24 POLICIALES La Plata, miércoles 10 de marzo de 1999 Cronología Jueves 4 l Marcela Fernández desapareció de su casa del Barrio Juan B. Justo, en Berisso. Sábado 6 l Su pareja, el taxista Félix Alberto Alvarez, radicó la denuncia por averiguación de paradero. En la foto, Marcela es abrazada por su hermana. La instantánea (una de las últimas de su vida) fue tomada en una fiesta y forma parte del álbum familiar. Con esa placa, la policía la buscaba por los alrededores de Berisso, La Plata y Ensenada. l Hallan muerta a l Tenía 31 años, era ama de casa y hacía suplencias en la vera del trayecto conocido como Camino Real. Los l Marcela Alejandra Fernández tenía 31 años. Vivía en el Barrio Juan B. Justo, en Berisso, desde hace varios años. Había formado pareja con un taxista siete años mayor. l Tenía tres hijos que todavía estaban en la escuela primaria. Martes 9 l El cadáver de la mujer fue hallado a unas 70 cuadras de su casa. l No le conocían deudas, ni enemigos. Tampoco sufría crisis depresivas. El sitio del hallazgo A Magdalena RUTA 11 A La Plata Estaba semioculto entre unos pastizales. Lo encontró un paisano que caminaba bordeando un zanjón El cuerpo sin vida estaba boca arriba, con las piernas abiertas mirando hacia la ruta. Estaba vestido con ropas negras y las piernas estaban cubiertas por medias de nylon 1.5 km Zanjón al borde del camino. Profundidad: 1 m. Camino Real (Pavimentado) HORROR EN EL CAMINO A LA BALANDRA Ficha personal A la Balandra Se sospecha que estuvo varios días en ese lugar, tapado por residuos El camino El lugar donde hallaron el cuerpo es una zona rural, deshabitada. Está a unos 5 kilómetros de Los Talas. El trayecto que une la ruta 11 (La Plata-Magdalena) con La Balandra (Berisso) es conocido como Camino Real. Tiene una extensión aproximada de unos 6 kilómetros. Es muy transitado durante los fines de semana, por gente que va a pescar al río. Está pavimentado y en las banquinas hay zanjones de un metro de profundidad, tapados por altos pastizales. En uno de esos pozos estaba tirada la mujer. En esa zona ya encontraron al menos cinco cadáveres en la última década: los asesinos eligen ese sector para deshacerse del cuerpo del delito. La hermana “¡ Es mi hermana!”. El grito de horror de María de las Mercedes quebró el silencio. La chica, temblorosa, se apoyó en el hombro de un oficial y explicó: “la faja que tiene puesta era mía, yo se la había prestado”. Marcela Alejandra Fernández era buscada desesperadamente por su familia. La mujer, de 31 años, había sido vista por última vez el jueves en su casa de Berisso. Ese mismo día, a la mañana, había llamado por teléfono a su hermana. Era el último contacto que su familia había mantenido con ella. El hombre, con quien convivió durante más de una década, el taxista Félix Alberto Alvarez (de 38), fue el sábado a la seccional Segunda de Berisso y radicó una denuncia por averiguación de paradero. La policía, con una foto familiar de la mujer, salió a buscarla. Las horas fueron pasando y la tensión fue creciendo a medida que pasaban las horas. Ningún familiar podía explicarse qué motivos tenía Marcela para dejar a sus tres hijos y a su pareja. Por eso, algunos fueron el domingo a plantear sus dudas a la comisaría. El temor iba en aumento. Los rastrillajes de la policía daban resultados negativos. Ayer al mediodía, la búsqueda terminó. Un patrullero del Subcomando de Berisso que pasaba por el Camino Real (que une La Balandra con la ruta 11) se detuvo ante las señas de un paisano. “Fíjense en la zanja, al costado del camino, hay un bulto lleno de moscas, tiene puesto un par de medias, yo no me animé a acercarme demasiado”, dijo el lugareño. Los policías fueron hasta el lugar y comprobaron que se trataba del cadáver de una mujer, en avanzado estado de descomposición. El servicio externo de la seccional de