Solucionario: “Divina Comedia” Solucionario “Divina comedia” Este título también dispone de Guía de lectura y ficha técnica www.planetalector.com -1- Solucionario: “Divina Comedia” Infierno Canto primero 1. 2. La interpretación común de este inicio es el siguiente: hacia la mitad de su vida, Dante se percata de que se ha apartado del «camino recto», esto es, el virtuoso, y percibe que vive en el pecado, simbolizado por la «salvaje, áspera y espesa» selva que recuerda con temor. Virgilio, poeta de quien Dante se considera discípulo («Válgame para contigo el prolongado estudio y el grande amor con que he leído y meditado tu obra», p. 97), le aconseja «seguir otra ruta» para «huir de este sitio salvaje», esto es, de la senda del pecado (p. 98). A continuación, el mantuano le recomienda que le siga: «yo seré tu guía y te sacaré de aquí» (p. 99). En breves palabras, Virgilio resume el trayecto que harán ambos: el Infierno y el Purgatorio. Luego Dante quedará en manos de «una alma más digna que yo» (Beatriz) para entrar en el Paraíso, ya que Virgilio tiene el paso vedado porque fue pagano. Canto segundo 1. 2. Dante cita a dos personajes ilustres (Eneas, fundador de Roma, y San Pablo, el primer Papa de la Iglesia católica) que visitaron el Infierno antes que él. Con esas palabras muestra su humildad y su respeto hacia ambos sucesores, así como el temor que le provoca semejante empresa. Virgilio pretende ayudar a Dante porque se lo ha solicitado la angelical Beatriz, enamorada del poeta florentino («Amor me impele y es el que me hace hablar», p. 101). Beatriz es el «alma más que digna que yo» a la que había aludido el mantuano en el Canto anterior. Canto tercero 1. 2. La cita alude al Infierno («ciudad del llanto») y al sufrimiento que impera en éste. Fue creado este eterno lugar para que Dios («supremo Hacedor») hiciera justicia. La sentencia concluye con un apóstrofe a quienes han de entrar en el Infierno para que abandonen toda esperanza de salir de él (p. 104). Tras oír la temible explicación de Virgilio sobre el río Aqueronte («Por aquí no pasa nunca un alma pura», p. 107), una suerte de temblor, seguido del viento y de los relámpagos, sacude la www.planetalector.com -2- Solucionario: “Divina Comedia” sombría campiña. El espanto de Dante es tal, que pierde el sentido (p. 180). Canto cuarto 1. 2. Los espíritus que están en el Limbo no son pecadores, pero permanecen en él porque no fueron bautizados o bien porque vivieron antes del cristianismo y, por tanto, no adoraron a Dios, el «Ser poderoso» (p. 109). Respuesta libre. Entre los muchos y variopintos personajes citados en estas páginas se cuentan Homero, Horacio y Ovidio, Electra, Héctor y Eneas, César, Camila y Pentesilea, Sócrates, Platón, Demócrito y Empédocles, o Dioscórides, Séneca, Avicena, Galeno y Averroes. Como señala Ángel Chiclana en la p. 111, nota 54, la larga lista es «muy del gusto de la literatura didáctica, recurso que nos sirve para conocer la valoración que el hombre medieval hacía de la historia, la leyenda y la mitología». Canto quinto 1. 2. 3. Minos fue rey de Creta y, por su profesión de legislador, juez del Infierno tras su muerte. Su deber es examinar y juzgar las culpas de quienes entran en el lugar. Mediante las vueltas de su cola indica el Círculo al que debe ser enviada el alma pecadora (pp. 113-114). Dante los compara con los estorninos y las grullas por el castigo que sufren en el Infierno. Se mueven como los primeros, arrastrados por un torbellino que les impide descansar, y gimen como las segundas (pp. 114-115). La desgracia de Francesca de Rímini procede de Amor, quien la condujo a entregarse al placer desenfrenado (p. 117). Su relación adúltera con Paolo nació de la lectura conjunta de las aventuras de Lanzarote (o Lancelot), enamorado a su vez de Ginebra, esposa del rey Arturo: «Aquella lectura hizo que nuestros ojos se buscaran muchas veces y que palideciera nuestro semblante; mas un solo pasaje fue el que decidió de nosotros: cuando leímos que la deseada sonrisa de la amada fue interrumpida por el beso del amante, éste, que jamás se ha de separar de mí, me besó tembloroso en la boca» (pp. 117-118). Entre los personajes a los que la lectura turbó el entendimiento se encuentran dos de las figuras más prominentes de la literatura occidental: don Quijote y madame Bovary. www.planetalector.com -3- Solucionario: “Divina Comedia” Canto séptimo 1. Los iracundos y los melancólicos. Los que están a la vista son las almas de aquellos que se dejaron dominar por la ira, mientras que los que se ven obligados a permanecer bajo el lodo son los melancólicos, de cuyas gargantas sólo sale barro (p. 125). Canto nono 1. 2. 3. Medusa fue una bella doncella que, al enamorarse de Neptuno, se atrevió a profanar el templo de Minerva. Ésta la transformó en un terrorífico monstruo de cabellos compuestos por serpientes y una mirada de poder petrificante. Entre las representaciones pictóricas más célebres del personaje están las de Caravaggio y Rubens, y, entre las escultóricas, las de Cellini (donde aparece vencida por Perseo) y Bernini. Se les puede sugerir a los alumnos que comparen unas y otras. Con unos animales de aspecto grotesco, las ranas, huyendo de la culebra enemiga (p. 132). Las almas de los herejes o heresiarcas, enterradas en sepulcros llameantes y con las losas levantadas (p. 133). Canto undécimo 1. Trabajo de investigación. Uno de los objetivos de este ejercicio es que los estudiantes perciban cómo, pese al paso de los siglos, la condición humana no ha variado tanto: si en tiempos de Dante se robaba y mataba, los periódicos actuales aparecen sembrados de similares noticias. Asimismo, el presente trabajo de investigación puede servir para que los alumnos se familiaricen con la búsqueda de noticias por temas o secciones en la prensa digital. Canto duodécimo 1. 