revista de sanidad militar

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REVISTA DE SANIDAD MILITAR
Y LA MEDICINA MILITAR ESPAÑOLA
Año IV.
Madrid, 1." de Octubre de 1910.
Núm. 10.
SUMARIO
.El 606 rn el tratamiento de la tiftlit, por D. Manuel M. Salazar.—/jl vuelapluma! Brevet
contideraeinnes tabre la naturaleza y tratamiento de la enfermedad cuya amenazadorn
visita aflige ó preocupa d alguna» naciones de Europa, por D. J. Clonsáles Gtarcia.—
Signiftcnción diagnóstica y pronostica de la taquicardia tuberculosa (continuación), por
D. J. de Bartolomé Belimplc—£a actualidad médica: La vacunación contra la fiebre tifoidea, por el Dr. César Juarro8,= Variedades.=Prensa Médico-farmacéutica:
Tratamiento de loB cinceres inoperables, nlceradoa, por el alcoliol amílico.—Nuerae
ideas sobre ol tratamiento de las iiefriiii infecciosas.—El tratamiento de la fiebre
tifoidea por el cloroformo.—Experiencias sobre el modo de obrar del bromo en la
«pilep8la.sP)-«nfa UiUtar profesional: Log perro» sanitarios en el Ejército alemán.—
Oliservaeionea sobre la «aerra Hls|iano-Amerieana, desde diferente ponto de vista,
por el Dr. Nancrede.-El servicio sanitario en la expedición contra los hotentotes.—
Huevas observaciones sobre la desinfección de la piel por el alcohol.=Sr«cc«()n o/lcial.
EN E L T R A T A M I E N T O DE LA S Í F I L I S
Puede asegurarse que no hay en la ciencia médica
actual un hombre de más competencia técnica para el
estudio de los medios químicos aplicados al tratamiento
de las enfermedades infecciosas, que el profesor Ehrlich,
Director del Instituto de Terapéutica experimental de
Francfort. A esa alta reputación débese el que el mundo
médico haya recibido con respeto el descubrimiento del
nuevo método de tratamiento de la sífilis por la sal monosódica ó bisódica del bicloruro de dióxido-diamido-árseno-benzol, bautizado con el número cabalístico de 606.
De ser cierto el descubrimiento de Ehrlich, no sola-
— 582 —
mente se trata de un triunfo terapéutico en una de las
enfermedades más graves que padece el hombre, sino de
lo que acaso valga más: de la institución de un principia
científico para la cura de las infecciones en general, llamado, quizás, en el porvenir á producir los más grandes,
beneficios á la humanidad.
Hay dos maneras de curar las enfermedades infecciosas: una, que se feasa en aprovechar los mismos medios
que la naturaleza engendra y utiliza para la curación
espontánea de las infecciones, como, por ejemplo, la sueroterapia en la difteria; otra, que consiste en el descubrimiento de una substancia química que, obrando dentro del
organismo sobre el germen específico de la dolencia,
tenga la virtud de destruir este germen sin gran perturbación para el individuo. Los medios químicos reconocidos hasta aquí como eficaces en el tratamiento de las
infecciones eran muy reducidos en número: la quinina en
el paludismo, el mercurio en la sífilis, el atoxil en la enfermedad del sueño, etc. El descubrimiento del atoxil en la
enfermedad del sueño, usado más tarde en otras enfermedades microzoáricas y en la propia sífilis, tal vez haya
sido el positivo origen de los nuevos estudios de Ehrlich.
El principio científico en que parecen fundarse las investigaciones del Profesor de Francfort es el de buscar,
entre la serie de diamido-arseno-benzoles, una substancia
que, teniendo, como tienen, por ejemplo, las materias
colorantes de anilina, un poder electivo diferencial sobre
ciertos elementos vivos, tuviera la virtud de llevar la
acción microbicida del arsénico, con preferencia singular, al treponema pálido, sin lesionar los demás tejidos nobles del organismo. Es decir, que de la misma manera que
una determinada materia colorante tiene afinidad especial por el núcleo, ó por el protoplasma, ó por las granulaciones protoplasmát-icas de ciertos y determinados ele-
— 583 mentes anatómicos vivos, así se puede conseguir que uno
de "fesos cuerpos de la serie de los benzoles arsenicales
tenga preferencia de combinación con el microorganismo
causa de la infección, y sea capaz de destruirlo por acción química directa, sin lesión formal del organismo humano, sirviendo acaso el compuesto de benzol sólo como
de vehículo especialísimo al arsénico, que es la substancia microbiada por excelencia que obra sobre el cuerpo
del microbio, hacia el cual siente una preferente afinidad.
Las células de los tejidos y los seres microbianos tienen,
en el concepto químico de Ehrlich, sus cadenas laterales
ó receptores, que atraen con especialidad ciertas substancias químicas con preferencia á otras; y este es el
fundamento de su doctrina químico-terapéutica, que tiende á encontrar los medios microbiotropos específicos
preferentes contra lals infecciones.
En el instante actual es muy difícil determinar el verdadero valor del medicamento descubierto por Ehrlich.
Sin 'embargo, los numerosos casos observados (pasan de
11.000) por especialistas eminentes de varias naciones, especialmente de Alemania, demuestran de una manera indudable que el nuevo remedio es capaz de hacer cambiar
favorablemente el aspecto clínico de los enfermos en los
tres períodos del mal, y todo ello de una manera rápida,
sorprendente, y con sólo una simple inyección. Asimismo
se ha demostrado que enfermos sifilíticos tratados antes
por el mercurio con escaso resultado, algunos de forma
grave, de curso rápido y hasta de pronóstico mortal, se
han mejorado y curado casi milagrosamente por una sola
inyección del 606. La especificidad del medicamento no
puede ponerse en duda, á juicio de Neisser, que es una
de las más respetables autoridades sobre la materia.
La cuestión que surge en seguida es la siguiente: ¿es
esta cura permanente? Para contestar esta pregunta se ha
— 584 ~recurrido, como es natural, á la reacción Wassermann; y
Neisser mismo dice que sólo el 10 por 100 de estos casos
han cambiado la reacción positiva en reacción negativa
después del tratamiento. Otros observadores creen que
este cambio de reacción tiene lugar en mayor número de
casos. Sin embargo, sobre este punto conviene tener en
cuenta que la reacción de Wassermann depende de la presencia del anticuerpo sifilítico en el suero de la sangre de
los enfermos; y es razonable pensar que la persistencia
de este anticuerpo posiblemente continúa durante algún
tiempo después de la completa cura, si ésta se alcanza,
como parece, rápidamente, por la muerte de los espiroquetes, merced á la acción microbicida del medicamento.
He aquí, pues, por qué la desaparición de la reacción de
Wassermann en este caso no puede servir para dar cuenta
segura de la curación definitiva, al menos durante algún
tiempo después.
Otra pregunta que se ocurre al juzgar la virtud del
nuevo medicamento es la de si, como pasa con el atóxil,
puede lesionar algunos elementos nerviosos de la retina ó
de otro órgano importante. Es decir, que no se puede, sin
una gran experiencia del uso del medicamento, juzgar á
conciencia si el poder electivo de su acción química se
ejerce sólo sobre el germen de la sífilis ó puede atacar algún órgano noble del individuo. Por lo pronto, Ehrlich
recomienda con gran cuidado examinar el fondo del ojo
de los enfermos, y prohibe el uso del medicamento en los
que presenten la más pequeña alteración retiniana. Al
propio tiempo declara que el 606 no debe ser utilizado en
individuos que padezcan enfermedades de los centros nerviosos y del aparato cardio-vascular, especialmente en
los arterio-esclerósicos. No será extraño que estas limitaciones vayan aumentando á manera que la experiencia
enseñe todas las perturbaciones á que puede dar lugar el
— 585 —
USO del medicamento. Convdene además saber que el propio Ehrlich ha dado cuenta de algunos casos de muerte
en el curso del tratamiento, si bien explica que dos eran
niños casi moribundos, y tres adultos que padecían graves lesiones del sistema nervioso central.
Los mejores resultados parecen haberse obtenido con el
uso de la inyección intramuscular en los glúteos; y Ehrlich
ha demostrado que después de algún tiempo de la inyección, todavía se observa cierta cantidad del medicamento
en el tejido muscular, lo que prueba que la absorción se
hace lentamente, penetrando en el organismo poco á poco,
y ejerciendo su acción directa sobre los espiroquetes.
Ehrlich ha demostrado también que los niños que sufren
de sífilis congénita pueden ser curados tomando el pecho
de sus madres después de haber recibido éstas una sencilla inyección del 606; lo que demuestra no sólo que el
medicamento es específico, sino poderosamente activo.
En resumen: en el estado actual de la cuestión, puede
decirse que el nombre de Ehrlich y su alta competencia
técnica especial en las cuestiones de químicoterapia es
una garantía de acierto; que las observaciones hasta
ahora hechas por especialistas ilustres de distintos países
son favorables al éxito del medicamento; y que es preciso esperar á más detenida experiencia para juzgar de
dos puntos esenciales, á saber: primero, si la mejoría ó
cura obtenida en los enfermos es pasajera ó definitivfi; y
segundo, si el 606, como pasa con el atoxil y otros preparados de este orden arsenical, puede dar lugar á trastornos del organismo que encierren su uso dentro de determinados límites aun no conocidos.
MANUEL M. SALAZAR
— 586
lA VUELAPLUMA!
Breres consideraciones sobre la naturaleza y tratamiento de la enfermedad cuya amenazalbra visita aflige ó preocupa á algunas naciones de
Europa.
¿Qué es el cólera?... Condensando ó sintetizando las
numerosas teorías é hipótesis en la actualidad existentes,
llegamos al concepto moderno que nos permite definirle
diciendo que debe ser considerado como una infectointoxicación, que comenzando localmente en el intestino
con la presencia del microbio colerígeno (infección), se
difunde por el organismo al ser absorbidos los productos
segregados, excretados ó residuales de aquél (intoxicación), atacando de preferencia los centros nerviosos y determinando más tarde una verdadera uremia que, originada por las alteraciones de la crasis sanguínea y los
trastornos circulatorios, especialmente del aparato renal,
refuerza, digámoslo así, el envenenamiento, explicando
de manera clara y categórica los gravísimos trastornos
que constituyen el cuadro sindrómico de la enfermedad.
Formas clínicas.—Preséntase el padecimiento bajo diferentes aspectos que constituyen otras tantas formas clínicas, y son las siguientes:
Diarrea colérica, á la que los antiguos adicionaban el
adjetivo pranonitoria, y está caracterizada por un flujo
intestinal más ó menos abundante y persistente, pero de
carácter puramente local.
Cólera ligero ó colerina, en el cual apenas se esbozan los fenómenos de intoxicación, reduciéndose; casi
— 587 —
todo el cuadro sintomático á los mismos fenómenos de.
infección local, algo más acentuada y con algunos reflejos.
Cólera grave ó de forma ordinaria, en el quien el cuadro sindrómico llega á su completo desarrollo, revistiendo, según la época de la epidemia y las resistencias individuales ó colectivas, mayor ó menor gravedad, y diferentes, y aun radicalísimas variaciones.
Y cólera gravísimo ó fulminante., propio de las primeras épocas y directamente relacionado con la mayor
potencia infecciosa del microorganismo (que envejece y
se agota en medios hostiles), y la menor resistencia individual (sujetos débiles predispuestos ó que padecen afecciones intestinales).
Sintomatología.—Después
de un período de incubación que dura de dos á cinco días (término medio sacado
de la historia de numerosas epidemias), el microbio infeccioso (bacilo coma de Koch) acusa su presencia en el organismo por un fenómeno único: la diarrea, cuya circunstancia evidencia que la infección en sus comienzos es puramente local. Esta hipercrinia tiene los caracteres siguientes: las deposiciones son sumamente abundantes y
acuosas; los materiales van perdiendo coloración á medida que aquéllas se repiten, hasta tomar un aspecto lactescente con grumos blanquecinos en suspensión; apenas
huelen; no se acompañan de grandes dolores ni tenesmo,
como las afecciones inflamatorias del tubo digestivo; y
dejan un cansancio insólito y una sideración ó pérdida de
fuerzas é intranquilidad nerviosa, cada vez más acentuada, anunciadora de la posible gravedad que puede alean
zar el padecimiento.
Ese flujo intestinal, que podría hallar explicación simplicísima en el efecto irritativo local de la presencia microbiana, reforzado por la diálisis originada por su
naturaleza salina, tiene una duración indeterminada, y
— 588 —
dependiente de su importancia y de la atención que el
enfermo ó el médico le quieran prestar.
Si un régimen higiénico apropiado y una medicación
enérgica interviene rápidamente, con igual rapidez se
rodeará al microbio de un ambiente de hostilidad, se le
destruirá in situ, y sus restos eliminados por las fuerzas
orgánicas despertadas por la medicación, no dejarán como
recuerdo de su presencia más que aquella sensación de
cansancio anunciadora de la posible gravedad.
¿Cuáles serán ese régimen y esa medicación?
Aislamiento absoluto del enfermo en una habitación
bien ventilada, de donde previamente habránse suprimido cuantos muebles y adornos sean innecesarios para la
asistencia.
Permanencia constante en cama con abrigo moderado,
y teniendo á mano una prenda ligera de análogos usos
para echársela por los hombros cuando necesite deponer,
y á fin de evitar peligrosos enfriamientos.
