 349, 350, 366, 388, 438, 439, 440 Gabriel García Márquez 325, 463 Gabriela Mistral 283, 284 Gary Burr 379 Gaspar Tena 473, 474 Gema Corredera 299, 404 George Ben 385 George Pérez 252 Germán Piniella 120, 324, 343, 348, 426, 427, 428, 430, 436, 438, 439, 441 Ginette Errasti 470 Giraldo Piloto 379 Gladys Marín 492 Glenda López 340 Gonzalo Castañón 500 Gonzalo Vidal 101 Guadalupe Pineda 399 Guillermina Aramburu 28 Guillermo Guille Vilar 201, 202, 485 Guillermo Alemán 118 Guillermo Rodríguez Rivera 79, 217, 348, 437, 447, 462 Gustavo Echevarría (Cuty) 97 Gustavo Garrincha 155 Harold Gramatges 121 Haydée Santamaría 226, 444 Héctor Luis Posada 348, 434 Héctor Pepo Herrera 261, 265, 313 Hilda Bello 496 Hilda Vidal 247 Horacio Banegas 510 Hugo Azcuy 258 Humberto Manduley 23, 57, 98, 176, 188, 293, 450, 451, 512, 515 Ignacio Villa (Bola de Nieve) 183 Inti Illimani 372 Irán Sánchez 258, 260 Isaac Delgado 403 Isaac Nicola 120 Isadora Cruz Guerra 155, 156 Ismael Serrano 391 Iván Gerardo Campanioni 462, 467 Iván Leyva 258, 261 Iván Soca Pascual 475 Iván Suárez 328 Iván Valiente 153, 155 Ivette Rodríguez 334 J. A. Goytisolo 240 Jaime Canfux 191, 346, 404, 446, 447, 448, 449 Jaime Prendes 184 Jean Paul Sartre 463 Jesús del Valle 378 Jesús García 350 Jesús Gómez Cairo 474 Jesús Medrano 158, 292 Jesús Losada 78 Joan Manuel Serrat 59, 248, 330, 376, 396 Joaquín Borges-Triana 27, 68, 173, 189, 254, 261, 296, 348, 421, 437, 450, 452, 475, 479, 485, 496, 514 Joaquín Clerch 405 Joaquín Sabina 15, 375, 376, 339 Jochi Sánchez 385 Joe Hill 211 Joel Sánchez 71 John Lennon 107, 155 Jorge Drexler 510 Jorge Duporté 77 Jorge Fandermole 393 Jorge Fuentes 135, 138, 413, 457 Jorge Garro 298 Jorge Gómez 457 Jorge Luis Borges 481 Jorge Mañach 497 Jorge Ribadavia 97 Jorge Salerno 211 José A. Rodríguez 33, 314 José Antonio Méndez 53, 183 José Antonio Quesada 289, 379, 389 José Emilio González 19 José Gigio Esterás 29 José Lezama Lima 238 José Luis Cortés 403 José Luis Pascual (Cote) 417 José Luis (Gallego) Posada 272, 273, 336, 340 José Luis Serrano Serrano 336 José María Contursi 79 José María Heredia 427 José María Vitier 44, 388 José Martí 17, 61, 62, 78, 80, 105, 136, 137, 138, 140, 171, 172, 182, 205, 225, 237, 238, 239, 240, 252, 283, 284, 332, 363, 364, 365, 368, 377, 392, 396, 402, 427, 441, 505 José Martín Pepe Sulaimán 347, 473, 474, 475 José Miguel Pérez 237 Joseíto Fernández 17 Joyce Concepción 93 Juan Blanco 148, 385 Juan Camacho 457 Juan Carlos Baglietto 380, 396 Juan Carlos Otero 258, 261 Juan Demósthene 191, 404, 446, 447, 448 Juan Francisco Ordóñez 340 Juan Gelman 463 Juan Luis Guerra 385 Juan Moreira 228, 267 Juan Pablo Otero 389 Juan Pichardo 17, 61 Juan Puentes 150 Juan Ramón Jiménez 238, 239 Juancho Perone 393 Julia de Burgos 18, 19 Julio Antonio Mella 227 Julio César Peña 141 Julio Cortázar 301, 324, 463 Julio Fowler 213, 496 Julio Girona 110, 410, 457 Julio Hernández 193, 460 Julio Martínez 77 Karel Kalaf 340 Katia Hernández 346 La Sophy 399 Lázaro Dagoberto 36 Leo Brouwer 42, 43, 50, 405, 409, 442, 457 León Felipe 239 León Gieco 376, 394, 396, 510 Leonel López-Nussa 61 Leopoldina Núñez Lacret 386 Lesbia Vent Dumois 247 