El Padre Manuel d`Alzon por sí mismo Antología Alzoniana Tomo II

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El Padre Manuel d’Alzon
por sí mismo
Antología Alzoniana
Tomo II
EL PADRE MANUEL D’ALZON
POR SI MISMO
Antología Alzoniana
Contextos, temas y textos,
datos biográficos,
indicaciones bibliográficas
y cuestionarios
Tomo II
P. JEAN-PAUL PERIER-MUZET
Agustinos de la Asunción
Casa Generalicia
Roma, 2009
Título original:
Le Père Emmanuel d’Alzon par lui-même. Anthologie
Alzonienne. Contextes, thèmes et textes, données
biographiques,
indications
bibliographiques
et
questionnaires, tome II, Maison généralice des Augustins
de l’Assomption, Roma, 2007, 299 páginas.
Traducción: `
P. Tomás González Herrero, a.a.
Maquetación, diseño y
revisiones:
Srta. Loredana Giannetti y P. Julio Navarro Román, a.a.
Edición:
Casa Generalicia
Roma, setiembre 2009
@: assunzione@mclink.it
300 copias
Prefacio
a
La obra El Padre Manuel d’Alzon por sí mismo. Antología
Alzoniana, se publicó hace sólo cuatro años, en 2003, y en este breve
intervalo de tiempo ha sido traducida al portugués (2003), al español
(2003) y al inglés (2007), y se ha convertido en un intrumento
indispensable para iniciar a los laicos y a los jóvenes religiosos en el
conocimiento de la persona y del pensamiento del P. Manuel d’Alzon,
fundador de los Asuncionistas y de las Oblatas de la Asunción. Pocos
lectores tendrán tiempo de recorrer los dieciocho volúmenes de la
edición crítica de la correspondencia del P. d’Alzon. La genial idea de
seleccionar cincuenta de sus cartas más importantes ha puesto esa
imponente masa de escritos al alcance de un mayor número de
lectores y hace posible descubrir las profundidades humanas y
espirituales de esta figura de la Iglesia del siglo XIX cuya faceta más
personal e íntima se transparenta menos en sus otros escritos más
públicos o didácticos.
Ahora el P. Jean-Paul Périer-Muzet, infatigable archivero e
historiador de la Congregación, ha producido en un tiempo récord una
segunda selección de otras cincuenta cartas, organizadas por temas
significativos, que previamente introduce con notas históricas
rigurosas. Tenemos una gran deuda de gratitud con él por habernos
ayudado, con este segundo volumen y con sus numerosas
publicaciones, a conocer al P. d’Alzon más a fondo. Considero este
trabajo como el primero de una larga serie de publicaciones previstas
para la celebración, ya próxima, del bicentenario del nacimiento de
Manuel d’Alzon, nacido el 30 de agosto de 1810, en El Vigán, en el
3
sur de Francia. En el espíritu de esta serie, este segundo volumen de
una “Antología Alzoniana”, al igual que el primero, es un testimonio
de que las intuiciones espirituales de Manuel d’Alzon siguen siendo
una fuente de inspiración de la que se nutren muchos hombres y
mujeres, así laicos como religiosos, en su búsqueda de Dios.
Tenemos que agradecer al P. Périer-Muzet los considerables
esfuerzos que ha dedicado a este proyecto y a muchos otros. Y
también quisiera aprovechar estas líneas de presentación para dar las
gracias a los traductores y a los editores que con tanta diligencia han
publicado las ediciones del primer volumen en otros idiomas. Esa
dedicación nos permite esperar que en un futuro no muy lejano
también podamos disponer de traducciones en vietnamita, en tagalo,
en coreano, en suajili, en malgache...
Richard E. Lamoureux, a. a.
Superior General
15 de marzo de 2007
4
Prólogo
a
En el marco de las celebraciones que se avecinan del bicentenario
del nacimiento del P. d’Alzon, se ha visto oportuno la composición en
primer lugar de un segundo volumen de la Antología de los escritos
del Fundador, según el estilo y el espíritu que orientaron la confección
de la primera selección, –publicada en 2003 y probada con ocasión de
distintas sesiones y presentaciones–. Ojalá que este pórtico de entrada
más directa a su pensamiento y a su espiritualidad contribuya a darle a
conocer mejor y amarle más por parte de cuantas y cuantos se
consideran sus descendientes hoy, y de este modo asegurar su
continuidad viva allí donde las familias de la Asunción contribuyen a
la obra del Reino y allá donde algún día el Espíritu les enviará con la
ayuda de su gracia.
El bicentenario del nacimiento del P. d’Alzon (1810-2010) se
acerca y va a provocar sin duda alguna cierto número de
manifestaciones y producciones. El Consejo General por su parte ha
decidido abordar la confección de unos Cuadernos del Bicentenario
d’Alzon sobre distintos temas y realidades que tengan que ver tanto
con la vida del Fundador como con la de sus Congregaciones. Sería
también oportuno que algunas iniciativas nacieran en el marco de las
diferentes Provincias, sobre todo allí donde la juventud asuncionista es
más numerosa. En cuanto el manuscrito de un Cuaderno esté listo,
enmaquetado y corregido, podrá ser impreso y distribuido a las
comunidades. Esperemos que sea así honrada la memoria de quien ha
dado origen en la Iglesia al carisma de la Asunción y que un día la
Iglesia reconozca la santidad del P. d’Alzon cuya vida perdura a través
de la de sus dos familias religiosas.
5
I Parte
El tono de una infancia y de una adolescencia felices
(1822)1
2. En búsqueda de los orígenes familiares (1831)
3. Su trato con los libros (1830)
4. ¿Qué elegir? El futuro de un joven rico (1831)
5. El resorte de una vocación sacerdotal (1832)
6. A la sombra de un maestro difícil de encuadrar,
Lamennais (1832)
7. La Roma pontificia bajo Gregorio XVI (1834)
8. Una rápida promoción en la carrera eclesiástica (18351839)
9. En el país de los hermanos enemigos dentro del
cristianismo (1837)
10. Un animador religioso en la ciudad de Nimes (1843)
1.
1
p. 09-12
p. 13-16
p. 17-20
p. 21-24
p. 25-28
p. 29-32
p. 33-36
p. 37-40
p. 41-44
p. 45-48
Edición de las Cartas del Padre Manuel d'Alzon:
- Edición del P. Siméon Vailhé, 1923, 1925 y 1926, tres volúmenes que
contienen las Cartas que van de 1822 a 1850. Citadas aquí como t. A, t. B, t.
C.
- Edición del P. Pierre Touveneraud, 1978, volúmenes I y II, Cartas de 1851 a
1858.
- Edición del P. Désiré Deraedt, 1991 a 1996, volúmenes III a XIII, Cartas de
1859 a 1880.
- Edición del P. Jean-Paul Périer-Muzet, 2003, volúmenes XIV y XV, Cartas
inéditas que van de 1832 a 1880.
1
El tono de una infancia y
de una adolescencia felices (1822)
E
sta carta, la primera que se
ha conservado de la
voluminosa
correspondencia
de
Manuel
d’Alzon (1810-1880), se remonta
a la época de su despreocupada
infancia transcurrida en Lavagnac
a partir de 1816. Evoca la
atmósfera
familiar
cálida,
apacible y equilibrada de un
joven adolescente de doce años
en ambiente rural y protegido,
cuya compañía es fuertemente
femenina, sin mencionar la
numerosa
domesticidad
al
servicio de la hermosa residencia
castellana construida en lo alto de
una loma sobre el valle del
Hérault. Los lazos familiares
están impregnados de aquella
dulzura de vida que encanta los
horizontes de la llanura del
Languedoc oriental, cubierta de
viñedos y de campos de cereales.
El joven d’Alzon se beneficia de
las lecciones de un preceptor, un
cierto abate Bonnet, que debe
hacer también las funciones de
capellán a domicilio en la capilla
del palacio. Por entonces eran
numerosos
los
sacerdotes
beneficiados, quizá religiosos
secularizados en la época de la
Revolución, que vivían así en
contacto con familias ricas que les
procuraban techo y mesa franca, a
cambio de un servicio de
educación primaria y de culto
doméstico.
Las diversiones en el campo no
son raras, variadas de acuerdo
con la estación: paseos, visitas,
deportes, equitación y caza.
Sabemos que Manuel recibió de
su padre como regalo de
cumpleaños un caballito de
Camarga, con el cual descubre
los alrededores de Montagnac y
9
EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822)
los pueblos de la región; en otra
ocasión su padre le regala unas
pistolas con las cuales inicia una
colección de trofeos de caza. Se
ha conservado de una artista
local, Paulina Lebrun, el retrato
de Manuel con un pájaro
disecado en la mano, tela
regalada por Jean de Puységur en
1883 al P. Picard y conservada
largo tiempo en el oratorio de las
Orantes en El Vigán.
Esta atmósfera de “chico bueno”
de una vida de aristócrata en el
campo, va acompañada también
por los sanos usos y costumbres
de un tren de vida de abolengo:
se toma la medicina al menor
signo del mal, no se olvidan las
conveniencias de la higiene
corporal, y el tono afectuoso con
el que se dirigen los niños a sus
padres no les dispensa de las
reglas
de
una
etiqueta
distinguida, teñida de deferencia
e incluso de distancia respetuosa.
Se nota a través de estas líneas de
niño una mesura refinada
compuesta a la vez de
proximidad distante y de afecto
retenido, a imagen de la moda
indumentaria de la Restauración:
elegancia pero muy de “cuello
subido”.
Mi querido Papá:
Contaba con escribirle con el último correo para desearle una feliz
fiesta1, pero mamá me dice que, ya que Agustina2 le escribía, no hacía
falta mandar las dos cartas a la vez. Confieso que hubiera debido
escribirle antes. Pero la pequeña enfermedad que he tenido me lo ha
impedido. Ahora que estoy totalmente restablecido, a veces soy lo
suficientemente juicioso para ir al baño antes de comer. Hoy estoy un
poco trastornado3. Agustina ha tomado hoy la medicina. Mimi4 es
muy graciosa y cuando le preguntan dónde está usted, responde:
─“En París”. ─¿Y dónde en París? ─“En la Cámara”. ─¿Y qué
hace en la Cámara? ─“Discute”. ─ Y ¿qué es? ─“Es diputado”. Le
suplico que esa Cámara y esos ministros no le lleven a olvidar a sus
repollitos que siempre están pensando en usted.
Adiós, mi querido papá. Soy y seré siempre vuestro muy cariñoso
hijo.
Emmanuel d’Alzon.
Carta a su padre, Lavagnac, 11 de junio de 1822
10
EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822)
(fecha corregida según el manuscrito),
Lettres, t. A, p. 1-2.
1 El Vizconde Henri Daudé d’Alzon (1774-1864) celebraba su patrono, San Enrique, según el
calendario romano de la época, el 15 de julio. La carta de Manuel lleva claramente la fecha del 11 de
junio de 1822: sea que el niño haya cometido un error involuntario de datación del mes (lo que parece
haber llevado al P. Vailhé a hacer una corrección), sea que los plazos del correo de entonces obligaran
a tomar esa precaución. Se necesitaba por lo menos una semana de diligencia para recorrer la
distancia París-Montpellier. El Vizconde vivía en París durante las sesiones parlamentarias, habiendo
sido elegido en mayo de 1822, conforme a las disposiciones del voto censatario de la época, diputado
por el Hérault. Toda la familia irá a reunirse con él a comienzos del curso escolar de 1823 y tomarán en
alquiler un hotelito llamado Crapelet, en la calle de Vaugirard número 9.
2 Agustina (1813-1860) es la primera hermana de Manuel, tres años menor que él. Permaneció
soltera, pese a numerosos pretendientes, viviendo en Lavagnac en compañía de su familia y
perpetuando allí las tradiciones de una fe cristiana caritativa.
3 Término coloquial que designaba desórdenes intestinales, sin duda del mismo género de la pequeña
enfermedad aludida antes.
4 Mimi es el diminutivo afectuoso de la segunda hermana de Manuel, llamada Marie Françoise (18191869). Es quien, llamada más tarde Condesa Abraham, dará posteridad a la familia d’Alzon al casarse
en marzo de 1837 con Anatole de Puységur (1813-1851) del que tuvo tres hijos: Alix (1838-1895),
Marthe (1839-1845) y Jean (1841-1910). Mamá en el texto designa a la Vizcondesa Henri d’Alzon,
de soltera Jeanne-Clémence de Faventine (1788-1860). La pareja d’Alzon tuvo un cuarto hijo, Jules
(1816-1818), muerto bebé. Las palabras transmitidas de la pequeña Marie-Françoise hacen pensar en
las palabras y los balbuceos de los niños de esa edad, eco de las conversaciones de los adultos. No
carecen de sal en todo caso. El diputado se entrega a las reglas de la “disputatio”, mientras que para
un niño el hecho de ser disputado por sus padres ¡no le procura ninguna aureola parlamentaria!
11
EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el período de la Restauración:
- Emmanuel de WARESQUIEL, Benoît YVERT, Histoire de la Restauration
1814-1830, Perrin, 2002, 499 p. (colección Tempus).
Sobre la infancia de los ambientes acomodados o populares de esta
época:
- Encontramos numerosos datos en la literatura de la época: así en Le
Petit Chose de Alfonso DAUDET (1868), en Souvenirs d’enfance et
jeunesse de Ernest RENAN (1882), en la novela de Hector MALOT, Sans
famille (1878) y también en la de Charles DICKENS, Oliver Twist (1837),
pinturas a veces muy realistas de ambientes sociales contrastados.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué rasgos, en la carta de Manuel d’Alzon, hacen ver que se está en
un ambiente acomodado?
• ¿Qué recuerdas como experiencias marcantes de tu vida familiar?
¿Encontraste en ella ese equilibrio afectivo, esa preocupación por una
educación en los buenos modales de la vida en sociedad y ese entorno
cariñoso?
• ¿Has tenido oportunidad de expresar a tus padres los sentimientos que
te inspiraban sus relaciones contigo?
• ¿Qué recuerdos de infancia conservas de tu ambiente natural, de tu
región, de tus amigos y de tus relaciones de esa época?
12
2
En búsqueda de
los orígenes familiares (1831)
E
sta correspondencia del
año 1831 muestra la
raigambre
familiar
y
regional altamente histórica de
los d’Alzon cuyos orígenes se
sitúan precisamente en la región
llamada el Alzonenco, en el
corazón de los montes Cevenas,
a caballo entre el Gard y el
Aveyron. La Revolución política
de 1830 había obligado a los
d’Alzon a abandonar por
prudencia
la
capital
en
ebullición. Manuel, replegado en
Lavagnac, se había dado un
régimen de estudios casi
espartano,
pero
también
incubaba el aburrimiento, lejos
de sus relaciones parisinas. Sus
padres le aflojaron las riendas
autorizándole a finales del
verano de 1831 a emprender con
dos compañeros una especie de
peregrinación a las fuentes
familiares partiendo del Vigán.
El trayecto de ida se hizo a pie
con paradas bien programadas en
el itinerario: Saint-Jean du Bruhel
en el corazón del valle del
Dourbie, el Causse Noir [Meseta
Negra] del Larzac, el bosque de
La Salvage, con detención final
en el castillo del Monna, cerca de
Millau, patria de los Bonald. El
regreso se realizó, al menos en
parte, en coche, en cupé y en
diligencia.
Esta
expedición
propició sin duda una multitud de
encuentros,
siempre
enriquecedores y a veces
pintorescos, con parientes más
lejanos o más cercanos de su
familia, felices de albergar al
pequeño trío de nuestros alegres
Una carta de la época al mismo
diablillos.
d’Esgrigny (19 de agosto de
1831) menciona las ruinas del
13
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831)
viejo castillo de Algues, capital
derruida de las propiedades
feudales de uno de mis tíos. De
allí salieron los de Roquefeuil,
antepasados en línea directa de
los d’Alzon según una tradición
genealógica
cuidadosamente
conservada en todas las familias
aristocráticas. Poco a poco una
rama de los Daudé d’Alzon vino
a establecerse más allá del Vigán,
en Saint-André de Majencoules.
Se conserva allí el recuerdo de un
lugar llamado el castillo de La
Coste, que fue teatro de
enfrentamientos confesionales en
tiempos de las guerras de religión
en que brillaron varios Daudé
d’Alzon.
Durante los siglos XVII y XVIII
los Daudé d’Alzon fundaron
linaje al pie del macizo de los
Cevenas, en la vertiente del Gard,
estableciéndose
en
La
Condamine y La Valette en el
mismo Vigán, ciudad fronteriza
entre la montaña y la llanura
fluvial regada por el Arre.
Gracias a los servicios rendidos a
“la Religión y al Rey”, los
antepasados de Manuel d’Alzon
obtuvieron en 1727, bajo Luis
XV, las ejecutorias de nobleza.
Encontramos rastros en la
correspondencia del P. d’Alzon
de algunas propiedades y
dominios rurales situados en este
municipio: La Valette, La
Condamine, el Elze, Arènes,
Bagatelle, el Moulin du Pont,
Anglas, otros tantos vestigios
tangibles de un extenso arraigo
ancestral en los Cevenas.
…Cuanto más avanzo más siento que mis raíces crecen. Y sin
embargo, ¿a qué voy a vincularme? Estaba muy emocionado, cuando
hacia las seis de la mañana, tras un cuarto de hora de camino, me
volví a mirar por última vez el campanario de San Juan1 que se
escondía tras los castañares de una montaña. Y sin embargo, ¿qué
dejaba en este pueblo? Algunas personas a quienes había visto unos
días, por primera vez en mi vida, y que probablemente no volvería a
ver. Estaba con dos de mis primas2, iba a casa del señor de Bonald3.
Como lo que quería era conocer la región, íbamos a pie por senderos
de cabras. Estaba triste, hablaba poco. La vista del pueblecito de
Cantobre4 me despertó. Imagínate una torre de 300 o 400 pies de
altura, a pico sobre un riachuelo, que se comunicaba con una
montaña mediante un pasadizo estrecho y, sobre la cima de esta torre,
una veintena de casas construidas o más bien colgadas como nidos de
14
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831)
golondrinas en el extremo de la pared. Bajamos hacia el río y lo
atravesamos para ascender a la cara opuesta. ¿Qué es Saint-Jean en
comparación con las montañas que me lo ocultaban ahora?¿Qué son
solamente sus habitantes, las personas que vi allí? Y si, pasando de
una cumbre a otra de las montañas que encierran este vallecito5, se
colmara el vacío que las separa, ¿qué sería de Saint-Jean, qué sería
de sus habitantes sino una meseta árida, fría y sobre la cual un cierzo
eterno empujaría las nubes?
Almorzamos en casa del párroco de Saint-Sauveur6. Ya habíamos
recorrido la mitad del trayecto y habíamos caminado durante tres
largas horas. Retomando nuestra ruta, quise decir a uno de mis
compañeros de viaje algo sobre la tristeza que me oprimía. Aunque
con cierta gracia, no me entendió y me respondió con una broma. Le
dejé bruscamente y aceleré el paso. Pensé en ti. Me pareció que te
tomaba del brazo y te contaba lo triste que estaba. Durante dos horas
te contaba muchas cosas, de las cuales ya no me acuerdo. En las
subidas, resollaba. En las bajadas, me dejaba llevar corriendo con
todas mis fuerzas. Así es como atravesamos el Causse Noir y el
hermoso bosque de La Salvage7.
Encontramos al señor de Bonald enfermo. Experimenté un vivo
placer de volver a ver a su nieto a quien me unía un profundo afecto8.
Pasamos una parte de la noche conversando…
Carta a su amigo Luglien de Jouenne d’Esgrigny, Lavagnac, 9 de septiembre de
1831, Lettres, t. A, p. 233-234.
—————
Luglien de Jouenne d’Esgrigny (1806-1888) es el amigo del alma de Manuel d’Alzon, en sus años
jóvenes. Se conocieron en París; ambos eran estudiantes de derecho y frecuentaban las conferencias
del señor Bailly en la calle de la Estrapade.
1 Saint-Jean du Bruhel es una pequeña localidad antigua del extremo Este del Aveyron con un
pintoresco puente sobre el Dourbie, de 2.540 habitantes en 1880, patria de los Daudé de La Valette en
el siglo XIX.
2 Las señoritas Daudé de La Valette, una de ellas Elisabeth. Numa Baragnon (1835-1892) se casó
sucesivamente con dos de las hermanas Daudé de La Valette, Marie (+1871) y Amélie.
3 El Vizconde Louis de Bonald (1754-1840), escritor, hombre político de la Restauración y académico,
que se casó con una pariente del P. d’Alzon, Elisabeth Guibal de Combescure.
4 Pueblito pintoresco del Aveyron, cerca de Nant y de Saint-Jean du Bruhel, que efectivamente hay
que atravesar en un día de luz otoñal para gustar de su encanto romántico.
5 Una lectura atenta del mapa Michelin nº 240, pliego 2, de la región Languedoc-Roussillon permite
trazar el itinerario de Manuel y sus dos compañeros con toda precisión.
15
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831)
6
Saint-Sauveur du Larzac sobre el flanco del Causse es un pueblito donde Manuel hizo una parada en
casa del cura de la época, el abate Louis Bousquet (1791-1867), figura típica de aquellos pastores de
aldea que formaban cuerpo con su parroquia ya que la sirvió desde 1828 hasta su muerte. Queda la
hermosa iglesia del pueblo en este lugar pintoresco colgada por encima del valle en forma de cañón del
Dourbie. En las cercanías se encuentra el lugar que llaman Montredon, cuyo nombre figura entre los
títulos de la Vizcondesa d’Alzon, de soltera de Faventine-Montredon.
7 Otro paseo aconsejado consiste en atravesar el citado bosque donde existe todavía el pequeño
santuario del mismo nombre, en la linde del campamento militar del Larzac.
8 El nieto del Vizconde aquí mencionado no es sino Séverin de Serres (1809-1902), hijo de LouisAlexandre d’Arnal de Serres (+ 1835) y de Anne Henriette Elisabeth de Bonald. Séverin se casó
con Angélique Delandine du Saint-Esprit.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre las raíces regionales del P. d’Alzon y su familia:
- Siméon VAILHE, A.A., Vie du P. Emmanuel d’Alzon, París, Bonne Presse,
1926, t. I, p. 4-12.
- Gérard CHOLVY, Emmanuel d’Alzon. Les racines, en Emmanuel d’Alzon
dans la société et l‘Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la
direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du
Centurion, 1982, p. 19-36.
- Henri-Dieudonné GALERAN, Anécdotas del P. d’Alzon, Roma, 2002, 546 p.
(passim).
- Robert SAUZET, Les Cévennes catholiques. Histoire d’une fidélité XVIeXXe siècles, París, Perrin, 2002, 415 p.
- Patrick CABANEL, Itinéraires protestants en Languedoc XVIe-XXe siècles, t.
I : Cévennes, Presses du Languedoc, Cahors, 1998, 480 p.
- Ph. JOUTARD, Les Cévennes de la montagne à l’homme, Privat, 1979, 508 p.
Sobre la genealogía de los Daudé d’Alzon:
- Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II,
Documentation Biographique, t. I, Roma, 1986, p. 5-10.
- Hubert LAMANT, Armorial général et nobiliaire français, t. IV, p. 169-195
(artículo Daudé por Yves CHASSIN DU GUERNY).
16
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831)
Para una lectura personalizada
• ¿Has encontrado rastros de tus antepasados? ¿Según tú, qué aporta esta
investigación genealógica?
• ¿Te sientes como Manuel d’Alzon ligado a una o varias regiones o lugar
de origen o de adopción?
• ¿Qué rasgos destacados conservas o no de tu herencia familiar? ¿Hay en
ti ruptura afirmada o continuidad asumida?
• Los lugares de tu infancia y de tu adolescencia ¿existen todavía
materialmente? ¿Con qué transformaciones o cambios de propietarios,
fuera de los familiares?
17
3
Su trato con los libros (1830)
M
uy
pronto,
Manuel
d’Alzon le tomó gusto a
la lectura de libros,
revistas
y
periódicos.
Le
favorecía en esto su ambiente
cultivado, y aprovechó bien su
tiempo de estudios en París entre
1823 y 1830, en que su
inteligencia y su apertura a las
cuestiones
de
su
tiempo,
espoleadas por una memoria viva
y un agudo sentido de la
observación, le impregnaron
como de una necesidad vital de
leer, de informarse y de
relacionarse. Se trata de una
forma de conocimiento distinta
de la puramente libresca, porque
apela en él a un imperioso deseo
de
intercambio
y
de
comunicación. Un hábito que
conservará toda su vida, pluma
en mano, reforzado por su
sentido apostólico de la escritura.
Ya en Lavagnac, se fue
montando con su propio peculio
18
una buena biblioteca que
enriquecerá a lo largo de su vida
en el colegio de Nimes, no
dudando
en
anotar
los
volúmenes, en acumular fichas y
en
informarse
sobre
las
novedades
editoriales
que
descubre al calor de las
publicaciones leídas o señaladas.
El Colegio Stanislas le inició en
la literatura, tanto francesa como
europea, si hemos de creer a su
correspondencia, con preferencia
por los grandes autores clásicos
que forman el gusto y el estilo.
Desde su juventud supo apreciar
las primeras grandes obras de
este período romántico, en
particular las de la corriente
tradicionalista; pero la literatura
dejó en él rápidamente el lugar a
la filosofía y a las ciencias
religiosas.
Estas últimas no
brillaban especialmente en el
firmamento de las publicaciones
francesas, ya que el pensamiento
EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831)
teológico bajo la Restauración, e
incluso bajo la Monarquía de
Julio, sufrió mucho a causa del
vacío y del éxodo de cerebros
que produjo el tumulto de la
Revolución. Éste se despertó más
bien del otro lado del Rin.
Solamente en 1836 el abate
Migne emprende la publicación
de una Biblioteca Universal del
Clero, y luego diccionarios y
enciclopedias entre las cuales las
más famosas son las Patrologías
latina y griega: el joven abate
d’Alzon
es
un
ferviente
suscriptor.
Bajo el Segundo Imperio, el arte
bajo todas sus formas se laiciza a
gran velocidad. Lamartine y
Víctor Hugo simbolizan esta
evolución en literatura que desliga
el sentimiento religioso de su lazo
confesional. El clero tiene
tendencia a contentarse con las
páginas del Univers que censura
sin piedad las ideas modernas bajo
el fuego del ultramontanismo
intransigente. Renan, en el ámbito
religioso, al rechazar los dogmas,
funda un cristianismo racionalista
y crítico en que la interpretación
católica queda como vaciada de
su sustancia. Reducida a una
apologética de retaguardia, la
misma teología buscará una nueva
juventud en el renacer del
neotomismo hacia finales del
siglo.
Ya que Bridieu1 se permite escribirte para encargarte que le hagas
sus comisiones, ¿por qué no iba yo a usar la misma libertad, mi
querido Eugenio? Pues bien, he aquí lo que me gustaría mucho que
hicieras por amor a mí. Te agradecería mucho que fueras donde
Dufort, calle Voltaire nº 19; le rogarás que me envíe por correo o por
diligencia, si resulta más económico:
1º Dos ejemplares de las “Harmonies” de Lamartine2; los quiero
en 8º;
2º La “Histoire de la philosophie” de de Gerando3;
3º La “Histoire romaine”de Niebuhr4;
4º La “Histoire de l’Antiquité” de Schlosser5;
estas dos últimas obras traducidas. Ya que estas obras son para
personas que no pueden conseguirlas en provincias, te agradecería
que pidas que la factura sea incluida en el paquete en que me las envíen. Si me las envían en diligencia, mi dirección es: Señor Briffaut6,
adjunto de Montagnac, para entregar al señor d’Alzon, Departamento
del Hérault. No sé por qué no experimento vergüenza alguna en
19
SU TRATO CON LOS LIBROS (1830)
encargarte mis comisiones de este modo. También te agradecería que
echaras al correo la carta que incluyo. Como no tengo tiempo de
escribirte con mayor amplitud y que mi carta es una verdadera carta
de negocios, te ruego me permitas hacerla franquear7.
Adiós, mi querido amigo. Una vez más, pido perdón. Es muy tarde,
no puedo escribirte más largo.
Emmanuel d’Alzon.
Carta a Eugène de La Gournerie,
Lavagnac, 25 de junio de 1830,
Lettres, t. A, p. 95-96.
_______
Eugène de La Gournerie (1807-1887) es otro amigo conocido en París por Manuel d’Alzon en sus
tiempos de estudiante.
1 François-Marie-Antoine marqués de Bridieu (1804-1872), político francés y abogado.
2 Alphonse de Lamartine, poeta, historiador y político francés (1790-1869) que publicó en 1830 Les
Harmonies poétiques et religieuses, consideradas como auténticos salmos modernos.
3 Joseph-Marie, barón de Gérando (1772-1842), publicista y filósofo francés, autor de una Histoire
comparée des systèmes de philosophie relativement aux principes des connaissances humaines,
publicada en 1804.
4 Berthold-Georg Niebuhr (1776-1831), historiador y diplomático alemán a quien debemos una
Historia romana.
5 Frédéric-Christophe Schlosser (1776-1860), historiador, profesor y bibliotecario alemán, autor en
especial de una Historia Universal de la Antigüedad, comenzada en 1826, traducida por Golbéry.
20
SU TRATO CON LOS LIBROS (1830)
6 Hemos encontrado el rastro de este Antoine Brifaud o Briffaut (1762-1840), director de correos de
Montagnac y adjunto del alcalde de la Comuna, de 1826 a 1830.
7 La introducción del sello de correos en Francia data de 1849. Hasta entonces, habitualmente el que
pagaba el precio de porte era el receptor y no el remitente.
21
SU TRATO CON LOS LIBROS (1830)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el movimiento de las ideas en el siglo XIX:
- Patrick BERTIER, Michel JARRETY, Histoire de la France littéraire, bajo la
dirección de Michel PRIGENT, t. III : Modernités XIXe-XXe, P.U.F.
- Michel WINOCK, Les voix de la liberté. Les écrivains engagés au XIXème
siècle, París, Le Seuil, 2001, 678 p.
Sobre la enseñanza de la teología en el siglo XIX:
- HOCEDEZ, Histoire de la théologie au XIXe siècle, 3 vol., París-Bruselas,
1947-1952.
- Marcel LAUNAY, Les séminaires français aux XIXe et XXe siècles, París,
Cerf, 2003, 265 p. (colección Histoire).
Para una lectura personalizada
• ¿Cuáles son tus lecturas preferidas? ¿Notas una evolución en tus gustos
y preferencias
en tu historia personal?
• ¿Cuáles son las grandes obras que te han marcado más?
• En la comunidad en que vives, ¿observas una política de compra de
libros, de presupuesto para la biblioteca y de clasificación? ¿Tienen en
ella una parte preponderante las ciencias religiosas o no?
• ¿Dispones ahora de otros medios o fuentes de información y de
formación?
22
4
¿Qué elegir? El futuro de
un joven rico (1831)
A
l abandonar la capital antes
del torbellino de las
jornadas de Julio de 1830,
Manuel d’Alzon lleva en su
cabeza muchos proyectos de
estudio que desea poner por obra
tranquilamente,
retirado
en
Lavagnac. A lo largo de los
meses su ardor intelectual no
decae, pero la nostalgia del
animado ambiente parisino le
gana, el recuerdo de sus amigos
le embarga y la soledad
campestre le roe, incluso si un
capricho le deja entrever como
una cosa sublime ir a pasar seis
meses a la Gran Cartuja (Lettres,
t. A, p. 209). No está hecho en
absoluto para una vida solitaria
de retiro prolongado. Su espíritu
se llena, pero su alma anhelante
no percibe todavía claramente la
hora de la gracia iluminadora.
Sus ambiciones de hacer carrera
también se han desvanecido. En
1828 emprende los estudios de
derecho únicamente por consejo
de su padre, pero nunca les tomó
gusto. Magistratura, diputación,
compromiso político ya no le
seducen, su corazón aspira a una
plenitud de vida que el presente
parece rehusarle. Más que planes
de estudios, necesita un plan de
vida que dé fuerza y sentido a sus
proyectos. Ya en la adolescencia,
la idea de una vocación
sacerdotal le sonrió, sustituida
más tarde por una atracción hacia
la vida militar que sus padres de
ningún modo apoyaron. Pero ni
el trato con los libros ni el trato
con
las
armas
alimentan
suficientemente su corazón. Helo
aquí en busca de un sentido,
como el joven rico del Evangelio
a quien los triunfos o los halagos
23
¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831)
del mundo dejan a fin de cuentas
desorientado.
Manuel no ha dejado de meditar
durante estos largos meses de
incertidumbre
la
Sagrada
Escritura y las grandes obras de
los Padres de la Iglesia, entre
ellas las de San Agustín; a través
de este contacto se enciende una
brasa que estaba escondida: ésta
será la que ilumine su porvenir
cuando, a la luz de su
inteligencia, se fortificará su
valerosa decisión basada en la
oración y recibida de la gracia
divina.
Además, Manuel gusta del trato
frecuente con algunos sacerdotes
amigos de los alrededores, entre
ellos el abate Gabriel y el
seminarista Justin Paulinier, en la
casa cural de Santa Úrsula, en
Pézenas, lugar de encuentro de
los partidarios menesianos de la
región, a quienes disgustan las
viejas monsergas galicanas. En el
encuentro humano y en el
intercambio espiritual es donde
Manuel encuentra su centro y
finalmente aprende a discernir su
camino. Su inteligencia se
agudiza
en
el
análisis
controvertido de las ideas, pero
su corazón y su alma se
apaciguan en los coloquios donde
sopla el Espíritu. Éste es el
amigo que Dios le da para
ayudarle en su caminar y
conducirle a Él, como escribe en
mayo de 1831 a Henri Gouraud y
también, aunque en otros
términos, a d’Esgrigny en
noviembre de 1831: “No sé si te
he dicho ya que, desde hace
algún tiempo, descubro en mí
como un hombre nuevo y que la
luz con cuya ayuda lo descubría,
es la oración” (Lettres, t. A, p.
241). El porvenir del joven rico
se
ha
esclarecido.
He aquí lo que hago:
1º Leo, tomando notas. En estos momentos tengo un empacho con
el Catholique del barón1.
2º Estudio un poco de alemán, con un poco de italiano.
3º Sigo dando mis instrucciones que darían mucho mayor fruto si
tuviera más celo.
4º Mantengo, de vez en cuando, conversaciones con dos o tres
curas, los únicos seres razonables en la región. Fui, a principios de
semana, a pasar casi tres días en casa de uno de ellos, donde se
encuentran los demás, y pese a que estuve indispuesto, conversamos
de un modo bastante interesante2.
24
¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831)
5º He pasado los últimos días de 1830 bastante aburrido; he
perseguido a los patos salvajes, pero no he logrado cazarlos.
6º Me encuentro, de vez en cuando, con personas muy estúpidas,
pero no las desprecio, prefiero compadecerlas.
7º En política, no pienso en nada concreto. Me decepciona el
Avenir pero no tanto como a ti. La Quotidienne me aturde cuando no
me da risa. El Correspondant es a veces interesante, pero en general
demasiado soso3.
8º Desde hace algún tiempo no valgo gran cosa. Dentro de poco
iré a Montpellier: trataré de fortalecerme.
En cuanto a las demás preguntas, tal como me las planteas, son
muy difíciles de esclarecer porque: 1º en cuanto a mis planes, no
tengo sino el de ir a verte después de Pascua, si es posible; 2º en
cuanto a mis deseos, temores, esperanzas, estoy en un mar de dudas.
Quizá no tenga razón. Bien podría trabajar sobre el futuro, pero para
hacerlo, tiene que haber alguien que lo anime a uno, hay que
escuchar otros proyectos y combinarlos con los propios. Ahora bien,
todos aquellos proyectos de los que oigo hablar me parecen tan
absurdos que no quiero añadir nada de mi cosecha.
No temo ni espero demasiado ni de unos ni de otros en este país.
Estoy convencido de que, pese al estúpido artículo en la Revue de
Paris, nos mantendremos contra las vejaciones, que nos dan cada día
nuevas fuerzas. Van a publicar, en Montpellier, un diario bajo el
título de Mélanges Occitaniques. Si no lo conoces ya por el
Correspondant, te daré detalles sobre su talante, su meta, etc…,
cuando vaya a Montpellier…
Emmanuel.
Carta a Luglien de Jouenne d’Esgrigny,
Lavagnac, 9 de enero de 1831,
Lettres, t. A, p. 182-183.
_______
1
Ferdinand Baron d’Eckstein (1790-1861) es un publicista de origen danés, israelita convertido al
catolicismo, historiador amigo de Lamennais, colaborador del diario L’Avenir y redactor ultramontano de
la revista Le Catholique (1826-1829).
2 Sin duda el grupo de Pézenas que se reunía en torno al abate Jean-Louis Gabriel (1796-1866).
3 L’Avenir es el diario político, científico y literario fundado por Félicité de Lamennais el 16 de octubre
de 1830 para difundir sus ideas liberales. Se suspendió voluntariamente el 15 de noviembre de 1831.
25
¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831)
Le Correspondant, primera fase, fue fundado el 10 de marzo de 1829 como semanal y luego quincenal
animado por el grupo de la Asociación para la defensa de la religión, en torno al señor Bailly. Fue
sustituido en 1830 por la Revue Européenne que se mantuvo hasta 1845. La Quotidienne comenzó en
1792, fue suprimido en 1793, reapareció en 1795 y en 1814 para pasar a ser el órgano monárquico por
excelencia. También hubo un Mémorial catholique fundado en enero de 1824 por los abates de Salinis
y Gerbet, dos menesianos de la primera hora, sin contar la Tribune catholique, periódico diario lanzado
en enero de 1832.
4 Los d’Alzon disponían en Montpellier de un apartamento, en calle de los Trésoriers de la Bourse, en
un antiguo palacete que constituye un espécimen de la arquitectura privada de la villa que se
remontaba a los tiempos de Luis XIV.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la prensa francesa en el siglo XIX:
- Histoire générale de la presse française, bajo la dirección de André-Jean
TUDESQ, Fernand TERROU, Louis CHARLET, Robert RANC, Charles LEDRÉ,
Pierre GUIRAL, t. I, P.U.F., 1976.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué proyectos de futuro has podido formar antes de entrar en la
Asunción?
• ¿Qué motivaciones te han decidido a elegir una vida de servicio a la
Iglesia?
• ¿Qué papel desempeñan el intercambio y el encuentro humano en la
profundización de tus decisiones?
• ¿Cuáles son, a tu manera de ver, los elementos clave de un
discernimiento espiritual?
26
5
El resorte de una vocación sacerdotal
(1832)
N
unca es fácil, ni siquiera
para la persona implicada,
dar cuenta de su vocación
sacerdotal; a fortiori para su
entorno o ante los medios de
comunicación. Manuel d’Alzon
lo ha intentado varias veces en su
correspondencia de cara a
algunos amigos. Sabe hacer en
ello
las
distinciones
indispensables:
la
de
las
opiniones, la de las convicciones,
la de la llamada de la gracia y la
de las respuestas del corazón, de
la voluntad y de la inteligencia.
Este tipo de verdad o de
cuestionamiento lúcido sólo
pertenece legítimamente a la
conciencia. En cierto modo la
vocación sacerdotal de Manuel
d’Alzon parece más probada que
la de un seminarista corriente
porque cristaliza en una edad
adulta, lo cual no le ahorrará ni
las tensiones internas ni las
incomprensiones externas.
Cuando hubo tomado la decisión
se la comunicó a su familia,
consultó con sacerdotes y se
confió a la gracia divina.
Sabemos que su formación
teológica fue un tanto sui generis,
por una parte en los bancos del
Seminario Mayor de Montpellier
(marzo de 1832 - junio de 1833),
luego como autodidacta en Roma
estudiando en casa con el apoyo
de algunos amigos teólogos y con
el complemento de algunos
cursos en el Colegio Romano.
Precisamente en Roma es donde
vivió desde dentro el drama del
asunto Lamennais y sin duda que
conoció de este modo mucho más
sobre las prácticas eclesiásticas
que en los mejores tratados de
27
EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832)
eclesiología.
¡Incluso
un
sacerdote “libre”, sin vínculos, se
compromete con una institución
cuyos engranajes no todos han
sido revelados en las Sagradas
Escrituras! Pero una fe que no
pasa por el fuego de la prueba
¿puede dar futuros frutos de
compromiso indestructible, de
discernimiento profundo, de
inventiva liberadora?
Manuel dio el paso del
subdiaconado y del sacerdocio
con plena lucidez. ¿Acaso no fue
cortésmente invitado a firmar un
formulario antimenesiano unos
días antes? ¿No fue a hacerse
“enjabonar” donde los Jesuitas de
Roma en San Eusebio durante un
mes, él que no sentía ninguna
simpatía por la escuela de
“aprendices de fariseos”? Se
puede muy bien llevar el hábito
del monje y preparar en su celda
el veneno de la mentira o de la
calumnia. Hay en el corazón de
Manuel una certeza que no falla
nunca, la de haber respondido sin
rodeos a la llamada de Dios, para
el servicio espiritual del hombre:
Estoy convencido ante todo de
que no es haciendo mi voluntad
como haré la de Dios. Hay
muchas cosas que yo no hubiera
realizado, si sólo hubiera hecho
lo que yo quería. La Iglesia, pese
a sus arrugas y sus debilidades, no
es sólo una institución humana.
Ve pasar las generaciones y los
siglos, no como un imperio
terrestre que tarde o temprano
conoce su apogeo y su
decadencia, sino como aquella
realidad permanente que no ha
nacido un día en el tiempo sino
para acompañar a su fundador en
su eternidad celeste. Sacerdote
para la eternidad.
Para volver a tu carta, que ya habrás olvidado sin duda, pero que
yo he conservado como un precioso tesoro, te agradezco todas las
cosas amables y hermosas que me dices. Parece que mi entrada al
seminario1 da que hablar a mucha gente, de muchas maneras, pero
pocas personas han captado mi manera de pensar tan bien como tú.
Unos dicen que si tomo la sotana es forzado por el fanatismo de mis
padres2. En la situación actual, efectivamente, hubieran tenido que
ser terriblemente fanáticos para forzarme a abrazar el sacerdocio
contra mi voluntad. Otros han dicho que quería servir a Enrique V3.
Montando una conspiración seminarística, sin duda. ¡Qué imbéciles!
Los más ladinos han descubierto que no todo se sabe y que hay gato
encerrado. ¿Captas la malicia?
28
EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832)
Dios me ha dado la gracia de la entrega personal y he sentido
crecer en mí el deseo de defender la religión4 en el momento en que
más la atacan. Me gusta pensar que, en estos momentos en que todo
está inestable, variable, incierto, en que el porvenir es tan oscuro que
todo el mundo, sea cual sea su posición o su opinión, está amenazado,
yo me atenía a algo fijo, inmutable, y que si corro algún peligro, al
menos es por una causa que merece la pena. Ya te lo habré dicho más
de una vez: nada me indigna tanto como el egoísmo que veo hoy
invadir a la sociedad. Es un hielo que paraliza todo; es una lepra que
avanza rápidamente y extiende la corrupción y la muerte. El amor se
ha refugiado en lo que hay de más material –y cualquiera que se
respete se ruboriza de tener que ir a buscarlo tan bajo–, o bien en la
religión, donde se purifica cada vez más y de donde espero que
rebrotará sin mucho tardar sobre los hombres que le desconocen…
Emmanuel d’Alzon.
Carta a su primo Edmond d’Alzon,
Lavagnac, 10 de julio de 1832,
Lettres, t. A, p. 312-313.
_______
Edmond d’Alzon (1811-1873) es un primo hermano de Manuel, de la familia del Pouget en Lestang
(Hérault). Se casó en 1849 con la señorita de Saint-Germain y realizó una carrera administrativa. La
pareja tuvo cuatro hijos: Charles (1850-1869), Marie-Jeanne-Augustine-Henriette (1851-1870), Louis
(1859-1933) llamado Lulú –que se casó con Marie Claire de Maistre (1863-1924) de donde surge la
descendencia de los Hesse d’Alzon– y Jean (1864-1894) esposo de Valentine de Grateloup.
1 Manuel d’Alzon abandonó el castillo de Lavagnac el 14 de marzo de 1832 para ir a Montpellier en la
diligencia de Montagnac.
2 Los padres de Manuel no se opusieron en absoluto a la vocación de su hijo. Su espíritu cristiano les
hizo aceptar este sacrificio por parte de un hijo único sobre quien reposaba la esperanza de una
descendencia y de un apellido. Pero hubo, es seguro, sentimientos encontrados en la parentela
cercana, en especial por parte de un tío, como lo atestigua aún una predicación del espiritano P. JeanBaptiste Loevenbrück (1795-1876), en el Mediodía, hasta los años 1860. (Souvenirs du P.
Loevenbrück, edición de René Charrier, espiritado, cuaderno 5).
3 Henri V no es sino el Conde de Chambord (1820-1883) sobre el que reposaban las esperanzas
monárquicas de los legitimistas, hasta la muerte del pretendiente. Sean cuales fueran los lazos entre la
monarquía y el catolicismo, era no conocer en este punto las verdaderas prioridades que se había
fijado el futuro abate d’Alzon.
4 La expresión “defender la religión” forma parte del vocabulario apologético de la época, sobre todo a
partir del final del reinado de Carlos X y de la Monarquía de Julio, que marcó una clara laicización del
Estado francés.
29
EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el clero francés de Montpellier en el siglo XIX:
- Ferdinand SAUREL, L’ancien clergé du diocèse de Montpellier, 1901, 4
vol.
- Gérard CHOLVY, Le diocèse de Montpellier, París, Beauchesne, 1976,
(colección Histoire des diocèses).
- Pierre PIERRARD, Le Prêtre français du concile de Trente à nos jours,
DDB, 1986.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué motivaciones expresa con más énfasis Manuel d’Alzon para dar
cuenta de su vocación?
• Materialismo y espiritualismo componen una pareja estereotipada. Pero
según tú ¿qué realidades pueden adivinarse detrás de estas expresiones?
• ¿Cómo podrías dar razón de tu propia vocación, reconociendo la parte
que tuvieron las influencias recibidas?
• ¿Guarda la iniciativa divina su preeminencia en la presentación que hace
Manuel d’Alzon de su elección?
30
6
A la sombra de un maestro difícil
de encuadrar, Lamennais (1832)
L
a cuestión de las relaciones
entre Manuel d’Alzon y el
abate Félicité de Lamennais
entre 1828 y 1834 no ha dejado
de
suscitar
numerosos
interrogantes de los que el
Coloquio de Historia de 1980 se
hizo eco. Es cierto que el joven
Manuel se colocó bajo la
dirección intelectual del famoso
abate, pero sin ir como otros a la
escuela de La Chesnaie en
Bretaña. Sus padres, por lo
demás, estaban atentos a mitigar
todo excesivo entusiasmo suyo
por las ideas de moda. Se ha
calificado un tanto rápidamente a
Manuel de discípulo de aquel
“maestro” del clero joven del
momento, cuya notoriedad está
en su cénit antes de la primera
encíclica condenatoria Mirari
vos, promulgada en Roma el 15
de agosto de 1832. Manuel
d’Alzon, por su parte, no tuvo
conocimiento de ella hasta el mes
de octubre siguiente. Como la
encíclica no citaba nombres, cabía la posibilidad de interpretarla
de distintos modos. El joven
seminarista no ignoraba, sin
embargo, la profunda aversión y
las maniobras más o menos leales
de los contradictores más
encarnizados, entre ellos los
galicanos convictos, pero no
sospechaba que de intriga en
intriga, de controversia en
panfleto, el asunto iba a remontar
hasta Roma para un examen
estricto y fatal de las “doctrinas”.
Hasta 1834, y la condena esta vez
explícita de Lamennais mediante
la nueva encíclica Singulari vos,
firmada el 25 de junio por el Papa
Gregorio XVI pero publicada el 7
de julio, Manuel continúa
mostrándose de una lealtad sin
31
A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832)
fisuras respecto de la persona y
las
ideas
de
Lamennais,
animándole más bien a la
prudencia y a una cierta
discreción, comunicándole los
rumores contradictorios en los que
la Roma eclesiástica gusta de
abundar tras el abanico de
opiniones, chismes y falsos
silencios. Es sabido que el abate
no utilizó ni una ni otra, lo cual
apenaba a sus mismos amigos.
Sin embargo la postura de
Manuel ha cambiado claramente:
en 1828 no es sino un lejano
estudiante parisino, en 1832 es un
seminarista en Montpellier y a
partir de noviembre del 1833 helo
ahí en Roma, para prepararse al
sacerdocio,
mientras
que
Lamennais desde enero de 1834
ha roto de corazón con el
catolicismo. De todos modos está
claro que son las ideas políticas
del abate las que le han granjeado
en primer lugar su condena y su
ostracismo, sea cual sea su
evolución religiosa, ejemplo
tristemente incomparable del
encarnizamiento rabioso con el
que sus adversarios le han
acosado hasta su perdición. Así
se comprende que los caminos de
sus vidas se hayan separado entre
Lamennais y d’Alzon, incluso si
sus lazos personales ganaron en
intensidad e intimidad en el ojo
mismo del huracán.
Cuando el P. Colette pudo
finalmente echar una mirada al
informe
Lamennais-d’Alzon,
cuidadosamente recopiado en el
despacho negro de la policía
pontificia, no fue sino para
confirmar la perfecta lealtad de
Manuel hacia su amigo y también
hacia la Iglesia. En cuanto a las
“doctrinas” defendidas por el
abate, el tiempo se encargará de
hacer una criba purificadora y el
abate d’Alzon ganará en ello
aquel amor a Roma que el crisol
de la prueba hará menos ingenuo,
a veces más crítico y siempre
más libremente maduro.
Ya le escribí que el señor Bastet1 había muerto. Este pobre hombre
padecía de una retención de orina y no sé por qué le habían dejado la
sonda puesta. Tuvo una caída, la sonda reventó la vejiga y en menos
de un cuarto de hora estaba muerto en medio de los dolores más
atroces. El señor Blaquières2 ha sido nombrado para sucederle.
Parece ser que durante mucho tiempo el señor Blaquières había
dejado entender que si le [ofrecían] una canonjía, la rechazaría. Tras
la muerte del señor Basset, quisieron, eso dicen, tener un sencillo
32
A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832)
gesto de deferencia para con él, esperando que rehusaría el
nombramiento, pero el señor Blaquières por el contrario les tomó la
palabra. Se habla mucho de un remplazo, pero las ideas se dirigen a
tanta gente que no se ve nada de positivo.
Le transcribo sin reflexión alguna lo que en la carta del señor de
Mont[alembert] se refería a sus amigos; pero convendrá conmigo sin
embargo que es una clara prueba de que no es el espíritu de bandería
lo que empuja al señor de La M[ennais] 3, como pretenden. Porque
finalmente, el “breve”[carta] que habría recibido del Papa hubiera
sido para él, creo yo, un elemento de éxito, pero lo ha rechazado.
Algunas personas piensan que es un error. Yo pienso que ha hecho
bien. Tarde o temprano eso se sabe, y aunque no lo haya hecho con
esa intención, el resultado no será menos honroso para él. Yo guardo
aquí un silencio prudente, pero me doy cuenta de que continuamente
en mi presencia se dicen ciertas palabras para ver lo que contesto.
Tomo el mejor partido: no respondo…
Emmanuel d’Alzon.
Carta a su padre, Montpellier,
12 de noviembre de 1832,
Lettres, t. A, p. 367-368.
_______
1
El abate Joseph Bastet (+ 1832), profesor y superior del Seminario Mayor de Montpellier donde fue
nombrado en 1822 por monseñor Marie-Nicolas Fournier de La Contamine (1750-1834); es el autor
de un Manual para los jóvenes sacerdotes. Monseñor Charles-Thomas Thibault (1796-1861) sucedió
en Montpellier a monseñor Fournier. Ambos de fuerte sensibilidad galicana. Monseñor Fournier
prohibió la lectura del diario L’ Avenir a los seminaristas.
2 El abate Constant-Clément o bien Marie-Jean Blaquières (1799-1847), designado según Manuel
d’Alzon en 1832 como superior del Seminario Mayor de Montpellier, en sustitución del abate Bastet.
33
A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832)
3
Félicité de Lamennais (1792-1854), ex abate, escritor polemista, hombre político.
34
A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre Lamennais y el asunto de Roma:
- Gaston BORDET, Emmanuel d’Alzon et la crise mennaisienne 1828-1835,
en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque
d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre
1980), París, du Centurion, 1982, p. 37-82.
- Jean-René DERRÉ, Les relations entre E. d’Alzon et Lamennais, en
Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque
d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre
1980), París, du Centurion, 1982, p. 83-106.
- Dossier Lamennais-d’Alzon, en « Pages d’Archives », nueva serie nº 9
(agosto de 1958), p. 321-344.
- Jean-René DERRÉ, Lamennais, ses amis et le mouvement des idées à
l’époque romantique, París, 1982.
- Correspondance générale de Lamennais, publicada por Louis LE GUILLOU,
París, Colin, 1973.
- Guy DUPRÉ, Formation et rayonnement d’une personalité catholique au
XIXe siècle. Le Père Emmanuel d’Alzon (1810-1880), Lille, 1975, 420 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué te inspira la fórmula encontrada en las Cartas del P. d’Alzon:
Trabajar con Roma siempre, contra Roma jamás, a veces sin Roma?
• ¿Puede suceder a lo largo de la historia que algunos Papas se hayan
equivocado en sus juicios y enseñanza? ¿Qué enseña sobre este particular
la doctrina de la infalibilidad pontificia?
• ¿Qué parece condenable hoy en las doctrinas de Lamennais?
• ¿Cómo conciliarías tú los principios y las prácticas de lealtad, de
prudencia y de apertura en cuestiones que atañen a opiniones de
conciencia?
35
7
La Roma pontificia bajo Gregorio XVI
(1834)
E
s un mundo nuevo y real, y
no ya imaginario, el que el
joven Manuel d’Alzon
descubre al llegar a Roma en
noviembre de 1833. Desde este
punto de vista, su correspondencia
de los años 1833-1835 ofrece
numerosas anotaciones sobre la
ciudad pontificia de la época, las
costumbres eclesiásticas y la
población de ese tiempo, así como
sobre los innumerables atractivos
de un lugar urbanizado desde la
Antigüedad. Manuel no se limita
en sus relaciones al círculo de los
franceses de Roma que gravitan
en torno a la embajada; traba
amistad con un joven inglés,
Charles Mac-Carthy, y con
prelados italianos. Tampoco se
encierra en el colegio eclesiástico
de los Nobles sino que prefiere
una vida más independiente como
36
pensionista en el convento de los
Mínimos en Sant’ Andrea delle
Fratte. En compañía del abate
Gabriel, su compatriota, se
entrega a la inevitable visita de las
basílicas, iglesias y monumentos
antiguos
de
la
ciudad,
comunicando sus impresiones y
apreciaciones a veces insólitas. El
Vaticano por entonces restauraba
la muralla leonina; sus museos
desbordan de obras maestras;
pintores y escultores europeos no
cesan de invadir y adornar esta
capital de las artes que el barroco
no ha logrado ahogar.
La intelligentsia europea, además
del flujo de peregrinos que
frecuentan los jubileos, nunca ha
olvidado los caminos que llevan a
Roma, sobre todo desde el
Renacimiento. Muchos artistas
sientan en ella sus reales,
LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834)
temporal o definitivamente, y
abren salones y talleres bajo la
égida de Academias o Escuelas
nacionales. Los diplomáticos no
se quedan atrás a la hora de hacer
brillar la influencia de sus
soberanos o de su política. Bajo
Gregorio XVI, la palma se la
llevan
las
potencias
conservadoras, aquellas que a la
zaga o a sueldo de Metternich
tratan de contener las aspiraciones
liberales de los pueblos. Cualquier
movimiento con sabor más o
menos carbonario es sofocado.
Inglaterra fustiga el sistema
conservador de la administración
pontificia, haciendo de este
Estado central de la bota de Italia
el país más atrasado de Europa
occidental.
Los
inventos
modernos, como el ferrocarril, el
alumbrado de gas o la práctica de
la vacuna están allí prohibidos o
son denunciados como salidos de
cerebros infernales. Los servicios
municipales de limpieza, los
transportes y la higiene pública se
han quedado en la era medieval,
incluso si el interés por la
arqueología, en especial por el
pasado cristiano, no cesa de
crecer. Las catacumbas continúan
siendo exploradas e inventariadas.
Pero lo que se podría perdonar en
rigor al antiguo León XII, se torna
cada vez menos aceptable bajo el
pontificado de Gregorio XVI.
Toda Italia está trabajada por
nuevos fermentos que no logran
parar ni las fronteras de los Alpes
o de los mares, ni las censuras
policiales de los soberanos
autócratas. La Roma eclesiástica
se
muestra
especialmente
permeable a las ideas menesianas,
dividiendo allí como en otras
partes a los espíritus pero
provocando también fecundos
intercambios,
contactos
internacionales
y suscitando
interrogantes portadores de futuro.
…Ya he anudado algunos buenos contactos. El cardenal Micara1
nos trata muy bien, al señor Gabriel y a mí. He ido a ver al abate de
Retz2, que me ha recibido muy bien. No he conseguido aún la
dirección del señor Le Bouteillier3. El señor de Brézé4 debe
presentarme a los cardenales Lambruschini5 y Odescalchi6. Otras
personas me presentarán el cardenal Weld7. Creo que ya le escribí
que había visto al P. Ventura8, que me había recibido bien y me había
puesto en contacto con el P. Mazzetti9, uno de los principales teólogos
de Roma y que está dispuesto a recibirme periódicamente para darme
lecciones de teología. El abate de La Mennais me ha mandado dos
37
LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834)
cartas. Una para Mac-Carthy10, joven inglés, del que estoy
encantado: me ha recibido a la perfección y por él he sabido que la
última carta del señor de La M[ennais] había encantado al Papa11.
He ahí por lo tanto que los temores de un cisma quedan desvanecidos.
La otra carta es para el P. Olivieri12 que pasa por ser el primer
teólogo de Roma; iré a verle pasado mañana con el P. Lamarche13, a
quien he elegido como confesor. Tomo lecciones de alemán; estoy
muy contento. Se trata de un joven que me ha tomado afecto y con
quien, además del tiempo de las lecciones, hacemos algunos recados
durante los cuales siempre me habla en alemán14. Es el mejor medio
de aprender rápido. Tengo suficientes libros, porque estoy abonado a
un gabinete literario pasable…
Emmanuel.
Carta a su padre,
Roma, 1º de enero de 1834,
Lettres, t. A, p. 479-480.
_______
1
Ludovico Micara (1775-1847), capuchino predicador creado cardenal por León XII en 1824, amigo
de Lamennais, apodado el “cardenal rojo”.
2 Monseñor Alexandre-François de Retz (1783-1843), eclesiástico francés auditor de la Rota,
canónigo de Saint-Denis.
3 Marqués Henri-Louis Le Bouteiller (1783-1834), conocido de los d’Alzon y que vivía en Roma,
donde murió el 17 de abril de 1834. Manuel pensó en visitarlo pero no lo logró.
4 Monseñor Pierre de Dreux-Brézé (1811-1893), condiscípulo de Manuel d’Alzon en el Stanislas de
París, estudiante y luego sacerdote en Roma en 1834, obispo de Moulins de 1849 a 1893, que se
convirtió a la sensibilidad ultramonatana.
5 Luigi Lambruschini (1776-1854), antiguo nuncio en París de 1827 a 1831, creado cardenal por
Gregorio XVI, que le hizo su Secretario de Estado de 1836 a 1846, visceralmente antiliberal y partidario
de la Europa de Metternich.
6 Carlo Odescalchi (1786-1841), llegó a cardenal y más tarde se hizo jesuita renunciando a la
púrpura. Él fue quien ordenó sacerdote a Manuel en su oratorio privado el 26 de diciembre de 1834.
7 Thomas Weld (1773-1837), eclesiástico inglés; se hizo sacerdote tras quedar viudo, creado cardenal
por Pío VIII en 1830.
8 Gioacchino Ventura di Raulica, sacerdote teatino, favorable a las ideas de Lamennais. Debió
abandonar Italia tras la reacción antirrepublicana de 1849 y vivió desterrado en Francia.
9 Giuseppe-Maria Mazzetti (1778-1850) religioso carmelita italiano, consultor del Santo Oficio, autor
de obras teológicas, pastorales y pedagógicas, consejero de la Corte de los Borbones en Nápoles
después de 1838.
38
LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834)
10
Charles Mac-Carthy (+ hacia 1886), inglés, por entonces seminarista en Roma, junto a su primo el
futuro cardenal Wiseman, amigo de Lamennais y de Manuel d’Alzon. Renunció a una vida eclesiástica
y se hizo diplomático.
11 El Papa en 1834 no es sino el antiguo monje camaldulense Mauro Cappellari bajo el nombre de
Gregorio XVI (1765-1846), muy hostil a las ideas liberales. Condenó dos veces a Lamennais y se
mostró muy reaccionario en política, bajo la influencia de Metternich. En cambio sostuvo con vigor el
movimiento misionero extra-europeo gracias a su impulso en favor de la liberación de los pueblos
colonizados.
12 Benedetto-Maurizio Olivieri (1769-1845), dominico italiano, teólogo, consultor de Congregaciones
romanas, encargado temporalmente de la dirección de su Orden.
13 Vincent Lamarche (1780-1849), religioso dominico belga, corresponsal de Lacordaire a quien
apoyó en la restauración de la Orden en Francia, confesor de Manuel d’Alzon en Roma.
14 Ignoramos el nombre de este profesor de alemán que ya tenía un excelente método para el
aprendizaje de una lengua.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la Roma eclesiástica en este período:
- Philippe BOUTRY, Souverain et pontife. Recherches prosopographiques
sur la Curie romaine à l’âge de la Restauration (1814-1846), Roma, ed.
De Boccard, 2002, 785 p. (colección l’Ecole Française de Rome, nº 300).
Para una lectura personalizada
• ¿Cuáles son los grandes teólogos y filósofos que te han marcado a lo
largo de tu tiempo de formación?
• ¿Qué reflexiones inspira una sana historia de la teología y de los
teólogos?
• ¿Has encontrado personalmente eclesiásticos de alto rango, papas,
cardenales, etc.? ¿Qué impresiones te quedan de tales contactos?
• ¿El conocimiento directo de las personas no influye a veces en las
opiniones que pueden dar de ellas sus escritos o tomas de posición
transmitidos por la prensa o los medios de comunicación en general?
39
8
Una rápida promoción en la carrera
eclesiástica (1835-1839)
L
a primera estancia en Roma
de Manuel d’Alzon terminó
el martes 19 de mayo de
1835 para volver a Francia en
pequeñas etapas, visitando de paso
la Toscana y la Lombardía.
Sabemos que el 6 de julio había
llegado a Lavagnac donde pudo
celebrar misa en la capilla familiar
con gran satisfacción. Antes de
abandonar Roma, bajo los
consejos insistentes de su madre,
se empeñó en ser recibido por el
Papa Gregorio XVI y había
tomado la precaución de pedir una
entrevista con su obispo, monseñor
de Chaffoy, en Nimes, para
presentarle
sus
proyectos
apostólicos, en especial el de
trabajar en la conversión de los
protestantes, el de establecer en
esta ciudad de 43.000 habitantes
un convento de Carmelitas y
finalmente el de fundar un colegio.
40
El obispo no se mostró favorable a
estas perspectivas, pero dejó libre
al abate d’Alzon para organizar su
tiempo.
Tras las vacaciones en familia, el
abate d’Alzon se estableció en
Nimes en la mañana del 14 de
noviembre de 1835, aposentándose
provisionalmente en el número 16
de la calle del Aspic, en casa de su
tío-abuelo materno, el canónigo
Daniel-Xavier Liron d’Airolles
(1762-1838), Vicario General y
director de la obra de las Damas de
la Misericordia. Sin duda alguna
esta alianza familiar influyó en las
atenciones mostradas al joven
sacerdote por monseñor de
Chaffoy, que le nombra canónigo
honorario y Vicario General
honorario (8 de noviembre de
1835), con derecho a asistir al
Consejo diocesano.
UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839)
¿Nepotismo, favoritismo? Un
receloso vicario de la catedral no
pudo privarse de fustigar desde el
púlpito ¡“el escándalo de los
ambiciosos que invaden el
santuario y usurpan los honores
eclesiásticos”! D’Alzon no fue
insensible a lo que él llamó “un
pistoletazo tirado a quemarropa”.
Sin embargo, quien nueve años
más tarde en Turín iba a hacer voto
de renunciar a toda dignidad
eclesiástica y quien después iba a
rechazar varias veces la promoción
al episcopado, no debería ser
acusado sin mayores pruebas de
ambición personal o de intriga
carrerista. Hubo sin duda un
impulso inicial, digamos familiar,
pero sólo a su mérito y a sus
cualidades personales se debió el
que el abate
d’Alzon fuera
distinguido y apreciado por parte
de sus sucesivos obispos. El 9 de
noviembre de 1835, monseñor de
Chaffoy fue víctima de una
primera hemiplejía, hasta que la
tercera, acaecida el 26 de
septiembre de 1837, terminó por
llevarlo a la tumba tres días
después. Favorito para ser Vicario
Capitular, cargo que en realidad
recayó en el abate Sibour, futuro
arzobispo de París, le tocó al abate
d’Alzon redactar y pronunciar el
elogio fúnebre del prelado el 6 de
octubre siguiente. Monseñor Cart,
designado el 22 de diciembre de
1837 para la sede episcopal de
Nimes, es quien nombró al abate
d’Alzon Vicario General titular. El
abate Liron d’Airolles tuvo la
cortesía de rendir su alma el 9 de
diciembre de 1838. El abate
d’Alzon ocuparía el cargo durante
cuarenta años.
… Tras este preámbulo, te diré que encuentro tu carta
encantadora: me has hecho gustar las rosas blancas con locura. Te
ruego, ya que sabes pintar flores1, que me pintes sobre vitela una rosa
blanca, que te prometo poner en mi breviario en el oficio de las
vírgenes, a la espera de que me des un retrato tuyo2. ¡Díos mío! No
me atrevo a decirte que llevas toda la razón, pero es sin embargo
cierto. No te embarques en esta galera, ya que te gustan las rosas
blancas y que conoces su precio. Te confieso, querida hermanita, que
si nunca te hablé tan abiertamente es porque temía que hubiera en ti
más horror de ser una multiplicadora que gusto por ser una rosa
blanca: pero ya que caigo en la cuenta de mi error, me encanta
conocer las disposiciones que me manifiestas.
41
UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839)
Toda la ciudad sabe finalmente que soy el Vicario General3, y me
permiten no mantenerlo como un misterio, pese a que las ordenanzas
no han llegado aún. Me felicitan por todas partes. Creo que las
personas de bien están contentas y es un triunfo para ellas; el pueblo
también lo ve con buenos ojos en general; sólo los protestantes y
cinco o seis sacerdotes están descontentos4. Sabemos positivamente
que la ordenanza de aprobación saldrá de un momento a otro. El
ministerio no desea otra cosa, según me han asegurado, y me alegro,
porque si ellos ven en esto un buen cálculo yo quedo libre de tener
que expresarles mis agradecimientos…
Emmanuel.
Carta a su hermana Agustina,
Nimes, 6 de marzo de 1839,
Lettres, t. B, p. 30-31.
_______
1
Augustine d’Alzon tenía efectivamente temperamento de artista, cultivaba la pintura y el canto.
Si este retrato ha sido realizado algún día, nunca lo hemos poseído en la Asunción.
3 En primer lugar, de acuerdo con el derecho concordatario, se da la lista de presentación de los
candidatos, propuestos o recomendados; luego, tras el examen por parte del Ministerio de Cultos,
viene el visto bueno y el acta oficial del nombramiento firmada por el Rey. Este procedimiento exige
tiempo. En 1855, tras la muerte de monseñor Cart y con motivo del nombramiento de monseñor
Plantier, vemos que transcurrió un plazo bastante largo para la renovación del nombramiento del abate
d’Alzon en las funciones de Vicario General. En 1839, la presentación al Rey para el beneplácito de la
propuesta del abate d’ Alzon al puesto vacante de Vicario General lleva la fecha del 29 de enero.
4 Esta lista distingue cuidadosamente el campo de los satisfechos, (“personas de bien”, entendamos
los notables y la alta sociedad nimeña, y el pueblo en general) del campo de los descontentos (los
protestantes, categoría cuya opinión hostil no puede sorprender en las circunstancias, y una franja
mínima del clero nimeño). La estratificación no parece, pues, social sino más bien ¡de humor
confesional! En 1875, una auténtica conjura del clero se formó para oponerse esta vez con fuerza al
2
42
UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839)
nombramiento del P. d’Alzon como Vicario Capitular, antes del nombramiento de monseñor Besson.
Este último tuvo que presionar para hacerle aceptar de nuevo el cargo de Vicario General. El P. d’Alzon
terminó por dimitir en 1878.
43
UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la ciudad de Nimes y los nombramientos oficiales del P. d’Alzon:
- Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours,
Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes,
Lacour, 1994, 3 tomos.]
- Félix-Adrien COUDERC de LATOUR-LISSIDE, Vie de Mgr de Chaffoy, Nimes,
1856-1857, 2 tomos.
- Abbé Pierre AZAÏS, Vie de Mgr Jean-François Cart, Nimes, 1857.
- François LAPLANCHE, Les sciences religieuses, en Dictionnaire du monde
religieux dans la France contemporaine, p. 538-539 (noticia sobre
monseñor Plantier).
- Sobre monseñor Besson, Dictionnaire de Biographie française, tomo VI,
col. 331.
Sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Monarquía de
Julio:
- Buscar en las obras de Charles POUTHAS, en especial L’Eglise et les
questions religieuses sous la monarchie constitutionnelle, C.D.U. 1948.
- Brigitte BASDEVANT-GAUDEMET, Le jeu concordataire dans la France du
XIXe siècle, París, P.U.F., 1988, 298 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Cómo se hacen los nombramientos importantes en el clero de tu país?
• Si tú fueras consultado, ¿cuáles son las cualidades que te parecen
importantes para recomendar a un sacerdote para el episcopado o para un
puesto de dirección en tu diócesis?
• ¿Nepotismo y favoritismo siguen siendo de uso en las tradiciones
eclesiásticas?
• Según tú, el hecho de que el P. d’Alzon haya durado en su función de
Vicario General de 1839 a 1878, ¿fue beneficioso o no para la diócesis de
Nimes?
44
9
En el país de los hermanos enemigos
dentro del cristianismo (1837)
S
ería quedarse corto decir que
el Mediodía cenevol quedó
marcado
de
manera
perdurable por la fractura
confesional del siglo XVI,
reforzada además por los terribles
enfrentamientos que siguieron a la
Revocación del Edicto de Nantes
(1685) y que la historia conoce
con el nombre de Dragonadas y
de guerra de los Camisardos
(1702-1710).
Basta
para
convencerse con visitar el museo
del Desierto creado en 1910,
cerca de Anduze (Le Mas
Soubeyrand, Mialet [Casa de
campo de estilo provenzal
tradicional, de los Soubeyrand, en
la Comuna de Mialet]: Histoire
des Huguenots et des Camisards
en Cévennes). Las mentalidades
religiosas del siglo XIX se
beneficiaron ciertamente de la
Revolución y del Imperio: Edicto
de
tolerancia
de
1787,
establecimiento del estado civil
bajo
la
Constituyente,
reconocimiento por parte del
Estado del pluralismo de cultos
registrado en el Concordato de
1801. Pero estas señas de
apaciguamiento
y
de
reconciliación
pública
no
comportan
un
acercamiento
automático de las autoridades
religiosas y de sus fieles.
En el Mediodía, la fractura
confesional, calvinista en su
mayoría por parte de los
protestantes, resurge con fuerza
cada vez que la política se agita:
el Terror blanco de 1815, la
Revolución de Julio de 1830, la de
1848, el golpe de Estado de
Napoleón III toman fácilmente
una coloración confesional en el
Mediodía en el transcurso y en el
corazón de los acontecimientos
políticos. En 1870 todavía, la
guerra
franco-alemana
se
45
EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837)
interpreta diversamente según los
bandos, en especial en la comarca
del Vauxnage del Gard.
Raras son por ambas partes las
voces
y
las
vocaciones
ecuménicas, un término por lo
demás que todavía no existía en el
vocabulario
de
la
época.
Hugonote, hereje o papista son los
motes que resuenan en las
polémicas.
Siguen
siendo
numerosos los terrenos de
enfrentamiento y de competición,
fuera del clásico de la política: la
escuela y los colegios que hasta
las leyes de 1881-1883 no han
adquirido todavía un carácter
laico, el hospital y los hospicios
donde las conciencias se pelean
hasta las puertas de los
cementerios, también separados
(el cementerio protestante de
Nimes fue creado en 1822, en la
carretera de Alès), el orfanato y
las casas de misericordia en que el
instinto de caridad no eclipsa del
todo las intenciones proselitistas.
Las manifestaciones de piedad en
la vía pública están reguladas por
la
ley,
pero
procesiones,
peregrinaciones o iluminaciones
no siempre ocultan sus trasfondos
de afirmación demostrativa y
competitiva.
El terreno privilegiado de la
controversia es la predicación
apoyada por la edición o el
comentario bíblico. En esta área el
abate d’Alzon no se quedó atrás,
pese a las consignas de reserva y
de moderación de sus obispos.
