Breves observaciones al libro del señor Aníbal Galindo, titulado

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BREVES OBSERVACIONES
AL LIBRO DEL SEÑOR DOCTOR ANIBAL GALINDO,
'rITULADO
"ESTUDIOS ECONOMIGOS y FISGALE8.
SI
RECHAS l'on
CJ~EMENTE
NIETO,
Diputado á la Asamblea Legislativa del E. S. del Tolima.
1883
BOGOTA
.AL
snRon
DOCTOR
,
PAEZ
ADRIANO
Dedica este pequeflo trabajo, en homenajallll
á sus talentos, á su ilustración y á sus m~
recimien tos para con la patria
EL
AUTOR.
INTIlODUCCION.
JlOlt c:-;pacio de eincuenta aÎJos lmu }ll'edomimtdo Cil la, NadlJll
llJ.8 e~tlldios propios para formar abogados, médicos y clérigos. l,a
Economía Política y la Oiencia de la LcgiRlaci6n han sido, en el mis
IIlOtiempo, de obligado aprendizaje para· lOR primeros; de llmllcra
que dcbiéramos tonol' tan bnenos cconomista~ y legisladol'cR, como
.iurisoousultos.
Desgraciadamente 110 es así; SOll poeOK ll)~ hombres qne hall
sobresalido, entl'e nosotros, (\11 estas cieudas, .Y algllllos Ile é~,tos:~
{luiellCs Re le;; ha distinguido particnlannente,
y que ya I10 cxistCII,
los Hnos jamás KCsepararon de la aut~ridad <le Say, y los otros siemJlre lIOShablaron por la boca de Bentl1iull.
Soy incompetente para juzgar de los ml~ritos de los vivos; pero
es preciso confesar, y sirva á:éstos de lección, que perseverando en C¡;ta
ïia de inactividad intelectual, jamás tendrcmos verdaderos hombres
de ]~stado. Nada tendría de extraño nna conducta semejante, ¡.;i1m
<.'lstasmaterias se hubiese llegado ya, á la prceisi6n eicntífic.'l, pOl'lIue
de <LIluí110 podemos pasar, y forzosamcnte tendremos que detenemos·
PeJ'O es este el caso en lus ciencia8 de que hablo ~ N o; la Economía
Política de Enropa 110 es la Economía Polític<'l de Colombia, porque,
alUlfllle {~primcra vista pa,rezca un despropóHito, esta dencia ::I¡úre
lllodificacÎúu Cll ::1m; pl'incipios, segÚn las variedadcs físicas y geográncas del gloho. I~l criterio en legislación no Col idélltico allft y aquí, y
cstas diferencias rcquieren estudios propios. Respecto de Bentham,
y no l'cfiriéndome sino á, su principio dc utilidad, quc es el escogido
por mnchos, para soberano de los parlamentos, lo he hallado, después
de maduro análisis, tan cOlltradic.torio, tan falso, y por m;to lllh;mo
de tan imposiblc aplicación, que 110 mc canso de admirar, cómo fué
que pudo ejereer Ull imperio tan absoluto sobre inteligcncias que,
por algunos otros títulos, fueron y son dignas de respeto y remem
bram~a.
-6-'
Oomprendo que estas observáciones pueden peIjudicarme portiÚe, por muchos de mta compatriotas, serán tomadas como dardo
p11Dzante lanzado contra todos los hombres públicos de Oolombia,
tachá.ndolos de ineptos ó indüeientes para ttab~os originales, y esto
me enagenará el favor y la cooperación de muchos. No va hasta allá'
~mi cen~ura, que Jndudablemen.te lIelÍa i!\insta.: ". ,ue la impaciencia
-propia de nuestra raza, que quisiera abarcado todo de una sola'miC~{y
recorrer de un solo paso todo el campo de las ciencias, DOl
q~tª el aplomo, perseverancia, recogimiento y vigor de espíritu tan
Jpdispensables para el estudio de éstas ..
que en la época presente preócupa con más interés á 101
'f>bieIn0s y hombres públicos, son aquellos problemas &cales y eco'1iOmicos"que más directamente se ocupan de lOi medios de mejorat~ento moral y:tísico de las clases obreras y agticultoràs,' como que
~es en éstas donde están las verdaderas fuerzas creadoras de la ri·
qUe~; las cuales, por una irritante contradicción, se hallan sujetas á
'vivir, ¡Dios sabe hasta cuándo! careciendo de aquello mismo que
han. ayudado á crear COll su trabaJo.
No hay necesidad de averiguar con minuciosidad, quiéncs han
-contribuido á producir esta perturbad6n
de las leyes que reglan la
~uitativa repartici6n de la riqueza, entre los que han contribuido á
.su.creaci6n; pero sí puede decirse que en este desequilibrio social y
.-èoon6micó, representan importante papel varias instituciones que, ti.
.~
de ~eculare~ abusos, 6 de gra~despriviIegios, se'han procurado
:inmensas acumulaciones de riqueza, superiores á sus capacida~!'l
productivas y generadoras de desigualdades ficticias .
.. ~or supue~to que en Colombia, en donde apénas están envia de
ensayo, lo~ grandes intermediarios, oficiosos, de la industria, llamados
~cos,
no puede serIes imputado el atraso en que se halla el país;
'pero cop¡o sí constituyen ya una causa latente de graves siniestros,
lo futuro, conviene que se conozca. su organizaci6n para que los
'pueblos se precavan. A este propósito, mi buén público, ya cncaÙ1i~n,adoeste pequeño trabajo.
,.J
-:."to
-en.
Ambalema-1882.
OLBMENTE' NIETO.
EL BANGO DB INGLATERRA.
Por dónde empezaré este escrito' l1é aquí la pregunta que me
hice de8pués de haber leido los tres primeros capítulos del Tratado
" Teoría de los Bancos" con que principia el señor doctor Galindo
sus" Estudios económicos y fiscales."
Son tántos y tan de distinto género los argnmentos que se
agolpan en la mente para combatir esta institución tan monl:ltmosa,
tan contraria á los sanos principios ùe economía política, que Cl:! dificil,
ciertamente, elegir órden de ataque.
Raro contraste! La Inglaterra, el pueblo más sesudo, el más
inteligente en negocios de todo el mundo, ha permitido que en su
territorio se arraigue el establecimiento que ha elevado el monopolio
de la usura ti las más vastas proporciones conocidas! De nada ha
valido la autorizada palabra del eminente publicista MI'. Carey, quien,
en caracteres indelebles lo ha dicho:
"'j'al es, dice, la condición del pueblo inglés bajo la autoridad
de su gran institución de 'monopolio, dependiendo de las medidas
caprichosas de un cuerpo de caballeros gentlemen, ninguno de los
cuales ha podido explicar jamás los principios que rigen la administración del poderoso instrumento que manejan. Todos ellos, en I)U
calidad de propietarios y de directores tienen 'Un interés directo en
p'roducir cambios en la circulaci~Jl, porque lIaciéndolo, disminuyen h¡
confumza pÚblica, y aumentan así la necesidad de dirigirl'ie á S118
H6tanoB, como el Único lugar de depósito seguro."
Ya veremos luego qué otras causas artificiales, creadas pOl' estos
caballeros, contribu~'en á mantenerlos en pié.
Para los hombres ilustrados é investigadores que hayan examinado con atención la organizaci6n y marcha del Banco mencionado,
me bastaría decirIes: Leed el primer capítulo 3~ (y digo primero
porque hay dos que llevan el número 31}) del libro en el cual el
doctor Galindo nos da á conocer la historia y organizaci6n del Banco
de InglatelTa, historia y organizaci6n qne no revelan otra cosa que
una série de privilegios, constitutiva del más monumental é injusto
de los monopolios, y decidid luego si tal establecimiento/lO
es la
-mayor iniquidad triunfante del siglo XIX.
Pero como no es solamente á esta clase de personas á quienes
interesa y afecta esta institución, pues bien al contrario, es en l.a8
clases apéllas acomodadas, y en las masas populares en donde escoje
sns innumerables víctimas, es á éstas á quienes, con la elocuencia de
los números, debe indicárseles la fuente de donde parte la mayor
porci6n de sus males. No quiere esto.decir que yo atribuya al Banco
--$-
de-Inglaterra la mala situaciôn de las clases mencionadas en todas
;,partes, ni que á él se deba exclusivamente ésta, una vez que se sepa
".Oj
que sus operaci.onesno ~~~-li¡~~
:~¥"ppn~ del globo, y que
hay otras instltùclOOéBqtl~;~ ~uCfU!~
$1:: doy á entender
àpénas, que estando fundados todos los demás Bancos de emisi6n,
. giro, depósito &I!-, diseminados en. las otras naciones en las mismas
baBes que aquél, excepci6n hecha de aquellas modificaciones que son..
. iDherentes á su relativa importancia y ásu distinta localización, hoy
no queda rincón del mundo en donde dichas clases sociales se baIlen
~;cuDierto desns operaciones usur.arÏas.·
._':-. Antes de entrar en mater~ quiero,oomopreliminar ó punto de
partida, sentar esta verdad generalísima, que comprenÜeá todos C$tos
institutús :
,,:- .. :De los centenares de miles dcóperaciones' de emisión, giro,
,depósito, descuento, comisiones &l!-q.ue a.p,uaJmente~ecutaun Baneo,
,~,ftO-hay U'1U£ sola que sea yratúwfil, -:todas, Wclas se las. h(J(J6 pagar dÛ
público que solicita sus servicios.
-,
Oigamos al doctúT_Galindo:
_ ,_\,~,~Ooncluida la disección anat6mica de este cetá.ceodel mundo
.:mercantil, entremos en el análisis de esos guarismos, para saber el
.:papel que cada uno representa en la eCODumíaBocialdel cambio J' de
la.- circulación.
,
"De las lb 66.922,322 á que ascitrode el capit.:'l.lque man~a-el
,Banco, solo las lb 20.164,250 de la-reserva metálica permanecen
OC:iosas: las It 46.758,112 restantes están empleadas reprod'lwt:it'a,.mente, en esta forma:
"Prestadas al comercio á cortús plazos, y al des,.uento cúrriente .. __.. _.. __..
. _... ~_....
~.lt 15.822,238
I
'"
,Prestadas al Gobierno, conplaz{jindefinido, al
-tres por ciento..
..
. _. __...
. _~.. _. _.
. 11.015,100
" En cartera, en documentúS de de1ida.pública, con
inter~.s
.
.
... _... _..•. _. __. _.. , __. 15.935,874
" Otras seguridades, fincas ra·fcesprobablemente __ 3.984,900"
Y más adelante:
'
" En una palabra, el Banco gana i'ftteg'l'a, y gra-tuitwmente los intereses, de un capital ajeno de. _.. __. __. 28.421,255
imera del de su propio capital que hemos visto ascieh'deá
.....
_. _., _.. _. _.
...
oo-
•••••••••••
•
__
17.634,959"
-Oon perdón del -señor doctor Galindo, yo niego que los 'millones
ptestooos- al Gobierno y los represeIiœ.dos en doc:umentos de deuda
pública con interés, estén emplèados 1'eprod'ltctiva-numte, del mismo
mOdo qUé lo están en el campo de la industria. Para este efecto,
permanecen tau ociososcomo las lb 20.'164,~50 de la reserva metalica,
',total sustraido lb 47.115,~24,el que rêdlléidó á pesos da la suma de
c~.
235.576,120.
"
\
,Averigüemos el primer resuJ:tadodé" este enorme cetáceo, en
, ,~:eriy,oo
'vientre se alojan, b?lg~a~ente
tanÜ~s _~illones. ,AplicadOR
- ' ~
• 235.576,120' á la Illd~tl'i:'R, e~¡ lM~~tipreBformas con q\te
;,o;,\èèejeroe en' Inglatertà,-es indúdatlle 1ItWi)éñ"~;~liàbrhm
'pt•. )
",'-
-
'-
, ",->*=
cido ú. sns ernlwesarios Y colaboradores CnallJO ménos ellO por 100,
cs dedI' $ 2;~.557,612..
Ahom, suponiendo que hace solamente ochenta aflOs quc aqucllos millones han estado ociosos CIl los sótanos del Banco y ell poder
dcl Gobierno, han dejado de producir hl, suma de $ 1,884.60H,!)(lO.
Bntl'clIlos en el segundo cómputo: el Banco ha mantenido en
giro, sill pagar un centavo á sns dneÍlos y tenedores un capital Ile
lb 28.421,2ti5, Ó $ 142.106,325.
Este capital corresponde á las notas de Banco (bíIJetes al portador) (Fie el establecimiento ha puosto y mantcniùo en circulación,
no rcpre:'ie.lIta ulla suma real, y por consiguientc no está S\lj~to al
aumellto Ó utilidad provenicnte de la industria.
1'omaré" pues, para
el cáleulo el tanto por ciento qne, poco más ó méllos, deduce d Banco
por Sll&1H'~stalllo¡,;,.r que estimo al () por 100 anual, en UIl tiempo (le
cien ailOs, son, lmcs, con cortas difen~llcias mil millones de pesm\.
I~~mislll(t Sllma fIne la Alemania exigió {t la, FraneÍa pOI' illdelllnizacIOn
de
~nClTa.
~i ?t la,",anteriores cifras, por via de tercer ctl1l1pnto, huhiéramos
de bn;;ca!'1es su precisi6n matcm{ltica" Cil tiempo y c:LIltidad, el gnarismo rCs'llltante nos causaría vértigos! j Qué senieios, si los ingle¡.;es
se }¡Ilhiemll pa,sado sin ellos!
y totl;¡,yía 110se detiene ~H1l1í:las ganancias del Ballcu ell Iltra
infinidad de operaciones que ejecnta diariamente, asci(";¡dell tamhil)ll
á algullos millones. Suma tota,l perdida pam la iJ\(lnstl'i~t inglesa,
dos 11I:1 ochociClltos ochenta y onatro millones seiscientos ocho mil
novecícntlls sesenta pesos ($ 2,884.608,9(0) cn el tmnscUl':'\o de dell
aÍlos.
A q \l{~ gratIn de prosperidaù no se hallaria hoy la Inglaterra.,
y cuÚI 1\0 sería la situación de biencstar de los. ingleses, SI estet colosal
sunm ('$tIl\'iem repartida por medio del trabajo entl'e ellos! Pucde
asegllmr:,~e COli cntera confianza que si este bubiera sido elreslI1tado,
la Inglaterra no tendria que lamentar l:t pérdida de 7 Ú 8 IlIil\one~de
súbdito¡.; qne acosallos por la miseria han knido que emigrar ,Uos
Estados Unidos y {~ la Australia.
Y nacla ùe esto ha potlitlo fijar l:~
miralhl, (l(~llloctor (j-aliudo! Nada diré de lo~ privilegios que este
:Banco lielle respecto de los otros que existcn en la ::\Tacit'il,porque
:,;us efectos IlO se hacen sentir cn el público: esto quiere signitic:lr
apénas qllü a1lueIl,ts operaciones y negocios qne no les es permitido
bacer á la generaliùad ùe los Bancos, las ejecuta el de qne se trata;
aunque no pnecle negarsc quc la competencia entre ellos habria
obligiulD al primero <Í rebajar la tasa de sus servidos.
PelO ¡,í mcrece conocerse cuánta es la im}lortanei~t de los ncgocios que, á pesar de las restriccioncs impucstas, ejecutan los otros
Bancos; á este propósito conviene citar el siguiente resÚmcn qne de
ellos nos da el Iloctor Galindo:
" Hemos visto la importancia de los negocios qne cursan por las
oficinits de giro y descuento del Banco de Inglaterra;
y siu embargo
pam fOrlll(tl','Ieuna idea aproximada del movimicnto comercial de
L6ndres, es convenicnte saber que las transacciones á qne sirven de
-
10 -
~o
~ ,Otros Bancos son en au COX\i)lJltolQ.uchC;LJ:n~valiqBa$ •. ~œ
dep6aiws de todas clases, públicos y privados, en ~l :&beo:ùe.IngJa.J;.;¡;.ffl>V.,'ez e~n
4~.'V.el.:nte, .,J;Xl\l,'.IOll.6$, eD. tañ
.. to.q, Ile 1.08. que
,'
~ 108~.P9r
~o~
sW'TQ~nte,l~
StoI;k B4Ul;t ne~
o~enta. y .CQatro mU1.Qnes; fu~m. de Jas
depœi.tadas en: ~
de cln.cuenta. B:Lncos p~ticulares, ~os
de,lbs, cu.aJ.e~cQnd~n ne-
&:
*'~~
pi.08 de mucha oonsideración.".
,
"
'
y para tan inmensos sacrificios de dlnerl.>'y de biene.n:ar impues_al
pueblo inglés, los panegiristas y etnp~ri08
de aquella insti. tución 8010 nos present,an como bepefiéios pau,. defendel'la, y en Mf•.
