áUfJiUlíii leléfniHi m «iota DIARI^4iyOEP£NDENT£ 2 S ^j&raxTOekV^mi S O c é ñ t i i ü o s . Wr-iÍMa.©ro sTxelto, S oéxxtizxxos. 33= 8U8CñP€l6l^P((|]1>^ef8lRMo7. BÑAS-G^MEZ AOmmiSTR^íDCHí iii'ii»a-<iiii*i< Año 11 ll«drWí«n ine»,Tin» pe«eta. —Prortocias: -TrimestawS-pesetas.— Antillas espaaolaa y naciones conTenld»». 10 pesBUs.—Portngal: TriSestre, 8 pesetes.-En los demás pataesí^rlmestre, 15. La correspondencia a) Director.—No se deToelTen originales. Un emperador, por dentro. ojos puestos en el ejemplo que me han legado mis abuelos, seguiré por el camino, donde Alemania ha encontrado su honor y su gloria. Desde estas palabras hasta el retroceso al antiguo orden de cosas, no hay más que un paso. Y este pasó no puede darse sino con la Vuelta de Bismarck al poder. Ya parece que se han h«cho^estí«nes para la conciliación entre el eancilier de hierro y el joven emperador de Alemania. Martes 10 de ^arzo de 1881 demócratas se envalentonaron, dada la impopularidad de Blaíne. Se'Jes fueron los pies, extrehíarOn algo la'nota Itbrecaipbista. Y cuando él vio que ya estaban «nmprometidos, hi2o designar á Harrison parft la presidencia. Toda la propaganda dénwcl't'íi^, basada eñ la aversión que iñspiriiEba BláfDri. se viao al suelo. Si no tiene la apariencia, tiene la realidad del poder, jiífflrqu» desde, la secretaria de Estacto gobierna al presidente y al partido republicano. . • ., PRECIOS DE 1,0S ANUNCIOS S ^ céntimos linea en cuarta plana. Se reciben basta tas claco de la tarde en la Admlntatrstelón, San Bernarda, 1 1 . y en el Almacén de papel de los Sres. Ga|leRO y O.'. Car. SanJerónimv.i- habéis obedecido las voluntades á su pesar?» Muchos presumen que esta oportuna intervención, al demostrar que Mr. Nicotera es el hombre de sangre fría del nuevo Ministerio, le han designado para ser el nuevo jefe, y deducen que de aquí á poco tiempo el Gabinete de Rndmi se llamará el Gabinete Nicotera. Aplacado el tumulto, se eScnChó silenciosamepte el resumen del programa financiero de Mri Luzzatti, y particularmente la enumeración de las nuevas economías realizadas, que se elevan en conjunto á la cifra de 36 millones. .Es|a demostración ha sido bien acogida en la Cámara y, sobré todo, en el país, que las oposiciones harían bien en considerarla antes de coml^tirla, aun atiojrSndose en las razones sobre la defensa nacional; arriesgarían perder lo poco que les resta de popularidad. Cree el Ministerio que no ha llegado aún el momento de empeñar una discusión teórica acerca de la cuestión de la unidad y de la pluralidad de las bancas. «Es necesario acudir á lo más urgente; esto es, á buscar la manera de que los establecimientos de comisión se desembaracen lo más pronto posible de sus carteras de títulos y do efectos, que jamás debían aceptar. Si se quiere salir sinceramente de una manera durable del curso forzoso, es menester que desaparezca del cambio con el extranjero esa parte que representa todavía la depreciación del papel, y volver á abrir el mercado italiano á las fecundas corrientes metálicas.» Con efecto, esto se llama hablar bien; pero esta es precisamente la parte más difícil de la tarea del nuevo Ministerio, pues no depende de él, sino de las obligaciones corrientes, del estado de la cartera nacional y de la situación del mercado. Loquees necesario desear es el valor de la píerseverancia, sin atender 4 ¡a vos de los ia-^ téreses particulares, Al terminar la sesión Mr. Imbriani, hasta entonces bastante razonable, no pudo resistir á la tentación de promover ^n escándalo. Expresó su sentimiento porque el Ministerio no ha pedido y obtenido del rey una seria reducción de la