EL SECTOR MINERO EN ANDALUCÍA 1- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA MINERÍA EN ANDALUCIA La historia minera en Andalucía se encuentra estrechamente ligada a los diferentes pueblos y civilizaciones que se han asentado en nuestra región o la han utilizado como base productiva y comercial a lo largo de los siglos. Los orígenes de las explotaciones mineras en Andalucía están relacionados con la aparición de las culturas prehistóricas del Paleolítico y la búsqueda de metales para diferentes usos domésticos. Los trabajos mineros más antiguos se remontan al cuarto y tercer milenio a.C., tanto al suroeste de Andalucía, relacionados con el cobre y los metales preciosos de Huelva, como en el sureste, por la plata de Almería. En Huelva fue igualmente donde se produjo la primera obtención de cobre a partir de la fusión de minerales, lo cual supuso un hecho de vital importancia para los pueblos ya dentro de la cultura de la Edad de Cobre. Entre el siglo X y el VI a.C., el pueblo de los tartesios se caracterizó por disponer de abundante plata, estaño, plomo y oro, lo cual deja constancia de la importancia que esta civilización otorgó a la minería. Las principales explotaciones mineras fueron las de Riotinto (Huelva), de las que extraían cobre, plata y oro de los yacimientos piríticos. Igualmente, los tartesios realizaron la explotación de diferentes minas en la provincia de Córdoba, como las de cobre de Cerro Muriano y las de plata de Fuenteovejuna, y en la provincia de Almería, en las que extraían plomo de las minas de Sierra de Gádor, Berja y Dalías. Los fenicios, asentados en el litoral andaluz entre los siglos XIV y XII a.C. aportaron no sólo nuevas técnicas para el aprovechamiento de los recursos minerales, sino también mejores sistemas comerciales para distribuir los metales de los tartesios por el mercado mediterráneo, a través de factorías y asentamientos costeros. El distrito minero de Huelva, con la localidad de Tharsis a su cabeza, alcanzó una gran importancia como centro comercial de distribución de metales por las costas y el interior andaluz. La expansión minera de los fenicios alcanzó también las minas de plomo de Almería y la provincia de Jaén, en cuyas minas extraían la plata contenida en el plomo. A partir de los siglos VII y VI a.C., los griegos tomaron contacto con Cádiz, instalando nuevas colonias en las zonas mineras existentes o potenciando las de origen fenicio. De esta manera, realizaron la explotación de las minas se Sierra de Lújar, en Granada, de las sierras almerienses de Gádor y Almagrera, y la explotación del oro de los filones de cobre aurífero de Cerro Muriano (Córdoba). Con el dominio de los cartagineses sobre los tartesios, fenicios y griegos, a finales del siglo VI a.C., se abandonaron un gran número de minas de cobre, como las de Huelva, y de bronce, a cambio de la explotación de yacimientos de hierro. Sin embargo, continuó la explotación de las minas de plata como la de Cástulo, en Jaén, y de las minas de plomo de Sierra de Lújar (Granada). La derrota de los cartagineses a manos del Imperio romano en el siglo III a.C. supuso un nuevo resurgimiento de la actividad minera en Andalucía, gracias a la aplicación de nuevas técnicas de arranque y profundización de labores. Son ejemplos de la gran actividad minera de la época romana el distrito minero de Linares-La Carolina, donde se promulgaron leyes para proteger los derechos de propiedad minera, la mina de galena argentífera de El Centillo, las elevadas producciones de plata y oro de Riotinto, así como la explotación de las minas de cobre de Tharsis (Huelva). En el resto de las provincias andaluzas se encuentran igualmente vestigios de antiguas actividades mineras romanas. Entre las nuevas técnicas empleadas para la explotación minera destacan el uso de tornillos de Arquímedes para la perforación de galerías y las instalaciones hidráulicas ingeniadas para el desagüe de las minas en caso de inundación. Con la llegada de los visigodos a Andalucía a partir del siglo V se abandonaron prácticamente todos los trabajos mineros existentes hasta el momento, excepto ciertas actividades en Jaén y Riotinto. Ya en el siglo VII, los musulmanes imprimieron una ligera recuperación a la minería andaluza, aunque fue a partir del siglo X cuando se alcanzó un mayor esplendor, sin llegar al auge minero de las épocas anteriores. La explotación minera musulmana se centró en las minas de oro, plata e incluso piedras preciosas. El resto de actividades mineras tan ampliamente desarrolladas por los