MARIO VARGAS LLOSA Travesuras de la niña mala 376 Páginas— 19.50 euros El autor Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936. Aunque había estrenado un drama en Piura y publicado un libro de relatos, Los jefes, que obtuvo el Premio Leopoldo Alas, su carrera literaria cobró notoriedad con la publicación de La ciudad y los perros, Premio Biblioteca Breve de 1962 y Premio de la Crítica en 1963. En 1965 apareció su segunda novela, La casa verde, que obtuvo el Premio de la Crítica y el Premio Internacional Rómulo Gallegos. Posteriormente ha publicado piezas teatrales (La señorita de Tacna, Kathie y el hipopótamo, La Chunga, El loco de los balcones y Ojos bonitos, cuadros feos), estudios y ensayos (como La orgía perpetua, La verdad de las mentiras y La tentación de lo imposible), memorias (El pez en el agua), relatos (Los cachorros) y, sobre todo, novelas: Conversación en La Catedral, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo, Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El hablador, Elogio de la madrastra, Lituma en los Andes, Los cuadernos de don Rigoberto, La Fiesta del Chivo y El Paraíso en la otra esquina. Ha obtenido los más importantes galardones literarios, desde los ya mencionados hasta el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias, el PEN/Nabokov y el Grinzane Cavour. La obra ¿Cuál es el verdadero rostro del amor? Creando una admirable tensión entre lo cómico y lo trágico, Mario Vargas Llosa juega con la realidad y la ficción para liberar una historia en la que el amor se nos muestra indefinible, dueño de mil caras, como la niña mala. Pasión y distancia, azar y destino, dolor y disfrute… ¿Cuál es el verdadero rostro del amor? ¿Es posible enamorarse para siempre de alguien que miente, que no quiere ser fiel, que sólo busca su interés? Magnífico fresco de los cambios sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX, en distintos países y continentes: Lima, París, Londres, Tokio, Madrid,… Emoción, amor, sexo, ritmo trepidante, y MAGISTRALMENTE ESCRITA “Yo pedía un deseo también, creyendo sólo a medias que se haría realidad. Siempre el mismo, por supuesto: que me dijera por fin que sí, que fuéramos enamorados, tiráramos plan, nos quisiéramos, pasáramos a novios y nos casáramos y termináramos en París, ricos y felices”. Este era el deseo adolescente de Ricardo Somocurcio, “el niño bueno”, un joven limeño perdidamente enamorado de Lily, “la niña mala”, una hermosa chilenita a quien conoció en el barrio acomodado de Miraflores, en el Perú de los años cincuenta. Sus vidas se distanciaron unos años hasta que volvieron a reencontrarse en el París revolucionario y ese reencuentro cambió sus vidas. La personalidad de la joven: inconformista, aventurera, pragmática, inquieta y, también, fría, mentirosa y manipuladora, lo arrastrará fuera del pequeño mundo de sus ambiciones. ¿Es posible enamorarse para siempre de alguien que miente, que no quiere ser fiel, que sólo busca su interés? Testigos de épocas convulsas y florecientes en ciudades como Londres, París, Tokio o Madrid, que aquí son mucho más que escenarios, ambos personajes verán sus vidas entrelazarse sin llegar a coincidir del todo. Sin embargo, esta danza de encuentros y desencuentros hará crecer la intensidad del relato página a página hasta propiciar una verdadera fusión del lector con el universo emocional de los protagonistas. De la mano de sus protagonistas, Travesuras de la niña mala acerca al lector a las aventuras y desventuras de su tormentosa relación, marcada permanentemente por las idas y venidas porque “ella siempre aparecía, una vez más”, y conoceremos también los cambios sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX: desde el Perú de los años 50, el París revolucionario que culminó en Mayo del 68, el Londres del movimiento hippie, el Japón de los negocios y el Madrid de la inmigración. LA NIÑA MALA Y EL NIÑO BUENO Ricardo pasa del pantalón corto al largo en el verano del 50. Cuidado por su tía Alberta