lista civil. Todo el mundo sabe, y Mr. Imbriani no ¡o ignora, que la lista civil tiene cargas espeoialéí que proceden de muy atrás, de ias cuales no es responsable el rey actual; de manera que lo que tiene es lo justo para que la corona no pierda su rango. Pero ¿quién puede cerrar la boca á Mr. Imbriani, cuando tiene ante sus «yes ua teatro tan adecuado para su notaría, es decir, el contraste de los millones del rey con la miseria del pueblo? Ea esta misma sesión Mr. Cavallotti, hablando por cuenta propia y en nombre de sus amigos, declaró que se reservaba el derecho de juzgar al Gobierno en sus actos, y que jamás se asociaría á vn» opinión sistemática dirigida contra el Gabinete. Núm.l32 el límite indicado; de manera que sólo este carácter basta para calificar el día de ayer de tempestuoso, si la fuerza dál viento no hubiera ido acompañada de fenómenos acuosos y eléctricos, que constituyen lo que ordinariamente llamamos tempestad. La cantidad de agua meteórica ayer recogida en Madrid, asciende á 17,1 mm., la mayor parte de la cual cayó entre seis y doce á& \k noche. Entre las particularidades qué piídi mas nstar durante el temporal del día dé ayer, merece especial mención una tromba, pi^irebtamente caracterizada, con figura de enorri^é embudo, y que se dirigía de 0. i E., por la parte S. de Madrid, precisamente en el md • mentó en que se observó uno de los dos relámpagos principales que pudimos notar. Bs de advertir que las trombas sae)«n ir acompañadas de truenos y granizo, y tienen una gran fuerza de aspiración, que hace peligroso su encuentro. Se forman generalmente en los mesas de verano, cuando el aire está muy caliente, por cuya razón nos llamó la atención la de ayer, al verla pasar por delante del cerro de los Angeles. Pocas personas suelen estar mejor informadas de la vida interna de las cortes, como aquellas que, por sus cargos religiosos, lloran la dirección de la conciencia de reyes y emperadores. Un antiguo predicador de la corte imperial de Berlín, que, á pesar de los rápidos cambios de soberano acaecidos en tan breve tiempo, no $a piattibra es una decsw mejores arnias. Si, ha dejado de ser recibido en la intimidad del coÉio ministro, no puede hablar en las Cátna^ último emperador de Alemania, ha dado, acerras, tiene la tribdna de loi banquetes y de los ca de la situación inteirior de aquel imperio, y meetings. !? Con motivo del asalto entrftMr. Merignad; y sobre los pensamientos que han cruzado y Y habla bien. Nunca S9s discursos duran cruzan por el espíritu de Guillermo H, deta- PrBYost, él jurado, compuesto de Jtrlio Jacob, más de una hora. Son claBos, nutridos, lumií>residente de la Academia de Armas; B. Bo- nosos, abundantes en fórmulas claras que se lles muy interesantes. Es innegable—ha dicho el mencionado pre- nban, miembro del «omite; Vavasseur, que hacen, con facilidad, vulgares. Su presa es de dicador;—es innegable que en el alma del em- fuá el que propuso el asalto, y G. Robert, se- buena marca; la del hozithre que ha hecho cretario de la Academia de Armas, ha dado fuertes estudios literarios. Y, ciretilando por perador está Teriflcándose una evolución. El joven emperador, aunque otra cosa se por unanimidad el siguiente resumen del toda la oración cierto buen humor que gusta íliga, no es un hombre de arranques súbitos, asalto: á los norte-americanos, una fe vigorosa en los Primer golpe: Parada jr contestación directa destinos de aquel pueblo, un patriotismo exalláe resoluciones repentinas. WHITB. # tado. Blaine tiene, como Bismarck, como CrisMedita largamente lo que piensa hacer; se en cuarta. Tocado Prevost. Segundo golpe: Contestación