Sr. Presidente de la Comisión de Constitución Códigos, Legislación General y Administración de la Cámara de Representantes Señores Representantes Nacionales Los que aquí comparecientes, en representación del Club de Tiro de Mercedes, queremos primeramente agradecer a los integrantes de esta Comisión por recibirnos y darnos la oportunidad de plantear nuestras inquietudes respecto del proyecto en estudio. Primeramente y a modo de breve presentación queremos decirles que en nuestra institución se cultiva el tiro deportivo en sus numerosas disciplinas de armas cortas y largas, la caza deportiva, recarga de munición así como el coleccionismo de armas modernas y antiguas dentro del marco legal vigente y cuenta como socios, personas enmarcadas entre diferentes núcleos sociales tales como profesionales universitarios, comerciantes, productores agropecuarios, militares en actividad, asalariados públicos y privados, jubilados, etc.. Habiendo tomado conocimiento de la aprobación en la Cámara de Senadores del proyecto de ley que se denominara “ Sistema de prevención, control y represión del trafico ilícito de armas ” queremos hacer llegar a Uds. nuestra inquietud como ciudadanos comprometidos con nuestra sociedad y como representantes de la institución por algunos aspectos de su articulado y sus eventuales consecuencias en lo social y en la actividad deportiva y recreativa. Dicho proyecto, según la expresión de motivos del Poder Ejecutivo, pretende erigir en delito el tráfico de armas y promover el desarme civil. Como ciudadanos y como institución compartimos una iniciativa que dificulte, impida o penalice el acceso de los delincuentes a las armas y el comercio ilegal de ellas, así como que se capacite y entrene al ciudadano que legítimamente adquiera un arma para hacer un uso legitimo, adecuado y racional de ella. Si concita nuestra preocupación la amplia redacción de art. 10 aprobado, donde bajo el nombre de trafico ilícito interno y fabricación ilegal de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales, se hace una enumeración de acciones que prácticamente no deja nada fuera de la misma, permitiendo incurrir en delito cuando cualquiera de esas conductas se realicen sin autorización o contraviniendo las normas legales, por solo hacer lo prohibido, una conducta hoy licita, sin efectos penales, pase a ser delictiva con las graves consecuencias que implica. El proyecto original del Poder Ejecutivo fue considerado por el Instituto Uruguayo de Derecho Penal, cuya copia adjuntamos, y realizó una serie de importantes objeciones desde punto de vista de su especialidad, de la garantía de derechos constitucionales y legales, que fue solo tomado parcialmente en consideración por la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores, que solo aprobó en el art. 10 el abatimiento del mínimo de pena de 24 a 20 meses de prisión y la eliminación a la referencia de la contravención de normas reglamentarias, pero el núcleo del delito a crearse y sus eventuales consecuencias, no fue a nuestro juicio, suficiente considerado. Debemos recordar y tener en cuenta que la tenencia de armas por la sociedad civil es de una larga tradición que arranca en el proceso independentista con Artigas y ha tenido consagración constitucional en todas las sociedades liberales, y en la nuestra no ha sido excepción. Hoy con este proyecto este antiguo derecho queda en entredicho y puede ser confiscatorio sin una justa compensación. Es así que el Estado puede estar incautando bienes habidos de manera legítima con una norma represiva, sin compensar a sus legítimos propietarios, afectándose derechos constitucionales expresos. Si se busca reprimir y desestimular al delincuente para que desista de usar armas o dificultarles el acceso a las mismas, creemos que este articulado no es apropiado para tal fin y sí va a afectar al resto de la ciudadanía, en términos sencillos, puede ser poco efectivo para el criminal y sí terminar complicando penalmente a los ciudadanos pacíficos que legítimamente posean armas, municiones o aquello que muy impreciso se denomina “otros materiales relacionados”. Hoy en día la regulación en materia de armas y municiones que cuenta nuestro país, comparada con las de otros países, puede