revista 2014_definitiva.cdr - COFRADÍA FRANCISCANA DE LA

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Anuario 2014
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Conmemoración del VIII Centenario
de la Peregrinación de San Francisco de Asís
a Santiago de Compostela
COFRADÍA FRANCISCANA
DE LA VERA CRUZ
SANTIAGO
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Cofradía Franciscana Vera Cruz Santiago
BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO
El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga misericordia de ti.
Te mire benignamente y te conceda la paz.
El Señor te bendiga a ti hermana/o
Título: Anuario 2014 - Cofradía Franciscana de la Vera Cruz Santiago
Edita: Cofradía Franciscana de la Vera Cruz
Textos: Juan Carlos Banzas, José Luis Viña
Maqueta: Luis Seoane
Imprime: Nino Centro de Impresión Digital
SALUDA DEL PRESIDENTE
PAZ Y BIEN
Sean éstas mis primeras líneas como Presidente de la Cofradía Franciscana de la Vera Cruz de Santiago de Compostela,
para agradecer a todos los que el pasado año 2013 han demostrado que nuestra Cofradía, está VIVA. Quedó patente con
vuestra presencia física en la Asamblea de las elecciones y la de todos aquellos cofrades que por la lejanía, enfermedad u
otros motivos no pudieron asistir he de deciros que vuestra presencia estuvo en el corazón y el cariño de los que vivimos
aquella tarde-noche inolvidable para el recuerdo en las páginas de nuestra historia cofrade.
He de comunicaros que en la primera Junta de Gobierno celebrada con los miembros de la nueva directiva, he dejado
claro lo que como Presidente les voy a pedir a cada uno de ellos: “trabajo y dedicación”. Sabedor del amor a esta Cofradía
Franciscana de la Vera Cruz, no dudo que en todo momento la entrega a nuestra Hermandad será total por todos los que
formamos esta nueva Junta, así como a los que nos han apoyado y demostrado su cariño y trabajo desinteresadamente.
En esta directiva, seremos continuadores de la labor desarrollada por las anteriores Juntas de Gobierno, no por ello sin
dejar de sentirnos exigentes y siempre trabajar para una mejora continua. Tenemos que seguir avanzando. Para empezar,
ponemos como objetivo consolidar todo lo logrado por mi antecesor Manuel Santos, que no es poco, por lo que recogemos el
testigo y afrontando nuevos retos, apoyados en vuestra colaboración.
Pongo el punto de mira en la juventud de nuestra Cofradía, dándoles un sitio relevante, porque ellos son el capital que
garantiza nuestra continuidad. Son el futuro, por eso se les debe dedicar el mayor esfuerzo posible a fin de que se sientan
fuertemente integrados, ocupando diversos puestos de esta Junta de Gobierno con el fin de que el trabajo y el esfuerzo sean
una ilusión para conseguir los objetivos deseados.
Deseamos que el número de cofrades siga en aumento, de ello todos tenemos que ser participes en hacer que nuestra gran
familia siga creciendo. Quisiera insistir en que la puerta de nuestra Cofradía “está abierta” para todos. Os invito a que en
esta Cuaresma y Semana Santa 2014 volvamos a juntarnos para aumentar los lazos de unión y hermandad. Dejemos por un
momento al lado los problemas y preocupaciones que el actual sistema de vida nos hace llevar y acerquémonos para
compartir un rato con nuestros hermanos de la Cofradía Franciscana de la Vera Cruz.
Todos los miembros de esta nueva directiva ya están trabajando y desarrollando las tareas que a cada uno de ellos se les
ha asignado.
Uno de esos trabajos encomendados ha sido la elaboración de esta revista la cual hemos decidido editarla con el fin de
conmemorar el 800 aniversario de la peregrinación de San Francisco de Asís a la tumba del Apóstol Santiago y por
consiguiente la tarea de implantar en Santiago la Orden Franciscana y fundar el Convento que hoy es nuestra sede
canónica. Quisiera de paso dar las gracias a las personas e instituciones que han hecho posible la edición de este anuario
esperando de paso seguir manteniéndolo en el futuro.
Estamos también potenciando la comunicación con todos los cofrades desde el avance que nos ofrecen hoy en día las
nuevas tecnologías, página web y facebook Desde nuestra página web: www.cofradiaveracruzsantiago.es queremos que
estéis informados de todas las noticias que se vayan produciendo. Así mismo, es nuestro deseo manteneros informados de
una forma más directa, rápida y asidua vía correo electrónico, y para ello, necesitamos nos facilitéis vuestro email, para
ello tan solo debes enviar tu dirección y datos a: secretaria@cofradiaveracruzsantiago.es
No deseo entrar en competición con nuestros antecesores, lo haremos lo mejor que podamos y que sepamos en beneficio de
todos y, si es posible, convertirla en un referente mas allá de nuestro entorno, aunque el listón está alto, unidos, al menos
igualaremos para estar a la altura del relevado por lo que deduzco que mi predecesor Manolo, seguro que se alegrará por el
bien de la Cofradía.
En estás últimas líneas quiero acordarme de nuestros cofrades más veteranos, de los que todos tanto hemos aprendido y
de los jóvenes, a los que invito a participar más activamente y formar parte del día a día de la vida cristiana, al servicio de
Dios, de los demás y de vuestra Cofradía.
Recibid un fraternal abrazo cofrade.
Jesús Barreiro Conde
Presidente 2013-2017
Carta Pastoral del Excmo. Sr. Arzobispo de Santiago de Compostela en la Cuaresma del 2014
A imitación de Cristo, el Hombre nuevo
"Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu
luz como la aurora, enseguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y
te responderá; gritarás y te dirá: "Aquí estoy" (Is. 58, 7-10).