directa en cuar- pí, como Disraeli, siempre dispuesta la nota ilustra en las enseñanzas del pasado (constanpatriotera. temeii'te hojea la historia de sus abuelos); es- ta. Tocado Merignae. Tercer golpe: Parada y contestación con cucha las consejos de los magnates que le roLa cabeza es hermosa, de apóstol amable y dean, y en caso necesario los provoca; de suer- cdapé y degagé. Tocado PrevoSt. optimista. Ojos dulces y expresivos. Voz fresca Cuarto golpe: Dov>blé dessins. Tocado Me-y bien timbrada. Ademanes sencillos y natute que todo acto suyo, toda palabra que sale de sus labios, están muy distantes de ser pro- rignae. DB I ^ rales, como de quien está conversando entre ducto de una idea pasajera. Quinto golpe: Arresto. Tocado Prevost. amigos. Sexto golpe: Parada y contestación directa No es asi el OTnpérador que todo el mundo Del hombre privado, soto hay elogios que se figura; pero el que yo retrato es el empera- en cuarta. Tocado Prevost. decir. Es cordial, buen amigo, excelente padre Séptimo golpe: Parada y contestación con dJ9 familia. Su ^rupo le adora, y les demócrador verdadero, el intimo, el emperador Guillermo II por dentro, tal y como le conocen los coupe. Tocado Prevost. tas, los que se indignan ant% la idea de que que le tratan, y tal y como yo le conozco. Octavo golpe: Arresto. Tocado Prevost. pueda ser presidente, lo dsclaran el más aleI<a l l a v e c a m b i a d a . Noveno golpe: Parada y contestación directa gre de los compañeros... Pero que se hable de Las medidas con que inauguró su reinado, no /ueron, pues, tomadas sin ana larga y dete- en cuarta. Tocado Merignae. política, y á las alabanzas Wiceden las maldiReferimos ayer cómo un amigo dé Víctor se A pesar de este veredicto, las discusiones de ciones. nida meditación. había llevado una llave que abría por fuera, Asoeíado por su abuelo al Gobierno del im- los partidarios de uno y otro maestro seguirán, aunque no por dentro, lá puerta de la calle de Porque la política de Blaine es: en el inteperio, creóse una opinión particular, para sí y, acaso, acaso den lugar á otro asalto ó q u i z ^ rior la corrupción, y en el exterior las avenla casa del crimen. i,, propio, que ha seguido madurando, enmen- un desafio. Este amigo ha parecido. Se llama Isidr» turas. dando y transformando hasta el día en que ha Ajamos. La llave que el día de lamadanza de Esta es la que á España interesa conocer y podido ponerla en práctica. Víctor dejó equivocada en manos de la portera contrarrestar. El duqu» de Broglie ha escrito á Le Fígaro de la calle de la Justa creyendo ser una de las Primeramente no pensó sino en continuar la la carta siguiente: .* de Víctor, era la de su propia casa. Uncí trazada por el emperador Guillermo I. «Señor redactor en jefe. La obra del restaurador del imperio alemán le Pero Víctor ha declarado en este asunto de la Dos veces ha estado Mr. Blaine en la secreinspiraba una adtairaeión entusiasta. Después, He leído en el suplemento de Ze Fígaro, de taría de Estado; primero, con el presidente llave una cosa que se halla en contradiecióa : ya en contacto con ciertas personas y ciertos esta mañana, 7 de Marzo, un artículo intitula- Garfield; ahora con el presidente HarrJson. coa lo afirmado por la portera y por Isidxo. aeoníceimientos, adivinó eiertos cambios de do Conftsién de Mr. Talleyraiii al diaUo, con la La primera vez, cayó desacreditado por su Vietor sostiene que él entregó en persona lar* frente, co sólo posibles, sino hasta necesarios. firma de Talleyrand. llaves de la casa á su hermana Claudia; q»» , intervención, en los asuntos del Perú. Ahora, no hubo equivocación a}guna de llaves» f