Fragmentación del voto

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Opinión
JALAPA, martes 1 marzo 2016
Los políticos
Duarte, Vero, Morena y Ferrari
L
os personificadores
en
el
templete,
además de contar
al Gabinete, a la diputada
Tava Ortega y Erick Lagos,
incluían a Javi y Caro,
los hijos del Gobernador.
Pero en punto de las ocho
de la mañana, ¡cambio
de planes!, meten sillas
al frente y ponen los
personificadores en el
respaldo de éstas. A las
8:10, entra Javier Duarte
de Ochoa con su esposa e
hijos, como dijera Niurka,
para contarnos “su veldá”.
Fue un lunes agitado,
que empezó en Palacio
de Gobierno con el
Gobernador Javier Duarte
de Ochoa, siguió con
Verónica, hermana de Juan
Manuel Velázquez Yunes,
a quien acusa de despojo
y su impotencia ante la
indiferencia de autoridades
y actores políticos; y
López Obrador, con su
apoyo a Héctor Yunes,
para concluir con las
“confesiones” de Alfredo
Ferrari
Saavedra
en
Chiapas… pero vayamos
por partes.
II
* En la rueda de prensa
que dio el Gobernador,
no sorprendió el arribo
del diputado del AVE,
Paco Garrido, pero sí el
look de Domingo Yorio,
tipo Fidel… Castro: Se
dejó crecer la barba y se
dijo convaleciente de una
costilla.
*
Un
miembro
de
Acción Social tropieza a
Erick Lagos haciéndolo
trastabillar… le digo: “¡Te
van a tumbar!”, y riendo,
me responde: “Si no me
han tumbado en doce
años…”
Astrid
Elías
irradia
felicidad cuando se le
pregunta por Álvaro, el
hombre del momento para
ella… ¡ya cumplió dos
meses su bebé!
*
8:19
Mientras
el
Gobernador da su mensaje,
un “¡tac… tac!” llama mi
atención… es la maestra
Olivia Domínguez, o más
bien su bastón que anuncia
su arribo.
* Al concluir Duarte
Salvador Muñoz
de Ochoa su mensaje,
diputados federales, locales
y miembros de su gabinete
suben al templete.
*
La
dinámica
de
preguntas y respuestas es
aprovechada por Arturo
Bermúdez Zurita, titular
de SSP, para echar ojitos a
alguien de los presentes…
¡Sabrá Dios a quién!
* Toño Nemi Dib, Nohemí
Guzmán y Jorge Carvallo
platicaban en cortito.
Nemi saca su celular y
lo alza. ¿Selfie o le toma
foto a alguien del público
presente? Más tarde el
misterio se aclara: Que
le tomó foto a Domingo
Yorio que se echaba
“un
coyotito”.
¡Estos
dantistas!
* Emiliano, el hijo de
Javier Duarte, ya le pica
los cachetes a uno, ya le
toca el cabello a otro, ya
se lanza a los brazos de
una señora que parece
ser la nana, por la forma
en que la abraza, ante la
mirada vigilante, atenta,
de Karime Macías.
* Van a dar las diez… y
de repente, de manera
apresurada,
se
ve
a
Marycarmen
Pinete
sentarse en la primera
fila de asientos que
dejaron
desocupados
los
funcionarios
y
legisladores… desde el
templete, alguien le hace
señas de que se suba…
con un gesto, agradece…
creo que llegó “un poquito
tarde” para oír “la veldá”
del Gobernador.
III
Verónica aún espera que
su hermano, el diputado
Juan Manuel Velázquez
Yunes, dé la cara ante
el
señalamiento
de
despojo como es la ex
Hacienda-Hotel boutique
de Aguatepec, terrenos
con bodegas y oficinas,
casas ubicadas en Perote
así como terrenos, para
cultivo, algunos; otros,
bosques
maderables;
así como unos más con
yacimientos minerales.
Argumenta
Verónica
que Juan Manuel no
quiere entregarle estas
propiedades aduciendo el
diputado que “no sabré
trabajarlas o las voy a malvender”, por el hecho de
ser mujer.
Si bien denunció por esto
al legislador el pasado
septiembre del 2015, a
cinco meses de esto, no ve
avances en la investigación
así como respuesta no sólo
en la Fiscalía, sino en el
mandatario estatal, a quien
vía oficio, solicitó su apoyo,
como igual se lo pidió a la
diputada Octavia Ortega
Arteaga, del mismo modo
que a los precandidatos a
la Gubernatura, Miguel
Ángel y Héctor Yunes.
Ya acudió igual a la
Comisión
Estatal
y
Nacional de Derechos
Humanos, a la Conapred
y al Instituto Nacional de
las Mujeres… pero “Juan
Manuel Velázquez Yunes
no da la cara”, dice.
IV
Y cuando todo mundo
esperaba
que
López
Obrador hablara de la
Oficial Mayor de la SEV,
Carol
Jessica
Moreno
Torres, ¡tremendo chasco!,
el tema fue Héctor Yunes
Landa.
Bueno, hay que precisar
que fue Arturo, el hermano
de “El Peje”, quien se
deshizo en elogios para el
precandidato del PRI.