:minœ generalísimos: las facilidades que prest:m para los ca.mbios;la
eliminación en su mayor parte de la. moneda metálica y su sustitu.ción por los billetes como intermediarios de dichos cambios, los pré~
~tamos que, á cortos plams y con descuenrosooticipados,
oonceden al
comercio, las comisiones que desempeñan &~; pero á ~8tosbellefic.ios
10 contestQ: 1? Si loscambioa puQden o~~e
direeta.mente ent~
acreedor y deudor (y estD es lo que .sucede en la maYoOrpatte, de 106
(mSos) el intermed1aIio, llámese banoo tal ó (mal, es inneceSiirio, y
t.odolo que cobre por este servicio es,un gravámen adioiona.l impuesto
ai oomercio ó á la industria; 2? La austituoión de la, moneda sonante
por el billete es y será siempre una malíaima y I*ligros;lo opera-cióo,
porque la primera lleyà en sí la garantía de BU reembolso' por el 'Valor
mtrí:nseco que tiene, garantía de que el últi,mo carece; porque la pri.mera presta en los negocios un doble scmrif]Ío, eomo mercancía. y corno
~oneda que el último nD pnede prestar; porque como mercancía, la
moneda es solicitada en todo el mundo por ser de consumo universal,
cualidad que no tiene el billete; porque en el mundo de los negooiQs
el billete es á. la moneda, lo que en el mundo físico la somora al
cuerpo, una ficción; porque por las razones precedentes se hace tnás
paJ.pable esta verdad dè un eminente economista francés, aludiendo
'á, los billetes: "Auméntese ( auant<; se qqie.r~ agrego yo) la masa de
los signos representativos, y no se habrá agregado una sola partícQ1a
á b riqueza del país; se habrá elevado solamente el precio nominal
de-lORproductos" . , .. y en fin, si este es un hecho evidente, que sin
duda loes, todas las. cantidades 'l'€ales !f eleotivas que por medio de
est.os signo!' repl'esentativos, de ningún valor, obtienen los Bancos de
su numerosíi;lma clientela impliea.n un despojó de V3¡Stasproporcione~.
Es preciso aiíadir en cuanto á las ventajas ó importa.ncia de los
servicio~ que prestan los:&.n'cos an lOll cambios, trausacciones6
.saldamiento de cuentas de los negociantes, el siguiente eje1l)ploqll6
'explica bién los heçho~ ta.l~s cuales pa.<3an.
"
,4.,.negoc.iante de
ti.ene que,pag.l:\.f en I~Ul'opa al negoQi.ante B un crédito de .'
cumIlli<l~..~ 3~,OOO pe~08, y, tiene el
dinero listo para remitirlo por ~lprinier cori~ paquete. Lo sabe el
Banco nacional, ú otro que tiene colocll4QS fondos en aquélla parte
del mundo, y se le pl'esen.ta proponiéndolê:
Déme usted esos 30,000
pe20.il, yo le doy una letra á noventa dias vista, pw; la misma Slll.lla;\1
"1,5 por
á cargo de. ~na~ero çl.~.Lóndres que mantiene en
~it<t~is
fondos, Y.~ .• \6~o
,~o.:.eYi~, us~d la necesidlMl de
.B;~.~,
roo,
e
-11-
hacer la remesa en plata . .A acepta, entrega su dinero al Banco,
recibe en cambio la letra, se la remite á B para que á los tres mesCi
se la cubra C, banquero de Lóndres, y asunto concluido. Examinemos allOra los efectos de esta operación: A consignó sus 30,000
pesos y desde ese momento dejaron de producirle ganancia 6 interés,
B se pagó de la suma á los noventa dias sufriendo la merma ó recargo de115 por 100, ó sean mil ciento veinticinco pesos por el servicio
del giro hecho sobre Lóndres, merma que se convierte en ganancia
para el Banco nacional ~irador y en aumento de gastos para A que
compró la letra. Bn resumen: los 1,125 pesos que gana el Banco
nacional representan un despojo real y efectivo hecllO á A, porque
en cambio de la letra que dió á éste, recibió, en el mismo a{\to, su
valor Cll dincro para cubrir su crédito á C. •
Si A, negociante de Bogotá, hubiera entendídose directamente
con el negociante l~,de Europa, su acreedor, y enviádole lOi:)30,000
pcsos en dinero sonante, ó barras de plata ú oro, el pago ó saldamiento de este crédito apénas habría cxigido estos dos gastos, el del
transporte del dinero, montante á 180 pesos, exagerando, el descuento
por la diferencia de ley 6 calidad de nuestra moneda (este gasto
se evitará el dia, en que ésta tenga la misma ley que tienen las
norte-americanas y europeas) y aseguro que no pasarian del doble de
aquella suma, 360 pesos. Luego el exceso de $ 585 que importa cI
primer medio de saldamiento de este crédito es pérdida neta pam
la riq neza.
Fáltame. hablar del último beneficio que prestan los Bancos al
comercio con sus préstamos de papel moneda á cortos plazos y á
interés anticipado. Sobre este puede decirse por punto general y por
via de pregunta á los adoradores no ya del becerro, sino de estos
cetáceos de oro. & En qué preceptos de justicia, en qué priucipio económieo se fuuda la facultad de UIl Gobierno, representante del pueblo
y obligado procurador de los intereses de todos, para decir á sei¡; ó
más caballeros constituidos en sociedad, bajo tal nombre: Sefiores,
os doy el privilegio de fabricar tantos millones de tiras de papel, á las
cuales pondreis el valor de veinte millones de libras esterlinas, ó cien
millones de pcsos, las que dareis á la circulación en toda la Naci6n
como dinero efectivo, y yo dispondré que sean recibidas como tal en
mis oficinas de hacienda, y por mis sÚbditos 1 ó en otros términos,
os bago ricos de la naùa 1
Bu aqutmos preceptos de justicia y economía que imponen á ese
Gobierno la obligación de procurar las mayores faciliùaùes para el
desarrollo y progreso del comercio y de la industria que acrccen considerablcmentc cI bienestar y prosperidad de ese mismo pueblo, y á
cuyo tin eom'ergen esos millones de tiras de llUIll'I; se contestará:
Pero no puede decirse, con la misma facultad á todos aquellos
que se ocupan de industria y de comercio: fabricad esas mismas
tiras de papel hasta el valor necesario para saldar, cambiar ó facilitar
~ Ya hoy empif'za á sentirse entre nosotros que cstas ¡"tras de cambio 130nun
m!ldlOde pago ruinoso para los negociantes que se sirven de ellas. Vóall6La LIU
numero 91, Íecha 10 de Enero de 1882.1 varias Revistas mercantiles.
---12vuestras propias transacciones 6 negocios'
Indudablemente que sf,
y puesto que estos serían el mayor. númerq, podrian decirle al Gobierno que de este lado estaba más ólaw el derecho. Ampliado hasta
aquí el derecho, verdad es· que este intermediatio de los cambios 6
negocios llamado billete, quedaria inútil; pero léjos de deducir de
esto que el derecho debe quedar limitado al primer término propuesto,
como lo han practicado y pra<ltican los monopolistas; la justicia y la
economía aconsejan que no se eon.ceda á ninguno.
OportuDo es conocer ahora St fueron miras de interés general
para 108 ingleses, 6 necesidades apremiantes de dinero para elIlpresa.~
insensatas, Jas que decidieron al Gobierno inglés á dar patente de
incorporación al Banco de Inglaterra, á cuyo efecto, conveniente es
copiar lo que el mismo señor doctor Galindo nos dice acerca <.leesto :
" BI Banco de Inglaterra es una compañía an6nimal, cuya primera carta de incorporaciÓn lleva la fecha de .Julio de 1694.
" Los apuros en que se encontraba ent6nœs el Gobierno inglés
para proseguir la gneITa contra la Francia, hicieron ocurrir al arbitrio
de autorizar la contratación de un empréstito volun1K1.riohasta por
la suma ne It 1.200,000, á cuyos suscritores se reconoció en cOI1)Oraci6n y sociedad ba¡jo el nomhre de "El Gobernador y Compaiíía del
Banco de Inglaterra" con el pridÙ'llio exClllSÍ1~O, durante once años,
de emitir notas ó biIlete~ al portador, de girar letras de cambio y de
desconta.r pagarés ó efectos de comercio. El Banco recibia además 8
por 100 de inte1'<~sanual sobre la suma prestada, al Gobierno, y
fi¡ 4,000 por el manejo de los fondoR públicos; no podia emitir billetes de ménos de lb 20.
" De entDnces a<lá la carta de privilegio ha sido renomda más
de diez veces, siempre bajo la condición de nuevos préstamos hechos
al Tesoro, cuya deuda asciende hoya fu 11.015,100 al 3 por 100 de
interés anllal ,~iendo e.'1w enorme gra'l'ámen 1(.(,
principal dijicultad del
Gobierno para recoger el prÍ'l~ilegw que puede cancelarse, sin embargo,
en eualqnier tiempo, <lando aviso á la compañía con doce meses de
anticipación, y previo pago de la deuda y sus intereses sin deducción,
descuento ni rebaja."
y qué clase de privilegio es este T El seÎlor doctor Galindo nos
da el siguient<l resÚmen de él, muy incompleto porque prescinde de
muchas ot.ras operaciones.
1f! E8 el único Banco que puede emitir billetes al portador en
L6ndres y en todo el país comprendido dentro de un radio de sesenta.
y cinco millas, con cI derecho de ensanchar su circulaci6n, hasta
quedar como el úni{Jo Banco de emisi6n, á medida que desaparezcan
6 suspendan su giro los Bancos que el dia 6 de Mayo ùe 1844 gozaban del privilegio de emitir billetes al portador.
"2? Es d único Bmu:o del Reino, Irlanda y nscocia comprendidas, cuyos billetes sean moneda legal de obligatorio recibo en el
pago de todos los impuestos y en las transacciones particulares, á la.
par con 1a,R monedas de oro y plata.
"3<'> Bs el encargado de la reca.uda<lÍólI de las r~ntas públicas
y del pago de los intereses de la deuda nMional."
..
-
1:{-
lIé aquí la razón poderm;ísima que unida {t la indica.da por 1\11'.
Carey ha sostenido ell pié durante casi doscienttl)s aÎlm;, al Banco de
Inglat('rra, en cuyo transcun;o de tiempo 1m qnitado á la industria
nn capitalllo menor de '.rItES MIL MII,I,ONES lŒ pgSOS!!!
Y á qué Huma 1I1OIltal'áu los capitales que le Lan quitado los
otros Bancos, si sc Im(;C cargo cl lector de que las operaciones reunidas, de todos {stos, son mucho mayores que 1as de aquél f Yo me
declaro incapaz para uvcriguarlo.
Tenemos, pues, lIlle ri cada nuevo empréstito hecho al GobierIllJ,
éste le ha prorogado y hecho más lucrativos al Rauco los pridlegios
que Cll un principio le cOIlcedió; y basta qué punto' Hasta e/eL'arlo
como potencialJolítica
y monetar'ia, â Wt rango, sl/perior tal 'l:ez, al
que oc1£pa el mismo Gobierllo. Esta es, pnes, la, causa que explica
por qné los ingleses ball tolerado aquclla institución que mantiene en
su depcndencia al comercio ùe toda la Gran Bretaúa, pues se comprende qne para tumbarla se necesita Hada llIénos que todas las
fucrza:->de ulla revolueióll á. la cual estos tiencn horror.
¡Qué economía política es csta, seÎlor doctor Galindo, cuyos
principius se fundan Cll el priyilegio para el despojo en imnensísiwtlo
escala T
t Qué economía política es esta, seflOl' doctor Galindo, que por
espacio de dostientos aom;, poeo ménos, mantiene en vigor creciente,
nn tratado en <¡ne la Ulla parte, el Gobierno, le dice ó conccde á. 1a
otra, el Rauco, el deredlo (le explotar al pueblo, basta chupade la
})oca ¡,;ungre que le qucda, con solo la olJligaeióu por parte del Bancu
de prestarle dincro cnando lo neeesitc, y sin siquiera exigirle ell
compellsaciólI Ilel priyilegio que le Ila concedido, que 110 le cohre
iutcrés por lo~ préstamos qne le baga f
j Qué cH<:wía para los pueblo:; SUlllos tratados ajustados cutrc
clltidadc¡.; que, ('areciclldo ùe órganos para sentir los elamores y
miserias dc Jas mlwhcdumbres, y lmi remorùimientos dc la. concicncia,
nada laI';saca de su habitual indolencia!
Puesto que no puedo pagarles, ha dicho el Gohicl1lO, co¡¡tim'Wll
llstedcs con el pJ'Ívilegio de explotar tÍ mi puehlo iltdefinidamente,
:;ellores banqueros; ht~aquí la ECOJ\OlllÜ.Politien, aplieada allmebJo
inglés, y mil,) llcl agrado del doctor Galindo, á pesar de sus prilldpio~
liherales.
La ~·;igl1¡el1tecom;idcr;l.eiún merece que se tijc 1l111Cho
en cll:. la
at lmcitln. Ell todas Ins dCIIl:1;';cmpresas de IIlcdiana (í de grande illlpurtaneia, Clly<.t ntiliùall cs })atcl1te, para las cua1es la.:-icumpaûías t,
los part ienhw's han ¡,;iùo l'ri vilegiados para cstabJccerlas y eX1'10tarlal';, lm; ûübit:rnos han t<lIlido Jlor regla invariallle para. qne sus
hcnefieios sean revcrsihlcK i"t la cOTUunidaù,limitar los t{>I'lllinos de
estos privilegios á uu llÚmcro ùe aJÍos propol'CÍollal :í la lIIap;llitlld de
la empresa; espirado el cual, ésta viene á. SCI' propiedad exclusiva.
del Gobicl'llo. El mayor término eoncedido hasta allom e:-ide llOVCllta.
.'1' llucve aDOS. Si este principio protector
de lo~ intereses soeia.les se
huùi~]'a cM'l,lJleeido eu el priYilegio concedido al Ballco de Inglaterra
,
OUlm::S-'fA.y OClIO AÑOS JLudA
QUE
GOlHEUXO ESTARiA
}}I ..•
.REDI-
-14
lIIDO DE SU DEUDA, Y BEmA. DUEÑODE·TOOOS,-LOS
BANCO. Desde la misma época no gravitatfa sobre
VALORES DEL
sus hombros la
~orme pesadqmbre de tantos miles de mendigos que pueblan su.
territorio; y los siete á. ocho millones de emigrados ingleses no cons •.
tituirían hoy su más gravë falta.
Oonsidér~e, en números, lo que la apli<ladón de este principio
hubiera procurado en beneficios al pueblo inglés; y ent6noos muy
léjos de sostenerse por algunos, con verdadero aplomo 6 aires de
autoridad económica, que es á. esm instituci6n bancaria que la Inglaterra debe su gran potencia y prosperidad; yo, con más justicia y
.poyo en los bechos, expreso una verdad monumental diciendo: que
sin el desangre copiosísimo que le ba producido, en poco ménos de
doscientos años, tan voraz cetáœo, esta Nación estaría hoy centenares de vcces más potente y próspera qne lo que está.
Así parece que lo siente también el doctor Galindo, ó por lo
ménos, á pensado así, dan lugar lOs siguientes conceptos que emite
en el capítulo relativo á las crisis mercantiles, página 42:
" La verdad es que el ~anèO de Inglaterra y la organizaci6n del
crédito en que él representa tan importante papel, nO'-son merecedol'es de que se les atribuya exclusivamente las maravillas del progreso
y de la prosperidad nacional, cuando esas instituciolles pueden considerarse mas como efecto de esa prosperidad, que como causa determinante de ella" ....••
1\fas, después de dejar demostrado COll los datos que el mismo
Banco me ba suministrado, de qué manera se !la becho sentir œte
efecto sobre la prosperidad y progreso de la Inglaterra, creo que ante
la verdad de los números, el señor doctor Galindo, ya no podrá decir
en defensa de aquél, y como complemento del período anterior: "y
que el Ba4flcoes también impotente en el mismo grado para producir
las calamidades que se le imputan."
Que el doctQl' Galindo qne tiene por principio: "que la libertad es la mejor solución que puede darse en todos los países del
mundo á la cuestión Rancos, y á lo que se ba llamado y se llama
impropiamente organizaci6n del crédito, por la sencilla razón de que
la libertad es la n1ejor solución de todos los problemas sociales,"
crea, al mismo tiempo, que esta libertad no es incompatible con esos
Bancos, que viven por y para los monopolios j por y ~lI(lara los privilegios, y luego deduzca que son impotentes para producir calamidades, está en la logica de sus ideas, pero no en la de los hechos observados. Pero no estamos en el mismo caso los que sostenemos que
entre privilegio y líbc-rtad existe necesariamente antagonismo social
y económico, y que por consiguiente no pueden ,ivir juntos; que
donde hay privilegio, hay remuneradón de servicioR Ruperior á la que
de ordinario tienen, ó en otros términos, despojo, y donde hay despojo existe Ulla causa permanente (lue obra en sentido contrario al
de la prosperidad nacional. Para nosotros, pues, los Bancos sí producen calamidades de it\Calculables trascendencias, y las ban producido
ya muy terribles. Podemos citar centenares de bechos en COIToboración. El mismo Ranco de Inglaterra, entre muchos.
-
- 15}>asemos ;t otra consideraci6n: hemos yisto que el Gobiemo
inglés no ha pod do cancelar lOB privilegios del Banco, por la imposibilidad, se alega, en que ha estado de pagade los millones que le
debe. Se va á ver, por distinta via, que esta imposibilidad no ha
~~~
.
¿Pudo el Gobierno inglés, desde lill principio, encargar á sus
propios agenteH del manejo de las rentas públicas y del pago de los
intereses de la deuda nacional'
La respuesta afirmativa á esta pregunta es la bofetada más que terrible, homicida, dada en la megilla
del Gobierno.
