Tema 23:Maqueta Madre 08/02/12 14:17 Página 136 TEMA 23 Ecografía de la Placenta, Cordón Umbilical y Líquido Amniótico • P. SOLER RUÍZ, J. DE LORENZO Y MONTERO EVALUACIÓN ECOGRÁFICA DE LA PLACENTA En todos los estudios prenatales se debe evaluar la localización, tamaño, morfología y ecoestructura de la placenta así como el área retroplacentaria. La placenta se visualiza de la semana 8 hasta la 20 con una textura uniforme y un grosor entre 2-3 cm. Después de la semana 20 se observa dishomogénea, con ungrosor entre 4-5 cm, áreas sonoluscentes, depósitos de fibrina, lagos venosos, quistes subcoriónicos. En un intento de valorar la edad gestacional y la madurez pulmonar se establecieron los grados de Grannum: - Grado 0: placenta homogénea (1º trimestre) - Grado I: se observan calcificaciones difusas (hasta la semana 30) - Grado II: se observan calcificaciones en la placa basal (30-36 semanas) - Grado III: tractos desde la placa basal a la corial (1) Figura 1. Placenta succenturiata • Inserción baja: Alcanza el segmento uterino inferior pero no llega al OCI. • Placentas adherentes: Cuando la placenta se adhiere (placenta accreta), invade (placenta íncreta) o penetra completamente (placenta pércreta) en el miometrio. Las vellosidades crecen en el miometrio sin decidua intermedia. Se sospechará cuando se pierde la interfase hipoecoica entre la placenta y el miometrio, los vasos uterinos son prominentes en los casos de inserción placentaria anómala. ANOMALÍAS PLACENTARIAS (1) • Placenta circunvalata también llamada placenta extracorial: Es la inserción de las membranas placentarias en la superficie distal de la placenta en lugar de en el margen velloso subyacente. Se visualiza un pliegue hacia dentro de las membranas con un borde ecogénico en la periferia placentaria. • Placenta succenturiata: Es un nódulo accesorio separado del cuerpo de la placenta (Figura 1). • Desprendimiento placentario: Es la separación parcial o total de la placenta antes del nacimiento. La sangre puede alojarse entre la placenta y el miometrio, apreciándose ecográficamente un hematoma retroplacentario. • Placenta previa: Es la implantación de la placenta en el segmento inferior uterino, por debajo del feto. • Hematoma retroplacentario/submembranoso: Se pueden ver desde zonas hipoecogénicas o hiperecogénicas hasta anecoicos. En estudios seriados se puede obervar cómo van disminuyendo de tamaño. Se distinguen varios tipos de placenta: • Oclusiva total o central: Cuando la placenta cubre todo el Onilicio Cervical Interno (OCI). • Oclusiva parcial: El borde placentario llega al Onilicio Cervical Interno ocluyéndolo en alguna medida. • Infarto placentario: Son lesiones focales que se producen por una necrosis isquémica. Inicialmente se visualizan zona hipoecoicas con depósitos de fibrina y pueden evolucionar a zonas calcificadas. • Marginal: El borde inferior llega al Onilio Cervical Interno pero no lo sobrepasa. 136 Tema 23:Maqueta Madre 08/02/12 17:14 Página 137 23 TEMA • Tumores placentarios no trofoblásticos: Corioangioma: Son tumores benignos de los vasos sanguíneos pequeños compuestos por áreas de predominio vascular o áreas sólidas del estroma. Su ecoestructura es la de una masa sólida, circunscrita que protuye en la placa corial cercana a la inserción umbilical (1). transcurren a través del OCI la entidad es conocida como vasa previa (Figura 2) y puede provocar una hemorragia devastadora. Su diagnóstico se ve facilitado con el Doppler color. Suele asociarse a placentas bilobuladas, subcenturiatas o previas (2,3). Alteración del número de vasos: EVALUACIÓN ECOGRÁFICA DEL CORDÓN UMBILICAL • Arteria umbilical única: Se define como la ausencia de una arteria umbilical. Su incidencia es del 1% o menor, de los cuales, un 10 a 20% tendrán una o más malformaciones asociadas. Ecográficamente se visualiza como un cordón que sólo presenta dos vasos. : una arteria y una vena. El cordón umbilical se extiende desde su inserción en el abdomen fetal hasta el lado amniótico de la placenta en la que penetra al tiempo que los vasos se ramifican en ella. Su longitud es variable considerándose corto cuando mide menos de 25 cm y largo si es mayor de 75 cm. Su grosor suele ser mayor de 1 cm. Está revestido por el amnios y contiene tres vasos (dos arterias y una vena) rodeados por la gelatina de Wharton. En la entrada al abdomen fetal las arterias umbilicales se visualizan como tres líneas refringentes, casi rectas, que feto se dirigen a ambos lados de la vejiga fetal. La vena umbilical se visualiza como una solución de continuidad econegativa en la pared abdominal y que tras un corto trayecto sin ramificaciones se continúa con la vena porta y el conducto venoso. Quistes, tumores, trombosis, hematomas y hemorragias: • Pseudoquiste o quistes falsos: Se trata de transformaciones o degeneraciones de la gelatina de Wharton. Pueden alcanzar un tamaño considerable. • Quistes onfalomesentéricos y alantoideos: Se visualizan como formaciones esferoides anecoicas, bien definidas, adyacentes al cordón umbilical. • Tumores: Son raros. Los hemangiomas se visualizan como masas ecogénicas en la cercanía del extremo placentario. Son masas vasculares irregulares que se extienden por el cordón. Se debe plantear el diagnóstico diferencial con otros tumores poco frecuentes como los teratomas o con los hematomas de cordón (2,3). DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO DE LAS ALTERACIONES DEL CORDÓN UMBILICAL Alteraciones de la situación: • Vueltas de cordón: Pueden estar alrededor del cuello (más frecuentes), del cuerpo o de los miembros. El empleo del Doppler color aumenta la sensibilidad del diagnóstico. • Nudos de cordón: Pueden ser verdaderos (incidencia 0,04% - 2,1%) o falsos (2,3). Alteraciones de la inserción: • Inserción marginal o placenta en raqueta: Cuando el cordón en vez de insertarse en la zona central de la placenta lo hace en el margen de la misma. Carece de significación clínica. • Inserción velamentosa: El cordón no se inserta en la placenta sino en las membranas anexas con riesgo de complicaciones hemorrágicas por desgarro de los mismos durante el trabajo de parto y el parto ya que estos vasos no se encuentran protegidos. Cuando los vasos intramembranosos Figura 2. Vasa previa 137 Tema 23:Maqueta Madre 08/02/12 14:17 Página 138 Ecografía de la Placenta, Cordón Ccrdón Umbilical y Líquido Amniótico • Hematomas y hemorragias del cordón: se definen como una extravasación de sangre a la gelatina de Wharton. Se caracteriza porque varía la ecoestructura en función de la edad de la lesión. través del ombligo y sumando las dimensiones verticales del bolsillo más profundo de cada cuadrante. Valores del Indice de líquido amniótico (ILA) inferiores a 5 se consideran oligoamnios y por encima de 20 se hablaría de polihidramnios (4,5). • Trombosis de los vasos umbilicales: es la oclusión de uno o más vasos umbilicales, normalmente la vena. La imagen ecográfica es la de un aumento de la ecogenicidad de los vasos umbilicales, con ausencia de color en los mismos (2,3). Oligoamnios Cuando la cantidad de líquido amniótico es inferior a 500 ml. Puede clasificarse en leve, severo o anhidramnios. El pronóstico depende no sólo del oligoamnios sino también de su etiología. Puede ocasionar: hipoxia fetal por compresión del cordón, hipoplasia pulmonar cuando es precoz y prolongado, deformidades de las extremidades por compresión o formación de bandas amnióticas. EVALUACIÓN ECOGRÁFICA DEL LÍQUIDO AMNIÓTICO El líquido amniótico la desempeña un papel importante en el crecimiento y desarrollo del feto. Un volumen inadecuado puede provocar anomalías estructurales o ser signo indirecto de una malformación fetal o patología materna. Los mecanismos de producción y consumo de LA, su composición y volumen, dependen de la edad gestacional. Etiología: Rotura prematura de membranas, retraso del crecimiento intrauterino, preeclampsia, gestación cronológicamente prolongada, malformaciones fetales: renales (agenesia renal, displasia renal, valvas uretrales), sistema nervioso central (holoprosencefalia, meningocele, microcefalia), cardiacas (Comunicación intraventricular, Fallot), cromosómicas (Trisomía 18, S. Turner), hernia diafragmática, esqueléticas, S. de transfusión feto-fetal, iatrogénica (técnicas invasivas, fármacos), idiopática (Tabla 1). Métodos de evaluación La evaluación del volumen de LA debe formar parte de toda ecografía del segundo y tercer trimestre y se clasifica como normal, polihidramnios y oligoamnios. Se han propuesto varios métodos para ello: a. Evaluación subjetiva: Se efectúa mediante barrido ecográfico en tiempo real a través de todo el útero observando la cantidad de líquido que rodea al feto, considerando la variación del volumen en función de la edad gestacional. Se basa en la estimación del observador según su experiencia ecográfica. Malformaciones Renales Cardiacas Sistema nervioso central b. Métodos semicuantitativos: Se han propuesto diversos métodos. Los más empleados: - Ventana vertical máxima: Propuesto por Mannig, consiste en identificar la mayor zona econegativa libre de partes fetales y medirla verticalmente. Por debajo de 2 se considera oligoamnios y por encima de 7 polidramnios, existiendo curvas de normalidad en función de la edad gestacional. Cromosómicas Causas Agenesia renal, displasia renal, valvas uretrales Comunicación Interventricular, Fallot Holoprosencefalia, meningocele, microcefalia Trisomía 18, S. Turner Hernia disfragmática Esqueléticas S. de Transfusión feto-fetal Iatrogénica Técnicas invasivas, fármacos Idiopática - Índice de líquido amnióticoo de Phelan: Es el método más difundido. Se determina dividiendo el útero en cuatro cuadrantes mediante líneas sagitales y transversales a Tabla 1. Malformaciones fetales asociados con Oligoamnios 138 Tema 23:Maqueta Madre 08/02/12 14:17 Página 139 23 TEMA Diagnóstico etiológico: Una vez descartada la rotura de membranas y comprobada la edad gestacional, se debe realizar una ecografía para determinar biometrías fetales, para el diagnóstico precoz de retraso del crecimiento intrauterino, así como descartar malformaciones fetales. También debe desartarse la preeclampsia (4). Etiología: Idiopático (es la causa más frecuente), gestación múltiple, diabetes mellitus, enfermedad hemolítica perinatal, malformaciones fetales: del SNC (anencefalia, espina bífida), gastrointestinales (atresia esofágica, duodenal, yeyunal o ileal), esqueléticas, algunas renales, tumores feto-placentarios, cardiacas (trastornos del ritmo, coartación de aorta), pulmonares (malformación adenomatosa quística - MAQ, secuestros) (4) (Tabla 2). Hidramnios Cuando la cantidad de líquido amniótico es superior 1500-2000 ml en el 3º trimestre. Este puede ser agudo o crónico. Desde el punto de vista semicuantitativo hablamos de polihidrámnios leve: entre 18-25 cm, moderado: entre 25-32 cm, y grave: mayor de 32 cm. Como en el caso del oligoamnios el pronóstico depende de la causa que lo desencadena, del propio hidrámnios y de las complicaciones obstétricas que de él se deriven. Cuanto mayor es el ILA es más probable que se asocie a malformaciones y peor será el pronóstico. Malformaciones SNC Gasatrointestinales Causas Anencefalia, espina bífida Atresia esofágica, duodenal, yeyunal o ileal Esqueléticas Renales Tumores fetoplacentarios Cardiacas Pulmonares Trastornos del ritmo, coartación de aorta Malformación adenomatosa quística- MAQ, secuestros Tabla 2. Malformaciones fetales asociadas a Hidramnios BIBLIOGRAFÍA 1.Rumack CM, Wilson SR, Charboneau JW: Diagnosis Ultrasound. Chap 19: Ultrasonic study of the placenta, pag 465. Editorial Marban. 4.Callen PW. Ultrasonography in obstetrics and gynecology, Chap 22: Ultrasound evaluation of amniotic fluid. Pág 117. Editorial Medical Panamericano. 2.Romero R, Pilu G, Jeanthy PH, Ghindini A, Hobbins JC. Prenatal Diagnosis of congenital anomalies. Chap 11: The umbilical cord, pag 387. Editorial appelton and Lange. 5.Rutheford SE, Smith CV, Phelan FP et al: Four-quadrant assessment of amniotic fluid volume – Interobserver and intraobserver variation. J Reprod Med,1987; 32:587. 3.Dudiak CM, Salomón CG, Posniak HV, Olson MC, Flisak ME. “Sonography of the umbilical cord.”. Radiographics, 1995; 15(5): 1035-50. 139 Tema 24:Maqueta Madre 09/02/12 17:28 Página 140 TEMA 24 Ecografía de las Anomalías Cromosómicas • J. PLAZA ARRANZ MARCADORES ECOGRÁFICOS DEL PRIMER TRIMESTRE TRANSLUCENCIA NUCAL FETAL Las recomendaciones para la obtención de la medida TN se describen a continuación y se resumen en la Tabla 1: • La medición se debe obtener entre las 11 y las 13+6 semanas, que corresponde a una longitud cráneo- raquis (CRL) entre 45 y 84 mm. La translucencia nucal fetal (TN) se define como un espacio sonoluscente, de aspecto líquido, subcutáneo, sobre la parte posterior de la columna cervical en fase embrionaria y fetal precoz. Puede presentarse en embriones y fetos sin ningún tipo de defecto congénito, pero según aumentan sus dimensiones, se asocia con riesgo incrementado de determinadas anomalías genéticas y estructurales, principalmente con Trisomías 21 (50%) y 18 (25%). Para la obtención de una medida precisa con alta sensibilidad, sin ser un procedimiento complicado, necesitamos contar con la suficiente experiencia, que se obtiene rápidamente si se aplican adecuadamente los criterios aconsejados, tal y como se muestra, en la Figura 1. • Se debe conseguir una imagen ecográfica del feto en corte sagital, la misma que se emplea para la medición de su longitud, donde el feto debe permanecer en reposo sin actitud de flexión o hiperextensión. En ocasiones es necesario esperar a que el feto se mueva o salte. • Sobre la imagen anterior, se aplica lo suficientemente el zoom sobre la zona retronucal hasta parecer que parte de la cabeza se “sale de la pantalla”. Se podrá apreciar así, la diferencia entre amnios y piel fetal. • La medición debe aplicarse entre ambas caras internas del espacio sonoluscente, de manera perpendicular a la piel y columna vertebral (medición “in to in”). • Parece ser aconsejable la realización de varias medidas y registrar el valor más elevado. • los resultados son similares si se realizan con transductor transabdominal o transvaginal. 11-13 + 6 semanas, CRL: 45 - 84 mm Corte sagital Feto en reposo, en posición neutra Zoom Figura 1. Imagen ecográfica de translucencia nucal en embrión de 12 semanas Medición “in to in” Varias mediciones Tabla 1. Recomendaciones para la obtención de la medida de la translucencia nucal (TN) CRL: LONGITUD CRÁNEO RAQUIS 140 Tema 24:Maqueta Madre 08/02/12 14:18 Página 141 24 TEMA El hallazgo de una TN elevada en la semana 12 puede ser transitorio, incluso en algunos fetos portadores de cromosomopatías. La evaluación ecográfica en la semana 14 ó 16 puede mostrar una imagen ecográfica retronucal dentro de la normalidad. En ese momento se debe enfocar el diagnóstico sobre la morfología fetal, especialmente sobre la cardíaca. Si tras la realización de la ecografía morfológica de la 20 semana, tampoco se encuentran anomalías fetales, puede ofrecerse en la información sobre la alta posibilidad de que el feto sea completamente normal. Sin embargo, no hay que olvidar que existe un 10% de probabilidades que el feto desarrolle un hidrops y muerte perinatal como por ejemplo en el caso de TN aumentada de causa infecciosa tal como en la infección por parvovirus B19, toxoplasma, o citomegalovirus, o que el neonato sea portador de un síndrome genético, como el síndrome de Noonan, con el consiguiente riesgo de retraso de desarrollo neurológico. Se establecen medianas y percentiles (de cada población) de la TN para cada edad gestacional. Como ejemplo, para un CRL de 50 mm, el 95 percentil suele ser 2,5 mm y la mediana 1,2. Para el percentil 99 (el 1% de los embarazos), la medida será de 3,5 mm; en tal caso, el riesgo de presentar defecto cromosómico mayor estará entorno al 20%; por eso comúnmente se habla de una TN de 3 mm como límite de alto riesgo de anomalía cromosómica. Seguidamente, la medida de la TN toma mayor relevancia en el diagnóstico, al ser introducida como variable más en un cálculo denominado “Indice de riesgo de anomalía cromosómica”, conjugándose con la edad materna y marcadores bioquímicos. Según la conducta actual, la decisión de los padres de realizar una prueba invasiva de diagnóstico prenatal, preferentemente biopsia corial, depende del riesgo denominado “Riesgo Combinado”. Nunca se debe olvidar que la medición TN es un método de despistaje o selección, no un método diagnóstico, lo que permite identificar en la población general aquellos fetos con mayor riesgo de anomalías cromosómicas. Las tasas de detección han ido incrementando su sensibilidad, pudiendo actualmente diagnosticar el 90% de fetos con síndrome de Down con una tasa del 5% de falsos positivos. Parece que la etiología de la sonoluscencia aumentada es multifactorial (Tabla 2), entre las que destacan las anomalías cardíacas (trisomía 21), congestión venosa de cabeza y cuello (tórax estrecho), alteración de la composición de la matriz extracelular (cromosomopatías), trastornos en el drenaje linfático (monosomía Turner), anemia fetal, hipoproteinemia e infecciones fetales, entre otras. OTROS MARCADORES ECOGRAFICOS DEL PRIMER TRIMESTRE DE CROMOSOMOPATÍAS Por el momento, no deben ser exigidos en la sistemática de la exploración ecográfica del primer trimestre, pues dependen en gran medida del nivel técnico del equipo ecográfico, precisan un nivel experto en la interpretación de alguno de ellos y para su obtención en ocasiones requiere un tiempo de exploración mayor. Con ellos se ha conseguido aumentar la sensibilidad diagnóstica de las cromosomopatías y se han descrito diversos indicadores ecográficos de gran utilidad entre los que se encuentran: Ausencia de Hueso Nasal Aproximadamente el 60% de los fetos portadores de trisomía 21 tienen ausencia de hueso nasal y sólo el 2% de los fetos cromosómicamente normales. Anomalías cardíacas (Trisomía 21) Congestión venosa de cabeza y cuello (tórax estrecho) a. ¿Cómo se hace? La búsqueda del hueso nasal se realiza sobre el corte ecográfico sagital y dorso posterior descrito para la TN disponiendo el transductor paralelo a la nariz fetal, se aplica con una ampliación suficiente de la imagen para que la cabeza y el tórax fetal ocupe la totalidad de la imagen en pantalla (Figura 2). Alteración de la matriz extracelular (cromosomopatías) Trastornos en el drenaje linfático (monosomía Turner) Anemia fetal Hipoproteinemia Infecciones fetales b. ¿Cómo interpretarlo? Deben apreciarse dos líneas ecogénicas paralelas a nivel de la nariz fetal, la externa representa la piel y la interna es el hueso que se diferencia por ser más ecogénica y ancha. Tabla 2. Etiología más frecuente de la Translucencia Nucal aumentada 141 Tema 24:Maqueta Madre 09/02/12 16:50 Página 142 Ecografía de las Anomalias Cromosómicas b. ¿Qué debemos evaluar? Debemos constatar que el índice de resistencia del vaso no sea elevado y confirmar el sentido anterógrado de la onda a de contracción atrial. Insuficiencia Tricuspidea La insuficiencia tricuspídea (IT) se relaciona con la trisomía 21 y disfunción cardíaca derecha, aunque debe considerarse un hallazgo fisiológico a priori en el primer trimestre. a. ¿Cómo se hace? Sobre el corte de cuatro cámaras cardiaco y un ángulo no superior a 30° respecto al eje perpendicular del transductor, se aplica ventana de doppler pulsado sobre la cara atrial de la válvula tricúspide. El doppler color también aquí nos puede ayudar a la valoración del flujo, pero aplicando elevadas velocidades (Figura 4). Figura 2. Corte sagital de la facies, se aprecia hueso nasal ausente Ductus Venoso El 80% de los fetos con trisomía 21 presentan indicadores doppler de ductus venoso anómalo (Figura 3). El ductus venoso es un vaso de gran importancia para la valoración de la función cardíaca derecha y disfunción diastólica. b. ¿Cómo se interpreta? El flujo de regurgitación valvular se dibuja en el perfil de onda pulsada en fase sistólica de duración y velocidad variable. Éste no debe superar más de la mitad de la sístole en duración ni adquirir una velocidad superior a 60 cm/seg. Figura 3. Imagen ecográfica de ductus venoso alterado en un caso de Trisomía 21 a. ¿Cómo se hace? La exploración ecográfica se realiza sobre el plano sagital ventral del feto, que debe estar en reposo para la captación adecuada del vaso. Es aconsejable la disposición de la ventana doppler pulsada ajustada al vaso y sobre la parte distal del ductus, más próxima a la vena umbilical, con el fin de eliminar la posible adquisición de los vasos suprahepáticos que presentan una marcada onda a reversa. Se recomienda realizar varias adquisiciones de onda para medir la pulsatilidad. El doppler color puede ser de gran ayuda para la localización del vaso. Figura 4. Imagen ecográfica de Insuficiencia tricúspide Ángulo Frontomaxilar La medición del ángulo frontomaxilar trata de identificar el ángulo formado por el cruce de la línea que pasa por encima del hueso maxilar y la línea que define la superficie externa del hueso frontal. El ángulo superior a 85° parece presentarse en el 65% de los fetos portadores de Trisomía 21 y sólo en el 5% de los fetos sanos. 142 Tema 24:Maqueta Madre 08/02/12 14:18 Página 143 24 TEMA • Quiste de plexo coroideo: Debe servirnos de aviso para realizar una exploración del sistema nervioso central con especial interés. Examen anatómico precoz del feto Se ha constatado que el examen precoz anatómico del feto, entre la semana 11ª y 14ª de gestación, puede poner de manifiesto casi el 50% de los defectos estructurales mayores. Bajo el punto de vista de marcadores de cromosomopatías, se puede ampliar la búsqueda sobre los siguientes puntos: • Agenesia del cuerpo calloso: Asociado a trisomías y descrito en numerosos síndromes genéticos. • Complejo Dandy-Walker: Relacionado con trisomías y diversos síndromes genéticos. • Holoprosencefalia: Asociada con la Trisomía 13. • Defecto del cierre de tubo neural: Relacionada con la Trisomía 18. ALTERACIONES EN EL CUELLO Y TRONCO FETAL • Higroma quístico: Anomalías del sistema linfático yugular que se manifiestan con imágenes sonoluscentes en el cuello fetal y se relacionan con la monosomía 45 X 0. • Anomalías cardíacas: Sobre el corte de cuatro cámaras y tras la constatación de la TN elevada, se relaciona con Trisomías 21 y 18. • Edema nucal o pliegue nucal: No es lo mismo que la TN. Se manifiesta como engrosamiento nucal de > 5-7mm de aspecto edematoso, característico en la Trisomía 21. • Onfalocele: Defecto de pared anterior abdominal tras la semana 11, asociada a Trisomía 21. • Retraso del crecimiento intrauterino (CIR) precoz: Manifiesto como CIR severo embrionario. Desde etapas embrionarias precoces el CRL comienza a no coincidir con las dimensiones esperadas y se asocia con una morfología embrionaria anómala. Suele cursar con microcefalia y otras alteraciones estructurales de la cabeza y patrones de doppler patológicos. Es característico de las Trisomías 18 y 16. • Hernia diafragmática: En el 50% de los casos se presenta con Trisomía 18. • Anomalías cardíacas: Se presentan anomalías cardíacas diversas, principalmente comunicación interventricular y ventrículo izquierdo hipoplásico, en la mayoría de los fetos con Trisomía 18 y 13. El 50% de los fetos con Trisomía 21 es característico el defecto en la formación de los cojinetes endocárdicos que se suele manifestar como alteraciones de tabique auriculoventricular. El diagnóstico de una patología cardíaca indica que existe un 50% de posibilidades que se trate de una cromosomopatía. MARCADORES ECOGRÁFICOS DEL SEGUNDO TRIMESTRE VENTRICULOMEGALIA LEVE La ventriculomegalia se define como un atrio ventricular mayor de 10 mm. De manera habitual, la medida del atrio ventricular se mantiene casi constante a lo largo de la gestación en 7+/-1 mm independientemente de la edad gestacional. El hallazgo se relaciona con mayor incidencia de Trisomías 13 y 18. No hay que confundir ventriculomegalia con hidrocefalia, que suele presentase con una mayor dilatación del sistema ventricular y marcado espacio subaracnoideo. • Atresias digestivas: La atresia esofágica relacionada con la Trisomía 18, se manifiesta generalmente, con ausencia de imagen gástrica. La atresia yeyunal y duodenal es característica de la Trisomía 21 y aparece con la “imagen de doble burbuja “en la cavidad abdominal. • Intestino hiperecogénico: Incluso visible en el primer trimestre, puede ser un hallazgo difícil de valorar, su ecogenicidad debe ser similar al hueso fetal. Su importancia radica en su asociación con la Trisomía 21 en el 15% de los casos. ALTERACIONES LA CABEZA Y DEL SNC • Craneo en forma de fresa: Con el occipucio aplanado y estrecho frontal. Asociado a Trisomía 18. • Microcefalia y micrognatia: Asociado a Trisomía 13 y 18. • Ectasia piélica bilateral:También denominada hidronefrosis leve y se relaciona con la Trisomía 21. La agenesia e hipoplasia severa renal se asocia a Trisomía 13 y 18. • Holoprosencefalia y hendiduras faciales: Se relacionan con la Trisomía 13. 143 Tema 24:Maqueta Madre 08/02/12 14:18 Página 144 Ecografía de las Anomalias Cromosómicas RETRASO DEL CRECIMIENTO INTRAUTERINO SIMETRICO ANOMALIAS ESQUELÉTICAS Los acortamientos de miembros o segmentos de los mismos como la rizomelia en la Trisomía 21 y la monosomía 45 X 0. Pueden aparecer otras alteraciones distales de las extremidades como clinodactilia y separación del primer dedo podal, en la Trisomía 21, polidactilia y mano en superposición y contractura de dedos, en la Trisomía 13 y pie equino varo y pie en mecedora, característicos de la Trisomía 18. Corresponde a un crecimiento fetal disminuido en todos sus parámetros y que progresivamente su curva de crecimiento va divergiendo más de la curva de crecimiento normal, es característica de la Trisomía 18 y triploidías. HALLAZGOS ECOGRAFICOS EN CROMOSOMOPATIAS A continuación se resumen los hallazgos ecográficos más característicos de las cromosomopatías más frecuentes (Tabla 3). Trisomía 21 Trisomía 13 Trisomía 18 Ventriculomegalia. Braquicefalia. Implantación baja del pabellón auricular Holoprosencefalia. Complejo Dandy-Walker Craneo en fresa, ventriculomegalia, agenesia de cuerpo calloso, quistes de plexos coroideos, complejo Dandy-Walker Edema nucal Microcefalia. Agenesia de cuerpo calloso Micrognatia. Orejas de implantación baja. Microftalmía. Edema nucal Anomalías cardíacas: defectos del tabique AV Hendiduras faciales: Labio leporino. Microftalmía. Edema nucal Micrognatia. Orejas de implantación baja. Microftalmía. Edema nucal Ectasia piélica bilateral (hidronefrosis leve) Anomalías cardíacas, hernia diafragmática Mal posición de dedos con superposición superior (mano trisómica). Mal posición de pies Hiperrefringencia intestinal. Atresia i. delgado y esofágica Onfalocele Anomalías cardíacas y Hernia diafragmática Clinodactilia, rizomelia Riñones hiperecogénicos (displasia renal) Hidronefrosis, displasias renales. Onfalocele. Atresias digestivas Hídrops Polidactilia. Deformidad de los dedos. Pie zambo CIR simétrico. Polihidramnios Monosomía 45X0 Triploidía Trisomía 9 Microcefalia Ventriculomegalia Microcefalia y ventriculomegalia Higromas quísticos Micrognatia Defecto labio y paladar Anomalías cardíacas como: Coartación de aorta Defectos cardiacos Deformidad de los dedos en flexión Hidrops Displasia renal Defectos cardiacos Rizomelia CIR severo precoz Riñones multiquísticos. Hidronefrosis. CDH Retraso del crecimiento intrauterino IR arteria umbilical elevado, Anomalías placentarias CIR Tabla 3. Resumen de las características ecográficas más características de las cromosomopatías más frecuentes CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO; IR: ÍNDICE DE RESISTENCIA; TABIQUE AV: TABIQUE AUROVENTRICULAR 144 Tema 24:Maqueta Madre 08/02/12 14:18 Página 145 24 TEMA TRISOMÍA 21 (Síndrome de Down) TRISOMÍA 13 (Síndrome de Patau) Es la cromosomopatía más frecuente. a. Alteraciones estructurales que pueden ser detectadas ecográficamente a. Alteraciones estructurales que pueden ser detectadas ecográficamente • Holoprosencefalia. Complejo Dandy-Walker. Microcefalia. Agenesia de cuerpo calloso. • Ventriculomegalia. Braquicefalia. Implantación baja del pabellón auricular. • Edema nucal. • Anomalías cardíacas: Defectos del tabique auriculoventricular. • Ectasia piélica bilateral ( hidronefrosis leve). • Hiperrefringencia intestinal. Atresia del intestino delgado y esofágica • Clinodactilia, rizomelia. • Hídrops. • Hendiduras faciales: Labio leporino. Microftalmía. Edema nucal. • Anomalías cardíacas, hernia diafragmática. • Onfalocele. • Riñones hiperecogénicos ( displasia renal). • Polidactilia. Deformidad de los dedos. Pie zambo. b. Planteamiento secuencial para el Diagnóstico ecográfico b. Planteamiento secuencial para el Diagnóstico ecográfico de la trisomía 21 Se inicia en la ecografía del 1º trimestre, anomalías como las del SNC pueden ser diagnosticadas. El proceso diagnóstico se basa en la ecografía de 20 semanas, si antes no se ha realizado ecografía genética. • En el primer trimestre (hasta la 13+6 semana): La valoración de la TN y aplicación del Índice riesgo combinado para la detección del síndrome de Down. Existe en ese momento la posibilidad de practicar una Biopsia corial del trofoblasto para obtener el cariotipo fetal. El pliegue tiende a disminuir generalmente con el avance de la gestación y no se debe tener en la misma consideración a partir de la semana 14. TRISOMÍA 18 (Síndrome de EDWARDS) a. Alteraciones estructurales que pueden ser detectadas ecográficamente • Anomalías morfológicas de la cabeza: Craneo en fresa, ventriculomegalia, agenesia de cuerpo calloso, quistes de plexos coroideos, complejo Dandy-Walker. • En el segundo trimestre (a partir de la 14 semana): Si la gestante presenta factores de riesgo, se realiza la ecografía genética en la semana 16 en busca de los marcadores ecográficos detallados y se plantea la conveniencia o no de realizar la amniocentesis. Además, sobre en todas las gestantes se realizará la ecografía morfológica del 2º trimestre, preferentemente en la 20ª semana. • Micrognatia. Orejas de implantación baja. Microftalmía. Edema nucal. • Mal posición de dedos con superposición superior (mano trisómica). Mal posición de pies. • Anomalías cardíacas y Hernia diafragmática. • Hidronefrosis, displasias renales. Onfalocele. Atresias digestivas. • Diversas escuelas (Benacerraf, Nicolaides, Fetaltest) han desarrollado su sistema de puntuación (“score”) atendiendo al número de anomalías encontradas y otorgando un coeficiente a cada una de ellas en función de la frecuencia de presentación de ese defecto en sus casos (“Sonograma genético”). Finalmente, se obtiene sumando un determinado nivel de riesgo relativo de presentar una cromosomopatía. • Retraso del crecimiento intrauterino simétrico. Polihidramnios. b. Planteamiento secuencial para el diagnóstico ecográfico Según el mismo esquema secuencial anterior, numerosas malformaciones pueden ser diagnosticadas en la ecografía del primer trimestre. 145 Tema 24:Maqueta Madre 08/02/12 14:18 Página 146 Ecografía de las Anomalias Cromosómicas APORTACION DEL DOPPLER EN EL DIAGNÓSTICO DE LAS CROMOSOMOPATIAS: MONOSOMÍA 45 X0 (Síndrome de TURNER) • Microcefalia. • Higromas quísticos. • Anomalías cardíacas como: Coartación de aorta. • Hidrops. • Rizomelia. • Retraso del crecimiento intrauterino. Sus empleos más comunes según la aplicación técnica son: a. Doppler color • Localización de arterias: Umbilicales, pericallosa, etc. • Estudio de cardiopatías. • Diagnóstico insuficiencia tricúspide. TRIPLOIDÍA • Ventriculomegalia. • Micrognatia. • Defectos cardiacos. • Displasia renal. • CIR severo precoz. • IR arteria umbilical elevado, Anomalías placentarias. b. Doppler pulsado • Impedancia de arterias uterinas. • Hemodinámica del Ductus venoso. • Diagnóstico de insuficiencia tricúspide. • Estudio de cardiopatías. • Medición de frecuencia cardíaca. TRISOMÍA 9 • Microcefalia y ventriculomegalia. • Defecto labio y paladar. • Deformidad de los dedos en flexión. • Defectos cardiacos. • Riñones multiquísticos. Hidronefrosis. • CIR. CROSOMOPATÍAS RARAS CON HALLAZGOS ECOGRÁFICOS No se han descrito malformaciones específicas para cada tipo de anomalía cromosómica. El consejo es realizar la ecografía morfológica con un planteamiento amplio en la búsqueda de hallazgos ecográficos que discrepen del esquema ecográfico de la normalidad, como estructuras o colecciones líquidas inusuales, medidas que no se correlacionan las tablas, incluso comportamientos fetales inusuales o atendiendo a un perfil biofísico ecográfico alterado. BIBLIOGRAFÍA 1. Nicolaides K. Nuchal translucency and other first-trimester sonographic markers of chromosomal abnormalities, Am J Obst Gynecol. 2004;191:45-67. 3 Nicolaides . K. The 11-14 weeks scan. Disponible en : http://www.fetalmedicine.cl.2004. 4. Bromley B, Lieberman E, Shipp T, Benacerraf B. The genetic sonogram . A method of risk assessment for Down syndrome in the second trimester. J Ultrasound of Medicine. 2002;21:1087-96. 2. Cicero S, Sacchini C, Rembouskos G, Nicolaides K. Sonographic Markers of Fetal Aneuploidy A Review. Placenta. 2003;24:S88-98. 146 Tema 25:Maqueta Madre 08/02/12 14:19 Página 147 TEMA 25 Pruebas Invasivas en el Diagnóstico Ecográfico Obstétrico • J. PLAZA ARRANZ INTRODUCCIÓN Las Pruebas Invasivas en el Diagnóstico Ecográfico Obstétrico son la amioccentesis, la biopsia coral y la funiculocentesis, que se describen a continuación. AMNIOCENTESIS La amniocentesis (AC) consiste en la aspiración de una pequeña cantidad de líquido amniótico mediante la punción transabdominal del amnios bajo control ecográfico. INDICACIONES Figura 1. Imagen ecográfica de la aguja de amniocentesis introducida en la cavidad amniótica Es la técnica más empleada en el diagnóstico prenatal y en general para estudio citogenética. También se emplea para el diagnóstico de infecciones, defectos del tubo neural o trastornos metabólicos. Se suele realizar habitualmente a inicios del segundo trimestre (a partir de las 14 semanas), generalmente entre la 15 y 16 semanas de gestación. Se utiliza también con fines terapéuticos aplicando drenajes del líquido amniótico en determinados casos de polihidramnios. Por debajo de las 14 semanas la AC se denomina “precoz”, y actualmente no se considera como alternativa a la biopsia corial, pues presenta una mayor tasa de pérdidas fetales y de fracasos en los cultivos celulares. PROCEDIMIENTO Inicialmente se realiza la ecografía, evaluando la vitalidad fetal, edad gestacional, número de fetos, localización placentaria, y presencia de hallazgos que pudieran influir en la realización del proceso. La técnica se realiza con medidas de asepsia y control ecográfico continuo (Figura 1). Se utiliza una aguja de calibre 20-22G (Figura 2), según los centros. Suele practicarse según la técnica de manos libres, en la que la aguja se sostiene y dirige con la mano. No Figura 2. Aguja de amniocentesis de 22G es preciso evitar el paso transplacentario, aunque conviene intentar no puncionar los miomas o zonas de evidente dilatación vascular materna que pudieran originar hematomas. Algunas escuelas conectan un catéter de conexión entre la aguja y la jeringa de aspiración evitando movimientos involuntarios del explorador que pueden ocasionar molestias maternas o daño fetal, pero puede tener el inconveniente de obtener un menor número de amniocitos (que se adhieran al catéter). Tras la retirada de la aguja se confirma la vitalidad fetal y se recomiendan 24-48 147 Tema 25:Maqueta Madre 08/02/12 14:19 Página 148 Pruebas Invasivas en el Diagnóstico Ecográfico Obstétrico BIOPSIA CORIAL (BC) horas de reposo domiciliario. No se emplea anestesia local ni profilaxis antibiótica de forma rutinaria. Si la paciente es Rh Negativo, se administrará una inmunoglubina Anti-D 1500 U.I. ( 300 mcgr) i.m. La biopsia corial (BC) consiste en un procedimiento diagnóstico que se basa en la obtención de material trofoblástico o placentario mediante aspiración o pinza, por via transcervical o transabdominal. Aunque preferentemente se realiza en el primer trimestre, se puede realizar también en el segundo o tercer trimestre de gestación. Ofrece la gran ventaja de la precocidad en diagnóstico prenatal respecto a la amniocentesis, sobre todo cuando se realiza tras el diagnóstico de marcadores ecográficos del primer trimestre y/o la obtención de un índice de riesgo en el 1º trimestre elevado en el cribado. COMPLICACIONES Las complicaciones más frecuentes de la amniocentesis son: • Rotura de membranas: Es la complicación más frecuente (1-2%). Suelen evolucionar favorablemente y tienen buen pronóstico manteniendo reposo relativo varias semanas. • Membrana en tienda de campaña: Hace referencia a la separación de la membrana corioamniotica de la pared uterina durante la inserción de la aguja sin perforarla. No suele derivar en despegamiento subamniótico. TÉCNICA Se realiza entre las 10-13 semanas. El corion frondoso se localiza fácilmente por ecografía como una zona hiperecogénica homogénea. Además, el amnios y el corion todavía no se han fusionado, por consiguiente se reduce el riesgo de rotura del amnios durante el procedimiento. Deben evitarse las biopsias antes de las 10 semanas por el mayor riesgo de anomalías fetales y el mayor riesgo de pérdida espontánea de la gestación. La BC se puede realizar tanto por vía transabdominal (TA) como transcervical (TC), siendo ambas seguras y eficaces. Para la vía transcervical la paciente tiene que estar con la vejiga llena, se coloca en posición litotomía, se inserta el espéculo y se limpian la vagina y el cervix con solución antiséptica, a continuación se introduce un catéter de aspiración o una pinza de biopsia (Figura 3) que bajo control ecográfico (Figura 4) se dirige hasta el corion frondoso donde se obtiene la muestra. Para la vía transabdominal, utilizamos una única aguja de punción de calibre 20G y 9 cm de longitud. La luz de la misma se baña con heparina para reducir el riesgo de formación de coágulos que dificulten la aspiración. Se dirige ecográficamente hasta el corion frondoso, tras ello se retira el mandril y se coloca el catéter que conecta la aguja con una jeringa de aspiración de 20 ml. Suele ser suficiente 4-5 pases de la aguja en el espesor placentario manteniendo el vacío de forma continua para obtener una muestra adecuada. Una vez obtenida la muestra, ésta se limpia de posibles contaminaciones de decidua materna y se procesa para estudio. Se recomienda 24-48 horas de reposo domiciliario antes de emprender una actividad normal. • Necesidad de realizar inserciones múltiples de la aguja: Incrementan el riesgo de pérdida fetal. • Punciones hemáticas: La contaminación materna (84% de los casos) es más frecuente que la fetal. • Hematoma retrocorial y subamniótico. • Pérdidas fetales: Su tasa es inferior al 1%. • Lesiones fetales: Son mucho menos frecuentes cuando la punción se realiza con control ecográfico continuo. El espectro de lesiones varía desde orificios cutáneos hasta muertes por exanguinación. Lo más frecuente es la punción de la piel fetal que debe sospecharse cuando la forma de la lesión se asemeja al trayecto de la aguja o se observe una cicatriz deprimida puntiforme. En la mayoría de los casos no deja señal. No se han observado alteraciones fetales a largo plazo. AMNIOCENTESIS EN LA GESTACIÓN MÚLTIPLE En las gestaciones gemelares bicoriales, para asegurarse que cada líquido procede de cada cavidad amniótica, en condiciones habituales, es suficiente la adecuada visualización de la membrana interamniótica y el control ecográfico de la aguja. En general, se suele optar por dos inserciones, una para cada bolsa, aunque se han descrito buenos resultados con una sola inserción y tras aspirar el primer saco, colocar de nuevo el mandril de la aguja y atravesar la membrana interamniótica aspirar el segundo saco. En las gestaciones monocoriales solo es preciso obtener líquido de un saco. 148 Tema 25:Maqueta Madre 08/02/12 14:19 Página 149 25 TEMA • Pérdida gestacional: La tasa de pérdida gestacional postbiopsia en el periodo reciente no debe superar el 1% en manos expertas. Esta tasa es similar a la estimada en pacientes de las mismas características a las que no se les realiza BC. Las tasas de pérdidas fetales parecen similares en BC transabdominal y transcervical, cuando los exploradores poseen experiencia en ambas técnicas. Biopsia corial en gestaciones gemelares Figura 3. Detalle de la pinza de biopsia corial transcervical Se trata de un método seguro y eficaz de diagnóstico, aunque exige una mayor experiencia técnica. Es imprescindible que la inserción del instrumento dentro del corion frondoso sea certera, por lo que en casos de corion fusionados se tomarán muestras cerca de los lugares de inserción de los cordones. En casos de dudas es mejor desistir y realizar una amniocentesis. La contaminación entre gemelos se puede producir en algunos casos. La determinación de alelos en el laboratorio de genética, permite su determinación. Las tasas de pérdidas fetales en gemelos con BC son similares a amniocentesis; sin embargo, cuando los resultados son discordantes la tasa de complicaciones y pérdidas fetales se reduce cuando la finalización selectiva se realiza antes de las 16 semanas de gestación. Figura 4. Imagen ecográfica de la biopsia corial transcervical FUNICULOCENTESIS Inicialmente las indicaciones más frecuentes de la funiculocentesis fueron el cariotipo rápido (40%), la isoinmunización Rh (8%) y el hidrops fetal no inmune. En los últimos años el advenimiento de métodos nuevos de citogenética y biología molecular, ha restringido las indicaciones para la funiculocentesis. COMPLICACIONES Las complicaciones más frecuentes de la biopsia corial son: • Sangrado: El sangrado vaginal es relativamente frecuente en la biopsia transcervical aunque de escasa cuantía y se autolimita con reposo. Se muestra como hematoma subcoriónico. TÉCNICA El material y procedimiento es similar al descrito para la amniocentesis. La aguja utilizada es de 22G, y 9 cm de longitud (similar a la aguja espinal). Se ha de identificar con claridad el lugar de la inserción placentaria del cordón o un segmento fijo del mismo, ya que éste, en general, va a constituir el lugar diana del procedimiento, aunque en ocasiones se punciona cordón libre. No utilizamos medicaciones previas ni anestésicos locales. Una vez la aguja entra en el vaso (vena) del cordón se retira el mandril de la aguja y se conecta el catéter, a través del cual y mediante una jeringa de 2 ml se aspira la sangre necesaria para el estudio que se introducirá de forma inmediata en los tubos adecuados para su análisis. En general, suelen ser suficientes 2-3 ml de sangre. • Infección: El riesgo es bajo. Se estima que en BC transcervical únicamente en un 0,3% de casos la infección es la causa del aborto. • Rotura de membranas: Es una complicación muy rara en la BC. Se admite una incidencia aproximada del 0,3%, pudiendo en ocasiones producirse en un plazo que oscila de días a semanas tras la BC. • Isoinmunización Rh: Aunque el sangrado fetomaterno tras BC es mínimo, se puede producir una sensibilización materna, por lo que debe administrarse una inmunoglobulina Anti-D cuando esté indicada. 149 Tema 25:Maqueta Madre 08/02/12 14:19 Página 150 Pruebas Invasivas en el Diagnóstico Ecográfico Obstétrico • Bradicardia La bradicardia fetal transitoria se presenta en 3-12% de los casos. La mayoría de las veces es un fenómeno autolimitado que se debe a una reacción vasomotora secundaria. La punción intrahepática de la vena umbilical y la cardiocentesis se consideran como “técnicas de último recurso”, que sólo se utilizan de forma excepcional por comportar mayor riesgo fetal. Para confirmar la pureza de la sangre se suele utilizar el volumen corpuscular medio (VCM) de los eritrocitos fetales, que son mayores que los maternos. También se puede utilizar el test de Kleihäuer-Betke. • Hemorragia fetomaterna No se ha encontrado relación entre el grado de hemorragia fetomaterna, edad gestacional y tipo de procedimiento. COMPLICACIONES Las complicaciones más frecuentes de la funiculocentesis son: INDICACIONES Las indicaciones más frecuentes para la realización de una funiculocentesis son: • Pérdida fetal La tasa de pérdidas fetales globales antes de la 28 semanas es del 1,4%, junto con otro 1,4% adicional después de las 28 semanas. Los factores de riesgo más importantes asociados al procedimiento son: a. Estudio Citogenético - Cuando se diagnostican mosaicos de la placenta por BC. - En determinados casos de fracaso en la obtención del cariotipo por BC o AC. - La indicación del procedimiento. - La experiencia del explorador. - La técnica empleada (riesgo de la porción intrahepática de la vena umbilical y de la cardiocentesis del 6,2% y 5,4%, respectivamente). - Edad gestacional en el momento del procedimiento. El manejo de un feto con una anomalía estructural en una edad gestacional límite para la finalización legal, en la actualidad se obtiene por biopsia corial o amniocentesis. b. Infecciones En la actualidad, las técnicas por PCR en líquido amniótico por fiabilidad y rapidez, han reemplazado a la sangre fetal en el diagnóstico de infecciones como la toxoplasmosis, citomegalovirus, parvovirus y rubeola. • Hemorragia Puede ocurrir en el lugar de punción. Sucede en el 40% de los casos y se suele autolimitar en pocos segundos, aunque las punciones de la arteria umbilical suelen asociarse a sangrados de mayor duración. El recuento plaquetario fetal no aparece determinar la gravedad del sangrado. c. Terapia fetal El acceso a la circulación fetal ofrece la posibilidad de introducir agentes biológicos (transfusiones) o farmacológicos para propósitos terapéuticos. La anemia debida a isoinmunización es la indicación más frecuente. • Hematomas de cordón Su manejo es expectante en ausencia de distrés fetal. BIBLIOGRAFÍA 1. Alfirevic Z, Sundberg K, Brigham S. Anmiocentesis and chorionic villus sampling for prenetal diagnosis. Cochrane Database Syst Rev.2003;(3): CD003252. 3. Brambati B, Tercian E, Tognom G. Randomized clinical trial of transabdominal versus transcervical chorionic villus sampling methods. Prenat Diagn. 1991;11:285-93. 2. Firth HV, Boyd PA, Chamberlaim P. Et al. Limb abnormalities and chorionic villus sampling. Lancet. 1990;337:762-3. 4. Canadian Collaborative CVS Anmiocentesis Trial Group: Multicenter Randomized Clinical Trial of Chorionic Villus Sampling and Anmiocentesis. Lancet. 1989;1:1. 150 Tema 26:Maqueta Madre 08/02/12 14:23 Página 151 TEMA 26 Estudio Ecográfico del Crecimiento Fetal y su Patología • D. ESCRIBANO ABAD, J. ARBUÉS GABARRE, A. GALINDO IZQUIERDO BIOMETRÍA FETAL. UTILIDAD a. Saco gestacional. Es visible desde la semana 5, ó antes mediante ecografía transvaginal o tridimensional. Debe ser medido sin incluir la reacción decidual. En la actualidad el único procedimiento recomendable para el estudio de la biometría fetal intra-útero es la ecografía. Su estudio permite, entre otros aspectos: b. Vesícula vitelina es la primera estructura visible en el interior del saco. Ha de ser visible en sacos de 6 mm y junto con el embrión en los sacos de 9 mm. Determinación de la edad gestacional (EG) Su cálculo basado en la fecha de la concepción solo es posible en determinadas circunstancias (conocimiento de la fecha de la ultima regla, ciclos regulares,…), lo cual no sucede en el 25-40% de los casos. Su estimación por ecografía puede realizarse midiendo cualquier variable que se modifique con la EG. Para ello existen múltiples tablas diseñadas a partir de diferentes parámetros biométricos. En ellas la variable independiente es la biometría y la dependiente la EG. Las más utilizadas son las publicadas por Altman y Chitty (1). Estudio del crecimiento fetal El crecimiento es un concepto dinámico cuya evaluación requiere una valoración biométrica seriada. Precisa del conocimiento fiable de la EG, establecida en la primera exploración ecográfica. En este caso las tablas usadas utilizan la EG como variable independiente siendo el tamaño fetal la dependiente. c. Longitud cráneo-raquis (CRL) del embrión, visible desde la semana 6. No debe incluir la vesícula vitelina. La ecografía 3D ha permitido el cálculo de volúmenes del saco gestacional, fetal y plancentario que pueden ser útiles como marcadores de mala evolución o de aneuploidía, aunque no parecen útiles en el cribado primario (3). BIOMETRIA FETAL SEGMENTARIA Las primeras mediciones de algunos segmentos corporales que intentaban precisar las dimensiones globales fetales son un método eficiente para el estudio del crecimiento (Tabla 1). Cabeza Descartar la presencia de malformaciones Tórax Por la alteración biométrica de estructuras cuyo tamaño varía con la EG, o por el hallazgo de alguna alteración anatómica en el plano estandarizado para la medición de las estructuras fetales. La determinación de la biometría fetal requiere una experiencia suficiente pues los errores metodológicos pueden llevar a conclusiones erróneas con importantes consecuencias para la gestación. Abdomen Esqueleto Otras BIOMETRÍA DEL PRIMER TRIMESTRE - DBP - DFO - CC Diámetro torácico transvero y anteroposterior - DAAP, DAT - CA - Área abdominal - LF - Longitud radio, cúbito, peroné, tibia, húmero, clavícula - Diámetros orbitarios - Longitud del pie Tabla 1. Biometría fetal segmentaria: parámetros más comúnmente utilizados La biometría hasta la semana 14 se sigue considerando el procedimiento más exacto para el cálculo de la EG (2). Además del crecimiento uterino pueden valorarse otros parámetros, tales como: DBP: DIÁMETRO BIPARIETAL; DFO: DIÁMETRO FRONTO-OCCIPITAL; DAAP: DIÁMETRO ABDOMINAL ANTERO-POSTERIOR; DAT: DIÁMETRO ABDOMINAL TRANSVERSO; CA: CIRCUNFERENCIA ABDOMINAL; LF: LONGITUD DEL FÉMUR; CC: CIRCUNFERENCIA CEFÁLICA 151 Tema 26:Maqueta Madre 08/02/12 14:23 Página 152 Estudio Ecográfico del Crecimiento Fetal y su Patología Cefalometría Debe recordarse que en las presentaciones podálicas es frecuente la dolicocefalia. Permite calcular la EG, predecir el peso fetal, y evaluar el crecimiento. El diámetro fronto-occipital (DFO) se mide en el mismo corte que el DBP. Su crecimiento es lineal hasta la semana 28. El índice cefalométrico (DBP/DFO x100) permite valorar la morfología cefálica (braquicefalia > 86%, dolicocefalia < 70%). El perímetro y el área cefálica pueden calcularse a partir del DBP y DFO, si bien los ecógrafos actuales disponen de un curvímetro que permite la medida automática. La curva ha de seguir el contorneo óseo externo en el corte del DBP. Su crecimiento es similar al del DBP. Permite calcular la EG con mayor exactitud que el DBP. Existen varios parámetros para su valoración. El más utilizado es el diámetro biparietal (DBP), para el que se han publicado multitud de tablas. Ha de medirse en un corte axial simétrico en el que se visualice la cisura interhemisférica, cavum del septum pellucidum, tálamos y astas frontales de los ventrículos laterales (Figura 1). Los calipers se sitúan desde la tabla externa del parietal anterior a la interna del posterior. Puede evaluarse desde la semana 12 y presenta un crecimiento lineal hasta la semana 30 disminuyendo hasta el término. Las tablas usadas han de adaptarse a la población. El DBP constituye el parámetro biométrico más fiable en el II trimestre (4). Figura 1. Corte ecográfico para la cefalometría (diámetro biparietal, perímetro y área cefálica) Toracometría Su medición es poco fiable por los movimientos respiratorios, la morfología en forma de cono y asimetría. Los diámetros torácico transverso y antero-posterior se miden en el corte de 4 cámaras cardiácas situando los calipers de exterior a exterior. Su crecimiento es lineal. Algunos estudios valoran el perímetro y área torácica como predictores de hipoplasia pulmonar (valores < 75% de lo esperado) (5). los calipers de exterior a exterior (Figura 2). Los diámetros más utilizados son el antero-posterior (DAAP) y el transverso (DAT), habitualmente más pequeño. La circunferencia y el área abdominal se miden por curvimetría y su crecimiento es lineal hasta la semana 36. Su medición es muy fiable con buena correlación con las medidas neonatales (6). Biometría esquelética Abdominometría Su valoración es sencilla por la forma cilíndrica y simétrica del abdomen, y resulta muy útil en la valoración del crecimiento fetal al incluir el hígado, órgano principalmente afectado en situación de hiponutrición. La medición se realiza en un corte axial que incluya estómago, ductus venoso y la porción más dorsal de la vena umbilical, donde los diámetros son mayores con Existen tablas de normalidad para los distintos huesos largos. Permiten valorar las displasias esqueléticas. La longitud del fémur (LF) es la de más fácil identificación (morfología en palo de golf). Debe medirse la diáfisis, sin incluir el cartílago epifisario (Figura 3). Puede medirse desde la semana 10 y tiene un crecimiento lineal. Es útil para determinar la EG y crecimiento. 