Índice Introducción 11 Capítulo 1 Embriología 13 Formación del disco embrionario didérmico Formación del disco embrionario tridérmico Diferenciación de las hojas y determinación del embrión A. Los derivados del mesoblasto B. Los derivados del ectoblasto C. Los derivados del endoblasto Mecanismo del desarrollo embrionario A. Los fenómenos histo y bioquímicos B. Los fenómenos biocinéticos y biodinámicos 13 16 18 18 20 23 28 28 29 Capítulo 2 Anatomía de las fascias 33 La fascia superficial Las aponeurosis externas A. La aponeurosis epicraneana B. La aponeurosis cervical superficial C. La aponeurosis del tronco 1) Las aponeurosis posteriores 2) Las aponeurosis anteriores 3) La fascia ilíaca D. La aponeurosis de la extremidad superior 1) La aponeurosis del hombro 2) La aponeurosis braquial 3) La aponeurosis antebraquial 4) La aponeurosis de la mano E. La aponeurosis de la extremidad inferior 1) La aponeurosis glútea 2) La aponeurosis del muslo 3) La aponeurosis de la pierna 4) La aponeurosis del pie Las aponeurosis internas A. La aponeurosis cervical media B. La aponeurosis cervical profunda C. La fascia endotorácica 34 35 35 38 39 39 40 42 45 45 47 48 49 54 56 56 57 58 64 64 64 71 4 L AS FASCIAS D. La fascia transversal E. Las aponeurosis del periné y la pelvis menor 1) La aponeurosis perineal superficial 2) La aponeurosis perineal media 3) La aponeurosis perineal profunda 4) Las aponeurosis anexas del periné El eje aponeurótico central A. La aponeurosis interpterigoidea B. La aponeurosis pterigotemporomaxilar C. La aponeurosis palatina D. La aponeurosis faríngea y perifaríngea E. El pericardio 1) El pericardio fibroso 2) El pericardio seroso El diafragma Las aponeurosis que tapizan la cara interna de la cavidad toracoabdominal A. Las pleura 1) La pleura visceral 2) La pleura parietal B. El peritoneo y la cavidad peritoneal 1) El peritoneo parietal 2) El peritoneo visceral 3) Los diferentes repliegues peritoneales Las aponeurosis contenidas en el interior de un conducto óseo o las meninges A. La duramadre 1) La duramadre encefálica 2) La duramadre espinal B. La piamadre 1) La piamadre encefálica 2) La piamadre espinal C. La aracnoides 1) La aracnoides encefálica 2) La aracnoides espinal 72 74 74 74 75 79 86 86 86 86 88 91 91 93 96 98 98 98 98 103 103 105 106 115 115 115 119 120 120 120 122 122 123 Capítulo 3 Anatomía microscópica e histología 127 Anatomía microscópica de los tejidos conjuntivos y de sostén A. Los tejidos conjuntivos B. El tejido cartilaginoso C. El tejido óseo 1) Los diferentes tipos de hueso 2) Los diferentes tipos de osificación 3) El periostio 4) Organización del tejido óseo D. El tejido muscular E. El tejido nervioso 1) El tejido del sistema nervioso central 2) El nervio periférico F. Los tejidos epiteliales de revestimiento G. La piel 1) Las diferentes capas de la piel 2) El papel de la piel 127 128 130 131 131 133 133 134 135 136 136 136 138 139 139 141 Índice Histología del tejido conjuntivo A. Los constituyentes del tejido conjuntivo 1) La sustancia fundamental 2) Las fibras del tejido conjuntivo 3) Los proteoglicanos 4) Las glucoproteínas estructurales B. Las células del tejido conjuntivo C. Los diferentes tipos de tejido conjuntivo 143 143 143 143 146 148 148 150 Capítulo 4 Patología de las fascias 153 Las colagenosis A. Las cuatro grandes colagenosis B. Otras formas de colagenosis Otras afecciones de las fascias A. Las cicatrices B. Las adherencias y fijaciones C. El tejido conjuntivo, punto de partida de la enfermedad 153 153 154 155 155 156 156 Capítulo 5 Papel de las fascias A. B. C. D. E. F. G. H. Papel de sostén Papel de soporte Papel de protección Papel de amortiguación Papel hemodinámico Papel de defensa Papel de comunicación y de intercambios Papel bioquímico 159 159 160 160 161 163 163 165 167 Capítulo 6 Mecánica de las fascias 169 Mecánica local A. Suspensión y protección