Ent6nces las £ 4,000 6 sean 20,000 pesos que año por año ha
estado pagando el Gobierno al Banco por este servicio, ha podido
destinarlos á un fondo creciente de amortizaci6n de la deuda'
Bsto
es incontrovertible.
Bste fondo de amortización en ciento ochenta y ocho años,
a,-;cicnde á más de los cincuenta y cinco millones y pico de pesos que
el Gobierno debe al Banco, porque en los primeros ochenta años, los
veinte mil pesos á un interés del 5 por 100 producen más de veinte
millones.
Ademá.s, como 10 único justo y económico es, que quien maneja
nn capital ajeno para negociar con él, léjos de tener derecho á que
se le remunere por este aparente seITicio, está obligado á pagar el
interés de ese capital, indiquemos la JIue ha dejado de pagar para
acumularlo al anterior guarismo. Operaci6n es esta ahom, además
de innecesaria por estar averiguado que con este guarismo queda
cubierta la deuda, ùe imposible ejecnci6n, por la diticultad de hallar
los términos primitiyos de ella; pero si se atiende á los numerosos
millones ùe libras esterlinas que constituyen el Tesoro inglés, y
calculando apénas el mislHo 3 por 100 que hoy le paga el Gobierno
por su deuda, el re~ultado seria que este ha pagado tres veces tal
suma.
N o ménos digua ùe atenta cunsideración es el modo cumo este
Banco ba formado su capital social, en lo que, como en todo lo demás,
la han imitado los lluestros. ¡,Quién !lO va á creer que proviene de l~
suma que cada UllO de los accionistas ó propietarios ha prometido,
por escritura, consignar para formarlo 1 Pues se equivoca meùio á
medio, quien así lo piense; y si no escuchemos la que sobre el asunto
nos dice el doctor Galindo:
"El Balll'l) 110 IHl aumentado su capital social desde 1816 en
que se le autori7.ó para ùividir llt'Ílidades acumuladas por £ 2.910,600
las cnales se capitalizaron formando un total de £ 14.553,000 que
es el capital act.nal ùe los propietarios."
Es de advertir, que el fondo de reserva, montante á tres millones
ochenta y UII mil novecientas cincuenta libras, proviene también de
utilidades 110 capitalizadas todavía.
¡, y á qué equirale la autorización de capitalizar utilidades aeumulallas (lue se (loncedió al Banco 1 No más que á la simpleza de
quc pueda courar intercIJcs de intereses •
.No tembl<Üs de coraje, caro lector, ante tanta iniquidad T
-16 .1)ero partamos d{}guarismos conocidos, porque, si por medio de
ellos, se obtiene el -mismo resultado, nuestros cálculos quedarán á.
cubierto de toda exageraci6n •.
Grande equivocación sufi.iría también quien pensase que solo
estas £ 17.634,950 son apénas las utilidades ó ganancias del Banco ;
nada ménos cierto. Este capital procedente de ntilidades. capitalizadas se va formando así: cada seis meses, por lo regnlar, se forma el
balance de las operaciones del Banco, durante el semestre anterior,
para averiguar las ganancias obtenidas; de estas se deducen los
gastos hechos en el mismo tiempo, y de lo que quede, ó sean las
g&nancias 1letas se hace lo que se llama" Dividendo repartible" entre
los accionistas ó propietarios del Banco, ménos el diez por ciento,
que va aplicándose :í la creadón de ese capital ó reserva metálica.
Si, pues, aquella suma representa Únicamente ellO por 100 de las
ganancias, la suma total Ile éstas se eleva entónces á £ 176.349,500,
.y en pesos á 881.747,500.
á qué cifra no ascenderán las ganancias brutas del Banco,
cnando se sepa que solo en el pago de empleados gasta anualmente £ 2()9,000 ó sean $ 1.300,000, Y en 188 años lleva gastados
• 244.400,000'
Cuando se sepa que por el privilegio de la emisión de notas de
Banco, y el de esención del derecho de timbre paga anualmente al
Gobierno £ 188,000 Y en los 188 años lleva pagados en pesos,
196.720,0001 Ko se olvide qué estas sumas se sacan de las ganancias.
Estas tres partidas suman $ 1,322.867,500.
Y cstas ganancias de 1816 á esta fecha, scsenta y seis aiíos, en
cuyo tiempo puede y debe suponerse, que habráll sido dobles, por lo
ménos, porque dobles hau tenido que ser el capital mauejado y la
importancia de sus operaciones, no pueden estimarse en una suma
menor de dos mil millones de pesos, desprecialldo una frcwdondlla
que importada á Colombia, nos proporcionaría 10 necesario para vivir
en perpétua francachela.
Ascguro, por tanto, 110 haber exagerado al sostetlcr cn otra
parte de este escri to, que el Banco ha, quitado á la indnstria y riqueza
del pueblo inglés, la Cllormísima suma de 1'H.ES ::IllL _'nI,LO ••••.
BS DB
PESOS!! "Oh libcrtad! libertad! qué monopolios no sc peI11etÚan
en tu nombre! "
BI doctor Galindo ha dichu: "BI camhio es, pnes, la trasmisióll
de los. pr()(lllctos de cada uno por los productos ó Hervicios (le todos."
A esta .verdad solo tengo que agregar, que cU:LlIIlo ell este cambio
de cosas llU se halla una compensación cxacta, que es lu más común,
la diferencia hay que cubrirla en moneda. Por csto diœ el doctor
Galindo más adelallte : "I~os t:stados Atlánticos de la Ullión amcri- .
cana suministran á California harina y otras provisiones, y reciben
en cambio oro, uro que Xueva York y Filadelfia envían á Inglaterra
en pago ùe HUSmercancías. Inglaterra despacha este oro ti. ji'raneia
para ser cambiado por plata, y envía la plata á Oriente para salùar
sus cuentas por importaciones de té, seda, lino, Índigo, lalla, cáñamo
y azúcar."
,y
-17" Roy 'la salidA. ,)'.eatrada. de especiíl8 metálicas 110 tieu.e,.~lnQ
he ·dicho ántcs,' más importancia que la del movimiento.de cin~tqu.ter<l.
otra. mercancía" __ .. Qué mas podemos eXigirle8'
.. '.
El mismo señor doctor Galindo nos tra.za ahora otro itinërario
vara estos cambios y corrientes de oro. Por el conocido ya, esta
corriente principia eu California, pasa por Europa y va á terminar
en el Orient~, y por el que nos va á indicar eu seguida, la cOlTiente
parte de Australia¡ y se detiene en Inglaterra.
"lm comercio dil'eoto entre la China é InglatelTa deja ~lnual~
meute un saldo de mucha consideración en fhvor de la primera,
l)orqu~ miéntras que la Inglaterra sa.ca,de la China más de .£ 9.000,000
solo exporta á aquel país mercancías pOI' valo)' ùe 1111 poco mél101¡,
de £ :3.000,OOO,saldo que se aumenta en rnncho todavía en el curso
del tráfico entre la China y Ja Austí'alia, y Ja China Y los Estados
Unidos. Australia saca anualmente de la China una inmensa cantidad de té, y no tiene ningÚn producto que encuentre mercado en
êUl nél país.
Los Estados Unidos reciben también seda y té por tUl
valor que excede mucho al de sus exportaciones.
Veamos }lihora
oómo se sa.ldan 1101' medio deJ comercio de lill gran país. Australia.
eOllsigllH todo su orÓ Ú lllglatena, supm-ior en mucho al valor de los
l't'jillos lJue de ella redhe, ~. paga el té tltl la China. girando sobre
LÓlldres cOJltm sus depósitos. f.Jos Estados Unidos á su yez pagan
el té y la ¡.;eùa que illll'Ortall girando sol)re Inglaterra cOntra el valor
Ile ¡;U'" algodOlles; y la I nglaterra misma cncuentra en fa. India el
ll\(~di()(le f'aldar >H1S Cll{'nta¡; con la China, porque é:st.a rooibe de
itlll1él]a, rl1 opio y algo([ón cerca de £ 10.000,000, Y SUi'; exportaciones
:í la India !lO a1eanza,1l Illl!Wa á £ 1.000,000; de tal manera que el
l'altIo qne lngl:tterra, Australia y los Estados Cnido:;:,cau1S~tn á51eher
¡mlla]mcn{'e á la (~hina f'ohl'c el balm:œ (le SlI (,ollwreío,H(} paga en
gran parte con el opio q Il(' ];i India le suminbtra."
~egílll ('Me itincrario, (;uyas l'amitkacio!lcs pnedenser
y ~t))\
realmente nHly JllUlH'J'()~a~" c,; la All:stralia la qne, cou Sll HUpel':thund;1llcia Ile Ol'O í,\ohre :-:1\~ pl'()(¡ncto~,
cubre lm; saldos que drj:tn
todas est::\s operadollcs
(k eallllJio.
Kitlh,
".a.Ide:, SUIl
:í favor de l~
China, l'0J'I}l\C l'OlIlo e~ta Xa('ióu Pl'O(l!wc caf-;i tOllo lo que Jleces'itá
pat:t sn:) t.·'m.~ltnIOS, (':;tos ~:ald()i tielw qn;' cnln"ï:;('!ns la; Ingl~tel'n¡" fi
sn e;W)'ílle
('ct:'tC¡';j ('11la (';;lcric
dine]';'
(¡ 01'0.
Pel'o
nCUlTe,
aquí
HlIa
la ('l!Ï¡;a all!llite oro l'Il (·aíllltio de :'111<productlls, la
.\ m:tmlia ('jeenta mm o¡wmc¡{lIl (li~!)('ndil),,,,í;';¡in~ldl' tiempo y de dinero, et!bl'ielllln ~11:-;a1<10por la \ia de lnglatel'i'a,
cHando puede h:werlo
llil'ettamel\te
;~ la Chilla Illte la tient, n!\H'ltí"iluo más cerca. <¡ne JJtJndreii, cYÏtalHlo el gasto de comisión (tlle le cobra el Baonco por este
ob:'('rntei(tll:
si
:-:ei·ddo. 1.l!('::;O (~.',t(' intt·rmedial'io
es inllee(~l5ario, iuÚtH.
H('H\ol:; "i¡,.to qne la tlloued:puetálica
presta &i la indu8'tria v ell
d eOll1(,l'eÏo 1\Tl doble iienido:
~o
interm~diaria: de108'cambrÓs·'
y
mercancía; COll l~J'cutaja adieiona.] baJo estelíltimo oo'áct.er
de que et-;:>olicitada con .allÍncoen todo el mundo. Qué ~()llI6ja lu.
tJconoruia. Polfticae:u -estëçast>' °aumentgr (manto ~~'p"~le"1a'p'I'o~ '
COlli\)
dllH>lÓ}l'tle eMa m(~.r~Hdtt'
h~qne
P()l'
la
abnndá.ncl3'~~;[:a:tma d~
2'
-
IS
ella, sc ponga, al alcance t'te todas las clases sueiale¡.;, Cil la begUl'iùatl
de qne su (lemauda, nunca escasea.
L~jos, pues, de sustituirla por la, nota al portador (billete) qne
110 anmenta la riqueza ùe ningÚn país, ui en uu cellt~\YO, aUIH¡ue
circulen millares de lIlilloncs, es el propósito Cl)lltrario el que deht',
glliamos .
.
y llU¡; ~tuCOl'i\bd,cUllsejo, parlamcnto ó concilio, cabe }>regunt;;l' :Ull!í, lIa !JrOl:latnado el dOf/ma económico de (lue la moneda no
;-;il'veya silll) para los cambios por mcnor 1
Con c"tos ;lllteeellentes, cada comerciante y cada empresario ùe
industria puede haccr cou soguridad lo siguiente: toma, veinte mil
1>1:;;\,IS ,le nieeto:~ l'rOlludùos
cn el país Jl~Lravenderlos ell Elll'Olllt, y
si piem:a traer t)]l 1'(·torno el dohle dc est;L Sllllla cu mercancías,
zaraza:-:, paîLOlolles, ùOllléstÏea:-;&~Lpor ejemplo, lloyant adenÜis con
~;\!~'. p!¡>t< ().~ para
}Jagar la ditereneÍ;L, igual suma cu la mcrcancía.
dilH~I'(),y habrá cyitado ell el llcgocio el intel'll¡¡~Jial'io illtru~O y
costoso de un Banco.
Pem si es la eeollomía, política, de los hanqueros la que debe
pl'cvalecC'r, pitl{tIltoslcs, al méuos, el serddo ùe 'lue l:;CaHconsecneutes cml sus prílldJlim; y 110 se detengan. ~ienùo la lelm ùe camhio y
el billete preferibles cn todo caso á la moneùa motálica, es preciso
procurar la cOlllpleta desaparición de ésta pam llegar Ú la perfeccióll
ell los ne,gocios: yoh'amos, pues, á fllllllirla en ¡.;nsmasas primitivas,
y deposit(~llloslas ell la¡.; entrafias de la tiena, y dc wí, Cll nuestros
SÍ>t,UlOSpor los siglos (Je los siglos. Para los cambios po)' IUClIO)',
poden\lls omitir i eil'cnlar billetes de diez {LnOYCnt:LCCIlt:LYOS
y de 1111
peso, y así qneda, también completo nucst.ro dogma. ¿ (~ll~ HOSimporta, dcslHH~sde cOl1seguido esto, œha.r pOl' los sllelos osta algarabía
~ue llaman pril1tipio económico: "qlle debelllOs tOluar de la naturaleza toùas las ti,erzas y recursos que COU mano generosa y pródiga
nos brimh1, para hacer con lllénos f~Üigas y trabajo más llentdem la
vida 7" "E:>ta tarea es propia de sibaritas llOlgazanes."
Pero si elncgocio es purameute á crédito, es deeir, que esos
ycillte luil pesos sc me dicron en mercancías;¡' l)lazo, de un r..ïiopor
ejemplo, y no debo pagadas sino eu dinero sonante, segÍln mi obligación, cn este caso sí tengo necesidad de los servicios del Banco pam
pagar ell Buropa COll\lua letra de cambio.
~i cn este caso concedo que haya, e:;:.tnecesidad. ~i el dinero es
uua mercancía, y de codieiado recibo en todas partes, hechos demasiado notorios pam todo clmuudo, ninguna dificultad hay en que se
haga el envío en esta forma, como se a\lostumbra Call los demas productos de la industria. Si esta opcración se quiere poner á cubierto
de todo riesgo de pérdida, nada más sencillo, - asegÍlrese. Esta garantía cuesta poco, ménos, por supuesto, que lo que cucsÜt el giro
de la letra: tcneis evidencia de que vuestro acreedor recibirá la
mercalleía; qué más apeteceis'
De esta manera verifica sus cambios el Bstado de Alltioquia,:,'
por esto su comercio ha alcanzado una importancia y solidez qne llO
tiene en ninguno de los otros Estados. Pero si no me quereis creer
-
;!,
IH-
('CO;¡tí:llicos, creed al seiloi' liod()!:
l'shI es lwhJl'ia;
él (¡ice:
" El oro )' la plata ¡I,m it(~l'(lido clllllplctalllellte
el car:wter singular (¡lie {U1tl~.., 1ellian de i1l1cl'lllClliario,; lllli,'cn;alcs
<le la eil'cula(~;(m; .Y !Jo,\' (~ICOIllClTÍOIle metales prel'iosos 110 tiene más impor1anda (!il<' el tie clla1qltiel'a otra itlcrcallcía (COillOquien dice natl:.t: doule
llwti\'O (['J (h~lllallda!) ~e COJllj1¡':tuy "eilllc!l como se compra y \,(~Ilde
s\'da, t{., ~lz;Í\cal', l:m:l )' :tlgol1Ún; y Y¡Ul tlulJ(le se ncccsitan para ser
cam hiadGs pUl' otro., l'ruÜuct\)S, Ú lJal'a halallcear el ~mlùo del país <i ne
lo n'lIlit(~."
l ~e 11111~\le
exigir lll:n; IlHlIlana y eC\lI\\ímic<llllllnte de esta mel'cancía!
,; Y COll t:lU lllwl\a patente de ntili(latl uniycr,;al se pretende
elii~lill;ll'Ù Ül~ lo,; c<lllluios! .:\(lllí ellloctor Parra exclalllnría COlljustísillla !'al,(m: "Est:J cs más tl'Ístc que morir de muerte etel'lla!"
IIllU,~(liata!lH'llte á¡¡tcs de las lílleas trallscritas el doetor Ualilldo
Ill:,
PtJl qlH~ :-:;)} Il-go
I'll
a';ll¡¡to~
(};l1jI1l10 c'aya (,(¡I11J:ete¡¡eia e:l
ha, \lidIO :
".Jam;ís
,,(~¡{L inoí1cioso l'elJc~ir qlle la lI1ollell~L no provee hoy á.
ja~ ll~c(~«latIrs del cambio, sino cu uua escala lUll.)' limitada, que su
ütieio se rcdl\œ {i arreglar
la~ veutas por mellor (pmu ventas por
mcnor la,,, qllc ejcenta.n los Esta(los UnitIos, la Inglatcrm,
la China,
&': &:t?) ,r el pago de salarios, y quo los signos representativos
mis!llos, las Ilotas Üe Bauco (billetes) por ejemplo, qne tallt:.t importaucia pal'l'C',~ll tCllcr ¡t primcra yista en el lllccauismo de la ciretùaeión, l'>on cOllJparath'anwlltc
insignificantes
delante del nÚmero y de
la sUilm dü los cambios (lue se efectÚan por medio dc simples tr3.11Spasos en las cuentas corricntes Ile los contratantes."