152 Tema 26:Maqueta Madre 08/02/12 14:23 Página 153 TEMA 26 Figura 2. Corte ecográfico para la abdominometría (diámetros abdominales, perímetro y área abdominal) Figura 3. Corte ecográfico para la medida de la longitud del fémur. Existen tablas de crecimiento para radio y cúbito (algo más grande y caudal), así como para peroné y tibia (más corta, gruesa y proximal) y para húmero que al igual que el LF es útil en el cribado de aneuploidías. La longitud de la clavícula se ha propuesto para el cálculo de la EG y sospecha de displasias óseas. volúmenes de los distintos órganos, valorables gracias al uso cada vez mayor de la ecografía 3D mediante el programa VOCAL (Volumen Calculation Virtual Organ Computed-Aided anaLysis) (7). Índices biométricos Las relaciones entre las distintas estructuras en forma de índices permiten una mejor aproximación al crecimiento fetal o a la patología de las mismas. Existen muchos descritos con tablas de normalidad publicadas. Otras medidas Los diámetros orbitarios se miden desplazando caudalmente el corte de medición del DBP. Permiten el diagnóstico del hiper e hipotelorismo. El pie ha de medirse en extensión desde el talón al 1º dedo (se altera poco en el CIR). ESTIMACIÓN DEL PESO FETAL Actualmente se utilizan métodos multiparamétricos que valoran distintas estructuras fetales para estimar el peso fetal. La informática ha contribuido a facilitar dichos cálculos. Los más utilizados son los de Shephard y Hadlock (8). A pesar de las múltiples formulas descritas, la predicción sigue siendo poco exacta, especialmente en pesos extremos (sobreesti- Órganos fetales Existen multitud de tablas de normalidad de los distintos órganos fetales cuya valoración resulta de gran utilidad en el estudio y monitorización de las diferentes patologías. Asimismo existen tablas de 153 Tema 26:Maqueta Madre 08/02/12 14:23 Página 154 Estudio Ecográfico del Crecimiento Fetal y su Patología mación en fetos pequeños, infraestimación en macrosomía). El error medio se sitúa alrededor de un 10-15%. La introducción de la ecografía 3D ha permitido una mayor precisión en la estimación del peso fetal mediante nuevas formulas que incluyen volúmenes de brazo y muslo fetal. En el retraso del crecimiento existen 3 términos distintos, con distinta implicación (Tabla 2): a. Bajo peso al nacimiento : si éste se encuentra por debajo de < 2500g. b. Feto pequeño para la edad gestacional (PEG), que incluye a aquellos fetos por debajo de los limites de confianza para una curva de crecimiento, habitualmente por debajo del p10. Algunos autores lo sitúan en el p5, p3 o hablan de -2DS o ausencia de crecimiento del perímetro abdominal en exploraciones seriadas. ALTERACIONES DEL CRECIMIENTO FETAL Las alteraciones del crecimiento fetal son un aspecto importante en la obstetricia actual ya que el peso al nacimiento es uno de los parámetros pronósticos de mayor importancia. Dichas alteraciones pueden producirse por un crecimiento por debajo o por encima de lo normal (Tabla 2). c. Crecimiento intrauterino retardado (CIR), relacionado con cualquier proceso capaz de limitar el potencial intrínseco de crecimiento fetal. Es importante diferenciarlo del PEG, ya que puede existir fetos con peso por debajo del p5-10 sin CIR y existen CIR no considerados PEG al nacimiento. El CIR tiene mayor riesgo de muerte, parto prematuro, sepsis y hospitalización prolongada. Se considera feto adecuado para la edad gestacional aquel que su peso estimado (PFE) se encuentra entre los percentiles 10 y 90. Se habla de feto grande para la edad gestacional cuando el PFE se encuentra por encima del p90. La macrosomía neonatal se define por un peso superior a 4500 g. Su diagnóstico es difícil por la poca precisión de las estimaciones de peso en los valores extremos. Un 90% de los mismos no va a presentar complicaciones y la prevención de la morbimortalidad asociada puede suponer un aumento no justificado de la tasa de cesáreas. La utilización del índice ponderal fetal que relaciona el peso con la talla fetal, permite identificar 2 tipos distintos de CIR (9): Feto adecuado para EG PFE P10-P90 Feto grande para EG PFE >P90 Macrosomía neonatal: > 4500 g Bajo peso al nacimiento Peso al nacer < 2500 g PEG PFE < P3-5-10, -2DS o ausencia de crecimiento de CA en exploraciones seriadas CIR Velocidad de crecimiento aplanada Cambios hemodinámicos Tipo I, simétrico, precoz Reducción de peso y talla Noxa en <16SG Asociación a aneuploidías, síndromes genéticos y fármacos Tipo II, asimétrico, tardío Reducción de peso (CA) Noxa tardía. Tabla 2. Terminología en las alteraciones del crecimiento fetal EG: EDAD GESTACIONAL; PFE: PESO FETAL ESTIMADO; PEG: PEQUEÑO PARA EDAD GESTACIONAL; CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO; CA: CIRCUNFERENCIA ABDOMINAL 154 Tema 26:Maqueta Madre 08/02/12 14:23 Página 155 TEMA • CIR tipo I, simétrico o precoz, con reducción equivalente de peso y talla, en los que la noxa actúa antes de la semana 16 y que afecta por igual a todos los órganos. Su pronóstico es grave por interferir con el desarrollo normal. Está relacionado con aneuploidías, síndromes genéticos y fármacos. 26 no existe un adecuado aumento del flujo sanguíneo y se produce así una reducción del aporte de oxigeno y nutrientes al feto. Los principales factores de riesgo son los antecedentes de CIR, las enfermedades autoinmunes, la HTA y los hábitos tóxicos (10). El diagnostico de CIR se basa en el cálculo de la EG y el tamaño fetal existiendo una discordancia entre ambos. Su valoración seriada permite establecer el diagnóstico así como determinar su ritmo de progresión y a veces determinar su etiología. Cálculos sucesivos bisemanales permiten distinguir varios patrones: • Velocidad de crecimiento paralela, pero por debajo del p10, suele ser PEG. No suele haber signos fetales de afectación. • CIR tipo II, asimétrico o tardío, con índice afectado por reducción de peso. La noxa actúa más tardíamente. Existe afectación predominante de la biometría abdominal y habitualmente secundario a una insuficiencia útero-placentaria. A la hora de diagnosticar el CIR es por tanto importante hablar de interferencia en el potencial de crecimiento considerando éste como algo dinámico y siendo por tanto necesario determinar el ritmo de crecimiento individual de cada feto. • Velocidad aplanada, con progresivo alejamiento del patrón normal, suelen ser CIR que suelen presentar cambios hemodinámicos funcionales que han de monitorizarse. El CIR tipo II supone el 80% de los casos. Aquí el proceso de invasión trofoblastica esta alterado, con resistencias uterinas que no disminuyen de modo que BIBLIOGRAFÍA 1. Altman DG, Chitty LS. New charts for ultrasound dating of pregnancy. Ultrasound Obstet Gynecol 1997;10:174-191. 6. Deter RL, Harrist RB, Hadlock FP, Carpenter RJ. Fetal head and abdominal circumference evaluation of measurements errors. J Clin Ultrasound 1982;10:357-363. 2. Wisser J, Dirscheld P. Estimation of gestational age by transvaginal sonographic measurement of greatest embryonic length in dated human embryos. Ultrasound Obstet Gynecol 1994;4:457-462. 7. Cavero A, Mercé LT. Biometría fetal 3D y su aplicación al diagnóstico de la restricción del crecimiento fetal en Mercé LT, ed. Ecografía total en obstetricia y ginecología. Ecografía y angiografía Doppler tridimensional. Madrid: Marban, 2009;162-177. 3. Falcon O, Peralta CF, Cavoretto P, Auer M, Nicolaides KH. 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Posteriormente entre las semanas 16 y 20 se produce una segunda oleada donde son invadidas también las porciones intramiometriales de dichas arterias y la porción más distal de las radiales. Esta invasión produce una desintegración de los elementos músculo-elásticos de la pared vascular, transformándose en vasos de baja resistencia y alto flujo (1). En varias situaciones patológicas (preeclampsia, HTA, diabetes, CIR) se produce una disminución del flujo sanguineo al espacio intervelloso bien por una aterosis aguda, una arterioescleois hiperplásica, un fallo en la segunda oleada de invasión trofoblástica o una combinación de ellas. Esta es la base del estudio Doppler de la onda de flujo en las arterias uterinas. La vascularización puede estudiarse en todo el territorio, pero debido al pequeño tamaño de las arterias radiales y espirales, el registro se limita a las arterias uterinas y excepcionalmente de las arcuatas. La valoración puede realizarse de modo cualitativo evaluando la existencia de una escotadura protodiastólica (Notch) o bien cuantitativamente mediante diversos índices: índice de resistencia o de Pourcelot (IR=S-D/S), índice S/D o de Stuart, índice D/Sx100 y el índice de pulsatilidad (IP=S-D/Vm), especialmente útil pues permite el cálculo de valores aunque la telediástole sea ausente o negativa (Tabla 1). En general, se recomienda realizar una valoración cuantitativa de la arteria uterina mediante el Indice de Pulsatilidad. Para conseguir una correcta medición de la onda de las arterias uterinas, hay que tener en cuenta que éstas se localizan mediante sonda transvaginal en el primer trimestre a la altura del orificio cervical interno (OCI) ascendiendo a los lados del útero y mediante sonda transabdominal a partir de la semana 12. En éste último caso se coloca la sonda 2-3 cm medial a la espina iliaca y se identifica el cruce con los vasos iliacos, ayudándonos del Doppler color. Tras amplificar la imagen se colocará el volumen de muestra con un ángulo de insonación < 30o. La onda de velocidad de flujo (OVF) de la arteria uterina se caracteriza por una baja pulsatilidad y elevada frecuencia diastólica. Su morfología varía durante el ciclo menstrual y a lo largo del embarazo. Durante el I trimestre se observa un flujo telediastólico evidente, pudiendo observarse Notch de manera fisiológica. En el II trimestre las resistencias bajan persistiendo el Notch hasta la semana 18-20 y desapareciendo en condiciones normales entre la 20-24. Existen diversas curvas de normalidad, considerándose patológico y por tanto con riesgo de desarrollo de preeclapsia o CIR precoz cuando el IP medio de las AUt se sitúa por encima del p95 ó el Notch persiste más allá de la semana 24-26 (2). El Doppler de la circulación intervellosa muestra un patrón fundamentalmente venoso continuo de baja velocidad que aumenta con la edad gestacional (EG). La ecografía 3D ha permitido el desarrollo de nuevos índices mediante el uso de angio-Doppler de la circulación útero-placentaria e intervellosa (índice de vascularización, de flujo y de vascularización-flujo) mediante valoración de toda la superficie placentaria o mediante la técnica de biopsia con el programa VOCAL que están demostrando ser útil en el estudio de la patología de la gestación precoz (3). 156 Tema 27:Maqueta Madre 08/02/12 14:25 Página 157 TEMA 27 Vaso Técnica de medición Utilidad A. Uterina Sonda a 2-3 cm medial a espina ilíaca, identificar cruce con v. Ilíacos, ángulo < 30o Notch fisiológico en I trimestre Patológico si IPmedio > P95 o notch persistente > 24-26 SG Riesgo de desarrollo de preeclampsia o CIR precoz A. umbilical Asa libre, Doppler color, ángulo < 30o Patológico si IP > p95. En CIR ACM Doppler en polígono de Willis, área ACM ocupa > 50% pantalla, muestra a 2 mm del origen, ángulo < 15o En CIR: disminuye IP Estudio anemia fetal: velocidad pico sistólico Tabla 1. Estudio de la circulación arterial útero-placentaria y feto-placentaria más comúnmente utilizadas en la práctica clínica IPMEDIO: ÍNDICE DE PULSATILIDAD MEDIO; IR: ÍNDICE DE RESISTENCIA; CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO; ACM: ARTERIA CEREBRAL MEDIA ESTUDIO DOPPLER DE LA CIRCULACIÓN FETO-PLACENTARIA El estudio Doppler de la arteria umbilical (AU) es sin duda la que con más precocidad y frecuencia se ha usado en obstetricia. Un flujo adecuado en los vasos umbilicales es esencial para asegurar la nutrición y oxigenación del feto y, por tanto, su cuantificación permite estudiar la eficacia circulatoria y en general la condición fetal. Se ha comprobado que las resistencias de la vascularización umbilico-placentaria terminal descienden partir de la semana 16 por un aumento y expansión de la red vellositaria y los espacios intervellosos. La OVF posee una morfología bifásica con un componente sistólico (pico) y otro diastólico (valle). La fase acelerativa sistólica depende de la capacidad contráctil cardiaca y la desacelerativa de la compliance del vaso. La diástole, y especialmente su punto más bajo, la telediástole, es reflejo de las resistencias periféricas. La OVF puede valorarse cualitativamente por la existencia de flujo telediastólico, o la existencia de un flujo ausente e incluso revertido (Figura 1). También mediante índices de resistencia ya descritos que reflejan la dificultad que ofrece la placenta al avance de la sangre a través de la AU. Estas resistencias, mayores que las del sector materno, disminuyen con la EG. La medición ha de realizarse en un asa libre siendo útil el Doppler color para su identificación. Puede medirse en cualquier punto, pues, aunque las resistencias aumentan a medida que nos acercamos a la inserción placentaria, las diferencias no son significativas. El ángulo de insonación ha de ser lo más próximo a 0o (siempre <30o). Existen tablas de normalidad, considerando patológicos valores de índices de resistencia por encima del p95 (4). Estos hallazgos suelen encontrarse en situaciones de CIR. 157 Figura 1. Espectro Doppler de la arteria umbilical ESTUDIO DOPPLER DE LA CIRCULACIÓN ARTERIAL FETAL Aorta descendente (Ao) La OVF de la aorta descendente ha de estudiarse inmediatamente por debajo del ductus arterioso y siempre por encima del diafragma, con un ángulo de insonación lo más próximo a 0o (siempre < 45o). Sería importante estandarizar un punto de registro pues las características se modifican a medida que el segmento se aleja del corazón. La morfología de la OVF es bifásica pudiendo observarse una incisura protodiastólica como consecuencia del cierre valvular. Pueden medirse índices de resistencia así como la velocidad sistólica máxima y media, la cual aumenta hasta la semana 32 como consecuencia del aumento del calibre del vaso, estabilizándose hasta término (5). El IP se mantiene relativamente constante. Tema 27:Maqueta Madre 08/02/12 14:25 Página 158 Doppler Ecográfico Obstétrico Arteria cerebral media (ACM) El estudio de la circulación cerebral puede realizarse en la carótida primitiva, la común y las tres arterias cerebrales (anterior, media y posterior). La que más rentabilidad ofrece es la cerebral media por su fácil reconocimiento y obtención de la OVF, debido a la posición habitualmente favorable de la cabeza fetal. Para su registro ha de localizarse el polígono de Willis mediante Doppler color desplazando caudalmente el transductor desde el corte de medida del DBP. El área de la ACM ha de ocupar más del 50% de la pantalla con su trayecto visible en su totalidad. La muestra ha de colocarse a 2 mm de su origen con un ángulo de insonación < 15o. La OVF tiene un patrón bifásico con diástole positiva (Figura 2). Pueden calcularse índices de resistencia y la velocidad sistólica máxima y media, la cual aumenta con la EG mientras que el IP sufre un aumento hasta la semana 20, disminuyendo luego progresivamente. Su utilidad está demostrada en el estudio del CIR, donde puede producirse una disminución de las resistencias como consecuencia de un fenómeno de redistribución para aumentar el flujo cerebral (6). También ha demostrado su utilidad en el estudio de las anemias fetales donde el descenso de viscosidad sanguínea produce una elevación del pico sistólico (7), considerándose patológicos valores por encima de 1,5 MoM. II trimestre. Descenso del IP a partir de la semana 32. Las resistencias aumentan en el CIR por redistribución vascular. b. Arteria Esplénica. Frente al axis celiaco por detrás del estomago. Las resistencias aumentan hasta la semana 32 para luego descender. ESTUDIO DOPPLER DE LA CIRCULACIÓN VENOSA FETAL El retorno de la sangre al corazón se realiza a través de la porción hepática de la vena umbilical (VU), el sistema porta de las venas hepáticas, el ductus venoso (DV) y la vena cava inferior (VCI). El DV se origina en la VU previo a su confluencia con la porta izquierda. Comunica directamente con la VCI antes de su desembocadura en la aurícula derecha (AD) al nivel de las suprahepáticas. Su forma de embudo y su mecanismo esfinteriano le confieren un papel distribuidor de sangre muy oxigenada procedente de la VU al generar un flujo de alta velocidad que no se mezcla con el poco oxigenado de la VCI. Esta sangre atraviesa el foramen oval para llegar a la aurícula izquierda, luego al ventrículo izquierdo y de aquí a través de la aorta irrigará órganos vitales como el miocardio o el territorio cerebral a través de los troncos supraaórticos. Por el contrario, el flujo de la VCI pasará a la AD y al ventrículo derecho sin atravesar el foramen oval. El flujo sanguíneo a través del DV depende de la resistencia vascular hepática, la presión telediástolica en AD y de su propio mecanismo de esfínter. A continuación se sistematiza el estudio de la circulación venosa fetal (Tabla 2). Ductus venoso Figura 2. Espectro Doppler de la arteria cerebral media Otras arterias a. Arteria Renal. A ambos lados de la aorta en el corte coronal del abdomen. Morfología parecida a la Ao con valores telediastólicos bajos durante el 158 Puede identificarse en modo B o mediante Doppler color. El flujo a su través sufre una aceleración mostrando un fenómeno de aliasing que facilita su identificación. La muestra ha de colocarse en su porción de origen con un ángulo de insonación <30o. La morfología de la onda es trifásica con un primer pico correspondiente a la sístole ventricular, un segundo pico asociado con la diástole precoz y una velocidad mínima que coincide con la contracción atrial. El flujo es anterógrado durante todo el ciclo, con baja pulsatilidad y velocidades elevadas (Figura 3). Pueden cuantificarse índices de resistencia (patológicos por encima del p95) o valorarse cualitativamente la presencia de flujo reverso durante la contracción atrial, situación que puede aparecer en el CIR (8). Tema 27:Maqueta Madre 08/02/12 14:26 Página 159 TEMA Vaso Técnica de medición 27 Utilidad Ductus venoso Corte abdominal bajo transveso o sagital, localizar aliasing, ángulo < 30o Patológico si onda a reversa o IP > p95 VCI Corte sagital o coronal, a la dcha, anterior y paralela a Ao, ángulo < 50-60o Patológico si IP > p95 V. umbilical En asa libre o porción intrahepática En III trimestre: pulsaciones graves en fetos comprometidos Tabla 2. Estudio de los vasos de la circulación venosa fetal más comúnmente utilizados en la práctica clínica VCI: VENA CAVA INFERIOR; AO: AORTA; IP: ÍNDICE DE PULSATILIDAD Vena cava inferior Se identifica en un plano sagital o coronal a la derecha y anterior a la aorta discurriendo paralela a ella. El ángulo de insonación debe ser < 50-60o (difícil) y debe registrarse en ausencia de movimientos respiratorios fetales. Presenta un patrón trifásico al igual que el DV, con flujo anterógrado durante la sístole y la protodiástole pudiendo existir flujo revertido durante la contracción atrial que disminuye con la edad gestacional. Las velocidades son más bajas y la pulsatilidad mas elevada que el DV. Es patológico el hallazgo de índices de resistencia por encima del p95. Vena umbilical Fácilmente identificable en modo B pudiendo ayudarse del color y medirse en asa libre o en la porción intrahepática. El flujo es monofásico, anterógrado y con velocidades bajas que aumentan con la edad gestacional. Pueden observarse pulsaciones en el I trimestre en sincronía con la actividad cardiaca fetal que desaparecen en la semana 12. En el III trimestre puede observarse un patrón sinusoidal relacionado con movimientos respiratorios y ha de distinguirse de las pulsaciones graves en fetos comprometidos (9). Figura 3. Espectro Doppler del ductus venoso BIBLIOGRAFÍA 1. 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Se basa en la observación de casos con disminución de los movimientos fetales antes de la muerte intraútero. En condiciones normales, el feto alterna periodos de actividad con otros de actividad cada 20-40 minutos. Aunque existen diversos métodos para su valoración, se recomienda realizar una prueba adicional si se perciben menos de 3 movimientos por hora durante 3 horas consecutivas. Su empleo no parece que disminuya las tasas de mortalidad anteparto (1). REGISTRO CARDIOTOCOGRÁFICO (RCTG) Consiste en el registro simultáneo de la dinámica uterina (DU) y la frecuencia cardiaca fetal (FCF) (2). Existen 2 tipos: Test no estresante (TNS) Valora la FCF sin añadir ningún factor externo salvo la DU espontanea y los movimientos fetales. Se basa en que el feto no acidótico responderá con aceleraciones transitorias a los movimientos fetales. Es sensible pero poco especifico con alta tasa de falsos positivos. Se puede realizar opcionalmente desde la semana 40 en gestaciones normales y aunque no existe evidencia científica que justifique su uso en gestaciones de riesgo, sí se consideran candidatas a control mediante TNS. Puede realizarse asociando estimulación vibroacústica, lo que acorta la duración del TNS y la necesidad de pruebas complementarias. No parece mejorar los resultados. Test estresante o de Pose Estudia la respuesta fetal a la DU generada por una infusión de oxitocina. La estimulación del pezón en la actualidad no parece recomendable. La tasa de falsos negativos es muy baja, pero la de falsos positivos es muy elevada, con mala correlación con resultados perinatales. PERFIL BIOFÍSICO El perfil biofisico fetal (PBF) (3), consiste en el estudio de 5 variables, 4 de ellas ecográficas más un RCTG (Tabla 1). Ha de realizarse solo en pacientes con algún factor de riesgo perinatal y en edad gestacional (EG) de viabilidad fetal. Los parámetros que valora la ecografía son la presencia de movimientos respiratorios (1 episodio de 30 segundos en 30 min), movimientos corporales (3 en 30 min), tono fetal (1 episodio de flexo-extensión de tronco, piernas o manos en 30 min) y el liquido amniótico (diámetro vertical de la bolsa mayor >1 cm). Cada parámetro se puntúa de 0 a 2. Se consideran normales puntuaciones de 8-10, recomendando repetirse en 1 día con puntuaciones de 6-8, finalizar la gestación si <4, e individualizar el caso con valores de 4-6. Los datos actuales no permiten determinar la utilidad del perfil biofísico como prueba del bienestar anteparto. VELOCIMETRÍA DOPPLER La incorporación del Doppler en el control del bienestar fetal se ha llevado a cabo durante los últimos veinte años. Su uso se dirige a 2 áreas, la circulación útero-placentaria (arterias uterinas) y la circulación fetal (arterias y venas fetales). Recientemente se ha 160 Tema 28:Maqueta Madre 08/02/12 14:26 Página 161 28 TEMA introducido como estudio de la función cardiaca del feto comprometido. Las ventajas que presenta frente al RCTG, son el permitir una evaluación con menos variabilidad interobservador, menos subjetividad, más rápida y con más sensibilidad (4). El Doppler en la arteria umbilical permite identificar en población de alto riesgo con sospecha de CIR por debajo de la semana 34, aquellos fetos comprometidos frente a los pequeños para la edad gestacional pero sanos (PEG), y a su vez con el estudio en el territorio cerebral y venoso fetal, establecer la secuencia de cambios adaptativos, que preceden a la alteración de la FCF. DOPPLER en el estudio con sospecha de CIR Recordemos que el CIR es aquel proceso capaz de limitar en vida fetal el potencial de crecimiento fetal. La base fisiopatológica que explica el CIR es una insuficiencia útero-placentaria que conlleva un déficit de aporte de nutrientes y la oxigenación del feto. Esto es debido mayoritariamente a un defecto en la segunda oleada de la invasión trofoblástica que conlleva un defecto en la disminución de las resistencias vasculares sin que exista un incremento adecuado en el flujo sanguíneo. Parámetro Valoración Puntuación Movimientos respiratorios 1 episodio de 30 segundos en 30 min 0-2 Movimientos corporales 3 en 30 min 0-2 Tono fetal 1 episodio de flexo-extensión de tronco, piernas o manos en 30 min 0-2 Liquido amniótico diámetro vertical de la bolsa mayor >1 cm 0-2 Tabla 1. Estudio ecográfico del perfil biofísico fetal. 8-10: Normal; 6-8: Valorar repetir en 24 horas; 4-6: Individualizar < 4: Valorar finalizar la gestación El diagnóstico del CIR requiere de 3 pasos: Los fetos PEG presentarán pesos estimados inferiores a lo esperado, pero con una curva de crecimiento normal, paralela al patrón esperado y suelen acompañarse de índices de líquido amniótico normales sin alteraciones en el estudio Doppler ni el RCTG (Tabla 2). El CIR presentará una curva de crecimiento aplanada y suele asociarse de alteraciones en el estudio Doppler de acuerdo a una secuencia típica de cambios hemodinámicos que consta de 5 fases (Tabla 3): • Datación correcta de la EG. • Estimación del peso fetal por debajo del p10. • Valoración del patrón de crecimiento mediante exploraciones seriadas. PEG CIR PFE Bajo Bajo Curva de crecimiento Normal, paralela a esperada Aplanada LA Normal Puede estar disminuído Estudio doppler Normal Suele estar alterado RCTG Normal Puede estar alterado Tabla 2. Diferencias entre el feto pequeño para edad gestacional (PEG) y el feto con crecimiento intrauterino retardado (CIR) PFE: PESO FETAL ESTIMADO; RCTG: REGISTRO CARDIOTOCOGRÁFICO; LA: LÍQUIDO AMNIÓTICO 161 Tema 28:Maqueta Madre 08/02/12 14:26 Página 162 seguimiento de Gestaciones con Riesgo de Perdida de Bienestar Fetal Integración de la Exploración Eco-Doppler en el Diagnóstico y Seguimiento Etiopatogenia A. umbilical ACM DV RCTG PBF Etapa silente Alt. circ. vellositaria < 50% Normal Normal Normal Normal Normal Reducción aislada del flujo umbilical Alt. circ. vellositaria > 50% Aumento IP Normal Normal Normal Normal Redistiribución circulatoria sin centralización Inicio mecanismos de compensación Aumento IP Vasodilatación subcortical (M2) Aumenta diámetro Normal Normal Flujo sanguíneo a miocardio, cerebro, suprarrenales Si grave: no diástole y flujo reverso Descenso IP: Brain sparing Si grave: flujo reverso Puede alterarse Puede alterarse mov. fetales y l. amniótico Fracaso de compensación Vena umbilical: ondulatoria IP normal o flujo reverso Alteración severa No mov. fetales Centralización del flujo Descentralización Tabla 3. Secuencia de cambios hemodinámicas en el CIR CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO; ACM: ARTERIA CEREBRAL MEDIA; DV: DUCTUS VENOSO; RCTG: REGISTRO CARDIOTOCOGRÁFICO; PBF: PERFIL BIOFÍSICO FETAL, IP: ÍNDICE DE RESISTENCIA Etapa silente a. Incremento del diámetro del ductus. b. Disminución de la precarga ventricular, por disminución del retorno venoso a través de la vena cava inferior (VCI). c.Vasodilatación selectiva del sector subcortical de la ACM (M2), con un aumento del cociente de índices de resistencia con el sector más proximal (M1/M2 >1). Este cerebral sparing effect precede al brain sparing effect (7). Existe un deterioro de la microcirculación vellositaria, afectando a menos del 50% del sistema arteriolar. En este periodo, la onda de velocidad de flujo (OVF) en arteria umbilical (AU) es normal (5), así como en la cerebral media (ACM) y ductus venoso (DV). Asimismo, el RCTG y el PBF son normales. Reducción aislada del flujo umbilical Cuando la microcirculación vellositaria se afecta en más de un 50%, el aumento de resistencias se pone de manifiesto con una alteración en la OVF en la arteria umbilical, mostrando índices de resistencia aumentados, aunque el flujo es anterógrado durante todo el ciclo. El Doppler del resto de vasos fetales es normal aunque algunos autores han observado una disminución del flujo en la vena umbilical como consecuencia de la disminución de masa placentaria (6). En la mayoría de casos la secuencia de deterioro se inicia siempre con alteraciones en la OVF de la AU, pero en un 15-20% de los casos de los CIR de causa placentaria o en aquellos casos de causa no placentaria (anemia, crisis HTA,…) puede alterarse inicialmente la ACM o la aorta. El RCTG y PBF son normales. Centralización del flujo A medida que aumentan las resistencias periféricas disminuye la PO2 en vena umbilical. Esto condiciona una redistribución del flujo sanguíneo fetal para preservar las estructuras más nobles (miocardio, cerebro y suprarrenales) mediante una vasolilatación selectiva de dichos territorios y una vasoconstricción de los no vitales. Esto se traduce en un aumento de las resistencias en la aorta torácica descendente y sus ramas, como la renal y un descenso en la ACM (Figura 1) y carótida común (brain sparing). Algunos autores afirman que es especialmente útil el cociente de resistencias AU/ACM, pudiendo estar alterado con valores individuales normales en ambos vasos (8). Durante esta etapa la AU y el resto de vasos presentan valores positivos durante todo el ciclo. Este fenómeno antecede en cerca de 3 semanas a la falta de variabilidad en el RCTG. Redistribución circulatoria sin centralización Ante el aumento de resistencias periféricas el feto pone en marcha los primeros mecanismos compensatorios hemodinámicos detectables con estudio Doppler: 162 Tema 28:Maqueta Madre 08/02/12 14:27 Página 163 28 TEMA En la fase de centralización terminal se producen alteraciones en la circulación venosa: a. Aumento del flujo reverso en VCI hasta un 30%. b. Reducción de la velocidad atrial pudiendo observarse incluso inversión del flujo en DV (Figura 3). c. Aparición de flujo pulsátil en vena umbilical. d. Deterioro de la función miocárdica (disminución de la fuerza de eyección ventricular). e. Visualización de flujo coronario, signo premortem (Heart sparing effect). Figura 1. Alteraciones en el espectro Doppler de la arteria cerebral media en la secuencia de deterioro del CIR (A) Flujo anterógrado durante todo el ciclo (B) Disminución de resistencias con aumento del flujo telediastólico como consecuencia del proceso de redistribución vascular El punto de inflexión en la descompensación de los mecanismos de defensa puede observarse como una inversión en el flujo telediastólico a nivel del istmo aórtico (9). Cuando la acidosis e hipoxemia progresan, y se afecta más del 80% del sistema arteriolar velloso, se produce una ausencia de diástole en la AU y posteriormente un flujo incipiente retrógrado (Figura 2) con una vasodilatación cerebral máxima mostrando los índices de resistencia más bajos. El RCTG puede afectarse y existir alteraciones en la conduca y motilidad fetal con leve disminución del líquido amniótico en el PBF. Figura 3. Alteraciones en el espectro Doppler del ductus venoso en la secuencia de deterioro del CIR (A) Flujo anterógrado en el ductus venoso (B) Flujo revertido durante la contracción atrial Etapa de descentralización circulatoria Existe un fracaso total de los mecanismos compensatorios vasculares con vasoplejia y aumento de la permeabilidad vascular lo que lleva a: a. Normalización de índices de cerebrales o flujo reverso en ACM. resistencia b. Feto inmóvil premortem y alteración severa del RCTG. Parece que la aparición de los cambios venosos se observan cuando se agotan los mecanismos adaptativos por lo que su aparición es útil para de decidir cuándo finalizar la gestación. A pesar de lo expuesto, hemos de recordar que el orden de aparición de los eventos puede variar de unos fetos a otros, de modo que es recomendable no usar las pruebas de bienestar fetal de manera aislada sino valorarlas de forma conjunta y siempre contemplando la EG para tomar una actitud intervencionista. Figura 2. Alteraciones en el espectro Doppler de la arteria umbilical en la secuencia de deterioro del CIR (A) Flujo anterógrado durante todo el ciclo (B) Flujo telediastólico ausente (C) Flujo telediastólico revertido 163 Tema 28:Maqueta Madre 08/02/12 14:27 Página 164 seguimiento de Gestaciones con Riesgo de Perdida de Bienestar Fetal Integración de la Exploración Eco-Doppler en el Diagnóstico y Seguimiento Finalmente los estudios más recientes aportan un papel importante al estudio Doppler de las arterias uterinas como método de valorar el proceso de invasión trofoblástica, de modo que la aparición de IP medio en ambas arterias por encima del p95 y el Notch protodiastólico pueden usarse como marcadores precoces de desarrollo de preeclamsia y CIR. BIBLIOGRAFÍA 1.Olesen AG, Svare JA. Decreased fetal movements: background, assessment and clinical management. Acta Obstet Gynecol Scand 2004; 83:818-26. 6.Rigano S, Bozzo M, Ferrari E, Belliti M, Battaglia FC, Galan HL. 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A pesar de este notable aumento, la gestación múltiple sigue representando un pequeño porcentaje del total de las gestaciones, aproximadamente un 1.5-2%, sin embargo es una de las principales causas de morbimortalidad perinatal a expensas, fundamentalmente, de la gestación monocorial (MC). Así, el riesgo de muerte perinatal es del 0.5% en la gestación única, del 1-2% en la gestación bicorial (BC) y del 3-4% en la gestación MC (1,2). Además, la morbilidad neurológica es hasta 7 veces superior a la de los gemelos BC. Por lo tanto, en la actualidad no podemos hablar de gestación gemelar como un todo sin especificar la corionicidad ya que la gestación BC y MC representan distintas entidades clínicas en las que el asesoramiento prenatal, el control de la gestación y, ante todo, el resultado perinatal son completamente diferentes. Monocorial biamniótica (MCBA) (99%): División entre 4-8 días tras fertilización, con corion ya formado. Monocorial monoamniótica (MCMA) (1%): División entre los 8-13 días postfertilización cuando el amnios ya está formado. Siameses (< 1%): División del disco embrionario ( > 13 días). Los gemelos MC representan 2/3 partes de los MZ y 1/5 parte de todos los gemelos con una incidencia de 1/300-400 gestaciones en las que se acumulan la mayor morbimortalidad perinatal (3). La corionicidad debe establecerse en primer trimestre cuando los signos ecográficos tienen una sensibilidad y especificidad del 100% (1). En función de la edad gestacional, los hallazgos ecográficos diagnósticos se clasificarían en: a. Incipiente: Número de sacos gestacionales (Figura 1). b. < o igual 14 Semanas: - Gestación BC: Identificación de dos placentas, si ambas están fusionadas valoraremos la presencia del signo “lambda” o proyección triangular de tejido placentario que se extiende a nivel de corion en la base de la membrana interfetal (Figura 2). DIAGNÓSTICO Y TIPOS DE EMBARAZO MÚLTIPLE Atendiendo a la zigosidad, es decir, al tipo de concepción, la gestación gemelar se clasifica en (1): • Dizigótica (BZ) (70-75%): Fertilización de 2 ovocitos por dos espermatozides. El 100% de estas gestaciones serán bicoriales biamnióticas (BCBA). - Gestación MC: Presencia de una placenta con inserción de membrana interfetal a nivel placentario en un ángulo de 90º o signo “T”. • Monozigótica (MZ) (25-30%): Un solo ovocito fertilizado por un solo espermatozoide. Desde el punto de vista de la corionicidad, en función de cuándo se produzca la división se clasificará: c. > 14 Semanas: Si ambos fetos son del mismo sexo y las placentas están fusionadas el diagnóstico es incierto. El signo “lambda” tiene un elevado valor predictivo positivo (VPP), pero puede desaparecer a medida que avanza la gestación. El grosor de la membrana interfetal, aunque relativamente subjetivo, puede ser de utilidad. Cuando éste es ≥ 2 mm, en el 95% será BC, cuando la membrana es no medible será MC. En caso de duda, el seguimiento se deberá hacer como si se tratara de una gestación MC. - Bicorial Biamniótica (25%): División preimplantacional en estado de blastómero o mórula originándose dos blastocitos (< 4 dias postfertilización). - MC (75%): División postimplantacional en fase de blastocito (> día 4 postfertilización). A su vez las MC podrán ser: 165 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:28 Página 166 Ecografía de la Gestación Múltiple 1a 1b Figura 1. Diagnóstico de corionicidad en primer trimestre incipiente (valoración del número de sacos gestacionales): gestación cuádruple tetracorial tetramniótica (1a); gestación gemelar monocorial biamniótica (1b) La incidencia real de CIR en la gestación múltiple debe establecerse en base a curvas de crecimiento específicas para gestación gemelar. Definiendo como punto de corte un peso fetal estimado (PFE) inferior al percentil 3, la incidencia de CIR es del 3% en la gestación única, del 10% en la BC y del 15% en la MC (1). La conducta clínica ante la presencia de CIR en uno de los fetos vendrá condicionada por la corionicidad, adoptando una conducta expectante ante un CIR selectivo (CIRs) severo en beneficio del feto sano en la gestación gemelar BC. Otro concepto interesante es el de discordancia biométrica, que se establece a través del siguiente cálculo (3): Figura 2. Diagnóstico de corionicidad ≤ 14sem: valoración del signo “lambda” o proyección triangular de tejido placentario en la placa corial a nivel de la base de la membrana interfetal en una gestación gemelar bicorial PFE1-PFE2/PFE1 x 100 > 25%-30% PREMATURIDAD Y CRECIMIENTO FETAL Ambas entidades, sobre todo cuando se presentan conjuntamente, son las responsables de la elevada morbimortalidad perinatal asociada a la gestación gemelar. El riesgo de prematuridad en la gestación gemelar es alto. Mientras que en la gestación única el riesgo de parto prematuro < 32 semanas es del 1%, éste es del 5% en la gestación BC y del 10% en la MC (1). La valoración de la longitud cervical (LC) por ecografía transvaginal es útil en el seguimiento de estas gestaciones. Por debajo de las 30 semanas el percentil 5 es similar al de la gestación única, de 25 mm. Sin embargo a partir de las 32 semanas el percentil 5 es tan bajo que su medición no es útil para distinguir los casos de alto riesgo. Así pues, la utilidad de la LC en la gestación gemelar viene condicionada sobre todo por su valor predictivo negativo (VPN), es decir, para seleccionar aquel grupo de gemelares de bajo riesgo que no van a requerir medidas preventivas como el reposo estricto o el ingreso hospitalario (1). Su incidencia varía en función de la corionicidad, siendo de aproximadamente del 7.5% en la gestación gemelar BC y del 20% en la MC. La morbimortalidad perinatal aumenta de manera significativa a partir de una discordancia superior al 30%. Ante una discordancia biométrica en segundo y tercer trimestre hemos de plantearnos el siguiente diagnóstico diferencial: • Diferente potencial genético: En las gestaciones BZ los fetos pueden ser constitucionalmente diferentes aunque en estos casos la discordancia suele ser leve. • Defectos congénitos: Tanto cromosomopatías como anomalías estructurales o síndromes genéticos. La discordancia es habitualmente severa y precoz. En estos casos debe ofrecerse la posibilidad de estudio citogenético fetal. 166 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 17:57 Página 167 29 TEMA • CIR: Esta entidad puede darse tanto en las gestaciones gemelares MC, por una distribución asimétrica de la placenta, como en las BC. Por otro lado, la distribución de la placenta no suele ser simétrica. En un 10-15% de los casos la asimetría es tan marcada que da lugar a un CIRs. La conexión directa de los dos sistemas fetoplacentarios en fetos tan discordantes puede comportar serias complicaciones para el feto normal, debido principalmente a las conexiones A-A (5). • Síndrome de transfusión feto-fetal (STFF): En esta patología específica de las gestaciones MC si bien puede existir una discordancia biométrica, ésta no es un criterio diagnóstico. Síndrome de Transfusión Feto Fetal. Concepto y Fisiopatología GESTACIÓN GEMELAR MONOCORIAL La elevada incidencia de malos resultados perinatales asociada a este tipo de embarazos viene condicionada principalmente por las complicaciones derivadas de las anastomosis vasculares interfetales y del reparto desigual de la placenta, que conducen al desarrollo del STFF y del CIRs (4). El control de estas gestaciones debe ser muy estricto, jugando la ecografía un papel fundamental en su seguimiento. Existen en la actualidad nuevas opciones terapeúticas que han mejorado de manera significativa el pronóstico de estas complicaciones. En el 15% de las gestaciones MC se produce un desequilibrio sanguíneo entre ambos fetos estableciéndose una transfusión crónica de sangre a través de las anastomosis vasculares, comportándose uno de ellos como receptor y el otro como donante (4-7). El feto receptor presentará un estado de hipervolemia, con poliuria, vejiga distendida y polihidramnios hasta poder desembocar en un cuadro de insuficiencia cardiaca congestiva. El feto donante se encontrará en una situación hemodinámica de hipovolemia, con oligoanuria, vejiga reducida o no visible y oligo-anhidramnios. Anatomía y Fisiopatología de la Placenta Monocorial Criterios Diagnósticos. Diagnóstico Diferencial Para entender las complicaciones principales de la gestación MC es preciso conocer algunos aspectos anatómicos y fisiopatológicos de esta placentación. En la placenta MC existen dos tipos de conexiones vasculares (4-7): Los criterios diagnósticos ecográficos de STFF, definidos por el grupo Eurofetus (8), incluyen (Figura 3): • Diagnóstico confirmado de MC. • Secuencia polihidramnios / oligoanhidramnios definida por máxima columna vertical de líquido amniótico (MCV LA) ≥ 8cm si ≤ 20semanas; ≥ 10cm si > 20 semanas en feto receptor / oligoanhidramnios (MCV LA ≤ 2) en feto donante. • Anastomosis vaso-vaso: Anastomosis superficiales que pueden ser arterio-arteriales (A-A) o veno-venosas (V-V). En este tipo de anastomosis, especialmente en las A-A, dos flujos de sangre circulan en sentido opuesto sin existir un sentido de flujo neto definido, si no que éste puede ir variando en función del gradiente de presión interfetal. • Vejigas discordantes (vejiga del feto receptor distendida y del donante de tamaño muy reducido o incluso no visible a lo largo de la exploración). • Inicio antes de las 26-28s. • Anastomosis arterio-venosas (A-V) o veno-arteriales (VA): Se tratan de anastomosis funcionales en las que se establece un flujo de sangre neto unidireccional a través de un cotiledón compartido, de manera que la sangre arterial que lo perfunde, procedente de uno de los fetos, es drenada por una vena que se dirige hacia el otro feto. La discordancia biométrica, aunque puede darse, no es un criterio diagnóstico, y puede faltar hasta en el 30% de los casos. Ecográficamente veremos al feto receptor con la vejiga muy distendida y al donante con la vejiga colapsada y habitualmente “pegado” a la pared uterina, dando lugar al feto “enganchado” o “stuck twin”. Debido al oligoanhidramnios la membrana interfetal recubre al donante siendo difícil distinguirla, aunque pueden verse los repliegues amnióticos o “folding” principalmente a nivel de las extremidades ocupando los espacios que dejan las partes pequeñas fetales. Ha de descartarse una gestación monoamniótica, sin embargo la visualización del feto donante Existen anastomosis vasculares de ambos tipos en prácticamente todas las gestaciones MC, estableciéndose, en la gran mayoría de los casos, un intercambio sanguíneo equilibrado. La principal función de las anastomosis A-A es conseguir este equilibrio que puede verse amenazado por el flujo neto resultante de las anastomosis A-V. 167 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:28 Página 168 Ecografía de la Gestación Múltiple Figura 3. Criterios diagnósticos ecográficos de STFF crónica grave: polihidramnios en el feto receptor (3a); oligoanhidramnios en el feto donante (3b); discordancia de tamaño de vejigas urinarias, muy distendida en el receptor (3c) y en mínimo estado de replección en el donante (3d) • CIR selectivo: El único criterio diagnóstico ecográfico es un peso fetal estimado en uno de los fetos inferior al percentil 5, aunque algunos autores proponen el percentil 10. El feto CIRs puede presentar un oligohidramnios moderado-severo, sin embargo no existirá una secuencia polihidramnios/oligohidramnios ni discordancia marcada de vejigas. “pegado” a la pared uterina, la práctica ausencia de vejiga, la reducción de movimientos, las extremidades sobre el abdomen y el cordón umbilical fijado a su cuerpo, nos permiten establecer el diagnóstico de STFF. El diagnóstico diferencial ecográfico del STFF debe incluir: • Discordancia de líquido amniótico: Secuencia polihidramnios / oligoanhidramnios sin llegar a cumplir criterios diagnósticos de STFF. Representan un 30-40% de los casos remitidos a una Unidad de Medicina Fetal con la sospecha diagnóstica de STFF. La conducta será expectante con control ecográfico semanal para descartar la evolución a STFF. Si se mantiene estable, el pronóstico es bueno y por lo tanto no está indicado la práctica de un láser. Estadíos del STFF En función de los hallazgos ecográficos y el estudio Doppler, el STFF se clasifica en cinco estadíos establecidos por Quintero y cols. (9): • Estadío I: Secuencia polihidramnios / oligo-anhidramnios con vejigas discordantes pero con presencia de vejiga en el feto donante. • Estadío II: Ausencia de vejiga en feto donante. • Estadio III: Alteraciones severas del estudio Doppler, tal como ausencia de flujo telediástolico o flujo reverso en la arteria umbilical (AFTD-FR en AU); ausencia de flujo anterógrado o flujo retrógrado en el ductus venoso durante la contracción auricular (Va=0 o FR en DV); pulsaciones en la vena umbilical (PVU). • Discordancia biométrica: Únicamente hay una discordancia de peso fetal estimado ≥ 25-30%, sin secuencia polihidramnios/oligohidramnios ni discordancia de vejigas, siendo el peso fetal estimado de ambos gemelos > percentil 10. La conducta es expectante con seguimiento ecográfico semanal. • Estadío IV: Hidrops en uno o ambos fetos (Figura 4). • Estadío V: Muerte de uno o ambos fetos. 168 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:28 Página 169 29 TEMA Figura 4. STFF estadío IV. El feto receptor presenta ascitis (4a) y edema subcutáneo generalizado predominantemente a nivel de calota (4b) Marcadores Precoces de STFF Opciones Trapeúticas El control ecográfico estricto en la gestación MC, que debe ser quincenal, va dirigido principalmente al diagnóstico temprano del STFF. Se consideran marcadores precoces los siguientes hallazgos ecográficos: Sin tratamiento, la mortalidad perinatal en el STFF es del 80-100%, con una neuromorbilidad asociada del 15-50%. Aunque clásicamente las opciones terapeúticas han incluído el amniodrenaje y la septostomía, en la actualidad hay suficiente evidencia científica para afirmar que la fotocoagulación de las anastomosis vasculares mediante láser debe ser considerada la técnica de elección en el STFF que se desarrolla antes de las 26-28 semanas, con una supervivencia de al menos uno de los fetos de entre el 75-85% y un riesgo de secuelas neurológicas entre el 4-6% (Figura 5) (8,12-15). En algunas circunstancias, ya sea por la presencia de alteraciones ecográficas del SNC, defecto congénito discordante o dificultades técnicas, puede estar indicada la oclusión de cordón umbilical. • Translucencia nucal > percentil 95 en uno de los fetos (LHR de 4.4 (95% IC 1.8-9.7) o discordancia de TN > 20% (LHR de 1.73) (10). La asociación a ductus venoso patológico, ya sea un flujo ausente durante la contracción auricular o reverso, parece aumentar la capacidad de predicción (11). • Presencia de “folding” o repliegue de membrana amniótica sobre el feto donante. Figura 5. Visualización endoscópica de los vasos placentarios y de la membrana interfetal (5a) así como de la coagulación mediante láser de una anastomosis arterio-arterial (5b) 169 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:29 Página 170 Ecografía de la Gestación Múltiple Crecimiento Intrauterino Restringido Selectivo en la Gestación Monocorial. Concepto y Fisiopatología oligohidramnios, el feto de peso adecuado para la edad gestacional tendrá LA en cantidad normal, además las vejigas estarán presentes y de tamaño concordante. El patrón Doppler del feto CIR será similar al que presenta un feto con insuficiencia útero-placentaria en la gestación única, mientras que en el feto de peso adecuado no habrá habitualmente alteraciones hemodinámicas. Aunque clásicamente se consideraba que el debut del CIRs era tardío y aparecía después de las 26 semanas, las formas severas pueden aparecer de manera precoz, no siendo útil el criterio de aparición temprana para el diagnóstico diferencial. El CIRs en la gestación MC se define prenatalmente como la presencia de CIR en uno de los fetos en ausencia de signos ecográficos diagnósticos de STFF (16-17). En la gran mayoría de las gestaciones MC la distribución placentaria no es simétrica, pero en un 10-15% de los casos la asimetría es tan importante que puede originar el desarrollo de un CIRs. Además, la conexión directa de dos sistemas fetoplacentarios entre fetos marcadamente discordantes puede comportar serias complicaciones para el feto normal, de manera que si se produce la muerte intrauterina del feto con CIR, el riesgo de muerte y de secuelas neurológicas para el feto sano es del 25% y del 25-45% (16), respectivamente. Criterios Diagnósticos. Diagnóstico Diferencial Aunque inicialmente se requería que existiera una discordancia biométrica ≥ 25-30%, en la actualidad el único criterio diagnóstico ecográfico del CIRs es la presencia de PFE < percentil 5 o percentil 10 en uno de los fetos (Figura 6). El diagnóstico diferencial debe establecerse principalmente con el STFF (Tabla 1). En el CIRs, a diferencia del STFF, aunque el feto pequeño pueda presentar un Figura 6. El único criterio diagnóstico ecográfico de CIRs en una gestación monocorial es la presencia de CIR (PFE < percentil 5) en uno de los fetos en ausencia de signos ecográficos diagnósticos de STFF STFF Feto 1 (saco mayor) Feto 2 (saco menor) CIRS LA MCV LA > 8cm. si < 20s. y > 10cm. si ≥ 20s. normal vejiga distendida normal Doppler son frecuentes las alteraciones venosas (IP DV>p95, Va=o o FR; pulsaciones VU) normal LA MCV LA < 2cm. normal u oligohidramnios leve / moderado vejiga reducida o no visible normal PFE < p5 variable siempre, por definición Δ biométrica > 25% variable muy frecuente, o siempre por definición Tabla 1. Diagnóstico diferencial ecográfico entre STFF y CIR selectivo en la gestación monocorial LA: LÍQUIDO AMNIÓTICO; MCV: MÁXIMA COLUMNA VERTICAL; IPDV: ÍNDICE DE PULSATILIDAD EN EL DUCTUS VENOSO; VA=0: AUSENCIA DE FLUJO ANTERÓGRADO DURANTE LA CONTRACCIÓN AURICULAR; FR: FLUJO REVERSO; VU: VENA UMBILICAL; PFE: PESO FETAL ESTIMADO; Δ: DISCORDANCIA 170 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:29 Página 171 29 TEMA Clasificación del CIR Selectivo En función del Doppler de la arteria umbilical (AU), el CIRs puede clasificarse en tres tipos (18): • CIRs tipo I: Doppler normal en AU. El pronóstico es bueno, menos del 4% progresa a ausencia de flujo telediástolico o flujo ausente en AU (AFTD-FR AU), el riesgo de muerte intrauterina inesperada es prácticamente nulo y el de leucomalacia periventricular (LMPV) del feto de peso adecuado menor al 5%. • CIRs tipo II: AFTD-FR en AU persistente sin cambios a lo largo de una misma exploración. El pronóstico es malo, pero previsible, con más del 90% un deterioro hemodinámico progresivo “clásico” comparable al del CIR en la gestación única, con signos de redistribución vascular arterial y posterior fase de descompensación. Los tests de bienestar fetal son útiles permitiendo monitorizar la gestación, diagnosticar el deterioro fetal y decidir el momento óptimo para tomar una conducta clínica activa. El riesgo de muerte intrauterina inesperada es bajo, de aproximadamente un 2.5%, y el de LMPV del feto con peso adecuado inferior al 5%. • CIRs tipo III: AFTD-FR intermitente en AU (AFTD FR-i) definido por la presencia de cambios cíclicos en el componente diástolico de la AU, alternando periodos de AFTD-FR con periodos de flujo diastólico presente en un corto intervalo de tiempo, en ausencia de movimientos respiratorios maternos y estando el feto en reposo (Figura 7). La evolución clínica es atípica e impredecible y, por tanto, el manejo clínico es complicado. El feto CIR no muestra los cambios hemodinámicos que habitualmente aparecen con el deterioro hipóxico progresivo, por lo tanto la monitorización del bienestar fetal no es útil para predecir el momento óptimo de tomar una conducta activa. El riesgo de muerte inesperada es elevado, del 16%, y el de LMPV del feto de peso adecuado del 20%. Figura 7. Patrón de onda de velocidad de flujo en arteria umbilical que define el CIRs tipo III en la gestación MC: cambios cíclicos en el componente diástolico de la AU, alternando periodos de ausencia de flujo telediástolico o flujo reverso con flujo telediastólico presente de manera intermitente en un corto intervalo de tiempo (AFTD-FR-i) • CIRs tipo II: La gran mayoría desarrollarán un deterioro hemodinámico progresivo el cual podremos monitorizar con los distintos test de bienestar fetal: - Control bienestar fetal semanal. - Ante riesgo elevado de muerte intraútero: < 28 semanas + alteraciones críticas del Doppler: Se puede plantear la oclusión de cordón (si < 22 semanas) o la coagulación mediante láser de las anastomosis vasculares. 28-32 semanas: Finalización de la gestación previa maduración pulmonar con corticoides. • CIRs tipo III (AFTD-FR intermitente): Es el CIRs de más difícil manejo. La muerte intraútero puede producirse de manera aguda sin existir previamente ningún signo de alerta. Debido a la elevada morbimortalidad “impredecible” asociada nos podemos plantear las siguientes opciones: - Conducta expectante con finalización electiva entre las 30-32 semanas, previa maduración pulmonar con corticoides. OPCIONES TERAPEÚTICAS - Coagulación mediante láser de las anastomosis vasculares: No existe evidencia científica en la actualidad de que esta técnica represente ventajas sobre la conducta expectante. A pesar de la falta de unanimidad respecto a la conducta terapéutica que representa un mayor beneficio para el manejo del CIRs, en líneas generales se puede proponer el siguiente esquema en función del patrón Doppler en la AU (19-21): - Oclusión de cordón umbilical (si < 22 semanas): Debido la dificultad para establecer el riesgo de muerte inminente en este tipo de CIRs, la oclusión del cordón umbilical en un feto sin alteraciones críticas del Doppler conlleva serias implicaciones éticas. • CIRs tipo I: Conducta expectante y control de bienestar fetal semanal. Si evoluciona a CIRs tipo II o III se actuará en consecuencia. 171 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:29 Página 172 Ecografía de la Gestación Múltiple SEGUIMIENTO ECOGRÁFICO DE LA GESTACIÓN MÚLTIPLE Gestaciones Monocoriales (Tabla 3) • 10-14 Semanas. - Marcadores de aneuploidía. - Marcadores precoces de STFF (TN > p95 T; discordancia TN > 20%, “folding”). La periodicidad de los controles ecográficos vendrá condicionada por la corionicidad y sus tres objetivos básicos serán: • Valoración del riesgo de prematuridad. • Ecografía cada 2/semanas entre las 14-26/semanas: • Control de crecimiento. - Máxima columna vertical de LA. - Grado de replección de las vejigas. - Concordancia biométrica. • Diagnóstico precoz de STFF en la gestación MC. Gestaciones Bicoriales (Tabla 2) • 10-14 Semanas (marcadores de aneuplodías). En la semana 20-22 realizaremos el estudio morfológico incluyendo una ecocardiografía fetal y valoraremos la LC por Ecografía Transavaginal. Si a las 26 semanas no ha aparecido ninguna complicación, los resultados perinatales serán similares a los de las gestaciones gemelares BC. • 20-22 Semanas. - Estudio anatómico. - LC por Ecografía Transvaginal. • Control de crecimiento 24-28-32-34 y 36 semanas (LC por Ecografía Transvaginal a las 24-28-32 y 34 semanas). • A partir de las 26 semanas y hasta la 36 se harán controles ecográficos cada dos semanas incluyendo estudio hemodinámico y valoración cervical a las 28, 32 y 34 semanas. • Control ecográfico con perfil hemodinámico semanal si: - Discordancia biométrica en 2º- 3º trimestre aún en ausencia de CIR. - CIRs o de ambos fetos. - Oligohidramnios. Semanas Control 10-14 Estudio marcadores de aneuploidias 20-22 Estudio anatómico. LC 24-28-32-34 Control crecimiento fetal. LC 36 Control crecimiento fetal Semanal Control ecográfico con perfil hemodinámico semanal si: - Discordancia biométrica en 2º-3º trimestre aún en ausencia de CIR - CIRs o de ambos fetos - Oligohidramnios Tabla 2. Seguimiento ecográfico en la gestación múltiple: gestacion bicorial LC: ESTUDIO LONGITUD CERVICAL POR ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL; CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RETARDADO 172 Tema 29:Maqueta Madre 08/02/12 14:30 Página 173 29 TEMA Semanas Control 10-14 Estudio marcadores de aneuploidias Marcadores precoces de STFF 14-26 / 2 semanas MCV de LA; grado de replección de las vejigas; concordancia biométrica 20-22 Estudio anatómico y ecocardio fetal. LC 26-36 /2 semanas Control crecimiento fetal y estudio hemodinámico LC a las 28, 32 y 34 semanas Tabla 3. Seguimiento ecográfico en la gestación múltiple: gestacion monocorial STFF: SÍNDROME DE TRANSFUSIÓN FETO-FETAL; MCV: MÁXIMA COLUMNA VERTICAL; LA: LÍQUIDO AMNIÓTICO; LC: ESTUDIO LONGITUD CERVICAL POR ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL BIBLIOGRAFÍA 1. Gratacós E. Gestación múltiple: aspectos generales y relevancia en Medicina Fetal. En: Gratacós E, Gómez R, Nicolaides K, Romero R, Cabero L, eds. Medicina Fetal. Madrid: Editoral Médica Panamericana 2007: 687-694. 