qa» El nuevo emperador no solamente soñó con »Este documento no tiene carácter alguno de tiene planteadas dos cuestiones: la del Canadá no mandó á nadie con encargo de qUe descamlá Alemania «.aificada desde el punto de vista autenticidad. Permítame usted que lo advier- y la de Cuba. biara la equivocada. politieo y nacional,-sino también bajo el as- ta á los lectores, aunque creo que ellos no haEn una y otra va buscando lo mismo: amcripecto amoral. brán podido hacerse ilusión alguna sobre ello. emitar, á costa dé las nacihnes europeas. Se ¿A qué obedece esta negativa de V í c ^ 4 una afirmación hecha exactamente en los misEn una reunión religiosa, aelebrada en casa — B R O G H K . » propone, como máximum, obtener la anexión; mos términos por dos testigos que no se^ conoLe Fígaro reconoce, aunque á regañadien- a falta de ésta, procurará conseguir la recidel general \Yaldersee, exclamó: cen entre sí? —Todos los alemanes son mis hijos; quiero tes, que el duque tiene razón. procidad comercial, que no impide llegar, más ser el padre da todos. Yo no seré enemigo sino tarde, á la anexión. Bl g a b á n c l a r o . -«Sode aquellos que quieran tratar á otros como 2\i ideal es que en las tierras de América no En el crimen de la eálle de Faencatfál haJusticia americana: enemigos. floten más que banderas americanas. Mientras bía una americana d« cuadros. En el ú^l% caLos periódicos americanos cuentan que un ese ideal no se realice, se coatentará con exA estas palabras siguieron otras en que se lle de la Justa hay otra prenda miateriósa: un T. DOMÍNGUEZ ponían fuera de la familia alemana á todos los tal Martins, condenado á muerte por el Jurado pulsar á las naciones jeuro^itit de losineroadoa gabán claro. semitas, ¿ todos los de raza judia. de Terreen (Nuevo México), pidió clemencia; el Itraericliaos, Uno de los hombres que salieron de casa de Todo lo cual explica la ley de abrogación juez de-derecho réfíltSóí D. Joaquín en la mañana del asesinato, llevaInglaterra prestará su bandera al Canadá y 8obr« lea aoeijallftas, el fin del Kulturkampf, <iCondenado;jes por lo general doloroso el sen- España prestará su bandera á Cuba para que ba puesta esa prenda. Y ha resultado que la y la del antisemitismo. tenciar un ser humano A morir. Poro en este bagannegecio con Jos astados Unidos y no con posesión de un gabán claro que perteneció 4 Y también explican todos aquellos antece- caso el asuirto varia; el tribtmal tiene una sus respectivas Metrópolis. Esto es, para Euun hermano da Claadia, muerto hace años, fué Hace cuatro días comenzó el barómetro á causa dentes la expulsión de Bismarck. Bismarck se alegría extraordinaria en condenaros á muerte. ropa, por de pronto, la humillación; para nciás herbajar con cierta rapidez, llegando la presión manos.de disgustos entre ésta y sus otros había obstinado en defender el antiguo régi • El tribunal que tenía la intención de reco- adelante, ua desahucio en reglg. < , - .. xnen, las leyes reconooedoras de privilegios. mendar vuestra alma á Dios, renuncia á ello; Los kermanos de Claudia afirman de la maEste es el pjai] del seoíetario ülaine. Va atmosférica á alcanzar valores muy pequeños; Para entrar en el derecho común, Guiller- no quiere tener la responsabilidad de pe4ir á centra las derechos y los intereses de dos ilus- indicio seguro de que el temporal ae sequía, nera más positiva que Claadia se llevi el gamo lí debía separarse de Bismarck. ¡.Vndar! la Providencia lo que vuestros conciudadanos tres y orgullosas naciones, que nunca se han prolongada y extraña en esta época, iba á ser bán, y uno de ellos, el sastre, hasta aflrmaqae sustituido