FICHA DEL CONCIERTO Concierto del 14 de febrero de 2011 (Auditorio Nacional, Sala Sinfónica) Orquesta de la Comunidad de Madrid Sandra Fernández, soprano José Miguel Pérez Sierra, director VOCALISE, de Sergei Rachmaninov (Semyonovo, 1 de abril de 1873 – Beverly Hills, 28 de Marzo de 1943) La colección de 14 CANCIONES que figuran en el catálogo de Rachmaninov con el número 34 de opus fué compuesta en 1912, en los períodos estivales de un momento particularmente feliz en la vida del compositor. Atrás habían quedado los años aciagos en que, fruto del desengaño que había obtenido ante el fracaso del estreno de su primera Sinfonía – debido en buena medida al estado de ingestión etílica con que Glazunov había dirigido la obra, según testimonio de la esposa de Rachmaninov en sus memorias – el compositor se había sumido en una honda depresión de la que sólo consiguió salir con la ayuda del célebre psiquiatra Nikolai Dahl y de las sesiones de hipnotismo a las que se sometió bajo la tutela del médico a lo largo del año 1899. De poco habían servido estímulos como el pretendido por Fiodor Chaliapin, el célebre cantante amigo de Rachmaninov, quien visitó con el compositor a su admirado Tolstoi. Lejos de servir de bálsamo al sufrimiento del hipersensible Rachmaninov, la actitud despectiva del escritor no consiguió sino hundirle aún más en su desesperación. En 1909, Rachmaninov ya totalmente recuperado y activísimo en su triple faceta de pianista, director de orquesta y compositor, había realizado su primera gira como solista por los Estados Unidos de Norteamérica. A su regreso a Europa encontró el sosiego necesario para dedicarse a la composición durante los meses de verano de los años siguientes en la casa familiar de verano de Ivanovka. Allí vieron la luz sucesivamente los 13 PRELUDIOS para piano op.32 y la LITURGIA DE SAN JUAN CRISOSTOMO para coro a cappella (1910), los ETUDES-TABLEAUX op.33 también para piano (1911), las mencionadas 14 CANCIONES op.34 y la SEGUNDA SONATA para piano (1913). La colección op.34 utiliza textos de ocho poetas rusos: Pushkin, Korinfsky, Balmont, Khomyakov, Polonsky, Tyutchev, Fet y la número siete, de la que ya existía una primera redacción fechada en 1910, está compuesta sobre un poema de Maykov. Unicamente la canción que cierra el ciclo, VOCALISE, no utiliza texto alguno. Dedicada a la soprano Antonina Nezhdanova, grandísima figura del teatro lírico ruso, la pieza conoció rapidamente gran popularidad, siendo adaptada a un sinfín de diferentes formaciones instrumentales. El propio Rachmaninov inauguró la serie, realizando dos versiones distintas a partir del original para canto y piano revisado en 1 1915: una para soprano y orquesta, que fue estrenada por la propia Nezhdanova y otra para una curiosa formación orquestal en la que una nutrida cuerda de violines adopta la parte de la voz, mientras que el acompañamiento está confiado a una orquesta de pequeñas proporciones, versión que es la que figura en el programa de hoy. Discografía recomendada: Versión orquestal: Orquesta de Filadelfia. Director: Sergei Rachmaninov. Sello: RCA Versión para voz y piano: Galina Vishnevskaya, soprano. Mstislav Rostropovitch, piano. Sello: Deutsche Grammophon ALL THE ECHOES LISTEN de Eduardo Soutullo (Bilbao, 1968) • • Obra ganadora del Primer Premio del Concurso Internacional de Composición Ciutat de Tarragona 2005. Estreno: 20 de Julio de 2006 en el marco del Festival d´Estiu en Camp de Mart (Tarragona), por la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, dirigida por Virginia Martínez. “All the echoes listen” es la primera de tres obras que forman un tríptico en cuya base está el poema “Even Song”,de Oliver Wendell Holmes (Cambridge, Massachussets,1809/1894), escritor y hombre de