u0a FflTO L’ flCBT© / .1 -Ii’ Sa’4’íi 1 1 [‘1 ejército REVISTAILUSTRADADE LAS ARMASY SERVICIOS Año XIV • Núm. 165 • Octubre1953 SUMARIO El pián Speidel para la defensa de Europa. (Pág. 3.)_Comandante Villalba Gómez-Jordana. Estudio teórico de la constitución racional de un Ejército. (Pág. 7.)— Comandante Tafar. Las Tropas de Zapadores en el Ejército de los EE. UU. El Batallón de Zapadores en la División Acorazada. (P.ág. 9.)_Comandanie Sancho Sopranis. Coordinación de la maniobra para el ataque de Batallón. (Pág. 15.)_Comandallte Martín Sastre. El Duero, brazo de Castilla. (Pág. 19.)— Federico García Sanchiz. El plasma humano desecado. (Pág. 29.)—Capitán De Orbe. Táctica y Gramática. (Pág. 35.)— Comandante Gárate. La Meteorología en la guerra. (Pág. 39.)—T. Coronel Jansá. Gibraltar. (Pág. 45.)—Coronel Fernández Vida. Breve aportación a la castrametaciófl. El barracón de bóveda parabólica ondulada. (Pág. 49.)—Capitón Villanueva Pérez y Teniente Villanueva Pérez. Para la historia del territorio de Ifni. Halda u Muis y los de Ba Aamrán. (Pág. 57.)— Coronel Do. ménech Lafuente. Estudios sobre el empleo de la División. La batalla ofensiva. IV. La coordinación de las acciones.. (Pág. 65.)—Coroiiel López-Muñiz. Información e Ideas y Reflexiones. La verdad sobre Corea. (Pág. 74.)—General James A. vanFleet. (Traducción.) Empleo militar de los radioaficionados. (Pág. 81.)_Comandante Abeilhe Ramírez. La guerra y elfuturo. (Pág. 81.)—Mayor General Füller. (Traducción.) Desde 1936, más de un millón de personas han visitado las ruinas del Alcázar de Toledo. (Pág. 87.)—Luis Moreno Nieto. El Ejército soviético. (Pág. 89.)—Mayor de Pue. (Traducción.) El chaleco blindado. (Pág. 98.)—Mayor R. C. W. Thomas. (Traducción.) El nuevo material de Ingenieros. (Pág. 100.)—Coronel II. Milwit. (Traduccin.) Guía bibliográfica. (Pág. 104.)—Comandaflte Martínez Bande. - r. - . ‘1 fi i‘i41 iWM- rrri .I44h’L.i• • rzi .¶1 i•ti..tT I4-i ‘i r. fi.‘ V’) :11‘ (1 1 *4’!4’ . t11L k’s’i 1-1 - MINISTERIODELEJERCITO • jreí REVISTA ILUSTRADADf LAS ARMASY SERVICIOS DIRECTOR: ALFONSO FERNÁNDEZ, Coronel de E. M. JEFE DE REDACCIÓN: Coronel de E. M. Excmo. Sr. D. José Dfaz de Villegas, Director General de Marruecos y Colonias. REDACTORES: General de E. M. Excmo. Sr. D. Emilio Alamán Ortega, del Estado Mayor Central. Coronel de Artifiería, del Servicio de E. M., D. José Fernández Ferrer, de la Escuela Superior del Ejército. Coronel de Infantería D. Vicente Morales Morales, del Estado Mayor Central. Coronel de Ingenieros, del Servicio de E. M., D. Enrique Gallego Velasco, de la Dirección Ge neral de Transportes. Coronel de E. M. Gregorio López Muñiz, de la Escuela Superior del Ejército. Coronel de Caballería, del Servicio de E. M., D. Santiago Mateo Marcos, de la Escuela de Apli cación de Caballería. Coronel de Infantería, del Servicio de E. M., D. Gonzalo Peña Muñoz, Jefe del Regimiento de In fantería Wad-Ras núm. 55. Coronel de Artillería, del Servicio de E. M., D. Carlos Taboada Sangro, del Alto Estado Mayor. Coronel de E.. M. D. Angel González de Mendoza y Dorvier, del Estado Mayor Central. Teniente Coronel de Infantería, del Servicio’ de E. M. de los EE. de Tierra y Aire, D. Joaquín Calvo Escanoro, del Estado Mayor Central. Teniente Coronel de Infantería, del Servicio de E. M., D. Alfonso Romero de Arcos, del Estado Mayor Central. Teniente Coronel Interventor D. José Bercial Esteban, del Ministerio del Ejército. T. Coronel Ingéniero de Armamento D. Pedro Salvador Elizondo, de la Direc. Gral, de Industria. Comandante de Intendencia D. José Rey de Pablo Blanco, Profesor del Centro de Estudios y Expérimentación de Intendencia. PUBLICÁCION MENSUAL - Redacción - y Administración: MADRID, Alcalá, 18, 4o Teléfono 22-52-54 Correspondencia,Apartado do Correos 317 Pta,. 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En el plan de defensa que vamos a analizar se ignora, desde luego, a España, lo que en su autor es muy expli cable. Nos damos perfecta cuenta de que el antiguo Jefe de E. M. del Mariscal Rommel ha de buscar solución al problema encajonado entre dos estrechas premisas que le impone un criterio político anglo-francés, como son: el más absoluto respeto a las formas más caducadas de la democracia, de una parte, y el ya viejo “veto a Es paña”—moderna forma del “Viva Cartagena”, de los ma los cómicos—, de la otra. Es bien seguro que Von Speidel—dos veces reflexivo, por Oficial de E. M. y por filósofo—se da perfecta cuenta de que sin la inclusión de España en cualquier proyecto sobre defensa de Europa, y sin una absoluta revisión del caos político europeo, cualquier solución es en abso luto ineficiente; pero es casi seguro también que este viejo soldado del Afrika Korps no pude pronunciarse en otro sentido. La derrota alemana aún está cerca, y el General de un país vencido teme dañar a su Patria si dice la verdad, debiendo, por tanto, someter sus argumentos al criterio político—impolítico más bien, por ahora—de sus ven cedores. Por ello, el plan Speidel (P. S.), aun siendo muy supe rior en la concepción a los otros ideados para la defensa de Europa, no e, a nuestro juicio, viable, como no lo es ninguna solución estratégica que pretenda escamotear las realidades tangibles. Su lectura nos llena de alarma. Si se tratara de sucesos cuyo probable desarrollo se plan teara en Canadá o Australia, la cosa no nos importaría tanto; pero se plantea en Europa, y nosotros estamos uni dos a ella por un istmo de 400 kilómetros, de módo que si las cosas marchan mal, no nos quedará el recurso de• poner el océano o el canal por medio y defendernos, “hasta el último europeo”, en la otra orilla. Ruego a cuantos tengan la benevolencia de leerme me perdonen el atrevimiento que supone para mí, mo desta persona, enjuiciar, o pretenderlo al menos, un plan del antiguo colaborador de aquel Erwin Rommel a quien, confesándolo o no, venimos a admirar todos los mili tares. Pero creo que merece la pena hacer resaltar cómo a los ojos de cualquiera un plan de defensa “sin España”, aun concebido por el propio Napoleón que resucitase, dejaría prácticamente inerme al Continente amenazado. Es claro que los países refractarios a España se dan buena cuenta de ello, y sólo el residuo de un rencor mor boso y pueril hace posible el mantenimiento de que se excluya como aliado, en una lucha mortal, al único país con clara “voluntad de vencer”, de antimarxismo pro bado y probabilidades geográficas y étnicas de realizar una defensa efectiva. Mas no es, principalmente, la omisión de España la que nos mueve a hablar aquí, sino el análisis de cosas más trascendentes, las cuales, a nuestro juicios patentizan la inanidad de la idea de Speidel. FUERZAS DISPONIBLES Antes ‘de desarrollar el plan propiamente dicho, em pieza Speidel llevañdo a cabo un probable cómputo de fuerzas. Considera en primer lugar las tropas aliadas que se encuentran a “pie de obra” o que podrían acudir rápida mente al lugar de la acción, y éstas parecen alcanzar un total de 30 Divisiones; esto en el supuesto, naturalmente, de que Inglaterra no decida sustraer a los azares de un primer momento las 4 Divisiones metropolitanas, en cuyo caso la cifra total de Gs. Us. alcanzaría tan sólo a 26. Esta cifra, dada la lénidad que demuestran los alia dos y los crecientes cónflictos en Marruecos, Indochina, Suez y Malaya, no será seguramente aumentada y es, en cambio, de temer que sea disminuida. Evalúa en segundo lugar las tropas rusas estaciona das en la posible zona de conflicto, calculándolas en 50 Divisiones. Es muy posible, en efecto, que en el momento actual los rusos sólo dispongan en esa zona de 50 Divisiones; pero no sería con ellas tan sólo con las que pretendiesen desencadenar el conflicto; basta recordar, a este efecto, que a finales de la última agotadora gran guerra, sin disponer de países satélites organizados y la posibilidad de cubrirse en Oriente con 400 millones de chinos, lanzó contra Alemania, en un frente de 750 kilómetros, no me nos de 200 Divisiones (Bauer: La guerre des blindés, pá gina 563). ¿Iba inicialmenté a arriesgar menos en una lucha que sabe decisiva? La proporción de fuerzas es, pues, o lo será en su día, bien distinta de la que pretende el P. S.; pero es fácil ver cómo el balance en favor ruso es más acusado todavía. Según datos que todo el mundo conoce, y han sido 3 difundidos de modo reiterado, de cada tres franceses uno es comunista y hace pública profesión, con su partido, de que en caso de guerra se pondría al lado de Rusia. Es decir, que una parte considerable del futuro Ejército contaría con un tercio de posibles desertores; y como sobre ello abundarían los saboteadores, este Ejército exi guo, y de capacidad dudosa, habría aún de ser parcial mente empleado en operaciones de policía y protección interna. Y nó se piense que una vez iniciado el conflicto cabe un refuerzo rápido por medio de la movilización. La ra zón de que el P. S. ni tan siquiera hable de ello es que, dada la exigüidad de la acción retardatriz posible, las tropas acorazadas rusas, acantonadas en el Elba, alcan zarían la zona de París mucho antes de que la orden de movilización empezara a surtir efectos. ISi al menos se pudieran tomar medidas de precau ción con antelación suficiente a la fecha del ataque sovié ticol Pero ¿qué gobierno democrático será capaz de mo vilizar antes de que se produzca, para ser luego acusado de desencadenar con una provocación la temida guerra? Y provocada ésta, ¿quién movilizará, concentrará y des plegará con los carros rusos hollando la llanura europea a razón de ioo kilómetros por día? Del lado ruso la cosa varía, desgraciadamente. La re sistencia antimarxista, ya dislocada y rota, será fácil mente tenida a raya por milicias bien armadas y fanati zadas. jEsta es la verdadi Soslayarla es tan sólo un premedi tado suicidio. EL P. 8. A GRANDES RASGOS Consiste el plan en una acción retardatriz en dirección a los Pirineos y en la constitución de posiciones “erizo” a los flancos de la probable penetración soviética; estos “erizos”, con sus actuaciones sobre los flancos, frenarían en principio la impulsión enemiga y (previo refuerzo americano de material y hombres) emprenderían luego acciones estratégicas formales, que aislarían y aniquila rían al enemigo lanzado imprudentemente al fondo de la enorme bolsa. ¿Verdad que esto nos recuerda algo? Nos recuerda sim plemente la batalla de Cannas, agrandada ciertamente en el tiempo y en el espacio, pero Cannas al fin. No existe, sin embargo, proporción entre el espacio, los me dios j los fines que se persiguen. Lo único seguro es la ruptura central por parte rusa, y así no sólo empezó Cannas, sino también un millar de derrotas en todos los tiempos. LAS POSICIONES ERIZO Como se acaba de indicar, el terreno será cedido ante los rusos excepto en diversos “erizos” (E), que, casi to dos costeros, contando para su defensa con la Flota aliada —jqué sabrosa presa esta Flota largamente inmóvil para los 300 submarinos soviéticos!— frenarán, primero, el impulso enemigo, y servirán, luego, de base a una acción mortífera sobre los flancos. Dichos E. parecen ser en el P. S.: A)E. de los Alpes austríacos, adonde seretirarían los contingent&s norteamericanos y algunas Divisiones francesas. Este reducto se limita al Norte por el Danubio, al Este por el Wienerwald y Alpes estincos, al Sur por los juliánicos y cárnicos, y al Oeste por Suiza. Se trata, pues, de un reducto de montaña que elude el llano y deja, por ello, entre los Alpes y el Adriático, el paso al Sur que marca la meseta de Karst y la llanura de Frioul. B) E. Dinamarca hasta el canal de Kiel y su archi piélago. 4 C) E. Holanda. Comprende la parte limitada por el Iser y el Wahal. D) E. Calais. Comprende una zona bastante impre eisa en torno al paso de Calais. E) E. de la península de Cotentin. Teóricamente, dada la situación de estos E., la ame naza para un enemigo que penetre dejándolos a su flanco es impresionante; pero puede demostrarse que esta ame naza no es en la práctica efectiva, porque: 1.0 No hay suficientes fuerzas para guarnecer los E. 2.° Su ocupación a tiempo es muy problemática. 3•0 Su acción de freno es poco verosímil. 40 Su mantenimiento, y por consiguiente su refuerzo, resulta más que improbable. Del combate retardatriz en sí cabe esperar muy poco o nada. Veamos separadamente cómo pueden justificarse estos asertos. 1.° Secarecee fuerzassuficientes parasu defensa. El cálculo de ellas lo hago suponiendo un frente de 40 kiló metros en montaña, manteniendo, además, una reserva igual a un tercio del total de tropas en línea. Lo que no es mucho pedir, ya que supone frentes regimentales de kilómetros, y, desde luego, está muy lejos de los 4 kiló metros para División en fuerza (i.ooo metros por Bata llón y reservas ternarias en todos los escalones, que se rían deseables). Aun así, la guarnición de los E. exige: E. A. (Austríaco) .—Para poder desembocar sobre el valle del Danubio es preciso asomarse a él, lo cual, unido a los límites citados antes, proporciona un recinto a defender de bastante más de 8oo kilómetros, recinto que exige 20 Divisiones y unas 6 de reserva, es decir, 26 Divisiones, que, contando con el flanco apoyado en Suiza, podrían, en caso extremo, reducirse a 20. Ya se comprende, por otra parte, que para pretender cortar el haz de comunicaciones danubianas y moravas en la llanura vienesa, quizá no fuera suficiente ese mí nimo. Por otra parte, sólo esta maniobra supondría un efecto de freno, de valor real. E. B. (Dinamarca).—Si se supone que la Marina cubre su enorme frente marítimo, el terrestre se reducé, en realidad, a los ioo kilómetros del canal de Kiel, en cuyos extremos cabe, desde luego, un buen apoyo ma rítimo. Pero Dinamarca se presta demasiado bien a acciones aerotransportadas pará que permita evitar cubrir, con un mínimo de 2 Divisiones, Fionia y las Seetland y man tener en la parte continental menos de 3 Divisiones en reserva, lo que totaliza, para el E. B., 15 Gs. tjs. La guarnición citada permite “raids” sobre la llanura de Mecklemburgo y sus nudos de Hamburgo, Lübeck y Brema, cosa ciertamente molesta para un invasor, pero no decisiva. Pues le permite conservar todo el haz cen tral de comunicaciones, ya que no se tendrá la pretensión de realizar con las guarniciones A y B—antes de ser re forzadas—una maniobra por las dos alas para reunirse en la Turingia o en la Silesia. E. C. (Holanda) .—Como se dijo, se cubre con el Isel al Este y el Wahal al Sur. En la zona del Zuiderzee cabe un excelente apoyo por parte de la Escuadra, y las inun daciones convertirían la zona en prácticamente inabor dable, excepto por vía aérea (recordemos cómo en el con flicto pasado un desembarco aéreo, el primero de la con tienda, le impidió utilizar estas líneas de agua. La longitud del frente, la posibilidad de acciones anfi bias y, más aún, de acciones aéreas, aconseja, pues, una guarnición mínima de 8 Divisiones, incluidas las reservas. E. D. (Calais) .—Cubre el paso de Calais, y su deter minación geográfica se nos aparece como muy imprecisa; so kilómetros por División en terreno normal, y al parecer, sigue desde Amberes la línea del Escalda, engloba Arras, busca en Amiéns al Somme, y lo continúa hasta Abbeville. Las defensas naturales de este E. son par ticularmente débiles en su zona central, ya que la dirección Arras Calais, fácilmente prac ticable, permitiría escindirlo en dos. El frente, con más de 300 kilómetros, re quiere, al menos, 30 Divisiones y 5 de reserva. en la zona central, Saint-Omer, reduciendo la reserva en una mitad por lo céntrico de su situación. Esta guarnición, aun sin ser reforzada, su poñe uyia amenaza para el haz de comunica ciones franco-belga, por lo menos hasta la zona de Saint-Quintin. E. E. (Cotentin) .—Su reducido frente te rrestre no requiere (reservas incluIdas) más de 53 DivisioneS, y supone una seria amenaza para las.conlunicaCiofleS al sur de París, con cretamente sobre el nudo de Orleáns. Recapitulando: Para una defensa tenaz y prolongada de estos E. precisamos, aun en la hipótesis más favorable, de: Divisiones. E. A. 20 ‘5 E. B. 8 E. C. — E. D. 35 — E. E. ‘3 TOTALgi Divisiones. y, según el cómputo inicial del mismo Speidel, sólo disponemos de 30, es decir, de la tercera parte. Cubrir con menos densidad de la estudiada y pretender resistir con tal densidad por un tiempo forzosamente largo el potente esfuerzo soviético, es pura utopía. 2.° Dificultadde ocupación. Estos erizos deben ser ocupados por fuer zas predeterminadas en el P. S. Ahora bien; estas fuerzas habrán de soportar peviamente un largo combate retardatriz que sobrepasa rá, para alguna guarnición, los 5.000 kilóme tros. ¿Llegarán estas guarniciones a los pun tos designados? Y si llegan, ¿tendrán tiempo de instalarse en ellos? La cosa se presenta como muy dudosa, y desde luego será preciso mantener en ellos una cobertura inicial que no participe en combate rtardatriz alguno con la mi sión de: a) Garantizar los “erizos” contra un desembarco aéreo prematuro. b) Impedir a ese tercio de comunistas filorrusos que se adelanten a sus compatriotas en la ocupación. c) Dar un tiempo mínimo para reorganizarse a las Unidades en retirada que se acojan al “erizo”. Dicha cobertura deberla ser, como mínimo: E. A2 E.B‘ Divisiones. — E.C2 — E.D2 — E.E1 — TOTAL8 Divisiones. Lo que reduce a 22 el número de Divisiones disponibles para el combate retardatriz. 30 La acciónde frenoespocoverosímil. Porque la desembocadura de estos supuestos contraata ques es sumamente dudosa, toda vez que el enemigo puede dedicar 6o Divisiones hipomóviles para bloquear las, con fuerzas dobles de los efectivos que encierran, y aún dispondría de una masa de 540 Divisiones para ope rar, prácticamente en el vacío. o Cosa muy distinta sería si al final de esta larga pe netración, el enemigo, fijado frontalmente, hubiera de em peiiarse en un combate de desgaste, debilitar sus flancos al retirar fuerzas de ellas para alimentarlo, y dar lugar así a que sean atacados. Ese papel de fijar, fundamental en la maniobra que se proyecta, corresponde a España, que con su baluarte de los Pirineos y elevada moral, puede—abastecida y apoyada a tiempo—detener al enemigo con las Divisio nes hispanolusas en la insociable área montañosa, des gastarle, contraatacarle parcialmente y hacer así posi ble la acción de flanco de los lejanos “erizos”. Sin España no hay fondo de bolsa, ni detención, ni 5 coritraataqúes, ni el menor fundamento nima esperanza. 40 para una mí Difícil mantenimiento de los“erizos”. Si por el deseo de prescindir de España se precisa per mitir la penetración rusa hasta donde Rusia desee, para lego yugularla desde los “erizos” bien reforzados, hemos de advertir que, tanto la defensa como e• refuerzo de estos “erizos” en el largo tiempo que para reaccionar se precisaría, -se nos aparecen como muy dudosos. Veámoslo con- algún detalle. E. A.—Situado en plenos Alpes, y próximo a Trieste y Venecia, que los rusos no tardarían- en ocupar en su paseo sobre la llanura del Po, quedaría, pues, en absoluto aislado y sometido a total cerco. Su abastecimiento habría de verificarse por vía aérea, y en abundancia, debido a los pocos recursos qie ofrece la montaña. Los aeródromos serán varios y, sobre ello, la flota de abastecimiento pagará un duro peaje a la caza roja. Pretender que en tales condiciones el “erizo” se man tenga largo tiempo es pretender demasiado. El refuerzo es más difícil aún. Sería preciso desembar car en la Istria y el Véneto y penetrar al Norte, operación penosa y que, si tiene éxito, es de por sí amenaza más efectiva que el citado “erizo”. E. B.—De fácil defensa debido al foso del canal de KieI Avituallamiento y refuerzo fáciles utilizando No ruega; la desembocadura del ataque se apoya bien por la Marina. Su acción, a lo largo del Rin, constituiría una amenaza mortal para el Ejército rojo. A nuestro modestísirrio jui cio, ésta es la zona más defendible, reforzable y utiliza ble, luego, peligrosamente. Precisaría enorme cobertura aérea. Dinamarca es unobjetivo ideal, y la Aviación táctica rusa nada despre ciable. E. C.—Casi invulnerable por sus líneas de agua; pero a su vez, y por igual razón, inoperante. No creemos que la “isla” holandesa cree preocupación aJos Soviets. E. D.—Fácilmente abordable e imposible de mante-, IMPRENTASDELCOLEGIODEHu ner largo tiempo ante un Ejército con aviación, artille ría, carros y espíritu codicioso. El terreno, sobre todo entre Escalda y Somme, es un puro “carrodromo”, y precisamente es ésa la más peli grosa dirección. Se podría reforzar bien desde Dover; pero cuando haya en Inglaterra refuerzos, ya no habrá en el E. D. re sistentes. E. E.—”Erizo” bretón. No difícil de abastecer y re forzar por la Flota; el terreno—la bócage—se presta a la defensa, mas no a una defensa excesivamente prolon gada, dada su escasa profundidad, y a que las líneas de defensa ofrecen el inconveniente de ser discontinuas. Su conservación, aunque no imposible, llega a•ser, a largo plazo, imprQbable. 5.° El combate en retirada. Un combate’ en retirada debe tener por objeto ganar el tiempo necesario para establecer una acción potente, ya sea defensiva u ofensiva. Hemos visto que quedan para esta maniobra unas zo Divisiones y un apoyo aéreo al que no cabrá pedir domi nio, sino muy limitado, en tiempo y en espacio. Los ocho meses que se tardaría, como mínimo, en re forzar las posiciones “erizo”, para contraataque, desde una base logística inglesa (abastecida a su vez desde Estados Unidos), no puede proporcionarlos esta acción retardatriz: a) Por la discontinuidad que a la acción imponen los escasos efectivos. b) Porque, apenas iniciada, toda el ala Sur se retira al E. A. y la Norte debe aproximarse al Báltico, pudién dosela envolver sistemáticamente una vez rebasada por el haz central, que no puede cubrirse. Se trata, pues, de una pura utopía. Y es que, olvidada España—nuestro sinceramente admirado General Speidel—, sólo, le quedará a V. E. la honra de morir estérilmente, cubriendo con sus alema nes a sus viejos enemigos europeos—Francia e Inglate rra—, que si necesitaron ayuda para deshacer al III Reich, no van, en cambio, a precisar ninguna para que desapa rezca el IV. RFANOS El Patronatode Huérfanos de Oficiales del Ejércitotienetres impréntas: en MADRID, TO LED’O y VALLADOLID,que, ademásde los impresos oficiales,de adquisición obligatoria en dichosestablecimientos, tambiénrealizantrabajosparticulares de esmerada confección, garantizando la CANTIDAD,CALIDADy ECONOMIA.Losingresos queporestos conceptos se obtienenpasanINTEGRAMENTEa engrosarlos fondosdel Patronatoy se déstinana MEJORAR la situaciónde los HUERFANOS.Se encarece a losseñores Jefesy Oficiales efectúenpedidos a esasimprentasa fin de incrementar los,recursos de los HUERFANOS. 6 Estudioteórico del?coiistiliwiofl racional deunLfrrcilo Comandante de Artillería, del Servicio de Estado Mayor, JOSE TAFUR RUIZ, del E8tado Mayor Central. L mamento y municiones; abastecimientos y equipo; investigación e instrucción. El material tiene que responder al Ejército mo vilizable, y lo mismo el equipo. Son partidas irre-, ducibles, sea por fabricación o compra. Las restan tes pueden modificarse. El número de hombres viene impuesto por las necesidades de instrucción de cada reemplazo, pero puede variar la forma y el procedimiento de lle varla a cabo. No basta tampoco la instrucción de cada contingente, hay que pensar en los licen ciados. Con el número de hombres está íntimamente re lacionado el personal profesional del Ejército. Pero A) Potencial hnmanO.—-Del total de los reem plazos que es posible movilizar es necesario hacer el cálculo de sus efectivos no puede hacerse sim plemente con aquellos datos de los reemplazos. algunas deducciones para obtener el efectivo de hom bres disponibles para constituir Unidades armadas. Es necesario tener en cuenta el problema orgánico correspondiente. Para ello hay que calcular: Los escalafones se coñdicionan en sus grados su % de obreros y personal técnico, por hombre periores, por las necesidades del Ejército moviliza en el. frente. reducidos en un tanto por ciento, de forma que % de obreros y personal técnico sustituible por. ble cada grado desempeñe, por ejemplo, el superior al mano cte obra y personal femenino. % de servicios y empleos militares que pueden movilizar; por la necesidad de calcular la propor ción de cada empleo con el fin de obtener una es ser desempeñados por personal femenino. El resultado será obtener el total de Unidades ver cala regulada; por las limitaciones económicas, para que se pueda asegurar la dedicacióti al seryicio de daderamente combatientes. Pero aún podríamos aña los profesionales, es decir, darles una remuneración dir un dato más: el de servicios militares desempeña dos por hombres cuyos “mandos” pueden ser en suficiente. El problema de las escalas profesionales es de la una gran proporción también movilizables: abaste mayor importancia en la constitución de un Ejér cimientos, construcción, etc. cito. No se trata tan sólo de asegurar, en un mo B) Cuadros de Mando.—Para los efectivos, ob mento dado, cómo cubrir los cuadros de Mando y tenidos anteriormente se deduce el de cuadros de la máquina burocrática del Ejército. Las escalas Unidades armadas. ‘Queda por determinar el efec profesionales son el cerebro y corazón del Ejército, tivo de los cuadros profesionales. pero también su sistema nervioso y vascular. Sin En una primera aproximación podemos determi ellos nos hay vida, y de su buena constitución y nar su cifra por la del número necesario para cubrir funcionamiento depende el del Cuerpo. De aquí el la totalidad de los Mandos ‘superiores a Batallón y gran interés de su cálculo racional y su -constitución un tanto por ciento de los de éstos e mferiores para orgánica perfectamente regulada. la eficacia del conjunto. Esta cifra vendrá después Un profesional, para rendir su máximo, debe po condicionada por las posibilidades económicas. seer aptitudes propias y ser situado en las mejores Las aptitudes, aparte de las físicas, C) Tanto por ciento de la renta nacional para condiciones. talento, valor y carácter. Las condiciones de gastos militares._Normalmeflte, para el buen des son: deben, por una parte, proporcionarle remu envolvimiento económico de un país, los gastos im trabajo neración suficiente para llenar sus necesidades pro productivos no deberán ser superiores a un determi pias y familiares, y por otra, que el desarrollo de, nado tanto por ciento de la renta nacional; en este su carrera, dentro de unos principios establecidos, caso se encuentran los militares. le permita alcanzar hasta determinado grado Si. determinamos que las posibilidades económi como mínimo, y los más superiores si su especial cas conjugadas con las circunstancias internacio aptitud le hace acreedor a ellos. Sólo los profesio nales permiten dedicar un 30 6 40 por ioo del pre nales que prestan sus servicios hasta los más altos supuesto a la preparación para la guerra, hay que grados son “buen negocio” para el Estado; su ren estudiar la distribución del presupuesto militar de dimiento es completo. El valor técnico e intelec modo que se obtenga el mayor rendimiento; ello tual de los Oficiales y Mandos del mañana es fun es obvio. no hay que olvidarlo, de la situación ma Analizando las partidas que constituyen los gas ción, terial, tos militares, encontramos: hombres; material, ar Aconstitución de un Ejército, desde un punto de vista absoluto, debe estar regida por los siguientes factores: A)Polen cial humano que. determina la capaci dad d hombres movilizables. B) Cuadros necesarios para la instrucción y mando del Ejército en tiempo de guerra. C) Tanto por ciento de la renta nacional que puede dedicarse, en tiempo de paz a las atenciones mi litares. Apuntemos nada más cada uno de ellos: — — — - 7 CALCULO DE UNA ESCALA REGULADA Para determinarla, se puede partir de los cuadros superiores dichos para caso de guerra, con la dis minución también indicada. Por otro lado, este número debe ser el resultado de una escala que, em pezando por Teniente, llegue hasta ese grado su perior con los factores de disminución siguientes: Probabilidad de vida. % de pérdida de aptitudes intelectuales y fÍ sicas. % de abandono de la carrera por asuntos par ticulares. % de pérdidas de cualidades morales. % de selección para el mando en los ascensos a Jefe y General. Con la suma de todos estos números al del último más elevado, obtendremos el de Oficiales que, en cada escala, deben salir de la Academia, y después la proporción que tiene que haber en cada empleo. Ahora bien, de estos cálculos teóricos de la escala es posible que obtengamos unos ntmeros que. no coincidan con las necesidades. Las diferencias con éstas deben ser cubiertas por escalas complementa rias de servicio eventual. Por este procedimiento se asegura un núcleo pro fesionál que se consagre al servicio con exclusión de otra actividad, es decir, mandos competentes, en edad apropiada y con flexibilidad para adap tarse a las circunstancias. La selección e ingreso en esta escala debe ha cerse con vistas a disponer de futuros mandos y no el simple procedimiento de obtener Comandantes de Sección. Tal criterio es a todas luces antieconóniico. — que el Ejército, más que nadie, trabaja para el fu turo. Su eficiencia es más importante que su his toria, y de ésta sólo importa la parte que contri buye a aquélla. Determinado el núcleo táctico, las disponibilida des económicas permitirán determinar los servicios, pero siempre será más conveniente no sobrepasar el mínimo en ninguna escala. — ESCALA DE SUBOFICIALES — — — CALCULO ECONOMICO DE LA ESCALA PROFESIONAL El procedimiento más seguro es obtener el mí nimo de profesionales que son necesarios para los cuadros del Ejército. En efecto, e necesario pensar en el Ejército-na ción y no en el Eiército-pro/esión para situarse en el verdadero punto de vista. La concepción será muy distinta. Si en guerra podemos disponer de todos los recursos nacionales, hay que pensar que muchos Servicios podrán ser desempeñados por civiles: Transportes, abastecimientos, construccio nes, etc. El criterio económico es: No emplear un ro/esionçl en donde se pueda emplear, un civil. En los Servicios dichos no serán necesaris más profesionales en tiempo de paz que los indispen sables para preparar su movilización y dirigirlos en paz. Los mandos verdaderamente insustituibles en guerra son los tácticos, a partir de un determinado escalón. Sobre la constitución de las escalas profe sionales de éstos debe centrarse principalmente la atención. Por otra parte, no conviene multiplicar Centros de enseñanza análogos en localidades dis tintas. Es evidente qué lós criterios históricos tie nen gran importancia; pero debe ser la historia futura y no la pasada la que influya sobre tales de cisiones. Con criterio análogo podrían invocarse también los viejos uniformes. No se puede olvidar 8 Más complejo es el problema de los Suboficiales. Rápidamente pasan de la edad conveniente y se crea en el Ejército un peso muerto inútil. La solu ción más aceptable es la salida a destinos civiles para licenciados del Ejército. Sólo los escogidos y seleccionados podrán permanecer en el Ejército en un número pequeño formando parte de escalas auxiliares, principalmente administrativas u ofici nas. Para ser Oficiales de las escalas propias de las Armas y Servicios deben mediar estudios, pruebas y exámenes, que, sobre asegurarles una capacidad técnica, les sitúe en plenitud de derechos, evitando un fácil y pernicioso complejo de inferioridad o resen timiento. Pero esta solución ser4 siempre para pocos. Hay que tener en cuenta que el problema de los Suboficiales en guerra se tiene que resolver con los movjljzables y los procedentes deI 1. P. S. Es ne cesario estudiar bien sus misiones para disponer del núcleo profesional indispensable en la guerra, a fin de no multiplicar en la paz con exceso su nú mero y crear un grave problema económico. SELECCION El problema, de la selección tropieza general mente con un cierto sentimentalismo o humanita rismo justificado: el no dejar mal a un compañero, el no echar del Ejército a un desgraciado. El pro blema económico hace más agudos los razonamien tos y las decisiones. Sin embargo, tal critérjo es insostenible. No se trata de oficios o cargos que más o menos no per judican de modo transcendente. En manos de los cargos y puestos militares está él porvenir de la nación y responsabilidad de vidas en guerra, y res ponsabilidad de disciplina y espíritu en paz y en guerra. Desde un punto de vista de moral profesio nal, el Ejército profesional es responsable’ ante el país de su eficiencia, de su prestigio, de su moral. Cualquier especie de organización, de selección, de formación, etc., que quebrante aquélla es de suma gravedad. La ineptitud en cualquier orden es una de ellas., Ahora bien, el Ejército no es una máquina, sino una organización humana con problemas humanos. Por lo tanto, los eliminados en cualquier grado deben poder encontrar solución al problema de su vida. Lo mejor es que la selección sea muy fuerte en el ingreso y durante la permanencia en la Aca demia, no en función de obtener buenos Coman dantes de Sección, sino futuros mandos en poten cia, con cualidades intelectuales, físicas, morales y de carácter. y LasTropa$deZapadoreen•éiEjercitode EE.UU. ELDON DEZÁfADOIIES I)EL&I)IVISION ACORAZADA Comandante de Ingenieros, del Servicio de E. M., profesor de ria Academia dl Arma JUAN MANUEL SANCUO SOPRANIS FAYRAUD 1 REFERENCIAS avión es preciso sustituir ciertas piezas de su equipo pesado por otras aná1oas aerotrans portables. Para seguir el desarrollo de esta exposición, 3. Organización. conviene tener a la vista los artículos acerca de la organización del Ejército-Tipo y acerca del A) El Batallón está integrado por: Batallón de Zapadores de la División de Infan Plana Mayor de Batallón. tería, publicados en la Revista EJÉRCITo en el Compañía de Plana. Mayor y Servicios. número 159 (abril de 1953) y en el número 163, 4 Compañías de Zapadores acorazadas. respectivamente. Una Compañía de Puentes. Dichos artículos servirán para situar la Uni Un Destacamento de Sanidad. dad que nos ocupa en su marco de acción y para Una Sección de Aviación. recordar las normas generales de empleo de la Esta Unidad, llamada “Armored Engineer tropas de Zapadores. Battalion”, es la mayor Unidad tipo Batallón del Ejército (fig. 1). B) La Plana Mayor de Batallón tiene: II Sección de mando’. 1. La misión. Las 4 Secciones de Plana Mayor: S-i: Personal. La misiónes la genérica de los Zapadores: fa S-z: Información. cilitar el movimientó de la Unidad a que están afectos, impedir el mo vimiento del énemigo y Fi(ura Núm. 1 aumentar la eficacia ElZAD0BATALLONE ZAPADORES combativa de la Divi sión mediante trabajo general de Zapadores. — — — — — — — — — 2. , Capacidades. A) Las capacidades del Batallón de Zapado res de la División acora zada son las mismas que las expuestas para el de la División de Infan tería. B) Naturalmente, el Batallón está totalmen te motorizado y se bas ta a sí mismo para los traslados por carretera. Para, el transporte por 9 Pigura Núm. 2 - LACOMPAflIA DE PLANA MAYORY SERVIdOR - 4. - Material de planti ha. A) Herramienta y equipo. B) Equipo de campos de minas análogos a los del Batallón de Zapa dores de la División de Infantería. C) Equipo pesado de construcción. Compresores sobre camión, 6. Grúas sobre ca mión, 4. Niveladoras motori zadas, 2. Tractor de orugas D-4, i. — — — Nola.: las caStidades entra paróntesis están incluidas en el total de la F.M. Natallón S-3: Operaciones. S.4: Servicios. Sección de Reconocimiento. Sección de Transmisiones. Sección de Talleres. Sección de Jefatura de Ingenieros. C) La Compañía de Plana Mayor y Servi cios (fig. 2) comprende: Plana Mayor de la Compañía. El personal de Suboficiales y tropa necesario para las anteriores Secciones de la Plana Mayor de Batallón. Sección de Reparaciones y equipo (fig. 3). D) La Compañía de Zapadores acorazada (fig. 4) consta de: Plana Mayor de Compañía. 3 Secciones de Zapadores, formada cada una de ellas por: Plana Mayor de Sección. 3 Pelotones de Zapadores. E) La Compañía de Puentes (fig. 5) tiene: Plana Mayor de Compañía. 2 Secciones de Puentes, fornada cada una de ellas por: Plana Mayor de Sección. 2 Pelotones de puentes sobre caballetes. i Pelotón de puentes flotantes. F) La próxima plantilla de este Batallón incluirá una Sección de Aviación, compuesta por un Oficial piloto y dos mecánicos, para un heli cóptero. — — Jigote m. iA 3 SECCION DE REARACT0NRS Y — _______ SubofjcjjJefe Sargento Jeep y remolque1/4 Tm. Conductor — — — — coción — — — Camión 6 To y - eánlque 20 Tm. Qn Tractor0—4 Conductor tractor Copiuctor tractor Conductor camión Grúa sobreca— mión y remolque Operador de grú Operador de grú y Conductorde [mi6n — — 1 — — — ‘o Caai6n 2,5 Ta. y remolque 1 Tm. Mecánico Mecánico Mecánico carrode Combate Mecánico motor Diesel Mecánico auto MecánicoautoyConductor1 Compresor sobre Cani ón Operaer de com pre sor Operador de com presor y con ductor de emisión Niveladora mo torizada Oferador de ni veladora Operador de ni veladora. Figura Brío.4 LACOMPÁNTADEZAPADORESACORAA - • — PELOTON P.td. de SECCION (9) jeep Vehículo acorazado de transporte Camión Sargento primero,.Jefe Sargento, segundo jefe Sargento, construcción Cabo, construcción Sargento, destrucciones Cabo, destrucciones Zapador, Soldado armero Zapador, Soldado primera Zapador, IqIdado segunda Zapador, 86’ldadOsegunda Cabo, conductor TOTAL - y T.— 5. 11 P.M. (3) Camión 2,5 Em Jeep de OOHPANIA CamióO 2,5 To. eamtometa Camión 2,5 orn. 3/4 frs. y remolque aljibe 2,5 En. Carro de Corbate cori hoja eopujadOra — las primeras oleadas de infantería, la Compañía de Puentes lleva 42 botes de asalto y i6 motores fuera de borda. 4. Vemos que el Batallón de Za padores de la División acorazada tiene en plantilla doble material de paso de ríos que el de la División de Infantería. La Compañía de Puen tes está formada por dos Secciones de Puentes, idénticas a la del Bata llón de Zapadores de esta última Grán Unidad. E) Compresor Vehfculo aco Teniente, Jefe sobre ca— rozado de Brigada, segundo jefe transporte Sargento prioero a Conductor, soldado 1 Conductor, soldadO Conductor, soldado 1a Encargado de la 5err— Camión 5. Vn y remo icue sienta, soldado 1 20 Te. con tractor 8—7 DotacióndelCarro de Combate Sargento, Jefe —---p-Sargento, destruCcio’ Sección de ndo oes lando 2 4 ¡une tralladOr Transo. Caone ro SoldadoS Conductor, Cabo Sección ServicIos 2 Ad moo Doc loa Talleres Suministro - TOTAL 0— S. TOrAL 1 a. y,5.—t1 - Tractor de orugas D-7, 6. Equipos e soldadura eléctrica, 2. La distribución de este material entre las Uni dades del Batallón queda expresada en las figu ras números 3, 4 y 6. Las fotografías del compresor sobre camión, niveladora motorizada y buildozer D-7, fueron publicadas en el artículo que trataba del Bata llón de Zapadores de la División de Infantería. — - — Vehículos acorazados. Cada Sección de Zapadores lleva en su Plana Mayor un carro de combate medio, provisto de hoja empuj adora. Se espera en un futuro próximo sustituir este cari-o medio por el “En gineer Arinored Vehicle”—vehícUlO 6 8 acorazado de Ingenieros—, actualmente en estudio, y de que he habla do en otra ocasión. 2. Desaparece en este Batallón la Sección de asalto de la Compa 0— 2 y T 44 ñía de Plana Mayor y Servicios; en vez de sus 5 carros de combate me dios, tenemos en la Unidad que nos oçupa uno por Sección de Zapadores, o sean 12 en el Batallón. Digura i. NóO. 5 ACOMP±ó,DJPUENTES - D) Material de paso de ríos. 0— 5. y T.— 120 Total— 124 4 - r. Aquí ya no es una Sección de puentes en la Compañía de Plana Mayor y Servicios, sino una Compañía de Puentes de que dispone el Batallón. La Compañía lleva dos juegos de puente de vanguardia, cada uno de 288 pies de longitud (unos 87 metros), capaces de las cargas divisió nanas; es el mismo puente de carriladas de ace ro de plantilla en la División de Infantería (“Widened Steel Treadway Bridge”). 2. Cada juego de puente de vanguardia cuen ta con una lancha de maniobra, motora, para su tendido. 3. Para el paso por medios discontinuos de pg.secció 0— l S.yT.— 3 r Caballetes I’o- o 3. Para el traslado del pei’sonal, cada Pelo tón de Zapadores y. cada Plana Mayor de Com 11 pañía dispone de un camión blindado. No son estos últimos vehículos de com bat, pero permiten el rhovimiento pro tegido de los Zapadores en acompaña miento de los carros. F) Material de transorie. Para acarreos de materiales diversos, el Batallón tiene 6i camiones de 2,. Tm. Dispone de i8 remolques especiales para acarreos de maderos, postes, pilotes y rollizos largos. Para el traslado por carretera de los tractores de oruga hay remolques de zo Tm. G) Equipos de otabilización y sumi’ nistro de aguas. También encontramos en esta plantilla 4 equipos, capaces cada uno de ellos de producir 2.100 galones por hora y de al macenar eñ tanques de lona 9.000 galo nes (9.550 y 40.750 litros, respectiva mente). H) Resumen de la plantilla de material 75eiado (fig. 6). Tlgura co6ipADrA coipAÑIA DE zAPADOREs ÑIA PIARÁ MAYOR Y ACORAZADAPUENTES SERVICIOS 1. ———— .-- O ‘0 o — 0. ‘o 5U O ‘0 o5) o oO 0O a a 0) a) e ‘.-E oo a E. E-’ a)p o ve. o, ee U E) 0. E o O OZ’.-C U))’. S 55 0500.0. SoSEoa .-l -40)E5’ 5.0) 5,0 oU 1 2 1 a raa n • O -15 5 D 00 E’c -E C)Z < -.O) a) NO) 100 .-)M 4 E O E-. E-. E 5) de cons— sobre camión cazudo motorizada 1 2 2 1 • 1. 2 • de nos maniobra vanguardia 1 2 2 1 6 4 2 1 6 2 2 2 eléc 1 2 2 - 1 2 21 42 8 16 de borda acorazados 2 42 16 . i 12 transpor para To. 6 la. recuperación 1 5. Nési. 6 diversos Medios de transmisión. potabilización 1 4 2 1 2 8 1 10 4 15 20 40 1 3 10 1 3 2 5 8 2 7 17 40 2 9 24 2 1 3 33 4 4 1 13 1 2 9 1 27 1 1 1 1 3 2 39 1 4 33 2 22 68 7 1 43 117 4 Dotación análoga a la del Batallón de Zapadores de la División de Infantería. Las figuras números 7 y 8 muestran las carac terísticas y dotación de las estaciones radio y 7. Empleo del Batallón. las redes que con ellas se forman. A) Vimos al tratar del Batallón de Zapado res de la División de Infantería que esta gran Unidad se puede fraccionar en “Combat Teams” 6. Armamento. o Equipos de Combate, normalmente integra dos por: COMPAÑIA CoMPA. COMPAÑIA DE 1’. M. DE StA Un Regimiento de Infantería. y Say,c,os ZAPADORES a PUENTES ‘O Un Grupo de artifiería de 105 mm. 4 Una Compañía de Zapadores. Di 5 ,S E’. .9 do o a Si estudiamos el cuadro de organización de o.E .e p. •6 E. E 8 E o la División acorazada (Revista EJÉRcITo, nú o c5 8 r3 p, p, u8 k o mero 159 de abril, antes citado), observaremos que cuenta con: 3 ‘6 8 32 40 xo ix 62 157 20 4 Batallones de Infantería mecanizada. 33 8 28 88 85 20 22 117 753 Ametralladoras 3 Batallones de carros medios. z 6 1 2 2 2 28 i Batallón de carros pesados. Ametralladoras 2 6 13 lO 2 II Esta organización permite numerosas combi r 6 22 2 3 28 2 30 117 naciones de las anteriores Unidades, según las Lanzacóhetes pulgadas. i diversas situaciones que se plantean, para for 9 2 4 2 2 1 25 5 5 1 mar los llamados “Combat Commands” o Agru de Compaciones de Combate, cuya composición no es 5 3 22 fija. — — — — — . — — . ‘° ‘ . , ... — — — . . 12 ,. 41 Pigura Mije.8 RADIODELBATALLOSDEZAPADORESAC0RA2AQ Para mandar los distintos “Combat Com mands” están previstas 3 Planas Mayores de Agrupaciones de Combate, organismos que cuen tan con los elementos necesarios para encuadrar las Unidades tipo Batallón que el Mando divi sionario decida afectarles. El Batallón de Zapadores está estudiado para poder efectuar el acompañamientó de los “Com bat Commands”. Su estructura permite una ra zonable dosificación de medios, en armonía con la misión encomendada a cada Agrupación de Combate. Generalmente se afecta una Compañía de Za-U padores acorazada a cada una. El Jefe del Ba tallón de Zapadores refuerza con elementos de la Compañía de Puentes o de la Compañía de Plana Mayor y Servicios a aquella o aquellas Compañías de Zapadbres que lo requieran. La cuarta Compañía de Zapadores acorazada queda iiara acción de conjunto y apoyo a las restantes tropas y Servicios divisionarios. B) Dada la naturaleza de las operacioneS que lleva a cabo la División acorazada, y dadas las grandes distancias sobre las cuales se estira, normalmente las Compañías acorazadas son afectatas a las Agrupaciones de Combate en Fura Red de Servi— cloe del Sa— tallófl Red de divisionaria Mando de M6a. 7 ESTACIONES RADIO CARACTER3STICAS Y OOTACION,DE LA$........_....____— e EII Signos convencionaleR DeflOsiSaCidfl . Alcance en sillas:Foía Gratíá Modulación Frecuencia ( MC ) Vo1tae Peso ( libras ) SCE — SCB — SCR — SCE — 508 506 -528 510 25 15 15 5 1 75 — — — AM PM FM FM AM 20 — 2 — 4,5 20 3,5 — 6 20 — 27,9 27,9 27,9 1.2 12 l?& 6 233 181 146 5,5 120 SOR — 536 DOTACIOS — Conpa8-a de Zapadores — CompaMa de PueneS — compailía de PM. y Servicio — Destacamento de Sanidad — Total BatAllón — 10 8 3 — 3 5 7 1 3 1 1 8 — — — — — 8 47 TOTAL ESTACIONES RADIO: Por CoispaRíade Zapadores19 4 Cornpafifasde Zapadores16 1 Coepañía de Puentes13 1 CotapaRíade PM. 1r Serjlcioa19 1 DestacaI5eflt de Sanidad1 TOTAL BATALLON DR ZAPADORES1.09 9 32 13 -- concepto de “attachment” y no de “direct sup port”, por las dificult’ades de centralizar el mando de Zapadores. C) En los cruces de ríos, los Zapadores divi sionarios normalmente realizan solamente los trabajos para el paso de los elementos de primer escalón. El lanzamiento y entretenimiento de los puen tes correrá a cargo de los Zapadores de escalo nes superiores, puestos en refuerzo de los divi sionarios. D) En casos de necesidad, el Batallón puede ser empleado como infantería. Pero, en tales circunstancias, el Jefe de In genieros deberá exponer al Mando divisionario las consecuencias que resulten del paro de los trabajos para el conjunto de la gran Unidad. Para el cómbate como infantería, el Batallón de Zapadores sufre una reorganización y recibe armamento suplementario, como queda expues to en el artículo que trata del Batallón de Za padores de la División de Infantería, de acuer do con unas normas de carácter• permanente: “Standing operating procedure”. - - 13 A NUESTROS COLABORADORES Concurso de premios para los colaboradores de la Revista EJERCITO que regirá en el período de tiempo comprendido entre j0 de enero de 1953 al 31 de diciembre del mismo año. El Excmo. Sr. Ministro del Ejército ha dispuesto que, bara estimular y recompensar los trabajos de los colaboradores de EJERCITO, se establezcan, con cargo a la Revista, en el período de tiempo antes expresado, premios en el número y cuantía y bara los grupos de materias que a continuación se expresan: 1.—CUESTIONES GENERALES DE ESTRATEGIA, TÁCTICA Y TEONICA MILITAIt.—Dos premios: uno primero dé 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000. 11.—TÁCTICAPARTICULAR DE LAS ARMAS Y TIRO (exceptuada Infanterla).—Dos premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000. III.—SERVICIOS.—Un premio de 2.500 pesetas. IV.—HISTORIA.----Unpremio de 2.500 pesetas. V.—ESTUDIOS DE PSICOLOGIA, MORAL MILITAR Y EDUCACION E INSTRUCCION.— Dos premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000. VI.—ESTUDIOS SOBRE ORGANIZÁCION,. ARMAMENTOY EMPLEO DE LÁ INFANTERIA._: Doe premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000. VII.—INGENIERIA DEL ARMAMENTOY DE LA CONSTRUCCIONY ELECTRICIDAD.—Un premio de 2.500 pesetas. VIIL—Tros premios de 2.000 pesetas cada uno para artículos que traten de cualquiera de las mate rias comprendidas en los siete grupos precedentes. REGLAS PARA LA REALIZACION DEL CONCURSO x. Tendrán derecho a tomar parte en este concurso todos los trabajos que se publiquen en la Revista entre las fechas de i de enero de I953 y 31 de diciembre del mismo año. 2a Los premios establecidos en los siete primeros grupos de materias reseñados anteriormente serán adjudicados a los trabajos merecedores de ellos, tanto si sus autores han sido premiados por la Revista en concursos anuales anteriores como si no lo han sido. Con el fin de añadir un mayor estimulo para los escritores noveles, los premios que se estable cen en el grupo VIII serán reservados para los autores que no lo hayan obtenido en los siete pri meros grupos de este concurso ni en los concursos de años anteriores, siempre que el trabajo consi derado tenga el mérito indispensable para ser premiado. 3a Los trabajos serán enviados al Direct9r de la Revista, quien elevará al Estado Mayor Cen tral la correspondiente propuesta de premios, precisamente en el mes de enero de 1954. 4.S Está dispuesto en el artículo 12 de la Orden Ministerial de 4 de enero de ri (D. O. nú mero 23), que el premio de un trabajo de la Revista autoriza a la anotación correspondiente en la hoj a de servicios del autor. 5•a Debiendo procederse a pagar los trabajos publicados inmediatamente después de su apa rición, sin esperar a la concesión de los premios, la Revista descontará del importe de estos últimos la cantidad recibida anteriormente como pago de colaboración. 14 /Wt; ? — ¼ Comandante de Infantería EUSEBIO MARTIN SASTRE, de la Escue!a de A. y T. de Infantería. Coorclin ((CIOR de la maniobra para e/ala que? de Iiatall6n La misión más importante del Jefe del Batallón en el combate es coordinar y combinar la acción de sns diferentes Unidades... (De las Normas sobre el combate de las Unidades). C “standard” UALQUIER intento para aplicable a la moldear ordenaciónun depatrón me dios para la acción ofensiva, sería caer, no en un error de forma, sino de principio, pues harto sabido es que el ataque, por razones de tiempo, de lugar y de medios, así como por circunstancias impon derables durante la preparación de la maniobra, pre senta múltiples fisonomías. No hay dos combates iguales, ni es frecuente tampoco que el desarrollo de la lucha se ajuste muy escuetamente al plan inicial concebido por el Jefe. Con estas notas nos proponemos cooperar a la interpretación de las Normas Provisionales para el combate de la Infantería, con objeto de ordenar y reunir los diferentes conceptos relacionados con el tema que sirve de título y que constituye la finali dad de este trabajo. El ataque, acto humano por excelencia—de acción y pasión—, persigue un fin, que no se podrá alcanzar sin ordenar en un? conjunto armónico las diferentes acciones parciales que lo integran. El Jefe determina el fin—que puede ser impuesto o elegido por él, según el caso—, y le corresponde,. por tanto, dar for ma a la acción, dosificando los medios, prestándole el debido impulso y coordinando los diferentes es fuerzos. Coordinar, en su verdadera acepción táctica, im plica seguir un método. Este método debe proporcio narlo la doctrina que con sus normas—les atribuí mos valor de normas porque no deben tenerlo de precepto—crea un modo de hacer para que el Ofi cial pueda desenvolverse eficazmente en los casos singulares. Al Jefe de Batallón corresponde su apli cación ‘racional; por ello estudiaÉemoi en su orden cronológico su actuación. Con la orden de ataque recibe el Jefe de Batallón misión, que debe cumplir en uña determinada zona donde ha de mover sus medios, incrementadoé, en ciertas ocasiones, por algunos de refuerzo y por la cooperación de otros que le son ajenos. También se le impondrán ciertas servidumbres: en tiempo, hora de iniciación del ataque y ocupar determinados objetivos; en espacio, zona de acción, base de partida y dirección de ataque, y de ejecución, cooperación a la maniobra de la Unidad superior y apoyos a otras Unidades. Al proceso de análisis de la situación, adaptado a las circunstancias del momento, sigue el estudio ‘del terreno, del enemigo y de los medios. Esto le propor ciosla un concepto estricto y cabal de la maniobra que debe ejecutar para cumplir la misión que ha re cibido, con su objetivo y finalidad; de aquí las mi siones a sus Unidades subordinadas. Es ahora cuando, en el proceso analítico prepara torio, empieza la ordenación de los medios, porque cada una de estas misiones debe ser atribuída a una fracción de importancia proporcionada a su futura tarea, y aun han de sopesarse efectivos y posibili dades de fuego para resolver las incidencias de la lucha, interviniendo personalmente ‘en el combate. Nos interesa especialmente esta ordenación. La morfología del terreno y la amplitud del comparti miento que le hayan asignado configuran con. bas tante precisión el despliegue de su Unidad; no sólo por razones de capacidad, sino porque en el terreno se encuentran los futuros objetivos y los puntos ca pitales que perfilan la dirección de ataque. Así se coorcliaa la maniobra en él espacio; la coordinación en el tiempo escapa iicialmente al Jefe de Batallón, pues tanto en lo que se refiere a la iniciación del una 15 • • ataque como al momento de abandonar cadas objetivo, con ella por la maniobra y por el fuego; corriente las directivas de la unidad superior limitarán su ini- mente serán paralelas estas dos direcciones, porque la ciativa; habrá, incluso, un ritmo previsto para el maniobra por direcciones e±céntricas es característica desarrollo de la maniobra. - del C. de E. y Gs. Us. superiores. ¿De qué procedimiento se sirve el Jefe para llevar Las concentraciones de fuego previstas son parte a cabo su maniobra? integrante del plan. de fuegos: se basan en las nece Según la Normas Provisionales, hay solamente tres: sidades probables y se realizan por la conjunción de dosificación de esfuerzos, combinación de direcciones proyectiles sobre determinadas onas. A los fuegos de y concentración de fuegos. Pero estos procedimientos las armas de apoyo—de artillería y regimentales—se no pueden emplearse caprichosamente, sino que son yuxtaponen las -de las armas orgánicas y de refuerzo. la consecuencia de un estudio meditado, que tenga La coordinación de los fuegos que forman el plan como base una práctica aceptable y un sentido tác previsto la realiza el Jefe, asignando objetivos a sus tico apropiado. armas en función de las necesidades expuestas por La dosificación de esfuerzos más conveniente para los Comandantes de Compañía y de acuerdo con el montar un ataque determinado se obtiene mediante plan de apoyo de la Unidad Superior: el Regimiento, la repartición de fuerzas en frente y profundidad que dirige tácticamente los proyectiles de la agru —a mayor esfuerzo, más profundidad y menos frente—. pación de Artillería de Apoyo correspondiente. El Pero como a las Compañías no se les asignan zonas, plan de fuegos debe ser un exponente claro de la coor sino direcciones, el Jefe del Batallón dosifica el es dinación y constituir un sistema profundo, estrecha fuerzo de su Unidades por la orientación de las reser mente adherido al escalón de ataque y muy flexible; vas, la actividad de sus bases de fuego y el incremento es decir, que pueda transformarse en -un sistema dis de medios a la Compañía que realice la misión prin tinto cuando las circunstancias lo exijan o lo acon cipal. Vemos, pues, que para lograr la, adecuada do. sejen misiones imprevistas de fuego. sificación se ve el Jefe precisado a coordinar los efec Eii sustancia, la transformación de un plan de tivos con el espacio y los movimientos con el fuego. fuegos previsto para adaptarlo a las circunstancias Y puesto que tratamos de zonas de acción, con contingentes de la lucha en el primer escalón, es un viene hacer resaltar que el despliegue debe amoldarse problema de mando y, subsidiariamente, un problema á ellas, pero no en forma tan estricta que obligue a de transmisiones. Sólo éstas—y, en igual medida y ocupar “en fuerza” todo el frente que las determina. por razones distintas, el municionamiento—pueden La economía de fuerzas y la necesidad de combinar asegurar la continuidad ordenada del ataque. El en direcciones para que la maniobra pueda desarrollarse lace Jefe de Batallón-Jefe de Regimiento y el de de la manera prevista obligarán al Jefe de Batallón Jefe de Artillería-Comañdantes de Compañía de a atender preferentemente aquellas por donde crea primer escalón y base de fuegos, es fundamental. más fácil el avance de su unidad, o aquellas otras La combinación y superposición de los diferentes me que le conduzcan a los puntos claves cuya conquista dios de inteligencia, el empleo de proyectiles de humos considere indispensable para el cumplimiento de la coloreados para señalar objetivos a la Artillería y a misión. Mas téngase en cuenta, que por corresponder la Aviación y el conocimiento preciso de la situación al Jefe de Batallón la reponsabihdad de la totalidad y movimiento de los Ps. M.. permitirá asegurar el de la zona, nada debe quedar desatendido dentro de contacto entre los diferentes Jefes de una manera ella, bien empleando pequeños destacamentos o bien permanente. teniendo previstas acciones por el fuego, cuando la He aquí cuanto se nos ocurre decir sobre la fase morfología del terreno lo permita, por si el enemigo preparatoria del ataque, es decir, sobre el despliegue, llegara a crear una amenaza real sobre los intervalos que es la ordenación inteligente y metódica de los de la formación de ataque. medios que puedan alcanzar, los objetivos en las di Combinar direcúiones—convergentes hacia la fina recciones más prometedoras y económicas. lidad común—equivale a coordinar diferentes es Si los hechos se sucediesen conforme a las lineas fuerzos. Pero como cada esfuerzo se caracteriza por generales que se dibujan en la concepción de la ma un punto de aplicación, por una orientación y por una niobra, la ejecución del ataque consistiría en aplicar, intensidad, resulta que, en definitiva, el Jefe de Ba sucesivamente, las disposiciones iniciales. Pero esto tallón debe elegir zonas de partida para sus Compa suele ser excepcional, aun cuando se logre un acep ñías de primer escalón, señalar ejes de ataque para table grado de sorpresa táctica y aunque la perse cada una y graduar la protección relativa de. los es verancia—dentro de ciertos límites—sea nprma pre fuerzos con la orientación de la reserva y con previ ceptiva de ejecución. La voluntad del adversario siones razonadas sobre el empleo de la ñaasa de juega también en el ataque, y püede oponerse a la fuegos. maniobra prevista con tal tenacidad, que el Jefe de Lo normal será que el Batallón se empeñe en dos Batallón e vea obligado a introducir modificaciones direcciones: la principal, asignada a la Compañía que sustanciales en su plan de acción iniciaL (El Jefe que realice el eáfuerzo, y una secundaria, destinada a cu no tenga la flexibilidad de juicio para comprender la brir y proteger a la primera y también a cooperar crisis de cada momento o que carezca de impulso 16 E. te moral o intelectual para improvisar una solu ción—siempre que la cri sis no supere las posibili dades de sus medios—, no debe mandar una Unidad de Infantería.) Es decir, que una vez iniciado el ataque, continúa el pro ceso de la concepción, que las decisiones se su ceden y que es perma nente la coordinación de medios para incrementar los esfuerzos:o para crear otros nuevos; es, como si dijéramos, una coordina ción diñámic4 modifica dora del despliegue, al que podríamos llamar coordinación estática por carecer de dinamia de lucha. ¿Cómo actúan los primeros escalones de ataque? En cada momento, empleando el medio más apro piado; en ¿onjunto, combinando todos ellos. La respuesta parece demasiado simple; pero viene al caso porque es conveniente resaltar la diferencia que existe entre las diferentes situaciones en cuanto a la manera de conducir el ataque, pues entre el •avance por la “zona de nadie”—seguido del asalto a las primeras obras de la posición enemiga—y al com bate en el interior de la zóna adversaria de resis tencia, existen notables diferencias en lo que se re fiere a la coordinación de medio y de esfuerzos. En la base de partida—línea coordinadora del avance en relación con el .tiempo: ataque simultáneo o ataques sucesivos—se inicia el camino del asalto, que deben seguir las Unidades con la mayor rapidez para explotar al máximo el efecto neutralizador re manente de los fuegos de artillería, protegidos o apoyados en su avance por la base de fuegos (1), despreocupándose de su propio fuego hasta el mo mento en que la proximidad al borde de la posición enemiga, imposibilitando, por razones de seguridad, el fuego de las armas pesadas propias, que deben alargar el tiro, obligue a coordinar el. movimiento con el fuego de las armas del primer escalón. Hasta este momento crítico la coordinación es fácil y se deduce directamente de las disposiciones tomadas por el Jefe del Batallón durante la preparación del ataque. La coordinación del movimiento del primer esca lón con los fuegos de la base será bastante armó nica, y el asálto a la primera línea de objetivos puede tener aceptables garantías de éxito. KY . Mas he aquí que comienza el ataque en el inte rior de la posición; ya las Compañías del primer escalón, émpeñadas en el suyo particular, se verán obligadas a coordinar fuegos y moyimientos si quieren avanzar. El Jefe tratará de continuar—es precep tivo—coordinando el avance de sus Compañías con los fuegos de la base, y ha de hacer esto precisamente cuando ésta quedará reducida en sus medios como consecuencia de algún cambio de posición o cuando las fuerzas más avanzadas puedan escapar a la ob servación directa y cuando no es raro que en las transmisiones se produzcan soluciones de continuidad. El ataque, sin embargo, no debe “írsele de las manos”. Es en esta hora cuando se ponen a prueba las cuali dades del Jefe para dar cima a la maniobra proyec tada o para imprimirle el nuevo rumbo que aconsejen los éxitos o la orientación de las reservas. En una palabra, hay que reiterar la maniobra cuando pro gresa o cuando, sin progresar notablemente, parece acertada en su concepción, o hay que cambiarla substancialmente si sucede lo contrario. En este momento, para asegurar la coordinación, deben tomarse las siguientes disposiciones: a) Impulsar a vanguardia la acción del mando (Puesto de mando muy adelantado). b) Asegurar en todo momento el funcionamiento de la .red de transmisiones para mantener el enlace con las Unidades subordinadas y con el Regimiento, donde se regula el apoyo de la Artillería. c) Elegir y ocupar, oportunamente, buenos obser vatorios para seguir el combate en la zona propia y, en cuanto sea posible, en la de las Unidades ve cinas. d) Mantener contacto personal permanente, en su (1) Es dudoso que las Bases de fuego puedan apoyar, a esta: caso, con el Destacamento de enlace de Artillería, distancia del enemigo, sino en casos óptimos de terreno favorable con objeto de hacer peticiones oportunas. pero nos atenqmoa a la doctrina. 