Senado, BOCG nº 218, fecha

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BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES
SENADO
X LEGISLATURA
Núm. 218
5 de julio de 2013
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IV. OTRAS ACTIVIDADES PARLAMENTARIAS
COMISIONES DE INVESTIGACIÓN O ESPECIALES
Comisión Especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del
fuerte incremento del desempleo.
(650/000001)
INFORME DE LA COMISIÓN Y VOTOS PARTICULARES
INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LAS NUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN
SOCIAL COMO CONSECUENCIA DEL FUERTE INCREMENTO DEL DESEMPLEO
I. CONSTITUCIÓN Y COMPOSICIÓN DE LA COMISIÓN.
En la IX Legislatura, la Comisión Especial de Estudio sobre las nuevas formas de exclusión social
como consecuencia del fuerte incremento del desempleo se constituyó por acuerdo del Pleno de la
Cámara adoptado en la sesión celebrada el día 11 de marzo de 2009, a solicitud de veinticinco Senadores
pertenecientes a los diversos Grupos Parlamentarios, siendo el primer firmante de la misma el Senador
D. Pío García-Escudero Márquez. La propuesta fue apoyada por todos los Grupos Parlamentarios y, en
consecuencia, resultó aprobada por asentimiento de la Cámara.
En la presente Legislatura, y por acuerdo del Pleno de la Cámara adoptado en la sesión de 10 de
febrero de 2012, se aprobó la creación de esta misma Comisión Especial de Estudio, a propuesta de los
Portavoces de todos los Grupos Parlamentarios y de veinticinco Senadores, encabezados por el Senador
D. José Luis Sastre Álvaro.
La Comisión creada de nuevo en la X Legislatura, se constituyó y designó su Mesa el día 8 de febrero
de 2012. Tiene actualmente la siguiente composición:
PRESIDENTA: D.ª MARÍA JOSÉ GARCÍA-PELAYO JURADO
VICEPRESIDENTE PRIMERO: D. JOSÉ FERNÁNDEZ BLANCO
VICEPRESIDENTA SEGUNDA: D.ª CORALÍ CUNYAT BADOSA
SECRETARIA PRIMERA: D.ª MÓNICA ALMIÑANA RIQUÉ
SECRETARIO SEGUNDO: D. IÑAKI MIRENA ANASAGASTI OLABEAGA
GPP
GPS
GPCIU
GPEPC
GPV
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MESA
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VOCALES
ABREU EXPÓSITO, D. AURELIO
ALARCÓ HERNÁNDEZ, D. ANTONIO
ANDRÉS PRIETO, D.ª RAQUEL MIRIAM CRUZ SALCEDO, D.ª MARÍA INMACULADA DOMÍNGUEZ AZPELETA, D.ª MARTA
ELORRIAGA PISARIK, D.ª BEATRIZ MARÍA ESPAÑA MOYA, D. JULIO FRANCISCO DE EZA GOYENECHE, D. PEDRO
FLORES FERNÁNDEZ, D.ª MARÍA ISABEL FÚNEZ DE GREGORIO, D.ª MARÍA DEL CARMEN GONZÁLEZ TORRES, D. IGNACIO ALFREDO HERRERO ESTÉBANEZ, D. PORFIRIO MENÉNDEZ GONZÁLEZ-PALENZUELA, D.ª CARMEN ORTEGA RODRÍGUEZ, D.ª MARÍA DE LOS ÁNGELES PAN VÁZQUEZ, D.ª MARÍA DOLORES
RIOLOBOS REGADERA, D.ª MARÍA CARMEN
ROMERO BAÑÓN, D.ª VIRGINIA
SÁINZ GARCÍA, D.ª MARÍA JESÚS
SEDANO PÉREZ, D. JESÚS ANDRÉS SUÁREZ VALERÓN, D.ª MARÍA DEL CARMEN TORRES SÁNCHEZ, D.ª CARMEN BELÉN
GPS
GPP
GPS
GPS
GPP
GPP
GPP
GPMX
GPS
GPP
GPP
GPP
GPS
GPP
GPP
GPP
GPP
GPP
GPP
GPP
GPP
Durante la pasada Legislatura, la Comisión estuvo integrada por los siguientes miembros:
MESA
PRESIDENTA: D.ª MARÍA JESÚS SÁINZ GARCÍA
VICEPRESIDENTE PRIMERO: D. AURELIO ABREU EXPÓSITO
VICEPRESIDENTA SEGUNDA: D.ª MARIA BURGUÉS BARGUÉS SECRETARIO PRIMERO: D. JOSEP MALDONADO I GILI
SECRETARIO SEGUNDO: D. IÑAKI MIRENA ANASAGASTI OLABEAGA
GPP
GPS
GPECP
GPCIU
GPSN
VOCALES
ANDRÉS PRIETO, D.ª RAQUEL MIRIAM ARAUZ RIVERO, D. MIGUEL ÁNGEL BUSTOS AMORES, D. PEDRO
CASTRO MATEOS, D.ª MARÍA JESÚS
ELORRIAGA PISARIK, D.ª BEATRIZ MARÍA ESCUDERO BERZAL, D.ª BEATRIZ MARTA ESPAÑA MOYA, D. JULIO FRANCISCO DE FERNÁNDEZ CUCURULL, D. NICOLÁS FLORES FERNÁNDEZ, D.ª MARÍA ISABEL FONT BONMATÍ, D.ª MARÍA ÁNGELES GONZÁLVEZ GARCÍA, D. EUGENIO JESÚS GRACIA LUCIA, D. ÁNGEL
GRANADO PANIAGUA, D.ª MARÍA DEL CARMEN HERNÁNDEZ GUTIÉRREZ, D.ª PATRICIA
MAESTRE MARTÍN DE ALMAGRO, D.ª CRISTINA MUÑOZ MARTÍN, D. JOSÉ (Sustituido por D.ª LETICIA DÍAZ RODRÍGUEZ, desde el 27-04-2010 al 22-07-2011)
PAN VÁZQUEZ, D.ª MARÍA DOLORES PÉREZ BOUZA, D. JOSÉ MANUEL
GPS
GPP
GPS
GPS
GPP
GPP
GPP
GPP
GPS
GPP
GPP
GPS
GPS
GPS
GPS
GPP
GPP
GPMX
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RIOLOBOS REGADERA, D.ª MARÍA CARMEN SALMÓN SAIZ, D.ª ENCARNACIÓN
SANTANA DUMPIÉRREZ, D.ª SATURNINA
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GPP
GPP
GPS
II. SESIONES CELEBRADAS POR LA COMISIÓN EN LA X Y EN LA IX LEGISLATURAS.
La Comisión Especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del
fuerte incremento del desempleo ha celebrado en la X Legislatura, además de su sesión constitutiva de 8
de febrero de 2012, una sesión para actualizar la información aportada durante la pasada Legislatura, con
vistas a la preparación del presente informe. El orden del día de dicha sesión fue el siguiente:
Sesión del día 17 de diciembre de 2012
11:40 D. SEBASTIÁN MORA ROSADO
Secretario General de Cáritas Española
13:30
D.ª CONSUELO CRESPO BOFILL
Presidenta del Comité Español de UNICEF
Por otra parte, en la IX Legislatura la Comisión Especial de estudio sobre las nuevas formas de
exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo celebró, además de su sesión
constitutiva de 26 de mayo de 2009, otras veintidós sesiones, con la comparecencia de las siguientes
personas:
Sesión del día 21 de septiembre de 2009
11:30 D. SILVERIO AGEA RODRÍGUEZ
Secretario General de Cáritas Española
12:30 D. JORDI ROGLÀ DE LEUW
Director de Cáritas Diocesana de Barcelona
18:00 D. PEDRO JOSÉ CABRERA CABRERA
Catedrático de Sociología de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad
Pontificia de Comillas
19:00 D. SEBASTIÀ SARASA URDIOLA
Profesor titular de Sociología de la Universidad Pompeu Fabra (UPF)
Sesión del día 5 de octubre de 2009
11:30 D. MIKEL RUIZ MARTÍNEZ
Director de Cáritas Diocesana de Bilbao
12:30 D. ANTONI BRUEL I CARRERAS
Coordinador General de Cruz Roja
17:00 D. GREGORIO RODRÍGUEZ CABRERO
Catedrático de Sociología de la Universidad de Alcalá de Henares. Dpto. de Fundamento
Economía e Historia Económica
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16:00 D.ª YOLANDA BESTEIRO DE LA FUENTE
Vicepresidenta de la Plataforma de ONG, de Acción social y Presidenta de la Federación de
Mujeres Progresistas
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Sesión del día 19 de octubre de 2009
12:30 D. LUCIANO POYATO ROCA
Presidente de la Plataforma del Voluntariado de España
16:30 D. CARLOS SUSÍAS RODADO
Pte. de Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español
(EAPN-ESPAÑA)
17:30 HNO. JOSÉ MARÍA BERMEJO DE FRUTOS
Superior Provincial de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios
Sesión del día 2 de noviembre de 2009
11:30 D.ª CRISTINA GORTÁZAR ROTAECHE
Directora del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia
de Comillas
12:30 D. DEMETRIO CASADO PÉREZ
Doctor en Farmacia y Sociólogo
Sesión del día 16 de noviembre de 2009
16:30 D. MAURICIO ROJAS MULLOR
Director de la Escuela de Profesionales de Inmigración y Cooperación (EPIC)
18:00 D. FRANCISCO CABRILLO RODRÍGUEZ
Catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid
Sesión del día 30 de noviembre de 2009
11:00 D. LUIS AYALA CAÑÓN
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos
12:30 D. LISARDO HERNÁNDEZ BARRUL
Presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas Cali
Sesión del día 8 de febrero de 2010
11:00 D. AURELIO GARCÍA BERMÚDEZ
Presidente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR)
12:30 D.ª JUANA ANGULO FERNÁNDEZ
Presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares
Sesión del día 8 de marzo de 2010
11:00 D.ª ROSANA COSTA NAVARRO
Secretaria Confederal de Política Social de Comisiones Obreras
12:30 D. JULIO SALAZAR MORENO
Secretario General de USO
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Sesión del día día 22 de marzo de 2010
11:00 D. JOSÉ MARÍA LACASA
Secretario General de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE)
12:30 D.ª NIEVES RAMOS ROSARIO
Presidenta de la Federación Española de Empresas de Inserción (FAEDEI)
Sesión del día 12 de abril de 2010
11:00 D.ª MERCEDES DE LA MERCED MONGE
Presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad
12:30 D. JESÚS MARÍA OTAÑO MAIZA
Presidente del Colegio de Educadores y Educadoras Sociales del País Vasco
Sesión del día 26 de abril de 2010
12:30 D. LUIS PINEDA SALIDO
Presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (AUSBANC)
Sesión del día 10 de mayo de 2010
11:00 D.ª MARÍA MATOS CAREAGA
Presidenta de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos
Sesión del día 24 de mayo de 2010
11:00 D.ª ALMUDENA FONTECHA
Secretaria para la igualdad de UGT
12:15 D. FERNANDO VIDAL FERNÁNDEZ
Presidente de la Fundación Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral (RAIS)
13:15 D.ª PALOMA DURÁN LALAGUNA.
Profesora Titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Sesión del día 7 de junio de 2010
12:30 D. MIGUEL ÁNGEL GARCÍA DÍAZ
Profesor asociado de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y Responsable
del Gabinete Técnico Confederal de Comisiones Obreras (CCOO)
Sesión del día 21 de junio de 2010
12:30 D.ª CARMEN GARCÍA DE ANDRÉS
Directora General de la Fundación Tomillo
Sesión del día 4 de octubre de 2010
16:30 D. VÍCTOR RENES AYALA
Coautor del VI Informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2008 de la Fundación
Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA)
17:30 D. AURELIANO RODRÍGUEZ ALFAGEME
Presidente del Comité Ejecutivo de la Federación Española de Autónomos
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Sesión del día 18 de octubre de 2010
11:30 D. ENRIQUE LOBATO GONZÁLEZ
Concejal Delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento de Sevilla
12:30 D.ª Mª ISABEL GARCÍA MALO
Consejera del Departamento de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deportes del Gobierno
de Navarra
Sesión del día 15 de noviembre de 2010
11:30 D. PEDRO JESÚS RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Director General de Servicios y Prestaciones Sociales del Gobierno del Principado de Asturias
12:30 D.ª CARMEN PÉREZ ANCHUELA
Directora General de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid
Sesión del día 29 de noviembre de 2010
11:30 D.ª SUSANA GARCÍA CHUECA
Concejala Delegada de Hacienda
12:30 D.ª CONCEPCIÓN CÁCERES ARROYO
Directora General de Inclusión Social, Infancia y Familia
Sesión del día 7 de febrero de 2011
11:30 D.ª CAROLINA PÉREZ GÓMEZ
Consejera de Asuntos Sociales de la Ciudad de Ceuta
12:30 D.ª ANA MARÍA GÓMEZ PÉREZ
Directora General de Servicios Sociales y Atención a las Drogodependencias de la Junta de
Andalucía
16:00 D.ª JUAN CARLOS CASTRO FERNÁNDEZ
Director Gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales
Sesión del día 21 de febrero de 2011
11:30 D.ª CONCEPCIÓN DANCAUSA TREVIÑO
Concejala de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid
12:30 D. ESTEBAN PARRO DEL PRADO
Alcalde de Móstoles
11:30 D.ª MARÍA ESPERANZA FERNÁNDEZ PUERTA
Concejala Delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón (Asturias)
Sesión del día 21 de marzo de 2011
16:30 D. OCTAVIO JOSÉ GRANADO MARTÍNEZ
Secretario de Estado de Seguridad Social
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III. DESIGNACIÓN DE LA PONENCIA ENCARGADA DE PREPARAR EL INFORME DE LA COMISIÓN.
Una vez constituida de nuevo en la actual Legislatura, la Comisión de Estudio sobre las nuevas formas
de exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo, tras los trabajos realizados
por su antecesora en la anterior Legislatura, a lo largo de las veintidós sesiones celebradas entre el día 21
de septiembre de 2009 y el día 21 de marzo de 2011 con la comparecencia de representantes de
organizaciones no gubernamentales, de expertos y de altos cargos y autoridades pertenecientes a las
Administraciones autonómicas y locales y a la Administración General del Estado, ha cerrado dichas
comparecencias con la sesión celebrada el día 17 de diciembre de 2012.
En esa misma sesión la Comisión designó a la Ponencia encargada de redactar el Informe que, una
vez debatido y aprobado por aquélla en la sesión celebrada el día 3 de junio de 2013, se somete al Pleno
del Senado. Formaron parte de esta Ponencia las Senadoras D.ª Virginia Romero Bañón y D.ª Carmen
Belén Torres Sánchez, por el Grupo Parlamentario Popular, el Senador D. José Fernández Blanco, y la
Senadora D.ª María Isabel Flores Fernández, por el Grupo Parlamentario Socialista, la Senadora
D.ª Mónica Almiñana Riqué, por el Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, la Senadora
D.ª Coralí Cunyat Badosa, por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència y Unió, el
Senador D. Iñaki Mirena Anasagasti Olabeaga, por el Grupo Parlamentario Nacionalistas Vascos
(EAJ-PNV), y el Senador D. Pedro Eza Goyeneche, por el Grupo Parlamentario Mixto.
IV. TRANSCRIPCIÓN COMPLETA EN EL DIARIO DE SESIONES DEL SENADO DE LAS SESIONES
CELEBRADAS POR LA COMISIÓN DURANTE LA IX Y LA X LEGISLATURA.
Se inserta a continuación la transcripción completa en el Diario de Sesiones del Senado de las
sesiones celebradas por la Comisión a las que ya se ha hecho referencia en el epígrafe II, así como de las
solicitudes de creación de la misma y los acuerdos del Pleno correspondientes aprobando dichas
solicitudes adoptados en la IX y en la X Legislaturas.
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(La transcripción de este epígrafe, que recoge los Diarios de Sesiones correspondientes a las
celebradas durante la IX y X Legislaturas por el Pleno de la Cámara, para la creación de la Comisión,
y las celebradas por esta última con la comparecencia de autoridades y expertos, se publicará con
el conjunto del Informe, una vez haya sido éste aprobado por el Pleno. Dada su extensión, no se
reproduce en este documento).
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V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
La Ponencia ha examinado las informaciones aportadas a la Comisión por los comparecientes ante
ella, que se contienen en las actas taquigráficas de las correspondientes sesiones, publicadas en el Diario
de Sesiones, que se han transcrito íntegramente en el anterior epígrafe IV de este Informe. De esas
informaciones se deduce que en las Conclusiones y Recomendaciones del mismo deben ser abordadas,
al menos, las siguientes cuestiones:
a) La tasa relativa de pobreza y el indicador de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE)
en España en el contexto de la Unión Europea, así como los nuevos problemas de exclusión
social detectados como consecuencia de la crisis económica.
b)Las fórmulas de tratamiento de los problemas de exclusión social en el contexto de la crisis
económica: políticas públicas y actuaciones de la iniciativa social.
c)La distribución, implantación, estructuración y coordinación de las políticas públicas contra
la exclusión social en los tres niveles administrativos (Estado, Comunidades Autónomas,
Corporaciones Locales), con especial atención al problema de las denominadas
«competencias impropias» de los Ayuntamientos y Diputaciones.
d)El establecimiento en España de un sistema básico de ayudas públicas para evitar la
exclusión social que asegure el mantenimiento de la equidad.
e)La «cronificación» de las ayudas públicas de inclusión social y los mecanismos y propuestas
para evitarla.
f)
La función de la iniciativa social (entidades sin fines de lucro y organizaciones no
gubernamentales) en la labor de inclusión social y su coordinación con las Administraciones
Públicas.
g)La sostenibilidad de las políticas de inclusión social y su financiación pública y privada.
-Voto particular del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrès de Catalunya, al sub-apartado
de Recomendaciones del Informe.
-Voto particular del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergéncia i Unió, al subapartado de Recomendaciones del Informe.
-Voto particular del Grupo Parlamentario Socialista al sub-apartado de Conclusiones del
Informe.
-Voto particular del Grupo Parlamentario Socialista al sub-apartado de Recomendaciones
del Informe.
Estos votos particulares fueron debatidos y rechazados en la sesión de la Comisión celebrada el día 3
de junio de 2013, en la que se aprobó este Informe. No obstante, en dicha sesión, y a la vista de lo
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Habida cuenta de su diferente índole, las anteriores cuestiones a) y b) se tratan en el epígrafe de
Conclusiones del Informe, mientras que las restantes, relacionadas bajo las letras c), d), e), f) y g), son
objeto del epígrafe de Recomendaciones.
Para la redacción de este último epígrafe, la Ponencia se ha basado en el documento titulado Propuesta
de recomendaciones del Grupo Parlamentario Popular, en relación al Informe de la Comisión especial de
estudio de las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo,
presentado por dicho Grupo Parlamentario el día 22 de abril de 2013, al que se han incorporado algunas
modificaciones procedentes de la aceptación de algunas consideraciones y propuestas contenidas en los
documentos titulados, respectivamente, Propuesta de recomendaciones, del Grupo Parlamentario
Socialista, en relación en relación al Informe de la Comisión especial de estudio de las nuevas formas de
exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo de 1 de febrero de 2013, junto
con la Adición al mismo de 10 de mayo, Propuesta de recomendaciones, del Grupo Parlamentario Catalán
en el Senado Convergència i Unió, en relación en relación al Informe de la Comisión especial de estudio
de las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo de 5
de marzo de 2013, y Propuesta de recomendaciones, del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de
Catalunya, en relación en relación al Informe de la Comisión especial de estudio de las nuevas formas de
exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo de 14 de mayo de 2013.
Al Informe de la Ponencia, una vez aprobado por esta última, en su reunión de 16 de mayo de 2013,
se presentaron los siguientes votos particulares:
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expuesto en el debate por los Portavoces de los Grupos Parlamentarios, se acordó por unanimidad
encomendar al Letrado de la Comisión que actualizara con fecha 2013 los datos contenidos en el subapartado de Conclusiones, sometiendo dicha actualización a los Ponentes firmantes del Informe en el
plazo de veinticuatro horas desde su aprobación, lo que así se hizo.
Del Informe de la Comisión Especial de estudio de las nuevas formas de exclusión social como
consecuencia del fuerte incremento del desempleo se desprenden las siguientes Conclusiones y
Recomendaciones, que se someten al Pleno de la Cámara:
V.1. CONCLUSIONES.
Los últimos datos del impacto de la crisis económica sobre la pobreza y la exclusión social en España
para los años 2009-2012 y el primer cuatrimestre de 2013, periodo cubierto por los trabajos de esta
Comisión especial de estudio, los ha proporcionado, por una parte, en febrero de 2013, el informe de la
Fundación FOESSA Desigualdad y derechos sociales, y en noviembre de 2012 la organización no
gubernamental Observatorio Europeo contra la Pobreza EAPN-España, en su segundo informe titulado
«Seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España», del que es autor D. Juan
Carlos Llano Ortiz. Junto a ellos ha de tenerse en cuenta la Encuesta de Población Activa (EPA) del Primer
Trimestre de 2013 publicada el pasado día 25 de abril por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que
recoge los últimos datos sobre la tasa de desempleo en España, así como los datos del paro registrado a
través de los demandantes de empleo en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, estatal y
autonómicos, publicados también en abril de 2013 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
En la elaboración y sistematización de estas Conclusiones se han seguido, en líneas generales, los
datos contenidos en esos documentos, por ser los últimos disponibles y seguir aplicándose a la situación
actual, sin perjuicio de introducir aquellos datos y apreciaciones proporcionados a la Comisión por quienes
comparecieron ante ella durante el periodo 2009-2011 que todavía pueden resultar relevantes.
También se han tenido en cuenta en estas Conclusiones, por tratarse de documentos recientes, el
documento publicado igualmente en 2012 por el Observatorio Europeo contra la Pobreza EAPN-España
bajo el título «Nuevas propuestas para nuevos tiempos», el informe de la Fundación FOESSA «Exclusión
y desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012» y el resumen de este informe publicado por Cáritas
Española el día 27 de febrero de 2012, el informe de UNICEF de mayo de 2012 «La infancia en España
2012-2013. El impacto de la crisis en los niños», el VII informe del Observatorio de la Realidad Social de
Cáritas Española, publicado el 20 de septiembre de 2012 con el título «De la coyuntura a la estructura. Los
efectos permanentes de la crisis», el informe de Intermón Oxfam España Crisis, desigualdad y pobreza,
publicado en diciembre de 2012 y, por último, el Informe de UNICEF Bienestar infantil en los países ricos,
y la Encuesta sobre situación de las ejecuciones hipotecarias del Colegio de Registradores de la Propiedad,
Bienes Muebles y Mercantiles de España, publicados ambos en abril de 2013.
Asimismo, se han examinado el Primer Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social de 2006 y
su Plan de Acción para el periodo 2007-2010 y el Informe de Evaluación del mencionado Primer Plan
Estratégico del Tercer Sector de Acción Social aprobado en 2011 por el Consejo Estatal de Organizaciones
no Gubernamentales de Acción Social elaboró y aprobó en 2006.
A partir de todo ello, en primer lugar debemos referirnos al riesgo de pobreza o de exclusión social
en España.
Para medir el riesgo de pobreza y exclusión se utiliza en el mencionado 2.º informe del Observatorio
Europeo contra la Pobreza EAPN-España el indicador AROPE, At Risk Of Poverty and/or Exclusión,
propuesto por la Unión Europea para evaluar la población en riesgo de pobreza o exclusión social.
Es sabido que la tasa de pobreza y el indicador AROPE son indicadores distintos. Con la primera se
mide la pobreza, mientras que el segundo se refiere al conjunto de factores que permiten situar a una
persona en riesgo de pobreza o exclusión social. El indicador AROPE incluye, por tanto, a las personas
que se hallan en situación de pobreza en sentido estricto y también a otras personas en riesgo de pobreza
o de exclusión social pero que todavía no se encuentran inmersas en esas situaciones.
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V.1.1. La tasa de pobreza y el indicador de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) en
España en el contexto de la Unión Europea, así como los nuevos problemas de exclusión social
detectados como consecuencia de la crisis económica.
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● Población por debajo del denominado umbral de la pobreza o tasa de pobreza: se
entiende que están en situación de pobreza los componentes de hogares con renta inferior al 60 %
de la media de la renta nacional equivalente en unidades de consumo (UC). Para ello se utiliza la
escala de equivalencia de unidades de consumo de la OCDE con ciertas modificaciones (se valora
como 1 UC al adulto cabeza de familia; como 0,5 UC a cada uno de los restantes adultos; como 1
0,3 UC a cada uno de los menores).
La pobreza representa aproximadamente entre el 60 % y el 65 % del peso del indicador AROPE.
Los años 1998-2007, de crecimiento de la economía española no dieron paso a una significativa
reducción de la tasa de pobreza, que continuó situada en torno al 19,5 %-20 % del conjunto de la
población. Por el contrario, y como era de esperar, la crisis económica ha dado lugar a un
considerable incremento (en torno al 12%) de la población que se encuentra por debajo del umbral
de la pobreza en España. Este sector ha aumentado en 1.172.000 personas durante los penúltimos
tres años de la crisis —2009-2011—, pasando del 19,5% al 21,8% de la población total (2,3 puntos
porcentuales). Así, en 2009 había un total de 9.115.432 personas bajo el umbral de la pobreza
(19,5% de la población); en 2010, 9.733.353 personas (20,7% de la población); y en 2011, 10.287.527
personas (21,8% de la población).
La tasa de pobreza femenina se mantuvo en España entre 2 y 3 puntos porcentuales por encima
de la masculina hasta el año 2009, pero desde este último año hasta el año 2011 inclusive, aumentó
la tasa de pobreza de los varones un punto más que la de las mujeres (2,8 y 1,8 puntos porcentuales,
respectivamente), en razón al mayor incremento del desempleo entre la población activa masculina,
sobre todo en el sector de la construcción, tal y como se verá más adelante con mayor detalle al tratar
acerca del factor de riesgo relacionado con la baja intensidad de trabajo por hogar (BITH).
Por otra parte, se viene apreciando el mantenimiento de una mayor estabilidad de los ingresos
de la población mayor de 65 años, lo cual ha permitido una reducción de 10 puntos porcentuales en
la tasa de pobreza correspondiente a este sector de la población (20,8 % del mismo, 1 punto
porcentual por debajo del porcentaje estimado de personas por debajo del umbral de la pobreza en
el conjunto de la población española).
Sin embargo, el aumento de la tasa de pobreza ha afectado proporcionalmente más a los
sectores más jóvenes de la sociedad en el último periodo de la crisis. A partir del año 2009, la tasa
cve: BOCG_D_10_218_1453
Según el 2.º informe del Observatorio Europeo contra la Pobreza EAPN-España, «en el año 2008 había
en la Unión Europea total de 80 millones de personas en situación de pobreza y exclusión social» y «en el
caso de España, el objetivo acordado [en la Estrategia Europea 2020 de la Unión Europea] es reducir entre
1.400.000 y 1.500.000 el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social en el periodo 20092019… Sin embargo,… está muy lejos de cumplirse y las cifras muestran un aumento constante y elevado
de los indicadores. Es así como durante los años 2009 y 2010 el número de personas en riesgo de pobreza
o exclusión social aumentó en 1.420.222 personas y, en el 2011, en otras 751.071 personas. Por tanto,
transcurridos tres años desde la formulación de los objetivos europeos, en España no sólo no se ha avanzado
en la reducción de la pobreza y la exclusión social, sino que ésta ha aumentado en 2.171.292 personas».
Según el resumen publicado por Cáritas Española del informe de la Fundación FOESSA «Exclusión y
desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012» se puede afirmar que más de 115 millones de personas
se encuentran en riesgo de pobreza en la Unión Europea. En el año 2010 más de 40 millones estaban en
situación de privación material severa (PMS). Como veremos más adelante con detalle, 1.826.816 personas
se encontraban en España en esa misma situación en el año 2011.
El 12,1% de los trabajadores ocupados en la UE estaban en riesgo de pobreza en 2010 (10,4% en la
Eurozona, 14,4% en España). En el conjunto de la Unión Europea 21,5 millones de personas son pobres
aunque tengan un trabajo. En España ascienden a 940.000 los trabajadores que se encuentran en
situación de privación material severa (PMS).
No obstante, según los datos de Eurostat, los sistemas de protección social han permitido sacar de
situación de riesgo de pobreza y exclusión a más de 35 millones de personas en la Unión Europea.
Los trabajadores pobres se han reducido del 23,2% al 14,1% en los nuevos países miembros de la
Unión Europea del centro y este de Europa en el periodo 2005-2010. En la Eurozona la tasa media se ha
mantenido en el 3,5% en ese mismo periodo, si bien es más alta en España (4,9%).
Con arreglo al indicador AROPE, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social
en España se determina a través de las siguientes categorías de población:
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de pobreza ha aumentado 6,4 puntos porcentuales entre los jóvenes de 16 a 29 años y 3,4 puntos
porcentuales entre los menores de 16 años.
Desde el punto de vista de su distribución territorial, en el año 2011 las más altas tasas de
pobreza se encuentran en Canarias, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, que presentan
tasas superiores al 31 % de la población, mientras que las más bajas tasas se registran en Navarra
y Asturias, que no llegan al 10 % de su población.
Sin embargo, en el periodo 2009-2011, la tasa de pobreza ha disminuido en Extremadura,
Asturias, Murcia, Galicia y Ceuta y Melilla, en las que un total de 120.862 personas han salido de la
situación de pobreza. La pobreza, sin embargo, ha aumentado en las demás Comunidades
Autónomas, sobre todo en Castilla y León y Castilla-La Mancha, con un crecimiento de 4,3 puntos
porcentuales en cada una de ellas, y en Canarias y Cantabria, con un crecimiento de más de
6 puntos porcentuales. En 2011, tres Comunidades Autónomas españolas —Cataluña, Andalucía y
Madrid— suman en conjunto casi la mitad de la población en situación de pobreza (48,2 %),
experimentando ese año un aumento de 688.168 personas respecto del anterior, lo que representó
el 59% del aumento de la pobreza para el conjunto de España.
Evolución tasa de pobreza por Comunidades Autónomas periodo 2009-2011
2.ºpor
Informe
EAPN España
2012)
Evolución tasa (Fuente:
de pobreza
Comunidades
Autónomas
periodo 2009-2011
(Fuente: 2º Informe EAPN España 2012)
cve: BOCG_D_10_218_1453
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● Población que experimenta privación material severa (PMS): constituida por los
componentes de hogares que no pueden afrontar, al menos, cuatro de los siguientes nueve
renglones de consumo básico según los estándares de vida europeos:
■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ Pagar los recibos de la hipoteca o del alquiler y las letras mensuales.
Calentar adecuadamente la vivienda en invierno.
Tomar vacaciones de una semana cada año.
Comer carne, pollo o pescado cada dos días.
Atender a gastos imprevistos.
Tener teléfono.
Poseer televisión en color.
Usar lavadora.
Disponer de automóvil.
La privación material severa (PMS) supone aproximadamente un 11 % del peso del indicador
AROPE en España y es el factor de este indicador que menos ha aumentado entre los años 2009
y 2011 inclusive (0,4 puntos porcentuales). Afectaba únicamente en el año 2009 al 3,5 % de la
población y en los años 2010 y 2011 al 3,9 %. La población en situación de privación material
severa (PMS) aumentó en torno a 200.000 personas en el periodo 2009-2010. En 2011 estaban en
esa situación 1.826.816 personas (3,9 % de la población total, según se ha indicado). Sin embargo,
un porcentaje medianamente estimable, y en algún caso considerable, de la población española
sufría restricciones en 2011 en algún renglón de consumo básico, como seguidamente veremos:
■ ■ ■ ■ 7,7% no puede pagar los recibos de la hipoteca o del alquiler y las letras mensuales.
5,9% no puede calentar adecuadamente la vivienda en invierno.
39,4% no puede tomar vacaciones una semana cada año, al menos.
36,3% no puede atender a gastos imprevistos.