Queridos diocesanos: en estas palabras del profeta Isaías, descubrimos sobre todo la voz del que es fuerza de Dios capaz de transformar
nuestras vidas: Cristo. Experimentamos su poder por su misericordia y su divinidad por su ternura hacia nosotros. El tiempo de Cuaresma que
inauguramos es una ocasión de la gracia para no volvernos más hacia nosotros mismos, sino para convertirnos al Dios Padre, Hijo y Espíritu, en
definitiva, al Dios amor, confesando nuestros pecados, dando gracias a Dios y diciendo palabras de edificación espiritual. La vida es bella pero no
hay que confundir belleza con maquillaje.
Dios en nosotros
La fe del cristiano es la respuesta al amor y a la iniciativa de Dios. Él nos ama primero, y se adelanta en el amor a todos los que le aman.
Nosotros, en cambio, le amamos con el efecto amoroso de su Espíritu que él deposita en nuestro interior. Acercarse al Dios vivo es siempre obra del
Espíritu de Cristo en cada uno de nosotros. Ni siquiera podría alguien llamar ¡Padre! a Dios, si el mismo Espíritu no aleteara en su interior. Al
encaminarnos en esta cuaresma hacia Cristo Resucitado, Dios podrá irse haciendo carne en cada creyente, si cada uno nos dejamos hacer y tallar por
ese Espíritu. De este modo, cuando finalmente junto con toda la Iglesia celebremos el domingo, 20 de abril, la solemnidad de la Resurrección del
Señor, al mismo tiempo estaremos celebrando la nuestra. ¡La alegría de Cristo será la nuestra al vernos semejantes a Él! Es necesario orar con toda
confianza y con todas nuestras fuerzas, y así el Espíritu nos transformará en cristianos a la medida del corazón de Cristo.
Esta oración y este deseo no nos apartan de la realidad concreta y limitada en la que cada uno vivimos, todo lo contrario. Una vez pulido
nuestro corazón y nuestros sentidos por la misericordia de Dios, podremos finalmente aceptar amorosamente nuestra verdad. Por eso cuaresma
quiere decir tiempo de esperanza. ¡Cuántas veces nos engañamos al pensar que Dios sólo está en nosotros cuando somos "perfectos"! Sin embargo, Él
nos espera siempre en la llanura de la vida cotidiana, no en la cima de la contemplación de nosotros mismos. Muchas veces no nos encontramos con
Dios, sencillamente, porque cuando pensamos que sólo lo podemos alcanzar en lo sublime, Él, mientras tanto, nos aguarda paciente en lo más
humano. Es verdad: necesitamos el arte de esperar, el tiempo es el mensajero de Dios. Concorde es nuestra experiencia de fe, que atestigua que en los
momentos de nuestra vida en los que Dios parecía ausente, allí, sin embargo, estaba actuando con su presencia.
El seguimiento de Cristo es más fácil para todos cuando sentimos que nos regala sus dones y virtudes, cuando somos conscientes de que estamos
creciendo, en torno Él, en estatura humana y en gracia de Dios; pero también hemos de vivir este seguimiento en los días de la vida cotidiana en los
que no experimentamos tales efectos. La cuaresma es el tiempo que nos reconcilia con la realidad, con la semilla que somos cada uno de nosotros. Por
eso, ¡no nos apeguemos a los dones de Dios, sino a Dios mismo! Seamos en esta cuaresma humildemente ambiciosos, pues Cristo no quiere que nos
contentemos con sus regalos y dones, ya que busca darse por entero a cada uno. Cuando por nuestra obstinación sea nuestro pecado lo que nos aparte
de Él, ¡no desesperemos! Dios siempre nos espera para perdonarnos con su bondadosa misericordia.
Cristo en los que sufren
Encontrarse con Cristo es experimentar el inmenso amor de Dios por los hombres. Podrá reconocer a Dios en si mismo quien antes haya sido
capaz de reconocer a Cristo en los demás. El alma de un cristiano es como ese espejo que no devuelve la imagen de quien lo mira, sino la de sus
hermanos necesitados. Cuanto más limpio esté dicho espejo, mejor reflejará los rostros de los que sufren. Todo cristiano escucha en aquel anuncio
profético de Isaías la vocación a hacer con su vida justicia a Cristo en los últimos: Lo que hagamos a uno de estos, los más humildes, a él mismo se lo
hacemos (cf. Mt. 25). El profeta nos recordaba que únicamente podrá escuchar y decir a Dios ¡Aquí estoy! quien antes no se haya encerrado en su
propio interés y egoísmo. Nos preocupa perder lo poco que tenemos y esto nos lleva a quedar anclados en esas pequeñas satisfacciones consumistas.
Recientemente, el papa Francisco proclamaba con valentía la necesidad que tiene la misma Iglesia del aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de
estar centrados en nosotros mismos, escondidos en una apariencia vacía de Díos. También advertía que "el gran riesgo del mundo actual, con su
múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de
placeres superficiales, de la conciencia aislada", asegurando que "la confianza puesta en las cosas por encima de las personas, o en el estatus por
encima de las convicciones y afectos, nos dejan vacíos en el corazón".
El tiempo litúrgico de la cuaresma es oportunidad de dejar caer máscaras y ropajes, para conquistar la libertad de los hijos de Dios; la ocasión de
liberarnos de falsas apariencias para encontrarnos cordialmente con Cristo en el corazón mismo de los que sufren en las nuevas periferias. Así San
Pablo exhorta: "Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. El cual siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a
Dios; al contrario, se despojó de si mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres" (Fil 2, 5-7).