12. Fox C, Kilby MD, Khan KS. Contemporary treatments for twin-twin transfusion syndrome. Obstet Gynecol 2005; 105: 1469-77. 13. Roberts D, Gates S, Kilby M, Neilson JP. Interventions for twin to twin transfusion syndrome: a Cochrane review. Ultrasound Obstet Gynecol 2008; 31: 701-711. 2. Acosta-Rojas R, Becker J, Muñoz-Avellaneda B, Ruiz C, Carreras E, Gratacós E. Twin chorionicity and the risk of adverse perinatal outcome. International J Obstet Gynecol 2007; 96: 98. 14. Habli M, Lim FY, Crombeholme T. TTTS: A comprehensive Update. 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Si no hay evidencia de incompatibilidad sanguínea, el hidrops es de tipo no inmune (1-5). de bajo o alto riesgo en función del título de anticuerpos y de sus antecedentes obstétricos (6): • Bajo riesgo: Si título < 1/32. • Alto riesgo Si: - Título ≥ 1/32. - Antecedentes de muerte inexplicada, éxitus por isoinmunización, hídrops fetal previo, anemia fetal o neonatal previa severa (que requirió transfusión intrauterina (TIU) o exanguinotransfusión). - Ísoinmunización a grupo Kell. HIDROPS FETAL INMUNE ETIOPATOGENIA El hidrops inmune es el resultado de la enfermedad hemolítica del feto o eritroblastosis fetal. La incompatibilidad entre antígenos eritrocitarios maternos y fetales genera la producción de anticuerpos maternos que, uniéndose a la membrana del hematíe fetal, produce hemólisis y en consecuencia anemia, hepatoesplenomegalia e hipoproteinemia, siendo éstas las causas del desarrollo del hidrops. La sensibilización anti-D es la responsable del 80-90% de los casos de enfermedad hemolítica del recién nacido (2). Existen otros grupos de antígenos eritocitarios atípicos que pueden llegar a ser responsables del 2% de la enfermedad hemolítica fetal (2), destacando entre ellos el antígeno K del sistema Kell. Su incidencia, desde la introducción de la profilaxis anti D en 1968, ha disminuído drásticamente, siendo en la actualidad el responsable de menos del 10% de los hidrops fetales (1-5). El seguimiento de la gestación variará en función el tipo de riesgo (Tabla 1): • Bajo riesgo: - Determinación de Coombs mensual y en 3º trimestre cada 2 semanas. - Si se realiza amniocentesis genética, valorar determinación de genotipo fetal. - Finalización de la gestación entre las 37-40 sem. Tipo Bajo riesgo Características Título <1/32 Control gestación - Combs indirecto: I - II Trimestre mensual III Trimestre quincenal - Si amniocentesis, valorar genotipo - Fin: 37-40 sem - Vmáx semanal en ACM - Título ≥ 1/32 - Antecedentes patológicos de: - Control ecográfico (hallazgos tardíos: ascitis, - Muerte inexplicada Alto - Éxitus por isoinmunización hidrotórax...) riesgo - Hidrops fetal - Si sospecha de anemia - Anemia fetal o neonatal severa: cordocentesis y severa TIU DIAGNÓSTICO Diagnóstico de la isoinmunización El control de la gestación incluye la determinación sistemática del grupo sanguíneo y Rh materno así como la de anticuerpos irregulares de producción materna en sangre periférica o test Coombs indirecto. Si éste es positivo se establecerá el diagnóstico de isoinmunización Rh y se realizará una titulación de anticuerpos que se debe repetir mensualmente. La paciente será catalogada Tabla 1. Clasificación y manejo del hidrops fetal (HFI) inmune AP: ANTECEDENTES PERSONALES; TIU: TRANSFUSIÓN INTRAUTERINA; AC: ANTICUERPOS; ACM: ARTERIA CEREBRAL MEDIA; VMAX: VELOCIDAD MÁXIMA 174 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 175 TEMA • Alto riesgo: Dado que el riesgo de hidrops es elevado, el seguimiento clínico irá orientado a la búsqueda de signos de anemia fetal. Éstos suelen aparecer en anemia moderadas (Hb entre 4 y 6 DE) y severas (Hb < 6DE), debiéndose realizar en esta situación una cordocentesis y transfusión intrauterina (TIU). - Titulación de anticuerpos: Una vez superado el punto de corte 1/32 la monitorización de las titulaciones no son útiles en la toma de decisiones clínicas. 30 Ecografía Ascits Derrame pericárdico Derrame pleural Polihidramnios Placentomegalia Anasarca: edema cutáneo y subcutáneo Hepatomegalia y/o esplenomegalia Cardiomegalia Doppler Vmax ACM Cordocentesis Si Vmax ACM > 1.55 MoM y /o hallazgos ecográficos Tabla 2. Estudio de anemia fetal basado en criterios ecográficos, Doppler en ACM y cordocentesis - Signos ecográficos de hidrops: Son hallazgos tardíos, sobre todo si la anemia es severa (Hb < 6DE). VMAX ACM: VELOCIDAD MÁXIMA DE ARTERIA CEREBRAL MEDIA - Doppler de la arteria cerebral media (ACM): Es la técnica de elección para establecer el diagnóstico de anemia fetal (7). • Derrame en las distintas cavidades corporales: Ascitis, derrame pericárdico o derrame pleural. - Ascitis: Se trata de un signo precoz. El acúmulo de líquido a nivel abdominal permite delinear los órganos intrabdominales. Debe diferenciarse la presencia de una discreta ascitis de la banda hipoecoica que rodea al abdomen por su porción anterior y lateral y que corresponde al plano muscular de la pared abdominal en condiciones normales. A esta imagen se la conoce con el nombre de pseudoascitis. - Amniocentesis: Con la determinación de bilirrubina en líquido amniótico. Se considera una técnica obsoleta en la actualidad. Diagnóstico de la anemia: Hallazgos ecográficos, estudio Doppler y cordocentesis El diagnóstico de la anemia fetal se basa en la obtención de información del estudio ecográfico, Doppler y del análisis de la cordocentesis, en caso de ser precisa (Tabla 2). - Derrame pleural (Figura 1) y pericárdico: Habitulamente son signos tardíos en el hidrops inmune. Si el derrame pleural es masivo y precoz puede conducir a una hipoplasia pulmonar. El derrame pericárdico suele aparecer en fases avanzadas en las que ya existe una sobrecarga cardiaca. El acúmulo de líquido en pericardio menor de 2mm y que no sobrepasa las válvulas aurículo-ventriculares debe considerarse como un hallazgo normal. a. Hallazgos Ecográficos No existen hallazgos ecográficos específicos del hidrops inmune. Los signos que más frecuentemente encontramos son (1-6): Figura 1. Hidrotórax bilateral en un plano axial en el que se identifica un importante edema subcutáneo en un plano axial (1a) y en un plano coronal (1b) 175 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 18:27 Página 176 Ecografía del Hidrops Fetal • Polihidramnios: Aunque habitualmente acompaña a la presencia de hidrops, puede presentarse aislado de manera precoz. Su valoración puede realizarse tanto de manera subjetiva como cuantitativa, cuando el índice de Phelan es mayor a 25 o existe una máxima columna vertical de líquido amniótico superior a 8 cm si ≤ 20 semanas y a 10 cm si > 20 semanas. • Placentomegalia: Un grosor de la placenta > 4cm. a cualquier edad gestacional refleja la presencia de edema placentario. Se trata de signo inconstante y con poca correlación con el grado de anemia fetal. • Edema cutáneo y subcutáneo (anasarca): Aunque puede ser generalizado, en general es más evidente a nivel de calota (Figura 2). • Hepatomegalia y/o esplenomegalia: El aumento biométrico de estos órganos es secundario al incremento de la eritropoyesis extramedular. • Cardiomegalia: Refleja una insuficiencia cardiaca congestiva y, por tanto, aparece en estadíos tardios del hidrops fetal cuando los mecanismos compensadores de la anemia claudican. Para su valoración objetiva puede realizarse la medición del índice cardiotorácico (Figura 3) así como la del diámetro biventricular externo en fase diastólica con el modo M. Figura 2. Edema subcutáneo generalizado con predominio a nivel de calota (2a), frente (2b) y pared abdominal y torácica. Destaca, además, la presencia de ascitis e hidrotórax (2c) b. Estudio Doppler En situación de anemia fetal se produce un incremento del gasto cardiaco y una disminución de la viscosidad sanguínea. Si bien este estado de circulación hiperdinámica se refleja en todos los vasos fetales, es en la arteria cerebral media (ACM) en la que, probablemente por su situación anatómica, permite un estudio más fiable y reproducible. El gasto cardiaco va aumentando a medida que el hematocrito va disminuyendo. Las arterias cerebrales responden rápidamente a la hipoxemia con un incremento en la velocidad del flujo sanguíneo (6 ,7). En la actualidad se acepta que el parámetro Doppler que mejor se correlaciona con el grado de anemia fetal en el hidrops es la velocidad sistólica (Vmáx.) en la 3a 3b Figura 3. Cardiomegalia con índice cardiotorácico del 65% (3a); la aplicación de Doppler color pone de manifiesto una insuficiencia biventricular (3b) 176 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 177 TEMA ACM. La valoración de la misma debe realizarse en un plano axial a nivel de pedúnculos cerebrales, visualizando el ala mayor del esfenoides, por dónde discurre la ACM. El ángulo de insonación ha de ser próximo a 0º (Figura 4). Cuando la velocidad máxima es superior a 1.55 múltiplos de la mediana (MoM) para la edad gestacional (EG) la sensibilidad para anemia moderada o severa es próxima al 100% con una tasa de falsos positivos del 12% (7) (Tabla 3). Su utilidad no radica únicamente en indicar la primera transfusión, sino que permite realizar un seguimiento posterior. 30 Velocidad máxima sistólica en la arteria cerebral media Múltiplos de la mediana Figura 4. Metodología de la medición de la onda de velocidad de flujo en la arteria cerebral media EG (sem.) 1 1.3 1.5 1.7 2 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 20 21 22 23 24 25 26 28 29 30 32 33 35 37 38 40 42 44 46 48 50 53 55 58 61 63 26 27 29 30 31 33 34 36 38 39 42 43 46 48 49 52 55 57 60 62 65 69 72 75 79 82 30 32 33 35 36 38 39 42 44 45 48 50 53 56 57 60 63 66 69 72 75 80 83 87 92 95 34 36 37 39 41 43 44 48 49 51 54 56 60 63 65 68 71 75 78 82 85 90 94 99 104 107 40 42 44 46 48 50 52 56 58 60 64 66 70 74 76 80 84 88 92 96 100 106 110 116 122 126 Tabla 3: Valores de referencia de la velocidad máxima sistólica en la arteria cerebral media, ACM (7) c. Cordocentesis La obtención de sangre fetal mediante la punción ecoguiada del cordón umbilical es, sin duda, el método más fiable para evaluar el grado de anemia fetal. Las muestras de sangre permiten determinar la concentración de hemoglobina y el hematocrito, estableciendo así la gravedad de la hemólisis y la necesidad TIU. La cordocentesis comporta un riesgo de pérdida fetal de un 2% así como de un 50% de hemorragia feto-materna en mayor o menor grado. Por ello debe reservarse para aquellos casos en los que exista una alta sospecha de anemia fetal establecida por una Vmáx en ACM > 1.55 MoM para la edad gestacional (2-5). presencia de hidrops y de hasta del 94% en ausencia de éste (2, 6). Además el riesgo de secuelas neurológicas es mínimo. La historia obstétrica es útil en la predicción del pronóstico en futuras gestaciones. Mientras que el riesgo de hidrops en una primera gestación con isoinmunización Rh es del 8 al 10%, éste alcanza el 90% si hay antecedentes de hidrops en la gestación previa, siendo, habitualmente, de debut más precoz (2). TRATAMIENTO Y CONDUCTA OBSTÉTRICA Transfusión Fetal Intrauterina PRONÓSTICO La introducción de la TIU representa el mayor avance en el tratamiento de la eritroblastosis fetal. Ésta se realizará ante una anemia severa siempre y cuando la finalización de la gestación comporte un mayor riesgo debido a la prematuridad. Existen dos tipos de técnicas para la realización de una TIU, la intraperitoneal y la intravascular. Ambas se realizan siempre bajo control ecográfico. Inicialmente, El pronóstico de la eritoblastosis fetal ha mejorado de manera espectacular desde la introducción por Rodeck en 1984 de la TIU intravascular como tratamiento estándar de la isoinmunización anti-D severa. En la actualidad la supervivencia global en los casos tratados TIU es del 84%, siendo de un 74% en 177 Tema 30:Maqueta Madre 09/02/12 17:01 Página 178 Ecografía del Hidrops Fetal la técnica empleada fue la intraperitoneal (2, 6), en la que la sangre se inyecta directamente en la cavidad peritoneal y los hematíes alcanzan la circulación fetal por vía linfática. La técnica tiene dos inconvenientes, por un lado la absorción vía linfática es variable y se encuentra disminuída en fetos hidrópicos, en los que se consigue una supervivencia de sólo un 25%; por otro lado, únicamente puede realizarse a partir de la semana 24. En la actualidad, la técnica de elección es la vía intravascular (2-6), en la que la sangre se inyecta directamente en la circulación fetal, ya sea en la vena umbilical a nivel de la inserción placentaria, en su trayecto intrahepático o en asa libre de cordón. Mediante una aguja espinal de 20 gauge, tras una correcta identificación ecográfica del cordón umbilical, idealmente en su inserción placentaria, se procede a la punción ecoguiada a través del abdomen materno hasta alcanzar los vasos umbilicales. Además de la identificación del punto de inserción de la aguja, el control ecográfico permite monitorizar la frecuencia cardiaca fetal mediante Doppler, así como visualizar la turbulencia que produce la entrada de la sangre en el vaso y al mismo tiempo, detectar las posibles complicaciones. En algunos casos, para facilitar la transfusión, se puede proceder a la parálisis fetal mediante vencuronio a dosis de 0.1mg/Kg de peso fetal estimado. En un primer momento se obtiene una muestra de sangre fetal de aproximadamente 1 ml, en la que, además de confirmar su origen fetal a través del volumen corpuscular medio, que debe ser mayor a 100μm3, se determina el hematocrito y la concentración de hemoglobina. En el mismo acto, y si el hematocrito es inferior al 30%, se procede a la transfusión. La sangre empleada ha de ser O RhD negativo con pruebas cruzadas maternas, irradiada y citomegalovirus negativa. Con el fin de utilizar el mínimo volumen posible, el hematocrito de la sangre a transfundir debe ser del 85 al 90%. En general la transfusión se considera finalizada cuando se alcanza un hematocrito fetal del 40-50%. Estimando una disminución del hematocrito de un 1% al día, el intervalo entre transfusiones es de aproximadamente dos semanas. En los casos de anemia severa, sobre todo si el feto está hidrópico, se puede combinar la vía intravascular y la intraperitoneal, con el fin de no producir un incremento brusco de la volemia con el impacto hemodinámico que ello conlleva. Entre los intervalos transfusionales se debe seguir un estricto control fetal, realizando perfiles biofísicos así como controles seriados de la velocidad sistólica en la ACM. Existen diferentes formulas y nomogramas para calcular el volumen a transfundir en función de la edad gestacional. En la fórmula más ampliamente utilizada (2, 6), primero se calcula el volumen fetoplacentario (VFP) en ml: 1.046 + [peso fetal estimado (g.) x 0.14] Y a partir de él, en función del hematocrito pretransfusional (Hto pre) y final (Hto post) que se quiera conseguir, teniendo en cuenta la concentración de la sangre a perfundir (Hto trans), se calcula el volumen requerido en ml (V): V = VPF (Hto post-Hto pre) / Hto trans En general se requieren volúmenes entre 20 y 120 ml, que deben transfundirse a una velocidad de perfusión entre 300 y 600 ml/h. Conducta Obstétrica Como norma general, se procederá a una finalización electiva de la gestación entre las 36-37 semanas. La última transfusión se realizará a las 34-35 semanas, ya que a partir de este punto el riesgo de la técnica supera al de la morbimortalidad perinatal asociada a la finalización de la gestación. Se puede obtener en esta última TIU una muestra de líquido amniótico con el fin de confirmar la madurez pulmonar. HIDROPS FETAL NO INMUNE Se define como hidrops no inmune aquél en el que no hay evidencia de incompatibilidad sanguínea, ya sea del sistema RhD o de otros antígenos eritrocitarios menos comunes así como de grupo, es decir, aquellos hidrops en los que el test de Coombs indirecto es negativo. Fue descrito por primera vez diferenciándolo del hidrops inmune en 1943. Inicialmente, representaban únicamente el 20% de los hidrops, pero en la actualidad, gracias a la inmunoprofilaxis anti-D y su empleo sistemático en la incompatibilidad RhD, el hidrops no inmune constituye cerca del 90% de los casos (2, 6, 7). Su incidencia es de 1/2000-3000 gestaciones, con una mortalidad perinatal que oscila entre el 30 al 98%, en función de la etiología y la edad gestacional en el momento del diagnóstico. 178 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 179 TEMA ETIOPATOGENIA 30 diagnóstico se establece antes de las 24 semanas de gestación, el 50% son secundarios a alteraciones cromosómicas, siendo las infecciones congénitas, principalmente por parvovirus B19 la segunda causa más frecuente (10-12). En los diagnósticos más tardíos, hasta el 40% de los casos se deben a alteraciones cardiacas, principalmente a alteraciones del ritmo (2, 8, 9, 13). El hidrops fetal no inmune puede ser secundario a múltiples patologías ya sean fetales, maternas o placentarias. Establecer el diagnóstico etiológico es difícil, quedando sin etiquetar hasta en un 29 - 50% de la ocasiones (3, 8, 9). En la Tabla 4 se exponen las causas más frecuentes (2). En aquellos casos en que el Patología cardiovascular (25-30%) Cardiopatía estructural Hipoplasia cavidades izquierdas; ventrículo único; anomalía de Ebstein, CIA y CIV, estenosis subaórtica y pulmonar; cierre prematuro del ductus arterioso o foramen oval; anomalías del drenaje venoso hepático…. Alteraciones del ritmo Taquicardia supraventricular; flutter auricular; bradiarritmias Tumores Teratoma; rabdomioma Otros Miocardiopatía; miocarditis infecciosa; fibroelastosis Insuficiencia por alto gasto Tumoraciones con “shunts” arteriovenosos (teratoma sacrocoxígeo; aneurisma de la vena de Galeno; corioangioma placentario); feto receptor en STFF estadío IV; feto perfusor en secuencia TRAP Malformaciones o síndromes (20%) Cara y cuello Higroma quístico; linfangioma Tórax Enfermedad adenomatoidea quística; hernia diafragmática congénita; secuestro pulmonar; quilotórax congénito; linfangiectasia pulmonar Gastrointestinales Atresia yeyunal; vólvulo intestinal; malrotación intestinal; peritonitis meconial Genitourinarias Síndromes de akinesia / hipoakinesia Displasias esqueléticas Obstrucción del tracto urinario bajo; poliquistosis renal; anomalías de la cloaca; síndrome nefrótico congénito Hepáticas Fibrosis hepática; atresia biliar; hemangioma; enfermedad poliquística hepática Otros tumores Neuroblastoma; tumor de Wilms Cromosomopatías (15%) Monosomía X; trisomías 21, 13 y 18; triploidías Infecciones congénitas (5-10%) Citomegalovirus; Parvovirus B19; toxoplasma; rubeola; herpes simple; sífilis; hepatitis; listeria; enfermedad de Chagas Anemia (< 5%) Alfa-talasemia; hemorragia feto-materna; déficit de G6PD; déficit de piruvato quinasa; hemorragia fetal Osteogénesis imperfecta; displasia tanatofórica; displasia torácica asfixiante; acondrogénesis; acondroplasia Metabolopatías (1-2%) Tabla 4. Etiología del hidrops fetal no inmune (2, 3) CIA: COMUNICACIÓN INTERAURICULAR; CIV: COMUNICACIÓN INTERVENTRICULAR; STFF: SÍNDROME DE TRANSFUSIÓN FETO FETAL Existen seis principales mecanismos fisiopatológicos que pueden conducir al desarrollo de un hidrops no inmune (2, 3, 8, 9): • Fallo cardiaco primario: Anomalía cardiaca estructural o del ritmo (9) (Figura 5), miocarditis secundaria a infección congénita (TORCHES yParvovirus B19), o anemia materna severa (?- talasemia, déficit de glucosa 6-fosfato deshidrogenasa). • Fallo cardiaco por sobrecarga: Presencia de shunts arteriovenosos (aneurisma de la vena de Galeno, corioangioma placentario, hemangioma en cordón umbilical, hemangioendotelioma hepático y Figura 5. Hidrops fetal no inmune en el contexto de una bradicardia sinusal. Destaca la presencia de derrame pericárdico 179 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 180 Ecografía del Hidrops Fetal teratoma sacrocoxígeo) y feto receptor en el síndrome de transfusión feto-fetal (STFF) estadío IV . • Incremento de la permeabilidad capilar, en general secundaria a hipoxia/anoxia. • Obstrucción del retorno venoso: Por patología torácica (enfermedad adenomatoidea quística (Figura 6), hernia diafragmática y tumores cardiacos). En una revisión de la literatura de 382 casos de hidrops no inmune (8), las causas más frecuentes fueron las alteraciones cardiacas tanto estructurales como arritmias (18.1%), las cromosomopatías (18.8%), las alteraciones estructurales no cardiacas ni torácicas y síndromes genéticos (18.6%), las infecciones congénitas (13.9%), las anomalías torácicas (9.4%) y el STFF (3.9%). El 14.9% de los casos fueron catalogados de idiopáticos. • Obstrucción del drenaje linfático: Alteraciones en el desarrollo del sistema linfático, frecuentemente asociado a cromosomopatías, principalmente al síndrome de Turner (Figura 7). • Disminución de la presión oncótica: Por disminución de los niveles de albúmina, ya sea por una disminución de la producción de albúmina por afectación hepática (infección congénita), como por un incremento en la excreción de la misma (síndrome nefrótico congénito). Figura 6. Malformación adenomatosa quística (MAQ) tipo I asociada a hidrops fetal en el que destaca una importante ascitis DIAGNÓSTICO PRENATAL Y PROTOCOLO DE DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO Diagnóstico Prenatal Ecográfico El diagnóstico prenatal ecográfico del hidrops no inmune es sencillo de establecer. Los criterios diagnósticos son los mismos que en el hidrops inmune. El estudio ecográfico detallado del feto irá orientado a descartar malformaciones estructurales, patología placentaria y signos sugestivos de infección congénita. Debido a que las alteraciones cardiacas representan el 20% de los hidrops no inmunes, siempre debe realizarse una ecocardiografía fetal. El estudio Doppler, valorando la velocidad máxima de la ACM, nos permitirá establecer el diagnóstico de sospecha de anemia fetal como causa del hidrops no inmune (14). Aunque no siempre es así, parecen existir patrones en la distribución del acúmulo de líquido en las diferentes cavidades corporales en función de la etiología. En este sentido, la patología torácica suele debutar en forma de hidrotórax, la infección por citomegalovirus y la peritonitis meconial con ascitis, mientras que ante la presencia de acúmulo de líquido simultáneo en las diferentes cavidades junto a edema subcutáneo, nos orienta más hacia la anemia fetal o la presencia de cardiopatías tanto estructurales como arritmias. Otro aspecto importante es la edad gestacional en la que se establece el diagnóstico. En la actualidad, gracias a la ecografía transvaginal, éste puede ser tan temprano como a las 10 semanas. En estos casos, hasta el 80% presentan anomalías cromosómicas, siendo el síndrome de Turner la más frecuente (15). Protocolo de diagnóstico etiológico Es fundamental llegar a un diagnóstico etiológico para el manejo clínico del caso, pronóstico y asesoramiento prenatal a los padres en futuras gestaciones (2, 3, 8, 9) (Tabla 5). Figura 7. Hidrops fetal en primer trimestre. El resultado de la biopsia corial fue informativo para monosomía X 180 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 181 TEMA El protocolo diagnóstico es complejo e incluye tanto los antecedentes maternos y su historia obstétrica como pruebas maternas y fetales (2, 3, 8, 9): 30 Etnia Patología materna: anemia, infecciones, DM, conectivopatías Antecedentes Consanguinidad maternos e Antecedentes obstétricos: hijo previo afecto, historia obstétrica: abortos de repetición, antecedentes de muerte intrauterina de causa desconocida Gestación actual: gestación múltiple, infecciones, edad gestacional, fármacos • Antecedentes maternos e historia obstétrica: Etnia, patología materna (anemia, infecciones, diabetes mellitus, conectivopatías), consanguinidad, antecedentes obstétricos (hijo previo afecto, abortos de repetición, antecedentes de muerte intrauterina de causa desconocida), gestación actual (gestación múltiple, presencia de sintomatología infecciosa, edad gestacional, medicación). Grupo sanguíneo, Rh, Coombs Hemograma (VCM) Pruebas maternas: Test de Kleihauer Betke Test de tolerancia oral a la glucosa TORCHES y PVB19 • Pruebas maternas: Grupo sanguíneo y Rh, Coombs, hemograma (VCM), test de Kleihauer Betke para detectar hemorragia feto-materna, test de tolerancia oral a la glucosa, screening de infecciones (TORCHES y PVB19). Cuando se considere indicado se realizarán otras pruebas adicionales: electroforesis de hemoglobina para detectar portadoras de α-talasemia ante volúmenes corpusculares bajos, bioquímica materna, screnning de déficit de glucosa 6-fosfato deshidrogenasa o de piruvato quinasa, determinación de anticuerpos anti-Ro y anti-La en presencia de conectivopatías o ante el hallazgo de un bloqueo aurículo-ventricular fetal (A-V). • Estudio fetal. • Estudio fetal no invasivo. - Ecografía: Estudio anatómico, líquido amniótico, placenta y cordón. - Ecocardiografía fetal. - Estudio de la velocidad máxima de la ACM mediante Doppler color y pulsado. Pruebas maternas adicionales: Electroforesis de hemoglobina Bioquímica materna Screnning de déficit de G6PDH, PK AC anti-Ro y anti-La Estudio fetal no invasivo: Ecografía: anatomía, LA, placenta, cordón, signos de anemia fetal y ICC Ecocardiografía fetal V máx ACM Estudio fetal invasivo: - Amniocentesis: cariotipo fetal, PCR y cultivo TORCHES y Parvovirus B19, alfafetoproteína; estudios metabólicos; estudio de ADN - Cordocentesis: cariotipo fetal, hemograma con fórmula leucocitariam, grupo sanguíneo y test de Coombs directo, función hepática, serología fetal, electroforesis de la hemoglobina, estudios metabólicos, estudio de ADN - Biopsia corial: cariotipo fetal; estudio de ADN Tabla 5. Protocolo de diagnóstico etiológico del Hidrops fetal no inmune G6PDH: GLUCOSA 6-FOSFATO DESHIDROGENASA; PK: PIRUVATO QUINASA; AC: ANTICUERPOS; LA: LÍQUIDO AMNIÓTICO; V MÁX ACM: VELOCIDAD MÁXIMA DE LA ARTERIA CEREBRAL MEDIA; ICC: INSUFICIENCIA CARDIACA CONGESTIVA Además de su papel diagnóstico, la ecografía es fundamental para el seguimiento de los casos, tanto desde el punto de vista de la progresión del hidrops como de la posible afectación hemodinámica, buscando signos de anemia fetal y de insuficiencia cardiaca congestiva. - Cordocentesis: Cariotipo fetal, hemograma con fórmula leucocitaria (diagnóstico de anemia, enfermedades hematológicas y signos de infección congénita), grupo sanguíneo y test de Coombs directo, función hepática (infecciones congénitas), serología fetal, electroforesis de la hemoglobina (?-talasemia), estudios metabólicos, estudio genético molecular mediante análisis de ADN siempre que haya un caso índice estudiado. • Estudio fetal invasivo - Amniocentesis: Cariotipo fetal, PCR y cultivo para TORCHES y Parvovirus B19, alfafetoproteína (nefrosis congénita y teratoma sacrocoxígeo); estudios metabólicos; estudio genético molecular mediante análisis de ADN, siempre que haya un caso índice estudiado. - Biopsia corial: Cariotipo fetal; estudio genético molecular mediante análisis de ADN siempre que haya un caso índice estudiado. 181 Tema 30:Maqueta Madre 08/02/12 14:34 Página 182 Ecografía del Hidrops Fetal • Taquiarritmia: La administración de fármacos antiarrítmicos, principalmente flecainida como único fármaco o asociado a digoxina, permite la conversión a ritmo sinusal y, en la mayoría de los casos, la resolución del hidrops con supervivencias próximas al 75% (13). Ante una muerte fetal o neonatal, es fundamental realizar una necropsia, ya sea para confirmar el diagnóstico prenatal como para intentar conocer la causa si ésta no ha sido previamente establecida (16). En cerca del 90% de los casos se confirma el diagnóstico prenatal, y sólo entre el 4-6%, una vez realizada la necropsia, el hidrops no inmune es catalogado de idiopático (16). Debe realizarse también una radiografía del feto para descartar displasias esqueléticas, así como estudios enzimáticos complementarios siempre que se sospeche una enfermedad de depósito. • Infección congénita por Parvovirus B19: Hasta en un 30% de los casos se produce una resolución espontánea, además el tratamiento de la anemia mediante transfusión intrauterina permite alcanzar unas tasas de supervivencia de el 85% (10, 11). • Infección congénita por citomegalovirus: En la infección por citomegalovirus, debido al mal pronóstico por el riesgo de secuelas neurológicas severas, es preferible mantener una conducta expectante. PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO Debido a las múltiples etiologías del hidrops no inmune no se puede hablar de un pronóstico homogéneo. Éste vendrá condicionado principalmente por la causa del hidrops. Otros factores pronósticos determinantes son la edad gestacional de aparición de los signos hidrópicos, la presencia de anomalías asociadas y el oligohidramnios. Podríamos hablar de una mortalidad global de un 70%, alcanzando cerca del 100% en aquellos casos en que el feto presente una malformación estructural o una cromosomopatía (16). En algunos casos, la causa del hidrops es tratable y, por tanto, el pronóstico mejora considerablemente. En general, son de buen pronóstico los hidrops asociados a las siguientes patologías (16): • Hidrotórax primario o secundario a patología torácica: Cuando hay un gran desplazamiento mediastínico o se encuentra en el contexto de un hidrops estará indicado de la colocación de un “shunt” toracoamniótico (17, 18). • Síndrome de transfusión feto fetal: En la actualidad el tratamiento de elección es la coagulación de las anastomosis vasculares mediante láser vía fetoscópica. • Teratoma sacrocoxígeo: En casos de anemia severa se puede proponer transfusiones intrauterinas. Recientemente, aunque la experiencia es muy limitada, se plantea la coagulación mediante láser intersticial del pedículo vascular. 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ORTIZ QUINTANA INTRODUCCIÓN Los innegables avances tecnológicos y del conocimiento científico en los campos de la Obstetricia y la Neonatología han permitido mejorar ostensiblemente los índices de morbimortalidad perinatal. Aún así, es necesario mejorar el conocimiento y afrontamiento de determinadas patologías, que, dejadas a su evolución natural, supondrían un daño irreversible del feto, incluso su muerte, y en algunos casos comportarían una elevada carga de mortalidad y discapacidad en la etapa postnatal. La consideración actual del feto como paciente ofrece amplias expectativas de diagnóstico y tratamiento, debido fundamentalmente al desarrollo y mejora de las técnicas de imagen. Esto permite conocer cada vez con mayor precocidad y precisión la morfología fetal, facilitando el diagnóstico de anomalías fetales sobre las que intervenir en etapas más precoces. El estudio morfológico fetal es una de las exploraciones más difíciles y comprometidas, por sus vertientes tanto médicas como legales pero, en contrapartida, es el procedimiento que permite avanzar en el campo de la terapia fetal, considerada hoy en día la mejor alternativa para mejorar los resultados perinatales. La cualificación de los especialistas que llevan a cabo estos estudios en España se ha incrementado de forma significativa, aumentando el número de diagnósticos y por lo tanto la cantidad de pacientes que pueden acceder y beneficiarse de la terapia fetal, especialmente de la cirugía fetal. Estas anomalías suelen tratarse mediante cirugía fetal, que supone un abordaje intrauterino y que, como técnica invasiva, conlleva un riesgo de complicaciones. Debido al riesgo de pérdida fetal y a la variabilidad en la tasa de éxito de los resultados, los criterios para su realización deben de ser muy estrictos. Estos criterios fueron definidos hace ya más de 25 años por la Fetal Medicine and Surgery Society (IFMSS) (Tabla 1) (1). Dada la complejidad de la técnica y el escaso numero de casos subsidiarios de estos procedimientos, parece lógico pensar, con el fin de optimizar resultados, que este tipo de intervenciones sean llevadas a cabo en un número limitado de centros que cuenten con los recursos y personal entrenado para su realización. Anomalía con diagnóstico prenatal fiable, excluyendo alteraciones asociadas Historia natural de la enfermedad conocida con pronóstico definido Tratamiento postnatal con malos resultados Cirugía técnicamente factible, comprobada en animales de experimentación Intervención realizada por equipo multidisciplinar en centros de terapia fetal conforme a protocolos. Consentimiento informado de la paciente Tabla 1. Criterios para la realización de cirugia fetal CRITERIOS PARA REALIZAR CIRUGIA FETAL INDICACIONES ACTUALES DE CIRUGÍA FETAL Aunque la mayoría de las anomalías fetales se tratan después del nacimiento, existe un pequeño número que requieren intervención prenatal con el fin de salvar la vida del feto o prevenir el daño irreversible de un determinado órgano o aparato. El tratamiento puede corregir la malformación, disminuir la progresión de la enfermedad o incidir sobre complicaciones que pondrían en peligro la vida al nacimiento, para posteriormente a éste, realizar su corrección. El avance tecnológico ha posibilitado la miniaturización de cámaras y fibroendoscopios permitiendo el desarrollo de la cirugía fetal endoscópica (2). La complicación más frecuente de la cirugía fetal ha sido y es la rotura prematura de membranas (RPM) y el parto prematuro (PP). Ambas complicaciones son mucho más frecuentes en casos de cirugía abierta, lo que ha motivado el abandono de esta modalidad, al menos en nuestro entorno. Con la cirugía fetal endoscópica se ha logrado disminuir de forma muy significativa estas complicaciones (3). 183 Tema 31:Maqueta Madre 08/02/12 14:36 Página 184 Terapia Fetal COMPLICACIONES DE LA GESTACIÓN GEMELAR MONOCORIAL b. Crecimiento intrauterino restringido selectivo La segunda gran complicación de la gestación MC es el crecimiento intrauterino restringido selectivo (CIRs). El CIRs tipo II, que se caracteriza por la ausencia de flujo telediastólico en arteria umbilical, es el que plantea, en fetos previables, la posibilidad terapéutica de la oclusión de cordón umbilical del feto con CIR. La técnica se realiza mediante la coagulación con láser o pinza bipolar, en función del calibre del cordón. El utillaje y preparación del campo es similar al de la fetoscopia. Cuando se realiza con pinza bipolar, el control se efectúa por ecografía, comprobando la ausencia de flujo en cordón umbilical mediante el Doppler color. La tasa de supervivencia oscila entre el 78-84% (8). Esta misma técnica es la que también se utilizará en los casos de defecto congénito discordante. Los gemelos monocoriales (MC) suponen aproximadamente el 70% de los gemelos monocigóticos y alrededor del 20-25% del total de las gestaciones gemelares. El aspecto mas importante del seguimiento de la gestación gemelar es la correcta asignación de la corionicidad, que debe establecerse antes de las 14 semanas de gestación, momento en el cual los signos ecográficos tienen una sensibilidad y especificidad cercana al 100%. Comparados con los gemelos bicoriales, presentan un riesgo incrementado de pérdida fetal, parto prematuro y una mayor morbimortalidad perinatal. Las complicaciones de la gestación monocorial son la indicación es más frecuente de cirugía endoscópica, constituyendo el grueso de las pacientes que son referidas a una Unidad de Terapia Fetal (4). Las alteraciones más relevantes en las gestaciones gemelares monocoriales en las que podría tener interés la cirugía fetal son el síndrome de transfusión feto-fetal, el crecimiento intrauterino restringido selectivo y la secuencia TRAP, que se estudian a continuación. Es importante la valoración ecográfica de la longitud cervical previa a cualquiera de los procedimientos expuestos. En casos de longitud cervical acortada se puede plantear la realización de un cerclaje en el mismo momento de la cirugía (5). c. Secuencia TRAP La secuencia TRAP (twin reverse arterial perfusion) o feto acardio es una complicación que afecta al 1% de las gestaciones MC. Se considera una forma extrema de malformación discordante. El feto acardio crece a expensas del feto normal, y se perfunde a través de una anastomosis arterioarterial directa que lleva la sangre en dirección inversa, comportándose como un “parásito”. El factor pronóstico es el tamaño del feto acardio y la existencia de signos de sobrecarga en el feto normal. La oclusión del cordón en estos casos es la terapéutica indicada pudiendo realizarse mediante oclusión de cordón, láser o ablación con radiofrecuencia (9). a. Síndrome de transfusión feto-fetal El síndrome de transfusión feto-fetal (STFF) complica del 10 al 15% de las gestaciones MC. El cuadro clínico, dejado a su libre evolución, conlleva una mortalidad cercana al 100%. Durante años el tratamiento consistía en la realización de amniodrenajes seriados. En la actualidad esta terapéutica debe de ser abandonada ante los mejores resultados de la coagulación con láser de las anastomosis existentes entre ambos circuitos placentarios, que son la causa fundamental del síndrome (6). La fetoscopia para la coagulación con láser de las anastomosis placentarias se realiza por vía percutánea en un ámbito de quirófano, bajo sedación materna y anestesia local. Requiere una corta hospitalización para vigilar evolución y aparición de posibles complicaciones. La supervivencia parece estar relacionada con el estadio de la enfermedad (7). Actualmente se preconiza la incorporación del estudio de la función cardiaca fetal al sistema de estadificación pues refleja de manera más fidedigna la situación fisiopatológica del síndrome. HERNIA DIAFRAGMÁTICA CONGÉNITA La hernia diafragmática congénita (HDC) es un defecto quirúrgicamente corregible en el neonato. El problema principal es la hipoplasia pulmonar coexistente, que causa insuficiencia ventilatoria e hipertensión pulmonar en el periodo postnatal. No todas las HDC son subsidiarias de terapia intrauterina. El tratamiento consiste en la inserción de un balón traqueal, colocado mediante fetoscopia, con el fin de que las propias secreciones pulmonares induzcan un crecimiento de la vía aérea y de los vasos. El momento de la colocación dependerá de la gravedad del cuadro, procediéndose a su extracción en una segunda fetoscopia o mediante punción ecoguiada. El pronóstico viene determinado por el cálculo de la LHR (lung to head ratio) y la presencia de contenido hepático. Cuando la LHR se expresa como una proporción entre el valor observado/esperado (O/E LHR) la predicción es independiente de la edad gestacional. Ante una O/E 184 Tema 31:Maqueta Madre 08/02/12 14:36 Página 185 TEMA LHR entre el 15-25% el grado de hipoplasia pulmonar es severo y la supervivencia aproximada del 15%. En un estudio multicéntrico publicado recientemente con un importante numero de casos (n=210), el procedimiento se realizó con una mediana de edad gestacional de 27,1 sem. El tiempo quirúrgico fue de 10/min. En el 47% de los casos se produjo una rotura prematura de membranas, aunque sólo en el 8% fue antes de la semana 32. La mediana de la edad gestacional al parto fue de 35,3 semanas, y en el 30,9% de pacientes éste se produjo por debajo de las 34 semanas. En 204 casos se obtuvo un recién nacido vivo y 98 (48%) fueron dados de alta con vida. La terapia fetal incrementó en un 35-45% el pronóstico de supervivencia establecido inicialmente (10). 31 Figura 1. “Shunt” toraco-amniótico en malformación adenomatosa pulmonar complicada con hidrops (plano axial) COLOCACIÓN DE DERIVACIONES O “SHUNTS” INTRAÚTERO Una derivación o “shunt” intrauterino es un dispositivo que permite conectar quirúrgicamente dos espacios o cavidades para drenar un fluido entre éstas. La introducción del dispositivo, que requiere control ecográfico, se considera una técnica invasiva con menor riesgo de complicaciones que el acto quirúrgico de la fetoscopia. Las complicaciones susceptibles de colocación de “shunts” intraútero son la malformación adenomatosa pulmonar, el derrame pleural o hidrotórax y la obstrucción baja de la vía urinaria, que se estudian a continuación. Figura 2. “Shunt” toraco-amniótico en malformación adenomatosa pulmonar (plano sagital) a. Malformación adenomatosa pulmonar La malformación adenomatosa pulmonar, producida por un crecimiento patológico de los bronquiolos terminales, actúa como lesión ocupante de espacio y en algunos casos puede producir hipoplasia pulmonar, desviación mediastínica e incluso hidrops con polihidramnios, comprometiendo la vida fetal. Su crecimiento suele producirse hasta el final del segundo trimestre y puede ser seguido mediante control ecográfico. Algunos autores han elaborado índices que valoran la posibilidad de la aparición del hidrops (11). Después de la semana 28, la mayoría de las lesiones disminuyen su tamaño. La resección quirúrgica postnatal es el tratamiento habitual con resultados excelentes a largo plazo. La aparición de hidrops fetal es un factor predictor de muerte, por lo que la aparición de éste y en aquellos casos con riesgo elevado de desarrollarlo, estará indicado la colocación de un “shunt” toracoamniótico. (Figuras 1 y 2). El grupo CHOP, con la mayor casuística publicada, obtiene unos valores de supervivencia del 74% (12). b. Derrame pleural o hidrotórax En el caso del derrame pleural o hidrotórax, independientemente de la causa que lo produzca, la complicación es similar a la de la patología anteriormente descrita, es decir, la hipoplasia pulmonar. En estos casos se han intentado diversas técnicas: la punciónaspiración repetida, la pleurodesis usando diversos productos y la inserción de un drenaje pleuro-amniótico. La supervivencia depende más de la existencia de hidrops u otras anomalías acompañantes que del correcto funcionamiento de la derivación (13). c. Obstrucción baja de la vía urinaria La obstrucción baja de la vía urinaria es un término que agrupa diversas patologías, siendo la más frecuente las válvulas de uretra posterior. Independiente de la causa de la obstrucción, el oligohidramnios secundario da lugar a una hipoplasia 185 Tema 31:Maqueta Madre 08/02/12 14:36 Página 186 Terapia Fetal Aunque la cifra parece modesta, es esperanzadora, pues sin la intervención prenatal, el 100% de estos niños hubieran requerido una intervención de Norwood con circulación univentricular. La casuística en cuanto a valvuloplastias pulmonares y septostomías atriales es mucho más reducida. Los resultados son optimistas y permiten una opción terapéutica en fetos que de otra manera se verían gravemente comprometidos intraútero o en el periodo postnatal (16, 17). A pesar del escaso numero de fetos tratados, parece demostrado que la terapia cardiaca intraútero es técnicamente realizable, mejorando el funcionalismo cardiaco y disminuyendo la progresión de la enfermedad. pulmonar que es la que condiciona la muerte fetal. Una solución potencial es la derivación vesico-amniótica, que por una parte evitará la hipoplasia pulmonar y, por otra, preservará la función renal, salvo que ésta estuviera ya muy dañada. El diagnóstico ecográfico correcto y el estudio de la función renal son las premisas imprescindibles para valorar una terapia intrauterina una vez descartadas anomalías cromosómicas o cuadros sindrómicos. Una limitación fundamental es la falta de consenso en cuando actuar y como identificar los fetos subsidiarios de beneficiarse de un tratamiento intraútero, pues aun en casos seleccionados, los resultados a largo plazo revelan que aproximadamente el 50% presentarán insuficiencia renal (14). INTERVENCIONISMO CARDIACO INTRAUTERO OTRAS INDICACIONES Algunas cardiopatías, como la estenosis aórtica y pulmonar, se caracterizan por su evolución prenatal progresiva, dando lugar a un compromiso ventricular irreversible, con hipoplasia que postnatalmente hará inservible a ese ventrículo. En estos casos se precisará una corrección quirúrgica paliativa a circulación univentricular, tipo Fontan, con alta mortalidad y secuelas posteriores tanto cardiacas como neurológicas. En otras ocasiones, el cierre prematuro o la restricción del formen oval, en casos de hipoplasia de ventrículo izquierdo, impedirá un adecuado flujo desde la aurícula izquierda a la derecha dando lugar a una hipertensión pulmonar, que empeora el pronóstico de esta cardiopatía. En estas tres circunstancias, estenosis pulmonar o aórtica y en el cierre prematuro del foramen oval, se contempla el intervencionismo cardiaco intraútero. Tanto la valvuloplastia como la septostomia atrial se realizan mediante punción ecoguiada, introduciendo un catéter-balón inflable, y procediéndose a la dilatación valvular o del foramen oval. A pesar de ser necesaria una selección cuidadosa de los casos, existen controversias en cuanto a los criterios que deben cumplirse para indicar la terapia fetal. La intervención más practicada ha sido la valvuloplastia aórtica en casos de estenosis crítica. La serie mayor publicada, realizada por el grupo de Boston (15), sobre 70 casos intervenidos, consiguen una circulación biventricular en el 20% de los casos. a. Mielomeningocele Aunque el mielomeningocele puede considerarse como una anomalía que no compromete la vida fetal, las secuelas y minusvalías a las que da lugar en la vida postnatal son tan importantes que se ha planteado la terapia fetal intraútero mediante su cierre con cirugía abierta. En la actualidad se está realizando un estudio randomizado en USA que trata de demostrar si el pronóstico de los fetos intervenidos prenatalmente es mejor que en los que la corrección se realiza después del nacimiento (18). b. Teratoma sacrococcígeo El teratoma sacrococcígeo (TSC) es una masa tumoral compleja localizada en el polo caudal del feto. El desarrollo de hidrops, secundario a la insuficiencia cardiaca producida por el alto gasto a que da lugar el gran “shunt” arteriovenoso tumoral, en un feto con esta patología es considerado como preterminal. Se ha intentado la escisión parcial mediante coagulación con láser intersticial o la ablación mediante radiofrecuencia de los vasos nutrientes. La revisión de la literatura hace cuestionable este tipo de cirugía (19). 186 Tema 31:Maqueta Madre 08/02/12 14:36 Página 187 TEMA SITUACIÓN ACTUAL Sin embargo, dada la rareza de estas enfermedades, las series publicadas son cortas y pueden sobrestimar la eficacia del tratamiento intraútero. Ante esta situación, se hace necesario centralizar su atención en unidades de medicina fetal de referencia con el fin de optimizar resultados, procediendo a una correcta selección de los casos y teniendo en cuenta el momento idóneo de la intervención terapéutica. La cirugía fetal es un campo de la medicina fetal en desarrollo y para el que se preve un auge en los próximos años, ya que, aplicada en pacientes seleccionados, modifica favorablemente la historia natural de la enfermedad. Las indicaciones y motivos de la cirugía fetal vigentes se resumen en la Tabla 2. INDICACIÓN 31 HISTORIA NATURAL MOTIVO DE TERAPIA INTRAUTERO - Síndrome de transfusión feto fetal Secuencia oligoamnios-polihidramnios. Cambios hemodinámicos; RPM y PP; muerte fetal Separación de las circulaciones. Prevención del fallo cardiaco y daño neurológico - Crecimiento intrauterino restringido selectivo Riesgo de muerte intrauterina del feto afecto de CIRs con riesgo de muerte concomitante o secuelas neurológicas del feto sano Oclusión del cordón umbilical del feto CIR con el fin de prevenir daño neurológico y/o la muerte del feto sano - Feto acardio o anomalía discordante Anomalía discordante o riesgo de muerte del feto sano Reducción fetal selectiva evitando complicaciones en el feto sano HERNIA DIAFRAGMÁTICA CONGÉNITA Hipoplasia e hipertensión pulmonar Revertir la hipoplasia pulmonar y prevenir la hipertensión pulmonar LESIONES TORÁCICAS OCUPANTES DE ESPACIO Hipoplasia pulmonar. Hidrops y muerte fetal Prevención de la hipoplasia pulmonar Evitar la muerte fetal OBSTRUCCIÓN BAJA DE VÍAS URINARIAS Daño renal progresivo Hipoplasia pulmonar Prevención del daño renal y de la hipoplasia pulmonar ESTENOSIS CRÍTICA AÓRTICA Y PULMONAR. CIERRE PRAMTURO DEL FORAMEN OVAL Hipoplasia ventricular Riesgo de muerte intraútero o postnatal Prevención de la hipoplasia Posibilidad de circulación biventricular COMPLICACIONES DE LA GESTACIÓN MONOCORIAL Tabla 2. Indicaciones y motivo de la cirugía fetal RPM: ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS; PP: PARTO PRETÉRMINO; CIR: CRECIMIENTO INTRAUTERINO RESTRIGIDO 187 Tema 31:Maqueta Madre 08/02/12 14:36 Página 188 Terapia Fetal BIBLIOGRAFÍA 10. Jani JC, Nicolaides KH, Gratacós E. et al. Severe diaphragmatic hernia treated by fetal endoscopic tracheal occlusion. Ultrasound Obstet Gynecol 2009 Sep; 34(3):304-10. 1. Harrison MR, Filly RA, Golbus MS et al. Fetal treatment. N Engl J Med 1982; 307:1651-2. 2. Klaritsch P, Albertt K, Van Mieghem T et al. Instrumental requeriments for minimal fetal invasive fetal surgery. Br J Obstet Gynecol 2009; 116:188-97. 11. Crombleholme TM, Coleman B, Hedrick H. et al. 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MÁS RUÍZ El examen ecográfico en Ginecología se ha convertido en un procedimiento básico y complementario al examen clínico porque, además de informar sobre los datos estructurales anatómicos, aporta numerosa información funcional mediante el estudio de los cambios morfológicos cíclicos y de los flujos vasculares relacionados con la estimulación hormonal y en todos los períodos de la vida genital. PARTICULARIDADES DE LA EXPLORACIÓN ECOGRÁFICA EN GINECOLOGÍA La exploración ecográfica ginecológica presenta algunas características que la distinguen de la exploración obstétrica: • Según el principio clásico de "sólo se encuentra aquello que se busca", debe ser una exploración orientada por datos clínicos que nos precisen el contexto ginecológico para mejorar el rendimiento diagnóstico de la ecografía (1). • Aunque normalmente el aparato genital se sitúa en un espacio delimitado por la pelvis, pueden existir variaciones de localización anatómica espontáneas o debidas a lo ocupación de otros órganos pélvicos (replección vesical, ocupación intestinal,…). • Hay que conocer las variaciones que dependen de la edad de los pacientes y de su situación funcional (hipoestronismo, tratamientos hormonales...) en las diversas etapas de la vida genital. • La fisiología del ciclo menstrual influye directamente en las imágenes obtenidas, por lo que su conocimiento es indispensable para distinguir la normalidad de la enfermedad. • La capacidad de detección de algunos órganos varía mucho en función de su tamaño: Por ejemplo las trompas, o los ovarios atróficos, úteros grandes, ... • El examen ecográfico de la pelvis a menudo está afectado por artefactos de difracción, reflexión y reverberación, lo que se ve agravado en las mujeres con excesiva grasa o con grandes úteros fibromatosos que reducen la transmisión acústica (1). MEDIOS DE EXPLORACIÓN Sondas Las características anatómicas de la pelvis y la necesidad de explorar las regiones laterales obligan al uso de un barrido sectorial con transductores convexos lineales. Generalmente se aplican unas frecuencias de 3.5 a 5 MHz en la vía abdominal. En la vía vaginal las frecuencias empleadas van de 5 a 10 MHz. La mayoría de la sondas son multifrecuencia y permiten imágenes de armónicos (2). Una aplicación de la misma es la histerosonografía (3,4,5) y la histerosonosalpingografía 2D y 3D con contraste intracavitario (6,7). Las vías de abordaje pueden ser transvaginal, transrectal, transperineal, translabial o introital. Existen sondas específicas transrectales o endoluminales (intrauterina) (2). Doppler Está acoplado a la imagen ecográfica y puede funcionar en las diferentes sondas. El código color de la señal Doppler resulta de gran utilidad ya que permite ganar tiempo en la exploración y estudiar los fenómenos vasculares del aparato genital, tan importantes a la hora de completar el diagnóstico morfológico (1,5). Habitualmente se utiliza Doppler color, Power Doppler y Doppler pulsado (2,7). Modo 3D o tridimensional El papel de la exploración ecográfica ginecológica con la tecnología tridimensional está aumentando, pero sus indicaciones precisas están aún por determinar. Se emplea fundamentalmente en las sondas vaginales (7). 