tras la muerte de sus padres, se enamora locamente de la joven Lily, a quien conoce en el barrio limeño de de Miraflores. Ella le da largas, mientras el misterio crece: nadie conoce a sus padres y el lugar donde vive no cuadra con sus aires aristocráticos. A partir de ese momento, la vida de Ricardo estará marcada por las apariciones y desapariciones de la “niña mala”. Primero será en París: allí se la encuentra entre un grupo de jóvenes latinoamericanos que van a viajar becados a Cuba para entrenarse en las filas revolucionarias. Ahora se llama Arlette y Ricardo se da cuenta enseguida de que su militancia no es más que un engaño, una excusa para salir del Perú y ver mundo. Mientras Ricardo comienza a ganarse la vida como traductor para la UNESCO, de Cuba llegan noticias de que Arlette se ha hecho amante de uno de los líderes de la Revolución cubana. Pero cuando se la encuentra otra vez en París se ha convertido ya en madame Arnoux, esposa de un diplomático francés. En cada encuentro, Ricardo vive con ella aventuras a escondidas y le propone una y otra vez matrimonio. Pero la “niña mala” lo tiene claro: “Sólo me quedaría para siempre con un hombre que fuera muy, muy rico y poderoso”, mientras achaca a Ricardo su falta de ambición. Es el “niño bueno” que sólo puede tenerse por amigo. Pronto abandonará al diplomático francés llevándose todo su dinero y desaparecerá de la vista de Ricardo hasta que, por una casualidad, se la vuelve a encontrar en Inglaterra, convertida en flamante esposa (esta vez se hace pasar por mexicana) de Mr. Richardson, un sesentón enamorado de los caballos. Vuelven los encuentros esporádicos de los dos peruanos: aunque Ricardo se siente “un imbécil reincidente por seguir enamorado de una loca, de una aventurera”, de una mujer sin escrúpulos, cae otra vez en sus redes sin remedio. DE LA TRAVESURA A LA DEGRADACIÓN Cuando se descubre su anterior matrimonio con el diplomático francés, la “niña mala” desparece otra vez sin dejar rastro. Ricardo ha pasado de traductor a intérprete y, por medio de un colega, descubre a su antiguo amor en Japón, atrapada en el sórdido mundo del señor Fukuda, una especie de matón que se dedica al contrabando de afrodisíacos. Ella se ha convertido en su esclava y utiliza a Ricardo para complacer los tórridos vicios del japonés. Cuando Ricardo descubre el engaño, abandona Japón, dispuesto a cortar para siempre con ese amor abyecto. Cuando reaparece otra vez, Ricardo se compadece de su lamentable estado físico y mental y se traga una historia de violaciones y encarcelamientos que, una vez más, resulta ser falsa. Tras un nuevo distanciamiento, se reencuentran finalmente en Madrid, en pleno barrio de Lavapiés. Varios personajes secundarios de singular fuerza acompañan los avatares de la vida de Ricardo y del mundo durante la segunda mitad del siglo XX: revolucionarios idealistas, hippies “elegantes”, intérpretes superdotados conscientes de la vaciedad de su oficio, niños traumatizados en zonas de guerra, chamanes que deciden dónde ha de construirse un rompeolas para que el mar lo acepte. Simultáneamente se traza un cuadro vigoroso de las transformaciones sociales europeas y las convulsiones políticas del Perú, marcadas por los golpes militares y el sangriento terrorismo. Muchas de las experiencias vitales de Vargas Llosa se vuelcan en la novela: sus penurias en París, su labor de traductor, su colaboración con el régimen cubano, sus encuentros y desencuentros con su país natal. El lector se deja llevar por el relato ágil, duro y tierno a la vez, de esta historia de amor exacerbado, que conforma una imagen nítida de los senderos de la ambición y de las contradicciones del desamor, que han marcado a generaciones enteras en los últimos decenios. La crítica HA DICHO… Sobre El Paraíso en la otra esquina «Dada la maestría de Vargas Llosa, el resultado no es que sea valioso, sino que resulta fascinante; no es una novela grande sino dos grandes novelas, dos narraciones históricas… Libro