Cuidadosa desinfección de sillicos y orinales, cuyo fondo estará siempre cubierto por soluciones de sublimado
al 1 por 1.000.
Dieta absoluta en las primeras horas, y más adelante
algún caldo de pollo, desgrasado, sin sal y con una cucharada de vino quinoso muy poco alcohólico.
Limonada clorhídrica, tomada en pequeñas porciones
para bebida usual; pues estando demostrado, por numerosos experimentos de laboratorio, la hostilidad de los medios ácidos, y particularmente el clorhídrico para el bacilo colerígeno, ese recurso, además de calmar la sed, constituirá una medicación que será completada administrando cada hora y media, cada dos, cada tres, según las necesidades y gravedad del caso, un sello de la preparación
siguiente:
— 58.9 —
D.' De salol
» salicilato de bismuto
» extracto de opio
M.' ext.« p. li. 20 sellos iguales.
2 gramos.
4
»
20 centigramos.
Con tan sencillas precauciones y cuidados consigúese
en la generalidad de los casos combatir no solamente Ja
incipiente dolencia, sino la forma benigna ó ligera de cólera (colerina), que se diferencia de la anterior en que los
fenómenos de infección revisten mayor gravedad é importancia, empezando á esbozarse, digámoslo así, los de
intoxicación representados por el síndrome siguiente:
Después de las primeras deposiciones, más frecuentes
y abundantes, por regla general, aparecen vómitos, primero, de restos alimenticios no digeridos; más tarde, de líquidos mal coloreados, y por último, ¿e agua lactescente
y grumosa como la de la diarrea, y que á semejanza de
aquélla, ha recibido la calificación de riciforme, por parecerse al agua de arroz. A estos fenómenos representativos de un estadio ó período llamado de invasión, que
puede durar hasta tres días si no trata de corregírsele,
acompañan ó siguen otros de relativa gravedad, como depresión de fuerzas, calambres limitados á las extremidades inferiores y que, por excepción, tienen tendencia á generalizarse en forma de fugaces contracturas, inapetencia y sed más acentuadas; lengua saburrosa, borborigmos y tumultuosidad en los movimientos intestinales y
disminución bastante sensible en la excreción urinaria;
los cuales constituyen el período llamado de estado, asignándole veinticuatro horas de duración, y yendo generalmente seguido de un tercero, denominado de resolución,
en el que la diarrea y vómitos van haciéndose menos frecuentes hasta desaparecer; el pulso, que en los estadios
anteriores se había hecho frecuente y adquirido cierta
dureza y desigualdad, se rehace y regulariza; la calorifi-
— 590 —
cación vuelve á ser normal, y aun á veces se lleva ligera
y fugazmente, y el enfermo entra en franca convalecencia
para estar completamente curado en dos ó tres días: duración oficial asignada á este período, que suele dejar
como recuerdo de la pasada tormenta una depresión de
fuerzas cuya gradación y persistencia están siempre relacionadas con la mayor ó menor gravedad.
En estos caso^completaremos la medicación utilizando para combatir los calambres y contracturas, aplicaciones locales calientes, secas ó húmedas, hechas con
trozos de franela ó toalla, calentados con la plancha en
el primer caso y con agua hirviente en el segundo; seguidas, si eso no bastase para combatir el fenómeno, de
fricciones con aceite de almendras y alcanforado á partes iguales, ó de uqilinimento amoniacal alcanforado, que
también puede empleai"se en igual forma para corregir
la tumultuosidad intestinal.
Finalmente, contra la depresión dinámica subsistente,
como fenómeno residual, se administrarán cucharadas,
con intervalos de una ó dos horas, de la siguiente poción:
D.=
Extracto blando de quina....
Tintura de canela
Jarabe de corteza de cidra...
M."^ ext."=
4 gramos.
40 centigramos.
180 gramos.
Y llegamos á la forma verdaderamente típica de la
infección colérica, designada clínicamente con el nombre
de cólera grave co7tfirmado, y dividida, á semejanza de
la anterior, en tres estadios ó períodos llamados, respectivamente, de invasión, de algidez y de reacción. Su aparición y frecuencia coincide con las primeras épocas de
la epidemia; suele recaer en sujetos débiles, pusilánimes,
mal albergados, alimentados y vestidos ó que, por adoptar precauciones extemporáneas y. perjudiciales (uso in-
— 591 —
moderado de alcoholes, hervido de las aguas de consumo, etc., etc.), colocan el tubo digestivo, por irritabilidad
ó atonía, en condiciones de inferioridad dinámica, cuyas
circunstancias evidencian que está íntimamente relacionada con la mayor potencia tóxica del microorganismo
infeccioso y la menor resistencia individual para soportar ó rechazar esa infección.
Los síntomas del primer período son, poco más ó menos, los de un cólera benigno, con la particularidad de
que la frecuencia y abundancia de la diarrea no guarda
proporción con la existencia de una postración é insólito
cansancio muy acentuados, y una extraña angustia precordial con opresión epigástrica que, en ciertos casos,
llega al verdadero dolor.
Lo mismo los vómitos que las deposiciones, aparecen
con más largos intervalos; pero, en cambio, los borborigmos y estado tormentoso del tubo digestivo son mucho
mayores, pareciendo como si una atonía ó semiparexia
de sus fibras musculares le impidiera desembarazarse
del abundante contenido líquido, cuyos desordenados movimientos originan, entre otros fenómenos nerviosos de
menor importancia, un verdadero terror.
Rápida y repentinamente sobreviene una deposición
diarréica abundantísima; con igual rapidez aparecen copiosos y angustiadores vómitos, al principio acompañados de esfuerzo, y más tarde como por regurgitación y
la enfermedad entra en el segundo período, de algides, en
el cual los grandes trastornos y desórdenes nerviosos
parecen atropellarse para verificar su presentación, ofreciéndonos un cuadro sindrómico imponente y algunas
veces aterrador.
J. GONZÁLEZ GARCÍA,
Subinspector Médico de segiuivla clase.
(Continuará.)
592
Épfelica j proÉlica k la laqüicaria toteeutea
IC o N T I N r A C l ó N.)
Taquicardia 4íecundaria.—La evolución sintomática
de la enfermedad en su segunda etapa no sólo es obra
de la marcha progresiva del proceso de la lesión anatómica y de la predisposición individual, sino de la especialísima influencia que las infecciones secundarias ejercen sobre la economía, añadiéndose ó asociándose á la
bacilosis fímica.
Esta serie de concausas es la que da origen á las
diversas formas clínicas particulares, según el predominio de tal ó cual complicación; pero en el fondo de
todos ellos late siempre el idéntico proceso, más ó menos
modificado por el carácter que le imprimen las lesiones
secundarias, y nunca falta el complicado cuadro sintomático qué, con verdadero lujo de detalles, nos las describe sin dificultades de diagnóstico, y, por lo tanto, con
signos fijos é indudables.
Es la diferencia esencial de las dos etapas de la enfermedad: en la primera, signos y fenómenos variables
hasta no más, que nada nos dicen en concreto; en la
segunda, por el contrario, un verdadero derroche clínico
en que realmente sobran síntomas y surgen fenómenos
para poder asentir el diagnóstico de la tisis pulmonar.
Se deduce de aquí que el valor comparativo de los
signos físicos para el diagnóstico de la fimia neumónica
no puede ser el mismo en los dos períodos; un signo que,
en momentos de duda y de vacilaciones, no sea recurso
infiel de que echar mano, que además sea único, ó por lo
-~ 51)3 —
menos el más constante en su aparición, tendrá un valor
excepcional, extraordinario; mientras que el referido, ú
otro sobrevenido cuando aquéllas se van disipando, y á
mayor abundamiento, acompañado de otros que por sí ó
mancomunadamente tienen la misma importancia diagnóstica, al no ser ya exclusivo su valor, se convierte en
muy relativo.
Y esto es lo que pasa con la aceleración del pulso:
¿qué importancia puede tener la taquicardia en un período
en el que se observan infinidad de signos, que en muchos
casos por sí solos pueden ser patognomónicos? Es entonces uno de tantos fenómenos que adornan el complejísimo
cuadro clínico, pero nada más, sin la significación diagnóstica decisiva que debe asignársele en aquellos otros
momentos que son de más trascendencia para fijar el tipo
analógico.
No la tiene, no, y no se la damos; pero ¿á qué negársela del mismo modo en estos otros en que faltan los
sancionados de certeza é inmutabilidad? Yo entiendo que
el absolutismo clínico ni debe existir, ni debe llegar
nunca á esos extremos, máxime cuando al proceder de
este modo sistemático se camina fatalmente hacia el
error.
Acabamos de estudiar los caracteres y el desenvolvimiento de lo que nosotros llamamos taquicardia prefímica, y para completar el estudio de la taquicardia tuberculosa, réstanos ocuparnos de la que encabeza este
apartado.
La taquicardia secundaria es lo general que vaya
ligada á lesiones que por su naturaleza y situación influyen de un modo sensible sobre el aparato circulatorio:
de donde la alteración del pulso será la expresión de un
trastorno secundario sobrevenido en el curso de la enfermedad, y relacionado siempre con la extensión y el
— 594 —
grado material de las lesiones causantes de esta perturbación.
Es decir, que así como la taquicardia prefímica constituye un síntoma aislado, denunciador por ello de la impregnación tóxica por el bacilo de Koch, la secundaria
es consecutiva al arraigo de los focos tuberculosos cuya
topografía alcanza forzosamente al aparato circulatorio.
Consecuencia iiynediata es que los caracteres de la
frecuencia del pulso en este período dependerán esencialmente de la naturaleza de aquellas lesiones, y que, una
vez establecidos—sea cual fuere la forma de taquicardia,—al ser originada por un trastorno material ó somático, el propio y característico de ella será la estabilidad, ó sea el «pulso de Wells»; lo contrario precisamente que en la taquicardia prefímica, porque su lesión
es funcional.
El campo de la taquicardia secundaria es bastante extenso, por lo que, y desde el punto de vista de la experiencia clínica, podemos fijar en dos grupos de causas las
que le dan origen: admitiéndose, además, las diversas
combinaciones etiológicas á que me refería en un principio: unas y otras caracterizan y dan nombre á las diferentes formas de taquicardia que se describen.
Dichas causas son: las alteraciones nerviosas y las alteraciones cardio-vasculares; ellas fueron las que nos sirvieron de orientación para marcar los límites de separación que nosotros creemos debe existir, y para establecer
en consonancia los caractei-es que las diferencian.
Para comprender el mecanismo íntimo de las primeras, basta recordar el sistema nervioso motor del corazón;
pues las manifestaciones de cualquier lesión producida en
él, han de ser en todo momento la expresión de hechos
fisiológicos conocidos.
Hay una taquicardia imputable á lesiones del neumo-
— 595 —
gástrico por interrupción de su conductibilidad, que muy
bien podría considerarse como la esencialmente nerviosa
de este período, á seguir las descripciones que se han
dado, aunque ellas sean más teóricas que prácticas: se
origina, ora por compresión directa del tronco nervioso á
su paso por el hilio (adenitis tráqueo-bronquial) ó indistintamente en cualquier punto de su trayecto (mediastinitis
ó pleuritis), ora por neuritis tóxicas de sus ramas.
Ahora bien; para atribuir la frecuencia del pulso á una
afección tuberculosa paralítica,del vago, no debemos olvidar algunos hechos de fisiología experimental. En efecto; si la sección de un solo neumogástrico no influye forzosamente sobre el ritmo del pulso, mientras que la destrucción de ambos provoca una aceleración permanente
del mismo (Sahli), hemos de suponer que, ó bien la formación folicular ó nodular tuberculosa produce la afección bilateral, ó, por el contrario, que la frecuencia del
pulso es, á nuestro modo de ver, debida á una acción simultánea del nervio neumogástrico y del simpático.
Nos fundamos para ello en los hechos de observación
clínica, y en las propias conclusiones de algunos autores (1): si la taquicardia tuberculosa—como está demostrado—se caracteriza por su estabilidad, ó sea por una
aceleración del pulso que no pueden hacer variar las diferentes posiciones tomadas por el enfermo (pulso de
Wells), ¿cómo creer que sea un solo neumogástrico el lesionado, cuando se sabe que en este caso puede ó no haber frecuencia del pulso?
J. DE BARTOLOMÉ RELIMPIO,
Médico primero.
Profesor del Real Dispensario «Victoria Eugenia»
(Continuará.)
V)
Jourdin et F'scher: Le díag, prti.
as In ind.
fiuhn.—W.
teau: Tttahycnrdie
chcz ¿es iub.
596
LA ACTUALIDAD MÉDICA
LA YACÜNACION CONTJIA LA FIEBRIÍ TIFOIDEA
El problema de la vacunación antitífica del hombre,
llamado á adquirir dentro de muy poco un gran interés
social, lo tiene ya en el terreno puramente científico, por
su misma importancia y por los horizontes que para la
resolución de cuestiones semejantes va permitiendo descubrir.
Aun cuando la vacunación antitíñca es cosa que ahora
comienza á divulgarse, no se trata de idea nacida hace
poco; comenzó á vivir allá hacia el año 1888, á raíz de
unos trascendentales trabajos de Chantemesse y Widal,
en que estos autores demostraron la posibilidad de proteger determinados animales, contra la inoculación de cultivos vivos, por la inyección previa de bacilos matados
por el calor.