2. Le recuerda que allí donde está (primer recinto del Séptimo Círculo) no hallará a Teseo, rey de Atenas, quien le dio muerte, y por tanto no pondrá vengarse de él. Teseo contó con la ayuda de Ariadna, hermana del Minotauro, para salir del laberinto donde se encontraba el monstruo (p. 143). Los centauros, armados con saetas (p. 144). www.planetalector.com -4- Solucionario: “Divina Comedia” Canto decimotercero 1. Se trata de las almas de aquellos que atentaron contra sus propias vidas y por ello fueron metamorfoseados en ramas y troncos. Al suicidarse, fueron despojados de su forma humana, si bien siguen sangrando y sienten dolor (pp. 148-149). Según explica el suicida Pier Della Vigna, el proceso de transformación que experimentan es el siguiente: el alma abandona el cuerpo y Minos la envía al Séptimo Círculo. Cae en la selva de manera azarosa, germina, brota como un retoño y luego se convierte en planta silvestre. Las Arpías devoran sus hojas y el alma siente un gran padecimiento (p. 150). Canto decimoquinto 1. Brunetto Latini anuncia las persecuciones de las que Dante sería objeto por parte de sus conciudadanos. Nuestro poeta participó en 1289 en la batalla de Campaldino, que supuso la victoria de los güelfos florentinos (partidarios del poder papal) sobre los exiliados gibelinos. Perteneciente, por tanto, al bando de los güelfos, el poeta acabó, sin embargo, siendo víctima de la radicalización de éstos. Así, fue condenado a un exilio que duró veinte años y sólo finalizó con su muerte. La reacción de Dante ante las palabras proféticas de Brunetto Latini es prudente: dice que guardará esas palabras para referírselas a una Dama (Beatriz) y manifiesta su disposición a «correr todos los azares de la Fortuna con tal de que mi conciencia no me remuerda nada» (p. 159). Canto decimosexto 1. 2. 3. Se mueven las tres sombras formando un círculo y miran hacia Dante sin dejar de girar. El poeta los compara con los antiguos gladiadores (p. 161). «Los advenedizos y las rápidas fortunas han engendrado en ti, Florencia, tanto orgullo e inmoderación, que tú misma te lamentas ya por esa causa» (p. 162). El debate podría vertebrarse en torno a los motivos por los que Dante pide circunspección (seriedad, gravedad) para tratar y dirigirse hacia quienes son capaces de comprender e interpretar los sentimientos de los demás, una habilidad en franca www.planetalector.com -5- Solucionario: “Divina Comedia” decadencia. Se trata, al cabo, de una actitud de deuda y respeto hacia aquellos que, como el mismo Virgilio, son más sabios. El debate también puede dirigirse a cuestionar la oportunidad o el valor de esta habilidad frente a otras encomiadas por Dante en la Divina Comedia. Canto decimoctavo 1. 2. Se trata de Jasón, héroe de la mitología griega que dirigió la expedición de los argonautas y dio con el vellocino de oro. Está en ese foso porque, a su paso por la isla de Lemnos, sedujo a la joven Hipsipila y la abandonó pese a que ésta quedó embarazada. Posteriormente sedujo Jasón a Medea (p. 170). Permanecen hundidos en letrinas llenas de excrementos (p. 171). Canto decimonono 1. 2. La simonía consiste en la compra o venta de cosas espirituales, como los sacramentos, o temporales, como las prebendas o beneficios eclesiásticos. Fue Simón, mago de Samaria, quien dio nombre a esta práctica: intentó comprar a los apóstoles Pedro y Juan la facultad de transmitir el Espíritu Santo mediante la imposición de manos, pero el primero lo rechazó. Permanecen sumidos boca abajo en unos pozos ciertamente estrechos. Sus piernas sobresalen del brocal y los pies arden en llamas (p. 173). Canto vigésimo 1. El cuerpo de los adivinos aparece extrañamente retorcido: el rostro mira hacia las espaldas y caminan hacia atrás. Así, cuando lloran, las lágrimas les caen por la espina dorsal (p. 177). Virgilio desvela la relación entre pena y pecado: «Mira cómo ha convertido sus espaldas en pecho: por haber querido ver demasiado hacia delante, ahora mira hacia atrás y anda su camino al revés» (p. 178). www.planetalector.com -6- Solucionario: “Divina Comedia” Canto vigésimo tercero 1. 2. 3. Dante presencia una riña de demonios que asocia con la fábula de la rana y el topo (pp. 188-189). En ésta, una rana ayuda a un topo a cruzar una charca con la intención de ahogarlo. El topo, precavido, ata una de sus patas a la del batracio y ofrece resistencia, pero un gavilán lo atrapa y se lleva también consigo a la rana, devorando a ambos. Dante subraya su relación paternofilial con el poeta: «Mi Guía me agarró súbitamente, como una madre que, despertada por el ruido y viendo brillar las llamas cerca de ella, coge a su hijo y huye, y teniendo más cuidado de él que de sí misma, no se detiene ni aun a ponerse una camisa» (p. 189). «Jamás corrió tan rápida el agua por el canal de un molino, cuando más se acerca a las paletas de las ruedas, como descendió por aquel declive mi Maestro, llevándome sobre su pecho cual si fuese hijo suyo y no su compañero» (p. 190). Los hipócritas están hundidos en un abismo, llorosos y fatigados. Llevan capas con capuchas doradas por fuera pero de pesado plomo por dentro. Se trata, como nota Dante, de un «manto fatigoso por toda la eternidad» (p. 190). Canto vigésimo cuarto 1. 