Las iglesias de Nimes cuentan
incluso entre sus oyentes a
pastores protestantes que vienen a
escucharle, pero dudamos mucho
de que esta escucha fuese seguida
de intercambios directos y
amistosos, aunque no haya que
excluirlos sistemáticamente en
ocasiones. Porque en privado
aquellos hombres sabían también
expresarse las reales cualidades de
estima que el ministro del culto en
funciones se guarda mucho de
manifestar. Antiprotestante, el P.
d’Alzon
lo
fue,
incluso
duramente, en el plano de la
doctrina y del dogma. Por
desgracia el diálogo no fue su
característica principal, pero uno
se alegra cuando encuentra bajo
su pluma o en las crónicas de su
tiempo algún destello de irenismo
o de fraternidad interconfesional
al respecto.
Señor Redactor,
Desde hace algún tiempo, se viene ofreciendo en varias casas de
esta ciudad una nueva edición de la Biblia que dicen estar conforme
46
EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837)
en cuanto a la traducción con la de Sacy1. Para comprometer al
mayor número posible de suscriptores, les presentan una lista en la
que figuran los nombres de Monseñor el obispo de Montpellier y de
sus Vicarios Generales2. Estoy autorizado por ese prelado a declarar
que ni él ni los miembros de su Consejo han suscrito a ninguna obra
de este género; que consultado por uno de sus diocesanos ha cotejado
distintos pasajes de esta edición3 y los ha encontrado falsificados en
varios textos controvertidos por los herejes4.
Si, en Nimes, han abusado del nombre del obispo de Montpellier
¿no podrán en alguna ciudad vecina abusar del nombre del obispo de
Nimes? Estoy igualmente autorizado para declarar que Monseñor y
sus Vicarios Generales han rechazado suscribirse a esta edición que
se diría ser una obra de propaganda católica, pero en la que sin
embargo el error es enseñado en nombre del Espíritu Santo.
Tengo el honor, etc…
L’abbé d’Alzon.
Carta al Director de la Gazette du Bas-Languedoc,
25 de mayo de 1837, Lettres, t. B, p. 17.
_______
La Gazette du Bas-Languedoc es una hoja legitimista que se publicó de 1833 a 1852, concurrente del
Courrier du Gard, diario de la burguesía orleanista (impresa entre 1831 y 1873).
1 La Biblia llamada de Sacy (Antoine e Isaac Lemaître de Sacy) conoció una primera impresión del
Nuevo Testamento en Amsterdam en 1667, publicada bajo el nombre de un librero de Mons. Bajo la
dirección de Louis-Isaac Lemaître de Sacy, varios escritores, entre ellos Pascal, Robert Arnauld
d’Andilly, Pierre Nicole, Pierre Thomas du Fossé, participaron en la traducción llamada de Port-Royal,
abadía jansenista de París, traducción elaborada entre 1657 y 1696. Precede a la del oratoriano
Richard Simon (1702).
2 En 1837, se trata de monseñor Charles-Thomas Thibault (1796-1861), que tuvo como Vicarios
Generales al abate François-Xavier Coustou (1760-1844) y al abate Jean-François-Xavier de
Lunaret (1755-1837), y luego entre 1849 y 1861 al abate Pierre-Aphrodise-Ferdinand Bouisset
(1806-1865).
3 Hemos tratado de recensar las traducciones de la Biblia de 1830 a 1880 y hemos encontrado esta
lista cronológica: 1831, La Bible. Traduction Nouvelle por Samuel Cahen (biblia judía, bilingüe hebreofrancés); 1843, Sainte Bible, traducción de Jacques Bourassé y Pierre Désiré Janvier, también
llamada Bible de Tours, realizada a partir de la Vulgata; 1845, Sainte Bible, traducción de Antoine
Etienne Genoud (de Genoude), impresa en la casa Méquignon-Harvard; 1847, Ancien Testament,
traducción de H.-A. Perret-Gentil, a partir del texto hebreo; 1855 Révision de la Sainte Bible de David
Martin; 1859, La Sainte Bible, de John Nelson Darby; 1860, Ancien Testament de Lazare de Wogüe,
con Ben Baruk de Crehange, o B. Mosse d’Avignon; 1872, Le Nouveau Testament, de JeanHugues Oltramare (con las variantes de la edición griega Nestlé-Alland); 1872, L’Ancien Testament
47
EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837)
de Pierre Giguet (texto de los Setenta); 1873, La Sainte Bible, de Jean-Baptiste Glaire y comentarios
de Vigouroux (texto de la Vulgata); 1874, L’Ancien Testament de Louis Segond a partir del hebreo;
1877, Le Nouveau Testament selon la Vulgata, con notas del abate Jean-Baptiste Glaire, P. Didot;
1880, Le Nouveau Testament et la Bible, de Louis Segond.
4 “Herejes” pertenece al vocabulario clásico de la tipología eclesial católica: del griego, airesis, hereje
significa separación para designar las Reformas del siglo XVI, mientras que “cismático” se aplica a un
miembro de la Iglesia Ortodoxa.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre las rivalidades confesionales en el siglo XIX:
- Robert SAUZET, Les Cévennes catholiques. Histoire d’une fidélité XVIeXXe siècles, París, ed. Perrin, 2002, 415 p.
- Patrick CABANEL, Itinéraires protestants en Languedoc XVIe-XXe siècles,
tomo I : Cévennes, Cahors, Presses du Languedoc, 1998, 480 p.
- Daniel OLIVIER, A.A., Le P. d’Alzon et l’œcuménisme, Roma, 79 p.
(colección Série du Centenaire d’Alzon 1980, nº 7).
- Daniel OLIVIER, A.A., Le Père d’Alzon et la crise du protestantismo au
XIXe siècle, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe
siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile
POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 165-179.
- Pierre PETIT, Une métropole protestante au Languedoc, Nimes, ed.
Lacour, 1989, 117 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Cómo puede, según tú, esclarecerse mediante la fraternidad cristiana
en el diálogo ecuménico la barrera de los dogmas y de las confesiones?
• ¿Cuáles son los mejores campos de acción común para cristianos de
tradición confesional diferente?
• ¿Vives en un país en que el compromiso ecuménico haga parte de las
prioridades eclesiales?
• El Papa Juan Pablo II, al invitar a los católicos a ciertas formas de
arrepentimiento, ¿no ha querido orientar las energías espirituales de los
creyentes hacia un nuevo horizonte?
48
10
Un animador religioso en la ciudad
de Nimes (1843)
E
l período que va del año
1835 al 1843 es sin duda el
menos conocido de la vida
apostólica del abate d’Alzon.
Muchos documentos no han
llegado hasta nosotros, o no han
sido conservados o bien han sido
destruidos. Aunque un poco
frenada
o
canalizada
por
monseñor de Chaffoy, la
actividad del joven Vicario
General honorario está lejos de
ser insignificante desde el año de
su llegada a Nimes: catecismos,
grupos de jóvenes, escuelas y
orfanatos,
ayuda
a
las
comunidades religiosas, obras de
predicación, de celo y de caridad,
conferencias, le dan un ritmo de
vida muy intenso. A partir de
1837, el joven abate está en la
iniciativa de una fundación, la del
Refugio, confiada al Instituto de
las religiosas llamadas de Marie-
Thérèse, más exactamente las
Hermanas Siervas de Jesucristo,
dedicadas a un apostolado social
entre la juventud femenina que se
encontraba en una gran miseria y
que terminaba en la prostitución.
Mantuvo
además
con
la
fundadora lionesa del Instituto,
Madre María de Jesús, nacida
Brochet de La Rochetière (17761842), una correspondencia de
hermosa elevación espiritual.
El público habitual del abate
d’Alzon no tiene fronteras de
edad: niños, jóvenes, adultos y
mayores; ni de ambientes:
aristocracia, burguesía y clases
populares; ni de categorías
socioprofesionales. Trata incluso
de atraerse a los protestantes y, si
bien los medios no están
necesariamente a la altura de la
meta, esta preocupación de
contacto, ampliamente novedosa
49
UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843)
en aquella época, no deja de ser
reveladora de un alma de fuego.
Se trata de un pastor todo terreno,
convencido y ejecutor de una
pastoral general que no se
desanima ni por los prejuicios, ni
por la inexperiencia, ni por lo
convencional, ni por la fuerza de
la inercia de la tradición. Algunas
de sus iniciativas son audaces
incluso a los ojos de sus
diferentes obispos. El abate
d’Alzon no aprecia el círculo
cerrado que ronronea hasta
adormecer
a
las
mejores
parroquias por su funcionamiento
demasiado regulado. Introduce
formas de animación pastoral
supraparroquiales que desbordan
el campo diocesano, por ejemplo
la Obra de la Propagación de la
Fe, la Asociación del Corazón de
María y la de la Adoración del
Santísimo Sacramento; más tarde
sostiene la fundación de una
Conferencia de San Vicente de
Paúl, la segunda en Francia
después de la de París.
Pero ante todo el abate d’Alzon
está en las antípodas de aquel
tipo de clero secular más dado a
la apacible rutina que a la
creatividad febril. Quiere vivir en
la edad del vapor y dejar la
carreta merovingia. Por eso, en
1843, anuncia a su hermana la
próxima fundación de un
convento de Carmelitas como un
parte de victoria arrancado a
monseñor Cart.
…En estos momentos estoy muy ocupado con un convento de
Carmelitas que instalaremos la semana que viene1. Estas santas hijas
me causan bastantes aprietos con sus rejas y sus tornos. Figúrate que
viniendo de Aix, donde son una comunidad muy numerosa, han creído
necesario traer ¡veinte libras de azúcar!
He de encontrar un terreno para El Refugio, que no puede subsistir
donde está2, organizar un internado que he comprado a medias con
un sacerdote3, pero eso no me urge todavía; finalmente estoy
presionando para la fundación de una nueva Providencia4: hoy
estamos regateando sobre una casa. He ahí mis grandes negocios.
Añádele algunos enfermos y las obras ordinarias; comprenderás que
tengo suficiente ocupación.
Trataré de distraer tu tranquila uniformidad mediante algunas
lecturas, a condición de que no te formes prejuicios antes de haberlas
leído. No me importaría ver al señor Vernières en Castries5; estaría
más cerca de Nimes y le podría ver más a menudo. Me encanta que
50
UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843)
me informes de que los vinos aumentan. Es algo estupendo, te lo
aseguro y algo de lo que estoy muy dispuesto a alegrarme con mi
padre.
Adiós, querida hermanita. Olvidaba decirte que tenemos un
predicador perfecto, el P. Charles Deplace6…
Emmanuel.
Carta a su hermana Agustina,
Nimes, 14 de diciembre de 1843,
Lettres, t. B, p. 113.
_______
1
El abate d’Alzon sueña con la fundación de un Carmelo en Nimes desde 1835, pero monseñor de
Chaffoy no dio su consentimiento y monseñor Cart, nombrado en 1838, mostró muchas reticencias y
demoras. Esta fundación pudo realizarse en diciembre de 1843, primero provisionalmente en un local
situado en la calle de la Servie, una dependencia que más tarde será parte del colegio de la Asunción,
la casa Paradan.
2 El Carmelo se estableció en Nimes el 20 de diciembre de 1843, bajo la dirección de la Madre MarieElisabeth de la Croix Eyssautier (1801-1861), a la que el futuro cardenal de Cabrières dedicó una
hermosa nota biográfica. Las carmelitas de Nimes vivieron cinco años en la casa Paradan. Adquirieron
luego, a la sazón en una punta del camino de Avignon, un vasto local perteneciente a una antigua
fábrica de pañuelos que había pertenecido a la familia de Alphonse Daudet. El traslado se realizó en
julio de 1848. En marzo de 1850 comenzaron los trabajos de construcción de una gran capilla,
terminados en diciembre de 1851. Esta capilla fue bendecida por monseñor Cart el 10 de enero de
1852 con la participación del P. d’Alzon, pero fue monseñor Plantier quien consagró el edificio el 25
de octubre de 1865, terminado por el arquitecto Jacques-François Chapot. Este monasterio fue
destruido totalmente por los bombardeos aliados en 1944.
3 El abate en cuestión no es sino Vital-Gustave Goubier (1802-1855), por entonces párroco de la
iglesia de Santa Perpetua, amigo personal del abate d’Alzon, que compró a su nombre y al de su amigo
la pensión Vermot de donde saldrá en 1844 el Colegio de la Asunción.
4 Conocemos una primera Casa de la Providencia en la Nimes del siglo XIX, la de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, establecidos ellos mismos en 1817 en la calle Reboul. El abate d’Alzon tomó parte
directamente en 1841 en la fundación de un orfanato para muchachos, establecido en Cours-Neuf con
la ayuda de Jules Monnier y de Philippe Eyssettte y con el apoyo de la Conferencia San Vicente de
Paúl. El establecimiento fue transferido al antiguo cementerio del camino de Uzès en 1844.
5 El abate Jacques Vernière o Vernières (1797-1863) es un sacerdote diocesano de Montpellier,
antiguo director del Seminario Mayor donde lo conoció y apreció Manuel. No fue nombrado a Castries
sino a Capestang. Uno de sus hermanos, el abate Jérôme Vernière fue un tiempo postulante y novicio
de la Asunción.
51
UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843)
6 Charles Deplace (1808-1871), predicador del Adviento en Nimes en 1843, era por entonces religioso
jesuita, un parisiense conocido de la Madre María Eugenia de Jesús. Pasó al clero secular hacia
1849.
52
UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la ciudad de Nimes en el siglo XIX y el Carmelo en Francia:
- Georges MATHON, Les cahiers d’histoire de Nîmes : Nîmes au XIXe siècle,
textes et documents, (en Internet : www.nimausensis.com).
- Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours,
Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes,
Lacour, 1994, 3 tomos.]
- Carmes et Carmélites de France du XVIIe siècle à nos tours. Actes du
Colloque de Lyon (1907), recopilación de Bernard HOURS, París, Cerf,
2001, 477 p.
- J.-P. PERIER-MUZET, A.A., Le P. d’Alzon figure du Carmel, en « A travers
la Province », n. 122 (febrero de 1996), p. 19-23.
Para una lectura personalizada
• ¿Conoces a los grandes refundadores de la Reforma del Carmelo (Santa
Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz) y sus escritos mayores? ¿Sabes que
es cosa probada, pese a afirmaciones contrarias sin fundamento, que el P.
d’Alzon frecuentó las obras de San Juan de la Cruz?
• ¿Has visitado algún Carmelo, te has encontrado con Carmelitas en tu
región, en tu país? ¿Conoces su historia?
• ¿Qué iniciativas originales pueden desarrollar los Asuncionistas en un
apostolado parroquial?
• El interés del P. d’Alzon por las acciones concertadas con los laicos ¿no
encuentra su fuente en una vida interior abrasada por un fuego ardiente y
en una comprensión ampliada de la gracia bautismal?
53
II Parte
11. Una alianza laico-religioso ejemplar y fundante,
Germer-Durand (1838)
12. Un fundador marginado, Combalot (1841)
13. Deseo de fundar una Congregación (1844)
14. En la aventura de un colegio (1845)
15. La prueba de los comienzos: ¿Dónde encontrar apoyo?
(1845)
16. Una emocionante conversión, Newman (1846)
17. La elección de Pío IX (1846)
18. Notas para un proyecto de Constituciones, 1846-1850
19. Una revolución palaciega en París, febrero de 1848
20. Una voz en el Concilio de Aviñón (1849)
p. 51-54
p. 55-58
p. 59-63
p. 65-68
p. 69-72
p. 73-76
p. 77-82
p. 83-87
p. 89-94
p. 95-99
11
Una alianza laico-religioso ejemplar
y fundante, Germer-Durand (1838)
E
l nombre de este profesor
sigue ligado a la memoria
del colegio del P. d’Alzon y
a la de la ciudad de Nimes.
Aunque era originario de una
familia del Norte de Francia, en
Saint-Riquier, cerca de Abbeville,
toda la vida de este laico de perfil
destacado y catedrático (1837),
tras terminar sus estudios, se
desarrolló en el Mediodía. Al
principio estuvo integrado en la
enseñanza pública y conoció los
liceos reales de Nimes y de
Montpellier. El P. d’Alzon logró
convencerle, lo mismo que a su
amigo Monnier, de que se uniera
a él en la empresa de refundar el
Colegio de la Asunción. Podemos
decir que compartió plenamente
las ideas del P. d’Alzon e incluso
que tomó parte en sus
realizaciones, no sólo como
docente y pedagogo, sino también
como cristiano militante. A partir
de 1845 entró en la Asociación de
la Orden Tercera de Nimes,
mientras su mujer ingresaba en la
rama femenina, y se interesó
vivamente por el pasado glorioso
de la Iglesia de Nimes, diócesis y
departamento, publicando el
Cartulaire du Chapitre de Nîmes,
un Dictionnaire topographique du
Gard (1868) y las Inscriptions
antiques de Nîmes (reedición en
1893).
El nombre del señor GermerDurand figura como director de
publicación del periódico lanzado
en Nimes en 1848 por el P.
d’Alzon, La liberté pour tous, y
también La Revue de l'Enseignement chrétien le debe no sólo
varios artículos sino más
ampliamente
su
orientación
literaria y pedagógica así como la
animación de su redacción. A la
56
UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND
pasión por el estudio, el señor
Germer-Durand unía la de la
investigación arqueológica y
bibliográfica, otras tantas razones
que le valieron el ingreso en la
Academia de Nimes (donde se
conserva un retrato suyo sobre
lienzo) y en el Comité de Arte
Cristiano
y
ser
elegido
bibliotecario de la ciudad. Fue
condecorado con las insignias de
Oficial de la Academia y con la
Cruz de la Legión de Honor.
Este matrimonio acogió con gran
alegría la vocación sacerdotal y
religiosa en la Asunción de uno
de sus hijos, el último de los
varones, José (1845-1917), que
como director y profesor de
Nuestra Señora de Francia en
Jerusalén adquirió renombre en
epigrafía bíblica palestina. José
era también aficionado a los
versos y nos ha dejado poesías,
algunas inéditas, impregnadas de
suavidad romántica y fervor
familiar (Pages d’Album). La
señora Cécile Germer-Durand
(1818-1886), que enviudó en
octubre de 1880, entró en la
familia de las Oblatas de la
Asunción en 1882. No dudó en
integrarse
al grupo de las
misioneras de Oriente, en
Andrinópolis, antes de volver a
Francia para terminar sus días.
Equivale a decir cómo toda la
familia estuvo impregnada del
espíritu de la Asunción naciente,
compartiendo sus compromisos y
sus combates, vibrando con sus
aventuras y sus recuerdos. El
nombre de los Germer-Durand
merece figurar en primera página
de esa cohorte de laicos que en
todo tiempo han trabajado en la
“gesta
apostólica”
de
la
Asunción, y en especial en esta
hora en que se perfila una
Alianza Laicos-Religiosos que ha
visto la luz en la realidad mucho
antes que en los textos.
Mi querido amigo:
Has actuado tan poderosamente ante Salvandy1 para que se
quedara en Nimes un profesor del colegio2, que estoy convencido de
la eficacia de tu ascendiente para hacer que se vaya otro. He aquí los
hechos. Desde que las Facultades de letras han sido implantadas en
varias ciudades de Francia, las Comisiones examinadoras para el
bachillerato quedan o van a quedar suprimidas; de lo cual resulta,
para los profesores de las ciudades donde esas Comisiones existían,
una pérdida bastante considerable: en los cursos superiores, en
cuanto a derechos de examen; para los cursos inferiores, en cuanto a
57
UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND
preparación de los aspirantes al bachillerato. Un joven de entre mis
amigos, el señor Durand3, profesor de tercero en el colegio de Nimes,
acaba de ser informado de que el profesor de retórica en el colegio de
Montpellier ha solicitado recientemente una cátedra en la Facultad
de Letras de Toulouse, y como Montpellier ha conseguido poco ha
una Facultad de Letras, mi patrocinado piensa que si consiguiera la
plaza del que va a partir, tendría muchas de las ventajas que le van a
ser retiradas en Nimes por el hecho de la supresión de la Comisión
examinadora.
El señor Durand tiene ciertos derechos a esta plaza, en primer
lugar por las buenas calificaciones que siempre ha tenido, y luego a
causa de su talento real. En 1837 en las oposiciones a cátedra
consiguió el número uno, y normalmente los número uno obtienen una
cátedra de retórica. Hace algún tiempo rechazó una promoción,
porque habiéndose casado en Nimes4 prefería las ventajas de la vida
familiar a un puesto más honroso; pero ahora, obligado a pedir el
cambio, quisiera estar lo menos alejado posible de la ciudad en la que
ha habitado durante tanto tiempo. Te suplico que tomes con el mayor
interés mi petición…
Emmanuel.
Carta a su amigo d’Esgrigny,
Nimes, 19 de noviembre de 1838,
Lettres, t. B, p. 28-29.
_______
1
El conde Narcisse-Achille de Salvandy (1795-1856) es un escritor y hombre de Estado francés.
Nacido en Condom (Gers) es conocido del abate d’Alzon y de d’Esgrigny desde sus tiempos de
estudiantes en París. Académico (1835), Ministro de la Instrucción Pública (1837-1839, 1845-1848),
contribuyó a fundar la Escuela Francesa de Atenas.
2 Se trata del Colegio Real de Nimes que tiene sus orígenes lejanos en el Colegio de las Artes fundado
en 1539. Pasó a manos de los Jesuitas entre 1644 y 1762, luego fue Ecole Centrale en 1795, después
Liceo Imperial en 1802 organizado por el sabio Tédenat, y volvió a ser bautizado como Colegio Real de
1815 a 1848. El profesor en cuestión que se quedó en Nimes es Jules Monnier (1815-1856).
3 Tal es el apellido original de Louis-Eugène, apodado Germer-Durand (1812-1880), profesor de
cátedra, dimisionó de la Universidad en 1844 para venir a tomar la dirección de estudios en el Colegio
de la Asunción, fue colaborador y amigo incondicional del P. d’Alzon. Se trataba en esta fecha (1838)
de conseguir un traslado para Germer-Durant de Nimes a Montpellier.
58
UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND
4 Eugène Germer-Durand se casó en Nimes con Cécile Vignaud (1818-1886) de los que nacerán seis
hijos: Jean (1839- + hacia 1919), Daniel (1841), Michel (1842-1843), François (1843-1906), Joseph
(1845-1917) y Elisabeth (1848-1851).
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la familia Germer-Durand:
- T. de MOREMBERT, Germer-Durand, Joseph, en Dictionnaire de biographie
française, t. XV, col. 1334.
- Y. CHASSIN DU GUERNY, Germer-Durand, Louis-Eugène-Germer Durand, dit, en
Dictionnaire de biographie française, t. XV, col. 1334-1335; (col. 1335: noticia
sobre François y Jean).
- L. DRESSAIRE, Germer-Durand, Joseph, en Supplément au Dictionnaire de la
Bible, t. III, col. 613-615.
- Jean-Paul PERIER-MUZET, A.A., Joseph (Vincent-J.-J.) Germer-Durand, 18451917, en Notices Biographiques, t. II, p. 1269-1270.
- Joseph GERMER-DURAND, A.A., Pages d’Album [Se trata de un manuscrito con
dibujos y poesías del autor]. (Noticia biográfica sobre Eugène por el novelista
LAMOTHE, amigo del profesor, p. IX-XXVIII).
- Siméon VAILHE, A.A., Le R.P. Germer-Durand. Conférence donnée aux novices de
Louvain par le P. Siméon Vailhé, le 14 octobre 1917, quelques jours après la
nouvelle de la mort du P. Germer, en «Lettre à la Dispersion», 10 (1922), p. 6976.
- Emmanuel d’ALZON, Lettres, t. B, p. 14-15, nota 2 (sobre Eugène).
- Sœur Marie-Cécile Germer-Durand (1818-1886), en Pages d’Oblation, t, I, p. 21-24.
- Sœur Cécile, en «Souvenirs», 52 (1887), p. 339-341.
Sobre los laicos en la Asunción:
- Règle de l’Association de l’Assomption, en Lettres, t. B, p. 507-512.
- Emmanuel d’ALZON, Instructions aux Tertiaires de l’Assomption 1878-1879,
París, B.P., 1930, 193 p.
- Claude SAVART, Le Père d’Alzon et la direction spirituelle des laïques, d’après sa
correspondance, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle,
Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT
(décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 259-278.
- Alliance Laïcs-religieux. Recueil de Textes, París, Denfert-Rochereau, 2006, 36 p.
59
UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND
Para una lectura personalizada
• ¿A qué se llama en la Asunción Alianza Laicos-Religiosos? ¿Conoces el
origen y el desarrollo de esta corriente en la Asunción?
• ¿Qué definición darías tú hoy de un laico comprometido en la Asunción
como voluntario apostólico asociado, respetando el carácter propio del
laico y el del religioso?
• El P. d’Alzon, y más tarde la familia de la Asunción, ¿han actuado en esto
por pura necesidad práctica o bien intuyendo para los laicos de aquel
tiempo una vocación bautismal plena?
• La Iglesia de tu país ¿sabe dar a los laicos todo el lugar que les
corresponde? ¿Cómo? ¿Te parece significativa la renovación conciliar del
diaconado permanente?
60
12
Un fundador marginado, Combalot
(1841)
L
a cuestión de la amistad
espiritual entre el P. d’Alzon
y la Madre María Eugenia
de Jesús es un punto muy
conocido de la historia religiosa
de las dos Congregaciones,
Religiosas de la Asunción y
Agustinos de la Asunción. Sin la
intervención del abate Combalot,
sin embargo, aquel sacerdote de
choque,
que
orientó
personalmente a las cuatro
primeras religiosas, la obra de la
gracia habría tomado un rumbo
desconocido. Fue él quien en
confesión en San Eustaquio de
París, en 1837, discierne en la
joven Anne-Eugénie Milleret de
19 años, convertida por la
predicación de Lacordaire, el
material de una auténtica piedra
sillar para una fundación llamada
Asunción. Le hace conocer a las
Benedictinas
del
Santísimo
Sacramento de París, (octubre
1837 - agosto 1838) y a las
Monjas de la Visitación de la Côte
Saint-André (agosto 1838 - abril
1839),
lugares
ambos
de
formación y de oración según el
estilo monástico.
A los 21 años, María Eugenia de
Jesús conoce al joven abate
d’Alzon, que tiene 28, en casa de
la madre del abate Combalot en
Chatenay (Isère). Este sacerdote,
predicador ambulante, era un
amigo asiduo de Lavagnac donde
era llamado familiarmente papá
Combalot; no puso reparo alguno
a permitir que su dirigida, que
sufría con sus ausencias y su
espíritu fantasioso, confiase su
conciencia de joven fundadora a
su joven amigo, el sacerdote
nimeño (1840). Sólo en agosto de
1843, en el callejón des Vignes,
volvió a ver el abate d’Alzon a la
61
UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841)
Madre María Eugenia. De sus
intercambios, de sus intuiciones
así como de sus deseos mutuos de
una vida religiosa plena y
moderna, iban a nacer al mismo
tiempo aquellas convergencias y
aquellas particularidades que
caracterizaron por mucho tiempo
a “la doble Asunción”.
Pese a todas las afirmaciones
expresas en contra, el P. d’Alzon
no era el fundador de las
Religiosas, incluso si daba con
gusto a la Madre María Eugenia el
título de “madre” de su propia
congregación. Además el P.
d’Alzon no tomó el lugar del
abate Combalot; desempeñó junto
a la fundadora el papel que ella
tuvo a bien asignarle con el pleno
acuerdo del abate Combalot, sin
que d’Alzon pensara en absoluto
ampliar ese papel a toda la familia
religiosa de ella. En este tema él
se mostró mucho más constante y
moderado que ella, ateniéndose a
unas relaciones de amistad
interpersonal y no de dirección o
de unión entre las dos familias
religiosas.
Cuando sucedió en 1841 lo que la
Madre María Eugenia presentía
desde el principio, es decir una
ruptura formal con el abate
Combalot, ella sufrió mucho y
durante largo tiempo, hasta el
punto de tener que oír del P.
d’Alzon en marzo de 1844:
“Usted dice la palabra exacta,
cuando afirma que en las
relaciones
con
el
señor
C(ombalot)
usted
estaba
demasiado centrada en su herida.
Eso era causar dos. La caridad lo
cicatriza todo”. Con el tiempo
todo
termina
curándose
efectivamente. En este tema como
en tantos otros, materiales o
espirituales, cuando en las
familias religiosas se habla de
fundadores y de fundaciones, nos
parece muy verdadera aquella
palabra de Antoine de SaintExupéry: “No heredamos la tierra
de nuestros padres, se la tomamos
en préstamo a nuestros hijos”.
¿Qué serían las familias de la
Asunción sin las vocaciones de
hoy y de mañana?
Cosa asombrosa, él (el abate Combalot)1 quiso escribir al
arzobispo2 para ponernos en sus manos y encomendarnos a él. Su
carta era perfecta: pedía a Monseñor que fuera bueno con nosotras,
que nos tomara como sus hijas y hacía los mayores elogios.
Sin embargo sentíamos mucha pena por esta ruptura; no era así
como hubiéramos querido separarnos. Si las relaciones de superior
62
UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841)
ya no eran posibles, deseábamos mantener relaciones de amigos.
Nuestra Madre y yo estábamos muy ligadas al abate Combalot: a
través de él habíamos conocido la voluntad de Dios y le veíamos
como un padre. Al día siguiente3 en seguida fuimos a presentarnos
ante él, pero no quiso recibirnos4, lo que apenó mucho a nuestra
Madre. Nos regresamos muy tristes, pero nada desanimadas y sin
temor alguno respecto del porvenir. Sin embargo, según las
apariencias humanas todo estaba perdido para nosotras: sólo éramos
seis muchachas5 sin ninguna protección, no habiendo emitido todavía
nuestros votos; sabíamos que el clero no tenía sino prevenciones
contra nosotras, a causa del señor Combalot, que no era apreciado en
París. ¿Cómo pues teníamos una seguridad tan grande? Me parece
que en esta circunstancia, más que en ninguna otra, Dios nos ha
mostrado que era él quien llevaba la obra y que quería hacerla solo.
Relato de Sor Marie-Thérèse de Commarque,
según Les Origines de l’Assomption,
Tours, Mame, 1908, t. I, p. 401-405.
_______
1
El abate Théodore Combalot (1797-1873) es un sacerdote francés ultramontano, escritor,
predicador apostólico, amigo del abate d’Alzon y de su familia, iniciador de la fundación de las
Religiosas de la Asunción. Habitaba entonces en el nº 47 de la calle Vaugirard, en París.
2 Monseñor Denis-Auguste Affre (1793-1848), nombrado arzobispo de París el 26 de mayo de 1840,
galicano que acogió a las Religiosas de la Asunción en su diócesis y, según la tradición, les dio el color
del hábito. El P. d’Alzon le trató personalmente.
3 La escena de la ruptura está fechada el 3 de mayo de 1841 por la mañana.
4 La fundación de las Religiosas tuvo lugar en París, calle Férou, en un apartamento de alquiler (ex nº
15, actual nº 9); en octubre de 1840 hasta marzo de 1842, tras un verano en Meudon, las Hermanas se
establecieron en la calle Vaugirard nº 108, al lado del convento de la Visitación (nº 110). Por entonces
el abate Combalot tenía igualmente su residencia en la calle Vaugirard nº 47.
63
UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841)
5
En este momento, se contaban en efecto como religiosas de coro: Madre Marie-Eugénie de Jesús
(1817-1898), Sor Marie-Augustine Bévier (1816-1895), Sor Thérèse-Emmanuel O’Neill (1817-1888),
Sor Marie-Thérèse de Commarque (1811-1882), Sor Marie-Josèphe Hallez (1819-1843) y Sor
Marie-Gonzague Saint-Julien (1822-1907), sin olvidar dos Hermanas legas: Sor Marie-Catherine
Saint-Martin (1816-1853) y Sor Anne-Marie Carrère (1822-1875).
64
UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre las Religiosas de la Asunción:
- Les Origines de l’Assomption. Souvenirs de famille, Tours, Mame, t. I y II
(1898), t. III (1900) y t. IV (1902).
- Gaëtan BERNOVILLE, Les Religieuses de l’Assomption : I. La Fondatrice
Eugénie Milleret (Mère M. Eugénie de Jésus) ; II. L’œuvre et l’esprit.
Histoire d’un siècle, Grasset, 1948 y 1951.
- Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices,
Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches
Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano].
- Thérèse-Maylis TOUJOUSE, R.A., Marie Eugénie et le Père d’Alzon :
Intuitions communes, influences réciproques?, París, 1988, 90 p. (col.:
Etudes d’Archives, nº 4).
Sobre el abate Combalot:
- Antoine RICARD, L’abbé Combalot missionnaire apostolique : l’action
catholique de 1820 à 1870, París, Gaume et Cie, 1892, 656 p.
- Textes fondateurs. Religieuses de l’Assomption, París-Auteil, 1991, 563 p.
- Notes Intimes de Mère Marie-Eugénie de Jésus, París-Auteuil, 1997, Ecrits
t. II, 423 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Conoces otras situaciones semejantes en la vida religiosa en las que el
fundador o la fundadora de una Congregación se haya retirado o haya sido
apartado?
• ¿Qué es lo que regula, según tú, la fidelidad al carisma en una
Congregación?
• ¿Por qué la Madre María Eugenia de Jesús puede ser legítimamente
honrada como verdadera fundadora de las Religiosas de la Asunción?
• ¿Existen fundaciones de Congregaciones sin fundadores o fundadoras?
65
13
Deseo de fundar una Congregación
(1844)
E
l abate d’Alzon no carecía
de recursos espirituales y
apostólicos para ponerse a
la cabeza de dos congregaciones
religiosas (Agustinos de la
Asunción en 1845 y Oblatas de la
Asunción en 1865). Ya en 1835
apunta en su correspondencia un
deseo de vida religiosa para sí
mismo, a la espera de pasar al
acto
fundador
que
las
circunstancias externas pudieran
favorecer o contrariar. Se sinceró
varias veces al respecto de este
deseo con su confidente de
primera hora, la Madre María
Eugenia de Jesús. Conocemos
algunos jalones de este camino de
fe en su corazón y su oración
antes de la hora de la aventura: su
preferencia por un patrocinio
agustiniano y una forma de vida
religiosa “moderna”, su adhesión
y su entrega a un compromiso
pleno en la Iglesia, que eviten las
trampas del pasado, su elección
de servir a la Iglesia desde la base
y no desde la estructura
jerárquica (voto de humildad
sacerdotal), su anhelo de
perfección en la conducta de su
vida personal y su deseo de
compartir su vida apostólica
mediante un camino de comunión
fraterna.
Sus defectos en este campo, que
él mismo escrutaba a menudo de
manera despiadada, no son
contradicciones sino el reverso de
sus cualidades. Son el lado
incomprensible
de
una
humanidad rica y perfectible,
camino de santidad que la Iglesia
por su parte ha avalado al
proclamar
al
P.
d’Alzon
Venerable (diciembre de 1991).
66
DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844)
Este hombre que es sacerdote por
la gracia de Dios, desea hacerse
religioso por fervor espiritual y
por celo apostólico, e igualmente
para responder a una llamada
divina. Al aceptar y recibir este
don de la vida religiosa, el abate
d’Alzon no pretendía sustraerse a
ninguna de las obligaciones
eclesiales y sacerdotales, como
creía
ilusoriamente
o
preventivamente
su
obispo,
monseñor Cart. El abate d’Alzon
no se retiró del mundo para
encerrarse en un claustro, quiso
asumir
esta
opción
en
cumplimiento de su vocación
bautismal de cristiano, de
sacerdote y de apóstol.
Se ha dicho del P. d’Alzon que
era un veleidoso, un impulsivo,
un predicómano, un caballero del
ultramontanismo de la región de
los Cevenas, y muchos otros
epítetos más o menos floridos
que trataban de arañarle o de
atemperar, pero sin éxito, las
pasiones de su carácter. Él mismo
no ocultó nunca que algunas de
sus empresas tenían el sabor de la
aventura, que estaba loco
lanzándose a ellas o enviando allí
a sus compañeros. Sin embargo
no le causaban ni remordimientos
ni vergüenza, incluso en horas de
desilusión, porque sabía leer su
aventura
y
la
de
sus
Congregaciones como un camino
de locura por el Evangelio, sin
intereses personales, sin cálculos
de vanagloria para su posteridad
y sin esperar el beneficio de
cualquier
forma
de
reconocimiento.
El P. d’Alzon es en definitiva y
ante todo uno de esos “siervos
inútiles” del Evangelio, al menos
de aquella forma de Evangelio
que no espera, en pago del
servicio apostólico arriesgado, ni
medallas, ni condecoraciones, ni
promoción. Obedecía órdenes de
las llamadas de la Iglesia y de las
inquietudes de su conciencia
nunca en reposo; contaba ante
todo con el espíritu de fe y de
sacrificio de sus compañeros de
quienes esperaba que estuvieran a
esa altura. Nunca emitió un parte
de victoria porque sus combates
librados en las fronteras de lo
imposible no tuvieron más
aprobación sonora que “el silencio
de Dios”, ni sus dificultades
apostólicas otra recompensa que
el “viaje inmóvil” de un alma
hacia Dios.
No puedo ocultarle que el pensamiento de ser religioso me ha
perseguido por mucho tiempo, aunque nunca me he sentido atraído
67
DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844)
por ninguna Orden de las subsistentes1, y si en este momento supiera
muy positivamente que Dios me quiere en alguna parte, como supe
que me quería sacerdote, no vacilaría ni por un instante2. Pero puedo
asegurarle que no veo en mí ninguna señal clara, al menos en el
estado actual de mi alma. Hay que esperar, pues, a que Dios actúe,
rogándole que haga de mí lo que él quiera, y esforzándome por
corresponder a sus planes, si es que tiene alguno en el que yo entre
para algo.
Yo me veo así: Me parece que reúno algunas condiciones para
hacer lo que usted desearía3. Me faltan muchas cualidades: no soy
bastante perseverante; me dejo a veces llevar demasiado por el
pensamiento de cualquier bien sin calcular, como debiera, el tipo de
bien que debo hacer; no tengo suficiente regularidad. Esto está
singularmente determinado por mi temperamento; pero no deja de ser
cierto que pongo muchos obstáculos a la acción sobrenatural. Desde
hace algún tiempo, me parece que voy ganando en regularidad y
perseverancia; pero me parece que todavía no he llegado al nivel
necesario para imprimírselo a los demás.
Además hay que tener en cuenta algunos hechos materiales. De
entre las obras de las que me ocupo, hay tres que no puedo
abandonar antes de haberlas consolidado: el Refugio, las Carmelitas
y el colegio o internado que he establecido. El Refugio se mantendrá
bastante bien dentro de poco. Las Carmelitas, por su parte, me parece
que necesitarán apoyo por lo menos durante dos o tres años. El
internado me pesa mucho más. Retroceder en este momento me
parece terrible a causa de la postura del clero respecto de la
Universidad y preveo que me voy a comprometer con sumas
considerables. A veces me dan ganas de ir a vivir allá4, precisamente
para observar a las personas y los caracteres que Dios me enviaría o
enviaría5, porque si encontrara a alguien que pudiera hacer marchar
la cosa, le cedería muy a gusto el paso.
Hacer un viaje a París no me inquietaría mucho. Pero dese cuenta
de que París es para mí menos importante que para usted, y por eso
yo comenzaría con menos dificultades en el Mediodía, con la salvedad
de trasladarnos más tarde a otra parte. Sin embargo, el Mediodía ha
sido bastante bueno para las Órdenes. San Francisco, Santo
Domingo, San Benito, San Ignacio y tantos otros trabajaron en el
68
DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844)
Mediodía, y aunque en estos momentos el movimiento está por el
Norte, quizá la posición de nuestras regiones tenga un aspecto
favorable. Pero todo esto no tiene sino una importancia secundaria,
vuelvo a la cuestión principal… La base moral que quisiera dar a una
Congregación nueva,6 sería : 1º la aceptación de cuanto hay de
católico; 2º la franqueza; 3º la libertad. Comprenda que nada tengo
que decir respecto de cuanto necesita una Orden para ser una Orden;
sólo señalo lo que debería distinguir a una Congregación moderna de
las que ya existen. Repito, no conozco nada mejor para hacer morir el
espíritu particular y el amor propio que la aceptación de cuanto está
fuera de sí mismo; nada conozco que gane tanto a las personas de
nuestro tiempo como la franqueza, y no sé de nada más fuerte para
luchar contra los actuales enemigos de la Iglesia que la libertad…
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
Nimes, 16 de agosto de 1844,
Lettres, t. B, p. 183-184.
_______
1
El pensamiento del abate d’Alzon no cesa de oscilar, en cuanto al vocabulario, entre Orden y
Congregación, con una clara predilección por la primera. “Orden subsistente” sitúa claramente su
lenguaje en la óptica postrevolucionaria. En 1844 estamos todavía en Francia, pese a la eclosión de
numerosas familias religiosas, en la mentalidad de restauración o de creación de Órdenes sobre el
modelo anterior.
2 D’Alzon es un sacerdote que se orienta hacia la vida religiosa y no a la inversa, lo cual modela su
óptica eclesial, del servicio apostólico a la interioridad espiritual. Pero en ambos casos, el impulso viene
de Dios. Una vocación es ante todo respuesta a la gracia de una llamada.
3 Resulta interesante notar aquí el deslizamiento que se opera en este ejercicio de introspección
espiritual: después de la llamada o del signo del Señor, el de la Madre María Eugenia de Jesús y de las
Religiosas. Hacer la voluntad del Señor en todas las cosas puede también ser discernido o aguijoneado
por una estimulación humana.
4 El abate d’Alzon siempre se resistió a la invitación de su obispo de ir a alojarse en el obispado
(palacio episcopal), al lado de la catedral. En 1839 dejó su poco lustroso domicilio de la calle L’Arc-duGras para tomar un apartamento en la calle de los Lombardos (residencia Grandgent). El 10 de abril de
1845 toma una decisión: para San Miguel (29 de septiembre) vence su alquiler, en adelante el abate
d’Alzon se alojará en la Asunción.
5 Dicho claramente, la cuna del colegio como fundación de la Congregación se entiende como lugar de
maduración de posibles vocaciones religiosas futuras.
69
DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844)
6 Antes de dar un nombre a la Congregación que va a fundar, su idea queda expuesta y consiste en
esta afirmación clara muy menesiana: enraizarse en el pasado, por supuesto, pero ante todo estar
abierto a la modernidad. La Asunción no mira la tradición sino en la perspectiva del porvenir, para estar
presente y activa en el mundo de hoy. La base moral es límpida: ser plenamente católico, vivir en
franqueza y libertad. La herencia menesiana no ha quedado olvidada.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la protohistoria y la génesis de la Congregación A.A.:
- Identité religieuse et Vie assomptionniste, Sesión de Nimes 1995, París,
1995, 151 p. (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 3).
- Gérard CHOLVY, Aux origines de la Congrégation (1845), en Deux siècles
d’Assomption, le regard des historiens, (Paris, 2000-2001), París, 2003,
p. 9-23, (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 7).
- L’Aventure Missionnaire Assomptionniste, Actes du Colloque d’Histoire
du 150 ème anniversaire de la Congrégation des Augustins de
l’Assomption (Lyon-Valpré, 2000), [edición Bayard, 2005], 751 p.
(col.: Recherches Assomption, nº 1).
- Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices,
Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches
Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano].
Para una lectura personalizada
• ¿Cuáles son las cualidades reconocidas para ser Fundador de
Congregación? ¿Cómo esboza el P. d’Alzon su propio retrato sobre el
particular?
• ¿En qué medida fue un estímulo para el P. d’Alzon el ejemplo de las
Religiosas de la Asunción en este ámbito?
• ¿Qué criterios se da la Iglesia para reconocer el carisma de fundación de
una Congregación? ¿Cómo procede a su reconocimiento?
• ¿Dónde se sitúa, a tu parecer, la originalidad de la Familia de la Asunción
en la eclosión de las formas de vida religiosa del siglo XIX?
70
14
En la aventura de un colegio (1845)
L
a Asunción del P. d’Alzon
nació en Nimes en 1845 en el
marco de un colegio que
estaba reorganizándose, el antiguo
internado Vermot, ya bautizado La
Asunción. Nos quedamos cortos al
decir que el Fundador de los
Asuncionistas quiso inscribir su
acción dentro de la corriente liberal
de una causa nacional entonces
fuertemente discutida, la de la
libertad de enseñanza en Francia.
Son conocidos los altercados de
Lacordaire y Montalembert con la
justicia cuando, en los primeros
días de la Monarquía de Julio,
emprendieron la apertura de una
escuela primaria libre en París. Es
cierto que la Carta proclamaba en
teoría esta libertad entre todas las
demás, pero el Gobierno de la
época no quería poner fin al
monopolio creado por Napoleón Iº
en beneficio de la Universidad y de
la enseñanza estatal.
Algunos internados y colegios
privados gozaban de un derecho de
ejercicio, pero era un privilegio o
una excepción que la Monarquía
constitucional quería abstenerse
muy bien de extender al conjunto
de los católicos. Una primera
brecha se había concedido a los
católicos con la ley Guizot, que en
1833 organizó la enseñanza
primaria bajo el principio de esa
libertad, dando a los municipios la
posibilidad de buscar el concurso
del clero y de las Congregaciones
para esa tarea.
La enseñanza secundaria, entonces
reservada en la práctica a las élites
sociales, era el coto reservado
únicamente al servicio público,
aunque los miembros del clero con
calificaciones
o
títulos
equiparables podían enseñar a
título personal en los colegios y
liceos públicos, fuera del cuadro
especial de los Seminarios
Menores y Mayores pensados en
función
del
reclutamiento
72
EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845)
sacerdotal. Cumpliendo ciertas
garantías detalladas en la ley,
pensionados, internados y otros
colegios privados conservaban, es
cierto, un derecho de existencia,
pero en situaciones y localidades
estimadas
sin
peligro
de
competencia, y sobre todo sin
posibilidad de conceder títulos.
La Monarquía de Julio se vio
obligada por el empuje del
catolicismo liberal a emprender
una cierta flexibilización o
modificación de la legislación.
Ministerio tras Ministerio, varias
proposiciones de ley intentaron
llegar a un compromiso que, de
Villemain a Salvandy, no pudo ver
la luz debido a la oposición de los
grupos burgueses anticlericales y
volterianos partidarios acérrimos
de la laicidad. El P. d’Alzon probó
suerte en París en 1845
consiguiendo de Salvandy una
medida calificada como de “justo
medio puro”, el semiejercicio, pero
logró arrancar a Freslon en 1848
para su colegio el pleno ejercicio,
dos años antes de la votación de la
Ley Falloux (1850) que, al
reconocer la libertad de enseñanza
para la secundaria, la extendió a
todos los establecimientos del
mismo nivel.
Esta lucha política estuvo
acompañada para el P. d’Alzon de
la pesada carga de ser director de
una institución escolar que había
que animar: crear un cuerpo
profesoral motivado, reclutar
alumnos entre las Academias del
Mediodía, elaborar programas de
educación que fueran competitivos
y atractivos para una clientela
precisa, lanzar una revista que
difundiera en el plano nacional las
ideas más importantes de su acción
en Nimes, amén de participar en
los debates que agitaban al clero
sobre los temas de la enseñanza y
esbozar la creación de una
Universidad San Agustín. En el
corazón de esta zumbante colmena
del Colegio de la Asunción es
donde nace su Congregación,
compuesta al principio por
religiosos docentes o religiosos
para la docencia.
Monseñor,
Aunque no tengo el honor de ser conocido de usted, no puedo
resistir el gusto de ofrecerle el homenaje de mi admiración por el celo
y el talento con que usted defiende la causa de la Iglesia en su guerra
contra la Universidad. Quizá no hubiese osado presentarle la
expresión de los sentimientos de un sacerdote que le es desconocido si
no me hubiesen animado a hacerlo los Señores secretarios suyos1 a
73
EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845)
quienes he visto últimamente en casa de Monseñor de Nimes. ¡Qué
necesidad tendríamos de un cierto número de obispos que, como
usted, no teman subir a la brecha y enarbolar bien alto el
estandarte!2.
En cuanto a nosotros en el Mediodía, nos agitamos a nuestra
manera. Nos ocupamos de formar Comités para preparar el mayor
número posible de peticiones reclamando la libertad3. Este medio es
lento, pero tarde o temprano producirá su efecto, y estoy convencido de
que ante las protestas de los católicos que cada año irán en aumento, el
Gobierno se verá forzado a hacer algo por la libertad de la Iglesia.
Por mi parte también he intentado otro medio. Me he ocupado, en
sociedad con un párroco de Nimes, en formar un internado en el que
la instrucción está confiada a profesores, excelentes católicos,
catedráticos de la Universidad y que he arrancado a la Alma Mater4.
Este medio ha desatado el furor y la desesperación en el campo
universitario. Han comprendido que apoderándose de esa manera de
lo que no es…5
Carta a monseñor Parisis, Lavgnac, finales de febrero de 1845,
Lettres, t. B, p. 233-234.
_______
Monseñor Pierre-Louis Parisis (1795-1866) es un eclesiástico francés, nacido en Orleáns, obispo
ultramontano de Langres a partir de 1834, transferido a Arrás en 1851. Fue el artesano del primer plan
para la causa de la libertad de enseñanza en Francia en los años previos al voto de la ley Falloux (1850).
1 Se trata quizá, al menos uno de ellos, del abate Pierre Favrel (1797-1855), nombrado Vicario
General y transferido luego, al igual que monseñor Parisis, a Arras en 1851. El secretario de monseñor
Parisis al principio de su episcopado fue un cierto abate Carré.
2 Subir a la brecha y enarbolar bien alto el estandarte, son expresiones típicamente alzonianas.
Monseñor Parisis publicó el 24 de diciembre de 1844 un primer escrito titulado: Libertad de enseñanza.
Examen de la cuestión desde el punto de vista constitucional y social. Una decena más de folletos
vieron la luz en 1845.
3 El abate d’Alzon es en Nimes el corresponsal jefe y el delegado del Comité central que el conde de
Montalembert ha fundado en París para la defensa de la causa de la libertad de enseñanza. Campañas
de peticiones se organizaron en Francia para hacer ceder al Gobierno y presionar a la Cámara de
Diputados para poner en aplicación uno de los principios de la Carta, la libertad de enseñanza. Se
esperaba mucho en este sentido de la renovación parlamentaria por el hecho de las elecciones
legislativas generales de agosto de 1846. Es sabido que la cuestión derivó en mayo de 1845 hacia una
campaña antijesuítica y la expulsión (temporal) de la Compañía del territorio francés.
4 Hechos y personajes son conocidos: el internado es el antiguo internado Vermot, llamado ya “la
Asunción”, retomado oficialmente bajo el nombre de Colegio de la Asunción (primaria y primer ciclo de
secundaria al principio); el párroco de Nimes que aparece como asociado es el abate Goubier; los dos
74
EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845)
profesores catedráticos son Germer-Durand y Monnier; el Alma Mater designa a la Universidad, es
decir, la institución pública y estatal de la enseñanza organizada bajo el Imperio de Napoleón Iº.
5 El borrador se interrumpe aquí.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la cuestión de la enseñanza en Francia:
- Antoine PROST, Histoire de l’enseignement en France (1800-1967),
Armand Colin, 1968, 524 p.
- Paul GERBOD, La vie quotidienne dans les lycées et collèges du XIXe
siècle, Hachette, 1968, 272 p.
- Louis SECONDY, L’enseignement secondaire libre dans l’Académie de
Montpellier (1854-1924), 1974.
- Louis SECONDY, Aux origines de la maison de l’Assomption à Nîmes
(1844-1853), en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe
siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile
POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 233-258.
- Dictionnaire historique de l’éducation chrétienne d’expression française,
ed. Don Bosco, 2001, 745 p.
- Louis GRIMAUD, Histoire de la liberté d’enseignement en France, 1944, 6
vol.
- Pierre PIERRARD, Le Père d’Alzon et la liberté de l’enseignement en
France, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle,
Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT
(décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 109-118.
Para una lectura personalizada
• ¿Cuál es la situación de la enseñanza en tu país? ¿Existe una enseñanza
católica, subvencionada o no por el Estado y las colectividades públicas?
• La libertad de enseñanza es una de las piedras de toque de los derechos
fundamentales de los ciudadanos en un país, en general registrados en la
Constitución. ¿Cómo se ejerce en tu patria? La acción del P. d’Alzon en ese
sentido ¿representa una originalidad para la época?
• ¿Cuáles son las condiciones legales de apertura, de creación y de
ejercicio para un establecimiento escolar, público, privado, confesional,
en los niveles de primaria, secundaria y superior? ¿Qué derechos puede
hacer valer la Iglesia en nombre de los padres cristianos?
• ¿Ha habido en tu país una especie de “guerra escolar” entre el Estado y
las Iglesias? ¿Qué soluciones se han encontrado en el pasado, qué
problemas persisten en el presente?
75
15
La prueba de los comienzos:
¿Dónde encontrar apoyo? (1845)
E
stamos en Navidad de 1845;
tras haber puesto en marcha
la Orden Tercera en el mes
de septiembre, el abate d’Alson,
ahora ya el Padre d’Alzon, inicia
un noviciado con algunos
compañeros
voluntarios
del
colegio, dispuestos a intentar una
aventura espiritual que monseñor
Cart, aunque dejando hacer, se
guardó mucho de autorizar. Entre
los candidatos, además del
Fundador, se cuentan el abate
Henri, el abate Surrel, el abate
Tissot, el abate Laurent y un joven
aún laico, Eugène o René Cusse.
Este noviciado más o menos
improvisado,
constantemente
solicitado por las necesidades del
colegio, iba a durar cinco años, con
muchas vicisitudes: abandonos,
desconfianzas frente al guía,
murmuraciones
o
críticas,
mudanzas; pero también con
momentos constructivos: oración
común, retiros, llegada de nuevos
candidatos entre ellos el abate
Blanchet, el abate Everlange,
Víctor Cardenne (mayo de 1846),
Hipólito Saugrain (agosto de
1846), Henri Brun (septiembre de
1847) y Esteban Pernet (1849).
Los candidatos que se mostraron
más sólidos en los primeros años
fueron los que la Madre María
Eugenia de Jesús había enviado al
P. d’Alzon. Por cierto que en
reciprocidad, de Nimes a París,
algunas jóvenes de la buena
sociedad nimeña llegaron al
noviciado de las Religiosas tanto a
la calle Vaugirard como al callejón
des Vignes.
Esta
preocupación
y
esta
búsqueda de vocaciones fueron
continuamente el tormento y la
cruz del P. d’Alzon. Él mismo se
reprochó muy a menudo su falta
de audacia en el reclutamiento de
los candidatos y de haber estado
76
LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845)
poco presente en su formación
debido
a
sus
múltiples
ocupaciones y a sus viajes. De
ello se siguieron malentendidos,
órdenes
y
contraórdenes,
irregularidades
o
iniciativas
intempestivas que pusieron a
prueba los nervios del P. d’Alzon
en más de una ocasión. Es cierto
que su fe vigorosa contaba ante
todo y sobre todo con el Espíritu
de Dios para guiar a su pequeño
rebaño por el sendero de la
perfección.
Se tomó el tiempo para leer
numerosas
Reglas
y
Constituciones, antes de redactar
pacientemente,
capítulo
tras
capítulo, las de su pequeña
Asociación y someterlas a la
apreciación
de
todos
sus
miembros. Para un hombre a
quien se ha tachado de
apresurado, por no decir agitado,
el P. d’Alzon se tomó su tiempo,
estudió, meditó, compartió, antes
de fijar por escrito un espíritu que
desborda necesariamente a la
letra. Interiormente se dejó
interrogar y a veces reconvenir
por la Madre María Eugenia que
no escatimaba sus consejos y
sabía invertir amistosamente el
curso de su dirección espiritual.
Seríamos injustos con el Padre
d’Alzon si no reconociéramos,
más allá de su estilo imperioso y
de su recia autoridad, una
profunda
capacidad
de
discernimiento, de juicio y de
dirección, así como su robusta
paciencia puesta a prueba en
contacto con naturalezas y
temperamentos muy contrastados.
Se le podía temer, pero no se le
podía dejar de amar. Dejó percibir
sus dudas y sus interrogantes,
pero nunca se dejó aplastar por el
desaliento. Se puede decir que
mucho antes que Foch, habría
podido afirmar de sus fundaciones
religiosas que “aceptar la idea de
la derrota es ya estar vencido”. En
este
ámbito,
aceptó
voluntariamente el combate de
cada día, lanzó a veces el grito de
victoria prematuramente, pero
jamás se acomodó a renuncias
negativas, ni siquiera humillado
en el fuego de la prueba.
… ¿Le hablaré de nuestra Congregación? La Orden Tercera1 va
bastante bien, excepto que como las reuniones tienen lugar el domingo
por la tarde y la mayoría de sus miembros ha madrugado mucho,
generalmente se duermen bastante mientras hablo. Han propuesto
hacer la reunión por la mañana; ha habido viva oposición y yo no he
manifestado ninguna opinión, porque pienso que pronto podré reunir
77
LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845)
los domingos por la mañana a los jóvenes para otra cosa; estoy
hablando de los que formarán la Orden definitiva. Hasta ahora sólo
tengo tres que vendrán definitivamente: El señor Henri2, joven
sacerdote que desempeña las funciones de ecónomo y de prefecto de
disciplina; el señor Laurent3, que será ordenado sacerdote en Navidad,
actualmente profesor de cuarto, y el señor Cusse4, profesor de francés.
Este joven no sabe latín, pero tiene un celo por la clase que da en la
Escuela de comercio, que estoy convencido de que será un excelente
religioso. Cardenne5 vendrá, pero ignoro si tomará la decisión
inmediatamente. El señor Tissot6 será también un excelente monje, pero
hay que perdonarle muchas cosas sobre el desorden y dudo que a su
edad se pueda corregir. Nuestro capellán es también muy bueno; pero
lo sería mucho más si no hubiera que estar siempre encima de él para
que actúe7.
Aquí sólo tengo a un hombre con quien puedo contar, ¡y aún! Los
demás son buenos, piadosos, serviciales, pero todavía no tienen el
sentido de la abnegación. Pido constantemente a Dios que me envíe
alguien en quien pueda descansar. El abate de Tessan se queda en su
casa, y además somos, no demasiado opuestos, pero sí demasiado
distintos. El señor Goubier se ocupa muy bien de los detalles, pero no
me presta ninguna ayuda cuando hay que actuar. Por otra parte, se
trata ciertamente de la idea de entrega, pero que no concuerda en
modo alguno con la mía en muchas cosas. Tengo pues que aprender a
servirme de estos hombres, pero sin apoyarme en ninguno de ellos.
Situación penosa y sin embargo, después de todo, muy útil, ya que de
este modo estoy seguro de no contar sino con Dios. En fin, ya ve dónde
estoy.
Falta plantear esta pregunta: ¿Qué debo hacer? ¿He de formar por
Navidad un núcleo de Congregación, o bien comenzar ya con
elementos como los que acabo de indicarle? Déme su parecer sobre
esto…
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
Nimes, 8 de noviembre de 1845,
Lettres, t. B, p. 358-359.
_______
78
LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845)
1
Según la lógica del pensamiento primigenio, la Asunción se constituiría según la fórmula de una
Orden monástica: 1/ Orden masculina en Nimes 2/ Orden femenina ya fundada en París con la
Religiosas de la Asunción 3/ Ordenes Terceras específicas: sacerdotes, laicos hombres y laicas
mujeres.
2 El abate Eugène-Louis Henri (1815-1874), ordenado en 1840, sólo duró como novicio en la
Asunción entre 1845 y 1846. Retornó a su vida de sacerdote secular y fue nombrado párroco de
Remoulins.
3 Charles Laurent (1821-1895), nació en Uzès, profeso temporal en la Asunción en marzo de 1851 y
profeso perpetuo en marzo de 1852, docente y más tarde predicador.
4 René Cusse (1822-1866), religioso Asuncionista de 1855 a 1862. Sacerdote en 1858, fue enviado a
la misión de Australia en 1860 y fue excluido de la Congregación en 1862.
5 Víctor Cardenne (1831-1851), religioso hermano docente, profeso en 1850.
6 Paul-Elphège Tissot (1801-1895), sacerdote lionés, ordenado en 1825, era auxiliar del abate
Vermot, subdirector del colegio, más tarde docente en París (1851) y en Clichy antes de partir para
Australia como misionero (1860-1875).
7 El capellán es sin duda el abate Goubier, por entonces codirector del Colegio de la Asunción con el
P. d’Alzon.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la formación de los primeros religiosos:
- Constitutions de 1855 en Premières Constitutions des Augustins de l’Assomption
-
-
-
1855-1865, edición presentada y anotada por los PP. Athanase SAGE y Pierre
TOUVENERAUD, Roma, 1966, p. 13-90. [Traducción en castellano, Bogotá 1998].
Directoire des Augustins de l’Assomption, en Ecrits Spirituels du Serviteur de
Dieu Emmanuel d’Alzon, Roma 1956, p. 17-124. [Traducción en castellano: Guía
Espiritual de vida interior, Santiago de Chile, 1991, 167 p.].
Quatre lettres au Maître des novices en Ecrits Spirituels du Serviteur de Dieu
Emmanuel d’Alzon, Roma, 1956, p. 147-172. [Traducción en castellano: Cuatro
Cartas al Maestro de Novicios. Discursos a los Capítulos de 1868 y 1873, Santiago
de Chile, 1980].
Emmanuel d’ALZON, Circulaires aux Religieux de l’Assomption, París, B.P., 1912,
212 p. [Traducción en castellano en Cuatro Cartas al Maestro de Novicios.
Discursos a los Capítulos de 1868 y 1873, Santiago de Chile, 1980; y en Circulares
a los miembros de los Capítulos Generales, Santiago de Chile, 1998].
Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Genèse d’une fondation, en « À travers la
Province », nº 144 (agosto de 1998), p. 15-21.
79
LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845)
Para una lectura personalizada
• El discernimiento y la animación de las vocaciones son un arte difícil.
¿Cómo se desempeñaba en esto el P. d’Alzon?
• Hacer a las personas comunitarias, dinámicas y emprendedoras, pero
trabajando en una misma línea, es un desafío para un Superior. ¿Cómo se
las arreglaba el P. d’Alzon? ¿Nombró Maestros de novicios durante su
generalato?
• Ser Vicario General, Superior General, Maestro de novicios, Director de
colegio, ¿no era un poco mucho para las mismas espaldas? ¿Supo el P.
d’Alzon delegar?
• ¿Supo el P. d’Alzon encontrar hombres religiosos según el corazón de Dios
y colaboradores de acuerdo con sus ideas y sus métodos?
80
16
Una emocionante conversión,
Newman (1846)
M
anuel d’Alzon frecuentó
en Roma a miembros del
Seminario-Colegio inglés
reorganizado por el abate
Wiseman en 1818. Trabó amistad
con el joven Charles Mac-Carthy
y desde entonces se mantuvo
informado de las corrientes que
surcaban el cristianismo en
Inglaterra. Es sabido que allí, tras
la Reforma, el Catolicismo estaba
casi fuera de la ley y el país
entero fue tierra de mártires,
sobre todo en lo que concierne a
Irlanda,
aquella
colonia
brutalmente reprimida en tiempos
del Adventurer’s Act. Pero a
principios del siglo XIX, la masa
de los católicos representada en
el Parlamento por Daniel
O’Connell, fundador de la
Asociación Católica (1823),
organizador
de
mítines
impresionantes,
logró
hacer
retroceder
a
Wellington.
O’Connell fue triunfalmente
elegido diputado en 1828
(aunque no era elegible por ser
católico).
Irlanda conseguía en 1829 el Bill
[Acta] de emancipación para los
católicos, apoyados por el
Ministro del Interior, Sir Robert
Peel. Fue un primer impulso que
llevaría
al
país
a
su
independencia
mediante
el
tratado de 1921, excepto los seis
condados
del
Ulster
que
siguieron siendo parte del Reino
Unido, frente a los veinte-séis
que constituyeron el Eire. El país
sufrió enormemente por causa de
una terrible hambruna entre 1845
y 1847, causada por la
enfermedad de la patata, de su
explotación colonial y de su
superpoblación rural, lo que
contribuyó a una pérdida de
81
UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846)
millones de habitantes. Muchos
emigraron a Estados Unidos,
tierra de acogida y tolerancia.
La propia Inglaterra experimentó
profundas evoluciones en cuanto
a la forma de su religión oficial,
el Anglicanismo. Numerosos
sacerdotes
franceses
habían
emigrado al país, expulsados por
la Revolución. Éstos no fueron
ajenos a nuevos contactos con el
ambiente religioso autóctono. El
Movimiento de Oxford, también
llamado tractariano, reunió a
muchos clérigos anglicanos y a
intelectuales
deseosos
de
reformar la Iglesia Anglicana
para librarla del dominio del
Estado. La historia destaca los
nombres de John Keble, autor en
1833 de un famoso sermón sobre
la “aposta-sía nacional”. Edward
Pusey y John Henry Newman
redactaron la mayor parte de los
Tracts for the Times que
expresaban posturas cercanas al
Catolicismo. Un Pasionista de
origen italiano, el P. Domenico
Barbieri, recibió en 1845 la
abjuración de Newman, que no
fue seguida por la de los
principales jefes del Movimiento
pero que causó gran impresión en
todo el país y en el extranjero.
La Iglesia Anglicana restableció
usos tachados antaño de papistas:
comunión frecuente, confesión
auricular, culto a la Virgen y a
los santos, ornamentos, lo cual
limitó por el hecho mismo la
expansión de la renovación
católica. En 1850 Pío IX
restableció la jerarquía católica
en el país, lo que desencadenó
una
tempestad
enconada.
Newman fracasó en la fundación
de una Universidad católica en
Dublín (1851-1858) y vivió
grandes dificultades con los
católicos extremistas, sobre todo
con Manning. León XIII quiso
recompensar a este tan sufrido
anciano confiriéndole la púrpura
cardenalicia (1878).
Es sabido que el abate d’Alzon
simpatizó en París en el verano de
1845 con dos pastores anglicanos,
C. Marriott y T.-W. Allies (éste
pasó al Catolicismo en 1850) a
quienes acompañó en visita a los
lugares religiosos de la capital.
… Interrumpida cinco o seis veces como debe ser, esta carta sin
embargo ha de terminarse; y qué le diré, hija mía, si no que ya no sé
por dónde ando; o más bien que ahora que la tormenta ha terminado
en unas cuantas lágrimas que me ha hecho verter el relato de la
conversión del señor Newman1, veo más claramente que nunca mi
82
UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846)
vocación ante mí mismo, junto con la obligación de tender a lo más
perfecto2. Pero, ¿qué hay de común entre lo más perfecto y yo, entre
un hombre que resiente en el fondo del corazón todas las sensaciones
del orgullo y de la venganza, por injurias recibidas hace cuatro años3,
y la perfección? Y no le digo todo. Porque la tormenta no venía sólo
de las majaderías, sino también de las pruebas en las que me siento
tan pequeño que no sé qué idea me puede venir de creerme obligado a
tender a la adquisición de esas grandes y divinas virtudes que me
acerquen a Jesús, mi modelo y mi único amor…
Desde ayer ya estoy en mi celda definitiva. Tengo en ella todavía
algunos lujos4, pero hay que pasarlos por alto a causa de nuestra
situación frente a los criados y a causa del local. El suelo es de
piedra. Temo al frío en los pies y por ello tengo una piel de cordero
para los pies; pero creo que la quitaré si no escribo en mi celda. Me
repugna escribir mis Constituciones en mi despacho, que está
tapizado y bastante limpio, porque me sirve de recibidor5. En mi
habitación tengo dónde colgar mis hábitos, porque no tenemos
guardarropa; los demás tendrán una cómoda. Pero yo me sirvo
provisionalmente de una mesilla de noche, del estilo de las que usted
me mostró para sus alumnas. Los estantes inferiores me sirven para
colocar mi ropa. Sólo tengo una silla en mi celda; no creo que usted
tenga más. No tengo cortinas en las ventanas, pero tengo persianas.
Esto es indispensable en el Mediodía, cuando no hay postigos. Si
desea conocer la forma de mi celda, hela aquí. La he garabateado en
mi carta; lo hago algo menos horriblemente en una hoja de papel…
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
Nimes, 4 de enero de 1846,
Lettres, t. C, p. 6-8.
_______
1
Cardenal John Henry Newman (1801-1890), profesor anglicano convertido al Catolicismo en 1845,
ordenado sacerdote en Roma en 1847, creado cardenal por León XIII en 1878, autor de numerosas
obras.
2 El voto de lo más perfecto es una preocupación constante en el P. d’Alzon. ¿En qué fecha lo
pronunció?
3 ¿Qué afrentas sufrió el abate d’Alzon en 1842? Lo ignoramos, sobre todo por el hecho de que su
correspondencia con la Madre María Eugenia de Jesús referida a los años 1841-1843 ha sido
destruida.
83
UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846)
4
Leyendo con cuidado la descripción del P. d’Alzon, el término nos parece algo excesivo, incluso con
dos siglos de distancia. El noviciado estaba entonces instalado en un anejo del colegio llamado el Arca
de Noé.
5 El P. d’Alzon, como Director, recibía muchas visitas.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre Newman:
- John Henry NEWMAN, Newman, Prose and Poetry, (Goeffry TILLOTSON, ed.),
London, Hart-Davis, 1957, 842 p.
- John Henry NEWMAN, Escritos autobiográficos, Madrid, Taurus, 1963, 252 p.
- John Henry NEWMAN, Sermones católicos, Madrid, Ed. Rialp, 1959, 191 p.
- John Henry NEWMAN, Philosophical readings in Cardinal Newman, (James
COLLINS, ed.), Chicago, Regnery, 1961, 436 p.
- La biografía definitiva es la de Wilfrid WARD, The life of John Henry cardinal
Newman: based on his private journals and correspondence, London, Longmans,
1937, 2 vol.
- Meriol TREVOR, John H. Newman: crónica de un amor a la verdad, Salamanca,
Sígueme, 1989, 287 p.
- Thomas SHERIDAN, Newman on justification: a theological biography, New York,
Alba House, 1967, 265 p.
- Jan Hendrijk WALGRAVE, Newman the theologian: the nature of belief and
doctrine as exemplified in his life and works, London, Chapman, 1960, 378 p.
- Charles Frederick HARROLD, John Henry Newman: an expository and critical
study of his mind, thought and art, London, Longmans, 1945, (reed. 1966), 472 p.
- Harold WEATHERBY, Cardinal Newman in his age, his place in English theology
and literature, Nashville, Vanderbilt Univ. Press, 1973, 296 p.
Sobre el Movimiento de Oxford:
- Michael CHANDLER, An Introduction to the Oxford Movement, New York, Church
Publishing, 2003, 137 p.
- Christopher DAWSON, El espíritu del Movimiento de Oxford, Madrid, Rialp, 2000,
158 p.
- El P. d’Alzon escribió cierto número de artículos sobre el movimiento religioso y
el protestantismo en Inglaterra, publicados en el “Bulletin de l’œuvre de SaintFrançois de Sales”, 1866-1867.
84
UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846)
Para una lectura personalizada
• ¿Por qué, según tú, el P. d’Alzon ha sido tan sensible a la conversión de
Newman? ¿No era para él un signo del cielo de cara a su acción militante?
• ¿Cómo comprender la idea de perfección en la mentalidad religiosa del
P. d’Alzon? ¿Se trata de violentar al cielo?
• ¿Qué comprendes y captas en concreto del voto de pobreza en la
comunidad de vida religiosa en la Asunción? ¿Qué es una “vida sobria y
modesta” tal como la pide la Regla? ¿Respecto de qué o de quién, allí
donde tú vives?
• El P. d’Alzon quiso pasar de un estilo de vida familiar holgado a un estilo
religioso despojado. ¿Cómo se realizó eso concretamente en su vida?
85
17
La elección de Pío IX (1846)
L
a figura del Papa Pío IX
desató, tanto entre sus
admiradores como entre sus
detractores, pasiones tenaces. Es
cierto que muchos rasgos tanto de
su personalidad como de su acción
siguen siendo enigmáticos. No fue
admitido en la Guardia Noble, por
razones de salud: sufría de
epilepsia,
enfermedad
que
antiguamente impedía acceder al
sacerdocio. Sin embargo fue
ordenado sacerdote en 1819,
habiéndose beneficiado, según
testimonios orales, de una curación
considerada milagrosa, atribuida a
la intercesión del Papa Pío VII.
En 1823 fue enviado a Chile
como auditor de monseñor Muzi,
Delegado apostólico. En 1825, a
su regreso, fue nombrado por el
Papa León XII canónigo de Santa
María en Vía Lata y director del
hospital San Michele. Había
conocido y animado antes como
director espiritual un orfanato
romano llamado Tata Giovanni, al
que siempre permaneció muy
unido.
Su carrera eclesiástica fue
fulgurante: arzobispo de Espoleto
en 1827, a los 35 años; cardenal
en 1840 con 48 años; y a la
muerte de Gregorio XVI en 1846,
cuando tenía 54 años, elegido
Papa como candidato de los
liberales,
contra
Luigi
Lambruschini, portavoz de los
conservadores, favorito en las
primeras rondas de escrutinio y
candidato sostenido por AustriaHungría. Pero debido a que llegó
tarde al Cónclave el cardenal Kart
Kajetan Graf von Gaysruck de
Milán, portador de la exclusión
pronunciada por el emperador
Francisco Iº de Austria contra
Mastaï Ferretti, éste fue elegido
en el Cónclave celebrado en el
Quirinal. Aceptó la tiara y tomó el
nombre de Pío IX como homenaje
a su protector Pío VII.