La población en situación de privación material severa (PMS) presenta grandes diferencias
territoriales. Ceuta, Baleares, Andalucía y Cataluña presentaban el año 2011 las tasas mayores (9
%, 7,4 %, 5,8 % y 5,8 %, respectivamente) y Asturias, Aragón, Cantabria y Castilla y León las
inferiores (todas ellas menos del 2 %). Los mayores crecimientos entre 2009 y 2011 se dieron en
Ceuta, Cataluña y La Rioja, y las principales reducciones en Canarias y Murcia (-9,2 % y -2,6 %,
respectivamente). En 2011 Andalucía, Cataluña y Madrid comprendían a más del 60 % de la
población en situación de privación material severa (PMS). Entre 2009 y 2011, la variable se
incrementó en 421.817 personas en las Comunidades andaluza y catalana, lo que compensó las
reducciones experimentadas en otras Comunidades Autónomas.
cve: BOCG_D_10_218_1453
Porcentajes de privación material severa por Comunidades Autónomas 2009-2011
(Fuente: 2º Informe EAPN-España 2012)
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Privación material severa por Comunidades Autónomas en el periodo 2009-2011
(Fuente: 2º Informe EAPN-España 2012)
cve: BOCG_D_10_218_1453
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● Población con baja intensidad de trabajo por hogar (BITH): esta intensidad de trabajo
se determina por la relación entre el número de meses trabajados por todos los componentes del
hogar capaces de trabajar (entre 18 y 59 años, siempre que no sean estudiantes entre 18 y
24 años)) y el número total de meses que, en teoría, podrían trabajar todos ellos (en un hogar con
dos adultos, uno sólo que trabaje a jornada completa equivale a 0,5; si trabajan los dos a 1; si
trabaja uno a jornada completa y otro a media jornada, la intensidad de trabajo será 0,75). El
indicador BITH se refiere específicamente a los hogares que, con arreglo a esa relación, tienen
una intensidad de empleo inferior al 0,2.
El factor de baja intensidad de empleo en los hogares (BITH) supone aproximadamente un
25 % del indicador AROPE y, debido al fuerte incremento del desempleo en nuestro país, ha
aumentado en España 4,2 puntos porcentuales entre los años 2009 y 2011, siendo el que más ha
crecido porcentualmente entre los factores del referido indicador, por encima de la tasa de pobreza
(que aumentó en ese mismo periodo 2,3 puntos porcentuales) y la privación material severa —
PMS — (que aumentó sólo en 0,4 puntos porcentuales).
Como se señala textualmente en el citado 2.º informe del Observatorio Europeo contra la
Pobreza EAPN-España:
«La evolución del paro ha afectado especialmente a la población más joven. Además, la
crisis se ha cebado especialmente en el sector de la construcción y, por tanto, en el paro
masculino y joven. El paro masculino, que hasta el año 2007 se había mantenido cuatro o
cinco puntos porcentuales por debajo del femenino, ha crecido con mayor intensidad hasta
prácticamente igualar las tasas de paro femenino. Entre el primer trimestre de 2007 y el tercero
de 2012, el paro general, medido por la Encuesta de Población Activa, se ha multiplicado por
tres, es decir, se ha elevado desde el 8,5 % hasta el 25,02 %, con un crecimiento de 16,5
puntos porcentuales. Sin embargo, el paro de los jóvenes entre 16 y 19 años ha crecido más
de 44 puntos porcentuales, hasta situarse en el 72 %, y el de los jóvenes entre 20 y 24 años
ha subido en 33 puntos porcentuales, hasta el 48,7 %. Por otra parte, el paro masculino con
tasas tradicionalmente muy inferiores al paro femenino, ha crecido en este tiempo cuatro
puntos porcentuales más hasta quedar a menos de un punto porcentual de diferencia (24,7 %
y 25,4 %, respectivamente).»
Como puede observarse, durante los años de la crisis económica, a partir sobre todo de 2008, el
conjunto de factores que componen el indicador AROPE —cuyo contenido referido al año 2012 todavía no
se ha publicado— ha aumentado 4,1 puntos porcentuales en España, por lo que ha crecido en
2.300.063 personas el sector de la población en riesgo de pobreza o exclusión social. Por lo demás, en
2011, el índice de riesgo de pobreza o exclusión social se incrementó en 1,5 puntos porcentuales, lo que
supone, como mínimo, que un total de 12.741.434 personas (27% del conjunto de la población) se
encuentra hoy en España en riesgo de pobreza o exclusión social, dado que en el presente año 2012 no
ha mejorado la situación social y económica de nuestro país.
cve: BOCG_D_10_218_1453
El sector de la población con baja intensidad de trabajo (BITH) se ha duplicado entre 2009 y
2011, representando en este último ejercicio 4.483.097 personas (9,5 % de la población total y
23,5% de la población activa). Además, el incremento de este sector en riesgo de pobreza y de
exclusión social ha sido muy rápido: en 2009, 2.571.019 personas (5,5% de la población total); en
2010, 3.620.619 personas (7,7% de la población total); y en 2011, 4.483.097 personas (9,5% de la
población total). Ello supone entre 2009 y 2011 un muy considerable aumento (4 puntos porcentuales)
del factor BITH del indicador AROSPE en España, sumando 1.912.077 personas más por este
concepto al sector de la población en riesgo de pobreza o exclusión social.
La población que se encuentra afectada por la baja intensidad del trabajo por hogar (BITH)
entre 2009 y 2011 ha aumentado en todas las Comunidades Autónomas, salvo en Navarra. Está
también afectada por esta situación más de un 10% de la población en las Comunidades Autónomas
de Canarias, Andalucía, Principado de Asturias, Cantabria y Murcia, en la Comunidad Valenciana y
en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña
agrupan la mayoría de las personas en esta situación (casi 1.900.000 personas, 52,2 % de la
población total en BITH).
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El ya mencionado resumen publicado por Cáritas Española del informe de la Fundación FOESSA
«Exclusión y desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012» permite explicar la gravedad de la actual
situación social española partiendo de los siguientes datos:
■ Disminución de los niveles de renta en España entre 2007 y 2012.
La renta media de la población española ha pasado de alrededor de 19.300 euros en el año
2007 a 18.500 euros en 2010, con una reducción en torno al 4%.
El descenso de la renta media resulta más acusado si se compara con la evolución de los
precios en ese mismo periodo. El efecto conjunto de caída de la renta media (cerca de un 4%) y
crecimiento de los precios (cerca de un 10%) reduce la renta disponible de los hogares ajustada en
unidades de consumo en más de un 10% desde 2007, según la Encuesta de Condiciones de Vida
del Instituto Nacional de Estadística.
Esa misma Encuesta, con referencia a 2012, manifiesta la reducción de la cantidad de ingresos
anuales por hogar. Así, en el último año, el ingreso medio por persona alcanzó 9.321 euros (un
1,3% inferior al registrado en 2011) y las familias con muchas dificultades para llegar a fin de mes
han pasado del 10,1% al 13,5%, y las que tienen dificultades, del 17,2% al 19,7%. Desde 2011 a
2012 la falta de capacidad para afrontar gastos imprevistos ha pasado del 35,9% al 40% de las
familias y los retrasos en los pagos de la vivienda habitual han crecido del 6,2% al 7,4% de las
familias.
Con la indicada disminución del nivel medio de ingresos de la población española se está
produciendo una notable y creciente pérdida de bienestar. La dificultad para llegar a fin de mes es
muy representativa de las carencias de los hogares y de su pérdida de bienestar y suele predecir
con acierto la evolución de las situaciones de inseguridad económica.
El descenso del nivel medio de ingresos incrementa también la desigualdad social. La distancia
entre la renta del 20% más rico de la población y la del 20% más pobre en España ha pasado de
ser 5,3 en 2007 a 6,9 en 2010 y a 7,5 en 2011, con un incremento de más de un 40%, siendo la
media de la Unión Europea el 5,7. Ese incremento es el mayor de los 27 Estados miembros de la
Unión Europea. Además, si se toman solamente en cuenta los países de mayor renta de la Unión
Europea, el crecimiento de la desigualdad social en España fue más de dos veces superior al de
Francia, triplicó al de Alemania y fue casi cinco veces mayor que el de la media de los primeros 15
Estados miembros de la Unión Europea, lo que revela la magnitud y gravedad de este fenómeno.
La tasa de actividad de la población española ha permanecido en los últimos años en un nivel
casi constante, en torno al 60% de la población mayor de 16 años, situándose en 22.837.400
personas (59,68%) en el primer trimestre de 2013. En cambio, la tasa de desempleo ha aumentado
hasta llegar hoy a su máximo histórico (23,5 % de la población activa en 2011, 25,2% a finales de
2012, y 27,16% en el primer trimestre de 2013, con 6.202.700 personas desempleadas,
incrementándose en 563.200 personas durante el último año, según la EPA del pasado 25 de abril).
Esta tasa de desempleo es, junto con la de Grecia, la mayor de los 27 Estados miembros de la
Unión Europea, a mucha distancia de la media del conjunto de esos países en 2012 (9,7%). El
número de personas ocupadas, al terminar el primer trimestre de 2013, es de 16.634.700 personas,
habiendo descendido en ese periodo en 322.300 personas. El empleo del sector privado se sitúa
hoy en 13.788.900 personas, decreciendo en 251.000 empleos durante el primer trimestre de 2013,
mientras que el empleo del sector público se sitúa en 2.845.800 personas, con una caída de 71.400
empleos durante ese primer trimestre. De acuerdo con la última EPA de abril de 2013, la variación
entre el primer trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2013 del empleo privado ha sido de
– 3,77% y la del empleo público de – 8,32%
Sólo tres Comunidades (Navarra, País Vasco y La Rioja) tienen en la actualidad una tasa de
paro inferior al 20% de su población activa. Cinco Comunidades (Aragón, Cantabria, Castilla y
León, Galicia y Madrid) se encuentran entre el 20% y el 24%. Tres Comunidades (Asturias, Cataluña
y la Comunidad Valenciana) se hallan entre el 24% y el 30%. Y cinco Comunidades superan el 30%.
Para apreciar debidamente la velocidad de la caída del empleo en España durante los años de
la crisis económica debemos tener en cuenta que el año 2005, antes de comenzar aquélla, la tasa
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■ Negativa evolución del empleo en España en los últimos años.
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de desempleo española era 9,2% y la media del conjunto de los veintisiete Estados miembros de la
Unión Europea era 9,0%, sólo dos décimas de punto por debajo.
No obstante, en los meses de marzo y abril de 2013 se registraron descensos significativos del
desempleo según los datos de los Servicios Públicos de Empleo (en marzo bajó por primera vez
desde el año 2008 el paro registrado en ellos, y en abril se consiguió bajar de la cifra de cinco
millones de parados, cifrándose el paro registrado en esos Servicios en mayo en 4.890.928
personas).
En mayo de 2013 continúa la tendencia positiva:
El paro registrado desciende en 98.265 personas, el mejor resultado de la serie histórica desde
1997, encadenando tres meses consecutivos de descensos.
La afiliación a la Seguridad Social se incrementa en 134.666 personas, el mejor resultado en
ese mismo mes desde el inicio de la crisis.
El paro registrado entre los menores de 25 años a lo largo de los últimos doce meses ha
disminuido en más de 32.000 personas.
En mayo de 2013 se han registrado un total de 1.283.261 contrataciones de trabajo, lo que
supone una subida de 36.160 sobre el mismo mes del año 2012.
La contratación acumulada en los cinco primeros meses de 2013 ha alcanzado la cifra de
5.457.691 contratos, lo que supone 85.079 contratos más (un 1,58 %) que en igual período del año
anterior.
Durante el mes de mayo pasado se registraron 7.220 nuevos contratos de apoyo a
emprendedores.
■ Alta proporción de parados de larga duración en España.
Al terminar el año 2011, la mitad de los parados españoles llevaban en situación de paro más
de un año. Con ello se doblaba en exceso la tasa de parados de larga duración existente al comenzar
la crisis en 2007, cifrada entonces en 22,7%. Sin embargo, hasta el año 2011, el porcentaje de
parados con más de un año de paro era menor en nuestro país que la media de los 27 Estados
miembros de la Unión Europea. En el año 2005 esa diferencia era todavía mayor (24,5%, España
y 46,1%, el promedio de los 27 Estados de la Unión Europea). Lo cual se explica por la mayor
temporalidad de los contratos de trabajo en España en épocas de crecimiento económico, sobre
todo entre los trabajadores con contratos eventuales, que cayeron muy rápidamente en el desempleo
tras el comienzo de la crisis.
Los desempleados que perdieron su empleo hace más de un año son 2.901.100 en el primer
trimestre de 2013 (111.200 personas más que en el cuarto trimestre de 2012, con un incremento de
4%).
Sin embargo, en el último año, el número de desempleados en esa situación ha aumentado en
515.700 personas (21,6%s). Por tanto, en el primer trimestre de 2013 casi la mitad de los parados
en España (46,7%), llevan más de un año sin conseguir trabajar.
■ Fuerte crecimiento del desempleo intrafamiliar entre 2007 y 2012.
La tasa de desempleo de los cabezas de familia creció muy rápidamente desde el comienzo de
la crisis, a partir de finales de 2007, hasta llegar a más que triplicarse a fines de 2012 (21,4% del
total de desempleados, lo que representa el máximo histórico), después de haberse mantenido en
la etapa de crecimiento anterior en una tasa muy baja (por debajo del 6% del total de desempleados).
De forma paralela a la tasa de desempleo aumentaron en España los hogares con todos sus
componentes activos en paro entre el comienzo de la crisis y el final del año 2012. Estos hogares
se aproximaban al 2,5% del total de hogares españoles antes de la crisis, pero a fines de 2012 se
habían más que cuadruplicado (pasando de 380.000 hogares antes de la crisis a más de 1.800.000,
lo que representaba en esa fecha más del 10,6% del total, con un crecimiento superior al de la tasa
de paro interanual).
Según datos de la última EPA, en el primer trimestre de 2013 el número de hogares que tienen
a todos sus miembros en edad activa en paro asciende a 1.906.100, sobre un total de hogares en
España de 17.391.500. Por tanto, aquéllos representan un 10,9% del conjunto, con un aumento de
casi una quinta parte, en menos de un año y medio, respecto al año 2011.
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■ Hogares sin ingresos en España.
A fines de 2011, según la Encuesta de Población Activa (EPA), 578.400 hogares españoles
- 3,3% del total de los hogares - no recibían ningún ingreso procedente del trabajo, ni prestaciones
por desempleo o de la Seguridad Social. Conforme a la Encuesta de Población Activa (EPA) del
primer trimestre de 2013, este porcentaje se ha incrementado en un 11%, hasta afectar a 647.700
hogares (casi 70.000 nuevos hogares en algo más de un año). Estos hogares han aumentado un
39% desde el inicio de la crisis económica, lo que representa un fenómeno sin antecedentes en el
último cuarto de siglo, con 220.000 hogares más que en el punto culminante de cualquier crisis
anterior. Según el citado Informe de la Fundación FOESSA de 2013 Desigualdad y derechos
sociales, «desde unos valores en vísperas de la crisis en torno al 2% se pasó a finales de 2012 al
máximo histórico del 3,7%. En términos del número de hogares afectados, la cifra creció desde
algo más de 300.000 a mediados de 2007 a más de 630.000 en 2012».
Todo ello plantea un serio desafío al sistema de protección social en nuestro país, que cada vez
tiene menos posibilidades de afrontar adecuadamente las consecuencias sociales de una crisis
económica tan prolongada, con tan fuerte incremento del número de desempleados.
■ Crecimiento de la pobreza y de la privación material severa en España.
El crecimiento de la pobreza en España, tras iniciarse la crisis, afecta principalmente a los
hogares cuyos cabezas de familia son personas jóvenes, así como a los compuestos por personas
menores de edad. En el año 2012, un 22% de los hogares españoles se situaba por debajo del
umbral de pobreza, que en 2010 era 7.800 euros al año per capita. Ese porcentaje es corregido al
alza en el informe de diciembre de 2012 Crisis, desigualdad y pobreza de Intermón Oxfam, que
asegura que la tasa de pobreza afecta al 27% de la población en España.
En 2011 la tasa de pobreza en España ya era de las más elevadas de la Unión Europea (21,8%
frente a una media del 16,4% en el conjunto de 21 Estados miembros de la Unión Europea). Ese
año la tasa de pobreza española duplicaba la de Holanda (10,3%) y era un tercio superior a las de
Francia y los países nórdicos (13% en cada uno de estos países).
El riesgo de pobreza se produce territorialmente de forma muy desigual. Afecta, sobre todo, a
las poblaciones de Extremadura (38,2%), Canarias (31,1%), Andalucía (30,1%) y Murcia (29,2%),
con marcadas diferencias entre éstas y algunas de las restantes Comunidades Autónomas (p.ej.
Asturias, País Vasco y Navarra, que presentaban las menores tasas de pobreza, 12,3%, 11,6% y
7,3%, respectivamente).
Entre los años 2009 y 2011 el indicador AROPE ha venido expresando esas importantes
diferencias regionales, manteniendo por lo general el norte de España menores tasas de pobreza
o exclusión social que el sur. Debe, no obstante, destacarse que 14 Comunidades Autónomas han
aumentado en ese periodo su porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social. En
particular, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía, Cataluña y Cantabria han incrementado ese
porcentaje entre cinco y 8,4 puntos porcentuales, y entre todas suman la mitad de las 12.741.433
personas en situación de pobreza o exclusión social en España. En el gráfico inmediatamente
posterior, denominado Tasa de población sujeta al indicador AROPE 2011, contenido en el referido
2º informe del Observatorio Europeo contra la Pobreza EAPN-España, se observa la desigualdad
en este ámbito que, en ese año, presenta diferencias de más de 25 puntos porcentuales en la tasa
de pobreza o exclusión social entre algunas Comunidades Autónomas.
Recordemos que, según el Informe de la Fundación FOESSA de 2013 Desigualdad y derechos
sociales, «los indicadores sintéticos, como sufrir carencias en al menos tres conceptos de una lista
de siete, confirman el empeoramiento de las condiciones de vida con la crisis, pasando del 11,4%
al 15,5% (no poder permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, no poder permitirse
una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, no poder permitirse mantener la
vivienda con una temperatura adecuada, no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos, tener
retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, no poder permitirse disponer
de un automóvil y no poder permitirse disponer de un ordenador personal)».
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■ Aumento de la pobreza infantil en España.
El informe de UNICEF La infancia en España 2012-2013 proporciona datos relevantes en
relación al considerable aumento de la pobreza entre los niños desde el comienzo de la actual crisis
económica.
Estos datos, según UNICEF, se resumen así:
● 2,2 millones de niños viven en hogares por debajo del umbral de la pobreza. En 2008 eran
2 millones, un 10% menos.
● Los niños son el grupo de edad más pobre, en comparación con los adultos en edad de
trabajar y los mayores de 65 años.
● La pobreza infantil, que se encontraba estabilizada en torno al 24% de los menores de 18
años, aumentó sólo en un año, de 2009 a 2010, hasta alcanzar al 26,2% de esos menores.
● El porcentaje de niños en hogares con un nivel de «pobreza alta» fue del 13,7% en 2010,
tasa sólo superada por Rumanía y Bulgaria entre los países europeos.
● El año 2009, España era el 5º país, entre 35 analizados, que menor capacidad tenía para
reducir la pobreza infantil. Desde entonces, ha crecido la debilidad del sistema público dirigido a
proteger a la infancia por las reducciones presupuestarias.
● El porcentaje de menores en «riesgo de pobreza o exclusión social» también aumentó en
un solo año, de 2009 a 2010, de un 26,2% a un 29,8%.
● El número de hogares con niños que tienen a todos sus miembros adultos sin trabajo pasó
de 324.000 en 2007 a 714.000 en 2010, con un crecimiento del 120%.
● Cada niño nace actualmente en España con una «deuda pública» en torno a 15.570 euros.
Además, según el Informe de UNICEF Bienestar infantil en los países ricos, publicado en abril
de 2013, España se encuentra en el puesto 26 de 29 países estudiados en cuanto a la tasa de
pobreza infantil, sólo por delante de Letonia, Estados Unidos y Rumanía.
Tasa de población sujeta al indicador AROPE 2011
(Fuente: 2º Informe EAPN-España 2012)
cve: BOCG_D_10_218_1453
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Complementariamente a todo lo anterior, el ya mencionado VII Informe del Observatorio de la Realidad
Social de Cáritas Española, publicado en septiembre de 2012 bajo el significativo título De la coyuntura a
la estructura. Los efectos permanentes de la crisis, señala que hoy en España - como ya se decía en la
presentación pública en febrero de 2012 del Informe de la Fundación FOESSA y Cáritas Española
Exclusión y Desarrollo Social en España. Análisis y perspectivas 2012 - «la pobreza es más extensa,
intensa y crónica».
El último Informe de la Fundación FOESSA Desigualdad y derechos sociales, publicado en febrero de
2013, utiliza y desarrolla esa expresión - «la pobreza es más extensa, intensa y crónica» - mediante los
párrafos del mismo que a continuación literalmente se transcriben, pues pueden servir también como
resumen de lo expuesto en el presente apartado V.1.1., completando y desarrollando los datos que en él
hemos proporcionado. Dice así:
«La expresión de estar ante una pobreza más extensa, intensa y crónica se sustenta en varios
datos objetivos que desde diversas fuentes4 hemos analizado y que mostramos a continuación:
■ La pobreza es más extensa:
○ Las personas bajo el umbral de pobreza se cifra en 13 millones de pobres, siendo el 22 %
de la población en 2012, cuando en el 2007 era el 19,7% (ECV).
○ El número de hogares con todos sus miembros activos en paro ha pasado de 413.300
hogares en el primer trimestre del año 2007 (2,7%) a 1.906.100 en el 1er Trimestre de 2013 (12,5%)
(EPA). Es decir se ha multiplicado casi por cinco en cinco años.
○ La tasa de paro ha pasado del 8,47 % en 1er Trimestre de 2007 al 27,16% en el 2do.
Trimestre de 2012, de 1.856.100 a 6.202.700 personas en paro (EPA). El paro se ha multiplicado
por más de 3 en 5 años.
○ El número de ejecuciones hipotecarias se ha multiplicado por tres, pasando de 25.943 en el
año 2007 a 91.622 en el 2012, según datos del CGPJ.
○ El número de personas perceptoras de Rentas Mínimas se ha más que duplicado, pasando
de 103.071 personas en 2007, a 223.940 en el año 2011.
○ En Cáritas, como ya indicamos, el número de personas atendidas en los servicios de
Acogida y Asistencia se ha duplicado, pasando de 370.251 en 2007 a 1.015.276 personas en el
2011. Es decir, se ha incrementado en un 174,2% en cuatro años, y este número de personas es
3,5 veces superior al de hace diez años.
○ El umbral de pobreza ha caído de 7.980 € al año en 2009 a 7.355 € en el 2012, lo que
significa que no sólo hay más pobres (extensión), sino que son relativamente más pobres (intensidad)
(ECV).
○ Según la Contabilidad Nacional, la renta nacional disponible neta a precios de mercado por
habitante en valor real ha pasado de 15.394 € al año en 2007 a 13.744 € al año en el 2011. La renta
disponible por persona cayó en términos reales cerca de un 9%.
○ El paro de la persona principal del hogar se ha multiplicado por tres, pasando del 6,5% en
el 2007 al 21,4% en el 2011 (INE-EPA).
○ El número de hogares con dificultades para llegar a final de mes ha pasado del 26,8% en
2007 al 31,8% en el 2012 (INE-ECV).
○ El número de hogares sin ingresos ha pasado de 2,12% en el año 2007 al 3,67% en el 2012.
583.700 hogares sin ingresos (INE-EPA).
○ En Cáritas constatamos el aumento de las personas “sin ingresos” que ha pasado del 26%
en el año 2008 al 33% en el 2011 (MIS), del total de personas atendidas.
■ La pobreza se cronifica:
○ Los equipos de Cáritas manifiestan que, como media, el 44% de las personas acogidas en
Cáritas llevan tres o más años demandando ayuda de la institución (ORS).
cve: BOCG_D_10_218_1453
■ La pobreza es más intensa:
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○ En el 2012, el 55% de las personas desempleadas (en paro) son “parados de larga duración”
(llevan más de un año buscando empleo), cuando en el año 2007 eran el 22,7%. (EPA).
○ Un tercio de las personas que recibieron ayuda de Cáritas en el año 2009 la recibió también
en el año 2011, por lo que lleva tres años o más siendo atendida en Cáritas (MIS).»
Para explicar este fenómeno -«la pobreza es más extensa, intensa y crónica»-, en la presentación
pública en febrero de 2012 del Informe de la Fundación FOESSA y Cáritas Española Exclusión y Desarrollo
Social en España. Análisis y perspectivas 2012, se decía:
4
Esta expresión la desarrollamos a partir de la presentación pública del informe de la Fundación FOESSA y Cáritas Análisis
y perspectivas 2012. Exclusión y Desarrollo Social.
7
Como se muestra en el VI Informe sobre desarrollo y exclusión social en España de la Fundación FOESSA y Cáritas (2008):
«incluso la población ocupada tiene esta sensación de empeoramiento de sus condiciones de vida al aumentar la precariedad o la
incertidumbre respecto al empleo».
cve: BOCG_D_10_218_1453
«Desde el Observatorio de la Realidad Social de Cáritas hemos preguntado a los equipos de
Cáritas Diocesanas de toda España cuáles eran las tres principales causas del empeoramiento
y precarización progresiva de la situación de las personas atendidas en Cáritas. En general, los
agentes constatan la acumulación de problemas sociales y económicos en las personas y familias
como el fenómeno más relevante que lleva al empeoramiento y a la precarización progresiva.
La causa principal de este proceso es el desempleo. El empleo es un bien necesario que se ha
convertido en algo prácticamente inaccesible para muchas personas, aumentando el paro de larga
duración hasta cerca del 50%. El paro supone la desaparición de los ingresos fijos en estos hogares.
No obstante, también se acelera un proceso que viene de antes de la crisis: la precarización de
las condiciones laborales que, para quienes en este contexto de crisis logran encontrar un
empleo, es actualmente muy intensa. En nuestro país hay alrededor de 2,5 millones de “trabajadores
pobres”, lo que supone el 14,4% de la población activa ocupada (siendo el 11% en el año 2007). El
trabajo deja de ser progresivamente un espacio de consolidación de derechos para convertirse en
un espacio más de fragilidad social7.
En segundo lugar se menciona el endeudamiento de los hogares, y en particular las deudas
por hipoteca con la vivienda. Cuando el trabajo no llega, esta deuda se acumula hasta el extremo
de la pérdida de la vivienda y el desahucio de la familia. No obstante, también es muy importante
las dificultades crecientes en el pago del alquiler o de los suministros de la vivienda (agua, luz, gas,
etc.), que se han visto más aumentados por el incremento de los precios y de los impuestos.
La tercera causa más mencionada es que ante esta grave situación, los sistemas de protección
social pública son insuficientes porque no llegan a todos los ciudadanos y porque su alcance es
limitado a esta acumulación de problemas. Los servicios sociales no han sido adaptados para
afrontar esta complejidad acumulada de problemas y las prestaciones económicas vienen cada vez
con más retraso, se han endurecido en los requisitos de acceso, y son exiguas (cuentan con menos
presupuesto) y limitadas en el tiempo.
Además de los apoyos públicos, faltan también apoyos relacionales y personales (psicológicos)
desde las familias. La desestructuración familiar y el deterioro de las relaciones, plantea
problemáticas que empeoran la situación. Pero también la falta de expectativas está desarrollando
un amplio espectro de personas con problemas psicológicos, de desánimo.
Por último, se mencionan aspectos específicos de la realidad social que contribuyen a este
deterioro social progresivo como la situación administrativa de irregularidad en las personas
inmigrantes, la escasa formación y/o ausencia de habilidades sociales, y los problemas de salud o
de adicciones.»
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V.1.2. Las fórmulas de tratamiento de los problemas de exclusión social en el contexto de la
crisis económica: políticas públicas y actuaciones de la iniciativa social.
En el resumen publicado por Cáritas Española del ya citado Informe de la Fundación FOESSA
«Exclusión y desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012» se relacionan las principales fórmulas de
tratamiento de los problemas de exclusión social puestas en práctica en España en el contexto de la crisis
económica. Estas fórmulas son básicamente dos: de un lado, la implantación y ejecución de políticas
públicas de protección y garantía de los derechos sociales legalmente reconocidos y de los servicios
sociales, y de otro, las actuaciones de la iniciativa social (entidades sin fines de lucro, organizaciones no
gubernamentales y entidades religiosas) en el ámbito de la protección y los servicios sociales.
A continuación examinaremos muy sumariamente, siguiendo el mencionado resumen de Cáritas
Española del Informe «Exclusión y desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012», así como el referido
VII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Española «De la coyuntura a la estructura.
Los efectos permanentes de la crisis», de septiembre 2012 y el Informe de la Fundación FOESSA
Desigualdad y derechos sociales, publicado en febrero de 2013, la aplicación de estas fórmulas a lo largo
de los años 2011 y 2012. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el gasto y las actividades de las
Administraciones Públicas en todos los ámbitos —incluso en la protección social— se han visto y se verán
afectados, durante ese ejercicio y los tres siguientes —2012, 2013 y 2014—, por los ajustes presupuestarios
necesarios para el cumplimiento del programa de estabilidad y reducción del déficit público acordado por
España con las instituciones de la Unión Europea.
Gasto social público: El gasto en políticas públicas de protección y garantía de los derechos y servicios
sociales se encuentra todavía en España por debajo del gasto en esas políticas de la mayoría de los países
con mayor nivel de desarrollo de la Unión Europea. La distancia respecto a la media de los países de la
Eurozona se ha acortado en los últimos años, debido al mayor aumento del subsidio de desempleo en
España por el fuerte y rápido incremento de este último, pero todavía supera los 15 puntos porcentuales.
Antes de comenzar la crisis económica la diferencia era de 20 puntos. No obstante, siguen existiendo
diferencias respecto a países como Italia, con niveles de desarrollo y renta más cercanos a los españoles.
Además, se mantiene una gran distancia con relación al gasto social de los países más desarrollados de la
Unión Europea (p.ej. 25 puntos porcentuales respecto de Alemania, que gasta 7.000 euros per capita).
El gasto del conjunto de las Administraciones Públicas pasó de 349.501 millones de euros en 2005 a
484.759 millones de euros en 2009, con un incremento anual medio del 8,5% y un incremento total en ese
periodo de 38,7%. A partir de 2007 los ingresos públicos inician su caída, situándose en 2009 en los
niveles de 2005 (alrededor de 360.000 millones de euros). Pero en este último año la cifra de los ingresos
públicos era ya un 24,2% menor que los gastos, con lo que se impuso a partir de 2010 un progresivo
ajuste presupuestario para contener y reducir el déficit público de acuerdo con el programa de estabilidad
presupuestaria acordado por España con la Unión Europea, que culminará con un déficit público estimado
del 3% en el año 2014.
Para los años 2013-2014, pese a las recientes subidas impositivas, no se prevé un aumento de los
ingresos públicos que sobrepase la cifra de 400.000 millones de euros anuales. Si tenemos en cuenta el
elevado servicio de la deuda pública (cuyo principal ha pasado de ser 381.401 millones de euros en 2007
a estimarse en 971.381 millones de euros a finales de 2014, multiplicándose por dos veces y media en
siete años, a un ritmo anual de crecimiento del 14,3%), así como la necesidad de mantener las prestaciones
por desempleo y atender a las necesidades de saneamiento del sector financiero y de financiación de los
servicios públicos básicos (sanidad, educación, pensiones), no es previsible que España pueda acortar en
los próximos años la distancia que hoy le separa en gasto social público (alrededor de 5.000 euros per
capita) del promedio de los países de la Eurozona (alrededor de 6.500 euros per capita).
Salario mínimo: El salario mínimo interprofesional ha moderado su crecimiento en los años 20102011, con incrementos inferiores al 1,5%, frente a los incrementos anteriores, que llegaron a superar el 5%
en 2008. En 2012 se congeló el salario mínimo, dentro del programa de estabilización y ajuste de la
economía española. Con esta medida, es presumible que aumente todavía más la distancia entre las
retribuciones más bajas y la retribución media de los trabajadores en España, que vino ensanchándose a
partir del inicio de la crisis.
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■ Políticas públicas de protección y garantía de los derechos y servicios sociales.
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Pensiones públicas: Debido a la imperiosa necesidad de contener y reducir el déficit público español
desde el mes de mayo de 2010, se han aplicado desde ese momento diversas y sucesivas medidas de
contención del gasto en pensiones públicas contributivas y no contributivas. De acuerdo con ello, el
crecimiento de la pensión media en 2011 estuvo ya por debajo del 3%, siendo desde luego inferior al
crecimiento de las pensiones públicas en años anteriores. Esta tendencia ha continuado en 2012 y
continuará con toda seguridad en 2013. En particular, y a los efectos del presente Informe, ha de destacarse
que las pensiones públicas no contributivas sólo tuvieron un crecimiento del 1% en 2010 y 2011, muy lejos
del crecimiento de años anteriores, que fue incluso superior al 5%.