& y por (],1\é, se })Ilede preguntar
al doctor Galindo, esta casi
inutilidad de la IllOlle(la ~ll las operacioues de camuio '1 Porque así lo
quieren IllS sdiores banqueros.
Bu selll~jante situacióll, lo l'rimero
que se le oeurre aÚn almas atrasado caehifo ell Economía, es que la
moneda l,S1(l e,;casa, y debe aumenta.rse su elllisióll y cirelÙación para.
que preste tndos los servicios que está llamaùa á prm;tar.
Pero no, iSeiïor; aquellos caballeros, tan jilântropos COllW p(ttriotas, (llln \"ivell de 10;-;so1isma::;, nos regalan COll otro para remediar
aqllclla, necesidad..
" Está averiguado,
dicell, qne la moneda no presta ya serviciOl»
Cil los negocios y cambios por mayor, por su escasez en el mercado;
tratemos de qne esta escasc;r, alimente,
procuralldo atraer á nuestros
sótanos la poca lllle circula, y habremos
logrado llacer de nuestro
papel moneda y ùe nuestros
scrvicios una necesidad
ulliversal."
y hay eCOllolllistas, de largos aüos de estudio, que los creen!
llabIa allOra el doctor Galindo;
escuchémosle:
"Si en L61ldres liO existiera, pues, el Banco, es decir, si cada.
uno fuera allá como aquí, su propio cajero, el movimiento de cambio
representado
por esos guarismos, requeriria. un capital en efectivo
numerario,
distribuido entre las cajas y los bolsillos de todos los que
8e sirvcn de sus billetes, de sus sótanos y de sus libros, igual exacta-mente á las sumas nominales que figuran en esa. cuenta." y luego
como consecuencia
dice: "Los veinte IIÚUones de los depósitos pal'-
ticulal'e~
l'~tal'iaJl
t'JI
20-
la~ cnja~ fueTtes de ~m; dllCÎlOS, e~pel'ando
toJo-
cación !
" :£'0:-;cuatro lliilhl1le~ depositados
por el Gobierno e:-;tarian l'JI
J:;us 'l'm;orerías (':-;pel'anclo a sus acreedores."
"Y }Jara leelllplazal' los ycinticuatro
millones de los billetes que
t~l:lt{í.1Icn circulaeiílll, haciendo los oficios de moneda,
seria preciso
traer al lIl('n':Hlo una suma igual en lihras esterlillas.
Esto lo comprende el Último de 10::;tenderos."
Ser IlIlO cajero de i-;U pl'opio capital es, no solo ulla medida de
alta prudellcia, porque 110 hay guardador
más seguro y que preste
mayores garantías,
que el mismo dueÎlo, sino de estricta economía,
po.r:que e~e cajero PX traÎlO mc cobra interés por un senido
inne-
cesario.
Ser UIlo :-;n }Iropio agente de negocios es Ulla tarea qne !Justa
por maldicióIl nos ha impuesto
el libro judáico;
y pretender
que un
llOmbre hábil, COll un capital á la mano, 10 entregue á, extrafias, casi
siempre infieles y des acertadas para Tuanejar lo que no es suyo, para
que lo emplct',n reproductivamcnte,
es ltt tontcrÎŒ más alltieco1l6mica
que yo COllOZCO. 'rodo lo qne este agente extraño gana por sus servicios, es pénlida illfalible para el dueÎIO. Heeordcmos todayía que la
ECOIlOIllÜLPolítica llO fln'oreee grcmios Ile holgazanes, ni de tontos.
E"os veinte millones ùe los depósitos
partÍC'ulart's, saldráu ùc
los sótanos del B:Ù1COá buscar en la indmitria
Clllpll'o rcproliucti\'o,
l'orque
la tClldencia
irrc"istiblc
del llOmbrc, sea I':lpitali:,ta, sea
obrero, es :í, huscar trabajo, salvo cXCepelOlleS r:1rbilllas.
Ve los l~lIatro ]l!iiloHes de¡Hisitadlls por el Oohiel'llo, Jo Único 11]\1\
es dl', sCHtirs\' ('S ql!l< I'll n'z de c~taJ' Cil Jas T(':..;on'l'Ía;..; ('spel'allllo ;'l
::;us acn'('<lol'C:;, HO IW;,;lIl p::"::1I10 ya ;Î las cajas de (.:-:(0;';. "Paga III
que dd)!':,; ,\ :-Lllml~,('l\;\llto tie¡w:s," dil'c d ::dajio.
y ('Il eU;~l\to (¡ lo:; ....Pilltl' ~' cuatro milJolle:, Ile bil1de~;('Il ('¡]'('¡t!adÓll, si ((I(la la (liti('!l[t:t:lllal'a
l'cemp1azal'los est:'! Cll trac1' Ulla :,ull:a
igual l'Il Jll!Jlll'J'al'io al !llCil!ado, ell'l'll!C(lio L~ illll,\' sendllo;
wallos (¡
la ohra, :su;.; \,(;lltajas SUIl l;;¡tell(es:
call1hiar la sombra por ('I clwrpo,
la JiedÚu pl»)' la r<'aUllad. 11;í.g;ltie 1111 aato de t¡' eon los billete:, .
..\ esta J¡;j~j(lil (k lo:: l~all('m; dl~ (jm'n'l' ha!'I'l'llo:; ll'1iI'(!~ po:' Sil
1llI'(1i;w;()]!, Il' Ci\('l1í'llll'O ,"() EllWh;l sellHj:Ulza ("¡Il la lill!' H' li:l1l atrihuido \,:tl'iar; ::'(';:I;¡'; !'elí!-4io:~,L';: l~:..:tas, JIOS IlicCll, ,":,Ul'lll'ill'gan de 1'1'0I~ma!'¡¡(:s t()(lL.·; los hii'lH':' l'l'le:,tia,le:.;, ¡;Jf'tlial!1e la clllTC'ga:'l sn:..:lllÏl¡btro:..: Il<>l\llestl'O;"; l)¡('¡J(~;, ('j¡ la ti(,\'l';l; y IlllOS y otro,; H' liall ;l~:l'gllrado 1J11ili,'!'OSaelienlda,
Ha.\' y ¡mod sielilll¡'e
(';¡J¡1ra Jo:..:.Ib;¡eos l'hte ar;,..(lilll('llÍo ÏJwo;-:testahle;
la ill,;('gmi(1ad: ('Il (~na!qnÍ(>.r lIlomellto d:1I1o 8H .~itlf((f'Íólt
f,~ dl: qui/'lira.
C()lldb('~;c Clcihllcnte este hecllo al ,:·alllT que siel1lpre
mautielil'll ('ll l'Íl'('ulaciÔIl, Cll hillet •.s, (Ietms ;t la ,isla, gira<las por y
contra ello:,; llli:,UlOS) \lila (~allt¡dad dn:, tanlos 1l1:1Y0T'
qne los nllort'R
que guarùall en f;m\ stÍtallos.
Pa.ra dii:iipar la t!eseollfinllza qne l'sie e:,tatlo de ('Il~as l'resellta,
\' en lo retel'elJtc al Baueo de Illglaterra, llO;; <li('e el <lodo!' GaliTlllo:
" En el ('aso, 1l\1I~", (1(' qlle' 1111p:ínico (¡ 1111:1('l'i:;is llieiera aMniI' á todo:,
-
~l-
los tencdores de billete>; para. eXigir >;u cambio, .\' de (Ille la reserva
metálica estuviera ya para agotarse, !qué lIari,\, el Baneo para atender al ree1llbolso de :sus notas ~ Ocmriria al Gohierno ingl{'" para que
le l"Ollvirtiera su deuda en vales de renta sohre el Tesoro al 3 por 100
~. pondria cn vcnta dichos \'ales."
"La conyertibilidad de 1m; hilletef; del Hanco de Inglaterra se
apoya, pues, ell una reSCl'va metálica que }lOI'término medio reprel'ieuta un 3;') pOI' 100 de la suma en circulaci(În, y en la segmidad dl\
qu!' siempre y :í cualquiera hora se encontrarían (,ollJ]lradores de
('oIll'iolidadm;ingleses por quince millones de libras."
Hecul'su sofí:stico, ineti.eaz y tardío. La hipótesb de aquella crísis
se fu))(la cn el casi agotamiento de la rcserva llJetálica, y siendo así,
esa cOllvertihilid;ul dl' los billetes del Baneo que se garalltiza con esta
mi:SIlUL
re,;crva, nu podl'ia tener lugar; y tenemos por consiguiente
(lescuhierto el sofisma..
Pel'o concedo que esa resen'a met(L!ica no dpsaparcz(·(t: la COll\"ertibilid;td ell tal caso aseguraria apcllai:; el 3;') por 100 de la~ surna~
en descuhiert{). La, quiebra siempre se efectuaria por e¡.;e(;5 por 100
producicndo ruinas por todas partes; y con esto se demuestra la
indicada dell'l'curso.
y admitamos, por ¡'¡\tirno, qne Itaya quicn compre esos consoliÜaùos ingleses, y este imposible más: que esos eonsolidaùos seall
por Ull valor igual á las sumas perdidas . .Pueden prometerse los
acreeÜores que tales consolidaùos se lOi:;pague al contado el Goùierno
inglés, sabiellllo, COlllOsaben, qne en el transcurso de ca~i doscientos
aîtos, no !..tapodido pagarle á su primitivo acrcedod Pues f;i tal cosa
esperau, se engaiian tristemente:
no putliclHlo, pnes, ser pagados de
contado, lflw(b evidenciado qne el reclll'SO es tanHo, y la qniebra de
(~stos ilJlllediata.
Bsto cn cuanto á las seglll'Íd;ules qne pre~ta ('I lkuwo eon lo~
ntlor'es colocado:s en tercera mano.
De las seglll'itladcs c()J\.~i"tente¡.;en los yalorc,.; ql\(~lJIantienen
('Il sus pmpias c~~jas,OCllITC
lo siguiente:
CO¡IIO las qniehras de los Ba.ncos se deelaml1 porqlle IIc~a, 1II1
dia (~ll q Ile ('SŒ y,tlonls 110 alcanzan Ú cllhdr las snlllas cn billete,;
qlll' ,.;¡~1(,:, Ill'e,.;ellblll para sn cambio por (linero, l'e~mlta qne l'saS
Sl'gïlri(];III{',~SOli lo pi'Ílll(')'I) qne desaparece.
F!I~:, \.,~/, pl'¡¡:llwida tan teniLle crísis, todo,.; los ¡1('lItÚ,.;yalores
dl'; Ban(o J¡,~jallilllllediatamcilte Ile In'('do.
Y;u;a 1il'lll' dl' raro que el (loctor Ualilldo Sill expcriencia ni
,'¡':'rtEll~rbtl tk oh~m\"adtíll de los llcchos, que SOli11lll'Stl'pSmaestros
(';1 ¡OlIo lo lllW (':t!' bajo el (IOnlillio de la cienda
(sn 'l'ratado lo puI,lie(, ell J ~(i!), Cllallllo todavía 110 se habia estahlecido ningÚn Banco
en Cololilhia) deja'ie pasar en silcncio los vidos 15llstanciales de orgallizad;'lJl~ inseparahles de esta institución, profimdamente incrustada
'ya, Cil h.~ uperadoum; industriales y mercantiles de casi todas la.."
na<:Îolll'''; illcl'llstación que va penetranùo aceleradamente hasta en
las ('ostlllllbJ'es t:oeiales; pero que un puùlicista europeo, de alta repu
tatit'l!! mulO :\I<:-Culloch, que ¡.;c cit}t como <tntorhla¡ll'll Economía
-
22-
Política, que hn escrito un Diccionario de comercio, que ha tenido cn
el l~anco de Inglaterra el m:ls vasto campo de observadón y estudios
que puede apetecerse para determinar cconómicamente el modo de
ser y de obrar de éste y sns semejantes, nos venga á salir COll l((.~
mismas del doctor Galindo, ¡.;eria inconcebible si 110 fuera por el conocimiento que tenemos de (lue el error siempre e~ error, annl}lIe se le
defiellùa bién.
Hé aqní la prueha: "En cow;ecuencia de estas ). otras fadlidad es, dice Mc-Oulloch, nacidas de la intern'IICÍôn de los bancl1H'ros
para el arreglo de las transacciones pecnniarias, la SHma en met:ílieo
que se necesita para conducir los negocios de un pa,is,Rc rcdnce á. una
cifl:a illsignincantc, eOlllparada con la qne cn RUausellda sNia preeiso
emplear. Xo es posible haecI' un n,yahío exacto del ahorro total que
así se efectÚa; pero suponiendo que la sllma en eircnlaciôn no pase
actualmente de cillcncllta Ó sesenta milIOlWs de libras, no c~ ('xagerado conclnir qne por lo ménos se necesitarian doscientos millones
('n oro, plata ó signos representativos
pnra transar la rnii'ma suma
de negocios, si no fuera por los otros medios á que Re ha recurrido
para economizar el 11S0 del dincro Cil las opcradones del cambio.
Si este cálculo es aproximadamellte exacto, y lmy lmenos fundamentos para crcerlo más bién inferior que exagerado, {oj solo revela
la vasta. importancia de los Rancos; bajo el plinto de vif;ta de la utilidad pÚblica. 1)01' medio de ellos, cincuenta 6 sc;;enta millones son
capaces de prestar lOR mismos servicios, y de una mancra in1initamente más. cómoda, que la que exigida el empleo de lIna SUllla
cuatro veces mayor, y suponiendo que veinte () treinta millones
sea el capital empleado por los banqueros, no lll(.nos de ciento
veinte 6 ciento treinta que dejan de emplear¡.;e como instrumentos de circulación quedan disponibles para alimentar la agricultura, las manufacturas y el comercio."
Estoy inclinado á creer que l\1c-Oulloch escribió este Dieeionario
de comercio, como Agente ó comisionado del Banco de Inglat¡~rra, y
no como Tratadista de Economía Política. Esto no es raro en Europa: los escritores se alquilan. Sigamos ocupándonos de la cita.
Aquí tropezamos también con el sofi8ma de ecoilOrnizar el uso
del dinero, por simples traspasos de cuentas, ó notas de banco, en las
operaciones del comercio y de la industria.
Admito el hecho de que el intermediario banco deja disponible
ciento veinte, 6 ciento treinta millones de libras, y discriminemos
cómo pasan las cosas.
El comercio inglés economiza el uso de la moneda en cantidad
de treinta millones; el de la Francia, en veinte; el de los Estados
Unidos, en veinte y cinco; el de Bélgica y Holanda, en quince, y el de
Italia, España &l!- en treinta. Si estas Naciones sc entendieran directamente entre sí, para balancear sus cambios con dincro, este pago
no les costaría nada. Mag si esta operación se la encOlnicndan al
Banco de Inglaterra, '/llt1tCa dejan por esto de consignar cada una S1lS
mill<mes, porql/e éste '/la regala S1/S capitales, ni abre cuentas en descubierto. El Banco entónces salda todas estas cuentas sin emplear ni
llfla. nota .le hanco ni un:t ~;t)la, 1ll00wlla,y á ('alla ~aci{¡ll le coùra ~u
eOlllisi6n por Pl :-:,cnicio lH'c~tado. Qué rcsulta de aquí ~ que estos
eiento tl'elllÜl millones, 110:<c JI:lll economiz[lllo lIi para la agriclIItl1l'a,
ni para las manufaetllrns, ni para el comcrcio, pOl'fllle f'iempre tknell
.pw com;igllarse a,l Ranco; que quicnlo8 1m ceollomiz:ulo, par:t (lestilIarlm; {i, otro;; negocios, es el Banco de Inglatcl'l':t ; qnc éstc h:t (lellueido lllla conli¡,;ilín Ó inten';s, por 11l1asuma que BO ha desembolsado;
y ÚltilllalllclIte, que ll';jos (le teller los Banco;; esa importancia que SI'
les atrilmyc ('ODIO illtel'mclliarios, lHljOel punto dc vista de la utilidad l)Ública, ésta vicuc (t reducirse, en este ejemplo, en una ('antidall
ignal (t la ([nc cohran por la comisi(ln, y aSl 1m todos los dr.más
casos .
.Aquí l\fc-Cnllodl y lo~;llublich.;t[\,;;qnc lo siguclI se !lall olvidallo
de una circt~lJstalleia que preœlle Ó acompaiía il estas operaciones de
1m; Banco;;: qllC los que se sincn dc ellos tiel/ell /lecesÙ7rul de manfel/et" ell SI/S sóiallos capitales anticipados, ó acompañados
â las ónleJII'S qlW les (,olllH11iqum }lara saldar cuelltas, sill cuya tonnalidad no
scráu atclHlidos, OhÏl1o imperdonable en <Iuien escribe sobre estas
materias.