De entonces acá el método se ha ido perfeccionando,
y hoy son seis las vacunas empleadas:
1.° Vacunación por cultivos matados por el calor.—
En este grupo figuran: la vacuna de Wright-Leishman,
para la cual se utilizan cultivos en caldo, esterilizados á
53°, y la de Pfeiffer Kolle con cultivos en gelosa, en suspensión en agua, sometidas á temperaturas de 60°.
Ambas vacunas tienen un mismo inconveniente: el de
provocar en el sitio de la inoculación dolores bastante
intensos y despertar una gran reacción febril con síntomas generales de abatimiento; fenómenos todos que du-
— 5í)7 —
ran ordinariamente de veinticuatro á" cuarenta y ocho
horas.
2.° Vacuna por extractos bacilares, obtenidos macerando bacilos matados por un calor de 60", y filtrando"
luego los productos de estas maceraciones. Es la empleada por Wassermann, Shiga y Neisser. Brieger y Me-:
3'er sólo usan el segundo extracto acupso, por entender^
que el primero no da lugar más que á un antígeno aglutinante'y bacteriolítieo.
3.° Vacunación por cultivos vivos, macerados durante tres días en agua destilada fría, ó, por mejor decir,
á la temperatura del ambiente. Á este procedimiento han
recurrido Bassenge y Mayer. La inyección peca de dolorosa, y su modo de preparación de atenuar, en demasía la
acción inmunizadora.
4." Vacunación con emulsiones bacterianas, eri disoluciones azucaradas ó de urea muy concentrada. Levy y
Blumenthalt
r
5." Cultivos congelados por el aire liquido, triturados después y filtrados. Mac-Fadyen y Rouland.
6." Vacuna mediante los productos resultantes de ía
autolisis de bacilos vivos, cultivados en gelosa durante
veinticuatro ó cuarenta y ocho horas, llevados luego á
suero fisiológico y macerados á 37°. Esta emulsión bacilar es después centrifugada, para recoger el líquido claro
que sobrenada y esterilizarlo mezclándolo con éter y agitando. El éter se hace desaparecer calentando á 38°.
Esta es la vacuna recomendada por Vicent, este mismo
año, en su comunicación á la Academie des Sciences, y
que, como vamos á ver, parece ser la más ventajosa de
las actualmente conocidas.
Claro es que, para decidirse por una lí otra, se precisa, ante todo, tener un patrón, una medida que sirva
para poder establecer la comparación entre los diversos
OCTUUBE 1910.—88
— 598 —
métodos cuya técnica acabamos de exponei*. Y el primero en que se ocurre pensar á cualquiera un poco versado en bacteriología, es la determinación del poder de
aglutinación de cada una de las vacunas.
Desgraciadamente, en la práctica, este medio carece
de valor. Widal y Sicard han demostrado que la riqueza
en aglutininas de los tíficos, grande durante el período de
infección, se atenúa, hasta casi ser nula después de la
curación, es decir, cuando el sujeto se halla perfectamente inmunizado, no siendo raro observar recaídas en
sujetos de suero fuertemente aglutinativo.
Hay, pues, que dejar de lado, por ineficaz, la determinación del grado de aglutinación de que es capaz cada
vacuna, sucediendo algo muy semejante con el poder
opsónico, que poco á poco va defraudando las grandes esperanzas que había hecho concebir, pues, según investigaciones, muy serias y bien conducidas, de Hetsch y Lentoz, sufre enormes oscilaciones en un mismo individuo,
sin motivo alguno para ello.
En cambio, resulta bastante seguro y preciso el estudio del poder bactericida de cada vacuna. En estado normal, el grado bactericida del suero de un hombre sano
oscila entre V» y 'n„; en la inmunización con extractos de
bacilos vivos, este título se elev a á * 1000 y . 2oooj y con la
vacuna Vincent, á \ ,000, 'Aooo, y algunas veces hasta 'Aooo- En
este sentido, la autolisis da, por lo menos, la misma protección que las otras vacunas; pero además tiene sobre
ellas otras importantes ventajas. Acaso la principal, ha de
ser polivalente, circunstancia de enorme valor, dada la diferencia y modalidades que suelen presentar los bacilos
de Eberth. Para lograr esta polivalencia, Vincent recurre
á ocho razas de bacilos, extraídos lo más recientemente
posible del bazo ó de la sangre de los enfermos.
Otro de los progresos que supone el descubrimiento
— 599 —
de Vincent,'es la posibilidad de hacerla tres ó cuatro inoculaciones necesarias, según Wright, Pfeiffer y Kolle,
para alcanzar una inmunidad perfecta; un número á que se
podía llegar difícilmente empleando cultivos muertos, por
lo dolorosísimo de la inyección.
Además, Vincent ha tenido el excelente acuerdo de
elaborar dos vacunas, una débil, para las dos primeras
inoculaciones, y otra fuerte, para las dos últimas, lo que
permite alcanzar los efectos de la vacunación dulce y
gradualmente.
La vacuna Vincent resulta, por tanto, la más venta-josa de las empleadas actualmente.
Conocidas ya las distintas vacunas y las ventajas ó
inconvenientes de cada una, vamos ahora á intentar sintentizar lo que de la vacunación en general es lícito esperar. La vacunación antitííica, y bueno es comenzar por
hacerlo notar, dista muchísimo de la inocuidad y eficacia de la vacunación variolosa. En primer lugar, la
inmunidad antitífica no sigue inmediatamente á la inoculación; entre ésta y aquélla media un lapso de tiempo, por
término medio, de una á dos semanas, durante el cual el
individuo vacunado se halla más expuesto que antes de
estarlo, á contraer la tifoidea; es la fase negativa de
Wright, explicable por una saturación brusca de los anticuerpos existentes en el organismo y, por tanto, por
la disminución de sus resistencias.
Este riesgo, aunque disminuido con la autolisis microbiana de Vincent, que respetando las reservas defensivas, no se ha conseguido cortar totalmente.
El tiempo de duración de la inmunidad es relativamente corto: tres años cuando más, como ha demostrado
Wright. Y para ser eficaz, requiere tres ó cuatro inoculaciones. Según las estadísticas de Kuhn y Morgenroth, las
defunciones son muy escasas en los tíficos que han su-
— 600 —
frido tres inoculaciones, y abundantes en los que no recibieron más que una. Es que la acción más beneficiosa de
la vacuna no parece • ser la de evitar la aparición de la
tifoidea, sino la de disminuir su gravedad. La siguiente,
estadística, de Morgenroth, Eichholz y Kuhn, es en este
sentido muv demostrativa:
EICHHOI.Z
MORGHNKOTH
KUNH
Vacu- 1 N o vacu- Vacii- No vacu* Vacu- No vacunados. n a d o s .
n a d 0 s . 1 nados. n a d o s .
nados.
i
Número de fiebres tifoideas
Por 100 de casos lioeros
Por 100 de casos « r a v e s . . . .
Por 100 de compltcaciones..
Por 100 de defunciohes
100
324
66 1 44,3
10 1 25,3
20 ! 34,9
11,1
M
34
»
»
8,8
0
34
»
»
22,6
8,8
371
906
50.13 36,55
17,.52 25,80
»
»
6,47 12,80
Su acción preservativa resulta mucho menos segura.
y á veces, no sólo nula, sino que inoculando bacilos vivos
se corre el riesgo, conio le pasó á Castellani, de Ceylán,
de provocar una evolución inesperada del bacilo y convertir al vacunado en un portador de gérmenes que.
disemine la dolencia, siendo peor la vacuna que la abstención.
Sin embargo, estos son hechos excepcionales, y la
mayoría de las estadísticas acusan datos bastante optimistas.
Véase la de Kuhn:
N o vacunados.
Vacunados
V a c a n ados
de
de
Vncunados
desde
hace más
2 á 6 meses. 6 á 13 meses. de un aflo.
Por 100 de casos graves.
25,80
15,05
16,.31 '
22,78
Por 100 de defunciones..
12,80
4.&5
7,61
10,13
— mí —
La de Wright, según Nattan Larrier, da las siguientes cifras:
'"
Sujetos vacunados: 21.815, 318 fiebres tifoideas, 1,4 por 100; 40
defunciones, 0/21 por 100:
• .
Sujetos no vacunados: 163.011, 4.236 fiebres tifoideas, 2,6 por 100]
%7 defunciones, 0,63 por 100.
' •'
No son tampoco infrecuentes casos como el relatado
por Luxmoore: un regimiento, el 17 de Lanceros, sale de
Escocia para las I,ndias, en Septiembre de 1905, compuesto de 509 hombres entre Oficiales y soldados, de los
cuales estaban vacunados: dos veces, 124; una, 23,.y los
385 restantes, ninguna. Destinado á la guarnición de
Meerut, tuvo el regimiento en un año 60 casos de fiebre
tifoidea, 58 entre los no vacunados, 2 en los inoculados
una sola vez y ninguno en los que habían recibido dos
inyecciones.
Grahm refiere que un batallón con 331 hombres vacunados y 381 no vacunados desembarcó en Septiembre de
1906 en Egipto; en Septiembre de 1907 habían ocurrido
entre los soldados vacunados un caso de tifoidea sin defunción, entre los no vacunados, trece y una defunción.
En resumen: la vacunación antitífica^ sobre todo empleando el método Vincent, resulta beneficiosisima para
atenuar la gravedad de la tifoidea y, aunque menos,
también muy estimable para disminuir las posibilidades de un contagio. Debe., por tanto, emplearse, sobre todo en los casos dé epidemia, en las tropas destinadas d lugares donde la tifoidea sea endémica y en
el personal de los hospitales ó salas de tifoideas, procurando no exponer d ningim vacunado al contagio del
tifus hasta un mes después de la vacuna.
D R , CÉSAR JUARROS,'
Medico prtm&ro,
Jefe ele consulta del Real Dispensario a Príncipe .Mfonso*.
.
— 602
V A R I E D A D E S
Ha regresado de su excui-sión veraniega el resi)etable Inspector de la primera Región, Excmo. Sr. D. Podro Altayó, haciéndose
cargo inmediatamente de su destino.
Dárnosle nuestra afectuosa bienvenida.
«
* *
La Clínica Moderna, de taragoza, inserta, con esmeradas ilustraciones, el estudio sobre cirugía vascular de los Sres. García
Rurriel, Catedrático do aquelTa Facultad, é Iñigo Nougués, ilustrado Médico primero del Cuerpo, trabajo que fué publicado en
números anteriores de esta Revista.
Hemos sabido con gusto que por el Alinisterio de Estado se ha
publicado una Real orden laudatoria dando las gracias al distinguido Mé üco mayor Sr. Blanco Larruscain, por su esmerada asistencia á los liobroos y moi-os pobres de Mogador (Marruecos).
Por el Parque de Sanidad Militar ha sido adquirido un carro,
con instalación completa, para la esterilización de aguas por el
ozono en gran escala.
En el expreso de Andalucía salii) en la noche del 15 del pasado, con objeto de incorporarse á su destino, el nuevo Inspector
de Sanidad Militar de Melilla, U. Joac(úín Cortés.
Hemos tenido el gusto de visitar el gabinete de consultas qae
tiene establecido en la plaza del Ángel, núm. 5, principal, el Médico primero D. José Quintana Duque, especialista en enfermedades venéreas y sifilíticas y vías urinarias._ .
— 603 —
La notable instalación responde á las mayores exigencias do
confort y elegancia y, sobre todo, á los últimos adelantos en instrumental, asepsia y antisepsia, laboratorio auxiliar, etc.; siendo
muy numerosa la clientela que acudo diariamente á la expresada
consulta, correspondiendo á la justa fama que desdo hace tiempo
viene gozando nuestro estimado compañero.
Por el Ministerio de la (^uerra se ha dispuesto que el Médico primero D. Ángel Morales Fernández, que so hallaba en comisión en
Berlín, pase á Frankfurt á las clínicas del Profesor Herxheiner,
con objeto de estudiar el nuevo método para la curación de la sífilis, del Dr. Ehrlich, asunto que preocupa á todo el mundo médico,
y que es de gran importancia para la colectividad militar.
Ha salido para Stokolmo el Médico primero D. Federico (González Deleito.
*
En el Ejército alemán sólo faltaba por tener asimilación militar completa, es decir, denominación igual á los demás empleos de
las armas combatientes, el Cuerpo de Veterinaria Militar, al cual
acaba de concedérsele!, y se compone en la actualidad de un Ge-^
neral, 31 Coroneles, 330 Tenientes coroneles y Comandantes, 143
Capitanes y 193 primeros Tenientes; viniendo esta reforma á demostrar que el mejor Ejército organizado del mundo, al igual que
otras naciones, considera indispensable la unidad de denominaciones y derechos para el mejor cometido de la misión de los Cuerpos,
que si un día fueron designados como meros Auxiliares, hoy so ha
evidenciado que su im*portancia S(Í compenetra, con los de misión
exclusivamente guerrera.
Se están veriñcando, d» orden superior, en el Hospital Militar
de Carabanchel las inyecciones del nuevo medicamento Hata-606
«ontra la sífilis.