86
LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846)
Gozó al principio de una
popularidad
inmensa,
especialmente en las regiones de la
Romaña
que
se
ha-bían
enemistado con Gregorio XVI y su
Secretario de Estado Lambruschini
a causa de los métodos brutales de
represión empleados por éstos. Pío
IX concedió incluso entre 1846 y
1848 reformas liberales a sus
Estados,
llamadas
de
modernización, denigradas sin
embargo por su predecesor como
“los caminos del diablo”.
Como testimonio de este fervor
primero del que Pío IX fue objeto
en sus inicios, citemos el vibrante
elogio pronunciado por Víctor
Hugo ante la Cámara de París, el
13 de enero de 1848: “Este
hombre que tiene en sus manos
las llaves del pensamiento de
tantos hombres, y pudiendo
cerrar las inteligencias, las ha
abierto. Ha puesto la idea de
emancipación y de libertad sobre
la más alta cumbre donde el
hombre pueda colocar una luz
[…] aquellos principios de
derecho, de igualdad, de deberes
recíprocos que hace cincuenta
años aparecieron por un momento
en el mundo, siempre grandes sin
duda pero salvajes, formidables y
terribles bajo el bonete rojo […].
Acaba de mostrarlos al universo,
radiantes
de
mansedumbre,
dulces y venerables bajo la tiara.
[…] Pío IX enseña el camino
bueno y seguro a los reyes, a los
pueblos, a los hombres de Estado,
a los filósofos, a todos”.
Todo cambió a partir de 1848: Pío
IX, esperanza de los patriotas
italianos, dio un giro conservador
antiliberal con su destierro en
Gaeta. Fue restablecido en su sede
de Roma por el ejército, defensa
imposible de la pérdida inevitable
de los Estados Pontificios.
Condena sin réplica y sin matices
todas las ideas modernas. Pérdida
de Roma en 1870 y violencias
contra el catolicismo en Suiza y
en Alemania (Kulturkampf).
Incluso su inhumación en San
Lorenzo
extramuros
debió
hacerse, dicen, a escondidas para
evitar disturbios y desórdenes en
la ciudad ya en manos
piamontesas.
El P. d’Alzon fue, por su parte, un
amigo y un admirador entusiasta e
incluso incondicional del Papa Pío
IX, a quien encontró y saludó
varias veces en Roma, por una
parte porque encarnaba la llama
ultramontana, afirmada con brillo
mediante el dogma de la
infalibilidad personal de Papa en
1870, y por otra parte porque las
desgracias del papado tejieron por
sí mismas la imagen de un nuevo
“Papa
mártir”,
perfecta
87
LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846)
reproducción bajo Napoleón III de
Pío VII, que fue perseguido por
Napoleón I. En fin, en el plano
personal, Pío IX, muy sencillo en
sus modales, dio pruebas de una
calidad de corazón y de valor
innegables que forzaban la
admiración de caracteres tan
apasionados como el suyo. Ya
antes de su muerte, se le atribuían
acciones milagrosas de las que el
P. d’Alzon se hacía eco muy a
gusto.
El 16 de junio [de 1846], tercer día del Cónclave, el cardenal
Mastaï1, encargado precisamente del escrutinio, se vio obligado a
proclamar él mismo la realidad de este grito y cayó de rodillas como
anonadado bajo el fardo que le invadía a medida que los votos se
iban añadiendo. Cuando Mastaï se levantó, el Sagrado Colegio se
prosternó ante él y le preguntó su nombre. El nuevo Papa, cuyo
martirio superará a los de Pío VI2 y Pío VII3, responde que se llama
Pío, como aquél a quien vio volver y que le había dicho: “Hazte
sacerdote”. ¡Viva Pío IX!, gritó pronto la multitud. La paloma tenía
razón.
Nada puede describir el arrebato de Roma en este momento; sólo
se encontraría un tal entusiasmo en Jerusalén el domingo de Ramos,
antes de la Pasión. Mil hechos conmovedores excitaban cada día su
popularidad. Una vez era un pobre que forzaba las barreras para
acercarse al Papa y pedirle un caballo viejo, habiendo muerto el
suyo, indispensable para su pequeño comercio. Pío IX recomienda
que se añada al caballo dos piezas de oro, con el fin de sanear sus
negocios que supone en apuros. ¿De no ser así, habría venido hasta el
Quirinal a buscar un caballo?
En otra ocasión, alejaban de la puerta por donde él iba a pasar a
un niño que importunaba con sus gritos; como el buen Maestro, le
oyó y dijo: –“dejadle acercarse”. –“Santo Padre, acaban de meter a
mi padre en la cárcel por una deuda de doce escudos”. Pío IX, que en
el inicio había pagado todas las deudas de los presos [por deudas],
pidió prestados 12 escudos; como su séquito no lograba reunirlos,
subió a su habitación y se los entregó.
En otra ocasión vino, a la mitad del día, sorprendiendo al pueblo
reunido para escuchar al P. Ventura, y predicó él mismo contra la
88
LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846)
blasfemia. Le adoraban4, era el beso en la mejilla derecha. Todavía
faltaba recibir el beso de Judas en la mejilla izquierda. No faltaría...
Extracto del Pèlerin del 16 de febrero de 1878, n 59, p. 106-115:
Histoire rapide du Pape le plus aimé et le plus trahi
[Breve historia del Papa más amado y más traicionado].
_______
Este artículo sin firma tiene todos los visos de pertenecer a la pluma del P. d’Alzon o del P. Picard,
ambos en Roma en esta fecha, si al menos interpretamos correctamente el pasaje anterior: “Aquí va
una anécdota que hemos tenido el consuelo de escribir en el Pèlerin en el momento mismo de la
muerte de Pío IX, la semana pasada. El artículo ha sido compuesto con la ayuda de la obra de
Alexandre Denis HUOT DE LONGCHAMP SAINT-ALBIN, Histoire de Pie IX et de son pontificat, (París,
Palmé, 1870, 2 vol).
1
Giovanni Mastaï Ferretti es el noveno hijo del Conde Girolamo y de Catalina Sollazzi, nacido el 13
de mayo de 1792 en Senigallia, elegido Papa a los 54 años el 16 de junio de 1846 al cuarto giro de
escrutinio (tercer día de Cónclave) por 36 votos sobre 50, muerto en el Vaticano en febrero de 1878.
Juan Pablo II beatificó en el año 2000 a este Papa, que fue liberal al principio pero que se volvió luego
conservador y reaccionario (se refugió en Gaeta en 1849); fue autor del Syllabus (1864), promotor del
dogma de la Inmaculada Concepción (1854) y del Concilio Vaticano I, que votó la infalibilidad pontificia
(1871). Los Estados Pontificios fueron anexados a Italia progresivamente, de 1860 a 1871. Imágenes
llenas de contrastes las de este Papa y de este pontificado, el más largo de la historia (1846-1878: 32
años). Su confianza inamovible en su Secretario de Estado, Antonelli, figura eclesiástica más que
discutible, le causó gran daño. El pontificado de Pío IX también se vio iluminado por grandes gozos: la
aparición de la Salette el mismo año de su elección (1846), la proclamación del dogma de la
Inmaculada Concepción (1854), las apariciones de Lourdes (1858), la canonización de los mártires
japoneses (1862) y la celebración del Concilio Vaticano I (1869-1871).
2 Pío VI (1717-1799), nacido Giannangeli Braschi, Papa de 1775 a 1799, hubo de afrontar el
Josefismo y los inicios de la Revolución francesa. Murió prisionero en Francia, en Valence.
3 Pío VII (1742-1823), nacido Gregorio Luigi Barnaba Chiaramonti, sufrió todas las penalidades del
imperialismo napoleónico en Europa: Fue el Papa que hizo firmar el Concordato de 1801, que asistió a
la coronación del emperador en 1804, que vio Roma ocupada por el ejército de Miollis en 1808 y los
Estados Pontificios anexados al Imperio. Estuvo preso en Fontainebleau de 1812 a 1814. Tras la caída
del Imperio, Pío VII acogió en Roma a la madre del emperador destronado.
4 Notemos que el vocabulario utilizado en este texto transfiere al Papa términos propios reservados
normalmente a la divinidad, índices tangibles de una papolatría excesiva.
89
LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el pontificado de Pío IX:
- Giacomo MARTINA, Pie IX, en Dictionnaire historique de la papauté,
Fayard, 1994, p. 1343-1349.
- A. AUBERT, Pie IX, en Catholicisme, vol. XI, col. 271-279.
- Revista: « Pio IX: Studi e ricerche sulla vita della Chiesa dal Settecento
ad oggi », Roma, 1972-1998. (Ver también Revista: « La voce di Pio IX»,
Roma, 1954-1970).
- Giacomo MARTINA, Pio IX, Roma, Pontificia Università Gregoriana, 19741990, 3 vol.
Para una lectura personalizada
• ¿Conoces algo sobre la manera como se ha desarrollado la elección de los
tres últimos Papas, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI?
• ¿Cómo has recibido la noticia de la beatificación de Pío IX el 3 de
septiembre del 2000, haciendo balancín a la de Juan XXIII?
• ¿En qué aspecto el pontificado de Pío IX se inscribe a contracorriente de
la evolución de la sociedad del siglo XIX y marca la cerrazón de la sociedad
eclesial de ese tiempo al mundo contemporáneo?
• ¿Cómo, con la distancia del tiempo, puede la historia apreciar la
grandeza y la santidad de una figura pontificia, al mismo tiempo víctima
de los acontecimientos, psicológica y doctrinalmente intolerante, de
práctica antisemita y sin embargo portadora de gérmenes de esperanza?
90
18
Notas para un proyecto de
Constituciones (1946-1850)
P
oseemos del Fundador los
primeros lineamientos de
su
pensamiento
concernientes a la organización y
animación de la Congregación
gracias a las diferentes etapas de
la redacción de las primeras
Constituciones. No queriendo
precipitar las cosas, dedicó
tiempo al estudio de las grandes
Reglas inspiradoras de la vida
religiosa en Occidente, tomando
notas, comparando textos y
tradiciones, intercambiando ideas
con otros y sometiendo a los
distintos Capítulos el fruto de
esas prolongadas elaboraciones.
El patrocinio agustiniano se
impuso como una evidencia,
porque implicaba a sus ojos
acertadamente el legado de las
sanas tradiciones monásticas
conjugado
con
la
opción
portadora de una vida apostólica
anhelada. En el detalle se
mezclaron luego en sabrosa
dosificación
sus
impulsos
intuitivos y calcos más o menos
corregidos.
La
arquitectura
de
su
pensamiento se basó en los
grandes dogmas del cristianismo:
el de la Trinidad evidentemente,
pero concebido al modo de la
tradición teológica occidental; el
cristocentrismo; el misterio de fe
en María que la enseñanza
tradicional de la Iglesia ha
sistematizado y profundizado
(mariología), pero sin inflación
devocional; y finalmente el
misterio
de
la
Iglesia
(eclesiología); estos dos últimos
los consideró siempre en
dependencia del eje central que
es Cristo.
A estas piedras angulares injertó,
fiel a la tradición teológica
92
NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850)
occidental, las tres virtudes
teologales y bautismales: la fe, la
esperanza y la caridad, a las que
acopló los tres votos de religión.
Arquitectura
maestra,
bien
jerarquizada, con los elementos
armoniosamente ligados, aunque
quizá sin mucha originalidad
distintiva, pero sobre todo sin
particularismos que desvían o
desnaturalizan.
El P. d’Alzon ardía en deseos de
dar como marca distintiva a la
Asunción un cuarto voto que
expresase
fuertemente
su
finalidad apostólica, a un tiempo
en su dimensión mística (ad
intra) y en su especificidad
misionera (ad extra). Había
encontrado este cuarto voto
especialmente
en
las
Constituciones de las Hermanas
Siervas de Jesucristo, llamadas
de Marie-Thérèse, lo mismo que
la divisa sacada del Padrenuestro:
Adveniat Regnum Tuum. La
Iglesia, más inclinada a la poda y
a la no proliferación de las
formas de vida religiosa, no lo
permitió.
El texto de las Constituciones de
1855 fue confiado en 1865 al
canonista Chaillot, pero tuvo que
sufrir el suplicio, según el P.
d’Alzon, si no de la guillotina, al
menos de algunas “chaillotadas”,
es decir amputaciones a sus más
bellas expresiones. La elección
de un hábito no planteó gran
problema: las Religiosas de París
copiaron el de Lacordaire (túnica,
esclavina, correa). Sirvió por otra
parte durante algún tiempo al P.
d’Alzon de ¡bata en el dormitorio
para vigilar a los alumnos!
Se adoptó con preferencia en
Nimes el propio de la liturgia
romana para el Oficio en coro. El
noviciado duraba dos años, los
votos eran renovables una sola
vez, la profesión simple se emitía
al término del primer año
canónico de noviciado y la
profesión perpetua al término del
segundo año de noviciado, que
podía realizarse en una casa de
obras.
Periódicamente se celebraron los
primeros
Capítulos
de
organización (1850, 1852, 1855,
1858, 1862), antes de pasar a la
periodicidad
acostumbrada,
sexenal. De Roma llegaron sin
precipitación signos de aliento y
de aprobación, así como del
mismo Nimes donde monseñor
Cart se tomó cinco años para
vencer sus temores (1845-1850).
El 25 de diciembre de 1850, la
Asunción contaba con cinco
profesos simples (d’Alzon, Brun,
Cardenne, Pernet, Saugrain); el
25 de diciembre de 1851 eran
cuatro los profesos perpetuos (los
93
NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850)
mismos menos Cardenne ya
fallecido), y un profeso simple,
Picard. La barca se interna en el
mar.
I. Fin de la Orden
El fin de la Orden se manifiesta mediante el cuarto voto1 de
trabajar con todas nuestras fuerzas en la extensión del reino de
Jesucristo en las almas: en la nuestra en primer lugar, en las de
nuestros Hermanos y en la de todos los cristianos. El espíritu de la
Orden es, pues, un espíritu de celo y de apostolado2. Nos atendremos
particularmente a nuestro fin aplicándonos a hacer triunfar en
nosotros y a nuestro alrededor:
1º La fe, mediante nuestro espíritu de sumisión a la enseñanza de la
Iglesia y al espíritu de esta enseñanza; mediante nuestro amor por la
unidad de la Iglesia y nuestra filial dependencia de su jefe; mediante
nuestro respeto por la verdad que llevaremos a nuestros estudios,
compenetrándonos con la idea de la importancia nuestra vocación
que consiste en hacernos sus defensores y soldados, y por ende, los
auténticos soldados de Jesucristo, Verbo, Dios, Verdad eterna;
mediante nuestro espíritu de fe en la práctica de la obediencia,
colocándonos siempre bajo la mano de nuestros superiores, como
bajo la mano del mismo Dios3.
2º La esperanza, mediante el desapego de los bienes de la tierra
llevado hasta la práctica de la pobreza evangélica y el amor de los
bienes sobrenaturales; mediante la humildad, es decir el desprecio de
lo creado[e] incluso de nosotros mismos; y mediante la oración, es
decir la petición de la gracia y de sus dones y la aspiración hacia
Dios, principio y término del hombre4;
3º La caridad: a) mediante el amor de Dios, a quien amaremos muy
únicamente; mediante la castidad, es decir la renuncia a los placeres
de los sentidos; mediante la mortificación, guardiana de los sentidos y
medio de unir algunos sufrimientos expiatorios a los de Jesucristo; b)
mediante el amor a Nuestro Señor que le testimoniaremos sobre todo
mediante la imitación de las virtudes, cuyo perfecto modelo es él
mismo; c) mediante el amor a la Santísima Virgen, su madre y nuestra
protectora especial; d) mediante el amor a la Iglesia, su esposa;
mediante el celo por la salvación de las almas, que se manifestará en
94
NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850)
las obras de educación entendidas en el sentido más general de la
palabra, en las misiones entre los infieles y en la propagación de las
obras de caridad, –para todo lo cual podremos hacernos ayudar por
los Hermanos de la Orden Tercera5.
Nuestro espíritu debe ser un espíritu de sencillez, de rectitud en la
fe, de oración para acercarnos cada vez más a Nuestro Señor, de
humildad en los estudios y de celo por el triunfo de la Iglesia.
Fin de la Orden: trabajar en la propia perfección, extendiendo el
reino de Jesucristo en las almas. Nada de rentas. Poseerán (sic) casas
en el campo y casas de habitar. Pero no tendrán obreros agrícolas.
Nada de dinero colocado con garantía del Estado. San Ignacio
concede algunas rentas para los noviciados6.
[E. d’Alzon]
Constituciones, Nº 1 y 2.
Lettres, t. C, p. 700-702.
_______
1
El principio de un cuarto voto, cuya formulación ha variado a veces y que se encuentra entre
numerosas familias religiosas, le era muy querido al P. d’Alzon y a la primera Asunción. Roma no lo
permitió.
2 Perspectiva fuertemente afirmada de una Congregación que se define prioritariamente como
apostólica.
3 Aspecto doctrinal del espíritu de la Asunción que se desarrolla bajo la bóveda teologal de la fe y bajo
su articulación cristocéntrica en los aspectos religiosos y morales: virtud de obediencia sellada por el
voto de religión, compromiso ultramontano, ecumenismo militante. El pensamiento del P. d’Alzon,
retomado de manera trinitaria en el Directorio, es de tipo catequístico: verdades que hay que creer,
virtudes que hay que practicar, medios que hay que emplear.
4 Otro encadenamiento temático clásico: el voto de pobreza mediante las prácticas del desapego, de la
humildad y de la confianza en Dios, a quien se busca en la oración, son otras tantas líneas fuerza
espirituales cuyos fundamentos son el amor de Dios y la aspiración hacia Dios.
5 La virtud de la caridad se articula conforme a una formulación considerada clásica en la Asunción: el
amor a Nuestro Señor, a María su madre y a la Iglesia su esposa. El añadido de la Orden Tercera,
como posibilidad, se da en una única perspectiva: la del apostolado vivido en la luz de la fraternidad.
Nos damos cuenta de que lo que manda realmente es la misión mediante el único imperativo de la
caridad interna y externa.
6 Notita que navega entre el ideal de pobreza evangélica que proscribe cualquier forma de
acumulación (injuria a la Providencia) y las necesidades de la vida económica que se sigue del derecho
a la propiedad. La cuestión sigue actual: ¿cómo vivir gracias a los únicos frutos del trabajo y del
95
NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850)
servicio? En la literalidad de este texto llegado a nosotros bajo la forma de una simple nota, queda una
contradicción flagrante entre la primera afirmación nada de rentas y la concesión final ignaciana
algunas rentas. El espíritu franciscano ya se había debatido en este dilema consustancial a todos las
formas de vida religiosa. El ideal de una pobreza evangélica radical es quizá posible en forma más
angelical para un ermitaño, pero se hace inviable sin ciertos arreglos para una colectividad más o
menos institucionalizada y organizada.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre los primeros textos constitucionales de los Asuncionistas y la vida de
los inicios de la Asunción:
- Constitutions de 1855 en Premières Constitutions des Augustins de l’Assomption
-
-
-
1855-1865, edición presentada y anotada por los PP. Athanase SAGE y Pierre
TOUVENERAUD, Roma, 1966, p. 13-90. [Traducción en castellano: Bogotá, 1998].
Les douze premières années de la Congrégation de l’Assomption (1846-1857), en
Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. I, p. 374-443.
El espíritu de la Asunción según Manuel d’Alzon, Roma, 1993, 101 p. [Publicación
en cinco idiomas].
Identité religieuse et Vie assomptionniste, Sesión de Nimes 1995, París, 1995,
151 p. (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 3).
Gérard CHOLVY, Aux origines de la Congrégation (1845), en Deux siècles
d’Assomption, le regard des historiens (Paris, 2000-2001), París, 2003, p. 9-23,
(col.: Rencontres assomptionnistes, nº 7).
L’Aventure Missionnaire Assomptionniste, Actes du Colloque d’Histoire du 150
ème anniversaire de la Congrégation des Augustins de l’Assomption (Lyon-Valpré,
2000), [edición Bayard, 2005], 751 p. (col.: Recherches Assomption, nº 1).
Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices,
Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches Assomption,
nº 3). [Traducción en inglés y castellano].
96
NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850)
Para una lectura personalizada
• El espíritu de la Asunción o su carisma tiene sus orígenes o toma sus
raíces en el de su Fundador, el Padre d’Alzon. ¿Según tú, cuáles son los
textos clave mediante los que ha tratado de expresarlo?
• Un espíritu vivo no se puede fijar en un texto, por ideal y elaborado que
sea. ¿Cómo ha sabido la Asunción desarrollar y transmitir este carisma de
los orígenes de generación en generación y adaptarlo continuamente al
tiempo que asume una cierta “fidelidad creadora”?
• No puede haber contradicción entre el carisma del Fundador y el de su
Congregación. ¿Mediante qué garantías o qué criterios de interpretación?
¿Ha intervenido la Iglesia? ¿Por qué?
• La función legislativa es una de las atribuciones de los Capítulos
Generales. ¿Qué diferencias estableces entre Constituciones, Regla de
Vida, Ordenanzas, Recomendaciones y Costumbreros?
97
19
Una revolución palaciega en París,
febrero de 1848
E
ntre 1830 y 1848, Francia
conoció una especie de
segunda
Restauración,
incontestablemente
más
democrática que la primera, de
inspiración liberal, que prefirió la
dinastía
de
los
Orléans
descartando a los Borbones. Tres
jornadas revolucionarias en París,
en julio de 1830, llamadas las
Tres Gloriosas, bastaron para
este truco ilusionista dinástico,
que ahogó todas las aspiraciones
y veleidades republicanas de los
sublevados. Sin embargo, pese a
sus intenciones, este nuevo
régimen monárquico marcado por
un espíritu de laicización de las
instituciones, una innegable
práctica parlamentaria y un vivo
desarrollo económico del país,
nunca llegó a instaurar una
auténtica democracia. Llevado al
poder, el rey-ciudadano Luis
Felipe Iº, con un pasado de
jacobino más simbólico que real,
le tomó gusto al poder y quiso no
sólo reinar sino también gobernar
gracias a ministros divididos,
consentidores o flotantes.
El Gobierno aumentó muy
débilmente el cuerpo electoral
censatario (250.000 electores en
1848, o sea un elector por cada
170 habitantes, frente a los
90.000 de 1830); es decir, limitó
el derecho a voto a la sola clase
burguesa, proclamó las libertades
en una Carta revisada que, pese a
las reivindicaciones de las clases
populares agitadas por doctrinas
socialistas, no fue sometida a un
referéndum y no hizo efectivas
tales libertades. Visto con malos
ojos
por
la
aristocracia
legitimista,
el
poder
fue
acaparado por esa minoría
burguesa, industrial, comercial y
de banqueros que no tenía nada
de democracia participativa, pese
99
UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848
a la fachada. Muy pronto el
partido
del
movimiento,
favorable a las reformas, cedió
ante el partido de la resistencia a
las mismas y se endureció en su
inmovilismo oligárquico.
Luis Felipe que se creía un
hombre moderno, no era en
realidad sino un “déspota
ilustrado” al estilo del siglo
XVIII.
Enfrentado
a
las
incesantes tentativas sediciosas
de parte de los legitimistas
(tentativa de la Duquesa de Berry
en 1832), de las masas obreras
decepcionadas y empobrecidas
(epidemia de cólera en 1832,
sublevación de los canutos
lioneses en 1831 y 1834), de los
bonapartistas (sublevación de la
guarnición de Estrasburgo en
1836 y de Boulogne en 1840) y
de regicidas o conspiradores de
toda laya (atentado Fieschi en
1835, atentado Alibaud en 1836,
insurrección Barbès-Blanqui en
mayo de 1839), el poder vaciló
tras la degradación económica de
los años 1846-1847, sobre un
fondo de rechazo obstinado a
cualquier ampliación electoral y
de
escándalos
ligados
al
clientelismo
(asunto
TesteCubières, 1847). El régimen fue
barrido tan rápidamente como
había sido llevado el poder
dieciocho años antes.
100
En efecto, sólo en tres días (22,
23 y 24 de febrero de 1848),
París se cubrió de barricadas y la
revuelta tomó la forma de una
insurrección
sangrienta
que
derribó a un Gobierno paralizado.
El rey abdicó a favor de su nieto,
el conde de París, y tomó el
camino
del
destierro
en
Inglaterra, como Carlos X lo
había hecho en 1830. Otro
Gobierno provisional, victorioso
en las Tullerías, en el palacio
Borbón y en el Ayuntamiento,
organizó la elección de una
Asamblea Constituyente por
sufragio universal. Una agitación
política de carácter socialista
persistió hasta la represión brutal
de las jornadas insurreccionales
del 23 al 26 de junio. La IIª
República, pacífica, que había
plantado los árboles de la
libertad, había caído en la
violencia
para
terminar
estrangulada por un golpe de
Estado (1851).
El P. d’Alzon, que se hallaba en
París de enero a marzo de 1848
para encontrarse con Guizot, su
compatriota,
por
entonces
Presidente del Consejo, y obtener
la plena libertad de ejercicio para
el colegio de la Asunción, vivió
estas jornadas parisinas con
calma, al mismo tiempo que
participaba en nuevos proyectos
UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848
que atañían a la prensa y a la
organización
de
elecciones
favorables a sus puntos de vista.
Mi querido amigo,
Su entusiasmo me encanta. Hago plenamente mía la idea de un
periódico1; sólo que habría que avanzar rápidamente, y rogar al
señor Aillaud2 que no anuncie las conferencias que yo quería dar en
San Carlos: 1º porque ya va para ocho días que tengo un dolor de
garganta continuo, hasta el punto de ni siquiera poder rezar el
breviario; 2º porque, si es necesario, prefiero emplear mi tiempo en
ayudarle a usted a confeccionar el periódico que a predicar.
¿Le ha dicho el señor Goubier que yo le propuse la formación de
un club? Por ahora prefiero el periódico. Usted puede hacerlo
publicar cuando mejor le parezca. No me lo envíe, ya que estaré en
Nimes, eso espero, antes de que sea impreso. Si mi garganta me lo
permite, saldré el viernes por la tarde; si no el domingo por la tarde.
Así estaré en Nimes el martes por la mañana o el miércoles a más
tardar, si Dios quiere3. Luego, tendremos que ocuparnos de un punto
esencial para poder mantener el interés del periódico: se trata, para
empezar, de la elección de Montalembert, cosa que hay que conseguir
absolutamente. Ahora bien, no se haga ilusiones. Los republicanos
actuales sólo sueñan con una cosa, centralizarlo todo y entonces
destruir toda libertad; por eso es necesario luchar contra ellos
pidiendo la libertad como en los Estados Unidos. Tampoco hay que
ponerse demasiado en contra de los protestantes. Se les puede
mostrar que, si quieren, pueden tomar parte en esta libertad4.
Por lo que me concierne, han exagerado demasiado, o más bien lo
han inventado todo. La única cosa que he hecho algo bien ha sido la
de no abandonar nunca la sotana (he sido casi el único). Por lo
demás, la consigna en todas partes era respetar a los sacerdotes. Se
vio a algunos asistir al pillaje de las Tullerías y no se les decía nada.
En cuanto a ir a vendar a los heridos, hubiera ido si hubiera creído
que merecía la pena; pero la cosa ocurrió tan rápidamente allí y los
hospitales estaban tan atestados de damas del barrio Saint-Germain
que ni siquiera me pasó por la mente la idea de unirme a ellas. Lo que
es seguro es que ningún herido rechazó los sacramentos, al menos
entre los que han muerto en los hospitales.
101
UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848
Aquí se mueven mucho para hacer periódicos. El P. Lacordaire5
quiere hacer uno. Montalembert otro; con el “Univers” ya serían
tres6. Es absurdo. He prometido mi ayuda para procurar fondos al P.
Lacordaire, pero no hay que esperar el más mínimo éxito; no quieren
editarlos hasta dentro de seis semanas y para entonces ya habrán
pasado las elecciones. Es una amarga estupidez. Pero me siento ya
demasiado cansado, aquí lo dejo. Adiós. Converse todo esto con el
señor Goubier. Todo suyo.
E. d’Alzon.
Carta a Eugène Germer-Durand,
París, 6 de marzo de 1848,
Lettres, t. C, p. 323-324.
_______
1
El periódico en cuestión es La liberté pour tous [La libertad para todos], título finalmente preferido al
previamente elegido La Démocratie catholique [La Democracia católica]. Apareció por primera vez el
martes 21 de marzo, después de la vuelta del P. d’Alzon a Nimes. Publicado tres veces por semana, en
cuatro páginas, con un costo de 20 francos al año, vivió hasta el 31 de diciembre de 1848. GermerDurand es el Director, Hippolyte Saugrain el gerente y el P. d’Alzon el inspirador y proveedor de fondos.
Apoyó la campaña de la candidatura de Cavagnac en diciembre de 1848, y no la del PríncipePresidente Napoleón.
2 Canónigo François-Hippolyte Aillaud (1803-1872), cura de la parroquia de San Carlos en Nimes,
desde 1844 hasta 1850. El P. d’Alzon, amigo suyo, le confió la dirección del orfanato de la Providencia
en 1851.
3 En realidad el P. d’Alzon no llegó a Nimes sino el 17 de marzo de 1848. Se necesitaban entonces
dos días enteros para el viaje, combinar diligencia, ferrocarril y sin duda navegación fluvial.
4 Con la implantación del sufragio universal masculino, los datos cambian. En Nimes la mayoría se
vuelve netamente favorable a la población católica. El P. d’Alzon vivió toda esta primera fase de la
revolución política de febrero del 1848 en la capital como testigo más bien simpatizante de los
acontecimientos: abdicación y destierro de Luis Felipe, formación de un gobierno provisional
republicano. Las elecciones generales para una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal
quedaron fijadas para los días 9 y 23 de abril de 1848, luego las elecciones municipales para agosto, y
las presidenciales de régimen republicano para diciembre. El P. d’Alzon, conciliador, propuso en Nimes
listas con candidatos de diversos colores, pero la hora de los convenios no había sonado y sus
consignas de moderación no fueron seguidas.
5 Henri-Dominique Lacordaire (1802-1861), predicador y restaurador de la Orden dominicana en
Francia, fue elegido diputado bajo la Segunda República. Era un republicano, liberal de convicción,
mientras que Montalembert, monárquico orleanista liberal, sobre todo en materia política no fue sino
un oportunista conservador, partidario sobre todo del orden, que lamentó amargamente haber
sostenido la candidatura del Príncipe-Presidente Luis Napoleón para las presidenciales.
6 Tres portaestandartes católicos, pero de tendencias muy diversas: L’Univers, conservador y clerical
ya antes de la llegada de Veuillot en 1843; L’Ere nouvelle, lanzado el 15 de abril de 1848, periódico
republicano y liberal con Lacordaire, Maret y Ozanam, antes de morir legitimista; L’Election populaire,
102
UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848
hoja conservadora del Comité central para la defensa religiosa patrocinada por Montalembert; sin
contar el liberal y galicano Ami de la Religión, patrocinado por Dupanloup, y la Voix de la vérité.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la Monarquía de Julio y la Revolución de 1848:
- André CASTELOT, Louis-Philippe, le méconnu, Perrin, 1994, 421 p.
- Guy ANTONETTI, Louis-Philippe, París, Fayard, 1994, 1000 p.
- Hervé ROBERT, La Monarchie de Juillet, P.U.F. 2000, (col.: Que sais-je?).
- Le P. d’Alzon et le journalisme en 1848, en Dossier sur la vie et les
vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, Documentation Biographique, t.
I, Roma, 1986, p. 522-535.
- André PEZZIARDI, Un journal catholique et démocrate, La Liberté pour
tous, Montpellier, 1977, 101, p.
- Anne Claude Ambroise RENDU, Les journaux du printemps 1848: une
révolution médiatique en trompe-l’œil en « Revue d’histoire du XIXe
siècle », 1999.
- Jean-Marie MAYEUR, Les idées politiques du Père d’Alzon, en Emmanuel
d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous
la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París,
du Centurion, 1982, p. 144-164.
- Paul CHRISTOPHE, Les choix du clergé dans les Révolutions de 1789, 1830
et 1848, Lille, 1975 y 1976, 2 tomos.
- José CABANIS, Lacordaire et quelques autres, Politique et religion,
Gallimard, 1982.
- Jean WATELET, Bibliographie de la Presse politique et d’information
générale, Gard 30, París (B.N.), 1985, 125 p.
Para una lectura personalizada
• La inestabilidad política de Francia en el siglo XIX ¿acaso no es también
el reflejo de un prolongado parto democrático de la sociedad? ¿Dónde se
halla al respecto tu país en este proceso?
• ¿Por qué se interesa el P. d’Alzon por la política? ¿La implicación del
clero en las cuestiones políticas de un país es algo bueno en sí? ¿Qué pide
la Iglesia al respecto?
• La revolución de febrero de 1848 fue respetuosa con el clero. ¿Por qué
los revolucionarios, en la historia de las sociedades cristianizadas, en
general o habitualmente la toman con la Iglesia y con el clero? ¿De dónde
viene el anticlericalismo?
• ¿Qué recomienda el Evangelio en cuanto a actitudes fundamentales del
cristiano en la ciudad y ante las autoridades públicas?
103
20
Una voz en el Concilio de Aviñón (1849)
E
l Concordato de 1801 y los
Artículos orgánicos no
preveían
en
absoluto
formas
de
concertación
institucional entre los obispos en
el siglo XIX, que tomaron así la
costumbre de comportarse como
prefectos religiosos en sus
diócesis,
es
decir,
como
autócratas
locales
religados
directamente o verticalmente al
Papa, al Nuncio y al Ministerio
de Cultos. Quedaban a salvo, por
supuesto,
las
disposiciones
canónicas previstas por la Iglesia
en materia de jurisdicción entre el
Metropolitano y sus sufragáneos,
pero a menudo muy restringidas.
A partir de la Segunda República
los obispos se dispensaron de
pedir
al
poder
civil
la
autorización
para
reunirse
libremente
en
Concilio
provincial. A imitación de otras
sedes antes que ella (así Rennes
en noviembre de 1849; Lyon en
1850), la metrópolis de Aviñón
tuvo sus primeras sesiones en
diciembre de 1849.
El P. d’Alzon, en tanto que
Vicario General de Nimes,
participó como miembro de
diversas comisiones e incluso
redactó varios proyectos que
sometió a la Congregación
plenaria, de acuerdo con el
método de trabajo adoptado. Este
estilo de asamblea le permitió
también
comprobar
las
disposiciones
supuestamente
galicanas o ultramontanas del
alto clero de su Provincia
eclesiástica,
disposiciones
especialmente sensibles en el
ámbito litúrgico. En aquella
época, en efecto, muchas de las
diócesis francesas utilizaban un
misal o un breviario propios (en
Nimes, los redactados en tiempos
de monseñor
En
tiempos de Chaffoy).
Napoleón Iº, el
Imperio había difundido su
famoso Catecismo nacional que
105
UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849)
hacía gran énfasis en los deberes
de los fieles hacia la persona del
soberano. La legislación civil no
se inquietaba mucho de los
convenios a la hora de invadir los
tradicionales derechos eclesiales
o para imponer incluso por la
fuerza o la supremacía su punto
de vista regalista. El estado civil
había relegado a un segundo
plano privado al estado religioso;
el
matrimonio
civil
era
obligatorio antes de cualquier
celebración
de
matrimonio
religioso; el divorcio se había
introducido en la legislación
francesa. Cementerios, lugares de
culto, erección de cruces
públicas, procesiones y otras
manifestaciones cultuales en la
vía pública estaban sometidas al
control administrativo del Estado
y de las colectividades públicas.
Lamennais
denunció
vigorosamente esta sumisión
servil moderna de las Iglesias al
yugo del Estado y se había
pronunciado valientemente a
favor de la separación de ambos,
pese
a
algunas
ventajas
financieras del Concordato ligado
a un estatuto de las religiones. La
publicación del manifiesto de
Montalembert: L’Eglise libre
dans l’Etat libre [Iglesia libre en
un Estado libre] en 1863, tras el
Congreso de Malinas, causará un
106
gran choque.
Los espíritus en 1850-1860 no
estaban preparados en Europa a
una situación semejante que era
moneda corriente en Estados
Unidos y cuya fecundidad
alababan muchos a partir de
algunos ejemplos nacionales de
un
catolicismo
a
veces
minoritario: Bélgica, Holanda,
Irlanda, algunos cantones suizos.
Los promotores de una laicidad
de combate se reclutaban sobre
todo entre los adversarios
declarados de la tradición
católica:
masones,
librepensadores,
socialistas,
intelectuales
racionalistas
y
laicos, minorías confesionales no
católicas, todos y todas más o
menos imbuidos de sólidas
convicciones anticlericales. El
papado y el episcopado en su
conjunto, fuera cual fuera su
sensibilidad particular, preferían
aún arreglárselas con los
inconvenientes conocidos del
Concordato antes que lanzarse a
un salto a lo desconocido.
El P. d’Alzon, republicano de la
víspera o del día siguiente, que
no
tenía
nada
de
un
temperamento liberal en el
sentido filosófico y político del
término, trataba sobre todo de
hacer que la Iglesia se beneficiara
del máximo de derechos que la
UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849)
situación evolutiva de los
regímenes en curso autorizaba o
dejaba autorizar.
Mi querido amigo:
Nuestro concilio1 va bastante bien; se terminará probablemente
antes de Navidad. El voto para la liturgia pasará2. Te envío el
proyecto de decreto, tal como lo he redactado. Excepto una palabra
que no he leído aún, todo ha sido aprobado por la Congregación
particular de la que formo parte. Te lo envío para que se lo enseñes al
Nuncio3. Lo había compuesto al principio con pasajes sacados de las
Bulas de Clemente VIII4 sobre el misal y el breviario. ¡Figúrate que a
un obispo le pareció que estaba en un bastante buen latín! Dile al
Nuncio, si tienes oportunidad de hacerlo, que el obispo de Montpellier
camina en estos momentos en buena dirección. El obispo de Valence,
aunque se las da de galicano, adoptará el romano; el obispo de
Viviers, aunque ultramontano, sigue queriendo un breviario nacional;
el obispo de Nimes me hace siempre dulcificar cualquier expresión
que huela demasiado a amor a Roma, y eso que es Romano.
¡Figúrate que el obispo de Valence había hecho pasar en un
decreto que los obispos tenían en sus diócesis los mismos derechos
que tiene el Papa en la Iglesia! Dile igualmente al Nuncio que hay un
proyecto de decreto, adoptado por una Congregación particular, que
expresa el deseo de devolver el derecho de los votos solemnes a las
Órdenes femeninas que lo tenían antes de la Revolución.
El obispo de Montpellier ha sido encargado de una declaración de
respeto filial de los obispos hacia el Papa. Parece ser que, cuando la
ha leído a sus colegas, ha roto a llorar. El arzobispo de Aviñón la
tiene por ahora en sus manos.
Me habías prometido escribirme; no lo has hecho. Adiós, querido
amigo. Mil cosas a los Veuillot y a Taconet5. Dile a Jouenne cuán
apenado estoy de haberme marchado sin abrazarlo. Mil veces todo
tuyo.
E. d’Alzon.
N.B. Me han tomado el proyecto de decreto; no puedo recuperarlo.
Estamos redactando uno sobre la Santísima Virgen, del que el Papa
107
UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849)
estará contento6. Intento hacer pasar la propuesta de que los obispos
soliciten del Gobierno una mayor libertad en el tema del matrimonio.
Ya me entiendes, será en el sentido de los impedimentos dirimentes.
Carta a Melchior Du Lac, Aviñón, 14 de diciembre de 1849,
Lettres, t. C, p. 516-517.
_______
Jean-Melchior Du Lac et d’Aure (1806-1872), amigo de juventud de Manuel, ex-seminarista y
postulante benedictino en Solesmes, periodista del Univers.
1
El Concilio provincial de Aviñón se desarrolló del 7 al 23 de diciembre de 1849. Bajo la jurisdicción
del arzobispado de Aviñón cuyo titular entre 1848 y 1863 fue monseñor Jean-Marie-Mathias Debelay
(1800-1863), la circunscripción metropolitana agrupaba entonces a las diócesis de Montpellier
(monseñor Thibault), de Nimes (monseñor Cart), de Valence (monseñor Chatrousse) y de Viviers
(monseñor Guibert).
2 Se trata de un voto de adopción de la liturgia romana cuando el propio de cada diócesis estaba aún
en ejercicio.
3 El Nuncio en París de 1842 a 1850 es por entonces monseñor Raffaele Fornari (1788-1854), creado
cardenal en septiembre de 1850.
4 Clemente VIII (1536-1605), Papa de 1592 a 1605. Hizo publicar una edición corregida de la Vulgata
(1592), reconcilió a Henri IV con la fe católica (1595), pero desaprobó el edicto de Nantes (1598).
5 Louis Veuillot (1813-1883) tomó la dirección del Univers en 1843. El P. d’Alzon conocía a toda la
familia: la pareja (Louis y Matilde, de soltera Mercier, 1824-1852) y sus hijas, al hermano de Louis,
Eugène (1818-1905) y su esposa, de soltera d’Aquin (+1906), su hermana Elise (1825-1911) que educó
a la familia de su hermano tras la muerte de Matilde; Marie (1846-1855), Agnès (1847-1945), Gertrude
(1849-1855), Lucie o bien Luce (1850-1892), Thérèse (1851-1852), Madeleine (1852-1855).
Eugène Taconet (+ 1884) es un hombre de negocios, industrial del Havre, que retomó el Univers
golpeado por la censura imperial en 1860 y fundó Le Monde.
6 Se trataba ya de promover el culto a la Virgen María en el sentido de una futura definición de su
Inmaculada Concepción.
108
UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el Concilio de Aviñón de 1849:
- Marie-Augustin CANRON, Relation sur le concile d’Avignon de 1849,
Aviñón, 1851.
- Brigitte BASDEVANT-GAUDEMENT, Le jeu concordataire dans la France du
XIXème siècle, París, P.U.F., 1988, 298 p.
Para una lectura personalizada
• Según tú, ¿en la Francia de hoy, qué es lo que en la Iglesia suple al
género “concilio provincial” como estructura eclesiástica de animación
cristiana? ¿Cómo están llamados los obispos de un país a trabajar juntos en
nuestros días?
• ¿Qué existe hoy como elementos generales propuestos para la oración
cristiana y como elementos nacionales o propios?
• ¿Qué entiendes tú sobre los problemas y las cuestiones jurídicas en la
Iglesia? En el ámbito central del papado, en el ámbito episcopal de un país,
en el nivel metropolitano de una provincia eclesiástica, en el ámbito
diocesano?
• ¿Por qué un obispo de Francia en el siglo XIX no podía sino
excepcionalmente concertarse con sus hermanos vecinos?
109
III Parte
21. En la galera del Consejo Superior de la Instrucción
Pública (1850)
22. Familia, influencia y espiritualidad por parte de San
Francisco de Sales (1851)
23. Un opositor irreductible y ultramontano al Segundo
Imperio (1852)
24. En el fondo de la querella “gaumista” (1853)
25. Los quebrantos de salud (1854)
26. Un nuevo obispo en Nimes, monseñor Plantier (1855)
27. Continuas dificultades en Nimes (1856)
28. El decreto de alabanza para la Asunción (1857)
29. Dos ordenaciones de Asuncionistas en Le Mans (1858)
30. El Padre d’Alzon y su amigo el poeta Jean Reboul
(1859)
p. 103-106
p. 107-111
p. 113-116
p. 117-120
p. 121-124
p. 125-128
p. 129-133
p. 135-138
p. 139-142
p. 143-146
21
En la galera del Consejo Superior
de la Instrucción Pública (1850)
E
l nombramiento del P.
d'Alzon para el Consejo
Superior de la Instrucción
Pública en 1850 se debe a aquella
personalidad católica y política de
primer
orden
que
era
Montalembert en tiempos de la
Segunda República y en los
primeros días del Segundo
Imperio. Sabemos que nuestro
Fundador no manifestó ningún
entusiasmo y que incluso trató de
zafarse de este cargo. Su
candidatura por otra oparte no
suscitaba unanimidad entre las
filas de los políticos: el Ministro de
Parieu, por ejemplo, no era
favorable y fue necesaria toda la
obstinación de Montalembert, que
se entrevistó para tratar este asunto
con Falloux y con el futuro
Napoleón
III,
para
forzar
finalmente la mano al P. d’Alzon,
que hubiera cedido con gusto su
lugar a su amigo Germer-Durand.
Sin su aprobación expresa, y
habiendo
incluso
notificado
directamente a Montalembert por
telégrafo su no aceptación, d'Alzon
vio su nombre en la lista de los
miembros designados en el
Moniteur Universal, diario creado
por Panckoucke en 1789 y que
pasó a ser el diario oficial del
Estado entre 1799 y 1868.
D’Alzon obtuvo del Ministro
Freslon en diciembre de 1848 el
pleno ejercicio para su colegio de
Nimes. De Parieu hizo votar el 15
de marzo de 1850 el proyecto de
ley que su amigo Falloux había
preparado sobre la enseñanza y
que lleva su nombre. Esta ley
establece un régimen de libertad
para la enseñanza primaria y
segundaria,
reivindicación
constante de los católicos bajo la
Monarquía de Julio. Aunque no
113
EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850)
satisfacía
a
los
católicos
legitimistas y ultras de las esferas
políticas y episcopales, permitió el
desarrollo de las instituciones
católicas de enseñanza gracias
sobre todo a las facilidades que
ofrecía para el nombramiento de
maestros; la carta de obediencia
de los religiosos y religiosas hacía
la función de certificado de
capacitación. Dentro de este
mismo espíritu de falso consenso
político del momento que
agrupaba al grueso de las fuerzas
políticas del catolicismo en el
Partido del Orden (pese a muchas
divisiones internas entre todas las
etiquetas y matices de sus
representantes en la Cámara:
conservadores,
liberales,
republicanos,
legitimistas,
orleanistas, bonapartistas), la ley
votada entró en funciones. El
Consejo
Superior
de
la
Instrucción Pública que se reunía
en la calle de Grenelle, heredero
del antiguo Consejo de la
Universidad
Imperial,
fue
modificado y adaptado para
acoger entre otros a obispos y
miembros representativos del
clero en la enseñanza. A este
título y en este contexto el P.
d’Alzon recibió su nombramiento,
que fue preferido al de su amigo
Germer-Durand, a quien Thiers
encontraba demasiado oscuro.
114
Sin embargo, el P. d’Alzon, que
ya en 1848 había experimentdo
¡hasta el hartazgo y a disgusto!,
las flexibilidades de las políticas y
de los políticos, no estaba
dispuesto a hacer el juego a estos
representantes llenos de las
intenciones más adversas. En
Nimes,
su
reputación
de
republicano de la víspera, del día
y del día siguiente con motivo de
las elecciones legislativas y
municipales, le había enajenado
por un tiempo los favores del clan
legitimista y le había creado serios
problemas para el reclutamiento
de su colegio, incluso en su propia
familia, y reproches dolorosos
para sus afectos familiares. La
misma hermana del P. d’Alzon, la
señora de Puységur, llegó a retirar
a su hija Alix del colegio de las
Religiosas de la Asunción, porque
pensaba que estaba contaminada
del espíritu republicano que
reinaba en Chaillot. Este espíritu
de moda se atribuía por contagio a
la mala influencia que la
Superiora ejercía sobre su
hermano, el abate d’Alzon. En
Nimes, incluso su amigo de
siempre el poeta Reboul llegó a
reprocharle en la intimidad el
hecho de una alianza contra
natura, llegando hasta escribir que
la Iglesia no tenía nada que ganar
¡con las caricias que creía deber
EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850)
prodigar a la Revolución! Se precauciones, en la galera de los
entiende fácilmente que el P. políticos y de los altos
d’Alzon no quisiera dejarse funcionarios oficiales.
embarcar, al menos no sin
… Acabo de hacer reservar un asiento para dentro de ocho días.
Estaré (pero no digas nada aún) en Nimes el jueves en el transcurso
del día1. ¿Qué te parecen las presiones que me hacen para que forme
parte del Consejo Superior de la Instrucción Pública2? Cuando digo
que me hacen presiones, me refiero a Montalembert, a quien aún no
he visto, pero que me escribe a propósito de esto; me refiero al señor
Michel3, que al parecer hará parte del mismo y quisiera tenerme
como colega; y a otras personas más; y sin embargo, no siento el
menor deseo de ir a encerrarme en esta galera donde preveo muchos
disgustos y pocas ventajas. Sin embargo, no hables tampoco de esto
por ahí. Daría la impresión de darme aires de importancia que por
nada del mundo deseo dar.
Contaba con llevarme a Cabrières4 conmigo, pero sus superiores se
oponen. He recibido esta mañana una carta del señor Tissot, de lo
más satisfactoria. Ten a bien decirle que no le respondo porque ya
había comenzado ayer a escribirte, aunque termine hoy 15 de julio.
Los Parisinos se divierten prodigiosamente viendo a un jinete a
caballo levantado por un globo; es el gran placer del momento5.
Adiós, mi querido amigo. Dentro de ocho días estaré camino de
Nimes y te aseguro que la espera se me hace larga. Mil veces tuyo.
E. d’Alzon.
Carta a Eugène Germer-Durand,
París, 15 de julio de 1850,
Lettres, t. C, p. 588-589.
_______
1
Es decir para el 24 de julio de 1850. De hecho el P. d’Alzon no salió de París hasta el 23 de julio para
estar en Nimes el 25 de julio por la mañana.
2 El Consejo Superior de la Instrucción Pública es una instancia administrativa junto al Ministerio de
Educación. Fue creado en 1808, pero después de la votación de la ley Falloux en 1850 fue modificado
para ampliarlo a 24 personalidades “externas” (clero, Consejo de Estado, representantes de la
enseñanza libre), mientras que ocho eran los universitarios. El P. d’Alzon sesionó en él de 1850 a
115
EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850)
1852. Este Consejo daba su parecer sobre los proyectos de reforma, sobre la política educativa y
desempeñaba el papel de tribunal supremo para los asuntos disciplinarios.
3 El señor Claude-Louis Michel (1795-1874), conocido y muy estimado por el joven d’Alzon en el
colegio Stanislas, es un profesor de la enseñanza pública, autor de obras de pedagogía. Muy conocido
igualmente de la Madre María Eugenia de Jesús. Terminó su carrera como Director de estudios en el
Instituto de Agronomía de Versalles y profesor de francés en la escuela municipal de Turgot en París.
4 El abate Anatole de Cabrières (1830-1921), antiguo alumno del colegio de la Asunción, en 1850 no
era todavía más que un seminarista en San Sulpicio de París. Sacerdote en 1853, secundó al P.
d’Alzon en el colegio desde 1855 a 1857. Fue luego secretario de monseñor Plantier, nombrado Vicario
General de Nimes en 1863, promovido a obispo de Montpellier en 1873, creado finalmente cardenal en
1911.
5 La invención de los montgolferos data de 1782 por dos hermanos de los Ardes [Ardèche], Joseph
(1740-1810) y Etienne (1745-1799) de Montgolfier. Llamado también globo o aerostato, el
montgolfiero tuvo una aplicación militar en Fleurus (1794), pero por entonces ya sólo servía como
atracción en los espectáculos públicos.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el periodo de la Segunda República:
- Carlos MARX publicó siete artículos entre 1851 y 1862 que luego reunió
bajo el título de Le 18 brumaire de Louis Bonaparte. Allí describe en vivo
los acontecimientos que llevaron al golpe de Estado del 2 de diciembre
de 1851 colocándolos en su contexto económico y social.
- Alexis CLÉREL de TOCQUEVILLE, Souvenirs de 1848, texto fijado por Luc
MONNIER, París, Gallimard, 1964, (col.: Folio, nº 991).
- Inès MURAT, La IIe République (1848-1851), París, Fayard, 1987, 533 p.
- Le P. d’Alzon membre du Conseil supérieur de l’Instruction publique
(1850-1852) en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon,
vol. II, t. I, p. 536-550.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué sentimientos deja traslucir Manuel d’Alzon en cuanto a su posible
nombramiento? ¿Por qué, según tú?
• Participar o no en una estructura gubernamental oficial ¿te parece
oportuno para un miembro del clero que no está dispuesto a dejarse
atrapar o utilizar por el ambiente político?
• ¿El P. d’Alzon encontró en este Consejo Superior personalidades
importantes o influyentes?
• ¿Qué ventajas, según tú, se pueden conseguir de un nombramiento en el
plano nacional?
116
22
Familia, influencia y espiritualidad por
parte de San Francisco de Sales (1851)
L
as familias de renombre
siempre encuentran entre
ellas cierta afinidad y
algunos lazos, como los d’Alzon
con los de Sales, a través de los
de Roussy de origen cevenol.
Encontramos efectivamente en la
ascendencia paterna y materna de
Manuel tales alianzas: Jean
Daudé d’Alzon se casó con
Magdalena de Roussy mientras
que una hija de Pierre de Roussy,
Margarita, se casó con Jacques de
Faventine.
Este
parentesco
anudado en los siglos XVII y
XVIII, por lo tanto lejos del siglo
XIX, fue reavivado con motivo
de la estancia en Turín en 1844
de la familia d’Alzon a la
cabecera de Anatole de Puységur
en casa de los Roussy de Sales,
sobrinos lejanos del obispo de
Ginebra. En Turín, al abate
d’Alzon descubrió a través de la
marquesa de Barolo las obras
sociales de tres santos sacerdotes:
Don Cafasso, director espiritual
de la marquesa, Don Cottolengo
y sin duda Don Bosco, los tres
llamados al honor de los altares y
fervientes
admiradores
del
espíritu de fe y de piedad de San
Francisco de Sales. Ahora bien,
en el abate d’Alzon encontramos
estos mismos acentos salesianos:
sencillez, rectitud, franqueza,
entrega y sentido del deber.
Hay otro rasgo mayor que une las
figuras de Francisco de Sales y
del P. d’Alzon: su acción con
miras a la unidad con los
protestantes. El apóstol del
Chablais comenzó así sus
primeros pasos en el sacerdocio y
es sabido que el joven abate
d’Alzon no tenía otra meta al
llegar a Nimes. Para luchar
contra la influencia protestante, el
117
FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES
Fundador de la Asunción creó en
su diócesis las bibliotecas
parroquiales y se hizo propagador
de la obra de los Buenos Libros,
fundada en Aviñón
por el
canónigo Bernard, ambas obras
colocadas bajo el patrocinio de
San Francisco de Sales, difusor
de folletos y por eso elegido
patrono de los periodistas. La
misma inspiración decidió al P.
d’Alzon en 1853-1854 a fundar la
Obra de San Francisco de Sales,
asociación de oración y de acción
pensada bajo el modelo de la
Propagación de la Fe, con vistas
a luchar contra la influencia
protestante. Es sabido que más
tarde puso esta obra, una vez
lanzada, entre las manos de
monseñor Gaston de Ségur.
El P. d’Alzon fortificó esta
inspiración salesiana mediante
varias peregrinaciones a Thorens,
lugar natal del Santo: no
habiendo podido hacerlo en junio
de 1835 (Lettres, t. A, p. 846), la
llevó a cabo según su propio
testimonio en 1854 (Lettres, t. I,
p. 459) y también en 1871
partiendo de Notre-Dame des
Châteaux (Lettres, t. IX, p. 168).
La idea de traer a Nimes una
comunidad de la Visitación
parece que le sonrió en 1852,
pero aquella famosa Hermana
Marie-Aimée Féval, que era la
118
encargada del proyecto, no supo
convencer a monseñor Cart de la
pertinencia de realizar esta
fundación contemplativa. Más
tarde, el P. d’Alzon dio la
preferencia de sus energías a la
instalación de las Religiosas de la
Asunción programada desde hacía varios años y realizada en
septiembre de 1855, lo que fue
facilitado por la muerte de
monseñor Cart.
Sin embargo, la vida de las Hijas
de Santa Chantal le era preciosa:
¿acaso no se decía en su familia
que su nacimiento se debía a las
fervientes oraciones de una de
sus parientes, religiosa de la
Visitación en París? Él mismo
¿acaso no se había constituido en
reclutador de vocaciones para el
cercano convento de la Visitación
de Tarascón? ¿Acaso no fue hasta
el convento de Le Mans para
predicarles un retiro en 1868? Por
estos signos y por otros más sin
duda (entre otros el homenaje de
los periodistas a San Francisco de
Sales, proclamado santo patrono
de la prensa católica), el P.
d’Alzon, admirador del doctor
del amor y de la dulzura
evangélica, no ha dejado de
infundir en la espiritualidad
asuncionista
un
soplo
auténticamente salesiano.
Mi querida hija,
Hace ya casi un mes que estoy enfermo o en retiro. En este preciso
instante, debería estar encerrado en el seminario1 pero, como acabo
de salir de Valbonne2, pienso que me basta escuchar dos
instrucciones diarias para terminar mi conversión, si ello fuera
posible. Esto me permite escribirte hoy dos palabras, para
agradecerte las dos cartas que acabo de releer. Datan de hace tanto
tiempo que no me atrevo a hablarte de ellas. Me dices en la última
que tu señor padre3 ha tenido la “suette”4, pero espero que a estas
horas estará totalmente restablecido. Ninguno de tus hermanos5 me
ha dicho nada, y la señora de Sales, que fue a ayudar al señor de
Roussy a cuidar de tus hermanas7, nada sabía que pudiera inquietarla
en el momento de su partida.
En cuanto a ti, mi querida niña, admiro los tesoros de paciencia
que almacenas, si quieres aprovechar todas las oportunidades que
Dios te da. ¡Todos tus proyectos contrariados!, ¡todos tus días
entristecidos por algún sufrimiento!, ¡cuántos méritos para el cielo!
Pero para eso se necesita una paciencia de ángel y estoy seguro de
que, aunque la tengas, no te enfadarás de oír de vez en cuando a
alguien que te recuerde el pensamiento de la voluntad de Dios. En
efecto, nada hay como la voluntad divina, que lo dispone todo para
nuestro mayor bien, con tal de que nos remitamos a ella. Pero a
veces, a la pobre naturaleza no le trae cuenta. Desearía (nuestra
naturaleza) poder quejarse, esquivarla, pero Dios le cierra la boca,
pues corre el riesgo de perder el fruto de todas sus dolencias.
¿Cómo estás en cuanto a tus comuniones? Y tus meditaciones, ¿las
haces bastante seriamente? Adiós, mi querida hija. Si quieres
escribirme aquí, hacia el 10 de octubre, podré responderte bastante
fácilmente.
Todo tuyo en Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Carta a la señora Louis de Giry,
Nimes, 19 de septiembre de 1851,
Lettres, t. I, p. 85-86.
119
FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES
_______
1 La señora Louis de Giry, esposa de Louis (1812-1896), había nacido con el nombre de Constance
de Roussy de Sales. Es una prima segunda de Manuel d’Alzon. Su hijo único, Maurice (1847-1870),
alumno en el colegio de la Asunción, murió en Roma en septiembre de 1870 en los combates de la
Porta Pía.
2 Del 15 al 23 de septiembre tuvieron lugar en el Seminario Mayor de Nimes el retiro pastoral anual y
un sínodo diocesano.
3 La Cartuja de Valbonne (Gard) fundada en 1204, abandonada en 1792, fue restablecida en 1836
hasta 1903. Fue para el P. d’Alzon un lugar muy grato de encuentro con las raíces profundas y de
recogimiento; gustoso conducía allí a alumnos y profesores del colegio de la Asunción. Un antiguo
cartujo de Valbonne se hizo Asuncionista en 1880, Théodore Defrance, mientras que un Asuncionista
se hizo allí cartujo, el P. Athanase Malassigné.
4 Se trata de Jean-Eugène de Roussy de Sales (1887- ¿?), esposo en 1823 de Armandine de
Castillon de Saint-Victor, del que nacieron 10 hijos. No hay que confundirlo con otro pariente, Eugène
de Roussy de Sales (1822-1915).
5 La “suette” es una forma atenuada de la malaria todavía frecuente en el Sur de Francia en el siglo
XIX, mientras que la varicela era una auténtica plaga, vencida poco a poco mediante la aplicación de la
vacuna descubierta por Jenner en 1796, obligatoria en Gran Bretaña desde 1867, en Francia
solamente a partir de 1902.
6 Los hermanos de Constance se llamaban: Emmanuel, René, Louis, Henri y Joseph.
7 La señorita Pauline de Sales (1786-1852), última descendiente de la familia del santo obispo de
Ginebra, se casó en 1813 con Félix-Léonard que llegó a ser marqués de Roussy en 1821 (1785-1857)
y que tuvo una larga carrera administrativa: subprefecto de Annecy bajo el Primer Imperio, luego
prefecto de las Ardenas, de la Vandée, de Deux-Sèvres y de los Hautes-Alpes bajo la Restauración.
Obtuvieron en 1857 el privilegio de conservar la partícula de Sales conjugándola con la de de Roussy.
La familia habitaba en el castillo de Thorens en la Haute-Savoie, restaurado por Alexandrine de Sales.
De esta alianza viene el parentesco entre los de Roussy y los de Sales; los d’Alzon estaban
emparentados con los de Roussy.
8 Las hermanas de Constance se llamaban: Nathalie, Elisabeth, Thérèse y Gabrielle.
120
FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el P. d’Alzon, la familia Roussy de Sales y la impregnación
salesiana:
- Archivos familiares de los Roussy de Sales.
- Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Le P. d’Alzon et la Visitation, en « À
travers la Province », nº 140 (febrero de 1998), p. 10-15.
- Athanase SAGE, A.A., Présence de saint François de Sales dans la
spiritualité assomptionniste, en « L’Assomption et ses Œuvres », nº 550
(1967), p. 20-21.
- Existió un bulletin de l’œuvre de Saint François de Sales en el que el P.
d’Alzon publicó algunos artículos. Sobre la obra misma, el P. d’Alzon
escribió en 1855 una circular dirigida a los obispos de Francia.
Para una lectura personalizada
• ¿Cuáles son las raíces familiares que unen a los d’Alzon con los Roussy de
Sales?
• ¿Cómo marcó el P. d’Alzon en su vida su adhesión a la herencia salesiana?
• ¿Tienes alguna idea de los rasgos salesianos en la espiritualidad
asuncionista?
• ¿Qué obras tradicionales en la Asunción ofrecen un parentesco espiritual
con lo que tú sabes de la vida y de la acción de San Francisco de Sales?
¿Qué escolasticado asuncionista ha llevado el patronímico de San Francisco
de Sales?
121
23
Un opositor irreductible y ultramontano
al Segundo Imperio (1852)
E
l P. d’Alzon se encontraba
en París en diciembre de
1851 para participar en las
sesiones del Consejo Superior de
la Instrucción Pública. Fue una
vez más espectador involuntario
de los acontecimientos políticos
que se desarrollaron en la capital
con el golpe de Estado del 2 de
diciembre
de
1851.
No
experimentó ninguna nostalgia
por el régimen caído, la Segunda
República, por otra parte tan poco
republicana ya que estaba en
manos de los conservadores. Para
la elección presidencial de
diciembre de 1848, había votado y
hecho votar por el candidato
republicano moderado, el general
Cavaignac. Con 4.454.000 votos,
el
Príncipe-Presidente
ganó
ampliamente, pero Cavaignac
consiguió un resultado más que
honorable con 1.448.000 votos,
sobre todo en los departamentos
del Gard y del Hérault. El apellido
de Napoleón no sonaba nada
agradable a los oídos del P.
d’Alzon. ¿Qué actitud iba a tener
este pariente del ex-emperador
frente a la Iglesia que su tío había
perseguido? Era sabido por lo
demás que este sobrino no se
adhería de corazón a las
tradiciones católicas e incluso, si
pasaba por ser un cretino fácil de
dirigir, el futuro no estaba nada
claro.
La situación cambió en 1852 con
la proclamación del Imperio.
D’Alzon, siempre políticamente
legitimista de corazón, borrado sin
explicación del Consejo Superior
de la Instrucción Pública en enero
de 1853, se guardó muy bien de
dar muestras de aprobación al
nuevo régimen y a su personal
político. Ya se había visto
123
UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852)
claramente el 30 de septiembre de
1852 con motivo de la visita a
Nimes del Príncipe-Presidente
que vino a poner la primera piedra
de la iglesia de Santa Perpetua.
Este viaje a provincias no
ocultaba de hecho su verdadera
meta, la de preparar a la opinión
pública para la restauración del
Imperio. El P. d’Alzon, por
entonces de viaje en París, no
creyó necesario volver a tiempo y
su ausencia, muy notada en las
altas esferas, le costó, al parecer,
la Legión de honor. No es de
extrañar
que
el
nuevo
nombramiento del P. d’Alzon
como Vicario General hecho por
monseñor Plantier en 1855 se
haya arrastrado por los despachos
oficiales,
acompañado
de
pareceres desfavorables.
Pero a partir de 1859, con la
política italiana del Emperador
que
desembocó
en
el
desmembramiento de los Estados
Pontificios, el P. d’Alzon,
ultramontano de primera línea,
manifestó
abiertamente
su
hostilidad a Napoleón III, por
razones religiosas ciertamente,
pero también con tomas de
posición
políticas
claras:
peticiones,
manifestaciones,
candidatura a las elecciones
cantorales en el Hérault contra el
candidato oficial Marès (1861),
124
sermones ofensivos en Nimes que
desataron un proceso judicial,
reclutamiento de voluntarios para
las tropas pontificias, apoyo
enérgico a las acciones de
monseñor Plantier denunciado por
la propaganda oficial como el
alborotador de Nimes.
En 1863, la política de Napoleón
III inició un acercamiento a la
Iglesia por razones externas de
búsqueda de apoyo ante la subida
creciente
de
la
oposición
republicana y de la coalición de la
unión
liberal.
Pero
el
nombramiento de Victor Duruy,
anticlerical declarado, al puesto de
Ministro de Instrucción Pública, y
por otra parte la publicación del
Syllabus en 1864, no eran hechos
favorables a la reconciliación del
clero con el régimen.
La política internacional del
emperador a partir de 1860 se
volvió desastrosa: Napoleón III
decepcionó las esperanzas de los
italianos incluso tras la retirada de
las tropas francesas de Roma
(1864), emprendió una loca
expedición militar a México que
terminó
con
una
retirada
humillante (1867), dejó que Prusia
amenazara las fronteras francesas
después de Sadowa (1866), no
consiguió
de
Bismarck
compensación territorial alguna
sobre el Rin y se dejó sorprender
UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852)
por la candidatura del príncipe de
Hohenzollern al trono de España.
Una Francia aislada y mal
preparada militarmente declaró a
una Prusia fuertemente armada
una desastrosa guerra perdida de
antemano. Tras la capitulación de
Sedán (1870), perdió su último
apoyo, el ejército. Herido como
todo el país en su orgullo
patriótico, el P. d’Alzon se puso
en manos de la Providencia, si no
para un futuro mejor, al menos
para un presente menos negro.
Mi querido hijo:
Todas las agitaciones de estos días me han impedido responderte1.
Las tropas se han batido con fuerza toda la noche, pero no tenemos
ninguna noticia; los periódicos están prohibidos y no sé si esta carta
te llegará. He sabido por el joven de Cetto2, que ha cenado anoche en
casa de su tío el g(ener)al Lawoestine3, que tenían la situación en
mano. Parece incluso que están dejando que ésta se incremente, para
golpear luego más fuertemente. Las tropas están furiosas y quieren
tomarse la revancha del 48. El Consejo Superior será muy
probablemente aplazado. Mañana sabremos la voluntad del
Ministro4, porque hay que obedecer a esta altísima voluntad. Adiós,
recemos para que Dios saque bien de todas estas cosas tan sombrías y
tristes. Todo tuyo en Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Los representantes han sido todos liberados5.
Carta a Esteban Pernet,
París, 5 de diciembre de 1851,
Lettres, t. I, p. 114-115.
_______
1 El golpe de Estado, cuidadosamente preparado en la sombra por Saint-Arnaud, Persigny y Morny, se
desarrolló el 2 de diciembre de 1851, fecha simbólica, aniversario de la coronación de Napoleón Iº
(1802) y de la victoria de Austerlitz (1804), que se adoptó finalmente después de que había sido fijada
para el 20 de noviembre.
2 Contrariamente a lo que afirma el P. Touveneraud (Lettres, t, I, p. 114, nota 1), el joven de Cetto que
tomaba lecciones en el colegio asuncionista del Faubourg Saint-Honoré, cuya familia estaba
emparentada con los Polignac, no era el hijo del embajador de Baviera, sino el de un empleado o
agregado de esta embajada. La historia ha retenido el nombre de un diplomático bávaro de Cetto,
artífice de la Confederación del Rin, Antón Freiherr von Cetto (1756-1847): ver su biografía por Neri
Daniela, ed. Thorbecke, 1993. Pero en 1851, según el Almanach National, el embajador de Baviera en
París (calle d’Aguesseau, 15) se llamaba M. de Wenland.
125
UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852)
3 General Anatole-Charles-Alexis Becelair, Marqués de La Woestine (1786-1870), senador en 1852
y gobernador des Invalides en París en 1863, que se casó efectivamente en 1806 con una tal
Françoise-Henriette de Cetto. Esta pareja no tuvo hijos.
4 El Ministro de la Instrucción Pública y de Cultos en diciembre de 1851 es Hippolyte Fortoul (18111856).
5 216 parlamentarios fueron arrestados a partir del 2 de diciembre, todos progresivamente liberados;
pero el balance humano de las jornadas comprendidas entre el 2 y el 15 de diciembre era más grave:
una veintena de muertos en el ejército, al menos unos 300 civiles, unos 800 heridos, más de 2000
arrestos y más de 9500 deportados. Víctor Hugo eligió el destierro voluntario. Proporcionalmente las
reacciones al golpe de Estado en las provincias fueron más vivas.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851:
- Henry GUILLEMIN, Le coup du 2 décembre, París, Gallimard, 1951, 478 p.
- Luc WILLETTE, Le coup d’Etat du 2 décembre 1851 : la résistance
républicaine au coup d’Etat, París, Montaigne, 1982, 223 p.
- J. GOIRAND, Documents pour servir à l’histoire de l’insurrection du
département du Gard contre le coup d’Etat du 2 décembre, Alès, Impr.
de l’Union républicaine, 1883, 191 p.
- Jean MAURAIN, La politique ecclésiastique du second Empire de 1852 à
1869, París, Alcan, 1930, p. 354-485.
- Pierre TOUVENERAUD, A.A., La participation du P. d’Alzon à la défense
des Etats pontificaux 1859-1863, en « Pages d’Archives », II (octubre de
1960), p. 385-410.
- Jean TULARD (bajo la dirección de), Dictionnaire du Second Empire,
París, Fayard, 1995, 1347 p.
- Le P. d’Alzon défenseur des droits du Saint Siège (1859-1870) en Dossier
sur la vie et les vertus d’Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 674-692.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué deberes de discreción están obligados a respetar los clérigos en
materia de elección o de preferencias políticas?
• Las varias experiencias políticas del P. d’Alzon ¿te parecen acertadas?
¿Por qué?
• ¿Qué convicciones pueden guiar tus preferencias políticas? ¿Puede
iluminarlas el Evangelio?
• ¿El compromiso eclesial no debería constituir una especie de freno para
las pasiones políticas, los entusiasmos nacionales y patrióticos?
126
24
En el fondo de la querella “gaumista”
(1853)
N
o está probado que el P.
d'Alzon se haya encontrado
con los dos hermanos
sacerdotes Gaume, Jean-Alexis y
Jean-Joseph, sino que solamente
con el primero (Lettres, t. I, p. 50).
Y sin embargo está claro que
manifestó una comunión de
pensamiento con ellos, sellada por
el mismo fervor ultramontano.
Jean-Joseph conoció la notoriedad
cuando publicó en 1851 su libro
manifiesto: Le ver rongeur des
sociétés
modernes
ou
le
paganismo dans l’éducation [El
gusano
que
carcome
las
sociedades modernas o el
paganismo en la educación]. Ello
le valió un sonoro altercado con su
obispo, monseñor Dufêtre, de
Nevers,
y
con
monseñor
Dupanloup, joven obispo de
Orleáns. Apoyado por el cardenal
Gousset de Reims, que le nombró
Vicario General honorario de su
diócesis, y por Louis Veuillot que
tomó partido con armas y bagajes
por él en el Univers, sostenía que
el uso exclusivo de los autores
paganos en los estudios clásicos
era una de las causas de la
decadencia de la sociedad
cristiana.
Deseaba
que
se
introdujera el estudio de los Padres
de la Iglesia, tanto griegos como
latinos. Como sucede a menudo en
las batallas ideológicas a la
francesa, la exclusión cambió de
campo; se defendió de manera
absoluta la substitución total de los
autores paganos por autores
cristianos para las clases de
humanidades.
Solicitada la opinión de Roma,
donde la presencia multiforme de
la Antigüedad impregnaba toda la
historia y su cultura, ésta intervino
en un sentido más mesurado
proponiendo en la encíclica Inter
multiplices (1854) una juiciosa
127
EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853)
dosificación o mezcla.
El P. d’Alzon, a quien todas las
cuestiones de educación le
apasionaban, no pretendía excluir
de los estudios clásicos en su
colegio todo contacto literario con
los autores paganos. Partidario por
cierto de una reforma que
incluyera la doble herencia, había
propuesto en las columnas de la
Revue de l’enseignement chrétien
un proyecto de publicación de
autores cristianos en Nimes. Jules
Monnier fue uno de los primeros
que produjo unos cuadernillos, en
1851-1852, presentando textos
latinos sacados de los Padres de la
Iglesia (Ambrosio, Lactancio,
Avit). Por su parte Germer-Durand
preveía una publicación semejante
de seis colecciones de textos
griegos.