189 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:37 Página 190 Estudio Ecográfico de la Pelvis Femenina VÍAS DE EXPLORACIÓN: ECOGRAFÍA ABDOMINAL Y VAGINAL Desventajas: El campo de visión es más reducido (unos 6 cm) por el uso de sondas de frecuencias más elevadas, hay una peor orientación espacial y los movimientos son más limitados por lo que requiere de un mayor tiempo de aprendizaje. No puede realizarse cuando hay himen íntegro, atrofia menopáusica, o rechazo psicológico (1,8,9,10). La realización de la exploración ecográfica presenta característicos específicas según lo vía de abordaje. Vía abdominal (TA) Es la vía de referencia en la mayoría de los casos ya que ofrece una visión amplia y panorámica de la pelvis con las relaciones anatómicas de los distintos órganos entre sí. Permite al examinador un amplio rango de excursión de la sonda (7). Exige una importante replección vesical que actúa de ventana acústica que rechaza las asas intestinales fuera del campo de exploración y permite la visualización del útero y anejos. Si el volumen vesical es excesivo puede dificultar la valoración de algunos órganos por desplazamiento o introducir artefactos de imagen (1,5). La visualización de los órganos pelvianos también está limitada en la vía abdominal por el hábito corporal debido a la atenuación sónica por el grosor de la pared abdominal anterior y la grasa subcutánea, preperitoneal, epiploica y mesentérica interpuestas. La mayor distancia entre la pared abdominal anterior y los órganos explorados impide la utilización de sondas de alta frecuencia que presentan mejor resolución axial y lateral (1,7,8,9,10). Otras vías: transrectal y perineal Hay ocasiones en que, para valorar estructuras que por sus características y situación anatómica o porque existen condicionantes que impiden el uso de la vía vaginal, se necesita otra vía de abordaje (5). La vía transrectal con sonda rectal o vaginal nos permite explorar mejor el tabique rectovaginal, los parametrios, la cara posterior uterina, el espacio de Douglas, el recto y el canal anal (1,7,8). La vía transperineal y translabial se aborda con una sonda lineal cónvex o con sonda vaginal, no siendo necesario un llenado vesical máximo. Con ella se puede explorar los genitales internos, vejiga y uretra (por ejemplo en la niña) y las estructuras músculo-tendinosas del suelo pélvico (1,12,13). TÉCNICA DE EXPLORACIÓN Vía abdominal Se inicia con la localización y estudio del eje úterovaginal, que constituye el “tutor ecográfico de la pelvis”. A partir de ahí se realizan los cortes clásicos sagitales, parasagitales y transversales, completando con los cortes oblícuos si es necesario, especialmente para la valoración de los anejos. Los cortes frontales no se realizan habitualmente aunque pueden proporcionar información sobre la cavidad uterina en su conjunto con las zonas cornuales y los contornos uterinos, de manera similar a la histerosalpingografía. Los anejos se localizan mediante un barrido transversal ascendente a cada lado del útero situando la sonda en el lado opuesto a la estructura estudiada a nivel latero o retrouterino, o muy elevados en la pelvis, o bien en un corte longitudinal muy externo, inferior y medial a los vasos ilíacos (1). El corte sagital medio transabdominal con la vejiga en repleción, permite una visión amplia y panorámica de la pelvis con el eje uterovaginal como punto de referencia para el estudio ecográfico de los órganos pélvicos, tal y como se muestra en la Figura 1. Vía vaginal (TV) Es la vía más utilizada en la práctica como primera opción (en ausencia de grandes masas pélvicas). En teoría debería aplicarse después de haber realizado un barrido completo del área abdominopélvica por vía abdominal. Ambas vías son complementarias (5,8,11). Ventajas: La proximidad de los fornix vaginales al útero y los anejos disminuye los artefactos por interposición de otras estructuras y elimina la atenuación por los tejidos permitiendo la colocación de transductores de alta frecuencia (5 a 10 Mhz) próximos a “órganos diana”. De este modo se consigue visualizar detalles anatómicos del útero y ovarios imposibles por la vía TA y realizar la punción ecoguiada de quistes y folículos de un cuadro mucho más preciso. Esto es especialmente útil en la obesidad, cuando hay cicatrices abdominales o con el útero en retroflexión. No precisa replección vesical por lo que es más cómoda (7,8,10). La aplicación del Doppler transvaginal añade la posibilidad de obtener registros de todos los vasos de la circulación uteroovárica (1,8,9). 190 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:37 Página 191 TEMA 32 También podemos usar la punta de la sonda vaginal como “dedo palpador” valorando la movilidad, deformabilidad o la sensibilidad dolorosa de los órganos pélvicos (7,8). VISUALIZACIÓN DE LOS GENITALES INTERNOS La pelvis se divide arbitrariamente en dos compartimentos estructuralmente contínuos: pelvis falsa o mayor y pelvis verdadera o menor, siendo el límite entre ambas el promontorio sacro, las líneas terminales y el borde superior de la sínfisis púbica. El aparato genital en su estado basal normal está enteramente situado en la pelvis menor. La exploración ecográfica pélvica permite observar un gran número de estructuras, unas lo son sistemáticamente y otras sólo ocasionalmente. La identificación de las estructuras pélvicas se basa en su forma, posición, ecogenicidad y eventuales movimientos. La anatomía ecográfica normal es la base de la interpretación diagnóstico, especialmente para el reconocimiento de pequeñas lesiones (8,9). Figura 1. Corte sagital medio transabdominal con la vejiga en repleción que permite una visión amplia y panorámica de la pelvis con el eje uterovaginal como punto de referencia para el estudio ecográfico de los órganos pélvicos Vía transvaginal Se introduce la sonda con el eje mayor del extremo del transductor en anteroposterior lentamente hasta la cúpula vaginal. Podremos ir valorando vagina, uretra, recto y vejiga. Cuando la sonda llegue al fórnix anterior (posterior si el útero está en retro) y contacte con el cérvix se movilizará alrededor de él hasta conseguir el plano longitudinal o sagital medio del útero. Tomando al útero como referencia se realizan leves angulaciones desde la línea media obteniendo las imágenes parasagitales del útero y más lateralmente hasta obtener la imagen de los ovarios. Si desplazamos más la sonda hacia la pared pélvica podremos observar los vasos ilíacos que aparecen como estructuras tubulares hipoecógenas. Los ovarios se sitúan por encima o medialmente a la vena ilíaca externa (en la imagen invertida). A continuación giramos la sonda unos 90º para obtener el plano transversal (axial o semicoronal) del útero desplazado el haz desde el cérvix al fondo uterino. Se pueden explorar también los anejos al mover la sonda hacia los fondos de saco laterales (1,8,11). En realidad, esta sistemática es sólo orientativa, ya que puede realizarse un número ilimitado de cortes, los necesarios para la adecuada visualización de las estructuras exploradas. En ocasiones resulta útil la maniobra de presionar sobre el abdomen de la paciente para aproximar un ovario o tumoración anexial ascendidos al campo de exploración (1,11). Estructuras músculo-esqueléticas Los componentes pelvianos músculoesqueléticos son los que delimitan el contenido pelviano. Es importante su reconocimiento para no confundirlos con imágenes patológicas (masas pélvicas "fantasma") y porque también pueden ser asiento de lesiones. Las paredes pélvicas sólo se observan bien con una repleción vesical importante (8). a. Paredes óseas Por su naturaleza producen una importante reflexión del haz ultrasónico, creando un vacío acústico bajo una interlínea hiperecogénica y brillante. Podemos distinguir en el corte transversal lateralmente identificamos las palas iliacas y las cabezas femorales; en la parte anterior más baja, las ramas pubianas y hacia atrás el raquis lumbosacro (cuerpo, disco intervertebral y canal raquídeo). En el corte longitudinal: en sentido descendente encontramos el raquis lumbar, el promontorio y la concavidad sacra (3). b. Revestimiento muscular En el revestimiento muscular pelviano (pelvis falsa o mayor) distinguimos los componentes anterior, laterales y el suelo pélvico. 191 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:38 Página 192 Estudio Ecográfico de la Pelvis Femenina Pared anterior Está constituido fundamentalmente por los rectos anteriores, que en un corte transversal bajo, aparecen bajo la grasa subcutánea como dos vientres ovalados hipoecógenos rodeados por una línea hiperecogénica que representa la fascia. A ese nivel podemos encontrar hematomas o abscesos originados en el espacio de Retzius o en la vaina de los músculos rectos que pueden ser confundidos con masas que se originen en las vísceras pelvianas. En este corte y algo más lateral también podemos apreciar los músculos oblícuos interno y externo y el transverso del abdomen (3,8,9). Paredes laterales Las paredes musculares laterales, que naturalmente son simétricas en los cortes transversales, están constituidas de afuera hacia adentro por los músculos psoas iliaco, obturador interno y piriforme. Figura 2. Visión panorámica de la pelvis mediante un corte transversal transabdominal del abdomen inferior en posición paravertebral mostrando una sección transversal del músculo psoas ilíaco, que se encuentra situado lateralmente con respecto al ovario y al útero • Músculo psoas iliaco: El músculo psoas mayor está situado a nivel paravertebral, mas anterior y medial que el ilíaco que se origina en los dos tercios superiores de la fosa ilíaca y ambos conforman la pared anterolateral de la pelvis mayor. El aspecto transversal del músculo puede visualizarse en un corte transversal transabdominal del hemiabdomen inferior en posición paravertebral apareciendo como una amplia banda elíptica hipoecogénica, bien delimitada, con sus dos vientres musculares separados por una línea ecogénica brillante que corresponde a la aponeurosis de unión. También podemos obtener su aspecto longitudinal angulando el transductor lateralmente hacia la fosa ilíaca inferior a los vasos ilíacos externos (3,8,9) (Figura 2). Suelo pélvico: diafragma pélvico Es la estructura más inferior de la pelvis y está representado por el músculo elevador del ano y el ileocoxígeo. Por vía abdominal se identifican en los cortes transversales cuando el transductor se orienta hacia abajo, a nivel del fondo vaginal, y aparecen como zonas hipoecogénicas, más mediales y posteriores que el obturador interno (3).Un estudio más directo se obtiene con la sonda vaginal apoyada sobre la horquilla perineal en sección transversa verticalizando la sonda hacia la base de la pelvis y visualizando el esfínter anal (9,10,13), tal y como aparece en la Figura 3. También se pueden obtener imágenes complementarias por vía abdominal (Figura 4). • El músculo obturador interno: En un corte transversal transabdominal muy bajo de la pelvis inclinado hacia cúpula vaginal pueden verse bordeando la vejiga como una imagen ovalada lateral, hipoecogénica, de contornos densos (3,8,9). Anatomía vascular pelviana Los vasos pélvicos aparecen como estructuras tubulares rectas de contenido anecógeno y calibre variable a ambos lados de la pared pélvica (11). Las venas siguen generalmente el mismo trayecto en sentido inverso a las arterias. Siguiendo la anatomía normal de la vascularización pélvica podemos distinguir: vasos iliacos primitivos, arteria y vena iliaca externa, vasos iliacos internos o hipogástricos, arteria y vena uterina, vasos arcuatos, radiales y espirales y la arteria ovárica. Su identificación ecográfica y mediante Doppler aparecen descritos en el capítulo sobre "Doppler ecográfico ginecológico". • El músculo piriforme (o piramidal): Más comúnmente por vía transvaginal puede identificarse en la pelvis posterior, apareciendo en el corte coronal como un vientre muscular longitudinal situado posterolateralmente al cuerpo uterino (3,8,9). 192 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:38 Página 193 TEMA 32 Figura 3. Ecografía transperineal del suelo pélvico con la sonda vaginal en sección transversa sobre la horquilla y orientada hacia la base de la pelvis. Se observa la mucosa y esfínter del ano rodeado de tejido fibroso hiperecogénico y más lateralmente la inserción del músculo elevador A: ANO. PC MÚSCULO PUBOCOXÍGEO. IC ILEOCOXÍGEO así como el estudio del "útero tipo" será expuesto detalladamente en el capítulo sobre "Ecografía normal del útero y endometrio". a. Las trompas de Falopio Las trompas no suelen ser visibles salvo en circunstancias favorables. Su porción intramural o intersticial puede observarse en un corte axial o coronal (especialmente el que ofrece la ecografía 3D) como una línea ecogénica de 1 cm en el espesor del cuerno uterino. Cuando contiene algo de líquido o en condiciones patológicas es posible visualizar las porciones del istmo y la ampolla (3). Su extremo distal (zona infundibular o fímbrica) se visualiza sólo si existe líquido peritoneal libre en el fondo de saco (7,8). Aparecen como estructuras ecogénicas tubulares anchas de 0.5 a 1 cm en los cortes transversales hacia las regiones anexiales y fondo de saco, comprobando la movilidad de la fimbria al empujar con la sonda vaginal (11). La visualización de las trompas puede facilitarse instilando suero salino con aire o material de contraste a través del cervix (histerosonosalpingografía) y empleando sonografía 3D ó 3D Power Doppler (6,7). Figura 4. Imagen panorámica de la pelvis por vía transabdominal mediante sección transversal baja con el transductor orientado caudalmente hacia la cúpula vaginal. Se observa la vejiga en repleción relacionada lateralmente con los músculos obturadores internos e inferiormente con la vagina y el ano. Rodeando a estos últimos aparecen los músculos elevadores del ano OI: M. OBTURADOR INTERNO. V: VAGINA. A: ANO. EA: M. ELEVADOR DEL ANO Útero y vagina b. La vagina Se identifica en todo su trayecto exclusivamente con ecografía abdominal y con llenado vesical en un corte sagital. Aparece como una estructura plana lineal o tubular hipoecogénica tanto en cortes transversales El útero ocupa el centro de la pelvis verdadera y es el punto de referencia para el estudio ecográfico de los órganos pélvicos. Su aspecto presenta numerosas variaciones fisiológicas: biométricas, anatómicas, cíclicas y debidas o la edad y paridad (8). Todo ello, 193 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:38 Página 194 Estudio Ecográfico de la Pelvis Femenina visualizan habitualmente salvo que presente algún grado de dilatación, pero es necesario conocer su trayecto anatómico para no confundirlos con otras estructuras (8,9). La porción distal de los uréteres en su ingreso en la vejiga así como cálculos enclavados a este nivel pueden observarse en un mediante ecografía TV, o TA con la vejiga repleccionada (3). como longitudinales que se incurva en dirección inferior sobre el cuerpo perineal muscular en el introito (3,8,9). La cavidad (virtual) se visualiza como una línea hiperecogénica que a veces se desdobla si existe contenido líquido y representa la mucosa vaginal. A ambos lados de esa línea puede apreciarse una fina banda hipoecógena que corresponde a las paredes vaginales y dos líneas ecogénicas externas correspondientes a los septos vesico-vaginal y recto-vaginal (7). Puede obtenerse una imagen de la misma en un corte transversal transabdominal apareciendo como un óvalo muy aplanado subvesical centrado por la línea cavitaria (3). Con la sonda vaginal apoyada en el introito o transrectalmente también se identifica el conducto vaginal (9). c. Vejiga y uretra La vejiga es el órgano más anterior de la pelvis, por delante de la vagina, y su forma depende de su grado de replección y de la compresión de los órganos vecinos. En la exploración por vía abdominal la vejiga aparece como una estructura anecogénica, homogénea, de pared ecogénica, fina y uniforme, si ésta está distendida, y situada por detrás y por encima de la sínfisis púbica. Su morfología es ovalada en un corte transversal alto, cuadrangular si el corte es bajo y triangular en un corte longitudinal. Teniendo la vejiga medianamente llena podemos realizar una sección transversal o sagital colocando la sonda vaginal con una angulación cefálica en el introito o introduciéndola parcialmente en la vagina (9). Así visualizaremos la sínfisis del pubis y el ligamento pubouretral, el espacio de Retzius y la vascularización de Santorini, toda la uretra, el cuello vesical, el ángulo uretrovesical posterior, trígono, pared posterior vesical y el detrusor (7,8). Sería posible detectar divertículos uretrales, neoplasias infiltrativas, cálculos, ureteroceles o coadyuvar en los estudios funcionales que valoran las alteraciones de la estática pelviana, la incontinencia urinaria y el resultado de su tratamiento quirúrgico (7,3,12,13). Ovarios Los ovarios sufren las mayores variaciones fisiológicas según su estado funcional. Los conceptos sobre su ecoestructura, biometría y localización serán estudiados en el capítulo sobre "Ecografía normal del ovario". OTROS ÓRGANOS PÉLVICOS El ginecólogo tiene una magnífica posibilidad, aún sin ser un especialista, de evaluar ecográficamente los órganos pélvicos extragenitales (aparato urinario y las asas intestinales correspondientes al intestino delgado y sobre todo al recto-sigma) en su relación dinámica con los elementos de sostén. Aparato urinario a. Celdas renales El ginecólogo debe habituarse a observar los riñones con la sonda abdominal después de la exploración ecográfica de la pelvis (9). Así podremos descubrir una agenesia renal asociado a una malformación uterina, una hidronefrosis ante una gran masa pélvica o líquido en el espacio hepatorenal ante la existencia de líquido libre en el Douglas. Asas intestinales Las porciones pélvicas del tracto digestivo (asas yeyuno-ileales, ciego, recto-sigma) pueden ser exploradas usando sondas transvaginales, transabdominales y transperineales. El patrón sonográfico de las asas intestinales es preciso estudiarlo por la vía vaginal. Puede variar según su contenido pero habitualmente se visualizan como unas estructuras fusiformes de paredes delgadas y regulares con una típica estructura en capas o aspecto “en diana” en las secciones transversales (serosa ligeramente ecogénica y una capa muscular hipoecogénica con un centro ecogénico, si el intestino no está dilatado, que representa el moco y el contenido entérico) y además presenta peristaltismo (3,7). El contenido líquido ecogénico del intestino delgado está constituído por pequeñas y numerosas proyecciones digitiformes intraluminales que b. Los uréteres Son tubos musculares de sección circular de unos 25 a 30 cm de longitud. En la pelvis menor su trayecto es extraperitoneal situándose por delante de los vasos hipogástricos y por detrás del ovario, desde allí avanza ocupando una posición medial e inferior en el ligamento ancho, cruzando inferiormente a la arteria uterina, haciéndose anterior a los fornix laterales y entrando en la vejiga a nivel del trígono. No se 194 Tema 32:Maqueta Madre 08/02/12 14:38 Página 195 TEMA corresponden a las válvulas conniventes y tiene un peristaltismo rápido. En cambio, la mucosa que recubre la luz del intestino grueso (normalmente del recto-sigma) dibuja las típicas indentaciones correspondientes a sus haustras (11). La presencia de gas en gruesas burbujas y material fecal, forma una pantalla casi completa a los ultrasonidos y/o sombras acústicas con una dificultad en su distinción respecto a las masas pélvicas (3,5,8,9). 32 Por vía transperineal mediante sección transversal sobre la horquilla puede identificarse el ano y su musculatura extrínseca. Rotando 90o la sonda podemos obtener una visión sagital del recto a través del tabique recto vaginal (9,14). BIBLIOGRAFÍA 1. Guérin du Masgenêt B, Coquel P. “Técnica del examen ecográfico de la pelvis”. En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA. 1996. Pág. 1. 8. Levi SC, Lyons EA et al: “Anatomía normal de la pelvis femenina y ecografía transvaginal”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Callen PW. Ed Elsevier Masson 5ª Edición. 2009. Pág.887. 2. Price RR, Fleischer AC, Abuhamad AZ. “Instrumental ecográfico y cuestiones operativas”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. 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Para que los resultados puedan ser reproducibles y comparables, estableceremos la técnica de registro de la OVF para cada vaso y describiremos las características de su onda atendiendo a un análisis cualitativo (situación, distribución de la banda de frecuencias y perfil velocimétrico) y semicuantitativo (índices velocimétricos, índice de pulsetilidad e índice de resistencia). En ocasiones las modificaciones cualitativas son muy evidentes, pero generalmente debemos recurrir a un estudio cuantitativo para su adecuada valoración. Esto nos permitirá conocer las características de su flujo y el tipo de vaso que estamos insonando (2,3). Sólo estudiamos en la práctica la circulación arterial, ya que sus trayectos son más constantes y la información sobre sus flujos ha sido validada. Puede concluirse, que la exploración vascular mediante Doppler, se ha convertido en el complemento indispensable del estudio ecográfico ginecológico estándar. RED VASCULAR UTERINA. ARTERIA UTERINA Y SUS RAMAS Arteria uterina La arteria uterina es la rama más importante de la división anterior de la arteria ilíaca interna, desciende hacia abajo y hacia adelante por la pared pélvica hasta llegar a la espina isquiática. Desde allí se dirige por el parametrio, en el borde inferior del ligamento ancho y medialmente sobre el elevador del ano hasta el cérvix a la altura del orificio cervical interno (OCI). Aproximadamente a 2 cm del cuello cruza superior y anterior al uréter. Al llegar a la pared uterina las arterias uterinas describen un cayado y ascienden con un curso tortuoso por el borde lateral del útero dentro del ligamento ancho hasta alcanzar el cuerno uterino (1,4,5). a. Técnica de registro La arteria uterina es un vaso de gran calibre cuyo trayecto se reconoce fácilmente con Doppler color. El registro de su OVF puede obtenerse en cualquiera de sus tramos: desde el trayecto preuterino o intraligamentario, al cayado que forma a nivel cervical, en su rama ascendente uterina o en su rama cervical descendente, especialmente con sonda transvaginal. Por su facilidad, reproducibilidad, y por representar todo el flujo que llega al útero, se ha estandarizado su registro en la región parametrial a nivel paracervical. Aunque también puede obtenerse en cortes longitudinales, normalmente se adquiere en un plano transversal visualizando el mapa color del vaso a nivel del ángulo córporo-cervical uterino y a la altura del orificio cervical, interno, buscando la señal de la arteria uterina aproximadamente a un centímetro del borde de la serosa cervical para evitar las ramas cervicales y se discrimina el trayecto ascendente (1,2,3,6). b. Morfología de la OVF La dirección del flujo se aleja del transductor apareciendo ondas de velocimetría Doppler invertidas. La OVF de la arteria uterina presenta un perfil bien definido por un componente sistólico muy marcado (menor que el de las arterias ilíacas) con pendientes de aceleración y deceleración muy pronunciadas, con ascenso casi vertical, típico de vasos sistémicos de alta pulsatilidad y resistencia, y moderada-alta velocidad en el pico sistólico (Figura 1). 196 Tema 33:Maqueta Madre 08/02/12 14:40 Página 197 TEMA 33 a. Técnica de registro Para la detección de estas ondas es imprescindible la vía vaginal. Tanto en un corte longitudinal medio como transversal del útero, somos capaces de identificar con Doppler color o Power Doppler los trayectos vasculares que anatómicamente corresponden a cada una de estas arterias seleccionando un volumen de muestra entre 2-3 mm (1,2). • Arterias arcuatas: Son vasos de mediano calibre situados en el límite entre el tercio externo y los dos tercios internos del miometrio y aplicando la ventana Doppler obtenemos su OVF característico, todavía de alta velocidad y alta resistencia (Figura 2). Se captan sin dificultad en la mujer en edad fértil (7). Figura 1. Registro de la señal Doppler de la arteria uterina a nivel paracervical El componente diastólico es de escasa magnitud, en ocasiones reverso o nulo (flujo discontínuo). Su perfil es algo abrupto con un pico mesodiastólico. Entre ambos componentes existe una incisura o "notch". La distribución de frecuencias bajo el perfil de la OVF aparece relativamente agrupada, sin ocupar todo el espectro de la onda (2). c. Resistencia vascular Los índices de resistencia son altos aunque con modificaciones según la situación hormonal y la topografía. Así, hay una disminución de la resistencia a medida que la arteria uterina se acerca al cérvix y de la arteria uterina ascendente respecto a la cervical (2,7). Las mujeres postmenopáusicas presentan un Índice de Resistencia (IR) significativamente más elevado que las mujeres en edad reproductiva que se eleva con los años tras la menopausia (8). Figura 2. Onda de velocidad de flujo de arteria arcuata • Arterias radiales: Aparecen como cortos y finos trayectos vasculares color que atraviesan el espesor de los dos tercios internos del miometrio disminuyendo de calibre hasta alcanzar la basal del endometrio (Figura 3). Arterias arcuatas, radiales y espirales Las arterias uterinas en su trayecto ascendente dan lugar a múltiples ramas que penetran en el tercio externo miometrial y se dividen en las arterias arcuatas anterior y posterior que se anastomosan entre sí cruzando la línea media y determinando anillos vasculares entre las capas media y externa del miometrio. A lo largo de ese recorrido emiten ramas perforantes que se dirigen centralmente irrigando los dos tercios internos miometriales y constituyen las arterias radiales que finalmente dan lugar a las arterias y espirales, encargadas de la vascularización endometrial. Estas se alargan y presentan un patrón helicoidal más marcado en la fase secretora del ciclo menstrual (1,4,5). Figura 3. Onda de velocidad de flujo de arteria radial 197 Tema 33:Maqueta Madre 08/02/12 14:40 Página 198 Doppler Ecográfico Ginecológico: Estudio de los Vasos Pélvicos • Arterias espirales: Generalmente son más difíciles de detectar por su reducido calibre pero pueden visualizarse fácilmente en el endometrio bien desarrollado de la mitad del ciclo como señales color desde la región subendometrial hasta su zona más profunda en el endometrio, especialmente si utilizamos el power Doppler (7). a. Técnica de registro Por vía vaginal, se realizan cortes transversales del útero colocando el volumen de muestra a 1 cm del cuerno uterino evitando la valoración equívoca de la uterina. Se distinguirá de las señales del plexo venoso a este nivel (2). b. Morfología de la OVF La OVF de esta arteria es similar a la uterina, aunque sus velocidades máximas sistólicas y diastólicas suelen ser inferiores (Figura 4). Es frecuente la presencia de "notch" y la ausencia de flujo diastólico en el espectro de frecuencias. Su relación con la circulación intraovárica se confirma por su significativa correlación con la OVF intraovárica (2). b. Morfología de la OVF El perfil de la OVF de estas arterias es más atenuado al estar más alejadas del corazón, con velocidades más bajas, componentes sistólico y diastólico menos marcados separados sólo por una leve inflexión pero sin notch. La pendiente de aceleración disminuye comparativamente desde las arterias arcuatas o las radiales y, sobre todo, en las arterias espirales. Casi siempre se detecta flujo diastólico, que es mayor a medida que nos acercamos al lecho vascular distal. La distribución de frecuencias es más homogénea en una banda ancha que ocupa toda la amplitud de la onda (especialmente radiales y espirales) tendiendo a dispersarse desflecando el perfil (1,2,7). c. Resistencia vascular Los índices de resistencia a este nivel son inferiores a los registrados en las arterias uterinas y en la arteria ovárica, pero superior a la que existe a nivel intraovárico (2). Arteria ovárica c. Resistencia vascular El Índice de Resistencia (IR) y el Índice de Pulsatilidad (IP) van reduciéndose desde las arterias arcuatas a los espirales (2), aunque también existen variaciones según el ciclo y estado hormonal. La visualización de las arterias radiales y espirales se hace paulatinamente más difícil con los años de menopausia (8). La arteria ovárica nace del margen lateral de la aorta inmediatamente por debajo de la arteria renal. A la altura de la cresta iliaca cruza los vasos iliacos cerca de su bifurcación discurriendo dentro del ligamento infundíbulopélvico y alcanzando el meso del ovario donde se ramifica (3,4,5). a. Técnica de registro En un corte oblícuo hacia la pared lateral pélvica visualizamos el ovario y sobre él, en su cara posterolateral, el trayecto color de la arteria ovárica en el espesor del ligamento infundíbulo-pélvico a su entrada en el ovario, que es donde colocaremos la ventana de muestra ajustada a la pared del vaso. Su obtención es inconstante y además el registro en la región infundibular puede aparecer contaminado por la señal venosa y por las numerosas ramas ováricas y tubáricas adyacentes o incluso por la de la arteria hipogástrica (1,2,3,6). RED VASCULAR OVÁRICA La arcada vascular ovárica está constituida anatómicamente por la conjunción de la arteria ovárica y la útero-ovárica. Estos vasos se anastomosan en el meso-hilio ovárico para dar las ramas que penetran en la glándula (arterias intraováricas). Según el tramo vascular explorado obtendremos diferentes señales y patrones en la OVF (5). Arteria útero-ovárica Su estudio tiene interés, ya que es la segunda arteria que nutre al ovario y se relaciona por tanto con su función y su patología. Esta arteria procede de la uterina cuando termina de emitir ramas arcuatas a la pared miometrial dirigiéndose desde el cuerno uterino al ovario homolateral (5). b. Morfología de la OVF Su señal corresponde a un vaso de elevada resistencia, donde es frecuente la ausencia de flujo diastólico e incluso, la presencia de flujo reverso (2). 198 Tema 33:Maqueta Madre 08/02/12 14:40 Página 199 TEMA 33 c. Resistencia vascular Se trata de una red vascular visceral terminal por lo que sus resistencias son bajas (2), especialmente en la segunda fase del ciclo y en el embarazo. OTRAS ARTERIAS Y VENAS PÉLVICAS Por tratarse de vasos de distribución central sus características hemodinámicas son bastante constantes, sujetas sólo a las variaciones sistémicas, pero muy poco a los cambios funcionales distales en los órganos a los que irrigan. Por ello, aunque las describimos por estar presentes en nuestro campo de exploración, carecen de trascendencia clínica. Desde su procedencia a nivel aórtico abdominal distinguimos: Figura 4. Onda de velocidad de flujo de la arteria uteroovárica • Vasos ilíacos primitivos: Las arterias ilíacas discurren anterior y medialmente al psoas, mientras la vena asciende primero medial y luego por detrás de la arteria. La iliaca primitiva se bifurca al llegar a la pelvis en iliaca externa e ilíaca interna por delante de la articulación sacroilíaca. c. Resistencia vascular En términos relativos es superior a la de la arteria uterina y lógicamente también a la de la arteria úteroovárica aunque también con cambios cíclicos. Arterias intraováricas • Vasos ilíacos externos: Atraviesan la pelvis falsa adyacentes al borde interno del psoas hasta su salida por el canal femoral a nivel del ligamento inguinal (Figura 5). Proceden de la fusión a nivel del meso ovárico entre la arteria ovárica y la útero-ovárica, que emiten entre 2 y 12 ramas que penetran en el parénquima ovárico por su parte central medular adquiriendo un trayecto tortuoso y helicoidal dividiéndose a su vez hasta formar las redes capilares que rodean las estructuras funcionales ováricas (5). • Vasos ilíacos internos: Procede de la bifurcación de la iliaca primitiva a nivel L5/S1, inmediatamente por delante de la articulación sacroilíaca, discurre unos 4 cm hacia el borde superior del agujero ciático mayor donde se divide en una rama anterior y otra posterior. La arteria hipogástrica irrigará las paredes pelvianas, sus vísceras, el periné y la región glútea. De su rama anterior proceden, entre otras, la arteria uterina y las vaginales. Las venas se sitúan posteriormente a las respectivas arterias (1,4,6). a. Técnica de registro Con ventana color sobre el tejido ovárico se obtienen señales vasculares de distinta intensidad según el momento del ciclo. Fundamentalmente se localizan a nivel del estroma y alrededor de las estructuras funcionales presentes. Sobre esas señales aplicamos el Doppler pulsado para obtener las OVF correspondientes (1,2). a. Técnica de registro Por tratarse de vasos de gran calibre con trayecto vascular conocido es relativamente sencillo localizarlos mediante Doppler color y aplicar sobre ellos la ventana Doppler. Hay que manipular el transductor para mostrar estos vasos en su eje longitudinal. Un caso especial es la ilíaca interna o hipogástrica que tiene un recorrido corto pero se localiza con Doppler color siguiendo el trayecto de la iliaca externa de forma ascendente hasta locaizar la bifurcación. Con ecografía transabdominal el ovario se sitúa a menudo bajo la vena ilíaca externa y por delante del pedículo ilíaco b. Morfología de la OVF En general, la OVF obtenida es característica de un lecho vascular terminal con bajas velocidades sistólicas, pendientes suaves y flujo constante más elevado en la fase diastólica. La distribución de frecuencias ocupa toda la amplitud de la onda, desde la línea cero hasta la curva de velocidades máximas. Según el momento del ciclo y especialmente tras la ovulación, se producen marcados cambios en la OVF que describiremos más adelante (1,2). 199 Tema 33:Maqueta Madre 08/02/12 14:40 Página 200 Doppler Ecográfico Ginecológico: Estudio de los Vasos Pélvicos Figura 5. Ecografía Doppler color de los vasos ilíacos (vía transvaginal) AII: ARTERIA ILÍACA INTERNA, AIE: ARTERIA ILÍACA EXTERNA, VIE: VENA ILÍACA EXTERNA, AIC: ARTERIA ILÍACA COMÚN, VIC: VENA ILÍACA COMÚN, OV: OVARIO interno. Con la vía transvaginal (TV) hay que orientar lateralmente la sonda mediante un corte oblícuo hacia el ovario. La arteria ilíaca externa tiene una anchura típica de 5 a 7 mm y tienden a pulsar hacia ambas paredes. La vena ilíaca es más ancha (1 cm) pero no pulsa pudiendo observarse en su interior ecos sanguíneos de baja intensidad (9). Mediante esta vía de exploración observaremos la arteria ilíaca externa lateral a la vena y más distal al transductor (1,3). b. Morfología de las OVF La morfología de las OVF registradas a cualquiera de los niveles ilíacos es la típica de este tipo de circulación central y periférico proximal, con alta resistencia y pulsatilidad y elevada velocidad (Figura 6). Ello se traduce en un perfil muy bien definido, con un componente sistólico muy alto y pendientes de aceleración y deceleración casi verticales. La fase diastólica es comparativamente poco importante con un marcado notch proto-diastólico y con flujo reverso más o menos intenso desde la iliaca primitiva a la hipogástrica.La distribucción de frecuencias muy agrupadas bajo el perfil de la onda nos habla de un flujo en "tapón", con altas velocidades sanguíneas y un importante calibre vascular. c. Resistencia vascular La resistencia vascular al flujo en estos vasos es muy alta, por su localización anatómica, su calibre y la estructura histológica de su pared (1). 200 Figura 6. Onda de velocidad de flujo de la arteria ilíaca externa, tomada mediante ecografía transvaginal Tema 33:Maqueta Madre 08/02/12 14:40 Página 201 TEMA 33 BIBLIOGRAFÍA 1. G. Frutos A, Huertas MA, Uguet C, Romo A, Perez Avila I, bajo JM. “Sistematización de planos de la pelvis con sonda vaginal. Anatomía ecográfica”. En Ultrasonografía ginecológica. Italfarmaco eds, Madrid 1999. Pág.1. 5. Mercé Alberto LT. “Bases anatómicas de la circulación útero-ovárica”; En: Ecografía Doppler en Obstetricia y Ginecología. Interamericana-McGraw-Hill 1993. Pág.1. 2. Mercé Alberto LT: “Técnica de obtención de ondas Doppler en la circulación útero-ovárica” En: Ecografía Doppler en Obstetricia y Ginecología. Ed. Interamericana-McGraw-Hill 1993. Pág.65. 6. Bajo JM, Soto S y Perez M. “Anatomía ecográfica de la pelvis con sonda vaginal”, En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL 2009. Pág.1. 7. Bajo JM, Galera F y San Frutos L. “Ecografía Doppler y power Doppler de la circulación uterina y endometrial”. En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL 2009. Pág.87. 3. Mercé Alberto LT: “Bases metodológicas para el estudio del flujo del aparato genital femenino II: Doppler ecográfico. En: Ecografía Doppler en Obstetricia y Ginecología.Ed. Interamericana-McGraw-Hill 1993. Pág.27. 8. Kurjak A, Kupesic S: Ovarian senescence and its significance on uterine and ovarían perfusión . Fertil Steril 1995;64: 532. 4. Levi CS, Lyons EA et al. “Anatomía normal de la pelvis femenina y ecografía transvaginal”. En: Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Callen. 5ª edición. Ed. Elsevier Masson 2009. Pág. 887. 9. Fleischer AC, Kepple DM. “Descripción de la anatomía pélvica normal por ecografía transvaginal”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Fleisher, Manning, Jeanty y Romero. Marban. 6ª Edición 2004. Pág.49. 201 Tema 34:Maqueta Madre 08/02/12 14:44 Página 202 TEMA 34 Ecografía Normal del Útero y Endometrio • S. MÁS RUÍZ INTRODUCCIÓN El aspecto ecográfico del útero y endometrio normales en las distintas etapas de la vida y sobre todo en sus diferentes fases del ciclo menstrual suponen el conocimiento imprescindible para identificar los cambios asociados o la patología presente. MORFOLOGÍA, SITUACIÓN Y BIOMETRÍA DEL ÚTERO NORMAL El útero es el punto de referencia para el estudio ecográfico de los órganos pélvicos (1,2,3). Se caracteriza por su localización central en la pelvis verdadera, por su continuidad con la vagina y por el eco endometrial. Está limitado por la vejiga por delante y el rectosigma por detrás y su posición varía según los grados de distensión de estos órganos. Tiene forma de pera invertida y el cérvix se proyecta hacia a la vagina delimitando los fórnix vaginales (1). Su aspecto presenta numerosas variaciones fisiológicas: biométricas, anatómicas, cíclicas y debidas a la edad y paridad. Morfología básica Es la que corresponde al útero en situación normal y en etapa reproductiva. La exploración abdominal del útero permite una primera aproximación global de su situación en la pelvis y sus relaciones con el resto de órganos pélvicos. Por vía abdominal y con el útero en franca anteversión podemos obtener una imagen poco frecuente que es la que proporciona el corte frontal o coronal (2): el útero tiene un aspecto triangular con vértice inferior en el cuello y base superior en el fondo uterino, delimitado por las paredes uterinas y centrado por la cavidad endometrial. El endometrio durante la fase secretora se observa más ecogénico con morfología triangular y con los estrechamientos cornuales. El corte longitudinal o sagital nos permite definir la posición y la forma del útero y realizar su medición (2). El útero aparece como una masa piriforme de ecogenicidad homogénea y contorno regular. El polo superior más grueso corresponde al fondo y cuerpo, y el inferior al cérvix, con un estrechamiento ístmico entre ambos, a nivel del cual puede haber una angulación uterina y se encuentra el orificio cervical interno (4,5). A continuación se delimita una línea hiperecogénica orientada de atrás hacia delante que corresponde a la vagina. La mejor manera de visualizar el cuello uterino por vía transvaginal se realiza con el extremo de la sonda a 2-3 cm de éste. El canal endocervical mucoso es una continuación del canal endometrial y aparece como una delgada franja ecogénica de 1 a 4 mm. En ocasiones, se observa fluido durante el período preovulatorio en el conducto endocervical que permite reconocer la mucosa endocervical desdoblada. En las mujeres multíparas pueden encontrarse lagunas anecógenas redondeadas de hasta 25-30 mm que se corresponden con quistes glandulares o de Naboth (2,4,6). En cortes transversales ascendentes aparece primero el cuello como una formación redondeada, ecogénica, centrada por el canal cervical. En continuidad aparece el corte del cuerpo uterino, más grueso, ovalado y centrado por una línea más o menos ecogénica o más o menos lineal que corresponde al endometrio. Situación La situación normal del útero es en anteversoflexión (80%), con el cuello y la vagina formando un ángulo de 90o (anteversión) y con el fondo flexionado hacia delante en relación al cuello (anteflexión) aunque también lo podemos encontrar en situación intermedia o en retroversoflexión debido a la mayor movilidad del cuerpo en relación con el cérvix (1,2). 202 Tema 34:Maqueta Madre 08/02/12 14:44 Página 203 TEMA 34 Ecoestructura La posición y flexión del útero se objetivan mejor por vía abdominal (5), en cambio el útero en situación intermedia no se visualiza bien por ninguna de las dos vías (4). Independientemente del plano de corte y vía de abordaje. Las diferencias en su ecoestructura permiten identificar el miometrio, el endometrio y la cavidad uterina. En caso de retroversión, el eje cuerpo-cuello se sitúa por debajo del eje vaginal alejándose la cavidad uterina de la vejiga, con lo que la valoración correcta del fondo uterino y cavidad endometrial sólo pueden realizarse por vía vaginal. Si además existe retroflexión, la cara posterior del cuerpo uterino contacta con la cara posterior del cuello y el útero se visualizará mejor colocando la sonda en fondo vaginal posterior y con una inclinación posterior (Figura 1). Por la vía abdominal además se produce una atenuación del sonido que puede simular la existencia de un fibroma en el fondo y un aumento del tamaño de los anejos por la visualización de los ligamentos anchos (4). Los úteros retroflexos presentan un perfil más globuloso atribuible a congestión vascular (5). Constituyen una variante de la normalidad, aunque si la retroflexión es fija o hay dolor a la presión sobre el cuerpo debemos descartar patología a nivel del Douglas (2). Si el útero es móvil en la exploración clínica, en la ecografía puede aparecer en situación indiferente o incluso en anteversión, por la reposición que produce el llenado vesical o el empuje de la sonda vaginal. • El miometrio es moderadamente ecogénico y homogéneo (más isoecogénico y homogéneo en las nulíparas) (2), de contornos externos bien delimitados por una fina línea ecogénica que corresponde a la serosa. Está compuesto de tres capas. La capa externa, ecogénica, está separada de la intermedia por los vasos arcuatos (pequeñas formaciones anecógenas verificables mediante Doppler). La capa intermedia es más gruesa y más ecogénica. La capa más interna es fina y anecógena (halo subendometrial) debido a edema y dilatación vascular y a la disposición longitudinal de sus fibras musculares (2,4,5,6,7). • La cavidad uterina tiene una morfología triangular en el corte coronal y se valora mejor mediante ecografía tridimensional (4). En cortes sagitales y transversales está marcada por la línea cavitaria (virtual excepto en situaciones como menstruación, embarazo, etc.), que resulta de la interfase de contacto de ambas capas endometriales (1,2,6). Se prolonga desde cerca del fondo uterino hacia el canal endocervical, donde a menudo se hace más gruesa. • Endometrio. Su correcta visualización sólo se consigue por vía vaginal, realizando un barrido completo, ya que es una estructura tridimensional. Aparece como una banda ecogénica que rodea a la línea endocavitaria (doble banda). Su espesor y ecogenicidad son muy variables, en dependencia de su estado funcional (fase menstrual, edad, paridad y suplementación hormonal) (1,2,4,5,6). Con independencia de la fase del ciclo, el endometrio aparece siempre ecogénico en los cortes frontales. Biometría Figura 1. Ecografía transvaginal de un útero en retroflexión.Utero de multípara de morfología globulosa con endometrio en fase menstrual tardía. Sonda colocada en fondo de saco posterior y con cierta inclinación caudal La biometría uterina forma parte indispensable de la exploración ecográfica. Clásicamente se valoran tres dimensiones básicas, que pueden variar de una a otra mujer y dentro de la misma paciente según su status hormonal. Cierto grado de desviación lateral uterina puede ser fisiológico debido a repleción vesical o rectal y más raramente a un proceso patológico de compresión (masa) o de retracción (secuelas inflamatorias) (2). • Diámetro longitudinal: Se obtiene en el corte longitudinal ideal en el que la línea endometrial se delimita íntegramente y aparece centrada en el espesor miometrial simétrico. Se mide entonces 203 Tema 34:Maqueta Madre 09/02/12 17:11 Página 204 Ecografía Normal del Útero y Endometrio Útero prepuberal desde su extremo superior hasta el límite inferior del cérvix (3). En situaciones de anteversoflexión es más correcta la medida in-dependiente de cuerpo y cuello, siendo la suma de ambas la medida real del diámetro longitudinal. Se explora mediante ecografía suprapúbica con una adecuada repleción vesical. El útero prepuberal o infantil es pequeño y lo observamos a partir de las 3 a 6 semanas de vida posnatal hasta los 7-8 años. Tiene forma de "gota", con una relación cuerpo/cuello < 1. El cérvix y el istmo suponen casi 2/3 de la longitud uterina total y tienen un grosor superior al del fundus y cuerpo uterinos, que son finos (5). Tiene una longitud entre 20 y 44 mm (4) y su espesor varía entre 5 y 15 mm. La cavidad virtual y el endometrio no son visibles y raramente existe un ángulo de anteflexión del cuerpo sobre el cuello. Presenta una ecoestructura homogénea hipoecogénica. Las paredes vaginales son muy finas (10). • Diámetro anteroposterior: Es el más fiable y reproducible. Se mide perpendicularmente en un corte longitudinal perfecto, a nivel del máximo espesor miometrial simétricamente centrado por la línea endometrial (3). • Diámetro transverso: Es el más variable en su medición por las variaciones del ángulo entre el haz sónico y el cuerpo uterino en distintos grados de anteflexión (6). Se obtiene en un corte transverso o coronal a nivel de la máxima amplitud del fondo uterino (3), teniendo como referencia el nacimiento de las trompas. Los úteros nuligrávidos normales miden 60-85 mm de longitud, 30-50 mm de anchura y 20-40 mm de altura. La mujer multípara tiene unas dimensiones uterinas promedio de 12 mm mayor en todas las direcciones (5), 80-105 x 40-60 x 30-50 mm, (4) a expensas de su masa muscular más que al tamaño de la cavidad (2). Al iniciarse la pubertad, alrededor de los 7-8 años, comienza a aumentar de tamaño (4), hasta alcanzar los 6 a 6.5 cm de largo hacia los 13 años y bajo la influencia hormonal se va desarrollando el fundus uterino, la relación córporo-cervical se invierte a 2:1 y la línea cavitaria ecogénica se visualiza en toda la longitud uterina (10). Útero posmenopáusico La medida del grosor endometrial también debe estar estandarizada. En un corte longitudinal medio, perfectamente ortogonal al eje del cuerpo uterino, en la zona de mayor grosor a nivel del cuerpo uterino englobando las dos capas endometriales, anterior y posterior sin incluir el halo hipoecogénico subendometrial (2,6,8). El espesor endometrial oscila entre los 4 mm en la fase proliferativa inicial hasta 8-12 mm de promedio en la fase periovulatoria y secretora (9). Durante la menopausia el útero experimenta una progresiva involución funcional hasta alcanzar su máximo grado de atrofia. Con el tiempo de menopausia, el volumen y grado de flexión uterino disminuyen. En mujeres con una menopausia de más de 5 años, el útero mide 35-75 mm de longitud, 20-40 mm de anchura y 17 a 33 mm de altura (4) y a los 1520 años de menopausia no pasa de 5-6 cm de largo y 2-3 cm de ancho. La relación cuerpo/cuello tiende a aproximarse de nuevo a 1mm. El estudio de la textura del endometrio, del grosor y también de su vascularización mediante ecografía transvaginal ha asumido un papel fundamental en la evaluación inicial de las mujeres con sangrado uterino anormal (9). El miometrio se vuelve hipoecogénico. En mujeres de avanzada edad podemos encontrar calcificaciones en el tercio externo miometrial y corresponden a procesos de arteriosclerosis de las arterias arcuatas (5,7). Otras veces las calcificaciones pueden deberse a miomas calcificados involucionados (11). CAMBIOS CIRCAVITALES DEL ÚTERO Y ENDOMETRIO El endometrio se atrofia progresivamente y se reduce fundamentalmente a una capa basal muy fina. Presenta una ecogenicidad leve homogénea en relación con el miometrio observándose a veces como una línea cavitaria sin espesor medible, que puede estar subrayada por una pequeña zona anecógena (9,11). En la menopausia reciente (menos de dos años) puede medir entre 5 y 8 mm, pero más allá debería medir menos de 5-6 mm, reduciendo su El útero es uno de los órganos más dinámicos del cuerpo humano. Aumenta de tamaño y cambia su morfología bajo la influencia hormonal de la pubertad para, después de los años fértiles en que experimenta cambios circalunares, volver a atrofiarse tras la menopausia, lo que constituye un completo ciclo circavital. 204 Tema 34:Maqueta Madre 08/02/12 14:44 Página 205 TEMA espesor con los años de menopausia (8). En general, si la mujer está asintomática, debe medir el endometrio menos de 8 mm, pero si presentan metrorragias, un espesor superior a 5 mm, obliga a estudios adicionales (4). La visualización de la cavidad uterina depende del grado de atrofia de la mucosa. En ocasiones existe una pequeña cantidad de líquido endocavitario (hidrómetra o mucometra) que no es patológico si la mucosa es atrófica y el líquido totalmente anecógeno y nos permite explorar toda la cavidad y las superficies endometriales (11), tal y como se muestra en la Figura 2. 34 • Fase menstrual inicial (1º-2º días). El endometrio es hiperecogénico como al final de la fase lútea, pero presenta pequeñas zonas anecoicas irregulares en su grosor debidas a colecciones hemáticas. Las zonas ecogénicas son debidas a endometrio parcialmente desprendido o a detritus retenidos en la cavidad uterina que no hay que confundir con pólipos (8,11). Puede mantenerse un refuerzo posterior de menor intensidad que en la fase lútea. • Fase menstrual media (3º-4º días). El endometrio presenta un patrón mixto donde las áreas anecóicas van confluyendo y distorsionando la capa hiperecogénica de endometrio residual. Hay algo de sonoluscencia en el interior de la cavidad debido a la sangre de la menstruación. • Fase tardía (5º-7º días). Una vez expulsado la mayor parte del endometrio, la cavidad uterina sólo tiene un mínimo (o nulo) contenido anecóico que corresponde a sangre líquida delimitada por una delgada capa hiperecogénica de 1 a 3 mm que corresponde a la basal endometrial y la interfase mioendometrial, rodeada a su vez por un halo hipoecoico que representa la capa vascular. Fase proliferativa Entre la menstruación y la ovulación se produce la proliferación endometrial en la que distinguimos también tres etapas (6): Figura 2. Ecografía transvaginal (corte longitudinal medio) de un útero postmenopáusico. Sus dimensiones son más reducidas. Ecoestructura miometrial hipoecogénica con calcificaciones periféricas correspondientes a ateroesclerosis de los vasos arcuatos. El endometrio es atrófico.Se insinúa una mínima cantidad de líquido endocavitario • Durante la fase proliferativa inicial (días 5º a 9º): El endometrio pasa de ser una delgada capa hiperecogénica, a convertirse en una banda hipoecogénica progresivamente más gruesa y delimitada por las líneas hiperecogénicas de la unión mioendometrial iniciándose el típico aspecto de triple línea. CAMBIOS CIRCALUNARES DEL ÚTERO Y ENDOMETRIO Como respuesta a las variaciones hormonales del ciclo menstrual, el útero y el endometrio manifiestan una serie de cambios histológicos que se traducen en modificaciones de su aspecto ecográfico. Así, según el patrón ecográfico observado podemos identificar con bastante exactitud la fase del ciclo endometrial en que se encuentra la mujer (6). Fase menstrual La descamación endometrial es un proceso que tiene lugar a lo largo de varios días y en el que pueden distinguirse tres fases (6): 205 • En la fase proliferativa media (días 9º a 13º): El endometrio aumenta progresivamente su grosor, a expensas del desarrollo de la capa esponjosa endometrial, a razón de 0,5 mm de media al día, hasta alcanzar de 9 a 14 mm. • En la fase proliferativa tardía (días 13º-14º): La línea mioendometrial es más marcada y ecogénica, especialmente en los momentos que preceden a la ovulación, probablemente por el aumento de progesterona tras el pico de LH. Se conforma definitivamente el endometrio denominado como de “triple línea” o “en grano de café” típicamente preovulatorio, que está compuesto por: Tema 34:Maqueta Madre 08/02/12 14:44 Página 206 Ecografía Normal del Útero y Endometrio - Las dos líneas externas hiperecogénicas que representan la unión entre el endometrio basal y el miometrio subyacente (unión mioendometrial). interfase entre el edema del estroma con las glándulas tortuosas, repletas de secreciones y el aumento de la vascularización de la zona (5,6,8). - Dos bandas hipoecóicas de endometrio máximamente proliferado que representan la capa funcional esponjosa del endometrio con sus glándulas y vasos. Como vemos, el endometrio refleja fielmente los cambios hormonales producidos por el ciclo ováric que tiene su traducción clínica. Se ha comprobado que con una “ventana de grosor endometrial” periovulatorio entre 11 y 15 mm y una textura “triple línea” se obtienen los mejores resultados en las técnicas de reproducción asistida (6). Por otra parte, cuando el endometrio mide menos de 13 mm en un día 11° postovulación es poco probable la concepción (12). - Una línea central hiperecogénica que representa las compactas de ambos lados coaptando en el centro junto a la luz virtual de la cavidad y originando así una interfase que refleja los ultrasonidos (8). Suele observarse un halo hipoecogénico de unos 2 mm rodeando al endometrio justo por el exterior de las dos líneas hiperecogénicas mioendometriales. Durante la fase periovulatoria además se visualiza sonoluscencia en el interior del cérvix que representa moco cervical pudiendo ser aspirado por contracciones miometriales hasta la cavidad (5, 6, 8, 11). Fase secretora • La fase inicial se sitúa en los días 15º a 19º del ciclo. Tras la ovulación aumenta el grosor de las líneas externas hiperecogénicas y se enlentece el crecimiento en altura del endometrio, que puede llegar a disminuir, pero mantiene una ecogenicidad homogénea (6). • En la fase intermedia (días 20º a 26º) el endometrio alcanza su máximo grosor (hasta 14 mm) (8), algo superior al del endometrio preovulatorio (1-3 mm). La banda hipoecoica se llena de zonas ecogénicas irregulares que confluyen hasta volverse totalmente hiperecogénica según un proceso centrípeto, del exterior hacia el interior (11), que se completa a los 7-8 días de la fase lútea. Esto provoca un aumento de la transmisión con un leve refuerzo posterior, dando el aspecto clásico del endometrio secretor avanzado. La línea endocavitaria desaparece paulatinamente. En el periodo implantatorio, siete días después de la ovulación, puede verse un halo hipoecóico en la capa más interna del endometrio que corresponde a un edema de la basal (5,6). • La fase tardía (días 27º a 28º) precede a la menstruación, y en ella aparecen pequeñas imágenes hipoecogénicas que representan hemorragias y zonas de degeneración del endometrio. El aumento en la ecogenicidad endometrial durante la fase secretora se debe probablemente a la 206 ESTUDIO DOPPLER DE LAS ARTERIAS UTERINAS Y ENDOMETRIALES DURANTE EL CICLO MENSTRUAL Y A LO LARGO DE LA VIDA Las modificaciones vasculares durante el ciclo uterino normal pueden ayudarnos a comprender los procesos fisiológicos y las circunstancias de óptima receptividad endometrial, los cambios funcionales que pueden alterar la fertilidad o los patológicos para orientar el abordaje terapéutico. El Doppler color transvaginal permite explorar fácilmente todos los vasos de la arcada uterina, aunque es la red terminal endometrial la que experimenta los cambios cíclicos más marcados y con mayor trascendencia clínica. Vamos a considerar las modificaciones hemodinámicas de la red vascular uterina según la fase del ciclo menstrual. Doppler de la fase folicular En general, con una función ovárica cíclica normal, la resistencia vascular y las velocidades sanguíneas disminuyen desde las arterias uterinas a las espirales conforme nos acercamos al lecho endometrial (13), a pesar de que la dificultad para integrar las señales Doppler aumenta. El flujo de las arterias uterinas y el de las arterias subendometriales, valorado por velocimetría, no experimenta cambios significativos durante la fase folicular, y, en general, no hay diferencias importantes entre la arteria uterina homolateral al ovario dominante y la contralateral. Doppler de la ovulación Durante la fase proliferativa, el índice de resistencia de las arterias uterinas y de su red terminal disminuye 1 o 2 días antes de la ovulación y, posteriormente, aumenta 24 horas después de la misma (14). Al Tema 34:Maqueta Madre 08/02/12 14:44 Página 207 TEMA parecer, esta disminución del flujo uterino, aparentemente contradictoria, se debe a un aumento del tono uterino basal o de la contractilidad uterina durante este periodo para favorecer el ascenso espermático. 