SENTENCIA C-250 DE 2011 En esta providencia, la Corte Constitucional se pronuncia sobre la constitucionalidad de los artículos 86, 89, 90 y 100 de la Ley 1395 de 2010 que tratan aspectos diversos del proceso penal acusatorio. Aunque para la Corte había motivos suficientes para acumular las diversas demandas, se considera que los cargos presentados difieren en sus aspectos esenciales, haciendo referencia a figuras procesales que no guardan la estrecha relación necesaria para analizar en una misma sentencia todas las normas. Por ello, es menester separar el análisis del estudio de cada artículo. NORMAS DEMANDADAS: ARTÍCULO 86. El artículo 102 de la Ley 906 de 2004 quedará así: Artículo 102. Procedencia y ejercicio del incidente de reparación integral. En firme la sentencia condenatoria y, previa solicitud expresa de la víctima, o del fiscal o del Ministerio Público a instancia de ella, el juez fallador convocará dentro de los ocho (8) días siguientes a la audiencia pública con la que dará inicio al incidente de reparación integral de los daños causados con la conducta criminal y ordenará las citaciones previstas en los artículos 107 y 108 de este Código, de ser solicitadas por el incidentante.” (…) ARTÍCULO 89. El artículo 106 de la Ley 906 de 2004 quedará así: Artículo 106. Caducidad. La solicitud para la reparación integral por medio de este procedimiento especial caduca treinta (30) días después de haber quedado en firme el fallo condenatorio. (…) RAZONES DE LA DEMANDA: Según los demandantes, dichas normas no concuerdan con la Carta Política ya que vulneran los artículos 2 y 229 de la misma, pues el tercero civilmente responsable se ve excluido del proceso penal, al comenzar su intervención una vez esté en firme la decisión condenatoria, a partir de la cual se va a determinar su responsabilidad. De lo anterior, concluyen que el tercero civilmente responsable no tiene la oportunidad de participar en un proceso que va afectar su situación patrimonial, y por tanto se debe permitir su intervención en el proceso penal con anterioridad a la sentencia. CONSIDERACIONES DE LA CORTE: Para hacer el estudio del problema jurídico puesto de presente, dicha Corporación plantea la cuestión de si se presenta una cosa juzgada material, dado que en las sentencias C-423 de 2006, 425 de 2006 y 717 de 2006 se pronunció acerca de la figura del tercero civilmente responsable, sin embargo concluyó que los contenidos normativos de las disposiciones estudiadas eran sustancialmente distintas a las demandadas en este caso. Por ello procede a estudiar los cargos de la demanda. Frente a los mismos, la Corte concluye que a las personas les asiste el derecho de participación y acceso a la justicia, sin embargo los mismos son materia de configuración legal que pueden ser regulados por el legislador, quien goza de una cláusula general de competencia, sin que ello pueda ser obstáculo para la efectividad del derecho fundamental. En ese sentido, considera que la obligación de reparar del tercero civilmente responsable nace sólo cuando se ha determinado la generación del daño, lo cual se determina en el proceso sólo después de la sentencia condenatoria, en el incidente de reparación, en el cual éste tiene la posibilidad de intervenir. DECISIÓN TOMADA: Por lo anterior, considera la Corte que el artículo es exequible en los cargos presentados, pues el legislador ejerció la facultad de regular la intervención del civilmente responsable, al cual le asiste el derecho de defensa en el incidente respectivo, no vulnerándose la Carta Política. COMENTARIO: Lo cierto del caso, es que la Corte omitió estudiar la figura del tercero civilmente responsable a la luz de la legislación civil y de los planteamientos que al respecto ha hecho la doctrina. De allí que no se haya considerado que un método de defensa del tercero civilmente responsable sea precisamente allegar al proceso pruebas que demuestren la falta de reproche en la conducta del directamente responsable, pues en últimas la presunción acerca de su responsabilidad se deriva precisamente de la culpa del actor directo. Por ello, no es posible limitar la responsabilidad civil al elemento del daño, e ignorar los supuestos de imputación y nexo causal referidos. Por lo anterior, es posible concluir que la posición jurídica del tercero civilmente responsable se va a ver afectada por la sentencia condenatoria, resultado de un proceso en el cual no tuvo la oportunidad de participar. En resumen, es posible concluir que en esta oportunidad la Corte incurrió en imprecisiones y dejo de lado el estudio de las consecuencias que el fallo condenatorio en el proceso penal implican para el tercero civilmente responsable, quien dependerá por tanto de la labor de defensa de otros. NORMA DEMANDADA: ARTÍCULO 100. El artículo 447 de la Ley 906 de 2004 quedará así: Artículo 447. Individualización de la pena y sentencia. Si el fallo fuere condenatorio, o si se aceptare el acuerdo celebrado con la Fiscalía, el juez concederá brevemente y por una sola vez la palabra al fiscal y luego a la defensa para que se refieran a las condiciones