'l'éllgase prcselltc una yez por todas: Si los Bancos como intcl'rncdiarim; ccollomizan el uso del dinero por cantidad de doscicntos ó
lrescicntoi' milloncs <lepesos por Mío, cobran al pÚblico Ít qUiCll pretenden ser\"Íl', por su comisión dc saldar las cuentas, ]lor cnalquier
mcdio, pero Sill emplear dinero, WI interés cqui1:ulcnte al que se cobra
por el uso dc esos doscientos ó trescientos millones en las manufacturas, ell el comercio &r;
b Cuál cs, pucs, ese SALDO tTIL qne qucda en beneficio de la
sociedad, para qne la sustitnci6u del dinero por el billcte y la letra
de cambio sea dcfcnsable en buena Economía Política ~
Que nos 10 indique el tloct{)I' Galindo: le doy de término otros
veinticinco año¡,;de estudios económicos.
Estoy perl'ectamente de acuerdo con el sefior doctor Galindo ell
quc, Cll tésis general, la mcjor solución de los problcmas cconómicos,
es la, libertad; y consecncnte yo con este principio no cesaré de
exclamar: "Abajo lo¡,;Bancos, cnyas hases de organizaci6n se derivan tlclmonopolio."
No rcchazo tampoco, en absoI1(to, uu monopolio de csta clase
explotado exc!usi1.'amellte por los gobiernos, y parte de las razones
con que lo sOíoltengo, las manifesté en tres artículos que publiqué en
los números G5, 72 Y 75 de La Discusión (Mayo y .Tunio de 1880)
con motivo de los debates {t qne dió lugar la ley que crcó el Banco
Naciona1.
~Ias, no Ilay que confnndir, señor doctor Galindo, este monopolie 1lCtmuente oficial COlllos monopolios pd,ados que cucntan con el
apoyo de los gobiefl1os; en cuyo caso se encuentra el Banco de Inglaterra; diferencias nota,bles los distingucn, Pero tampoco debemos
confuIH1ir un monopolio oficial animado de verdaderos propÓsitos de
interés pÚhlico, con los que se forman para especular con su propio
descrédito. 'l'amhién tiencn sus difcrcilcias notables.
-24 En asuntos de tau tmsceudental
es necesario ver muy claro.
importauda. COlllo d )ll't'l;enh',
ASOCIACIÓN EXTRE EL CAPITAJAS'fA
y EL OBREHO.
Al suspender en lo que queda dicho, sin agqtar su estudio, á la
dilucidaci6n de la fecunda tésis que vengo desarrollando, y que htll
íntima relación tie¡¡t'con el progreso illteJectuaJ, moral y mat{lrial dt,
nuestra especie, fill'. mi :ínirno pedir al tiempo, meùhtnte nuent."
observaciones y llIclEt:willlleS; más luz para contiuuarla:
espectativa
que, con gran satisfhccióll, yen parte, veo rcalizáda. ']'al es la prcdilección é inclinacioncs que me dominan por esta cIa¡.;e de c:-;tudio:que, eu teatro aparente, y con algunos reclll'sos y apoyo ;Í mi diR})t\sición, algunos escritos habría Lecho COlloeerya del ùuen pÚblico. Su
oportunidad, felizmente, es siempre de actualidad.
Tuye la buena suerte de que mi di::;tinguido amigo SeilOl'doctor
Aníbal Galindo me oùsequiase su importante obra ¡¡Estudios económicos y l1scales," cuya, repetida lectura me 1m eOlOullÏeado nuevo
aliento y ùádome alguna luz más para prosegnir el desarrollo ùe lIli
tétSis. Y mi predileceÏÔn por estos estudios se lia aœntuuIlo más, y
héchoseme más grata por uua rara coincidencia que IIlC lia rcvelado
este libro, y es ésta: que al mismo ticmpo que yo, eu el modesto
retiro de mi hogar, sin obras ni diarios que consultar, IIlCocupaha. de
los medios de mejorar la suerte de la clase obrera, ::;iu caer en 10::-\
delirios y absnrdos del socialismo; el eminente cscritor sefioI' Bmilio
Castclar, cou la elocucncia y brillant{lz de estilo qnc le SOlipropias,
á juzgar no mas por los períodos que tI'ttscribc el doctor GaliJl(lo,
trataba la misma cuestión en un diario ùe ciruulaci()lI UlIÎYeriial.
• Qué re"ela esta coincidencia 1 Que la wrdatl es uua ell toda . .,partes.
Casi desde el principio de mi obra, que empecé ;Í escribir ell
1873 sent6 est{l principio: "Las relaciolles naturale¡.; y económicas
cntTe el capitalista y el obrero son la asociación;" y á la demostración de él, be consagrado en distintas ocasiones y lugares algunos
dias de trabajo, dándolcs, como á casi todo el resto ùcl1ibro, la .torma.
díalogístiea que se presta á tomar en cuenta las argulllcntaciones ('11
contra. Es e~ta también uua illclinación que me domina en ('scl'itmc:
s{>rios; por consiguiente, varias de las ra;W!lCSCOli que el ::;cilor doctor Galindo trata de refutar el escrito del señor Catitelal' "BI Trabajaùor," están contestadas ell lo que llevo escrito. Hay otras (lue si no
lo están, por la forma que re,isOOo, merecen ataqné especial; y éste
es el que me propongo aquí, y con el cual pienso completar mi propósito abrigado desde (lue empecé .
.\1 (,\Hltlro en.qne el sefior Castelar pinta la suerte del trab~\jadol', Cil todo el IlJundo, siclllpre igual en su miserable
cOlll!ición, :1
1)('8a1' de qne ;1 sus esfuerzos se han levantado Ja,s ohras llIás portentosas que adul'Ilan <Í (-"te, el doctor Galindo, deslHlés ¡Je cOlllparado
('011 el nihilista Bakllllill, "e expresa así:
" Aparte la ,1ifen'lll'Ía de lcnguaje que proYÍcne lle la diferencia
de ~elltimicllto:-; y de cdnc-aeión; ~en qué Em(]it('rclldan (,I'ûnólllieumente las dos doctrinas 1"
- ~;; " E Il Ilada,"
""\llIbal:; proceden del CL'l'OI'<le cOIl~iderar 1·1tr:1h~~joJllallllal :;;i 110
('01110 ~lIperior, cn:11111ollIenos como igllal al tmLajo
de la inteJigclicia,
,\' al t l':Ll>ajoIllor:t.lllc la pre,-isiólI, de la l'JIPL'gía, del al\Orl'O, de la
alllll'g~wión .Y de la con¡.;tanda que eOlllhilla y dirige las opemüÍo1lcs
Ile la illllll~tria;
.r pOl' comdgniellte l'II a}loyar llIÚt tcoría soeiali:-;1a
qu(', tOIll<tllllo )lflr patdm de la reml1lleradón
el trabajo lll{l~ gl'O~I'ro,
pl trahajo del !tomhre c~claYo de la natllraleza, aLate y tlegr:ula al
lill1llhrc alliil'cl do 1m; hl'lltof:."
E~ta c:-; !toy hl, suerte del tl'au;\jadol', y ~cgnl'alllente lllle 110 es :í
('~l' principio (le a~odadóll que ,\'0 qlliero n'l' preyalcccr, ,\' ljlW 110ha
prcntlcddo
t'n niilglllltt parte, q ne es deùit]a; lllego c~ al c~tatlo
act !laI de Ja" cm;as qne Re delle esta mala sitllaeiôn,
Contm;to ahora
al (lodor OaJillllo cn lo qlle acaùa Ill' (lcdl'.
Pintar la Rucrte illJeliz del tI'Hhajallor, tjlH' es lo (lue I:a,,¡a aqní
lIa Iwelll) el sl'fiol' Castelal', 110 es ~cJÍalal' las eall,~;1Sdt· í;ll lllísera
l~xistI'J\('ia, Y !lien: si es ;Î ar¡né] 11'alqjll tnoral de la illtdigl'ncia,
/a ln~"i:-;i()ll, la enel'gb,
el allOlTO, la ahlll'gadón
.v In eOll~t;\1lda IJlll'
s!' tldll' la 1l1ayol' rClnllllCl'aeílÍn del cstilel'zo ilHl11stl'i¡¡.l, ('omo lo crec
~' i'>OHtÍellCel (lodor Oalin¡)o, C:l.l'eee de justicia
la llleZ(l11ina rCllllllIemdóu
de I obl'cl'o por Rn traù:~jo manual. Ell efecto; HO prlleha
llllltlla cncl'gí:L .Yconstancia
el traba¡jador qllc Ilia por Ilia, y llmant(·
lliez lloras utlb Ilia, est:Î entregado al trabajo!
t Qné, prc\'isilÍll, qné
allOl'l'os }HH.'(len l'xigil'se de llIl ohrero, cn,\'o salario uo le cubre siqniem las ncœsidades
Ile! dia presentc?
Ko prucha a]lIlegadÚn,
.Y
Illllcha, 1Il1!lOln])}'c qne ,t, llc:iar de 110 YCI' es}wrallza de mejorar sil
,mel'te ell ('.;te tm]l,~j() duro y constante, á él Re entrega sill ùe,;('allso?
¿ y Sl'· l}11iel'c qlle a:.;í lllallilieste pre\'biÚll y haga 1~I~oIlOlilíaS? Esto
sl'ria colc)(',lrle ('Il Ill/a iIJlpo.;ihilillad, ií tiempo qllt' la raz/Ill ,\' la. l:Íenda CCOIllÍIIlÏl',\' aCOllSI\j~w l!lejOl'ar sn eU1Hlid(llt, por ti p}'()gn'~iYo
:\lllllcnto l¡"~:.;alario, para l.;l'earJc estos h:íhito~.
No ¡tay ell todo (';.;to nillgílll pensarnieuto
:.;oeiali¡.;ta, ::eiíor dol'lor
(ialilldo, :.;ino lodo lo cunt.rario, c¡.; dE'eir, qne hL l'ClIlUneraeit',il 11('1
trah;~io Ill:lllllal, yaya :v';!:Clldiemlo ;Í, la (lue de ordinario :.;e cotweùe
al trah(~jo illt(~]igent(', :í llll'dida qne el pl'Odnc10 yaya perteedolláudO:-:l~y pl'Otlll'alldo lllay,;rc" Iltilida(lei;. Ya he diel10 I'll otra part(·,
!jtl<' ell el tl'ahajo del oll1't~I'Ollay talllbiéll illteligeucia,
COlltilllÍ;t el dodoI' Galindo:
"Curiosa
ciencia 1':iudal p;(ra el
CllilOhlccilllicllto de I:t e¡.;pecic, éSÍ<L que coloca lt .fellnel' alnirel
(Il'l
mozo qne yació la pÚstula de donde el genio estn\jo el precioso yíl'llS
que hoy preserm á la humanidad
de la deformidad y de ht lllUl'rte;
la que eolol:a (t Fulton y á StcphC:ISOll al !iÍl'el del gn:1,nh Ile estadtlll que e:uu/¡ia las sl1ÎÍales, ó limpia lu,; (':tIT~l(',;(leI caluino de hierro;
la qt:e e%ca (j, Franldill y (L l\Ioo]'¡.;e á ni\'(~l ,:('1 ]leon que claxa el
poste que sostielle el hilo J!lister; ", \ qnc 1m dad" al hombre la nbicuiùa(l <leI cf:jludo; la qne, ... }JI
la l'('l:~•.it'1Il >(, •.i;\ interminable;
la que eoloca al seiíor Castelar
al ¡¡(n'¡ ,L, tilltOl'l'i" (¡ue ayuÜa á
llluWplic.:1.r las copias de sus l'~(,l'ito~ illl!I';l'tal('~!
(',lll perdón
del
sr.ïlOr Ca&teJar, ilO fueron los ('allt('1'O", ni 11ls albaùiles, IIi los CNra"I
jeros, ni los tLtrpillterm; los qne com:itrnycrou el PartllCTW!l y el Capitolio, como !lO foiOll
loi,;cajistas de las imprcnhts de Barcelona y de
Madrid los autores de los libros con que el señor CasteJn.r llena el
orbe de sn fama. ~o; moral y econ6micmnente, construyeron el
I)arthenon y eJ Capitolio, los artistas divinos que en esas líneas d~ja1'011 esculpidos Jos !llOdelos clá~icos de la belleza y del arte."
Hahré de hacer aquí, una brevc pero necesaria observacÍlÎIl al
dodoI' Galindo, (¡ntes de contestar directamente el período trascrito:
Si el seiíor CastcIar, por lo poco que ya he ,isto de su escrito,
ni yo, pretBudelllos cn lluestro sistema de asociaei<'Ín, rebajar el nivel
ale:tllzado }JOl' esn" artistas divinos, sino una cosa lUuy distinta, y es
ésta: l'lem}' hasta la ((ltll j'a moml !J l'con6mi(',(l que ocupan lstos, á 1ft
clase obrera.
Bs t:Hnbit~1Idel caso pcdir aquí perdón al (loctor Galindo: cu
las líneas trascrita!'; hay m:ís mérito literario, que obscITaeiÓn completa de los agentes que entralJ en l:t elaboración ùe estas bellezas
artístieaii; y ~i tlO, contéstemc: J sill el esfuerzo del mozo que vacía
y aplica la pústula que 1l0S presena de la def(H'lnidad y la muerte,
nos serviría (le aJp:o e¡.;te precioso preservatiyo de .J (,lIued ¿, Sin el
guarda qlle (';ulIbia las scHall'S, ó limpia los earrile¡;; de los caminos
de hÍt>ITO,si'1 el ohrero que prodncc el hilo eléctrico y Ja maquinaria
de yapoI', gozaríamos hoy de los bienes que nos legaron ~lo()rse,
Pulton, ~tepltem;on? ~ Sill los copistas y sin los cajista}; dc las imprentas, estaríamos hoy leyendo las beBas producdones de Romero,
de ~ewton, de Castelal' •.~/.i'f ¿ Sin los canteros, .tlbaiíiles, cerrajeros
y carpinteros, el mundo habrÍ£t contado entre sus maravillas las pirámides de ]~gipto, el Pa.rthenon de Aténas, el Capitolio de Roma, la
muml!a, de la China, la mezquita de Córdova, ~
~i, pnes, sin el concurso de' estos obreros nada (le esto tendríamos, es eddente que ni moral ni eeoll()mÏeamente fueron artistas
divinof;, ÚniCallU'llte, lo;; que construyeron el Parthenon y el Capitolio.
Cabe aquí muy oportunamente, una reminiscencia. Entre el gran
acopio de razonc¡.; que he dado para sostener (lue el capital 'ínteligenda, no Zn/elle, ni debe scrrenwllcrado añallf esta otra que se baIla COll
más extensión en otro Jugar.
" Ultimalllcnte, es preciso que no olvicleis, pues ya os la he dicho,
que por mucho que sea el11:'o que se haga del capital inteligcnda, este
uso no lo merm«, ]lorqlle queda intacto cn el qne lo oft'eee al público."
Quién creyera 1)11eseis aiíos despnes ùe escritas estas palabras,
habrian de recibir de mi caro amigo, doctür (hUndo, la e;;;pléndida
comprobación que se lee en su obra en la parte que trata de los Perrocarriles colombianos! Págin:t 106, ùice así:
" Los sabios viven J' mueren generalmente en Ja miseria. Y por
qué! Será porq ne sns productos son económicamente malos 1 N o ;
por el contrario, porque son demasiado buenos; pon}lle una verdad
descubierta. por UIIsabio sirve para aprovisionar de una vez á toda
la humanidad, 110 se gal'-ta nuoCc:"t,y por eonsiguient.e no se rcnueya,
el pedido. (~o es que 110sc renueva el pedido, pUCH por el eontrario,
este es de caoaiDstante, sino qne la Cc:'tntidadproducida es inagotable).
-27Suol;me atrihuto de ht inteligeueia bumana que casi puede igualarse
á. Dios, en la fecundiùad de su creación! La humanidad puede tomar
las cantidades que quiera de las leyes descubiertas por Aristóteles,
IJor Descartes, por Galileo, por N ev.ion, por :Fulton, por ]"lanklin,
por Chappe, por Cm'ier, pOl' Humboldt, por CMdas y por Moorse,
como puede tomar las cantidades qne quiera de las leyes de la pe~
sautez, de la gravitación, de la, electricidad del calórico y del magnetismo animal, sill disminuidas Cil un (Í,tomo."
y á pesar de esto, el doctor Galindo se descarga enérgicamente
t~ontra el señor Ca.stelar, porque conocedor de estas mismas verdades,
pide asociacion entre el capital inteligencia del sabio que descubre y
concihe, y el trabnjo del obrero que ('jccuta y pule!
Oierro mi réplica ell este pnnto, <';C'Tl este pequeño resÚmcJI Ij\ll'
es la ley económica:
En tOlht producei6n <Ine sale del ccr('ùl'o 6 de la, mallO del
hombre, encontraremos necesariamente eRtos dos agentes: esfuerzo
intelectual y esfuerzo físico. Si HOS es imposible separarlos en la
elaboradón, hay imposibilidad moral .Yeeon(¡miea para separados en
la remnneraei6n; y esto quiere dedI' " asodachín."
]}ice luego el doctor Galindo: "A la doctrina <1esconsoJadonule
la lliyelad6n de las recompensas, rehajada al tipo cie] trabajo 1ll1lScular, la cieucia de la Economía, basada en el estudio de Ja natmaIeza
humana, 0Jlone de muy distinta manera Jas yerdaderas leyes del
progreso y del ennoblecimicnto de lH1estra especie."