por un régimen opuesto de vientos habiéndoselo reclamado le contestó Claudia al No se ha separado Guillermo del antiguo ean- os han rehusado. Dios Nuestro Señor no puede dejado pisotear. y lluvias. eíUer con tanta facilidad. Hay quien le ha tener piedad de vuestra alma. Adiós.» día siguiente en uaa carta, diciendo que ei^ íiay aon todc probabilidades en favor de la -visto sumido, meditando sobre esto, en una Es fenómeno por demás observado en nues- tando necesitada lo había empeñado, ftiúia ané:i(ión del Canadá, gueestá enclavada en el tristeza profunda, triunfando después de sus tra Península, que la diferencia de temperaestas afirmaeionen de W hermaiH»^ Mr. Carnet, presidente de la República fran- iilismo continente que los Estados Unidos y es turas entre las regiones centrales y las próxi- confirma •«eilftei9B«8' t tlusiendo & las porsonas de su diciendo que Claadia tenia empeñado Jmtgtr., frontera de ellos; pero ninguna hay en favor cesa, no visitará este aflo Argelia, como se hafatímidad Iwi&iaiBtag pfelabras de Lutero: mas á las coéitás, determina ana gran eleva- bán claro en la siteBBcaljdel Monta de Piedad, de la anexión de Cuba. Ni la población la quieción del barónjetro ea las provincias del inte- (»lla de la GorrederaírDaroaaeílo desenp^^ó, —No tengo otro remedio. ¡Que Dios me bía di&ho. Regularmente, en el viaje de este año visi- re, si España pasará' por ella. rior, y, en consecuencia, corrittites aéreas que y qa» ella lo vio colgado al ialeóo. i . , ,; ajrude! se dirigen del interior hacia'el litoral. Consumada la ruptura, Guillermo II aplicó tará laTícardia. Claadia, por su parte, siega haber téaido' Este hecho ha resaltado más que nunca este el tal gabán, y hasta niega q«« haya> existido «a orograma. invierno, en que la temperatura bajó de un dicha prenda. 1 ^ Jos registros del. .Honia de En rof ÍB baest guerra A loi socialistas, á La transfusión de la sangre de cabra puesta modo extraordinario en las mesetas centrales, Piedad tampoco flgara eoswempefiado ói des-' los altr9-*nMtiinM, 4 los jadíes,,abri680l«a an- en moda por el Dr. Sfrnheim, no ofrece mayoy aunqas el frió ha sido general, han resulta- empefUtdoalgabto claro en las fechas índiea¿hamentüí' M puertas de la nacita. Y» Wind- res garantías que la hokiiia del doctor berlinés. do, no obstante, difereacias muy altas en di- das por los testigos. thors y b ^.^hter no serian tratados como eneEo el término de cinco días han muerto cuaRoéia,Marzo 1891. rección de la tierra al mar. No es, pues, de ex- ' Oe qae el gabán existió, no cabe dada. Por migos. L*" iiocialistas no ignorarían que ol em- tro enfermos inyectados. trañar que durante el mes de Febrero haya eso resultan inexplicables las negativas de la' Creyóse generalmente que en la reapertura Sorador ; igitaba con igual solicitud sobre sus Se asegura q^e la familia de uno de los enerechos de obreros y sobre los de los patromos, fermos por la inyección caprina, intenta un del Parlamento italiáiulL no ocurriría ningún existido en España ua tíáximun da presidn Claadia. Í « r a imposible que ni unos ni otros sif iueran proceso contra el médico que la ha prescripto. incidente: Los periódicos más fieles á Mr. Cris- barométrica, acompañado d« lacalmá, sequía El gabáa constitaye otro cabo suelto de.