2. El adjetivo «dantesco» acostumbra a emplearse para describir escenas o situaciones que causan terror y espanto. En la actualidad es común utilizarlo en la descripción de los escenarios asociados a los accidentes de tráfico, los atentados terroristas o las catástrofes naturales. Arden y se convierten en cenizas pero, en consonancia con el carácter eterno de los castigos, su cuerpo se rehace y el tormento vuelve a comenzar (p. 195). Canto vigésimo quinto 1. Dante alude a Ovidio por sus Metamorfosis, ya que en este Canto presencia extrañas escenas de transformación, como la del espíritu que se funde en un macabro abrazo con un reptil (pp. 198-199). Con esta mención también pretende encarecer el carácter insólito de la escena que se dispone a narrar, otra asombrosa fusión de hombre y serpiente (pp. 199-200). Ni www.planetalector.com -7- Solucionario: “Divina Comedia” siquiera Ovidio, viene a decir Dante, recogió escenas similares en sus Metamorfosis. Canto vigésimo sexto 1. A que convenció a sus compañeros de emprender un viaje que les condujo a la muerte (pp. 204-205). Por utilizar el fraude con una finalidad política, Ulises fue condenado al octavo foso del Octavo Círculo. Canto vigésimo octavo 1. 2. 3. «¿Quién podría jamás, ni aun con palabras sin medida, por más que lo intentase muchas veces, describir toda la sangre y las heridas que vi entonces? No existe ciertamente lengua alguna que pueda expresarlo, ni entendimiento que retenga lo que apenas cabe en la imaginación» (pp. 209-210). Con estas palabras pretende el poeta subrayar el carácter inenarrable o inefable de la escena que presenció y va a intentar describir. Mahoma ha sido abierto desde la cabeza hasta el bajo vientre, de modo que el interior de su cuerpo está totalmente expuesto: los intestinos le cuelgan por las piernas, se ve su corazón latir y el saco de los excrementos. Cuando sus heridas se cierran, un demonio vuelve a abrirlas (p. 210). La exposición de su organismo se corresponde con la diseminación del escándalo (se entiende que religioso). En cuanto a Bertrand del Born, el trovador ha sido decapitado y lleva en la mano su cabeza cortada, como si se tratara de una lámpara (p. 213). Según explica él mismo, «Por haber dividido a personas tan unidas llevo, ¡ay de mí!, mi cabeza separada de su principio, que queda encerrado en este tronco. Así se cumple conmigo la pena del talión» (p. 214). La conciencia es, según Dante, «esa buena compañera que, confiada en su pureza, fortifica el corazón del hombre» (p. 213). Canto trigésimo 1. Putifar es un personaje del Antiguo Testamento que intentó seducir al joven José y que, al ser rechaza por éste, le acusó ante su marido de haber querido violarla. Se trata, por tanto, de www.planetalector.com -8- Solucionario: “Divina Comedia” 2. una calumniadora que «Por efecto de su ardiente fiebre» despide ese fétido vaho (p. 221). Porque Dante pierde el tiempo asistiendo a estúpidas discusiones, cuando su cometido es otro. Al parecer de Virgilio, «querer oír esto es querer oír una bajeza» (p. 222). Canto trigésimo primero 1. 2. Con el cuerno de Roland, el protagonista del cantar de gesta Le Chanson de Roland: «No hizo sonar tan terriblemente su trompa Roland después de la dolorosa derrota en que Carlomagno perdió el fruto de su santa empresa» (p. 223). Las torres sumidas en las tinieblas que ve Dante son en realidad, según le hace notar Virgilio, gigantes metidos hasta el ombligo en pozos (p. 224). Canto trigésimo segundo 1. 2. 3. Un estilo «áspero y ronco», acorde con el sombrío pozo por el que anda el protagonista, «el fondo de todo el Universo» (p. 228). El recinto se llama «Caína». El nombre deriva del de Caín, el personaje bíblico que traicionó y mató a su hermano Abel. No en vano, Caína está reservado a aquellos que traicionaron a sus parientes. Las sombras de los traidores permanecen sumergidas en un lago tan helado «que parecía de vidrio y no de agua». Sus dientes hacen «el mismo ruido que la cigüeña con su pico» y tienen el rostro entristecido vuelto hacia abajo (p. 228). El frío que padecen es tan intenso que las lágrimas se congelan en sus ojos; una de las sombras incluso ha perdido las orejas (p. 229). Tanto impresiona su aspecto a Dante que afirma: «desde entonces tengo horror, y lo tendré siempre, a los estanques helados» (p. 230). Canto trigésimo tercero 1. Trabajo de investigación. Pueden citarse las esculturas decimonónicas de los franceses Jean-Baptiste Carpeaux o Rodin, quienes representan a un Ugolino pensativo rodeado de sus suplicantes hijos. También son dignas de mención las patéticas www.planetalector.com -9- Solucionario: “Divina Comedia” ilustraciones de Henry Füssli y William Blake, elaboradas ambas durante el primer tercio del siglo XIX. Canto trigésimo cuarto 1. 2. 3. Se trata de Lucifer. Al referirse a él de este modo, Dante recuerda la belleza que poseyó este ángel antes de la caída que le llevó a convertirse en el amo del Infierno. Se trata de los traidores Judas Iscariote (quien traicionó a Jesús de Nazaret), Bruto y Casio (que atentaron contra Julio César) (p. 238). Dante y Virgilio toman el camino que les llevará al «mundo luminoso», el Cielo y las estrellas (p. 240). Purgatorio Canto primero 1. 2. 3. «Ahora la navecilla de mi ingenio, que deja en pos de sí un mar tan cruel, desplegará las velas para navegar por mejores aguas» (p. 243). El «mar tan cruel» es el Infierno, las «mejores aguas» el Purgatorio. Según explica Virgilio a Catón, «ahora pretendo mostrarle [a Dante] a aquellos otros espíritus que se purifican bajo tu jurisdicción» (p. 245). Los siete reinos representan los siete pecados capitales (p. 245). Véase la ilustración del Purgatorio en la p. 242. Canto segundo 1. Este «celestial barquero» transporta a las almas de quienes, pese a haber sido salvados, todavía deben purgar sus pecados (pp. 249-250). Canto cuarto 1. Dante emplea el verbo volar en sentido figurado, en su acepción de elevarse espiritual y no físicamente: «quiero decir, como volaba yo, conducido por las ligeras alas y por las plumas de un www.planetalector.com -10- Solucionario: “Divina Comedia” 2. gran deseo, detrás de aquel que reanimaba mi esperanza y me iluminaba» (p. 256). La negligencia es equiparada a la pereza y la indolencia. Así se pone de manifiesto en los «perezosos movimientos» y las «lacónicas palabras» de Belacqua (p. 259), falto de voluntad para subir la montaña. Canto quinto 1. 