Pero del círculo de los entendidos,
la querella de los clásicos había
transcendido ya al gran público.
Un canónigo de Autun, el abate
Landriot, propuesto para obispo de
La Rochelle en 1856, publicó en
1852 una voluminosa obra sobre la
misma
controversia,
titulada
Examen crítico de las Cartas del
abate Gaume sobre el paganismo
en la educación, tras haber
producido en 1851 Investigaciones
históricas sobre las escuelas
literarias del Cristianismo, con
observaciones sobre “le Ver
rongeur” [El gusano que
carcome].
Con monseñor Dupanloup, otro
fino experto dentro del mundo de
la educación católica, la querella
volvía a cobrar actualidad a causa
de una carta pastoral: de una
cuestión de escuela pasaba a ser un
problema de Iglesia. Apoyándose
en la tradición de la Iglesia,
Dupanloup
privilegiaba
una
interpretación cristiana de las obras
paganas a partir del Concilio de
Trento. Por otra parte, de los
mismos textos y de las mismas
autoridades, los Padres de la
Iglesia, se podían defender las dos
tesis absolutamente contrarias.
Hasta
que
sobrevino
un
apaciguamiento deseable para
imponer a los extremistas de
ambos bandos un punto de vista
lógicamente
complementario
(Roma locuta causa finita) dotado
de un buen sentido práctico. Roma
puso fin en 1854 a una
controversia
cuyos
excesos
terminaban por perjudicar los
intereses católicos mismos.
Señor abate
Mil agradecimientos por el relato de su viaje a Roma1, que ha
tenido a bien comunicarme. Hele aquí vengado más allá de lo que
128
EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853)
hubiera podido esperar, y vengado como un sacerdote de Jesucristo
puede serlo. Esta carta del Papa es un acontecimiento para los
estudios2. Comprendo que usted no quería darle una excesiva
publicidad. Sin embargo algo tendrá que trascender. Piense que sus
esfuerzos serán ahora legitimados contra todos los ataques de los
partidarios del antiguo sistema.
Desearía hacerle una pregunta, si no resultara indiscreta. ¿Dónde
va a plantar ahora su tienda? ¿Se vuelve a Nevers3?¿Se va a dedicar
a poner por obra sus principios ahora victoriosos? ¡Vea lo que me
permito indagar!
Acepte, señor abate, el homenaje de mis sentimientos más
respetuosos y más devotos.
E. d’Alzon.
¿Y en qué queda nuestro proyecto de Universidad católica4?
Carta al abate Gaume,
Nimes, 11 de abril de 1853,
Lettres, t. I, p. 259-260.
_______
El abate Jean-Joseph Gaume (1802-1879) es un sacerdote nativo de la diócesis de Besançon, que
pasó al servicio de la diócesis de Nevers (1827); fue Vicario General (1843-1852) y residió luego en
París donde su hermano el abate Jean-Alexis era Vicario General de monseñor Affre y luego de
monseñor Sibour (1842-1856). Es autor de numerosas obras entre ellas el famoso Ver rongeur des
sociétés modernes, que disparó la mencionada querella “gaumista”.
1
No poseemos actualmente el relato del viaje a Roma del abate Gaume. En 1843-1844 había
cumplido ya un largo tiempo viviendo en Roma, había sido recibido por Gregorio XVI y publicó una
obra: Les Trois Rome, 4 volúmenes, 1847.
2 A petición del abate, Pío IX le mandó por mediación de su secretario, monseñor Fioramonti, una
carta que no conocemos sino indirectamente por los extractos reproducidos en una correspondencia
del abate con el cardenal de Reims, monseñor Gousset (18 de marzo de 1853), donde sólo figuran los
elogios y los estímulos del Papa, pero no sus reservas. La encíclica de Pío IX Inter multiplices, fechada
en Roma el 21 de marzo de 1853, no fue publicada en el Univers hasta el 11 de abril de 1853.
3 El abate Gaume, visto con frialdad por monseñor Sibour en París, volvió a la capital para entregarse
a sus numerosos trabajos de edición en la casa editora fundada con sus hermanos, en la calle de
Cassette nº 4. En 1872 Roma le confió la dirección de la Obra Apostólica y le dio el título de
protonotario apostólico.
4 ¿Proyecto de Universidad católica? El P. d’Alzon era un convencido adepto, que ya en el mes de
agosto de 1851 había lanzado en Nimes el ambicioso proyecto del inicio de una Universidad de San
129
EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853)
Agustín, establecimiento de altos estudios literarios, científicos y teológicos, también el desarrollo de
una Escuela preparatoria para las grandes escuelas del Estado, una Escuela Normal para la formación
de maestros y la Revue de l’enseignement chrétien. Las Universidades católicas en Francia no verán la
luz hasta 1875 tras la adopción de la ley Laboulaye.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la querella de autores clásicos y paganos:
- La querella “gaumista” desbordó al otro lado del Atlántico hasta las
riveras del río San Lorenzo: ver las obras de Alexis PELLETIER y de HenriRaymond CASGRAIN en Quebec.
- Daniel MOULINET, Les classiques païens dans les collèges catholiques? Le
combat de Mgr Gaume, Cerf, 1995, 496 p. (col.: Histoire religieuse de la
France).
- Gérard CHOLVY y Nadine-Josette CHALINE, L’enseignement catholique en
France aux XIXe et XXe siècles, Cerf, 1995, 296 p. (col.: Histoire
religieuse de la France).
Para una lectura personalizada
• ¿Comprendes las querellas de opinión, de sensibilidad y de tendencias en
la Iglesia? ¿Hasta qué punto te parecen legítimas y benéficas?
• El papado bajo Pío IX dio numerosas pruebas de aprobación y de aliento
al partido ultramontano en Francia. ¿Cómo se manifestaba esto?
• El partido galicano y liberal, representado sobre todo por monseñor
Dupanloup, no se quedó inactivo por su parte. ¿Cuáles eran según tú los
verdaderos desafíos de los enfrentamientos detrás de los combates de
pluma y los recursos a Roma?
• ¿Por qué y cómo según tu parecer el P. d’Alzon, seducido en su juventud
por las ideas menesianas, evolucionó hacia un ultramontanismo
intransigente y a veces agresivo?
130
25
Los quebrantos de salud (1854)
P
ese a la opinión de Léon
Daudet que calificaba al
siglo XIX de estúpido, éste
ha sido un gran siglo para la
medicina en general y la cirugía en
particular, la reina de las
aplicaciones y de los experimentos
de esa Facultad: los trabajos de
Virchow, Darwin, Claude Bernard,
Chatin, Pasteur, Pollender, Schow,
Charcot y de Vulpian, para no citar
más que algunos entre tantos otros,
han hecho progresar estas
disciplinas que seguían siendo
hasta entonces muy empíricas. No
se puede decir que las guerras sean
un progreso moral para la
humanidad, y sin embargo todas
las batallas de las que está llena la
historia humana han sido a su
manera lugares y acontecimientos
con consecuencias humanitarias
capitales. Pensemos
en la
generalización de la anestesia,
puesta a punto en los Estados
Unidos y practicada ampliamente
tras las carnicerías de la guerra de
Secesión,
evoquemos
las
pesadillas de Henri Dunant
después de Solferino que le
impulsaron a poner las bases de la
Cruz Roja y pensemos ya en las
proezas realizadas por Larrey en
los campos de batalla en tiempos
de Napoleón Iº.
Como cualquier mortal, el P.
d’Alzon pagó su tributo a la
enfermedad.
Aunque
de
constitución sólida, despilfarró
muy pronto y muy rápidamente su
capital de salud, según sus propias
palabras, maltratando a su
organismo mediante comidas
expeditivas, un tren de vida
llevado a mata caballo en todos los
caminos y en todos los tiempos,
horas de sueño recortadas y
acumulación de nerviosismo del
que su entorno sufrió sin duda las
consecuencias. Leyendo de cerca
los
testimonios
de
su
correspondencia uno se deja ganar
131
LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854)
rápidamente por la impresión de
un acelerado desgaste y por la
realidad de dolorosos y continuos
malestares, entre los cuales fuertes
migrañas. Los dientes y el
estómago fueron sus puntos
débiles, curados o aliviados por la
farmacopea de entonces: leche de
burra, píldoras de opio e infusiones
de toda laya, sin contar las
consabidas sangrías, sanguijuelas y
otras vejigatorias.
Pero en mayo de 1854 la
enfermedad fue mucho más grave
con una seria alerta de amenaza de
hemiplejía. El P. d’Alzon tuvo
entonces
que
aceptar
un
tratamiento apropiado de larga
duración: más reposo, estaciones
de cura en aguas termales, algunos
cuidados especiales, a la espera de
poder volver a montar en su
cabalgadura.
En
tales
circunstancias
descubrió
lo
benéfico de las aguas de Lamaloules-bains, una estación termal
todavía desconocida que trataba de
desarrollar su amigo y médico, el
Doctor Privat.
María Eugenia de Jesús tenía
costumbre de ir a las termas de
Cauterets en los Pirineos. El P.
d’Alzon frecuentó Vichy, en el
Macizo Central (1854), o Bagnères
de Bigorre, en los Pirineos (1868),
pero Lamalou era su preferida a
causa del buen efecto medicinal
que le hacían sus aguas, sin olvidar
las de Cauvalat en el Vigán. La
Asunción nunca ha carecido de
médicos, quizá algún día, uno de
ellos se entregue seriamente a un
estudio clínico profundo, aunque
sea retrospectivo, sobre la salud
del Fundador.
Lamalou es en todo caso el lugar
privilegiado por excelencia donde
el P. d’Alzon afinó los capítulos
del Directorio (1859) y de donde
salieron las famosas cartas a las
Adoratrices,
especie
de
meditaciones en que el enfermo
que él era supo abstraerse de su
mal para profundizar en ese
misterio inagotable haciendo una
lectura espiritual del sufrimiento.
Mi querida Madre:
En fin, estoy mal, y en cama, tras algunos golpecitos de sangre que
no son nada, pero que quiero impedir que lleguen a ser graves. Estoy
constantemente adormilado y el joven que tiene la pluma1 ha estado
velando toda la noche a una marmota. Me han hecho una aplicación
bastante fuerte de sanguijuelas y me van a administrar algunas
medicinas. En una palabra, si intento levantarme, me caigo al suelo sin
sentirme mal; por eso prefiero la posición horizontal a todas las demás.
132
LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854)
Voy a intentar escribir en regla una nota para la señorita
P[élissier] 2. Por favor diga a la señora de Gastebois3 que no le podré
responder durante algún tiempo. ¿Sería usted tan buena para decirle
al señor Poujoulat4 el motivo por el que no le respondo? El señor
Roux-Lavergne5 se encargará de su artículo. Mi médico quiere
enviarme a Vichy. Está persuadido de que necesito muchísimo reposo
y una absoluta abstracción de mis preocupaciones ordinarias.
Tendría otras cosas que decirle, pero la cabeza me duele demasiado
en este momento, y aquí me detengo.
Adiós, mi querida hija. Creo que estoy bastante afectado. Hoy hace
treinta años que tuve algo parecido6.
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
Nimes, 20 de mayo de 1854,
Lettres, t. I, p. 430.
_______
1 Esta carta fue dictada por el P. d’Alzon a su secretario ocasional, el Hermano Marie-Joseph Lévy
(1833-1879).
2 Señorita Amélie de Pélissier, dirigida espiritual del P. d’Alzon, que en abril de 1856 pasa a ser por
matrimonio la señora Louis-Joseph-Josías de Gaillard d’Escures (+1919). La boda tuvo lugar en la
capilla de las Religiosas de la Asunción en Chaillot.
3 Señora de Gastebois es miembro de la Orden Tercera de la Asunción de París, de la que fue algún
tiempo priora.
4 Jean-Joseph-François Poujoulat (1800-1880) es un escritor y periodista, que fue diputado en 18481849, editor de las cartas de San Agustín y de Bossuet especialmente. Se casó con una pariente de la
Madre María Eugenia de Jesús, Marie Foulon (+ 1856).
133
LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854)
5
Pierre-Célestin Roux-Lavergne (1802-1874), filósofo, doctor en letras, autor de algunos libros,
diputado en 1848, redactor del Univers, ordenado sacerdote después de enviudar (1855), algún tiempo
profesor del colegio de la Asunción en Nimes.
6 El P. d’Alzon alude a su enfermedad del 20 de mayo de 1824, día en que debía haber hecho la
primera comunión en París, aplazada a más tarde.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la salud del P. d’Alzon y la medicina del siglo XIX:
- André FAVARD, Emmanuel d’Alzon à Lamalou. Evocation sonore, junio de
1991, 4 p.
- André FAVARD, Lamalou-les-Bains. Il y a 130 ans: Emmanuel d’Alzon, en
« Midi Libre », 7 de julio de 1987. El texto de este artículo ha sido
reproducido en « À travers la Province », nº 52 (1987), p. 8-9.
- Nouveau dictionnaire de médicine et de chirurgie pratiques, bajo la
dirección del Dr. JACCOUD, París, ed. Baillière, publicado entre 1864 y
1886, 40 vol.
- Dominique LECOURT, Dictionnaire de la pensée médicale, París, P.U.F.
Quadrige, 2004.
- Jean-Charles SOURNIA, Histoire de la médicine, La Découverte, 2004
(reedición).
- Louis DULIEU, La médicine à Montpellier du XIIème au XXème siècle,
París, P.U.F., 1988, 6 tomos.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué idea te haces de la medicina y de los medicamentos del siglo XIX?
• Para un enfermo amenazado de hemiplejía, ¿no te parece que el P.
d’Alzon conserva toda su lucidez y permanece todavía fuertemente
pendiente de sus preocupaciones ordinarias?
• ¿Qué ventajas corporales y espirituales sacó el P. d’Alzon de sus curas de
aguas termales en Lamalou-les-Bains? ¿Qué lazos estableces tú entre
curación y salud?
• El P. d’Alzon recurrió en su vida a numerosos médicos, aunque sus más
cercanos le hayan reprochado que no se preocupara suficientemente de su
salud. Para un religioso apostólico, ¿la salud es sólo un capital a
despilfarrar?
134
26
Un nuevo obispo en Nimes,
monseñor Plantier (1855)
E
l nombramiento del abate
Plantier para la sede de
Nimes fue una sorpresa
dolorosa para el P. d’Alzon,
Vicario General de su predecesor,
monseñor Cart, y Vicario
Capitular durante el interim. La
reputación de predicador un tanto
mundano del nuevo obispo y su
figura supuestamente galicana en
el momento de su promoción
episcopal, –lo que provocó
además algunas reservas por parte
de Roma–, dejaban en la sombra
muchas de sus cualidades,
destacadas sin embargo por
monseñor Mioland,
por el
cardenal Donnet y por monseñor
Lyonnet. Nombrado por decreto
imperial el 30 de agosto de 1855,
preconizado el 28 de septiembre,
monseñor Plantier fue consagrado
el 18 de noviembre siguiente en la
primacial de San Juan de Lyon
por el cardenal de Bonald.
En la carta que el P. d’Alzon le
dirigió el 18 de septiembre de
1855, había bajo los efluvios
elogiosos consabidos la sombra de
cierta reticencia, de una lección y
de una amonestación preventivas:
“Conocemos ya, monseñor, el
éxito que Dios da a su palabra, y
nos felicitamos al pensar que
usted podrá emplearla con las
mismas bendiciones en una
diócesis en que vuestro santo
predecesor
nos
había
acostumbrado a predicaciones
apostólicas
y
frecuentes.
Encontrará una diócesis en que la
obediencia de los sacerdotes a su
obispo se hacía fácil, porque el
obispo se gloriaba de predicar
con el ejemplo mediante su
sumisión filial a las órdenes y a
todas
las
intenciones
del
Soberano Pontífice. Nuestros
católicos son ardorosos y
generosos;
los
protestantes
135
UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855)
tambaleantes; con un campo así
preparado, un apóstol como
usted, Monseñor, puede llegar
con las mayores esperanzas”.
El P. d’Alzon pensó incluso en
dimitir de su puesto, pero tuvo la
lealtad y la paciencia, antes de
cualquier gesto llamativo o
temperamental, de verificar la
legitimidad de sus aprensiones y
de pasarlas por la criba de la
experiencia vivida en contacto
con el nuevo obispo. Ahora bien
éste, pese a todas las presiones
contrarias, mantuvo al P. d’Alzon
en su puesto de Vicario General,
como si quisiera apuntarse
abiertamente
a
la
causa
ultramontana. La franqueza y el
sentido católico de estos dos
hombres hizo el resto: se hicieron
amigos el servicio de la Iglesia
local de Nimes, cada cual a su
manera y según su temperamento,
pero en perfecta comunión con la
Sede apostólica amenazada a
partir de 1859 en su libertad.
Monseñor Plantier se distinguió
sobre todo por su obra doctrinal,
que hizo de él ciertamente uno de
los obispos más importantes de su
tiempo
por
sus
escritos,
abundantes y densos. Tenía
arrestos para invitar al Emperador
en 1860 a que modificara su
Mi querida hija
136
política
frente
al
papado,
recordándole
el
enojoso
precedente de Napoleón Iº y su
humillante destierro en Santa
Elena; no temió en 1861 tomar la
pluma para denunciar las medidas
tomadas por Persigny contra la
Sociedad de San Vicente de Paúl
y en 1863 para replicar
vigorosamente, en una carta
pastoral muy comentada, a los
ataques racionalistas de Renan
que había publicado su Vida de
Jesús ese mismo año de 1863. En
1862, rompió con el Imperio, lo
que le valió el más absoluto
ostracismo por parte de la
administración hasta 1869 y el
mote por parte del Emperador de
alborotador de Nimes.
Aunque el abate Deplace se
empeñó en denunciar supuestas
presiones
que
el
partido
ultramontano, d’Alzon a la
cabeza, hubiera ejercido sobre su
obispo, este último mantuvo
claramente su línea de conducta:
apoyo sin fisuras a Roma,
participación con la mayoría en el
Concilio en favor de la definición
de la infalibilidad. En mayo de
1875, el P. d’Alzon no sólo
lloraba a un amigo, sino que
perdió a un auténtico maestro.
UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855)
Su carta de ayer me fue entregada en el preciso momento en que
iba a sentarme a la mesa. Vuestro comisionado no quería perder el
ómnibus de las doce y media; he ahí por qué sólo le escribí dos
palabras. Tuve sin embargo la posibilidad de reflexionar, mientras
almorzaba, y entonces quedé convencido de que no tenemos otra
solución que la de dejar hacer. La ordenanza está en el Monitor. Pero
aunque así no fuese, ¿de qué sirve debatirse contra un hecho, triste
sin duda, pero del que podemos sacar buen partido? El abate
Plantier1 se pondrá en no pocos aprietos si quiere distanciarse de
nosotros; y si se nos acerca, quizá haga por fuerza un bien que un
ultramontano no hubiera hecho. La diócesis es demasiado romana
para poder hacerle mella antes de mucho tiempo. ¡Quien viva verá!
Me parece que estoy en bastante buena disposición; quiero que sea
perfecta. Quizá Dios quiere que yo sufra aún por ciertos aspectos que
desconozco.
Nuestro retiro marcha bastante bien2. Lamento que los fuertes
dolores de cabeza me impidan hablar como hubiera deseado. Nos ha
llegado un eclesiástico para ser religioso3, estoy bastante contento de
él. Quizá le impongamos el capuchón, al mismo tiempo que al señor
Cusse, del que le he hablado a menudo. Mi única impresión por el
momento, es que debo amar mucho el desprecio y la humillación, que
debo dejar de lado las preocupaciones de construcciones4, para
ocuparme ante todo de edificar la casa espiritual. Celebro la misa
mejor que de costumbre, pero tengo una sequedad que da miedo. ¡Así
sea!
Adiós, mi queridísima hija. No tengo ningún reparo en decirle estas
breves palabras. Todos vienen a verme y yo no voy a ver a nadie.
Todo suyo en Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
París, 7 de septiembre de 1855,
Lettres, t. I, p. 589-590.
_______
1
El abate Claude-Henri-Augustin Plantier (1813-1875), nacido en Ceyzerieu (Ain), ordenado
sacerdote en 1837, miembro de la institución de los Cartujos desde 1831 (de los misioneros
diocesanos de Lyon), profesor de una cátedra de hebreo en la Facultad de Teología de Lyón (1838),
autor de obras exegéticas, predicador renombrado, Vicario General de Lyón (1855), recomendado para
137
UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855)
el episcopado por monseñor Mioland, el cardenal Donet y monseñor Lyonnet, nombrado a la sede
episcopal de Nimes el 30 de agosto de 1855.
2 Del 7 al 14 de septiembre de 1855 el P. d’Alzon predica un retiro a los religiosos de Clichy.
3 Sin tener mayor precisión, podemos pensar ya sea en el abate Ambroise, por entonces sacerdote
postulante, o bien en el abate Bagès, sacerdote novicio en 1854. ¿Pero estas dos designaciones no
recubrirán a la misma persona?
4 ¡Las preocupaciones de construcciones deben ser una especie de enfermedad congénita o infantil de la
Asunción! Por entonces se quería construir en Nimes y en Clichy, lo mismo que entre las Religiosas en Auteuil
y pronto en Nimes. Es bien conocido el adagio, en toda época: qui bâtit, pâtit (el que construye, sufre).
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre monseñor Plantier y la diócesis de Nimes:
- Abate Jules CLASTRON, Mgr. Plantier évêque de Nîmes, París-Poitiers,
ed. Oudin, 1882.
- Marcel BRUYÈRE, Mgr. Plantier évêque de Nîmes (1813-1875). L’activité
apostolique d’un évêque sous le Second Empire, Lyón-París, 1925.
- R. SAUZET, Contre-Réforme et Réforme catholique en Bas-Languedoc. Le
diocèse de Nîmes au XVIIème siècle, París-Lovaina, Nauwelaerts, 1979.
- Alexandre-Charles GERMAIN, Histoire de l’Eglise de Nîmes, Nimes, 1842.
- Le P. d’Alzon vicaire général de Mgr. Plantier (1855-1875), en Dossier sur
la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 730-757.
- Lettres d’Alzon, t. II, p. 68, nota 1.
Para una lectura personalizada
• Para expresar un juicio ponderado sobre alguien, ¿no es preferible
esperar la prueba de los hechos sin dejarse impresionar demasiado por los
rumores y los prejuicios?
• La actitud del P. d’Alzon, pese al sentimiento de tristeza expresado en el
momento del anuncio de este nombramiento, ¿no está de hecho basada en
un abandono sobrenatural a la Providencia?
• Los hechos prueban que el P. d’Alzon supo superar sus aprensiones
iniciales para trabajar en confianza con monseñor Plantier. ¿En tu opinión
qué es lo que explicaría este cambio de actitud por ambas partes?
• ¿Cómo aprendes a dominar tus impresiones, tus sentimientos o tus
humores ante el anuncio de ciertos nombramientos o elecciones en la
Iglesia?
138
27
Continuas dificultades en Nimes
(1856)
L
os años 1855-1857 fueron
especialmente
dolorosos
para el P. d’Alzon. Además
del cuidado de su quebrantada
salud, hubo de enfrentar una grave
crisis financiera en el colegio de
Nimes. Una primera causa hay
que buscarla en una coyuntura
económica desfavorable a partir
del año 1848. El P. d’Alzon que
vivía de su sueldo como Vicario
General y de una pensión
concedida por su familia (esta
última
cuidadosamente
contabilizada como adelanto
sobre la herencia), tenía que
afrontar
gastos
financieros
crecientes que no podían cubrir
sus ingresos, incluso aumentados
con otros dones. Para tomar a su
cargo el colegio de Nimes había
tenido que pedir préstamos y
endeudarse. Había tomado sus
precauciones para ocultar a su
familia una segunda fundación
asuncionista en París, que fue
abierta a nombre del P. Charles
Laurent
y
no
al
suyo,
entendiéndose con la Madre
María Eugenia de Jesús para los
primeros
gastos.
¡Su
correspondencia sobre el tema se
parece más a documentos de
gente de negocios que a consultas
espirituales!
Pero ahogado financieramente,
tuvo que recurrir una vez más a la
caja familiar; pero esta vez el
viento había cambiado. La señora
d’Alzon, que era la dueña de la
fortuna familiar, ya no estaba
predispuesta tan generosamente
con él: su hijo que le costaba más
que dos holgazanes le parecía
sumergido en un torbellino de
negocios desastrosos y se había
139
CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856)
alejado ostensiblemente en el
plano político de la línea recta
legitimista que prevalecía en
Lavagnac. El abate, que además
se había embarcado en la
fundación de una Congregación,
¿no iba a comerse los ahorros
familiares y dejar a sus dos
hermanas despojadas de la
herencia? El P. d’Alzon tuvo que
oír estos duros reproches,
aderezados con una acusación
apenas velada de incapacidad
económica. Para ceder a una
nueva petición, la señora d’Alzon
puso condiciones: venta o cesión
del
colegio
de
Nimes,
nombramiento de un consultor
experto (señor Devès) para la
liquidación y tutela impuesta al
¡hijo pródigo!
El P. d’Alzon, humillado, tuvo
que soltar lastre. De 1855 a 1857
buscó
varias
soluciones:
abandonar Nimes e irse a París
(que era el deseo más querido de
la Madre María Eugenia de Jesús:
ella hubiera tenido así a su
director espiritual a mano),
instalar su colegio en Beaucaire o
construir otro más modesto en el
terreno del patronato de Nimes.
Consiguió en este contexto la
venta por parte de sus padres de
una propiedad rural en El Vigán
(Anglas) y la agregación de un
segundo experto financiero, el
140
abate Berthomieu, más favorable
a sus aspiraciones.
La situación se hizo insostenible.
¡La Señora d’Alzon amenazó con
hacer intervenir a un escribano e
incluso al Nuncio! So pretexto de
razones de salud, el P. d’Alzon se
ausentó de Nimes casi todo el año
1857
para
instalarse
provisionalmente en Auteuil en la
casa de las Religiosas que
construían allí su convento. Al
menos podía seguir desde allí con
más calma a la nueva comunidad
del colegio de Clichy, organizar
un noviciado más regular que el
de Nimes, demasiado inmerso en
los problemas del colegio, y
mantener un sólido lazo con las
Religiosas que se mostraban tan
solidarias y fraternas con él.
En octubre de 1857, las
negociaciones concernientes al
colegio, entre su familia y los
accionistas, encontraron una
solución que se consideró
equitativa: el P. d'Alzon fue
liberado de toda responsabilidad
financiera asumiendo sólo la
responsabilidad moral. Volvió a
instalarse en Nimes de manera
estable y retomó el ejercicio de su
Vicariato; monseñor Plantier se
había mostrado muy comprensivo
respecto de su prolongada
ausencia. Pero esto no significó ni
el final del martirio de los
CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856)
escudos, ni el de la fundación de pausa en el curso de una
una Congregación, ni el del yugo existencia llevada a todo galope.
vicarial; todo lo más fue una
La carta que acabo de recibir de usted por medio de la señora
Durand1, eso creo, me alegra enormemente. ¡Qué palabra! Mi
decisión está tomada, no retrocederé2, a menos de uno de esos golpes
de [la] Providencia como los que no hay que esperar. Podría dejar
aquí al P. Brun3 y al P. Mauviel4 en el patronato. En fin, veremos, y
quien viva verá. El día en que tomé mi gran resolución, cayó en mis
manos una imagen de Dusseldorf, que recibí de usted probablemente,
y que representa al Ecce homo de pie, con las palabras de San Juan:
Ecce rex vester, que ellos han desnaturalizado. Pero poco importa.
Creo que eso es lo que necesito: la imitación de la debilidad, de la
humillación y del sufrimiento de un rey semejante. Lo que me apena5
más es ¡no poder conservarle este sagrario! Usted me guardará la
imagen de la Santísima Virgen6.
Sor M.-Walburge ha llorado la partida de Sor M.-Elisabeth, pero le
aseguro que yo la encuentro admirable en el olvido de sí con todas
sus Hermanas, y en la obediencia a usted. El miedo a desobedecerle
le preocupa constantemente y es el punto sobre el que más me
consulta. Desde entonces me parece más alegre y contenta, y siempre
con la misma rectitud. Como desde hace algún tiempo se abre más
sencillamente conmigo, o juega un juego muy finamente, o le puedo
asegurar que no ha dado a Sor Elisabeth sino lo que convenía de
llorar para ayudarle a partir con menos pena. A distancia se puede
uno equivocar. Por mi parte, creo que Sor M.-Walburge hace
grandísimos esfuerzos, con Sor M.-Augustine sobre todo. He tenido
esta mañana con ella una larguísima conversación sobre la necesidad
de pasar de las teorías a la práctica. He podido hablarle de sus
defectos; sacrifica fácilmente sus lecturas a la oración y me ha
prometido luchar contra sí misma7.
El abate Mermillod8 me ha escrito. Me espera. No podré ir a
Ginebra hasta el 20, a causa de la venta de Anglas. Adiós. Voy al
oficio.
[E. d’Alzon]
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
141
CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856)
Nimes, 30 de octubre de 1856,
Lettres, t. II, p. 145-146.
142
CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856)
_______
1
Cécile Germer-Durand. De viaje a París, los Germer-Durand hacían un alto para visitar a sus
parientes en Boulogne-Billancourt.
2 Desde la crisis financiera de los años 1848-1849, la situación del colegio de Nimes se hizo muy
crítica. Los padres del P. d’Alzon accedían a entregar a su hijo dinero fresco, como adelanto sobre la
herencia, al vender una propiedad en El Vigán, Anglas, pero imponían condiciones draconianas que el
P. d’Alzon no podía aceptar, como la de retirarse del colegio. La crisis duró hasta junio de 1858.
Hippolyte Saugrain propuso la creación de una sociedad de accionistas que se hacían propietarios del
colegio.
3 Henri Brun (1821-1895), uno de los cinco primeros Asuncionistas profesos en 1850, profesor,
misionero en Australia (1862-1873), fundador de la Asunción en los Estados Unidos en 1891.
4 Prosper Mauviel (1830-1892), sacerdote de la diócesis de Montauban, conocido en París en el
colegio de Clichy-la-Garenne, entró en la Asunción en 1857, pero volvió a su diócesis en 1859.
5 Del antiguo francés: poindre: hacer sufrir.
6 Père Jean Gourbeillon, O.S.B. (1814-1895), a veces llamado Jehan de Solesmes, sacerdote en
1844. En 1841, enviado al priorato parisino de Saint-Germain, trabajó en el taller de un tal señor Bion
donde aprendió escultura. El P. d’Alzon le había comprado una de la Santísima Virgen para la capilla
del colegio.
7 Las Religiosas de la Asunción habían fundado un priorato en Nimes en 1855, siendo el P. d’Alzon su
superior eclesiástico según las normas de entonces. En 1856 hubo cambios en la comunidad: Sor
Marie-Elisabeth de Balincourt (1823-1900) había sido llamada a París y remplazada por Sor MarieAugustine Bévier (1816-1895), una maestra de estudios muy notable pero de carácter difícil. La
superiora de la comunidad, entonces situada en la calle Roussy, seguía siendo Sor Marie-Walburge
Howly (1826-1910).
8 Eclesiástico suizo, el abate Gaspard Mermillod (1824-1892) era entonces párroco de Ginebra,
promovido a obispo de Hebrón en 1864, auxiliar de monseñor Marilley, Vicario Apostólico de Ginebra
en 1873, expulsado de Suiza, obispo de Lausana y Ginebra en 1883, creado cardenal en 1890. Se
trataba por entonces de fundar una comunidad asuncionista en Ferney-Voltaire donde el párroco, el
abate François-Denis Martin (1814-1877) manifestaba intenciones de entrar en la Congregación.
143
CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre las Religiosas de la Asunción:
- Les origines de l’Assomption. Souvenirs de famille, Tours, Mame, t. I y II
(1898), t. III (1900) y IV (1902).
- Gaëtan BERNOVILLE, Les Religieuses de l‘Assomption, Grasset, t. I (1948)
y t, II (1951).
- Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices,
Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches
Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano].
- Thérèse-Maylis TOUJOUSE, R.A., Marie-Eugénie et le Père d’Alzon :
Intuitions communes, influences réciproques?, París, 1988, 90 p. (Etudes
d’Archives, nº 4).
- Le P. d’Alzon et les Religieuses de l’Assomption (1845-1855) en Dossier
sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 608-627.
Sobre el colegio de Nimes:
- Louis SECONDY, L’enseignement secondaire libre dans l’Académie de
Montpellier (1854-1924), 1974.
- Louis SECONDY, Aux origines de la maison de l’Assomption à Nîmes
(1844-1853), en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXème
siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile
POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 233-258.
- Le P. d’Alzon et la maison de l’Assomption à Nîmes (1846-1857) en
Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. I, p.
467-521.
Para una lectura personalizada
• ¿No tenía el P. d’Alzon demasiadas cargas sobre sus espaldas? La crisis
financiera del colegio de la Asunción, ¿no tenía más causas que su
pretendida inexperiencia económica y su legendaria prodigalidad?
• ¿Cómo se pudo construir financieramente la Asunción? ¿De dónde podía
venir el dinero?
• ¿Tuvo el P. d’Alzon dificultades como superior eclesiástico de las
Religiosas de la Asunción en Nimes? ¿Por qué?
• ¿La Asunción no sufría sobre todo de tener demasiados proyectos y pocos
hombres? ¿Ha cambiado esto en nuestros días, según tú?
144
28
El Decreto de alabanza
para la Asunción (1857)
T
oda Congregación nace
diocesana, es decir, en
concreto, con la aprobación
de un obispo. Ha de pasar por la
prueba del tiempo y de la
duración para acceder al status de
derecho pontificio si lo desea y si
acaricia una ambición apostólica
fuera de su cuna de origen. Para
ello, Roma le enseña y le impone,
además de la santa paciencia, el
recorrido del guerrero: recoger el
testimonio favorable de al menos
tres obispos de tres diócesis
diferentes donde la Congregación
esté implantada. El P. d’Alzon,
pese al deseo de dirigirse
directamente al Papa Pío IX y
gracias a juiciosos canonistas que
le aconsejaron seguir la vía
jerárquica normal, no atropelló las
dulces costumbres romanas. Se
dirigió a monseñor Cart, su
superior inmediato en Nimes, a
monseñor Sibour, que había
aceptado en 1851 en su territorio
de París a la comunidad del
colegio del barrio Saint-Honoré, y
aconsejado por la Madre María
Eugenia de Jesús, al cardenal
Gousset de Reims, amigo de las
Religiosas, y también a monseñor
de La Bouillerie, obispo de
Carcasona (Lettres, t. II, p. 67-68,
nota 1). Tres obispos hicieron en
1854 en su debida forma la carta
de recomendación, tres autógrafos
piadosamente
conservados
todavía hoy en un sobre de la
Congregación romana para los
Institutos religiosos.
La gestión tuvo su resolución
positiva el 1º de mayo de 1857: la
Congregación romana llamada
entonces de los Obispos y de los
Regulares concedió a la Asunción
146
EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857)
el Decreto de alabanza tan
deseado y para el que el joven
François Picard, comisionado por
el P. d’Alzon, no había ahorrado
esfuerzos. Pasa lo mismo hoy día
cuando se trata de conseguir un
documento oficial en las altas
esferas: hay que saber pasar
tiempo en la antecámara, honrar a
los prelados con visitas amistosas
y, sin dejar de recordarles
discretamente el objeto de la
petición, ¡no mostrarse sobre todo
demasiado ansioso por recibir la
respuesta!
Como su nombre lo indica, este
decreto no tiene más valor que el
dar ánimos; sólo precede a otra
etapa que requiere la misma
destreza para su obtención, el
Decreto de aprobación. El P.
d’Alzon, a quien se tacha a
menudo de apresurado, se
apresuró
lentamente
para
conseguir este segundo favor,
concedido el 26 de noviembre de
1864. Comportaba sin embargo el
carácter de provisional porque no
incluía
el
texto
de
las
Constituciones, presentadas ad
experimentum. Es sabido que en
Roma, como en todas partes, lo
provisorio puede durar mucho
tiempo.
Es cierto que la Congregación
como tal ya podía presentarse
como “aceptada” en las listas
oficiales, sin embargo el Fundador
murió en 1880 sin que sus
Constituciones
fueren
definitivamente aprobadas. Se
sabe que iban a sufrir, después del
martirio de las chaillotadas,
muchos
otros
arreglos
y
enmiendas, para ser debidamente
registradas mediante aprobación
pontificia solamente en 1923. El
P. d’Alzon había muerto a los 70
años, su Congregación recibía su
acta de bautismo
o
de
consagración oficial a los 78 años.
Quiera Dios, después de su santa
Iglesia, darle la promesa de vida
que sonrió a Melquisedec sobre
esta tierra de elección por
excelencia que es la misión sin
fronteras.
No le he escrito, mi querida hija, porque no creía poder informarle
de nada y porque solamente en el momento de partir para las Santas
[Marías] 1 he recibido la carta que adjunto. Heme aquí de vuelta
desde hace algunas horas, muy triste con la tristeza que ha debido de
causarle la muerte de Sor M.-Kostka2. Le confieso sin embargo que
no me apena tanto el hecho de que usted no haya estado a su lado en
su último suspiro. Sor T [hérèse]-Em[Manuel] la asistió, y pienso que
147
EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857)
mi querida hija se fatiga mucho por no estar inquieta cuando le evitan
una fatiga más.
He aquí dos cartas: una de mi madre, en respuesta a la noticia que
yo había transmitido a mi padre sobre la aprobación de nuestra
pequeña Congregación3 (Se la anuncié inmediatamente a usted, pero
no me habla de esto). Ahí verá lo que se me responde. He enviado la
carta de mi madre al señor Berth[omieu]; usted tiene también mi
respuesta.
Sin embargo continúo pensando que sería muy deseable que
pudiéramos seguir al menos un año más en Nimes. La dispersión, en
este momento, causará un mal efecto en el Midiodía y, aunque
admitamos que nuestras ideas no son las de Dios, no viendo aún
claramente la voluntad de Dios4, pienso que hemos de conservar lo
que tenemos5. En dieciocho meses ya tendríamos medios para
volvernos, la posibilidad de emplear útilmente el mobiliario. Ofertas
de lo más hermosas se nos hacen en Marsella. En el plazo de seis
meses no podremos aceptarlas, en dieciocho sí podríamos, si
tuviéramos que cerrar la casa de Nimes…
E. d’Alzon.
Carta a la Madre María Eugenia de Jesús,
Nimes, 25 de mayo de 1857,
Lettres, t. II, p. 239-240.
_______
1 El P. d’Alzon en agosto de 1856 había prometido esta peregrinación a las Santas Marías del Mar en
Camarga a las señoritas Combié (Lettres, t. II, p. 121).
2 Sor Marie-Kostka Furlong (1833-1857), Religiosa de la Asunción de origen inglés, muerta en Nimes
prematuramente.
3 Notre petite Congrégation [Nuestra pequeña Congregación], es la expresión favorita del P. d’Alzon
cuando habla de ella. La humildad de la expresión designa también una realidad estadística: en 1858,
la Asunción, en 13 años de existencia, sólo contaba 22 religiosos profesos de los cuales 13 de coro, 2
oblatos y 7 legos.
4 Está muy claro por el contrario que incumbe al creyente buscar la voluntad de Dios sin pretender
dominarla o verla, como a tientas decía ya el apóstol Pablo. La Providencia es más el reino de la fe que
el de las ilusiones.
5 Inteligencia espiritual y sabiduría humana se conjugan y se fortifican mutuamente: más vale resistir
que correr.
6 Si quisiéramos hacer la lista de los proyectos de fundación barajados por la Asunción en esta época,
una vuelta geográfica a Francia apenas bastaría: Beaucaire (Gard, 1847), Narbona (Aude, 1855),
Marsella (Bouches-du-Rhône, 1857), Le Nouailler (Vienne, 1857), Ferney-Voltaire (Ain, 1858),
Montmorillon (Vienne, 1858), sin contar por supuesto Rethel (Ardenas, 1858), intento que duró tres
148
EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857)
meses. Sin duda que en la Asunción siempre ha gustado el estilo Carta a la dispersión (ya antes de
que ésta existiera, para no evocar sino el pasado).
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el reconocimiento progresivo de la Congregación:
- Le P. d’Alzon et la Congrégation de l’Assomption de 1858 a 1868 en
Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p.
644-647.
- Collectanea, nº 2, B, p. 3.
- Aubain COLETTE, A.A., en « Pages d’Archives », abril de 1958, p. 174176.
Para una lectura personalizada
• ¿Con qué signos de reconocimiento concretos se abría en Roma el largo
camino de aprobación de una Congregación nueva? ¿Cuáles han sido los de
la Asunción?
• ¿Qué te parece la práctica de la Iglesia en este renglón? ¿Ha habido
regímenes de favor o de disfavor en este recorrido de aguante?
• ¿Tienes idea de los mecanismos en la Iglesia que engendran las formas de
reconocimiento de Congregaciones, de procedimientos y de métodos
utilizados para su estatuto? ¿Qué pasa hoy en los recursos de unión, de
fusión, de absorción entre Institutos religiosos?
• Las formas de vida religiosa registradas en las Congregaciones romanas
no reciben todas a lo largo del tiempo promesas de vida eterna. ¿Cuáles
son las mejores condiciones o exigencias que “aseguran” la duración de
una Congregación?
149
29
Dos ordenaciones de Asuncionistas
en Le Mans (1858)
U
na Congregación clerical
como
la
Asunción
experimenta
alegría
cuando ve llegar al sacerdocio a
miembros que han sido llamados
y que se han preparado para ello.
Cierto que en nuestros días una
ceremonia de ordenación se
celebra con gran concurso de
celebrantes y de cantos, así como,
habitualmente,
con
la
participación de una numerosa
asistencia entre la cual se cuenta
con los familiares más cercanos.
Cuando evocamos la ordenación
de los primeros Asuncionistas, es
forzoso constatar que ello no era
automáticamente así. El abate
d’Alzon en Roma, en diciembre
de 1834, fue ordenado sin
asistencia en el oratorio privado
del cardenal Odescalchi, tras un
retiro de un mes en los Jesuitas de
San Eusebio; lo mismo Francisco
Picard, en el mismo lugar, en
mayo de 1856, por monseñor
Ligi-Bussi, habiendo realizado
precedentemente
un
retiro
mensual en los Lazaristas de
Montecitorio.
En cuanto al Padre Galabert, si
bien
pronunció
sus
votos
perpetuos entre las manos de su
Superior local, el P. Picard, el 30
de junio de 1856, sobre la tumba
de San Pedro en el Vaticano, ¡fue
ordenado
sacerdote
tan
discretamente el 7 de junio de
1857 que no sabemos todavía hoy
el nombre del obispo que
procedió a esta ordenación! Por el
contrario, en el caso del P.
Vicente de Paúl Bailly las
circunstancias
están
mejor
dilucidadas:
su
ordenación
sacerdotal tuvo lugar el 1º de
enero de 1863 en la capilla del
vicegerente de Roma, por
150
EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859)
monseñor de Villanova Castellani.
Se
había
preparado
espiritualmente mediante un retiro
en los mismos Lazaristas de
Montecitorio.
Otros religiosos entraron en la
Asunción siendo ya sacerdotes, es
el caso de los Padres Elphège
Tissot (1825, en Lyón), Henri
Brun (diciembre de 1845, en
Mende) y Charles Laurent
(diciembre de 1845, en Nimes), lo
cual hace pensar que fueron
ordenados en el cuadro de las
ordenaciones
diocesanas,
previstas ordinariamente por las
Témporas, en la catedral de la
diócesis de origen.
Volvamos al año 1858: el Sábado
Santo 3 de abril, Esteban Pernet e
Hipólito Saugrain recibían el
sacerdocio de manos de monseñor
Nanquette, obispo de Le Mans, en
la capilla de este obispado, lo que
elevaba a nueve el número de
Asuncionistas
(profesos
perpetuos) sacerdotes en esta
fecha, si no olvidamos al abate
O’Donnell (sacerdote irlandés
ordenado en Charleston en los
Estados Unidos en 1824 por
monseñor England).
En cada caso, si el P. d’Alzon no
podía estar físicamente presente,
se tomaba muy a pecho unirse en
la oración y expresar por carta sus
augurios al joven elegido. Nada
podía ser para él más precioso que
poder contar en la corona familiar
con esta gracia de nuevas perlas
presbiterales, tan grande era su fe
en el poder sobrenatural del
sacerdocio. El rigor de las cifras y
de las fechas, el orgullo de los
números o de las estadísticas le
importaban poco o bien se le
escapaban a veces, pero no la
ciencia espiritual del ser interior
moldeado por la vida en Dios.
Nos damos cuenta de ello
fácilmente leyendo los consejos y
los votos que expresaba cada vez:
trabajar por la perfección de que
un alma es capaz y en la extensión
del rei-no de Jesucristo, hacerse
sacerdote según el corazón de
Dios, intentar procurar una
mayor gloria a Dios, tales son sus
pensamientos en cada ocasión.
El P. d’Alzon tenía la ciencia de
los santos y la conciencia de la
urgencia de la evangelización. Por
cierto, no quería desatender la
preparación teológica de sus hijos,
a veces un tanto caótica, pero
estaba más preocupado de guiar
auténticos y perfectibles obreros
evangélicos, bajo la acción del
Espíritu,
por los
caminos
encumbrados de la fe.
151
DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858)
Cuando esta carta te llegue, querido hijo, ya serás sacerdote. Me
causa una gran alegría el pensar que vas a subir las gradas del
santuario, al que tus deseos te impulsaban desde hace mucho1 y te
digo que es para mí gran sacrificio el que me impongo no yendo a
asistir a tu primera misa2. La celebrarás sin embargo en familia ya
que su-birás por primera vez al altar en la capilla de estas Hermanas
que tan buenas son con nosotros3. Ofrezco a Dios la privación de
estar lejos. ¡Hubiera sido para mí una dicha tan gran llevarte a
Nuestro Señor en tus ornamentos sacerdotales! Pero es muy bueno
poder ofrecerle algo mejor. La renuncia a nuestros mejores deseos y
el pensamiento de que estamos separados de aquellos a quienes más
amamos, en los grandes momentos de su vida, con el fin de procurar
su gloria, es el mejor medio de probar que le amamos por encima de
todas las cosas.
Te deseo a ti y a nuestro buen Pernet, a quien comunicarás esta
carta, un corazón grande para poder recibir más abundantemente el
espíritu del sacerdocio. Tener el carácter no lo es todo4, hay que
adquirir además todas las virtudes. Las voy a pedir todos estos días
para ustedes. No les pido que recen por mí. Me parece que siento los
efectos de los buenos deseos de ustedes.
Adiós, mi querido hijo. Que Nuestro Señor y la Santísima Virgen
pongan para siempre su trono en tu corazón y que tu vida sea en
adelante enteramente para la extensión del reino de Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Lee la breve nota del señor Berth[omieu]. Tengo una trifulca con el
P. Laurent. Este buen hijo me falta a menudo, sin darse cuenta, y esta
vez se lo he hecho notar.
Carta a Hipólito Saugrain,
1º de abril de 1858,
Lettres, t. II, p. 415.
_______
1
El P. Pernet y el P. Saugrain fueron ordenados en Le Mans el Sábado Santo 3 de abril de 1858 por
monseñor Nanquette, amigo de la Asunción. Estaban acompañados y presentados por el P. Picard. El
P. Saugrain tenía 36 años, el P. Pernet 32. Como buenos Asuncionistas de la época, habían estudiado
la teología como autodidactas.
152
DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858)
2
Debido a las circunstancias, los primeros Asuncionistas no fueron rodeados por sus hermanos o sus
familias en la ordenación sacerdotal: el abate d’Alzon está solo en Roma el 26 de diciembre de 1834,
los Picard, Vicente de Paúl y Galabert lo mismo.
3 En sentido literal, la primera misa de un joven sacerdote es la del día de su ordenación. A menudo se
entiende por “primera misa” la que celebra al día siguiente, solo o rodeado por otros, pero él como
celebrante principal. Para el P. Pernet fue en Clichy el día de Pascua de 1858, 4 de abril; para el P.
Saugrain en Auteuil. Se habla también de “primera misa” para las que el recién ordenado dice por
primera vez en una capilla o iglesia particular los días siguientes a la ordenación.
4 Tema clásico en la teología del sacerdocio, el carácter es el sello, la sphragis del sacramento
recibido del obispo.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la ordenación de los primeros Asuncionistas:
- Para la ordenación del abate d’Alzon: Lettres, t. A, p. 759-770.
- Para la ordenación del P. Picard: Daniel STIERNON, A.A., en « Pages
d’Archives », diciembre de 1967, p. 611. E. LACOSTE (Baudouy), Le P.
François Picard, París, B.P., 1932, cap. III, p. 29 - 45.
- Para la ordenación del P. Vicente de Paúl Bailly: Rémi KOKEL, A.A., Le
Père Vincent de Paul Bailly, París, B.P., 1943, cap. II, p. 21-30.
- Para la ordenación del P. Pernet: Postulation, Le P. Etienne Pernet A.A.,
fondateur des Petites Sœurs de l’Assomption, París, B.P., 1901, cap. III,
p. 22-35.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué puedes destacar en cuanto a las ideas del P. d’Alzon sobre el
sacerdocio en esta carta?
• ¿El espíritu de la Asunción te parece bien destacado en esta página? ¿En
qué expresiones lo reconoces?
• ¿Los Padres Pernet y Saugrain han respondido, de acuerdo con lo que tú
sabes, a estos deseos y a estas oraciones del P. d’Alzon en la realización
de su vocación sacerdotal?
• Dios “amado por encima de todas las cosas” ¿no es éste el ideal
espiritual permanente para un sacerdote?
153
30
El Padre d’Alzon y su amigo el poeta
Jean Reboul (1859)
L
a ciudad de Nimes quiso
honrar al Felibre con una
fiesta, el 12 de marzo de
1859, invitando a los tres
maestros
del
renacimiento
occitano, Roumanille, Aubanel y
Mistral. Estos poetas fueron
recibidos con brillantez en el
colegio de la Asunción por el P.
d’Alzon, el abate de Cabrières que
por entonces era su segundo, el
abate Barnouin, ecónomo, y el
señor Germer-Durand, prefecto de
estudios. Una lápida en el salón de
entrada y de honor recuerda
todavía
el
acontecimiento
histórico que tuvo su día después
en el ayuntamiento de Nimes.
Pero fue en el Colegio donde los
convidados tomaron parte en el
banquete triunfal y donde en el
momento de las copas tuvieron
lugar los brindis. La reseña del
acontecimiento fue publicada en
la Armana provençau en 1859. El
poeta nimeño, Jean Reboul, era de
la partida por más de un título.
El poeta panadero era del círculo
de los íntimos del P. d’Alzon del
que ha escrito en una de sus cartas
el 29 de mayo de 1851: “Es un
buen y digno eclesiástico,
instruido, lleno de distinción en
sus modales, caritativo hasta la
profusión,
ardiente
en
el
apostolado”.
El hombre era ya célebre en 1838
cuando recibió el martes 24 de
julio la visita del ilustre
Chateaubriand que pasó algunas
horas en la ciudad y visitó en su
domicilio a Reboul, lo que nos ha
valido esta anécdota sabrosa: “Le
encontré en su panadería, y me
dirigí a él sin saber a quién
hablaba, no pudiendo distinguirle
de sus compañeros de Ceres: él
registró mi nombre y me dijo que
154
DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858)
iba a ver si la persona por la que
preguntaba se encontraba en casa.
Volvió al poco rato y se dio a
conocer. Me llevó a su comercio;
circulamos por un laberinto de
sacos de harina y escalamos por
una especie de escalera hasta un
reducido reducto como la cámara
de un molino de viento. Allí nos
sentamos y conversamos. Yo me
sentía tan feliz como en mi
buhardilla de Londres y más feliz
que en mi sillón de ministro en
París…” ¡Podemos pensar que el
P. d’Alzon recibía allí el mismo
tipo de recibimiento!
Por cierto, en 1848 hubo un ligero
enfriamiento en sus relaciones: el
puntilloso legitimista que era
Reboul reprochaba al Vicario
General su aparente evolución
republicana. Muy pronto sin
embargo las cosas volvieron a su
cauce y se cuenta incluso que el P.
d’Alzon disfrutó de las primicias
de algunas producciones literarias
del poeta, además de sus barras de
pan.
En 1852, el Gobierno imperial
quiso distinguir al poeta con una
condecoración que él declinó
diciendo que no creía haber
llegado aún al estado de
monumento. En mayo de 1864,
Reboul se extinguió en su
panadería, él que había realizado
estudios de abogado a los que había tenido que renunciar para
afrontar cargas cada vez más
acuciantes.
La calle recibió su nombre en
1865, sustituyendo la antigua
denominación de rue de la
Carreterie. En 1867 fue erigido
un monumento en el jardín de la
Fontaine, y monseñor Plantier
hizo poner en 1866 un medallón
en la fachada de su casa natal. El
P. d’Alzon no se quedó atrás: hizo
colocar una inscripción en latín en
el dintel de la puerta de entrada,
en el ángulo de las calles Jean
Reboul y Trois Maures, no lejos
de las Arenas, el anfiteatro
romano: (Hic Ioan Reboul vixit et
obiit 1796-1864) [Aquí vivió y
murió Ioan Reboul].
Los amantes y curiosos del viejo
Nimes encontrarán cierto placer
hojeando algunas páginas de poesías floridas, de encanto algo
ajado, de este poeta original, que
tal vez no tendrán ya el sabor de
su harina, pero que guardan
todavía el gusto de la amistad.
…Los aplausos de los convidados siguieron a las palabras del
felibre de los Jardines [Roumanille] 1. A su vez, Aubanel2 se levantó y
dijo: “!Oh, Musa de los campos, sin estar vestida de seda eres sin
155
EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859)
embargo tan bella! ¡Musa de los Provenzales! Desde lo alto de las
colinas donde a menudo vas a correr cuando sopla el viento en las
encinas, cuando sopla el mistral, desciende rauda, desciende hasta
aquí; y trae a los convidados nuestro cálido agradecimiento!
Los aplausos de los convidados acompañaron los versos del felibre de
la Miougrano. Mistral3 se levanta entonces y así habla a la asamblea:
“Noble villa de Nimes que tan bien recibes a los Felibres, ¡que siempre
tus hijos sean felices y libres! ¡Que tu nombre por los siglos esté entre los
primeros! ¡Que tu cocodrilo nos preserve siempre de la serpiente! Que la
paz de Dios se conserve en ti y que tu palma florezca!4
Los aplausos de los convidados acompañaron los versos del
Felibre de Belle-Vue, y la alusión que los últimos versos hacen a las
armas de Nimes causaron, como es justo, un gran gozo a los nimeños.
Finalmente aquél que había coronado a los Felibres, el venerable y
hermoso Reboul, se levanta. He aquí cómo habló: “Brindo por
Mireio, el más bello espejo en que se haya mirado nunca la
Provenza…! Mistral, tú vas a París, recuerda que las escaleras de
París son de vidrio! ¡Nunca olvides que fue un buen católico de la
parroquia de San Pablo5 quien depositó la corona en tu cabeza! Así
habló Reboul y las lágrimas brotaron de sus ojos; la alegría y la
emoción henchían todos los corazones. Se hubiera dicho un viejo
profeta que imponía las manos sobre la frente de su discípulo y le
dejaba su manto y su genio.
Extracto de «L’Assomption et ses œuvres»,
Reboul et l’Assomption, nº 35 (1º de junio de 1876), p. 82-84.
_______
1 Joseph Roumanille (1818-1891), el Felibre de los Jardines, es un escritor e impresor provenzal que
publicó en 1847 Les Pâquerettes, en 1851 Les Songeuses y Les Provençales, en 1860 Les Oeuvrettes
en vers. Le debemos igualmente el Almanach provençal donde aparecieron en 1883 Les Contes
provençaux.
2 Théodore Aubanel (1829-1886) es un escritor provenzal, uno de los fundadores del Félibrige, que
colaboró en la Armana Provençau y publicó en 1860 La Grenade entrouverte (Miougrano), en 1878 Le
Pain du péché, en 1885 Les Filles d’Avignon, compilación condenada por las autoridades religiosas. Se
editó en 1928 Le Pâtre y en 1944 Le Rapt.
3 Frédéric Mistral (1830-1914), el escritor más célebre del Félibrige, que comenzó su carrera literaria
escribiendo en 1851 su poema épico Mireille, publicado en 1859, que le aseguró la celebridad.
4 Cocodrilo y palmera figuran en el escudo de armas de la ciudad de Nimes, expresión de su fundación
por parte de colonos romanos, antiguos legionarios que habían realizado la campaña en Egipto.
5 Esta iglesia de Nimes ha sido reconstruida a partir de 1835, sobre planos del arquitecto Charles
Questel. La artesanía de hierro forjado se ha atribuido a los talleres Boulanger de París, la cerrajería y
156
EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859)
las verjas al nimeño Martin Nicolas, los vitrales a Maréchal, los mosaicos a los hermanos Mora, las
bajorrelieves del vía crucis al escultor nimeño Auguste Bosc y la decoración pictórica a Flandrin. El
grueso de la obra fue terminado en 1845, los órganos realizados por Cavaillé-Coll en 1848. La
consagración solemne de la iglesia tuvo lugar el 14 de noviembre de 1849.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre Jean Reboul y su obra:
- Poésies de Jean Reboul de Nîmes, précédées d’une notice biographique
et littéraire, París, Delloye, 1842.
- Les traditionnelles, nouvelles poésies de Jean Reboul de Nîmes, ParísNimes, Giraud, 1857.
- Lettres de Jean Reboul de Nîmes, publiées avec une introduction par M.
Poujoulat, París, Lévy, 1865.
- Abate de CABRIÈRES, Jean Reboul. Dernières poésies, Aviñón, Seguin,
1865.
- Eugène BAILLET, Biographies et souvenirs de quelques poètes ouvriers,
París, Labbé, 1898.
- Jean THOMAS, Le Nîmois Jean Reboul, poète chrétien, en De la
Révolution à la Séparation de l’Eglise et de l’Etat 1789-1905, Lacour,
1987, p. 216-229.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué sabes del movimiento de los Felibres y del Félibrige para la
restauración de la lengua y de la cultura provenzales en el siglo XIX?
• ¿Cómo se manifiesta hoy todavía este apego a la cultura provenzal? ¿Qué
piensas de las manifestaciones religiosas que rodean o acompañan los ritos
folclóricos propios de los Felibres?
• ¿Se interesó el P. d’Alzon de manera general por las expresiones
literarias de su época?
• El arte en la Francia del siglo XIX guardó numerosas expresiones
religiosas, especialmente bíblicas, antes de su laicización, tanto en
literatura como en pintura y en música. ¿Tienes ejemplos sobre este tema?
157
IV Parte
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
Un recluta excepcional, Vicente de Paúl Bailly (1860)
La Asunción en Burdeos (1860)
Mujeres en santidad, mujeres en la Iglesia (1861)
Industrialización en el Gard (1861)
Una caravana de Nimes en peregrinación a Roma
(1862)
Una aventura, Constantinopla (1863)
La señorita Correnson (1864)
Una lluvia de vocaciones para las Oblatas (1865)
En el centro de la plaza: tauromaquia y corridas de
toros (1866)
En plena confidencia y confianza con una dirigida
(1867)
p. 149-152
p. 153-156
p. 157-161
p. 163-167
p. 169-173
p. 175-179
p. 181-185
p. 187-191
p. 193-197
p. 199-203
31
Un recluta excepcional,
Vicente de Paúl Bailly (1860)
E
l
P.
d’Alzon,
cuya
preocupación
activa
y
constante
en
materia
vocacional es notoria, tuvo la
alegría en 1860-1861 de acoger en
la Asunción a dos hijos de la
familia Bailly de París: al mayor,
Vicente de Paúl, y al último,
precisamente Benjamín, a quien el
P. d’Alzon le gustaba apodar
“Culot” (“Pollito”).
Vicente de Paúl había hasta
entonces perseguido más bien una
carrera profesional. Titular de tres
bachilleratos (1848 letras, 1853
ciencias,
1858
derecho),
rechazado en Saint Cyr (1850) y
en la Politécnica (1851), pero
admisible en 1852, decidió
finalmente
entrar
en
la
administración de los Telégrafos
en noviembre de 1852 y fue
enviado para hacer su práctica al
puesto de Nimes en marzo de
1853. Alojado en el Colegio de la
Asunción, donde dio clases de
matemáticas, pudo apreciar la
compañía del Fundador al tiempo
que seguía su carrera profesional
en diversos lugares.
En 1856 entró al servicio del
Gabinete de Napoleón III en el
palacio de las Tullerías, encargado
de un puesto de confianza por
excelencia: el archivo de la
correspondencia diplomática. En
1857 dimitió para ocupar un
puesto menos brillante. Miembro
en 1855 del patronato de Santa
Melania, del que llegó a ser
director en 1857, frecuentó a los
notables
parisinos
de
las
Conferencias de San Vicente de
Paúl, donde su padre le había
introducido en 1855, siendo
elegido miembro y subsecretario
del Consejo Central de la Sociedad
(1855). En los salones mundanos
160
UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860)
de la capital su compañía era muy
apreciada por su ingenio, su
distinción y sus buenos modales
así como por sus múltiples
competencias. Era un apasionado
por el teatro, al mismo tiempo que
conservaba una fe cristiana muy
viva.
A principios del año 1860, dio a
conocer a sus padres su intención
de acceder a las Órdenes y obtuvo
unas vacaciones para hacer un
viaje preliminar llamado de
distracción, que le llevó hasta
Nuestra Señora de la Guardia en
Marsella. Según sus anotaciones,
el 16 de abril de 1860, percibió
allí el llamado a unirse al P.
d’Alzon,
cuya
nostalgia
conservaba. Vino a Nimes en
junio de 1860 para ponerse bajo
su dirección y para hacer un retiro
preparatorio. Su entrada en el
noviciado de la Asunción se
decidió en la tarde del 2 de julio
de 1860. Disfrutó aún durante el
verano de un viaje a Suiza,
presentó su dimisión como
telegrafista el 30 de septiembre y
llegó a Nimes el 15 del mes
siguiente, después de hacer un
alto en Nuestra Señora del Puy,
aunque con el corazón desgarrado
por dejar a su padre enfermo y a
su familia disminuida.
El 21 de octubre el P. d’Alzon le
dio el hábito asuncionista en
presencia
de
un
antiguo
compañero de trabajo, el señor
Pouget,
admitido
excepcionalmente a la ceremonia.
En contacto con el P. d’Alzon,
Vicente de Paúl se entusiasmó con
las generosas ideas apostólicas de
la Asunción. En noviembre volvió
a París a la cabecera de su padre
enfermo, quien murió el 12 de
abril de 1861. Al mismo tiempo,
confiaba la dirección de su vida y
de su conciencia al P. Picard,
entonces Maestro de novicios en
Auteuil, calle de la Fontaine,
donde las Religiosas de la
Asunción.
En estas circunstancias, a
principios de diciembre de 1860,
Vicente de Paúl descubrió en
París, en el número 8 de la calle
François Premier, el terreno en
venta donde se iba a instalar más
tarde una comunidad apostólica
emprendedora.
El
17
de
septiembre volvió a Nimes para
terminar con un retiro su tiempo
de noviciado, el que gracias a una
dispensa fue reducido de un año.
El 31 de octubre, pronunció entre
las manos del P. d’Alzon sus
primeros votos, que fueron
igualmente perpetuos.
A partir del 7 de noviembre se
encuentra en Roma para hacer los
estudios de teología en el Colegio
de los Jesuitas, en la Minerva y en
161
UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860)
el Apolinar, tiempo de estudios sacerdote a los 31 años en la
tan rápido como su recorrido de capilla de monseñor Villanova
iniciación a la vida religiosa. El 1º Castellaci, tras 20 días de retiro en
de enero de 1863 era ordenado los Lazaristas de Montecitorio.
Pienso, mi querido amigo, que has terminado tu viaje1 y que ahora
estás hecho todo un hombre después de haber visto los glaciares y
dado el bautismo de nieve a tus manos. Por desgracia, también mi
hermana mayor ha terminado su viaje en esta tierra2. ¡Y tú sabes lo
que es perder a una hermana!3 Cierto que nos deja grandes
consuelos. Su confesor me decía que era una santa de primer orden;
lo era por su espíritu de fe, su inmensa caridad y su delicadeza de
conciencia. Sin embargo, los juicios de Dios son impenetrables, por
eso hay que seguir rezando por los que amamos. Recomiendo a mi
hermana a las oraciones de todos los tuyos.
El 7 por la tarde estaré en París; y si quieres venir a buscarme a
Auteuil el 8 por la mañana, puedes estar casi seguro de encontrarme
allí.
El horizonte se oscurece mucho por el lado de Italia4 y trato de
ofrecer hospitalidad en Nimes a algunos profesores que desean venir
a enseñar aquí. La persecución de Herodes trajo la dispersión de los
apóstoles y marcó la hora de la difusión del Evangelio entre los
Gentiles5. Entre las manos de la Providencia todo se transforma en
medio, incluso la de estudiar la teología romana sin ir a Roma6. Ya
comprendes a Garibaldi.
Presenta mis respetos a tus padres, da recuerdos míos a Benjamín7
y confía, mi querido hijo, en mi más tierna amistad.
E. d’Alzon.
Carta a Vicente de Paúl Bailly,
Lavagnac, 27 de julio de 1860,
Lettres, t. III, p. 266-267.
_______
1
El joven Vicente de Paúl Bailly (1832-1912), antes de llegar a Nimes para el retiro preparatorio a su
entrada al noviciado, había hecho una gira por el Oeste de Francia. El 6 de julio de 1860 abandonaba
Nimes y proseguía su excursión por Lyón, Interlaken (Suiza), Lucerna, Einsiedeln y Estrasburgo.
Sabemos que el 26 de julio estaba en París.
162
UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860)
2 Augustine d’Alzon murió el 15 de julio de 1860 en Montpellier. Fue inhumada en la tumba de los
d’Alzon en el cementerio de Montagnac, cerca de Lavagnac.
3 Alusión a la muerte de Adrienne Bailly (1831-1854), la primera de los hijos de Bailly, fallecida en
Polonia.
4 Como consecuencia del tratado de Zúrich (noviembre del 1859), la unificación de Italia estaba en
marcha. Los movimientos revolucionarios obligaron a Napoleón III a aceptar la unión de Italia Central al
Piamonte (marzo de 1860), lo que privó al Papa de todos sus Estados, menos el Lacio que conservó
hasta 1870.
5 Según Hechos 8, 1 y 11, 19.
6 Este no fue el caso del joven Vicente de Paúl ya que estudió la teología en Roma (entre noviembre
de 1861 y 1863) con su hermano Benjamín y Agustín Gallois, alojados en pensión en casa de los
Resurreccionistas Polacos en Saint-Claude des Bourguignons.
7 Benjamín Bailly, el futuro P. Emmanuel Joseph (1842-1917), alumno en el Colegio de la Asunción
de Clichy, recibió allí el hábito de manos del P. Charles Laurent el 30 de mayo de 1861.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la formación religiosa de los dos hermanos Bailly A.A.:
- Rémi KOKEL, A.A., Le Père Vincent de Paul Bailly, journaliste et pèlerin,
1832-1912, París, Bonne Presse, 1943, 195 p.
- Adrien PÉPIN, A.A., Chronologie de la vie du P. Vincent de Paul Bailly
1832-1912, Roma, 1964, p. 125-276. [Sigue después de Chronologie de la
vie du P. François Picard 1831-1903, p. 1-123].
- Paul CASTEL (Adrien PÉPIN), A.A., Le P. François Picard et le P. Vincent
de Paul Bailly dans les luttes de presse, Roma, 1962, 602 p.
- Siméon VAILHÉ, A.A., Souvenirs pour un centenaire. Le P. Emmanuel
Bailly, Supérieur général des Augustins de l’Assomption, París, Bonne
Presse, 1941, 63 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué es lo que explica, según tú, el sentimiento de preferencia o de
predilección que el P. d’Alzon mantuvo siempre hacia el futuro P. Vicente
de Paúl Bailly?
• ¿Qué podemos decir sobre la relativa rapidez de la formación religiosa y
teológica del Hermano Vicente de Paúl Bailly?
• ¿Qué lectura providencialista hace el P. d’Alzon de los acontecimientos?
¿No hay muchos inconvenientes en sacar demasiado rápidamente lecciones
morales de una coyuntura pasajera?
• ¿Por qué los Asuncionistas estudiantes en Roma buscaban alojamientos
de alquiler en otras familias religiosas? ¿Cuáles fueron, y con qué ventajas?
163
32
La Asunción en Burdeos (1860)
L
a ciudad de Burdeos acogió
primeramente
a
las
Religiosas de la Asunción en
1860. En efecto, la Madre María
Eugenia de Jesús abrió una
comunidad en esta ciudad a
finales de agosto de 1860 a
petición del cardenal Donnet, por
entonces arzobispo de la diócesis.
Las Religiosas se instalaron en la
calle Terre Nègre (hoy Boulevard
Wilson, nº 370), de manera
precaria como sucede a menudo
en las fundaciones.
El P. d’Alzon vino en persona a
visitarlas
a
principios
de
diciembre de 1860 y para
aportarle el apoyo de su afecto
amistoso a quien recibió la pesada
carga de ser nombrada ecónomaconstruc-tora en tiempos difíciles.
Ella se apodó a sí misma Sor
Juana de la Miseria.
Las Religiosas pudieron emprender la construcción de su convento-escuela en 1870, edificio que se
terminó en 1900 y fue levantado
según los planos de los arquitectos
Aymar Verdier (1818-1880) y
Jean-Jacques Valleton (18411916), en un estilo mixto
románico-gótico fácil de encontrar
aún hoy día en la ciudad. La
enseñanza de las Congregaciones
se incrementó en Burdeos, y las
Religiosas de la Asunción eran la
cara
femenina
de
otros
establecimientos reservados a los
muchachos: el de los Jesuitas de
Saint-Joseph de Tivoli (en avenida
d’Eysines, nº 40) y el de los
Marianistas que iniciaron el
complejo escolar a partir de 1894
llamado Sainte-Marie Grand
Lebrun (en avenida Charles de
Gaulle, nº 164).
Más tarde las futuras Oblatas
descubren también Burdeos en el
momento de la guerra de 1870.
Las dos hermanas Franck, judías
conversas y dirigidas espirituales
del P. Picard, transfirieron a
164
LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860)
Latresne, –ermita de San José du
Rocher (propiedad de la familia
del Conde de Bonneval)–, su
orfanato parisino de niñas que
luego, al pasar a Bouscat en 1893
(propiedad Bel-Air) iba a dar
origen a otra institución escolar
católica de la ciudad, el colegioescuela Santa Ana. Este último
fue conocido a partir de 1908
como convento e institución
escolar
de
las
Hermanas
Agustinas de la Consolación,
congregación diocesana antes de
fusionarse con las Oblatas en
1991.
Los
Asuncionistas
no
desembarcaron en Burdeos hasta
1892, mucho después de la muerte
de su Fundador, pero eso sí,
mediante un audaz golpe de
efecto tomando posesión de un
antiguo teatro, la Alambra (calle
d’Alzon), donde animaron obras
importantes de ayuda social y
financiera. Esta implantación
conoció un eclipse en 1901,
cuando los Asuncionistas tuvieron
que abandonar el suelo francés o
mantenerse
clandestinamente
aislados
como
sacerdotes
secularizados, tal como hizo el P.
Ignace Druart.
En 1910 se les pidió hacerse cargo
de la capilla Balaresque, que en
1937 se transformó oficialmente
en la parroquia Notre Dame de
Salut, en el barrio de Caudéran,
dominio de Mirande. En 1923
Burdeos fue elegida como centro
de la Provincia asuncionista, cuya
residencia cambió varias veces:
rue de Mirande, nº 22 (de 1923 a
1951), donde el P. Arthur Deprez
construyó la casa parroquial; rue
de la Croix de Seguey, nº 97 (de
1951 a 1960); rue de Lacanau, nº
132 (a partir de 1960), donde los
religiosos hicieron construir la
capilla Santa Mónica. En el otoño
del 2006, no sin gran pesar, los
Asuncionistas yendo de repliegue
en repliegue tuvieron que poner
fin a su presencia más que
centenaria en Burdeos, a penas un
año después que la comunidad de
las Hermanitas de la Asunción.
Voy a matar dos pájaros de un tiro, mi querida hija. Por el P.
Hippolyte había recibido su primera carta ayer o anteayer, y ahora
recibo otra por el correo de hoy. Esta respuesta será para las dos.
1º Estoy muy satisfecho con los detalles que me da sobre su casa1.
Ya que tienen 12 alumnas, esté muy convencida de que pronto tendrán
muchas más. Y salvo mejor consejo, aténganse a una cierta clase, con
tal de que más tarde tengan una escuela gratuita, para que pueda
165
LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860)
decirse que evangelizan a los pobres. Hay que caminar por esa senda,
y ya que ustedes tienen éxito sin charlatanería, no la practiquen. La
vecindad de los Jesuitas será para ustedes una excelente propaganda.
