Reseñas biográficas sobre las propuestas elegidas para denominar

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BREVES RESEÑAS BIOGRÁFICAS SOBRE LAS
PROPUESTAS ELEGIDAS PARA DENOMINAR AL
TEATRO INSULAR DEL CABILDO DE LANZAROTE
Propuesta:
TEATRO ÁNGEL GUERRA
Angel Guerra (“José Betancort Cabrera”)
(Teguise, 1874- Madrid, 1950)
Tras su infancia y adolescencia en Teguise, se traslada a Las Palmas para estudiar en
el Seminario Conciliar y en el Colegio de San Agustín. Colabora en la prensa local y
conoce al admirado escritor Benito Pérez Galdós. Animado por el prestigioso narrador
grancanario, se traslada a Madrid, donde comienzan sus colaboraciones con los
principales periódicos nacionales como El Heraldo de Madrid, El Imparcial o La
Correspondencia de España, llegando a ser su corresponsal en París. En 1913 consigue
ser diputado por la isla de Lanzarote, siendo reelegido en varias ocasiones hasta
1923. Entre sus diferentes cargos, destaca su nombramiento como Director General
de Prisiones. Tras el estallido de la Guerra Civil, abandona España, pero regresa al
finalizar la contienda. Muere en Madrid en 1950.
Entre sus obras literarias se encuentran “Cariño eterno”, “A bordo”, “Agua Mansa”,
“Al Jallo”, “Polvo en el camino”, “El justicia del llano”, “El Patache”, “Aguas
primaverales”, “Cariños”, “Mar afuera”, “La Lapa”, “De mar a mar”, “Rincón isleño”
o “La casta de los Luzardo”. Entre sus obras críticas y políticas destacan: “A bordo:
boceto santanderino”, “A merced del viento”, “Del vivir revolucionario” o “Literatos
extranjeros”.
Vinculado al Regionalismo literario canario, comparte con otros escritores
lanzaroteños, como Benito Pérez Armas o Miguel Pereyra, el anhelo por el progreso
social y cultural de las Islas, la defensa de la canariedad o la adscripción a la estética
costumbrista. Sus narraciones se caracterizan por la observación minuciosa de la
realidad, la reproducción de escenas de la vida cotidiana de los más desfavorecidos o
la indagación psicológica en los personajes y en sus relaciones humanas.
“Quisiera recorrer todos los países del mundo, admirar
todas las maravillas que ha creado la inteligencia del
hombre…, sólo por decir a todo el mundo que no hay país
como mi hermosa tierra canaria”
*
“Sin tradiciones propias, sin historia local, casi es
imposible la existencia de las literaturas regionales. Son el
hueso, la médula, el alma de cuanto se escribe. Un pueblo
sin historia es un cuerpo sin alma”
Propuesta:
TEATRO CLAVIJO Y FAJARDO
José Clavijo y Fajardo
(Teguise, 1726 - Madrid, 1806).
Tras finalizar su período de formación en Humanidades y Leyes, en 1745 abandona
Canarias para desempeñar diferentes cargos administrativos estatales en el Ejército.
En 1749 ocupa la Secretaría de Guerra e impulsa el periódico “El Mercurio Español”.
En 1755 publica varias obras teatrales satíricas sobre las costumbres españolas: “El
Tribunal de las Damas” y “Pragmática del Zelo”. Entre 1756 y 1761 viaja por
diferentes ciudades europeas. En 1762 regresa a Madrid y pone en marcha la
publicación del periódico “El Pensador”. En 1763 es nombrado responsable del
Archivo del Estado, siendo destituido de dicho cargo al año siguiente tras el famoso
affaire amoroso con María Carón de Beaumarchais. Este episodio de su vida inspiraría
varias versiones literarias como la famosa obra teatral romántica “Clavijo” de
Goethe. En 1767 reanuda su labor al frente de “El Pensador” y vuelve a entrar en la
Corte de la mano del ministro Campomanes. En 1770 es nombrado Director de los
Teatros de los Reales Sitios por el rey Carlos III. En 1786 recibe el cargo de Director
del Gabinete de Historia Natural de Madrid. En 1800 ingresa en las Academias de
Historia Natural de Berlín y Copenhague. Muere en Madrid en 1806.
