dosier MÚSICA CONTEMPORÁNEA entrevista ALEXIS WEiSSENBEk hornería e EUSABETH GRÜMMEP* BRUNO WALTERI en disco compactol REEDICIÓN DE LA SERIE PORTRAIT, CON EL LANZAMIENTO DE 30 LPS Y ÁLBUMES INÉDITOS. BRAHMS R, STRAUSS Liebeslieder WaIKes Burleske, Concierto para oboe Concierto para trompa n. : l Orquesta de Cleveland • Szeil English Chambet - Barenboim SCHUMANN Spamsche Liebeslieder SCHUBERT MP 39056 Auf dem Strom Váleme. Serkín, Gould, Fleisher MP 39548 CBS 60253 BEETHOVEN "Ah, Pérfido" Crespin, F. de N York - Schippers Cantata para la muerte de José II Arroyo, Diaz, Camerata Srngers CBS 60289 BRUCKNER Sintonía n.° 9 Orquesta Sinfónica Columbia Bruno Walier MP 39129 DEBUSSY/RAVEL Cuartetos para cuerda Cuarteto de Budapest CBS 60281 FRANCK/R, STRAUSS Sonatas para violín y piano Heifetz, violín. Smith, piano MP 39550 MP 39770 MENDELSSOHN Conciertos para piano niims 1 v 2 Capricho Brillante RudoH Serkm, piano O. de Filadellia y Columbia - Ormandy MP 39554 MOZART Concierto para clarinete Quíntelo para clarinete Marcelus, Wnght, clarinetes Orquesta de Cleveland Szelt CBS 60273 M3P 39829-3 LPs. SCHOENBERG Noche transfigurada MAHLER Sinfonía n.; 10 (Adagio) BERG Epilogo de Wozzeck F.deN. York-S.de Londres. Opera de París - Pierre Boulez CBS 60294 MP 39769 BERG Surte de Luíu SCHUMANN SCHOENBERG Tema y variaciones WEBERN Im Sommerwind Orquesta de Filadelfia-Ormandy CBS 60258 MP 39063 IVÉS Cuartetos para cuerda n jms. l y 2 Cuarteto Juilliaró MP 39752 IVÉS Las 4 Sinfonías O de Filadellia - Ormandy F de Nueva York - Bemstem American Symphony - Stokowsky MSP 39841 - 3 LPS. CBS 60276 MOZART Los Quintetos para cuerda Cuarteto de Budapest, W Trampler M3P 39663 - 3 LPs. Quinteto para piano Cuarteto Juilliarü, Bernstein Cuarteto para piano Cuarteto Juilliard. GoukS MP 39126 MOZART 6 Grandes conciertos pata piano: núms. 9,17.21. 23, 25 y 27 Rudolf Serkm. piano Marlboro. Columbia - Szell M3P 39655-3 LPs. MAHLER Sintonías núms.1 y 2 Cundan. Forrester. Coro de Westmmster O.S Columbia. F de N. York. M3P39631 -3LPs. MOZART Bruno Walier Las 6 últimas Sinfonías Columbia Sympnony Orchestra Bruno Watter M3P39635-3LP6. M3P 39627-3 LPs. M3P 39821 • 3 LPs GLENN GOULD, BRUNO WALTER, GEORGE SZELL, PABLO CASALS, RUDOLF SERKIN, PIERRE BOULEZ, VLADIMIR HOROW1TZ, LEONARD BERNSTEIN... EN UNA COLECCIÓN A PRECIO EXTRAORDINARIO. DISCOS IMPORTADOS. EJEMPLARES LIMITADOS. Edita SCHERZO EDITORIAL, S. A. C/Marqués de Mondéjar, II - 5 ° C 28028-Madrid. Teléf. (91) 246 76 22 Presidente Gerardo Queipo de Llano Director Antonio Moral Año n - 13 - ABRIL 1987 -400 ptas. Director Adjunto Arturo Revener Redactor Jefe Enrique Martínez Miura Conseja de Dirección Javier Alfaya, Domingo del Campo Castel, Manuel García Franca, Agustín Muñoz Jiménez, Enrique Pérez Adrián. Colaboran en este número Javier Alfaya, Roger Alier, Roberto Andrade, Alfredo Aracil, César Calmell, Domingo del Campo, Xoan Manuel Car reirá, Daniel Charles, Jorge Fernández Guerra, Femando Fraga, Fernando García Utrillas, Tomás Garrido, Manuel Gomis Gavilán, Sabas de Hoces, José Iges, Daniel Jordán, Santiago Martín, Enrique Martínez Miura, W. A. Mozart, Agustín Mup ñoz, Alfredo Orozco Buezo, Rafael Orte' ga Basagoiti, Luis de Pablo, Papageno, José L. Pérez de Arteaga, E. Pérez Maseda, Claudio Prieto. Gerardo Queipo de Llano, Arturo Reverter, Jordi Ribera i Bergós, Roger Salas, Josep Soler, José Luis Téllez, Antonio Teresa Moreno, Ebbe Traberg, José Luis Turina, Feo. José Villalba. Diseño de Portada Salvador Alarcó Foto de Portada CBS Publicidad, Redacción y Administración Scherzo Editorial. S. A. Marqués de Mondéjar, I I - 5 . ° C 28028-Madrid Teléf. (91) 246 76 22 Imprime REYMASA, S A MOVIEGRAF, S. A. (Color) Producción gráfica GRAFINAT, S. A. Argos, 8 28037-Madrid. Teléf. 204 25 75 Depósito legal M-11822-1985 ISSN-0213-4802 SCHERZO et w a publicación de caríaer plural y na penenece ni euá adscrita • ninpin organismo público ni privado La dirección respeta la libertad de expresión de &m crtaboratiores Lo* textos firmados son de la exclusiva responsabilidad de los lirmames. no siendo por unto opimón oficial de la revuu. SUMARIO OPINIÓN ACTUALIDAD — Ros Marbá ante Gluck y Mozart, Santiago Martin DANZA: — Serge Lifer, el último testigo, Roger Salas ENTREVISTA: — Alexis Weissenberg, un viejo amigo, Gerardo Queipo de Llano. HISTORIAS DE LA MÚSICA: — ICARO, Daniel Jordán' DISCOS LIBROS LA GUIA DE SCHERZO DOSIER: MÚSICA CONTEMPORÁNEA — Tiempo Cero y Postmodernidad, Daniel Charles — Conversación con Tomás Marco, José Iges — El intérprete en la nueva creación musical, José Iges — Luciano Berio: La lucidez de un creador, entrevista con el compositor, José Luis Pérez de Arteaga y Santiago Martín — El compositor y el entorno, José Fernández Guerra — Encuesta de SCHERZO a diversos compositores españoles 4 7 12 24 26 34 35 46 49 51 52 54 56 58 58 62 GRANDES INTERPRETES: — Bruno W&lter en disco compacto, Roberto Andrade, Enrique Pérez Adrián y Arturo Reverter 65 — Discografía de Bruno Walter, Enrique Pérez Adrián 68 HOMENAJE: — Elisabeth Grümmer, la cordialidad en el canto, Arturo Reverter. 73 JAZZ: — Episodios, Ebbe Traberg 78 ALTA FIDELIDAD: — Válvulas danesas, Alfredo Orozco 79 — Discos de excepción, Alfredo Orozco 80 MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA: — Fernández Guerra y su Fausto 81 Scherzo 3 OPINIÓN Dar paso a la iniciativa privada N signo alentador comienza a dibujarse en nuestro panorama musical. En la última temporada se ha comenzado a ver aquí y allá el nombre de una empresa industrial o de un banco en los programas de conciertos o de ópera como patrocinadores. Y, signo de colonización, como tantas otras cosas, un barbarismo esponsorización se ha puesto de moda para calificar a este fenómeno. Todo el mundo habla de ello. Hace unos años era casi impensable. Ahora, en nuestra contradictoria carrera acelerada hacia eso que llaman europeización y que más bien debería llamarse norteamericanizaáón, el patrocinio ha entrado en nuestro país. ¿Fenómeno discutible? Seguramente. Pero de hecho, en un país donde existe una insuficiente política cultural, donde los dineros del contribuyente siguen gastándose, a veces, a lo tonto en fastos y celebraciones, en actos de afirmación cultural rebosantes de oropeles y de horterismo, hay que decir que la consolidación de esa práctica, sería positiva. En el país occidental con una oferta musical —y no sólo musical— más rica y más variada, Gran Bretaña, el patrocinio privado de grandes empresas se viene llevando a cabo desde hace años con el éxito conocido. Claro que también son otras empresas. Claro que en la élite empresarial británica hay gente a la que le gusta la música, cosa que en nuestro país es más que discutible. Pero a fin de cuentas, es ese patrocinio privado el que está manteniendo el altísimo nivel de la música en Gran Bretaña, dado que la política de tierra quemada llevada a cabo por la señora Thatcher ha reducido los presupuestos culturales del Estado a su mínima expresión. España, gobernada por entusiastas admiradores de la Dama de Hierro, tiene ahora la oportunidad de probar la bondad del sistema. Ya que los poderes públicos se desentienden de la cultura o lo que es peor, cuando intervienen es para hacer cualquier disparate, ¡viva el patrocinio privado! Así las cosas lo único que queda por pedir es que las cosas se aclaren de una vez y que se apruebe una ley que dé legitimidad jurídica a la mencionada práctica. Que sepamos a que atenernos. Desde luego a las empresas les interesa. Por razones fiscales bastante obvias y luego por problemas de U Scherzo 4 imagen. Pero conviene saber de una vez —por ahora no se sabe— cuales van a ser las reglas del nuevo juego. Un juego, repetimos, que si va a animar nuestras anémicas temporadas de ópera, nuestras erráticas temporadas de conciertos, bienvenida sea. La música merece cualquier sacrificio. Pero por favor, que no le llamen esponsorización. Una cosa es leer la palabra sponsor en un programa del Festival Hall o del Covent Garden y otra cosa es que esa palabra deba ser repetida y repulsivamente manipulada hasta convertirla en un vocablo disparatado en boca de periodistas ignorantes y de políticos tontilocos. En castellano el concepto es antiguo y como tal tiene una palabra dispuesta, y nada fea precisamente. ¡Ah, y otra cosa, quizá la más importante! En Gran Bretaña existe un organismo llamado Consejo de las Artes, formado por personalidades verdaderamente independientes del mundo de la cultura y algunos representantes gubernamentales, un organismo glorioso al que ese país debe muchas singulares iniciativas, que asesora y fomenta una gran parte de la oferta cultural. El Consejo de las Artes orienta a patrocinadores y Estado *en su actividad cultural y aunque en Gran Bretaña no hay movida comparable a la de este país— y al parecer tampoco tienen muchas ganas de que exista— resulta que aquello sale muy bien, y no sólo en música, sino en teatro, en bellas artes, etc. De modo que no estaría mal que algún día se pensara en crear en nuestro país un organismo por el estilo. Aunque a la vista de ciertos personajes que se mueven en nuestro escenario musical... pero en fin. Lo del patrocinio es alentador. Y de ahí puede venir una nueva vida. Como ahora está de moda —también, ¡cielos!, otra huella USA— lo del desafío, digamos que es un desafío. Si sale bien, si se articula en una política de subvenciones inteligente y dinámica, quizá cambie profundamente el perfil borroso de la oferta cultural en España. Cosa que, desde luego, ya va siendo hora. Puede ayudar a que España se parezca a Europa por algo más que por haber entrado en el Mercado Común un poco por la puerta falsa y de rondón. Y así a lo mejor en vez de movida tendríamos auténtica vida cultural. Algo habríamos salido ganando. OPINIÓN EL DISPARATE MUSICAL Tosca de Verdi f l A C E ya muchos años que cierto catedrático de Instituto editó su hoy archiconocida Antología del dispárale por primera ve7. La ininterrumpida y fulgurante aparición de nuevos disparates en boca (y escritos) de sus alumnos en los exámenes le han permitido reeditar con éxito la idea. — UNA BROMA MUSICAL — Les confieso que ando estos días intentando colarme a los ensayos del teatro de La Zarzuela, con (a aviesa intención de presencial qué pretenden hacer con una de mis óperas preferidas. Cosí fan tune me gusta, porque, aparte de la acción leal ral en sí misma, he de reconocer que la partitura inc salió redonda, modestia aparte, aunque la verdad es que yo nunca he querido ser modesto. Viao d nivel de otras representaciones, me temo que oigamos un Cosí romo y paletón. De momento no me han dejado colarme entre bambalinas, ni siquiera cuando alegué que yo era el autor de la música. La cara del sujeto que cuidaba la puerta de artistas al oírme fue espectacular. ¿Cómo demostrar que sigo vivo, o mejor aún. que he vuelto a revivir, que soy yo mismo? Como no tengo documentos que me avalen, he tenido que recurrir a contarles mi vida, con toda suerte de pelos y señales. Tan pesado me puse, que el empleado del teatro llamó a) gran jefe, quien después de oír mi relato. dijo por lo bajini: este tipo eslá completamente chiflado, per» ha debido leerse, de cabo a rabo, la biografía de Hildersheimer.-. Ya se imaginarán que me echaron a patadas. Ni mi malhadada suegra lo hubiese hecho mejor. He vuelto a casa de muy mal café, he cogido lápiz y papel y me he puesto a escribir unos compases: al final he rehecho toda la obertura del Cosí. Esta noche, cuando todos duerman, iré al teatro, buscaré las partituras y les daré el cambiazo. El próximo ensayo de la orquesta va a provocar un espasmo en los músicos. Pero se lo han ganado. No se puede maltratar asi al autor. Les dejo, amigos lectores, me voy a las Cuestas de la Vega, en las proximidades de Palacio, a sentarme a La vera del busto de Boccherini. otro compañero maltralado por las gentes de esta tierra, que con tanta facilidad ignoran y vituperan a los genios de la música. WA.M Sin embargo, nadie —que yo sepa— ha «litado hasta ahina un antología del disparate musical, lo que puede entenderse por razones ecimmiicas (puco negocio a la vista), pero, desde luego, no por falta de materia prima Me estoy refiriendo, claro eslá. a disparates difundidos públicamente (léase libros, periódicos, TV, etc.). lo que convierte una potencial anécdota en algo que debería sei corregido si no queremos seguir dando la imagen de país musicalmente cercano a Papua-Nueva Guinea; y si no. vean, vean los ejemplos que siguen. Un importante ma ul i no madrileño publicaba tiempo ha este titular: -Plácido Domingo canta esta noche Tosca, de Verdi(¡y encima en titulares!). Este mismo diario ha sido responsable, entre otros, de desatinos como estos: «...fue interpretado por Miguel Afreni-, «...la^Sinfonía Alpestre, de Strauss-, «...el famoso director soviético Herbert von Karajan». «...la sonata -Apasionante-, de Beethoven-. Por su parte, en la desaparecida revista Tele-Radio hemos tenido ocasión de leer Las alegres comadrejas de Windsoro-...interpretara la obertura Obrenm. de Weber-; incluso e) anuncio de una memorable interpretación —creo recordar que de Callas— de la -Escena de la locutora». En fin. esto por no entrar en traducciones tan pintorescas como El francotirador (¿adivinan de quién?) o descubrimientos como el del Rapto del desarrollo (estos dos últimos presentes en libros de... ¡música!). Uno, verdaderamente, no sé para qué critica estas cosas, con lo que se aprende de días. Porque, ¿a que no sabían ustedes que Tosca era de Verdi? ¿Y que Mirella Freni es un nombre para despistar por las no- ches, porque Miguel es un tío con (oda la barba, que piensa incorporar Sarasiro a su amphu repertorio de bajo profundo?. Y, en fin. si todavía no se habían enterado de que Slrauss compuso una sinfonía campestre,que por estar inspirada en los Alpes se llamo -Alpestre-, es que son ustedes unos catetos musicales elevados al cubo. Y no digamos nada de von Karajan. que hasta las ralas saben que torna el té con Cor hacho v indos los días. En cuanto a Beethoven. ¿se atreve alguien a negar que sus sonatas sean todas -Apasionantes- ? Y no estando zoólogos a enano, ¿a alguien le consta que las comadrejas de Windsor sean instes'.' (supongo que aquí el pobre Shakespeare tendría algo que decir). Políticamente no sabíamos lo que nos estábamos perdiendo. Yo no había descubierto el loque proletario de Weber, ni sabía que ello le hubiera impulsado a componer la magnificación del panegírico marxista en ópera; ¡nada menos que un Obrerón'. Y qué decir del desarrollismo; yo siempre pensaba en López-Rodó. hasta que un día descubrí que esto lo inventó un tal Mozan hace casi doscientos años. Ya en serio, uno comprende que no puede pedir peras al olmo, y en este país es vano aspirar a que lodo el mundo sepa lo suficiente sobre el tema musical, al menos para que se eviten estos dislates. Uno también es comprensivo con las erraias de imprcnla. pero... de eso a pasar por lo de Tosca y Verdi. Karajan y el Kremlin y los planes de desarrollo de López-Ro.... digo, de Mozart. media demasiado trecho. En fin, como sigamos así. me ven editando un I ib rito sobre el lema. Para los aficionados seguro que tendría ciertos efectos favorecedores del peristaltísmo intestinal. Después de cada leclura. como diría mi admirado Sir Thomas Beecham. tiren de la cadena. Rafael Onega CARTAS 5r. Director: Leemos en el núm. 10 de su revista, correspondiente al mes de diciembre de 1986, la noticia de la muerte del gran pianista y pedagogo español Eduardo del Pueyo, junto a una crítica positiva de su labor como intérprete, sobre todo, en su aspecto beethoveniano. Supuso para nosotros una grata sorpresa comprobar que en nuestro país no lodo el mundo tenia olvidado a este grem artista, injustamente marginado por lodos los medios de comunicación (excepción hecha de los excelentes programas que, de manera tal vez premonitoria, le dedicaron en Radio 2 dos meses antes de morir) y por la mayor parte del mundo pianístico español ai que nunca dejó de pertenecer. Mientras que otros son centro de atención de radio y prensa (Barenboim, PogoreUch..-I, Eduardo del Pueyo, siendo sin duda uno de los puntales de la interpretación beethoveniana, aparte de un amplísimo repertorio que también conocía e interpretaba con esa sabiduría y profundidad a las que pocos pianistas tienen el privilegio (quizá la posibi(Sigue .en pág. 6) Scherao 5 OPINIÓN (Conl inunción Cartas) bilidadl de acercarse, aún m< ha recibido en nuestro paít el reconocimiento que merece. Por esta razón nos dirigimos a su revista, considerándola como el medio más capaz de tributarle un sincero homenaje, como se ha hecho con otros artistas (Gileli. Camodó, ele). Los que suscribimos hemos tenida el privilegia de escuchar cu versión integral su grabación de las sonatas de Beethoven y, por otra parte, de trabajar con dos discípulos que comerían su especial forma de acercarse al piano. u.\i como multitud de recuerdos y un cariño sentido por el maestro. Estos di», alumnos y concertistas ,\on Patricia Montero, pianista mejicana, que ejen e como profesora en el Real Conservatorio de Bruselas y que junto al otro discípulo, Juan José Pérez Torrecillas, catedrático de piano en el Conservatorio de Salamanca, han celebrado durante los dos últimos años cursos estivales sobre la interpretación pianística, basándose en lüs enseñanzas de Eduardo del Pueyo. Pensamos que Sdicr/u podrá dirigirse a cualquiera de ellos para recabar información .vibre el desaparecido maestro. Sin más que decirles aprovechamos para enviarles nuestras más cordiales saludos y nuestros mejores deseos para el juluro de la excelente revista que usted dirige. Antonio Notario Ruiz Juan José Diego Domínguez. (Salamanca | REVISTA DE PRENSA Entrevista con Friihbeck —¿Ha tenidti presente Júrame inwlm lieinpii la.\ heridas de aquel if.ie tan luliniímittc.' — Ni hubo lu.-rnlas ni queda resentí miento. Me hicieron un tiran lavor. y así M; lo he Jichi», pa.sa<ios IOÍ» años, a JL'SÚ^ Aguirre. A los I res días de la Jesiiiueión ya IIK- estaban lia inundo para ofrecerme orquestas extranjeras I...). Repito ki que le he didio ante-., me hicieron un inmen-o favor. Desde luce diez años iui£o únicamente aquello que me ¿¡usía, dirijo a las principales orquestas de Europa, lislados Unidos. Japón y Canadá Me he librado de Id bu roer acia y puedu ir elidiendo distintos deslinos. fcl año pasado di i-ieulo tres conciertos > para éste icugn prograin¿fch>s ciento catorce. ta de Munich. Como usted sabe, el muestro ivinmit' no cumplirte .\u einusiumo por la mú«fíi ¡¡rallada. — A estas aliuras m> descubrimos nada diciendo qut Celibidache es un gran director. pero lambién uri hi>mbre tim muchas inanias y algunas limitaciones. Sus reiteradas manileslaciones de desprecio hacia la música enlatada pueden encubrir sus fracasos discográficos. pues en i!>nlra de lo que suele creerse h¡¿o varias grabaciones con muy poca fortuna; pur ejemplo, la Quima, de Tehaikovskj. con la Orquesta Smk'iuca de Londres. Cehbidache ikxesila del calor del publico que llena las salas: la ha tu la no le funciona en el estudio. A mí me gusta grabar, y entre mis proyectéis más inincdialm están las sintonías de Tchaikovsky con la Sintónica de Londres. —¿Cúmn liu tmun!nulo u su antigua orquesta'.' — El ivuntueiur» se produjo el año pasado ton ocasión del Festival de Granada Después hicimos una gira por Sudaineriea. Tivaron hien. pirro.. L1 voy a ser Miieero: no era cuno en mis tiempos: la tirijuesla o t a peor, ha perdido peí tonalidad. St^uo siendo una hueria orquesta, peni IH> es aquella que causó scn.sación en Italia en el lillimo año en que yo la tuve bajo mi haiuta. He dedicado dieciseis años a la ONE (Orquesta Nacional de España) y nos liemos paseado junios pin IIKIU el tnun do. Confieso que me prodaee una particulai eiiiivión volver a dirigirla en Madrid; suri laníos Uis recuerdos, los buenos lecuerdos. — Un itiiupicuii represéntame de la clase ¡mlitica española inumfiesia una intensa dcwH'iiin ptir Maitit'i', -U> subía usted' — El vicepresidente del gobierno comparte conmigo \'á admiración por Gustav Mahler y yo me congratulo iií esta coincidencia El anuir a Mahlcr desde el poder puede ser fructífero para la música En lüs postrimerías de la decada de los sesenta este compositor era prácticamente desconocido en España. Creo recordar que fue en mil novecientos set n t a cuando programé con la Orquesta Nacional las t-ualro primeras y la octava sinfonía de Mahlcr Tuvieron una acogida inuy áspera y fui duramente criticado. Ahora parece que las cosas han cambiado y el tiempo me tía dado la ra/ón — Celibidaclw acttbti de tthlener un re.\o~ liante éxiiii en Madrid al frente de la Orques- Javier Roca Cambio-16 • núm. 797 (9-3-1987) ORQUESTA SINFÓNICA TEATRO Y C 0 R 0 D E R-T.V.E. TEMPORADA 1985-86 >c/fxii(ia (¡i'ncrat: Miguel Alonso limliir: Miguel Ángel Gome/ Martínez PROGRAMACIÓN DE ABRIL PROGRAMA 24: Jueves. 2 - Viernes. .í 0 . GERSHWIN Un americano en París G. VIOTT1: Sinfonía concertante para dos violines y orquesta Solistas: LUIS MICHAL J. PER.S; Preámbulo para gran orquesta D. MILHAUD: El buey sobre el tejado Director: MIGUEL A GÓMEZ MARTÍNEZ PROGRAMA 25: Jueves. 9 - Viernes. 10 G. VERD1: Réquiem Solistas: PILAR LORENGAR (soprano) GLENYS LINOS (uonirallo) GIORGIO MERIGH1 (lenur) J. HENDRIK ROOTERING (bajo) CORO DE RTVE MIGUEL A. GÓMEZ MARTÍNEZ Esle avance de programas es sucepdble de modificación. Localidades: taquillas Teatro Real, martes a viernes, de 11 a 14, de 17 a 19 y dos horas antes de los conciertos. Ensayo general público, miércoles. 10 noche. 6 Sfherzo ACTUALIDAD IGOR OISTRAKH: Reales Fuegos Artificiales Los Virtuosos de Moscú o la profesionalidad de los músicos rusos Barcelona: Palau de la Música Catalana. 13-111-87 Igor Oislrakh. vinlín; Natalia Ztrtsalova. piano. Obras de Muzarl. Beethnven. Liszl. Chausson. Kachalurian. Paganini. [gi>r Oisirakh, destacado exponento de la escuela rusn-soviética de violín y su esposa, la pianista Natalia Zertsalova. ofrecieron un concierto en el Palau dentro Je \u temporada musical üc la Fundación Cuja de Pensiones. Concierto un lamo anodino, pueski que si la primera pane (Mo¿iin. Beelhoven) resultó ser de sumo inierés. la segunda estaba repleto de paginas virtuosísimas, algunas de ellas rayanas en la vacuidad (Liszl. ChausNon, Kachaturian. Paganini). Dulado de una notable semejanza física con su ilustre padre —el gran David. Igor Oistrakh es un violinista avalado por grandes recursos técnicus. afinaL-iiín sin tacha y liábil dosificación del lliijo sonoro. Tiene a su disposición, además, un instrumento muy dúctil y de calidades cristalinas. A su lado, Natalia Zertsalova. muy ajustada, con una pulsación paniculármenle recia, evidenció poseer una musicalidad digna de encomio, pero sus versiones resultaron a veces no excesivamente ¡diomátieas. aigo confusas en su discurso. Hemos ya dicho que lo mejor tiie la primera parte, que se desarrolló en progresión ascendente. Oisirakh interpretó un buen Mozart: la Sonata en Fa K. 377. obra de gran interés particularmente a partir de) segundo movimiento, el Ándame, La magistral Sonata núm. 7 en Do, Op. 30 de Beethoven tuvo en el solista una traducción cerebral en el buen sentido de la palabra; es decir, muy acorde con el espíritu de la obra y sin acentos superfluos. Poco adicta al aspecto más sentimental de la estética romántica., en suma. La Zertsalova sintió al músico de Bonn más aturde con su temperamento y. en este caso, nada le podríamos objetar. De la segunda parle lo mejor fue la muy expresiva versión del Poémeúe Chausson. obra de gran lirismo de un compositor que, aun siendo un precursor del Impresionismo, deja bastante clara su proximidad a Wagner y a Franck. A pesar de todo la versión con piano neutraliza en parte su valor, puesto que la orquestación es de particular riqueza. Nada que decir del Gran dúo concertóme de Liszt. si no Hiera que. en puridad, al lado de ciertos lemas francamente interesantes, hay mucha banalidad. El programa concluyó con dos obras especialmente de lucimiento —La Danza en Si bemol. Op. I de Kachaturian y La Campanelia de Paganini— que provocaron el entusiasmo del respetable. Oisirakh replicó entonces con una copiosa tanda de encares del mismo carácter, que podríamos calificar como de pirotecnia violinística: Falla, Sinding, Suk y Paganini (el célebre Capricho núm. 24). Un completo éxito. Pero aclarémoslo: ante todo, un éxito de publico. das musicales. Aparte de agradecci a los responsables de ¡bercáinera el hecho de hacer incluir en la programación obras de autores nuestros contemporáneos como Dos movimientos ¡Mira orquesta y cuerda del compositor catalán Jurdi Cervelló. obra estrenada en el 7.1 y que por su calidad merecería ser oída más a menudo lo que nos llama la atención fue la forma con que la orquesta tocó las CÍÍÍÍ- Spivakov Barcelona: Palau Je la Música Catalana. 17 y 22-11-87. Obras de Ccrveiló. Shustakitvilth. Vivaldi y Mo/jirl. Vljilimir Krainev, Muría Jittn Pires, piano; Orfeón Donostiarra. Virtuosas de Moscú. Director: Vladunir Spivakov. Las dos actuaciones sucesivas üti el Palau Uc la Música Catalana, del eonjunto de cámara Virtuosos de Moscú y de su director y también violinistas Vladimir Spivakov. han servido para que tuviéramos ocasión de escuchar ya tto sólo una magnífica agrupación, un expolíenle más del alto nivel Je calidad y rigor profesionales que aclualmenlc debe impartirse desde los conservatorios de música soviética, sino asimismo una fonna un lanto sorpréndeme e indiculiblemenle novedosa en la manera de interpretar las obras mas conocida;, del repertorio barroco. Además, la orquesta contó con la colaboración de magníficos solistas ««no son el pianista Wladimir Krainev y el (rompeiisla José M. a Ortí Suriano, en el primen! de li*. conciertos, donde ambos inicrprelaron el Concierto N." i para piano, trompeta y cuerda de Shostakoviich. y el Orfeón Donostiarra y María Joao Pires en el segundo de ellos, dedicado por entero a obras de Mozart. En esle último intervinieron además los cantantes solistas: Aracs Davtyan (soprano). Larisa Pyatigorskaya (mezzo). Jorge Anión (tenor) e [ñaki Fresan (bajo), en la ejecución de la Misa de la Coronación. Con un elenco tan importante de artistas la orquesta de los Virtuosos se convirtió en plataforma idónea y a la vez en protagonista de dos magníficas vela- irn estaciones de Vivaldi y la famosa aria de la Suite N. " 3 en Re de Bacli. esta última interpretada fuera de programa y como iributo a la memoria del que fuera director del Orfeón Donostiarra. Antxón Ayeslarán. muerto en desgraciado accidente liace lan sólo unos meses. Los Virtuosos de Moscú rompieron los moldes a que nos tienen acostumbrados las impecables i n le rp re tac iones que de Vivaldi hacen I Músici, la English Chamber o la orquesta Saint-Martin-in-Thc-Fidds. Quizás el hecho de que los directores de los países del Este muevan fuera del radio de acción de los criterios musieológicos occidentales les permita asomarse de manera más libre a aquellas partituras del siglo XVHI en las que por faltar indicaciones precisas de dinámica o de matices por parle de sus autores, se prestan a una lectura no determinada de antemano. La brillante* de la obra de Vivaldi llegó por vía de un irepidante mecanicismo en la forma de emisión del ritmo acerado de las semicorcheas y en la fusión y contrastes bruialisias entre solista y orquesta. El aria de Bach también sonó dislinta; Spivakov alargaba las notas finales en un lenuto que las enlazaba directamente con la cabeza de la frase siguiente, cosa que creaba en las pausas un efecto coral con un sorprendente y nunca escuchado clima armónico. Más clásica —más dentro de las normas— aunque siempre apasionada, fue en general la interpretación de Mozarl. Aquí el director supo explotar a fondo los recursos de brillantez, como por ejemplo el de acelerar ligeramente la entrada de los temas en los movimientos rápidos. Resumiendo, pues, dos conciertos interesantes, coronados con la actuación excepcional de la pianista María Joao Pires, que me atrevería a decir que hoy por hoy es una de las mejores —en sensibilidad e inteligencia— especialistas de la música mozart ¡ana. Pero ello merecería comentario aparte. César Calmell Jordi Ribera Bergús 7 Scherzo ACTUALIDAD Una digna Bohemo Burato». Giai Teatro <fel Uceo 7. 10. 12. 15-11-87 Puixini. tji Boheme. Cecilia Gasdia. Mana Angeles Pelero. Luis Lima, Ennt Serra, Vicens" ("Aleve. Afíredo Zanazz». Orquesta y Coro del Gran Teatro ilel Limi Direttor: José Collado. Después de tres temporadas de merecido descanso (el Liceo de hace unos años abusaba de este título programándolo amv tantemente) ha reaparecido en Barcelona La biihéme, esta vez con escenografía nueva, aunque muy vista ya por otras latitudes: la de ZelTtrelli. pero con una puesta en escena de Antonello MadauDía/ que no estaba a la altura del espectáculo, siquiera hubiera algunas ideas interesantes conservadas de la puesta en escena original. Servia esta Boheme de presentación liceísta a Cecilia Gasdia (cuyo debut barcelonés tuvo lugar el añil pasado con el Réquiem verdiano) y aunque hubo rumores sobre su posible cancelación debido a su estado iníerestíttle lo cierto es que ia Gasdia cantó y se movió en escena, dejándose caer incluso al suelo en su primera escena, de un modo que no parecía evidenciar la menor preocupación por ese estado. Su Mimí fue bastante ágil, intensa y poderosa, y en ningún momento ju si i fieó la hostilidad que un sector de las alturas del leatro le manifestó abiertamente. Afortunadamente, los intentos de descalificarla naufragaron ante la sólida reacción en su favor del público no movido por extraños partidismos, y la fiesta terminó en pal.. Rodolfo fue cantado por Luis Lima: el tenor peruano reaparecía iras algunos años de ausencia y se vio que su vo¿ había adquirido alguna mayor potencia; tiene lo que los italianos llaman squillo y el timbre es agradable, aunque no generoso. Su Rodolfo fue creíble y bien interpretado. María Angeles Peters encarnó el difícil papel de Musetta con gracia y una voz sin fallos, grata y flexible. Su vate fue de los mejores que se han oído en estos últimos anos (y. como ya he dicho antes, se han oído muchos) y el personaje tuvo una calidez entrañable, bien correspondida por el Marcello de Enríe Serra. sólido y fiable como siempre que este excelente artista emprende un papel. Discreto el Colline de Alfredo Zanaz/o, ton una voz agradable peni un fraseo pobre que no sacó partido de su aria. Aceptable el Schaunard de Vitentf Esteve, que ha emprendido sin duda una nueva etapa en su carrera, puesto que se le ve más centrado y con mejor voz. Diego Monjo repitió su mímica cómica en Alcindoro y Benoít. La orquesta ftincionó correctamente bajo la batuta de José C. Collado y el coro nos ofreció otra de sus actuaciones de antología en el segundo acto. En resumen: no fue la Bohéme del siglo, pero sí un espectáculo digno y hasta atractivo. Roger Alier 8 Scherzo Fiurenzu Cuxsvw y Mirella Freni suludai\ eii Adrituiu Leniuvrem Foto; A. Bofiü Adriana Lecouvreur: Idolatrías liceístas Barcelona. Gian Teairu ifcl U t o 20. 2.1. 26-11l-ltl-87. Cilea. Aáñima Lecíiuvreur Mirella FFL'ni, F i ore nza* Consono, Ermanmi Mauro. Enríe 5eITa. Piem de Ritma. Orquesta y Com del Gran Team» del Liten, birek-lnr. RiffcrtLi Atitauio Ha vuelto al Liceo esta excelente ópera de Cilea. que, estrenada en el Teatro Lírico de Milán en 1902. combina, con felices resultados, hábitos y recursos declaradamente veristas con una escritura vocal e instrumental de gran elegancia y capacidad melódica. Como ahora veremos, la Adñnw Lecouvreur de esta temporada lia contado con dos factores esenciales para conseguir el éxito: la presencia, en los dos papeles femeninos principales, de dos cantantes tan queridas por el público barcelonés como son la soprano Mirella Freni y la mezzo-soprano Fiorenza Cossolo. La producción que ha sido importada para la presente ocasión es la de la ópera de Roma: la puesta en escena original estaba a cargo del destacado director teatral y cinematográfico Mauro Bolognini. Sabíamos que era pedir demasiado su venida a Barcelona; por lo menos el Consorcio del Liceo había anunciado la presencia de Silvia Cassini. asistente del anterior en las representaciones romanas de hace dos años, a una de las cuales tuvimos ocasión de asistir. Mas. ni por ésas: finalmente ha aterrizado en el escenario del Liceo un lal Ivo Guerra, quien ha firmado una regia rutinaria con algún momento claramente desafortunado (por ejemplo, la grotesca co- locación de los cuatro actores de la Comedie en el concertante del A tío I. como si estuvieran en un show de Bioadway). La producción contaba, eso sí. con una notable escenografía de Ettore Rondelh. de corte tradicional, con gratos efectos de trompe l'oeii, y con un atractivo vestuario de María De Matleis. Pero ni éste, ni el atrezzo. ni los muebles, ni la iluminación, ni la coreografía originales han sido respetados total mente. ¿Cuándo llegará el día en que cada una de las óperas que se representan en el Liceo tenga una auténtica puesta en escena y acabemos de una vez con irrelevantes úpanos y puestas en lu)¡iir? Vayan ustedes a saber. Mirella Freni. en su primera Adriana europea, se ha entregado totalmente a su cometido, ofreciéndonos una interpretación básicamente lírica y de una gran riqueza de matices. Recordemos que toda soprano que se enfrente con ¿I rol de Adriana Lecouvreur debe poseer tanto dotes de cantante como de actriz, y saber declamar como lo haría una actriz del siglo XVIII. Debemos reconocer que. al principio, con la declamación del fragmento de Bojazel de Ráeme —que fue neutralizado por una extraordinaria versión del aria lo son l'umile aiiceila— dudamos un poco de aquellas cualidades; pero en el Acto III. con el fragmento de Phédre nos dimos cuenta de las reales dotes dramáticas de la Freni. quien tuvo muy presente que. al Un y al cabo, la Lecouvreur se distinguió en su tiem- ACTUALIDAD po por el realismo y la riqueza de maltes en la declamación, contrariamente a la pomposidad con que se decía el verso clásico francés. Otro acierto pleno; en el Acto IV, tras una dramática versión de Poveri fiori que fue recibida con grandes ovaciones y alborozo, nos mostró con Ecco la Luce que la transfiguración de Adriana es pura apariencia, un espejismo producido por la agonía de un caso de envenenamiento. Tuvo por rival a la vengativa y apasionada Princesa de Fiorenza Cossolo. Dudamos que exisla en el firmamento operístico otra voz lan aterciopelada y dúctil como la suya, capaz de expresar mejor lan terrible y también humano personaje. Ahí están, para el recuerdo, su incomparable O vagabonda stella d'Oriente (última sección del aria Acerba votulta) y su enfrentan)ienio con Adriana en el Acto II. Ruidosas ovaciones premiaron también su actuación. Distinto fue el caso del Maurizio de Ermanno Mauro, tenor de no bella pero sí potente voz, que empezó con corrección para ir aumentando la calidad de su intervención a medida que avanzaba la velada: hubiéramos preferido, empero, en la vertiente escénica una mayor elegancia de movimientos y desenvoltura. Su versión del aria L'anima ko sianca provocó una desmesurada disparidad de opiniones que en la segunda representación se solucionó, si no a su favor, sí en las intemperancias de un cierto sector del público. Similar, en cuanto al afianzamiento progresivo, fue la actuación de Enríe Serra como Michonnel. quien hubo de soportar un espectral maquillaje a lo Famomas. Dotado de unas evidentes dotes histrión] cas, y aunque su voz no sea tampoco demasiado bella, Serra cincela con esmero cada una de sus intervenciones y frases, en una elogiable búsqueda de claridad y realismo. Del resto de la préseme versión de Adriana forzoso es destacar a los veteranos Piero de Palma e Ivo Vinco (como el Abate y el Príncipe, respeclivamente), las breves intervenciones del Coro y la dirección musical de Roberto Abbado —autémico ídolo para ciertos liceístas— repleta de lirismo y muy contrastada. Lástima que la orquesta del teatro no siempre respondiera positivamente; hubo fallos de afinación en las cuerdas y algún desajuste notorio en el Ballet del Acto DI pero, en suma, prevalecieron las prestaciones de conjunto por encima de las individuales. Jordí Ribera Bergós Jton-C!wde Maferirr dirigirá próximanente la ópera Giultu Cesare de Haendel, pero no k> hará al frente de su grupo barroco habitual. La Grande Ecurie el la Chambre du Roy. sino a los conjuntas de la Opera de París. La presencia del controvertido intérprete en el primer coliseo lírico francés supone una suerte de reconocimiento racial de su valía. Figurarán en d reparto Graham Pushee, Ivonne Mioton y Stisan Quitlmeyer. Corrección en los protagonistas de Rigoletto B n t l a M . Grai Team ±\ u * u 7.9. II. 15 tU 87 Verdi. ftgiiteitv. Lets NiKw Adriana Anelh, Alfredo Kiam. Akfxodo Zanaizu Orquesta y CIYIT del Cían Tcaini del Liceo. Dilector Runutuí GandolCi- La primera de las cuatro representaciones programadas de Riguleito esle año en el Liceo aun sin constituir un acontecimiento especialmente excepcional, ha servido para poner de manifiesto la profesional ¡dad de tres grandes intérpretes como son Alfredo Kraus, Leo Nucci y Adriana Anelli. Alfredo Kraus. como siempre, ha eslado como mínimo a la altura que se esperaba de él. Además, el cantante siente una especial predilección por encarnar al personaje de i! daca di Muniiiva con el que hace nada menos que treinta años debutara en su carrera en el Teatro de la Opera del Cairo. El joven noble, frivolo y seductor, especie de Don Juan sin trasfondn inetatísico. continúa conservando toda >u frescura y atractivo en la voz joven, clara y diáfana del tenor canario. A pesar de su edad. Kraus es dueño de una técnica perfecta de impostación, y sobre ludo piisee un conocimiento profundo de todas sus posibilidades y también de sus limitaciones. Sabe dosificar su emisión con una economía de medios extraordinaria como ha deinoslrado en la presente representación. Así, su entrada con la balada Questa u quelíu al comiere» del primer acto ha sido prudente y comedida, sabiendo de antemano el cantante que su voz. que necesita calentarse, iría aumentando en calidad, como así ha sido, a lo largo de su actuación. Su gran momento ha llegado en el recitativo y aria del acto segundo, donde ha desper- • lado auténtico entusiasmo entre el público y. como no podía ser menos, en la famosísima aria del tercer acto La donna e mo~ bile, pieza fácil por otra parte pero de gran efecto dramático. De todas maneras Kraus era consciente de que su papel, por muy relevante que fuese, brotaba a partir del centro medular del personaje de Rigoíeitn y en esle sentido hemos de agradecerle el haber sabido ocupar, sin divismos. el lugar que le correspondía en la obra. Leo Nuce i es un gran actor dramático y ai encarnación del viejo bufón jorobado, cínico y endurecido por el trato con los poderosos a quienes sirve y está obligado a hacer reír, pero que guarda para sí un espacio infranqueable de humanidad y ternura en el amor a su hija, ha sido magistral. Nucci ha sabido hacer crecer a su personaje desde la meditación profunda derivada de la maldición que it conté di Monlerone lanza sobre él al comienzo mismo de la obra. Su Rigotello se construye desde el soliloquio que el protagonista mantiene a solas consigo mismo, el cual, proyectado hacia el exterior, define sus relaciones con los demás personajes. Más tjie la espeetaculandad de la voz lo que contaba aquí era la sujeción expresiva a las distintas situaciones anímicas por las que atravesaba d ser trágico y dolorido, cosa que ha logrado magníficamente el barítono italiano. Kraus cano el Duque Foto: Catalá-Roca Igualmente destacada ha sido la actuación de la soprano Adriana Anelli, esposa en la vida real de Leo Nucci e hija suya en la ficción, en el papel de Cildu. Anelli es una cantante perfecta para este tipo de óperas en las que se requiere un tipo de soprano ligera pero que mi quede demasiado encasillada en los fragmentos de coloralura, sino que su voz pueda participar del empuje y la tuerza trágica generales en los que se desenvuelve la acción. Prueba de ello ha sido el aria Caro nome, donde la artista ha sabido situar las ornamenlac iones sin perder nunca de vista el marco de la melodía principal en que aquéllas debían someterse. Si pasamos a los protagonistas secundarios podríamos señalar las correctas actuaciones del bar ¡lorio Slefano Palatchi (conté di Monterone). del bajo Alfredo Zanazzo (Sparafiicile) y de Cecilia Fondevila (Giovanna). En cambio la intervención de Montserrat A p a n a (Maddalena) ha puesto una nota triste en el magnífico número concertante del Último acto, quizás uno de los cuartetos operístico más bellos que jamás se hayan escrito. Un sector del público no se lo ha perdonado. Si esta reacción de los espectadores era en este caso comprensible, lo que ya resulla más difícil de entender fue el abucheo propinado a la dirección musical de Romano Gandolfi, que. sin ser nada del otro mundo, fue en líneas generales correcta. ¿Por qué se impide a este músico que ha conducido al Coro del Gran Teatro del Liceo hasla colocarlo a la allura de los grandes coros de ópera internacionales, que se prodigue en el campo de la dirección musical?... Misterios que no acertamos a comprender. En cuanto a la dirección de escena y a pesar de tener momentos flojos en las intervenciones del ballet, ha sido interesante desde el punto de vista de la concepción escenográfica por conseguir un ritmo cinematográfico rápido y ajustado a los cambios constantes de secuencia que definen a la partitura verdiana. c. c. Scherzo 9 ACTUALIDAD Primer trimestre de la OCB: «Facer Silvia Marcovici Silvia Marcovici: Una gran violinista Barcelona. Palau de la Música Cala!ana. 16-11-87. Bccthuven, Sonóla -Primavera-. Dcbussy. Sonata en Sul menor. Brahms, Sonóla n. " 3 en Re menor. Silvia Marcovici, violín; Alben Guitman. piano. En el concierto n." 5 de la segunda Temporada de Euroconceri hemos recibido, en Barcelona, la visita de dos extraordinarios intérpretes: la violinista Silvia Marcovici y el pianista Alben Guttman. Ambos nos ofrecieron una entrañable sesión dedicada a la i nterprelación de tres sonatas importantes, como son la N.'' 5 en Fa mayor. Op. 24 tPrimaveru) de Beethoven, la N." 3 en Re menor, Op. IOS de Brahms. y la única que escribiera para esta agrupación de instrumentos Claudc Dcbussy. Los dos instrumentistas de origen rumano y actualmente ciudadanos Israel íes tocaron con cohesión y cim un profundo conocimiento de lo que significa el género cameristico romántico en el cual no existen de antemano partes subordinadas, sino que los dos instrumentos pueden actuar fin un mismo plano de protagonismo dialéctico. Marcovici. que ha registrado últimamente la integral de las sonatas para violín y piano de Beethoven con Valenline Gheorghiu. se desenvuelve cómodamente en este género. Su arco se mueve seguro en toda su longitud y el desarrollo de la melodía evoluciona natural desde el principio al fin. La densidad y la gran carga expresiva que supo conseguir en ¡a difícil sonata de Brahms quizás fue lo más sobresaliente. Conecta asimismo en su concepción global fue la sonata de Debussy. donde conscientemente ambos artistas pretendieron de manera acertada alejarnos del estereotipo impresionista con que se etiqueta fácilmente a este músico francés. Si algún defecto quisiéramos buscar aquí, diríamos que la violinista estuvo quizás un poco tensa en los ágiles arabescos del tercer movimiento, pero esio no empañó en absoluto una audición que en su conjunto resultó ser de gran calidad. C.C. Nos las prometíamos muy felices al principio dé la temporada, a sabiendas que se habían convocado nuevas oposiciones, las cuales, dirigidas desde el tribunal y con derecho de veto por FranzPatil Decker —nuevo titular, contratado por el Ayuntamiento ton un .suculento vacket— debían convertir a la Orquesta Ciudad de Barcelona, de una vez por indas, en una orquesta de óptima categoría y con plantilla estable. Pero cuál fue nuestra sorpresa al advertir que la temporada daba comienzo y. como ("ruto de las reñidas oposiciones, sólo se habían cubierto algunas plazas, siéndonos obsequiada al público y a la crítica mía orquesta espectral y fragmentaria. A la vista de la plantilla que se ha venido ofreciendo en cada uno de los programas de mano y a la vista también del constante cambio de caras y de número de integrantes de la Orquesta en el hemiciclo del Palau. cabe afirmar que todas las familias de la misma están incompletas, excepto el metal. Particulaimenie grave es el taso de la cuerda, que en ocasiones se ha visto notoriamente desprovista de fuerza, y que además no tiene concertinos fijos; huidos los concertinos originales — Jusep M. J Alpiste y Jaume Franccsh— a la Orquesta del Liceo, han venido como eventuales el español afincado en Munich Ángel Jesús García y. los alemanes Peler Schaffner y Calvin Sieb. Algo similar sucede con la plaza de primer violoncelo, ocupada ocasionalmente por el también alemán Walter Góddc. Decker, que ha venido a Barcelona en plan de salvador de nuestra orquesta y con una actitud de desprecio hacia los músicos de aquí <lo cual ha levantado lógicamente muchas ampollas), ha desmantelado, pues, una orquesta que había sido arreglada hacía dos temporadas, subiendo el mediocre nivel anterior. Si Decker deseaba y desea arreglar definitivamente la Orquesta y para ello convocó oposiciones, el nuevo conjunto sinfónico debía estar necesariamente lisio y al completo a principios de temporada. Pero raí: lo que nos ha ofrecido y nos ofrece (escribimos estas líneas a mediados ya del segundo trimestre) es una impresentable media orquesta con la connivencia del Señor Alcalde y la Señora Concejala de Cultura del Ayuntamiento. Se traía, pues, de una absoluta falla de respeto hacia el público y hacia la crítica. De las aveniuras de Decker al frenle de la OCB hablaremos en un próximo artículo, puesto que él no dirigió ningún concierto hasta el segundo trimestre. Vamos ahora a comentar el primero, en el que. a pesar se lodo, hubo algunos conciertos realmente interesantes. El primer concierto de la temporada hie muy prometedor. puesto que se invitó al excelente director suizo Peter Maag para que dirigiera un programa íntegra- mente dedicado a Mozart. Maag —quien ve presentó ante el público veslido a la usanza decimonónica— dirigió las Sinfonías nüms. 32 en Sol mayor, Kv. 318 v 39 en Mi bemol mayor, Kv. 543 del músico salzburgués: dad id los medios de que disponía, no puede hablarse de un Mozart quintaesenciado, pero sí perfectamente vital, consiguiendo una satisfactoria sonoridad de la orquesta. Además dirigió una excelente versión del Qmlicno para flauta y arpa en Do mayor, K. 299. en la que contó con dos admirables solistas: Auréle Nicolet y Nicanor Zabaleta. quienes para corresponder a los aplausos del respetable, interpretaron, con la colaboración de orquesta y director, una gavota del hallet Les peliis riens. Otro director, a quien obviamente debemos destacar, es Antoni Ros-Marbá. la persona que mejor conoce nuestra orquesta por haber sido tullios años titular de la misma; pero este año se ha visto injustamente relegado con dos conciertos (que dirigió ya en este primer trimestre) en un ciclo de veintidós. Ros dirigió en el primero de ellos un muy lírico Pelleta el Mélisande. Op. 80. de Fauré. las dos suites del Sombrero de tres picos, de Falla, y el siempre interesante Concierto para violin y orquesta núm, 3 en Si menor. Op 61 de Sainl-Saens (con un solista de gran categoría, el francés Pierre Amoyal). Para el segundo concierto se agotaron las localidades: ofre- Peter Maag abrió el Ciclo y dio el mejor concii 10 Scherzo ACTUALIDAD y desfacer» cía el interés de poderse estuchar a Alexis Weissenberg en una obra tan poco prodigada aquí como es el Concieno para piano v orquesta núin. I. Fa sostenido menor. Op. I de Rachmaninov y la celebérrima Sinfonía núm, 5 en Do menor, Op. 67 de BecIhoven, en una muy satisfactoria lectura de Ros. Pero Weissenberg se indispuso y fe substituido por Oleg Maisenberg. un pianista que solucionó con evidentes dotes virtuosísiicas la papeleta. Entre los restantes directores, recordaremos al siempre bienvenido Miguel Ángel Gómez Martínez (responsable, junto al sobresaliente Ruiiolf Buchbinder. de una feliz versión del Concierto pura piano v orquesta núm. 3 en Do menor. Op. 37, de Beelhovcn). Alexander Rahbari. Edmon Colomer (otro director catalán a quien debería concedérsele una mayor atención) y el correcto Jorge. Rubio (quien, entre otras obras, dirigió los pocos conocidos pero sugestivos Cuatro Preludios del P. Donostia, en el centenario de su nacimiento). Este ha siiio (dentro de la rdativa brevedad impuesta por la limitaciones de espacio) el primer trimestre de la OCB prometemos a los amable!, lectores ofrecerles próximamente una crónica del segundo, mucho más extenso y jugoso. Jordi Ribera Bergós Los conciertos de la Caixa Desde hace algunos años en la ciudad, y que pone el antiguo mecenazgo musisobre el tapete no sólo las cal ejercido por instituciones obras significativas del períoprivadas o por organizaciodo, sino que, con un critenes colectivas (como las dirio francamente imaginafuntas pro Música y Asociativo en la organización de los ción de Cultura Musical). Hoy programas, aparecen obras en día, como signo de los y autores que aunque luego tiempos que corren, son las la crítica y hasta el público secciones culturales de las emlos reciben con cierto esceppresas bancarias, las institutismo. deben necesariamenclones políticas y las rundate figurar en un ciclo que no ciones las que pueden impulpretenda ser reiterativo. Este sar la actividad cultural, y en año. por ejemplo, se han proeste sentido justo es reconogramado obras muy tempracer que la labor de la Caixa nas, buscando más en las raísupera ampliamente la de las ces del movimiento que su demás instituciones de su géplenitud, y así se han podinero, con un programa de do escuchar Heder de Zumsconciertos que se acerca a la teeg, autor que todos los matreintena de actos de envernuales citan como precursor gadura, con audiciones en et e influyente sobre Schubert, centro Cultural de la propia pero que si no tenemos alCaixa y conciertos de primo Rafael Oro guna vez la oportunidad de cartello en el Palau de la Música Caescuchar en vivo jamás llegaremos talana, con un broche de oro final a valorar. previsto en el Liceo para el 3 de juAl margen de la programación, la nio próximo. selección de artistas fue interesante y variada, con pianistas notables coEn noviembre las actividades emmo Lu¡¿ de Moura Castro (14-1), Mipezaron con la presentación de un quel Farré (con el Cuarteto Brodsky conjunto de sólido prestigio: la Orde Londres, 16-1), Jorge Bolet (24-1), questa de Cámara de Stuggarl, diriRafael Orozco (con la Northern Singida por el veterano Karl Münchinfonía Orchestra, 28-1) y Joan Molí ger. Era el concierto de presentación (10-11), amén de otros grupos de cádel ciclo y el público llenó por commara como el Quartet Alberni y el pleto el Palau de la Música CatalaTrio Fontenay; estos últimos prograna, para escuchar el programa, íntemaron un Trío de Clara Wieck que gramente dedicado a Bach, de la cofue una verdadera delicia, dentro de nocida formación orquestal. Después un estilo más dulce e ingenuo que de otros dos concienos protagonizael de su esposo. dos por grupos de cámara (el Cuarteto de varsovia y el Quinteto Ciutat En conjunto el nivel de los conde Barcelona (este último con una ciertos ha sido alto (aunque alguno audición en homenaje a Joaquín Horra, ha habido con una cierta dosis de abuel 9 de enero se dio principio al Vil rrimiento); el público ha respondido Festival de Música Romántica, un cicon una asistencia sólo mediana, lo clo que, como cual es culpa de la divitis y elintis puede verse que padecen muchos de nuestros afipor el ordinal. cionados, que sólo se mueven ante goza de una los conciertos de lujo. cierta tradición Roger Alier JoaxMott Aibtiu Slrmg Quantl TrioPonmoy Foto: A. Muñoz Scherzo II ACTUALIDAD Ros-Marbá ante Gluck y Mozart L A entrevista que insertamos a continuación fue' realizada en noviembre de 1986, aprovechando los ensayos del maestro Amoni Ros-Marbá con la Orquesta Sinfónica de Madrid —que ocupa el foso del Teatro Lírico Nacional La Zarzuela— que llevaron a festejar el día de Sama Cecilia con obras de Mozart y Mahler. La fecha impona más al entrevistador que al músico, en la medida en que aquél asumió poco después responsabilidades ante la Orquesta y Coro Nacionales de España que no eran en absoluto previsibles en aquel momento. En cualquier caso, la charla se refiere tan sólo a cuestiones estrictamente musicales, una conversación entre dos antiguos amigos a propósito de dos compositores que Ros-Marbd ni a defender musicalmente en La Zarzuela cuando se pongan en escena las óperas Orfei» y Eurídice, de Gluck y Cosí fan tulle, de Mozan, previstas para esta temporada. En la mesa de Antoni Ros-Marbá hay, entre otros libros, la versión francesa de El lenguaje musical: Monleverdi. Badi y Mozan. de Nikoluus Harnoncourt, presencia que no es preciso destacar como muy signiftcaliiv de la sensibilidad del maestro. sí es evidente que no se hacia como la hacen los conjuntos convencionales. R.