No se ocupe más de mí. Estoy entre los arados que se hunden a 50
centímetros, en los capazos, en las calzadas, entre las granjas y
granjeros, en las viñas, las alfalfas, las moreras, las esparcetas, las
ovejas, los bueyes, las mulas, los bosques, los centenos, las aceitunas,
las zanjas, los molinos, las inundaciones, las bodegas, las cubas, los
toneles. ¿Es suficiente? ¡Pues bien! Eso es algo de lo que me ocupo,
sin contar lo demás. Soy propietario agrícola3. Me estoy volviendo
terrestre, terminaré siendo un auténtico Judío carnal. He aquí dónde
estoy: bajísimo, bajísimo.
En cuanto a usted, hija mía, creo que debe hacer esfuerzos muy
continuos sobre su carácter y pedir siempre la fuerza de voluntad a
Nuestro Señor. Usted sabe que San Andrés Avelino había hecho el
voto de resistirse siempre a la voluntad propia. Es terrible pero es
muy hermoso. Sin hacer un voto como éste, usted puede luchar un
poco más contra sí misma.
Es muy posible que vaya a hacerles una breve visita a principios de
diciembre, aunque no puedo prometerlo de un modo absoluto. Diga,
por favor, mil cosas amables de mi parte a su Madrecita, a Sor Juana
de la Miseria, a todas sus Hermanas4, y crea, hija mía, que tendré una
alegría muy grande el día que sepa que mi hija se ha vuelto una
santa5. Su padre.
E. d’Alzon.
Muchos recuerdos al señor Daguilhan6. Si está cansada, suspenda
las penitencias.
Carta a Sor María-Margarita Mac-Namara,
Lavagnac, 11 de noviembre de 1860,
Lettres, t. III, p. 347.
_______
1
Implantación muy provisional todavía en el terreno de Terre Nègre en el pensionado de las
Dominicas de la Orden Tercera.
2 Institución escolar de Saint-Joseph de Tivoli, avenida de Eysines, nº 40.
166
LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860)
3
El vocabulario agrícola técnico del P. d’Alzon, impresionante, le viene de sus visitas a Lavagnac. Su
madre, la propietaria de los bienes de la familia, había muerto en octubre de 1860, y el P. d’Alzon entra
en posesión de la herencia de concierto con su única hermana viva, la señora de Puységur. A ella le
dejó la preferencia por Lavagnac y su dominio, obteniendo para sí la casa del Vigán, las granjas
cercanas y las tierras de Montmau, vasto dominio agrícola en el municipio de Saint-Pons de
Mauchiens, sin contar el dinero en efectivo repartido entre los dos. El señor d’Alzon, enfermo y muy
disminuido, que vivió hasta 1864, se conformó con una pensión.
4 La comunidad de las Religiosas de la Asunción de Burdeos comprendía al principio nueve religiosas:
Sor Marie-Catherine Combié (1828-1870) superiora, Sor Marie-Thèrèse de Commarque (18111882) ecónoma, Sor Marie-Marguerite Mac-Namara (1826-1909) maestra del pensionado que había
que levantar, a continuación de las Dominicas de la Orden Tercera. Estos tres pilares estaban
acompañadas por tres religiosas muy jovencitas, recién salidas del noviciado, Sor Jeanne-Marie
Pérouse (1834-1911), Sor Marie des Anges Hugues (1838-1901), Sor Marie-Agathe de Laroche
(1838-1878) y tres Hermanas conversas, Marie-Clémence Roure (1835-1878), Marie-Rémi Perthus
(1839-1921) y Marie-Jacqueline Henry (1832-1894).
5 El 16 de diciembre del 2006, un milagro atribuido a la Madre María Eugenia de Jesús ha sido
autentificado por el Papa Benedicto XVI, abriendo así el camino para la próxima canonización de la
Fundadora de las Religiosas de la Asunción, ceremonia prevista en Roma para el 3 de junio del 2007.
6 El señor y la señora Daguilhan eran un matrimonio de Burdeos, padres de una de las doce
primeras alumnas del pensionado de las Religiosas de la Asunción. Fueron también bienhechores
insignes de las Religiosas de la Asunción cuando fundaron allí.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre las familias de la Asunción en Burdeos:
- Francis FAYE, Un siècle de connivence, une architecture originale,
cuadernillo ilustrado (Convento de las Religiosas).
- Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Cent quatorze ans à Bordeaux, en « A
travers la Province », nº 208 (2006), p. 32-34.
- Les Origines de l’Assomption, t. IV, Tours, Mame, 1902, p. 47-58.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué consejos da el P. d’Alzon para esta nueva fundación? ¿Las
consideraciones de orden más personal te parecen equilibradas respecto a
las informaciones temporales o de naturaleza más colectiva?
• ¿Qué dificultades puede encontrar una fundación nueva? ¿Resultan un
estímulo o un freno en este caso preciso? ¿Qué apoyos tenían que buscar?
• ¿Sabes de alguna fundación en que Asuncionistas y Religiosas de la
Asunción tuvieron que apoyarse mutuamente?
• Hacer nacer a la Asunción en un lugar exige tiempo, energía y vigor
espiritual. Para ti ¿cuáles son factores de permanencia o al contrario de
provisionalidad en una implantación?
167
33
Mujeres en santidad,
mujeres en la Iglesia (1861)
E
l cristianismo nació del
testimonio de mujeres que
fueron las primeras en
recibir la luz de la Resurrección.
En este punto, la historia no ha
cambiado y el P. d’Alzon se hacía
eco de ello en esta página a la
señora de La Prade, que
acompañaba sus reflexiones como
consecuencia
de
una
peregrinación a las Saintes-Maries
de la Mer. La Virgen Ma-ría
reunió en torno a ella, en el afecto
y en la oración, a los apóstoles
congregados en el Cenáculo: el P.
d’Alzon, siempre generoso con
sus denarios, ¿no tuvo la intención
en 1861-1862 de comprar en
Jerusalén la tumba de María para
las Religiosas de la Asunción y el
Cenáculo para los Asuncionistas?
Dos lugares simbólicos que no
cesan de hablar a “hombres” de fe
alertas.
Esta presencia y este símbolo de
la mujer en el corazón de la fe no
han tenido en la historia cristiana
todas las repercusiones benéficas
que se podían esperar de la
comprensión de las Escrituras,
debido a comportamientos e
interpretaciones más culturales
que propiamente evangélicos. Y
sin embargo la Iglesia en su
enseñanza fundamental, fuera de
una cierta memez eclesiástica e
incluso pseudoteo-lógica tan
enorme como aflictiva, siempre
ha
valorizado
el
papel
eminentemente positivo de las
mujeres en la vivencia cotidiana
de la fe cristiana. En los altares
proliferan santas, misioneras y
mártires. Pero es cierto que en
este ámbito, la Iglesia ministerial,
institución
exclusivamente
masculina en su organización
jerárquica de arriba abajo y de
168
MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861)
abajo arriba, siempre ha preferido
las mujeres vírgenes o mártires,
silenciosas y desecadas en la
tumba, a las mujeres que hablan,
ermitañas, profetisas, visionarias,
extáticas o beneficiarias de
apariciones demasiado en carne y
hueso.
Ha habido que esperar al siglo
XVII para conceder a las
religiosas una forma de vida
apostólica, ya que el Concilio de
Trento había ligado vida religiosa
femenina y monástica bajo la
guardia de una clausura estricta.
Incluso San Francisco de Sales no
pudo liberar de ella a sus Hijas de
la Visitación, ¡que tuvieron que
vivir simbólicamente el misterio
de su nombre de “aire libre” en
los pasillos de sus claustros! Las
visitas formaban parte de la
Regla, pero en sentido único: ¡del
exterior al interior, y detrás de una
reja! Fue el sagaz San Vicente de
Paúl, astuto como hijo de
campesino, quien inauguró la
serie de mujeres apostólicas en la
vida consagrada con las Hijas de
la Caridad, dándoles por capilla la
iglesia de la aldea, por claustros
las calles de las ciudades y los
caminos de los campos y por
hábito los vestidos de las
campesinas de Champaña, con los
votos anuales como prima, puesto
que no podían ser consideradas
“auténticas consagradas” según
los artículos de la legislación
canónica de la época.
Y sin embargo, la historia del
cristianismo, comenzando por el
testimonio de los Hechos de los
Apóstoles, está repleta de mujeres
entregadas, generosas, apostólicas
y misioneras en el sentido primero
y no institucional, catequistas en
las casas y las escuelas, a la espera
de formas más comprometidas y
más reconocidas de nuestro
tiempo: capellanías en hospitales
y en ambiente escolar, teólogas
patentadas,
directoras
de
movimientos y de funciones
litúrgicas. Los protestantes han
resucitado en el siglo XIX a las
diaconisas; los católicos han
descongelado un tanto sus
costumbres para moverse algo en
este terreno, reconociendo por vía
de facto los compromisos
eclesiales en que las mujeres han
sido pioneras e iniciadoras, tales
como Pauline Jaricot en el siglo
XIX. La vida religiosa ha sido
para un gran número de ellas,
fundadoras y misioneras, este
ámbito emancipador, espacio de
libertad y de creatividad. Fue
Pablo VI quien en 1970 proclamó
“doctoras de la Iglesia” a las dos
primeras mujeres: Teresa de Ávila
y Catalina de Siena.
Juan Pablo II ensanchó la brecha,
169
MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861)
él que ha sido el primer Papa de la
historia en escribir una Carta a
las mujeres en 1996. El siglo XX
religioso ¿estaría completo sin los
rostros
luminosos
y
conmovedores de una Madre
Teresa de Calcuta, de una Edith
Stein, de una Madeleine Delbrel?;
¿y el siglo XIX sin Bernadette
Soubirous, Anna-Maria Taïgi o
Teresa de Lisieux, para no citar
sino
a
ellas?
No,
el
androcentrismo no es un fruto
evangélico, incluso si tiene la piel
dura en esta Iglesia que ha
recibido la promesa de una vida
eterna y deja tan a gusto a otros la
tarea de las liberaciones humanas.
¡Gracias al P. d’Alzon por sus
preguntas saludables: las alas
extendidas hacia el cielo terminan
siempre por tocar un día la tierra!
… He vuelto hace dos días de una peregrinación a las Santas Marías1.¿Por qué permite Dios que estas mujeres, estas compañeras de
sus correrías apostólicas, las amigas fieles de sus ignominias en el
Calvario, que con San Juan y la Santísima Virgen formaban casi solas
el núcleo de la Iglesia cuando Jesucristo expiró, cuyo amor sobrevivió
a su muerte y que merecieron ser las primeras en saber su
resurrección; por qué fueron arrojadas solas en esta playa, sin ayuda,
sin dirección, sin acción apostólica? ¿Por qué tal abandono? ¿Por
qué esta aparente severidad de parte del divino Salvador? Santa
Marta evangelizó Tarascón2, Santa Magdalena es la compañera de
los ángeles3, la tradición no da a las Santas Marías sino las arenas, el
mar y un clima insalubre. ¿Qué sucedió, cuando una de ellas murió,
en el alma de la que sobrevivió? ¿Qué prueba en semejante
abandono, qué méritos en este sufrimiento aparentemente inútil? Una
de ellas trajo la cabeza de su hijo, Santiago, el primer apóstol
martirizado4; la otra nada tenía consigo sino los recuerdos de la cruz
y de la resurrección. Eso les bastaba a las dos. ¡Que la fe le baste, mi
querida hija, y le ayude a extender las alas hacia el cielo!
Adiós, y mil veces suyo en Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Carta a la señora de La Prade,
Nimes, 19 de abril de 1861,
Lettres, t. III, p. 447.
170
MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861)
_______
La señora de La Prade o Laprade es una dirigida del P. d’Alzon; su apellido de soltera es de Guiraud,
de una familia domiciliada en el Aude, Limoux.
1 Las Santas Marías del Mar es un lugar de peregrinación en Camarga, en la costa mediterránea, lugar
típico con su iglesia románica fortificada y su museo camargués, lugar de cita anual de los Gitanos. Los
peregrinos honran allí según la tradición a tres mujeres desterradas de Judea: María de Santiago,
hermana de la Virgen, María Salomé, madre de los apóstoles Santiago y Juan, y su sirvienta negra
Sara que se habrían refugiado en este lugar.
2 Otra tradición muy querida en el Midiodía francés: Santa Marta, hermana de María y Lázaro de
Betania, habría desembarcado con ellos en Marsella y estaría en los orígenes del cristianismo en
Tarascón.
3 Santa María Magdalena es una de las mujeres testigos de la Pasión, quizá originaria de Magdala,
según una forma de etimología posible. El cine contemporáneo más atraído por los estereotipos
eróticos que por la precisión histórica, no duda en transformar a esta santa en una simple enamorada
de Cristo. A veces se la confunde, según una tradición también embrollada, con la mujer anónima
pecadora que perfumó los pies de Jesús (Lucas 7, 37) y también con María la de Betania. Una leyenda
persistente le atribuye la fundación del convento de Sainte-Baume. Vézelay en el Yonne con su
admirable basílica, espécimen del arte románico de Borgoña, es también un señalado lugar de
peregrinación a Santa María Magdalena. (Ver Cahiers Supplément Evangile, nº 138 del 2006,
consagrado a las Figuras de María Magdalena).
4 No confundir las parentelas y los parecidos: por una parte Santiago llamado el Mayor y su hermano
Juan que según el Evangelio son los hijos de Zebedeo. Este Santiago habría muerto decapitado según
Hechos 12, 2 por orden de Herodes Agripa hacia el año 44. Una leyenda le hace apóstol de España,
fiesta el 25 de julio. Sus restos habrían llegado hasta Santiago de Compostela y habrían estimulado la
reconquista cristiana a los Moros. Por otra parte Santiago llamado el Justo o el Menor, era otro
apóstol, hijo de Alfeo, identificado como “hermano del Señor” (Mateo 13, 55), lo que una tradición
corriente interpreta como un primo, hijo de una hermana de la Virgen. El Nuevo Testamento presenta a
este Santiago como uno de los jefes de la primera comunidad cristiana de Jerusalén. Habría muerto
lapidado en el año 62 y habría escrito la Epístola que lleva su nombre. Se le festeja el 11 de mayo.
171
MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la mujer en la teología, en la Iglesia y en la historia social:
- Karl Hermann SCHELKLE, Femmes dans la Bible, Haguenau, Maison St.
Gérard, 1980, 121 p.
- Yvonne PELLE-DOUEL, Etre femme, París, Ed. Seuil, 1967, 271 p.
- Georges DUBY, Michelle PERROT, Histoire des femmes en Occident, París,
Plon, 1992, 5 tomos.
- Michelle PERROT, Les femmes ou les silences de l’histoire, París,
Flammarion, 1998, 493 p.
- Christine BARD, Les femmes dans la société française au XXème siècle,
París, Armand Colin, 2004, 285 p.
- Suzanne TUNC, Brève histoire des femmes chrétiennes, París, Cerf, 1989,
296 p.
- Elisabeth SCHÜSSLER-FIORENZA, En mémoire d’elle : essai de
reconstruction des origines chrétiennes selon la théologie féministe,
París, Cerf, 1986, 482 p. (colección: Cogitatio fidei, 136).
- La colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo: Carta
de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los Obispos de la Iglesia
Católica, del 31 de mayo de 2004.
- Marie-Thérèse van LUNEN-CHENU, Femmes, féminisme et théologie, en
Initiation à la pratique de la théologie, t. 5 : Pratique, París, Cerf, 1983,
p. 267-322.
- Christifideles Laici, Exhortación Apostólica Post-Sinodal de JUAN PABLO
II, sobre la vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y el mundo, del
30 de diciembre de 1988.
Para una lectura personalizada
• El cristianismo al principio ¿no fue el hecho de una real preponderancia
numérica femenina? ¿De dónde les viene su “estatuto de inferioridad
institucional”?
• ¿Qué piensas de la hipótesis de ver algún día a las mujeres acceder a los
ministerios ordenados? ¿Qué posturas defiende en esta materia la Iglesia
católica? ¿Por qué?
• Las demás tradiciones cristianas y judías ¿tienen otro modo de afrontar
este tema?
• La historia del cristianismo ¿no ha pecado a menudo de misoginia u otro
prejuicio sexista cultural? ¿Hay algo de esto en tu país?
172
34
Industrialización en el Gard (1861)
N
o es evidente poder
encontrar
en
la
correspondencia del P.
d’Alzon indicios sobre el
desarrollo
económico
del
Departamento del Gard, incluso si
en ella abundan los datos
financieros sobre préstamos y
compras, proyectos inmobiliarios
de construcción y de ventas,
disposiciones económicas de todo
tipo, en especial con la Madre
María Eugenia de Jesús, su alter
ego femenino enfrentada a los
mismos
imperativos
de
Congregación. Tanto el P.
d’Alzon como su corresponsal
preferida no eran jefes de empresa
o decisores económicos de primer
orden. Sin embargo, en cuanto
actor pastoral de primer plano, el
P. d’Alzon no podía dejar de
interesarse por la organización
parroquial de las zonas de fuerte
expansión económica y por las
construcciones de nuevos lugares
de culto para responder a las
necesidades espirituales de la
población, comenzando por la
ciudad de Nimes.
El siglo XIX por otra parte fue un
siglo importante de reconstrucción
de numerosas iglesias antiguas y
maltratadas por la Revolución. La
región metalúrgica de Alès (barrio
de Rochebelle, Tamaris) y la
cuenca minera de La GrandCombe atrajeron en particular el
éxodo rural de las laderas
montañosas de los Cevenas y del
Ardes, lo que obligó a crear una
infraestructura
eclesiástica
adaptada a las nuevas parroquias.
Podemos lamentar que los textos
del P. d’Alzon no hagan casi
alusión
a
todas
estas
transformaciones, ya que los
hombres de Iglesia son más
sensibles a las consecuencias
sociales y religiosas del paisaje
174
INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861)
humano que a las creaciones del
paisaje industrial. Nada indica en
ningún sitio que haya entrado en
una hilatura textil, en un molino
de aceite o que haya descendido a
la galería de una mina. Es sabido
que en abril de 1874 se acercó a la
realidad de los niños huérfanos
salidos de la institución Halluin y
empleados en las gale-rías de los
pozos de la mina de carbón de
Brebis, cerca de Bully (Pas de
Calais). Si fue recibido por los
industriales de la región con
motivo de alguna visita, seguro
que fue más en un salón de su
residencia en la ciudad que en una
sala de máquinas de la fábrica o
sobre un terreno de explotación.
El mundo del trabajo no lleva a
menudo al lugar de culto salvo, en
ocasiones,
para
alguna
manifestación
específica
de
cofradías o patronatos; más bien
aleja de él habitualmente. En
Nimes sin embargo sabemos que
el nombre del P. d’Alzon era
popular en los barrios de obreros
y artesanos de la ciudad, como
asociado a esta población
“blanca” que se reconocía tanto en
las opiniones religiosas antiprotestantes
como
en
las
tradiciones
monárquicas
legitimistas.
Con el fomento industrial del
Segundo Imperio y la difusión de
las doctrinas socialistas, las
nuevas masas obreras se volvieron
más bien hacia aspiraciones
materiales e ideologías de ruptura.
Las consignas y los eslóganes de
opinión rechazaban al clero y a las
realidades eclesiales como clases
antagonistas
tachadas
de
enemigas irreductibles al igual
que la burguesía de negocios y los
antiguos notables. Los modelos
cristianos de asistencia caritativa,
patronatos, colonias agrícolas,
fábricas o empresas de formas
paternalistas, círculos de obreros,
eran mirados por el proletariado
más como pantallas engañosas y
falsos amigos que como medios
adaptados para la construcción de
una sociedad justa.
La Iglesia se buscaba todavía los
instrumentos para una sólida
doctrina social entre las distintas
escuelas reformistas de aquel
tiempo (escuela tradicionalista de
Angers con Le Play, escuela de
Friburgo
con
monseñor
Mermillod, escuela liberal con
Leroy-Beaulieu). Finalmente esta
doctrina social pudo ser saludada
con la aparición de la encíclica
Rerum Novarum (1891). El
Manifiesto
del
Partido
Comunista, escrito por Marx y
Engels en 1848, acusaba ya una
brecha de casi 50 años.
175
176
INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861)
Mi querida hija,
Acabo de llegar de Alais y he tenido una conversación con la
señora Varin sobre el asunto de su hija1. Realmente parece que esta
vez toma una actitud razonable; me ha dicho que propone pagar
pronto 20.000 francos, que si vende el horno de cal de Lanerte2,
pagará la totalidad antes de dos o tres años; que lo que desea, es
tener la certeza de que Isaura no le retirará los 2.000 francos que le
deja para su colonia3. Seguro que la falta de cosecha de gusanos de
seda4 arruina a todos los propietarios de esta región. Pero si es cierto
que quiera seriamente vender Lanerte, que le pertenece, para pagar
la dote de su hija, se le puede conceder algún tiempo para realizar
esta operación. Ahora bien, hasta entonces si tiene usted necesidad de
fondos5 he aquí lo que le propongo. Mi crédito reporta no el cuatro y
medio sino el cinco por ciento. Ahora bien, sobre 90.000 yo puedo
prestarle 30.000 a Joséphine6, que colocaría así los capitales que ella
desea retirar. Le dejo a usted la tarea de negociar un crédito de
60.000 francos, de los que se puede servir si los necesita. Los
intereses me serían pagados mediante la pensión de Isaura, a menos
que lo haga la señora Varin, cuando ella quiera, y yo emplearía ese
capital en acciones de aquí como me lo proponía7.
Me parece que esta combinación se puede hacer sin demasiados
inconvenientes. Pero como su genio es muy superior al mío cuando de
negocios se trata, temo equivocarme. Examine a fondo la cosa,
porque quizá me sea posible vender mi crédito aquí. He aquí cómo. El
señor Silhol, banquero de Alais8, consigue beneficios enormes en las
minas donde la señora Varin tiene fondos. Quizá él encuentre la
buena colocación y la señora Varin le pueda hacer algunas
propuestas. Respóndame para decirme si aprueba la cosa, y yo
escribiré entonces a Isaura. La señora Varin está un tanto herida con
usted.
Adiós, hija mía. Todo suyo en Nuestro Señor.
E. d’Alzon.
Carta a María Eugenia de Jesús,
Lavagnac, 29 de enero de 1861,
Lettres, t. III, p. 405.
177
INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861)
_______
1 Señora Jean-Baptiste Varin d’Ainvelle (+ 1882), es una joven viuda, madre de tres hijos: Cécile,
Amédée e Isaura, la cual se hizo Religiosa de la Asunción bajo el nombre de Sor Jeanne-Emmanuel
(1838-1890). El jefe de la familia, Jean-Baptiste (1806-1857), amigo del P. d’Alzon, era un ingeniero de
minas. Su esposa, dama de obras caritativas, dirigida espiritual del P. d’Alzon, iba y venía entre Alès y
el castillo familiar de Servas, cerca de Salindres, que cuenta de hecho con dos: el antiguo de origen
medieval y el llamado nuevo por contraposición, construido en vida del señor Varin. Hasta 1926, Alès
se escribía Alais. En esta carta se trata de gestiones familiares en vistas a pagar la dote de Isaura, al
hacerse Religiosa de la Asunción.
2 Imposible de localizar este lugar en un mapa ordinario. Los hornos de cal se construían en sitios
naturales a veces constituidos por islotes calcáreos en zonas pizarrosas, como en Branoux-lesTaillades (Gard), donde se conserva un ejemplar de 1856. La cal natural servía en la agricultura para
mejorar los suelos.
3 La señora Varin dirigía una colonia agrícola, es decir de acuerdo con el modelo social y caritativo de
la época, una especie de empresa de tipo familiar en la que se empleaban para los cultivos y las
cosechas preferentemente a jóvenes huérfanos. Esta juventud así encuadrada aprendía una profesión.
Se puede comparar esta iniciativa con otra contemporánea, la Obra de los Huérfanos de Auteuil, del
abate Roussel. La Asunción conoció en distintas épocas colonias agrícolas (Mireman, Andrinópolis,
Kerbernès) y orfanatos (Arras, Toulouse Grande-Allèe, Douvaine). Este tipo de apostolado y de trabajo
social está aún vivo sobre todo en Rumanía (Barati).
4 Los gusanos de seda sufrían entonces enfermedades infecciosas debidas a microorganismos
responsables de una fermentación y una putrefacción que las concepciones de la época atribuían a
“generación espontánea”. El químico biólogo Louis Pasteur (1822-1895) con sus experimentos,
especialmente en 1865 en la región de Alès, consiguió vencer el carbunclo de las ovejas, el cólera de
las gallinas y la rabia, mediante la técnica llamada más tarde pasteurización. La técnica de la vacuna
contra la rabia en el hombre en 1885 le valió gloria mundial. El hilo del gusano de seda alimentaba la
cadena de las hilaturas, los molinos y las manufacturas textiles diseminadas por los valles de los
Cevenas y muy representadas en Nimes para la confección de chales, especialidad reconocida.
5 Las prácticas capitalistas se desarrollaron en Francia bajo el Segundo Imperio gracias a la
construcción de la red bancaria, ligada a la gran industria (textil, metalúrgica, carbonera, construcción
mecánica y naval), al desarrollo del comercio nacional e internacional y por supuesto a los transportes.
Los circuitos del dinero se multiplicaron: bancos, bolsas, sociedades accionnarias.
6 Joséphine Fabre (1825-1896), de la burguesía de Nimes, muy ligada al P. d’Alzon y a la Asunción.
7 Los conocimientos económicos del P. d’Alzon, por el hecho de su extracción aristocrática, donde la
fortuna estaba tradicionalmente ligada a la posesión de la tierra y a su explotación, estaban atrasados
respecto a los de la gran burguesía, de la que procedía María Eugenia de Jesús cuya fortuna se hacía
(y se deshacía también) en el torbellino del comercio, de la banca, del ferrocarril y de la industria en
general.
8 Sin duda un cierto Auguste Silhol, reputado como banquero en Alès en 1861. Nuestras fuentes
hablan también de una rica familia de Alès, Henri Chamboredon, banquero, propietario del antiguo
obispado de Alès, y de Auguste Chamboredon, rico industrial, constructor de una hilatura en 1853.
178
INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la industria en el norte del Gard en el siglo XIX:
- Jean-Michel GAILLARD, Un exemple français de ville-usine, La GrandCombe dans le Gard et sa Compagnie de Mines 1830-1921, tesis en la
Universidad X de París, 1974, 345 p., 2 vol.
- Claude PACZKOWSKI y Aimé VIELZEUF, La Grand’Combe en Cévenne,
jadis canton des gueules noires, Nimes, Lacour, 1989, 206 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Cuál es el vocabulario económico que emplea el P. d’Alzon? ¿Cómo entra
en el juego de los círculos financieros del dinero a plazos?
• ¿Qué sabes tú de los mecanismos financieros y bursátiles que por medio
de los empréstitos, de los préstamos y de los créditos hacen trabajar al
dinero bajo la forma de capitales y acciones?
• La doctrina de la Iglesia sobre la usura y el derecho de propiedad, que
trataba de moralizar el préstamo de dinero, ¿había evolucionado en el siglo
XIX? ¿No había entonces cambio de proporciones? ¿Cuáles son las primeras
Encíclicas de tonalidad económica y social?
• Las Congregaciones religiosas en pleno desarrollo en el siglo XIX tenían
grandes necesidades financieras. ¿Cuáles eran sus modos de ingresos y sus
recursos?
179
35
Una caravana de Nimes
en peregrinación a Roma (1862)
N
ada tan sabroso como las
cartas intercambiadas entre
el P. d’Alzon y el joven
Vicente de Paúl Bailly, por
entonces estudiante de teología en
Roma. Este último desempeñaba
también a gusto el papel de
intermediario o procurador de
todos los asuntos que le confiaba
el P. d’Alzon: peticiones ante las
Congregaciones
romanas,
búsqueda
de
información,
gestiones para conseguir reliquias,
indulgencias,
bendiciones
apostólicas, etc., hasta el punto de
que uno se pregunta a veces
¡cómo nuestro estudiante disponía
aún de un poco de tiempo para sus
estudios! Por cierto que hoy en
Roma en este siglo XXI se puede
constatar que el género no ha
desaparecido del todo en la
Asunción, ¡a salvo la capacidad
de los estudiantes concernidos de
estirar sus años llamados de
estudios y hacer el papel de
procuradores oficiosos!
Sea lo que sea de tales
semejanzas,
nuestro
buen
hermano Vicente de Paúl fue
encargado por el P. d’Alzon de
organizar para finales de mayo y
principios de junio de 1862 el
albergue para una peregrinación
de 65 sacerdotes nimeños, con
monseñor Plantier y su Vicario
General al frente: intendencia,
transportes, visitas. Esto no tuvo
nada de una sinecura, ya que los
conventos
estaban
llenos,
requisados por las guarniciones de
tropas o por Capítulos generales,
los hoteles demasiado caros y el
resto ¡constituidos por graneros
de pulgas!, como escribía Vicente
de Paúl Bailly.
Los nimeños encontraron refugio
en las Cappellette del Viminal,
181
UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862)
frente a Santa María la Mayor. En
el programa, visita por supuesto a
las basílicas y a los monumentos
antiguos, ceremonias, entre ellas
la famosa canonización de los
mártires japoneses en presencia de
300 obispos, el 8 de junio.
Pero el P. d’Alzon se vio también
acaparado por otro asunto: en el
transcurso de esta estancia
romana, gracias a múltiples
contactos con cardenales de Curia,
el 6 de junio tuvo una audiencia
privada con Pío IX, de la cual
salió creyéndose investido de una
misión a favor del Oriente; ésta
tomó realmente cuerpo en el
Capítulo de septiembre de 1862.
El P. Galabert se ofreció
generosamente voluntario para ser
el pionero de lo que se iba a
llamar en la Asunción “La Misión
de Oriente”, en algún lugar de
Bulgaria.
Por aquel entonces se estaba en
tratos para una eventual fusión
entre
Resurreccionistas
y
Asuncionistas. El P. Jerôme
Kajziewicz, por entonces Superior
General, a quien el P. d’Alzon
conoció en el barco en el viaje de
ida, se mostraba más bien
favorable. Un joven sacerdote
Resurreccionista de rito bizantino,
griego nacido en Tur-quía, el P.
Jerôme Demetriades, motejado por
182
el P. d’Alzon “Girolamo cachetoi-vite” [escóndete rápido], entró
incluso como novicio en la
Asunción, en enero de 1864, con el
consentimiento explícito de Pío
IX: salió para Oriente en lugar del
P. d’Alzon en mayo de 1864 para
visitar al P. Galabert y volvió a
Francia con dos jóvenes búlgaros,
pero
retomó
su
libertad
abandonando Nimes bruscamente
el 2 de enero de 1865 sin mayores
trámites. El proyecto de unión con
los Resurreccionistas también
fracasó.
Esta peregrinación a Roma, que
terminó el 15 de junio con retorno
a Nimes el 17, tuvo pues
consecuencias inesperadas y muy
indirectas. El P. d’Alzon fue
desviado de sus proyectos en
Palestina, en especial de la
fundación de un seminario
maronita; fue convencido por Pío
IX para que fuera a plantar la
tienda de la Asunción en Bulgaria,
pero no en Andrinópolis donde
tenían
su
centro
los
Resurreccionistas; su proyecto a
largo plazo era el de establecer un
seminario de rito oriental para los
búlgaros, pero pensaba ya para
más adelante en una acción más
amplia en el mundo ortodoxo
“contra todo el Cisma fociano”.
UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862)
Esta carta te será entregada por las señoritas Combié y Fabre, mis
dos hijas espirituales1, y por lo tanto tus hermanas, que ya habrás
visto en mi misa; serás cortés con ellas.
Querido amigo,
Dispones de plenos poderes para el cocinero2. Ya que nos
alojaremos en el Viminal3 tendrás la bondad de preparar todas las
cosas, menos sábanas, toallas y cubiertos que llevaremos nosotros
mismos. ¿Quizá algunos sacerdotes prefieran alojarse en la ciudad?
¡Allá ellos! Se te escribirá más adelante; para entonces dispondrás de
biombos para proteger a los tímidos.
Después de escribir estas líneas hemos recibido varias cartas
tuyas; eres el comisario más delicioso que se pueda encontrar bajo la
bóveda del cielo. Tu inventiva me entusiasma y me llena de orgullo
como si fuera mía4. En cuanto al comisario nimeño, ni yo ni el señor
Barn[ouin], nimeño también, no podemos partir. Si puedes encontrar
algunas habitaciones de alquiler en torno a La Imperial, creo que
algunos peces gordos las tomarán; pero en fin tampoco hay que
atormentarse en exceso.
Los señores Bouisse y el señor Corrieux5 se suman a la caravana.
Se lo puedes decir al señor Bouisse al tiempo que le presentas mis
afectuosos saludos y mi más sincero agradecimiento. Pienso que el
señor Barre6 te enviará las informaciones necesarias, si no por el
correo de mañana, al menos por el del jueves. Llevaremos sábanas
con nosotros. Ya habrás previsto criados para las habitaciones,
supongo. Adiós, admirable pero no menos querido hijo, ¡qué
impaciente estoy por volver a verte!
E. d’Alzon.
1er Post-scriptum. – Querido amigo, el día de nuestra llegada, ven
a recibirnos con dos coches y dos ómnibus; los ómnibus para los
omnes7, el primer coche para Monseñor, el segundo para los
comisionados que así podrán llegar una hora antes que los demás. Si
el señor Bouisse quiere venir contigo, será muy amable de su parte.
¿No le sería posible por sus altas influencias enviarnos un
salvoconducto a Civitta Vecchia? ¿No podríais, tú o Bouisse, venir a
buscarnos a Civitta? Pedir en la catedral un altar para que el obispo
183
UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862)
o uno de sus sacerdotes pueda celebrar la misa y mandar preparar
una comida. El jueves te enviaremos los últimos detalles.
Carta a Vicente de Paúl Bailly,
Nimes, hacia el 10 de mayo de 1862,
Lettres, t. IV, p. 56-57.
_______
1
Juliette Combié (+1900) y Joséphine Fabre (1825-1896), cuyas semblanzas han sido dibujadas por
el P. Georges Tavard en Le P. d’Alzon et la Croix de Jesús (Roma, 1992, p. 85-94), junto con los de
Eulalie de Régis (1826-1867) y de Clémentine Chassanis, eran todas miembros del grupo de las
Adoratrices.
2 Se trata de prepararlo todo para esta peregrinación nimeña, entre otras cosas los inevitables
problemas de transporte, alojamiento y comidas.
3 Viminale es el nombre de una de las colinas de Roma. Por extensión, es el nombre de un barrio y de
un hotel o pensión de familia, cerca de Santa María la Mayor y de la actual estación Termini (Vía
Cesare Balbo, nº 31) así como más lejos la Imperial (Vía Vittorio Veneto, nº 24).
4 El P. d’Alzon no se ahorra cumplidos. Apreciaba la inventiva, el espíritu de iniciativa y el sentido
práctico del joven Vicente de Paúl, a quien la Asunción ya debía desde 1860 el descubrimiento del
solar en el que se construiría en París la casa de la calle François Premier.
5 Las personas nombradas son sacerdotes nimeños: Henri Barnouin (1860-1895), párroco fundador
de la parroquia de San Francisco de Sales en Nimes, Jean-Joseph-Marie Bouisse (1812-1872),
párroco de Alès y hermano del abate Ubald, François Corrieux (1807-1880), párroco de Saint Gilles
del Gard y luego de la catedral de Nimes. El señor François Bouisse (1779-1868), conocido como el
de Roma, era un francés nativo de la diócesis de Aviñón, quizá pariente de los abates gardeses
Bouisse, fundador de una pensión familiar o de un hotel situado cerca de la Plaza Venecia, en nº 39 del
Ara Caeli, pero ciertamente no del lujoso Hotel Minerva construido en el siglo XVII, Piazza della
Minerva nº 69, donde se alojaron Stendhal en 1832 y más tarde el General San Martín, héroe de la
Independencia de Argentina y Perú. Es cierto que en 1841 este famoso hotel era propiedad de un
francés, Joseph Sauve, donde acostumbraban a alojarse muchos obispos, en especial los que venían
de Francia.
6 El abate Louis Barre (1814-1872), antiguo médico, profesor del P. Galabert, ordenado sacerdote en
Roma en 1858.
7 El P. d’Alzon no ignora la etimología latina del ómnibus, vehículo de transporte colectivo como la
diligencia o la imperial tirados por caballos, lo mismo que el patache, por oposición al coche, al simón,
al fiacre, al cupé, al cabriolet y la calesa, para no hablar de la carroza.
184
UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la peregrinación de sacerdotes nimeños a Roma en 1862:
- Roger AUBERT, Le Pontificat de Pie IX (1846-1878), en Histoire de l’Eglise
depuis les origines jusqu’à nos jours, t. 21, París, Bloud et Gay, 1952, p.
96-97 y 248-250.
- Anatole de CABRIÈRES, Le Pèlerinage de Rome, en « Annales Catholiques
de Nîmes », I, (1862), p. 298-314; 393-410; 505-530.
- Chroniques, en « Annales Catholiques de Nîmes », I, (1862), p. 224, 274275 (A. Grancolas), p. 276-280 (A. Grancolas), 330-332.
- Jean MAURIN, La politique ecclésiastique du Second Empire de 1852 à
1869, París, 1930, p. 602-604, 607-618.
- Jacques-Olivier BOUDON, L’Episcopat français de l’époque concordataire
(1802-1905), París, A.N.R.T., 1991, 2 vol., (608 p.
Para una lectura personalizada
• En la Asunción las peregrinaciones son una de las formas muy conocidas
de animación apostólica. ¿Qué elementos, según tú, forman parte del
programa de una peregrinación?
• ¿Qué propone hoy la Asunción como formas de peregrinación?
• ¿Qué distinción ves tú entre agencia de viajes, consejo de
peregrinaciones, crucero, asociación para las peregrinaciones?
• Roma sigue siendo hoy un destino de peregrinación. ¿Qué cosas crees que
no pueden faltar en un programa de visita a este lugar? ¿Has participado u
organizado alguna?
185
36
Una aventura, Constantinopla (1863)
E
l
P.
d’Alzon
quiso
comprobar por sí mismo las
realidades de la Misión de
Oriente cuya fundación había sido
confiada al P. Galabert en 1862.
Cumplió así, en compañía de uno
de los alumnos mayores del
Colegio de la Asunción, Louis
Guizard, el único viaje de largo
recorrido que realizó en su vida,
utilizando los servicios de las
Messageries Maritimes, que desde
Marsella cubrían los puertos de
Levante. Hizo escala en Atenas el
18 de febrero de 1863, allí donde
otros antes que él habían escrito
su meditación sobre la Acrópolis,
entre ellos Chateaubriand, autor
en 1811 del Itinéraire de Paris à
Jérusalem; pisó la nieve en el
Partenón; y desembarcó en
Constantinopla,
la
capital
bizantina de los Otomanos, el 21
de febrero.
El P. Galabert lo recibió
encantado en la sede del Vicariato
apostólico patriarcal que dirigía
monseñor Paolo Brunoni. Predicó
la Cuaresma en la iglesia de San
Juan Crisóstomo y un retiro a las
Religiosas de Sión. Recibió a
delegaciones búlgaras, visitó
Calcedonia dos veces, el 2 de
marzo y el 15 de abril, y participó
en las reuniones del Comité latino
que reflexionaba sobre las
condiciones que habría que poner
a la Unión búlgara. Mientras tanto
el P. Galabert y Louis Guizard
acompañaban a Bulgaria a
monseñor François Malczinski, un
sacerdote de Rutenia pasado el
rito bizantino y designado, tras el
episodio de Sokolski, como
Administrador de los BúlgarosUnidos. Su viaje finalizó el 16 de
abril.
A su regreso, el P. d’Alzon quiso
detenerse en Roma con la
intención de entregar a Pío IX en
persona un informe que contenía
sus observaciones en 21 puntos.
187
UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863)
Esta memoria, entregada al
cardenal
Barnabo
de
la
Propaganda y transmitido por él a
Pío IX el 11 de junio, fue leído en
Congregación general, pero no
recibió una acogida favorable
porque podía ofrecer un flanco
débil al reproche permanente de
los Orientales de querer ser
latinizados.
De hecho, cuatro puntos en
particular se podían distinguir
objetivamente en dicha memoria
del P. d’Alzon que la diplomacia
pontificia rechazaba de plano, por
inoportunos, según ésta: la
restauración de un patriarcado
latino en Constantinopla, la
creación de un arzobispado en
Calcedonia, el nombramiento
episcopal
de
monseñor
Malczinski y la apertura de
relaciones diplomáticas directas
con la Puerta, todo ello
presentado, es cierto, bajo una
óptica muy francesa por el
Fundador de la Asunción.
Por el contrario, Roma estimulaba
sin reservas la creación de
escuelas
y
de
seminarios
orientales a cargo financieramente
de la Asunción (¡monseñor
Brunoni era categórico en este
punto!) y la predicación del P.
d’Alzon en Francia a favor de las
Obras de Oriente.
Podemos
preguntarnos
188
legítimamente si este viaje del P.
d’Alzon a Oriente consiguió los
resultados esperados. Es cierto
que le permitió captar de cerca las
mil realidades complejas, tejidas
con los enmarañados hilos del
Oriente presos en el ovillo
inextricable de las políticas,
religiones y ritos, de las
nacionalidades y particularismos.
Sólo en el ámbito de la acción de
las Congregaciones católicas
latinas, sus rivalidades a veces
seculares no favorecían en nada el
entendimiento entre Capuchinos,
Pasionistas, Resurreccionistas y
Lazaristas, acentuadas como
estaban por las diferencias
culturales y lingüísticas de sabor
nacionalista.
La
Congregación
de
la
Propaganda se sintió muy irritada
por la publicidad dada a este viaje
por monseñor Chaillot en las
columnas de la Correspondance
de Rome, que había publicado
extractos del informe del P.
d’Alzon haciéndole decir, de
acuerdo con sus términos, las
mayores tonte-rías. Y sin
embargo la aventura asuncionista
estaba lanzada en tierras de
Oriente, todavía tímidamente es
cierto, pero con vocación de
permanencia gracias a la ejemplar
actividad apostólica del P.
Galabert.
UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863)
A su vuelta el P. d’Alzon traía de
Constantinopla una semilla que
tenía valor simbólico para los
futuros objetivos vocacionales, en
la persona del pequeño Pierre
Descamps, por entonces de 15
años de edad. En Oriente, las
aventuras no pueden morir, al
menos no en el reino de los
espejismos. La duración ofrece a
las humildes semillas del campo
recién arado, un fulgor de
estrellas. Las sombras que no
cesan de poblar los sueños, se
tornan
promesas
proféticas
arrancadas del firmamento de la
esperanza. Las visiones fabricadas
a partir de un presente esquivo no
se realizan nunca enteramente al
sol de esta esperanza. Un presente
vivo las proyecta al reino siempre
invisible de posibles estrellas
futuras. Para el hombre realista
sólo son ilusiones, pero si al doble
que mora en él, al hombre de fe,
se le transmite la semilla de los
combates, de los sueños y de los
mitos que alimentan todos los
proyectos, la aventura podrá
inscribirse con letras doradas en el
Libro
de
los
Vivos.
Querido amigo,
El tiempo pasa y la eternidad se acerca. Acuérdate de esta
máxima1, que me ha inspirado un entierro que acabo de ver pasar.
Salgo dentro de ocho días2. Cuando recibas esta carta tendrás a tu
Padre sobre el agua, si no está dentro o debajo, como decía el P.
Pernet.
El P. Galabert está de vuelta de su Bulgaria. Es probable que
vuelva allá para fundar una escuela en Filipópolis dentro de cinco o
seis meses. Pero hay que hacer algo hasta entonces para encontrarle
recursos. Monseñor Canova, muy santo Capuchino3, en lugar de
rechazarle lo llama y le dice que el consuelo de sus últimos días sería
verle fundar una escuela en su territorio. ¿De dónde han sacado los
Polacos4 sus 12.000 francos5? Monseñor Canova le da al P. Galabert
un local y una pequeña suma para instalarse. Habría que procurarle
algunos recursos para sus niños. El obispo le ha asegurado que
tendrá enseguida una escuela muy numerosa. ¡Dios le oiga!
Dile al señor Soubiranne6 que estoy preparando una Memoria para
presentarla a la Santa Sede y que se la comunicaré. Espero tener el
billete en la Embajada. Si me hubiera fiado de ti, no lo hubiera
conseguido. La última vez en Marsella, no habían recibido nada; lo
189
UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863)
cual me proporcionó un pequeño malhumor para contigo, dicho sea
sin ánimo de ofender. Has hecho muy bien sacando al P. O’Donnell
de la casa de esas Damas7.
Turquía ha descubierto en estos días que Rusia había hecho una
tentativa de diversión sobre las provincias danubianas; lo que excita
a la Puerta contra el cisma y le hace ver la utilidad de que estas
provincias sean católicas.
Creo que tras madura reflexión, me atendré al proyecto siguiente:
comprar cerca de Constantinopla un terreno con una hermosa vista,
pero en el campo, y por lo tanto barato, para construir allí un
seminario; luego en Constantinopla, una casita con una capilla8. Si
Dios nos envía personal, creo que ahí está la mejor oportunidad. Es
probable que la casa escuela del P. Galabert en Filipópolis nos
permita preparar un cierto número de buenas vocaciones. Ayer asistí
a una entrevista entre monseñor Brunoni y los enviados de Sistovo9.
Como les han enseñado los dientes, se han vuelto más flexibles. Sólo
queda la cuestión de los obispos del país que ellos exigen, y que no se
les concederá, o al menos no sin unos exámenes muy rigurosos; por
mi parte, estoy mil y mil veces de acuerdo.
Adiós, querido amigo. Mil veces tuyo. Escríbeme a Roma. Salgo
dentro de ocho días, a menos que no tenga mi billete.
E. d’Alzon.
Carta al P. Francisco Picard,
Constantinopla, 8 de abril de 1863,
Lettres, t. IV, p. 258-259.
_______
1
Esta máxima es antigua, de sabiduría bíblica (sentencia piadosa) y de pensamiento filosófico (huída
del tiempo), a veces reproducida en los relojes de sol. Ha sido interpretada de mil maneras: el tiempo
es el precio de la eternidad (Bourdaloue), el tiempo es la imagen móvil de la eternidad (Rousseau)…
2 El P. d’Alzon partió de Marsella en 14 de febrero de 1863, desembarcó en Atenas el 19 de febrero y
en Constantinopla el 21 de febrero, de donde repartió el 16 de abril hacia Roma, a donde llegó el 22.
No llegó a Nimes hasta el 5 de mayo de 1863, tras dos meses y medio de ausencia.
3 Monseñor Andrea Canova (+ 1866), Capuchino, Vicario apostólico latino de Sofía, concedió al P.
Galabert la autorización para fundar una escuela en Filipópolis que se abrió en 1864 y llevó el nombre
de San Andrés, patrono del obispo. Era el primer embrión del futuro Colegio San Agustín en Plovdiv.
190
UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863)
4 Los Polacos designan a los Resurreccionistas cuyo centro de la misión de Oriente estaba fijado en
Adrianópolis, hoy Edirne, en la Tracia oriental sobre el Tunca, a las puertas de Estambul por el lado
europeo.
5 Esta suma era una subvención de la Obra de Oriente u Obra de las Escuelas de Oriente fundada en
París en 1856, bajo la presidencia de Lavigerie. El P.d’Alzon era en Nimes el responsable diocesano de
esta obra.
6 Monseñor Pierre-Jean-Joseph Soubiranne (1828-1893) es en 1863 el director general de la Obra
de las Escuelas de Oriente, sucesor de Lavigerie nombrado obispo de Nancy (1863) antes de ser
trasladado a Argel (1867). Soubiranne llegó también él a obispo en 1871, primero auxiliar de Argel,
luego obispo residencial de Belley (1880).
7 El P. Edmund O’Donnell (1796-1869), primer Asuncionista de lengua inglesa, tenía la función de
capellán suplente temporalmente de las Religiosas en Auteuil. No era muy apreciado allí.
8 La primera implantación asuncionista en Constantinopla no se realizó hasta 1882, en Koum-Kapou,
en un barrio turco musulmán de la ciudad, en la rivera europea. Preparada por el P. Galabert fue
dirigida por el P. Joseph Maubon (1849-1932). Kadiköy fue la tercera fundación asuncionista en
Constantinopla, –después de la de Fanaraki (1886)–, realizada solamente en 1895 sobre la rivera
asiática de la ciudad y en territorio de la parroquia establecida en 1858 por el abate italiano Giuseppe
De Negri (1838-1892). Las cuestiones de prioridad, terrenos e inmuebles, no son cosa sencilla en
Turquía. Adrianópolis sigue siendo la primera implantación asuncionista en territorio turco, a partir de
1867.
9 Monseñor Paolo Brunoni (1807-1877), en calidad de Vicario apostólico patriarcal de Constantinopla
entre 1858 y 1869, tenía jurisdicción sobre las comunidades cristianas católicas de los diferentes ritos
del Imperio Otomano y era el primer interlocutor cualificado para los tratos con vistas a la Unión de los
Búlgaros con Roma. Sistovo [Sistov, Svistov] es una localidad en el norte del territorio búlgaro, en la
rivera del Danubio.
191
UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre Bulgaria, Constantinopla y la Misión de Oriente:
- Ivan SOFRANOV, Histoire du mouvement bulgare vers l’Église catholique
au XIXe siècle, Roma-París, 1960.
- Siméon VAILHÉ, A.A., Vie du P. d’Alzon, Paris, B.P., 1934, t. II, p. 366370.
- Vitalien LAURENT, A.A., Le P. d’Alzon et les Eglises gréco-slaves, en
Mélanges d’Alzon, Hal-Saint-Gérard, 1952, p. 283-301.
- Pierre TOUVENERAUD, A.A., Religieux et religieuses de l’Assomption au
service de l’Orient chrétien (1863-1963), en « Pages d’Archives », 3ª
serie, nº 6 (1965), p. 419-452.
- Etienne FOUILLOUX, L’Œuvre orientale du P. d’Alzon vue par ses fils, en
Emmanuel d’Alzon dans la société et l‘Eglise du XIXe siècle, Colloque
d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre
1980), París, du Centurion, 1982, p. 199-212.
Para una lectura personalizada
• Las preocupaciones apostólicas del P. d’Alzon en cuanto a la fundación
de la Misión de Oriente ¿se han realizado en el tiempo? ¿Cómo?
• ¿Qué sabes tú del movimiento de unión con Roma por parte de una
fracción de Bulgaria en siglo XIX?
• ¿Mediante qué medios financieros internos y externos, podía una
Congregación enfrentar implantaciones de tipo “misiones lejanas”?
• ¿Las perspectivas de naturaleza religiosa no son esenciales a toda misión
de Congregación? ¿Qué obstáculos, sin embargo, podían surgir por el hecho
de las limitaciones confesionales, ligadas al clima de rivalidad o de
ignorancia inter-religiosas en el siglo XIX? ¿Cómo ha vivido la Asunción la
cultura de las vocaciones religiosas autóctonas?
192
37
La señorita Marie Correnson (1864)
D
e entre las numerosas
familias que el P. d’Alzon
frecuentó en Nimes hay
una que merece ser destacada a
causa de la fundación de las
Oblatas de la Asunción. La
familia Correnson-Pleindoux de
Nimes figuraba entre los notables
de la burguesía de la ciudad.
Charles Correnson era médico,
hijo de médico, y casado con una
Pleindoux, ella misma hija y nieta
de médicos. Su hijo Henri (18501891), que fue el único varón en
llegar a la edad adulta, eligió
igualmente la misma profesión
tras sus estudios de secundaria en
la Asunción.
La primogénita de los diez hijos
de la pareja, María, había nacido
en París en 1842 en circunstancias
que ciertamente afectaron a su
salud, como consecuencia de un
accidente ferroviario en la línea
París-Versalles que costó la vida
en especial al explorador Dumont
d’Urville. Conoció la vida al
mismo tiempo holgada y severa
de las señoritas de su tiempo, cuya
educación
era
confiada
a
preceptoras con frecuencia más
estilizadas que cultivadas. Eligió
al P. d’Alzon como confesor y
director espiritual, así como sus
amigas Eulalie de Régie o Isabelle
de Mérignargues, y participó en
los grupos que él animaba entre
las jóvenes de la alta sociedad
nimeña
(Hijas
de
María,
Adoratrices
del
Santísimo
Sacramento, alumnas de los
conventos). Entre 1841 y 1845,
los Correnson y el abate d’Alzon
fueron vecinos en la calle des
Lombards, ellos en el nº 12 y él en
el edificio Grangent, nº 10.
Desde 1858 María pensaba en una
posible vocación religiosa, pero
en una congregación ya existente.
El P. d’Alzon, que se veía
presionado por las peticiones de
ayuda y refuerzos del P. Galabert
193
LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864)
en Oriente, a partir de 1863 se
puso a buscar el apoyo de una
congregación
femenina
que
cumpliera en Oriente el papel
indispensable de auxiliares en el
campo escolar y hospitalario. Sus
expectativas
no
se
veían
realizadas por causa de los plazos
establecidos, pero también por las
incertidumbres
concretas
de
instalación. Por ello, al P. d’Alzon
le pareció mejor fundar una nueva
congregación; pero le costó
bastante encontrar la piedra
fundacional sobre la que apoyar y
asegurar su obra naciente.
Después de varias decepciones,
alentó a la joven María
Correnson, que en 1865 tenía 23
años, pero cuya familia se oponía
a que iniciara una fundación.
Siguieron dos años agitados y
penosos para todos; María se
mantuvo
firme,
aunque
contrariada en su elección; en
1867 se encontró puesta por el P.
d’Alzon a la cabeza de una nueva
congregación iniciada desde hacía
ya dos años. María fue para el
Fundador más el báculo de la
vejez que una socia a partes
iguales, pero tuvo el mérito de
acompañar el ambicioso proyecto
apostólico que dirigió la Asunción
por los caminos de un Oriente
todavía incierto. Las hijas de los
194
Cevenas se mostraron en efecto
como misioneras robustas y
valerosas en su naturaleza y en su
fe, tanto en Bulgaria como en
Turquía.
En 1882 María Correnson se
encontraba debilitada en su salud
por una diabetes pertinaz y con
menos confianza en la Asunción
masculina (el P. Picard había
relevado al P. d’Alzon tras su
muerte según formas de autoridad
rígidas). Hubo de buscar nuevos
apoyos externos y hacer reconocer
por Roma su congregación de
Nimes en 1893, contra viento y
marea, al término de dos procesos
agotadores. Finalmente hubo de
pasar el poder en 1897 a su
Asistente, la Madre Margarita
María Chamska.
La Madre Correnson, en religión
Madre Emmanuel-Marie de la
Compasión, hizo el sacrificio de su
vida y entregó el alma el 24 de
julio de 1900, a la edad de 58 años.
Como prueba de fidelidad al P.
d’Alzon, la rama de las Oblatas de
Nimes no había abandonado nunca
los
caminos
de
Oriente
instalándose en Marsivan (1889),
Tokat y Amasia, tres puestos de
misión en la Armenia turca, que
aceptó por consejo de Padres
Jesuitas.
LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864)
Se dirá pues, mi querida hija, que te escribiré primero; porque he
aquí más de ocho días que no te he visto y tú no quieres darme
noticias tuyas. Por mi parte no me encuentro muy bien. Sin embargo,
quiero persuadirme de que los calores han terminado. Ha debido de
haber una tormenta en las montañas, encima del Vigán, y el tiempo
ha refrescado realmente; pero de agua, ni gota1. Cuando te hayas
convencido de que detestas el campo, me figuro que querrás fijar tus
cuarteles de verano en El Vigán. Tendrás hermosas praderas,
cristalinas aguas, bonitas colinas y castañares como sólo se ven en
Suiza. Sólo faltas tú en muchos aspectos. Estos pobres de los Cevenas
están arruinados, ya lo sabes. Hay agitación protestante; acaban de
construir un segundo templo, pagado con oro inglés2; pero el pueblo
católico es excelente. Estas buenas gentes tienen la bondad de creer
que les voy a ayudar a sacudir el yugo hugonote, que pesa no poco
sobre ellos. Por mi parte, vivo con mis novicios; rezo un poco, no lo
suficiente; me paseo, me reposo y recibo visitas, raras sin embargo.
Dile por favor a Louise3 que, ya que le gustan tanto las muñecas,
he ganado una magnífica en una lotería benéfica y se la reservo4; dice
“Mamá”. Mándame noticias, hija mía, tanto de tu garganta como de
tu alma. Esa querida almita, que tanto quiero, te lo aseguro; pero
tampoco puedo ser indiferente al envoltorio que la conserva en este
mundo. Dame noticias de tu envoltorio. ¿Tendré ocasión de felicitarte
por tu fiesta? Eso espero, a menos que me veas llegar el 16 o el 17 de
agosto, lo que no tiene nada de imposible. Eso dependerá del tiempo y
de algunas cartas.
Mis cumplidos a tu Señora madre. Mil cosas también a mi otra
hija5. Adiós, mi querida hija. Rezo por ti y sigo esperando tu
perfección. Todo tuyo, con todo el corazón que ya conoces.
E. d’Alzon.
P.S.- Reza por monseñor Gerbet6. Me causa un gran dolor no haber
podido volver a verle; tal dolor aumenta al pensar que ya no queda
aquí abajo sino el abate Combalot de aquella pléyade sacerdotal, que
despertó en Francia el movimiento católico en una época muy
adormecida, ¡por desgracia! Hace ya cuarenta años. No puedo
expresarte cuánta tristeza siembran en mi corazón estos
pensamientos. Pide también a Dios que envíe a su Iglesia grandes y
195
LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864)
santos defensores, de aquellos que se acuestan en la tumba antes que
los combates terminen. ¡Y sin embargo, cuántos asaltos hay que
enfrentar todavía!
Hija mía, amemos a la Iglesia de Jesucristo y hagamos amarla
mucho7.
Carta a María Correnson,
El Vigán, 10 de agosto de 1864,
Lettres, t. V, p. 114-115.
_______
1
Es el fenómeno bien conocido de tormenta seca en verano.
Anotación interesante sobre la situación económica del Vigán en esta época. Todas las Iglesias y
confesiones practican la solidaridad financiera entre ellas por encima de las fronteras. Nada hay ahí de
sorprendente o escandaloso.
3 Louise Correnson (1856-1943), séptima hija del matrimonio de Charles Correnson (1814-1875) y
Théolinde, de soltera Pleindoux (1822-1909). Se quedó soltera y murió anciana, a los 87 años, la
última de la familia.
4 Ciertamente el P. d’Alzon tenía suerte en los juegos de azar. En agosto de 1865 también es cuestión
de otra muñeca ganada en una tómbola (Lettres, t. V, p. 385-386): Ver Antología Alzoniana, t. I,
capítulo 34. ¡El progreso no tiene límites, con esta muñeca parlante ya en 1864!
5 Sin duda Augustine Correnson (1844-1876), segunda hija del matrimonio Correnson, muy unida a
María. Pensó mucho tiempo en la vida religiosa en el Carmelo. El P. d’Alzon la llamaba a menudo
Titina o bien Sor Jacqueline, queriendo atraerla a las Oblatas. No entró ni en la Asunción ni al Carmelo,
sino prematuramente al cielo a los 32 años.
6 Entre 1824 y 1830, Manuel d’Alzon frecuentó en París a hombres de la renovación católica, entre los
cuales al abate Philippe-Olympe Gerbet (1798-1864), nombrado obispo de Perpiñán en diciembre de
1853 y fallecido el 7 de agosto 1864 en Perpiñán, antiguo discípulo de Lamennais (1782-1854), y al
2
196
LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864)
abate Combalot (1797-1873). Monseñor Sibour era asesinado en enero de 1857, de Salinis ya fallecido
en enero de 1861, el abate de Scorbiac en 1846 y monseñor Parisis iba a juntárseles en 1866.
7 Se reconoce ahí un rasgo esencial de la espiritualidad de la Asunción, el amor a la Iglesia por
supuesto, a la que nos gusta ver calificada aquí de Iglesia de Jesucristo, pero en boca del P. d’Alzon el
rostro de la Iglesia tiene ante todo un sabor ultramontano.
197
LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre María Correnson, sus raíces y su acción:
- Colloque Marie Correnson et les premières Oblates de l’Assomption
1865-1925, París-Nimes, 2000, 229 p.
- Marie de CRISENOY, Les Oblates de l’Assomption : de l’Orient désolé et
des Chrétientés d’Occident à l’essor des Eglises noires (1865-1954),
París, Grasset, 1955, 257 p. (col.: Les Grands Ordres monastiques et
Instituts religieux, nº 45).
- Pierre TOUVENERAUD, A.A., et Marie-Léonie MARICHAL, O.A., La
fondation des Sœurs Oblates de l’Assomption, Roma, 1980, 36 p. (col.:
Série du Centenaire d’Alzon 1980, nº 4).
- Marie CORRENSON, O.A., Lettres de Mère Manuel-Marie de la Compassion
Correnson, co-fondatrice des Oblates de l’Assomption et première
Supérieure générale 1842-1900, Bruselas-París, 2005, 324 p.
- Marie-Léonie MARICHAL, O.A., Les Oblates de l’Assomption en Turquie,
París, 1981, 2 vol.
- Marie-Léonie MARICHAL, O.A., Survol des champs d’apostolat des Oblates
de l’Assomption, 1865-1980, París, 1982, 85 p.
- Madeleine-Emmanuel BOUBION, O.A., Les Oblates de l’Assomption au
service de l’unité en Bulgarie, París, 1982, 106 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué pensamientos y qué sentimientos expresa el P. d’Alzon en esta
carta? ¿Cómo sabe mezclar a la vez lo anecdótico, el tono de broma y el
tono serio?
• ¿Qué piensas de las relaciones del P. d’Alzon y de María Correnson? ¿Cuál
fue la evolución?
• En el transcurso de la historia la cercanía entre los Asuncionistas y las
Oblatas nunca ha fallado. ¿Pero cuáles han sido las dichas y desdichas? ¿Por
qué?
• ¿Crees que existe un arte espiritual para un sacerdote cuando se dirige a
un público femenino? ¿Cuáles serían a tu parecer sus características o sus
condiciones?
198
38
Una lluvia de vocaciones para
las Oblatas (1865)
L
os
inicios
de
la
Congregación de las Oblatas
tuvieron lugar en un arrabal
del Vigán, en Rochebelle, en
mayo de 1865. El P. d’Alzon
había alquilado allí una hermosa
casa burguesa al borde de la
carretera, adornada por un parque
escalonado
donde
había
bendecido una estatua de la
Virgen María dedicada, como era
debido, a Nuestra Señora de
Bulgaria. El P. Hipólito Saugrain,
maestro
de
los
novicios
asuncionistas también en El
Vigán, pero en la casa natal del P.
d’Alzon, llamada La Condamine,
había prestado su colaboración al
P. d’Alzon para esta nueva
fundación religiosa. Ésta resultó,
si no precipitada, sí muy agitada,
pero él la conducía con la batuta,
según sus propios términos, y
cuyos miembros casi en su
totalidad había reclutado en sus
correrías apostólicas por los
Cevenas. El Señor, en efecto,
parecía hacer llover una lluvia de
vocaciones misioneras sobre esta
nueva familia religiosa. Pero le
faltaba aún una fundadora, puesto
que María Correnson no estaba
preparada para asumir la dirección
que ni ella ni su familia deseaban.
La primera toma de hábito tuvo
lugar en Rochebelle el 14 de
agosto de 1865.
El P. d’Alzon había recurrido a las
Religiosas de la Asunción para
obtener de ellas una formadora
provisional y encuadrar un
batallón de jóvenes cevenolas
todas entusiastas pero con muy
poca experiencia. La primera
superiora designada por la Madre
María Eugenia de Jesús llegó de
Sedán el 25 de julio de 1865; era
la Madre María Magdalena de
200
UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865)
Peter (1823-1888), religiosa de
todo punto ejemplar, muy
admirada y queridísima de sus
hijas adoptivas. No se puede decir
lo mismo de la que le sucedió
desde finales de noviembre de
1866 hasta junio de 1867, Sor
Marie-Emmanuel
d’Everlange
(1827-1903).
Por eso, con gran alivio de su
parte, el P. d'Alzon entronizó
como superiora fundadora a María
Correnson en Rochebelle el 27 de
junio de 1867. Le había dado el
hábito en secreto en Nimes el 7 de
abril precedente, a escondidas de
sus padres, que ahora sentían
animosidad al P. d’Alzon y le
amenazaban con denunciarlo al
Nuncio. María Correnson aceptó
ir a Auteuil en julio de 1867 para
dejarse formar por la Madre
María Eugenia en las prácticas de
la vida religiosa que descubría en
parte. La acompañó en el mes de
agosto hasta Ems, en Alemania,
para una cura termal, a falta del P.
d’Alzon que renunció a ir para
evitar los chismes de Nimes. Por
su parte, la Madre Correnson
prefirió instalarse en Nimes, en el
Colegio de la Asunción (7 de
octubre), a la espera de encontrar
una cuna propia para su
Congregación.
Eso fue cosa hecha en 1873 con la
adquisición de la casa Puget, en la
calle Séguier, que pasó a ser la
casa madre del Instituto. Ya hacía
cinco años que la Madre
Correnson había pronunciado, la
primera de todas, sus votos
perpetuos el 18 de abril de 1868
entre las manos del P. d’Alzon. Al
día siguiente, en la capilla del
Colegio, lo habían hecho las otras
cinco primeras misioneras Oblatas
en Oriente: las Hermanas Thérèse
de Jésus Salze, Marie-Marguerite
Bernassau,
Va-lérie
Sarran,
Colombe Balmelle y Hélène
Puech.
El
25
de
abril,
acompañadas por el P. d’Alzon, la
Madre Correnson y la Madre María Eugenia de Jesús, tomaban el
barco en Marsella con destino a
Constantinopla, para inmensa
felicidad del P. Galabert. El
Instituto había tomado el camino
de la misión, un camino que nunca
iba a abandonar contra viento y
marea.
201
UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865)
Mi querida hija,
Te agradezco tu hermosa carta y tu ardor por nuestras Oblatas.
Creo como tú que Dios las bendecirá. Hay que formarlas poco a poco
en el aspecto espiritual, pero créeme que en el aspecto temporal las
cosas van mejor de lo que piensas. Voy allá todas las tardes y el P.
Hipólito todas las mañanas. Esto ha cambiado a ojos vistas desde tu
partida1. El P. Hipólito es un viejo ecónomo2 que dispone de la bolsa
y no echa el tocino a los perros3. La señora Arnal también está allí4;
el P. Hipólito le ha mandado hacer una cama en la habitación de la
superiora. Y ahora que tú estás a veinticinco leguas, ¿no ves que el
número uno es o la señora Arnal o el P. Hipólito? Si M[arie] de
J[ordan] 5 viene, la recibiremos, pero dudo de que el número uno
cambie por eso. Si la señorita de Roche6 tuviera ganas de consagrarse
a nuestra obra, tampoco lo sería. Créeme que queremos ir despacio
pero seguro. Si fuera necesario absolutamente, tomaríamos a una
chica de treinta y dos años, colmada de capacidades y de sentido
práctico. Es la segunda de cuatro hermanas7 que van a entrar con
una docena de miles de francos para ellas cuatro. La mayor tiene
cuarenta y un años. La pequeña dice: “Mi hermana no irá nunca a
Bulgaria pero yo sí. Que mi hermana me deje pasar a mí primero”.
La mayor, o más bien el P. Hipólito, responde: “hay que gestionar un
volumen de mil francos, parte de ello una tienda; la pequeña es la
más hábil de las dos, tiene que quedarse”. Ya ves dónde están las
cosas.
En caso de necesidad podríamos contar con esta chica tan
inteligente, sin la menor dificultad; además tenemos para las tareas
de la casa a tu Adelina, hoy Sor Teresa8, la cocinera de la señorita de
Serres que todo El Vigán proclama un tesoro; luego, luego, hay
docenas de vocaciones que llueven de las montañas, finalmente están
esas santas muchachas que son como los Apóstoles entre la Ascensión
y Pentecostés. ¿Qué más quieres?
Tú has sido toda tu vida una muchacha presurosa y Dios no quiere
que nos apresuremos. ¿Te he preguntado si la señorita de Roche
quisiera venir con nosotros? Podrías averiguarlo por Isabelle9. No me
hablas de esta querida niña. El P. Hipólito explica cada mañana el
reglamento material; yo les explico todas las tardes el lado espiritual.
Ya ves que hacemos progresos lentamente y sin ruido. Créeme, esto
202
UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865)
va bien. Tienen una cabra, las cerezas maduran, y sospecho que ellas
me mandaron ayer unas fresas excelentes. No son pues tan ineptas.
La señora Durand10 me ha dicho que te ha conocido y apreciado
mejor, y que se sentía feliz de unirse a ti en ciertos esfuerzos. También
ella cuenta con morir en Bulgaria.
Adiós, mi querida hija. No releo. Mil veces tuyo. ¿Cuándo te vas?
E. d’Alzon.
Cree que todas tus páginas tienen su valor y que de eso estoy
convencido.
Carta a Eulelie de Régis,
El Vigán, 28 de mayo de 1865,
Lettres, t, V, p. 317-318.
_______
1
Para la apertura del noviciado en Rochebelle, el 23 de mayo de 1865 por la noche, una ´”caravana”
de amigas y simpatizantes había venido de Nimes, entre otras Eulalie de Gatimel de Régis (18261867).
2 Hippolyte Saugrain (1822-1905) sólo tiene 43 años en 1865, pero es el ecónomo de la Asunción
desde sus comienzos y lo fue toda su vida, como buen normando atento a las necesidades y también a
las economías y a las fuentes de ingresos que había que descubrir. No fue él quien inventó el género
de “ecónomo despilfarrador”.
3 Tirar el tocino a los perros o darles salchichas, es una imagen para decir despilfarrar el dinero.
4 Madame Jean-François Arnal du Curel, de soltera Marie-Julie-Cléone Rigal (1820-1880),
bienhechora y promotora de obras benéficas del Vigán, muy entregada a las Oblatas pero que pronto
se convierte en un estorbo.
5 Marie de Jordan, conocida de la Condesa de Narbonne-Lara, nacida en Saint- Hippolyte del Gard, a
quien el P. d’Alzon hubiera querido en las filas de las Oblatas.
6 La señorita de Roche, conocida de Eulelie de Régis, otra supuesta o presentida postulante Oblata
pero que quedó vocación virtual.
7 Una tradición oral habla efectivamente de cuatro hermanas Durand: Julie, que se convierte en Sor
Marie de l’Annonciation (1823-1905), Rosalie, que toma el nombre de Sor Marie-Madeleine (18131900), ambas hermanas de sangre, Philomène, ex Sor Marie-Philomène (1846- ?) que era en realidad
una pariente, y otra más de quien ignoramos hasta el nombre y que tampoco perseveró. Todas eran
originarias de Avèze (Gard).
8 Adelina Salze, luego Sor Marie-Thérèse de Jésus (1835-1902), nacida en Sauclières (Aveyon),
primera superiora del grupo de Oblatas enviadas a la fundación de la Misión de Oriente en Andrinópolis
en 1868.
9 Isabelle de Mérignargues, (1834-1884), ex Sor Marie des Anges.
10 La señora Eugène Germer-Durand, luego Sor Cécile (1818-1886), conoció el Oriente pero murió en
Francia en Clichy-sous-Bois.
203
UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la fundación de las Oblatas:
- Marie des Anges CLAVIER, O.A., La septième petite pierre brute.
Souvenirs de la fondation des Oblates de l’Assomption, París, 1965.
- E. d’ALZON, Fondation de l’œuvre de Bulgarie, en Ecrits Spirituels,
Roma, 1956, p. 1182-1184.
- Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II,
Documentation Biographique, t. II, Roma, 1986, p. 699-702 y 720-729.
Para una lectura personalizada
• Según esta carta, ¿qué imagen debía forjarse Eulalie de Régis del grupo
de las primeras Oblatas salidas de los Cevenas? ¿Cómo intenta el P. d’Alzon
modificar las impresiones de su corresponsal?
• ¿Qué sabes tú de la fundación de las Oblatas y de su primera formación?
• ¿Cómo intenta el P. d’Alzon movilizar a todas sus relaciones para asentar
la fundación de las Oblatas? ¿Qué congregaciones hubo de contactar?
• Bulgaria fue la primera tierra de misión de las Oblatas. ¿Cómo se han
abierto a otros horizontes a lo largo de su historia?
204
39
En el centro de la plaza:
tauromaquia y corridas de toros (1866)
N
o hemos encontrado en la
correspondencia del P.
d’Alzon sino una alusión
en 1866 a las corridas de toros en
Nimes. El pasaje deja entender
claramente que él ¡no se contaba
entre los “aficionados” de la
ciudad! Por otra parte su obispo,
monseñor
Plantier,
había
publicado en 1853 una sonora
carta pastoral contra tales juegos,
condenando sin remisión lo que
algunos asimilaban a un deporte,
incluso a un arte. A más de un
siglo de distancia, el tema sigue
siendo el centro de un debate
irreconciliable entre partidarios y
detractores, aunque sabemos que
a los eclesiásticos la prohibición
les ha sido levantada. Monseñor
Jean Cadilhac, por su parte,
obispo de la diócesis de Nimes
fallecido en 1999, no temía
presentarse en traje típico de
Camarga para este tipo de
manifestaciones.