Los Talas, bajo las órdenes del oficial Marcelo Roses, llegó cerca de las 14 al camino real. Cuando los policías vieron que el cuerpo presentaba características similares al de la mujer buscada, fueron a buscar a la hermana. A las 15, el espanto estaba confirmado. Los rastros El cuerpo sin vida se encontraba en la banquina, a tres metros del pavimento; aproximadamente a 1.500 metros de la ruta 11. Estaba en avanzado estado de descomposición, ya que había permanecido varios días a la intemperie soportando temperaturas superiores a los 30º C. La mujer estaba boca arriba, con las piernas abiertas (cubiertas “Yo sabía que la iba a matar” María de las Mercedes, según la policía, es una de las cuatro hermanas de Marcela. Dijo a los aggentes que la última vez que hablaron fue el jueves a la mañana. También relató que el miércoles a la tardecita ella había ido a pedirle prestada una faja. Ese elemento fue el que le permitió reconocer el cuerpo. La mujer sufrió una crisis nerviosa y tuvo que ser asistida por los policías que custodiaban el lugar. La subieron a un patrullero y le dieron un vaso de gaseosa. A D M I N I S T. Y V E N TA S 122 y 52 FAX: 4252558 TEL. 4244524 Celular (15) 4773775 QUINCHOS A SU GUSTO Y ESTILO. UD. ELIGE SUS MODELOS P I L E TA S D E N ATA C I O N - PA R R I L L A S Hogares - Salamandras - Parrillas - Cœpulas - Juegos Infant.- Todo para su parque y jard n - Piletas de Natación - Costos de fábrica L E Ñ A Haga su pedido En medio de una crisis de nervios, María de las Mercedes, la hermana de la víctima, gritó: “¡Yo sabía que la iba a matar!”. También dijo que su madre sospechaba que alguien podía llegar a “asesinar o hacer desaparecer” a Marcela. Es muy probable que ambas sean citadas por el fiscal para declarar en las próximas horas. Fuentes judiciales informaron que se analizará la historia familiar de Marcela Fernández y su entorno, buscando alguna pista que permita descifrar el enigma. Piensan que en el testimonio de esas dos Tarjetas de crØdito - plan 12 cuotas. CrØditos a sola firma mujeres, más el de otros parientes, están las claves para resolver el caso. Sin enemigos Los investigadores, por ahora, no descartan ninguna hipótesis. Hay varias puntas en la investigación, que probablemente se profundice cuando el resultado de la autopsia esté en manos del fiscal. A la mujer no le conocían enemigos, tampoco tenía grandes deudas ni crisis depresivas. “Hasta el momento no hay ningún sospechoso”, dijeron los investigadores. POLICIALES La Plata, miércoles 10 de marzo de 1999 25 una mujer en la banquina de la ruta una empresa de taxis de Berisso como telefonista. Su familia no la veía desde el jueves. El cadáver fue hallado en una zanja, a primeros indicios marcan que fue estrangulada y apuñalada, pero no descartan otras hipótesis. El misterio cubre el caso llamativo que encontraron fueron algunos juguetes, dibujos infantiles y notificaciones de una escuela primaria a los padres de sus alumnos. También hallaron un ticket de aproximadamente un metro de largo, con los gastos de una compra en un supermercado y algunas calcomanías. Todos esos rastros fueron incorporados al expediente judicial iniciado el sábado por la averiguación de paradero. Dos fiscales Los policías le informaron el caso al fiscal de turno Gabriel Sagastume, aunque la causa por averiguación de paradero está en manos del fiscal Javier Guzmán. En las próximas horas quedaría definido quién se hace cargo de la instrucción de la investigación. Por ahora, la carátula del caso es averiguación de causales de muerte, un encuadre que se utiliza cuando aún no se sabe con certeza la mecánica que le produjo el deceso a una persona. El cuerpo fue congelado y recién podrá ser analizado durante el fin de semana. Allí, recién, el caso podría ser recaratulado como homicidio, que es la hipótesis que sonaba