-M.—Hay muchas cosai distintas. Por lo pronto, es más bajo diapasón, pensando en las voces. El Orlco de Gluck está escrito en un principio para un cástralo. Doce años después, en París, está destinado a lenor. En cualquier caso, tenemos que ser realistas. Nuestro medio es éste, una orquesta que hace un repertorio habitual. Otra cosa sería si hiciéramos un festival especialmente consagrado a revivir esa época, con instrumentos originales. Lo que hemos de intentar es la mayor fidelidad posible, la mayor adecuación, por ejemplo, cuando ponemos arcos, cuando hemos de decidir lo que es la articulación, pues en esle caso Gluck liene que ver muy poco con Haydn y Mozart. hay enormes diferencias, aún aparece como un compositor que pro- S de Gluck y Mozart como si la Sinfónica lucra un conjunto ton i nst rumen tos semejantes a los de ambas épocas. Ni siquiera sé si algunos de los músicos de la orquesta se han enfrentado a la interpretación1 con instrumentos originales o copias. En principio, yo esioy a favor de esas paulas. Pero no ignoro que a menudo lian servido para esconder flaquezas que se hacen deS,—Si te fijas, las últimas son ya monomasiado evidentes con los i iislrumenlos acgráficas. Hace un año, a propósito de tu tuales. En la interpretación del Barroco y Salomé, con Behrens, en La Zarzuela, sóde la música contemporánea se da a melo hablamos de Strauss. nudo el fraude puro y simple Una vez coR.-M.—Entonces boy podemos hablar nocido esto, hay que tener en cuenta que sólo de Gluck y Mozart. hoy día sabemos mucho de la forma de interpretación y de articulación de la mú5.— Que son dos autores muy conocidos, sica del Barroco y de épocas posteriores. pero que en la escena madrileña son poco Además de lo que hacen grupos como el habituales. Se diría que tú siempre prede Harnoncoun. Leonhardt, Brúggen. o la tendes un cambio en el repertorio, como Petite Barde, e l e hay otras certidumbres hace López Cobos en ¡a Orquesta y Coro que cuando ellos empezaron no existían. Nacionales. Ambos asumís el riesgo de mon- Se trata de que cada cual busque la verdad tar obras dificiles y alejados de lo maniy de que. en última instancia, cada uno do, de lo habitual. encuentre su verdad parcial. De esa forma R.-M.—Alguien tenía que hacerlo en am- hay una verdad común que llega a unirles, tanto a ellos como a los ingleses y a tantos bos medios, la ópera y lo sinfónico. En (iros. La investigación y la documentación ópera, cuanto más hacia atrás llegas, mis han aumentado con gentes cono Dan o Harrenovación supone, y desde luego más dinoncourt. pero además hemos tenido ocaficultad. Lo lejano es problemático para la sión de estudiar la obra de Leopold Moescena lírica, el riesgo es mucho mayor zan, su libro sobre la técnica del violín. que en el repertorio habitual del siglo XIX. donde hay exactas referencias sobre la arSe traía de óperas que tueron pensadas para ticulación e i me rp relación de la música de medios muy distintos a los que hoy lene la época. Es un libro fundamental, como inos a nuestra disposición. los de Quantz. Couperin o Cari Philip EinBach. cada uno en su parcela. Hay S.— Eso que dices y ese libro que tienes manuel mucha documentación más de la que paresobre la mesa me permiten preguntarte, antes ce a simple vista y aunque la época se alede nada, sobre tu actitud ante la interpre- ja más y más, poseemos pistas muy sustación musical de obras del Barroco y el tanciales. Pero a partir de ahí es precisa Clasicismo, y en qué medida vas a tenerla creación, que la obra tenga vida, que las en cuenta a la hora dt hacer Gluck y Mozart en La Zarzuela, con una orques- sea una interpretación cohereme. ta con instrumentos no originales, R.-M.—Como comprenderás, no podeS.—Existe la convicción de que si bien no je sabe cómo se hacía aquella música. mos entrar de lleno en una interpretación CHERZO. No sé si te das cuenta de que ésta es la cuana entrevista que te hago. Algún día podré escribir un libro que se llame algo así como Mis almuerzos con Ros-Marbá. ROS-MARBA. Eso quiere decir que habrá otras, ¿no'.' 12 Scherzo Riis-Marbá Foto. Agustín Muñoz viene del legado de Mannheiin y. en muchos sentidos, vive aún de fuentes barrocas. Como los barrocos. Gluck toma números y ballets de otras obras suyas. S. —Algo muy típico de la época. El purismo, en ese sentido, es algo muy pwurüir. R.-M. — Lo cual debe enseñarnos algo a la llora de iraiar con las obras de estos autores y, sin olvidar lo que hemos dicho antes, no empeñarnos en un lipo de respeto que ni ellos mismo pensaban como algo rígido e inflexible. La in si rumen tac ion es mra cosa. Por ejemplo, para el Orfeo no disponemos del chalumeau. instrumento en cierto modo precursor del clarinete. Pensenxb también que el primer coro está acompañado por ires trombones y tornetto. Se trata de una formación heredera del Ba- ACTUALIDAD rroco y plantea problemas de instrumentación y de dinámicas que resultarían inadecuadas. Es precisa una solución de compromiso, pero válida. S.~Entre paréntesis. Te veo muy propicio a tas formaciones con instrumentos originales. ¿Tienes algún plan al respecto? R.-M.— Nada concreui. Me considero un músico para el que la interpretación es un modo de expresión. Después de ocho años con la Orquesta de Cámard de Holanda he dirigido muchas de las primeras sinfonías de Haydn y muchas (Aras barrocas, aunque no tanto Bach, porque con Bach siento la necesidad cada vez mayor de plantearlo con instrumentos originales. Te diría que Vivaldi o Haendcl. por ejemplo, resisten mejor un planteamiento con la or- R.-M—De munento es. auno dices, sólo un deseo. Me gustaría, pero aiín nu he empezado a actuar por ahí ni tengo expectativas. la acción, incluso al dibujar los personajes que envuelve a los otros (como Don Alfonso). S.~¿Cuál va a ser la versión que haréis de Orfeo y Eurídice? S.—En cualquier caso, hay en Cosi una gran economía dt medios. R.-M.—Esees otro problema, junto con la cuestión instrumental y articulatoria hemos preparado una versión creo que muy cuidada junto con Mario Corradi. con el que he tenido verdadera compenetración. No va a ser exactamente la versión de Viera ni la segunda de París. Hay que darse cuenta de que cuando reviva la obra para la Ópera, doce años después. Gluck ha madurado lo suficiente y hay aportaciones nuevas que son sustanciales, desde el solo de flauta u la coda del aria Che jaro... y la incorporación de mucha música de danza. La edición Ricordi es la que aglutina mejor ambas versiones, y es la que ofrecemos. Hcinos recuperado un recitativo de la primera versión, el que abre el tercer acto. pues, poética y dramáticamente nos parece mejor. De.sde luego, sería impensable hacer tantos cambios en una obra como Cosí Jan tulle, porque en Mozart ludo está en su sitio. Pero lo mismo que Gluck adaptaba arias de otras procedencias lo mismo que incorpora en Orfeo una de las danzas de su ballet Don Juan (la danza de las liirias). nosotros creemos legítimo realizar estas variantes que no menoscaban una obra en la que no siempre todos las cosas importantes están recogidas en la misma versión. R.-M—En efecto. Sólo seis personajes,. ¡Pero qué personajes! Son seis caracteres donde están dibujadas las veleidades de la condición humana. Es una obra muy sofisticada, muy medida. Esta forma, en su tiempo, pudo no ser del todo comprendí da. al menos en una época inmediatamente posterior, como se desprende de los libros de Stendhal sobre Mozart y Metastasio. No me refiero solo a Cosi, pero lo cierto es que lo germanófilo pudo matizar entonces la verdadera naturaleza buffa y esceptica de obras como ésta. 5. — Es éste tu primer Gluck operístico. ¿Harás otros para la escena? R.-M—Tal vez. Es pronto para decirlo. De todas formas, he dirigido obras de Gluck con la Orquesta de Cámara de Holanda. S.—¿Cómo ves Cosi fan tune, la tercera colaboración de Mozart y Da Ponte, con su desenfado aparente? R.-M-— La veo como una obra aparentemente divertida, pero de!ras de la comedia jocosa hay una crítica que pone a la luz las debilidades humanas. S.—O por lo menos lo inconsistente de cienos valores. questa tradicional moderna, siempre que ésie sea serio y riguroso. Quizá en algiin momento de mi carrera me gustaría formar un grupo apio para la música del XVIII. 5.—Brüggen nos decía hace tiempo que en la música reina una gran corrupción, que esa corrupción impide acceder a la verdad de aquellas sonidos. R.-M.—Corrupcion. eso es. y además es> tandar ilación, y en un momento dado se unen ambos conceptos en ma suene de complicidad. Por eso sería magnífico disponer en este país de un grupo de estas características para trabajar en ese repertorio. Eso sí. insisto, siempre y cuando no constituya un disfraz para determinadas incapacidades. S.—¿Se trata sólo de un deseo o ya has dado algún paso en esa dirección? R.-M. —A través de la farsa se da cierta mueca de amargura, y al fina] un evidente escepticismo, un encogerse de hombros ante la constatación de lo que es realmente la sociedad. S.—Me reconocerás que ese lado oculto no debe anular el aspecto buffo de ¡a obra, como a veces han hecho determinados directores de escena. R.-M.—Claro que no. Es una comedia. Los personajes están muy bien diseñados y definidos dramática y musicalmente. Por cierto, hay una múltiple simetría entre ellos —que es uno de los grandes valores de Coa", entre una y otra pareja, entre los diversos acoplamientos, que se convierten en un acoplamiento distinto al avanzar S. — En nuestro tiempo se advierte quizá mejor ese punto de equilibrio que por entonces advirtieron algunos, como Goethe, cuando decía que la muerte de Mozart impedia que nadie pusiera música a Fausto. que necesitaba, según él. un músico a mitad de camino entre Alemania e Italia. R.-M—Es exactamente eso. La simetría y el carácter buffo de Cosi suponen un equilibrio no exactamente germánico. 5. — En cuanto a la versión, no caben tantas posibles variantes como en la obra de Gluck, ¿no es asi? R.-M.—No tanto, pero no existe una sola versión indiscutible. En sus óperas, según dónde tuviera lugar la representación, Mozart ponía esta u otra ana o la adaptaba. Hay un gran problema en los recitativos. Si no los ofreciéramos corremos el peligro de que el público no siga esa prosa primorosamente musicalizada. Eso lo tendré que ver con el director de escena. Pero si los abreviamos alegremente, como se hace a veces, podemos destruir encadenamientos armónicos fundamentales y romper la lógica mozartiana. En Mozart existe la problemática de los materiales de orquesta. No fue encontrada una edición que respete fielmente la diferenciación en los staccati. con punto o línea vertical según el caso, cuya valoración era muy distinta. El conocía el acento de forma diversa a como hoy se conoce. Vamos a ver cómo transmitimos esto a la opuesta, que por cierto, es muy receptiva. Mozart bebe muy directamente de las fuentes de su padre en lo que se refiere a una gran parte de su estilo y. que es muy difícil de conseguir con nuestros instrumentos, ya que las cuerdas son hoy mucho mas tensas y el arco pesa mucho más. S.—¿Se da, entonces, una solución de compromiso? R - M.—No exactamente, porque se puede tocar muy bien Mozart con orquesta moderna, aunque no siempre es aconsejable tocar Mozart como está escrito. En su tiempo se sobreentendían muchas cosas que hoy se nos escapan en toda la gama que envuelve el estilo, la articulación y la dinámica. Santiago Martin Bermúdez ACTUALIDAD ORFEO ED EURIDICE: Entre lo clásico y lo rococó Madrid. Teatro de la Zarzuela. 6 de mar10 de 1987. Gluck, Orfeo y Euriditt. Claire Powcll, Judítti Blegen, Paloma Pérez Iñigo. Coro del Tealro Lírico National La Zarzuela; Orquesta Sinfónica -Arixís». Director: Anloni Ros-Mart>á. Escenografía: Lorenzo Pan. Figurines: Marc Bohan. Director de escena: Mario Corradi Coreografía: Dider Ammann. Ci^woducciiín con la Opera de Moolecarki. Luz clara, bellos paisajes de fondo, atavíos de aire renacentista inspirados en el estilo clásico, colores matizados, imágenes reconadas contra el horizonte, naturalismo un tanto naif, estudiado estatismo escénico, movimientos estilizados, coreográficamenre diseñados... He aquí algunas de las características, apreciables a los pocos minutos de haber comenzado el espectáculo, de esta puesta en escena de la capital ópera de Gluck. Y la verdad es que ludo o casi todo encajaba, resultaba armonioso y lógico, grato, coherente con la idea que al parecer había presidido el montaje de recuperar dentro de lo posible el espíritu de la versión estrenada en Viena en 1762 y despegarse algo más de lo que habitual mente se hace de la versión de París de 1774 y que asimismo había sido asumida por la dirección musical de Ros-Marbá, encantado con la. dentro de lo que cabe, purisla rememoración. Por eso el director catalán se aplicó afanosamente al estudio de la partitura (con la edición Ricordi como punto de partida) en busca de lo que sabía seguramente que era imposible sin utilizar la edición Barenrreiter íntegra, sin emplear inslrumentos originales... y sin contar con un casi rato. Pero afinó lo que pudo a la orquesta, extrañamente entusiasta, pulió timbres, replanteó arcos, trabajó el sonido en pos de la claridad, retuvo tempi. quitó énfasis, matizó cuidadosamente la dinámica y estuvo, como siempre que le hemos visto en el foso, muy atento. No hay duda de que. con una obra que le guste —y que le plantee problemas—, con ensayos suficientes, con un buen ambiente de trabajo es hombre que se crece. En Madrid ha dado buenas muestras de ello en el mismo teatro. Puede que, sin embargo, aquí no funcionara del todo su concepción; con independencia de algunos lastres escénicos, de los que en seguida hablaremos. haber frialdad—, pero sí lejana a la sensibilidad actual. Lo arquetípieo, en [al sentido, apareció como encorsetado en un friso helénico. Degustamos momentos de notable calidad artística, en los que se produjo la deseada conjunción de música, danza y pintura. Pero el sentimiento trágico, que a veces ha de despojarse de la estilización, se nos escapa. En cualquier caso, debe insistirse en ello, un aplauso para Ros por su excelente trabajo lleno de delicadeza y sensibilidad, con resultados impensables entre nosotros hasta no hace mucho. Es coherente con las manifestaciones que realiza en la entrevista que aparece en este número. Con todo, la representación, desde las perspectivas citadas, podría haber sido más equilibrada si los planteamientos iniciales hubieran mantenido su coherencia de principio a fin. Se habría podido disfrutar así, con ese tinte leonardeseo del primer acto y parte del segundo, con ese aire límpido de los Campos Elíseos que se respiraba tanto en la música como en todo lo demás, de un Orfeo ed Eurídice plástico, estilizado, bien dibujado, clásico. Pero a Mario Corradi se le ocurrió establecer una síntesis entre este mundo olímpico y el rococó, y buscó un puente entre la "tragedia griega recreada por Gluck, desde sus presupuestos musicales del XVIII. sobre el texto de Calzabigi, y la tragedia lírica francesa, con todas sus servidumbres, a las que el compositor hubo de plegarse en la versión d& 1774. Y, a efectos de distanciar, hizo representar en el escenario de la Zarzuela una especie de alegoría sobre la música de parte del ballet escrito para París. Los cortos miriñaques, los pasos de los bai- Papageno El quid estuvo probablemente en el constreñimiento que. persiguiendo la buena letra y el mejor espíritu, se ejerció sobre el discurrir propiamente dramático. Los contrastes de la tragedia, con el amor y la muerte como tremendos protagonistas, quedaron algo limados. No hubo pasión, calor, vitalidad. Se nos ofreció una visión del mito no fría —porque donde hay música bien planteada y, en general, bien realizada y dicha, no puede Claire Powell y Judith Blegen 14 Scherzo larines, la coreografía distorsionaron el equilibrio, rompieron la unidad con el foso y crearon la confusión. No era ese el camino después de plantearse la representación a partir de las bases comentadas. Falló no poco el ballet, que aún ha de trabajar mucho para alcanzar un nivel adecuado. La mayoría de los bailarines se mueven, faltos de la gracilidad exigida en un empeño de este tipo, con excesivo peso en ios saltos. Tampoco puede hablarse demasiado bien de la idea y de la realización coreográfica de la confusa Danza de las Furias. De los tres pn> [agonistas de la danza habría que destacar si acaso a Mabel Cabrera, fuertemente expresiva. En el aspecto canutóle hubo un poco de todo. El coro, y es el mejor elogio, logró cantar piano, generalmente afinado; supo responder con inusitada flexibilidad a las exigencias de la batuta. Claire Powell prestó adecuada figura a Orfeo. aunque a su arte de canto, dentro de lo estilístico, le falte depuración, capacidad de matización sin perder la Fluidez y unidad del discurso. Pero actúa entregada y sinceramente. Posee una voz de mezzosoprano, algo tremolante, de no desagradable color, emitida no muy canónicamente, que no llega a proyectarse por completo hacia el exterior. Extensión suficiente y poco correcta pronunciación italiana. Paloma Pérez Iñigo, que ya ha cantado en Madrid Amor, cumplió su labor con profesionalidad. aunque a su voz y a su estilo le faltaran gramos de pureza, de gracia y de refinamiento. Sorprendentemente, b más inhábil en el recitativo, la más desangelada y fuera de estilo fue la norteamericana Judith Blegen, de probados méritos como soprano líricoligera hasta aquí. Se mostró insegura, nerviosa y corta como Euridice. Foto: A, de Benito ACTUALIDAD EL Mikado en Madrid Un buen día los muchachos, indudablemente progres y conocedores de lus [rucos de la carpintería teatral, que ya habían hecho tosas de mérito cuino La multe de San Juan o Glups!. integrantes del colectivo barcelonés Dagull Dagom. decidieron realizar una versión de la opérela El Mtkudo del inglés Sullivan. uno de los campeones del género a finales del siglo pasudo. Dicho y hecho. Xavier Bru se encargó de la traducción al catalán y Joan Vives de la adaptación musical. Los entusiastas componentes del grupo, bien entrenados y organizados por Joan Lluís B0//0. se pusieron manos a la obra El resultado puede verse ahora en Madrid, en el Teatro Monumental, horleramente remozado hace unos años (¿Qué nostalgia la de aquellos conciertos matinales!», hasta el día 12 de abril, pero en la versión castellana. La cosa queda divertida, ágil, graciosa. Esla gente sabe moverse, tiene vis teatral. El trabajo de Bru y de Vives es sin duda meritorio porque han pretendido, y parece que conseguido, respetar en lo posible el original. Hay. claro, determinadas licencias para actualizar n para adaptar el texto y modificaciones en la instrumentación, aunque lo primordial permanece, incluso la tesitura de las voces. Ello crea problemas lógicos a los esforzados actores, que ¡1 veces han de desgañilarse. aunque, justo es decirlo, no desafinan más que lo imprescindible y. ademas, se comportan excelentemente desde el punto de vista dramático, haciendo gala de sus múltiples recursos. La íuneión tiene un buscado aire revisteril, de comedíela musical bien ordenada y fluida. Las aventuras, aquí voluntariamente astraeaneseas. del hijo del Mikado (Pep Molina), del verdugo Ko-Ko (Ferrán Rañé). del superministro Pmih-Bah (Ferrán Frailea) están narradas, sobre prácticos y funcionales decorados, de Amenos y Prunés y tramoya de CaMells y Planas, con el necesario desparpajo y sano diManuu miento. La orquesta más bien reducida, integrada por jóvenes instrumentistas, es más disciplinada que afinada, y no muestra lo que s>e dice refinamiento 1 imbrico, pero sirve al caso, lo misino que la dirección, en esta ocasión de Xavier Casademunl. Un aplauso para la casi perfecta instalación sonora de Jordi Bonel. A.R. El Mikadn en el Teatro Mtiiiwneiiuil Un instrumento llamado clavecín Los conciertos de la banda .Vlttdrid. S J I J R - I I I V 4 III KT O b ú s ik: Swirlllfc'k. H I K : I ^ I . W ^ k i i u m i . Buxldiuk-, kuhiiuu. PJLIL-IVI MiKfcid. LVntm Cultural tk- Li VIIIJ. 22-ll-ÍO Tmivhi v fiíuti en Ht tiit'Ht'i J S Bach CtnHtn'iiti n.'' 7, í)fi. J.S. ¡kíi-u mnnlxw v bwiilu 1-jrs-HriV Lars^m. Titxeuottaiitutl M An^ulu. Suili ilvl v""i Cmum. K tirare B^iikki SinUmitj Muin^ipul di¿ MuJrid Buscando probablemente lieicdaí el publico de los desapaici idus -Lunes de RN1;~ los pionioiores del naciente u J o Diniii •.lea -qucbiado en .sus Inicios la (lasada tempoiudu - lian elegido |u .Sala Fénix tomo sede.de sus actividades. El piiinc tu de lus cuiicieilo.s ptcvislus 1 estilló Ull 11 acaso en lo que a asistencia se lellcie. Pielerinios pensai que lallanin los canales de JI\ulgytUPII del aelo a admiiii que el abandono lucia fiuio del desinic íes y la ignniuncia de una aliciiin J la' que {Hiede que haya que ditigiisc mu una liase leeoldaluí ¡a del tipu de la que eilculx.va este lexiii. Despuós de lislu. Jai ques Ogg es un elavevinisia que loca iieL-uenleinenti: en España y. siquiera sea en ciieulus icducidos. se le apiecia. El holandés es uno de los müsicus más sensibles y preparados de su yeiieiaeiiin. L;.l piugiania que eiml'eccioni' paia su lecienie citiiL-ieilo madrileño, bajo el epígrafe "Los precursores de Bach-. fue realinenle inudélicu. tanto pt>i el interés en si mismo de las obras como pin el seguimiento leinálico que pudo efectuarse rnn su escucha eii la disposieiiin priipuesta. Dentro de un buen nivel iuleipiclalitu general, lecnnoceinus que le hemos escuchad» conciertos más redondos a Jaeques Ogg. Así. se escapo el punto úllinio de introspección en la Allomando de la Suile cu Rf minar ik Frobeigei. u la depuración mecánica precisa para la TtKvmu i-n Mi menor de Weckinaiin. P01 el contraiio. Ogg eaptó acertadamente d sentido de la Fantasía Cromatica de su gran compatriota Swelinck y realizó también Uiiu ciHivincenie versión de la Pussaiagliit en Stit menor de Georg MulTal E.M.M. tsic Liillienlai ¡o aceita del contieno inaugural de la temporada de invierno de nuesua Baniij Munieipal sólu pivieihle lesullat la existencia en nueslia capital ik' lan gran LIHI}UIIIIP siutiiinco que tucuu ya 7S años de e\isiencia y una ^iati la Un en pro de la eullm a musical: no hay qiiL' nlvidaí que muchos meiómanus se I tu i lunnado asistiendo I-idos los dominaos a sus eoncietlos en el lemplete del ¡«urque del Reiiio. Kn b présenle lempoiada (7 eoneiei losi ¡Hiede cnciniiiar el aficionadu Mine de piejuicios. que tínicamente desee ou buena inusiea y uran calidad inieipielaliva. una amplia variedad de estilos, obras del lepeilorui sintónico, /ai/uela. esiivnos. concieilos con solista y lu presencia de direciui invitado, tal y como sucede con las orquestas. El progiama que nos ocupa se inicialu con la más nopulai >ilira paia insano de Baeh. en una transcripción que nos iiaeía recorilai a Stokowsky y su |ielfcula Fanlusia, seguida por otra del sueco Larssun que fue alumno de A Iban Bcry. sin que se notase en esla obra el menoi inllujo del gran ci^npositot austríaco. Más lórluna tuvo Manuel Ángulo con el eslieno de Trigi'iu-nitiona!, compueslu a modo de úivertimeitto como homenaje a lies generaciones de músicos familiares suyos. El concierto Ilnali/.ó con una espectacular interpretación de la popular Suite dtl Gnai Cuíuin del norteamericano Gnifé. en la que se pudo apreciar el gran empaste y conjunción de nuestra Banda Aitttmio Teresa Moreno Scherzo 15 ACTUALIDAD IGOR OISTRAKH Continuador de una estirpe Madrid. Teairo Real. ó. 7. 8-HI-87 Beethoven. Concierto para violln en He mayor, Op. 61. Dvoiák. Sinfonía núm. S tn Sal mayor, Op. 88. [gur Qislrakh. violín. Orquesta Nacional ita España. Director: Gabriel Chmura. El principal atractivo de esle concierto lie Id Orquesta Nacional residía, como salla a la vista. Jada la clásica conformad™ de su programa, en la actuación del violinista lgor Oistrakh El músico de Odessa ñus ha visitado ya en otras ocasionen, evidenciando siempre su gran talla artística. Una comparación de su estilo con el de su genial padre nos llevaría demasiado lejos y quizá serla también caer en el tópico crítico. En efecto, lgor Oístrakh merece ser reconocido como un gran violinista por si mismo. Es dueño de una técnica compitísima, como demostró en el catálogo de dificultades, musicalmente inoperante, que constituye el celebérrino Capricho de Paganini, que tocó fuera de programa. A esto se superpone un talento musical que tiene la virtud de la persuasión, incluso cuando toma la forma de enfoques e ideas preñados de originalidad y personalismo. Oistrakh tiene además un sonido extremadamente hermoso, con una afinación cercana a la perfección, lo cual permite que en todo momento sea distinguible la sonoridad de su instrumento en medio de la masa orquestal. La versión del Concierto de Bcelhiiven que le escuchamos estuvo pre- sidida por el calor de la comunicación y un lirismo de largo aliento. El acompañamiento de Gabriel Ctintura no logró adentrarse plenamente en el estilo de la obra. El joven director parece todavía algo lejos de la madure; que le permita realizar planteamientos dotados de mayor interés. En Dvorak sí que s¿ apartó de una mura lectura literal, logrando algunos momentos atractivos en el último tiempo —resallando detalles que suelen quedar «siltos en otras interpretaciones— pero se quedó muy corto en cuanto a efusividad en el resto de la pieza. E. M. M. Un pianismo venido a menos Madrid. Teairo Real. 5. 6-III-87. Brahms. Obtnura Trágica Bcrg. Tres Piezas para orquesta. Op. 6. Brahms, Concierto para piantt y orquesta nüm. 1 en Re menor. Op. 15. Andrc Wans. piano. Orquesta de RTVE. Director; Gunter Ncuhold. Madrid. Teairo Real. 12. 13-111-87. Brahms. Concieno para piano y orquesta núm. 22 en Si bemol mayor, Op. tU. Roit,^el. Bacu v Anaana, Op 43 (Sunei ndms. I y 1). Aleáis Weissenbtrg, piano. Orquesta de RTVH Director: Thcoilor Guschtbauer Dos de los pianistas más apreciados piir la afición española en una época, que podríamos cifrar en torno a 10-15 años en el pasado, han pasado por el cicln de la orquesta de RTVE para interpretar, en dos semanas consecutivas. Xa, dos monumentales conciertos brahmsianos Lo escuchado a uno y otro ha estado bien lejos de hacer justicia a las obras. Andró Watts, del que cabía una línea distinta después de un período al parecer de reflexión, que lo apartó durante una década del mundo del disco, sigue Laminando en la actualidad por sus habituales vías de inexpresividad. Su completa técnica —ciertamente leyó Imlas y cada una de ¡3s notas fijadas en la partitura— no se ve secundada, lamentablemente, úe un pensamiento musical profundo. Watts trató, de manera I<Halíñenle inapropiada. percusiamente su parte del Condeno núm. I de Brahms, obteniendo del instrumento sonoridades nada bellas, tan metalizadas como hirientes. El acompañamiento de Gúnler Neuhiild. en su losquedad extrema, acabó por redondear una interpretación (?) en verdad desafortunada. Neuhold extrajo de la orquesta un sonido terriblemente duro, también en la otra página de Brahms y un Bcrg. demostrando que es todo lo contrario del tipo de maestro que la formación precisa en estos instantes. Weissenberg fue capaz de tener momentos de gran mu Mralidad, sobre todo en el Andante —junio a un destemplado cello solista— pero su técnica hizo aguas por los cuatro costados, en especial en Ion dos tiempos iniciales. La orquesta simó ix>n Ousehlbauer de forma menos ruda, incluso con un cierto clima vienes, mas todavía a gran distancia del ideal de estilo. El director austríaco brindó una muy animada versión en lo rítmico de la nü muy interesante partitura de Roussel. E. M M. Una engañosa sesión de danza barroca ro Real 4-10-87 Obrante Bebe!, Haendel, MiJ/an, Majáis, Anónimo, Minkus. Sdikkhant. Lully. Canpra y Dcanthes. Londrni Baruque DainxTheatre Director: Stefhtn Prestan. El casi nulo contacto que el publico español ha tenido con espectáculos como el que se critica daba a la sesión organizada por Afanias con fines benéficos un inlerés, al menos en principio, que luego los hechos se encargaron de desmentir. El programa trataba de reconstruir una velada de danza del siglo XVIII. de ahí la inclusión de unos números de Les Peiits Riens de Mozart, pero con un par de prolongaciones —La Cachucha, Don Quijote de Minkus— en el siglo XIX, nada justificadas desde el planteamiento inicial. La mayoría de las coreografías se debieron al propio Presión, siendo la única original —se conservan, desde luego, pocas de la épocala del Ballet de neuf Danseurs, con música de Lully. Campra y Destouches. Slephen Presión, magnífico flautista, «so sí, no aportó ideas demasiado interesantes. Los movimientos de los bailarines carecieron de refinamiento y de atención a los adornos. La elección de los lempi, algo morosos a efectos prácticos, no facilitó en absoluto d libre desenvolvimiento de los dan zantes. Lo sucedido con Les Folies d'Es- i 6 Scherzo Londan Baraque Dance Theaíre pagne de Maráis no tiene apenas explicación. Presión sustentó el baile en una sola flauta, omitiendo el bajo continuo, imprescindible para el bailarín. Las dos piezas del XIX fueron de un gusto terriblemente (O deliciosamente, según se mire) cursi. Las prestaciones puramente musicales, por úl- timo, bordearon la inexpresividad total. Incluso el nivel de lo utilitario se vio comprometido por la dudosa calidad de la violoncellista y el hecho de haberse empleado un clave prácticamente inaudible. E. M. M. ACTUALIDAD Mariss Jansons: Irregular integral beethoveniana Madrid. Teatro Real. Beeihoven. Los Cuurlelos de Cuerda. Cuando Emires de Munich. 10 y 17-11-81. Cuando Enesco de París. 19 y 24-11-87. Cuarteto de Varsovia. 36-11-87. Habrá o.ue plantearse alguna vez, desde aquí lo apuntamos ya. la razón o razones que hacen que Beethoven sea casi el Único autur al que se dedican este tipo de ciclos. ¿Especial poder de convocatoria de su música para una sociedad de gustos nada amplios o escasez de miras por parte los los organí ¿adores. Ha sido ésta la segunda vez que la Universidad Autónoma de Madrid ha organizado el ciclo de los cuartetos de Beethoven. la primera file en 1983. De nuevo se ha contado con los Stradivarius del Palacio Real, gracias a la colaboración del Patrimonio Nacional. Esle aspecto, con su atractivo indudable, es también un arma de doble filo para unos instrumentistas forzados a una rápida adaptación. El ciclo, cuyo interés de partida se veía ya algo mermado en cuanto a homogeneidad concierne por la intervención de Ires grupos distintos, tropezó con un grave escollo: contar con el im- Cuaneto Enesco de París presentable Cuarteto Endres de Munich. Lamentables los desirozos que causaron a las obras que les cayeron en suerte (en desgracia para los oyentes). Los dos restantes Cuartetos, sin ser formaciones de primera fila, al menos realizaron versiones de las obras, cosa que al Endres le impiden sus carencias técnicas. El Cuarteto Enesco se reveló como el más maduro de los conjuntos. De sus actuaciones se debe destacar una solvente lectura del Cuaneto ai Do sostenido menor Op. 131, pero no pudo en cambio con las inmensas dificultades que plantea la Gran Fuga. El Cuarteto de Varsovia, por su parte, realizó prestaciones muy musicales aunque limitadas. Sus interpretaciones Je dos partituras de la Op. 18 —números 2 y 3— incurrieron en una dinámica muy estrecha y una forma de distribuir los acentos poco contrastada. Su punto más bajo se dio en el final del Cuarteto en Fa mayor Op, 59. n." 1 donde desafinaron ostensiblemente. Digno de eslima el esfuerzo que realizaron al acometer el Cuartera en La menor Op. ¡32. E.M.M Limpieza y equilibrio Madrid. Teatro Real. 11 de marzo de 1987. Primera Sinfonía de Sibelius, Quima Sinfonía de Tchailwwsky. Orquesta Filarmónica tic Oslo. Director: Marín, Jansons. Este concierto, incluido en el ciclo Grandes Orquestas de Iberrnúsica, no estaba catalogado entre los especiales. Ni orquesta ni director están en el ranking de los principales; no son de relumbrón. Pero, y lo han puesto en evidencia en esta oportunidad, poseen méritos suficientes para estarlo. El conjunto, disciplinado, equilibrado, afinado, tiene una envidiable cohesión y un poderío sonoro, no exento de belleza tímbrica. verdaderamente ejemplares. Jansons, que ya actuara en Madrid el pasado año con la Filarmónica de Leningrado, reveló de nuevo claridad conceptual y geslual, precisión de batuta, temperamento controlado y lucidez expositiva. Hombre inteligente y eficaz antes que apasionado. Con la aplicada y flexible formación que actualmente gobierna —y con la que ha grabado la integral de las sinfonías de Tchaikowsky—, diseñó en el Real una límpida, serena, transparente versión de la obra de Sibelius, llena de atractivo sonoro. Una visión clásica, sin arrebatos ni fáciles descriptivismos, aparentemente —sólo aparentemente— fría. El panorama fue muy otro en la partitura del autor ruso, observada desde presupuestos similares y dibujada asimismo de manera clara y nítida. En ese aspecto la interpretación ftie ejemplar. Pero Tchaikowsky precisa quizá de unas mayores dosis de apasionamiento, de vigor, de pathos. Un acercamiento a esta Sinfonía n." 5 puede que no tenga que ser un melodrama lloriqueante, como oirás aproximaciones pretenden, pero sí debe contener una reconocible carga expresiva para que su fluir dramático no resulte huero, i Qué se le va a hacer! Tchaikowsky es, quiérase o no, un hiperromántico. Está bien no excederse a la hora de exponerlo. Pero está mejor situarlo en su justo término; captar su melos y subrayar, bien que discretamente, su pasión, no siempre evidente si no se establece, por ejemplo, un justo e imaginativo uso del rubato. Tres propinas, la Marcha húngara de La condenación de Fausto Berliuz, entre ellas, rubricaron la sesión en olor de multitud. A.R. Scherzo 17 ACTUALIDAD TRIO DE BARCELONA: Conjunción y equilibrio admirables MANFREDO: La renovación de un repertorio mortecino Malrid: Teami Real [.1. I4y I5-IU-UPS7 Scmh mann. Munjrtü, Op 115. husma drumJiiui siitirc teMiNs üc Ltird Bynm. Ji*i¿ LÚA Gtímei. reiilador: SoliMdv Giro 1 Oruuela Nuuimales Je E-pañd. [)irivuir Jesj> Lój*/ CiibiF^ Madrid: Teatru Real. 3-J1M987. Beelhoven: Trío en Si bemol mayar, Op. 97, -Archiduque-; Mendelssohn: Trío en Re menor. Op. 49; Shostakovich: Trio en Mi menor, Op. 67: Trío de Barcelona: Alberl Giménez Allenelle. piano: GeranJ Clarel. v¡(>lín. y Lluis Claret. violonchelo Con cierta frecuencia se oyen lamenlaciones en lomo al papel de cenicienta que le lia tocado desempeñar a la musita de támara. Se lian buscado explicaciones para el fenómeno: abstracción, limitaciones u'mbricas y dinámicas, originaria restricción al ámbito privado. Probablemente la razón básica estriba en la ausencia en su real i ¿ación de un mediador, oficiante o gran comimitador, como ahora se dice. La música de cámara exige un dialogo directo sin maestros de ceremonias que orienten y den pautas y directrices y no lodos están dispuestos a aceptar una carencia que puede resultar ardua y penosa. Piénsese en la importante función del director de orquesta en la explicación plástica y expresiva del discurso sonoro. Nada semejante existe en la música de cámara, en la que el oyente debe recomponer en su cerebro la proyección visual que toda música posee. Este oyente, en suma, no es mejor ni peor que el del gran concierto sinfónico o recital, simplemente es más sacrificado y laborioso y si se quiere, haciendo de la necesidad virtud, más imaginativo. No es raro. pues, que siga constituyendo una minoría. La que asistió a la ultima sesión del Trío de Barcelona dentro del IX Ciclo 18 Scherzo de Cámara y Polifonía en el Teatro Real madrileño tuvo la suene de disIVuiar de una de las mejores agrupaciones actuales. Aquí que tan fácil es lanzar las campanas al vuelo por lo-> motivos más nimios, iiu se tiene conciencia cabal de la categoría de este conjunto. Integrado ptn magníficos instrumentistas individuales, lo fundamental, sin embargo, es haber logrado una conjunción y un equilibrio admirables, máxime teniendo en cuenta que se traía de una combinación problemática, en la que s¿ oponen dos fuentes sonoras muy heterogéneas que raras veces se consigue integrar > hacer dialogar en pie de igualdad. A la frcltc/.a del sonido se une un empaste y un sentido rítmico flexible, especialinenie apto para recrear el inagotable inelodismo beethoveniano. la contenida sentimentalidad de Mendehsolui o el dramatismo del Trío de Shostakovich, un músico hurnanista en cuya creación se han plasmado las vivencias colectiva-., en este caso las traumáticas de la guerra, que nunca se refugia en paraísos int¡mistas y al que el esquema simplista que contrapone abruptamente música pública frente a música privada, le es escasamente aplicable. El concierto se prolongó con un movimiento del Trío Dumky. de Dvorak, obra de la que el Trío de Barcelona, como ya demostró en una anterior ocasión, hace una sobresaliente creación. Domingo ele! Campo Jesús LÓJK'Í Cobos ha venido realiíandi>. al frente de la ONfc. una interesante labor de renovación Je un repertorio mor iixino que desde hace hasmitLs años se venia alimentando de títulos repelidos basta la saciedad. Tal publica huí traído mimbres infreíuenles. como Zcmlinsfcy. Gerhard o Lutoslawsky y. al mismo tiempo ha brindado la posibilidad de oír libras problemáticas o pn.ii conocidas de compositores más familiares, A la segunda categoría responde el Miuijredo M.-hununnJaiio. vasto poc\\u LJUL- iiunea ha incrcfidn excesiva atentiiin uniré \J>, pindueekines de sil autor. No es una obra fácil. El satuniMno un pino pa-.adi> dul textil, su naturaleza liíbri ca que enfrenta, en muchos casos sin mediación, la palabra y la música, sus mismos mnlrad i taimes nos dan las claves del musito mucho mejor que otras obras más pulidas y aseadas sobre las quu se sustenta MJ presencia en d mundo musical: erisis de identidad, tremendismo exhibicionista, fascinación por d abismo y coloreándolo lodo, un agudo scnlimiemo Je culpahMidad. lanío en d plano individual —se ha llegado a hablar de complejo de incesto, auno en el social— cimejencia. ¡> mala toncienuia. de su falta de resolución para Jelender los- ideales compartídiis de las jornadas revolucionarias del ¡(ño 4 8 . a cuyo brutal aplastamiento tuvo que asistir impotente. De hecho, en Manfredo tlüja Sehumann la puena abierta a una salvación, eierlauiL-iile de forma muy ambigua, hacia laque mira loda la cultura burguesa de esos años. Iratando de caneclur idealmente los horrores desencadenado* r»r una dinámica de uinfronlación. imposible ya de dtienor. En tul mentido Manfretk> se inserta en tuda una corriente de libras dramáticas de redencuín que jalonan la época y que vienen a sublimar una realidad hosca que gravita como una pesadumbre insoportable sobre el artista sensible y consciente Ni que decir tiene que una creación de tan ricas connotaciones es a pesar de sus abruptos contrastes y desigualdades, o quila por oso. una de las más interesantes de su auhir. imprescindible para conocer sus arcanih más profundos y esenciales. La puesta en música sobria y perfectamente controlada pur L<>pe¿ Cobos contó con la inapreciable colaboración de José Luis Gómez, cuya .variedad Je registros expresivas y emocionales resultaron idónen> para mantener la tensión y el hilo conductor de las distinuis secuencias, graduando con sabiduría y oficio los sucesivos móntenlos dramáticos. Un concierto, en suma, que ha revelado el atormentadii mundo de Sehumann en mucha mayor medida que las rutinarias aproximaciones a sus sinfonías y conciertos que tan a menudo lenemus que padecer. D. C C. ACTUALIDAD Mahler y la naftalina Maik-id. Tealr.) Real. I de marzo Je IWt7. SrXwitlu Sitftmiu Je M¿4IICT Or1w>n bm*r4idTKj Orquc*J¿i NÜLLÍIIUII Hdlixm Harguu. soprano. Jaüuigd Rjprx\ i-iiitralln tJim.-lm. Rdlad Hruhhixk Je Bur^i^ El u i i l i K T I n ik'l domingo I de m a i / n . rc|Klu'U<ii J i ' (iiu^riima ik: Itis días J7 y 2B de Icbrurn. Irajn ul K«al. mu t i Uit\--nn UoiitiNlimra y ki Naviunul. después de dio/ aiitis, a Friihtvck ilc Burgos, üurunti: iros luMios titular de jqudlu IOIIII.LLuin sinlonita y oilalturmluí laiiibitin un divcr\üs nui simios de lu iiiiisd toral dirigida liustj hace b¡ai pooi |xii d ikísajJurouili' Anlxoii Ayos uil. hue t u m i volver hacia ¿iirús «n el . Ñus par t u u csJai viuiUn y C'SLU un coi icio lio tu 197(1. uní las mi\ mas agrupaciones, el IIIÍMIIO diiLti.ir y \j miMiia libia. Todti seguíu i¡:ual. Y HiuliIvck lainbtcii, enii nleiHii.iis virludtv: se puridad medica, mtinonu, clariJiü de eapatidad di; o>lictriaciiin e id (JCI'UCIIIN: rtltirifoi planttuink'iiltis. yiue-úi accnluacion. esireLliu yama Jiiiainica. 111ciinccla pluniticacioti. CSLJM lluide/ del JÍM.UVM1. \KKU ivtMiuimenuí limbiiei'. e\tcsivu dvnsiüuü de las it\tui'üs... Ln nfjulivo t'sluvii presento sobre linln eii el ptiinor movimienti). tercaitit al dosprupiVsiii) Nn Imbii demasiada yrutiii J I I el l'iiinusu trajínenlo de Sun Antonio tliíridtile ilp coma " im peces (leiLct miiviinientn). ni lu 11 id nía cu el lied (cuarini Ln inujni qui¿A lucra Li superficial Mincha del Último tiempo. Lu buena laboi del coui y su J Ü naeión y apreuablc empaste ane^larun algn el final sm que se llegara a produeit c\ disastie. t u cualquier CJSO. vetskiii (iici' mali/adu. siilo maliloiiiina en la epidermis. apaialiiKi v llueca. Al lénnino del cuiKieilti -en el que culubuiaion JÍM.'iotaiiieine Lis solistas vocales- .se |»-dij pticibn uní cíalidad un Uesaj:iailahle lulillu a iiatlulina. c/Huertas. 57 - Til.: 419 29 Al Todos los díis Música Clásica en dirtelo Ue lunes * jueves y a las 23..W CICLOS DE Ml'SICA CLASICA, dedicados a un autor, a un eililo o a ur. periodo de la Historia de la Música. Viernes, sábados y domingos, dos actuaciones: a tai '20.30 y las 23.30. El ConcursoHomenaje Callas L ufiuomuio nacional a la ópera puede sentirse ya algo más europeo sin que lal seusaeión le llegue por problemáticas de excedentes lácleos o por otras cuestiones., más o menos domésticas, de integración comunitaria. Televisión Española ofreció en la noche del 27 de lebrero (¡con pocos meses de diferencia!) la sesión final del concurso de canto María Callas, en un doble cometido de recompensa u los pivmiados y de homenaje a la inolvidable emítanle greco-amei icana La lundación que llevu' su nombre, presidida |mt la pianista Vasso Devet/L otorga cada tres años sus galardones. De entre los premiados en las dos primeras ediciones (1980. I98.í) algunos ya han encontrado un espacio envidiable en el panorama actual; ahí está Cecilia Gasdia. La tercera edición del c e r t a m e n , de I98ft. la ofrecida por televisión, se distingue [xi] halx;i elegido a cuatro cantantes con un positivo despeCallax/EMI gue profesional, como si la decisión buscara más consagrarlos definitivamente que descubrir valores virtuales. En efecto. Aprile Millo lleva cuatro años con buen pie en los escenarios líricos. Despuds de los éxitos americanos (la soprano lia nacido en los Estados Unidos de padres italianos cantantes) se presentó con éxito en Europa, ha grabado un disco dedicado a heroínas verdianas. las más comprometidas, y se anuncia su primer registro completo de ópera: Raehel de Lu judiu, de Havévy. con Carreras. Por las interpretaciones ofrecidas la noche de clausura del certamen {Pace, mió Dio y lu Mainma mona) podemos alegrarnos de E que al fin apare/cu una auténtica soprano spinio. A la intérprete le taita encontrarse, peni el material existe y es de calidad. El bajo ruso {¡cómo no!) Paata Bm chul¡id¿c puede ocupar el espacio dejado poi Ghiautitv. en un momento en que su cuerda necesita urgentemente un verdadero re prese uta ule de ella, y no un barítono grave. La voz de Aune Sofie voii Ottei aparece ideal para un repertorio que lioy monopoliza Frederika vori Slade. Así. su lecluní del rondó de Ui ' Cenerenlolu fue pulida y suficiente. La cantante sueca se presentó en Madrid el año pasado en el cielo de recitales líricos con mucha aceptación. Ya está fichada por Marrinei para Dorabella en un proyecto de Philips de COSÍ jan tutte. El b a r í t o n o Tilomas Hampson tiene un bello y Huido instrumento muy lírico, que maneja ya eon destreza. Cantó la cavatina de Fígaro de El barbero de Se\illa y el aria de Valentín de Fausi. papeles muy convenientes a sus características vocales. Ningún tenor entre los seleccionados. Tampoco un italiano. Da para reflexionar ¿no? Se abrió y se puso fin al espectáculo con dos fragmentos filmados de la propia Callas en 1962: Habanera de Carmen y Donfatale de Don Cario. Lo más sugestivo de la noche. Dirigió la orquesta de la Opera de Fninkfurt James Levirte con su proverbial entusiasmo, en medio de un decorado delirante. La idiosincrasia televisiva, en este terreno, se empareja a nivel mundial. Femando Fraga Scherio ACTUALIDAD OPERA EN LONDRES: Un espectáculo para la vista L A oferta operística londinense se centra en la Royal Opera House CovenI Garden y en el Coliseum. sede de la English National Opera. En la primera, los nombres internacionales, la tradición un lanío anquilosada. En el segundo, los cantantes ingleses, la orquesta y coros quizá menos brillantes que en la famosa hermana mayor, pero en conjunto, uno de los teatros de ópera más interesantes de Europa, merced a sus excelentes representaciones, sobre todo a nivel dramático, siendo prueba evidente de esto la Tosca a la que he asistido allí a principios de febrero, con dirección escénica de Jonaíhan Miller, musical de Jan Latham-Koenig y Josephine Brastow en el papel protagonista. Versión de la conocida ¿pera de Puccini que llegaba a Londres precedida por el clamor del escándalo que rodeó su estreno en la pasada edición del mayo musical en el teatro Comunale de Florencia. En la'ciudad del Amo algunos sectores sociales se sintieron aludidos por el giro particular que Miller ha dado al texto de Sardou. Gíacosa e Ulica, trasladando la acción de la Roma del XVIH. a la fascista de los años 40. Scarpia es un comisario de policía, apuesto, elegante, cínico y refinado. Cavaradossi, un pintor simpatizante de la resistencia. Tosca, como siempre, es una apasionada y magnífica mujer que, además, canta ópera. La acción del drama se desarrolla en un espacio escénico, diseñado por Stefanos Lazar idis, cuyos elementos se mantienen, con ligeras variantes durante toda la represen- Vestido diseñado para Norma por Bob Ringwood. En ¡a falo. Margare! Price. 