Entre la doctrina niyeJadom no de las recompensas, EÍlJOde las
remuneraciones, y la de la igna'](hul a.bsoluta, que según parece el
doctor Galindo las toma CIl idéntica significación, hay un abismo de
por medio. La primera se desprende de la naturaleza misma dé ,las
operaciones industriales; la segundèt de la violencia. Curiosa manera
esa, diré yo también, de buscar las yerdaderas leyes del progreso y
del enuoblecimiento de nuestm especie, manteniendo á la mayor
parte de ésta en permanente inmovilidad en la retribución de sn
trahajo. Este seria el progreso en la miseria!
Continúa, el doctor Galindo: "No ha entrado eu la::; planes de
la Providencia la idea de una igualdad absoluta, qne es un mero
juego de la fantasía. A las mÚltiples necesidades del hombre, tal
como está organizado, tienen que eOITêSponder forzosamente múlti.
pIel'; y diversas aptitudes para satisfacerlas."
Si no he entendido lIlal al señor Castelar, tampoco 1n. entrado
en sus pln.nes la idea de esa igualdad absoluta: él pide, como yo, la
asociación entre el capital y el trabajo, y con ésta la igualdad de
remuneraciones;
y no por pura' simpatía hácia las clases obreras,
sino porque en el ejercicio de la industria, el uno no puede obrar sin
el otro, son insep:uables, inet:itablelllcnte insíparables. Y esto nos
est(t enseiín.udo que no ha entrado tampúOO en los planes de· la
Providencia la idea de mm desigll a ldatl relativa.
No estoy de Muerdo COllel doctor Gali~o en que á lasmúltipIes necesidades del hombre deben cOlTesponder forzosamente múlti·
tiples y diversas aptitudes para satisfacerlas. Si este principio fuera
-
28-
cierto, la mayor parte de los obrèro8 que apénas .conooon y ejerOOll
una. sola clase de trabaJo, morirían de inanici(;n porque sólo podiian
oponer á cada llueva nécésidad qué les sobreviniese una sola aptitud.
A làs variadas necesi~de8 d~hDmbl'e, yo no encuentro otro
mediO más seguro y eficaz' M.satistà(:erl3s, que el de que cada cual
aumente sus entradas, por losesflH~Ù~Osdeltraba.jo, en la misma progresi6p. del eapitaI.
.
Habla el doctor Galindo: "Nada ciertamente más digno de la
meditación del filósofo, ni de la atención lifl hombre de Estado, tlue el
èstudio de estos problemas· sociales
se relacionan eon el mejoralnientq de la gran masa de la clase obrera, enconada ba.io el pcso
de \lU trabajo abrllllladôr, y muy distante roda vía del grado de bienestar y de, abundancia, á que la ley del progreso delle lIeyarla.; pero e~
prociso (~llidar8e de no hacer de ~ste asunto ulla ;w'·Pia, nl tic convcrtir al obrero CIl lléroe de romance."
•
y qué remedio propol.le.. ~Àoe~)r&-~~I!H.dopara el H~ej()l'allielJt()
de la gran llla~a ûe la clase 9bl~era.r~I~.Qas Ile llltllado este:
'"La verdadera, lalegítiina, la única Îuentè 8ólida y fecnnda del
mejoramiento de cada clase, es la que se deriva del progreso gcnerál
;fte la especie, bajo el imperio de la libertad. 'l'odo lo que no 8C dirija
á'bu8car el bien econ6mico en las fuentes del progreso, de la libertad,
del ahorro y de la justicia, no puede conducir siuo á lo que hall conducido las utopias socialistas."
¡Es ell la remuneración fijtt y lQ~zqJlÍDadel trabajo en donde e8tHJI
las fucntes del progreso y d~l abolToT Creo que aquí gira .cn IllI círculo vicioso el doctor Galindo. ¡Cómo sc consigue el progre¡SQgeneral
de la especie si no es procurando el de cada parcialidad 6 de cada
'ii1di\iduo aisladameI~tef ~ Qué otra cosa es'ese progreso gencrai, ~iu(l
la suma de todos los pI:~gr~os particulares! BUf,;car, pues, el mejoramiento de la gran lUf\8a de¡~ clases obreras, ell cI progreso general
de la e~peeie: e>:empezar el~ifi.çio ppr la techll1ubre; ó en otrO:--i términos, OB :;aiil' de HlIa utopia socialista" pUJ:a euer ell nna utopia eco-
que
£-.
~
nu HlI
•
;,
'
.1
C<'t•
Tocallte al aholTo, el liùrero puede dedr al doctor GalilHlo:· sí .
¡,;oÜür, u'U111éllteUlemi salario más ,allá del lílllite dl' lIIis .1Ieeesida(le..;
del dia:'re~ente, y 'yo Ille cot9prornetp con Il"ted Ú Jestiu<tl' e.--ie exct'(lent,e, á !lila caja de ahOlTI)~, haH~ I¡Merme capitalista (,i t'n;ldar un
nOlTcllir á llIi familia. 'l'odQcs.to es.tá ei~ J;llis interese:,: .
. . " Pero la march:1 del progr~{), .4i~.el doetor Gali:l(b, ¡HI es -\l1l.
JOlU' de force de la ciYiliza.dcíl1; HO ,e;nj;,i~iode un dia, ni ~~íqHiem.de
llIl siglo; lloe¡,; Ull pa.;eQ áJaalde¡t Ú.>èina: eS Ja, obra Imita, pae;cnt(',
.
(\o\lstante de geneI"J.Çi~)1J,es,
y de .sig1<?s."
•,,'
Aquí el doctor ,QaJ,lJldo.,&elll,lJ.lllfiestaconse(luetlÍe eOíJ ::;tlt' Hka:i,
,J}/J.n1ue, á la Yerdad,.·'G1.l~d.o no. se tiene otro medio ùe mejpi'amiclltu
de las clases obreras, 'que el de proplll'ar ci p~ogreso ge4el'al Je la especie humana, mejora dt\l,t¡jdoiql",ginar~~ )~o.
,8610ese rnejOl'a¡niento.
no ,es l'.l'obra de lID siglo ni pe ~q3: generaélon, sinoque llO ~ obra
d~nadie.
, ...
,. ""id"
,;,
., ..•.••.....
)
"En vez tie lUirar iD;l~i~~Wpúéi~
adelallt~~ (~~~~:}¡t~j
•.•
--- !):? -verse la \"¡sta Ull PIl('(1 b'wL. [l,fritS, pam 110 de:-:íalIee~r, para tCller f(.,
la acei(m (le ht li\wJ'tatl, y para no calnmniar (t la í;1)cieda.d."
.
" QUI'; ticncn de comÚn las masas ohreras de uuestro siglo tOll
los pl'uldul'ios
é i10tas de la :-mfigiie(lad?
Dónde está el esclayo,
elóilde está el ,;;icl'\"o feudal?"
Esto nos die(" t'lItnsiasmado,
el doetor
( htHlldo.
V ohiendo la \'Ísta \¡;íeia atrás se re, j rcgodjc;,;e la huma-nidad !
(lne la situación de las Illi.sas oureras de uuestro siglo liada ticue de
(~om{¡u COll los proletarios
(~ ilotas de la allt igiledad:
(lile la e;,;c1a\'it.ud ha desaparecido,
ell gr:ll' parte, y qne 110 existen'ya
"inos fbudales. Y esta mejora de la ,';ases ohreras, I1Icdio emulleipadas,
e;.; el
fhJto gelH~roso, espontáneo
de los filántropos, cIe lo:,; apóstoles
del
prngresot
):[entira . .\eaharon
los i10tas porque la guerra acahó con
la feroz Esparta que loi; mantenia:
acauaroll
los Sil'J'VOS feudaJe;.;,
porqne la:s cruzadas arruinaron
y cOlldll,Yel'OIl COll sus amos; y se ha.
extinguido
CIl parte la esclavitud, POl'llUC los LlucÎÍo:,;de esda.vos 'J'
las lHwiolles que los han eOllscl'ntdo cu su ¡,;ellOhall visto en éstos un
peligro, más ó ménos remoto, para su cxisteneia.
Hecuénle:-:;c ell (lllé
apmo:oi ~:e yió Roma COli la subleyación de E~]la,l'taco.
~i dehido á estos resultados, depeJl(lil'lItI,s iodos d(' /(/ !/III:rrtl, !as
dasrs ohl'l'l'aS de hoy, gozan de cierto Ui(·l\t',.;t:lr ql\e ilO ('IHlOf;!('I'Oi!
las (le lo,.; tiempos d(~ Ia.s ()rllz:ula" ;: (le lwí:-; :dl:í, 'a h¡lIil<widad tieJl(~
(!ltC lame!ltar eternamcnte
el ~a('ritido pUl' el hambre, la Üesnu(!<>7. y
la e:~}lada dI' más de den generadolle,.; de esos mi:-\lllos ohn'1'os, ell este
('sp:wlo dt, m{Ís Ile 1lIi1Míos, Y el (lodor (;alilltlo que llO_,pide Ulla
Illimda ]¡;íl'ia atl'Ús, lIO se!ta digl::1do lijar la ~~I!,\'al'JI (";([(8 })('lful'iï('CI's!
(',(,c'!' COll toda ¡.:e1'Ï(~llallIlllV el l'r()gn: ..~() pc.; ohra de los :'iig!o:--:,
es atarse al poste de Ull (lestino lilta!. ~,i¡lilY, do('tor Ua!í!!11", tI'11('11IOS('ll lluestras llIallO:, !liS medios (k lll('hl':l¡'la ,~itll<l('i(¡ll d~' 1I;1('.'(¡-:l,;
claSt'.', obreras
(c:,toy illt!icalHlo llll() dt, "t'¡ll):; ('llll Pl apl, .••.
o di~ :U'kr;dad ]'('::!lt:(al)!e), ~por 'Ill!' I,) hCl!lO"; dt' ;¡h,¡¡:¡h;¡:I1' {I la,; gC1WI':Il'iOill',';
qne IlO",sip;all, {¡ hasta, qnc otras l'r¡¡:m:1:\" 11C';1:,',) (h~ fjllilli(,!lt::,; Ú 11:11
:uïüs, n'jlgall :'L ohrar (':¡le Jllila~~\'() ? ¡, X:; (Ill:-: (':q){)lltlria;llm, .\' (':IJl
1"a7.(íll,il las lllal<licioIlP': y aJl1argas qac:in'; ill: las 'lltC ';Oll llJ]t'stra':;
(~)Jlt(~lllp()r;'Ín('a:; por i':' :: ahalllloÍIo u::e! ?
.\ ~o,' fll:t' l~oy \. I ,'llllO;':' llf~~:"l'!ll'l':"'\-';I!~l';t:e la tal'p~t th~ ~·il'LI
.•n1':11' (')
Fïi :,\1'(':-:) del lll'e":('!ltr,
.Y qnit:J¡ ;é ,-:::t ()lJ('(h,>('(·,·:'-,(,
(¡J:dhi"li
al 1";¡-' (':;;". (':\tk dia iral' :'ll j)1'tl¡)io :ln¡:¡ dij.'; dic0 .l¡:,,(:(";'¡';;:)' ;--:,j li'll'
lm'\('."; :Il,;:a¡¡l(',.; H' (":¡:temj;!a tll10 ll¡iíhl;';',', dl' sigb.'i (':Il,pia (.! ¡1¡1,lld,:
de 1·:"¡,.1(,Ilt'ía, y q¡ll~ Iltill('ll(':~ I;t'. g('llCUl('i::¡¡,',: tie oLn'l'u,,;, ,l¡tt,:u\(' ,:n
(':ml'!';l, lla;l :,,;w'HmhUo al Pt'."() tÍi· I:-¡¡!ta,.: l:iÏ.,(·¡'ja,.;, de Ll1lia:; ti:',wia,:
<' ¡ll¡I1:,:idas, el poco 1Ii('l](~':t;u' dI' <[I¡¡~ ]¡n....t!i"li'llt,i la ("a~;(' ,,1m'm di'
Paris ,Y ()tra:~ CÍudn¡]l':': ('lll'0IW<l" t·.~ l¡lIda, eOJHjl,l1'¿¡.fh (:(;:1 los in¡¡¡'IPH
11Ieros :-:;tCI'Uido::;
e:111Slllll'\fln,.;:
:.:it1:tlltIel Oceano!
DC:';l'l\(~S de ('upi;u' ("
pif'J'(\l'
(-JI
el trabajo,
ia g;,ia
(jI>
,l~:;l1~\;\
:a Ït'nil'¡¡-
.
(Ja]¡¡;do l'lsíguit'!de
t1'<J7.0 dd c;-:('ritu
lrabaj,lllol'l>";
¡Jtllj('ll sn actiYidad, ;o;n \"ida
<:ila.uLlo la a:,:oeiadÚlI no existe, la adiYid:td
la yiflii ('n eJ nIdo"; lo ('ollllmten:-:í :
deI ~ciíor t'astplal': "LII"
al senit'Ío riel ('apital; y
se
,~" ID {ptt'
t!,¡dol'
-30",La última parte qu~descub.t·e ,Wl.8,cntimientDde simpatía por
la ol'ganizàçion de la. industria BobreJ,a,qùiJAera,socialis'tade la aso'Oía,C,i?, 1,1 eutl'e él capjtal J.~Jâ:,:a,ba¡9lIa~,'",'~,;:
~,''; ",IÏ;19s,'~epa.mda,,'
',m, enté;
)31 ,pnme-ra,noes.eXacta. Lost~¡lf;l()res:(QQmp'~ndlCndoOOIllQdebe
comprenderse bajo esta deoommaçión¡oo!sqlo' ~.'los qPeia.ríVii.de,qn
trabajo manual, sino á. todos los q'ueconcurrcn OQnsus facult;t<les
indust¡;¡aJes á la creaci6n de los,produc~)" no ,ponen su aCtividad:y
su vida alservjcio del capital sino ~Iijervicjo,de, sí mismos, (oh! Il!)
, eula obra' de la producci6n; tan!dert{)comó q~e'rodos ellos reciben
su .l>ftrtepor anticipación en la forma de sueldos; sala.rios6 jornales,
sin cuidarse de 108 rcsultados de esa producdón: puede el empresario
arruinarse sin que ellos,se preooupen Iii se afecten por esa desgracia;
y. si la especulación deja utilidad, el capital entra el último á tomar
sa parte en las ganancias. Siá la Economía Polítíca le fuera lícito
.aSumir eUono scntimenlal del rOmance",,podría decir que ~sta compañía en qu,e uno de los, í¡oci~" el, Qbrij'n,:sc>lo tama parte en las
,gánancias y ninguna' en ,la~ ·p~rtl,f4:a.$,'êta:ün p'acto aleatoHo, leonino
~ inmoral que debia, modifiüarSe en beneficio del capitalista,conoodiendo á éste acción civil para el recobro totaló parcial de 108 jornales, en toùos los casos de pérdida en la especulacfón."
. ~ Sabc el doctol' Galindo cómo Ofg~
el señor Oastelar su
sistema de asociación' Si no 10 sa~, ~mo es muy seguro, en las
palabras, transcritas se ha d~~ llevar da~~ligereza imperdona~e.
Yo tampoco sé cómo orga.nizará es~ aadciaci6n cntre el capità1
y el trabajo, y en defensa del' mio dil;é: qtie esa compañía leonina
é inmoral no existe, y por el contrario yo la hago ~ndisol\lbley solidaria en las ganancias y las pérdidas, y cóntiene también la modificáción que usted cree necesaria en favor del capitalista. Si esta CR
roda la dificultad que usted' encuentra podemos ya cantar victoria.
. ¡Con que los trabajadores 110 ponen su trabajo al servicio del capital, sino de sí mismos f Esroes insoSt,eQiblèseñor doctor Galindo
ante la elocuencia de los hechos qne nos enseñan lo contrario. Tres
, trabltjadores, de los cuales el uno ha formado una bella lámina de
Cristal azogado, el otro un fino marco de madera para colocarla y el
t.ercero lo ha pulido con ricos dorados, presentándonos cri conjunto
un hermoso espejo de Venecia de valor de doscientos ó trescientos
pesos, con materias primeras cuyo valor Aoc:Koode,de cinc)lenta pesos, han prestado tan positivamente un servicio al capital, que lo han
aumentado en doscientos cincuenta pesos, aunque sea cierto que
estos tres trabajadores sacáran por anticipaci6n sus salarios ó sueldos'.
Si por la anticipación de és~s, los trabajadores no sirven.al capital; entónces en muchas ocasiones, ni el capital mismo estaría al
servicio del capital, porque el. interés;ó 8~que
devenga se lo
,.hace pagaráun <Íntesde dedioárloá la indn.stria.. 06mo! la ruina de
" ún empresario, en nada pr(;ocupa. ni afeCta âJ. obrero ú obreros, que
recibían su salario de la.empresa arruin~a!Oh
qué tristè idea tiene
el doctor Galindo de las clases óbreras-t''"ùreoque' la. Sorbona cconOmioà dePa.rís, á quien dedióa,el'
¡excomunión ma.yorpor aq
.
o pau libr~ le
,',,,~
la~á
,
- 31E:,;t.oy InUY de, a~uerdo eon el doctor Galindo, en qne la ilHlnstria
cs Ulla especie 'dc milicia en que el éxito depende àe la unidad de
acción, eon un Jefe re\3ponsable de HUSopcradoncs (~. :tt]cmás agrego
yo con lihre elección àe soldados-obrcros); quc este .Jefe es el empresa.rio, al cual debe dejarsc cn completa libertad ]lara ~ombinar lo:>
negoeio;" y }Jam que triunfe (¡ se arruine h\jo Sil responsabilidad;
.Y precisamente aHílo tengo org:tnizado yo cu mi ::;istBl1tade asociación.