En el Mediodía de Francia hoy,
costumbres como el marcado de
reses, ferias, corridas de toros o
de vaquillas, conducción de
ganado y otras ligadas a la
cultura de la tauromaquia, son
moneda corriente. No era así en
el siglo XIX en que la práctica de
la corrida al estilo español, es
decir con la muerte del toro,
estaba estrictamente prohibida.
Fue en 1853 cuando fue
autorizado por primera vez un
espectáculo así en el marco de las
Arènes [anfiteatro romano de
Nimes]. Trenes de recreo
organizados por la Compa-ñía del
ferrocarril
de
Lyon
al
Mediterráneo habían traído de
Marsella y de Montpellier fuertes
contingentes de curiosos. La
ciudad entera estaba literalmente
206
EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866)
atestada de oleadas de forasteros,
aunque
no
estuviera
taxativamente anunciado en los
programas que los toros iban a
ser muertos ese día. Más de
treinta
mil
espectadores
abarrotaban las graderías del
antiguo anfiteatro. Ante los
reclamos de una turba delirante la
autoridad no tuvo más remedio
que ceder. Cuando el espada fue
ante la autoridad a pedir la venia
para enfrentarse de tú a tú con el
toro, de todas partes salieron los
aplausos, las interpelaciones, los
gritos exigiendo el sacrificio. La
autoridad se inclinó y el toro
recibió el golpe mortal. La señal
estaba dada y con gran regocijo
de la multitud la carnicería
comenzó. El segundo toro fue
literalmente martirizado por unos
ejecutores inexpertos. Hubo que
retirar a la bestia sangrando,
todavía viva, y el mismo público,
asqueado por la carnicería en que
participaba, aplaudió a las
autoridades que prohibieron para
el futuro la muerte del toro.
Diez años más tarde, los días 10
y 14 de mayo de 1863, fueron de
nuevo autorizadas dos corridas
con el célebre torero el Tato, en
las Arenas de Nimes, con muerte
del toro para mayor placer de los
nimeños por este tipo de
espectáculo. La municipalidad
había autorizado dos corridas, el
programa anunciaba “toros de
muerte”. Las entradas eran
arrebatadas al precio de un franco
la localidad. La Cuadrilla estaba
compuesta como primer espada
por el más famoso matador de
España, Antonio Sánchez, el
Tato. Entre los picadores se
encontraba un tal Calderón y
entre los banderilleros El Cuco.
Se esperaban toros españoles,
pero el comisario encargado de
las relaciones comerciales con
España, García Pagès, no pudo
conseguirlos a tiempo, hubo que
contentarse
con
toros
de
Camargue. Seis toros fueron
picados,
banderilleados
y
muertos según el ceremonial en
vigor en la plaza de Madrid:
trajes de luces, jaeces de los
caballos, mulillas, banderillas,
varas, accesorios, cascabeles.
Todos admiraron en 1863 la
sangre fría, la destreza y la
habilidad del Tato y sus
compañeros.
Pero
como
subrayaba el P. d’Alzon en 1866,
en una corrida no siempre gana el
hombre o siempre pierde el toro.
Mi muy querido amigo,
207
EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866)
Estoy rumiando tu propuesta. Ser fundador, como lo desea la
Superiora, o Superior son dos cosas muy diferentes. El primer título
me sonríe, el segundo me espanta un poco1. Dudo mucho de que bajo
Pío IX esto se conceda. Haz rezar, pero no nos precipitemos.
Una superiora que resida en Roma, y es lo mejor, me parece. Sin
embargo, el señor Véron es el octavo superior, desde que yo me ocupo
de esto2. Esto hace de media un superior cada tres años. ¿Desde
cuándo lo es el señor Véron? Me parece que su término se acerca, si
no ha pasado ya. Un poco de paciencia, esto no durará mucho.
El P. V[icente] de Paúl te habrá dicho que en vez de un déficit de
24.000 francos, como el año pasado, el de este año en el Colegio se
eleva a 2.974 francos y algunos céntimos, contando los intereses de
los accionistas. Es consolador. Y no lo es menos el empuje de los
religiosos y de los profesores que tendremos el año que viene, y la
sensación de que nos recuperamos en toda la línea. En este aspecto
sólo hay una voz, y es el caso de decirlo: “¿Qué es una batalla
ganada? Es una batalla que creemos haber ganado”3.
Dile al P. Pernet que haré rezar por sus hijas4. Mañana celebraré
la misa por ellas y haré que las Oblatas que están aquí comulguen.
Causan muy buena impresión y tienen una excelente actitud para ser
muchachas con poca o ninguna educación5. El obispo sigue
admirablemente bien dispuesto respecto de Auteuil.
Nimes está entristecida por tres catástrofes. La noche antepasada
cuatro empleados del ferrocarril han muerto en la carretera de
Beaucaire. Ayer un torero fue muerto por el toro y quedó allí
tendido6. Hoy un detenido de la casa central ha matado a un
guardián, a uno de sus compañeros y se ha segado la garganta.
Adiós, queridísimo. No hagas cosas semejantes. Todo tuyo en N.S.
E. d’Alzon.
Carta al P. François Picard,
Nimes, 3 de septiembre de 1866,
Lettres, t. VI, p. 141.
208
EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866)
_______
1 En esta carta hay rastros del asunto Véron (Paul Véron, 1815-1867), superior eclesiástico de las
Religiosas de la Asunción, que manifestaba pretensiones de jurisdicción desmesuradas. La Madre María Eugenia de Jesús buscaba liberarse de él pidiendo al P. d’Alzon que se presentara como el
Fundador.
2 Las Religiosas de la Asunción de París tuvieron hasta 1866 a los siguientes superiores eclesiásticos:
el abate Combalot (1839-1841), el abate Gros (1841-1843), el abate Gaume (1843-1849), monseñor
Sibour, primo del arzobispo (1849-1852), el abate de La Bouillerie (1852-1855), el abate Darboy
(1855-1858) y, de 1859 a 1867 el séptimo, el abate Véron de marras, que terminó calmándose y tuvo
el buen tino de morirse repentinamente en 1867 siendo párroco de San Vicente de Paúl en París.
3 ¡El P. d’Alzon conoce a los clásicos! Hay un dicho que reza: sólo se pierden las batallas que no se
dan. El Mariscal Mauricio de Sajonia (1696-1750), el brillante vencedor de la batalla de Fontenoy en
1745, había escrito que una batalla perdida es una batalla que se cree perdida. El P. d’Alzon, siempre
optimista, sencillamente ha vertido en positivo la fórmula.
4 El 22 de agosto de 1866 había muerto en París una de las primeras compañeras de la Madre
Antoinette Fage, Sor Marie-Denise (María de la Cruz), muerta del mal contraído cuidando a enfermos
de cólera.
5 El P. d’Alzon evoca aquí el trabajo de las Oblatas en el Colegio de Nimes.
6 Los archivos municipales de Nimes han permitido encontrar su identidad: se trata de un español
Felipe Carrasco Matas (1827-1866), fallecido por las heridas recibidas ese 2 de septiembre de 1866.
Ya en 1845, un 11 de octubre, un Hermano de las Escuelas Cristianas había sido herido mortalmente
por un detenido, lo que motivó poco después el retiro de los Hermanos de la Casa Central, centro de
detención de Nimes.
209
EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la tauromaquia:
- Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours,
Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes,
Lacour, 1994, 3 tomos.]
- Bartolomé BENNASSAR, Histoire de la tauromachie : une société du
spectacle, París, Desjonquères, 1993, 212 p.
- Eric BARATAY et Elisabeth HARDOUIN-FUGIER, La corrida, París, P.U.F.,
1955, 126 p. (col.: Qué Sais-je?, 568).
- Mireille DIDRIT, Le rite dans le jeu : une étude de la tauromachie, París,
Université Sobonne, 1955.
Para una lectura personalizada
• ¿Cómo se mantenía informado el P. d’Alzon de la vida propia de su
región? ¿Qué periódicos leía?
• ¿Qué te inspira la lectura de las noticias diarias? ¿Cómo te informas?
• ¿Tienes una opinión personal sobre la tauromaquia: práctica, arte,
deporte, trato de los animales, ética?
• ¿Tiene la Iglesia contemporánea una enseñanza o una doctrina particular
sobre las prácticas deportivas en general? ¿Sobre la tauromaquia? ¿Qué
valores promueve en el plano de una ética deportiva?
210
40
En plena confidencia y confianza,
con una dirigida (1867)
L
a práctica de la vida cristiana
en todas las épocas del
cristianismo es objeto de
modos o de enseñanzas diversas,
que se pueden rastrear con ayuda
de manuales o de consejos
reproducidos en numerosos textos
espirituales. Para las almas
cristianas exigentes o de conducta
poco ordinaria, el camino de la
perfección
evangélica
va
acompañado a menudo de una
necesidad de guía personalizada
que ha tomado varios nombres a
lo largo de la historia: dirección
espiritual, acompañamiento o
discernimiento espiritual. Poco
importa el vocabulario, lo esencial
reside en esa necesidad sentida de
exponer la propia vida a la mirada
experimentada de un maestro, de
un guía, de un pastor, de un padre,
el término pudiendo ser entendido
en masculino o en femenino. Así
es especialmente en la vida
religiosa en que la iniciación
específica se realiza siempre bajo
la conducción de un maestro o de
una
maestra
de
novicios
acreditado.
Para los cristianos y las cristianas
laicos, la guía evangélica de sus
vidas pasa voluntariamente por
elegir un sacerdote o un religioso
que, además de la confesión
sacramental, ejerce este ministerio
que exige de él, en cuanto
consultor
experto,
acogida
benevolente, sentido de la
escucha, respeto y discreción,
discernimiento e interpelación,
invocación del Espíritu y de sus
luces. Para que el intercambio y el
diálogo practicados estén al
diapasón superior del Soplo
divino, se necesitan naturalmente,
212
EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867)
en la persona acompañada o
dirigida, cualidades de empatía,
confianza y esfuerzo espiritual.
El P. d’Alzon por su parte dedicó
mucha atención, tiempo, energías
y tinta al acompañamiento
espiritual. De ello da testimonio
su prodigiosa correspondencia en
la que figura en primera línea el
mundo femenino de las religiosas
y de señoras de alcurnia, pero
también personas de toda
condición social y cultural. Es
muy instructivo retener los rasgos
principales de esta dirección
espiritual: atención a las personas,
a su estado de vida, a su entorno
familiar, su deseo de elevar las
almas a una vida más perfecta,
más generosa, más servicial, más
eclesial. En todas las cosas trata
de favorecer aquella forma de
apertura cristiana cuyo camino
real está constituida por la
participación
en
la
vida
sacramental y litúrgica dentro de
un amor apasionado por la Iglesia.
Las devociones no figuraban en
absoluto entre sus consejos, daba
caza “virilmente” y “sin rodeos”
a las enfermedades del alma como
son el escrúpulo, el repliegue
sobre sí mismo, la tendencia al
egocentrismo, al narcisismo o a la
evasión más o menos romántica
en la zona imprecisa de los
sentimientos o la tortura de las
pasiones.
El P. d’Alzon recomendaba la
lectura del Nuevo Testamento, de
la Imitación de Cristo y, en cuanto
a libros espirituales, le gustaba
indicar más bien los de contenido
doctrinal seguro que los de una
piedad fácil y blanda. Sus autores
preferidos eran los de la Escuela
francesa y sobre todo San
Francisco
de
Sales.
Sus
exhortaciones a las prácticas y a
los ejercicios religiosos estaban
dirigidas por el principio de
sobriedad, del deber de estado y
de la mesura, tal vez con una
ligera nota ascética, conforme en
todo caso con la mentalidad de su
tiempo, pero sin excesos.
El P. d’Alzon era sobre todo
sensible a los valores del
compromiso
apostólico,
del
testimonio convencido de la fe y
de servicio eclesial explícito,
aquellos
elementos
arquitectónicos de la vida
cristiana expuesta a los fuertes
vientos de la vida del mundo y
para la vida del mundo, según el
espíritu del Evangelio. A imagen
de su vida espiritual personal, al
mismo tiempo robusta, resuelta y
consistente, lejos de lo que él
llamaba naturalezas de balas de
algodón, lo que no excluía en él ni
dulzura, ni ternura, ni humanidad.
213
EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867)
Mi muy querida hija,
Te agradezco que hayas querido enviarme el discurso del Papa y
darme así la prueba de que yo no andaba tan descaminado al
predicar en la catedral un discurso que levantó tantas iras1, y en que
decía justamente lo mismo que dice Pío IX2. Hay que tomar su
partido, no hay más que una verdad, y por consiguiente, sólo se puede
defender una. Los católicos liberales son personas que preparan la
muerte de la sociedad. Te conjuro a que nunca seas una católica
liberal3.
Estoy aquí para descansar un poco. Voy, vengo, asisto a un
momento solemne para los habitantes del Vigán. ¿Los gusanos de
seda serán un éxito o un fracaso? Es la pregunta que todo el mundo
se plantea al encontrarse. Pues bien, nadie en un plazo mínimo de
quince días podrá responder con certeza. Espero que la indisposición
de Louis, de que me hablas en tu última carta, no haya tenido
consecuencias, ya que nada me dices de ello en la carta de hoy.
¿Cuándo volverás definitivamente? Sabes que Alix ha ido a Thorens
donde su cuñada está muy enferma4. He tenido noticias suyas hace
dos días; están muy tristes por la señora de Roussy. Mi hermana está
aún en París, pero espero verla regresar pronto. No sé qué hace allí,
a menos que esté esperando a que desmonten completamente la
Exposición5 que, por lo que me atañe, no tengo el menor deseo de ver.
¿Serías tan buena como para conseguirme una reliquia de Santa
Eulalia? Tengo un motivo muy especial para desear una. Intento
escribir una corta biografía de Eulalie de Régis. Si pudieras
conseguirme algunos datos, me darías un gran gusto. El mariscal
Mac-Mahon pretende que tendrán que cortarle la pierna al principito
imperial6 y que incluso eso quizá no baste. El emperador ha
declarado que en tal caso se pasaría a la República.
Adiós, mi muy querida hija. Mil ternuras a Maurice7 y mis más
afectuosos recuerdos a tu esposo. Todo tuyo en el Señor.
E. d’Alzon.
Carta a la señora Louis de Giry,
El Vigán, 11 de mayo de 1867,
Lettres, t. VI, p. 244-245.
214
EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867)
_______
1
Se trata de la conferencia del 28 de enero de 1867 (y no del 26 como indica el P. Vailhé en la
Chronologie) sobre las luchas contra la Iglesia, conferencia predicada por el P. d’Alzon enfermo, pese a
todos, después de un aplazamiento de ocho días, de un brillo extraordinario y de un vigor sostenido.
2 Como consecuencia de la Convención firmada el 15 de septiembre de 1864, Francia se comprometía
a retirar sus tropas de Roma contra la promesa de Víctor Manuel II de frenar a los patriotas italianos
que deseaban la anexión íntegra de los Estados Pontificios: convención ejecutada por Francia que
retiró sus tropas en septiembre de 1866, pero no respetada por los adversarios del poder temporal del
Papa (circular Ricasoli del 15 de noviembre de 1866). Pío IX denunció el arreglo hipócrita en su
respuesta a los votos del Sagrado Colegio (finales de diciembre de 1866) y a los oficiales de las tropas
pontificias (27 de diciembre de 1866). Garibaldi intentó contra Roma un golpe de mano con sus
voluntarios en septiembre de 1867, pero Napoleón III mandó un cuerpo expedicionario a Civitavechia
que ayudó a las tropas pontificias a batir a las bandas garibaldinas en Mentana el 3 de noviembre. Pío
IX no renunció ni a su poder temporal ni a la defensa de los intereses y derechos de la Iglesia. Sólo se
inclinará en septiembre de 1870 ante la fuerza de los ejércitos piamonteses.
3 La consigna del P. d’Alzon no ha variado: ser católico ante todo, pero su argumento empleado aquí
es más de naturaleza polémica que dogmática. Ya que si la verdad es teológicamente una como la
Iglesia en su articulación dogmática, sus traducciones, sus expresiones, o sus percepciones no pueden
ser uniformemente y sin precaución consideradas tales al menos en el plano de una sana, humana y
evolutiva presentación histórica. El Símbolo de los Apóstoles invita a los cristianos a creer, en cuarta
posición por cierto, en la Iglesia una, santa, católica (universal por lo tanto) y apostólica: ello no impide,
incluso en la Iglesia de confesión católica, hablar por ejemplo de sus propias Iglesias orientales. La
enfermedad infantil del cristianismo latino, que ha constituido si no su pecado original sí su pecado casi
continuo, consiste en haber querido –al menos en el enunciado de sus fórmulas y en sus prácticas
curiales– uniformizarlo todo, centralizarlo todo, romanizarlo todo, latinizarlo todo, en una palabra
unificar al modo humano. Sabemos lo que la historia ha opuesto a estas pretensiones: ruptura con
Oriente y Reformas en Occidente. Si Cristo rezó para que la Iglesia permanezca una, es porque debía
sospechar que al correr el riesgo de ponerla entre manos humanas, tendría que afrontar esta duración
dolorosa de los hombres y de los siglos que, lo sabemos, ni están todos unidos, ni son todos santos, ni
todos católicos, ni todos apostólicos. El Evangelio de Juan declara: En la casa del Padre hay muchas
moradas (Juan 14, 2). Si los hombres de Iglesia en Roma y en otras partes lo hubieran leído de cerca,
no hubieran dejado pasar sin una nota de comprensión esta enormidad: que fuera de la Iglesia no hay
salvación, ya que dice Juan 1,9, el Verbo es luz verdadera que alumbra a todo hombre. En claro, ser
católico, es más buscar la verdad que pensar en defenderla como su posesión, pero es ante todo y en
primer lugar conservar el vínculo de la caridad. Y en este plano, hay que decirlo, ¡los campeones no
fueron todos católicos!
4 Louis de Giry es el marido de la corresponsal; Alix (la señora Paulin de Malbosc) es la prima
hermana de la señora Louis de Giry, nacida Constance de Roussy de Sales; la cuñada de Alix,
enferma, es Renée de Brosses (+1868), esposa de Eugène Roussy de Sales (+1925); Thorens es la
comuna de Alta Saboya de donde procede la estirpe de los Roussy de Sales.
5 La exposición universal e internacional de París fue inaugurada el lunes 1º de abril por la pareja
imperial. Las industrias francesas se habían dado cita en el recinto ferial. La ciudad de Nimes estaba
muy bien representada: Arnaud-Gaidan & Cie y Flaissier Frères ganaron una medalla de oro; las casas
Clément Gravier, Samuel Guérin, Germain et Fils, P. Pailler ganaron cada una, una medalla de plata;
además nueve medallas de bronce fueron atribuidas a empresas nimeñas.
6 El mariscal Edme Patrice Maurice Mac-Mahon (1808-1898) fue sin duda más un gran jefe militar
que un sólido político, y en todo caso ni médico ni cirujano, lo cual resultó afortunado para el príncipe
imperial Napoleón-Eugène-Louis (1856-1879), de 11 años en 1867: éste acababa de sufrir una
operación en la cadera en marzo de 1867 practicada por el célebre Nélaton y soportada sin anestesia,
215
EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867)
sólo con cloroformo, como consecuencia de una cojera provocada por un accidente de equitación. Una
cura en Luchon bastó para consolidar su mejoría y desmentir todos los pronósticos pesimistas.
7 Maurice de Giry (1847-1870), hijo único de la pareja Giry, alumno en el Colegio de la Asunción de
Nimes, murió en Roma, en la Puerta Pía, en septiembre de 1870.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la dirección espiritual:
- L’accompagnement spirituel, París, 1992, 270 p., en la revista «
Christus », 153HS.
- André LOUF, Etre formé à l’accompagnement spirituel en
« Seminarium », nº 4 (1999), p. 553-568.
- Direction spirituelle, en Dictionnaire de Spiritualité, vol. 3, col. 10021214.
- Claude SAVART, Le P. d’Alzon et la direction spirituelle des laïques,
d’après sa correspondance, Colloque d’histoire sous la direction de René
RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p.
259-278.
- L’accompagnement spirituel. Eléments pour une pratique, París,
Assomption Province de France, 1996, 19 p. [Traducido en español: El
acompañamiento espiritual, Pomaire, 1999, 30 p.]. [Traducido en inglés:
Spiritual Direction. Some Practical Guidelines, Publications on
Assumptionist Formation, # 2].
Para una lectura personalizada
• Hacerse cristiano y amar la Iglesia comprometen todo el ser. ¿Cómo
aprendes a unir en tu vida una sólida ortodoxia y una fuerte ortopraxis?
¿No te parece un poco excesivo el P. d’Alzon en sus preferencias y
afinidades eclesiales?
• ¿Cómo entiendes para ti mismo, en la Iglesia de hoy, fidelidad doctrinal y
libertad de juicio? ¿Te parecen compatibles en toda situación?
• Unidad, verdad y caridad constituyen la base de la vida cristiana en la
concepción católica: nunca una sin la otra, menos aún una contra otra.
¿Qué límites impone a veces “la armonía de los contrarios” a una auténtica
tolerancia?
• La libertad de conciencia ¿no es acaso un crisol donde se refuerzan esta
triada unida-verdad-caridad en contacto con las personas y las situaciones?
216
V Parte
41. En el Capítulo General de 1868
42. En el Vaticano I, pulgas y cólicos bajo un sol de plomo
(1870)
43. En la hora de la derrota, los gérmenes de esperanza
para un católico (1871)
44. El P. d’Alzon en los Molinos de viento (1872)
45. Francia a un paso de una Restauración monárquica
(1873)
46. Un sueño no iniciado: la “conversión de los Eslavos”
(1874)
47. El P. d’Alzon desairado por el Cabildo de los canónigos
de Nimes (1875)
48. Al calor del hogar, en Lavagnac (1976)
49. Trigésima tercera Meditación: los estudios (1878)
50. La amenaza del peligro republicano anticlerical (1880)
p. 207-211
p. 213-217
p. 219-223
p. 225-229
p. 231-235
p. 237-241
p. 243-247
p. 249-252
p. 253-256
p. 257-261
41
En el Capítulo General de 1868
U
na
fundación
de
Congregación nace en el
tiempo: la Asunción tiene
su origen en el acto fundador del
P. d’Alzon en Navidad de 1845,
hecho reconocido por la Iglesia
cinco años más tarde en Navidad
de 1850 con la emisión de los
primeros votos. Pero, si no es muy
arriesgado fijar una referencia
cronológica precisa de sus
orígenes, una Congregación nueva
existe a partir de su acta de
nacimiento, oficioso u oficial, en
un lento proceso de maduración y
de construcción internas que en
muchos casos lleva décadas.
Así es como para la Asunción,
que el P. d’Alzon gustaba de
llamar
nuestra
pequeña
Congregación, hicieron falta más
de diez años para hacer visible,
mediante
sus
Primeras
Constituciones, una definición
reconocible de su espíritu, más de
seis Capítulos entre 1850 y 1868
para
precisar
orientaciones
apostólicas abiertas ante la
sociedad contemporánea, y más
de cuarenta años para dotarse de
un principio de cuerpo social
mínimamente desarrollado.
La Iglesia romana también se
toma tiempo para hacer oficial en
su seno el surgir de una nueva
familia religiosa. En primer lugar
exige que ésta sea avalada por tres
testimonios episcopales: en el
caso de la Asunción el Breve
laudatorio o Decreto de alabanza
fue concedido en 1857, es decir
doce años después de una primera
forma de vida común y de
apostolado en distintos lugares;
luego fue expedido en 1864 el
Decreto de aprobación que
registra a una Congregación con
una duración reconocida y pone
fin a su carácter provisional,
concediéndole el beneficio de un
estatuto pontificio y no ya
diocesano.
220
EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868
Pero
quedaba
claramente
precisado en 1864 que esta
aprobación no cubría todavía el
texto de las Constituciones, cuyo
examen minucioso por parte de la
Congregación romana de los
Institutos religiosos en muchos
casos lleva a aplazar o a modificar
algunos puntos originales de la
Regla en función de objetivos o
criterios que escapan al control de
la familia religiosa examinada. Se
trata
de
las
famosas
animadversiones (advertencias)
que de examen en examen hacen
pasar a una Congregación por las
horcas caudinas del derecho
canónico y le hacen sufrir la
paciencia
de
comenzar
y
recomenzar. Es sabido que la
Asunción no recibió el visto
bueno hasta el año 1923 y tras
penosas vicisitudes, más de 40
años después de la muerte del P.
d’Alzon.
Éste, a quien se sigue tachando de
“apresurado” en todo, en este
asunto no se dio ninguna prisa, ni
pidió exoneración alguna, pese al
favor personal de que gozaba con
Pío IX. La fundación de una
Congregación es ante todo un acto
de fe, y para él valía más remitirse
a los designios de la Providencia.
Podemos incluso decir que murió
sin tener la certeza humana de que
su fundación le sobreviviría
mucho tiempo, tan encarnizadas
eran las dificultades internas y
externas que pugnaban contra sus
firmes esperanzas de Fundador
puestas en el Reino de un futuro
nebuloso.
Así pueden interpretarse las
experiencias de unión o de fusión
que no cesó de intentar con otros
Institutos u Órdenes religiosas:
Resurreccionistas, Padres de la
Santa
Cruz,
Agustinos
y
Ermitaños de San Agustín. Pero la
base de su pensamiento fundador
ni sufrió modificación vital ni
conoció pe-ríodos de prueba: pese
a todo, el horizonte de fe del P.
d’Alzon no cambió nunca. Según
él, Dios quería la Asunción como
expresión encarnada del Reino
evangélico de su Hijo en seres
plenamente comprometidos al
servicio
del
mismo
amor
apostólico: Ya presente pero
todavía no, al precio de combates
cuya fuerza permanece aún velada
en los cielos y la sombra de sus
designios como arrancada a las
lentitudes humanas. Una ley de
vida permanente suspendida como
una espada encima de la cuna:
nacer y volver a nacer sin cesar,
por amor, para servir al Reino.
221
EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868
Nuestra vida espiritual, nuestra sustancia religiosa, nuestra razón
de ser como Agustinos de la Asunción1 se halla en nuestra divisa:
Adveniat Regnum Tuum. El advenimiento del reino de Dios en
nuestras almas, mediante la práctica de las virtudes cristianas y de
los consejos evangélicos2, en conformidad con nuestra vocación; el
advenimiento del reino de Dios en el mundo mediante la lucha contra
Satán y la conquista de las almas rescatadas por Nuestro Señor y sin
embargo sumergidas en las tinieblas del error y del pecado3; ¡qué hay
de más sencillo, de más vulgar, si puedo expresarme así, que esta
forma de amor de Dios4! Si a este amor principal añadís el amor a
Nuestro Señor Jesucristo, el amor a la Santísima Virgen, su Madre, y
a la Iglesia, su esposa, conoceréis en su expresión más breve lo que es
el espíritu de la Asunción5.
¿Pero qué hay en esto de especial, de característico? ¿Qué se
puede ver ahí que no puedan aceptar todos los cristianos6? ¿Qué
pensamientos, bajo estos pensamientos básicos, pueden distinguirnos
de las demás familias religiosas7? ¿Acaso todos los religiosos y
cristianos no repiten cada día con la Oración dominical esta
aspiración de la que nosotros queremos hacer nuestro santo y seña:
Adveniat Regnum Tuum? Cristianos y religiosos ¿no tienen que amar
todos a Nuestro Señor, a la Santísima Virgen y a la Iglesia? Una vez
más, por qué reclamar como un bien propio lo que es patrimonio de
todos?
Hay que reconocer en primer lugar este primer rasgo de nuestro
Instituto: la sencillez de medios. Se dice que la cosa más rara del
mundo es el sentido común. ¿Resultaría paradójico afirmar que en el
mundo católico la cosa más rara es el sentido común católico? Por
eso intentamos apropiárnoslo como un sello original. Somos
sencillamente católicos, pero todo lo católicos que se pueda ser;
somos católicos de una sola pieza… Tal es el primer rasgo de nuestro
carácter como Agustinos de la Asunción.
E. d’Alzon.
Alocución de clausura del Capítulo General,
17 de septiembre de 1868,
según Ecrits Spirituels, p. 130-132.
222
EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868
_______
1
Esta alocución de clausura fue pronunciada por el P. d’Alzon el 17 de septiembre de 1868, antes de
la redacción de las famosas Cartas al Maestro de Novicios. Retoma, de manera actualizada en función
de los acontecimientos de la época, los grandes temas espirituales y apostólicos contenidos ya en el
Directorio de 1859.
2 Es de admirar el encadenamiento ordenado: la práctica de las virtudes cristianas constituye el
camino común y ordinario de la vida cristiana recibido en el bautismo; la práctica de los consejos
evangélicos que se sigue o que de ellas depende es, dentro de esta vía común, la consecuencia de la
opción de vida apropiada o específica de la vida religiosa. La vida religiosa es pues el desarrollo o la
profundización de la vocación bautismal primera y fundante. Esta perspectiva no siempre ha sido tan
luminosamente puesta en claro en la teología de la vida religiosa.
3 La repetición de la fórmula El Advenimiento del Reino de Dios bajo esta forma desarrollada retoma
aquélla ordinariamente dada por el P. d’Alzon: el advenimiento del Reino de Dios en nosotros y
alrededor nuestro, es decir una doble forma personal y social, lo que no deja de recordarnos el
mandato evangélico único en un doble movimiento: amor a Dios y al prójimo.
4 El amor de Dios hay que entenderlo en el mismo sentido evangélico: amor primero de Dios hacia
nosotros que es el don por excelencia de la elección divina; y, en respuesta, nuestro amor a Dios que
se encarna en el amor fraterno. La encíclica de Benedicto XVI Deus caritas est, se apoya en la misma
articulación.
5 Aquí en efecto, bajo esta fórmula resumida pero acabada, es donde mejor desarrollado aparece lo
que se ha dado en llamar el triple amor en la Asunción, una de cuyas primeras expresiones se
encuentra en la carta del P. d’Alzon al P. Picard del 5 de junio de 1856.
6 Aquí tenemos una forma de respuesta a todos los reproches, a todas las preguntas, a todos los
comentarios más o menos inspirados que han sido escritos sobre la pretendida falta de originalidad del
espíritu de la Asunción. La originalidad del espíritu de la Asunción consiste en retomar este espíritu en
su fuente o en su fundamento, manando del corazón mismo de la oración cristiana tal y como la hemos
recibido de labios de Jesucristo.
7 Distinguir sin oponer, retomar sin repetir, he ahí un arte sutil y difícil ya que se trata de afirmar el
territorio propio sin pisar ni usurpar el de los demás. Ahora bien, es conocido lo mucho que hay de
amor propio y de tentación de orgullo en el espíritu humano, incluso en el interior de las fundaciones
religiosas, para intentar atribuirse una onza de originalidad o para desmarcarse de lo precedente.
223
EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el espíritu de la Asunción
- Constituciones y Regla de Vida los Agustinos de la Asunción, 1855 y 1865
[traducción española, Bogotá 1998] y 1983 [traducida en varios idiomas].
- El espíritu de la Asunción según Manuel d’Alzon, Roma, 1993, 101 p.
[publicación en cinco idiomas].
- Pierre TOUVENERAUD, A.A., Charisme du P. d’Alzon et charisme de
l’Assomption, en Approches et Recherches, Roma 1974.
- Georges TAVARD, A.A., El Peso de Dios. La espiritualidad trinitaria del
Padre d’Alzon, Santiago de Chile, 1998, 169 p. [original en francés en la
colección Série du Centenaire 1980, nº 5).
- André SÈVE, A.A., Mi vida, Cristo. Manuel d’Alzon, Barcelona, Claret,
1980, 178 p. [original en francés, París, du Centurion, 1980].
- Georges TAVARD, A.A., Emmanuel d’Alzon. La foi et le Royaume, París,
Cerf, 2003, 179 p.
Para una lectura personalizada
• ¿En qué rasgos crees que se reconoce el espíritu de la Asunción según el
P. d’Alzon?
• ¿No existe cierta dificultad para dar razón de un espíritu? ¿Cuáles son los
grandes textos del P. d’Alzon en los que acometió este esfuerzo de
definición o de restitución?
• ¿Por qué la Congregación tuvo tantas dificultades para ser reconocida
bajo su solo, único, cierto, verdadero y verídico nombre original de
Agustinos de la Asunción?
• ¿Podrías resumir en una decena de puntos los caracteres propios del
espíritu de la Asunción tal como se encuentran en los escritos del Fundador
y como tú los reexpresas a tu modo y en tu lengua?
224
42
En el Vaticano I, pulgas y cólicos
bajo un sol de plomo (1870)
E
l P. d’Alzon fue testigo
directo de esa experiencia
eclesial excepcional que es
un Concilio ecuménico. No tanto
como actor privilegiado –que es
todo obispo como miembro de
derecho– sino en cuanto teólogo
de monseñor Plantier a quien
acompañó a Roma. No participó
pues en las sesiones oficiales,
pero asistió a algunas ceremonias
públicas y a reuniones periféricas
externas
que
tuvieron
su
importancia en el juego de los
largos debates que tuvieron lugar.
El P. d’Alzon llegó a Roma con
algunas ideas muy maduradas,
pero pronto se dio cuenta de que
la puesta en marcha de los debates
conciliares y su animación no
obedecían a una lógica humana
sistemática, y ni siquiera a una
simple organización planificada
de manera demasiado rigurosa.
Cierto, los Padres conciliares tenían un menú ya predigerido por
las
diferentes
comisiones
preparatorias; sin embargo el
curso de los debates tuvo también
peripecias
inesperadas,
en
especial respecto a una cuestión
fuera del programa que agitó a
todo el mundo: la de la
infalibilidad personal del Papa.
El P. d’Alzon se alojaba en el
Seminario Pontificio francés, calle
Santa Chiara, en el corazón de la
ciudad histórica, lo que le
permitió visitar o volver a visitar
numerosas iglesias y santuarios
romanos. Su gran preocupación
fue la de movilizar la más amplia
mayoría conciliar a favor de la
proclamación del dogma de la
infalibilidad, cuando el tema salió
a luz, animando una especie de
centro de prensa y convirtiéndose
según su expresión en el
226
EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870)
“moscardón”, multiplicando sus
contactos y visitas al filo de los
acontecimientos.
Por su parte, el P. Galabert,
consejero teólogo de monseñor
Rafael Popov, reagrupó en torno a
sí a los obispos orientales,
bastante herméticos a la lengua
latina, para presentarles en la
misma línea las discusiones y lo
que estaba en juego en el
Concilio.
La correspondencia del P. d'Alzon
con tal ocasión está llena de
informaciones sobre la ciudad de
Roma,
los
rumores,
las
intenciones de voto y los debates
de los Padres conciliares. Las
lenguas se desatan y el P. d’Alzon
se burla no poco de uno u otro
orador,
demasiado
prolijo,
demasiado rebuscado, demasiado
inoportuno. Su pluma hace astilla
de cualquier madera, truena,
vitupera. Hasta le sucede que
adorna a ciertos dignatarios de la
Iglesia con calificativos algo
distantes de las convenciones
eclesiásticas y hasta de una cierta
caridad cristiana. El tono resulta
vivo, apasionado, a veces burlón,
a menudo polémico. ¡Cómo
desear
a
ciertos
vientres
episcopales una buena diarrea
porque sus lenguas se han
alimentado en exceso!
Por el contrario, se adivina toda su
admiración hacia los jóvenes y
valerosos obispos misioneros,
responsables
de
inmensos
territorios que tienen que
evangelizar, que han llegado a
Roma sin grandes medios y sin
aparato, en contraste con ciertos
prelados
húngaros,
todavía
grandes señores, que pasean por
Roma en carroza con gran
ostentación y orgullosa librea. De
esta manera el P. d’Alzon nos
descubre esa otra cara de la
Iglesia que ha nacido en tierras
lejanas, en cuyo corazón late el
mismo amor al papado y su
primera razón de ser, el servicio al
Evangelio.
En cierto modo nos descorre el
velo de ese corazón que late en
Roma y para Roma, pero que vive
igualmente en la lejanía, en las
fronteras y los límites de la
misión. Una lección y un ejemplo
para sus Congregaciones y para sí
mismo, ¡lo que compensaba bien
el sacrificio que sufría con las
picaduras de pulgas en el horno
romano!
Le agradezco, querida hija, su hermosa carta. Supongo que no se
habrá quedado mucho tiempo en París después de haberla escrito,
sobre todo si debía abandonar Nimes el 10. Lamentablemente, yo no
227
EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870)
habré llegado para esa fecha1. Los galicanos y los presidentes, más
culpables a mi parecer que los galicanos, nos retienen aquí2. Tengo
sin embargo una gran esperanza. ¿Adivina en qué? En el cólico.
Retuerce las tripas de algunos opositores. Eso les hará desear la
clausura. ¿Por qué han retardado tanto las cosas? ¡Ay, los
presidentes, los presidentes!
El tiempo es muy pesado. Ni un poco de ese viento que lo seca todo,
pero que ayuda a respirar3. La campiña está verde. Pero ¡las pulgas!
Hija mía, 21, y aún no son las cuatro y se me han escapado muchas.
El abate Chesnel4 dice que cuando se las mata en esta época
resucitan a las cuarenta y ocho horas. Dice haber realizado la
experiencia en estos animalitos, a los que había hecho una marca en
la cola. ¡Diga a sus alumnas que hagan la prueba!
El Papa estuvo magnífico. Ayer le vimos entrar en San Pedro,
estábamos admirablemente situados. Hoy no he salido. La felicito
muy sinceramente por el resultado de las elecciones6, pero créame,
para que su Congregación camine al lado de la caridad, se necesita
firmeza. Nada se hará sin ella. El P. Vitte7, que ya está de regreso en
Lyón, cree que a este respecto pueda faltar algo. Hace mucho que no
veo Lyón ni París, pero es verdad que nunca hay que quedarse
dormido.
Antes de su partida, recomiende mucho a las Hermanas la
observancia de la Regla. Dios mío, ¡qué difícil es hacer realizar un
noviciado como es debido! Y cuando el noviciado ha sido flojo, las
pobres superioras locales lo han de hacer recomenzar. Quisiera que
al partir les dijera a las Hermanas que a su vuelta les va a hacer
realizar un nuevo noviciado según las cosas que haya visto durante el
Capítulo. Verá cómo eso produce un temor saludable, que yo me
encargaré de mantener8.
Adiós, mi queridísima hija. Crea que será para mí un gran pesar
encontrarla ya ausente cuando yo llegue. Mil veces suyo, en el Señor.
E. d’Alzon.
Carta a Sor Marie-Gabrielle de Courcy,
Roma, 29 de junio de 1870,
Lettres, t. VIII, p. 450-451
228
EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870)
_______
Sor Marie-Gabrielle de Courcy (1830-1885) era la Superiora de las Religiosas de la Asunción del
priorato de Nimes por los años 1870.
1 Sor Marie-Gabrielle de Courcy participó en Auteuil en el Capítulo General de las Religiosas de la
Asunción que acababa de finalizar. Contaba con salir de Nimes el 10 de julio de 1870 para una
temporada en Eaux-Bonnes, exigida por su salud. El P. d’Alzon no regresó de Roma a Nimes hasta el
21 de julio.
2 Los cinco presidentes del Concilio en el Vaticano I, designados por Pío IX, eran los cardenales
Charles Auguste de Reisach (1800-1869) muerto en diciembre de 1869, Antonio De Luca (18051883), Giuseppe Bizarri (1802-1877), Luigi Bilio (1826-1884), Annibale Capalti (1811- ) y Filippo De
Angelis (1792-1877). ¡Nótese el carácter tan curial y tan italiano de esta elección que puede convertir
un centro geográfico en un ombligo eclesial!
3 El calor romano en verano es a menudo sofocante por razones de temperatura y de humedad del
aire. Sólo el “ponentino” por la noche puede aportar a la ciudad una pequeña corriente de frescor. El P.
d’Alzon se alojaba en el Seminario Pontifico francés, vía Santa Chiara, en pleno centro del horno.
4 El abate François Chesnel (1822-1876) era uno de los seis teólogos franceses, llamados teólogos
del Papa. Era Vicario General de Quimper y simpatizó con el P. d’Alzon.
5 El pasaje es evidentemente humorístico. La talla de una pulga no permite al ojo desnudo percibir sus
particularidades fisiológicas, pero garantiza picores para toda la noche más allá del ombligo. Roma era
tristemente célebre por la suciedad de sus calles y la falta de higiene de sus habitantes.
6 Se trata de las elecciones del tercer Capítulo General de las Religiosas de la Asunción que se
celebró en Auteuil el 25 de junio de 1870. Resultaron elegidas la Madre Thérèse-Emmanuel O’Neill,
asistenta que no cambió; la Madre Marie-Madeleine de Peter, 2ª asistenta; la Madre Marie-Thérèse de
Commarque, consejera que no cambió; la Madre Marie-Walburge Howly, consejera que no cambió; la
Madre Marie-Caroline de Paty, consejera suplente; la Madre Marie-Séraphine Déroudilhe, consejera
suplente. Además fue elegida una Comisión para las Reglas, compuesta por las Hermanas MarieGonzague Saint-Julien, Marie-Gabrielle de Courcy, Françoise-Eugénie de Malbosc y Marie du SaintSacrement de Gouy.
7 El abate Pierre-Ferdinand Vitte (1824-1883) era un sacerdote francés nacido en Ain, nombrado
obispo en 1873 y Vicario Apostólico de Nueva Caledonia, muy en relación con las Religiosas de la
Asunción.
8 Ciertamente, la Biblia dice “el principio de la sabiduría es el temor”, ¿pero no es eso apoyarse sobre
un resorte espiritual que por sí solo es demasiado negativo y demasiado poco eficaz para la
perseverancia de toda una vida religiosa? El P. d’Alzon hizo algo mejor que echar reprimendas a su
regreso: predicó a las religiosas del Priorato de Nimes unas magníficas conferencias sobre el espíritu
de la Asunción que luego fueron publicadas.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el Concilio Vaticano I:
- Théodore GRANDERATH, Histoire du Concile du Vatican depuis sa
première annonce jusqu’à sa prorogation, d’après les documents
authentiques, Friburgo, 1903-1906, 3 vol.
- Gustave THILS, Primauté et infaillibilité du pontife romain au Vatican I
et autres études d’ecclésiologie, Lovaina, University Press, Peeters,
1989, 421 p.
229
EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870)
- Henri Rondet, Vaticano I, el concilio de Pío IX: la preparación, los
métodos de trabajo, los esquemas que quedaron en suspenso, Bilbao,
Desclée, 1963, 191 p.
- Bruno BELLONE, I vescovi dello Stato Pontificio al Concilio Vaticano I,
Roma, Libreria editrice della Pontificia Università Lateranense, 1966, 203
p.
- Roger AUBERT, Michel GUÉRET, Paul TOMBEUR, Concilium Vaticanum I:
concordance, index, listes de fréquence, tables comparatives, Lovaina,
CETEDOC, 1977, 275 p.
- Roger AUBERT, Vaticano I, Vitoria, Eset, 1970, 367 p. [Edición francesa:
de l’Orante, 1964, 341 p.]
- Le deuxième Concile du Vatican (1959-1965): Actes du colloque organisé
par l'Ecole française de Rome, Rome, 28-30 mai 1986, Roma, Ecole
française de Rome, 1989, 867 p.
Sobre el Padre d’Alzon y el Concilio Vaticano I:
- Antoine WENGER, A.A., Le P. d’Alzon et le Pape, en Hier et Aujourd’hui,
d’Alzon et l’Assomption, París, 1982, p. 7-41, (col.: Série du Centenaire
1980 - Conférences).
- Le P. d’Alzon et les deux Conciles du Vatican. Quelques aperçus, Roma,
[Colegio Internacional de Roma. Conferencias de los estudiantes, los días
19, 20 y 21 de noviembre de 1960], 1960, 48 p. [texto dactilografiado].
- Georges TAVARD, A.A., Le P. d’Alzon au premier Concile du Vatican,
Roma, 1996, 66 p.
- Le Père d’Alzon au service du Premier Concile du Vatican (1869-1870), en
Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, Roma, 1986, vol.
II, t. II, cap. XXV, p. 778-823.
- Siméon VAILHE, A.A., Vie du P. Emmanuel d’Alzon, París, Bonne Presse,
1934, 2 vol.
Para una lectura personalizada
• ¿Por qué tenía prisa el P. d’Alzon de abandonar Roma? ¿No estaba el
Concilio de hecho como atascado en debates de opinión sin fin pero no sin
intención?
• ¿Qué les reprochaba el P. d’Alzon a los tenores del Concilio? ¿Por qué los
presidentes podían ser considerados responsables de los aplazamientos y
retrasos de este Concilio?
• ¿Crees que la observancia de la Regla es condición suficiente para la
buena marcha de una Congregación y la animación espiritual de las
comunidades?
• El religioso debía ser según el P. d’Alzon un novicio perpetuo. ¿Cómo
entiendes tú esta recomendación?
230
43
En la hora de la derrota, los gérmenes
de esperanza para un católico (1871)
E
l 19 de julio de 1870, con
una loca ligereza patriotera,
Francia entró en guerra
contra Prusia, y de hecho contra
todo el ámbito germánico, pero
sin gran preparación. Al contrario,
su enemiga se había convertido en
una potencia militar tras su
victoria en Sadowa contra Austria
(julio de 1866). Había bastado al
hábil Bismarck agitar el trapo
rojo ante el toro galo, a partir de
un asunto en el que Francia había
obtenido satisfacción: la retirada
de la candidatura Hohenzollern al
trono de España.
Aislada, Francia se lanzó
imprudentemente a una guerra
mal llevada, para “castigar a una
Prusia insolente”, convencida de
que sus chassepots [fusiles de
guerra] iban a hacer maravillas
hasta Berlín, cuando el ejército
francés carecía cruelmente de
ametralladoras. Bastaron dos
batallas para hacerle abandonar el
suelo alsaciano; el 15 de agosto
los Prusianos ocuparon Nancy sin
combate.
Napoleón
III
encomendó el mando del ejército
del Rin a Bazaine; éste dejó a su
ejército encerrado en Metz. El
ejército
de
Mac-Mahon,
reorganizado en el campamento
de Châlons, no pudo salir de
Sedán y capituló el 2 de
septiembre.
Los
generales
franceses habían actuado a ciegas,
sin concertación, mientras que
Moltke supo imponerse gracias a
su espíritu resuelto y a su
capacidad
de
adaptación.
Estrasburgo cayó el 28 de
septiembre, Metz el 27 de octubre.
Vittorio Emmanuele II aprovechó
la caída de Napoleón III y de la
retirada del contingente francés de
Roma para avanzar contra la
Ciudad Eterna (septiembre de
1870) y hacer de ella su capital,
232
EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO
pese a las protestas de Pío IX, e
instalarse en el Quirinal con su
Gobierno (julio de 1871).
Pese a actos de valentía por
ambos bandos, la partida militar
estaba perdida para Francia. El
bloqueo de París iba a comenzar.
El
Gobierno
de
Defensa
Nacional, constituido el 4 de
septiembre, formó cuerpos de
voluntarios según la fórmula
revolucionaria del levantamiento
en masa, pero ni el ejército del
Loira, ni el del Norte, ni el de
Borgoña pudieron despejar el
cerco de la capital sitiada e iniciar
la recuperación del terreno. En
París Trochu animó a Ducrot a
intentar salidas cuyas ofensivas
quedaron en nada por la crecida
del río Marne, por el frío glacial y
por las tropas Wurtemberguesas.
Faidherbe era batido en San
Quintín, Chanzy en Le Mans y el
ejército de Bourbaki hubo de
cruzar la frontera suiza para no ser
aplastado.
El 18 de enero de 1871 fue
proclamado en Versalles el
Imperio alemán, y el 26 de enero
se firmó el armisticio con los
Alemanes. Gambetta dimitió el 6
de febrero, las provincias votaron
la paz contra el París republicano
y belicista en las elecciones del 8
de febrero. Thiers, elegido jefe del
ejecutivo el 17, y Jules Favre en
Asuntos exteriores, negociaron la
paz con Bismarck que se mostró
intratable
sobre
algunas
condiciones draconianas: cesión
de Alsacia, parte de Lorena y
pago de una deuda de guerra de 5
billones de francos-oro.
Thiers decidió desde Versalles
licenciar a la Guardia Nacional de
París. El 18 de marzo de 1871 la
población de París se opuso a la
retirada de los cañones de
Montmartre. El motín terminó con
el asesinato de los generales
Lecomte y Thomas. Se proclamó
la
Comuna,
gobierno
insurreccional y revolucionario.
El 10 de mayo de 1871 se firmó el
tratado de Francfort; el ejército de
Versalles arrebató la capital a la
Comuna tras una semana de
combates callejeros fratricidas. A
principios de junio de 1871 se
consiguió un primer empréstito
para acelerar el pago de la deuda y
la liberación progresiva de los
departamentos
ocupados
(septiembre de 1873), y un
segundo empréstito se obtuvo con
éxito en julio de 1872. Francia
quedó aislada diplomáticamente
hasta 1893. El 23 de mayo de
1873 la Asamblea sustituyó a
Thiers, republicano, por MacMahon, monárquico. Francia,
vencida, humillada, alimentó un
sentimiento
de
revancha
233
EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO
antialemán que estalló en 1914 y reaccionar el P. d’Alzon, hombre
de nuevo en 1939. ¿Cómo podía de fe y de esperanza?
Querido amigo,
En este instante, en este instante recibo tu carta. ¡Lamentable!
¡Lamentable! Estamos en el fondo del abismo y lo tenemos bien
merecido. Sí, París ha capitulado1 y ¿lo vas a creer?, estudiando la
voluntad de Dios, no desde el punto de vista exclusivo francés, sino
desde el punto de vista católico, le está bien. ¡Qué Cuaresma de
cuatro meses y medio acaban de vivir los Parisinos! ¡Qué
purificación del suburbio! ¡Cuántas orgías menos! ¡Qué fecunda
pobreza de más! Tendremos menos oro, pero fabricaremos más
hierro; tendremos menos empleos de lujo, haremos más trabajos
moralizadores. Mira, si Francia hubiera empleado en arsenales lo
que ha invertido en teatros, en fusiles lo que había empleado en
fiestas, en ejercicios militares lo que ha puesto en bailes, ¿estaríamos
donde estamos? ¡Lamentable! ¿Aprovecharemos la lección?2. Sólo
Dios lo sabe.
Tu hermano estaba bien, mi sobrino Juan va bien. Búscanos
vocaciones. Un religioso muerto, un novicio despedido por razones de
salud, otro bajo las banderas, otro movilizado. He ahí nuestro
balance3.
No ha habido ni un obús en Auteuil, al menos en el convento. Aquí
Pierre Baragnon amenaza con la guerra civil mediante la
presentación más o menos amarilla, si por espíritu de conciliación no
se le nombra diputado4. Vamos a pasar tres o cuatro días malos,
hasta las elecciones que tendrán lugar el día 8, a menos que las
elecciones de París nos tranquilicen5. ¿Qué decirte del porvenir?
Thiers piensa que la República y el Imperio han muerto, pero que no
hay que enterrar demasiado rápido a la República. En cuanto a mí,
lleno de tristeza como Francés, estoy lleno de confianza en cuanto
católico. ¿Quién ha oído decir que los desastres de 1814 y 1815
hayan traído la sombra de una conversión entre nuestras tropas? De
ahí saldrán, tenlo por seguro, magníficos esfuerzos de apostolados7.
Estoy un tanto enfermo. Raymond de Surville ha muerto8. Rezad
por la fundación de una Universidad católica y de una amplia
asociación para la defensa de la Iglesia. Te conjuro que cuando estés
234
EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO
libre te las arregles para venir lo antes que puedas. Adiós, y todo
tuyo.
E. d’Alzon.
Carta al P. Vicente de Paúl Bailly,
Nimes, 6 de febrero de 1871,
Lettres, t. IX, p. 11.
235
EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO
_______
1
El 2 de septiembre de 1870, capituló Sedán, causando la caída del Imperio, la deposición de
Napoleón III y la proclamación de la República en París el 4 de septiembre. Estrasburgo cayó el 28 de
septiembre, Metz el 27 de octubre. París está asediado y hambriento. El Gobierno pide el armisticio el
26 de enero de 1871 y es firmado el 28, lo que de hecho equivalía a una capitulación general, pero la
población parisina patriota rechazaba las políticas de capitulación. Las grandes ciudades de provincia,
Burdeos, Toulouse, Marsella, Lyón, hervían de convulsiones comunistas.
2 A la vergüenza de la derrota militar sin apelación que golpeaba duramente al país en su loco orgullo
belicista de julio de 1870, se añadían entre los católicos sentimientos de indignidad nacional y de
castigo divino, merecido según ellos por una parte a causa de los excesos de la fiesta imperial y
justificado por otra con una visión teológica de estilo apocalíptico “cólera de Dios”. Los discursos
religiosos mantenían este clima moralizante que añadía a la tristeza del sentimiento nacional abatido
los acentos de una penitencia arrepentida sobre un fondo de total confusión política.
3 El religioso fallecido es el hermano Edouard Patt, muerto en Nimes el 28 de noviembre de 1870 de
rubéola. El novicio bajo las banderas, el hermano Paulin Bonnefoi, el hermano movilizado en las
ambulancias es el Hermano Jules Ferret, el novicio despedido por enfermedad, Achille Gounin o
bien Claude Lhérisson. Los Padres Vicente de Paúl Bailly y Esteban Pernet estaban como capellanes
voluntarios con los soldados franceses prisioneros en Mayence.
4 Antiguo periodista en Constantinopla, candidato a diputado, de tendencia antibonapartista y
republicana, Pierre Baragnon (1830-1904) no era de hecho sino un oportunista más, modelo de
verdadera veleta.
5 Las elecciones del 8 de febrero dieron en conjunto una Cámara muy conservadora en la que
figuraban numerosos notables, favorables a una restauración monárquica.
6 Adolphe Thiers (1797-1877) era en efecto el hombre fuerte del nuevo Gobierno, salido del Gobierno
provisorio precedente, tras el ínterim de Gambetta (1838-1882), que había realizado la vuelta a Francia
en globo. Thiers iba a reprimir la Comuna y fundar la IIIª República, políticamente liberal pero
socialmente conservadora. Fue aclamado como el liberador del territorio en 1873, en el mismo
momento en que era sacado del Gobierno y remplazado por el más seguro Mariscal Mac-Mahon (24 de
mayo de 1873).
7 Los años 1871 y 1872 fueron efectivamente para la Asunción fecundos en inventiva apostólica: los
alumnados, la prensa, las peregrinaciones, la reaparición de la Revue de l’enseignement chrétien, la
perspectiva de la fundación de Universidades católicas, la animación de los Comités católicos, de los
Círculos obreros y de Asociaciones de defensa de la Iglesia.
8 Raymond de Surville (1848-1871), ex alumno del colegio de la Asunción, era hijo de una familia
nimeña muy cercana al P. d’Alzon: Charles de Surville (1803-1868), antiguo parlamentario legitimista,
Recaudador general de impuestos del Gard; su segunda esposa de apellido de Ricard.
236
EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la guerra de 1870 y sus consecuencias:
- Henri GUILLEMIN, Cette curieuse guerre de 70: Thiers, Trochu, Bazaine,
París, Gallimard, 1956, 266 p. (col.: La Suite des temps).
- Leonce ROUSSET, Histoire générale de la guerre franco-allemande (18701871), París, Montgredien et C.ie, Librairie illustrée, 1900, 6 vol.
- Stéphane AUDOIN-ROUZEAU, 1870 : la France dans la guerre, París, ed.
Armand Colin, 1989, 420 p.
- François ROTH, La Guerre de 70, París, Hachette littérature, 2005, 774
p. (col.: Pluriel Poche).
- Annette BECKER, La guerre et la foi : de la mort à la mémoire, 19141930, París, Collin, 1994, 141 p. (col.: Histoire contemporaine).
Para una lectura personalizada
• ¿Qué opinas tú en cuanto al manifiesto divorcio entre París y las
provincias francesas en su apreciación política de los acontecimientos? ¿La
amenaza de guerra civil no anunciaba la Comuna?
• ¿Cuáles son a tu juicio las causas verdaderas de la derrota francesa,
militar y política ante la potencia de la unidad alemana federada por
Bismarck? ¿No nos encontramos ante dos modelos nacionales políticamente
antagonistas uno que imita a Atenas y el otro a Esparta?
• ¿No existe a menudo entre gente de temperamento activo y voluntarioso
como el P. d’Alzon un agudo contraste entre el pesimismo de las ideas y
una especie de llamado optimista a la acción de cara al futuro?
• ¿No es la esperanza, virtud teologal, lo que ofrece el mejor suelo de
futuro al creyente que no se encierra en las ideas negras y las ruinas del
tiempo presente?
237
44
El P. d’Alzon en los Molinos de viento
(1872)
E
l P. d’Alzon echó raíces en
Nimes el 14 de noviembre
de 1835. Pese a reiteradas
ofertas, nunca después abandonó
su ciudad de adopción, lo que no
quiere decir que no conociera,
como muchos humanos, múltiples
mudanzas. En Nimes mismo,
desde 1839 hasta 1878 mantuvo un
despacho de trabajo en el
Obispado, al lado de la Catedral de
San Castor, transformado más
tarde en Museo departamental del
Viejo-Nimes. Monseñor Cart
hubiera deseado que su Vicario
General fijara allí su residencia
habitual, ¡pero eso era desconocer
el espíritu de independencia de su
segundo!
En su correspondencia él mismo
precisa incluso aquí o allí, muchas
veces con una simple alusión, la
lista de sus distintos alojamientos
de ocasión o de prestado. Así es
como tenemos noticia de su
primer alojamiento en Nimes, en
la residencia de su tío materno, el
abate
Daniel-Xavier
Liron
d'Airolles, en el nº 16 de la calle
del Aspic, algo provisional que
cambió pronto (¿al cabo de tres
meses?) por un alquiler en la calle
del Arc-du-Gras nº 9 (actual nº 7),
en la esquina con la calle des
Orangers,
residencia
que
compartía con un cierto abate
Bernard Rode. En 1839, ya
Vicario General titular, estaba
obligado a poner su propia casa
más honorablemente, por lo que
alquiló un gran apartamento,
situado en el nº 10 de la calle de
los Lombardos o calle Margarita,
en el edificio Grandgent. En 1845
fue cuando, desde París, rescindió
el contrato, provocando de paso la
alarma entre sus dirigidas, y
decidió trasladar sus penates a su
239
EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872)
Colegio de la Asunción, entonces
en la rue de la Servie. Allí ocupó
sin duda distintas celdas en los
distintos
pabellones
que
componían el Colegio, entre ellos
el llamado Arca de Noé. Pero
sabemos que el 21 de noviembre
de 1880 murió en la habitación
situada sobre la puerta cochera,
trasformada luego en museo de
recuerdos.
Sin embargo en 1872 cometió una
infidelidad a la Asunción
decidiendo trasladarse a las
alturas de Nimes, al barrio
llamado de los Molinos de Viento,
en el Monte Duplan, a la casa
Prophète que el Obispado había
comprado hacía tiempo (1854),
para albergar allí la “Obra de
Juventud Argaud”. El P. d’Alzon
quería en aquel momento
trasformarla según el modelo de
los Círculos católicos que
florecían entonces por todas las
diócesis de Francia. La historia
menuda cuenta incluso que los
colegiales del momento fueron
requisados para pasar de mano en
mano y de calle en calle los
volúmenes de la Patrología de
Migne de la que el P. d’Alzon no
quería separarse. El cambio fue de
corta duración, al parecer, sólo
unos años, hasta 1977 sin duda, –
además residió allí sólo de manera
intermitente– y pareció mejor a
240
todo el mundo que el Patriarca,
demasiado acaparado por sus
otros cargos, se reintegrara a sus
muros, junto con su preciosa
colección. Otro religioso fue
destinado a la obra Argaud, entre
1874 y 1877, en especial el
Hermano Désiré Gallet y el ex
Padre Joseph-Marie Blanc. El P.
d’Alzon volvió a vender los
locales al Obispado en 1878.
Se dice que, en cuanto a
alojamiento, el P. d’Alzon se
mostraba muy sobrio, acomodado
al estilo de un monje o de un
ermitaño, con apenas el mobiliario
indispensable. Cuando abandonó
Lava-gnac en 1835, rechazó la
carroza decorada con las armas de
los
d’Alzon,
que
habría
bloqueado, según decía, las
callejuelas de la vieja ciudad y
sobre todo alejado, por su lujo, ¡a
los futuros donantes! Pero se
llevó, sin embargo, dos espejos de
mucho empaque, una calavera y
un retrato de Santa Magdalena.
Conservó durante mucho tiempo
un gran crucifijo que le había
regalado su primer obispo,
monseñor de Chaffoy. Misma
sobriedad en su gran apartamento
de la rue des Lombards: su
despacho de trabajo compren-día
cuatro
sillas
blancas,
un
reclinatorio y una mesa con una
calavera.
Con
los
años,
EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872)
ciertamente, hubo de aceptar de
sus “filoteas” nimeñas algunas
comodidades, entre ellas una
escribanía con cajones, regalo de
la señorita José-phine Fabre,
celosamente conservada desde
1901 por las Oblatas en su casa
provincial de Hulsberg (Holanda).
La comunidad asuncionista de
Nimes, de la rue Sainte-Perpétue
nº 2, mantiene aún su sitial de
coro, instalado en su capilla más
como una silla o trono de honor
que como algo necesario a la
liturgia. Todo el resto de los
recuerdos personales vinculados
al P. d’Alzon ha terminado por ser
dispersado, al filo de las
expulsiones y de los traslados, a
los cuatro vientos de la historia,
¡que no sólo mueven molinos, en
Nimes como en todo el Mediodía!
Incluso los restos mortales del P.
d’Alzon han conocido en Nimes
tres localizaciones (tumba de la
Asunción en el cementerio de San
Baudilio, de 1880 a 1892; hipogeo
en la capilla del Colegio de la
Asunción, de 1892 a 1942; tumba
en la capilla de las Oblatas rue
Séguier, de 1942 a nuestros días),
prueba fehaciente de que los hijos
de esta tierra no pueden tener aquí
abajo una morada permanente.
¡Objeto prodigiosamente querido por vuestro señor padre o por el
Reverendo Padre, vuestro padre!
Ante todo, no sois un monstruo: luego, le invito a hacer poner en lugar
del señor Argaud para la obra de la juventud de Nimes a los religiosos
de la Asunción; en lugar del señor Charles Laurent para los aprendices,
al P. Ch. Laurent, de los Agustinos de la Asunción1; y preguntará al P.
François si conoce a un tal señor François Chambourdon, director de la
obra de los hombres en Nimes. Esto supera cualquier idea. En Alais, los
religiosos de la Asunción; en El Vigán, obra de los hombres, los
Religiosos de la Asunción. Acaba de ser fundado en El Vigán, un Círculo
católico. El P. Hippolyte ha sido fundador y excluido inmediatamente
después de abierto el círculo, pero eso no es ningún mal.
Y ahora ¿qué le voy a decir? Tenemos cerca de 170 alumnos internos,
100 externos o semipensionistas: non c’è male. El P. Picard se encuentra
a gusto en El Vigán. Va a tratar de mandar a Arras al P. Charles. Aquí
me he instalado, mediante una misa a los santos ángeles, en la obra del
señor Argaud2; esto desde esta mañana. Me presentaron una oposición
cerrada, hace algún tiempo; en estos momentos están suaves como
corderitos3.
241
EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872)
Allemand ha llegado sombrío de Marsella, vuestra carta le ha sido
entregada. ¿Qué le voy a decir?¿Tiene usted definitivamente el
apartamento de la señorita Longueil4? En cuanto haya salido la Revista5
tendrá otro artículo mío. El domingo, si el tiempo lo permite, 1.200
nimeños irán a Rochefort, casi otros tantos de Aviñón, otros tantos de
otras localidades. Contamos ser tres mil o cuatro mil si el tiempo es
bueno6.
El retiro eclesiástico ha estado mediocre. No se apresure a invitar
al señor Barbe7. Con esto beso la suya8 y le deseo buenas noches.
E. d’Alzon.
En la Asunción tenemos de 10 a 12 misas al día9.
Carta al P. Vincente de Paúl Bailly,
Nimes, 2 de octubre de 1872,
Lettres, t. IX, p. 436.
_______
1 Se trata de modificar los nombres en el Annuaire des Associations Catholiques Ouvrières de France,
para el año 1873-1874. El P. Vincent de Paul era en aquel momento el secretario de la Asociación. El
P. d’Alzon insiste en el nombre de Agustinos de la Asunción para sus religiosos que figuran en él:
Charles Laurent (1821-1895), François Chambourdon (1844-1902), que se incardinó en Nimes en
1877, Hippolyte Saugrain (1822-1905).
2 El abate Casimir Argaud (1814-1901) había sido el fundador y director de esta Obra de juventud en
la que había colaborado el P. d’Alzon siendo joven sacerdote. En 1872 se trataba de resucitarla en una
modalidad más adaptada. Pasó luego bajo la dirección de los Padres de Timon-David. El P. Charles
François (1841- ?) acababa de ser ordenado sacerdote. Abandonó la Congregación en 1876 y le
hemos perdido el rastro.
3 Los jóvenes cuyo centro acababa de ser trasladado al Mont-Duplan sobre el “pic Argaud” (llamado
también Maison Prophète) se habían mostrado recalcitrantes a la dirección del Hermano Norbert
Mathieu (1852-1918), ordenado sacerdote en 1878 y enviado a la Misión de Oriente en 1880. Por
estas fechas este centro contaba con un centenar de jóvenes según el P. d’Alzon. El P. d’Alzon quiso
incluso en un momento dado (1874), transformar Mont_Duplan en casa madre, escolasticado y
noviciado de la Congregación.
4 El P. Vincent de Paul señalaba a esta persona como la propietaria vecina de la rue François 1er sin
duda bienhechora de la Asunción y habitual de la capilla parisina como lo era también una tal Srta. de
Mauroy en 1877 que donó su casa de Sèvres al noviciado de París.
5 Se trata de la Revue de l’enseignement chrétien –que reapareció de 1872 a 1875– a la que el P.
d’Alzon aportó varios artículos.
6 Esta peregrinación, en que predicó el P. d’Alzon, tuvo lugar el 6 de octubre de 1872 pese al viento y
a la lluvia. Al P. d’Alzon no le gustó nada que el abogado y diputado legitimista Ferdinand Boyer
(1823-1855) tomara la palabra a favor de una unión entre Henri V y el Papa. No le gustaba la
mezcolanza de planos.
242
EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872)
7
Este predicador del retiro eclesiástico de Nimes en 1872, sin otra identificación, sería el hermano de
un sacerdote diocesano, a quien sí hemos logrado identificar, el abate Jean-Pierre-Léon Barbe (18091867), párroco de Boudrac (Haute-Garonne).
8 Después de los acontecimientos de la Commune, los religiosos de París se habían dejado la barba
para proteger su identidad y escapar a las expulsiones. Más tarde el P. d’Alzon intentó que se las
afeitaran pero en balde. En 1863 él mismo había llevado una magnífica barba a la oriental.
9 Es un indicio del número de sacerdotes que residían y trabajaban en el colegio de la Asunción. Había
entonces como sacerdotes religiosos A.A., además del P. d’Alzon: Emmanuel Bailly, Alexis Dumazer,
Charles Laurent, Charles Désaire, François Chambourdon, Adrien Latour, Jules Ferret, Joseph-Marie
Blanc y Charles François.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre los domicilios del P. d’Alzon en Nimes y la obra Argaud:
- Rue du P. d’Alzon 1810-1880, en «Maison de l’Assomption» (revista del 3er
Colegio de la Asunción en Nimes), octubre de 1936, p. 27-29.
- Jean-Paul Périer-Muzet, Chronique alzonienne: les logements de l’abbé
d’Alzon à Nimes?, en «A travers la Provnce», nº 106 (mayo de 1994), p.
16-19.
- Oeuvre Argaud 1873-1937. Fêtes du centenaire de l’oeuvre, Nimes, 1938,
63 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Por qué crees que el P. d’Alzon, que vivió casi toda su vida apostólica en
un colegio, daba tanta importancia a vivir en contacto con la juventud?
• ¿Cuáles eran las principales animaciones apostólicas dirigidas a la
juventud en la Iglesia de aquel tiempo?
• A tu parecer, ¿sabe la Asunción de hoy día mantener el contacto con la
juventud? ¿Cómo y mediante qué animación o iniciativas?
• La juventud es un mundo que cambia rápidamente. ¿Qué cualidades
humanas y espirituales se valoran siempre en ella?
243
45
Francia a un paso de la Restauración
monárquica (1873)
P
ara los observadores de la
vida política francesa, el
período que va de 1873 a
1877 y que ha recibido el
apelativo, por lo menos ambiguo,
de “República de los Duques”,
sumerge los análisis en un abismo
de perplejidad. Una Francia
incierta, indecisa, vacilando entre
formas constitucionales opuestas,
al albur de consultas electorales
casi contradictorias. En febrero de
1871, las Asambleas elegidas
están compuestas en su mayoría
por monárquicos, algunos más o
menos nostálgicos, pero todos
ciertamente divididos. Durante un
siglo, el país ha oscilado entre
familias
dinásticas
irreconciliables: los Borbones,
expulsados del poder en 1830,
pero siempre pretendientes al
trono con el hijo del milagro, el
Conde de Chambord, línea
llamada legitimista; los Orleáns,
desterrados en 1848, pero siempre
surtidos de candidatos con el
título y la rama llamada del Conde
de París; y los Bonapartistas,
cuya derrota en 1870, pese a la
deslegitimación de Napoleón III y
la muerte prematura del Príncipe
imperial
(1873),
no
ha
abandonado toda esperanza de
volver al poder.
Thiers, el hombre fuerte del poder
ejecutivo en 1871, fue apartado en
1873 por el Mariscal Mac-Mahon,
sin haber tenido la posibilidad de
asentar un régimen republicano en
el país, habiéndose dedicado sobre
todo a reconstruir la economía, las
finanzas y el ejército. Mac-Mahon
es un militar legitimista, llevado a
la Presidencia para siete años por
una coalición monárquica. Pero
pese a sus preferencias personales
que le llevan a escoger a sus
245
FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873)
ministros entre las filas de las
derechas, no pretende imponer al
país, mediante un nuevo golpe de
fuerza de los que Francia había
sufrido ya demasiado hasta
entonces, un régimen que no haya
salido válidamente de una
consulta regular. En estos años el
campo republicano se refuerza en
cada consulta electoral, hasta la
crisis abierta en febrero de 1876
que le da entonces una clara
mayoría en la Cámara.
El
Mariscal
interviene
directamente
en
la
vida
parlamentaria, despidiendo a Jules
Simon el 16 de mayo y
remplazándolo por el Duque de
Broglie, y disolviendo la Cámara
de diputados. Pero tras las
elecciones de octubre de 1877, sin
duda las más apasionadas que
haya conocido Francia, sólo le
queda al Presidente o someterse o
dimitirse, en palabras del tribuno
Gambetta. Obligado a gobernar
con ministros republicanos, como
Dufaure, Mac-Mahon dimite antes
del fin de su septenado, en enero
de 1879, tras las elecciones
senatoriales que consagran una
nueva victoria republicana. Al
socaire de una enmienda (Wallon)
en enero de 1875, la Asamblea
había votado, pero sin convicción,
el reconocimiento de la forma
republicana del régimen, y más
246
tarde
las
tres
leyes
constitucionales que iban a servir
de base institucional a la Tercera
República.
El P. d’Alzon, como muchos de
sus contemporáneos, cifraba todas
sus esperanzas políticas en la
restauración de la monarquía a
favor del Conde de Chambord.
Las creyó realizables e incluso
realizadas tras el 24 de mayo de
1873, pero es sabido que sus
tácticas políticas no tuvieron
mucho éxito, ni fue afortunado, ni
precursor, ni profeta. Sus lazos
familiares
e
incluso
su
compromiso eclesial tan tipificado
no le predisponían para una
comprensión armoniosa o familiar
de las expectativas de las nuevas
capas sociales y menos aún de los
juegos en el campo de la política
que suelen oscilar con las
variaciones de la opinión pública.
El P. d’Alzon campeaba sobre el
terreno de las convicciones, y no
tenía aprecio ni estima por el
campo de las opiniones, variables,
flexibles, indiferentes e incluso
hostiles al polo religioso. Cierto
que, por experiencia y para sí
mismo, se había visto obligado a
iniciar un lento proceso de
desacralización del poder político;
pero sin avalar las opciones de
una sociedad móvil, con un
designio liberal y un horizonte
FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873)
democrático, continuamente en
busca
de
referencias
no
confesionales, deseando reformas
estructurales y en ruptura con los
valores
tradicionales.
Su
conciencia eclesiástica, amputada
poco a poco de su esfera de
influencia en los ámbitos de la
vida
pública,
continuaba
disputándole
su
parte
de
ciudadano que no estaba dispuesta
ni a cohabitar ni a entregarse. Una
extensión al máximo del eslogan:
Fuera de la Iglesia no hay
salvación.
Andas bien, tú, quejándote de nuestro silencio. ¿Dónde se cuecen
las noticias? ¿En Nimes o en París? ¡Veamos qué tienes que
responder! Si en Nimes, ven a ver; si en París, pues envía algunas,
¡monstruo!1. ¿No os basta con ser vosotros la fuente, tenéis además
que burlaros porque nosotros estemos sin agua? Vamos, un poco de
paciencia. ¡Ah, traidor! ¿Crees que sólo vamos a beber vino2?
