El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias El siglo XVII: la crisis de la monarquía de los Austrias Felipe III Felipe III de Austria (1578-1621); era hijo y sucesor de Felipe II, y aunque siempre vivió a la sombra de su padre y abuelo, durante su reinado la Monarquía Hispánica alcanzó su máxima extensión y consiguió aplicar su hegemonía sin llegar a necesitar esfuerzos bélicos, recordando al concepto de la "Pax Romana" con la denominación "Pax Hispanica". También fue el inicio de una etapa de esplendor culturas que se conoce como en el Siglo de Oro en campos como en Literatura (Calderón de la Barca, Lope de Vega, Quevedo, Góngora), Pintura (Velazquez) o Escultura (Alonso Cano). La fama tan negativa de Felipe III procede de la delegación de los asuntos de gobierno en manos de su valido, el duque de Lerma; cuya firma equivalía a la del Rey, dejando toda la potestad de gobierno en sus manos. Sin embargo, el Duque de Lerma fue en 1618 sustituido debido a la pérdida de confianza de Felipe III en él; siendo sustituido por el Duque de Uceda, al que limitó las funciones. Política Interior La política del duque de Lerma se dirigió a mantener la "Pax Hispanica", pero en política interior podemos destacar sus siguientes acciones: Reformas institucionales para corregir la inoperancia de la administración de la Monarquía, con la sustitución de los Consejos por Juntas para agilizar la administración, lo que desembocó en un desastre. La falta de liquidez de la Monarquía y la inflación galopante provocó la recurrencia al uso del Servicio de Millones, la creación de la moneda de vellón (aleación de plata y cobre), la devaluación del maravedí o el pago por consecución de un título de hidalguía, intentaron solucionar este problema; pero no pudo evitar la suspensión de pagos del año 1607 al no poder afrontar la deuda. Cambio de la corte a Valladolid, ciudad próxima al centro de su poder, la ciudad de Lerma (1601-1606)1 1 Este movimiento no fue más que una acción especulativa, ya que el Duque de Lerma se dedicó a comprar un gran número de casas, palacios y solares en Valladolid a precios muy baratos. El traslado de la Corte a Valladolid trajo consigo el desplazamiento de un gran número de funcionarios, nobles, artistas y otras personas vinculadas a la Corte a esa ciudad, y en consecuencia un aumento de precios de los inmuebles a partir de 1601. Entonces el Duque vendió sus inmuebles obteniendo importantes beneficios. Tras esto los precios en Madrid fueron en caída y el Duque se dedicó a comprar casas en la El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias Expulsión de los moriscos (1609-1610) Esta acción quizás sea la más significativa de su reinado, ya que en 1609 se decretó la expulsión de los moriscos por los siguientes motivos: La actitud de cristianos poco convencidos de estar bajo el gobierno defensor del catolicismo. Su posible alianza con los turcos y berberiscos que atacaban constantemente las costas de Levante. Su impopularidad entre la población. La necesidad del Estado para conseguir ingresos, y por lo tanto controlar sus riquezas y valores. Para la operación fueron movilizados unos 30.000 soldados que entre 1609 y 1610 colaboraron en su expulsión hacia Túnez o Marruecos, siendo expulsados unos 300.000 moriscos aproximadamente, afectando considerablemente al Reino de Valencia, a las vegas de Aragón y a las huertas de Murcia; disminuyendo considerablemente la mano de obra y las rentas de los propietarios de esos terrenos, al tiempo que sus cultivos fueron sustituidos por la morera, la viña y el trigo. Destitución del duque de Lerma (1618) La corrupción y el enriquecimiento del Duque de Lerma llegó a ser escandalosa y a pesar de su último éxito diplomático con la paz de Pavía (1617), su posición fue deteriorándose cada vez más hasta que en octubre de 1618 perdió el favor real, y sólo su ascenso a cardenal (en marzo de 1618), evitó que fuera enjuiciado. Su posición fue ocupada por el Duque de Uceda, aunque con unas limitaciones en su cargo para evitar que se repitiera las acciones de Lerma. Política exterior A pesar de la "Pax Hispanica", la Monarquía tenía varios frentes: Si bien el reinado de Felipe III ha destacado por la "paz internacional", España tenía varios frentes abiertos: los turcos otomanos, la República de Venecia y el Ducado de Saboya. En Norteamérica, se profundizó en las conquistas españolas al Norte de Florida.1 Los turcos Tras la expulsión de los moriscos, Felipe III colabora en la guerra de sucesión marroquí que entronó al muali Ech Cheich, consiguiendo como compensación la ciudad de Larache (1610) y la Maroma (1614) con el objetivo de perseguir movimientos de corsarios y piratas en la zona. Inglaterra Cuando Felipe III llega al trono continúa la guerra contra Inglaterra y se enviarán flotas en 1599 (destruida por una tempestad en las islas Azores) y 1601 (como parte de una Villa de Madrid para, cinco años después, trasladar la Corte de nuevo a Madrid y, una vez los precios al alza, volver a obtener beneficios con la venta. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias expedición militar para ayudar a los católicos irlandeses contra Inglaterra, produciéndosela batalla de Kingsale-Kinsale) con un resultado insuficiente. Con la llegada al trono de Jacobo I de Inglaterra, Londres se convirtió en un sólido aliado para Madrid, firmándose en 1604 la Paz de Londres o concertándose el matrimonio Carlos (hijo de Jacobo I) con la infanta María Ana de Austria, frustrado en 1623 por la posición del nuevo monarca español, Felipe IV y mano derecha, el Conde Duque de Olivares; lo que alimentó un enfrentamiento que se iniciará ya con Carlos como rey de Inglaterra en 1625. Países Bajos La muerte sin descendencia de los gobernadores de Flandes, revertió nuevamente su titularidad en el Rey (ahora Felipe III); pero el desgaste de la rebelión entre ambos bandos a la firma en 1609 de la Tregua de los Doce Años en las Provincias Unidas. Transcurrido este tiempo, el ahora rey Felipe IV y el Conde Duque de Olivares, no prolongarán la tregua y de nuevo se iniciará la rebelión en Flandes. Francia El asesinato de Enrique IV (1610), dejó a Francia sumida en un conflicto interno que se conoce como la Fronda, dónde se mezclaron elementos políticos, económicos y religiosos (hugonotes); por lo que Luis XIII, de la mano de su madre y regente, María de Médici, pidió ayuda a España en la lucha contra los hugonotes, consolidando una alianza sellada con unos matrimonio entre franceses y españoles en 1615 entre Luis XIII y María de Austria, y el futuro Felipe IV con Isabel de Borbón. Italia Destacaremos las acciones del Duque de Osuna, con el aseguramiento del "Camino Español" entre Milán y Flandes2 y la conjuración de Venecia para acabar con el Dux de Venecia, que acabó contra agentes pro-españoles. Guerra de los Treinta Años (1618 a 1648) Finalmente hay que destacar la intervención de Felipe III en la Guerra de los Treinta Años, al apoya al emperador para hacer frente a la rebelión de los alemanes protestantes. La Monarquía se enfrentó a los protestantes venciendo en la batalla de la Montaña Blanca en 1620. Felipe III no vería el cambio del curso de la guerra por la intervención de Francia y Suecia a favor de los protestantes, pero ya bajo el reinado de Felipe IV. Muerte Felipe III murió en Madrid, el 31 de marzo de 1621, a causa de fiebres y erisipela, bajo un halo de decadencia que nunca se dio bajo su reinado, pero que tuvo mal término de comparación con Carlos V y Felipe II. 2 Se crea la Ruta de la Valtelina (Suiza) en 1618. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias Felipe IV Felipe IV de Austria (1605 – 1665), llamado el Grande o el Rey Planeta, fue monarca desde 1621 hasta su muerte, y de Portugal hasta diciembre de 1640. Su primera etapa de reinado compartió la responsabilidad de los asuntos de Estado con el Conde-Duque de Olivares, que operó como valido (sin el poder de Lerma) hasta 1643, y tras su caída, fue Felipe IV quién dirigió personalmente los asuntos de gobierno, con la colaboración de Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, hasta su muerte en 1665. Gobierno del Conde-Duque de Olivares (1621-1643) Felipe IV heredó la Monarquía Hispánica envuelta en una conflictividad política propia de las luchas por el poder de finales del reinado de Felipe III entre los bandos de Uceda, Lemos y Saldaña; pero con Felipe IV en el poder, Gaspar de Guzmán gracias a la amistad que le unía con el Rey fue nombrado valido. Política interior Durante su etapa como valido, el Conde-duque realizó una serie de reformas con la finalidad de poder mantener la hegemonía en Europa. Estos cambios se concretaron en cuatro aspectos: I. II. III. IV. V. Unir la Monarquía Hispánica bajo una legislación y administración castellana para crear una comunidad nacional, con una Fiscalidad, Administración y Derecho comunes. Pero no alcanzó su