EVALUACIÓN DEL AÑO LEGISLATIVO 17 de diciembre de 2013

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EVALUACIÓN DEL AÑO LEGISLATIVO
17 de diciembre de 2013
Hola amigos de Coparmex,
Una verdadera democracia no puede funcionar sin el contrapeso real de los poderes. En este sentido, el Congreso de la
Unión juega un papel determinante en el fortalecimiento de nuestras instituciones, como el espacio de la discusión pública
a través de los representantes populares.
Este año la agenda de reformas fue muy amplia y el Congreso fue protagonista en su aprobación. En el balance de
Coparmex para este año legislativo encontramos avances históricos y reformas de contenido riesgoso para la economía,
discusiones trascendentes que pueden cambiar la realidad y espectáculos francamente penosos para una democracia que
requiere consolidarse.
Reconocemos que el trabajo del Congreso fue intenso y productivo, incluso con las reformas con las que el sector
productivo del país mostró diferencias, pero creemos que aún hay mucho por trabajar para tener un poder legislativo
verdaderamente representativo.
El Pacto por México introdujo una agenda de reformas, originalmente ciudadana, a la que el Congreso le dio trámite,
discutiéndola y votando. El resultado de este consenso se materializó en 9 grandes reformas:
 Educativa,
 Telecomunicaciones,
 Competencia,
 al sistema financiero,
 Transparencia,
 Fiscal,
 Política,
 Energética y
 Anticorrupción
Los avances en materia energética son históricos. Dimos un paso que habíamos postergado durante años, al cambiar la
constitución para permitir la colaboración público – privada en nuestra industria energética.
Los cambios en materia educativa también son trascendentes, pues nos permiten iniciar una nueva etapa en favor de la
calidad educativa, con nuevos mecanismos de evaluación.
Las reformas de Competencia, Telecomunicaciones y Financiera ayudarán a mejorar el entorno económico, facilitando el
crecimiento de las PYMES.
Por otro lado, la reforma política introdujo un avance histórico, al permitir la reelección consecutiva de legisladores y
alcaldes. Este avance supone un importante paso para mejorar la representatividad de nuestras instituciones, sin embargo
aún debe de acompañarse de más transformaciones, de más profundidad, en transparencia, anticorrupción y sobre todo
participación ciudadana, en esta democracia en que vivimos, para que podamos pensar en un sistema político más sólido.
En materia fiscal, el debate legislativo no fue capaz de generar un esquema verdaderamente transformador en materia
hacendaria. Los nuevos impuestos se introdujeron sin un compromiso real para enmendar la ineficiencia probada del
gasto público en México. Uno de los retos económicos que el sector privado tiene por delante para este 2014 es
precisamente internalizar los costos que supone esta reforma. Vivir la reforma, afrontar los nuevos retos dentro de la
empresa.
De manera general podemos decir que lo negativo de este año legislativo fueron los intentos de evitar que el Congreso
cumpliera con su función de parlamento, al secuestrar la tribuna o cercar las entradas a los edificios legislativos.
Abandonar el diálogo nunca debe ser opción viable para los representantes ciudadanos.
En el balance, este año también fue el primero en que la sociedad se informó y participó del debate legislativo, y pidió
cuentas a sus legisladores. Los ciudadanos hicieron público e informaron el sentido del voto de los representantes en los
temas que más les afectaban. Es una práctica que llegó para quedarse, propia de las democracias más avanzadas. Los
votos se conocen y las consecuencias sociales de éstos se deben asumir con responsabilidad. Para bien o para mal.
En Coparmex vemos dos retos centrales para el siguiente año legislativo:
Por un lado consolidarse como poder autónomo frente al ejecutivo. En el mediano plazo la reelección será un instrumento
para esos efectos, pero desde el siguiente año debemos ver una mayor vocación para dignificar al congreso y a la tarea
parlamentaria del diálogo representativo. La sociedad quiere ver más discusiones de altura y menos espectáculos
denigrantes. Los mexicanos queremos un Congreso en el que se debata y en el que también se sepa acordar.
Para esto, es determinante que los legisladores respondan realmente a los intereses de los ciudadanos y cada vez menos
a las consignas de su partido.
Por otro lado, con el mismo ímpetu con que se votaron y discutieron las reformas constitucionales, deben aprobarse las
leyes secundarias que se necesitan para operar y transformar la realidad. La plataforma que todos los mexicanos
necesitamos para el desarrollo. La peor conclusión que podríamos tener para este productivo año legislativo, es que los
grandes cambios que se dieron no sean implementados adecuadamente y que por ello, se queden simplemente en
modificaciones cosméticas de la realidad. Pagar el alto costo de los cambios para que, al final, todo siga igual, sería el peor
de los mundos para un México con rezagos históricos.
Una de las principales necesidades que tiene el país es la de reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestro pasado.
Para lograrlo, el Congreso puede hacer mucho para cambiar esa cultura de la confrontación que tanto daño le ha hecho
al país, para lograr una cultura solidaria de generosidad, de reconocimiento a las posturas del otro y de diálogo respetuoso
para el Bien Común. En el Congreso es donde todas las voces se encuentran, por eso deben confrontarse pero también
por eso, la síntesis debe ser siempre superior a las partes.
Esa es la tarea suprema del Congreso, lograr la síntesis de todas las expresiones que ahí se manifiestan, para crear un
México más justo, más incluyente y con mejores condiciones de vida para todos.
Les deseo una semana exitosa, y en la víspera de las fiestas navideñas, la compañía de su familia.
Act. Juan Pablo Castañón Castañón
Presidente Nacional
@jpcastanon
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