20 Scherzo nada, tierna y poseedora de una impecable línea de canto. Bárbara Bonney, en Sophie, cantó bien pero sin demasiado relieve. Hans Sotin realizó una sobria encarnación del Barón Ochs, evitando siempre la bufonería, pero lleno de gracia y vitalidad. El resto del reparto, digno. De lamentar que Lott Murray y Bonney estuvieran tan poco afortunadas en el arranque de la joya de la ópera, el trío del tercer acto. Una correcta representación de una obra difícil con un Haitink poco inspirado. Después de muchos años el Covent Garden, ha decidido arriesgarse a producir una nueva Norma. Opera siempre ardua, sobre todo por la casi imposibilidad de en contrai la soprano idónea para encamar a la sacerdotisa y más en un teatro como el Covenl Garden donde el pesonaje ha sido interpretado entre otras ilustres por María Callas, Joan Sutherland. Montserrat Caballé, Shirley Verret... El esfuerzo merece elogio, pero los resultados han sido decepcionantes. tación. Una plataforma ligeramente inclinada hacia un lado del escenario, sobre la que están suspendidas las paredes de una iglesia grisácea y opresiva, con andamios que sugieren bombardeos recientes. Construcción sin ventanas, oscura, que Tosca abre a la luz al lanzarse ai vacío, rompiendo una pared, tras el fusilamiento de Cavaradossi. Miller concibe a Tosca como una Judil del siglo XX y los resultados de su labor, tan inspirada en el neorrealismo italiano me parecen excepcionales. En la música, la representación oorrió por cauces menos interesantes. La dirección musical del joven Jan LathamKoenig fije superficial y efectista. Esto a pesar de la irreprochable intervención de coros y orquesta. Los cantantes medioLa producción de John cres. Intolerable el CaCopley, con escenogravaradossi de Eduardo AlBemard Haiiink fía de Robín Don y vestuario de Bob Ringwood, es una mezcla vares. Correcto como actor, menos como caprichosa de Walt Disney y nuevo Baymúsico. Neil Howlett en Scarpia. Josephireuth (inevitable círculo en medio del esnc Bartow fije Tosca. La soprano inglesa cenario rodeado de árboles, rocas). Los guees una estupenda actriz que suple, merced rreros, de larguísima cabellera, vestidos de a sus dotes histriónicas insuficiencias, acrivikingos, los sacerdotes envueltos en túnitudes, imprecisiones en la emisióp vocal cas enormes... demasiado realismo para una que en nada oscurecen la labor magistral de las óperas románticas por excelencia. de esta artista fuera de serie. John Priichard. que había dirigido NorUna magna Tosca en lo dramático pero ma a Callas en este mismo escenario mediocre en lo musical. se limitó a acompañar a los cantantes El Convent Garden reponía la producy sólo dio signos de cierto interés en los ción del Rosenkavalier con la que Sir momentos corales. Oroveso fue Gwynn Georg Solti volvió a éste que Howell, muy gris. En Poli jone, Giuseppe durante tantos años fue su Giacomini demostró una vez más que teatro, en 1984. Hoy es Bertiene una voz bella y sonora, pero nada nard Haití nk el encargado de más. Alicia Nafé en Adalgisa dio una lecponer en pie la creación ción de buen cantar, pero su excesivo straussíana Haitink. director academicismo le impidió dar humanidad musical del Covent Garden. al personaje. demostró algunas de sus cualidades de músico de primeY como Norma Margareth Price. una ra línea realizando una lecmagnífica cantante que siempre me ha hetura coherente de la particho disfrutar, sobre todo encarnando los tura, pero no consiguió congrandes personajes mozartianos. Pero ni la vencerme del todo porque la orquesta soFiordiligi del Cosí, ni la Condesa de las nó plana, poco flexible e incluso monótoBodas son Norma. Para cantar Norma hay na. Los decorados de Willian Dudley son que reunir una serie de cualidades que salvo hermosos en el primer acto, de un señen el quinteto divino en este papel —Ponselle, mal gusto barroco-inglés (quizá porque FaMilanov, Callas, Sutherland, Caballéninal es un nuevo rico) en el segundo y francamente malos en el tercero. Sin emnadie ha poseído. bargo, la dirección escénica de John SchlePrice, normalmente un instrumento imánger fue sobresaliente, una jugosa recreapecable, no pudo con la Casia Diva y mostró ción del texto de Hoffmannsthal, animada un lamentable estado vocal en el O bello por una serie ingeniosísima de detalles que a me riioma. Estuvo algo mejor en los dúos lo enriquecen sin traicionar su espíritu. En con Adalgisa. En la ultima escena de la la Maríscala Felicity Lott, bellísima de preópera primero con Pollione, rozó el ridísencia escénica, estuvo más que correcta culo, y después en Oroveso, no conmotanto vocal como dramáticamente, pero es vió. Para cantar Norma hay que ser muaun demasiado joven para vivir la Marischo más que una buena soprano. Una cala en toda su complejidad. Mejor que nunca lástima. Aun Murray en Octavian, juvenil, apasio- Francisco José Villalba FUNDACIÓ CAIXA DE PENSIONS TEMPORADA MUSICAL '86/87 X Festival de Música Antigua Del 3 al 29 de Mayo de 1987 BARCELONA PALAU de la MÚSICA CATALANA SALÓ del TINELL CENTRE CULTURAL de la CAIXA de PENSIONS Lunes, 4 de Mayo, a las 21 h. Viernes. 15 de Mayo, a las 21 h CORAL CARMINA (Dir. Jordi Casas) LES SAQUEBOUTIERS DE TOULOUSE LA GRANDE ÉCURIE ET LA CHAMBRE DU ROY Director: Jean-Claude Malgoire VESPRO DELLA BEATA VERGINE CLAUDIO MONTEVERD1 Miércoles, 6 de Mayo, a las 21 h. FRANS BRUGGEN. flauta GUSTAV LEONHARDT. clavicémbalo ANNER BYLSMA. violoncelo CANZON1, TOCATAS Y SONATAS DEL SIGLO XVII ITALIANO THE BOSTON CAMERATA Director: Joel Cohén LA MÚSICA DE LA REINA. MÚSICA INSTRUMENTAL Y VOCAL DELTIEMPO DE SHAKESPEARE. Lunes, 11 de Mayo, a las 21 h. COLLEGIUM MUSICUM DE CATALUNYA Dirección: Emilio Moreno y Sergi Casademunt LA SINFONÍA ROCOCÓ EN LA PENÍNSULA IBÉRICA Miércoles, 13 Oe Mayo, a las 21 h. ANDREW LAWRENCE-KING, arpa doppia y arpa doblada. MÚSICA ESPAÑOLA DELSIGLO XVI Y MÚSICA ITALIANA DEL SIGLO XVII Interpretada con copias de arpas de IB época. BILBAO Martes,19deM3yo,alas2i h HOPKINSON SM1TH, laúd barroco y tiorba MÚSICA FRANCESA DE LOS SIGLOS XVI] V XVIII Jueves, 21 de Mayo, a las 21 h. ALBERT ROMÁN!, clavicémbalo HAYDN Y SU ENTORNO Sábado, 23 de Mayo, a las 21 h. ROLF LISLEVAND, guitarra barroca MÚSICA ITALIANA Y ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII Miércoles, 27 de Mayo, a las 21 ti. CORO Y ORQUESTA DEL FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE BARCELONA Dirección: Philippe Herreweghe DOS OBRAS MAESTRAS DEL BARROCO CATALÁN Jueves, 29 de Mayo, a las 21 h. PAUL O'DETTE. laut renacentista i vihuela ORFEO Y SU MÚSICA Sábado, 16 de Mayo, a las 20 h. Mayo 1987 TEATRO ARRIACA THE BOSTON CAMERATA Director: Joel Cohén Lunes, 4 de Mayo, a las 20 h. FRANS BRUGGEN. flauta GUSTAV LEONHARDT, clavicémbalo ANNER BYLSMA. violoncelo Jueves. 28 de Mayo, a las 22 h. MADRID CORO Y ORQUESTA DEL FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE BARCELONA Dirección: Philippe Herreweghe Martes, 19 de Mayo, a las 19.30 h. Mayo 1987 THE BOSTON CAMERATA Director: Joel Cohén TEATRO REAL Martes, 5 de Mayo, a las 19.30 h. Martes, 26 de Mayo, a las 19.30 h. •FRANS BRUGGEN, nauta GUSTAV LEONHARDT. clavicémbalo ANNER BYLSMA, violoncelo CORO Y ORQUESTA DEL FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE BARCELONA Dirección; Philippe HCrreweghe Información: Servicio de información de la Fundado calxa de Penslons Barcelona: Teléfono: (93)317 57 57 FUNDACIO CAIXA DE PENSIONS ACTUALIDAD FESTIVAL DE GRANADA: Coherencia e imaginación Pierre Bouiez La reciente difusión de la programación prevista — todavía son posibles cambios de Última hora —para la XXXVI edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada permite ya un acercamiento valonativo en primera instancia. La manifestación de la ciudad andaluza, a celebrar del 19 de junio al 11 de julio, se afianza en el camino abierto por su actual director, Antonio Martín Moreno. El Festival granadino se coloca en los primerísimos puestos de los españoles en cuanto a la estructuración lógica de sus ofertas. Una serie de hilos conductores temáticos forman el cuerpo central de una programación notablemente coherente. Un aspecto de singular trascendencia para la música española es el empeño continuado de recuperación del patrimonio histórico. Este año se oirán, en ese marco. Tres Conciertos para órgano de José Barrera, músico del siglo XVIII, O Salutaris de Femando Sor, Granada, poema sinfónico de Conrado del Campo, y la Danza Gitana, Curro el de Lora del compositor granadino Francisco Alonso, cuyo centenario de nacimiento se celebra el año en curso. Estas obras se dan a conocer ahora por vez primera. A esta iniciativa se suman el estreno mundial del Concierto para piano de Ramón Roldan y la audición del Adagio para orquesta de Luis de Pablo, junto a incursiones en el repertorio hispano más o menos establecido, de los vihuelistas a Falla y Albéniz. El capítulo de las conmemoraciones atrae asimismo una importante cantidad de la música que se escuchará en el Festival. El cincuentenario de la muerte de Ravel es el evento con mayor representación (con un recital pianístico a cargo 22 Scherzo del gran raveliano Vlado Perlemuter), pero igualmente se recordará a Gluck, VillaLobos, Usandizaga y Gershwin. La ópera parece haberle instalado definitivamente en Granada. Esta vez, además, con títulos poco frecuentados en los escenarios al uso. La Ópera Cómica de París montará Renard y Mavra de Stravinsky y L'Heure Espagnole de Ravel. Dentro de los actos de un no muy animado bicentenarío Gluck, el English Bach Festival interpretará Orfeo y Eurídice. Uno de los grandes alicientes de esta convocatoria del Festival granadino habrá de ser, sin lugar a dudas, la posibilidad de contar con Pierre Bouiez, mito en vida de la música de nuestros días, tanto en su veniente de creador como en la de director de orquesta. Boulcz ofrecerá tres programas, uno ton el Ensemble lntercontemporain y dos con la Orquesta de París, en los que figuran varías obras suyas al lado de páginas clásicas de nuestra centuria, de Várese, Stravinsky. Falla, Banok y Ravel. La considerable representación de la música del siglo XX es uno de los factores que merecen una valoración positiva de la programación anunciada, sobre todo teniendo en cuenta la obsesiva tendencia a repetir lo más manido del repertorio de muchas de las instituciones musicales de este país. Además de la Orquesta de París, el apartado sinfónico del Festival contará con la Roya! Liverpool Philharmonic Orchestra. con dirección de Charles Mackerras, y las ya habituales colaboraciones de los conjuntos madrileños. Nacional y RTVE, que acudirán con sus titulares respectivos. Entre los recitales previstos, se ha de volver a insistir en el interés del programa Ravel a cargo del lengendario Vlado Perlemuer, así como la sesión guitarrfstica de Flores Chaviano centrada en VillaLobos y su entorno. José' Miguel Moreno, vihuela y guitarra, con un hermoso programa español es también una proposición atractiva, dada su meteórica ascensión dentro de La especialidad. La audición integral de Iberia de Debussy, por José María Pinzolas, supondrá toda una prueba de Juego, para este pianista. ROZHDESTVENSKY Un director objetivo . Pulwi <Jc la Múska Catalana. 16-111-87. Rinusky-Koftakov, La Gran Pascua Rusa. Prokofiev. Concierto para piano nwn. 2, Op, 16; Stiosíakiivuch. Sinfonía núm. 10, Op. 93. Orquesta Sinfónica de la URSS. Direclor: GOIIBÍV RozhdestvaislLy. Victoria Pir&lmküva. piano. La visita a Barcelona de Gennady Rozhdestvensky con la Sinfónica de la URSS ha significado La culminación de toda una serie importante de conciertos protagonizados por artistas y agrupaciones rusos, que durante la presente temporada están invadiendo materialmente nuestra ciudad. Y no son sólo rusos los intérpretes, sino que también son soviéticos los compositores que más se oyen estos días en Barcelona. Baste decir que. por ejemplo, durante las tres últimas semanas la Orquesta Ciutat de Barcelona ha ejecutado: La consagración de la primavera. El pájaro de Jiiega, el Concierto para piano y orquesta núm. I de Tchaikovsky y el Condeno para violín núm. ¡ de Schostakovich. Si a esto añadimos la actuación, hace tan sólo un mes, de los Virtuosos de Moscú y la reciente visita de la pareja Oistrakh-Zertsalova, es suficiente para hacemos pensar que lo de la era Gorvachev no es una ficción y que la nueva apertura política de la Unión Soviética está empezando por una exportación sistemática de sus músicos y compositores. El concierto de Rozhdestvensky fue de aquéllos que constituyen un hito importante en la vida musical de una ciudad. Con una programación dedicada por entero al repertorio de los clásicos rusos del siglo XX, La gran Pascua rusa de Rimsky-Korsakov, ejecutada al comienzo, parecía ser el puente de unión con el pasado romántico. Pero ello no ha sido así y la primera de las sorpresas ha consistido en oír la versión que el director ruso y esta orquesta, que es la viva imagen reflejada de sus inquietudes, nos han dado de la célebre obra nacionalis- La otra manifestación artística que da nombre al Festival, la danza, tomará cuerpo en esta edición con las intervenciones de bailarines de la Ópera de París, los English Bach Festival Baroque Daneers, el Ballet de la ópera de Viena y el Ballet Nacional Español. Como es norma desde hace muchos años, se celebrará paralelamente el Curso Manuel de Falla. Cubrirá en esta su XVI11 edición las áreas de composición. musicología e interpretación. Junto a los cursos previstos, las clases magistrales de Bouiez y Perlemuter redondean el interés en este campo. Gennady Rorfidestvensky ACTUALIDAD ta. Rozhdestvensky desmenuza uno a uno todos los elementos de que se compone "la partitura para reconstruirla de una forma totalmente nueva a nuestros oídos. Existe en el director una complacencia en la disección analítica. Es como si nos dijera; •¿Veis?... Estas son las piezas de que se compone. Tomad buena cuenta de ellas porque ahora vamos a montarlas de nuevo*. Y en realidad el nuevo ensamblaje no tiene nada que ver con las trilladas interpretaciones que de esta obra estamos acostumbrados a escuchar. Al director no le interesa la espectacularidad; prefiere quedarse con la diáfana claridad desnuda que emana de la música mostrándose a sí misma. El Concierto para piano núm. 2 de Prokoviev ha sido otro momento culminante de la velada, esta vez no tanto debido a la acción del director como a la actuación realmente alucinante de la pianista Victoria Postnikova. Una auténtica maravilla de sensibilidad y a la vez de atletismo, que nos induce a pensar que en los conservatorios rusos la gimnasia y las pruebas de fondo deben ser asignaturas obligatorias. Todo el mundo sabe lo ingrato y difícil que es este Concierto de Prokoviev para los pianistas. Pues bien, su dificultad parecía esfumarse por obra y gracia de esta colosal —en sentido auténtico y figurado— intérprete. Pasmaba ver cómo era capaz de pasar de la sonoridad potente del primer movimiento, con bloques de acordes vigorosos de entre los que sobresalía perfectamente la presión de los dedos encargados de dibujar la linea melódica, a la vertiginosa agilidad y ligereza del segundo tiempo, atravesado todo él por el perpetuum mobile de una pulsación suspendida, rápida y homogénea. Y al fina] ha llegado la Décima de Shostakovich. Aquí hemos podido confirmar el método de trabajo de Rozhdestvensky que ya hemos apuntado más arriba. Es tan precisa y meticulosa su labor, que una partitura que fuese floja no resistiría semejante tratamiento y aparecería todavía más débil ante nosotros, los espectadores. Rozhdestvensky es el director de la verdad y no hace otra cosa que potenciar aquello que la obra encierra en sí misma. Y evidentemente, Shostakovich ha salido ganando con la prueba. Después de la audición de esta sinfonía estamos seguros que habremos aprendido a apreciar mucho más el compositor ruso. Los timbres y la brillante orquestación surgían de la necesidad de clarificar la estructura contrapumística, eran el resultado de definir el choque simultáneo de las células motívicas, o de distinguir entre bloques polinítmicos paralelos, y no al revés como a veces vulgarmente se hace. Así, todo se percibía con claridad, y la concentración en determinados centros graviiatorios, como por ejemplo, el énfasis en subrayar el motivo acróstico —Re, Mi bemol, Si, Do— del tercer y cuarto movimientos, añadía interés a una interpretación que muchos, durante largo tiempo, recordarán. César Calmell I CICLO DE CONFERENCIAS GRANDES ANIVERSARIOS MAYO-87 Lunes, día 4 de mayo a las 19 horas ARTHUR RUBINSTEIN por José Luis Pérez de Arteaga * • * Lunes, día II de mayo a las 19 horas MAURICE RAVEL por José Luis Téllez * • * Lunes, día 18 de mayo a las ¡9 horas MARÍA CALLAS por Roberto Andrade Malde * • * lunes, día 25 de mayo a las 19 horas C. W. GLUCK por Andrés Ruiz Tarazona Auditorio de la Delegación Territorial de la ONCE el. Prim, 3 —Entrada Libre— con el patrocinio de la HGHBS Organización ¡tacna de Ciegos Scherzo 23 DANZA SERGE LIFAR, el último testigo FORREST THEATRI: E EI 17 de diciembre de 1986 moría en la orilla sur del lago Lausana, a los 82 años, Serge Lifar, un hombre nacido en Kiev que era llamado el Padre de la danza francesa. Era el último testigo vivo de los Ballets Russes. Su papel histórico es hoy aún muy pronto para discernirlo con claridad y en toda su grandeza. Entusiasta, elitista para la calidad del producto de danza, apasionado, conocedor del gran mundo parisino, Lifar supo imponer su fuerte personalidad a la vez que su indiscutible talento dancístico. Una buena amiga suya, la condesa Lillían D"Ahlefeldl-Laurvjg le respondió con la solidaridad y la compañía cuando el olvido parecía cernirse sobre su glorioso pasado. Estas han sido sus primeras declaraciones a la prensa después de la muerte del artista. Ella es ahora la única memoria real de sus últimos días. Cartel del debut americano de Lifar en 1933, en el Forres! Thealre de New York R ira.-. las huellas de Serge Lifar le lleva a uno primero al cementerio ortodoxo de París, y luego. en línea recta, luego de contemplar por un momento el perfil de la Sala Garnier, a Laussane. esa ciudad suiza donde todo parece reposar en una siesta segura y perpetua. Allí Lifar pasaría los últimos años de su vida, a medias entre el descanso, la redacción de memorias y algunos viajes esporádicos a los homenajes que ahora empezaban a prodigarse por toda Europa. Era un poco tarde, el ruso de Kiev I 24 Scherzo se encontraba ya minado por un cruel cáncer de huesos que finalmente acabaría con su vida. Su energía le permitió estar lúcido hasta el final, luchar por levantarse, estar activo. Apenas unos días antes visitó la exposición que en el Museo Histórico de L'Ancien-Evéché se había abierto al público a finales de octubre. La Condesa Ahlefeldt nos conduce hasta el apartamento de Lifar. Allí lodo está intacto. Un gran vaso de rosas amarillas que envía cada cierto tiempo el Príncipe de Monaco, pequeños bouquets de flores encarna- das en las mesillas donde también hay retratos de Lifar en sus tiempos gloriosos. -Tuve el privilegio de estar cerca de Lifar cuando estaba vivo. El decidió venir a Lausana por su edad y su salud. Aquí se sentía tranquilo, pensó que en Suiza era respetado y se sentía seguro de cara al futuro. Lo tenía todo organizado para que en el futuro la juventud consulte, no sólo en ballet, sino en música, ma-. nuscrilos, pintura... jAquí hay tantos documentos importantes! De Stravinsky, Picasso, Dukas». DANZA Lijar en Nancy. Una de sus últimas fotografías. A la derecha, la Condesa Uliian D 'Ahlefeldt-Laurvig, en el apariamenio de Ufar en Lausana. La Condesa se vuelve al lago que se adivina, (ras una bruma azul, por las cristaleras biseladas del mirador: -Siempre estaba activo, escribía, leía, visitaba museos, escribía nuevos ballets. Supervisaba en la distancia los grandes acontecimientos del baile y los montajes de sus ballets*. En el momento de morir. Liíar concluía sus memorias: -Trabajó durante años en unas nuevas memorias. Es mi deber publicarlas. Ufar estaba fuera de todo materialismo, lo espiritual era todo para él. Me pidió que las publicara, que no dejara de hacerlo». Cada año Lifar celebraba oficios religiosos por sus amigos: Nijinsky, Diaghilcv: "tenía un gran sentido de la fidelidad en la amistad. incluso después de la muerte. Lillan D'Ahlefeldt casi se resiste a relatar el último día: -fue terrible. Fotos: R. Salas-J. Castañar El era muy valiente. Sabía que la muerte llegaba, hablaba de ella con tranquilidad, estaba lúcido hasta una hora antes. El día antes pidió un lápiz, y escribió: «Adiós a la vida. Adiós a Lilia (así me llamaba), adiós amigos, adiós a la hermosura de la naturaleza*. Después de estas palabras dijo: Tráeme el cuadro de Giselle. Yo le pregunté: ¿Tienes miedo de la muerte? Y el dijo; No, porque yo nunca he especulado, sino que siempre he amado». Hay un largo silencio. Sobre un despacho, cartas de iodo el mundo, telegramas de bailarines, de reyes, directores de los grandes teatros. «El fue ante todo un humanista. Era honesto y amaba la simplicidad. Tenía un gran magnetismo, y me decía con frecuencia: -Cuando bailo soy yo. es la fuerza del interior que sa- Serge Lifar habla de España le. No es necesario bailar sólo con los pies, hay que hacerlo con el corazón*. Hay una consola de un gran espejo dorado. Allí están las fotos inéditas: Lifar con Balanchine, en las arenas del Lido veneciano, jugando con poses extravagantes, los ensayos de ¡caro, muchas fotos que son historia, una preciosa memoria llena de baile y de amor por la danza. -Los últimos años fueron tranquilos. Se acordaba mucho de Kiev, donde nació. El me hizo su heredera espiritual, me ha dejado sus archivos. Su labor continuará en la Universidad de la Danza. Voy a crear cada año el Gran Premio Serge Lifar para el mejor bailarín y la mejor bailarina, no impona de qué país. Todo sera asado en su memoria*. Roger Salas inníj i-i-^ i -En España me encontré muchas veces con Antonio, que permanecía incorruptible en lono de folklore admirable. «Slo comparable a Moisseiev en Rusia. Antonio tiene una formación admirable y compleja con algo de negro, de África. Eso se siente en su baile. De hombres como éste ha venido toda la inspiración de despliegue corporal. Para mí la danza española tiene un imán muy fuerte. Antes de £/ amor brujo, de 1943, yo ya había hecho Bolero, de Ravel, en el 41. en la Opera de París. Desgraciadamente no conocía a Falla en persona, pero sé que hizo mucho más por los Ballets Russes de lo que habitualmente se dice. Yo recuerdo que al estreno de mi Bolero fueron algunos españoles (Mejía Lequerica. era entonces embajador) y todos estaban maravillados de ver como había podido traducir el espíritu de lo español. Mi adoración por España pasa por lo toros y los toreros. Hay gente a la que no le gustan, pero cuando se adentra en la fiesta encuentra su danza, esa verdadera lucha de movimientos enire el animal y el hombre. un diálogo de desplazamientos, giros, embestidas que pueden culminar con la muerte del hombre. Tiene mucho de danza ritual, de ésto hablé mucho con Manolete y con Belmonle, que eran buenos amigos míos.* R.S. Extracto de la partitura de lcaro, de Honegger, escrita para Lifar. Scherzu 25 ALEXIS WEISSENBERG Un viejo amigo sus 56 años, Alexis Weissenberg vive una madurez envidiable. Sumamente cordial, hablador, vital y bienhumorado, iodo son facilidades para realizar la entrevista. Mientras Agustín Muñoz prepara sus placas hablamos de lo divino y de lo humano. Estamos en el salón principal del Hotel Palace de Madrid. Fuera, un frío helador, propio de la fecha, que se olvida pronto en el cálido y decimonónico ambiente del hotel. Cuando vamos a comenzar a grabar la conversación el pianista del Palace se acerca al gran piano de cola con un fajo de panituras en la mano. La entrevista se ha realizado con música de fondo. A 26 Scherzo ENTREVISTA s CHERZO. — Real izamos esta entrevista pura Scherzo, una revista de música clásica de reciente aparición. ALEXIS WEISSENBERG.-Sí. sí. pero no comprendo como una revista tan joven ha buscado un intérprete tan viejo... (risas)... Lo importante para la revista serán los artista jóvenes... —Tratamos de lograr una revista que conecte con el aficionado, de tal manera que entrevistar a un pianista de su categoría nos parece cuando menos elemental. Además, somos muy clásicos... resante. ¿Acaso estes compositores son los de su mayor predilección ? — ...Más que compositores predilectos o favoritos, son autores constantes en mi vida musical, los he tocado siempre: Bach con un particular fervor, pero Schumann es para mí definitivo. Y, naturalmente. Chopin, cuya literatura pianística es insuperable. —Además, su forma de interpretar al compositor polaco marcó un hito en su época. Si no me equivoco, sus lecturas de Chopin fueron de las primeras en dejar de lado una forma de sentir esta música como algo ñoño, cursi y hasta enfermizo. — Pero clásico y viejo no tiene nada que ver... —Efectivamente, es») es muy importante. Toda interpretación es discutible o contestable. El gusto personal tiene este carácter: lo que a cada persona gusta, d ambiente, el color de las cosas, la forma de verlas, son muy difíciles de cambiar. Chopin. como cualquier otro compositor, no existiría si no estuviera continuamente, —Lo acepto, sin aceptarlo verdaderamente, porque no revisado por los músicos que lo interpretan, sino acsoy demasiado honesto conmigo mismo, inc encanta la tualizado, porque estamos siempre dirigiéndonos a un idea pero conozco la realidad... público actual, gente que vive hoy, gente que ha sufrido y pensado, visto y sentido cosas aclua—En cualquier caso su carácter es les, y entonces ningún acto en el escemuy distinto al de otro gran pianista al nario puede llegar al corazón de los que Seherzo entrevistó en su visita a oyentes si no pasa por una actualizaMadrid, Hablo de Lazar Berman. Es ción constante. Lo mismo pasa con el un hombre introvertido, a veces de poias •EI artista llega teatro. Por ejemplo, si tomamos una palabras, se le ve triste, preocupado. obra clásica, de Shakespeare, la podey ese no es su caso, Sr. Weissenberg. a serlo mos interpretar como se hacía en la épocuando está ca isabelina. y ello sería algo inaguan—No conozco personalmente a Bertable, caricaturesco y absurdo... Ponman. pero es un extraordinario interen disposición gamos el caso de grandes actrices. Saprete. De todas maneras, pienso que de reinventar rán Berhnard; su interpretación hoy sería cuando uno sale a tocar a un escenario seguramente muy distinta a la que hirejuvenece, se siente joven... A mí me una obra» ' dera en su época. encanta tocar para el público, el contacto con la gente. Con la interpretación musical ocurre algo similar. Rubinslein, por ejemplo, que era un excelso pianista, un gran —¿Cuándo fue la primera vez que chopiniano. ha locado Chopin de difeactuó en nuestro país? rentes maneras, no por ser un hombre mayor, sino precisamente porque era un hombre actual, que estaba siempre —No me acuerdo con exactitud, pero tenía como 22 al día. y así tocaba las Mazurcas, y los Nocturnos de o 23 años, y tengo 56 ahora, así que puede vd. calcuuna cierta forma a determinada edad y después, diez años lar.... hace mucho tiempo, más de treinta año*,. Eran más tarde, grabando la misma obra, era un Rubinstein mis primeros conciertos en Europa, yo vivía entonces muy diferente, el mismo, pero con una actitud musical en Nueva York; los primeros conciertos cuentan mucho, y artística muy distinta, más moderna. dejan recuerdos que no son musicales, impresiones de El ser humano no cambia sus forma primitivas: lloun país desconocido, sensaciones de un ambiente a otro. rará siempre y reirá siempre, aunque las causas que le a veces tan diferente. lleven a ello sean diferentes y. por lo tanto, los métodos que se utilicen para lograrlo hayan de ser diferentes. En—¿Qué impresión le causó España entonces? tonces, ocurre que el Chopin tocado como se hacía a principios de siglo hoy resultaría sentimental en el senti—Extraordinaria. Desde que salí de Bulgaria, mi país do peyorativo de la palabra, pero, en cambio, sí se puede origen, desde siempre y para siempre, es el país que de lograr el mismo sentimiento y conseguir que una permás se parece al mío en algunos aspectos. Quiero decir sona llore interpretando con un concentración física y que la mezcla entre los eslavo y lo turco es muy similar mental diferente. a la conjunción de civilizaciones en España: lo occidental y lo árabe, es un paralelismo evidente. También el —Eso me lleva a preguntarle una cuestión que me carácter búlgaro, acaso por eso mismo, tiene semejanzas parece importante relacionada con el concierto de Macon el carácter español. Así que me sentí muy a gusto drid. Como la primera parte del concierto estuvo dedien su país, conecté ¡nmediatamenle con el público. cada a Bach, quisiera referirme a una persona que tenía una forma muy especial de leer al músico alemán, me —Hablemos ahora de su concierto en el Teatro Real: refiero a Glenn Gould. Bach, Chopin, Schumann: una programación muy inte—Hablábamos hace unos momentos de su enorme vitalidad, de su espíritu jovial, de una persona enormemente joven, como Alexis Weisscnberg. Seherzo 27 ENTREVISTA de esla interprete es que loca como una mujer, y eso para mí es fundamental, aunque eso. a veces, la gente jo entiende muy mal y se preguntan: ¿Qué quiere decir local cornil una mujer'.' ¿Más débilmente? ¿Con una concentración menor.' Eso es totalmente falso. Vivimos en una época lolalmente equivocada y equívoca. Los cantantes Pop «me matan de nervios» y los encuentro totalmente inaguantables. No tienen precisión en lo que hacen, es decir, usted ve un gigante salir al escenario de una orquesta sensacional, con un micrófono además, y después se oye -¡Uiiiü». es decir, un grito inaudito, casi inaudible, tsla falta de precisión, no sexual, ine molesta enonnemenle porque viene a suponer la unisexualidad musical, que es monstruosa, y se llega casi a la cai'icatula. y se espera casi que los hombres pianistas loquen —He oído ulguiiit entrevista grabada /mi Clenn Goukl como mujeres y que las mujeres pianistas loquen como v era un persona con una conversación extraardinariu, Itombres. La crítica suele decir: «Ha locado como un con la que daba gusto hablur. YBuch nos lleva 11 hablar hombre". F.so es un gran error. Ser mujer pianista, cotambién de Wanda Landowska. ¿Qué nos puede decir mo lo hace Mana Argerich, locar tomo una mujer, es de quién fue una de sw¡ maestras? decir, con la psicología de una mu jet. El punto de partida y la llegada son otros. Esto era lo más extraordinario — Maestra definitiva. En ella tenemos el ejemplo de de Landowska: sin conocerla, ni verla, solamente oírla, val ias cosas. En primer lugar, creo que nadie ha locado uno sabe que es una mujer quien está tocando. Esto me el clavicémbalo como ella, ni antes ni después. Tenía parece maravilloso. un concepto del instrumento totalmente revolucionario, Trabajar con Landowska fue, además de trabajar con usaba dinámicamente cosas que entonces estaban total- una persona irrepetible, un ejemplo de enseñanza: las mente prohibidas y enfocó esa forma de interpretación ideas que me transmitía, a pesar de su forma eminentehacia el futuro, las obras de Bach y de Scarlaili se pue- mente femenina de tocar, eran las adecuadas para un homden oír hoy y apreciarlas como versiones enteramente bre. Esto muy pocos profesores lo saben hacer: olvidaí modernas. su propio sexo para adentrarse directamente en el desaFue un precursora sin igual. Al mismo tiempo, tenía rrollo psicológico y psíquico de la otra persona. algo que para mí era muy impórtame y que puede apli—En ese sentida Landowska fue una verdadera revocarse también a uiia pianista actual. Marta Argerich. una de las más importantes del presente. Lo más maravilloso lucionaria y más pura aquella épiH'u. —Teníamos una relación muy intensa. s¡ bien nunca directa y personal, porque usted sabe que Gnulil vivía muy encerrado en sí misino y mi veía a casi nadie. Casi siempre hablábamos por telefono. Eramos buenos amigos. Solamente lo vi una vez en mi vida, peni fue un encuentro definitivo para mí y de donde nació la admiración que tengo por él. Además era una persona exIraordinanamenie inteligente, de una gran cultura musical. Había conseguido digerir todo lo que había aprendido de una maneta muy personal y definitiva. Safándole de su círculo no se interesaba por ninguna otra cosaTodo lo que liaa'a referencia a sus ideas musicales, filosóficas. eMaba estudiado a londo. Y tal honradez su encuentra muy pocas veces. 28 Scherzti ENTREVISTA -Si. —Una de las grandes virtudes que se le atribuyen a Weissenberg es el rigor y el dominio técnico del instrumento; Iodo ello es trascendental para un pianista y quizás pocas veces se dé en ¡a historia de lu interpretación unu conjunción de esn naturaleza, pero ¿qué otras cualidades v condiciones técnicas necesita un buen intérprete? sideran la parte estricta de Beelhoven y es una lástima, porque se pierde un poco el romanticismo tan necesario a esta música. —Hablábamos de sw* interpretaciones de Bach v especiahnente de su lectura Je las Variaciones Goldberg. Querría preguntarle MI opinión acería de lus lecturas de música antigua, bien sea de teclado o de cualquier clase, orquesta de cámara, sinfónkü. etc.. con instrumentos originales. —La pregunta es muy interesante. Primero, un tálen—En este punto me encuentro totalmente dividido, lo de síntesis. Sin tomarme como ejemplo, sino porque lo he podido apreciar en los demás, lo más i ni ponan te esquizofrénico, es decir: hay un parte en mí. por lo que es lu síntesis y el talento de compensar los defectos con he estudiado y he aprendido y visto y leído, que se inteuna tal cantidad de desarrolladas cualidades que. final- resa profundamente en estas cuestiones. De repente, uno mente, el equilibrio de lo que recibimos nosotros sea ve que obras escritas de tal manera, por ejemplo las de casi perfecto. El intérprete siempre eslá a años lu/. de Bach para violíu. y uno las oye como probablemente se la perlección. pero es que todos estamos limitados y los oían en aquella época. Ahora, la afinación, por ejemplo, limites que tenemos son muy diferentes en cada ser hu- ha llegado a tal grado de pe ríete ion hoy en día. que mano: de inteligencia, de sensibilidad, de facilidad que. es muy difícil aguantar a conjuntos miéntales con proen el mejor sentido de la palabra, es un don de Dios, blemas en este aspecto. porque no me refiero a la facilidad de poder aprenda más rápidamente de memoria un obra, sino a la facultad —A mucha nenie el sonido de este tipo de inlrumenpara despegarse de las cosas obligatorias Al fin y al IOS les choca muellísimo. cabo, un artista llega a serlo, o empieza a serlo, cuando se puede despegar —Si. el sonido es muy chocante y de las leyes orgánicas de una obra y casi inaguantable porque quizás uno tenga dar la impresión de que la está reindemasiado desarrollado el hábito de esventando. En este aspecto, se aprende cuchar y poner al mismo diapasón to«El uso que muchísimo de los demás, al oírlos, al dos los instrumentos. Naturalmente teobservarlos. Y el despegue al que he nemos un piano moderno hoy en día. han hecho los aludido sólo se puede dar si existe una porque siempre vienen desarrolladas o compositores capacidad de síntesis en la técnica, la inventadas las cosas. Así el perfecciointención musical, el deseo de matenamiento de algunos instrumentos ha actuales del rializar una sensación totalmente invensido exigido por una necesidad exterpiano no me tada por uno y hacerla transmisible a na: no es que lo fabricantes de los piauna persona para que la reciba. El único nofortes exigieran cada vez más de sí interesa» deseo de un artista es hacer llegar a mismos, sino que las salas de concierotra persona exactamente lo que eslá tos, el público, exigían, necesitaban más sintiendo, sin explicarlo, a través sovolumen sin tener que desnaturalizar lamente de sonoridades diferentes Y. el sonido. Así se han hecho varias medentro de las abstracción, uno logra hajoras e innovaciones en este aspecto y cerlo. Para ello es necesario tener convicción de lo que liemos llegado a un piano mucho más satisfactorio. Nauno está haciendo y esta fuerza de querer hacer es algo turalmente, el problema está, por ejemplo, en cómo toque sale de dentro. car una sonata de piano de Haydn o Mozart, pues nunca lia conocido los sonidos casi perfectos del piano actual, —Sí no me equivoco, fue vd. discípulo de Schnabel. lo que puede llevar a una deformación. Cuino yo soy un fanático del piano moderno y luco con mi estilo, creo ¿es así? que no tengo que pedir permiso al vaticano de la musca —Tuve varias ocasiones de locar con Sehnabel. sí. sí. por estropear las ideas fijas que algunas personas puedan tener de la interpretación musical o por su visión de los instrumentos antiguos. No soy un purista, ni lo —¿Qué recuerdos tiene de él? seré nunca, pero sé que si tuviera que escoger entre una — La impresión fundamental es que era un maravillo- Sonata de Mozart locada en un pianoforte antiguo o en so romántico. Para mí las Sonatas, de Beethoven. más un piano moderno, escogería definitivamente la segunbonitas que he oído son las suyas. Fue el primer pianista da. Ahora cuento con la inteligencia musical y artística alemán capaz de quitar el corsé y la parte militar que del intérprete para no pasarse de un cieno límite, que hasta entonces se venía aplicando a Beelhoven por falta es una nueva dimensión totalmente ajena a la que se ha de soltura en los intérpretes. Schnabel llegó y entró co- concebido ¡il principio, pero dentro de este limite tiene mo un verdadero romántico, casi como un latino, siendo que enfocar su concentración musical de tal forma que totalmente alemán, tocando esa música y tomando un podamos escuchar finalmente la obra como si fuera tocamino totalmente nuevo, y esto creo que ha abierto las cada en el instrumento original. Mi idea es que se trata puertas a muchísimos intérpretes para poderse liberar de de imponer una dimensión nueva. No sé s¡ me he expliese corsé al que he aludido. Esa es para mí la cualidad cado bien en español. fundamental de Schnabel. Ahora, algunos jóvenes intérpretes regresan a ese pudor delante de lo que ellos con—Perfectamente. Scherzo ENTREVISTA — Después de tilo. !a gente, escuchando dentro de este niuii.il. .se somete u la vuluniad del pianista dentro de estos límites; pero si el intérprete se permite el lujo de sobrepasarlos se entra en una confusión musical une es totalmente incontiolable. —Además eso enlaza con la idea que al principio exponía VÍ/. en el sentido de colocar las ohras de Bavh ti una aluna que el óyeme moderno lu.\ puede cotii/n-eiider. -Con Bach es más lúcil que con la música romántica, porque Bach es. en cualquier caso, más moderno. Vd. salle i)ue Baeli lia escrito algunos acordes que se cnuictilian en el ja/./ actualmente. —Pasando ahora a olía ciwsiión, ¿qué opina del disco a/mpacto v, en especial, del sonido del piano captado ¡toi ñivo láser'.' - H e grabado ya bastante en disco compacto, prácticamente lo.s últimos discos están hechos así. y me parece un adelanto muiavilloso. Por ejemplo, los dos últimos que lie biabado para la Deutschc Giaiiunoplion. Y además esa técnica es el luiiuo definitivo. Hs una revolución pateeida a la del disco de 33 ipm tespeeio al de 78 ipm. Pe i o la fidelidad del compacto es muchísimo mayoi. Se puede ahora eontiolai grabando matices y colores que antes eran casi imposibles de captar. Esto significa que hay muy poca di leí encía ahora entre oír a un artista cu vivo que en disco. Desde hace tres años solo giabo con esta técnica. —La música de Debussv sonará exiraordinarkonenie... - Toda, toda la música se i ¿produce perfectamente. Yo hice hace muchos años un disco de Debussy paia la RCA; aluna la nueva grabación digital incrementa de manera notable la paleta de colores y sonidos que se perciben. Además, no existe la más mínima distoisión. —¿ Que líubiera sidi> de Weimeiiberg de no luilx'r elegida el fumino uriislico? —Cirujano, a lo mejor. Casi seguro. Cada vez que me hablan de algún cirujano, algo muy especial salta dentro de mí. Me gusta la idea de tener tan cerca la responsabilidad de la vida de un ser humano, y la de poder salvar la vida de alguien. Si no me hubiera gustado ser muchas cosas muy diferentes y, desde luego, no un cargo público. La única carrera pública que hubiera hecho es precisamente la de interpiete. Quizás hubiera sido escritor o pintor. Algo que no hubiera requerido el contacto con la gente. Adoro el público, es decir, el contacto con el público, pero Cuera de la música no sé. No creo que hubiera sido actor, por ejemplo. Desde luego, político no. La verdad es que decir algo en público no me atrae mucho. —¿Cree usted que las relaciones entre el director de la orquesta y un solista son las mismas ahora que unos u/ios atrás'.' Fosos. Agustín Muñoz 30 Scherzo —No. efectivamente, han cambiado mucho. Por ejemplo, hace cincuenta años los directores eran verdaderos directores. Esto duró hasta la época de Toseanini y Horowit7. en la que ya dos colosos se enfrentan el uno al NOVEDADES DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN Der Ftii'íjeiute HoiiÜnáer 'Jlit Hviii*| DiiUlirnim ÍJÜ Uróscou Funiúnu: Tal vela Unger Kozuh Burmeister ENTREVISTA Gerardi) Queipa de Llano con Weissenberg, durunie la entrevista otro, respecto a mí. tengo una contradicción um mí misinn, uin ciertos aspectos esquizofre'nicos de mi personalidad (risas). La idea de acompañar a alguien me encanta, tanto en música como en cualquier faceta de la vida. Así que me imagino que para un director de orquesta acompañar a un solista debe de ser algo estupendo. Y yo creo que eso es li> que sienten los grandes directores. Ti «do esto dicho en el sentido correcto que hay que darle ul término acompañar. Sigue habiendo gente que cree que acompañar es marcar el compás únicamente. De todas maneras, en la actualidad se lia llegado a una situación muy curiosa a causa de la política de las casas discográficas, que para grabar una ópera, por ejemplo, reúnen un elenco de grandes nombres pensando que justamente ahí es donde está el éxito'. Indudablemente así se venderán mas diseos, pero dudo de que las versiones sean musicalmente correctas por una mera acumulación de nombres. Por eso soy de la opinión de que no siempre los conciertos tienen que dirigirlos Karajano Bernstein. Hay que dar oportunidad a los jóvenes, que son los futuros grandes maestros. Desde muy jóvenes deberían poder grabar ya con las grandes casas diseogra'ficas. —Qué opinión le merece, por cierto, la nuexxi generación de pianistas? —Extraordinaria, tanto por lo que aprende como por lo que hace. Hay una cantidad inmensa, demasiados quizás, de concursos y de festivales, más de los que se podría rellenar así de memoria con los nombres conocidos. En cambio, hay muy pocos concursos que tienen la valentía de no dar el primer premio si es que no existen razones para dar ese primer premio. —Hablando de su visión de las obras de su repertorio habitual, me he quedado con la sensación de que 32 Sene reo Foto: A. Muñoz es usted un artista que cuando lee una obra por segunda o la vuelve a grabar, como luibláhainos ames de Ruhinstein, no la vuelve a hacer igual, ;£A así o estov equivocado'/ — No. no está'equivocado. Lo que pasa es que no es un trabajo de laboratorio. Es decir, de repente yo no digo voy a poner un poco más de sal o de azúcar aquí o allá o un poco menos de aceite o algo-así. La receta de este pastel es algo más moderna. Si fuera tan sencillo. sería algo formidable. Lo que pasa es que hay una evolución a la que se llega inevitablemente con lo que se llama, muy falsamente, la madure/.. Se trata, en definitiva, de observar un poco más claramente algunas cosas y conocerse a sí mismo cada vez mejor para llegar a lo más profundo de uno mismo. De todas maneras pienso que cuando uno es joven debería experimentar lodo aquello que le apeteciera e interesara artísticamente. Esa situación del artista probando de todo, tiene que vivirla para luego saber lo que le conviene y lo que más se adapta a su personalidad. Además, eso es algo que se aprende sok>. no lo puede enseñar ningún profesor. Nadie nos puede ayudar en ese terreno. El hombre, a partir del momento en que es artista porque lo quiere y porque no puede hacer otra cosa, se encuentra en una isla desierta, en la que tiene que conocerse cada vez más para poder, finalmente, crear lodos estos puentes que regresan al continente de los demás y comunicar con ellos efectivamente y cambiar el monólogo en diálogo. Eso es precisamente lo que pasa o la diferencia que hay cuando un artista trabaja solo o lo hace para el público. Esta transformación es algo que cuesta muchísimos años y, con el tiempo, uno cada vez tiende más a abandonar el monólogo y a utilizar el diálogo. Lo que no se sabe nunca de antemano es cuánto tiempo se necesitará para lo ENTREVISTA grarlo. Un artista, después de dar muchos conciertos. alrededor de 35 años, le llega el rnomenio en que liene que decidir qué camino tomar para dar. cada vez más sencillamente y con más autenticidad, lo mejor de sí misino. A partir de ahí es cuando empiezan cambios en la interpretación a los que aludía usted en su pregunta. Lógicamente también influyen la técnica y las vivencias personales de cada uno. Es también muy importante conocer en profundidad, lo mis posible, de la época en que se escribió la composición que se va a interpretar. —Hemos hablado ya de los jóvenes intérpretes, ¿Qué opinión le merecen los actuales compositores de música para piaña? obra que fascina o que es interesante. En este caso pienso que ha sido una obra muy importante y muy interésame, en el sentido de que la idea es muy buena. Salieri corno contraste a Mozarl. como tálenlo, como genio y como personajes cargados de envidia y celos. Dramáticamente es una idea muy valiosa. Ahora, a mí lo único que nw molesta es que la obra ve a Mozart como un niño superdotado. un genio, pero un hombre bastante mezquino y extravagantemente anormal. Yo creo que no lian enfocado hien la figura de Mozarl. Lo lian visto como un figura extremadamente caprichosa y negativa. Eso es lo que a mi me molestó más. —¿ Va usted mucho al fine? —Sí. voy mucho, me encanta. La verdad es que me —El aso que han hecho los aun pósito rus actuales del gusta UxJu: el cine, el tealro, la liieratura. la pintura, piano a mí no me interesa, incluso si la composición lodo aquello que pueda despertar mi interés. La verdad es fenomenal. La obsesión de cada pianista es que el es que como público soy muy fácil, salvo cuando alpúblico tienda a olvidar que el piano es un instrumento guien me pide ser un idiota. Creo que divertirse es uno de percusión, aunque pertenezca a esta familia, pero desde de los actos más formidables de la vida. Por eso creo siempre, lodos los pianistas han intentado cantar sobre que un concierto deber ser algo divertido, no como muun instrumento en el que matemáticamente parece impo- chas personas piensan en algo serio o que esté alejado sible. Ttxios los pianistas cantan a su maneta, pirro lo- del mundo y de la vida. En un concierto no hay mensaje, el mensaje lo tienen ellos: Mozart. dos tienen un legato, un fraseo y una Beethoven... Nosotros, los intérpretes, voz musical. Esia voz musical es ti reno lo tenernos, estamos al servicio de sultado de un triunfo del deseo persola música y lo hacemos como podemos, nal sobre lo aparentemente imposible que unas veces mejor y otras peor. Pero el resulta el teclado y solamente esa eosa «Muy pocos profe- objetivo final de un concierto es provomágica, la voluntad de un ser humano, llega a ser tan fuerte que consigue hasores saben olvidar car placer. cer cantar a un piano. Los compositosu propio sexo para res, inteligentísimos y geniales desde la proyectos tiene para el fugran época de la escritura para el teclaadentrarse en el de- turo—¿Qué en cuanto a grabaciones? do, han podido ya escribir pensando en sarrollo psicológico el canto, en la melodía y lian intentado —Próximamente voy a grabar toda de otra persona» lo imposible y han puesto en nuestras la obra para piano y orquesta de Chomanos una liieratura de posibilidades fepin con la Orquesta Sinfónica de Bosnomenales, Entonces llegan los compoton y Ozawa. Eso será durante los prósitores actuales y otra vez quieren que ximos años. También tengo pensado grael piano regrese a su origen bárbaro. Tiene su razón bar lodos los conciertos de Rachmaniy lo usan así y escriben así. Yo no veo la diferencia entre un pianista formidable haciendo esta obra y otro nov. y el Segundo Concierto de Brahms con la Filarmópianista. Eso despersonaliza totalmente la interpretación nica de Berlín y Karajan. individual de un músico que ha pasado toda su vida —Sus relaciones con Karajan han sido siempre excehaciendo exactamente lodo los contrario. Así que como oyente hay algunas cosas que me interesan mucho, aun- lentes, ;no es así? que no hayan llegado a emocionarme. Después de oír una pieza de esta naturaleza, llegaré a mi casa y es—Más que excelentes, se irata de una excelente amistad. cucharé seguramente una sinfonía de Mozart para poder Es para mí un honor poder tocar con él y conocer lan morir más tranquilamente. Pero esto es una cosa muy de cerca a este extraordinario músico. Ahora se encuenpersonal. tra ya muy recuperado de su enfermedad y espero poder hablar por teléfono con él en seguida. La operación dé la pierna es muy delicada. Aún hoy. tiene muchos —Hablando de Mazarí, me he acordado de la pelí- dolores y sufre. Ha querido aliviar sus dolores con otra operación, pero lo médicos no se lo han aconsejado. cula de Atilos Forman, Amadeus. Lo que pasa con Karajan es lo que pasa con todas las personas conocidas, que por ser como son nos obligan —No he visto la película, he visto la obra de teatro. a ser mejores. Tocar con Karajan. trabajar con él. significa que uno tiene que sacar lo mejor que lleva dentro —¿Qué le ha parecido? de sí. —La verdad es que nunca voy al tealro o a un concierto como un interprete musical. La verdad es que se traía de una obra teatral que por casualidad trata un tema musical. La idea principal es ver si se traía de una Gerardo Queipa de Llano Fotos: Agustín Mutwz Scherzo 33 HISTORIAS DE LA MÚSICA N la noche del 23 de marzo de 1913, tratados de ballet escritos con posterioridad. Seen el Théatre des Champs-Elysées. el gún se ha sabido recientemente a través del hijo gran bailarín ruso Vaslav Nijinsky, al mayor de Mrs. Langlois-Escarpit, prefecto a la efectuar el grand-jeté que le había hecho mun- sazón de la policía durante aquellas jornadas, al dialmente famoso, quedó súbitamente inmóvil en intentar recuperar el cuerpo del bailarín, éste se el aire a algo más de dos metros de altura, bra- deshizo en una finísima nube de polvo tornasozos y piernas enteramente extendidos, como un lado, similar al exhalado por las mariposas al gran pájaro de museo. Tras el asombro inicial, ser aprehendidas, dispersándolo una corriente de las opiniones de los espectadores se dividieron: aire sin que pudieran tomarse muestras de él, unos hablaron despectivamente de un nuevo dis- al efecto de practicar el pertinente análisis. positivo escenográfico, otros defendieron que la El empresario y el músico, entre tanto, conhabilidad pasmosa del artista era el único agente trataron a un doble, de tan perfecta semejanza responsable del prodigio; no faltó quien invoca- que jamás fue descubierto, realizando aún mura la palabra milagro; muchos no supieron qué chas giras y representaciones y, aunque nadie pensar. Buena parte del sospechó la impostura, público exigió la inmetemiendo al cabo ser dediata devolución del imsenmascarados, concluporte de las entradas. Huyeron por encerrarlo en bo intercambio de palaun sanatorio mental lonbras gruesas, de golpes. V. F. Nijinsky dinense, de donde huyó La oportuna llegada de en 1947, falleciendo tres un retén policial puso fin años más tarde en la ala lo que amenazaba concohólica rememoración vertirse en tumulto viode su ilusoria celebridad. lentísimo: ajeno a todo El auténtico Nijinsky, aquello, Nijinsky, inmuen verdad, se volatizó, table, permanecía en mey aquella tenue nube iridio del espacio. Cierto sada ha recorrido, y recompositor y un empreacorre todavía, el mundo. rio, poco escrupulosos, A veces, una estudianno tardaron en sacar prote, en la fatiga del ensavecho del escándalo, afiryo y el desánimo ante el mando reiteradamente difícil futuro, acierta, en que todo se debió a la su respiración jadeante, audacia y originalidad de a inhalar una de aquesu espectáculo. Pero es llas invisibles partículas: ésta la verdadera historia: bruscamente, triunfa, y Una dotación del cuernadie sabe explicar el oripo de bomberos intentó