Esta es la verdadera penitencia que Dios espera de nosotros: que seamos libres y valientes renunciando a nuestra propia voluntad y capricho, y a
esta cultura del bienestar que nos insensibiliza y anestesia. Pues el ayuno que Dios desea es el del corazón. Por eso, como dice Isaías, quien rompe las
cadenas injustas, arranca todo yugo y, acoge en su hogar a los sin techo no sólo tiene misericordia con los que más necesitan, sino que se hace a sí
mismo hijo de Dios y será un día contado entre los bienaventurados por su hambre y sed de la justicia.
Como pastor de esta diócesis no puedo menos de animar y agradecer en esta carta a todos los diocesanos, a todas las parroquias y a lo que
trabajáis en Caritas, y a todos los religiosos el esfuerzo y tesón con el que estáis haciendo realidad este anuncio del profeta Isaías. En vuestra acción
se deja ver el cariño maternal con el que Dios se conmueve en sus entrañas por los olvidados de esta sociedad. Este camino cuaresmal conduce
ciertamente a la Pascua que celebraremos.
El Sínodo que estamos celebrando, es una realidad palpable no sólo en la oración y el trabajo previo ya iniciados, y en los grupos que en
parroquias y comunidades religiosas comenzarán sus trabajos, sino también en la acción evangelizadora de esta Iglesia de Santiago, cuando sale al
encuentro de los más castigados por esta crisis. Nada es pequeño cuando es grande el corazón, ni la medida de nuestra misericordia depende de los
límites de nuestra fortuna. Cierto, las limosnas de los ricos son más cuantiosas que las de las gentes más modestas, pero el fruto de sus obras nos las
diferencia si las anima el mismo amor.
En el camino hacia la Pascua, os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
SALUDA DEL EXCMO. SR. ALCALDE
DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Sin menoscabo del reconocimiento a todas las cofradías, quisiera que este año se
dirigiese una mirada de especial admiración a la Cofradía de la Vera Cruz. En ella late
el espíritu franciscano, que anima en este 2014 la vida cultural de la ciudad. Y creo que
una especial emoción nos causará reconocer, sobre la túnica de los cofrades portadores,
el cordón de San Francisco. Y esa mirada de especial admiración que me atrevo a sugerir
como alcalde encuentra su fundamento en el particular vínculo que el Ayuntamiento y
la Cofradía han mantenido durante siglos. Nos satisface haber consolidado, incluso
desde una posición civil o secular, unos pasos que enriquecen el patrimonio artístico y
cultural de la ciudad.
Y, como es natural, no quiero cerrar este saludo sin reconocer el trabajo, previo a la
Semana Santa, de los integrantes de la Cofradía; y pienso que si pertenecer a la
Cofradía les reporta privilegios espirituales, a los espectadores de sus procesiones nos
reportará privilegios sensoriales, y ello sin descartar que a todos nos alcance lo mejor
del espíritu franciscano..
Angel Currás Fernández
Alcalde de Santiago de Compostela
SEMANA SANTA COMPOSTELANA,
MEMORIA DE UN PEREGRINO DE ASÍS
Paz y bien: la Semana Santa es un tiempo de
apertura de corazón para aprender a leer desde la
profundidad de la propia vida un mensaje de amor
proclamado hace siglos, y que sigue siendo hoy santo y
seña de quien se atreva a caminar sobre el sendero de la
vida buscando un sentido profundo y certero. Y, en este
sentido, los actos litúrgicos y las procesiones se
convierten en pedagogía sencilla y directa para quien
sepa leer desde lo íntimo.
Si a esta emoción unimos el esfuerzo colectivo de las
cofradías por dar forma, voz y sonido a los
acontecimientos de la vida de Jesús en su gesto máximo
de entrega por puro amor, podremos decir que la Semana
Santa compostelana es una bella evocación de los
acontecimientos acaecidos en Jerusalén, un recordar
pero para actualizar, para revivir, para sentir, para
experimentar y compartir el maravilloso regalo del
amor.
La ciudad de Santiago de Compostela es un sacro
escenario para representar “la Pasión” y
“Resurrección”, puesto que las piedras centenarias se
transforma, por puro alarde poético, en piedras vivas
que parecen estremecerse al paso de los cofrades en su
simbólico peregrinar por las vetustas rúas, deshojando
en sus corazones la emoción de vivir para compartir. Y
una vez más, seremos los de aquí, unidos a los visitantes
de estos días, los que en silencio reverencial sentiremos el
pálpito de este corazón apasionado que a fuerza de
amor produce vida en abundancia.
Silencio… ya se oyen los sones característicos de la
“semana de Pasión”, y la ciudad abre sus brazos como
una madre para acoger con abrazo fraterno. Sí, ya se
intuye el resurgir de una nueva forma de entender la
existencia, la que vivió apasionadamente el auténtico
protagonista de este drama con final feliz: en Él triunfa
el amor.
Fray Francisco J. Castro Miramontes
Franciscano
BREVE HISTORIA DE
SAN FRANCISCO DE ASÍS
El CONVENTO DE
SAN FRANCISCO
Nació en Asís (Italia) hacia 1.182. Tras una
juventud llena de ideales decidió "dejarlo todo" y seguir
fielmente el santo Evangelio de Jesucristo viviendo con
los marginados de su época (los empobrecidos y
leprosos).
La tradición quiere ver en el mismísimo San
Francisco de Asís (peregrino a Compostela hacia 1.214)
al fundador del convento que hoy lleva su nombre.