2. 3. Se trata del rubor o sonrojo causado por la vergüenza. Porque su cuerpo es, a diferencia del de las sombras, opaco y, por tanto, no permite el paso de la luz solar (p. 260). No debemos olvidar que, a diferencia de los seres que le rodean, Dante está vivo y tiene un cuerpo material. «Todos», dicen, «hemos terminado nuestros días por muerte violenta y fuimos pecadores hasta la última hora» (p. 261). Canto sexto 1. Italia es «albergue de dolor», «nave sin timonel en medio de una tempestad» y señora de burdeles (p. 267). En el caso de Florencia, Dante emplea la ironía para subrayar la volatilidad de la justicia («dictas tan sutiles decretos que los que expides en octubre no llegan a mediados de noviembre», p. 268). Florencia también es equiparada aquí a «aquella enferma que no encuentra postura que la acomode sobre la cama y procura hacer más llevadero su dolor dando vueltas y más vueltas» (p. 269). Canto octavo 1. La serpiente está asociada con el pecado original, y, por tanto, con la seducción y la tentación. De hecho, cuando ve a la serpiente, Dante especula con la posibilidad de que sea «la que dio a Eva el amargo manjar» (p. 276). En este caso, el ofidio amenaza la pureza del valle, que a su vez representa el alma humana. El propio Virgilio escribió en sus Bucólicas: «Latet anguis in herba», esto es, ‘La serpiente se oculta entre la hierba’, una sentencia con la que se pretende advertir a los más confiados de que el peligro puede aparecer en cualquier parte, sobre todo en los lugares aparentemente bellos. www.planetalector.com -11- Solucionario: “Divina Comedia” Canto décimo 1. Porque allí se encuentran los soberbios, y la soberbia es el pecado opuesto a la humildad. Las molduras actúan, así pues, a modo de advertencia y ejemplo. De ahí que al final de este canto Dante dirija un apóstrofe a los soberbios: «¡Oh, cristianos soberbios, miserables y débiles, que, enfermos de la vista del entendimiento, os fiáis en vuestros pasos, sin ver que camináis hacia atrás! ¿No observáis que somos gusanos nacidos para formar la angelical mariposa que dirige su vuelo sin impedimento hacia la justicia de Dios?» (p. 286). Canto undécimo 1. Principalmente la arrogancia, que le condujo a despreciar a los demás hombres. Señor del castillo de Campagnatico, este personaje hizo suya la guerra de su padre contra Siena y fue asesinado mientras dormía (p. 288). Canto duodécimo 1. 2. Nuestro protagonista descubre, gracias a la advertencia de Virgilio, una serie de sepulcros cuyas losas, adornadas con relieves, dan fe de los actos de soberbia de quienes allí yacen. Una vez más, sirve esto de advertencia y antiejemplo, de recordatorio y motivo de compasión: «muchas veces arranca lágrimas allí el aguijón del recuerdo, que sólo punza a las almas piadosas» (p. 291). «El que presenció los hechos no vio mejor que yo la verdad de las escenas que fui pisando mientras caminaba inclinado» (p. 293). La historia del general asirio que batalló a las órdenes de Nabucodonosor se relata en el Viejo Testamento. En el asalto a Betulia, se enamoró de la judía Judith, quien lo embriagó y decapitó con ayuda de su criada mientras Holofernes dormía. Numerosos pintores han retratado el momento de la muerte del general; destaca entre todas estas obras el óleo de Artemisia Gentileschi. www.planetalector.com -12- Solucionario: “Divina Comedia” Canto decimotercero 1. 2. La situación en la que encuentra a los envidiosos, cubiertos por una pobre vestimenta, tristemente colocados contra las rocas («como los ciegos a quienes falta la subsistencia se colocan a la puerta de la iglesia y solicitan el socorro de sus necesidades»), y con los párpados cosidos por alambres («como se hace con los gavilanes salvajes para domesticarlos») (pp. 296-297). Porque se cree más soberbio que envidioso y, por tanto, piensa que está más expuesto a sufrir el mismo castigo que los primeros (p. 298). Canto decimoquinto 1. 2. 3. La luz procede de los ángeles del Cielo: «es uno de ellos que viene a invitar a un alma para que suba» (p. 305), explica Virgilio. La eterna virtud «crece sobre la caridad a medida que ésta se aumenta» (p. 306). En otras palabras, mientras más caritativo se es, más aumenta uno su virtud. Es este un debate de índole moral: las palabras del tirano ateniense Pisístrato (siglo VI a.C) plasman la crueldad y la injusticia que en ocasiones rigen el comportamiento de los seres humanos. Si tratamos mal a aquellos que nos aman, ¿qué estaremos dispuestos a hacer a quienes nos detestan, cómo vamos a tratarlos bien? Estas palabras las pronunció Pisístrato cuando su mujer le incitó a que impusiera la pena de muerte a un joven que había besado a la hija de ambos. Canto decimosexto 1. 2. Compara el «aire sucio y acre» con la oscuridad del Infierno y con la de una noche privada de estrellas. Asimismo, cuando Virgilio le ofrece apoyo para guiarle se siente como el ciego que sigue a su lazarillo para no extraviarse o tropezar con algo (p. 309). Redacción. En este discurso, Marco se ocupa de un asunto recurrente en la Divina Comedia: la tensión entre predestinación y libre albedrío, la responsabilidad del ser humano hacia sus propios actos y los subterfugios que empleamos para rehuir esa responsabilidad. A la postre, Marco reivindica el libre albedrío (la potestad, recordemos, de actuar guiados por la reflexión y la www.planetalector.com -13- Solucionario: “Divina Comedia” elección) como el camino para obrar rectamente y perseverar en la virtud. Canto decimoséptimo 1. 