ser obsoleta, desactualizada, desajustada a la realidad actual, absurda en algún caso y hasta distorsiva en el mercado, pero todos conocemos las reglas de juego y es ajustada a la concepción liberal de nuestra Constitución. No es que nuestro país no tenga regulación legal sobre el tema, ya existe, y tiene como decíamos, una larga tradición, integrada por normas de distintas jerarquía, decretos-leyes y leyes, y decretos reglamentarios así como circulares internas del S.M.A. La nueva norma proyectada genera incertidumbre porque puede ser arbitraria, puede afectar derechos de los ciudadanos y tener consecuencias no deseadas o no debidamente sopesadas a nivel social y desde el punto de vista del tiro recreativo o deportivo que nos nuclea. Vale decir que si el Poder Ejecutivo decidiera modificar la regulación de la habilitación para la adquisición y tenencia de armas, la recarga de munición o el coleccionismo, con un criterio restrictivo por ejemplo, determinadas actividades ajustadas al reglamento, por la vía de esa referencia del art. 10 y por su interpretación pasarían a constituirse en actos perseguibles penalmente. Sin pretender entrar a considerar demasiados casos concretos se pueden mencionar algunos ejemplos para ilustrar algunas de las dudas que plantea el texto proyectado. El ciudadano que tiene un arma para defensa, registrada pero sin porte de armas porque no puede justificarlo por su actividad, lleva el arma en el auto cargada y circula con ella, ¿ se convierte por ese solo hecho en autor del delito ? Las personas que reciben por herencia o conservan por valor afectivo un arma, muchas veces obsoleta y o de un calibre prohibido, tal vez con algún valor económico, hecho que a lo sumo hoy es castigado con una falta, ¿ debe desprenderse de ella sin mas, sin indemnización alguna o debe tramitar un carne de coleccionista para evitar convertirse en delincuente? El tirador deportivo que para mejorar el rendimiento y desempeño de una pistola le modifica la empuñadura o culata o le agrega una mira telescópica o una linterna, hecho común, inocuo y legitimo, ¿comete el delito por armar, ensamblar, reensamblar o adulterar un arma de fuego sin autorización ¿ ¿Cómo incide ese art. 10 en la actividad de recarga de munición? ¿Se condena al tiro a la desaparición o se lo convierte en una actividad solo para aquel que pueda ajustarse a toda la normativa que se propone o estar al borde de la ilegalidad permanentemente? ¿Qué consecuencias finales tendrá el promovido desarme civil de la población en el mercado de armas y municiones y en los delincuentes? ¿Solo los delincuentes y las fuerzas del orden podrán tener armas? ¿Si los delincuentes necesitan armas, de donde las van a obtener? ¿No se terminara estimulando el mercado ilegal de armas, ante el aumento de la demanda y la oferta solo de armas legales sustraídas a sus legítimos propietarios? Desde nuestra perspectiva encontramos que analizando el proyecto de ley y en nuestro deber como ciudadanos responsables debemos señalar los siguientes comentarios al proyecto a estudio. Artículo 1°. (Tenencia y porte no autorizados).- Prohíbese la tenencia y porte de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados que no hayan sido debidamente autorizados por el Ministerio del Interior, por el Ministerio de Defensa Nacional o por ambos, según corresponda. 1 Se entenderá por armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados a los mencionados en los numerales 3 a 6 del Artículo I de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados aprobada por la Ley Nº 17.300, de 22 de marzo de 2001. ¿Que se interpreta por materiales relacionados? De acuerdo a dicha Convención y ley vigente, Nro.17.300 se establece que¨ otros materiales relacionados: cualquier componente, parte o repuesto de un arma de fuego o accesorio que pueda ser acoplado a un arma de fuego¨ , entonces, una mira telescópica, una correa, una anilla, un bípode, puede a quién cumpla cualquiera de las acciones previstas en el delito del art. 9 incurrir en responsabilidad y ser procesado y penado por una actividad hasta ahora legítima. O en el caso de las municiones: ¿qué pasa con toda aquella munición que supera el límite legal actual, pero que se utiliza