17 - Pero eomo todas estas disposiciones, orientdas a Acciones que contribuyen, a lograr la coordina la coordinación de medios y de esfuerzos, pueden ción y efectos que con ellas pudiera conseguirse: verse entorpecidas en su ejecución por circunstan cias imprevisibles cuando se organiza y prepara la A. Durante la preparación del ataque maniobra, bueno será hacer algunos comentarios a) La situación, combinada con el factor tiempo, que, aunque aparentemente se aparten del objeto de facilita la sorpresa. nuestro trabajo, se relacionan con él,c puesto que b) La adopción de un despliegue adecuado per su conocimiento tiende a la mejor r’alización del mite dosificar y reiterar los esfuerzos y con ataque. tribuye a la seguridad. Nos referimos a las posibilidades que, en nuestra c) Señalar direcciones de ataque y asignar ob actual organización, tienen los mandos de Compañía jetivos que peniitan un apoyo recíproco de fusiles para resolver por el fuego, en las debidas contribuyen a lograr la unidad de esfuerzo. condiciones de potencia y superioridad, las inciden. d) Dividir el avance en saltos es ordenar las cias que se le pueden presentar en la conquista acciones por el movimiento; conjugando éstas de sus diferentes objetivos cuando, por circqnstan con los fuegos de apoyo se logra al mismo cias difíciles de determinar a priori, no puedan contiempo un óptimo rendimiento de las armas tar con el apoyo de’ los fuegos concentrados de la de apoyo. base. a) Con el acuerdo previo entre Jefe de Batallón Creo que, ciertamente, no son muchas, y cóntra Jefes de Unidades de apoyo se logra la per ellas se previenen nuestras Normas Provisionales en fecta conjunción de medios. sus artículos 182 y 220, aconsejando, por el primero, la asignación de Pelotones de ametralladoras a las II. Durante la ejecución del’ ataque Compañías de fusiles que ataquen en determinados a) El empleo de adecuadas redes de transmi terrenos o en singulares condiciones atmosféricas, y siones y observación, así como una acertada la descentralización, en el segundo, de la base de ordenación del municionamiento, tiénden a fuegos para proporcionar la debida potencia al pri eliminar la sorpresa y a asegurar la conti mer escalón siempre que la acción así lo aconseje. nuidad del ataque y los apoyos. Esta medida tiene un fundamento, y no deja de ser b) Desplazamientos dosificados y oportunos de acertada, impulsándonos a meditar si no sería con los medios que integran la base de fuegos, veniente dotar a las Compañías de fusiles, si razones adaptados al avance del primer escalón, con económicas no se oponen a eflo, de un pelotón de tribuyen a la protección sin solución de con ametralladoras (1) que, en unión de las armas orgá tinuidad. nicas de tiro curvo hicieran posible disponer al mando e) La elección adecuada de observatorios en de estas Unidades de potentes elementos de fuego forma que permitan al Jefe de Batallón una con los que apoyar el ataque de sus Secciones y pro completa visión de las acciones de sus Uni tegerlas contra los fuegos procedentes de resistencias dades, permitirá a aquél explotar los éxitos que ellos no atacan directamente y que, por su si logrados por alguna de sus fracciones en tuación, pueden neutralizar sus esfuerzos. De esta provecho de su maniobra, o evitará situacio manera, las Compañías de fusiles podrán resolver nes enojosas mediante la oportuna aplica determinadas situaciones que hasta ahora exigen la ción de medios en la zona donde se pro intervención de la base de fuegos cuando sus posi duzca. bilidades no son ciertamente muy favorables o cuando J el factor tiempo no es posible conjugarlo con la ne Y aquí hago punto final, manifestando que si poco cesidad descentralizadora. o nada hemos dicho de la coordinación con los carros Como resumen se aéompaña un esquema de los de combate, o con otros medios ajenos al Batallón, extremos que pueden interesar a la coordinación. es por creer que este problema rebasa el marco de la coordinación propiamente dicha; se trata más bien (1) La id5a lio ci nutra, inexn,ditada hace tiempo par de un problema de cooperación, que merece un e aucho y lIe’,aa ya a la práctici en atrae Ejórcit.. tudio independiente. 18 Por FEDERICO GARCIA SANCHIZ, de la Real Aca demia Espanola. E Duero,brazo de Casfillá. Pues esta España que deximos, tal es como el parayso de Dios: ca rsega-se con cinco nos cadales, que son Duero ed Ebro e Tajo e Guadalquivir e Guadiana; e cada uno delios tiene entre sí el otro grandes montañas e sierras... (De la Cheonica de Alfonsoel Sabio.) una radiante hace ya aalgunos unos amigos mios y mañana, yo nos decidimos seguir años, al primero de esos ríos cadales que ensalza uno de los más viejos tes timonios de la lengua castellana, vieja en cuanto a su escritura, pues hablada ya venia siéndolo de mucho an tes: corriente fluvial ella misma, conducida al scnipto rium equivalia a regular su ímpetu, lo que, por cierto, no se consiguió aún del agua heroica entre todas las na cionales, y no me olvido, al otorgarle esa primada, del mar y sus grandezas. Traigo a las inconfundibles páginas de EJERCITO el relato de la que no dudo en calificar de peregrinación, porque nuestra meta fué la de la Reconquista en la ma yor empresa del Cid. Partiendo de Cobaleda, serrano pueblo de Soria, los caballejos obtenidos no sin dificultades nos trasladaron a la calva en que termina un enorme pinar. Llegamos a pleno mediodia. Debajo y en torno desarrollábase el con junto de la selva y las rocas. Habíamos cabalgado durante horas por las cuestas resbaladizas de pinocha y en la pe numbra de las copas entretejidas, y humillada la cabeza ante la rama calda o los hilos de araifa cruzados en el aire. Colosos que abrumaba la carga parasitaria, y desgarrados por el rayo, si no muertos y de una cobriza bermejez. Ni pájaros ni flores. ¿ Recorriamos un paisaje geográfico o los siglos remotos y sus leyendas? De ellos parecia el boyero de la carreta, el hacha al cinto, espejeante en las faldas del pardusco hábito: miraba con ojos como los que fijaron en sus tablas los pintores primitivos. En el cimero raso, enanas conlferas a las que el perma. nente vendaval no consentía crecer ni levantarse y unos bloques semienterrados, iguales a. aquellos que los legen darios celtíberos labraban, destinándolos a tumbas, con el molde del cuerpo humano. Abandonamos las bestias a los espoliques. Enfrente, se ergula un acantilado de absoluta esterilidad, realzado en buen trecho por una costra de nieve, cantera de un mármol ilusorio. Henos como a horcajadas en su perfil. Vencido el vértigo que produce el foso con asombro allá abajo descubierto, contémplase a no mucha distancia un murallón de granito, violentamente quebrado por ero siones inmemoriales. Escenario magnifico para el aque larre de las tres famosas lagunas, la negra, la iarg y la helada, apostadas en las cercanías, ocultas en los pliegues 19 - eo16gicos, y una con el terrible prestigio de los pastos venenosos de sus orillas. El Duero nace al pie del murallón, en medio de una crudeza extraterrena. Nada suaviza la desnudez de la piedra, ni siquiera el musgo o el liquen. Chocan las rá fagas con los pelados riscos cuando intentan acariciarlos. Amedrenta el silencio. El manantial es un pequeño ruedo sombrío, aunque diáfano, distinguiéndose los niiniaturados guijarros del lecho. Tiene una oria de verdura, también diminuta y fina. No palpita, ni burbujea, pero de allí fluye un cho rruelo en seguida trenzado y rumoroso. Yo le dejé un cestillo de cerezas, abrillantadas al punto por la linfa, y hube de retirar la mano; que el frío descar naba. Si; mordía el cachorro. Volví la cabeza, y en un rellano de la erosión estaba un toro. Sin duda se alejó de la manada que pace en un herbazal próximo. Fuerza era, sin embargo, considerarlo como un símbolo. Nuestro animal totem, representado en aquel cornúpeta, negro y con las astas claras, infundía al recién nacido río la españolidacl. En la mitología ibé rica dábase una significación taurina• a los ríos caudalo sos y acometedores, circunstancias tan del Duero, que lo veremos embestir contra el puente de Soria, como a una capa en la arena. Y la misma res se hallaba monu mentalizada en el Tormes, afluente insigne. Y otro bulto informe con cuernos llegó a dar nombre a una ilustre ciudad zamorana, pues al encontrarse con él los romanos, según adelantaban por el camino andante en que al cabo se convierte el hilo acuático a cuyo nacimiento hemos asistido, denominaron a la población civ’itas taurensis. • Y quiso Dios, y fija está en el suelo la divina sentencia, revelar, con la mudanza del Duero las providenciales glorias hispánias. Porque al derrumbarse el poder de los Césares, vencidos por el Papa, España, fortalecida por aquéllos y sublimada por el cristianismo, continuó la misión imperial, junto con la apostólica, en el sentido que le marcaba el río, o sea el oceánico. Roma impulsó a España a lanzarse a lo misterioso o por venir, como una corriente superior arrastró a la del Duero, que des embocaba en el pasado y ya corre hacia el futuro. Fija está en la tierr.a la divina sentencia. Un poste en la carretera ostent la placa del inmortal palenque, ignorado sin duda a no avisarnos la cartela, pues Numancia ya no es sino un cerro con una especie de enanas artesas de piedra, residuos de viviendas que podrían definirse como cuevas artificiales, y con unos bloques en fila, que son lo que parecen: la pasarela de la vía, honda y con facilidad inundada. El siglo XVII, o la prolongación de su espíritu, erigió un obelisco al modo como se colocan en la mesa los pisapapeles, con el fin de evitar su vuelo. Porque el tiempo que juzgaba bárbaro el estilo gótico, libertino el barroco, y de cuyas enseñan zas salió la disolución de los gremios y de la Mesta, y la caducidad del Voto de Santiago, no podía, a pesar de su ciencia enciclopédica o de la buena voluntad de los Amigos del País, comprender la vorágine española’y su genialidad. De hecho, el legendario castillo arévaco está en Soria, en el Museo, con su galería porticada, donde se conserva el innumerable botín de las excavaciones. Las fíbulas, el diagrama de la suástica, el torito de barro, los pétreos braseros, atestiguan la existencia religiosa y hercúlea; el vaso con la pintura del desnudo domador de un caba llo, entre círculos solares y lunas en creciente, vibra aún de energía,. corporeidad y salud; varios esqueletos ahu mados trazan su epigrafía, que obliga a enmudecer, y toda esta pasión vital, que influyó en la misma muerte, al hacerla exuberante, florece en la sensibilidad que in dica el ánfora, notoriamente rota adrede, el día del gran sacrificio, y símbolo, para el pueblo alfarero, de un ideal de belleza delicada en medio de su barbarie. Barbarie augusta, alabada en la propia lengua de Roma, a quien los numantinos contuvieron veinte años y con la que pactaban de igual a igual. Escipión los en volvió en un cerco impasible, como el de los dioses. Y ellos se arrojaron a la hoguera. Hurgando con el bastón en las ruinas, todavía remuévense cenizas elocuentes. El río desmemoriado, en una hoz con chopos, de héroe y augur, se ha transformado en campesino. Un día sonó con el lenguaje y los versos de Cervantes, que lo sacó de su lecho y a la escena, en la Numancia, para consolar a España, también en el tablado, y la cual dice, resignán dose con orgullo a la destrucción de la invencible tribu: Atrás queda Duruelo, lugar que no se sabe si se llama de tal manera o si es que mima al Duero niño. Y atrás queda Vinuesa, la Corte de los Pinares. Sin más tardanza toparemos con un fenómeno del que se dedujeron trascendentales consecuencias. Adviértase que pasamos del país de los Pelendones, con sus bosques y sus huertas, al de los Arévacos, es decir, el llano numan tino. Y he aquí el prodigio, conforme lo describe un geó logo: “El Duero, tan pronto como desciende de los altos picos del Urbión, en las montañas Ibéricas, sigue el an cho valle longitudinal de Numancia, en dirección al Me diterráneo, en donde vertía durante el Plioceno, y al lle gar a la base de las ruinas de la heroica ciudad celtíbera forma un brusco codo, indicio de una captura, y penetra a poco en la altiplanicie de Castilla la Vieja, ya en régimen normal, con amplio curso, claras terrazas y señalados meandros en llanura.” Todavía pueden apreciarse las huellas del primer y tabuloso itinerario, notorias en los aluviones que persis ten en el sitio en que el Duero se unía al Jalón, como hoy lo hacen el Jiloca y el Piedra, que de este modo van al Ebro y con él a la mar. Un río mayor que el pinariego, próximo y de marcha opuesta, acabó capturándolo por erosión, y metiéndolo en su cauce, de rumbo occidental: acabará su vida, y no su fama, el presente. Simple lucha de la Naturaleza, pero que cual fénix renovándose en la llama. constituye una revelación del destino de España, que ompletó el mundo. Essa agua cabdal, como la llamó Berceo, cambiando su dirección exactamente en el campamento cuya con quista indicó el definitivo triunfo de Roma, señala la abso La manada taurina en que se había multiplicado la luta romanización de España, que heredó a su metrópoli. supuesta res del nacimiento del río, bajo la que en reali. 29 Sor a - —Santo - Do mi¿n go. dad apareció junto a las erosiones, llega rumorosa y atropellándose al puente, cuyos numerososlarCos la entorilan. Fuerza en hervor, entre la endurecida de los cerros que lo llenan todo. Andando, andando, el Duero y nosotros dimos con una capital de provincia. Y sus tiendas, y su cine, y su Museo, y su Palacio de la Di putación, y su alumbrado munici pal, y su Oficina de Telégrafos. Y el Instituto de Segunda Enseñanza, y unos conventos, y una Redacción de periódico, y una Delegación de Turismo. Los magistrados, los clé rigos y las muchachas teñidas de rubio, gala de los tés con baile en el hotel modernizado. Ya hemos encontrado gente, dalles y edificios de los que se aseguran contra in cendios. ¿Diremos urbe? Faltan, y su ausencia denota la de una po blación numerosa y activa, tran vías y autobuses, y anuncioS lumi liosos. Los hidalgós pueden caminar sin sobresalto ni prisa, y detenerse ante una fachada artística a ilus-. trar al viajero que le recomendaron sus amigos. Si acaso, y salvo el ex abrupto de un forastero automóvil, irá acercándose poco a poco una carreta de bueyes, testimonio, me jor que vestigio, de aquel tiedipo. Soria ha cumplido absolutamen te un destino: sin duda, no está muerta, ni caduca ni inútil. Casti lla repitió en Soria, geografía y poblado, la vocación de Santo Domin go de Guzmán, o Doña María de Molina, o el Cid. Su escudo reza: “Soria pura, cabeza de Extrema dura”, es decir, frontera. Ya no la hay ni contra Roma, ni contra Ara gón, ni en su propio devenir inter no y local. Si acaso, la tiene con el cielo, sobre todo en las noches de luna. Desde la elevada plazuela de los Cáatro Vientos, con su ermita de Nuestra Señora, dominase la ciu dad, de un egregio color encarna do, inmensa granada abierta --—-in mensa como granada, no como ciu conipretidemnoS el inefable misteno. Nos hallanioS en la dad—, simulando las calles y sus remansos, las membra postrer frontera, adonde se trasladó el castellano reducto, nas del fruto y sus junturasal quedar sin objeto en la tierra: la de las almasYa abajo, nos retiene el atrio de Santo Domingo y, El lema que decía: “Soria pura, Cabeza de Extrema acomodándonos en su pretil, nos sentihos diluir en la dura”, dice, perfeccionadO: Soria pura”. compenetración, con aquella portada breve y rica, que Diezmos y primicias. Lo parecen las huertas de Burgo el crepúsculo enciende más que a las otras piedras. Se de Osma, que constituyen tres vegas en torno a la ecle meja, en su prolijo roniániCO, una ,arqueta. Solitario y siástica población, abundancia debida, naturalniente, a silencioso el instante, algo se insinúa, acabando por he la de los riegos; pero semeja cosa de la Mitra chizarnos. Yo jurarla que suenan los instrumentos de Y antes de que el Ucero, el Cidacos y essa agui ca.bdai lo AnianOS del Apocalipsis que llenan la archivolta. El cincidan en la. villa, y--aanuncia el vergel uno apostado monumento y la hora son entrañables, y con su ayuda — 21 - en el camino: el del Avión, jaculatoria de la Naturaleza netrar en las llanuras ya no sorianas, maridando geogra a la vista de la lierra consagrada al culto. fías. El páramo acaba allí, y la Soria de los guerreros, los monjes y los pastores, que se afirma en Almazán y Ber langa, despidese a la entrada del feudo de la clerecía. El Burgo no sólo es una de esas sedes no acompaña das de Gobierno Civil, Audiencia y Capitanía, sino que Sabre Navas de Palos no posee otro monumento religioso que la Catedral. No el Duero va assar la escoltan conventos, ni capillas privadas y tradiciona Permanece este vado del -cidianomapa, con el nombre les. Los escudos, a la diócesis pertenecen, “a la Santa de ‘Navapalos, y un puente, modernisimo, pura ingenie Iglesia y obispado de Osma”. Osma era una fortaleza y de ella surgió el Burgo, al ría de hierro y tablas, esquemático. En una ennegrecida otro lado del río Ucero. San Pedro de Burgos construyó planicie, encrestada por los vestigios de un monasterio, el primitivo templo, románico, y del que aún subsisten la corriente, angosta y llena, se complace en su verdor, vestigios, si bien su plenitud es ojival, y la torre, del si reflejo de unos chopos a los que abrillanta el sol. Los ála glo XVIII. Este núcleo se desarrolló magníficamente, mos se reúnen en solitario conjunto, más allá, en torno estimulando con su grandeza a la de las Casas Consisto a unas pocas viviendas terrosas. Detente, viajero. Estás riales, la del Hospital, todavía en uso, la del Seminario en un lugar ilustre. Lo inmortalizó el Cid, al abandonar y la de la residencia del Prelado. Tuvo Universidad, re el reino por malquerencia del monarca. Años más tarde volvió a passar, con muy distinto fugio ahora de la Guardia Civil, no conservándose sino el patio, con su doble claustro de arquerías; una especie ánimo: era poderoso y se había reconciliado con su rey. de ermoniosa plaza interior, legado renacentista, verda. Tenía pecheros en San-Esteban, los que-ampararon a sus dero texto académico de la época. Menos atractivos ofre hijas, tras la afrenta de Corpas, y mandaba en el castillo cen el palacio y el caserón de las aulas teológicas. Agrada de Gormaz, que perdura, imponente en su desarticu el 4yuntamiento, con sus dos pináculos de pizarra, y, lación. Por el contrario, patético fué el destierro. La marcha de Vivar, con los sos ojos, tan /uertemie-;tre sobre todo, la mansión de la Caridad, con su frontis decorado con las estatuas de San Agustin, San Francisco llorando; el agüero de las cornejas; el terror de los bur y San Sebastián, en que se posan las palomas, arrullando galeses, que no osaban recibirlo, amenazados de un cas tigo espantoso; la súplica de la niña, en nombre de to a los enfermos pobres de la comarca. Acacias de bola en el jardinillo público, y luego, en la dos, moviéndole a alejarse; el rezo en Santa Maria; la calleMayor, desierta, los porches en una prolongada necesidad del engaño a los judíos; San Pedro de Cardeña línea, con perros dormidos al pie de las pilastras, y en la y aquellos maitines; y la oración de Jimena, y la despe penumbra, las tiendas, con ventanas, mejor que escapa dida, en presencia del Abad Don Sancho, que habrá de rates; en muchos, cirios y bacalao; quizás la penitencja y, velar por Doña Eh’ira y Doña Sol, y por la madre y las dueñas de su servicio; la llegada de los cien castellanos desde luego, la oración. Y he ahí al Duero, rico ya, merced a los tesoros cate con caballos y armas; gente de honor, consoladora com dralicios: retablos de Juan de Juni, púlpito de mármol, pañía; otro día mañana, ienssa de cavalgar y, por úl verjas, sepulcros, arquetas, documentos como aquel timo, ixiendo va de tierra el Campeador Leal... de 1150, primero de todos escrito por completo en caste De siniestro Sant Estevan, llano; tapices, viejos cantorales y el tejido persa que una buena çipdad, sirvió de mortaja al santo fundador. Sus reliquias se passó por Aleo biella, veneran en altar propio. No fué él, por lo demás, el único que de Castislia jin es ya; orgullo de la diócesis, regida un tiempo por el Venerable la calcada de Quinea Palafox, y en la que Domingo de Guzmán ejerció el ivala tras jbassar, cargo de Sub.Prior, ocupando casi en la adolescencia sobre Navas de Palo una silla coral, que la posteridad ha marcado con una el Duero va passar,, figura conmemorativa. -De ahí salió para misionar entre los albigenses. Y pasando a lo terreno, Garcia Laysa, Navapalos, donde hacemos alto nosotros.’No muy dis Acosta, mecenas universitario, y González de Mendoza, tante Figueruela. Alll durmió el Cid, con un dulce sueño, el “Cardenal de España”, acreditan de sobra el tan es clarecido episcopologio. Tan bien se adurmu3. Principios heroicos, largos procesos después con exco El Angel Gabriel munión, arrepentimiento y milagros en los choques con a él vino en visión: la nobleza, lujo y sabiduría en los siglos XVI y XVII, “Cavalgad, Cid, pleitos de concatedralidad en Soria, y, por fin, la actual el buen Campeador, apacible condición de los canónigos. ca nunqua en tan buen Punto Inevitable es el recuerdo del alfiz que formaban los cavalgó varón; castillos de Burgo, Gormaz y San Esteban de Gormaz, mientras que vis quiéredes a los que acaso corresponda ‘el decanato de las fortalezas bien se /ará b to.” españolas, y no desaparecidas por completo, y asimismo Quando despertó el Cid, evócase a Fernando el Católico, quien, disfrazado de la cara se santigó. mozo de mulas, asaltó la villa, encaramándose a las mu rallas: iba en busca de Doña Isabel, que le aguardaba en Mediodía era en Navapalos a nuestra llegada. El sol Valladolid, donde se casaron. bruñía el agua, y los álamos se agitaban como trofeos en Essa agua cabdal se dispone, como el Príncipe, a pe un cortejo victorioso. El Cid vino a nosotros en visión. - - - - - - - • 22 - Avanzaba con su lóriga, con su espada, la del damasqui nado de oro, con su yelmo de plata y con so escudo, magnificado con áureos adornos y, en su mitad, jn dra gón. El caballo, de Africa y del botín, corría como el fuego. “Ni Paris ni Héctor—escribe D. Ramón Menén dez Pidal—pareCier&flmejor en la guerra troyana.” Un valle,estrecho bríndale Burgos al Duero, si en cam bio le despide con las dilata das perspectivas de Aranc. y Roa. Tórnanse claros el suelo y el aire. Los chopos bordean la copiosa vena. Surcos, y eljr yvenir de la yunta de bueyes. Urracas entre loscardos. Y a un lado y otro, lomas, morenas y amplias, como las clásicas hogazas. Durante un buen trecho, el rio, la carretera y el ferro carril, marchan juntos; tres versiones distintas de una canción. Pero holgada ladis tribución y con una gran dignidad. Hasta en el cam po se deja sentir la nobleza provincial, con aquel lema en el escudo que dice: Prinuz voce el /ide—Canzercz CapulCasteilce. ciruelas, albaricoques, melocotones y guindas, guindas brillantes como el cristal, golosina de los tordos. Esa variopinta constelación refulge sobre los viñedos, en verdad más gratos a los ojos que al paladar, y con trasta con los azulados olivos: catorce mil plantó un obispo en la ribera, siendo trabajados hasta el último tercio de la pasada centuria. Dominan, sin embargo, los cereales, hoy en abundancia y de ca!idad,y consu feliz consecuencia de molinos y de las harineras: fábricas tan famosas. regia— El caudal, rojizo, va a flor de tierra, sosegado y con meandros. Y acepta el tri buto de ünos vasallos cuyo nombre canta en su limpieza fonética. el Gromejón y el Arlanzórt, quien es servido a su vez por el Arlanza, el Pico, el Ubierna, el Urbe!, e! Hormaza, el de los Ausi nes y el de Cogolloso Muñó. Otros afluentes, como si fue ran pajes:arroyO de la Nava, el segoviano Riaza, el Aran dula, que refleja las ruinas romanas de Clunia, y el Aranzuelo. Todo un doncel ese Aranzuelo. Aporta cada una de . corrient5: truchas, si se pre cipitan en los declives, o cangrejos, o barbos y ber mejas. Buen complemento de los corderos lechales, ce rrándose el festín con el que so tierno y la miel de Silos, del colmenar de los monjes. Y el cestil!o de la fruta: Sorjcz.—Er,nik deSaii BautIel. Siglo XI. 23 Dicho cultivo y su industria caracterizan y entonan ei.pais. Burgos: trigo, molienda, hornada. Pan, Y espe cie eucarística. En Roa, que escudriña desde un suspendido terreno, picotazo geográfico e histórico, ampíias lejanías azules, murió Cisneros, una tarde de noviembre de 1517. Iba al encuentro de Carlos, recién desembarcado en la Penín sula. Tenía ochenta y dos años. Enfermó en Aranda, es decir, allí se presentó la inevitable gravedad, viniendo de antig’uo dolencias y’ amagos. Todo recomendaba que se suspendiese el viaje. Lo que se hizo fué ordenar el definitivo, con la redacción del testamento. Y ya podía seguirse la ñ’iarchá de abajb.Cuentan que por primera vez en su vida se calzó el franciscano, tanto era el frío del cuerpo y de la tierra. Lo llevaban en una cubierta silla de manos. Así entró en el palacio del Conde de Si ruela, donde finaba al çabo de unos días. Abriéronsele los dedos, manaba de sus oídos la sustancia de un tumor cerel?ral, resquebrajóse, terminando, en suma, como un árbol, de puro viejo. En mitad de sus oraciones ¿se acordó. de Doña Isabel? Sólo ella merecía haberle ce rrado los ojos. Siendo Castilla quien, apoyándose en las Españas, construyó España, y Fray Francisco su encarnación, desde el físióo, carne de llanura, huesos de acueducto, al espíritu, con su tempérie clara y sutil; y simbolizándola en sus días mayores y gobernándola—”el rey Jiménez”—, acaso figura alguna entre las esenciales se echaría tan de menos, pues las de antes, verbigracia, el Cid, corres pondían a siglos precursores y de formación, sin la ma durez del de Granada y las Indias. Político, militar y prelado, resumía Cisneros la complejidad de su época, cristalizada en lo eterno. Y no tuvo sucesor, como si la castidad del mandato canónicb se hubiese extendido a su alma. En el Ayuntamiento de Roa se conserva una efigie por demás impresionante, la de un león humano, o más bien tigre, con su bigote largo y sus cortas patillas, con sus pupilas como ascuas. Ya adivinasteis: el Empecinado, don Juan Martín. El inmortal guerrillero cayó en la pue blerina plaza que se extiende al pie de los balcones con sistoriales, martirizado por los mismos a quienes prote gió en la guerra de la Independencia. Se le exhibía en una jaula los días de mercado. Condujérdnío, por fin, a! cadalso, librándose él de las esposas en tal momento, y veinte bayonetas, clavadas en su pecho, impidieron la fuga. Aparece en el cuadro de uniforme, con sus insig nias y brillos, como si en un tributo expiatorio se le de ‘vólviesen los honores. Cisneros, designios universales; el Empecinado, defensa de la caverna nativa, con su epílogo de la guerra civil. Al borde de su reseca y cetrina terraza, yace el pueblo, oscurecido, ruinoso, esquelético en su parte artística y monumental, y el resto embotado en el anónimo, y con una capa de polvo que ya no es la arena burgalesa, sino el farináceo sedimento vallisoletano. ¿Guarda el país memoria de su esplendor clásico? Cru zábalo una cabalgada imperial, y no se hallan a tanta 24 • • distancia Clunia, con los vestigios ‘romanos, y Peña randa, en que el célebre palacio del siglo XVI adornasu frontis con bustos que- exhumaron renacentistas excaya ciones. Pero nada deleita su nostalgia, si la siente. Asom bra, en verdad, el rigor de Castilla para consigo. Ni to nadas, ni bailes, ni pájaros, ni flores. Siempre, desde que partimos del Urbión, horizontes disciplinados en la aus teridad. No se me olvida que hasta la entrada de Tudela, después de Peñafiel, ya en las huertas y los pinares de Valladolid, y en los monasterios antiquísimos, muchos de ellos transformados en granjas, ‘no aparecieron mQzas en corro y con margaritas y dalias, flora de cerámica o de palo. Y hubo más: en una casa, recostándose con ingrávido equilibrio, de pie y casi abandonada en una lon,a colgante que henchía el vientecillo crepuscular, una linda niña quinceañera, fina y fuerte, sonreía, para ella sola, no se comprende a qué espejismos. El multisecular alambique castellano destilaba una gota de esencia: aquel pichón de ricahembra y sus sueños. Nuestra planta va al fin a posarse en, la más tremenda tierra de Castilla, es decir, los Campos Góticos. El Arzobispo Don Rodrigo determina su amplitud y perímetro en la éxtensión que comprenden el ‘Carrión y el Pisuerga, por el Este, el Esla por el Oeste y el Duero al Sur: “... qui ab Estola, Carrione, Pisorica et Dorio induun tur...” No seria extraño que los ríos amargasen o fueran de sangre en tal espacio, que prefirió, entre todos, la fata lidad. Los Campi Gothorum no se libraron de ninguna catás trofe, violencia, equivocación y desdicha, en cualquier sentido y orden. Fronterizos por siempre, sin otra mu: danza que pasar del choque con los moros al de los por tugueses, jamás cesó la lucha en ellos; y lances hubo como aquel de Almanzor destruyendo el Episcopado de Zamora. Cumplióse en su recinto lo que disponía el Rey Don Fernando al morir, respecto a esa plaza y Doña Urraca: cayó maldición sobre el usurpador, Don Sancho, y todavía agravada con que la desempeñase un traidor: Bellido Dolfos. De más impresionante minera había de repetirse la condenación regia, cuando su madre repu dia a Don Pedro el Cruel, en: el alcázar de Toro, desma yándose en el montón de las ‘victimas del hijo, degolla das o rota la cabeza a golpes. Las terribles justicias de este monarca enlazan con las de Alfonso Xl, el ‘de la celada a Don Juan eT’Tuerto; y del abuso del poder real llégase a la tiranía de los magnates consentidos, por ejemplo, el alcaide Mendaria, pirata insaciable, con el que rivalizan determinados Ulloas. Y ya entramos en las banderías feroces, como la de Monsalves y Mazarie gos, heredando el furor las generaciones. Aprenden los villanos, y un día encierran a los nobles en una iglesia, prendiéndole fuego al edificio. Guerra social, germen en parte de las Comunidades, y he ahí un Obispo asesino y por tal y por comunero ahorcado en Simancas, y el asalto y saqueo de las tropas del Emperador a Tordesillas. La ejecución del mitrado recuerda la de Antona García, col gada también, por su lealtad a Doña Isabel, y tan ho nesta mujer que se ató las faldas, no se le alborotasen con las cabriolas- agónicas. Y Tordesillas ¿cómo no haria pensar en Doña Juana? Pues a su locura y encierro de cuarenta años hay que agregar el secuestro de la infan rita Catalina, a la que nos imaginamos en las altas rejas, ‘nientras juegan libres los otros niños al pie de sus hie «os. De nada doloroso y triste escapó la elegida comarca, cuya aflicción emponzoñaba la enemistad tradicional de sus ciudades, si acaso unidas en el horror que completase la serie de los anteriores: la repercusión de los legenda rios terremotos de Lisboa, de jas espantosas riadas ile- vándose los barrios, y una vez el puente romano, del que aún subsisten fragmentos en el zamorano Duero, donde los molinos. En San Antolín, el tordesillano templo, célebre por su gótica capilla de los Alderetas, y precisamente en el sepulcro del Comendador Pedro González, miembro in signe de la alcurniada familia, rodean su efigie, de una magnífica obra, varios graciosos niños, apoyándose unqs en cascos de guerrero, y los demás en sendas calaveras. Estos amorcillos del macabro juego pare cen simbolizar Cam pos Gdticos, cuya fe cundidad espiritual y física no hacia sino combinarse con la des trucción. * * Era mediodía y nos esperaba la comida en el Parador del Sol. A éste, al verdadero, creeríasele fijo en un cielo deslumbrante que cegaba. Del río, ancho y denso, ascen día a la rampa de su margen un vaho casi tangible. La luz rebo taba en la cal de una hilera de casas, entre las que sobr,esale el mesón, con su porta lada de un rudo cla sicismo. Al otro ladu del cauce, sólo el in finito azul. Nadie, en ningún lugar: perrcis dormidos al amparo de cualquie.r relieve. Allí cerca, el puente, desnivelado, hundido en un extremb, y de bajo de sus arcos, la inasequible delicia de la sombra en el agua. En la reducida es tancia, comedor hoga reño más que público, con un almanaque de cartón tornasolado y unas flores de papel de seda, y muy limpio. los gatos coniplacíanse en la frescura que se consiguió entorl1afld’J el balcón, defensa con tra el calor y las nibs cas. La penumbra, diá 1. B-írgo de Osno. 25 - - fana sobre el blanco y duro mantel, oscurecía las viandas, castizas, uno de esos bodegones de nuestra vieja pin tura, y ahora con la pátina inclusive. Los huevos fritos con chorizo, la merluza en rodajas. doradas y una pepitoria de gallo, que no de gallina. Rico pan. Compota. Rosquillas secas. Un vinito claro. No hay fruta. No hay hielo. No hay licores. Y la falta no se debe a momentáneo descuido, ni a escasez de medios, siendo frecuente la clientela de automóvil y estando pró xima la’ capital—sucedió la cosa en Tordesillas—, sino a esa filosofía castellana de la resistencia. En las anti guas ventas solfa ocurrir que no encontrase el viajero más cocina que la que él llevase, ofreciéndosele única mente el techo y la cama de tablas. Y no siempre en una habitación individual. ¿Acaso puede pensarse que no molesta y enoja a la hidalga gente la compañía for zosa? Lo que sucede es que cada uno se refugia en sí mismo, como si hiciera claustro, de su costillar. Par donde vemos que se trata de un privilegio, el de una vida interior heroica. Si ene! Parador del Sol su aire asfixia, pensemos que ya llegará el invierno, y entonces, a espe rar el verano. Y con su elegancia)gózase el caballero, en medio de las bajezas del mundo en la confianza del mo rir. La pasividad trocada en renunciación, y en alma, el cuerpo. Acabamos los intrusos por avergonzarnos de pedir ¿qué sé yo...? unos cigarros (que tampoco había). - por cegar el lecho fluvial, que hubo de correrse y desviarse, y por ahí anda el nuevo cauce, con sus artilugios. Las generaciones comprobaban el fenómeno, no ataján. doló, hasta que el tiempo compuso esa invalidez de tanta belleza como gravedad. Sólo en Oiiente se ven panora mas comparables al toresano, en el fondo de los arenales, en unas canteras abandonadas: fatalismo. Lo del Duero responde a nuestra idiosincrasia. España, españoles, río y puente, íbamos de igual a igual, de temperamento a temperamento. Y cada uno, como el valentón cervantino: ccslóel chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y ... La vega, por sú parte, no se enteró del cambio esceno gráfico. Gracias a. Dios, no reconoce rival ni en su fecun didad ni en. su anchura. Singular como las levantinas, logra soberbias plenitudes, y su pre’ñezse hace notoria. Un caso peregrino se- da en sus mañanas.- Suele for marse una niebla que, ocultando el enorme ribazo sobre el que se asienta la ciudad, simula que las torres flotan en el aire. Prodigio idéntico al que ocasionan las brumas del Cuerno de Oro, para mayor esbeltez de los alminares de Estambul. La visual ilusión remata aquella otra del parentesco de -la cúpula de su colegiata con la de Santa Sofía. En el endurecido cielo castellano, el ponderado volumen y las finas líneas del monumento bizantino. Pero difícilmente existirá un lugar de tan autóctona reciedumbre. Aun ahora, disminuida con la supresión de la capitalidad de la provincia que retuvo hasta hace un siglo, impresionan su fortaleza y su empaque. Dos votos tenían en Cortes, y no e le asignó otro se ñor que los propios príncipes de Asturias, desde el reinado de Doña Maria de Molina. No olvidemos la mansión de Santa Cruz. Y todo esto en la civits taurensis. Continúa el cornúpeta de granito, origen del nombre romano, a la vista del transeúnte, y los conventos y caserones caí dos ampliaron con prestancia los espacios públicos. CamI nase sin embarazo ni prisa por sus plazas y sus portica das aceras, habietído un arcaizante atractivo en pasar por el túnel del torreón del reloj. Ilustre y no recordado pueblo, áspero, acre y sonoro, con algo de cuba vacía. iBien se llena al otoño, cuando sus vendimias colosales! Prueba la enjundia local el número de toresanos céle bres, tanto más expresivo cuanto que ‘éstos salían de un vecindario escaso. El Rey Don Juan II, padre de la Reina Católica, preside la ilustre legión, en la que figu ran: Fray Diego de Deza, protector de la empresa colombina; el Obispo Fonseca, el del Consejo de Indias; un General de los Tercios de Flandes, Hernán Tello de Porto. carrero, quien tomó por sorpresa la inexpugnable Amiéns, para conquistar de añadidura a una dama, que se encas’ tillaba en ese antojo; el gran poeta Luis de Ulloa—”en Toro, Ulloas y vino” dice el proverbio—, autor del poema Raquel; Maria Sarmiento, alcaidesa del alcázar, resistiendo durante un mes el asedio del ejército de Doña Isabel y Don Fernando; Antona García, qu por lealtad se dejó ahorcar, aunque atándose las sayas, con forme dije; Tirso de Molina la glorifica en uno de sus dramas. La lista resultaría interminable. Cuatro Carde nales, más de quince entre Prelados y Capitanes—Nápo. - -. • En la campiña de Toro, a una media legtia de sus mu ros, existía en el siglo XV una ermita, la de Santa Ma ría de la Soterraña, que estabaa cargó de una cofradía, de la cual entró a formar parteel mismo Rey, Don Juan, el de D. Alvaro de Luna, Y lo hizo porque la Reina, su segunda mujer, a quien ya se consideraba estéril, dió claras muestras de que iba a tener descendencia. No lejos se ofrece el campo de Pelea-Gonzalo, donde nuestra heroína, que no es sino el fruto de bendición por el que- el monarca se alistó entre los servidores de la Virgen, habla de asegurar en sus sienes la corona de Castilla, mediante la victoria de Fernando de Aragón. Por último, años después, en un palacio de la ciudad, el de los Marqueses de Santa Cruz, que ostentaba en su fachd, encima del escudo familiar, el de los soberanos abriase el testamento de Isabel la Católica. Providencial tríptico, que convierte en sagrado para España—ay por qué no para el mundo?—el circuito tore sano que podría establecerse, llamándole de la concep ción, la vida y la inmortalidad. Famosa es la ruina del puente de Toro. Su ruina, no sus ruinas. El rio se le apartó, aunque los arcos estén en seco. Y al descubrirse, se ha agrandado, y no refle jándose ya en el agua, luce sus bloques, sin que ella a su vez los ilumine, vivificándolos en Cierto modo. Exten. dido, polvoriento, roto y siempre magnífico, trasladó al gigantismo de sus piedras la tradición ascética, y según el día, el suyo o el nuestro, parece un personaje de Que vedo o del pintor Ribera. Año tras año, las lluvias arrastraron la tierra, acabando - 26 - - - - ZaMora - les guarda los restos de la mayoría de los soldados—, y, en las efemérides modernas, Morillo, grumete en Trafal gar, héroe en la guerra de la Independencia, jefe de los diez mil hombres enviados a América contra su alza miento; D. Claudio Moyano, perpetuado en el bronce, con estatua en Madrid, y Carlos Latorre, el inmortal trágico, discipulo y émulo de Talma, intérprete predi lecto de Zorrilla... Debió de ser romantiquisima la ciu dad, por lo que toca a su aspecto, en el siglo XIX, y yo me imagino al actor, en su juventud, en su adolescencia, las noches de luna, asomado al cantil y recitando, con el rumor del rio los romances en que la región espródiga y de los que habla de surgir nuevamente el teatro español. Esos romances, que, en opinión de calificados especia listas, proceden de los Cantaf es de Gesta, de su desgaste en bocas y oídos del pueblo. Teoría que se hallaba ya demostrada en el río, denso y colorado por llevar tierras cogidas a lo largo de su curso. Así el Poema del Cid, peñascoso, compacto, ‘se deshace en el Romancef o, desde Soria a Zamora, y como el verso se quiebra en dos, altérase también su contenido, rea lista e histórico en la narración del Juglar de Medinaceli, de una desenfrenada fantasía en Las Mocedades, tronco de las conedias de D. Guillén de Castro, las injertadas en Corneille, y de las adaptaciones, por ejemplo, de Víc tor Hugo. Hubo el héroe, en suma, de convertirse en personaje mitológico. Y he ahí de qué manera, después dé casi tocar la tienda de Rodrigo en Navapalos, se nos aparece él fábu. losamente. Quizás influye el destino del país, al que incumbiría idealizar en el epílogo la lucha del Duero por la forma ción de Castilla, pues está situado en donde termina la obra de essa agua cabdal. Unida.a su principio, la soriana Extremadura quedó en frontera del mundo, correspon diéndole, en cambio, al zamorano palenque, en el cual se dieron los lances más perfilados de Castiella la gentil, evitar que tanta virtud fuese ignorada o destruida. Posee la catedral de Zamora,-que repite la silueta y el aroma bizantino de la cúpula de Toro; posee unos ta pices extraordinarios. Al recibirlos, junto con un terno ie difuntos, como regalo del Conde de Alba de Aliste. acordó el cabildo “que si el señor Conde no pone en el terno sus armas, se mandarían poner”. Figuran los tapi ces la Historia de Troya, y uno, aislado, la vida de Tar quino, desde su llegada a Roma, seguido de los etruscos, hasta sus guerras con la latina grey. Fábrica de Bruse las. Tal vez pertenecieron al Conde de Tendilla, a quien los cedería el Papa, y si no, a Carlos V. “Y se piensa—di- 27 cen los señores A. Gómez y B. Chillón en su libro, tan documentado—que se exhibieron en ocasión de presidir Felipe el Hermoso el capitulo de la prden del Toisón el año 1501.” Data de 1-OS la donación, y sólo en invierno venían utilizándose, colgados los paños en la Capilla Mayor. Hoy dia se exhiben en una vasta y pétrea cámara, descubrién. dose los sillares en el espacio de una a otra urdimbre de sedas lanas y de hilos de plata o de oro. Tanto los cartones de Troya como el de Prisco Tar quino, acaso de origen flamenco los primeros, y, según indican su elegancia y vivacidad, debido el solitario a la italiana maestría, si bien todos se tejieron en Bruselas, - despliegan los clásicos episodios en el ambiente de los medievales intérpretes: arquitectura gótica, vidrieras poli cromadas, claustros de monjes, castillos con almenas. Y los anacronisnos se multiplican en ari-eos, amias y utensilios. Dei concierto de la composición despi-éndese una espiritualidad caballeresca. Hay en el cuadro romano un ballestero con negras y ceñidas vestiduras, y en acti tud de disparar, que constituye el símbolo de una época con el culto de la gentileza en el ideal. Como la tapicería en las piedras de la catedralicia cámara, resalta en la recia historia de Zamora—a pesar de los hechos de Almanzor, y de aquel día amorano, y de Portugal, y del monumento a Viriato—-, el sonadísimo cerco, conla traición de Vellido Dolfos, las lamentaciones• de Doña Urraca ante el Cid, que pudieran delatar un amor de adolescencia, el duelo de Diego Ordóñez con Arias Gonzalo y sus hijos—uno cae grit:udo: :Muera 28 yo y viva mi fama!’—, y cien arrogancias más, siendo tremenda la del reto, cuando se presenta el retador en un caballo enlutado, y con una mortaja al hombro y un crucifijo en la diestra. El Romancero, que se complace en téjer la leyenda del Campo de la Verdad, no vale me nos que los talleres de Bruselas, y sus héroes rivalizan con Príanio, Héctor, Aquiles, Paris, Ulises y demás in mortales de los paños del cabildo. Verso a verso, sacán dolos de las madejas de los romances—”Afuera, afuera, Rodrigo”, “Ribera del Duero arriba”, “Rey Don San cho, Rey Don Sancho”, “Por aquél postigo viejo...”—se urdía la maravillosa invención, y es curioso que al ella acabarse, nada continúa tampoco: no parece sino que quitaron del telar lbs anales zamoranos. Por descontado, anteriores hbrian de ser los supues tos lances a cuantos hemos ido recordando desde el se gundo tramo del río y aun a la mayoría de los del co mienzo. Pero suceden y heredan los romances a los Can /ares de Gesta. por lo que aparentan superarlos. Y del anacronismo—característico de los tapices—sale la gb rificación de Castilla, cuya rudeza inicial, como las iii termedias ariscas etapas y el horror de los Campos Gót cos, florecen al fin en poesía, la de la acción movida por el honor y los ideales. Y digu, copiando al Juglar de Medinaceli: En este ioear — se acaba asta rac,i. ;1] Ii, jiisini HUI!LLINO DESECADO;0] Capitán Médico diplomado ANTONIO DE ORBE MACHADO. del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Ejército (Instituto de Higiene Militar). D E todos es sabido que el aumento, en un caso necesario, de horas de jornada, de fábricas, de instalaciones, de mano de obra, etc., puede ampliar en extensos límites el rendimiento de la producción de elementos de guerra, inani mados. Los animales, de larga fase en su pro ducción, incluso pueden sustituirse, en gran nú mero de casos, por medios mecanizados o mo torizados que engrosarían las producciones in dustriales. Pero el hombre es insustituible, y su produçción ño puede dar mayor rendimiento que el que dimana de leyes naturales y bio lógicas, de escasas o nulas posibilidades de am pliación. Por ello, conservar y recuperar prontamente a cada hombre que cumple o ha de cumplir una misión bélica, es, más que ninguna otra, la línea directriz de conducta y el eje de toda or ganización militar, debidamente asistid& por la atención constante de los Estados Mayores, pues es el hombre el único “factor bélico” imposi ble de improvisar y de sustituir, independiente mente de ser también el único que aporta las cualidades espirituales, morales y patrióticas in dispensables para la victoria. Son los heridos, los traumatizados, y los “shockados” los tres grandes grupos asisten ciales en que se pueden dividir las bajas, ya que los enfermos y posibles gaséados dan un por centaje pequeño, comparativamente con los pri meros. Y en ese conjunto, es fundamental la cientí fica clasificación por urgencias, encaminada a organizar la inmediata evacuación a puestos quirúrgicos bien dotados, y la asistencia con una juiciosa prelación según el tipo de herida que presente• la baja que atendemos. Precisamente en los primeros escalones sanitarios la labor mé dica se reduce a esta clasificación y a otros dos aspectos importantes: la rectificación o inodif i cación de las curas colocadas en los escalones avanzados de Batallón y Regimiento, y adminis trar a las bajas unos cuantos, pocos por lo ge neral, pero eficientes, medicamentos, que con sigan hacerlas llegar en buenas condiciones de operabilidad y tratamiento, si la evacuación es factible, a los equipos quirúrgicos avanzados o de hospital de campaña (escalones de División y deCuerpo de Ejército). Un gran porcentaje de las bajas anterior mente mencionadas están afectadas por una causa común: la pérdida de sangre, en cuan tías diferentes, según tipo de herida, trauma tismo e intensidad del “shock”, la cual és cau sante de una manera variable, pero a veces fundamental, de la sintomatología de aquéllas. ¿Hasta dónde es responsable “exclusivamente” la hemorragia, de los cuadros clínicos, en las bajas de guerra?; es un interesante punto que nos llevaría demasiado lejos en su exposición y que se prestaría a disquisiciones de todo tipo, por no estar totalmente esclarecidos muchos as pectos de la cuestión. De todas formas, ha- de admitirse que la pér dida hemática produce disminución de defensas, propensión a la infección, debilitamiento or gánico y, cuando menos, una alteración en el equilibrio del sistema cardiovascular. Dedúcese de ello que, si toda-cura o intervención produce una excitación orgánica más o menos acusada, y de la que el organismo no sale indemne, más notoriamente afectará a un herido hemorrágico con “minus valía” en su organismo por las con diciones de fatiga física y psíquica frecuentes en el combatiente. No es éste lugar apropiado para citar la pa togenia del “shock” en sus diversos tipos, ni de las variaciones fisiológicas, siempre encauzadas 29 hacia lo anormal, que toda pérdida hemorrágica modo interesa señalar que el “shock” (en sus de mediana cuantía origina. Nos apartarnos de muy diversas formas) es selectivo del plasme liberadamente del aspecto general médico cien para su tratamiento. tífico para orientarnos hacia un campo más res Sacamos, pues, en consecuencia que el plasma tringido puramente castrense y hacer vivir sus humano nos resuelve todos los problemas de inquietudes a nuestros compañeros de otras Ar índole hemática que se nos presentan en los mas y Cuerpos, para que en visión amplia capten heridos, “shockados” y traumatizados de guerra. las necesidades que nos proponemos satisfacer. Unamos a ello que en todo intoxicado por gases Consideramos que un conflicto bélico no ha de guerra existe una baja de proteínas plasmá de tener como fin la destrucción y aniquila ticas; lo mismo sucede en los quemados por miento total del país enemigo; actuando con la cualquier causa (lanzallamas, iñcendios, pro hidalguía y caballerosidad propia de países civi yectiles, etc.), así como en las enfermedades in lizados, debe perseguir tan sólo la inutilización fecciosas (las que más frecuentemente pueden del mayor número de fuerzas combatientes ad ocasionar bajas por enfermedad entre los com versarias, de forma tal que queden incapacitadas batientes), todos los cuales pueden. reponerse de para el combate. Por tanto, las bajas en su manera eficaz y plenamente con la transfusión mayor porcentaje debían ser de heridos y trau de plasma. matizadas. Sin embargo, el ideal humano y ca De forma y manera que con el plasma hu balleresco rara vez se presentará en la realidad. mano tenemos a nuestro alcance un remedio te En la guerrá dura y despiadada de hoy lo más rapéutico, un medicamento electivo, para la corriente será que lleve la invalidez a todo el asistencia moderna, y además!adecuada e idónea país, con ataques de toda índole, incluso a centros en los escalones avanzados, principalmente en que por su -carácter hospitalario, de zonas no escalón divisionario. béliáas, ciudades abiertas, etc., debieran ser res No hemos elegido éste al azar; lo hemos he petados, asolindo el territorio y causando un cho porque en nuestra organización actual es sinnúmero de bajas, lesiónados de todo género, el primer escalón sanitario dotado de medios que obligán a la Sanidad castrense á combinar asitenciales suficientemente equipados y que pue con lá civil todá suerte de medios de asistencia, den ser remanso en la evacuación de las líneas buscando los tratamientos más modernos y las más avanzadas, ejecutando una intervención técnicas y métodos de ellos derivados, para re- completa a las bajas que desde aquéllas les lle cuperar ahora no ya tan sólo al combatiente de gan y su extrema urgencia lo requiera. Y como las fuerzas armadas, siño a los ciudadanos todos. de la primera intervención depende casi- todo De tódos es conocido, áun de los más profa el porvenir del herido o traumatizado, no será nos, el auge e importancia que la transfusión. obvio el desear que este escalón divisionario sanguínea ha adquirido en las últimas campañas cuente con todos los medios, instrumental, me múndiales, ‘con un’ verdadero paralelismo entre dicamentos, etc., precisos y con personal téc esta- extensióñ y los resultados y éxitos comple nica y científicamente preparado, para conse tos por ella conseguidos, junto al uso de la guir sus amplios fines, sin oponerse, por otra oxígeno y carboterapia, que llegó a constituir parte, a la movilidad que debe poseer la División una especialización imprescindible para toda como G. U. táctica. asistencia quirúrgica, puesta en práctica- por los La misióñ sanitaria en el escalón divisionario servicios sanitarios americanos, y luego por el es fundamentalmente la coordinación, refuerzo inglés y francés: la reanimación. y sostenimiento del Servicio en todas las Uni Y es de resaltar que las más importantes in dades de esta G. U., disponiendo para ello de dicaciones de la reanimación son: el colapso, la los necesarios medios. Su genuino representante hemorragia y el “shock”, que, de otra parte; son es el Puesto de Socorro y Clasificación Divi asimismo los fundamentales sindroznes tributa sionario (P.- 5. y C. D.), cuyo solo nombre in rios de la transfusión dé sangre o plasma. El pri dica los fines que ha de llenar: es un escalón méro puede ceder a tratamientos más simples asistencial y de clasificación y evacuación de (calentamiento, inyección de morfina, colocá las bajas, por lo que está conceptuado como la ción al paciente conla cabeza baja) si ño se ms verdadera antesala de los escalones de trata taura una forma prolóngada e irreversible en miento, esto es, del C. de E. No obstante, con donde la’adininistracjón de sangre o plasma será viene señalar una particularidad, y ésta es que lo indicado. Los otros dos requieren la trans en la zóna de acción de la División están en fusión como tratamieñto de elección. Se puede clavados y actúan ¡os’ Puestos Quirúrgicos Avan objetar que la hemorragia tiene su especial tera zados (P. Q A.), tentáculos que dependientes péutica— en la administración de sangre fresca; del Hospital de Campaña (H. C.), principal for peró es que, ante su carencia, resuelve el pro-. mación sanitaria del C. de E., resuelven el pro blema muy favorablemente el plasrna, y de igual blema de las bajas de intérvención urgente, - - - - - 30 aliviando de ellas a dicho Hospital, al que por la sangre, ni estabilizada, ni conservada, la más aconsejable para dotar de ella a los equipos qui lo regular no llegarían en condiciones de ope rúrgicos avanzados. rabilidad. Al actuar en este escalón, sería pre Por lo que se refiere a la sangre fresca, nece ciso pensar en dotar a dichos equipos quirúr saria para transfusiones directas (de brazo a gicos divisionarios con mayor amplitud e inde brazo), que requieren la presencia simultánea pendencia, ya que en múltiples ocasiones habrán del dador y receptor, saltan al momento los de perder el contacto con el H. C. del cual de inconvenientes y dificultades que se originan, pendén. El estado en que llegan las bajas al P. S. y para su aplicación en el medio ambiente a que C. D. y al P. Q. A., por rápida que se haga la nos venimos refiriendo. Pese a ello, no está de más evacuación hasta ellos, requerirá en un elevado el pensar en una posible utilización de este pro ceder en aquellos casos muy particulares en que porcentaje de casos la transfusión como medida el médico comprenda e indique la absoluta nece necesaria para colocarlos en buenas condiciones de operabilidad (pre-operatorio), para reponer la sidad de practicar una transfusión con sangre to tal, porque las especialísimas peculiaridades del pérdida sanguínea que se produzca durante la in herido, “shockado” o traumatizado reclamen tal tervención y evitar la aparición del “shock” ope tratamiento, del que habría que prescindir si én ratorio (per-operatorio), o para evitar el “shock” este escalón sanitario sólo dispusiéramos de plas post-operatorio primario o síncope al tiempo que ma. Para esta eventualidad se tomarán los dado obra como estimulante de defensas y reparador que componen del organismo (post-operatorio). Así pues, la res de sangre del propiopersonal el P. S. y C. D., d P. Q. A., o las Unidades indicación hemoterápica como medicamento es próximas a éstos, deduciéndose de ello la impor insustituible y hoy día de capital importancia. Y el punto interesante de la cuestión radica tancia primordial que tiene la catalogación gru pal de todo combatiente (desde General a solda en la siguiente interrogante: En el escalón divi sionario y como remedio hemoterápico, ¿qué se do), e incluso de la población civil en pie de en el puede y debe emplear, sangre o plasma? Ac guerra, por la sistemática determinación reclutamiento o movilización del grupo sanguí tualmente, y después de la experiencia alcan neo, el cual deberá figurar en toda la documen zada en- estas cuestiones durante las últimas tación, así como en la reglamentaria chapa de contiendas (y no se olvide que toda guerra identidad, en época de guerra, pues tanto para produce un avance científico incalculable, y quizá sea la Medicina una de las que mejor el receptor como para el dador supone ventajas recoge tal cosecha), hemos de-inclinarnos muy y abrevia la práctica de la transfusión. De una manera muy excepcional, en zonas decididamente por el empleo del plasma hu de frente estabilizado y permanente (Ciudad Uni mano. versitaria y algunos otros frentes en nuestra La utilización en es escalón de sangre es guerra de Liberación), se hace factible la utili tabilizada o conservada crea importantes pro blemas nacidos del corto período de utilidad de zación de lasangre fresca estabilizada o conser ambas clases de sangre, que, de acuerdo con los- vada, porque esa inmovilidad favorece el esta blecimiento, bien de un banco de sangre organi conocimientos sobre la materia, no podrá reba zado en el mismo frente o el abastecimiento sai el plazo de los siete y quince días, respec metódico y regular del líquido hemático desdé tivamente, y estó conservándola a temperaturas algún lugar del sector que cuente cón medios de oscilantes entre los 4° y 8°. Requieren, pues, un establecer un servicio de esta índole. sistema de abastecimiento (Centro hemoterápico Pero consideramos poco menos que imposible, próximo, donantes que acompafíen al E. Q. D., y sobre todo completamente ineficaz, el preten laboratorios anexos, etc.) y de conservación (fri der emplear estos tipos de sangre para transf u goríficos o neveras portátiles, cámaras aislantes, etcétera), que haría engorroso la buena marcha y siones en una guerra de movimiento, con los des plazamientos de Grandes Unidades y sus equipos rapidez del servicio, máxime si se tiene en cuenta quirúrgicos indispensables que le son tributarios. que las necesidades de sangre no son exactamente ¿Es que el plasma resuelve todos estos in previsibles, pues dependerán en todo del n’imero Si no suple todos, gran .parte de de bajas a asistir, lo que está estrechamente unido convenientes? ellos los evita. Al menos, y resolviéndonos los a la actividad de los combates en la primera línea. Si a esto aftadimos que el transporte de problemas médico-quirúrgicos que pueden surgir en el escalón divisionario, tiene, entre otras, las la sangre, aun en buenas condiciones de conser ventajas de su fácil transporte, la de no sufrir vación y refrigeración, tiene el peligro de hemo lisis (destrucción de los glóbulos rojos), por la por las agitaciones, traqueteos, etc., carencia de la posibilidad de hemolisis. A esto debe áfía agitación que sufre en caminos de malas condi dirse que su periodo de conservación es algó ciones o improvisados, lo que supone su inutiliza ción como líquido a inyectar, veremos que no es más largo, con lo que se prolonga el plazo útil - 31 • • de su. empleo; que su conservación en medio refrigerado no es tan exigente como para la san gre, y,’sobre todo, que como no requiere la previa determinación de grupo saguíneo, cosa impres cindible si utilizamos sangre total (fresca, esta bilizada o conservada), nos evita que la transfu Sión se nos convierta en peligrosa y trágica in tolerancia que cónduzca a la muerte o cuanto menos al fracaso del. tratamiento, so pena de utilizar exclusivamente sangre del grupo O (da dor universal), que también implica sus incon convenientes de selección, evitación de confusio nes, etc. Con el plasma queda este importante punto resuelto, pudiéndose inyectar rápidamente y siendo además mucho menos frecuentes las posibles reacciones post-transfusionales que con la sangre. Por ello nos ofrece mejores y másamplias posibilidades para su empleo en los P. S. y C. D. y en los P. Q. A. Se derivan tales ventajas de las diferencias estructurales entre la sangre total y el plasma. Este último está constituido por todas las sus tancias proteicas, aminoácidos, albúminas, fi bricógeno y globulinas, los elementos más no bles que forman nuestro organismo, sales, iones, elementos inmunitarios o anticuerpos lipoides, hormosas, glucosa, etc., quedando todas estas sustancias disueltas en agua y formando un liquido que es utilizado como sustrato de las células hemáticas: los glóbulos rojos y blancos y las plaquetas. Es decir, quitando a la sangre sus. elementos celulares nos queda el plasma sanguíneo que representa el 55-60 por ioo de aquélla, y que arrastra todas las sustancias fun damentales desde el punto de vista defensivo e inmunitario para el organismo. Esto se consi gue haciendo incoagulable la sangre, sin im portarnos el grupo sanguíneo a que pertenezca el dador, dejándola reposar o sedimentar, y se parando la porción superior que contiene el pIas ma, en tanto que el sedimento lo forman los gló bulos. Para nuestro objeto, ‘no creemos preciso más detalles de tipo biológico y técnico de obteñción del plasma para comprender el porqué de las ventajas que sobre la sangre total exponíamos líneas atrás. Sí interesa consignar la convenien cia de mezclar los plasmas separados de dis tintas extracciones y lotes, con lo que aumenta la riqueza proteica y sus efectos terapéuticos, cosa no factible de realizar con la sangre total. Pese a todas estas ventajas, que le dan supre macía sobre la sangre en-el aspecto técnico que consideramos, hemos de reconocer que posee los siguientes inconvenientes: precipitación del fibri nógeno y grasas con el tiempo, por lo que tiene también un limite de conservación, y los acci dentes posibles ocasionados por les antisépticos que se añade, y, a veces, para prolongar su 32 tiempo de utilización, cuando lo son en gran proporción o se inyectan grandes cantidades de pl asma. Mas pretender hoy día, con la movilidad y rapidez de desplazamientos a que obligan las guerras modernas, que la actividad de los E. Q. A. en tales condiciones está bien asistida en sus ne cesidades hemáticas, con el plasma líquido tal como lo hemos expuesto, es muy parecido a querrer combatir ‘actualmente con lanzas; es cudós y flechas envenenadas o los armamentos de siglos pasados. En la actualidad es el Plasma Humano Dese cado (P. H. D.) el llamado a desempeñar un papel prim9rdial e importantísimo en primera línea y escalón divisionario. Por de pronto ya ha sido ampliamente empleado en la G. M. II en diferentes frentes con diversidad de condi ciones ambientales, obteniendo absoluta eficacia y asombroso rendimiento. Desde un punto de vista militar, ¿qué venta josas condiciones ofrece el plasma humano de secado? Posee todas las ventajas del plasma lí quido y ninguno de sus inconvenientes. La de secación le proporciona una perfecta inaltera bilidad, puede almacenarse prácticamente por tiempo indefinido y adquiere todas sus propieda des, cuando llega el momento de su empleo, di solviéndolo en agua destilada estéril. Es una in teresante particularidad el que su almacena miento sea posible. En otro orden de ideas, se atiende habitualmente con cuidado el almacena miento de armamento, municiones, alimentos, carburantes, vehículos, e.nseres y vituallas de in terés bélico, pues en una reserva bien ordenada y dispuesta en condiciones de uso en cualquier momento radica y se basa gran parte del po tencial bélico de una nación. Consideramos que entre los elementos de ca rácter bélico antes señalados entra de lleno el almacenamiento de P. H. D. en los lugares que estratégicamente ‘sean fijados por el Mando para su empleo en caso de emergencia, puescon ello va mucho adelantado en la buena dota ción de los equipos quirúrgicos avanzados y en la recuperación pronta del combatiente herido. Mas no queda en esto su importancia; sabe mos que una guerra actual no libra a ciudades y zonas de retaguardia de ataques aéreos, proyec tiles dirigidos, etc., que plantean serios problemas por el acumulo de bajas que en corto tiempo se produce, y que requieren su pronta atención. De ahí el interés de disponer de una gran re serva de plasma desecado para las grandes ca tástrofes, accidentes, hundimientos, etc., donde la calidad de los heridos y traumatizados de manda un número elevado de transfusiones, que no seríán posibles con sangre o plasma recien tes, y en que la espera, hasta conseguir éstos, • propiedades del plasma líquido, del que en nada iría en perjuicio de la vida de los lesionados. se diferencia si está bien obtenida la desecación. Por otra parte, y en época de paz, el, dispo Es de cuatro horas, poco más o menos, el plazo ner de este producto resolvería, en el aspecto útil del plasma desecado una vez disuelto, militar, no pocas situaciones médico-quirúrgiCáS tiempo suficiente para aplicarlo en las necesi surgidas con motivo de accidentes, maniobras’, dades prácticas. explosiones, etc. Y de otro lado, los hospitales Por ello, al frasco que contiene el plasma de 2a en su mayoría, y los de 3a, no dispo desecado (de una capacidad de 250 300 c. c.), nen de servicio establecido de Hematología y se puede acompañar otro igual con agua des Hemoterapia, y en ellos también resolvería bas tilada apirógena (tridestilada) estéril, y una tantes casos el disponer de plasma desecado. aguja de doble bisel, con lo que el trasvase al Vemos, pues, la importancia y amplitud del primero, donde se hizo el vacío, resulta cosa problema. fácil y cómoda. Sin embargo, esto no es im El dar un mayor tiempo de utilización para prescindible, pues la dilución no se puede con el plasma, ya que tantas ventajas sobre la san con agujas y jeringas al igual que de or gre total poseía, se acometió desde hace mucho seguir dinario se obtiene con los envase de antibióticos tiempo pensándose en su congelación, trans (penicilina, estreptomicina, etc.). formación en polvo, sustitución pór el de ani Se deduce de lo anterior la enorme facilidad males, etc.; pero fué la desecación la que desde de transporte, que no requiere cuidados especiales, un principio proporcionó mej ores resultados. lo que, unido a su perfecta conservación, lo ha Sus fundamentos, por el proceder de “liofiliza cen óptimo, como decíamos, para dotación de ción” (desecación por vacío a baja temperatura), las formaciones sanitarias del escalón divisio eran conocidos hace más de diez años; pero nario. hasta la última guerra mundial no se obtuvo Por último, hemos de hacer constar que para en grandes cantidades, cuando EE. UU., con el Ejército español, al igual, que en otros as suficiente potencialidad económica y por impo pectos castrenses, no ha pasado inadvertido ni siciones de carácter bélico, se deçidió a ello. ha dejado de asimilar las enseñanzas que la El problema de la desecación es complejo, última guerra ha proporcionado en el campo de interviniendo fenómenos físico-químicos de di la transfusión de sangre. Concretamente, la Sa versa índole con modificaçiones de temperatura nidad Militar estudió el problema, unido a la y vacío, ya que no se trata de una simple dese experiencia ya, alcanzada en nuestra cación, sino de una desecación obtenida previa amplia guerra de Liberación, cristalizando en la crea congelación a 300 a 35°, a una muy baja ción del Servicio de Hematología y Hemotera temperatura y en el vacío, por el método de del Ejército, por O. C. del 19 de agosto nominado de “liofilización”. Con este método pia de 1952 (D. O. n.