2. «Sin duda», dice apostrofando a la fantasía, «te anima una luz que se forma en el Cielo y que desciende por sí misma o por la voluntad divina que nos la envía» (p. 314). Virgilio distingue entre un amor natural, instintivo y que no se equivoca nunca, y un amor racional, guiado por la elección y la voluntad. Este último puede errar por dirigirse a un mal objeto y por exceso o carencia de fervor (pp. 315-316). Canto decimonono 1. A Dante se le aparece en sueños una mujer «bizca, con los pies torcidos, manca y de amarillento color». Súbitamente la mujer embellece bajo la mirada de Dante y empieza a cantar. Es, dice, una «dulce sirena» que distrajo a Ulises de su camino. De repente aparece otra mujer, ésta «santa», que desgarra las vestiduras de la primera y descubre su vientre pestilente (p. 322). Las lecturas que podríamos hacer son varias, aunque parece claro que la primera mujer representa el engaño y la corrupción, y que la segunda se erige en reveladora de la verdad. El editor de la obra, Ángel Chiclana, identifica a la mujer fea con el amor racional puesto en mal objeto y a la segunda con la razón que desenmascara los engaños de los sentidos (nota 122). Canto vigésimo 1. Es la madre de Jesús de Nazaret, que alumbró a su hijo en un portal extremadamente humilde. Por ello es ejemplo de virtud. Canto vigésimo segundo 1. Virgilio quiere decir que el amor puro y virtuoso sólo puede dar como fruto la correspondencia del ser amado. El debate puede partir del cuestionamiento de las mismas palabras del poeta (¿qué es el amor puro y virtuoso?) y plantear, asimismo, si es www.planetalector.com -14- Solucionario: “Divina Comedia” 2. 3. cierto que este tipo de sentimiento siempre resulta correspondido. Si bien Virgilio cree que Estacio pecó de avaricioso, éste le aclara que está expiando la culpa diametralmente opuesta a la avaricia: la liberalidad hiperbólica, la prodigalidad: «Así es que si he permanecido purificándome entre los que lloran su avaricia, ha sido precisamente por el vicio contrario» (p. 337). Se trata de un árbol cargado de olorosas manzanas y situado en medio del camino. Tiene una peculiaridad significativa: se estrecha por su parte inferior, de modo que resulta imposible subir por su tronco. Además, sobre sus hojas cae un manantial de agua cristalina, también inalcanzable (pp. 339-340). Canto vigésimo tercero 1. 2. Son, como explica Forese, los glotones: «Todos esos que cantan llorando por haberse entregado desenfrenadamente al vicio de la gula, deben sacrificarse aquí por medio del hambre y la sed» (pp. 342-343). El olor de la fruta y el rumor del agua (véase el anterior Canto) aviva sus ganas de comer y beber (p. 343). A Forese le salvó el comportamiento pío y virtuoso de Nella, su viuda: «Con sus devotas plegarias y sus suspiros me ha sacado del lugar donde se espera y me ha librado de los otros círculos» (p. 343). Canto vigésimo quinto 1. Dante quiere saber por qué los espíritus de los glotones están tan enflaquecidos. Le extraña que hayan adelgazado cuando no tienen necesidad de alimentarse (p. 351). Estacio, tras una larga explicación donde detalla la formación del cuerpo humano (de acuerdo, claro está, con las teorías de aquella época), cuenta que, cuando el ser humano muere, su alma inmaterial «se separa del cuerpo, llevándose virtualmente consigo sus potencias divinas y humanas»; las facultades sensitivas enmudecen, pero «la memoria, el entendimiento y la voluntad son en sus acciones mucho más sutiles que antes» (p. 353). La sombra o «cuerpo aéreo» que encarna a esta alma se altera y cambia de apariencia en función de la impresión causada por los deseos y otros afectos. De ahí, en fin, que las sombras de los glotones, deseosas de comer, adelgacen. www.planetalector.com -15- Solucionario: “Divina Comedia” 2. «Allí la ladera de la montaña lanza llamas con ímpetu hacia el borde exterior de la cornisa por la que se va ascendiendo; en ese borde, una corriente de aire rechaza las llamas de forma que queda un estrechísimo sendero entre el fuego y el vacío. Por esta razón nos era preciso caminar de uno en uno por el lado descubierto del camino, de modo que si, por una parte, me causaba temor el fuego, por otra temía despeñarme» (pp. 354355). Canto vigésimo sexto 1. Mientras andan apresuradamente, las sombras se besan unas a otras, mientras lanzan exclamaciones sobre casos bíblicos y mitológicos representativos de la lujuria (pp. 256-357). Su vicio no ha sido otro, así pues, que el de entregarse desenfrenadamente a placeres carnales de diverso tipo. El fuego que tanto asusta a Dante es, no obstante, un fuego purificador. Canto vigésimo séptimo 1. Las llamas que debe atravesar el poeta para salir del Séptimo Círculo. Virgilio le asegura que puede traspasar esa barrera de fuego sin miedo a morir: «Ten por cierto que, aunque estuvieras mil años en medio de esa llama, no perderías un solo cabello» (p. 361). 2. Virgilio considera que Dante ha superado ya todas las pruebas que debía pasar y que ha adquirido la madurez. Por eso debe continuar solo su viaje de conocimiento: «No esperes ya mis palabras ni mis consejos; tu albedrío es ya libre, recto y sano, y sería una falta no obrar según lo que él te dicte. Así, pues, te dejo ya señor de ti mismo» (p. 363). Canto vigésimo octavo 1. 2. Se le aparece una hermosa dama, «una mujer sola que iba cantando y cogiendo flores de las muchas de que estaba esmaltado todo el camino» (p. 364). Es esta dama quien explica al poeta las características del Paraíso (pp. 366 y 367). Según averiguaremos en el Canto XXXIII (p. 389), su nombre es Matilde. «A fin de que todas las conmociones producidas más abajo por las exhalaciones del agua y de la tierra, que se dirigen cuanto pueden tras del calor, no molestasen al hombre, se elevó este www.planetalector.com -16- Solucionario: “Divina Comedia” 3. 