Noticias: mi prima, la señora d’Alzon, ha muerto; la señorita Valat
ha muerto; la señora Chaudordy se debate entre una hipertrofia del
corazón y un ataque de apoplejía grave al cerebro3. ¿Quieres
nombramientos de coadjutores y de vicarios4? Pero las
peregrinaciones asustan. ¿Por qué nos detesta tanto Freppel? Me
gustaría mucho saberlo5. Yo estaría tentado por despreciar, pero me
resulta absolutamente imposible tomarme la molestia de detestar a
alguien. Detesto el pecado, que es algo, pero amo al pecador que es
alguien
Ahora6. tenemos la tricolor flordelisada7. Falloux triunfa. ¡Oh,
Falloux!; pues bien, hago un esfuerzo, pero no te desprecio, es tu
pecado el que es despreciable.
¡Si esta carta te molesta…! ¡Si esta carta te molesta! Pues tírala a
la papelera. No, hijo mío, nunca creeré inútiles las peregrinaciones.
Te advierto que nunca pondré la bandera tricolor flordelisada. Eso
me ahorrará comprar una bandera. Trata de averiguar lo que hay de
cierto en el nombramiento del abate Gay para Montpellier8. Hijo mío,
un beso en las dos mejillas.
E. d’Alzon.
Si no te entiendes bien con el P. François9 que se encargue de él el
P. Hippolyte.
247
FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873)
Carta al P. Vicente de Paúl Bailly,
Nimes, 18 de octubre de 1873,
Lettres, t. X, p. 128-129.
248
FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873)
_______
1
¡El razonamiento del P. d’Alzon es inatacable! Además, el P. Vicente de Paúl Bailly trabajaba en el
Pèlerin: si el periodista no crea necesariamente las noticias, las digiere durante todo el día…
2 Fuente, agua, vino: ¡la metáfora es llevada hasta el agotamiento! ¡Humor digestivo!
3 En el registro de los boletines necrológicos, la lista es negra: la señora Edmond d’Alzon y la
señorita Valat, ambas fallecidas en 1873. En cuanto a la señora Louis-Justin Chaudordy, de soltera
Converset (1811-1874), su estado de salud muy deteriorado presagiaba una muerte cercana.
4 El P. d’Alzon es Vicario General. En esta época del año los cambios de destino entre el clero son
numerosos; registrados, claro, en La Semaine religieuse de Nîmes.
5 Monseñor Charles-Emile Freppel (1827-1891) nombrado obispo de Angers en diciembre de 1869,
era un antiguo neo-galicano parisiense pasado al ultramontanismo. Se distinguió después de 1877 por
su ardoroso humor guerrero contra la República anticlerical. En cuanto a la fórmula de las
peregrinaciones que dan miedo, hay que entender que dan miedo las manifestaciones públicas de fe,
llamadas de masas, organizadas por trenes, como las peregrinaciones diocesanas nacionales o
internacionales multitudinarias (en Francia: Lourdes, La Salette, Paray-Le-Monial, Pontmain), no los
pequeños centros de piedad locales que siempre han sido frecuentados desde un radio limitado y sin
desplazamientos notables o espectaculares.
6 La fórmula es totalmente agustiniana. Sermón 13, VII/8: Si sic audis… peccata persequeris, non
peccantem [si así lo haces… perseguirás al pecado pero no al pecador], o bien Contra Adimantum
XVII, 5: Sed hoc perfectorum est, ut non oderint in peccatoribus nisi peccata, ipsos autem homines
diligant [Pero es propio de los perfectos: no odiar en los pecadores más que al pecado, amando al
mismo tiempo a los pecadores].
7 La tentativa de entendimiento entre las diversas facciones monárquicas que deseaban llamar al
Conde de Chambord al trono de Francia, comenzó por tropezar con el color de la bandera nacional:
blanco con flor de lys para los monárquicos de pura sangre, tricolor para los parlamentarios de la
derecha liberal. Alfred-Frédéric de Falloux (1811-1886) había inclinado la decisión el 4 de octubre
hacia el “tricolor flordelisada”. Pierre-Charles Chesnelong, diputado bearnés, formaba parte de la
comisión de Los Nueve que fueron a ver al pretendiente el 17 de octubre para hacerle desistir y que
creyeron haber conseguido su acuerdo. Una carta del Conde de Chambord, fechada el 27 de octubre
de 1873 y publicada el 30 a mediodía, trajo un desmentido formal: ¡Nunca Henri V abandonaría la
bandera de Henri IV y jamás sería el rey legítimo de la Revolución! Todas las combinaciones políticas
de las derechas liberales se habían derrumbado.
8 La sede episcopal de Montpellier estaba vacante tras la dimisión de monseñor François-MarieJoseph Lecourtier (1799-1885). Charles-Louis Gay (1815-1892) no fue nombrado obispo sino en
1877, como auxiliar de monseñor Pie en Poitiers. Un antiguo alumno del P. d’Alzon, el abate Anatole
de Cabrières, fue elegido para Montpellier en 1873.
9 El P. François d’Assise Chambourdon (1844-1902), asuncionista antes de incardinarse en la
diócesis de Nimes en 1877, estuvo algún tiempo al servicio del Pèlerin en París, bajo la autoridad del
P. Vicente de Paúl Bailly.
249
FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el período llamado la “República de los Duques”:
- P. R. AMBROGI y L. J. BUFFET, L’Avènement de la IIIème République,
Biarritz, Atlantica, 1998, 382 p.
- J. P. AZÉMA, M. WINOCK, La Troisième République, París, Hachette,
1986, 510 p. (col.: Pluriel).
- Jacques CHASTENET, Histoire de la Troisième République: Jours inquiets
et jours sanglants, París, Hachette, 1957.
- Jean-Marie MAYEUR, Les Débuts de la IIIème République 1871-1898,
Seuil, 1973, 256 p. (col.: Points Histoire).
- Stéphane RIALS, Nouvelle Histoire de Paris, tomo 10: De Trocha à Thiers
(1870-1873), París, Hachette, 613 p.
- Odile RUDELLE, La République absolue (1870-1898), París, La Sorbonne,
327 p.
- Jacques GADILLE, La pensée et l’action politiques des évêques français
du début de la IIIème République, Hachette, 1967.
- Jean-Marie MAYEUR, Les idées politiques du Père d’Alzon, en Emmanuel
d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous
la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París,
du Centurion, 1982, p. 144-164.
Para una lectura personalizada
• ¿Cómo entiendes el hecho de que, con una Cámara mayoritariamente
monárquica en 1873, Francia se haya orientado poco a poco hacia una
democracia republicana? ¿No se da una especie de evolución contradictoria
e incoherente?
• ¿Qué podía esperar el P. d’Alzon de una restauración monárquica? ¿No se
hacía ilusiones sobre los hombres políticos de su tiempo, incluidos aquellos
que él consideraba de los suyos?
• ¿Según tú, qué es lo que separaba al P. d’Alzon de una Francia
políticamente liberal, constitucionalmente parlamentaria y socialmente
reformista? ¿En política qué es para ti una convicción y qué es una
opinión?
• El P. d’Alzon tenía amigos en el Gobierno en 1873, a quienes pudo pedir
algunos servicios en ciertas ocasiones. ¿Servirse de las influencias te
parece legítimo, inocente, peligroso, moralmente aceptable pero con qué
riesgos?
250
46
Un sueño no iniciado:
la “conversión” de los Eslavos (1874)
A
l recibir del Papa Pío IX una
bendición para las Obras de
Oriente y de Occidente de la
Asunción (1862), el P. d’Alzon
ciertamente no imaginaba el
camino que con él y después de él
sus dos Congregaciones iban a
emprender sobre aquella gran ruta
apostólica que fue también la de
los Apóstoles. Sin directivas
precisas, sin un plan de misión
preestablecido,
sin
medios
tampoco, la Asunción tuvo que
inventar su vía en aquel universo
oriental complejo y fragmentado.
El P. Galabert, que fue el pionero
voluntario y valiente de esta
Misión
de
Oriente,
daba
gustosamente a entender que él era
de esas piedras ocultas en los
fundamentos que terminan con el
tiempo escapando a la mirada
humana. Su sacrificio estuvo
ciertamente a la altura de todas sus
virtudes, de las que la paciencia no
era la menor, pero su incontestable
superioridad le vino de aquel amor
generoso y bueno que le inspiró el
aprendizaje de las costumbres y
tradiciones de Oriente, tratando
siempre de comprenderlas desde el
interior y de no juzgar las
mentalidades, los prejuicios o los
particularismos,
fácilmente
ridiculizados por una mirada que
sigue siendo extranjera.
El P. Galabert se hizo búlgaro de
corazón, aprendiendo la lengua,
componiendo
incluso
un
diccionario,
poniéndose
humildemente al alcance de los
pequeños escolares de San Andrés,
él que era doctor en medicina por
Montpellier y doctor en derecho
canónico por Roma. Si se pudieran
hacer comparaciones, diríamos
sencillamente que en esta materia
el discípulo se reveló ser un
maestro.
¿Y qué diremos de aquellas
252
UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874)
jóvenes Oblatas, salidas de las
montañas de los Cevenas y
enviadas a Andrinópolis sin
preparación? El P. Galabert las
defendió más de una vez ante el P.
d’Alzon, siempre severo en
materia de observancia de la
Regla, pero que estaba lejos de
aquel lugar donde la entrega
cotidiana de las Hermanas, su
capacidad de cercanía humana y
sus cualidades de fe y de corazón,
alcanzaron grandes victorias en el
campo sin competencia de la
caridad heroica?
Con los años, el P. d’Alzon no
dejó de sentirse obsesionado por
este Oriente tan misterioso, que él
percibía a través del prisma
deformante del espejo occidental.
Su amor a la Iglesia, con sus
exigencias de verdad y de unidad,
profundizaba en él un deseo
obsesivo de unión que se
expresaba
en
términos
desplazados: no veía sino
resistencias o resonancias de cisma
en aquellos cristianos orientales
que gemían bajo el yugo otomano
desde hacía siglos; trataba de
“convertir” a estos pueblos
eslavos, separados de Roma, es
cierto, pero evangelizados desde
hacía más de un milenio. ¡Sin
hablar de las poblaciones griegas,
casi contemporáneas de los
orígenes de la fe cristiana!
Sobre todo, el P. d’Alzon no
dejaba de pensar en la gran Rusia,
el corazón de la nación eslava,
desgarrada entre los partidarios de
una apertura al Occidente y los
partidarios eslavófilos, furiosos
defensores de las tradiciones
heredadas de Bizancio. Se sentía
atraído por aquella inmensidad
hecha de espacio y también de
autocracia y grandes desigualdades
sociales, sentía impaciencia por
atacar al coloso con sus huestes
misioneras.
Una aristócrata de origen ruso
pasada al catolicismo, la señora
Fricero, que conservaba un
corazón maravillado por las
tradiciones religiosas de su pueblo,
trató de abrirle los ojos al P.
d’Alzon, que seguía siendo muy
latino y muy romano en su manera
de acercarse al Oriente. No hubo
manera; el intento de diálogo se
saldó por una especie de
yuxtaposición justificativa de
posturas inconciliables. Los sueños
del P. d’Alzon siguieron siendo
sueños sin realizar, pero sobre el
terreno sus hijas y sus hijos han
abierto brechas de reconciliación
que una caridad inventiva
ensancha mediante resplandores de
estima, de reconocimiento y de
esperanza.
253
UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874)
Aprovecho, mi querido amigo, una neuralgia que me impide hacer
otra cosa para poner al día mi correspondencia un tanto atrasada.
Ten la bondad de hacerme hacer por el P. Athanase1, con su pluma
más legible que la tuya y la mía, un cuadro de las casas de los
religiosos y de las Oblatas, sea en Andrinópolis, sea en Filipópolis.
Hay que indicar:
1º la meta de la casa,
2º el nombre de los religiosos o religiosas,
3º los niños que frecuentan la escuela, si se trata de una,
4º los recursos,
5º el estado moral.
Haciendo así vuestro cuadro, podré hacerme una idea exacta de la
situación2. En el informe no habrá que saltar de una cosa a otra, y así
se verá claro. Por lo demás, se podrá modificar el plan de estos
cuadros, si la experiencia muestra que se puede hacer algo mejor.
Deseo mucho enviarte a alguien cuanto antes, pero el P. Adrien nos
abandona y el P. André se ha escapado3. Ya ves que no progresamos
mucho.
La muerte de monseñor Pluym4 ha sido muy rápida; es una gran
pérdida, y antes de asumir la parroquia de Scutari5, hay que mirar dos
veces la cosa, tanto más cuanto que salimos de los Búlgaros y es a los
Búlgaros a los que importa dirigirse. Ateniéndonos a nuestros límites,
podremos proseguir nuestra obra más fácilmente: la conversión de los
Eslavos. Hete aquí a monseñor de Cabrières preconizado obispo de
Montpellier6; se trata de un asunto enorme y tengo mis más vivas
aprensiones. En fin, nos concede una residencia en Montpellier y un
alumnado en Montmau. Pide al P. Athanase que me escriba él mismo lo
que piensa de los estudios de sus niños. Nuestros pequeños alumnados
no van mal; sólo que los recursos faltan en todas partes. La hermana
de Sor Hélène ha entrado en las Oblatas7. Te han debido de enviar
1.000 a 2.000 misas; he tomado 195 a tus intenciones para pagar una
cuenta que tenías con las Oblatas. Ten la bondad de anotar esas 195
misas, ya que el monto de ellas se ha utilizado en objetos gastados por
ti. Te felicito por la asignación de 2.000 francos para el hospital8; con
eso necesitamos tirar un poco menos al diablo de la cola.
Adiós, querido amigo. Muy tiernamente tuyo.
E. d’Alzon.
254
UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874)
Creo poco en las amenazas de guerra, del lado de Italia. Creo más
bien en una mejoría de Francia, pero los católicos liberales mediante
Broglie y Dupanloup retoman ventaja. El nombramiento de Cabrières
sólo se ha conseguido bajo la amenaza de la dimisión del señor de
Larcy9.
Carta al P. Victorin Galabert,
Nimes, 17 de enero de 1874,
Lettres, t. X, p. 180-181.
_______
1
El P. Athanase Malassigné (1839- hacia 1922), asuncionista antes de hacerse cartujo en 1880, fue
enviado como refuerzo al P. Galabert en 1869.
2 He aquí en efecto una manera bien precisa de clarificar una situación en una fecha dada. En 1874,
los Asuncionistas tenían solamente dos puestos en Oriente, pero con múltiples obras: Filipópolis
(escuela San Andrés abierta en enero de 1864, patronato, conferencia de San Vicente de Paúl) y
Andrinópolis (residencia del Superior de la Misión de Oriente desde 1867 en la casa llamada Selamlik,
un embrión de alumnado en Karagatch creado hacia 1870-1872, y una especie de orfanato agrícola
San José en Kaik). Las Oblatas, por su parte, llegadas a Andrinópolis en mayo de 1868, servían en
hospitales, dispensarios y escuelas; su residencia principal estaba en Andrinópolis en la casa llamada
Haremelik; una primera escuela San Vicente con orfanato para niñas en la casa Mekemet, desalojada
más tarde; una escuela parroquial San Dimitri; un hospital San Vicente de Paúl en la misma casa
Mekemet; un hospital San Luis en el barrio de Kaik, generosamente subvencionado por un cierto
Richard y reconstruido en 1885; una escuela búlgara Nuestra Señora de la Merced abierta en 1869.
Sólo en 1890 la Madre Chantal Dugas abrió el externado Santa Elena en el barrio de Kalé. En enero de
1874, en la Misión de Oriente se contaban apenas 6 Asuncionistas, pero ya una veintena de Oblatas.
3 El P. Adrien Latour, ex abate Pierre (1825-?) novicio asuncionista, despedido en 1874, y el P.
André Rigal (1849-1919), recientemente ordenado sacerdote pero que tampoco se quedó en la
Asunción pese a varios intentos.
4 Monseñor Antoine-Joseph Pluym (1808- 1874), Pasionista holandés, sucesor de monseñor Paolo
Brunoni en Constantinopla en 1870, en calidad de Delegado Apostólico para los Orientales y Vicario
Apostólico patriarcal para los Latinos, había muerto el 13 de enero de 1874.
5 Scutari, la actual Üsküdar, es el nombre del barrio de la rivera asiática de Constantinopla, lugar
retenido para la gran estación ferroviaria de la ciudad. Scutari dependía entonces de una parroquia
atendida por los Lazaristas.
6 Monseñor Anatole de Roviéré de Cabrières (1830-1921), futuro cardenal en 1911, era un
sacerdote de Nimes, ordenado en 1853, hasta entonces secretario de monseñor Plantier.
7 Sor Marie-Hélène (1843-1878) y Sor Marie-Nathalie Puech (1844-1929).
8 Asignación o subvención concedida por la Embajada de Francia a beneficio del hospital.
9 El Duque Albert de Broglie (1821-1901), monárquico orleanista de tradición y liberal, había llegado
a Vicepresidente del Consejo bajo Mac-Mahon. Hubo de dimitir en mayo de 1874 tras el fracaso de la
255
UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874)
segunda tentativa de restauración de la monarquía y no fue llamado otra vez al poder sino brevemente
entre mayo y noviembre de 1877. El Barón Roger de Larcy (1805-1882), viganés protestante amigo
del P. d’Alzon, era un monárquico legitimista, ministro de Obras Públicas en el primer ministerio del
Duque Albert de Broglie.
256
UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el pensamiento apostólico oriental del P. d’Alzon:
- Julian WALTER, A.A., L’Apostolat des assomptionnistes auprès des
Bulgares de 1862 a 1880, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise
du XIXè siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et
Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 144-164.
- Etienne FOUILLOUX, L’oeuvre orientale du P. d’Alzon vue par ses fils, en
Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXè siècle, Colloque
d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre
1980), París, du Centurion, 1982, p. 199-220.
- Les Assomptionnistes et la Russie, Actes du Colloque d’histoire
(novembre 2003), París, Bayard, 2003, 319 p.
- Kathy ROUSSELET, Les débuts de la misión d’Orient. Le P. d’Alzon et la
Russie, en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens (Paris,
2000-2001), París, 2003 p. 113-131, (col.: Rencontres assomptionnistes,
nº 7).
- Antoine WENGER, A.A., Qui est la “Dame Russe” des lettres du P.
d’Alzon?, en «AA Noticias», nº 5 (septiembre de 2006), p. I-XII.
Para una lectura personalizada
• ¿A qué prioridades apostólicas remite el P. d’Alzon al P. Galabert?
• ¿Tenía el P. d’Alzon los medios para atacar a todo el cisma de Focio?
• ¿Cómo ha escapado la Asunción poco a poco de las trampas de un
proselitismo católico ofensivo en Oriente para entrar en una actitud más
positiva, más respetuosa y más ecuménica?
• La Misión de Oriente fue el único “laboratorio ecuménico” de la
Asunción?
257
47
El P. d’Alzon desairado por el Cabildo
de los canónigos de Nimes (1875)
E
l año 1875 fue para el P.
d’Alzon un año lleno de
sufrimientos, tanto físicos
como morales. Monseñor Plantier,
gravemente enfermo de un cáncer
de estómago, murió en Nimes en
su sillón el 25 de mayo de 1875,
dejando a su sucesor un cierto
número de decisiones difíciles de
tomar y nombramientos delicados
que realizar. Esta separación
resultó cruel, porque una fuerte
corriente de simpatía entre estos
dos hombres se había anudado
durante veinte años (1855-1875),
alimentada por un mismo
combativo
entusiasmo
ultramontano.
Contra
toda
expectativa, los canónigos del
Cabildo de la catedral decidieron
esta vez no elegir al P. d’Alzon
como Vicario Capitular sino al
abate Corrieux; además se
coaligaron
con
un
grupo
significativo del clero nimeño para
hacer correr la voz de recusar la
lista de episcopables promovida
por el P. d’Alzon y para dejar
entender que la diócesis de Nimes
estaba harta de su dirección de
Vicario General desde 1839.
El P. d’Alzon tildado de
despectivo por algunos, tan
preocupado sin embargo por la
unidad del clero nimeño, quedó al
principio sorprendido por esta
animosidad y esta exclusión hacia
su persona, pero luego fuertemente
herido por estos ataques que
consideraba
injustos:
nunca
imaginó
su
autoridad
tan
directamente contestada, ni su
influencia
tan
fuertemente
criticada como dictatorial, sobre
todo no quería contribuir a poblar
el episcopado con esas nulidades y
mediocridades que denunciaba
alto y claro en el juego
concordatario
de
los
Cuando se hizo evidente que el
nombramientos.
259
EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875)
nombre de monseñor Besson se
iba a imponer en Nimes (decreto
firmado el 3 de agosto, parecer
favorable el 23 de septiembre y
consagración el 14 de noviembre
en Besançon), una elección que el
P. d’Alzon vio con aprehensión al
principio y a la que se adhirió
finalmente, –el 25 de noviembre
de 1875 tuvo la ocurrencia del día,
después de la entrada solemne de
monseñor Besson en Nimes:
“Nuestro obispo no es hermoso,
pero se nota que es alguien”–,
quiso darse tiempo en un primer
momento, yéndose a acampar
sobre la colina de Notre Dame des
Châteaux durante todo el mes de
agosto.
Allí rumió su decisión de no hacer
más parte de los cuadros de la
diócesis y pensó incluso en
presentar su dimisión inmediata.
Se dejó convencer sin embargo en
un encuentro con monseñor
Besson en el obispado de
Grenoble, quien le persuadió de su
deseo de contar con sus servicios
por el bien de su administración,
con la estima de sus consejos y con
su conocimiento del terreno. En su
foro interno el P. d’Alzon,
reconfirmado en sus funciones por
decreto del 2 de diciembre de
Mi querida hija:
260
1875, aplazó por unos años esta
dimisión que creía oportuna y que
se le hacía evidente.
Muy pronto se dio cuenta de que
el tiempo de formar un equipo
armonioso había pasado, vistos los
métodos y las preferencias del
nuevo obispo y las de su larga
experiencia de los asuntos. No
compartió una serie de debilidades
en los nombramientos, la ligereza
de algunas actitudes o palabras
públicas calificadas por él de
burlas, lamentó los tiempos de
ausencia demasiado frecuentes y
no estuvo de acuerdo con la
necesidad que imponía el obispo
de cerrar temporalmente la catedral
para trabajos de envergadura.
Presentó su dimisión por escrito en
septiembre de 1878, decidido a
consagrar en adelante todo su
tiempo y todas sus energías a sus
Congregaciones. Esta dimisión
finalmente aceptada fue hecha
pública el 5 de noviembre de 1878.
Una página se cerró y el P.
d’Alzon se dio cuenta de que la
diócesis podía prescindir de él.
Monseñor Besson quiso tener la
última palabra: “El P. d’Alzon me
ha dejado, pero espero que no me
haya abandonado”.
EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875)
El Garona se ha llevado en efecto mis proyectos de Bigorre, y el
granizo, en media hora, todo mi vino1. Es una gran lección de
economía el granizo. He venido a refugiarme en uno de los puntos
más encantadores de Saboya2 para meditar sobre las inundaciones
que ahogan a las personas y el granizo que se lleva los escudos.
Propalan que soy yo quien ha nombrado al nuevo obispo3, pese al
Nuncio e incluso al Ministro. Dicen que me he vuelto orleanista,
galicano, dupanloupista, ¿qué más? De hecho, no pudiendo conseguir
a los que yo quería4, me he propuesto conseguir al menos a un
hombre de valía. Uno se entiende siempre mejor con esta clase de
gente que con los imbéciles, aunque sean de nuestra opinión.
Monseñor Besson me ha ofrecido, desde hace mucho, todas las
garantías deseables. No creo que haya escrito contra el obispo de
Orleans, aunque haya publicado más de veinte volúmenes. El señor
Bougaud ha sido pedido a monseñor de Orleans por el señor
Baragnon5. Le han respondido: “Ni un Vicario General de Orleans,
ni un Vicario General de Poitiers”. Pero yo no soy ya Vicario
General. El Cabildo no se ha tomado la molestia de darme las
gracias, sencillamente me ha echado a la calle6. Dicen que yo le he
vencido mediante el nombramiento de monseñor Besson. Es seguro
que deseaban al señor d’Hulst7. Se hizo una gran peregrinación a
Paray para pedírselo al Sagrado Corazón; se hará una gran
peregrinación a Lourdes para dar las gracias a la Santísima Virgen
por haber nombrado a monseñor Besson, contra quien han actuado
cuanto han podido, únicamente porque yo le deseaba a él.
En el fondo, dentro de quince días tendré 65 años; aspiro al retiro y
a ocuparme de mi Congregación, a la que Dios envía quebrantos,
pero a la que bendice sobreabundantemente con los alumnados.
Me dice que se siente incapaz de redactar un reglamento de vida.
Me parece que lo esencial consiste en imponerse tantas horas de
sueño, tanto tiempo para la meditación, las lecturas, los exámenes.
Eso en cuanto a lo material. ¿Quién le impide apoyar su vida sobre
un pensamiento muy profundo? El amor de Nuestro Señor, de la
Santísima Virgen y de la Iglesia, por ejemplo, lo que es el fondo del
espíritu de la Asunción. Con Nuestro Señor tiene la comunión, el
reino social del divino Maestro, la verdad. Con la Santísima Virgen,
tiene el modelo de todas las perfecciones humanas. Entregándose a la
261
EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875)
Iglesia cumple el gran deber de los cristianos de nuestros días. Si este
triple pensamiento que se resume en uno solo, le va, ¿quién le impide
rumiarlo, alimentarse de él y traducirlo en la práctica? Vamos, mi
querida Amélie, salga de su sopor y entréguese generosamente a la
perfección que su posición reclama.
Muy afectuosamente suyo, mi querida hija.
E. d’Alzon.
Carta a la señora Condesa d’Escures,
Notre Dame des Châteaux, 17 de agosto de 1875,
Lettres, t. XI, p. 206-207.
_______
La señora Louis-Joseph-Josias de Gaillard d’Escures (+ 1919), dirigida espiritual del P. d’Alzon, de
soltera Rose-Claudine-Amélie de Pélissier.
1 Le han informado al P. d’Alzon desde el alumnado de Montmau, que el granizo había destruido toda
promesa de vendimia para la cosecha de ese año.
2 El P. d’Alzon se había retirado de Nimes a la colina de Notre Dame des Châteaux en Beaufort-surDoron desde el 1º de agosto de 1875. Se quedó allí todo el mes.
3 El decreto de nominación de monseñor Louis Besson (1821-1888) está fechado el 3 de agosto de
1875. El Nuncio en París desde finales de 1873 se llamaba monseño Pier-Francesco Meglia (18101883), creado cardenal por León XIII en 1879. El ministro de Instrucción y Cultos era Henri-Alexandre
Wallon (1812-1904).
4 El P. d’Alzon había propuesto como sus “candidatos” a la sucesión de monseñor Plantier, fallecido en
Nimes el 25 de mayo de 1875: monseñor Théodore Legain (1809-1881), nombrado obispo de Montauban en 1871, el canónigo Pierre-Marie Gervais (1828-1900), sacerdote de Burdeos y el abate
Louis-Hippolyte Guiol (1818-1884). Se había plegado finalmente pero sin entusiasmo a la elección
del Ministro: el abate Louis Besson de Besançon.
5 El obispo de Orleans no era otro que monseñor Félix Dupanloup (1802-1878). Numa Baragnon
(1835-1892), antiguo alumno de la Asunción, era subsecretario de Estado. El abate Louis-VictorEmile Bougaud (1823-1888), fue nombrado obispo de Laval en 1887.
6 El P. d’Alzon, en el momento de la muerte de monseñor Plantier, era uno de sus cuatro Vicarios
Generales, pero el Cabildo de Nimes no eligió a ninguno de los cuatro como Vicario Capitular.
Monseñor Besson hubo de insistir para que el P. d’Alzon aceptase de nuevo el cargo, pero con la
262
EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875)
intención de dimitir cuanto antes, lo que hizo por escrito en 1878. El Cabildo de Nimes había promovido
a otros candidatos a la sucesión de monseñor Plantier.
7 Monseñor Maurice Le Sage d’Hauteroche d’Hulst (1841-1896), secretario de monseñor Guibert en
París (1872), organizador del Institut Catholique de París, superior eclesiástico de las Religiosas de la
Asunción (1874-1890).
Para ulterior reflexión e investigación
Para el año 1875 del P. d’Alzon en Nimes:
- Louis BASCOUL, abate, Vie de Mgr Besson, t. II, París-Arras, 1902, 472 p.
- «La Semaine religieuse de Nimes» (revista o boletín diocesano).
- La succession de monseigneur Plantier. Le P. d’Alzon vicaire général de
monseigneur Besson (1875-1878), en Dossier sur la vie et les versus du P.
Emmanuel d’Alzon, Roma, 1986, vol. II, t. II, cap. XXXI, p. 971-991.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué le reprochaban al P. d’Alzon en algunos círculos del clero y del
Cabildo de Nimes?
• ¿El mismo P. d’Alzon no sentía cierta fatiga de un cargo que había
desempeñado sin interrupción desde 1839?
• ¿El nombramiento de monseñor Besson en Nimes no ilustra los
compromisos político-religiosos a que daba lugar el Concordato de 1801?
• El P. d’Alzon aliado finalmente a monseñor Besson, ¿supo pacificar los
espíritus en Nimes y trabajar sin rencores por el bien de su Iglesia
diocesana?
263
48
Al calor del hogar, en Lavagnac
(1876)
A
comienzos del año 1876,
del 5 al 17 de enero, el P.
d’Alzon pasa algunos días
de reposo en Lavagnac en casa de
la pareja de sus sobrinos, Juan y
Clotilde de Puységur, de soltera
de Quinsonas. El mal tiempo le
sorprende allí, retrasando la fecha
de su regreso a Nimes. Este
contratiempo nos ha valido
algunas
líneas
bastante
anecdóticas sobre la vida en el
castillo aislado por las nevadas y
sobre la atmósfera familiar que el
P. d’Alzon encuentra en la
intimidad de su familia cercana, –
son los últimos miembros que le
quedan tras la muerte de su
hermana Marie (1819-1869)–,
lejos de los ruidos y de las
agitaciones de la ciudad. Le gusta
entregarse a la lectura, tranquila,
al amor de la lumbre de la
chimenea, sin por ello perder el
contacto con las realidades del
tiempo y de su Congregación a la
que sigue con el pensamiento. El
inmenso horizonte ruso que él
supone y que le obsesiona en
cierto modo, se alimenta con esta
cercanía
climática
o
metereológica que le permite dar
libre curso a su pensamiento y a
sus sueños. El espíritu del P.
d’Alzon se evade con gusto, ya
que en esta estación del año no
debía ser molestado por muchas
visitas.
Su entorno en Lavagnac es muy
restringido, si se exceptúa el
servicio doméstico del castillo.
Juan y Clotilde, casados en 1872,
han iniciado su familia: en 1873
nació su primera hija, Alix (18731952); luego, en los años
siguientes, nace una segunda hija,
Marie-Clotilde; y finalmente la
tercera, Isabelle. La tradición
265
AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876)
cuenta que el P. d’Alzon se
divierte llevando a Marie-Clotilde
en el capuchón de su esclavina,
mientras da su paseo. Estos días
de aire puro y de esparcimiento en
un cuadro familiar muy atractivo
le causan un gran bien.
Numerosos Asuncionistas han
recibido también los honores de
una hospitalidad siempre muy
cordial en el castillo y ello desde
los años 1849. En 1980, con
motivo de la celebración del
centenario de la muerte del P.
d’Alzon, fue sin duda la última
ocasión para algunos de ellos de
visitar en detalle la residencia de
Lavagnac, todavía decorada y
amueblada. Sólo queda esperar la
resurrección cercana de los
lugares si la propiedad pasara al
Consejo General del Hérault,
como ha sido anunciado, e incluso
si su utilización toma una forma
comercial.
Tras la nieve, la escarcha. Ha nevado también esta noche. Esta
mañana, una ligera escarcha picante, pero picante. El cochero que
ayer tarde no dudaba de nada, esta mañana no responde de nada. Por
lo tanto sigo cautivo con el fuego, el té, los libros, la pereza y unas
ganas locas de ir a convertir a los Rusos que viajan en trineo.
Anteayer, el cochero que es Saboyano, armó un trineo y fue a
Montagnac a buscar provisiones. Ayer, Jean1, por cariño hacia mí,
ensayó el trineo, pero el peso era excesivo y ¡cataplás, el trineo roto!,
por fortuna cerca de Lavagnac. Jean volvió con nieve hasta las
rodillas y eso que allí había poca; en otros sitios está más alta.
En fin, aquí estoy. Dios no quiere que me meta en las elecciones2.
Si cayera en toda Francia esta nieve las elecciones estarían hechas.
¿Quién podría decir que esto no es un acto de suprema misericordia?
No le digas esto a Barnouin3, me anatematizaría. Lo que es yo, tengo
aquí no sé cuántas cosas sobre Rusia. ¡Oh, viva Rusia bajo la nieve!
Si esta carta te molesta, la, la, la, la volvemos a empezar. ¡Ah, eso
sí que no! Le mando infinitas ternuras a papá Laurent4. La escarcha,
en estos momentos, permite que la lluvia caiga con ella. Si ésta
persiste podremos partir pasado mañana. ¡Al fin!
Omnia tibi prosperiora suspicor. Vale5.
Post-Scriptum. Ya no me acuerdo de lo que quería añadir. ¡Qué
viento! Nunca había visto una escarcha semejante. Si te preguntan
por mí, diles que habito en la región de los vientos, de las nieves, de
266
AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876)
la escarcha y de la lluvia helada, que sin embargo no es el granizo.
Supongo que no me esperan para la Conferencia6. ¡Amigo mío, qué
cosa más hermosa es la paciencia! La saboreo. ¡Y decir que estoy en
el Midi, el país de las flores y de los amores!
Carta al P. Emmanuel Bailly,
Lavagnac, 13 de enero de 1876,
Lettres, t. XI, p. 334-335.
_______
1
Jean de Puységur (1841-1910), sobrino del P. d’Alzon.
Estaban previstas para el año 1876 dos series de elecciones: senatoriales los 16 y 30 de enero y
legislativas el 20 de febrero. Se saldaron todas por un claro éxito del bando republicano. Mac-Mahon
intentó oponerse despidiendo a Jules Simon y disolviendo la Cámara. Pero finalmente prefirió
someterse al veredicto de las urnas llamando a un republicano moderado, Dufaure, y de esa manera
animó a una interpretación parlamentaria del régimen republicano y de los textos constitucionales de la
IIIa República, lo que iba a prevalecer en Francia hasta 1958, es decir hasta el final de la IVa
República. Los Gobiernos iban a ser escogidos en el seno de una mayoría formada por la coalición de
partidos.
3 Canónigo Henri Barnouin (1830-1895), párroco fundador de la parroquia Saint-François de Sales
en Nimes.
4 Papá Laurent, es el P. Charles Laurent (1821-1895), ya un veterano de la Asunción.
5 Lo que puede traducirse de manera amplia: “Te deseo cuanto hay de mejor. Que te vaya bien”.
6 La serie de las Conferencia católicas de Nimes había recomenzado el 11 de enero de 1876. Estas
Conferencias abordaban evidentemente todos los temas políticos del momento en el ámbito de la
Defensa de los intereses y de las posturas de la Iglesia cuyos dirigentes no ocultaban sus lazos con
los diferentes partidos de la derecha en el poder. A partir de 1898, con el asunto Dreyfus, todas las
tendencias republicanas confundidas se iban a unir en una vasta coalición de gobierno para tratar de
excluir esta vez toda posibilidad de interferencia o de influencia política del clero en las elecciones y en
2
267
AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876)
las distintas expresiones políticas de la vida pública. El primer golpe fue la ley de Asociaciones de
1901, liberal en su espíritu pero de aplicación restrictiva y de interpretación excluyente de las
Asociaciones religiosas entre ellas las Congregaciones, y esto contra todo derecho; el segundo golpe
fue la ruptura unilateral del Concordato (1905), en nombre de un concepto militante de la laicidad.
268
AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre Lavagnac:
- Merveilles et Châteaux de Provence, Hachette, 1970, 316 p. (Texto de
Claude FRÉGNAC y documentos de Pierre FAUCHEUX), p. 209ss. (col.:
Réalités).
- Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Le Père Emmanuel d’Alzon par lui-même.
Anthologie Alzonienne, t. I, Roma, 2003, p. 25-26 (introducción al
capítulo 2).
- Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Sur les pas du P. d’Alzon à Lavagnac, en
Lettres du P. d’Alzon, t. XVII, Roma, 2005, p. 567-580.
Para una lectura individualizada
• El P. d’Alzon no carecía de humor. ¿En qué lo notas en esta carta?
• ¿En el campo, en invierno, cuáles podían ser las distracciones de un
hombre de acción atrapado por la meteorología?
• ¿A qué lecturas de libros sobre Rusia hace alusión el P. d’Alzon? ¿Qué
semejanzas con su situación?
• ¿Qué medios de transporte utilizaba el P. d’Alzon para ir de Lavagnac a
Nimes?
269
49
Trigésima tercera Meditación:
los estudios (1878)
E
l P. d’Alzon concibió
grandes
ambiciones
doctrinales
para
la
Congregación
de
los
Asuncionistas. Él mismo había
tenido la suerte de beneficiarse de
una sólida formación de base en
dos colegios parisinos (18231828). Sus estudios teológicos,
comenzados en el Seminario
Mayor de Montpellier (18321833) y proseguidos en Roma con
los
consejos
de
algunos
cardenales (1833-1835), tuvieron
quizá
un
carácter
menos
sistemático, pero intelectualmente
muy formativos en contacto con
las realidades eclesiales de la
época.
El P. d’Alzon durante toda su
vida dio mucha importancia a
mantenerse informado sobre las
corrientes doctrinales que influían
en la Iglesia; le gustaba leer la
Biblia y a los Padres de la Iglesia
en sus propios textos, como lo
demuestra la adquisición que hizo
de la Patrología de Migne, sin
olvidar los periódicos de opinión
de su tiempo y la lectura de los
libros recomendados por la
actualidad. El Colegio de Nimes
poseía una gran biblioteca bien
provista, digna de las bellas salas
monásticas de antaño, antes de su
dispersión o de su dislocación
debida a los quebrantos del
tiempo.
Al fundar a los Agustinos de la
Asunción, el P. d’Alzon marcó su
elección de tener al gran Doctor de
Occidente como
el maestro
intelectual de su familia e hizo de
él el patriarca protector y
conductor de los estudios. Por la
época del Concilio Vaticano I, se
mantuvo bien informado de la
renovación de la teología tomista
270
TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878)
que había puesto en boga el
dominico Zigliara (1833-1893),
profesor de filosofía en la Minerva
de Roma, comentador de las obras
de Santo Tomás de Aquino y autor
de varios manuales escolásticos.
El Papa León XIII, un poco más
tarde, iba a impulsar en toda la
Iglesia una vuelta organizada al
pensamiento del “Doctor angélico”
como base de una filosofía
cristiana.
El P. d’Alzon, por su parte, acogió
in fine con fervor esta vuelta,
recomendando a los religiosos
unir en sus estudios las dos
figuras y los dos pensamientos, el
de Agustín y el de Tomás de
Aquino. Daba importancia sobre
todo a ese lazo vivo que debía,
según él, impregnar una relación
innata entre el estudio teológico y
el
movimiento
doctrinal
acompasado por las grandes
afirmaciones de fe. En este
sentido, los dos nuevos dogmas de
la Inmaculada Concepción y de la
Infalibilidad pontificia le parecían
formar como un arco de luz
reforzado por el pensamiento
teológico, en el mismo momento
en que la sociedad civil, guiada
por el racionalismo y el
positivismo ambientes, quería
deshacerse de toda experiencia
sobrenatural para construir una
ciudad terrena sin Dios, sin
estrellas
y
sin
frenos.
Un mundo antiguo se va1, ya ha desaparecido casi. ¿Por qué? No
tengo que examinarlo. Constato el hecho y digo que esta disposición
estaba en los designios de Dios.
“La Providencia, ha dicho de Maistre, no borra sino para
escribir”2. Vemos muchas instituciones borradas. ¿Cuáles serán las
instituciones nuevas? Si llevan el sello divino, participarán hasta
cierto punto de la estabilidad de las obras de Dios, si no, no tardarán
en desaparecer. ¡Pues bien! Una institución permanecerá: la que,
basada en Jesucristo, comprende al Papa, a los obispos3, y alrededor
de los obispos a los sacerdotes, y a los religiosos llamados ante todo a
ocuparse de doctrina.
Ahora bien, en la noche que forman los vapores que se elevan de
los pozos del abismo, Dios ha establecido algunos faros en los
tiempos modernos: la Inmaculada Concepción4, que implica el doble
dogma de la caída por el pecado y la reparación mediante Jesucristo;
luego la proclamación de la infalibilidad del Papa, y en este dogma,
271
TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878)
¡qué fuerza más maravillosa para mantener la unidad de doctrina a
través de la Babel del libre pensamiento y de la moral independiente5!
Creedme: cuando, mediante la doctrina de María Inmaculada,
quedamos fortalecidos sobre la noción de todo el orden sobrenatural
que de él se sigue; cuando, mediante el Vicario infalible de Aquél que
es el Autor y Consumador de nuestra fe, podemos estudiar siglos y
siglos con seguridad, se puede sondear las profundidades de los
horizontes más amplios, pero la vida la más larga es realmente corta
para llegar al final de la verdad revelada a la tierra.
Estudiad, pues, y admirando la manera como Dios afirma la verdad
frente a las negaciones del orgullo, tratad de daros cuenta de los
magníficos desarrollos de la doctrina católica, y refugiaos, como en
un asilo, en aquella luz que cae siempre más brillante del cielo6.
E. d’Alzon.
Extracto
según Ecrits Spirituels, p. 592.
_______
1
La expresión es indirectamente bíblica, pero la idea ha alimentado textos proféticos y apocalípticos
de la Biblia bajo la forma de “cielos nuevos y tierra nueva”: Isaías, 65, 17 y 22; 2ª Pedro 3, 13 y
Apocalipsis 21, 1.
2 Esta cita parece aproximativa. No la hemos encontrado tal cual en ningún sitio. Joseph de Maistre
es un autor tradicionalista que había apreciado el joven Manuel d’Alzon cuando era estudiante.
3 Definición muy jerárquica de la Iglesia. Estamos en la época del Vaticano I. De todos modos para el
creyente de cualquier época la Iglesia es de institución divina.
4 La proclamación del dogma se remonta a 1854, cuatro años antes de las apariciones de Lourdes
(1858).
272
TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878)
5
Reconocemos aquí los dos reproches fundamentales de la doctrina católica a los diferentes
movimientos de la Reforma protestante: libertad de interpretación de la Biblia (libre examen) y, como
consecuencia, posible laxitud de la enseñanza y de las conductas morales generadas por la
multiplicación de las numerosas confesiones.
6 Hermosa expresión del P. d’Alzon que nos remite a la expresión empleada para calificar la escena de
la conversión de San Pablo en el camino de Damasco (Hechos 9, 3 y 22, 6).
273
TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878)
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre el imperativo de los estudios en la Asunción:
- Circular del P. d’Alzon sobre los estudios (1874).
- Circular del P. Picard sobre el racionalismo y la fidelidad a Santo Tomás
(1898).
- Recommandations sur les études à l’Assomption (Capítulo General de
1906).
- Ratio Studiorum (texto de 1943).
- Ratio Institutionis (texto de 1987).
- Claude Maréchal, A la découverte de la tradition intellectuelle de
l’Assomption, Sesión sobre los estudios especializados en la Asunción,
Roma, 1997.
- Ratio Institutionis. Una formación para la vida y la misión (Capítulo
General de 2005).
- P. Désiré Deraedt, Des fortes études, une conviction ferme du P.
d’Alzon, Roma, 1997, 18 páginas.
Para una lectura personalizada
• El P. d’Alzon estaba ligado a una lectura providencialista de la historia
humana, al estilo de Bossuet. ¿Qué expresiones lo delatan en este texto?
• ¿Qué ligazón establece el P. d’Alzon entre los dos dogmas proclamados
en el siglo XIX?
• ¿Cómo define hoy día la Iglesia católica su ministerio de verdad en la
explosión de las confesiones cristianas?
• Jesucristo luz de lo alto, ilumina a todo hombre, dice el Prólogo de san
Juan. ¿A qué exigencias está sometido todo cristiano en la búsqueda del
Verbo, luz verdadera?
274
50
La amenaza del peligro republicano
anticlerical (1880)
E
l P. d’Alzon sentía avanzar
en 1879 la ola del
anticlericalismo
político
republicano
contra
las
Congregaciones. Incluso si el
tiempo del Orden moral (18731877) había podido dar una
esperanza ilusoria, la opinión
pública se había hecho a la idea en
Francia de una República
promisoria en cuanto a una
transformación social. Las fuerzas
políticas a las que la Iglesia estaba
ligada por tradición, daban señales
a cada elección de su dispersión y
su impotencia para frenar la
fuerza de un cambio que
presentían temible.
En enero de 1879, el paso fue
dado cuando el Senado, último
dique, fue conquistado por la
mayoría republicana. Mac-Mahon
sacó la conclusión de su fracaso
abandonando el poder como
consecuencia de esta victoria
republicana.
Jules
Simon,
republicano
moderado,
le
remplazó pero no pudo oponerse a
la implantación de medidas contra
las Congregaciones decididas por
su Gobierno. Jules Ferry aplicó su
ofensiva contra la máquina
vaticanesca,
monástica,
congreganista y silábica, que
representaban a sus ojos las
Congregaciones religiosas no
autorizadas por la ley, es decir,
una fuerza de 160.000 religiosos
antirrepublicanos
según
las
estadísticas de la época. En
primera fila figuraban los Jesuitas,
el espantajo agitado desde hacía
un siglo por las fuerzas
conjugadas de Librepensadores,
Francmasones y la Liga de la
Enseñanza.
Hay que decir que Francia no era
una excepción en el contexto
275
LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880)
europeo. El Piamonte dio el tono
en Italia desde 1855 y a partir de
1866 procedía a los mismos
procedimientos de confiscación
de los bienes de los conventos en
todo el territorio de la península
antes de ocupar Roma y de
aplicarle el mismo trato; la
revolución española en 1868
tomaba como blanco a los Jesuitas
y a todos los conventos fundados
después de las exclaustraciones de
1835. La Alemania de Bismarck,
tras la ley de 1872, extendía a
todo el territorio alemán la
Kulturkampf, prohibiendo la
Compañía de Jesús y a partir de
1875 todas las órdenes no
hospitalarias en todo el reino de
Prusia.
La
Confederación
Helvética revisaba su constitución
federal para agravar las medidas
de
exclusión
contra
las
Congregaciones. Y la calmada
Bélgica misma inauguraba una
política de laicización tras el éxito
electoral de los liberales en 1878.
Jules Ferry presentó el 15 de
marzo de 1879 un proyecto de ley
que preveía, además de las
disposiciones restableciendo las
prerrogativas del Estado tras el
otorgamiento en 1875 de la
libertad de enseñanza superior, la
exclusión de la enseñanza, pública
Mi querido amigo,
276
o libre, de los miembros de las
Congregaciones no autorizadas
(artículo 7). La Compañía de
Jesús quedaba disuelta en el
territorio nacional en un plazo de
tres meses. Otra disposición
denegaba a las Congregaciones no
autorizadas el derecho a una
existencia de hecho y les obligaba
a pedir una autorización en el
mismo plazo. En segundo lugar se
apuntaba a los Asuncionistas,
aquella pequeña Congregación
ultramontana
especialmente
dinámica que encarnaba un
activismo peligroso al servicio del
cual ponía las técnicas modernas
(ferrocarriles
para
las
peregrinaciones y las rotativas
para la prensa de opinión).
El P. d’Alzon había tomado
partido por la resistencia, pero la
diplomacia del Nuncio Czacki y
de algunos obispos temía esta
política de lo peor. El Papa León
XIII mismo vacilaba y frente a las
indeterminaciones y las divisiones
que aparecieron tras la expulsión
de los Jesuitas, aconsejó una
fórmula de transacción. El P.
d’Alzon, obediente, se sometió
pero sin hacerse ilusiones,
previendo ya países de acogida o
de repliegue para el caso de
expulsión.
LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880)
Evidentemente, hay electricidad en el aire. Hace tiempo que
deseaba tener tu dirección, sobre todo desde hace algunos días;
¡gracias por dármela! Aprovecho para responder a tus preguntas.
1º Sólo los Jesuitas van a ser expulsados, pero lo serán
violentamente1. En Vals, habrán de derribar las 150 o 200 celdas de
religiosos y apresarlos. Anteayer, el Superior de Vals volvía de
Toulouse, donde había tomado a los que te indico. En La Louvesc, de
siete tres serán dejados para la peregrinación y cuatro serán
expulsados. En Aviñón y en Montpellier, tras creer que podrían
resistir, están temblando por su colegio.
2º Las demás Congregaciones serán dejadas tranquilas por el
momento2.
3º Cuatro procuradores generales y tres procuradores de la
República han presentado su dimisión; no quedará la cosa ahí3.
4º El contraste entre los partidarios de la Comuna a quienes se
amnistía y los religiosos a quienes se expulsa se hace demasiado
odioso4.
5º Las conferencias públicas hacen un bien inmenso, se van a
organizar en las ciudades pequeñas y en los pueblos; Baragnon tiene
un éxito monstruo.
6º Estoy totalmente convencido de que el espíritu público está
cambiando. Si no tenemos elecciones hasta dentro de dieciocho
meses, no me sorprendería que tras el triunfo y la caída de Gambetta
(que sucederá pronto), tras la llegada al poder de Rochefort5 o de
cualquier otro de la misma ralea, el orden volverá mediante la
Monarquía, cuya idea está ganando terreno enormemente6.
He aquí lo que te puedo decir en grandes líneas. Ahora algunas
preguntas:
1º ¿Podrías decirme lo que costaría la nueva edición de las obras
completas del cardenal Newman?
2º ¿Sería factible, en el supuesto de que seamos expulsados,
establecernos en alguno de los sitios confiados a tus cuidados? Creo
que sería sólo provisionalmente7.
Te felicito por el bien que Dios hace por tu medio. Si continúa y
otros hacen lo mismo, Inglaterra volverá a la verdad católica.
Adiós, querido amigo. Muy tuyo en N.S.
E. d’Alzon.
277
LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880)
Carta al abate Henri Galeran,
Nimes, 25 de junio de 1880,
Lettres, t. XIII, p. 338.
_______
1
El Canónigo Henri-Dieudonné Galeran (1831-1915) es un antiguo alumno de la Asunción,
sacerdote de la diócesis de Montpellier, por entonces misionero apostólico en Inglaterra.
2 Desde el 14 de octubre de 1877, los diputados republicanos formaban una muy amplia mayoría. A
partir del 5 de enero de 1879, el Senado también era mayoritariamente republicano. Jules Ferry,
republicano positivista y anticlerical, en calidad de Ministro de la Instrucción Pública desde febrero de
1879 y de Presidente del Consejo a partir de septiembre de 1880, preparaba medidas de reforma de la
Enseñanza pública con tres líneas mayores: laicidad, gratuidad, obligatoriedad en primaria. Presentaba
además en la Asamblea un proyecto de ley prohibiendo la enseñanza a las Congregaciones religiosas
no autorizadas y no reconocidas por la ley (artículo 7). Los Jesuitas eran los primeros en el punto de
mira, tanto por sus colegios como por sus residencias. Vals-près-Le-Puy (Haute Loire) era la comuna
donde tenían su importante Escolasticado en Francia desde 1833; La Louvesc (Ardèche) era su centro
de peregrinaciones dedicado a San Francisco de Regis (santo jesuita), confiado a los Jesuitas desde
1832. En numerosas ciudades de Francia la Compañía animaba colegios de enseñanza secundaria,
entre otros el de Aviñón, dedicado a San José, fundado en 1850, y el de Montpellier, llamado Escuela
Libre del Sagrado Corazón ya previsto por el P. Maurel en 1856 en el barrio del Gran San Juan, cerca
de la estación, pero puesto en marcha a partir de 1874 en la calle de Rondelet n. 4, por el P. Michel
Lanusse.
3 Las medidas contra los Jesuitas, ya acosados en Francia en 1845, estaban contenidas en el decreto
del 29 de marzo de 1880 en virtud del cual en un plazo de tres meses y bajo pena de expulsión debían
disolverse. El decreto del 30 de marzo de 1880 imponía a las otras Congregaciones religiosas la
obligación de pedir la autorización al Gobierno. La aplicación contra los Asuncionistas, tampoco
autorizados, fue puesta en marcha en noviembre de 1880: expulsión de Sèvres, de París en calle
Francisco Iº y de Nimes. Las Congregaciones femeninas no fueron inquietadas de modo general. El
decreto de expulsión de los Jesuitas se efectuó el 30 de junio de 1880.
4 Las medidas de expulsión contra las Congregaciones tuvieron como efecto provocar un importante
movimiento de dimisiones entre las filas de la magistratura y del ejército. Le Pèlerin del 10 de julio de
1880 publicó bajo el título de Le livre d’or de la magistrature una larga lista de magistrados
dimisionarios. Éstos fueron sustituidos por magistrados republicanos a las órdenes del Gobierno.
5 Los antiguos partidarios de la Comuna que habían escapado a las masacres de mayo de 1871, habían sido condenados a penas muy graves: condena a muerte, deportación (a Argelia y a Nueva
Caledonia) y trabajos forzados. El 11 de julio de 1879 fue publicada una ley de amnistía para ellos.
6 Léon Gambetta (1838-1882), abogado, era la cabeza visible de la Unión Republicana que ocupaba
la extrema izquierda. Más bien oportunista, era desde 1879 Presidente de la Cámara, pero fue
mantenido al margen del poder, que sólo dirigió brevemente entre noviembre de 1881 y enero de 1882,
antes de ser derribado. Henri Rochefort (1831-1913) era un aristócrata, político y escritor republicano,
con un pasado de partidario de la Comuna. Después de la amnistía, pasó a ser diputado (1885),
nacionalista y “boulangista”.
7 El P. d’Alzon se forjaba aún hermosas ilusiones sobre el posible retorno de Francia a la Monarquía,
contando con un giro de la opinión pública cansada de los desórdenes y de los excesos de una vida
política enardecida. De hecho, veinte años de un régimen republicano más bien oportunista y
moderado, pero no sin crisis, iba a formalizar la República, a establecerla de manera durable y a dejar
obsoleta la Monarquía para los Franceses.
8 Las expulsiones de noviembre de 1880 no tuvieron efecto duradero. Tras el “gran Ministro”
Gambetta, las medidas contra las Congregaciones no siguieron aplicándose. La Asunción instaló su
278
LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880)
noviciado en España, en Osma, durante seis años (1880-1886), antes de ser transferido a Livry, en
Francia. En cambio, a partir del Proceso de los Doce en 1900, la Asunción francesa iba a conocer un
destierro riguroso y generalizado, lo que tuvo como efecto obligarla a un primer movimiento de
internacionalización, involuntario pero benéfico: Holanda, Inglaterra, Suiza, Italia.
Para ulterior reflexión e investigación
Sobre la República francesa anticlerical y las Congregaciones:
- Jean-Marie MAYEUR, Une Congrégation face à la IIIe République
anticléricale, en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens
(Paris, 2000-2001), París, 2003, p. 43-59. (col.: Rencontres
Assomptionnistes, nº 7).
- Jean-Paul PÉRIER-MUZET, Assomptionnistes? Entrée d’un nom dans
l’histoire de la société et de l’Eglise, en Notices Biographiques des
Religieux de l’Assomption: 1850-2000, Roma, 2001, t. V, anexo nº 10, 11
p.
- Christian SORREL, La République contre les Congrégations, Cerf, 2003,
265 p.
- Jacqueline LALOUETTE et Jean-Pierre MACHELON, 1901: Les
Congrégations hors la loi?, Latouzey et Ané, 2002, 304 p.
Para una lectura personalizada
• ¿Qué es lo que según tú, oponía ideológicamente el pensamiento
cristiano al pensamiento republicano en el siglo XIX? ¿Por qué el
republicanismo iba a la par del anticlericalismo?
• ¿Por qué la cuestión de la enseñanza se había vuelto a lo largo de los
años la apuesta política e ideológica mayor en la gran guerra sin cuartel de
los republicanos contra la Iglesia?
• Derechos de Dios, derechos de la Iglesia y derechos del hombre son,
según tu parecer, irreconciliables? ¿Qué evoluciones se han dado en este
dominio, sobre todo desde el Vaticano II?
• Las Congregaciones religiosas estaban especialmente en el punto de mira
de las fuerzas políticas republicanas anticlericales. ¿Por qué, según tú,
este encarnizamiento contra ellas?
279
Oración para pedir
La beatificación del Padre d’Alzon
Señor Jesucristo, tú llamaste a Manuel d’Alzon
para estar contigo, en medio de los hombres,
al servicio del Padre y del Reino.
Le impulsaste a compartir este servicio
y su amor hacia ti, la Virgen y la Iglesia,
con hermanos y hermanas en la Asunción.
Hoy, en la confianza y la oración,
esperamos que la Iglesia reconozca
la santidad del Padre d’Alzon.
Por ello y por su intercesión,
te suplicamos, con los pobres y los enfermos del Evangelio,
que nos concedas la gracia que te pedimos por…
¡Señor, ten piedad!
Comparte con nosotros tu pasión
por el Padre y por el hombre.
Haz de nosotros obreros de tu Reino.
Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén.
281
EPÍLOGO
El Padre Manuel d’Alzon (1810-1880)
Fundador de los Agustinos de la Asunción
y de las Oblatas de la Asunción.
Fiel discípulo de Jesucristo,
en la escuela espiritual de San Agustín,
Manuel d’Alzon fue Vicario General de Nimes (Sur de
Francia)
y consagró su vida al servicio de la Iglesia.
Fundó dos congregaciones para la misión
y para la transformación de la sociedad,
mediante un empeño doctrinal, social y ecuménico.
Sus apostolados predilectos fueron
las vocaciones y la educación de los jóvenes.
Bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salvación
lanzó numerosas obras: asociaciones de oración,
las peregrinaciones, la prensa.
282
EPÍLOGO
Hitos en la Causa del Padre d’Alzon
14 de enero de 1931: Beneplácito dado por parte de la Congregación de
Ritos al P. Romuald Souarn como Postulador General. El P. Arthur
Deprez es Vice-Postulador.
1º de febrero de 1931: Monseñor Girbeau, obispo de Nimes, decreta la
búsqueda de los escritos del P. d’Alzon.
Abril de 1931: Constitución del Tribunal diocesano para la Instrucción de la
Causa del P. d’Alzon.
21 de junio de 1931: El obispo de Montpellier decreta igualmente la
búsqueda de los escritos del P. d’Alzon.
19 de febrero de 1935: Entrega de las Actas del procedimiento diocesano a la
Congregación de Ritos en Roma.
Junio y julio de 1937: El conjunto de los escritos del P. d’Alzon,
debidamente transcritos y autentificados (52 volúmenes) es
entregado a la Congregación de Ritos en Roma.
20 de noviembre de 1940: La Congregación de Ritos aprueba les escritos
del P. d’Alzon (Nihil Obstat).
15 de agosto de 1942: El P. Jude Verstaen es nombrado Vice-Postulador en
reemplazo del P. Deprez.
3 de noviembre de 1942: Exhumación y traslado del cuerpo del P. d’Alzon a
la capilla de las Oblatas en calle Séguier, Nimes.
25 de junio de 1943: Clausura del procedimiento de “no culto”.
8 de mayo de 1948: Beneplácito dado al nombramiento del P. Jude Verstaen,
Asistente General, como Postulador General en remplazo del P.
Souarn, fallecido.
12 de noviembre de 1952: Beneplácito dado al nombramiento del P. Aubain
Colette como Postulador General.
30 de abril de 1954: Nihil Obstat al volumen L’Âme du P. Emmanuel
d’Alzon.
18 de enero de 1956: Edición de los Ecrits Spirituels du P. d’Alzon por el P.
A. Sage.
29 de mayo de 1958: Decreto de Introducción de la Causa del P. d’Alzon.
283
EPÍLOGO
19 de noviembre de 1960: La Causa del P. d’Alzon pasa a la Sección
Histórica de la Congregación de Ritos.
26 de noviembre de 1964: Ceremonia de exhumación y de reconocimiento
canónico de los restos del P. d’Alzon en la Capilla de las Oblatas,
calle de Séguier.
21 de noviembre de 1966: Edición de las Primeras Constituciones de los
Agustinos de la Asunción por los PP. Athanase Sage y Pierre
Touveneraud.
29 de abril de 1970: El P. Pierre Touveneraud es nombrado Postulador de la
Causa del P. d’Alzon, en remplazo del P. Aubain Colette. Queda
encargado de la redacción de la Positio.
29 de septiembre de 1983: El P. Wilfrid Dufault es nombrado Postulador de
la Causa del P. d’Alzon, en remplazo del P. Pierre Touveneraud,
fallecido en diciembre de 1979. Su nombramiento obtiene el
beneplácito de la Congregación para la Causa de los Santos el 19 de
octubre de 1983. El P. Désiré Deraedt colabora con el P. Dufault.
3 de marzo de 1986: Edición del Dossier sur la vie et les vertus du P.
d’Alzon.
19
de
noviembre de 1991: La Comisión cardenalicia reconoce
unánimemente la heroicidad de las virtudes del P. d’Alzon.
21 de diciembre de 1991: El Papa Juan Pablo II ratifica esta conclusión con
la firma del Decreto de heroicidad del P. d’Alzon, declarado
Venerable.
7 de marzo del 2000: El P. Bernard Holzer es nombrado Postulador General
de la Congregación para todas las Causas (Mártires búlgaros, Padres
d’Alzon, Pernet, Picard y Vicente de Paúl Bailly).
18 de abril de 2005: El P. Vincent Cabanac es nombrado Postulador General
de la Congregación para todas las Causas.
284
Indice de nombres propios
A
Abraham Condesa (nombre dado a Marie de Puységur, de soltera d’Alzon):
11 n. 4
Adoración del Santísimo Sacramento: 46
Adoratrices del Santísimo Sacramento: 122, 172 n. 1; 181
Affre monseñor Denis-Auguste (1793-1848): 56 (arzobispo), 57 n. 2; 119
Agustín de Hipona San (354-430): 22, 59, 83, 123 n. 4, 234 n. 6, 253, 254
Agustinas de la Consolación: 154
Agustinos: 208
Agustinos de la Asunción, Asuncionistas: 48, 52, 54, 55, 56, 59, 60, 62 nn.
5, 6; 63, 65, 70, 71 y n. 1, 72, 83, 84, 85, 86 y nn. 1, 2, 3, 4; 87, 127 n. 4;
130, 135, 136, 137 et n. 3; 138, 139, 150, 152, 153, 154, 156, 157, 166 nn.
3, 6; 170, 173, 207, 208, 209, 210 nn. 5, 6; 211, 222 n. 7; 227, 228 n. 1,
237, 238, 239, 240 n. 2, 241, 245, 249, 253, 257, 258, 260 nn. 2, 7
Aillaud canónigo François-Hippolyte (1803-1872): 91, 92 n. 2
Alfeo (Biblia): 160 n. 4
Alibaud Louis (1810-1836): 90
Allemand Louis (1815-1890): 227
Allies Thomas-William (1813-1903): 74
Alzon Augustine d’ (1813-1860): 10, 11 n. 2 ; 39 n. 1 ; 151 et n. 2
Alzon Daudé d’, familia: 9, 11 nn. 1, 2, 4; 13, 14, 15 n. 3; 24 n. 4; 26
(padres); 27 n. 2 (padres); 29 (padres); 35 n. 3 ; 37 ; 57 n. 1; 107, 129, 132
n. 2 (padres); 151 n. 2; 226
Alzon Edmond d‘ y familia (1811-1873) : 27
Alzon señora Edmond d’ (+ 1873): 233, 234 n. 3
Alzon Jules d’ (1816-1818): 11 n. 4
Alzon Manuel d’ (1810-1880): 5, 9, 10, 11 nn. 1, 2, 4; 12, 13, 14, 15 y nn.
5, 6; 16, 17, 18, 19, 21, 22, 25, 26, 27 y nn. 1, 2, 3; 28, 29, 30, 31 n. 2; 32,
33, 35 nn. 3, 4, 6, 10; 36 nn. 13, 14; 37, 38, 39 nn. 3, 4; 40, 41, 45, 47 nn.
