Historias de Estremera: El Somatén Por Julio Montejano Domínguez Cronista de la Villa En la década de los años veinte del siglo pasado estuvo implantada en Estremera una institución muy poco conocida, llamada el “Somatén”, que ejerció su actividad durante unos cuantos años, y que de alguna manera, forma parte de la historia de nuestro pueblo. Cuando era pequeño le preguntaba a mi abuela sobre una foto que guardaban en mi casa, en la que posaban hombres armados y que me llamaba mucho la atención; ella me contestaba que eran los miembros del Somatén y que su padre era uno de los que estaban la foto. Siempre estuve intrigado sobre qué era eso del Somatén. Hace unos años, cuando me aficioné a escanear fotos antiguas, conseguí averiguar quiénes eran y el nombre de casi todos aquellos hombres que aparecían en la mencionada foto. Después encontré unas revistas que hacían referencia a este somatén y me puse a investigar sobre el tema. Por ello, en este artículo quiero compartir con vosotros un curioso documento que narra un acontecimiento festivo que se celebró en nuestro pueblo en abril de 1925. No pretendo realizar valoración alguna sobre los aspectos políticos o sociales de esta institución, tan sólo deseo que conozcáis algunas de las cuestiones que me parecen más curiosas e interesantes. El diccionario de la Real Academia define Somatén como "Cuerpo de gente armada, que no pertenece al ejército, que se reúne a toque de campana para perseguir a los criminales o defenderse del enemigo." El Somatén fue una institución característica y tradicional en Cataluña desde el siglo XI. Nació como un cuerpo armado civil y popular, separado del ejército, para su defensa personal, la de los conciudadanos y la de la tierra en caso de conflicto bélico. Entre sus cometidos estaba el alertar a los pueblos vecinos mediante repique de campanas, hogueras encendidas de cumbre a cumbre, el sonido de un cuerno, etc. Del repique de campanas es de donde surge el nombre de “Somaten”, (so emetent, en catalán). En esta región, sus miembros eran todos los vecinos en condiciones de prestar tal servicio. Tenían la obligación de disponer y conservar armas de fuego en sus casas y de instruirse periódicamente en su manejo. En otras regiones españolas fue implantado, abolido y reconstituido en diversas ocasiones a lo largo de la historia. En 1923 el General Primo de Rivera decidió extenderlo al resto de España y con un decreto reguló su implantación en todas las provincias españolas, estructurándose en ocho regiones, más Baleares y Canarias. En 1931 la Segunda República Española lo disolvió totalmente, pero se reestableció en 1936 en algunas zonas, al estallar la guerra civil. Al finalizar ésta, se vuelve a suprimir; sin embargo, en 1945 el gobierno de Franco lo reorganiza, bajo el nombre de Somatén Armado, con la finalidad principal de ayudar a la Guardia Civil a combatir a los maquis. Fue disuelto definitivamente por el Senado Español en 1978. Es, por tanto, en la época de Primo de Rivera cuando se crea el Somatén de Estremera, encuadrándose dentro de la 1ª región y organizándose como en el resto de municipios de la provincia de Madrid. Pero ¿qué misión tenía este cuerpo armado en nuestro pueblo? En su Reglamento, publicado en 1924, se indica que es una “asociación cívica y sin afiliación política de ninguna clase, en la que caben todas las clases sociales e ideas que representan el orden social y democrático”, asimismo, se expresa que “tendrá por objeto el asegurar y conservar la tranquilidad del país; hacer respetar las leyes y las autoridades legalmente constituidas; defender individualmente y colectivamente las vidas y haciendas propias y de sus conciudadanos; evitar toda perturbación y ataque al orden social, persiguiendo a todo aquel que intente producir daños o pretenda apoderarse de la propiedad ajena; capturar al que esté reclamado por la justicia; contribuir al funcionamiento de los servicios públicos...”