A través de su obra literaria y periodística, Clavijo y Fajardo fundamentó su
pensamiento en pilares como la moral, la filantropía y la educación. La moral, como
una ética cívica que se consigue con la instrucción; la filantropía, como camino para
ofrecer la felicidad para los hombres; y la educación, como desarrollo espiritual del
hombre. Asimismo, desarrolla un gran trabajo de divulgación de las ciencias
naturales en nuestro país, junto a la encomiable tarea como traductor de numerosas
obras filosóficas y literarias del francés y del italiano. Ahora bien, su contribución
literaria más notable la realiza como reformador moral de las costumbres españolas a
través de la publicación de “El Pensador”.
“Mi natural curiosidad me conduce a todas partes a
examinar del modo que puedo los vicios y las ridiculeces de
los hombres, que de algún tiempo a esta parte son mi
único estudio (…) Mi ánimo es aprender en la conducta de
los hombres a reformar la mía, y a devolverles para su
corrección las lecciones, que ellos mismos me han dado”
*
“Una cosa es la instrucción y otra es la educación. Ésta es
con mucho más importante, porque si está bien dirigida
producirá ciudadanos”
Propuesta:
TEATRO INSULAR
Teatro Insular
Desde el año 2007, se inició la programación cultural teatral por parte del Área de
Cultura del Cabildo de Lanzarote en dicho recinto. Este equipamiento escénico vino a
cubrir la necesidad demandada por la primera institución insular de disponer de un
recurso cultural propio para el desarrollo de las actividades escénicas y musicales
que reclamaban no sólo un mayor aforo sino también mejores prestaciones técnicas.
Este espacio, que ha venido denominándose genéricamente como “Teatro Insular”,
siguiendo la tendencia institucionalizada de denominar las dependencias y los
servicios adscritos a los Cabildos con el adjetivo “insular”, es en este momento uno
de los recursos culturales más emblemáticos de la Isla en el que se desarrolla buena
parte de la programación que realiza el Área de Cultura, bien de manera propia o
gracias a acuerdos con otras instituciones como es el caso del Convenio “Islas de
Música, Teatro y Danza” del Gobierno de Canarias o el Programa Platea del Instituto
Nacional de Artes Escénicas y Musicales del Ministerio de Cultura.
Propuesta:
TEATRO JOSÉ SARAMAGO
José Saramago
(Azinhaga-Portugal, 1922- Tías- Lanzarote, 2010)
Tras la publicación del libro El evangelio según Jesucristo (1991), Saramago obtiene el
reconocimiento como uno de los mejores escritores en lengua portuguesa. Sin embargo,
el gobierno luso se mostró en contra de que dicho escritor optara al Premio Literario
Europeo por ser un escritor que “ofendía a los católicos”. Como acto de protesta,
Saramago abandona Portugal y, a partir de 1993, fija su residencia en Lanzarote.
Sus vivencias durante su estancia insular, entre 1993 y 1997, lo llevan a publicar en dos
tomos uno de sus libros más famosos, Cuadernos de Lanzarote. Se trata de un singular
diario en el que el escritor luso verbaliza su escepticismo vital ante determinados temas,
así como una postura ética y estética que está por encima de partidismos políticos, pero
comprometida con el ser humano y donde la isla aparece siempre como significativo telón
de fondo que acompaña sus pensamientos. Desde 1994, es miembro del Patronato de
Honor de la Fundación César Manrique. En 1997, es nombrado Hijo Adoptivo de Lanzarote
por el Cabildo Insular. En 1998, recibe el Premio Nobel de Literatura. En 2007, se
establece en la isla la Fundación José Saramago, junto a las sedes de Lisboa y Granada.
En 2010 fallece en su domicilio de Tías (Lanzarote).