34 Un estudio más detallado y global de la vascularización y del flujo sanguíneo dentro del endometrio y en la región subendometrial puede realizarse mediante la angiografía power Doppler 3D y la medida de sus índices vasculares ofrecen una mayor utilidad pronóstica que la de los índices velocimétricos de la arteria uterina y radial para optimizar los tratamientos de fertilidad (13,16). La vascularización endometrial puede valorarse estudiando la penetración de la arteria espiral en el espesor endometrio mediante el mapa color convencional o Power Doppler, relacionando sus cambios preovulatorios con la receptividad endometrial y la tasa de implantación y de gestaciones en las técnicas de reproducción asistida (13,15). Así, podemos distinguir entre: Doppler de la fase lútea Durante la fase lútea, el flujo sanguíneo de todo el árbol vascular uterino, desde las arterias uterinas hasta las espirales endometriales aumenta con respecto a la fase folicular muy significativamente. Si se aplica la velocimetría, se observa en las arterias uterinas un incremento de las velocidades sistólicas con reducción de los IR en relación con la fase proliferativa y una presencia constante de diástole (13), siendo menor esta resistencia en el lado del cuerpo lúteo que en el opuesto, lo que permite optimizar la perfusión endometrial en el lado de la posible implantación (14,11). Las señales color de los vasos intramiometriales y endometriales aumentan en número e intensidad alcanzando incluso la línea de la cavidad endometrial. Este flujo se comporta de forma similar al de las arterias uterinas aunque con unas diferencias más significativas en los IR con respecto a la primera fase del ciclo. • Flujo negativo o zona 1 (subendometrial), si sólo se visualiza el mapa color en el miometrio circundante sin alcanzar el endometrio. • Flujo periférico o zona 2, cuando sólo llega al borde hiperecogénico externo. • Flujo medio o zona 3, cuando ocupa la mitad externa de la zona hipoecogénica. • Flujo central o zona 4, cuando el mapa color llega hasta la mitad interna de la zona hipoecogénica del endometrio en triple capa (compacta). BIBLIOGRAFÍA 8. Fleisher AC: “Ecografía transvaginal en las alteraciones endometriales”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Fleisher, Manning, Jeanty y Romero. Marban. 6ª Edición 2004. Pág. 979. 1. Bajo JM, Soto S, y Perez M. “Anatomía ecográfica de la pelvis con sonda vaginal”, En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL 2009. Pág. 1. 2. Guérin du Masgenêt B, Coquel P, Ardaens Y. “Anatomía ecográfica de la pelvis y patología no ginecológica”, En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA 1996. Pág. 25. 9. Mirk P, Exacoustos C, Gui B: Sonographic anatomy of the female pelvis and current technological developments. Radiol Med 2004; 107: 189-207. 10. André C y Kalifa G: “Ecografía pélvica de la niña” En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA. Pg 55. 1996. 3. Frates MC, Acord DL, MD, Goldstein RB, MD, Melany ML et al. ACR (American College of Radiology). Practice guideline for the performance of pelvic ultrasound. 2009. 11. Ardaens Y, Renan CA: “Ciclo menstrual y menopausia”. En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens B, Guérin Ph Coquel. Ed. Masson SA 1996. Pág. 79. 4. Levi SC, Lyons EA et al: “Anatomía normal de la pelvis femenina y ecografía transvaginal”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Callen PW. Ed Elsevier Masson 5ª Edición 2009. Pág. 887. 12. Rabinowitz R, Laufer N et al. The value of ultrasonographic endometrial measurement in the prediction of pregnancy following in vitro fertilization. Fertil Steril 1986; 45: 824. 5. Fleisher AC, Entman SS: “Evaluación ecográfica de los trastornos uterinos”, En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Fleisher, Manning, Jeanty y Romero. Ed Marban. 6ª Edición 2004. Pág. 949. 13. Bajo JM, Galera F y San Frutos L. “Ecografía Doppler y Power Doppler de la circulación uterina y endometrial. En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL 2009. Pág. 87. 6. Bermejo C, Bajo JM, Mercé LT. “Ultrasonografía del útero en reproducción”. E: Fundamentos de reproducción. Eds Bajo Arenas JM, Coroleu Lletget B. SEGO 2009. Pág. 88. 14. Kurjac A, Zalud I: Normal pelvic blood flow. 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Por todo ello la ecografía transvaginal se convierte en una técnica de referencia sencilla, fiable e inocua para la valoración de la fisiopatología ovárica. Nos permite evaluar el tamaño del ovario, su reserva folicular, reconocer desde folículos de pequeño tamaño (de 2 a 4 mm) hasta el cuerpo lúteo, monitorizar el ciclo espontáneo y el inducido detectando alteraciones en la foliculogénesis y en la ovulación, valorar el estroma en los hiperandrogenismos o diagnosticar la patología orgánica asociada (2, 3, 4). MORFOLOGÍA Y BIOMETRÍA DE LOS OVARIOS NORMALES El ovario, de forma ovoide, aplanado, en forma de almendra y eje mayor oblícuo, es el órgano que sufre las mayores variaciones fisiológicas según su estado funcional. adheridos al útero o más laterales y altos en la pelvis especialmente en mujeres que han gestado o aquellas con cirugía ginecológica previa o patología anexial (6,7,8). Su visualización no depende sólo de su localización sino sobre todo de su actividad funcional, que condiciona su tamaño y ecoestructura, orientándonos por su contenido folicular (6,8). En ocasiones no son localizables en razón de su pequeño tamaño, de la obesidad o de si están envueltos por las asas intestinales (7,8). Ecoestructura La ecoestructura ovárica es variable en función de la edad y período del ciclo. Los ovarios aparecen como pequeñas formaciones ovoideas o elipsoideas con eje mayor oblícuo orientado en sentido vertical cuando la vejiga está vacía (5,6,7), de ecogenicidad intermedia similar al miometrio y de contornos netos (8). Ecográficamente su estructura es reflejo de su composición histológica y su reconocimiento va a permitir asegurar la existencia del ovario. Así distinguimos con la soda vaginal (6,7): • Banda ecorrefringente periférica que corresponde a la albugínea. • La zona cortical más sonoluscente, subyacente a la anterior, donde se sitúan los folículos antrales en distintos grados de desarrollo. Éstos aparecen como unas estructuras redondeadas anecógenas nítidas de entre 2 y 25 mm, rodeadas por el estroma. Pueden observarse entre 5 a 11 folículos en cada ovario, que tienen un carácter involutivo cíclico (8) y son los que otorgan al ovario su aspecto típico. Localización Teóricamente, su lugar anatómico en la nulípara es la fosita ovárica o de Waldeyer, en la pared lateral interna de la pelvis, limitada anteriormente por la arteria umbilical obliterada, posteriormente con la arteria ilíaca interna y el uréter y superiormente con la vena iliaca externa. Presenta en su cara superior el ligamento infundibulopélvico y frecuentemente la porción ampular de la trompa (5,6). Debido a su movilidad pueden situarse en cualquier lugar de la pelvis y raramente son simétricos en los cortes transversales. En ocasiones hay que buscarlos en el Douglas, a los lados y por detrás del cuerpo uterino, • La zona medular central es ecomixta (predominantemente hiperecogénica) y homogénea. Contiene estructuras vasculares, detectables mediante Doppler. Esos vasos continúan hacia el hilio para desembocar en la arteria y vena ováricas. 208 Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 209 TEMA 35 estroma es la indirecta. Se calcula restando al volumen ovárico total la suma de todos los volúmenes foliculares en la 1ª fase y la de los folículos y el cuerpo lúteo en la 2ª fase (8). El desarrollo de la ecografía en 3D nos permite un estudio más preciso del volumen ovárico y de la cuantificación de los folículos antrales (9,10). A veces observamos en el ovario focos ecogénicos que se deben a calcificaciones de folículos atrésicos, quistes de inclusión epiteliales o corpus albicans (2,7). Biometría El tamaño ovárico es muy variable según su estadio funcional, la edad de la mujer o la paridad. Alcanza su mayor tamaño durante los años fértiles especialmente en fase preovulatoria (5,8). Valoramos los máximos diámetros longitudinal (L), transverso (T) y anteroposterior (AP) mediante dos planos perpendiculares (7). La obtención de los tres diámetros es importante porque con ellos podremos calcular el volumen ovárico, de valor diagnóstico en algunas situaciones patológicas. Por su morfología oval, para calcular el volumen ovárico se aplica la fórmula del esferoide: CAMBIOS CIRCAVITALES Los ovarios experimentan variaciones estructurales más intensas que otras partes del aparato genital, principalmente a lo largo del ciclo, pero también en las distintas etapas de la vida de la mujer. En el periodo prepuberal los ovarios miden raramente más de 30 mm y pueden contener folículos antrales cuyo diámetro no sobrepasa nunca los 15 mm y raramente los 10 mm. Su volumen medio es de 3 ml (0.2-9.1) (5,6). En los años que siguen a la menarquia puede encontrarse un patrón de múltiples folículos de un tamaño entre 4 y 10 mm distribuidos por todo el parénquima que se asocian a ciclos iniciales anovulatorios y que es necesario diferenciar del ovario poliquístico (11). Volumen ovárico = 0,5233 x L x T x AP Si no es posible técnicamente obtener el diámetro transverso se considera igual al AP para el cálculo del volumen (8). Puede ser útil como prueba de la “reserva ovárica” en el ecograma basal al principio del ciclo (2,7,9). La biometría folicular se basa en las mismas premisas que la ovárica. El tamaño del folículo puede determinarse por su diámetro o por su volumen. A diferencia del ovario, el folículo es inicialmente esférico y sólo a partir de unos 5 mm se hace ovoide, por lo que no es indiferente el aplicar un método u otro. Desde un punto de vista práctico, es recomendable (8): Durante la época de madurez funcional se produce la ovulación de ovocitos según un patrón mensual cíclico establecido, y según la fase en que nos encontremos podemos distinguir en el ovario sus distintas estructuras funcionales: folículos, estroma y cuerpo lúteo. El tamaño normal del ovario adulto es variable, pero en general mide de 2,5 a 4 cm de largo x 1.5 a 3 cm de ancho x 0.6 a 1,5 cm de espesor. El ovario alcanza su máximo tamaño en la tercera década de la vida y disminuye gradualmente hacia la menopausia. Su volumen medio es de 9.8 ml (2.521.9) en la edad reproductiva (5). En la menopausia se han agotado las estructuras funcionales y ya no se produce la ovulación ni la menstruación, aunque durante los primeros años se visualiza todavía algún folículo < 5-10 mm o incluso un verdadero trastorno funcional. El volumen ovárico disminuye significativamente (5.8 ml , entre 1.2 y 14.9 ml) (5) siendo su eje mayor inferior a 2 cm y volviéndose hipoecogénico y homogéneo, por lo que a partir de los 20 años de postmenopausia resulta difícil su identificación (12). Tras la menopausia, el flujo de la arteria ovárica se transforma en un circuito de alta resistencia (IR medio en los 5 primeros años de menopausia = 0.94) (5) y hay una disminución o ausencia de flujo estromal intraovárico (12). En folículos < 5 mm: • Diámetro medio: media de 2 diámetros mayores. • Volumen de la esfera = 4,1888 x (a + b/2)3. En folículos > 5 mm: • Diámetro medio = media de 3 diámetros. En la práctica ofrece los mismos resultados la medición de los dos diámetros mayores. • Volumen: del esferoide = 0,5233 x L x T x AP. Nos interesa también la biometría del estroma por su actividad funcional y porque su cuantificación tiene también importancia en patologías como el ovario poliquístico. La única medición ecográfica posible del 209 Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 210 Ecografía Normal de Ovario: el Ciclo Ovárico ESTRUCTURAS FUNCIONALES DEL OVARIO Y CAMBIOS CÍCLICOS 3. Dominancia (días 8º a 14º). El folículo seleccionado para ovular toma el control del ciclo, acelerando su ritmo de crecimiento a 2-3 mm/día (5,12) e induciendo la atresia del resto de folículos de la cohorte. Todo ello sucede a partir de los 10 mm de diámetro medio y se diferencia en más de 2 mm del resto de los folículos. Con un tamaño medio de 20 mm alcanzará las características propias de la madurez folicular, convirtiéndose en el folículo preovulatorio (5). El ciclo ovárico normal se caracteriza por el reclutamiento, selección y crecimiento de un folículo dominante, su ruptura en la ovulación, y la formación de un cuerpo lúteo postovulatorio con una secreción y duración adecuadas. Según esta dinámica, en el ciclo ovárico se distinguen tres fases, a lo largo de las cuales las estructuras funcionales experimentan los cambios morfológicos típicos que constituyen el ciclo ovárico normal (9,13). 4. Folículo preovulatorio. En la mayoría de los ciclos normales, durante las 24 horas que preceden a la ovulación, el folículo dominante adquiere características ecográficas de folículo preovulatorio (3,8,9), que se muestra en la Figura 2. Fase folicular En esta fase se produce el crecimiento de una serie de folículos en etapas sucesivas (3,9): • Aceleración del crecimiento, de 3 a 4 mm diarios en los dos días que preceden a la ovulación. 1. Reclutamiento (días 1º a 5º). Consiste en la entrada en crecimiento de una cohorte de folículos (2 a 4 folículos antrales en cada ovario) “en oleadas” durante la transición lúteo-folicular debido al aumento de FSH (2). Su tamaño oscila entre 3 y 7 mm y su velocidad de crecimiento es lenta, de 0,5 a 1 mm/día. Un ejemplo se muestra en la Figura 1. • Tamaño > 18 mm, oscilando entre 18 y 26 mm, con 21.7 mm de media en los ciclos naturales (2). Cuando un folículo alcanza 19 mm y su morfología es redondeada la ovulación ocurrirá en un tiempo medio de 2 días. Es el signo más importante, útil y el más frecuente de observar. • Visualización del "cumulus oophorus" unas 36 horas antes de la ovulación, como una pequeña elevación ecogénica de 2-3 mm adherida a la pared del folículo, que en ocasiones contiene una zona sonolucente (5,12). 2. Selección (días 6º a 8º). Es la elección del folículo dominante entre todos los folículos reclutados. En ese proceso selectivo intervienen factores hormonales como la reducción de las concentraciones de FSH, fenómenos de angiogénesis (2) y factores intraováricos. La selección se da hacia los 5º-7º días del ciclo, aunque ecográficamente se reconoce más tarde por una aceleración en la curva de crecimiento a partir de los 8 mm de diámetro medio (diámetro folicular entre 6 y 10 mm) (8). Desde ese momento crece a razón de 1-2 mm/día. • Signo del doble contorno (desdoblamiento de las células de la granulosa). Tras el pico de LH se produce una hipervascularización de la teca, que se edematiza y se separa de la granulosa (1). Apreciamos entonces un halo hipoecogénico entre dos bandas ecogénicas rodeando al folículo. Es el signo más específico aunque el menos frecuente. Figura 1. Ecografía transvaginal del ovario donde se observan varios folículos antrales en fase de reclutamiento. Se aprecia bien su ecoestructura 210 Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 18:00 Página 211 TEMA 35 • Colapso parcial (superior al 50%) o desaparición completa del folículo preovulatorio redondeado (12). Se puede apreciar en un 60% de los casos siendo el signo más constante. • Visualización del cuerpo lúteo ecográfico típico (formación irregular estrellada más pequeña), sólo en el 70% de los casos. • Alteraciones en la morfología folicular o el tamaño, aplanamiento, pared irregular o engrosada y cambio en la ecogenicidad interna (12). • Presencia de líquido en los espacios periovárico y periuterino (12): "calle líquida", signo frecuente pero inespecífico ya que puede tener un origen distinto como exudado peritoneal. Figura 2. Aspecto dentado o espiculado de la pared de un folículo preovulatorio • Aspecto dentado o espiculado de la pared. Consecuencia de la disgregación de la capa de la granulosa producida por la acción enzimática y vascular inducida por la LH (12). • Aspecto ecográficamente turbio. Producido por las células de la granulosa que se deprenden. Veremos un líquido más ecogénico y con finos ecos intrafoliculares. Ninguno de estos signos por sí solo puede predecir el momento exacto de la ovulación debiéndonos guiar por el tamaño de los folículos dominantes (3,9). Actualmente, el cálculo del volumen del folículo dominante, la visualización de las características del folículo preovulatorio mediante ecografía 3D, la angiografía y los índices vasculares power Doppler 3D nos ayudan a predecir la inminente ovulación (1,3). El tejido estromal del ovario dominante aumenta también durante la fase folicular, disminuyendo transitoriamente en el periodo postovulatorio inmediato. Ovulación Estas características bien definidas del folículo preovulatorio sólo son demostrables ecográficamente en el 20% de los casos. En el resto sólo observaremos un paulatino adelgazamiento de la pared folicular y, por lo tanto, no podemos predecir la ovulación sino confirmarla retrospectivamente. Por lo que en la práctica basta un seguimiento diario para efectuar el diagnóstico con un margen de error máximo de 24 horas, para constatar los siguientes criterios ecográficos clásicos de ovulación (3,8,9): 211 A estos signos clásicos se añade otro signo: la "conversión lútea" de la OVF intraovárica registrada mediante Doppler, que permite diagnosticar la ovulación por la detección del cuerpo lúteo sin un seguimiento previo (3). Fase lútea Tras la ovulación, el lecho folicular presenta cambios hemorrágicos y de invasión vascular que lo convierten en cuerpo lúteo. Su aspecto ecográfico es variable y además puede evolucionar a lo largo de toda la fase lútea (2). La ecografía puede demostrar la imagen típica de cuerpo lúteo conocida como "en capas" (Figura 3) que se observa en el 70-90% de casos. Es una formación intraovárica excéntrica, redondeada, con paredes engrosadas e irregulares constituída por una capa externa ecorrefringente y una intermedia gris, centrada por una zona estrellada hipoecóica por la presencia de sangre (cuerpo lúteo con tres capas). Puede confundirse con un quiste dermoide si es francamente ecopositivo. Otras veces presenta una imagen reticular hipoecogénica (primeras 48-72h) producida por el coágulo central, siendo a veces difícil su distinción de un quiste o un folículo luteinizado no roto (LUF) (8). Finalmente el cuerpo lúteo eco-gris es difícil de discernir del estroma ovárico y habría que diferenciarlo de una endometriosis, un quiste dermoide o un cúmulo de pus (1). La variabilidad en el tamaño (de 2 a 6 cm), en la regularidad de sus contornos y en su ecoestructura puede hacer que se confunda igualmente con quistes complejos o con una neoplasia ovárica, sobre todo si la hemorragia que aparece en su interior es grande y con ecorrefringencias, por lo que se le ha denominado “el gran simulador” (3), y sólo su eventual desaparición (generalmente evoluciona en 7-8 días) confirmará que se trataba de una estructura funcional. Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 212 Ecografía Normal de Ovario: el Ciclo Ovárico Figura 3. Típica estructura del cuerpo lúteo en capas La biometría del cuerpo lúteo puede realizarse igual que la folicular calculando el diámetro medio y el volumen, obviando las dificultades de su visualización y delimitación (8). Así comprobamos que el cuerpo lúteo presenta una curva de crecimiento parabólica coincidiendo con su flujo vascular, con un incremento de volumen inicial y una regresión posterior. Alcanza su máximo tamaño los días 4° y 5° postovulatorios, con un diámetro medio de 16 mm (máximo de 25 a 40 mm) (2) y un volumen de 2,4 ml (8). La ecografía 3D permite añadir nuevos parámetros para valorar el cuerpo lúteo (volumen, navegación, APD) (1,3). El estroma del ovario dominante alcanza su máximo volumen durante la fase lútea, hacia el 7° día postovulatorio, para disminuir progresivamente después (8). Al final de la fase lútea, el número de folículos antrales se comienza a elevar de nuevo. menta el ovario dominante mientras el contralateral se mantiene estable y presenta un ligero aumento de resistencia al flujo. La exploración Doppler del ovario permite valorar el flujo a nivel intraovárico y extraovárico (a. ováricas y útero-ováricas). A nivel intraovárico se puede diferenciar la señal procedente del hilio, del estroma ovárico o de los vasos que irrigan las estructuras funcionales en crecimiento (folículo dominante durante la fase folicular y cuerpo lúteo en la fase lútea). El estudio de las variaciones del flujo ofrece mayor fiabilidad a nivel intraovárico ya que los cambios cíclicos allí son más marcados (8). Se ha de situar el volumen de muestra (el menor posible) en el estroma, lo más cercano a la pared del folículo dominante o del cuerpo lúteo, y en el ovario contralateral, donde se visualice la señal color dentro del estroma (9,13). Doppler de la fase folicular ESTUDIO DE LAS ARTERIAS OVÁRICAS, ÚTERO-OVÁRICAS E INTRAOVÁRICAS DURANTE EL CICLO OVÁRICO El ovario y el endometrio son los únicos órganos en los que se produce una angiogénesis fisiológica en el adulto. La formación de nuevos vasos en la microcirculación folicular y lútea y los cambios adaptativos de la red vascular preexistente justifican el importante aumento del flujo sanguíneo que experimenta el ovario a lo largo del ciclo. El estudio Doppler nos permite reconocer esos cambios cíclicos del flujo ovárico, relacionarlos con su función normal o alterada y valorar sus aplicaciones en la reproducción natural o asistida. Agrupamos esos cambios según las fases del ciclo, que sólo experi- 212 Al inicio de la foliculogénesis, a nivel de la teca se produce una proliferación de la red vascular perifolicular interna y externa a expensas de vasos neoformados por un fenómeno de angiogénesis del estroma, provocando un estiramiento de las arterias helicoidales a su nivel. El estudio Doppler de las señales del estroma intraovárico ha posibilitado conocer cómo el flujo sanguíneo participa en los procesos de reclutamiento y selección del folículo dominante (13), tal y como se muestra en la Figura 4. • En la fase de reclutamiento folicular a nivel intraovárico se aprecia un incremento del flujo con respecto a la fase lútea precedente, sin que se puedan observar diferencias entre los dos ovarios. Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 213 TEMA 35 ovocitaria y con un mejor pronóstico clínico de los ciclos de reproducción asistida. Aunque estos resultados no son compartidos por todos los grupos, la angiografía y los índices de vascularización power Doppler 3D han añadido mayor exactitud y reproducibilidad (10,14). Doppler de la ovulación: conversión lútea El flujo sanguíneo intraovárico aumenta en el ovario dominante de uno a tres días antes de la ovulación ecográfica siendo este cambio más acentuado en la pared del folículo preovulatorio que en las arterias del estroma y del hilio ovárico. Se detecta un aumento de la velocidad sanguínea perifolicular (arterial y venosa) que se inicia unas 29 horas antes de la ovulación y se prolonga hasta 72 horas después, con IR 0.44 ± 0.04 (4). Tras el pico de LH, ese aumento de velocidad no es homogéneo, pues es mayor en la base del folículo y disminuye en la zona apical (2) hasta desaparecer unas 20 horas después del pico de LH, lo cual apoya el mecanismo vascular de la ovulación (13). La ovulación culmina el proceso de angiogénesis, desarrollo y vasodilatación de la red vascular perifolicular. A partir de la ruptura folicular, los vasos tecales invaden las células de la granulosa con una intensa angiogénesis y la aparición de anastomosis arterio-venosas. Por otra parte, el crecimiento del ovario provoca un estiramiento de las arterias espirales y altera la estabilidad hemodinámica del sistema originando un aumento de la turbulencia del flujo. Todos esos cambios histológicos y hemodinámicos son los responsables de la "conversión lútea" de la OVF intraovárica (Figura 5), definida como el conjunto de cambios del Doppler intraovárico en la señal color, la morfología del espectro de la onda y la velocimetría que se producen a partir de la ovulación (8,13): Figura 4. Onda de velocidad de flujo folicular La resistencia vascular intraovárica se correlaciona positivamente con el número de folículos hasta que uno es seleccionado, y a partir de ese momento el flujo (velocidad del pico sistólico) se mantiene elevado a pesar de que disminuye el número de folículos (13). • Durante la selección folicular, hacia el 5° día del ciclo, es decir, 9 días antes de la ovulación, la resistencia vascular intraovárica del ovario dominante disminuye significativamente respecto al contralateral (2). Coincide con la aparición de un folículo de 8 mm, el cual a partir de entonces acelera su ritmo de crecimiento. En el hilio esto ocurre un día antes (8,13). • En la fase de dominancia, los estudios Doppler han confirmado que el flujo sanguíneo aumenta en el ovario dominante y permanece estable y elevado (12), siendo más intenso en los días preovulatorios. Aunque el aumento del flujo es más marcado en la vascularización perifolicular, también se ha demostrado en los vasos del hilio y del estroma ovárico. Este aumento parece más evidente cuando se analizan las velocidades medias y máximas que cuando valoramos los índices velocimétricos (4). La vascularización perifolicular reflejada por el mapa color aumenta progresivamente en los días previos a la ovulación (8). Aquellos folículos con mayor porcentaje de área color sobre su circunferencia (grados III y IV) determinada mediante power Doppler (2,4,13,14), así como los que presentaron una velocidad del pico sistólico igual o superior a 10 cm/s (14), se relacionaron con un mayor grado de competencia • Señal color: Aumento en la intensidad y extensión de las señales color que rodean al cuerpo lúteo, dibujando lo que se conoce como "anillo de fuego" característico, más acentuado si exploramos con power-Doppler (Figura 6). • Señal espectral: Velocimetría: Se detecta un aumento del pico sistólico en la OVF (hasta > 20 cm/s), un aumento de la velocidad venosa y una disminución de la resistencia al flujo en la fase lútea precoz (IR = 0.44 ± 0.04) (5). 213 Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 214 Ecografía Normal de Ovario: el Ciclo Ovárico Figura 5. Doppler de la ovulación: onda de conversión lútea Figura 6. Mapa color ovárico tras la ovulación: “anillo de fuego” • Morfología de la OVF: Hay una facilidad de registro, claro aumento de intensidad con dispersión de las velocidades (pérdida de la nitidez en el perfil de la onda), superposición de ondas (sumación de espectros polivasculares) y una ausencia de notch. • Sólo este signo permite distinguir un cuerpo lúteo econegativo de un folículo, y uno ecopositivo del parénquima ovárico. • Facilita el diagnóstico diferencial con la disfunción ovárica que cursa con anovulación. La "conversión lútea" es de gran trascendencia clínica por ser un parámetro diagnóstico único de ovulación siendo más preciso que la visualización ecográfica del cuerpo luteo en escala de grises ya que (8,13): • Sólo se observa en el ovario dominante tras la ovulación, nunca en el ovario inactivo. • Persiste durante toda la fase lútea, aunque es menos evidente en los días previos a la menstruación en ausencia de gestación. • Es independiente de la presencia ecográfica o de la morfología (cambiante) del cuerpo lúteo. Doppler de la fase lútea: cuerpo lúteo Después de la ovulación el flujo sanguíneo y la velocidad aumentan en el ovario dominante para cualquiera de los parámetros velocimétricos y se mantienen elevados hasta la fase lútea tardía (12). Los mayores flujos se obtienen en la fase mesolútea. Ese flujo es superior al de la fase folicular y al del ovario inactivo y ocurre no sólo en el cuerpo lúteo sino también a nivel estromal, en el hilio ovárico y en las arterias ovárica y útero-ovárica (8). En el 214 Tema 35:Maqueta Madre 08/02/12 14:50 Página 215 TEMA 35 Arteria ovárica y arteria útero-ovárica ovario dominante este proceso es similar al de la neoangiogénesis tumoral, registrándose también un característico aumento de la velocidad venosa que se correlaciona, en fase mesolútea, con los niveles sanguíneos de progesterona. Así, se ha observado que mujeres con defecto de la fase lútea o con folículos luteinizados no rotos (LUF) presentan un flujo sanguíneo perilúteo de mayor resistencia en asociación con niveles significativamente menores de progesterona cuando son comparadas con mujeres con ciclos normales. Se ha propuesto que la arteria helicoidal o nutricia del cuerpo lúteo es la más adecuada para valorar objetivamente su perfusión ya que presenta menor variabilidad y velocidades sistólicas más elevadas (13). El pico de vascularización lútea, y por tanto, los signos de “conversión lútea” son máximos siete días después de la ovulación (2). A partir del 9° día postovulatorio, el flujo intraovárico disminuye progresivamente hasta la menstruación y los signos de conversión lútea se atenúan (4). En el ovario inactivo el flujo sanguíneo disminuye de forma muy poco marcada durante toda la fase lútea (8,12,13). La resistencia al flujo es menor en las arterias ovárica y útero-ovárica homolaterales al ovario dominante, y disminuye discretamente durante la fase lútea (mayor flujo sistólico y diastólico) siendo significativa en la arteria útero ovárica (8). Esto es reflejo de su mayor contribución al suministro vascular del ovario. Aun así el flujo en la arteria ovárica del ovario dominante comienza a mostrar flujo diastólico y un aumento de la amplitud de la configuración de la onda que se incrementa con rapidez dos días antes de la ovulación manteniéndose así durante 4 o 5 dias para retornar de forma gradual al patrón de flujo de alta resistencia (5). BIBLIOGRAFÍA 1. Bonilla F, Raga F, y cols. “Marcadores ecográficos de la ovulación y la función lútea”. En: Marcadores ecográficos en reproducción. Luis T. Mercé. Distr SheringPlough. 2010. Pág. 11. 8. Mercé Alberto LT. “Estudio ecográfico del ciclo ovárico normal”. En: Ecografía Doppler en Obstetricia y Ginecología. Ed. Interamericana – McGraw-Hill. Madrid. 1993. Pág 91. 2. Pierson RA: “Pruebas ecográficas en la infertilidad”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Callen PW. Ed Elsevier Masson 5ª Edición. 2009. Pág. 986. 9. Bajo JM, Toro P, Alvarez P: Ecografía del ciclo ovárico fisiológico”, En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL. 2009. Pág 23. 3. Gómez-García B, Bajo JM, Coroleu B. “Monitorización ultrasonográfica del ciclo ovárico”. En: Fundamentos de reproducción. Eds Bajo Arenas JM, Coroleu Lletget B. SEGO. 2009. Pág. 78. 10. Prediction of ovarian response and IVF/ICSI outcome by three-dimensional ultrasonography and power Doppler angiography. Mercé L.T., Barco M.J., Bau S., Troyano J.M. European Journal of Obstetrics Gynecology and Reproductive Biology 2007; 132:1 93-100. 4. Kupesic S, Kurjac A. “Ecografía transvaginal Dopple color en la evaluación de la infertilidad”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Fleisher, Manning, Jeanty y Romero. Marban. 6ª Edición. 2004. Pág 1077. 11. André C y Kalifa G. “Ecografía pélvica en la niña”. En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA. 1996. Pág. 55. 5. Levi SC, Lyons EA et al: “Anatomía normal de la pelvis femenina y ecografía transvaginal”. En: Ecografía en Obstetricia y ginecología. Callen PW. Pg 887. Ed Elsevier Masson 5ª Edición. 2009. 12. Ardaens Y, Renan CA. “Ciclos menstrual y menopausia”. En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA. 1996. Pág. 79. 6. G. Frutos A, Huertas MA, Uguet C, Romo A, Perez Avila I, bajo JM. “Sistematización de planos de la pelvis con sonda vaginal. Anatomía ecográfica”. En Ultrasonografía Ginecológica. Bajo Arenas JM. Italfarmaco editores. Madrid 1999. Pág. 1. 13. Mercé LT, Bau S y Bajo JM: “Ecografía Doppler del folículo en crecimiento y del ciclo ovárico”. En: Ultrasonografía en infertilidad. Bajo Arenas. Marban SL. 2009. Pág. 44. 7. Guérin du Masgenêt B, Coquel P, Ardaens Y. “Anatomía ecográfica de la pelvis y patología no ginecológica”. En: Ecografía en la práctica ginecológica. Y. Ardaens, B. Guérin, Ph Coquel. Ed Masson SA. 1996. Pág. 25. 14. Mercé LT, Barco MJ, Sabatel RM. “Marcadores ecográficos de la competencia del ovocito”. En: Marcadores ecográficos en reproducción. Luis T. Mercé. Distr Shering-Plough. 2010. Pág. 75. 215 Tema 36:Maqueta Madre 08/02/12 18:02 Página 216 TEMA 36 Ecografía Doppler en los Transtornos Disfuncionales del Ovario • D. LÓPEZ FREIRE, A. FIDALGO CONDE, J. DÍAZ RECASENS INTRODUCCIÓN La ecografía transvaginal ha supuesto un gran avance en el seguimiento del ciclo menstrual y sus alteraciones, la incorporación a ésta del Doppler color permite la visualización de pequeños vasos intraováricos asesorando la normalidad o anormalidad de los cambios fisiológicos ováricos. Puede ayudar en predecir la ovulación, ciertos desórdenes de la ovulación y de la fase lútea. Así mismo es útil en la valoración del desarrollo de hiperestimulación en casos de inducción de la ovulación. El ovario recibe el aporte arterial desde la arteria ovárica y desde la rama tuboovárica de la arteria uterina, las cuales anastomosan formando un arco que hace un recorrido paralelo al hilio ovárico y se denomina arcada vascular genital. De ella nacen los vasos que van hacia el estroma medular y hacia el córtex donde forman arcos que rodean a los folículos. Cuando empieza el crecimiento folicular en el ciclo se va formando progresivamente un lecho capilar irregular y rico en el tejido conectivo subyacente, teca., que rodea el tejido avascular de la granulosa. Estos son los vasos que se estudian con el Doppler color durante la fase proliferativa del ciclo. Horas antes de la ovulación los vasos atraviesan la granulosa y tras la ovulación hay una proliferación de los vasos de la teca la cual va configurando el cuerpo lúteo. Tres o cuatro días después de la ovulación el cuerpo lúteo se rodea de una densa red de capilares sinusoidales que son recogidos por múltiples venulas superficiales los cuales se visualizan como una corona color brillante alrededor de él. La onda de flujo en el folículo se puede registrar ya cuando este mide 1 cm, el índice de resistencias (+/-0.55) disminuye dos días antes de la ovulación y baja a 0,44+/-0,04 con ella. Cuando la ovulación es inminente existe un aumento de la vascularización de la pared interna del folículo y un coincidente y repentino aumento de la velocidad de estos vasos. Ello puede ser causado por la dilatación de nuevos vasos que se han desarrollado entre la relativamente vascular teca interna y la hipóxica capa de la granulosa del folículo. Estos cambios vasculares intensifican el efecto de la concentración de oxígeno a través del epitelio folicular. La velocidad de la sangre intrafolicular aumenta 29 horas antes de la rotura folicular y continua al menos 72 horas después de formación del cuerpo hemorrágico y esto se refleja en el estudio doppler color. Los cambios significativos en el pico de la velocidad sistólica parecen seguir a los del aumento en el torrente circulatorio de LH en 12 horas. Los índices de resistencia permanecen en el mismo nivel hasta 4-5 días después de la ovulación y luego aumentan gradualmente a 0.50+/-0.04 manteniéndose todavía más bajos que el los de la fase proliferativa. Los cambios del flujo sanguíneo reflejan los de la vascularización y función del cuerpo lúteo, así la conversión lútea consiste en mayor facilidad para encontrar las señales vasculares con el Doppler color, aumento de la intensidad y número de las mismas y mayor turbulencia en el flujo sanguíneo de sus vasos, los cuales se disponen en corona alrededor del cuerpo lúteo. El índice de sus resistencias se sitúa por debajo de 0,50 y pierden el notch postsistólico. Algunos autores han visto que el flujo sanguíneo al ovario dominante disminuye dramáticamente durante la fase lútea tardía y el no dominante presenta un leve aumento de la onda de velocidad del flujo en la fase folicular y en la lútea. La mayor velocidad del flujo en los vasos del ovario dominante en la fase folicular tardía y en la lútea temprana demuestra un aumento en el flujo sanguíneo hacia él. Este aumento del aporte sanguíneo al ovario que contiene el folículo dominante es necesario para la entrega de los precursores al ovario. En las mujeres con ciclos normales los índices de resistencias (IR) del anillo perifolicular son moderados a altos en la fase folicular (IR: 0.56+/-0.06) con un gran descenso en el día del pico de LH (IR: 0.44+/-0.04) objetivandose los valores más bajos en la fase lútea media (IR: 0.42+/-0.06) subiendo otra vez a los valores iniciales en la fase lútea tardía. Los IR tanto en la fase folicular como en la lútea son más bajos en el ovario dominante que en el no dominante. 216 Tema 36:Maqueta Madre 08/02/12 14:51 Página 217 TEMA CLASIFICACIÓN 36 Suelen regresar completamente en 1-3 meses, van disminuyendo de tamaño hasta que dejan de objetivarse Su diagnóstico diferencial son los quistes orgánicos cuando superan los 6 centímetros de diámetro o no involucionan en cuyo caso se pueden puncionar (Figura 1). • Quistes funcionales - Quiste folicular funcional. - Quiste lúteo. - Quiste lúteo hemorrágico. • Folículo luteinizado no roto (LUF). • Síndrome de ovario poliquístico (SOP). • Ovarios multifoliculares (OMF). • Defectos de la fase lútea. QUISTES FUNCIONALES Resultan de una alteración en el desarrollo folicular o en la formación del cuerpo lúteo. Suponen la mayoría de los desórdenes del ciclo ovárico, con una incidencia descrita de 8 a 56% entre la población general de mujeres hormonalmente activas. Se pueden producir en el 2% de las mujeres menopaúsicas. Aunque todos los cuadros descritos de estas alteraciones se deberían englobar en el mismo concepto nos vamos a referir a entidades que tienen alguna identidad propia. Tanto su diagnóstico como su evolución se deben realizarse en la primera mitad del ciclo ya que la etiología se confirma con el seguimiento ecográfico de la formación. El 85% regresan espontáneamente por lo que el diagnóstico es importante para evitar cirugías innecesarias Su tamaño es superior al de las formaciones cíclicas normales midiendo de 3 a 6 cm, son autolimitados, inocuos y presentan vasos en el 75% de los casos cuyos índices de resistencia suelen ser más bajos que en los quistes orgánicos benignos y más altos que en los malignos. La ecografía Doppler color en el diagnóstico de las formaciones funcionales tiene una sensibilidad del 83% con especificidad del 99%, valor predictivo positivo de 98% y negativo de 93%. Figura 1. Quiste folicular El parénquima ovárico se puede visualizar generalmente sin alteraciones y el endometrio está engrosado y es refringente. En ocasiones presentan hemorragia interna siendo sus características entonces muy similares a las del cuerpo lúteo hemorrágico. Quiste luteínico Centrovárico, su pared es gruesa y ecogénica, presenta ecos internos groseros y en ocasiones hemorragia. El parénquima ovárico es normal y el endometrio está engrosado. Con Doppler color presentan flujos de baja resistencia en su pared. Quiste folicular, folículo persistente Quiste hemorrágico del cuerpo lúteo, cuerpo lúteo hemorrágico El folículo crece durante un tiempo variable sin ovular, secretando estrógenos por ausencia del pico de LH lo que conlleva una alta tasa de estradiol plasmático. Ciclo anovulatorio. Ecográficamente se visualiza redondo, anecoico, con refuerzo posterior y pared fina sin imágenes sólidas pero a veces con tabiques que son puentes de la granulosa. Puede ser muy voluminoso y se sitúa en la superficie ovárica sobresaliendo de ella. Tiene una escasa vascularización periférica con las mismas características que las de la fase proliferativa del ciclo, con notch e índices de resistencia superior a 0,5. Existe una hemorragia intraluminal con la ovulación por rotura de los vasos de la pared del folículo. Ecográficamente este sangrado intraquístico puede semejar tumores mixtos y/o sólidos cuando existen coágulos, con frecuencia está tabicado y suele acompañarse de líquido libre, hemoperitoneo en el fondo de saco de Douglas. Regresan espontáneamente, lo cual confirma su etiología. La onda de convesión lútea es normal (Figura 2). 217 Tema 36:Maqueta Madre 08/02/12 14:51 Página 218 Ecografía Doppler en los Transtornos Disfuncionales del Ovario los criterios ecográficos para el diagnóstico: Ovarios grandes con múltiples quistes (>10), pequeños (2-8 mm) subcapsulares y periféricos (folículos inmaduros alrededor de un núcleo central de estroma denso y aumentado de tamaño ( > = a 8-12 ml ). Figura 2. Cuerpo luteo hemorrágico SÍNDROME DEL FOLÍCULO LUTEINIZADO NO ROTO (LUF) Se caracteriza por un ciclo normal en el que se supone la ovulación pero sin la liberación del óvulo. Su incidencia varía del 6 al 40% según los autores y se asocia con la existencia de adherencias pélvicas causadas por endometriosis y/o postquirúrgicas. Al parecer se debe al fallo de la rotura folicular por alteración en la cadena de las prostaglandinas y disminución de la concentración de progesterona. Ecográficamente se caracteriza porque durante el periodo en que se espera la ovulación el folículo permanece del mismo tamaño y a tensión, sin romperse en las 36 horas tras el pico de LH, sin embargo su luteinización se va visualizando como un engrosamiento de la pared, que se hace irregular, con depósitos periféricos e intraluminales de material ecogénico que pueden remedar áreas sólidas. El endometrio presenta los mismos cambios que en los ciclos normales. Los índices de resistencia de sus vasos no se modifican con el pico de LH manteniendo valores similares a los de la fase folicular, es decir no hay caída de los índices de resistencia de la los vasos intraováricos ni perifoliculares. Después del pico de LH la conversión lútea no se produce (Figura 3). Figura 3. Imagen caracteristica de LUF LUF: FOLÍCULO LUTEINIZADO NO ROTO Hormonalmente se objetiva que la concentración de LH es superior a la de la FSH lo que condiciona la anovulación con hiperplasia de las células tecales, las cuales aumentan la secreción de andrógenos, transformándose éstos en estrona en el tejido adiposo. Esta situación conlleva una disminución de la FSH y un aumento de la LH volviendo así al principio de la secuencia (Figura 4). SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO (SOP) Es causa de anovulación y amenorrea, se caracteriza por infertilidad, oligo o amenorrea, signos de hiperandrogenismo: hirsutismo, acné, seborrea y obesidad. Su incidencia varía dependiendo de los estigmas que se reconocen. Adams en 1986 definió Figura 4. Imágenes características de ovarios poliquísticos 218 Tema 36:Maqueta Madre 08/02/12 14:51 Página 219 TEMA 36 • Tipo A estroma central con área mayor que la de los microquistes. • Tipo B con estroma aumentado y refringente entre los microquistes. • Tipo C en el que el estroma es totalmente ecorrefringente y rodea a los microquistes. En el estudio anatómico uno o ambos ovarios están aumentado de tamaño y se rodean de una cápsula lisa y nacarada recubriendo a los folículos subyacentes. Con el uso de la ecografía transvaginal se han descrito casos con 5-10 folículos o más sin alteración clínica y ovarios ecográficamente normales con clínica florida. En realidad hoy en día los patrones ecográficos que se han considerado como típicos del SOP se están en revisión. Estos parámetros son: Sin embargo esta clasificación y la derivada del cociente entre el área del estroma y el área total del ovario, que se preconiza como sensible en el diagnóstico del síndrome, deben aplicarse teniendo en cuenta que la interpretación de las mismas es muy subjetiva. 1. Aumento del volumen ovárico, el cual no tiene mucho valor dado que hay mucho solapamiento con los valores normales. 2. Existencia de 5-15 (nº variable según los autores) de pequeños folículos (2-8 mm) en disposición subcapsular periférica o distribuidos dentro del parénquima ovárico. Se han descrito varias clasificaciones de SOP según la disposición folicular en el estudio ecográfico, así Matsunga describe: 4. Refuerzo hiperrefringente de la superficie folicular. Típico pero sin etiología funcional definida. 5. El estudio con Doppler color ayuda en el diagnóstico del SOP ya que ha permitido estudiar los cambios del flujo vascular de las arterias intraováricas y perifoliculares. La hipersecreción tónica de LH en la fase folicular del ciclo se asocia a hiperplasia de la teca, a alteración del cociente LH/RH y a un aumento intenso de la de la vascularización del estroma con índices de resistencia bajos en los vasos intraováricos y flujos diastólicos altos. No se visualizan signos de existencia de cuerpo lúteo y la vascularización perifolicular es muy moderada. En el caso de la distribución periférica de los folículos, los índices de resistencia de las arterias estromales son más bajos que en los de distribución general, y en el 22% de estos últimos no se reconocen arterias. Así mismo las pacientes con amenorrea presentan mayor tamaño ovárico y más quistes subcapsulares con un índice de resistencias en las arterias intraováricas más bajo que las pacientes con oligomenorrea. • Tipo 1: En el que los quistes se disponen periféricamente. • Tipo 2: En el que se dispersan por el parénquima ovárico. Por otra parte Takahashi describe cuatro tipos según el número de folículos existentes: • Tipo 1: > 5 folículos. • Tipo 2: 5-10folículos. • Tipo 3: > 10 folículos. • Tipo 4: Múltiples folículos dispuestos por todo el ovario. En las dos clasificaciones el cuadro clínico y la respuesta al tratamiento con anovulatorios o análogos LHRH empeoran según aumentan el número de folículos y se disponen más periféricamente. En la disposición periférica los pequeños quistes tienen una ubicación subcapsular, mientras que en la ubicación estromal se disponen en todo el parénquima ovárico. Este último patrón es más frecuente en las fases tempranas de la enfermedad, durante el periodo peripuberal, evolucionando la secuencia de desarrollo en el estudio ecográfico de los ovarios normales hacia el patrón periférico pasando por el general. “ El mayor número de quistes, su distribución periférica y el aumento del volumen estromal ovárico se asocian a una señal Doppler de mala calidad, la clínica y los análisis son más patológicos y las alteraciones del ritmo menstrual más acusados”. A pesar de todo no existe todavía un cuadro descrito como patognomónico de las alteraciones ecográficas en los ovarios de las pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico. Esperemos que con la ecografía 3D la sensibilidad sea mejor en el estudio de esta alteración. 3. Aumento del estroma e hiperecogenicidad del mismo. Estos son los parámetros más fiables para el diagnóstico del SOP y se asocian a un aumento de la secreción de andostendriona en la teca. Existen también varias clasificaciones de SOP basadas en la ecoestructura del estroma ovárico de las cuales se utiliza habitualmente. 219 Tema 36:Maqueta Madre 08/02/12 14:51 Página 220 Ecografía Doppler en los Transtornos Disfuncionales del Ovario OVARIOS MULTIFOLICULARES ( OMF) Ecográficamente el cuerpo lúteo se visualiza como el folículo ya colapsado con contenido hipoecogénico y pared irregular que se comporta como una masa compleja o sólida. El crecimiento del folículo es normal y existe engrosamiento endometrial con transformación secretora temprana. En el estudio Doppler los IR de los vasos intraováricos no son diferentes de los normales durante la fase folicular, sin embargo en la fase lútea son más altos que en los ciclos normales sobre todo en las arterias espirales, aunque en esto no están de acuerdo todos los autores. Así mismo no existen diferencias de los IR entre el ovario dominante y no dominante. El índice de resistencia medio del ovario dominante, a lo largo del ciclo en mujeres normales, es menor que en el no dominante, esto no se cumple en los DFL. Kupesic en 1997, encontró que los valores medios de progesterona son más bajos en los defectos de fase lútea y que los de LH/FSH son menores en los casos con decalaje endometrial. Se deben a alteraciones hipotalámicas de la LHRH con defecto en la producción de LH, por lo que los ovarios no son estimulados. Se acompañan de amenorrea primaria o secundaria sin signos de androgenismo, muchas veces son postanoréxicas o sin peso suficiente. Su aspecto ecográfico es parecido al de los SOP, pero son folículos normales que no pueden experimentar conversión lútea. El estroma es nomal, los ovarios son de tamaño normal (< 6 cm2 ), los folículos varían de 4 a 10 mm, el útero es pequeño y el endometrio hipotrófico. DEFECTOS DE LA FASE LÚTEA En el ciclo normal tras la ovulación los vasos de la teca invaden la cavidad del folículo roto iniciando la formación del cuerpo lúteo cuyas células desarrollan receptores para la LH y por tanto aseguran la producción de progesterona, esto ocurre hasta la fase lútea media con el valor más bajo del IR como hemos visto anteriormente. Según avanza la secreción de progesterona se inhiben las gonadotropinas y el IR aumenta. Bien por factores intrínsecos o extrínsecos la fase lútea se puede alterar provocando lo que llamamos defectos de la fase lútea, fase lútea corta, insuficiencia lútea, defecto lúteo, o deficiencia de la fase lútea. Todo se debe al fallo de la producción de progesterona, con acortamiento de la fase lútea (11 días máximo) y desfase del endometrio en dos días. BIBLIOGRAFÍA 4. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Peter W.Callen. Masson 2009. 1. Fundamentos de Ginecología. M. Bajo Arenas, Lailla Vicens JM, Xercavins Montoya J. Ed. medica panamericana. 2009. 5. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Asim Kurjak, Frank Chervenak. 2º ed. Editorial médica panamericana. 2008. Capítulo 53. 2. Ecografía de Rumack.Wilson. Charboneau. Marban. 2000. 6. Marret H, et al. Contribución de la Ecografía Doppler en Ginecología. EMC. E-69- A-10. Elsevier. 2006. 3. Ecografía Vaginal (Doppler y Tridimensión). F. Bonilla-Musoles. 1ºEd. 2001. Cap 27, 28 y 30. 220 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:57 Página 221 TEMA 37 Patología Ovárica Benigna • D. LÓPEZ FREIRE, I. PELAYO DELGADO, J. DÍAZ RECASENS INTRODUCCIÓN La presencia de una tumoración anexial constituye uno de los hallazgos más frecuentes en la práctica clínica habitual y, la ecografía es, sin duda alguna, la técnica de diagnóstico por imagen más empleada en el diagnóstico diferencial de las masas anexiales. Solamente el 2% de las masas anexiales son tumores malignos o borderline. El problema fundamental, una vez diagnosticada una tumoración ovárica es discernir si se trata de un proceso benigno o maligno; evitando una intervención quirúrgica innecesaria en casos de lesiones funcionales y, detectar lo más precozmente posible las tumoraciones malignas que suelen ser asintomáticas hasta períodos muy avanzados. La ecografía ha demostrado tener una alta sensibilidad para detectar malignidad, pero presenta una baja especificidad. Su utilidad se basa en la excelente correlación de la imágenes ecográficas con las características macroscópicas de la tumoración. Algunas de esas características macroscópicas se han utilizado en el estudio ecográfico para evaluar la probabilidad de benignidad ó malignidad. Estas serían: el tamaño o volumen de la lesión, el grosor de la pared, la presencia de septos o tabiques, papilas o áreas sólidas y la ecogenicidad de la masa. Sin embargo, existe una gran variabilidad en las características macroscópicas de los tumores de ovario, lo que hace difícil un correcto diagnóstico histológico en muchos casos. Hay que añadir además que presentan una alta dependencia del examinador, siendo, por tanto, una exploración subjetiva. Para intentar solventar este problema se han ideado sistemas de puntuación o scores. Se han publicado múltiples algoritmos, y en general, todos consiguen elevar el valor predictivo positivo de la ecografía. La mayoría de los scores propuestos inicialmente (Sassone, De Priest, Taylor, Fleischer, Granberg o Lerner) utilizaban únicamente criterios morfológicos, obteniendo una alta tasa de falsos positivos, que oscilaba entre 37-60%. Para disminuir los falsos positivos, algunos autores propusieron la introducción de parámetros de vascularización; son un ejemplo, los scores de Kurjak y Alcazar que utilizan la combinación de parámetros morfológicos y de Doppler, obteniendo un alto rendimiento diagnóstico. La aplicación del Doppler-color en el estudio de la patología ovárica se basa en que los tumores malignos presentan mayor grado de vascularización que los benignos. En general, pueden analizarse dos variables de Doppler-color (grado de vascularización y distribución central/periférica) y variables de Doppler pulsado (IR, IP, PVS). Varias publicaciones defienden que la distribución central de los vasos constituye la variable del estudio Doppler que se asocia a malignidad con mayor potencia, incrementando 54 veces la probabilidad de que se trate de una tumoración maligna. En el estudio Doppler-color de las tumoraciones benignas, es característico una distribución periférica de la vascularización en el tumor y ausencia o escasa señal del mapa color. En el Doppler pulsado, la onda de velocidad de flujo (OVF), IR e IP indicarán flujos de alta resistencia. En resumen, existe acuerdo que de todos los parámetros mencionados, la variable que con mayor potencia se discrimina entre benignidad y malignidad es la ausencia o presencia de partes sólidas. Por esa razón, existen tumoraciones ováricas benignas que siguen siendo fuente de falsos positivos en el estudio ecográfico, como son: quiste dermoide (lesiones quísticas con áreas sólidas), adenofibromas y fibromas ováricos que pueden mostrarse como lesiones sólidas con flujo central. 