boa diciembre 2013.p65 - Archidiócesis de Madrid

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Diciembre 2013
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BOLETÍN OFICIAL
de las DIÓCESIS de la
PROVINCIA ECLESIÁSTICA
de MADRID
Diócesis de Madrid
SR. CARDENAL - ARZOBISPO
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"Alegraos en el Señor que viene". En el primer Domingo de Adviento del año 2013 ...
Vigilia de "La Inmaculada". Solemnidad de la Inmaculada Concepción de Santa
María Virgen ..............................................................................................................
"En camino hacia la Navidad: Fiesta de gozo y salvación". Camino de alegría esperada y compartida ......................................................................................................
Fiesta de las Familias .................................................................................................
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VICARÍA GENERAL
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Nota sobre las supuestas apariciones de la Virgen en Medjugorje ........................... 1198
Colectas imperadas 2014 ........................................................................................... 1200
CANCILLERÍA-SECRETARÍA
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Nombramientos .........................................................................................................
Defunciones ..............................................................................................................
Sagradas Órdenes .....................................................................................................
Actividades del Sr. Cardenal. Diciembre 2013 ............................................................
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INFORMACIÓN
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Sagradas Órdenes 2013 ............................................................................................. 1207
Sacerdotes incardinados 2013 ................................................................................... 1209
Sacerdotes fallecidos 2013 ........................................................................................ 1210
DELEGACIÓN EPISCOPAL PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS
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Causa canonización de la Sierva de Dios Ascensión Sánchez Sánchez .................... 1211
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Diócesis de Alcalá de Henares
CANCILLERÍA-SECRETARIA
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Actividades Sr. Obispo. Diciembre 2013 .................................................................... 1213
Defunciones .............................................................................................................. 1218
Diócesis de Getafe
SR. OBISPO
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Vigilia de la Inmaculada ............................................................................................. 1219
CANCILLERÍA-SECRETARÍA
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Nombramiento ...........................................................................................................
Incardinaciones .........................................................................................................
Ordenaciones ............................................................................................................
Rito de Admisión a Órdenes ......................................................................................
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Iglesia Universal
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Mensaje Urbi et Orbi. Navidad 2013 .......................................................................... 1231
Edita:
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AÑO CXXXI - Núm. 2861 - D. Legal: M-5697-1958
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Diócesis de Madrid
SR. CARDENAL-ARZOBISPO
“ALEGRAOS EN EL SEÑOR QUE VIENE”
En el primer Domingo de Adviento del año 2013
Madrid, 29 de Noviembre de 2013
Mis queridos hermanos y amigos:
Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, acaba de publicar al clausurarse
el Año de la fe su primera Exhortación Apostólica, después de que el día de San
Pedro y San Pablo hubiera hecho pública la Carta-Encíclica “Lumen Fidei”: “la
Luz de la Fe”. La Exhortación lleva por título “Evangelii Gaudium”: “el Gozo
del Evangelio”. ¡Una excelente y luminosa guía para vivir el nuevo tiempo de
Adviento, que hoy se inicia, con gozosa esperanza y para asumir con renovado
fervor apostólico la segunda etapa de “la Misión-Madrid 2013-1014” como la
forma actual y urgente de vivir “la dulce y confortable alegría de evangelizar,
incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual que busca a veces con angustia, a veces con esperanza- pueda así recibir la
Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio cuya vida irradia
el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”
(Pablo VI, “Evangelii Nuntiandi” 80, citado por el Papa Francisco en “Evangelii
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Gaudium” 10). A “la luz de la fe”, brillando más luminosamente en nuestros
corazones convertidos o dispuestos a la conversión, podremos y debemos salir al
encuentro de Jesucristo que viene, “acompañados por las buenas obras”. A fin
de cuentas: ¡“con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”! (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 1).
Desde hoy, y hasta que llegue la Fiesta de la Natividad del Señor, en la
Liturgia de la Iglesia se nos anuncia la venida del Hijo de Dios al mundo para ser
“Dios con nosotros”, tomando carne en el seno de la Inmaculada Virgen María; y,
para darnos así, de nuevo, la certeza inquebrantable de que nos ha salvado y liberado del peor y más trágico de los males: de la muerte del alma y, en último término,
de la muerte del cuerpo. Se trata del mal que hace imposible la alegría. Un mal, al
que sucumbieron “nuestros primeros padres”, y que se habría hecho definitivo si
la misericordia infinita que brota del amor de Dios Padre no se nos hubiese prometido y realizado a través de una historia de salvación que culmina invenciblemente en
un acontecimiento: en la venida del Hijo por obra y gracia del Espíritu Santo y que
se hace litúrgicamente “nuestro hoy” en un nuevo Año que iniciamos esperándolo
y acudiendo a su encuentro con el alma abierta para que la gracia de su amor nos
transforme de pecadores en hijos; de hijos tibios, fríos y distantes en hijos que
buscan que todos los hombres -los lejanos y los cercanos- conozcan la noticia
siempre nueva y siempre renovadora de que el tiempo de las victorias de la tristeza,
que mata al hombre interior y exteriormente, ha terminado. El nuevo Adviento debe
de servirnos para que nuestro anuncio, esencia apostólica de “la Misión-Madrid”,
resulte un anuncio renovado que “ofrece a todos los creyentes” -también a los
tibios, a los no practicantes y a los alejados- una nueva alegría en la fe de que el
Señor viene a nosotros en cualquier lugar y situación en la que nos encontremos. Se
trata, pues, de renovar ahora mismo nuestro encuentro personal con Él o al menos
de tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. De este modo, la fecundidad evangelizadora está asegurada. (Cfr. “Evangelii
Gaudium”, 3).
Una condición se precisa para que el encuentro pueda darse: “las buenas
obras”. En la Oración Colecta del primer Domingo de Adviento se la presupone y
exige para que sea realidad creíble y fructífera la espera del Señor que nos va a
nacer: para que caminemos en verdad por el itinerario litúrgico del Adviento hacía
Jesucristo que nos busca y que se acerca. Son tantas las buenas obras que le debemos a Él y a nuestros hermanos en estos momentos en los que la crisis en todas sus
vertientes y efectos -económicos, familiares, sociales y espirituales-, sigue laceran1180
te, que no podemos por menos de intentar una verdadera conversión personal y
comunitaria a las exigencias del gran Mandamiento del Amor con toda la seriedad
que nos reclaman las múltiples necesidades de nuestros hermanos. El riesgo constante y el peligro que nos acecha, unas veces abiertamente, otras de manera insidiosa, es el que el Papa Francisco caracteriza como típico de nuestro mundo actual.
Las palabras del Santo Padre al respecto suenan especialmente incisivas en el inicio
del nuevo tiempo de Adviento: ¡no tienen desperdicio! Dice el Papa: “El gran
riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es
una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la
vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los
demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza
la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien”
(“Evangelii Gaudium”, 2). Este riesgo y peligro se vencen con un corazón sencillo y humilde que sabe rezar privada y públicamente, que una y otra vez sabe decirle
al Cristo que viene con el Salmista: “A ti Señor, levanto mi alma” (Sal 24, 4bc).
En una palabra, quedan vencidos en aquel que quiere y se propone firmemente salir
de si mismo y estar preparado para una nuevo y más pleno encuentro con el Amor
de Dios, “que se convierte en feliz amistad”, al ser “rescatados de nuestra
conciencia aislada y de la autoreferencialidad” (Evangelii Gaudium, 8).
¡Cuánto fruto espiritual y pastoral podemos sacar del este nuevo Adviento
2013 para “la Misión-Madrid si lo vivimos y aprovechamos por cada uno de nosotros y por toda la comunidad diocesana sintonizando espiritual y pastoralmente con
la Exhortación Apostólica “Evangelio Gaudium” del Santo Padre, nuestro Papa
Francisco! Comprenderemos mejor “la emergencia educativa” (Benedicto XVI)
que sufren tantos niños y jóvenes en los ambientes familiares, escolares y universitarios del momento presente y estaremos mejor preparados y animados para la
acuciante y hermosa tarea misionera de “evangelizarlos”: de ser para ellos portadores del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Podremos abordar, además, el
empeño de abrir nuestros comunidades parroquiales a nuestros hermanos pobres
de alma y de cuerpo con la generosidad, entrega y desprendimiento “misionero”
que parte y se inicia históricamente en el instante de la Historia de la Salvación en el
que el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros y que nació en Belén de Judá de
la Virgen Madre en el seno de la Familia de Nazareth hace dos mil años. De este
modo asumiremos y emprenderemos gozosamente el nuevo capítulo de “MisiónMadrid” como el del anuncio y comunicación del Evangelio de la alegría, puesto
que la gracia y la salvación de Dios ha llegado ya para el hombre que hoy con tanta
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o más ansiedad que nunca la busca en lo más íntimo de su corazón. ¡Dar a conocer
y a saborear el Evangelio de la alegría equivale a sembrar la semilla de la verdadera
esperanza!
¡“Alégrate llena de gracia”! Con estas jubilosas palabras saludó el Ángel
a María al anunciarle que iba ser la Madre de Dios. Su “Sí”, pronto y dicho sin
reserva, fue el “Sí” de una obediencia amorosa: ¡de una esclavitud por amor! ¡Que
Ella, “Virgen de La Almudena”, nos ayude a abrir el corazón en este nuevo Adviento a la voluntad del Señor sin ponerle ninguna traba ni condición nacida de
nuestro “yo”, es decir, del apego y del falso amor a nosotros mismos! ¡Imitémosla!
Con todo afecto y mi bendición para un santo tiempo de Adviento,
† Antonio Mª Rouco Varela
Cardenal-Arzobispo de Madrid
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HOMILÍA del Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo
de Madrid
en la Vigilia de “La Inmaculada”
Solemnidad de la Inmaculada Concepción
de Santa María Virgen
Catedral de La Almudena, 7.XII.2013
(Gén 3,9-15.20; Sal 97; Ro 15, 4-9; Lc 1,26-38)
Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor:
1. Santa María, la Virgen, sale de nuevo a nuestro encuentro en el Misterio de su Inmaculada Concepción un año más al iniciarse el Tiempo de Adviento.
Tiempo de una nueva venida de Nuestro Señor Jesucristo, en quien Dios Padre
“nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales” (Cf. Ef
1, 3). El que se deja encontrar por María, la Virgen Inmaculada, se encontrará
indefectiblemente con su divino Hijo. Lo que equivale a decir: con toda esa abun1183
dancia de los verdaderos bienes -espirituales y celestiales- que nos llenan de luz, de
esperanza y de gozo en el camino de la vida siempre tentada por bienes aparentes,
efímeros, a menudo falsos y destructores de nosotros mismos, y siempre amenazada por los zarpazos de los poderes de este mundo. “El gran riesgo del mundo
actual con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de
placeres superficiales, de la conciencia aislada” (Papa Francisco, Evangelii
Gaudium, 2). El diagnóstico del Santo Padre no puede ser más certero. Ese riesgo
del mundo actual es también nuestro riesgo: el riesgo de los creyentes, el riesgo de
los hijos de la Iglesia: de los mayores y de los jóvenes, de aquellos a los que -a
juicio suyo- les va bien en la vida y de los que piensan lo contrario, de los ricos y
también de los que viven en la necesidad de buscar trabajo y en la pobreza material,
incluso es un riesgo incipiente para los niños. Esa tristeza profunda que nos ronda, la
tristeza del egoísmo autocomplaciente y satisfecho, tiene una causa que el Papa
describe con igual clarividencia: “cuando la vida interior se clausura en los propios intereses”. Entonces “ya no hay espacio para los demás, ya no entran los
pobres”. Y, sobre todo “ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce
alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien” (Evangelii
Gaudium, 2). ¡Se hace urgente mantener la conciencia alerta y vigilante para que
ese “encerramiento” espiritual no nos ocurra!