“Una palabra en el papel es el diseño de una isla en el mapa,
y el diseño no es isla”
“Estar cerca o lejos, allá o acá, sólo depende de la voluntad”
“El tiempo es una tira elástica que se estira y se encoge”
“Viviendo ahora lejos de Lisboa, la distancia sugiere el exilio,
la ausencia, tal vez la “saudade”
“Y llegado a este punto, una deuda inquebrantable me asalta:
¿Qué sentido tengo yo”
“Un volcán apagado, silencioso, es una lección de filosofía”
Propuesta:
TEATRO RAFAEL AROZARENA
Rafael Arozarena Doblado
(Santa Cruz de Tenerife, 1923-2009)
En 1948, su trabajo como telegrafista lo trae a la Atalaya de Femés (Lanzarote), donde se
realizaban mejoras en el servicio de telecomunicaciones de la isla. Esta estancia insular
no sólo pone al escritor tinerfeño en contacto con el desolador panorama social y cultural
de Lanzarote tras la Guerra Civil, sino que posibilitará que el paisaje insular se convierta
en punto de inflexión en su vida y en su relación con la creación literaria. Tras esta
vivencia insular, Arozarena afrontará la creación de su novela más conocida Mararía,
publicada en 1973. Mararía marcará la renovación de la narrativa canaria contemporánea
de la segunda mitad del siglo XX. Una de las claves más definitorias de la enorme
transcendencia de esta novela en el contexto cultural y literario de Canarias estriba en la
contextualización e incorporación del paisaje insular lanzaroteño.
En Mararía encontramos a un escritor que busca crear un nuevo territorio poético y
espiritual sobre el que articular una nueva forma de escribir. Arozarena intenta dar vida a
un universo literario que descansa sobre un proceso creativo existencial y transcendental
que se articula a través de dos axiomas claves: el imaginario del paisaje seco, pobre y
desgarrado de Lanzarote y la reconstrucción de la deshilvanada y oscura historia de
María, la de Femés. Nos recrea la leyenda de Mararía, transfigurada en mito literario.
Arozarena construye así una nueva realidad poética que va de lo cotidiano, lo tangible y
lo físico a una dimensión intangible, esencial y pura.
“Tal un negro ciprés, ahumada tea o cuervo en vertical, la vieja
permaneció allí plantada un buen rato. Estaba descalza y sus pies secos y
arenosos, delgados y fuertes, parecían agarrarse al piso. También sus
manos quedaban descubiertas y eran como garras de milano, garras
amarillosas, largas y surcadas de arrugas. Pero en la parte alta de aquel
árbol requemado, algo surgía incandescente aún; algo como una brasa
encendida surgía de aquellos ojos negros, árabes, jóvenes y hermosos (…)
Contemplando aquellas ascuas fijas y resplandecientes pensé en un rostro
terso y blanco y unos labios carnosos y sensuales de leves rosas, dulces y
tibios como las uvas de volcán”
Propuesta:
TEATRO VÍCTOR FERNÁNDEZ “EL SALINERO”
Víctor Fernández Gopar “El Salinero”
(Las Breñas,1844 – Yaiza, 1920)
Siendo un niño, al no haber escuelas en el sur de Lanzarote, solicita al párroco de
Femés, Domingo Casadesus, y al vecino Juan Estévez, que lo enseñen a leer y a
escribir mientras desempeña las tareas de pastor. En 1895 es contratado por Pedro
Cerdeña para construir las Salinas de El Janubio, donde llegará a ser maestro salinero
y encargado del citado ingenio. Alejado del ambiente intelectual y cultural burgués
de los escritores coetáneos lanzaroteños adscritos al Regionalismo literario, se
convierte en un poeta popular, con una voz lírica que se nutre de la dura existencia
del campesino y salinero del sur de la Isla. Es autor de composiciones poéticas en las
que con mordacidad y sinceridad, denuncia o critica las injusticias sociales y políticas
que observa y padece en su vida diaria. Compone coplas con un estilo sencillo,
natural y sin artificios, siendo también un notable improvisador de letras de melodías
folklóricas (isas, malagueñas…) que rápidamente formaron parte del repertorio
popular lanzaroteño.
En 1977, Agustín de la Hoz recopila sus composiciones y las publica bajo el título de
“Coplas de Víctor Fernández, El Salinero”, valiéndose de varias transcripciones
aportadas por Domingo Casadesus, Bermúdez, José Bethencourt y Vicente Borges.
“Si yo tengo de Alcalde
a mi medianero,
resulta en la Alcaldía
lo que yo quiero.
Si el Secretario he sido
yo quien lo ha puesto,
se escribe lo que sea
por mi dispuesto.
Y si los de la Junta
viven conmigo,
se hacen los repartos
como yo digo.
No habrá quien diga nada,
callan el pico,
respetando las barbas
del hombre rico.
Porque si no cumplen
bien mis deseos,
saldrán a poco tiempo
de sus empleos”
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