gen de su arte admirafinalmente, mediante tróble; y ella, menos que colas y un pequeño annadie. Años después, en damio, rescatar a Nila soledad de una tarde jinsky de su cristalizado de primavera, el vuelo vuelo. La sala estaba vacrepuscular de una aloncía, habiéndose invitado dra induce en ella una a salir a músicos, tramohondísima melancolía. yistas, electricistas e, inRepentinamente, efectúa cluso, al propio cuerpo su último salto a través de baile. Esta general de una ventana y nadie, ausencia de testigos cuatampoco esta vez, sabe lificados explica que el a qué achacarlo. suceso se haya omitido en todas las historias y Daniel Jordán E IC 34 Scherzo ARO DISCOS Beethoven: ¡Ah! pérfido, Op. 65, y Cantata a la muerte del Emperador José II, Woo 87. Régine Crespin y Martina Arroyo, sopranos. Justino Díaz, bajo. The Camerala Singers. New York Ptiüarmonk. Director: Thomas Schippers. CBS Maslerworks, 60189. La présenle grabación, realizada en 1965, reaparece de nuevo, con sonido mejorado, dentro de la serie Masterworks Portrait de CBS. El aria de concierto para soprano y orquesta ¡Ah! pérfido, compuesta en 1796, se encuentra precedida de un recitativo, lo cual responde a la estructura tradicional de la época en este tipo de obras. La alternancia de episodios lentos y rápidos, asf como la intervención de los instrumentos de viento, dan a la obra una fuerza dramática indiscutible. Buena interpretación la de Régine Crespin. que. a pesar de acusar algún pequeño problema en las zonas más agudas, presenta la obra con voz potente y desgarrada, logrando así el mencionado dramatismo. Con la Camota a la muerte del Emperador José II nos hallamos ante una temprana manifestación del genio musical del maestro de Bonn. La obra, encargada a Beethoven en 1790 por la Lese-Gesellschaft de Bonn y destinada a ser interpretada en una ceremonia conmemorativa en honor de) fallecido Emperador de Austria. José U, presenta un contenido ideológico claramente emparentado con la masonería, en la que Beethoven había sido introducido en sus años de Bonn. Indudablemente, Beethoven aceptó el encargo por sentirse identificado con las ideas ilustradas y progresistas del difunto monarca. La Cantata debía ser ejecutada el 19 de marzo de 1790, día de la ceremonia en honor de José ü. A pesar de ello, no llegó a interpretarse. Frente a las aducidas razones de dificultad técnica, parece más bien que el motivo rué de tipo político, al haber cambiado las ideas con el advenimiento al trono del nuevo soberano. La versión de CBS nos ofrece la magnífica intervención de Martina Arroyo, frente a un Justino Díaz desigual, que no parece haber aprovechado al máximo todas sus posibilidades vocales, a veces, incluso, algo veladas por el volumen sonoro de la orquesta. No obstante, como ya se ha dicho, hay que resaltar la presencia de Martina Arroyo, sobre todo en la bellísima exposición que, con voz firme y segura, hace del aria Nunc dormit in pace. tranquilla Estamos, en definitiva, ante un interesante registro que vale la pena conocer, en especial teniendo en cuenta que la Cantala es obra infrecuente. No existe, que yo sepa, ninguna otra versión en la actualidad. Hace ya años Vox publicó ka de Clemens Krauss, al frente de la Orquesta Sinfónica de Viena. Es prácticamente imposible hacerse con ella por encontrarse fuera de catálogo. No quiero terminar sin hacer referencia a un hecho curioso: en la versión de CBS el texto es cantado en latín y no en el orí- DISCOS ginal alemán, lengua en la que fue escrito. Ignoro si se trata de una traducción realizada en vida del propio compositor o con posterioridad. Me ha sido imposible comprobar este extremo y en la carpeta del disco tampoco se aclara nada al respecto. E.G.U. Luciano Berio: Sinfonía (para ocho voces y orquesta). Eindrücke Vioiín: Régis Pasquier. Nev> Swíngk Singers. Director: Ward Sw ingle, Orchestra National de France. Dir.: Pierre Boulez. Erato 88151. Compacto. Luciano-Berio compuso su Sinfonía para el 125 aniversario de la Orquesta Filarmónica de New York, dedicándola a Leonard Bemstein. Se estrenó en 1968 en esta ciudad y un año después (el 4 de abril de 1969) en el festival de Royan. La obra inicialmente estaba escrita en cuatro movimientos, y de ella se conserva una grabación con el propio Berio como director. The Sw ingle Singers y New York Philarmonic (CBS Maslerworks 60259). Posteriormente en el Festival de Donaueschingen, en 1969, se incorpora un nuevo movimiento configurándose la obra definitiva en cinco partes. En ella la continua fusión de texto, palabra recitada o cantada, música inventada o recreada (Tercer movimiento de la Sinfonía Resurrección de Mahier) obliga a una distinción clara de los timbres y la alternancia de planos sonoros que indudablemente el Compact Di se tiene que exponer brillantemente. En este caso no sólo es buena la calidad de reproducción, sino que la interpretación de Boulez resulta asombrosa por detallismo, meticulosidad, claridad de conceptos, elegancia. En muchos aspectos, no sólo en su integridad, esta nueva grabación efectuada en abril de 1984 mejora a la anterior. Eindrücke es grabación de julio de 1981. El Disco es DDD y su duración de: 44,51 minutos. Af.G.G. Bizet: La artesiana, misica de escena rom píela. Orfeón Donostiarra. Orquesta del Capitolio de Totous*. Director, Micha Plasson. EMI 2703501. La hermosísima música que Bizet escribió para acompañar el drama de Alphonse Daudet L'arlesienne ha sido dirundida en forma de dos suites. preparada la primera de ellas por el propio compositor tras el fracasado estreno de la obra dramática. La segunda, menos auténtica, nie compilada posteriormente por Frnest Guiraud e incluía un minuetto ajeno, perteneciente a La jolie filie de Perih. Salvo el hecho de que los efectivos orquestales empleados en esta grabación se intuyen muy superiores a los 26 que Bizet previo, se nos ofrece aquí La artesiana en versión original, novedad absoluta y oportunidad que no se debe desaprovechar. Personalmente es uno de los discos que más he disfrutado en mucho tiempo: grabación e interpretación son espléndidas, y respecto de la calidad de la partitura, valga el testimonio de un exquisito gourmet musical, Sir Thomas Beecham — intérprete señero de esta obra y otras muchas— que la consideraba junto a Peer Gyru y e\Sueño de una noche de verano como las músicas incidentales más bellas. Suscribo tal opinión y recomiendo con calor este precioso disco aun a quienes ya posean las suites de La artesiana. R.A.M. Brahms: Trío para piano, vioiín y trompa, Op. 40. Trío para piano, clarinete y viotoncello. Op. 114. Andras Schiff, piano; Erteh Binder, vioiín; Guenter Hoegner, trompa; Peter Schmidt, clarinete; Fríedrkh Dolezal, vloloncello. Decca digital 410114-1. Interesante publicación que acopla dos partituras infrecuentes de la obra de cámara brahmsiana a la que nos referimos en el número 11 de Scherzo, al comentar un registro de las Sonólas para vioiín. Los Opus 40 y ¡14 forman una pareja complementaria: más perfecto y elaborado éste; mucho más inspirado y atráyenle aquél, en el que sólo el rondó de caza final desmerece de los restantes movimientos. En concreto el adagio rnesto, aparentemente escrito por Brahms en memoria de su madre, es de una sorprendente belleza. La notable ejecución corre a cargo del joven y ya famoso pianista húgaro Andras Schiff con integrantes del nuevo octeto de Viera, continuadores para Decca de la gloriosa tradición de los Wylli Boskovsky, Brabec, Prínz y otros. Se trata de excelentes instrumentistas muy sensibles y compenetrados, aunque su Trío para trompa resulte menos efusivo que en las viejas versiones de Aubrey Brain, Adolf Busch y Rudo) f Serkin (de 1932, pero todavía insuperada) o de Alan Civil con los hermanos Menuhin, ambas EMI. Pero en realidad la única reserva formulable afecta a la toma de sonido de la trompa, mal conseguida. Por lo demás un disco excelente, acreedor de mayor éxito comercial del que prevísiMemenie le aguarda, ai menos en España. R.A.M. Scherzo 35 DISCOS Bruckner A. Bruckner: Sinfonía n." 4 en Mi bemol mayor 'Romántica». O. S. Columbia. Diredor: Bruno Water. CDS Masterworks Portrait 60297. Grabación de 1960 reprocesada. Empecemos por decir que ésta no es otra versión más de la Cuarta de Bruckner. Aun no compartiendo muchas veces la política de las casas discográficas de editar hasta la exasperación versiones y más versiones de lo mismo (que muchas veces no aportan nada), esta interpretación de la «Romámica- merece consideración especial. Aunque el nombre de Bruno Walter (I) suele asociarse más a Mahler o Brahms, su aproximación a Bruckner. a juzgar por este disco, no pudo ser más afortunada. El Bruckner —al menos el de esta sinfonía— de Walter es ftindamentalmente lírico, aunque no está exento de tensión. La preocupación primordial de Walter es la construcción de un edificio sonoro que, sin perder la sensación de unidad, permita apreciar los detalles y elementos que lo componen. Teniendo en cuenta la complejidad de la [rama musical bruckneriana, la capacidad que demuestra Walter para que todo se oiga es de agradecer, teniendo en cuerna los magmas orquestales con estruendos grandilocuentes y metal soplando hasta el rojo cereza que constituyen casi una norma cuando se trata de este compositor. Aquí encontramos la demostración de que Bruckner es mucho más que esto, y como muestra valga la soberbia construcción de la primera sección del ultimo tiempo, donde se hace una verdadera recreación del material temático utilizado anteriormente, o la ejecución (casi una disección) de la coda final, de características casi celibidac ruanas. del Maestro suena peor, y la Filarmónica de Viera no ciaba entonces en su mejor turma, pero ¿quien se preocupa de esas minucias ante tamaña lección de música.' Tampoco es la Columbia Symphony lo que se díte una orquesta de primera lila; ni siquera ion Waller, aunque en momentos llega a parecer lo. Uil es la l u c r a de su mlerprelacion. Karajan y Juchuin (ambos DG) poseen mejor sonido y ejecuciones casi pe rícelas (Filarmónica de Berlín). Los di>s, además, realizan excelentes lecluias. Pero para disfrutar de una auténtica sensación bruenenana. y» vuivcic inás frecuentemente a Furtwángler (por su intensidad dramática) y a Waller |p»i su inigualable forma ik Je mostrar los planos orquestales). Si no posar la del primen) —que eren no disponiHL: en España— vaya a por esla sin dudarlo (además esla a precio modelado. A propósito, la cárpela indica la edición si muí lauca en cas se lie, que parece sólo será válíJa en el extranjero Aquí las casas discográiieas siguen pensando que los usuarios de la cassette no tenemos deiccllo a cieno leperlorio. Uiui delicia). R.O.B. Benjamín Brillen: Symphuny fiír cello and ttrdiestm, Op. 68, Suilefnim Dctitli in VKnice. Op. 88. English Chamber orche»tra. leader: José Luis García. Cello: Raptad Wallfich. Director: Steuart B«dfurd. Chandos (C'han 8363) Grabación DDD compacto. Aiiemás'-dc una correcta e incluso muy aceptable interpretación, c! Ínteres de esta grabación se centra en su cunten ido musical. La Sinfonía pura cello, terminada en mayo de 1963, lumia parte de una serie de obras que Brillen compuso para el ceII isla Msiilav Kosiropovicfi y que incluyen, junto a ésta, la Sonata con pimío y /tu tres Suiles para ¡filo salo. En la Sinfonía, término muy acertado al distinguir la obra del género cuneerlíst ico. del que pueden formar parte sus tempranas páginas paia piano (19.18) o violín (I9.W). el cello se constituye como elemento predominante, peni, sin embargo, su unidad orquestal es constante, siendo escasos los momentos de individualidad y. sin embargo, su situación solista se mantiene elaia. Todo esto obliga a un plan lea miento alejado Je los alardes y virtuosismos para saber conjuntar una labor de unión con la orquesta que tanto dinámica como interpretativamente se mantenga contante. Quiza sea ésta la labor más justa de nucslri» intérpretes. Por otra parte, es más que claro que no es esla la única —como casi nunca en música— interpretación viable. La legendaria lectura de Furtwángler (1951. DG), posee justo lo que a esta le falta; tensión; una carga dramática irresistible, que obliga a la secreción de enormes cantidades de adrenalina. Por supuesto, la grabación Atractiva también la Su ¡le de la ópera Muerte en Venecia. adaptación de la obra de Brillen por parle de! propio Bcdford, muy en linea con la partitura original y con escasas adiciones personales, que u pesar de lodo y sin que adolezcan de mediocridad no se deben alabar como de buen gusto. La grabación es de 1985. clasificada como DDD y su duración total 60 minutos ¡1) En este mismo miroero se publica un tral»3a sabir su discognnji. M.G.G. 36 Se berzo John Cage: Sunaias e ¡nlerludim para piano preparado. Piano: Yuji Takahashi. Denon 33C37-7673. Compacto. El nacimiento del piano preparado parle precisamente del propio John Cage. cuando en 1935 al componer la música para percusión, de la Buvchanale del bailarín negro Syvilla Fon. es imposible su interpretación por problemas du espacio escénico, solicitando ayuda a Henry Cowcll para la posible traslación al piano, con ciertas modificaciones suhic las cuerdas de este inslruincnto. para obtener nuevas sonoridades, similares u las anteriormente proyectadas. Asi nuce el prepured pinito. So bre éste se pueden ucoplai instrumentos metálicos, de madera, objetos de los tipos más diversos, desde cristales a plásticos o lejidus. Las Sniuiia.'. e Interludios constituyen una composición de 194b a 1948 para piano preparado y fueron dedicadas al pianista Maro Aje mía II. quien en 1946 interpietó por primera ve/ pane ik la obra aunque en su integridad la dio a conocer el propio Cage en 1948. En total se compone de Ib sonatas y 4 interludios. El origen de esta composición está en íntima conexión con la aproximación de Cagc al pensamiento oriental del filósofo hindú A randa K. Coomaraswainy y así Cagc traía de plasmar en su música «¿mociones pennanunles- como son: heroísmo, alegría, irisieza. amor, erotismo... Yuji Takaliashi. pianista japonés, se constituye actualmente auno uno de los mayóles valores en la interpretación de la iliúsica contemporánea con muestras Je mrus grandes como Messiaen o Xenakis. En esta ocasión el poder ofrecernos esta obra en su integridad apoya aún mus Id calidad üe! coinpaci no sólo basado en su buena mlerprelacion. La grabación es de diciembre de 1975 en Nippoon Columbia Sludio n." I y su actual reproducción, de 1985. La duración total es de 60.21 minutos. M.G.G. Donizetti: Lii filie du régimen!, ópera completa. June Anderson, Alfredo Kraus, Michtl Trempunt, Helia T'Hézan. Coro j orquesta del Teatro Nacional de la Opera de París. Director, Bruno Campane lia. EMI 165.2704873. Álbum de 2 discos. Nueva versión de esla obra, menor pero simpática, que debe competir con la excelente que Sulherland, Pavarotti y Bonynge grabaron para Decca liace ya casi veinte años. Tomada durante unas representaciones eit París (junio de 19851. posee las venlajas e inconvenientes de esle tipo de registros en vivo: por un lado, abundantes ruidos parásitos de escena y aplausos, amén de unos desajustes de coro y orquesta susceptibles de retoque; por otro, esa sensación de espontaneidad y de continuidad infrecuentes en estudio. Y además, —como el propio Kraus repite a menudo— la garantía de que lo que se oye es toda la verdad y nada más que la verdad acerca de lo que el artista da de sí, sin pasajes repelidos una y otra ve¿. agudos en conserva DISCOS previamente grabados, volumen obtenido a ba.se de potenciómetros y otros trucos habituales en estudio. En Lal sentido, estos discos van dirigida al público para quien estas ventajas compungen lus problemas mencionados antes, y que. un esta ocasión no creo quede defraudado al escuhar a la única pareja actual —mi error sería una grata noticia para la lírica— capaz do abordar esta ópera como Donizelli manda. No olvidemos que su única justificación es [a presencia de un dúo de auténticos belcanlistas, sea en la maestría y brillo en agudos y agilidades, sea en algo más imponíante, pero a menudo olvidado o ignorado: la capacidad de cantar expresivamente y con bulla linca, ¡síes eso y no otra cosa signtfitrd el tan traído y llevado término bel canto. Para más detalles sobre los protagonistas, remito al paciente lector al número S de SCHERZO. crítica La jolie filie de Penh, de Georges Bizet. Respecto del tenor, permítaseme destacar no tanto los brillantes nueve DO agudos del primer acto, cuanto la sensacional cavatina del segundo. Algo parecido puede decirse de la soprano que. fiorituras aparte, canta primorosamente B jant partir. R.A.M. Dvorak, Antonín. Integral de las Danzas altivas, Op. 46 y Op. 72 y de las Rapsodias eslavas, Op. 45. Gewandhausorchester de Leipzig dirigida por Kurt Masur. Philips (Digital Classics) 416 368-1 (Aibúnt de 2 discos). Constituye una agradable sorpresa este nuevo lanzamiento en el mercado de la integral de las Danzas estarás en su ik>ble ciclo de las Op. 46 y Op. 72. después de las grabaciones que de las mismas han hecho Dorati. Kontarsky o Kubelik. La presente, a cargo de Kurt Masur ni frente de la Gewandhausorchester de Leipzig añade además, en el doble álbum . las tres Rapsodias eslavas, Op. 45 del compositor ebeco. La grabación es excelente, tanto por la técnica del registro digital como por la calidad estrictamente musical. Masur consigue explotar a fondo las potencialidades I imbricas, rítmicas y dinámicas que estos breves y brillantes retablos de luz contienen. Las transiciones temáticas, tan importantes siempre en Dvorak, nunca son espacios fronterizos insubstanciales. sino que la Orquesta se emplea a fondo en ellos para preparar cuidadosamente la inminente irrupción del nuevo y arrebatante caudal sonoro de las rcexposiciones temáticas. Masur controla en sus más mínimos detalles la instrumentación a fin de que cada nueva entrada —en unas obras en que lo que cuenta no es el desarrollo sino el contraste dinámico de IUN temas repetidos— sea distinta y al mismo tiempo sugerente y emotiva. C.C. Mozart: Convierto para clarinete en La mayor. K. 622. Robert Marcellus, clarinete. Orquesta de Cleveland. Director: Geurge Szell. Quíntelo para clarinete y cuerdas en La mayor, K. 5SI. Harold Wright, clarinete. Alexander Schneider e Isidore Cohén, vio lints. Samuel Rhodes, viola. Leslie Partías, i-ello. CBS Masterworks. 60273. Las Jos conocidas obras de Mozart aparecen dentro de la sene de reediciones que CBS está lanzando al mercado. En este caso concreto se trata de dos grabaciones de los años 1961-1968. que aparecen ahora de nuevo ion una considerable mejoiu de la calidad de sonido. El Concierto para clarinete, escrito, al igual que el Quiniela, para su amigo el clarinetista Antón Stadler, lúe la última composición instrumental de Mozarl. terminado en octubre de 1791. pocas semanas antes de su muerte. La versión ofrecida poi Robert Marcellus en el presente registro es aceptable desde un punto de vista puramente técnico-musical. No obstante, a mi juicio, la exposición de la obra en su conjunto resulta un poco fría, sin lograr transmitir plenamente la piiifunda melancolía que la impregna. Los intérpretes del Quinteto, dentro de la individualización que caracteriza a los cuatro instrumentos de cuerda y al clarinete, realizan, en general, una buena labor de coordinación. Únicamente parecen apreciarse algunos pequeños desajustes en la cuerda, sobre todo en el Menuelto. aunque ello no sea lo su fie ien témeme grave como para desvirtuar lo dicho anteriormente. En resumen, dos versiones simplemente aceptables, sin mayores pretensiones. F.G.U. W. A. Mozart: Conciertos para piano y orquesta n." 9 *. ¡7 *. 21, 23. 25 * y 27. Rudolf Serkin, piano. O. S. Columbia. Dir.: Alexander Schndder. Orq. det Festival de Malboro ' . Dir.: A. Schneider. O. S. Columbia • Dir.: George Szdl. CBS Masterworks purtrair M3P39655. Álbum 3 discos mono reprocesadus por sistema digital. Mozart proporciona al sonido una presencia inusitada, auiuuic algo hay que ni siquiera las modernas técnicas pueden salvar, y es la taita de transparencia de estas grabaciones. A ello contribuye, en no escasa medida, el acompañamiento orquestal, que puede considerarse como masiva. No obstante, yo no soy de los que rechaza un disco grabado hace años (en este caso, tudas las lomas proceden de 1957/58) sólo porque no suene bien. Pero para poder recomendar este tipo de grabaciones frente a otras que las aventajen en sonido, se necesita contar con una interpretación musical que lo justifique. Y esa es la cuestión: no me parece que éste sea el caso. Serkin se acerca a estos conciertos con una visión muy virtuosíslica, lo que le lleva a veces a la conluskin (presto del Concierto 9) y casi siempre a no detemerse más en lo que está locando. Por añadidura, no cuenta, como se ha dicho antes, con un acompañamiento orquestal que se pueda clasificar de excelente. Ninguna de las dos orquestas son nada del olro inundo, y en ocasiones se aprecian claros desbarajustes (ftnale del Concierto 17). Así las cosas, la comparación con otras versiones de estos conciertos es difícilmente resistida por la que nos ocupa. Perahia (CBS). Barenboim (EM1) y. por encima de todos, Gulda (con Abbado, DG. o con Harnoncourt. Tcldec). están a una gran distancia, por razones muy diversas: estilo, expresividad, fraseo... Así pues, estamos ante un álbum bien locado, con un acompañamiento orquestal discreto, sonido decente y a precio moderado. Aun reconociendo estos ingredientes como tentadores, yo invertiría algo más de dinero e iría a por Gulda. Perahia o Barenboim. por este urden. R.O.B. No vamos a descubrir a estas alturas lo que los conciertos para piano y orquesta de Mozart significan como obras en sí y a*no desarrollo de la forma concierto dentro de la historia de la música. Tampoco vamos a descubrir ahora que Rudolf Serkin es un gran pianista. Con estos dos ingredientes se puede sin duda hacer una primera afirmación: este álbum se escucha, en mi opinión, con agrado. Pese a la antigüedad de la toma sonora, el reprocesado Scherzo 37 DISCOS teto de su antecesor. No liay duda de que. de las dos partituras, es la de éslc la más lograda por su equilibrio, su maestría instrumental, su riqueza temática, la expresión de serenidad que de ella emana, la originalidad de sus planteamientos dentro de un cierto, aunque disimulado, tono académico. Mozarl está atravesando, en la primavera de 1784. una de las épocas más optimistas de su vida. -Es lo mejor que he compuesto nunca-, escribe a su padre en abril de dicho año. El músico es ya totalmente dueño de sus medios: ha superado hace I lempo el estilo galante, le ha dado un nuevo valor, una expansión y una libertad extraordinarias sin por ello disgregar las lineas de los instrumentos, sin destruir la coherencia que entre ellos debe siempre existir. El diálogo se establece fluido dentío del grupo de cinco solistas. En la escritura se adivinan las tres corrientes que alimentan y alumbran la partitura: serenatas, conciertos para piano y sinfonías concertantes, en las que el salzburgués era un maestro ya por estas fechas. Y. a pesar de las similitudes, ¡qué distinto perfume el de la obra de Bethoven! El tono, emparentado con el Septimino, que nacerá cuatro años después, es menos personal, menos efusivo. Pero el mérito de la composición elá fuera de duda; anuncia los albores de un lenguaje que ha de ir fraguando poco a poco y establece ya unas dimensiones y una potencia casi orquestales, aun sin crear las tensiones que serán, más adelante, tan características del músico. Mozart: Conciertos ¡tara piano rutineros 18, en Si bemol mayor. K. 456, y 20, en Re menor. K. 466. Vladimir Askenazy, piano y direccWn. Orquesta Philharmonía. Dccca 414 337-1, Digital. Importación. Los conciertos para piano de Mozart. el 9 y del 12 en adelante subre lodo —obras maravillosas donde las haya— conocen, afortunadamente, en los últimos años un auténtico lanzamiento discográfico. A la ya un lanío vetusta integral de Geza Anda, se unen hoy las de Daniel Barenbuim. Ingrid Haebler y Murray Perahía. estas tres buenas, cada una en su estilo. Hay luego integrales en marcha como la de Al fred Brendel con Nevilie Marriner o la propia de Ashkenazy. Otros grandes pianistas que han grabad" más de un concierto son Serkin. Cuida. Pollini o Pires entre los vivos. Echando la vista más atrás debe citarse siempre la serie dejada por Cassadesus en compañía de Szell o las viejas interpretaciones del propio Serkin. de Schnabel y sobre ludo de Edwin Fischer y Clara Haskil. El ciclo de Ashkenazy. cuyos dos últimos logros aparecen hoy en nuestro país, recientemente importados (son registros del 86). se va moviendo, a lo largo ya de muchos años, de manera un tanto irregular. No siempre el pianista y director de origen TUM) alcanza a dar en la diana, bien por falta de equilibrio, bien por escasez de maduración. El disco que ahora se somete a consideración recoge sendas interpretaciones que superan a la media obtenida hasta el momento, en todo caso más bien alta. La calidad orquestal ha estado normalmente asegurada, puesto que el conjunto instrumental es desde el principio la espléndida Phi 1 harmonía, quizá la formación británica de más pura, bella y refinada sonoridad, con la que Ashkenazy logra a veces insólitos efectos. Lo pudimos comprobar en vivo la pasada temporada cuando orquesta y director actuaron para Ibermúsica en el Real y ofrecieron un muy bello y matizado (incluso en exceso) 17. El 18. partí tu ni primorosamente acabada, resplandeciente, que contiene en sí todo el germen (dos lemas al menos) y el espíritu de unas Bodas de Fígaro, graciosa, plena de ardorosa vitalidad —es prácticamente de la misma época, sólo posterior en unos meses, que el Quinteto K. 452— es trazada aquí por el director y pianista con extrema finura, justa acentuación y vivificante ligereza. La interpretación posee una notable unidad y elocuencia, contagia y arrastra; todo está en su sitio expuesto con mediana claridad. Se sitúa sin duda al lado de las mejores. El nivel, aun siendo elevado, disminuye algo en el 20, el primer concierto para piano en menor de Mozarl. una de sus más absolutas obras maestras. Aquí Ashkenazy no ha cogido tan lacilmente el tranquillo. Las sombrías brumas del trágico comienzo, las luchas internas que van edificando, en ocasiones traumáticamente, la pieza, la aspereza de las confrontaciones solista-ripieno se le escapan en parte; es un mundo más conflietivo. menos amable y distendido que el de la otra composi- 38 Scherzo eión: más difícil de calar también. Aunque queden fuera de duda la belleza de la dicción del piano y la sonoridad de la esplendida formación inglesa. Para esle mundo uc claroscuros, está demostrado, nadie como Furtwángler (imprescindible su antigua versión con Yvonne Lefebure). De lodos modos, un aplauso para Ashkenazy que nos regala con algunos minutos auiéntieamenle preciosos del mejor Mozart. Es artista e inteligente, posee capacidad de concentración y habilidad para crear —al menos en este caso— un tejido musical palpitante: sin que en esta oportunidad haya caído en la tentación del preciosismo gratuito. A.R Mozart: Quinteto en Mi bemol mayor para piano e instrumentos de viento, K. 452. Beethoven: Quinteto en Mi bemol mayor para piano e instrumentos de viento, Op. 16. Radu Lupu, piano; Han de Vries, oboe; (ieorge Pieterson, clarinete; Vicente lana, trompa; Brían PoUard, fagot. Decca 414 291-1. Digital. Importación. Un excelente disco, que ofrece dos obras no especialmente conocidas de sus autores que suelen ir juntas por razones obvias: misma tonalidad, similar disposición de movimientos, idéntica instrumentación, muy parecida estructura... Parece claro, además, que Beethoven conocía e interpretaba el quin- La interpretación que nos brinda el selecto grupo de instrumentistas (entre los que está el valenciano Zarzo) presidido por el interesante pianista rumano Radu Lupu es de alto nivel y puede codearse perfectamente con la histórica, aunque más efusiva, de miembros del Octeto de Viena (1957) por lo que se refiere a la obra mozartíana (que se acopla cun el Quinteto para clarinete v cuerdas) o con las más modernas de Ashkenazy y Solistas de Viento de Londres (1966) y Haebler y miembros de viento de la Sinfónica de Bamberg (1973). que unen también las dos partituras. Sonido y prensando magníficos. A.R. W. A. Mozart: Sonata en La menor, K. 310. Sonata en Do mayor, K. 330. Claudio Arrau, piano. Philips 416 648-1. Digital. Importación. Encontrarse a un pianista, grande y veterano (84). como Arrau tocando sonatas de Mozart. cuando habitual mente, y en disco más. se dedica a sumergiré en otros mundos más decididamente románticos —Schubert, Beeihoven. Schumann. Chupín. Brahms— o, incluso, impresionistas, es tan sorprendente como estimulante. Y en mayor medida tras haber escuchado su personal visión de estas obras. No es un Mozart. por supuesto, edulcorado, relamido, decorativo o simplemente bonito; es Un Mozart maduro, prerromántico, luminoso de sonoridad pero consistente, excelentemente aecn- DISCOS y fraseado, con extraordinario senlid»; con mucha cabeza y exquisita sensibilidad. Capa/ de sacar «chispas- del drama (¿erectos sobre el músico de la mué ríe de su madre, quizá?) que alberga la soterrada marcha del Allegnj macstoso. evocar la repentina tragedia que se suscita en la sección ventral del Andante o dar el oportuno relieve al carácter ascético que encierra la sobria polifonía del Presto de la obra en La menor, página indudablemente maestra que pocas veces ha (enido una traducción tan sensible y reveladora; aunque los dedos del pianista mi tengan ya (la grabación, de buena calidad, se realizó' en Hamburgo en septiembre de 1984) la solidez de antaño y enctintremos, de vez en cuando, algún que otro gazapillo: pasajes en contrapunto, trinos, gnipetti. De todos modos, Arrau nunca ha sido un perfecto me can ¡o ¡uta, sino un magnífico artista, excelente técnico Imanejo de pedal, sonoridad, sentido de! rubato. rica gama dinámica...), inspirado recreador. Un pianista, en verdad, muy serio. Seriedad que no le priva de cantar con gracia y elegancia (de ahí la seriedad: aquilatar, medir, dar su valor expresivo correspondiente a cada nota, atender —o imaginárselas mando fallan— a la\ indicaciones del autor), con acusado dominio de los contrastes, la sonata en Do mayor, obra más radiante y tersa, menos sombría que la anterior. En el fírmamenlo sonatístico mozartiano no abundan versiones que se ajusten a parámetros tan interesantes y sugerentes. De otras interpretaciones anteriores habría que señalar, en similar grado ik reeomendabilidad. las debidas a artistas punteros como Dinu Lipatli, que grabó en 1950 una alada n." 8. llena de sabor agridulce, o Vladimir Ashkenazy, vital y sensitivo en la misma composición (1970). bien diseñada también por Daniel harenboim (1986) y, en particular, por Alfred Brendcl y María Joao Pires (1985). Inolvidable la n." 10 de Clara Haskil (1961) y muy atractiva la del espléndido Kryslían Zimerman (1978). A.R. 12052). En esla ocasión ninguno de los intérpretes mejora ni tas calidades musicales ni las versiones discográficas citadas y su interés radica en ser grabación nueva y en la forma Compací Disc. La gabación es de septiembre de 1981 en Adelaidu. Es DDD y su duración es de 42. 48 minutos. Se acompaña del texto original en francés y de MI traducción inglesa. M.GG. M. Ravei: Coártelo en Fa mayor: Cl Dtbussy: Cuarteto en St>l mentir, Cuarteto de Budapest (Masterworks Portroíl. CBS. 60281). Poukoc (1899-1963), dibujado por Coctuu. Francis Poulenc. la WI.I hwnaine (Texto de Jean Cocteau). Opera en un acto. Caroley l'arley. Adelaide Symphnny Oehestra. Director: José Serebrkr. Chande*. SJ31. Compacto. Francis Poulenc escribió esta obra para Denise Duval. siendo estrenada en la Opera Cómica de París el 6 de febrero de 1959. En ella una mujer establece un largo monólugo luchando junto al teléfono por recuperar a su amante que va a abandonarla. Obra menor dentro de la producción de Poulenc es ambigua en los hallazgos obtenidos y en ella destacan claramente miv memos acertados y otro» más impersonales y reiterativos. Comparaciones con obras similares como El teléfono de Menolli o Erv/artung de Schoenberg nos harían inclinarnos decididamente hacía las últimas. El Oisco ha dejado alguna grabación anterior como la pinaii de Magda Olivero con la Orquesta Sinfónica ile Dallas dirigida por Nicola Rescigno (HRE 280-1) y Denise Duval con la Orquesta de la Opera Cómica, dirigida por Georges Prelre (EMI CO69- ÍH Mk^vf, » HOMH^I. II *• C - I H H MADRID Tlao JH 7b 22 ft?\íii «ht-ribicnie. hatt* m e m >VI>II. * b rcvi*la SCHERZO j p u l i r kkl numcr,i rfiH>vablH> «U[ITHU1LH.IIII>CIIIC & ur krtn na^unl l i b a •vnvftbtl. ntyii impHic .1 N I ) pu>. Ilí lí.iMm J d BANCO HISPANO AMERICANO pm pciuKkiv athiniiEC ^ E« Su.ucjl ( l i l i . DT C o m í Ull.. 2 3SU2K.MADRID Plw }Dnk pimjil >.. iii L* M h i r f k " * * pan El cvliaifciL- pq L,«irrt, .-JIIWHI ^Llll p«. T p i >VIIII M i l i PIB ^ i Ama«a T ikbuait >cr ^iimlK. PIDIXBI ISA|UC Itah'un,, • -> T A h h l<> Vk H, p,a.nli A.M.J. Núnicriis atrasados: 400 pesetas •OLETIN DE SUSCRIPCIÓN Killn, , ,,.„ ,.,o, r«*™ ' T M k r c K W U I b a i K * r u » la ilt No es abundante la producción cameríslica del llamado impresionismo musical francés, pero los cuartetos de Debussy y Ravel son un claro exponente de la mejor literatura para cuarteto, ambos miran al futuro y al pasado y se complementan en una ambivalencia que apunta a la transición del Siglo XIX al XX; también en ambos se definen dos actitudes vitales, la de Ravel. cierno adolescente encerrado en su mundo secreto lleno de sortilegios y temores, y la de Debussy. un viialista pleno de sensualidad. La interpretación que ofrece el Cuarteto de Budapest, con sus buenos treinta años a la espalda, es una preciosidad; se traía de una visión romántica, llena de poesía en la que sus intérpretes, con la homogeneidad de muchos años dé trabajo en común, saben jugar con los timbres y. sobre todo, dialogan con una musicalidad que es raro encontrar hoy en día. Aunque el sonido no sea excepcional a la vista de los últimos adelantos de las ciencias, nos hallamos ante una grabación totalmente recomendable porque por encima de criterios, lo que escuchamos es música, muy buena música, excelentemente interpretada. Si desea recibir algún número atrasado envíenos el cupón adjunto e inmediatamente lo recibirá en su domicilio. Elija la forma de pago que más le convenga entre las que se indican en este boletín. .1. i<» tiin-pÉ ^ 1 lili ptfd N."0 Q N.q I D N.°2 G N." 3 0 N.»4 G N.° 5 G N."6 D N.° 7 • N." N." N." N.n 8G 9G 10 O 11 G Scherzo 39 | DISCOS Guy Ropartz: Sinfonía n," 3 para solistas, coros y orquesta. Francois Pollel, Nathalk Stuzmann, Tbierry Dran, Fréderic Vassar. Orfeón Donostiarra. Orchestre du Capilole de Tolouse: Mkhd Plasson. EMI-Pathé Marconi 2703481. Digital. Importado. El compositor bretón Guy Ropartz nació un año antes que su gran amigo Albéric Magnard, en 1864. y vivió nada menos que hasta 1955. Es decir, le sobrevivió cuarenta y un años. Sin embargo, Ropartz parece Can olvidado como Magnard. Su longevidad le ha valido, sobre lodo, para decantar su actitud con respecto a la de ius amigos de la Schola Cantorum, institución de la que siempre se encontró cercano. Pero su labor como director de conservatorios periféricos (Nancy y Estrasburgo) y como intérprete le permitió lo mismo estar con sus amigos que acoger a los rivales y reconocer el valor de la nueva música francesa posterior a la gran guerra. Es decir. Ropartz no aparece ligado a los del grupo de Vincent d'lndy con ese grado de compromiso de otros que murieron demasiado pronto, como Chausson o Magnard. Pero, como lodos ellos, tenía un ídolo reconocido. Cesar Franck, y por eso está más cerca de la Schola que del Conservatorio (de Fauré). mis de d'lndy que de los mal llamados impresionistas. Al menos en la época de composición de la Tercera Sinfonía contenida en este disco. Y. sin embargo, hay que matizar lodo esto. Ante todo tengamos en cuenta que la Tercera Sinfonía de Ropartz no tiene nada que ver con el sinfonismo de Franck, Chausson o Magnard, y muy poco con el de d'lndy. Al menos en cuanto a los resultados finales. Simplemente porque es más bien una cantata en la tradición francesa que viene del Romeo o el Fausto de Berlioz. Pero fijémonos, por ejemplo, en el cometido del coro en el primero de los (res movimiento. El coro dice su texto (obra del autor), sin grandes complejidades, sin repeticiones o fugas, con vocación de inteligibilidad: -Concluye la noche... en el mar, en la llanura, en el bosque, el cielo se ilumina, aparece el sol y el estallido de su luz da un beso a la alegre naturaleza». Pero depués se calla y la mayor pane del 40 Scherzo movimiento es orquestal. Pero durante su recitado han surgido los temas de la naturaleza (mar, llanura, etc.), que son somelidos a desarrollo e interrelación sinfónica al retirarse el coro. El segundo movimiento contiene un amplio poema en el que se destaca el sufrimiento humano dentro del indiferente acontecer de la naturaleza. El coro y los solistas intervienen con mayor complejidad, se confía el mensaje al poema y a la música ai mismo tiempo, con episodios de fuga, de orquesta sola, integrando lo vocal y lo instrumental. Pero hay una especie de movimiento adicional dentro de este segundo tiempo, que lo matiza y que no es separable en la medida en que cumple esa función de matiz, de completar el sentido del movimiento: tras la invocación a la terrible naturaleza, es un tres vi/que, a base de un tema agitado en semicorcheas, concluye el tiempo en un scherzu acaso optimista. Es decir, de nuevo tiene la orquesta la última palabra. El sentido de la sinfonía se desvela en el tercer movimiento, donde una plegaria invoca la reconciliación de naturaleza y humanidad, a fin de hacer compatible el carácter benéfico de la primera y la salvación de un estado de cosas por parte de la segunda, de contenido entre cristiano y panteísta. Un amplio intermedio orquestal, de calma discursiva, separa lo cristiano (amor) de la invocación pantelsta (reconciliación con la naturaleza), que concluye la sinfonía. Si los solistas arrancan el movimiento, la masa coral lo culmina. No estamos ante, una sinfonía tan redonda como la Cuarta de Magnard, pero es una obra más ambiciosa, e ideológicamente algo pretenciosa. Tiene poco que ver con el sinfonismo rechinante de Mahler esta llamada —en los años anteriores a la gran guerraai amor y a la integración en la naturaleza. Excelente interpretación de Plasson, que parece guiñarnos un ojo: hay cosas de su tiempo, nos dice,.y por eso os parece Debussy a veces, pero daos cuenta, no es eso ni mucho menos, es una naturaleza dramática, épica, no un pretexto para buscar nuevas sonoridades, nuevos colores, nuevos procedimientos, ya que Ropartz utiliza los ya conocidos, los prescritos, y si conoce lo problemático de la naturaleza ig- ñora lo terrible del siglo que empieza cuando compone esta su cantata, por eso lo dirijo de forma tan distintas a como podría hacer a Mahler, si es que Mahler me interesara. Creemos que tal es el sentido de la interpretación de Plasson. con su orquesta en excelente forma y con un Orfeón Donostiarra, dirigido por Ayestarán. que realiza una bellísima interpretación protagonista: no es sólo el mejor coro de España (con perdón), sino uno de los mejores de Europa. S.M.B. MtU.s Rosar Qun Vadis. The «oval PMharmonk Orchestra and Choras. Director: MikJós Rózsa. London 820 200-2. Miklos Rozsu: Ben Hur. The National Philarmonk Orchestra and Choras. Director: Miklós Rózsa. Lundon 8220190-2 Compacto. Rózsa, pianista y compositor americano de origen húngaro (nacido en Budapest en 1907), es autor de un catálogo variado que incluye música sinfónica, como su Sinfonía Op. 6 (1930) o la Sinfonía Concertante Op. 6 29 (1966) o concertística como' el Op. 24 para violin (1953-54) o cello, (1969) y también una obra de cámara variada como el Quinteto con piano (1927), Cuarteto (1950), Trio-Serenata (1927), a la vez que una importante creación para piano. Pero posiblemente la máxima popularidad de Rózsa aparezca a raíz de sus películas de las que en este caso el sello London ofrece dos obras muy bellas: Ben Hur, en grabación de 1977 dirigida por el propio autor y reprocesada en 1985. Y Quo Vadis de 1978, también con el autor y de nuevo reprocesada en 1985. Estas obras de indiscutible calidad hay que juzgarlas desde la perspectiva en que fueron creadas, y como tales, valoradas sin ánimo peyorativo para un género, el de la música de cine, que cuenta con algunas partituras de la máxima calidad artística. El sonido es bastante bueno, aunque con dificultades de claridad en los extremos. La grabación de ambas es AAD y las duraciones son para Quo Vadis de: 40,17 y para Ben Hur de: 47,10 minutos. M.G.G. Schubert: Viaje de invierno D 911. Dletrich Fiscber-Dleskau, barítono. Al fred Brendel, plano. Philips 411.463-1. ALBURQUERQUE, 14 Junio Maro Bilbao ABRIL'87 l al 8: VLADY BAS QUARTET 6 al 12: JOSÉ ANTONIO GALICIA GRUPO 13 al ¡9: NELSON QUINTET 30 al 26: PEDRO ITURRALDE QUARTET 27 al 30: JAZZ EMSEMBLE JAZZ EN VIVO CADA DÍA PASES: 11,30 y 1,30 Aunque en música cuenta por encima de todo la calidad, en este caso el dato cuantitativo tiene gran importancia: unos cuarenta discos dedicado» por FischerDieskau a Schubert, le sitúan en este terreno más allá de toda crítica. Entre ellos se cuentan otras cinco grabaciones previas de Winterreise, con Moore (tres veces), Demus y Barenboim. Breves consideraciones, pues, respecto de este disco. Obviamente en la voz de Dieskau se nota el paso de los años (casi 60 cuando tuvo lugar el registro) DISCOS y carece de la frescura de sus antiguas grabaciones EMI: el timbre no tiene el esmalte de antaño; la voz es menos jugosa y ha perdido pasta. El tendón de Aquiles es la pareja de notas Mi bemol Mi natural que, especialmente cuando han de mantenerse o ser repetidas en -forte», suenan feas, abiertas y tremoladas. Pero, gracias a una excepcional ciencia del canto, el problema se desvanece al emitirlas en piano. Y cuando uno se acostumbra al timbre algo más árido, la voz puede parecer la de años atrás. Una última reserva —de relativa importancia pora quien esto escribe, pero que acaso otros no aprecien— puede concretarse en los lies que con cierta frecuencia se presentan en las interpretaciones de Dieskau. lo que no ocurre con otros grandes intérpretes de esta obra, como Tauber, Hüsch o Hotter, más naturales o sobrios. Citemos, por ejemplo, algunas peculiaridades en la pronunciación, los pórtame mus ascendentes (por ejemplo, en las canciones 9, 19 y 21), o la expresión algo afectada. Todo lo demás que puede predicarse de Fischer-Dieskau como intérprete schubertiano son excelencias. Así, por ejemplo, la media voz, aún asombrosa, ejemplo permanente para colegas; la dicción, difícilmente superable en intención y claridad; el legato (fie, en contra de toda lógica, parece haber mejorado con la edad. Por añadidura, y como sucedía en las versiones antes citadas, la estrecha colaboración entre barítono y pianista parece estimular la fantasía de cada uno, y a Brendel no se le escapa un matiz de esta larga y compleja partitura. En concreto, los cambios de modo o tonalidad con que Schubert evita magistral mente cualquier atisbo de monotonía en las canciones estróficas, suelen ir acompañados de cambios de intensidad (números 1 y 13) que Brendel realiza de forma tan natural como inolvidable. Destaquemos aún su admirable staccato en la nümeio 7, o los matices de las 11 y 13. Versión, pues, de extraordinaria calidad con el atractivo de que los setenta minutos que la obra dura se ofrece en un solo disco de óptimo sonido, claro y equilibrado. Textos y comentario en cuatro lenguas, aunque no en español. R.A.M. Schumann: Segunda Sinfonía en Do mayor, Op. 61. Convierto para violonchelo y orquesta en La menor, Op. 129, Mischa Malsky, violonchelo. Orquesta Filarmónica de Viena. Director: Ltonard Bernstdn. DG 419.190-1. La Segunda Sinfonía de Schumann fue favorita del director americano desde el comienzo de su carrera; Melodram ha publicado una ejecución al frente de la Boston Symphony fechada en 1946. A ella siguieron regislrus para la Decca Americana (hacia 1950) y para CBS en 1960, aunque acaso la versión más lograda por Bernstein fue una que TVE ofreció hace ya muchos años, en que dirigía a la Filarmónica de Viena. A tenor de ello aventuré en el número 6 de SCHERZO que tal vez esta grabación habría de elevar el nivel de un ciclo irregularmenie iniciado. Craso error de pro- nóstico: esta versión de la Segunda Sinfonía más bien lo apuntilla. Los defectos señalados entonces a propósito de las versiones de Primera, Tercera y Cuarta se ven aquí amplificados, sobremanera en los dos primeros tiempos, a menudo grotescos en sus contrastes dinámicos o agógicos. Todo parece indicar que Bernstein. vaya usted a saber por qué, no se toma en serio ni a Schumann, ni al público, ni a la DG, ni a sí mismo. El Adagio, algo mejor pero lentísimo, es netamente inferior al de su grabación para CBS, y el final, también planteado con mas seriedad, no puede en modo alguno compensar de las calamidades precedentes. Señalemos que la propia DO tiene en catálogo versiones muy superiores (por orden de preferencia: Kubelik 1. Sinopuli. Barenboim y Ka rajan) y que Schuridu en Decca, Szell o Kubelik D en CBS. Sawallisch en EMI o Celibidache en diversos sellos más o menos piratas, son versiones clave de esta bellísima obra. Las cosas mejoran en el concierto para violonchelo, pero Mischa Maisky no es ni Casáis, ni Starker o Du Pré (ambos EMI) ni Rostropovich, éste Ultimo con Rojdeslvensky en DG o —menos interesante— con el propio Bernstein para EMI. Un último punto respecto de este ciclo Schumann/Bernstein: tampoco la toma sonora hace justicia a las espléndidas condiciones acústicas de la Musikvereinsaal de Viena. ¿Qué Ka pasado, entonces? Verdi: La forza del deslino. G. Surlanl, M. Fren!, G. Zancsnaro, P. Domingo, D. Zajic, P. Plishka, S. Bruscantini, F. Garbi, S. Sammaritano, E. Givazzi, F. tiadrian. Coro del Teatro alia Scaia, Milán. Director: Giulio Bertola. Orquesta del Teatro olla Scala, Milán. Director: Rlccardo Muti. EMT 3 CDS 7 47485 8. (DDD) compacto, Todavía hoy, determinadas obras musicales son susceptibles de un juicio estético y artístico. La Forza es desgraciadamente una de esas elegidas para volcar pasiones de todas las tintas. Parece que en ella el bien y el mal sufren un choque, del que indudablemente se erija la obra de arle. Y es que la Forza es una ópera en la que lo popular es demasiado popular y lo pasional también, y lo descriptivo, y lo analílico, y lo psicológico e incluso lo morboso y enfermizo. Pero lo que es cieno, valga la redundancia, es su Fuerza, su desbordante continuidad hacia una conclusión posiblemente única, diferente a la ideada por el Duque de Rivas. y tal como la dejó Verdi para su recreación en Milán, después de la primera edición de San Petersburgo y en la que Don Alvaro -disfruta- de la redención por el amor. No se trata de una novedad discográfica. Esta grabación fue realizada en noviembre de 1974 y publicada por primera vez en España en 1983. Pero siempre resulta un placer el poder escuchar a Georg Solti dirigiendo La consagración de la primavera, y ésta es una buena oportunidad para aquellos aficionados que en su momento no pudieron adquirir este disco. En primer lugar se equivocan quienes ven en esta obra tan sólo una orgía de ritmos apabullantes y de colores intensos y contrastantes. La consagración es una partitura mucho más clásica y conectada con la tradición de lo que a primera vista parece, y prueba de ello es la versión que Solti realiza con la Orquesta Sinfónica de Chicago. El director británico nos enseña a descubrir el importante trabajo contrapuntístico escondido detrás de la espléndida envoltura sonora. Precisamente es desde esta concepción sinfónica atenta, cuando la riqueza rítmica queda todavía más al descubierto, ya que nos asomamos al manantial mismo desde el cual se diversifican las líneas paralelas portadoras de diseños propios que discurren simultáneamente. La de Solti es una interpretación diáfana en la que lo que queda resaltado es la estructura misma de la partitura evitando siempre el caer en la confusión y el griterío, la nuche -en la que todos los gatos son pardos- con que muchas veces se ha enmascarado de efectismo vacío esta trascendente obra. En la Forza es posible lo más íntimo de la mente humana a la vez que escenas sociales carentes de la individualidad. -Desde lo personal a lo social-, dice Osbome. También este autor la define como •no una obra malograda, sino una obra maestra compleja-. Por todo esto la resposabilidad máxima de una obra integral ha de recaer, de manera obligada. en la coordinación directora y así Muti, una vez más. demuestra su gran poder para el teatro y en particular para el verdiano. Adjetivos muy leídos y escuchados son aplicables a su rectoría: claridad, sentido, vitalidad, expresión, coloración, Todo es evidente, pero tan destacado que quizás las labores solistas pasen asi a una parte más secundaría, repitiendo de nuevo que sus personal i dadades quedan más definidas en lo orquestal que en lo vocal. ¿Es posible esto en Verdi? En una carta a Vincenzo Luccardí, después de su representación en Roma en 1863, Verdi decía: «Es cierto que, en la Forza del deslino, los solistas no necesitan ser expertos en •solfeggi-, pero han de tener alma y entender el texto y expresar su significado-. Con ello cabe pensar que en el teatro, y aún más cuando se nos ofrece en disco, es fundamental que el intérprete sepe muy bien a quién representa. Nadie duda de las voces de Fren i (quizás falta de un mayor poder dramático), ni de la de Domingo (que aunque en tesitura de tenor, día a día adquiere un mayor limbre bar i tonal, mejorando su expresión pero limitando un repertorio más belcanlista) ni tampoco, aunque en menor interés, las de Zancanaro o Paul Plishka, pero lo que si' deduce quien escuche detenidamente esta grabación es su relativa frialdad, su alejamiento. Quizás esperábamos, al menos yo. algo más de esta grabación, no por ello falta de interés. ¿Qué ocurrirá con Sinopoli? C.C. M.G.G. RAM. Stravinstíy: La Consagración de la Primavera. Orquesta Sinfónica de Chicago. Director: Sfa- Gecrg Soto. Decca 410 1«M. Scherzo 41 DISCOS RECITALES I. AlbéiMZ: Asturias. Tango. G. Sanz: Canarios. Rodrigo: Fandango, Moreno Torraba: Nocturno. Granados: Valses poéticos, M. Albéniz; Sonata en Re. Falla: Panza del Corregidor. Canción del pescador. Danza del molinero. Moreno Torraba: Madroños. Anónimo Catatán: La nit de Nadal. El not de ¡a more. Granados: La maja de Gaya. 1. Albéniz: Córdoba. Yuqujjiro Yocoh: Tema y variaciones sobre •SÓkura". $. Dodgson: FantasyDivisions. M. Ponce: Sonatina meridional. H. Villa-tobos: Choros núm. I. A. Lauroi: Vals criollo. Goma Crespo: NorteAa. V. Sajo: Cinco piezas de Venezuela. A. Barrios: Danza paraguaya. John WiItiams, guitarra. CBS Masterworks Diamond Cut DC 40140. Álbum de dos discos. Reprocesados digi talmente. Álbum para guitarro filos, especialmente por el hecho de recoger un repertorio amplio y no excesivamente trillado, con piezas de muy diversa índole y procedencia, que presta una considerable atención a la música española —e incluso popular catalana, cosa infrecuente en un intérprete extranjero—. Algunas de las palabras son transcripciones para guitarra realizadas por el propio John Williams: otras son de Andrés Segovia y Miguel Llobet. Las interpretaciones de este guitarrista tienen una considerable elegancia, pero el sonido peca un tanto de seco; en ocasiones parece ligeramente emparentado con un clavecín (y por supuesto no únicamente en la Sonata de Mateo Albéniz que ha sido transcrita precisamente a partir de este instrumento). Tampoco todos los tiempos de la música española parecen justificados, y. desde luego, las canciones populares catalanas se ven algo alteradas en este aspecto; algo de eso hay también en la pieza de Villa-Lobos. De todos modos, en general es un guitarrista de considerable altura y el álbum es perfectamente recomendable. La presentación, como todos los de la colección, modesta: ambos discos conviven en un único espacio de la tunda inadecuadamente. Ro. A ra disfrutará, sin duda, del presente disco. Su selección se centra en la música para la Navidad, extraída del propio de la Misa. El registro, que posee un sonido magnífico, ofrece versiones canónicas que hacen suficiente justicia a la belleza perenne de estas músicas. E.M.M. M a d r i ^ e . Obras de des Pres, de la Une, Jannequin, Lssso, Morley Pilkington, Dowland, Bateson, Wedkfs, Gibbons, Monteverdi, Arcaddt, Willaert, Murenno y Gesuatdo. CoJfegtum Vocale Koin. Director: Wolfgang Fromme. CBS. (Diamond Cut) DC 401S5. El formato de la wlección Diamond Cul de CBS, recientemente aparecida en España, que presenta siempre dos LPs en una sola funda, permite el juego de unidad y diversidad que se da en la grabación que se comenta. Un tema conductor, el género madrigalesco, y un mismo grupo interpretativo, el Collegium Vocale de Colonia, respondiendo al primer aspecto, pero contenidos bien dispares en cuanto al segundo. Uno de los discos ofrece una selección de madrigales de distintos autores, épocas y estilos, mientras que el otro se deslina por entero a piezas de Gesualdo, en concreto de su Libro VI de Madrigales, si bien en una antología arbitraría y caóticamente dispuesta. El oyente potencial, por lo tanto, recibirá una extraña imagen de lo que significó la manifestación poético-musical de! madrigal, fruto de las dos lentes con distintos aumentos que se emplean en estos discos. Las interpretaciones del Collegium Vocale de Colonia están correctamente cantadas, pero la mayoría de las veces no pasan de este estado elemental. No se capta en ellas una verdadera compresión de las sutiles relaciones entre música y palabra que se hallan en la esencia de! madrigal. Puede que esto se deba a las apreciables dificultades en el manejo de la lengua italiana —Gesualdo, Monteverdi. Marenzio— con las que tropiezan los cantantes. Mejor, de cualquier modo, las piezas de distinta nacionalidad. Versiones un punto asépticas, que son aceptables en algunos casos, no en el de Gesualdo, cuyo mundo apasionado, torturado, neurótico si se quiere, no recibe en estas ejecuciones sino una visión plana y descolorida. Irresistible añoranza del Pdler Cansón. E.M.M Canto Gnsorlano. Choralschota der Wiener Holfburgkapdle. Director: P. Hubefl Dopf S. j . Philips 416 808-2. Desprovisto de contexto y privado de la función linirgica para la que nació, el canto gregoriano en disco es un extraño, al tiempo que hermoso, producto semianimado que nos reclama desde los limites de ta falacia. Pero toda grabación se asoma en realidad al mismo abismo. El gregoriano es sólo un caso más, aunque extremo. El oyente que sortee esta posible barre- 42 Scherzo Música Litúrgica del Barroco Español. Canto Ifaun y versos de Martín Cotí. Grupo de Música e faivestlgación Alfonso X «I Sabio. Felipe López, órgano dd Real Monasterio de las Comendadoras de Santiago el Mayor de Madrid. Director: Luis Lozano Vlrurabrafes. Hbpavox 560 27 0583 1. El hecho mismo de la existencia de este disco es algo digno de ser reseñado. No debiera ser un acontecimiento, sino una labor ixuistante, la recuperación fonográfica del pasado musical español; lamentablemente, lodos sabemos cuál es la catastrófica situación actual. Por ello, hay que felicitarse de la llegada de estas esporádicas coatribuciones. La presente tiene un valor muy alto en el aspecto mus i cológico. Nos encontramos ante el desarrollo de una Misa tal y como se practicaba en nuestro pai's en el siglo XVÜI. En su estructura, alternancia de canto llano y versos a cargo del órgano, se da una mezcla, tan extraña como sugestiva, de elementos arcaicos y del tiempo al que corresponde. Como señala Luis Lozano Virumbrales en el ensayo que acompaña al disco, toda interpretación actual de esta música no es sino una hipótesis, al haberse quebrado la línea tradicional de los usos musicales de la liturgia barroca. Desde esta óptica, la propuesta del grupo Alfonso X posee corrección en lo musicológico, coherencia interna en cuanto versión, y se asienta sobre una buena base técnica. La utilización del órgano -Pedro Manuel Ubrona Echevarría», restaurado en 1984. es un atractivo más añadido al registro. El sonido del disco es satisfactorio, pese a alguno» ruidos de superficie (en el ejemplar escuchado). Desear ¡amos a la casa Hispa vox luda la actividad posible. Este disco podría ser un modelo de la línea a continuar. E.M.M. Rampal & Domingo: «A nigt al the opero. The Mogic Flote-, Borne: Fontoisie brillante. Mozart; Wie stark isr nicht dein Zaubenon (Die Zauberflóte). Moatrt: // mío tesoro IDon Giovanni) Demersseman & Berthdemy: Dúo Brillant. Gluck: Danse des esprits bienhereux (Orphée et Euridice). Flotow: M'appari tutt'amer {Martha), Hugues; Grande fantasía di conceno. MassOKt: Medtotún flhois). J e n ÍTfrre Rampa), flauta. Royal Philharmonk Orchestra. Director: Plácido Domingo. CHS, Digital IM 42100. Cuatro serían los temas de discusión a propósito de esta nueva grabación de CBS. En primer lugar, el contenido, en este caso formado por obras transcritas para flauta y orquesta de fragmentos operísticos, con escaso afán de grandes calidades musicales y sí con el ánimo de servir de lucimiento a un solista. De esta manera Carmen, Un bailo in maschem o Guillermo Tell..., son revividos en concepción distinta a su origen. Su interés queda reducido a lo meramente decorativo. En segundo lugar, la aportación al canto mozartiano de Domingo, con un fragmento, perteneciente a la tercera escena del acto primíru de La flauta mágica, en la que se reafirma, sin ánimo de negar cuaJidade* conocidas de nuestro tenor, que Domingo DO es una voz hecha para Mozart, cayendo en evidentes errores de emisión, con falla de equilibrio a la vez que una poco grata tendencia a la apertura del agudo. En tercer lugar, Rampal como solista, al que DISCOS tampoco es, este el lugar pura discutirle sus méritos, que son muchos, pero s¡ para des!atar algunos errores de (lato; probablemente I lis años no pasan en ha I de Y en úllimo lugar la dilección de Domingo, aunque con unas partituras en las que su participación es escasa, desde un probable protagonismo, pero a las que accede con buen oficio y disposición. En general disco anecdótico, de interés particular. M.Q.G. Renata Scotto. Plácido Domingo: Rnmantíc operatic duets. Obras de Massenet, Guunod, (iiordai)o, Maseagni, National PhUharmoníe Orchestra. Director: Kurt Herbert Adler. Renata Scotto: Verismo Arias. Obras de Putei ni. Catalani, Cilea, Mascagní. London Symphony Orchestra. Director: (¡ianandrea Gavazzeni. Diamond Cut DC 40164. Grabaciones 1975, 1978. Reprocesadas 1985. CBS. La principal protagonista de ambos discos es la soprano italiana Renata Scollo Artista de conocidas facultades, capacidad dramática, versatilidad, junio a máximas calidades en extremo de su tesitura, coloración, dicción o emisión. En esta ocasión se enfrenta a un repertorio posl-romántico y veriMa. en el que todas las posibilidades citadas las desarrolla al máximo. Como muestra, aunque cualquiera sería válida, se puede cscuhar el Ebben ne adró hmana de La Wally de Catalani. Junto a ella un tenor como Plácido Domingo, en época en que conservaba su claro timbre tenoril. con espléndido pone de spimti y con mayor claridad en la emisión que la que hoy oslenla, quizás debido al cambio timbrico hacia una voz más barí tonal, sin menoscabo de la tesitura, En conjunto Domingo-Scotlo forman un binomio sumamente interésame, siendo precisamente en esos años 70 uno de los más significativos, destacando la ausencia individual de protagonismo y la magnífica identidad alcanzada. El disco pertenece a grabaciones de 1975 y 1978, que actualmente la CBS ofrece en buenas condiciones de adquisición al ofrecer dos por el precio de uno. El prensado y la grabación son correctas. En resumen: muy recomendable para aficionados a la opera en particular y cómo no a los IÍIminguisiai que no conociesen esta grabación. M.G.C. Trovadores y neotrovadores. Grupo de Cámara de Composlda. Director: Carlos Villanueva. Htspavox 560 27 0531 I. Un disco que sorprende por la originalidad de su planteamiento. El programa consisie en obras de trovadores., o poetas músicos asimilables a ese estilo, y de los asi llamados neotrovadores. Se qecutan. de esta forma, las músicas de Alfonso X. EX« Dcnís. La Comptessa de Dia y Gace Brulé junto a las que se han preparado para los poemas de Fermín Bouza-Brey. Alvaro Cunqueiro o Filgueira Valverde. En este úllimo apartado se parte incluso de un trabajo de Amaicio Prada pura Firma ¡Infinite agtichatlti. En la originalidad se encuentra esla vez el peligro. Se tiende a una cierta confusión ucrónica. Los testos contemporáneos son acompañados de una música neomedicval. La conexión oilrc una y otra instancia queda por completo desdibujada. El netifríivadorismii mi parece que pase, al menos en su dimensión puramente musical. de una imitación sin mucho alcance. En cuanto a las interpretaciones, se dan buenos momentos en la parle de los trovadores, la más interesante del registro, si bien éstos se centran i-n lo instrumental, pues las contribuciones vocales dejan bastante que desear. E.MM. Recital de Ljuba Welitsch: Grabaciones de 1944 a 1948. Fragmentos de Salomé (R. Strauss), Der Freisi-hitíz (Weber), Euxene Oneguin (Tdiaikovsky), Atdu (Verdi). Tou:a (Puteini) y Lti Boheme (Puccini). Directores: Lovro von Matacic, Walter Sussklnd. Josef Kríps. EM1. Registros de 78 revoluciones y mono. 1012671 PM 322, Referen«. Posiblemente no sea éste el lugar para comentar las virtudes y defectos que pueda encerrar este registro de la soprano Ljuba Welitsch. perteneciente a los años comprendidos entre 1944 y 1948. y. sin embargo, sí alabar el enorme interés que tiene actualmente el recuperar interpretes en general y en este particular una voz excelsa como ésta. Por L'SO creo i|ue debe aplaudirse La intención rcvaloradora de la serie Referencia de EM1. Ljuba Welitsch nació en 1911 en Bulgaria. Estudió en Viena con T. Uerhammer y debutó en Sofía en 1936. A partir de aquí sus actuaciones se van ampliando y así cantó en Graz entre 1937 y 1940; en Hamburgo entre 1941 y 1943: en Munich entre 1943 y 1946; y sobre ludo en Viena entre 1946 y 1958. También participó en temporadas del Metropolitan, Covcnl Garden, festival de Glyndebourne... Sus roles abarcaron tanto el repertorio italiano como el alemán, interpretando Tosca. Aida, Musetta, Doña Ana. Amelia y sobre lodo Salomé, ópera que canló por primera vez en 1944 hajo la dirección de Slrauss. Con esta opera apareció en el MET en 1949 y 1952 dirigida por F. Reiner. en el Covenl Garden en 1947 dirigida por C Krauss. en 1948 pnr K Ranki y en 1953 por R. Kempe. Entre 1946 y 1955 en el Thealer an der Wien de 86 represenlaciones, lile protagonista en 49. Ljuba Welilsch fijó el arquetipo del personaje complejo, de violencia animal, monstruoso, repleto de la inmadurez adolescente que le lleva a un juego con la vida. Su voz oscilaba entre lo cantado y lo hablado, entre la emisión perfecta y la forrada de garganta con la única intención de una sobrecogedora interpretación, entre lírica y dramálica y en cualquiera de sus dos extremos. Su fabulosa y única Salomé pasará entre las elegidas a la Historia, como evocadora de la fascinación. Emocionante el acompañamiento de Lovro von Malacic en esta grabaciiin. Lt* otros fragmentos, también suinaiHcme interesantes. nos describen una distinta, cantanlo roles como el de Taliaiiu. Aidu. Tona y Mus?nu. En resumen, una de las voces más atractivas y geniales, repleta de matices, fortes y pianissimos. evocadora, coloreada, cálida, murmurante, de perfecta dicción e interpretación, íntima, mórbida, insidiosa, mágica y una lista interminable de adjetivos. Magnífico disco con sublime interpretación de la princesa Welilsch. Junio al interés histórico, una buena recuperación del sonido. M.C.G. V1VALD1: Música de cámara con Instrumentos de viento. Cuarteto en Do mayor. Trío en Sol menor RV. 103. Trio en La menor RV 86. Sonata en Ch> mayor RV 53. Trío en Sol mayor RV. 80. Sonata en So! menor RV. 58. Trío en Sol menor RV SI. Camerata Koln. DDD. Grabado en 1986. Ingeniero de sonido: Ben BernMd. Duración: 58 minutos. EMI-ÜKtTSCHE HARMONÍA MUNDI 7 47574 2. Compacto. Precioso disco de obras de Vivaldi absolutamente infrecuentes y. entre ellas, dos que constituyen primera grabación mundial, cual es el caso del Cuarteto en Do mayor y del Trio en Sol mayor. Como consta en el encabezamienlo de esta crítica, todas las piezas que incluye este ejemplar son para instrumentos de viento, en combinaciones que van desde la ti aula dulce, fagot y bajo continuo, hasta dos (lautas traveseras y continuo y dos oboes y bajo continuo. Poco podemos decir de la calidad de las obras, frescas, deliciosas y cuya audición no cansa nunca. A ello se une una sensacional interpretación de la Carne rala de Colonia, que conjuga virtuosismo y espíritu de equipo envidiables. Los instrumentos son de la ípoca o copias Heles, lo que da a la grabación un tono de autenticidad muy real. Las condiciones técnicas son excelentes, de tal modo que el rayo láser nos brinda la oportunidad de escuchar con total nitidez a Michacl Schneider. Karl Kaiser. Hans-Peter Wcstermann. Piel Dhont. Michael McCraw, Raí ner Zipperling y Harald Hoeren. como si estuvieran en nuestra propia casa. Sin duda, uno de los mejores discos de música de cámara de Vivaldi jamás editados. G.Q.LL.O. Scherzo 43 DISCOS VrmMi, par Ghení. 1723. VIVALDI: «Alia rustica». Concierto en Sol mayor RV 151. Concierro para oboe y violín RV 548. Concierto en Do mayor •¡con motli stromenti-. RV 558. Concierto para 2 viotines en sol RV 516. Concierto para oboe en La RV 461. Concieno para dos mandolinas RV 532. The English Concert. Director j clave: Trevor Pinnock. DDD. Grabado en abril 1985. Supervisor de la grabación: Dr. Gerd Ploebsch. Duración: 50 minutos. Archiv Produktion 415 674-2. Compacto. Amigo lector: quizá las pasadas fiestas navideñas hayan acabado con su eslómago. con sus ganas de relacionarse con Id JAZZ OCQ. Cwuieto de jazz, formado por Valentín Alvarez (saxos), Markus A. Breuss (trompetas), Titi Moreno (guitarra y bajos), José Vázquez (batería). Todos, además, hacen percusión y voz. Producido por la Concejalía de Cultura del Ayto. madrileño. Prima- Pronio de la IV Muestra San Isidro 86. Linterna Música A 1086-015. Hace diez o más años, nuestros músicos de jazz más conocidos eran pocos y lodos se distinguían estilística y técnicamente de acuerdo a las corrientes que habían preferido elegir —incluso estancarsecada uno de ellos y que no eran muchos más de una decena y si me apuran solamente media. Hoy, en 1987. hay muchos más. casi lodos son unos grandes técnicos dominando su instrumento, casi todos se parecen en la falta de ideas y casi todos resultan —por estas similitudes técnicas y mentales— indistinguibles. Parecen como garbanzos metidos lodos en la misma olla. Apenas si se pueden encontrar personalidades originales. Están obsesionados con tocar sus instrumentos, como Yehudi Me- 44 Scherzo familia, y sobre lodo, con nuestra mallralada economía. SÍ lixio clin, como es de suponer, le ha colocado al borde de la neurastenia y su expresión es la de un ser introvertido y meditabundo, invierta las memis de Ires mil pesetas que le quedan en ol bolsillo para adquirir este uimpacio. De una forma rústica, viva, a veces incluso feroz, se verá envuello por eslos superconocidos conciertos del cura rojo (en el buen senlido de la expresión) y podrá comprobar cómo recupera el tono vital, la alegría de vivir e incluso la fe en nuestros semejantes. Así es el Vivaldi que nos ofrece The English Conferí y Trevor Pinnock. Se que dirá Vd. como nuevo y en algún momento sin alíenlo. Mucha marcha y una sensacional grabación producen estos efectos, sin duda sanos y altamente recomendar!les. de tal manera que me veo exonerado de hacer cualquier ulterior Linneniarío. Cómprelo y ya me dirá si todo esto es verdad. G.Q.LI.O. VIVALDI: Las cutara estaciones. Taverner Players. Director: Andrew Parrot. Violín: John Holloway. DDD. Grabado en 1984. Duración: 39' 06 minutos. Denon 3&J7-7283. Compacto. Cuando hace dos temporadas los Taverner Players pusieron .sobre el escenario del Teatro Real su encaladora versión del Orfeo de Monteverdi, muchos descubrieron nuhin. pero sin ser Yehudi Menuhin... No reparan en que Louis Armstrong no sabia locar la trompeta. A la media hora de locarla se partía el labio, su dignación de pistones era de corneta, o sea ninguna. Tenia la columna de aire más potente pero menos técnica del mundo. Cuando él aprendió a tocar, no habían editado ni siquiera las famosas Brassmen Notes de Ch. Colín, imprescindibles para hacer una primera y sana embocadura. Y sin embargo Annslrong, que no fue nunca un virtuoso, ha pasado a la historia de la música como lo que era: un genio. Al fina! de su vida, le contestó a un incipiente instrumentista obsesionado por la técnica; No hay que tener más técnica, que la necesaria para saber expresarse. Y punto. Pues bien, hete aquí el cuarteto de jazz OCQ. ganador en la última Muestra madrileña del jazz, que no sólo dominan sus instrumentos a raudales, sino también tienen el raro don de la originalidad, el talento, la más arrolladora musicalidad con temas absolutamente inhóspitos, y encima buscando, investigando... —a lo Omette Coleman Quartet=OCQ— en unos niveles vanguardíslicos que entusiasmaron y llenaron en el San Isidro 86. cosa que están muy lejos de conseguir otra clase de vanguardistas, empeñados en dejar a la música sin oyentes... Hay que repetir por enésima vez la frase lapidaría del Duke Ellington: •!! don't mean la excelente categoría de esie conjunto inglés, que se caracteriza por una sensibilidad fuera de lo común y por una manera de utilizar los i ns(ruínenlos originales opuesta completamente a la de grupos como el Concentus Musíais. Andrew Parro! dirige el conjunto con mano experta, con más gusto que fuerza, y sus versiones responden, por lo tanto, a estos criterios. Así, su visión de estos cuatro conciertos para violín que integran Las cuatro estaciones resulta sensitiva, dulce, emocionada, pero carente de fuerza y vigor, más imimista que descriptiva, muy poco italiana, y curiosamente también poco inglesa (en el senlido tópico del término), pero no es una versión más. sobre la que pueda pasarse olímpicamente. Hay mucha verdad hondura y seriedad, que se perciben desde la forma de tocar el violín solista Holloway. hasta el sutil acompañamiento orquestal, más atento a crear un fondo sonoro que a buscar electos sorprendentes. Ante seguramente la obra más grabada de la historia de la fonografía, las opciones son innumerables. I Musici, Academy ol' St. Martin in-the-Fields, Academy of Ancient Music. English Concerl. Concentus Musicus. Concertó Amsterdam. El gusto personal decidirá, pero esta lectura que comentamos no puede pasar inadvertida. El compacto nos facilita grandemente la escucha, que es también fina y sensible, sin initho volumen, como suele hacerlo Denon. G.Q.LLO. a thing. i f ai ni got thal swing-, el jazz «no significa un comino, si no tiene swíng> que curiosamente es uno de los temas del disco, dispuesto como una buena humorada por el trompeta Markus A. Breuss. por cierto, alumno una temporada de Luis de Pablo y que formó parte también del Taller de Música Mundana junto a Llorenc Barber. Apunto otra humorada dentro del repertorio de títulos presentados: -Ni jazz ni pojazz...- de Martínez Moreno. A la calidad musical se le suma la calidad general de la grabación, donde por primera vez oigo un disco de jazz grabado aquí, al que se le ha cogido corree! ís i mámente la señal del contrabajo. Por lo visto, esta maravilla se debe al conocido maestro de este instrumento David Thomas que estuvo en el sonido y las mezclas de la grabación. Sin embargo, tengo que hacer a continuación un reparo: todo lo bien cogidos que están los vientos y el bajo, en cambio, la batería no tiene apenas señal. No se oye respirar a los platos y suenan muy en segundo plano los parches. Tampoco es eso Dave. No sé qué pensar, ya que no puedo imaginar que haya sido una pequeña vendetta de un contrabajista contra un batería, debido a que lo normal es que los balerías aplasten a sus compañeros... y en particular a los bajistas. Sobas de Hoces TEMPORADA 1986/87 PROGRAMACIÓN DEL MES DE ABRIL: K). II. 12 Abril I W Coro Nacional de España ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA Maxímiano Valdés Director: Solistas: Eliutwlh H>n«. soprano Pilríctí Banon. mtuosopnino Hanl ljiub?nlhal. tenijr (EiangvUsla» Tom k n u » . baja (Jmisl Luis Alnir*. bajo (Arlas) Bich Pación según San Juan, BWV 24! 24. 2S. 2fi Abril W8" : Solista: 3. 4. i Abril 198" Director; Solida: Wtbtc Shostakovich Mihler ^nmii Rml Abono A Jun'lchi Hirokami Boris Btlkin, >talín Oberon, obenura Condeno Op. 99 para violin y orquesta Sinfonía núm. 1 en Re mayoi •? Abril 1987 IBERDUERO Jean Fournel Ouilicrmn líüiiiálf . pnno Alborada del gracioso Le tombeau de Couperin Contieno en Sol mayor, para piano y orquesta Rapsodia espartóla Botero Localidades disponibles en taquilla todos los Domingos IX CICLO DE CAMARAY POLIFONÍA Homs, Monlsalvalge, Hllfftcr, Villa Lobos 14 Abrí WH7 Abono C Orquesta Sinfónica de Asi unas y Coro de la Fundación Principado de Asturias Director: Abono li Abono U Trío Monpou Obras de: Abono Ubre >8 Abril I'IIT Víctor Pablo Pérez Orquesta Ciudad de Valladolid "Música de la Catedral de Oviedo" 21 Abril 198" Director: Abono C Obras de: Hiende!, Tdemann, Prpusch. Blov, Luis Remarlínez Coro Nacional de España Conjunto Barroco Zarabanda Direcioi: Alvaro Marías Solistas: James Bowman, con ira tenor Nick Claplon, con Ira tenar lh.mii I) Solistas: I;NDHSA Obras de: Adelina Alvart*. soprano Mf Luisa Castellanos, mtiíosopnno Alfonso Ferrrr, tenor Miguel Sola, bajo M. Híjdn. J. Haydn MINISTERIO DE CULTURA Instituto Nocionoi de los Artes Escénicas y de la Músico LIBROS Frederick Donan: Historia de la ejecución musical. Prefacio de Bugene Ormsndy. Traducción de Ramón González -Arroyo. Colección Iniciación a la Música n.° 15. Taurus. 318 páginas. Madrid, 1986. La Historia de la Música ha sido, en muchas ocasiones, una extraña, apasionante e inacabada confrontación por delimitar los campos de actuación del autor y el intérprete. Hubo épocas en que los actos propios de uno y otro se confund/an; otras, en cambio, repartieron los papeles con severas admoniciones. Fenómenos como la improvisación ganaron o perdieron fuerza frente a la obra acabada en función del grado de personalismo de la idea de creador de cada momento. Naturalmente, existe un nexo de unión, un factor objetivo, que enlaza a autor e intérprete: la partitura. Pero, ¿es posible guardarle fidelidad? Frederick Dorian persigue en su libro la respuesta afirma!iva por medio de! único camino viable, el histórico. Estamos en realidad ante una exposición pormenorizada y detallista de prácticas interpretativas desde el Renacimiento a los días de redacción del texto (anos cuarenta). El musicólogo americano de nacimiento austríaco revisa el sentido de las indicaciones que dan cuerpo a una obra —lempo, dinámica— y se adentra en la inextricable selva de las matizaciones. El libro de Dorian es un clásico en la materia y su aparición entre nosotros es un acontecimiento por el que hay que felicitar al editor En diversos aspectos concretos la investigación musicológica ha ido ya mucho más adelante, incluso después de la propia revisión de Dorian de 1971 Pero dentro de la colección de Taurus de Iniciación a la Música se trata de uno de los textos más interesantes de los publicados hasta la fecha. E. M. M. Peter Graden wta: Leonard Bemstein (Espasa Calpe, 348 páginas. Traducción de Abelardo Martínez de Lapera. Madrid, 1986). No es frecuente que la parca industria editorial española dedique publicaciones a música en general ni. por supuesto, a compositores e intérpretes (a pesar de algunas honrosas excepciones), por lo que hay que felicitar sinceramente a Espasa Calpe por la aparición entre nosotros de este estudio sobre Leonard Bernstein, aunque el mismo esté realizado por el musicólogo y crítico musical alemán Peter Gradenwitz, amigo personal del compositor-director norteamericano, y en consecuencia, el libro se decante ostensiblemente por los aspectos positivos de las múltiples actividades de Lenny (por ejemplo, el último capitulo del libro se titula «La riqueza inagotable de su personalidad-). No obstante, su lectura aportará al aficionado un conocimiento bastante completo sobre diversos temas que han influido y forjado la personalidad del popular músico; se encontrará también m apre- 46 Scherzo LIBROS Al margen del hispano hábito de reprochar a Saldoni tales cosas para luego copiar sus afirmaciones sin citarlo (pues poco científico era citarlo mas no reproducirlo), no deja de resultar sorprendente que muchos de los que reprobaron a Saldoni en nada desconfiaban de Fétis, y profesores hay en Conservatorios Españoles que citan en la bibliografía de sus libros el Tratada de Armonía v Composición de Beethoven. Dejando de lado que Saldoni cor rigió no pocos de los errores de Fétis en lo a España referido, lo cierto es que ni es tan fantasioso ni tan inexacto, era todo lo riguroso que en su momento era posible, y si bien cae victima de su ingenuidad, no olvidemos que su honestidad le lleva a indicar el nombre de su informante... a éste habrá que responsabilizar de los errores que haya en su informe. Desde hace unos años viene sintiéndose la necesidad de recuperar su obra, y he de recordar que hace ya quince años tuvo López-Calo el valor de incluirla sin prejuicios en la bibliografía de su Catálogo de Música de la Catedral de Santiago, utilizando la información de Saldoni y con bastante éxito. Cuando en 1982 celebramos el Congreso de Bibliografía y Documentación Musical se planteó abiertamente lo imprescindible de un facsímil con índices, lo cual cumple Jacinto Torres ahora. tado panorama sobre la música americana y la relación de la misma con el biografiado; Leonard Bemstein en su faceta de compositor (la mayor parte del libro, analizando ubras que van desde su celebérrima West side story al song de Broadway, pasando por sus obras sinfónicas y su música para el teatro), de interprete, de director y. finalmente, de pedagogo (la faceta más interesante e indiscutible de este músico. Confiamos que alguna editorial española se aventure a traducir al castellano y a publicar en nuestro país algunos de los libros realY lo hace con cariño desmesurado, pues mente memorables de Bernstein, por ejmha buscado una maqueta realmente bella plo. su Unanswered Queslion —la pregunta para el libro, desde la encuademación essin respuesta—). El libro, aceptablemente merada de la reproducción hasta el hometraducido, se completa con una extensa binaje a aquel hombre bueno y sabio que Salbliografía, la discografía de las obras de doni file en el bello prólogo a esta ediBernstein e interpretaciones del mismo en ción. Sería deseable que Torres aprovechara cine y vídeo. Animamos desde aquí a Essu largo trabajo para preparar esta edición paña Calpe a proseguir con esta serie rey nos entregara un análisis sobre la cuescordándole que el mundo de los intérpretión del método en la incipiente musicolotes y músicos es prácticamente inagotable. gía española y sus relaciones con el nacionalismo y la ideología. Tal y como dice Torres en su prólogo, E.P.A. es imprescindible investigar nuestro siglo XIX y hacerlo con criterios científicos. En Baltasar Saldoni: Diccionario Biográfico- algo difiero de Torres y es en su valoraBibliogrúfica de Efemérides de Músicos Es- ción del reciente libro de Carlos Gómez Amat para Alianza-Música sobre nuestro pañoles. Ed. facsímil a cargo de Jacinto Siglo XIX (Madrid, 1985). Esta obra no Torres. Centro de Documentación Mualcanza, a pesar de así decirlo su propio rical. Ministerio de Cultura. Madrid, 1986. autor, a ser -un mero intento de poner en 4 Tomos de 22,Sx 15 cm. y 386 pp., (17 orden lo que sabemos actualmente del side prólogo a la edición, XVII de próloglo XIX-, antes bien, parece un intento de go de Saldoni y 342 de diccionario), 595 imponer como verdad absoluta lo que se pp., 400 pp. y 627 pp. (447 de diccionacreía que era nuestro siglo XIX hace veinrio y 180 de índices), respectivamente. ticinco años, aunque haya de renunciarse a la evidencia documental. Cierto es que El viejo axioma -los pueblos que olviGómez Amat defiende a Saldoni, pero no dan su historia están condenados a repelo es menos que reprocha a Arteaga y Petirla- tiene aplicación literal en el microreira su extraordinaria riqueza de información cosmos de la musicología española. Uno sobre sus contemporáneos. El libro de Góde los grandes defectos de ésta es su absomez Amal es, así lo espero, la última hisluta carencia de capacidad para reflexiotoria acrítica y literaria, por ello, extranar sobre s/ misma, lo cual va unido gemusicológica. de nuestro siglo XIX. neralmente a una credulidad sorprendenSí coincido con Torres en defender inite. Basta con que una afirmación gratuita ciativas en las que omite auto-citarse pero vaya acompañada de una firma de relumque a él se deben. Y creo que se podrían brón (que puede ser literaria o política) para gastar bromas de proyección sobre la acque se convierta en tópico inamovible. tualidad de lo que sucedía en la musicología española en época de Saldoni. Sí Una de las víctimas del tópico ha sido un caricato retratara ambos momentos y sigue siendo Baltasar Saldoni sobre quien podríamos jugar a buscar las siete direcayó el sambenito de fantasioso, inexacferencias. to, de poca discriminación e igual rigor. I ISMAEL FERNANDEZ DE LA CUESTA: HISTORIA DE LA MÚSICA ESPAÑOLA ¡. Desdetosorígenes hasta el "are noia" 10 MARTIN CRECOR-DELUN: RICHARD WAGNER Su vida - Su obra- Su siglo 2 ¡86i-lffl 2 SAMUEL RUBIOHISTORIA DE LA MÚSICA ESPAÑOLA 2 Desde el ars nova" hasta ¡600 3 lOSELOPEZ-CALO II PAULHENRYLANG: LA EXPERIENCIA DE LA OPERA 12 ADOLFO SALAZAR: HISTORIA DE LA MÚSICA ESPAÑOLA 3. SigIÓXW 4 ANTONIO MARTIN MORENO HISTORIA DE LA MUSKA ESPAÑOLA 4. Stglo XVIII 5 CARLOS GÓMEZ AMAT: LA MÚSICA EN LA SOCIEDAD EUROPEA í. Desde ios primeros lampos ensílanos 13 ADOLFO SALAZAR: LA M I S O EN LA SOCIEDAD EUROPEA II.HístiítnesáhigloXUil 14 HENRIPOUSSEUR: HISTORIA DE LA MÚSICA ESPAÑOLA MÚSICA, SEMÁNTICA, SOCIEDAD 21 W1LL1AMP MALM: CULTURAS MUSICALES DEL PACIFICO, EL CERCANO ORIENTE V ASIA 21 BRUNO NRTTL MÚSICA FOLKLÓRICA V TRADICIONAL EN LOS CONTINENTES OCCIDENTALES 23 ADOLFO SALAZAR: LA MÚSICA EN LA SOCIEDAD EUROPEA fV £/ siglo XIX basti a época contemporánea y RALPH KIRKPATR1CK. DOMENICOSCARLATTI 25 ADOLFO SALAZAR: JUAN SEBASTIAN BACH 26 ALFRED EINSTEIN: LA MÚSICA EN LA ÉPOCA ROMÁNTICA 5. Siglo Wi 6 TOMAS MARCO: HISTORIA Oí LA MÚSICA ESPAÑOLA 6, S í » XA 7 MSEPCRIVILLEiRARCALLO: HISTORIA DE LA MÚSICA ESPAÑOLA " £/ folklore musical 15 DÓNALO JAYGROLT HISTORIA DE LA MÚSICA OCCIDENTAL. I 16 DÓNALO JAYGROLT: HISTORIA DE LA M U S O OCCIDENTAL, 2 17 ADOLFO SALAZAR' LA MÚSICA EN LA SOCIEDAD EUROPEA 8 BRUNO UiALTER. C U S Í * MAHLER 18 JOHNCALDWELL: 9 MARTIN C-RECOR-ÜELL1N: RICHARD WAGNER Su wtk • Su obri • Su siglo ¡. ¡821 • ¡m 19 CERALDAHRAHAM: CIEN AÑOS DE MÚSICA 20 FRANC.OIS-RENE THANCHEFORT: LOS INSTRUMENTOS MUSICALES EN a MUNDO LA MÚSICA MEDIEVAL 27 ALFRED COffTOT: ASPECTOS DE CHOPIN 28 CLAL'DE ROSTAND: ANTÓN WEBERN El tombft y su oto 29 CHARLES ROSEN: EL ESTILO CLASICO Hayéi, Mazarí, Beethown 30 MANFRED F. BL'KOFZER: LA MÚSICA EN LA ÉPOCA BARROCA fle Monteverdi ¡ Bacb 31 ENBÍCOFI'BIN!; LA ESTÉTICA MUSICAL DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA HOY ALIANZA EDITORIAL LIBROS El Centro de Documentación Musical es un servicio del Ministerio de Cultura a los músicos y ciudadanos en general; pocos servicios pueden igualar a esta entrega de la obra de un hombre admirable que prefiríó la humildad y la ciencia al éxito proporcionado por la creación chabacana y la desmedida soberbia. Por lo que a los índices se refiere (De Obras de Música Práctica; De literatura Musical; De Personas y De Materias), son realmente espléndidos, sintiéndose la ausencia de un índice Geográfico y esperando la anunciada edición de estos índices en sepárala no venal, pues mucho servirán a quien posea una edición original y a los que usemos ésta nos evitará andar a cada momento con ti tomo IV. X. M. C. Gianfranco Vinay: Historia de la Música, II. El siglo XX. Segunda Parte. Traducción de Carlos Alonso. I" Volumen de XXx 168 pp. 12,5x20 tan. Ed. Turner, S.A. Madrid, 1986. Gianfranco Vinay. prestigioso especialista en Ivés, estudia en este volumen -las áreas periféricas que durante d siglo pasado gravitaban en turno a la cultura centroeuropea y que a comienzos de nuestro siglo, tras una serie de relevantes hechos políticos, fueron adquiriendo, si bien, con un recíproco intercambio, su propia autonomía cultural». Et primer apartado se centra en las figuras de Janacek y Bartok; el segundo de Prokofiev y Shostakovich y los protagonistas del tercero son Ivés, el jazz y la interrclaeíón socio-musical en USA. En realidad los protagonistas son las respectivas sociedades no sólo musicales. La parte soviética es en esie sentido ejemplar al internar explicar los fenómenos de censura estética que condicionaron, en parle, la obra de los compositores; por dio. ordena el tema por géneros de mayor a menor influencia censora (ópera, ballet, cine y cantatas, sinfonismo y cámara). Más compleja es la aplicación de este esquema a la música USA. no porque haya que olvidar el fenómeno simplificador del lenguaje que generó el New Deal y el h i per-conservadurismo sucesivo. De hecho la tesis de Vinay sobre que debido a la falta de tradición, para el compositor norteamericano, los- estilos no son cuestiones estéticas o filosóficas sino técnicas es absolutamente cierta, al menos, en lo que al serial ismo se refiere —también, y que me perdone Juan Carlos Paz. es así en la mayor parte de los serial i si as del cono surcomo lo es en los diversos neos; pero es atractiva la tesis de Vinay acerca de que lo son asimismo la indeterminación, la comingencia-gestualídad y la improvisación. Vinay estudia este tema con especial delenimiento en el caso Cage, y lo hace lomando el toro por los cuernos, haciendo caso omiso de las polémicas europeas sobre la cuestión —en cierta manera recupera algunos flecos de unos comentarios de 48 Scherzo Adorno al Concierto para piano y orquesta de Cage, donde el filósofo declara su admiración por la obra en aparente contradicción son su defensas de Boulez y su rechazo de otras corrientes no seriales— y concluye no sólo que existe una técnica Cage —y supere laborada—, sino que relaciona el lenguaje de Cage con el misticismo Ivesiano. no como herencia, sino como constante del pensamiento americano. De ello podríamos concluir, en lenguaje de Schonberg, no sólo la existencia de una idea antes que un estilo en Cage, sino que el pensamiento musical americano, como lenguaje autónomo, recorre el camino irracional ista-míst ico por el que caminan Ivés y Cage, puntos de referencia obligados. En contradicción, la mayor pane de los restantes compositores americanos —al margen. Ruggles y Várese— incurrirían en formas mimélicas, eclécticas o incluso más o menos rayanas en un populismo comercial — incluyendo en este concepto al minimalismo y repetitivismo. Sorprendentemente olvida Vinay uno de los caminos importantes de la música americana, la derivada de la electrónica y la informática. Por citar sólo dos ejemplos, no habla de la esaiela dectiuacústica califomiana que ha producido obras tan sugerenieh como las de Priscilla McBrown —cuyo análisis creo revelador de muchas cuestiones tratadas en d libro de Vinay—; tampoco habla de Lejaren Hiller. ni siquiera de sus primeras cfcras escritas con ordenador Computer Cantata o fíliac Suite a pesar del atractivo que représenla analizar el difícil equilibrio entre lenguaje conservador y nuevas lee no logias. Vinay concede gran importancia al jazz en su obra, pero su intento de integrar la evolución del jazz en la Historia de la música americana no acaba de convencer por su pasar de puntillas por el jazz y no adentrarse en la espinosa cuestión del análisis lingüístico de las formas posl-swing. incluso de éstas. El cuadro sinóptico de la pág. 11 I es más un esquema que una sinopsis a pesar de su claridad. En los últimos años ha habido inteligentes aportaciones mu sicológicas a la Historia del jazz en Italia, mejores que las últimas tendencias francesas que semejan incapaces de ir más allá de lo puramente morfológico y, en este aspecto. Vinay es simplista por más que tenga aciertos como la denuncia que hace de los híbridos reaccionarios y faltos de interés musical de Miles Davis —anota Vinay que la reacción también lo es ideológica. y como prueba véase la evolución, posterior al libro de Vinay. de ese mediocre pianista que es Chick Corea, metido a líder religioso fundamental isla—. Pese a estas consideraciones, se trata de un gran libro y su lectura es obligada para quien se interese por los temas de la música soviética o americana. Sus análisis de obras de Shoslakovich, Ivés o Bartok son de gran lucidez y lo es asimismo su valoración de la interrelación político-mus ¡cal. Una VQ más. la traducción de Carlos Alonso es acertada y bastante cuidada la corrección de pruebas. A. M, C. Jesús Villa-Rojo. Temple*. Obra para guitarra. EMEC. Madrid, 1986. 7 pp. 24x34,5 cm. Contra lo que habilualmente se piensa, el repertorio español para guitarra es bastante limitado, y si a este hecho sumamos la irracional selectividad impuesta por los guitarristas, podríamos afirmar que el repertorio de obras interpretada» es irrisorio. Como señalaba recientemente Pepe Rey (ver SCHERZO núm. II), algo está cambiando, puesto que aparece una conciencia real de que bajo la denominación de guitarra hay una serie de instrumentos que no tienen otra cosa en común que el parentesco organológico. Vihuelas, guitarras barrocas, guitarra romántica, guitarra clásica —es decir, el modelo normalizado recientemente— exigen una técnica instrumental diferenciada y poseen un repertorio que solo forzando el lenguaje musical acepta adaptación a otro instrumento. Intérpretes como Fresno o Bitetti fueron destinatarios, en la década de los setenta, de una serie de partituras que. si bien tenían el indiscutible mérito de renovar el paupérrimo panorama, omitieron la preocupación por lo que la guitarra es como instrumento. Así se llegó a creer que la amplificación de la guitarra quedaba solucionada con la simple instalación de un micrófono de cierta calidad. Una obra revolucionaria como los Galvanismes PH de Francisco Otero, guitarrista él mismo y autor de un incomprensiblemente inédito trabajo sobre la cuestión de )a guitarra amplificada mediante micrófonos de contacto, permaneció inédita hasta la llegada a España del guitarrista cubano Flores Chaviano, quien comprendió perfectamente las posibilidades infinitas del nuevo instrumento y recuperó obras tan diversas como la citada o las de Carlos Cruz de Castro, hasta entonces de difícil ejecución. A su vez. Flores Chaviano generó inquietud en los compositores españoles y dio lugar a obras tan personales como las de José M." García Laborda para guilarristarecitamc. Temples está dedicado al guitarrista cubano y significa el acercamiento a la guitarra del compositor español que más se ha preocupado por la cuestión instrumental, al grado de ser autor de un tratado de instrumentación Juegos Gráfico-Musicales. Villa-Rojo aplica a la guitarra amplificada algunos procedimientos habituales en sus Juegos Gráfico-Musicales y presentes en composiciones anteriores para cuerdas — como en el c u a r t e t o Tiempos— e incluso para vientos —una de las aportaciones del autor es la aplicación a la cuerda de recursos descubiertos o trabajados por él en el clarinete—. Llamará la atención del lector la indicación -pizz. a lo Banok- pese a no ser lo más llamativo de la variedad de ataques pedidos, así el habitual 'atacando sobre la caja de resonancia» se utiliza en una sola ocasión como adorno pero en medida de corcheas y en 3/8. En el resto de las ocasiones forma parte de la melodía (en Villa-Rojo son habi- LIBROS/GUIA tuales las melodías de maques), y es posible una doble corchea del tipo -gol pe-La» o un •tresillo» «Mi-Sol sost-golpe • , lo que justifica el requerimiento métrico. A pesar de la apariencia visual. Temples se aproxima bastante a la tradición guitarrística, incluso formalmente, pues podría afirmarse que se trata de unz fantasía en la mejor herencia —que no dependencia— de un Giuliani o un Sors, y como sucede siempre en Villa Rojo, la escritura es de total claridad. dir a la desmesura, reservada en el mercado internacional para obras especiales pero no para la generalidad. Por fin se viene a descubrir que el atril condiciona el fórmalo. Una vez más, he de felicitar a EMEC par la edición de absoluta pulcritud. El fórmalo, según viene haciendo últimamente esia editorial, es muy manejable y debiera aprender la competencia que haciendo uso de un original claro, de un papel de calidad y de una impresión depurada, puede optarse por un formato razonable sin acu- Entre los actos anejos al Congreso «Música Española del Renacimiento- se celebró esta exposición dedicada a -la música aragonesa en el siglo XVI». exposición que los habituales nervios de los últimos días parecieron hacer peligrar pero que afortunadamente vio la luz durante un mes. Para ella se realizó este catálogo que re sulla X.M.C. Varios Autores: Catálogo de la exposición Melchor Robieái y su época. Diputación General de Aragón. Zaragoza, 1986. 67 pp. 23,2^21 coi. un libro de interesante lectura, en cuanto síntesis del trabajo de Calahorra sobre Robledo y la contribución de un fragmento del libro La Música popular, religiosa y dramática en Zaragoza. Desde el siglo XVI hasta nuestros dios (1895) de Antonio Lozanu González (1853-1908) que me gustaría fuese anuncio de una reedición con índicej y notas de esta magnífica obra aún no superada al menos en el apartado de música dramática. En lo que se refiere al trabajo, magnífico, de Carmen Morte es pena que las reproducciones de los cuadros, en blanco y negro, no posean una mayor claridad. Espero que este catálogo se transforme en un libro de distribución regular en el finido editorial del Gobierno Autónomo Aragonés, pues su alto interés y bajo precio lo hacen deseable. CONCIERTOS [bt rmúsica GUIA DE SCHERZO BARCELONA Orquesta dudad de Barcelona BILBAO 4, S de abril: Víctor Pablo Pereí.. Maríu Rosa Lktrens. piano. Alís. Rachmaninov. Dwirák. I I , 12: Ronald Zollman. Marcal Cervera. vinlonccllo. Pueyo. Hsydn. Beethoven. 2S, 26: Coral Carmina. Salvador Mas Hsydn. Mozan Sinfónica de Bilbao Ibercamera 1 de abril: María Tipo, piano. Scarlani. Beclhoven. Schunwnn. 9: Emerson Slring Quanei. Beethoven. 22: Joven Orquesta Nacional de España Director por delermiruu- Deszo Ranki, piano. Schurnann. Beelhoven. 30: Trío de Barcelona- Enrique Santiago, viola; Ludwíg Streieher. contrabajo: Midiel Leihiec. clarinete. Messiaen, Schuben. Euroconccrt 28 de abril: Orquesta de Cámara de Israel Ymv Talmi. Goncal Curtidlas, violín. Mozarl. FundacK Calía de Pensiona 27 de abril: EngliJi Chambcr Oleteara. Enrique Garda Asen s>o. Josep Colom. piano. SITBvinsky. Misal. Cervdki. Haydn. 29: EnglbJi Owmher Ordieslra. Edrnon ColooKt. Motan. Andado Cauta* de Cnnpasllocs. I] Cido dz Miisks dd Siglo XX 13 de abril: Dúo de percusiones de Barcelona. Hummcl. Lewin-Rkhtei. Finlt. de Pablu. 27: Grupo Inarumenul •VcH ad libitumv Berenguer, Bmcic. Gnus, Nuil, Russinyol. Dupuy. Guinjoan, Puig. X.M.C. Orquesta Phil harmonía Hungarica LA CORUNA Jorge Rubio. Rafael Ornzco, [bermüska 29, 30 de abril: Bruno Aprca. piano- Brahms. 23: Guada - 15 de abril: Academy of AnDiaomira Biligogeva, piano. De- lajara. 14: Albaictc, 25: Ciu- cieni Muhk:. New Oiford Choir. dad Real. 16: Toledn: 2T: bussy. Scriabin. Brucliner. Chnstopher Hogwitod Hacnücl. Cuenca. Aihoiio. Ibermúaica 20: Philharmoniu Hungarica. Heinrkh Hollretser. Wagner. CUENCA Parsijal (Acto ni). XXVI Semana de Múska Religiosa CANARIAS 13 de abril: Sinfónica de Asturias. Ctim de la FundaOrquesta Sblftnfca de Tenerife ción Principado de Asturi&v Sabus Calvillo Hindcmith, 9, 10, I I de abril: La^lo He I Guinjoan. Sthuberl, tay. Paul O pie, oboe. Kudalv. 14: Wenei Akadcmie. MarStrauss. Miran. tin Haselhoeck- Haydn. 23. 14. 25: Ondrej Le*ii. Pe- 15: Orquesta del Festival de Icr loneh. contrabajo Mo^ait. Caiinlia. Coro Ainold Schoenterg óe Viena. Erwin Orther. Brillen, El tajo pródigoSodtdftd FUarmanka de 16: (mañana) Moni ka Lenz. »iLw Palmas prami, Pentti Kutinuila. piano, 14 de abril: Feny Sa'ncht!. so- tfaydn. Schubert. Akfcrighi. Wcprano. Maik) Guena. conira- bern. Hindemitll. lenor: Lola Guerra, piano. Vj- 16: (tarde) The Academy of taldi. Siemens, Gluck. Mendels- AnaenI Mu&ic. The Cboir oí aohn. Schuben, Schumann. New College Oxford. Chrii21: Bons Bkich. piano. Qupin. lopher Hogwood. Haendei. Scriabm. Alhalia. 24: Filarmónica do Gran Cana- P : Philharmonía Htingarica na. Max Braguilo-Dannan Bon> Orfeón Pamplonés Hcinrich Bloch. punu. Ftachnianinof. Hollreiier. Grondheber. Korn. Brahnu. Rundgren. Goldberg, Hillebrand. Bjoner. Botris. Wjgwi, Parsifál (venión de concierto) MANCHA II: (mañana) Conjunto Ban*ou> Zarabanda. Alvaro MaOrqnoU arfonka de AMiain rías. Joaquta García. 18: (larde) Philharmonia HunCoro de I* Fundación PrincigiiKx. OrfaSn Parr^iliinés. Heúv pado de Asturi*. nch Hollreiser. BrucltnerSibas Calvillo. Alberto Gimé- 19: Conjuntu Banoco lalabanda. Alvaro Martas. N. nez Aicnelle, piano. Schuben. Beanoven. 9, Guadalajara; 9, Cüpion, J. Bowman. cuniraAlbacete: 10, Ciudad Real. 11, tenotei. Telemann, Puicell. How. Toledo. 30 de abril: Phil harmonía Hunganca. Pedro Alcalde- Rosa Torres-Pardo, pianu. Balada, Prukofiev, Brahtns. MADRID Orquesta Nartonal Sociedad Bach (Teatro Real) 8 de abril: Orquesta y Coro de Bonn. Heriben Beis^cl. Bach. Concierto viu/fn Mi mayor. Canlayas 4 v 5 / . Magníficat. Fundación Juan Mareta 29 de abril: Atila de Reestrenos. Xavier Joaquín, pertusión. Mircü. Sokr. Guijoan. Joaquín, 3, 4, 5 de abril: John Pritchard. Boris Belkin. violin. Weber. Shostakoviich. 10. 11, 12: Con, Nacional. Malimiano Valdés. Bach. Pasión PAMPLONA según San Juan. 24. 25, 26: Jcari Fouraet. Guillermo González. Ravcl Ibírmusk» I I de abril:. Phüharrremia Hungarica. Orfeón Pamplonés. Hein2, 3 de abril: M iguel Ángel Gó- nch Hollreiser. Brackner. M¡mez Martines. Luis Micnal. sa en Fa menor. Manha Carfi. v^ijnes. Ger&hwin. Viutli, Pens. Milhaud. 9. 10: Coro RTVE. P. Lotengar. G. Limos. G- Menghi. 1. SAN SEBASTIAN Hendrik. Miguel Ángel Gocnez Martínez. Verdi. Btqmtm. Orquma de ftTVE Sinfónica de Euikadi C i d o de Cámara y Polifonía 11,13 de abril: Hans Graf. Enrique P¿ngz Guzmin, piano. 7 dt *briL Ttio Mumpou Hums. Moni sal val ge, Beeihoven. Monlsalvulge. Halffler, Villa Lobos. 14: Orquesta Sinfónica de Asturia.s. Coro de la Fundación TARRASA Principado de Asturias Víctor Pablu Pina. Christopher Cuín, violoncello. Miisica de ta CateO b n C n h n r d de La C a i u dral de Oviedo. Haydn. n-. Conjuren b r r w v Zarabanda. Alvaro Manas. J Bownun. N. 4, 5 de abril: Ballet CuntemClapUii. Haendd. Tctanam, Pe- ponineo de Bruselas. Somas dd Padre Soler Na-da. Nuevo Tanpusch. Blow. 21: Orquesta Ciudad de Valla- go. Coreografías de Lanimbe. dolid Coro Nacional de Empa- 10: Coro y Orqueaa de Bonn. na. Luis Remaninez. M. Haydn. Heriben Beissel. Ricciolti, Vivaldi. Mozón. J. Haydn. Scherzo 49 GUIA DE SCHERZO VALENCIA DRESDE Sociedad Ulannónfcs Filarmónica de Dresde 12: LoixJon PhjlhdrnHmii:- üin- 30, 1, 2, S, de mayo; Hugh LONDRES ikfi PhilannurK Qmir. \eúi Li>- Woll. Kílhloen Ballle. soprano. i Cobos Mdhlcr. Scíiubcn Mozan. R. Slraiuvs. : Philhañnoi™ English National Opera E 6 de abril: Manu Tal vela. Euro 4. S de abril; Jurg-Peler Wegle Thomas Chnsiian, viitlin. Heinonen 13: Ocíelo vocal esloveno. Ni- Wfber. Spfcr. FraiKk. 18, 19: Roten Benzi. Elisso uilai Gedda. WiiNsaladse, piano. Mussorgsky. Ti'haikowsky. Schumann 25, 24: Coro Filarnwinico de Drt'nk: Hori* AndrecüU. R. Wemer, A Marten. WcbcrMdhk-r. Mahler. 2, i de mayo: Herberi Kegel AMSTERDAM Oleg Kagan. vrolin. Brahms. vioftin. LuIoaJawski. Bruch. ZURICH Sibelius. 14: Royal Philharmonii: Orthe^[ra. Paavo Bcrglund. Elgar. Onjuesia de la Totdialle 2J de abril: Cirzegur/ Mowak. IS: BBC Symphony On-hntni. Eiko ^urusawa. violín: Michcl Dermis RUSKI Davies. AlfraJ RtidJy. viola. Szymamm^ki. Mi>Brendcl. piano. Regcr. Schoen- zarl. Bcclhoven. betg. Ravel. 28. 29, 30: Ka/ayoshi Akiva16: Royal PhilharmiBiK Orthes- ma. Vo Yu Ma. viloncello. TaIra. Paavo Bergiund. Boris Bellun- violan Sirauss. TchaikowsSdiuncn. LISZL. kyT Sibelius. S de abril: AWal Doral i. De21: Lonlon Philharmonit Rabu n>y. Brahms. fael Fninbeck 011 i Muslonen. 26: Muría Joao Pina, piano Ohpiano. Rfgcr. Respighi, Rath hiLis. Mozan. EsrrocoLMO manjnov OPERA 24: Enghsh t^hamherd Or^hos ira. ChariL-,üri'vc Mthul, * f BARCELONA Filarmónica de Eslocnlmo Filarmónica de Holanda ber. Berlioz. Schuneii 26: Phitharjnona Ordiesira. 16, |7 de abril: Cor Bach. Ha/1 9,11 de abril: Siig Wesnberg Eu^ejí Jmhum. Annie Fi?ivhcr. Gran Teatro del Lkeo muí Hacnclvn Bach. Pasiiín se- 23. 