4. monte hacia el cielo tanto como has visto y está libre de todas las perturbaciones desde el punto donde se cierra su puerta» (p. 366). Se trata de un sitio idílico, asimilable a la Edad de Oro de los clásicos (p. 367). Porque es la voluntad de Dios quien proporciona este bien a la tierra (pp. 366-367). Al cabo, se trata de un lugar donde «la primavera y los frutos son eternos» (p. 367). El río Leteo, que «en el otro lado» lleva por nombre Eunoé, borra la memoria del pecado y renueva el recuerdo de toda buena acción (p. 367). Canto trigésimo 1. Por fin aparece Beatriz, «coronada de oliva sobre su velo blanco, cubierta de un verde manto y vestido del color de una vívida llama» (p. 373). Dante siente nuevamente «el gran poder del antiguo amor, a causa de la oculta influencia que de ella emanaba» (p. 373). Cuando se dirige a Virgilio para comunicarle sus sensaciones, descubre, desolado, que éste ha desaparecido: «Pero Virgilio nos había privado de sí. Virgilio, el dulcísimo padre; Virgilio, que me había sido enviado por ella para mi salvación» (p. 374). Canto trigésimo primero 1. 2. «Las cosas presentes con sus falsos placeres desviaron mis pasos apenas se me ocultó vuestro rostro» (p. 377), dice, lloroso y avergonzado, Dante. Su amada le responde: «A la primera herida que te causaron las cosas engañosas del mundo debiste elevar los ojos al Cielo, siguiéndome a mí, que había dejado ya de ser engaño» (p. 378). Obviamente, la purificación: se trata de una suerte de bautizo que le hace olvidar sus pecados y le proporciona una nueva oportunidad de obrar virtuosamente. Canto trigésimo tercero 1. 2. Beatriz alude al árbol de la ciencia (p. 388), el mismo que motivó el pecado original. Se refiere a visitar el Paraíso, donde transcurrirá la tercera parte de la Divina Comedia. www.planetalector.com -17- Solucionario: “Divina Comedia” Paraíso Canto primero 1. 2. 3. Su estancia en el Cielo, en el reino santo. Lo allí visto es inefable («vi tales cosas, que ni sabe ni puede referirlas el que desciende de allá arriba», p. 393), aunque intentará dar cuenta de ello: «Sin embargo, todo cuanto mi mente haya podido atesorar de lo concerniente al reino santo será en lo sucesivo objeto de mi cántico» (p. 393). Porque es el dios y padre de la poesía. Si anteriormente Dante había apostrofado a las Musas, ahora, al referirse al Paraíso, lo hace directamente a Apolo en busca de inspiración. En el caso de que éste le sea favorable, «me verás acudir a tu árbol querido y coronarme de laurel, pues el asunto de mi canto y tu favor me harán digno de ello» (p. 394). Beatriz adopta un papel muy similar al que antes ejerciera Virgilio, el de guía, madre y maestra. Así, la dama, que «veía en mi anterior como yo mismo» (pp. 395-396), reprende a Dante por su excesivo entusiasmo, o bien se dirige a él «con aquel aspecto de que se reviste la madre al oír un desvarío de su hijo» (p. 396). Canto tercero 1. 2. Si el Narciso de Ovidio confundió un reflejo (su propio rostro) con una imagen material, aquí Dante comete el error inverso al creer que los «muchos rostros prestos a hablarme» son «imágenes reflejadas en un espejo» (p. 403). Siendo jovencita, Piccarda huyó del mundo para hacerse clarisa. Sin embargo, «algunos hombres más habituados al mal que al bien me arrebataron de la dulce clausura» (p. 405). Piccarda fue obligada por su familia a abandonar el convento y a casarse. El incumplimiento de sus votos fue, así pues, contrario a su voluntad. Canto cuarto 1. Según Beatriz, en cierto modo Piccarda (y también Constanza) contribuyó a la violencia que se ejerció contra ella al aceptarla: «Si hay verdadera violencia cuando el que la sufre no se adhiere en nada a aquel que la comete, aquellas almas no pueden www.planetalector.com -18- Solucionario: “Divina Comedia” servirse de ella como excusa, porque la voluntad, si no quiere, no se aquieta, sino que hace lo que hace el fuego, aunque lo tuerzan mil veces con violencia. Por lo cual, si la voluntad se doblega poco o mucho, sigue a la fuerza; y así hicieron aquéllas, pues pudieron haber vuelto al sagrado lugar» (p. 408). En palabras de Ángel Chiclana (nota 23): «Puede violentarse la actuación, pero no la voluntad de aquel a quien se fuerza a actuar». El debate debería girar en torno a los argumentos de unos y otros; una parte de la clase puede identificarse con el dubitativo Dante y otro con la rectísima Beatriz. Canto quinto 1. 2. 3. Al libre albedrío: «¿cómo puedes ser libre para dispensarte de un voto si ya, cuando lo hiciste, renunciaste libremente a tu libertad?» (p. 411). Beatriz arguye que si el ser humano actúa bajo los principios de reflexión y elección debe asumir las consecuencias de sus decisiones. Asimismo, indica más abajo que el pacto que se establece con Dios al hacer un voto «no se cumple más que manteniéndolo» (p. 411). Recomienda la dama que los compromisos tengan un trasfondo piadoso y no procedan de una ambición terrenal (p. 412). «Piensa, lector, cuál sería tu impaciente anhelo de saber si yo interrumpiese aquí mi relato y por ti mismo comprenderías cuánto era mi deseo de conocer la condición de estas almas cuando se presentaron ante mi vista» (p. 413). Canto octavo 1. 2. 3. Dante ve a Beatriz más bella, más hermosa (pp. 424). Esto se debe tanto a que Venus es la diosa del amor como a la cada vez menor distancia que separa a la Guía celestial de la Divinidad. Si Dante entiende las explicaciones de Carlos Martel, verá claro («volverás el rostro a lo que preguntas») lo que ahora no comprende («vuelves la espalda»). Redacción. Para llevar a buen puerto este ejercicio, será útil que el estudiante tenga en cuenta la naturaleza social del ser humano y se plantee una hipotética situación en que hombres y mujeres permanezcan solos, aislados. www.planetalector.com -19- Solucionario: “Divina Comedia” Canto décimo 1. 