propósito debido a la oposición de la nobleza a las nuevas propuestas del valido. Luchar contra la corrupción del reinado anterior: Ordenó encerrar al duque de Uceda y al duque de Osuna, confiscó los bienes del duque de Lerma y sometió a Rodrigo Calderón a un juicio, en el cual se decretó su ejecución. Planteó crear un inventario de la fortuna de aquellos que desempeñasen cargos públicos y de relevancia (Junta de Reformación). Favoreció el crecimiento de la población española con medidas pronatalistas y prohibiendo la emigración. Favoreció la educación de los españoles (Colegio Real de Madrid en 1629) Reforma de la Hacienda y la Fiscalidad: Introducción de nuevos impuestos a la Corona, repartidos de manera más equitativa entre los territorios, pero los reinos periféricos pusieron mucha resistencia a estos nuevos impuestos. Pero tampoco la nobleza aceptó la aplicación de nuevos impuestos, fracasando esta reforma y obligando a tomar medidas urgentes como: la emisión de letras de cambio, nuevas contribuciones de Cortes y las declaraciones de suspensión de pagos, en última instancia. Creación de un Banco Nacional para facilitar el comercio y contribuir a los gastos de la Monarquía, pero para capitalizarlo necesitaba la participación de la nobleza que volvió a oponerse. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias VI. Debido a la crisis económica de mediados del siglo XVII en Europa y que en Monarquía debía mantener una costosa política exterior, hacían falta nuevos ingresos que llevó a la subida de los impuestos, al secuestro de remesas de metales preciosos procedentes de las Indias, a la venta de juros y cargos públicos, a la manipulación monetaria, etc. Unión de Armas. Olivares trató de forzar la unidad de los reinos peninsulares con el proyecto de la Unión de Armas (1626) en el que cada territorio de la Corona se le exigió que colaborase con una cantidad de soldados proporcional a su población. Pero las Cortes de Cataluña se negaron, iniciándose un conflicto que se desatará con la rebelión de 1640. Política exterior Se centró en el mantenimiento de del poder de la Monarquía Hispánica en Europa, lo que desató importantes conflictos. Países Bajos (Flandes) Finalizada la Tregua de los Doce Años en 1621, volvieron los enfrentamientos con operaciones de bloqueo de puertos y grandes asedios a ciudades, como Breda, plaza tomada por Ambrosio de Spínola (1625). También fueron importantes las campañas del CardenalInfante don Fernando, victorioso en Nördlingen (1634), invadiendo en 1635 territorio holandés para acabar con la guerra. Pero la entrada en el conflicto de Suecia y Francia a favor de los rebeldes, las derrota en la batalla naval de las Dunas (1639) y Rocroi (que supuso el fin del mito de los Tercios) en 1643, dejó una situación insostenible de la Monarquía Hispánica en Flandes; y quedando reconocida la independencia de las provincias holandesas en 1648 en la Paz de Westfalia3. Inglaterra La subida al trono inglés de Carlos I provocó la reanudación de hostilidades entre la Monarquía e Inglaterra, y que acercó a ésta a los rebeldes holandeses; amenazando la superioridad española en el mar y el comercio con las Indias. Esta rivalidad comercial continuó durante el Protectorado de Cronwell (1655) y finalmente terminó con Inglaterra encaminada hacia a superioridad naval mundial, manifestada a partir del Tratado de Utrecht. Francia Con la mayoría de edad de Luis XIII, emergió la figura del cardenal Richelieu, primer ministro de Francia, que inició una política muy agresiva contra la Monarquía para debilitar su hegemonía, colaborando con los protestantes en la Guerra de los Treinta Años . A pesar de sus derrotas iniciales (el Cardenal-Infante estuvo a las puertas de París en 1636), los franceses amenazaron el norte de Italia, cortaron el "Camino Español" y enviaron sus ejército a los Pirineos. 