221 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:57 Página 222 Patología Ovárica Benigna Por último, es obligado mencionar el análisis multicéntrico internacional sobre los tumores ováricos (IOTA). Este fue diseñado para perfeccionar los modelos de predicción de riesgo entre los tumores benignos y malignos. Dicho estudio establece seis niveles de certeza diagnóstica: maligno, probablemente maligno, incierto pero considerado maligno; incierto pero considerado benigno; probablemente benigno, y benigno, que se discutirá más adelante. TUMORES OVÁRICOS BENIGNOS En la ecografía, el ovario normal tiene una ecogenicidad relativamente homogénea con una médula central más ecogénica y pequeños folículos anecogénicos, bien definidos, periféricamente en la corteza. La distribución de los folículos corticales es anárquica en el ovario normal, al igual que sus tamaños. El aspecto del ovario cambia con la edad y con la fase del ciclo menstrual. Se describen además dos variedades de imágenes ováricas normales, frecuentes: ovario multiquístico (multifolicular) típico de época puberal y ovario poliquístico (Figura 1). Figura 2. Cuerpo lúteo hemorrágico y endometrioma en ovario izqdo. La mayoría de las tumoraciones ováricas presentan un comportamiento benigno (70%). En la edad fértil de la mujer, la patología anexial benigna es muy prevalente, destacando como la entidad más frecuente el quiste funcional. En mujeres menores de 30 años debemos tener presente los tumores de estirpe epitelial. Masas quísticas Los quistes simples tienen muy bajo o ningún riesgo de malignización, independientemente del tamaño o de la edad de presentación. Se incluyen en este grupo, quistes con origen ovárico (quistes funcionales, cistoadenomas) y extraovárico (patología tubárica, hidátide de Morgagni, pseudoquistes peritoneales, quistes de Gardner, adherencias, etc). Masas sólido-quísticas Se trata de estructuras quísticas que presentan en su interior septos o tabiques, papilas, proliferaciones sólidas. Incluyen la mayoría de los cistoadenomas, tumores dermoides y abscesos tubo-ováricos. Pero también numerosas tumoraciones malignas y los tumores borderline exhiben esta apariencia ecográfica. Figura 1. Ovarios en paciente diagnosticada de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) Masas sólidas Según la terminología ecográfica, las masas ováricas se dividen en imágenes quísticas y sólidas, a pesar de que veremos que muchas de ellas presentan ambos componentes. A su vez, los quistes pueden ser simples ó complejos (imágenes de hemorragia...) (Figura 2). La mayor parte del tumor, o todo, es ecorrefringente y homogéneo. Pueden presentar fenómenos degenerativos y componente quístico (menor del 25% del tumor). Es la variedad menos frecuente entre los tumores ováricos benignos. Presentan esta imagen los fibromas, tecomas y algunos teratomas. La vascularización es periférica y con estudio doppler de benignidad. 222 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:57 Página 223 TEMA 37 ENDOMETRIOSIS Afecta al ovario en el 80% de los casos, al fondo de saco de Douglas (55%), a los ligamentos uterosacros (48%), en forma de implantes o a cualquier lugar de la pelvis. Clínicamente se asocia a infertilidad, dolor pélvico y metrorragia, pero no existe una relación directa entre los hallazgos laparoscópicos y la sintomatología. Ello obliga a sospecharla ante cualquier caso de esterilidad. ASPECTO ECOGRÁFICO Implantes pequeños La ecografía vaginal permite la visualización de implantes superiores a 5-10 mm. Figura 4. Endometrioma de 34 mm intraovárico izquierdo Endometriomas La imagen típica consiste en un quiste con ecos densos, homogéneo de límites precisos, casi nunca poseen tabiques, nunca papilas ni crecimientos endofíticos, pero podemos distinguir tres patrones: • Tipo II (20% de los casos): Aparecen como quistes de paredes irregulares, cápsula gruesa e hiperrefringente y contornos cuadrangulares en relación con adherencias. La ecoestructura interna es atípica, heterogénea, alternando áreas anecogénicas con áreas hiperecogénicas o niveles líquido-líquido. En ocasiones presentan áreas muy ecogénicas (depósitos de pigmentos en los quistes antiguos) que no deben confundirse con papilas. Estas imágenes complejas son debidas a fenómenos hemorrágicos, coagulación y reabsorción sanguínea periférica). La especificidad de la ecografía vaginal para el diagnóstico es del 90%. • Tipo I (“Típicos”, 70% de los casos): Se presentan como quistes redondos de límites precisos con un diámetro medio de 5 cm. En cuanto a la estructura interna: Se caracteriza por una ecogenicidad difusa, suave y homogénea, sin tabiques y con transmisión posterior conservada o muy levemente potenciada. La especificidad de la ecografía vaginal para el diagnóstico es de 95% (Figura 3 y 4). • Tipo III (8% -10% de los casos): Se definen como quistes redondos de paredes regulares y límites precisos, menores de 5 cm. Su ecoestructura interna: Es completamente anecogénicos, con refuerzo posterior, similar a quistes foliculares. La especificidad de la ecografía vaginal en estos casos es del 84%. El diagnóstico diferencial debe hacerse con el quiste hemorrágico, cistoadenoma mucinoso, quiste dermoide con gran contenido de sebo, tecomas y fibromas ováricos y el LUF. Figura 3. Endometrioma intraovárico derecho Folículos ováricos desplazados a la superficie del ovario derecho 223 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:58 Página 224 Patología Ovárica Benigna Los de pequeño tamaño son asintomáticos, y suelen ser un hallazgo casual de la ecografía. Aproximadamente un 15-30% son bilaterales y prácticamente siempre son lesiones benignas; tan sólo un 2% presentan degeneración maligna (Figuras 6, 7 y 8). En cuanto al diagnóstico diferencial con el carcinoma, se considera que una formación unilocular (sobretodo unilateral), de menos de 5 cm, sin tabiques ni papilas, con escasa vascularización tiene muy pocas posibilidades de ser maligna independientemente de la ecogenicidad de su contenido (Figura 5). Figura 6. Disgerminoma: Aspecto de fibroma con “refuerzo posterior” Figura 5. Quiste biloculado simple. Probable folículo persistente Doppler de la endometriosis El dato más trascendente del Doppler color es la ausencia de vascularización en el interior de los focos de endometriosis. Sólo hay vasos peritumorales y en la proximidad del hilio ovárico, y presentan flujos de alta resistencia. Esta alta resistencia podría estar en relación con la fibrosis de la pared. Figura 7.Teratoma Ovárico OTRA PATOLOGÍA BENIGNA DEL OVARIO La mayoría de los tumores orgánicos del ovario son benignos (75%) y se reparten entre: • Quiste Dermoide (50-60%). • Cistoadenoma seroso (20-30%). • Cistoadenoma mucinoso (10-15%). • Tumores estromales-de los cordones sexuales (2-10%). • Tumores de Brenner. Figura 8. RMN.- Teratoma de Ovario izqdo en gestante de 28 semanas Quiste Dermoide (Teratoma maduro Benigno) Son los más frecuentes de los tumores originados en las células germinales. Suelen presentarse en época reproductiva, pero pueden observarse igualmente en niñas y menopáusicas. Las complicaciones que pueden presentar, como el aumento de tamaño, la torsión y la rotura del quiste con peritonitis química, justifican su extirpación. 224 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:58 Página 225 TEMA 37 • Inclusión dermoide intraovárica: Imagen hiperecogénica de 5-20 mm, homogénea, que no deforma el contorno ovárico. Los quistes dermoides contienen elementos de estructuras adultas maduras procedentes de las tres hojas embrionarias: - Neuroectodermo: Dermis y anejos pilosebáceos, dientes y tejido nervioso. La presencia de estructuras dentarias es infrecuente (10%). Sin embargo, la presencia de pelo y sebo o contenido oleoso se observa en el 80-90% de los casos. - Mesodermo: Tejido conjuntivo, cartílago y hueso. - Endodermo: Tejido intestinal y tiroides. El estruma ovárico es un teratoma compuesto total o predominantemente por tejido tiroideo. Supone el 2-3% de los teratomas. Son infrecuentes los efectos hormonales. Cistoadenoma Seroso Constituyen las formaciones quísticas más frecuentes del ovario. Resultan benignos en un 10-20% de los casos, limítrofes en un 30% y malignos en el 50%. Aparecen con más frecuencia en la postmenopausia. Son bilaterales en el 30-50% de los casos (Figura 9). Aspecto ecográfico Pueden mostrar diferentes variedades: desde sólidos puros a quísticos puros. La presencia de un núcleo fuertemente refringente y con sombra sónica (papila de Rockitanski) facilita el diagnóstico. También el hueso y los dientes forman imágenes típicas, son altamente refringentes y es ahí donde se aprecian las sombras sónicas. El sebo sólido es muy ecogénico y provoca un cono de sombra muy característico. El sebo líquido puede ser anecoico o finamente ecogénico pero de baja impedancia. En ocasiones se observan “niveles” entre las distintas capas (grasa-líquido ó pelo-líquido). La porción con pelos es más ecogénica y “punteada”. Pueden flotar en el líquido seroso, anecoico y producir pequeños ecos lineales, lo que se conoce como “Red dermoide”. Formas ecográficas de presentación • Predominantemente líquidos: Quiste unilocular de tamaño variable, anecoico (líquido seroso) o finamente ecogénico (líquido oleoso) que contiene un gran nódulo mural muy ecogénico de contornos regulares y sombra posterior (papila de Rockitanski o “tapón dermoide”). Excepcionalmente puede adoptar un aspecto de quiste seroso. • Formas mixtas complejas: Presentan zonas hiperecogénicas y zonas anecogénicas. Figura 9. Cistoadenoma seroso con flujo de alta resistencia • Formas Pseudosólidas: Todo el quiste es ecogénico. Suele corresponderse con un acúmulo de importante de pelos dentro de sebo poco abundante. Esta imagen ecogénica, sin límite preciso, produce un sombreado acústico mal definido que oculta la pared posterior de la lesión, a esto se ha denominado signo de “la punta del iceberg”.Un dermoide ecogénico puede ser similar a gas intestinal y ser pasado por alto. Suelen ser uniloculares, de paredes finas, con apariencia de quistes foliculares (su persistencia sugiere el diagnóstico). Para las lesiones de pequeño tamaño (< 3 cm) puede plantearse un seguimiento ecográfico. Con menos frecuencia pueden presentarse como quistes complejos con múltiples tabiques finos. Presentan proyecciones papilares con más frecuencia que la variedad mucinosa. 225 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 18:03 Página 226 Patología Ovárica Benigna • Los Tecomas suelen ser unilaterales, raramente malignos y pueden secretar estrógenos, por lo que pueden asociarse a hiperplasia o carcinoma endometrial. Menos frecuentemente secretan andrógenos y producen virilización. Cistoadenoma Mucinoso Son benignos en 75% de los casos, limítrofes en el 10-15% y malignos en el 5-10%. Aparecen entre los 30-60 años de edad. Son bilaterales en el 5-10% de los casos. Pueden ser muy voluminosos. La mayoría de los tumores gigantes del ovario son de este tipo histológico. Se presentan como masas quísticas de gran tamaño, multiloculadas, su contenido es espeso (mucoide) con septos, dando lugar al aspecto clásico “en nido de abeja”. Aspecto ecográfico Es característico y muy parecido a los miomas. Se trata de masas hipoecógenas o isoecogénicas con el miometrio, homogéneas, bien delimitadas, uni o polilobuladas. Los de pequeño tamaño conservan la transmisión posterior, pero los tumores más grandes pueden presentar refuerzo posterior debido al edema. Los tumores más antiguos pueden contener calcificaciones, entonces son hipoecogénicos y provocan sombra posterior. Cuando son pequeños, es fácil reconocer en su periferia una media luna de tejido ovárico que puede contener folículos en distintas fase de desarrollo según el momento del ciclo. Esta porción de tejido ovárico “abraza” la tumoración y, cuando la presionamos con el transductor vaginal, se desplaza con ella. Esta característica es patognomónica de las lesiones ováricas sólidas. En cuanto al diagnóstico diferencial, hay que tener en cuenta que los tumores sólidos ováricos son infrecuentes mientras que los miomas se presentan en 1 de cada 4 mujeres por encima de los 34 años. Por tanto, es más probable que una masa anexial sólida sea un mioma pediculado que un tumor sólido de ovario. Las características que nos ayudarían al diagnóstico son las siguientes: - Identificar ovario separado de la masa sólida. - Buscar otros miomas en el cuerpo uterino. - La masa tiene una ecoestructura compatible con mioma (hipo o isoecógena y atenuante). - Estudio con Doppler color: buscar la vascularización dependiente de útero (pedículo que une el mioma a la pared uterina). Tumores estromales-de los cordones sexuales Son tumores derivados de los fibroblastos del estroma, de la teca restante de folículos atrésicos, de las células de la granulosa, o de las fibras musculares lisas del hilio o del propio estroma ovárico. Los principales tumores incluyen los tumores de las células de la granulosa, los tumores de las células de Sertoli-Leydig (androblastoma), el fibroma y el tecoma. • Tumor de las células de la granulosa. Tienen un potencial maligno bajo. La mayoría aparecen en mujeres posmenopáusicas; suelen ser unilaterales. Son los tumores ováricos productores de estrógenos más frecuentes y pueden aparecer signos clínicos de producción estrogénica: aproximadamente entre 10-15% de las pacientes desarrollan un carcinoma endometrial. Ecográficamente, varían desde masas pequeñas a muy grandes. Las masas pequeñas son predominantemente sólidas, teniendo una ecogenicidad similar a la de los miomas uterinos. Las masas más grandes son multiloculadas y quísticas, teniendo una apariencia similar a la de los cistoadenomas. • Tumor de células de Sertoli-Leydig. Constituye menos del 0,5% de los tumores ováricos. La malignidad ocurre en el 10-20% de los casos. Aparece generalmente en mujeres menores de 30 años, casi todos son unilaterales. Clínicamente aparecen signos de masculinización, aunque la mitad no tendrán manifestaciones endocrinas. Ecográficamente, tienen una apariencia similar a la de los tumores de células de la granulosa. El diagnóstico diferencial dentro de la patología ovárica sólida es difícil o casi imposible, pues los tecomas, fibromas, fibrotecomas y tumor de Brenner tienen una apariencia ecográfica similar. La importancia de esto es que, los fibromas ováricos son siempre benignos, pero los tumores de Brenner y los tecomas pueden ser malignos. Debido a ello, el diagnóstico de un tumor sólido de ovario obliga siempre a su extirpación. • Los fibromas son benignos y asintomáticos, salvo que se torsionen. En un 1-3% de los casos pueden asociarse a ascitis y derrame pleural (generalmente derecho) ocasionando el sindrome de Démons-Meigs. 226 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:58 Página 227 TEMA 37 Quiste paraovárico Tumor de Brenner (Tumor de células transicionales) Constituyen el 10% de las masas quísticas anexiales. Se encuentran en el ligamento ancho y tienen un origen mesotelial o paramesonéfrico. Pueden aparecer a cualquier edad pero son más frecuentes en la 3ª y 4ª década de la vida. El diagnóstico es posible demostrando un ovario ipsilateral normal próximo, pero separado del quiste. Se deriva del epitelio de superficie que sufre metaplasia para formar componentes típicos tipo uroepiteliales. Se presenta con mayor frecuencia a partir de los 40 años, es muy poco frecuente (< 2% de los tumores de ovario), y la gran mayoría son benignos. Ecográficamente son masas sólidas hipoecógenas, las áreas quísticas son inusuales y cuando existen, se deben a un cistoadenoma coexistente. EL 30% se asocian a neoplasias quísticas, normalmente cistoadenomas serosos o mucinosos o teratomas quísticos, generalmente en el ovario ipsilateral. Histológicamente son tumores sólidos compuestos de denso estroma fibroso. Son similares a fibromas y tecomas ováricos y leiomiomas uterinos. APORTACIÓN DEL DOPPLER AL DIAGNÓSTICO El Doppler brinda la posibilidad de acceder a la vascularización de los órganos, y revela las modificaciones vasculares que provocan los tumores benignos y malignos. Las características de los vasos de los tumores benignos parecen poco diferentes a las de los vasos normales, sin embargo los neovasos tumorales poseen características peculiares como la túnica media desprovista de fibras musculares o carentes de vaina media y numerosos cortocircuitos arteriovenosos. Se pueden determinar 2 tipos de parámetros: DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LOS TUMORES BENIGNOS: FUNCIONALES Y ORGÁNICOS Quistes funcionales a. Parámetros que precisan la utilización de Power Doppler (PD), permiten: Constituyen la causa más frecuente de aumento de tamaño ovárico en mujeres jóvenes. Ecográficamente estos quistes son típicamente uniloculares, anecogénicas, con paredes finas bien definidas y refuerzo acústico posterior. Las formaciones funcionales incluyen: -Persistencia folicular. -Folículo Luteinizado no roto (LUF). -Quistes hemorrágicos más frecuentes los del cuerpo lúteo. -Quistes teca-luteínicos; aparecen típicamente en pacientes con enfermedad trofoblástica gestacional, pero también pueden verse en el síndrome de hiperestimulación ovárica. - Describir la distribución/localización de la vascularización: Central, periférica, regular, circular, penetrante, arborescente o anárquica. - Cuantificación con métodos subjetivos (escasa/ abundante) u objetivos (índice vascular o PDI). La Ecografía 3D permite apreciar la distribución, forma, trayecto y la densidad de los vasos. b. Parámetros hemodinámicos: IR, IP, velocidad del pico sistólico, Índice diastólico… Se afirma que el 100% de los cánceres tienen flujo perceptible en doppler color por ecografía transvaginal de alta frecuencia. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que algunos tumores malignos están parcialmente necrosados y en esas zonas no se detecta vascularización. Se ha de buscar la presencia de vascularización (señal Doppler) en zonas sólidas, pared del quiste, tabiques y vegetaciones. La medición de indices de resistencia bajos en ellos, apoya el carácter maligno de la lesión. Kurjak (1991) demuestra por primera vez que la vascularización de los tumores benignos es esencialmente periférica, y la de los tumores malignos es central; más recientemente, Mercé (1998) publica presencia de vascularización central en 90% de los tumores malignos y vascularización periférica en 98%. de las tumoraciones benignas. Quiste de inclusión peritoneal Aparecen más frecuentemente en mujeres premenopáusicas con historia de cirugía abdominal. Los ovarios son los principales productores de líquido peritoneal. Ecográficamente, son masas anexiales quísticas multiloculares. El hallazgo diagnóstico es la presencia de un ovario normal en medio de septaciones y de líquido. El líquido normalmente es anecogénico pero puede contener ecos consecuencia de hemorragia o liquido rico en proteínas. Se recomienda tratamiento conservador puesto que no tienen potencial maligno. 227 Tema 37:Maqueta Madre 08/02/12 14:58 Página 228 Patología Ovárica Benigna ENTIDADES POCO FRECUENTES EN PATOLOGÍA OVARICA BENIGNA Dicho parámetro fue incorporado en sistemas de puntuación de malignidad como el de Alcazar (2003). En la actualidad, se considera que el parámetro Doppler más eficaz para distinguir tumores benignos de malignos es: localización de la vascularización en el centro del tumor. Síndrome del ovario residual En ocasiones puede verse una masa quística en una paciente en la que se ha realizado una ooforectomía bilateral. Se trata de un quiste funcional en tejido ovárico residual dejado en el contexto de una cirugía difícil por adherencias debido a endometriosis o enfermedad inflamatoria pélvica. En cuanto a los índices hemodinámicos, sigue existiendo controversia en los valores umbrales. Para el índice de resistencia, el umbral varía según autores de 0,4 a 0,55.Respecto al índice de pulsatilidad, se considera un umbral de 1. Existe un descenso progresivo de los índices de resistencia en función de la malignidad y su grado. Los falsos positivos del Doppler están asociados básicamente a los quistes del cuerpo lúteo (vascularización abundante y flujos de baja resistencia), pero la imagen ecográfica es de benignidad. A la inversa, algunos tumores sólidos como los fibromas, papilomas o leiomiomas a menudo sospechosos por ecografía, pueden tener índices doppler de benignidad en la zonas sólidas. Aun teniendo en cuenta los FP y FN, la concordancia diagnóstica entre la ecografía asociada al Doppler y la histología es buena (cercana al 90%). Edema masivo del ovario Entidad rara que aparece como consecuencia de la torsión parcial o intermitente del ovario, causando obstrucción venosa y linfática pero no oclusión arterial. Da lugar a un aumento del tamaño ovárico debido al marcado edema estromal. Los pocos casos descritos muestran una gran masa anexial, predominantemente multiquística. BIBLIOGRAFÍA 8. M.J. Canto, J.M. Martínez, B. Puerto, J. Ojuel, L.M. Puig-Tintoré y J.A. Vanrell. Caracterización preoperatoria de las tumoraciones de ovario mediante ecografía, Doppler y determinación sérica de CA125. Estudio comparativo. Prog Obstet Ginecol 2001;44:205-215. 1. Fundamentos de Ginecología. M. Bajo Arenas, Lailla Vicens JM, Xercavins Montoya J. Ed. medica panamericana. 2009. 2. Ecografía de Rumack.Wilson. Charboneau. Marban. 2000. 3. Ecografía Vaginal (Doppler y Tridimensión). F. Bonilla-Musoles. 1ºEd. 2001. Cap 27, 28 y 30. 9. J.L. Alcázar, M.J. Galán, J.A. Mínguez, M. García-Manero, C. Ceamanos, I. Pombo, G. Castillo. Nuevo sistema de puntuación ecográfico para el diagnóstico diferencial de las tumoraciones anexiales. Prog Obstet Ginecol 2002;45(8):319-26. 4. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Peter W.Callen. Masson 2009. 5. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Asim Kurjak, Frank Chervenak. 2º ed. Editorial médica panamericana. 2008. Capítulo 53. 10. Singh Uma et al. Evaluation of new scoring system. J Obstet Gynecol India Vol. 56, No. 2 : March/April 2006 Pág 162-165. 6. Timmerman et al. Ovarian cancer prediction in adnexal masses using ultrasound-based logistic regression models: a temporal and external validation study by the IOTA group. Ultrasound Obstet Gynecol 2010; 36: 226–234. 11. Marret H, et al. Contribución de la Ecografía Doppler en Ginecología. EMC. E-69- A-10. Elsevier. 2006. 7. M.J. Canto, J.M. Martínez, B. Puerto. Angiogénesis y cáncer de ovario. Estado actual del doppler color transvaginal en el estudio de la patologia ovarica. Ginecología Clínica y Quirúrgica 2000;1(2):54-60. 228 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 229 TEMA 38 Ecografia de la Patología Uterina y Endometrial Benigna • P. SÁNCHEZ-GÓMEZ SÁNCHEZ, M. ALVARO NAVIDAD, A. FIDALGO CONDE INTRODUCCIÓN En la mayoría de las mujeres, la ecografía transvaginal es la que mayor información proporciona sobre el endometrio y la cavidad uterina. En los casos de grandes miomas o úteros globulosos, la ecografía transabdominal ayuda a completar la exploración y, en ocasiones, es imprescindible. Cuando la vía transvaginal es inadecuada (virginidad, vaginismo, estenosis vaginal secundaria) o la vía transabdominal no es concluyente, se debe considerar un estudio ecográfico transrectal. El uso adicional de la histerosonografía permite mejorar la evaluación del grosor y morfología del endometrio, así como investigar la presencia de lesiones intracavitarias. Esta técnica consiste en la instilación de líquido en la cavidad uterina para actuar como agente de contraste negativo. Respecto a los resultados diagnósticos de la Ultrasonografía 3D han mostrado una mejoría progresiva, siendo especialmente útil en la valoración de las malformaciones uterinas, donde actualmente se asemeja a los resultados de la RMN en prácticamente todas las variedades, además puede ser de utilidad en la clasificación de los miomas submucosos y en la valoración de la unión endometrio-miometrial, lo cual resulta a menudo difícil, e incluso a veces imposible de evaluar correctamente con las imágenes convencionales en dos dimensiones. Así, ante una metrorragia o trastornos menstruales en una mujer premenopausica, el estudio ecográfico será de gran valor para distinguir entre causas disfuncionales o la existencia de causas orgánicas: miomas, pólipos, hiperplasias, adenomiosis…que describiremos en este capítulo. El momento ideal para realizar la ecografía en estos casos, sería preferentemente en fase proliferativa temprana (4º- 6º día del ciclo). De la misma manera, la ecografía será de gran importancia dentro del algoritmo diagnóstico ante un sangrado vaginal en una mujer postmenopáusica, por su asociación con el cáncer endometrial, el cual nos vemos obligados a descartar. Una simple medición del grosor endometrial, y una evaluación de su morfología y vascularización nos va a permitir discriminar entre mujeres de bajo o alto riesgo. El grupo IETA (Internacional Endometrial Tumor Analysis) propone una serie de términos y definiciones para describir los hallazgos ecográficos en la cavidad uterina, y desarrollar unas recomendaciones para estandarizar la técnica de medición endometrial y lesiones intracavitarias (Tabla 1). PÓLIPOS Los pólipos endometriales se definen como una proliferación focal de la capa basal del endometrio. Histológicamente se considera un proceso circunscrito de hiperplasia, estando cubiertos de endometrio, y presentando una cantidad variable de glándulas, estroma y vasos sanguíneos. Su potencial de malignización es muy escaso, siendo el riesgo de 0,5 a 0,6 % (todos ellos en mujeres postmenopáusicas). Su prevalencia real es desconocida, puesto que la mayoría pasan desapercibidos al ser asintomáticos. Se estima que están presentes en el 24% de las mujeres sintomáticas: que se suele presentar como una hemorragia uterina anormal en mujeres en edad reproductiva y metrorragia en mujeres postmenopáusicas. a. Estudio Ecográfico Los veremos como formaciones intracavitarias hiperecogénicas, homogéneas y bien delimitadas, con ausencia de sombra acústica (Figuras 1, 2 y 3). Por efecto masa que desplaza la línea media endometrial, aparece en la interfase entre endometrio y pólipo una línea hiperecogénica muy clara. Ocasionalmente contienen áreas quísticas econegativas (pólipo glándulo quístico). Según la base de implantación de la lesión a nivel del endometrio, se distingue entre: • Pólipo pediculado: Base menor que el diámetro transverso máximo de la lesión. • Pólipo sésil: Base de implantación mayor que el diámetro transverso. 229 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 230 Ecografia de la Patología Uterina y Endometrial Benigna Tabla 1. Términos y definiciones propuestos por la IETA, para describir los hallazgos ecográficos en la cavidad uterina b. Estudio Doppler a. Estudio Doppler El Estudio Doppler permite visualizar el pedículo vascular que sustenta al pólipo y nos indica a su vez su inserción endometrial. La vascularización procede de vasos uterinos, no hay angiogénesis. Presenta flujos de benignidad, semejante a los vasos intramiometriales (IR del pedículo 0,67± 0,02). Va a presentar típicamente una vascularización periférica de distribución regular y con vasos separados. IR de benignidad (IR > 0,5). TRATAMIENTO CON TAMOXIFENO El tamoxifeno es un fármaco modulador selectivo de receptores estrogénicos (SERM). Se emplea en oncología por su potente acción antiestrogenica sobre el tejido mamario; sin embargo también posee acción estrogénica y proliferativa sobre el útero, lo que impide su uso crónico en patología tumoral. HIPERPLASIA ENDOMETRIAL La hiperplasia endometrial consiste en la proliferación del endometrio debido a la acción de los estrógenos sin el efecto compensador de la progesterona (Figura 4). 230 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 231 TEMA 38 Figura 1. Pólipo endometrial Figura 2. Vascularización de pólipo endometrial a través de su pedículo Figura 3. Pólipo glándulo-quístico Figura 4. Hiperplasia endometrial. El estudio patológico demostró atípias Las mujeres con este tratamiento presentan mayor incidencia de hiperplasias, pólipos y adenocarcinoma de endometrio. a. Estudio Ecográfico La correlación entre la medida del grosor del endometrio y la patología endometrial es pobre en mujeres asintomáticas tratados con tamoxifeno, porque en la mayoría de los casos no hay expresión ecográfica, visualizando endometrio atrófico inactivo. Pero el tamoxifeno induce una hipertrofia estromal subepitelial, observando la imagen típica de atrofia glándulo-quística. Los cambios se sitúan en el miometrio debido a un proceso de edema y dilatación vascular en la pared miometrial próxima a la capa basal del endometrio (Figura 5). El área de unión miometrio-endometrial aparece no lineal e irregular, incluso protruye en cavidad, creando formaciones de aspecto polipoide con espacios quísticos, que cuando se biopsian tienen una cobertura de endometrio atrófico. Figura 5. Cambios endometriales propios del tamoxifeno ENDOMETRIOSIS La endometriosis consiste en un proceso infeccioso inflamatorio intrauterino que aparece en el contexto de una enfermedad inflamatoria pélvica, tras una manipulación (inserción de un DIU, legrado, histerosonografía…) o tras el parto. 231 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 232 Ecografia de la Patología Uterina y Endometrial Benigna a. Estudio Ecográfico mente va a presentar pequeñas áreas irregulares, econegativas, de forma redondeada o de media luna (Honey moon), con contornos generalmente hiperrefringentes, que corresponden a glándulas endometriales que han penetrado desde la basal. Además existe una mala delimitación entre el miometrio y el endometrio. Ecográficamente la endometritis aguda se caracteriza por la existencia de un engrosamiento endometrial ecogénico, irregular, mal definido, de refringencia variable y bordes desflecados, hasta 25-30 mm. Es frecuente observar una colección econegativa intracavitaria, que distiende la cavidad, con ecos puntiformes y espesor variable, que corresponde a material purulento (piometra) o serohemático (hematometra). En la endometritis crónica suele apreciarse un endometrio discordante cuya ecogenicidad no corresponde al día del ciclo menstrual. Asímismo el aspecto global del endometrio es heterogéneo. - Adenomiosis focal o adenomioma La adenomiosis focal aparece en estructuras nodulares hipoecogénicas, de bordes mal delimitados y con un núcleo interno heterogéneo, por la presencia de necrosis y hemorragia. Es más frecuente en la pared posterior. b. Estudio Doppler b. Estudio Doppler En la fase aguda presenta una vascularización con índices de resistencia muy bajos, extendida al miometrio afecto. En la endometriosis suelen aparecer áreas vasculares muy pequeñas alrededor o en el interior de las zonas econegativas miometriales, con alta resistencia al flujo. Los valores de los índices de pulsatilidad y resistencia y máxima velocidad de flujo son siempre típicos de beignidad. En la forma nodular suele haber ausencia de neoangiogénesis en la zona periféricao lo que facilita el diagnóstico diferencial con los miomas. SINEQUIAS ENDOMETRIALES Las sinequias endometriales son tractos de mayor o menor grosor que cruzan la cavidad endometrial, normalmente con una ecogenicidad parecida a la del miometrio. Unen ambas paredes uterinas, y no están recubiertas de endometrio. Se forman como resultado de la cicatrización tras legrados, endometritis o tuberculosis, por lo que ante la sospecha es importante investigar antecedentes y factores de riesgo. Clinicamente la existecia de sinequias endometriales se relaciona con amenorrea, abortos de repetición y esterilidad. ADENOMIOSIS La adenomiosis consiste en la presencia de glándulas endometriales en el espesor del miometrio (Figura 6). Atendiendo a su etiopatogénia, la adenomiosis es una forma de presentación clínica de la endometriosis, coexistiendo con la endometriosis externa en un porcentaje pequeño de casos (10-20%). La combinación de la clínica (dolor pélvico, dismenorrea y metrorragias) junto con la ecografía es fundamental para el diagnóstico. Figura 6. Adenomiosis ATROFIA QUÍSTICA En la mujer menopaúsica el endometrio se visualiza a modo de línea fina, bien delimitada e hiperecogénica en relación al miometrio y cuyo grosor oscila entre 1-4 mm, que corresponde al estrato basal. En algunos casos, podemos visualizar áreas quísticas pequeñas de 1-2 mm, localizadas o difusas que corresponden al acúmulo de moco de las glándulas. a. Estudio Ecográfico - Adenomiosis difusa Se caracteriza por un engrosamiento general del útero o la asimetría del grosor de sus paredes, normalmente de la posterior, con hiperrefringencia no homogénea en áreas o en todo el miometrio. Típica- 232 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 233 TEMA SEROMUCOMETRAS Las seromucometras son acúmulos de líquido dentro de la cavidad (Figura 7). Se visualiza como una imagen econegativa en el intracavidad que, en función de su tamaño, puede dilatarla, y permitiendo una buena valoración del endometrio. En aquellos casos en los que se trate de sangre o pus, la ecogenicidad puede aumentar. En mujeres postmenopaúsicas se relaciona con procesos malignos de cérvix o endometrio, asociado al tratamiento con tamoxifeno. Cursa por lo general de forma asintomática. En niñas prepúberes se asocia con anomalías congénitas y en edad fértil con complicaciones de la gestación; Tales como embarazo ectópico o aborto. 38 Los miomas pueden ser únicos o múltiples (lo más frecuente) y de muy distintos tamaños. Habitualmente se localizan en el cuerpo uterino, y más raramente en el cuello. a. Estudio Ecográfico Se trata de estructuras nodulares hipoecogénicas en relación con el miometrio, bien delimitadas y homogéneas, que proyectan sombra acústica. Su buena delimitación se debe a la pseudocápsula de su superficie. En lo referente a su composición a mayor concentración de colágeno y fibronectina, más eco denso será. A mayor tamaño, más heterogéneo. Es importante describir no sólo el número, tamaño y tipo de miomas, sino también su localización exacta en el cuello, istmo o cuerpouterino ya sea de cara anterior, posterior, borde derecho, izquierdo o fondo. METAPLASIA ÓSEA La metaplasia ósea se corresponde con áreas de cartílago o hueso en el seno endometrial. Ecográficamente se visualizan como áreas hiperecogénicas en el seno del endometrio pudiendo presentar sombra acústica (Figura 8). Son benignas y cursan sin clínica siendo más frecuentes en mujeres postmenopaúsicas. El diagnóstico diferencial lo debemos plantear con áreas cicatriciales o de fibrosis o bien con procesos inflamatorios como cervicitis crónica. b. Estudio Doppler Los miomas presentan una distribución vascular radial, periférica, con centro avascular. Según su crecimiento y situación en el miometrio distinguimos tres clases de miomas: • Intramural (45 -55%): situado en el espesor de la pared del miometrio. Son los más frecuentes. Cuando dan síntomas suele consistir en sensación de peso, híper menoreas y/o dismenorrea. MIOMAS Los miomas son los tumores benignos más frecuentes en la mujer.Estan compuestos fundamentalmente por fibras musculares lisas con estroma conjuntivo en cantidad variable. Su etiología no está todavía aclarada, aunque existen una serie de factores predisponentes: raciales, hereditarios y hormonales, y sobre todo, el desequilibrio estrógeno-progesterona. • Subseroso (35-40%): parte de él es intramural y parte crece hacia la serosa, deformando el contorno externo del útero. Pueden ser asintomáticos, o producir clínica por compresión de órganos vecinos cuando adquiere un tamaño grande. Puede ser sésil o pediculado, en cuyo caso puede producir dolor por torsión y/o infarto (Figura 9). Figura 7. Mucometra Figura 8. Metaplasia ósea 233 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 234 Ecografia de la Patología Uterina y Endometrial Benigna La desviación de la apariencia usual del mioma es bastante común, y se conoce globalmente como degeneración. La cual puede ser: • Edematización: Resultado de una obstrucción venosa parcial y separación de las fibras musculares. Aparecen eco negativos, a veces con refuerzo de la interfase profunda por lo que se confunden con psudoquistes. • Atrofia: La atrofia del mioma se inicia casi siempre después de la menopausia, lactancia o con tratamiento con análogos de GnRH. Figura 9. Mioma subseroso dependiente de fondo uterino • Degeneración hialina: Es la más frecuente, en donde el tejido conjuntivo normal es sustituido por material hialino celular, de manera que acentúa el aspecto hipoecogénico de forma homogénea. • Submucoso (5-10%): Hace del miometrio paracavitario y rechaza el borde externo del endometrio para invaginarse progresivamente en la mucosa deformando la cavidad uterina. Son los menos frecuentes, pero los más sintomáticos. A menudo producen un aumento del sangrado menstrual en forma de hípermenoreas y polimenorreas (Figura 10, 11). La IETA distingue tres subtipos de miomas submucosos, en función de la proporción de mioma que protruye en el interior de la cavidad: • Degeneración quística: Como la degeneración hialina, tiene tendencia a la licuación, cuando la afectación del mioma es completa puede transformarse en una cavidad quística, ecográficamente anecoica con refuerzo posterior. • Degeneración infecciosa: Casi exclusivo de los miomas submucosos, que tienden al adelgazamiento y ulceración de la superficie, convirtiéndose en caldo de cultivo para la infección por bacterias procedentes del tracto genital. En su interior se pueden llegar a visualizar áreas con la ecogenicidad de los abscesos. • Grado 0: Mioma completamente en la cavidad (100%), pediculado y sin extensión intramural. • Grado I: Mioma sésil, con una proporción igual o mayor del 50% del mioma protruyendo en cavidad. • Grado II: Con una porción intracavitaria inferior al 50% del mioma. Figura 10. Mioma submucoso. Vascularización Figura 11. Mioma submucoso 234 Tema 38:Maqueta Madre 08/02/12 18:07 Página 235 TEMA • Necrosis aséptica: Relacionado con graves trastornos circulatorios (torsión, compresión, estenosis de vasos, estasis, hemorragias, trombosis). Forman regiones anecoicas, irregulares, no bien delimitadas, situadas en la zona central del mioma, y generalmente únicas. La necrosis roja es una forma especial que aparece sobre todo durante el embarazo, debido a una obstrucción de las venas de la periferia que conduce a la extravasación de la sangre, dando lugar al color rojo característico. 38 • Calcificaciones: Depósitos cálcicos agrupados o dispersos, en el interior del mioma o en la periferia, rodeándolo como si fuera un cápsula. Se observa en los miomas “viejos”; ecográficamente como grupos de ecos de alto nivel que dejan sombra acústica posterior, en algunos casos, hace que el límite posterior sea difícilmente visible en la ecografía. • Degeneración maligna o sarcomatosa: Es muy poco frecuente y muy difícil de diagnosticar. Suele tratarse de una masa de gran tamaño, mal delimitada y heterogénea. Esta transformación se inicia en la zona central del tumor, que se hace más blando y friable con abundantes hemorragias debido a la fragilidad vascular. Presenta un rápido crecimiento tumoral y un estudio doppler color con abundante vascularización y distribución central. • Degeneración grasa: Es un fenómeno excepcional en el cual se acumula tejido adiposo de forma focal en el interior del mioma. Muestra degeneración de áreas quísticas bien delimitadas. BIBLIOGRAFÍA 4. Salim R, Lee C, Davies A, Jolaoso B, Ofusa E, Jurkovic D. A comparative study of three-dimensional saline infusión sonohysterography and diagnostic hysteroscopy for the classification of submucous fibroids. Hum Reprod 2005; 20: 253257. 1. Primer Manual del Curso Básico de Ecografía: Ecografía Práctica en Obstetricia y Ginecología. SESEGO. 2. J.A. Usandizaga; P. de la Fuente. Tratado de Obstetricia y Ginecología. Editorial McGrawHill. 2ª edición. 5. Davi E. Infeccion puerperal, en : Tratado de Ginecología, Obstetricia y Medicina de la reproducción. Tratado SEGO Editorial Paramericana. 3. F.P.G.Leone, D.Timmerman, T.Biourne, L.Valentin, E.Epstein, S.R.Goldstein, H.Marret, A.K.Parsons, B.Gull, O.Istre,W.Sepulveda, E.Ferrazzi and T.Van Den Bosh. Terms, definitions and measurement to describe the sonographic features of the endometrium and intrauterine lesions: a consensus opinión from the International Endometrial Tumor Analysis (IETA)group. Ultrasound Obstet Gynecol 2010; 35: 103-112. 6. Goldstein SR. The role of transvaginal ultrasound or endometrial biopsy in the evaluation of the menopausal endometrium. Am J Gynecol doi: 10.106/j.ajog.2009.02.006. 7. Disaisa PJ, Creasman WT. Clinical Gynecilogy. St Louis. CV Mosby. 1999. 8. Speroff L, Glass R, Kase NG. Endocrnología Ginecológica e Infertilidad. Waverly Hispánica, 2000. 235 Tema 39:Maqueta Madre 08/02/12 15:05 Página 236 TEMA 39 Ecografía de la Trompa y Otros Tumores Pélvicos • M. ALVARO NAVIDAD, D. LÓPEZ FREIRE, H. DI FIORE INTRODUCCIÓN Las trompas de Falopio son un órgano par, derivado de los conductos Müllerianos, que relaciona la cavidad uterina con los ovarios, se trata de una estructura tubular, seromuscular con una porción fija al cuerno uterino de 2-3 cm (porción ístmica), seguida de una porción más extensa entre 5 y 8 cm, que se encuentra libre (porción ampular), y por último una porción distal que se abre a modo de embudo (porción fímbrica), que se relaciona con el ovario. Su vascularización a través del mesosalpinx proviene de las ramas terminales de las arterias uterinas y de las ramas terminales de la arteria ovárica. El estudio ecográfico de la trompa ha sido, desde siempre, un problema, debido por un lado a que es una estructura intraabdominal “no visible” en condiciones normales; de tal forma que su visualización suele implicar la existencia de patología. Por otro lado, es fácil confundirla con alteraciones ováricas, ya que estas últimas son más frecuentes y en muchas ocasiones la diferenciación y el diagnóstico diferencial puede ser muy complejo. En condiciones normales, únicamente podremos visualizar las trompas si existe líquido alrededor de las mismas, que genere una interfase sónica, este líquido puede originarse bien de forma fisiológica a mitad del ciclo ovárico, de forma patológica secundaria a procesos inflamatorios, a cuadros de hiperestimulación ovárica, procesos neoplásicos (Cáncer de ovario, cáncer Colon...), o bien a cuadros hemorrágicos (Embarazo ectópico, folículo hemorrágico...) La trompa puede presentar la misma patología que sus órganos vecinos, siendo las alteraciones inflamatorias las más frecuentes (Figura 1). ENFERMEDAD INFLAMATORIA PÉLVICA (EIP) La EIP se considera un cuadro infecto-inflamatorio de origen polimicrobiano, principalmente gonococo y C. trachomatis, ascendente desde vagina que afecta a endometrio (endometrititis), trompas (salpingitis, piosalpinx), ovario (ooforitis, abcesos tuboováricos) y peritoneo (pelviperitonitis). Figura 1. Trompa normal También puede ser secundario a cuadros infecciosos locales tales apendicitis o diverticulitis. Clinicamente se puede presentar: • Forma silente: Pacientes asintomáticas, que presentan afectación tubárica. Representa hasta el 50% de las formas clínicas. • Atípica: Mínima expresión clínica. Lateralización cervical y fiebre. • Residual: Cuadros de infertilidad, Sds. Adherenciales y dolor pélvico crónico. Cronológicamente las dividimos: • EIP Aguda: Piosalpinx y abceso tubo-ovárico • EIP Residual: Hidrosálpinx. El diagnóstico es puramente clínico, en cual, los hallazgos ecográficos ayudan en el mismo pero no son definitivos. HALLAZGOS ECOGRÁFICOS 1. Formas Agudas: En las formas iniciales es posible que no se visualize nada anormal. Inicialmente aparecerá un aumento de la ecogenicidad en endometrio, pudiendo presentar una distensión de la cavidad rellena de material discretamente ecogénico con un miometrio engrosado debido al edema inflamatorio, pudiendo encontrar liquido libre en Douglas de similar características (Figura 2). 236 Tema 39:Maqueta Madre 08/02/12 15:05 Página 237 TEMA 39 Figura 2. Enfermedad inflamatoria pélvica aguda. Hidrosalpinx con septos incompletes Figura 4. Enfermedad inflamatoria pélvica aguda. Abceso tuboovárico En fases más avanzadas encontraremos afectación tubárica, en este momento, podremos visualizar las trompas a modo de imagen alargada laterouterina e incurvada detrás del útero hacia el Douglas, casi siempre bilateral además podremos visualizar los pliegues de flexión con paredes y pliegues engrosados, ecogénicos y borrosos: “Signo de la Rueda dentada”. El contenido de las mismas será ecogénico y ocasionalmente nivel de sedimentación. Se podrá valorar la reacción peritoneal,se identifica ovario independientemente. Esta imagen corresponde del Piosalpinx (Figura 3). En la exploración con doppler, debido a la reacción inflamatoria observaremos aumento de la vascularización que ocupará todas las áreas salvo las quísticas simulando un proceso neoplásico. De este modo nos encontraremos elevados flujos, con aumento del pico sistólico e índices de resistencia disminuidos. Al iniciar tratamiento antibiótico, se observará una normalización de los índices doppler en los acasos que exista una buena respuesta terapeútica. 2. Formas crónicas: Tras realizar un tratamiento adecuado, la normalización de la imagen ecográfica es muy posterior a la desaparición de la clínica pudiendo diferirse varios meses. Se visualizará un cuadro adherencial asociado a hidrosalpinx (Figura 5). Figura 3. Enfermedad inflamatoria pélvica aguda. Imagen de collar de perlas Según progrese el cuadro aparecerá la formación de Abcesos tuboováricos: Imagen compleja con implicación del ovário y asas intestinales que no se diferencia de la lesión. Se asocia con líquido libre en Douglas y con distensión de asas intestinales. El diagnóstico diferencial en estos casos se realiza con neoplasias ováricas o procesos intestinales (Figura 4). Figura 5. Enfermedad inflamatoria pélvica Crónica: Hidrosalpinx Residual En este caso el hidrosalpinx es secundario a la obstrucción fímbrica, observando Imagen alargada laterouterina de contenido anecoico con aspecto de collar de perlas, siendo una estructura flexible, relativamente móvil, a diferencia del proceso agudo 237 Tema 39:Maqueta Madre 08/02/12 15:05 Página 238 Ecografia de la Trompa y Otros Tumores Pélvicos TUMORES DE TROMPA a. BENIGNOS presenta paredes finas y la exploración no suele ser dolorosa, además se podrá identificar un parénquima ovárico de aspecto normal. En la exploración con Doppler observaremos una vascularización muy disminuida o ausente con bajos flujos y elevadas resistencias vasculares. La expresión ecográfica del cuadro adherencial es la del pseudoquiste peritoneal, donde observaremos tabicaciones fibrinosas con contenido líquido, ecogenicidad reducida y forma poliédrica, sin efecto masa que en la exploración no se puede palpar. • Quistes de paraovario: Formaciones uniloculadas, regulares bien delimitadas de paredes finas sin papilas ni tabiques que no presentan datos de malignidad. Generalmente el contenido es sonoluscente salvo en los casos complicados que puede ser hemorrágico. El diagnóstico diferencial se debe realzar con endometriomas, formaciones anexiales e hidrosalpinx. • Hidiatide de Morgani: Son restos embrionarios de los conductos de Wolff. Se visualizan como formaciones anecoicas de 1-2 cm, regulares y bien delimitadas. TORSIÓN DE LA TROMPA DE FALOPIO Es un cuadro clínico raro, suele asociarse a otros procesos patológicos: hidrosalpinx complejos, tumoraciones anexiales. La traducción ecográfica será la de masas anexiales complejas, alargadas, sonoluscentes cuyas paredes se encuentran engrosadas por el edema con una ecogenicidad aumentada y protrusiones hacia la luz. Cuando existe afectación ovárica observaremos edema ovárico con aumento del estroma y folículos dispersos con refuerzo posterior, en estadios avanzados se podrá observar áreas quísticas irregulares (infartos) y generalmente asociado a una colección líquida periovárica y en Douglas (Figura 6). En la exploración con doppler se podrá observar, en menos de la mitad de los casos alteraciones del mismo con un cese del flujo sanguíneo inicialmente venoso con aumento de los índices de resistencia y ausencia de flujo telediastólico. • Leiomioma: Es excepcional. Se visualiza a modo de formación paraovárica sólida, isoecogénica con miometrio que presenta escasa vascularización. El diagnóstico es postoperatorio. b. MALIGNOS O CARCINOMA PRIMARIO DE TROMPA Es una neoplasia muy infrecuente cuyo diagnóstico diferencial se plantea con el carcinoma de ovario (Figura 7). Ecográficamente se puede sospechar en estadios muy precoces en los que se visualice uina formación compleja, de aspecto solido quístico, alargada con papilas y que sea independiente tanto de ovario como de útero. Presentará al igual que las neoplasias malignas de ovario flujos de baja resistencia con elevado flujo telediastólico. Figura 7. Carcinoma primario de trompa Figura 6. Torsión de trompa 238 Tema 39:Maqueta Madre 08/02/12 15:05 Página 239 TEMA 39 BIBLIOGRAFÍA 5. Primer Manual del Curso Básico de Ecografía: Ecografía Práctica en Obstetricia y Ginecología. SESEGO. 1. Ecografía de Rumack.Wilson. Charboneau. Marban. 2000. 2. Ecografía Vaginal (Doppler y Tridimensión). F. Bonilla-Musoles. 1ºEd. 2001. 6. Donald School. Textbook of Ultrasound in Obstetric and Gynecology. Asim Kurjak. Frank A Chervenak. 1º ed. Medical Publisher. The Parthenon publishing Group. 2003. 3. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Peter W.Callen. Masson 2009. 4. Ecografía en Obstetricia y Ginecología. Asim Kurjak, Frank Chervenak. 2º ed. Editorial médica panamericana. 2008. 