Facultad de Psicología Cátedra: Psic. Evolutiva Adolescencia 2 Prof. Lic. Adrián Grassi Lic. Néstor Carlos Córdova Profesor Adjunto Nueve subtítulos para una lectura de “Construir(se) un pasado” 1-Introducción. Adolescencia tiempo de tareas reorganizadoras Piera Aulagnier considera a la adolescencia como un un tiempo de transición, un tiempo de “tareas reorganizadoras” entre las que destaca particularmente un trabajo determinante del éxito o fracaso de dicha transición adolescente en su conjunto. Ese trabajo consiste esencialmente en “poner en memoria y poner en historia”, operación que permite que el tiempo pasado y por tanto definitivamente perdido pueda tener continuidad como existencia en una organización psíquica en constante devenir. Esta continuidad psíquica se da en una autobiografía que es obra del Yo. Ese Yo que sólo puede ser y devenir prosiguiendo su trabajo de historiador (1) desde el principio al fin de su existencia en un escritura autobiográfica interminable en la que todos sus capítulos anteriores ya acabados pueden estar sujetos a modificaciones parciales en un permanente trabajo de construcción y reconstrucción de un pasado vivido. Este trabajo para Piera Aulagnier “es necesario para orientarnos e investir ese momento temporal inasible que definimos como presente” Para poder sostenerse todo sujeto necesita un conjunto mínimo de anclajes estables garantizados por la memoria en cuanto a su permanencia y fiabilidad. Todo sujeto necesita adquirir ciertas certezas. Aulagnier destaca dos de esas certezas básicas: ser autor de su historia y luego que las modificaciones a la que dicha historia está sujeta no pondrán en peligro esa parte permanente y singular que debe transmitirse de capítulo en capitulo. Esto garantiza la coherencia y el sentido del relato que se escribe. 2-Concepto de modificación: aparato psíquico y organización, lo modificable y lo no modificable. Un concepto que considera central en la dirección de este trabajo es el de modificación. Este concepto está relacionado con la reacción del aparato psíquico ante los cambios en la escena de la realidad y en su propia escena somática, esta reacción del aparato psíquico es un organizador de los mecanismos a los que recurre para aceptar, rechazar, desmentir esos movimientos de lo imprevisto y desconocido. Este concepto de modificación tiene valor para pensar la relación de interdependencia entre lo modificable y no modificable en el registro relacional y en el registro identificatorio. 3-Fondo de Memoria para un Yo condenado a la automodificación permanente. En el tiempo de la infancia el niño deberá seleccionar y apropiarse de aquellos elementos que constituirán el fondo de memoria, material que será el soporte, tela de fondo de sus composiciones biográficas. Ese fondo de memoria aporta entonces el tejido que le asegura que lo modificable y lo ya modificado de sí mismo, de su deseo, etc. en su devenir no lo transformen en un extraño para aquél que ha sido. Garantiza que “su mismidad” persista en ese Yo condenado al movimiento y a su automodificación permanente. El fondo de memoria es la parte de infancia presente en todo sujeto, es lo que subsiste en la memoria de ese pasado en el que enraízan el presente y el devenir. Ese fondo de memoria puede bastar para satisfacer dos exigencias indispensables para el funcionamiento del Yo. 1-Garantizarle en el registro de las identificaciones esos puntos de certidumbre que asignan al sujeto un lugar en el sistema de parentesco y en el orden genealógico, que lo pondrá al amparo de cuestionamientos futuros y sucesos, encuentros y conflictos que surgirán. 2-Asegurarle la disposición de un capital fantasmático que aporte la palabra apta al afecto, que va a decidir y denegar las investiduras, decidiendo las que corresponderán a su deseo y las que quedarán inscriptas del lado del rechazo, lo negativo y mortífero. 4-Adolescencia, cuerpo y temporalidad: trabajos psíquicos de transformación y “autoalteración” El analista no puede contentarse con las respuestas que dan la biología y la fisiología sobre la adolescencia. En las transformaciones del cuerpo y la sexualidad se juega un movimiento temporal que confronta al psiquismo con una serie de après-coup cuyos efectos van a poner de manifiesto, probar la diferencia que separa al adolescente de lo que ha sido. Esa diferencia “ser a ser” esa “auto-alteración” es difícil de asumir y exige una ligazón entre presente y pasado 5-Tres especificidades del trabajo adolescente: organización de los espacios identificatorio y relacional. La constitución de lo reprimido como proceso previo. 1 Organización del espacio identificatorio y conquista de posiciones estables y seguras a partir de las cuales el sujeto pueda moverse sin riesgo de perderse. Seleccionar y poner al amparo del olvido los materiales necesarios para la construcción del fondo de memoria garante de la permanencia identificatoria de lo que (uno o sí mismo) deviene y de lo que continuará deviniendo. 2 Organización del espacio relacional y elección de los objetos soportes del deseo y promesa de goce. Una vez llevada a cabo esa primera tarea que acompaña la preparación de la entrada a la adultez se debe cumplir con la puesta en lugar a partir del pasado singular de los posibles relacionales para cada sujeto, del panorama de sus elecciones y de los límites a encontrar. 