3 Las provincias del sur de Flandes quedaron bajo dominio español hasta la Guerra de Sucesión Española (1700-1714) y la firma del Tratado de Utrecht (1713). El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias La crisis de 1640 y la caída de Olivares (1643) Castilla era el único reino que había colaborado con los gastos de la Monarquía. Por ello, Olivares exigió a los demás reinos una contribución equivalente a través del proyecto de la Unión de Armas (1626), que derivaron en una serie de desencuentros con levantamiento en Cataluña, Portugal y Andalucía (1640) Rebelión en Cataluña El conflicto comenzó con la negación de Cataluña a colaborar en la Unión de Armas en 1626, pero la guerra contra Francia dificultó aún más las relaciones entre Cataluña y la Monarquía. Las tropas castellanas e italianas, que habían entrado en Cataluña para combatir con los franceses en el Rosellón, se comportaron como un ejército de ocupación con graves incidentes importantes; hasta que el 7 de junio de 1640, entraron en Barcelona un grupo de unos 400 o 500 segadores que provocaron graves disturbios que finalizaron con la muerte del virrey, el Conde de Santa Coloma, en lo que se conoce como Corpus de Sangre. La tensión fue a más, hasta el punto de entregarse a Francia como aliado, e iniciando una guerra abierta en donde derrotaron al Ejército Real en la batalla de Montjuïc (1641), pero el comportamiento del ejército francés en Cataluña, permitió la progresiva recuperación del terreno en Cataluña hasta su control en 1652. La independencia de Portugal La incapacidad de la Monarquía de proteger las colonias portuguesas, facilitó la conjura de la nobleza portuguesa para deslegitimar a Felipe IV como rey y entregar el trono al duque de Braganza, que con el nombre de Juan IV de Portugal (diciembre 1640) quién firmó la paz con los holandeses y obtuvo el apoyo de ingleses y franceses. Se inicia entonces la conocida como Guerra de Restauración del que sale victorioso Juan IV tras la batalla de Montijo y el sitio de Elvas (1644), que terminó la independencia de Portugal tras el tratado de Lisboa (1667) y el reconocimiento de la nueva dinastía por Carlos II en 1668. Conspiración independentista en Andalucía (1641) En 1641 el duque de Medina Sidonia desarrollaron una conspiración contra la Monarquía. El intento de rebelión se fundamentaba en el descontento de la nobleza y el pueblo, apoyado desde Portugal e instigado por el Duque de Medina Sidonia que se había convertido en una "especie de rey de Andalucía" por su poder, riqueza y prestigio. La conjura fue descubierta y el Duque de Medina Sidonia, primeramente exiliado, posteriormente confinado en castillo de Coca (1645-1647) y finalmente, quedando relegado a un segundo plano hasta su muerte en 1664. Caída de Olivares Todos estos frentes abiertos y sus enemigos minaron la posición de Olivares ante el Rey, siendo desterrado en enero de 1643 y alejado de la Corte hasta su muerte en 1645. Con su destierro, también desapareció la figura del valido, configurada por Lerma y el propio Olivares; no alcanzado ninguno de sus sucesores el poder de éstos. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias El final del reinado de Felipe IV Tras la caída de Olivares, el Rey tomó la decisión de nombrar a Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, primer ministro; cuyo principal cometido fue acabar con los conflictos interiores y alcanzar la paz en Europa. Mientras que se controlaba la rebelión en Cataluña (finalizada en 1652), en Portugal se seguía abriendo más la brecha secesionista (batalla de Villaviciosa, 1665), a lo que hay que sumar los conflictos y levantamiento de Aragón y Nápoles (1647). Tampoco se controló la situación económica que siguió deteriorándose (se manipula la moneda de vellón). Respecto a la política exterior, la batalla de Rocroi significó el ocaso del poder español en Europa, constatado por la Paz de Westfalia (1648), la derrota en la batalla de las Dunas (1658) y la Paz de los Pirineos (1659), que abría la hegemonía de la Francia de Luis XIV sobre el continente4. Muerte A principios del mes de septiembre de 1665, el rey contrajo disentería, lo que provocaría su fallecimiento el 17 del mismo mes, siendo enterrado en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial. Carlos II Carlos II de Austria (1661 – 1700), llamado el Hechizado5, fue el último rey de la Casa de Austria. Permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675, pero todo su reinado estuvo manejado por diferentes personajes cercanos a él debido al a la carencia total de personalidad de Carlos. La regencia de Mariana de Austria (1665-1675) Felipe IV se había casado en segundas nupcias con la archiduquesa Mariana de Austria, con el objetivo de asegurar la continuidad dinástica en el trono. De este matrimonio nacieron varios hijos, de los cuales sólo sobrevivieron la infanta Margarita Teresa y el último de los hijos varones, Carlos, que apenas tenía cuatro años cuando su padre falleció (1665), dejando éste establecido en su testamento