con más fuerza ayer en el lugar donde se encontró el cadáver. PERICIAS El estado en el que fue hallado el cadáver demorará las pericias. Las altas temperaturas y los chaparrones caídos en los últimos días en el Gran La Plata, aceleraron el proceso de descomposición. Para poder realizar la operación de autopsia, el cuerpo de Marcela Fernández será congelado. Recién dentro de 48 horas podrá ser estudiado por los CARLOS CERMELE por medias de nylon) mirando hacia la ruta. Si bien la flora cadavérica desmembró algunas partes, a simple vista los policías que trabajaron en el lugar pudieron observar que presentaría cortes en la zona abdominal y una lesión en el rostro. También se habrían hallado indicios de un posible estrangulamiento. El comisario Godoy, titular de la Delegación Departamental de Investigaciones de Berisso, llegó al camino para recolectar una serie de pruebas. El fue quien dirigó a un grupo de peritos del Servicio Especial de Investigaciones Técnicas (SEIT) de la policía. El cuerpo estaba semioculto, debajo de restos de basura. Se presume que alguien quiso ocultarlo y por eso lo tapó arrojándole encima el contenido de algunas bolsas de residuos. Desde el camino no podía verse fácilmente. Desde un auto sólo se distinguía un bulto cobrizo y negro. Los conductores de los numerosos coches que pasaron hacia el río, durante caluroso fin de semana, quizás sólo hayan visto bolsas de nylon y algo de ropa, nada extraño. Ayer, el viento voló algunas bolsas y dejó al descubierto el cadáver. Los peritos trabajaron en el lugar en busca de rastros. Lo más médicos forenses. Las primeras estimaciones hablan de estrangulamiento y posibles heridas de arma blanca; pero el cuerpo estaba fermentado y no se descartaba que algunas heridas hayan sido provocadas por alimañas. El fiscal aguarda el resultado de la autopsia para establecer fehacientemente cómo fueron los últimos momentos de Marcela. El cuerpo sin vida estaba oculto entre unos matorrales, a unos 3 metros del pavimento Una mujer de barrio, madre de tres hijos Un Peugeot 504 blanco descansa frente a la casa 383 de la manzana 16. Parece un día más para los habitantes del Barrio Juan B. Justo, pero muchos ya saben la suerte corrida por Marcela Fernández. Nadie lo puede creer. La mujer vivió allí varios años, en el mismo lugar de siempre, al lado del kiosco. Los vecinos dicen que siempre se quedaba en la casa cuidando a sus hijos, mientras su pareja salía a manejar un taxi. Aunque algunas veces, recuerdan, ella hacía algunas suplencias como telefonista en Beri-Taxi y dejaba los chicos en la casa de su madre, o en la de una de sus hermanas. La familia vive en distintos puntos de Berisso; pero las casas están cerca una de otra. Uno de sus hermanos trabaja como soldador en un taller de herrería. Todos los conocidos los calificaron como un grupo muy unido. Con Félix Alberto Alvarez (un hombre siete años mayor que ella) vivió más de diez años. Los hijos (tres varones de 5, 7 y 11 años) eran todo para Marcela. “Se desvivía para que no les faltara nada, para que tuvieran todo lo que necesitaban, para que se educaran bien en el colegio... la semana pasada estaba pensando en los útiles escolares que les tenía que comprar por el inicio de las clases”, dicen las vecinas. Desde el jueves, en el barrio estaban preocupados. “Ella no era de salir por muchas horas”, explican. Por eso todos la buscaban. Entre los conocidos la pregunta más común era: “¿vos no sabés nada, no te dijo nada en los últimos días”. Hasta tenían pensado pegar afiches con su foto, para ver si alguien la había visto. Durante el fin de semana, su concubino se mostró preocupado y hasta fue a la comisaría para pedir que salgan a buscarla. Ayer, cuando salió a trabajar, dejó a los chicos en la casa de su cuñada. No sabía que la búsqueda iba a terminar en un espanto.