Al Dr, Bandelac «e ha agregado una (..'omisión de Médicos mi-
— H04 —
litares, compuesta.de los Sreg. Fernández Victorio (I>. F.), Casares,
Molín y Bastos, siendo muy crecido el número de facultativos que
acude á dicho establecimiento, tanto para hacerse cargo de la preparación y manual operatorio, que no puede ser más sencillo, como
para seguir el curso de la dolencia en los enfermos sometidos al
ensayo.
Una Comisión, com4)uesta del Director del Hospital y Jefe de
la plaza, D. Gregorio Ruiz, del Médico mayor D. Higinio Peláez, y
tlel Médico primero D. Celestino Torremocha, se ha ocupado, desde
hace algún tiempo, en elegir locales para coléricos y ha redactado
una luminosa Memoria titulada Plan de defensa contra el cólera,
de la guarnición de Madrid.
*.
f.
Se han verificado los dos primeros ejercicios de oposiciones
para Médicos alumnos, habiendo pasado al segundo 54, y al tercero 48 opositores, continuando en ésto cuando damos á la imprenta la presente nota.
•>•
* •
Hemos oído hacer justos elogios de un notabilisiino informe del
Subinspector Médico de primera clase D. Pablo Salinas, acerca de
la creación de casas de convalecientes para individuos del Ejército, en Santander ó Alicante.
* »
Rindiendo culto á gi-ata y antigua costumbre, reuniéronse
el 12 del pasado Septiembre, en el Gran Hotel Continental de Zaragoza, los compañeros Médicos y Farmacéuticos en aquella ciudad residentes, para ofrecer un modesto almuerzo al Médico mayor D. Isidro García Julián, á quien acaba do concederse por sus
trabajos científicos la cruz blanca de segunda clase del Mérito militar, pensionada; al Médico primero D. Juan Martínez Roncales,
ascendido á este empleo en la última propuesta, y al-Farmacéutico
primero D. Hermenegildo Aguaviya, recompensado cpn la cruz
rojfi, pensionada, del Mérito militar, por su labor profesional «n IOB
campos de Melilla. Innecesario creemos hacer constar la .animaT
ción y entusiasmo dó que se hizo verdadero derroche en, tan sim-
— B05 —
pático acto, y sólo diremos que la franca comunión de ideales y
nobilísimas aspiraciones púsose de manifiesto una vez más, y que
las levantadas y elocuentes palabras CQH que-ofreció = el acto el
Excmo. Sr. Inspector D. José Ohicoy, y las breves y sinceras frases de gracias pronunciadas por el Sr. García Julián, en nombre
de los agasajados, merecieron aplauso unánime de los allí reunidos,
siempre diapuestos á renovar los lazOs de mutuo afecto y dC' reciproco desinterés, por fortuna proverbiales en Sanidad Militar, y
de los qué tanto pueden esperar colectividades como la nuestra.
^ía solicitado sa retiro el Mériico mayor I). Antonio Ramírez
de Verger.
,
El Médico mayor Sr. Casares nos envía la siguiente nota de
erratas que aparecieron en el artículo de que es .autor, titulado
«Un nuevo procedimiento para teñir los flagelos de las bacterias»,
publicado en nuestro último número, y que por ser escrito de prisa
y enviado á liltima hora, no pudo tenor la debida corrección de
pruebas.
Son las siguientes:
PftK.
Línea.
557
557
557
560
560
561
562
562
10
otros tantos
13
medio gríimo
15
cinco ó seis
2
mezclen
.
19
una hora
una hora
27
7>
y 8 (disuelto en su peso de agnia)
I>ice.
.
Welieflecir.
Fucsina
10 '
,11
17
'•
siete ú ocho
un gramo
cuatro ó cinco
muestren
unos momentos
unos instantes
(disuelto eu 7 —8' ce. de agua)
.'.
1 gramo.
Dice
562
(i62
562
'
• Debe decir.
. cinco Ó seis
Al minuto
. un niinuto
.........
• *
.
*
,
*
.
cuatro ó cinco
, A los 2—4 minutos
íunos instantes Í ;
,
;
,
•
,
.
•
Respondiendo á nuestra invitación, hemos recibido dos traba-jos acerca de 16s servicios sanitarios de la güerí'a de Molilla, que
no CQnjenzamos.á publicar por eicceso de material, y por no,es-;
tar aquéllo^ terminados, hallándose también pendientes de algunas'
aclaraciones con los autores, . ¡ i
t
— 606 -^
PRENSA
MÉDICO-FARMACÉUTICA
Tratamiento de los cánceres iiioperables, ulcerados, por el alcohol
Nnevaa ideas sobre «I tratamiento de las nefritis infecciosas.—Para
amílico. - E l Dr. HoranJ [La iJel¡jique Medícale), basándose eu el
hecho de ser el alcohol amílico un
parasiticida eficaz y un deshidratante enérgico, ha ideado emplearlo
en lesiones ulcerosas de origen canceroso ó sifilítico.
Entro los casos en que ha empleado dicho remedio Horand, existen
algunos de éxito muy satisfactorio.
Por ejemplo: una enferma con cáncer mamario de gran tamaño, que
se había generalizado á los ganglios
axilares y vertebrales, mostrándose
muy rebelde al tratamiento radioterápico, se la aplicó el alcohol según luego so dirá,,alcanzándose tal
reducción que. la enferma se consideró curada; pero el proceso se propagó á la columna vertebral y la
ocasionó la muerte.
Otro do los casos interesantes es
el de uu enfermo con cáncer del
pene, inoperable al prinpiplo del
tratamiento; pero merced al alcohol
amílico, llegó á serlo, sin que el cáncer se haya reproducido, aunque la
operación se practicó hace dos aüos.
El modo de aplicación es el siguiente: verter do», á diez gotas,
dos veces por día, con lo cual en
seguida se comienza á modiflcar la
superficie ulcerada, retrayéndose y
desecándose el fondo, aplastándose
los bordes y desapareciendo el olor
fétido y naus&abundo.—C. J.
el Dr. Arcangeli {ll Policlinico,
Abril, 1910), el tratamiento de las
nefritis infecciosas adolece de ser
demasiado uniforme. Cuando se
trate de una nefritis aparecida durante el curso de una enfermedad
que requiera una medicación específica, se debo recurrir á ésta sin
preocuparse de lo renal; por ejemplo: la quinina eu los palúdicos, el
salicilato en los reumáticos. Frente
á una nefritis de estreptococo ó estafilococo, se debe recurrir á la vacuna Wright.
En los procesos renales de orígen colibacilar, ía urótropina dará
grandes resultados.
Cuando hay fiebre no se deben
emplear los antitérmicos químicos,
sino la hidroterapia fría, que, según
Arcangeli, lo ha proporí ionado bastantes éxitos, quizás porque la vasoconstricción enérgica que produce
origina un aumento de la presión
con retardo del pulso y, por consacuencia, una disminución de la congestión del riñon y aumento de la
cantidad de orinas. IJOS mayores
triunfos do la balneación á 24" los
ha obtenido Arcangeli en las nefritis tíficas, en las anginosas y en las
neumónicas.—C. J.
El tratamiento de ta fiebre Uíoldeá
por el cloroformo.—El Dr. Conra.
di ha publicado en el ZeU$chrift
607
que simplemente la disminución del
cloruro de sodio en la sangre de los
epilépticos hasta quedar por bajo
de la normal, basta para producir
una disminución en los ataques,
tanto en su intensidad como en su
número. Con los medios dietético»
no es posible obtener una disminución igualmente constante en todo
tiempo y en todos los individuos.
Además, eso debe disminuir el contenido total de sales en la sangre.
La bromoterapia sería un modo de
obtener estos efectos de un modo
constante y con el menor peligro
posible. (Arch. fur Psycli. Med.
Neruenheü, 1!)L0, tomo 1.°)
En otro trabajo posterior, el mismo Ulrich, tomando por fundamento sus anteriores estudios, indica
que en los casos de bromismo agudo
basta suministrar disoluciones de;
cloruro sódico (fomentos en el acné)
para combatir los síntomas.
Ha observjado, además que, haciendo ingerir 20 ó iiO gramos diarios de cloruro de sodio, los ataques
convulsivos aparecen en los epilépticos Qon mayor frecuencia, lo que
le lleva á preconizar este medio
como tratamiento de las formas psíquicas graves de epilepsia. La descarga en Comía de ataque convulsivo disminuiría los síntomas psíquicos.
Por último, el autor recomienda
* *
el uso del cloruro de sodio como meExperiencUs solir* «i modo de dio diagnóstico en los casos médicoobrar del bromo en It epilepsia.— legales. (Neuroloii.
Zentralblat.
Los doctores Wyss y Ulrich aflrmau 1910, núui. 2.)
für IrMnunüMsforsctiuny
de 22 de
Agosto último un trabajo experimental notabilísimo sobre la terapéutica causal de las infecciones tifoideas agudas y crónicas por medio del cloroformo. Después de una
exposición detallada de sus experiencias en los animales inoculados
de bacilos tíficos y tratados por el
cloroformo, viene á las conclusiones
siguientes: 1." El cloroformo es un
medio eficaz de desinfección del
tubo digestivo, que obra especialmente sobre el bacilo de Eberth.
2." El cloroformo cura la infección
típica experimental a,guda en los
conejos. 3.* En las infecciones crónicas, con presencia de gérmenes en
los conductos biliar y eu la vesícula
biliar, ef cloroformo mata estos gérmenes y cura la 'infección ci'ónica.
4.'^ El método usado en la cura experimental consistió en administrar
cinco veces al día cinco decigramos
de cloroformo mezclfidos á dos centímetros cúbicos de leche, con lo
que la infección tífica de los conejos
era detenida, u." El Profesor Conradi cree que ha de ser de gran
provecho, en el tratamiento de la
fiebre tifoidea en el hombre, el uso
del cloroformo por la boca en forma
de cápsulas de gelatina, y de inhalaciones clorofórmicas por el recto.
b'oe
PRENSA MILITAR
Los perros sanitarios en el Ejército alemán.—Von Tobold acaba
de publicar {Le Caducce, núni. 16,
1910) un interesante trabajo sobre'
éste asunto, en el cual demuestra la
utilidad de los perros sanitarios en
las campañas modernas, debido á la
diseminación de los heridos en el
campo de batalla; diseminacíón'causada, por una parte, por la g-ran
extensión que adquiere la linea de
combate, y por otra, por la tendencia de los heridos á ponerse á cubierto de los fuegos enemigos, detrás' de los matorrales y piedras, en
las hondonadas, etc.
Los perros empleados son perros
de pastor y de caza, que desempeñan su oficio de dos maneras distintas: ó ladrando junto al herido hasta
q%e llegan en su auxilio, ó volviendo en busca do un soldado de la ambirlattcia para guiarlo hasta donde
ée halla el herido. Algunos de estos
inteligentes animales han sido en.
señados á coger una prenda del
herido, ordinariamente el cubrecabezas, y llevarla á la ambulancia
ál mismo tiejnpo que va á avisar.
El equipar á loS peíros sanitarios
con material de cura ó medicamentos tío ha dado nunca buen resultado, sirviendo .sólo para dificultar los
trabajos del animal. En cambio resalta muy conveniente colocarlos
una mantilla con la cruz de .Ginebra, como medio de que el herido,
sea la que sea su nacionalidad, se
dé cuenta de que se acudo en su
socorro,
PROIfESlÓNAL
Esa misión de los perros comienza
en el momento en qtie principia la
exploración, sanjtaria del campo de
batalla.
',
Como la formación del perro sani;
tario daria lugar á graiides dificultades en tiempo de movilización,
se debe dotar do ellos, en la paz, á
ciertas unidades. En España, oficialmente, sólo existe una perra sanitaria, agregada á la ambulancia
de montaña de la primera Divij
sión. —C J.
ObsérTaciénes sobre la, gnerra
Eispano-Amerlcaua, desde diferente
pnnto de vista, pbr el Dr. Nancrede,
por J. Melton Heller.—Los servicios
sanitarios en la. guerra que los Estados IJnidos sostuvieri-on contra
nosotros fueron muy deficientes poi;
parte de ellos. El Dr. Nancrade, eii
úii trabajo anterior, culpó del desastre sanitario á los Médicos pro-,
visionales que los americanos improvisaron. El autor de este trabajo combate esta opinión, y culpa al
gobierno y al Congreso, que tenían
completánienüé 'abaftdonádos'estos
servicios. El Médico militar es un
especialista, -y su instrucción, ensus
especiales deberes, es la única eficacia práctica de su cumplimiento.
Cualquiera que sea la ilustración y
el patriotismo de un Médico civil, no
podrá en un momento dado, y sin
previa preparación, salir airoso de
los múltiples servicios de medicina.
Í)C»9 —
higiene, administración, y moral
militar que en el Ejército se le exige. Por otra parte, el Médico nunca
puede ser responsable .de la falta de
previsión de los directores. Asi, por
ejemplo, durante la guerra, linas
operaciones del Coronel Roosvelt
dieron lugar á una orden atropellada, para que el campo de Wikoff
fuera prepamdo á fin de recibir
2.000 heridos, y en pocos dias, sin
que las instalaciones estuvieran
terminadas, se aglomeraron más de
3.000 enfermos, que- carecieron de
alojamiento, alimentación y cuidados médicos.