° i88), en cuyo apartado B) se consigue que la estructura bioquímica del se expresa como una de las misiones que se plasma no se altere en nada, conservando encomiendan Sección Central del mismo “estáticamente” todas las propiedades de forma “la obtención ay la preparación de sangre conser inalterable, paralizando mientras dura la dese vada, así como de plasma (tanto líquido como cación todas las funciones plasmáticas. Para su. desecado)”... utilización se precisa disolverlo en agua des Iniciado el camino, sólo queda el “todo se tilada apirógena y estéril en cantidad necesaria andará”, pese a tener que vencer las dificultades para adquirir el volumen primitivo del plasma que toda empresa lleva consigo, pues estamos antes de su desecación (salvo que deseemos con convencidos que no puede ni debe malograrse centrarlo por disolución en menor proporción); esta cuestión tan interesante. entonces, “dinámicamente”, recobra todas las — — — , 33 NORMASSOBRECOLABORACIÓN EJERCITO se forma preferentemente con los trabajos de colaboración espon tánea de lbs Oficiales. Puede enviar los suyos toda la Oficíalidad, sea cualquiera su empleo, escala y situación. También publicará EJERCITO trabajos de escritores civiles cuando el tema y su desarrollo interese que sea difundido en el Ejército. Todo trabajo publicado es inmediatamente remunerado con una cantidad no menor de 6oo pesetas, que puede ser elevada hasta I.zoo cuando su mérito lo justi fique. Los utilizados en la. Sección de “Información e Ideas y Reflexiones” tendrán una remuneración mínima de 250 pesetas, que también puede ser elevada según el caso. La Revista se reserva plenamente el derecho de publicación y el de suprimir lo que sea ocioso, equivocado o inoportuno. Además, los trabajos seleccionados para publicación están sometidos a la aprobación del Estado Mayor Central. Acusamos recibo siempre de todo trabajo recibido, aunque no se publique. ALGUNAS RECOMENDAcIOrS A NUESTROS COLABORADORES Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartifias de 15 renglones, con doble espacio entre ellos. Aunque no es indispensable acompañar ilustraciones, conviene hacerlo, sobre todo si son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la correcta interpretá ción del texto son indispensables, bastando que estén ejecutados con claridad, aun que sea en lápiz, porque la Revista se encarga de dibujarlos bien. Admitimos fotos, composiciones y dibujos, en negro o en color, que no vengan acompañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publi cación. Las fotos tienen que ser buenas, porque, en otro caso, no sirven para ser re producidas. Pagamos siempre esta colaboración según acuerdo con el autor. Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o trabajos deben ser citados detalladamente y acompañar al final nota completa de la bibliografía consultada. En las traducciones es indispensable citar el nombre completo del autor y la pu blicación de donde han sido tomadas. Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para Guión, revista ilustrada de los Mandos subalternos del Ejército. Su tirada, 25.000 ejemplares, hace de esta Revista una tribuna resonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de am pliar su labor diaria de instrucción y educación de los Suboficiales. Pagamos los tra bajos destinados a Guión con DOSCIENTAS CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas. Admitimos igualmente trabajos de la Oficialidad para la publicación titulada Revisci de la Oficialidad de Complemento. Apéndice de Ejército, en iguales condiciones que para Guión, siendo la remuneración mínima la de TRESCIENTAS pesetas, y la máxima, de SETECIENTAS CINCUENTA. 34 TiCTICA Y €WRAMATICÁ’ Comandante de Infantería JOSE MARIA GARATE CORDOBA, de la Zona de Movilización IL recoge vocabulario castrense, sus voces de los sobre todo el táctico, campos más variados. La acepción militar de “tanque”, por ejemplo, se debe a la misión aparente de los primeros carros de com bate, que, para asegurar la sorpresa, fueron construídos camuflados como aljibes destinados a abastecer las posiciones inglesas de Cambrai. Y junto a ese nom bre, la terminología marítima de sus elementos: proa, torreta, escotillas, fué debida a la profesión naval de su inventor. Consecuelicia de esto ha sido la inevitable axnbi güedad del Diccionario en algunos términos que ata ñen al Ejército, y que unas veces, por falta de sutileza técnica, se tomen como idénticos vocablos diferentes, y en otras la acepción común sea distinta y aun opuesta a la específica militar. Buen-trabajo le costó al que esto escribe localizar el collado que en cierta ocasión se le designaba como objetivo a la vista, por no tener de ese accidente topográfico oira idea que la que ofrece cualquier Diccionario manual: “altura de tierra que no llega a monte” (1), cuya coincidencia con el concepto popular comprobó después en varias regiones. Fué una falta de documentación profesio nal de quien, por necesidades de la campaña, impro visaba su empleo de Alférez. Hubiera podido salir de apuros teniendo a mano cualquier topografía militar, donde se lee precisamente lo contrario: “La parte más baja de una cresta, cuando es corta y ancha”, o “De presiones que a veces presentan la divisorias” (2). Esta imprecisión militar del Diccionario no es, sin (1) La anteriordefinición es la única que figura en el Dic cionario de D. Roque Barcia, editado por Seix, en cinco tomos. (2) En la primera forma lo define el Reglamento Topográfico Artillero, y en la segunda, el Curso de Información de Topo grafío, del Servicio Geográfico del Ejército- (edición 1949). La Real Academia (Diccionario manual de 1950) y la Enci clopedia Eapasa dan como segunda acepción de collado y única de collado la siguiente: “Depresión suave por donde se puede pasar fácilmente de un lado a otro de la sierrá”. El anteponer a ésta la primera acepción: “Tierra que se levanta como cerro, menos elevada que el monte”, se debe, sin duda, a estimarla más co mún, y a preferir, entre dos etimología latinas, la de “collis” (colina, altura) a la de “collum” (cuello) que se reserva como exclusiva de la voz anticuada callada que aún ol en la provincia de Lérida. El Diccionario Militar de Almirante lo define: “Sitio que forma una depresión, o espacio de garganta en la montaña por donde se facilita la subida o bajada. En Cataluña se llama Coll. Esta definición da el Diccionario de la Academia de la Ristoria, te nido por autoridad en materia de nomenclatura topográfica; pero Covarrulsias, que trae collado del latín “collis”, dice que es tierra levantado, pero que no llega a serlo tonto que llegue o monte. y Reclutamiento núm. 11. embago, tat frecuente como pudiera fuzgarse por el anterior ejemplo. Aquel otro compañero salió airoso cuando, desde el teléfono divisionario, le espetaron -la pregunta: “Tiene en su posición puestos de gola?” Documentado en cualquier Diccionario, no muy am plio, con sólo interpretar un poco la referencia clá sica: “Gola (fortificación): La entrada desde la plaza al baluarte” (1). * * * También el léxico militar es empleado en los me dios más dispares, a veces con tan poca fortuna, que el injerto gramatical resulta de la más graciosa impro piedad. Los términos estratégico y táctico, sin ir más lejos, se generalizan alegremente no sólo en los ám bitos deportivos, que el deporte, al fin, es un modo de lucha, sino en todo género de ambientes, donde se oye hablar lo mismo de la táctica femenina que de la estratégica situación de unos puesto,s de refrescos. Para muchos Oficiales sigue resultando incompren sible que periodistas y novelistas españoles contem poráneos de indudable cultura, algunos incluso galar donados con premios nacionales, sigan escribiendo frases como ésta: “Los obuses silbaban sobre la ciu dad”. Y se achaca a falta de conocimientos militares elementales lo que en realidad es sólo desuso del Dic cionario común,que no por estar cerrado deja de ofre cer su ilustración: “Obús: Pieza de artillería para dis parar granadas”. Y aun la más modesta edición añade aclaraciones sobre sus diferencias con otras armas. Sin embargo, sería injusto calificar de ignorancia el - empleo de un galicismo demasiado extendido, ya que la acepción francesa, original, se refiere al proyectil, siendo el “obusier” el arma que los lanza. Las nume rosas traducciones de crónicas y novelas de la guerra del 14—quién no leyó Sin novedad en el frente?—se encargaron de difundir el concepto, y lo insospehado del error hizo que nadie sintiese la necesidad de con sultar tal cuestión (2). SS. (1) Esta es, también, la definición de la Real Academia. La Enciclopedia Espasa amplía: “Por extensión, la parte posterior, opuesta al frente, de todo género de obras defensiva... Las obras se clasifican en cerradas, o abiertas, por lo gola.” Almirante no trae esta voz. (2) El Diccionario de la Academia continúa: •“y cuya longi tud es niayor que la del mortero y menor que la del cañón de iguales qalibres.” Espasa añade aún: “ Atendiensio a su etimo 35 Hasta aquí una llamada sobre el Diccionario y sus lagunas. Pero hay aspectos lexicológicos militares, concre tamente tácticos, mucho más interesantes que esas imprecisiones gramático-literarias de algún penodista e incluso historiador. En nüestra guerra de Liberación sonaban profusa mente, junto a las expresiones oficiales y reglamen tarias, esas otras, consagradas ya por el uso, de avan zar “a caballo” de un accidente, “descolgarse” de cierta altura, “cenar bolsas” y crear “óabezas de puente o de playa”, y cito las normales que por eso perduran, sintiendo no recordar algunos curiosos ex travíos o germanismos más acentuados que los de lii formación en “cuña directá” o la voz de “cubierta completa”. O bien los de “bunker” y “permisionario” importados durante la G. M. II junto a los america nismos “jeep” y “rádar”, tan en boga. Terminada la campaña, el profesorado de las Aca demias—creo que por propia iniciativa, muy lauda Me—procuró la depuraci:ón de locuciones para de volver al lenguaje militar su precisión tradicional. Entonces quedó claro que los “asentamientos” no son “emplazamientos”, ni la “organización del terre es “fortificación”; precisamente cuando la idea de “zonas” defensivas sustituía a la de “lineas” y se eliminaban los barbarismos de “tanques” y “antitan ques” para dejar paso n “carros” y “contracarros”. Se persiguió con ahinco el empleo indebido de “tiro” donde se debía aplicar el “fuego”, y de “fuego” cuando se hacía “tiro”, y aun creo recordar que fué también por aquellos años, ya un poco lejanos, cuando alguien trató de mantener las frases “Noticias sobre el ene migo” e “Idea de la maniobra”, criterio que no llegó a prosperar, como era lógico. Quizá fuese excesivo afán depurador el que censu raba la expresión “Morteros del 81”, tan usada en la guerra, aclarando que. son “de 81”, por elipsis de la palabra milímetros, cuando hay quien sostiene que lo omitido es calibre, y así, la frase que trata de abre• viarse sería “del calibre 81”, del mismo modo que en otro tiempo se dijo “cañón de a 24”, yendo impli cita la palabra libras, para expresar el peso del logia, no han podido los filósofos fijar el origen de la palabra obús, que en el siglo pasado tomó carta de naturaleza en nuestro idioma; afirman unos que procede del alemán haubitze, de haube (casco),, y otros opinan que de la palabra inglesa howit (obús). Los franceses confundieron al principio las ‘voces obús y obusier, pero pronto quedó la primera para. designar la granada, y la segunda para nombrar la pieza.” El General Prieto hizo referencia a este tema en De filología militar (EJÉacrTo, núm. 18), indicando que D. Ramón Carmona, en su Conocimiento de la Artillería, considera la confusión no sólo comó galicismo, sino como despropósito. No deja de ser significativo que Almirante identifique obús con obusero, voz qne no figura en el Diccionario de la Academia, pero que la Enciclopedia Espasa incluye definiendo: “Dlcesc de los caóones que pueden lanzar proyectiles huecos”. Ignoro, —mi documentación no ha llegado a eso—los motivos que hubo para verter a nuestra lengua obusier traduciendo obús, palabra que pór iór idéntica á otra francesa originó la confusión. 36 • proyectil. Pero dejemos este menudo bizantinismo. Ultimamente son los textos oficiales quienes celan la corrección del léxico, recogiendo aquellas iniciati vas aisladas. Los “anticarros” pasaron’ a llamarse “contracarros” en los Reglamentos, que al incluir el “orden de marcha” desterraron el término “disposi tivo”, como vicioso galicismo, sustituido por “orden de combate” o “despliegue” en los distintos casos que aquél se empleaba; proscribieron el uso de efectivos por “fuerzas” y prohibieron el de formación por “Unidad” (1). Junto a este justo afán de corrección hay que seña lar dos tendencias modernas, una de distinción de vo ces, meritoria también, pero con extremos un tanto preciosistas; otra, el cónceptismo que se exhibe en expresiones originales, llamativas y brillantes, pero cuyo peligro es el principal objeto de este artículo. Por lo que toca a la primera tendencia, es de obser var cómo en la fraseología de los estudios tácticos se delimitan las diferencias entre atacar, romper, y ata car y romper una organización enemiga; entre alcan zarla, ocuparla y oiganizatla. Ha de cuidarse de sé ñalar la misión con los términos apropiados en cada caso; tampoco se interpretará lo mismo profundizar en la zona enemiga que perseguir al enemigo, o sim plemente rechazarlo, hasta cierta línea del terreno. En situaciones defensivas aún se apura más, hasta aqui latar la distinción entre defender, mantener y conser var determinados puntos, y aunque los tres verbos se emplean, suele preferirse, para fijar la misión defen siva a toda costa, la forma: “asegurar fundamental mente los siguientes puntos”. Del mismo modo, en el Arma aérea se hg hecho preciso puntualizar si la avia ción propia o enemiga cuenta con supremacía, supe rioridad o dominio, En cuanto al otro aspecto, cualquier lecior podrá recordar algunas frases más expresivas que las que siguen, tomadas de variados orígenes, orales y escri tos, en distintas Armas y guarniciones. El desorden de mis notas, recogidas aquí y allá, preéenciando el desarrollo de un tema y oyendo una conferencia, hizo que se perdieran las figuras más felices; ello sólo irá en perjuicio de la amenidad, pues no se trata ahora de discutir y menos condenar cada término, que puede ser acertado en sí mismo, sino de avisar el pe ligro que para la buena inteligencia táctica supone la progresión creciente de un lenguaje figurado y no oficial, expuesto a interpretaciones poco exactas o del todo erróneas. Así, por ejemplo, a propósito de la aproximación se oye hablar de la importancia de las “transversales de enroque”, con evidente evocación ajedrecista, y de prever durante la marcha los probables “puntos de amarre o de anclaje”, inspirados, sin duda, por alguna nostalgia marinera. En la toma de contacto, la Ca(1) • Reglamento Táético de Infanteria, tomo ¡: Definicione. ballena,, a caballo o mecanizada, pero siempre con a la que no podíamos sustraemos los españoles, dota ,dos de ‘una fantasía capaz de llamar al ataúd “er pi “espíritu jinete”,’ tiene a su cargo uná misión que ha jama de maera”- De todos modos se colige que en consagrado la frase de “péinar el terreno”, ese terreno • que después sufrirá posiblemente el “rastnilleo” de Francia es una realidad el problema que en España sólo empiezá a dibujarse; buena será la lección para la artillería y los tiros “de siega” de las ametrallado a poner coto a los extremismos concep ras, o se cubrirá con “cortinas”, que ya no son sólo estimularnós tistas. de húmo, sino también “de fuego”, cuando la ampli tud del frente no permita establecer “barreras” pro CONcLUSION fundas. Unas veces habrá que “montar un ataqne en fuerza”; otras, si la simultaneidad no conviene a la Los modismos expresivos y gráficos son iaevitable5, maniobra, se actuará por “ataques defasados”. La “acción rçtardatriz” de la unidad Ejército hay que. y aun necesarios, en la nomenclatura militar. Recor dfstinguirla de la “acción retardadora” a’ cargo del demos el “terror de ,carros”, el “puño contracarros” ‘y otros cientos de figuras de ambos bandos en la pa • Cuerpo de Ejército o la División. Y los desembarcos sada ‘guerra mundial, que enlazan, ininterrumpida aéreos y navales, darán lugar á “zonas infestadas”. mente, con el sistema antiaéreo bautizado no hace mucho en Norteam6rica cón el nombre de “escoba del ‘ ‘ S.S cielo”. Como consecuencia de ello, él traductor pasa apuros ante un texto extranjero mientras se ‘decide a Seguramente que lo anterior no me hubiera indu cido a hablar de no darse la oportunidad de leer algo ,poner el vocablo adecuado, porque, cada vez es más semejante garantizado por la autorizada palabra 4e1 difícil el ajuste gramatical, ya que los nuevos térmi General Curñier, quien exponía el panorama tácticonos proceden de los Ejércitos en lucha, o de aquellos gramatical deF Ejército. francés en los siguientes tér países que, ,en cada momento, están a la vanguardia minos: en las experiencias técnicas. Y el Oficial de Comple “Los militares franceses del siglo XX se han aficié mento, que un día puede volver a activo, o el profesio nado al uso de’.palabras clave (que no suelen figurar nal desconectado algún tiempo de los Centros docen afortunadamente en los téxtos reglamentarios), cuyo tes del Ejército, se. encontrarán sorprendidos por nu verdadero significado son incapaces de precisar las merosos neologismos y barbarismos generalizados rá más de las veces; despojan, en cambio, de toda signi pidamente sin previa definición’ oficial. ficación concreta no pocas expresiones, etimológica Este problema afecta para su resolución a vajios mente correctas, usadas corrientemente en el léxico campos distintos. El primero es el de la Real Acade militar y, finalmente, no suelen reparar en utilizar los pila que, como señaló en esta Revista el Genral mismos términos para designar cosas bastante diferen Prieto, no incluye en su Diccionario “muchos tecni tes las unas de las otras. En úna palabra, parecén dis’ cismos militares de uso frecuente entre personas cul púesos a séguir lás huellas de los constructores 4 la tas y de empleo corriente en publicaciones oficiales torre de Babel. y reglamentos”, con el consiguiente perjuicio para la “Existe una definición reglamentaria de la expre Milicia que “es lógico anhele vivir, en punto a termi sión “punto fuerte”? La vengo buscando desde hace nología, dentro del terreno de la reconocida autoridad años, sin encontrar a nadie que me ponga sobre la de la Academia” (1) y aun de los ajenos a ella, por pista. Y, sin embargo, esa expresión -se suele emplear ejemplo, los escritores civiles comentados al principio en los sentidos más opuestos: para unos, se trata de de este trabajo, a quienes puede resultar difícil docu un punté ‘fácil de defender, y al que, por tanto, se mentarse para ,interpretar con fidelidad el vocabula puede ‘descuidar en beneficio de la economía de fuer rio casirense. La tarea incumbe a los académicos mizas (así lo hicieron los búlgaros en’ el Dobropolye litares, como el General Vigón reclamaba reiterada en 1918, y los franceses en el Mosa en 1940, con los mente mientras no los hubo, para evitar esa “imper funestos resultados que todos recordamos); para otros, meabilidad do la Academia a un caudal—corto, pero se trata de un punto importante que hay que defen ,no sin interés—de voces y expresiones con acepciones der sólidamente. Convendría ponerse de acuerdo. de carácter específicamente militar” (2). “He oído emplear en sentido opuesto a su verda Otro campo próximo a éste es el de los Diccionarios dera etimología las expresiones compartimiento del te Militares, paralizados desde 1901 (3), en que don rreno y punto de apoyo. Y en muchos sentidos diferen Mariano Rubió completó en su Diccionario de Cien tes, sin parentesco alguno mutuo, se suele emplear el cias Militares la obra admirable de Almirante, fe término grupo” (1). Estas palabras me hicieron suponer que es interna (1) General Prieto: Artículo citado. (2) General Vigón: Invitación a una tarea, EJÉRcITo, núm. 85, cional la pequeña anarquía en el vocabulario táctico, (1) General Curnier: Sobre el combate de pelotón y Sección, con motivo de una nueva instrucción reglamentaria, de la Revue MUitaire d’Infarmation (traducido en Ejfactro, núm. 141, página ‘76.) página 29. (3) La última obra de este género4 si bien es particular, que relaciona el General Vigón en Invitación a una’tarea (EJÉacITO, número 85), es el Catálogo Legislativo del Material de Artillería, escrito por D. Luis Ruiz de Valdivia (Madrid, 1912). 37 chada en 1869, a la que no se pudo oponer más reparo que el de no recoger algunos términos militares con tenidos en la de la Academia (1), y que hoy queda no tablemente atrasada, no por anticuada, como se ha cuidado de señalar, sino por incompleta. Pero ambos medios, citados ya con insistencia en EJÉRCITO, son de trámite demasiado lento para la so lución expedita y divulgadora que requiere el pro blema apuntado. Su carácter mismo las hace inade cuados para la difusión - extensa y rápida, que puede lograr un folleto esencialmente manual. La solución pide, a mi modo de ver, que por una parte se amplíen y ordenen las definiciones que ya venían figurando en distintos Reglamentos de Tiro, Topografía, Organización del Terreno, etc. En las Normas para él combate de Infantería se dan defini ciones tácticas generales, de orden cerrado y de com bate. Sería de la mayor utilidad que las sucesivas edi ciones de los Reglamentos ampliasen sus vocabula rios iniciales en las voces que a cada uno le corres ponden. La solución anterior no pasaría de ser parcial, toda vez que los Reglamentos no pueden subordinarse de masiadó a esa finalidad lexicológica, y son de mayor permanencia que la variable nomenclatura. El “fielato de neologismos”, que tan gráficamente reclamaba el General Vigón (2) para “evitar que el lenguaje técnico del español se convierta en una ger manía (3) insolente y desbaratada”, pudiera ser muy bieb un glosario, de términos en el que se recogiesen los neologismos, mientras se sometían a la aprobación de la Academia y se preparaba su inclusión en el Dic (1) Lo comentaba en 1897 D. Adolfo Carrasco, según noticia que da el General Vigón en D. D. 1. Ejáacrro, núm. 106, pág. 11. (2) General Vigón: D. D. 1. (3) No creemos ofender la cultura del lector recordando, metidos ya en el terreno de los Diccionarios, que germanía es, según la Academia: “Jerga o manera de hablar de los gitanos, o de ladrones y rufianes”. Es dura, pues, el término con que se ñala el peligro el General Vigón. Germonismo, es, en la misma fuente: “Idiotismo de-la lengua alemana. Voz o giro de esta len gua empleado en otra”. También el término “Idiotismo”, de la Academia, para calificar el vicio de dicción, tiene el suyo en cuanto a dureza. 38 cionario Militar. Quizá ésta fuese la solución más se gura y eficiente complementaria de la anterior, ya que por su edición económica podría renovarse con la frecuencia precisa. Ya indicaba algo de esto el autor señalado anteriormente cuando proponia que se fo-. mente la traducción de glosarios técnicos extranje ros (1), pues la consecuencia sería un glosario es pañol. * ** Nos hemos desviado un tanto del terreno inicial, el de la táctica, para generalizar en el problema ya plan teado por plumas documentadas. De todos modos, quede aquí patente mi sencilla y bienintencionada su-O gestión de qpe es urgente una solución, sea cual sea. Doctores tiene la Milicia que sabrán responder, para que no pueda peligrar esa inteligencia, sin lugar a dudas precisa y preciosa, en que debe apoyarse la uni dad de doctrina, base de la comprensión, del acuerdo y de la cooperación mutua entre las Armas. Mientras tanto, no pecar de excesivos ni fantásti cos, pües dejándonos llevar de uelos imagigiativos, fácilmente daríamos en originalidades como las de “ataques en simpatía” o “persianas de fuego”, y aun sería fácil encontrarles una justificación y una etimo logía. Pero por ese camino llegaría a confundirse nues tra seria nomenclatura con la de las técnicas futbo lísticas o las suertes taurinas, que también el molinete es una maniobra frente al toro, aunque más elemental que “la táctica del cerrojo” ola de “la W M”. Para terminar, y ya que no figuran citas suyas en este artículo, creo de justicia recordar los valiosos trabajos siguientes, apa. recidos en EjÉacsro, en relación con la defensa del idioma D. D. 1. Comandante Serrano Lópéz: Quinto Columna, EflactTo, nú mero 66, de julio de 1945. Comandante De la Plaza Hernández: Del léxico militar: Asen. tomientos, no emplazamientos, Eiáactro, núm. 69, de octuhre de 1945, página 45. Teniente Coronel González de Mendoza: Estratégico, táctico y operativo, Ejacsro, núm. 85, de fehrero de 1947, página 19. - (1) General Vigón: Invitación o ano tarea. El mismo autor en El vocabulario castrense (EJÉacrro, núm. 128) sentía no haber conseguido el “Glosario de términos” norteamericano. La Aefeorologia en la guerra T. Coronel Meteorólogo de Aviación josÉ M.. JANSÁ GUARDIOLA. N gico o es nuestro propósito abordar el tema ineteoroló en su intervención en otros técnicos concretos, periódica (diurna y anual) de características constantes; el secundario o perturbación representa la desviación incesante con relación a dicho régimen normal, .y es esen como seria, por ejemplo, el de la intervención de cialmente variable e irregular. El primero constituye el factores meteorológicos en la corrección del tiro, ni tam Clima que incumbe a la Climatología, ciencia más geo poco vamos a hablar exclusivamente de las repercusio gráfica que física; el segundo constituye el Tiempo, y de nes de orden indirecto que tiene el tiempo sobre las ope su estudio se encarga la Meteorología, ciencia más fisica raciones de la Aviación. Vamos a plantear el problema que géográíica. Es necesario describir separadamente los meteorológico con toda amplitud, desde el punto de accidentes geográficos climatológicos y los accidentes geo vista que interesa al Mando (Cuartel General). Decía el gráficos meteorológicos. Mariscal Lyautey que el General es un técnico de las ideas generales, técnica dificilísima y engañosa, cuyos errores son funestos, y cuya adquisición está reservada 1._ACCIDENTES GEOGRAFICOS CLIMATOLOGICOS a los elegidos. La técnica del General consiste en ver el bosque a pesar de los árboles. ¡Cuántas piezas heterogé La superficie del planeta puede distribuirse en regiones neas hay que compaginar! ¡A cuántas cosas hay que aten climatológicas suficientemente definidas, como lo han he der a lavez! ¡Qué síntesis más perfecta se exige! Y cada cho, entre otros, Kóppen y Thornthwaite. La fisonomía día más, porque de.día en día intervienen más factores, de una •región climatológica está determinada por el y más dispares y más enmarañados. Ahí tenemos el fac juego de dos potencias: la masa de aire, que podriamós tor meteorológico, uno de tantos, del cual intentaremos denominar indigena, la cual descansa y evolucioflasobre ocuparnos con algún detalle, aunque sin penetrar en el la región, y las masas de aire exteriores que penetran tema estrictamente militar del enlace con los restantes en ella con ciertas intermitencias. En ciertas regiones factores. Unicamente pretendemos ayudar al Mando a predomina considerablemente la masa de aire indígena; documentarse adecuadamente en. el orden de conoci en otras, las invasiones son tan frecuentes, que la masa mientos que es el nuestro, consulta entre técnicos, infor indígena casi puede decirse que no existe; en este caso, mación que el profesionalmeteorólogo ofrece al castrense. el clima es más complicado, y su descripción completa requiere no tan sólo la del comportamiento normal de cada una de las masas de aire actuantes, sino también su frecuencia normal sobre la región en cada época del Se dice que la Geografía es la base de la Estrategia; año y la forma normal de las transiciones entre ellas. pero si hay una Geografía de los continentes y de los ma Las regiones meteorológicas están definidas esencial res, que es permanente, hay otra, la de la Atmósfera, que mente con criterio estadístico, dejando al margen ciertos es circunstancial. Y no se crea que los accidentes geográ rasgos que la moderna Climatología dinámica pretende ficas del Aire sean despreciables, antes al contrario: un recoger: nos referimos a la situación normal de las dis huracán tiene más importancia que un promontorio, y tintas masas de aire y de sus frentes de contacto y al un frente tormentoso, más que una cordillera. Se com curso normal de sus desplazamientos. Hay zonas donde prende esto bien considerando que silos accidentes geo la actividad frontal es’ casi totalmente desconocida, y gráficos propiamente dichos son elementos estáticos y otras, en cambio, donde es casi permanente; hay comar pasivos, los de la Atmósfera son dinámicos y muy acti cas frontogenéticaS y comarcas generatrices de masas. de vos. Vamos a hacer una somera descripción de los prin aire, y estos rasgos no se revelan ni en el régimen pluvio cipales, antes de insinuar un juicio sobre su posible valo métrico, ni en el termométrico ni a través de curva nin ración para la defensa y el ataque. guna estadisticamente elaborada. Precisamente el Occi Los meteorólogos han reconocido desde hace tiempo, dente de Europa y el Mediterráneo son lugares de in la conveniencia de distinguir en el funcionamiento de la tensa actividad frontal, si bien no toda la región clima Atmósfera dos factores, o mejor dicho, de desdoblar cada tológica respectiva esté igualmente afectada, introdu elemento meteorológico en dos componentes: el principal ciéndose así un elemento de heterogeneidad dentro de (cuantitativamente) representa el régimen normal y es ella. Esto se comprenderá mejor después de estudiar los permanente, manifestando tan sólo una doble oscilación • 39 llamados por nosotros accidentes geográficos meteoroló una estancia suficientemente prolongada de abundantes gicos de la Atmósfera. efectivos y una acomodación relativamente rápida y Cuando el material estadístico disponible es abundante, completa. El hombre medio es capaz de vivir bajo todos se puede afinar extraordinariamente el trazado de los los climas, ‘pero no ‘resiste transiciones demasiado vio límites entre regiones climatológicas contiguas y subdi lentas, y de todos modos su actividad resulta amplia. vidirlas en subregiones. Estos límites no son tan difusos mente afectada por las condiciones exteriores. En la ac como podría pensarse, sino que, por el contrario, la tran tualidad se dispone de conocimientos bastante precisos sición suele ser relativamente brusca, y si a primera vista sobre las reacciones del organismo ante las variaciones no lo parece, se debe a la excesiva amplitud y frecuencia del régimen atmosférico, y los laboratorios pueden faci de las fluctuaciones accidentales. El cruce de una fron litar datos exactos con relación, al rendimiento del po tera climatológica plantea problemas comparables abs tencial humano bajo condiciones climatológicas dadas. que plantea el cruce de una frontera nacional que no sea El ‘Mándo ‘debe disponer de tales elementos de juicio la propia, pues así como en este caso háy que tener en con antelación suficiente, y no debe lanzarse a la aven cuenta los factores psicológicosy morales del pueblo con tura, como hacían los antiguos caudillos, aunque tal vez el cual un Ejército de ocupación hábrá de convivir, en muchos de ellos usaran de una especie de intuición de aquél habrá que considerar el cambio de ambiente físico la capacidad combativa de su gente. Pero no olvidemos, que habrá de soportar. Hasta en el lenguaje común ha que si esta capacidad combativa está sometida en cierto penetrado esta analogía, no siendo raro oír hablar del modo a las inclemencias del tiempo, no deja de ser, en el Clima social favorable o desfavorable dentro del cual una realidad psicológica, y que son tantos los tiene que moverse un invasor o un aliado. En la fase de fondo, elementos que la integran, que’ es imposible reducirlos preparación de un plan de campaña a largo plazo, la,con a fórmula. El amplio uso que todas las potencias coloni sideración del Clima físico adquiere todavía mayor»peso zadoras han hecho de las tropas indígenas obedece,aparte y puede llegar a ser decisiva en muchos aspectos, como las razones políticas y económicas, al principio de la Son: la elección de la época del año, el ritmo de la opera adaptación: nadie mejor preparado para resistir el clima ción y el acoplamiento de armas y equipos. En la Anti. de un país que sus propios habitantes. Además, cosa güedad, el invierno era considerado como una mala es curiosa pero indiscutible, la Oficialidad posee una capa tación para el combate, y una de las mayores preocupa cidad de adaptación a las diferencias climatológicas ciones de los estrategas era preparar buenos cuarteles de mucho mayor que la tropa, lo cual permite encuadrar las invierno para sus tropas. Aun hoy día, en que las defen fuerzas indígenas bajo mando metropolitano, que es’ el sas contra el medio ambiente han mejorado tanto, la secreto de su eficacia. experiencia enseña que todas las guerras, sin excepción, En la guerra moderna, el campo de batalla es el mundo han empezado en verano y que la intensidad bélica es entero; esto quiere decir que debe lucharse bajo todos los una función claramente periódica, paralela’ al curso de climas, y que el Mando Supremo puede tener que atender las cuatro estaciones. Es sabido que nada hay tan peli simultáneamente a una óperación ‘en el Artico y ,a otra groso çomo la interrupción forzada de un plan bien con en el Trópico, tal vez enlazadas estratégicamente, y no cebido, interrupción que puede ser impuesta por impera.’ ‘caerá en la torpeza de reforzar con fuerzas esquimales el tivos climatológicos. Analizando las causas que contri frente tropical. buyeron a la catástrofe alemana de Stalingrado, se ve ría, sin duda, que una de ellas, tal vez de las más peren ‘tonas, fué la discordancia entre el ritmo de la batalla y H.—ACCIDENTES GEOGRAFICOS METEOROLOGICOS el ritmo climatológico de la región; no’ hubo tiempo de desarrollar todo el programa, porque el invierno ruso se El estado físico del Aire depende esencialmente de su echó encima, y no precisamente porque se hubiese ade lantado más de lo normal. La adecuación del armamento temperatura y de su humedad, de tal manera que todas al clima es una cuestión técnica perfectamente definida, las diferencias entre unas masas de aire y otras se redu que se extiende desde el almacenamiento de pólvoras ‘y cen, en última instancia, a diferencias de temperatura municiones a la selección de esencias y lubricantes y al y de humedad, y. como tanto el calor como la humedad vestuario y equipo del personal. Podríamos citar algunos procedeh ,del suelo, la Atmósfera tenderá a reproducir, ejemplos concretos de embotellamiento en carretera de por decirlo así, el mapamundi, con pinceladas de calor columnas de aprovisionamiento, con todos los peligros, .y de vapor de agua: el aire que descansa sobre el océano de desorganización y atasco y de vulnerabilidad que será húmedo, el que descansa sobre el desierto será ar ello supone, a consecuencia del congelamiento de los mo diente, el que descansa sobre el Artico será helado. Sin embargo, el aire es un flúido que no permanece quieto; tores. que nace en su seno cualquier hete Capítulo aparte merece el problema de la adaptación. desde el momento nacen con ella diferencias de presión y, con Personal que tenga que luchar bajo un clima que no sea rogeneidad, diferencias de presión, el movimiento, que tiende a el suyo, requiere especial entrenamiento, y aun así no las restablecer la uniformidad en toda la masa. En una pala siempre es apto. Este detalle fué muy tenido en cuenta bra, el estado de la Atmósfera resulta del juego de dos en la organización del Afrika Korps, cuyos efectivos ha acciones opuestas: una, que tiende a crear masas de aire bían sido sometidos en Alemania previamente a condi heterogéneas, y otra, tiende a destruir esa hetero ciones artificiales imitando el clima del desierto. No geneidad. En ciertas que regiones preponderan las fuerzas menos instructivo es el acuerdo tomado por Norteamé creadoras y son nidos de masas de aire: son regiones ex rica de establecer en Alaska bases de edtrenamiento tensas, suelo homogéneo y relativamente bajas en donde el personal se acostumbre a las rudas condiciones latitud; de en otras predominan las fuerzas destructoras del clima siberiano; la rotación de los relevos ha ‘sido son zonas frontogenéticas, donde las masas de aire ve estudiada muy cuidadosamente con objeto de conseguir ycinas se ponen en contacto y entran en conflicto. Lo 40 manantiales de masas de aire coinciden, R€G1OM€StLIMATOLOGICASD{UROPk por regla general, con los grandés antici clones fijos, pues es condición indispensa UNbPP’ 1: ble para que puedan surgir que los vientos sean débiles y que la difusión vertical del calor y de la humedad tengan tiempo de producirse en gran escala. Ahora bien; apenas una masa de aire se ha consolidado como tal, emprende la marcha a partir de su lugar de origen, obedeciendo a las causas antes citadas y buscando los caminos geográficos de me nor resistencia. Estos desplazamientos im plican dos consecuencias de importancia: en primer lugar, el estado fisico de la masa se altera por inflpencia del suelo sobre el cual se desliza, y en segundo lugar, el cho que entre masas, quizá de lejana proceden cia y de características muy dispares, se manifiesta en forma biás o menos violenta, que convierte las líneas de contpcto en rentes activos- Hay que decir que las ma sas de aire adquieren mayor importancia citando actúan fuera de su lugar de ori gen, es decir, cuando ya han sido parcial mente desnaturalizadas. Las princip ales alteraciones que una masa de aire puede sufrir se refieren, naturalmente, al efecto térmico delsuelo y a la evaporación. Cuan do una masa de aire se dirige hacia regio nes más cálidas, sus capas inferiores se ca lentarán, mientras que cuando se .dirige hacia regiones más frías, se enfriarán; en el primer caso se califica de masa fría y su estabilidad vertical disminuye; en el segundo caso se califica de masa cálida y su estabilidad aumenta. En general, toda masa que se desplaza hacia el sur o hacia el interior de un continente en verano actúa como masa móvil y de contorno variable, y a este contorno, con fría, como ocurre, por ejemplo, en nuestras regiones con una línea de costa. Los accidentes geográficos internos el aire pçlar y más aún con el aire ártico; análogamente, de una masa de aire se reducen esencialmente a las nu toda masa que se desplaza hacia el norte o hacia el inte bes, que son de distinta especie según la naturaleza de rior de un continente en invierno actúa como masa cá la misma. Las masas cálidas y estables poseen nubes es lida; así ocurre con el aire subtropical. Por otra parte, tratificadas con nieblas y lloviznas; las frías e inestables, siempre que una masa de aire se ve obligada a un largo cumulus y cumulonimbusi con chubascos y tormentas. recorrido sobre el mar se enriquece en vapor de agua, Las masas húmedas son ricas en formaciones nubosas; contribuyendo tal fenómeno a aumentar su inestabilidad las secas, pobres. Las masas turbulentas son transparen vertical. La eficacia de la acción del suelo sobre el aire tes; las mansas, son turbias. La distribución de la nubo es muy distinta cuando éste permanece en reposo, como sidad dentro de una masa de aire es también sistemática: ocurre en los nidos o manantiales de masas de aire, pues las nubes estratificadas son muy extensas en sentido entonces penetra hasta notables alturaá, que cuando se horizontal y frecuentemente multilaminares, aunque no desplaza, pues entonces solamente tiene tiempo de in suelen abarcar toda la extensión de la masa; su parte fluenciar las capas inferiores. Por esto, las masas de aire, central carece ordinariamente de nubes altas; sus bor en general, conservan sus características originales en las des son propicios para la acumulación de bancos de nie capas superiores, aunque en las inferiores las hayan per bla. Las nubes cumuliformes tienen mayor desarrollo dido, y que fuera de sus lugares de formación carezcan en sentido vertical que en el horizontal, pudiendo esta de aquella homogeneidad vertical que en ellos tenían. lar las mayores alturas de la Troposfera. Están distri Por esto, el aire polar, que hemos calificado de estable, buídas irregularmente, obedeciendo a particularidades no lo es nunca cuando llega a nuestras regiones, sino del suelo o del relieve, pues se forman, de preferencia, todo lo contrario, y por esto también una masa de aire sobre terrenos desnudos, pedregosos o arenosos, sobre calificada de fría no lo parece observada desde el suelo, las poblaciones, o sobre la veftiente soleada de las mon y las observaciones de superficie carecen de valor para, tañas, evitando, en cambio, las praderas verdes, os ríos y los pantanos. diagnosticar la naturaleza de las masas de aire. Los accidentes internos que acabamos de reseñar tie Volviendo a nuestras imágenes geográficas, podemos comparar una masa de aire una especie de continente neo relativamente poca importancia. Lo verdaderampnte . 41 - n interesante es lo que ocurre en los bordes, que hemos com frentes ocluidos participan de los caracteres de frente cáli. parado con la línea de costa. Cuando se ponen en contacto do y de frente frío, y en ellos, por fundirse ambos tipos de dos masas de aire de distinta procedencia, la superficie sistema nuboso, los fenómenos pueden llegar a adquirir de separaéión no permanece vertical (en realidad, no lo una considerable complicacióny un vigor extraordinarios. es en ningún momento), sino que la más ligera (en gene Aunque el curso de los frentes parece ser un rasgo per ral, la más cálida y húmeda) se desliza por encima de la manente y regiilar de ciertas regiones, no debe olvidarse más densa, buácando la estratificación horizontal que que se trata de elementos esencialmente dinámicos, y corresponde al equilibrio estático, o la más pesada se que, considerados individualmente, manifiestan una de introduce a modo de cuña entre la más ligera y el suelo. terminada evolución, que empieza con el nacimiento Aunque en ambps casos la. disposición geométrica que (frontogénesis) y termina la extinción (frontolisis). resulta sea la misma, los fenómenos dinámicos concomi Como precisamente con estacon evolución los frentes están tantes son distintos: si la masa activa es la cálida, el frente enlazados los meteoros más enérgicosde de regio se llama cálido; la superficie de separación está muy poco nes, tenemos necesidad de describirla connuestras algún detalle. inclinada, y los desplazamientos son de tipo laminar; el frente cálido es comparable con una playa. Por el con La separación entre el aire polar y el subtropical consti trario, si la masa activa es la fría, la superficie de separa tuye el frente polar. Sería un error pensar que un frente ción se empina y en algunos puntos llega a ponerse ver pertenece en toda su extensión a uno de los tipos descri tical y aun a inclinarse hacia adelante, como una costa tos; a lo largo de un mismo frente se suceden segmentos acantilada; los desplaamientos se hacen turbulentos y con características de frente cálido y segmentos con de frente frío, no siendo raro tampoco con frecuencia se transforman en potentes corrientes características convectivas; estos frentes. se llaman fríos. Por último, que un mismo segmento cambie de carácter de un mo se presenta un tercer tipo de frentes, llamados ocluidos, üiento a otro, según que la masa dominante sea la de un que resultan de la superposición de uno frío con otro cá lado o la de otro. El frente polar inicialmente es una lido, o viceversa, en los cuales la masa cálida ha perdido simple zona de transición, que puede ser bas±ante borrosa, el contacto con el suelo y es sostenida a cierta altura por entre las dos masas de aire contiguas. Cuando el campo de presiones implica movimientos convergentes para las dos cuñas opuestas de aire frío. estas masas, como la mezcla directa es difícil, lo que ocurre Aunque las condiciones de estabilidad interna de las es que el salto de temperatura de una a otra se va exage masas repercuten ampliamente sobre la configuración de rando y llega a convertirse en una verdadera disconti los sistemas nubosos que se desarrollan junto a las su nuidad. Donde esto ocurre ha nacido propiamente un perficies frontales, puede decirse en general que los fren frente cuya extensión longitudinal puede ser más o me tes cálidos presentan sistemas nubosos estratificados de nos considerable. Se comprende que el empuje entre las gran extensión, mientras que los frentes fríos van acom dos masas no sea Uniforme y, como consecuencia, que pañados de sistemas estrechos y discontinuos de tipo se produzca alguna inflexión; entonces es cuando la borrascoso,. Un sistema típico de frente cálido se com masa cálida trepa sobre la fría y la fria escarba bajo la pone de una sucesión de bandas paralelas al frente, cuya cálida, quedando el frente dividido en un segmento cá base va descendiendo de nivel a medida que nos acerca lido y un segmento frío; el primer movimiento es favore mos a éste; la banda más’ lejana está compuesta de cido por la concavidad de la onda, y el segundo, por la cirrus diseminados a gran altura; a ella sigue la banda convexidad subsiguiente. La presión baja allá y sube aquí, de cirio-estratos, velo fibroso cuya transparencia va dismi resultando favorecida con ello la convergencia de las nuyendo con la proximidad al frente, y que se transforma corrientes; el conjuñto constituye un ciclón, con toda en alto-estratos de espesor creciente; esta banda de alto- su secuela de perturbaciones debidas a la creciente acti estratos se convierte a su vez, por transición lenta, en vidad de sus frentes. En este momento un ciclón se nimbo-estratos, de los cuales precipita una ancha cortina compone, pues, de un frente cálido al Este y uno frío de lluvia o nieve persistente y tranquila. Al llegar al al Oeste, unidos, formando ángulo con el vértice diri frente, la precipitación cesa bruscamente, y el sistema gido hacia el Norte. La onda ciclónica no es estacionaria, nuboso concluye en borde casi rectilíneo paralelo al sino que se propaga en el sentido de la rotación terrestre, mismo. Los sistemas de frente frío se componen de los arrastrando consigo los sistemas nubosos y demás acci mismps elementos, dispuestos en orden inverso, aunque dentes. Además, estas ondas no son estables y ocurre un comprimidos en sentido transversal y con mayor predo fenómeno comparable a la rompiente de las olas marinas: minio del espesor vertical; además, las formas son mu el frente frío avanza más de prisa que el cálido, el sector cho más desgarradas y, en vez de los nimbo-estratos, la de aire cálido se va cerrando, hasta que aquél desborda línea frontal está cubierta de una cadena (no una masa a éste, y el ciclón se convierte, al nivel del suelo, en un continua) de cumulonimbos, cuyas precipitaciones son torbellino homogéneo de aire frío: es la oclusión. Los violentas y con frecuencia tormentosas. Aunque la ener frentes ocluídos tienen poca vitalidad y no resisten a las gla de los fre,ntes difiere mucho de unos a otros, e in acciones desintegradoras: el sistema nuboso se va esfu cluso de un punto a otro de un mismo frente, puede afir mando; las masas de aire acaban por mezclarse y, final marse que el meteoro más violento que puede atravesar mente, el ciclón muere, quedando muchas veces des nuestras comarcas es el frente frío tormentoso. Desde el truido el segmento de frente polar en que estaba inserto. punto de vista local, el paso de un frente de esta natu Por’ regla general, sobre un mismotrozo de frente pojar se raleza se asemeja a la tormenta de inestabilidad, de ca desarrollan sucesivamente varios (tres o cuatro) ciclones rácter convectivo, que es el más agudo accidente interno análogos, los cuales coexisten en distintas fases de su de una masa de aire, y al cual ya hemos hecho referen evolución. Después del último, que suele moverse mu cia al tratar de éstos; pero su importancia, desde el punto cho más al Sur que el primero, el frente suele romperse y de vista del Cuartel General, es considerablemente supe desaparecer para no reaparecer de nuevo sino a larga rior, como vamos a tener ocasión de ver en seguida. Los distancia y mucho más al Norte. • 42 Como se ve por esta breve descripción, MASAS DARt Y UNtAS. DtCORPItNTÇiÇ los accidentes frontales de mayor relieve son ‘A 19 3 AS 3 HORAST M4 los, ciclones móviles. No hace falta encare cer su importancia para el desarrollo de las operaciones militares, tanto en el ataque como en la defensa. En cuanto al ataque, diríamos, en primer lugar, que si el paso de una frontera climatológica es compara ble al cruce de una frontera lejana, el paso de un frente lo es al cruce de la frontera propia, pues hay que luchar activamente contra los elementos como allí hay que lu char contra el enemigo. Para la defensa, los accidentes meteorológicos son tan valiosos como los geográficos, sin más desventaja que la de ser efímeros. No quisiéramos pe car de ilusos, pero creemos que un frente tormentoso oportuno puede muy bien pro teger una retirada o preparar un avance. No sería la primera vez que el Tiempo atmos férico haya intervenido, quizá decisivamen te, en alguna batalla; pues bien, si esto que ha ocurrido inesperadamente hubiese podi do haber sido previsto por el Mando, se ha bría podido aprovechar en beneficio propio. Hemos llegado a una fase bastante avanzada de la ciencia meteorológica, para que el dic tamen del técnico sea tenido en cuenta in cluso para la decisión del día D y de la hora H. Sin ir más lejos, en las recientes presentaciones de la presión, temperatura y humedad pruebas atómicas de Monte Bello, esta elección se hizo mediante las redes respectivas de isolineas, que deben ser depender por completo de dicho dictamen, y no se dió consideradas, desde nuestro actual punto de vista, como la voz de fuego hasta que la previsión meteorológica recursos meramente técnicos, de gran valor para el me anunció vientos favorables •para el alejamiento de la eorólogo, pero inútiles para el estratega. En cambio, nube radiactiva. Las batallas del futuro estarán cada vez los frentes deben ser representados en forma llamativa más íntimamente vinculadas a tales imperativos, y nin y de tal manera que sus características resalten viva gún Estado Mayor pqdrá prescindir de una información mente a simple vista. Para dar una idea de lo que debe meteorológica completa ni de un Servicio fidedigno de ser y debe contener una carta meteorológica destinada Previsión del Tiempo. a información del Alto Mando, señalaremos los siguien tes extremos: Sobre una carta geográfica física (mejor si solamente contiene la orografía y la hidrografía de un 111.—LA INFORMACION METEOROLOGICAPARA EL modo esquemático) se dibujarán, los límites de las ma ALTO MANDO sas de aire reconocidas, designando cada una con el símbolo que le corresponde escrito con grandes caracte Los Estados Mayores y las Oficinas meteorológicas tra res- En aquellos puntos donde tales limites sean verdade bajan con medios y métodos análogos, que en resumidas ros frentes se reforzarán empleando el sistema habitual cuentas se re4ucen a la carta geográfica y la red de in de representación: línea festoneada o roja para los fren formación. Con las noticias que la red suministra se re tes cálidos, dentada o azul para los frios, y mixta o vio llenan las cartas, superponiendo a su geografía fija los leta para los ocluídos. Las zonas de lluvia (casi siempre trazos de otra geografla cambiante que, para colmai la relacionadas íntimamente con los frentes) se indicarán analogía, responde a nomenclaturas idénticas: frentes, con un sombreado verde; pero, teniendo en cuenta que avances, inbasioizes. En lo sucesivo, la basa del mapa la naturaleza de la precipitación es de suma importancia militar no podrá ser la carta geográfica estática, sino militar, deberá señalarse esta naturaleza, sembrando el la carta modificada con los accidentes meteorológicos del espacio sombreado con pequeños círculos si se trata de momento. La cosa no será tan sencilla, pero tendrá ma lluvia continua, de estrellas si de nieve, y de triángulos yor consistencia. se trata de chubascos; también se inscriben las tormen Los procedimientos que se siguen en las Oficinas de si tas, introduciendo su signo propio. La densidad de estos Meteorología para representar cartográficamente la si signos sirve para dar idea de la mayor o menor irtensi tuación atmosférica pueden estudiarse en cualquier tra dad de los fenómenos representados. La nubosidad es tal tado de Meteorologia sinóptica; pero las cartas destina vez mejor no representarla, porque la frontal puede de das al uso del Cuartel General no deben ser simples co ducirse con toda seguridad de la situación de los frentes pias de las que se confeccionan en dichas Oficinas, sino y de la extensión de sus respectivas zonas de precipita que deben ser más bien esquemas simplificados de las ción, y la interna carece de interés. En cambio, es indis mismas especialmente preparados. Los datos iniciales de pensable poner las zonas de niebla, para lo cual suele las estaciones no interesan. Tampoco interesan las re1 ü usarse el lápiz -amarillo. -Las únicas indicaciones que se emplearán en el interior de las masas de aire serán la cifra compenetración.profunda entre el Mando, el técnico aero y el méfeorólogo. de su temperatura media superficial y la distribución del náutico Para terminar nos falta todavía referirnos a otro as viento. Para este último objeto debe echarse mano del método de las líneas de corriente, que consiste en dibu pecto fundamental: la previsión. El conocimiento de la -jar líneas tangentes en cada uno de sus puntos a la direc situación actual, por exacto y perfecto que sea, no basta, ción del viento local, y más o menos espaciadas entre evidntemente: el tiempo cambia con demasiada rapidez sí, según su velocidad. Cualquier otra información que y demasiado radicalmente; el. frente que hoy azota con quisiera afladirse-sería más desfavorable que beneficiosa, extramada violencia, mañana se encontrará desplazado porque perjudicaría a la claridad, sin añadir nada que algunos centenares de kilómetros o tal vez no existirá. no esté ya contenido implícitamente en la carta. En resu El ideal sería disponer con suficiente anticipación de un men: los únicos elementos explícitamente representados mapa previsto, -tan detallado y seguro como el mapa informativo. ¿Qué- posibilidades ofrece hoy la ciencia SOn: las masas de aire, con sus símbolos y su temperatura media; la distribución del viento, la de las precipitacio meteorológica para este menester y qué promesas puede nes, con indicación de su naturaleza; la de las nieblas, brindar para el futuro? Hoy por hoy, disponiendo de y por último, lo más importante de todo, el curso de medios suficientes, se preparan previsiones de confianza los frentes y su calificación. Como debajo de todos estos con antelación de hasta cuarenta y ocho horas: las car elementos destacan los rasgos fundamentales de la topo tas previstas llegan a ser tan completas como la que grafía, incluidos en la misma carta, es fácil ponerlos hemos denominado carta simplificada, que sirve debase en relación, deduciendo importantísimas consecuencias, de trabajo al Estado Mayor, y su posterior confronta puesto que el relieve y la naturaleza del suelo son fac ción con las correspondientes cartas reales muestra una tores que repercuten en forma decisiva y conocida sobre coincidencia satisfactoria. Ello implica, como decimos, tOdos los meteoros. No podemos aquí abordar el tema un gasto respetable; pero este extremo, en tiempo de incidentalmente; pero nos basta recordar las profundas guerra, tiene menos valor, y no suele ser obstáculo insu modificaciones que experimenta un frente ante la proxi perable, siempre que el resultado valga verdaderamente midad de una cordillera, o la canalización de una co la pena. Otro inconvenient’e mucho más grave se pre rriente de aire a lo largo de un valle encajonado, entre senta, y es el secreto que el enemigo impone a sus pro pias informaciones meteorológicas, que dejan al meteo otros ejemplos que podríamos citar. La tarea del meteorólogo no ha terminado después de rólogo inmediatamente a oscuras sobre territorios más suministrar la carta confeccionada con arreglo a los o menos extensos y en las peores condiciones por tratarse principios expuestos: debe completar su colaboración in de regiones próximas o tal vez coincidentes con el mismo formando de palabra sobre todo aquello que la carta teatro de operaciones. La amplitudde este problema es no refleja adecuadamente, ayudando a la correcta in tal, que no podemos abordarlo ahora ni siquiera en líneas terpretación de los hechos y señalando las influencias lo generales. Tal vez en otra ocasión tengamos Oportunidad cales-que sean de esperar. En la carta no se da ninguna de hacerlo. Una vez que la previsión haya podido traducirse sobre indicación sobre el estado de las capas superiores de la atmósfera, aunque en la Oficina meteorológica se tenga la carta, de acuerdo con las reglas generales de la Meteo seguramente sobre ella una abundante información. Es rología sinóptica, el meteorólogo debe apelar a su pro conveniente que toda la dcumentación técnica con que fundo conocimiento topográfico y climatológico de la co cuenta esta Oficina, en cartas originales, cortes, topo marca, que le es indispensable para introducir pequeñas grafías, etc.,se ponga al alcance del Cuartel General, pues correcciones locales (pequeñas, pero tal vez decisivas) y ésta es Ja mejor ilustración y comeñtario que puede re adecuados complementos. La comparación entre la carta informativa y la carta cibir el- mapa simplificado. La tarea de poner en relación el mapa meteorológico prevista permite juzgar tanto del desplazamiento de simplificado con la situación militar ya no corresponde, los frentes y de los sistemas nubosos y de vientos como naturalmente, al meteorólogo; pero quizá alguna vez sea de su- evolución propia, ycon ello ponderar las conse reqúerida también en ‘esta fase, tan delicada, su colabo cuencias estratégicas o tácticas del caso. Tal vez la pro ración. La Aviación está sujeta a mayor servidumbre tección de un violento frente tormentoso podría sustituir meteorológica que las otras Armas, y como de su coope en una ofensiva a la clásica barrera móvil de fuego arti ración o de su ausencia dependen esencialmente la direc-. llero o a la aviación de acompañamiento; tal vez la de ciÓn del combate, debe aplicarse una atención muy fensa de una posición clave podría apoyarse sobre algún cuida-dosa al ponderar los factores determinativos de su accidente meteorológico oportuno mejor que sobre los posibilidad de empleo, tratando de fijar esa difícil línea consabidos obstáculos del terreno. Los meteoros pueden de separación entre la posibilidad y la imposibilidad. servir de escúdo o de espada, como ya han servido en Este es un típico problema cuya solución requiere una todas las épocas de la historia, aunque hasta ahora no con conocimiento y voluntad del hombre. - - - -- - - - - -- - - - - - 44- - - G IBRALTAR Coronel de Infanterla, del Servicio de E. M., JUAN FERNÁNDEZ VIDA, •de la Zona de R. y M. ndm. 26. DESDE 1704 el apoderóquedeenGibraltar, Almirante inglés ha Rook se su reivindicación cons tituido, más que la idea, la obsesión constante de los españoles en todos los tiempos. Este problema, callado unas veces, agudizado y exteriorizado otras, pero latente siempre, suele dar lugar, en sus comentarios, a opinio nes dispares acerca de la importancia de dicha plaza; importancia, que. por tal motivo, queremos aquí con tribuir a concretar. Antecedentes geográticos.