En 2012, a diferencia de las pensiones contributivas, aumentó más que en años precedentes la
cuantía de las pensiones no contributivas (un 3,2% frente al 1% de los dos años anteriores), que perciben
actualmente aproximadamente 450.000 beneficiarios.
Sistemas de garantías de ingresos mínimos: Los programas de rentas mínimas de inserción
establecidos por las Comunidades Autónomas desde hace dos décadas constituyen, sin duda, el sistema
básico de protección de las personas carentes de recursos suficientes en España, si bien su cuantía y las
condiciones para su percepción varían considerablemente en las distintas Comunidades, como veremos.
En el año 2007, al comenzar la crisis, y como ya se ha indicado, 103.071 personas percibieron rentas
mínimas de inserción en el conjunto de España. En 2010 pasaron a doblarse, llegando los beneficiarios
de esas ayudas a 192.633. En 2011, esos beneficiarios fueron más de 223.000. En ningún momento
anterior se había producido un crecimiento de perceptores tan rápido y tan alto.
Debe subrayarse, además, que en la actualidad el número de desempleados que ha dejado de percibir
prestaciones por desempleo ha aumentado sustancialmente. Al terminar el año 2011, de los 5,3 millones
de parados (según la Encuesta de Población Activa —EPA—, que, por otra parte, no recoge a los llamados
«parados desanimados» que han dejado de buscar un trabajo, cuyo número se estima estabilizado desde
el año 2009 en torno a 400.000 personas), sólo la cuarta parte, aproximadamente, percibía la prestación
contributiva de desempleo. Un poco más de otra cuarta parte recibía otro tipo de prestación asistencial o
la denominada renta activa de inserción. En consecuencia, casi la mitad de los parados, en concreto, 2,4
millones de personas, no recibían en ese momento ninguna prestación del sistema de protección por
desempleo, dependiendo de las rentas mínimas o básicas de inserción, de las ayudas de sus familiares o
de la muy problemática obtención de otras fuentes de recursos.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2013, en marzo de este año, de
los 6,2 millones de parados, sólo algo más de 3 millones percibe la prestación contributiva de desempleo.
Un poco más de otra cuarta parte recibe otro tipo de prestación asistencial o la denominada recta activa
de inserción. En consecuencia, 2,4 millones de personas, no reciben ninguna prestación del sistema de
protección por desempleo, dependiendo de las rentas mínimas o básicas de inserción, de las ayudas de
sus familiares o de otras fuentes de recursos.
El incremento del número de perceptores de rentas mínimas o básicas de inserción social no se ha
distribuido territorialmente de modo uniforme. Cada Comunidad Autónoma ha actuado en función de sus
recursos presupuestarios y de la mayor o menor necesidad de atender situaciones de ausencia o escasez
de ingresos. Todo ello se enmarca, además, en la limitación de ingresos de las Comunidades Autónomas
con mayores tasas de paro y decrecimiento del producto interior bruto, así como en las distintas respuestas
de las Administraciones Públicas ante las nuevas necesidades sociales, según se muestra para 2011 en
el cuadro comparativo siguiente:
País Vasco
658,50
Navarra
641,40
Canarias
472,10
Aragón
441,00
Asturias
442,96
Cantabria
426,01
cve: BOCG_D_10_218_1453
Tabla 1. Cuadro de rentas mínimas de inserción por Comunidades Autónomas 2011.
(Fuente: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011)
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Cataluña
423,70
Extremadura
399,38
Galicia
399,38
Castilla y León
426,00
Baleares
405,52
Andalucía
397,67
C. Valenciana
385,18
La Rioja
372,60
Castilla La Mancha
372,60
Madrid
375,55
Murcia
300,0
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En la regulación del actual sistema de rentas básicas o mínimas de inserción en España, varían las
condiciones para su reconocimiento u otorgamiento entre las Comunidades Autónomas (v.gr. tener o no
que inscribirse en el servicio público de empleo, incluso aunque no pueda trabajarse legalmente en
España; no conceder a más de dos personas la renta mínima por vivienda aún cumpliendo los requisitos;
exigir a los inmigrantes los permisos de residencia y de trabajo para recibir estas prestaciones; demostrar
continuidad en los ingresos, con el fin de descartar la concesión a familias sin ingreso; no haber salido de
España en el último año en el caso de ciudadanos extracomunitarios; etc.).
A este respecto, en el VII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas, De la coyuntura
a la estructura: los efectos permanentes de la crisis, aparecido en septiembre de 2012, se advertía:
«La renta básica o mínima es considerada como un derecho que permite a los ciudadanos
contar con un recurso económico básico para el sostenimiento sus familias. Si centramos la atención
en la tramitación de esta prestación económica que gestionan las Comunidades Autónomas y los
servicios sociales públicos, observamos tres fenómenos:
1. El retraso progresivo en la solicitud y el cobro efectivo, que ha pasado como media, de 98
días en el año 2008 a 165 días en el 2011. Casi medio año transcurre como media desde la solicitud
y el cobro efectivo de una renta mínima. Cinco meses y medio de espera que habitualmente se
cubren con «adelantos» de dinero desde Cáritas, ya que casi todas las Cáritas Diocesanas así lo
expresa.
2. El aumento de las personas perceptoras de Rentas Mínimas, que se ha duplicado de
103.071 personas en 2007 a 192.663 en el año 2010 según el informe sobre Rentas Mínimas de
Inserción del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
3. La consolidación de una desigualdad territorial en un derecho básico.»
Política de vivienda: Las familias españolas pasaron de tener un endeudamiento familiar por compra
de viviendas del 45% en 1995, al 76,7% en 2001, y al 143% en 2008. En diciembre de 2011, el Banco de
España estimaba que la deuda hipotecaria de las familias en España alcanzaba los 655.544 millones de
euros, habiéndose reducido un 1% interanual. La importancia de la deuda hipotecaria en nuestro país se
aprecia mejor al considerar que, según el Banco de España, un tercio de la misma podría resultar
finalmente impagada.
Por ello, y desde el comienzo de la crisis económica, el porcentaje de retrasos en el pago de gastos
relacionados con la vivienda ha venido aumentando progresivamente, alcanzando al 7,4% del total en
2012, con un aumento de casi el 50% (datos ECV). Señal inequívoca de ello son las ejecuciones
hipotecarias, que se han multiplicado por cuatro desde el año 2007 al año 2010, llegando, como antes se
ha indicado, a 93.636 ejecuciones en ese último año, iniciándose 91.622 en 2012, según datos del CGPJ.
El 20,3% de estos procedimientos de ejecución se sitúan en Cataluña, a la que siguen Andalucía con el
19,6%, la Comunidad Valenciana, con el 17,6%, y Madrid, con el 10,1%.
cve: BOCG_D_10_218_1453
En 2011, las rentas mínimas de inserción autonómicas dieron protección a 223.940 hogares en
España, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
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El número de las ejecuciones hipotecarias que estaban en trámite en los Juzgados españoles al
finalizar 2012 es de 198.116. De ellas, el 21% corresponden a Andalucía, el 20,7% a Cataluña, el 15,9%
a la Comunidad Valenciana y el 10,8% a Madrid. La comparación entre los cinco años de la crisis (20082012) y los cinco anteriores (2003-2007) arroja un incremento de las ejecuciones hipotecarias iniciadas de
un 368,7%, lo que supone un incremento medio anual de un 73,7%. Para las ejecuciones resueltas el
incremento fue del 199,5%, con una media anual del 39,9%, y para las que se encuentran en trámite a
fines del periodo 2008-2012, el incremento en esos cinco años respecto de los cinco anteriores ha sido
del 482,9%, un 96,6% anual.
Por otra parte, según la Encuesta publicada en abril de 2013 por el Colegio de Registradores de la
Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España, durante el año 2012 se iniciaron 65.778 procesos
de ejecución hipotecaria, por los que las entidades financieras se adjudicaron 30.034 primeras viviendas
por impago de créditos. El sector financiero, según este Informe, se adjudicó en 2012 un total de 38.778
viviendas, entre primera y segunda residencias, y admitió 11.441 daciones en pago. El 77% de media de
los casos afectó a la primera residencia.
Es de destacar que la morosidad en el crédito hipotecario afecta más al segmento de población
inmigrante, superando en ese segmento el 5%, frente al 3% en el conjunto de la población, según el
Informe de Intermón Oxfam España Crisis, desigualdad y pobreza de diciembre de 2012.
Según una información publicada por Cáritas en julio de 2011, esta entidad dio más de 50.000
respuestas de ayuda económica relacionadas con la vivienda durante el año 2010.
El precio de la vivienda en España intensificó su caída en el tercer trimestre de 2011, con un descenso
del 17,7% (24,1% en términos reales) desde que alcanzara su precio máximo. Sin embargo, la adquisición
de una vivienda por parte de las familias españolas sigue suponiéndoles en promedio un 36,1% de sus
ingresos. Esta adquisición se hace todavía más difícil con la prolongación de la crisis económica y
financiera, que ha ocasionado además una fuerte restricción crediticia.
Por otra parte, y como señala el documento Nuevas propuestas para nuevos tiempos, publicado en
2012 por el Observatorio Europeo contra la Pobreza EAPN-España (pp. 43-44):
«La vivienda es uno de los principales activos de los hogares en España, en este sentido es
fundamental incluir el efecto que tiene en la medición de la pobreza y en cómo influye en ella. La
tenencia de una vivienda en propiedad constituye una costumbre muy arraigada en la cultura
española, tanto que, para 2010, este porcentaje se eleva al 83%. No parece además, que estar en
una situación económica por debajo del umbral de la pobreza (60% de la renta mediana) sea un
factor determinante para mantener esta opción en favor de la propiedad, ya que el 74% de los
hogares que están por debajo de dicho umbral lo hacen en régimen de propiedad. No obstante, se
detecta que entre los más pobres, el porcentaje de hogares en alquiler se incrementa hasta el
25,6%, esto es, 10,8 puntos porcentuales más que los hogares por encima de la renta mediana.
Esta elevada cifra no debe, sin embargo, ignorar que de los hogares propietarios de su vivienda
el 35,5% tenía una hipoteca pendiente. En otras palabras, únicamente el 47,5% de los hogares no
tenían la carga de afrontar un gasto regular de vivienda, fuera hipoteca o alquiler (a excepción de
gastos derivados del mantenimiento de la vivienda) (Tabla 2).
Por debajo del
umbral de pobreza
Por encima del
umbral de pobreza
Total
Propietarios/as
74,4%
85,2%
83,0%
Popietarios con hipoteca
27,1%
37,7%
35,5%
Propietarios sin hipoteca
47,3%
47,5%
47,5%
Inquilinos/as
25,6%
14,8%
17,0%
Inquilinos con alquiler de mercado
14,2%
7,3%
8,8%
Inquilinos con alquiler bonificado
11,4%
7,4%
8,3%
100,0%
100,0%
100,0%
Total
cve: BOCG_D_10_218_1453
Tabla 2. Distribución de hogares por régimen de tenencia de la vivienda principal 2010
(Fuente: European Union Statistics on Income and Living Conditions (2010), Eurostat.)
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Asimismo, existe una clara diferencia de los gastos medios en vivienda en función del régimen
de tenencia de la vivienda principal. Los gastos medios de la vivienda de los hogares que viven en
régimen de alquiler a precio de mercado suponen más que el doble de los hogares en régimen de
propiedad. Por esta razón resulta ilustrativo volver a examinar las tasas de riesgo de pobreza e
inclusión con la perspectiva del método del alquiler imputado.
Este método del alquiler imputado consiste en simular una elevación de las rentas de las familias
considerando el precio que pagarían por el alquiler de una vivienda, precio que no pagan ya que la
vivienda es de su propiedad. Dado que una de las variables que determinan la situación de riesgo
de pobreza y exclusión es la renta, simular la elevación de la renta de los hogares que son
propietarios de su vivienda (la mayoría), supone una reducción de las tasas de pobreza.
Efectivamente, el método del alquiler imputado reduce la tasa de riesgo de pobreza en 2,9
puntos, del 25,5% al 22,6%, o lo que es lo mismo, deja de considerar como personas en riesgo de
pobreza y exclusión a 1,34 millones de personas.
En el análisis por edad es donde este tiene una mayor incidencia sobre los resultados. Los
grupos de mayores, de 65 a 74 años y de más de 75 años, reducen considerablemente sus tasas
de riesgo de pobreza y exclusión en tanto que el número de personas que tiene una vivienda en
propiedad aumenta. En particular, desciende del 29% para jóvenes menores de 18 años hasta el
mínimo del 10,8% en el tramo de edad de 65 a 75 años.»
«La atención a las circunstancias excepcionales que atraviesa nuestro país, motivadas por la
crisis económica y financiera, en las que numerosas personas que contrataron un préstamo
hipotecario para la adquisición de su vivienda habitual se encuentran en dificultades para hacer
frente a sus obligaciones, exige la adopción de medidas que, en diferentes formas, contribuyan a
aliviar la situación de los deudores hipotecarios.
Si bien la tasa de morosidad en nuestro país es baja, hay que tener muy presente el drama
social que supone, para cada una de las personas o familias que se encuentran en dificultades para
atender sus pagos, la posibilidad de que, debido a esta situación, puedan ver incrementarse sus
deudas o llegar a perder su vivienda habitual.
cve: BOCG_D_10_218_1453
Al tratar acerca de la política de vivienda para afrontar el riesgo de pobreza y exclusión social en
España no cabe olvidar, por último, la aprobación en el curso del pasado año 2012 de dos importantes
normas. En primer lugar, el Real Decreto-ley 6/2012, de 9 de marzo, de medidas urgentes de protección
de deudores hipotecarios sin recursos, que constituyó una primera respuesta normativa a los riesgos de
pobreza o exclusión social derivados de los desahucios y las ejecuciones hipotecarias en el contexto de
la crisis económica actual, mediante la implantación de un «código de buenas prácticas» al que,
voluntariamente, podían adherirse las entidades de crédito y cuyo seguimiento por ellas sería supervisado
por una comisión de control integrada por representantes del Ministerio de Economía y Competitividad,
del Banco de España, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y de la Asociación Hipotecaria
Española. En segundo término, el Real Decreto-ley 27/2012, de 15 de noviembre, de medidas urgentes
para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, cuyo objeto fundamental —según su Exposición
de Motivos— consistía «en la suspensión inmediata y por un plazo de dos años de los desahucios de las
familias que se encuentren en una situación de especial riesgo de exclusión. Esta medida, con carácter
excepcional y temporal, afectará a cualquier proceso judicial o extrajudicial de ejecución hipotecaria por el
cual se adjudique al acreedor la vivienda habitual de personas pertenecientes a determinados colectivos.
En estos casos, el real decreto-ley, sin alterar el procedimiento de ejecución hipotecaria, impide que se
proceda al lanzamiento que culminaría con el desalojo de las personas».
Con posterioridad a la promulgación de estos dos Reales Decretos-leyes se ha aprobado la Ley
1/2013, de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, reestructuración
de la deuda y alquiler social.
Esta nueva Ley —que recoge en lo sustancial el contenido del Real Decreto-ley 27/2012— reviste una
indudable importancia para tratar de enfrentarse a los procesos de ejecución hipotecaria frente a deudores
con especial vulnerabilidad, que constituyen una específica manifestación de las nuevas formas de
exclusión social que son consecuencia del incremento del desempleo objeto de este Informe.
No obstante, todavía es prematuro pronunciarse sobre la eficacia de esta norma. Nos limitaremos por
ello a hacer mención de sus finalidades y alcance, que se encuentran explicados con claridad en su
Preámbulo, el cual se transcribe por ello íntegramente a continuación:
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El esfuerzo colectivo que están llevando a cabo los ciudadanos de nuestro país con el fin de
superar de manera conjunta la situación de dificultad que atravesamos, requiere que, del mismo
modo y desde todos los sectores, se continúen adoptando medidas para garantizar que ningún
ciudadano es conducido a una situación de exclusión social.
Con este fin, es necesario profundizar en las líneas que se han ido desarrollando en los últimos
tiempos, para perfeccionar y reforzar el marco de protección a los deudores que, a causa de tales
circunstancias excepcionales, han visto alterada su situación económica o patrimonial y se han
encontrado en una situación merecedora de protección.
A estos efectos se aprueba esta Ley, que consta de cuatro capítulos.
El primero de ellos prevé la suspensión inmediata y por un plazo de dos años de los desahucios
de las familias que se encuentren en una situación de especial riesgo de exclusión. Esta medida, con
carácter excepcional y temporal, afectará a cualquier proceso judicial de ejecución hipotecaria o
venta extrajudicial por el cual se adjudique al acreedor la vivienda habitual de personas pertenecientes
a determinados colectivos. En estos casos, la Ley, sin alterar el procedimiento de ejecución
hipotecaria, impide que se proceda al lanzamiento que culminaría con el desalojo de las personas.
La suspensión de los lanzamientos afectará a las personas que se encuentren dentro de una
situación de especial vulnerabilidad. En efecto, para que un deudor hipotecario se encuentre en
este ámbito de aplicación será necesario el cumplimiento de dos tipos de requisitos. De un lado, los
colectivos sociales que van a poder acogerse son las familias numerosas, las familias monoparentales
con dos hijos a cargo, las que tienen un menor de tres años o algún miembro con discapacidad o
dependiente, o en las que el deudor hipotecario se encuentre en situación de desempleo y haya
agotado las prestaciones sociales o, finalmente, las víctimas de violencia de género.
Asimismo, en las familias que se acojan a esta suspensión, los ingresos no podrán superar el
límite de tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples. Este límite se eleva respecto
de unidades familiares en las que algún miembro sea persona con discapacidad o dependiente o
que conviva con personas con discapacidad o dependientes. Además, es necesario que, en los
cuatro años anteriores al momento de la solicitud, la unidad familiar haya sufrido una alteración
significativa de sus circunstancias económicas, en términos de esfuerzo de acceso a la vivienda.
La alteración significativa de sus circunstancias económicas se mide en función de la variación de
la carga hipotecaria sobre la renta sufrida en los últimos cuatros años. Finalmente, la inclusión en el
ámbito de aplicación pasa por el cumplimiento de otros requisitos, entre los que se pueden destacar que
la cuota hipotecaria resulte superior al 50 por ciento de los ingresos netos que perciba el conjunto de los
miembros de la unidad familiar, o que se trate de un crédito o préstamo garantizado con hipoteca que
recaiga sobre la única vivienda en propiedad del deudor y concedido para la adquisición de la misma.
La trascendencia de esta previsión normativa es indudable, pues garantiza que durante este
período de tiempo, los deudores hipotecarios especialmente vulnerables no puedan ser desalojados
de sus viviendas, con la confianza de que, a la finalización de este período, habrán superado la
situación de dificultad en que se puedan encontrar en el momento actual.
Para estos deudores especialmente vulnerables se prevé además que la deuda que no haya
podido ser cubierta con la vivienda habitual no devengue más interés de demora que el resultante
de sumar a los intereses remuneratorios un dos por cien sobre la deuda pendiente.
El Capítulo II introduce mejoras en el mercado hipotecario a través de la modificación de la
Ley Hipotecaria, Texto Refundido según Decreto de 8 de febrero de 1946; la Ley 2/1981, de 25
de marzo, de Regulación del Mercado Hipotecario; y la Ley 41/2007, de 7 de diciembre, por la que
se modifica la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado Hipotecario y otras normas
del sistema hipotecario y financiero, de regulación de las hipotecas inversas y el seguro de
dependencia y por la que se establece determinada norma tributaria. Especialmente relevante es
el hecho de que, para las hipotecas constituidas sobre vivienda habitual, se limitarán los intereses
de demora que pueden exigir las entidades de crédito a tres veces el interés legal del dinero.
Además, se prohíbe expresamente la capitalización de estos intereses y se establece que, en
caso de que el resultado de la ejecución fuera insuficiente para cubrir toda la deuda garantizada,
dicho resultado se aplicará en último lugar a los intereses de demora, de tal forma que se permita
en la mayor medida posible que el principal deje de devengar interés. Adicionalmente se fortalece
en la Ley Hipotecaria el régimen de venta extrajudicial de bienes hipotecados. Por otro lado, se
refuerza la independencia de las sociedades de tasación respecto de las entidades de crédito.
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Sistema educativo: El sistema de enseñanza en todos sus niveles, además de transmitir el
conocimiento y educar a las nuevas generaciones, es uno de los instrumentos esenciales del desarrollo y
la promoción social, contribuyendo decisivamente a reducir el riesgo de pobreza o exclusión social. Por
ello, el índice de fracaso escolar es un excelente indicador de la situación de mejora o empeoramiento del
desarrollo social. En España sigue siendo preocupante por su elevada tasa (28% de abandono de los
estudios al cumplir 16 años), que duplica la media de la Unión Europea, si bien aquélla se ha reducido en
torno a un 2% desde el inicio de la crisis con el aumento del desempleo y la práctica paralización del sector
de la construcción, que atraía a la mayoría de los jóvenes que no continuaban sus estudios.
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En la venta extrajudicial se introduce la posibilidad de que el Notario pueda suspender la misma
cuando las partes acrediten que se ha solicitado al órgano judicial competente, en la forma prevista
por el artículo 129 de la Ley Hipotecaria, que dicte resolución decretando la improcedencia de dicha
venta, por existir cláusulas abusivas en el contrato de préstamo hipotecario, o su continuación sin
la aplicación de las cláusulas abusivas. Además, se faculta expresamente al Notario para que
advierta a las partes de que alguna cláusula del contrato puede ser abusiva. Dichas modificaciones
se adoptan como consecuencia de la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 14
de marzo de 2013, dictada en el asunto por el que se resuelve la cuestión prejudicial planteada por
el Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Barcelona respecto a la interpretación de la Directiva 93/13/CEE
del Consejo, de 5 de abril de 1993.
El Capítulo III recoge diferentes modificaciones a la Ley de Enjuiciamiento Civil con el fin de
garantizar que la ejecución hipotecaria se realiza de manera que los derechos e intereses del
deudor hipotecario sean protegidos de manera adecuada y, en su conjunto, se agilice y flexibilice el
procedimiento de ejecución. En particular, como medida de gran relevancia, se establece la
posibilidad de que si tras la ejecución hipotecaria de una vivienda habitual aún quedara deuda por
pagar, durante el procedimiento de ejecución dineraria posterior se podrá condonar parte del pago
de la deuda remanente, siempre que se cumpla con ciertas obligaciones de pago. Además, se
permite que el deudor participe de la eventual revalorización futura de la vivienda ejecutada. Por
otro lado, se facilita el acceso de postores a las subastas y se rebajan los requisitos que se imponen
a los licitadores, de modo que, por ejemplo, se disminuye el aval necesario para pujar del 20 al 5
por cien del valor de tasación de los bienes. Asimismo se duplica, en idéntico sentido, el plazo de
tiempo para que el rematante de una subasta consigne el precio de la adjudicación.
Se introducen determinadas mejoras en el procedimiento de subasta, estableciéndose que el
valor de tasación a efectos de la misma no podrá ser inferior al 75 por cien del valor de tasación que
sirvió para conceder el préstamo. Anteriormente no existía ningún límite para el tipo de subasta.
Además, en caso de que la subasta concluyera sin postor alguno, se incrementan los porcentajes
de adjudicación del bien. En concreto, se elevaría del 60 por cien hasta un máximo del 70 por cien,
siempre para los supuestos de vivienda habitual.
Este Capítulo recoge también la modificación del procedimiento ejecutivo a efectos de que, de
oficio o a instancia de parte, el órgano judicial competente pueda apreciar la existencia de cláusulas
abusivas en el título ejecutivo y, como consecuencia, decretar la improcedencia de la ejecución o,
en su caso, su continuación sin aplicación de aquéllas consideradas abusivas. Dicha modificación
se adopta como consecuencia de la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 14
de marzo de 2013, dictada en el asunto, por la que se resuelve la cuestión prejudicial planteada por
el Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Barcelona respecto a la interpretación de la Directiva 93/13/CEE
del Consejo, de 5 de abril de 1993.
Por último, el Capítulo IV modifica el Real Decreto-ley 6/2012, de 9 de marzo, de medidas
urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos, tanto en lo que afecta al ámbito de
aplicación, como en lo relativo a las características de las medidas que pueden ser adoptadas.
Adicionalmente, esta Ley incluye un mandato al Gobierno para que emprenda inmediatamente las
medidas necesarias para impulsar, con el sector financiero, la constitución de un fondo social de
viviendas destinadas a ofrecer cobertura a aquellas personas que hayan sido desalojadas de su
vivienda habitual por el impago de un préstamo hipotecario. Este fondo debiera movilizar un amplio
parque de viviendas, propiedad de las entidades de crédito, en beneficio de aquellas familias que sólo
pueden acceder a una vivienda en caso de que las rentas se ajusten a la escasez de sus ingresos.»
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Ayudas a la dependencia: La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía
Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, generalmente conocida como Ley de
Dependencia, reconoció los derechos sociales de quienes no pueden actuar con plena autonomía personal
en la vida cotidiana, bien sea por su avanzada edad o por razones de enfermedad. La Ley de Dependencia
prevé no sólo ayudas económicas directas para las personas que están a cargo de las personas
dependientes en el ámbito familiar, sino también instrumentos de apoyo y servicios sociales a las personas
dependientes establecidos de modo permanente por las Administraciones Públicas, por los agentes
sociales (sindicatos y organizaciones empresariales) y por las entidades sin fines de lucro y organizaciones
no gubernamentales. Se trata, por tanto, de un sistema de protección social en el que participan tanto el
sector público como la sociedad.
Al terminar el año 2011, había en España 752.005 personas (1,6% del conjunto de la población)
acogidas a las prestaciones y demás ayudas previstas en la Ley de Dependencia. 77,7% de estas
personas son mayores de 65 años y el 66,6% son mujeres.
45,4% de las prestaciones económicas se destinan a los cuidadores familiares y no profesionales,
mientras que los sistemas de teleasistencia y los servicios residenciales se financian, respectivamente,
con un 13,5% y un 13,4% de los fondos disponibles para el desarrollo de la Ley de Dependencia.
Predomina, pues, el apoyo a la asistencia y a los cuidados domiciliarios llevados a cabo por cuidadores
familiares no profesionales, frente a los servicios a cargo de profesionales.
■ Actuaciones de la iniciativa social (entidades sin fines de lucro, organizaciones no
gubernamentales y entidades religiosas) en el ámbito de la protección y los servicios
sociales.
«Desde el comienzo de la crisis, … ha realizado un esfuerzo sostenido, tanto en incremento de
medios humanos como económicos y de tiempo, en poder ofrecer una acogida digna y una respuesta
concreta a las necesidades de los ciudadanos que, cada vez más, llaman a nuestras puertas.
Ciudadanos que acuden a nosotros por primera vez, ciudadanos que vuelven después de años de
haber mantenido situaciones estables y, no se nos olvide, ciudadanos que acudían a nosotros de
forma más o menos habitual en tiempos de bonanza, porque la pobreza y la exclusión seguían
existiendo, y ahora en mayor magnitud. Esta situación, junto a la menor disponibilidad de recursos
públicos, ha producido una modificación del contexto donde se desenvuelve nuestro sector.
Pero este nuevo escenario no solo ha puesto en una situación difícil al Tercer Sector de Acción
Social (TSAS), sino también al propio sistema público de atención social general (empleo, vivienda,
sanidad…) y al sistema de servicios sociales en particular. Hoy, más que nunca, se está produciendo
una redefinición de lo que entendemos como público.
Desde nuestro punto de vista, el TSAS, si consigue atemperar la necesidad de volcar gran parte
de sus esfuerzos en su propia supervivencia, podrá aportar, de forma estratégica, su experiencia a
dicha redefinición. Aportación entendida desde el punto de vista de que lo público no es la
Administración, sino aquello de lo que nos dotamos para el bien de lo común. Pero solo podrá ser
así si nos centramos en el qué hacemos y en el cómo lo hacemos. Sin los medios no tenemos
acción. Sin embargo, de cómo respondamos a ese qué y a ese cómo dependerá nuestro rol en la
construcción del nuevo modelo social que comienza a vislumbrarse.
La crisis, tanto por el aumento de las necesidades asistenciales como por la reducción de
recursos económicos para los programas de servicios sociales, está «poniendo contra las cuerdas»,
en algunos lugares, las acciones concretas de inserción dirigidas a colectivos específicos, la acción
social de base y el desarrollo comunitario. En definitiva, un modelo de trabajo ya consolidado. ¿Cuál
es el lugar de la acción social más general, de los proyectos y acciones de carácter especializado,
de las iniciativas comunales, en el ámbito de los servicios sociales hoy?
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Como muy bien expresa el citado Informe de la Fundación FOESSA y Cáritas Española «Exclusión y
desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012», el denominado Tercer sector de acción social (TSA), que
comprende a las organizaciones integrantes de la Plataforma de ONG de Acción Social y de la Plataforma
del Voluntariado de España, al Observatorio de la Red Europea contra la Pobreza EAPN España y a otras
muchas entidades sin fines de lucro, organizaciones no gubernamentales e instituciones religiosas
dedicadas a la acción social en toda España, tiene múltiples dimensiones en nuestro país, que se describen
resumidamente en ese documento (pp. 66 y ss.) del siguiente modo:
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…Es en este contexto donde algunas organizaciones se están preguntando por su supervivencia,
es donde, quizá a contracorriente, queremos proponer una reflexión sobre diferentes enfoques de
nuestra acción, que no son excluyentes entre sí, pero cuyos pesos en nuestras decisiones cotidianas
sí van a determinar cuál pueda ser y seguir siendo nuestro papel en el futuro.
En el ejercicio de la actividad de las organizaciones del TSAS existen dos perspectivas que
interactúan para definir el posicionamiento de su actividad. La primera de ellas se basaría en
aspectos más de carácter cuantitativo. La definimos como la tendencia de las organizaciones a
incrementar su capacidad de respuesta en relación con su misión, donde los resultados se convierten
en la clave para la evaluación de las tareas que concretan su hacer. La segunda se apoyaría más
en elementos de carácter cualitativo. Esta se concreta en la propensión de la organización a primar
sobre otras estrategias aquellas que profundicen en los aspectos de construcción y defensa de los
derechos sociales; los procesos de intervención y participación donde se reconoce a los sujetos son
los aspectos sobre los que pivota la concreción de su misión.
Ambas perspectivas no son contradictorias ni excluyentes entre sí. Aquellas organizaciones
que sepan encontrar una mejor sinergia entre ambas se encontrarán mejor posicionadas en
términos de sostenibilidad y sentido de la acción.
Por otro lado, las organizaciones sociales concretan su misión en un conjunto de actividades
que podemos agrupar en tres grandes bloques: Tareas de asistencia, de promoción y de
transformación.
Las actividades de asistencia son las que entendemos como aquellas que, básicamente, van
dirigidas a las consecuencias de la falta de satisfacción de las necesidades básicas o de supervivencia
(comedores sociales, programas de apoyo al alquiler de vivienda, construcción de infraestructuras
de saneamiento y pozos en países en vías de desarrollo, residencias de mayores...).
Las actividades de promoción son aquellas en las que se busca atacar las causas que han
generado los problemas, predominando un enfoque de individuación de la intervención desde la
capacitación (programas de itinerarios para el empleo, construcción de una escuela de formación
profesional, pisos de inserción…).
Las actividades de transformación buscan la modificación tanto de aspectos individuales como
de elementos estructurales, prevaleciendo perspectivas más relacionadas con el empoderamiento,
la visibilidad de la acción y la sensibilización sobre la misma (programas de participación comunitaria,
creación de redes, construcción de lobbies, formación de líderes, proyectos de reconstrucción del
entramado civil…)…»
El tercer sector está actualmente representado ante los poderes públicos por el Consejo Estatal de
Organizaciones no Gubernamentales de Acción Social, que es un órgano de carácter consultivo de la
propia Administración General del Estado. A través de este órgano se mantiene una plataforma de
asesoramiento, participación y diálogo entre el movimiento asociativo español en el campo de la acción
social y la Administración, que permite articular la participación de aquél en la elaboración de las políticas
sociales públicas.
Componen este Consejo representantes de entidades sociales y de la Administración General del
Estado.
Para su funcionamiento, el Consejo Estatal de Organizaciones no Gubernamentales de Acción Social
se estructura en Pleno y en Comisión Permanente.
En el Pleno están presentes entidades del tercer sector de acción social tanto generalistas o de
actuación transversal como de atención específica a colectivos vulnerables:
Cruz Roja.
Cáritas Española.
Plataforma de ONG de Acción Social.
Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado.
Español EAPN-España.
Red Española de Desarrollo Rural.
Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales.
Plataforma del Voluntariado de España.
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● Organizaciones generalistas o de actuación transversal.
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● Organizaciones de atención específica a colectivos vulnerables.
Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España.
Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad.
Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual.
Confederación Española de Familias de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias.
Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas.
Unión de Asociaciones Familiares.
Plataforma de Organizaciones de Infancia.
Federación de Entidades Cristianas de Tiempo Libre.
Movimiento Scout Católico.
Federación de Mujeres Progresistas.
Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural.
Fundación Secretariado Gitano.
Unión Romaní.
Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España.
Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente.
Coordinadora Estatal VIH-SIDA.
Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales.
Fundación Atenea-Grupo GID.
Las organizaciones del tercer sector social que formaban parte de la Comisión Permanente para el
período 2008-2009 eran las siguientes:
● Organizaciones Generalistas o de actuación transversal.
Cruz Roja.
Cáritas Española.
Plataforma de ONG de Acción Social.
Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español.
Red Española de Desarrollo Rural.
Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales.
Plataforma del Voluntariado de España.
● Organizaciones de atención específica a colectivos vulnerables.
Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas.
Unión de Asociaciones Familiares.
Movimiento Scout Católico.
Coordinadora Estatal de VIH-SIDA.
Fundación Atenea - Grupo GID.
Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente.
El Consejo mantiene una serie de Grupos de Trabajo sobre los temas más importantes objeto de la
actuación del tercer sector de acción social. Estos Grupos de Trabajo son:
● Comisión de Desarrollo del Plan Estratégico.
● Comisión de Calidad.
● Comisión de Comunicación.
● ● ● ● Grupo de Inclusión Social y Empleo.
Grupo de Legislación y Financiación.
Grupo de Género e Igualdad.
Grupo de Voluntariado.
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● Grupo del Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social. Se estructura, a su vez, en 3 Comisiones:
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El Consejo Estatal de Organizaciones no Gubernamentales de Acción Social elaboró y aprobó en
2006 el Primer Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social de 2006 y su Plan de Acción para el
periodo 2007-2010, Se encuentra ahora elaborando el Segundo Plan Estratégico del Tercer Sector de
Acción Social.
Asimismo, este Consejo elaboró y aprobó el año 2011 el Informe de Evaluación del mencionado
Primer Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social, refiriéndose al conjunto de su contenido.
Como conclusiones y recomendaciones generales de este Informe de Evaluación cabe destacar las
siguientes, que se transcriben literalmente:
«1. Conclusiones generales.
El diseño de la puesta en marcha del plan no estaba claro y ha permitido generar dispersión y
falta de conciencia sobre los objetivos a desarrollar y los espacios con poder de decisión, aunque
es adecuado señalar que en sus avances han sido claves los papeles jugados por el Consejo
Estatal, la Plataforma de Organizaciones de Acción Social, personas concretas vinculadas al sector
y el acuerdo de impulso de las cuatro plataformas en las que se aglutina el sector.
● Las dificultades en la operativización y claridad de roles y responsabilidades no han estado
tanto en la estructura de los grupos, que pudieron haber funcionado bien, sino en la dinámica
desarrollada y en el liderazgo desarrollado en cada uno de ellos.
● El plan ha permitido avanzar, aunque insuficientemente, en “engarces” claves como la
articulación con los subsectores existentes y las realidades del tercer sector de acción social en los
niveles autonómicos, provinciales y locales, y ha sido el germen de colaboraciones, relaciones y
trabajos en red.
● La colaboración entre entidades y personas, el fortalecimiento de las redes, la incorporación
de la cultura de la planificación y la calidad, la generación de una propuesta de identidad compartida
y el diálogo en torno a la prestación de servicios sin prejuicios son aportes centrales surgidos de los
espacios generados por el plan.
● En relación al énfasis puesto en la extensión de la gestión de calidad se ha de destacar el
aumento en la demanda de asistencia técnica para la implantación y certificación, complementada
con una oferta y demanda de formación presencial y on-line. Esta apuesta del plan ha aportado a
un impulso que ya estaba presente en el sector previo a su existencia. Los procesos madurativos
de las organizaciones, las exigencias administrativas y las dinámicas de competencia en el mercado
de la prestación de servicios o en requerimientos para subvenciones en sistema de concurrencia
competitiva estaban ya impulsando procesos de gestión de calidad, principalmente en entidades
grandes y en las que participan en redes de segundo nivel.
● Los impactos de un plan de estas características se esperan en un plazo más largo que el
que ha discurrido desde que se asume el plan como principio rector.
● El valor del plan se fortalece en la medida que es acompañado por un plan o estrategia de
comunicación, que no ha estado presente en éste.
● Este plan se ha convertido en una referencia, y gran parte de su contenido, aun habiendo
pasado los años, tiene valor en el nivel ideológico.
● El primer plan ha establecido un punto de partida que hay que continuar. Deja asentadas
unas bases y una experiencia muy valiosa. Ha permitido delimitar bien el ámbito de relación dentro
del sector y ha capacitado para la participación.
● El proceso de preparación del segundo plan (en la metodología y en la expectativa hacia el
producto final, su dimensión y utilidad) es necesario tener en cuenta algunos principios básicos: que
no sea muy pretencioso, práctico, que actualice y contextualice la dimensión filosófica y política del
sector, que recoja la complejidad, centrado en objetivos y acciones compartidas, con actuaciones
que deberán desplegar diferentes actores (de primer, segundo y tercer nivel, en espacio local,
autonómico, estatal y europeo). Puede ser un plan “modular” “plan global” (frente el concepto común
de “plan estratégico”), que permite un despliegue con distintos niveles de intensidad y concreción.
● El nuevo plan no debe olvidar la orientación en la relación con las Administraciones Públicas
y el reconocimiento del sector como agente social, la capacidad de incidencia (con recursos no
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2. Recomendaciones generales para un nuevo Plan.
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Las conclusiones y recomendaciones del Informe de Evaluación del Consejo Estatal de Organizaciones
no Gubernamentales del Tercer Sector de Acción Social sobre el Primer Plan Estratégico del mismo
expresan con claridad su situación, preocupaciones y desafíos en la actualidad, por lo que deben también
ser tenidas en cuenta.
En todo caso, la financiación de las organizaciones y actividades del Tercer Sector de Acción Social
se encuentra también sometida a fuertes tensiones, como demuestra, a modo de ejemplo, que la Obra
Social en colaboración del conjunto de las Cajas de Ahorro ha pasado de 778 millones de euros a 362
millones en 2011, según la Confederación Española de Cajas de Ahorros. Esta cifra será previsiblemente
inferior 2012 por el proceso de concentración y saneamiento del sistema financiero.
cve: BOCG_D_10_218_1453
vinculados a una presencia en los medios sino en disponer de una agenda concreta en cada uno
de los niveles –europeo, estatal, autonómico, local, tanto público como privado), la imagen que
proyecta el Tercer Sector de Acción Social a la población, la importancia de la labor reivindicativa y
movilizadora, la consolidación de una identidad compleja y amplia (profundizar en sus definiciones,
su vínculo con el resto del Tercer Sector, dinámicas internas del sector y de las organizaciones), la
consolidación de alianzas internas y externas, el avance en los procesos de estructuración y
confluencia del sector (representación, liderazgo, participación, ,relaciones de confianza, generación
de conocimiento compartido) y la construcción de una sociedad más justa y humana desde
posiciones proactivas. Todo ello desde una justificación anclada en un profundo análisis del contexto
actual y las previsiones de su evolución, y considerando que el Tercer Sector y sus organizaciones
no son el único catalizador de los anhelos y deseos de la ciudadanía, compartiendo su protagonismo
y liderazgo con otras experiencias frescas y poco rígidas. Esta circunstancias deben animara
avanzar al sector hacia mecanismos más permeables de vinculación, participación y pertenencia a
las organizaciones del sector, y la representatividad plural y abierta de grupos, zonas, colectivos…
● Habiendo considerado que la cultura de la calidad y de la mejora de la gestión ha sido un
aporte al que ha contribuido el primer plan, el segundo puede avanzar en esta línea considerando
que es necesario dar tiempo para asentar las nuevas prácticas de mejora en la gestión. A ello se
puede unir el reconocimiento de la existencia en el sector de prácticas de mejora de la gestión
previas a la extensión e implantación de los sistemas formalizados, y la necesidad de incorporar a
los modelos, normas y sistemas que se impulsan elementos relacionados con el valor añadido de
las entidades del sector cuando prestan servicios de responsabilidad pública y cuando desarrollan
el resto de sus funciones.
● Otro aspecto en el que puede avanzar el segundo plan es la búsqueda de la sostenibilidad
y la financiación, así como los efectos que esta búsqueda genera en las dinámicas de cada
organización y de todo el sector. Es necesario seguir atendiendo la evolución del marco normativo
y de la aplicación de los sistemas de subvenciones (atender la modificación de partidas, agilidad de
pagos, adaptación para entidades medianas y pequeñas…), de la financiación de la prestación de
servicios de responsabilidad pública (partidas, pagos, condiciones laborales, debate social sobre el
sostenimiento de los servicios…) y del marco fiscal en la dichas prestaciones y en las actividades
de interés general que promueven las entidades del sector.
● Un nuevo plan no puede surgir de un escenario difuso de roles. Partiendo de la claridad de
que es un plan del Tercer Sector de Acción Social (no del Consejo), que actúa como su sujeto a
través de las estructuras en las que se agrupa, desde el inicio debe ser aclarado el papel del Consejo
Estatal y de las plataformas y estructuras del sector, el papel de la Administración Pública y su
participación en el diseño y ejecución en un plan que es del sector y para el sector, y que no es ni un
plan conjunto (entre el sector y lo público) ni un plan público o “tutelado” por lo público, ya que en ese
caso sería un plan para la promoción del sector. Estas clarificaciones son de carácter político, no
técnico, y deben ser resueltas antes de que se inicie el diseño para la elaboración del nuevo plan.
● Además de los roles y su clarificación, se hace necesaria una identificación inicial de los
agentes, internos y externos, involucrados (a diferentes niveles y con distintas responsabilidades)
en su diseño y en su ejecución.
● Finalmente, considerando que el plan que finaliza ha posibilitado la creación de algunos
discursos compartidos, el segundo plan debe poner una importante atención a la coherencia de la
práctica de las organizaciones (interna y externa) y esos mismos discursos.»
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V. 2. RECOMENDACIONES.
A la vista de todo el trabajo realizado por la comisión especial de estudio sobre las nuevas formas de
exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo durante la pasada y la presente
Legislaturas, podemos afirmar que hoy la exclusión social, y particularmente, una política de lucha contra
la exclusión social debe ser prioritaria.
Del anterior epígrafe de Conclusiones se deduce la gravedad de la situación actual. Partiendo de este
diagnóstico, es preciso establecer recomendaciones que traten de dar soluciones a la situación social y
económica actual de tantas familias españolas. Recomendaciones que a continuación detallamos:
Primera. Elaboración y ejecución de un Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social.
1) Impulsar la inclusión social a través del empleo de las personas más vulnerables, en
especial aquellas con responsabilidades familiares de niños/as, para reducir los niveles de pobreza
y exclusión, asegurando tanto un nivel de renta digno como una oferta de servicios sociales y de
empleo capaces de mejorar su nivel de empleabilidad.
Para ello es necesaria una coordinación eficaz entre los servicios sociales que son los más
cercanos a las personas vulnerables y los servicios de empleo, que cuentan con recursos para la
mejora de la empleabilidad. En definitiva, adaptando las políticas activas de empleo a las necesidades
específicas de estas personas y adecuando la orientación e intermediación laboral por parte de los
servicios públicos de empleo y de las agencias de colocación a sus niveles de empleabilidad para
la mejora de esta.
Además, también es preciso asegurar el acceso a los servicios de empleo y sociales de las
personas con menores a cargo (familias monoparentales, familias numerosas, familias con menores
dependientes) y mejorando las condiciones de conciliación de vida personal y laboral de estas
personas.
Y todo ello procurando una adecuada combinación de prestaciones económicas y empleo,
según las necesidades de las personas y de sus familias y revisando la fiscalidad individual y
familiar.
2) Reforzar la activación laboral desde el propio trabajo de intervención de los servicios
sociales y también desde el apoyo que las personas vulnerables requieren de otros servicios
públicos, como la garantía de ingresos, la educación, la sanidad o la vivienda, para favorecer la
autonomía de las personas.
3) Poner al servicio de las personas con menores niveles de empleabilidad los dispositivos de
educación a lo largo de toda la vida como mecanismo clave de inserción laboral e inclusión social.
En este objetivo cabría incluir:
- Lucha contra el abandono escolar.
- Fomento de la formación dual como mecanismo que favorece el aprendizaje permanente de
los trabajadores.
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Se propone elaborar y ejecutar un Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social en el que se
identifiquen los principales retos y desafíos en materia de pobreza y exclusión social en España, con un
enfoque estratégico de inclusión activa en tres ejes con especial atención a la pobreza infantil: acceso al
mercado laboral y la promoción de unos mercados de trabajo inclusivos, la garantía de ingresos mínimos
ligados a la activación y el acceso a servicios de calidad en educación, sanidad, justicia y vivienda.
En este Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social habrá de tener cabida la atención a los
grupos más vulnerables como personas mayores, personas con discapacidad, población gitana, personas
sin hogar, personas reclusas y ex reclusos etc.
Entendiendo que la mejor política pública contra la exclusión social y que además evite la «cronificación
en la prestación», es integrar las políticas sociales con políticas de empleo, se insta a la puesta en
marcha de estrategias que combinen la inserción por la vía laboral con el apoyo a colectivos más
desfavorecidos a través del mantenimiento de niveles de protección social que permitan desarrollar una
vida digna y una mayor cohesión social y económica.
Así, los objetivos a priori de este Plan Nacional serían, atendiendo de forma prioritaria a la pobreza
infantil:
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- Impulsar el reconocimiento de competencias adquiridas no formalmente y la formación de
adultos.
- Mejorar la coordinación entre los servicios sociales y los servicios educativos para atender
con la intensidad necesaria a las familias más vulnerables.
- Promover la participación de las familias y de las niñas y niños en la definición e implantación
de programas y medidas.
4) Prevenir y atender las situaciones de exclusión social y laboral originadas por motivos de
salud y discapacidad. Garantizando una sanidad y servicios sociales bajo los principios de igualdad
y calidad de la atención y reforzando su coordinación con los servicios de empleo y de garantía de
rentas. Con especial atención a la detección y atención desde los servicios sanitarios de situaciones
de exclusión social como los casos de violencia dentro de la familia y violencia de género,
coordinando las actuaciones con los servicios sociales así como fomentar la participación activa de
las personas con discapacidades en la sociedad.
5) Facilitar la movilidad laboral, la emancipación de los jóvenes y el acceso a la vivienda de
personas y familias con escasos recursos, especialmente donde haya niños y niñas. Proteger la
situación de deudores hipotecarios sin recursos.
6) Impedir que el incremento de personas con dificultades económicas conduzca a un
incremento de la exclusión social.
Este nuevo Plan tendrá por objetivo transversal la lucha contra la pobreza infantil para fomentar el
bienestar de la infancia en situación de riesgo o excusión social, evitando de esta manera la transmisión
intergeneracional de la pobreza y la pérdida de capital humano, que estará vinculado a la Recomendación
de la Comisión Europea de 20 de febrero de 2013 «invertir en la infancia» que fija un marco común
europeo para luchar contra este fenómeno, a través del acceso a recursos adecuados y apoyo a los
hogares, del acceso a servicios de calidad y de la participación infantil.
En definitiva, instar al Gobierno a la elaboración, seguimiento y evaluación con la implicación y
participación de todos los actores vinculados al ámbito de la lucha contra la pobreza y la exclusión social
en España de un Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad está impulsando un Pacto por la Sanidad y los
Servicios Sociales, para mejorar la calidad de vida de las personas, sus familias y su entorno a través de
la garantía de continuidad de estos servicios, coordinando y optimizando los recursos sociales y sanitarios.
Dicho pacto requerirá de la cooperación y el consenso de todas las administraciones con competencia en
la materia.
Así y como primer paso, el pasado 16 de enero de 2013 el Consejo Territorial de Servicios Sociales y
Dependencia, aprobó el Catálogo de Referencia de Servicios Sociales, al objeto de reunir en un documento
las prestaciones de referencia a los que podrían acceder las personas en el conjunto del territorio estatal,
estableciéndose asimismo unos principios de calidad y buen uso comunes partiendo que la definición y
garantía de las prestaciones y servicios que incluye es, con carácter general, competencia exclusiva de
las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla, sin perjuicio de determinadas normas estatales
que regulan determinadas prestaciones.
Su proceso de elaboración, iniciado en marzo de 2012, se ha articulado mediante la creación de un
grupo de trabajo con todas las comunidades autónomas, las ciudades de Ceuta y de Melilla y la Federación
Española de Municipios y Provincias (FEMP), cuyo objetivo ha sido recabar y unificar la información
relevante en materia de servicios sociales en todo el territorio del Estado. El análisis de toda esta
información, junto al de la normativa, catálogos y carteras de servicios sociales existentes en las
comunidades autónomas así como la doctrina en la materia, ha desembocado en la redacción de este
documento que se sometió en primer lugar a la Comisión Delegada de Directores Generales de Servicios
Sociales e Inclusión Social para su aprobación posterior.
En este proceso igualmente ha participado el tercer sector a través del Consejo Estatal de ONG de
Acción Social, al que se remitió el texto para su valoración y observaciones.
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Segunda. Catálogo de referencia de Servicios Sociales.
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Junto a la necesidad de garantizar unos estándares de calidad en la prestación de los servicios
sociales, es necesario también establecer un marco de derechos y deberes de las personas usuarias y de
los profesionales, que contribuya al buen uso, al uso responsable de los servicios, la equidad y la eficacia.
La estructura del catálogo se ha articulado esencialmente por la tipología de las prestaciones,
distinguiendo entre:
Prestaciones de servicios: actuaciones que realizan los equipos técnicos orientadas a atender las
necesidades sociales y favorecer la inserción social de los ciudadanos y ciudadanas, familias y grupos de
población. Estas prestaciones que se pueden desarrollar desde equipamientos, programas, servicios,
unidades administrativas y equipos multiprofesionales, entre otros se agrupan en 7 ejes temáticos que
responden a su vez a diversas situaciones de necesidad social:
Información, orientación, asesoramiento, diagnóstico y valoración
Autonomía personal, atención en el domicilio y respiro familiar
Intervención y apoyo familiar
Intervención y protección de menores
Atención residencial
Prevención e inclusión social
Protección jurídica
Prestaciones económicas: aportaciones económicas, de carácter periódico o pago único, ofertadas
para garantizar mínimos de subsistencia o situaciones de emergencia sobrevenidas a los ciudadanos.
Hablamos de:
Renta mínima de inserción
Ayuda para víctimas de violencia de género
Prestaciones económicas para personas en situación de dependencia
Otras prestaciones económicas
Además, incorpora un apartado destinado a los principios inspiradores que orientarán las prestaciones
y servicios contemplados en el mismo, y que intentan ser un reflejo de los existentes en las diferentes
leyes de servicios sociales así como en las carteras/catálogos de las comunidades autónomas.
También se proponen unos criterios comunes de calidad, que adoptan un doble marco: el europeo y
el propio del sistema público de servicios sociales.
En aras a reconocer la gran labor de la iniciativa social ya sean entidades sin ánimo de lucro y
organizaciones no gubernamentales en la labor de inclusión social, la tercera recomendación iría
encaminada a impulsar el diálogo social con el tercer sector con el fin de progresar hacia un sistema de
diálogo y participación permanente.
Partiendo de la creación del Consejo Estatal de ONG de Acción Social en 1999, la situación actual
provoca que sea necesario explorar nuevas vías de colaboración a través de un sistema de interlocución
permanente entre la Administración del Estado y el Tercer Sector, en cuanto que es una herramienta
eficaz y un aliado necesario de las Administraciones públicas para actuar ante las situaciones de
precariedad.
Se trata, por tanto, de hacer del Tercer Sector un instrumento profesionalizado de apoyo a las
Administraciones públicas en todas las políticas sociales.
Así, es preciso destacar la reciente creación de una Comisión para el Diálogo Civil con la Plataforma
del Tercer Sector con el fin de institucionalizar la colaboración, cooperación y diálogo permanente entre la
Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad y la Plataforma.
Con la creación de esta comisión se refuerza la participación de la sociedad civil.
Entre las funciones más importantes de esta Comisión estaría la de garantizar y fortalecer la
interlocución del Tercer Sector del ámbito social en el diseño y aplicación de las políticas públicas de
inclusión social que sean competencia de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.
En este sentido también se acuerda impulsar una decidida campaña institucional explicativa del
significado y trascendencia de marcar la casilla de «Fines sociales» en la Declaración Anual del Impuesto
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Tercera. Diálogo social con el Tercer Sector.
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Sobre la Renta de las Personas Físicas, con el fin de dedicar el 0,7% a programas que trabajen en el
ámbito de la acción social y de cooperación al desarrollo.
Por ello se ha firmado un convenio de colaboración entre el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales
e Igualdad y la Plataforma de ONG de Acción Social, para el diseño y realización de un programa de
información y difusión de las actividades ejecutadas por las organizaciones sociales mediante el desarrollo
y cofinanciación de una campaña de información sobre los fines sociales en la declaración del Impuesto
de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del año 2013.
Esta campaña tiene como objetivo general ofrecer información a los contribuyentes sobre el destino
de los fondos derivados de la asignación tributaria a través del 0,7% del IRPF destinado a «fines de interés
social». Por tanto, promoverá dicha información sobre los programas sociales desarrollados con los
fondos recaudados a través del 0,7% del IRPF, los colectivos atendidos y los sistemas de control interno
y externo que garantizan la transparencia de su gestión.
La Dirección General de Servicios para la Familia y la Infancia, ha participado con una financiación de
100.000,00 euros.
Cuarta. II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia (2013-2016).
- El primer objetivo general tiene 3 objetivos específicos referidos a la información necesaria
para llevar a cabo la totalidad de los medios y la coordinación y colaboración dirigida a su logro.
- El resto, directamente relacionados con la memoria de la protección y el buen trato a la
infancia y adolescencia en el marco de sus derechos.
En el último de los objetivos se han integrado las medidas correspondientes a la participación infantil
y los entornos adecuados, entendiendo que estos últimos son el eje fundamental para que sea eficaz y
factible su formación como ciudadanos activos y responsables.
Es preciso destacar el objetivo número dos referido al apoyo a las familias dirigidas a avanzar en la
promoción de políticas de apoyo a estas en el ejercicio de sus responsabilidades en el cuidado, la
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Este Plan constituye un marco de cooperación de todas las Administraciones Públicas, tanto la
Administración General del Estado, como de la autonómica y la local, además de otros agentes sociales
implicados en los Derechos de la infancia, tales como la Plataforma de Organizaciones de Infancia. Su
aprobación supone una apuesta estratégica y de legislatura de situar a la infancia como prioridad de la
agenda política.
El proceso de elaboración del II Plan ha sido participativo, en él han colaborado las administración
públicas autonómicas, locales y del Estado, y las principales ONG de infancia a través de múltiples
reuniones bilaterales así como órganos participativos y consultivos tales como la Comisión de Directores
Generales de Infancia de las CCAA, la conferencia sectorial de asuntos sociales y el observatorio de
infancia en el que participan todas las administraciones públicas competentes y el movimiento asociativo.
Dicho observatorio lo informó favorablemente el pasado 30 de noviembre.
Por primera vez, se incluye una estimación presupuestaria de las medidas propuestas que han
realizado las diferentes administraciones públicas responsables de su ejecución.
Se propone promover desde los poderes públicos la máxima satisfacción de las necesidades básicas
de la infancia y la garantía total de sus derechos, en estrecha colaboración con todos los agentes
implicados en el bienestar infantil y en la conquista de un ambiente sociocultural favorable y seguro para
un óptimo desarrollo de sus capacidades.
Invertir en la infancia es fundamental para romper el círculo de la pobreza y reducir las desigualdades
existentes en la sociedad.
En este sentido, la pobreza y exclusión social de la infancia, son temas especialmente sensibles y
complejos, ya que dada su naturaleza muldimensional, no pueden abordarse únicamente desde la
perspectiva económica sino de forma integrada reconociendo la necesidad de apoyar a las familias con
hijos, fomentando el acceso al mercado laboral de los padres y madres, adoptando medidas de conciliación,
respaldando a los hogares con bajos ingresos, facilitando el acceso a servicios de calidad (sanitarios,
educativos, vivienda y entorno favorable) y fomentando la participación de los niños en las políticas que
les afecten. Sólo en ese enfoque holístico, se conseguirá reducir la tasa de pobreza y exclusión social de
los niños y se favorecerá su bienestar.
Contempla 8 objetivos, agrupados y desglosados de la siguiente manera:
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educación y desarrollo integral de los niños y facilitar la conciliación de la vida laboral y familia. Pasando
por medidas tales como:
- Promover programas de atención integral a las familias y a estos menores, conjugando de
manera flexible y eficaz la atención intensificación de las actuaciones ante los grupos más
vulnerables: niños en familias de origen extranjero, familias mono parentales, familias numerosas,
familias con parte de sus miembros en paro, niños tutelados en situación a la vida independiente,
entre otros colectivos.
- Elaboración de un Plan Integral de Apoyo a la familia.
Otro objetivo que merece ser resaltado es el número cuatro, que gira en torno a protecciones e
inclusión social. Este objetivo pretende potenciar la atención e intervención social a la infancia y
adolescencia en situación de riesgo y/o en situación de exclusión social, estableciendo criterios compartidos
de calidad y prácticas susceptibles de evaluación. Para ello apuesta por:
- Proponer modelos de intervención para combatir la pobreza infantil: elaboración de un
instrumento práctico, con la participación de niños y adolescentes y actores clave, para definir los
modelos de intervención con la población infantil excluida.
- Incorporar la pobreza infantil como objetivo estratégico prioritario e los Plan Nacional de
Acción para la Inclusión Social, teniendo en cuenta los programas nacionales de reformas anuales
en el marco de la Estrategia Europea 2020.
Se acuerda establecer nuevos instrumentos para facilitar el crédito a la economía real y proporcionar
fórmulas de financiación no bancaria, para las pequeñas y medianas empresas, en línea con las medidas
llevadas a cabo desde el Gobierno y en coherencia con la reforma financiera actualmente en curso. Cabe
mencionar el «Plan de estímulo económico y apoyo al emprendedor» que incluye medidas para aumentar
la financiación que reciben las PYMES y los autónomos por valor de 45.000M€. Este plan incluye muchos
de los compromisos adquiridos en el marco del MoU y añade medidas complementarias orientadas hacia
la mejora del acceso a la financiación de las PYMES.
Todo este paquete de medidas tiene una doble finalidad. Desde el punto de vista coyuntural, trata de
aliviar la restricción de crédito a la que se enfrentan las empresas españolas y, muy especialmente, las
pymes. Desde una perspectiva estructural, se pretende impulsar una mayor diversificación de las fuentes
de recursos de las empresas y fomentar una oferta de financiación más variada, flexible y adaptada a las
necesidades de las compañías en función de su estadio de desarrollo. Esta desintermediación bancaria
permitirá, además de reducir la vulnerabilidad del tejido empresarial respecto de las variaciones del crédito
concedido por las entidades bancarias, promover el desarrollo de los mercados de capitales nacionales,
atraer capitales extranjeros, profesionalizar la gestión de las empresas españolas y fomentar su
crecimiento.
Desarrollar el Estatuto de Joven Empresa Innovadora (JEI) previsto en la nueva Ley de la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación. La JEI deberá destinar al menos un 15% de su gasto a I+D+i, tener menos de
6 años y un plan de negocios evaluado favorablemente por el CDTI.
Este carácter de JEI debería tener un conjunto de ventajas en el acceso al apoyo público y, además,
se está estudiando la forma de optimizar los posibles de beneficios fiscales (impuesto de sociedades,
bonificaciones a la Seguridad Social).
Creación del sello de PYME innovadora. Validación oficial que reconoce la condición de Pyme
innovadora. Se trabaja en el procedimiento para su obtención, periodo de validez y ventajas: elemento de
prestigio y reconocimiento para la empresa; Beneficios fiscales (compatibilidad entre bonificaciones de las
cuotas a la SS y deducción impuestos de sociedades); actuaciones de apoyo especiales (financiación del
80% de los coste de estudios de vigilancia tecnológica, certificación de informes motivados, etc.).
Impulso de la Compra Pública Innovadora mediante el establecimiento de un marco normativo
adecuado y la introducción de aquellas condiciones que permitan valorar positivamente la innovación, con
objeto de fortalecer el papel tractor en materia de innovación de la Administración Pública. Objetivo anual
alcanzar 3% de su presupuesto en inversiones a través de CPI (40% PIB gasto público. 13% PIB licitación
pública).
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Quinta. Medidas para favorecer el emprendimiento y el empleo y desarrollo rural.
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Mejorar la capacidad de ocupación de las personas en situación de desempleo.
Aumentar, de acuerdo con las Comunidades Autónomas, la eficacia de los recursos destinados a la
formación y a las políticas activas de empleo, especialmente para aquellas personas desempleadas.
Como competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas, realizar itinerarios personalizados
para la inserción laboral: con innovación continua de políticas de información, acompañamiento y
orientación en la búsqueda de empleo y de formación profesional.
Programas de formación y trabajo para personas en paro de larga duración con baja cualificación y sin
experiencia profesional, como uno de los objetivos estratégicos del Plan Anual de Política de Empleo.
Incrementar la oferta educativa de plazas de formación profesional reglada hasta cubrir las insuficiencias
en la oferta respecto de la demanda registradas en los últimos años. Continuar el proceso de reforma de
la formación profesional a través del estudio de experiencias europeas como la formación dual alemana
cuyos dos requisitos son la extensión de la formación en el centro de trabajo y la vinculación mediante un
contrato que regula la actividad laboral en las empresas.
Mantener el impulso iniciado para formar y proteger a los desempleados con baja cualificación a
través del fomento de los contratos a tiempo parcial que permitan la asistencia a centros de formación
donde adquirir una cualificación en profesiones de futuro, además de mantener el contacto con el mercado
de trabajo.
Desarrollar la estrategia de emprendimiento y empleo joven, en línea con las propuestas de garantía
de formación y de empleo acordadas en la Unión Europea. Este plan incluirá, en todo caso:
Continuar apoyando la protección de los trabajadores del campo afectados por inclemencias climáticas
que impacten negativamente en el empleo del ámbito rural así como a través del Programa de Fomento de
Empleo Agrario y más en concreto el programa Generador de Empleo Estable, que permite dinamizar e
impulsar la inserción de los trabajadores desempleados en actividades emergentes dentro del sector agrario.
Continuar con el programa PREPARA estableciendo su prórroga automática hasta que la tasa de paro
no baje del 20%.
Continuar con proceso el diálogo social continuado en la línea del que ha servido para la elaboración
de la Estrategia para el Emprendimiento y el Empleo Joven.
El mundo rural, supone el 90 % de nuestro territorio e integra un 20 % de la población. Un porcentaje
que puede elevarse al 35 % si se incluyen las zonas periurbanas. España es pues un país predominantemente
rural, y no es posible realizar ninguna política de vertebración del Estado sin una atención singular a esta
evidencia. Hay que tener en cuenta que en este medio se desarrollan actividades económicas tan
importantes como la agricultura, la ganadería y la producción forestal, sectores económicos que no sólo
proporcionan empleo, sino que también tienen fuertes vínculos con otras actividades económicas
desarrolladas en las zonas rurales, como son la producción de alimentos, el desarrollo de la industria
agroalimentaria, y el turismo rural. Además, en este inmenso espacio, se encuentran la totalidad de
nuestros recursos naturales y una parte significativa de nuestro patrimonio cultural. Ante la crisis, es
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- Medidas específicas para los menores de treinta y cinco años con experiencia profesional
pero que no han concluido los ciclos de formación reglada, universitaria o formación profesional y
también para jóvenes formados que necesiten su primera experiencia de trabajo.
- Medidas para adecuar la educación y la formación que reciben a la realidad del mercado de
trabajo y reducir la tasa de abandono escolar temprano.
- Medidas para fomentar el emprendimiento y el trabajo por cuenta propia entre los jóvenes
menores de 30 años, como la implantación de una cuota inicial reducida, la compatibilización de la
prestación por desempleo con el inicio de una actividad por cuenta propia, o la ampliación de las
posibilidades de aplicación de la capitalización de la prestación por desempleo.