Su encuentro con un leproso, al que besó pese a la
inicial repugnancia, simboliza muy bien lo que en
adelante sería su vida: un compromiso radical en favor
del ser humano.
El "pobrecillo" de Asís optó por una vida plenamente
evangélica experimentando en sí mismo el amor de Dios
y la belleza de todo lo creado.
Su estilo de vida sencillo y pacífico llamó la atención
de otros jóvenes que se le unieron para conformar lo que
sería la primera "fraternidad" (comunidad de hermanos),
germen de un movimiento (el franciscano) que aún hoy
pervive en las diversas familias religiosas que se
inspiran en el santo de Asís.
Francisco entregó su cuerpo a la "hermana muerte"
(como él la llamaba) al atardecer del 3 de octubre de
1.226, y lo hizo como vivió: cantando las alabanzas del
Creador.
El espíritu franciscano ha traspasado los tiempos,
las culturas e incluso las religiones, porque ha sabido
hablar un lenguaje universalmente comprensible: EL
AMOR.
La imaginación popular, siempre ávida de saber,
tejió las más variadas leyendas en torno al hecho
fundacional.
La más sólida se recoge en una gran lápida sita en la
portería del convento: "Viniendo nuestro padre San
Francisco a visitar al Apóstol Santiago, hospedole un
pobre carbonero llamado Cotolay, cuya casa estaba
junto a la ermita de San Paio en la falda del monte
Pedroso.
De allí salía el Santo al monte a pasar las noches en
oración. Allí le reveló Dios era su voluntad la
edificación de un convento en el sitio donde está,
llamado Val de Dios y Val del Infierno, y sabiendo el
Santo era del monasterio de San Martín, pidióselo al
padre abad por amor de Dios y ofreció ser su forero y
pagar en cada año un cestito de peces. Aceptó el padre
abad y de ello se hizo foro firmando el Santo, del cual
dan fe los ancianos de San Martín han visto y leído.
Habido el sitio dijo el Santo a Cotolay: "Dios quiere
que me edifiques un convento de mi orden”: Respondió
Cotolay que cómo podía un pobre carbonero - "Vete a
aquella fuente"- dijo el Santo- que allí te dará Dios con
qué -. Obedeció Cotolay y halló un gran tesoro con el que
edificó este monasterio. Bendijo Dios a la casa de
Cotolay; casó notablemente. Fue regidor de esta ciudad
y edificó los muros de ella que ahora van junto a San
Francisco y antes iban por la Azabachería.
Su mujer está enterrada en la Quintana y Cotolay,
fundador de esta casa, en este lucilo que para si escogió.
Falleció santamente el año del Señor de 1.238". Y de ello
dan fe el sarcófago y la inscripción alusiva que se halla
en la portería del convento.
En la actualidad, historia, cultura y espiritualidad
se confabulan entre los muros del convento de San
Francisco para crear un espacio de paz y fraternidad.
Extractos de “El Mensaje de la Piedra”
LA COFRADÍA DE LA VERA CRUZ COMPOSTELANA.
ALGUNAS NOTAS HISTÓRICAS
Domingo L. González Lopo
Universidad de Santiago
Las cofradías de la Vera Cruz están ligadas en sus orígenes a la
nueva espiritualidad que ponen en marcha las órdenes mendicantes
fundadas en el siglo XIII, especialmente franciscanos y dominicos,
y que tendrá como uno de sus pilares básicos la meditación y la
conmemoración de la Pasión de Cristo, una de cuyas vías será su
manifestación pública con procesiones en la que los actos de
penitencia tendrán un papel relevante; por eso la figura de los
disciplinantes será algo habitual en ellas y uno de sus componentes
característicos.
En Santiago será la orden franciscana quien la impulse, y
tendrá su sede en una capilla que estaba situada en el pórtico de su
primitiva iglesia. Desconocemos todavía el momento de su
fundación, aunque sí ya tenemos noticia de su existencia en 1548,
si bien es razonable pensar que, al igual que en otras ciudades, su
aparición se remontase más atrás en el tiempo.
En Compostela se encargaba del desarrollo de las fiestas de la
Cruz de Mayo y de Septiembre, también tenía a su cargo
celebraciones los Domingos de Cuaresma, sufragar misas durante el
año en el convento de San Francisco por los cofrades difuntos y,
especialmente, organizaba la procesión nocturna de Jueves Santo,
que popularmente sería llamada de los Disciplinantes, por las
razones ya mencionadas. Precisamente esta práctica será objeto de
críticas por sus excesos tras el concilio de Trento, lo que llevará a
intentar regularla para evitarlas. Así lo hizo ya el Concilio
Provincial Compostelano reunido en Salamanca entre 1565 y
1566, y el Consistorio compostelano el 13 de Marzo de 1570, que
con el mayordomo de la cofradía presente, acordó que los
disciplinantes llevasen túnicas, que ninguna mujer fuese
ensabanada en la procesión disciplinándose, bajo pena de cien
azotes, que “ningún hombre ni mujer bayan disfrazados, so pena de
cada, veinte ducados e veinte días de cárcel” y, finalmente, que los
regidores encargados de portar los crucifijos llevasen túnicas
negras, con escapulario, y cubierta la cara.
En 1575 el arzobispo D. Francisco Blanco, aún reconociendo
la necesidad de corregir algunos excesos, defendió la salida de los
disciplinantes en la procesión contra el deseo de Felipe II de
erradicar tal costumbre, que finalmente acabó prohibiendo el
prelado D. Juan de Sanclemente, si bien con poco éxito, pues la
costumbre volvió a rebrotar algún tiempo después.