Solo ulla COsahc añadido pam el Último ~aHn pnwisto; y eH que si
la ruina ha proYûnid~ de desaciertos del empresario, éste debe llevar
solo la clùpa, de su mal éxito; y liada más justo.
Pero no estoy (le acuerdo COll el dodo!' Galim]o cn (lue la forma
llatmal, legítima.y cOllycnientc lId pago del trabaj~tdor es el ¡.;alario
íljo, incondicional{' independiente de los re:,nltaÜos que (~lno (lirig(~
ni debe dirigir; y uo lo c:,;to~'porque este es el so<:Íali:-;moaplicado
por los capitalistas .Y SIlS adoradores, sohro las elas(~s tralmjadora,s:
igualada:,; Ú todas eJl la meZ(luindad é invariabilidad del ,salario.
- .A'Jaremos: si hoy un capitalista cmpresario ohtiene por el
trahajo de sus obreros uu producto de dohle l'alo!' al prodllddo ayer,
sin aumcntar el núllIero de éstos, y debido {t la lIIQior ealhlad de 61,
¿ permanecerá. inmóvil el doetor Galindo ante el :-;:tlariofijo 1 Aquí
He ha empleado mayor trabajo inteligcnte.
Si estB mismo producto, en el mismo tiempo y (;on el mismo
nÚmero de obreros se (luplica en cantid:lll al de ayer, produciendo
también doble utilidad, permanecerá todal'ía iumúl'il el doctor Galindo, ante su salario fijo f Aquí se ha empleado dohle e:U1tidad de
trabajo mauual.
Si todavía este mismo producto ha alcauzado mayor perlBcción,
triplieêÍ(lose en cantidad, cn igual tiempo, y siempre con el mismo
llíllllCl'O¡lc obreros empleados cn f;U fhbricación, ba dado triple utili~
dad; ;,pcrmanecer,í aÚn inm()vil el ùvctor Galindo ante ~u ~alario fijo!
Aquí ha habidoaurnento de trau:\jo intelectual y aumento de trau:\jo
manual.
Si así fuese, por Dios, ductal' Galindo, ¿ cuál er,;ent611ces esa justicia, y ell qué consiste ese progrer,;o que usted invoca á. cada paso ~
A e:stor,;principios qne nos enscüa el señor Castelar: "]~l capital
es un elemento protlnetor, pero el trabnjo le da vida, forma, movimiento r circuladón."
.
" :La masa inerte del capital nada produciria sin el alimento que
la fhtiga arranca al pecho del oùrcro."
El doctor Galindo contesta:
" Estas projlosiciones sou ciertas, pero también lo SOil sus COIItrarias; lo que prueba que carecen de importancia cn la discu¡.;i(¡ll.
1'ambién puede decirse:
" El trabajo es un elemcllto productor, pero el capital I~ da vitIa,
forma, movimiento y circulación."
"La lnasa imm~ del trabajo nada producida sin el alietlto que
el c<tpital armDca al pecho del obrero."
Nada de esto puede decirse, señor doctor Galindo, sin incuJ"rir
en l"wid<Jsa herejía econ6mica, acreedora á segunda e~oomuni6n mayor.
-
32
Lo que por sí no tiene vidà 'és imposible que la OOUHUliqu~ á otro,
y lo que no tiene vid~ es incapaz de dar~fotma
á nada ni á nadie;'
Lo qùe no se' mueve ni circula sino piW'vohlntad. agena, como le
[lJucedeal capital, mal p'lede comnnicarle m9vhnienw y circulaci6n al
'trabajo .•
Pero admito, porque "'iene muy á propósito, qlle ::;n primel-a,
prqposioi6n es cierta en el mismo, grado que lo es ,la del señor Oaslar; ~educiríase de aqu~ en estricta l6gica. qu~ el capital y el trabajó
s()u:nooesariamente inBeparabl~ eu las labOres de la industria, que
siendo inseparables, forman neeesariamente 'íntimla asociación; y en
qonde haya80Ciación para trabajar, bay asoCiación para tomar las
utilidades derivadas del trabaâo ; de manera que 'basta por el absurdo
'lile prtleba mi sistema.
'
" ,,',"Mi sorpresa no tuvo límites cuando vi escrito por el doctor
G.ilind() que el, trabajo es masa. inerte .... Con que el trabajo que
n'ospone en movimiento á c$là' inRtâlit~(qué :b.os bace sudar á
-wrrentes, que se mueve sin cësat, que á tOdo'cuantO toea le da fonna
y moyimiento en direCción ci.erta;' que transforma el hierro en ferro--:
carril, en máquina de vapor; el cobre en hermosa variedad de utensílÎos ; el árbol secular de las soh'as en finisimos pianos <Juym; acordes
"embelesan fl\l(¡,stros oídos i en preciosos tintes l/IlC dad brillo'y 1Ie1'JÏ10sura á nuestros vestidos; el mármol entas primorosas ùb\"(tSl de
'Pi<lias; la piedra bruta, en espMll.didospalacios; Cil aerea~; eÚpnlas;
, ,al barrQ en ¡tlba porcelana; :í lit p{lrèelana-eri--maravillo,;-;al.;torres;
.~ la electricidad en instrumento de comunicaèi6u instantánea entl'!'
los h-ombres; ~'Últimamente, ~no Cs Dios m{smoel GraJl(le ~\nllli.' tecto, el Grande Obrero del Univer~ot Oh! nunca, n\lllea el t¡-;tbajo
puede ser masa iuerte . .Aquí 110 basta una simple llegaciÔn, se J!('('C~itfi también ellt~rgica y formal prQtesta anteN'otario ..
,
,
y ya <Ill(\. de electricidad he ·ltablad0~ tomaré qjcmplo de ella_
}lant tlelllOf-ltrar (lile la última proposición (}êl''floctór (blindo e,-;talsa;
.8í t.odavía hubicre {¡Iguien (lue lo dude: e~.te flÚido, e('.llllólllÍ<·.n!nentc.
hablando, no e:,>capital, es Ulla dádiva dh'illa; y Cil tal ea;:;o,es cf;ta
.nnap1'1leba de qne el trahaJo, ~in el auxilio del ('apltn], ha tomar1o
,vída,fhrma., lllJwimieuto J' circnlaei6n por sí mísl!}(). ': lH'e~)() (Il' di('ho
.fhí¡(l~ \ln capital ::('¡dal, cplC\'a
en' lJ.UUl(mt-o
C<:'tda
dia.
ejémplo =-' ¡Qué valor tiencu, ;l qué l¡-abajn dan
vida, f(¡nna, lll()'.-iiililc'nto
y eírculaeión esl,l.'i imnen~as n¡asn:'. 11(' 'oro,
.·plMa" hierre, (d)]'p, Hila &I! &~, que ya.c$3n oètùtas en ¡a~ ('J1traiia·; c]¡~
ln. tiè.:l'I'a! ~: o NI' ;;0;'; presenta aquí pat.enteIDënte el J¡lc'(~]¡orn¡¡tra¡'ío,
I'S (Ie('jr, qtH' (,.:, el trabajo dellrJinero y del <)bl'ero d qne ha dado
valoi', \'ida, f:!\T!';lS ti illma.res, ffi'o"micnto y drelllaci<'m :'t (';,a" IlW8a,~
iUf'I:tf'8, Cll toda, las latit¡HIes de~globo q Ell' su::; ~'aei.nlÍelltos p1'ími~
tiros estas :Ila,;:!-- SOHlo que la elêctricld~ul en~l espa('lO, - nil p1't";en~
t't' divino.
"~
..
Dice el (lod,ol' Gali:u{ll:' '" ~Ól.l:ls'Jà~:f't.eùl~âs,:)tt)aflS !Ol' ~i~¡mna~
e(~!111(~mkof'~llW ~(,~(~\llpeiiell,t'll de,prhlÛl:'.é~T,,:'C3;.',~í~~1
'·para ella,ltee~' .,(~l
",tl'ab:~lo,'~'1.'lœiW,~nzpro~g(~ell :de:.~~]'
~;déñf1¡6nto
cOlnlllc,to(l~~,]a;~
l\()!l!(,H'O;~
(;1;'0
,.I~y(~~ de la-Prll(11{(·(,16n.'"
(~rj:l!
f ' ~:~.., . '
.' ,
- 33y sin embargo, el mismo doctor Galindo, que tan bello principio sustenta, enaltœe el ca,pital hasta concederle el derecho ~íuna
remuneraci6n indefinida, creciente, y deprime el trabajo hasta conde!Uulo á una remuneración, fija que mantiene en perpétua esclavitud
y miseria al traba¡jador. Est{) es progreso 1 est{) es moral if esto es
anllonía 1
V nel ve {Lhablar el seííor doctor Galindo: "La producción es el
resultado de la multiplicación de estos factores: capital, industria y
agentes naturales; y no IUlY eie1u,'iaque lHwcl(£ (weir cwít cle estos tre~
factor(~s tiene
')Iuis
lJarte en
eSlt
1/tlllti]Jlicadún."
Eureka! Otro priucipio cierto, decisivo y del cual se desprende
moral y económicamente el prinnipio de asociación que yo sostengo,.Y fnndado en él me atrevo á pregnntar al doctor Galindo: ¡En qué
ciencia, pnes, se apoya usted para seÍlalarle al trabajo una remuneración fija, incondicional, y coucedcrle al capital una remuneraci6n
creciente 1 ¿ No está indicáudonos esta misma ausencia de criterio
científico, que si es imposible asignarle al Cc:'tpitaly al trabajo la
parte que Cc:wauno ha tenido y tiene en la producción, la única solución posible, justa y económica es la igualdad en la remuneración 1
En cuanto á los Agentes naturales, el mismo derecho tienen el capit-ali¡;ta y el obrero de apropiarse sus dones.
1\. este principio del seîior Castelar, tan evidente como un axioma
matemático: "¿ Qué pide el trabajador en cambio de sus servicios!
Asociación. Como la. religión es la unión de las conciencias en Dios, y
el Estado la unión de las voluntades en la ley, las asociaciones son la
unión de las fnerzas en el trab~\jo," - el doctor Galindo, entre otras
(~osas, replica: ....
'
" Prescindiendo de las comparaciones, decimos, es rigurosamente
l~xacto: que las asociaciones son la unión de las fÎ.1erzasen el trabajo;
más para que esas asociaciones seau fecundas es preciso que sean legítimas: nada vive en el mundo sino por la idea moral, y la base de toda
legitimidad en el campo lk lo tuyo i de 10 mío, es la libertad de las
tl'u,lls:1cciones."
Si las a~ociaciones son, COUloY~Llo he demostrado, un hecho nalma!, nada más legítimo, liada más moral que lo que se funda cn
leym; de la naturaleza, .Yno alcanzo Ú vel' eH qué pueden coartar tales
asociacioncs, la libertad de las transacciones, base legítima, según el
tloetor Galindo, de 10 tuyo y de 10 '/Jâo. Quien dice asociación, dice
igualdad de pot~ncias productivas, igualdad de cargas y beneficios,
igualdad de riesgos por los siniestros imprevistos de la empresa aconlCtida; y en esta virtud, hLasociación, una vez realizada, fnélo en
debate libre.
¡, y qué ltace el doctor Galindo á renglón seguido de proclamar 108
prillcipios anteriores"? Xo 10 que la lógica y la lealtad demandan del
e:;cl'itol' y PUIJ1ieiSÜL
que estiman su reputaci61l, tle aeeptar con todas
~U8 eonsecuencias las doctrinas que sustentan,
sino nna cosa muy distinta: á imitación de aquél que busCc:'tel allOgado rio arriba, va. á. buscar la remuneración del trabajo por uua Yia Oplwsta :í la que la misma indnstria indica, es la siguiente:
-34...;...
':_.:.' },~ó •.
l~}hay uu !lleQiO,~..,I.· tico,.ù,~.s.a
..be
...-1j_p.~
.aral.~!etOO~..,...de~a....
r_.e:
muneraclUn, cuál tlen~, nl~~p~~:~~,#'JpaI1qol
~uUW\dQP~ g~~
y.,.e. n.l.~.ll~Q~tai1.a.de;pi~.
·~:.CR.,1!~
. .er.t.~~:M. i..
¡me
...l~... ' .e.lJ~.UM.",.~~. :.á
4~.1:Ç~licun~w, ,y,,~sel d,è;~ ..qu~:: :..~Jl~,.~,toAA,illl3lP.P~d¡cl
{mOOl.pJode lIbertad, que :rJ,Oc«¥> ot1;oque.. elaela 4XUDpet~UCJa,;.,~ar
qne capital y trabajo se estrechen èn ese campo y debatan el,w:~q
da:,sJ1S~~l"Viçj~ en:medip,-~~
li~,~.":
..
, ' ,"
, ,~fillte consuelo Ivana. ,~8peJ;aD~I, ¡Qómp oomp<loginamo,s\
f>.stos
éQp~Jltos ti,UYol'l, cou los, que, :i'l~~~lll~nt~
les ,preceden". ~uj"os
también, señor doctor GaHndD,\J.l-o.,~'quc1~O hay oiencia que !J!utif,ath,1~;cwU d{3 esas tns fac.tore.'i._'wme /lJUÍs parte en esa 'm.ultiplicaciQn f "
EI'precio de los servicios lo_fija la œ.ntidad y calidad del esfucr:¡oem- .
p}.¡;~do;poi·cada factor dol producto; y si esto, oomo ~'a uswdJo ha dr ..~·
C4~~Í1tlituta verdad, es i~'lJ~igu{lbk, huscándolo ustkd fuera de SU
c.aliSa natural, cula libertad yla.,~tenci~
sí persigue Ulla quÏllle- ,
q.. Icon qué libertad se prèie~:~!~
,oa.pi~lista á debajj.J:Ja rélIlupera.ción ùe su tr~baJo,elol?rexo,~
por uecesi4hWel:>,y~,y
dèllUomento para cuya satistacci6n. no cuenta con otrorac11l'80,iijC
e&ei~'io
que va á clebatir, si sabe, de antemano, que por toda rés:"
PUflsta, ese capibtlista y todos los de~á
,quienes se dirija., rodeaùo.~
de comodidades de toda cl,as(\', ,~n .ne~dades
del momento á qué
~r,
lepresentáran
este.dil~ma"i.napelable: "6 una remuneración
d0 diezó veinte centavos diarios,. A,JJ,o le doy trabaJo,en mi tabri~f"
..
j ;y .qué competencia eficaz puede establecerse, señor doc.tor GalillOO, entre centenares de ulÍles de ob;l'e!'QScolocados en idéntica situación y ,algunos miles de capitalistaa- que nadan en la abundancia
Iy con justísimo derecho, por supuesto) predispuestos siempre ~ d3orles,eu,la,cal'a con el mismo dilema î No, doctDr Galindo, sé.'tm08 francos; esta Jibertady esta. cOlJlpei:€ncia que tanto se predica no SOLI
sino un sofisma cruel.
"
..
,._
, ,Pasando en revista el doctor Galindo las maravillas obradas por
las asociaciones que reconocen todos los C6digúS de comercio del
mundo civilizado, acaba ùe este modo:
" '¡Pero no suponemos que sea á e.stas asociaciones libres del capital y-de la industria á las que bet querido referirse el señor Castelar;
.nó; él sella referido forzosament.eálas
asociaciones peculiares de la
clase obrera que vamos a examinar."
y esto dice el doctor Galindo después de que dos pá.ginas atrá..q
4a:~piado del seiior Oastela.r el tro¡.oque va á verse por seguu4a vez:
.' ," Analizando las relaciones entre el. capital yel trabajo, dice
el SCPOI' Castelar :_
" Los' trab.aJadores ponen su actividad., su vida al servicio del capi.~~, y cuando la asocia~ión no existe,;la. a.cti.vidad se piel'qe :en el
tl)ab~io, la vida en el vacw."
.....
: ',N.o hai remedio: aquí el doctor Galiudo ha incurrido en pecado
mortal: ó el de falta de memoria ó el de falta de caridad ,para con su
grande amigo el señor Castel~·.Que
el señor Castelar no haya qucl'ido referirse á esas asociaciouesp~.~entïe
:mercantil~s,de. q~ -;r~,
t(iu los Códigos de oomercio, lo cre'o; pero.4ue se haya referitl~
- 35í'ament{l Ú tJsaS asociadone:-; pecnlíalw; de la clase obrera, lo cont.radicen :í., gritos las palabras copiadas.