239 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 240 TEMA 40 Ecografía de la Mama • M. J. BARCO MARCELLAN, M. SOBREVIELA LASERRADA INTRODUCCIÓN El valor de la exploración ecográfica de la mama ha experimentado una evolución paralela al desarrollo tecnológico de los equipos. En un principio su utilidad se reducía a identificar los nódulos quísticos y guiar los procedimientos de punción / biopsia (1-3). Los progresivos avances técnicos han aumentado la resolución de imagen y la capacidad diagnóstica del método, con la aparición de sondas de alta frecuencia, el modo tridimensional, así como las distintas variantes del Doppler o la sonoelastografía. Todo ello le ha permitido ocupar su lugar en el diagnóstico y manejo de la patología mamaria junto a la mamografía digital y la Resonancia Nuclear Magnética (4). Sus indicaciones se han ampliado (4-6) desde el screening en las mamas densas al diagnóstico de extensión local de la patología maligna (7), valorando multifocalidad y afectación axilar linfática así como la respuesta a la quimioterapia (8, 9). También se aplica en el diagnóstico de precisión de la extensión intraductal (10) y en la detección del ganglio centinela (11). Contribuye, y en muchas ocasiones sustituye, a la localización estereotáxica por mamografía y la comprobación post-biopsia (12). Ha entrado también en el campo operatorio para la localización de lesiones no palpables y la valoración de los bordes de resección (13). La exploración debe realizarse mediante el barrido en sentido radial de los cuatro cuadrantes así como de la zona retroareolar y la axila. Las lesiones se localizarán por el sistema horario y según su distancia a la areola y profundidad y se categorizarán por su potencial malignidad según el sistema BIRADS (14). IMAGEN DE LA MAMA NORMAL En un corte de tejido mamario normal (Figura 1) identificamos de la superficie a la profundidad: la piel, grasa subcutánea, tejido glandular, grasa retromamaria y aponeurosis del pectoral. En la banda de tejido glandular se distingue el componente fibroso hiperecogénico y los espacios ductales así como algunas zonas grasas intercaladas. El estudio de la vascularización con Doppler delimita las trayectorias vasculares: casi perpendiculares en la capa grasa superficial, y longitudinales, siguiendo el trayecto ductal, en la capa glandular. En los últimos años han aparecido dos modalidades ecográficas cuya utilidad aumenta día a día más en la práctica clínica: la ecografía 3D y la sonoelastografía. ASPECTOS TÉCNICOS Y PRICIPIOS BÁSICOS Deben utilizarse sondas 2D o 3D dedicadas, de alta resolución con frecuencias de 7.5 a 10 Mhz. En mamas pequeñas o lesiones superficiales pueden ser necesarias frecuencias más altas o puede usarse una cámara de agua. La ganancia debe ajustarse de acuerdo a la densidad del tejido graso que servirá de referencia para catalogar las lesiones como iso, hipo o hiperecogénicas. Figura 1. Mama normal: Sección que incluye desde el pezón hasta el pectoral 240 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 241 TEMA APORTACIONES DE LA ECOGRAFÍA 3D 40 • Un crecimiento infiltrante, característicamente maligno, que da un “patrón de retracción” (Figura 2) en el corte coronal debido a la invasión y destrucción de las estructuras adyacentes (16, 17). Se corresponde con la imagen de espiculación mamográfica y su visualización es superior y específica en el corte coronal, por lo que se puede concluir que la ecografía 3D proporciona un factor de caracterización morfológica único (17). La ecografía 3D mejora el rendimiento diagnóstico de la patología mamaria en tres aspectos fundamentales (15): la aportación del plano coronal, la posibilidad de valorar íntegramente la lesión a partir de la adquisición de su volumen completo y las ventajas del almacenamiento y manejo de la información en archivos electrónicos. Plano coronal • Crecimiento expansivo homogéneo en todas las direcciones, característicamente benigno, que da el llamado “patrón compresivo” (Figura 3) porque la lesión va desplazando en su crecimiento los tejidos circundantes sin afectarlos. La característica morfológica que mejor define la potencial malignidad de una lesión es la delimitación de sus márgenes. El plano anatómico de crecimiento de las lesiones mamarias es el plano coronal, en el que mejor se evidencia la interacción entre el tejido sano y el tumoral. Sólo la ecografía 3D nos proporciona ese plano de corte, inaccesible al rastreo bidimensional. Durante su proceso de crecimiento una lesión puede presentar dos tipos de relación con los tejidos que la rodean: Rotten y cols (16) estiman que la detección de un patrón de retracción en el plano coronal ofrece una sensibilidad diagnóstica del 91.4%, con una especificidad del 93.8%, VPP del 86.9% y VPN del 96%. Figura 2. Patrón de retracción en corte coronal, ángulo inferior izdo Figura 3. Patrón de crecimiento compresivo en el corte coronal (ángulo inferior izdo) 241 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 242 Ecografía de la Mama Estudio del volumen completo de la lesión La obtención del volumen completo de la lesión permite analizarla íntegramente mediante verdaderos cortes tomográficos que son reflejo de los histológicos. Así, somos capaces de valorar no sólo la superficie de la lesión sino también su arquitectura interna, lo que resulta especialmente útil en las lesiones complejas (18). Esto proporciona información adicional y más completa sobre la lesión de la que aporta la ecografía bidimensional aislada. Asimismo el volumen de la lesión se puede calcular mediante VOCAL (Virtual Organ Computer Aided anaLysis) con mayor precisión que por la biometría tradicional (18). tejido sano, las lesiones benignas y las malignas que se evidencian por su compresibilidad frente a una presión externa. En principio los tejidos tumorales son más duros y menos deformables que el tejido sano y la medida de su elasticidad puede utilizarse como factor diagnóstico. La elasticidad del tejido explorado se representa en una escala de color del rojo al azul de acuerdo a su “dureza”, donde el rojo supone la consistencia más blanda y el azul la mayor dureza. Comparando el tejido normal circundante con el tumoral se obtiene una “strain ratio” que cuantifica esa compresibilidad y es el parámetro objetivo para el diagnóstico (Figura 4). Este método ofrece la posibilidad de caracterizar los tejidos, lo que añadido a los datos de su morfología y la vascularización proporcionadas por la ecografía y el Doppler, aumenta la sensibilidad diagnóstica frente a las lesiones malignas (19, 20). Almacenamiento y manejo de la información El diagnóstico ecográfico de la patología mamaria se basa en la obtención de imágenes fijas de cortes más o menos arbitrarios por lo que es claramente operador-dependiente. Ello limita su reproducibilidad y objetividad diagnósticas, así como la estandarización de los informes ecográficos. Por otra parte, condiciona que el diagnóstico sea inmediato e in situ, sin posible reevaluación posterior salvo reevaluando a la paciente. La ecografía tridimensional permite salvar estos obstáculos ya que proporciona volúmenes completos de las lesiones, fácilmente almacenables para su recuperación y análisis off-line. PATOLOGÍA BENIGNA El diagnóstico de la patología mamaria mediante ecografía se basa en dos principios fundamentales: • La caracterización morfológica de sus lesiones. • El estudio de su vascularización, que se realiza mediante Doppler. Los aspectos morfológicos que han de valorarse en la expresión ecográfica de una lesión mamaria se conocen como “Criterios de Stavros” (21) y facilitan su caracterización como benigna o maligna. Estos criterios se detallan en la Tabla 1. SONOELASTOGRAFÍA Este método se basa en la representación visual de las características mecánicas de los tejidos. Existen diferencias entre las propiedades viscoelásticas del Figura 4. Nódulo sospechoso valorado por sonoelastografía. Presenta baja compresibilidad como lo expresa su coloración azul y el valor de la “strain ratio” al compararlo con tejido normal 242 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 243 TEMA 40 A estos signos podríamos añadir el patrón de crecimiento compresivo en el plano coronal 3D y una vascularización periférica de distribución regular y con pedículo vascular evidenciada mediante Doppler (Figura 6). Morfología externa de la lesión Características de la superficie y los márgenes de la lesión Ratio altura / anchura de la lesión Ecogenicidad interna Ecotextura Tabla 1. Criterios de Stavros en la caracterización ecográfica de una lesión mamaria Figura 6. Patrón de flujo periférico en lesión benigna La lesión sólida benigna más común es el fibroadenoma que reúne todos los criterios diagnósticos citados: es un nódulo ovalado de superficie lísa o con alguna lobulación redondeada, homogéneamente hipoecoico (aunque hay algunos iso o hiperecogénicos) y vascularización periférica. Su tamaño no suele superar los 3 cm aunque podrían existir lesiones mayores. Puede ser bilateral en el 4% de los casos y múltiple hasta en un 20%. Otra lesiones benignas son el cistoadenoma filodes, cuyas dimensiones y velocidad de crecimiento son superiores al fibroadenoma y su ecoestructura es más heterogénea, con zonas de distinta ecogenicidad y mayor vascularización. El lipoma es difícil de distinguir por ser isoecoico pero con una textura laminar y una fina cápsula alrededor. Figura 5. Nódulo de características benignas compatible con fibroadenoma CRITERIOS DE BENIGNIDAD Lesión hipoecogénica y homogénea Morfología redondeada o elíptica Contorno liso o menos de 3 lobulaciones Patrón crecimiento compresivo: ancho Vascularización periférica y regular Tabla 2. Criterios de Benignidad Existen otras lesiones benignas de naturaleza líquida y estructura hueca: Los signos ecográficos característicos de benignidad son: (Figura 5, Tabla 2). • Quistes mamarios simples y complicados. Un quiste simple aparece como una imagen redondeada u ovalada, anecógena con una pared fina y refuerzo posterior por el aumento de transmisión sónica que produce (Figura 7a). Puede presentarse de forma aislada, o más frecuentemente agrupado, en el contexto de una mastopatía fibroquística. Cuando el contenido del quiste es más ecogénico por tratarse de sangre, pus o incluso material caseoso como en los galactoceles, los catalogamos como quistes complicados. Estos pueden presentar una pared más gruesa por su • Lesiones hipoecogénicas y con ecotextura homogénea. • De forma elíptica o redondeada, más ancha que alta. • Su superficie es lisa o ligeramente lobulada (menos de 3 lobulaciones). • Puede detectarse una fina cápsula delimitando la lesión o al menos una superficie íntegra, sin disrupciones, de la misma. 243 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 244 Ecografía de la Mama PATOLOGÍA MALIGNA proceso inflamatorio y disminuye o desaparece el refuerzo posterior. Si su contenido es de diferente densidad suelen aparecer niveles de depósito (Figura 7 b). Los llamados “quistes habitados” se caracterizan por presentar crecimientos papilares sólidos en su pared y se hace necesario confirmar su naturaleza histológica mediante punción o biopsia (Figura 7c). Según los signos morfológicos ecográficos de Stavros (21), serían sugestivos de malignidad: (Figura 8, Tabla 3). a. Signos de la superficie y márgenes de la lesión: • Presencia de espiculaciones y/o grueso halo ecogénico. • Márgenes angulados, frente a los redondeados de las lesiones benignas. • Microlobulaciones (más de 4). • Ectasia ductal Las ramificaciones de los conductos galactóforos pueden presentar un aumento de calibre con contenido líquido o debris más ecogénico, especialmente en la zona retroareolar. Pueden ser asiento de lesiones papilares y causa de telorrea o telorragias y su exploración se facilita por la navegación 3D en el plano coronal. b. Signos ecográficos relativos a la forma de la lesión: • Mayor diámetro en altura que en anchura, con un crecimiento más vertical. • Extensión ductal, con afectación y retracción de los conductos circundantes. • Ramificaciones, que aparecen como proyecciones desde la superficie del tumor. Figura 7. Imágenes de quistes: simple (A), de contenido denso con nivel (B) y habitado por papiloma (C) Figura 8. Imagen de carcinoma mamario con sus signos de malignidad en los tres planos ortogonales 244 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 245 TEMA Se reconocen al menos dos tipos de expresión morfológica del carcinoma mamario (Figura 9): CITERIOS DE MALIGNIDAD Espiculaciones Halo hiperecogénico Márgenes irregulares y angulados Polilobulado >4 SUPERFICIE Y MÁRGENES FORMA Crecimiento vertical Extensión ductal Ramificaciones CARACTERÍSTICAS INTERNAS Sombra posterior Hiperecogenicidad y aspecto heterogeneo Calcificaciones múltiples y de pequeño tamaño 40 • El tumor de perfil “estrellado”, más fibroso, y con sombra posterior. • El tumor circunscrito, más redondeado, que presenta mayor celularidad y refuerzo posterior y que cuando es de pequeño tamaño puede simular una lesión benigna. Suele corresponder con los tipos medular, mucinoso o papilar (21). La valoración completa de una lesión sospechosa incluye el estudio de la axila para detectar la presencia de adenopatías metastásicas. Éstas aparecen como nódulos redondeados, de mayor tamaño que los ganglios normales, perdiendo su morfología elíptica y la diferenciación entre el hilio y la cortical. La relación entre la altura y anchura de la lesión es superior a 1. Su superficie externa puede presentar irregularidades por la rotura capsular y su vascularización esta aumentada (Figura 10). La valoración ecográfica preoperatoria de las adenopatías no palpables y de su afectación por punción o biopsia puede ahorrar la técnica del ganglio centinela (11). Tabla 3. Críterios de Malignidad c. Signos ecográficos referentes a las características internas de la lesión: • En general existe dificultad para la transmisión del sonido, con la aparición de sombra acústica posterior. • Ecogenicidad: La gran mayoría de los cánceres mamarios son hipoecogenicos y su textura tiende a ser más heterogénea que en las lesiones benignas. • Presencia de calcificaciones, generalmente pequeñas y múltiples. VASCULARIZACIÓN DE LAS LESIONES Todos los tumores y en especial los malignos necesitan de una vascularización que aporte el suficiente flujo sanguíneo para su crecimiento (22). En esta característica se basa el diagnóstico mediante Doppler (23, 24). Su objetivo es ayudar en la detección de pequeñas lesiones y en la diferenciación de las lesiones malignas, que generalmente presentan un aumento de la microvascularización. Debido a la heterogeneidad de los tumores malignos y a los diferentes estadios evolutivos en que podemos encontrarlos, es imposible diagnosticarlos por un solo signo ecográfico. Figura 9. Los dos tipos morfológicos ecográficos de carcinoma mamario 245 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 246 Ecografía de la Mama Figura 10. Adenopatía inespecífica con vascularización hiliar normal (izda) y adenopatía metastásica con pérdida de su estructura y aumento de vascularización irregular (dcha) Así, hay lesiones de alto grado con gran celularidad y vascularización que son fácilmente detectadas por el Doppler, pero también existen lesiones de bajo grado, con un marcado componente desmoplásico y escasa vascularización que presentan un flujo igual o inferior a las lesiones benignas. Por contra, hay lesiones benignas con intensa actividad celular que presentan marcada vascularización y flujo. Además hay que tener en cuenta que los fenómenos de edema o necrosis en el interior de la lesión disminuyen la detección del flujo sanguíneo. La heterogeneidad de los tumores mamarios y de su vascularización condiciona el solapamiento entre los datos procedentes del tejido normal y las lesiones benignas y malignas. Ello hace que los valores de la velocidad o la resistencia vascular en términos absolutos no tengan utilidad diagnóstica para los casos individuales. La sensibilidad diagnóstica para la detección de malignidad del Doppler es en general buena pero no es suficiente (31). No alcanza el 98% de valor predictivo negativo necesario para evitar una biopsia en una lesión probablemente benigna (BIRADS 3). Por tanto, el Doppler como dato aislado no puede utilizarse como parámetro diagnóstico de malignidad. Es imprescindible asociarlo siempre a los hallazgos morfológicos, de los que es complementario. Dadas las dificultades que plantea el estudio del flujo en la microvascularización de las lesiones mamarias y dado que en realidad el cálculo del flujo no es tan importante para su caracterización como el número o distribución de sus vasos, la ecografía tridimensional nos ofrece las mejores posibilidades diagnósticas. Para la caracterización de las lesiones mamarias se han utilizado diversos criterios Doppler: • Criterios Cualitativos: Mediante la aplicación de color o power Doppler se valora (25) bien el aumento de la vascularización (presencia o ausencia de flujo o número de vasos por unidad de superficie); o bien el patrón de flujo: periférico, más típico de lesiones benignas, o presencia de flujo dentro de la lesión, característico de las malignas. En general, los tumores capaces de desarrollar suficiente neovascularización como para ser detectada mediante Doppler presentan más alto grado histológico y mayor número de metástasis linfáticas y a distancia que los que no la presentan. • Criterios Semi-cuantitativos: Se han propuesto niveles de corte para la velocidad pico-sistólica o los índices de resistencia, tanto en un vaso aislado como para la diferencia entre los de la periferia y el centro de la lesión (26, 27). Sin embargo, su rendimiento diagnóstico no justifica su uso clínico aislado (28). La variabilidad en los resultados de los estudios Doppler de la mama es debida a las características sonográficas de la mama: su hiperecogenicidad y el ángulo de incidencia del haz Doppler hacen que la sensibilidad en la detección del flujo sea menor que en otras regiones, incluso aplicando power Doppler o contrastes (29, 30). Por otra parte, la celularidad y la intensidad de la angiogénesis difieren mucho de unas lesiones a otras. 246 Tema 40:Maqueta Madre 08/02/12 18:12 Página 247 TEMA 40 La angiografía tridimensional con power Doppler (3D APD) proporciona la visualización global no sólo del patrón de vascularización sino de la arquitectura vascular de la lesión. Este concepto incluye tanto el número de vasos y su distribución, con ramificaciones anárquicas, como la estructura de sus paredes con sus irregularidades de calibre, dilataciones, estenosis y shunts (Figura 11). Los Índices vasculares 3D analizan la vascularización, el flujo y la perfusión tisular pero su utilidad diagnóstica no ha sido todavía contrastada para la patología mamaria. Figura 11. Arquitectura vascular alterada: calibre vascular irregular, ramificaciones irregulares y shunts BIBLIOGRAFÍA 16. Rotten D, Levaillant JM, Zerat L. Analysis of normal breast tissue and of solid breast masses using three-dimensional ultrasound mammography. Ultrasound Obstet Gynecol. 1999; 14:114-24. 1. Jackson VP. The role of US in breast imaging. Radiology 1990; 177: 305-311. 2. Kopans DB. Breast Imaging. 2ª ed, Filadelfia, Lippincott , Williams & Wilkins 1998. 17. Watermann DO, Földi M, Hanjalic-Beck A, Hasenburg A, Lüghausen A, Prömpeler H, Gitsch G, Stickeler E. Three-dimensional ultrasound for the assessment of breast lesions. Ultrasound Obstet Gynecol. 2005; 25:592-8. 3. Taylor KJW, Merritt C, Piccoli C. Ultrasound as a complement to mammography and breast examination to characterize breast masses. 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Está compuesto por grupos musculares (el complejo del elevador del ano) y estructuras conectivas: fascias y ligamentos, que son especialmente vulnerables a los traumatismos. Desde un punto de vista anatomo-funcional el suelo pélvico está integrado por tres compartimentos: La ecografía se aplicó inicialmente al estudio de los trastornos uro-ginecológicos (8,9). Sin embargo, su uso no se ha universalizado debido a diversas dificultades técnicas, en especial la deficiencia de la ecografía bidimensional para visualizar el plano axial que es el plano anatómico del suelo pélvico. Una vez más, la aparición de nuevas tecnologías: la exploración ecográfica 3D y 4D ha hecho posible superar esa limitación mejorando y ampliando las posibilidades diagnósticas en el campo de la patología del suelo pélvico (10,11). • Compartimento anterior: Contiene la uretra y la vejiga. CARACTERÍSTICAS Y APORTACIONES DE LA ECOGRAFÍA 3D • Compartimento medio o central: Incluye la vagina y el útero, cuyos ligamentos constituyen el eje central de anclaje del suelo pélvico. La ecografía tridimensional o volumétrica consiste en la reconstrucción tridimensional a partir de una imagen bidimensional (12-14). • Compartimento posterior: Compuesto por el esfínter del ano y el conducto ano-rectal. Cuando el suelo pélvico se lesiona las consecuencias pueden ser: la pérdida de la continencia urinaria o fecal y el prolapso de los órganos pélvicos (1-3) así como dolor pélvico crónico y disfunciones sexuales. Estas alteraciones están etiológicamente relacionadas con factores congénitos, con el envejecimiento de los tejidos y la obesidad, pero principalmente con el embarazo y el parto vaginal como lo demuestra la relación directa entre la paridad y la prevalencia de Incontinencia Urinaria de Esfuerzo (IUE) y el Prolapso de Órganos Pélvicos (POP) (3). Las graves repercusiones que las disfunciones del suelo pélvico pueden tener sobre la calidad de vida de la mujer justifican la existencia de Unidades del Suelo Pélvico que se encargan con exclusividad del diagnóstico, el tratamiento y la prevención de dichas alteraciones. Para el diagnóstico por imagen de esta patología se ha utilizado la radiología convencional con contraste, la Resonancia Magnética y también la ecografía (4-7). Su procedimiento es relativamente sencillo: 1. Adquisición del volumen a partir de un plano de corte, preferentemente sagital. 2. Análisis de la imagen. Se realiza mediante: • Modos de reconstrucción, que manipulan las características de la imagen para reconstruirla obteniendo determinada información (m. superficie, m. inversión,…) y Modalidades 3D, que optimizan la imagen adquirida (TUI, STIC,…). Y finalmente la posibilidad de manejar los volúmenes off-line mediante su Post-procesado. 3. Navegación multiplanar en los tres planos ortogonales. Una vez adquirido el volumen desde un corte longitudinal los planos seccionales de la representación multiplanar mantendrán la disposición anatómica natural: en el plano A el corte sagital, en el plano B el coronal y en el plano C el corte axial con la imagen tridimensional reconstruida en el ángulo inferior derecho. (Figura 1). Mediante el software del equipo podemos desplazarnos en los distintos planos para localizar lesiones o realizar las medidas correspondientes. 248 Tema 41:Maqueta Madre 08/02/12 15:10 Página 249 TEMA 41 ASPECTOS TÉCNICOS Sondas y Frecuencias Pueden usarse todo tipo de sondas de alta frecuencia: de 5 a 7.5 MHz, desde las de “partes pequeñas” a las abdominales tipo convex, vaginales o endorectales. Se recomienda el uso de sondas vaginales porque tienen un ángulo de insonación suficientemente amplio para la exploración pélvica y son más fáciles de manejar que las rectales. Procedimiento y vía de exploración Figura 1. Imagen de los tres planos ortogonales de un volumen: A: sagital, B: cornal, C: axial. En el ángulo inferior dcho. Aparece la imagen tridimensional reconstruida del hiato urogenital Se han estudiado todas las vías de exploración posibles: uretral, vaginal, rectal o trans-perineal (7, 9, 15, 16). Con objeto de producir las menores alteraciones anatómicas y funcionales de los órganos pélvicos en estudio y conseguir simultáneamente el mayor grado de confort para la paciente se recomienda el acceso a nivel del introito, apoyando levemente la parte distal de la sonda vaginal y modificando su inclinación según la zona de interés. Es lo que se denomina por consenso “ecografía trans-perineal” (17). La sonda puede orientarse en el plano longitudinal o transversal, girándola 90º. El ángulo de barrido debe ser lo suficientemente amplio para incluir toda la región en estudio, normalmente de 70 a 90º. Se recomienda la captura en el corte sagital desde la sínfisis del pubis al elevador del ano, incluyendo en superficie el esfínter anal y en profundidad la vejiga. La vejiga debe tener una repleción discreta, no superior a 30 cc. Durante la adquisición del volumen debe rogarse a la paciente permanecer lo más inmóvil posible, salvo en los estudios dinámicos en los que se le solicitarán maniobras de Valsalva o de retención. Para los estudios uroginecológicos, es más práctico aplicar el modo inversión a la imagen renderizada. De esta forma mejoramos la visualización de la vejiga ya que se trata de una cavidad rellena de líquido (Figura 2). El estudio 3D /4D del suelo Pélvico presenta claras ventajas respecto al bidimensional clásico (14): 1. Proporciona la visualización del Plano Axial que es el plano anatómico del suelo pélvico, inasequible para la exploración 2D (Figura 1). 2. El manejo de “bloques” o volúmenes que incluyen estructuras anatómicas completas permite el acceso desde cualquier plano o ángulo de corte mediante la navegación multiplanar. Esto es muy rentable en el estudio del suelo pélvico ya que por sus características anatómicas es relativamente inaccesible a la exploración ecográfica convencional. 3. El tiempo de exploración se ve espectacularmente reducido lo que redunda en mayor comodidad y aceptación por la paciente así como en un menor coste económico. Sólo es necesario recoger los volúmenes que después se analizarán off-line, evitando a paciente y explorador la tediosa valoración morfológica, biométrica y funcional que hasta ahora debía realizarse in situ. 4. El estudio dinámico 4D proporciona una información funcional de incalculable valor, con un rendimiento en términos de diagnóstico, confort, económicos y de disponibilidad superiores a los de la RM. 5. La obtención de volúmenes, que incluyen órganos completos en lugar de cortes fijos de los mismos, la convierte en un método mucho más operador-independiente y por tanto más reproducible. 6. El manejo de archivos permite el diagnóstico diferido no sólo en el tiempo sino también en el espacio conservación y almacenamiento. Figura 2. Reconstrucción vesical mediante modo inversión 249 Tema 41:Maqueta Madre 08/02/12 15:10 Página 250 Estudio Ecográfico de la Patología del Suelo Pélvico ESTUDIO DE LA PATOLOGÍA DEL SUELO PÉLVICO Nos referiremos al estudio ecográfico en términos generales. Éste se realizará sobre un volumen tridimensional, especificando el plano ortogonal correspondiente que en la medida de lo posible se tratará del corte sagital. Algunas de las valoraciones funcionales, morfológicas y biométricas pueden hacerse con estudio bidimensional si no se dispone de ecógrafo 3D. Las lesiones del suelo pélvico no son aisladas sino complejas pero suelen predominar las manifestaciones clínicas del fallo funcional de alguno de sus compartimentos (18). Figura 3. Medida del ángulo uretro-vesical posterior (entre la base de la vejiga y el eje de la uretra) realizada off-line sobre los planos ortogonales de un volumen. Estas medidas pueden realizarse en el plano A del volumen obtenido LESIONES DEL COMPARTIMENTO ANTERIOR Las lesiones del compartimento anterior se relacionan fundamentalmente con la Incontinencia Urinaria de esfuerzo. Desde un punto de vista morfológico, aunque también funcional, la ecografía permite valorar tres factores condicionantes de la continencia urinaria: la hipermovilidad uretral, el descenso vesical y la atrofia del esfínter uretral. • El cálculo del volumen de orina residual: Mediante el “modo umbral” (Figura 4) o por método VOCAL. Se recomienda su estudio tras la cirugía correctora pues puede condicionar infecciones e incontinencia. • La valoración de las mallas de corrección de incontinencia (22). La ecografía 4D nos ha permitido comprender su modo de actuación: La compresión dinámica (23). Visualizar su localización intra o postoperatoriamente permite modificarla y valorar las causas de fracaso y de aparición de complicaciones (Figura 5). 1. Hipermovilidad uretral: El desplazamiento del cuello vesical en Valsalva expresa la hipermovilidad uretral, que podemos valorar subjetivamente en un estudio 4D. Ese valor puede obtenerse fácilmente a partir de los cortes multiplanares inicial y final de esa secuencia de cine 4D. La medida de ese desplazamiento respecto a la sínfisis pùbica es más sencilla y precisa con la orientación de los tres planos ortogonales que cuando se realiza sólo en el plano sagital como se hacía tradicionalmente. La hipermovilidad del cuello vesical es el parámetro que mejor se relaciona con la IUE urodinámica (19). • El estudio ecográfico puede ayudar también a detectar los divertículos uretrales y las fístulas y se aplica también en el estudio de las disfunciones de vaciado valorando el grosor del detrusor y la embudización uretral aunque por el momento los resultados no tienen consistencia como para trasladarse a la práctica clínica. 2. El descenso vesical se valora por el aumento del ángulo uretro-vesical posterior o retrovesical y la aparición de cistocele (19). El ángulo entre la base de la vejiga y el eje uretral se mide off-line en el plano sagital (Figura 3). 3. Atrofia del esfínter uretral. La función de cierre del esfínter se altera por la disminución de su volumen muscular y su vascularización. Ello puede deberse a causas traumáticas obstétricas y el envejecimiento, y depende claramente de los niveles hormonales (20,21). Ambos parámetros pueden estimarse por el método de cálculo de volúmenes (12). La ecografía tridimensional resulta también de utilidad en otras situaciones de la práctica uroginecológica: Figura 4. Modo umbral para el cálculo del volumen residual de orina post-miccional 250 Tema 41:Maqueta Madre 08/02/12 15:10 Página 251 TEMA 41 2. Lesiones del elevador. El músculo elevador constituye el verdadero suelo pélvico. Ecográficamente lo vemos como un anillo muscular en V o U que rodea la zona de unión anorectal y se irradia hacia sus inserciones laterales en las ramas púbicas y el isquion. Ese anillo muscular delimita un espacio central: El hiato del elevador (Figura 7), que contiene: La uretra en su zona más anterior, la vagina en la zona central y el complejo ano-rectal en la zona posterior. La función del elevador es controlar esa “puerta herniaria” por la que se prolapsan los órganos pélvicos. Ecográficamente la visión más correcta del esfínter y del hiato la obtenemos en un corte axial en 3D y podemos así valorar (26-28): Figura 5. Localización de la malla en los tres planos ortogonales • Los diámetros AP y T así como el área hiatal y la distensibilidad del hiato. Por el paso de la cabeza fetal durante el parto, las dimensiones hiatales son superiores en estas mujeres a las de las nulíparas. LESIONES DEL COMPARTIMENTO MEDIO En este compartimento incluimos las lesiones de la fascia endopélvica y del músculo elevador del ano. Sus lesiones condicionan esencialmente el prolapso de los órganos pélvicos (24), pero también intervienen en la IUE y el dolor pélvico. 1. Anclajes vaginales. Las lesiones de la fascia endopélvica a nivel suburetral no se pueden visualizar pero se valoran indirectamente por sus consecuencias: la pérdida uni o bilateral de tensión de los anclajes paravaginales (Figura 6). Esa valoración se realiza en el plano coronal. Un defecto paravaginal se define como el descenso del borde lateral de la vagina por debajo del plano vaginal sub-uretral (2, 25). Así, somos capaces de valorar ecográficamente cómo el típico corte axial de la vagina que da una imagen en H en nulíparas (Figura 5), puede pasar a ser en π por la pérdida uni o bi-lateral de esos anclajes (Figura 6). • El grosor y volumen del anillo muscular del elevador. También se ha comprobado que la amplitud del hiato es superior y el grosor del anillo muscular es inferior en mujeres con IUE y prolapso. • Los defectos de sustancia, cuya presencia y extensión se asocian a síntomas y signos de prolapso tanto del compartimento anterior como del medio (25% de mujeres sintomáticas y 50% de POP de IIº y IIIº grados). También se asocian a IUE, no se sabe si como factor causal o simplemente como indicador de lesión de defectos fasciales en los soportes uretrales y vaginales. El elevador puede sufrir desgarros parciales en su vientre muscular o avulsiones más o menos completas de su inserción en las ramas pubianas. Figura 7.Imagen del hiato urogenital reconstruida del plano axial Figura 6. Anclajes paravaginales íntegros a la dch.a de la imagen y pérdida bilateral de los mismos en lado izdo U: URETRA, V: VAGINA Y R: RECTO 251 Tema 41:Maqueta Madre 08/02/12 15:10 Página 252 Estudio Ecográfico de la Patología del Suelo Pélvico LESIONES DEL COMPARTIMENTO POSTERIOR Especialmente con ecografía 3D podemos obtener cortes axiales, longitudinales y coronales visualizando la sección del esfínter y todo el conducto anal. Los defectos de sustancia se identifican como discontinuidades: En este compartimento son el esfínter del ano y el conducto ano-rectal los responsables de la continencia fecal. 1. Lesiones del conducto ano-rectal. La conservación del ángulo ano-rectal es importante en el proceso de defecación. Se considera que en circunstancias normales mide unos 90º. • En el plano axial los localizamos por el “sistema horario” y se valora la profundidad de la afectación desde el esfínter externo hasta la mucosa (Figura 9). 2. Lesiones del esfínter del ano. Las lesiones del esfínter anal son más frecuentes de lo que se creía y pueden alcanzar un 25% de los partos, no sólo por la existencia de “lesiones ocultas” sino porque no se buscan en la revisión del canal del parto (29). La mayoría de estas mujeres permanecerán asintomáticas excepto en desgarros graves de IIIº y IVº grado. Sin embargo, cuando se estudia a mujeres con incontinencia fecal de aparición tardía, hasta un 70% presentan desgarros esfinterianos antiguos. El esfínter anal se ha valorado tradicionalmente por exploración transrectal por los especialistas colo-rectales, pero los ginecólogos generalmente hemos aplicado sondas vaginales a nivel perineal. Ello permite una exploración más cómoda para las pacientes, evita distorsiones por distensión y ofrece más cortes que solo el transversal (30). El esfínter aparece como una estructura anular concéntrica con una capa externa iso o hiperecoica, que corresponde al esfínter externo, y una capa interna hipoecoica que constituye el esfínter interno. En su centro se delimita la “imagen estrellada” con los pliegues convergentes normales de la mucosa rectal íntegra (31-34) (Figura 8) • En el plano longitudinal podemos medir su extensión relativa a la longitud total del esfínter. El control post-operatorio de la corrección quirúrgica de las lesiones esfinterianas es otra de las indicaciones del estudio ecográfico (Figura10). Figura 9. Desgarro de esfínter a las 11 h que llega hasta el esfínter interno Figura 8. Imagen del hiato urogenital reconstruida del plano axial U: URETRA, V: VAGINA Y R: RECTO Figura 10. Reconstrucción de desgarro de esfínter mediante técnica de “overlapping” 252 Tema 41:Maqueta Madre 08/02/12 15:10 Página 253 TEMA 41 BIBLIOGRAFÍA 17. Salvesen K Å. Ultrasound imaging of the pelvic floor: “What name shall be given to this child?” Ultrasound Obstet Gynecol 2006; 750-752. 1. De Lancey J. The hidden epidemic of pelvic floor dysfunction: achievable goals for improved prevention and treatment. Am J Obstet Gynecol 2005; 192: 1488-1495. 2. Dietz HP. Pelvic floor trauma following vaginal delivery. Curr Opin Obstet Gynecol 2006; 18: 528-537. 18. Bump RC, Mattiasson A, Bo K et al. The standardization of terminology of female pelvic organ prolapse and pelvic floor dysfunction. Am J Obstet Gynecol 1996; 175: 10-14. 3. Mc Lenne AH, Taylor AW, Wilson DH, Wilson PD. The prevalence of pelvic floor disorders and their relationship to gender, age, parity and mode of delivery. Br J Obstet Gynaecol 2000; 107: 1460-1470. 19. Pregazzi R et al. 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Obstet Gynecol 2004; 104: 690-696. 253 Tema 42:Maqueta Madre 08/02/12 15:11 Página 254 TEMA 42 Ecografía en Reproducción • J. M. PUENTE AGUEDA INTRODUCCIÓN Hoy en día la ecografía constituye la herramienta básica del ginecólogo que se dedica a reproducción asistida. A pesar de ello, su rendimiento debe optimizarse todo lo posible, ya que la tecnología actual permite obtener mucha información. Debemos de fijarnos como meta la realización de una exploración de calidad orientada hacia la fertilidad, sin renunciar al empleo de todas las facilidades técnicas que se nos ofrecen hoy en día. Hay que intentar que el ginecólogo experto en reproducción sea buen conocedor de la exploración ecográfica y pueda emplearla adecuadamente con aprovechamiento máximo. queramos estudiar. Es recomendable en general realizarla sobre el día 10-12 del ciclo, con la siguientes particularidades: • Recuento de folículos antrales: Es válido en cualquier fase del ciclo pero es preferible hacerlo en fase menstrual o postmenstrual inmediata (días 1-5 del ciclo). • Sospecha de pólipo: Mejor hacerlo en fase proliferativa, ya que en fase secretora puede pasar inadvertido, por la ecogenicidad similar al miometrio secretor. • Procesos que deforman la cavidad endometrial (miomas, anomalías Müllerianas): Es preferible realizarlo en fase secretora, en la que el endometrio hiperecogénico contrasta con la isoecogenicidad del miometrio (Figura 1). MODO Y MOMENTO DE REALIZACIÓN La realizaremos, salvo excepciones, por vía vaginal, con vejiga depleccionada y, apoyando la sonda en el cérvix, y realizando un barrido sagital del útero visualizando cérvix y fondo uterino. Posteriormente obtendremos planos transversales del mismo y nos desplazaremos a ambos lados para visualizar los anejos. Debemos utilizar la vía abdominal en caso de grandes miomas y quistes/tumoraciones ováricas, ante ovarios no visibles por vía vaginal por estar fuera de la pelvis menor o bien en la cuantificación del volumen de ascitis o hemoperitoneo ante complicaciones de las técnicas de reproducción asistida. No debemos olvidar nunca que la vía abdominal, a pesar de manejar frecuencias menores y por tanto menor resolución, puede ofrecer una mejor calidad de imagen en estas situaciones. Cuando empleemos el Doppler pulsado, color o power Doppler de alta definición, tendremos presente los ajustes básicos (frecuencia de repetición de pulso, ganancia), ajustando la caja de exploración a la región de interés y teniendo en cuenta que en ginecología empleamos en general frecuencias bajas. Para ello es recomendable utilizar los ajustes ya establecidos por el fabricante para cada exploración. En cuanto al momento de realización de la ecografía, éste varía en función de la posible patología que • Fallos de implantación /Abortos de repetición: Se intentará estudiar durante la fase secretora, tratando de acercarnos en el tiempo a la ventana de implantación. ¿QUÉ HAY QUE VALORAR? Debemos hacer una valoración íntegra y orientada hacia la fertilidad de todo el aparato genital (1) (Tabla 1). Consideramos como datos de buen pronóstico de cara a la fertilidad en una ecografía realizada en un día 7-10 del ciclo: • La existencia de una buena cantidad de moco en el canal endocervical, vista como una imagen sonoluscente que ocupa el canal endocervical. • La presencia de un ángulo cervicouterino no muy pronunciado, que permita con facilidad la introducción de una cánula de transferencia. • Una cavidad uterina regular , con un espesor endometrial por encima de 7 mm. • Vasos en la capa subendometrial que se van introduciendo hacia la capa endometrial. 254 Tema 42:Maqueta Madre 09/02/12 17:19 Página 255 TEMA 1A 42 1B 1C Figura 1. Reconstrucción tridimensional de un útero arcuato (1 A) y unicorne (1 B en modo multiplanar y 1 C reconstrucción tridimensional a partir de 1B). La presencia de un endometrio secretor facilita la delimitación del endometrio frente al miometrio • Doppler de las arterias uterinas cuyo índice de pulsatilidad se sitúe por debajo de 3. b. Histerosalpingosonografía (2) Es una variante de la anterior en la cual se introduce mediante un catéter-balón, suero fisiológico mezclado con aire o bien se emplean contrastes específicos para realzar la imagen ecográfica. Presenta una elevada tasa de falsos positivos (15-50%), que limitan su utilidad pero es bastante mejor tolerada que la histerosalpingografía y evita el empleo de contrastes iodados. Por tanto, esta prueba estaría indicada en: • Ovarios en su posición habitual, móviles, accesibles y con 4-8 folículos antrales (2-10 mm) en cada uno de ellos y se observará el folículo dominante o preovulatorio. • No apreciamos líquido libre en cantidad abundante ni dilataciones tubáricas (hidrosálpinx). • Pacientes con alergia a contrastes iodados. TÉCNICAS ESPECIALES • En aquellas mujeres que no quieran someterse a histerosalpingografía, principalmente por miedo al dolor. a. Histerosonografía Consiste en la introducción de suero fisiológico en cavidad uterina, realizada en fase folicular temprana e indicada en aquellos casos en los que se sospeche: Está contraindicada en caso de endometriosis severa, enfermedad pélvica inflamatoria previa o sospecha de la misma o hidrosálpinx visibles en el momento de realizar la ecografía. Siempre debemos asociar un antibiótico (azitromicina 1g en monodosis) ante la posibilidad de infección ascendente. • Patología endocavitaria, pólipos o sinequias. • Diagnóstico diferencial entre un mioma submucoso y un pólipo endometrial. 255 Tema 42:Maqueta Madre 09/02/12 17:19 Página 256 Ecografía en Reproducción Útero Ovarios En todos los casos En algunos casos - Forma, longitud craneocaudal, posición - Angulo cervix-fundus - Cervicometría - Presencia de miomas, adenomiosis, pólipos, sinequias - Despistaje de anomalías - Mullerianas - Endometrio (grosor, textura, patrón) - Histerosonografía (ante la sospecha de patología intracavitaria, siempre en primera fase del ciclo) - Mapping endometrial mediante power Doppler Indices Power Doppler 3D (VI, FI, VFI) - Doppler pequeñas arterias. - Doppler de arterias uterinas IP, presencia de flujo diastólico - Posición, accesibilidad, morfología, tamaño. - Presencia de quistes y aspecto - N folículos antrales - Folículo dominante / cuerpo lúteo Trompas Visualización o no Saco de Douglas ninguna medición. Hay que comenzar en un extremo del ovario, en plano sagital o transversal e ir barriendo lentamente. • La medición se realiza obteniendo un corte en el que se aprecie el mayor tamaño folicular y haciendo la media de los 2 diámetros obtenidos de borde interno a borde interno del mismo. • La ecografía tridimensional permite determinar el diámetro folicular de forma manual o de forma automática (VOCAL, SonoAVC). Es posible que en el futuro se emplee de manera rutinaria y que elimine el sesgo interobservador. En la actualidad su difusión continúa siendo limitada. - Estudio Doppler, pulsado, Power Doppler (con o sin 3D) de estroma y folículo / cuerpo lúteo - Volumen ovárico c. Captación folicular La ecografía vaginal permite, a través de los fondos de saco laterales de la vagina, la aspiración de los folículos mediante una aguja de 35 cm de longitud y 16 G de grosor. Se comienza siempre por el folículo más accesible y se va completando la captación siguiendo el mismo criterio hasta finalizar ese ovario, con el mínimo de punciones vaginales posible y evitando movimientos bruscos de la aguja dentro del ovario. Al finalizar el procedimiento se revisa la cavidad y si hay excesiva cantidad de líquido se procede a su aspiración para evitar síntomas derivados de la irritación peritoneal. Hay que descartar la presencia de sangrado activo y en caso de duda hacer nueva comprobación ecográfica al alta. Histerosalpingoecografía (entre los días 6-10 del ciclo) - Presencia de líquido y cantidad, masas, - Presencia de pseudoquistes Tabla 1. Estudio del aparato genital en ecografía VI: ÍNDICE DE VASCULARIZACIÓN ; FI: ÍNDICE DE FLUJO; VFI: ÍNDICE DE VASCULARIZACIÓN-FLUJO IP: ÍNDICE DE PULSATILIDAD UTILIZACIÓN DE LA ECOGRAFÍA EN LA MONITORIZACIÓN DE LAS TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA (TRA) d. Transferencia embrionaria No hay acuerdo sobre si la transferencia ecoguiada mejora la tasa de gestación, aunque facilita el procedimiento en muchos casos. El control ecográfico se realiza por vía abdominal, en corte sagital, prestando especial atención al paso del catéter por el ángulo cervicouterino. Hay que tratar de identificar la punta del catéter y para ello debemos mover el transductor con suaves oscilaciones hasta localizarla. También puede realizarse una transferencia guiada por ecografía transvaginal, existiendo catéteres especialmente diseñados para ello. Estos casos se presentan en pacientes muy obesas o con cicatrices que dificultan la visualización por vía abdominal. Es de especial importancia en este tipo de pacientes realizar un simulacro de transferencia en consulta, anotando las topografía del ángulo cervicovaginal y la distancia desde el orificio cervical externo hasta el lugar donde debemos colocar los embriones, con el fin de facilitar el procedimiento posterior. La exploración ecográfica en la motorización de la TRA consta de varias etapas: a. Ecografía basal o de inicio En esta primera ecografía verificamos el reposo ovárico y estimamos el número de folículos antrales. El pretratamiento con anticonceptivos orales o análogos de la GnRh pudiera disminuir el tamaño de los folículos antrales e invalidar la estimación. b. Seguimiento del proceso de estimulación ovárica • Nueva ecografía el 5º día de estimulación y a partir de ahí, entre 24-72 horas según evolución. • Hay que valorar el número y tamaño de los folículos en desarrollo. El barrido del ovario debe ser lento y sistemático, para no omitir ni duplicar 256 Tema 42:Maqueta Madre 09/02/12 17:19 Página 257 TEMA e. Ecografía en el estudio del endometrio 42 ovulación, para posteriormente disminuir a valores mínimos hacia el quinto día postovulatorio, tras lo cual aumenta progresivamente durante toda la fase lútea. El aumento durante la fase proliferativa parece estar relacionado con los niveles de estradiol, y el consiguiente efecto vasodilatador de los mismos, mientras que en la fase lútea ese aumento está relacionado con el incremento de los niveles de progesterona sérica. Se han observado ciertas variaciones en los cambios vasculares endometriales y subendometriales en aquellas pacientes con esterilidad de origen desconocido. Todo esto parece indicar la posibilidad de una patología de origen vascular en estas pacientes, afectando así la implantación embrionaria. Hoy en día no se conoce porqué al menos dos tercios de los embriones transferidos no son capaces de implantarse en el endometrio. En la mayor parte de los casos se trata de un factor embrionario pero en otros existe una falta de receptividad endometrial. Dicha receptividad se ha venido evaluando hasta la fecha mediante la determinación del espesor, patrón ecográfico, volumen, mapping vascular e incluso mediante el estudio Doppler de las arterias uterinas o sus ramificaciones y en general los resultados no han sido del todo satisfactorios. Se han identificado únicamente los casos de peor pronóstico o de baja posibilidad de alcanzar una gestación. La utilización de la ecografía 3D permite completar tanto el estudio del volumen endometrial, como el de la perfusión uterina, permitiendo el cálculo de: SEGUIMIENTO INICIAL DE LA GESTACIÓN Y SUS COMPLICACIONES INICIALES • Volumen endometrial: Aunque existe una gran controversia en la utilización de este parámetro como predictor de éxito en las técnicas de reproducción asistida (3,4), algunos autores han establecido que la probabilidad de gestación con un volumen endometrial inferior a 2.5 ml es muy baja, siendo improbable si este volumen es inferior a 1 ml. En gestaciones obtenidas mediante técnicas de reproducción asistida realizamos la ecografía a los 24 días post-punción o post-inseminación o bien a los 21-23 días post-transferencia embrionaria, que corresponde en todos los casos a una edad gestacional de unas 5 semanas y 3 días. Dicha valoración es importante hacerla en este periodo tan precoz, ya que la incidencia de gestaciones ectópicas es 3 veces superior a la población general, y su diagnóstico temprano posibilita la opción de realizar tratamiento médico con metotrexate. Posteriormente se realizarán 2 controles más, espaciados 10-12 días para valorar evolutividad embrionaria, coriocicidad en caso de gemelos, tamaño ovárico y finalmente se da de alta a la paciente y se cita en consulta de obtetricia. • Perfusión endometrial / subendometrial:El empleo de la ecografía 3D junto con el Power Doppler ha hecho posible el estudio de la vascularización global del endometrio (5,6). Diversos autores (5) han demostrado que el flujo vascular endometrial y subendometrial se modifica en las diferentes etapas del ciclo menstrual, incrementándose hasta un valor máximo dos o tres días antes de la BIBLIOGRAFÍA 1.Nargund G. Método basado en la ecografía en una sola visita para el examen de la pareja infértil. En: Puente JM, García-Velasco JA, Remohi J. Manual de técnicas de imagen en reproducción asistida 1ª. Ed. Madrid, McGrawHill/Interamericana, 2009. 4.Raga F, Bonilla-Musoles F, Casan EM, Klein O, Bonilla F: Assessment of endometrial volume by three-dimensional ultrasoundprior to embryo transfer: clues to endometrial receptivity. Hum Reprod 1999, 14:2851-2854. 5.Raine-Fenning NJ, Campbell BK, Kendall NR, Clewes JS, Johnson IR: Quantifying the changes in endometrial vascularity throughout the normal menstrual cycle with three-dimensional power Doppler angiography. Hum Reprod 2004, 19:330-33. 2.Ekerhovd E, Fried G, Granberg S. 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Posición: La línea superior de la caja debe situarse alineada con la superficie que se quiera obtener. El campo de la imagen ha experimentado un avance importante durante los últimos años y la ecografía no ha permanecido ajena a ello. La introducción de nuevas modalidades diagnósticas con la incorporación de la tridimensión, el power Doppler de alta definición y un sinfín de mejoras técnicas han permitido obtener imágenes de gran definición del aparato genital interno y obtener información sobre territorios vasculares de los que antaño poca o escasa información podíamos recabar. Esto ha refinado mucho el diagnóstico tanto en el campo de la obstetricia como de la ginecología y nos ha permitido asesorar mejor a las pacientes, evitar exploraciones más invasivas y establecer una orientación pronóstica más certera en la mayoría de los casos. Sin embargo esta mejora técnica ha acarreado también algunos inconvenientes. Entre ellos el de conocer y saber utilizar todos ellos con el fin de obtener el mayor rendimiento posible a la exploración. Esto no suele suponer ningún problema para aquel profesional que se dedica casi en exclusiva al estudio ecográfico pero si que podría ser un impedimento para aquel que se ayuda del ecógrafo como complemento de su trabajo, por ejemplo, en medicina de reproducción. Por ello debemos conocer todas aquellas modalidades del estudio ecográfico y cómo utilizarlas en la práctica diaria. c. Ángulo de barrido: Debe englobar todo el volumen con el menor ángulo posible. Puede graduarse a intervalos de 5. d. Calidad de la muestra: Cuanto mayor sea la resolución, mayor el tamaño del volumen y mayor el tiempo de adquisición. Modalidades de ecografía tridimensional (Figura 1) • Modo multiplanar: La exploración debe iniciarse a partir de este modo. La pantalla queda dividida en cuatro cuadrantes, apareciendo en el superior izquierdo la imagen en plano sagital 2D. A partir de esta imagen se genera automáticamente el plano transversal y el coronal. Tras la obtención del volumen, puede visualizarse en modo nicho (representación espacial en los 3 planos de la imagen 2D), hacer la reconstrucción de superficie del área de interés en el modo superficie o rotar el volumen espacialmente. • Modo de superficie: De especial interés en obstetricia. En este modo lo que se pretende es visualizar la superficie, por ejemplo de un embrión, que debe estar rodeado de líquido. Puede activarse la función “cine 3D” obteniendo una secuencia de imágenes alrededor de un eje. ECOGRAFÍA 3D • Cálculo de volúmenes: Se obtiene a partir del modo multiplanar. Una de las opciones es la que utiliza la función VOCAL (“Virtual Organ Computeraided Analisis”), que calcula el volumen del órgano a partir del cálculo de las áreas del mismo en los 3 planos ortogonales. Otra modalidad, denominada SonoAVC, permite calcular de forma automática el volumen de estructuras líquidas, siendo de utilidad en la estimación de volúmenes foliculares, quistes, o incluso de la vesícula gestacional. Ajustes básicos en la obtención de una imagen 3D Son fundamentales cuatro ajustes básicos, que deben realizarse en el interior de la “caja” que aparecerá en la pantalla una vez habilitada la función 3D. Estos ajustes son: a. Tamaño: Debe englobar la región de interés (ROI), teniendo en cuenta que a mayor amplitud, mayor tiempo de adquisición y mayor tamaño de archivo. 258 Tema 43:Maqueta Madre 08/02/12 18:16 Página 259 TEMA 43 A C B Figura 1: A) Modo multiplanar: La imagen superior izquierda muestra un corte sagital del útero. En la inferior izquierda, aparece el corte frontal generado a partir de la imagen anterior. En la inferior derecha, reconstrucción tridimensional del útero con DIU de progesterona in situ, que puede verse ampliada en la imagen B). C) Modo TUI: Cortes tomográficos en los que va apareciendo progresivamente el vástago de un DIU de progesterona, sus alas, y finalmente la sombra del mismo • Modo inversión: Este modo permite optimizar la visualización de las estructuras líquidas, que son econegativas, mediante su transformación en ecopositivas, siendo útil en el estudio de los folículos antrales, hidrosálpinx o de la cavidad uterina en una histerosonografía. Eco power doppler tridimensional Esta técnica auna la ecografía 3D y el Doppler, permitiendo la estimación global de la vascularización de un órgano concreto. Se obtiene con la ecografía 3D el volumen conjuntamente con el Power Doppler, resultando de ello una serie de índices, a partir de la comparación del número e intensidad de los voxels coloreados frente a los grises. • Modo TUI: El volumen ecográfico se refleja en forma de cortes tomográficos prefijados, similares a los generados por un TAC. De utilidad en el diagnóstico de patología endometrial, quistes ováricos, anomalías uterinas… • Índice de vascularización (IV): color/Voxels grises + Voxels color. Voxels • Índice de flujo (FI): Valor promedio de la intensidad de los voxels color (oscila entre 0 y 1). • Índice de vascularización-flujo Combinación de ambos (VFI=IVxFI/100). 259 (IVF): Tema 43:Maqueta Madre 09/02/12 17:22 Página 260 Ecografía Tridimensional en Ginecología Ecografía 3D en el estudio del endometrio Ecografía 3D en el estudio de las malformaciones congénitas del útero La ecografía tridimensional ha permitido un considerable avance en el estudio de la patología endometrial, siendo de especial utilidad en el campo de la reproducción y de la oncología. Respecto a su aplicación en el estudio del cáncer de endometrio, la introducción de la ecografía tridimensional junto al Power Doppler ha permitido una mejora en el diagnóstico, facilitando la obtención de volúmenes o imágenes en modo TUI, y el conocimiento de la neovascularización tumoral. Estudios como el de Alcázar y cols han mostrado la posibilidad de diagnóstico del cáncer de endometrio mediante el estudio del volumen endometrial y los índices vasculares gracias a la aplicación de la ecografía 3D-Power Doppler en mujeres con metrorragia postmenopáusica y endometrio engrosado en la ecografía bidimensional. No obstante, son necesarios estudios adicionales que permitan establecer puntos de corte para estos parámetros. La ecografía 3D ha supuesto un gran avance en el estudio de las malformaciones congénitas (MC) o mullerianas del útero. La gran ventaja de la ecografía 3D es que nos permite obtener una visión frontal del útero, siendo ésta esencial para el diagnóstico de la mayor parte de anomalías o al menos para diferenciar las que son susceptibles de tratamiento quirúrgico previo. Por tanto, la ecografía constituye el método diagnóstico mejor en este tipo de anomalías. La resonancia magnética nuclear ofrece igualmente la posibilidad de obtener una visión frontal del útero, mostrando un elevado grado de concordancia con la ecografía 3D y siendo especialmente útil para el estudio de MC complejas. Dada su menor disponibilidad frente a la ecografía, suele reservarse para casos dudosos o MC complejas. La clasificación más utilizada de las MC uterinas es la de la American Fertility Society de 1986 en la que se clasifican dichas anomalías en 7 categorías. En la Tabla 1 se expone la clasificación y en la Tabla 2 la forma de diagnosticarla. I. Agenesias o hipoplasias uterinas parciales a. Ausencia de vagina con útero normal b. Ausencia de cuello con útero y vagina normales c. Cuernos uterinos rudimentarios con trompa y vagina normales d. Ausencia exclusiva de trompas e. Combinaciones de las anteriores II. Utero unicorne a. Con cuerno uterino rudimentario canalizado y en comunicación con el hemiútero b. Con cuerno uterino rudimentario canalizado pero sin comunicación con el hemiútero c. Con cuerno uterino rudimentario sin cavidad endometrial d. Sin cuerno uterino rudimentario Agenesias / hipoplasias uterinas parciales Exploración Ecografía 2D √ √√ Útero unicorne Útero didelfo III. Utero didelfo √ √ Ecografía 3D RMN √√ √ √√ Útero bicorne √ √√ IV. Utero bicorne a. Completo b. Parcial Útero septo √ √√ V. Utero septo a. Completo (hasta el cérvix) b. Parcial o subsepto Útero arcuato √ √√ Malformaciones producidas por dietilestilbestrol √ √√ VI. Utero arcuato VII. Malformaciones producidas por el dietilestilbestrol Tabla I. Clasificación de las malformaciones uterinas según la American Fertility Society, 1988 √ √ Tabla 2. Método diagnóstico en función del tipo de malformación uterina ECOGRAFÍA 2D: ECOGRAFÍA BIDIMENSIONAL; ECOGRAFÍA 3D: ECOGRAFÍA TRIDIMENSIONAL; RMN: RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR 260 Tema 43:Maqueta Madre 08/02/12 15:12 Página 261 TEMA Ecografía 3D en el estudio de la reserva ovárica 43 La incorporación de las nuevas técnicas ecográficas ha permitido además la valoración de flujo del estroma ovárico, puesto que una vascularización deficiente podría estar implicada en una alteración del crecimiento y desarrollo folicular, si bien la medición del flujo del estroma ovárico en la actualidad no parece aportar información extra en la predicción de la respuesta ovárica a un ciclo de reproducción asistida, siendo incapaz de predecir sucesos como la hiperestimulación. En la evaluación de la reserva ovárica, se incluyen tanto el estudio del volumen ovárico como el recuento de los folículos antrales y el flujo del estroma. El recuento de folículos antrales (entre 2 y 10 mm) proporciona la mejor información. La ecografía 3D aporta ciertas ventajas, como son una mayor precisión cuando el número de folículos antrales es muy elevado, una mejor visualización en el modo de inversión, y un recuento de volúmenes en lugar de diámetros mediante la función SonoAVC, reduciendo así el sesgo inter-observador. BIBLIOGRAFÍA 1. Zollner U, Zollner K-P, Specketer M-T, Blissing S, Müller T, Steck T, Dieta J. Endometrial volume as assessed by three-dimensional ultrasound is a predictor of pregnancy outcome after in vitro fertilization and embryo transfer. Fertil Steril. December 2003; 80: 1515-1517. 