2. La tristeza del “corazón egoísta” avaro, enclaustrado en si mismo,
solo se vence, pues, cuando nuestro interior se abre a la persona de Jesucristo
Nuestro Señor, cuando se le deja entrar en el alma a fin de que podamos, primero,
ser verdaderos hijos de Dios y, luego, vivir verdaderamente como tales para que la
gloria de su gracia que viene de Dios Padre… “redunde en alabanza suya” (Cf.
Ef 1, 11-12). Solamente “los bienes espirituales y celestiales” (Cf. Ef 1, 3), que
Él nos depara, son aquellos con los que se puede llenar el corazón de la alegría
auténtica y duradera que todo hombre busca ansiosamente. Esos bienes son los
frutos de la misericordia que brotan de su Sacratísimo Corazón como un torrente
incontenible que quiere llegar a todos. La clave para encontrarse con El es María.
Encontrarse con su Inmaculado Corazón significa haber encontrado la puerta del
Corazón de Cristo: ¡la fuente de la gracia y de la santidad! Aprovechemos, pues,
esta Vigilia de la Inmaculada Concepción en su Fiesta de este año 2013, que va
hacia su fin, para abrirle a Jesucristo de par en par la puerta de lo más íntimo e
interior de nuestras vidas, donde el corazón late con pasión y el alma anhela la luz de
la verdad. Acudamos a Ella que viene a nuestro encuentro como Madre tiernamen1184
te amorosa. Hagámoslo fervorosamente. Así, el Señor que viene, el Señor que se
acerca, su Hijo, nos encontrará vigilantes y dispuestos a amarle y a seguirle donde
quiera que vaya. La Inmaculada Concepción es la Madre espiritual, la única Madre
que nos puede ayudar con eficacia sobrenatural a despejar todo obstáculo que
pudiera impedir o dificultar un renovado y más intenso encuentro con Jesús, su
Hijo, el Redentor del hombre, en este nuevo Adviento que la Iglesia se propone
vivir con el espíritu misionero que nos están exigiendo “los signos de los tiempos.
¡Su maternidad espiritual es insuperable e irremplazable por cualquier otra!
3. La actual hora de la humanidad, -la hora de Madrid, de España, de
Europa… del mundo- es muy difícil; desde muchos puntos de vista, dramática;
pero ¡que duda cabe! también prometedora. Hoy, como siempre, y con renovados
y vibrantes impulsos de muchos jóvenes corazones se proclama y se testimonia la
verdad del Evangelio: “La alegría del Evangelio
que llena el corazón y la
vida entera de los que se encuentran con Jesús. Porque está claro: “Quiénes se
dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior,
del aislamiento” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 1). Jesús Niño, inerme y
desvalido, viene de nuevo a nuestro encuentro en la humildad de nuestra carne;
incansable en perdonar y en abrazar al hombre pecador: al “descartado” y al despreciado, al débil y al tibio. Viene a liberarnos de la muerte: ¡de la muerte espiritual,
de la muerte eterna y, al final de los tiempos, también de la muerte corporal! ¿Cómo
no vamos, a reconocer en aquella que lo concibió en su purísimo seno, Madre de
Dios y Madre nuestra ¡la Virgen de Adviento! la puerta abierta que nos permite
entrar en el sacratísimo Corazón de su Hijo? ¡Con cuánta razón la piedad del pueblo cristiano la invoca en comunión con sus Pastores, desde tiempo inmemorial,
como “causa de nuestra alegría”!. ¡Con cuánta razón histórica y espiritual la
queremos invocar y llamar en esta noche de Vigilia orante y festiva de la solemnidad
de su Inmaculada Concepción “causa de nuestra alegría”!
4. La Palabra de Dios, que hemos proclamado y escuchado, nos indica
con luminosa claridad cómo Ella, la Inmaculada, señala el inicio del tiempo humano
que, por la gracia de su Hijo, se convierte en el surco de la verdadera, definitiva y
lograda alegría para los hombres de todos los tiempos. También para el nuestro:
¡para hoy! ¡para nosotros, para nuestras familias y para la sociedad en la que están
inmersas nuestras vidas y nuestro destino! Tiempo extraordinariamente crítico ¡cierto!-, pero no menos esperanzador. En primer lugar, mostrándonosla como “la
nueva Eva”, es decir, la Virgen de la que se ha valido Dios Padre para la encarnación de su Hijo Unigénito enviado a salvar al mundo, al hombre y a su historia,
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venciendo en su raíz al pecado que mata y condena. María Inmaculada lo engendrará y lo criará de tal modo que El, “Dios de Dios”, “Luz de Luz”, “Dios verdadero de Dios verdadero” pueda ser y llamarse con toda verdad “el hijo del hombre”.
En segundo lugar, presentándola como “la Madre de la Iglesia” (Pablo VI) que
recoge y guarda a sus hijos en la fidelidad inquebrantable a su Hijo Divino y en su
seguimiento incondicional para que sean “santos e irreprochabes ante Él por el
amor”. Y, finalmente, aclarándonos como Ella es la Madre cercana que nos enseña
y fortalece en el camino del nuevo encuentro con Él en este Adviento del “2013”.
5. María, doncella purísima de Israel e hija de Sión, es la primera de la
familia humana que vence al pecado en su forma original de desobediencia y de
rebelión contra Dios. El pecado es ante todo ofensa de Dios y, por esta principal y
esencial razón, ofensa y destrucción del hombre que peca y de los que sufren los
efectos de su pecado que en realidad somos todos por los lazos de solidaridad que
unen necesariamente a la humanidad desde sus comienzos. Los sufrimos y padecemos en la pobreza de siempre -material y espiritual- y en las innumerables y nuevas
formas de la pobreza de las personas y de las sociedades de la hora presente. Ella
venció. Ella se enfrentó directamente al pecado y lo venció desde aquel instante de
su concepción en que Dios Padre la llenó de gracia por los méritos de su Hijo
previstos desde toda la eternidad; o, dicho con otras palabras, desde que la llenó
del Espíritu Santo en el seno materno para su Gloria en el tiempo y en la eternidad.
Se cumplía en María, la Inmaculada, aquella lejana y primerísima profecía
que escuchábamos en el relato del libro del Génesis, -el llamado “Protoevangelio”-,
en el que Dios maldice a “la serpiente” -¡”el Maligno”!- y le predice y adelanta su
derrota final: “establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya;
ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón” (Ge 3,25). Dios, Creador
y Redentor del hombre, estaba anunciando ya la victoria de María que se consumaría cuando responde al Ángel Gabriel, que entraba en su presencia, con las palabras
siguientes: “he aquí la esclava del Señor hágase en mi según tu palabra” (Lc 1,29).
Lo que acababa de comunicarle el Ángel era sobrecogedor: “No temas, María,
porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobe la cada de Jabob para
siempre, y su reino no tendrá fin.”
6. La mujer del pecado de origen -y cometido en sus orígenes-, a quien el
primer hombre, Adán, había puesto el nombre de Eva, que significa Madre de los
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vivientes” (Ge, 3,20), sería sustituida por otra Mujer, la Virgen llena de gracia, por
cuya maternidad se inicia la historia de la verdadera vida y de los verdaderos vivientes: ¡la Santísima Virgen María! No es extraño que el Ángel le dirigiese un saludo
exultante de gozo después de escuchar su “fiat”: “su hágase”. “Alégrate, - le dicellena de gracia, el Señor está contigo”. La Era de la gracia, de la piedad y de la
misericordia había irrumpido con Ella y no concluiría jamás. No conocerá ni tendrá
otro final que el de “la Gloria de Dios” de la que gozarán eternamente todos los que,
entregados y consagrados a Ella y cogidos de su mano maternalmente amorosa,
aprendan la lección de la Cruz victoriosa de su Hijo Jesucristo adentrándose en los
secretos de su corazón sacerdotal. De su herida, abierta en su costado, se derrama
sobre el hombre y sobre el mundo después del día del triunfo de su Resurrección y
de su Ascensión al cielo como un raudal de infinita y divina misericordia. El contenido y fruto más precioso para el hombre de la Era de la gracia -y ese “hombre”
somos nosotros-, que se inicia históricamente con María, es la alegría de haber
encontrado la puerta y camino de la verdadera e imperecedera felicidad. Sí, María,
la Inmaculada, es con toda verdad la Maestra y la Madre que invita a todos los que
están fuera de la comunidad de los creyentes a acercarse a la experiencia humanodivina del nuevo Pueblo de Dios, el Pueblo de los hijos que forman con, en y por su
Hijo la nueva familia de los Hijos de Dios: ¡el “Cuerpo de Cristo” que es la Iglesia!
(cfr. Vaticano II, LG, 6). Sí, “la Virgen María, al anunciarle el Ángel la Palabra de
Dios, la acogió en su corazón y en su cuerpo y dio la Vida al mundo”. Sí, ella “es
verdaderamente la madre de los miembros (de Cristo) porque colaboró con su
amor a que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros de aquella Cabeza” (Vaticano II LG 53): ¡que naciéramos nosotros los que somos hoy los hijos e hijas de la
Iglesia! Colaboró, además, para que perseverásemos en la fe y en la caridad de tal
modo que no nos cansemos en proseguir con paciencia y constancia el itinerario
espiritual y apostólico de la santidad. Con María Inmaculada nada ni nadie puede
arrebatarnos la esperanza: ¡la verdadera alegría del Evangelio de Nuestro Señor
Jesucristo! Seamos devotos de la Santísima Virgen, sencillos, confiados y fervientes, y venceremos la tristeza del pecado con la alegría de la gracia.
7. Nadie mejor y más eficazmente que Ella puede ayudarnos a asumir “el
desafío de una espiritualidad misionera” -¡el desafío de “la Misión-Madrid”!- para
la Nueva Evangelización con la generosa y desprendida disponibilidad con la que
nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos invita a salir de nuestros cerrados y
cómodos egoísmos. Disponibilidad para no caer en la tentación de “la acedia egoísta”, del “pesimismo estéril”, del “aislamiento” e “inmanentismo”, de “la mundanidad
espiritual”… de la “guerra entre nosotros” (cfr. Evangelii Gaudium”, 76-98). Ya San
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Pablo pide para sus fieles de Roma a Dios “fuente de toda paciencia y del consuelo (que) os conceda tener entre vosotros los mismos sentimientos, según Cristo
Jesús” (Ro 15,5).
