el tema de interés humano

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EL TEMA DE
INTERÉS HUMANO
TENACIDAD LEALTAD SACRIFICIO PASIÓN
OBSTINACIÓN DESTINO COMPAÑERISMO
INJUSTICIA SOLIDARIDAD SOLEDAD
AMOR NOSTALGIA FRACASO INOCENCIA
BÚSQUEDA DESESPERACIÓN LIBERTAD
PÉRDIDA DESCUBRIMIENTO ESPERANZA
DIGNIDAD AMBICIÓN DESIGUALDAD
SUPERACIÓN ENTREGA MEMORIA ÉXITO
EL INTERÉS HUMANO ES AQUELLO
QUE NOS CONECTA CON LOS
PROTAGONISTAS: PERMITE NUESTRA
IDENTIFICACIÓN CON SUS HISTORIAS:
PROVOCA LA EMPATÍA
• El redactor debe intentar colocar tan cerca de la
entrada del artículo como sea posible el tema de
interés humano: el incidente o la anécdota más
interesantes, siempre que sean relevantes dentro
del tema central de la historia.
EL TEMA DE INTERÉS HUMANO: Libro de Estilo de EL MUNDO
• Las mejores historias son las que adquieren
vibración personal a través de los detalles
de interés humano y las buenas citas
entrecomilladas: así “saltan” del texto al plano de
la realidad los protagonistas.
EL TEMA DE INTERÉS HUMANO: Libro de Estilo de EL MUNDO
• Una buena cita entrecomillada es con frecuencia
una gran forma de iniciar un artículo o reportaje.
EL TEMA DE INTERÉS HUMANO: Libro de Estilo de EL MUNDO
• En el “estilo” de más+menos es esencial la
búsqueda de temas de interés humano.
¿Sé qué es el periodismo?
NO. Después de tantos años, no estoy muy seguro del todo
de qué es el periodismo. Con el periodismo pasa como con
el respirar: si lo analizas, te entra fatiga, puedes dejar de
respirar, ahogarte, y dejar de ser periodista. El periodismo,
como la música, es la lucha entre la armonía y la invención,
entre la forma suave pero firme de contar cosas y la
capacidad, día a día, de sacar a la luz historias reales que
podrían parecer fértil fruto de la inventiva.
Miguel Ángel Mellado, 2014
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
CAPÍTULO PRIMERO
Que trata de la condición y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don
Quijote de la Mancha
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha
mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua,
rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón
las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún
palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas,
con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su
vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta
y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que
así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro
hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto
de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el
sobrenombre de «Quijada», o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en
los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja
entender que se llamaba «Quijana». Pero esto importa poco a nuestro cuento:
basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
AUGGIE WREN,
UN MAESTRO
¿REALIDAD O FICCIÓN?
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