\ pro» pí, como la (?flcíía Piamsntfsa, reconocían que y bonanza propia del régimen aaticlcfóaico. eeso. ieado «nemígos del imperio. En Francia ha pasado el tiempo por vicisituel antiguo primer ministro no era ya hombre «riYftne'hav fronteras entre los alemanesl» perteneciente á la situación; que la opinión des análogas, y en la actualidad reina el misEserlMa sIegpeinAnte Gaillermo á uno de del país no estaba en su f|^or; que cualquier rao régimen de lluvias y vientos que en nues«as amigos de iá niñez. Nuestra misión no puede ser otra que la. de tentativa para hacerlo éntirar por la violencia tro país. Apenas bosquejada la obra, ereiaia ya taren el Gobierno sería cometer una falta grave, Las elevadas temperaturas que durante gran exponer los hechos qae arwja «d samario. , iminada. Esto hemos hecho coarespoeto & Víctor y k No temía ni la posibilidad de un fracaso. Bueno es que España conozca al más ilustre y terminaban proclamando una larga tregua. número de horas han existido en tolí» el mes y mañana haremos coa respecto 4 Y entonces tuvo la visión halagüeña de de sus actuales enemi|(os, á Mr. Blaine, secre- Pero todo este alarde de prudencia no ha podi- de Febrero y los primeros días de Marzo, han Ramiro, la Claudia. dado lugar á una evaporación extraordinaria; do sostenerse ante el ímpetu fegoso del señor otros apaciguamientos fuera de Alemania; con tario de Estado del presidente Harrison. La opinión pública, y con ella el Jurado^, Zanardelli. Cuando se encontró en presencia el aire se ha ido cargando más y más de vaporespecto á Rusia, cuyas distancias y frialdaSu carrera ha sido ésta; de los ministros de la derecha, que habían te- res acuosos, y el día 7 de Marzo se inició una apreciarán si los indicios presentados costra des acercaría y calentaría con na viaje á Profesor de matemáticas. nido la audacia de ocupar el sitio que antes depresión barométriisa, preludio de las lluvias Víctor y Ramiro son bastantes 4 eonstitair aquel pars; con respecto á Francia, que aun Periodista. habían ocupado en medio de sus colegas, se le actuales. Lo.<! cambios o modificaciones" en la prueba de su culpabilidad. Mgaia en pie de guerra, desde el 70. Diputado en el Estado del Maine. La empresa es, en verdad, delicada y difícil. subió la sangre á la cabeza y lanzó un grito de presión atmosférica van siempre acompañaDiputado en el Congreso de la Unión. ^0 «f que creyese que Francia podía olvidar Hay contra ellos las declaraciones pesitivfkftjd» dos de variación y trastorno en los demás eleindignoción. Presidente de la Cámara de Representantes. DuS fracasos, la pérdida de un pedazo de su Claudia y de Matilde y las sospechas de m p a . Senador. «Veo aquí—exclamó'-hombres que han sido mentos metesrológicos, y comparando las cur- No territorio, no; sabe (j^e Francia es incapaz de deja de causar extrañeza que Rai^ft jr vas isóbaras ó de igual presión con la dirección siempre los más violentos enemigos de las leSecretario de Estado, dos veces. tía» abdicación. Pero espujraba (jue entre una Vietor prueban la coartada de la «isiM*aadel viento, observada en gran número de locaEs el hombre más importante del partido yes liberales y democráticas, votadas por el y otra pación se establecieran relaciones sose ha po4i4o, deducir la relación que nera: los dos fueron á San Isidro separadamearepublicano y el político más notable de su Parlamento, incluyendo la ley electoral. Este lidades, ore terrenos distintos que el de la politioa. existe en^r?. amhos elementos climatológicos. te, pero en compañía de otras personas; los país. Tiene talento. Tiene elocuencia. Tiene Ministerio es la viva eoearnación del lado de Convocó ed Sprlín la conferencia para el esEl vienta sopla siempre de las regiones en dos figuraban estar en la cama 4 la hora maindio de las cusstioifSS sociales, y Francia en- dinero. Sin embargo, no ha logrado ser presi- la Cámara dé donde siempre han salido las le- que la presión atmosférica es más alta hacia tutina en que