romanos quedaron abandonadas casi en su totalidad. Desde finales del siglo XIII, la repoblación cristiana del territorio andaluz contribuiría a una nueva recuperación del sector minero, pasando a ser las minas propiedad del rey. Existen indicios durante esta época de la explotación de minas de oro, plomo y carbón. A partir del siglo XVI, la intervención estatal en el ámbito minero perseguía el objetivo de recuperar la ferviente actividad minera desarrollada en Andalucía en siglos anteriores y abandonada desde la época visigoda. La promulgación de una verdadera ley de minas durante el reinado de Felipe II contribuyó durante el siglo XVI y XVII a potenciar esta actividad minera, cediéndose numerosas concesiones mineras a particulares, de las que el rey era propietario en último término. En esta ligera recuperación de la minería andaluza destaca por su importancia en cuanto a producción y nuevas técnicas utilizadas el yacimiento de plata de Guadalcanal (Sevilla). Igualmente se reactivaron y explotaron durante el siglo XVI y XVII antiguas explotaciones mineras en el resto de las provincias de Andalucía, entre las que se pueden nombrar las siguientes: las minas de las sierras almerienses de Gádor, Cabrera y María, minas de oro y plata en la Serranía de Ronda (Málaga), distrito minero de Linares-La Carolina (Jaén), las minas de Güejar-Sierra de la zona minera de Sierra Nevada, minas de plomo en Córdoba y minas de carbón en Villanueva del Río (Sevilla). A pesar de este ligero resurgimiento producto de la intervención estatal, la minería se encontraba al finalizar el siglo XVII en un profundo declive, conservándose actividad minera únicamente en las minas de Guadalcanal, Riotinto y Linares, así como en una mina de grafito de Málaga. La verdadera reactivación de las explotaciones mineras en Andalucía llegaría con el reinado de Carlos III en el siglo XVIII. Dos factores supusieron este importante resurgimiento de los antiguos distritos mineros y explotaciones andaluzas: por un lado, la intervención de empresarios extranjeros, fundamentalmente alemanes, en la gestión y administración de las explotaciones andaluzas, instaurando un sistema de acciones sobre los beneficios mineros que ya no se perdería. Por otro lado, la introducción de nuevas maquinarias y avances tecnológicos fruto de la Revolución Industrial, como la máquina de vapor y la utilización de nuevas técnicas de perforación y desagüe de galerías. Las explotaciones más beneficiadas y que experimentaron una mayor actividad fueron las minas de plata de Guadalcanal, las minas de cobre de Riotinto, las minas de grafito de Málaga, los distritos mineros de Linares, entre los que destaca por su gran producción de minerales y plomo la mina de Arrayanes, y las minas de carbón de Peñarroya (Córdoba). La trayectoria de la actividad minera en Andalucía sufrió un determinante giro a partir de las nuevas legislaciones mineras promulgadas en el siglo XIX. Estas leyes buscaban conseguir la liberalización del sector minero, hasta entonces propiedad de la corona, para permitir la entrada de capitales extranjeros que asumieran la gestión y los costes de la administración y explotación de las minas españolas, y con ellos introducir los nuevos sistemas de producción impuestos en Europa, en los que el carbón y la máquina de vapor eran sus máximos representantes. Como resultado, muchas de las principales y más ricas minas andaluzas pasaron a manos de capitales extranjeros: las minas de cobre de Riotinto y Tharsis, en Huelva, y las explotaciones plúmbicas de Linares (Jaén) y Peñarroya (Córdoba), experimentando un increíble aumento en la producción de minerales y cuantiosos beneficios para sus propietarios. Sin embargo, puede decirse que la actividad minera en estas zonas quedó definitivamente consolidada gracias a la intervención extranjera en ellas. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la producción minera andaluza se centraba en la extracción de piritas de hierro y cobre en Huelva y Sevilla, para producir azufre, así como en la producción de metales no ferrosos, como el zinc, cobre, plomo y estaño. Dentro de la minería contemporánea andaluza, los dos sectores que más destacaron fueron los del plomo y el del cobre. Poco a poco, estas dos actividades mineras fueron controladas por los capitales extranjeros invertidos, alcanzando consecuentemente una ingente producción de minerales. Producción que, a finales del siglo XIX, comenzó su inexorable descenso debido al agotamiento de las minas. Prácticamente nada del beneficio económico