—El Estrecho de Gibraltar es una de las más recientes fracturas de la corteza terrestre. Es un estrecho “joven”. En los primitivos tiempos geológicos, el lugar que actualmente ocupa nuestra Península estaba totalmente cubierto por las aguas, y únicamente en el NO., en lo que después había de constituir el macizo galaico, afloraban algunas islas que formaban parte del con tinente Nord-Atlántico, hoy desaparecido, y del cual son restos las islas Farilhoes y Berlengas. Esta situación se prolongó hasta bien entrada la era primaria (paleo zoica), en cuyo período silúrico el plegamiento Caledo niano parece, que ejerció una pequeña influencia en Galicia y en el Sur de Andalucía. Pero, realmente, la formación de la Península no comenzó hasta el período Carbonífero, durante el cúal el plegamiento Herciniano hizo emerger de las aguas la meseta ibérica, que, al final del período, tenía los siguientes límites: Al Norte seguía sensiblemente la actual costa cantábrica hasta el cabo Peñas; continuaba, el Este, por el reborde de la, Ibérica para ir a buscar la alineación del sistema Ma riánico. El Límite Oeste se extendía, aproximadamente, por la costa portuguesa actual (fig. 1.a). Al Norte de esta meseta, y entre ella y el macizo Central francés, se exteñdfa el mar. Al Sur, en los ac tuales valles del Guadalquivir y’ del Segura, existía un amplio sinclinal que ponía en comunicación el Atlántico y el Mediterráneo, limitado en su borde meridional por el continente Norte-Africano, y, al Sur de éste, otro sin clinal (actuales valles del Sebú y del Muluya) abría nueva comunicación entre los citados mares. Este sin clinal, a su vez, limitado por la meseta marroquí. Es decir, que el verdadero artífice de nuestra Penín sula fué el plegamiento Herciniano, generoso escultor que, además de formarla, le proporcionó las riquezas de sus cuencas carboníferas de Asturias, León, Puertollano y región andaluza. ‘ - Durante la era Mesozoica esta situación no tu’vo otra modificación que el suavizamientO de perfiles y dulci ficación de curvas realizados por la erosión. M CNT ‘1 ) MStTA MAflOQU( Figura 1a A la tranquilidad orogénica de esta era sucedió la inten sa actividad de la Terciaria (Neozoica), cuyo plegamiento Alpino, que tuvo ‘por escenario la gran depresión sub 45 mr1na que el geólogo austriaco Suess bautizó con el naves fenicias, púnicas y romanas, que, si no se aVeri nombre de Tethys, y que se extendía desde el Atlán turaron a penetrar en el “Mar Tenebroso”, establecie tico hasta el actual mar de la Sonda, completó en nuestra ron colonias en sus orillas (Gades, Hispalis, Lixux, etc.), Península la obra del Herciniano; pero ello no se rea y una de ellas, la romana Julia Calpe, en el mismo lugar lizó en un sólo movimiento, sino en una serie continuada que se alza Gibraltar. En el siglo VIII sirvió de playa de convulsiones. Así, en el período Eocénico, y como en de desembarco a los contingentes musulmanes de Tarik, consecuencia de empujes tangenciales de los macizos que invadieron la Península (del cual heredó su nombre centrales de España y Francia, se inicia el levantamiento Yebel Tarik o Gibel Tarik), y su posesión, en unión de pirenaico, quedando el mar que separaba ambos ma la de Tarifa, fué celosamente defendida por aquéllos, cizos dividido en dos: el mar Aquitania, al Norte, y el que no ignoraban la importancia que tenía esta puerta mar Ibérico, al Sur. Pero el levantamiento principal del de comunicación con Africa. Guzmán el Bueno, en tiem Pirineo no tuvo lugar hasta el período siguiente (oligo de Fernando IV, se .apoderó de ella; pero se volvió cénico) que también soldó al núcleo central ibérico los aposperder bajo el reinado de Alfonso XI, hasta que las depósitos secundarios de su borde oriental (comienzos huestes del Duque de Medina Sidonia, en nombre de de la Ibérica y montes vascos) con lo que el mar Ibé Enrique IV, la reconquistaron definitivamente. rico se convirtió en un amplio golfo abierto hacia el En la guerra de sucesión, originada a la muerte del Este, que los acarreos y sedimentación fueron relle último monarca de la Casa de Austria, pasó, en la forma nando. Igual suerte corrió el Estrecho Bético, en el pe nada correcta de todos conocida, a poder de Inglaterra, ríodo miocénico, al unirse a la meseta ibérica el con sin que lograran éxito las tentativas que, a partir de tinente Norte-Africano, en el cual ya se había formado esta fecha-y tanto por la fuerza (sitios 1705, 1727 y la cordillera Bético-Rifeña como una horquilla de ramas 1783) como por la vía deplomática, se realizaron para horizontales abiertas o Orienté. recuperarla. Cerrados ¡os dos principales canales de alimentación del Mediterráneo, su existencia dependía de la del estre- Importanciaestratégica.—La importancia estratégica cho Sur-Rifeño (que también se cerró con los tras tornos del Atlas) y hubiera desaparecido si en el período de Gibraltar está íntimamente ligada con la del Estrecho y ésta, a su vez, como ocurre con todos los accidentes pliocénico nuevas convulsiones orogénicas no hubiesen surtiergido el continente Norte-Africano, dejando como geográficos de tal naturaleza, depende de la importancia único vestigio la isla de Alborán, rompiendo, al mismo que posean los mares que une. En el presente caso, tiempo, la horquilla Bético-Rifeña por el punto de su y salvo algunas épocas de decadencia temporal, la im máxima inflexión. portancia del Mediterráneo ha sido, en el transcurso de Acaba de nacer el Estrecho de Gibraltar. Estamos en los siglos, superior- a la del Atlántico, que permaneció las postrimerías cte la era terciaria, y pronto el hombre desconocido durante la mayor parte de ellos. Es, por consiguiente, el primero de estos mares el que otorga hará su preséntación sobre la superficie de la tierra, categoría a Estrecho y Plaza. dando a la palabra pronto, como es natural, un alcance No insistiremos - en señalar el papel preponderante proporcional a los intervalos geológicos. Las características de este recién nacido Estrecho eran desempeñado por el Mediterráneo en la Historia del Mundo. Basta apuntar que, situado en la zona de unión las mismas que posee en la actualidad, ya que las al teraciones del cuaternario, por ser de tipo glaciar, no de los tres Continentes del mundo antiguo, Europa, Asia y Africa, en sus orillas florecieron las más remo tas llegaron a esta zona. Podemos considerarlo como em budo cuya boca, abierta hacia el Oeste, se inicia a la civilizaciones: Egipto, Siria (cuna de las religiones ju daica y católica), Persia, Grecia (foco del pensamiento altura de la línea determinada por los cabos de Tra falgar y Espartel, con una amplitud de 45 Km. que va humano), Cartago, Roma y, muy próximas a él, Medina disminuyendo hasta la altura de punta Cires, que con y La Meca (centro de la religión musulmana). La anu lación del poderío cartaginés, como consecuencia de las sus 13 Km. aproximadamente marca la máxima an gostura del Estrecho, aumentando nuevamente hacia guerras púnicas, lo convirtió en un lago romano. En él desarrollaron, durante la Edad Media, su política y Oriente hasta llegar a los 23, entre Punta Europa (Gi braltar) y Punta Almina (Ceuta). Las profundidades del su comercio las Repúblicas italianas, y la Corona de Estrecho, que a la altura de Trafalgar no pasan de los Aragón, Venecia, Génova y Barcelona fueron los cen 300 metros, aumentan de Oeste a Este, llegando a los tros del poderío naval de la época. El descubrimiento Soo en el Estrecho propiamente dicho, y pasando de de América disminuyó su importancia, que ganó el At lántico; pero la destrucción de- la piratería turco-berbe los x.ooo en su boca oriental. Pero la característica risca, al asegurar la libertad de navegación; la adop más importante para el estudio que nos ocupa la cons tituyen las corrientes. El Mediterráneo experimenta una ción del vapor, al libertarla de la servidumbre que los vientos y la corriente del Estrecho (antes apuntada) le intensa evaporación cuya cuantía no llegan a compensar imponían, y la apertura del Canal de Suez, que convir ni los ríos que desembocanen él ni loslnanantiales sub marinos existentes en el mismo. El Mediterráneo tiene tió este mar cerrado en el pasillo de comunicación entre constantemente un déficit de agua; pudiéramos decir Oriente y Occidente, revalorizaron su importancia, que quedará suficientemente probada al señalar que en su que es uri mar “sediento”, y el encárgado cte compensar cuenca, o en sus inmediaciones, han nacido las princi este déficit es el Atlántico, que envía al efecto una im Alejandro, Aníbal, petuosa corriente de superficie, en dirección Este que pales figuras de la Humanidad: César, Mahoma, Colón, Napoleón.., y, sobre todas da lugar a otras contracorrientes en sentido contrario, unas costeras y otra inferior a la principal, cuya im ellas, la ingente y sacrosanta figura de nuestro Re dentor. portancia no llega, con mucho, a la de aquélla. Corriente cuya existencia era indispensable tener en cuenta en los • Esta importancia no ha disminuído, y en la actualidad tiempos de la navegación a vela, y que tampoco debe es uno de los focos de la actividad política de los Estados modernos. El sirve de vía de transporte a las materias ser olvidada en cualquier estudio encaminado a la de primas que de Oriente llegan a los puertos de Europa fensa o cierre de tal accidente geográfico. Occidental, al mismo tiempo que facilita a estos últimos la salida de sus productos manufacturados. Por él llegan Antecedentes históricos.—Como ligeras pinceladas his los petróleos del Próximo Oriente, el algodón egipcio, tóricas, y dejando a un lado la mitológica fábula de las el caucho asiático, los carbones y cereales, que precisan columnas de Hércules, Aly1ia y Calpe, señalaremos que los países mediterráneos. En sus azules aguas se refleja sus aguas fueron ya surcadas en la antigüedad por el impulsivo despertar nacionalista de los pueblos ára 46 caso no ocurrirá esto, sino que el navío o navíos en cuestión sufrirán por sus flancos el fuego continuado e ininterrunpido que sobre ellos puede dirigirse desde los numerosos asentamientos artilleros existentes en ambas orillas del Estrecho, sin que puedan encontrar un accidente que les proteja de tales fuegos. Y-esto no ocu rrirá durante un momento determinado; este fuego con centrado y cruzado lo estarán sufriendo durante toda la travesía por el canal, considerando como tal el espacio comprendido entre la línea Punta Camarina-Punta Al tares, al Oeste, y la determinada por Punta EuropaPunta Almina, al Este; es decir, una longitud de unos 40 Km. En realidad, resulta más largo porque los al cances de los materiales que” pueden emplearse les ha rán caer bajo su fuego antes de alcanzar la primera de las citadas líneas y no se librarán de ellos hasta haber rebasado la segunda. En resumen, un recorrido de más de una hora que les parecerá eterna. Creemos sincera mente que no hay navío capaz de franquear esta profunda barrera de fuegos cruzados. A priori, y sin temor a prejuzgar- las cosas, puede asegurarse que el verdadero dominio del Estrecho co rresponde al bando, o país, que se encuentre en el se Importanciatáctica.—Desde tiempo inmemorial viene gundo de los casos señalados. calificándose al peñón de Gibraltar con el pomposo Pues bien, en el primer caso se encuentra Inglaterra título de “La llave del Estrecho”, concepto que en un con su único punto del Peñón, y en el segundo, España tiempo pudo estar justificado, pero cuya plena aceptación que dispone de ambas orillas. Y estos razonamientos en la actualidad conduciría a formar una idea equi nos llevan a preguntar: ¿En qué mano se encuentra vocada del verdadero valor de dicha plaza. actualmente la llave del Estrecho? Gibraltar ha perdido Para cerrar un accidente geográfico de la naturaleza este privilegio y con él ha perdido la más importante de del que nos ocupa dispónese de tres elementos: las minas, las condiciones que poseía, quedando reducido única el cañón y la acción aérea. Estos medios, armónicamente mente a una base naval, tampoco excelente, pues, no enpleados, pueden ejercer una acción próhibitiva total obstante la cuantía e importancia de sus instalaciones y decisiva sobre las comunicaciones marítimas. Anali le faltan dos de las principales condiciones para consi cemos, pues, estos medios en relación con el problema en derarla como tal. cuestión. La primera es que toda base naval ha de estar situada Hay que desechar la utilización de las minas, pues en lugar que le permita, en caso necesario, proporcionar la profundidad del Estrecho y su corriente principal a su ‘flota un fondeadero al abrigo de los fuegos terres ya señalada no permiten su anclaje, y las flotantes serían tres y navales del adversario. Esta condición no se cumple pronto impulsadas fuera, de la zona donde interesa su en Gibraltar, ya que su puerto, por estar situado en la acciófl bahía de Algeciras, está totalmente batido por los fue Veamos el segundo elemento: el cañón. Antiguamente, gos que pudieran dirigírsele, no sólo desde el territorio cuando la modestia de las características de los materia peninsular circundante, sino también desde Africa; y. les no proporcionaba a éstos alcandes suficientes para esto no es una afirmación gratuita; esto lo han confe batir con sus fuegos la totalidad de la anchura del canal, sado los altos Jefes aliados al reconocer que la concen ni siquiera para cruzarlos desde asentamientos situados tración naval preparatoria de su desembarco en las en ambas orillas, no quedaba otro recurso que adelantar costas de Marruecos pudo realizarse gracias a la bené dichos asentamientos en la cuantía necesaria para lo vola neutralidad de España. grarlo. Es decir, había que situar la artillería en el agua, La segunda condición es que una base naval, cuando o’ lo que es igual: había que ernbarcarla, constituyendo está enclavada fuera del territorio metropolitano, pre el navío de guerra el único procedimiento de impedir cisa disponer de una zona, un Hinterland, un espaci el paso por el Estrecho. En este caso, dada la abrumadora vital, pudiéramos decir, que le permita subsistir por sí superioridad de la flota inglesa sobre las de los restan misma, en el caso en que fuesen cortadas sus líneas de tes países, y contando con el apoyo de la plaza para comunicación y abastecimiento; y este caso tampoco se fondear, libre, por las razones expuestas, de la acción da en Gibraltar, que está reducido estrictamente al im terrestre, era Inglaterra la verdadera dueña del Estrecho, productivo territorio del Peñón, y en donde todo tiene y Gibraltar la llave del mismo. Pero hoy las cosas han que venir de fuera, incluso el agua. En estas condiciones, variado. Los progresos introducidos en la fabricación de y por muy bien surtidos que estén sus depósitos y alma materiales y proyectiles proporcionan unos alcances ar cenes, aislando la plaza, un bloqueo todo lo dilatado tilleros muy superiores a la anchura del canal el que que fuese necesario-la haría caer como un fruto maduro. puede ser, total y eficazmente, batido desde ‘asenta Todo sería cuestión de tiempo. mientos muy alejados de sus orillas. Ya np es necesario Vemos, pues, que ni Gibraltar es la llave del Estre el navío de guerra para lograr tal fin. Y en estas con dicio nes, ¿quién domina más eficazmente el Estrecho? ¿El cho ni reúne todas las condiciones necesarias para poder como una excelente base naval. Pero aún que dispone en el mismo de un solo punto para situar considerarla su artillería, o el que la puede distribuir a lo largo de podemos completar este juicio adverso considerándola ambas orillas? El navío, o navíos, que quisieran forzar únicamente como fortaleza terrestre. este aspecto un ligero examen del mapa (fig. 2.) su paso se verían sometidos, en el primer caso, a los nosEnhará ver que al oeste del Peñón hay una especie de fuegos procedentes de un mismo origen de tiro, y es muy constituido por las Sierras Carbonera, del posible que, en un momento dado y arrimándose a la costa añfiteatro de España, pudieran encontrar un lugar a cubierto de Arco, Montecoche, el Niño, Sierra de la Luna, Sierra de vistas o fuegos donde poder esperar a que pasase la Bujeo y Sierra del Cabrito, que se prolonga al otro lado del mar por el macizo del Musa y el monte Hacho, tormenta o a que las sombras de la noche le propor cionasen una relativa protección. Pero en el segundo siendo tarea fácil encontrar en dichas sierras, o en sus bes, sus diferencias económicas y políticas con el recién nacido Estado de Israel, el problema anglo-egipcio, el problema de los estrechos turcos, el ansia de salida a mares libres de la Unión Soviética (hoy realizada mer ced a los Estados satélites), la imprescindible necesidad expansionista de Italia, hoy silenciosa como consecuencia de la última guerra, pero siempre latente; sus discre pancias con Yugoeslavia, la difícil convivencia de los pueblos balcánicos, etc. Pues bien, todos estos problemas, todos estos intere ses, frecuentemente encontrados, que flotan sobre las aguas de este tranquilo mar, al llegar a la angostura del Estrecho, y por la disminución de las dimensiones del campo donde gravitan, sufren una concentración, un aumento de densidad, una compresión, como si obede cieran las leyes de la Hidrostática, con lo que la impor tancia de este mar aumenta, se revaloriza en la zona, que no en balde constituye su puerta natural de acceso, pues la otra, la de Suez,, por ser artificial, construida por la mano del hombre, puede, en un momento dado, ser destruida o inutilizada por esta misma mano. 47 estribaciones, numerosos y excelentes asentámientos ar tilleros que dentro del alcance eficaz de los actuales mate riales encerrarían a la plaza, sus organizaciones y depen dencias en un sector de fuegos de i8o grados de anipli tud, con la ventaja de la concentración de fuegos y con el correspondiente aumento de su eficacia, mientras que la plaza tendría que responder a. esta acción diseminando los suyos, çon la pérdida consiguiente de su efecto útil. Por lo que se refiere al empleo de la aviación, su actuación consistiría primordialmente en la cooperación y refuerzo de las acciones generales: cierre del Estrecho, ataque o defensa de la plaza, etc.; pero de ella podemos reúne Gibraltar, y es muy posible que, si algún lector ha tenido la paciencia de leer este trabajo en su totalidad, se pregunte al finalizar su lectura: Si tan deficientes condiciones posee Gibraltar, ¿por qué tiene Inglaterra tanto interés en conservarlo y tanto España en recu perarlo? La respuesta es obvia. Constituye uno de tantos puntos de apoyo de su prestigio con que jalona Inglaterra su ruta al Lejano Oriente, y en cualquiera de los cuales, además, encon trará su flota una base donde proveerse de combustible y esencia, gradas y talleres para reparaciones, depósitos para suministros, etc. Tampoco hay que olvidarse que MOITCOCH , 426 Figura decir algo parecido a lo que dejamosapuntado para la artillería. Gibraltar sólo dispone de un modesto aeró dromo totalmente batido por los fuegos y envuelto, a mayor abundamiento, por baterías aéreas. Puede tam bién utilizar para su defensa hidroaviones; pero éstos tendrían que amarar en la rada, con los mismos incon veñientes señalados para el aeródromo y el puerto, y, en caso de utilizar aviación embarcada, es de suponer que los navíos portaaviones actuarían desde alguna zona situada en el Mediterráneo occidental, que esta ría dentro del radio de acción de los aparatos terres tres, pues la misma distancia habrá desde dicha zona a las bases que de éstas a aquélla. Estas son a nuestro juicio, aunque señaladas obje tiva y esquemáticamente, las condiciones militares que 48 2.a detrás -de Gibraltar está Inglaterra; y aunque hace ya tiempo que perdió la hegemonía mundial, es todavía una potencia de primer orden que con su sola presencia revaloriza el Peñón. Su posesión por parte de España no aumentaría la preponderancia de su espléndida posición en el Estre cho; constituiría, únicamente, un nuevo elemento, a tener en cuenta en la ponderación de dicha posición. Pero constituye una cuestión de honor, una cuestión de dignidad nacional, sobre la que no es necesario in sistir, por estar en el ánimo de todos los españoles tan exactamente reflejado en la fráse de Felipe V, el primero de nuestros Borbones: “Como con espinas en los pies ha bremos de vivir los españoles mientras Gibraltar con tinúe en poder de Inglaterra”. ;1] BREVE AFOTtTACION A LA CASTRÁMETÇMION;0] El barrae6n deb ¿veda parabólica ondulada [JOS autores consideración de este trabajo de los lectores exponen a la de la Revista - por su posible aplicación a la castra metación, un tipo de construcción ligera, basada en la conocida y antigua teoría del arco parabó lico, que por su. economía y buenos resultados se va utilizando en aumento en instalaciones indus triales, almacenes y viviendas, así como dentro de la esfera militar. No consideran haber agotado el tema con este incompleto trabajo, sino que lo ofrecen con la única pretensión de que las ideas en él expuestas puedan ser ampliadas y desarrolladas o modifi cadas por quienes estén dotados de mayor prepa ración y posibilidades. Factores que encarecen la construcción. Forma de cvitarlos.—El excesivo coste actual de las cons trucciones es evidente se debe tanto a los gastos de mano de obra, agravados por el escaso rendi miento de la misma, cómo á los preéios desor bitados de los variados materiales necesarios. IJisminuyendo uno u otro de los factores ante riores o ambos a un tiempo, lograremos un me joramiento en las condicionés económicas de la construcción. En general, una primera economía se consigue disminuyendo la cantidad de material al alige rar las secciones dentro de lo que el cálculo per mita. (Es de consignar que en el caso de bóve das parabólicas, la ecinomía lleva consigo el pe ligro de que la curva de presiones salga del es pesor de la bóveda, al producirse una variación en las solicitaciones por efecto de cargas asimé tricas, provocando una flexión en la misma que pueda determinar su hundimiento.) En segundo lugar, se logra economía reduciendo el número de EJÉRCITO, Capitán de Ingenieros CARLOS VILLANUEVA PEREZ, del Regimiento de IngenierJs de Ejército y Teniecte LUIS ViLLANUEVA PEREZ, de la Escuela (le Apli cación de Ingenieros. materiales distintos. Además y como consecuencia de estas dos economías, se obtiene la de la mano de obra necesaria: a menos materiales en cantidad y variedad, meuos obreros y con jornales de menor cuantía. Tipo de construcción que se preconiza para las de una sola planta.—No nos referimos para nada al problema de las grandes construcciones, sino simplcmente a edifjcaciones ligeras, de tan amplio uso en el Ejército. En estos edificios de una sola planta, destinados a campamentos, almacenes, cuadras, viviendas provisionales para el personal obreró de las grandes obras públicas, etc., el aba ratamiento, sin menoscabo de la resistencia me cánica y de la estética, puede lograrse en gran medida con la construcción de bóvedas tabicadas de material cerámico, tal como aparece en la f i gura 1, siguiendo una técnica semej ante a la tra dicional de las escaleras a lt catalana, resultando su principal característica el empleo casi exclu sivo de un solo material: el ladrillo, de uso tan generalizado en nuestra Patria. Nos apartamos- con ello de la construcción clá sica de cubiertas de variadas inclinaciones car filo.’ 49 N CLtM[NTO / ‘ fl’/ __ ALZADOS Los momentos producidos asimétricas se estiman entre por aquellas xQL y M M cargá xQL, siendo Q la carga total del arco y L la luz. La directriz de uno dé estos elementos tiene expresión algébrica, viniendo determinada la que estudiamos a continuación por la parte positiva de ‘4 PLAflTA ) la curva Y = — + 3,125. Esta curva «. flg.i bis (fig. 2), tomada sobre unos ejes cartesianos cuya unidad sea el metro, nos da una bóveda de 5 m. de luz y 3,125 m. de altura (tipo A). Si tomamos por ‘unidad 1,25 m., obtenemos una bóveda de ó,25 m. de luz y 3,90 m. de altura (tipo B), que son las dos únicas clases de bóvedas que se em plean en el proyecto que más adelante se detalla; habiéndose átendido ensu eleccióna un económico aprovechamipnto de la bóveda, debiendo, de un lado, conseguir el mayor ángulo posible en los arranques, y con ello suprimir espacios difícil mente aprovechables por su escasa altura, sin que, por otra parte, se aumente desproporcionada gando sobre muros o pilares, para adoptar un sistema de bóvedas de gran resistencia, ligereza y de mínimo empuje, por lo que se requiere menos cimiento, desapareciendo la cubierta como unidad constructiva distinta del muro. El elemento fundamental de esta construcción lo constituye una bóved4 de directriz parabólica, ondulada en sentido normal al plano de la direc mente la relación y con ello el desarrollo de triz según arcos de círculo (fig. 1 bis). El radio la bóveda. y el ángulo en el centro de dichos arcos, así como Estas bóvedas son geométricamente semejantes, la distancia focal de la parábola, pueden ser varia siendo 1,25 m. su relación de semejanza. bles para ceñirse a las xigcncias técnicas o esté El ondulado está formado por arcos de círculo ticas, según el cometido a que vaya a dedicarse tal como muestra la figura 3. En el proyecto que la edificación. La construcción se compone de una serie inde terminada de elementos yuxtapuestos iguales al descrito, fabricados con’ dos gruesos de ladrillo hueco, tomados con yeso el primero, y un mor 3125 tero bastardo el segundo, y enlucido éste con el mismo mortero. Cualidades mecánicas de las bóvedas parabó licas.—El arco parabólico es el que menor sección requiere para resistir los efectos de una carga uniformemente repartida según su proyección ho rizontal (que es la hipótesis que hacemos), por x x no producir flexiones, ya que coincide la curva de pr)esiones con su directriz. Con objeto de resis Çig.2(tipoÁ) tir, sin embargo, las producidas, por ejemplo, por el empuje del viento, u otras provocadas por no eumplirse exactamente la hipótesis de carga uniformemente repartida, damos a Ja superficie para bólica el ondulado, cuyas condiciones mecánicas comparativas con la bóveda lisa se estudian más adelante; baste por ahora decir que con ello ha cemos equivalentes estos arcos a los de la bóveda lisa y un espesor 5,4 veces mayor. 50 Sus longitudes respectivas 70 cm.; sección ondulada, .x. x 3,14x70 = 3 ng.t estando 5.58404Cmt ig.5 3, - areas xdxpdp, a los límites de la figura 4 nos dé: 2’ Ix.=,fsen2xdxLfPdP sen 2xl [f—] 2 tL4iss’ = 2.631.829 cm4 3 El moiñento I = de inercia Sd . — = respecto al eje x será: 2.631.829 — 2.144.623 487.206 cm4 = El momento de inercia de una sección de las dimensiones de la figura 6 es: IÇ La a = 12 relación = 70 x 8 12 de ambos momentos I 2.986 = 163 7Oxb’ = entre adelantarnos = 12 = 487.206 los espesores cm4 en otro es párrafo, 70x 43,7 es 100 de = s,, y la de las 100 = ——-----——---- —J --- --- -. 70)<8X1,047 20 Lo que en definitiva quiee dedir que para conseguir la resistencia dé una bóveda lisa de 43,7 cm. de espesor podemos construir una on dulada como la de la citada figura 4, con una economía del 80 % de material, y a cambio úni camente de un pequeño aumento en el coste de la cimbra. Cimentación.—La bóveda se asienta sobre un pequeño cimiento de mampostería, hormigón o ladrillo de 40 = 40 cm., debiendo dar a la su perficie superior del mismo una inclinación de unos 250 bacia el interior del barracón, con objeto de que el arranque de la bóveda asiente normal mente. Este cimiento se deja con 15 cm. de su altura sobresaliendo del terreno natural, y se le remata con un enlucido de mortero impermeable para eviiar las humedades por capacidad. El empuje horizontal de la bóveda se calcula - por la formula total, plana 2.986 cm3 es: 70 b = 43,7 cm. según presentamos, el radio de los arcos es de 0,70 m., y el ángulo en çi centro es de 600 (fig. 4). Comparación de la. resistencia de nna sección plana y ondnlada.—Hallaremos el momento de inercia de un semielemento. El momento de inercia de una sección circu lar (fig. 5) es: 1 tendremos: La relación Çig.6, aplicado 1,047 x 70, = 3 ambos en una relación donde que plano, Es el mortero den un espesor total de 8 cm., el on dulado de la bóveda le da una resistencia 163 veces mayor que si fuera lisa, necesitándose sola mente un 5 % más de material. Hallaremos ahora el espesor que debe tener una sección lisa mecánicamente equivalente a la on dulada que estudiamos. Llamando b a este espe sor i=ffsenm sección 70x1,047 105 decir, que suponiendo que los2 ladrillos con d •60.6 x son: y E= L la E luz QxL = -——---, y 1.176x5 F = 8x3,125 1.470>(6,25 F la = siendo flecha; Q la carga resultando 235 K”. porm. L O =291Kg. por m.L, para 8 x 3,90 los dos tipos de bóvedas que se estudian, real mente despreciables y sobradamente resistidos por los mismos. - 5’ - Experiencias realizadas.—Los utores del pre sente trabajo han construido un pequeño barra cón a título de ensayo (con arreglo á sus escasas posibilidades en cuanto a personal y material); formado par 4 elementos •del tipo A, es decir, de 5 m. de luz y 3,125 m. de altura en la clave. Se comenzó construyendo una cimbra o enco frado movible dé madera, compuesto de tres par tes, de manera que permitiese su desmontaje rá pido (fig. 7). Las partes B y C del mismo se re tiraban hacia el interior de la bóveda, y después, descalzando la parte A, se la hacía’ descender, pudiéndose de esta forma trasladar la cimbra al lugar donde se construía el nuevo elemento. Con ella se colocaban las dos hojas de la bóveda, hecha con ladrifios de 3,5 cm. tomados con yeso, en la primera, y con un mortero de cemento CROQUIS DEorIA CIMERAMETALICA AY0S Çig.8 A ladas de ladrillo. Es tal la ligereza y rigidez de la’ construcción, que pese a la insuficiente cimenta ción, no se ha observado después de un año el más mínimo asiento del terreno; a pesar de lo cual recomendamos los espesores de cimiento an teriormente consignados de 40 x 40 cm. Estos atenuado de 1 3 de proporciones de cemen elementos han estado sometidos por su ubicación to, cal y arena en la segunda. Con la adición de a las más desfavorables condiciones atmosféricas. Situado el barracón de prueba a una altura de 1.700 m., en una región de fuertes temporales, ha sufrido variaciones de temperatura de 450, cargas de nieve de 60 cm. de espesor, prolongadas lluvias y el efecto del empuje de vientos de gran velocidad, sin que se haya observado ningún agrietamiento ni gotera. Cimbra, puertas, ventanas, muros de cerra miento y juntas de dilaiación.—La cimbra em pleada fué construida de madera; sin embargo, en una construcción de cierto volumen, compensa y a ci se amortiza fácilmente la utilización de cimbras metálicas, a base de una armadura de elementos tubulares y unos ligeros listones de madera para çg.7 obtener la superficie parabólica ondulada (fig. 8). cal se consigue más plasticidad, impermeabilidad, Esta cimbra une a su ligereza una indeformabi compacidad y adherencia en el mortero. Reco lidad imposible de lograr con las de madera. mendamos por seguridad no retirar la cimbra Los encuentros de puertas y ventanas se re hasta haber terminado la segunda hoja, prescin suelven fácilmente, según demuestra la figu diendo de la resistencia del primer grueso de la ra 12. drillo, toda vez que dada la poca resistencia de uná hoja aislada y la disimetría de cargas qu& se produce al llevar más adelantada la construc ción de una de las vertientes, pudiera producirse el hundimiento de la bóveda. En las experiencias realizadas se han cons o truido tres de los elementos con dos gruesos de o ladrillo de 3,5 cm. y uno de un grueso de ladrifio doblado con rasilla. Exteriormente van enlucidas las ‘bóvedas con el mismo mortero de cemento atenuado, cuya dosificación arriba se indica. Dos de estos arcos se asentaron sobre una li gera slera de 8 cm. dé hormigón resistente, j 625 4 otros dos sobre un cimiento formado por tres hi Fig.12SÇCCIÓ’N0€UNPAB€LLO’NPADACOMPÁMIA 0 ‘52 Los muros de cerramiento de los pabellones se levantan de bloques de doble hueco, o simple mente de ladrillo hueco con planta ondulada, al objeto de aumentar su resistencia. En los barracones de más de ocho elementos se dispondrá cada cinco de ellos juntas de dila tación en el plano del arco parabólico, para evi tar posibles agrietamientos. Estas juntas deben ser objeto de un estudio especial, viniendo situa das siempre en las zonas de inflexión del ondu lado. En la figura 9 aparece una solución de junta de dilatación. Venlajas del sistema.—Con el sistema que estu diamos creemos alcanzar las siguientes ventajas: Desde el punto de vista constructivo: 1.” Economfa, resujtante de, a) empleo de un material único y barato; b) rapidez de su cons trucción; e) simplificación del trabajo y posibili 9uppiAçjg dad de efectuarlo en serie; ti) empleo de un solo oficio para construir la totalidad de la estructura. 2.° Adaptabilidad fácil a los solares disponi bles y a las necesidades. 30 Perfectibilidad. 40 Gran resistencia y duración. De’sde el punto de vista de su utilización: 1.0 Resulta confortable por su aislamiento tér mico y acústico. En zonas de climas extremados se puede aumentar aquél con la colaboración de un cielo raso, adosado o suspendido. 2.0 Impermeabilidad lograda por el empleo de morteros apropiados y su pendiente creciente, pu diendo recurrirSe en casos especiales a recubrir la superficie exterior con algún producto asfáltico. Fácil limpieza de paredes y techs al su ángulos. 4•0 Iluminación artificial prácticamente uni forme, colocando el punto de luz en el foco de la parábola, o el tubo luminoso, de tan exten dida aplicación, en• el eje focal de la superficie. 50 Fácil enmascaramiento al desaparecer las vivas aristas de las cubiertas normales y susti tuirlás por superficies curvas, 3•0 primir 6.° Incombustibilidad. Cierta seguridad 70 contra las explosiones, pues su forma se aproxima a la de las construc ciones “atómica”- 8.0 90 / Escasa resistencia al viento. Entretenimiento econdmico. 10. Aprovechamiento máximo de su volumen en los destinados a almacén sin sufrir empujes peligrosos la bóveda, por aproximarse su forma al perfil natural de un montón. 11. Posibilidad de aprovechar, caso de de molición, el 80 de los materiales, mientras que en los barracones de madera, al cabo de unos años, muy pocos, si se intenta desmon tarlos, en la mayor parte de los casos lo único aprovechable que queda son las cerchas metá licas. % Posibilidades de aplicación a la castrameta eión.—Encontramos de gran utilidad en la. cas trametación este tipo de edificación, en especial en la actualidad, en que con el criterio de ins truir a los reclutas en un ambiente físicamente fortalecedor, psicológicamente favorable y mili tarmente semejante al de la batalla, son tan nu merosos los campamentos. Es evidente que a estos campamentos hay que preverles una vida de varios lustros y construirlos con materiales cine puedan darnos esta duración, sin dejarnos seducir por la idea de una exagerada economía en su instalación, que a la larga resulta siempre frustrada, ni.. derrochar dinero, tiempo y trabajo en obras más propias de un acuartelamiento per manente que de un campamento. El tipo elemental de campamento con barra cones de madera y cubierta de fibrocemento o chapa galvanizada, cuya rapidez de instalación es muy discutible, tiene el inconveniente de re querir, para obtener cierto confort, ulteriores me joras: tabicándolos con ladrillo para crear una cámara de aire en sus -muros y ponerles cielo raso para conseguir un mediano aislamiento tér mico, con cuyas obras resultan estos barracones evidentemente más caros que el que estudiamos y cTeconservación más costosa. Con el empleo de bóvedas parabólicas, la ins talación de un campamento, el mejoramiento y ampliación de las instalaciones ya existentes, o la resolución de múltiples problemas, construir un cuerpo de guardia, un cobertizo para carros y camiones, un local para oficinas, etc., se faci lita extraordinariamente por la rapidez, sencillez y economía de dicha modalidad de construcción, $3 1 (J se cmpone de 16 pabellones con las siguientes dimensiones y empleo: 3 rts:s O E PE pabeíion 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 14 15 16 para lo cual no se necesita: mano de obra muy especializada, siendo suficiente con los obreros “a medio hacer” que llegan a los cuerpos para cum plir el servicio. Breve estudio de campamento para Batallón.— Se supone el campamento en un terreno de me diana inclinación; sobre la ladera, sin observar dis tancias ni alineaciones, como en un “orden de combat&’, los diferentes barracones adaptándose al terreno y evitando las grandes explanacio nes (fig. 10). Con un muro de sostenimiento en secó se consigue aumentar la superficie de lo que habrá de ser la plaza de armas. El campamento .1 fql1-PABcaoMPAPAVÍ. x x x Cuerpo de Guardia 15 Dependencias generales 6,25 50 Comedor-salón de conferen cias y cantina. 5 x Cocina y almacén de víveres 6,25 x 40 1.a Compañía. 6,25 x 40 2_a Compañía. 6,25 x 40 3_a Compañía. 6,25 x 40 45 Compañía. 15 Garaje. x 15 Garaje. 6,25 x Cuadra. x 15 Asoos. 5 >( 15 Aseos. x 15 Parque. 6,25 x 15 Habitaciones de Oficiales. 6,55 x 15 HahitacionesdeSubuficiales En las figuras 10 y 11 aparecen una planta y sección de una solución de barracón destinado a Compañía, capaz para 100 hombres, con oficina, almacenillo o repuesto, habitación para el Sar gento de semana y W.-C. para uso de noche, ya que durante el día deben utilizarse las instala ciones de los pabellones 12 y 13, y archivo sobre el paso, aprovechando la altura total del barra cón. Matando los ángulos de encuentro de la bó veda con el suelo obtenemos un lugar destinado a taquillas. Se proyecta con literas dobles de las dimensiones reglamentarias, quedando entre ellas 0,60 m. de espacio, y entre las dos filas un pasillo 4000 o 5 N DE NG! AS —— o - PRGOLÁ • COMDOP-6T 19=’ __________ _________ SAO ‘-‘e (PCA Asrioslo -t — - Aur-lOrO j-__ ‘OP: de 1,20 m. El volumen de aire correspondiente a cada hombre es de 6,85 m3. En las figuras 13 y 14 aparecen la planta y sección del pabellón 15, destinado a habitaciones de oficiales, con comedor-estar, 7 dormitorios, con 9 camas, aseos y cocinas con entrada secun daria. El comedor-estar, con un amplio ventanal orientado hacia una vista agradable, tiene una ventanilla de comunicación directa con la cocina para el paso de los alimentos; es la habitación de convivencia de los Oficiales y se prevé con áreas dedicadas a la conversación, juego, escritura .o lec tura, música y bar, conjuntamente con la de su función de comedor, confiando a los muebles el completar el ambiente a la vez confortable y sencillo del mismo. Las habitaciones para dórmitorio (véase la fi gura 14) se han proyectado con armario y libre ría empotrados, un trastero para los efectos de poco uso sobre el paso, mesa-escritorio plegable y una repisa haciendo el papel de mesita de no che, al objeto de aprovechar económicamente la planta. Con el mismo criterio se han concentrado las instalaciones sanitarias. Pese a la reducida planta de los dormitorios, aquéllos tienen cúbico suficiente, y permiten variadas disposi ciones de los muebles. Estudiamos estos dos barracones de caracterís ticas distintas, sin hacer mención del resto de los pabellones ni incluir figuras de los mismos, pues ello rebasaría nuestro objeto, y únicamente acom pañamos para finalizar unos cuadros; en el núm. 1, 22) CtJADRON1 T!aterialea t5Z’ • DELP4BjoEOflçALES Ladrillos hue— 008 3•5 ciuz2. Ceasuto yeso Cal Areaa Grava aadera de puar tas y ventanas úecesarios Tipo A. 5 a. de luz 0 ‘450 0’355 o ‘030 o ‘030 0 ‘4 o ‘Go 0’OG por OLeO lineal 6’25 ,n.de luz de b’arracdn. se exwe O’540 Millar 0035 0’035 0 ‘50 Tu. o ‘45 Ta. o ‘75 o ‘06 mL. 55 con un grado de aproximación suficiente para el carácter de este estudio, vienen indicados los ma teriales necesarios por metro lineal de cada uno de los tipos. de barracón. Utilizándolo se puede turas, etc., es decir, el coste de la estructura de los barracoiies con sus solados y carpintería exte rior, no habiéndose tenido en cuenta al calcularlo los gastos de mano de obra, toda vez que se es- (1) (2) baxracona,A IL. Ladrillos 33’75 Cenento 26’625 yeso cal () - (4) barT-acone3B 2’25 2’25 Botad 164’? 193 ‘45 137’25 103 P875 l0’675 l0’675 :rillar 300 Bm. 450 200 ini. 400 30’75 152’50 183 ‘25 225’75 ‘273 ‘75 18 ‘30 22’80 : paflía asciende cantidad ro3. a que, al 40 jantes 5.170.— 80 14.660.— 80 21.900. / hechas . identicas 1 m 223.193,75 el de no campamento. requiere tiva belleza. seme sistemas y - 3 La forma inteligente y de indican los hacer barracón Un de un y local el para total Compa estos barracones se presta aprovechamiento en conjunción en con pérgolas, logran se pequefios conjuntos de jardi moderna y posi 24) Hombres_día necesarios para la conscj del Campamento. 1 do. N m.1. j E—d.e0j503 1 H—d precios Barracones tipo A t±po B 75 timabe 56 donde encontrará de las hilorniaço 1 1 305 Lea Ud “Guión” y la “Revista d Complemento”, sus econónjicos OUADRO PC 3 - Barracones en 400h-d. un. se obras para tipo decorativos, etc., otros numero cada ñía elementos de necesarios 1. distribuciones, nes, precio con cuadro del a medios de los materiales en el mercado, aparecen en la columna 7 el coste de cada una de las partidas y el total de la obra, que vemos ascien de a 223.193,75 pesetas, debiendo en tende:rse éste sin tabiques interiores, instalaciones sanitarias, eléctricas, pm pesetas, datos, condiciones. En 45.600.- obtener rápidamente la cantidad de materiales precisos para una planta de dichos tipos y lon gitud. determinada. El campamento de Batallón completo tiene 75 rn. de barracones A y 305 m. de ba rracones B, necesitando el total de ma• teriales que aparecén en la columna 4 del cuadro número 2. En . el mismo cuadro, y partiendo de los precios de la columna 6, que cónsideramos son los II 25.000 nuestros del hombres-dia 4 ‘50 unas según 73.743,75 llega ni. 45’OO vontanus) Coste Unidad 12 ‘925 nava ,‘ (5) (5) 12 ‘925 Arena radera (in puar tus tima, como más atrás queda dicho, que por su sencillez de construcción se pue de llevar a cabo la misma con los indivi duos de oficio que se incorporan a filas. . El presupuesto de un local para Com 23) WA329o no 2 oo 6 1. i 13.050 ,.... ¿ 3.6w 00000o la Oficialidad de una ampliación de EJERCITO. es Para la historia del territoriode Ifni Coronel de Infantería ANGEL DOMENECH de la, Academia General Militar, B LAFUENTE, USCANDO conocer la historia del Sudoeste marro qtu, saltó un día a nuestros apuntes la figura de un agente devoto de los Mannesmans: el caíd de los Menabha Haida u Muís. Este influyente personaje había ganado prestigio por sus ctuílidades personales: era activo e inteligente; sabía guerrear cón valentía y usaba de la atrayente diplomacia. Pero en su carrera política no cabe olvidar lo que debía a la ubicación de su kaLba de Ait ben Rehil, su residencia habitual, algo más de una etapa al nordeste de Tarudant. Sus territorios de gobierno ocupaban el ¿entro del Ras el Uad, valle alto del rio Sus, una de las cuatro regiones del país conocido por Sus. Se extiende desde Auluz hasta Tarudant, y es la más fértil, produciendo principalmente aceitunas. Haida estaba en contacto, pues, hacia el Norte—por los desfiladeros del Alto Atlas—con todo el. Marruecos mediterráneo y, hacia el Sur, con las avan zádas saharianas del río Dra, que—por encima’ de la barrera relativamente débil del Anti Atlas_amenazaban el rico valle del Sus; hacia el Oeste estaba Tarudant, se duciéndole y siendo el objeto de su ambición. Balanceándose entre el apoyo al Majzén cherifiano y su oposición a él, había conseguido agrupar a su alrede dor los caídes de las cabilas vecinas, que recibían sus orientaciones y cumplían sus órdenes. Este mismo balanceo practicó desde 1910, entre los propósitos de apoyar ambiciones en la fuerza repre Haidau Muis y los de Ba Aamrán sentada por Frania o los de facilitar la acción de los agentes alemanes establecidos en Tarudant. Por cierto que estas indecisiones le valieron algún disgusto, cuando, los Mannesman fomentaron contra él las intrigas en & Ras el Uad, dirigidas por el Cabba, bacha de Tarudant y agente de la politica (“turbia y sospechosa” para los franceses) de Mulai Abdelhafid. Por esto, muchas veces se veía obligado a apoyar con una demostración militar la autoridad que no sólo pre tendía tener, sino que tenía en realidad sobre sus ve cinos; entonces el eco de las descargas de sus fusileros despejaban la somnolencia del Ras el Uad, ponía en alerta a lbs suyos y hacia reaccionar a los remisos, lo mismo en el orden político como en lo relativo al pago de impuestos demasiado retrasados. Con simultaneidad a este juego polítiço, las ludhas entre los hermanos Abdelazíz y Abdelhafid iban a fomen tar la sceibczen el Sus, y una vez más iba a surgir el inahdi en tal región: MULAI AHMED EL HEIBA, el hijo predilecto y sucesor de Ma el Aainín, llevado de su ambición, se hizo proclamar Sultán en Tiznit (julio de 1912). También Halda u Muis, el caíd ‘de los.Menabha, era hombre político ambicioso, y el deseo ardiente pdr al canzar más poder, más riqueza y más fama le hizo su marse a El Heiba, el Sultán de los hombres azules, al que se unía todo el Sus. 57 Cuando el pref endiente, después de orar ante la kubba de Sidi Rebach (en los Achtuquen y a orillas del Atlán tico), siguió la marcha hacia. Marraquech una vez orga nizado su ejército, iba como .jefe del grueso Haida u Muis (1). Este, con su influencia y las gestiones del al-ial Aarbi Derduri, consiguieron que el hijo del cherif de Tazerualt siguiera con la columna heibista, que por el paso Imi n Tanut (2) rompía hacia el Norte con igual ímpetu que lo había hecho dieciocho siglos antes el oleaje de los murábitin. Y el 15 de julio, El Heiba en traba en Marraquech. Pero el genial Lyautey se percató de la importancia del hecho, y lanzó contra El Heiba a la columna del Coronel Charles Mangin, que aplastó a la horda heibista en Sidi Bu Otman (6 de septiembre) (3). Y nació la “politica de los grandes caides”. Haida u Muis, después de la derrota de Sidi Bu Otman, había abandonado a los heibistas, ofreciéndose a los fran ceses, con la confederación de Ras el Uad. Y formando parte de la columna de harcas que debían operar en el Sus—de la que Mulai Zin, el jalifa del Sultán en Marra quech, .tenia el mando político—, sitió a Tarudant; el 23 de mayo (1913) se le entregó la ciudad, de la que había podido huir El Heiba. Haida u Muis fué nombrado Naib o Delegado del Majzén para el Sus. Fué tan ruda la campaña que Haida u Muis llevó con tra los pártidarios de El Heiba en el Sus, tan satisfacto rios los resultados, que se animó a marchar contra Aser sif (Ait Milc, de los Achtuquen), refugio del preten (x)Señalemos que Mohamed El Imam, hijo de una hermana de El Heiba, era el Gran Visir deí gobierno hei bista. (2) Tras un desfiladero—en el Alto Atlas occidental—, de unos 7 kilómetros de longitud se desemboca, al pie de la montaña y en una altitud de 79 metros, en timi n Tnnut, aglomeración de nnos 500 fuegos, con un mcl-lah o ju dería de nn centenar de fuegos. Soko muy importante los lunes. () Domén&ch Lafuente: “La rote en Sidi Bu Otmáu”. A/rica, nómero g8, febrero xoo, pags. 58-60. 58 diente, cuya empresa puso en gran peligro, ya que El Heiba, acorralado, intentó entablar negociaciohes (1). Los disidentes del Anti Atlas se habían agrupado en Um Yerid. Haida u Muis salió a la cabeza de su sólida harca (20 septiembre 1914), los atacó y batió. Animoso e infatigable, como los Acsimen (en árabe, quesima) (2) habían sido asaltados por los Ida u Tanan (3), cayó sobre éstos, derrotándolos. Sacados del apuro los Acsimen, Haida se volvió a Tarudant para preparar su campaña de invierno. El caíd Nayem, heibista, busca incomunicar Tafu dant y Tiznit (octubre 1914), y mientras se inflige una gran derrota a sus meharistas e infantes, Haida somete a la ley del Majzén toda la confederación de los Ida u Zecri (4). Sigue infatigable Haida y persigue a Nayem, derro tándolo en Imi Mecuren; desconcierta al caíd laráa, cu yos partidarios solicitan el aman (5); Merebbi Rebu, her mano de El Fleiba, se ve obligado a retirarse a Uich (i) Para que se puedan explicar algunos partidismos y aun posiciones personales, traigamos a estos apuntes la trai ción de que se hizo objeto al caíd Abdesclain ben el Cheij Mohammed Yerran. Hallándose en Tinlguerb (Ait Milc), a pocos kilómetros de Asersif, fué a saludar a El I-íeiba. Se convino en que volvería al día siguiente por la mañana nl pasar hacia Tarudant, lo que hizo. Mas, después de haberse despedido, le mataron gentes de aquel “sultán azul”. (2) Al sur del río Sus. (3) Alnorte de Agadir. Tribus sedentarias, sumando unos 28.500 individuos, hablando el dialecto berberí lamezige, si bien conociendo algo el árabe. () Son chelois sedentarios, ocupando la cresta superior del Anti Atlas, cuyonúmero alcanza a 4.830 habitantes. Las mujeres, que llevan en la cabeza un pañuelo negro, se cubren con el típico haique azul o fuel. () Es la salvaguardia prometida mediante juramento. II-le laman gratnagh (Somos fieles á la palabra jurada). Is li-la laman gue ¡mecen cd (En este lugar no hay pe ligro). En ocasiones se ratifica el juramento juntando las pal mas de las n2anos y entrelazando los- dedos. —la más poderosa que el Majzén habla dispuesto por aquellos’ confines—, armada con fusiles de tiro rápido y tres cañones pequeños (1), salió de Tiznit el 1 de enero de 1917, iniciando su marcha hacia El Auina, a 7 kiló metros, de aquella “medina” (2). Cuando llegó Id El Flach Aalí, de Ait Sahel, estableció su campamento en la hatba de Tiganimin (3), desde la que dirigió cartas a los jefes y notables, instándoles a la sumisión incondi cional, probada mediante presentación y aportación de hedía u ofrenda, amenazándoles con que, de no hacerlo, recaería sobre ellos la responsabilidad de los estragos que soportara la población inocente. Los Ait Sahel se reunieron, deliberaron y apreciaron que el peligro era inminente. Reconocieron que, buscando la guerra, llevaban las de perder, ya que, comparando sus fuerzas con las del invasor, “eran como una pequeña mancha blanca en la piel de un buey negro”. Optaron, pues, por someterse, y, portadores de importaste regalo, llevaron a cabo la presentación ante el correligionario estimado como un opresor. Satisfecho por esta victoria en el campo político, lo comunicó a los franceses—figurándose y ofreciéndoles el mismo resultado sobre Ait Ea Aamrán—, y se dispuso a La muerte de Haida u Muis. ocupar pacificamente el territorio de Ait Sahel (la actual El bacha de Tarudant, Halda u Muis—cuya autoHdad posesión sahariana española), instalándose en las inme se extendía, además de sobre los del Ras el Uad, sobre diaciones del soko del Arbáa. los Hauara y los Achtuquen, y aun sobre los AhI Mader, Los franceses le enviaron más pertrechos de guerra y hasta las puertas de Tiznit—, había de romper el hielo le dirigieron una alentadora carta (4)- Mientras, Haida de aquel sobresalto intermitente, respondiendo a la pro (x) Los “baamranís” llamaron Bu Lehie (el de la barba) vocación con una manifestación de fuerza Majzén en el Anti Atlas. Al requerimiento de los franceses, Haida u a estas piezas de artillería, a causa del tapabocas que lle vaban. Muis, ‘el jefe listo, diligente y valiente, convoca a todos (2) ‘ Dicen que le acompañaba un, francés (Dorée), que los caídes aliados, pidiéndoles sus jinetes y sus infantes. llevaba una jaula con’ dos pájaros. Según el informador, Leyó una harca impónente y se dirigió a Tiznit, acompa cuando tales aves riñeran y una sucumbiera, sería el día de ñado de su hijo Hach Flommad Siguió el itinerario Bio iniciar la operación. Así sucedió posteriormente. Suponemos gra-Tiznit, a cuya “medina” llegó el 29 de diciembre se trataría de palomas mensaj eras. El francés se volvió al de 1916. Aquí acudieron al llamamiento: los Ulad Ihia, llegar a la cabila de Ait Sahel. Un informador nos asegura que el francés no era otrn sino conducidos por su caíd Nasar ben Taami; los ‘Ida u Zal, mandados por Bi Aman, hijo del viejo caíd Ahmed u el cabten chelh (capitán Justinardi. pues así lo dijeron gen tes de Haida. Agregaban que uno de los objetivos del citado Malec; Aarbi Derduri con sus contingentes; los Hauara, oficial era llegar los Acsimen, los Achtuquen; e,n total, unos t.oo jinetes a ver siete tien y 3.500 infantes. La mayor parte de los que se enrola das de campaña ron en estas harcas creyeron que la acción política facili instaladas en la taría la ocupación pacífica de la demarcación de “Los costa de los Ims de Ba Aamrán”, hacia la que iban con deseos de ver y titen, en Sidi conocer, más que con ánimo de guerrear. Esta harca Uarkzigh. (3) Conjunto de poblados de (i) En los sedentarios Ida u Ltit, gran confederación de los Ait SaheU al yan (t), de dotide es echado a los dos-días. Nuevamente tiene, que ir cónt’ra Iaráa y Nayem, derrotándolos en lini Mesi (17 enero 1915); persigue a Nayem, y lo vence en los Icunca; todavía se atreve a llegar hasta la casa que El Heiba ocupa en los Ait u Adrim, y la incendia. Y El Heiba se retira a Querdús (2), con algunos talmidis o discípulos fanáticos, y sostenido por algunas fracciones de los Achtuquen y la casi totalidad de Ait Ba Aamrán. Merebbi Rebbu se fué con los nómadas Regueibat (3). El Heiba, sintiéndose gravoso para los Ida u Baquil, llegó a pensar rhelancólicamente en su regreso hacia el Sáhara (abril 1916); pero la llegada, posteriormente,, de un submarino alemán a la desembocadura del rio Asaca (misión Probster), y el haber tonado sus ocupantes con tacto con delegados del pretendiente El Heiba, fueron noticias que se difundieron por Marruecos como con re guero de pólvora: se comentaban en el Atlas Medio lo mismo que en el Tafilalt. Por ello, aquella maniobra ale mana ponía apetencias y esperanzas en los rebeldes, y’ creaba preocupaciones al Majzén y a su protector. los chetoh. Descienden de Mulai Zuzal, que cuando emigró de Tamdult o .Acca (a), tenía tres hijos: Sidi Mohammed, Sidi Harguel y Sidi Idris. El, primero dió origen a los Ait Tazal-lit (de los Ida u Baakifl; el segundo, a los Ida u Guers muc; el tercero, a los Ida u Semial. Todos cuantos descien den de éstos son Ida u Ltit. Nieto de Sidi Idris, por vía de su hijo Musa, es el célebre morábito Sidi Ahmed u Músa, del cjue ya dijimos algo en nuestro artículo “Del Marruecos presahariano en A/rica, númerQ 7, eneío de 1943, págs. ‘-6. (a) De ella ‘no se encuentran hoy más que ruinas a 13 kilómetros al sudoeste de Acca, cerca de la pista de Imi tec, hacia Tinduf. Sobre su destrucción en el siglo Tj de la híchra (héjira), circula una bella leyenda en “Los .de Ba Aamrán”. (2) En la región del Tazerualt, en la parte alta del valle del río Tighmi, a i.roo metros de altitud. () Sobre esta tribu, ver Doménech Lafuente: “Los Re gueíbat”, en Mauritania, número 213, agosto de 5945, pá ginas 232-26. gunos de los cua les (Addi o Musa: Iferda) tienen al farerías, cuyos productos se ven den hasta en los sokos de Ait Be Aamrán. (4) Decía: “Loor a Dios único. “Después de los cordiales sa ludos sobre la Se úoría de nuestro leal amigo el bajá Sid Haida ben Muis. “Anoche os te- 59 había escrito una carta a los “baamranjs” (1), conminán doles a la sumisión, en el plazo de tres días, con aporta ción de la hedía u ofrenda de ritual. Como los “baamranjs” conocieran anteriormente los propósitos de Halda u Muis, se reunieron los “cheijes” y principales de las cabilas Ait en Nos, Ait lazza, Alt ljelf para delibe rar sobre la actitud a adoptar. A la recepción de la car ta (1), conocida la sumisión de Ait Sahel y juzgando que la harca de Haida era casi invencible, los “baamra nis” no se sentian con ánimos para oponerle resistencia, y estaban propicios e inclinados hacia una solución paci fica, a pesar de la consigna de resistir que se había dado lcgrafiainos reiterándoos nuestra confianza y amistad, sig desde Querdús. El caíd Si Mehand ben Sid Aalí u Ame nificándoos que tanto Francia como el Majzén reconocen gar Hammú, el Jalfaui (de Alt ljelf)—que concurrió a vuestra ayuda. caballo cuando ya se hallaban bastante adelantadas las “He recibido las comunicaciones dci oficial Sr. Dorée deliberaciones y fué invitado para que diera su opinión (frase aljamiada), que me ha confirmado el concepto que sobre el motivo que había provocado aquella reunión—, formaba de vos antes de confiaros (esta empresa), pues como apreciara tendencias de sumisión, exclamó: “Este bien tenía la seguridad que no regatearíais ningún esfuerzo asunto no afecta exclusivamente a las autoridades y en beneficio del Majzén. notibles, sino al pueblo en masa; por consiguiente, debe “Os hago constar mi satisfacción por la capacidad, habi lidad y lealtad que habéis demostrado en el desempeño de rían haber sido lanzados los necesarios pregones, dispa vuestro cometido, así como por el sólido prestigio de que rados los timitarin de alarma, cuanto la costumbre exige gozáis. para que todos los habitantes de las cabilas, chicos y ma “Mi intendón ahora es que os dediquéis a sofocar las ho ‘yores, sepan lo que’ se avecina y el yugo que les pensáis gueras del mal, enccnciiçjas en la jurisdicción de Tiznit, e imponer. Por mi parte lucharé mientras quede un palmo impedir a toda costa se repitan; cuyo mal bien sabéis pro de terreno “baamrani” por defender. Cuando desde la ori viene del El Heiba y sus secüaces, contra quienes hay que lla izquierda del río Asaca, límite meridional de nuestro proceder impia cablemente, bo territorio, o desde el oasis de Iguisel (2), vea mi país rrando sus liue pisoteado por el invasor, me iré al Sáhara a vivir bajo llas, ejecutándo una jaima.” Y abandonando el corro de la asamblea, los o detenién montó a caballo, y ordenó: “Quien de la cabila de Ait dolos, pues no ljelf aquí se encuentre, que me siga.” Lo que, oído por interesa ahuven los “jalfauis”, fué impulso que les movió a seguir a su tarios sólo, ciado amgar, cantando según era el ritual: ‘Al-ldh mesel alie, que su existen - y Ait Aabel-lá, con pequeños contingentes, cia equivale al ¡ah rasul Al-láJa’ Muy poco tiempo llevaban “Los de ljelf” caminando dolor perpetuo de un grano al tras aquel su jefe señero, cuando fueron alcanzados por una coníisión de notables que les rogó retrocedieran al que, en princi pio, no le fueron lugar de la asamblea. Prevaleció el criterio de oponer aplicadas las cu tenaz resistencia al agresor, pues se estimaba que tal ras necesarias sumisión—que los pondría bajo la influencia francesa— que le impidie podría tener consecuencias fatales para el pueblo de ran se reprodu Ea Aamrán, asignado al arumi español. Se exhortó, pues, jera. a los reunidos a la defensa de su honor y de sus bienes, “También ten go la plena se ya que el caído protegiendo el país y amparando a sus guridad de que habitantes sería considerado como mártir. Y—quemando sabréis desmen la carta—se tomó el acuerdo definitivo de declarar la tir cuantas espe guerra a Halda u Muis y a sus secuaces (3). cies falsas difun dieron allí los (i) Fué lerda por Sid Alinied ben Talenu, cadí de Mt alemanes, y caso .