Microhematuria ¿Qué es la microhematuria? El término microhematuria (MH) indica la presencia de hematíes en orina. Aunque no hay acuerdo unánime sobre la cantidad necesaria de hematíes para definir la MH, se considera anormal la presencia de más de tres glóbulos rojos por campo microscópico. Es un hallazgo relativamente frecuente que a menudo es casual durante el estudio global de un paciente. ¿Cuáles son las causas de la microhematuria? La prevalencia de la MH está entre un 2-5% de la población general. Análisis de orina realizados semanalmente a varones de 50 años, revelan hematuria intermitente en el 10% de los casos y, de ellos, aproximadamente la mitad sufren alguna enfermedad urológica. Causas más frecuentes de microhematuria en el adulto según edad y sexo Menores de 20 años Entre 20-60 años Infección urinaria Glomerulonefritis Malformaciones Litiasis renal Infección urinaria Cáncer vesical Mujeres mayores de 60 años Varones mayores de 60 años Infección urinaria Cáncer vesical Infección urinaria Hipertrofia Prostática Benigna Cáncer vesical Clasificación etiológica de la microhematuria Origen renal: Glomerular: glomerulonefritis aguda, glomerulonefritis crónica, glomerulonefritis en enfermedades sistémicas (lupus, vasculitis, etc.), glomerulonefritis por Ac.anti-membrana basal (Sme. de Goodpasture), Sme. de Alport, Sme. de membrana basal delgada, hipertensión maligna. Extraglomerular: hipercalciuria, hiperuricosuria, tumores renales, poliquistosis renal, litiasis renal, fístulas arteriovenosas, hemangioma renal, necrosis papilar (diabetes, analgésicos), infecciones (pielonefritis, tuberculosis), drepanocitosis, nefritis intersticial aguda, embolia renal, traumatismos. De vías urinarias: Tumores de pelvis renal y urotelio, litiasis, tuberculosis, invasión extrínseca del uréter, tumores vesicales, infecciones agudas del tracto urinario, traumatismos, cuerpo extraño, hipertrofia benigna de próstata, carcinoma de próstata, ciclofosfamida, uretritis, prostatitis, angiomas uretrales. Alteraciones de la hemostasia: Coagulopatías, hemoglobinopatías, tratamiento anticoagulante. No excluye otra causa silente. Microhematuria de origen no filiado Falsas hematurias: Sangrado vaginal o hemorroidal, pigmenturia (hemoglobina, mioglobina, alimentos) Fármacos: salicilatos, sulfamida, nitrofurantoína, metildopa, levodopa, metronidazol, cloroquina, difenilhidantoína, ibuprofeno, quinina, rifampicina. ¿Cuándo estudiar la microhematuria? Es prudente considerar que existe MH cuando se obtiene cualquier resultado positivo con la tira reactiva en dos muestras de orina recogidas a primera hora de la mañana, con un intervalo de 1530 días entre ellas. La microhematuria es con frecuencia un problema difícil de valorar, ya que las entidades causantes de microhematuria pueden ser de muy diferente trascendencia, desde causas con riesgo mínimo para los pacientes, tales como una cistitis, hasta problemas que pueden amenazar la vida como una neoplasia maligna. La gravedad de la hematuria no depende de su intensidad sino de la causa que la provoca. Con frecuencia, es inadecuadamente valorada como benigna o normal. El objetivo primordial de su investigación es excluir entidades que puedan comprometer la vida del paciente, más que llegar al diagnóstico etiológico. La variedad de problemas, la frecuencia con que después de un estudio exhaustivo no se llega al conocimiento de la causa (68% de los casos en algunos estudios), la necesidad de minimizar el costo económico y las molestias al paciente, así como el bajo valor predictivo positivo de la MH hacen que hasta el momento sea difícil llegar a un consenso en la evaluación del enfermo con microhematuria. La documentación existente es heterogénea y poco concluyente. Existe acuerdo en: • Desaconsejar la realización de pruebas de screening para detectar la presencia de MH • Si se presenta como hallazgo, cualquier tipo de hematuria, ya sea macroscópica, microscópica, aislada, persistente o intermitente debe ser considerada y vigilada por el médico. No es necesaria la realización de estudios exhaustivos en todos los casos. La decisión adecuada está en función de las características asociadas y sobre todo de la edad del paciente. ¿Qué pruebas diagnósticas