que se obtenía de las explotaciones mineras era reinvertido en Andalucía, por lo que este gran auge minero del siglo XIX no supuso un crecimiento económico en el conjunto de Andalucía. El siglo XX caracterizó al panorama minero andaluz por una recuperación del intervencionismo estatal en este ámbito. La promulgación de nuevas leyes mineras y la política económica autárquica franquista consiguieron la nacionalización de las compañías mineras, que hasta entonces eran en gran número de capital extranjero. La minería andaluza se desarrolló durante el primer tercio del siglo XX en el contexto de un elevado incremento de la demanda mundial de recursos mineros, contribuyendo con sustancias como el plomo, el hierro y el cobre. La tendencia generalizada en la mayoría de las comarcas mineras andaluzas fue la de explotación de las mismas por parte de empresas extranjeras, con la finalidad de conseguir una elevada producción en poco tiempo. Cuando irremediablemente comenzó el agotamiento de los filones en la mayoría de las cuencas mineras o los costes de extracción resultaban demasiado elevados, las empresas extranjeras o bien abandonaban las explotaciones, o bien las traspasaban a empresas españolas o quedaban en manos del Estado, lo que condujo al sector minero andaluz a una grave decadencia. Destacan en este periodo la explotación de minas de hierro en la Sierra de lo Filabres y Sierra de Bédar (Almería), filones de plomo y cuarzos auríferos en la comarca minera de Rodalquilar, minas de plomo y plomo argentífero en diversas comarcas de Granada, los criaderos de hierro de Alquife y la Sierra de Baza (Granada), las explotaciones de plomo de la zona de Villanueva del duque en Córdoba, las minas de cobre de Cerro Muriano y las de carbón de Peñarroya (Córdoba), con una elevada producción de mineral, o las explotaciones de piritas de cobre en Riotinto y Tharsis (Huelva). El distrito minero plúmbico de Linares-La Carolina, con la famosa mina de Arrayanes, entró en decadencia a principios de siglo, debido al agotamiento de los filones y a los elevados costes de extracción de mineral. Poco a poco, pequeñas empresas andaluzas y españolas fueron apareciendo en el mercado minero y haciéndose cargo de las explotaciones abandonadas por las empresas extranjeras. Sin embargo, el agotamiento de los filones era un hecho consumado, y ni siquiera la intervención del Estado logró sacar a la minería andaluza de la decadencia en la que había ido entrando en este primer tercio del siglo XX. En el segundo tercio del siglo XX se acentuaron los problemas que se venían arrastrando desde las décadas anteriores. Un gran número de empresas extranjeras abandonaron definitivamente sus actividades y negocios mineros, a la vez que se buscaba la nacionalización de otras empresas para garantizar el aprovisionamiento de materias primas mineras. Un importante número de explotaciones mineras quedaron inactivas debido a su agotamiento, manteniéndose la actividad minera en unos pocos enclaves dispersos por el territorio andaluz: algunas minas como la de Arrayanes y El Centillo en el distrito de Linares-La Carolina, algunas minas de la zona de Fuenteovejuna (Córdoba), las minas de oro de Rodalquilar y las de hierro de la Sierra de los Filabres (Almería), y las minas de Riotinto (Huelva) y Aznalcollar (Sevilla), que fueron traspasadas desde empresas extranjeras a empresas de titularidad españolas. El último tercio del siglo XX significó el fin de la minería andaluza, debido al agotamiento de los filones después de 3.000 años de explotación. Muchas de las explotaciones que continuaban activas en Andalucía en las décadas anteriores quedaron definitivamente paralizadas. Este hecho, sumado al gran número de explotaciones abandonadas con anterioridad, provocó que entre las décadas de 1980 y 1990 quedaran inactivas la práctica totalidad de las minas andaluzas. El tránsito al siglo XXI no supuso cambio alguno para el sector minero en Andalucía. La decadencia en la que había entrado en el último tercio del siglo anterior se hizo patente en estos últimos años con el declive de los sectores metálico y energético de la minería, debido fundamentalmente a dos factores: la escasez de recursos minerales debido al agotamiento de las minas y la grave problemática que supone la minería sobre el medio ambiente y la seguridad; la rotura de la balsa de la mina de Aznalcollar, en 1998, y sus graves consecuencias sobre el medio y la contaminación, dejó constancia de las principales problemáticas que suponen las explotaciones mineras sobre su entorno. Como contrapunto a este declive generalizado de la minería andaluza, se ha experimentado en los últimos años un incremento en la producción de rocas industriales y ornamentales, debido al auge que la construcción ha experimentado en los últimos años en Andalucía, especialmente en las zonas costeras de la comunidad. 