Como se ve, no todo fueron aciertos por ])arte de los americanos en
aquella, para nosotros, triste campaña. (The Müitary Surgeon. Julio 1910.)
indígenas con 3>5(> camellos, y tenia
para su servicio 5 Oficiales Médicoei
En una expedición por un paií
extremadamente pobre en agua, se
dedicaban minuciososcuidadospara;
que no faltase. La ración diaria se
evaluó en litro y medio por hombre,
que se repartía diariamente. En algunos momentos se pensó en sustituir el agua por el jugo de frutos
agradables, principalmente citrullas vulgares, pero hubo que dese^
char ese intento. El agua del rio se
aclaraba con alumbre ó con carbói*
vegetal, utilizándose úllimamente
filtros de carbón, improvisados con,
recipientes de lienzo. Ni en los campamentos ni durante las marchas
se utilizó el agua hervida.
Se dio á las tropas 0,1 1. de ron
ó coñac, impidiendo severamente
que los soldados acumularan raciones. El personal médico luchó en
El servicio íanltarioenlaezpedi- este asunto con muchas dificultades
clón contra los hotentotes, por Ohle- por las singulares creencias del perXRíiTíw, Médico segundo del Ejérci- sonal no médico acerca del uso del
to alemán. —En la imposibilidad de alcohol en general", y en especial en
dar cuenta detallada de esta intere- los países cálidos.
sante Memoria, nos limitaremos á
Durante la preparación de las
señalar algunos extremos.
tropas se observaron casos de escorLlama desde hiego la atención buto, atribuidos al uso monótono de
la cantidad de Médicos que en las conservas, á veces sin necesidad,
tropas expedicionarias esistia, pu- asi como una epidemia de fiebre tidiendo afirmarse que en ninguna foidea, consecutiva á la llegada de
expedición colonial se habían al- conductores indígenas de los Hevecanzado tales cifras. Un Médico por ros. Merece anotarse la resolución
compañía ó unidad independiente, de aislar los blancos de los indígefuertes cuando más en 100 hombresj nas para dejar limitada la epidemia
en éstos, sin que se extremara la
y otro de categoría superior por cada
profilaxis entre los hombres de color.
cuatro compañías; total, ó por 400
hombres. Y aunque el autor dice que
No se observó ningún caso de
con este número se atendía al ser. malaria, no obstante la falta de
vicio de indígenas, enfermerías, medidas profilácticas, pues aunque
evacuaciones do enfermos, es lo se pensó utilizar la acción preventiva de la quinina, no llegó á emcierto que la primera columna expedicionaria constaba de 17 Oficia, • pisarse.
les, í!35 Suboficiales y tropa, y 59
^
810 —
Huevas observaciones sobre la
desinfección de la piel por el alcohol, por Schumburg.--Las observaciones hechas en los servicios do
Sanidad Militar en Alemania están acordes en confirmar que los jabones no producen disminución en
el número de gérmenes de la piel, y
que, en cambio, se consigue pronto
y rápidamente por el empleo del alcohol. Esta acción disminuye por el
empleo previo del agua y del jabón:
200 c. c. de alcohol bastan para obtener una esterilización de la piel.
Se puedo emplear el alcohol desnaturalizado con el mismo éxito que
el de 90° {Deutsche Med. Voch.
1910, núm. 23).
SECCIÓN OFICIAL
i) Septiembre. -Real orden D. O. núm. 2o2) aprobando y declarando indemnizables las comisiones conferidas al Médico ma^
yor D. Juan Valdivia Sisay y á los Médicos primeros
D. Santiago Carballo Sarasúa, D. José García Toricos,
D. Eustasio Conti Alvarcz, D. Julio Vias Ochoteeo,
D. Jesús de Bartolomé Relimpio, D. Fernando Fernández Buelta y D. Ramón Angiada Fuxá.
12
14
Resolución del Consejo Supremo (D. O. núm. 199) traspasando la pensión anual de l.lS'j pesetas á los huérfanos del Médico mayor D. Enrique Rebolledo I^augior.
Real orden circular (D. O. núm. 200) disponiendo se incluya en el petitorio-formulario de medicamentos para
Hospitales militares la «oxilita» (bióxido de sodio),
para la obtención del oxígeno, empleándose en la can
tidad suficiente para obtener el volumen de dicho gas
que haj-^a de sumijiistrarse.
Real orden (D. O. num. 200) desestimando la instancia
promovida por el Médico mayor D. Enrique Pedraza
Vivanco, en súplica de que so le reintegrase la cantidad abonada en concepto de pasaje de Cuba á la Pe
nínsula de su hermana D.* Josefa, por no serle aplicables los beneficios de la Real orden de 7 de Agosto
de 1905.
Real orden {D. O. núm. 201) disponiendo que el Subinspector Médico de primera clase D. Victoriano Gonzá-
— 611 —
lez Rodríguez, Director del Hospital de Vitoria, y en
comisión en el de Granada, cese en la expresada comisión y se incorpore inmediatamente á su destino do
plantilla.
14 Septiembre.—Resolución del Consejo Supremo de Guerra y Marina
(D. O. núm. 203) asignando la pensión anual de
1.250 pesetas á cuatro huérfanas solteras del Subinspector Médico de segunda clase D. Clemente Senac
Vicente.
16
»
Real orden {D. O. núm. 203) destinando al Estado Mayor Central del Ejército, en comisión, al Farmacéutico
míiyor Jefe de la Farmacia Militar de esta corte, número 2, D. Joaquín Ezquerra del Bayo y García de
Vallndolid, quien pasai-cá á situacióii de excedente en
la primera región.
17
»
Real orden [O. O. núm. 205) disponiendo se provea por
concurso una plaza de Médico mayor en el Estado Mayor Central del Ejército, pudiéndo los del referido empleo promover sus instancias en el plazo de veinte
dias, á partir de la fecha de publicación de esta Real
orden, acompañando á las mismas copia do las hojas
de servicies y do hechos.
Real orden (D. O. núm. 205) desestimando instancia del
Médico mayor 1). Luis Torres Ibai-ra, que solicitábalo
fueran aplicables los beneficios del art. 3.° transitorio
del vigente Reglamento de ascensos en tiempo de paz.
para los efectos do concesión del sueldo de Coronel,
por hallarse en posesión de dos cruces de primera clase
»
>
'
22
»
de María Cristina, obtenidas en el empleo de Médico
primero.
' .
Real orden (¡>. O..núm. 209) disponiendo que los Jefes y
Oficiales de Sanidad Militar que se expresan á continuación pasen á ocupar los destinos que también se
señalan:
.
Subinspectores Médifos de segunda dase: D. Emilio
Muñoz Sevillano, de la asistencia del persoital de Plana mayor de la Capitanía general de la séptima Región, á igual destir.o eji la segunda, y D. Jaime Mit.
javila Rivas, del Estado Mayor Central, á la asisten-
— 612 —
, •
cía al personal de Plana mayor de la Capitanía gene
ral de la séptima Región y Subinspección.
Médico mayor: D. Kduardo Minguez Val, del 14
Tercio de la Guardia civil, á situación de excedente
en la primera Región.
Médicos primeros: D. Eduardo Sánchez Martin, del
Regimiento Lanceros de la Reina, 2 de Caballería,
al d i Húsares do Princesa, 19; D. Antonio Sánchez
Reyes, del Regimiento Húsares de la Princesa, 19 de
Caballería, al de Lanceros de la Reina, 2; D. Juan
Romeu Cuallado, del Colegio de Huérfanos de Maria
Cristina (sección de varones^ al primer batallón del
Regimiento Infantería de Menorca, 70; D. Aurelio Solis Jacinto, del Batallón Cazadores de Reus, 16, al Colegio de Huérfanos de María Cristina (sección de varones); D. Manuel Bernal Noailles, de las Comandan'
cias de Artillería é Ingenieros de Gran Canaria, al
Batallón Cazadores de Reus, 16; D. J u a n Martínez
Roncales, de la quinta compañía de la Brigada de
tropas del Cuerpo, al Batallón Cazadores de Figueras, 6, y D. Ju§to Carmena Ruiz, del Batallón Cazadores de Figueras, 6, a l l i Tercio de la Guardia civil.
Médico segundo: D. Felipe Rodríguez Martínez Toledano, del Regimiento Infantería de Burgos, 36, á las
Comandancias de Artillería é Ingenieros de Gran Cá
naria.
Médico provisional: D. Olegario Llamazares Olmo,
del tercer batallón del Regimiento Infantería de Burgos, 36, al segundo batallón del mismo Regimiento.
23 Septiembre.—Real orden {D. O. núm. 209) disponiendo que el Farmacéutico mayor de Sanidad Militar, D. Pablo Rodriguen
Vázquez, con destino en la Junta facultativa de Sanidad Militar, pase á la Farmacia militar de esta Corte,
número 2, de Jefe de la misma.
D
"
lieal orden {D. O. núm. 209) dando ingreso eu la reserva
gratuita de Sanidad Militar al recluta de la Zona de
Salamanca, 47, D. Enrique Rocandio Martín, y nombrándole Médico provisional con destino al Hospital
Militar de Madrid-Carabanchol.
REVISTA DE SANIDAD ILITAR Y LA MEDICINA MILITAR ESPAÑOLA
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Escala del Gueifps de Sanidad Milifeai» en i° de 9©bubpe de i9iQ.
SECCIÓN DE MEDICINA
inspector médico de 1.^ clase, honorario: S. A. el Príncipe D. Luis Fernando de Bavieríi.
Números
DESTINOS DE PLANTir LA
COMISIONES
Números
lao lofi
a I n s p e c t o r e s d e I . " '1).
1
2
1
2
Pérez Dalmau
Altayó
I n s p e c t o r 4." E e ^ i ó n .
I n s p e c t o r I." E e t í i ó n .
1
2
S
*.
5
6
7
8
9
1 García Gil
2 Chicoy Perrer
3 Gómez Florio
4 Martín García
5 Planter
6 Lacalle
Sánthez
Manzano
7 FeriiáTidez G u i j a r r o
8 Cortés Bayona
8 I n s p e c t o r e s d e 2 . " (1).
I n s p e c t o r 7.* R e g i ó n .
I n s p e c t o r 5." R e g i ó n .
Inspector Instr. é I n d a
I n s p e c t o r 2." R e g i ó n
Inspector 3." Región.
.Jefe S e c c i ó n M i n i s t e r i o .
Cuartel.
I n s p e c t o r 6.* R e g i ó n .
Inspector Melilla.
22 Subinspectores
1
-¿
3
4
Acal
Marinas
Cabello»
Bach
S á n c h e z de la P r e s a
Rodríguez EÍ08
RuizSát.ehez
Coll Z a m u y
Sanz Barrera
Hermida
;
de
I.*^
1
2
3
4
6
6
7
8
9
10
fi
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
ao
11 M i r a
l a Solis B a z á n
13 F e r n á n d e z A l v a r e z
14 F o l a c h e
IB D e l g a d o R o d r í g u e z
16 S a l i n a s A z n a r e i j
17 L a c r u z
18 S a n t o s
19 G o n z á l e z R o d r í g u e z fM.l.
¿O G o n z á l e z R o d r í g u e z (V.).
D i r . H. V a l e n c i a .
J e f e f. S . ' R e g i ó n .
Minisieiio Guerra.
l ) i r . P a r q u e t*. M.
Director Acailcinia.
Dir. II. Z a r a g o z a .
Dir. II. M a d r i d .
E . M. (!entral.
l.er J e f e B r i g a d a .
Djr. Inst." Higiene, J u n ta reform. inatl. sanit."
Dir. H. Barcelona.
Dir. H. Valladolid.
Jefe S. T e n e r i f e .
Dir. H . hevilla.
J e t e 8. Ceuta.
J u n t a fucuiíativa.
J e f e S. M a l l o r c a .
Dir. H. Pamplona.
Dir. II. B u r g o s .
D i r . II. V i t o r i a .
21
82
21
2i2
D i r . l.er g r u p o h o s p s . M e l i l l a ,
D i r . 11. A l s í e c i r a s .
Canalejas
Pérez ü n i z
56 tSnbinspcctores
1
1 M:.userrat
2
2 Barea
3
3 Panzano
4
4 Baraja
5
o Liomo
6
6 Balmori
7
7 López Brea
8
8 Moreno de la Santa
9
9 Jordán
10 10 Z a p i c o
11
Alabern
12 11 P a r e d e s R o d r í g u e z
13 12 D o m í n g u e z
14 13 A r i s t o y
15 14 F e r n á n d e z G a r r i d o
16 15 C a s t a ñ é
17 16 M o r i o n e s
18 17 G o n z á l e z A v i l a
19 18 ' l ' o l e z a u o
SO 1 9 E i v e s
21 2 0 B l a n c o P a r a d e l a
22 21 Z u g a s t i
2 3 22 G o n z á l e z G a r c í a
24 2 3 M u r o
2 5 24 M u n d e t
26 2 5 G a m i r
27 26 A n í e v a s
28 27 M a r t í L i s
29 28 B e r n a l F l o r e s
30 29 S á e z
31 30 B . l b i n
32 31 C a y u e l a
3 3 32 F r e i t a s
34 33 P u j á i s
3 5 34 A n d r e u
36 35 F e i t o
3 7 36 Vrquidi
3 8 — i.'tair<ic
3 9 37 B a v r e i r o M a r t e l o .'
40 — Fernández
Espuna
4 1 38 J u r a d o P a r r a
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
40
41
42
43
—
44
45
46
47
48
49
—
5J
51
52
53
54
55
D i r . H. C á d i z .