25: w X - r Wcllei. EJisibelh LULU (BerK| Fnedrkh Ccnh. gún Stm Juan. \opcano. Elusson, 28: London Philharnwnit. Ra- Pairitia WIK:. Fraiv Mazura. 25; Anliini Ro>.-Marbá. Edilh Sfidcntrom. Brilten. Brahms iat-J HruhbíiiL. Dmilri Akneev, Jcan van Rec. Hans Hoíler. Malta, soprano. J.C. Badi.Moano Manucii. Rachmaninov. Abril 6. 8. 10, 12. iarl. R. Slmu^. espighi. 30: Atadcmy of Si Manin in ihc LUCIO SILLA (Mozan) lulius nLADELFIA Fiel i . Kenndh Sillilo Hacn- Ruld, EZKI di Ccsirc. Jemy Dridel. Shoslakovilch. VivaJdi. vala. Raquel Pk-mi(i. Julia BERLÍN Coliwtll. Orquest* de FUadelfla S Abril 30. Mayo 3. Filarmónica de Berlín 2, 3, 4, 7 de abril: Ricardo Muti. Andre Watts, pianu. Shapty. McndcKsoJin. Pnikofiev. 9 10, I I , 14: Witulü Rowicki Haydn. Kilar. Shusiakovilch. 16, 17, 18, 2 1 ; Herix-n Bolmsled!. Lynn HarrL-ll. viiJonütllo. Pislon. Dvorák. Niclscn. Sinfónica de U Radio de Berlín 23, 24. 25. 28: Charlo Dutou. Amoyal. vmlín. Sthubcn. 5, 6 de abril: Msiislav Ro«ro- Pierre Beru. Schumjuin. poviich. Jim Kimura Parier. pa- 30,1. 2, 4 de mayo: Gary Btrño. Prokofiev Shosiakoviirfi. RUSÍCI Shennan.paano- De] f t Geni AlbretW. MsbJav Rus- Imi biihsy. BaniTk. Schubcn. iropuviith. VIOIOIKCIIO. SainiSaen*. Bloch. [)vorák. 19-20: Con> Diissekiirf. Rictardo Chaillv K AmvJrong. B. KaiiLEIPZ1G baenoer. Mahlec. Segunda2, 3 de mayo: Rjttarii Otully Jiuiquín AchutaiTO. piam. Radel Cewandhaus vcl. Falla. Rathmaniwiff. 9,10 de abril: Kun Masur. flsicr Rii^l. piaiu. U Zimrneriiuinn, TschJiikowski. BONN 16, 17: Tliomanerchor HdnsJoachim Rolsth. R. Giníd. G.C. Billef, G. Schwaru. Bach. PaOrquesta de la Ptelhovenballe sión según San Joan. 25, 26 de abril: M\u?Jav RiWropovii.'hr Prokoílev. Tchaikowsfcy 30, 1 de mayo: Herhcn von Karajan. Schoenberg. Biuckner. l t , 17 de abril: Coro Filarmónico del Estado de Bonn Bcmhard Klec E. Maliiis, R. Ljnu. H.P. Blivhwiii. T. Mohr. f . Hcmslcy. Bach. Pa\u'm ¡rgún San Juan, 26: Thcmas Vierlmger. Smoana 29: Hrfniui Mulkr-Bml Wulfgung Mcyer. clurinele. Hoffnuinn. Weber. MiHart. 21 tfc abril: Cunar Kahofcn. VKV Un. Haydn LONDRES Sinfónica de Boston 29, 30 de abril: Sciji Cteawa. KryiKÍan Ziinermaii. puna. ü&a. Bnukiicr CLEVELAND Orquesta de Cleveland 7, 9 de abril: Curo de la O ojuesu de Clevdind- Roben Paje. Beethaven, VcnJi. 21, 22. 23, U: Vladimir Aíhkenazy I rehuí Bell, violln. Scriañil, Tschai kowsky. Shi'hUkoviich. 28, 2», 30: Wbdiirar Asitoa/y. R. Sliauss 50 Scherzo Roya! Opera Houte Connl Garden OTELLO (Venli) Ckim». Moshin^y. Leggute. Mdim. Gillei. Varady. Aiwnii>v Abril 14, 20, 24, 28. MILÁN Teatro alia Seda 1L TABARRO (Puctini) 1 PAGL1ACCI (Le.'m.avalki) Palané CaMilla. Mosca. Cappuci:illi. de Ciiralo. MulinuaH Canyras. Maunucxi. Desbi. Morelli. Romerii. de Córalo. Abril 12. I CAPULET1 E 1 MONTECH] (Bellitii) Muu Amlerson. Dcvia, Ballsji. ¿iegLer. Rafftanti. EUcro. Surjan. Abril 23. MADRID RlarmiSnlca de Munich Teatro de (a Zarzuela I, 2. 3, 5 de abril: Lawrente. WOZZECK (Berg) Edmun CoFoslcr Wladimir Ashkenuzy. lomer. hné Carlos Plaía Chrispiano. Enen-u. SLrawinsiky. lian Booth. Arlcy Rcete, HclII, 12: Sergiu Celdiidache. BCH- muí Wilhüber. Hcrmann Winkbjvíif. Tercera. Caina. ler. Karl Ridderbusth, Turnas 16, 17: Qm> Filam»niu> de Mu- PL^HM-U. Agües H-ibcreder. Erika nich. Scrgiu Cflchidache Miv Dctmer, Ricardo Muñí/ zarl. Rfttuiern. Abril 1, 3, 5. 7. 25, 26, 27, 28: Oira Filarm.inicode Munich. Yuri Temirka- DON PASQUALK (DonizeClil Miguel Ángel Gome? Martínez. n»v Nono. Emilio Sagi. Unzo Dura. Enrk Serla. Yiishijifji Yamaji, Hncdina Uoris. Sant^go S. (ÍITÍCÓ. AbHI 19, 22. 25, 28, 30. PITTSBURGH Sinfónica de PtUsburgh 9, 10. I I Lde abril: Lonn Maa- ¿el. Pa[ni ia Pmllis Jenng. pia- BONN no. Beeihovcn. Ger*in. Orquesta de timara de la vnr.NA SlaalskapeUe de Wdmar The Sbirih Haitk Centre BOSTON MUNICH SIMÓN BOCCANEGRA IVenJi) Eider. Halden. Summcr^. Howell. DUVH;S. Caima. Opie. AbHI I. rilarmúnicB de Vhna 25. M dr abril: Zuhh Mfhta Mahlcr. Tercera Sofrfnka de la ORF 1 PURTTAN1 (Bcllini) Frant¡. Serra. Kundc. Fazah. Charbonneau. Abril 14. MUNICH Slmitsopír PARS1PAL (Wagner) Janowski. KoUo, Molí. Brendd. Nftdier. Abril 12. WERTHEK (Mainel! Plsuon. Fas<baender. Seibe). Araiza. Nocker. Abril 24. I VESPRI SICILIANI (Verdi) Weder. Velle. Majews- PARÍS ki. RitxiareUL Zylis Gara. Ciiinnella. Lainbeni. Puns. Palais Garnier Sattomaji i. Runi. Abril 12MONTSEGUR (Undowski) BRUSELAS La Mmnaíe 9 de abril: Con> de la ORF L.A TRAVIATA (Verdi) O«m(.¡mnandrea fcivuT^eni RcApi(dii. breljfie Herntuuin Cube Mi. Marrillo, Srirnc. Benoil. Bimifii. Mulipiero 23 y 26: Wiener Singakadcmic- Abril 21. 24. 26, 29. Lui5 Anloniír Garcú Navan*o. Mayo 1. 5. M. Zampicn. S. Ghazarian. P Domingo. M. Manuguerra. F. de (Jrandi* Massenel. El Cid GINEBRA (verhn^n convierto». 29, 30: Com de la Sociedad de Amigos de la Música. Vaclav Grand Tbeatre Ncumann G. Bensckova-Cap. LA FORET [Litbermann) ElE. Ríiiduva. T. Moser, M Salminen. Dvorik. Slabal Mdier. I reno mundial. Tale. Marelli Barbií, Howells. D 'Amito, Brun, Casinelli. Raimondi. Trempont. AbrilS, 11,13, 16,18,21,24. WASHINGTON 2 de abril: BBC Symphonv. BBC Sinserí. Bcrnard Randa. David Aihenon. di redores Rands. Slioslakiiviich 3: London Philarmonic. Chrii[opher Hi"pvoixl. Mendelssohn. Dvorak. Sehumann. 4: London Symphony. Orfcún DnouHiarTa. Iraúi Luféz-CotuB. Mozart. OrlT 5: Royal Phdjarnonic Orche&ra. Charles Gmvcs. John Williajns. joiiiarra Ravel. Grjudus, Poncc. Dv.inJl. 7: English Chamber Orcheslra. Raymond Leppard. Wetwr. Spiihr, Mcndelssohn 8: Lonl™ Philharmiinic. Kun Orquesta Sinfónica Nacional SandL-iiine Janich Galuay. tiaula. Mctzart. arui'kner. 16,18. 21 de abril: PiiKhas Zu 9: PhLJfairmonia C^rcheslni. E»«' kerman. violin y dircxior. SchuPeUa Sainen Ase Haughlaod. ben. Beahoven. Prokofiev. bajo. Ravel. Mussorgsky, 23, 25^8: Maum Shisakoviidi. Tschaikowsky, Shoslakovitch. Beethoven. MONTREAL HAM BURGO I PUBITANl (Bellinil Soliesz. Gnibcrova. Araiza. Zancanaro, SUmm. Abril S. Plasson. Joé'l. Armurong. Qu¡licu. ThauT Dumonih Sené^hal. Abril 9, 12. 13, 15, 16. FXHKTRA IR Suimsí Nagano Schntidnann. Dcrnexh. lones SludeF, Dupoy Abril 11. 14. Í8. 20, 21, 30. PITTSBURGH Pittsburg Opera ]L TROVATORE (Verdi) Alta niara. Aragón. Cunncll. Finnic Murgu. Rawnsley, Langan. Abril 2, 4, 7. VIENA Staatanpcr RUS5ALKA (Dvoríkl Neununti. Bcnackova. Cap, Randova. Dvosfky. Nesiercnko. Abril ít. DOSIER MÚSICA CONTEMPORÁNEA Picasso: Violto (Carboncillo y Collage). París, Musée National d'Art Moderne A música actual va siendo aceptada con lentitud paquidémica por nuestros públicos. Ciertamente, ahora no cunde el pánico al ver programadas obras de los ya clásicos Schoenberg, Berg y Webem, e incluso se tuerce algo menos el gesto ante Ligeti o Lutoslawski, pero no es menos evidente que entre ios auditorios hay un considerable grado de desorientación. El hecho parece propiciado por la misma riqueza de posibilidades que caracteriza al momento creativo. El Dosier de este número busca aportar diversos enfoques, que. como las piezas de un rompecabezas, nos ayuden a todos a comprender el presente musical. Las parcelas tocadas van desde el compositor al intérprete, pasando por la actividad organizadora. Una encuesta dirigida a varios compositores españoles, tanto consagrados como jóvenes, ofrecerá seguramente al lector un interesante baremo de la situación vista precisamente por sus protagonistas. L Scherzo Si DOSIER TIEMPO CERO Y POSTMODERNIDAD E VOQUEMOS para comenzar el comentario sobre et que hacía mención Heídegger —extraído de una carta de Mozart— en la 9 a lección de su Principio de razón: «La idea crece —escribía Mozart—, yo la desarrollo; todo deviene cada vez más claro y el fragmento está verdaderamente casi terminado en mi cabeza aunque sea largo, de modo, que puedo en seguida, de una sola ojeada, verlo en espíritu como un bello cuadro o como una hermosa persona; quiero decir que, en mi imaginación, no escucno las partes unas tras otras en el orden en el que debieran seguirse: las escucho todas juntas, a la vez» (I). Heidegger añadía: «Este pasaje nos demuestra que Mozart ha sido uno de los que mejor han escuchado... lo ha sido y lo es aún» (2) ¿Diríasc que Mozart constituye una excepción? Pero Beethoven es citado a menudo por expresarse de manera análoga: «La idea de base no me abandona jamás. Crece y se eleva, y escucho y veo al cuadro tomar forma y erigirse como un todo, todo de una pieza, de modo que no me queda mas que transcribirlo» (3). Análogamente, Brahms confiaba a Schubring que los temas del tercer movimiento de su Réquiem Alemán se habían acercado por sí mismos, confiriendo a la obra su unidad' no había tenido más que dejarlos operar, dejarlos ser (4). Del mismo modo aún, Santeri Levas refiere que Sibelius no escribía más que cuando su composición se daba en él de un golpe, bajo su forma definitiva (5). Que la música se escribe así, por sí misma, sitúa a ésta temporalmente fuera del objeto y del sujeto: como dice Zuckerkandl, lejos de ser un simple material por intermedio del cual el artista se expresa, es lo bello y lo bueno de la sonoridad, como en otras artes la palabra, el color o la forma, lo que reclama de algún modo el gesto creador; y no solamente la sonoridad, sino —antes b i e n la idea musical, en el sentido de Mozart, Beethoven, Brahms o Sibelius (6). La música llama, pues, a un tiempo de presencia originario: «Más objetivo que todo objeto posible, dado que condiciona la aparición de entes intramundanos, y mas subjetivo que todo sujeto posible (...), el tiempo no está ni el objeto ni en el sujeto: ni interno ni externo, precede a toda objetividad y a toda subjetividad» (7). Consecuencia: es ingenuo apostar, como lo hacen tos defensores actuales de la Modernidad —es decir, del pensamiento calculador cuidadoso de cumplir la tecnificación de todo lo existente gracias a la objetivación pura y simple del material por una cualquiera disponibilidad del tiempo musical. Henry Maldiney lo ha enunciado de manera definitiva: «Pierre Boulez, como antes que él Karlheinz Stockhausen, habla de unidades rítmicas que pueden multiplicarse y dividirse, y de sistemas rítmicos que reposan en duraciones y tempi objetivamente mensurables. Ahora bien, si el ritmo supone, además de ser un 52 Scherzo obstáculo a acarrear, la proporcionalidad o simplemente la conmensurabilidad tanto de las duraciones como de los tempi, el elemento de su medida no es ya el tiempo estéticamente vivido, sino su proyección en una imagen espacia] objetiva. E incluso Stockhausen, que pone en un primer plano el tiempo vivido (Erlebniszeit), lo deriva del tiempo objetivo del Universo» (8). Y Maldiney añade, en una nota capital: «que para explicitar una técnica musical, proyecte el músico la experiencia musical en el espacio y el tiempo representados, resulta del todo legítimo; pero que no espere volver de esta proyección a la existencia. El postulado es aquí que se ocupe el tiempo. Dicho de otro modo: el hombre y su mundo están en el tiempo; ahora bien, la génesis de las formas y el ritmo exigen lo contrario: que la música sea génesis del presente que es tiempo de presencia inabordable por ningún tiempo de universo» (9). Imposible, pues, reducir —a la manera de los Modernos— la experiencia musical del tiempo a una representación. Eso, precisa Zuckerkandl, vale como afirmación tanto para la Gran Música de Occidente como para las músicas no occidentales, o para las no diatónicas (10); eso vale incluso para las músicas *de un solo sonido continuo sin melodía ni ritmo • (pensemos en algunas músicas primitivas o en La Monte Young) o para las músicas de timbre (que desarrollan el principio schoenbergiano de la Melodía de Timbres (11): «en el sonido musical como tal, antes de toda métrica e incluso antes de todo ritmo, el tiempo se manifiesta directamente como un proceso dinámico* (12). Heidegger diría: -Según el chorro de la equitemporalidad». De ello se hace seo la siguiente constatación de John Cege: -incluso antes de toda armonía, en una situación de atonalidad o de pantonal ¡dad, el tiempo reúne a los sonidos en sí mismos, en lo que ellos son. Lou Harrison —continua Cage— habla efe proto-tonalidad: muy justamente, en mi opinión, puesto que esa expresión sugiere que, incluso en un conjunto arbitrario dé sonidos, de notas, de ruidos, hay una atracción (una Ley de Gravitación) anterior (proto) a la situación armónica del momento» (13). En otros términos: al dejar jugar a las sonoridades libremente, se pierde aparentemente al nivel de las relaciones armónicas clasificadas, codificadas; pero se gana y se vuelve a ganar en el de las relaciones inéditas, enmascaradas, veladas, filtradas por la sistemática tonal oficial; relaciones constitutivas del ser de los sonidos que el juego del tiempo, por sí solo, revi tal iza. El tiempo no representado, el tiempo de presencia (que afirma la paridad de la presencia y de la ausencia neutralizando el privilegio habitualmente reconocido al único presente), es pues el tiempo de las atracciones no premeditadas: el -tiempo cero», mencionado, según Chnstian Wolff, en la 2. a y a 3. de las conferencias pronunciadas en Darmstadt por MÚSICA CONTEMPORÁNEA y posi-Cage: para Gavin Bryars, la vanguardia (serial y postserial) reagrupa al conjunto de los músicos preocupado», por asegurar sus antecedentes históricos desde 1945. Postmodernos, en contra, son los compositores que. después de Cage (pero, por tanto, sin implicar a éste último), elaboran una música a la carta sin historia: no pretenden perseguir una evolución ya iniciada por el declive de la tonalidad y confirmada por el paso a la serie, después a la serie generalizada, después a la obra abierta, después al cálculo de probabilidades, después ¡ti ordenador, e t c . . (16). Y si ellos no (se) reclaman (de) Cage, es precisamente porque no tienen ninguna razón para aliarse desde ahora a una pandilla o a una capilla que les ayuda a hacerse un lugar al sol de la Historia: el Cageismo no es una secta; todo lo más, simboliza una cierta práctica de inclusión estilística —o. para pronunciar un término villano, de eclecticismo... El regreso a la tonalidad —o a la armonía— que se observa en nuestros días en Cage mismo, resulta perfeclamente explicable. Pero no más en el Cage de hoy día que, en otro tiempo, en el Ultimo Schoenberg, se trata de promover un cualquier regreso a, en la línea del neoclasicismo de entreguerras, sino que desde el instante en que el empleo del idioma tona!, o de la armonía, no se erige en un absoluto, yu no se ve en nombre de qué principio sería preciso proscribirlo. /"Somos tan libres como los ' pájaros. Sólo que los pájaros no son libres. Estamos tan enjaulados como los pájaros, y de idéntica manera a ellos. (¡ohn Cage) Jühn Cage sobre !a indeterminación (septiembre de 1958) (14). Un tiempo tal, como lo confirma la Conversación con Reynolds (1961) (15), es un tiempo de génesis: es el único existente en ¡o que llamamos el silencio, es decir, antes de la solidificación de la bora en un objeto dotado de un comienzo, una mitad y un final; o incluso, untes del encastillan)ienio de la composición en una lógica secuencia! de tipo lineal y, consecuentemente, antes de su doblegamiento a la armonía. Puede ser comprendido, dice Cage. como una ausencia de tiempo, como no del todo tiempo; pues es su existencia lo que autoriza la reversibilidad: -que se pueda ir hacia adelante en el tiempo, pero también que se pueda remontar (...) en todas direcciones». Irreductible al tiempo orientado de la tonalidad, el tiempo cero no es menos inasimilable a la temporalidad calculada y objetivada de los Modernos. Cortocircuita, en los dos casos, el espíritu de sistema. Pues, los Modernos no han sistematizado el método de composición con doce sonidos de Schoenberg, sino porque estimaban definitivamente enterrado el dispositivo tonal, que ellos excluían en nombre del sentido de la Historia: la evolución les parecía irreversible. La reversibilidad que une a los contrarios del tiempo cero, tal como lo describe Cage, desmiente esta estrategia de la exclusión: remontar el tiempo es también anotar —puntualmente— una secuencia sonora de manera que pueda leerse, en la partitura, de atrás hacia adelante, de adelante hacia atrás; volver a relaciones olvidades entre sonidos, es decir: abrir la composición a la pluralidad indefinida de los estilos. Sin exclusiva: sin privilegiar tal o cual opción presentada. No es de extrañar, en esas condiciones, que un músico de nuestros días haga equivaler postmoderno Daniel Charles * (Traducción: José Iges) * Daniel Charlo {Orín. 193!) es un» de los grandes teóricos ile la postmodermdad en música. Músico y Filósofo, i*tuvo en la primera ¿ndplina el I Premio del Conservatorio de París. siendo alumno dt Qlivier Messiaen. entre oíros: sus estudios de filosofía los concluyó en 1959. Ir abajando como agregado. En la actualidad es Caletlraiico en la Universidad de París VIH (VinuMines) y Director de su Departamento de Música, habiendo impartido asirrusniu Cursos de Estética General en la Universidad París IV (Sorbona). Entre mros libros y publicaciones en las más importante» revistas especializadas. cabe destacar Le lempi de la volt- BIBLIOGRAFÍA lU Cilado por Hcitlegger en Et Principio úe rtiztm. (2) Heidegger. iip. cu. (3) Citado par Lionel Pikc. en Berlh,:vrn. Sibtlius mi fAí Profowid Ligic. Londres. The AÜÜinc Prcu. 1978, ntg II. (4) Cf. Waller Frisen, en Brahms and int Principie tf Developin^ Variation. Berkcley. Universitj of California Press. 1984. fUg. 13. (5) Santeri Levas: Sibelius, A Personal Ponrait. Londres. Dent. 1972. pág SS. |6) Zuckertand): Sound and Symbol, traduce. William R. Traifc, Bollingen Seiies. Princetun U ni versiiy Press. 1956. págs. 245-246. (7) Krzyv/tof fVimian: L'ordre du temps. E^rís. Gallimard. 1984. pág. Í39. (8) Hcnri Maldiney Rttard Parole Espart. LausMine. Edic de lAge de lHomme. I97J. pág. 159. (9) Mddiney. <y. oí., pdgs. 159-160. w u 20. (10) Zuckerlunil. ap. ril., pigs 316-317. (11) Zuckerlundl. cp ni-, págs 248-250. (12) ZiKkcrkindl. ap. ni., pág 250. (13) John C-Hge. Raaon d'tlre dt la musique. Coairtpoinli. n.° 6, 194°, pág 57. ñola 5 (14) Cf. Juhn Cage. Slenet. MxUletown, Conneelicu, Wesleyan U Press. 1961. pig. 3S y 52. 113) Cf. John Cige, Cniliigo de las Ed. Pciers (Henmar Pressl 1962. pits 47^t8. (16) Cf. Gavin Bryars. ía postmodernidisd va u la ópera, enlrevisu con Enrique Juncosa publicada en ítimdia! Música (Boletín Fonoteca Univ. Cnmpluleiue). n." 8. Madrid. 1985. Scherzo 53 DOSIER CONVERSACIÓN CON TOMAS MARCO • 1N la oferta española de música contemporánea, tanto en la divulgación de r i autores y artistas extranjeros en nuestros pagos tomo en la difusión de nuestra *-^ música y músicos dentro y juera de nuestras fronteras, el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (CDMC) vierte siendo, desde su creación, el motor desde las imtancias de la Administración. Un reputado compositor, nacido en Madrid en ¡942, está a la cabeza de dicha institución. Ti>mós Marco une a lo anterior una gran experiencia de gestión a sus espaldas, tras su paso por RNE y por la ONE. Con él mantuvimos Ut conversación que a continuación transcribimos. SCHERZO^¿Cuando se creó el CDMC? TOMAS MARCO^En 1983, peo» aún no de hecho, puesio que no existía ni jurídica ni presupuestariamente; entonces lo dirigía Luís de Pablo y lo que hacía era un concierto cada dos meses, pagado por la Dirección General de Música como se podía. Después, tras el infarto que sufrió Luís de Pablo, éste dimilió del cargo y el Centro estuvo sin director varios meses. A principios del 85, el Director General me propuso que me hiciera cargo de él; le dije que sí, y a pariir de marzo de ese año exisie de hecho el nuevo Centro que, jurídicamente, existe a partir de septiembre, porque lo primero que hicimos rué sacar un estatuto —que salió ese mes— y conseguir un presupuesto propio que, a pesar de ser modesto, por lo menos sabes cual es, ¿no? Así que la etapa, digamos. de verdad de! Centro es a partir del 85. S^-Yen estos años, ¿qué vertientes na difundido el Centro en la música contemporánea? T. M—Varias. Tenemos un ciclo de conciertos en Madrid, que no tiene periodicidad regular, aunque salimos a una media de un concierto cada quince días; aparte de eso, creemos que debemos tener una presencia en el resto de España y organizamos un ciclo en Barcelona, lodos los años, en colaboración con la Asociación Catalana de Compositores; oiro en Valencia; desde el año pasado llevamos a cabo unas Jornadas en Sevilla y este año empezamos unas en Santiago... y luego, hacemos conciertos esporádicos en otras ciudades, como Alicante. Vitoria, León. Valladolid... Tenemos pensado hacer un festival en Oviedo y. por último, citar como actividad magna del año. el Festival Internacional de Alicante, que es ya un evento de alta categoría internacional. Por otra parte, hacemos cursos de introducción a la música contemporánea; hemos tenido ya uno de guitarra y otro de flauta; hemos empezado a hacer encargos a compositores y realizamos, asimismo, coproducciones con oíros centros, como el espectáculo de danza contemporánea que se realizó conjuntamente con el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas, o la ópera —recién estrenadade Fernández Guerra, coproducción con el centro antes mencionado y con el Teatro de la Zarzuela. 54 Scherzo S—Y, entre los objetivos, ¿se busca también la difusión de nuestra música en el extranjero'.' T. M:—Eso se lleva a cabo, a veces, con intercambios y otras no. De la primera fórmula ha surgido la bienal «Madrid-Burdeos" que se ha hecho ya en dos ediciones —la última en Madrid—; en la otra vertiente, hubo una amplia presencia, en junio del pasado año, de la música española en Londres, y tuvieron lugar otras varias actividades en Italia y en Alemania... Intentamos expandir la creación musical española lo más posible; lodo eso con muy poquito dinero pero, en fin. lo procuramos llevar adelanie y sacar el máximo rendimienio posible. S—Se me ocurre que una de las maneras de abaratar costos al traer grandes solistas o grupos extranjeros es la de realizar con ellos mini-giras por diversas capitales españolas... idea que, además, está a favor de la tendencia del Centro de —valga la redundancia— descentralizar sus actividades, ¿no? T. Mr-Por supueslo. Cuando traemos una producción que es cara, procuramos que gire. Se ha hecho con Les Percussions de Strasbourg y con otras; ahora se hará con el Konig Ensemble. Asimismo, alguna producción que se hace en Madrid, se lleva a otros sitios. Pero también se organizan cosas en otras ciudades que. evenlualmente, pueden no pasar por Madrid; concretamente, es el caso de una gira de teatro musical que acabamos de hacer con Alcides Lanza. Queremos que el CDMC tenga dimensión nacional y. en la medida de lo posible, internacional. S—En ocasiones se oye o se lee el calificativo débil, aplicado a la presencia v a ¡a implantación de la música contemporánea entre nosotros. ¿Puede decirse que esto es así? T. M:—Eso según se mire. Creo que, en el nivel de la creación, no sólo no es débil, sino que es uno de los principales de Europa. Es débil en cuanlo a la difusión, en la medida en que toda nuestra vida musical lo es. Por ejemplo, en España hay muy pocas orquestas y, claro, tampoco puede tener por ahí mucho sitio la música contemporánea; fuera de Madrid y Barcelona, la música de cámara se cultiva poco... Entonces, cabe eqncluir MÚSICA CONTEMPORÁNEA T. M—Yo civn que se Jebe a la lalla de costumbre, lo cual provoca un gran prejuicio negativo entre la gente. Normalmente, cuando asiste, en muchas ocasiones le gusta y en mías, al menos, le interesa. En esa falla precia de interés ha contribuido también mucho la actitud negativa. |xir silencio o negación, de los medios de comunicación, principalmente de la prensa y de la TV. S—Eso es. mucho nos tememos, extensivo también a casi totki ¡ii radio... I'. M-Bueno, por ejemplo. Radio 2 ha hecho siempre bastante por la música contemporánea, ahora, un puco menos, pero sigue haciéndolo —por ejemplo, lu mayoría uV nuestros conciertos los graban y los diI miden - y creo que lo que le haría taita, en este momeiiLu. es el poder senil también ella misma de impulso, como lo ha venido haciendo hasta hace poco, en el scnliün de organizar ciclos de conciertos y. sobre lodo, alguna producción pmpia de creación, encargos a coniposiloies y. en fin. lodo eso que en olio tiempo se hi/o. En un país de iuu escasa tradición musical como este, la radio, que llega a todas parles es. por eso mismo, un elemento muy importante en la diluMón musical en general y en la de la música de nuesiin tiempo, en particular. S.-A7 Cauro ha cambiado de sede. Y. por cierto que, en lu nueva, el Centro de Arte Reina Sofía, se piensa crear un lahoratoriao de música electrónica ¿im es así'.' H>más Man a que quizá esus dos ciudades estén al nivel de cualquier capital europea en cuanto J la difusión de la inúsiea contemporánea, pero las demás mi. De ahí, insisto, nuestro inicies pin presentar esa inúsiea en oirás ciudades. S.—Ki que ha salido a colación el lema de las orquestas, ¿mi podría afirmarse, sobre lodo, de las d<is ynutJt:\ orquestas estatales, ONE v ORTVE. que ha\ una gnm desidia, tredeitie si cabe en los últimos uño.-., hacia ¡a música contemporánea? T. M:—Yo pienso que sí. La Orquesta de RTVE hacía bastantes obras hace algunos años; en los tres últimos, ha hecho muy poco. La Orquesta Nacional, bueno, nunca iii¿n mucho; aunque en la época en que yo estuve como Gerente intentamos programar lo más posible, últimamente tampoco ha hecho demasiado. De todas formas, ya se nos ha prestada una ve/ a la ONE para actividades del Centro y esa colaboración esperamos sea mas estrecha en un futuro: sin ir más lejos, en mayo intervendrá la Orquesta en el estreno de varias obras de jóvenes autores españoles, finalistas de la edición de este año del -Panorama de Jóvenes Compositores». S=—£/i lodo caso, el público habitual a los cándenos Je éstas y de oíros orquestas Je nuestro país, se asusta ÜIÍII muí lio cuanJo se prvgruma música contemporánea... T. M —Sí. desde luego. En nuestro primer proyecto entraba ya eso. De momento, leñemos la cáscaru; ahora, hay que llenarlo y no sé cuando estará en marcha, aunque confío en que de aquí a fin de año lo esté. Su creación llena un vacío, sobre lodo en Madrid, puesto que en Barcelona existe yu olio laboratorio —Plumos— de público acceso, ademas del que existe en el Cimservatoriao de Cuenca. Por otra parte, el nuestro se va a destinar principalmente a la creación, no a la enseñanza... Independientemente de que hagamos algún que olio curso... S— En todo caso, existen para ello problemas económicos, según tengo entendido, ¡no' T. M.—Así es. Ya he dicho que nuestro presupuesto es mínimo; en este momento, no hay previsto ningún dinero para poner en marcha el laboratorio, pero tenerme? contactos con empresas privadas a través de las cuales, probablemente, se pueda dolar e instalar. S.— Como final, ¿algo más que añadir? T. M—Quería decir, para terminar, que el CDMC procura estimular la creación musical española con independencia absoluta de su estética; que a mí. como compositor, me pueda interesar más una u otra tendencia, ej, indudable, pero eso no debe sesgar la programación del Centro. Este debe servir e impulsar —y así lo intenta hacer— todas las iniciativas, siempre que éstas ofrezcan suficientes dosis de rigor y profesional i dad. José Iges Scherzo 55 DOSIER EL INTERPRETE EN LA NUEVA CREACIÓN MUSICAL UCHO se suele hablar de y con compositores; y parecería que, en esta sociedad que es la nuestra, en la que cada vez se tiende más a la automatización y división de funciones, aquéllos, se sitúan en la planta noble, mientras que a los interpretes —salvo excepciones— se les relega sistemáticamente a un segunda plano. Y. claro, como casi siempre, la actualización de una actitud potencializa la de signo contrario; por ello, no es de extrañar que, en los últimos veinticinco años, se haya pasado —en cuanto a] intérprete— del papel meramente pasivo al de la estrecha colaboración con el compositor en la creación de la obra y, por fin, a devenir él mismo autor a la par que intérprete. En cualquier caso, tómese lo anterior con pinzas: como una aproximación, un tanto esquemática, al complejo fenómeno de la relación autor-obra-intérprete en el último cuarto de siglo. M Grupos especializados, una tentativa La incuestionable dificultad técnico-interpretativa de las obras que veían la luz en la postguerra —secuelas del dodecafonismo, serial ismo integral, atonalismo, Darmstadt...— requerían la existencia de un correa de transmisión muy especial; vale decir: especializada. Y surgieron los primeros conjuntos de cámara cuya labor se centraba en esa nueva música que rompía, incluso, con la grafía tradicional: es la explosión de esos grupos nacidos en torno a una escuela o colectivo de compositores —caso del surgido en Alemania de la mano de Stockhausen o de Nuova Consonanza en Italia, por sólo citar dos ejemplos—. Entre nosotros, y con diferencia de pocos años, surgen en los 60 dos grupos bien diferenciados: Zaj y Koan. En el primero, la división de funciones autor-intérprete está, sin más, abolida... lo cual molesta, todo hay que decirlo, al compositor < que, más o menos bienintencionadamente, considera que la antedicha separación es imprescindible y para quien el acto creador —su paternidad responsable— concluye cuando escribe la última nota sobre el pentagrama —o hexagrama, o Irigrama... para el caso, es lo mismo. Koan es, sensu contrario, un instrumento especializado, surgido al calor de la música de la llamada Generación del 51 y de los autores que iban sumándose a esas corrientes compos ¡dónales en la década de los 60 —el Grupo Instrumental Alea fue una iniciativa similar al Grupo Koan en esos años. En los 70 se crean numerosos conjuntos y sigue siendo la pauta, por un lado, la hiperespecialización, ajena al campo de la com- Scherzo 56 posición, de algunos —como el Grupo de Percusión de Madrid— y, por otro, el florecimiento del grupo instrumental en el seno —y por iniciativa— de compositores en ejercicio: es el caso, en el primer lustro de la citada década, del GIC. creado y dirigido por Caries Santos, que da a conocer la nueva música americana y la de los jóvenes autores catalanes y valencianos: de Actum en Valencia, que básicamente se ocupa de poner en pie la obra de sus miembros —Barber, Marín, Berenguer...— o de Diabolus in Música, dirigido por Guinjoan —conjunto éste último más volcado en la primera de la tentativas apuntadas. El cageismo se va abriendo paso y sube a flote —o rebrota—, sería mejor decir esa rama que, presuntamente cortada por los mentores del estilo amorfo internacional, nació entre nosotros con Juan Hidalgo y Zaj. Resultan difícilmente imaginables Actum, Caries Santos y el Colectivo Elefante, surgido al inicio de los 80 en Madrid, como punto de encuentro de esa música otra —al decir de Llorenc Barber—, sin el ejemplo de Juan Hidalgo. El autor-intérprete Es natural, en este orden de cosas, que el intérprete salte la barrera que le separa de la activa participación en la creación musical: él mismo se convierte en intérprete de su propia obra, lo cual, en algunos casos, es un hecho irreversible: Caries Santos —decididamente volcado en esa vía— declara -no comprender ni valorar al compositor que, no sólo no es capaz de defender su propia obra en público, sino que ni siquiera sabe tocar medianamente ningún instrumento». Hecho éste, por otro lado, sin precedentes en la Historia de la Música hasta el siglo XX, pues esa imposibilidad del autor a la que alude Santos no se da en épocas precedentes. ' En la misma línea de lo expuesto, el italiano E: | Franco Evangelisti —uno de los más activos miembros del Grupo de Improvisación Nuova Consonanza— decía a sus compañeros de viaje que •difícilmente un compositor que pasase por esa experiencia iba a volver a escribir música en toda su vida». Palabras que nos recuerda Jesús Villa Rojo, fundador y director del LIM —grupo creado en 1975 y que tanto debe a las experiencias del compositor y clarinetista en el citado conjunto italiano—. No se trata aquí, empero, de valorar de modo maniqueo ambas corrientes, pues es en último caso la música resultante —la que se pretende crear y la que, de hecho, surge— lo que dota de sentido la elección que MÚSICA CONTEMPORÁNEA cada músico haga. En cualquier caso el autor-intérprete nace —y/o se hace— no únicamente por lo expuesto, sino, además, por la falta de confianza del autor en el intérprete. Lo cual me recuerda una chispeante frase del excelente director —especializado, precisamente, en la música del siglo XX— que es José Luis Temes; en el intermedio de un concierto en el que se interpretaban varias obras de Várese, me señaló: -vamos mejorando; antes se burlaban todos de esta música. Ahora, sólo los intérpretes-. La formación del intérprete Es un tópico —no por ello menos verdadero— aludir en este punto al colapso que sufren los Conservatorios —fruto de una política educativa en lo musical absolutamente equivocada— y a su falta de solvencia para dotar a sus alumnos de las mínimas bases que les permitan aproximarse sin traumas a la música del siglo en el que —creo— todos estamos viviendo. -Al intérprete le resulta difícil con la técnica que aprende en los centros oficiales. Eso hace surgir en él una cierta impotencia e irritación al afrontar una partítura contemporánea», dice Jesús Villa Rojo, autor de un valioso método sobre el clarinete y maestro en tantos cursos de interpretación. «Los cursos de espe- instrumento-, nos decía la cantante Esperanza Abad recien le mente. Ella es también miembro fundador del LIM y, como Villa Rojo, lleva a cabo una intensa labor pedagógica. -En los cursos que imparto nunca canto ante los alumnos, porque se trata de que adquieran una serie de técnicas que están ahí y que les van a servir para afrontar todas las posibilidades de la voz; no se trata de que me imiten». En otro orden de cosas, es evidente que el compositor será el más inmediato beneficiario del mejor nivel técnico y cultural del intérprete, pues no es casual que los autores de los últimos años hayan escrito más para solistas y grupos de cámara que para grandes masas vocales y/o instrumentales: se debe, sencillamente, a que aquéllos piensan las obras —en la mayor parte de las ocasiones— en función de las cualidades interpretativas específicas de una determinada persona o grupo. En eso, y entre nosotros, tanto Es- A la izquierda: Jesús Villa Rojo. A la derecha: Cortes Sanios cialización —añade— no están, en mi opinión, en la realidad. En muy poco tiempo se deben subsanar tantas deficiencias técnicas de los alumnos que es raro que nos dé tiempo a abordar en profundidad los problemas». Villa Rojo insiste en que -las nuevas técnicas deben abordarse en los centros de enseñanza convencionales*, o sea, en los conservatorios. Y eso quizá sea lógico y lo justo en todo el ámbito de lo instrumental, pero quizá inadecuado en un caso: cuando de la voz se trata. «Es tanto lo que confluye en la voz, que no es posible tratarla sin más como otro. peranza Abad como Villa Rojo son buenos ejemplos. Mucho se habría ganado en esos terrenos de la adecuación del instrumentista a su época el día en que. sin traumas ni bloqueos educacionales, un intérprete pudiera ponerse a improvisar solo o en grupo, sobre unas mínimas ideas de partida; la experiencia, hoy por hoy, y llevada a cabo con músicos de conservatorio —aunque hayan tenido previamente alguna relación con la música contemporánea— suele conducir a resultados descorazonado res. José Iges Scherzo 57 DOSIER LUCIANO BERIO: La lucidez de un Creador Aunque hoy día es imposible referirse, en cualquier arle, a escuelas nacionales, se puede afirmar que Beño es uno de los dos grandes italianos actuales (el otro sería Luigi Nono). Aún más, si hubieran de darse sólo cinco nombres de compositores vivos, Luciano Beño sería uno de ellos. La entrevista que sigue a continuación fue realizada en 1981, cuando el compositor italiano vino a dirigir un concieno monográfico suyo con la Orquesta de la R7VE. Parte de la misma Jue publicada en el diario El País por aquel entonces; hoy hemos querido actualizarla en el tiempo y publicarla integra, dado su indudable interés. s CHERZO.— ¿Puede decirse que su interés por la música del siglo XX arranca del conocimiento de las obras de A Iban Berg? LUCIANO BERIO.—En cierto modo sí. Empecé es ludiando las partituras, muy pocas, que había en el Conservatorio. Alrededor de 1950. Mitropoulos vino a Milán, a dirigir el Wozzeck: ese fue mi primer contacto en serio con esa música. Yo me hice amigo de Mitropoulos y. como él lo dirigía todo de memoria, me dejaba su partitura en los ensayos para que yo siguiera la obra. S.—Desde 1967 es usted profesor de ¡a Juilliard School, ¿Se puede hablar de una vocación norteamericana? L. B.—Me tu i aproximando a los Estados Unidos muy lentamente. Primero a través de Cathy Berberian. que era americana: con ella hice, mi primer viaje a América en 1950. Desde entonces hasta hoy mi relación coirlus Estados Unidos es muy ambivalente, es una relación de amor-odio. En los años 60 me instalé en Norteamérica y di clases en Harvard, en la Juilliard. en California... Luego, en 1972, volvía Europa; primero residí en París y luego regresé a Italia. Para mí América tiene cosas entrañables y cosas muy desagradables, es una situación muy compleja. S.—Usted ha sido una de las personalidades básicas del IRCAM en París, ¿continúa usted dirigiendo el departamento de electroacústica? L. B.—Ya no. Para mí trabajar con Pierre Boulez ha sido toda una experiencia. La verdad es que el IRCAM nació con enormes ambiciones, quiso celebrar unas suntuosas bodas entre la ciencia y la música: yo creo que estas cosas no pueden producirse artificialmente, por la voluntad de alguien, sino que se generan en un campo mucho más vasto, por razones que nadie puede controlar, por transformaciones de naturaleza social o económica muy amplias. El RCAM. al hacer camino, fue modificando poco a poco sus metas. Yo. en mi trabajo, tuve la suene de coincidir con un hombre genial, el profesor Di Giugno, que seguramente ha realizado las cosas más interesantes, desde el punto de vista técnico, que hayan ocurrido dentro de la música electrónica. Yo terminé mi trabajo allí hace dos años, luego volví a Italia. S.—¿Compuso usted alguna obra por o para el IRCAM? L. B.—No del todo. Hay un proyecto, no terminado. 58 que concebí casi por entero en París. Pero trabajar en el IRCAM es muy difícil: hay muchos empleados, un horario rígido, muchas obligaciones... En fin, no es fácil trabajar cuando a uno le imponen, otras personas, las condiciones de trabajo. Ahora tengo muchas esperanzas en un nuevo instituto, en Florencia, donde tal vez termine esa obra proyectada en el IRCAM. La idea es esta: combinar esas nuevas tecnologías con instrumentos en tiempo real, desarrollar una interacción entre estas nuevas máquinas digitales, computadoras, y la interpretación, más tradicional, con instrumentos musicales. S.— Usted es muy diferente, humana y musicalmente, de una personalidad como Pierre Boulez. ¿Mantuvo con él una buena relación? L. B.—¡La vida sería muy aburrida si sólo nos relacionáramos con personas que se nos parecen! Los contrastes son hermosos. Yo respeto a Boulez y creo que él me respeta a mí. yo le admiro y creo que til me admira. La relación ha sido muy pacífica, muy útil y muy amistosa. MÚSICA CONTEMPORÁNEA Los orígenes, el pasado S— ¿Qué ha supuesto para su generación un músico como Antón Webern? L. B — Webern ha sido un momento trascendental, no sólo para el desarrollo musical de mi generación, también para el intelectual: lo ha sido para todos aquellos que empezaron a componer después de la Segunda Guerra Mundial. Webern nos ha enseñado a reducir todo a proporciones que tienen que ver con nuestra percepción, nos ha enseñando a trabajar con las esencias de estas proporciones: la música electrónica no existiría sin Webern, porque él fue quien, con este sueño de unidad total de la construcción del pensamiento musical, quiso trabajar con pequeñas células musicales, de tres notas con dos intervalos que terminaban por propagarse a toda la visión constructiva. De ahí a pensar que elementos aún más simples puedan ser la base de una estructura musical, sólo hay un paso. Los primeros trabajos electrónicos de un Stockhausen son interesantísimos, porque han tratado de suscitar una unión entre los elementos más pequeños de una visión musical y los más grandes, entre el microcosmos y el macrocosmos. En la música tradicional, clásica, estas relaciones estaban ya dadas, sólo se trataba de ser sublime, de ser Mozart o Beethoven; Webern va a someter a revisión todo esto, va a proponer que una célula generatriz origine todo un organismo musical homogéneo, coherente, armonizado. Webern. yo diría, vive escondido en la música actual. esa es la respuesta; también Schonberg o Berg hacían estos ejercicios con la música de Johann Strauss, o con corales de Bach. Pero en mí hay un interés por la transcripción en sí misma; aunque no creo, como Busoni. que lodo lo que escribimos no es sino transcripción; esta es una posición espiritualista, decimonónica. Pero cuando nos expresamos mejor a nosotros mismos es hablando ile los demás: yo hablo de Monteverdi. de Mahler, de Debussy o de Slravinsky, alguien que se interese por lo que yo hago sabrá entonces de mí mucho más que si hablase de mí mismo. Cuando Debussy hablaba de Moussorgsky estaba hablando de sí mismo. Cuando Boulez habla de Wagner habla de sí mismo. Por eso las transcripciones tienen un sentido autobiográfico, son una forma de conocimiento, de aprendizaje. Tome usted la transcripción que Schonberg hace del Cuarteto en Sol menor, de Brahms: es un acto de amor y al mismo tiempo una explosión personal. El caso de Slravinsky con Les Noces es característico: hizo la primera versión en 1914 y la última en 1923, pasó de una orquesta de cámara a una grande, a todo un juego de instrumentos, hasta llegar a la versión para cuatro pianos y percusión; todo esto no eran sino transcripciones de una visión musical primigenia. Y»*1-™» S.—Usted ha orquestado también las Siete Canciones Populares Españolas, de Manuel de Falla. ¿Cómo se interesó par esta partitura? L. B.—Hay dos obras de Falla que amo por encima de las demás, y no quiero con ello ser injusto: son El amor brujo y las Siete Canciones. ¿Qué es lo que he hecho? Transcribir las Canciones con la orquesta de El amor brujo, sin piano y con un contrafagot. Me parecía del máximo interés transcribir para orquesta una partitura idkimáticamente pianística sin que se notara la ausencia de piano. &.—Usted ha realizado frecuentes incursiones al pasado musical europeo, transcribiendo, por ejemplo, II combatimento di Tancredi e Clorinda. de Monteverdi, la Música nocturna di Madrid, de Boccherini, o las Cuatro piezas, de Frescobaldi que escucharemos en el con- La vanguardia cierto. ¿Qué significado atribuye usS.—A menudo se le ha acusado de escasa representated a esos retornos? tividad vanguardista en virtud de que su música suena L. B.—Yo he estado siempre muy bien, es bella. cerca del pasado lejano, porque pienL. B.—Eso me parece ingenuo e incluso provinciano, so que esclarecer la relación con porque supone una errónea comprensión del concepto el pasado es esclarecernos a noso- de vanguardia. En su origen es un concepto militar, con tros mismos. No creo que la músi- significado de avanzadilla. Estar en la vanguardia ha querido ca y los músicos nazcan por gene- decir un rechazo de las simplificaciones de la cultura ración espontánea. Siento un enor- de masas, porque en cierto momento el intelectual se tne respeto por aquellos músicos que rebela contra el hecho de ver su trabajo juzgado según han esclarecido sus relaciones con las leyes de mercado. Y. sin embargo, ahora la cultura el pasado, como Stravinsky, como de masas ya está en nosotros. En tiempos de Schonberg Webem, como Schoenberg. Yo pue- el creador se ha apartado mucho de la sociedad. El y do sentirme muy cerca de autores Webem son auténticos solitarios. Entonces la vanguarcomo Mahler o Monteverdi. que for- dia tenia la meta de salvaguardar la dignidad del intelecman parte de mis raíces: su músi- tual, en la música, en la literatura, etc. Pero ahora ya ca es universal en el sentido am- no es posible esta separación y es bueno que el intelecplio de la palabra, esa música aún tual o el músico intenten cambiar las cosas desde dentro: lanza luz sobre nosotros. A veces si no acepta los criterios de mercado y la cultura de maestas transcripciones surgen por mo- sas no da un concierto, ni graba un disco, se encuentra tivos técnicos o anecdóticos: alguien condenado al silencio. Y si no habla no puede cambiar nada. te pide tres minutos de música, y Santiago Martín Bermúdez José Luis Pérez de Arteaga Scherao 59 DOSIER COMPOSITOR Y EL ENTORNO '¿Na oye usled la wz espantosa que grilu delrw, del hiiriiimie y a lu que llaman mmiínmenle silencio? -LENZ- Büihner UANDO se toma conciencia del estad» actual de la creación musical (lo que. para mí. equivale a decir: composición), con gran virulencia se plan lea el problema del entorno acústico. La música ha sido, desde siempre y hasta hace escasos años, una actividad que implicaba fuerzas de comunicación, al margen de las eternas polémicas semánticas. Tradicional mente estas fuerzas de comunicación se han podido entender como comunicación enlrc personas, o bien, de personas a fuerzas de la divinidad o de la Naturaleza en sentido cósmico. La primera de estas dos venientes ha encontrado su lado más humano cuando implicaba y hacia participar activamente a la comunidad interesada. De ello se deriva la potencia de las culturas basadas en la interpretación musical, o de los movimientos occidentales tendentes a eliminar barreras culturales en el disfrute de la esencia misma del hecho musical. C Sin menoscabo de lo anterior, la tendencia humana a establecer un orden o una conexión entre el hombre y el cosmos. Dios o las fuerzas lelüricas. ha cruzado la historia desde los inciertos orígenes de la música hasta Bach, Cage o, por supueslo, cualquier miembro de una comunidad musical como la de la isla de Bali. por ejemplo. En realidad la actividad musical se distingue históricamente por la unidad de ambos supuestos que sólo en el plano teórico pueden entenderse de forma aislada. Sin embargo, nunca como ahora el soporte mismo de la actividad musical ha sido tan agredido. Evidentemente la música es una actividad ligada al planeta Tierra (lo que no es, necesariamente, el caso de las artes visuales). Sin aire no hay música, lo que convierte a la Tierra en el gran altavoz de la presencia del hombre en el Universo. ¿Cuáles son, entonces, las condiciones actuales del entorno acústico mundial? Hace sólo diez años (noviembre. 1976) el Correo de la Unesco publicaba un informe sobre el problema del ruido en el mundo actual y sus mutaciones de las costumbres, de las que la más afectada es la costumbre de la música. En el citado informe, el compositor canadiense Murray Schafer, que fundó en Vaneouver un proyecto de paisaje sonoro mundial, llegaba a conclusiones tan extremas como obvias en cuanto se piensan scriamcnic. Hacía notar Sehafer que en un entorno natural los ciclos sonoros, no se acumulan, -durante el mes de junio en la Columbia Británica las ranas dejan de croar precisamente en el momento en que los pájaros empiezan sus cantos matutinos». La constatación de esto no provoca sólo una imagen bucólica; los sonidos cobran sentido, informan y comunican algo. Por el contrario, en el entorno urbano, «para que un sonido pueda realmente atraer nuestra atención es preciso que sea monstruosamente fuerte o insistente». Las consecuencias de todo ello son realmente familiares para un oyente sensato: -Todo actúa simultáneamente con un gran despilfarro de energía acústica y la consiguiente destrucción de los nervios y de los tímpanos». Para aquellos que piensen que esto es demasiado exagerado, un siguiente informe del mismo número del Correo (debido a Irmgard Bontinck y Desmond Mark, expertos en medios de comunicación y sociología acústica), nos recuerda que -un estudio comparado puso de manifiesto que la capacidad auditiva de un habitante de África Central de 80 años de edad es la misma que la de un neoyorkino de 18". Si esto es sólo en cuanto al oído en bruto, huelga pensar en la capacidad de establecer sutiles relaciones entre sonidos, lo que es la base de la comprensión musical. Por otra parte, esto es solamente la situación límite; sin llegar a ella todos conocemos la capacidad segregadora de la percepción auditiva que hace, por ejemplo, que un aficionado no escuche unas determinadas toses en un concierto, las mismas toses que cobran una presencia extraordinaria si ese concieno se graba. Cualquiera puede sacar mayores conclusiones de estos breves ejemplos. No sé si hay que ser catastrofista, aunque de una catástrofe se trata si se piensa en términos de lenguaje musical, pero, en todo caso, la música se encuentra actualmente con condiciones radicalmente distintas a cualquier período anterior. Tras de todo ello, que es, en mi opinión, lo más determinante en la práctica musical de hoy. quedan en letra 60 Scherzo MÚSICA CONTEMPORÁNEA n*. + u pequeña ecos de batallas más o menos recientes; episodios entrañables, vistos desde hoy, donde diferentes facciones pronunciaban palabras como estética, ética o técnica con toda la pomposidad de aquellos que piensan que su intervención en la cultura es tan real como escuchada. Si lo primero puede ser cierto, ya que depende de la honestidad artística de cada cual, lo segundo ha sido y es, cada vez más. un ficción. El serial i sin o integral, que se presentaba a sí mismo como la gran esperanza blanca, es hoy una absoluta evidencia para cualquiera que tenga acceso a un sintetÍ2ador comercial de la gama más barata y, en consecuencia, está desactivado. Su opuesto teórico, la indeterminación, fue tan refrescante en su momento como naif en la actua- lidad. Los futuristas es evidente que no podían sospechar lu dimensión de este caos tecnológico que en algún momento pudo ser llamado revolucionario. Los minimalistas son, por su parte, los que mejor han puesto de manifiesto la ínfima calidad del oíd» actual. ¿Cuál es. entonces, el estado de la cuestión en el día de hoy? Dejando al margen las palabras de moda en las que lodos quieren creer, y acabadas, temporalmente (y la única realidad para el músico es el tiempo) todas las esperanzas de ganar la partida a la agresión sonora, el estado actual de la creación musical es el de la simulación, un concepto balsámico que gana terreno aceleradamente. Veamos actuar a la simulación: Por supuesto, que es un chiste grotesco creer actualmente en la tonalidad, pero se la puede simular. También se puede simular, y así se hace, que la tradición occidental del siglo XX es conlinuable. que un poquito de revisión histórica y algo más de astucia son suficientes para atravesar la crisis; la única condición es contar con fuerzas jóvenes y, por definición, ingenuas. Por su parte, los que optaron por la manipulación tecnológica (la única opción aparentemente lógica y digna del tiempo presente), se han encontrado de bruces con el gran simulador: el ordenador. No obstante, la potencia de la simulación es sorprendente. Haciendo como que es posible ser compositor puede llegar a transmitirse un oficio en vías de extinción (y al que yo amo apasionadamente). Este puede ser, también, una gran momento para la creación musical española (recuérdese el San Manuel bueno manir unamuniano); después de todo, llevamos desde el siglo XVII haciendo como que somos. Pero cuando uno es invitado en frío a pronunciarse sobre el momento musical actual, siente de pronto una lucecita rebelde y le gustaría unirse a sus compañeros músicos para gritar a la sociedad lo que el enloquecido Lenz büchneriano: «¿Es que no oís la voz espantosa que grita detrás del horizonte y a la que llamáis comúnmente silencio?» Jorge Fernández Guerra Scherzo 61 DOSIER ENCUESTA DE SCHERZO 1. ¿De qué modo podría definirse el instante musical del présenle? ¿Cabe hablar del inicio de una etapa tfe recapitulación, incluso, en algunos casos, de un retomo a la tradición? 