2. 3. A las buenas artes de su amada: «Era Beatriz la que de tal modo me hacía pasar de bien a mejor tan súbitamente que su acción no se sujetaba al transcurso del tiempo» (p. 435). Un poco más abajo, Beatriz le pide que dé las gracias «al Sol de los ángeles, que por su bondad te ha elevado a este Sol sensible». «¡Qué luminosas debían ser las almas que se encontraban dentro del Sol, puesto que se distinguían por una mayor luminosidad!» (p. 435). Elaboración de una biografía. Canto undécimo 1. Tomás de Aquino considera que los dominicos, con algunas excepciones, se han apartado de las reglas pronunciadas por su fundador: «Pero su rebaño se ha vuelto tan codicioso del nuevo alimento, que no puede menos de esparcirse por diversos prados; y cuanto más lejos de él van sus vagabundas ovejas, más exhaustas de leche vuelven al redil. Algunas de ellas, temiendo el peligro, se agrupan junto a su pastor, pero son tan pocas que no se necesita mucho paño para sus capas» (p. 442). Canto decimotercero 1. 2. Esa «costilla» no es otra que la de Adán; de ella nació Eva, quien le invitó a pecar con su «hermosa boca». Su acto «costó tan caro a todo el mundo» porque de él surge el pecado original. Aquel que fue «atravesado de una lanza» es Jesús de Nazaret, quien salvó al ser humano al asumir «toda culpa cometida antes y después». «Los hombres no deben aventurarse a juzgar, como hace el que aprecia las mieses en el campo sin estar granadas, porque he visto el zarzal áspero y punzante durante todo el invierno y luego cubrirse de rosas en su cima; y he visto a la nave surcar recta y veloz durante su viaje y perecer en la entrada del puerto» (pp. 451-452). www.planetalector.com -20- Solucionario: “Divina Comedia” Canto decimocuarto 1. La forman luces que emiten «vívidos destellos» y «una melodía que me arrebataba a pesar de no comprender el himno» (p. 455). Estas luces son las almas de los mártires de la fe. Canto decimoquinto 1. 2. Según explica el antepasado de Dante, el bisabuelo de éste, Alighiero, fue hijo de Cacciaguida. En este discurso adquiere gran relevancia la ciudad de Florencia, que en sus tiempos «estaba en paz, sobria y honrada» (p. 458). El antepasado de Dante destaca la austeridad y el recato con el que vivían los florentinos, vivamente opuestos al lujo y la opulencia presentes (pp. 458-459). Hace hincapié, asimismo, en su nacimiento y en su noble estirpe, así como en su paso por Tierra Santa (p. 460). Canto decimosexto 1. «La confusión de las personas fue siempre el principio de las desgracias de las ciudades, como la mezcolanza de los alimentos lo es de las del cuerpo, pues un toro ciego cae más pronto que un cordero ciego, y muchas veces corta más y mejor una espada que cinco» (p. 463). En otras palabras, atribuye al crecimiento de la ciudad y a su creciente población el origen de los problemas. Es más fácil gobernar un estado pequeño pero unido que otro grande y dividido o descompuesto («muchas veces corta más y mejor una espada que cinco»). Canto decimoséptimo 1. 2. La amada le pide que hable no para hacer explícito un deseo que es evidente, sino «para que te atrevas a manifestar tu sed, a fin de que otros te den de beber» (p. 466). El deseo de Dante no es otro que el de saber cómo ve Cacciaguida su futuro: «quisiera saber cuál es la suerte que me está reservada, pues el dardo previsto hiere con menos fuerza» (p. 466). El antepasado le anuncia que «tendrás que salir de Florencia» a causa de «los que meditan allá donde diariamente se vende a Cristo», esto es, el Vaticano. Profetiza, asimismo, que se verá www.planetalector.com -21- Solucionario: “Divina Comedia” obligado a soportar «una compañía estúpida y malvada», la de los güelfos con los que después rompió relaciones (p. 467). Véase al respecto el apartado de esta guía relativo al Infierno, XV. Canto decimoctavo 1. Dante se siente liberado de todo otro deseo que no sea el de contemplarla (recordemos que un momento antes estaba «atemperando lo amargo con lo dulce», p. 469), «pues el placer eterno que irradiaba directamente sobre Beatriz me hacía dichoso al verlo reflejado en su hermoso rostro» (p. 470). La amada sonríe y le pide que escuche a Cacciaguida, «que no está solamente en mis ojos el Paraíso» (p. 470). La hermosura creciente de la dama se debe a que cada vez está más cerca Dante de la virtud y la divinidad. Canto vigésimo 1. 2. El Águila, compuesta por una multitud de almas, simboliza la unión de los cristianos bajo la corona imperial. Su parte más noble es el ojo, ya que, según explica la misma ave, «en las águilas mortales contempla y soporta la luz del Sol» (p. 478). El centro del ojo, la pupila, la ocupa quien fue cantor del Espíritu Santo, el rey David, «que transportó el Arca de ciudad en ciudad» (p. 478). Se trata de las almas de Trajano y Rifeo, ambos paganos, de ahí el asombro de Dante. A la postre, su presencia demuestra que los bondadosos pueden salvarse pese a ser paganos. En palabras del Águila, «No salieron paganas de sus cuerpos, como crees, sino cristianas, teniendo fe viva, la una en los pies que debían ser crucificados y la otra en los que ya no habían sido pies» (p. 480). Trajano se salvó gracias a las oraciones del papa Gregorio Magno, y Rifeo gracias a su amor a la justicia. En ambos casos los pies mencionados son los de Jesús de Nazaret. Canto vigésimo primero 1. Dentro de la esfera de Saturno, en el séptimo cielo, «vi una escala del color del oro en que se refleja un rayo de sol, y tan elevada que mis ojos no podían seguirla. Vi además bajar por www.planetalector.com -22- Solucionario: “Divina Comedia” sus escalones tantos resplandores, que pensé que todas las luces que brillaban en el Cielo estaban concentradas allí» (p. 483). Una de esas luces es Pedro Damián, quien le cuenta a Dante su historia (pp. 484-485). Canto vigésimo segundo 1. «Estás tan cerca de la última salvación», le dice Beatriz, «que debes tener los ojos claros y penetrantes». Por eso le conmina a mirar hacia abajo, para que contemple «cuántos mundos he puesto bajo tus pies, a fin de que tu corazón se presente tan gozoso como pueda ante la triunfante multitud que alegre acude por esta bóveda atérea» (p. 489). Dante ve las siete esferas y el globo terráqueo «tan pequeño, que me reí de su vil aspecto». Puede mirar, además, directamente al Sol, hijo de Hiperión, así como los planetas Mercurio («hijo de Maya»), Venus («hija de Dione») y Júpiter (p. 489). Canto vigésimo cuarto 1. 