para rifles/fusiles/otros que están legalmente autorizados como armas de colección y que cuentan con la guía correspondiente e incluso otros que son de venta legal como un .357, pero que por cuestiones de reglamentación vigente, su munición actual supera los límites de velocidad y energía reglamentarios? ¿pasan a quedar proscriptos y sus tenedores caen en responsabilidad penal por ese hecho hasta ahora lícito?. Correspondería asimismo definir que se quiere aludir con el término materiales relacionados o en su caso eliminarlo, porque el definitiva lo que puede ser intrínsecamente peligroso es el uso de un arma cargada, no una correa, una mira, un cargador, etc. Artículo 2º. (Destino del material incautado).- Las armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados que no hayan sido debidamente autorizados serán incautados, sin perjuicio de la aplicación de las normas administrativas y penales correspondientes. ¿Para comprar una correa de transporte, un bípode, una mira, es necesario hacer una guía? ¿Quien regula esto, quien dice que necesita o no permiso especial? Artículo 3º. (Armas de fuego de caza, deportivas o de colección).- Cuando las armas de fuego sean de caza, deportivas o de colección y se encuentren en la situación prevista en el artículo 1º de la presente ley, serán incautadas y depositadas en el Servicio de Material y Armamento del Ministerio de Defensa Nacional. Sus titulares o quienes acrediten tener derecho a que le sean reintegradas, tendrán un plazo de 3 (tres) meses para acreditar dicho extremo y realizar los trámites necesarios para su regularización. Presentada la respectiva documentación en forma, serán devueltas a los mismos; de lo contrario se producirá su decomiso de pleno derecho una vez transcurrido el plazo. La reglamentación determinará las armas de fuego que serán consideradas de caza, deportivas o de colección. ¿En este caso, que se regularizaría? ¿Las armas, las municiones, otros materiales relacionados o todo lo anterior? La clasificación de las armas de fuego como de caza, deportiva o de colección, no es adecuada porque no incluye la posesión por ejemplo de aquella persona que ni caza ni hace tiro deportivo ni es coleccionista, además de que una misma arma puede ser calificada y usada para caza, tiro o colección. ¿Quién define esas categorías? Más acertado sería hablar de usuarios comunes, cazadores, deportistas o coleccionistas. En tal sentido en la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores, se presentó por representantes de otras instituciones un proyecto alternativo que entre otras cosas contemplaba este aspecto y que a los efectos ilustrativos y por considerarlo ajustado y conveniente transcribimos parcialmente: “- Las personas autorizadas a tener, transportar, portar y utilizar armas de fuego y sus municiones correspondientes, son aquellas que hayan obtenido la autorización del Ministerio del Interior y del Ministerio de Defensa Nacional estableciéndose las categorías que a continuación se detallan: • Usuarios comunes – autorización común (THATA según reglamento vigente), que no permite el porte del arma, si lo habilitará al transporte y uso de las armas. • Usuarios comunes – autorización común (THATA según reglamento vigente) y autorización de porte de arma. • Usuarios cazadores - autorización común (THATA según reglamento vigente) y licencia de cazador, lo que permitirá el transporte y uso del arma.• Usuarios tiradores deportivos - autorización común (THATA según reglamento vigente) y carné de tirador deportivo, lo que habilitará el transporte y uso de las armas en las instalaciones habilitadas para la realización de competencias deportivas de la especialidad que se trate • Usuarios coleccionistas - autorización común (THATA según reglamento vigente) y carné de coleccionista, según reglamento vigente, lo que habilitará el transporte y uso de las armas. .