La cofradía de la Vera Cruz fue muy popular en Santiago,
como demuestran las frecuentes referencias a ella en los
testamentos compostelanos de la segunda mitad del siglo XVII,
pidiendo su presencia en los entierros y funerales, tanto de sus
hermanos como de los devotos que querían beneficiarse de sus
oraciones. Personas pertenecientes a toda la escala social aparecen
realizando tales solicitudes, desde el guitarrero Juan Munís de
Araújo (1661) hasta el licenciado Domingo de Lezama, racionero
prebendado de la catedral (1644), pasando por notarios, como
Gómez de Codesido (1646), secretarios de la Inquisición, como
Domingo Loriga (1646), mercaderes como Antonio Méndez (1645)
o Antonio Blanco (1678). Algunas de las personas más relevantes
de Santiago estuvieron a su frente desempeñando el cargo de
mayordomo, como Antonio Martínez de Somoza, archivero de la
Catedral (1644), el hidalgo Bartolomé Guiraldez de Caamaño,
Señor de la Casa de Magulán y Capitán y Comisario General de la
Caballería del Reino de Galicia (1651) o el Dr. D. Jacobo Gil
Taboada, Abogado de la Real Audiencia y Consultor del Santo
Oficio de la Inquisición de Santiago (1672).
Esta realidad explica que pronto dispusieran de los medios
económicos suficientes para encargar imágenes con las que hacer
más solemne la procesión del Jueves Santo. Así, aprovechando que
desde 1596 trabajaba en Compostela el célebre escultor astorgano
Gregorio Español –al que el cabildo contratara el nuevo coro de la
catedral- le encargaron algunos pasos. Años más tarde, el dos de
marzo de 1615, encomendarían otros dos al escultor Juan de
Moreiras, en concreto “un Cristo atado a la columna, con dos
sayones a los lados que le vayan haciendo la figura del açotamiento;
y el otro Paso, un Ecce-Homo quando le quitaron de la columna que
le sentaron encima de la peña y le pusieron la caña entre las manos,
con su corona y una soga al pescuezo que le llegue asta atalle las
manos; cuyo rostro ha de imitar al Cristo de la columna; y el EcceHomo y la peana ha de ser todo oqueado y el más liviano que pueda
ser; y han de llevar sus paños y moldura de madera y asentar todo
ello en las andas”. Por ambos pagaron treinta ducados y se
encargaría de pintarlos Juan Rodríguez de Barros: “Rostros,
manos, andas y horquillas al óleo refinado, y lo que fuere encarnado
ha de ir a pulimento”.
Sin que sepamos bien la causa, aunque probablemente debe
buscarse en el progresivo aumento del coste de la procesión de
Jueves Santo y la falta de medios para sustentarla, la cofradía
entra poco a poco en decadencia durante la segunda mitad del siglo
XVII. P. Pérez Costanti la da ya por desaparecida en 1663, pero
está equivocado, pues con posterioridad a esa fecha se menciona en
testamentos santiagueses (el de María Mosquera, esposa del
mercader Domingo López de la Iglesia, fechado en 1667; el de Dña.
Jacinta Euxea, de 1671; el de su mayordomo D. Jacobo Gil
Taboada, de 1672; el del mercader Antonio Blanco, de 1678 y el de
María Fernández, viuda del mercader Jerónimo Méndez, otorgado
también en ese año), si bien a partir de la década de los ochenta
desaparecen tales menciones. Lo cierto es que desde 1663 hubo
problemas para sacar adelante la tradicional procesión del Jueves
Santo, lo que obligó a poner en práctica varias soluciones que no
cuajaron, por lo que en 1719 decidió el ayuntamiento asumir esa
obligación, que mantendría hasta 1976, suspendiéndose entonces
hasta 1993.
La refundación de la cofradía en 1997 permitió no sólo
recuperar una vieja tradición histórica, sino retomar el legado de
nuestros mayores dando nuevamente testimonio público de nuestra
fe cristiana por las viejas rúas compostelanas para ejemplo y
enseñanza de aquellas generaciones que han de sucedernos.
ENTREVISTA A MONSEÑOR FRAY JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO
Arzobispo Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Consiliario Honorífico y Cofrade de Honor 2013 de la Cofradía Franciscana de la Vera Cruz
de Santiago de Compostela
Con frecuencia, el Padre José Rodríguez Carballo tiene que trabajar hasta tarde en su despacho que se
asoma a la plaza de San Pedro. El primer alto cargo del Vaticano nombrado por el Papa Franciscos uno de
esos españoles «tamaño gigante», elegidos para llevar el timón de grandes instituciones activas en todo el
mundo.
Como Adolfo Nicolás en la Compañía de Jesús o Javier Echevarría en la Prelatura del Opus Dei. Jovial
y sencillo, José Rodríguez Carballo fue elegido ministro general de los Franciscanos en 2003, y reelegido
en 2009 para un segundo sexenio que no ha llegado a terminar, pues el Papa Francisco lo «robó» a
principios de abril para la Curia vaticana, donde es el «número dos» de la Congregación para los
Religiosos (oficialmente, Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica), presidida por el extraordinario cardenal brasileño Joao Braz de Aviz.
Este franciscano gallego de 60 años (Lodoselo, Orense, 1953) fue invitado por el Papa Francisco a
concelebrar con él la misa de Inauguración del Pontificado el 19 de marzo, y a acompañarle el pasado mes
de octubre en su peregrinación a Asís, al encuentro del santo de quien toma el nombre.