Levi-Strauss 463 Liang Domínguez 247 Lindiana Murphy 285, 513 Lino Betancourt 474 Liuba María Hevia 64, 371, 389, 396, 399, 482 Lorenzo Moya 153 Luis Alberto García 98 Luis Alberto Spinetta 68 Luis Bárbaro 153, 155 Luis Eduardo Aute 380 Luis Hernández (El Plátano) 125, 161, 347 Luis Manuel Molina 153, 155 Luis Miguel Valdés 117 Luis Rogelio Nogueras 273, 412, 461, 462, 464, 465, 467, 468, 469, 470 Luis Toledo Sande 80, 457 Mabel Llevat 247 Mae Roque 265 Magaly Sánchez 78 Magda Resik Aguirre 106, 113, 137, 140, 270 Maikel Quintana 285 Malú Huacuja del Toro 178 Manuel Corona 53, 159, 246, 248, 422 Manuel Monestel 477 Manuel Tejada 385 Manuel Uriona 272 Marel Alemany 339 María Bethania 372 María Córdoba 107, 313 María Luisa Lafita 273 María Santucho 96, 123, 139, 191, 198, 308, 349, 350, 414, 418, 421, 430, 434, 504 María Teresa Vera 28, 64, 91 María Zambrano 254 Mariana García 473, 474, 475, 476, 477, 478 Mariano Mores 79 Maridalia Hernández 399 Marihué Fong 191, 457 (María Hue Fong) Marilia Guimaraes 308 Mario Vargas Llosa 463 Marisa Monte 224 Marisa Rosado 18, 19 Marta Valdés 29, 64, 262, 289 Martín Martínez 308, 349, 434, 473 Martín Rojas 121 Maryel Mendiola 422, 473, 474 Maureen García 184 Max D. C. 182 Maykel Herrera 243 Mely Gómez 38 Mercedes Sosa 376, 385, 396 Michael Ende 36 Michael Jackson 69 Michel Foucalt 253 Michel Hernández (músico) 290 Michel Hernández (periodista) 324 Michel Ledesma 219 Michel Mirabal 210 Miguel de Unamuno 238, 239 Miguel Companioni 246, 248 Miguel Hernández 15, 42, 43, 44, 77, 109, 240, 324, 326, 456, 457 Miguel Matamoros 53, 67, 68, 214, 229, 246, 422 Miguel Núñez 391 Minerva López 247 Mike Porcell 53, 56, 378 Miriam Ramos 64, 385, 388, 389, 405, 482 Miryam Quiñones 366, 422 Mirza Sierra 261, 265 Myriam Cubelos 393 Moisés Simons 62, 63 Natalia Gómez 300, 301, 365 Nelkis Ramírez 247 Nelson Domínguez 22, 105, 107 Néstor Montes de Oca 219, 499 Néstor Rodríguez 328 Nicolás Guillén 90, 148, 238 Nilda Fernández 256 Niurka Iñurrieta 56, 57, 361 Niurka González 224, 226, 228, 229, 319 Niurvis Moreno 330, 334 Norge Espinosa 496 Numa Moraes 385 Nuria Vega Valdés 349 Ñico Saquito 214 Octavio Paz 224 Octavio Sánchez (Cotán) 394 Omar Hechavarría 313 Omara Portuondo 402 Onelio Jorge Cardoso 398 Orlando García 266 Orlando Ramos 285, 513 Oscar Hernández 61, 91 Osmany Oduardo Guerra 327 Otto Raúl González 19 Otto René Castillo 78 Pablo de la Torriente Brau 15, 42, 43, 109, 110, 135, 226, 267, 304, 227, 323, 324, 325, 350, 353, 363, 427, 428, 429, 430, 441, 442 Pablo Milanés 53, 89, 91, 116, 118, 119, 121, 211, 216, 226, 246, 327, 375, 376, 377, 378, 384, 395, 396, 398, 399, 405, 412, 413, 422, 474, 475, 491, 505 Pablo Soto Carriat 216 Pancho Villa 256 Pastor Vega 403 Patricio Manns 477 Paul Leduc 350 Paul McCartney 107 Paul Sosa 334 Pavel Urquiza 299, 404 Pedro Abascal 101 Pedro Bandera 184, 484 Pedro Cantero 326 Pedro de la Hoz 447 Pedro Enrique Peña 314 Pedro Guerra 396, 404 Pedro Llanes 481 Pedro Novo 390 Pedro Pablo Oliva 180 Peng Bian 385 Pepe Ferrer 393 Pepe Ordás 33, 314, 366, 373, 390 Pepe Sánchez 246 Pete Seeger 396 Peteco Carabajal 394, 510 Peter Frampton 372 Pinochet 255 Pucho López 184, 484 