Ruta turística por el Camero Nuevo y el Camero Viejo Paisajes de pastores y montañas * Actualizado a 8 de abril de 2016 Los Cameros son dos, el Nuevo y el Viejo, aunque no se sabe muy bien por qué esta diferencia. Se dice que uno es más primitivo, desde el siglo VIII, y que el otro es posterior, del siglo X. Hay escrituras del siglo XI que los mencionan: “... ambobus Camberibus”. Ahora decimos que son dos sierras y dos valles, el río Leza y el río Iregua, que descienden hasta el río Ebro. En sus orillas se reparten una docena de pequeños pueblos y sus aldeas en cada valle. Entre todos no llegan a 3.000 habitantes censados, aunque en la vida diaria son muchos menos. Esta es un ruta turística para recorrer Los Cameros desde el Puerto de Piqueras, un viaje por el paisaje de la cultura pastoril en un territorio de montaña de paso hacia las huertas, los frutales y los viñedos del Valle del Ebro. El viajero que quiere venir a Los Cameros tiene que saber que no encontrará bodegas ni viñedos. Los Cameros, están al sur de Logroño, hacia Soria, en las montañas del Sistema Ibérico. Aquí abundan bosques diversos, cumbres glaciares de más de 2.000 metros de altitud y pueblos muy hermosos, de arquitectura tradicional en piedra y madera. Sin embargo, el viajero que quiere aprovechar su estancia en Los Cameros para visitar una bodega, tiene que saber que las distancias son cortas. En poco más de media hora en coche por la carretera N-111, paralela al río Iregua, llegará al Valle del Ebro, a las tierras de viñedos y a los pueblos y bodegas de prestigio de Rioja. Los Cameros es una comarca con nombre propio. Un territorio con historia que hace referencia a leyendas y tradiciones de pastores trashumantes. Cientos de miles de ovejas merinas se quedaban en los pastos de verano de las montañas cameranas y en otoño bajaban por las cañadas hacia el sur, al Valle de Alcudia y Extremadura, para regresar al final de la primavera. De aquella actividad viajera que significó el motor de la economía y la vida tradicional de las gentes de Cameros, sólo queda la memoria y algunas fiestas que quieren mantener ese recuerdo. La palabra Cameros hace referencia a los primitivos pobladores de estas tierras: cántabros y berones. De ahí la palabra Cam-beros…, aunque un reciente estudio etimológico (Belezos nº 28, junio 2015) del catedrático Urbano Espinosa aporta que la voz Cameros estaría formada por dos radicales indoeuropeos: kamb-ero (Montes/s de Ero). La Reconquista dejó en herencia los Solares de Cameros: Tejada, Valdeosera y Calderas, instituciones nobiliarias de privilegio colectivo. Y el Señorío de Cameros, que agrupaba desde el siglo XIV a más de 44 villas y lugares de lo que ahora es Soria y La Rioja. Luego se aplicaron los repartos provinciales del siglo XIX y Cameros se quedó en Logroño. Pero los pueblos mantienen el apellido Cameros, incluido alguno de Soria, como Montenegro de Cameros, en dirección al Puerto de Santa Inés y Las Viniegras, o Brieva de Cameros, en la comarca de Las Siete Villas del Alto Najerilla Este es un destino turístico tranquilo, para saborear el ritmo lento del día, sin prisas. Aquí te olvidas de la rutina de la vida urbana y respiras los detalles de la memoria o descubres la artesanía pausada de las almazuelas, labores de reciclaje de ropas viejas para diseñar tapices de cuadros y tiras coloristas. Hay talleres de mujeres artesanas de almazuelas en Villoslada, Villanueva y Pradillo. Bosques de hayas, robles y pinos nos acompañan junto al río Piqueras primero, y por el río Iregua después del cruce de Villoslada de Cameros, en la carretera N-111 que conduce a Logroño. Sólo 60 kilómetros separan el Puerto de Piqueras de la capital de La Rioja. Desde allí hasta las Peñas del Iregua y el Cañón del Leza nos esperan muchas tentaciones para descubrir. La ruta del Iregua, por el Camero Nuevo Cuando llegamos desde Soria por el Puerto de Piqueras (1.710 metros) o pasamos por el túnel (abierto en octubre de 2008), entramos en La Rioja, en Los Cameros y en el Parque Natural Sierra Cebollera. Lo primero que encontramos es el desvío a la Venta de Piqueras. Lugar cargado de memoria pastoril y que mantiene abierto todo el año su restaurante, hostal y el Centro de la Trashumancia, junto a la ermita de la Virgen de la Luz, donde se celebra romería cada domingo antes de San Juan. Y también