En realidad, el Papa no era el primero en darse cuenta de su valía. Si los franciscanos le habían elegido
dos veces como ministro general, los superiores de las demás órdenes religiosas le eligieron en 2012
presidente de la Unión de Superiores Generales.
«Pepe», como le llaman sus viejos amigos, debe tener varios corazones, pues mantiene uno en
Jerusalén, donde estudió cinco años y donde fue ordenado sacerdote; otro en su Lodoselo natal, que visita
con frecuencia; y otro en Santiago de Compostela, donde fue Guardián y Rector del Convento de San
Francisco, y en cuya catedral fue ordenado obispo por el entonces cardenal secretario de Estado, Tarcisio
Bertone, el pasado mes de mayo.
-¿Cuándo conoció al Papa?
-Fue en Roma en 2004, cuando yo era ministro general de los Franciscanos y él vino a visitarme como
presidente de la conferencia episcopal argentina. Hablamos de proyectos en que participaba la orden. Fue
un encuentro muy familiar, muy cercano, muy sereno. Noté su gran capacidad de escucha y de síntesis.
Después he visto que afronta las cuestiones con realismo y sabe tomar decisiones. Le ayudan una gran
memoria y una gran sensibilidad.
-Usted fue de las pocas personas invitadas a acompañarle a Asís el 4 de octubre. ¿Qué le impresionó?
-Ante todo, su resistencia física. Nunca imaginé que pudiese completar un programa de doce horas tan
apretado. Al final le pregunté si estaba muy cansado, y me dijo: «Por lo de hoy, no. Los problemas
empiezan mañana». También me impresionó su capacidad de concentrarse en oración en cada santuario, a
pesar de que una visita papal está rodeada de muchas cosas externas.
-Su primera cita de aquella jornada fue con discapacitados graves…
-Me impresionó mucho ese encuentro con enfermos. Muchos ni siquiera podían hablar. Saludaba uno a
uno, se detenía con cada uno. Nos dijo que había que ver y tocar las llagas de Cristo en aquellos enfermos.
Él les abrazaba y les besaba. Sus gestos le salen del corazón y nos llevan a pensar en los de Jesús. En Asís
yo pensé muchas veces: «Es San Francisco, que hoy abraza de nuevo a los leprosos». Y al atardecer, el gran
encuentro con los jóvenes… Aquella jornada era una peregrinación, y no hizo muchos discursos, pero me
impresionó mucho la claridad con que habló a los jóvenes de salir de la cultura de lo provisional, del «aquí
y ahora». Les proponía metas altas. Les habló del sentido de la virginidad, de la unidad en el matrimonio,
en la familia, de la vocación consagrada y sacerdotal…
-Su ordenación como obispo en Santiago fue un acontecimiento internacional. ¿Cuándo vuelve a
Compostela?
-Entre tantos recuerdos de aquellos días conservo uno muy cariñoso por su compañero periodista
Enrique Beotas, fallecido en el accidente del tren la víspera de la fiesta del Apóstol. A Compostela voy con
mucha frecuencia. Estuve hace poco para recibir el premio «Gallego del Año», y en breve iré a Orense a
recibir el premio «Orensanía». Voy con mucha frecuencia, porque el lugar donde mejor consigo descansar
es en Galicia, con mi familia, en mi aldea de Lodoselo. Allí me encuentro muy a gusto con mis vecinos.
Me siento uno de ellos y me sienten como algo suyo. Descanso, trato de ayudar en mi parroquia o en las
cercanas… Para mí, volver a mi tierra es como recuperar las fuerzas. Desde hace más de 20 años presido en
Santiago la procesión de la Última Cena, que sale el Jueves Santo precisamente de nuestra iglesia de San
Francisco. Este año he aceptado con mucho gusto realizar el pregón de Semana Santa.
-Además ha firmado un convenio con la Xunta de Galicia…
-Tal vez muchos no sepan que Francisco de Asís peregrinó a Compostela en el 1214. Su intención era
peregrinar y continuar hacia Marruecos, pero nos dicen las fuentes que enfermó y estuvo un período largo
en Compostela, donde quizá fundó el primer convento de la Orden. Sea histórica o no la fundación
personal del convento, lo cierto es que allí estuvo y que enseguida los franciscanos fueron allí. Tenemos
documentos de que en 1222, todavía en vida de San Francisco, ya había frailes en Santiago. La Xunta de
Galicia ofrece un programa muy interesante de actos culturales: tres grandes exposiciones, conciertos,
seminarios de estudio sobre la peregrinación, el franciscanismo, etc.
-¿Se hará peregrino el Papa Francisco, siguiendo los pasos de sus dos predecesores?
-Yo diría… ¡esperemos que siga los pasos de Francisco de Asís! Es nuestro gran deseo. Sé que ha sido
invitado oficialmente, y espero una respuesta positiva, como la esperamos todos.
-Usted es ahora el «número dos» de la Congregación vaticana de la Vida Consagrada. ¿Cómo ve la
situación de los religiosos en el mundo?
-Estoy convencido de que hay mucha vida. De que los colectivos de religiosos y consagrados se han
tomado muy en serio la renovación que pidió el Concilio Vaticano II. En todo proceso hay luces y sombras,
y no todos los intentos dieron resultados positivos, pero esto no hay que confundirlo con una crisis
generalizada. En sentido etimológico, crisis quiere decir momento de tomar decisiones. Yo creo que se está
tomando muy en serio la renovación profunda, auténtica, de la vida consagrada, que supone volver a los
fundamentos y, al mismo tiempo, responder a las exigencias del mundo actual. Y desde ahí podemos mirar
el futuro con esperanza. Yo soy optimista. Veo los problemas, pero también veo que la inmensa mayoría de
los consagrados están trabajando seriamente y evangélicamente.