Pupi Sierra 91 Quintín Cabrera 391 Rafael Amor 391, 404 Rafael Zarza 93 Ramón Alnos 340 Ramón Haití 68 Ramsés Puentes 111 Raúl (El Chino) Verdecia 207, 231 Raúl Marchena 159 Raúl Torres 371, 376, 379, 404 Rayda Cotto 388 Ricardo Garcés 111 Richard Pérez 328 Rigoberto Hernández 366 Roberto Fabelo 161, 224, 228, 267 Roberto Fernández Retamar 205, 226, 228, 416, 444, 501 Roberto Novo 390 Roberto Zurbano 220 Robin Martínez 261 Rochy Ameneiros 153, 155, 292, 295, 317 Rodolfo Humpierre 258, 261 Rodolfo Valdés Terry 216 Rodrigo Wangeman 175, 177, 366 Rogelio Ramos 210, 494 Roger Quintana 285, 513 Rolando Alarcón 491 Roque Dalton 18, 19, 78, 463, 464 Rosa Matos 366 Rosa Pérez 457 Roy Brown 107, 396 Rubén Fernández 173 Rubén Martínez Villena 66, 227 Rubén Slonimsky 389 Ruth de la Torriente Brau 226, 227, 325, 350 Ruy Adrián López-Nussa 313 Salvador Adams 61, 229 Salvador Brau 441 Sandra González 247 Sandra Pérez Hernández 41, 42, 64, 247 Santiago Álvarez 226 Senén Suárez 126 Sergio Gómez 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 63, 66, 71, 91, 210, 361, 362, 457, 458 Sergio Vitier 405, 474 Severo Sarduy 67 Sigfredo Ariel 295 Silvana Blasbalg 38 Silvia Padrón 350 Silvia Pérez 180, 182 Silvino Corveas 219 Simón Díaz 77 Sindo Garay 22, 44, 53, 54, 61, 68, 77, 107, 211, 229, 246, 329, 349, 384, 387, 405, 422, 430, 431, 432, 451 Soledad Bravo 396 Sonia Silvestre 372 Sor Juana Inés de la Cruz 19, 29 Sucel Matos 328 Suyín Morales Alemañy 348, 438 Tamara Castillo 248, 313, 334 Tania Libertad 372, 398 Telmary Díaz 182 Teresita de Jesús 298 Tito Madi 107 Thiago de Mello 255, 256, 277, 509 Toquinho (Antonio Pecci) 173 Tunai 256 Vicente Huidobro 205 Vicente Rodríguez Bonachea 175, 248, 283 Víctor Casaus 18, 20, 42, 44, 73, 79, 90, 101, 103, 107, 112, 117, 122, 123, 124, 125, 139, 140, 150,162, 203, 207, 215, 226, 227, 228, 241, 244, 247, 256, 257, 268, 270, 271, 272, 273, 298, 305, 308, 314, 325, 343, 346, 347, 348, 349, 412, 414, 416, 417, 418, 419, 421, 426, 427, 428, 430, 434, 436, 438, 439, 441, 446, 449, 461, 462, 464, 465, 468, 469, 470, 472, 474, 475, 482, 492, 493, 501, 502, 504, 515 Víctor Heredia 385 Víctor Jara 211, 491 Víctor Linens 328 Víctor Manuel 339 Víctor Quiñones 178, 501 Vinicius de Morâes 107, 155, 173 Violeta Parra 203, 255, 256, 257, 384, 398, 444, 487, 488, 489, 490 Vionaika Martínez 163, 387 Virgen Gutiérrez 227 Vivian Martínez Tabares 18 Viviana García 57 Vladimir Cruz 457 Walt Whitman 327 Wenceslao de Jesús 298 Wilber García 219 Wilber Ortega 201 William Roblejo 261, 265, 328 Xenia Reloba 346 Xiomara Laugart 22, 57, 385, 389, 405 Yaíma Orozco 290, 330, 334 Yamil Díaz Gómez 332, 334, 481 Yamila Piedra 219 Yanara Moreno 33, 36 Yandi Fragela 340 Yaumil Hernández Gil 147 Yenisell Cruz 496 Yescenia Fales 175, 177 Yhosvani Palma 210 Yoán Zamora 349, 432 Yoetna Guerra 261, 265 Yolo Bonilla 378 Yordanis Ríos 248 Yoriell Carmona 155, 156, 180, 182, 366 Yunior Ponce 201 Yuslemi Escobar (Yus) 191, 288 Zaida del Río 26, 95, 247, 295 Índice PRÓLOGO / 7 I AÑO LAS HUELLAS DE LA PASIÓN / 11 Santiago Feliú | Futuro inmediato / 13 Rita del Prado, Axel Milanés, Diego Cano y Fernando Bécquer | Cuatro maneras de mirar / 15 María Gisela Rosado y el grupo Kábala | Concierto Viaje por la poesía / 17 Vicente Feliú | Cincuenta son, pero no duelen tanto / 19 Gerardo Alfonso | Guitarra, siempre guitarra / 22 Carlos Varela | Habáname / 25 Rita del Prado | Más que sobrevivir / 26 Ariel Díaz, Heidi Igualada, Ihosvany Bernal, Samuell Águila y Glenda Fernández | Cuerda joven / 29 Augusto Blanca | Casi feliz / 33 Frank Delgado | Inmigrante a media jornada / 36 Diego Cano | Señales / 38 Rey Guerra | Pieza sin título / 41 Memoria fotográfica / 45 II AÑO ESPACIO NECESARIO / 51 Pedro Luis Ferrer | Yo no tanto como él / 53 Ireno García | Dibujar canciones / 56 Jorge García | Hay cosas... / 58 La impúdica es la guitarra | Marta Campos, Jorge García, Heidi Igualada, Rita del Prado, Lázara Ribadavia, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Ariel Díaz, Silvio Alejandro Rodríguez, y los poetas Sergio Gómez y Antonio López / 61 Heidi Igualada | Volver a nacer / 64 Dúo Postrova | Desde el son de la loma / 66 Fernando Bécquer | Cubano por donde tú quieras / 68 Sara González | Gracias por la música / 72 Manuel Argudín | Todavía no estoy mal / 74 Teresita Fernández | No puede haber soledad / 77 Memoria fotográfica / 82 III AÑO MEMORABLE Y FELIZ / 87 Marta Campos | Como soy / 89 Samuell Águila | Arando el fin / 91 Trío Enserie | Mañana no habrá / 93 Lázara Ribadavia | Canción de tarde / 95 Polito Ibáñez | Agujeros / 97 Gerardo Alfonso | Concierto especial Cubadisco 2001 / 100 Ariel Díaz | Estoy en casa / 102 Alberto Faya | Entre amigos / 105 Enriquito Núñez | Reencuentro. Canciones del siglo pasado / 107 Trov@nónima.cu | Yamira Díaz, Ariel Díaz, Samuell Águila, Diego Gutiérrez, Yunior Navarrete, Ariel Barreiros, Pavel Po-veda, William Vivanco / 109 Homenaje a Noel Nicola | Rey Guerra, Santiago Feliú, Alberto Tosca, Marta Campos, Alejandro Valdés, Manuel Argudín, Ariel Díaz, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Ber-nal, Martín Rago / 117 Memoria fotográfica / 127 IV AÑO EL RIESGO NECESARIO Y LA POESÍA IMPRESCINDIBLE / 133 Ariel Díaz, Martín Rago| La canción que queda / 135 Teresita Fernández | Teresita canta a Martí / 136 Ihosvany Bernal | Cambiándolo todo / 141 Pedro Luis Ferrer | De esperanzas y miedos / 144 Juan Carlos Pérez | Contra señal / 147 Fernando Delgadillo | Concierto especial en Cubadisco 2002 / 150 Alejandro Valdés | De mi corazón / 153 Erick Sánchez | Concierto A guitarra limpia / 155 Leonardo García, Alain Garrido, Diego Gutiérrez | Por todos los caminos / 158 Vicente Feliú, Augusto Blanca, Lázaro García | La mano amiga / 161 Memoria fotográfica / 164 V AÑO GRACIAS A LA MAGIA DE LA MÚSICA Y LA POESÍA / 169 Rita del Prado | Desde La Edad de Oro / 171 Diego Cano | Cambiar el viento / 173 Inti Santana | El riesgo del juego / 175 Gerardo Peña | Más allá / 178 Silvio Alejandro | Multitudes en la silla / 180 William Vivanco | Biografía / 182 Lázaro García | Carta de provincia / 184 Generación X: Concierto por el quinto aniversario | Samuell Águila, Silvio Alejandro, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Leonardo García, Ariel Díaz, Diego Cano, Heidi Igualada, Norge Batista, Inti Santana, Dúo Karma / 187 