2. 3. Dante elude una descripción detallada del fulgor porque su canto es tan divino que «mi fantasía no ha podido retener su encanto: por lo cual mi pluma pasa adelante sin describirlo, pues para pintar tales bellezas carece de matices no ya la lengua, sino la misma imaginación» (p. 495). Ese fulgor es, en palabras de Beatriz, el «Gran Paladín, a quien nuestro Señor dejó las llaves que llevó a la Tierra desde aquí arriba»: San Pedro. Le ruega que examine a Dante sobre la Fe, ya que este recinto «ha conseguido ciudadanos por medio de la Fe veraz» (p. 495). San Pedro asimila metafóricamente la Fe con una moneda (p. 496) y con una joya (p. 497). Ambas imágenes no buscan sino encarecer el valor de esta virtud. Canto vigésimo quinto 1. «La Esperanza es una expectación cierta de la vida futura, producida por la Gracia divina y los méritos anteriores» (p. 500), afirma el poeta. Dante entiende la Esperanza de acuerdo con la doctrina cristiana, donde se considera una virtud por la que se espera que Dios dé aquello que prometió. www.planetalector.com -23- Solucionario: “Divina Comedia” Canto vigésimo séptimo 1. 2. El que pronuncia estas palabras es San Pedro, el primer Papa. Según se pone de manifiesto en su parlamento, que prosigue en la p. 509, pretende denunciar la corrupción del Papado, que ha profanado su tumba y la de sucesores como Sixto, Pío, Calixto y Urbano. Beatriz lanza una imprecación contra el deseo de bienes terrenos y carnales (concupiscencia), puesto que ésta corrompe a los seres humanos. Únicamente son inocentes y piadosos los niños. Canto vigésimo nono 1. La presencia de los ángeles en el arte occidental es recurrente. Valgan como ejemplo los cuadros de Rafael o Murillo (convertidos los primeros en iconos populares, motivo de cuadernos y calendarios), el libro de poemas Sobre los ángeles (1929) de Alberti, la película de Wim Wenders Cielo sobre Berlín (1987), su presencia en la publicidad (actualmente hay una marca de quesos para untar que se sirve en sus anuncios televisivos de la figura del ángel) o la célebre estatua a otro tipo de ángel, el Caído, ubicada en el Retiro de Madrid. Muy recientemente, tras el renacido éxito en la cultura popular de vampiros y zombis, se ha pretendido despertar el interés por los ángeles. Muestra de ello es la novela de Danielle Trussoni Angelology, publicada por la editorial Planeta. Canto trigésimo 1. 2. Es de naturaleza divina: «La belleza que en ella vi no sólo está fuera del alcance de nuestra inteligencia, sino que creo con certeza que su Hacedor es el único que la comprende completamente» (p. 521). Por eso el poeta se declara «vencido» y reconoce que «ahora es preciso que mi poema desista de seguir cantando la belleza de mi Dama, como hace todo artista que llega al último esfuerzo en su arte» (p. 521). Como «pura luz, luz intelectual, llena de amor; amor de verdadero bien, lleno de gozo; gozo superior a toda dulzura. Aquí verás una y otra milicia de Paraíso y a una de ellas bajo www.planetalector.com -24- Solucionario: “Divina Comedia” 3. aquel aspecto con que la contemplarás en el Juicio Final» (p. 521). «Allí, el estar cerca o lejos no da ni quita, porque donde Dios gobierna sin interposición de causas secundarias no ejerce ninguna acción la ley natural» (p. 523). El orden que rige los sentidos y las cosas es, pues, de carácter divino. Canto trigésimo primero 1. 2. Tras contemplar la cándida rosa formada por el alma de los bienaventurados, tras abarcar con su mirada «la forma general del Paraíso», Dante se gira hacia Beatriz para hacerle algunas preguntas, pero en su lugar encuentra a un anciano de aspecto dulce y benigno. Se trata de San Bernardo (pp. 525-526). Según explica el santo, es Beatriz quien le ha enviado «para poner fin a tu deseo; y si miras al tercer círculo a partir de la grada superior, la verás ocupar el trono en que la han colocado sus méritos» (p. 526). Beatriz ha cumplido con su cometido y ha pasado a ocupar el lugar de honor que merece. De la visión de la Virgen María: «Aun cuando tuviera tantos recursos para decir como para imaginar, no me atrevería a expresar la más mínima parte de sus delicias» (p. 527). Canto trigésimo tercero 1. Con la sensación que queda después de soñar sin recordar lo soñado: «Como el que ve soñando y después del sueño conserva impresa la sensación que ha recibido, sin que le quede otra cosa en la mente, así estoy yo ahora, pues casi se está desvaneciendo del todo mi visión, aunque aún destila en mi pecho la dulzura que nació de ella» (p. 534). También emplea la imagen de la nieve que se derrite ante el Sol y la de la dispersión de las sentencias de la Sibila. Otras propuestas Sugerir a los alumnos la búsqueda y el análisis de representaciones pictóricas y escultóricas de la Divina Comedia, desde las clásicas de Botticelli o, posteriormente, William Blake, Doré o Rodin, hasta las más recientes, como las propuestas en diversos cómics o en el videojuego Dante’s Inferno. www.planetalector.com -25-