se ha recuperado la fiesta de despedida de los pastores, el primer sábado de octubre. Aquí tiene su sede la Hermandad de las Trece Villas de Cameros, institución medieval que mantiene la propiedad de bosques y pastos del monte La Pineda. La aldea de San Andrés de Cameros se alza sobre las aguas del embalse de Pajares. Aquí podemos visitar la Exposición Etnográfica que guarda la memoria de la historia y tradiciones de las aldeas del pantano: San Andrés y Pajares. La aldea de Pajares ya no existe, se destruyó para construir el embalse a finales de los años 80 y sus vecinos se repartieron en nuevas casas construidas en San Andrés y Lumbreras. En el pequeño museo se exponen recortes de prensa que recuerdan todo el proceso. Un poco más adelante, el pueblo de Lumbreras, majestuoso y señorial, un espléndido balcón con vistas a las cumbres de la Mesa de Cebollera (2.168 mts.) desde las ermitas de San Martín y la Virgen de la Torre. En tiempos fue la Corte de la Sierra, ahora es centro de actividades en el Parque de Aventura Sierra de Cameros, un circuito por torres de madera entre puentes de cuerda y tirolinas. Luego llegaremos al cruce de carreteras de Juntalosríos, donde se suman las aguas del río Piqueras a las del río Iregua. En Villoslada de Cameros se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Natural de Sierra Cebollera (declarado en 1995), desde donde parte la carretera que llega al puente del Achichuelo y después hasta la ermita de la Virgen de Lomos de Orios, a 1.400 metros de altitud. Allí, en el corazón de la Sierra Cebollera, viven los santeros, Pájaro y Araceli, desde 1987, y se celebran las romerías de la Caridad Pequeña (domingo siguiente a Pascua) y la Caridad Grande (primer domingo de julio) que rememoran milagros y leyendas pastoriles del siglo XVI. Dentro del Parque Natural hay una red de siete senderos señalizados, como el que llega hasta las cascadas del arroyo de Puente Ra. De nuevo en el cruce de Juntalosríos, en la N-111, seguimos el curso del Iregua hasta Villanueva de Cameros, aunque antes nos podemos acercar al encanto rural de lo pequeño, en Aldeanueva de Cameros. Desde Villanueva, en el cruce de la gasolinera, se inicia una ruta que rodea el embalse González Lacasa (1962), por pueblos como Ortigosa de Cameros, El Rasillo, Montemediano y Nieva de Cameros. En Ortigosa se pueden visitar las Cuevas turísticas, abiertas desde marzo a noviembre, y recorrer las calles escalonadas y empedradas del pueblo, conjunto histórico y artístico, pasando por debajo de las casas y cruzando el viaducto (1924) que comunica las dos iglesias, por encima del barranco del río Albercos. Si continuamos hacia El Rasillo encontramos primero el acceso a las renovadas instalaciones del Centro Náutico. El pueblo de El Rasillo, entre pinos, tiene la mayor oferta de casas de turismo rural de La Rioja, con vistas a las aguas del embalse y a un paisaje decorado de praderas, montañas y bosques de robles y pinares. Esta ruta nos llevará a la aldea de Montemediano, en la otra orilla del embalse, y luego al pintoresco pueblo de Nieva de Cameros y su iglesia de San Martín, que guarda la talla románica de la Virgen de Castejón. La carretera saldrá de nuevo a la N-111 a la altura del cruce donde estuvo la Venta del Hambre. Pero si volvemos a Villanueva de Cameros y retomamos la N-111, después de cruzar el río Iregua por el puente sobre la ermita de Los Nogales, llegamos a Pradillo, donde se encuentra la Oficina de Turismo de Cameros, en un edificio singular llamado El Hórreo, anexo a la iglesia del pueblo. El río se encaja después del puente “medieval” en el desfiladero de Peñamiel, antes de llegar al desvío de Almarza de Cameros y Pinillos, carretera de montaña que sube al puerto de La Rasa (1.400 metros) para comunicar con el Camero Viejo por los pueblos de Muro, Torre y Jalón de Cameros, en 20 kilómetros. Seguimos nuestra ruta del Iregua por un entorno de especial belleza, con la carretera encajada entre el río y las rocas, donde los geólogos se sienten atraídos por los restos fosilizados de arrecifes coralinos, de los tiempos finales del Jurásico. Arriba, espera el santuario de la ermita de Tómalos, puerta de entrada hacia Torrecilla en Cameros y a la finca de senderos de Ribavellosa, antigua colonia infantil. Después de salir de las curvas observamos un paisaje abierto y