Colegio Los Olivos Historia de España Comentario de texto nº 7; La constitución de 1869 Se trata de una selección del articulado de la Constitución de 1869, es por tanto una fuente histórica directa y primaria, documento público, de naturaleza jurídicopolítica y documento público. Como toda constitución, el autor de la misma es un colectivo de juristas y políticos que constituidos en comisión redactan el texto constitucional, que debe ser aprobado por la asamblea constituyente. Expresa la correlación de fuerzas políticas e ideologías mayoritarias en la Asamblea constituyente. El destinatario del documento es el pueblo español, pues se trata de la constitución que debería regir a partir de su promulgación el marco legal y político del país. En cuanto al análisis y comentario, en esta selección se recogen los siguientes principios constitucionales: Es una constitución claramente liberal y democrática, con un régimen de libertades muy amplio, si se la compara con otras europeas de la misma época. En el encabezamiento afirma la idea de Soberanía Nacional asociada a las Cortes (poder legislativo), igualmente se expresa su carácter constituyente (fueron convocadas Cortes extraordinarias, con el fin de elaborar esta constitución) y la naturaleza de su convocatoria: elegidas por sufragio universal (art.16), varones mayores de 25 años, que muestra la conquista de los sectores más progresistas del arco parlamentario, y con respecto a las anteriores sistemas electorales que se basaban en el sufragio censitario. Reconocía por primera vez de modo expreso las libertades democráticas básicas como el derecho de asociación, reunión, expresión que recoge el art. 17 y, también por primera vez, había un reconocimiento de la libertad religiosa. Las relaciones Iglesia-Estado quedan reguladas como vemos en el artículo 21 de la Constitución, por el que el Estado se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica. Se proclama la soberanía nacional (art. 32) y se confirma el sufragio universal masculino. La forma de gobierno era la de la monarquía democrática (art.33), que privaba al Rey de capacidad legislativa y limitaba sus prerrogativas a la cabeza del ejecutivo a un papel casi meramente simbólico, de equilibrio y mediación entre las fuerzas políticas. Establecía una efectiva división de poderes con el fortalecimiento de las Cortes y la independencia del poder judicial (art. 34). El poder legislativo reside en las Cortes y el rey sólo las sancionaba (art.34) o las promulgaba. El legislativo era bicameral (Congreso y Senado). Dispone de un juicio por jurados para todos los delitos políticos y comunes que la ley establezca (art. 93). Se declara la intención de reformar el gobierno de las provincias americanas (art. 108). Se enmarca históricamente en el Sexenio Democrático o Revolucionario (18681874). La revolución de 1868 abre un paréntesis de seis años durante los cuales la casa real de los Borbones no reina en España. Se trata de una revolución que, aunque pretende transformar el sistema político, no cambia el “bloque de poder”, con lo que los mismos sectores que la impulsan optan por corregir su rumbo y preparan la restauración borbónica. En los años anteriores a 1868 el malestar social y el desprestigio del gobierno de Isabel II era creciente. Después del fracaso de la sublevación del cuartel de San Gil en 1866 se decidió la unión del mayor número de fuerzas posibles militares y civiles. Ante una situación política cada vez más deteriorada, la oposición constituida por progresistas y demócratas, firma en Ostende, en agosto de 1866, un pacto para el derrocamiento del régimen que es ratificado en Bruselas en julio de 1867, y en el cual cobra especial importancia conspiradora del general Prim, que encabeza ahora el progresismo. Tras la muerte de O´Donnell(1867), los generales de la Unión Liberal se incorporan masivamente a la conspiración antiborbónica, que entra en una nueva fase caracterizada por la 1 Colegio Los Olivos Historia de España división del ejército y el aumento del contacto entre los conspiradores, que dan la dirección del movimiento revolucionario al general Prim. La revolución es llevada a cabo únicamente por los generales, con el unionista Francisco Serrano a la cabeza del futuro gobierno provisional, y con Juan Prim como hombre fuerte. El 18 de septiembre de 1868, el almirante Topete se subleva en Cádiz y dos días después regresan del exilio los generales unionistas, que reúnen al ejército y marchan hacia Córdoba. El 28 de septiembre, los rebeldes al mando de Serrano, derrotan a las fuerzas realistas, dirigidas por el marqués de Novaliches, en Alcolea (Córdoba). En el sur, el norte y el este de España, las autoridades locales dan paso a las Juntas revolucionarias de enlace. La revolución sorprende a Isabel II veraneando en San Sebastián. Triunfa así, la revolución conocida como la “Gloriosa”. El Gobierno provisional, dirigido por el General Serrano, toma medidas inmediatas para la modificación del sistema político: anuncia la fijación del sufragio universal masculino y convoca Cortes constituyentes, mediante decreto de 6 de diciembre, para el 15 de enero de 1869. Por medio de unas elecciones organizadas por Sagasta, ministro de Gobernación, y que son consideradas limpias, los españoles tienen que decidir sobre el sistema político que quieren para España. La mayoría centrista, formada por progresistas unionistas y demócratas, resulta vencedora de las elecciones, con lo que se establece como régimen la monarquía democrática. Las Cortes afrontan el reto de una nueva Constitución, y el Gobierno, el de encontrar un rey que asuma la jefatura del nuevo Estado. La Constitución recoge el principio de soberanía nacional y desarrolla una declaración de derechos mucho más amplia que la de otras Constituciones; entre otros, se reconoce el derecho de habeas corpus y la inviolabilidad de domicilio y de correspondencia. Esta Constitución está inspirada en la de 1837, pero va más allá que esta. Tiene vigencia durante el Sexenio Democrático, hasta el golpe de Estado del general Pavía en enero de 1874. Es una Constitución elaborada por los representantes de la soberanía nacional, reunidos en Cortes. Establece como régimen la monarquía democrática. En conclusión, esta Constitución ha sido valorada como la más avanzada en el constitucionalismo español del siglo XIX. Incorpora los principios de la democracia, triunfante a partir de la revolución de 1848 en Europa. Pero, a pesar de su importancia como texto novedoso, y avanzado, hay que tener en cuenta los obstáculos con los que se enfrenta para valorar su nivel de éxito Las enormes dificultades que tuvo para su permanencia y vigencia y su fracaso final se debieron a diversos factores: la debilidad de las fuerzas políticas democráticas; el acoso de fuerzas profundamente antiliberales como el carlismo; la falta de apoyo de la burguesía, partidaria mayoritariamente del moderantismo y el liberalismo limitado y censitario; la decepción y radicalismo de las clases populares que exigían satisfacción para sus necesidades básicas: trabajo, salarios, derechos sociales, etc. Los avances importantes que representa la Constitución de 1869 sobre el papel no consiguen normalizar la vida política en la práctica. Como demuestran los cuatro presidentes que la I República tiene en once meses, las diferentes facciones federalistas, unionistas, borbónicas, democráticas, etc., están todavía demasiado polarizadas como para llegar a una situación de consenso. La Constitución acaba fracasando y, con ella, el Sexenio que inaugura, precisamente por su incapacidad de dibujar una alternativa estable y eficaz que satisfaga al mayor número de sectores sociales. 2