¡María Inmaculada “es el regalo de Jesús a su pueblo”! ¡Estrella de la
Evangelización”! Hoy, en su Solemnidad, nos invita y anima con una conciencia
purificada y robustecida por el sacramento de la penitencia a declararnos “todo
suyos” para ser todos, y totalmente, de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, a quien
dentro de unos instantes vamos a “comulgar” y en quien vamos a unirnos en una
“communio”de amor inefable.
8. Digámosle a nuestra Madre Inmaculada con todo el corazón, con toda
el alma y con todas nuestras fuerzas, pensando en las necesidades y en el bien de
todos nuestros hermanos los pobres de alma y de cuerpo, con las bellas palabras
de la oración del Papa Francisco:
“Tú, Virgen de la escucha y contemplación,
Madre de amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino”
(cfr. Evangelio Gaudium, 285-288).
Amén.
1188
EN CAMINO HACIA LA NAVIDAD:
“FIESTA DE GOZO Y SALVACIÓN”
Camino de alegría esperada y compartida
Madrid, 14 de diciembre de 2013
Mis queridos hermanos y amigos:
Al final del camino litúrgico y espiritual del Adviento hay una meta que brilla
con creciente luminosidad para los que lo viven en la comunión de la Iglesia: acoger
al Señor ¡al Hijo de Dios! que nos va a nacer de nuevo en la hora histórica en la que
nos encontramos. No se trata de una venida radicalmente nueva de un Dios desconocido destinada para unos pocos -¡un grupo de selectos!- dotados de cualidades
intelectuales y morales excepcionales. ¡No! Quien viene es el que ha venido ya hace
dos mil años, el Hijo del Altísimo que concibió en su seno una doncella de Nazareth,
la Inmaculada Virgen María, y que nació en Belén de Judá a donde se había desplazado con su esposo José de la estirpe de David para empadronarse según lo mandado por el Emperador de Roma, César Augusto. Él, Jesús, el recién nacido, era
“el Dios con nosotros” para aquel momento de la historia de la humanidad y para
1189
siempre: ¡hasta el final de los siglos! El destino del hombre se decide desde entonces en si sabe recibirle, abrirle las puertas de su alma y dejarse acompañar por Él en
todo el curso de su existencia y en todos los aspectos de la misma. Su “compañía”
significa la luz para conocer la verdad -toda la verdad sobre Dios y sobre el hombre-, la fuerza espiritual para afrontar las amenazas del mal con la esperanza gozosa
de la victoria sobre el pecado en todas sus manifestaciones y sobre la muerte, y el
amor que nos saca de nuestro egoísta autocentrismo y nos hacen arder en el mismo
ardor que le inflama a Él al hacerse uno de nosotros y al dar la vida por nosotros. En
una palabra, su venida y su compañía entrañan el don del Espíritu Santo: “la persona-Amor” en el Misterio de la Santísima Trinidad. Lo que aconteció en Nazareth
de Galilea y en Belén de Judá aquellos días trascendentales para la historia de la
familia humana era el inicio irreversible y victorioso de una época nueva para el
hombre y su futuro: ¡la época de la salvación!, ¡la época de la promesa y de la
conseguida realización de la verdadera alegría que nadie podrá arrebatar ya al hombre
que se convierte a Él y le acoge! También para nosotros, los hombres y la sociedad
de hoy. También para Madrid y los madrileños que se afanan entre dificultades,
problemas de los más variados, temores e incertidumbres y entre esperanzas y
expectativas de vivir una nueva Navidad en el seno de sus familias como Fiesta de
gozo y de salvación.
Ahora bien, importa sobremanera, a fin de lograr una feliz celebración de la
Solemnidad de la Natividad del Señor, que no nos reduzcamos a la forma meramente externa y superficial de una fiesta mundana más, aunque no queramos perder
su carácter familiar. Se impone el estar alerta para que nuestra celebración de los
días navideños resulte veraz, honda y responsable en sus expresiones de alegría
como nos lo advierte el Santo Padre Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii
Gaudium: “la cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el
mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas
vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo
que de ninguna manera nos altera” (E.G. 54). Son muchas las vidas truncadas
con las que nos encontramos en el día a día y en los ámbitos en los que discurren
nuestras vidas. Se encuentran en todas las direcciones a las que alcanzan nuestras
miradas: desde la propia familia, hasta el círculo de las amistades, del vecindario y
de los lugares de trabajo. Y, no son pocas las que o bien por causas económicas,
físicas, psicológicas, o bien espirituales viven como “descartadas” (Papa Francisco) por el entorno social. En la Navidad, la celebración festiva de la venida del
“Dios con nosotros”, constatar esa realidad, a la vista de todos, resulta especialmente hiriente. No es posible disponerse a celebrar la Navidad con “alegría des1190
bordante” -a lo que nos invita la Liturgia de este III Domingo de Adviento- si
nuestra conciencia convertida, arrepentida, confesada y perdonada en el Sacramento de la Penitencia no se propone hacer eficazmente visible la señal distintiva del
comportamiento cristiano por excelencia: el marcado y animado por el amor al
prójimo. Jesús mismo, desde el comienzo de su vida pública, lo destacó con una
claridad desconcertante cuando los discípulos de Juan, por encargo de su maestro
y enviados por él desde la cárcel, le preguntan si «eres tú el que ha de venir o
tenemos que esperar a otro». Jesús les respondió «Id a anunciar a Juan lo que estáis
viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios,
y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio.
¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!» (Mt 11,3-6). ¡Nuestra celebración
navideña será muy feliz si sintiéndonos amados con misericordia infinita por el Señor, y conmovidos en lo más íntimo de nuestro corazón, amamos a nuestro prójimo
en la Navidad, que se aproxima, con tal realismo y veracidad en nuestras obras de
amor fraterno, que los que las conozcan puedan decir “el Evangelio” se está
cumpliendo!
Con la intercesión, el valimiento y el amor maternal de la Virgen María,
Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestra Señora de La Almudena, unidos en la
oración ferviente y expectante de toda la Iglesia, nos será más fácil llevarlo a la
práctica ante la nueva e inminente Natividad del Señor.
Con todo afecto y con mi bendición,
† Antonio Mª Rouco Varela
Cardenal-Arzobispo de Madrid
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HOMILÍA del Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal-Arzobispo
de Madrid
en la Fiesta de las Familias
Domingo de la Sagrada Familia
Plaza de Colón, 29.XII.2013
(Eclo 3,2-6.12-14; Sal 83, 2-3. 5-6. 9-10;
1º Jn 3,1-2. 21-24; Lc 2,41-52)
Mis queridos hermanos y hermanas en el Señor, queridas Familias:
1. Hoy, Fiesta de la Sagrada Familia, es día para anunciar de nuevo al
mundo el Evangelio de la alegría: ¡la alegría del Evangelio de la Familia! La alegría
del amor que ha madurado en la fidelidad del esposo a la esposa y de la esposa al
esposo veinticinco, cincuenta y más años. La alegría del primer amor que surge en
los corazones jóvenes como una primera llama que se enciende interiormente a
través de la mirada y del conocimiento mutuo, que traen su causa de un amor más
grande de Alguien que trasciende al novio y a la novia: ¡como una vocación que
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viene de Dios! La alegría del amor matrimonial entre el esposo y la esposa llega a su
máxima expresión cuando fructifica en el esplendor de los hijos, si ninguna causa
inculpable lo imposibilita. ¡Qué bien y que hermosamente canta el Salmista ese
amor fecundo de los esposos que se aman generosamente!: “Tu mujer como parra fecunda en medio de tu casa; tus hijos como renuevos de olivo, alrededor
de tu mesa” (Sal 127, 3). ¡Sí, hoy es el día para proclamar y testimoniar con gozo
la alegría de la Familia como lugar privilegiado para el anuncio del Evangelio a todas
las naciones! Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos ha invitado a emprender
la nueva etapa evangelizadora de la Iglesia marcándola con el sello de la alegría que
brota de las entrañas mismas del Evangelio, porque “con Jesucristo siempre nace
y renace la alegría” (EG, 1) -nos dice-. Y no cabe ninguna duda: a ese Evangelio
de la alegría, que es Jesucristo, pertenece como nota esencial la Buena Noticia de la
Familia: ¡de la familia cristiana! Aquí, en la madrileña Plaza de Colón, os encontráis
hoy, de nuevo un año más, numerosas familias venidas de Madrid, de toda España
y de distintos puntos de Europa, fieles, valientes e incansables. Habéis venido unidas. Unidas en el interior de vosotras mismas por los lazos de un amor que es
respeto, aprecio, cariño, entrega, donación mutua que no pide ni exige precio alguno, salvo el del amor. Unidas entre vosotras en la Comunión de la Iglesia, para
atestiguar públicamente ante el mundo y ante los hombres de nuestro tiempo que la
familia, vivida a la luz de una fe amiga de la razón, en la esperanza y en el amor de
Jesucristo es la fuente de la primera y fundamental alegría: la alegría de la vida nueva
que nace natural y sobrenaturalmente; la alegría capaz de sobreponerse a cualquier
clase de sacrificios, convirtiéndolos en oblación de amor; la alegría duradera, perdurable, segura y fiable porque se funda en la mutua donación entre el marido y la
mujer, entre los padres y los hijos, entre los abuelos y nietos; en último término,
porque se fundamenta y enraíza en la gracia de Dios.
2. Con aquella sabiduría alimentada y madurada en la experiencia
multisecular de la fe de su pueblo en las promesas de Dios, el pueblo de la Antigua
Alianza, probado a lo largo de una historia de acontecimientos y períodos amargos
y tantas veces trágicos como consecuencia de la desobediencia a Él, el autor del
Libro del Eclesiástico acaba de recordarnos la antigua y siempre nueva “regla” del
mandamiento de Dios para poder vivir el bien, el gozo y la paz de la familia: “Dios
hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre
sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respecta a su
madre acumula tesoros… Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo
abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras viva” (cfr. Ecl 3,2-6. 12-14). Se trata de “una regla” -¡“regla
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divina”!- que se puede cumplir; más aún, que se debe de observar cuidadosamente. Es más, esa sabia regla de vida familiar se llena de un contenido nuevo en y por
el Evangelio de la Sagrada Familia de Nazareth. ¡En la familia cristiana, y en virtud
de su dinamismo interior, no resulta ninguna utopía el poder vivir como “elegidos
de Dios, santos y amados” vestidos “de la misericordia entrañable, bondad,
humildad, comprensión”, sabiéndose sobrellevar mutualmente y perdonándose
“cuando alguno tenga quejas con otro”, siguiendo la exigente y misericordiosa
línea de conducta típica de la existencia cristiana dibujada por San Pablo en la
Carta a los Colosenses. Con su clave última de comprensión: “Y por encima de
todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada” (Cfr. Col 3,1221).