Cómo pesa el apellido
López Obrador, tan así, que
citar que el hermano de “El
Peje” apoya a Héctor, lleva
a muchos a pensar que la
izquierda se inclina a favor
del choleño.
¡Ah! Y para quienes creen
que el arribo de Carol
Jessica Moreno fue por
Morena, dice el Gobernador
que la funcionaria lleva rato
trabajando en la SEV, por
lo que no hay lugar a pensar
en ello. “¡Su veldá!”
V
Y como ya me extendí
demasiado,
dejo
para
mañana la extraña confesión
de Alfredo Ferrari cuando
estuvo
trabajando
en
Chiapas, hace muchos años,
donde según dice que, tras
las jornadas laborales, se
aburría pues había poco
que hacer a pesar de estar
en un mundo cosmopolita,
entre franceses, alemanes,
belgas…
entonces
se
encerraba en su habitación,
veía tele o leía, ¡hasta antes
de los tríos!
smcainito@gmail.com
15
Fragmentación del voto
M
uchos
temen
que
ante
la
gran cantidad
de candidatos en 2018,
incluyendo quién sabe
cuántos apartidistas, el
voto se fragmentará a tal
grado en que el ganador
lo hará con una votación
mínima.
También
se
dice que la fracturación
favorecería al PRI, cuyo
aparato electoral y voto
duro son los más sólidos,
y es el único con presencia
nacional (aunque en la
Ciudad de México dejó de
ser opción de gobierno).
Incluso por eso calculan
que algunos candidatos
sin partido podrían ser
apoyados secretamente por
el PRI para que disperse la
votación e incluso quite
votos a otros candidatos
de oposición, en particular
a Andrés Manuel López
Obrador. Y en efecto, hay
dos elementos que están
ayudando al PRI y podrían
seguirlo haciendo en los
comicios por venir; la
fractura de la oposición (en
particular la de izquierda),
en contraste con la gran
coalición que el PRI forma
en torno suyo.
Recordemos, de nuevo, que
en los comicios federales del
año pasado, si la izquierda
se hubiera presentado en
coalición hubiera obtenido
45 diputados de mayoría
más, mismos que fueron a
dar al PRI-PVEM (40) y al
PAN (5). Sin esos diputados,
la coalición gobernante
no hubiera alcanzado la
mayoría absoluta en la
Cámara Baja. En la elección
extraordinaria de Colima,
el PAN obtuvo más votos
José Antonio Crespo*
que el PRI, pero éste, con
sus aliados, logró ganar por
10 mil votos. En cambio,
Movimiento
Ciudadano
alcanzó un porcentaje de
12%, que de haber ido
en coalición con el PAN
hubieran derrotado al PRI.
Desde luego, Movimiento
Ciudadano puede decir,
con todo derecho, que
no simpatiza con el PAN
(aunque recluta muchos
panistas ya separados de ese
partido). Además, parece
serle buen negocio ir por
su lado con candidatos
populares que han dejado
otros partidos para elevar
significativamente
su
votación y financiamiento.
Otro tanto ocurre con
Morena; su discurso es
que todos son miembros o
servidores de la mafia del
poder, menos ellos, y por
tanto cualquier coalición
sería en sí misma una
traición. PT, MC y PRD
se corrompieron ya. Desde
luego, que el PAN y el PRD
hagan alianza contra el PRI
en varios estados no checa
con que los tres son parte de
la mafia, pero eso no perturba
el discurso obradorista.
Pero la determinación de
ir solo más bien parece una
estrategia para que el PRD
termine por hundirse, y quizá
hacia 2018 decida respaldar
la candidatura de López
Obrador, y se provoque una
nueva ruptura que termine
por mandar al PRD al fondo.
Mientras tanto, que Morena
vaya por su lado en este año
contribuirá a fragmentar
el voto y, en esa medida, a
facilitarle al PRI mantener
o recuperar varios estados en
disputa.
Lo curioso es que el criterio
para descalificar a diversos
políticos como corruptos o
secuaces de la mafia no es lo
que hayan hecho, sino de qué
lado están; mientras están fuera
de Morena son descalificados,
pero si de pronto deciden
sumarse a Morena, entonces
quedan exonerados de toda
culpa. Así ocurrió con Evaristo
Hernández Cruz (calificado
como corrupto por AMLO)
quien fue candidato del PRI al
municipio de Centro, Tabasco,
y al anularse esa elección el
PRI ya no lo respaldó. Decidió
solicitar posada en Morena y
lo consiguió. Dijo al respecto
López Obrador: “Hernández
Cruz ha tomado la decisión
de sumarse a esta lucha y eso
lo exonera. Todo el que está
en el PRI y decide pasarse a
Morena, y se arrepiente de
todo lo que pudo haber hecho
mal, nosotros pensamos que
se le debe de perdonar” (La
Jornada, 4/feb/16). Muy
cristiano, pero no muy
congruente
políticamente.
Se aplica aquí la consigna de
que “el que no está conmigo,
está contra mí”. Hagan lo
que hagan, quienes no están
en Morena son corruptos
y cómplices de la mafia, y
quienes se integran a Morena
quedan exonerados. Cualquier
corrupto de cualquier partido
podrá pedir su ingreso a
Morena… y asunto resuelto.