2. ¿Recoge la música española las mismas corrientes ahora vigentes en el ámbito internacional? ¿Qué rasgos distinguen la creación musical en nuestro país? E N principa), creo que en el ámbito de la creación, el momento musical actual es rebelde a cualquier definición concreía. La crisis. i> mejor, la puesta en cuesiión del concepto de vanguardia, y la njptura del principio de linealidad o de progreso como única alternativa histórica de evolución y avance, han hecho difícil cualquier idea afín a una definición unitaria al estilo de las vanguardias históricas de los 50 y 60. Hablar de pluralidad o de mestizaje estético me parecería bastante más adecuado en este sentido. En lo referente a la segunda parte de la pregunta, no creo que se pueda hablar en serio del inicio de una etapa de recapitulación en la actualidad, o al menos sería preciso definir qué se entiende por esa recapitulación: algo que ya nosería un problema actual si consideramos que en los últimos 70 años se ha recapitulado en muchas ocasiones, y sin olvidar tampoco que existen también retornos a una tradición muy próxima aunque suelen tener unos resultados lamentables. No me interesa la recapitulación si por ella entendemos una actitud de facilidad, de poltrona o de repetición, que siempre son sinónimos de inaulenticidad o de refugio en un pasado, porque de esta forma es como se rompe en realidad con lo más noble de la tradición, olvidando que esa tradición ha sido siempre la búsqueda de lo nuevo y la conquista de nuevos territorios expresivos. Otra cosa es que lo realmente nuevo hoy no nene por qué ser necesariamente ni experimentalista ni provocador al estilo de los 60, sino operar una renovación estética de forma mucho más sutil. Es evidente que la música española recoge las nuevas corrientes que ahora están vivas en el ámbito internacional de la misma forma que se recogen hábitos culturales o tecnológicos propios de una cultura cada vez más global y uniformizada. Lo que sí puede suponer un factor de diferenciación no son las corrientes en sí, sino la forma peculiar de recogerlas para convertirlas en algo subjetivamente creativo. En este sentido, la tradición cultural de un país, su pasado y su presente tienen, sin duda, cosas que decir. Eduardo Pérez Maseda 62 Scherzo u N O creo que sean del lodo adecuados los ¡crimnos reeapimtaciim ni retomo a la tradición. Más apropiad" me parece hablar de un cierto abandono ác de tendencias experiméntala a especulativas por pane de alguno* compositores (no todos) que se situaban hace algunos años en primera línea de la vanguardia, y que hoy lo siguen estando bajo supuestos estéticos dislimos. Otros, por el contrario, mantienen aquellos misinos planteamientos. Y un buen número compone partiendo de unas directrices que entroncan fuertemente con nuestro bagaje cultural: haciendo música tradicional incorporando los hallazgos de nuestra época (lo que iw quiere decir que su música sea trasnochada). El momento actual es. por lo tanto, muy variado y. por ello, enormemente sugestivo. No tenemos, cano es lógico, perspectiva histórica para determinar qué es lo que va a quedar, en el futuro, de la música de hoy. Pero el présenle nos ofrece algo altamente positivo: el respeto hacia cualquier credo estético, tradicional o no. En esencia, las corrientes estéticas actuales son universales, por lo que no creo que haya rasgos distintivos especiales en la música que hoy se escribe en los distintos países con base cultural común. Los medios de difusión (la radio y el disco, fundamentalmente) nos permiten estar al lamo de los más recientes acontecimientos musicales que se producen en el mundo con un deslase mínimo, lo que posibilita una cada ve/ mayor eliminación de fronteras para el lenguaje musical. José Luis Turma E L presente musical se puede caracteriwir por un río revuelto de compositores en el que apenas existen homogeneidades de escuelas o estilos, se podría decir que hay tantas tendencias como compositores o (rizando el rizo) auno obras. Esto se acentúa mucho más en España a causa de la inexistencia de una evolución hasta nuetros días de nuestro pasado musical (éste ha visto tantas veces interrumpida su evolución que se ha ido quedando por el camino). Por otro lado, existen pocos compositores que se cuestionen seriamente, o tengan claro, cuál es su procedencia musical y lo que ello conlleva a adscribirse a una determinada línea estética. No creo en absoluto en un relomo a la tradición, y en cuanto a ciertas recapitulaciones..., pueden estar en relación con las típicas crisis de escuelas o estilos que se han pretendido hacer dogmas de fe inamovibles como las tradiciones, o a tener poco claro que uno debe evolucionar, de donde procede no hacerlo igual. Sí. por supuesto. Nuestro pasado más reciente que ha evolucionado hasta nuestros días puede ser el de los compositores que actualmente tienen entre 50 ó 60 años, y esto coincide con un momento de total internacional izacion de las estéticas musicales en nuestro país, actualmente esta internacional izac ion produce que exista más identificación con compositores de otros países que del propio. Pero a pesar de esto, lo mismo que nosotros decimos -esta música es típica de lal país-, ellos dirán lo mismo de la nuestra y nosotros sin saberlo. En tomo a la creación musical, lodos son aspeaos , — negativos, la lista sería interminable y la comparación con otros países resulta tan odiosa que pro• duce vergüenza y pesimismo. Creo que se podría sintetizar en que aquí el compositor no lucha coni tra la inspiración, sino con1 • tra los elementos, v* i -- . . . . i*-- t i u r ' «.i Tomás Garrido MÚSICA CONTEMPORÁNEA uno tiene su propio instante y. C ADA como siempre he dicho y pensado. esle instante es un instante ético. es un saber estar consigo mismo y con el propio abrirse, mucho más que con cualquier problema estético que ya vendrá después al contemplar y situar la obra realizada. Insisto que un artista —un compositor— es una máquina que emite signos éticos, no aventuras estéticas. Puede hablarse hoy de O no defino el presente, ni creo que una recapitulación o de un retomo, quizá que se pueda definir, en mi parcela y con arreglo a mis fuerzas, lo hago. porque muchos compositores se dan cuenHablando de forma personal, veo una ta de que el factor honestidad es absolutalínea sin interrupción entre mis Coméntamente importante más que cualquier otro nos a dos tesaos de Gerarao Diego, de 1956. y el ahondar en uno mismo implica mirar y Tarde de poetas, de 1984-86. hacia airas, hacia las bases sobre las que Además: ¿A qué tradición se volvería?, se asientan el hoy y el mañana. ¿con respecto a qué se ha rolo?, ¿.no estaremos más bien frente a una evolución ineDemasiado y con exceso de mimetismo, vitable como lo es el paso del tiempo: cualquier retomo es, un paraíso ilusorio, cuyo pero imagino que esto es inevitable, ya que ritmo varía, como sucede con cualquier orel temor de hacer el ridículo o de no estar ganismo vivo? al día es muy fuerte en ciertos compositoAlgunas de esas corrientes internacionares; en muchos jóvenes —muchos más que les se han originado entre nosotros. Por en varios compositores de mi generaciónejemplo: ciertas formas de síntesis enire la honestidad está por encima del oporconsonancia-disonancia, cierto nuevo metunismo. Esto nos hace mirar el ftiluro lodismo, ele... con optimismo. En otros, la tentación de Imposible responder en pocas líneas a la pregunta: el lema es demasiado rico (1). ser modernos colapsa cualquier pusibilidad de que se manifieste su propia personaliLuis de Pablo dad: es un hecho inevitable, como difícil es la puerta estrecha que tantos temen abrir. {/) toe refiero a ha -rasgos que iUstinguen la Y creación musical en nuestro pais-. Josep Soler hoy vive momentos esperanzados, llenos de ilusión; ilusión que diu a L Adíamúsica envuelve a un mayor número de personas. En arte es difícil hablar de recapitulación o de retomo al pasado. La tendencia del artista suele ser, en general, contraria a tales retornos o miradas al pasado. Yo diría que en todos los momentos de la historia los creadores siempre han reflejado aquello que les tocó vivir y en algunos casos sus pensamientos volaron por encima de su presente para instalarse en el futuro. Hoy los compositores utilizamos con cierta frecuencia algunos elementos del pasado y tal vez por ello alguien piense que se está practicando un a modo de retroceso o imitación de ese pasado, sin embargo la realidad puede ser muy otra. Hace unas décadas los creadores que practicábamos el mundo dodecafónico entendíamos que el uso de cualquier giro melódico, armónico o rítmico que tuviese la más mínima relación con el ayer, era. cuando menos, un detalle de vejez, de estar fuera de onda, o si se quiere, de no saber por dónde iban los tiros. Y esos tiros no eran sino la consecuencia de un cambio en la ordenación de los sonidos propiciado por la famosa escuela de Viena. Ahora suecede, pienso yo. que los creadores nos estamos moviendo dentro de una absoluta libertad que invita a transitar por todos los caminos y cada cual elige el que estima más oportuno, lo cual no quiere decir que no estemos obligados, como lo estuvieron nuestros antepasados, a crear nuevas ordenaciones sonoras que como en ai caso puedan proyectarse en el futuro. La música española participa muy activamente en la actualidad internacional y lo hace, alguna que otra vez. como exportadora de esas corrientes universales. Nuestra creación musical se distingue por la diversidad, el contraste y la pujanza de los propios compositores. Claudio Prieio O creo que pueda hablarse de -etapa de recapitulación»... Quizá pueda hablarse de -retorno a la tradición» si mis referimos a que las experiencias más interesantes de los últimos diez o quince añi>s no plantean —tal como lo planteaban muchos autores a finales de los cincuenta— romper radicalmente con la tradición; ya no se busca partir de cero como en su día buscaron compositores tan distantes estéticamente auno Boulez. Cage i> Ligeli; también se ha abandonado, en buena medida, la experimentación con los medios —utilizar los instrumentos de maneras insólitas, buscar nuevos lugares y vías de ofrecer la música, etc.—, que había llegado a su punto culminante a finales lie los sesenta con las experiencias de fluxus y tantos otros. Se trata, por tanto, de un retorno, por parte de la mayoría, a un camino que no evita el uso de Los procedimientos y referencias que forman pane de nuestro patrimonio musical. En todo caso, el hecho de utilizar referencias de la propia historia de la música no me parece a priori indicio de retorno, si es que se entiende retorno como paso atrás o como actitud historicista: también Beethoven. por poner un ejemplo, compuso fugas y cuesta trabajo pensar que alguien tilde de neobarroca o conservadora su Opus 133. Esto me parece un poco más difícil de contestar. Hay una serie de factores comunes en la música que se está haciendo en buena parte de los países de Europa occidental, a los que habría que añadir algunos extracontinentales y otros de la llamada Europa oriental —más o menos, lo comentado en la pregunta anterior—, pero pueden rastrearse también tendencias y caracteríticas muy presentes en la música de determinados países —o, mejor dicho, en muchos músicos de determinados países— que apenas pueden registrarse en otros lugares. En este sentido, del mismo modo que hay ciertas experiencias informalislas muy peculiares de Centroeuropa. o que hubo un neoexpres tonismo duro —nada complaciente— durante los años setenta en Alemania, particularmente, veo un excesivo temor a salirse del tiesto en muchos de los autores españoles. No debe dársele a esto más valor que el de una generalización hecha sobre la marcha, pero quizá pudría distinguirse a buena parte de La música española actual de la de otros países por el entusiasmo con el que aquí se ha asumido ese retomo del que acabamos de hablar. N Alfredo Aracil Scherzo 63 r La O.N.C.E. convoca el 2.° Concurso Nacional de Interpretación Guitarra y Canto, con el fín de divulgar obras de compositores ciegos. Se otorgarán los siguientes premios por cada modalidad: 1." 500.000 pesetas. intérprete de una obra de 2." 300.000 pesetas. 3." 200.000 pesetas. Un único cuarto premio de 100.000 pesetas, para el compositor ciego. Un Premio Especial de 250.000 pesetas, al mejor intérprete ciego o deficiente visual. PARA MAYOR INFORMACIÓN SOLICITAR LAS BASES EN LA DIRECCIÓN GENERAL DE LA O.N.C.E. C/. Prado, núm. 24. 28014 Madrid. Teléfono (91) 429 96 42 GRANDES INTERPRETES BRUNO WALTER en disco compacto U Fotos: CBS Bruno Walter se perfila, con el paso del tiempo, como uno de los grandes clásicos de la dirección orquestal de nuestro siglo. Su extraordinario legado discográfico, fundamental en la historia de ¡a fonografía, nos hace presente la realidad musical de unas interpretaciones que ya han entrado en el terreno de lo legendario. El formato del disco compaao nos restituye en todo su esplendor sonoro el imprescindible pensamiento de Walter. NAS 400 grabaciones componen el legado discográfico de Bruno Walier (1876-1962). director de orquesta que estableció un auténtico récord de música en diseos a lo largo de sus sesenta y un años de carrera profesional a cuestas. Han llegado hasta nosotros desde su primera incisión del ano 1900 (¡nada menos!) con dos preludios de la Carmen, de Bizei, hasta las últimas realizadas en 1961 en su retiro de California con la Columbia Symphony Orehestra pasando por infinidad de grabaciones con un denominador común: el repertorio basado en las obras de compositores centroeuropeos (sus breves incursiones en otras músicas son poco representativas del arte de este gran director). Los registros comprendidos entre 1955 y 1961 son los que acaban de editar* se ahora en todo el mundo (España incluida) en soporte de Compact Disc, unas cincuenta y tañías obras en total pertenecientes todas ellas al fondo de catálogo de la CBS (además de la celebérrima Canción de ¡a tierra, de la firma inglesa Decca, más el Ultimo concierto de Walter con la Filarmónica de Viena, de 1960). Centrándonos en las producciones de la CBS en la nueva modalidad de lectura por rayo láser, hay que indicar que se ha logrado una sustancial e importante mejora de sonido y una casi completa reducción de sonidos y ruidos parásitos de fondo a los que tan acostumbrados estábamos en la escucha de estas versiones en disco normal. De ahí la bienvenida con que acogemos estas publicaciones que acerca, en este caso al aficionado español, a lo más significativo del arte de Bruno Walter a un precio relativamente alto (tres mil pesetas más un pico corto por cada ejemplar); pero, sin duda alguna, el sacrificio merece la pena por tratarse de una de las batutas indiscutibles de todos los tiempos y también, evidentemente, porque la reconstrucción técnica de las grabaciones —buenas en origen— es un modelo de calidad que en nada tiene que envidiar a los registros realizados en nuestros días. Scherzo 65 GRANDES INTERPRETES Breve introducción biográfica Bruno Walter había nacido el 15 de septiembre de 1876 en Berlín, en el seno de una familia hebrea apellidada Schelesinger. Los 85 años de su vida iban a consliluir un caleidoscopio de éxitos, desilusiones, empresas logradas y errores. La fortuna le sonrió pronto. En 1893 dirigió en Colonia y, al año siguiente, en el Teatro de la Opera de Hamburgo. donde tuvo lugar su decisivo primer encuentro con Gustav Mahler. quien años más tarde le llamó a la Opera de Vicna para ocupar un puesto destinado a jóvenes directores. Walter lo rechazó temiendo quedar eclipsado por la absorbente personalidad del maestro, yendo, en cambio, a Berlín con Richard Strauss, donde permaneció dos temporadas, hasta que finalmente optó por trasladarse a Vicna. comenzando allí a trabajar bajo las órdenes de Franz Schalk. El Walter de 25 años, con su característico aire de bondad, hizo pronto enemigos. Una dolencia de lip<.> nervioso en el brazo derecho le apartó durante algún tiempo de la dirección y le hizo acudir, con enorme timidez, a Sigmund Freud. quien le puso un exhaustivo tratamiento. En 1913 fue contratado como director general de música en el Teatro de la Corte de Baviera, en Munich, puesto verdaderamente envidiable, aunque un año después, con molivo de la primera conflagración mundial, tuviera que acepiar severas reducciones en el personal de la orquesta y hubiera de eliminar de sus programas la música rusa, francesa y británica. La principal cualidad de Walier, la moderación, había de sostener sus actividades en la ópera mulliques a durante el inmediato período postbélico, cuando la anarquía se dejaba sentir en toda Europa central. La parcela musical, que era la que mas había sufrido durante los años de la guerra fue, sin embargo, de las primeras el volver a adquirir la normalidad. No obstante. Walter empezó a encontrar en Munich una soterrada y creciente corriente de oposición que le llevaría a retirarse en el verano de 1929. alegando motivos de -fatiga espiritualAquí comienzan sus años de músico itinerante, aunque en este aspecto fuera aventajado claramente por otros, ya que, al fin y al cabo, disfrutó de largos períodos de respiro, primero en la Charlottenburg (una de las varias Operas permanentes que existían en la capital berlinesa) de 1925 a 1929. y después como titular de la Gewandhaus de Leipzig, de 1929 a 1933. Walt» se había convertido en ciudadano austríaco en 1911, de modo que poco tenía que temer (en sentido estrictamente físico) cuando los nazis llegaron al poder en 1933. Por ello expresó una ingenua sorpresa tras el boicot or- Scherzo 66 denado a un concierto que tenía pendiente en la Gewandhaus. y experimentó también una infantil indignación al saber que Richard Strauss se había ofrecido voluntario para sustituirlo en Leipzig. Alemania quedaba así cerrada para nuestro director, quien no debía haberse sorprendido tanto, ya que los síntomas habían sido ya suficientemente claros. Además, con el ultimátum de Alemania a Schusnigg, canciller austríaco, el II de marzo de 1938, la ciudadanía autriaca de Walter no le pudo dar protección por más tiempo. En calidad de ciudadano francés embarcó para Nueva York en 1939; a los pocos meses caía Francia, el país de su más reciente adopción. Vivió en Estados Unidos hasia el año de su fallecimiento. recreativa. La música era una religión y el músico su más alto sacerdote. Ya hemos dicho que todos los registros de Walter aparecidos ahora en Compact Disc fueron hechos en los últimosaños de la década de los cincuenta, con la Orquesta Sinfónica Columbia, formada por CBS —mediante selección de músicos de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles— en operación paralela a la que quinte años antes realizase RCA para Toscaniiú formando la Sinfónica de la NBC. La orquesta es un buen conjunto, pero de ningún modo a la altura excepcional de su director, que, pese a lodo, logró confenríe cohesión, calidad y una sorprendente capacidad de diferenciación estilística dentro del repertorio trabajado, que se centra en el siglo XIX, con derivaciones hacia el anterior (Mozart y Haydn) y el siguiente (Mahler). También figuran grabaciones realizadas con la Filarmónica de Nueva York: Segunda, de Mahjer, además de La Condón de ¡a Tierra (hablamos siempre refiriéndonos al Disco Compacto). De Mozart a Dvorak pasando por Beethoven y Brahms Bnmo Walier a los siete años centrando allí su actividad entre la Filarmónica de Nueva York, el Meiropolitan de la misma ciudad y Los Angeles. Entre sus características podríamos señalar ia de que fue un romántico en una edad antirromántica; mas aún. fue un moralista y místico del siglo XIX, el guardián de una tradición desvanecida, la de la Alemania de 1875 en adelante, período durante el cual la mente creativa se exaltaba y el creador era considerado como algo cercano a la divinidad. Walter. que creía en esto firmemente, fue una fuerza moral y. a su modo, la consciencia de la música. Pensaba y hablaba continuamente de los aspectos espirituales de ésta: el alma, la belleza, la inspiración Eslos discos pertenecen, por derecho propio, a la antología de la historia del fonógrafo. El ciclo Beethoven (6 Compací Disc) es. en manos de Bruno Wal(er, algo más que una simple colección de obras: gracias a una concepción unitaria y variada, muestra la evolución orgánica y el desarrollo progresivo y lógico del impulso creador beelhoveniano. Su audición, atenta y repelida, debe recomendarse vivamente a tocio melómano, con independencia de que éste pueda identificarse más con un estilo interpretativo diferente, acaso más moderno (¡ojo!, en el tiempo, no en lo demás) y secundado por orquestas de superior calidad (Szcll, Karajan, Jochum o Bernstein. -); o, por el contrario, acudirá la línea germánica pura de Furtwacngler o de KJemperer. De cualquier forma, Walter ofrece una atractiva vía media vienesa clara, luminosa y brillante. Pero donde esta síntesis tal vez arroja resuliados más sorprendentes es en Mozart: pocas —acaso ninguna— de las obras del músico salzbugués aquí incluidas han conocido mejor versión en disco. El Mozart de Bruno Walter es ideal; viril, elegante, aéreo, luminoso y claro, aun en las obras en que todo ello sea difícil de simultanear {Música masónica). Su dirección es siempre dramática, en el sentido de que todos los elementos del discurso musical, a la manera de los personajes de una creación literaria, juegan un papel importante y tienen algo que decir y que debe ser escuchado. Y así, el diálogo de la orquesta con. por ejem- GRANDES INTERPRETES [>l¡>, el violín (ZÍIKI Franeescatti. a veces algo afectado, pero siempre vivaz y brillante) adquiere una enhilad superior que trasciende a los componentes primarios. Análogas cons¡duraciones pueden hacerse respecto a Brahms. cuyo arle es continuador del de Mozart y Beelhoven. La orquesta del músico de Hamburgo adquiere, gracias a la paleta de Bruno Waller. un brillo y una transparencia que en su día contribuyeron a despejar prejuicios estúpidos acerca de su obra sinfónica y atín hoy día es lección permanente para quienes erróneamente creen que el espesor y la turbiedad son cualidades del tejido orquestal brahmsiano. Sólo en ocasiones (Chacona de la Cuarta Sinfonía), la perfecta claridad expositiva parece carente de apoyo conceptual; pero las más de las veces (Sinfonías Primera v Segunda, Cania del destino, Obertura Trágica). aquélla se ve acompañada de una lógica en la construcción y de una riqueza expresiva que relegan a segundo plano las esporádicas imperfecciones orquestales, y cabe hablar de versiones de referencia, entre las que también debe incluirse el Doble Condeno, que es. enirc todos los grabados (en cualquier sistema), el de mayor comunidad espiritual y riqueza de diálogo entre orquesta y solistas. De forma previsible. Bruno Walter acerca la música de Dvorak a la de Brahms —en detrimento de sus raíces nacionalistas— con resultados lan sorprendentes como admirables. También aquí la versión más reciente de la Octava Sinfonía supera a la anterior (en disco LP con la Filarmónica de Nueva York), que en su día fuera té rm i no comparativo. Realmente ¡a vitalidad riüniea y la frescura de acercamiento a esta música son inesperadas en un octogenario, en manos de quien basta la sobadísima Nuevo Mundo parece escucharse con oídos nuevos. mismo, los momentos de depresión más absoluta, la especial y lacerante expresividad, la multiplicidad de tonalidades, el calidoscópico mundo del bohemio rucron captados, recreados c interpretados ávidamente por el joven maestro quien, durante más de sesenta y cinco años de carrera directoría], llevaría siempre como estandarte, como idioma propio y profundo, el mensaje musical mahleriano. Waller. como se ha dicho. Director en cierto modo espiritual, era, no obstante, y al tiempo, como enamorado de la naturaleza, un refinado panteísta. En su pensamiento casaban con lógica perfección el culto a la divinidad de la música con la descripción de los mundos más toscos, más groseros y más sinceros del ler fuertemente expresionista, dimensión que indudablemente albergan las partituras del compositor, cuya música fue producida en una época fronteriza cruzada por violentos cataclismos sociales, históricos y culturales, y en tomo a una ciudad, Viena. que en cierto modo podía considerarse epicentro de la crisis. Walter ofrecía la imagen menos contrastada, menos exteriorizada del músico y servía, por el contrario, lo'esencial de sus conflictos internos, persiguiendo, y casi siempre logrando alcanzar, la vía humanisla nacida de un exquisito cuidado en el equilibrio de los bloques y de un fraseo cálido y natural, muchas veces lleno de ternura. Un Mahler. por tanto. en el que siempre hay alguna esperanza, al contrario de lo que sucede en otras aproximaciones realizadas por eminentes directores. Un Mahler. en definitiva, efusivo, dotado de profunda vibración interior y siempre animado, dinámi*-"o y. ¿por qué no? juvenil. De las siete obras de Mahler que se publican ahora en Compací Disc liay que destacar fundamentalmente tres interpretaciones: la Segunda y la Novena Sinfonías y las Canciones del cainarada errante. La primera obra, con la Orquesta Filarmónica de Nueva York (en la portada de esta edición aparece erróneamente la Sinfónica Columbia). nos muestra en las manos del maestro berlinés un perfecto control de los diversos elementos integrados en la composición, sometidos a un tratamiento en el que la imaginación y la fantasía corren por partes iguales. Menos monumental que Klemperer, menos incisivo que Solti y menos ácido que Scherchen. Walter es más equilibrado, coherente y efusivo, si bien puedan detectarse ciertas limitaciones en la prestación de los coros y en la de las dos solistas vocales. La grabación, original de 1957, era en principio simplemente correcta, ganando considerablemente en su lectura por rayo láser. La Novena, de loma Wagner, Bruckner y Mahler sonora mucho más lograda y, en consecuencia, mejor adaptada al La relación Bruno Walter-Guslav nuevo sistema, con la Sinfónica Mahler es ya histórica. Como se Columbia, menos avasalladora e ha dicho más arriba, los dos múimpetuosa que la grabada en Viena sicos se conocieron a finales del Con Rachmaninoff, arriba, en Berlín en 1930 en 1938 (versión comentada en las siglo XIX en Hamburgo. La imAbaja, con Toscanini, en Leipzig, en 1930 páginas discográficas de nuestra presión que en el joven director revista por José Luis Téllezf. ofrece a causó la enorme personalidad del comalma popular. De ahí su habilidad para cambio un mayor equilibrio y una mepositor fue tremenda, hasta el punto que reflejar como pucos algunos de los asjor construcción, con una impecable redesde entonces quedaría marcado por ella. pectos esenciales de la música de Mahcreación, en su aspeclo menos satánico, Cosa perfectamente lógica, por cuanto ler. Así. por ejemplo, sabía dotar a la de los laendier. de las danzas utilizadas la manera de ser personal y musical de misma de la necesaria transparencia oren los dos tiempos centrales, manteniendo Mahler encajaba perfectamente en la htquestal, con adecuado tratamiento (imuna gran serenidad en el tremendo Adapersensibilidad del conductor berlinés. Los brico dentro de una unidad orgánica togio final. Los Eines fahrenden Gesellen sueños, los arrebatos de exultante optital. No era el suyo, sin embargo, un Mah- Sch-rzo 67 GRANDES INTERPRETES son una de esas grabaciones en las que la profundizaron de los textos, la expresividad en los acentos y la adecuación de los climas ha sido perfectamente conseguida por el director. Bien la Orquesta Columbia, así como la mezzosoprano M¡Idred Miller. Excelente, en cualquier caso, la Primera Sinfonía, también muy bien llevada al Compact Disc y buena la Canción de la Tierra, aunque a distancia del definitivo logro que años anies, en unión de Ferrier y Patzatk, con la Filarmónica de Viena, grabase Walter para Decca (de esta versión no se nos ha facilitado la edición en disco compacto). No puede decirse que Bruno Walter fuera lo que se llama un director bruckneriano o wagneriano; al menos no en la medida que mahleriano, moza ruano o brahmsiano. Pero sus interpretaciones en aquellas parcelas fueron siempre especialmente interesantes y focadas, por muchos motivos, de mano maestra. Bruckner fue descubierto por Walter vía Mahier. Los grandes edificios sonoros brucknerianos, en los que la forma sonata, hi- pertrofiada, daba sus últimos coletazos (antes de disolverse casi definitivamente en Mahier junto con factores armónicos y tonales), no encontraron en Walter un traductor totalmente idóneo a pesar de la espiritualidad que anima dichos pentagramas. De todas formas, en los compactos con obras de Bruckner que aparecen ahora hay valores suficientes para colocar estas interpretaciones en un lugar destacado. Bruckner es visto aquí con enorme serenidad expositiva, con notable expresividad y con sincero lirismo. Están, por supuesto, ausente las retóricas peroraciones y se busca, en cambio, la frase, el acento, el timbre justo. Aunque las progresiones dinámicas no siempre están logradas, hay que destacar la sobriedad de las respiraciones y lo aéreo de las texturas, lo que dota al discurso sonoro de ligereza. En ocasiones puede lamentarse que, a pesar de las buenas prestaciones, la Sinfónica Columbia no posea una cuerda menos seca, un metal más redondo y luminoso y una madera dotada de mayores propiedades cantábiles, defectos lodos ellos que se acentúan más en Compact Disc. En cualquier caso, un Bruckner tan cálido y espiritual como el de Schuricht, aunque menos punlillista y menos equilibrado internamente. En general, puede preferirse en estas mismas obras, otros directores considerados como clásicos bruckneríanos; Funwaengler (Cuarta, en Compact Disc), Knappertsbusch (sólo en LP), van Beinum, Szell, Jochum. Kempe, el citado Schuricht (todos ellos en discos normales). Algo de lo dicho con Bruckner cabe aplicarlo a Wagner, que tanto influyó en aquel, aunque la música del alemán fuera en realidad por otros derroteros y planteara otras cuestiones que las abordadas por el austríaco. Waltet no grabó nunca una opera entera de Wagner y no llegó a dirigir en el santuario de Bayreuth. Sin embargo, sus interpretaciones de fragmentos (hay que recordar, por ejemplo, la histórica del primer acto de la Walkiria, recientemente distribuida entre nosotros en la serie Références de EMl) y de partes sinfónicas, más o menos arregladas, nos per miten descubrir aspectos insólitos del compositor germano. Nos encontramos, por ejemplo, con una gran calidad de lineas y un sentido casi cameristico proporcionado por una hábil paleta capaz de colorear a la acuarela las texturas orquestales. La solemnidad, el colosalismo, están ausentes y en su lugar hallamos acenir<» incisivos (no agrios), un fraseo muy cálido, una rítmica muy presente (dentro de una enorme fluidez) y contrastada. Hay ausencia general de pathos y de dimensión mítico-mística. Un Wagner, por tanto, de notable frescura, en cierto modo espiritualizado, contrapuesto (pero no opuesto) al de Furtwaengler o Knappertsbusch. más complejos desde un punto de vista intelectual o dolados de una mayor presencia y empaque. Entre los varios fragmentos en modalidad láser que se nos ofrecen encontramos diversas obras de interés: una colorista y animada obertura de Maestros cantares, un bello preludio de Lohengrin y un excepcional Miio de Sigfrido. enfocado en su más auténtica, transparente y lírica dimensión. Roberto Andrade Enrique Pérez Adrián Arturo Reverter DISCOGRAF1A BACH: BEETHOVEN: a Pasión según S. M&eo (Pane I. j- Comtor, Hain. Wat son, Jansenn Alvar y. Ralph Kirkpalnck (clave) OF Nueva York. (1945. BWS 702-03). El clave bien temperado, libio I." Preludio y fuga n." 4. Bruno Walter (piano). (Los Angeles, 2-7-52, BWS 807). BARBER: j /. OF N. York (23-1-45, Col. LX 1077^78/78 Contieno vigila. Szigeti. Brilish SO (5-19.12. EM1 1224). Siigeti OF Nueva York (4-4-47. Columpia ML 4012) FnncncHti. OS Columbla (1961, Colimtia MI-S 6263) Compact Disc Concierto piano n." 5 Giodung. OF Viena (6-10-34. Ruerno 2019) Scrlun OF Nueva York (22-12-41. CBS ML 4004). Triple Concieno. Hendí, Corigliano. Rose. OF Nueva York (21-3-49. CBS 5368). Córiatano. obenwa. OF. Berlín- IW2WB, EMI 3638. 78 rpm). OS CohmUa (1961, CBS «87) CJ>. Scherzo 68 Las criaturas dt Prometeo, abertura. Os Boslon (1944. V DIJC 124) Egmom, obenum OF Berlín (25-9-50, BWS 726). OF Nueva Tork {21-5-34. EM] 226). Fidelio, téertura. OS BBC (21-5-34, EMI 226). Fidelio, ópera complexa. Flagst&d, Maistm. rlairel, Kipms, Mem>poli[an, 1942 (BWS 712/13). Flasslad. Svanholm. Schoefflef. MarupililBn. 10-3-51 (MWS 804). Leonora 3. obertura OS Columbia (1961, CBS 6487) Compact Dtac. OF Viena ¡21-5-36, BWS 1015). OF Nueva Y o * (26-5-46. V Disc 67>. GRANDES INTERPRETES Leononi 2, obertura. OF Nueva York (6-13-54. CBS 5368) MissaSottmnis. Siober. Marinan, Híin, Alvarv. OF Nueva York [18-4-48. BWS 1017» Sinfonía! OF Nueva York (291 1-47. CBS 4790) OS ColimUa (1958, CBS 6078) Compact Disc. Sinfonía 2. OF Nueva Y(«k (I7-V52. CBS 45961 OS ColianMa (1958, CBS 1078) Compact Dbc. Sinfonías. OF Nueva York 11941. Col. M 449. 78 rpm). OF Nueva York (21-349, CBS 4228). SymptiatyofthtAi'Wt-NBCt (3-2-57, BWS 1010). OS ColimUa (1958, CBS 6036) Compact Dtac. Sinfonía 4. OF Nueva York (24-3-52, CBS 45%). OS ColumN* (IMS, CBS 6055) Campad Da*. Sinfonía J- QF Nueva York (1942. CBS 4009). OS ColumNa (1958, CBS C0S5) Compact Disc. OF Nueva York (13-2-50. CBS 4710). Sinfimíu 6. OF Vicm (1936. BWS 11)21). OF FibJelfia (I0-12/I-J6. CBS 4010) OS Cohmbia (1958, CBS «012) Corrtpacl Disc. Sinfonía /"OS Columna (I95S, CBS 6082) C.Dtec. OF Nueva York (12-3-51. CBS 4414). Sinfonía 8. OF Nueva York.llS-1-42. CBS. ColumbiaML200l). ^ OS Culurohia (1958, CBS MZS 608} C. Dfsc. Sinfonía °. Baillie. Ferner. Nash, Par^ms. OS Londres (13-11-47. BWS 742>. Guniález. Nikolaidi!,. Harrd, Robín. OF Nueva Yori 116/4 y 4/5/49. CU3). Yeetl. Lipton. Lloyu. Harrel Oí Nueva V.>rk (7-3-53, CBS ML 52LKIV Ciuidar), Rwikin, ddts Costa, WUdermMin. OS Columba (1958, CBS 60506) Compací Dtac. Réquiem alemán. Seefried. Londün. OF Nueva York (1954. CBS Odyswy Y/31015>. Connor. Harrel. OF N. Yurk (16/3/52. BWS 2041 CmlL-n. Chiu,loff, RAÍ Ruma (16/4/52, Funit Celta LAR 7). Sinfonía l.or Viena (3/4/5/37. BWS 3277/SDOF Nueva Yjri (30/12/53. Col. ML 5124). OS Colianbia (1959, CBS 30311) C. Dbc. Sinfonía 2. OS BtWon (1944. V Disc 120). OF Nueva York (28/12/53, Col ML 5125). ORTF (5/5/55. BWS 80J¡. OF Nueva York (30/12/53. Col. ML 5513) OS ColunUa (19M, CBS «173) Compact Dbc. Sinfonía 3 OF Viena (18/19/5/36. BWS 803). OF Nueva YOrk (21/23/12/53. Cirt. ML. 5126). OS Columbfe (1960, CBS 6174) Comptct Disc. Sinfonía 4. OF Nueva York (21/2/51. CBS 4472. OS BBX (21/2/34. BWS 803). OS ColimUa (1959. CBS 32373) Compon Dtoc. Variaciones sobre un lema de Havdn. OF Nueva Ymt. (Ht/19,'2/53. Col ML 5056). OS Columbia (1960, CB$ 60298) Compací Disc. BRUCKNER: Sinfonía 4, OS ColiaiibiB (1960, CBS 60297) Compact Dbc, Snf<mí<i7 OSCoiumM*(1961,CBS6U28/9C.D. Sinfonía 8. OF Nueva York (26/1/41. BWS 808). SnfiMia 9. OSCohanhia (1959, CBS 6171) C. Disc. Te deiffn Yctnd, Harrel, Lípion. Lloyd. Weslininste< Choir. OF Nueva York (7/3/53. 4890). BERLIOZ: BUSO NI: a - n i í u i o Crllini. obertura. Opera Berlín (1924, Polydor 66075/6a. 78 rpm). Qmcieno violin. Adolf BUM.II. O Omtengebmi» (1936. BWS 355). El carnaval romano, obertura. OF Berlín (1924. Piilydw 65929. 78 rpm). IM < ondenación de Fausto: Mtnuero. Royal Philharinonic (1920. Col 67075. 78 rpml CHERUBíM: I ponaitiri d'acqua. abenura. Opera Berlín (1924. Polydor 66073. 78 rpm). Sinfonía fantasitco. OC París (EMI-Refer^ntcs) CHOP1N: BIZET: Carmen: Pretudiw de loi ai'tos J. " V 4." OF Berlín (1900. Polyüiir 65954. 78 rpm). BRAHMS: Caniv del dtslino Coro WcsLrninucr. OF Nueva YurkllS-2-41. Col. SOL 156). CO RAÍ, Roma (16-4-50, Foml C«ra LAR 7) OccMtnlal Collegc Cbnir v OS Columbia ( l % l . Col. MS 6488) Compací Wsc. Concierto piano I. Hon>wm. O CumengebiHi* (1936, BWS 728). Cimdtrlo piano 2. Myra Hess. OF Nueva Ytirk HI-2-51. BWS 736). Contieno noiln. Morini. OF Nuev» York (1952. BWS Jap 1025). Doble cenciena. Slern, Rase. OF Nueva York (29-II-54. Col ML 5076) Fraccscaitl, Fournitr, OS Columbia (1959, CBS MS 615» Compact Dbc. Danzas Húngaras núms. 1. 3, 10 y 17- OF Nueva Yort (12-2-il.Cul. ML 5126). 4 Litder: ¡mmtr leiser »inl mein Schlwnmer. Der Tod. das isi dte Kahlt Sochi. Baichafi y Van rmger Uebe. Kalhleen Femer (conliallo). Bnino Walict (piano) (DECCA, Feainl de Edimburgo, sepliembft de 1949, AKF l-7>. Obertura Festival Acadimko. OF Viena (1B-I0-Í7, RCA CAL 242). OF Nueva York (12-3-51, Col. ML 5126) 0 5 ColumUa (l»t*. CBS 614*7) Campan Disc. Obertura Trágica. OS Boaon (1944, V Dis 120). OF Nueva York (1954. Col ML. 5076). OS CohanW* (1960, CBS MS 6173)Corapan Disc. Rapsodia para cvttirattn. MlHcr, Occfdcnliil CulltRt Choir y OS Coliaubia (1961, 6488) C. Dlsc. Concierto piano I Rubinswin. OF Nueva YmL (9/2/49. BWS 740). Notiurno< Op. 9-2- Bruno Wallcr (piano). (Lo*. Angeles. 2/7/52. BWS 807). Vals. Op. 62-2 Bruno Wallcr (piano). (L.B. AngfIc*. 2/7/52). COKELL1: Comerlo grosso. Op. 6-8. OS Londrei (13/9/38. WSA 702/3. OS Boslon. 1944, V Di».- 128. DEBUSSY: El mar. OF Nueva Yort (19/1/41. BWS 808). DVORAK: Danza eslava. Op. 46-1. OF Nuev» Yort (1941. Cu CX 211. 78 rpm). Sinfonías OF N. York (28/11/47, Col ML4I19). OS Cohmbia (1961, CBS 69198) Compact Dbc. Sinfonía 9. OSCohanna (1959. CBS6066) C. Dtac. GOLDMARK: Condena notin. MibMin. OF Nueva York (I /1 i Í42. BWS .523) HAENDEL: Concertógrtaso, Op. 6-12. OC Parin(l7-S-3B,HMV DB 360 1/2, 78 rpm). Scherzo 69 GRANDES INTERPRETES HAYDN: Sinfonía 86. OS Londres (13/9/38. BWS 909) SinfoniaSS. OSCoiianlia (1961,CBS 60501)C.D. Sinfonía 92 OC París (7/5/38. RCA CAL 251). Sinfonía 96. OF Viena 15/5,37). RCA LCT 0015) Sinfonía ¡00 OF Viena (10/1/38. BCA CAL 257) O S C o l u m b i a U 9 6 l . CBS 60501) Compact Dtac. Sinfonía ¡02 OKN. York(18;2;53.Cd ML 5051). Las Estaciones: O Welcome niw... O hi>* pleasina lolhesensei... Simonella Mazzelini (soprano) OS S. Francisco (1954. CLS 20311- El sueño de ima noche de verano. Scher&r. OF Nueva Yofk (1945. Col ML 4(101). El merto de una noche de rerano: Nocturno. Royal Philharmonic (1924. 78 rpm 67086). En nías del canto Lottc Lchmann. soprano. Bruno WUIUT (pianol (1950. BWS 807). MOZART: Arias de cunt-trrto y de óperas. George Lotukin. OS Columbia (1953 Col. ML 4699) Arias de concierto v de óperas. Eiio Pinza. Metropolitan (1946-1947. CBS 540851. Arias de líperas. Eleonor Síeber.OSG>]uinr|ia(1953. Col ML 4694| MAHLEH: Ferrier. OF Viena (4/10/49. Arias de óperas. Lily Ponv Metropolitan (1 1/5/42. Col ML 42I7| Des Knaben Wunderhitm; Wo üxe schomen Trompeten blasen. Schwarzkopf. OF Viena 11960. BWS 70S). Das Ued yon der Ente. Thorborg. Kullman. OF Viena (24/5<.16. Scmptum 60191 Ftrrier, Pitzak, OF Viona (195!, DECCA LXT 2721) Compart Disc. M l e r . Haefllpx, OF N Vorii (l%0, CBS 60503) CD. La clemenza di Tito. K. 621, obertura. OF Viena (15/1/38. EMI Jap EAC5703SI. Kindenmentteder. EMIRélérenccsl Uedereine¡fahrendenGeselkii. MMa, OS Cohmbta (1960, CBS 6488) Comparl Btw. Ucder unii Gesaenf-e aus der Jugentizeir. Haiban. B. Waltcr (piano) (1947. Col. 171). RUiirn Ueder; fch bin der Wdl... TTioborg. OF Viena (24/5/36) EMI 57039) RíickertUeder. Schwar/ktipT. OF Viena(IM60. BWS 705). Ferrier. OF Viena (1952. DECCA AFK 1-7). Smf,ma!. OF Nueva York (25/1/54. Col. SL 21B). OF Nueva York (1955. Movimiento Musita 011)16) OS Cohanbia (1961, CBS 30047) Cent!pací IHsc. Sinfimial CctMan, Anday, OF V¡«uH 15/5/48. BWS 367) Cundsrl, Forrerter, OF Nueva York (1957, Y23O48 CBS Odyssty) C m p K I lUsc. Sinftmia4. Halhan OF N Y (10/2/45. CBS .12160025). Schwarikopf. OF Viena (19*0, BWS 705) C D . Sinfonía 5. OF Nueva Yink (10/5/47. CBS 32260016) OF Viena (I VI/38. EMI-Reférences) (aílo Adagieno). Concierto piaiio K. 449. Myra Hess. OF Nueva York (17/1/54. BWS 36). Concierto puno K. 466. OF Viena. Bruno Waller. «•lista y director [ 1937. EMI 14750178). Ruioir Firkmny. OF Nueva York (5/2/50, CLS 2032). Myra Hiiss. OF Nueva York (4/3/56, BWS 36). Concierto piano K. 482. Artur Schnabcl- OF Nueva York (1941, BWS 717|. Cttnciertit liolín K. 216. Francescatli. OS Columbio (1958, Col. MS 6063). Concierto violin K 218. Bromslaw Hubcrmann. OF Nueva York (1945. Rococó 2026). Bnmislaw Hubennann. OF N.Y. (26/5/46. V-Disc 67) Zini Francesa!». OS Columbia (1958. Col MS 6063). Cosí fon tutu, K. 588, obertura. Opera Berlín [1924, BWS Jap 1004). OF Nueva York (1945 Col M565, 78 rpm). OS Crfumbia (30/12/54. Col. ML 5004). OF Nueva Ymk (1954. PR .%). OS Columbia (1961, C d . MS 6356) Competí Üisc. Dundas alemanas. K. 605. OF Viena (4/5/37. KM] Jap 57039). OS Columbia (18-30/12/54 Col. ML 5004). Sinfonía 9. OF Vitna (/(VI/JS. EMI-Réffrenets)- OS Columbia (1961, CBS M2S 676) Compact Dist. Don Giovanni ícompleta¡. Pinza. Hellei^gnibcr. Alsen. Rethberg OF Viena (Feaival de Salzburgo. 2/«/37. BWS 802). Puiza. Bamplon. Konkin. Kullinan. Novmna, Sayao, Kipnis, Harrell. Metropolitan (7/3/42. WSA 305). MENDELSSOHN: Ene Concuño violto. Milaein. OF Nueva York (7/.1/45. V-Diac 696/8). Milstein OF Nueva York (16/5/45. BWS 716). Francacau. OF Nieva Y.»k (17/3/47, BWS lap 1025). Lia Hébridas, obtn. OF Berlín (1924. DO 2740259). Romanza sin palabras Op. 64-7. Bruno Waher (piano) (Los Angeles. 2/7/52. BWS 807). kleine Nachlmusik. K. 525. Brilish SO (1931, Col LX 144/5. 78 rpm). OF Viena (17/12/36, EMI Jap 57039). OF EMomlmo (9/8/50, BWS 207), OS San Franci-CH (18/4/54, CLS 2031). OS Columba (18-30/12/54, Col ML 5004). OS ColianbiB (17/12/58, CBS 6356) Compact Disc. La finta giardiniera. K. 196. obertura. OF Viena (I5/I/3S. EMI Jap 57039). La flauta mágica. K. 620, obertura. OF Mozan. París (¡928. BWS Jap 10061 OS Columbia (18-30/12/54. Col ML 5004). OS Coiumbia (S-31/3/61, Col. MS 6358) C. Diw. Ln flauta ma%icu tettmpleta). Pinza. Kullmann. Novolna. Brownlee. Melropulitan (1941 MJA 500(1). Tucker. Slebcr. Berecr. Brownlee Meiropulitan (1949 HRE .116). Hiñes, Sullivan. Lomlon. McCratken, Pelen, Amura. Upmann. MaropoMlaii (23; 2/56. BWSiap 11)18). M m w i , K. 366. obertura. Opera Berlín (1924. BWS Jap 1064). Maurerische Traurrmusik, K. 477. OS Columbia (18-31/12/54. Col. ML 50041. OSCoiimbni (S-31/12/61, CBS «356) Campad Dfec. MisaK. 427. Mü/olini. OS San Fram;iiiw{ 18/4/54. CLS 20.11). MinuetvsK. 56SyK. S99. OS Colurabia (18-30/12/54. Col ML 50041' Le nozzedt Figuro. K. 492. obertura. Royal Pbilharmonic [ 1924. 67083b Col. 78 rpm). OS BBC (15/4/32, EMI 14750178). OF"Euocolmo (1950, Olympic OL 81251. OS NEBC (24/2.51. Nippon Col OZ 7509) OS Columtna (18-30/12/54, Col. ML 5004) OSCoJumW» (31/3/61, CBS 635t) Cwnpact Dbc. Le nozte di Figarv {ampiela) Swbilc. Pinza. Lazzuri. Raumwaara. Nuvotna. OF Viena (FcMival de Saliburgo 19.17. BWS 8011. Pinza. Siyao. Brovnlee, Rethberg. Stevenb. Melropolnan (29il/44. Opcralic Archives OPA 1033). Requttm. K. 626. Schumann, Thurburg. Dermota, Kipnis. OS Londres (1937. EM1-Réf¿remes). Srefried. Tourel, Simoneau, WarTieki OF Nueva York (1956. CBS 72326). üdlaOua, Malaiiuk, Dermola. Siepi. OF Viena(l956, Fonjt Cetra). De' Schauspieldirektor. K. 486. obertura. OS Columbia (1954. Col ML 5004). OS Columbia 119*1, CBS 6356) OimpHct Dfcc. Serenata K 250. .Hdfne". OS Buslon (1944. VDi«- 128). Sinfonía ttmeenanu. K. 364. Corigliaiio. Lincer. OF Nueva York (1946, BWS 523). Snfnwa25,K. 183. OS Culumbia (1954. CBS 61720). OF Viena (26/7/56, BWS .167). Sinfimta 28. K 200. OS Columbia (2/12/54, CBS 61720). Sinfonía 29. K. 201. OS Columbia (29-30/12754, CBS 61720). Sinfonía 35. K. 385. -Haffner-, OF Nueva York (5/1/53, Col ML46W). OS CotumUa (1959, Col. ML 6255) Compact Dfac. Sinfonía 36. K. 425. -Unz-. OS Columba (26-28/4/55, Col. ML 5175). OS CoJianUa (1960, Col. ML 5893) Cumpart Dfac. Sinfonía 38, K. 504. -Praga: OF Viena (18/12/36. EMI Jap 570.19). ORTF (1955. BWS Jap 1026). OS ColianMa (1959, CBS 6494) Cnmpact Dbc. GRANDES INTERPRETES Sinfonía 39. K. 543 OS BBC (32/5/34. EMl 14750178). OF Nueva Yurk (26/5/46, V-Dise G7) OF Esuculmo (I0SI, Olympie OL 8125) OF Nueva York (21/12/53. Col. ML 5014). OS ColunUa (1960, MS 6443) Compucl Disc. OS ColumUa 11959, CBS 61120) Compacl titee. htiengrin. preludio at-ui 1. ". OS ColumUa U959> CBS 65071 Compact Disc. lj<tiengrtn, preludia acto 3. ". Royal Ptulharmonit (1926. LI962. 78 rpm). Meistersinger: Danza aprendices. BríEish SO (1936. Col. DX 86) Sinfonía 40. K. 550. O. (1929. BWS Jjp 1003) Cuncurlgebouw (1948. BWS lap 1022). OF Nueva York (5.2,50. CLS 2032). OF Berlín (25/9/50. BWS 726). OS Cohanbia (1959, CBS MS 4693) Campad Disc. Sinftmia41, K. 551. -Júpiter-. Meineningfr. Preludio acto I ". BriliJi SO (1931. Col. DX 86. 78 rpm) OS ColumUa <19S9, CBS 6149) Campad Dfec. Meisteriwger: Preludio acto 3." Royal PhiLbarmoun. (1924. Cul 67086. 78 rpm). Briiish SO (1931. Mctrunomc ULX 30071. Hl holandés errante, obertura. Royal Philkirmonte (1926, Melronome ULX 3007). ComxTtgcbuuw (1936. BWS Jap 1014). OS Colombia (I9S9. CBS 6149) Campad Disc. Panijal. preludio mío 1.". Ruyal Philharuiitnk: U925. Mítruntimic ULX 3(107). OS ColumUa (1959, CBS 6149) Compacl Dfec. Purvftií- Interludio acto I.". Rtiyiil Philarmonie<l93l m Col I. 1745. 7» rpml. O F Vicim (I I.'l-Jg. EM1 Jap 57034) OF Nueva York (1945, Col ML USO) OF Nueva Yurk (5/3/56. Col. ML 5014) O S ColumUa (1960, CBS 6225} Cnmpacl Disc. SCHUBERT: 6 Üeaer. Kalhlctn Fcnier. Brunu Walln (pianol {<i!W. Feilival Edimburgo. DECCA) Mámenlo musical nüm. 6. Bruno Waiier (pianol (Los Angeles 2/7/51. BWS 807). Rosamunda: Ballet en Sol maytir, balín en Si menor. OS Londres (1938. HMV 36511 Roximunaa: Obertura, Entreacto. Ballet en Stil mtiwr. Os Columbia (1955. Coi 51561 Serénala. Lulle Lehmann (soprano). Bruno Wallcr ipianu) (1950, BWS 8O7|. Sinfimia ! OS Columbra (5( 10/54. Col. MI. 51561. OS ColumUa [1959, CBS MS 8218) Compad D Í K . Sinfonía tí, «Incmpteta". Oí- Vienail936. EMl Jap 57039). O Filsdclfi» (2/3/47. Coi. ML 4S80I O F Nueva York (1958, CBS 6218} Compact Dhc. OF Vlena (1960, BWA 705) Compact Disc. Sinfonía 9.-U Grande-. OS LumJre., (II-I2/W38, BWS 727). OF Nucti Yoii (214/36. Cul ML 4093). OF Esuitulnw (8/9/50. BWS 2117) OS ColumUa (1959, CBS U I 9 ) . Compacl Disc. Ptir\tfat: Encantos <let Viernes Santo. OSColumbia (1959, CBS 6149) Compacl DBC. Parsifal Escena de las mucntH'hiis-flor. Roygl Phkl hurnuint UW5. Col. 67190, 78 ipm). Cuenloi de Im bosques de Vtena. OS LiíKlre, (1129. Col. L2134,78Tprn) Brunu Wal(crlpiani) I Lo» An gelcs. 2/7(52. BWS («171. OS Columbia (22/3,59. CBS 605(151. RICHARD STRAUSS: Kenu. llenura. Royal Phdharmunit (1926. Cií 1820. 78 rpm). Tannbtíu.\tr. Venusbcr^ Royal PhilharnviniL: (1926, Mclruinime ULX 3007). Tannháttser. Pretwlio v Venusbertf. OS Culuinbla (1961. CBS 6507) Compacl Disc. Trinan t- Isolda: Liebesuid. Roya) Philharinonit (1924, L Ifi52, 78 rpml. SCHUMANN: J>»i Juan, koyal Philharinonii: 11926. Col. 67386-D, 7R rpm). OF Mo/an. París (1938. BWS lap 1014). OS Binlun (1944, V-Dist 1241. Ctinccngcbuuw (l«50. BWS k p 1022). OF Berlín (2S/*5O. BWS 726). Condeno piona. Eugrae blomüi. OS ColumUa (1960, CBS 6159) Compacl Disc. Dhhlerhebe. Loilc Lehmann I soprano). Brunu Walicr (piano) (24/6/41. CBS 61501). Kathlcen Feírier. Biuno Walicr (9/49. Feslival Edimburgo. DECCAI. Mueneyirarufixuraciórt. Ruyal Ph¡llmrmonH:([924. Col. 1621/23. 78 rpm) OS NBC (ts>n cns»y«!.) [1951. BWS Jap 1007) OF Nueva Yoik (29/12(52. CBS 46501 Der Rosenkavalier: final ocio 2. ". Andrassy. Muyr Orqucla no iJcnurnaila [ 1929. Col LFX 94. 78 rpin). Wtsendonck heder. Kiriícn Flags(au, Bruno Wslícr (piano) (1942, DIS 3700). Kirslen Flagsud. Brumi Wallcr (piano) (1952, BWS RR 531) Kretsleriana. Bruno Waltcr Ipianol IU>s Anuelcs. 2/7/52. BWS 807). Dtr Rmeiihiuatier W J Í I . OF Berlín (1929. EMI 54095). Sutomr. fturaí <Je Un siete velo». OF Berlín (1929. EMl 54095) TillEiikasplegel. OF Los Angeles (1950. BWS Jap 1(107) Der FreiM-hü/z, obertura. Royai Philhamhmie(l924. Col 67082. 78 rpml. OC París (9/5/3S. BWS Jap IU06I. Obcroii. obertura. OS San Ftaneistoi 18/4/54, CLS 2031) t i f í w j Airu-hii/f. Op. J6-6. Um< Lthmann. Bruno WaKcr (piam.l (IWSO. BWS 807). Manfral, ubemra. Opera Berlín (1924. Folydur 66074. 78 rpmlSinfimia /, Op. Jfi, 'Primavera'. OF Nueva York (IWS. BWS 7lf» Sinfenú 3. Op. 97. •Hrmna-, OF Nueva YiTk (4,2*41. C6S ML 40401 Sinfonía 4. Op. ¡20. OF Mo?ar¡. Paríi 11928. Cul. ML 06. 78 rpml OS Londres (26/4/39. BWS 7091SMETANA: El Moíla*i. OF Nueva York (4/4/4). Col. ML 2075) Lu novia vendida, ubenura. OS Londres (12/9/38. HMV 36S2. 78 rpm). JOHANN STRAUSS: El bello Oanubm A&l OS Columba (22-23/3/1956. CBS 60505). El Emperador, wi/i. OF Vlena US/10/37. EMI I-p 57039). OF Nueva York (18/4/42. Cu!. 11854. 7B rpm) OS Columba (22/3/56. CBS 60505). El murciélago, abemaa. Opera Berlín 11929. BWS Jap 1003). OC París (9/9/38. BWS lap 1006). OS Columba (22/3/56. CBS 60505) f. OFBtd[H(l9M,BWSJ^> 1003) Brunu Walm (pianol (Lia. Angeles, 2/7/52, BWS 807). Sangre uenesa. OS Columbia (22/3/56. CBS 60505). tu Watktria tAtio 1 " cianplelii). Lehmann. Mtlehh'r. LiX. OF Viciw (1935. EM]-Relén.