3. Justamente es la familia donde se inician y se dan los primeros y decisivos pasos del itinerario de ese amor humano fiel y fecundo sin el cual el nacimiento
y el crecimiento de la sociedad y de toda la humanidad en justicia, solidaridad y en
paz se hace inviable y sin el cual la misma Iglesia no logrará edificarse y consolidarse, día a día, como la comunidad de fe en Jesucristo Redentor del hombre, fundada
y sostenida por Él. Es lo que esperamos y queremos decir cuando con su Doctrina
Social afirmamos que la familia es la célula básica o primaria de la sociedad y de la
comunidad política y, al mismo tiempo, “la eclesiola”, es decir, la célula esencial
para el desarrollo del tejido sobrenatural del Nuevo Pueblo de Dios que es la Iglesia, Cuerpo de Cristo.
4. Dar testimonio del Evangelio de la alegría con obras y palabras en
nuestro tiempo es tarea y urgencia primordial de la familia cristiana. Sin su testimonio, sobre todo en esta hora crucial de la humanidad, la evangelización del mundo
empalidecería y languidecería hasta su desaparición efectiva. Son muchos los tristes
y doloridos que encontramos a nuestro alrededor. ¿Estaremos presenciando y viviendo un nuevo predominio social de la cultura de la tristeza? Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos pone en alerta al inicio de su Exhortación Apostólica
Evangelio Gaudium ante la inminencia de ese peligro: “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza
individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada” (EG, 2). No hay otro
lugar de la experiencia y de la existencia humana donde se puede encontrar quien
pueda consolar, aliviar, ayudar eficazmente y alentar animosamente a los enfermos
crónicos, a los terminales, a los que han perdido el puesto de trabajo, a los desocupados sin expectativas de empleo en tiempo previsible, a los jóvenes que han
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embarrancado sus vidas en el alcohol, en la droga, en el sexo salvaje… que no sea
el ambiente cercano, acogedor, tierno y comprensivo de la familia. Naturalmente,
de la familia en la que la fidelidad mutua, vivida y mantenida con la fuerza del amor
cristiano ofrece brazos abiertos, casa y hogar. En esta dura y persistente crisis, por
la que atraviesan todos los países europeos, la familia cristianamente constituida
está demostrando, una vez más, en una dificilísima coyuntura histórica, su insuperable e insustituible valor para la solidaridad y la paz social. Aunque no sean solo las
circunstancias de extraordinarias contrariedades económicas, sociales y culturales
con las que ha de enfrentarse, sino con algo mucho más complicado y costoso
humana y espiritualmente: un clima de opinión pública y de medio-ambiente ciudadano en el que prima una concepción de la vida personal caracterizada por “la
transitoriedad”, como gusta expresarse el Papa Francisco. Ni siquiera el don de
la vida se entiende como definitivo e inviolable y, por lo tanto, tampoco, el don del
amor.
5. Si siempre ha sido necesaria la luz y la fuerza de la fe para comprender
totalmente, aceptar cordialmente y vivir gozosamente el valor natural de la familia
constituida sobre el matrimonio indisoluble como “la íntima comunidad de vida y
amor conyugal fundada por el Creador” (Vat II, GS, 42), cuanto más lo es hoy
en la agobiante atmósfera intelectual y “mediática”, que nos envuelve, tan contaminada por una visión radicalmente secularizada del mundo y del hombre. ¡No! No
se ha hecho imposible el modelo de la familia cristiana. Esa luz y esa fuerza de la
gracia de una madura fe cristiana la hace invencible y capaz de sobreponerse y
superar cualquier desafío del Maligno y cualquier debilidad nacida del pecado. Esta
fe viva está al alcance de la familia cristiana cuando en la escucha de la Palabra de
Dios, en la oración compartida y en la acción de gracias eucarística se abre a la
gracia de la presencia y del ejemplo de la Sagrada Familia de Nazareth. Desde el
momento en que el Hijo Unigénito de Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo,
toma carne en el seno de la Virgen María y es confiado a la paternidad de San José,
se hace hijo del hombre en el seno de una familia obediente a la ley de Dios y,
formando parte de ella, comienza la obra salvadora del género humano. Desde ese
instante no es sostenible ni admisible, ni en la teoría ni en la práctica, el que se
mantenga la tesis de que la comprensión y la vivencia de la familia en todo el valor
que le viene de Dios Creador no sean posibles. Antes, al contrario, se confirma
definitivamente como la verdadera fórmula personal y social para el bien y la realización plena de la persona humana y para el futuro de la humanidad como una gran
familia en la que impere como suprema ley la ley de la fraternidad entre las personas
y los pueblos. El Santo Padre, el Papa Francisco, actualiza esta verdad con clara
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concisión en su Mensaje para el día de la paz del inminente Año Nuevo 2014: “La
familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y
el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al
mundo con su amor” (Papa Francisco, La Fraternidad, Fundamento y Camino para la Paz, 1).
6. Queridas Familias Cristianas: no tengáis miedo de seguir manteniendo
abierto lo más íntimo de vuestros hogares al don precioso del Evangelio de la Sagrada Familia, al amor de María y José, que por virginal y exhaustivamente realizado y consumado en el amor a su Divino Hijo y en la entrega a su misión salvadora
de ser el Redentor, el Amigo, el Señor y el Hermano de todos los hombres, fue
amor limpio, íntegro, incondicional… modelo sublime de todo amor a Dios y a los
hombres: ¡el modelo por excelencia del amor de Jesucristo! ¡Que ese amor de
María y José aliente, sostenga y santifique vuestro amor de esposos y de padres de
familia, sellado sacramentalmente el día en que habéis contraído santo matrimonio
ante Dios y ante la Iglesia! ¡Que modele también la respuesta de amor de vuestros
hijos y su vivencia mutua como hermanos! Así lo imploramos a Dios en el nuevo día
de la Fiesta de la Sagrada Familia, unidos a toda la familia de los hijos de Dios, que
es la Iglesia, extendida por todos los rincones de la tierra. No estáis solos, como
tampoco lo estaban María y José cuando se desencadena por Herodes la persecución del Niño Jesús y la matanza de “los inocentes”. ¡La oración de innumerables
almas consagradas a la plegaria y a la oblación de sus vidas por la Iglesia os acompaña! Vuestros Pastores y las comunidades eclesiales, a las que pertenecéis, quieren estar y están a vuestro lado con su oración, con su cercanía y amor fraterno: en
las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de vuestra
vida.
7. La Iglesia y el mundo de nuestros días os necesitan -como muy pocas
veces ha sucedido en el pasado- para llevar el Evangelio al corazón del hombre y
de la cultura contemporáneas. Habéis recibido de Dios un don precioso de incalculable valor: el de la fe y el de ser familia cristiana. “Redescubrir la alegría de creer
y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe” (Benedicto XVI, Porta
Fidei). ¡Comunicadla y transmitidla en familia y familiarmente a todas las personas y
a todas las familias vecinas y lejanas, incluso más allá de vuestras fronteras. ¡Sed
familias misioneras! El Papa Francisco os invitaba a reconoceros como tales en el
encuentro mundial de las familias con motivo del año de la Fe el pasado 23 de
octubre: “Las familias cristianas son familias misioneras. Hemos escuchado
en la Plaza de San Pedro el testimonio de familias misioneras. Son misioneras
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también en la vida de cada día, haciendo las cosas de todos los días, ¡poniendo en todo la sal, y la levadura de la fe. ¡Conservar la fe en familia y poner la
sal y la levadura de la fe en las cosas de todos los días!”.
Al finalizar la Liturgia de la Palabra procederemos al envío de más de un
centenar de familias cristianas dispuestas a ser misioneras del Evangelio de la Familia a dondequiera que la Iglesia se proponga enviarlas, sea a países descristianizados
del viejo mundo, sea a países nuevos de “misión ad gentes”. Han recibido mucho
del Señor -¡el don de la fe y de la vida cristiana en sus familias!- y quieren darlo y
comunicarlo a todos. Son unos testigos excepcionales de lo que es y de lo que
significa el amor cristiano y el de compartirlo en plenitud. Quieren ser testigos con
obras y palabras de la presencia salvadora de la Sagrada Familia de Nazareth en la
hora presente de la humanidad. ¡Sembradores a manos llenas del gozo del Evangelio! ¡De la alegría del Evangelio de la familia cristiana!
Los encomendamos al cuidado maternal de la Santísima Virgen, a la protección paternal de San José y a la gracia y a la ternura divina del Niño Jesús. Les
ofrecemos todo nuestro afecto y nuestro cariño de hermanos, todo nuestro apoyo
público y privado y, muy especialmente, nuestra oración. ¡Contad con la oración de
la Iglesia!
Amén.
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VICARÍA GENERAL
NOTA SOBRE LAS SUPUESTAS APARICIONES
DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE
(ANTIGUA YUGOSLAVIA)
El pasado mes de octubre, ante la anunciada visita de uno de los supuestos
videntes de Medjugorje a parroquias de varias diócesis de los Estados Unidos, el
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Arzobispo Gerhard Ludwig
Müller, quiso recordar a los obispos de aquel país, a través del Nuncio Apostólico,
cómo se debe actuar respecto de las supuestas apariciones de la Virgen María en
Medjugorje. Dado que se han recibido consultas sobre este mismo tema y con el fin
de aclarar a los sacerdotes y a todos los fieles cuál es la postura de la Iglesia sobre
este asunto, esta Vicaría General comunica lo siguiente:
1. En este momento, la Congregación para la doctrina de la fe está investigando algunos aspectos doctrinales y disciplinares en relación con los fenómenos
de Medjugorje.
2. En cuanto a la credibilidad de los "apariciones" en cuestión, se debe
aceptar la Declaración de los Obispos de la antigua Yugoslavia, fechada el 10 de
abril de 1991, la cual concluye que "sobre la base de la investigación realizada, no
es posible afirmar la existencia de apariciones o de revelaciones sobrenaturales".
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3. Por consiguiente, no está permitido que ningún fiel católico participe en
reuniones, conferencias o celebraciones públicas en las que se dé por supuesta la
credibilidad de dichas "apariciones".
Madrid, 17 de diciembre de 2013
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COLECTAS IMPERADAS PARA EL AÑO 2014
1200
Campaña contra el hambre
9 de febrero
Día del Seminario
16 de marzo
Campaña contra el paro
6 de abril
Santos Lugares
18 de abril (Viernes Santo)
Día Nacional de Caridad
22 de junio
Óbolo de San Pedro
29 de junio
Domund
19 de octubre
Día de la Iglesia Diocesana
16 de noviembre
CANCILLERÍA-SECRETARÍA
NOMBRAMIENTOS
OTROS OFICIOS
Formador del Seminario Redemptoris Mater: D. Gabriel Benedicto
Casanova (20-09-2013).
Capellán del Hospital de la Princesa: D. Merard Adebayo Fagbrite
(10-12-2013).
Capellanes de la Compañía del Salvador: D. José Mª Magaz Fernández
(3-12-2013) y P. Luis Sánchez Navarro, D.C.J.M. (3-12-2013).
Adjunto a la Asesoría Canónica: D. Alberto Noguero López
(10-12-2013).