otras personas acostumbran 4 ir dente de la República, porque la mayoría de yes antiliberales.» rió representantes á esa ciínfer|ncia. • en que es menor; es decir, se dirige á sus casas; pero de estas personas, una no ve Esta violenta salida 4» tono tuvo el incon- aquellas Vino después »1 Congreso médico, que Reptó sus correligionarios no tienen confianza en él, hacia el lugar del mínimum .harométrieo, con más que un bulto en la cama de Víctoir, gin entre sus asistentas gran número d«' médicos y porque no es respetado de sus adversarios. venieiíite de ns conduair á nada, puesto que tanta más violencia, cuanto mayor sea la pen- poder afirmar que positivamente fuese Víctor, fjanceses, quienes fueron obj eto de singalares %é l0 po4ría dppir lo qué Sljerid^n 4ijQ á un Mr. Zanardelli no se opuso á la reelección de diente baron^étrioa ó diferenoia de altura del y otra oye hablar á Ramiro; pero antas d o w * ministro inglés: «Acaso logréis alguna vez que Mr. Blanchevi y que jamás propuso una mo- baróiif^etro entre dos lugares, separados poruña trar en la alcoba sale en enaguas la majer útl ^.tenciones. ción de desconfianza. 4^<Huo esto, el emperador era el hombre más os admiremos; nunca que os estimemos.» distancia conocida. Además en el hemisferio), p,rooesada, y así sucede que la testigo no pueMr. Di Rudini, después de haber dado, la§ boreal se desvía ligeramente hacia la derecha de ver si Ramiro estaba vestido ó dosaado. • I nombre de Mr. Blaine va asociado á la feliz del níaBi<J.Q, Creíase en vísperas de conseparte fea da la historia del partido republica- gracias irónicamente á Mr. Zanar4elli, por su y hacia la izquierda en el austral. Ayer hemos Claro es que todo esta puede no ser más qae guir su objeto. no. Cuando este era útil y puro, cuando des- enérgico ataque, que tenia, por lo menos, el podido ver la confirm8ic,iói\ de ^ i a ley en to- una coincidencia siOBoiiJa; pero tambiénspaed* Decía: pSel^vitud, estaba mandado por el méritP! 4e (a franqueza, se ha defendido y de- das las estaciot^esi Baeteojológicas, donde se constituir un indioio. Hay, por ¿Itimo,«» eott—Ciertamente, hay en los franceses an» '^^- 'irufa If Lincoln y el austero Séward. Ctíandó, iSsndió á susí compañeros de haber combatido han hecho las observaciones oportunas. tra de Ranairo sus antecedentes, y ea ooaira mensa dosis de Chunvinismo; pero ¿quién pue- virtuoso dé la guerra, se abrió á todas las co- leyes liberales, á no ser que se haya querido de Víctor recelos como el de sus aegativaej^L de vituperarlos por ello? Tienen el orgullo de después cayó en manos de James Gillespic hacer referencias á ciertas reformas inconsiAnriqueel día fué revuelto y de lluvias gene- la ouest)A;n de la llave. Mientras qna en! faver ger írarieeses, isomo n^sptros lo tenemos de §er rrupciones, Blaine. deradas y peligrosas. Durante esta defensa, no rales en casi toda España, se puede distinguir M elios militan lo sospechoso del testimoa^ alemanes. 51 partido que había comenzado aplastando se escucharon njás que interrupciones á cada perfectamente el sitio á que corraspcinde el da Claudia; los buenos i&formes qae delaeoor X^a Exposición de pinturas debía .continuar l | serie de tentativas de aproximación efftre es- la oligarquía e<jclavi.sta del Sur, ha acabado moEjiento, y de toda espoeie. «No representa- mínimum barométrico, locaU|,ada en la pro- duota actual de Ramiro han dado sus veeipor ponerse al serviéio de las oligarquiáíi pro- mos uñ Ministerio politizo—exclamaba Mr. Di vincia de la Coruña, 4Q.Ade el barómetro mar- naa; el hecho de que ni aao ni otro haa sido teg dos naciones hostiles. 