magistral, que son dos, como dos son los paraísos aquí evocados». Rafael Conte, El País «Sin ironía alguna, y parafraseando a su admirado creador de Madame Bovary, bien puede proclamar Vargas Llosa que “Flaubert soy yo”, porque El Paraíso en la otra esquina es una novela realista tejida en la urdimbre de las pasiones, los diálogos, vaivenes, contradicciones, logros y fracasos de dos inolvidables personajes, pretexto a su vez ambos de un desazonante, desdoblado, conflicto: el de la revolución del arte y el del arte de la revolución. El novelista peruano logra atar esta mosca por el rabo de la mejor literatura, traspasada de una conmovedora complicidad con toda aquella mixtificación que pudo haber sido y no fue». Jesús Ferrer Solà, La Razón «La tarea de documentación e investigación que está detrás de su construcción es realmente impresionante y no menos el modo perfecto como realiza la fusión entre lo real y lo ficticio… en cuanto a las proporciones épicas que sus relatos pueden alcanzar, tal vez no haya ahora nadie en nuestra lengua que lo pueda superar». José Miguel Oviedo, ABC Cultural «Una novela seductora capaz de combinar en casi 500 páginas una historia consistente con dosis de rebeldía, de pasión y de erotismo, sin ofrecer apenas un respiro al lector… mantener no sólo una cierta dosis de intriga, sino también la fascinación por un mundo narrado, es una tarea ímproba a la altura, hoy, de muy pocos narradores». Ricardo Baixeras, El Periódico «La novela crece cada vez que Gauguin va a pintar una de sus obras maestras, porque el narrador entra en él entonces como en un fuego, examina sus motivos, sus desalientos, la relación secreta entre lo que crea y lo que vive, y logra una prodigiosa transfiguración del color y de las formas en puro relato. Más que el entrañable Gauguin de la “enfermedad impronunciable”, como llama el autor a las venéreas que lo pudren por dentro, o el de los amores sin sentimientos, es el pintor ciego debatiéndose contra toda adversidad el que permite a Vargas Llosa dar lo mejor de su talento». Tomás Eloy Martínez, La Nación (Argentina) «La novela de Vargas Llosa es una prueba de su capacidad para recrear imaginativamente el pasado y permitirnos extraer, como lectores, varias y aún contradictorias opciones morales». Joaquín Marco, El Mundo Sobre La fiesta del Chivo «Mario Vargas Llosa ha vuelto a la novela histórica con el arte acumulado tras su ya extenso periplo literario. El resultado es un libro espléndido, de lo mejor que ha dado su innegable talento». Joaquín Marco, El Cultural de El Mundo «El espectáculo está asegurado». Rafael Conte, ABC «Una narración poderosa». Miguel García- Posada, El País «Esta novela atrapará a todo aquel que caiga en sus fauces. El festín narrativo organizado por el autor invita a continuar insomne hasta el último lamento de esperanza final… podemos disfrutar, una vez más, de un talento torrencial, el que se vierte en las voces y acontecimientos de una obra llena de incertidumbres morales». Andrés Magro, Diario 16 «El doctor Vargas Llosa ha escrito mucho más que la historia de una magnicidio… Esta es la vuelta triunfal a su mejor literatura». Javier Aparicio, El Periódico de Catalunya «No sólo recupera una tradición, la de la novela del dictador, que encuentra sus raíces en esperpénticas en Tirano Banderas de Valle Inclán, sino que regresa asimismo a la que para muchos es su mejor etapa como escritor, la de las novelas de compleja construcción y amplio desarrollo que se inicia con La ciudad y los perros y se cierra con La guerra del fin del mundo». Juan A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia «Pletórico de imaginación, técnica narrativa y altura de pensamiento, vuelve el mejor Mario Vargas Llosa con La fiesta del Chivo, una feroz crítica de la tiranía impuesta por Trujillo a la República Dominicana y una excepcional novela sobre la corrupción que envuelve cualquier forma absolutista de ejercicio de poder». Francisco García Pérez, La Nueva España