1201
DEFUNCIONES
El 3 de diciembre de 2013 falleció Sor ANA MARÍA BAJO SIERRA, a
los 76 años de edad y 21 de vida consagrada en el Monasterio de San Plácido de
las Monjas Benedictinas de Madrid.
El día 13 de diciembre de 2013 falleció Sor CÁNDIDA POZOS
LANDÁZURE, a los 86 años de edad y 62 de vida consagrada en el Monasterio
San Alonso Orozco de las Madres Agustinas en Madrid.
El día 20 de diciembre de 2013 falleció el Rvdo. Sr. D. AGUSTÍN
TEJERINA DÍEZ, sacerdote castrense, diocesano de León. Nació en Las Sañas
(León), el 3 de abril de 1925. Ordenado el 21 de julio de 1951. Estaba jubilado.
El 25 de diciembre de 2013 falleció el Rvdo. Sr. D. GONZALO UTRILLAS
REMÓN, sacerdote diocesano de Madrid. Nació en Celadas (Teruel) el 29-41930. Ordenado en Barcelona, el 15-3-1953. Incardinado en Madrid el 20-51974. Coadjutor de San Hermenegildo (24-9-1974 a 1-10-1979); coadjutor
de Santas Justa y Rufina (1-11-1979 a 25-2-1982); párroco de Santas Justa y
Rufina (25-1-1982 a 20-6-1994); capellán del Hospital Clínico (20-6-1994). Estaba jubilado.
1202
El 26 de diciembre de 2013 falleció D. JAIME BARBEITO, padre del
Rvdo. Sr. D. Juan Barbeito Díaz de Bustamante, sacerdote diocesano de Madrid,
vicario parroquial de la Parroquia de Nuestra Señora de la Fuente del Fresno, de
San Sebastián de los Reyes (Madrid).
El 29 de diciembre de 2013 falleció D. FABIÁN ALONSO, padre del
R.P. Paulino Alonso García, religioso trinitario, capellán del Centro Penitenciario de
Soto del Real (Madrid).
Que así como han compartido ya la muerte de Jesucristo, compartan
también con Él la Gloria de la resurrección.
1203
SAGRADAS ÓRDENES
El día 1 de diciembre de 2013, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. César Augusto
Franco Martínez, Obispo Auxiliar de Madrid, con licencia del Emmo. y Rvdmo. Sr.
Cardenal Arzobispo, confirió, en la Capilla del Colegio Padre Manyanet, de
Alcobendas (Madrid), el Sagrado Orden del Diaconado al religioso Vagner Roberto Simino, S.F.
El día 20 de diciembre de 2013, el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio María
Rouco Varela, Cardenal-Arzobispo de Madrid, confirió, en la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava, de Madrid, el Sagrado Orden del Diaconado al
seminarista D. Pablo Abad Lordán, diocesano de Madrid.
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ACTIVIDADES DEL SR. CARDENAL.
DICIEMBRE 2013
Día 1: Misa del I Domingo de Adviento en la Catedral
Día 2: Visita a una comunidad de seminaristas
Día 3: Consejo Episcopal
Jornada conmemorativa del L aniversario de la Constitución Conciliar sobre
la Sagrada Liturgia
Reunión con Directores de Colegios ‘Misión Madrid’
Visita a una comunidad de seminaristas
Día 4: Reunión de la Comisión Mixta Obispos-Religiosos
Visita pastoral a la Parroquia de San Bernabé
Día 5: Comida con la APE
Día 6: Roma. Reunión del Colegio Español.
Día 7: Vigilia de la Inmaculada en la Catedral
Día 8: Misa en la festividad de la Inmaculada Concepción en la Catedral
Misa en el Seminario Conciliar en la festividad de su Patrona
Día 10: Consejo Episcopal
Entrega de Distinciones Pontificias
Reunión del Consejo de Cáritas y bendición de una Residencia
1205
Día 11: Claustro y Misa en la festividad de San Dámaso, Patrono de la
UESD
Misa en la Catedral en honor a Santa Maravillas de Jesús
Día 12: Comité Ejecutivo
Encuentro con universitarios en la Facultad de Derecho de la UCM
Día 13: Reunión de la Provincia Eclesiástica
Visita con una comunidad de seminaristas
Día 14: clausura Visita Pastoral al Arciprestazgo de Nuestra Señora de la
Peña y los Álamos, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Peña
Día 15: Confirmaciones en la Parroquia de Santa Catalina Labouré
Día 17: Consejo Episcopal
Real Academia Ciencias Morales y Políticas
Presentación último volumen Cardenal Ratzinger editado por La BAC
Día 18: Consejo de Economía CEE
Día 19: Visita a la sede diocesana de Manos Unidas
Día 20: felicitaciones de Navidad
Ordenación de diácono del Instituto Stabat Mater en la Iglesia de las
Calatravas
Día 21: Misa de Navidad en el Seminario Conciliar
Día 22: Misa en la Parroquia de San Sebastián Mártir, de San Sebastián
de los Reyes. Emite la 2 de TVE
Día 24: Misa en la Basílica Pontificia de San Miguel y bendición del
Nacimiento
Visita a la casa de las Misioneras de la Caridad en la casa de Vallecas y en
la del Paseo de la Ermita del Santo
Misa del Gallo en la Catedral y bendición del Nacimiento
Día 25: Misa de Navidad en la Catedral
Día 26: Visita a la Cárcel de Soto del Real
Encuentro con el Instituto Stabat Mater, en Pozuelo
Día 27: Visita al Hospital de Sanchinarro
Misa y votos de las Cruzadas en Ávila
Día 29: Misa de las Familias en la Plaza de Colón
Día 31: Visita a la Residencia de San Pedro (Mutual del Clero)
Vigilia de fin de año en la Catedral.
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INFORMACIÓN
SAGRADAS ÓRDENES EN EL AÑO 2013
PRESBÍTEROS
El día 27 de abril de 2013
D. Fernando Alcázar de Velasco Ferrón.
D. Juan Barbeito Díaz de Bustamante,
D. José Antonio Buceta Toro,
D. Roberto González-Tapia Otero,
D. Pablo Eduardo Lamata Molina,
D. Aitor de la Morena de la Morena,
D. Gonzalo Moreno Ponce,
D. Iván Vicente Munilla Ereña,
D. Manuel Alejandro Navarro Galán,
D. Manuel Antonio Padrón González,
D. Joao Carlos Peixoto Ferreira,
D. Pedro Andrés Perezpayá Alonso,
D. Daniel Rodríguez Diego,
D. Ismael Rojo Pérez,
D. José Javier del Santo Mora,
1207
D. Daniel Sevillano Pascua,
D. Emilio Sierra García,
D. Jesús José Trullenque Quintana,
D. Ramón Uceta García
D. Jorge Raúl Vargas Canteros,
D. Rafael Ángel Vega Corrales y
D. Jersy Joan Venegas Riera
DIÁCONOS
El día 11 de mayo de 2013 (Diaconado Permanente)
D. Víctor Manuel Fuentes García,
D. Francisco Manuel Gómez Vela,
D. Fausto Marín Chiva y
D. Bienvenido Nieto Gómez
El día 15 de junio de 2013
D. Jaime Alier Iglesias,
D. Marcelino José Gomes de Costa,
D. Rafael Gómez Miranda,
D. Santiago José Hernández Márquez,
D. Luis María Hourcade Bueno,
D. Francisco Javier Larrocha Clerencia,
D. Jorge Gerardo Morales Arráez,
D. Daniel Navarro Úbeda,
D. Raúl del Olmo Muñoz,
D. Elías Cristóbal Roperto Infante,
D. José Ramón Rubio Moldenhauer,
D. Marcos Torres Fernández,
D. Luis Alfonso Vargas Velásquez,
D. Felipe de la Vega Soto Yarritu,
El día 20 de diciembre de 2013
D. Pablo Abad Lordán.
1208
SACERDOTES INCARDINADOS EN EL AÑO 2013
Juan Paulino ARGÜELLO GONZÁLEZ. Operarios del Reino de Cristo.
27/05/2013.
Sergio FRADES ESTEBAN. Operarios del Reino de Cristo. 27/05/2013.
Carlos GONZÁLEZ PANIAGUA. Cuzco-Perú. 13/11/2013.
Juan Ignacio JIMÉNEZ FRISUELOS. Getafe. 20/12/2013.
Juan María LÓPEZ DE LA VARGA. Operarios del Reino de Cristo.
27/05/2013.
Feliciano RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ. Burgos. 04/09/2013.
José María RUIZ UCEDA. Operarios del Reino de Cristo. 27/05/2013.
Emergiste RUKEBESHA. Kabgayi-Rwanda. 24/06/2013.
Pedro SAZ CARRASCO. Somascos. 18/06/2013.
Julio César VIDAL FERNÁNDEZ. Espiritados. 16/01/2013.
1209
SACERDOTES FALLECIDOS EN EL AÑO 2013
D. Ramón ALONSO RIVAS. 22/04/2013.
D. Gabriel BLANCO LOIZELIER. 30/06/2013.
D. Eugenio CARRASCO MEDINA. 27/02/2013.
D. Cesidio COB ESTEBAN. 04/01/2013.
D. Emilio DÁVILA CABALLERO. 30/09/2013.
D. Luciano DURÁN MARTÍN. 14/02/2013.
D. Manuel FERNÁNDEZ MONTOYA. 21/11/2013.
D. Alejandro GALLEGO CALVO. 07/10/2013.
Ilmo. Mons. D. Guillermo GESTA DE PIQUER. 06/03/2013.
M. Iltre. Sr. D. José Luis IRIZAR ARTIACH. 25/10/2013.
D. Luis LOMINCHAR MARTÍNEZ. 08/02/2013.
D. Agustín MARTÍN FERNÁNDEZ. 24/03/2013.
D. Julián ORTEGA BEDOYA. 30/10/2013.
Ilmo. Mons. D. Fernando PASTOR JIMÉNEZ. 24/08/2013.
D. José PAZ SERRANO. 30/10/2013.
Ilmo. Mons. D. Fernando PORRAS GARCÍA. 16/08/2013.
D. José María ROMERAL ESCRIBANO. 24/07/2013.
D. Secundino SANTOS MIGUEL. 24/03/2013.
D. Vicente SERRANO MUÑOZ. 01/05/2013.
D. Gonzalo UTRILLAS REMÓN. 25/12/2013.
D. Pablo VALDERICEDA DE LAS HERAS. 22/09/2013.
1210
DELEGACIÓN EPISCOPAL
PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE LA SIERVA DE DIOS
ASCENSIÓN SÁNCHEZ SÁNCHEZ
ANTONIO MARÍA ROUCO VARELA
CARDENAL-ARZOBISPO DE MADRID
Dª María Teresa Sánchez Valle, Postuladora legítimamente constituida en la
Causa de la Sierva de Dios Ascensión Sánchez Sánchez, me pide introduzca la
Causa de Canonización de la misma.
El artículo 11/b de las NORMAE SERVANDAE de la Congregación de las
Causas de los Santos, de fecha 7 de febrero de 1983, establece que debe hacerse
pública en la Diócesis la petición del Postulador, invitando a todos los fieles a que
manifiesten todo aquello que pueda ser útil en la Causa, tanto a favor como en
contra de la misma.