‘ aabel-lá, de caer alguno (z) Lugar abundante en agua y huertas, situarlo en la de éstos,, como oriental de nuestra cabila. Ait el Joms, hacia la prisionero, en vertiente región Uadnún. Rico en olivos. Sus terrenos colectivos o de vuestro poder, los “yemáas” pertenecen, por terceras partes, a Alt el Joms, juntamente con los turcos y sus aliados, no debéis Sentir Isbuia, y el tercio restante, a las,cabilas Ait Aaabel-lé. (dos hacia ellos compasión ninguna, pues seres semejantes no se terceras partes) y Ait Iazza (la otra tercera parte). la merecen, ni tampoco son acreedores al amán (perdónj. Al tomar posesión de nuestro territorio de Ifni, se adelan “Me apoyo y confío plenamente en vos, otorgándoos atri buciones ilimitadas en todo cuanto sea beneficioso para el taron los franceses a ocuparlo; y aun cuando se gestionó el reconocimiento de nuestro derecho sobre este oasis y, por Majzén cherifiano, tanto, su devolución, aquellos protectores insistieron en “Espero me escribáis con frecuencia y pido a Dios que seguir ocupándolo, por conveniries para la comunicación regreséis ilesos, preservados y victoriosos._En amistad.— Agleimin, Anya, Tiznit. Actualmente sigue bajo la Admi Y en paz—En 5 de Rabeaa Eani del año 1337.—Firma: imistración del Protectorado francés. El general De Lamothe, Jefe en Marraquech.” () Otro informe atribuye a la cabila de Isbuia—siempre Admirados por la existencia de este documento en poder de guerrera, siempre rebelde—el propósito de medir sus armas un “baamranj”, quisimos verlo; pero resultó ser una copia con la columna de Haida, antes de seguir el ejemplo de los de la carta encontrada entre los muchos papeles hallados de Sahel. Destacóse por su espíritu combativo Abdel-lah posteriormente en el cadáver de Haida. Nuestro informab. Hamuad b. Belaid; secundado por el que era el cheij de dor, a pesar de nuestras instrucciones, sacó las defectuosas Ait en Nos, Abdel-lah b. Mohammed b. Abdel-lah. Y cuando copias fotográficas que se reproducen. se decidió combatir, todas las harcas siguieron a la de Jsbuia (i) El portador fué Brahim ben Embarec, del poblado por c9mpromiso, pero con ninguna confianza en el éxito. Argada (cabila Ait Yerrar). Es lo cierto que cuando las cabilas norteñas ya hablan 60 No obstante, “Los de Ea Aamrán”—con el fin de dar posiciones en el col’ Tamgart n Tel-lu (situado entre Ait tiempo a la concentración, y mientras ésta se llevaba a en Nos y Alt Sahel). En dicho lugar se entrevistó con cabo—le enviaron como mensajeros a Hamuad u Bihi una representación de las fuerzas de El Fleiba, asegurán doles que los propósitos de Haida eran llegar pacíficaben Segur, de Id Gueno (Mesaidira, Protectorado fran ‘mente hasta ocupar toda la orilla del río Asaca, limite cés), y a Hamuad u Lahsén (a) Bu Gaio, de Ait u Manús (Ait en Nos) (1), con el ofrecimiento de un buen regalo sur, actualménte, de nuestro Territorio de Ifni. Irredu cibles los de El Heiba, expresaron su voluntad de opo si renunciaba a sus propósitos de invadir la confedera nerse a fuego y sangre (1). Y los emisarios regresaron ción de cabilas que—para la ocasión amenazadora—olvi manifestando que Haida exigia la sumisión de buen daban sus diferencias de ¡altee! o alianzas (2). Y los farau grado, o la impondría por la fuerza. tes políticos se pusieron en movimiento. Y las cabilas Al día siguiente de esta entrevista con el Yerran, se lmech-yaten (en árabe, Mech-yat) (3), Id Budrarn (Bu celebraba el Mulud (2). Haida esperaba la hedía de Ait drara) y Ajsás, así como las tribus de la región Uadnún organizaron sus harcas (4). El caíd Madani el Ajsasi soñó Ba Aamrán en señal de sumisión y acatamiento; y como no la recibiera, al día siguiente. dispuso los preparativos con varias revanchas. El Heiba iba a ser bien servido. Pero Haidano se dejaba encandilar por los emisarios. para el avance sobre aquella confederación. ¿Qué profetizaría la sibila que le acompañaba (5)? Por (e) Le dijeron concretamente y como final: “No nos si acaso, pedía al caíd Aiad el Yerran que movilizara someteremos a ti, ni te traeremos regalo alguno, hasta que su mezjanía, sus servidores y amigos (6), y que tomara penetre un dromedario pr el ojo de una aguja: De nosotros sólo recibirás fuego; si te interesa, apresúrate a buscarlo.” resistir, ignoraban si la de los isbuia los ayudarían. (2) Sobre esta fiesta de la natividad del profeta Moham éstos llegaron al llano Tagragra, ya estaban los med, véase: Teniente Coronel Doménech: Un Oficial entre en pie de guerra. moros—Editora Marroquí; Larache 1948, págs.75-9z. Todavía vive en tal poblado. Ver A. Doménech Lafuente: Las alianzas en Ifni, en número iiif, junio 1951, págs. 9-12. es Exped/cidn () Gran tribu cFe montaña que encuadra del nordeste al de Ha/daU ,#fú/s sudeste la cresta del Anti Atlas, dominando el Tazerualt por el norte . Ifran por el sur. Se los conoce también como a ,l/t Da,lmarón Imech-yaten de Tizelmi, por el nombre de esta fría meseta, en que se practica el cultivo bur o de secano. Se cita en una Tuer’az delle,de¿‘#ci/’z canción: cuando dicen: idem. de,1it Be Imerán Quigh Tizelmi asennnid ingaiagh gisan (En yendo a Ti zelmi, me muero de frío). f Los Imeeh-yaten suman unos 3.700 cánones y se dividen en seis fracciones: Ait Aalí, Ait Musa, Ait Hamman, Ait Benniran, Ait Quermun, Ait Tayacht y Alt Rejá. Los Ait Aalí constituyen la mayor cabila de la confedera ción, tanto en número de habitantes como en kilómetros cuadrados de extensión. A ellos perteneció Sif Ahmed el Kebaiu (de hubad, alondra), partidario de El Heiba, y que r habitaba en Aguni Ibder (záuia). 295 () Aprovechamos la oportunidad para señalar que esta región, no río; es una llanura de aluvión—un regh—rodeada por colinas y en cuya parte central se destaca el mónte Te yart. Para mantener la confusión en el límite meridional del territorio de Ifni—pues así, en los planos, Se lee Uad Nun, junto al río Asaca—, los franceses dieron al puesto de A. 1., que los del país llaman Bu Yeraif, el nombre “Oued Nona”, - . sans doute par ce qu’il est tout a feit en dehors de la plainc de ce nota. (Vicent Monteil: Notes sur les Tecna, pág. 23.) Para no mantener el equívoco, nos hemos atrevido a dar el nombre Uadnún a esta región que nada tiene de río—ni aun en la acepción de “lecho secó de un curso de agua”—, pues ya ha quedado dicho que, se trata de una llanura; de una lla nura arenosa y pedregosa, para la que se caleula una super ficie de unos 5.500 kilómetros cuadrados. () Se ha fantaseado mncho alrededor de una mujer que acompañaba a Haida. Según los informes recogidos. se 290 trataba de una buena cocinera, llamada Lambar, alta, bas tante gruesa y de color aceitunado. Bastante aventurera, había servido anteriormente a otros caídes. Era también de ‘oezo la tribu de los Menabha. Murió, herida por arma de fuego, junto a Haida. Los partidarios de éste la recogieron de no che y la llevaron a enterrar al Azagar. Otros informadores dan el nombre de lamna. a esta... sibila. (6) Entre éstos iba un aventurero de Iseh llamado Bra . him ben Embarec. Algunos le han confudido con el cheij de Yangaerd,a,: 1.• Isegh, Ahmed ben Barca; pero éste luchaba al lado de Ait / 1/fgts liad dejifuros Ba Aamrán. 4ecidido Cuando demás (i) (2) Africa, i •: :• • •* •• / ,4é’Á • Tenm uní •• ( II tras las oportunas gestknes polítlcas, habían quedado tonaiori con el xlto de los “asba1os’ (1), se lanzaron al delimitados los contornos del bloque enemigo constituido ataque sus diversos grupos mandados por los “anfluses”, por los Ait Eriem, los lniech-yaten, los Ajsás y los Ait quienes, dirigiendo con gran pericia la propia acción, Ba Aamrán, tras el cual se extendían los partidarios de supieron cercar a las fuerzas del intruso en las montañas El Heiba. del desfiladero de lgalfen. En la marcha, en cabeza de la columna, iban los tabo Al-láh ciega a los hombres cuando los quiere perder. res; detrás los jinetes de l-lauara y Achtuquen; luego, el Así pasó a Haida, que—afanoso y ciego por caer sobre hijo de Flaida precediendo a los caídes del Ras el Uad; “Los de Ba Aimrán”, para desquitarse de su fracaso an a continuación iba el bacha seguido de los cañohes; for terior—no vió que dejaba a su espalda la harca de los maban la retaguardia los contingentes de Tiznit. La si lmech-yaten. Esta, en cuanto se percató del desconcierto tuación en el Agagar (4) fué despejada; pero de las dos sembrado por el inopinado ataque de los lsbuia, salió líneas de penetración que se le ofrecían, la una era más de sus posiciones de reserva, convirtiendo en desastre la corta, la otra—que pasa por el soko Arbaa de Ait Sahel—, inicial derrota. más fácil; tomó ésta, mas—por si se sospechaba que tra Muerto Haida u Muis—el campeón del Majzén en el taba de eludir al enemigo—hizo volver a la columna Sus—, muertos también algunos de sus más valientes para seguir por la ruta peligrosa de Igalfen. capitanes (2), cundió la desmoralización de las fuerzas Los de Ba Aamrán y los de la región liadnún se habían majzenianas, retirándose en completo desorden, presas concentrado en lsegh. Simultáneamente, la cabila de los de un gran pánico, abandonando todo el material y per Id Budrarn, Ait Rejá y Ait Hemman se situaron en seguidas por “Los de Ba Aamrán” y sus partidarios, que Tagulda y Mesguida, en la frontera ile Ait Atmán. los diezmaron por las barrancadas de Agadir Izucaguen, Cuando Flaida inició los preparativos para el avance, la de Igalfen y del monte Taurirt (Ait Briem). “Esto suce concentración de Isegh se desparramó desde Iferd (Ait dió el 43 de Rabéaa el Uel, del año 4334”—nos dicen—(3). en Nos) hasta Tarimunt (un kilómetro al sur del actual Se anhelaba con aquella desbandada general llegar pronto puesto de Policía en Bifurna), estableciendo pelotones al abrigo de las murallas de Tiznit. Los primeros llega de observación y vigilancia en la colina o adiar de Tel dos fueron los jefes de la harca de Tarudant, pues pre lu (2). sumiendo la revuelta subsiguiente, no tenían otro deseo Las avanzadas de Haida—que habían venido siguiendo que encerrarse en sus “kazbas”. el asif o rambla Tiganimin, por su margen derecha—se El botín fué abundante: dromedarios, caballos, mu hallaban establecidas en Agadir Izucaguen (día 6). Todas los, tiendas de campaña, alfombras, bandejas, servicios estas fuerzas creían que la expedición ibaa ser un paseo de té; dos cañones, muchos fusiles ‘ cuantiosas muni militar. ciones; de todo cayó en poder de los perseguidores; tam Al día siguiente, a mediodía, sonaron los primeros bién grandes cantidades de dinero en plata y en francos, linvitarin, o disparos para alarmar, y las harcas concen y algunas monedas de oro (4). tradas pasaron a ocupar el adiar Yariagh y el poblado Las pérdidas sufridas por ‘tos de Ba Aamrán” fueron Utgús. De este modo, cuando todo el grueso de la co 10 muertos y 40 heridos. De las fuerzas de Haida se apre lumna se hallaba todavía en el desfiladero particular saron bastantes heridos, recogiéndose unos 50 muertos. mente estrecho y difícil de Igalfen (Ait Briem), la van guardia que lo había salvado se enfrentó con los Ajsás, (i) Pl. de asbaio: uno de Isbuia. los lmech-yaten y “Los de Ba Aamrán”, tratando de (2) El cruel caíd Mersogh, de los Achtuquen, y los abrise paso. Gastó todas sus municiones; todo el mundo “amgares” de tal cabila Abdeselam ben el Hach Rami—cé se fué hacia atrás para municionarse; se originó una lebre por su valentía—, Hammú ben Said u Fatan, y Bu gran confusión, aprovechada por los de El Heiba, que huch u Buijer u Laghsen. al mismo tiempo se apoderaron de los flancos de la co () Seha argumentado que este revés se habría evitado sin el respeto debido para el territorio español de Ifni, pues lumna, y desde las alturas acribillaban al grueso. estaba indicado pasar hacia Ait Ba Aamrán—dicen—por Dándose cuenta del peligro, ‘Flaida pretende adelantar el col de Tel-lu y el soko Had de Bifurna, que habrían con los cañones para que despejen la salida del desfiladero. ducido a la llanura de Isegh. Observado por la harca de los Isbuia, que en el poblado Este desastre recuerda la gente cuando canta: Ida u Ser intentaban descargar unos cañones, atacó a Asif n Tigenimin agh ibbi ¡mene/ter ag-yd, los sirvientes de las piezas. Haida es herido en el brazo Ngan igdad ¡bar ur su! quesuden ial. y pecho, mas sigue &n su puesto, desembarazándose de (En el río de Tiganimín cortó la sierra al tronco. su fusil, sus cartuchos y su gumía, que entrega a uno Mataron los pájaros el halcón y ya no tienen miedo a nadie.) de sus criados. () Terminada la lucha, se recogieron en el campo de Aquella fulminante agresión sorprendió a las fuerzas batalla: 400 dromedarios, ¡20 caballos, 300 mulos, 200 fu de Haida, carentes de flanqueo. Haida ve clara su de siles. Los dos cañones no habían sido descargados de las acé rrota y se preocupa porque, a todo trance, entred los milas. Hubo cabileño que se apoderó de una acémila car cañones •en posición. Al volverse para obáervar si su gada de moneda hasani. A los francos en papel no se les orden se cumple, una nueva herida, en la cabeza, le hace daba valor alguno, porque era desconocido el papel mo neda. Es extraño esto que nos dicen, puesto que desde el caer, muriendp al instante. 24 de octubre de rgsñ se hallaba instalado en Tiznit el capi Y como las harcas del bando “baamranj” se envalen tán Justinard, y muchos “baamranís”—en previsión de un (r) Comprende la cuenca inferior del río Massa y las de los otros ríos costeros que descienden de la vertiente norte del Anti Atlas. (2) Una cadena de puestos de observación y vigilancia, desde Tabelcuct hasta Agadir u Uazán, tenía al corriente sobre los movimientos de las fuerzas de Haida. 62 próximo avance francés—tomaron contacto con él. Por esto, cuando la misión Probster se paseaba por Ait Ba Aamrán y aun por Uadnón, el ca bien chelh estuvo informadp hora por hora. Y como los “baamranís”, típicos “chelch”, eran amigos de la caballería de San Jorge., algo cobratían por su rápida iníormación. Sin duda, no admitían billetes..., sino plata u oro sonantes. - Aunque fuese difícil saber quién había dado muerfe a Haida, hay quien informa que fué distinguido por el cheij de Alt el Joms, Liasid u Hosain u íahia, y le hizo un disparo. Sí es seguro que Liasid se apoderó de la mula negra que montaba Haida, y que íuego fué ven dida a Madani el Ajsasi (1). Hay otra versión, según la cual la muerte de Haida pasó inadvertida, y sólo por la noche se divulgó, cuando Mohammed u Bihi u Laásar (deí pobíado Tazolt, de Ait en Nos) dijo haberlo recono cido en uno de los cadáveres abandonados. Inmediatamente se le ordenó que, en unión de otro harqueño, fuera a decapitarlo, para presentar la cabeza ante fa concentración de cabilas; por tan macabro servicio ofre ció el caíd Madani el Ajsasi cien duros hasanis (2). Ya ía cabeza ante la reunión de jefes y notables, fué objeto de mofa (3). Cuando se cansaron de aqueí escarnio, ia enviaron a Querdús para el “entonces sultán Mulai Ahmed Eí Heiba”, quien ordenó que dejaran ésta en el campo para comida de las fieras. Otra versión dice que al sáber El Mach Hommad, hijo de Halda, que la ca beza de su padre se bailaba en Querdús, envió aí “Suí tán azul” unas cartas vivas para rogarle se la entregara, con el fin de enterrarla en Tarudant, “a ío que accedió el Sultán” (4). Aunque parece imposible, uno de los cañones recogi dos y llevados a casa del cheij i-lameiduch, en Isegh, fué robado; el otro fué objeto de larga discusión sobre si procedía o no sú inutilización. Un “sahraui” cortó atiein po: él se ofrecía a montar la pieza y cañonear Tiznit. Una (r) Por esto, cuando, victoriosos, regresaban los harque ños a sus hogares, el grupo mandado por Tasid cantaba: lemne u ridelte—Heide imut ate-Te yerrechi—Der cheij ,Seid ate (lamna vuelve tu—Haida ha muerto—Su montura con su mula—están en casa del cheij Said.) lamna era una de las mujeres que figuraban en el séquito de Haida y que, según informes, regresó a Tiznit. El caíd Tasid, de Ait el Joms, murió en tierras de Id Yu mad (Ait en Nos) a manos de gente de Isbuia. (2) Otros informes aseguran que quien cortó la cabeza de Haida y la llevó a Querdús fué Mohammed ben Alinat, (a) Bozco, residente, actualmente, en el poblado Audint (Ait fasin, de Isbuia), y-que este mismo la llevó a Merebbi Rebbn (hermano y jalifa de El Heiba), quien dispuso fuera enterrada. () Le dirigieron las siguientes frases: “Levántate, Hal da, para recibir nuestra hedía. Levántate y disponte para gobernar al pueblo de Alt Ba Aamrán. Ve a dar cuenta a los franceses de nuestra sumisión. ¡Oh!, Halda: no te con formaste con el disfrute que Al-láh te deparó en tu jurisdic ción, y aún viniste para hacernos injustamente la guerra. Por esto, por carecer de razón y de derecho para tu inmo tivada invasión, Al-láh te ha considerado como agresor y nos ha protegido y permitido aplastarte. Ahora nadie es responsable de tu desgracia más cjue tu propia acción. () Todavía se recuerda entre Los de Baamrán un can to de sus mujeres: “iOh, hebreo hijo de hebreo, Haida!, que dijo: Ay de Los de Baamrán!, quienes conducirán corderos y ga [lImas a Tiznit. Pero Dios, generoso, hizo que sobre él Los de Baamrán se [arrojan, desconcertándole hasta en el manejo de las riendas. vers(6n asegura se hizo un dispáro, cúyo proyectil cay6 cerca de la “timzguida” (mezquita) del poblado Tanulm (Ait en Nos). Como a los dos días no había conseguido hacer un nuevo disparo, infundió sospechas; decidién dose arrojar el cañón en un pozo del poblado Tiguit u Bi ruiflín (Ait en Nos). Por fortuna para el Majzén, los disi dentes perdieron muc,hos días para repartirse el botín y concertar el plan a seguir. Si El Heiba hubiera sido hom bre más decidido—acaso no lo fuera porque una obesidad precoz le restaba movilidad—, habría sacado mayor partido de la situación. Parecía que a los partidarios de El Heiba les era suficiente con este éxito; y ni pensaron atacar Tiznit, en donde los contingentes del Majzén se reagrupaban; ni Talaint, en donde el aliado de los fran ceses, el caíd Aaiad Yerran, se había encerrado (1). Entonces dijo el caid Mehand: ¡prisa! (e), ¡oh hombres!, hoy es hoy, acelerad el gatillo y dadle para [que os recuerden. Haida y la hiena pernoctaron ‘a la intemperie en Igalfen; ¡Oh, hijo de Halda!,. retrocede a recoger tus hermanos y la [cabeza de tu padre. Vuestros cadáveres son como haces de mies en época de [buena recolección; devorólos el chacal, los cuervos, el buitre y hasta el erizo, que jamás se alimentó de carroña humana.” (e) Es el caíd que se cita en la página 14. Natural de Tameghgart n Cheij Hammu (Ait Ijelf); era tío del actual cm ger Abdelcrim. Murió en Tabult Imezguida (Ait Ham mán) combatiándo a la columna del general francés De La mothe. He aquí un fragmento de una canción dedicada a la gesta de El Heiba, el “sultán azur’: Se nos ha dicho que cuando Halda vino al Sahel, su co lumna era (tan numerosa) como los saltamontes dejados por las langostas. No se puede relatar la derrota de Igalfen. Quien ha visto los remolinós de polvo causados por las yeguas, no tiene ga nas de tomar parte en los combates. Los Imech-yaten cayeron sobre Haida y le cortaron la cabeza. ¿De qué arbustillo no pendí a un fusil de piedra, una cuerdecilla? A Haida y su$ asociados, el chacal los devoró. Agadir se enteró cuando la oración de la tarde y telegra fió a Mogador: “El bacha que era nuestro aliado ya ha muerto.” (i) El oasis de Talaint—en el que se celebra soko los miércoles—se halla a 20 kilómetros al sur de Tiznit. Poblado rodeado por murallas, en donde se cuentan 1.350 habitan tes, de los cuales i8o son judíos que viven en nsel-lah, ocu pando seis grupos de casas separados por huertos. Llaman la atención las judías por sus peinados, realzados por joyas esmaltadas. El caíd Alad el Yerran—famoso por sus caballos de raza—, para huir por terreno muy quebrantado y cortado, tuvo que abandonar la yegua llamada Jatia que montaba;• por esto, irónicamente, cantaban los harqueños, de regreso a sus caseríos: El keid Aied maget—quete ssetria ale reyelih;— eegueb el Jetia.—Hette dic muel-li? u el Jatia? (El caid Alad nunca—pasó un vado a pie;—siempre sobre la Jatia.,—Pero esta vez ¿montó la Jatia?) Dice el informador que el caíd se desprendió de todas las ropas que llevaba, menos la ca misa; se salvó protegido por sus esclavos, uno de los cuales sucumbió en la defensa de su dueño, Este hubo de tener los pies surdergidos .en un cocimiento de henne durante tres días para curar la hinchazón producida por la marcha. 63 Estudios solre el enipléode la Divisida LA.1ATALLA OFENSIVA Coronel de E. M. GREGORIO LÓPEZ MUÑIZ, Profesor de la Escuela Superior del Ejército. Iv LA COORDINACION DE LAS ACCIONES - Es misión propia y de la exclusiva responsa bilidad del. Jefe de la División coordinar las ac ciones, dentrode su gran Unidad, en las dos par tes en que normalmente se divide el combate ofensivo: Preparación del ataque. Ataque. — •A) PREPARACION DEL ATAQUE Hemos dicho en ótro lugar que la preparación de artillería para el ataque es un acto esencial mente técnico, aun cuando la Técnica, como ocu rre en todos los hechos de la guerra, se somete a las necesidades de la Táctica. La preparac ón de artillería no tiene más objeto que la de hacer posible la irrupción de las fuerzas de asalto en las organizaciones adversarias. Si la preparación no se orienta con esta exclusiva finalidad, la convertiremos en un magnífico ejercicio de tiro de artillerí en escuelas prácticas, pero no en la verdadera preparación de un ataque. Tratemos de puntualizar las formas que pa ecen más adecuadas para lograr, esta perfecta armonía entre la Táctica y la Técnica. Desdé el momento en que se establece el con tacto con las posiciones adversarias, cuando se trata de guerra de movimiento, todos los órga nos del Servicio de Información entran en la máxima actividad para descubrir y localizar con cuanta exactitud sea posible las organizaciones que constituyen aquéllas. Claro está que si se trata de un frente estabilizado, el proceso infor mativo se desarrolla a través de todo el tiempo que la estabilización dure, y lógicamente se lle gará a un mayor detalle que en el caso anterior. Esta localización previa es absolutamente in dispensable. El fuego tiene que colocarse sobre objetivos bien definidos y concretos. Tirar al mundo en la preparaciónes hacer ruido y gas tar pólvora en salvas sin beneficio alguno. El Mando del Cuerpo de Ejército dicta su orden para el ataque. En esta orden, y de acuer do con las instrucciones formuladas por el Man do responsable de la maniobra, generalmente el Ejército, se determinará si ha de haber o no preparación, puntualizándose las cpndiciones ge nerales a que ha de ujetarse y que nos son conocidas. Tomando como base esta orden y siguiendo el método que expondremos más adelante, el General de la División—los de todas las Divi siones en primera línea—concibe su maniobra propia y decide en consecuencia. De la decisión se desprende la orden general de operaciones, en la que constan las misiones de las Unidades subordinadas, con sus zonas de acción, objetivos y medios suplementarios que a cada una se afectan. En el epígrafe “Prepara ción del ataque” se dirá, más o menos: Los Jefes de Regimiento en primer escalón remiti rán a este Cuartel General, antes de lasho ras del díapropuesta de los objetivos que deben ser batidos en la preparación de artillle ría, con su orden de urgencia. El Coronel del Regimiento—de los Regimien tos en primer escalón de nuestra División—pro cede en forma análoga. Hay también una deci sión, consecuencia de la orden recibida, y una orden transmitida a sus Batallones. Tenemos ya así a los Jefes de los Batallones que forman el escalón de combate puestos en ambiente y con un perfecto conocimiento de lo que se les pide y de lo que se les da. Pero como lo que se les da en propiedad sólo relativa mente sirve para adquirir la superioridad en el fuego indispensable paa la ejecución del mo vimiento, tienen ahora que pdir este fuego. Tal petición o propuesta exige que el Jefe del Batallón decida, a su vez, la.forma en que va a llevar él ataque, decisión que forzosamente ha de hacerse sobre el propio terreno, a la vista de 65 - sus características y de las organizaciones ad auxiliado por los Jefes de sus Unidades de ar versarias. mas pesadas, las posibilidades de éstas y va bo El Jefe del Batallón estudia, pues, desde el rrando de la lista antes formulada los objetivos observatorio elegido su maniobra propia. Tras que a tales armas asigna. de cuidadoso análisis y para alcanzar los objeti En defÍnitiva, eleva al Coronel de su Regi vos señalados, decide llevar su esfuerzo en tal miento la relación completa de objetivos cuya o en tal otra dirección, ocupando sucesivamente neutralización—eventualmente destrucción de tales o cuales puntos. Observa que, para des alguno—le interesa, haciendo constar cuáles de arrollar su ataque, necesita ocupar material ellos tomará a partido con sus propias armas y mente, es decir, dar el asalto, sobre estas y aque cuáles habrán de ser sometidos al tiro de arti llas otras obras y tener neutralizadas las de más llería, puntualizando en estos últimos su orden allá. Un cierto número de ellas le resultan las de preferencia y en relación con el tiempo. más importantes, ya que estima imposible el El’ Coronel del Regimiento, por su parte, ha movimiento en tanto den senales de vida. Dedu procedido a un estudio análogo, determinando ce, pór último, el orden en que deben ser batidas, de modo singular los objetivos que particular de acuerdo con el proceso lógico de la acción. mente le interesan desde el punto de vista de De esta suertedefine los objetivos que han de su maniobra propia. Cuando llegan las pro ser sometidos al fuego, con’ su orden de prefe puestas de los Batallones, las examina cuida rencia y en relación con el tiempo. Pero antes dosamente; quita de ellas lo que a su juicio no de elevar la propuesta al Coronel de su Regi sea ‘necesario—es muy humano pedir para cu miento, investiga qué fuegos puede por sí mis brise con la pinta—y agrega’ lo que estima pre mo proporcionar. ciso en su escalón de mando. Es preciso que todos cuantos intervienen en Tenemos ya las propuestas de los Regimien el combate estén convencidos de que la victo tos en primer escalón en el Estado Mayor ‘divi ria sólo se obtiene por la suma de todos los es sionario. El General de la Gran Unidad no ha fuerzos individuales llevados a fondo, sin cica permanecido mientras tanto inactivo. El tam terías ni reservas mentales, anticipando cada bién siente determinadas necesidades para que uno cuanto pueda, sin esperar a que el vecino su maniobra se desenvuelva sin tropiezos, que llegue o el superior acuda á resolverle la tape se traducen en otros tantos tiros de la prepara ¡eta. En este sentido,, y así corno la artillería ción. Recibidas las propuestas, estudiadas de debe adelantarse a las peticiones de la infante tenidamente, eliminados los fuegos que no se ría,, la infantería ha de tener presente que, lo consideren indispensables y agregados los que mismo en ésta que en todas las partes de la ba pudiéramos llamar propios, se formula, en de talla, no solicitará de la artillería aquello que finitiva, el cuadro de objetivos para la prepara pueda resolver con sus medios propios, habida ción, anotándose en la casilla correspondiente cuenta de que la artillería, por mucha que sea los que quedan a cuenta de la infantería y los la disponible, nunca será excesiva para cubrir que se van a pedir u ordenar a la artillería con las múltiples misiones que se la exigen. su orden de preferencia y en- relación con el Fuera el PRINCIPIO absoluto opuesto al PRIN tiempo. Es preciso conocer el orden de preferen cir’io de economía de medios, mantener en abso cia para saber a qué atenerse en el caso de que luto silencio todas las armas de infantería, para las posibilidades sean inferiores ,a las peticiones. tener que destinar una Batería de obuses de i Este mecanismo necesita, forzosamente, un a la destrucción de un nido de ametralladoras, ,medio de inteligencia entre los diversos escalo con un consumo de municiones cuyo volumen nes que en él intervienen. Tal medio es el plano llega a ser de varias toneladas, cuándo puede con los objetivos localizados y que se numeran ser perfectaménte neutralizado, poniendo fuera con arreglo a un código convenido. de combate a sus sirvientes, con algunos dispa Todo ello exige tiempo. Lo que es tan fáçil de ros sobre la tronera hechos por un cañón con decir precisa de una actividad previa del Servicio tracarro de 45, un cañón de infantería o una de Información en todos sus aspectos; de unas ór ametralladora antiaérea, en cuestión de minu denes, siquiera sean esquemáticas; de arriba aba tos y con miy pocos kilos de proyectiles. jo; de unos reconocimientos sobre el terreno para. El Jefe del Batallón no pasará, por tanto, la decidir y estudiar, de. unas peticiones de abajo totalidad de la cuenta a la artillería. Estudia, arriba y de una labor de selección y coordinación. 66 capa por completo a la iniciativa y responsabi Conviene no olvidar nunca este factor tiempo lidad del Jefe de artillería, sino a la producción que con frecuencia se da de lado en los temas de /uegos por sorvesa sobre cada una de las or sobre el plano. Una cosa es teorizar y otra mi-iy ganizaciones adversarias y a mantener al defen distinta hacer. La preparación de una prepára sor en constante incertidumbre acerca del mo ción de artillería para el ataque a una posición mento en que se ejecutará el ataque por, las fuer organizada no se resuelve tan pronto como zas de asalto. fuera de desear. Para conseguir la sorpresa en estos dos aspec El cuadro de objetivos que han de ser bati tos a que concretmente nos ceñimos, el proce dos en la preparación, formulado en el Estado dimiento es ejecutar concentraciones de corta Mayor de la División como resumen de las peti duración, separadas entre sí por intervalos de ciones hechas por los Regimientos en primer tiempo vaj’iables, de menor actividad o de si escalón, más los señalados por el Jefe de la lencio absoluto, precedidos siempre éstos por Gran Unidad, pasa al Jefe de artillería de ésta, un alargamiento de los tiros para batir objeti que, como base de trabajo, cuenta además con vos más lejanos. las instrucciones de carácter general dictadas Hay dos razones que así lo aconsejan. por el Mando superior, puntualizando: La primeras que es que todo tiro hecho sobre Finalidad que se quiere conseguir con la una organización defensiva, cuya duración ex prparaCiófl. ceda de dos o tres minutos, resulta en pura pér Hora en que se iniciará el ataque. dida, por cuanto su guarnición buscará la pro Consumos máximos concedidos. tección en los abrigos de que disponga. Profundidad de la zona asignada a las arti La segunda es que si el fuego se efectúa hasta llenas divisionarias para la preparación. el final de la preparación de una manera conti Es aquí donde aparece el aspecto técnico del nua y sistemática, con densidad uniforme, su problema. El Jefe de artillería tiene que aco final o el alargamiento del tiro avisa al contra modar los medios a las necesidades. Ha de bus rio de que se va a llevar a cabo el asalto. Con el sistema preconizado, al terminar la car la neutralización de todos los objetivos que se le fijan en el tiempo mínimo, factor este úl concentración sobre una de las organizaciOneS timo que, en buenos principios y como ya he el defensor se apresurará a ocupar sus puestos mos indicado en otro lugar, no se debe fijar de combate en la creencia de que la infantería a priori, sino que será consecuencia de lo que va a seguir a los proyectiles de artillería. Y cuan arroje el cálculo. Es decir, el Jefe de artillería do nerviosamente otea el campo buscando al ene expone: “Con los medios de que dispongo y para migo, se encuentra con que, en lugar de hom conseguir la finalidad que se pide, necesito tan bres, son nuevos proyectiles los que caen sobre él. Si son’ varias las concentraciones que le obli to tiempo.” No hemos de entrar en este acoplamiento gan reiteradamente a buscar protección sin que el asalto se produzca, cuando en realidad es la de los medios al fin, trabajo puramente arti llero que, para resolverse de modo acertado, última de la preparación, resulta fácil que se re exige el conocimiento de los datos concretos de pita el conocido cuento del pastor y el lobo; tan tas veces amenazó el pastor con la venida del carácter técnico en cada situación: característi cas del despliegue artillero y de las organizacio lobo, que cuando irrumpió en su rebaño y dió nes que van a ser sometidas a la preparación. voces de auxilio, nadie acudió a prestárselO por Es, por otra parte, de sobra conocida la forma creer que era una broma más. El procedimientomás aconsejable parece, por en que se redactan lo cuadros del “plan de fue gos para la preparación del ataque”, por lo que tanto, ser el siguiente: nos limitaremos a algunas consideraciones de Batir cada uno de los objetivos por concen orden general y m4s bien tácticas que técnicas. traciones de dos a tres minutos con la den Tres son los principios que respetará el Jefe sidad suficiente para alcanzar todos los ór de artillería en su estudio sobre la preparación: ganos situados al descubierto. Sorpresa. Ejecutar estas coñcentraciOneS con gran Economía de medios. irregularidad en los intervalos de silencio. Conservación del material. Someter la totalidad de la zona de acción y La sorpresa de que se trata no se refiere a la singularmente los puntos que se saben ocu que afecta al conjunto de la operación que es67 — — — — — —- — — — — pados a unos tiros lentos; discontinuos, va riables en su cadencia y con intervalos iregu lares; seguirán -unas veces inmediatamente a las concentraciones y otras dejarán tras de dilas un tiempo de silencio variable. Actuar con tiros rápidos de dos o tres minu tos con Baterías pesadas, o tiros lentos de una sola pieza con cadencia irregular, sobre los puntos de mayor fortaleza de la posición, alternando los tiros rápidos y- lentos. Todos los tiros se combinarán en forma de que se mantenga el enemigo en incertidum bre constante en cuanto al momento en que la preparación termina. para el calibre- 105, probablemente el de nece sario empleo frente a posiciones más o menos organizadas, se ,precisan dos horas para dispa rar a cadencia normal los 700 proyectiles. Hay, por tanto, una primera condición: siempre que se pretenda abrir brechas en alambradas, la du ración de la preparación no podrá ser inferior a dos horas. Para un Regimiento que ataca con dos Bata llones en primer escalón y a su vez éstos con dos Compañías asimismo en primer escalón, un mínimo de cuatro brechas parece indispensable. En un despliegue normal divisionario, el nú mero de Baterías dedicado a esta sola misión Hemos dicho e insistimos en que, por mucha ascende’rá a ocho. Si quisiéramos reducir el que sea la artillería dispoñible, nunca será ili tiempo dedicando un Grupo a cada brecha (la mitada. Se impone la economía de medios, ba réducción de tiempo no es a un tercio, sino sen siblemente menos, ya que la corrección dél tiro sada en las siguientes normas: de un Grupo sobre un punto es más complicada Seleccionar escrupulosamente los objetivos y exige mayores plazos), las Baterías se convier que hayan de ser batidos por la artillería, ten en Grupos y serán ocho los necesarios. prescindiendo de todos aquellos que lo pue Pero ¿es que este número de brechas satisface dan ser por otras armas o no interesen direc las necesidades del asalto? Creemos firmemente tamente al-desarrollo de la maniobra. Claro que no. está que esta discriminación- no le corres Hay que tener en cuenta que hoy la defensa ponde al artillero, sino al Mando. no tiene el carácter lineal de una trinchera con Acomodar los materiales a los resultados que tinua cubierta a vanguardia por la alambrada. se quieren obtener de acuerdo con las carac Cada islote de resistencia tiene su alambrada terísticas de las obras y el despliegue de la particular; si el tiempo y los materiales disponi artillería. Nadá se consigue con un calibre 75 contra una obra protegida contra el 105 0 bles lo permiten, hay otra alambrada envol viendo cada elemento de resistencia y aun otra el ‘55. más en-los puntos de apoyo. El tiro que se eje En este aspecto de la economía de medios re cuta para abrir brecha en- una de ellas no. sirve sulta interesante considerar una de las- misiones para la que corresponde al escalón defensivo clásicas de la artillería, cual es la apertura de inferior o superior. Habrá que multiplicar con brechas en alambradas. secuentemente por el número de alambradas el La apertura de brechas en alambradas es una de Baterías destinadas a abrir brecha en cada herencia de la guerra de 1914-18 y se sigue apli una de ellas. Los tres Grupos de nuestra hipóte cando en todos o casi todos los ejercicios sobre sis se convertirán probablemente, y por lo me el plano. Nos atrevemo a pronunciarnos con nos, en seis, en dos horas de tiro y con un con tra la sistematización de estos tiros, sin perjui sumo de 12.600 proyectiles de io en la hipó cio de que se ejecuten cuando las circunstancias tesis más favorable. oblignen perentoriamente a ello, por las mismas Pero hay, además, a nuestro juicio, una difi razones que a continuación se indican. cultad grande en la ejecución del ataque. Se sabe, por datos experimentales, que para Supongamos que en la zona de acción de una abrir -uná brecha de 25 metros en una alam Compañía que atacá existe por parte de la de brada de-tres o más filas de piquete hace falta fensa un elemento de resistencia (Sección) y que una Batería de 75 o de 105 (según sean o ño los abrimos una sola brecha en la alambrada co piquetes metálicos), que consume de700’a ].20O rrespondiente a este último. (En realidad, harán disparos, según la distancia de tiro y la inclina-, falta otras tres para las alambradas de los tres ción del terreno en -que-la- alambrada se ericuen islotes de resistencia que forman el elemento.) tre -tendida. Toda la Compañía ha de pasar por este bo Tomando la cifra mínima de 700- disparos quete de más o menos 25 metros, lo que le — - — - - - - - - - - — - - - — - - - - • -. - 68 cadencias superiores a las reglamentarias. Pre obliga a ejecutar un movimiento de extraordi tender disminuir el tiempo de una preparación naria dificultad en el terrenó de combate; pro aumentando las cadencias es camino seguro de gresar primero desplegada, reducir después su quedarse sin artillería cuando sea más necesaria. frente para meterse es el embudo y volver más La forma de ejecutar los tiros en la prepara tarde a desplegar para dar el asalto a los islotes ción y la distribución de la artillería entre los de resistencia. objetivos varía fundamentalmente según se tra Si para disminuir tales inconvenientes abrimos te de buscar efectos de destrucción o simple una brecha por Sección en primer escalón, las mente de neutralización. dos necesarias en la Compañía se elevarán a La destrucción requiere observación perfecta, dieciséis en la División; si añadimos las brechas determinadas distancias de tiro según los mate en las alambradas de los islotes de resistencia, riales que se empleen, acomodación de los cali el número de Grupos preciso llega a cifras ver bres a las características de la obra y tiros pre daderamente exorbitantes. cisos perfectamente corregidos. Normalmente, a Por otra parte, si, como ocurría en la mayo cada obra que se quiere destruir se destina una ría de los frentes estabilizados de la G. M. 1, la Batería que ejecuta un tiro sistemático, cons infantería partía directamente al asalto desde tantemente corregido, con una cadencia regu las propias •trincheras que ocupaba, simplif i lar hasta que se dispare, el número de proyecti cando el problema. la cosa se complica extraor les que, según los datos experimentales, son pre dinariamente cuando el ataque parte desde una cisos para lograr uno o los impactos directos base más o menos lejana, pero que imponga que se juzguen necesarios para desorganizar la cierto recorrido antes de llegar al asalto. protección de la obra. Hay entonces que situar cada Unidad de in En este aspecto de los tiros de destrucción se fantería frente a la brecha que se le adj udique observa durante la G. M. II una evolución no para darle paso a través de la alambrada y con t able. servar exactamente durante todo el avance has El nuevo procedimiento se puso en práctica ta llegar al obstáculo la dirección. Circunstan por los alemanes en el ataque a las fortificacio cias son éstas fáciles de exponer sobre el plano nes fronterizas francesas en la primavera del en el trabajo de gabinete, pero algo más difíciles año 40. El autor de estas líneas pudp comprobar de ejecutar en la realidad del campo de batalla. personalmente sus efectos y escuchar las expli Las necesidad de brechas en alambradas cree caciones sobre el propio terreno en una visita mos queda hoy circunscrita a determinadas si girada en septiembre de aquel mismo año. tuaciones especiales. Si se dispone de carros de Se trataba de una de las obras del campo de combate, hipótesis que hoy tiene carácter ‘de Valenciennes, semienterradas, con gran espesor generalidad siempre que el terreno no impida de cemento y cúpulas acorazadas para ametra su empleo, éstos serán los que en su misión de lladoras y cañón contracarrO. acompañamiento abran brecha a la infantería. El ataque a la obra se hizo por los alemanes Si no se cuenta con ellos, Escuadras de las Sec con el cañón antiaéreo de 88 mm. en posición a ciones de Destrucciónes o de Zapadores en acom pañamiento producirán estas brechas con sus unos 1.000, disparando proyectil perforante tra zador en tiro con puntería directa. No obstante cargas explosivas. la buena calidad del acero de las cúpulas, po Cualquiera de estos procedimientos es mucho dían observarse, hasta atravesarla algunos tomás económico, en tiempo y medios, que el que talmente, los proyectiles embutidos en su masa supone recurrir a la artillería. Tiene además la y la completa desorganización de aquéllas. incomparable ventaja de que las brechas se El sistema se generaliza posteriormente y se abren allí donde la infantería llega a tropezar aplica en unos y otros Ejércitos. A favor de una con la alambrada y no el obligar a la’ infantería neutralización genéral lograda singularmente por a cruzar la alambrada por determinados puntos proyectiles-coheteS piezas autopropulsadas has previamente elegidos, consideración de tanta ta de calibre 155, avanzan para situarse a dis más importancia cuanto más lejana esté la base tancia de ‘i.ooo a z.ooo metros de la obra que de partida. se quiere destruir, según las características de]. La conservación dei material es primordial terreno, y la atacan en tiro con puntería directa. mente función de la cadecia de fuego. Por nin Las ventajas son indiscutibles. La destrucción gún concepto se emplearán en• la preparación • 69 por el procedimiento clásico exige crecido nú Por ejemplo: Si se trata dé neutralizar un mero de municiones. La de una obra de hormi centro de resistencia en el que se tienen locali gón supone de 8o a ioo disparos de 105 ó 155, zadas 27 organizaciones tipo islote de resisten segünel espesor de éste; la de una Batería aco razada, de 400 a 50o disparos de mortero de cia, y se dispone de 9. Grupos, se puede: Dedicar una Batería a cada uno de estos ob 260 u obús de 305. Tales cifras pueden susti jetivos. tuirse por solamente algunos proyectiles de ca Ejecutar concentraciones sucesivas de tres libre 88, io 6 155. minutos de duración con 8 Grupos, reser Se tiene, además, la garantía del resultado. vando tres Baterías para los tiros lentos en Aun cuando teóricamente, y una vez que se los intervalos de silencio. dispara el número de proyectiles que se deduce Con estos 8 Grupos se efectuarán de 48 a de los datos experimentales, uno o más de aqué 6 concentraciones en una hora de fuego llos debeii caer precisamente sobre el objetivo, (6 a 7 concentraciones de tres minutos por el cálculo de probabilidades dis/ruta jugaido a veces ma las tasadas. Si la tabla dice qúe de Grupo); 100 disparos, uno debe acertar plenamente so Hay que tener en cuenta que cuando se trata bre el blanco, hay ocasiones en que da la casua de acciones por el fuego prolongadas, como son lidad de que este proyectil es el tercero o el las de una preparación de artillería, el consumo cuarto, y otras..., liinguiio. De todos es cono en el tiempo total n debe exceder al que co cido ese disparo que se llama a/ortunado (afor rrespondería a la cadencia normal aplicada du tunado para el que lo hace) hecho por una Ba rante todo él. Por ejemplo: si nos referimos al tería y que viene a caer precisamente sobre el C. 75/22, el consumo por pieza en una hora no puesto de mando o el observatorio, cuyos ocu será. superior a 120 disparos (cadencia normal pantes, conocedores, como hombres doctos, del de dos disparos por pieza y minuto); en laBa tan fanioso cálculo y leyes de la disposición, es tena, la cifra llegará a 480, elevándose en el taban muy tranquilos, ya que, de acuerdo con Grupo a 1.440. Por esto no es aconsejable, aun la densidad de fuego que el adversario aplicaba, cuando la posibilidad de los transportes de tiro no debía caer ningún proyectil en tan reducida lo permitiera, que un Grupo ejecute en una superficie de terreno. Y también ocurre que, hora más de 6 a 7 concentraciones de tres mi tras de haberse disparado por una Batería nú nutos de duración con cadencia de 6 disparos mero suficiente de proyectiles para que uno, dos por pieza y minuto, ya que las cifras de consu o más hieran directamente el blanco, el defen mo son, respectivamente, 1.296 y 1.512 disparos. sor, hombre también experto en. matemáticas, Siempre que se respete esta norma, en nues que a medida que va contando los impactos que tra mano está aplicar el procedimiento que se producen en las inmediaciones va progresiva creamos responde mejor a la situción:. ejecutar mente palideciendo, ya que forzosamente, con un tiro sistemático y continuo de cadencia nor arreglo al cálculo, llega el momento de sufrir el mal o efectuar una serie de tiros de cadencia choque brutal que va a desmoronar los muros rápida, siempre que no se rebasen los tiempos que le prestan abrigo, comprueba, con la satis para ésta señalados e introduciendo períodos de facción que es de suponer y cuando el tiro se silencio proporcionados a la cadencia y a la du termina, que por esta vez ha fallado la teoría. ración de cada tiro. El primer método parece En cuanto a los tiros de neutralización se re responder mejor a los tiros de destrucción; el fiere, ya hemos indicado antes la forma general segundo, a los de neutralización. de su ejecución. Cabe, en realidad, aplicar dos Llegamos, pues, a la conclusión de que, cual procedimientos distintos: quiera que sea el sistema que se ponga en prác Actuar por concentraciones. sucesivas de tica, el número de proyectiles que va a caer Grupo (dos a tres minutos sobre cada uno de sobre el centro de resistencia en una hora va a ser aproximadamente el mismo. Las diferencias los objetivos. Aplicar una Bateria a cada uno de los obje fundámentajes estriban en la mayor o menor tivos y efectuar con ellas un tiro sistemático, densidad de fuego en un momento determinado con cadencias e intervalos de silencio varia y en la mayor o menor flexibilidad del conjunto. Una Batería C. 75/22 en tiro rápido, a razón bles durante todo el tiempo que dure la pre de 6 disparos por pieza y minuto, sitúa sobre el paración. objetivo, en tres minutos, 72 proyectiles. En — — — — 70 llena para la preparación sea exactamente la igual tiempo y condiciones, un Grupo coloca misma que se vaya a emplear en el ataque, sin216. No tiene duda que esta última considera que en el tránsito de aquélla a éste se intro ble densidad de fuego, si sorprende al enemigo, duzca modificación alguna. ocasionará más bajas que aquélla. Y hay que Como base para la preparación es indispensa tener en cuenta, además, no sólo los efectos ble, por tanto, que el Jefe de la Gran Unidad materiales, sino los morales. De recibir 24 pro puntualice la distribución de la artillería para yectiles en un minuto, a sufrir 72, hay una dife el ataque, lo que forma parte del “plan de rencia notable. maniobra” y cuyos fundamentos se expondrán Cabe argüir que, si bien este razonamiento es más adelante. cierto, en el tiro por Grupos, cada islote de re El Jefe de la División determina: sistencia sólo va a tener que aguantar dos con Tantos Grupos (puede indicar los calibres) centraciones de tres minutos, en tanto que en el en apoyo directo a tal Regimiento. tiro por Baterías se eleva a 6 ó i, separadas en Tantos Grupos en apoyo directo a tal otro tre sí por intervalós de silencio variables entre Regimiento. cinco y diez minutos. Si con el sistema del tiro El resto de la artillería disponible, en acción por Grupos el resultado es aplastante, moral y de conjunto. materialmente, con el de tiro por Baterías se multiplican las posibilidades de obtener sorpre Tomando como base estos datos, el Jefe de sas de fuegos sobre los defensores. artillçría constituye las Agrupaciones de apoyo Por otra parte, es evidente que el tiro por directo y acción de conjunto (fraccionada en Baterías es menos flexible que el de Grupos. Subagrupaciofles si fuera preciso) y redacta el En el primero se afecta, por así decirlo, una Ba cuadro de “Organización del Mando”, cuyo for tería a cáda objetivo, y al final de la prepara mato es de sobra conocido. ción todos ellos resultan batidos con la misma Una vez puntualizada la organización de la densidad de fuegos. artillería para el ataque, es cuando el Jefe de El segundo permite aumentar la densidad de ésta en la Gran Unidad procede al estudio de la fuegos sobre los objetivos más importantes, ya preparación de acuerdo con las normas genera en abstracto, ya en relación con la maniobra. les antes apuntadas. Como es lógico, atribuye a Bastará para ello someterlos a tres o más con los Grupos en apoyo directo las organizaciones centraciones de Grupo, en lugar de las dos que que van a ser objeto de inmediato asalto por la en un reparto uniforme les corresponde. Natu infantería. Su trabajo se sintetiza en los cua ralmente que los menos interesantes serán ob dros que materializan “El plan de fuegos para’ jeto de una concentración única. Facilita asi la preparción”. mismo lograr los máximos efectos de neutrali Cuando el Jefe de artillería termina su labor, zación sobre las organizaciones que van a ser la presenta al General de la División que la exa objeto del primer asalto, para lo cual bastará mina, rectifica en cuanto estime conveniente y ejecutar en los últimos minutos de la prepara la aprueba. Seguidament se cursa al Cuerpo de ción las concentraciones que corresponden a las Ejército. resistencias situadas en el borde de las posicio En el Cuerpo de Ejército se reciben’las pro nes adversarias. puestas para la preparación de artillería de to Como no podía menos de ocurrir, resulta que das y cada una de las Divisiones que desplie uno y otro procedimiento tienen sus ventajas y guen en primera línea; es en aquella Gran Uni sus inconvenientes, y que, como sucede siem dad donde se completa, se coordina y se resuel pre én Táctica, habrá que estudiar atentamente ve en definitiva’ sobre la preparación. los factores determinantes de cada situación Tres son las cuestiones que esencialmente para resolver en consecueñcia. El Jefe de la abarca el trabajo en el Cuerpo, de Ejército en Gran Unidad comunicará sus instrucciones en orden a la preparación: este sentido a su Jefe de artillería. Redacción de los planes de contrabatería y Toda la virtud de la preparación estriba en prohibición. que, sin solución alguna de continuidad, se pase Cómpletar los planes de fuegos de las Divi de los tiros que la materializan, a los de apoyo siones. y protección del ataque. La primera condición Coordinar estos planes entre sí. para lograrlo es que la organización de la arti 71 • — — — — • — — - - Como es de sobra sabido, la contrabatería se en sus tiros de preparación, ante el temor de centraliza en el Cuerpo de Ejército. De acuerdo que no se considere por ésta. Por el contrario, con las informaciones que se posean sobre la ar desprecia otras organizaciones que para ella ca tillería adversaria y las características del te recen de importancia y que, sin embargo, la rreno y ataque, er Cuerpo de Ejército empieza tienen para el conjunto de la maniobra de por organizar la contrabatería, reservando para Cuerpo de Ejército. tal misión los Grupos que estime necesarios. Este trabajo de coordinación es el que se Estos Grupos se integran en las Agrupaciones lleva a-cabo en la gran Unidad a que nos ve adaptadas a las Divisiones. nimos refiriendo. El Jefe de artillería, de acuer Fundamentándose asimismo en las noticias do con lás instrucciones que haya recibido de su adquiridas sobre el orden de batalla enemigo General, designa las Baterías o Grupos que ha posibilidades dé refuerzo del frente, movimiento yan de ejecutar los tiros de destrucción o neu de reservas; vías de comunicación, etc., se for traliación que soliciten las Divisiones para mula el plan de prohibición. Normalmente, los completar sus planes de fuego; elimina los tiros tiros correspondientes se asignan a la Agrupa que se hayan superpuesto; adjudica a las Divi ción de acción de conjunto, que se constituye siones los nuevos que exija la maniobra de con en el Cuerpo de Ejército y que recibe como mi junto. En una palabra: perfila y ajusta el plan siones eventuales el refuerzo de la contrabatecompleto para la preparación de artillería den ría y objetivos imprevistos. tro de la zona de ruptura del Cuerpo de Ejército. Puede ocurrir, y en laea1idad ocúrre, que la El General de esta gran Unidad lo estudia, artillería asignada a las Divisiones no sea sufi modifica en cuanto estima necesario y, por fin, ciente para lograr los efectos que los Jefes de aprueba. El punto principal-sobre el que versa las mismas- se proponen y consideran indispen el examen del Mando es el tiempo que va a in sables para la realización de su maniobra, insu vertirse en la preparación. La acomodación de ficiencia en cantidad o en calidad. Así sucederá, los medios disponibles al logro del fin propuesto por ejemplo, cuando se estime necesaria la des se traduce, desde el punto de vista del Jefe del trucción de ciertas obras cuyas características Cuerpo de Ejército, en un cierto plazo de tiem de resistencia exceden a las posibilidades del po. Aceptarlo íntegramente o reducirlo en cuan material con que cuenten las Grandes Unidades to crea justo, de acuerdo con las características subordinadas La División, en su propuesta, generales de la maniobra, es de la incumbencia dice: Lo que preciso hacer en la preparación del y responsabilidad exclusiva del Jefe. Este pro ataque es esto; lo que estoy en condiciones de nuncia su última palabra y claro está que, si hacer es esto otro. cambia el tiempo, habrá que cambiar asimismo ‘El Cuerpo de Ejército—en la hipótesis de que el plan de fuegos, suprimiendo algunos de los cuente con artillería suficiente—trata de satis objetivos que en él figuren—los menos intere facer estas necesidades de las Divisiones. Estu santes—o reduciendo el número de concentra dia los tiros, designa las Unidades artilleras que ciones previstas sobre los mismos. han de ejecutarlos y, en principio, tales Unida Una vez que el General del Cuerpo de Ejér des pasan a formar parte de las Agrupaciones cito decide, -la propuesta se convierte en plan adaptadas a las Divisiones. Claro está que si no para la preparación de artillería. Por conducto existiera tal artillería, habrá que decir a las Di del Estado Mayor de aquella gran Unidad se visiones que se las compongan com.’ /‘uedan. El cursan a las Divisiones los planes de fuego co problema habría que resolverlo buscando tiros rrespondientes, que, en principio, son los mis con puntería directa o con el empleo de explo mos que propusieron con las modificaciones que sivos por las tropas de asalto. se hayan introducido. Formulados independientemente los planes A su vez, el Estado Mayor de la División ex para la preparación por cada una de las Divi trae del plan de fuegos la parte que directa siones de primera línea, es natural que se pro mente afecta a cada uno de los Regimientos de duzcan interferencias o queden lagunas entre Infantería y se las transmite, ya que es necesa una y otra. Tal División, para la que, y por las rio que las Unidades que van a ejecutar el asal circunstancias que fueren, adquiere singular re to sepan la forma en que se batirán los objetivos lieve determinada obra colocada en el límire que se les han señalado. de la zona de acción con la inmediatá, la incluye El Jefe de Artillería, por su parte, formula. las - 72 una vez puesto en marcha, ni se modifica ni se órdenes a sus Agrupaciones, incluyendo cuadros detiene. A partir de la hora H, cada Grupo o con los tiros que cada una de ellas debe efectuar cada Batería ejecuta automáticamente los tiros durante la preparación. que. le corresponden. Sus Jefes se limitan a Con el procedimiento expuesto asignamos al transmitir las órdenes necesarias para que en el Cuerpo de Ejército el papel de completar y coor momento preciso se desencadene cada uno de dinar el plan de la preparación, cuyos detalles los tiros que figuran en el plan de fuegos. de ejecución han desarrollado las Divisiones. Como resumen, podríamos sintetizar cuanto ¿Existe alguna ventaja en que la rearaciói de sobre la organización de la preparación en el la preparación se centralice por completo en la cuadro divisionario queda expuesto en las si primera de las Grandes Unidades citadas? guientes normas de carácter general: A nuestro juicio, creemos que no. En defini - tiva, el resultado va a ser el mismo; pero con una mayor acomodación a la realidad cuando el trabajo se lleva a cabo en las Divisiones. Recuérdese que la preparación no tiene más finalidad que la de hacer posible el ataque. Se organiza pensando siempre en las necesidades del ulterior movimiento. Los tiros han de aj us tarse exactamente a las características de la maniobra. El tránsito de la preparación al apo yo del ataque debe haçer€e sin soluciones de continuidad. Aun cuando el Jefe de artillería del Cuerpo de Ejército conozca en todo su de talle la organización del Mando artillero en las Divisiones y los asentamientos de sus Grupos, no tiene duda que esta distribución de los fue gos para el fin que se quiere conseguir y su aco plamiento al movimiento posterior se desarro ha más eficazmente dentro del cuadro divisio nario. No obstante, y siempre que el Mando del Cuerpo de Ejército estime conveniente centra lizar por completo la rearación de la prepara ció-n, está en su perfecto derecho, al ordenarlo. Las Divisiones, entonces, se limitan a remitir al Cuerpo de Ejército relación de los objetivos que les interesa sean batidos, con su orden de pre ferencia. El Cuerpo de Ejército toma en mano toda la artillería y procede a su distribución, redactando el plan de fuegos completo. Este proceder parece responde más bien a si tuaciones estabilizadas, cuando la organización adversaria es detalladamente conocida y se dis pone de plazos considerables de tiempopara la preparación de la ofensiva. Desde el momento en que, siguiendo uno u otro procedimiento, el Cuerpo de Ejército re suelve, toda la artillería, divisioñaria y no di visionaria, queda centralizada en aquel escalón de Mando. Los Jefes de las Divisiones no pue den dar ya órdenes de tiros a su artillería dis tintas de las que figuran en el plan de fuegos. La preparación de artillería se caracteriza por su sistematización. Es un mecanismo rígido que, — — Distribución por el Jefe de la gran Unidad de su artillería con arreglo a las necesidades de la maniobra, formulándose por el Jefe de artillería el cuadro de organización del Mando. Petición por la infantería de los objetivos que le interesa sean batidos en la prepara ción, con su orden de urgencia y descontando todos aquellos que puedan serlo con sus pro hias armas. Resumen de objetivos en toda la zona de ruptura de la gran Unidad, redactado en el Estado Mayor de la misma, añadiendo a los señalados por la infantería los que afectan al conjuto de la maniobra. Acoplamiento de los medios a las necesida des, trabajo que efectúa el Jefe de artillería de la División, respondiendo a las instruc ciones que le dictará el Mando de la misma, teniendo simpre en cuenta las consideracio nes antes hechas, principalmente en orden a apertura de brechas, tiros con puntería di recta y formas de ejecución de los fuegos. Curso por las Divisiones al Cuerpo de Ejér cito de las propuestas sobre el plan de fue gos en la preparación. CoQrdinación por el Cuerpo de Ejército de estds planes de fuegos, completándolos, y redacción de los planes de •contrabatería y prohibición. Decisión del General del Cuerpo de Ejército (o del Ejército, según los casos) sobre la du ración de la preparación. Aprobaión definitiva de los planes de fue gos y curso por el Cuerpo de Ejército a las Divisiones para su ejecución. Centralización de toda la artillería en el Cuerpo de Ejército a partir del momento en que la preparación empieza hasta aquel otro en que termina. Respeto absoluto a los planes de fuegos y automatismo en su desarrollo. . — — — — — — — — 7.3 La verdad sobre Corea. - General James A. van Fleet, Ex Jefe del VIII Ejército norteamericano en Corea. De la publicación Das Besie, edición alemana de Reader’s Digest, publicado en julio de’1953. Artículo primeramente publicado también en la Revista norteameri casia Life. (Traducción del Capitísn de Ingenieros Joaquín Rodríguez Monteverde.) NOTA—El General James Alsard van Flcet, que durante veintidós meses ha ejercido el mando del VIII Ejército en Çorea, ha sido señalado por su com pañero de estudios en la Academia Militar de West Point, el Presidente Eisenhower, como el “Oficial más capacitado de todo el Ejército de los EE. JJU.”