- Establecer un marco fiscal más favorable para el autónomo que inicia una actividad
emprendedora con el objetivo de incentivar la creación de empresas y reducir la carga impositiva
durante los primeros años de ejercicio de una actividad.
- Medidas destinadas a incentivar la incorporación de jóvenes a las empresas de la economía
social, así como estímulos a la contratación de jóvenes en situación de desempleo.
- Medidas relacionadas con la mejora de la intermediación laboral, cuya eficacia hace necesario
eliminar cualquier traba que obstaculice la rápida cobertura de los puestos de trabajo disponibles
permitiendo que cualquier persona tenga conocimiento de las ofertas de empleo.
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necesario poner en valor nuestras capacidades. De los 8.112 municipios españoles, 7.891 son rurales. Es
difícil entender una organización eficiente de nuestro país si no tiene en cuenta esta singularidad.
Nuestro medio rural, y más en medio de la crisis, no pueden ser vistos como un ámbito subsidiado y
subsidiario, o como un marco de segunda categoría en la calidad de vida de los ciudadanos. Se debe
recordar que el notable salto económico experimentado en nuestro país durante las últimas décadas, con
mejoras significativas en los niveles de renta y bienestar, no ha sido armónico entre el medio rural y el
medio urbano.
Todavía persisten importantes diferencias a nivel económico y social entre el medio rural y el medio
urbano. Un diferencial que corre el riesgo de acentuarse con la crisis cuando, paradójicamente, el medio
rural está sirviendo de refugio ante la misma.
Es necesario que se desarrollen políticas que se dirijan precisamente a afrontar todos estos retos
socioeconómicos y medioambientales, especialmente frenar el envejecimiento y la despoblación,
incrementar la productividad de las explotaciones agrarias, garantizar una renta adecuada a los agricultores
y asegurar un manejo sostenible de los recursos naturales.
En estas razones se apoyaron las Cortes Generales para el 13 de diciembre del año 2007 aprobar la
Ley 45/2007 para el desarrollo sostenible del medio rural. El fin de esta ley era la mejora de la situación
socioeconómica de la población de las zonas rurales y el acceso a unos servicios públicos suficientes y
de calidad, concediendo una atención preferente a las mujeres y los jóvenes, de los cuales depende en
gran medida el futuro del medio rural. Para la aplicación de esta Ley se aprobó en el año 2010 el Programa
de Desarrollo Rural Sostenible (PDRS), como principal instrumento de trabajo en el que se concretan las
medidas de la política rural y los procedimientos y medios para llevarla a cabo. Dicho programa se basa
en los resultados del estudio sobre el análisis y diagnóstico del medio rural en España. En la elaboración
de estas propuestas y del conjunto del Programa participaron activamente todas las administraciones
públicas, así como los principales agentes económicos, ambientales y sociales con especial sensibilidad
hacia el medio rural español.
Sin embargo, y a pesar del esfuerzo realizado, lo cierto es que la aplicación de esta ley y del Programa
mediante los planes de zona rural, no ha tenido el éxito esperado, en parte por su contenido complejo y
ambicioso y en parte por la situación económica del país.
Por este motivo, esta aplicación debe ser reformulada, modificando determinados aspectos que
permitan hacer la Ley 45/2007 más operativa y práctica, con mecanismos que faciliten su puesta en
marcha en todas las comunidades autónomas que opten por su aplicación. Esta nueva ley, junto con las
políticas comunitarias de desarrollo rural y con otras acciones estratégicas para el medio rural, debe servir
para garantizar que el medio rural español se vea beneficiado por todas las políticas iniciadas y previstas.
El nuevo texto debería establecer un conjunto de instrumentos, estrategias y medidas más concretas,
que vayan desde el apoyo a la agricultura territorial y el fomento de la diversificación económica en el
medio rural, a la dotación de infraestructuras, equipamientos y servicios básicos, tecnologías de la
información y comunicación y otras medidas relacionadas con la utilización sostenible de los recursos
naturales, en particular con el agua o las energías renovables.
En definitiva, se debe seguir apostando por la aplicación de políticas y planes que permitan el desarrollo
del medio rural español, y en particular, de las zonas rurales más desfavorecidas, con el objetivo prioritario
de luchar contra su despoblamiento y avanzar hacia una distribución equilibrada de la población.
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Palacio del Senado, 3 de junio de 2013.—La Presidenta de la Comisión, María José García-Pelayo
Jurado.—La Secretaria Primera de la Comisión, Mónica Almiñana Riqué.
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VOTOS PARTICULARES
NÚM. 1
Del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió (GPCIU)
El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Convergència i Unió, al amparo de lo establecido en el
Reglamento de la Cámara, formula mediante este escrito un voto particular al Informe elaborado por la
Ponencia de la Comisión Especial de Estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como
consecuencia del fuerte incremento del desempleo.
En consecuencia, anuncia el propósito de defender ante el Pleno del Senado este voto particular
manteniéndolo en los siguientes términos:
TEXTO DEL VOTO PARTICULAR
Desde una perspectiva global, apuntar como puntos coincidentes de discrepancia en más de una de
las recomendaciones aprobadas, la elusión de las competencias exclusivas que ostentan las comunidades
autónomas en materia de servicios sociales, sanidad, educación o políticas activas de empleo; además
de no concretar quien deberá asumir la financiación de las medidas planteadas, puesto que no hay que
olvidar que son muchos los ámbitos en los que la gestión de las políticas corresponde a las Comunidades
Autónomas, si bien también la administración central participa en su financiación.
En este sentido, muchas de las medidas contempladas y que podemos compartir requieren de un
incremento o restablecimiento de la dotación presupuestaria en los próximos Presupuestos Generales del
Estado para que sean efectivas (políticas sociales: programas conveniados entre el Estado y las CCAA para la
atención a la dependencia, programa de servicios sociales, conocido como Plan Concertado, para financiar las
prestaciones básicas de los servicios sociales de atención primaria; políticas activas de empleo, protección de
los trabajadores de campo afectados por inclemencias climáticas, programas de desarrollo rural, entre otros).
De manera particular, sobre la recomendación tercera —Diálogo social con el tercer sector— nuestro
Grupo Parlamentario añadiría específicamente un par de incisos.
En primer lugar, contar con la participación en cualquier actividad que se lleve a cabo en el marco de
la «Comisión para el Diálogo Civil», de la «Taula d’Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya».
Y en segundo, reiterar nuestra propuesta de recomendación núm. 5 en la que se solicitaba: «Establecer
medidas y criterios de coordinación y transparencia que permitan a los Gobiernos de las Comunidades
Autónomas participar en la gestión que la Administración General del Estado realice sobre lo recaudado
por vía del 0,7% del IRPF para finalidades sociales».
Por último, acerca de la segunda recomendación —Catálogo de referencia de Servicios Sociales—
insistir en el carácter de catálogo de referencia, en ningún caso de obligado cumplimiento por parte de las
comunidades autónomas.
Palacio del Senado, 4 de junio de 2013.—El Portavoz, Josep Lluís Cleries i Gonzàlez.
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El Grupo Parlamentario Catalán en el Senado comparte la necesidad de establecer recomendaciones,
en el seno de la Comisión especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como
consecuencia del fuerte incremento del desempleo, que traten de dar respuesta a la situación social y
económica actual de un número importante de familias y situar en un lugar prioritario las políticas de lucha
contra la exclusión social, ahora bien, todo ello con el debido consenso entre todas las fuerzas
parlamentarias. Nuestro Grupo Parlamentario quiere dejar constancia del insuficiente consenso alcanzado
en la redacción final del informe de la ponencia, prueba de ello es la no incorporación de prácticamente
ninguna de las propuestas de recomendaciones presentadas por CIU.
Centrándonos en las recomendaciones finales recogidas en el informe de la ponencia cabe destacar
que nuestro Grupo Parlamentario comparte en esencia o de manera parcial la mayoría de ellas, ahora
bien, con puntos de desacuerdo y, a su vez, echa en falta que se traten problemáticas de suficiente
enjundia para constituir una recomendación monográfica como la necesidad de: financiar de nuevo las
políticas activas de empleo que ejecutan las CCAA; arbitrar medidas de financiación de las políticas
sociales de vivienda; consolidar unas políticas de financiación de la atención a la dependencia hoy
cuestionadas; o recuperar la participación del Estado en la financiación de múltiples programas que
persiguen la minimización de la exclusión social.
Analizando en su conjunto y cada una de las recomendaciones podemos señalar que:
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NÚM. 2
Del Grupo Parlamentario Socialista (GPS)
En nombre del Grupo Parlamentario Socialista me dirijo a esa Presidenta al amparo de lo establecido en
el artículo 117.1 del Reglamento de la Cámara, formula, mediante este escrito, un voto particular al Dictamen
de la Comisión Especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del
fuerte incremento del desempleo sobre el Informe elaborado por la Ponencia de dicha comisión.
Asimismo, en cumplimiento del art. 117.3, anuncia el propósito de defender ante el Pleno del Senado
este voto particular en relación con los votos particulares formulados por este grupo parlamentario a las
conclusiones y a las recomendaciones de dicho Informe.
Se adjunta el texto de los dos votos particulares formulados por este Grupo Parlamentario al Informe
de Comisión Especial de estudio sobre las nuevas formas de exclusión social como consecuencia del
fuerte incremento del desempleo.
Palacio del Senado, 4 de junio de 2013.—El Portavoz Adjunto, José Miguel Camacho Sánchez.
VOTOS PARTICULARES
DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA A LAS RECOMENDACIONES DEL INFORME DE LA
PONENCIA DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO DE LAS NUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN
SOCIAL COMO CONSECUENCIA DEL FUERTE INCREMENTO DEL DESEMPLEO
1. A la Recomendación «Primera. Elaboración y ejecución de un Plan Nacional de Acción para la
Inclusión Social».
Sustituir el último párrafo por la redacción que se recoge a continuación:
«En definitiva, instar al Gobierno, a que de manera urgente y dotándolo económicamente con
la financiación necesaria para el cumplimiento de sus fines, proceda a la elaboración, aprobación,
seguimiento y evaluación con la implicación y participación de todos los actores vinculados al
ámbito de la lucha contra la pobreza y la exclusión social en España de un Plan Nacional de Acción
para la Inclusión Social.»
2. A la Recomendación «Tercera. Diálogo social con el tercer sector».
Sustituir el primer párrafo por la redacción que se recoge a continuación:
«En aras a reconocer la gran labor de la iniciativa social ya sean entidades sin ánimo de lucro
y organizaciones no gubernamentales en la labor de inclusión social, la tercera recomendación iría
encaminada a impulsar el diálogo social con el tercer sector con el fin de progresar hacia un sistema
de diálogo y participación permanente. En este sentido, es preciso, atender y apoyar, activamente,
la labor y las demandas de las organizaciones, plataformas y entidades sociales que, en contacto
con las necesidades de los colectivos más desfavorecidos, en riesgo de exclusión social, luchan
decididamente por sus derechos y por hacer oír sus legítimas reivindicaciones.»
Adición de dos nuevos párrafos al final de este apartado tercero con la siguiente redacción:
(Nuevo) «Y en este sentido, impulsar una decida campaña institucional explicativa del significado
y trascendencia de marcar la casilla de “Fines sociales” en la Declaración Anual del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas, con el fin de dedicar el 0,7% a programas que trabajen en el
ámbito de la acción social y de cooperación al desarrollo.»
3. A la Recomendación «Cuarta. II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia (2013-2016)».
Adición de un nuevo párrafo al final de este apartado cuarto con la siguiente redacción:
(Nuevo) «Por todo ello, es urgente abordar, con la adecuada financiación, un Plan específico
de lucha contra la pobreza y la exclusión social de la infancia y la adolescencia, en coordinación con
las Comunidades Autónomas, en el ámbito de sus competencias, y con la participación de los
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(Nuevo) «En cualquier caso, es preciso incrementar los recursos destinados al Tercer Sector,
para el fortalecimiento de políticas de inclusión social hasta al menos los 200 millones de euros.»
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colectivos de defensa de la infancia, medidas dirigidas a garantizar el acceso de todos los niños y
niñas a la sanidad, la educación y los servicios sociales, en plenas condiciones de igualdad, con
independencia de las circunstancias económicas o sociales de sus familias.»
4. A la Recomendación «Quinta. Medidas para favorecer el emprendimiento y el empleo y desarrollo
rural».
Sustituir los cuatro últimos párrafos de este apartado por otros dos nuevos consecutivos cuya redacción
se recoge a continuación:
«La aplicación de la Ley a lo largo de estos últimos cuatro años ha permitido que, por primera vez
en la historia de España, el Estado y todas las Comunidades Autónomas, junto con las administraciones
Locales, todos de común acuerdo, hayan podido materializar la voluntad de una política rural de Estado,
basada en una acción coordinada y complementaria de las distintas administraciones públicas.»
«Por ello, y en beneficio del medio rural y de su desarrollo, es preciso asegurar el mantenimiento
de las dotaciones presupuestarias básicas para la aplicación de la Ley para el Desarrollo Sostenible
el Medio Rural en los próximos cinco años de vigencia de los planes de zona, así como la totalidad de
las actuaciones y de los más de 50 convenios piloto de colaboración ya suscritos con la participación
e implicación de los agentes locales y de la sociedad rural, de acuerdo con la programación establecida
en los mismos. Es preciso establecer un calendario de aplicación de la esta ley, en particular, para el
primer Programa de Desarrollo Rural Sostenible para el período 2010-2014, aprobado 752/2010, de
11 de junio.»
5. Enmienda final de adición a las RECOMENDACIONES (sustituyendo la redacción de lo contenido
en la Recomendación «Quinta. Medidas para favorecer el emprendimiento y el empleo y desarrollo rural»
cuando aquélla entre en contradicción con lo recogido a continuación sobre la misma cuestión):
Se hace preciso y urgente diseñar una nueva estrategia para maximizar el crecimiento, detener
el proceso de destrucción de empleo y sostener la cohesión y la equidad social.
El riesgo de exclusión social al que se ven amenazados, cada día, más ciudadanos, en nuestro
país, sólo puede abordarse, con garantías de éxito, mediante la adopción de políticas económicas
transversales plenamente orientadas a fomentar un crecimiento económico sostenible e inclusivo,
que impulse el empleo de calidad, y en particular el juvenil, para que España y Europa sigan siendo
una economía social de mercado altamente competitiva y garantizar el modelo social europeo.
Por ello, el objetivo debe ser construir un nuevo modelo productivo, sustituyendo el exceso de
inversión del pasado en el sector inmobiliario, para consolidar un tejido productivo mucho más
competitivo en nuestro país que se aproxime a la estructura de los países que componen la eurozona.
Lograr una mayor competitividad en nuestras empresas con más innovación y mayor esfuerzo en
comercialización exterior resulta esencial para dar continuidad al buen comportamiento del sector
exterior durante la crisis. Junto a ello, es necesario aumentar la competitividad de nuestras empresas,
a la vez que se mejora la calidad de los bienes y servicios y se incrementa la presencia de éstas en
el exterior. Para ello hay que impulsar la inversión en capital productivo (I+D+i, educación y energía)
pero también conceder un nuevo protagonismo a la planificación industrial de carácter estratégico.
En nuestro país, el nivel de competencia efectiva es claramente insuficiente en varios sectores
y resulta necesario apoyar las iniciativas emprendedoras, eliminando barreras administrativas, con
más cooperación y una mejor organización del trabajo para contar con empresas sólidas de tamaño
medio con capacidad de competir en buenas condiciones en el mercado internacional.
En el ámbito fiscal, España se enfrenta a una realidad caracterizada por su escasa capacidad
recaudatoria en relación con la media de los países de la zona euro. El gran problema de nuestro
sistema fiscal sigue siendo el elevado fraude existente que impide mejorar la financiación de los
servicios públicos fundamentales. Es preciso avanzar hacia un modelo fiscal más eficiente y
equitativo que exija más esfuerzos a quienes más pueden aportar, en la configuración de una
política fiscal que se aproxime a los niveles de gasto público medios en la eurozona, algo que se
debe corregirse si queremos aspirar a los estándares europeos.
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RECOMENDACIONES
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Aunque en general el Estado español es fiscalmente más redistributivo ahora que hace veinte
años en impuestos directos, el esfuerzo de la contribución y de la redistribución ha tendido a darse
exclusivamente sobre los asalariados. No todos financiamos el Estado de bienestar de acuerdo con
nuestro nivel de renta. Al descenso contribuye el elevado nivel de fraude en la economía española.
De hecho, según los últimos datos, el incremento de ingresos por renta de personas físicas en el
último año ha sido del 5,3%, mientras que la renta de sociedades ha descendido un 9,8%. La
recaudación por impuestos indirectos ha crecido un 29,2% (el 42,2% por el IVA).
En el ámbito financiero, el objetivo debe ser configurar unas entidades de crédito con la suficiente
dimensión para que se garantice la competencia, pero también debe contar con la regulación y
supervisión necesaria que evite el desastre sembrado durante la anterior etapa de crecimiento.
En cuanto al modelo de bienestar social, es necesario garantizar la provisión de bienes básicos
a los ciudadanos a precios asequibles en el actual contexto de recesión. La reducción del coste de
acceso a la vivienda es un instrumento fundamental para mejorar la calidad de los ciudadanos y en
mayor medida de quienes tienen menos renta, lo que ha de comprometer decididamente a todas
las Administraciones Públicas. En el ámbito educativo, hay que continuar mejorando la igualdad de
oportunidades y atajar los problemas del fracaso escolar, el nivel de conocimiento y la falta de
protagonismo de la formación profesional. Es preciso frenar el incremento de los precios públicos
que limitan la igualdad de oportunidades cuando no están complementados con las correspondientes
becas y ayudas públicas.
Una crítica recurrente hacia el Estado de bienestar consiste en acusarlo del déficit fiscal por los
gastos que ocasiona el sostenimiento de las prestaciones sociales. Sin embargo, el Estado del
Bienestar no es caro, y, en este sentido, diferentes países ante difíciles coyunturas han adoptado
políticas y soluciones que así lo ponen de manifiesto, garantizando su subsistencia. Así, del análisis
de los datos de EEUU, Suecia y de otros países de la OCDE se llega a la conclusión de que los
gastos en prestaciones sociales (salarios sociales netos) se financiaron con los impuestos que
pagaron los destinatarios de esos mismos gastos: en otras palabras, de manera general, los gastos
de bienestar social se autofinanciaron, y no podían causar déficit fiscal ni frenar el crecimiento.
Cuando se habla de déficit, habría que pensar en la incapacidad de corregir el fraude en los
ingresos, en la legitimación de los procedimientos de acumulación del capital financiero y en el
sobreendeudamiento público ineficiente. Por otro lado, los países que históricamente mantienen
impuestos fiscales elevados y progresivos (Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia) consiguen
tasas de empleo más altas, como resultado de un mayor protagonismo del Estado (sea central,
autonómico o local) para crear y expandir empleo, sobre todo en los servicios públicos, y son
también estos países los que tienen un Estado del bienestar más extenso y de mayor calidad.
En lo que se refiere al sistema público de pensiones, el consenso sostenido desde hace casi 20
años alrededor del Pacto de Toledo es un activo intangible que debe ser preservado en la
determinación del Sistema de Seguridad Social español, también en lo referido a la futura regulación
del factor de sostenibilidad.
Y, junto a ello, resulta esencial defender la naturaleza pública, de calidad y de acceso universal,
del sistema sanitario, así como la adopción de medidas para racionalizar el gasto y mejorar su
financiación, lo que requiere una nueva definición de ambas cuestiones en un marco de consenso
imprescindible. Para ello, hay que evitar la privatización de la sanidad y la instauración de copagos
que puede generar serios problemas de acceso a las personas con menos renta.
Vivienda, educación, sanidad y pensiones forman parte de las rentas reales de los trabajadores,
y en general del conjunto de los ciudadanos. La experiencia de la comparación directa con los
países de nuestro entorno muestra que estos bienes se suministran con mayor eficacia desde su
provisión pública. Reforzar este modelo, una lección que la historia moderna se encarga de
confirmar, lejos de disminuir nuestra competitividad, permitirá incrementarla. Este es el papel que
tales políticas juegan en la instrumentación de una política de rentas pactada de amplio alcance
como la que España necesita en la lucha real contra la exclusión social. Porque a estas alturas, los
ciudadanos no sólo no entienden el nivel de esfuerzo y sacrificio social exigido o las demandas de
un reparto justo de los costes de la crisis, sino sobre todo la ausencia de salidas a esta espiral de
deterioro imparable de su calidad de vida en aspectos básicos de supervivencia digna, condenándoles
a la exclusión social.
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RECOMENDACIONES/PROPUESTAS DE ACTUACIÓN CONCRETAS
1. Medidas de impulso del crédito, al autoempleo y la renovación y potenciación del tejido empresarial.
• F
ijación de objetivos de crédito para pequeñas y medianas empresas y emprendedores en
las entidades financieras que tengan ayudas públicas.
• C
rear un Fondo Público para la Financiación de las empresas, el fomento del autoempleo y
la iniciativa emprendedora.
• C
reación de una Agencia Financiera Pública con capacidad y medios adecuados para
canalizar nueva financiación crediticia para el desarrollo productivo, mediante la
transformación del ICO y otras entidades existentes.
• A
poyar la creación de nuevos proyectos empresariales, el autoempleo (autónomos) y el
crecimiento del amplio tejido de PYMEs existente.
• S
eguir consolidando los derechos que establece el Estatuto del Trabajo Autónomo y
continuar su desarrollo.
• E
statuto del Emprendedor Rural. Desarrollar un marco normativo e incentivos específicos
para las mujeres y los jóvenes emprendedores en el ámbito rural que favorezca su
asentamiento en el territorio.
• M
edidas de estímulo a la reinversión en acciones de consolidación y crecimiento empresarial.
Entre ellas, eliminación del impuesto de sociedades en pequeñas y medianas empresas que
reinviertan el 100% de sus beneficios en su proyecto empresarial.
• R
eforzar el estímulo fiscal a los llamados inversores de proximidad.
• E
stablecimiento de un programa común de todas las administraciones que reduzca el ámbito
de las actuaciones vinculadas con el establecimiento empresarial.
2. Medidas de acompañamiento del mercado laboral.
• P
olíticas activas de empleo. Colaborar en el desarrollo de planes específicos de empleo en
las CCAA con tasas de desempleo superiores al 30%, mediante acuerdos bilaterales entre
Ministerio de Empleo y Seguridad Social y las Comunidades Autónomas.
• F
ormación Profesional. Establecer con carácter urgente una dotación específica a cargo
del Estado para incrementar la oferta educativa de plazas de Formación Profesional
Reglada hasta cubrir las insuficiencias en la oferta respecto de la demanda registradas en
los últimos años.
• F
ortalecimiento del derecho a la formación para los trabajadores. Los trabajadores
desempleados podrán utilizar a tal fin sus derechos de protección al desempleo y los
ocupados una parte de sus indemnizaciones devengadas por despido.
• M
ejorar la formación profesional y aprender de experiencias europeas como la formación
dual alemana cuyos dos requisitos son la extensión de la formación en el centro de trabajo
y la vinculación mediante un contrato que regula la actividad laboral en las empresas. Por
ello, se modificará la reciente regulación de la formación dual en el ámbito educativo, que no
cumple de manera adecuada ninguno de ambos requisitos.
• Impulsar programas específicos para formar y proteger a los desempleados con baja
cualificación a través del fomento de los contratos a tiempo parcial que permitan la asistencia
a centros de formación donde adquirir una cualificación en profesiones de futuro, además de
mantener el contacto con el mercado de trabajo.
• D
esarrollar una nueva estrategia de empleo y formación para jóvenes, en línea con las
propuestas de garantía de formación y de empleo acordadas en la Unión Europea. Este plan
incluirá, en todo caso, medidas específicas para los menores de treinta y cinco años con
experiencia profesional pero que no han concluido los ciclos de formación reglada,
universitaria o formación profesional. El programa contemplará ayudas económicas en el
supuesto de que tuvieran responsabilidades familiares. Concretamente:
• E
n relación a jóvenes desempleados, de 20-30 años, que no disponen de cualificación
profesional alguna, la medida central que se propone para atender a este colectivo es la de
promover una nueva figura contractual, concebida específicamente para atender a sus
necesidades de empleo y formación: el Contrato de Empleo/Aprendizaje. Inspirado por el
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modelo de formación en alternancia o dual, el Contrato de Formación/Aprendizaje, conjuga
el trabajo remunerado en una empresa con la formación que permita adquirir una cualificación
profesional reconocida y que sea impartida en un centro de formación de uno de los dos
sistemas.
• R
especto a los jóvenes desempleados menores de 30 años que disponen de cualificación
profesional (título universitario, título de formación profesional o certificado de profesionalidad)
deben desarrollarse Programas de Primera Experiencia Profesional, que, en unos casos, se
concretarían en la celebración de un contrato de trabajo y, en otros, consistirían en un
sistema de becas para desarrollar prácticas profesionales no laborales en empresas. Y junto
a ello se deberían establecer nuevos estímulos para que resulte más atractivo realizar
contratos en prácticas.
• Y
en relación a los jóvenes escolarizados con claro riesgo de abandonar el sistema
educativo sin ninguna cualificación profesional, deben abordarse la prevención del
abandono escolar temprano como el mejor instrumento para evitar el desempleo de los
jóvenes, siendo en este sentido fundamental: Desarrollar todas las medidas aprobadas en
la Ley de Economía Sostenible para facilitar las pasarelas entre los diferentes niveles del
sistema educativo, para incrementar las relaciones entre los centros de formación y las
empresas de los distintos sectores productivos y para ampliar la oferta de formación
profesional tanto para jóvenes en edad escolar como para la población adulta. Incrementar
la oferta de programas de cualificación profesional inicial para que todos los jóvenes puedan
finalizar con éxito la educación obligatoria y continuar estudios postobligatorios, obteniendo
al menos una Certificación de Profesionalidad de Nivel 1. Incrementar las plazas en los
diferentes niveles de la educación postobligatoria, especialmente en formación profesional
de grado medio.
• P
rotección por desempleo. Establecer la posibilidad de disponer de una parte de los derechos
acumulados para estimular el retorno al empleo. Combatir la segmentación del mercado de
trabajo mediante el establecimiento de un nuevo esquema de cotización al desempleo que
incremente los tipos de la contratación temporal y reduzca la cotización de los contratos
indefinidos. Restablecer los estímulos a las suspensiones y reducciones de jornada,
mediante la reposición de prestaciones y cotizaciones de los trabajadores. Compatibilizar el
derecho a la prestación por desempleo con la cotización al Régimen de Autónomos, durante
los seis primeros meses de la iniciativa empresarial.
• Incrementar el Salario Mínimo Interprofesional y el Indicador Público de Rentas de Efectos
Múltiples de forma paralela al crecimiento de los salarios.
• I ncorporar de medidas para garantizar el derecho a la conciliación de la vida familiar y
personal de trabajadores y trabajadoras, así como iniciativas para la igualdad en el
empleo, mediante políticas activas que promuevan la incorporación de las mujeres al
mercado laboral a lo largo de toda su vida activa, el emprendimiento femenino y el acceso
al crédito.
• A
probar con carácter inmediato un plan de empleo agrario en los territorios que se han visto
afectados por pérdidas de cosechas como consecuencia de inclemencias climáticas y que
han provocado la reducción severa de jornales en el ámbito rural.
• Incorporar medidas de flexibilidad interna negociada en el ámbito del empleo público, como
alternativa al despido.
• Impulsar medidas de estímulo a la contratación de personas desempleadas. Fomentar
medidas tales como que las empresas de menos de 50 trabajadores, que contraten nuevos
trabajadores desempleados, ampliando el tamaño de su plantilla y manteniéndola durante el
tiempo de aplicación de los estímulos laborales, obtengan una bonificación extraordinaria y
decreciente durante 3 años del 100% de las cotizaciones sociales el primer año, el 75% el
segundo y el 50% el tercero.
• R
eforma laboral. Siendo conscientes de que la vigente Reforma Laboral aprobada por el
Gobierno del PP ha venido a acentuar, de manera trágica, el drama del desempleo en
nuestro país, especialmente entre los jóvenes, y, por tanto, los socialistas hayamos pedido,
reiteradamente, su derogación, conscientes también de la grave coyuntura socioeconómica
que vivimos, abogamos por la apertura de un proceso de diálogo social con el objetivo de
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modificar los aspectos de la reforma laboral que han afectado más negativamente al
mantenimiento del empleo. Y, en este sentido, concretamente:
o
En relación a la negociación colectiva, impulsar un marco que, al menos, mantenga la
ultra actividad del convenio, sin perjuicio de la apelación a los mecanismos de arbitraje
acordado como instrumento de desbloqueo de la negociación. Un marco de negociación
colectiva que, en todo caso, respete la articulación y estructura de la negociación colectiva
en los términos del Acuerdo de 25 de enero de 2012.
o
Desterrar el uso intensivo del despido como instrumento de ajuste y recuperar la flexibilidad
interna negociada. Las suspensiones y reducciones de jornada no deben financiarse
exclusivamente con cargo a las prestaciones por desempleo de los trabajadores. El
despido debe ser el último recurso de ajuste.
o
Modificaciones sustanciales del contrato. La potestad unilateral del empresario de fijar la
cantidad del salario precariza el contrato de trabajo pues se acaba convirtiendo en una
causa de despido indirecto: la reducción salarial sólo podrá hacerse mediante acuerdo
colectivo o por arbitraje.
o
Supresión del nuevo contrato incorporado por la reforma laboral. El denominado contrato
de emprendedores, además de haberse demostrado ineficaz para crear empleo, segmenta
aún más nuestro mercado laboral. Es preciso derogar esta figura contractual y favorecer
el contrato indefinido ordinario mediante el establecimiento de un nuevo esquema de
cotización al desempleo que incremente los tipos de la contratación temporal y reduzca la
cotización de los contratos indefinidos.
• F
ortalecer el programa PREPARA y los programas de Renta Activa de Inserción para
favorecer la ayuda y protección de los desempleados al tiempo que se estimula el retorno al
empleo, e incluir a los desempleados excluidos de los mismos a partir de la modificación de
julio y agosto. Durante los próximos tres años se permitirá la posibilidad de participar en el
PREPARA para aquellos trabajadores que habiéndolo hecho con anterioridad permanezcan
más de 6 meses en desempleo.
• R
ecuperar urgentemente el diálogo social tripartito mediante el impulso de una agenda
concertada y diseñada para su desarrollo a lo largo de los próximos meses.
• M
antener la Renta Básica de Emancipación como garantía de los jóvenes al acceso a una
vivienda.
3. Otras medidas de trascendencia social eficaces en la lucha contra la exclusión social.
• Impulsar el desarrollo del Sistema para la Autonomía y Atención a las Personas en Situación
de Dependencia para garantizar el derecho de las personas en situación de dependencia a
ser atendidas por los poderes públicos y permitir que despliegue sus efectos en creación de
empleo y retornos económicos, mediante las siguientes medidas:
oReponer y cumplir el calendario de implantación del Sistema que fijaba, en su redacción
original, la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las Personas en Situación de Dependencia.
oRevocar las modificaciones en la regulación del Sistema para la Autonomía y Atención a
las Personas en Situación de Dependencia introducidas por el Real Decreto-ley 20/2012,
de 13 de julio, de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de
la competitividad.
oDotar al Sistema para la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de Dependencia
de la financiación necesaria, incluyendo la reposición del nivel acordado y el incremento
de la cuantía correspondiente al nivel mínimo hasta alcanzar la cuantía necesaria para
dar cumplimiento a los apartados anteriores.
oMantener los principios inspiradores de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción
de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia,
singularmente en lo relativo al carácter público de las prestaciones del Sistema y a la
configuración del mismo como una red de utilización pública.
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• P
romover, decididamente, la incorporación social de los colectivos más vulnerables frente a
la crisis económica: personas mayores, personas con discapacidad, infancia y adolescencia,
inmigrantes, personas sin hogar y minorías étnicas, impulsando medidas integrales de
apoyo económico a estas personas que les permita disfrutar con plenitud de sus derechos
de ciudadanía y desarrollar sus potencialidades en igualdad de oportunidades, en el marco
de una necesaria y exigida consolidación del Estado del Bienestar, que ha de venir
acompañada de las exigidas dotaciones presupuestarias para las política y programas que
lo desarrollan.