748 i^ilíxftelros, creciendo de N. á S,. 9» vistos en compañía de Claudia en estos últiNo aiG"Sejó el viaje de su madre; pero tam- teccionistas del Este y del Norte, despilfarran- Rudini—sino un Ministeíio económico; hemos caba que en Madrid acusaba 75^5'y lle- mos tiempos; la circunstancia de que a i a g t e poco á éf se flgnso. Después de todo, este viaje do los caudales públicos, prodigando las pen- venido aquí para curar las heridas del país y -^émi^QS, á 764 en las provincias aní|aVu,zas. Dada testigo los ha identificada positivamente e«» . no er» necesario pt"? ®^ "^^"f ^® ** empresa, siones á los ahilados, multiplicando los em- buscar su prosperid d.» «Es indudablq—íos- gaba pondia Mr. Zanardelli-ifq^i^ no sois üíi Minis- la posición de nuestra capiial, con respecta 4 los hombres qua salieron da la easaáadoa pues que todos los pintífres franceses habían pleos, falseando las elecciones. Para esta obra, nadie mejor que Mr. Blaine, terio político, n^ podeíí serlo; no sois ni si- Galicia, debía sojjiUr en Ma,dridi vienta «iel Sií'i Joaquín en la maiiaaa del orimen. ofreeiaij SB cdi>cur?o. Los jnol4eníe? provocaincUns^oíón al Ow, como rg^listsnte sucedió dos por tat Tíajs SOI? los (jue lian ecl^adq ^ 8l hábil, el dúctil, el períuasiyo, el simpático, quiera un Gabinete, sino un Ministerio de con Esperemos qu;e el juicio oral servirá par» todo el, 4ía de ayer y 05,qiffe en el de hoy. 9Í gran/tfisíM';- Es urf Roáiero l^obiedo dé lá conciliación,» perder el proyecte. hacer «il^«ina más luz en esta noche da dadas. El espacio M^íUda por el viento en todo el En estos momentos MrNicqtsía, muy experPor lo demás, el emperado? ejta convencido inmora] ¡dad. <iia d¡^^ ayea, ílega á anos 900 kilómetros; pr^iQué maestro en la intriga! ¡Cómo sabe di- to en estas maniobras' parlaníi^ntari'as, intede que su deseo de justicia y de pajt es gpffsi¿srado, así en pX e^^^tranjero como en I3. misma )p{g}> r^x^s. campaña electoral) ¡Cómo saca par- rrumpió el alborotó y isgró aplacar el ifuroí c\e ]¿imamente 10 m. por segundo. Para W_ oontido de todo! ]^n la ifitima e}ec6ión pire?ií|enr su adversario,, rechaza|uo ^1 ^gmigo óen el siderado un viento como tewa?*^*'*^ w**® '®; Alemania, eomo un síntoma de su debilidad. correr 16 metros por aoaHiEi4oi,i;en **9"*> 7 2o cial, que parecía perdida p^ta Jo? >epui<hcár ÍD^petu á¡Q su at?iqv5é, Pero parece tener tranquilla «u conciencia. <f(pn Mmísterio de coshciónl—exclamó, diri- en mar; pero háX aoe Siei&WJiWoaí» q^e es—He dado—diee-^todas las pruebas que ijn nos, él arrolló á los 4einócrat%s con uma cuangiéndose á ZahardeIli.-»-iY es su señoría el que tas volocidíideíiteBor«ol*Mi s® mantienen muy soberano puede dar de su buena voluntad para tos golpes oertcros. -, . .. . hubo momei^-, I ílno de los enisbdioa m4s^in'rtíféSMités dal Hasta de su propia candidatura se valió para | se atreve á hablar asíl^ iQué erji, pues, sju so- pééo tiempo; ayer, por ejemplo, e<» todos. Ni por Dios nt por la Historia me tos,, entre tres y. seis deelatardeyentre,QÍi^y,e la tarde y entro, n,nev« p^ooesoe8,8iHaisputaJaqaeV%nqueint«Viewrá7nípúrwiala"respoñsabilidad'drro's'*coa"-1 dar"oTtriunfo "á sú partido. Dejó qoe su grupo' ftoría? iQué han sido los Gobieijaií^s dé • • ' • • De todas partes. EL CRIMEN eaUe de la J^ Los cabos sueltos. LA TEMPESTAD DE AYER DESDE ITALÍA MISTER BLAINE ¿Son culpablds? la echiuiíH'f ite artas. NígrOiBiancla y c r l ^ o n . fítctos ftttwé». Con o»i ejército »1 J|^do y los I hablaso d« él para presidente. Coa Mto, los lies forimábais ^tar^e, y « l o s que tantas veces y dow de Ja oogbe, ea ^ae 1% ve!(«a,4a.d su]^j4 \ ae Paula, U eo^aaora de ^rt»8,