. Al estallar la G. .M. II era Teniente Coronel. Su bri llante ascenso se inició en 5944, cuando el 8.° Regi miento de Infantería, mandado por él, formó la van guardia en la cabez de playa de Normandía. Al ter minar la guerra era Mayor General y Jefe del III. Cuerpo. En 1948 reorganizó e instruyó al Ejército griego, que derrotó al comunismo en Grecia. Como Comandante en Jefe de los Ejércitos de las Naciones Unidas en Corea, ha impulsado decididamente la re organización de las fuerzas surcoreanas. Después de treinta y ocho años de servicié, el General van Flcet se ha retirado en abril de este año. Estaba turbia.la atmósfera en’ Corea cuando, el 14 de abril de 1951, llegué para hacerme cargo del mando del VIII Ejército americano. Habíamos tenido que encajar algunos duros golpes. Ciertamente habíamos logrado defendernos; pero, al parecer, estaba el enemigo prepa rado para atacar con fuerzas poderosas, para arrojarnos, si fuese posible, al mar. Las seis semanas que siguieron cuentan entre las más destacadas en la historia del Ejército americano. Detu vimos el ataque y pusimos en fuga al enemigu. Estaba vencido, su suerte estaba en nuestras manos y hubiésé mos podido aniquilar sus ejércitos. En. este momento se interpuso el Gobierno americano, por motivos de alta política, y recibimos la orden de no avanzar más Los frentes se fijaron y comenió la suce sión sin fin de inútiles conversaciones de armisticio. 1’ie invade un sentimiento de tristeza cuando me- represento el declive de nuestra política desde mayo de 1951. Hemos cometido en Corea espantosos errores. Estamos, quizá, a punto de cometer ahora uno más. En todas las conversaciones de paz con la China roja corremos el peligro de jugarnos el futuro de nuestro pue blo. Aplazamos solamente nuestras pérdidas para más tarde, para cuando los chinos rojos se encuentren prepa rados y aspiren a implantar su paz en toda Asia. Sere mos culpables ante nuestros nietos, a los que condena mos al fracaso. A mi entender, sólo quieren los comunis tas reforzarse aún más y atacar en otros lugares como Indochina y Malaya. Esto significaká simplemente que tendremos que entrar de nuevo en la lucha, y contra un enemigo más fuerte y en terreno más ventajoso para él. Muchos americanos se preguntan sencillamente cómo podrían librarse de esta inútil y costosa guerra, que no deja vislumbrar ninguna solución. Yo opino que la pregunta tenía que hacerse de muy distinta manera, y creo que es mi deber el plantearla e invitar a todos los americanos a reflexionar conmigo so bre la misma. ¿Por qué tomamos en consideración, en nuestras con diciones dé superioridad absoluta sobre los rojos en Corea del Norte, una solución que no puede conducir a nin guna paz verdadera? ¿Por qué buscan tantos americanos, con celo excesivo, el concluir una paz a cualquier precio, aunque podamos aniquilar a los chinos rojos, si querçmos, y aunque Corea sea un campo de batalla mucho más favorable para nosotros que para ellos? Podemos ganar la guerra, si queremos. / Yo sé que esto está en contradicción con mucho de lo que se ha escrito sobre Corea. Yo sé que mucha gente ha llegado a la conclusión de que hemos cometido un sensi ble error al entablar la lucha con. los comunistas a 8.ooo kilómetros de nuestras costas, y que sacrificamos valio sas vidas americanas en una lucha insensata por un trozo de tierra sin valor. Sé también que nuestros estrategas de café tienen la opinión de que jamás hubiésemos podido vencer a los chinos rojos en su propio reducto y que, por esta razón, no debíamos irritarles demasiado. Todas estas opiniones son falsas. Es un hecho que la guerra les cuesta más a los chinos rojos que a nosotros. Nunca estuvieron sometidos a una sangría semejante; ellos Uexen que terminarla por cualquier medio. Esta gue rra es el mayor error que pudieron cometer; el mayor que jamás haya cometido el Kremlin. Nuestro mayor error consiste en haber concedido siem pre escasa importancia a los coreanos y a la vez haber sobrevalorado a las fuerzas rojas. Nada nos obliga a con cluir un compromiso con los rojos. Nosotros no necesi tamos de iiingún modo traicionar y vender a los corea nos que son un pueblo mucho más valioso que lo que creen muchos americanos. No tenemos necesidad de pedir clemencia a la China roja. Sólo tenemos que hacer un esfuerzo para ir por todo, y pronto aparecerán ellos suplicantes ante nosotros. Durante las largas e inútiles conversaciones de paz que comenzaron el año 1951, no he confiado jamás en los comunistas y siempre he sido partidario de llevar la guerra hasta el fin. Durante los veintidós meses en que he sido Comandante en Jefe, siempre vi nuevas ocasiones con duras y decididas ..expresioneS y yo sabía que e avorables de aniquilar las fuerzas y el material comu VIII Ejército estaba preparado ‘para la lucha. dstas, y quise aprovecharlas para terminar la guerra. Me decidí a defender Seúl. Si un Jefe militar en guerra vislumbra ocasioies de al Naturalmente, algo teníamos que ceder ante el espe anzar la victoria, pero es impedido por la alta política rado aluvión de 630.000 hombres y renunciar a algo de ara aprovecharlas, no puéde evitar que se apodere de terreno; pero yo fijé en cada caso una línea fija—en len 1 un profundo desengaño. Ya hace algún tiempo que guaje convenido la “Línea de Oro”—al norte de Seúl. luise regresar de Corea. Tenía el sentimiento de que no Estaba convencido de que podíamos sostenemos. Ade )odía estar de acuerdo con mi honor ser órgano ejecu más tehia el presentimiento de que, si dejábamos caer de .ivo de una política que no consideraba buena. Sin ‘em nuevo Seúl en manos enemigas, si de nuevo luchábamos )argo, acepté la invitación a permanecer allí hasta que en sus calles, y si las heridas producidas en ella por la uese nombrado y puesto al corriente mi sucesor. se abrían de nuevo, perderíamos; los surcoreanos Ahora, que ya estoy retirado, tengo que tomar la pa- guerra ánimo y nosotros con ello la guerra, por lo menos mo abra y plantear con toda claridad al pueblo americano el ralmente, aunque no ocurriese lo mismo en el campo. .0 que, según mi concepto, sirve mejor al bien de mi Pa :ria, y también lo que se debe a los hombres que luchan y mueren en Corea. No es tarea fácil, pues mucho de lo que tengo que decir Los rojos, vencidos por nosotros. stá en contradicción, con el actual optimismo reinante El 22 de abril, a los ocho días de mi llegada a Corea, sobre las posibilidades de un acuerdo con los chinos roel ataque. Esta fué la mayor batalla de la guerra. os y en contradicción también con nuestra política comenzó Tuvimos que sufrir graves pérdidas. El primer Batallón del ficial de los últimos años. Pero mi conciencia no me Regimiento inglés de Gloucester y la 170 Batería de lan permite callar. zagranadas, se ofrecieron a mantener una colina de im Me referiré a mi primera experiencia en la lucha con portancia estratégica, y de 500 hombres quedaron sola [os chinos rojos. Habían transcurrido precisamente cinco mente 42; uno de los más destacados ejemplos de valor meses desde que atacaron por sorpresa a nuestras dis de una Unidad completa en la moderna historia de la persas fuerzas y casi ‘nos habían expulsado de Corea. guerra. Más lejos, al este, en el sector de Kapyong, cerrá Desde entonces había seguido la lucha con suerte varia una profunda brecha con un Batallón austra al VIII Ejército había ganado nuevo terreno paso a paso, bamos liano y otro canadiense, del Regimiento de Infantería combatiendo, y había reconquistado la capital, Seúl. de la Princesa Patricia. Su ejemplar valor fué tan ele Sin embargo, hacia mediados de abril de 1951 estaban vado, que distinguí.a su Unidad con una honrosa mención preparados los chinos rojos para el mayor ataque que en el informe del Ejército. jamás habían emprendido. No mantenían secretas sus La “Línea de Oro” fué mantenida. Seúl se había sal intenciones: día a día podíamos observar cómo sus ejér vado. Después de resistir el primer gran ataque del enecitos entraban en las posiciones de espera. Se encontra ‘migo entre el .22 y el 28 de abril, nos atrincheramos y ban seguros por todas partes. Claramente alardeaban esperamos el nuevo alud. Esperamos y esperamos, mas por radio de que tomarían de nuevo Seúl. Esta táctica no vino. de dar a conocer abiertamente el’objetivo de un ataque Más tarde, cuando conocimos mejor al enemigo y sus para infundir temor al contrario la encontramos ya en debilidades, vimos claramente qué ocasión se nos había César, pero tenía una fatídica eficacia en Extremo presentado en aquel momento. Llevaba yo en Corea sola Oriente. Como lo importante es no perder la iniciativa, mente dos semanas y no podía aún saber que los chinos no puede nadie permitirse el,lujo de hacer amenazas rojos no hacen honor a su fama, y que un contraataque sin fundamento. Cuando lbs chinos dijeron que tomarían los hubiese aniquilado. Seúl, sabíamos que estaban preparados para intentarlo El siguiente ataque rojo tuvo lugar el r6 de mayo en e 1 hasta las últimas consecuencias. Habían acudido a su frente oriental medio. Al mismo tiempo introducía el frente 21 ejércitos con un total de 630.000 hombres. Para enemigo una cuña nortecoreana hacia el Sur. Los parti oponernos a estas fuerzas teníamos nosotros quince Di darios de la defensa, de los que siempre había habido en visiones, con 230.000 hombres, repartidas a lo largo de el VIII Ejército, temían que pudiésemos ser rodeados y 215 kilómetros de frente. que nos fuesen cortadas las comunicaciones. Me decidí Hasta entonces habíamos podido detener cada ataque por otra estrategia. Me acuerdo de que dije a mi Estado chino sólo tras una larga retirada con inmensas pérdi Mayor: “No nos preocupemos de ellos. Allí no hay nada das. Yo encontré que la mayor parte de los Oficiales del que nos obligue a irles a buscar. Sus soldados morirán Cuartel General del VIII Ejército se preguntaban no de hambre o se entregarán.” cómo mantendríamos Seúl, sino cómo podríamos recons No opusimos, pues, al Este y junto a la costa ninguna truir nuestra siguiente línea defensiva después de reti resistencia; los soldados rojos debieron pensar, al avan rarnos.. zar, que aquello era un juego de niños. Al tercer día de batalla emprendimos la primera con En el frente reinaba otro estado de ánimo. Nuestro VIII Ejército estaba fresco, duro y elástico, y cada día traofensiva contra los chinos, la primera en toda la guerra; se dejaron sorprender por completó. En lugar de ser ro mejoraba: una gente verdaderamente magnífica. Quien, como yo, en las G. M. 1 y G. M. II, y en Grecia, deados por los chinos que habían profundizado hacia el ha vivido estrechamente unido a las tropas, sabe pronto Sur 8o kilómetros, les cortamos las comunicaciones y ya no nos preocupamos de ellos. lo que valen.’ Puede, en el jeep, recorrer lugares, mante Decisión, gran potencia de fuego y el heroico compor ner aquí y allá una breve conversación, y al final de un día semejante puede tener una idea bastante exacta de tamiento de nuestras tropas habían formado un dique cómo se comportarán en la lucha. Como yo visitaba así a las oleadas atacantes chinas, y nuestra contraofensiva al VIII Ejército, se me levantó el corazón. “jHola, sol se había 4esarrollado con éxito. El 22 de mayo afirmaba dados!”, solía yo decir, y, como respuesta, se oía una risa el informe oficial que las fuerzas armadas de las Naciones abierta, un saludo militar y un “1Hola, General!”. Todo Unidas habían sofocado la ofensiva china. El 24 de mayo pasábamos de nuevo el paralelo 38. respiraba preparación, disciplina, camaradería y con nuestra victoria habíamos atacado ligeramente fianza. Un Suboficial me preguntó con toda seriedad: y Para pudimos derrotar decisivamente al enemigo. Pero no “Qué nos detiene, mi General? ¿Por qué no terminamos’ con esto?” Por todas partes encontré jóvenes Tenientes eran éstas las intenciones del Gobierno de Wáshington; nuestro Ministerio de Asuh.tos Exeiiores ya había hecho saber a los comunistas que nos dábamos’ por satisfechos alcanzando el paralelo 38. En lugar de recibir la señal de ataque, se nos quitó la libertad de movimientos. Aun en la cuestión de rectifi cación de nuestro frente, para mejorar nuestras posibi lidades de defensa fuimos dificultados por las órdenes de nuestro mando del Extremo Oriente en el Japón, que probablemente obedecían a instrucciones de Wáshington. Antes podíamos aún disponer para ello de toda una División; entonces fué disminuyendo cada vez más el número de fuerzas permitido, hasta que nos tuvimos que limitar prácticamente a la acción de patrullas de información. El enemigo se reponía rápidamente de su derróta de mayo, y el io de junio estaba ya atrincherado de nuevo. Este es el motivo por el cual advertí al General Ridgway —lo que se ha utilizado como refutación a mi convicción de que el enemigo estaba en franca huída—, que un avance en estas condiciones, sólo de 30 k.ilómetros, “cos taría demasiadas pérdidas”. Entre las condiciones que reinaban el )26 de junio y la ocasión que se nos había pre sentado un mes antes existía un abismo. Y no es nada comparable una derrota decisiva del enemigo con un avance de 30 kilómetros. Las debilidades de los rojos. Durante mi estancia en Corea se ofrecieron nuevas ocasiones en las que se veía claro que, los comunistas po dían ser derrotados deciivamente; el aprovechamiento de estas ocasiones me fué ‘impedido por la alta política. La ocasión aún existe hoy. El General Maxwell Taylor, nuevo Jefe del VIII Ejército, puede aprovecharla, tan bien comoyo lo hubiese podido hacer, si la política no se lo impide. La verdad sobre las fuerzas chinas rojas no se ha dicho aún, y ya es hora de que alguien se decida a ello. El sol dado chino rojo es de por sí un enemigo muy digno de ser tenido en cuenta. Esto se refiere especialmente a los viejos luchadores comunistas que han hecho la guerra civil china desde el principio hasta el fin. Estos hombres son duros y orgullosos, muchos de ellos fanáticos hasta la muerte. Pero la mayor parte de los hombres del Ejército chino no son comunistas, aunque hay que contar con que, inundados por las’ oleadas de propaganda repartidas por los’ comisarios políticos de cada Unidad, se hayan hecho comunistas rápidamente. Muchos de los soldados nortecoreanos nunca estuvieron conformes con su Gobierno de marionetas comunistas y jamás desearon luchar; son simplemente hombres que quieren ser dejados en. paz en sus hogares campesinos, con sus familias. Han sido obli gados, contra su voluntad, a servir en el Ejército chino, y luchan solamente porque sienten la pistola apoyada en su espalda. Esto vale también para los millares de sol dados nacionalistas chinos que hoy han sido incorporados a la fuerza al Ejército de su antiguo enemigo. También son, sin embargo, estos no comunistas bue nos soldados. El puño férreo que tienen tras ellos les obliga a serlo. La menor Unidad del Ejército chino consta de tres hombres, cada uno de los cuales está obligado a vigilar a los otros dos, y, a su vez, cada uno se sabe vigi lado por los otros. Si uno de ellos tiene que ir a las letri nas, van los otros dos con él. Ningún soldado ,se atreve a desobedecer una orden o a quejarse. Todo aquél que retrocede un solo paso sin haber recibido orden de reti rada, es fusilado. También es fusilado el que procede como si’tuviese la intención de pasarse. El valor y la obediencia de las fuerzas rojas son sobre cogedoras e increíbles. Si un Batallón recibe orden de avanzar hacia las bocas de nuestros cañones, no s dc tendrá hasta que el último hombre haya caído sobre lo cadáveres de sus compañeros. Con su artillería son los chinos igualmente dispendio sos.. Una comparación con nuestra experiencia en 1 G. M, II lo aclarará. Si en Europa uno de nuestros grupo de Infantería era blanco de la artillería alemana, le bas taba pedir un avión de reconocimiento. Los alemanes a su aparición, economizando sus piezas y dotaciones evitaban cuidadosamente denunciar su situación a u avión que pudiese dirigir nuestro fuego sobre ellos. Ui solo avión bastaba para ocasionar el cese del fuego. Cuando el General Mark Clark vino a Corea en visita d inspección, en el pasado ótoño, quedó asombrado de qu nuestra actividad de patrullas se llevase a cabo exciusi vamente de noche. “Por qué—preguntaba—no se haci de día, en que se pueden enviar aviones de observación y así se podría obligar a las baterías enemigas a suspendei el fuego?” Le respondimos que esta táctica en Corea nc sirve. Los rojos tiran sin tener en cuenta las contrame didas; aunque enviemos oleadas de aviones que puedar aniquilarles. Es el empleo de artillería más dispendiosc que jamás ha habido. Al comenzar un avance, se señala a los soldados roj o solamente la dirección que ‘han de seguir, con la order de avanzar tanto como puedan. Al contrario de nuestros soldados, no llevan ni chaleco a prueba de balas, ni.casco. Su fusil está cargado, y tiene 200 cartuchos en un cintu rón-cartuchera que se arrolla al cuerpo. Llevan algunas granadas de mano primitivas, cuya fuerza explosiva nc alcanza ni a la mitad de las americanas. Sus provisiones de boda consisten en una mezcla de cereales toscament€ molidos: arroz, trigo, mijo y cebada, que llevan en ur saquete de tela, que tiene el aspecto de un embutido. Con frecuencia se ha dividido el saquito en partes pox medio de cordeles que indican la raciÓn diaria. Con ellos debe contar el soldado para vivir dieciséis días, antes de recibir una nueva’ración. Mastica los granos molidos, s es preciso, crudos y secos; si es posible, cocidos en sus propios utensilios de cocina. Los pequeños grupos de a tres comienzan el avance, vigilando cada hombre atentamente a los otros dos. Mar chan de noche y se esconden de día,, durante el cual duer men, lo mejor que pueden, al abrigo de matorrales y sa lientes rocosos. Saben que si son heridos se les abandona y que tienen que esperar tan poca ayuda como un animal herido en la selva virgen. Los comunistas no tienen nada que se parezca a nuestro Cuerpo de Sanidad Militar, a nuestros puestos de socorro avanzados y a nuestros bien provistos hospitales retrasados. Unos primitivos ‘apósi tos de tela y unos pocos medicamentos es todo lo que pue den ofrecer a sus soldados. ¿Durante cuánto tiempo hay que considerar al soldado rojo con capacidad para luchar? Con su sueño escaso e irregular, limitado a unas horas, se agota pronto. Sus 200 cartuchos comienzan a gastarsé. Sus granos molidos se humedecen con la lluvia y fermentan por el calor. A los cinco o seis días ha perdido toda su capacidad com bativa. ¿Y dónde están las reservas, municiones y apro visionamiento? La constitución de los servicios de reta guardia necesarios para un largo ataque sobrepasa la capacidad del Ejército rojo chino. Por el contrario, tienen los americanos un Ejército que está en condiciones de moverse rápidamente, dar un golpe aquí, otro allá, formar constantemente nuevos puntos amenazados y en un ataque duradero a plena po tencia no dejar descansar al enemigo, ni que se atrinchere. Es una táctica para cuyo bosquejo, perfeccionamiento y reglamentación fueron necesarias generaciones de hom bres entendidos. Con su disciplina férrea, su fanatismo y su falta de aprecio a las vidas humanas pueden los chinos rojos em render un ataque, que parecerá irrsistible el primer ja, y quizá el segundo, pero que comienza ya a parali arse al tercer día. uestro gran error en Corea. El primer error que todos hemos cometido, en Corea en Wáshington fué sobrevalorar la fuerza combativa Le los Ejércitos chinos comunistas, que ciertamente ata an con furia, pero tiehen poca posibilidad de perseverar. jste primer concepto falso sobre la fuerza combativa y a movilidad de los rojos ha conducido a una situación ue durante toda la guerra nos ha paralizado y que nos )bstaculiza aún en las conversaciones de paz. También el allegar refuerzos es para los comunistas in serio problema. El pueblo en Corea del Norte es sólo ma sombra de sí mismo. Antes de la irrupción de los co nunistas vivían allí cérca de ocho millones de hombres. De ellos, huyeron tres ante el comunismo, otro millón nás ha desaparecido, parte en la guerra., parte “liqui lada” por las autoridades rojas. Cuando los comunistas en los primeros meses de 1950 lieron la señal para la guerra, había en el Ejército norte oreano 20 Divisiones. Cuando abandoné Corea, queda an solamente siete Divisiones nortecoreanas, y por las :ondiciones de la guerra de posición estaban tres de ellas permanentemente en la primera línea. Entonces tenían los nortecoreanOS tan sólo una quinta parte de la línea de combate. Las otras cuatro quintas partes las mante nían unos 850.000 soldádos rojos chinos, que han llegado por largas y vulnerables líneas de comunicaciones. Si fuesen necesarias más tropas, tendrían que ser también traídas, pues ya no quedan disponibles nortecoreanos útiles para la guerra que pudieran ser alistados. Durante el primer año y medio de guerra pudo el Ejér cito nortecoreano ser provisto por su mismo país de ali mentos, ropa y armamento individual. Una pequeña in dustria de municiones y armas, montada en forjas y fun diciones le proporcionaba incluso sus primitivas grana das de mano. Durante el último año ha sido Corea tan cotnpleta mente devastada, que el país ya no produce casi nada. Además de todo el material de guerra, camiones y arti llería rusos, así como fusiles y municiones chinos, tienen ahora los rojos que recibir vestuario y alimentos. La queja más frecuente de los soldados enemigos que coge mos prisioneros se refiere a la mala calidad de los ali mentos proporcionados por los comunistas. Así, todo depende de las líneas de abastecimiento, lo que significa largos enlaces por camión y ferrocarril con Wladiwostok, Mukden y el interior de China. Fieles a nuestra política de no hacer nada por nuestra defensa al otro lado de la frontera. de Manchuria, no arrojamos ninguna bomba sobre la larga extensión que, fuera ya de Corea del Norte, invita al ataque. En el interior del país, pese a nuestra política de guerra limitada, cada viaje de aprorisionamiento resulta espantosamenté caro de mantener. Corea del Norte es un país con numerosas montañas, estrechos valles y ríos torrenciales. Las líneas férreas y carreteras serpentean como pueden, a través de cientos de túneles, sobre miles de puentes. Para camiones son estas carreteras mortíferas, pues saltan del monte al valle, son fangosas, pedregosas, llenas de curvas cerradas salientes y baches. A lo largo de la costa corren lq.s principales líneas fé rreas y la autoestrada de Wladiwostok, al alcance de nuestras baterías navales. Nuestra Marina dispara a gusto sbre una empinada ladera allí existente, para obstruir la vía o la carretera por medio dé desprendi mientos de tierras. Los otros caminos de aprovisionamiento en Corea del Norte han sido tomados como objetivo por nuestra Avia ción.Cada uno de los puentes ha sido ya alcanzado, y no sólo una vez, sino repetidamente. Hemos interrum pido las vías férreas o las carreteras en longitudes de cientos de metros. Hemos obstruído una y otra vez los túneles. Sólo al agrupamiento de la población a lo largo de las vías de comunicación, así como a su paciencia oriental hay que atribuir el que sean aún utilizables. Los comu nistas son extraordinariamente hábiles en la reparación de los daños. Si interrumpimos una línea férrea, se ordena a todos los habitantçs de las aldeas cercanas que se incor poren al Servicio de Trabajo. A mano desnuda rehacen por la noche, y si es preciso al día siguiente, las destruc ciones. Si es obstruido un túnel, se amontonan allí como hor migas y sacan las piedras una a una. Si se destruye un puente, construyen un armazón de troncos. En las pro ximidades de Sinanyu, donde la carretera principal de Mukden cruza el río Chon-chon, trabajan constante mente, y a la vez, en diez puentés de circunstancias de dicho género, para tener siempre uno de ellos, por lo me nos, viable. A pesar del trabajo de esclavos, representa esto pérdi das inauditas, especialmente porque las instalaciones del enemigo no están en condiciones de atender a la re paración de locomotoras y camiones. Aunque no les al canzásemos jamás en tiro directo—y aniquilamos co lumnas enteras de camiones y trenes completos—serían los daños del enemigo bastante graves. En las estropea das carreteras se averían muchos camiones. Corno hay. que circular de noche y esto con tan poca luz como sea posible, es muy elevada la cifra de accidentes. La cifra de pérdidas enemigas en medios de transporte es difícil de valorar. Algunos de nuestros agentes de in formación nótifican cifras tan elevadas, que apenas nos atrevemos a concederles crédito. En lo que se refiere a camiones, podemos decir con seguridad una cosa: si nos otros tuviésemos tantas pérdidas como el enemigo, nos encontraríamos con serias dificultades, a pesar de la ca pacidad de producción’ de nuéstras fábricas. Se le hace muy difícil al enemigo, aun para la simple guerra de posición, el abastecerse suficientemente. Si ejerciéramos sobre él una presión efectiva y le obligáse mos a combatir, le crearíamos un problema de transpor tes casi insoluble. Tendría entonces que efectuar los trans portes durante el día o aumentar la velocidad de sus con voyes durante la noche, lo que significa que tendrían que llevar los faros más abiertos. En todo caso tendría nuestra Aviación blancos favorables. Los rojos han perdido la guérra, a no ser que les ayudemos. Desde el punto de vista estratégico—como ellos iiuis mos saben muy bien—, los comunistas han perdido ya la guerra en Corea, siempre que los americanos no seamos tan insensatos que les demos una buena salida. Es esencial, y esto hay que tenerlo presente en toda negociación con los comunistas, y no olvidarlo, que la guerra “caliente” que ha estallado en Asia sé desarrolla en cuatro frentes. Uno de ellos, que exige un millón de soldados enemigos, es Corea. Otros dos frentes son Indo china y Malaya. El cuarto frente se encuentra también en tierra firme, frente a Formosa. Cada uno de estos frentes es un punto de inflamación en la lucha universal por la existencia que el mundo libre sostiene con el comunismo. Cada uno de ellos es vital para los otros, y la más simple idea estratégica exige que ips pueblos del mundó libre se pongan de acuerdo entre sí para sus asuntos en estos frentes. .77 Una transigencia en uno de lo cuatro frentes repre sentará en los otros una mayor presión comunista. Si Rusia ha cambiado realmente su política desde la muerte de Stalin y desea la paz en toda Asia, bien está. Si no fuese éste el caso, no podríamos prestarnos a sucumbir a las seducciones ‘del enemigo y renunciar a una conside rable ventaja militar en Corea, para dejar a los comunis tas las manos libres para sus empresas contra Indochina o Formosa. Si nosotros tuviésemos que dirigir la guerra contra los comunistas en cualquier lugar—y ellos se han decidido ya por éste—, es para nosotros Corea el lugar más apro piado, y el pueblo surcoreano nuestro mejor aliado. Los surcorenos son excelentes soldados. Cuando los rojos chinos emprendieron su gran ofen siva de primavera el año 1951, estaba la 6.a División sur coreana en el frente, entre dos Unidades americanas. Estos soldados surcoreanos se adelantaron previsoramente por terreno montañoso desfavorable para infor marse de lo que habí a delante de ellos. De repente se encontraron ante una oleada de ataque en masa de los rojos, y entonces sucedió la quizá peor derrota de esta guerra. Las Unidades avanzadas de la 6.a División surcoreana se deshicieron y desaparecieron. Sin resistencia se volca ron los chinos, kilómetros y kilómetros, por esta brecha. A derecha e izquierda de la brecha fueron rodeadas las dos Unidades americanas y fueron amenazadas por un cerco extraordinariamente peligroso. Llovieron reproches sobre los surcoreanos. Nada más que al comienzo de la toma de contacto habían sido de rrotados y habían puesto a todo nuestro Ejército en pe ligro de ser, aniquilado. Estos fueron los primerós juicios precipitados. ¿Cómo fué, sin embargo, la ccisa en la realidad? La 6. División surcoreana tenía entonces 10.000 hom bres; nosotros la habíamos armado solamente con una potencia de fuego muy limitada: carabinas y ametralla doras ligeras. No tenían ninguna’ametralladora pesada; no tenían ni una sola granada de mano. Tenían algunos lanzagranadas con pocas municiones. Los pocos cañones que poseían eran prácticamente inútiles a causa de la intransitabilidad del campo de batalla. Estos 10.000 hombres, ligeramente armados, fueron arrollados por cuatro Ejércitos chinos con toda su fuerza, que se encontraban en pleno avance. De los io.ooo hombres surcoreanos, 6.ooo cayeron o fueron heridos; a los demás no les quedó otra solución que la huída. Yo no vi en la derrota de la 6.a División nada deshon roso. (La misma suerte corrió en diciembre de 1944 la ro6 División americana cuando la ofensiva de von Ründstedt en las Ardenas.) Tan pronto como la batalla cedió, procedí a proveer a la 6. División de toda su potencia. La formamos cuida dosamente con los Oficiales y soldados supervivientes,: y de 6.ooo nuevos, y esta vez se la doté de ms potencia de fuego. Se sintió entonces el Jefe de la 6. División, Genera1 de Brigada Chang-Do-Yung, tan deshonrado por su de rrota, que él y algunos de sus Oficiales fundaron una sociedad secreta, “Los Tigres Amarillos”. Prestaron so lemne juramento de no ceder eilos, ni permitir a sus tro pas hacerlo, un solo palmo de terreno sin orden expresa del mando. Cuando nuestra contraofensiva en mayo, estuvo el Ge neral Chang. con su División de nuevo en primera línea y luché entre la 7. y 24 Divisiones americanas. Avanza ron por un terreno difícil como ninguna otra Unidad en “o ningún otro sector del frente. Desde entonces lleva y esta Unidad catorce meses sin solución de continuida en uno de los sectores más importantes y duros de tod el frente. El coreano es inteligente, aprende de prisa, es extraor dinariamente obediente, sufre sin quejarse y no está mi nado. Su confianza y su comportamiento son ejemplares y sabe exactamente por qué lucha. Conoce el comunism y su obra por observación directa; un miembro, por 1 menos, de su familia ha muerto o desaparecido, o su propiedades han sido saqueadas Todos aquellos a quie nes mira, desde el Gobierno de la República de Corea hasta las personas principales de la ciudad y del país le exhortan a la lucha. Las mujeres coreanas, aisladas i organizadas, están en su totalidad por la continuaciói de la guerra. No toleran en casa ningún hombre útil ei edad militar; si fallasen los hombres, tomarían ellas la armas. Las fuerzas surcoreanas tienen ahora 6oo.ooo hombres Nosotros hemos instruído unos 20.000 Oficiales, de ello 1.000 en las Academias Militares de Estados Unidos Ya se han constituido i6 Divisiones y se pueden consti tuir en cualquier momento otras cuatro más. Estas 2C Divisiones pueden ser empleadas por tiempo ilimitado Los coreanos sostienen actualmente casi los dos tercios del frente de combate. Contamos con la feliz circunstancia de ser ayudado por un Cuerpo del Servicio de Trabajo coreano. Sus miem bros son los héroes desconocidos de esta guerra. Según mis noticias, no se ha conocido aún algo parecido. Consta de hombres de más de treinta y cinco años, que tienen familia. Estos hombres trabajan en retaguardia hasta la línea principal de resistencia y entran en las posiciones, con frecuencia, inmediatamente detrás de las fuerzas dc ataque; miles de ellos hah sido heridos o han muerto. Descargan nuestros camiones, construyen carreteras, lim pian armas y hacen el servicio de cocina. Si la batalla está en marcha; si nuestras tropas hacen un gran avance y toman nuevas colinas, presta entonces el Servicio de] Trabajo sus más valiosos servicios. En, un terreno que no permite el paso de camiones, arrastran sus hombres nuestros aprovisionamientos; pesados armazones de ma dera para bunkers, municiones, alimentos. Están estos coreanos acostumbrados a llevar cargas sobre sus espal das y hacen verdaderos prodigios en cuanto a fuerza y resistencia. Pequeño como es el coreana, según la idea que de él tenemos, es capaz, en un solo día, de empaque tar un quintal de carga, subir con él monte arriba, lle varlo 15 kilúmetros, entregarlo y regresar al punto de partida. 100.000 de estos hombres le corresponden a nuestro VIII Ejército, o sea 10.000 para cada División ameri cana en Corea. Si no estuviesen ellos, tendríamos que lle var a Corea, por lo menos, ioo.ooo americanos más. - Syngman Rhee es un hombre destacado. El Ejército coreano debe una buena parte de su fuerza al Presidente de Corea, Dr. Syngman Rhee, un hombre que, con frecuencia, ha sido mal entendido o mal apre ciado. Cuando fundamos la Academia Militar para la instrucción de altos Oficiales del Ejército coreano, o sea la primera Academia Militar coreana, nos hizo el honor el Dr. Rhee de asistir a la ceremonia inaugural y de es cribir, de su puño y letra, con su firme escritura, una frase que hicimos grabar en piedra a la puerta de la Academia: “SANG-MU-DAI.” Esta valiente y sonora frase se puede traducir así: “Salud y honor a toda la caballerosa Mi licia.” Durante los veintidós meses que estuve en Corea vi con frecuencia al Presidente Rhee, por lo menos una vez por semana, junto a cualquier Unidad de su Ejército. accedido a ello tres arios antes, no hubiese ocurrido nunca Pude observar la adhesión de las tropas y del pueblo a el ataque comunista. Muchos millares de jóvenes ameri este gran hombre. He visto gente que, de rodillas, le ro canos vivirían aún, y la espantosa destrucción de Corea se hubiese evitado. gaban que uniese de nuevo a Corea. Cuando, en julio de 1951, comenzaron las conversa El Presidente Rhee vive en una casa en Pusan que ciones de armisticio, avisé repetidas veces que era un carece de todo “confort”. No permite a su Gobierno gas tar dinero para su persona: todo debe ser empleado para truco del enemigo ya vencido, que quería salvarse. Se ha visto que esto era exacto. Una y otra vez se ha pro el Ejército, para ayudar a alcanzar la libertad del pue blo. Algunos empleados opinaron una vez que la digni bado que él Dr. Rhee posee la meditada sabiduría de un experto e inte dad de su empleo exigía que tuviese un avión propio hombre de estado extraordinariamente ligente. para sus viajes por el país. Espontánea y expresivamente Prescindiendo de toda habladuría, es el coreano un respondió: “Si tuviese un avión tendría que arrojar bom excelente soldado y un magnífico aliado. En todas las bas al enemigo.” partes del mundo hay pueblos que se hallan en espíritu He tenido la dicha de conocer a muchos hombres des a nuestro lado. Pero no se unirán a nosotros sólo con el tacados de muchos países. Como pensador, sabio, hom bre de Estado y patriota, es Syngman Rhee uno de los pensamiento, sino en cuerpo y alma si nosotros se 16 faci mayores. Fué educado como confucionista, convertido litamos por medio del armamento y de la instrucción. al cristianismo por misioneros americanos y entró en Qúizó. sea, a la larga, el único medio de que el mundo Corea en la Iglesia Metodista. Fué a Estados Unidos para libre siga siéndolo, pues los Estados Unidos no pueden, estudiar, se hizo bachiller en la Uñiversidad de Jorge en modo alguno, manténer solos todos los frentes contra Wáshington, Maestro en Artes• en la Universidad de el comunismo. A mi entender, debíamós esforzarnos en ayudar a nuestros amigos a que puedan valerse por sí Harward, y logró el título de Doctor en Princeton. El estado de cultura de los coreanos no es elevado. A mismos. lo largo de medio siglo, les han sido escatimadas por los japoneses sus posibilidades de formación y desarrollo personal; los japoneses recibierén Corea en 1905, al fin Por qué tenemos la cosa tan difícil en Corea? de la guerra rusojaponesa. Estaban los coreanos bajo la A nuestro lado están el Dr. Rhee’ y nuestros valientes férula de los grandes terratenientes y vivían en extrema aliados coreanos, cori los que me he encariñado como pue pobreza. Sus primeras experiencias de democracia las blo y como soldados. Tenemos también a los japoneses; hicieron en 1948 bajo la dirección de su primer Presi dente, precisamente Syngman Rhee, elegido en dicho los japoneses son el mejor apoyo imaginable para una guerra en el continente asiático, si llegase ese caso. Igual año; se le puede llamar el Jorge Wáshington de Corea. mente están con nosotros los filipinos, los chinos nacio Estos hombres coreanos fueron inundados por la pro paganda comunista, que les excitaba a odiar a América, nalistas en Formosa y el pueblo de la Federación Indo matar a los propietarios y capitalistas y repartir el botín. china. ¿Por qué, pues, nuestro carro se ha atascado en A pesar de ello, ha logrado el Presidente Rhee explicarles el lodo en Corea? La respuesta parece ser, lógicamente, que nuestra alta que los comunistas, en el fondo, solamente tienen la in tención de suprimir la libertad. Pudo infundirles su política ha decidido no utilizar ninguna de las ventajas ánimo y su constancia. Recibió un pueblo sin formar y que alcancemos, sino, en lugar de eso, atrincherarse y no desorganizado, y lo transformó en uno de los baluartes moverse de la posición. Se ha llegado así en Corea a un modo descabellado de contra la agresión comunista. guerra de trincheras, algo así çomo una competición para Yo desearía poder presentar al Presidente Rhee al pue blo americano, tal como yo le conozco. El no da en modo construir las posiciones más profundas y lograr el mayor alguno la impresión de ser un hombre de setenta y ocho consumo de municiones para destruirlas. años. Casi dos años me acompañó, por término medio una vez por semana, aun en las circunstancias más desfavo 1Qué debíamos hacer en lo sucesivo en Corea? rables, ya al frente de combate, ya a los campamentos de instrucción. Si en tiempo frío teníamos que viajar en Según lo que veo, apenas hay un fundamento para lle un jeep descubierto, rechazaba mis disculpas con un mo vimiento de mano y se reía de mis cuidados. Entonces gar a un verdadero arreglo político con el régimen rojo en Extremo Oriente. Este régimen dirige en Corea, con trepaba al jeep, y durante el viaje brillaba su noble cabe za, enmarcada en blancos cabellos, como el sol entre el Kremlin como participante oculto, la guerra contra el mundo libre, y prepara la guerra contra Formosa. °Per.. nubes oscuras. Si los críticos designan a Syngman Rhee como un terco sigue abiertamente el fin de hacer entrar a toda Asia en poco sociable, no lo es realmente. En mis esfuerzos por la esfera del plan de conjunto para la bolchevización del crear un Ejército surcoreano tuve siempre que requerirle mundo. Quien deje de prestar atención a este hecho decisivo repetidamente como víctima y sostén de todo género. e inexorable o quien contemporice con el régimen rojo Jamás dudó ni mé dejó en la estacada. Sólo puedo admi tir que los reproches hechos al Presidente coreano en re en China, pone en peligro nuestra propia existencia. Si los comunistas no quieren dejar una Corea fuerte, ferencia a falta de colaboración con nosotros provienen libre y unida (y no veo motivo para la atrevida suposi-. de gentes que tienen el deseo de que renuncie él a la mi sión de su propio pueblo y de que se ligue a planes que, ción de que se avengan a ello), podemos elegir entre cua según él opina, son nocivos para la libertad de Corea. tro posibilidades: i.—Podemos retirar nuestras fuerzas y dejar a los co Con frecuencia se ha exigido de él no colaboración, sino reanos abandonados a su suerte. Esto sería una catás sumisión. Antes de áondenarle por haberse negado a admitir to trofe. Corea del Sur es un experimento de las democra das nuestras directrices en relación a Corea, debíamos cias libres en Asia. Si les dejamos en la estacada, perde pensar cuánto mejor sería quizá nuestra situación si remos la supremacía en todo el Pacífico. Tuvimos que correr en auxilio de Corea el. año rgo y nosotros hubiésemos colaborado con él. Antes de que el ahora tenemos que quedarnos allí; de lo contrario, que Gobierno americano le diese, por fin, permiso para cons los Ejércitos rojos libres para invadir el SO. de tituir un gran Ejército surcoreano, tuvo que luchar con darían todas sus luerzas durante años enteros. Si se hubiese Asia; con ello quedaría India cogida por el flanco y ten- dría que entenderse con los comunistas. Tampoco a Ja Wíshington nos ha retenido. pón y Formosa les quedaría otro remedio. De este modo pasaría toda Asia al comunismo y el Pacífico llegaría a De esta situación no existe ninguna salida cómoda, ser una vía de circulación comunista. El único rayo de luz es que una victoria en Corea es inu 2.—Podemos conformarnos con la actual fijación de cho más fácil de alcanzar que lo que’ permite sospechar frentes y guerra de trincheras. Esto sería una.considera la débil política seguida hasta ahora por el Gobierno. ble pérdida de moral de lucha en la tropa y, en último Esto lo han probado los sucesos de finales de otoño úl extremo, significaría una derrota. Si llevarnos a cabo timo, cuando se dió la mayor batalla en Corea desde el una guerra de posición, queda la ley de la iniciativa de principio de la guerra de posición. No la iniciamos nos las negociaciones y de la lucha en manos del enemigo; otros. Hemos tratado, según las órdenes recibidas, de no entonces determinaría éste la extensión, dureza y método tomar ninguna iniciativa. Los comunistas nos presenta de lucha, y todas las ventajas estarían de su parte. ron batalla; nosotros, simplemente, no la eludimos. El campo de batalla es la mejor escuela del arte de la La batalla se inició por la posesión del monte defen guerra para sus fuerzas. El enemigo observa nuestra tác dido por la 9a División surcoreana. Los comunistas ini tica y envía sus tropas a primera línea para que se pongan ciaron súbitamente un gran ataque. Los surcoreanos lu al corriente todos sus soldados de los modernos métodos charon maravillosamente, pero contra ellos avanzaban de lucha. Los chinos rojos no tenían ninguna noción de tres Divisiones completas del mejor Ejército chino rojo, la moderna dirección de la guerra hasta que fueron el XXXVIII, que atacaban con toda su furia, y la lucha alumnos nuestros, pero aprenden de prisa. Al mismo arreciaba tanto de tiempo en tiempo, que era imposible tiempo están en situación favorable para poder pedir el reflexionar. En tales momentos retiramos a los sur más armamento a los rusos. coreanos y formamos una barrera con toda la artillería 3.—POdemos aprobar un complaciente armisticio en disponible; entonces regresaron de nuevo los surcorea Corea, que divida al pueblo coreano y deje sin resolver nos, hata que una nueva oleada atacante amenazó des todos los puntos de fricción. Es fácil predecir qué ocu bordarles. rriría entonces. Los comunistas darían largas indéfini La batalla se inclinaba ya de un lado, ya de otro. En darnente al cumplimiento de sus promesas políticas y, los Estados Unidos fuimos extraordinariamente critica al mismo tiempo, las aprovecharían para su propaganda. dos por muchas voces de la Prensa. ¿Era necesario luchar Para quienes tengan intenciones democráticas, especial tan encarnizadamente por una sola colina? mente en Corea y en el resto de Asia, sería esta situación Era necesario. En cada uno de los ataques que hizo el desmoralizadora. enemigo debía éste pagar un enorme tributo de sangre Con su insidiosa dialéctica comunista, su propaganda a nuestra artillería. Redujimos los 30.000 hombres, que expondría el armisticio como una gran victoria comu inicialmente formaban el XXXVIII Ejército, a 15.000. insta—no como una injusticia—y lo utilizarían para Para descargar el frente principal, hicimos que la separarnos de nuestros aliados de Extremo Oriente. 28. División surcoreana atacase y ocupase la colina “del Ti El primei blanco de esta campaña de agitación sería rador”. En su intento de reconquistarla, tuvieron los rojos Japón. que lanzar a la lucha tres Divisiones completas de su XT Si nos dejamos condenar a la inmovilidad, empeorará Ejército y dos de su XII Ejército, que tenían en reserva. nuestra situación militar. Seguramente no se podría con Infligimos a todas las Unidades rojas que tomaron vencer a nuestro pueblo de comenzar de nuevo la guerra parte en esta batalla pérdidas extraordinariamente gra desde el principio. Al mismo .tiempo podría el enemigo ves. Con la escucha de las estaciones de radio comunistas fortalecer sus Unidades a placer, cambiar de lugar los de Batallón y Regimiento, que hablaban sin cifrar, supi campos de aviación e. instalar gigantescos almacenes de mos interesantes particularidades: se terminaron las’ mu material, sin tener que temer una interrupción de sus niciones, faltaban camiones, las pérdidas eran incalcu comunicaciones por nuestras fuerzas navales y aéreas. lables, todo se vino abajo. Esto lo lograron conjunta Ya una vez nos hemos dejado coger en la trampa de mente el valor surcoreano y la potencia de fuego ame cese de luego casi completo. Esto nos ha costado a continua ri cana. ción muchas más pérdidas que las que hubiésemos tenido En este momento habríamos podido emprender cual si en 1951 hubiésemQs luchado hasta terminar la guerra. quier acción que hubiésemos querido, si no nos lo hubiese 4.—Finalment.e, podíamos también vencer militar vedado la política. Habríamos podido lanzar una cuña mente al ‘atacante. Para mí es la única solución sensata de carros de combate a través del debilitado sector del entre las, cuatro expuestas. frente rojo y cercar a todo el Ejército comunista en cam Sería absurdo negar que la decisión de terminar con .paña. Habríamos podido hacer un desembarco anfibio una victoria la guerra en Asia trae consigo indudables detrás de las líneas enemigas y cogerles entre las dos riesgos. Pero ‘tengo la convicción de que, en definitiva, ramas de las pinzas. no nos queda otra opción, si queremos ahorrara nuestros No hicimos nada de esto. Cuando los rojos decidieron nietos una guerra y la derrota segura; pues si se dejase el io de noviembre cejar en la batalla, les dejamos en paz. al comunismo poner las manos sobre toda Asia, sería iii- Habríamos podido entonces—lo misrio que en sinnú evitable que ocurriese el fin absoluto de todo el mundo mero de’ otras ocasiones desde mayo de 195 1—arrojarles libre. de Corea. En caso de que el régimen rojo chino no abandonase Ciertamente hubiésemos tenido pérdidas, pero esta gue sus planes para la conquista de toda Asia, tendríamos rra cuesta diariamente vidas humanas, y esto ocurrirá que eliminar. este. régimen. Tenemos que derrotar sus hasta que los rojos sean vencidos. La guerra trae consigo Ejércitos en Corea y ayudar a Chang-Kai-Chek y a sus siempre pérdidas, y cuanto más pronto llegue a su fin, soldados a regresar al continente y liberar a su pueblo. mejor. Estoy seguro de que el pueblo chino, a pesar de la dicta Yo he estado frente a frente con los rojos chinos, y mi dura de sus actuales gobernantes y a pesar de la saña opinión es ésta: Si yo fuese llamado de nuevó para luchar de la propaganda de odio de los rojos, es aún amigo nues contra ellos, iría sin titubear. tro. Y el amor a la libertad de los chinos no está limitado Si hemos de ceder ante los comunistas en Asia, estamos a los pocos millones que están ‘en Formosa. en todo caso perdidos. ¿Qué tememos, pues?. Empleomilitardelosradioaficionados. Comandante de Ingenieros, de la Jefatura de Tropas y Servicio de Defensa Química, Jose’ Ábeilhe Ramírez. - Nuevamente traemos a la Revista EjúRcITo el tema, ya .tratadci por otros colaboradores, por considerarlo de un interés extraordinario no sólo desde el punto de vista del servicio que lds radioaficionados pueden prestar al Ejército, en caso necesario, militarizando sus irstalacio nes, sino en la gran reserva de instructores, operadores, pequeños fabricantes, experimentadores y hábiles obre ros que las fuerzas armadas pueden tener en caso de ne cesidad. Por todos son conocidos los inestimables servicios que’ muchas estaciones radioeléctricas de aficionado presta ron en los primeros momentos del Movimiento Nacional, cuando tan escaso’ era el material y había. que hacer frente no sólo al servicio humanitario de información sobre el paradero de multitud çle personas, sino a reforzar las transmisiones del Ejército nacional, que empezaba a organizarse para continuar la dura, lucha que siguió después. Dadas las dificultades de formación de especialistas, es necesario dejar de pensar en improvisaciones a este res pecto en un momentodeterminado, y por ello nos atre vemos a lanzar estas notas a los aficionados a estas cues tiones con la esperanza de que las autoridades en la ma teria puedan encontrar algo aprovechable en, nuestras ideas y poco a poco se llegue a formar el esqueleto de una amplia organización auxiliar del Servició de Transmi siones en los Ejércitos. Intentaremos, pues, ,esbozar una organización de ra dioaficionados militares tal como nosotros la concebimos, y para ello vamos previamente a dar algunos deta lles sobre una organización análoga, que conocemos’ por distintas informaciones: el M.A.R.S. (Military Amateur Radio System), de los Estados Unidos. Qué es el M.A.R.S.? - cios militares campos de Aviación en cada una de las zonas del Ejército. ‘Estas estaciones, a su vez, enlazan con estaciones centrales del M.A.R.S. En el momento que ha de entrar en acción la red del M.A.R.S., las estaciones del Pentágono cambian sus indicativos por los de WAR y AIR, en tanto que las es taciones oficiales de la red sustituyen sus iniciales por la A o AF, ‘según se trate de estaciones del Ejército o la Aviación (W3USA cambiaría por A3USA en servicio del M.A.R.S.), y con estos indicativos se pone alerta a todos los miembros de la organización y se les dan ins trucciones. Como ejemplo de la eficiencia de la organización y de su funcionamiento vamos a relatar un hecho real: Fué en diciembre de 1948. Un avión C-47 volaba sobre Groenlandia... Un falld de la máquina, y ésta, con su,s siete tripulantes, se estrelló en el hielo... Puestos en alerta los aviones de recnocimiento, una patrulla de ellos descubrió el, lugar de la catástrofe, observando que había supervivientes, por lOs que, desgraciadamente, nada podían hacer por sí mismos, ya que las condiciones del terreno impedían el aterrizaje. La conversación por radio entre los aparatos de la pa trulla fué captada por la estación VO6AN, propiedad del aficionado Alexis St. Onge, capellán del Ejército, desde Goose Bay en Labrador, y rápidamente transmitió su QRR (señal de socorro equivalente al SOS), que era captado por la’ K4USA, en Wáshington, y de este modo, la patrulla de reconocimiento, a través de la estación del capellán, comunicaba sus dificultades al Pentágono, y desde allí se dispuso lo necesario para el salvaménto que, tras una tentativa de un planeador provisto de patines y dis.positivo para ser izado desde el aire, y otra llevada a cabo por una Fortaleza Volante—seguidas de la des trución de ambos aparatos—, fué, al fin, realizada por un C-47 con equipo de aterrizaje mixto de ruedas y pati nes y provisto de cohetes “jato” para el despegue, que había sido enviado desde Wright-Patterson al mismo tiempo que se ordenaba la salida de Greenville del For taleza Volante y de otro aparato remolcando al planeador. La comunicación de la VO6AN con la K4USA había resuelto el problema de las transmisiones que, sin este enlace, no hubiera tenido éxito... El M.A.R.S. cuenta con cien estaciones de control para un conjunto de 75.000 aparatos de aficionados distribuídos por todo el país. ‘ - Es un conjunto de estaciones de las Fueizas Armadas de los Estados Unidos, que trabajan como radioaficio-, nados por disposición oficial. Están distribuídas por todo el territorio de la Unión e incluso en Panamá, Hawai y otros países, donde los Estados Unidos tienen destacadas ‘Unidades de sus Ejércitos. Esta’ organización es un perfeccionamiento de la A.A.R.S. (Aimy Amateúr Radio System), existente antes de la G. M. II, que dió, en cada teatro de operaciones, el valioso núcleo de aficionados que fueron los instructores de las Escuelas de Radio del Ejército, los investigadores que colaboraron en el desarrollo del radar y los pequeños, Esquema de organización de la Red Militar de Aficionados en España. fabricantes que adaptaron, perfeccionaron y construye ron gran parte del eficiente equipo de radio que contri En la actualidad existen en España 550 aficionados buyó a la victoria en la G. M. II. En Norteamérica—como en todos los’ países—los ra qúe, por zonas, están’ distribuídos s’obre todo el territorio dioaficionados colaboran con las autoridades, poniendo español, posesiones de Guinea, ‘Plazas de Soberanía y a su disposición sús equipos radio en caso de terremotos, ,Protectorado de Marruecos y territorios del A. O. Los equipos, en general, son aptos para realizar comu incendios de bosques, explosiones, huracanes, etc., sin que ningún compromiso de tipo oficial les obligue a ello. nicaciones telegráficas transoceánicas, y empleando la Pues bien: para coordinar to’dos estos esfuerzos en caso telefonía, cubren las distancias máximas dentro del terri de comunicaciones de socorro o urgencia, el Ejército y torio nacional, posesiones y países de Europa. La disciplina de las comunicaciones se mantiene por la Aviación de los Estados Unidos tienen instaladas en “el propio honor y espíritu” de los usuarios, y es rara la el Pentágono dos estaciones que, ‘iespectivamente; tienen vez que ha de intervenir la Dirección General de Teleco los indicativos K4USA y K4AK. Estas estaciones comu nican con otras de control de la red instaladas en ‘edifi ‘municación, que es el Organismo oficial de quien depen o. den para sancionar trañsgresione’s, y basta para mante ner el orden dentro de la red la autoridad de su Asocia ción U.R.E. (Unión de Radioaficionados Españoles) Este Organismo patrocina continuos concursos de carác ter nacional einternacional, publica una revista de ca rácter técnico y de información intersocial, y se encarga del intercambio de QSL’s (acuses de recibo) entre los co municantes de España y de otros países con aficionados españoles. En contra de lo que sucede en otros países—especial mente en Estados Unidos—, los equipos de transmisión no son comerciales Cada aficionado español es un expe rimentador y un radiotécnico. Esto no. es extraño, si se tiene en cuenta que un buen equipo construído en fá brica y procedente del Extranjero suele costar unas 25.000 pesetas, cuando menos, en tanto que, autocons truído, puede alcanzar un valor de 5.000 pesetas (trans misor y receptor). Con este magnífico material humano no hay duda de que se puede organizar una magnífica red auxiliar de los Servicios de Transmisiones Militares. ‘Veamos cómo: A semejanza de la organización anteriormente des crita, el Ejército podría disponer de una estación central en Madrid, dedicada exclusivamente al servi cio de la Red Militar de Aficionados. En cada cabecera de Región o Comandancia general otra estación militar serviría de unión entre la central y las estaciones de aficionados, alistados en la R.M.A. (emplearemos esta abreviatura para simplificar). A la organización habrían de de pertenecer mente todos los militares cualquiera obligatoria de los tres - — — pero sin salirse, como es lógico, de las reglas estatuí das para el tráfico de esta clase de estaciones. No se impondría, en modo alguno, a los aficionados pertenecientes a la R.M.A. obligación alguna en cuanto a trabajo en mallas, horarios y, en definitiva, las estaciones militares, trabajando en los canales de aficionados, lo harían con el carácter de un aficio nado más. . — Estas son, a grandes rasgos, las bases en que se asienta nuestro proyecto de organización. No nos corresponde a nosotros llegar al detalle principalmente para no aburrir a nuestros lectores que hayan tenidc la paciencia de se guirnos. Conclusiones. Creemos firmemente que la, afición—como decíamos al principió—se fomentaría grandemente con la creación de esta Red, máxime si a los adheridos a ella se les pro porcionasen ventajas en cuanto a adquisición de ciertos materiales procedentes de “series” o desguaces de gue rra, información técnica, organización de concursos de ‘carácter militar con concesión de diplomas, y en ocasio nes extraordinarias (auxilio en inundaciones, huracanes, movilizaciones, etc.), citaciones oficiales e incluso conce sión de aquellas condecoraciones militares—Ique pueden otorgarse al personal civil—a los más distinguidos en sus comunicaciones En cuanto a las ventajas del sistema, no vamos a repe tirlas,- pues ya se indican a lo largo de este trabajo, y en cuanto a precedentes en España, los tenemos en la pro Ejércitos que poseyesen estación de aficionado, y tección el Servicio de Transmisiones ha prestado y voluntariamente el personal civil en las mismas con presta aque los colombófilos sin interferir para nada las de diciones que lo solicitase y-fuese acreedor a ello. •La condición de miembro ‘de lá R.M.A. no implicaría, pendencias gubernativas y federativas, a que están obli gados como miembros de una colectividad deportiva, y en absoluto, el desligarse de la autoridad de la Direc en la existencia de escalas honoríficas que permiten dis ción General de Telecomunicación, ya que la Asocia poner, en un momento determinado, de ingenieros, ayu ción sería exclusivamente para prestai ayuda al dantes, telegrafistas, ferroviarios, etc., como magníficos Ejército y, en general, al país en casos de urgencia, auxiliares del personal activo del Ejército. Laguerrayelfuturo. Por el Mayor General J. F. C. Fuller. De la publicación norteamericana Armor. (Traducción del Coman dante de’ Caballería Adolfo Esteban Ascensión, Caballero Laureado de San Fernando, del Alto E. M.) Con la introducción del motor de combustión interna, que era capaz de suplementar o sustituir al potencial ca ballo en .una proporción mucho mayor, tenía que ser esperada una evolución. Y si esto hubiera sido admitido en el comienzo del presente siglo, cuando la infancia del automóvil y en el nacimiento del aeroplano, podría ha berse dibujado un gráfico—aún muy imperfecto—que mostrara la probable influencia del motor- de combus tión interna en lá organización militar. De. ésta se hu bieran desprendido los cambios probablemente necesa rios para aumentar la capacidad de los Ejércitos; lo que se podría haber hecho y—como muy importante—lo que no podría ser hecho; cómo eran las cosas entonces, y, por último, qué pasos hubieran sido necesarios para hacerlas más viables. Aunque no sehizo tal previsión y no se tuvieron en cuenta ‘los cambios que presagiaba tan vasto aumento de potencial motor, pronto se produjeron cambios. El n primero fué la sustitución rápida del caballo de tiro por el camión; no solamente para abastecer a las tropas so bre el terreno, sino también para enfrentarse con las de mandas crecientes ‘de munición de artillería. Las grandes ‘batallas de artillería de la G. M. 1 hubieran sido de hecho imposibles sin el transporte mecánico. El segundo fué el empleo ‘del camión para el movimiento de tropas, lo que sucedió en aumento progresivo en la citada guerra para convertirse en actividad normal en la siguiente. El tercero fué la introducción del carro de combate; Caba llería mecánica blindada, del que se diseñaron dos tipos: uno pesado para el asalto y otro ligero para el reconoci miento y persecución. Y el cuarto, un enorme aumento en la oportunidad y posibilidad de obtener la sorpresa. Ya tenemos aquí los principales ingredientes de lo que puede ser llamado un “Ejército motorizado”; esto es, un Ejército organizado alrededor del motor de combustión interna. En su mayor parte, tal organización se reveló dentro de los dos primeros meses de empleo de carros. En el memorándum titulado “Un Ejército de carros”, el Mayor (ahora Teniente General Sir Giffard) Martel comenzaba su estudio así: “A menos que estaguerra termine en un desarme y una paz temporal universal, puede existir poca duda de que el soldado actia1 sin blindar y proteger cesará de existir y ocupará su lugar un Ejército de carros. Un Ejército del día presente nunca podría combatir a otro consistente, digamos, de 2.000 carros.” Dos años más tarde, cuando fiiializó la guerra, tal Ejér cito estaba ya casi a la vista. No sólo se basé el plan de operaciones aliado de 1919 en carros abastecidos por tractores todo terreno, sino que los siguientes vehículos de cadena ya existían o se comenzaban a construir: ca ñones autopropulsados, carros de abastecimiento, carros de recuperación, vehículos blindados de transporte de infantería, carros para explosionar las minas, carros pa sarelas, carros de zapadores y de transmisiones; de he cho, los principales ingredientes de un Ejército total mente motorizado. Tan convencido estaba yo mismo de que el motor de combustión interna revolucionaría la organización militar, que en 1922 escribí: “En la pró xima gran guerra podemos esperar que la organización t4ctica continúe a enorme velocidad; si se sustituye el músculo por petróleo, las armas llegarán a ser más y más potentes, mayores la protección y la movilidad, movili dad más y más rápida, y la moral, salvaguardada por las tres, más y más firme. ¿Qué significa esto? Que nin gún Ejército se organizará para un combate de veinte asaltos, sino de manera que pueda ser dado un golpe que ponga fuera de combate, tan pronto sea posible, una vez comenzado el primer asalto. Un Ejército inferior nu méricamente, pero superior en movilidad, tendrá la má xima oportunidad de poner fuera de combate a su opo nente antes de que éste pueda pisar el cuadrilátero.” Años después, en 1946, cuando de nuevo consideré este tema, éscribí: aun bajo las circunstancias exis tentes, las armas mecanizadas tienen- la posibilidad de invadir un país como Francia, Alemania o Polonia en una quincena”. Aunque en la última guerra esta profecía se cumplió dramáticamente, durante ella nunca se creó un Ejército totalmente motorizado; los Ejércitos permanecieron en gran escala aferrados a la época del carruaje. Una cues tión tan elemental, así como si debía haber uno o dos tipos de carros, estaba siendo debatida cuando finalizó la con tienda. Esto se debió al estado mental confuso que sur gió de la incapacidad de los soldados para darse cuenta de que un Ejército debe ser organizado girando alrededor del motivo potencial primario de su tiempo. Permítaseme recapitular en forma más sencilla y dife rente. Un hombre no es un arma; es una criatura de un décimo de caballo de fuerza, que puede transpórtar armas o’ una carga, y mientras dure como único medio de trans porte, constituye el elemento primario de movimiento. Similarmente, el caballo no es un arma, es un animal aproximadamente con diez veces más poder que el hom bre. Puede transportar a éste y sus armas, así como arrastrar un arma o carruaje. En- tanto no exista un mo tivo de fuerza más. potente que el caballo, permanece éste siendo el elemento primario de movimiento. Por último, en lo que se refiere al carro de combate, éste no es un arma—ni incidentalmente un aeroplano—. Es un vehículo blindado autopropulsado, todo terreno, muchás veces más potente y’ menos- vulnerable que el caballo. En el tiempo que mantenga su supremacía no puede existir otro elemento primario de movimiento más que él. Si hubiera el soldado considerado antes de la última guerra a un Ejército como una máquina compleja en. vez de como un saco lleno de efectos de guerra, no habría construído únicamente carros de combate, sino también “... vehículos de abastecimiento todo terreno a prueba de bala; no hubiera tomado la decisión de arrastrar a sus cañones con tractores, sino que los habría montado en máquinas a prueba de bala, y también hubiéra movido a su infanteríá en vehículos a prueba de bala en vez de hacerlo en camiones. En suma, habría construído su Ejér cito alrededor del motor de petróleo, blindaje y cadena oruga, como los Ejércitos de la antigüedad lo fueron al rededor del caballo, coraza y rueda. Es verdad que en la pasada guerra muchos de estos cambios se materiali zaron, pero sólo bajo el imperativo de las circunstancias y no de acuerdo con un modelo organizado, el de un Ejér cito totalmente motorizado. No es mi intención ahora en este estudio elaborar tal extremo, por la sencilla razón de que carezco del cono cimiento técnico y. administrativo para hacerlo. En vez de ello pretendo examinar ciertos problemas de carros de combate que, en mi opinión, tienen una gran influen cia en la futura guerra y que pueden auxiliar posible mente al organizador para idear un Ejército totalmente motorizado. Los problemas que yo tengo en mi mente están en con tra lógicamente de aquellos que surgieron después de que el caballo llegó -a ser un animal militar, y aunque omitir,é el aument de radio de acción—que ahora es tan notable que sería trivial examinarlo—, consideraré los cuatro restantes: sorpresa, abastecimiento, coordinación y ac ción independiente. Después de lo cual examinaré tam bién tres problemas especiales: la guerra de Rusia, ope raciones nocturnas y la influencia de las armas atómicas sobre la movilidad blindada. Sorpresa.