Arzobispado de Piura MENSAJE DEL ARZOBISPO DE PIURA CON OCASIÓN DE LA MARCHA Y FESTIVAL POR EL DÍA DEL NIÑO POR NACER Queridos hermanos y hermanas: En nombre de todos los Niños por Nacer, es decir de los concebidos no nacidos, quiero agradecerles su multitudinaria presencia, donde cada uno de nosotros esta públicamente manifestando esta tarde que, “Soy Piurano y soy Pro Vida”. Queremos especialmente hoy día, pero también durante todos los días del año, testimoniar el valor sagrado e inviolable de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural. “La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida”.1 No tengamos miedo en defender a los Niños por Nacer, es decir a los más pequeños, frágiles, inocentes e indefensos, integrantes de la familia peruana. Ellos que no tienen voz para defenderse, cuentan contigo y conmigo para que seamos su voz y nos dicen: “Mi vida está en tus manos”. Hoy más que nunca es fundamental este compromiso con los concebidos no nacidos, pues lo que está en juego es, literalmente hablando, cuestión de vida o muerte. 1 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2270. 1 En esta coyuntura, nadie puede permanecer neutral, porque el derecho a la vida desde la concepción hunde sus raíces, con una firmeza inconmovible, en lo más profundo de la condición humana. Es necesario defender la vida humana porque en nuestro mundo se está repitiendo la historia de Caín y Abel. El hombre se ha convertido en el asesino de su hermano, sobre todo del más indefenso, que es el concebido no nacido. El aborto es un crimen abominable, y ninguna de las falaces explicaciones ofrecidas por la modernidad pueden cambiar esta verdad. La Beata Madre Teresa de Calcuta solía afirmar: “La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decirle a otros que no se maten?”. La paz que todos queremos se construye desde el vientre materno. Recientemente la Ministra de Salud ha anunciado que en el primer semestre de este año se aprobará el Protocolo o Guía de Aborto Terapéutico en el Perú. A su vez el Ministerio de Justicia ha dado un equivocado sustento legal para hacer viable esta norma que aprobaría por primera vez el aborto en nuestra Patria, diciendo sorprendentemente que “es una obligación internacional”. 2 De esta manera el Gobierno Peruano estaría cediendo a presiones internacionales haciendo que el Perú abdique de su soberanía, esa que con tanto ardor y justicia ha defendido en La Haya, pronunciándose así en contra del ordenamiento constitucional y legal que protege al niño desde la concepción, ya que en nuestro país, “el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece”.2 Con todo respeto le pedimos al Gobierno, que enarboló las banderas del nacionalismo, de la familia y de la inclusión social durante su campaña electoral, que no ceda ahora nuestra soberanía ante la presión de organismos internacionales altamente ideologizados en confabulación con minúsculos grupos de presión nacionales, y que no excluya a los peruanos más indefensos de todos como son los Niños por Nacer. La Beata Madre Teresa de Calcuta afirmaba: “El gobierno que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar sino a aplicar la violencia para conseguir lo que se quiere. Es por esto que el mayor destructor del amor y la paz es el aborto”.3 Hermanos: la defensa de la vida humana es absoluta. No hay excepciones para el aborto. Las situaciones más graves jamás pueden justificar la eliminación deliberada de un ser humano inocente. De otro lado reitero lo que tantas veces he dicho en relación al mal llamado “aborto terapéutico”: Éste no cura nada y más bien mata una vida inocente y añade en la mujer el trauma y la herida imborrable del aborto. De otro lado el avance de la ciencia Constitución Política del Perú, Artículo 2, inciso 1. Beata Madre Teresa de Calcuta, Discurso durante el Desayuno Anual de Oración, Washington D.C., 04-II-1994. 2 3 3 médica hace prácticamente inexistente en nuestros días este tipo de aborto ya que hoy se pueden salvar ambas vidas, la del hijo y la de la madre. Asimismo las muertes maternas se disminuyen con mejores servicios de salud que provean adecuados chequeos prenatales y mejores condiciones higiénicas donde nuestras madres puedan dar a luz. Así lo demuestran otros países como Chile que han reducido drásticamente sus tasas de mortalidad materna sin recurrir al aborto. Finalmente bien sabemos que la aprobación de este tipo de guías para el aborto terapéutico, es el primer paso del lobby abortista para infiltrar el aborto en todas sus formas en nuestro país. Con el Papa Francisco digamos: “Sí al amor y no al egoísmo. Sí a la vida y no a la muerte”.4 “Un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación, y en cualquier etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno”.5 Desde aquí invoco a nuestras autoridades, a las cuales les corresponde salvaguardar la vida del más inocente, que “tienen el deber de tomar decisiones valientes en favor de la vida, especialmente en el campo de las disposiciones legislativas”6, más aún en un país como el nuestro donde la inmensa mayoría de los S.S. Francisco, Homilía Jornada de la Evangelium vitae, 16-VI-2013. S.S. Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, n. 213. 6 S.S. Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vitae, n. 90. 4 5 4 peruanos, un 87%, no votaría por un candidato a presidente de la república que apruebe el aborto.7 Queridos hermanos: del don de la vida humana todos somos responsables pues no hay don más grande que éste. Al ser el don del cual dependen todos los demás dones es el que más hay que cuidar, el que más hay que defender, acoger y promover. Pongamos al Niño por Nacer al centro de nuestro cuidado y preocupación. Este es el único camino para que el mundo siga adelante y pueda sobrevivir. Pero no nos olvidemos que quien primero cuida del don de nuestras vidas son nuestros padres. Por ello la vida humana necesita de la familia, de papá y de mamá, del hogar bien constituido por el matrimonio sacramento para verse sostenida y protegida. Un hijo o una hija es un regalo de Dios para la familia. La familia es el santuario de la vida, es el ámbito donde la vida puede ser protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está expuesta y donde puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano. Finalmente pido a todos, pero especialmente a los sacerdotes, a los consagrados y consagradas, a los laicos comprometidos en los diferentes movimientos eclesiales para que seamos el sostén y el amparo en la angustia en la que se encuentran con frecuencia algunas madres que no ven ninguna esperanza a su embarazo, sobre todo cuando éste ha surgido como producto de una situación difícil 7 Encuesta Nacional de IPSOS APOYO, 21-VII-2013. 5 y dolorosa y así les demos una respuesta de ayuda afectiva y efectiva a la tentación de la muerte, del aborto, que no resuelve nada y que más bien asesina y añade más dolor. Que María Santísima nos enseñe a cuidar la Vida, Ella que cuidó a Dios chiquito, desde que era un embrión en sus entrañas inmaculadas, y que después lo cuidó de niño y posteriormente de joven y de adulto hasta la Cruz. Que aprendamos de María a acoger la vida de cada ser humano y a cuidar la vida de los Niños por Nacer. Muchas gracias y que Dios los bendiga. San Miguel de Piura, 22 de marzo de 2014 Vísperas del III Domingo de Cuaresma JOSÉ ANTONIO EGUREN ANSELMI, S.C.V. Arzobispo Metropolitano de Piura 6