están indicadas ante el hallazgo de microhematuria? Habitualmente la detección se realiza de manera casual mediante el uso de tiras reactivas. Este test tiene una sensibilidad entre el 91 y el 100% y una especificidad del 65 al 99%. Falsos Positivos Deshidratación Presencia de: mioglobinuria, hipoclorito, iodopovidona, peroxidasas bacterianas Falsos Negativos Agentes reductores (ácido ascórbico, Fe, mercapto-etanol, etc) PH urinario ≤ 5 Tiras reactivas expuestas al aire Una vez excluidos los falsos positivos, el diagnóstico debe ser confirmado por la presencia de hematíes en el sedimento urinario, en la observación directa al microscopio. Tras confirmar que no se trata de un falso positivo seguiremos los siguientes pasos: 1.Historia clínica con especial atención a: antecedentes familiares (poliquistosis renal, litiasis renal), sintomatología urinaria o prostática, dolor lumbar, sordera (síndrome de Alport), ingesta de medicamentos (anticoagulantes, cefalosporinas, hidroclorotiazida, analgésicos, anticonceptivos) y ejercicio intenso. 2.Examen físico: • • • • • • Presión arterial. Piel (equimosis, petequias, rash, púrpura, angioqueratoma1, etc). Ojos: anormalidades corneales y de cristalino. Corazón: soplos asociados a valvulopatías o trastornos del ritmo cardíaco (estenosis mitral, FA, etc), que entrañen riesgo de embolia renal. Tracto urinario: soplo renal (fístula AV renal), masas anormales (cáncer, riñón poliquístico), vejiga (retención de orina), meato uretral (ulcera meatal o carúncula) Tacto rectal (este procedimiento convendría dejarlo en manos del Urólogo) en busca de prostatitis, hipertrofia prostática o cáncer. 3.Datos de laboratorio: En sangre: urea, creatinina, hemograma. Estudio de hemostasia si hay sospecha de coagulopatía. En orina: a) Urocultivo y observación al microscopio del sedimento de orina recién emitida para estudio morfológico de los hematíes en la orina. Esta técnica es defendida por muchos autores porque ayuda a diferenciar el origen glomerular o no glomerular de los hematíes. Se considera que la hematuria es de origen glomerular cuando al menos el 80% de los hematíes son dismórficos, y no glomerular cuando al menos el 80% son isomórficos. Se puede encontrar también hematuria mixta. La identificación del glomérulo como fuente de hematuria es importante, puesto que evitamos hacer un estudio urológico extenso para descartar enfermedades malignas del tracto urinario. Además de los hematíes deformados, la hematuria glomerular se puede asociar con cilindros hemáticos (patognomónicos de enfermedad glomerular) y de proteinuria importante. b) Uricosuria y calciuria de 24 horas: la hiperuricosuria y la hipercalciuria constituyen una causa frecuente de microhematuria aislada, por un mecanismo que no se conoce bien, se sabe que al corregir la calciuria con tiazidas y la uricosuria con alopurinol desaparece la MH. c) Citología de orina: es una prueba que ha sido incorporada recientemente a la búsqueda de un tumor urotelial en los mayores de 40 años. Cuando lo que se está considerando el la posibilidad de neoplasia de vejiga el índice de detección es bastante alto (53.8 %). 4.Pruebas complementarias: • Ecografía: ha desplazado al Urograma Excretor (UE), en la primera evaluación, por su menor costo y morbilidad. Se trata de una prueba inocua con un índice de detección de carcinoma de células renales del 100%, es una prueba indispensable para descartar enfermedad maligna. Urograma Excretor: También llamado Urograma Intravenoso (UIV). Aunque ha perdido presencia por su costo y por la posibilidad de reacciones alérgicas, es el método de elección para el diagnóstico de tumores de urotelio localizados en la pelvis renal y en el uréter. Tiene un índice de detección de enfermedades malignas del 41.6%. No se debe realizar en todos los casos de MH. Cistoscopia: detecta el carcinoma de vejiga en el 100 % de los casos, seguido de la citología de la orina, UE y ecografía. Se indica en los casos en los que el UE y la Eco no demuestren ninguna anomalía y en los casos en los que ofrezca dificultades su interpretación. Se trata de una exploración incómoda para el paciente, hay que seleccionar los casos a estudiar, preferentemente varones mayores de 40 años. TAC: No indicado en la estrategia de estudio inicial. Indicado en función de los resultados de las exploraciones previas. Esencial para el diagnóstico de tumores renales. • • • 1 Patología cutánea caracterizada por pequeños tumores verrugosos telangiectásicos en grupos, sobre todo en las manos y pies de los niños. • Biopsia renal: indicación realizada por el nefrólogo, cuando hay una clara sospecha de enfermedad renal. En la primera fase tras los primeros pasos generales de anamnesis, examen físico y análisis básicos, lo más adecuado es realizar citología, ecografía, UE y cistoscopia. El rendimiento diagnóstico proporcionado por esta primera fase es extremadamente variable: entre 9 y100%. Algoritmo diagnóstico: (*) Hemograma, función renal, estudio de coagulación si procede. Citología en mayores de 45 años. Ácido úrico y calciuria en orina de 24 horas. Seguimiento: En los pacientes en los que no se había encontrado la causa de la MH tradicionalmente se realizaba seguimiento semestral y durante un período de tres años, algunos autores preconizaban seguimiento durante períodos mas prolongados que incluían la realización de sedimento urinario y citología semestral, y UE y cistoscopía cada dos años. En trabajos posteriores los mismos autores desaconsejaron los estudios de seguimiento y recomiendan su realización solo en los casos en los que se desarrollen nuevos síntomas. Normas para la recolección de orina: 1. Se debe recoger la primera muestra de orina de la mañana, ya que los hematíes se conservan mejor en orina ácida y concentrada. 2. Recoger la orina del chorro medio para evitar contaminación de los genitales externos. 3. En mujeres, no recoger la orina durante la menstruación. 4. Evitar una actividad física exagerada 2 o 3 días antes de la recolección de la orina, ya que ésta puede causar hematuria transitoria y cilindruria. 5. No obtener muestras de orina de catéteres, ya que incluso un trauma uretral leve puede causar eritrocituria. 6. Entre la emisión de orina y su examen microscópico no deben de pasar más de dos o tres horas a temperatura ambiente. Síntesis: Se considera anormal la presencia de más de 3 hematíes/ campo en orina. En cerca del 70% de los casos no se llega al conocimiento de la causa de MH después de un estudio exhaustivo. El estudio morfológico de los hematíes en orina ayuda a diferenciar su origen glomerular o no. No se recomiendan estudios de seguimiento a no ser que aparezcan nuevos síntomas. Bibliografía: Revisiones sobre Urinary system, kidneys, bladder & incontinence en COCHRANE LIBRARY Asymptomatic microscopic hematuria in adults: summary of the AUA best practice policy recommendations. Am Fam Physician 2001;63:1145-54 Judy Savige, Mark Buzza, and Hayat Dagher. Haematuria in asymptomatic individuals. BMJ 2001;322 942-943 Albaldalejo Monreal E, Sánchez Sánchez JA y De la Viesca Cosgrove S. Microhematuria aislada. FMC 1997; 4: 312317 Fogazzi GB, Ponticelli C. Microscopic haematuria diagnosis and management. Nephron 1996; 72:125-134 Goicoechea M y Gómez-Campderá. Etiología y diagnóstico diferencial de microhematuria. Jano 1995; 1259: 13531360 Gomara Perelló M, Orfila Timoner J, Riera Mari V. Microhematuria asintomática en el adulto. An Med Intern 1993; 10: 403-408 Howard R, Golin A. Long-term follow up of asymptomatic microhematuria. J Urol 1991; 145: 335-336 Mohr DN, Oxford KP, Owen RA, Melton LJ. Asymptomatic microhaematuria and urologic disease. A populationbased study. JAMA 1986; 256: 224-229 Montoliú J, Mardaras J, Varó P, Salamero P. Qué haría usted ante un paciente con microhematuria. Med Integral 1990; 15:340-346 Murakami S, Igarasahi T, Hara S, Shimazaki. Strategies for asymptomatic microsopic haematuria:a prospectiv study of 1.034 patients. J Urol 1990; 144. 99-101 Navarro AA; Martínez MªN, Albaldalejo E. Microhematuria asintomática. Medifam 1992; 2: 236-242 Sanz Chinesta S, Jiménez Cruz F. Microhematuria. Pautas diagnósitcas. Actas Urol Esp 1993; 22: 83-93 Sparwasser C, Cimniak U, Treiber U, Pust RA. Significance of the evaluation of asymptomatic microscopic haematuria in young men. Brit J Urol 1994; 74: 723-729 Thaller TR, Wang LP. Evaluation of asymptomatic microscopic hematuria in adults. Am Fam Physician 1999; 60: 1143-54