como regente a su viuda, la reina Mariana de Austria. La Regente sería asistida por una Junta de Regencia dónde destacamos al Conde de Peñaranda, y al confesor de la Regente, el padre Nithard. El valimiento de Juan Everardo Nithard Convertido en un auténtico "valido", Nithard llegó a copar puestos importantes, pero su ascenso fue rechazado por la nobleza cortesana, con los dominicos como enemigos porque se veían desplazados por un jesuita (tradicionales confesores de la Monarquía y dirigentes del 4 También conocida como la Paz de los Pirineos, firmada en la isla de los Faisanes Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias. 5 El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias Santo Oficio); por lo que la acción de gobierno de Nithard fue muy limitada, tanto por su incapacidad para construir una red política que sostuviera su posición, al tiempo que se organizó un grupo de oposición en torno a don Juan José de Austria, bastardo de Felipe IV. Don Juan José de Austria luchó denodadamente por conseguir un puesto de relevancia en la Corte, pero el testamento de Felipe IV lo deslegitimaba para ocupar cargo importante alguno, por lo que a pesar de la mala acción gobierno de Nithard, cuando éste cayo fue sustituido por Valenzuela6, y no por Juan José de Austria a pesar de contar con el apoyo popular y de buena parte de la nobleza a pesar de su origen ilegítimo. El reinado de Carlos II (1675-1700) El "Duende de la Corte": el valimiento de Valenzuela y el gobierno de Juan José de Austria (1675-1679) Fernando de Valenzuela alcanzaría el poder gracias a su amistad con la madre de Carlos II, que si bien ya era mayor de edad, seguía teniendo una fuerte vinculación con su madre, que influía en todas las decisiones. El ascenso de Valenzuela había sido demasiado rápido como para ser considerado un igual entre los demás grandes de la Corte y éstos decidieron expresar su malestar abiertamente exigiendo la separación permanente de Carlos II y su madre, el encarcelamiento de Valenzuela y la designación inmediata de Don Juan José como máximo colaborador en el gobierno del Rey. Harto de las intrigas palaciegas de Valenzuela, Juan José de Austria decidió tomar el poder por la fuerza, y en enero de 1677 ocupó Madrid, haciendo con el control del gobierno de Carlos II. Valenzuela sufrió un juicio sumario dónde se le encontró culpable de prevaricación y venta de cargos públicos; siendo desterrado a Filipinas, terminando sus días en México en 1692. Mientras don Juan José de Austria ejerció el gobierno (tres años más) hasta su repentina muerte, el 17 de septiembre de 1679, a partir de la cual se abrió un periodo de inestabilidad que alcanzó el final del reinado por el carácter de Carlos II y su falta de descendencia. El final del reinado (1680-1691). La cuestión sucesoria. En 1679 Carlos II se casó en primeras nupcias con María Luisa de Orleans, que ante la falta de descendencia, la Reina llegó a realizar peregrinaciones y a venerar reliquias sagradas. Su fallecimiento en 1689, dejó a Carlos a merced de los cortesanos y la nobleza. Tras la muerte de Juan José de Austria, Carlos II cedió su tarea de gobierno al Duque de Medinaceli (1680-1685) y al conde de Oropesa (1685-1691). 6 También conocido como el "Duende de Palacio", por el conocimiento de los rumores y las covachuelas de la Corte. El siglo XVII: la crisis de la monarquía de 2013-2014 los Austrias En los últimos años de su reinado, Carlos II decidió gobernar personalmente, pero su manifiesta incapacidad, dejó el ejercicio del poder en manos de su segunda esposa, Mariana de Neoburgo, aconsejada por el cardenal Portocarrero. Dada la falta de sucesión directa, se inició una compleja red de intrigas palaciegas en torno de la sucesión, dividiéndose en dos bandos: los franceses (partidarios de los Borbones, encabezado por el cardenal Portocarrero) y los austracistas (favorables a los Hasburgo, dirigidos por Mariana de Neoburgo). Tras la muerte del heredero pactado, José Fernando de Baviera, en 1699; Carlos II hizo testamento en 1700 en favor de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. Las pretensiones austracistas fueron respaldadas por Inglaterra y Holanda, ante la posible unión de coronas de la Monarquía Hispánica y Francia, creando claramente los bandos que habrían de enfrentarse en la Guerra de Sucesión Española. Finalmente Carlos II, último de los Habsburgo españoles, falleció el 1 de noviembre de 1700, a los 38 años.