-nLe,). Lo Walkina ÍMio 2.", esceruu 3." y 5. "i. Lehmann. Flescli. Muk-hiot. Jerger. Lisl. OF Vier» (22/6/35, EMI Jap 570.19) WEBER: ENSAYOS: VE8D1: Un balh m mastheru. ftera:. Warren. Mílarhw. Thiwborg. Metrópoli"" < 1944. BWS). Dan Cario. Rcimng. Nieolaidi. Volker, Kipnis Opera Viera (16/2/36. FJS 334). Laf<maarl destino. DAn^ki. Romai. Tibta. ñnia. Battakini Melnipoliian (1956. BWS Jap 1101 03) Réquiem. Milanov. £]ias, Bcrgonzi. To^^i. MeLropohum (1953. BWS Jap 1023). WAGNER: B Ocaso de IJH dioses Marcha fúnebre. Ri»yal FililtamHKiie (1924. Col. 67081). Briiish SO (1931. Col LFX 246. 78 rpm). El Ocaso de los Dioses Escenafinal Kirslen Flagslad. OF Nueva York (1952. BWS). El Ocaso de los Dtose*. Viaje Sigfria\i- Rayii H^klbarmonit (1924. Col L 16361. Bmish SO (1931. Marcmome ULX 30071. Fausto, obertura. OF Berlín (1924. PolyJor, 65955, 78 rpm) Idilio Sgfriao. Royal Philharnunic( 1924. Col. 1653. 78 rpm). R. Pniltaimumc (1926. Col. 67317. 78 rpm) Brilisb SO (1930. Col. LFX 145/6. 7B rpml OF Viene (1935. EMl Jap 57039). OS Boslun (1944, V-Dist I28>. OF Nue» YoA (5/1/53. Col. 5338). Bruno Walter rehearses Beethvvrn. Bruñí Waller ensayamlo Us SinFonias Cuana, Sdpuma y Novena de Bcethove-n. OS Columbia (1958. CBS 99893). 'Portriut ofa ftrrut mustctim at v*irk». Re(rato de un gran müsieo miemrav trabaja. Fragmen(os ik lo^ensayosile la Quinta SmfonUüc BeelrHkven. OS Columbia (1958. Col. MS 6506). Ensayos de fragmentos de la Segunda v Tercera de Brahms. OF Nueva York (1953, Col. 32785/61. Ensavcts de la Novena de Mahler. OS Columbia (1961. Cul.WM I). - 7 V hirlh ofa performance*. Ensayos completos y ejecución Je La Sinfonía Lin?. de Mozart (1960. Cul. CBS Diamund). Ensaya del Idilio dt Stgfrido. OS Columbia (1959,. M3S 7431 CONVEKSAC1OP4ES: Bnno Waller teefntgnvntos a)e su libro - Van der Mustk und musiveren*. ¡DG430IB1. Bruno Waller in conversalian vith r\rnold Uickaelis. (Col BW 8«). AJÍ evtning with Bruno Waller. Waller habla de Moz m y Richaid Sitauu, (Cul W2 2). © Enrique Pérez Adrián Seherzo 71 Expomusica Centro de Formación Profesional ONCE afinación y reparación de pianos Ramírez de Arellano, 21, Tel. 415 06 00 28043 Madrid HOMENAJE ELISABETH GRÜMMER La cordialidad en el canto E L nombre de Elisabeih Grümmer le suena a cualquier aficionado a la ópera o al lied Durante años, y aun sin el relumbrón —fue siempre persona de natural sencillo y humilde— de otras cantantes de su generación y nacionalidad, estuvo en la cima del arte mozartiano, wagneriano o straussiano. Pertenecía a una estirpe de sopranos constituida, entre otros, por nombres tan ilustres como los de EUsabeth Schumann, Tiana Lemnitz, Irmgard Seefried o la tercera Isabel: Schwarzkopf. La noíicia de su inopinada muerte, ocurrida en noviembre de 1986 a causa de un ataque al corazón con el que hizo crisis una gripe inoportuna, recibida en España con gran retraso y, por supuesto, en círculos muy reducidos, nos ha caído como un mazazo. Lo menos que podemos hacer es rendirle desde aquí este humilde pero sentido homenaje. Doña Ana I Foto: Foyer F UE en el restaurante El Puchero de Madrid. Unos cuantos amigos, lodos relacionados, de una u oí ni forma, con La cosa musical, nos habíamos reunido a cenar en lomo a Elisabeth Griimmer, por aquellos días presidenta del Primer Concurso de Interpretación Reina Sofía. Llegó el momento de pedir las viandas. Nuestra homenajeada tenía ciertas (por no decir, todas) dificultades con el español y no acertábamos a entender, con su cerrada pronunciación (lo que revelaba que nuestro alemán no era tampoco muy allá), qué manjar era el que insistente y casi desesperadamente solicitaba. Y entonces, la buena señora tuvo una idea: -In dnem Bachlein helle., comenzó a canturrear. En seguida, todos la comprendimos (menos la camarera, claro): ¡Die Forette! ¡la trucha! ¡Cómo no habíamos caído! Nuestra invitada reía con ganas, poniendo de manifiesto un proverbial buen humor, un talante cor- dial, una humanidad y una sencillez tan cálidos como alejados de cualquier atisbo de divismo. Algo que, unos días antes. Roberto Andrade y yo habíamos podido detectar en primera instancia en el curso de una entrevista que nos concedió para la revista Ritmo. Era, en verdad, una mujer muy amable y simpática, llena de un encanto extraordinariamente natural, de una rara afabilidad. Se conectaba pronto con ella, sobre todo si se hablaba de música. Y lo curioso —o quizá no— es. que su arte como cantante era igual de (luido, de limpio, de transparente; de cordial. En nuestro recuerdo, además de su imagen física, permanecerá siempre su arte cono cantante, espontáneo y exquisito al tiempo. Una carrera tardía y rápida sabeth Grümmer, nacida el 31 de marzo de 1911 en La localidad lorenesa de Niederjeutz, dedicarse al canto. Sus miras se dirigían más bien hacia el teatro. A los diecisile años habían ingresado en la escuela teatral de Meiningen, en donde, como aficionada, participaba también en sesiones operísticas. Dos años más tarde contaba ya con una interesante experiencia, que le había proporcionado sus actuaciones en Mignon de Thomas, Haensel y Gretel de Humperdinck y Fidelio de Beethoven. En el campo teatral puro había interpretado el £gmont de Goethe y en el de la opereta. El país de las sonrisas de Lehar. Contrajo matrimonio con el primer violín de la orquesta del teatro, que muy poco después pasó a ocupar el mismo puesto en la orquesta de la Opera de Aquisgrán, institución regida a la sazón por el joven Herberi von Karajan. Fue éste quien, habiéndola escuchado, ia animó a estudiar canto seriamente. No estaba en el animo de la joven Eli- Scherzo 73 HOMENAJE Durante tres años asistió a las clases del maestro. Frilz Schlóndorf y en 1941 se le presentó la oportunidad de intervenir, cotno primera muchacha flor, en una representación de Parsifal. Hubo de aprenderse el papel en cuatro días. La cosa fue tan bien que de inmediato se le asignó la parte de la Baronesa en Der Wíldschiitz, de Lortzing. A la mañana siguiente recibió una llamada telefónica: «Bien, señora Griimmer. El año que viene quiero montar Der Rosenkavalier, ¿Quiere Vd. cantaf Octavian?» Era Karajan quien hablaba. A su pesar, pues, Elisabeth Grúmmer, que en realidad era una sana y normal madre de familia alemana, iniciaba asi los primeros tramos de lo que iba a ser una importante e internacional carrera de cantante. Pero no lodo iba a ser fácil: tras unas actuaciones en la Opera de Duisburgo y, poco después, al quedar destruido el teatro de dicha ciudad por un bombardeo, en la Opera de Praga, muere en Aquisgrán. durante un ataque aéreo, su marido Paul. Al terminar la guerra regresa a Mciningen, en donde había dejado a su hija y reemprende su carrera con una versión de concierto de su vieja amiga Der Rosenkavaíier. Amplia su repertorio, comienza a cantar lied y oratorio y. en 1946, es contratada por la Opera de Berlín. Una representación de Las badas de Fígaro, en donde canta la Susana, la catapulta definitivamente a la fama. Los periódicos hablan de Las badas de Susana. En seguida vienen los viajes y las actuaciones en otros países: Covenl Garden en [951. Scala en 1952, Opera de Viena en 1953, Salzburgo en 1954, Maggio Musicale Fiorentino en 1955. Glyndebourne en 1956, Bayreuth en 1957, 58. 59... Canta fundamentalmente repertorio alemán de lírica, pero también hace excursiones al italiano (Otello. Bohéme). Brilla sobre todo en la literatura mozartiana, especialmerte Pinina, Condesa, Doña Ana y Fiordiligi; wagneriana. en particular Elisabeth. Eva y Elsa. y weberíana, principalmente Agala. Durante quince años es una de las figuras más relevantes, junto con Elisabeth Schawarzkopf e Irmgard Seefricd. de la falange sopranística germana. Antes de dedicarse por entero a la enseñanza del canto, actividad que había iniciado en 1965 en el Conservatorio de Berlín, interpreta, ya en calidad de despedida, su última Maríscala en 1971. Su labor docente se extiende a la Escuela de Canto de la Opera de París, a Hamburgo y a Lausana. Hasta muy poco antes de su muerte todavía conservaba su amor por la enseñanza y gustaba de recibir en su casa de las arueras de Berlín a algunos alumnos predilectos. El sentimiento en el arte Elisabeth Grümmer era un espíritu sensible, que apoyaba el esludio de sus personajes, y la técnica que había de impulsarlos a través de la música, en el sentimiento. En cierta ocasión la soprano manifestó: «El mero intelecto no está en el origen de ningún trabajo artístico-. Se refe- L Scherzo 74 ría, naturalmente, a la relación existente entre preparación intelectual, la profundización en d significado de la escritura musical, y la interpretación de un papel, la puesta en pie de un personaje. ¿Hay que sentir realmente lo que se canta, hay que meterse dentro de la figura humana a representar? ¿Hay que identificarse totalmente con la psicología del personaje? ¿O es, no ya suficiente, sino conveniente, conocer las peculiaridades de aquél y limitarse, con cierto distanc¡amiento, a ponerlas en evidencia? La cantante era, al parecer, partidaria de la primera opción. En la entrevista antes mencionada, que se publicó en enero de 1978. matizó la cuestión recordando una frase de Goethe: «Por mucho que domines un personaje, si no lo siente, su interpretación no tiene ningún valor-. Parecería lógico, en lodo caso, ciñéndonos al estudio y recreación de personajes dramáticos, musicales o no. combinar ambas teorías. No parece demasido lógico llegar a sentir un personaje si antes no se ha estudiado debidamente. Un instrumento singular Puede decirse que nuestra homenajeada jugaba con ventaja, y ello sin negar sus enormes méritos interpretativos, ya que la naturaleza le había obsequiado cotí una voz de extraordinaria pureza, de timbre cálido, lleno de irisaciones, rico en armónicos, dotado de una limpidez y de una cristalinidad, pero al tiempo de una coasistentia verdaderamente extraordinarias. La técnica de emisión, intuiliva, probablemente natural (recordemos a una Victoria de los Angeles), era fácil, nítida, con una proyección del sonido hacia el exterior envidiable. Una voz homogénea, sin baches, altibajos o cambios de color; extensa, que circulaba con soltura en todas las zonas de la tesitura. Tuvo la suerte, además, y ello le permitió conservar este maravilloso instrumento durante toda su vida, de contar con el sentido común y el buen consejo de su amigo y primer maestro serio Frilz Schlóndorf y. más adelante, de recibir la muy sabia ayuda de una eminente profesora, con la que mantuvo relaciones durante 23 años. Franziska MartienssenLohmann, profunda admiradora de la escuela de canto italiana, que, salvando las diferencias idioinálicas. supo trasladar hábilmente a Alemania. La Grümmer recogía así, a través de su maestra, la síntesis a la (pie aquélla había llegado. Es preciso recordar que la Manienssen-Lohmann había sido discípula del barítono alemán Johannes Messchaert (1857-1922). alumno a su vez del también barítono alemán, aunque nacido en París, Julius Stockhausen (1826-1906), íntimo amigo de Brahms, cuyo maestro había sido Manuel García 11 (1805-1906) importante bajo, hijo de Manuel García 1. fundador de la dinastía a la que pertenecían la Malibran y Paulina Viardot. Manuel García II fue uno de los primeros en plantear de forma científica el estudio de la voz e inventó el laringoscopio. La tersa superficie esmaltada de la voz de Elisabeth Grümmer producía en cual' quier oído un mágico efecto. Tanto más cuanto que ese diamante natural aparecía perfectamente trabajado, preparado para engarzar en cualquier soporte, sin importar el valor y brillo que éste tuviera. Sorprendía, en efecto, la manera en que nuestra cantante sabía atemperar el oro emanado de sus cuerdas vocales, regular la intensidad del sonido, ora aplanando, ora engrosando y ampliando aquél. Estaba en el secreto, un auténtico arcano para la mayoría de los cantantes, del legato; sabía como nadie emitir largos sonidos dentro de los que aparecían unidos de forma inconsútil los distintos fonemas constitutivos de las sílabas, palabras y frases que componen un texto. Su meua di voce era naturalmente perfecta, su modo de cantar sobre el fíalo. HOMENAJE no grabó demasiado, aunque sí lo suficiente para que podamos contar con algunos testimonios sonoros impagables, perfectamente demostrativos de su arte luminoso, que. sin las sofisticaciones de la magnífica Tiana Lemnitz —a quien en algunos aspectos recordaba— ni ios preciosismos un tanto intelectuales de la Schwarzkopf, llegaba tan directamente al corazón. Como expresaba André Tubeuf. -no es que haya sido la más grande Pamina del último medio siglo, es que no ha habido otra Pamina-. Y Pamina. en efecto, fue uno de sus grandes logros, aunque, curiosamente, nunca llegó a grabar una versión comercial íntegra. Existe un registro de la radio de Frankfurt (Melodram 044). de 1955. dirigido por Solti. en el que interviene en el citado papel nuestra soprano; pero es una versión en vivo, durante años pirata y de sunido muy regular. La famosa aria de Pamina Ach ichfiihl's, perteneciente al segundo acto de La flauta mágica, se encuentra incluida en un precioso disco Dacapo C W7-28 553. fabricado en Alemania y hoy de muy difícil adquisición. En ¿I aparecen también fragmentos de Las bodas de Fígaro (Porgi amor), Der Freischatz (lase, leise), Tannnáuser (Dick, taire Halle), Mi/pion (Comtais-tu le pays?). Olello (Aw Maña), Hünsei y Gmel (Jucbne! Mein Erbeüíórbchen ist voll), con la Schwarkopf. y El caballero de ¡a rosa (presentación de la rosa, trío y dúo finales), con Rysanek y Kóth, en Octavian. A través de esta selección de páginas comprendemos el arle sencillo y depurado de la Grümmer. Su versión del aria de La flauta es modélica. El íntimo lamento resulta desgarrador interpretado asi. despaciosamente, con un control tal de la respiración, con una emoción tan contenida. de jugar con el aire a flor de labios, con el sonido siempre Fuera, con el esmalte en todo momento resplandecienie, asombraba. Todo ello, unido a su sentida aproximación a los personajes que recreaba, le permitía otorgar a ésios una innegable vida y acentuar magistral mente su canto. Por sus características, instrumentales, técnicas y humanas. Elisabeth Grümmer encajaba mejor en aquellos personajes dotados de una evidente limpidez moral, de un romanticismo efusivo, de un cierto desvalimiento; personajes líricos, cálidos, entrañables. Personajes muchas veces débiles. pero dispuestos a renacer, tras crear desde dentro la semilla de una nueva energía. Son las Paramas. Evas, Ágatas, Maríscalas... Su presencia en d disco La cantante recientemente desaparecida El canto patético de la Condesa queda perfectamente subrayado por la depurada línea de canto, el tono elegiaco, el extraordinario legato. Pocas veces se ha recogido la alegría desbordante de Elisabeth al conocer la pronta ilegada de su esperado Tannháuscr. Cierta apretura en el Si agudo final de la página no empaña el resultado. La amable noslagia de Mignon aparece espléndidamente reflejada en el canto tierno de la soprano, sin que el hecho de que el idioma empleado sea el alemán (como en todas las demás piezas) nos importe demasiado. Es interesante, en el fragmento de Humperdinck. comprobar de qué manera se amalgaman el lirismo elegiaco de una cantante y la reflexión de la otra. Y vemos asimismo cuánto ardor juvenil y amoroso entusiasmo caracterizan el Octavian de nuestra protagonista, a despecho del. en principio, relativo espesor de su voz de soprano lírica pura, como se sabe. En el disco intervienen los directores siguientes: Karajan. Schüchter y Keilberth. Es famosa la grabación en vivo, hoy reprocesada y difundida hace poco en España (EMI) del Don Giovanrú de Saliburgo de 1954 dirigida por Furtwángler. En ella, FJisabeih Grümmei. que intervenía por primera vez —en años anteriores se había contado con la Welitsch—, rodeada de un reparto de gran gala, encama una sentida Doña Ana. algu llorosa, pero impecablemente cantada a despecho de ciertas dificultades con el idioma italiano. También de 1954 es el Der Freischütz dirigido por el citado maestro. La Ágata de Grümmer resplandecía como resplandeció en 1959, cuando la Voz de su Amo decidió llevarla al disco comercial bajo la batuta de Juseph Keilberth (en 1967 se distribuyó con el sello Seraphim y en 1973 la reeditó Electrola). Toda la poesía, la magia nocturna, el brillo de la melodía, el lirismo romántico que se desprenden del personaje y de las situaciones que vive afloran en esta vivida interpretación. Veisión de referencia teniendo en cuenta además la inspirada dirección de Keilberth y el estupendo plantel de cantantes. Tres óperas de Wagner tienen a Grümmer como protagonista femenina: Tannhüuser, Lohengrin y Los maestros cantores. La grabación de la primera (EMI), de 1961. posteriormente reeditada, aparece dirigida por el competente Franz Konwitschny. La Elisabeth de la soprano, cuando ya contaba 50 años, es de gran calidad expresiva. La segunda, registrada por la misma compañía en 1963 y soberbiamenté dirigida por Rudolf Kempe. nos muestra ya ciertas debilidades, sobre todo, en la zona aguda, de la cantante, que ofrece, no obstante, una creíble —y eso es, en verdad, difícil— Elsa. La tercera ópera está asimismo presidida por Kempe y también editada por EMI (1957). Grümmer brilla poderosamente en medio de un magnífico reparto, aunque es posible que se muestre más expresiva en su grabación en vivo de 1961. con el conjunto de Bayreuth y la dirección de Knappertsbusch. Encontramos ingualmente a nuestra protagonista, como Frcia. en El oro del Rhin grabado por Furtwangler con U RAÍ de Roma en 1953. La fragilidad y características vocales del personaje le convienen perfectamente. Y no pueden dejar de mencionarse, dentro de este apartado, otros dos importantes logros, sin duda históricos: el Hünsel y Gretel y el ¡domeneo. Aquél, grabado en estudio por la Columbia en 1953, recoge todo el clima irreal y la magia de la partitura, plásticamente dirigida por Karajan y graciosamente recreada por las dos Elisabeth. Este, un famoso pirata durante años, nos acerca una representación salzburguesa de 1961 gobernada por Ferenc Fricsay. Grümmer se atreve con un hueso tan duro como el de Elektra. destinado en principio a una soprano dramática de agilidad. En general, sale más que airosa del empeño. A su lado, la Dia de Pilar Lorengar (Melodram). Fuera del mundo de la ópera Elisabelh Grümmer aparece en algunas grabaciones que, por un motivo o por otro, han sido calificadas de míticas. Por ejemplo, la tan polémica, y poco respetuosa con el estilo, versión de La pasión según San Mateo de Bach montada en Viena por Furtwángler en abril de 1954 y grabada por Eleclrola, donde Grümmer. rodeada nada menos que por Dermoia, Fischer-Dieskau. Hóffgen y Edelrnann, es capaz de contagiarnos una suerte de misticismo. Por ejemplo, un be- Scherzo 75 HOMENAJE Foto: Vallecillo lio Réquiem de Mozarl; mejor dicho, dos: el grabado a las órdenes de Frii;say (DG) y el registrado con Kempe (EMI). Recordemos- también su sentida expresividad en el mítn. 5 del Réquiem alemán brahmsiano, registrado también con Rudolf Kempe para EMI. Por ejemplo, y esto es una autentica joya. La creación, de Haydn (EMI), con el ctíro de Santa Eduvigis de Berlín y la preciosa y transparente dirección de Karl Foster, en donde la cantante da un curso de bien decir. Su voz es una auténtica gloria y circula por los líricos meandros haydnianos con sana libertad. Es necesario mencionar, naturalmente, el disco, editado también por Dacapo. que contiene un puñado de lieder de Schuberl y Brahms. Entre otros, Die Forelle. Auf dem Wasser zu singen y Wiegenlied del primero y Regenlied, Das Müdchen y Geheimnis del segundo. El canto espontaneo, lleno de brillos y de transparencias, de Grümmer. hace maravillas con estas pequeñas piezas maestras. Es difícil escuchar, desde luego, una Trucha expresada cómanla sencillez y tanta gracia, o un Wiegenlied. Op. 49 núm. 4, de Brahms enunciado de forma tan elusiva, tan íntima, dentro de una línea de canto tan tersa. El disco tiene además la ventaja nada despreciable de contar con la prestación pianística del ejemplar Gerald Moore. Como final de este forzosamente, breve 76 Scherzo Foto: Widesound repaso por la discografía de una canlantc singular, señalemos un álbum de dos discos vendidos en nuestro país hace unos años, editado por la siempre oportuna Melodram. incluido en la serie veinticinco voces célebres de la lírica. Algunos de los hits, tamo operísticos como liederísticos, de la soprano, se contienen en él: Cosí, Bodas. Don Giovanni, Freischütz, Meistersinger... Fischerweise, An der Quelle (Schuberl). Der Nuu>baum, Die Soldatebraut (Schumann), Ach des Knaben Augen (Wolf). Al lado de novedades como el aria de Lisa de La dame de pique de Tchaikowsky o un dúo de Los cuentos de Hoffmann de Offenbach. Intervienen en esie interesante doble LP. en él casi lodo se canta en alemán, además de Grümmer, artistas como Walter Ludwig, Hilde Güden, Peier Anders. Hans Hotter o Fischer-Dieskau Los directores son Fncsay, Rothcr. Cluytens. Furtwángler, Lehmann y Beecham. Como pianistas actúan Herta Klusl y Hugo Diez- Las lomas, todas en vivo, datan del período 1946-1961. Otros paisajes Griimmer, ya lo hemos dicho, fue sobre lodo una cantante entregada a los papeles mozartianos y románticos alemanes. Sin em- barga, y aunque no se sentía muy a gusto dentro de ese mundo, prestó su voz a personajes pertenecientes a la ópera del siglo XX. Deben destacarse en esle sentido sus interpretaciones de Solveig (Peer Gym de Werner Egk), Ellem Orford íPeier Crimes de Brillen), Lucille {La muerte de Danton de von Einem) y Cressida iTroilus y Cressida de Zillig). Todas es las obras son, pese a es lar compuestas en este siglo, perfectamente cantables, con arreglo a U*> métodos tradicionales, como nos decía la soprano en la mencionada entrevista. Lo más avanzado que ¡legó a cantar lúe un tríptico que para ella compuso Aribert Reimann. Elisabelh Grümmer ya no está entre los vivos. Es de suponer que, si se encuentra en alguna parte, esté como siempre lo estuvo en vida, contenta y másalegre que unas pascuas. Cuando se despidió de Roberto Andrade y del que esto firma en aquel septiembre de 1977 nos dijo: -un cantante debe estar siempre alegre (...) En los tiempos más difíciles yo sabía que debía estar siempre alegre, que tenia que estar alegre. Me comprenden, ¿.verdad? ¿Me comprenden?- Sí, la comprendimos enionces y la comprendemos ahora. Querida y entrañable amiga. Arturo Reverter PHILIPS ULTIMAS NOVEDADES LUTOSLAWSKI: Sinfonía No. i Les Espaces du Sommeil Dietrich Fischer-Dieskau Orquesta Filarmónica de Berlín. Witold Luioslawski 4163871 LP/4163872 CD Dig. Impon. BACH: 6 Conciertos pata violin Accardo, Barjer. Chamber Orchestra of Eutope Salvatore Accardo 4164121, Doble LP Dig, Import. MOZART: Conciertos para piano Nos. 11 y 16, K 41 i y 451 Alfred Brendel. Academy of St. Mariin-in-the-Fields. Sir Neville Matriner 4163671 LP/4163674 MC/416J672 CD Dig. Impon. BACH: Concierto para violín BWV 1042. Concierto para 2 violines. VIVALD1: Concieno "11 Sospetio" R 199Concierto para 2 violines R 522 Pinchas Zukerman, Midori St. Paul Charnber Orchestra. Pinchas Zukerman 416J891 LP/4I63894 MC/4163892 CD Dig. Impon. MOZART: Sinfonías Nos. 31 "París" y 35 "Haffner" Orquesta del Siglo XV111. Ftans Brüggen 4164901 LP/4164904 MC/4164902 CD Dig. Impon. BARTOK: Concierto para 2 pianos y percusión KODALY: Danzas de Galanta Martha Argerich, Nelson Freiré Orquesta del Concertgcbouw, Amsterdam. David Zinman 4163781 LP/4161782 CD Dig. Impon. BEETHOVEN: Sonatas para piano Nos. 13 "Quasi una famasia", 2 j "Appassionata" y 26 "Los Adioses" Claudio Arrau 4161461 LP/4161464 MC/4161462 CD Dig. Import. PROKOF1EV: Romeo y Julieta (suite para piano). Sonata No. i. SCRIABIN: So nata-Fantasía. 2 Poemas. Macurca. Vals Bella Davidovich 4127421 LP/4127424 MC/4127422 CD Dig. Impon. V1VALDI: 9 Concienos para cuerda (incl. "Conceno Alia Rustica") 1 Musici 6514571 LP/733737lAlCD¡g(CD 4110352 Dig. Impon, ya editado) LOCATELU: 4 Sonatas para flauta y continuo WiJbert Hazdzet, Ton Koopman, Richte van der Meer 4166131 LP/4166132 CD Impon. BACH, HAENDEL, TELEMANN. FEDERICO EL GRANDE, SCH1CKHARDT Sonatas para flauta dulce Michala Petri, George Malcolm 416J691 LP/4165694 MC/4163692 CD Dig. Impon. JAZZ N O cabe la menor duda: la música es indispensable en ios aviones para hacemos relajar y permitimos olvidar el riesgo que cada vuelo encierra aunque nunca lo queremos confesar. Calma los nervios, frena la imaginación y elimina el constante catastrofismo que ocultamente nos acecha y apresa. Es curioso, cada vez que me siento en un avión, cojo instintivamente los periódicos (mala costumbre de oficio) y no (alia nunca: salta a la vista la noticia de un accidente de aviación en alguna parte del mundo. Ya sabes que estas cosas son y serán siempre ajenas a ti, pero los desastres suelen venir en serie, y cuando te ves envuelto en un viaje por los continentes, te vienen las pesadillas casi automáticamente. No tiene remedio. Pero para evitar los colapsos nerviosos tenemos precisamente la música. A cada uno según sus gustos particulares. Todas las compañías serias y responsables ofrecen un amplio repertorio con mas o menos la totalidad de los géneros representados. Excepciones son Iberia y TAP que acostumbran machacar a sus clientes con musiquilla e incluso muzak de la peor clase. Tanto es así que se agradece de veras cuando el sistema de altavoces falla, que a veces ocurre. Recuerdo con escalofrío un viaje entre Málaga y Madrid con la Sinfonía del Destino de Beethoven metida hasta la saciedad... En otros países tienen el bonito detalle de encargar la confección del programa que se emite por los distintos canales a músicos o musicólogos profesionales que varían mensual o bimensual mente. La SAS y Lufthansa suelen ofrecer un repertorio aceptable, mejor aún se defienden Al i lidia, Swissair y Brítish Airways, sin llegar a la perfección. De Aeroflot, Polska, Jugoslavia Air, Sabena y otras oscuras compañías no puedo hablar todavía, pero si de la KLM, que se acerca a la maravilla, lo mismo que la Varig. Casualidades de la vida moderna me han hecho atravesar el charco varias veces en los últimos meses, en ambos sentidos y casi siempre con la compañía brasileña, que es un modelo en todos los aspectos. Difícil es pillarle en un fallo, pero nadie en este mundo es perfecto. Pregúnteselo a Eastem, Kuwait Air, Korean Airo Viasa que en cuestiones de música son todavía principiantes a pesar de sus grandes esfuerzos y un notable progreso durante los últimos años. Es tan complicado dar gusto a todo e! mundo, y muy pocos lo consiguen... Pero el programa auditivo de Varig durante los dos primeros meses del año en curso era sencillamente fabuloso. 78 Scherzo Muy ilusionado se sentaba uno en la cómoda butaca olvidándose de los aperitivos, de la cena, de la película e incluso de las siempre preciosas y simpáticas azafatas para hundirse en el jazz del canal 7 que prometía una riquísima y variadísima selección dividida en dos partes claramente separadas entre lo clásico y lo moderno. Era cosa de ver y no creer sus ojos, escuchar y no dar crédito al oído. ¿Quién da más? Una primera hora de calentamiento, a base de grandes y famosas formaciones de los, por lo visto, tan alegres años treinta, servía como preparación para cosas bastante más serias y de mayor peso. Nos esperaba, por ejemplo, Billie Holiday, con [res canciones de su hermosísimo recital de Monterrey casi al final de su vida, un material descubierto y editado hace muy poco, digno de todos los elogios y recibido lógicamente con júbilo por todos los fans de la inolvidable Lady Doy. El quinteto del magnífico saxofón i sia Phil Woods, el tan seguro y dinámico pianista Kenny Barron y la exquisita cantante Sheila Jordán, para algunos, una de las grandes revelaciones de los últimos años, eran otros suculentos píalos del menú transatlántico. en medio de la noche me puse los auriculares y volví a escuchar pieza tras pieza de mi ya lejana juventud, con más paciencia que entonces. La verdad es que hoy en día, tanto Arrie Shaw como Tommy Dorsey, resultan ingenuos por no decir infantiles, pero a estas alturas incluso lo kitch tiene a veces cierto encanto. Glenn Miller no tuvo nunca nada que ver con el jazz, pero su música bailable se soporta en pequeñas raciones cuando uno se encuentra in the mood. Aquí estaba representado con cinco temas archiconocidos, y tal dosis obligaba a descansar de los cascos y cerrar los ojos. Me debí haber dormido cerca de dos horas, porque cuando regresé a la música estaban dando otra vez ¡ve got a girl in Kalamazoo, tema particularmente odioso de Miller. Pero quedaban aún varias horas de vuelo, y tiempo había de sobra para escuchar lo que realmente interesaba en aquel programa. Sin embargo, la segunda hora nunca llegó. Cuando volvió a sonar, por tercera vez, el clarinete de Shaw, me di cuenta que nos estaban tomando el pelo. Daba tanta pereza parar al auxiliar de vuelo y exigirle una explicación. Por un lado, el cansancio, por otro, las dificultades lingüísticas... Pero la irritación iba en aumento, y en medio de All through the night de Dorsey me decidí a formular una pregunta suave y cortés en mi mejor portugués. Al principio el hombre no entendía nada, y estuve a punto de pedir el libro de reclamaciones. Aquello era una estafa, un robo, una promesa musical jamás cumplida. De repente parecía comprender el amable carioca: se trataba, sin duda, de un fallo técnico. El circuito cerrado se había estropeado, y la tripulación no tenía desgraciadamente acceso a ello. Se despidió con mil disculpas y la solemne promesa de reparar el tremendo error nada más llegar a nuestro destino y antes del próximo viaje. Y a mí ¡qué me importaba! Seguramente tardaré meses, si no años en volver a volar por el Atlántico con la Varig, y para entonces habrán cambiado el menú musical. Dejé los cascos en el momento en que Artie Shaw entonaba por enésima vez el dichoso Moonglow, y recurrí a mi inseparable walkman y a las cintas que siempre llevo conmigo cuando me voy de viaje. La experiencia nos ha enseñado hacer el equipaje con inteligencia y armamos de música porque en este aspecto no podemos estar seguros de recibir ayuda ajena. Hasta las compañías más impecables nos traicionan. Ya no se puede fiar uno de nadie... Como no había otra cosa que hacer Ebbe Traberg EPISODIOS ALTA FIDELIDAD VÁLVULAS DANESAS Conjunto Copland CTA-10 y CTA-15 OMO quedó anunciado en mi colaboración anterior del mes de marzo, vamos a examinar el preamplificador Copland CTA-10 y la etapa de potencia de la misma marca CTA-15. Es un material fabricado en Dinamarca y recientemente incorporado al mercado español gracias (como en otros casos últimamente) a la importadora valenciana Sarte. Parece ser que Copland es una firma joven. Por lo menos yo no tengo noticia de realizaciones anteriores. No ha sido Dinamarca país pródigo en labores de Alta Fidelidad con la única y conocida excepción de BangOlufsen, que ha conocido éxitos legendarios en prácticamente todos los países. En España Bang-Olufsen ha estado presente hasta hace bien poco y durante más de una docena de años. Problemas de marketing han sido la causa de su desaparición que deseamos sea temporal, pues sus diseños en general han sido realmente magníficos. C Antes de entrar en disquisiciones técnicas y musicales considero que hay que dar una noticia importante; a saber: el p.v.p. de este conjunto, de acuerdo con las previsiones de la firma importadora, no habrá de sobrepasar las 225.000 pesetas. Indudablemente el hecho de que un conjunto previo-etapa no sobrepase esa cifra es todo un hallazgo y más si tenemos en cuenta que se trata de una electrónica a válvulas. Cun estos cálculos en la mano puede afirmarse que los dos mejores negocios que el mercado español ofrece en materia de juegos de previo y etapa por separado son este Copland y el británico Cambridge aún más económico, pero hay que tener en cuenta que se trata de una electrónica a transistores lo que implica un coste de fabricación más bajo. En todo caso, ya cuenta el audiófilo de por aquí con dos excelentes electrónicas a precios que se pueden considerar como muy abordables si tenemos en cuenta, por ejemplo, cuáles son los precios en líneas generales de previos y etapas de potencia por separado. De otra parte, este nivel de precio del conjunto Copland resulta totalmente acorde con el que rige en otros países. En el mercado inglés, por ejemplo, el precio de este conjunto anda entre las 1.100 y las 1.200 libras. Hasta el momento el modelaje de Copland se limita a estas dos piezas y una etapa de potencia de 100 vatios por canal que será importaba más adelante. La CTA-15 es una etapa que viene especificada a 12 vatios por canal. Los resultados musicales confirman plenamente esta cifra y de ahí se derivan dos consecuencias: 1. Debe asociarse con cajas acústicas de alta eficiencia, por ejemplo, Tannoy, JBL, Altec, etc.. De los gabinetes acústicos que manejo habitualmente ha producido excelentes resultados con el Rogers PM-510. Para un gabinete como el AR-LST o el Gale 401 la potencia de la etapa Copland viene algo corta si bien el sonido es de una musicalidad extraordinaria. 2. El preampli fie ador a emplear debe ser de los de gran salida como es el caso del propio Copland CTA-10 (1,7 volts,). Natural,mente, el previo Copland casa perfectamente con la CTA-15. De lo antedicho se deduce que si bien el previo CTA-10 es compatible con muchas etapas de potencia, la etapa CTA-15 es compatible con muy pocos previos y lo mas sensato y seguro es elegir el CTA-10. La factura del apáralo es sencilla pero de una gran solidez. Al igual que el Beard P-35 utiliza válvulas EL-84, en esta ocasión dos por canal dada la menor potencia de este amplificador. Las EL-84 que emplea así como las válvulas drívers son de origen Siemens; también son Siemens las cuatro ECC-83 que van alojadas en el previo CTA-10. Los transformadores de salida son de pequeño tamaño y van rigurosamente blindados. El transformador de alimentación ofrece el aspecto de una pieza de enorme precisión. No lleva otro mando que el de encendido. Una luz piloto roja indica que el aparato está en funcionamiento. La parte trasera aloja las entradas de línea, los conectores de altavoces tipo banana y la salida del cordón de red. La rejilla protectora es de una fortaleza considerable y encaja perfectamente en el chasis. La sujeción se realiza por medio de cuatro tomillos de cruceta. En mi opinión se [rata de un aparato de muy elegante aspecto. El color negro por los cuatro costados le da un cierto aire profesional. El sonido ofrece una claridad y análisis extraordinarios al punto que en ocasiones se diría que tiene cierto parecido con algún aparato transistorízado de alto porte. Constituye un curioso fenómeno el hecho de que actualmente algunos fabricantes de amplificadores de válvulas parecen perseguir un resultado híbrido entre la válvula y el transistor, por ejemplo los EAR de Tim de Paravicini y algún que otro modelo de Audio Research. Desde luego, la virtud analítica del CTA-15 es extraordinaria, a pesar de lo cual no incurre en ningún momento en sensación de frialdad, sobre todo cuando el aparato lleva un par de horas o más funcionando. Como ya dije antes, su escasa potencia supone una limitación en cuanto al empleo de cajas acústicas. Estas han de ser de una cierta eficiencia para poder rendir debidamente con el CTA-15. Si se observa este principio se pueden obtener resulta- Copiand: etapa de potencia CTA-15 Scherzo 79 ALTA FIDELIDAD Copland: Preamplificador CTA-IO dos francamente espléndidos. Yo lo he conseguido con la Rogers PM-510 y con la JBL L-36 Decade. Esta etapa de potencia no liene altibajos ni se cae por los extremos. Una aplicación sumamente aconsejable para la CTA-Í5 sería para mover con soltura auriculares electrostáticos. En este sentido he obtenido resultados espléndidos con el Jecklin Float Electroslat. con el Stax SRX/MK3 y con el Koss ESP-6. Realmente la escucha de auriculares de este nivel con la etapa CTA-15 y un buen programa constituye toda una experiencia. La CTA-15 tiene a la sazón un cierta semejanza con cierta etapa Bedini de 10 vatios en clase A concebida y diseñada exclusivamente para su em- P REGUNTARON una vez a Gilbert Brigss (el padre de la firma Wharfedale) cuál era, a su juicio, el componente más débil de la cadena de sonido. Briggs contestó que el disco, o en términos algo más generales, el programa o fuente de sonido. Ríos de tinta se han vertido sobre este apasionante debate, pero hay que reconocer que, básicamente, Briggs tiene razón. Con discos buenos, los equipos se transfiguran. Con discos mediocres, hasta los superequipos fallan y no hay más remedio que admitir que abunda mucho más el disco mediocre que el disco correcto. De esta distinción no se escapan los discos compactos; hay grandes diferencias también entre unos y otros. Esta indiscutible realidad, y la necesidad de poner las cosas en orden, han movido a algunas pequeñas compañías a producir discos de gran calidad de sonido. Ya desde hace años el mercado español conoce Sheffield y Telare. Ahora, de golpe, se han comenzado a importar Proprius (Suecia, Opus 3 (Suecia). ATR (Alema- 80 Scherzo pleo con auriculares como los citados. En resumidas cuentas, se trata de un magnífico amplificador con la limitación de potencia ya reseñada y con una excelente relación calidadprecin. El previo CTA-IO responde a la misma linca estética que la etapa CTA-15; acabado en negro con las leyendas en blanco. Tres llaves en el panel frontal seleccionan disco, sintonizador, cima y lector de discos compactos. Dos mandos de regular lamaño situados a la derecha gobiernan balance y volumen, respectivamente. El encendido de aparato se efectúa mediante un botón presor de color rojo situado en el panel posterior, donde, asimismo, se encuentran DISCOS DF EXCEPCIÓN las entradas correspondientes del tipo RCA. El circuito básico está realizado en torno a cuatro triodos ECC-83 de procedencia Siemens. Un examen del interior del aparato revela un nivel importante tanto de sencillez como de robustez. El CTA-10 ofrece una salida máxima de 11 voltios y salida de régimen de 1,7 voltios. Resulta indicado, por lo tanto, para etapas perezosas o de baja potencia, como es el caso de la CTA-15. El CTA-IO se comporta de forma admirable con algunas electrónicas antiguas de válvulas difíciles de excitar, caso Quad o Dynaco, por ejemplo. Este previo considerado aisladamente constituye un componente de gran categoría; hay una reproducción tímbrica muy estimable y una excelente focalizacion instrumental, si bien la escena sonora no es excesivamente amplia, al menos con las etapa de potencia con las que lo he asociado. Al igual que sucede con la etapa la calidad sonora aumenta con el liempo. Un preencendido de al menos media hora resulta imprescindible para conseguir una escucha satisfactoria; el óptimo se comienza a conseguir a partir de hora y cuarto u hora y media. En conclusión, componentes de verdadera fidelidad y una relación calidad-precio pocas veces vista. Alfredo Orozco Pienso dar referencias concretas a medida que esta sección lo permita, pero he de decir, ya desde ahora, que estas colecciones constituyen a u t é n t i cas joyas discográficas. Es una pena que estas pequeñas firmas no pueden grabar con la Filarmónica de Viena, pero lo hecho hasta ahora demuestra hasta dónde puede llegar la calidad de la información recogida en un disco. El interés musical es variable; también lo es en otras firmas. Personalmente he disfrutado mucho escuchando las Sinfonías para órgano, de Louis Vierne (Opus 3), y con esc inmenso disco La folia delUt Spag- nia), Umbrella (USA) y LTNN (Inglaterra), que es la misma firma que produjo en su día el famoso plato giradiscos. na, editado por ATR. Repito que habrá que pormenorizar poco a poco. El precio de estas joyas no difiere grandemente de los discos que podríamos llamar corrientes. Indudablemente, las firmas editoras han buscado, por encima de lodo, la calidad del sonido y la bondad y categoría del objeto, en este caso del objeto-disco. A.O.B. MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA FERNANDEZ GUERRA Y SU FAUSTO «Mi experiencia ha sido descubrir una ópera en letra pequeña» s CHERZO.- ¿El tema te fue sugerido? que quizá éste haya tenido que quedar un poco forzado para acoplarse a la idea dramática, que muchas veces descansa sobre situaciones convencionales. Todo FDEZ. GUERRA.— Sí. En estos enesto tiene luego su picardía por el lado cargos se parte de la idea de que la obra argumental. Por ejemplo, cuando Fausse relacione con el tratado por alguna de to y Margarita hacen creer a Mefistófelas óperas que se den en La Zarzuela denles que están haciendo una escena de setro de la misma temporada. En ésta se ducción equivalente a las grandes escedudó entre el de Orfeo y el de Fausto. nas de seducción de otras óperas anteYa sabes que este año se han incluido riores sobre el mismo asunto, el lenguaen la programación Orfeo y Euridice de je es deliberadamente arcaico. Es una farsa Gluck y Mefistófeles de Boito. Se eligió lo que están interpretando. A su vez, Mefinalmente el mito fáustico. Me pareció fistófeles se presenta a sí mismo —y eso bien y acepté. es lo que se representa en la ópera— como una voz del pasado; entonces, FausS.— ¿Cómo has enfocado a los to con quien pacta es con el pasado para personajes? intentar seducir al presente. Todo eso, a nivel musical, me ha dado muchísimas F. G.— Para mí Mefistófeles es claposibilidades para no tener que ceñirme ramente el protagonista, por lo menos a un lenguaje árido, abstracto, que es el emocional. En cuanto a cantidad de patópico que la gente suele aplicar a la música pel, el protagonismo está muy comparticontemporánea. El lenguaje concreto redo en la obra, que es de cámara, con sultante no es en realidad diferente al que otros dos personajes principales. La idea habitualmente utilizo. Mi experiencia en más visible es que Fausto y Margarita, este trabajo ha sido descubrir lo que es una pareja moderna que no cree en el Jorge Fernández Guerra una ópera en letra pequeña: una obra alma, se organiza para estafar a musical como cualquier otra pero con ñstófeles, haciéndole vivir determinadas i oco frecuente es que en España se forma dramática. Eso me indica que situaciones para que no desconfíe de estrene una ópera y muy raro que esté no hay una ópera igual a otra, porescrita por un autor joven. La ellos. Al final surge la duda de si aquel que normalmente no hay un argumento iniciativa del INAEM, canalizada a ha sido engañado realmente o de si igual a otro. Incluso cuando los artravés del Centro para la Difusión de se ha dejado llevar, simplemente, por gumentos son iguales, como en el caso la Música Contemporánea, el Teatro la situación sentimental. Y se plantea de Fausto, sobre el que se han escriLírico Nacional La Zarzuela y el la cuestión de que, probablemente, toda to tantas óperas, la óptica, los proCentro de Nuevas Tendencias la ópera pasa a través de su punto de pios diálogos generan formas diferentes. Escénicas, prevé que cada año se vista; incluso que todo ha sido la peLos problemas que se me han origihaga —y se estrene el fruto del sadilla de un pobre diablo. nado en ésta y en otras obras recienmismo— un encargo a un compositor tes, por ejemplo, el Concierto para joven. En la entrevista que sigue Jorge S.— Es decir, que se propone una violín y conjunto de cámara, son funFernández Guerra se nos confiesa y visión distorsionada del personaje, damentalmente de texturas, y de crear nos ilustra cumplidamente sobre la puesto que en ¡a anterior literatura estructura y significado de la ópera una estructura lo más densa posible, musical ha sido siempre un ser malé- consecuencia del encargo: Sin demonio incluso dramática, con una formación volo, demoniaco, mefistofélico, sobre- no hay fortuna, estrenada el pasado camerística. La textura instrumental natural. Y aquí es una persona nor- 24 de febrero en la sala Olimpia de del Concierto es la que me dan camal. ¿O queda la duda? Madrid. El lector encontrará torce instrumentos en toial, más el vioigualmente el juicio crítico —no lín. Son un número y nn espectro tímF. G— Queda la duda. El se prebrico muy similares a los de la ópera. senta, desde luego, como un demo- necesariamente favorable— que han merecido la obra y su producción nio en toda regla, con carnet; un dea otro hombre de la música como monio espléndido, con capacidad paJosé Iges. ra intervenir (y cambiado si hace falta) S.— Lo que hace jalla ahora es que en el curso de los acontecimientos. Cuando éstos, es la gente salga cantando, como pasaba en las óperas decir, la realidad, le engañan a través de los personajes de Rossini o Verdi con las arias más Banocidas, más de Fausto y Margarita, que no tienen alma o que si la pegadizas. Aunque eso será difícil... Por cierto ¿ Es verdad tienen es como si no la tuviesen, Mefistófeles no tiene que tú también participas en la representación? más remedio que lamentarse de que se le haya hecho F. G — Sí, hago de mí mismo. Hay una cierta sin> objeto de un vulgar e infame timo. Pero a lo largo de bología relativa a la ópera como género. El Fausto puetoda la ópera funciona como un ser que se cree sobrede ser en cierto modo una alegoría del compositor, que natural. se ve obligado a pactar. El compositor se desdobla en un momento determinado y aparezco yo, que me manS.— ¿El lenguaje es árido? ¿Hay mucha disonancia? tengo casi todo el rato sentado, como si fuera a salir a escena. F. G.— No. Se ajusta, en general, a mis presupuestos Arturo Reverter compositivos de siempre, a mi lenguaje habitual, aun- Scherzo 81 r— MÚSICA CONTEMPORÁNEA ESPAÑOLA LA SEU D'URGELL 1987 LAS DESGRACIAS DEL DIABLO 5 - 1 4 septiembre VII CURSO DE MÚSICA ANTIGUA EN CATALUNYA Director: Roma Escalas I Si s¡ Si \ LA ¡INTERPRETACIÓN ENTRE 1600-1750 Interpretación Vocal Técnica Vocal Flauta Duke Cometió Chirimía y Bajón Viola da gamba Violín barroco Laúd y Vihuela Clavicémbalo y Bajo Continuo Montserrat Figueras Jordi A Iba re tía Roma Escalas Jean Fierre Canihac Lorenzo Alpert Jordi Savall Fabio BlondI José Miguel Moreno Rinaldo Alessandrlnl Conjunto vocal e instrumental, director: Jordi Savall Fecha límite de inscripción: 15 de julio Información e inscripciones: Servei de Música de la Generalitat de Catalunya. Rambla Santa Mónica, 8, 08002 - Barcelona. Tel.: (93) 318 50 04 Departament de Cultum Genemlttat de Catalunya Sin Demonio no hay Fortuna. Opera de cámara. Música: Jorge Fernández Guerra. Libro: Leopoldo Alas. Sala Olimpia (Madrid), 22, 24, 26 y 28-2-87. Es esta la primera de las coproducciones previstas entre el Teatro Lírico Nacional La Zarzuela, el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea y el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas; y es de justicia, antes que nada, elogiar la iniciativa que. aunque desde arriba, pretende nada menos que impulsar algo que en España carece de tradición propia: la ópera. Dicho lo anterior, es asimismo obligado exponer la valoración que la ópera en cuestión arriba citada merece a quien esto escribe. «¿Es posible una ópera hoy en día'.'», se pr-gunta Fernández Guerra.desde la» notas al programa de mano; heñios de concluir que no. tras asi si ir al estreno de Sin Demonio no hay Fortuna. Libro —o libreto, como prefieran— (lojo del joven Leopoldo Alas, a pesar de basarse en la muy sólida historia de Fausto y Mefislófeles; gris escenografía y torpes soluciones en la dirección de escena, a cargo de Simón Suárcz y. por último, falta de oficio en la ulilizaunin.de las voces, hecho éste flagrante sobre todo en la acentuación —¡y menos mal que el mismo Fernández Guerra anticipa en el programa de mano que -todo en esta opera de cámara podría parecer convencional-! Esos lastres dan como resultado una obra pesada, inactual a despecho del atuendo de Fausto y de Margarita, inconcebible en el planteamiento de las escenas y pueril en el modo de resolverlas. Muchas muestras de lo último podrían darse: me conformaré con sólo dos: en primer lugar, la incorporación de on aparato de TV —en blanco y negro— como subrayado de la acción, por ejemplo, del pacto entre Fausto y Mefistófeles, que se lleva a cabo en un gimnasio...: la TV emite entonces un difuso combate de boxeo. Dos: la intervención en escena del autor de la música, que se pase» con gran torpeza entre la pareja protagonista y que cae —grotescamente... ¿o era eso lo que se pretendía'.'— fulminado por el disparo que acaba con la vida de Fausto. (No había necesidad de exponer al autor a esa otra variante del ridículo). En lo positivo, hablemos de que. aun cuando no se ha sabido mover con soltura en este nuevo cometido como autor operístico, Fernández Guerra evidenció, en Instantes aislados, su probado oficio y construyó con mano eficaz las a veces complejas relaciones instrumentales e. incluso, destiló gotas reveladoras de instinto y de fantasía musical. Lástima la falta de continuidad y de acoplamiento con la idea y discurrir dramáticos. Hablemos también de la profesiorfalidad de los cantantes en unos papeles poco lúcidos y que, insistimos, no aportan nada al tratamiento de la voz en la música escénica. Bien el tenor Manuel Cid (Fausto) y el barítono Luis Alvarez (Mefistófeles); excelente la soprano Carmen González (Margarita) y gris en lodos los terrenos el tenor Ricardo Muñe (Croupier). Por último, hay que calificar de sólida la intervención de José Luis Temes en la dirección musical, al frente de la Sinfónica de Madrid. Y, resumiendo: que los que debieran haber demostrado algún talento escénico, demostraron no tenerlo. Esperemos que, en los próximos encargos, eso sea también tenido en cuenta. I José Iges LA MEJOR OPERA Y BALLET _ S L JE AHORA EN VIDEO. L_ NATIONAL Desde los mayores Escenarios del mundo, la mejor selección de OPERA Y BALLET de la mano de los mejores intérpretes, directores R'Stit<cii()tx>ni carmen \l\ v**- MÁXIMA CALIDAD ^¡-^tl.'UH Todas nuestras cassettes parten de Masters de 1" grabadas sobre cinta Alto Grado para que ud. vea la mejor calidad de imaqen posible en video. Sonido Hi-Fi Estéreo y Dolby Sislem, superior al audio convencional, para /iiia A'ícínito Ao una mávima raliHaH áin La aii/JiriAn Nar4a A*. ]n m^^^As. hasta hoy en Vídeo puede serle comparado. Además, cada cassette se acompaña de un completo Libreto de la Obra. Deseo recibir en mi domicilio las uidcocassents que seftab con una X : AÍDA : MANON LESCAUT _, ANDREA CHEMER J TOSCA • CARMEN i c,,^...— VHS "1 BETA El precia de a d i v l d w u M t t a de 9.84S pta. (IVA tac.), mé* 400 pta. por g ^ M d> emp*qudado y envío que pagpré: 1] TALÓN Bancario adjuntó J Contra REEMBOLSO • VISA. O MASTERCARD, o n EUROCARD caduca final L NOMBRE completo. DOMICILIO POBLACIÓN No pagví gasten df empaqwudo V nrvto iprDvtch«nda u OFERTA DE LANÍAMIEJÍIO FIRMA (imprescbdWe) AL SERVICIO CRMi DE LA MÚSICA REAL MUSICAL CARLOS II I, 1 (Frente al Teatro Real) Tels. 241 30 09 - 241 31 06 28013 MADRID