2.- EVOLUCIÓN RECIENTE Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA MINERÍA La última década del siglo XX comienza en España con una grave crisis del sector minero, a la que la comunidad andaluza no fue ajena. El abandono de la práctica totalidad de las explotaciones mineras debido al agotamiento de sus filones supuso una importante decadencia de este sector, que nada tenía que ver con la floreciente actividad minera desarrollada en Andalucía en los siglos anteriores. En los últimos años de la década de los 90, la tendencia generalizada que ha experimentado la minería andaluza ha sido la del declive de los sectores energéticos y metálicos, a favor del incremento en la producción de rocas industriales y ornamentales, debido al fuerte impulso que el sector vivienda ha experimentado en los últimos años en Andalucía, especialmente en las zonas costeras. Potencialmente, la comunidad andaluza sigue siendo una zona muy importante en recursos de minería metálica, fundamentalmente en Huelva y Sevilla, y en rocas ornamentales, calizas, dolomías, etc., productos cuya demanda se incrementa anualmente. Las explotaciones dedicadas a productos energéticos aumentaron en número durante este periodo, debido al incremento en el número de pozos de extracción de gas. Por el contrario, la producción y extracción de carbón sufrió una importante reducción debido al menor uso que se le daba al este recurso. En general, el valor de la producción de recursos energéticos experimentó, hacia la mitad del periodo, un incremento del 19% respecto a 1990, pero terminó el siglo XX con un descenso de la misma debido a la bajada de la producción de carbón. En el caso de la minería metálica, el declive sufrido en el valor de la producción de estos materiales es mucho más acusado, pasando de representar el 51% del total de la producción minera en Andalucía en 1990, a constituir solamente el 17% en 1999. La productividad de la minería metálica descendió igualmente en un 20%, aunque se estabilizó hacia el final de la década de los 90. La minería no metálica sufrió un descenso similar. El número de explotaciones disminuye a partir de 1997, y el valor de la producción, que fue máximo en 1997, decrece a partir de este año, pasando a representar únicamente el 5% del total de la minería andaluza en 1999. La importancia de este subsector en Andalucía es escasa, tanto por el volumen de puestos de trabajo como por el valor de producción. El subsector de los productos de cantera (áridos para construcción, obra civil, fabricación de cementos, mármoles, etc) es el de mayor desarrollo en Andalucía, aumentando su importancia en los últimos años. El número de explotaciones dedicadas a estos productos se incrementó hasta 1999. El valor de la producción creció de manera importante en estos años, pasando de participar con el 26% del total de la minería en el año 1990 al 66% en 1999. El sector minero andaluz contribuye en gran medida a definir el panorama de la minería actual española, arrojando cifras de productividad y explotación nada desdeñables con respecto al resto de España. En los últimos años del siglo XX, tanto el número de explotaciones mineras, como el valor de la producción por explotación y la productividad han aumentado su valor porcentual en mayor cuantía de lo que lo han hecho los valores para España. En cuanto a los diferentes grupos de minerales explotados, el valor de la producción de minería energética supuso en 1999 el 4,9% del total español; la minería metálica contribuía con un 48,5% al total del valor de la producción española de este recurso para ese mismo año. El valor de la producción de los productos de cantera suponía el 19,9% del total para España, y finalmente, la minería no metálica, representaba únicamente el 5,1% del total español. El comienzo del siglo XXI trajo consigo una tendencia, continuada desde los últimos años de la década de los 90, alentadora para el sector minero en Andalucía. Desde el año 1997 hasta el 2002, la producción minera aumentó en Andalucía de 61.359.521 Tm a 90.025.296 Tm. Aunque de forma general se puede hablar de incremento de producción, analizando cada uno de los grupos de sustancias minerales explotadas, se puede ver que