—E1 problema básico en la guerra de carros es obtener la sorpresa. Este, que en tiempo de paz se presta a ser descuidado, adquiere doble importancia en tiempo de guerra. Después de la batalla del Somme, en 1916, cuando los carros primeros óonquistaron el terreno, se nos dijo que fué un error haberlos utilizado porque no existían sufi cientes para garantizar el éxito y que el efecto de sor presa fué consecuentemente perdido; Después de la ba talla de Cambrai al siguiente año, en la cual los carros jugaron una parte muy decisiva, se nos añadió que una sorpresa similar nunca podría ser de nuevo obtenida. Por supuesto, la sorpresa no se malogró y, por supuesto, ella podía ser de nuevo obtenida sin que fallara; por lo me nos, durante el tiempo en que el blindaje del. carro hi ciera ineficaz el fuego de fusil y ametralladora. Que las armas contracarros modifican la sorpresa de los carros, es obvio; pero no pueden hacerla desaparecér porque la facultád o capacidad principal del carro no descansa en su blindaje y armamento, sino en el efecto paralizador que ejerce su movilidad en la mente del enemigo. En Polonia, en 1939, el efecto del asalto blindado ale mánfué inmediato. Dentro de las cuarenta y ocho horas del ataque inicial, el Cuartel General polaco-quedó para lizado, de lo que resulté que el grueso del Ejérçito. polaco cayó hecho pedazos. Este colapso répentino no fué sólo debido a la falta de mecanización del Ejército polaco, sino, como -pudo ser visto en el siguiente gran asalto a los holandeses y Francia, al empleo adecuado, de los carros alemanes, pues en mayo de 1940 los france’ss te nían un número mayor de carros que los alemanes, ‘así éomo también de superior calidad. En esta segunda. invasió.n alemana, un. Oficial britá nico de E. M., que servía en Francia, escribía el 19 de mayo: “Los Panzers aún marchan con absoluta libertad y como les da la gana, sin grueso detrás de ellos. No existé infantería alguna en 6o millas (96,54Km.); justo motocicletas y carros... Noticias de que los Panzers están. en Amiéns. Esto es como una ridícula pesadilla. Los alema nes han afrontado todo riesgo—riesgos criminales- de’ locura—,- han- salido bien librados con ello, han hecho - - 11t todo lo que no debe ser hecho por soldados ortodoxos, instruidos sólo en libros y cuadriculados, y no han come tido error alguno. El Estado Mayor francés ha sido para lizado por esa inortodoxa guerra de movimiento. Las condiciones flúidas que prevalecen nada tienen que ver con los libros de texto, y los cerebros de 1914 de los Ge nerales franceses, responsables de formular planes para los Ejércitos aliados, son incapaces de disçurrir ante este sorprendente hecho.” mita la consecución de una sorpresa violenta, y la vio lencia de la sorpresa estará, como lo estuvo en el pasado, en razón directa con la movilidad que los carros sean capacs de desarrollar y mantener. Abasteeimiento.—Lo que se acaba de establecer intro duce lógicamente el problema de la logística, esa rama del arte de’la guerra que comprende el transporte y abas tecimiento, y que constituye la base de la estrategia y la táctica. Porque, como Napoleón ciertamente dijo, “un Ejército marcha con su estómago”, lo que puede conti ¡DETENER AQUELLOS CARROS! nuarse añadiendo que, a menos. que la velocidad de su servicio de abastecimiento sea más grande o igual que la de sus armas de combate, éstas no pueden desarrollar No solamente fué el Cuartel Geneial francés el sor .el máximo de su movilidad. prendido, sino los propios alemanes, pues en varias oc3Dos ejemplos tomados de la pasada guerra son suficien siones, durante el asalto a ultrusttza del General Guderian, tes para ilustrarnos sobre esto; la campaña inicial ger éste recibió la orden de detener a sus carros para que manorrusa y la aijada de 1914 en Francia. la infantería pudiera seguirlos. En la primera, los alemanes se enfrentaron con un pro En este caso es posible admitir que el colapso táctico blema muy diferénte del que se les planteó en Francia. francés fuera debido a la defectuosa organización de La profundidad de Rusia era inmensamente más grande, carros (i). Aunque este error contribuyó ciertamente a y mientras que en Francia existían carreteras y ferroca la victoria alemana, en la batalla de Túnez de 1944 rriles abundantes y buenos, en Rusia, por contra, eran —cuando ingleses y americanos estaban forcejeando con pocos y deficientes. alemanes e italianos—se produjeron idénticos resul A esto hay que añadir la influencia del clima—lluvia, tados. hielo, deshielo—, que restringe la estación de operacio Allá por el tiempo del colapso final del Eje, escribía nes móviles en Rusia únicamente al período compren un corresponsal de guerra británico; “Nuestrqs carros dido entre los meses de junio y octubre. rugían pasando los campos de aviación alemanes, talle Para vencer en la campaña era necesario ocupar Moscú res, depósitos de petróleo y municiones y cañones en po antes de la llegada de las lluvias de otoño, porque la sición. No se detenían para coger prisioneros; habían pro capital constituía el centro de toda la red rusa de ferro fundizado lejos y no les interesaba eso. Un corneta que carriles, y una vez ocupada quedaría tan cojo el sistema hubiera dado una pasada sobre la carretera, difícilmente de abastecimiento del Ejército rojo, que hubiera sido hubiera hecho una impresión mayor... Los Generales posible asestar un golpe firme en 1942. El problema lo alemanes renunciaron a dar órdenes porque estaban to gístico respondía, por tanto, a cómo cruzar operando talmente fuera de sí; en un contagio de duda y pánico, una distancia de 8oo millas (1.287,2 Km.) en tres meses. el Ejército alemán mostró los talones y degeneró en Al igual que en Francia, la campaña comenzó con un morralla.” asalto blindado, el cual fué tan rápido, que en veinticua De nuevo sucedió lo mismo en 1944, durante la inva tro días se-atravesgron unas 500 millas (804,5 Km.), al sión de Normandía, cuando se pidió a los carros operar canzándose Smolensko. Si hubiera podido ser mantenida en terreno dificultoso y se tuvieron que enfrentar con esta velocidad de avance, caben pocas dudas respecto numerosas y potentes armas contracarros. En agosto, a que la ocupación de Moscú se hubiera efectuado para cuando el General Patton pehetró por Avranches y tomó principios de septiembre. ¿Por qué no fué ello hecho? disposiciones sobre su profundo avance de vanguardia, Dejando a un lado las faltas estratégicas que puedan atri leíamos esto; “No defenerse por nada fué el principio buirse a Hítier, la respüesta es:. porque el sistema de guía de las columnas blindadas. Patrullas avanzadas (de abastecimientos alemán se había venido abajo. Las Di blindados) alcanzaban y pasaban todo, baterías, puestos visiones blindadas no fueron alimentadas por columnas de mando, puntos fuertes; etc. La desorganización quitaba todo terreno, sino que dependieron del transporte en a ellos (los alemanes), la posibilidad de formular un plan camiones, el cual, a su vez, estaba ligado indisoluble y de disponer los medios para llevarlo a cabo.” mente a las carreteras principales—pocas en número—, La sorpresa fué, pues, tan fuerte en 1944 como en 1939 porque las secundarias pronto se convertían en fangales 6 1917, por lo que podemos llegar a la conclusión de que intransitables. Aún más, las Divisiones de Infantería continuará así, aunque los medios de obtenerla tendrán motorizadas, también transportadas en camiones, no po que ser modificados; no solamente en relación al terreno, dían mantener el ritmo de avance de las Divisiones blin sino también en lo que se refiere a las armas contracarros dadas, las cuales carecían de capacidad para conservar con que los carros habrán de enfrentarse. el terreno. Después del 10 de octubre, el General Guderian es ¿Qué es, en suma, lo que se deduce del aspect.o sor presa? Que cualquiera que sea la organización de carros cribe; “Las próximas semanas fueron dominadas por el obtenida en el futuro, será defectuosa, a menos que per barro. Los vehículos de rueda únicamente podían avan zar con la ayuda de los de cadena”, y “estos últimos, te niendo que dedicarse a tareas para las que no fueron con (i) Nota del iraductor.—El General Guderian, eií su libro Panzer cebidos, se desgástaron rápidamente”. También nos in Leader, dice: “Las fuerzas combinadas anglofrancesas del Oeste disponían en mayo de 1940 de unos 4.000 vehículos blindados; forma que “tuvieron que ser tendidos por millas, después el Ejército alemán tenía por entonces 2.800, incluídos los de reco de un trabajo muy laborioso, caminos de rollizos de ma-, nocimiento, y cuando se lanzó al ataque, sólo disponía de un total dera, con objeto de garantizar el que las trópas recibie de 2.200. Nos enfrentamos con una superioridad en número, a la ran los aún limitadds abastecimientos disponibles. La que había que añadir la circunstancia de que los carros franceses .efectividad de las unidades en el avance dependía menob aventajaban a los alemanes en blindaje y calibre de cañón, si bien del numero de hombres que de la cantidad de petróleo eran inferiores en posibilidades de control y velocidad. A pesar a mano para mantenerlas en movimiento”. Finalmente de contar con estas potentes fuerzas para una guerra de movi cuando vino el invierno, “con el fin de poner en marcha miento, los franceses habían construido la línea de defensa más fuerte del mundo. ¿Por qué el dinero gastado en construir tanta a los motores de los carros, tuvo que encenderse fuego fortificaciód no había sido empleado en la modernización y forta debajo de ellos. La gasolina se helaba algunas veces y lecimiento de las fúerzas móviles francesas?” el aceite se ponía viscoso”. - caballo. Lo que sí podían hacer era reemplazar entera mente a la caballería. Entre las dos guerra mundiales se hizo esta sustitu ción; nuestros Regimientos de Caballería se ‘convirtieron en Regimientos de Carros y fueron equipados con carros medios. Pero durante este cambio total ‘obré tanto el factor coste, que elcarro pesado de asalto se difuminé LOGISTICA Y ESTRATEGIA del escenario hasta que en 1938 resucité como carro de Infantería y organizado en Brigadas de Ejército. Alre El 31 de julio de 1944, el III Ejército del General Pat dedor de este tiempo, los carros más rápidos tomarQn la ton penetró el flanco izquierdo alemán en Avranches, de cruceros, constituyéndose en Divisiones después de lo cual la velocidad de avance aumentó de tal denominación blindadas. Las diferencias principales éntre los dos tipos, forma, que empezó a producirse una crisis de abasteci eran que, mientras el carro de Infantería tenía una velo mientos. Cuando el 17 de agosto se acercaba dicho Ejér cito al Sena, el General Eisenhower nos daba cuenta de cidad máxima de 15 millas, por hora (24,135 Km.) y es taba protegido por espesores de coraza entre 78 a 65 mm., que el transporte de camiones era completamente inade la velocidad de los cruceros era de 28 millas por hora cuado para enfrentarse con la situación, y en su conse (45,052 Km.), con espesores entre 40 y 22 mm.; ambos cuencia, tuvo que retirarse aviación del 1 Ejército trans estaban armadps con un cañón de dos libras (se corres portado aliado de nueva creación, así como también de ponde con el de 57 mm.). la Fuerza de Bombardeo Estratégica, con objeto de abas Mientras tanto y posteriormente, los alemanes, con tecer a Patton con mil toneladas de petróleo diarias, objeto de garantizar la mayor producción de carros, se cifra que pronto tuvo que ser doblada. “Esta forma de concentraron en dos modelos el Pz. Kw. III solucionar el problema del último minuto”, comenta el y el Pz. Kw. IV (un carro deprincipales, apoyo próximo). Ambos General Martel, “no es el camino en la guerra móvil y eran máquinas medias pon una velocidad alrededor de rápida para organizar vitales e importantes disposicio las 20 millasporhora (32,18 Km.), variando él blindaje nes administrativas”. del Pz. Kw. IIIde 50 a 30 mm., y eldelPz.Kw. IV, ¿Por qué se produjo esta crisis? La respuesta es por de 30 a 20 mm. El primero estaba armado con un cañón que la fuerza aérea había sido tan plenamente explotada de 50 mm., y el.segundo, de 75 mm. Con estas’ máquinas, en el aspecto táctico y estratégico, que cuando fué asegu por un gran número de carros ligeros de 6 y. 9 rada la supremacía en ‘el aire, se encontró con que apoyadas toneladas, invadieron los alemanes Polonia y Francia, sus posibilidades logísticas habían pasado, inadvertidas: De hecho no había sido considerado que el aeroplano no en 1939 y 1940. en lasegundade estascampañasdondelos carros está ligado a los caminos y que es el vehículo más móvil deFué Infantería inglesa, bajo’ elmando delGeneralMartel, hoy en día existente, siendo el transporte ideal de abaste-’ probaron su valía. En la acción del21 de mayo de 1940, cimiento cuando el coste no entra en la cuestión. De ha él escribe: “Este ataque era justamente la clase de acción bérse construido unos cuantos bombarderos menos y para lacualseconcibió elcarrode Infantería. No existía de haber recibido el General Eisenhower 2.000 recipien ocasiÓn de movimiento amplio desbordante del flanco, tes volantes de cuatro toneladas, a buen seguro que la ‘para loque senecesitan carrosCruceros. Sus carros (ale pausa efectuada al oeste del Rin no se hubiera produ cido. En este caso, la gran probabilidad existente hubiera manes) fueron puestos totalmente fuera de combate con sido que Berlín quedara en manos de los aliados bastante gran facilidad”, mientras que algunos de los nuestros “recibieron quince impactos sin que sintieran efecto al antes de las Navidades. tanto en el carro como en la tripulación. Cuando Lo que a continuación se expone es, por tanto, la lec guno, ción más importante a aprender y aplicar si nos vemos un carro puede avanzar y no darse por enterado del fuego de los ‘contracarros enemigos, se produce un gran y va envueltos ‘en otra guerra: 1.0 Puesto que las fuerzas blindadas se mueven sobre lioso efecto moral. Tal carro domina el terreno del com cadenas, sus vehículos de abastecimiento también deben bate”. La lección obvia que se deduce de esta acción—que poder hacerlo. el combate próximo son el blindaje y potencia del ca 2.° Debido a que en operaciones de gran movilidad en ñón, más que la velocidad, los factores decisivos—fUé no es suficiente el abastecimiento por carretera, ferro valorada por los alemanes, y aunque carril y campo a través, d-eben tenerse a mano columñas proporcionalmente reforzaron su blindaje, continuaron utilizando los aéreas para alimentar a las tropas en persecución en el Mark IIIy IV,hasta que en Rusia,en 1941, aparecieron’ momento en que se reciba la menor noticia. T-34. Estas máquinas estaban más Garantizada la posibilidad de sorpresa y los medios los carroséruceros mostrándose ineficaz con para abastecer a las fuerzas blindadas, volveré de nuevo blindadasy mejorartilladas, tra ellas el cañón contracarros alemán de 37 mm. “El a la cuestiórr del carro en la cooperación y acción inde resultado—escribe el General G,uderian—fué el miedo.” pendiente. A partir de entonces se pasó, invariablemente en la ba Cooperación y acción independientc.—Durante la pa sada guerra, y principalmente debido a la insistencia’ del talla de los tipos, de la fase de caballería independiente a la de cooperación de infantería. Nosotros construímos Mariscal Montgomery, sedecidió que todo lo que se ne carro de Infantería Churchill con blindaje de 90 a 75 cesitaba era un carro que cubriera un doble propósito: el milímetros, —ylos alemanes ‘los Pantera y Tigre; el pri cooperar con la infantería y actuar independientemente. Debido al pensamiento confuso de aquel entonces, esta mero, de ioo a 45 mm. de blindaje, y el segundo, de 102 a 62 mm. Para la valoración de estos carros de Infantería concepción fué totalmente desconocida para Los proyec tistas del carro, ‘que actuaban en el principio de que se basta citar dos ejemplos: la penetración de El Alamein la batalla de Normandía én 1944. necesitaba un carro pesado lento pára operar con la en En1942 lay primera, que fué un asalto contra posiciones infantería, y otro más ligero y más rápido para actuar organizadas, los carros utilizados—ameri’Cafl9S en cooperación con la caballería. Lo que en su momento Grant y Sherman—no cruceros estabansuficientemente blinda no fué apreciado es que los carros pesados e infanteríá y, en su consecuencia, sufrieron grandespérdidas. podían combatir en cooperación, tal como lo hicieron dos, “No hay duda—escribe el GeneralMartel—deque sise con éxito en Cambray y Amiéns; pero, en cambio, los hubiera encontrado disponible Brigada de carros carros ligeros no podían hacer lo mismo respecto a la ca Churchill, éstos podrían haber una vencido a los cañones ballería, porque a ello se oponía la vulnerabilidad del El segundo ejemplo, el de 1914’efl Francia, es muy di ferente, debido a que la distancia a recorrer era menor, los caminos buenos y el clima apto para operaciones en el oeste de Europa durante el verano. contracarros de o mm. con toda facilidad.” Sólo fueron utilizados en esta batalla cuatro carros Churchill. “Todos recibieron muchos impactos de los cañones de 50 mm., pero sólo hubo una penetración.” BATALLA DE TIPOS En la lucha en Normandía, Martel dice: “El carro ale mán Pantera mostró su superioridad sobre nuestro Crdm well (crucero), presentando mayor blindaje en su frente y un cañón de más potencia. Era tan cerfado el terreno en Normandía, que la lucha próxima entre carros tenía lugar con cierta normalidad y constituía una ventaja para el barro Pantera. Nuestros Shermans y Cronwells no podían competir con ellos, y los Churchjlls eran úni camente un poco mejores. Lo que queríamos en esta clase de guerra era un nuevo diseño de carro de Infantería, realmente pesado, el que siempre habíamos pedido, pero no se encontraba disponible. Sin embargo, futuras ope raciones mostraron que los Pantera eran igualmente in capaces de detener a nuestras Divisiones blindadas (cru ceros), cuando se volvía a la guerra de móyimiento en grandes. espacios abiertos. Las conclusiones que se deducen de estos dos ejemplos y otros más que podrían ser añadidos, son que, mientras en la guerra de posición dominan el blindaje y el cañón, en la de movimiento es la velocidad. Esta verdad incon testable, que nunca debió olvidarse, ha sido ahora acep .tada, pues nuestras directivas actuales establecen cons truir tres tipos de carros: el crucero, el de infantería y el ligero. Por tanto, en la idea, nosotros hemos retrocedido aproximadamente a donde estábamos en 1916-18 y po demos diseñar para el futuro básándonos en la lógica probada del pasado. Guerra contra Rusia.—Admjtido, pues, esto, nuestro problema de carros no es ya por más tiempo una cuestión de tipos, sino más bien de proporción entre ellos vis a vis con Rusia, nuestro más formidable potencial enemigo. Y la respuesta debe ser buscada en los procedimientos tácticos y organización del Ejército rojo. ¿Cuáles son los hechos? El primero, que la fuerza del Ejército ruso deriva de su masa y no de su movilidad; es un Ejército de cantidad, y como tal, permanece sin rival. El segundo es que, con objeto de evitar congestión de abastecimiento, la masa obliga al movimiento sobre un amplio frente. Y el ter cero—que lógicamente nace del segundo—, que las ofen sivas rusas son casi siempre lanzadas sobre frentes ex tensos. Pueden compararse con las inundaciones, las cua les son contenidas por las resistencias firmes, pero pasan a través de los puntos débiles. Ellas buscan los niveles tácticos más bajos, por lo que son lentas e infiltrantes. Como •todos los Ejércitos orientales del pasado, los rusos tienen dos categorías de tropas: un corps d’élite y dna horda armada. El primero es por excelencia el instru mento guerrero; la hordá es secundaria a él, y si la re sistencia del enemigo no es firme, constituye el instru mento de ocupación que por avalancha sobre los terri torios conquistados por el corps d’élite los mantiene en sumisión utilizando el terror. El cors d’élite existente está compuesto de carros pe sados e infantería selecta, actuando en estrecha combi nación. La horda, de infantería, cosacos, etc., depende ampliamente para abastecimientos de vehículos de trac ción a sangre. Aunque en tiempo seco la topografía de Rusia facilita al caballo de tiro el moverse campo a tra vés, no sucede lo mismo en las zonas muy cultivadas y urbanizadas de la Europa Central y Occidental—mu chas de las cúales son además montañosas—, donde las masas de vehículos de tracción a sangre obstruirán las carreteras. Debido a que ambas categorías de tropas tienen que ser abastecidas, resulta que, cuanto más grande sea la horda, más complejo es el abastecimiento del cors d’élite. Por tanto, el talón de Aquiles de este último radica en el sistema de abastecimiento. Hoy en día esto es aún más cierto que en el pasado, porque los vehículos de alimen tación de petróleo no pueden vivir sobre el terreno, sino que han de ser abastecidos durante su marcha desde la retaguardia. Sin abastecimiento—principalmente carburantes y grasas—el cors d’e’lite ruso llega a ser inoperativo, por lo que el problema se reduce no a derrotarlo por superio ridad de efectivo, sino por superioridad táctica; es decir: i.° Deducir cómo hay que detener al corps d’élite por una resistencia frontal elástica. 2.° Cómo hay que penetrar el frente ruso por puntcis seleccionados que conduzcan a paralizar el tráfico de las comunicaciones a retaguardia. Expuesto de otro modo: cómo separar al cors d’élite de sus abastecimientos. En lo que a carros se refiere, la primera de estas opera ciones exige máquinas que puedan enfrentarse con el carro ruso más pesado, así como artillería autapropul sada y un gran número de armas contracarros móviles. La segunda requiere carros de mayor movilidad e infan tería motorizada, con el apoyo ambos de fuerzas aéreas tácticas potenfts. Puede ser objetado qúe los rusos tendrán la posibilidad de establecer un frente de batalla tan formidable, que una penetración como la que se presenció en Francia, tanto en 1940 como en 1944, no será más posible. Pero no se debe pasar por alto que en el comienzo de una gue rra las condiciones son generalmente más flúidas que posteriormente. La razón de ello es que, al cambio rá pido de la paz a la guerra, sigue un período táctico de carácter experimental, en el cual nadie, desde el General jefe hasta el soldado, tiene seguridad absoluta, prevale ciendo la fricción hasta el desemboque abierto de las operaciones. La psicología de un Ejército sin instrucción difiere del que ha alcanzado su madurez, y aun cuando una guerra esté bien preparada, surgen contrariedades que, si bien apreciadas en su verdadero valor, pueden exagerarse al comienzo de los hostilidades y conducir a ampliar los resultados. Así, por ejemplo, si los Ejércitos rusos al conquistar un terreno sufren un revés inespe rado, éste repercute no solamente en sus mandos y diri gentes del Kremlin, sino también en los pueblos satélites subyugados, donde el efecto podría ser catastrófico. Repetir las normas tácticas de empleo de carros de la última guerra, ya en las líneas que trazó Guderian en 1940 o en las de Patton en 1944, no es suficiente, pues las co pias pocas veces igualan a los originales. Operaciones nocturnas.—Hoy en día el único aspecto táctico que permanece en gran escala sin explotar es el• de las operaciones nocturnas. Antiguamente los Ejérci tos se recluían en cuarteles de invierno y cortaban sus operaciones del año durante seis meses. Actualmente los Ejércitos van a sus “cuarteles de noche” e interrumpen sus operaciones del día por doce horas. Con esto vamos a parar a que un Ejército que pueda combatir sin hacer caso del reloj, tiene el cien por cien de ventaja sobre otro que pueda sólo combatir durante la mitad del recorrido de la esfera. ÑOCIIE EN DIA Este problema fué tratado antes de la última guerra y condujo a la invención del C.D.L., carro dotado de un potente proyector diseñado especialmente, que emitía con intermitencia rayos de luz en forma de abanico e iluminaba un amplio sector cegando el ojo humano. Dicho proyector se encontraba protegido de forma que calor y radiación que los no blindados. Por sólo podía ser puesto fuera de combate por el impacto explosión, de todas las fuerzas, las blindadas son las menos directo de un proyectil que penetrara Cinco pulgadas tanto, vulnerables del campo de batalla atómico. (127 mm.). La deducción que puede establecerse de esto es que en El propósito de este ingenio fué solucionar el problema la futura guerra los Ejércitos no sólo deben ser blindados, de las operaciones nocturnas en gran y organizada es sino que, con objeto de que pueden ser capaces de con cala, permitiendo que los ataques se llevaran a cabo más centrarse y dispersarse con la máxima rapidez, será pre rápida y metódicamente, pues mientras que el terreno ciso que desarrollen aún mayor movilidad que en el pa por el que tenía que avanzar el atacante se encontraría Sobre esta cuestión,’ el Mayor Lamar McFadden brillantemente iluminado, lo único que los defensores sado. Prosser escribe (u): “Las ,fuerzas tienen que ser concen podrían hacer es soportar una luz deslumbrante que nada tradas únicamente en el momento critico de la acción y dejaba ver del lado de su procedencia y que hacía imposi dispersadas después rápidamente. Durante este mómento ble el tiro empleando el ojo humano. y solamente entonces, debe ofrecer la fuerza un Que el C.D.L. se consideró valioso lo prueba el hecho critico, objetivo conveniente para las armas atómicas. La rapi de que se organizaran en Inglaterra dos Brigadas, una dez de concentración tiene que introducir el elemento de tres Batallones y otra de dos, así como también en sorpresa y reducir el peligro de aniquilamiento atómico.” América dos Grupos blindados de tres Batallónes. Sin Además añade: “Todo ahora parece girar alrededor de embargo, aunque antes del día D (6 de junio de 1944), movilidad. La velocidad de maniobra que actualmente la primera Brigada de carros (C.D.L.) y el. ro Grupo la se puede requerir que todas las fuerzas terrestres blindado (C.D.L.) se movilizaron totalmente y quedaron seanprecisa La reunión de soldados a pie es dema preparados para marchar, a Ultramar, se puso tan poco siado montadas. lenta y reduce en verdad la posibilidad de sor interés en este nuevo ingenio, que hasta el u de agosto presa, prolongando el tiempo de vulnerabilidad. El mon no desembarcó la primera de las Unidades citadas en tar a la infantería en camiones (las tan llamadas Divisio Francia; la segunda, aún más tarde días después. Pero nes motorizadas) es permanecer lgados’a las carreteras, a pesar de ello, en lugar de ser utilizadas en las operacio y esto sería fatal. La respuesta parece ser vehículos todo nes que siguieron a la penetración del III Ejército de los terrenó. El que éstos hayan de ser o no blindados intro Estados Unidos, operaciones en las cuales los alemanes duce problemas numerosos para que ello sea establecido pocas veces podían moverse, a no ser aprovechando la sin experimentación. Pero que todas las tropas serán oscuridad de la noche, los seis Batallones nunça se movie montadas en vehículos todo terreno parece inevitable.” ron de sus estacionamientos de desembarco y gradual Así alcanzamos la cúspide de la segunda gran revolu mente se difuminarón, como también sucedió al resto. ción de organización de los Ejércitos. Aunque los C.D.L. han estado durante mucho tiempo Conclusión.—Por último, ¿qué’ nos lleva a señalar desvanecidos entre el conjunto de material sobrante, la todo esto? Que, aunque las esencias tácticas permanecen idea de asemejar la noche al día ofrece todavía posibili es necesario hacer reajustes incesantes de dades tácticas sin fin; la más obvia es la de penetrar el constantes, medios con de enfrentarnos con las condiciones frente ehemigo bajo el amparo de la oscuridad y dejar variablés de objeto El soldado todavía tiene que pe muy pequeño el blitzkr’ieg (guerra relámpago). Si en la gar, guardarsela yguerra. moverse; tiene aún que esforzarse en ser guerra pasada los Generales franceses fueron paralizados abastecido y en sorprender. Las nuevas armas no cambian por los carros alemanes en plena luz del día, ¿cuál hubiera estas cosas, pero sí siempre el modo de efectuarlas. sido su estado mental si los carros hubieran tenido la po El’ miedo a la bomba ató-mica puede abolir la guerra, sibilidad de operar aún más libremente durant’e la noche llevándonos a la conclusión de que es demasiado desven que el día y crear con ello un blitzkrieg siguiend el reloj? tajoso el hacerla; pero en tanto las guerras continúen, Hagamos una transferencia de esta posibilidad a la situa esta arma aniquiladora, cambiara métodos, no ción en que estamos envueltos y aparecerá una solución aunque cambiar las esencias de la táctica más que lo hizo al problema de, cómo puede penetrarse el frente ruso y puede el descubrimiento pólvora. El soldado seguirá pe cundir el pánico en sus servicios de retaguardia. Así, gando, guardándose dey lamoviéndose. Sin esforzarse, pronto pues, volvemos al problema básico carros-sorpresa. será víctima de enervamiento; sin municiones y alimento, 4iuerra atómica.—Ultimameflte, y en relación a las puede combatir, y la sorpresa quedará para él como armas atómicas, cabe el que nos preguntemos: ¿Qué in no su más firme amigo y más temible antagonista. fluencia tendrán sobre los carros? Hay, en primer lugar, Aunque las raíces de la futura guerra están ocultas en una cosa cierta, y es que su introducción dará más valor el pasado, la planta debe ser cultivada para que germine. a la movilidad, debido ,a que las dispersiones y concen No son las copias estereotipadas las que lo han de con traciones rápidas, tales como pueden ser efectuadas por seguir. La victoria tiene que ser buscada en la imaginación. vehículos todo terreno, serán doblemente necesarias. Además, como nos han enseñado las pruebas de 1951 en i) rmer, enero-febrero 1952. Nevada, los vehículos blindados son más inmunes a la Desde1936,.másdeunmillóndepersonas hanvisitadolasruinias delAlcázarde Toledo. Por Luis Moreno Nieto. Entre los emotivos recuerdos y cosas curiosas que se guardan en el Museo de las ruinas del Alcázar de Toledo, existe un pequeño libro encuadernado en piel que no se enseña ordinariamente a los visitantes; es el álbum de autógrafos donde se recogen las firmas y las impresiones de las personalidades que durante los últimos diecisiete años han visitado el histórico recinto. Estampados en los idiomas más universales—español, inglés, francés, portugués, alemán, italiano, japonés, chino, árabe, etc.—, se ofrecen allí al curioso observador. los testimonios de admiración de Jefes de Estado, carde nales, embajadores, jefes militares y escritores famosos que desde las cinco partes del mundo llegaron a las rui-’ nas gloriosas .para satisfacer su curiosidad viajera y su ferviente y casi religioso anhelo de conocer personal mente el soberbio escenario donde tuvo lugar la epopeya, erigido en santuario del patriotismo. Quien escribe estas líneas ha visto llorar de emoción a no pocos hombres que recorrían la vieja fortaleza asom brados del heroísmo de sus defensores, y puede atestiguar que algunos han besado con unción reveréncial aquellas piedras, todavía saturadas del espíritu indomable de sus últimos moradores. CRECIENTE AFLUENCIA TURISTICA Cuatro guías autorizados—dos de ellos defensores del Alcázar—atienden diariamente a los visiantes que re corren las dependencias, integrando grupos de diez o quince personas. En esta época oscilan entre cien y dos cientas las personas que diariamente desean ver las rui nas. Desde que concluyó el asedio pueden calcularse en más de un millón los visitantes del baluarte. Durante los primeros años se entregaba a los más destacados —quinientos figuran en el álbum de autógrafos—espo letas, granadas, pulseras de proyectiles y otros recuer dos del asedio. LA - PRIMERA FIRMA Encabeza el libro de los visitantes ilustres la firma del Generalísimo Franco, a quien se entregó como recuerdo de su primera visita—lo ha visitado luego seis veces más— una espoleta de un proyectil del 15,5 lanzado por la artillería roja sobre la fortaleza. En las páginas que si guen figuran las firmas de la esposa del Caudillo, de su hija, del Conde del Alcázar de Toledo, Teniente General Moscardó y de .su esposa; de los Generales Varela, Alonso Vega, Queipo de Llano y Martín Moreno y de Pilar Primo de Rivera. La alta jerarquía eclesiástica está allí representada también por las firmas del Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Cicognani; el cardenal Gomá; los ar zo’bispos de Burgos, Valladolid, Granada y Santiago de Chile; el cardenal Gerlier; los obispos de Toledo de Ohio, Tortosa, Badajoz y Thay (Indochina francesa), entre otros, y. la del cardenal primado, doctor Plá y Deniel, que, siendo obispo de Salamanca, visitó el Alcázar y es cribió en el álbum estas palabras: “El Alcázar de Toledo, en el siglo XX, ha hecho revivir las glorias de la eterna España, mostrando la potencialidad del esj)íritu. sobre el materialismo y dando a la posteridad el heroico ejemplo de un nuevo Guzmán el Bueno, a cuyo heroísmo se juntó el de su hijo en un diálogo que quedará siempre in mortal.” ESCRITORES Y ARTISTAS Don José María Pemán dejóestas líneas:. “De la biblio teca destruída he pasado al histórico despacho, que guarda en letras de o- la leroica conversaejón de Mos cardó. ¡Gran lección para intelectu.les! La ciencia de los libros puede rodar por el suelo cuando está en alto la ciencia del corazón y de la fe.” El secretario perpetuo de la Real Academia, D. julio Casares, escribió: “Transido de emoción en el Alcázar que inmortalizó para gloria eterna del Ejército español el Guzmán mejor entre los buenos.” Alvarez Quintero se expresó así: “La contemplación de estas ruinas gloriosas despi.erta en el espíritu un orgullo santo, y una gran responsabilidad; el orgullo es el de per tenecer a la raza de héroes que defendió el Alcázar; la responsabilidad, la de saber merecer como epañoles tan grandes sacrificios.” También figura en árabe la firma del padre ‘de nues tro heroico Teniente General Mizzian. La de León De grelle aparece debajo de un “Arriba España!” El ex mi nistro de Obras Públicas D. Alfonso Peña escribió: “He visto palpable el heroísmo de esta España que se ha hecho imperecedera.” Sobre una firma ilegible hemos visto esta sencilla y elocuente’ expresión: “jNo hay pa labras!” Recogidas de aquí y de allá, apuntamos en nuestro biock de notas las firmas del ex Rey de Inglaterra, del Mariscal Petain, Antonio Eça de Queiroz, Makoto .Yano, el Conde y la Condesa Ciano, el embajador brasileño, Francisco José Pinto; el embajadór argentino en 1941, Sr. Escobar; el embajador de Bolivia, General Quin tanilla; D. María Eva Duarte de Perón, y una rotun da afirmación de IViagariños: “La Hispanidad es el Al cázar.” Resaltan unas líneas del homenaje de la aviación fran cesa, representada por el General Daret, y esta frase del doctor Radío: “Con intensa emoción de argentino me des cubro ante los que dejaron su vida en el Alcázar por su patria amada. Francisco Casares.dejó estas líneas: “Ha dicho Charles Maurras que es un pueblo feliz el que res piraba el mismo ¿ire de los héroes del Alcázar. Modesta mente yo añado que estas pi’edras son el marco adecuado del diálogo más hermoso del mundo.” En una de las últimas páginas del álbum se ostenta la firma del asesinado Rey Abdullah de Jordania, y poco después, un bello párrafo del Ministro de la Guerra de Portugal, Coronel D.. Fernando Santos da Costa. Cierran, los autógrafos los nombres del que fué Regente del Irak, del Presidente del Líbána y del’ heredero del trono del Japón, Príncipe Akihjto, últimos visitantes desta cados. Otros testimonios de admiración guarda el Alcázar: son las lápidas y ofrendas que se alinean sobre los muros de los sótanos, frente a la cripta de los Caídos; recuerdos de promociones y Escuelas y Academias militares de Es paña y del Extranjero, que también quisieron patentizar en bronce y sobre piedras su homenaje entrañable y fer voroso. Resaltan entre ellas las ofrendas de las promo ciones de Infantería, cuarta promoción de todas las Ar mas, guarnición de Oviedo, Academia de Ingenieros, Ejército argentino’y un busto de Moscardó, ofrenda del Ayuntamiento toledano. El tributode la admiración in glesa está también estampado con letras de bronce en esta inscripción: “True glorys stemlss victoriaes Won by the unambitions heart and hand of a produd- bro therley and civo band aiF umboght campions. Byron. Childe Harolds Pilgrrnage, canto III.” ElEjércitosoviético. Por el Mayor De Pue, Profesor de la Escuela de Guerra de Bélgica. De la pu blicación belga La Arme’e, hi Nation. (Traducción del Comandante de Infan tería, del Servicio de E. M., Manuel Vallespín González Valdés, del Alto E. M.) Ningún problema militar puede resolverse sin un co nocimiento lo más exacto posible del adversario, de su potencial, posibilidades y debilidad. Este conocimiento es necesario a todos los, escalones para reunir medios adecuados al objetivo propuesto, obtener el máximo rendimiento de és.tos y asegurar la libertad de acción Actualmente, el principal enemigo que tendremos en un eventual conflicto es el Ejército ruso. Para establecer sus posibilidades, el militar—princi palmente el Oficial de la 2.8 Sección de Estado Mayor—, debe poder identificarse con este enemigo eventual, aprendei- a pensar y reaccionar como él. La cuestión con siste en: ¿Qué podría hacer tal enemigo en las condicio nes presentes? Entonces es preciso colocarse en su lugar y penetrar en su mentalidad y en sus métodos. Evaluar las fuerzas armadas de una potencia es bastante com plejo. No basta contar los efectivos. Intervienen otros muchos factores para traducir este valor: a) La historia, por la influencia que ha ejercido sobre la psicología del pueblo ruso. b) Las características del combatiente, su instrucción, disciplina y moral. e) Las características del material. d) La organización; articulación de las grandes Unida des, misióny potencial. e) Valor del mando. 1) Losmétodos tácticos. g) El sistema logístico. h) Las condiciones políticas. i) Las condiciones geográficas. j) Las condiciones económicas en relación con la posi bilidad de alimentar la lucha. En el caso que nos ocupa existe una gran dificultad: la de adquirir informaciones en un Estado totalitario. Mientras que en un Estado democrático el 90 por ioo de las informaciones necesarias son obtenidas por la Prensa y por los debates en el Parlamento, en un Estado totali tario la proporción está invertida y muchos detalles, in dispensables a una 2.8 Sección, quedan ocultos. No obstante, es posible dar un resumen general del Ejército soviético. LA PSICOLOGLA DEL PUEBLO RUSO a) La Historia ha •rnarcado on su sello el carácter ruso. De la dominación mongólica Rusia ha conservado la mentalidad y las costumbres de un pueblo sometido; aprendió la necesidad de ser falso y maniobrar, de retra sar el momento de la lucha, hasta que, por la acumula ción de pequeños medios y paciente espera, las condi ciones se vuelvan favorables. La servidumbre tuvo por consecuencias: la negligencia en la preparación de sus actos, el temor a las iniciativas y responsabilidades, pero también una asombrosa apti tud para sacar el mejor partido de una situación difícil. Siglos de guerra y aislamiento le han inculcado una rotunda desconfianza de todos los extranjeros, especial mente de aquellos que. por un mayar nivel de vida y una superioridad industrial, parecen constituir una amenaza. Los éxitós recientes y la propaganda parecei haberle dado más confianza en sí mismo por el conocimiento de sus realizaciones y de sus posibilidades. Habituado a un gobierno autoritario, sostenido por una policía excesivamente severa, está penetrado de la omnipotencia del Estado, comunidad suprema. Tradicio nalmente, el ruso tiene el sentido de la comunidad y él desea estar acorde con ella. Admité que el individuo puede ser sacrificado a esta comunidad. b) Sin embargo, el ruso es por natúraleza jovial, de seoso de aprender, de un espíritu vivo, aunque más in tuitivo que inteligente; amable, pero de un carácter dé bil, que le hace capaz de los mayores excesos, en los que no respeta a nada ni a nadie. En su mayoría, campesinos o salidos de la rusticidad, tienen instintivos: circunspec ción, vacilación, segundas intenciones, un sentido reli gioso muy desarrollado, que hace a muchos considerar al comunismo como una fe, a pesar de su filosofía mate rialista. HISTORIA DEL EÍERCITO Para comprender al Ejército actual es conveniente examinar sumariamente su evolución. Siglos antes de la Revolución debemos deducir a es trategia rusa, que fué aplicada primeramente de un modo instintivo y luego erigida como ‘principio por Pedro el Grande: evitar la lucha contra las fuerzas principales del enemigo,’ atraerle a la profundidad del territorio, hostigar sus líneas de comunicaciones a medida que se iban alargando, fatigarle sin tregua antes del ataque y abatirle. Cada vez que Rusia se apartó de estos princi pios le fué fatal. Después de la Revolución de ‘917 subsisten: el E.M.G., las oficinas de reclutamiento, las escuelas de Oficiales y Acndemias militares. Los Oficiales siguen diversos cami nos: con los rojos (por ejemplo, Brussilov, el héroe de la ‘Galitzia y los Cárpatos en la G. M. 1.; Chapochnikov, el consejero personal de Stalin en asuntos militares en la G. M. II); otros se unen a los contrarrevolucionarios o retornan a su reconstituído país (por ejemplo’ Man nerheim); la mayoría están en prisión o quedan a la ex pectativa. La amenaza de la contrarrevolución obliga al nuevo régimen a reconstituir un Ejército. El Decreto institu yendo el Ejército Rojo de los Obreros y Campesinos se publicó el 23 de febrero de igi8 (conmemorado todos los años). La primera fórmula consistió en emplear a las antiguas lJnida4es bajo mandos elegidos por la tropa; fué un com pleto fracaso. Después se formaron las milicias de vo luntarios en distintos Estados federados; pero la falta de voluntarios y de unidad de mando tampoco tuvo éxito. Ya en abril de 1918 se adoptó el servicio obligatorio para los obreros y campesinos (las demás clases sociales no tenían existencia jurídica). Fué hecha una excepción para los Oficiales del antiguo Ejército, porque eran nece sarios para la formación de los cuadros de las reconsti tuídas fuerzas armadas. Fueron movilizados (incluso los 00 • que estaban en prisión) para servir de consejeros técni cos a los nuevos Jefes de origen proletario y de instruc tores de las Academias. Prescindiendo de sus preferen cias personales—y aunque a causa de no confiar en ellos. estaban vigilados por la Policía—-, trataron de reorganizar las fuerzas armadas de su patria. El Ejército sigue la evolución interior del país. En 1921, después de la victoria sobre la contrarrevolución, fué promulgada la •NEP. La NEP (nueva política econó mica), constituye un frenazo a la reforma brutal y un retorno hacia condiciones de vida más liberales. Dismi nuye la vigilancia en el Ejército, el espíritu vuelve a rena cer y baja la oposición entre los Oficiales. En 1928 hay nuevo cambio. Stalin llega al Poder y toma como objetivo la industrialización del país en un marco socialista, pero nacional, y su militarización. Para ello precisa la paz en el exterior; pactos de no agresión, Sociedad de Naciones. El Ejército gana en potencia y cohesión. Mientras que los Oficiales anteriores a 1917 se integran en la nueva situación y ganan la confianza (in cluso muchos se afilian al partido), los Oficiales nacidos de la Revolución son confirmados; ya no son Jefes de bandas ni civiles armados, sino verdaderos Oficiales con la mentalidad militar y tradicional de todo Ejército re gular. En 1936 vemos la estabilización del régimen y la nueva constitución, en la que el Ejército ocupa el lugar que le corresponde, entre otros, por el artículo que estipula: “El sérvicio militar y la defensa de la patria constituyen un honor y deber sagrado para todos los ciudadanos sin distinción”. En consecuencia, son restablecidos progresivamente los grados, y las hombreras doradas son devueltas a los Oficiales. La Revolución ha pasado; la evolución de un Ejército político y de clase hacia un Ejército nacional ha terminado. observarles tanto en su país como en el Extranjero, hay motivos para creer que el soldado ruso, lejos de su país. será un adversario menos temible cuando no se trate d€ defender o reconquistar su propio territorio. En el Extran jero, sobre todo en países donde el nivel de vida es má elevado, ha dado pruebas de codicia, de falta de disci plina, indolencia, cinismo y espíritu crítico sobre su ré gimen político. EL MATERIAL La industria rusa produce armas, ingenios y equipos muy estandarizados y lo más sencillo posible (facilidad de instrucción). Sin embargo, se mostraron tan eficaces como los nuestros. Esta sencillez, unida a una buena manejabilidad y una robusta construcción, es la característica del arma mento soviético. Armasde Infantería. A) Además del fusil, fusil automático, subfusil, fusil ame trallador y ametralladora (todos del calibre 7,62 mm.), la Infantería rusa emplea el fusil contracarro de 14,5 mm., que pesa 20 kilogramos y tiene un poder de penetración de 30 mm. a ioo m. Está dotada de una ametralladora antiaérea de 12,7 mm., empleada también en la artille ría de las Divisiones mecanizadas y acorazadas y en las Divisiones de artillería antiaérea. B) Artillen a. Los rusos cuidan mucho su artillería. Es numerosa y variada y no es inferior a ninguna otra, al menos desde el punto de vista material. i —Morteros. Son empleados en gran número. La producción enmasa fué decidida durante la última guerra por su facilidad de fabricación y sus posibilidades de desplazamiento a brazo en las líneas de la infantería. En los Regimientos de In fantería emplean los calibres 8z y izo mm.; en la arti llería de las Divisiones mecanizadas y acorazadas, el de izo mm., y en las Divisiones de Infantería, el de i6o mm. . CARACTERISTICAS DEL COMBATIENTE El soldado ruso es muy valiente en el ataque y obsti nado en la defensa. Le importa poco su vida y aún menos la de los demás; entonces considera al adversario como •su enemigo personal y combate con rudeza y sin piedad. Por otra parte, posee una gran resistencia física: es apto para la vida al aire libre en un clima duro, muy há bil para orientarse, atravesar un terreno difícil y utilizar los productos naturales en bruto. Es notable su capacidad de improvisación; con herramientas primitivas construye abrigos, trineos, carretas, puentes. Practica muy bien el enmascaramiento y la nivelación de tierras. El soldado soviético apenas conoce las comodidades; está acostumbrado a la frugalidad y acepta las privaçio nes sin quejarse, pues no ha conocido mejores condi ciones. El herido encuentra natural que se le abandone y que se. recuperen sus armas antes de que él sea evacuado. A pesar de su valor natural; fácilmente se deja abatir por lo desconocido, pero se adapta rápidamente a ello, y entonces se deja impresionar con menos facilidad que los soldados de naciones más civilizadas. Llamamos, la atención sobre la errónea opinión que considera únicamente a los rusos como un combatiente de masas. Sin: duda es más capaz que los occidentales para la lucha de masas, pero su valor individual se ma nifiesta en la guerrilla. Más que un soldado del Ejército regular está penetrado de una idea politica, dirigida con tra un régimen que le es extraño. Fuera del mecanismo del Ejército, es un hábil combatiente, variando sus pro cedimientos con mucha imaginación. Los alemanes saben algo sobre eso. Por ótra parte, después de haber tenido ocasión de • 2V1ortero ruso do izo mm. T] El • 5.—Artillería antiaérea. cañón ligero de 37 mm. (remolcado y au topropulsado, SU), y el cañón pesado de 85 mm. C) Carros. Durante toda la .G. M. II, los carros rusos fueron de igual talla que los alemanes, y su periores fin de lamodelos misma. ligeros de unas Aunque al existen 15 Tm., los rusos han concentrado su aten ción sobre el carro medio del tipo T 34 y so bre el carro pesado del tipo Stalin, de 30 y 45 Tm., respectivamente, y los perfeccionan constantemente. El Stalin no tiene actualmente competidor, salvo, quizás, el Centurión. Los carrós soviéticos marchan igual con tiempo muy frío que en verano, por la nieve como por un mar de barro, gracias a la po tencia de su motor y a la anchura de las ca denas. Por otra parte, superfil bajo y la inclinación de sus planchas los hacen’menos vulnerables. Sus cúpulas tienen una resistencia extraordinaria. No obstante, su fabricación es tosca y las planchas de blindaje están gro• Obús de 122 mm. 2.—Cañones y obuses de camaña. a) Material remolcado. En las artillerías divisionarias, el cañón de 76,2 mm. y l obús de 122 mm. En las artillérías de escalones supe riores, el cañón de 122 mm., obuses de 152 y O3 mm. y el cañón-obús de 152. b) Material autopropulsado. Los rusos se interesan particularmente por sste tipo de artillería a causa de su aptitud para seguir más de cerca a las tropas en ac ción y la construyen en grandes cantidades. Los Regimientos de Infantería ya están do tados de SU 76; también existen el SU 122 y SU 152. 3.—Lanzacohetes. En la artillería de las Divisiones mecaniza das y blindadas emplean el M 13 (órgano de Stalin), yen las Divisiones de artillería, el M 30. 4.—A rtülería contracarro. a) Remolcada: 57 mm., 85 mm., ioo mm. b) Autopropulsada: SU 85, SU 100. Estos materiales entran en la composición de los Batallones de Infantería (el de 57), de la artillería divisionaria yde C. E., de las Bri gadas contracarros de• Ejército, Grupos de Ejércitos y de la Reserva general. Adómás, toda la artillería, especialmente el cañón de 76,2, está entrenada en la práctica del tiro contracarro. Careo ruso T. 34. eramente soldadas; se calcula que un 30 6 40 por ioo deben ser desechados a la salida de la fábrica, pero aque llos que son aceptados fueron probados satisfactoriamente. Otros defectos: la imprecisión de sus apara tos de puntería (no sin motivo fueron trans portadas a Rusia las fábricas de Zeiss y otras), y la falta de equipo de radio. - .1 Cañón ontrcrrq ruso de mm. D) Aviones. La U.R.S.S. se ha esforzado, sobre todo durante la guerra, en construir una Aviación tácticas es decir, una fuerza aérea destinada a colaborar. directamente con las fuerzas terres tres. La extensión del territorio, amplitud de las operaciones, el empleo en masa frente a la aviación alemana, superior en calidad, crea ron tal necesidad de aviones de asalto, caza y reconocimiento, que las fábricas tuvieron que limitar su esfuerzo a estos tipos. Después de la guerra, la U.R.S.S. construyótambién una aviación estratégica (bombarderos pesa dos), capaz de transportar la bomba atómica nl plicadss en una misma operación, el C.G. envía un E.M. de mando. 2. El Cuartel General de las fuerzas aéreas. 3. El Cuartel General de los Servicios de retaguardia. C) Efército de Tierra. 1—Solamente examinamos los elementos principales en los tres escalones y no consideramos más que una or ganización tipo. En realidad, la composición de estas Unidades varía según las circunstancias. a) El ¡rente (Grupo de Ejércitos) comprende: tres Ejércitos de Infantería, un Ejército mecanizado y un Cuerpo (C.E.) de Artillería. b) Un Ejército de Infantería se compone de: tres Cuer pos de Ejército de Infantería, una División de Artillería de campaña y una División de Artillería antiaérea. e) Un Ejército mecanizado; no posee el escalón inter medio C.E. y manda directamente a dos Divisiones blin dadas y dos Divisiones mecanizadas. d) El C.E. de Infantería comprende: o tres Divisiones de Infantería o bien dos Divisiones de Infantería y una División mecanizada. - Cañón A A. ruso de 85 mm. a gran distancia. La calidad de sus•aviones está mejo rando constantemente desde la guerra. Salvo algunos mo delos originales, los rusos no han construído más que copias, por ejemplo el B 29, que retuvieron arbitraria mente durante la guerra, a pesar de su alianza con, los Estados Unidos, y el motor que les vendieron los ingleses después de la guerra. En cuanto a los aviones de reacción, se han recobrado del retraso. Lo aviones actuales pueden interceptar los mejores bombarderos pesados de los Estados Unidos. La N.A.T.O. téndrá que esforzarse •en recuperar la su perioridad y ¿onservarla. ORGANIZACION A) Control de las luerzas armadas por -el Estado. ‘i.—Soviet Supremo (Poder legislativo federal), que se reúne dos veces al año, y cuyos poderes son.transmitidos, entre las sesiones, al Presidium del Soviet Supremo. 2.—Consejo de Ministros (Poder ejecutivo federal). Consiste en un Gabinete de cuatro Vicepresidentes y algunos Ministros bajo la presidencia de Malenkov. Des pués de la muerte de Stalin, el número de miembros de este Consejo fué notablemente reducido; fueron fusiona dos varios Ministerios, y los Tice.presidente detentan ellos mismos una cartera, mientras que en el sistema an terior coordinaban las actividades de varios Ministerios. B) El Ministerio de la Guerra. De él dependen, entre otros organismos: i. El Cuartel .general de las fuerzas terrestres, que manda directamente los “frentes” (Grupo de Ejércitos) del Ejército de operaciones. Si hay varios “frentes” im 2.—Divisiones. La organización de estas Unidades es semejante a la que existe en todos los Ejércitos del mundo. Tienen un elemento de reconocimiento, Unidades del Arma prin cipal (Infantería o blindada), una artillería Divisionaria, Ingenieros, tropas de Transmisiones y Servicios; sólo varían las proporciones. En lugar de dar con detalle la organización, ,procede remos a compararla con las Divisiones de Estados Unidos. a) Efectivos: Aproximadamente las Divisiones norteamericanas tie nen de i8 a 19.000 hombres; mientras que la División soviética sólo tiene de II a 12.000 hombres. Sin embargo, en esta última la proporción de combatientes en relación con los efectivos de los Servicios es mucho mayor. b) División de Infantería: La División americana es mucho más rica en armas de infantería que la soviética; pero en ésta la proporción de armas en relación al número de combatientes es mayor. La artillería es equivalente, ‘salvo en artillería anti aérea ligera. En carros es superior la División noéteameri cana. En resumen: la’ potencia de fuego de la D.I. sovié tica se aproxima mucho a la de Estados Uñidos; sin embargo, la D.I. soviética es menos ápta para sostener accicines prolongadas. c) División mecanizada: Esta Unidad constituye una excelente combinación Infantería-Carros, y es esta División y no la acorazada la que debe compararse con la División acorazada de los Estados Unidos. Haciendo esta comparación se observa que el valor combativo, la movilidad y la potencia de fuego de la División soviética son, proporcionalmente a los efectivos, mayores que en la norteamericana. d) División acorazada: Una Unidad de este tipo no podría ser empeñada ni en ofensiva ni en defensiva durante largo tiempo sin la ayuda de otras Divisiones mejor equilibradas. Está considerada como una agrupación blindada de apoyo. - . 3.—Artillería no divisionaria. Esta ‘artillería está agrupada en Unidades, Cuer pos (C.E.) y Divisiones; esta denominación puede pres tarse a confusión y hacer creer que estas Grandes Unida des pueden ser empeñadas en el combate como Divisio nes de Infantería o blindadas. Pero no es así; estas Uni dades corresponden a las Agrupaciones de artillería que conocemos en nuestros Ejércitos en los escalones Ejér cito y Grupo de Ejércitos. En este sentido, si comparamos un frente tipo sovié tico con un Grupo de Ejércitos norteamericano, notamos una superiridad rusa de I’3, aproximadamente, en Ar tillería de campaña, pero una incomprensible inferioridad en Artillería antiaérea. 4.—Reserva general. Los rusos prevén una importante reserva general de Brigadas y Regiñiientos independientes de carros y de artillería de tres tipos. Estas Unidades son afectadas a los frentes empeñados, según las circunstancias. D) Aviación táctica. Al contrario del procedimiento de las naciones occiden tales, esta aviación se encuentra bajo el mando de las fuerzas terrestres. A cada frente está agregado un Ejército aéreo ‘de unos mil aviones. Este Ejército éstá subdividido en Divisiones de caza, asalto y bombarderos, y en Regimientos de re conocimiento. Con los elementos de estas Divisiones ho mogéneas pueden ser formadas otras Divisiones mixtas para subordinarlas a los mandos de Ejército. Una importante reserva, general permite reforzar a uno u otro frente para determinadas operaciones. EFECTIVOS Ahora que ya estamos un poco al corriente de las sub divisiones del Ejército soviético, las cifras mencionadas aparecen con su significación exacta. a) Fuerza terrestre. Se estima que la U.R.S.S tiene de r75 a zoo Divisiones bajo las armas, de las cuales más de cien son de Infan tería y unás 30 blindadas o mecanizadas; las otras, en su mayor parte, son Divisiones de Artillería. Los efecti vos son de 2.700.000 hombres. Esto prueba que no todas las Divisiones pueden estar al completo de sus efectivos. En efecto, es preciso calcular una fuerza en “fraccio nes” Divisionarias: Efectivo de una Divis’ón + Tropas de C. E. de Ejército GrupodeEjércitos,deretaguardia Número de Divisiones Para establecer las’ posibilidades de las fuerzas armadas es muy importante saber cuáles son ‘los poderes del Gobierno para conducir la guerra, cuál es el valor de los Jefes de Ejércitos (Budienny no es Zoukov), y el valor de los cuadros en general. a) Acerca del plan gubernamental, un Gobierno auto ritario tiene, ciertamente, más poderes que un Gobierno democrático: r) La decisión de recurrir a la guerra y su dirección suprema (la estrategia general) no requieren el asenti miento del Parlamento o dl pueblo. Aunque la opinión pública sea muy trabajada, no tiene ninguna influencia. 2) La autoridad política y la autoridad militar están integradas en una misma persona. 