79 LATERCERA Sábado 26 de octubre de 2013 Avenida Vicuña Mackenna 1870, Santiago de Chile. Declaración de intereses en www.grupocopesa.cl/declaracion Impreso en Santiago por Copesa Impresores SA, quien sólo tiene calidad de impresora. Teléfono de Atención a Suscriptores: 600 8 372 372 EL HUMOR DE HERVI Director: Guillermo Turner Olea Subdirector: Felipe Contreras Pedreros. Editor General: Víctor Cofré Soto Representante Legal: Augusto Marcos Camus Sorpresiva baja de tasa por parte del Banco Central Cuando aún hay presiones de gasto, el organismo priorizó la baja inflación pasada y las expectativas de una futura desaceleración. E N SU última reunión mensual de política monetaria, el Banco Central acordó reducir la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base a 4,75% anual. La medida sorprendió a gran parte de los analistas, que entendían que eventuales ajustes en la tasa rectora estaban condicionados a que surgiera evidencia más definitiva de menor presión salarial, desaceleración del consumo y corrección de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Al parecer, primó en las consideraciones del Banco Central que “la inflación ha evolucionado por debajo de lo proyectado, permaneciendo en la parte inferior del rango de tolerancia, y las expectativas de mercado anticipan una normalización más lenta hacia el 3%”. Es importante entender que las decisiones del Banco Central deben ser concordantes con su propio enfoque de política monetaria, donde el anclaje nominal del sistema está dado por las expectativas de inflación, lo que determina que su primera prioridad deba ser mantener esas expectativas alineadas con los objetivos inflacionarios oficiales. Dado que las expectativas inflacionarias están fuertemente afectadas por la inflación observada, tiende a ocurrir que a pesar de indicaciones de riesgo de inflación futura -ya sea en el mercado laboral, o en la evolución del consumo o la inversión, o en cualquier otra área relevante- en un escenario en que se acumula baja inflación se opte por mayor estímulo monetario, precisamente para mantener la credibilidad de la “regla” que le da consistencia a la política monetaria. En forma análoga, ante situacio- nes de inflación observada en exceso de las metas, que comienza a elevar la expectativa inflacionaria, el Banco Central ha mantenido tasas de interés muy elevadas, aun cuando los indicadores reales apuntaran en un sentido fuertemente recesivo y deflacionario hacia el futuro. Así ocurrió en 2008, en un episodio que derivó en agresivas rebajas de tasas de interés, una vez que afloró la deflación. Es legítimo discutir enfoques alternativos para el manejo monetario, pero una vez hecha la opción, el enfoque establecido debe operarse en forma consistente. El riesgo, por cierto, es exacerbar tendencias que obligarán más adelante a ajustes más severos y de mayor costo. Al fundamentar su decisión el Banco Central también enfatizó la alta probabilidad de que Chile esté pronto a enfrentar un escenario externo de mediano plazo más débil -con menor crecimiento mundial, y términos de intercambio y condiciones financieras externas menos favorables para nuestro país- junto a una tendencia a la desaceleración de la demanda agregada en nuestra economía, que continuaría. Así, para el Banco Central la rebaja en la tasa de política monetaria no sería inconsistente con lo que se anticipa como el curso de política a seguir hacia el futuro, para neutralizar presiones deflacionarias que podrían manifestarse en un contexto de actividad económica más debilitada. Sin perjuicio de lo anterior, en línea con las aprensiones expresadas por los analistas, la información posterior a la baja de tasa de interés volvió a mostrar disminuciones en la tasa de desocupación en el Gran Santiago, que registró su mejor nivel desde diciembre de 2012. Inconveniente proyecto sobre propina R ESULTA INEXPLICABLE que el gobierno haya decidido colocar urgencia al proyecto de ley que consagra la propina sugerida en establecimientos que atiendan público a través de garzones, no sólo porque se trata de una iniciativa muy discutible en sí misma, sino porque convendría concentrar los esfuerzos legislativos en otra serie de proyectos de alta relevancia y que aun siguen pendientes. El proyecto de ley, que tuvo su origen en un grupo de diputados, establece que en establecimientos como restaurantes, bares, pubs, discotecas, cafeterías, fondas y similares, el empleador deberá indicar obligatoriamente en la boleta una propina sugerida del 10%, si bien el cliente tendrá la opción de desestimarla. Una iniciativa de este tipo arriesga cambiar la relación que de manera natural se da entre clientes y garzones, donde la propina es ante todo el reconocimiento voluntario a un buen ser- vicio. La ley chilena consagró la obligatoriedad de la propina hasta fines de los años 70, y desde entonces ha sido voluntaria, sin que ello haya representado problema alguno. Al pretender incluirla en la boleta, aunque sea de forma “sugerida”, es altamente probable que se preste para equívocos muchos clientes podrían entenderlo como una obligación- y molestias en el servicio, además de diluir el incentivo que supone obtener una contribución voluntaria por una buena atención. Si lo que se pretende con esta iniciativa es facilitar a los garzones la recaudación de su propina, existen en la práctica múltiples mecanismos para asegurarlo, y no se ve que para ello sea necesario establecer dicha obligatoriedad. Por lo demás, este tipo de iniciativas sienta un precedente negativo, porque además de introducir regulaciones innecesarias, desnaturaliza el sentido de las urgencias legislativas que maneja el Ejecutivo, que deben estar destinadas a proyectos prioritarios. r Y usted, ¿qué opina? Comente en www.laterce ra.com HOY EN LA HISTORIA Termina la batalla del golfo de Leyte. Durante la II Guerra Mundial, luego de más de dos años desde la irrupción de los japoneses en las Filipinas y la promesa de volver del general Mac Arthur, la estrategia aliada de ir “saltando de isla en isla” para recuperar el control del Pacífico Sur y Central, llevó a esta fuerza a desembarcar en la isla filipina de Leyte, en octubre de 1944, buscando aislar a las tropas japonesas que permanecían en Indonesia. A partir del 23 de octubre, esta operación dio lugar a una serie de combates aeronavales en torno al golfo de Leyte, en el este de la referida isla, donde se enfrentaron las fuerzas de la tercera y séptima flota norteamericana con los navíos de la Armada Imperial Japonesa, que en cuatro grupos buscaban hacer fracasar el desembarco y posterior aprovisionamiento de las fuerzas aliadas en tierra. Estos combates se transformaron en la mayor batalla naval de la historia contemporánea. En ella intervinieron más de 250 buques y cerca de 1.800 aviones, y aun cuando los engaños de la táctica japonesa sumados por primera vez al uso intensivo de kamikazes y a una serie de problemas de comunicación pusieron en riesgo a parte de las fuerzas estadounidenses, su superioridad naval y aérea posibilitaron la derrota definitiva de las fuerzas de mar del imperio japonés, que en adelante sólo intentaría operaciones menores. El 26 de octubre de 1944 concluyó el último de los combates en Cabo Engaño, dando término a la batalla del golfo de Leyte. Esto garantizó el éxito del desembarco realizado días antes, facilitando la consolidación de las posiciones en Filipinas y un flujo de recursos humanos y materiales que permitieron, luego de ocupar la isla de Luzón, liberar Manila en marzo de 1945. (CMC)