este aumento de producción se debe principalmente al incremento de la producción de productos de canteras, subsector minero en alza en todo el territorio español debido al auge del sector constructivo en nuestro país. Por su parte, las producciones de minerales metálicos, minerales no metálicos y productos energéticos supusieron en 2002 un descenso con respecto a 1997, siendo la disminución más acusada la de la minería metálica, cuya producción descendió de las 12.936.084 Tm de 1997 a las 221.253 Tm de 2002. En cuanto al número de explotaciones mineras, se produjo en 2002 un considerable aumento de las mismas respecto a 1997, pasando de 712 explotaciones activas a 1.120. Igualmente, este incremento es debido al crecimiento que se produjo en el número de explotaciones de productos de cantera, para cubrir la demanda al alza de este tipo de productos en el mercado. En el año siguiente, 2003, la minería andaluza sufrió, aunque ligeramente en términos generales, un nuevo retroceso. Tanto la producción como el número de explotaciones disminuyeron respecto al año anterior, en detrimento consecuentemente de la población empleada en el sector minero andaluz. Este pequeño retroceso de la minería se debió fundamentalmente a la caída que sufrió la producción de productos de canteras respecto al año anterior, pasando de 88.468.237,60 Tm producidas en 2002 a 69.030.076 Tm en 2003. Por el contrario, el resto de grupos minerales explotados, minerales metálicos, minerales no metálicos y productos energéticos, aumentaron ligeramente su producción, aunque no en grado suficiente como para suponer un aumento productivo respecto al año anterior. Aún así, el subsector de los productos de cantera continuó siendo el de mayor auge, igual que ocurriera en años anteriores, representando el 94,84% de la producción total de la minería andaluza. En los gráficos siguientes se muestra la evolución seguida por la producción minera andaluza y por el número de explotaciones desde principios de la década de los 90 hasta el año 2003. GRÁFICO 2.1. EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN MINERA EN ANDALUCÍA 90.025.296 100.000.000 90.000.000 61.359.521 60.114.535 70.000.000 Producción (TM) 72.788.234 69.466.815 80.000.000 60.000.000 50.000.000 38.208.000 40.891.400 40.000.000 30.000.000 20.000.000 10.000.000 0 1.989 1992 1993 1996 1997 2002 2003 Años Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. GRÁFICO 2.2. EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE EXPLOTACIONES EN ANDALUCÍA 1.129 1200 Número de Explotaciones 1000 762 735 800 685 712 647 600 400 200 0 1989 1992 1993 1996 2002 2003 Años Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. A continuación se muestra un gráfico comparativo de la evolución de la producción de cada grupo mineral en Andalucía, entre los años 2002 y 2003. GRÁFICO 2.3. COMPARATIVA DE LA EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LOS DIFERENTES GRUPOS MINERALES EXPLOTADOS. AÑOS 20022003 88.468.237,60 90.000.000 80.000.000 69.030.076 Producción (Tm) 70.000.000 60.000.000 50.000.000 2002 40.000.000 2003 30.000.000 20.000.000 10.000.000 221.253 2.309.621 517.531 625.007 818.275 823.530 0 Minerales metálicos Minerales no metálicos Productos de cantera Productos energéticos Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2002 y Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Haciendo un análisis por provincias, se puede apreciar que la producción disminuyó, de forma general, en las explotaciones mineras de Almería, Sevilla, Córdoba, Granada y Jaén, siendo la provincia de Sevilla la que sufrió una disminución más acusada en su producción minera. Por el contrario, en las provincias de Huelva, Cádiz y Málaga la producción fue en aumento. En cuanto al número de explotaciones, la disminución más acusada de las mismas se produjo en la provincia de Almería, ya que en 2003 presentaba 100 explotaciones menos que en el año anterior. En el resto de las provincias, el número de explotaciones también se vio reducido, excepto en Jaén y Málaga, en las que aumentó ligeramente El panorama minero andaluz se conforma actualmente de acuerdo a los datos de producción y número de explotaciones que se muestran en los gráficos y tablas representados más adelante. El grupo mineral mayormente explotado sigue siendo el de los productos de cantera, con un 94,84% respecto del total producido en Andalucía. Le sigue en cantidad el grupo de los minerales metálicos, con un 3,17%. En último lugar se encuentran el grupo de los productos energéticos, con un 