3 Estas dos tareas se interrelacionan y son el corolario del proceso psíquico que las acompaña: la constitución de lo reprimido. Lo saludable y lo patológico. La represión de ciertas representaciones define lo recordable y lo no recordable de los objetos de la infancia. El psiquismo debe elaborar decidiendo a cuales representaciones debe renunciar y a partir de esa operación que implica una renuncia, a cuales podrá ligarse. La represión obliga a renuncias libidinales de ciertas representaciones (sobre todo de las representaciones de objetosapoyo de las primeras relaciones) a cambio de una libertad para otras investiduras. El trabajo es la constitución de lo reprimido. De esta operación selectiva va a depender la amplitud o drástica reducción de lo que Aulagnier denomina el campo los posibles relacionales. (de las relaciones libidinales posibles). De esta operación adviene la construcción de los “apoyos de tiempos mezclados” (una gama de apoyos más diversa no sólo basada en objetos primarios) que sostienen el movimiento deseante “imantándolo” (atrayéndolo) hacia lo desconocido, hacia aquello todavía no experimentado que caracteriza la investidura de cada nuevo objeto. Esta operación de fracasar da lugar a la investidura del futuro como espera vana de un retorno sin cambios de lo ya vivido. Repetición sin diferencia o creación y novedad son las disyuntivas del devenir adolescente hacia la adultez. Estas opciones definen lo patológico de lo saludable en ese devenir. 6-Principios de permanencia y cambio. Proceso identificatorio y espacio relacional. Proceso identificatorio: Aulagnier establece la diferencia entre la identificación simbólica que instaura aquellos puntos de certeza estable e inmutable y el registro imaginario que da lugar a identificaciones permutables, cambiantes, con la necesaria movilidad para sostener el proyecto y el deseo del Yo. Esa movilidad de investidura depende y es sostén de los encuentros con diferentes objetos que experimentará el Yo en su existencia. El proceso identificatorio se basa entonces en la estabilidad que confiere la identificación simbólica a lo cambiante de las identificaciones imaginarias (esta noción proviene seguramente de su conocimiento de la obra de Lacan). Como corolario esto constituye los principios de permanencia y de cambio que funcionando aliados deben regir el proceso identificatorio. Espacio relacional: su basamento fantasmático. En el espacio relacional también actúan el principio de permanencia y el principio de cambio. El princ. de permanencia funciona con la matriz relacional que se constituye en los primeros años de vida y es sostén de la singularidad del deseo del Yo, con un sello que se pondrá en juego en las elecciones relacionales. El principio de cambio baliza el campo de posibles relacionales compatibles con esa “matriz” (permanencia) y permite el acceso a una variedad de objetos a elegir e investir. La libertad de un sujeto está dada por la variedad y riqueza de sus elecciones posibles. Matriz relacional, repetición y creación El límite estará determinado por la compatibilidad de los objetos con esa matriz relacional que se vincula en una de sus aristas con la repetición. Lo saludable estará dado por la creación relacional que permite el juego de la repetición en una amalgama con lo nuevo de cada encuentro que aporta lo desconocido y no experimentado. El cambio, la sucesión de movimientos identificatorios se apoya en modificaciones del espacio relacional. Cada uno acompaña y se entrelaza con el otro permitiendo la persistencia del yo coexistiendo con sus cambios. En el espacio identificatorio: Identificación simbólica puntos de certeza P.de permanencia Identificaciones imaginarias movilidad P. de cambio En el espacio relacional y basamento fantasmático Matriz relacional puntos de certezaP. de permanencia Nuevos encuentros e investiduras de objeto P. de cambio Movimiento identificatorio y movimiento relacional no son separables del movimiento temporal que liga la sucesión de posiciones identificatorias ocupadas como en la sucesiva elección de objetos de investidura. No son separables de la puesta en historia y la continuidad temporal. 7-Leyenda fantasmática: acceso a la captación de experiencias afectivas de goce y sufrimiento En el curso de las fases relacionales del niño se anudan puntos señeros entre las representaciones fantasmáticas, sus vivencias afectivas y un rasgo específico del objeto y la situación que las ha desencadenado. Estas representaciones serán representaciones conclusivas cuya leyenda el yo va a retroyectar sobre el total de experiencias afectivas que las han precedido. Aulagnier define la leyenda fantasmática como “la interpretación causal que se da el yo de la emoción que sufre en una tonalidad de placer o de sufrimiento, interpretación que se sustituye a la puesta en escena fantasmática fuente y causa del afecto.” Con este trabajo el sujeto tiene abierto el acceso a experiencias de goce y sufrimiento actuales en resonancia con las experiencias de placer de los primeros encuentros. 8-El discurso materno y la prehistoria del yo Los enunciados identificatorios y el discurso materno sobre la historia del infans proveen al yo de una historia de su advenimiento. Es un “préstamo obligado” que historiza y antecede el advenimiento del yo como “aprendiz de historiador” (1) 9-Adolescencia investir un proyecto identificatorio o fracasar ante el devenir El final de la adolescencia puede signar el desencadenamiento de un episodio psicótico a causa de un primer fracaso (sexual, de estudio, etc.) El motivo es la imposibilidad de investir el pasado lo que impide enfrentar el devenir, en una posición de fracaso y de rechazo.Se pone en juego una fractura de historia. La adolescencia es el tiempo en el que “el sujeto debe investir su proyecto identificatorio que lo proyecta en el lugar de padre potencial” Para que esta potencialidad sea sostenida se requiere que los padres cuando niño invistieran esa potencialidad en un acto de reconocimiento de la misma como presente y como promesa de realización en su futuro. La tarea del yo en su trayecto vital es construir su infancia como pasado. “Construye tu futuro” es el mandato de los padres ante el adolescente, “construye tu pasado” es el anhelo del analista. Nota * Los subtítulos no pertenecen al trabajo original de Aulagnier, han sido establecidos con el criterio de guiar la lectura y señalizar algunas conceptualizaciones y ejes principales del trabajo. Bibliografía Aulagnier, Piera “Construir-se un pasado” Apdeba Textos de referencia complementarios 1- Aulagnier, Piera “El aprendiz de historiador y el maestro-brujo” Amorrortu -Aulagnier, Piera Amorrortu La violencia de la interpretación Lic. Néstor Córdova Prof. Adjunto