. Parece que tenían asignadas un gran número de atribuciones de tipo policial, pero no creo que tuvieran ocasión de ejercerlas en nuestro pueblo. He revisado varias decenas de boletines donde se narran las acciones de los somatenes de la primera región y no he encontrado ninguna que corresponda a Estremera. En cuanto a su organización, sabemos que como jefe local del Somatén había un cabo, al que estaban subordinados todos los demás miembros y a los que, como afiliados a una asociación, se les había dotado de un carné con foto además de licencia y guía de armas. La mayoría poseían un arma larga con su correspondiente munición, y podían realizar prácticas individuales de tiro en los campos oficiales del ejercito. Sin embargo, el disponer de un arma no les daba derecho a cazar libremente y si lo hacían eran multados duramente. Tenían la obligación de recibir el boletín oficial del cuerpo y pagar una cuota mensual. Asimismo, el reglamento les permitía usar la bandera española como estandarte, incorporándole emblemas o escudos locales. Pertenecieron a esta institución una treintena de antepasados nuestros, hombres del pueblo, principalmente agricultores y comerciantes. En la foto oficial que se hicieron durante la fiesta en el patio de la “casa nueva”, que acompaña a este artículo, no están todos los integrantes. Como ya he manifestado, he podido averiguar el nombre de casi todos los que aparecen: Esteban Martínez Aedo (abanderado), Antonio Camacho (cabo), Gregorio Barcala, Cándido Olivas, Demetrio Maroto, Gracialiano Olivas, Jacinto Gómez, Ricardo Cordón, Felipe Herreros, José María Martínez Aedo, Narciso Camacho, Adelaida Gómez, José Sacedo, Hipólito Moreno, José Barcala, José Fernández, Julián Camacho, Jerónimo Martínez Aedo, Raimundo Olivas, Joaquín Martínez Aedo... He preguntado mucho, pero son pocos los recuerdos que tienen las personas mayores de esos años y de sus actividades, tan sólo se acuerdan de verles desfilar en algunos acontecimientos. Sin embargo, en la revista de los Somatenes de la 1ª región se publicó una crónica sobre la fiesta que se organizó con motivo de la entrega de la bandera el 18 de abril de 1925, que nos dibuja un día especial en la convivencia del municipio y que quiero compartir con vosotros. Bendición y entrega de la bandera al Somatén de Estremera (Madrid) “Esta memorable fiesta tuvo lugar el día 18 de abril, con un tiempo espléndido y una animación extraordinaria. A primera hora de la mañana, un alegre repique de campanas anunció al vecindario de Estremera la solemnidad de la fiesta que iba a celebrarse, y la banda de música de la población recorrió las calles tocando diana. Los balcones de los edificios fueron engalanados con colgaduras, que daban un, bello aspecto al pueblo. Las calles pronto se vieron concurridas por el vecindario, que acudió a la plaza de la Constitución, en donde los somatenes se fueron concentrando. A las diez, ya reunido el Somatén, acudió con las Autoridades civiles a la entrada del pueblo, con objeto de recibir a las personalidades invitadas, siendo todas ellas saludadas con la más viva simpatía. Asistieron a la fiesta el Vocal de la Comisión organizadora., Sr. López Linares; Capitán auxiliar, representaciones de los Somatenes de Brea, Fuentidueña de Tajo, Valderacete y Villarejo de Salvanés. Después llegaron el Teniente coronel de Estado Mayor D. Agustín Robles, invitado por la población, por su entusiasmo y cariño a Estremera, y el Teniente Coronel Secretario de la Comandancia general de Somatenes de la región, D. Augusto Linares, que llevaba la representación del Comandante general. La presencia del Teniente Coronel Linares fue acogida con gran entusiasmo, tributándosele un cariñosísimo recibimiento. Poco después de las once llegó la Excma. Sra. Duquesa de Estremera, madrina de la bandera, acompañada de su ilustre esposo el Duque, siendo aclamados por el vecindario y somatenes que les aguardaban, y cumplimentados por las Autoridades. Acto seguido, el Somatén, Autoridades e invitados se dirigieron a la plaza de la Constitución, en donde se hallaba dispuesto el altar, artísticamente adornado y situado bajo el balcón central de la Casa Consistorial, en el que ondeaba una bandera española. La madrina, señoritas y Autoridades ocuparon reclinatorios y sitiales que estaban colocados en lugar preferente. Detrás se congregó el Somatén, y en torno fuerzas de la Guardia civil, que difícilmente contenían a la multitud, que se agolpaba deseosa de presenciar la solemne ceremonia. La misa fue escuchada con toda religiosidad, y al terminar, el Cura párroco bendijo la bandera y dirigió una alocución a los somatenistas, recordándoles