ciencia o, como él mismo deseó pasar a la posteridad y así aparece definido en la placa alusiva de la King´s Chappel de Boston, “Profesor de Anatomía, Ensayista y Poeta”. Vale la pena repasar la interesante actividad de Wendell Holmes a lo largo de sus intensos ochenta y cinco años de existencia, durante los cuales tuvo tiempo de ser un verdadero precursor científica y socialmente, siendo el primer médico estadounidense que abogó por la exacta observancia de la profilaxis en las prácticas quirúrgicas y el uso de anestésicos y que, en contra de la mayoría de sus compañeros de la Universidad de Harvard, donde aún hoy es un personaje de referencia, defendió y consiguió el ingreso de la primera estudiante femenina en la Facultad de Medicina en 1847 y el de tres estudiantes de raza negra en 1850. Asimilado al grupo de poetas conocidos como Fireside Poets, en su círculo literario figuraron nombres tan señalados como los de Longfellow, Emerson y Melville. Soutullo utiliza como título de las tres piezas del tríptico aludido, fragmentos de dos de los últimos versos del poema: “And all the echoes listen, but in vain;/They hear no answering strain”. En todas ellas, según palabras del propio compositor, se busca recrear musicalmente determinados efectos acústicos naturales como el eco y la 2 reverberación, mediante el recurso fundamental de los timbres que ofrece la orquesta sinfónica. Cada una de las tres piezas está dedicada a un compositor cuya influencia ha sido particularmente notable en la formación de Soutullo: son respectivamente Olivier Messiaen, Toru Takemitsu y Gérard Grisey. SINFONÍA Nº 4 de Gustav Mahler (Kaliště, 1860 – Viena, 1911) • • • Período de composición: 1892 y 1899-1901. Revisada en 1902 y en 1910 Estreno del último movimiento: Hamburgo, 1893, por Clara Schuh-Prohaska y Gustav Mahler como director. Estreno de la obra completa: Munich, 1901, por María Michalek y Gustav Mahler. La actividad directorial de Gustav Mahler, intensísima como correspondía al director excepcional que era, condicionó toda su vida la faceta compositiva que, por lo general transcurría en los períodos de descanso estival, durante las plácidas estancias en la residencia que el compositor y director había hecho construir en Maiemigg-am-Wörthersee, en Carintia. Sumado a ello las transformaciones que conoció la idea inicial, se comprenden los largos años de gestación de esta Cuarta Sinfonía, la más breve junto a la Primera y la que requiere menor formación orquestal de las nueve, casi diez, que forman el corpus sinfónico de Mahler; única de todas ellas que no lleva trombones. Trataremos de recorrer breve y cronológicamente esta “historia de una idea”. En 1892 Mahler compuso un nuevo lied con orquesta utilizando una vez más uno de los poemas de la colección de von Arnim y de Brentano DES KNABEN WUNDERHORN: DAS HIMMLISCHE LEBEN, La vida celestial. Se trata de un texto en el que se describe la vida bajo la mirada despreocupada, inocente y feliz de la infancia. Casi de inmediato, el compositor pensó en la posibilidad de que ese lied, concebido inicialmente de forma aislada, pasara a ser el final de otra partitura más enjundiosa, comenzando su Tercera Sinfonía en 1895. La redacción de la obra llegó a su fin en 1896 estructurada en seis movimientos sin que este HIMMLISCHE LEBEN ocupara lugar entre ellos. Mahler no desechó la idea de concluir otra obra sinfónica con este lied y comenzó la composición de una nueva Sinfonía partiendo curiosamente del lied que sería su movimiento conclusivo. Con ello el compositor abandonaba las grandes proporciones orquestales de sus anteriores composiciones sinfónicas y el uso del coro, presente en la Segunda y la Tercera Sinfonías, en busca de un camino hacia la sencillez que supondría el cierre de la obra con el lied mencionado. El primer esquema de esta Cuarta Sinfonía, concebido por Mahler mientras componía la Tercera, contenía seis movimientos: 1. El mundo como eterno presente. 