En consecuencia exhorto a todos los fieles de esta Archidiócesis, para que en
el plazo de 40 días, a partir de la publicación de este Decreto, expongan a mí o a mi
Delegado Episcopal para las Causas de los Santos, todo aquello que pueda ser útil
1211
en la introducción de la mencionada Causa, incluso lo que pueda ser contrario a la
misma; y presenten los escritos o documentos que tengan en su poder relativos a la
Sierva de Dios.
Madrid, 13 de diciembre de 2013.
† Antonio María Rouco Varela
Cardenal-Arzobispo de Madrid
Por mandato de su Emcia. Rvdma.
Alberto Andrés Domínguez
1212
Diócesis de Alcalá de Henares
CANCILLERÍA-SECRETARÍA
ACTIVIDADES DEL SR. OBISPO.
DICIEMBRE 2013
1 Domingo
I DE ADVIENTO
* A las 13:00 h. Santa Misa en Villarejo de Salvanés por su patrón, San
Andrés.
* A las 17:30 h. en la Catedral-Magistral rito con los catecúmenos.
* A las 19:30 h. en el Salón de Actos del Palacio Arzobispal pregón de
Navidad.
3 Martes
San Francisco Javier
* A las 10:30 h. visitas de sacerdotes en el Palacio Arzobispal.
* A las 20:00 h. Eucaristía con el Seminario Mayor Diocesano “La Inmaculada
y de los Santos Justo y Pastor”.
4 Miércoles
San Juan Damasceno, presbítero y doctor. Santa Bárbara, virgen y mártir
* A las 10:30 h. Colegio de Consultores.
* A las 17:30 h. Consejo Diocesano de Asuntos Económicos.
5 Jueves
Santa Crispina Thagorense, madre de familia y mártir
* A las 10:30 h. visitas de sacerdotes en el Palacio Arzobispal.
1213
6 Viernes
San Nicolás, obispo
* A las 12:30 h. en el Convento de las Carmelitas de “la Imagen” Santa
Misa y bendición de una imagen de Santa Teresa de Jesús para la parroquia de
Santa Teresa de Alcalá de Henares.
* A las 21:00 h. Vigilia de Oración con Jóvenes en la Capilla de la Inmaculada
del Palacio Arzobispal.
7 Sábado
San Ambrosio, obispo y doctor
* A las 21:00 h. en la parroquia de Santa María de Alcalá de Henares Vigilia
de la Inmaculada.
8 Domingo
LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, Patrona de España y del Arma de Infantería
* A las 19:30 h. en la Catedral-Magistral institución de ministerios de lector
y acólito.
9 Lunes
San Juan Diego Cuachtlatoatzin
* Por la tarde visita en Roma al Presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia, Mons. Livio Melina.
10 Martes
Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir
* Por la mañana visita en Roma al Presidente del Pontificio Consejo para la
Familia, S.E. Mons. Vincenzo Paglia.
11 Miércoles
San Dámaso I, papa
* A las 10:30 h. Rueda de prensa en Madrid para presentar la Misa de las
familias del domingo día 29.
* A las 12:30 h. en el Seminario de Madrid Santa Misa por la fiesta de San
Dámaso
* A las 17:30 h. en el Palacio Arzobispal charla y Santa Misa con la Asociación de Mujeres Democráticas Independientes Complutenses.
12 Jueves
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, Patrona de América y Filipinas
* A las 11:30 h. Charla y Santa Misa en el Triduo de Adviento de las Marías
de los Sagrarios.
* A las 17:00 h. visita en el Palacio Arzobispal.
1214
* A las 20:30 h. Rito de la entrega de Biblias en la parroquia de Ntra. Sra.
de la Soledad de Torrejón de Ardoz a una de las Comunidades Neocatecumenales
de dicha parroquia.
13 Viernes
Santa Lucía, virgen y mártir
* A las 11:00 h. reunión con la Provincia Eclesiástica de Madrid.
* A las 21:00 h. Vigilia de Oración con Familias en la Capilla de la Inmaculada
del Palacio Arzobispal.
14 Sábado
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor.
* A las 20:00 h. confirmaciones en Campo Real.
15 Domingo
III DE ADVIENTO «Gaudete»
* A las 12:00 h. en la parroquia San Gabriel de la Poveda San Misa de
reinauguración del templo.
* A las 16:30 h. en Ekumene Rito del Primer Escrutinio de la Comunidad
Neocatecumenal de la Parroquia de San Maximiliano Kolbe de Rivas-Vaciamadrid.
* A las 20:00 h. Santa Misa con la Cofradía de los Doctrinos por su patrona la Virgen de la Esperanza.
17 Martes
San Modesto, obispo
* A las 11:00 h. Jornada Sacerdotal.
*A las 18:00 h. visita en el Palacio Arzobispal.
*A las 19:00 h. en el Salón de Actos del Palacio Arzobispal presentación
del vídeo: “Un paseo por Palacio. Recreación virtual al Palacio Arzobispal de Alcalá
de Henares, incendiado en agosto de 1939”.
* A las 20:00 h. Eucaristía con el Seminario Mayor Diocesano.
18 Miércoles
Ntra. Sra. de la Esperanza.
* A las 11:00h. Consejo Episcopal.
* A las 19:30 h. en la Universidad Francisco de Vitoria presentación del
libro titulado «La grandeza del amor humano», comentario al documento de la Conferencia Episcopal Española (CEE) «La verdad del amor humano. Orientaciones
sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar».
19 Jueves
San Anastasio I, papa.
* A las 11:00 h. visitas de sacerdotes en el Palacio Arzobispal.
1215
* A las 12:00 h. en el Convento de San Bernardo de Alcalá de Henares
presentación de la campaña vinculada a Cáritas y Manos Unidas “Una sola familia
humana, alimentos para todos”
* A las 13:30 h. entrevista para la COPE.
* A las 18:00 h. fiesta musical de Navidad del Colegio Diocesano San Juan
Evangelista en Torrejón de Ardoz.
* A las 20:00 h. en el Salón de Actos del palacio Arzobispal Civitas Dei
Aula Cultural Cardenal Cisneros. Conferencia “La novedad de lo femenino y su
vocación para el mundo’”, a cargo de la Dra. Feliciana Merino, Directora del Centro “Maryam” de Estudios de la Mujer (Granada).
* A las 21:45 h. cena de Navidad en el Seminario.
20 Viernes
* Felicitaciones navideñas en el Palacio Arzobispal:
- 12:00 h. Manos Unidas.
- 12:30 h. Caritas.
- 13:00 h. Curia, a continuación ágape fraterno.
- 18:00 h. Felicitaciones de Navidad.
21 Sábado
San Pedro Canisio, presbítero y doctor de la Iglesia. San Miqueas, profeta
* A las 11:00 h. felicitaciones de Navidad en el Palacio Arzobispal
* A las 13:00 h. en la Capilla de la Inmaculada del Palacio Arzobispal felicitación navideña del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y familia.
* A las 18:00 h. en el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis “Regina
Familiae” Santa Misa y felicitación navideña.
22 Domingo
IV DE ADVIENTO
* A las 13:00 h. Sembradores de Estrellas en la plaza de la Capilla del Oidor
de Alcalá de Henares.
* A las 17:30 h. Concierto de Navidad en Carmelitas de la Imagen.
* A las 19:00 h. Zarzuela de Caritas en teatro Cervantes.
* A las 20:00 h. en la Capilla de la Inmaculada del Palacio Arzobispal felicitación navideña con el Camino Neocatecumenal de la Diócesis y a continuación
ágape fraterno.
23 Lunes
San Juan de Kety, presbítero
* A las 10:30 h. en el Convento de Carmelitas Descalzas del Corpus Christi
de Alcalá de Henares funeral por una religiosa.
1216
* En el Palacio Arzobispal entrevista para TVE2.
* A las 18:00 h. en el Palacio Arzobispal felicitaciones de Navidad.
24 Martes
Conmemoración de todos los santos antepasados de Jesucristo
Festivo en la Curia
TIEMPO DE NAVIDAD.
* A media noche Misa del Gallo en la “Santa e Insigne Catedral-Magistral
de Alcalá de Henares”.
25 Miércoles
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
26 Jueves
SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR
27 Viernes
SAN JUAN, apóstol y evangelista
28 Sábado
LOS SANTOS INOCENTES, mártires
* A las 19:30 h. Santa Misa de las Familias en la Catedral-Magistral.
29 Domingo
LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ A
“Jornada por la Familia y la Vida”
* A las 12:00 horas Eucaristía de la Sagrada Familia en la plaza de Colón de
Madrid.
30 Lunes
San Félix I, papa
31 Martes
San Silvestre I, papa
Festivo en la Curia.
1217
DEFUNCIONES
El día 4 de enero falleció en Palma de Mallorca Dña. Catalina PORTAS
COSTAS, madre del Rvdo. D. Miguel Ángel FRONTERA PORTAS, párroco de
la Parroquia de San Juan Evangelista en Torrejón de Ardoz.
Que así como han compartido ya la muerte de Jesucristo, compartan
también con Él la Gloria de la resurrección.
1218
Diócesis de Getafe
SR. OBISPO
HOMILÍA DE D. JOAQUÍN Mª
EN LA VIGILIA DE LA INMACULADA,
EL SÁBADO 7 DE DICIEMBRE,
EN EL SANTUARIO DEL SAGRADO CORAZÓN DEL
CERRO DE LOS ÁNGELES
Querido hermano en el episcopado, Don José, queridos sacerdotes,
seminaristas y consagrados. Queridos hermanos todos.
Hoy la Virgen María, que fue concebida sin pecado, nos convoca, como
madre, para que vivamos el gozo de sentirnos, con ella, en familia junto a su Hijo
Jesucristo, que es nuestra vida, nuestra alegría y nuestro mayor bien. Jesucristo es
nuestro gran tesoro, que ha llegado a nosotros gracias a la generosidad de María,
que supo decir SÍ, con valentía, a la voluntad de Dios, aceptando ser la Madre del
Redentor, según el plan de salvación que Dios había preparado desde antiguo para
la humanidad entera.
Nos sentimos felices en este momento, junto a muchas personas muy queridas para nosotros, con las que compartimos en nuestras parroquias y comunidades el camino de la fe, y junto a otras muchas que, aunque no las conocemos
1219
directamente, sabemos que están íntimamente unidas a nosotros en el amor a Jesucristo y en el amor a la Virgen María y a la Iglesia.
En un antiguo himno, del siglo VIII, por tanto de hace más de mil años, la
Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, llamándola “estrella del mar”: Ave maris
stella. La vida humana es un camino; pero ¿a dónde nos conduce ese camino?
¿Hacia qué meta nos lleva? ¿Cómo podremos encontrar el verdadero rumbo?
La vida es como un viaje por el mar de nuestra propia historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que intentamos escudriñar los astros que nos
vayan indicando la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son para nosotros luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre
todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también
luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así
orientación en nuestro camino por la vida. Y, ¿quién mejor que la Virgen María
podría ser para nosotros estrella de esperanza? Ella con su SÍ abrió la puerta de
nuestro mundo a Dios mismo. A ella nos encomendamos en esta Año de la Esperanza que acabamos de empezar.