3) Esta autoridad no ha de tener en cuenta los deseos de sus pretendidos aliados, que no son más que dóciles satélites (excepto, hasta ahora, Yugoslavia). b) Los mandos superiores son una élite cuidadosa mente seleccionada y auxiliada por entrenádos Estados Mayores. Los grandes Jefes salidos de la Revolución que, ‘por algunos motivos,’ no han sido liquidados, están rele gados a funciones ‘secundarias u honoríficas. Actualmente, en tiempo de paz, hay posibilidad de nepotismo político. c) En los escalones inferiores, las cualidades tácticas no parecen estar muy desarrolladas—los planes’ son con cebidos sólo hast,a en el escalón Ejército (inclusive)—y se nota una falta de iniciativa. Actualmente el mando trata de remediar la falta de instrucción por un entrenamiento intensivo, y en las escuelas está recomendada la iniciativa sobre, el campo de batalla. Pero es probable que el miedo a la responsa bilidad inherente ala raza, y reforzada aún más por el sistema político, limite el rendimiento en este aspecto. d) Por otra parte, los Oficiales son excelentes instruc tores. La mayoría tienen aún la experiencia de la guerra porque los buenos Oficiales no han sido ‘desmovilizados, están penetrados de la misión que se les ha asignado y son, concienzudos. - de No nos hemos fijado en la magnitud de la “fracción” divisionaria rusa, pero oscilaría probablemente entre 25.000 y 30.000 hombres. ‘Dividiendo 2.700.000 entre 200, obtenemos 13.500, que es insufici’ente. Después dé estas consideraciones, solamente unas 50 Divisiones tienen efectivos de guerra.. En un mes, los efectivos de la fuerza terrestre pueden ser doblados, y entonces las 200 Divi siones estarán al completo, con todas las tropas de apoyo necesarias. Después de tres meses, el número de Divisiones puede. ser de 26o a 300, y pasado un año, más de 500, esfuerzo ya realizado duranté la última guerra. b) Fuerza aérea. Tiene alrededor de 6oo.ooo hombres bajo las armas’. En cuanto al ‘número de aviones, las apreciaciones son muy diversas; las más serias estiman en cerca de ío.ooo el número de aviones de combate, de los cuales 10.000 son de caza y 1.000 a 2.000 bombarderos. LOCALIZACION Las fuerzas armadas están repartidas en cinco frentes: Extremo Oriente; Norte, Centro y Sur de Rusia europeá, y el del Cáucaso. Existen de 24 a 30 Divisiones en los países ocupados, mientras que en la Rusia europea hay de 70 a 8o. ‘ MANDO TIEMPO DE SERVICIO E INSTRUCCION El servicio militar comprende ‘una situación de acti vidad de cinco años—desde los diecinueve años—con un tiempo efectivq de treinta a cuarenta meses bajo las ar mas, y una situación en primera y segunda reserva du rante dieciséis años. Los Suboficiales profesionales son reclutados entre los soldados que se inscribieron durante su servicio o des pués de él, mientras que, para los Oficiales de carrera, existen escuelas militares donde los civiles pueden pre sentarse entre los diecisiete y veintiún años. Los cursos duran tres años en Infantería y Caballería, cuatro años para Artillería, Ingenieros y otras Armas técnicas; se es pecializan después del primer año. Para los estudios militares superiores existen Acade mias militares especializadas, tales como la Academia inferior y superior de Estado Mayor, la Academia de Artillería, de Carros y de las Fuerzas Aéreas. El curso dura tres años y las condiciones de admisión son muy severas. La preparación militar es obligatoria (Ley de septiem bre de 1939) y han sido creadas las llamadas Sociedades de cooperación (Tierra, Aire, Mar). Estas ejercen su acti vidad sobre, todo el país, enrolando jóvenes de quince o dieciséis años y recuperando los hombres que han ter minado el sevicio militar. Premilitares, estas Sociedades entrenan en el tiro, pilotaje de aviones y sáltos con para caídas. Postmilitares, someten a sus miembros a una a a • sesión semanal dé trabajp para no perder la instrucción adquirida, que llega hasta los temas de Batallón con tiro real. El cuadro de reserva está formado en las escuelas civiles: desde los catorce años, los estudiantes siguen obligatoriamente cursos de preparación militar, setenta y cinco ‘a noventa horas, según el Arma, más cierto nú mero de semanas de prácticas por año. Estos cursos están respaldados por exámenes, después de los cuales los jó venes son promovidos abs distintos grados del Ejército; por ejemplo, los alumnos de los Institutos superiores que aprueban. el examen, ingresan en el Ejército como Tenientes. DISCIPLINA Y MORAL El Reglameiito de Disciplina de 1946 es el cuarto des pués de la Revolución; cada uno era más severo que el anterior. El último en vigor, recuerda extrañamente, por sus términos y sus disposiciones, al que estaba en vigor bajo el régimen zarista desde 1869. Exige una obediencia total y una disciplina férrea. El derecho de reclamación, que es la salvaguarda del subordinado contra la arbitrariedad, está muy limitado. Los Oficiales, Suboficiales y soldados que no alcanzan el nivel de instrucción exigido o cometen ciertas faltas, son déstinados a Unidades disciplinarias. En cada uno de los escalones Grupo de Ejércitos y Ejército existe una Compañía disciplinaria para Oficiales y un Batallón aná logopara la tropa. «Los Suboficiales pueden castigar como los Oficiales; los castigos que puede infligir cada grado están, sin em bargo, bien definidos; los poderesde un Jefe de Compa ñía, por ejemplo, son más amplios que los nuestros y com prenden el castigo de los Oficiales subordinados. Una particularidad que nos extraña es el deber de de nunciar; están previstos los castigos para aquellos que omiten señalar las faltas de sus iguales. Por otra parte,. el Reglamento prevé una gran varie dad de recompensas por conducta meritéria, lo que, des graciadamente, no existe en nuestro Reglamento. El Reglamento de 1946 insiste mucho sobre la diferen cia de grado, y los castigos y recompensas -son distintos en cada región; prevé la constitución de Tribunales de honor para los Oficiales. Ya no tienen lugar los Comités de camaradas, señalados todavía, incidentalmente, en el anterior Reglamento (1940). Sin embargo, ‘nada hace resaltar, mejor la evolución del Ejército Rojo que el juramento que debe ser prestado por cada militar; no consiste ya en “obligarse, como hijo del pueblo y trabajador, ante las clases obreras de la U.R.S.S. y del mundo entero, a devolver la libertad atodos los trabajadores y servir a la causa del socialismo y de la fraternidad entre los pueblos”. Ahora se ha mo dificado como sigue: “Yo, ciudadano de la U.R.S.S., al ingresar en las jerar quías del Ejército Rojo, presto júramento y me obligo solemnemente a ser un soldado leal, bravo, disciplinado, y vigilante, a guardar estrictamente los secretos milita res y de Estado, a ejecutar sin discusión los Reglamentos militares y las Órdenes de los Oficiales y de los Jefes. Estoy siempre dispuesto, bajo la orden del Gobierno obrero y campesino, a marchar para la, defensa de mi pa triá, y, como soldado del Ejército Rojo, juro defenderla con valentía, habilidad, dignidad y lealtad, no ahorrando ni mi sangre ni la misma vida para conseguir una victo ria completa sobre el enemigo.” E2te juramento militar—que ya no es político—puede parecer largo, pero es indudablemente un medio eficaz de educación moral para las tropas soviéticas, que deben conocerló de memoria y repetirlo a menudo. - - Además, la autoridad soviética se interesa mucho, com todos los militares, por la moral, y, como ya sabemo por la historia, la moral de los rusos puede soportar mu chos contratiempos; fuertes pérdidas son considerada como normales; basta con que la operación tenga éxit en conjunto, para que no sean tenidos en cuenta ni lo sufrimientos ni las privaciones individuales. Sólo ni derrumbamiento. irremediable puede romper la moral El control político la ha reforzado aún más. CONTROL POLITICO El Gobierno se ha consagrado hace mucho tiempo la educación política del Ejército, a la cual da una gral importancia. El control político es muy severo. Est impide a los militares rusos dejarse influenciar por otra ideas que no sean las deseadas por el Estado soviético Todas las informaciones, distracciones, la literatura y prácticamente, las cónversaciones, son controladas matizadas según la línea actual del partido, de superioi a inferior. En los escalones superiores’ encontramos—formandc parte del Ministerio del Ejército—la Dirección Política Principal. No sabemos si el último Congreso del partido ha modificado este estado de cosas y ha hecho depender este organismo del Comité Central del Partido, como ya se pensaba antes del Congreso. De todas formas, la Ofi cina política recibe sus directivas del Comité Central, En todos los escalones existe un Consejero político del Mando militar, llamados antes Comisarios políticos; son designados en la actualidad—desde 1943—con el ñombre de “Subjefes encargados dé asuntos políticos”. Esta nueva denominación siguió a la supresión—en 1942— del mando dualista, de cualquier orden, toda vez ,que, incluso una orden de operaciones debía ser respaldada por la firma del Comisario político. Este procedimiento, que se había comprobado como desastroso para las ope raciones militares, fué suprimido. De hecho subsiste comoun espía del partido, y puede enviar informes se cretos por la cadena política que está paralela a la jerar quía militar. El Oficial político es el encargado de la propaganda. Está ayudado en esta tarea por las células de miembros del partido comunista que existen en todas las Unidades del Ejército rojo a partir de la unidad tipo Compañía. Los miembros del partido se consideran como auxiliares del Mando militar y aspiran la gloria de dar ejemplo de actividad y valor. En el combate deben ir siempre en vanguardia y exhortar a sus camaradas a realizar hechos heroicos. En la última guerra sus pérdidas fueron enor mes y la proporción de ondecorados fué igualmente elevada. . METODOS TÁCTICOS a) Generalidades. En todas las operaciones óbservamos: •i.° Buscar la sorpresa con opéraciones nocturnas o en terrenos considerados impracticables y en condiciones meteorológicas muy desfavorables: por infiltración, en ‘mascaramiento, etc. 2.° Una falta de fléxibilidad, a pesar de las oportunas teorías. A causa de: a) Un plan muy rígido, generalmente establecido según un esquema invariable, preparado anticipada mente, que no deja lugar a iniciativas. b) Tener reducidos medios en radio. e) El temor a medidas disciplinarias. En efecto, se - prevén medidas muy severas para el Jefe que ordena un repliegue sin estar autorizado o que, sin razón admisible, no consigne alcanzar el objetivo marcado a su Unidad. Así, los vemos perseverar en, ataques desesperados y en dejarse cercar inútilmente en defensiva. Por esto, las Unidades son excelentes cuando las accio nes del enemigo han podido ser previstas y la respuesta está preparada; pero son mucho menos maniobreras qúe las Unidades occidentales. La artillería pone en línea un gran número de piezas (en ofensiva, de 250 a 300 piezas por kilómetro), pero no obtiene el rendimiento que nosotros podríamos conseguir de semejante masa. Una grane proporción de piezas, incluso de gran calibre,.están adelantadas en pri mera línea para actuar en tiro directo. Ventajas: instruc ción más rápida, blanco más fácil, enlace con la mfantería más eficaz. Desventajas: se pierden estas piezas para una acción de conjunto. Para la artillería que actúe en tiro indirecto, las concentraciones de muchos grupos y Regimientos sobre objetivos inesperados o desde posi ciones inopinadas, se revelan muy difíciles por la falta de enlace entre Unidades de artillería y de instrucción de los Oficiales, a menos que el tiempo de paz haya per mitido aprender la aplicación de los métodos que se en cuentran en los Reglamentos rusos. Sin embargo, du rante la última guerra, en una acción preparada, los tiros eran terroríficos, la cantidad de artillería reemplazaba a la calidad de los artilleros y el consumo de munjciones suplía la falta de precisión. b) Defensiva. 1) Dispositivo general y despliegue de una División (ver esquema núm. i). La segunda posición no está, ge- de la División, su intervención en la batalla será muy pequeña; la reacción debe partir de un escalón más elevado. c) Ofensiva. i) En vanguardia, “destacamentos de reconocimien to”, seguidos por agrupaciones de “Divisiones móviles”, 30 Gráfico -núm. 2. que rechazan o destruyen las resistencias accesibles a su potencia y que, en presencia de una resistencia más fuerte, dejan lugar al “grueso” que, bajo la protección del escalón anterior, avanzó y desplegó para el ataque. 2) El ataque está caracterizado por la concentración de fuerzas sobre frentes estrechos y el empleo en masa de artillería, carros y aviación. La confianza en las apti tudes defensivas de sus tropas permite desguarnecer ZONA D SECUQIDAD —algunas veces peligrosamente—otros sectores y reser var el máximo de fuerzas para el ataque. El gran número Serie de posicionespreparadaspoca retardar ei avance de Armas afectadas—incluso a las Compañías—aumenta notablemente su potencia, pero disminuye la velocidad. Por otra parte, la gran densidad de Unidades, la rigidez y el desprecio a la vida humana provocan pérdidás enor mes. Parece que actualmente existe una tendencia a dis minuir la densidad y a dosificar mejor las fuerzas. Pero es posible que el miedQ enfermizo a disminuir el estrecho control sobre las Unidades no permita realizarlo. 3) El doble envolvimiento (ver esquema 2) está siem pre recomendado, tanto para las operaciones de las pe queñas Unidades como para los Grupos de Ejército. Las primeras oleadas, con un apoyo enorme de fuego de ar tillería, carros y aviación, penetran en los sitios elegidos, destruyen las resistencias que encuentran o bien las con tornean sin detenerse para destruirlas, dejando este cui dado a siguientes oleadas. Las Divisiones de reserva avan zan muy próximas para adelantar y mantener el impulso 9 11(n, del ataque, ensanchar la brecha y conservar el círculo exterior para atacar el círculo interior. 3G POSICIOFI 4) Una División ataca en un frente de 1.500 a 3.000 (Event,e/) metros, pero no suele profundizar. El C. de E. dispone, generalmente, sus Divisiones en columna y dada una sigue a la precedente a muy poca distancia; estas Divi Gráfico nám. r. siones sirven para dar fuerza y profundidad al ataque, en vez de servir de reserva proiamenté dicha. EL empleo neralmente, ocupada. En caso de amenaza en el sector, de-las reservas está a cargo del C. de E. 5) La ejecución de esta maniobra estereotipada no son aproximadas Divisiones de reserva para contraata es posible más que con una gran superioridad. Durante car o para hacer frente a la penetráción. 2) Los ocupantes de la posición principal son obli la G. M. II, las ofensivas no tenían éxito más que con una superioridad en Divisiones de cuatro contra uno en el gados a resistir a toda costa. En caso de niptura, la arti sector de ataque. llería de campaña participará en tiro directo contracarro. 6) Explotación: La explotación consiste en la des Cada pieza debe destruir su carro. 3) Destacada la escasa reserva de que dispone el Jefe trucción de las fuerzas cercadas y de la persecución (si• - ‘ 95 - multánea o consecutivamente). El aniquilamientose rea liza por atáques concéntricos tendentes a fragmentar sucesivamente las bolsas. La persecución está basada en la obtención de la sorpresa y la velocidad. Una fuerza de explotación, compuesta. de Divisiones mecanizadas y blindadas es dirigida sobre objetivos a 300 ó 400 kilóme tros de distancia, seguida por Divisiones de Infantéría a pie o transportadas; esta fuerza creó un pasillo estrecho y profundo, que es ensanchado lo antes posible. La mi sión puede ser: conquistar una cabeza de puente para operaciones posteriores, apoderarse de un nado de co municaciones o rodear gran número de fuerzas enemigas. • — • SISTEMA LOGISTICO por todos los medios, de romper este bloque, impuesti por Estados Unidos. En el cuadro de esta polític organizó recientemente la conferencia económic de Moscú. Una gran ventaja para la industria rusa en caso cl guerra es la gran dispersión geográfica, y para lo “combinados” de Asia, la dispersión en el interior d cada conjunto. Por el contrario, esta dispersiór aumenta la desventaja de una red ferroviaria y d carreteras poco extensa e insuficiente para enlaza: los centros de producción con las zonas de operacione probables. Para fijar ideas, comparemos las redes d€ varios Estados: Kms. de rail para URSS. G.B. EE. UU. Francia Bélgica roo Km2 0,5 Características: ‘5 5 lO 30 1.000 habitantes 0,5 0,7 3,3 1 1,4 a) Rigurosa explotación de los recursos locales. b) Gran centralización. Hemos visto que un solo or extensión y perfeccionamiento de esta red reque ganismo en el escalón departamental—el Cuartel General riráLa grandes esfuerzos que no- podrán realizarse en algu de los Servicios de retaguardia—controla todo el abas nos años. tecimiento. Esto da gran flexibilidad. El último plan quinquenal muestra un nuevo esfuerzo c) Armamento y equipo en serie, proporciona grandes de los rusos para liberarse de toda dependencia del Ex facilidádes en lo concerniente al aprovisionamiento de tranjero—entre otras, la producción de aluminio pre piezas de recambio y municiones. vista es 2,6 mayor que la actual—y una atención parti d) Recuperación rápida del material perdido y utili para los biénes de producción, principalmente zación del conquistado al enemigo. Las tropas están es cular aquellos necesarios a la economía de guerra. pecialmente entrenadas én este empleo. penuria de especialistas, señalada a menudo, tiende e) Ninguna campaña importante es emprendida sin a La desaparecer. Gracias a los deportados y a las numero que se hayan constituído depósitos. El abastecimiento escuelas industriales, el número de especialistas de carburantes y de municiones tiene prioridad sobre sas aumenta notablemente todos los años. La Ley de 2 de los otros aprovisionamientos. octubre de 1940, modificada el 19 de junio de 1947, ins f) Empleo intensivo del ferrocarril, lo más avañzado tituye el servicio del trabajo obligatorio para ambos posible. sexos. Es un verdadero reclutamiento de 800.ooo a i.ooo.ooo de personas por año. El servicio comprende un curso de seis meses a dos años, seguido de cuatro años ECONOMIA de trabajo, más el •servicio en las fuerzas armadas. De este modo fueron reclutadas: 400.000 personas en 1946, Es muy difícil, en el estado actual de las informacio en 1947 y i.ooo.ooo en 1950. nes, hacerse una idea exacta de la posibilidad de.Ia eco 700.000 A pesar los puntos débiles de la economía rusa, po nomía soviética, para mantener durante lárgo tiempo demos estarde convencidos de que.el país encontrará, en fuerzas armadas importantes en caso de un conflicto. caso de conflicto, los medios para mantener de 500 a 6oo El Gobierno y la Prensa guardan el mayor seçreto sobre silos aliados no consiguen destruir profunda este tema; la indiscreción está severamente cástigada y Divisiones, reiteradamente los complejos industriales o, al menos, la contrainformación se emplea magistralmente para en ypuntos sensibles o, mejor todavía, destruir la red ferro gañar a lós indiscretos. Sin embargo, es un hécho que Rusia, durante la guerra, viaria. estuvo en condicionés de mantener en forma su enorme potencial bélico, a pesar de las enormes pérdidas sufri EOGRAFIA das. Los aliados, ciertamente, le suministraron gran can tidad de material de todas clases, pero sólo fué una parte Rusia es un país continental, sin una protección con de lo que Rusia produjo por sí sola. Los rusos se basan tracarro, como la Mancha o el Océano Atlántico. Pre en dicho porcentaje para minimizar la ayuda aliada,-olpor tanto, mantener una 4uerza importante bajo vidando qüe ésta tuvo eficacia, principalmente, por el cisa, momento en que se realizó; en efecto, ella permitió a los las armas para defenderse. Atacada, se defiende con el espacio, que le ofréce posibilidades ilimitadas de ma rusos hacer frente al período de desplazamientos y trans niobras estratégicas y de contraofensiva, mientras que formación de su industria. asaltante está obligado a alargar peligrosamente sus El suelo ruso proporciona los productos alimenticios el líneas de comunicaciones. Fué el espacio, aún más que y las materias primas precisas para sus necesidades nor frío y el barro, lo que dió cuenta de los Ejércitos ale males. Sin embargo, el hecho de que el Estado quiera el crear una reserva suficiente de equipo de guerra para manes. Como no puede ser cuestión para los occidentales el cubrir la movilización general del Ejército rojo, demues atacar a la URSS, sería ocioso estudiar aquí la geografía tra que carece de algunas materias primas estratégicas: caucho, cobre, estaño, plomo, aluminio. Se abastecían y el clima ruso. Veamos, sin embargo, resumidamente, lo que la geografía presenta a los rusos para una ofen de los aliados hasta ‘950 y por medio de China hasta 1951. contra el mundo no comunista. La dificultad no La defecdión de Tito les privó de importantes envíos de siva consiste en ¿“dónde” los Soviets podrían atacar?, sino cobre y plomo. más bien, ¿“cuándo”? Otra debilidad es la falta de maquinaria de precisión, Es posible una primera ofensiva en el flanco medite de equipo eléctrico e industrial y. de energía eléctrica. rráneo (croquis núm. 3), por Yugoslavia y Turquía -en El bloque occidental hace más difícil la adquisición dirección de Africa del Norte para contornear la forta de materias primas y maquinaria. El Gobierno trata, leza europea por el Sur y para aislar la. aviación americana - - — — e — Grcí/ico flJPfl. 3. del Oriente Medio y del Norte de Africa; al mismo tiempo, información occidental y posiblemente tendríamos tiempo un ataque secundario podría intentar alcanzar el Golfo de tomar las contramedidas pertinentes. Pérsico y hacerse dueño de sus recursos petrolíferos. No hay que perder de vista que algunos factores favoSin embargo, la batalla decisiva tendrá por teatro la Europa occidental. Alli la ofensiva rusa podría desplazarse en tres direc ciones: en el Centro, sobre el Rin, y después seguir hacia la Mancha y hacia los Pirineos; en el Sur, desde Austria, por el flanco sur de la defensa europea, y en el Norte, partiendo de Finlandia, y con objeto de desbordar el flanco marítimo, una operación trifibia: tierra-aire-mar. En Alemania occidental, las operaciones podrían des arrollarse siguiendo las rutas de invasión históricas. (cro quis núm. 4). . CONCLUSIONES Si los rusos quieren ejecutar los planes tal como acaba mos de ver, podían hacerlo de dos maneras: a’ Bien por ataques sorpresas: i) Sobre los distintos frentes; entonces su superiori dad no parece suficiente con las Divisiones actualmente disponibles. 2) Sobre un frente; en este caso, deben conservar re servas estratégicas, importantes para hacer frente a las posibles operaciones aliadas en otros frentes. b) O bien por medio de una ofensiva después de una movilización parcial o general. Esto no escaparía a la Gráfico núm. 4. rabies, cuando operan en su país, pueden, en caso de ofensiva, volverse contra ellos. a) Las líneas de comunicaciones. Los rusos se en contrarán con las mismas dificultades que, tuvieron sus adversarios durante la pasada guerra. La inmensidad de su territorio presenta aquí un obs táculo. ¿Es posible que esperen poderarse rápidamente de la industria europea intacta? b) Las fuerzas armadas continentales podrían con tar, en este caso, con más simpatías que los rusos en los pueblos situados en la retaguardia de su adversario. Sin duda; el Ejército rojo encontrará en nuestras regiones miembros comunistas dispuestos a entrar en acción, pero su actividad se limitaría al sabotaje y a espiar, pero en escala reducida. Sin embargo, lasO fuerzas militares necesarias para aprovechar estas condiciones favorables no existen to davía. La NATO dispone actualmente en Europa occi dental de 25 Divisiones en activo, de las cuales i8 están en Alemania (comprendidas las británicas y las ameri canas), para interceptar el primer choque. El objetivo de 25 Divisiones de reserva suplementarias para fines de 1952 no parece haberse realizado. El pro grama de Lisboa preveía un total de 96 Divisiones para 1954; pero el Consejo Atlántico de diciembre de 1952 no ha querido fijarlo ya como objetivo. Se necesita, por tanto, un mínimum para cerrar la ruta del Atlántico a los rusos, que se reforzarán progre sivamente, y eso coji la condición expresa de que la fuerza aérea de la NATO, tanto táctica como estraté gica, pueda ser empleada eficazmente. Tjnicamente la potencia y la energía pueden detener el imperialismo ruso. La URSS no desea ciertamente la guerra mientras pueda extender su influencia por otros medios (sus diplomáticos, partidarios, la astucia, etc.). Si estos medios no lo consiguen, solamente fuerzas armadas potentes la impedirán arriesgar su existencia en un conflicto mundial. El chaleco blindado. Mayor R. C. W. Thomas. De la publicación inglesa Army Quarterly. (Traducción de Esteban López. Escobar, Coronel Ingeniero de Armamento.) Desde el final de. la G. M. II se ha llevado a cabo un trabajo considerable de investigación para probar y desarrollar alguna forma de protección personal para los soldados en la batalla. Este trabajo de investigación ha culminado, por fin, en la obtención de un nuevo tipo de chaleco blindado, el que se ha usado ampliamente y con considefable éxito por las Fuerzas de las Naciones Unidas en Corea. Se ha comprobado que este chaleco blindado salva, realmente, vidas, y esto le ha hecho que sea uno de los más importantes descubrimientos militares de los tiempos modernos. Varios tipos de chalecos protectores han sido empleados en Corea, habiéndose llegado a convenir que el mejor modelo es uno fabricado de capas de nylon y que pesa únicamente ocho libras. Como una prenda de vestir, el chaleco está diseñado para llevarlo sin mangas y ceñido, cubriendo él pecho y el estómago, y con una espalda especialmente larga para proteger los riñones. El chaleco se lleva con toda como didad y puede colocarse también debajo del equipo. Su objeto es proteger las partes más vulnerable del cuerpo (excluyendo la cabeza) de los cascos de granada, mor tero y artillería. No está fabricado a prueba de balas; pero se han dado casos en Corea en que el chaleco ha detenido la bala de pequeñas armas. No existe duda de que el valor protector del chaleco blindado ha sido probado definitivamente en Corea; asi mismo ha quedado establecido que el chaleco ha salvado la vida de algunos hombres, habiendo impedido que otros resultasen heridos. En consecuencia, y en teoría podrían considerarse solamente estos factores como su ficientes para justificar la pretensión de que, tan pronto como sea posible, el chaleco sea siempre llevado por los scildados en combate. Aunque a primera vista pudiese parecer que el chaleco blindado debía constituir un artículo del. equipo indivi dual de todo soldado en la línea del frente, existen des graciadamente otros aspectos, de naturaleza adversa, y que deben considerarse antes de tomar una decisión de tal clasé. En primer lugar, está generalmente aceptado que el soldado en la línea del frente ya está cargado a la capa cidad máxima con el equipo y vestuario indispensable, ninguna parte de los cuales puede ser desechado perma nentemente para compensar cuafquier peso adicional que tuviese que transportarse por el soldado. En consecuencia, y aunque el chaleco pesa solamente ocho libras, no existe duda de que, por razón del peso extra y lo ceñido de esta prenda, muchos soldados en el frente de Corea han encontrado que dificulta algo los movimientos y acentúa la fatiga de la batalla. Tiende también a producir un abundante sudor, factor peli groso en tiempo frío. Estos inconvenientes constituyen ciertamente serias limitaciones para el empleo del chaleco, especialmente si se tiene en cuenta que en Corea el chaleco se usa por tropas que .mantienen una línea defensiva con el mínimo de movimiento. Si la fatiga de la lucha se acusa en estas condiciones, aparece claramente que el chaleco no es apropiado para cualquier operación en que la velocidad, agilidad y resistencia sean los principales requisitos. El problema del empleo del chaleco blindado se agrava aún más por el hecho de que, considerado como una prenda de equipo, es claramente abultado y embarazoso cuando no se lleva puesto, no ofrece facilidades para ponérselo y quitárselo con rapidez y tampoco para transportarlo en grandes cantidades. iDrobablemente el factor más importante a tomar en consideracIón, en relación con el chaleco blindado, es su efecto sobre la moral. Indiscutiblemente, el llevar el. cha leco tiene un buen efecto sobre la moral del soldado, pues le da confianza. Sin embargo, existe el peligro de que si se coloca demasiada confianza sobre el uso del chaleco, la moral puede ser afectada adversamente, si se ordena a los hombres entrar en batalla cuando el cha leco no pueda llevarse, bien por el tipo de operación o por pérdida de lós chalecos, o porque no existan en sufi ciente número. Por lo tanto, si el chaleco se ha de emplear tes estables, tales como las que se mencionaron anterior solamente cuando las circunstancias lo permitan, re mente. La guerra de Corea ha hecho posible qüe la concepción sulta esencial conseguir que los soldados no pongan ex cesiva confianza en los chalecos y lleguen a pensar que de un chaleco blindado se compruebe, en cierto grado, en las condiciones reales de servicio activo. No existe la no pueden luchar a menos que los lleven. En la actualidad, las opiniones de los militares se en menor duda de, que el chaleco ha resultado de valor para cuentran todavía divididas en cuanto al mejor método ciertos tipos de operaciones, tales como ataques limita dos, patrullas y para la defensa durante períodos de in de. empleo del chaleco. Ciertamente que existe un acuerdo general de que hay tenso bombardeo. Pero al mismo tiempo debemos acep un gran número de hombres en las áreas avanzadas que tar que no resulta apropiado para operaciones que re quieran movimientos considerables y para guarnecer podrían hacer un. buen empleo del chaleco, para prote posiciones defensivas en una batalla de rápidos movi gerse de los cascos de granada, y cuya eficacia no queda ría disminuída por los defectos del chaleco. En esta cate mientos. Para, conciliar los factores contradictorios, se ha con goría se puede incluir el personal empleado en los cuar teles generales de Batallón, policía militar, operadores siderado que si los chalecos pudiesen ser proporcionados de teléfono y radio, centinelas y partidas de vigilancia al Ejército en grandes cantidades, deben ser tratados lo de carreteras. Pero en relación con el empleodel chaleco mismo que cualquier otro artículo útil del equipo, y los por el soldado que se encuentra verdaderamente en la Jefes han de decidir, sin trabas, cuándo han de llevarse línea del frente, las’ opiniones, son ampliamente dif e- y cuándo no. Una vez que la ,decisión esté tomada, es obligatoria la obediencia. rentes. Finalmente, será de ‘la mayor importancia que si los Podría argumentarse que, puesto que el chaleco salva vidas, todo hombre en lucha tiene derecho a esperar que chaleéos se proporcionan como un artículo más del equipo se le permite llevarlo, y aun cuando de su empleo resulte individual, se’ disponga dé ellos en todo momento en alguna ligera reducción de la eficacia militar. Por el con cantidad suficiente para equipar todos los soldados. que trario, puede igualmente argumentarse que, puesto que verosímilmente vayan a participar en aquellas operacio el chaleco tiene un efecto perjudicial en la resistencia del nes en que puedan llevarse con ventaja. En otra forma, soldado, no puede ser aceptado en las condiciones de la el no disponer del suficiente número de chalecos, cuando guerra nioderna, y, en consecuencia, él uso del chaleco se necesiten, tendría una repercusión muy peligrosa en blindado debería limitarse únicamente, a tropas de fren la moral de los soldados, G EJ 1 D N Sumario REVISTA ILUSTRADA DE LOS MANDOS SUBALTERNOS DEL EJERCITO del número de octubre de 1953. Apreciación de distancias y designación de. objetivos. Teniente Gracia Valencia.—Estampas de un itinerario por los pueblos y las tierras de España: Navarra (IV). Juan Cualquiéra. Cosas de Ayer, de Hoy y de Mañana. Comandante Ory.—En la fiesta onomástica del Cau dillo. Ayudante O. M. Hueso Cruz.—Sobre el funcionamiento de las Cajas dé Recluta. Ayudante O. M. Caamaño Doblas.—Ibiza, ciudad amurallada. Teniente Coronel Galindo.— Los cañones, de Infantería. Comandante Munilla Gómez.—Nuestros lectores preguntan. Redacción. REVISTA DE LA’OFICIÁLIDAD DE COMPLEMENTO APENDICE DE LA REVISTA“EJERCITO” - Sumario del número de octubre de 1953. Unos Castillos aragoneses. Ricardo del Arco, de la Real Academia Española.—Unode In fantería. (La instrucción’ comentada por un instruído.) Bartolomé Liom par Bello, ex com batiente.—La verdad hispana. (Objeciones y evidenciás.) Leandro Rubio García, becario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.—Sfntesis de información militar. Redac ción.-—-Proyectiles teledirigidos (1). ,Patrick W. Powers. (Traducción.)—La fotografía aérea. Capitán Saura Albaladejo.—Alcance y posibilidades de la guerra biológica. ‘Altérez Jorge Fernández.—Un libro al mes: “La Civilización, puesta a prueba”. Comandante, Gutié rrez Martín.—Qué quiere usted saber? Comandante Rupérez Frías.—Législación de interés para la Oficialidad de complemento. (Del D. O.) ElnuevomaterialdeIngenieros. Coronel de.Ingenieros H. Milwii. De la publicación norteamerican4 The Mili tary Engineer (Traducción del Teniente Coronel Casas y Ruiz del Árbol) y funcionan con mucha dificultad, y para remediarlo hay que emplear, en el material de movi miento de tierras, carburantes y lubrificantes especiales y acondicionar convenientemente, contra el frío, los mo tores, las baterías de acumuladores y las cabinas de con ducción. Se está probando un nuevo dispositivo, llamado gasificador para facilitar la puesta en marcha de los mo tores a baja temperatura. El gasificador (fig. r.), en esen cia, es una cámara de precombustión, provista de bujía, donde, en determi nadas condiciones, Flotantes. se quema una cier ta cantidad de car Una de las misiones de Ingenieros es el estudio, pro burante para ca yecto y fabricación de los flotantes de asalto, de recono cimiento y de todos aquellos que, con carácter principal léntar y vaporizar o aúxiliar, forman parte del material de puentes. La uti el resto, dando lu lidad de los botes de asalto, durante la fase inicial de gar a una mezcla los pasos de río a viva fuerza, se comprobó en la G. M. II, gaseosa, caliente y especialmente en los pasos del Rin. Dichos flotantes per rica, que es aspi rada por el motor miten realizar, en la oscuridad y silenciosamente, la ope ración de su transporte a la. primera orilla, botándolos al hacer girar la al. agua y cargándolos de personal también, sin llamar manivela, lo que la atención del enemigo, favoreciendo, por, tanto, la facilita su combus sorpresa. tión con indepen El bote de asalto M-2, reglamentario durante la G. M.H, dencia del funcio inicial es una embarcación de panel de madera, quilla plana y namiento popa cuadrada, que puede ser acoplada (pópa a popa, del carburador. ‘Al mediante pasadores) con otra de su mismo género, dando cabo de unos mi lugar á un pontón utilizable en puentes ligeros para los’ nutos, ya es inne primeros elementos de apoyo ‘a la Infantería. En sus cesario el gasifica dor y el motor fun bordas lleva dispositivos para la sujeción de la superes tructura de carriladas, de modo que con este bote se ciona de modo nor Fig. i.a_E gasi/ica.dor. mal. Aunque, en su pueden constrúir compuertas y puentes. origen, el gasifica Como la tendencia actual es la ligereza, se han reali zado intensos estudios con vistas a conseguir un bote de dor se ideó para los motores de Aviación, se está pro bando para su aplicación al material de Ingenieros. asalto de material ligero. El T-2, ahora en experimenta ción, se fabrica de materia plástica. Tiene 5,12 m. de largo, unos 0,50 más que elM-2, y, aunque tiene la misma anchura que éste, su peso es un 30 por ioo menor, 136 ki Herramientas accionadas eléctricamente. logramos. Puede llevar 15 hombres, de ellos, general mente, tres como tripulación: un timonel y dos remeros, Se está ‘experimentando un equipo eléctrico, portátil, si bien está prevista la colocación de un motor fuera de de accionamiento de herramientas, para complementar borda. También se tiene en estudio la construcción de a los útiles manuales y neumáticos hasta ahora en uso este bote a base de otros materiales: aluminio,’ panel de por las fuerzas de Ingenieros. El equipo, que dispone de grupo electrógeno propio, aumentará la capacidad de madera en placas o moldeado. trabajo de Ingenieros en campaña. Los útiles eléctricos han sido probados ya en Corea en la construcción de re ductos fortificados y en el montaje de depósitos, despie Modificación del material de movimiento de tierras. zados, ;de acero, para gasolina. Dichos útiles pueden ser El perfeccionamiento de la técnica de lanzamiento’ en empleados en extrema vanguardia, donde los compreso paracaídas de objetos pesados está originando la modifi res y herramientas neumáticos no son apropiados por el cación del material aerotransportable para amoldarlo a ruido que producen. dicho lanzamiento y a las operaciones de desembarco aéreo, lo cual, según las experiencias realizadas, en mu chos casos, requiere tan sólo ligeras variaciones en, el Nuevo purificador de agua (figs. 2.a y 3.ft). referido material.’ Hasta la fecha se han lanzado, sin no La Sección de ingeniería sanitaria del Laboratorio de vedad, un tractor-topador, aerotransportable, de mo HP; Ingenieros ha construído un purificador eléctrico de agua, un tractor de ‘ruedas; una traílla de 4,5 m3 una apisona montado sobre camión, con capacidad superior a los dora de 5 toneladas y una niveladora de 6.500 Kg. 11.000 litros/hora, a temperaturas de —40°. El aparate En la zona ártica, a temperaturas de 50°, los motoThe Military Engixeer se ha venido ocupando de la mayoría de las actividades del Laboratorio de Ingenie ros, de Fort Velvoir, durante 1952. Para poner al día la información, presentamos aquí ciertas innovaciones en cuanto a material de Ingenieros y sus métodos de empleo. Los elementos que se describen están en período de fabri cación o en vísperas de ser entregados a los usuarios. De vital importancia para ulteriores perfeccionamientos son las necesidades sentidas y las experiencias prácticas rea lizadas por las Unidades de Ingenieros en Corea. — res arrancan militares en campaña ha recibido un nuevo impulso para amoldarla a las condiciones de la guerra moderna. Entre los elementos que facilitarán dicha reproducción se en cuentran: una cámara copiadora móvil, material de re producción moderno y motorizado y el método de repro ducción al amoníaco. La cámara copiadora (fig. es un elemento funda mental en la reproducción, que toma una fotografía del Fig. 2.’—El ‘erdla1or”, acondicionador de contacto. lleva un acondicionador de contacto, llamado “erdiator” (palabra derivada de las iniciales del nombre de Labo ratorio: ERDL), que va montado en serie con unos fil tros de “diatomite” (i), consiguiéndose separar el cieno, destruir las bacterias y oponer una barrera mecánica al paso del bacilo productor de la disentería en el agua so metida a este tratamiento.’ Este purificador, que puede ser instalado por tres hombres en veinte minutos, re quiere solanhtente el servicio de un hombre para su funcio namiento y se encuentra aún en período de experimen tación. Reproducción de cartografía. La cuestión de la reproducción en cantidad de planos (i) N. del T.—La “diatomite” es una arena muy fina que contiene gran proporción de membranas silíceas, procedentei de las algas diatomeas. Fig. 3.a—JJos nuevos equipos Fig. 4a-Cdrnara copiadora móvil. plano o carta original y proporciona un negativo, del que se hacen numerosas reproducciones. La cámara entera se puede transportar en camión o avión, pues es ligera y robusta. Su peso es de unos 1.500 Kg., casi toda ella de aliminio, y la perfección de su construcción garantiza que su precisión no sea afectada por los movimientos que ocasiona su transporte. El nuevo modelo, tipo cá mara oscura, obtendrá negativos hasta de 24 X 30 pul gadas (unos 6o >< 75 cm.). purificadores - •de agua prueban su funcionaneienlo. •1 flI ,,— Fig. 5.a_ Camión_furgón, y • • provisto de inslala.ciones refrigeración. de calefaciión lTig. 7a._._J,7 au;’ato Kelsh Plotter, de eslereofotogrametría. Él material motorizado (fig. actualmente en experi conseguir equipos o laboratorios ligeros susceptibles de mentación, se reúne en equipos constituídos por una se ser transportados en avión y camión. rie de camiones-furgones, cuyos costados son abátibles El papel fotográfico empleado se expone a’ la luz, en y extensibles. Los furgones dispondrán de los elementos contacto con el original positivo transparente o traslú necesarios para calcular, dibujar, tirar, copiar y componer cido y después se somete aquél a los vapores amoniacales, mosaicos fotogramétricos en el campo. Cada furgón lle vará una superficie de trabajo de 4,30 X 5,40 m., que obteniéndose directamente una copia positiva del origi podrá ser extendida por dos hombres en cinco minutos, nal. Este se obtiene, a su vez, del negativo de la foto aérea sobre una pelicula positiva, ‘a base de una sal ha y sus instalaciones de acondicionamiento de aire y cale loidea de plata, que requiere determinadas condiciones facción permitirán trabajar, bajo condiciones climato de densidad y contraste para que dé ‘lugar, con el papel. lógicas extremadas. de que hoy se dispone, a copias satisfactorias. La reproducción de planos por métodos litográficos en la zona ártica presenta graves inconvenientes, el prin Nuevo aparato fotogramétrico (fig. 7.a)._Se ha expe rimentado la aplicación militar de un aparato de gabi cipal de los cuales consiste en la dificultad de mantener el interior del furgón a la temperatura adecuada para la nete, de estereofotogrametría, relativamente nuevo, realización del proceso. Para conseguir esto se han pro llamado Kelsh Plotter, que, en esencia, es similar al Mul bado varios tipos de hornos de aceite y calentadores eléc tiplex, reglamentario del Cuerpo de Ingenieros. Ambos tricos y de gasolina, siendo estos últimos los que parecen utilizan dos placas fotográficas aéreas. El Kelsh. lleva más apropiados para los furgones en cuestión. un dispositivo para la corrección de la distorsión de las lentes de las cámaras aéreas y la imagen en relieve que El método al amoníaco (diazotipia) (fig. 6.a) es objeto produce es más resolvente y ampliada que la del Mul de estudio con vistas a la reproducción múltiple de fotos tipiex. El Kelsh está aún en período’ de perfecciona de’ planos o copias obtenidas por contacto, para su utili miento. zación por .las tropas terrestres. Se trata de perfeccionar el proceso y el material fotográfico diazoico y llegar a Laboratorios y talleres sobre ruedas (fig. •8.a)_-.Se está experimentando un laboratorio móvil para materiales de construcción destinados a aeródromos, cuyos firmes permitan aterrizar aparatos hasta de 27 toneladas de carga sobre rueda. En el laboratorio se podrán ensayar tanto los materiales que constituyen los aeródromos ya existentes como los que se, han de ‘utilizar para nuevas pistas y carreteras. Se trata de sustituir los ocho talleres reglamentarios, móviles, por una serie de cinco, tres de ellos, motorizados y los otros dos sobre semirremolque. De los tres prime ros, uno se destina a pequeñas reparaciones de carácter general, otro funcionará como equipo de entreteni miento, de contacto, y el otro será de reparaciones elec trónicas. De los dos sobre semirremolque, uno será para grandes reparaciones generales y el otro para las eléc tricas. También se está probando un equipo de limpieza y re paración de material pesado de Ingenieros, que irá sobre camión. El equipo, que tiene 2,50 m. de alto, 5,75 ni. de largo y 2,50 m. de ancho, lleva un generador eléc Fig. 6.a_Impresor reroductov de f’lanos, diarográ/ico. trico, una máquina de eliminación de arena por aire com 1 fl) primido, un limpiador a vapor, tanques de inmersión, un dispositivo cambiador de aceite y otros elementos pára el en tretenimiento de herramientas y material. Asfalto envasado en caliente. Se estudia actualmente el empleo de sacos, formados por varias capas de pa pel, como envases para asfalto. Este, ca: lentado a temperatura adecuada,, pasa por un tubo o manguera a llenar los sacos, de unos 50 Kg., colocados en una especie de encofrados de madera (fig. 9.), para dar les forma hasta que el asfalto se endu rezca, lo que tarda unas veinticuatro ho ras. La superficie interna del saco va recubierta de una capa de arcilla para evitar que el papel se adhiera al asfalto y fa Fíg. 8.”—Camiónallcr, para ligeras -repccraóiones generales. cilitar posteriormente la separación de aquél. Una vez llegado asu destino, basta ratura y humedad; de elementos transparentes y tras desgarrar el papel con• una navaj a (fig. iO) Estos enva ses, aunque deficientes en algún aspecto, parecen ofrecer lúcidos para diversos •fines, entre otros, los barracones desmontables; de tejidos para cubrecargas, envoltu prometedores resultados. rás. etc. Materias plásticas. Resumen. Se acusa la tendencia hacia el uso de los plásticos no como sustitutivos de otros materiales escasos o costosos, sino para aprovechar sus cualidades intrínsecas de utili dad en ciertas aplicaciones. Se estudia, pues, el empleo de estas materias -para la fabricación: dé redes y tejidos de’ enmascaramiento; de cartografía y bases cuadricula das para planos, indiferentes a las variaciones de tempe lTig. 9•a_ Colocación del saco para asfalto en su encofrado. - El personal del ERDL trabaja sin cesar para, mejorar la eficacia de toda clase de material de Ingenieros y para conseguir elementos que llenen las necesidades actuales y futuras de las Fuerzas Armadas, siendo a estos efectos de primordial importancia la cooperación con los otros dos Ejércitos y con la- industria civil. Fig. xo.°-----Desgarramiento del esvase para sacar el asfalto. -e nib - Guíabibliográfica. Comandante Martínez Bande; del Servicio Histórico Militar. Información Unidos. sobre las Fuerzas Armadas de los Estados de Igi6 dió las bases para una política militar. Pero fué la G. M. lila que trajo el cambio sustancial en la organi zación de tal política.. Aparece la Aviación, simple arma hasta entonces del Ejército y de la Marina, y que por haber llegado a la ma yoría de edad precisaba tener un rango igual que aqué llas Aparecen las nuevas armas y los nuevos modos de acción. “Los vehículos anfibios habían borrado la ante rior delimitación de las zonas de actuación del Ejército y de la Marina”, y las, operaciones de desembarco aéreo o naval pedían hermandad y colaboración entre los tres Ejércitos. Estos y otros considerandos forjaron poco a poco el actual panorama bélico norteamericano: Mandó supremo, Junta de Jefes de los Estados Mayores, Minis terio de Defensa, Ley de Seguridad Nacional, Consejo de Seguridad Nacional, etc. El libro constituye una apreciadísima información so bre organización de Unidades, enseñanza y formación de Mandos, instrucción de tropa, Armas y Servicios, re clutamiento, etc., en los Estados Unidos. Pero con ser esta primera parte muy interesante, no lo es menos la segunda, constituída por un completísimo vocabulario de términos militares en uso, más otro de las• abreviatu ras de más corriente empleo en las publicaciones milita res norteamericanas. Es ‘preciso ponderar la necesÍdad de conocer al pró jimo, sea amigo o enémigo; si lo primero, para su mejor entendimiento en los tratos; si lo segundo, para vencerle más fácilmente en las luchas. Esta regla es humana y, •como tal, general. Si ahora pasamos al terreno militar, al nuestro, y pensamos que vivimos en 1953, con todas sus consecuencias, las flor-. mas anteriores ganan re lieve, fuerza. JOSECASAS SUIZDEL ASSGL Ya no son probables las M51’JA,JOA5EcltEDEItRETAMASTINES guerras entre dos solos Ejércitos. En nuestro aso—de espaííoles—el resulta difícil LASFIIEK1AS AIIMAIIASsupuesto mente concebible. Pues es tamos incrustados en Eu UI tUS fE liii. ropa, y mejor entre Eu Gol,, poa .1 I.,F,, do ropa y Africa, camino de Literato,, milito, nodeamericona Asia y de América. Esta situación estratégica nós dice que sólo será fácil, y mejor sería decir posible, para España guerras de alcance intercontinental, guerras mundiales. Ante el hombre sovietizado. Todo esto vuelve iñte resante, curioso y casi ne cesario el conocimiento de Para el profesor George Uscatescu, la Europa ausente, los grandes Ejércitos actuales, por (lo cual reviste gran Europa tras el telón de acero, es un mundo del que ya interés el libro del Teniente Coronel Casas Ruiz y Coman mucha gente se ha olvidado, o que cuando habla de él dante Arechederreta sobre las Fuerzas Armadas en los lo hace como de algo muy lejano, como de algo que Estados Unidos (i). El subtítulo: Gui’a para el lector de fué (i). Pero la aceptación de una Europa Ausente im literatura militar norteamericana, es asaz expresivo. He plica necesariamente su presencia, se quiera o no “Todo aquí una guía, esto es, una ayuda preciada de todo cu espíritu vivo que recuerda con sus actos, con su piedad rioso de literatura militar de aquella nación. Pero ¿quién y con su veneración a un ausente admite ipso tacto su que no conserve despierto el amor a la profesión y tenga presencia, una noble y permanente presencia en su vida.” alerta la conciencia sobre la importancia de este momento, Y, sin embargo, esa Europa ni es un fantasma ni es no sentirá el deseo de “ver” cómo es aquel Ejército? la Europa de antes. La Europa ausente aparece como Saberlo le llevará por de pronto a conocer algo que un mundo distinto, con el que alguna vez, esperamos, se quizá algún día marche con él a su lado, en una guerra podrá hablar, con el que habrá que contar alguna vez. posible. Además, la organización de la potencia militar Y será precisamente a los’militares a los que correspon norteamericana le dirá unas veces criterios modernos y derá en esta tarea dar el primer paso. Algún día—espere saludables, sumamente útiles; otras, experiencias fecun mos de Dios—será liberado ese mundo, y precisamente das, hayan sido felices o no; en todo caso, la vida de una por hombres de armas. No se olvide que en los primeros gigantesca máquina, destinada, según el rumbo histórico momentos de las “paces” son hs militares los que gobier aátual, a ser primer actor en una posible gran contienda. nan, y que precisamente son militares españoles—nos Es interesante, por ejemplo, la gestación de las Fuer referimos a los de la División Española de Voluntarios— los únicos que pueden hoy hablar de haber tenido con zas Armadas de esa nación de espíritu acusadamente civil. “Pasado el paréntesis de la guerra de Secesión y tactos personales con algunos rusos, polacos y bálticos creada la Unión Federal, la ausencia de países vecinos más o menos sovietizados. que pudieran inquietarla seriamente reafirmó dicho es Un general contacto personal, de hombre a hombre, píritu civil. El pueblo norteamericano no sentía aguda amplisimo, vendrá un día. Para entonces convendrá mente la necesidad de fuerzas militares. ¿Por qué, pues, tener bien presente que, más allá del telón de acero, “ha invertir demasiados fondos en la defensa?” La guerra surgido un hombre terriblemente conmovido por el su frimiento, transformado por el sufrimiento y no total mente pervertido por el sufrimiento. Y que de como sea (x) José Casas Ruiz del Arbol, Teniente Coronel de Ingenie comprendido ese hombre, y consiguientemente tratado, ros, diplomado de E. M., y Mariano Arechéderreta Martínez, Co EO,CO,,fl tIER0TO OtOR O 30:, mandante de Intendencia: Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos “Guja para e1 lector de literatura militar norteamericana”. Ediciones EJÉRCITO, Madrid, páginas; 27 Centímetros; rústica. (r) George Uscatescu: Europa ausente. Editora lección “Libros de Actualidad Política”); Madrid, ginas; 21 centímetros; riistica. Nacional 1952; 200 (co-’ pá concuso que para vencer al comunismo será preciso alzar dependerá seguramente su posibilidad de safvación de la bandera de un alto ideal, después de haberle vencido finitiva”. el campo de batalla. La Historia tiene un pasado que A tal efecto, resultan esperanzadoras palabras como en no se puede negar, pero camina adelante y es inútil que éstas, que el profesor Uscatescu pronuncia con unción rer hacerla reversible. de iluminado: por muy aplastados que se encuentren El libro que comentamos se lee de un tirón. El estilo estos pueblos, por muy adelantado que se halle el res es directo, flúido, sumamente atrayente; la traducción, pectivo proceso de sovietización, por muchas Divisiones muy correcta; las ideas, gusten o no, tan candentes, tan que el Kremliñ haya forma volcadas sobre una realidad imperiosa y amenazante, do en cada uno de ellos, la que difjcilmente puede uno evitar el no sentirse aprisio capacidad subversiva, el tre nado por ellas. mendo. poder explosivo del odio acumulado por esos pue blos contra el ocupante, cons tituye uno de los elementos RESEÑAS BREVES sustanciales en el futuro con flicto entre el mundo libre y Richard Meili: Manual de diagnóstico psicológico.—Pró el mundo de los Soviets”. logo del Dr. López Ibor. Traducción del Dr. Linares Aquí está, viva, la lu de Maza._EdiciOnes Morata; Madrid, 1953 350 páginas, una esperanza. Mas no debe con ilustraciones; 21 centímetros; rústica. 1 olvidarse que si el hombre sometido a la dominación La investigación psicológica ofrece cada día un nuevo comunista aportará algún día brote a nuestra contemplación. Paralelamente al fabu el valor de su coraje antico loso desarrollo técnico-científico moderno (y quizá como munista, también presentará una defensa de nuestra parte más noble frente a los efec una serie de lastres políti destructores de aquél) aparece en constante creci cos y espirituales que habrán tos miento la ciencia del espíritu. En verdad, como señala E ATU de ser tenidos en cuenta. López Ibor, “cada día surge un nuevo test y cada día se Para que la liberación de ese someten a pruebas psicológicas miles y miles de hom hombre resulte, pues, un he bres”. cho necesarió, será precisó, ante todo, que se le com Nada tendría que decir una revista militar ante un libro prenda, rectificando conductas pasadas. de psicología si no fuera porque, como bien se asegura Porque cuando Uscatescu lanza su acusación contra. allí, “en el Ejército de la mayoría de los países se em los culpables del. actual estado de cosas lo hace prego-. plean en gran escala las investigaciones psicológicas”. nando su total incapacidad política. Los creadores de la Es verdad. Como consequencia de la G. M. II ha nacido presente situación alarmante fueron políticos de pequeña el convencimiento de que la selección humana no es ya talla. Las fuerzas rectoras occidentales, “las que apa un lujo, sino una necesidad. En la última contienda, “el rentemente vencieron durante la segunda guerra mun problema más agudo consistió en la necesidad de discri dial, no se hallaban en situación de hacer una política minar en un amplio material humano—soldados, mari mundial, ya que para ello les hacía falta una ideología, neros, aviadores—el neurótico potencial que no sólo iba un bagaje político, una visión total de los problemas”. a fracasar en los empeños bélicos, sino a dañar a sus com Altura, alas y también coraje, moral e inteligencia. Por pañeros. Un segundo problema que se planteó fué el de que resulta que—bien por prudencia, bien por corrup la selección de los Oficiales. El tercer problema consistió ción del sentido moral o bien por ausencia de criterio— en la preparación suficiente de psiquiatraS y psicólogos los países occidentales han hecho el juego a la U.R.S.S, clínicos que se encargarán del tratamiento de las neurosis considerando “satélites”, esto es, aliados; países amigos de guerra”. de aquélla, los que actualmente se encuentran goberna Un sector del conocimiento que se halla en. período de dos por lo que en plena G. M. II se llamó gobiernos desarrollo necesita días seguros. A este efecto, el libro “quisling”, y que viven en régimen comunista no como de Meili orienta e informa sobre los fundamentos del consecuencia de revoluciones internas, sino por haber diagnóstico psicológico y sus aplicaciones prácticas. sido entregados, lisa y llanamente, en Yalta y Póstdam, a Rusia. “Si pensamos sólo en él hecho de que, en todo el mundo libre, al consumarse la tragedia de los pueblos Julián Martín García, Capitán Auxiliar de Infantería: de la Europa sovietizada, mientras la tensión de los dos Contabilidad de Compañia (segunda edición, corregida mundos en pugna ha llegado a situaciones extremas, y y aumentada). Declarada de utilidad.—Imprenta las perspectivas de una guerra son cada vez más seguras, Bazo. Algeciras, 1952 58 páginas; 19 centímetros; rús sólo un Gobierno ha levantado con peso y responsabili tica. dad su voz en defensa de aquellos pueblos, el Gobierno de Franco, podremos darnos cuenta hasta qué extremos Esta obra refleja al día, con la mayor claridad, la acti de gravedad llega la responsabilidad derivada de aquella vidad administrativa de los Capitanes de Compañía, Es deformación mental de una política que confunde los ins cuadrón y Batería y Auxiliares. trumentos de Moscú en los países llamados satélites con Escueto en sus explicaciones, breve, conciso, huye de los pueblos mismos de estos países.” toda farragosa teoría; es, en realidad, el breviario de una Países en los que el hombre ha experimentado un actividad que no por árida debe esquivarsé. Devolución hondo colapso moral. Allí “se pretende crear un nuevo de documentos, malas interpretaciones, errores numé tipo de hombre, deshumanizado, desfigurado, creyendo ricos que cuesta luego rehacer, son el fruto de una posi con fanatismo en algunas fórmulas abstractas, capaz de ble descuidada atención del Capitán, el cual puede sentir sustituir a la propia idea de Patria un amor sin límites con gran amor su misión instructora y, en cambio, pres a la Rusia soviética y una admiración. no menos grande tar poca atención a su labor administradora. para la historia rusa, anterior o posterior a la revolución Forman el complemento indispensable de las explica bolchevique. Las historias nacionales han sido por com ciones, un gran número de formularios, a los que en aqué pleto deformadas”. Uscatescu trae así la cuestión de la llas se hace debida referencia. futura guerra. ideológica, pues considera un hecho in “... • • 1 ¡ Armas (Revista del Espíritu de la Academia General Mi 1itar).—--Academia; Zaragoza, 1953; 25 páginas, con -ilustraciones; 25 centímetros; rústica. INGLATERRA El Rubin: 140 Jcwish Mrsha.1s, Generais aud ,Admirals De yero Books. Londres. Una revista hecha principalmenté por los alumnos de Manual of Military Law P. 1. 195 i.—Hir Majesty’s Statio una Academia Militar inspira, ante todo, profunda sim nery Office. Londres. patía; También colaboran en ella Jefes destacados, pro Regulations br National Service men in the Army. 1950. fesores y hasta elementos ajenos a la vida militar, pero His Majesty’s Stationery. Londres. con inclinada simpatía hacia la misma. Es ésta, en defi nitiva, una publicación que ayuda a la formación de los Caballeros Cadetes, de la manera más eficaz y modesta: PORTUGAL no por los discursos de un tercero, sino por las propias reflexiones, que obligan a medir, pesar y contar trabajos A. N.: A guerra (le Espaiiha.—Ediçes Infantaria. Lisboa. Capitán Armando Paschoa: Guerra. —Ediçóes Infantay anhelos. ría. Lisboa. Mayor Augusto das Neves: Guerra de guerrilhas.—Edi çes Infantaria. Lisboa. INDICE GENERAL (Las obras citadas a continuación, nacionales o extrin jeras, lo son sólo a título de referenciás, no habiendo sido leídas ni sometidas a juicio.) ESPAÑA Juan del Alamo: Gibraltar ante la historia de Espafia.— Autor. (Imprenta Suc. de J. Sánchez Ocaña.) Madrid. José Carlos de. Luna: Gibraltar.—_Pubiicacjones Espa ñolas. (Colección “Temas de España ante el mundo”.) Madrid. José Torres Revello: La promesa secreta y el Convenio angloespañol sobre las Malvinas.—Imprenta de la Uni versidad. Buenós Aires. - ALEMANIA Schwering von Krosigk: Es Geschah in Deutschland.— Rainer Wünderljch. Tansend. H. A. Quint: Dio wendepunkte des krieges.—Steingruben. Stuttgart. BRASIL Teniente Coronel Alberto Andrade e Silva: Comando.— “Revista Militar”. Río de Janeiro. Coronel A. Barreto de Oliveira: Defensiva nas grandes frentes.—”Reyista Militar”. Río de Janeiro. Coronel Victorinó Guimaraes: Despesas rnilitares.—”Re vista Militar”. Río de Janeiro. FRANCIA ITALIA M. H. Fabre: Le soldat des Etats UnjS.—Aix en Provence. París. Bor-Kormoronski: Histoire d’une armée secrte.—Les lles d’Or. París. Weygand: Mémoires. Rappelé au service. —Flammarjon. París. J. Bourguignon: Napoleone Bonaparte. Mondadori. Milán. La guerra in A. O. Ministero Difesa. Ufficio Storico. Roma. E. Scala: Storia delle Fanteria italiane.—Ispéttorato Nan tena. Roma. — — — RESOLUCION DEL COÑCURSO DE MONÓGRAFIASQUE HA REGIDO EN ESTA REVISTA DURANTE EL AÑO DE 1952. S. E. el Ministro del Ejército ha dispuesto, según comunicación del Excmo. Sr. Teniente General Jefe del Es tado Mayor Céntral, en resoluciÓn de 9 de septiembre último, que se adjudiquen cuatro premios de 3.000 pesetas cada üno a las siguientes obras: INSTRUCCION INDIVIDUAL DEL COMBATE(Método Pedagógico y Programas). Adaptado al Plan General de Instrucción, por el Comandante de Infantería D. Juan Vicente Izquierdo, del Regimiento de Infantería “Gareljano” núm. 45 PEDAGOGIA Ml-LITAR:LAS ACADEMIASMILITARES, por el Comandante de Artillería D. Eduardo Munilla Gómez, alumno de la Escuela de E. M. PEDAGOGIA MILITAR: IDEAS Y PRECEPTOS GENERALES, por el Comandante de Infantería D. Luis Sáez Larumbe, del Regimiento de Infantería “Garellano” núm. 45. EL SERVICIO DE INTENDENCIA EN CAMPAÑA, por el Comandante de Intendencia D. José Rey de PabloBlanco, Profesor del .Centro de Estudios y Experimentación de Intendencia. . .