2. La vida terrenal (el lied DAS IRDISCHE LEBEN, también con texto procedente de DES KNABEN WUNDERHORN). 3. CARITAS (Adagio). 4. Las campanas de la mañana. 5. El mundo sin pesadumbre (Scherzo). 6. DAS HIMMLISCHE LEBEN. Muy pronto el esquema inicial fue descomponiéndose, mante3 niendo e incluso reforzando la idea de sencillez e inocencia presente en el poema nuclear de la nueva composición. Así, el lied antitético de DAS HIMMLISCHE.., DAS IRDISCHE… - número 2 del esquema inicial - quedó como composición aislada que formaría parte de la colección DES KNABEN WUNDERHORN; el número 3, el Adagio CARITAS, abandonado en esta ocasión, pasaría años después a formar parte de la densa estructura formal de la OCTAVA SINFONIA. El número 4 quedó integrado en la composición en curso, la TERCERA SINFONIA . Mahler compuso en cambio un segundo movimiento para la nueva CUARTA SINFONIA con la particularidad de requerir del concertino el uso de un segundo violín, afinado un tono más alto de lo habitual, con el fin de obtener un timbre más acerado por la mayor tensión de las cuerdas, en un clima próximo al de la Danza de la Muerte medieval. Acerca de la idea subyacente a esta CUARTA SINFONIA que, pese a ser acogida cortésmente, pero con tibieza, por el público que asistió a su estreno, pasó rápidamente a convertirse en una de las pocas obras de Mahler de interpretación habitual antes de que la música del autor pasara a ser una de las piezas fundamentales de toda programación orquestal a partir de los años sesenta del pasado siglo, acerca del compleja y bajo otros aspectos simple personalidad de Mahler, de sus contradicciones, de su ambivalencia interior entre el judaísmo de su procedencia y el cristianismo de adopción, son verdaderamente reveladoras las palabras de Leonard Bernstein que José Luis Pérez de Arteaga, espléndido biógrafo de Mahler, incluye en su libro. Entresacamos de la cita que ocupa más de una página entera sólo las cinco últimas líneas: “…pero todo esto era Mahler, toda esta naïveté pasmosa, esta ingenuidad de un intelectual sofisticado que se agarra con cuerpo y alma a una promesa de un cielo lleno de comida: ese fascinante mecanismo de niño humilde, de niño judío que aboga por un cielo cristiano en el que podrá comer de todo, es extraordinario.” Discografía recomendada: NOTA: la ingente discografía existente de la obra de Gustav Mahler ha dificultado notablemente la labor de selección. He preferido eliminar incluso a grandes directores mahlerianos de la historia de la interpretación, manteniendo la inexcusable presencia de Bruno Walter, para poder dar un listado que incluya a directores de varias generaciones, todos ellos señalados intérpretes de la música del compositor. Bruno Walter. Orquesta Filarmónica de Nueva York. Desi Halban. Sello: Sony Fritz Reiner. Orquesta Sinfónica de Chicago. Lisa della Casa. Sello: RCA Leonard Bernstein. Orquesta Filarmónica de Nueva York. Reri Grist. Sello:Sony 4 Claudio Abbado. Orquesta Filarmónica de Viena. Frederica von Stade. Sello: Deutsche Grammophon. Riccardo Chailly. Orquesta Sinfónica del Concertgebow. Barbara Bonney. Sello: DECCA Jonathan Nott. Orquesta Sinfónica de Bamberg. Mojca Erdmann. Sello: Tudor. Bibliografía: Fedor Chaliapin: MI VIDA. Biblioteca Total. Centro Editor de America Latina. José Luis Pérez de Arteaga: MAHLER Antonio Machado Libros. Fundación Scherzo. Arturo Reverter: EL ARTE DEL CANTO Alianza Editorial Alessandro Baricco: EL ALMA DE HEGEL Y LAS VACAS DE WISCONSIN. Una reflexión sobre música culta y modernidad. Ediciones Siruela S.A. J. R. E. 5