íl. Pamplona.
Dir. H. G r a n a d a .
l.er g r u p o hoBp.s. M e l i l l a .
E x c , Legación Tánger.
S r i o . I n s p . S. M. M e l i l l a .
D i r . H.er g r u p o h o s p s . M e l i l l a ,
Reemplay.o, enfermo.
H. Madrid.
Asist." pers. 2." R e g i ó n .
A s i s t . ' p e r s . 5.» R e g i ó n .
Dir. H. Bilbao.
A. ó r d s . I n s p . A l t a y ó .
Dir. hosp. A licante.
D i r . 2.° g r u p o h o s p s . M e l i l l a .
D i r . i ' a r q u e S. .\1. M e l i l l a .
D t . II. T a r r a g o n a .
H.Ceuta.
Asist," p e r s . 7." R e g i ó n .
122 médicos
1
'¿
3
4
6
6
7
8
9
10
11
—
12
13
14
—
—
Martínez Ramírez
cabeza
Portas
Barreuecliea
Pastor Ojero
Sánchez Fernández
(Jardín
López Jiménez
Fernái.dez Mariscal
León y Jiménez
Lorente
Faz
Cilla
Riatol
Parreño
Blanco
Larritscaní
Uerndndez
Tejada
18
19
20
21
22
23
24
26
i6
k7
ütt
aa
15
Lombana
Bibaduila
Alian
Aparici
Palop
González Velasco
Salvat
Pérez Casaval
Valdivia
Sánishez Iznavdo
Saiictioz bánch,.z
Fernandez Baqucro
16
17
18
19
20
21
22
23
24
2u
Bo 2» r.Mw,iii„ i i . . - _ . —
31 27 Beniní Deacdizu
32 28 P e l á e z
3 3 29 C a u e n a s
34 — Olmos
2.*
A s i s t . " p e r s . 6." R e g l ó n .
Dir. H. San Sebastián.
Instituto Higiene.
D i r . 11. V i g o .
t i r i o . In&p. 1.* R e g i ó n .
H. Valladolid.
S r i o . I n s p . 4.* R e g i ó n .
Aftist.* p e r s . 1.* R e g i ó n .
S r i o . I n s p . 2.» R e g i ó n .
Insp. Instr. é Industria.
R e e m p l a z o Maflrid.
Ministerio Guerra.
Dir. H. Palma.
Dir. H. Málaga.
H . Corufia.
M.Barcelona.
H.Zaragoza.
Aeiat.^ p e r s . 3 . * R e g i ó n .
2." Jefe Academia.
S r i o . I n . s p . 5.* R e g i ó n .
Dir. H. Badajoz.
i ' a r q u e S . M.
Srio. Insp. 3 . ' R e g i ó n .
H, Valencia.
H. Vitoria.
H. Madrid.
Dir. H. Córdoba.
Ambulancia montada.
H.Sevilla.
Junta facultativa.
S r i o . I n s p . ti.» R e g i ó n .
H. T e n e r i l e .
H. AlKeciras.
Jefe Sanidad Menorca.
S r i o . I n s p . 7." R e g i ó n .
A s i s t . " per.s. 4 . " R e g i ó n .
Ministerio Guerra.
E x c . E . M. C e n t r a l .
A s i s t . ' p e r s . 8." R e g i ó n .
A. onts. Insp. Lacalle.
R . C. A l a b a r d e r o s .
Cano Santayana
Amo
Hurtado
Santiandreu
Baeza
Benediil
Martínez Miralles
líileaias
Díaz
Verdejo
Muñoz Sevillano
Liun
Vídegain
Aizpuru
Estrada
Magdalena
Peña Blasco
Moneada
Catalán
Mitjavila
1
2
b
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
de
mayores.
Acad.» Caballería.
Prof. Escuela Guerra.
Ministerio Guerra.
U. Coruña.
Inspn. Guardia Civil.
Instituto Higiene.
H. Málaga.
U. Valladolid.
3.er g r u p o b o s p s . M e l i l l a ,
D i r . 11. A r c l i e u a .
H.Zaragoza.
Ex.,com.E..\l.Marruecos.
D i r . 11. L o g r o ñ o .
11. B a r c e l o n a .
U. Valencia.
Kxc.,Coii8uiadoMogador.
E x c , I n s p . 1.» R e g i ó n
(Estadisiica;.
Maestranza Sevilla.
Reemplazo.
H.Sevilla.
Dir. H. Alcalá Henares.
H.Zaragoza.
U. Cádiz.
U. Valencia.
H.Madrid.
Acad.» Aílmón. Militar.
H.Vitoria.
Academia Alédico-militar
I n v á J i i ' " - ' < ^'- '
) »
lil 107
lüíi —
123 —
124 108
125 109
12«
127 110
128 111
129 —
130 112
131 —
132 113
13H 114
134 115
135 11H
13B 117
137 118
138 119
139 liO
140 121
141 —
142 —
NOMBRRS
DKSTINOS DE
Naranjo
Navarro Vicente
Martin Mifiuel
González
Haedv
Euey
Herrero Lacaba
Cortes Barran
Fernández Jaro
Torre» Ibarra
Cornejo
CDnstanti
Martin
Romo
Sausano
Ojtega
Sánehtz Hargrave
Molinos
Aldas
Queipo
Ruiz Gómez
Baixanli
Redondo Flores
Fueites
Arias
Minguez
a
H
4
5
ti
7
Azoy
Marauges
García
Garda
A r a c a m a iQ.;
Muñoz Bueno
San Eustaquio
Amat
Castillo Navas
Sánchez Roliián
P r i e t o M u ñ o z (G.J
Gal ligo
R a m ó n Coll
Corso
Gicb
Coma
Valle
Cáceres
Ramos Herrera!
Quílez
Ariiao
^luñoz EUén
Serrano
Gómez y Gómez
Moral
M o r e n o L ó p e z (.\1.)
Alcaide
Iturralüe
Tato
Andújar
Iñigo
Chicoy Arreceígor
Agudo
Parrilla
Martínez Oppelt
G a r c í a T o r i c e s (J.)
Zamora
Jáudenes
LeónTaboada
Cuveiro
Grafulla
Soler R o d r i g i
'
Mor'^no S á n i , "
priniei'fiH
4.° R . I n g e n i e r o s .
A m b u l . » - m o n t a ñ a n . " 1.
Hfeinp)fi7!0.
2." R. Are'
montaña.
Com.'* A r t . " l í a r c e / o n a .
P . M . B r i g a d a S. M .
C. A r t . a é I n g s . P a m p l o n a .
(O.)
8
7 Gil S á i n z
9
H Ibáiiez
10
9 Fernánuea Fontccha
11 — Fuentes
12 10 U u i n t a n a D u q u e
13 11 L a s m a r i a s
14 12 C a m p o
15 13 C a m ó n
16 14 C o r n t t t
17 15 S o l a
18 16 H u e s a
19 17 P a l a c i o s
20 18 I g l e s i a s G a g o
21 19 L e d e s i n a
22 iO P í z a r r o
2:1 21 J a c k
24 22 D o m i n g o . l o v t r
25 2H R o d r í g u e z l ' é r e z
iti -Ji A r e o h . c g a
2/
2ó G a r c í a G a r c í a (K.)
28 íG A l l e r
29 27 A l o n s o F e r n a n d e z
SO 28 R a i n o n t J I
31 29 P a c h e c o
32 ,10 U g u e t
33 31 H e r n á n d e z A l o n s o
34 .=¡2 P é r e z M a r t o r e l l
35 33 G a r c í a B á r d a l a
36 34 M a ñ e r o
37 35 M e r i n o
3 8 36 E s c a p a
39 37 S o r n í
40 38 M a r t í V e n t o s a
41 39 P r i e t o iMuñoz ( J . ;
42 40 H e r n a n d o Q u e c e d o
43 41 N a v a r r o C á n o v a s
41 42 G a r c í a R o d r i g o
45 43 R o j o
4(i 44 R o d r í g u e z S a y a n s
47 4o A z n á r e z
4-i 46 N a v a r r o S a n c h o
iu 47 O b r e i í ó n
fjü 48 F e i j ó o
ñl 49 P l a n e l l e s
52 ñO S a e i i z d e S i c i l i a
ñ í 51 P é r e z V i o i i d i
04 5¿ S u e i r a s
.55 53 S e c c h i
%<» 54 G ü t t ü r o y v ; . . - 7 ; • •; .;-. . . . . . .
57 55 C a s t a ñ o
58 Olí M o r a l e s F e r n á n d e z
.W Í 7 C o s t a
tiO 58 G a i n a r e s
til .o9 l l o r c a d a
6á hü R i i b i a i i ü
63 til G u e r r a
61 62 G a r c í a T o r i l e s ( L
6.Í 63 F e r n á n d e z V a l d e r r a m a . .
tíri 61 R u c h e
67 65 L u i s S a a v e d r a
6S 66 G a r c í a R o j o
69 67 M o r e n o U c h o a
70 68 L e d o
71 69 B r ú
72 70 A s p i r ó s
73 71 R i p o l l
74 — Garda
Beltu¡/ner
7 5 72 M a ñ a s
76 73
77 74
7H 75
79 76
H) 77
81 78
82 79
83 80
84 81
85 82
86 83
87 84
88 85
89 86
90 87
91 8«
92 89
Si 9U
94 91
9o 92
96 93
97 94
98 95
99 96
100 9¡
101 98
102 99
103 lUÜ
104 101
105 102
106 103
107 104
108 105
109 106
J 1U7
COMISIONES
2.» g r u p o h o s p s . M e ü l l a .
3.er g r u p o h o s p s . M e l i l l a
E x c , Insp. Conis. linuids'.
A. órris. I n s p . Cortéd
H. M á l a g a .
3.er g r u p o h o s p s . M f l i l l a .
Reemplazo.
H. Sevilla.
n . Ceuta.
E x c . H. C e u t a .
Dir. H. Lérida.
Exc. H. Ceuta.
H. Mahón
2.° g r u p o h o s p s . Melilla.
1 . " g r u p o hosps. Melilla.
H. Granada.
H. Algeciras.
l.er g r u p o h o s p s . M e l i l l a .
n." g r u p o h o a p s . M e l i l l a .
Ac deniia A r t i l l a r » .
l . i r g r u p o hosp". Melilla.
E x c , A c a d e m i a Ar ill."
E x c , 1.» R e g i ó n .
2 5 1 .llédi«*<>N
1
t!,*Nril.LA
.
*.
Remonta Córdoba.
Bón. Caz. Llerena.
l.er B ó n . R . T o l e d o .
Excedente tropas Admón. Melilla,
Dirección Cría Caballar.
Yeguada militar.
R. Cab. T a l a v e r a .
R. Pontoneros.
R. C a b . S a n t i a g o .
Col. Guardias jóvenes.
! « ' B ó n . R. M a l l o r c a .
2"'R. montado Art.'
t .** R . m o n t a d o A r t . *
C a s a M i l i t a r d e S. M.
1 .er B ó n . R. G r a v e l i n a s .
R. Cab. Galicia.
l.ei-Bón. R. A l m a n s a .
It. Artillería Sitio.
l.er B ó n . R . C a n t a b r i a .
Remonta Extremadura.
J u n t a facultativa.
l.er B ó n . R . Z a m o r a .
R. Inf.a Inca.
l . e r B ó n . R . t>. Q u i n t í n ,
Bón. Caz. Ma irid.
R . (Jab. T e t i i a n .
l.er B ó n . R . B u r g o s .
l.er R. i n g e n i e r o s .
Ministerio Guerra.
6.° R . I n g e n i e r o s .
l.er B ó n . R . I s a b e l I I .
l.er p e p . s e m e n t a l e s .
S r i o J . S. M a l l o r c a .
R. Cab. VíUarrobledo.
l.er B ó n . R . C u e n c a .
II. Madrid.
Bón. Caz. Alba T e r m e s .
3.er R . Art.** m o n t a ñ a .
Bón. Caz. Estelhi.
5.* c o m p a ñ í a B r i g a d a .
R. C a b . " Castillejos.
i.tr B ó n . R. A n d a l u c í a .
4." R e m o n t a Caballería.
R . Cab.» Alfonso X U .
l.er B ó n . R. Á l a v a .
l.er B ó n . K, Z a r a g o z a .
A m b u l . » m o i i í a ñ a n.'^' 3 .
Escuadrón Tenerife.
AirrlrtriaijCia l i i ü n t a d - a ;
l.er B ó n . A l t - á i i t a r a .
Instituto lligientí.
l.er B ó n . R . V a l e n c i a .
R. C a b . * V i l l a v i c i o s a .
R. C a b . L a n c e r o s del R e y .
l.er R . A r t . " m o n t a ñ a .
Plana Mayor Bridada.
Colegio üe S a n t i a g o .
P a r q u e S. M.
R. Cab. Alinansa.
l.er B ó n . R . L u c h a n a .
l.er B ó n . R . A i b u e r a .
H. V a l l a d o l i d .
R. Cab.» Sesma.
l.er B ó n . E . G u a d a l a j a r a .
Ministerio (juerra.
3.a c o m p a ñ í a B r i g a d a .
E x c , A g e n c i a Cr. F e z .
l.erBóu. R Extremadura.
l.er B ó n . R . A r a g ó n .