Qué triste idea se ha formado el doctor Galindo del emincnte
sellor Castelar, queriendo conf'tituil'le eH apóstol ó aùogado de un sistema que lejos de conducir al progreso y (le suprimir ese funesto
antagonismo existente entre capitalista\-! y obreros, (lue es á lo que él
y yo -JlOSencaminamos, tendía,. á llacer más y UI<1S profundo y agresivo
el Último, é irrealizable el primero; de un sistellla que cn su nacimiento no máf> sufri6 ese terrihle ~-merecido fiasco que lo condl\jo {t
la m\1crte conjlUltmllcnte COli sns projenitorcs.] mposible, sefior doctor
Galindo, el sefior Castclar 1I1\1.1ca
podr;Í. conforDlarse con la triste misión que usted le asigna, de desentcnar muertos.
i, Crce usted, sefior doetor Gali]\(lo, que el seîior Uastdar, tan hábil observador de los hechos C01l10es, no distinglliese q lie esas a¡;ociadones de ohreros que ustell examina y combate COlisobra de razones,
y qne los soeialísta15 preeoni7.aban C0l110 lít llanacea iufaJible, contra la
miseria de aquellos, medi:mtc el trabajo en comÚn, no eran en realilidad otra cosa, que institutos de beneticencia y caridad, qne pedían
limosna con escopeta, - dignos, cuando lllá¡.;,de ~er dirigidos por los
mayordomos de los hospitales
1~1I nombre, aunque sin autorización
del seÎlor Castelar, yo le pido Unit reetifíc:u;i(m, seÍlor doctor Galindo,
tanto más justa, cuanto que no es :t él á quien ll:-;tcd combate en su
escritD, sillo it Sain-Simón, Fourier, Oabet, l{abeuf &?- &:.1; y por Cl;to
usted lUt dicllO con mucha razón: ,,~o será, pues, á estas asociaciones,
tal como est{tll constituidas, sobre ell'(-\gimen de la, intimidación y de
la violencia á las que nn hombre como el seÎlor Castelar puede dar
el apoyo de ~us simpatías, de su palahnt y de su talento."
Sí, señor lloctor Galindo, tiene usted muchísimarazóll en esperar esto del señor Castdar, por 10 que acaba de decir y por lo que
(lice eillOOlíneaB más <1delante.
" Pero, l quién ignora que nadie ¡';cocnpa ya en el mundo cientííieo, ni entre gentes t-ïériasde l'lem(ljautes asociaciones que debian conducir necesariamente :.í, 10 qntl conduce toda quimera ~"
Borre UstBd, }lues, de su escrito, sofioI' doctor Galindo, si devél'a,!,; sient,e que esas a..<;ociacionesSOil ya un a15unto relegado al mundo
(le las beatas, este concepto: "Pero 110 HuponenlOSque sea {t cstal-!
asociaciones libres (alude :.í, las de comercio) del capital y de 1:1 iudusLl'ia Ú las que ha querido referirse el sofior Castelar; 110, él se ha 't'l!/vrillo fO'l'zosarncnte â las asociacioncs peculiarcs da la clase Qbrc'ra que
O?
1)(OllOS
â examina;r."
Bórrelas, porque de 10 contrario, aparte la contradicción cU(lne
usted incurre, echa sobre el SCDOI' Castelar responsabilidades
COll
que 110 debe mrgal', y mala, volulItad en el gran partido liberal y progresista qne Hólouna falta grave tieuc que elll'ostrarle: la de ¡ser,
por mero interés de nadonalídad, partidario decidido de hl, csclavitud
de Cuba. Qué hombre está esmlto ùe tl:ulue:r.as '?
Bórrelas, porqne de otl'O modo, inc1\1'l'iria usted en -una obeetrtdón; la tle creer <tue toda w:r. (lUC se trate de asociacioncs para el
m~joramiellto de las clases ol!l'er,u-;, necesariamente se refieren á las
-36-·
.nacidas del socialismo, y esto no es .ni puede ser verdad; ó en una
falta de atención sobre elsigni.fiOO.do de ~1:a8 palabras"del stlñor
Castelar, que también he copiado anteri01'J)lente; y oQ8erve eJ lector
ateuto que están precedidas de .este preámbulo del doctQr GalindQ :
"AnaJ.izando las relaciones entre el capital Y el trabajo dice -êl~-
ñor· Castela.r :
,
" Los tl'aba¡fadores ponen sn actividad, su vida !)J. servicio del
capital; YOlJando la asociació~noe:Dste,
(de que asociación se trata
aquí, señor doctor Galindof,) la activi.d~se pierde en el trabajo, la
vida en el '\íacío."
POI' último, quisiera que el dootor ~alindo borrara de su escrito
, los siguientes conceptDs, que lo cOnvierten de profundo razonador en
~apa infalible en lo referente á las dotes intelectuales del señor Oas-
telar :
,
"La naturaleza es avara de sus dones, y niega á las inteligonciàs
que. se ciernen en la atmósferade,las ve¡:dades trascendentes, la facultad de analizar y apreciar bien los fen6menos de estas Qieooias subaltefnas qne se refieren al bienestar material del hombre."
"Y esto es lo que ha sucedido al señor Castclar: él no es 1Û puefk ser economista; é impulsado por un noble sentimiento de compasión y de amor hácia las clases menesterosas, ha incurrido al escribir
ese artículo, en errol'CS y fuJ.tw:l graves, que POI' lo mismo que vienen
de él, no pueden dejarse pasar desapercibidos." .
De un publicista como el señor Castelar, que posee im;trucción
enciclopédica, no puede decirse semej~te
cosa,. sin incurrir en una
tercera escomunión mayor!
,
Si los antros de la miseria pueden ofuscarnos, por compasión y
amor, también el brillo del oro puede sumirnos en el mismo detecto.
Para concluir, aunque sin haber agotado tan Jella cuestión, per:mítame usted, señor doctor Galindo, que le haga un llamamiento: si
usted, .siguiendo lQs generosos impulsos de 'SQ. alma y los nobles sentimientos de su corazón, desea mejorar la triste condición de la.<;clases obreras, enseñando los medios por los cuales se puede alcanzar,
siempre que no sean los ya. conocido~ é ineficaces del progreso gellel'al de la especie, - flanco derecho, y á la derecha del señor Castelal'
y de los que CDnél colaboran en la obra redentora.
Yo seré el último entre sus filas.
,
.A.mbalema - 1882.
- 37-
APÉNDIOE .
.Negar que la, sustitución del trabajo muscular humano por lós
agentes naturales, bajo cualquiera, forma, en las operaciones de la in- .
dust-ria, es ulla conquista valiosísima en la marcha del progreso general de los pueblos, seria una negación insensata. Verdaderamente:
aunque no fhera sino pOI' la \'entaja del descanso que procura, ya esto
110 mas daria motivo sntlciente para
estimar el cambio. Mas, como
á esta ventaja se ~~greg<tla de que si el traba¡jo economizado es, por
ejcmplo, equivalru1te {~tres, el precio del producto disminuye en tres,
esta disminución me hacc tres veces más rico que ántes, ponlue me
permite aumentar cn la misma proporci6n mis satisfacdoncs.
Si
esta¡.; satisfacciones puedo llevadas (t todas las cosas qUC¡;;OIl oQjeto
de mis deseos y necesidades, la smmt de riqueza de qne disfruto es
inmensa.
'
AllOra en cuanto al productor que pone á, su servicio aquellos
agentes, vendiendo por 1010 lo que ántes vendia por culttro, creeríase
á primera vista que su utilidad era ninguna, y que estaba condenado á trabajar para los demás; pero no es esto lo que sucede. Otro de
los resultados importantes de la colaboración de las fuerzas de la na~
turaleza en la industria, es la celeridad en h~ producción, en términos
que lo que hoy ¡,e produce e¡, cuatro veces mayor que lo que en ántes
~e producia, en el mismo tiempo, Sill el auxilio de éstas; y entónces
lo que no se ha ganado en precio, se lia ganado de economÍ<t de tiempo. Entre productor y consumidor se han realizado, pues, estos hechos econ6micos: para éste, rebaja de precio equivalente á tres: para
aquél, economía de tiempo equivalente también ti tres; y la suma,
sc·is, es la que representa el progreso general. Si la economía de tiempo es mayor, lo que es muy probable, todo el esceso de éste, es
aumento de progreso.
Hasta aquí el esfuerzo de la naturaleza es inatacable; ~ pero es
esto solamente todo lo que los economistas y filántropos tienen qUtI
realizar 1 Así lo creen, y para justificar eRte (tlto aM! en el punto
más difícil é interesante del Í)roblema, nos ycnden como axioma económico cste concepto de Oantú, que: "el destino de la humaniclaA.les
progresar padeciendo;"
a...xiomaque sería muy ven ladero si ¡;e dijera
que: "el destino de la humanidad es progresar trabajando."
Preciso es, pnes, señores economistas y filántropos, continuar Cil
la brecha: el problema no está resuelto, puesto que de él se ocupan
todavfa gobiernos y pubJicistas; boi, como mil años atrás, la situaciÓn
rc{ltti1)(t de los indivi{luos de la especie humaua, m; caRi la mi~ma. Una
cuarta parte es poseedora de todas las riquezas y disfruta de tDdas ht8
comodidades que el gusto más refinado puede apetecer; Jas trcs cuartas partes restantes son presa de la miseria Y, de las privadortes.
No desconozco qne en la época actual, y debido á la siempre creciente colaboración de la naturaleza, ó de lo~ agentes naturales, en
~",,!
, ' laob~a de la produccwlh ~~,I
~,'
;Lt,
,~', A 13;5 satis&cci?oos de Jas
neoondades cuestan- nlt1che ,.m~&~
41&e-~0ilt.abanSIglOs atrás,
,YQ.~ esta rebaja en los preCtO$; perif}l~1i porciones más ó ménos
~umero8as de las últimas clasessooialfllis, èl disfrute de satisfacciones á
qneno estaban llamadas por!!lu falta dé~edios. Sin embargo, no débe
peD:l6JQe(tle;viBta, flIœ,luuÙ!o.¡",k"L .ù:!J,. fi",;:,.
' ..
, ,Â"medjdà¡·~lle·la.oolabo:ràtJi~
cro~~1o¡,¡ag~nre&.na,tumJ.œ-ellla.iu,d~alllpellt~
illl8'poroi~rià6n~if41fmj)~o!hum~uo
queda¡ sin
~;.
iliJta, fulta:d&ooapaoión~~USe&cla
da salario, y -8#"soneia.de salario quiere, ~I)
:nH8eria:!'f' privaoionM¡ ¿ Para.. qué. E!Írvell
~'sm
salario" JOSI t~~aiQB,I:lOij f~~rril08,
los vapore&l-,l~
fábrica8 de tejidos, de -criYa.l~a; de herllamienta8, de wreelana., las
'fo'OOgr.t)a£, lasimprentaf3, la intii.lita variOOad de artículosalirnenticios '?
Pmr:u~8tar sufriendo eternamoote .el·QupJi¡eiode Tántalo, y perdónese,".ÜID, ~st<3i.e.Ît81fósil, en méritode:«Nr~ooti¡ud
..
· . ' •. ,.:E$OO6 agentes na;tar.al6&;¡.~Oji.~'
hall, .q.~ado &in,ocupación
Di !SQlarkH\ unos OIl~millón._.er08;
Y'~R- semWte.
estado
. de .cosas, se presenta naturalmente este gran problema.',
,
.JIliooeuraz6n los. economistas iftlá,ntJ;opos, en detenerse, y Il ne se
~la
en aquellos ·millones de 'oorel'~ ~l ~ma.; para .ellos inevit.a· ble, de que pad6$ca/n ,nwntraNft41 el~e#;i+"'Ùf,.h·lWUJKt,idailprog:r.8Sfi,;
ó'nol~ tienen, y entónces-s.e-OOQen,bJij!;~'1os. medios de que á. eetos
alcanœ tambien el PJ.'O~re80•• Glá1es :$OU, estos medios 1 Hé aq uLel
gran;problema, señ.or dO\ltol' ,~()-.,¡'~diS31()
Y prej¡eute sus COH~;
Un Va6Ut c~mpo4Isusfoolllldasl.investigacionel:l
queda
'abimto¡
'"
.
, ,,' Tal: vez llilted, .álit~a· de entJ:ar--en~~ eijtudio, me propondrá á
su:turno-@stacu.cstiónl
'Ji':¡"
.,",
'. ¡,J:'osintereses- de la hu~
en,1)odas los tiempos- y lugares,
~'lllJ'mónioosi en tal gr,ad,~,~rlo¡(JM'Il~~'~PW8feso
de U1l individuo; baœ,el progre::w &, ~.~
lo UwQf~!-<ht:a1gun modo~ ó por.el
ooptrario: ¡la especie humana, ~tárdistri~a,
de tal mauera, quo lo
que haœ el progreso de 1t1WS peIjudica al progreso de otrOB~
"Respondo: Si lo primero, y. .h~~08:·~
presencia del hecho
oontrario - ladesarmQnía,e¡ni~-,pr~~6S
c.onvenir onque go1Iieinos;,eoollomis~yfil4p~áe
4•. es-tra.viado de la vía que
· oooduceal progreso; y ese..oJ/lJ,4hJ,tqJW; sa;han ,impuesw, no es otra
QOj;~que el ,grito de su impci)tenciapal'lJ.r'm8Plver,el problema.
, >Bi Jo segundo, y los hechos @,ot,idÏl,J.,Jlq8:vienenen su apoyo, l.:Wmitiremos como ley moral y eeonóJQiqa,@J~' sOCledades, l~ de quecrecimientA>y vida para utmf3 es ~tllW&Q- W: 'Il!lUerte para otrœ ~ Pero si
ésiïai~
la ley, itiemblo al~d6
t:JItl,Mlltiíi~iau
todos lO/!\es. fuerzos' que éstos hiciesl}llPa1'~~par~de,sí
SUB efectos: líqitos serian; entónces, los de los ~_
,lèP.-"~&Ïl\; lícitos los de los 7t;udg',d8ta8Y ítmianos en lnglaterra;lí6i~1~
de las .cuadrilI~ de saltea.dores organizados de Italia ~Jícitœ·lp¡o¡de .los comunistas y socia· lista::; en J!'rancia; lícitos, losde[ W8 internacionali.staB de Alemania;
• Y-,H(}iOO8.I()$ de los revoluciQDarioa ~lk()QJ.ombia y otras partet'o A iu:m
i lf6'
preferible cl,dilllvio,mrl.Ms.aJ.
' ,
w.,:~
- 39-:.
---
'
..
Felizmente, no est.} coüstitui~a sobre tales bases la especie
hu-
mana.
La armonía económica en la, indust:rÍ<t exbte, como existe en el
1111111(10
mora.1 y en el munoo físico; pero la ignorancia y 108 intereses
egoistas, han traído esa perturbación qne por ser ya un heeho cróní(}o
se ha, tomado por lucha nece8aria en el campo del progreso - CH decir,
lei econ(nnica.
V olvicndo al punto preciso del proble1l1a que est{~pOl' resolver, h~
alplí lo que pasa: desde el momento en que un nuevo agente natural
:-;e1m lme¡.;to al ¡.;ervieio de la indnstria, y ¡.;e ha, vh;to tl1H~sn efecto
i1l\1lcdiato es mnltiplica.r y aoaratar el producto pam ('\ consumidor,
Re 11(1,
admitido su bondad abSloluta., y éste es lin el'ror. Ese agente
Ilatnml cl{iÍ<t sobmnte multitnd de hrazos hnmanos (lue no reciben ¡;alarin, y por consecuencia snmido¡.; cn hl, miseria, y cn carnino para los
vicios, y l¡' qnienes es preciso uo abandonar; porque conservan su del'l'dlO á la vida, porque han adquirido méritos para con la sociedad
por SIlSservjcios anteriores, y porque no e~ por 1m vohtltúul que se
!Ian ¡;eparado del trábajo. Ni ::;nnÚmero es tau reducido, ni sus males
111o\llclltáneos para llue ¡;Cles Jludiera dejar pasar desapercibidos entre los aprovechados de los heneficio::; del agellt~ natural. ¿ Y qué ha
resnltallo del abandono <le estas grandes masas de obreros ~ (~ue al
JIIal económleo ::;0 ha agregado elllla,l político y social, porque estOf!
obreros retirados de Sns talleres, tienen qlle buscar, eu otra parte, CIl las cOlllnocÏolles populares, ell la:-;guerras, cn el crimen, sns medios de vivir, lo cual const,ituye uu pelibTfograve y permauente para
los gobiernos y la sociedad. Y este rnÜ,I,ya que no el económico, sí
debe llam.Ll' la atención de todos los que aman el 'medio en que vivell.
Sill cmbargo; justo es ooscl'var para honra de estos obreros, qne
,lIlte¡.;que ech.Ll' ¡lOI' esta via de tempestaùes y amarguras, entregado¡.;á sns propias inspiraciones, han peùido eutre otros medios lícitos
de :suhsistencia, - daecho al tr((bajo, ::;i es irrealizable, en nada menos
caba, sn hOl\l'a. Por tauto, es necesario protejcrlos.
Ell conclusión, el problema qued'L planteado así:
'I'od.t vez qne nn agente natural deje sobraute en la, industria el
trabajo de 1m;obreros, cn llctcl'llIillado ramo de ésta, el gobierno, la
sociedad, los ccouomista¡.; &:\ dehen û6upan;c de buscar y procurar á
,Hl\léllm~lJor otm <¡,"ia,meùio::; lícitos de trabajar y subsistir.
Solo así podremos llamamos obreros del progreso genenll de la
especie .
••••
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