B. Contención y separación C. Absorción de choques D. Amortiguación de presiones 1) Estructura bioquímica 2) Componentes elásticos 3) Tejido graso 4) Construcción anatómica Mecánica general A. Conducción de la sensibilidad B. Particularidades morfológicas C. Mantenimiento de la postura D. Las cadenas fasciales 1) Generalidades 2) Papel de las cadenas 3) Las principales cadenas fasciales 4) Los grandes puntos de amortiguación 169 169 173 175 176 176 177 177 180 182 182 184 186 186 186 187 189 195 5 6 L AS FASCIAS E. Las cadenas lesionales 1) Las cadenas lesionales descendentes 2) Las cadenas lesionales ascendentes 199 201 201 Capítulo 7 Evaluaciones de las fascias 203 Objetivos de las evaluaciones Modalidad de las evaluaciones Evaluaciones de escucha A. Protocolo de la evaluación B. Las evaluaciones de escucha Evaluaciones palpatorias y de movilidad A. Evaluaciones palpatorias B. Evaluaciones de movilidad C. Casos particulares Cronología de las evaluaciones 203 204 205 205 206 225 225 227 241 245 Capítulo 8 Tratamiento de las fascias 247 Objetivos del tratamiento Modalidades y principios A. La inducción B. El tratamiento directo Las técnicas específicas A. La extremidad inferior B. La pelvis C. La región dorsal D. La región ventral E. La extremidad superior F. El cuello G. El cráneo H. El eje de la duramadre I. Trabajo fascial global J. Reequilibrio anteroposterior K. El estrés L. Las cicatrices y las adherencias Cronología del tratamiento Indicaciones y contraindicaciones 247 249 249 251 259 259 264 266 269 273 278 281 284 285 286 287 288 289 289 Conclusión 291 Bibliografía 293 Prólogo de la edición española Es para mí una satisfacción escribir el prólogo de la edición española de este libro de Serge Paoletti. La revisión técnica de Las Fascias. El papel de los tejidos en la mecánica humana me ha proporcionado el placer de “viajar” desde los orígenes: la Embriología, siguiendo por la Anatomía y la Histología, continuando por la Fisiología, la Mecánica, la Semiología y la Patología para finalizar en la “Estación Término” de la Terapéutica (Manual en este caso), acto final de todo profesional sanitario que persiga la curación y la salud de su paciente. La originalidad de este libro reside en la comodidad de este viaje intelectual que permite al lector realizar el recorrido confortablemente instalado en un tren de alta velocidad, magistralmente gobernado por un experto conductor, sin necesidad de engorros, cambios de estación ni de medios de locomoción. Serge Paoletti ha tenido, pues, la buena idea de agrupar en un solo libro todo aquello que un terapeuta manual debe saber y dominar respecto de este omnipresente tejido al poner las manos encima de su paciente. El profesional, sea fisioterapeuta, osteópata o médico, no necesita buscar en multitud de libros los distintos aspectos que precisa conocer para captar los variados matices de esta realidad anatomofuncional –la fascia– que en sí misma “acrisola” el concepto de unidad del cuerpo tan apreciado por A.T. Still. Doy, pues, la bienvenida a este libro al ámbito de las terapias manuales de cultura hispana. Es realmente un libro necesario que desde estas líneas aconsejo vivamente para que disponga de un espacio en la biblioteca o en la mesa de trabajo del estudiante o del profesional especialista. Felicito a mi condiscípulo de Maidstone Serge Paoletti por facilitarnos el aprendizaje y la enseñanza de las fascias, y también a la Editorial Paidotribo por la meritoria labor de publicación en lengua castellana de tantos libros del ámbito de la Fisioterapia-Osteopatía. En nombre propio y en el de mi profesión: Gracias. Francesc Escarmís i Costa Fisioterapeuta-Osteópata D.O. (G.B.) Maidstone R.O.E. Director Formación en Osteopatía E.U. “Gimbernat” Adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona Introducción Tanto si consideramos las membranas de Bichat, las