1,13% y el grupo de los minerales no metálicos, que representa el 0,86% del total andaluz. GRÁFICO 2.4. PRODUCCIÓN TOTAL DE SUSTANCIAS EN ANDALUCÍA POR GRUPOS DE MINERAL 69.030.076 70.000.000 60.000.000 Producción (TM) 50.000.000 40.000.000 30.000.000 20.000.000 10.000.000 2.309.621 823.530 625.007 0 Minerales metálicos Minerales no metálicos Productos de cantera Productos energéticos Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. La provincia que cuenta con mayor número de explotaciones activas es la de Almería, con 189 explotaciones, siguiéndole en número Huelva, Granada y Cádiz, que igualmente superan las 100 explotaciones. La provincia con menor número de ellas es la de Córdoba, con un total de 46 explotaciones activas. En la tabla siguiente se muestra la relación de explotaciones en Andalucía, por provincias y grupos minerales explotados. TABLA 2.1. NÚMERO DE EXPLOTACIONES POR PRODUCTOS EXPLOTADOS Y POR PROVINCIAS. AÑO 2003. Número de Andalucía Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla explotaciones Minerales 4 1 1 2 metálicos Minerales no 40 4 15 7 3 3 5 1 2 metálicos Productos de 710 185 87 31 105 109 85 55 54 cantera Productos 9 7 2 energéticos 762 189 102 46 109 113 92 56 56 Total Fuente: Estadística minera de Andalucía año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Analizando la producción minera en cada una de las provincias, se puede observar que las que presentan mayores niveles de producción son Cádiz y Málaga, superando los 13 millones y medio de Tm producidas. Las de menor productividad son Córdoba y Sevilla, que no llegan a los 5 millones de Tm. En el gráfico siguiente se muestra la producción total de cada una de las provincias andaluzas. GRÁFICO 2.5. PRODUCCIÓN TOTAL DE SUSTANCIAS EN ANDALUCÍA POR PROVINCIAS 13.886.214 13.659.419 14.000.000 11.005.881 12.000.000 9.944.999 Producción (TM) 10.000.000 8.440.931 7.284.224 8.000.000 6.000.000 4.670.226 3.896.340 4.000.000 2.000.000 0 Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Como ya se ha comentado anteriormente, las mayores producciones de minerales explotados en Andalucía corresponden al grupo de los productos de canteras. En todas las provincias, la explotación de estos productos supone el 98, 99 o incluso el 100% de la producción total explotada en cada provincia, excepto en Huelva y Córdoba, donde el porcentaje de los productos de cantera se ve disminuido por el aumento de la producción de otros grupos minerales: minerales metálicos en Huelva, con un 27% respecto del total producido en esta provincia, y productos energéticos en Córdoba, con un 17% respecto del total producido en ella. Analizando la producción de cada mineral por provincias, se puede ver que la mayor producción generada con diferencia es la de calizas, con 21.184.548 Tm siendo la provincia de Málaga la que concentra el 50,69% de la misma. Le sigue en nivel de productividad las arenas y gravas, con 14.040.595 Tm explotadas, con las provincias de Huelva y Cádiz a la cabeza como mayores productoras de estos materiales. A continuación se encuentra la producción de dolomías, con 10.911.229 Tm producidas, la mayoría de ellas en Granada (63,18%). Hay que destacar también la producción de arcillas, concentrándose su explotación en las provincias de Jaén y Huelva (44,67% y 21,43% respectivamente), el grupo de las calizas y margas y los yesos, de los cuales su mayor productor es Almería (60,76% y 75,48% respectivamente), la magnetita, cuya explotación se concentra totalmente en Huelva, las areniscas calcáreas y las ofitas (producciones mayoritarias de ambas en Cádiz, con el 91,55% y el 62,05% respectivamente), quedando la producción de todas ellas por debajo de los 5 millones y medio de Tm. En el gráfico siguiente se muestra la producción total en Andalucía de todos los minerales explotados en la comunidad. GRÁFICO 2.6. PRODUCCIÓN TOTAL POR MINERALES EN ANDALUCÍA 25.000.000 Producción (Tm) 20.000.000 15.000.000 10.000.000 5.000.000 so s Ye Of ita s Piz ar r as yc ua rci ta s Sa lm ar i na Se rpe nti na Tra ve rtin o Piz ar r as rita oo r na me He nta ma l tite sr ojo s Ma gn eti ta an it Gr ba sa Flu o Dia Ba rita C Ca ali za liza s so tr o su so s Ce les ti n a Ar en as Ar cill as yg rav as 0 Fuente: Estadística Minera de Andalucía Año 2003. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía (Anuario Estadístico de Andalucía 2005), el valor de la producción minera andaluza en el año 2003, incluyendo los productos minerales no metálicos y los productos metálicos, era de 3.819,56 millones de euros. Este valor constituye el 12,58% del valor de la producción total industrial en Andalucía, frente al 13,52% que representan los mismos sectores en el total del valor de la producción industrial comercializada en España. En este contexto, la actividad minera en Andalucía es una importante fuente de empleo para su población. Según los datos de la Estadística minera andaluza del año 2003 (Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, Junta de Andalucía) la minería andaluza dio empleo directo a 4.438 personas en 2003, lo que supone el 1,48% de la población ocupada en industria en Andalucía en 2003, y el 0,13% de la población activa andaluza en ese mismo año (datos de empleo de la población extraídos del Anuario Estadístico de Andalucía 2004, Instituto de Estadística de Andalucía. Junta de Andalucía). 3.- INVENTARIO EXPLOTACIONES MINERAS 2004-2005 DE ANDALUCIA. CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE En el apartado anterior se han incluido datos estadísticos correspondiente a los años 1998-2003, referentes a números de explotaciones, explotadas, producciones, sustancias personal empleado, valor económico ect, relativo a explotaciones censadas por la antigua Consejería de Innovación y Desarrollo Tecnológico actualmente Consejería de Innovación Ciencia y Empresa. A continuación todos los datos que se expondrán son el resultado del inventario realizado en el periodo 2004-2005 para la Consejería de Medio Ambiente, que incluye datos administrativos procedentes de registros oficiales y datos facilitados por los titulares de las explotaciones o subdirectores facultativos, así como otros obtenidos de las observaciones realizadas en los trabajos de campo. Obviamente estos datos han sido contrastados y actualizados en las delegaciones provinciales de la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa. 3.1.- Explotaciones inventariadas. En el Inventario 2004-2005 se han incluido un total de 3812 explotaciones, de las que 30 son agrupaciones que incluyen a su vez un total de 131 explotaciones. La situación de las explotaciones inventariadas se muestra en la tabla 3.1.1 y gráfico 3.1.1. TABLA 3.1.1. EXPLOTACIONES INVENTARIADAS Situación Activa Inactiva Nº explotaciones 860 2316 Restaurada 636 Total 3812 GRÁFICO 3.1.1. Explotaciones inventariadas 2004-2005 2316 Nº explotaciones 2500 2000 Activa 1500 Inactiva 860 1000 Restaurada 636 500 0 Activa Inactiva Restaurada Situación actual 3.2. Distribución por provincias y sustancias explotadas TABLA 3.2.1. DISTRIBUCIÓN POR PROVINCIAS Situación Provincia Activa Inactiva Restaurada Total Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga 152 135 87 126 81 103 65 136 136 424 376 153 363 390 54 104 176 94 75 21 13 342 375 687 596 309 487 468 Sevilla 111 338 99 548 Andalucía 860 2316 636 3812 Como puede observarse Córdoba es la provincia con mayor número de explotaciones inventariadas y Huelva la de menor número. No obstante, si atendemos a su situación de actividad, es Almería la provincia con mayor número de explotaciones activas y Málaga la que cuenta con menor número. En cuanto a las sustancias explotadas se ha utilizado una clasificación bastante generalizada que considera los siguientes grupos: Rocas industriales: aquellos productos de canteras y/ o graveras que tras un proceso de clasificación y a veces machaqueo producen materiales destinados a la fabricación de materiales de construcción: cementos, hormigones, morteros, asfaltos, cerámicas, ladrillos, etc. Rocas ornamentales: aunque es un producto de cantera por su valor económico y sus diferencias extractivas se consideran en este grupo los mármoles, calizas marmóreas y algunos tipos de pizarras. Metales: se encuadran en este grupo aquellas explotaciones cuya finalidad es la obtención de concentradas globales o diferenciados de cobre, hierro, níquel, plomo, cinc, manganeso plata, oro etc, también se incluye la pirita dedicada a tostación. Energéticas: están consideradas las Hullas, Antracitas y Lignitos Salinas: engloba todo tipo de sales Otras: en este grupo se engloban numerosas sustancias que, por no ser metales ó por sus especiales características, aunque sean productos de canteras no se encuadran en ninguno de los anteriores grupos. Se han incluido aguas minerales, andesitas, barita, bentonita, bismuto, caolín, celestina, cuarzo, escorias, feldespatos, fluoritas, gneis, granates, micas, ocres, olivinos, peridotitas, sepiolitas, serpentinas, traquitas y turbas. Como puede verse en la tabla .3.2.2, el 78% de las explotaciones inventariadas pertenecen