-¿Un sueño?
-Servir. Allí donde el Señor me ponga. Servir a todos, sin excluir a nadie. Servir como Francisco de
Asís. En última instancia, servir como Jesús nos invitó a servir.
Fuente: Revista Eclesia, a partir de una entrevista de Juan Vicente Boo en el diario ABC (17-11-2013)
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AL TERCER TOQUE ARRANCAMOS
Es mucha la tensión los minutos previos a cualquier
salida a la calle, el clima, las distintas situaciones
físicas de cada portador hacen que cada año sea
totalmente distinto, pero que exista un instante que
siempre es igual, ese primer momento en el que el varal se
apoya sobre el hombro, en el que el peso de la imagen se
carga sobre cada persona que la lleva, esos primeros
instantes en los que el, casi hipnótico ir y venir del andar
se siente en cada músculo del cuerpo.
Son estos momentos en los que uno se pregunta si
realmente se podrá, si otro año la procesión podrá salir a
la calle y realizar su recorrido, si cada cuesta con la que
nos encontraremos podrá ser superada. De hecho, a su
forma, no deja de ser una similitud con la vida, con cada
momento al que nos enfrentamos.
Primer toque. Tensión, cada célula del cuerpo dirige
su energía hacia el momento en el que se ordene alzar el
paso.
Segundo toque. Fuerza pura que se acumula contra
el varal para alzar el brazo como los demás compañeros,
incertidumbre y cierto temor a que algo falle.
Tercer toque. Movimiento, caminar lento y pausado
por las calles de Santiago, portando el peso de una gran
responsabilidad que, como siempre, descansa sobre
nuestros hombros.
Jonathan Barral Otero
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PROCESIÓN DE LA ORACIÓN DEL HUERTO
Y EL PRENDIMIENTO
Martes santo
15 de abril
22:30 h
Este año 2014 la Cofradía de la Vera Cruz emprende un nuevo reto al decidir poner en
marcha un proyecto que ya venía meditando desde hacía bastante tiempo y era la puesta en
marcha de la procesión de la Oración del Huerto y el Prendimiento.
Para ello, solicitó la ayuda de otras Hermandades para la aportación de unas imágenes
puesto que la Cofradía de la Vera Cruz sólo disponía del Prendimiento. Desde aquí, nuestro
agradecimiento por la magnífica colaboración recibida por estas Hermandades.
Va a ser esta la primera salida y esperamos que la acogida y fervor sea lo que marque la
andadura de esta procesión.
Así mismo, fue un deseo esta Cofradía caminar por un recorrido distinto a los habituales
y además visitar la Iglesia de San Fructuoso, parroquia a la que pertenece nuestra sede
canónica.
Recorrido: Campillo San Francisco – Carretas –Trinidad –
Plaza San Clemente – Subida San Clemente – Rodrigo de
Padrón – Avda. de Figueroa – Porta Faxeira – Rúa do
Vilar – Platerías – Fonseca – Obradoiro –
San Francisco.
CATEDRAL
SAN
FRANCISCO
PROCESIÓN DE LA ULTIMA CENA
DEL SALVADOR
Jueves santo
17 de abril
19:00 h
La Cofradía Franciscana de la Vera Cruz de Santiago de Compostela es la encargada de la bellísima
procesión de la Última de Cena del Salvador todos los Jueves Santo.
La Cofradía de la Vera Cruz se funda a mediados del siglo XVI – hay constancia de su existencia en
1548 – en el Convento de San Francisco para conmemorar la institución de la Eucaristía y procesionar con
el paso de la Última Cena del Salvador.
Al principio, esta procesión fue asumida por los gremios, posteriormente por los vecinos y desde 1615
por el ayuntamiento. Después de muchos años sin salir por las calles santiaguesas, en el año 1993 el
ayuntamiento la rehabilitó y más tarde le fue transferida la organización de esta procesión a los frailes
Franciscanos de esta ciudad en 1997, momento éste en el que se refunde y se recupera la Cofradía y erige
canónicamente y con nuevos hábitos.
La procesión de la Última Cena está formada por Cruz Parroquial acompañada de carraca, banda de
cornetas, tambores y gaitas de la cofradía y banda de música municipal.
Sus cofrades visten hábito de sarga negra con bocamangas, capuz y cíngulo verde oliva.
El actual paso de la Última Cena fue encargado por el ayuntamiento de Santiago al escultor
compostelano Sanmartín sobre el año 1864 y esta obra fue premiada en la exposición universal de París.
Acompañando al paso de la Última Cena va el paso del Nazareno de
Medinacelli (Jesús Cautivo). Este paso fue donado a la Cofradía por las
religiosas de la Compañía de María de esta ciudad. En la iglesia de
estas religiosas se conserva una réplica de este Cristo.
Y por último, también procesiona una imagen de la Virgen
que era cedida para esta procesión por otra hermandad. Ya
desde el año 2011 la Cofradía encargó una talla de la
Virgen de la Vera Cruz al imaginero de Caldas de Reis
D. Víctor Vecino que desfila sobre un magnífico
trono – encargado y realizado para la Cofradía
en el año 2010 – que es portado a hombros
por cofrades voluntarios de la cofradía.
Recorrido: San Francisco –
Praza do Obradoiro –
Praza das Praterías –
Rúa do Vilar – Rúa Nova –
Rúa da Conga – Praza das
Praterías – Praza do
Obradoiro –
San Francisco.