enmarcado por las cumbres del Serradero al fondo, con el pequeño pueblo de Nestares y, debajo, el conjunto escalonado de Torrecilla en Cameros, donde destaca la iglesia de San Martín. Estamos en la cabecera de la comarca, pueblo natal (1825) del ilustre político liberal Práxedes Mateo Sagasta. Se puede visitar la Sala dedicada Sagasta en el Ayuntamiento y el Centro de la Emigración Riojana en el antiguo Convento de San Francisco. El pueblo se asoma al río y al puente medieval de Barruelo. Luego, a la salida de Torrecilla, el manantial de agua mineral de Peñaclara, antiguo balneario de Riva los baños. El final de la ruta por el Iregua nos lleva a los dominios del antiguo reino de Viguera, paisaje de peñas, castillos y conglomerados verticales sobre el río, donde sobrevuelan los buitres leonados. A la altura del puente medieval, en la Venta la Paula, solicitamos las llaves a la señora Carmen para subir andando a la ermita de San Esteban, al abrigo de las peñas, y ver las pinturas románicas que guarda en su interior. El túnel de Viguera, construido en 1857, sirve de puerta de salida del Camero Nuevo, camino de Logroño. La ruta del Leza, por el Camero Viejo Desde el Puerto de Piqueras, al llegar a la aldea de San Andrés, en la orilla del embalse de Pajares, tenemos que dejar la N-111 y seguir por la carretera hacia Laguna de Cameros para recorrer el valle del río Leza. En el Collado de Sancho Leza, a 1.390 metros de altitud, entre robles y pinos, disfrutamos de una panorámica sobre todo el Camero Viejo. Primero, el atractivo pueblo de Laguna de Cameros, hermosa postal de casas tradicionales y calles empedradas, dominios del antiguo e ilustre Solar de Tejada, que afecta también a los pueblos de Cabezón y Muro en Cameros. En el Camero Viejo destacan los conjuntos de arquitectura tradicional en pueblos como Ajamil, Rabanera y San Román de Cameros, situado en el centro del valle, donde predominan las casas con solana. San Román guarda el archivo del Solar de Valdeosera, cuya aldea se encuentra a 3 kilómetros por carretera y pista forestal, en dirección hacia Hornillos. El paisaje es más deforestado que en el Camero Nuevo, aunque también encontramos los extensos bosques del Hayedo de Monte Real y las dehesas de robles de Torre y San Román de Cameros, antes de llegar a las aguas embalsadas por la nueva Presa de Terroba. En Soto comienza el espectáculo paisajístico del Cañón del río Leza, un desfiladero de siete kilómetros que se puede recorrer en coche y detenernos en el Mirador del Cañón, o andar por la ruta que se inicia en la ermita de la Virgen del Cortijo, caminando por encima del cañón hasta las huellas de dinosaurios, o por un camino que sigue el cauce del río y lo salva por pasos de piedras. Aquí se mantiene la última fábrica de mazapanes de Soto y a finales de junio se celebra la Feria de la Trufa, cultivo que ahora se recupera dentro de las iniciativas promovidas por la Reserva de la Biosfera (2003), que también incluye los valles orientales del Jubera, Cidacos y Alhama-Linares. Antes de salir del Cañón del Leza merece la pena subir a la aldea de Trevijano, a mil metros de altitud, donde se observa una de las panorámicas más impresionantes del Camero Viejo. Aquí se mantienen la actividad artesana del Telar de Sami. Desde el pueblo se puede llegar andando al dolmen del Collado de Mallo, único reconstruido de los más de veinte que se localizan en la cumbrera que separa las vertientes de los ríos Leza e Iregua. Y después de las curvas del Cañón, la imagen fantástica de las ruinas del monasterio de San Prudencio (s. XII), incrustado en los pliegues del Monte Laturce, muy cerca del castillo de Clavijo, origen del Solar de Tejada. Más información Oficina de Turismo de Cameros, en Pradillo (abierta todo el año) 941 46 21 51 www.turismorioja.com Centro de Interpretación del Parque Natural Sierra Cebollera, en Villoslada de Cameros. 941 46 82 16 www.larioja.org/cebollera Cuevas turísticas de Ortigosa de Cameros (abiertas de marzo a noviembre) 941 46 20 01 www.ortigosadecameros.org Club Naútico de El Rasillo 609 369 371 (actividades deportivas) www.nauticoelrasillo.com Parque de Aventura Sierra de Cameros, en Lumbreras 941 46 82 62- 666 252 798 www.alberguedelumbreras.com Cañón del río Leza, en Soto en Cameros www.sotoencameros.org Reserva de la Biosfera www.paisajehumanizado.com