individuales, familiares, sociales, modo de vivir y antecedentes de todo orden del culpable. Si lo consideraren conveniente, podrán referirse a la probable determinación de pena aplicable y la concesión de algún subrogado. Si el juez para individualizar la pena por imponer, estimare necesario ampliar la información a que se refiere el inciso anterior, podrá solicitar a cualquier institución pública o privada, la designación de un experto para que este, en el término improrrogable de diez (10) días hábiles, responda su petición. Escuchados los intervinientes, el juez señalará el lugar, fecha y hora de la audiencia para proferir sentencia, en un término que no podrá exceder de quince (15) días contados a partir de la terminación del juicio oral. (…) RAZONES DE LA DEMANDA: El demandante considera que la disposición incurre en una omisión legislativa relativa al excluir a la víctimas de la participación en dicha audiencia, desconociendo por tanto los artículos 2, 13, 228, y 229 de la Constitución, además de importantes tratados que hacen parte del Bloque de Constitucionalidad, por involucrar derechos humanos. CONSIDERACIONES DE LA CORTE: Para hacer el análisis del problema jurídico concreto, la sentencia hace un recorrido por la jurisprudencia constitucional e internacional que se refieren a los derechos de las víctimas, concluyendo que a las mismas, sujetos de especial protección en el proceso penal, les asiste el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación, entre los cuales se encuentra la garantía del pleno acceso y capacidad de actuar en las etapas del proceso penal. Por ello, concluye la Corte que al no encontrarse razón suficiente para excluir a la víctimas de la audiencia regulada, resulta pertinente declarar la exequibilidad del articulo, en el entendido de que el juez concederá brevemente y por una sola vez la palabra a la víctima o su representante en la audiencia de individualización de la pena; pues de lo contrario la disposición desconocería la norma superior. DECISIÓN TOMADA: Declarar exequible, el artículo 100 de la Ley 1395 de 2010, en el entendido de que las víctimas y/o sus representantes en el proceso penal, podrán ser oídos en la etapa de individualización de la pena y sentencia. COMENTARIOS: En este aparte de la sentencia, la Corte Constitucional fue coherente con el precedente, que ya de data, ha velado por una protección especial a la víctima dentro de nuestro sistema jurídico. Era claro por tanto que la disposición demandada incurría en una omisión legislativa relativa, según los requisitos que la jurisprudencia de la Corte ha determinado para concluir que ésta existe. NORMA DEMANDADA: ARTÍCULO 90. El artículo 178 de la Ley 906 de 2004 quedará así: Artículo 178. Trámite del recurso de apelación contra autos. Se interpondrá, sustentará y correrá traslado a los no impugnantes en la respectiva audiencia. Si el recurso fuere debidamente sustentado se concederá de inmediato ante el superior en el efecto previsto en el artículo anterior. Recibida la actuación objeto del recurso el juez lo resolverá en el término de cinco (5) días y citará a las partes e intervinientes a audiencia de lectura de auto dentro de los cinco (5) días siguientes. Si se trata de juez colegiado, el Magistrado ponente dispondrá de cinco (5) días para presentar proyecto y de tres (3) días la Sala para su estudio y decisión. La audiencia de lectura de providencia será realizada en 5 días. (…) RAZONES DE LA DEMANDA: Según el demandante, la norma demandada viola los artículos 29 y 250 de la Carta Política, pues se vulnera el principio de la inmediación, dado que el recurso no se sustenta frente al superior, quien efectivamente solucionará el recurso. CONSIDERACIONES DE LA CORTE: Al respecto, la Corte concluye que si bien el principio de la inmediación es una característica del proceso penal según el numeral 4 del artículo 250 en lo que se refiere a las pruebas, y además se consagra el principio de la doble instancia en el artículo 31, lo cierto del caso es que el legislador goza de una clausula general de competencia para regular las etapas, términos, efectos, y demás aspectos procesales. De allí que la jurisprudencia constitucional concluya que “el proceso no es un fin en sí mismo, sino que se concibe y estructura como un instrumento para la realización de la justicia y con la finalidad superior de lograr la convivencia pacífica.” DECISIÓN TOMADA: Por todo lo anterior, decide declarar la exequibilidad del artículo en mención, pues no se encuentra la vulneración en la que insiste el demandado. Conclusión que no admite reparo alguno. COMENTARIOS: De la sentencia aquí referida, es posible, una vez más, criticar la falta de técnica y lógica de la Corporación en la acumulación de expedientes. De lo referido anteriormente ninguno de los cargos tiene relación con los demás, ni tampoco es clara la relación que existe entre las normativas demandadas, dado que su único aspecto común es que tratan del proceso penal acusatorio. Es claro, entonces, que en relación con las normas demandadas había lugar a concluir que procedía pronunciarse en tres providencias distintas.