las glorias nacionales y pidiéndoles que veneren y guarden la bandera como el más preciado tesoro. El Teniente coronel Sr. Linares hizo entrega de la bandera, y luego de dedicar un sentido recuerdo al inolvidable General Daban, exhortó a los Somatenes a que cumplan con los ideales de la Institución, que no son otros que el de trabajar por la grandeza de España y velar por el mantenimiento del orden y paz nacional, medio por el cual nuestra Patria llegará a ocupar el sitio que la Historia le tiene reservado. Terminó dando vivas a España, al Rey y al Somatén que fueron contestados con gran entusiasmo. El Excmo. Sr. Duque de Estremera hizo uso de la palabra para, en nombre de su esposa y en el suyo propio, expresar las gracias al Somatén de Estremera por el honor de haber elegido a la Duquesa para madrina de la bandera. Manifestó que tenía en gran estima el hallarse entre tan buenos patriotas, y que el título más preciado para él es ser español. El Vocal Sr. López Linares terminó los discursos, aconsejando a los somatenes que cooperen con entusiasmo y permanezcan unidos como un solo hombre. Los niños de las escuelas entonaron un hermoso himno a la Bandera, siendo por ello muy felicitados los profesores. A los acordes de la banda de música, los. somatenes desfilaron ante las Autoridades y se dirigieron al domicilio del abanderado, en donde quedó depositada la sagrada enseña. La familia del abanderado, Sr. Martínez Aedo, obsequió a los concurrentes con un espléndido lunch, asistiendo los Duque de Estremera, el Teniente coronel Sr. Linares y todas las Autoridades. Los Duques, que por deberes ineludibles no pudieron quedarse al banquete oficial, se marcharon en automóvil, y fueron despedidos con las mayores muestras de afecto. A las dos y medía se sirvió el banquete en el Casino de la Unión Patronal, durante el que reinó la mayor fraternidad y alegría. A instancia de los concurrente, el Teniente coronel Sr. Robles hizo uso de la palabra a la hora de los brindis, y dijo que el Somatén es el dique de contención para los elementos que, exaltados por ideas revolucionarias, pretenden llevar a España a la ruina. Encomió la labor del Directorio, y terminó dando vivas, que fueron entusiastamente contestados. La fiesta, en suma, resultó brillantísima, y el Somatén y vecindario de Estremera puso de manifiesto su espíritu patriótico y su entusiasmo por la Institución.” El periodista termina aquí su crónica; sin embargo, la fiesta duró todo el día, tal como se indica en los folletos anunciadores del evento: después de la comida se celebró un baile público en la Plaza del Palacio, amenizado por la banda de música; por la tarde, hubo despedida formal por parte de los somatenes y autoridades locales a las comisiones oficiales e invitados según se fueron marchando; por último, a las nueve de la noche tuvo lugar una “gran función de cinematógrafo” acompañada de más bailes “públicos y privados”. El lugar habitual de proyección en aquella época era el casino ubicado en la antigua casa de la tercia y los bailes populares también se celebraban en el salón que regentaba Adelaido Gómez, en la actual calle de Teresa Fuentes. La bandera que se entregó en ese acontecimiento la podéis apreciar en la foto adjunta, pues se conserva en muy buen estado. En ella se pueden distinguir, bordados a mano, los escudos de España y de Estremera. Como podréis observar, el de nuestro pueblo no se corresponde con el actual (dos torres), que fue diseñado en los años ochenta. El escudo con un león que tuvo nuestro pueblo desde el siglo XVI hasta el XX fue el del Señor de la Villa, Ruy Gómez de Silva, primer duque de Estremera y de Pastrana. Por último, quiero comentar que en la crónica no se mencionan los nombres de los que entonces eran duques de Estremera: Don Iván Bustos y Ruiz de Arana, y Doña Teresa Téllez Girón y Fernández de Córdoba. Como hemos leído, el duque era el Presidente Honorario del Casino de la Unión Patronal Obrera de San Isidro de nuestro municipio y fue uno de los pioneros de la aviación en España, y la duquesa fue la Madrina de la Bandera entregada al Somatén. El título lo obtuvieron de Alfonso XIII en 1913 por rehabilitación, dado que estaba vacante tras la muerte sin descendencia del anterior duque, Don Mariano Téllez Girón y Beaufort, en 1882.