Memoria fotográfica / 194 VI AÑO EL TALENTO, LA HUMILDAD Y LA TERNURA / 199 Norge Batista | Colgado en la pared / 201 Isabel Parra y Antar | Ni toda la tierra entera / 203 Alberto Tosca | Toda la poesía / 204 Eduardo Sosa | Pasado los treinta / 207 Karel García | Hambre de quimeras / 210 Rolando (Roly) Berrío | De mirar / 213 Ángel Quintero | Soy un paisano / 216 Yamira Díaz | Antes de la noche / 219 Dúo Karma | Voz de las aguas / 221 Trío Trovarroco | Concierto por el sexto aniversario / 224 Memoria fotográfica / 230 VII AÑO CASI UN GRITO DE GUERRA / 235 Dúo Janet y Quincoso | Versos del alma / 237 Ariel Barreiros y Yunior Navarrete | Sur / 240 Gerardo Alfonso | Cuarto de siglo / 243 Concierto especial Me han estremecido un montón de mujeres | Ariel Díaz y Amanda Cepero, Gerardo Alfonso, Erick Sán-chez y Eduardo Sosa / 246 Pavel Poveda | Flor de marabú / 248 Dúo Buena fe | El eco de las plazas / 252 Concierto especial Tita, Antar e Isabel Parra / 255 Charly Salgado | Entre la trova y la postrova / 258 Lien y Rey | A fuego abierto / 261 Ariel y Amanda | Frío / 266 Raly Barrionuevo | Descalzo por los caminos / 272 Memoria fotográfica / 275 VIII AÑO SEGUIR ANDANDO / 281 Teresita Fernández | Como una sola flor / 283 Tony Ávila | Credenciales / 285 Samuell Águila | Retrato / 287 Alain Garrido | Concierto sensible / 290 Diego Gutiérrez | Demasiado DiEgo / 292 Lázara Ribadavia | Razones / 295 Dúo Cofradía | Anhelos en cofradía / 299 Pedro Reñé | Pinceladas del sur / 300 Te doy una canción. Homenaje a Silvio Rodríguez | Concierto por el octavo aniversario / 302 Memoria fotográfica / 315 IX AÑO NO IMPORTA PASE EL TIEMPO / 321 Una canción para Pablo | Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro, Heidi Igualada, Fernando Cabreja, Oscar Eduardo Sánchez, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Raúl Verdecia, Ariel Díaz, Amanda Cepero, Ariel Barreiros, Manuel Argudín, Vicente Feliú / 323 Freddy Lafitta | Pared adentro / 326 Isael (Pipo) Carrazana | Técnica mixta / 328 Leonardo García | De paso por el sol / 330 Fernando Cabreja | Como una luna en pie / 334 De República Dominicana. Concierto especial en Cubadisco 2007 | Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez / 336 Eric Méndez | De vuelta a la guitarra / 340 Concierto para Frida y Diego | Ariel Barreiros, Ariel Díaz, Heidi Igualada, Lilliana H. Balance, Marta Campos, Mauricio Figueiral, Nelson Valdés, Oscar Eduardo Sánchez, Pedro Be-ritán, Tony Ávila / 343 Pedro Luis Ferrer | Concierto de fin de año / 350 Memoria fotográfica / 353 CONCIERTOS, DISCOS Y TROVADORAS/ES A GUITARRA LIMPIA / 359 Conciertos y presentaciones A guitarra limpia (1998 - 2007) / 361 Lista de Casetes y CDs A guitarra limpia / 367 Trovadoras/es y otros músicos de A guitarra limpia / 371 ANEXOS / 407 Han dicho de A guitarra limpia… / 409 Becas y Premios para los trovadores / 425 El Premio Pablo y A guitarra limpia / 441 El Centro Pablo en Cubadisco / 445 Siempre Por la izquierda / 450 Difusión / 455 Proyectos hermanos / 472 Prensa / 479 CENTRO CULTURAL PABLO DE LA TORRIENTE BRAU / 519 ÍNDICE DE TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS A GUITARRA LIMPIA / 521