CATEDRAL
SAN
FRANCISCO
DESENCLAVO DE NUESTRO SEÑOR
Viernes santo
18 de abril
17:00 h
Históricamente en la Iglesia Conventual de San Francisco y en los Oficios de Viernes
Santo se celebraba la función del Desenclavo de Nuestro Señor. Por diversos motivos, este
acto se dejó de realizar, aunque no quedó en el olvido ni de la Comunidad Franciscana ni de
los feligreses. Así, nuestros mayores aún recuerdan la solemne y austera ceremonia
entorno a este acto.
La Cofradía, en colaboración con la Comunidad Franciscana, dieron un empuje para la
recuperación de este acto tan importante y entrañable dentro de la Semana Santa. Luego de
unas cinco décadas se recuperó esta función en el Viernes Santo de 2011.
Así mismo, por acuerdo de la asamblea de la Cofradía que se celebró en septiembre de
2012, la junta directiva recibió el encargo de estudiar la posibilidad de restaurar la imagen
de Jesús Crucificado, imagen con la que en los Santos Oficios del Viernes Santo realizamos
el acto del Desenclavo en esta Iglesia.
Para ello, primeramente se solicitó el permiso a la Comunidad Franciscana porque la
imagen es de este Convento. A continuación se siguió el correspondiente protocolo de
actuación con Patrimonio para que autorizase la restauración y que fue concedido con sumo
gusto por las autoridades de la Dirección General. Una vez resueltos todos los trámites
burocráticos se puso “manos a la obra” la prestigiosa restauradora Dña. Sandra Vecino,
quien realizó una impecable actuación de recuperación del esplendor del Cristo
Crucificado. Así mismo, le fue encargada la realización de una nueva Cruz para la función
del Desenclavo a D. Álvaro Martínez.
PROCESIÓN DEL CRISTO RESUCITADO
Domingo de Pascua
20 de abril
10:30 h
A principios de 2010 la junta de gobierno de la Cofradía toma la decisión de poner en
marcha la procesión de Jesús Resucitado presentando el proyecto en el Arzobispado, el cual
fue acogido muy favorablemente. Después de muchas gestiones se consiguió que una
parroquia del área de Santiago cediera la imagen del Cristo Resucitado y que tendría que
desfilar por las calles de la ciudad a la tarde del Domingo de Pascua, pues durante la mañana
procesiona en su parroquia. Así lo hizo durante dos años. Desde aquí, nuestro
agradecimiento por la ayuda que se nos prestó.
Ya en el 2012, la Cofradía encargó la realización de una talla del Cristo Resucitado al
escultor D. Víctor Vecino, imagen que fue bendecida por el Sr. Arzobispo de Santiago D.
Julían Barrio y que desde este año procesiona durante la mañana del Domingo de Pascua.
Esta procesión realiza en la Plaza de la Quintana un Encuentro entre el Resucitado y su
Madre - la Virgen - para a continuación seguir su marcha por las calles de Santiago.
Recorrido: Quintana – Conga – Rúa Nova – Toural – Rúa do
Vilar – Platerías – Conga – Preguntoiro – Cervantes –
Azabachería – Praza Inmaculada – Travesa das Dúas
Portas – San Francisco.
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Señor.
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septiembre.
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ENTREVISTA A LOS COFRADES DE HONOR DE ESTE AÑO
“lo mejor de la cofradía no es la virgen ni la banda, si no el ambiente y la gente que la forma”
Manuel Santos.
Entrevista realizada por Jonatan Barral
Si hay un año importante dentro de la Cofradía Franciscana Veracruz, es este, el ochocientos
aniversario de la visita de San Francisco a tierras compostelanas, y no hay mayor honor para un cofrade
que ser nombrado Cofrade de Honor en este momento. Por ello, hacemos una parada breve en uno de los
ensayos y nos disponemos a hablar con José Vázquez y Manuel Santos.
Suponemos que llevar el trono o dirigir la banda requiere un gran esfuerzo, ¿qué es lo más
complicado?
José: Compaginar y buscar a la gente, sobre todo buscarla es lo complicado a la hora de llevar el trono.
Manuel: Esfuerzo es porque estamos ensayando ya antes de navidad, porque hay niños nuevos cada
año, hay que enseñarle las notas, deben aprender las canciones y es complicado.
¿Qué les aporta tener la responsabilidad de hacerse cargo de algo tan importante como la banda o el
paso?
José: Para mí, como amante de la Semana Santa es un orgullo dirigir el paso en ese momento, y a nivel
religioso igual, es una situación muy especial dirigir algo que te llena.
Manuel: Desde las primeras que hubo en Santiago las llevé yo, y para mi es una satisfacción ver como
todos me superan.
¿Qué significa ser nombrado cofrade de honor?
José: El ser nombrado cofrade de honor significa el reconocimiento y lo que lleva consigo para mi es
más responsabilidad y entrega a la cofradía.
Manuel: Una distinción que me hacen mis compañeros, que no se si merezco o no, pues aunque llevo
tiempo, si es una distinción que me honra pero hay gente que la merecería igual que yo, pese a todo estoy
contento.
En todos los años que lleváis en la cofradía, ¿notáis que aumentara la gente que pertenece a ella?
¿Tiene más fuerza la Semana Santa?
José: si, en esta cofradía aumentaron los cofrades casi el doble.
Manuel: La banda no es distinto a todo, y aumenta, cuando empezamos éramos un grupo de amigos y
ahora da gusto, pues vienen padres con los niños, todos se quedan, y cada vez hay más material humano.
Siempre digo que lo mejor de la cofradía no es la virgen ni la banda, si no el ambiente y la gente que la
forma.
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