Pero AMLO no aceptó a
Carlos Joaquín, de Quintana
Roo, quien también le pidió
asilo, pues “si fuera otro su
hermano (Pedro Joaquín) lo
apoyaríamos”; la corrupción
no importa, la familia sí.
*Profesor del CIDE
Facebook: José Antonio
Crespo Mendoza
Presidencia pararrayos
H
ace tiempo le expresé
a un amigo perredista
mi
preocupación
por el pequeño margen
de maniobra que nuestro
Estatuto da a la Presidencia del
Comité Ejecutivo Nacional
del Partido de la Revolución
Democrática. Las decisiones
las toma el CEN y, en rigor,
la única facultad que el
presidente puede ejercer sin su
aprobación es la de la vocería.
Mi amigo me respondió:
“aunque no lo creas, este es
un partido presidencialista”.
La verdad está, como siempre,
en medio: estatutariamente el
PRD ronda el asambleísmo,
culturalmente propende al
presidencialismo.
En la historia del partido, la
Presidencia se fortaleció de
dos maneras: primero con
el caudillismo y después con
presidentes montados en
esa suerte de gobiernos de
coalición de corrientes que se
dan por el parlamentarismo
interno. Pero ahora que
la Presidencia recae en un
militante que no pertenece a
ninguna tribu, y que la alianza
que lo (me) llevó ahí se ha
roto, queda al descubierto la
precariedad del cargo. Y no,
eso no resta un adarme a la
inercia cultural que induce a
buena parte del perredismo
a pedir al presidente que
resuelva cualquier problema.
Aunque opere casi solo y a
la intemperie, se espera que
arbitre conflictos, ponga orden
en las dirigencias, solucione
carencias financieras, decida
candidaturas. No importa
que no tenga atribuciones
ni recursos para hacerlo. El
líder es el líder, qué caray, y
tenga o no vela en el entierro
Agustín Basave*
alguien querrá meterlo al
ataúd.
La elección de nuestro
candidato a gobernador de
Oaxaca es el ejemplo más
reciente de esta cultura
presidencialista. Se convocó
al CEN a sesionar allá,
paralelamente al Consejo
Estatal, porque se consideró
que la presencia de la
dirección nacional inhibiría
los infaltables e inefables
esfuerzos por reventar nuestras
sesiones electivas. Quizá lo
logramos, porque al menos dos
de esos intentos se frustraron
y el Consejo se instaló, votó,
eligió candidato y le entregó
constancia de mayoría, algo
que no suele ocurrir en el día
de la convocatoria. Pero el otro
precandidato, el que no ganó,
señaló anomalías y apeló a los
recursos de impugnación a
los que tiene derecho. Se trata
del mismo a quien semanas
antes yo recibí cuantas veces
me lo pidió y, en aras de la
certidumbre y por mi propia
iniciativa, lo reuní con el
gobernador. Aquel a cuyos
representantes atendí durante
la sesión del Consejo: a las
autoridades del estado les pedí
que sacaran a la policía del
hotel para que no entorpeciera
el registro de consejeros y a la
secretaria general que arreglara
los problemas del padrón.
Además, contribuí a que el
CEN reafirmara que la votación
debería ser por mayoría
calificada y no simple y a que
si ninguno alcanzaba los dos
tercios de los votos no habría
una segunda vuelta sino que
se atraería la decisión. Cierto,
no difundí el último sondeo,
como tampoco divulgué la
opinión de un partido aliado
que favorecía a su adversario,
pensando en evitar más
turbulencias en un Consejo
que en otra ocasión se dirimió
a balazos. Con todo, es obvio
que yo no inventé los usos y
costumbres del PRD ni dirijo
a ninguna de las expresiones
del perredismo oaxaqueño que
votaron en su contra, y todo
perredista experimentado sabe
que mis aciertos o errores no
repercutieron en el resultado.
Pero eso es lo de menos; la
salida fácil y rentable para él
era culpar al presidente de su
derrota.
Ni hablar, son gajes del oficio,
alimentados por el mito de que
quien preside el PRD es un
todopoderoso desfacedor de
entuertos. No me queda más
remedio que servir al partido
como pararrayos y pugnar por
modificar su Estatuto para que
de veras la Presidencia tenga la
fuerza que requiere más allá
de las corrientes. Eso sí, no
voy a permitir que nadie me
calumnie: es una vil mentira
que haya habido un pacto para
que los sondeos determinaran
la candidatura. Algunos en
el partido dicen, malamente,
que “acuerdo mata estatuto”,
pero en este caso ni siquiera se
llegó a un acuerdo. Yo jamás
di mi palabra de que el que
ganara una encuesta sería el
candidato y quien lo afirme
es, simple y llanamente, un
mentiroso. Por lo demás, ya
llegará el momento de hablar
de traiciones.
PD a la fuente: no voy a
estar hoy en la conferencia de
prensa porque voy a Quintana
Roo, pero ya me tomé un té
de tila.
*Presidente nacional del PRD
@abasave
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