• A
doptar las medidas necesarias para mantener un sistema público de servicios sociales de
nivel primario que permita atender a toda la ciudadanía, garantizando la competencia de las
entidades locales en esta materia. Para ello se repondrán los fondos del Plan Concertado
como mínimo a los niveles de 2011 y se asumirá un compromiso financiero estable para
garantizar la viabilidad de los servicios sociales básicos. Rechazando, en este sentido, el
Anteproyecto de Ley para la racionalización y sostenibilidad de la administración local y
reafirmando la trascendencia del papel de los ayuntamientos en la igualdad de oportunidades
y la cohesión social; elementos que han permitido vertebrar el territorio y prestar servicios
esenciales y básicos, descentralizados y de proximidad para la ciudadanía.
• A
doptar, con carácter de urgencia, las medidas legales necesarias para garantizar, que
nadie vea limitado su derecho de acceso a la justicia y a una tutela judicial efectiva, en
defensa de sus derechos, por no poder hacer frente al pago de las tasas judiciales, por el
consiguiente riesgo que ello puede suponer, para los colectivos sociales más desfavorecidos.
• A
doptar, de manera urgente, medidas de lucha contra la pobreza. A tal fin, se creará un
Fondo Estatal de Emergencia contra la pobreza y la exclusión social, con la finalidad de
reforzar los mecanismos de atención directa a las personas en situación de pobreza y
exclusión social que realizan mayoritariamente los servicios sociales municipales y las
organizaciones de acción social, así como contribuir a garantizar las rentas mínimas de
inserción autonómicas. En este sentido, este Fondo contará con una dotación de 1.000
millones de euros, que permitirá:
a)Dotar a los Ayuntamientos de nuevos fondos para reforzar la red de servicios sociales
(400 millones de euros).
b)Incrementar los recursos destinados al Tercer Sector, para el fortalecimiento de políticas
de inclusión social (200 millones de euros).
c)Complementar, concertándolo con las Comunidades Autónomas, los recursos que éstas
destinan a las rentas mínimas garantizadas (400 millones de euros).
• M
odificar lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil para declarar inembargable la
renta de inclusión social, las prestaciones de Servicios Sociales, las prestaciones del Sistema
para la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, las del Plan
Prepara, la renta agraria y del subsidio para trabajadores eventuales del Régimen Especial
Agrario, los subsidios por desempleo, las ayudas y becas al estudio, y otras análogas a
éstas. De esta forma evitaremos que estas prestaciones, de carácter netamente social, se
utilicen para saldar deudas con terceros y no se dediquen a cubrir la necesidad para la que
es concedida.
4. Abordar reformas legislativas urgentes frente al drama de los desahucios.
Una de las consecuencias más dramáticas de la crisis económica, que en España se ve
agravada por pinchazo de la burbuja inmobiliaria, son, junto con el paro, e íntimamente relacionado
con él en la mayoría de los casos, las ejecuciones hipotecarias.
La dureza y prolongación de esa crisis económica está provocando que el número de desahucios
de los últimos años desborde cualquier cálculo pesimista que hasta no hace mucho se pudiera hacer.
La intensidad del problema, la crudeza con que se ha manifestado, ha hecho que resulten
claramente insuficientes las reformas normativas que los sucesivos gobiernos han propuesto. Por
eso creemos que es urgente afrontar nuevas reformas normativas acordes con la gravedad y
profundidad del problema que se describe.
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La descompensación entre la tasación en el momento de la compra de la vivienda y la que se
produce en el de la ejecución hipotecaria, genera el resultado de que el deudor, aún después de
haber perdido ya su vivienda, conserva una deuda que, dado lo elevado de los intereses de demora
que se le aplican, le sitúa en la antesala de la exclusión social. De este modo el deudor se encuentra
abocado a una especie de muerte civil.
De manera que, aquello que en las primeras manifestaciones del problema se planteaba desde
los sectores sociales más activos como su solución, la dación en pago, también resulta hoy una
medida insuficiente. De la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos da cuenta la
coincidencia, en muy poco tiempo, de las voces de alarma, de los requerimientos para actuar,
emitidos desde sectores tan dispares como los jueces, la Defensora del Pueblo y otros movimientos
sociales.
Sin querer entrar en una detallada descripción de un problema que está sobradamente descrito
y analizado, cabe señalar que si hemos calificado de duras nuestras normas de ejecución hipotecaria,
estas ejecuciones violentan el sentido común y las conciencias, cuando son instadas por entidades
de crédito que están recibiendo cuantiosas ayudas, que al fin a la postre son pagadas por los
propios ciudadanos.
De la misma manera que en otras tantas cuestiones nos estamos viendo abocados a realizar
cambios normativos, ajustes, por las exigencias de homologación que emanan desde las autoridades
de la Unión, parece lógico que acomodemos también nuestros procedimientos de ejecución
hipotecaria a las normativas, menos duras, más protectoras para el deudor de buena fe, de nuestros
socios europeos.
Máxime, cuando la crudeza con que se manifiesta el problema en España, por nuestra cultura
en materia de vivienda y propiedad inmobiliaria, por la referida mayor dureza de nuestra normativa
hipotecaria, a la que se suman redacciones de los contratos hipotecarios incomprensibles en
muchos casos e insoportablemente desequilibrados en cuanto a los obligaciones de los contratantes,
en la mayoría (han sido los propios jueces quienes han calificado las condiciones como excesivas,
e incluso leoninas), y que culmina con un proceso de ejecución hipotecaria «extremadamente
agresivo» en el que las posibilidades de defensa del deudor son muy limitadas.
Por todo ello, consideramos necesario, con la urgencia que el drama social planteado exige,
abordar reformas legislativas que, entre otras cuestiones, tengan en cuenta los siguientes aspectos:
• F
avorecer una posición jurídica de equilibrio entre el deudor y el acreedor.
• E
stablecer que el valor de tasación del bien a efectos de la ejecución de la garantía por
incumplimiento de pago no pueda ser inferior al valor de tasación que sirvió para la concesión
del préstamo hipotecario.
• G
arantizar la independencia de las sociedades de tasación.
• E
stablecer medidas que faciliten la reestructuración de la deuda hipotecaria de quienes
padecen graves dificultades para atender su pago, en línea con las leyes con que ya cuentan
países de nuestro entorno conocidas como «de segunda oportunidad».
• R
egular procedimientos para dar solución al sobreendeudamiento sobrevenido no doloso,
que contengan la imposibilidad de iniciar la ejecución hipotecaria sobre la vivienda del
deudor durante su sustanciación.
• O
bligar, en todo caso, a las entidades de crédito participadas por el Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB) a iniciar negociaciones, dentro del marco del procedimiento
extrajudicial arriba referido, siempre que así lo demande el deudor.
• R
evisar las normas que regulan el procedimiento de subastas para atajar situaciones
claramente abusivas y que tienen como resultado el malbaratamiento de los bienes que son
sometidos a subasta.
• F
acilitar la permanencia en la vivienda, como arrendatario, de quien por insolvencia
sobrevenida no pueda hacer frente a su deuda hipotecaria.
• A
doptar medidas dirigidas a evitar situaciones de sobreendeudamiento, sobre la base de
prestar especial atención a los abusos normativos o contractuales que se han evidenciado
como consecuencia de la actual situación de crisis.
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VOTOS PARTICULARES
DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA A LAS CONCLUSIONES DEL INFORME DE LA PONENCIA
DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO DE LAS NUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL COMO
CONSECUENCIA DEL FUERTE INCREMENTO DEL DESEMPLEO
1. Al apartado «V.1.1. La tasa de pobreza y el indicador de riesgo de pobreza o exclusión social
(AROPE) en España en el contexto de la Unión Europea, así como los nuevos problemas de exclusión
social detectados como consecuencia de la crisis económica».
Adición del siguiente texto, al final del primer párrafo:
«Así como la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), la correspondiente al año 2012,
elaborada, entre los meses de abril y julio de ese año, por el INE. Asimismo, ha de tenerse en
cuenta el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado por la Fundación FOESSA en 2013.»
2. Al apartado referido a «Población con baja intensidad de trabajo por hogar (BITH)».
Adición del siguiente texto, antes del último párrafo de este apartado:
«De hecho, y aunque la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en
España recuerda que el AROPE de 2012 aún no se conoce, nada parece señalar que este índice
vaya a bajar, no sólo porque no ha dejado de crecer desde 2009 hasta 2011, sino por la propia
evolución experimentada, desde 2011 hasta la actualidad, por el desempleo, al cual se halla ligado
en esencia la evolución del indicativo que nos ocupa. A lo que habría que sumar, como veremos en
lo datos que seguidamente se recogen, el aumento del número de familias con dificultades para
pagar sus gastos mínimos, para afrontar pagos imprevistos u otras actividades o de las que carecen
de ingresos laborales o prestacionales.»
3. Al apartado referido a «Disminución de los niveles de renta en España entre 2007 y 2010» y que
pasa a denominarse «Disminución de los niveles de renta en España entre 2007 y 2012».
«La renta media de la población española ha pasado de alrededor de 19.300 euros en el año
2007 a 18.500 euros en 2010, con una reducción en torno al 4%.
El descenso de la renta media resulta más acusado si se compara con la evolución de los precios
en ese mismo periodo. El efecto conjunto de caída de la renta nominal y crecimiento de los precios
reduce la renta disponible por persona en aproximadamente un 9% en el periodo 2007-2010.
Con la indicada disminución del nivel medio de ingresos de la población española se está
produciendo una notable y creciente pérdida de bienestar. La dificultad para llegar a fin de mes es
muy representativa de las carencias de los hogares y de su pérdida de bienestar y suele predecir
con acierto la evolución de las situaciones de inseguridad económica. En el año 2010 un tercio de
la población declaraba tener dificultades de este tipo.
Además, según señala textualmente el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado
por la Fundación FOESSA, en 2013, refiriéndose a datos actualizados del año 2012: “Entre los
diferentes indicadores que suelen utilizarse para medir los cambios en el bienestar social, uno de
los que registró un peor comportamiento en 2012 es la variación de la renta per cápita. Si esta fuera
la principal referencia para interpretar la evolución reciente de la sociedad española, la impresión
inequívoca es la de una prolongada pérdida de bienestar. Los datos sobre la renta por habitante del
Instituto Nacional de Estadística —renta nacional disponible a precios de mercado— dejan pocas
dudas sobre la severidad de los efectos de la caída de la actividad económica desde el inicio de la
crisis. Los datos más recientes revelan que las cifras actuales son muy similares a las que existían
hace más de diez años, lo que invita a pensar en más de una década perdida. La renta de 18.500
euros que en promedio recibieron los españoles en 2012 es inferior en términos de capacidad
adquisitiva a la que ya existía en el año 2001. Desde 2007, el hecho conjunto de caída de la renta
media (cerca de un 4%) y elevación de los precios (cerca de un 10%) ha dado origen a ese deterioro
de las rentas de los españoles, sin parangón en las últimas décadas.
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La redacción actual de todo el apartado pasa a sustituirse por la siguiente:
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Los indicadores que recogen de forma más directa los cambios en la renta disponible de los
hogares ofrecen un retrato aún más adverso de las consecuencias de la crisis económica. Según
los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, aquella —ajustada por unidades de consumo—
ha caído más de un 10% desde 2007. La destrucción de empleo y la moderación salarial registrada,
tanto en el sector público como entre los asalariados del sector privado, han sido determinantes en
la reducción del nivel de renta de los hogares españoles que se han enfrentado, sin embargo, al
encarecimiento del coste de la vida incluso en un contexto de profunda recesión. Cabe destacar
también el efecto negativo sobre la renta disponible de los hogares de algunos de los cambios en
las prestaciones sociales, como la reducción de las cuantías de la prestación contributiva de
desempleo y las mayores exigencias para percibir el subsidio y, en las figuras tributarias, con el
aumento de los tipos de los impuestos sobre la renta (incremento de los tipos marginales del IRPF)
y el consumo (aumento de los tipos del IVA). Destaca, especialmente, por la importancia como
fuente de renta de un segmento muy importante de hogares españoles, la decisión de actualizar las
pensiones por debajo del aumento del índice de precios al consumo a finales de 2012, que supondrá
pérdidas de renta adicionales a las causadas por la recesión.
Estos cambios pueden ampliar todavía más el efecto diferencial de la crisis en España, con una
caída de la renta de los hogares considerablemente más pronunciada que la registrada en la mayoría
de países pertenecientes a la UE-27. La incidencia mucho mayor del desempleo en España y el haber
llegado a la crisis con un sistema de protección social más frágil que el de los países de nuestro
entorno han sido factores determinantes de la mayor caída en términos reales de la renta. Solo los
hogares de Grecia, Irlanda y Reino Unido han sufrido pérdidas tan grandes de renta en la crisis”.
Por su parte, la Encuesta de Condiciones de Vida del INE de 2012 también pone de manifiesto
el empeoramiento en la cantidad de ingresos anuales por hogar. El ingreso medio por persona
alcanzó los 9.321 euros, un 1,3% inferior a la registrada en 2011. Señalándose, igualmente, que
ese año las familias que tienen muchas dificultades de llegar a fin de mes han pasado del 10,1% al
13,5%, y con dificultad del 17,2% al 19,7%. Desde 2011a 2012 la falta de capacidad de afrontar
gastos imprevistos ha pasado del 35,9% al 40% de las familias y los retrasos en los pagos de la
vivienda habitual han crecido del 6,2% de las familias al 7,4% en este año.
Y es que el descenso del nivel medio de ingresos incrementa también la desigualdad social. La
distancia entre la renta del 20% más rico de la población y la del 20% más pobre en España ha
pasado de ser 5,3 en 2007 a 7,5 en 2011, es decir, más de un 40 % más de incremento (mientras
la media de la Unión Europea es del 5,7) Siendo así este incremento el mayor de los 27 Estados
miembros de la Unión Europea. Además, si se toman solamente en cuenta los países de mayor
renta de la Unión Europea, el crecimiento de la desigualdad social en España fue más de dos veces
superior al de Francia, triplicó al de Alemania y fue casi cinco veces mayor que el de la media de los
primeros 15 Estados miembros de la Unión Europea, lo que revela la magnitud y gravedad de este
fenómeno.
De seguirse esta tendencia, según el informe de Intermón Oxfam España “Crisis, desigualdad
y pobreza”, en una década (en 2022) el 20% de las personas más ricas en España podrían llegar a
ingresar de media 15 veces más que el 20% de las personas más pobres. Recordando este mismo
informe que “la austeridad fiscal, junto con la contención salarial y la mayor flexibilización de los
mercados laborales, no solo provocan una contracción de la economía sino que acentúan además
la desigualdad. El aumento del desempleo, los recortes en los servicios sociales de carácter
universal y el aumento de la fiscalidad indirecta que penaliza más a los que menos tienen, agravan
este deterioro”.
Y, en el mismo sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose a datos actualizados del año 2012 señala: “En términos de bienestar,
en cualquier caso, el rasgo más preocupante de la evolución de la renta en la crisis es el aumento
sin precedentes de la desigualdad en su distribución. La experiencia española en esta severa
recesión es un claro ejemplo de evolución regresiva de la renta de los hogares. Mientras que desde
2006 los ingresos de la población con rentas más bajas han caído cerca de un 5% en términos
reales cada año, el crecimiento correspondiente a los hogares más ricos ha sido el mayor de toda
la población. Además de desmentir el estereotipo de que los costes de la crisis se han generalizado
a todas las capas sociales de manera uniforme, el hundimiento de las rentas más bajas ha llevado
a una proporción creciente de la población a niveles de vulnerabilidad muy altos.
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Las medidas sintéticas de la desigualdad confirman el crecimiento de las diferencias de renta
entre los hogares españoles. Desde la crisis, el índice de Gini ha aumentado casi un 10%, mientras
que la diferencia entre la renta del percentil 80 y el percentil 20 ha crecido casi un 30%. Esta
ampliación de las diferencias entre los extremos de la distribución de la renta confirma la mejora
relativa de los hogares más ricos y el drástico empeoramiento de los hogares más pobres. Desde
que se dispone de información anual sobre las rentas de los hogares no se había registrado un
crecimiento tan alto de la desigualdad.
Dada la experiencia de recesiones anteriores, existe un riesgo notable de que el ensanchamiento
de las diferencias de renta entre los hogares españoles se enquiste en la estructura social,
especialmente si se mantienen o intensifican las medidas más regresivas, tanto en el ámbito de la
imposición como en el de las prestaciones monetarias y los servicios de bienestar social”.»
4. Al apartado referido a «Negativa evolución del empleo en España en los últimos años».
Adición al final del apartado el siguiente texto:
«Una situación que según las previsiones del propio Gobierno, plasmadas en la “Programa
nacional de reformas y actualización del programa de estabilidad 2013-2016”, aprobado en el
Consejo de Ministros del 26 de abril de 2013 y remitido a las autoridades de la Unión Europea, no
mejorará. Dado que en esta legislatura no solo no se van a crear puestos de trabajo, sino que se
van a destruir 1.300.000, pasándose de una tasa del 26,02% para 2012, según los datos de la EPA,
a unas tasas del 27,01%, del 26,1%, del 25,8% y del 24,8, respectivamente, en los años 2013,
2014, 2015 y 2016 según las previsiones del Gobierno.
En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose al empleo y a los datos del año 2012 que se verían incrementados,
aún más negativamente, a lo largo del año 2013, señala: “Durante el año 2012 el mercado de
trabajo registró los que probablemente pueden caracterizarse como peores resultados de la etapa
democrática. El desempleo alcanzó niveles históricos y, sobre todo, la ocupación siguió cayendo a
un ritmo muy alto. Solo en el último año, según la Encuesta de Población Activa, se perdieron
850.000 empleos, que, sumados a la reducción de los años anteriores, suponen una caída durante
la crisis de más de tres millones y medio en el volumen de ocupación. Tales registros no tienen
parangón en los últimos treinta años. La caída libre del empleo ha llevado la ocupación a niveles no
solo anteriores a los de 2007, sino a los que había en 2003, evaporándose, por tanto, una parte
importante de la creación de empleo en la etapa de bonanza anterior.
Esta intensa destrucción de empleo llevó a la tasa de paro a su mayor registro histórico, con
más de uno de cada cinco activos sin poder encontrar empleo en la actualidad. Tal tasa es dos
veces y media más alta que el promedio de la UE-27 y supera en diez puntos las de Portugal e
Irlanda, que son los siguientes países dentro del conjunto de la Unión Europea donde mayor es la
incidencia del desempleo. Especialmente preocupante, tanto en el retrato comparado como en el
análisis de la distribución del desempleo por categorías socioeconómicas, es el agravamiento del
desempleo juvenil, con niveles muy altos. La tasa de paro del 55% para los menores de 25 años no
tiene parangón alguno en los países de nuestro entorno y supone uno de los rasgos más
preocupantes del deterioro del mercado de trabajo. Otro rasgo adverso es el aumento de la duración
del desempleo. Al cierre de 2012 el porcentaje de desempleados que llevaban en tal situación más
de un año también era superior al 55%.
Estas altas tasas de desempleo han sido, además, parcialmente amortiguadas por la reducción
de la búsqueda de empleo de determinadas categorías de la población. Los datos de la Encuesta
de Población Activa revelan cómo el efecto desánimo y el retorno a los estudios han supuesto la
retirada del mercado de trabajo de un número importante de activos jóvenes. La caída en el número
de activos menores de 30 años desde el comienzo de la crisis supera el millón y medio”.
Por otro lado, y como recuerda el informe “Crisis, desigualdad y pobreza” de Intermón Oxfam la
falta de empleo está empujando a miles de personas a emigrar a otros países como Inglaterra,
Alemania, México, Chile y Brasil. El número de españoles que residen en el extranjero ha aumentado
en medio millón desde 2009, hasta sumar 1,9 millones de personas a fecha de 1 de enero de 2013,
un 6% más que un año antes, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Una parte de este aumento se debe a extranjeros que obtuvieron la nacionalidad española mientras
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residían en el país y ahora han regresado a su país de origen, así como los nacionalizados gracias
a la Ley de Memoria Histórica, y, sobre todo, de los españoles que han optado por buscar fortuna
fuera. Como recuerda el mismo informe “la emigración española se concentra sobre todo entre la
población joven, formada y sin posibilidades de encontrar trabajo en España, pero cada vez más
incluye a profesionales de mediana edad que no ven futuro en España frente a la quiebra de
empresas, las reducciones en las contrataciones y el congelamiento de plazas en el sector público.
Es decir, España está perdiendo con la crisis buena parte del capital humano que debería formar
parte de una clase media profesional, con capacidad para emprender el camino de la recuperación
económica, social y política, y de amortiguar la creciente desigualdad social entre las personas
ricas que permanecen, y las cada vez más pobres sin opción a salir”.»
5. Al apartado referido a «Fuerte crecimiento del desempleo intrafamiliar entre 2007 y 2012».
Adición al final del apartado el siguiente texto:
«En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose al empleo y a los datos del año 2012 que se verían incrementados,
aún más negativamente, como hemos visto, a lo largo del año 2013, señala que “Otro rasgo que
cualifica la singularidad del desempleo en España y la magnitud de los efectos del cambio de ciclo
es el drástico empeoramiento de los indicadores que reflejan la incidencia del paro desde la
perspectiva del hogar, la tasa de paro de la persona principal del hogar ha crecido a un ritmo muy
alto, alcanzando su registro más elevado de los últimos veinticinco años. Durante la prolongada
fase de bonanza económica anterior a la crisis esta tasa se había mantenido en valores muy bajos,
situándose en vísperas del cambio de ciclo económico por debajo del 6%. Desde entonces, el
crecimiento ha sido muy importante, más que triplicándose, superando en 2012 su máximo histórico
al alcanzar el 21,4%.
Un aspecto importante de esta evolución es que, a diferencia de lo que sucedió en el episodio
recesivo de inicios de los años noventa, la tasa de paro de los sustentadores principales ha crecido
más rápido que la del conjunto de la población activa. Tal evolución tiene implicaciones importantes
sobre la cobertura del desempleo en España. En fases recesivas anteriores, como en los primeros
años noventa, el empleo de la persona principal del hogar —actuando como colchón del desempleo
de jóvenes y cónyuges— y la extensión del sistema de protección del desempleo moderaron el
impacto social del crecimiento del paro.
Otro indicador de la distribución intrafamiliar del desempleo, asociado también con los posibles
cambios en las necesidades sociales, es el porcentaje de hogares en los que todos los activos
están sin trabajo. Mientras que a comienzos de la crisis este tipo de hogares suponía algo menos
del 2,5% del total, a finales de 2012 ese porcentaje se había más que cuadruplicado, hasta superar
el 10,6% del total de hogares. En términos absolutos, se ha pasado de 380.000 hogares en esta
situación antes de la crisis a más de un millón ochocientos mil a finales de 2012”.»
6. Al apartado referido a «Hogares sin ingresos en España».
La redacción actual de todo el apartado pasa a sustituirse por la siguiente:
«Si a finales de 2011, según la Encuesta de Población Activa (EPA), 578.400 hogares españoles
—3,3% del total de los hogares— no recibían ningún ingreso procedente del trabajo, ni prestaciones
por desempleo o de la Seguridad Social, este porcentaje se ha incrementado en un 11%, según la
última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al primer trimestre de 2013, hasta
afectar a 647.700. Es decir, casi 70.000 nuevos hogares en algo más de un año. Estos hogares han
aumentado un 39% desde el inicio de la crisis económica, lo que representa un fenómeno sin
antecedentes en el último cuarto de siglo, con 220.000 hogares más que en el punto culminante de
cualquier crisis anterior. Todo ello plantea un serio desafío al sistema de protección social en nuestro
país, que cada vez tiene menos posibilidades de afrontar adecuadamente las consecuencias sociales
de una crisis económica tan prolongada, con tan fuerte incremento del número de desempleados.
En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose a los datos del año 2012 que se verían incrementados, aún más
negativamente, como hemos visto, a lo largo del año 2013, señala que: “El aumento de la pobreza
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severa se constata también en la evolución del porcentaje de hogares sin ingresos, que puede
estimarse trimestralmente a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa. Se trata de
hogares que no reciben remuneraciones del trabajo, prestaciones de desempleo o de la Seguridad
Social. La evolución de este indicador desde la crisis revela un recrudecimiento sin precedentes de
las situaciones de carencia de ingresos. Desde unos valores en vísperas de la crisis en torno al 2%
se pasó a finales de 2012 al máximo histórico del 3,7%. En términos del número de hogares afectados,
la cifra creció desde algo más de 300.000 a mediados de 2007 a más de 630.000 en 2012. La
duplicación del número de hogares en esta situación de gran necesidad es, sin duda, uno de los
datos más duros de los efectos de la ralentización de la actividad económica y la destrucción del
empleo sobre las necesidades sociales”.»
7. Al apartado referido a «Crecimiento de la pobreza y de la privación material severa en España».
El primer párrafo queda redactado en los siguientes términos:
«El crecimiento de la pobreza en España, tras iniciarse la crisis, afecta principalmente a los
hogares cuyos cabezas de familia son personas jóvenes, así como a los compuestos por personas
menores de edad. En el año 2012, un 22% de los hogares españoles se situaba por debajo del
umbral de pobreza, que en 2010 era 7.800 euros al año per capita. Ese porcentaje es corregido al
alza en el informe de diciembre de 2012 “Crisis, desigualdad y pobreza” de Intermón Oxfam, que
asegura que la tasa de pobreza afecta al 27% de la población en España, lo que supone un aumento
en 2,1 millones de personas desde 2008. De seguir esta tendencia, el número de personas pobres
en una década podría alcanzar los casi 18 millones (un 38% de la población).»
Adición del siguiente texto al final de todo este apartado:
«Recordemos, como manifestación de las situaciones de privación que sufren los ciudadanos,
que según la Encuesta de Condiciones de Vida 2012, ese año las familias que tienen muchas
dificultades de llegar a fin de mes han pasado del 10,1% al 13,5%, y con dificultad del 17,2% al
19,7%. Desde 2011 a 2012 las familias que no pueden permitirse una semana de vacaciones han
pasado de 38,9% al 44,5%, la falta de capacidad de afrontar gastos imprevistos del 35,9% al 40%,
y los retrasos en los pagos de la vivienda habitual han crecido del 6,2% de las familias al 7,4% en
este año.
En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose a los datos del año 2012 que se verían incrementados, aún más
negativamente, como hemos visto, a lo largo del año 2013, señala que: “Destaca la magnitud de la
pobreza en España en el contexto europeo. Mientras que el cambio en su incidencia ha sido muy
limitado en el conjunto de países que forman la Unión Europea de los 27, en España ese crecimiento
ha sido mucho mayor. Especialmente adverso desde el plano diferencial ha sido el aumento de las
formas más severas de pobreza —rentas inferiores al 30% de la mediana—, mucho más pronunciado
que en otros países de nuestro entorno.
En 2012 siguieron empeorando también los indicadores de privación multidimensional. El
porcentaje de hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos pasó del 30 en
2007 al 44,5% en 2012, mientras que los que declaran retrasos en el pago de gastos relacionados
con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) aumentaron en ese
mismo período desde el 5 al 7,4%. Los indicadores sintéticos, como sufrir carencias en al menos
tres conceptos de una lista de siete, confirman el empeoramiento de las condiciones de vida con la
crisis, pasando del 11,4 al 15,5% (no poder permitirse ir de vacaciones al menos una semana al
año, no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días, no poder
permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, no tener capacidad para afrontar
gastos imprevistos, tener retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, no
poder permitirse disponer de un automóvil y no poder permitirse disponer de un ordenador personal).
La combinación de resultados, por tanto, ya sean de pobreza monetaria, de carencia de ingresos
o de equipamiento y condiciones de vida de los hogares, muestra un panorama de creciente
empobrecimiento de la sociedad española, mucho mayor que en la mayoría de los países europeos.
Como ya se adelantaba en este mismo informe el año anterior, la pobreza se ha hecho más extensa
y más intensa, alcanzando niveles que va a costar mucho reducir. La experiencia de crisis
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anteriores,avalada por la disponibilidad de evidencia empírica, obliga a contemplar con pesimismo
la futura evolución de la pobreza, ante la posibilidad de que una hipotética recuperación de la
actividad económica y del empleo sea insuficiente para recuperar los niveles anteriores a la crisis”.»
8. Al apartado referido a «Aumento de la pobreza infantil en España».
Adición del siguiente texto al final de todo este apartado:
«Además, según el Informe de UNICEF sobre “Bienestar infantil en los países ricos” publicado
en abril de 2013, España en el puesto 26 de 29 países respecto a la tasa de pobreza infantil, sólo
por encima de Letonia, Estados Unidos y Rumanía. Confirmando que hoy en España uno de cada
cuatro niños se encuentra en riesgo de pobreza y que las grandes diferencias en los niveles de
pobreza y bienestar infantil entre los países desarrollados no tienen su origen en los niveles de
renta o el PIB de los países, sino en cómo estos definen sus prioridades en las políticas públicas.
No debemos olvidar que ser pobre en la infancia pone en riesgo los derechos y el desarrollo de
toda la vida de una persona: su educación, su salud, su nutrición, sus expectativas de trabajo, de
ingresos y de desarrollo vital pero, además, la pobreza infantil compromete el desarrollo de todo un
país, la calidad de sus trabajadores, los niveles de bienestar social, cultural y material, los sistemas
de pensiones o la capacidad económica y productiva.»
9. A los apartados referidos a «La pobreza es más extensa», «La pobreza es más intensa» y «La
pobreza se cronifica».
Se sustituye la redacción actual por la siguiente:
La pobreza es más extensa:
Las personas bajo el umbral de pobreza se cifra en casi de 13 millones de pobres, siendo el
22% de la población en 2012, cuando en el 2007 era el 19,7%.
El número de hogares con todos sus miembros activos en paro ha pasado de 413.300 hogares
en el primer trimestre del año 2007 (2,7%) a 1.906.100 en el 1er Trimestre de 2013 (12,5%) (EPA).
Es decir se ha multiplicado casi por cinco en cinco años.
La tasa de paro ha pasado del 8,47 % en 1.er trimestre de 2007 al 27,16% en el primer trimestre
de 2013, de 1.856.100 a 6.202.700 personas en paro (EPA). El paro se ha multiplicado por más de
3 en 5 años.
El número de ejecuciones hipotecarias se ha multiplicado por tres, pasando de 25.943 en el año
2007 a 91.622 en 2012,según datos del CGPJ.
El número de personas perceptoras de Rentas Mínimas se ha más que duplicado, pasando de
103.071 personas en 2007, a 223.940 en el año 2011.
En Cáritas, como ya indicamos, el número de personas atendidas en los servicios de Acogida y
Asistencia se ha duplicado, pasando de 370.251 en 2007 a 1.015.276 personas en el 2011. Es
decir, se ha incrementado en un 174,2% en cuatro años, y este número de personas es 3,5 veces
superior al de hace diez años. Esto, a pesar de haberse visto obligados en Cáritas Española a
frenar el ritmo de prestación de servicios a la vista del incremento de demanda y en pro de la calidad
de la asistencia (se han priorizado las situaciones más graves).
El umbral de pobreza ha caído de 7.980 € al año en 2009 a 7.355 € en el 2012, lo que significa
que no sólo hay más pobres (extensión), sino que son relativamente más pobres (intensidad) (ECV).
Según la Contabilidad Nacional, la renta nacional disponible neta a precios de mercado por
habitante en valor real ha pasado de 15.394 € al año en 2007 a 13.744 € al año en el 2011. La renta
disponible por persona cayó en términos reales cerca de un 9%.
El paro de la persona principal del hogar se ha multiplicado por más de tres, pasando del 6,5%
en el 2007 al 21,4% en el 2011 (INE-EPA).
El número de hogares con dificultades para llegar a final de mes ha pasado del 26,8% en 2007
al 31,8% en el 2012 (INE-ECV).
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La pobreza es más intensa:
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El número de hogares sin ingresos ha pasado de 2,12% en el año 2007 al 3,67% en el 2012.
583.700 hogares sin ingresos (INE-EPA).
En Cáritas constatamos el aumento de las personas «sin ingresos» que ha pasado del 26% en
el año 2008 al 33% en el 2011 (MIS), del total de personas atendidas.
La pobreza se cronifica:
Los equipos de Cáritas manifiestan que, como media, el 44% de las personas acogidas en
Cáritas llevan tres o más años demandando ayuda de la institución (ORS).
En el 2012, el 55% de las personas desempleadas (en paro) son «parados de larga duración»
(llevan más de un año buscando empleo), cuando en el año 2007 eran el 22,7%. (EPA).
Un tercio de las personas que recibieron ayuda de Cáritas en el año 2009 la recibió también en
el año 2011, por lo que lleva tres años o más siendo atendida en Cáritas (MIS).
10. Al apartado «V.1.2. Las fórmulas de tratamiento de los problemas de exclusión social en el
contexto de la crisis económica: políticas públicas y actuaciones de la iniciativa social».