1, 2, 3, 4, 5; 48, 51; 53 nn. 1, 3; 54, 55, 56, 57 nn. 1, 2; 59, 60, 62 nn. 1,
2, 4; 63, 65, 66, 67 n. 3; 68, 69, 70, 72 y n. 7; 73, 74, 75 nn. 2, 3, 4, 5; 76,
78, 79, 80, 83, 84, 86 nn. 1, 3; 87, 90, 92 nn. 1, 2, 3, 4; 93, 95, 96; 98 y
n. 5; 103, 104, 105 nn. 2, 3; 106 y n. 4; 107, 108, 110 y nn. 2, 6; 111, 113,
114, 115, 116, 117, 119 n. 4; 120, 121, 122, 123 nn. 1, 2, 6; 124, 125, 126,
127 n. 2; 128, 129, 130, 132 nn. 2, 6, 7; 133, 135, 136, 137 nn. 1, 3; 139,
140, 141 n. 2, 142, 143, 144, 146, 149, 150, 152, 153, 154, 155 n. 3; 156,
157, 159, 160, 163, 166 nn. 1, 6, 7; 167, 169, 170; 172 nn. 1, 4, 7; 175,
285
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
176, 178 nn. 2, 5; 180, 181, 182, 184 nn. 4, 5, 6, 7; 185, 187, 188, 190
n. 5; 191, 193, 194, 196 nn. 1, 3, 5; 197, 200, 202 nn. 1, 3; 203, 207, 208,
210 nn. 1, 3, 5 ; 211; 213, 214, 216 nn. 1, 3, 4, 8; 217, 220, 222 n. 8; 223,
225, 226, 227, 228 nn. 1, 2, 3, 5, 6, 229 y nn. 8, 9, 232, 234 nn. 1, 4, 8,
235, 237, 240 n. 9, 241, 243, 244, 246 et nn. 1, 2, 4, 6, 247, 249, 250, 251
n. 1, 252, 253, 254, 255 nn. 2, 6, 256, 257, 258, 260 n. 6
Alzon Vizconde Henri d’ (1774-1864): 9 (padre), 10 (papá), 11 n. 1; 18, 21
(padre); 47 (padre), 137 (padre), 156 n. 3
Alzon Vizcondesa Jeanne-Clémence d’, de soltera de Faventine (18771860): 10 (mamá), 11 n. 4, 16 n. 6; 37 (madre), 129, 130, 137 (madre), 155
n. 3 (madre)
Ambroise abate (Pagès ?): 127 n. 3
Ambrosio de Milán San (v. 339-397): 118
Andrés Avelino San (1521-1608): 155
Anna-Maria Taïgi beata (1769-1837): 159
Antonelli cardenal Giacomo (1806-1876): 80 n. 1
Argaud abate Casimir-Camille (1814-1901): 226, 227, 228 n. 2, 229
Arnal du Curel señora Jean-François (1820-1880): 189, 190 n. 4
Arnauld d’Andilly Robert (1588-1674): 43 n. 1
Asociación de San Francisco de Sales: 108
Asociación del Corazón de María: 46
Aubanel Théodore (1829-1886): 143, 144, 145 n. 2
Avit de Viena San (450-525): 118
B
Bagès abate (P. Ambroise ?): 127 n. 3
Bailly Adrienne (1831-1854): 151 et n. 3
Bailly Emmanuel (1794-1861): 15, 23 n. 3; 149, 150, 151
Bailly Emmanuel-Joseph A.A. (1842-1917): 149, 151, 152 nn. 6, 7; 221
(Hermano), 229 n. 9
Bailly Vicente de Paúl A.A. (1832-1912): 139, 141 n. 2; 142, 149, 150, 151
n. 1; 152 y n. 6; 169, 172 n. 4; 195, 222 n. 3; 228 nn. 1, 4, 234 nn. 1, 9
Balincourt Sor Marie-Elisabeth de, R.A. (1823-1900): 131, 132 n. 7
Balmelle Sor Colombe O.A. (1845-1878): 188
Baragnon Numa (1835-1892): 15 n. 2, 245, 246 n. 5, 259
Baragnon Pierre (1830-1904): 221, 222 n. 4
Barbe abate: 228 et n. 7
Barbès Armand (1809-1870): 90
Barbieri Dominic: 74
Barnabo cardenal Alessandro (1801-1874): 175
Barnouin canónigo Henri (1830-1895): 143, 171, 172 n. 5, 250, 251 n. 3
Barolo marquesa Giuletta Faletti de, de soltera de Colbert-Maulévrier
(1785-1864): 107
286
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Barre abate Louis (1814-1872): 171, 172 n. 6
Bastet abate Joseph (+ 1832): 30, 31 nn. 1, 2
Bazaine Maréchal François-Achille (1811-1888): 219
Benedictinas del Santísimo Sacramento: 55
Benedicto XVI: 81, 156 n. 5 ; 210 n. 4
Benito de Nurcia San (v. 480-547): 61
Bernadette Soubirous Sainte (1844-1879): 159
Bernard canónigo Louis-Marie (1808-1895): 108
Bernard Claude (1813-1878): 121
Bernassau Sor Marie-Marguerite O.A. (1840-1869): 188
Berry Duquesa de (1798-1870): 90
Berthomieu abate Joseph-Augustin (1800-1874): 130, 137, 141
Besson monseñor Louis (1821-1888): 39 n. 4, 243, 244, 245, 246 nn. 3, 4, 6,
247
Bévier Sor Marie-Augustine R.A. (1816-1895): 57 n. 5 ; 131, 132 n. 7
Bilio cardenal Luigi (1826-1884): 216 n. 2
Bion escultor: 132 n. 6
Bismarck Otto von (1815-1898): 114, 219, 220, 223, 258
Bizzarri cardenal Giuseppe (1802-1877): 216 n. 2
Blanc Joseph-Marie: 226, 229 n. 9
Blanchet abate Elzéar (1821- ?): 69
Blanqui Louis-Auguste (1805-1881): 90
Blaquières abate Marie-Jean (1799-1847): 30, 31 n. 2
Bonald cardenal Maurice de (1787-1870): 125
Bonald de familia: 13
Bonald Vizconde Louis de y señora (1754-1840): 14, 15 y n. 3, 16 n. 8
(vizconde)
Bonnefoi Paulin: 222 n. 3
Bonnet abate (preceptor): 9
Bonneval conde de: 154
Bosc Auguste: 146 n. 5
Bossuet monseñor Bénigne (1627-1704): 123 n. 4, 256
Bougaud monseñor Louis-Emile Victor (1823-1888): 245, 246 n. 5
Bouisse abate Jean-Joseph-Marie (1812-1872): 171, 172 n. 5
Bouisse abate Ubald: 171, 172 n. 5
Bouisse François (1779-1868): 171, 172 n. 5
Bouisset abate Pierre-Aphrodise-Ferdinand (1806-1865): 43 n. 2
Bourassé Jacques: 43 n. 3
Bourbaki general Charles Denis Sauter (1816-1897): 220
Bourbons de France: 89, 231
Bourbons de Naples: 35 n. 9
Bourdaloue Louis (1632-1704): 178 n. 1
Bousquet abate Louis (1791-1867): 15 n. 6
Boyer Ferdinand (1823-1885): 228 n. 6
287
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Bridieu marqués François de (1804-1872): 18, 19 n. 1
Briffaut Antoine (1762-1840): 18, 19 n. 6
Broglie duque Albert de (1821-1901): 232, 239 y n. 9
Brosses Renée de (+ 1868): 202 n. 4
Brun Henri A.A. (1821-1895): 69, 84, 131, 132 n. 3; 140
Brunoni cardenal Paolo (1807-1877): 175, 176, 178, 179 n. 9, 240 n. 4
C
Cabrières cardenal Anatole de (1830-1921): 47 n. 2; 104, 106 n. 4; 143, 234
n. 8, 239, 240 y n. 6
Cadilhac monseñor Jean (1931-1999): 193
Cafasso Don Giuseppe San (1811-1860): 107
Cahen Samuel: 43 n. 3
Calderon: 194
Canova monseñor Andrea (+ 1866): 177, 178 n. 3
Capalti cardenal Annibale (1811-?): 216 n. 2
Capuchinos: 176, 177
Cardenne Victor A.A. (1821-1851): 69, 70, 72 n. 5; 84
Carlos X (1757-1836): 27 n. 4; 90
Carmelitas: 37, 46, 47 n. 2; 48, 61, 184 n. 5
Carrasco Matas Felipe (1827-1866): 196 n. 6
Carré abate: 67 n. 1
Carrère Sor Anne-Marie R.A. (1822-1875): 57 n. 5
Cart monseñor Jean-François (1799-1855): 38, 39 n. 3; 46, 47 nn. 1, 2; 60,
69, 84; 98 n. 1; 108, 125, 135, 225
Cartujos: 240 n. 1
Catalina de Siena Santa (1347-1380): 158
Cavaignac general Louis-Eugène (1802-1857): 92, 113
Cavaillé-Coll Aristide (1811-1899): 146 n. 5
Cayzac Sor Marie-Denise P.S.A. (1838-1866): 196 n. 4
Cérès: 143
Cetto de: 115 y nn. 2, 3
Chaffoy monseñor Claude-François Petit-Benoît de (1752-1837): 37, 38, 45,
47 n. 1; 95, 226
Chaillot monseñor Ludovic (+ 1891): 84, 136, 176
Chamboredon Henri y Auguste: 166 n. 8
Chambourdon abate François (1844-1902): 227, 228 n. 1, 229 n. 9, 233, 234
n. 9
Chamska Madre Marguerite-Marie O.A. (1842-1926): 182
Chanzy general Antoine Alfred Eugène (1823-1883): 220
Chapot Jacques-François (1811-1856): 47 n. 2
Charcot Jean-Martin (1825-1893): 121
Chassanis Clémentine: 172 n. 1
288
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Chateaubriand Vizconde François-René de (1768-1848): 143, 175
Chatin: 121
Chatrousse monseñor Pierre (1795-1857): 98 n. 1
Chaudordy señora Louis-Justin de (+ 1873): 233, 234 n. 3
Chesnel abate François (1822-1876): 215, 216 n. 4
Chesnelong Pierre-Charles (1820-1899): 234 n. 7
Clemente VIII (1536-1605): 97, 98 n. 4
Clément-Thomas general Jacques-Léonard (1809-1871): 220
Colette Aubain A.A. (1888-1970): 30
Combalot abate Théodore (1797-1873): 55, 56, 57 y n. 1; 183, 184 n. 6;
196 n. 2
Combié Juliette (+ 1900): 172 n. 1
Combié señoritas: 137 n. 1; 170
Combié Sor Marie-Catherine R.A. (1828-1870): 156 n. 4
Commarque Sor Marie-Thérèse de, R.A. (1811-1882): 57 n. 5; 156 n. 4; 216
n. 6
Conde de Chambord > Henri V
Conde de Paris > Orléans Prince
Conferencia de San Vicente de Paúl: 46, 47 n. 4; 126, 149
Correnson Augustine (1844-1876): 184 n. 5; 188
Correnson Charles (1814-1875): 181, 184 n. 3
Correnson Henri (1850-1891): 181
Correnson Louise (1856-1943): 183, 184 n. 3
Correnson señora Charles, de soltera Théolinde Pleindoux (1822-1909):
181, 183 (madre), 184 n. 3
Correnson-Pleindoux familias: 181, 182
Corrieux abate François (1807-1880): 171, 172 n. 5, 243
Corrrenson María, Madre Emmanuel-Marie de la Compassion O.A. (18421900): 181, 182, 185, 187, 188
Cottolengo Don: 107
Courcy Sor Marie-Gabrielle de, R.A. (1830-1885): 216 y nn. 1, 6
Coustou abate François-Xavier (1760-1844): 43 n. 2
Crehange Ben Baruch de: 43 n. 3
Cubières Amédée-Louis Despans de (1786-1853): 90
Cusse Eugène-René (1822-1866): 69, 71, 72 n. 4; 127
Czacki cardenal Vladimir (1834-1888): 258
D
Daguilhan señor y señora: 155, 156 n. 6
Damas de la Misericordia: 37
Darboy monseñor Georges (1813-1871): 196 n. 2
Darby John Nelson (1800-1882): 43 n. 3
Darwin Charles (1809-1882): 121
289
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Daudé d’Alzon Jean: 107
Daudé de La Valette familia: 15 nn. 1, 2
Daudet Alphonse (1840-1897): 47 n. 5
Daudet Léon (1867-1942): 121
De Angelis cardenal Filippo (1792-1877): 216 n. 2
De Luca cardenal Antonio (1805-1883): 216 n. 2
De Negri abate Giuseppe (1838-1892): 179 n. 8
Debelay monseñor Jean-Marie (1800-1863): 98 n. 1
Defrance Théodore A.A. (1850-1918): 110 n. 2
Delbrel Madeleine (1904-1964): 159
Démétriadès Jérôme (1839- ?): 170
Deplace abate Charles (1808-1871): 47 et n. 6
Deprez Arthur A.A. (1868-1944): 154
Déroudhile Sor Marie-Séraphine R.A. (1834-1918): 216 n. 6
Désaire abate Charles (1845-1910): 229 n. 9
Descamps Pierre A.A. (1848-1915): 176
Devès Justin: 130
Didot P.: 43 n. 3
Domingo Santo (1170-1221): 61
Dominicas de la Orden Tercera: 155 n. 1, 156 n. 4
Donnet cardenal Ferdinand (1795-1882): 125, 127 n. 1; 153
Dreux-Brézé monseñor Pierre de (1811-1893): 34, 35 n. 4
Dreyfus Alfred (1859-1935): 251 n. 6
Druart Ignace A.A. (1852-1913 : 154
Du Lac et d’Aure Jean-Melchior (1806-1872): 98
Ducrot general Auguste Alexandre (1817-1882): 220
Dufaure Jules Armand Stanislas (1798-1881): 232, 251 n. 2
Dufêtre monseñor Dominique-Augustin (1796-1860): 117
Dufort vendedor de libros: 18
Dugas Sor Jeanne de Chantal O.A. (1848-1940): 240 n. 2
Dumazer Alexis A.A. (1844-1894): 229 n. 9
Dumont d’Urville Jules-Sébastien César (1790-1842): 181
Dunant Henri (1828-1910): 121
Dupanloup monseñor Félix (1802-1878): 92 n. 6; 117, 118, 120, 239, 245,
246 n. 5
Durand Hermanas: 190 n. 7
Durand Sor Marie de l’Annonciation O.A.(1823-1905): 190 n. 7
Durand Sor Marie-Madeleine O.A. (1813-1900): 190 n. 7
Duruy Victor (1811-1894): 114
290
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
E
Eckstein barón Ferdinand d’ (1790-1861): 22, 23 n. 1
Edith Stein Beata, Sor Benedicta de la Cruz (1891-1942): 159
El Cuco: 194
El Tato (Sánchez Antonio): 194
Engels Friedrich (1820-1895): 164
England monseñor John: 140
Enrique IV (1553-1610): 98 n. 4, 234 n. 7
Enrique San: 11 n. 1
Enrique V, conde de Chambord (1820-1883): 26, 27 n. 3; 228 n. 6, 231,
232, 234 n. 7
Ermitaños de San Agustín: 208
Escures señora la condesa d’ (+ 1919): 246 > Pélissier Amélie de
Esgrigny Luglien de Jouenne d’ (1806-1888): 13, 15, 22, 53 n. 1 ; 97
Eulalia Santa: 201
Everlange Sor Marie-Emmanuel d’, R.A. (1827-1903): 188
Eyssautier Sor Marie-Elisabeth de la Croix (1801-1861): 47 n. 2
Eyssette Philippe (+ 1874): 47 n. 4
F
Fabre Joséphine (1825-1896): 165, 166 n. 6; 170, 226
Fage Madre María de Jesús, Antoinette (1823-1883): 196 n. 4
Faidherbe general Louis Léon César (1818-1889): 220
Falloux conde Albert-Frédéric de (1811-1886): 66, 67, 103, 105 n. 2, 233,
234 n. 7
Faventine Jacques de y señora Marguerite, de soltera de Roussy: 107
Favre Jules (1809-1880): 220
Favrel abate Pierre (1797-1855): 67 n. 1
Felibres: 143-146
Fernando Iº de Austria (1793-1848): 77
Ferret Jules: 222 n. 3, 229 n. 9
Ferry Jules (1832-1893): 257, 258, 260 n. 1
Féval Hermana Marie-Aimée (1818-1868): 108
Fieschi Giuseppe (1790-1836): 90
Fioramonti monseñor Domenico (+ 1862): 119 n. 2
Flandrin Hippolyte (1809-1864): 146 n. 5
Foch mariscal Ferdinand (1851-1929): 70
Fornari monseñor Raffaele (1788-1854): 98 n. 3
Fortoul Hippolyte (1811-1856): 115 n. 4
Foulon Marie (+ 1856): 123 n. 4
Fournier de La Contamine monseñor Marie-Nicolas (1750-1834): 31 n. 1
Francisco de Asís San (1181-1226): 61, 86 n. 6
291
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Francisco de Sales San (1557-1622): 107, 108, 110 n. 6; 111, 158, 200
Francisco Regis San (1597-1640): 260 n. 1
Franck Madres Myriam (1837-1918) y Marie du Sacré Cœur (1855-1923): 153
François abate Charles (1841- ?): 227, 228 n. 2, 229 n. 9
Frédéric Ozanam Beato (1813-1853): 92 n. 6
Freppel monseñor Charles-Emile (1827-1891): 233, 234 n. 5
Freslon Alexandre-Pierre (1818-1867): 103
Fricero señora Joseph, Joséphine Koberwein (1825-1893): 238
Furlong Sor Marie-Kostka R.A. (1833-1857): 136, 137 n. 2
G
Gabriel abate Jean-Louis (1796-1866): 22, 23 n. 2; 33, 34
Galabert Victorin A.A. (1830-1885): 139, 141 n. 2; 170, 172 n. 6; 175, 176,
177, 178 y n. 3; 179 n. 8; 182, 188, 214, 237, 238, 240 n. 1, 241
Galeran canónigo Henri-Dieudonné (1831-1915): 260
Gallet Désiré: 226
Gallois abate Augustin: 152 n. 6
Gambetta Léon (1838-1882): 220, 222 n. 6, 232, 259, 260 nn. 5, 7
Garcia-Pagès: 194
Garibaldi Giuseppe (1807-1882): 151, 202 n. 2
Gastebois señora de: 123 y n. 3
Gaume abate Jean-Alexis (1797-1869): 117, 119, 196 n. 2
Gaume abate Jean-Joseph (1802-1879): 117, 118, 119 y nn. 1, 3
Gay monseñor Charles-Louis (1815-1892): 233, 235 n. 8
Gaysruck cardenal Karl-Kajetan Graf von: 77
Genoude abate Antoine-Eugène de (1792-1849): 43 n. 3
Gerando barón Joseph-Marie de (1772-1842): 18, 19 n. 3
Gerbet monseñor Philippe-Olympe (1798-1864): 24 n. 3; 183, 184 n. 6
Germer-Durand Eugène (1812-1880) y familia: 51, 52, 53 y nn. 3, 4; 54, 67
n. 4; 92 n. 1; 103, 104, 118, 143
Germer-Durand Joseph A.A. (1845-1917): 52, 53 n. 4
Germer-Durand señora Eugène, Sor Cécile O.A. (1818-1886): 51, 52, 53
n. 4; 131, 132 n. 1; 190 y n. 10
Gervais abate Pierre-Marie (1828-1900): 246 n. 4
Giguet Pierre: 43 n. 3
Giry Louis de (1812-1896): 110, 201 (esposo), 202 n. 4
Giry Maurice de (1847-1870): 110, 201, 203 n. 7
Giry señora Louis de, de soltera Constance de Roussy: 110, 202 n. 4
Glaire abate Jean-Baptiste (1798-1879): 43 n. 3
Golbéry Marie-Philippe-Aimé de (1786-1854): 19 n. 5
Goubier abate Vital-Gustave (1802-1855): 47 n. 3; 67 n. 4; 71, 72 n. 7; 91,
92
Gounin Achille: 222 n. 3
292
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Gouraud Henri (1807-1874): 22
Gourbeillon Jean (de Solesmes) O.S.B. (1814-1895): 132 n. 6
Gousset cardenal Thomas (1792-1866): 117, 119 n. 2; 135
Gouy Sor Marie du Saint-Sacrement de R.A. (1824-1908): 216 n. 6
Grandgent Stanislas-Victor (1769-1843): 225
Gregorio XVI (1765-1846): 29, 31 (Papa); 34, 35 et nn. 5, 11; 37, 77, 78,
119 n. 1
Gros monseñor Jean-Nicaise (1794-1857): 196 n. 2
Guibert cardenal Joseph-Hippolyte (1802-1886): 98 n. 1, 246 n. 7
Guiol abate Louis-Hippolyte (1818-1884): 246 n. 4
Guizard Louis: 175
Guizot François (1787-1874): 65, 90
H
Hallez Sor Marie-Josèphe R.A. (1819-1843): 57 n. 5
Henri abate Eugène (1815-1874): 69, 70, 71 n. 2;
Henry Sor Marie-Jacqueline R.A. (1832-1894): 156 n. 4
Hermanas de Sión: 175
Hermanas Siervas de Jesucristo, llamadas de Marie-Thérèse: 45, 84
Hermanitas de la Asunción: 142, 154, 195
Hermanos de las Escuelas Cristianas: 196 n. 6
Herodes Agripa (Biblia): 151, 160 n. 4
Hijas de la Caridad: 158
Hohenzollern Principe Leopoldo (+ 1905): 114, 219
Howly Sor Marie-Walburge R.A. (1826-1910): 131, 132 n. 7; 216 n. 6
Hugo Víctor (1802-1885): 18, 78, 116 n. 5
Hugues Sor Marie des Anges R.A. (1838-1901): 156 n. 4
Hulst monseñor Maurice Le Sage d’Hauteroche d’ (1841-1896): 245, 246 n. 7
I
Ignacio de Loyola San (1491-1556): 61, 86
J
Janvier Jacques-Désiré: 43 n. 3
Jaricot Pauline (1799-1862): 158
Jenner Edward (1749-1823): 110 n. 4
Jesuitas: 26, 53 n. 2; 67 n. 3; 139, 153, 155 y n. 2; 182, 257, 258, 259, 260
nn. 1, 2
Jordan Marie de: 189, 190 n. 5
Juan Apóstol San: 131, 159, 160 nn. 1, 4; 202 n. 3, 256
Juan Bosco San (1815-1888): 107
293
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Juan Crisóstomo San (v. 340-407): 175
Juan de la Cruz San (1542-1591): 48
Juan Pablo I (1912-1978): 81
Juan Pablo II (1920-2005): 44, 80 n. 1; 81, 158
Juan XXIII (1881-1963): 81
Juana de Chantal Santa (1572-1641): 108
Judas Iscariote (Biblia): 79
K
Kajziewicz Jérôme (1812-1873): 170
Keble John (1792-1866): 74
L
La Boullerie monseñor François-Alexandre de (1810-1882): 135, 196 n. 2
La Gournerie Eugène de (1807-1887): 18, 19
La Prade señora, de soltera de Guiraud: 160
La Rochetière Sor Marie de Jésus Brochet de (1776-1842): 45
La Woestine general Anatole Becelair de (1786-1870): 115 et n. 3
Laboulaye Edouard-René Lefèvre de (1811-1883): 119 n. 4
Lacordaire Henri-Dominique (1802-1861): 36 n. 13; 55, 65, 84, 91, 92 nn. 5,
6
Lactancio (250- v. 325): 118
Lamarche Vincent (1780-1849): 35, 36 n. 13
Lamartine Alphonse de (1790-1869): 18, 19 n. 2
Lambruschini cardenal Luigi (1776-1854): 34, 35 n. 5; 77, 78
Lamennais Félicité (1782-1854): 23 nn. 1, 2; 25, 29, 30, 31 y n. 3; 32, 34,
35 y nn. 1, 8, 10, 11; 62 n. 6; 96, 184 n. 6
Lamothe Pierre-Alexandre Bessot de (1823-1897): 54
Landriot monseñor Thomas (1816-1874): 118
Lanusse Michel S.J.: 260 n. 1
Larcy barón Roger de (1805-1882): 240 et n. 9
Laroche Sor Marie-Agathe de, R.A. (1838-1878): 156 n. 4
Larrey barón Dominique Jean (1766-1842): 121
Latour abate Adrien: 229 n. 9, 239, 240 n. 3
Laurent Charles A.A. (1821-1895): 69, 71, 72 n. 3; 129, 140, 141; 152 n. 7;
227, 228 n. 1, 229 n. 9, 250, 251 n. 4
Lavigerie cardenal Charles (1825-1892): 178 nn. 5, 6
Lazaristas: 139, 150, 176, 240 n. 5
Lázaro San (Biblia): 160 n. 2
Le Bouteillier ou Le Bouteiller marqués Henri-Louis (1783-1834): 34, 35
n. 3
Lebrun Pauline (pintor): 10
294
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Lecomte general Claude-Martin (1818-1871): 220
Lecourtier monseñor François (1799-1885): 234 n. 8
Le Play Frédéric (1806-1882): 164
Legain monseñor Théodore (1809-1881): 246 n. 4
León XII Della Genga (1760-1829): 34, 35 n. 1; 77
León XIII Pecci (1810-1903): 74, 75 n. 1, 246 n. 3, 254, 258
Leroy-Beaulieu Paul (1843-1916): 164
Lévy Marie-Joseph (1833-1879): 123 n. 1
Lhérisson Claude: 222 n. 3
Ligi-Bissi monseñor Antonio: 139
Liron d’Airolles canónigo Daniel-Xavier (1762-1838): 37, 38, 225
Loevenbrück Jean-Baptiste (1795-1876): 27 n. 2
Longueil señorita de: 228 y n. 4
Luis Felipe I (1773-1850): 89, 90, 92 n. 4
Luis XIV (1638-1715): 24 n. 4
Luis XV (1710-1774): 14
Lunaret abate Jean-François-Xavier de (1755-1837): 43 n. 2
Lyonnet monseñor Jean-Paul (1801-1875): 125, 127 n. 1
M
Mac-Carthy Charles (+ v. 1886): 33, 34, 35 n. 10; 73
Mac-Mahon mariscal conde Patrice de (1808-1898): 201, 202 n. 6; 219, 220,
222 n. 6, 231, 232, 251 n. 2, 257
Mac-Namara Sor Marie-Marguerite R.A. (1826-1909): 156 n. 4
Maistre Conde Joseph de (1753-1821): 254, 255 n. 2
Malassigné Athanase (1839- v. 1921): 110 n. 2, 238, 239, 240 n. 1
Malbosc señora Paulin de, de soltera Alix Roussy de Sales: 201, 202 n. 4
Malbosc Sor Françoise-Eugénie de, R.A. (1822-1878): 216 n. 6
Malczinski monseñor François (1829-1908): 175, 176
Manning cardenal Henry-Edward (1808-1892): 74
Maréchal (artista): 146 n. 5
Marès Henri-Pierre-Louis (1820-1901): 114
Maret monseñor Henry (1805-1884): 92 n. 6
María de Betania Santa (Biblia): 160 nn. 2, 3
María de Santiago Santa (Biblia): 160 n. 1
María Magdalena Santa (Biblia): 159, 160 n. 3 ; 226
María Salomé Santa (Biblia): 160 n. 1
Marianistas: 153
Marie-Eugénie de Jésus Milleret Santa (1817-1898): 47 n. 6, 55, 56, 57 y
n. 5; 58, 59, 62 n. 3; 69, 70, 75 n. 3; 104, 105 n. 3; 122, 123 n. 4; 129,
130, 135, 153, 156 n. 5; 163, 166 n. 7; 187, 188, 196 n. 1
Marilley monseñor Etienne (1802-1889): 132 n. 8
Marriott C.: 74
295
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Marta de Betania Santa (Biblia): 159, 160 n. 2
Martin abate François-Denis (1814-1877): 132 n. 8
Martin David: 43 n. 3
Marx Karl (1818-1883): 164
Mathieu Norbert A.A. (1852-1918): 228 n. 3
Maubon Joseph A.A. (1849-1932): 179 n. 8
Maurel S.J.: 260 n. 1
Mauroy señorita de: 228 n. 4
Mauviel abate Prosper (1830-1892): 131, 132 n. 4
Mazzetti Giuseppe-Maria (1778-1850): 34, 35 n. 9
Meglia cardenal Pier-Francesco (1810-1883): 246 n. 3
Melquisedec patriarca (Biblia): 136
Mérignargues Isabelle de (1834-1884): 181, 189, 190 n. 9
Mermillod cardenal Gaspard (1824-1892): 131, 132 n. 8; 164
Metternich Klemens von (1773-1859): 34, 35 n. 5; 36 n. 11
Micara cardenal Lodovico (1775-1847): 34, 35 n. 1
Michel Claude-Louis (1795-1874): 104 y n. 3
Migne abate Jacques-Paul (1800-1875): 18, 226, 253
Miguel San (Biblia): 62 n. 4
Mínimos: 33
Mioland monseñor Jean-Marie (1788-1859): 125, 127 n. 1
Miollis general conde Sextius Alexandre François de (1759-1828): 80 n. 3
Mistral Frédéric (1830-1914): 143, 145 y n. 3
Moltke conde Helmuth von (1800-1891): 219
Monnier Jules (1815-1856): 47 n. 4; 51, 53 n. 2; 67 n. 4; 118
Montalembert Charles de (1810-1870): 31, 65, 67 n. 3; 91, 92 nn. 5, 6; 96,
103, 104
Montgolfier Joseph (1740-1810) y Etienne (1745-1799) de: 106 n. 5
Mora hermanos (mosaicos): 145 n. 5
Morny Charles duque de (1811-1865): 115 n. 1
Moros: 160 n. 4
Mosse B. d’Avignon: 43 n. 3
Muzi monseñor (Delegado apostólico en Chile): 77
N
Nanquette monseñor Jean-Jacques (1807-1861): 140, 141 n. 1
Napoleón I (1769-1821): 65, 67 n. 4; 78, 80 n. 3; 95, 113 (tío), 115 n. 1;
121, 126
Napoleón III (1808-1873): 41, 78, 92 nn. 1, 5; 103, 113, 114, 126, 149; 151
n. 4; 201 (emperador), 202 n. 2; 219, 222 n. 1, 231
Napoleón Príncipe imperial Eugène-Louis (1856-1879): 201, 202 n. 5, 231
Narbonne-Lara condesa de: 190 n. 5
Nélaton Doctor Auguste (1807-1873): 202 n. 5
296
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Nestlé Eberhard (1851-1913)-Alland: 43 n. 3
Newman cardenal John Henry (1801-1890): 74, 75 n. 1, 259
Nicolas Martin (cerrajero): 146 n. 5
Nicole Pierre (1625-1695): 43 n. 1
Niebuhr Berthold-Georg (1776-1831): 18, 19 n. 4
O
O’Connell Daniel (1775-1847): 73
O’Donnell Edmund A.A. (1796-1869): 140, 177, 179 n. 7
O’Neill Sor Thérèse-Emmanuel R.A. (1817-1888): 57 n. 5; 136; 216 n. 6
Oblatas de la Asunción: 52, 59, 153, 154, 181, 182, 187, 188, 189, 190 nn.
4, 5, 8; 191, 195, 196 n. 5; 226, 237, 238, 239, 240 n. 2
Odescalchi cardenal Carlo (1786-1841): 34, 35 n. 6; 139
Olivieri Benedetto-Maurizio (1769-1845): 35, 36 n. 12
Oltramare Jeanj-Hugues: 43 n. 3
Orantes: 10
Orden Tercera de la Asunción: 51, 69, 70, 85, 86 n. 5; 123 n. 3
Orleans Príncipe Luis Felipe, conde de París (1838-1894): 90, 231
Orléans, dinastía: 89, 231
Orphelins d’Auteuil (Obra): 166 n. 3
P
Pablo Apóstol San: 137 n. 4, 255 n. 6
Padres de Timon-David: 228 n. 2
Panckoucke Charles-Joseph (1736-1798): 103
Parieu Pierre Félix Esquirou de (1815-1893): 103
Parisis monseñor Pierre-Louis (1795-1866): 67 et nn. 1, 2; 184 n. 6
Pascal Blaise (1623-1662): 43 n. 1
Pasionistas: 176, 240 n. 4
Pasteur Louis (822-1895): 121, 166 n. 4
Patt Edouard A.A. (+ 1870): 222 n. 3
Paty Sor Marie-Caroline de, R.A. (1826-1871): 216 n. 6
Paulinier monseñor Justin (1815-1881): 22
Paulo VI Montini Papa (1897-1978): 158
Peel Sir Robert (1788-1850): 73
Pélissier Amélie de: 123 et n. 2 > Escures señora d’
Pernet Esteban A.A. (1824-1899): 69, 84, 140, 141 y nn. 1, 3; 142, 177,
195, 222 n. 3
Pérouse Sor Jeanne-Marie R.A. (1834-1911): 156 n. 4
Perret-Gentil H.A.: 43 n. 3
Persigny Victor Fialin duque de (1808-1872): 115 n. 1; 126
Perthus Sor Marie-Rémi R.A. (1839-1921): 156 n. 4
297
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Peter Sor Marie-Madeleine de, R.A. (1823-1888): 187; 216 n. 6
Picard Francisco A.A. (1831-1903): 10, 80, 84, 136, 139, 141 nn. 1, 2; 142,
150, 153, 182, 210 n. 5; 227
Pie cardenal Louis (1815-1880): 234 n. 8
Pío IX Mastaï Ferretti Beato (1792-1878): 74, 77, 78, 79, 80 y n. 1; 81, 119
n. 2; 120, 170, 175, 176, 195, 201 (Papa), 202 n. 2; 208, 215 (Papa), 216
n. 2; 219, 237
Pío VI Braschi (1717-1799): 79, 80 n. 2
Pío VII Chiaramonti (1742-1823): 77, 78, 79, 80 n. 2
Pío VIII Castiglioni (1761-1830): 35 n. 7
Plantier monseñor Henri (1813-1875): 39 n. 3; 47 n. 2; 106 n. 4; 114, 125,
126, 127 y n. 1; 128, 130, 135, 144, 169, 170, 171, 193, 195 (obispo), 213,
240 n. 6, 243, 246 nn. 4, 6
Pluym monseñor Antoine-Joseph (1804-1874): 239, 240 n. 4
Polignac de (familia): 115 n. 2
Pollender Doctor: 121
Popov monseñor Raphaël (1830-1876): 213
Pouget (compañero de trabajo de V. de P. Bailly): 150
Poujoulat Jean-Joseph-François (1800-1880): 123 y n. 4
Privat Doctor Jean-Léon (1810-1897): 122
Propaganda de la Fe: 46, 108
Puech Sor Hélène O.A. (1843-1878): 188, 239, 240 n. 7
Puech Sor Marie-Nathalie O.A. (1844-1929): 240 n. 7
Pusey Edward Bouverie (1800-1882): 74
Puységur Alix de (1838-1895): 11 n. 4; 104
Puységur Anatole de (1813-1851): 11 n. 4; 107
Puységur Clotilde de, de soltera de Quinsonas y familia (1851-1924): 249
Puységur Jean de (1841-1910): 10, 11 n. 4; 221, 249, 250, 251 n. 1
Puységur Marie de, de soltera d’Alzon (1819-1869): 10 (Mimi), 11 n. 4; 104,
155 n. 3; 201 (hermana), 249
Puységur Marthe de (1839-1845): 11 n. 4
Q
Questel Charles (1807-1888): 146 n. 5
R
Reboul Jean (1796-1864): 104, 143, 144, 145, 146
Régis Eulalie de Gatimel de (1826-1867): 172 n. 1; 181, 190 nn. 1, 6; 191
Reisach cardenal Charles-Auguste von (1800-1869): 216 n. 2
Religiosas de la Asunción: 55, 56, 57 nn. 1, 2, 4; 58, 62 n. 3; 63, 104, 108,
123 n. 2; 127 n. 4; 130, 132 n. 7; 133, 141, 150, 153, 156 y nn. 4, 6; 157,
177; 179 n. 7; 187, 196 nn. 1, 2; 216 y nn. 1, 6, 7, 8, 246 n. 7
298
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Religiosos de la Santa Cruz: 208
Renan Ernest (1823-1892): 18, 126
Resurreccionistas: 152 n. 6; 170, 176, 178 n. 4; 208
Retz monseñor Alexandre-François de (1783-1843): 34, 35 n. 2
Ricasoli Bettino (1809-1880): 202 n. 2
Richard (bienhechor de las Oblatas en Andrinópolis): 240 n. 2
Rigal abate André (1849-1919): 239, 240 n. 3
Roche señorita de (postulante O.A.): 189, 190 n. 6
Rochefort Henri (1831-1913): 259, 260 n. 5
Rode abate Bernard: 225
Roquefeuil de (familia): 14
Roumanille Joseph (1818-1891): 143, 144, 145 n. 1
Roure Sor Marie-Clémence R.A. (1835-1878): 156 n. 4
Rousseau Jean-Jacques (1712-1778): 178 n. 1
Roussel abate Louis (1825-1897): 166 n. 3
Roussy de (familia): 107, 110 nn. 3, 5, 6
Roussy de Sales (familia): 107, 110 nn. 3, 5, 6; 111, 202 n. 4
Roussy de Sales Eugène (+1925): 202 n. 4
Roussy Madeleine de: 107
Roussy Pierre de: 107
Roux-Lavergne abate Pierre Célestin (1802-1874): 123 y n. 5
S
Sacy Isaac Le Maître de (1613-1684): 42, 43 n. 1
Saint-Arnauld mariscal Achille Leroy de (1800-1854): 115 n. 1
Saint-Exupéry Antoine de (1900-1944): 56
Saint-Julien Sor Marie-Gonzague R.A. (1822-1907): 57 n. 5; 216 n. 6
Saint-Martin Sor Marie-Catherine R.A. (1816-1853): 57 n. 5
Sales de (familia): 107, 110 n. 6
Sales señora Pauline de (1786-1852): 109, 110 n. 6
Salinis monseñor Louis de (1798-1861): 24 n. 3; 184 n. 6
Salvandy conde Narcisse-Achille de (1795-1856): 52, 53 n. 1; 66
Salze Sor Thérèse de Jésus O.A. (1835-1902): 188, 189, 190 n. 8
San Martín general José de (1778-1850): 172 n. 5
Santiago Apóstol San: 160 nn. 1, 4
Santiago el Menor Apóstol San: 160 n. 4
Sara Santa (Biblia): 160 n. 1
Sarran Sor Valérie O.A. (1843-1916): 188
Saugrain Hipólito A.A. (1822-1905): 69, 84, 92 n. 1; 132 n. 2; 140, 141 n. 1;
142, 154, 187, 189, 190 n. 2; 227, 228 n. 1, 233
Sauve Joseph (hotelero): 172 n. 5
Saxe mariscal Maurice de (1696-1750): 196 n. 3
Schlosser Frédéric-Christophe (1776-1860): 18, 19 n. 5
299
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Scorbiac abate Bruno Casimir de (1796-1846): 184 n. 6
Segond Louis (1810-1885): 43 n. 3
Ségur monseñor Gaston de (1820-1881): 108
Serres señorita de: 189
Serres Séverin de y señora (1809-1902): 16 n. 8
Show Doctor: 121
Sibour monseñor Léon-François (1807-1864): 196 n. 2
Sibour monseñor Marie-Dominique (1792-1857): 38, 119 y n. 3; 135, 184
n. 6
Silhol Auguste banquero: 165, 166 n. 8
Simon Jules (1814-1896): 232, 251 n. 2, 257
Simon Richard (1638-1712): 43 n. 1
Sokolski monseñor Joseph (v. 1789-1879): 175
Soubiranne monseñor Pierre-Jean (1828-1893): 177, 178 n. 6; 179 n. 6
Stendhal Henri Beyle (1783-1842): 172 n. 5
Surrel abate François (1806-1857): 69
Surville Charles de (1803-1868) y señora, de soltera de Ricard: 222 n. 8
Surville Raymond de (1848-1871): 221, 222 n. 8
T
Taconet Eugène (+ 1884): 97, 98 n. 5
Tavard Georges A.A.: 172 n. 1
Tédenat (profesor): 53 n. 2
Teresa de Avila Santa (1515-1582): 48, 158
Teresa de Calcuta Madre (1910-1997): 159
Teresa de Lisieux Martin Santa (1873-1897): 159
Tessan abate Jean-Charles Dortet de (1799-1884): 71
Teste Jean-Baptiste (1780-1852): 90
Thibault monseñor Charles-Thomas (1796-1861): 31 n. 1; 43 n. 2; 98 n. 1
Thiers Adolphe (1797-1877): 104, 220, 221, 222 n. 6, 231
Thomas du Fossé Pierre (siglo XVII): 43 n. 1
Tissot Elphège A.A. (1801-1895): 69, 71, 72 n. 6; 105, 140
Tomás de Aquino Santo (v. 1225-1274): 253
Touveneraud Pierre A.A. (1926-1979): 115 n. 2
Trochu general Louis-Jules (1815-1896): 220
V
Vailhé Siméon A.A. (1873-1960): 11 n. 1; 202 n. 1
Valat señorita (+1873): 233, 234 n. 3
Valleton Jean-Jacques (1841-1916): 153
Varin d’Ainvelle familia: 166 n. 1
Varin d’Ainvelle señora Jean-Baptiste (+ 1882): 165, 166 nn. 1, 3
300
INDICE DE NOMBRES PROPIOS
Varin d’Ainvelle Sor Jeanne-Emmanuel (Isaure) R.A. (1838-1890): 165, 166
n. 1
Ventura di Raulica Gioacchino (1792-1861): 34, 35 n. 8; 79
Verdier Aymar (1818-1880): 153
Vermot Chanoine Alexandre (1797-1852): 47 n. 3; 65, 67 n. 4; 72 n. 6
Vernières abate Jacques (1797-1863): 46, 47 n. 5
Vernières abate Jérôme: 47 n. 5
Véron abate Paul (1815-1867): 195, 196 nn. 1, 2
Veuillot familia: 97, 98 n. 5
Veuillot Louis (1813-1883): 92 n. 6; 98 n. 5; 117
Vicente de Paúl San (1581-1660): 158
Victor-Emmanuel II (1820-1878): 202 n. 2; 219
Vigouroux Fulcran (1837-1915): 43 n. 3
Villanova Castellani monseñor de: 139, 150
Villemain Abel-François (1790-1870): 66
Virchow Rudolf (1821-1902): 121
Visitación Monjas de la: 55, 57 n. 4; 108, 158
Vitte monseñor Pierre-Ferdinand (1824-1883): 215, 216 n. 7
Vulpian Alfred (1826-1887): 121
W
Wallon Henri-Alexandre (1812-1904): 232, 246 n. 3
Weld cardenal Thomas (1773-1837): 34, 35 n. 7
Wellington Arthur Wellesley duque de (1769-1852): 73
Wenland M. de: 115 n. 2
Wiseman cardenal Nicholas (1802-1865): 35 n. 10; 73
Wogüe Lazare de: 43 n. 3
Z
Zebedeo (Biblia): 160 n. 4
Zigliara cardenal Tommaso Maria (1833-1893): 253
301
Indice geográfico
Abbeville (Somme): 51
Ain, departemento: 216 n. 7
Aix-en-Provence (Bouches-duRhône): 46
Alemania (Outre-Rhin): 18, 78, 188,
258
Alès (Gard): 163, 165, 166 nn. 1, 4,
8; 172 n. 5; 227
Alès, Rochebelle: 163
Alès, Tamaris: 163
Alger (Algeria): 178 n. 6; 179 n. 6
Algeria: 260 n. 4
Algues castillo (Aveyron): 13
Alpes: 34
Alsacia (Francia): 220
Alzonenco (Gard): 13
Amasia (Turquía): 182
Andrinópolis (Edirna, Turquía): 52,
166 n. 3; 170, 178 n. 4; 179 n. 8;
190 n. 8, 238, 239, 240 n. 2
Angers (Maine-et-Loire): 164, 234
n. 5
Anglas (Gard): 130, 131
Annecy (Haute-Savoie): 110 n. 6
Ardèche, departemento: 163
Ardennes, departemento: 110 n. 6
Argentina: 172 n. 5
Armenia (Turquía): 182
Arras (Pas-de-Calais) : 67 et n. 1
Arras, Orfanato Halluin: 164, 166
n. 3; 227
Arre, río (Gard): 14
Atenas (Grecia): 175, 178 n. 2; 223
Atenas, Acrópolis: 175
Atenas, Escuela francesa: 53 n. 1
Atenas, Partenón: 175
Austerlitz (Austria-Hungría): 115
n. 1
Australia: 72 nn. 4, 6; 132 n. 3
Austria-Hungría: 77, 219
Autun (Saône-et-Loire): 118
Aveyron, departemento: 13, 15 nn.
1, 4
Avèze (Gard): 190 n. 7
Aviñón (Vaucluse): 95, 97, 98 n. 1;
108, 172 n. 5; 228, 259, 260 n. 1
Babel (Babilonia): 254
Bagnères de Bigorre (HautesPyrénées): 122
Barati (Rumania): 166 n. 3
Baviera (Alemania): 115 n. 2
Beaucaire (Gard): 130, 137 n. 6 ;
195
Bélgica: 96, 258, 260 n. 7
Belley (Ain): 179 n. 6
Berlín (Prusia): 219
Besançon (Doubs): 119, 244, 246
n. 4
Betania (Palestina): 160 n. 2
Bigorre (Hautes-Pyrénées): 244
Borgoña (Francia): 220
Boudrac (Haute-Garonne): 228 n. 7
Boulogne-Billancourt (Hauts-deSeine): 132 n. 1
Boulogne-sur-Mer (Pas-de-Calais):
90
Burdeos (Gironda): 153, 154, 222
n. 1, 246 n. 4
Burdeos Asunción A.A. (capillas
Balaresque, de Santa Mónica): 153154
Burdeos, escuela y convento R.A.:
153, 156 nn. 4, 6
Burdeos-Caudéran A.A. (av. de
Mirande, Croix de Seguey,
Lacanau): 154
303
INDICE GEOGRÁFICO
Bizancio (Constantinopla-Estanbul):
238
Branoux-les-Taillades (Gard): 166
n. 2
Bretaña (Francia) : 29
Bulgaria: 170, 175, 176, 180, 182,
189, 190, 191
Calcedonia o Kadiköy (Turquía):
175, 176, 179 n. 8
Camarga (Provence): 9, 160 n. 1;
194
Cantobre (Aveyron): 14, 15 n. 4
Capestang (Hérault): 47 n. 5
Carcasona (Aude): 135
Castries (Hérault): 46, 47 n. 5
Causse Noir [Meseta Negra]
(Aveyron-Lozère): 13, 15 y n. 6
Cauterets (Hautes-Pyrénées): 122
Cauvalat (Gard): 122
Cevenas (Gard-Lozère): 13, 14,
163, 166 n. 4; 182, 183, 187, 191
Ceyzerieu (Ain): 127 n. 1
Chablais (Haute-Savoie): 107
Châlons en Champagne (Marne):
219
Champagne (France): 158
Charleston (U.S.A.): 140
Chatenay (Isère): 55
Chile: 77
Civitàvecchia (Italia): 171, 202 n. 2
Clichy-la-Garenne (Hauts-deSeine): 72 n. 6; 127 nn. 2, 4; 130,
132 n. 4; 141 n. 3; 152 n. 7
Clichy-sous-Bois (Seine-SaintDenis): 190 n. 10
Condom (Gers): 53 n. 1
Constantinopla (Turquía, Estanbul):
175, 176, 178 et n. 2; 179 nn. 8, 9;
188, 222 n. 4, 240 nn. 4, 5
Constantinopla, Fanaraki: 179 n. 8
Constantinopla, Koum-Kapou: 179
n. 8
Damasco (Siria): 255 n. 6
Danubio, río: 179 n. 9
304
Dourbie, río (Aveyron): 13, 15 nn.
1, 6
Dourbies, comuna (Gard): 15 n. 1
Douvaine (Haute-Savoie): 166 n. 3
Dublín (Irlanda): 74
Dusseldorf (Alemania): 131
Eaux-Bonnes (Hautes-Pyrénées):
216 n. 1
Egipto: 145 n. 4
Einsiedeln (Suiza): 151 n. 1
Ems (Alemania): 188
España: 114, 160 n. 4; 194, 219,
258, 260 n. 7
Esparta (Grecia): 223
Espoleto (Italia): 77
Estados Pontificios (Italia): 78, 80
nn. 1, 3; 114; 151 n. 4; 202 n. 2
Estados Unidos de América U.S.A.:
73, 91, 96, 121, 132 n. 3; 140
Estanbul (Turquía, Constantinopla):
178 n. 4 Estrasburgo
(Bas-Rhin): 90; 151 n. 1; 219, 222
n. 1
Europa: 34, 35 n. 5; 80 n. 3; 96
Ferney-Voltaire (Ain): 132 n. 8; 137
n. 6
Filipópolis, Colegio San Agustín:
178 n. 3
Filipópolis, Escuela San Andrés
(Bulgaria): 177, 178 y n. 3, 237,
239, 240 n. 2
Fleurus (Bélgica): 106 n. 5
Fontainebleau (Seine-et-Marne): 80
n. 3
Fontenoy (Bélgica): 196 n. 3
Francfort-sur-le-Main (Alemania):
220
Francia: 19 n. 7; 35 n. 8; 36 n. 13;
37, 46, 51, 52, 62 n. 1; 65, 67 y
n. 3; 80 n. 2; 89, 92 n. 5; 99; 110
n. 4; 114, 119 n. 4; 137 n. 6; 151
n. 1; 166 n. 5; 170; 172 n. 5; 176,
183, 190 n. 10; 193; 202 n. 2; 219,
220, 221, 222 n. 6; 226, 231, 232,
INDICE GEOGRÁFICO
234 nn. 5, 7, 235, 239, 250, 251
n. 2, 257, 260 nn. 1, 2, 6, 7
Friburgo (Suiza): 164
Gaeta (Italia): 78, 80 n. 1
Gard (departamento): 13, 14, 51,
113, 163, 222 n. 8
Garonne, río: 244
Ginebra (Suiza): 107, 110 n. 6; 131,
132 n. 8
Gran Bretaña: 110 n. 4
Grenoble (Isère): 244
Hébron (Palestina): 132 n. 8
Hérault (río): 9
Hérault, departamento: 11 n. 1,
18, 113, 114, 250
Holanda: 96, 260 n. 7
Hulsberg (Holanda): 226
Inglaterra: 34, 73, 76, 90, 259, 260
y n. 7
Interlaken (Suiza): 151 n. 1
Irlanda (Eire): 73, 96
Italia: 34, 35 n. 8; 80 n. 1; 151 y
n. 4, 239, 257, 260 n. 7
Japón: 80 n. 1; 170
Jerusalén (Palestina): 79, 160 n. 4
Jerusalén, Calvario, Gólgota: 159
Jerusalén, Cenáculo: 157
Jerusalén, Nuestra Señora de
Francia: 52
Jerusalén, Tumba de María o
Dormición: 157
Kerbernès (Finistère): 166 n. 3
La Chesnaie (Ille-et-Vilaine): 29
La Côte Saint-André (Isère): 55
La Gran Cartuja (Isère): 21
La Grand-Combe (Ardèche, El
Ardes): 163
La Louvesc (Ardèche, El Ardes):
259, 260 n. 1
La Rochelle (Charente-Maritime):
118
La Salette (Isère): 80 n. 1, 234 n. 5
La Salvage selva (Aveyron): 13, 15,
16 n. 7
Lamalou-les-Bains (Hérault): 122,
124
Lanerte (Gard): 165, 166 n. 2
Langres (Haute-Marne): 67
Languedoc (Francia): 9
Languedoc-Roussillon (Francia): 15
n. 5
Larzac (Aveyron): 13, 16 n. 7
Latium ou Lazio (Italia): 151 n. 4
Latresne, Ermita de San José
(Gironda): 154
Lausana (Suiza): 132 n. 8
Lavagnac (Hérault): 9, 11 n. 2; 13,
17, 21, 27 n. 1; 37, 55, 129; 151
n. 2; 155 n. 3; 156 n. 3; 226, 249,
250
Laval (Mayenne): 246 n. 5
Le Bouscat (Gironda): 154
Le Havre (Seine-Maritime): 98 n. 5
Le Mans (Sarthe): 108, 140, 141
n. 1; 220
Le Monna, castillo (Aveyron): 13
Le Nouailler (Vienne): 137 n. 6
Le Pouget, castillo de
l’Estang (Hérault): 27
Le Puy, Nuestra Señora (HauteLoire): 150
Les Brebis (Bully, Pas-de-Calais):
164
Levante (Oriente): 175
Limoux (Aude, château de
Villemartin): 160
Livry-Gargan (Seine-Saint-Denis):
260 n. 7
Loira, río: 220
Lombardía (Italia): 37
Londres (Inglaterra): 144
Lorena (Francia): 220
Lourdes (Hautes-Pyrénées): 80 n. 1,
234 n. 5, 245
Lucerna (Suiza): 151 n. 1
Luchon (Hautes-Pyrénées): 203 n. 6
Lyón (Ródano): 89, 95, 140; 151
n. 1; 193, 215, 222 n. 1
305
INDICE GEOGRÁFICO
Lyón, Cartujos: 127 n. 1
Lyón, Catedral de San Juan: 125
Madrid, plaza de toros (España):
194
Magdala (Palestina): 160 n. 3
Malinas (Bélgica): 96
Marne, río: 220
Marsella (Bouches-du-Rhône): 137
n. 6; 160 n. 2; 175, 177, 178 n. 2;
188, 193, 222 n. 1; 227
Macizo Central (Francia): 122
Maguncia (Alemania): 222 n. 3
Marsella, Nuestra Señora de la
Garde: 150
Marsivan (Turquía): 182
Mas [casa de campo provenzal]
Soubeyrand au Mialet d’Anduze
(Gard): 41
Mediodía (Francia): 41, 51, 61, 66,
67, 75, 110 n. 4; 137, 160 n. 2;
193, 227, 251
Mediterráneo, mar: 193
Mende (Lozère): 140
Mentana (Italia): 202 n. 2
Metz (Mosela): 219, 222 n. 1
Meudon (Hauts-de-Seine): 57 n. 4
México: 114
Milán (Italia): 77
Millau (Aveyron): 13
Mireman (Mirman, Mirmand, Gard):
166 n. 3
Montagnac (Hérault): 9, 18, 19
n. 6, 27 n. 1 ; 151 n. 2, 250
Montauban (Tarn-et-Garonne): 132
n. 4, 246 n. 4
Montmartre (Sena, París): 220
Montmau (Hérault): 156 n. 3, 239,
246 n. 1
Montmorillon (Vienne): 137 n. 6
Montpellier (Hérault): 11 n. 1, 23,
24 n. 4; 27 n. 1; 31, 42, 43, 47 n. 5;
51, 53 et n. 3; 97; 98 n. 1; 106
n. 4; 151 n. 2; 193, 233, 234 n. 8,
237, 239, 259, 260 y n. 1
306
Montpellier, calle de los Trésoriers
de la Bourse: 24 n. 4
Montpellier, Colegio Real o Liceo:
53
Montpellier, Seminario Mayor: 25,
30, 31 nn. 1, 2; 47 n. 5, 253
Montredon (Aveyron): 16 n. 6
Moulins (Allier): 35 n. 4
Nancy (Meurthe-et-Moselle): 178
n. 6; 219
Nant (Aveyron): 15 n. 4
Narbona (Aude): 137 n. 6
Nevers (Nièvre): 117, 119
Nimes (Gard): 37, 38, 42, 43, 45,
46, 47 nn. 2, 6; 51, 52, 53 y nn. 2,
3; 66, 67 y nn. 3, 4; 69, 71 n. 1; 84,
91, 92 nn. 1, 3, 4; 95, 97; 98 n. 1;
104, 105 y n. 1; 106 n. 4; 107, 108,
113, 114, 118, 125, 126, 129, 130,
133, 135, 137 y n. 2; 140, 143, 144,
145 y n. 4; 149, 150, 151 y n. 1;
164, 166 n. 4; 170, 178 nn. 2, 5;
181, 182, 188, 190 n. 1; 193, 194,
195, 196 n. 6; 202 n. 5; 203 n. 7;
214, 216 n. 1; 222 nn. 3, 8; 225,
227, 228 n. 7, 233, 234 n. 9, 240
n. 6, 243, 244, 246 nn. 2, 4, 247,
249, 251 n. 6
Nimes, Académie: 52
Nimes, Arènes: 144, 193, 194
Nimes, Calle de Sainte-Perpétue:
227
Nimes, Calle del Arc-du-Gras: 62
n. 4, 225
Nimes, Calle del Aspic n°16: 37,
225
Nimes, Calle des Lombards: 62
n. 4 ; 181, 225, 226
Nimes, Calle Séguier (maison
Puget): 188, 227
Nimes, Cárcel Central: 195, 196
n. 6
Nimes, Carmelo: 47 nn. 1, 2; 61
INDICE GEOGRÁFICO
Nimes, Catedral Saint-Castor: 37;
62 n. 4; 140, 172 n. 5; 201, 225,
244
Nimes, Cementerio Saint-Baudile:
227
Nimes, Colegio de la Asunción: 17,
47 nn. 1, 3; 51, 53 n. 3; 61, 62 nn.
4, 5; 65, 66, 67 n. 4; 69, 72 nn. 6,
7; 90, 106 n. 4; 110 et n. 2; 123
n. 5; 129, 130, 132 n. 2; 133, 137,
143, 149, 181, 188, 195, 196 n. 5;
222 n. 8; 225, 226, 227, 229 n. 9,
246 nn. 5, 6, 253, 260
Nimes, Colegio Real o Liceo: 52, 53
n. 2
Nimes, Comité de Arte cristiano: 52
Nimes, Convento de las R.A.: 127
nn. 4, 7; 216 y nn. 1, 8
Nimes, Jardin de la Fontaine: 144
Nimes, Mont-Duplan (Moulis-àVent, maison Prophète): 226, 228
n. 3
Nimes, Obispado (palacio
episcopal): 62 n. 4; 225
Nimes, Providencia: 46, 47 n. 4; 92
n. 2
Nimes, Refugio: 45, 46, 61
Nimes, Ruta de Alès: 42
Nimes, Saint-Charles: 92 y n. 2
Nimes, Sainte-Perpétue: 47 n. 3 ;
114
Nimes, Saint-François de Sales: 172
n. 6, 251 n. 3
Nimes, Saint-Paul: 145, 146 n. 5
Nimes, Seminario Mayor (rue des
Chassaintes): 110 n. 1
Nimes, Universidad San Agustín: 66,
119 n. 4
Nord (Francia): 51, 61, 220
Notre-Dame des Châteaux,
Santuario (Savoya): 108, 244, 246
n. 2
Nueva Caledonia: 216 n. 7, 260 n. 4
Occidente (Europa): 83, 202 n. 3,
237, 238
Oeste (Francia): 151 n. 1
Oriente: 52, 170, 175, 176, 178
n. 4; 182, 188, 190 nn. 8, 10; 202
n. 3; 228 n. 3, 237, 238, 240 n. 2,
241
Orleans (Loiret): 67, 117, 245, 246
n. 5
Osma (España): 260 n. 7
Oxford (Inglaterra): 74
Palestina: 170
Paray-le-Monial (Saône-et-Loire):
234 n. 5, 245
París (Sena): 10, 11 n. 1; 13, 15,
17, 19, 21, 35 n. 5; 38, 46, 53 n. 1;
55, 57 y n. 2; 61, 65, 66, 67 n. 3;
69, 71 n. 1; 72 n. 6; 74, 89, 90, 98
n. 3; 105 n. 1; 108, 113, 119 y n. 3;
123 nn. 3, 6; 129, 130, 135, 144,
145, 146 n. 5; 149, 150, 151 y n. 1;
178 n. 5; 181, 184 n. 6; 196 n. 4;
201, 202 n. 5; 214, 215, 220, 221,
222 n. 1; 225, 228 n. 4, 233, 246
nn. 3, 7
París, Abadía de Port-Royal: 43 n. 1
París, Auteuil (Tullerías, R.A.): 127
n. 4; 130; 142 n. 3; 150, 151, 179
n. 7; 188, 195, 216 nn. 1, 6; 221
París, Calle Cassette n°4: 119 n. 3
París, Calle de Chaillot: 104, 123
n. 2
París, Calle de Grenelle: 104
París, Calle de l’Estrapade: 15
París, Calle de Vaugirard n°47: 57
nn. 1, 4; n°108: 57 n. 4; n°110: 57
n. 4; 69
París, Calle du Faubourg SaintHonoré: 115 n. 2; 135
París, Calle Férou: 57 n. 4
París, Calle François Ier n°8: 150,
172 n. 4; 228 n. 4, 229 n. 8, 260
n. 2
307
INDICE GEOGRÁFICO
París, Colegio Stanislas: 17, 35 n. 4;
105 n. 3, 253
París, Faubourg Saint-Germain: 91
París, Hôtel Crapelet (rue de
Vaugirard, n°9): 11 n. 1
París, Hôtel de Ville: 90
París, Impasse des Vignes: 55, 69
París, Invalides: 115 n. 3
París, Palais Bourbon: 10 (Cámara
de diputados); 90
París, Priorato benedictino de
Saint-Germain: 132 n. 6
París, Quai Voltaire n°19: 18
París, Sainte-Mélanie: 149
París, Saint-Eustache: 55
París, San Vicente de Paúl: 196 n. 2
París, Seminario Saint-Sulpice: 106
n. 4
París, Tullerías: 90, 91, 149
Perpignan (Pyrénées-Orientales):
184 n. 6
Perú: 172 n. 5
Pézenas (Hérault): 23 n. 2
Pézenas, Casa parroquial Santa
Úrsula: 22
Piamonte (Italia): 151 n. 4, 257
Pirineos, montaña: 122
Poitiers (Vienne): 234 n. 8, 245
Polonia: 151 n. 3
Pontmain (Mayenne): 234 n. 5
Provence (Francia): 145
Prusia (Alemania): 114, 219, 258
Quimper (Finistère): 210 n. 4
Reims (Marne): 117, 119 n. 2 ; 135
Reino Unido: 73
Remoulins (Gard): 71 n. 2
Rennes (Ille-et-Vilaine): 95
Rethel (Ardenas): 137 n. 6
Rin, río: 114, 219
Rochefort-du-Gard (Gard): 228
Roma (Italia): 25, 29, 30, 33, 34, 35
y nn. 3, 4, 10; 36 n. 13; 37, 73, 75,
78, 79, 80 y n. 3; 84, 97, 114, 117,
118, 119 nn. 1, 2, 3; 125, 126, 135,
308
136, 138, 139, 141 n. 2; 150, 151,
152 n. 6; 156 n. 5; 169, 170, 172
n. 6; 175, 176, 178 y n. 2; 179 n. 9;
180, 182, 195, 202 nn. 2, 3; 213,
214, 216 nn. 1, 5; 217, 219, 237,
253, 258
Roma, Cappellette del Viminale:
169, 171
Roma, Colegio Inglés: 73
Roma, Colegio Romano
(Gregoriana): 25, 150
Roma, Congregación de la
Propaganda: 176
Roma, Congregación para los
Institutos religiosos: 135
Roma, Congregaciones: 169
Roma, El Apolinario: 150
Roma, Imperial: 171, 172 n. 3
Roma, La Minerva: 150, 253
Roma, Montecitorio: 139, 150
Roma, Pensión Bouisse: 172 n. 5
Roma, Porta Pia: 110, 203 n. 7
Roma, Quirinal: 77, 79, 220
Roma, Saint-Claude des
Bourguignons: 152 n. 6
Roma, San Eusebio: 26, 139
Roma, San Lorenzo extramuros: 78
Roma, San Miguel: 77
Roma, Sant’Andrea delle Fratte: 33
Roma, Santa Chiara (Seminario
Pontificio francés): 213, 216 n. 3
Roma, Santa María in Vía Lata: 77
Roma, Santa María la Mayor: 169,
172 n. 3
Roma, Tata Giovanni: 77
Roma, Vaticano: 33, 80 n. 1; 139,
156 n. 5; 213, 214, 215, 216 n. 2
Roma, Viminale: 172 n. 3
Romaña (Italia): 78
Rusia: 177, 238, 249, 250
Sadowa (Autria-Hungría): 114, 219
Saint-André de Majencoules, La
Coste (Gard): 14
Saint-Cyr L’Ecole (Yvelines): 149
INDICE GEOGRÁFICO
Saint-Denis (Seine-Saint-Denis): 35
n. 2
Saint-Gilles du Gard (Gard): 172
n. 5
Saint-Hippolyte du Gard (Gard):
190 n. 5
Saint-Jean du Bruhel (Aveyron): 13,
14, 15 et nn. 1, 4
Santiago de Compostela (España):
160 n. 4
Sainte-Baume (Bouches-du-Rhône):
160 n. 3
Saintes-Maries de la Mer (Bouchesdu-Rhône): 136, 137 n. 1 ; 159, 160
n. 1
Saint-Pons de Mauchiens (Hérault):
156 n. 3
Saint-Quentin (Aisne): 220
Saint-Riquier (Somme): 51
Saint-Sauveur du Larzac (Aveyron):
15 et n. 6
Santa Elena, Isla: 126
Sauclières (Aveyron): 190 n. 8
Savoya (Francia): 245
Scutari (Turquía): 239, 240 n. 5
Sedán (Ardenas): 115, 219, 222 n. 1
Servas (Salindres, Gard): 166 n. 1
Sèvres (Hauts-de-Seine): 228 n. 4,
260 n. 2
Sistovo (Bulgaria): 178, 179 n. 9
Sofía (Bulgaria): 178 n. 3
Solesmes (Sarthe): 98, 132 n. 6
Solferino (Italia): 121
Suiza: 78, 96, 132 n. 8; 150, 183,
220, 258, 260 n. 7
Tarascón (Bouches-du-Rhône): 108,
159, 160 n. 2
Thorens (Haute-Savoie): 108, 110
n. 6; 201, 202 n. 4
Tokat (Turquía): 182
Toscana (Italia): 37
Toulouse (Haute-Garonne): 53, 222
n. 1, 259
Toulouse, Grande-Allée: 166 n. 3
Trento (Italia): 118, 158
Turín (Italia): 38, 107
Turquía: 170, 177, 179 n. 8 ; 182
Ulster (Irlanda): 73
Uzès (Gard): 72 n. 3
Valbonne, Cartuja (Gard): 109, 110
n. 2
Valence (Drôme): 80 n. 2; 97, 98
n. 1
Vals-près-le-Puy (Haute-Loire):
259, 260 n. 1
Vauxnage (Gard): 41
Versalles (Yvelines): 105 n. 3; 181,
220
Vézelay (Yonne): 160 n. 3
Vichy (Allier): 122, 123
Vigán (Gard): 10, 13, 14, 122, 130,
156 n. 3; 183, 184 n. 2; 189, 190
n. 4; 227
Vigán, Anglas: 14, 130, 131, 132
n. 2
Vigán, Arenas, anfiteatro: 14
Vigán, Bagatelle: 14
Vigán, L’Elze: 14
Vigán, La Condamine: 14, 187
Vigán, La Valette: 14
Vigán, Le Moulin du Pont: 14
Vigán, Rochebelle (Nuestra Señora
de Bulgaria): 187, 188, 190 n. 1
Viviers (Ardèche, El Ardes): 97, 98
n. 1
Zúrich (Suiza): 151 n. 4
309
Indice de corresponsales
Cartas del P. d’Alzon a:
Alzon Augustine d’ (su hermana):
39, 47
Alzon Edmond d’ (su primo): 27
Alzon Henri d’ (su padre): 10, 31,
35
Bailly Emmanuel A.A.: 251
Bailly Vicente de Paúl A.A.,
fundador de la Bonne Presse: 151,
171, 221, 233
Correnson María, Madre EmmanuelMarie de la Compassion O.A.: 184
Courcy Sor Marie-Gabrielle de,
R.A.: 215
Du Lac Melchior (periodista del
Univers): 97
Escures condesa d’, de soltera de
Pélissier (dirigida del P. d’Alzon):
246
Esgrigny Luglien d’ (amigo suyo):
15, 23, 53
Galabert Victorin A.A., fundador de
la Misión de Oriente: 240
Galeran Henri (sacerdote
ultramontano de Montpellier,
amigo suyo): 259
Gaume Jean-Joseph (sacerdote
ultramontano, defensor de los
autores cristianos): 119
Germer-Durand Eugène (profesor,
ami suyo): 92, 105
310
Giry señora Louis de (prima y
dirigida suya): 109, 201
La Gournerie Eugène de (ami suyo,
periodista y escritor): 19
La Prade señora de, de soltera
Guiraud (dirigida suya): 159
Mac-Namara Sor Marie-Marguerite
R.A.: 155
Marie-Eugénie de Jésus, fondatrice
des R.A., dirigée et amie du P.
d’Alzon: 62, 71, 75, 123, 127, 131,
137, 165
Parisis, obispo ultramontano de
Langres, luego de Arrás: 67
Picard François A.A., director
espiritual y sucesor del P. d’Alzon:
178, 195
Régis Eulalie de O.A. (dirigida del
P. d’Alzon): 190 y n. 1
Saugrain Hippolyte A.A., Ecónome
general: 141
Textos que provienen del entorno
del P. d’Alzon:
Commarque Soeur Marie-Thérèse
de R.A.: 57
Reboul Jean (poeta nimeño, amigo
del P. d’Alzon): 145
Le Pèlerin (publicación de la Bonne
Presse): 79
Bibliografía
(Indice de nombres de autores)
Alzon Emmanuel d’: 54, 72, 76, 86,
87, 111, 133, 142, 191, 256
Ambrogi P.R.: 235
Antonetti Guy: 93
Aubert Roger: 173, 217
Audoin-Rouzeau Stéphane: 223
Azaïs Abbé Pierre: 40
Azéma J.P.: 235
Baillet Eugène: 146
Baratay Eric: 197
Bard Christine: 161
Bascoul Louis: 247
Basdevant-Gaudemet Brigitte: 40,
99
Baudouy Ernest (Lacoste): 142
Becker Annette: 223
Bellone B.: 217
Bennassar Bartholomé: 197
Bernoville Gaétan: 58, 133
Bertier Patrick: 20
Bordet Gaston: 32
Boudon Jacques-Olivier: 173
Boutry Philippe: 36
Bruyère Marcel: 128
Buffet L.J.: 235
Cabanel Patrick: 16, 44
Cabanis José: 93
Cabrières Anatole de: 146, 173
Canron Marie-Augustin: 99
Casgrain Henri-Raymond: 120
Castelot André: 93
Chaline Nadine-Josette: 120
Chandler Michael: 76
Charlet Louis: 24
Chassin du Guerny Yves: 16
Chastenet Jacques: 235
Cholvy Gérard: 16, 28, 63, 87, 120
Christophe Paul: 93
Clastron Jules: 128
Clavier Marie des Anges: 191
Colette Aubain: 138
Collins J.: 76
Correnson Marie: 185
Couderc de Latour-Lisside Mgr
Félix-Adrien: 40
Crisenoy Maria de: 185
Daudet Alphonse: 12
Dawson Christopher: 76
Deraedt Désiré: 256
Derré Jean-René: 32
Dickens Charles: 12
Didrit Mireille: 197
Duby Georges: 161
Dulieu Louis: 124
Dupré Guy: 32
Faucheux Pierre: 252
Favard André: 124
Faye Francis: 156
Fouilloux Etienne: 180, 241
Frégnac Claude: 252
Gadille Jacques: 235
Gaillard Jean-Michel: 167
Galeran canónigo Henri-Dieudonné:
16
Gerbod Paul: 68
Germain Alexandre: 128
Goirand J.: 116
Grancolas: 173
Granderath Théodore: 217
Grimaud Louis: 68
Guéret M.: 217
Guillemin Henri: 116, 223
311
BIBLIOGRAFÍA
Guiral Pierre: 24
Hardouin-Fugier Elisabeth: 197
Harrold C.F.: 76
Hocedez: 20
Hours Bernard: 48
Jaccoud Dr: 124
Jarrety Michel: 20
Joutard Ph.: 16
Juan Pablo II: 161
Kirsh K.: 217
Kokel Rémi: 142, 152
Lalouette Jacqueline: 261
Lamant Hubert: 16
Lamothe Pierre-Alexandre Bessot
de: 54
Laplanche François: 40
Launay Marcel: 20
Laurent Vitalien: 180
Le Guillou Louis: 32
Lecourt Dominique: 124
Ledré Charles: 24
Levillain Philippe: 81
Louf Dom André: 203
Machelon Jean-Pierre: 261
Malot Hector: 12
Marichal Marie-Léonie: 185
Marie-Antoine Sœur O.A.: 185
Marie-Eugénie de Jésus Milleret
Santa: 58
Martina G.: 81
Marx Karl: 106
Mathon Georges: 48
Maurain Jean: 116, 173
Mayeur Jean-Marie: 93, 235, 261
Monnier Luc: 106
Moulinet Daniel: 120
Murat Inès: 106
Neri Daniela: 115 n. 2
Newman J.H.: 76
Olivier Daniel: 44
Paczkowski Claude: 167
Pellé-Douelle Yvonne: 164
Pelletier Alexis: 120
Pépin Adrien (Castel): 152
312
Périer-Muzet Jean-Paul: 48, 72,
111, 156, 229, 252, 261
Perrot Michelle: 161
Petit Pierre: 44
Pezziardi André: 93
Pierrard Pierre: 28, 68
Pieyre de Boussuges Adolphe: 40,
48, 197
Poujoulat: 146
Pouthas Charles: 40
Prigent Michel: 20
Prost Antoine: 68
Ranc Robert: 24
Reboul Jean: 146
Religieuses de l’Assomption: 58,
156
Renan Ernest: 12
Rendu Anne Claude: 93
Rials Stéphane: 235
Ricard monseñor: 58
Robert Hervé: 93
Rondet Henri: 217
Roth François: 223
Rousselet Kathy: 241
Rousset L.: 223
Rudelle Odile: 235
Sage Athanase: 72, 87, 111
Saint-Albin Alexandre de: 80
Saurel Ferdinand: 28
Sauzet Robert: 16, 44, 128
Savart Claude: 54, 203
Schelkle Karl Hermann: 161
Schüssler-Fiorenza E.: 161
Secondy Louis: 68, 133
Sève André: 211
Sheridan T.L.: 76
Sofranov Ivan: 180
Sorrel Christian: 261
Sournia Jean-Charles: 124
Stiernon Daniel: 142
Tavard Georges: 211, 217
Terrou Fernand: 24
Thies G.: 217
Thomas Jean: 146
BIBLIOGRAFÍA
Tillotson G.: 76
Tocqueville Alexis Clérel de: 106
Tombeur: 217
Toujouse Thérèse-Maylis: 58, 133
Touveneraud Pierre: 72, 87, 116,
180, 185, 211
Trevor M.: 76
Tristram H.: 76
Tudesq André-Jean: 24
Tulard Jean: 116
Tunc Suzanne: 161
Vailhé Siméon: 16, 152, 180, 217
Vielzeuf Aimé: 167
Walgrave J.H.: 76
Walter Julian: 241
Ward W. P.: 76
Waresquiel Emmanuel de: 12
Watelet Jean: 93
Weatherby H.L.: 76
Wenger Antoine: 217, 241
Willette L.: 116
Winock Michel: 20, 235
Yvert Benoît: 12
313
Tabla de los principales temas
Alianza Laicos-Religiosos: 51
Alojamientos nimeños del P.
d’Alzon: 225
Animación apostólica: 45
Anticlericalismo político: 257
Apostolado social y mundo obrero:
163-164, 166 n. 3
Asunto Lamennais: 29
Biblia y exégesis (traducciones): 4243
Bibliografía: 17-18
Canónigos de Nimes: 243
Capítulo General: 207
Carisma de la Asunción: 209
Carrera: 21, 37
Colegio de la Asunción: 65, 129
Concilio provincial (Sínodo): 95
Concilio Vaticano I: 213
Congregación de los Asuncionistas:
59, 69, 135, 153, 207
Congregaciones de la Asunción: 153
Consejo Superior de la Instrucción
Pública: 101
Constituciones y Reglas de la
Asunción: 83
Conversión y proselitismo: 73
Correnson María: 181
Corrida, tauromaquia: 193
Diócesis de Nimes: 37, 125, 129,
243
Dirección espiritual o
acompañamiento: 199
Economía: 163
Ecumenismo: 175
Educación-Enseñanza: 65, 101, 117,
153, 253
Elecciones: 251
Enfermedad-Salud: 121
Episcopado: 125
Esperanza cristiana: 213
314
Espiritualidad de la Asunción: 209
Espiritualidad salesiana: 107
Estudios: 253
Evangelisación y proselitismo: 237
Familia: 9-10, 13
Función oficial: 37, 101,103
Fundación y Fundador del Instituto
religioso: 55, 59, 69
Genealogía: 13-14
Guerra de 1870: 219
Industrialización: 163
Infancia: 9-10
Laicos en la Asunción: 54
Lavagnac: 249
Lectura, libros: 17-18, 253
Libertad de enseñanza: 65
Misión de Oriente: 175
Mujeres – Feminismo: 157
Nimes: 37, 45, 65, 125, 129, 143,
193, 225, 243
Nombramiento episcopal: 125
Oblatas de la Asunción: 181, 187
Ordenación sacerdotal: 139
Ortodoxia: 175, 237
Patriotismo: 219
Peregrinación: 169, 228
Pío IX: 77
Poesía y literatura: 143
Política: 89, 113, 219, 231, 257
Pontificado: 77
Protestantismo: 41, 73
Revolución parisina: 89
Roma bajo Gregorio XVI y durante
el Vaticano I: 33, 213
Sociedad: 21, 29, 41, 65, 89, 157,
163, 193
Ultramontanismo: 77, 113, 117,
125, 199
Vocación: 21, 25, 149, 181, 187
Índice
Prefacio
Prólogo
I Parte
El tono de una infancia y de una adolescencia felices
(1822)
2. En búsqueda de los orígenes familiares (1831)
3. Su trato con los libros (1830)
4. ¿Qué elegir? El futuro de un joven rico (1831)
5. El resorte de una vocación sacerdotal (1832)
6. A la sombra de un maestro difícil de encuadrar,
Lamennais (1832)
7. La Roma pontificia bajo Gregorio XVI (1834)
8. Una rápida promoción en la carrera eclesiástica (18351839)
9. En el país de los hermanos enemigos dentro del
cristianismo (1837)
10. Un animador religioso en la ciudad de Nimes (1843).
p. 3
p. 5
p. 09-48
1.
II Parte
11. Una alianza laico-religioso ejemplar y fundante,
Germer-Durand (1838)
12. Un fundador marginado, Combalot (1841)
13. Deseo de fundar una Congregación (1844)
14. En la aventura de un colegio (1845)
15. La prueba de los comienzos: ¿Dónde encontrar apoyo?
(1845)
16. Una emocionante conversión, Newman (1846)
17. La elección de Pío IX (1846)
18. Notas para un proyecto de Constituciones, 1846-1850
19. Una revolución palaciega en París, febrero de 1848
20. Una voz en el Concilio de Aviñón (1849)
p. 09-12
p. 13-16
p. 17-20
p. 21-24
p. 25-28
p. 29-32
p. 33-36
p. 37-40
p. 41-44
p. 45-48
p. 49-99
p. 51-54
p. 55-58
p. 59-63
p. 65-68
p. 69-72
p. 73-76
p. 77-82
p. 83-87
p. 89-94
p. 95-99
315
ÍNDICE
III Parte
21. En la galera del Consejo Superior de la Instrucción
Pública (1850)
22. Familia, influencia y espiritualidad por parte de San
Francisco de Sales (1851)
23. Un opositor irreductible y ultramontano al Segundo
Imperio (1852)
24. En el fondo de la querella “gaumista” (1853)
25. Los quebrantos de salud (1854)
26. Un nuevo obispo en Nimes, monseñor Plantier (1855)
27. Continuas dificultades en Nimes (1856)
28. El decreto de alabanza para la Asunción (1857)
29. Dos ordenaciones de Asuncionistas en Le Mans (1858)
30. El Padre d’Alzon y su amigo el poeta Jean Reboul
(1859)
IV Parte
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
Un recluta excepcional, Vicente de Paúl Bailly (1860)
La Asunción en Burdeos (1860)
Mujeres en santidad, mujeres en la Iglesia (1861)
Industrialización en el Gard (1861)
Una caravana de Nimes en peregrinación a Roma
(1862)
Una aventura, Constantinopla (1863)
La señorita Correnson (1864)
Una lluvia de vocaciones para las Oblatas (1865)
En el centro de la plaza: tauromaquia y corridas de
toros (1866)
En plena confidencia y confianza con una dirigida
(1867)
V Parte
41. En el Capítulo General de 1868
42. En el Vaticano I, pulgas y cólicos bajo un sol de plomo
(1870)
43. En la hora de la derrota, los gérmenes de esperanza
para un católico (1871)
44. El P. d’Alzon en los Molinos de viento (1872)
45. Francia a un paso de una Restauración monárquica
(1873)
316
p. 101-146
p. 103-106
p. 107-111
p. 113-116
p. 117-120
p. 121-124
p. 125-128
p. 129-133
p. 135-138
p. 139-142
p. 143-146
p. 147-203
p. 149-152
p. 153-156
p. 157-161
p. 163-167
p. 169-173
p. 175-179
p. 181-185
p. 187-191
p. 193-197
p. 199-203
p. 205-261
p. 207-211
p. 213-217
p. 219-223
p. 225-229
p. 231-235
ÍNDICE
46. Un sueño no iniciado: la “conversión de los Eslavos”
(1874)
47. El P. d’Alzon desairado por el Cabildo de los canónigos
de Nimes (1875)
48. Al calor del hogar, en Lavagnac (1976)
49. Trigésima tercera Meditación: los estudios (1878)
50. La amenaza del peligro republicano anticlerical (1880)
Epílogo
Indice de nombres proprios
Indice geográfíco
Indice de corresponsales
Bibliografía (Indice de nombres de autores)
Tablas de los principales temas
Índice
p. 237-241
p. 243-247
p. 249-252
p. 253-256
p. 257-261
p. 263
p. 267
p. 285
p. 292
p. 293
p. 296
P. 297
317
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