Muchos sabéis la fuerte llamada que hace el Señor a la Iglesia entera y, en
particular a nuestra diócesis, a ser misioneros, a convertir nuestra diócesis en una
diócesis “en misión”; a ser, todos los que formamos esta gran familia diocesana,
discípulos misioneros. El Señor nos invita a una Gran Misión que lleve el gozo del
Evangelio a todos los rincones de nuestra diócesis. El Señor quiere que, guiados
por María, seamos estrellas de esperanza para esa gran multitud de hermanos nuestros que vagan por el océano tempestuoso de la vida, desorientados y sin rumbo.
El pasaje del Evangelio que hemos escuchado nos va a ayudar a descubrir
a la Virgen María como la maestra que nos enseña qué es, según el plan de Dios, la
auténtica y verdadera Misión. Ella nos va a acompañar, como estrella de la esperanza, que guíe nuestro camino. Ella va a ser la que ponga a Jesús en nuestro corazón para que hablemos a los hombres de Él; Ella nos va a introducir en el dinamismo
de la misión, escuchando devotamente la Palabra de Dios, custodiándola con celo
y trasmitiéndola con fidelidad.
Os invito a contemplar a María en ese momento de la visitación a su prima
Isabel que nos describe san Lucas en el Evangelio que acabamos de escuchar (cf.
Lc 1, 39ss).
1220
El Evangelio nos dice que la Virgen después de haber escuchado el mensaje
del ángel y después de haber aceptado, como esclava del Señor, la misión que se le
ha confiado, se levantó, se puso en camino con prisa hacia la montaña, a una
ciudad de Judá; y, después de un largo y difícil camino atravesando el desierto,
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y, como fruto de ese saludo y de
este encuentro, Isabel se llenó de Espíritu Santo y la casa entera se inundó de
alegría. Vamos a meditar brevemente este Evangelio en cuatro puntos.
PRIMER PUNTO. Lo primero que hace la Virgen después de conocer lo
que Dios quiere de ella es levantarse. La Virgen no se queda pasiva. No se queda
inerte, esperando que todo se lo den hecho. Sabe que Dios cuenta con ella. El ángel
ya la ha dejado y no volverá aparecer más en su vida. Es el momento de poner en
acción los dones inmensos que ha recibido de Dios. María siente en su corazón el
dinamismo de la misión: tiene que comunicar a Isabel la gracia que ha recibido.
María siente la urgencia de llevar a Jesús, que es el Hijo del Dios Altísimo, y que,
como hombre, ya ha concebido en su vientre, a su pariente Isabel para que ella
también goce de esta bendita presencia.
Queridos amigos, queridos hermanos, hagamos como María. Tenemos que
levantarnos. Tenemos que salir del sueño. “Daos cuenta -nos decía el domingo
pasado el apóstol san Pablo- del momento en que vivís, ya es hora de despertaros
del sueño (…) la noche está avanzada, el día se echa encima dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz” (Rm 13,11-14) Tenemos que despertar de nuestro tedio, tenemos que salir de una fe tibia e inoperante,
para acoger al Señor. Es el mensaje del Adviento que, en este año ha de convertirse, en preparación para la venida del Señor en esta Gran Misión que nos espera.
Dios nos ha enriquecido con muchos dones. Dios ha cuidado de nosotros. Dios nos
ha hecho experimentar en muchos momentos el gozo de su presencia. A pesar de
nuestras muchas caídas, Dios siempre nos ha perdonado y nos ha hecho sentir el
consuelo de su misericordia. Es el momento de dar a los demás los dones que
hemos recibido. Hay que levantarse, como María, para llevar a todos la gracia del
amor divino.
SEGUNDO PUNTO. En segundo lugar, dice el Evangelio que María se
puso en camino de prisa hacia la montaña a una ciudad de Judá. El camino
que va a emprender María nos es un camino cualquiera, no es un paseo placentero.
El camino que emprende María es un camino que tiene que atravesar un duro y
peligroso desierto. Los que hemos estado en Palestina sabemos cómo es ese de1221
sierto. Es un desierto árido, seco, sin vida aparente, solitario y lleno de amenazas.
Es un desierto capaz de atemorizar a cualquiera; pero María es valiente. María tiene
a Cristo en su seno. María está llena de amor. No hay desierto capaz de detener el
anhelo misionero de María.
Dice el Evangelio que María se puso en camino de prisa. María tiene prisa
por llevar a Cristo a los demás, No se para a pensar en las ventajas e inconvenientes de ese duro y peligroso camino. María se lanza a la aventura porque el Espíritu
de fortaleza, de sabiduría, de ciencia y de piedad, llena su vida. Es el Espíritu Santo
el que la lleva. Y Ella no se resiste a ese impulso del Espíritu, no pone obstáculos. Le
abre la puerta.
Aprendamos de María a vencer los temores que nos paralizan. Siempre
andamos calculando, siempre andamos midiendo nuestras fuerzas, siempre estamos aferrados a lo que consideramos nuestros propios recursos. Pero cuando hacemos eso, ¿Qué le dejamos al Señor? ¿Dónde está nuestra confianza en Él? ¿Qué
significan para nosotros su amor y su gracia?
María no tuvo miedo de entrar en el desierto. La Misión supone entrar en
muchos desiertos. No tengamos miedo a los desiertos. Para evangelizar hay que
entrar en los desiertos; hay que atravesar muchos desiertos. Benedicto XVI, en la
Misa del inicio de su pontificado nos hablaba de los diversos desiertos en los que
viven los hombres. “Hay muchas formas de desierto: el desierto de la pobreza, el
desierto del hambre y de la sed; el desierto del abandono, de la soledad y del amor
quebrantado. Existe también el desierto de la oscuridad de Dios y del vacío de las
almas que ya no tienen conciencia de la dignidad y del rumbo del hombre”. Entremos con María en estos desiertos para ofrecerles la vida divina que es capaz de
hacer fructificar hasta las tierras más áridas.
TERCER PUNTO. En tercer lugar dice el Evangelio que María entró en
casa de Zacarías y saludó a Isabel. La virgen no se queda a la puerta, entra en la
casa, entra en el corazón de esa familia, entra en su vida, en sus preocupaciones, en
su intimidad, en sus sufrimientos y en sus alegrías. Y entra, no para curiosear, sino
para servir y para amar.
El Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium nos
dice que una Iglesia misionera es una Iglesia que se involucra, lo mismo que se
involucró Jesús con sus discípulos lavándoles los pies y poniéndose ante ellos como
1222
“el que sirve”. “El Señor -dice el Papa- se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos:
“Seréis felices si hacéis esto” (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con
obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, acorta distancias, se abaja hasta la
humillación si es necesario y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de
Cristo en el pueblo” (EG n. 24).
Aprendamos de María a entrar en la vida de los hombres amando y
sirviendo. Aprendamos a involucrarnos, como Cristo, dando la vida por ellos.
En esto consiste la Misión: en llevar vida, en dar vida: una vida llena de felicidad
y de esperanza.
CUARTO PUNTO. En cuarto lugar, siguiendo la meditación de este paaje
del Evangelio de la Visitación, vemos que son dos los frutos del saludo de María:
Isabel se llenó de Espíritu Santo y la criatura saltó de alegría en su vientre.
El Espíritu Santo y la alegría son los frutos de la Misión.
El primer fruto y la fuente de todos los demás frutos es el don del Espíritu
Santo. Isabel se llena de Espíritu Santo porque María está llena de Espíritu Santo,
está llena de Dios. La llena de gracia, que lleva en sus entrañas al Hijo de Dios, se
convierte en portadora de gracia.
María es la imagen de la Iglesia, que lleva a Cristo en su seno y tiene como
misión ofrecer a los hombres la gracia divina, el don del Espíritu. La Misión de la
Iglesia, nuestra Misión, es derramar sobre los hombres la gracia del Espíritu Santo.
Nuestra Misión es llevarles el Espíritu Santo, que es Señor y dador de vida y que,
como decimos en la secuencia de Pentecostés, es capaz de “regar la tierra en sequía, de sanar el corazón enfermo, de lavar las manchas, de infundir calor de vida en
el hielo, de domar el espíritu indómito, de guiar al que tuerce el sendero”. Nuestra
Misión es, como la de María, poner a los hombres junto a Jesús, el Ungido por el
Espíritu Santo, que ha venido al mundo para “evangelizar a los pobres, proclamar a
los cautivos la libertad y devolver la vista a los ciegos, a poner en libertad a los
oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,19).
Pidamos a María en esta Vigilia Santa que despierte en nosotros el entusiasmo por la Misión. Que el miedo, la pereza, el desinterés o la desgana no sean
capaces de amortiguar en nosotros el amor a Cristo y a los hermanos. Que pensemos en todos aquellos que por nuestra palabra, nuestro testimonio y nuestra pasión
1223
misionera, con la ayuda de la gracia divina y con su respuesta libre, pueden salir del
vacío y la oscuridad de una vida sin sentido para encontrarse con la luz de Cristo,
para sentir el consuelo de su misericordia y para experimentar el amor de una Iglesia que les acoge como hermanos.
El segundo fruto de la visita y del saludo de María es la alegría. La alegría
inunda toda la casa. Isabel se llena de alegría, la criatura salta de alegría en su
vientre y María, llena de gozo, entona un himno de alabanza a Dios diciendo: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humildad de su sierva” (Lc 1,47). Es la alegría que también hoy
nos llena a nosotros. Es la alegría de Dios, que nadie podrá arrebatarnos. Es la
alegría del Evangelio que llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran
con Jesús.
El Papa Francisco, al final de su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium,
nos dice que hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia,
porque, cada vez que miramos a María, volvemos a creer en el valor revolucionario
de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son las
virtudes de los débiles, sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para
sentirse importantes, Mirando a María descubrimos que la misma que alababa a
Dios porque “derriba del trono a los poderosos y despide vacíos a los ricos” es la
que pone calor de hogar en nuestra búsqueda de justicia y nos ayuda a reconocer
las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles.
Virgen y Madre María, tú que movida por el Espíritu Santo acogiste al
Verbo de la Vida en la profundidad de tu humilde fe, llénanos de ardor misionero para llevar a todos el Evangelio de la Vida que vence la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a
todos el don de la belleza que no se apaga: Jesucristo tu Hijo que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amen (cf. EG n. 288).
1224
CANCILLERÍA-SECRETARÍA
NOMBRAMIENTO
JOAQUÍN MARÍA LÓPEZ DE ANDUJAR y CÁNOVAS DEL CASTILLO
por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica
OBISPO DE GETAFE
Da MARÍA JESÚS HERNANDO GARCÍA
La Iglesia, Esposa de Cristo, está fundada sobre la roca de Pedro (cf. Mt
16,15) Y»es, en este mundo, el sacramento de la salvación, el signo y el instrumento
de la comunión con Dios y entre los hombres» (Catecismo de la Iglesia Católica,
n. 780). Por lo tanto, «esta es la única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el
Credo que es una, santa, católica y apostólica» (Lumen gentium, n. 8).