Se sustituye la redacción actual del párrafo segundo de este apartado por la siguiente:
«A continuación examinaremos muy sumariamente, siguiendo el mencionado resumen de
Cáritas Española del Informe “Exclusión y desarrollo social. Análisis y Perspectivas 2012”, así
como el referido VII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Española “De la
coyuntura a la estructura. Los efectos permanentes de la crisis”, de septiembre 2012, la aplicación
de estas fórmulas a lo largo del año 2011 y también el informe “Desigualdad y Derechos sociales”
publicado, por la Fundación FOESSA, en 2013. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el
gasto y las actividades de las Administraciones Públicas en todos los ámbitos —incluso en la
protección social— se han visto y se verán afectados, durante ese ejercicio y los tres siguientes
—2012, 2013 y 2014—, por los ajustes presupuestarios necesarios para el cumplimiento del
programa de estabilidad y reducción del déficit público acordado por España con las instituciones
de la Unión Europea.»
Adición de un nuevo párrafo tercero al final de este apartado «V.1.2…» con el siguiente texto:
«En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013 señala que “Las medidas de contención del déficit público adoptadas desde
2010 han supuesto un punto de inflexión en el acceso a los derechos sociales en España en el
período democrático. Los recortes en algunos bienes básicos, la reducción de las cuantías de
algunas prestaciones y la exclusión de grupos de ciudadanos de servicios elementales han
introducido niveles de fragmentación social cuya reducción costó varias décadas y grandes
acuerdos sociales. La progresiva diferenciación ciudadana en el acceso a derechos básicos marcará
nuestra estructura social en los próximos años. Durante el año 2012 no solo no se ha alterado esta
tendencia, sino que ha adquirido nuevas dimensiones, con el crecimiento de los costes de acceso
a servicios básicos, la rebaja presupuestaria en bienes preferentes como la sanidad o la educación,
o la exclusión de una parte de la población inmigrante de determinados servicios para el bienestar
a los que hasta ahora tenía acceso”.»
11. Al apartado «Salario mínimo».
«En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013 señala que: “Después de los importantes aumentos de este instrumento
registrados hasta el inicio de la crisis e incluso al inicio de esta, sobre todo en relación con la
evolución del índice de precios al consumo, su crecimiento ha ido moderándose desde 2010. En
2012 se decretó un crecimiento nulo de esta variable, que contrasta con un crecimiento de los
precios de casi dos puntos y medio. Este debilitamiento del indicador relativo de los salarios más
bajos debe contemplarse con preocupación, dado el aumento de las desigualdades salariales
desde el comienzo de la crisis. A pesar de la salida del mercado de trabajo de un segmento muy
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Adición de un nuevo párrafo segundo al final de este apartado con el siguiente texto:
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importante de trabajadores con salarios muy bajos, las diferencias en la parte baja de la distribución
de las rentas salariales se han ensanchado en este período, con un alejamiento progresivo de los
trabajadores con remuneraciones más bajas del salario medio”.»
«La reforma del mercado de trabajo y la cobertura por desempleo. Los cambios en los sistemas
de aseguramiento dentro del mercado de trabajo pueden proceder de fuentes diversas, afectando
tanto a la seguridad del puesto de trabajo y a la protección del empleo como a la sustitución de
rentas por prestaciones de desempleo en caso de pérdida de aquel.
En relación al primero de esos aspectos, el hecho más sobresaliente de 2012 es la introducción
en la reforma laboral aprobada este año de diferentes medidas que han recortado sustancialmente
la protección del puesto de trabajo, como la mayor facilidad para el despido objetivo, la eliminación
de la autorización administrativa en los expedientes de regulación de empleo y el menor coste del
despido no justificado. Como ha demostrado la evolución del mercado de trabajo posterior a la
aprobación de la reforma, en un contexto tan recesivo estas medidas han contribuido a elevar el
riesgo de desempleo.
Según el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación FOESSA, en
2013: La nueva reforma laboral se aprobó por la Ley 3/2012, de 6 de julio (BOE de 7 de julio), de
medidas urgentes para la reforma laboral, después de que el Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de
febrero (BOE de 11 de febrero), de igual título, se tramitara parlamentariamente y sufriera algunas
modificaciones. Su objetivo, tal como se establece en el preámbulo, es modificar de manera
sustancial el modelo laboral español, al que se imputa la rapidez y la intensidad de la destrucción
del empleo de los últimos cinco años. Para ello se adopta “una reforma que proporcione a los
operadores económicos y laborales un horizonte de seguridad jurídica y confianza en el que
desenvolverse con certeza para conseguir recuperar el empleo”, con objeto de establecer “un
marco claro que contribuya a la gestión eficaz de las relaciones laborales y que facilite la creación
de puestos de trabajo, así como la estabilidad en el empleo que necesita nuestro país”. De esta
exposición de motivos parece deducirse que el legislador atribuye a los elementos principales del
modelo laboral (la legislación y la negociación colectiva) los males fundamentales que aquejan al
mercado de trabajo. Dado este diagnóstico, la reforma se centra en cuatro materias principales: la
contratación, el despido, la modificación de las condiciones de trabajo y la negociación colectiva.
¿Qué valoración puede hacerse de esta reforma? En el preámbulo de la Ley 3/2012 se dice que
“la reforma propuesta trata de garantizar tanto la flexibilidad de los empresarios en la gestión de los
recursos humanos de la empresa como la seguridad de los trabajadores en el empleo y adecuados
niveles de protección social”. Dicho de otra forma, persigue el objetivo de la “flexiseguridad”. Sin
embargo, no parece que haya sido equilibrada al tratar de llevar a la práctica dicha idea, puesto
que, aparte de alterar de forma sustancial la relación de poder entre empresarios y trabajadores
(cambio que parece de tal envergadura que se puede decir que altera la naturaleza del conjunto de
la normativa que regula las relaciones laborales y, en concreto, del Estatuto de los Trabajadores),
básicamente se centra en el logro del aumento de la flexibilidad de las empresas sin que mejore la
dimensión de seguridad de los trabajadores para compensar los problemas que puede generar la
mayor flexibilidad al aumentar las transiciones laborales y la rotación.
En cuanto a la primera, la reforma abunda en medidas para permitir tanto la flexibilidad interna,
facilitando los descuelgues y la modificación unilateral por el empresario de las condiciones de
trabajo, como la externa, sobre todo facilitando el despido. En cuanto a la segunda, además de
endurecer el acceso y reducir en algunos casos los niveles de protección por desempleo, apenas
se han producido cambios en relación con las políticas activas del mercado de trabajo, pues no se
han planteado mejoras de los servicios públicos de empleo o de la formación para el empleo,
elementos que pueden ser importantes para favorecer la reinserción laboral de los colectivos más
desfavorecidos. Tan solo se han adoptado algunas medidas de dudosa eficacia, como el derecho
(todavía no desarrollado) a un permiso retribuido de veinte horas de formación, acumulables por un
período de hasta cinco años, o la autorización de las empresas de trabajo temporal para operar
como agencias de colocación.
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12. Adición de un Nuevo Apartado posterior al apartado «Salario mínimo», bajo la denominación «La
reforma del mercado de trabajo y la cobertura por desempleo» en los siguientes términos:
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Finalmente, por lo que respecta a los posibles efectos de la reforma, es evidente que a corto
plazo no va a “facilitar la creación de puestos de trabajo”. La teoría económica nos dice que las
medidas que abaratan y facilitan los despidos, cuando se adoptan en un contexto de recesión
económica, contribuyen a la destrucción de empleo, por lo que el desempleo aumenta. Esto es
precisamente lo que ha sucedido en 2012 y lo que sucederá en 2013. Aunque pueda influir
positivamente en las decisiones futuras de contratación, el efecto total no tiene por qué ser
necesariamente positivo. Otras medidas dirigidas a reducir la dualidad del mercado de trabajo, a
limitar la temporalidad y la rotación y a favorecer la estabilidad del empleo están ausentes de la
reforma realizada. Y ese es un elemento que haría mucho por mejorar el funcionamiento y los
resultados del mercado laboral español.
En la segunda de las fuentes de aseguramiento —la protección por desempleo— , según el
mismo informe “sobresale la caída en la tasa de cobertura ofrecida por el sistema de prestaciones.
De un valor cercano al 80% de desempleados cubiertos por el sistema se pasó en 2012 a otro en
el que una de cada tres personas sin empleo no recibe prestaciones de este tipo. Después de
alcanzar valores elevados, cuando la intensidad de la crisis y de la destrucción de empleo había
hecho más necesaria la protección a través de estas prestaciones, se ha pasado a una situación en
la que la tendencia es la contraria”.
En este sentido, el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la
estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, ha introducido algunos cambios en el
sistema de prestaciones por desempleo. Entre estas medidas hay que destacar la reducción de la
cuantía de la prestación contributiva a partir del séptimo mes de prestación (al bajar el coeficiente
de aplicación a la base reguladora del 60% al 50%), la ampliación de 52 a 55 años para percibir
hasta la jubilación el subsidio por desempleo, la mera existencia de indicios de fraude para
suspender la prestación por desempleo y la notable limitación de los colectivos beneficiarios de la
renta activa de inserción que reciben las personas desempleadas con grandes dificultades
económicas excluidas de las prestaciones por desempleo.
Por su parte, el Real Decreto-ley 5/2013, de 15 de marzo, de medidas para favorecer la
continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento
activo que supone, entre otras medidas, una nueva vuelta de tuerca para el acceso a las pensiones
y a las prestaciones por desempleo, endureciendo las condiciones para poder jubilarse
anticipadamente (antes de la edad legal que va a pasar paulatinamente de los 65 a los 67 años), y
para poder acceder a la prestación por desempleo a las personas mayores de 55 años.
Concretamente, se exigirá una carrera mínima de 35 años de cotización para acceder a la jubilación
anticipada voluntaria y 33 años cotizados en el caso de la jubilación anticipada forzosa y también
en la jubilación parcial. Elevándose también la edad para acceder a estas modalidades, en
consonancia con la última reforma de pensiones.
En España la crisis y el intenso incremento del desempleo no ha llevado a un replanteamiento
o refuerzo de este sistema limitado de protección; por el contrario, la debilidad y controversia que
tradicionalmente acompañan a estas prestaciones las han situado en primera línea de atención de
las políticas de ajuste. Los polémicos 400 euros establecidos como medida excepcional para la
protección de desempleados que agotaban prestaciones (programa PRODI y más tarde PREPARA)
fueron objeto de discusión política que derivó en su limitación y posterior desaparición.»
13. Al apartado «Pensiones públicas».
Se sustituye la redacción actual de este apartado por la siguiente:
«Pensiones públicas: Debido a la imperiosa necesidad de contener y reducir el déficit público
español desde el mes de mayo de 2010, se han aplicado desde ese momento diversas y sucesivas
medidas de contención del gasto en pensiones públicas contributivas y no contributivas. De acuerdo
con ello, el crecimiento de la pensión media en 2011 estuvo por debajo del 3%, siendo inferior al
crecimiento de las pensiones públicas en años anteriores. Destacando, en todo caso, la decisión de
finales del año 2012 de desligar la actualización de las pensiones del comportamiento de la inflación.
En este sentido, el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013 señala que: “Dado el peso de las pensiones en la renta de los hogares españoles
y su reconocida contribución a la reducción de la desigualdad, tal decisión añade más tensiones
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distributivas a las ya resultantes de las desigualdades crecientes en las rentas del trabajo y del
capital. La cuantía media de las pensiones ha seguido, de hecho, una tendencia de crecimiento cada
vez más pausado, con una moderación desde el año 2008 de las tasas interanuales de variación.
Estas no solo dependen, en cualquier caso, de las decisiones políticas, sino también de la propia
inercia del sistema, como la entrada de beneficiarios con carreras de cotización más largas.
A diferencia, sin embargo, de las pensiones contributivas, en 2012 aumentó más que en los
años precedentes la cuantía de las pensiones no contributivas (un 3,2% frente al 1% de los dos
años anteriores). Destaca, en este ámbito, que a pesar de tratarse de prestaciones teóricamente
ajenas al ciclo económico, se ha ido reduciendo lentamente el número de beneficiarios, con una
caída en la última década de 40.000 prestaciones, lo que viene a suponer algo menos de un 10%
respecto a los 450.000 beneficiarios actuales”.»
14. Al apartado «Sistemas de garantías de ingresos mínimos».
Se sustituye la redacción actual del párrafo segundo de este apartado por la siguiente:
«En el año 2007, al comenzar la crisis, y como ya se ha indicado, 103.071 personas percibieron
rentas mínimas de inserción en el conjunto de España. En 2011 pasaron a doblarse, llegando los
beneficiarios de esas ayudas a más de 223.000. En ningún momento anterior se había producido
un crecimiento de perceptores tan rápido y tan alto.»
Se sustituye la redacción actual del párrafo tercero de este apartado por la siguiente:
«Debe subrayarse, además, que en la actualidad el número de desempleados que ha dejado
de percibir prestaciones por desempleo ha aumentado sustancialmente. En marzo del año 2013,
de los 6,2 millones de parados (según la Encuesta de Población Activa —EPA—, que, por otra
parte, no recoge a los llamados “parados desanimados” que han dejado de buscar un trabajo, cuyo
número se estima estabilizado desde el año 2009 en torno a 400.000 personas), sólo algo más de
tres millones percibe la prestación contributiva de desempleo. Un poco más de otra cuarta parte
recibía otro tipo de prestación asistencial o la denominada renta activa de inserción. En consecuencia,
casi la mitad de los parados, en concreto, 2,4 millones de personas, no recibían en ese momento
ninguna prestación del sistema de protección por desempleo, dependiendo de las rentas mínimas
o básicas de inserción, de las ayudas de sus familiares o de la muy problemática obtención de otras
fuentes de recursos.»
Se sustituye la redacción actual del cuadro recogido en este apartado por la siguiente:
País Vasco
658,5
Navarra
641,4
Canarias
472,1
Aragón
441,0
Asturias
442,96
Cantabria
426,01
Cataluña
423,7
Extremadura
399,38
Galicia
399,38
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Cuadro de rentas mínimas de inserción por Comunidades Autónomas 2011.
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Castilla y León
426,0
Baleares
405,52
Andalucía
397,67
C. Valenciana
385,18
La Rioja
372,6
Castilla-La Mancha
372,6
Madrid
375,55
Murcia
300,0
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(Fuente: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011)
Adición de un último párrafo a este apartado con la siguiente redacción:
«Destacando entre las actuaciones públicas a nivel autonómico para hacer frente a las
consecuencias de la crisis, el Decreto-ley 7/2013, de 30 de abril, de la Junta de Andalucía de medidas
extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social en Andalucía, que prevé destinar
unos recursos adicionales de más de 120 millones a paliar el impacto de la crisis económica en los
dos colectivos más vulnerables, los menores y los mayores. En este sentido, para mitigar esta
situación, el Decreto Ley introduce medidas extraordinarias dirigidas a fomentar la contratación entre
los colectivos más castigados por la crisis; atender las necesidades básicas de alimentación de los
menores, sus familias y las personas mayores en riesgo de exclusión, y mantener y afianzar el Servicio
de Ayuda a Domicilio para evitar la pérdida de empleo que suponen los recortes estatales. Estos
objetivos, a su vez, se concretan en tres grandes iniciativas: el Plan Extraordinario de Acción Social
de Andalucía, con una dotación de 60 millones de euros; el Plan de Solidaridad y Garantía Alimentaria
2013, con 16 millones, y las modificaciones normativas para agilizar procedimientos relativos al
Ingreso Mínimo de Solidaridad y al Programa de Solidaridad para la Erradicación de la Marginación y
la Desigualdad en Andalucía, que supondrán unas inversiones adicionales de 44 millones de euros.»
14. Al apartado «Política de vivienda».
«Desde el comienzo de la crisis económica, el porcentaje de retrasos en el pago de gastos
relacionados con la vivienda ha venido aumentando progresivamente. Según la ECV de 2012, en
ese año, el porcentaje aumentó casi un 50%, alcanzando ya el 7,4% de los hogares españoles.
El precio de la vivienda en España intensificó su caída en el tercer trimestre de 2011, con un
descenso del 17,7% (24,1% en términos reales) desde que alcanzara su precio máximo. Según los
últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, en abril de 2013, el precio nominal de la vivienda
en España ha caído de forma oficial un 25%, datos a los que si le añadimos la subida experimentada
por la inflación, se obtiene que la caída del precio real de la vivienda alcanza ya el 36%. De acuerdo
con los últimos datos difundidos por el Banco de España, en el último trimestre del año 2013 los
hogares aportaron el 26,3 % de los ingresos anuales para la compra de vivienda (con deducciones
fiscales), según estos mismos datos, si se descuentan las deducciones de las que se beneficiaron en
el conjunto de 2012 quienes compraron un piso, los españoles dedicaron de media el 34,6% de su
renta a la adquisición de una vivienda. Esta adquisición se hace todavía más difícil con la prolongación
de la crisis económica y financiera, que ha ocasionado además una fuerte restricción crediticia.
Según los últimos datos que maneja el Banco de España, publicados en mayo de 2013, la deuda
hipotecaria que acumulan los seis millones de hogares hipotecados bajó un 3,06% en tasa interanual
en marzo, y se situó en 633.482 millones de euros, 26.388 millones menos que hace un año.
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Adición de un nuevo texto, a partir del actual primer párrafo a este apartado con la siguiente redacción:
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Las hipotecas acaparan el 77,2% del endeudamiento total de los hogares, una proporción se
mantiene desde hace varios años, ya que la caída de la inversión en vivienda ha sido paralela a la
del endeudamiento total, por lo que el importe que las familias destinan a su hogar ocupa la mayor
parte de su ahorro. Hace doce meses, esa proporción era del 76,77%.
En total, el volumen de deuda que los hogares españoles tenían contraído con las entidades
financieras era en marzo 820.183 millones de euros, lo que representa un descenso del 4,4% en un
año y lo sitúa en su nivel más bajo desde mayo de 2007.Parte de la explicación del descenso de la
deuda hipotecaria se entiende, en parte, por la conjunción de varios factores:
Más cancelaciones que nuevas hipotecas. En los últimos doce meses se cancelaron 319.080
hipotecas y sólo se concedieron 295.192 nuevas. Primero, por la caída en picado del número de
hipotecas concedidas en los últimos 12 meses y el aumento sostenido de las cancelaciones. En los
últimos doce meses se cancelaron 319.080 y sólo se concedieron 295.192 nuevas hipotecas, hasta
febrero de 2013, según datos del INE. Casi 24.000 menos.
El adelgazamiento del mercado hipotecario es estable: 2.000 hipotecas netas menos cada mes.
En febrero (último dato), sólo se firmaron 24.197 operaciones y 26.189 cancelaciones. Con un
añadido, el importe medio ha caído de 112.179 euros a 103.000 euros por crédito, una evolución
que los bancos están compensando elevando las comisiones y los diferenciales hipotecarios.
Pagos al contado. Segundo, porque, en un alto porcentaje, las viviendas que se compran en la
actualidad incluyen parte del pago (o todo), al contado, bien porque los son los ahorradores los que
únicos que compran, bien porque los bancos exigen a los compradores que aporten una parte del
precio en efectivo.
Alta morosidad. Tercero, porque la morosidad en las hipotecas se disparó un 34% en 2012,
hasta el 3,84%, un dato que ha puesto sobre aviso a los bancos, un año más, para ser muy
cautelosos a la hora de conceder créditos hipotecarios. Esa morosidad creciente en los hogares
hará que en torno a 100.000 familias dejen de pagar su hipoteca este año 2013, por lo que la
tendencia tenderá a continuar en los próximos años.
Alto número de ejecuciones hipotecarias. Y cuarto, por el alto número de ejecuciones hipotecarias
llevadas a cabo en 2012. Según los últimos datos publicados en marzo de 2013 por el Servicio de
Estadística Judicial del Consejo General del Poder Judicial, en 2012 se iniciaron en los órganos
judiciales españoles 91.622 ejecuciones hipotecarias, un 17,7% más que en 2011. Según estos
datos, el 20,3% de la ejecuciones hipotecarias lo fueron en Cataluña, a la que siguieron Andalucía
con el 19,6%, la Comunitat Valenciana, con el 17,6% y Madrid con el 10,1%.
El número de las ejecuciones hipotecarias que estaban en trámite en los juzgados españoles al
final de 2012 es de 198.116. De ellas, el 21% corresponden a Andalucía, a la que siguen Cataluña,
20,7%, Comunitat Valenciana, 15,9% y Madrid, 10,8%.
La comparativa entre los cinco años de la crisis (2008-2012) y los cinco anteriores (2003-2007)
arroja un incremento de la ejecuciones hipotecarias iniciadas de un 368,7%, lo que supone un
aumento medio anual de un 73,7%. Para las ejecuciones resueltas el incremento fue del 199,5%,
con media anual del 39,9%. Y para las que quedaron en trámite al final del periodo el incremento en
los cinco años fue del 482,9%, un 96,6% anual.
Por su parte, según el informe presentado en abril de 2013 por el Colegio de Registradores de
la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España, durante el año 2012, se iniciaron 65.778
procesos de ejecución hipotecaria, por los que las entidades bancarias se quedaron con 30.034
primeras viviendas por impago de los créditos, lo que supone una media de 115 desahucios por día
hábil o, lo que es lo mismo, uno cada 15 minutos. El número de viviendas, de primera y segunda
residencia, que se adjudicaron los bancos durante el año 2012 asciende a 38.778, según el mismo
informe. Otro dato que muestra la crudeza de la situación es que la banca admitió 11.441 daciones
en pago en primera vivienda ante la insolvencia de sus clientes. Y, por último, el informe afirma que
en 2012 se iniciaron. El 77% de media de los casos afectó a primera vivienda. Un dato que según
el mismo informe es ”sin duda significativo debido a que la pérdida de la primera vivienda tiene un
impacto social muy superior a la segunda residencia u otro tipo de fincas”. Con lo que el informe
viene a revelar la enorme gravedad del problema social existente.
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En este sentido, el informe de Intermón Oxfam España Crisis, desigualdad y pobreza, publicado
en diciembre de 2012, ya apuntaba que “El desempleo está multiplicando exponencialmente las
situaciones de incapacidad de hacer frente a los costes de las hipotecas, generando un auténtico
drama de la vivienda que ya se ha cobrado vidas…
… Y lo peor está por venir, pues los desahucios que ahora se producen corresponden a casos
iniciados hace tres años, al comienzo de la crisis…
… Este drama se ceba una vez más en mayor medida entre la población inmigrante —la
morosidad en el crédito hipotecario en el segmento de los inmigrantes supera el 5% frente al 3% del
conjunto de la población—, lo que ahonda aún más su vulnerabilidad, justamente cuando el empleo
y los servicios sociales —pilares básicos para la integración y la cohesión social— se desmoronan”.»
Adición de un nuevo texto, a partir del actual último párrafo a este apartado con la siguiente redacción:
«Sin embargo, lo cierto es que ni con el Real Decreto-ley 6/2012, de 9 de marzo ni con el Real
Decreto-ley 27/2012, de 15 de noviembre, ni con el texto que trae causa de este último Real Decretoley, la Ley 1/2013, de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios,
reestructuración de la deuda y alquiler social, el Gobierno del Partido Popular ha manifestado su
preocupación real por el problema de los desahucios, soslayando abordar soluciones reales y
efectivas frente a esta realidad dramática, al rehusar adoptar medidas contundentes para abordar
en su integridad la situación de los deudores hipotecarios y el desequilibrio con la posición del
acreedor, ignorando las aportaciones de todos los grupos políticos en el Parlamento e impulsando,
en soledad, un texto raquítico, insuficiente y frustrado en sus objetivos.
La ley 1/2013 de 14 de mayo es claramente insuficiente para dar una respuesta al drama de las
personas desahuciadas, al no desarrollar un verdadero procedimiento de “segunda oportunidad”,
ignorar la dación en pago y olvidar aportar soluciones cuando el procedimiento de ejecución
hipotecaria afecta al local de negocio en el que el trabajador autónomo ejerza su actividad.
Procedimiento de “segunda oportunidad” cuya articulación no es recogida en su integridad por esta
de ley. Tratándose, esencialmente, de un procedimiento extrajudicial previo al concursal que busca
dar solución al sobreendeudamiento sobrevenido no doloso de las personas, a través de un
Convenio de Acreedores con Intervención Notarial, y que dispone la imposibilidad de iniciar la
ejecución hipotecaria sobre la vivienda del deudor durante la sustanciación, tanto del procedimiento
extrajudicial como del judicial, extendiendo el sistema de protección de deudas profesionales a las
que no tienen tal carácter, incluyendo las ya contraídas. Una previsión que reviste gran importancia,
ya que una vez admitida la solicitud de convenio, se suspenden imperativamente los procedimientos
de ejecución del patrimonio. Estableciéndose además una presunción legal de sobreendeudamiento,
que afecta a aquellas personas que hayan perdido su vivienda como consecuencia de una ejecución
hipotecaria, disponiendo que puedan acudir directamente a un procedimiento judicial para obtener
la remisión o cancelación total o parcial de la deuda pendiente. Y por el que el deudor ha de recibir,
focalizándolo en su patrimonio personal, el amparo constitucional de su derecho a una vivienda
digna, que es el principio que inspira este procedimiento.
Además, debería contemplarse la obligatoriedad de la adhesión de las entidades financieras al
Código de Buenas Prácticas, la reducción de los aranceles registrales y de los honorarios notariales,
para favorecer un reparto equitativo en las cargas del procedimiento hipotecario y la nulidad de las
cláusulas suelo —o límite a la variación a la baja del tipo de interés contratado— en los contratos
de préstamo o crédito hipotecario en los que la garantía sea la vivienda habitual o el local de
negocio en el que el trabajador autónomo ejerza su actividad. Es imprescindible la creación de un
auténtico parque público de alquiler social que gestione el mayor número del volumen de viviendas
vacías, garantizando el acceso a una vivienda digna a un precio acorde a las circunstancias
económicas y familiares de las personas que hayan perdido su vivienda como consecuencia de una
situación de insolvencia sobrevenida.
Un parque que podría nutrirse, entre otras aportaciones, de las viviendas en manos del Sareb
o de entidades bancarias que se hayan sido intervenidas, sin que tales aportaciones deban ser
meramente voluntarias. La ley mantiene un perfil restrictivo respecto de los hogares a los que se les
aplazará el lanzamiento de la vivienda y mantiene los intereses de mora, con lo que las familias
que, en el mejor de los casos, puedan “beneficiarse” de la paralización del desalojo, una vez pasado
este periodo, deberán tener que hacer frente al pago de la deuda más los intereses. El 12% de
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demora sigue siendo un tipo igualmente usurario y sólo se aplicará a préstamos o créditos para la
adquisición de vivienda habitual subsistiendo aún intereses de demora, habitualmente del 20% o
más, para otros operaciones crediticias incluidas las que corresponden a local de negocio donde se
ejerza la actividad que constituya el medio de vida de la persona.
En suma, un texto que frente a la necesidad de respuestas integrales e inmediatas para aquellas
personas desahuciadas o en riesgo de desahucio, no ofrece garantías legales, ni un reparto
equitativo en las cargas inherentes al procedimiento hipotecario, aportando sólo soluciones muy
limitadas, excluyendo, en todo caso, de las mismas a quienes ahora están en el trance de poderse
ver desposeídos de su vivienda o local de negocio como consecuencia del impago de su hipoteca.
Una resistencia y negativa del Gobierno del Partido Popular a articular respuestas legales
efectivas que es aún más clamorosa y empecinada cuando desde la Unión Europea se reciben
mensajes en la dirección contraria, aportando soluciones que, tarde o temprano, tendrán que
encajar en la estructura legislativa española. Así el pasado mes de marzo el Tribunal de Justicia de
la Unión Europea declaraba la incompatibilidad de algunos aspectos de la normativa española en
materia de préstamos hipotecarios y desahucios con la Directiva de la Unión Europea en materia
de protección de los consumidores. Y la misma Unión Europea acordaba, este mismo mes de abril,
la aprobación de una Directiva Comunitaria sobre créditos hipotecarios que garantiza condiciones
más favorables para los prestatarios en casos de pago anticipado y de ejecución hipotecaria, y que
contempla la opción de la dación en pago. El texto, que tras su aprobación formal tendrá que ser
aplicado por los Estados miembros en un plazo de dos años, se opone a normativas nacionales que
impidan la dación en pago por acuerdo de prestatario y prestamista, entre ellas la española.
Obstáculo que, sin embargo, la proposición que nos ocupa no quiere resolver.
Tibieza e inacción del Gobierno de España que contrasta con los pasos que se están dando en
algunas Comunidades Autónomas que están trabajando para que parte del parque de viviendas
vacías, especialmente el que se encuentra en manos de las entidades bancarias, pueda ser utilizado
por las familias afectadas por los desahucios o que carezcan de recursos económicos. Así, la Junta
de Andalucía ha optado por afrontar la “emergencia social” que suponen los desahucios a través de
un decreto, que ya se encuentra en vigor, que le permite expropiar el uso durante tres años a las
entidades financieras aquellas viviendas que se hallen en un proceso de desahucio por impago de
la hipoteca.
En suma el texto que nos ocupa no ofrece las soluciones integrales exigibles a los poderes
públicos para hacer frente al drama social de los deudores hipotecarios que no pueden hacer frente
a sus deudas por causas sobrevenidas, no previene suficientemente situaciones de endeudamiento
y no favorece, en todo caso, el acceso de los ciudadanos y su permanencia en una vivienda digna.
En suma, todo apunta a que a pesar del texto que nos ocupa, el sistema legal vigente en España
en materia de ejecución de las deudas hipotecarias que afectan a la vivienda habitual va a persistir,
en sus rasgos básicos, lo que le mantiene como el más agresivo para el deudor en Europa
Occidental.
En este sentido, en un dictamen dirigido este mismo mes de mayo de 2013, al Gobierno de
España, el Banco Central Europeo le reclama más medidas contra ese drama social que sufre
desde hace varios años España con especial intensidad, recordando que “debería adoptarse un
conjunto de medidas más amplio que aborde las causas subyacentes de las dificultades relacionadas
con las hipotecas y que trate de evitar, en la medida de lo posible, las ejecuciones hipotecarias”.
“Solo con una estrategia de resolución más amplia se puede hacer frente a los retos que plantean
los cambios en las circunstancias económicas de los prestatarios, los cambios sustanciales en el
valor de los inmuebles y el posible resultado de hipotecas inviables, manteniendo al mismo tiempo
incentivos apropiados tanto para deudores como para acreedores y reduciendo al mínimo el posible
riesgo moral”, añade el dictamen del Banco Central Europeo. Y aunque el supervisor europeo
aplaude el establecimiento de un fondo social de viviendas, considera que esa iniciativa debería ser
parte de una estrategia amplia e integrada de gestión de las dificultades relacionadas con las
hipotecas. “Esta estrategia puede desembocar finalmente en menos ejecuciones hipotecarias y
menos necesidad de un fondo social de viviendas”, explica en su informe.
Aunque el dictamen admite que los cambios en la legislación hipotecaria deberían basarse en
un análisis pormenorizado de su impacto en el sistema financiero y que deberían vigilarse los
efectos de los cambios sobre las provisiones y el capital de los bancos, está claro que al Banco
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Central Europeo las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo español le parecen insuficientes.
El dictamen, aprobado por el Consejo de Gobierno del banco, subraya que “la ejecución hipotecaria
debe considerarse el último recurso”. La ejecución hipotecaria resulta costosa y generalmente
produce menos ingresos que las ventas voluntarias. Por ello, considera importante que los bancos
“adapten sus prácticas actuales de gestión de prestatarios incursos en incumplimiento a fin de
evitar las ejecuciones hipotecarias, y que el marco regulador proporcione incentivos a todas las
partes interesadas para que acuerden una reestructuración de deuda oportuna y razonable en caso
de incumplimiento”.
Insuficiencia y falta de voluntad para abordar el problema de los desahucios del Gobierno del
Partido Popular que se reproduce a la hora de abordar el necesario impulso del mercado del alquiler
de viviendas en nuestro país por la Ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado del
alquiler de viviendas, aprobada definitivamente por el Congreso de los Diputados el pasado 23 de
mayo de 2013.
Y es que tras tres años de vigencia de la reforma operada por la Ley 19/2009, de 23 de
noviembre, de medidas de fomento y agilización procesal del alquiler y de la eficiencia energética
de los edificios, un periodo escaso para poder evaluar su impacto en el mercado arrendaticio, el
Gobierno aprueba una nueva reforma con la que pretende dinamizar el mercado de alquiler “por
medio de la búsqueda del necesario equilibrio entre las necesidades de vivienda en alquiler y las
garantías que deben ofrecerse a los arrendadores para su puesta a disposición del mercado
arrendaticio”. Este objetivo, expresado en la exposición de motivos de la ley, no se corresponde ni
con el contenido de la reforma ni atiende a la situación económica por la que atraviesa el mercado
de la vivienda en España.