4. Mercé LT, Barco MJ, Bau S, Troyano J. Are endometrial parameters by threedimensional ultrasound and power Doppler angiography related to in vitro fertilization/embryo transfer outcome?. Fertil Steril. 2008; 89: 111-117. 5. Ghi T, Casadio P, Kuleva M, Perrone AM, Savelli L, Giunchi S, Meriggiola MC, Gubbini G, Pilu G, Pelusi C, Pelusi G. Accuracy of three-dimensional ultrasound in diagnosis and classification of congenital uterine anomalies. Fertil Steril. 2009; 92: 808-813. 2. Kim A, Han JE, Yoon TK, Lyu SW, Seok HH, Won HJ. Relationship between uterine blood flow and endometrial and subendometrial blood flows during stimulated and natural cycles. Fertil Steril. 2010; 94: 747-752. 3. Martin WP. Three-dimensional power Doppler: validity and reliability. Ultrasound Obstet Gynecol. 2010; 36: 530-533. 6. Alcazar JL, Galvan R. Three-dimensional power Doppler ultrasound scanning for the prediction of endometrial cancer in women with postmenopausal bleeding and thickened endometrium. Am J Obstet Gynecol 2009;200:44.e1-44.e6. 261 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 15:13 Página 262 TEMA 44 Ecografía de la Patología Uterina Maligna: Cáncer de Endometrio • J. L. ALCÁZAR ZAMBRANO CRIBADO DEL CÁNCER DE ENDOMETRIO Al igual que en otros tipos de cáncer, en el caso del cáncer de endometrio surge la pregunta sobre si es posible realizar un cribado del mismo y si éste cribado pudiera tener un beneficio en términos de supervivencia para las pacientes. De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Americana para el cáncer, actualmente se desaconseja el cribado sistemático del cáncer de endometrio. Sin embargo, en la mujer postmenopáusica se aconseja determinar los factores de riesgo e insistir que cualquier sangrado genital ocurrido durante dicho periodo de la vida debe ser valorado adecuada y prontamente (1). El cáncer de endometrio tiene una prevalencia significativamente mayor en la mujer postmenopáusica que en la premenopáusica y en el 90% de los casos suele manifestarse como un sangrado genital, aunque solamente un 10% de las pacientes que presenten dicho sangrado serán diagnosticadas finalmente de cáncer (2). La mayoría de cánceres de endometrio diagnosticados en el momento en que la paciente presenta síntomas se encuentran en estadios precoces (80% entre estadio I y estadio II). Por dichos motivos, se considera que el pronóstico en general de este tipo de carcinoma es bueno (2). La prevalencia del cáncer de endometrio en la mujer asintomática es poco conocida. Un análisis de la literatura evidencia que la prevalencia de dicho cáncer en la mujer asintomática es aproximadamente del 1,3% y en el 99% de los casos son estadios I. La ecografía transvaginal se emplea cada vez de modo más rutinario en la consulta ginecológica. Con los datos anteriores, surge la pregunta sobre cuándo debe realizarse una biopsia endometrial aquella paciente que se encuentra asintomática en la postmenopausia. No existe ningún estudio que específicamente haya analizado este dato. Sin embargo, un análisis teórico establece que la probabilidad de encontrar un adenocarcinoma de endometrio al hacer una biopsia en una mujer con un espesor endometrial de 11 mm ó más, es prácticamente el mismo que el de encontrar un adenocarcinoma de endometrio en una mujer con un espesor de 5 mm o más, que haya tenido un sangrado vaginal (3). Sin embargo, diversos estudios que proponen realizar biopsias sistemáticas en mujeres asintomáticas con un endometrio engrosado en ecografía transvaginal (más de 5 mm),concluyen que muchos son falsos positivos, con lo cual su coste/beneficio se cuestiona (4). Un grupo especial es el de las pacientes que han sido o son usuarias de Tamoxifeno. La recomendación general actual es no efectuar un examen histológico del endometrio salvo que se produzca un sangrado persistente. No obstante, se aconseja realizar una ecografía transvaginal antes de iniciar el tratamiento con Tamoxifeno porque es frecuente encontrar patología endometrial en estas pacientes, pudiendo de esta manera ser diagnosticadas antes de empezar el tratamiento y evitar falsos positivos de la ecografía durante el seguimiento de las mismas (5). Respecto a si tiene beneficio o no, no existe ningún estudio que haya podido contestar hasta la fecha esa pregunta. Sin embargo, análisis retrospectivos objetivan que el pronóstico de las pacientes con adenocarcinoma de endometrio que fueron diagnosticadas de dicha lesión en situación asintomática, tienen un pronóstico similar a aquellas pacientes en las cuales se realizó el diagnóstico en las ocho semanas posteriores al primer episodio de sangrado (6). 262 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 15:13 Página 263 TEMA DIAGNÓSTICO DEL CÁNCER DE ENDOMETRIO El diagnóstico definitivo del cáncer de endometrio debe ser histológico mediante la toma de una biopsia endometrial. La ecografía no nos da un diagnóstico histológico pero puede ayudar a seleccionar qué pacientes sintomáticas requerirían un estudio histológico del endometrio y en cuáles se podría obviar, así como en la valoración preoperatoria de aquellas pacientes en las que ya se sabe que tienen un adenocarcinoma de endometrio para valoración de su extensión locorregional. Aunque se ha mencionado que la biopsia de endometrio es el gold-standard para el diagnóstico del cáncer de endometrio, hay que tener en cuenta que aproximadamente en el 8% de los casos no es posible realizar una biopsia endometrial y aproximadamente en el 15 % de las biopsias la muestra es inadecuada para diagnóstico histológico. Por ello, hoy día se conseja preferentemente la biopsia de endometrio guiada por histeroscopia y no a ciegas. Respecto al papel que la ecografía puede tener en el diagnóstico de las lesiones endometriales lo primero que le debemos de exigir a la ecografía es que nos indique si existe o no patología endometrial y en segundo lugar, tratar de ver si podemos identificar lesiones específicas como pólipos, hiperplasias, endometritis, adenocarcinomas u otras lesiones. Esto va a depender fundamentalmente del estado menopáusico de la paciente y la situación clínica en la que se encuentre, ya que la prevalencia de estas lesiones varía entre una paciente premenopáusica asintomática y una paciente postmenopáusica asintomática. 44 (International Endometrial Tumor Analysis Group) los términos y definiciones y la manera de realizar las mediciones en el análisis morfológico y Doppler del endometrio (7) (Figura 1). Figura 1. Carcinoma de endometrio polipoide Espesor endometrial El espesor endometrial debe medirse en el punto de máximo espesor incluyendo ambas capas endometriales y en el plano longitudinal uterino con imagen congelada. En caso de existir colección intracavitaria debe medirse cada endometrio por separado y sumarse. Hay que tener en cuenta que existen artefactos o errores que hacen imposible la medición del endometrio; esto ocurre aproximadamente en el 5 al 8 % de las ocasiones. La variación intra e inter-observador para la medición endometrial es baja lo que indica que la técnica es altamente reproducible. Estudio ecográfico del endometrio en modo B La ecografía bidimensional nos permite analizar el endometrio con varias posibilidades, desde el análisis morfológico hasta el uso de la sonohisterografía o el Doppler color. Más recientemente se ha incorporado la ecografía tridimensional en la valoración del endometrio. A la hora de interpretar el espesor endometrial, hay que tener en cuenta una serie de factores como el estado menopáusico, la toma o no de ciertas terapias como terapia hormonal sustitutiva, fármacos antihipertensivos o Tamoxifeno, ó el índice de masa corporal. Sin duda alguna, la vía vaginal o rectal son las vías de abordaje para el examen ecográfico ideales para el estudio del endometrio debido a su mayor definición y a una mayor sensibilidad al Doppler. El rendimiento diagnóstico del espesor endometrial para el cáncer de endometrio es bajo en la premenopausia debido al alto porcentaje de falsos positivos mientras que en la postmenopausia se considera alto, ya que la sensibilidad es alrededor del 99 al 96% con una tasa de falsos positivos del 77 al 95%, como lo demuestran diferentes meta-análisis publicados en la literatura (8,9) (Figura 2). Desde el punto de vista morfológico se ha de valorar el espesor endometrial, la ecogenicidad del endometrio, las colecciones intracavitarias y la interfase mioendometrial. Recientemente, se ha publicado por el IETA 263 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 18:18 Página 264 Ecografía de la Patología Uterina Maligna: Cáncer de Endometrio Colección intracavitaria Este es un fenómeno relativamente común normalmente secundario a estenosis cervical. No supone en sí mismo un factor de riesgo y lo transcendente es analizar el endometrio visible tratando de localizar engrosamientos focales o difusos, áreas sobreelevadas o asimetrías endometriales (Figura 4). Figura 2. Carcinoma de endometrio sin infiltración Ecogenicidad endometrial El análisis de la ecogenicidad endometrial es el análisis de la ecoestructura del endometrio. Es un parámetro relativamente subjetivo y hay que tener en cuenta factores que pueden artefactar dicha ecogenicidad como son el uso de Tamoxifeno o fármacos antihipertensivos. Aproximadamente el 90% de los cánceres de endometrio son hiperecoicos o tienen una ecogenicidad heterogénea. Algunos autores afirman que el análisis de la ecoestructura endometrial permite diferenciar entre distintas patologías sin embargo, salvo para el caso del pólipo la mayoría de autores afirma que esto no es posible (10) (Figura 3). Figura 4. Neo de endometrio con colección intracavitaria. Lesión excrecente en canto izquierdo Interfase mioendometrial Este parámetro es importante y altamente sugestivo de infiltración neoplásica del miometrio, por lo que ha sido tradicionalmente utilizado en la valoración preoperatoria de la paciente con cáncer de endometrio ya conocido. Cuando es posible analizarlo en toda su extensión, la precisión diagnóstica para identificar aquellas pacientes con invasión miometrial profunda oscila entre el 78 y el 100% según diversas series (Figuras 5a y 5b). Sonohisterografía La sonohisterografía es una técnica sencilla, económica, bien tolerada y con escasos fallos que consiste en introducir suero salino dentro de la cavidad endometrial para poder examinar con mayor precisión el endometrio. Es especialmente útil en el diagnóstico de la patología intracavitaria como el pólipo o el mioma submucoso, siendo de menor valor para el diagnóstico de la hiperplasia o el adenocarcinoma (11). En el caso del cáncer de endometrio es estimado que existe aproximadamente un 7% de riesgo de diseminar células malignas a través de las trompas a la cavidad peritoneal a la hora de hacer una sonohisterografía. Figura 3. Neo de endometrio polipoide con vascularizacion típica de polipo 264 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 15:13 Página 265 TEMA 44 Figura 5a. Neo de endometrio. Pérdida de interfase. Sospecha infiltración profunda Figura 5b. Neo de endometrio con interfase bien delimitada. No sospecha de infiltración Con todo esto podemos recomendar dos algoritmos de valoración del endometrio tanto en la mujer premenopáusica (Algoritmo 1) como en la mujer postmenopáusica (Algoritmo 2) (12). Estos algoritmos de diagnósticos han demostrado tener una alta eficacia coste/beneficio (13). Una pregunta que puede surgir es qué hacer si la paciente vuelve a tener un sangrado después de un primer episodio. Diversos estudios demuestran que si el endometrio persiste fino en los sangrados reiterativos, la probabilidad de cáncer sigue siendo baja (14). Por lo tanto, se pueden ir aplicando los algoritmos anteriormente descritos de manera reiterativa en cada episodio de sangrado. METRORRAGIA PREMENOPÁUSICA METRORRAGIA POSTMENOPÁUSICA TVS 1ª 1/2 ciclo TVS Endometrio ecogénico Endometrio trilaminar Lesión focal No lesiones focales Seguimiento LE ≥ 5 mm o Lesión focal LE < 5 mm 2ª mitad ciclo < 8 mm ambas capas Seguimiento SHG < 2 mm ambas capas SHG Reiteración Lesión focal Lesión difusa Reiteración Lesión focal Lesión difusa Biopsia consulta o Histeroscopia Histeroscopia o Legrado Biopsia consulta Biopsia consulta o Histeroscopia Histeroscopia o Legrado Biopsia consulta Algoritmo 2. Algoritmo evaluación metrorragia postmenopáusica Algoritmo 1. Algoritmo valoración metrorragia premenopáusica. TVS: ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL; LE: LÍNEA ENDOMETRIAL; SHG: SONOHISTEROGRAFÍA TVS: ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL; SHG: SONOHISTEROGRAFÍA 265 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 15:13 Página 266 Ecografía de la Patología Uterina Maligna: Cáncer de Endometrio Estudio ecográfico del endometrio mediante Doppler El Doppler nos permite estudiar la vascularización uterina y endometrial sirviendo de ayuda en el diagnóstico ecográfico morfológico. Se pueden estudiar las arterias uterinas, la arcada miometrial y las arterias endometriales o tumorales mediante el cálculo de indices velocimétricos o análisis del mapa color. Hay que tener en cuenta que existen una serie de factores que influyen en el uso del Doppler como puede ser la sensibilidad del ecógrafo, la experiencia del examinador, la reproducibilidad de la técnica, la estandarización de la misma, la presencia de contracciones uterinas o la edad de la paciente, así como el tratamiento hormonal. Figura 6a. Patrón vascular caracteristico de la neo de endometrio Hoy día, podemos decir que el uso de la velocimetría, es decir, del índice de resistencia o el índice de pulsatilidad, no son útiles para diferenciar la patología benigna de la maligna del endometrio, debido al gran solapamiento que existe entre los índices de los diversos estudios publicados (15). Sin embargo, el análisis del mapa color para determinar la distribución de los vasos dentro del endometrio, ha demostrado que puede ser útil para diferenciar distintos tipos de patología, especialmente el adenocarcinoma y el pólipo endometrial. Característicamente, el pólipo endometrial refleja la existencia de un único vaso prevalente que penetra el endometrio desde el miometrio, mientras que el cáncer de endometrio suele presentar un patrón vascular abigarrado con múltiples vasos a nivel mioendometrial en ocasiones de manera focal (15). El principal inconveniente que esta técnica tiene es que tan solo es reproducible entre examinadores con cierta experiencia mientras que los ecografistas poco expertos, no obtienen buenos resultados al aplicar estas directrices (Figura 6a y 6b). Figura 6b. Vascularización como de pólipo con varias ramificaciones intralesionales. Sospechosa Algo similar ocurre con el análisis de la vascularización tridimensional. Mediante el uso del power Doppler tridimensional diversos estudios demuestran que los índices vasculares tridimensionales son superiores a nivel endometrial en pacientes con adenocarcinoma de endometrio frente a pacientes con hiperplasia u otras patologías benignas, aunque hasta la fecha aún no se ha acordado ningún punto de corte para dichos índices de uso clínico (16). Estudio ecográfico del endometrio mediante ecografía tridimensional La ecografía tridimensional es una técnica novedosa que permite el cálculo de volúmenes, la navegación virtual por el útero o el análisis tridimensional de la vascularización. Todos los estudios publicados hasta la fecha han observado que el uso del volumen endometrial es más específico que el espesor endometrial, aunque hasta la fecha no se ha consensuado todavía ningún punto de corte del volumen endometrial para diferenciar las lesiones benignas de las malignas (16). El uso de la sonohisterografía tridimensional no ha reportado beneficios significativos respecto a la sonohisterografía bidimensional en todos los estudios publicados por el momento. 266 Tema 44:Maqueta Madre 08/02/12 15:13 Página 267 TEMA 44 Cáncer de cérvix uterino. La ecografía, como puede entenderse, no es la técnica de diagnóstico idóneo para el cáncer de cérvix pero podría tener algún papel en la estadificación, como método de guía de la braquiterapia y para valoración de la vascularización tumoral y predicción de la respuesta a la quimioradioterapia en caso de tumores de cérvix localmente avanzados (19). Finalmente, la ecografía tridimensional ha demostrado ser una técnica útil en la valoración de la infiltración miometrial en pacientes con cáncer de endometrio (17). OTROS TUMORES UTERINOS Sarcomas. La identificación de los sarcomas uterinos mediante ecografía bidimensional resulta ciertamente difícil, tanto desde el punto de vista morfológico como vascular mediante el uso del Doppler, de manera que hoy día no podemos decir que ninguna de estas dos técnicas permitan diferenciar con fiabilidad el sarcoma uterino del mioma benigno uterino (18). BIBLIOGRAFÍA 1. Smith RA, Cokkinides V, Brooks D, Saslow D, Brawley OW. 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Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol. 2004;18:125-43. 13. Clark TJ, Barton PM, Coomarasamy A, Gupta JK, Khan KS. Investigating postmenopausal bleeding for endometrial cancer: cost-effectiveness of initial diagnostic strategies. BJOG. 2006;113:502-10. 4. Schmidt T, Breidenbach M, Nawroth F, Mallmann P, Beyer IM, Fleisch MC, Rein DT. Hysteroscopy for asymptomatic postmenopausal women with sonographically thickened endometrium. Maturitas. 2009;62:176-8. 5. American College of Obstetricians and Gynecologists Committee on Gynecologic Practice. ACOG committee opinion. No. 336: Tamoxifen and uterine cancer. Obstet Gynecol. 2006;107:1475-8. 14. Epstein E, Valentin L. Rebleeding and endometrial growth in women with postmenopausal bleeding and endometrial thickness < 5 mm managed by dilatation and curettage or ultrasound follow-up: a randomized controlled study. Ultrasound Obstet Gynecol. 2001;18:499-504. 6. Gerber B, Krause A, Müller H, Reimer T, Külz T, Kundt G, Friese K. 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Terms, definitions and measurements to describe the sonographic features of the endometrium and intrauterine lesions: a consensus opinion from the International Endometrial Tumor Analysis (IETA) group. Ultrasound Obstet Gynecol. 2010;35:103-12. 17. Alcázar JL, Galván R, Albela S, Martinez S, Pahisa J, Jurado M, López-García G. Assessing myometrial infiltration by endometrial cancer: uterine virtual navigation with three-dimensional US. Radiology. 2009;250:776-83. 18. Szabó I, Szánthó A, Csabay L, Csapó Z, Szirmai K, Papp Z. Color Doppler ultrasonography in the differentiation of uterine sarcomas from uterine leiomyomas. Eur J Gynaecol Oncol. 2002;23:29-34. 8. Smith-Bindman R, Kerlikowske K, Feldstein VA, Subak L, Scheidler J, Segal M, Brand R, Grady D. Endovaginal ultrasound to exclude endometrial cancer and other endometrial abnormalities. JAMA. 1998;280:1510-7. 19. Alcázar JL, Castillo G, Martínez-Monge R, Jurado M. Transvaginal color Doppler sonography for predicting response to concurrent chemoradiotherapy for locally advanced cervical carcinoma. J Clin Ultrasound. 2004;32:267-72. 9. Gupta JK, Chien PF, Voit D, Clark TJ, Khan KS. Ultrasonographic endometrial thickness for diagnosing endometrial pathology in women with postmenopausal bleeding: a meta-analysis. Acta Obstet Gynecol Scand. 2002;81:799-816. 267 Tema 45:Maqueta Madre 08/02/12 15:14 Página 268 TEMA 45 Screening Ecografico del Cáncer de Ovario • J. L. ALCÁZAR ZAMBRANO INTRODUCCIÓN La patología tumoral ovárica se caracteriza por presentarse en cualquier época de la vida de la mujer. Aunque en un 75% de los casos se tratan de tumores benignos, las neoplasias malignas de ovario constituyen el 25% de todos los cánceres ginecológicos. El principal problema que plantea el cáncer de ovario, a pesar de los recientes avances en el tratamiento, es su elevada mortalidad. La supervivencia global a cinco años oscila entre el 20 y 30% y así ha permanecido estable en las últimas décadas. Esto se debe, fundamentalmente, a que se trata de una enfermedad de curso silencioso. En más del 70% de los casos el diagnóstico se realiza ya en estadios avanzados (1). A diferencia de otros cánceres ginecológicos, como el de cérvix, el cáncer de ovario no se contempla como una enfermedad susceptible de screening y se considera que no cuenta con métodos eficaces de diagnóstico precoz. La ecografía permite la visualización del ovario, su medición (biometría) y la valoración de las estructuras funcionales en la época fértil de la mujer. También identifica los tumores ováricos, pudiendo determinar su tamaño, características morfológicas y las imágenes extraováricas que les acompañan. La aplicación de sondas endovaginales proporciona un método excelente para la evaluación ultrasónica de las tumoraciones ováricas, aunque no debe considerarse como la vía exclusiva de estudio de dicha patología. Sin duda alguna, los ultrasonidos se han convertido en el principal método diagnóstico en la evaluación de la patología tumoral ovárica. Sus beneficios diagnósticos son indudables y están aceptados universalmente. Sin embargo, cabe preguntar si los criterios ecográficos objetivos, tamaño y morfología conforman un diagnóstico con suficientes garantías para que una conducta expectante o activa pueda indicarse sin temor a equívocos. JUSTIFICACIÓN DEL CRIBADO EN EL CÁNCER DE OVARIO De modo resumido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2) considera que una enfermedad puede beneficiarse del cribado poblacional cuando: 1. Tiene una prevalencia alta en la población estudiada. 2. Es una causa importante de muerte. 3. Presenta una etapa preclínica susceptible de ser diagnosticada. 4. Existe un beneficio con el tratamiento en edad temprana, es decir, es posible reducir su mortalidad. La prevalencia global ajustada por edad del cáncer de ovario es de 11.4 casos/100.000 mujeres. Esta prevalencia es distinta en la premenopausia, donde es baja (4-15 casos/100.000 mujeres), respecto a la postmenopausia donde se incrementa sustancialmente (40-55 casos/100.000 mujeres). Además existe un grupo de riesgo relevante: las pacientes con historia familiar, donde el riesgo se incrementa hasta un 50%, con un riesgo relativo de 3.6 (IC 95%: 2.4-5.5). En pacientes con mutaciones del oncogen BRCA1 el riesgo de desarrollar cáncer de ovario a lo largo de su vida se sitúa entre el 40-60%. Por lo tanto, vemos que en el cáncer de ovario la prevalencia en la población general es baja, pero existen grupos de riesgo (postmenopáusicas, pacientes con historia familiar y pacientes portadoras de mutaciones del BRCA1) donde la prevalencia es considerablemente mayor (3). Respecto a ser causa de muerte importante. Este es un hecho contrastado. El cáncer de ovario es la principal causa de muerte por cáncer ginecológico. Su supervivencia global no ha variado sustancialmente en las últimas décadas. Esto se debe a que, en el momento del diagnóstico, la mayoría de las pacientes 268 Tema 45:Maqueta Madre 08/02/12 15:14 Página 269 TEMA presentan estudios avanzados con supervivencias del 20-30% a 5 años. Sin embargo, los estadios I presentan supervivencias superiores al 85% a 5 años (3). Unimodales CA-125 Ultrasonidos Combinadas En cuanto a la existencia o no de una etapa preclínica hay estudios histológicos que observan que el cáncer de ovario presenta una etapa preclínica en la que un epitelio benigno se transforma en un epitelio maligno pasando probablemente por una etapa intermedia (tumores “borderline”) (4). Sin embargo, datos clínicos y sobre la carcinogénesis del cáncer de ovario más recientes plantean la posibilidad de que el cáncer epitelial de ovario pueda surgir “de novo” y de modo explosivo a partir de ovarios normales, sin que exista una etapa de transición (5). 45 CA-125 + Ultrasonidos Ultrasonidos + Doppler color Ultrasonidos ± Doppler color CA-125 Multimodales Secuenciales CA-125 Ultrasonidos ± Doppler color CA-125 CA-125 Ultrasonidos ± Doppler color Los resultados de diversos trabajos publicados con diversas estrategias quedan reflejados en la Tabla 1. De ellos queda claro que los mejores resultados se consiguen cuando se emplea la ecografía como técnica unimodal o multimodal, bien sea combinada o secuencial. Y cómo pueden conseguirse la sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo requeridos. Por lo tanto parece claro que la ecografía debe ser pieza clave en cualquier programa de screening de cáncer de ovario. Además parece que la continuidad del seguimiento por parte de las pacientes se cumple. MÉTODOS DE CRIBAJE Una técnica de cribado debe: 1. Detectar la enfermedad en etapa temprana. 2. Tener elevada sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo (VPP). 3. Ser segura, incruenta, fácil de realizar y de bajo coste. COSTE-BENEFICIO DEL CRIBADO EN EL CÁNCER DE OVARIO Una cuestión clave en el debate del screening del cáncer de ovario es su beneficio. Es decir, si el screening sistemático disminuye la mortalidad. La mayoría de conferencias consenso y opiniones afirman que el screening sistemático no ha demostrado beneficio. Esto se debe a que la mayoría de los trabajos no presentaban un diseño adecuado para contestar a esta cuestión. Sin embargo, Jacobs y colaboradores publicaron los resultados preliminares de un estudio prospectivo y randomizado que se está llevando a cabo en Gran Bretaña sobre una población de 22.000 mujeres postmenopáusicas y que aún no ha sido cerrado. En este trabajo ya se puede apreciar como es posible conseguir reducir la mortalidad por cáncer de ovario en pacientes sometidas a screening (8). En cualquier caso, para contestar a esta pregunta de modo definitivo hemos de esperar a conocer los resultados de los dos grandes estudios prospectivos y randomizados actualmente en marcha (9,10). En definitiva, aunque el uso de la ecografía en el screening de cáncer de ovario, más aún, el propio screening de cáncer de ovario, han sido continuamente puestos en tela de juicio, los resultados de los trabajos más recientes son prometedores y mantienen una línea de investigación importante. Se ha estimado que una prueba efectiva para cáncer de ovario, considerando una prevalencia del 4% o debería tener una sensibilidad > 80%, una especificidad > 99.5% y un VPP > 10% (6). Hoy día todos los programas de screening de cáncer de ovario se basan en el uso de los ultrasonidos, fundamentalmente ecografía transvaginal y/o la determinación sérica de niveles del marcador tumoral CA-125. Podemos decir que las estrategias propuestas pueden clasificarse en unimodales o multimodales y éstas últimas en combinadas o secuenciales (7). Las unimodales usan sólo una técnica, las multimodales usan dos o más, bien combinadas (a la vez) o secuencialmente (primero una y según resultado de ésta una segunda): 269 Tema 45:Maqueta Madre 08/02/12 15:14 Página 270 Screening Ecográfico del Cáncer de Ovario Autor Año N Criterio Estrategia Jacobs 1988 1010 > 45 años Ca-125 1/1 100% 97% Einhorn 1992 4290 > 50 años Ca-125 2/6 100% 97% Jacobs 1993 22000 > 45 años Ca-125 4/11 79% 99,9% Goswamy 1983 1084 > 39 años USTA 1/1 100% 99% Andolf 1986 805 HF USTA 2/3 100% 95% Campbell 1989 5479 HF/> 45 años USTA 5/5 100% 98% Tabor 1994 435 > 46 años USTV 0/0 - 98% Van Nagell 1995 8500 HF/> 50 años USTV 6/8 89% 99% 6,8% > 30 años USTV 17/22 - Sato 2000 183034 Est. I / Total Sensibilidad Especificidad VPP 1,5% Bourne 1991 776 HF USTV+DC 3/3 100% 95% 7,7% Kurjak 1994 5013 > 40 años USTV+DC 4/4 100% 99% 10,5% Vuento 1995 1364 > 55 años USTV+DC 1/1 100% 99,7% Karlan 1993 597 > 35 años/HF USTV+Ca-125 1/1 100% 98% Muto 1993 384 HF USTV+Ca-125 0/0 - 96% Dorum 1996 180 HF USTV+Ca-125 3/7 78% 99% 8,7% Bourne 1994 1502 HF USTV + DCCa-125 2/5 71% 99% 42,9% Holbert 1994 478 > 30 años USTV ± DCCa-125 1/1 100% 98% DePriest 1997 6470 > 45 años USTV ± DCCa-125 5/6 87% 98% 6,7% Van Nagell 2000 14469 11/17 81% 99% 9,4% Grover 1995 2550 > 40 años Ca-125USTV ± DC 0/0 - 99,7% Adonakis 1996 2000 > 45 años Ca-125USTV ± DC 2/2 100% 99% > 45 años Ca-125USTV ± DC 16/49 75% 96% Jacobs 1996 220000 > 45 años / HF USTV ± DCCa-125 5,2% 3,1% Tabla 1. Resultados de diferentes estudios sobre screening en cáncer de ovario USTA: ECOGRAFÍA TRANSABDOMINAL. USTV: ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL. DC: DOPPLER COLOR. HF: HISTORIA FAMILIAR. EST. I.: ESTADIOS I. VPP: VALOR PREDICTIVO POSITIVO BIBLIOGRAFÍA 1. Heintz AP. Hacker NF, Lagasse LD. Epidemiology and etiology of ovarian cancer. A review Obstet Ginecol. 1985; 66: 127-35. 7. Menon U, Jacobs IJ. Ovarian cancer screening in the general population. Curr Opin Obstet Gynecol 2001; 13: 61-4. 2. Jacobs I, Bridges J, Reynolds C. et al. Multimodal approach to screening for ovarian cancer. Lancet, 1988; 6: 268-71. 8. Jacobs IJ, Skates SJ, MacDonald N, et al. Screening for ovarian cancer: a pilot randomised controlled trial. Lancet 1999; 353: 1207-10. 3. DiSaia P, Creasman W. Clinical Gynecologic Oncology. Mosby, New York, 1994. 9. Karlan BY, Raffel LS, Crvenkovic G, et al. A multidisciplinary approach to the early detection of ovarian carcinoma: rationale, protocol design and early results. Am J Obstet Gynecol. 1993; 169: 494-501. 4. Puls LE, Powel DE, DePriest PD et al. Transition from benign to malignant epithelium in mucinous and serous ovarian cystadenocarcinomas. 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Se definen como “finos” si el espesor es < 3mm o “gruesos” si es ≥ 3mm. Deben contabilizarse el número de lóculos presentes. En el momento actual, el reto más importante de la ecografía es precisar la naturaleza funcional u orgánica, benigna o maligna de las tumoraciones de ovario. Las opiniones son divergentes. Frente a los que sustentan que el tamaño de la tumoración y, fundamentalmente, sus características ecográficas, garantizan suficientemente su diagnóstico diferencial, hay quienes opinan que no pueden proponerse criterios concretos que diferencien de forma absoluta, la naturaleza funcional u orgánica y sobre todo, de benignidad o malignidad de las tumoraciones ováricas. 2. Proyección papilar: Se definen como protuberancias de tejido que surgen de la cara interna de la lesión. Deben medirse desde su base. Se definen como “finas” si son < 3mm o “gruesas” si son ≥ 3 mm. 3. Áreas sólidas: Se define como cualquier área de tejido > 1x1cm que surge de la cara interna de la lesión o de la confluencia de septos. Los criterios específicos para afrontar el diagnóstico de los tumores de ovario son su tamaño y morfología o características ecogénicas. El tamaño parece poco adecuado como criterio único, sin embargo, la morfología sí parece tener relación con su naturaleza. El tamaño de la lesión debe de estimarse según el diámetro mayor de la lesión o calculando su volumen de acuerdo con la fórmula del elipsoide prolato: A x B x C x 0.5233, expresado en centímetros (cm) y obteniendo un volumen en mL. Desde el punto de vista morfológico las tumoraciones ováricas pueden clasificarse según su ecogenicidad, pudiendo ser puramente quísticas o anecoicas, de contenido ecogénico, bien sea homogéneo, disperso o de alta ecogenicidad o sólidas. Asimismo ha de contemplarse la presencia o no de septos o tabicaciones y de proyecciones papilares o áreas sólidas y el grosor de la pared. Hoy día el grupo IOTA ha establecido un consenso sobre los términos y definiciones que deben emplearse a la hora de describir una tumoración anexial u ovárica (1): 4. Pared interna: Debe definirse como lisa -sin irregularidades- o irregular. Su espesor debe medirse en la porción más gruesa. Se define como “fina” si el espesor es < 3mm o “gruesa” si es ≥ 3mm. 5. Contenido o ecogenicidad: Se clasifica en - Anecoico: Puramente quístico. Contenido seroso. - Ecogénico. - Heterogéneo: No hay distribución homogénea del contenido o incluso aparecen áreas hiperecogénicas. - Sólido. Igualmente hay que observar la presencia de otros hallazgos como ascitis, y estimarla subjetivamente, o signos de carcinomatosis como nodulaciones en Douglas o un epiplon tumoral. Basándonos en estos criterios podemos clasificar las tumoraciones anexiales según su aspecto en diferentes grupos, desde clasificaciones muy simples a otras más complejas (2,3) (Tabla 1): 271 Tema 46:Maqueta Madre 08/02/12 15:15 Página 272 Ecografía de la Patología Ovárica Maligna: Cáncer de Ovario Clasificación A* Clasificación B* Clasificación C** Quística Quiste unilocular Unilocular simple Sólido - Quística Quiste unilocular sólido Unilocular compleja Sólida Quiste multilocular Multilocular simple No clasificable Quiste multilocular sólido Multilocular compleja Sólida Sólida No clasificable No clasificable Tabla 1. Clasificación morfológica de las lesiones anexiales Figura 1. Ecografía de un quiste unilocular simple anecoico * “Solido” implica presenta de proyecciones papilares o/y árenas sólidas ** “Complejo” implica presenta de proyeccione papilares o/y áreas sólidas o/y septos gruesos Formaciones quísticas uniloculares simples (Quiste unilocular) Son formaciones redondeadas u ovaladas de contenido puramente anecoico o hipoecogénico, con refuerzo posterior de haz ultrasónico, de pared fina y sin presencia de septos ni proyecciones papilares en la cara interna de la pared del quiste (Figuras 1 y 2). En la premenopausia, lo más probable es que se traten de formaciones funcionales o lesiones orgánicas benignas. El tumor benigno más frecuente suele ser el cistoadenoma seroso, seguido de los quistes de paraovario. En la postmenopausia suelen ser lesiones orgánicas benignas aunque está descrito en estudios longitudinales que hasta un 45% desaparecen espontáneamente. Figura 2. Ecografía de un quiste unilocular simple de contenido homogéneo Cuando el contenido es ecomixto homogéneo generalmente se trata de quistes endometriósicos, aunque es difícil de diferenciar de los quistes hemorrágicos. Puede ser de ayuda el identificar otros focos de endometriosis intraovárica o áreas hipere génicas en la pared. Cuando la ecogenicidad es heterogénea, a modo de trabéculas, más probablemente se traten de quistes hemorrágicos, sin descartar los teratomas. La probabilidad de malignidad de estas lesiones es inferior al 2%, tanto en premenopaúsicas como en postmenopáusicas. Figura 3. Ecografía de un quiste unilocular-sólido Formaciones quísticas uniloculares complejas (Quiste unilocular-sólido) Estas formaciones son predominantemente benignas. Dentro de los tumores benignos esta es la morfología más frecuente en los cistoadenofibromas y los teratomas maduros. Hay que señalar que un 4% son formaciones funcionales, donde la parte “sólida” sea probablemente un coágulo organizado en un quiste folicular o lúteo hemorrágico. Estas lesiones se caracterizan por ser tumoraciones anecoicas o de contenido ecogénico, de pared fina o gruesa sin septos y con proyecciones papilares gruesas o áreas sólidas en cara interna de pared, que pueden ser únicas o múltiples (Figura 3). 272 Tema 46:Maqueta Madre 08/02/12 15:15 Página 273 46 TEMA Sin embargo, lo más relevante es que estas formaciones son tumores malignos en el 33.3% de los casos, lo que constituye un porcentaje importante. Pueden tratarse de carcinomas invasivos o tumores “borderline” generalmente carcinomas serosos o serosopapilares, siendo estadios I en el casi la mitad de los casos. Formaciones quísticas multiloculares simples (Quiste multilocular) Estas tumoraciones son lesiones quísticas anecoicas o de contenido ecogénico, de pared fina con uno o varios septos finos sin papilas sin áreas sólidas (Figura 4). Son generalmente cistoadenomas serosos o mucinosos y menos frecuentemente quistes hemorrágicos. Los tumores malignos son poco frecuentes (1-4%) y en estadios precoces. Figura 5. Ecografía de un quiste multilocular-sólido Formaciones sólidas (tumor sólido) En este caso la lesión es ecopositiva con una ecogenicidad más o menos heterogénea pudiendo presentar sombra acústica o no o pequeñas áreas quísticas (Figura 6). Clásicamente estas formaciones se han considerado como malignas. Pero también hay tumores benignos, como teratomas, fibromas, tumores de la granulosa o tecomas. También hay que plantear el diagnóstico diferencial con el leiomioma pediculado. Figura 4. Ecografía de un quiste multilocular simple Formaciones quísticas multiloculares complejas (Quiste multilocular-sólido) Se tratan de formaciones quísticas anecoicas o de contenido ecogénico con septos finos o gruesos que presentan proyecciones papilares gruesas y/o áreas sólidas (Figura 5). Estas lesiones corresponden en la mayoría de los casos a tumoraciones malignas, generalmente cistoadenocarcinomas serosos o serosopapilares. Figura 6. Ecografía de una lesión sólida Diagnóstico subjetivo Mediante el análisis morfológico de la tumoración un examinador experto puede obtener una sensibilidad del 90% con una tasa de falsos positivos del 25% (4,5). Sin embargo, hay que señalar que también hay lesiones benignas que pueden presentar esta apariencia, como teratomas maduros de ovario y cistoadenomas mucinosos. 273 Tema 46:Maqueta Madre 08/02/12 15:15 Página 274 Ecografía de la Patología Ovárica Maligna: Cáncer de Ovario ESTUDIO DOPPLER INTRATUMORAL A la hora de diferenciar los tumores malignos de los benignos, el Doppler se ha utilizado como parámetro único mediante la aplicación de diferentes parámetros velocimétricos, que pretenden evaluar las características del flujo sanguíneo que vienen determinadas esencialmente por la morfología vascular. Usando Doppler color, la identificación de vasos intratumorales es un parámetro muy sesgado debido a la mejora de la técnica y al incremento de la sensibilidad de las máquinas. Desde el inicio del uso de esta técnica, la mayoría de autores encuentran señales color en casi la totalidad de los tumores malignos. Sin embargo, en un 2-4% de tumores malignos en los que no se identifican señales color (7). El fundamento del Doppler para su aplicación en el diagnóstico de los tumores en general y del ovario en particular es la posibilidad de reconocer la angiogénesis tumoral. El crecimiento tumoral a partir de los 2-3 mm depende de su capacidad de formar vasos nuevos, siendo éstos los que facilitan la expansión tumoral y aumentan su índice de proliferación. No ha sido suficientemente aclarado si la angiogénesis regula el comportamiento biológico del tumor o únicamente es un indicador de su crecimiento y su potencial metastásico. Por lo tanto, aunque el crecimiento tumoral es angiogénesis-dependiente, angiogénesis y malignidad no son siempre interdependientes. Por el contrario, en los tumores benignos, la frecuencia de obtención de señal color ha variado a lo largo de los años. Así, se ha pasado desde porcentajes de detección inferiores al 50% en los primeros años, al 70%-100% en los últimos años. También hay que indicar que la señal color se observa con más frecuencia en los tumores funcionales que en los tumores orgánicos benignos. También varios autores han comparado la precisión diagnóstica de la ecografía morfológica en modo B, con diferentes parámetros velocimétricos. Del análisis de estos trabajos puede deducirse que ambas técnicas son similares. El estudio morfológico es discretamente más sensible y el Doppler más específico, pero el uso combinado mejora globalmente el rendimiento diagnóstico de los ultrasonidos. Esto ha sido corroborado por diferentes estudios prospectivos y más recientemente demostrado en un metanálisis, concluyéndose que el añadir el Doppler a la morfología disminuye la tasa de falsos positivos sin un decremento significativo de la sensibilidad (6). Por tanto, el beneficio del uso del Doppler parece claro. Sin embargo, se aprecian limitaciones que se deben tanto a su fundamento diagnóstico como a la propia técnica exploratoria. La localización del flujo color también es un parámetro importante. En los tumores malignos, la localización suele ser central en alrededor del 95% de los casos (Figura 7). Mientras que en los tumores benignos la localización suele ser periférica (Figura 8), en la pared de la tumoración (8). En menos del 10% de los casos encontraremos señales de localización central en tumores benignos, fundamentalmente en los septos de los cistoadenomas mucinosos, de los cistoadenofibromas en áreas sólidas, fibromas ováricos y leiomiomas pediculados. La importancia de este parámetro ha sido demostrada en dos trabajos publicados recientemente aplicando análisis de regresión logística multivariante (8,9). Doppler como parámetro único Básicamente los parámetros Doppler empleados son: • El mapa color: Determina dónde se localizan los vasos dentro del tumor y realiza una análisis subjetivo de la cantidad de los mismos. • La velocimetría. En cuanto a la localización se dice que un tumor tiene flujo central, si se observan vasos en áreas sólidas, papilas o zonas centrales de un tumor sólido, o periférico, si sólo se observan vasos en la periferia del tumor. También puede darse el caso que no se observen vasos dentro del tumor. Es importante no confundir como vasos tumorales aquellos vasos que pertenecen a estructuras adyacentes al tumor pero no al propio tumor tales como los vasos ilíacos, ováricos, uterinos o incluso intestinales. Figura 7. Tumoración sospechosa con flujo central 274 Tema 46:Maqueta Madre 08/02/12 15:15 Página 275 46 TEMA Figura 9. OVF característica de tumor benigno Figura 8. Quiste ovárico con flujo periférico La identificación de los vasos mediante Doppler color ha facilitado enormemente el uso del Doppler pulsado. Se han sugerido diversas variables velocimétricas, pero fundamentalmente se han usado dos índices de impedancia: el índice de resistencia (IR) y el índice de pulsatilidad (IP). Estos índices tienen la ventaja de que son independientes del ángulo de insonación, a diferencia de la estimación de velocidades. En general, se acepta que los tumores benignos tienen vasos con índices altos (Figura 9) mientras que los tumores malignos tienen vasos con índices bajos, que indican un mayor flujo sanguíneo (Figura 10). Figura 10. OVF característica de tumor maligno adecuadamente (11). La sensibilidad oscila entre el 25 y 100% y la tasa de falsos positivos entre el 068%. Sin embargo, puede observarse que la precisión es superior al 80% en la mayoría de autores (12). Inicialmente se propuso un IR < 0.40 y un IP < 1.0 como puntos de corte de referencia (10). Sin embargo, posteriormente han sido muchos los autores que han propuesto otros puntos de corte, tanto para el IR con valores de 0.45, 0.46, 0.50, 0.60, 0.66, 0.72 y 0.80, como para el IP con valores de 0.50, 0.60, 0.62, 1.1 y 1.25. Cuando se han comparado, no parece que existan diferencias significativas entre usar uno u otro índice. Otra de las variables propuestas ha sido la velocidad de flujo. En general, los tumores malignos tienden a tener flujos con mayor velocidad que los benignos. Así se ha propuesto la velocidad pico sistólica con precisiones diagnósticas de entre el 53% y el 89%, la velocidad media con precisiones del 58% al 80% y la velocidad telediastólica que alcanza precisiones diagnósticas entre 48% y 70%. Sin embargo, al igual que ocurre con los índices velocimétricos, el grado de solapamiento es muy importante, lo cual hace muy difícil encontrar un punto de corte útil, desde el punto de vista clínico. En los últimos 15 años muchos autores han comprobado que existen diferencias significativas entre los parámetros velocimétricos Doppler entre los tumores ováricos benignos y malignos. Sin embargo, se ha observado un notable solapamiento de estos valores velocimétricos entre ambos grupos de tumores, lo que evidentemente disminuye la precisión diagnóstica de la técnica y dificulta establecer un valor o punto de corte que sirva de referencia 275 Tema 46:Maqueta Madre 08/02/12 15:15 Página 276 Ecografía de la Patología Ovárica Maligna: Cáncer de Ovario Finalmente, tan sólo un trabajo ha analizado el valor que pudiera tener el estudio del flujo venoso intratumoral (12). En este trabajo, se observó que los tumores malignos tienen más vasos venosos y éstos presentan una velocidad de flujo mayor. Se demostró que cuando se asociaba al estudio del flujo arterial se incrementaba la sensibilidad diagnóstica del estudio Doppler. Esto puede explicarse por diferentes definiciones de los criterios aplicados y demuestra que su uso por diferentes grupos es complicado aunque se demuestre un buen rendimiento cuando se aplica por el mismo grupo de investigadores. Doppler en el estudio del flujo tumoral total Una aproximación diagnóstica distinta y más simple es la valoración de la vascularización global de la tumoración mediante el análisis del mapa color de la tumoración. Para ello se emplea el Doppler color o el Power Doppler. El Power Doppler o Doppler energía es una técnica que presenta una serie de ventajas respecto al Doppler color convencional como son: una mayor sensibilidad al flujo de baja velocidad, una mayor precisión en la determinación de la presencia o no de vasos, ausencia de “aliasing” y una mejor definición del vaso. Doppler como parámetro complementario Para mejorar la evaluación multiparamétrica de los tumores ováricos se han descrito en los últimos años varios modelos matemáticos mediante regresión logística multivariante o el uso de redes neurales artificiales (8,13). Ambos métodos permiten calcular la probabilidad de malignidad de una tumoración concreta, usando varios parámetros de manera simultánea. La regresión logística tiene, además, la ventaja de que nos permite identificar los parámetros predictores independientes eliminando los que no resultan útiles y, más aún, nos permite identificar el peso específico de cada parámetro y su razón de probabilidades (odd ratio). Guerriero y colaboradores (14) emplearon ésta técnica siguiendo una metodología similar a la propuesta por Buy (15), es decir, localizando flujo central en la tumoración sin usar el estudio velocimétrico. Obtuvieron una sensibilidad del 100% con una especificidad del 83%. Un reciente estudio multicéntrico realizado recientemente encontró que el Power Doppler y el Doppler color convencional presentaban similar precisión diagnóstica (85,7% vs 85,4%) aunque el power-Doppler era significativamente más sensible que el Doppler convencional (100% vs 87%) (16). Estos modelos han ofrecido resultados muy buenos para discriminar tumores benignos y malignos, cuando son evaluadas por los propios autores. Sin embargo, cuando algunos de estos modelos logísticos han sido aplicados prospectivamente por grupos independientes, los resultados no han sido satisfactorios. No hay estudios prospectivos con redes neurales artificiales. BIBLIOGRAFÍA 9. Schelling M, Braum M, Kuhn W, et al. Combined transvaginal B-mode and color Doppler sonography for differential diagnosis of ovarian tumors: results of a multivariante logistic regression analysis. Gynecol Oncol 2000; 77: 78-86. 10. Kurjak A, Zalud I, Alfirevic Z. Evaluation of adnexal masses with transvaginal color Doppler ultrasound. J. Ultrasound Med. 1991; 10: 295-7. 11. Tekay A, Jouppila P. Controversies in assessment of ovarian tumors with transvaginal color Doppler ultrasound. Acta Obstet Gynecol. Scand. 1996; 75: 316-29. 12. Medeiros LR, Rosa DD, da Rosa MI, Bozzetti MC. Accuracy of ultrasonography with color Doppler in ovarian tumor: a systematic quantitative review. Int J Gynecol Cancer. 2009;19:1214-20. 13. 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El objetivo de estos sistemas de puntuación es ofrecer un análisis semiobjetivo y favorecer que examinadores menos expertos tengan un buen rendimiento diagnóstico. Se han publicado varios sistemas de puntuación en la literatura mundial (Figura 1).Todos ellos se basan en parámetros morfológicos. En general, ofrecen una sensibilidad promedio del 89%, con una tasa de falsos positivos del 22% (1-5). Algunos autores han combinado las diferentes características del estudio morfológico para diseñar sistemas de puntuación que faciliten la evaluación de los tumores ováricos. Los scores ecográficos o sistemas de puntuación se basan en el uso de unos parámetros ecográficos (morfológicos y/o Doppler) a los cuales se les asigna una puntuación según las características de los Granberg et al.2 Morphology Ultrasound finding 0 unilocular 1 unilocular solid 2 multilocular 3 multilocular solid 4 solid Sassone et al.5 Morphology Inner wall structure 1 smooth 2 irregularities ≤3 mm 3 papilarities >3 mm 5 __ Wall thickness (mm) thin (≤ 3) thick (> 3) not applicable, mostly solid 4 not applicable, mostly solid __ Septa (mm) Echogenicity none sonolucent thin (≤ 3) lox echogenicity thick (> 3) low echogenicity with echogenic core; mixed echogenicity __ __ high echogenicity 4 predominantly solid De Priest et al.6 Morphology Cystic wall structure < 10 no septa 10-50 thin septa (<3 mm) > 50-200 thick septa (3 mm to 1 cm) 3 papilary projection (≥ 3 mm) > 200-500 solid area (≥1 cm) Lerner et al.7 Morphology Wall structure 0 smooth or small irregularities < 3 mm 1 __ 2 solid or not applicable 3 papilarities ≥ 3 mm Shadowing Septa yes none or thin (< 3 mm) sonolucent or low-level echo or echogenic core no thick (≥ 3 mm) __ __ __ __ __ __ mixed or high Volume (cm3) Septum structure Echogenycity 0 1 2 smooth (< 3 mm thick) smooth (> 3 mm thick) papilary projection (< 3 mm) Figura 1. Varios de los scores ecográficos propuestos en la literatura mundial 277 __ > 500 predominantly solid Tema 47:Maqueta Madre 08/02/12 15:17 Página 278 Integración de la Exploración Eco-Doppler en el Diagnóstico y Seguimiento de la Patología Tumoral Ginecológica OTRAS TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS Sólo algunos scores añaden parámetros Doppler. El score de Kurjak es relativamente complejo (6 )y no ha sido usado por grupos independientes al de los autores. Más recientemente Alcázar y colaboradores (7), han publicado un sistema de puntuación simple, basado en un análisis de regresión logística (Figura 2). Estos autores han reportado una sensibilidad del 98%, con una tasa de falsos positivos del 7%. 0 Hasta la fecha ninguna otra prueba de imagen como la tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética (RM) o tomografía de emisión de positrones (PET) se ha mostrado superior a la ecografía en el diagnóstico diferencial de los tumores de ovario (9). MANEJO CLÍNICO DE LAS MASAS ANEXIALES Papilas gruesas Áreas sólidas Flujo No No No o periférico Otra Velocimetría 2 Sí __ __ Alta velocidad / baja resitencia 4 __ Sí Central __ El manejo de las masas anexiales sigue siendo un tema importante para el clínico. El objetivo principal debe ser diagnosticar o excluir la presencia de una tumoración maligna. Esto es importante para poder tomar la decisión apropiada ya que, ante una tumoración sospechosa, la paciente deberá ser remitida a un gineco-oncólogo, y si se describe una tumoración benigna, la paciente podrá ser tratada mediante cirugía mínimamente invasiva por un ginecológo general. También podremos evitar intervenir lesiones funcionales asintomáticas o incluso proponer una conducta conservadora, no quirúrgica. Ante una tumoración anexial, hemos de tratar de estimar el riesgo de malignidad asociado con la mayor precisión posible, puesto que ello repercutirá en su manejo posterior (Figura 4). La ecografía tiene un papel relevante habiendo demostrado ser superior a la exploración física y a los marcadores tumorales a la hora de diferenciar los tumores benignos y malignos de ovario (10,11). Diversos estudios prospectivos demuestran que algoritmos de decisión basados en datos ecográficos ofrecen rendimientos excelentes, tanto en pacientes asintomáticas como sintomáticas (12-14). Parece evidente que el marcador CA-125 no añade información útil a la ecografía y no se recomienda su uso sistemático hoy día (15). También parece segura la conducta expectante antes lesiones quísticas simples en la paciente postmenopáusica asintomática no recomendándose la cirugía sistemática en estos casos (16). Respecto a la seguridad del manejo conservador de lesiones aparentemente benignas en la mujer premenopaúsica una vez confirmada la naturaleza persistente de la lesión, son escasos los datos disponibles. Los resultados del único estudio con un seguimiento suficientemente aceptable hasta la fecha publicado sugieren que la conducta expectante puede ser válida en pacientes con lesiones menores de 6 cm y que no deseen someterse a intervención quirúrgica (17). Figura 2. Sistema de puntuación en la valoración de masas ováricas propuesto por Alcázar INTEGRACIÓN DE LA EXPLORACIÓN ECO-DOPPLER. DIAGNÓSTICO COMBINADO Como se menciona anteriormente, la combinación de la información morfológica y de la localización del flujo intratumoral es la aproximación más simple y la que mejor rendimiento ofrece (Figura 3). Estudios multicéntricos muestran que con esta aproximación diagnóstica se alcanza una sensibilidad del 95% y una especificidad del 93% (8). Eco Morfológica Sospechosa No sospechosa Power Doppler Sospechosa Vasos centrales No sospechosa Vasos periféricos o flujo detectable Figura 3. Algoritmo para valoración de lesiones anexiales basado en la ecografía morfológica y mapa color El uso combinado de datos morfológicos e índices velocimétricos, tiene el inconveniente de la ausencia de consenso sobre qué índice usar y qué punto de corte emplear. 278 Tema 47:Maqueta Madre 08/02/12 15:17 Página 279 TEMA Bajo Riesgo Ginecólogo general No necesidad Biopsia IO Programación Quirófano Expectación Riesgo Intermedio Ginecólogo general Ginecólogo-Oncólogo disponible Laparoscopia avanzada Biopsia IO disponible Programación Quirófano 47 Alto Riesgo Ginecólogo-Oncólogo Laparoscopia avanzada Laparotomía Biopsia IO disponible Programación Quirófano Figura 4. Influencia de la estimación de riesgo en el manejo clínico de las masas anexiales BIOPSIA IO: BIOPSIA INTRAOPERATORIA BIBLIOGRAFÍA 11. Valentin L, Jurkovic D, Van Calster B, Testa A, Van Holsbeke C, Bourne T, Vergote I, Van Huffel S, Timmerman D. 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