En este sentido, «promover la restauración de la unidad entre todos los
cristianos es uno de los principales propósitos que se ha propuesto el Sacrosanto
Concilio Vaticano II. Porque una sola es la Iglesia fundada por Cristo Señor; muchas son, sin embargo, las comuniones cristianas que a sí mismas se presentan a los
hombres como la verdadera herencia de Jesucristo; todos se confiesan discípulos
del Señor, pero sienten de modo distinto y siguen caminos diferentes, como si el
mismo Cristo estuviera dividido. Esta división es abiertamente contraria a la volun1225
tad de Cristo, es un escándalo para el mundo y daña a la santísima causa de la
predicación del Evangelio a todos los hombres» (Unitatis redintegratio, n. 1).
Para promover la acción ecuménica y el diálogo interreligioso, conforme a
la fe que siempre ha profesado la Iglesia católica, conociendo tu preparación
teológica y tus cualidades personales, por las presentes, y ad voluntatem Episcopi
te nombro
DELEGADA DIOCESANA DE ECUMENISMO
Confía, para el desempeño de este cargo pastoral en la oración de la Iglesia
y en la bendición del Obispo.
Getafe, 29 de diciembre de 2013, Fiesta de Santo Tomás Becket, obispo y
mártir, en el Año de la Esperanza.
† Joaquín María López de Andújar y Canovas del Castillo
Obispo de Getafe
Por mandato de S.E. Rvdma.
Francisco Armenteros Montiel
Canciller Secretario General
(Libro 2, N° 1472)
1226
INCARDINACIONES
Santiago Rodrígo Puig, el 28 de febrero de 2013.
1227
ORDENACIONES
El 12 de octubre de 2013, en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús,
del Cerro de los Ángeles, el Obispo de la Diócesis, D. Joaquín María López de
Andújar presidió la ceremonia de ordenación sacerdotal de:
Manuel Moreno Jiménez,
José Manuel Moreno Domínguez,
Bernardo Zulliger Pizarro y
Álvaro Aceituno García
y de diácono de:
Eduardo Armada Ortiz de Zugasti,
D. José Miguel Díaz Sierra.
1228
RITO DE ADMISIÓN A ÓRDENES
El viernes 20 de diciembre, a las 19:00h, en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles –Getafe–, el Obispo de la Diócesis,
D. Joaquín María López de Andújar, presidió el rito de Admisión a Órdenes de
diaconado y presbiterado de:
Andrés Castellano Marín
Francisco Javier Mena Quintana
Javier Merino López
José Manuel Ramos Romacho
Daniel Rojo Fernández
Joe Patricio Talavera Carpio y
Francisco Javier Zaera Bengoechea.
1229
1230
Iglesia Universal
MENSAJE URBI ET ORBI
DEL SANTO PADRE FRANCISCO
NAVIDAD 2013
Miércoles 25 de diciembre de 2013
«Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que Dios ama »
(Lc 2,14)
Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, ¡buenos días
y feliz Navidad!
Hago mías las palabras del cántico de los ángeles, que se aparecieron a los
pastores de Belén la noche de la Navidad. Un cántico que une cielo y tierra, elevando al cielo la alabanza y la gloria y saludando a la tierra de los hombres con el deseo
de la paz.
1231
Les invito a todos a hacer suyo este cántico, que es el de cada hombre y
mujer que vigila en la noche, que espera un mundo mejor, que se preocupa de los
otros, intentado hacer humildemente su proprio deber.
Gloria a Dios.
A esto nos invita la Navidad en primer lugar: a dar gloria a Dios, porque es
bueno, fiel, misericordioso. En este día mi deseo es que todos puedan conocer el
verdadero rostro de Dios, el Padre que nos ha dado a Jesús. Me gustaría que todos
pudieran sentir a Dios cerca, sentirse en su presencia, que lo amen, que lo adoren.
Y que todos nosotros demos gloria a Dios, sobre todo, con la vida, con una
vida entregada por amor a Él y a los hermanos.
Paz a los hombres.
La verdadera paz – como sabemos – no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura «fachada», que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso cotidiano, y la paz es también artesanal, que se logra contando con el don de
Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo.
Viendo al Niño en el Belén, niño de paz, pensemos en los niños que son las
víctimas más vulnerables de las guerras, pero pensemos también en los ancianos, en
las mujeres maltratadas, en los enfermos… ¡Las guerras destrozan tantas vidas y
causan tanto sufrimiento!
Demasiadas ha destrozado en los últimos tiempos el conflicto de Siria, generando odios y venganzas. Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo
sirio se vea libre de más sufrimientos y las partes en conflicto pongan fin a la violencia y garanticen el acceso a la ayuda humanitaria. Hemos podido comprobar la
fuerza de la oración. Y me alegra que hoy se unan a nuestra oración por la paz en
Siria creyentes de diversas confesiones religiosas. No perdamos nunca la fuerza de
la oración. La fuerza para decir a Dios: Señor, concede tu paz a Siria y al mundo
entero. E invito también a los no creyentes a desear la paz, con su deseo, ese deseo
que ensancha el corazón: todos unidos, con la oración o con el deseo. Pero todos,
por la paz.
Concede la paz, Niño, a la República Centroafricana, a menudo olvidada
por los hombres. Pero tú, Señor, no te olvidas de nadie. Y quieres que reine la paz
1232
también en aquella tierra, atormentada por una espiral de violencia y de miseria,
donde muchas personas carecen de techo, agua y alimento, sin lo mínimo indispensable para vivir. Que se afiance la concordia en Sudán del Sur, donde las tensiones
actuales ya han provocado demasiadas víctimas y amenazan la pacífica convivencia
de este joven Estado.
Tú, Príncipe de la paz, convierte el corazón de los violentos, allá donde se
encuentren, para que depongan las armas y emprendan el camino del diálogo. Vela
por Nigeria, lacerada por continuas violencias que no respetan ni a los inocentes e
indefensos. Bendice la tierra que elegiste para venir al mundo y haz que lleguen a
feliz término las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos. Sana las llagas de
la querida tierra de Iraq, azotada todavía por frecuentes atentados.
Tú, Señor de la vida, protege a cuantos sufren persecución a causa de tu
nombre. Alienta y conforta a los desplazados y refugiados, especialmente en el
Cuerno de África y en el este de la República Democrática del Congo. Haz que los
emigrantes, que buscan una vida digna, encuentren acogida y ayuda. Que no asistamos de nuevo a tragedias como las que hemos visto este año, con los numerosos
muertos en Lampedusa.
Niño de Belén, toca el corazón de cuantos están involucrados en la trata de
seres humanos, para que se den cuenta de la gravedad de este delito contra la
humanidad. Dirige tu mirada sobre los niños secuestrados, heridos y asesinados en
los conflictos armados, y sobre los que se ven obligados a convertirse en soldados,
robándoles su infancia.
Señor, del cielo y de la tierra, mira a nuestro planeta, que a menudo la
codicia y el egoísmo de los hombres explota indiscriminadamente. Asiste y protege
a cuantos son víctimas de los desastres naturales, sobre todo al querido pueblo
filipino, gravemente afectado por el reciente tifón.
Queridos hermanos y hermanas, en este mundo, en esta humanidad hoy ha
nacido el Salvador, Cristo el Señor. No pasemos de largo ante el Niño de Belén.
Dejemos que nuestro corazón se conmueva: no tengamos miedo de esto. No tengamos miedo de que nuestro corazón se conmueva. Tenemos necesidad de que
nuestro corazón se conmueva. Dejémoslo que se inflame con la ternura de Dios;
necesitamos sus caricias. Las caricias de Dios no producen heridas: las caricias de
Dios nos dan paz y fuerza. Tenemos necesidad de sus caricias. El amor de Dios es
1233
grande; a Él la gloria por los siglos. Dios es nuestra paz: pidámosle que nos ayude a
construirla cada día, en nuestra vida, en nuestras familias, en nuestras ciudades y
naciones, en el mundo entero. Dejémonos conmover por la bondad de Dios.
—————————————————
FELICITACIÓN NAVIDEÑA TRAS EL MENSAJE URBI ET ORBI
A todos ustedes, queridos hermanos y hermanas, venidos de todas partes
del mundo a esta Plaza, y a cuantos desde distintos países se unen a nosotros a
través de los medios de comunicación social, les deseo Feliz Navidad.
En este día, iluminado por la esperanza evangélica que proviene de la humilde gruta de Belén, pido para todos ustedes el don navideño de la alegría y de la paz:
para los niños y los ancianos, para los jóvenes y las familias, para los pobres y
marginados. Que Jesús, que vino a este mundo por nosotros, consuele a los que
pasan por la prueba de la enfermedad y el sufrimiento y sostenga a los que se
dedican al servicio de los hermanos más necesitados. ¡Feliz Navidad a todos!
1234
HOY DOMINGO
HOJA LITÚRGICA DE LA DIÓCESIS DE MADRID
1. La Hoja está concebida como medio semanal de formación litúrgica, con el fin de
preparar la Misa dominical o profundizar después de su celebración. Es la única Hoja litúrgica
concebida primordialmente para los fieles y comunidades religiosas.
2. Sirve de manera especial a los miembros de los equipos de litúrgica y para los que
ejercen algún ministerio en la celebración. También ayuda eficazmente al sacerdote celebrante
para preparar la eucaristía y la homilía.
3. En cada suscripción se incluye para el sacerdote celebrante una hoja con moniciones
para cada domingo y observaciones de pastoral litúrgica para los diferentes tiempos y celebraciones especiales.
4. En muchas parroquias de Madrid se coloca junto a la puerta de entrada del templo, con
el fin de que los fieles puedan recogerla y depositar un donativo, si lo creen oportuno. Son
muchos los fieles que agradecen este servicio dominical.
NORMAS GENERALES DE FUNCIONAMIENTO
- SUSCRIPCIÓN MÍNIMA: 25 ejemplares semanales (1.300 ejemplares año).
- ENVÍOS:
8 DOMINGOS ANTICIPADAMENTE (un mes antes de la entrada
en vigor).
Hasta 25 ejemplares se mandan por Correos.
Desde 50-75-100-150-200 etc. ejemplares los lleva un repartidor.
- COBRO:
Domiciliación bancaria o talón bancario.
Suscripción de 25 a 75 ejemplares se cobran de una sola vez
(Junio).
Resto de suscripciones en dos veces (Junio y Diciembre).
El pago se efectua cuando se han enviado ya los ejemplares del
primer semestre.
- DATOS ORIENTATIVOS: 25 ejemplares año . . . 188 Euros (mes 15,67 Euros)
50 ejemplares año . . . 364 Euros (mes 30,33 Euros)
100 ejemplares año . . . 620 Euros (mes 51,67 Euros)
- SUSCRIPCIONES:
Servicio Editorial del Arzobispado de Madrid.
c/ Bailén, 8
Telfs.: 91 454 64 00 - 27
28071 Madrid
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