El Gobierno sostiene que el mercado de alquiler no es una alternativa eficaz al de la propiedad
en nuestro país porque la oferta de viviendas es insuficiente y no es competitiva por tener rentas
altas. Sin embargo, en estos momentos, el problema no es tanto de oferta, sino de demanda. La
realidad que vivimos hoy en España es la drástica reducción de la demanda de alquiler fruto, entre
otras razones, de la contracción del crédito y la dramática situación laboral que sufren tantas
personas en paro o con empleos precarios. Los inmigrantes se vuelven a sus países, ha disminuido
el número de personas que cambian de ciudad por motivos de trabajo, los jóvenes ya no se
independizan y los que se han independizado vuelven con sus familias, algo a lo que ha contribuido
la supresión de la renta básica de emancipación. Por primera vez, los precios están bajando, y lo
hacen por la falta de demanda no por el aumento de la oferta. Se necesitan políticas de estímulo a
la demanda y esta ley no contempla ninguna.
Además, el contenido de la reforma no sólo rompe con la función tuitiva en beneficio del
arrendatario, que ha caracterizado históricamente la legislación española en materia de
arrendamientos urbanos, al partir de la consideración de que debía otorgarse una mayor protección
a quien satisface la necesidad de una vivienda, sino que desequilibra la balanza a favor del
arrendador. Si bien en las sucesivas reformas operadas en materia de arrendamientos urbanos, el
legislador ha ido matizando la protección al arrendatario y tendiendo a un mayor equilibrio en las
relaciones entre el arrendador y el arrendatario, con este proyecto de ley que plantea el Gobierno,
se produce la ruptura de ese equilibrio a favor del arrendador y se obvia la protección constitucional
del derecho a la vivienda como espacio acotado y cerrado, fundamental para el desarrollo físico,
intelectual y humano de los ciudadanos y necesario para atender a la dignidad de la persona que
hoy en día exige nuestro modelo de sociedad.
Entre otros aspectos, el proyecto priva de la necesaria estabilidad en la duración del contrato,
beneficiosa tanto para el arrendador como para el arrendatario, reduciendo el periodo de prórroga
obligatoria de cinco a tres años y el de prórroga tácita de tres a un año. Suprime la necesidad de
pacto previo y, por tanto, el posible coste de negociación al arrendador, para excepcionar la aplicación
de la prórroga, en los supuestos en los que éste tiene necesidad de la vivienda arrendada para sí o
sus familiares en primer grado de consanguineidad o por adopción o para el cónyuge en caso de
divorcio o nulidad matrimonial; reduciendo de forma drástica la indemnización que debe satisfacer el
arrendador en caso de falta de ocupación del inmueble. Aumenta las materias dispositivas, frente al
régimen vigente, en aspectos claramente perjudiciales para el arrendatario como los parámetros de
actualización de la renta o sobre renuncia al derecho de adquisición preferente. El texto hace
depender la eficacia erga omnes del derecho del arrendatario de la inscripción del arrendamiento en
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el Registro de la Propiedad, encareciendo la contratación que, en virtud del artículo 1.555 del Código
Civil, deberá sufragar el arrendatario y, por tanto, desincentivando la demanda, y con el exclusivo
afán, disimulado tras una pretendida seguridad del tráfico jurídico, de permitir la extinción del contrato
de arrendamiento en los procesos de ejecución hipotecaria en supuestos que, de mantenerse la ley
vigente, no podrían darse, para beneficio exclusivo de las entidades financieras. A lo que hay que
sumar, entre las penalizaciones arbitrarias a las que somete esta de ley al arrendatario, la introducción,
en su tramitación en el Congreso de los Diputados, de un “Registro de sentencias firmes de impagos
de rentas de alquiler”. Un registro que se convierte en una auténtica lista negra que, de modo
indiscriminado, penalizaría a personas sin distinguir las consecuencias de su insolvencia, sin
distinguir entre quienes abusan o quienes son víctimas de una crisis que cada día afecta más gente,
inhabilitándolas, en todo caso, para poder acceder a una vivienda en el futuro.
Por lo que respecta a los efectos económicos de la reforma sobre el mercado de alquiler en
España, no debemos olvidar la opinión manifestada por el Consejo Económico y Social en el
Dictamen sobre este texto, elaborado por la Comisión de Trabajo de Salud, Consumo, Asuntos
Sociales de 20 de junio de 2012, al señalar que “considerando la situación y expectativas de los
arrendatarios, la menor duración de los arrendamientos en el sentido que prevé el anteproyecto no
parece que garantice eficazmente los fines de dinamización del mercado del alquiler mientras que,
por el contrario, podría restar incentivos a la demanda”.
Si bien es cierto que el porcentaje de población que habita una vivienda en alquiler en España
se encuentra en una proporción mucho menor que la media de la Unión Europea, y que la política
de fomento de la tenencia de la vivienda en alquiler tiene ventajas económicas indudables como,
entre otras, evitar las variaciones excesivas del precio de la vivienda o contribuir a la reducción del
desempleo al aumentar la movilidad de los trabajadores, parece claro que la política del Gobierno
con la reforma introducida en esta ley y otras decisiones adoptadas como son la introducción
generalizada de la desgravación a la compra, hoy derogada, o la supresión de la Renta Básica de
Emancipación y de gran parte de las ayudas de subsidiación al préstamo reconocidas dentro de los
Planes Estatales de Vivienda o la liquidación de la Sociedad Pública de Alquiler, son medidas que
van en sentido contrario a la pretendida finalidad de incentivar el mercado de la vivienda en alquiler,
además de manifestaciones de una política errática y dubitativa en materia de vivienda, sin objetivos
claros y que parece atender más al dictado de sectores económicos con problemas que a una
contribución efectiva al bienestar común de todos los ciudadanos.
Cuestiones todas ellas que no van en la línea favorecer la inclusión social de los sectores
sociales más desfavorecidos.»
15. Al apartado «Sistema educativo».
«En cualquier caso, en el ámbito educativo, el rasgo más general de la evolución del sistema
desde la perspectiva de los derechos sociales es la pronunciada caída del gasto registrada en los
últimos años. Según el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación
FOESSA, en 2013, refiriéndose a los datos del año 2012 que se verían incrementados, aún más
negativamente, a lo largo del año 2013, señala que: “Según las cifras estimadas a partir de los
presupuestos iniciales, el gasto público en educación fue en 2012 dos mil millones más bajo que en
el año 2009. Este recorte en los recursos públicos invertidos en la educación puede afectar,
inevitablemente, a la calidad y al rendimiento del sistema, especialmente si se pone en relación al
número de alumnos, que ha seguido aumentando, con una previsión de más de 136.000 nuevos
alumnos en el curso 2012-13 respecto al año anterior.
Una de las consecuencias de la crisis es que uno de los indicadores más representativos de los
logros sociales en el ámbito de la educación, como es la incidencia del fracaso escolar, ha frenado
su tendencia al alza. La ruptura con el sistema educativo, aunque no siempre signifique el abandono
definitivo del proceso formativo, guarda una estrecha relación con los procesos de vulnerabilidad
social. España presenta un riesgo diferencial en este ámbito, al ser la incidencia del problema
considerablemente superior a la del promedio de países de la Unión Europea. El porcentaje de
abandono escolar sigue siendo todavía muy alto, ya que más de uno de cada cuatro jóvenes
deciden no proseguir los estudios al finalizar la etapa de escolarización obligatoria”.
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Se sustituye la actual redacción de este apartado, a partir de su párrafo segundo, por la siguiente redacción:
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Como recuerda el informe de Intermón Oxfam España “Crisis, desigualdad y pobreza»,
publicado en diciembre de 2012, «la política de recortes en educación, como supone la nueva Ley
Educativa, la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa, tendrán un impacto negativo directo no
solamente en la calidad de la enseñanza en nuestro país y sobre la igualdad de oportunidades, sino
que también impactarán negativamente en la constitución de una ciudadanía crítica, activa y capaz
de controlar los abusos que los Estados y los mercados cometen contra las personas más
desfavorecidas de nuestro país y del mundo.
Los recortes en educación incluyen el aumento de la jornada docente de los profesores (el
tiempo que pasan dando directamente clase), tanto en escuelas como en los campus, para poder
reducir las plantilla; modifica el procedimiento para asignación de sustituciones; incrementa el límite
de alumnos por aula de colegios e institutos y encarece en unos 540 euros más al año las matrículas
universitarias (ahora el coste medio es de unos 1.000 euros por curso). Además, está prevista una
reforma de los ciclos de enseñanza secundaria que expulsará del sistema educativo a los estudiantes
con más dificultades, en vez de reforzar los medios para a apoyarlos. El impacto de no completar
los ciclos de enseñanza repercute en las oportunidades laborables de las personas adultas…”»
16. Adición de un Nuevo Apartado posterior al apartado «Sistema educativo», bajo la denominación
«Sanidad» en los siguientes términos:
«Sanidad. Como recuerda el informe de Intermón Oxfam España “Crisis, desigualdad y
pobreza”, publicado en diciembre de 2012. “La reforma del Sistema Nacional de Salud en España
ha supuesto el fin de la universalidad de la sanidad, y los recortes —junto a la privatización que se
está imponiendo desde las Comunidades Autónomas— amenazan seriamente su calidad. Una vez
más, una mirada a experiencias en otros lugares muestra cómo una sociedad menos saludable
(enferma) es menos productiva”.
Según escribe Stefan Meyer (Director Adjunto Médicos del Mundo) en el citado informe de
Intermón Oxfam España: “Uno de los recortes más destacados en los presupuestos del Gobierno
español para el año 2013 se efectúa sobre el Ministerio de Sanidad, y se hace condenando a pagar
más a quienes menos tienen. En la misma línea de ahorro cargada a las espaldas de los más
vulnerables entraría también la exclusión de las personas migrantes de la atención sanitaria.
El 20 de abril de 2012, la Ministra de Sanidad dictó un Real Decreto Ley que introdujo la figura
del “aseguramiento”, la cartera única y el copago:
En Médicos del Mundo trabajamos por el derecho a la salud en países empobrecidos y en lo
que se ha denominado el “cuarto mundo” —las personas excluidas en nuestros países del hemisferio
Norte—. Tres de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) están relacionados con la
salud. Al acercarnos a la meta del 2015, en el sector salud se perfila ya un nuevo consenso en la
agenda internacional que tiene como medida estrella el modelo de la cobertura universal, definido
como situación en que toda la población tiene acceso a los servicios de salud sin peligro de caer en
la pobreza. Este modelo enfatiza la obligación del Estado de proveer un sistema sanitario de calidad,
cuya financiación tenga una orientación a la progresividad de las aportaciones y la inclusión de las
partes de la población más vulnerable. Con la cobertura universal, se podría asegurar el derecho a
la salud y, en consecuencia, reducir la pobreza. En este sentido, el informe 2010 de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) marca una vía sobre cómo avanzar progresivamente hacia los derechos
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• L
o primero redefine el acceso al sistema español de sanidad en términos de aseguramiento
—personas que cotizan o beneficiarias de las mismas— y acaba con la universalidad de
la cobertura sanitaria. Desde el 1 de septiembre, personas en situación administrativa
irregular —los denominados “sin-papeles”— han quedado sin tarjeta sanitaria.
• Lo segundo, la cartera única, intenta armonizar la cartera de prestaciones que ofrecen los
distintos servicios de salud de las Comunidades Autónomas (CCAA), imponiendo una
cartera de mínimos a la que las CCAA añadirán una cartera suplementaria. Con esto se
abre la puerta hacia un ajuste a la baja de lo que entra en los servicios públicamente
ofrecidos, y los que no lo son.
• Lo tercero —el copago—, impone una cuota por medicamentos, aparatos y transporte
no-urgente. En la práctica, se introduce un “impuesto sobre la enfermedad”.
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sociales en salud, ampliando la cobertura sanitaria en las tres dimensiones de (1) integrar una
mayor parte de la población que tiene acceso al sistema público, (2) integrar más casos
(enfermedades) sobre las cuales el sistema reacciona, y (3) una mayor protección frente a los
riesgos financieros de la enfermedad, gracias a mecanismos de financiación basados en el prepago
y la mancomunación.
En Médicos del Mundo, este marco suele darnos orientación a la hora de apoyar movimientos
sociales en países del Sur que abogan por la creación de sistemas sanitarios inclusivos.
No hubiéramos pensado que fuese necesario aplicar este marco en España donde la
universalidad ya se había logrado, por lo menos formalmente.
España tiene un servicio de Sanidad que no tiene precio, y relativamente barato. La sanidad
pública española cuesta unos 1.500 euros per cápita, lo que equivale a 6.25% del PIB, mientras en
países como Alemania o Francia se gasta mucho más (2.553 euros y 8,5% del PIB en Francia y
2.393 euros y 7,9% del PIB en Alemania). La razón por la cual la sanidad española es tan efectiva
se encuentra en gran parte en los recursos humanos —las profesiones sanitarias—, cuya motivación
no es la maximización de los beneficios sino el servicio a la población, con unos resultados
formidables (en comparativa internacional, España destaca en sus valores de mortalidad y
morbididad entre los países comparables por ingreso per cápita). En otras palabras, la sanidad
española es una joya. Y la reforma sanitaria en conjunto con los recortes la van a desmantelar.
La reforma sanitaria propuesta significa un retroceso en cada una de las dimensiones de la
OMS. La introducción de la figura del “aseguramiento”, la fáctica exclusión de las personas
inmigrantes sin papeles, deja fuera de la cobertura hasta un 2% de la población, cuando ya se había
alcanzado el 100%. El copago vuelve a cargar con peso financiero a las personas enfermas, y la
cartera única amenaza con reducir los casos cubiertos por la seguridad social.
La reforma sanitaria es posiblemente el ejemplo más destacado del retroceso en derechos
sociales que las políticas de austeridad del Gobierno español están produciendo. Conociendo lo
difícil que es introducir núcleos de sistemas de sanidad en países empobrecidos que protegen el
derecho a la salud, genera desesperación ser testigo del desmantelamiento de un sistema universal
y ver cómo se vuelve a castigar a las personas más vulnerables con la carga y los costes de sus
enfermedades”.»
17. Al apartado «Ayudas a la dependencia».
Adición de un nuevo texto, a partir del actual último párrafo a este apartado con la siguiente redacción:
«Según el informe “Desigualdad y Derechos sociales” publicado, por la Fundación FOESSA, en
2013, refiriéndose a los datos del año 2012, señala que: “El año 2012 ha supuesto un punto de
inflexión claramente negativo respecto a la capacidad protectora del sistema desde que en 2006 la
Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia
definiera sus bases. En el mes de julio se decretó una reducción de un 15% de la paga a los
cuidadores familiares y se puso fin a la cotización social para las personas que cuidan a familiares.
Este hecho, junto a la reducción implícita de los niveles de gasto en el presupuesto para 2013, lleva
a contemplar con preocupación el futuro del sistema. Este recorte del gasto y las medidas
emprendidas, además de provocar una reducción en el número de beneficiarios, supondrá una
posible merma en la calidad de los servicios, dando primacía a las prestaciones más baratas, y
poniendo en riesgo la incipiente red de centros y servicios”.
A lo que habría que sumar, en negativo, las reformas anunciadas en el ámbito de la administración
local y el consiguiente ataque a la red de servicios sociales prestados tradicionalmente desde estas
administraciones.
Y es que como recuerda el informe de Intermón Oxfam España “Crisis, desigualdad y pobreza”,
publicado en diciembre de 2012. “Cuando más se necesitaban, más se han recortado las partidas
destinadas fines sociales: un 40% para 2013 en los servicios sociales básicos, los destinados a los
Ayuntamientos para, entre otras, ayudas de emergencia. En 2010, los servicios sociales del
Ministerio de Sanidad y Servicios sociales atendieron a más de ocho millones de personas, un
19,5% más que el año anterior. Se desconocen cifras más recientes, pero a ese ritmo de crecimiento
y según la percepción de los propios trabajadores sociales, los datos de 2012 superarán con creces
los de 2010. Las personas que acuden en busca de ayuda suelen ser mayores (uno de cada tres),
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discapacitados (10%) y familias con menores (26%).Cada vez más personas que hasta hace poco
vivían modestamente están también acudiendo a estos servicios”.
Según el mismo informe: “Los servicios sociales que asisten a las personas más vulnerables
son esenciales para garantizar la integración de miles de personas, para llevar el apoyo y orientación
necesarios a las personas que no los reciben en otro sitio. Son los servicios que dignifican a nuestra
sociedad. Reducirlos o suprimirlos implica abandonar a su suerte a las personas más débiles,
excluirlas de la sociedad”.»
18. Al apartado «Actuaciones de la iniciativa social (entidades sin fines de lucro, organizaciones no
gubernamentales y entidades religiosas) en el ámbito de la protección y los servicios sociales».
Adición de un nuevo texto, a partir del actual último párrafo a este apartado con la siguiente redacción:
«En todo caso, no debemos olvidar la crisis en la que se encuentra también este Tercer Sector.
Si desde el principio las principales víctimas han sido las personas, con los dramas individuales de
las listas del paro y los desahucios como consecuencias más claras, desde hace algunos meses
están apareciendo nuevas víctimas. Primero fueron los servicios públicos, y luego llegaron las
ONGs y el Tercer Sector en general.
De hecho, la crisis del Tercer Sector ya apareció cuando el Gobierno de Castilla La Mancha
buscaba nuevos modelos de gestión de casas de acogidas de mujeres maltratadas. Pero lo que
hace más de un año eran los primeros síntomas, hoy ya es una realidad: el Tercer Sector está
sufriendo en sus carnes los efectos de la crisis, traducidos en unos impagos de convenios con el
conjunto de las Administraciones Públicas y en la drástica reducción de las ayudas institucionales.
Como muestra tres ejemplos: uno, la evolución de la obra social en colaboración de las cajas
de ahorro, que pasa de 778M€ en 2008 a 362M€ en 2011, volviendo a niveles de 2002 (según datos
de la CECA). Dos, la reducción de la ayuda al desarrollo del Gobierno de España en los presupuestos
2011, traducida en un -75% respecto a la partida del año anterior. Tres, las últimas denuncias de
ONGs quejándose de impagos de las Administraciones Públicas.
El problema de esta realidad es que la afectación de la crisis en las ONGs tiene réplicas en
otras víctimas, ya que la actividad de las primeras tiene un impacto positivo en colectivos en riesgo
de exclusión social y económica. Así, en el caso del Tercer Sector social, por ejemplo, la actividad
de las ONGs es un complemento a Servicios Sociales (cómo es el caso de la Federación Amigos
de los mayores, que lucha contra la soledad de dicho colectivo). En otros casos, la actividad de las
ONGS es un sustituto a los servicios sociales, ejemplo claro es CARITAS y su red de asistencia
social en toda España. Y en otros casos la actividad de las ONGs es un servicio social más, como
el servicio de Teleasistencia Cruz Roja. Con lo que si el Tercer Sector ve reducidos sus ingresos, su
actividad se pone en peligro y otras víctimas de la crisis se resentirán.»
19. Adición de un Nuevo Apartado posterior al apartado «Actuaciones de la iniciativa social (entidades
sin fines de lucro, organizaciones no gubernamentales y entidades religiosas) en el ámbito de la protección
y los servicios sociales», bajo la denominación «A modo de síntesis final» en los siguientes términos:
La realidad derivada de estos años de crisis nos ofrece muchas sombras desde la perspectiva
de los derechos sociales y el análisis del bienestar. Se han alcanzado máximos históricos en
desempleo y grandes aumentos de la desigualdad, mientras que los procesos de empobrecimiento
y de inseguridad económica de los hogares españoles han llegado a un punto de difícil retorno. Los
mecanismos de aseguramiento de la sociedad se han debilitado y las políticas de austeridad han
generado una mayor vulnerabilidad de la sociedad española.
En el terreno de las políticas sociales, la debilidad de nuestro sistema de desempleo, fuertemente
ligado al principio de contribución previa, está dejando sin protección a una proporción creciente de
desempleados. Quedan fuera de protección aquellos trabajadores que accedieron al mercado
laboral a través de contratos temporales y de baja retribución y por tanto con menor capacidad de
cotización, en su mayoría jóvenes y personas extranjeras. El requisito mínimo de cotización y la
limitación temporal de las prestaciones ha provocado, desde el inicio de la crisis, el incremento
progresivo de la proporción de desempleados sin ninguna prestación que alcanza ya a un 36,5%,
más de dos millones de personas (Ministerio de Empleo, 2012). Tampoco las rentas mínimas
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«A modo de síntesis final.
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NÚM. 3
Del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya (GPEPC)
José Montilla Aguilera, Portavoz del Grupo Parlamentario Entesa pel Progrés de Catalunya, al amparo
de lo establecido en el Reglamento de la Cámara, formula mediante este escrito un voto particular al
Informe elaborado por la Ponencia de la Comisión Especial de Estudio sobre las nuevas formas de
exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del desempleo.
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autonómicas, en general de limitada cobertura, constituyen un elemento amortiguador frente a la
crisis. Los datos de 2011 muestran que tan solo dieron protección a 223.940 hogares en España
(Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). Por todo ello, nuestro sistema presenta una
escasa eficacia frente a la pobreza en comparación con otros sistemas europeos. Estudios recientes,
como el publicado por Fundación «la Caixa», muestran cómo las prestaciones en España tan solo
logran reducir en un 51,7% la tasa de pobreza relativa frente a un 70% en Dinamarca, el 66% en
Francia, o el 60% en Reino Unido (Laparra y Pérez, coord., 2012).
La escasez de información ágil y homogénea a nivel estatal hace difícil dimensionar el volumen
de personas afectadas por la limitación y los recortes de las prestaciones de mínimos y, por tanto,
el número creciente de hogares sin ningún tipo de protección económica. Son las entidades de
acción social quienes alertan del incremento progresivo del número de familias que solicitan ayuda
para las necesidades más básicas como alimentación, ropa o facturas de luz y agua. No obstante,
la propia naturaleza fragmentada y diversa del sector también hace compleja la recogida de
información de su demanda y, por tanto, no es fácil realizar un seguimiento del volumen y situación
de las personas en dificultad en nuestro país.
Paralelamente, hace patente el malestar social ocasionado por las políticas de austeridad
emprendidas a lo largo de la crisis en nuestro país. Diariamente asistimos a protestas ciudadanas
relacionadas con el recorte de políticas públicas. Estas medidas se materializan de manera directa
en destrucción de empleo de servicios vinculados a las distintas administraciones. Pero también en
la limitación o desaparición de programas y servicios en su gran mayoría relacionados con la
responsabilidad asumida por las administraciones en relación con el bienestar de la ciudadanía:
servicios educativos, sanitarios y sociales.
Por este motivo, si en la primera fase de la crisis la preocupación en Europa se centraba en el
impacto de las fluctuaciones financieras en las economías nacionales y, en concreto, en España, en
el intenso proceso de destrucción de empleo, en la actualidad se añade la alarma suscitada por el
efecto que las políticas de ajuste de nivel estatal y autonómico pueda tener en la población.
Como nos recuerda el informe “Crisis, desigualdad y pobreza”, publicado por Intermón Oxfam
España, en diciembre de 2012: “las políticas sociales, incluida la Ayuda Oficial al Desarrollo, no son
políticas de lujo, sino de inversión de futuro. Evitar la mortalidad materna, la desnutrición infantil y
garantizar la educación son estrategias vitales de desarrollo válidas en cualquier rincón del mundo.
La ausencia de suelos de gasto social o de determinación normativa de prestaciones básicas
garantizadas sitúa a los derechos sociales constitucionalmente protegidos en España en una
posición jurídica que puede, en un contexto como el actual, desmontar el estado de bienestar
social. El gasto social destinado a mantener y mejorar la red pública educativa, además de la
sanitaria y del resto de servicios sociales, es la mejor inversión que las administraciones públicas
pueden y deben hacer para favorecer el desarrollo social y económico.
Una recuperación con “cara humana” deberá ser inclusiva, aumentar las oportunidades de
empleo, mantener los servicios de educación y salud, proveer de protección social para las personas
más vulnerables, allá donde estén.
Es necesario blindar los derechos sociales para que la dignidad, el desarrollo humano y la igualdad
de oportunidades de todas las personas estén garantizados, independientemente de quien gobierne,
de la situación económica y de las obligaciones impuestas ante el pago de la deuda externa. Si
queremos preservar el estado de derecho, hay que promover un cambio en la deriva actual”.»
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En consecuencia, anuncia el propósito de defender ante el Pleno del Senado este voto particular
manteniéndolo en los siguientes términos:
VOTO PARTICULAR DEL GRUPO PARLAMENTARIO ENTESA PEL PROGRÉS DE CATALUNYA, EN
RELACIÓN AL INFORME DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO CONSTITUIDA EN EL SENADO
SOBRE LAS NUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL COMO CONSECUENCIA DEL FUERTE
INCREMENTO DEL DESEMPLEO
INTRODUCCIÓN
Nuestro país se sitúa hoy como uno de los países con el índice de riesgo de pobreza y exclusión
social más alto de la Unión Europea, afectando en especial a la población infantil. Uno de cada cuatro
niños está en riesgo de pobreza según el último informe de Unicef.
Por primera vez se ha alcanzado la cifra de más de seis millones doscientas mil personas desempleadas
(6.202.700), según la última EPA (abril 2013) lo que significa una tasa de paro del 27,2% que es 2,8 puntos
más que hace un año. El empleo ha disminuido en el sector público en setenta una mil personas en el
último trimestre pero el descenso en el sector privado es superior.
Los procesos de empobrecimiento han aumentado en las familias españolas de forma alarmante y
nos encontramos en una situación que nos atrevemos a llamar de emergencia social pues más de un
millón novecientos mil hogares españoles todos sus activos están en situación de desempleo.
Por todo ello y después de escuchar a los comparecientes en la Comisión Especial proponemos las
siguientes recomendaciones.
Activación del mercado laboral.
RECOMENDACIONES
Es imprescindible volver a generar empleo con políticas activas de ocupación como:
●Programas de formación y trabajo para personas en paro de larga duración con baja cualificación
y sin experiencia profesional.
●Programas extraordinarios de ocupación pública: planes de ocupación para personas en situación
de desempleo sin ningún tipo de prestación y en riesgo de exclusión social.
●Itinerario personalizado para la inserción laboral: con innovación continua de políticas de
información, acompañamiento y orientación en la búsqueda de empleo y de formación profesional.
● Mejorar la capacidad de ocupación de las personas en situación de desempleo.
●Acompañamiento en procesos de restructuración de empresas, haciendo seguimiento
personalizado de aquellas empresas que presenten ERES y alternativas que faciliten la viabilidad
de la empresa.
● Impulsar unos servicios de ocupación públicos de calidad y gratuitos.
●Incentivos fiscales para las nuevas empresas. Durante los dos primeros años quedarán exentas
del pago de la puesta en funcionamiento de la actividad.
●Reducción del 50% de la cuota de la seguridad social de aquellos trabajadores que contraten.
Reforma Fiscal.
●Aumentar el IRPF para las rentas de más de un millón de euros.
●Reducir el mínimo exceptuado e incrementar los tipos en el impuesto sobre el patrimonio.
●Que coticen igual las rentas del trabajo y las rentas del capital.
●Aplicar la progresividad en los impuestos de sociedades.
●Revisar las deducciones fiscales regresivas.
●Aumentar las contribuciones fiscales a las entidades financieras.
cve: BOCG_D_10_218_1453
El 90% de la recaudación en España proviene de las rentas medias y bajas. Para el mantenimiento
del estado de bienestar es necesario un cambio en la fiscalidad de nuestro país con el objetivo que se
reequilibre el régimen fiscal y que incluya las siguientes propuestas:
BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES
SENADO
Núm. 218
5 de julio de 2013
Pág. 157
Acciones para eliminar la pobreza.
La pobreza ha alcanzado tasas impensables en nuestro país según los informes aportados en la
Comisión. En 2011 se alcanzó la cifra de 21.8% de la población que estaba en riesgo de exclusión. Nada
nos hace pensar que la situación haya mejorado en el último año, ya que la destrucción de empleo ha
seguido creciendo de forma exponencial. Y las políticas de austeridad en los servicios de protección
social han contribuido a empeorar la situación.
Por todo ello en una situación de emergencia social como en la que nos encontramos proponemos
garantizar urgentemente:
●La Renta Mínima de Inserción (RMI) como un derecho subjetivo.
●Las personas que reúnan los requisitos para acceder a ella, deben acceder a la prestación y
ayuda para su inserción socio laboral.
●Garantizar que las ayudas mínimas no dependan de partidas presupuestarias que no sean
ampliables.
●Garantizar que aquellas personas que solamente presenten un problema laboral derivado de la
pérdida de empleo que no acrediten una dificultad social o de inserción laboral añadida puedan
ser titulares de la RMI.
●Anteponer los itinerarios socio-laboral a la prestación.
●Impedir que el incremento de personas con dificultades económicas conduzca a un incremento de
la exclusión social.
●Hacer del tercer sector un instrumento profesionalizo de apoyo a la administración en todas las
políticas sociales.
Sanidad y Servicios Sociales.
●Un SNS de acceso universal para todos los ciudadanos residentes en España.
●Derogar el RD 16/2012, de 20 de abril, para eliminar los copagos establecidos en la ley y que sólo
son una barrera más en la accesibilidad al servicio sanitario.
●Trabajar para un sistema socio sanitario real, integrando servicios sociales y salud.
●Mantener las partidas presupuestarias para la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía
Personal y de Atención a la Dependencia, para intentar garantizar que las personas dependientes
no queden expuestas a la exclusión social.
Políticas de Infancia.
●Garantizar que todos los niños coman una vez al día. Las becas comedor serán un derecho según la situación económica de las familias.
●Mejorar los servicios de 0 a 3 años y su accesibilidad para las familias con menos recursos.
●El incremento del importe y la ampliación de la cobertura de las ayudas por hijo a cargo de la
seguridad social.
●Priorizar el acceso al empleo de adultos con hijos a cargo, mediante ayudas o desgravaciones
que mejoren su empleabilidad.
●Garantizar la equidad en la educación obligatoria (acceso a los libros de texto, material escolar,
actividades escolares, excursiones educativas y actividades extraescolares de refuerzo).
●Establecer mecanismos para que los niños no tengan problemas de accesibilidad a los
medicamentos.
cve: BOCG_D_10_218_1453
La pobreza infantil en nuestro país, debido al impacto de la crisis., se ha situado en unas de las más
altas de Europa. Según el INE un 27% de los menores de 18 años vive en un hogar bajo el umbral de la
pobreza (menos de 15.820 € anuales para un hogar de dos adultos con dos niños) y son el grupo de edad
que mayores indicies de pobreza soporta.
Un 30,9% de menores de 18 años en riesgo de pobreza o exclusión en 2011 (según el indicador
AROPE de la UE).
Cada vez más estos nuevos escenarios de pobreza relacionados con la malnutrición, la desdolarización,
y las dificultades del acceso a la sanidad pública son más frecuentes en nuestro país.
Los datos son escalofriantes por todo ello proponemos las siguientes propuestas (algunas de ellas
recogidas directamente te de UNICEF ySave de Children):
BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES
SENADO
Núm. 218
5 de julio de 2013
Pág. 158
Vivienda.
El drama de los desahucios que estamos viviendo cada día, nos obliga a establecer medidas para
hacer:
●Moratoria para los desahucios, en especial si en el hogar viven menores de 16 años.
●Impulsar un programa de alquiler de vivienda social que cuente con viviendas vacías, en especial
aquellos que son de entidades financiares que han recibido ayudas públicas para su viabilidad.
●Procedimientos de renegociación de la deuda que pueden incluir quitas para los casos de familias
que han caído en situación de sobreendeudamiento cuando se trate de su vivienda habitual, o en
su caso establecer un alquiler social que les permita mantener su vivienda.
●Ley de segunda oportunidad. Elaborar un procedimiento para la negociación de las deudas, de
aquellas familias que han sufrido una situación de sobreendeudamiento.
cve: BOCG_D_10_218_1453
Palacio del Senado, 4 de junio de 2013.—El Portavoz, José Montilla Aguilera.
http://www.senado.esSENADO
D. L.: M-12.580/1961 - ISSN: 2172-9794
Edición electrónica preparada por la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado – http://boe.es
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