al sector de rocas industriales; el 8,05% al sector de la minería metálica; 7% al sector de las rocas ornamentales; 1,41% minería energética; 1,18% al sector de las salinas, que engloba a salinas de agua marina y de aguas continentales, y un 4,32% representa a explotaciones de otras sustancias. Provincia Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla Andalucía TABL 3.2.2. DISTRIBUCIÓN POR SUSTANCIAS Grupos de sustancias explotadas Rocas Rocas Metales Salinas Energéticas industriales ornamentales 175 104 22 2 0 356 0 0 18 0 442 51 96 9 52 491 40 15 0 0 197 22 82 5 0 416 1 62 8 0 404 39 3 1 0 483 13 42 1 3 2964 270 322 44 55 Otras Total 39 1 37 50 3 0 21 6 342 375 687 596 309 487 468 548 157 3812 4.- RELACIÓN ENTRE EL INVENTARIO 2004-05 Y LOS INVENTARIOS 92-93 Y 9899 La metodología seguida para la realización del inventario 2004-05 se desarrolla ampliamente en el Anexo 1. Metodología. De una forma resumida describimos el procedimiento seguido. A partir de la integración de los inventarios 92-93 y 98-99, inventario de balsas, inventario de áreas degradadas por la minería en Andalucía y el inventario geominero de la Consejería de Innovación y Desarrollo, se ha realizado un primer inventario. Posteriormente se ha procedido a la constatación de la situación real de actividad en las delegaciones provinciales de las Consejerías de Medio Ambiente e Innovación, Ciencia y Empresa. Con la información recopilada se ha procedido a realizar visitas a las explotaciones, siguiendo una metodología que se explica en el anexo correspondiente, procediendo a la actualización y análisis a partir de la información obtenida. Finalmente para aquellas explotaciones inactivas en el inventario fusión 92-93 y 98-99, no situadas en ENP y que no contengan presas y/o balsas de residuos mineros, se ha actualizado su situación a partir de la cartografía 1.10.000 con el apoyo de las ortofotos facilitadas por la Consejería de Medio Ambiente El inventario 98/99 solamente actualizó una parte del anterior inventario y al mismo tiempo realizó algunas agregaciones y segregaciones. Al objeto de tener una idea clara de la evolución de las explotaciones en el nuevo inventario, se ha procedido a compararlo con las explotaciones resultantes de la fusión de los dos inventarios anteriores como se muestra en la tabla 4.1. TABLA 4.1. COMPARACIÓN INVENTARIOS Fusión inventarios 1992-1993 y 1998-1999 Inventario 2004-2005 Provincia Activas Inactivas Restauradas Total Activas Inactivas Almería Cádiz 198 119 142 184 Córdoba 86 Granada Huelva Jaén Málaga Restauradas Total 0 0 340 303 152 135 136 136 54 104 342 375 559 0 645 87 424 176 687 140 90 109 87 445 193 357 368 0 0 0 0 585 283 466 455 126 81 103 65 376 153 363 390 94 75 21 13 596 309 487 468 Sevilla 130 418 0 548 111 338 99 548 Andalucía 959 2666 0 3625 860 2316 636 3812 Se deduce de la tabla 4.1 que el nº de explotaciones que aparentemente han causado ALTA con posterioridad al inventario 98/99 ha sido de 187, sin embargo tal como se desarrolla en el Anexo 1 en el apartado Agrupaciones, en la elaboración del presente inventario se ha realizado la agrupación de 131 explotaciones en un total de 30 agrupaciones. Por razones técnicas de codificación se han asignado los códigos de las explotaciones agrupadas que no dan código a la agrupación a nuevas ALTAS (para mayor claridad ver apartado Agrupaciones en el anexo 1). Adicionalmente se ha corregido un error de tres explotaciones duplicadas en la fusión de inventarios en la provincia de Granada. Por las mismas razones técnicas sus códigos han sido asignadas a explotaciones de que han sido ALTAS y por ello, tal como se muestra en la tabla 4.2 el número real de Altas es de 288 explotaciones. Provincia Almería TABLA 4.2. CODIFICACIÓN ALTAS INVENTARIO Altas códigos Altas código nuevo Altas código antiguo antiguos error inv. anterior 2 79 Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga 72 42 8 26 21 13 Sevilla Andalucía 2 5 0 0 0 1 0 14 184 101 3 Total altas 81 74 47 11 26 21 14 14 3 288 En la tabla 4.3 se muestra la distribución de las Altas, es decir las explotaciones que han comenzado su actividad con posterioridad al inventario 98-99, distribuidas por provincias. TABLA 4.3. ALTAS INVENTARIO 2004-2005 Provincia Nº explotaciones que han comenzado su actividad con posterioridad al 98/99 Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén 81 74 47 11 26 21 Málaga 14 Sevilla 14 Andalucía 288 De una forma gráfica exponemos la conexión entre inventarios en el cuadro .4.1 CUADRO 4.1. CONEXIÓN INVENTARIO