aponeurosis, los ligamentos, los mesos o el sistema de base de Pischinger, todo esto sólo designa, en parte o en su totalidad, fascias y, por extensión, el tejido conjuntivo; o, si nos remontamos todavía más lejos, es decir, a la embriología, el tejido mesenquimal. Los tejidos blandos y, en particular, las fascias, derivan originalmente de una misma hoja embrionaria, el mesodermo, origen de todos los tejidos del cuerpo a excepción de la piel y las mucosas. Origen de las fascias, los ligamentos, etc., pero también de los cartílagos y los huesos, que de hecho no son más que una densificación de las fascias. Las fascias constituyen una serie tisular ininterrumpida que va desde la cabeza a los pies y del exterior al interior. En ningún momento encontramos interrupción de la fascia, únicamente toma relevo en las estructuras óseas para desempeñar perfectamente su papel. Presente en todos los niveles del cuerpo, no sólo envuelve cada estructura, músculo, órgano, nervio, vaso, etc., sino que se insinúa en el interior de cada una de éstas para formar su matriz y su sostén. Así pues, es la envuelta que erige y modela la forma anatómica, presente en todas partes; sólo se interrumpe en la célula, que se halla inmersa en su sustancia fundamental. A modo de resumen, podríamos decir que la fascia es una envuelta superficial de todo el cuerpo, que se divide numerosas veces hasta volverse cada vez más profunda. Para aumentar su eficacia, se une a las estructuras óseas, no por simple contigüidad, sino gracias a la interpenetración con las trábeculas óseas mediante las fibras de Sharpey. En función de su situación anatómica, la fascia da prueba de una destacable adaptabilidad, tanto en su forma como en su estructura y composición. Así, se densifica al máximo en tendones y ligamentos, y es muy resistente en las fascias de postura y muy laxa en las glándulas, por ejemplo, donde forma un tejido areolar. En vista de su omnipresencia en el organismo, la fascia desempeña un papel fundamental en la fisiología humana. Este papel se expresa según numerosos vectores: mantenimiento de la postura, contención de los órganos, que de esta manera garantiza su integridad anatómica, y contención de un sistema muscular, que podrá apoyarse sobre ésta y desarrollar toda su eficacia. Además, forma parte de las correas de transmisión de las fuerzas, que permiten coordinar y poner a un cuerpo en movimiento, correas de transmisión que se reagrupan en cadenas fasciales, que a su vez podrán transformarse en cadenas lesionales. Pero su papel no se detiene ahí: la fascia interviene en la amortiguación de las cargas y en la protección frente a los choques. Por último, desempeña un papel primordial por lo que se refiere a intercambios y defensas. Por medio de su sustancia fundamental está en contacto con la célula y mantiene un diálogo permanente con ésta, con lo que asegura la comunicación entre los medios intra y extracelular. En ella entran en juego las primeras barreras de defensa tras una agresión. Puede activarse ante cualquier intervención del sistema general. Así pues, es capaz de decisiones autónomas, motivo por el cual se habla de cerebro periférico. Está dotada de “memoria celular”, heredada del crecimiento embriológico, del que conserva una motilidad en forma de movimientos rítmicos. Asimismo, la “memoria celular” le permite registrar todas las distorsiones que ha sufrido, realizar una corrección eventual hasta una cierta acumulación más allá 12 L AS FASCIAS de la cual no podrá ya hacer frente sola a la distorsión y, por consiguiente, entrará en un proceso patológico, incluso degenerativo. Esta motilidad es la que podrá registrar nuestra mano, al igual que las huellas de las lesiones impresas en los tejidos. Gracias a esas técnicas específicas podremos ayudar a la fascia a eliminar su estrés y, por lo tanto, a recuperar su fisiología normal.