10." R. m o n t a d o Art.»
Art.** C a m p o G i h r a l i a r .
Talleres li.gennror.
Lncuaiiróu .vlalloiC'.
9." R. m o n t a d o A r t . "
Bón. Caz. Mérida.
R . Cab.*^ N u m a o c i a .
R. Cab.^ Farnesio.
l.er B ó n . R . N a v a r r a .
l.er B ó n . K . M e l i l l a .
R . Iiif.» L a s P a l m a s
R. Cab.» A r l a b a n .
R. Cab.» E s p a ñ a .
12.° R . m o n t a n o A r t . »
l . e r B ó n . R. V a i i - R á s .
S r i o . , J . S. T e n e r i f e .
l.ei- B ó n . R . O t u i i i b a .
i.e* t e r c i o G u a r d i a C i v i l .
C. A r t . « é I n g s . G r a n C a n . »
l.er B ó n . R . u o i i s t i t u c í ó n .
Colegio Huérf. G u e r r a .
5.° D e p . s e m e n t a l e s .
7.° R . m o n t a d o Art.>^
l . e - B ó n . R. Rey.
l.er ü ó u . 1{. V i z c a y a .
l.er B ó n . R . C ó r u o b a .
Húsares Pavía.
Art.a e liigns. Tenerife.
R. Cab.» S a g u n t o .
R. Cab.» 'l'reviño.
Srio. Jef.» s a u d . C e u t a ,
4.° D e p " s e m ^ n i a l e s .
R. Cao.» Alo ,.ra.
.^^^ c:'T
."...
35
36
37
38
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BO
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58
59
60
Martín
Salazar
30 F e r n á n d e z o a i v u d o r
31 B e i i z o
32 G a i n e r o
33 U r r u t i a
34 M a r t í n e z C a p u e v i i u
35 F i o l
36 C r e s p o
n7 P é r e z . v i u i g u e z
3« S e i n p r ú i i
39 M a o f a r r é
— Triviño
40 P r i e t o l a Cal
41 S o l e r G a r d e
42 R o d r í g u e z V á z q u e z . ( A . ) .
43 F e n i á i d e z V i c t o r i o ( X . ) .
44 G a r c í a I p a r r a g u í r r e
45 P u r t i i l a
46 M o r e n o L ó p e z (J.J
47 R i e r a
48 Z a p a t e r o
4b P e r a l t a
50 P é r e z « c la C r u z
51 G u t i é r r e z del U l n i u
— Fclitívarría
Ufinina
52 fealazar i L . ;
61
62
63
64
65
66
67
6»
69
70
71
53 F e r n á n d e z V i c t o r i o ( A . ) .
54 B a r r e i r o d e l a I g l e s i a . . .
— Coi üellares
óo A l e m a n y
Ó6 P é r e z N o g u e r a
57 P l a z a B l a n c o
58 G a r c í a M o n t o r i o
69 M o r e l l
60 P u i g
61 G a r c í a J u l i á n
— Fernández
Vtilurio
IF.)..
rarqaoAiL.-Muu..^.
—
H. Madrid.
A c a d e m i a Infantería.
E x c , Insp. Coms.liquids
y liabilitauo Cuba.
Supernumerario.
H. Valencia.
H.Córdoba.
Ministerio Guerra.
A s . tí., J , y O. r . ° M a d r i d .
H. Barcelona.
H.Sevilla.
Escuela Tiro,
H. Valladolid.
H.Madrid.
A m b u l . » m o n t a ñ a n . ° I.
E x c , Legación Tánger.
Dir. H. G u a d a l a j a r a .
H.Barcelona.
Ministerio Guerra.
Asist. p e r s . M i n . " G u e r r a
2.° g r u p o h o s p s , M e l i l l a .
l.er g r u p o h o s p s . M e l i l l a .
Fábrica pólvora Murcia,
H. Palma Mallorca.
H. Cádiz.
Fábrica Armas Toledo.
H.Badajoz.
Fábrica Trubia.
Exc. 1.'Reglón.
E s c u e l a üe G u e r r a .
Manicomio «Pedro Mata»
H. Coruña.
A órds. Insp. P. Dalmaa.
H. Vitoria.
Inst." Higiene Frcf. Acad
H. Segovía.
P r i s i o n e s , Prof. A c a d . "
Junta facultativa.
H. Madiiü.
H.Zaragoza.
E x c , A s i s t . ' G s . J s . y Ofs
reemp." Madrid.
H. Ceuta.
H. Burgos.
Coniand.» Ingrs. Madrid.
P a r q u e s . M.
J n n i a facultativa.
Ex^-edente.
H.Tenerife.
H. Las Palmas.
H. Sevilla.
Consejo Supremo.
Academia Ingenieros»
H. Santander.
Plana Mayor Brigada.
H.Badajoz.
A s . » G., J . y O f s . M a d r i d .
P a r q u e S. .M.
Escuadrón Escolta Real.
A s . » G., J . y O. r . ° B a r c e l .
li. Baicelona .
H. Chafarinas.
Asist.» pers. Urdenación
y P. Academia.
H. Burgos.
Fábrica pólv. Granada.
As.» G., J . y O . B a r c e l . »
H. Madrid.
E x c . Insp. Coms. l i q u d s .
Instituto Higiene.
Dir. H. Samoña.
Asist.» p e r s . M.o G u e r r a .
H. Pamplona.
E x c , Insp. Coms. Liqds. (Madrid).
Fábrica armas Oviedo.
H. Madrid.
H. Pam)doua.
O r d e n s . I n s p . G. F l o r i o .
Dirección Carabineros.
U.Madrid.
H.Ceuta.
Instituto Higiene
í^*-^ "<"•"• ^ l ' » ' " G a e r r a .
H.Barcelona.
H. Figueras..
H.Madrid.
H.Madrid.
H. San Sebastián.
H. Barcelona.
H. Carabaiichel.
H. G r a n a d a .
114 111 S a J a . i o
115 112 A r i a s
116 113 R u i z M a r t í n e z
117 114 P u n c e l
118 115 L ó p e z y L ó p e z
119 116 C a r p i n t e r o
120 117 B e n i t o A z o r í i i
121118 í'eriiántle/. B u e l t a
122 119 I e r e z C i r b o n e l l
123 120 R e i n o ( B . j
124 1:^1 l í e r n á n d e z C o g o l i u d o . . .
125 122
126 123
127 1:^4
128 125
129 126
130 127
IMl 128
132 129
133 130
134 131
135 1,32
136 133
137 134
138 135
139 136
140 137
141 —
142 138
Vam-Baumberghen
Torremocha
Hernando Pérez
Belsol
Coiiti
Amor
H e r r e r o Diez
González Deleito
Ferrer Clurana
Barcia
Tamayo
Bouthelíer
García Sánchez
Alonso García Sierra
Sánchez Pallasar
Carmena
Vilaplana
Solis J a c i n t o
143 139 M o r e n o L ó p e z (A.>
144 140 B ú a
145 141 C o n d e
146 142 L ó p e z E l i z a g a r a y
147 — FaredfS
Pereda
148 143 G ó m e z U U a
149 144 F e r n á n d e z F e r n a n d e z . . .
150 145 B a r t o l o m é
151146 R u b i o (L.)
152 147 S a n z F e l i p e
153 148 M e l é n d e z
154 149 V a l d é a
72 62 A l b e r i e o
155 16C C o l l a d o
78 t'3 E s t e v a n C l a v i l l a r ( M . . . .
166 151 D í a z F e r n á n d e z
74 64 D e l g a d o P i r i s
157 152 O c a ñ a
7.5 6o F e r n á n d e z F é r e z
158 l-)3 .>^uárez T o r r e s
7 6 *>ti B r a ñ a
159 154 F e r n á n d e z M a n o s
77
Fíeiíes
160 155 h a r t e r a s
7 8 67 G o n z á l e z G r a i i d a
161 1.5t> F e r n á n d e z V a l l e s a
79 68 A u g u s t i n
162 157 V í a s
80 69 H u e l v a
163 I.TS V i d a l F r e i i e r o
b l 7u P l a z a I g l e s i a s
164 159 M o r e n o B a s t a n t e
b2 ^ t G a r c í a F e r n á n d e z
165 U)0 b á n c h e z R e y e s
jjíj í a P r i e t o y M a t é
166 161 P i c ó
¡j4 73 R o l d a n
167 162 V i g í l d e Q u i ñ o n e s
8 5 74 R o m e r o A g u i l a r
168 163 R I O y R i c o
8(j 7é M a r t i n F e r n á n d e z
169 164 M a í z
87 76 E s t e b a n ü e l a R e g u e r a . .
170 165 J u a r r o s
8 8 77 S o l a n o
171166 lilana
8 9 78 B r e z o s a
172 167 M i n g u i l l ó u
90 79 S o l u u g a
173 168 G ó m e z M a r t í n e z
91 80 S a l c e d a
174 — Muñoz Ueato
92 81 P e d r a z a
175 169 L u i s S u b i j a n a
176 170 P a r d o L a r d i e s
JQ w L á z a r o
177 171 H u e r t a s B u r g o s
91 ^
Conejo
178 172 G a r c í a G a r c í a (M.).
9 5 84 C a s t e l l v i
179 173 C a l v o F l o r e s
96 85 V a l d e r r a m a
180 174 D i e z
97 ~
Calleja Pelayo
181175 C h a m o r r o
9 8 86 C a s a r e s
182 176 B r a v o F e r n á n d e z
99 87 V i l i a b o n a
183 177 R i n c ó n d e A r e l l a n o
100 ° ? K e d ó
184 178 E s c r i b a n o A l v a r e z
101 89 R i o B a l a g u e r
185 179 G ó m e z M o r e n o
186 180 C r u z R e p i l a
1<® ^
R a m í r e z de F e r g e r
1(B « " G a t o
187 181 B r a v o F e r r e r
104 «1 P o t o u s
188 182 C a r r e t e
106 >*^ P é r e z » a i z
189 l s 3 S á n c h e z M a r t í n
190 184 F e r r a t g e s
I*' ^
í"''"
191185 Escalera
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uí í."*'*
192 — Herranz
106 «4 O n s a l o
198 186 G o n z a l o
109 w U u l n t a u a B a r r a g á n
194 187 D o z
110 96 R a m í r e z S a n t a l ó
195
188 G o n z á l e z R i c o ( E . ;
í í h *^ ? f ^ " K *•• • K
196 189 F u m a g a l l o
112 98 M a r t í n e z C a r v a j a l
197 190 J u r a d o B a r r e r o
113 ™ D o m i n g o O r t i z
198 191 S a i
114 100 C i s n e r o s
U 5 lOl M o l i u
199 192 M o r a l e s S i c l u n a
íífím
? " " e 2 Pierio
200 193 M o r a l e s M o l e ó n
Í ? I 1 ^ Moy»
201194 i'omé
l í ^ ' S - *}""«''García
202 195 V a l e r o N a v a r r o
119 10a D u r b á n
208 196 M o r e n o P a l a c i o s
2C4 — Barbero
205 197 A r a n ) o
206 198 C r e n d e
• u i n * ' ^ i ' l a S e c c i ó n d e R e s e r r a : F . L o s a d a , A l e m a n y , I z q u i e r d o , G ó m e z , A b e n t e , O m g ^ 207 199 M o d e t
Vlllaverde, Magro y Castro.
....^
•
J
P ^ Í08 200 í
'ímé'-" , . . .
''***"'ü. ^^
Í d e m ; S a n c b i z , t;^."»
i.~''Bóii. j
7.» c o m p a ñ í i x B r i g a i i a .
Compañía aerostación.
C. A r t . « é l i i K s . , A l g e c i r a s
4.a c o m p a ñ í a B r i g a u a .
l.er B ó n . R . I n f a n t e .
Bón. Feí rocarríles.
R. Cab. Alcántara.
l.er B ó n R . A m é r i c a .
A y u d a n t e A c a d e m i a Médico-Militar.
E . M. C e n t r a l , A y . A c d . »
H. Madrid.
l.er B ó n . R . P r í n c i p e .
R . Cab.» Borbóii.
l.er B ó n . R . A s t u r i a s .
E- Cab. Vitoria.
l.er B ó n . R . L e ó n .
Academia Infaniena.
8.° E . ; n o n t a d o A r t . »
l.er B ó n . E . M u r c i a .
6.» c o m p a ñ í a B r i g a d a
y A m b u l . » M o n t . » 2.a d i v i a l ó u .
S r i o . J . S. M e n o r c a .
6.° D e p ó s i t o s e m e n t a l e s ,
14.° t e r c i o G u a r d i a C i v i l .
l.er B ó n . R . C a s t i l l a .
14." t e r c i o G u a r d i a C i v i l .
E x c , Consulado Larache.
C o l . M.» C.» ( v a r o n e s ) ,
l.er B ó n . R . P a v í a .
Srio.Jef.»Sand.8.»Iiegí0n
2.» c o m p . B r i g a d a .
13.° B . m o n t a d o A r t »
E x c , Consulado Tetuán.
1.» c o m p a ñ í a B r i g a d a . . . A m b u l . » m o n t a ñ a l . * d Í T Í s i ( 5 n
11. C j r u ñ a .
Escuela Central de Tiro.
Escuadrón Gran Canaria.
H.Zaragoza.
Bón. Caz. Talavera.
T r o p a s de A. M.
!.«'R. montado Art."
3. ' R . de I n g e n i e r o s .
3.er i ) . p ó s i t o s e m e n t a l e s .
l.er B ó n . R . G r a n a d a .
II. Burgoa.
H. Barcelona.
R. Cab. Principe.
R. Cab. Lusitaiiia.
Bón. Caz. Cbiciaiia.
l.er B ó n . R . T e t u á n .
R. Cab.» Reina.
Bon. Caz. Arapiles.
Bón. Caz. Barcelona.
R . C a b . .María C r i s t i n a .
l.ei B ó n . R . I s a b e l C a t ó l . »
P l a n a .Mayor B r i g a d a .
l.er B ó n . i.. S e v i l l a .
l.er B ó u . R . P r i n c e s a .
2 ° R. Ingenieros.
E x c , E s c u a d s . C.» C e u t a .
5.° R . I n g e n i e r o . - .
l.er B ó n R . S i c i l i a .
C. A r t . » é I n g s . C á d i z .
Academia Caballería.
l.er B ó n . R. G e r o n a .
l.er B ó n . R . B a i l e n .
Art.» é Ings. Ferrol .
H- P e ñ ó n .
H. Valencia.
l.er B ó n . R . L e a l t a d .
A m b u l . » m o n t a ñ a n . " 2.
Insp. Instr. é Ind.»
II. Sevilla.
2.° D e p ó s i t o s e m e n t a l e s .
E. Cab. HúsaresPrincesa.
C. A r t . " é I n g s . C e u t a .
Seuieír ales Artillería.
E x c , c » m i x t a S . Melilla
l.er B ó n . R . A s i a .
4.° R . m o n t a d o A r t . *
R. Cab. Montesa.
R . C. A l a r b a d e r o s .
Instituto Higiene.
8.a c o m p a ñ í a B r i g a d a .
l.er B ó n . R . S e r r a l l o .
l.er B ó n . E . B o r b ó n .
Bón. Caz. Alfonso XII.
Bón. Caz. L a Palma.
R. Cab.» T a x d i r .
E x c , c.» i n l x i a 8 . C e n t a ^
Fábrica Trubia.
^-'^
l.er B ó n . R . G a r f "
? . Inf.* G u i a .
<•!. C a z . J b i z a .
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285 226
236 227
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840 231
841 23-2
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244 28Ó
245 ^36
246 237
247 288
248 239
249 240
250 241
261 242
852 243
263 í!H
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265 216
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Alba d«l Olmo
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Escribano García
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Tejero
Kscoela Equitación.
Cancela
BAii. Caz. L a n z a r o t e .
Aguado
K. Inf.* Orotava.
Gabarda
B . Tenerife.
Veitazo
Bón. Caz. Segorbe.
KebaHiián
U . Alhucemas.
Manuel NoKUeras
l.*rBón. R. Guipúzcoa.
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1 . " E8t»bl.° R e m o n t a .
Soto
BóM. Caz. L a s í í a v a s .
Ai/Hilea
E x c , Comaiid.* tropas Adm<5n. C e a t a .
Dia'.s Mena
C Art.* éIngB.Cartagena
Martínez Vieta
R. Las Pa.lmní'.
Fuente» Serrano
F á b r i c a pólvora .Murcia.
Llorm te
Como.» Ar.ill * Melilla.
Rouieu
l.er Bón. R. Menon-a.
AnKlHila
l.er Bón. R. Vcrgnra.
Cenig»
Bón. Caz Gomera-Hierro.
Mira l'eriu
l.er Bón. R. o e n t » .
Amó
Parque SanirtBrt Mt-lilla.
Lombai.a Kañada
! . « ' Bón. K. África.
Homo de Oca
Art.* é IURS. Mallorca.
Fernández Lozano (G.)... B . Inf." P a l m » .
Dei«aiio Delífado
l.er Bón. K. San Marcial.
S á n i h e z Vega
P . M. Bri(r. Anib. montaña 3 . " división.
Blanco Lon
EventoalidarifS Melilla.
Usera
l.er Bón. B . Saboya.
Villa Pérez
l.«r Bón. R. Galicia.
Ooniález Alberui
l.er Bón. B. Covadonga.
Roiz Jaén
5.» R. m o n t a d o d e A r t . '
S^erret
7.0 R. Ingenieros.
Sánchez Hidalgo
Col.» M,* C (AranJueiV
Villa y Sanz
R e g . mixto Art." Uelilla
Llisterri
B r i g a d a discip.* Melilla.
Pinero
Bón. Caz Ciudad Rodrigo
Cogollos
Bón. Caz. Tarifa.
Coíduras
E v e n t u a l i d a d e s Melilla.
Amo y Sloclcer
E n f e r m e r í a Nftdor.
Conejero
Bón. Caz. C a t a l u ñ a .
Val do vino.-*
J.erBón. R . S a n F e r n a n d o
Olózaga
Enfermería Zeíuán.
Sánchez Barriga
l.er Bón. R. E s p a ñ a .
Aznar
Art.* é i n g s . Menorca,
Diez Mato
l.er Bón. K. Cerlñola.
Gómez Arroyo
l.er Bón. R. Reina.
Bernal Koatlles
Bón. Caz. de Reos.
Martínez Roncales
Bón. Caz. F i g u e r a s .
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Díaz P e r e i r o . . .
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Míralles
Ortíz de'viVliíjos
E s c a l a t a . . . •'
Herncnz Nicoiá^:.'."
Reinoso
Ministerio Guerra.
Laboratorio central.
H.Madrid.
H.Barcelona.
J u n t a faBultatlva.
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H.. Sevilla.
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15 F a r m a c é a t i c o s m a y o r e s .
1
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4
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García García (F.)
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H. Zaragoza.
H, Badajoz.
E x c , H . Vitoria.
Laboratorio central.
H . Ceuta,
Jefe F a r m , ' Madrid, 4.
H . Valladolid.
L a b o r a t o r i o central.
H, B u r g o s .
Jefe F a r m . ' Madrid, 2.
L a b o r a t o r i o Málaga.
H . Goruña.
Jefe F a r m . ' Madrid 3.
E x c , E. M. C.
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Salazar (E.)
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H . San Sebastián.
L a b o r a t o r i o Málaga,
SerjrrupohoBps. Melilla.
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l.er g r u p o hosps. Melilla.
F a r m a c i a Leganés.
E x c , F a r m . ' Madrid, 2 .
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H. P a m p l o n a ,
H, Mahón,
E x c , H, Z a r a g o z a .
E x c , F a r m , ' Madrid, 1.
E x c , F a r m . ' Madrid, 1.
E x c , Farm.* Trubia.
E x c , F a r m * sucursal Sevilla.
E x c . evs. Farnis, Madrid,
E x c , F a r m . ' Madrid, 4.
E x c , Eveiit." Madrid,
H . Santoña,
E x c , F a r m . ' Madrid, 3 .
H, Vitoi ia,
E x c , Farm." SncSevilla,
F a r m a c i a Madrid, 1.
30 Farmacéuticos
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(1) En la Sección de R e s e r v a
primeros.
Exc.,LaboratoriocentraI.
L a b o r a t o r i o central,.
H, T a r r a g o n a .
H. Madrid.
Reemplazo.
H.Barcelona.
E x c , F a r m . ' Madrid, 4.
F a r m a c i a Sevilla.
H . Sevilla.
H . Tenerife.
H . Bilbao.
E x c , F a r m . * Madrid, 2 .
F a r m a c i a Madrid, 4.
E x c . Laboratorio c e n t r a l .
E x c , H. Logroño.
E x c , J u n t a facultativa.
H. Burgos.
H. Cádiz.
H. Palma Mallorca.
H . Alcalá.
Exc.,evs. Farras. Madrid.
L a b o r a t o r i o central.
F a r m a c i a Madrid, 2.
H. Valencia.
E x c , J u n t a facultativa.
F a r m a c i a Madrid, 3.
Ministerio Guerra.
H. Málaga.
H. Gerona.
H. Lérida.
E x c , F a r m . ' Madrid, 3.
R e e m p . " , F a r m . ' Toledo,
H , Algecíras,
H, G r a n a d a .
H, Córdoba,
Inapn, I n s t r u c . é I n d u s t ,
U . Segó via.
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Martínez López
57 — Fernández de Rojas
58 36 Ríos B a l a g n e r
59 — Ruiz Gañido
60 37 R o d r í g u e z de la F u e n t e .
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6 Munita
6 Izquierdo R o d r í g u e z
7 La Calle F e r n á n d e z
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10 Rodríguez Vázquez ( P . ) .
11 Gómez Díaz
12 Mozos
13 I z q u i e r d o Y e b r a . . ,
Ezquerra
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14 Muñoz Muñoz
16 Pérez Martin
35 Farmacéattcos
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Ganzo
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Excedente.
l)ir. I^abiratorio c e n t r a l .
Jefe F a r m . * Madrid, 1.
Dir. Laboratorio Málaga.
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3 Delgado Carabot
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H. Madrid.
2.° Bón. R. Valencia.
Kveiits. Madrid,
2." Bón. R. Borbón.
2.° Bón. R. Príncipe.
H. Barcelona.
2.°Bón. R. Isabel la Cat.»
a.** Bón. R. Burgos.
H.Sevilla.
2." Bón. R. Á l a v a .
H. Madrid.
H. Málaga,
Clínica urgencia.
2.° Bón, R. Galicia.
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Martínez Cortina
Puras
Botet
Alonso Martínez
C. Art.* é Ings. Mahón.
2." Bón. B . Garellano.
2." Bón. E . León.
2.° Bón R. Castilla.
Ambulan.* moDtafta n . " 1.
Solé
C. Art.a é luga, Tenerife.
López Pavón
Ambulancia m o n t a d a .
Palanca
H. Alhucemas.
Martínez Olmedo
U. Peñón.
Diez T o r t o s a
Ambulan.* m o n t a ñ a n."2.
Bastos
2." Bón. R. Asturias.
Beltrán de Heredia
2.° Bón. R. Saboya.
Lomu y Godoy
3.»' Bón. R. S. F e r n a n d o .
Fernández Lozano (J.J...
E x c . H. Ceuta.
Conradi
Exc. H Ceuta.
Herrer
E v e n t s . Baleares.
Torreira
Eventualidades Ceuta.
Forteza
Comd.* I n g e n s . Melilla.
Sanz Perea
E v e n t u a l s . Canarias,
Camino
C. A r t . ' é I n g s . Mallorca.
Granado Camino
3.er Bón. R. Serrallo.
N a v a r r o Moya
C o m d . ' A r t . ' Ceuta.
Pattoi- Fernández
E x c . C * m i x t a S. Melilla.
Romero Corral
Exc. H. Ceuta.
Areces
2.° Bón. R. R e y .
Camúñez
S.erBón. R. África.
Zuazua
2.° Bón R. Serrallo.
López Boilrigo
Comp." S. M. Ceuta.
Romero Oarcía
E x e . C * m i x t a S. Ceuta.
RlBn«.oR®drig«eií
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u i g e n c m r r ; ^ ; . .7; Ambtll.* moilUtU2.> d l f ü l ó n .
Roncal
2." Bón. G n a d a l a j a r a
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2.° Bón. B . 8. F e r n a n d o .
Fernández Casas
2.° Bón. R. Menorca.
Gavín
F u e r t e Coll Ladrones,
Lambea
2.» Bón. R. Melilla.
García Gómez
2.° g r u p o hoaps. Melilla.
R o d g z . Martz. Toledano. C. Artillería é Ingenieros
Gran Canaria.
González J a r a b a
l.er g r u p o hosps. Melilla.
Cordero Soroa
l.er grupo hosps. Melilla.
R o d r í g u e z Solís
3 er Bón. R. Melilla.
Ruiz Moso(L.)
C o m p . ' 8. M. Ceuta.
Círf
Exc. O . ' mixta S. Melilla.
Ruiz y Moso ij.,
E x e . C mixta S. Melilla,
Blanco Lon (I,)
H. Chafarinas.
Gutiérrez y Vázquez
ü.» Bón. R. Mahón.
Muñoz y Baeza
2." Bón. R. Ceuta,
Garrí gil
3.er Bón. R. Ceriñola,
Marzo
3.er Bón. R. Ceuta.
Gómez Márquez
B e g . Cab.a T a x d i r .
Valladolid
P l a n a Mayor B r i g a d a .
R u b i o López
¡j," grupo hosps. Melilla.
Mnrillo
Ambularcia montada.
Montalvo
2." Bón. B . L u c h a n a .
Muñoz Zuar»
ü." Bón. R. Gerona.
Power
2." Bón. E. E x t r e m a d u r a
Arenas
S.er g r u p o hosps. .Melilla.
Grande
1.a sec. 3.a comp.aBrigada
Franco
ü.asec. l.»comp.aBrlgada
Cotrina
2.° Bón. R. A l c á n t a r a .
Guzmán
Enfermería Zeluán.
Chinchilla
1.* sec, l . ' c o m p . ' B r i g . '
Lazo
2.° Bón. R, África,
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Enferin.» de la R e s U n g a ,
Rodríguez G o n z á l i /
Enfermería Cabo A g u a ,
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7." Compañía B r i g a d a .
Martínez Zaldivar
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Enfermería Mador.
López Mata
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2." Bón. B. Murcia.
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