- Las armas de fuego, munición y componentes de recarga de munición autorizados serán los adecuados a la categoría de usuario, según se detalla a continuación: • Usuario común – arma corta o de puño – calibres hasta .357 de pulgada y/o 9 mm para armas de sistema semiautomático y libre para sistema revolver. • Usuario común – arma larga de caño estriado – calibres hasta .264 de pulgada y/o 6.5 mm , con munición apropiada para la caza. • Usuario común – arma largo de caño liso – sin limitación; se autoriza el uso de caños, total o parcialmente estriados, para escopeta para el uso de munición de proyectil único de cualquier calibre. • Usuarios cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas – sin limitaciones según lo previsto en la presente ley. Los componentes para la recarga de munición en poder de los usuarios, categorizados en la presente ley, serán los necesarios para la fabricación de la munición utilizada por cada categoría de los mismos. .- La recarga de munición será libre para los usuarios cazadores, tiradores deportivos, coleccionistas y fabricantes de munición. Las cantidades de componentes que podrán estar en posesión de los mismos será la razonablemente adecuada para el uso previsto y de acuerdo a cada categoría.” Entendemos que sería muy apropiado y garantista considerar la inclusión de estas definiciones a través de la ley, para que después se reglamenta el punto pero sobre un categorización legal de los usuarios de armas. Artículo 4º. (Comercialización de armas de fuego).- Los establecimientos que comercializan armas de fuego, municiones y otros materiales relacionados deberán estar autorizados por el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa Nacional. También deberán informar a dichas autoridades todas las operaciones comerciales que tengan por objeto las mercaderías mencionadas dentro de las 72 (setenta y dos) horas de realizadas. Los establecimientos deberán especificar en la factura, o remito respectivo, el nombre y documento de identidad del comprador o vendedor, su domicilio, así como la dirección de destino de la mercadería cuando corresponda, lo que permitirá justificar su transporte desde la casa comercial hasta el lugar de destino. ¿ Cómo es el sistema de gestión que se prevé? ¿A uno le hace el pedido de gestión de la guía y el otro informa qué? ¿Quien realmente está a cargo? Se debe considerar que es la propia Policía la que actualmente da el THATA, por lo cual, tiene cabal conocimiento de quienes están autorizados a gestionar la compra de armas. Por otro lado los materiales relacionados….: ¿por una mira telescópica u otro accesorio será necesario en el futuro pedir autorización? ¿Como se interpreta el inciso 3º, será necesario gestionar una guía de transporte o una autorización para poder trasladar de un punto a otro un arma o los denominados materiales relacionados? Una vez comprada un arma, se condena al propietario a mantenerla dentro del destino original especificado en la boleta de compra, lo cual funciona solo si se considera que uno compra en armería productos nuevos? ¿Que pasa con el comercio entre ciudadanos tal cual sucede actualmente y es legal? Entendemos que este artículo es redundante y confuso pues la actividad de las armerías está actualmente reglada y controlada, entendiendo además que alude a un supuesto de hecho particular, fundamentalmente su inciso 3º que puede llevar a extremos arbitrarios o ridículos. Esto sin perjuicio de generar toda una multiplicación de gestiones y trámites administrativos entre dos organismos públicos que muy difícilmente puedan cumplirse y controlarse. Artículo 5º. (Datos registrales de las armas de fuego).- El Ministerio de Defensa Nacional, a través del Servicio de Material y Armamento, brindará al Ministerio del Interior, en un plazo no mayor a 48 (cuarenta y ocho) horas, la información relativa a los datos registrales de las armas de fuego solicitada, así como la identificación de sus titulares. Desde el Ministerio del Interior: ¿ cual es el funcionario y en que hipótesis cabe el pedido de información del registro de armas? ¿Cualquier agente de policía encargado de una seccional/destacamento/ individualmente puede pedir información? ¿Bajo que términos y quien los autoriza? ¿Es por orden judicial, en una investigación policial o por sola voluntad del agente? Finalmente respecto de los arts. 9 y 10 aprobados en Senadores, nos remitiremos a los conceptos vertidos en lo pertinente por los especialistas en Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República cuya copias adjuntamos y cuyo informe fuera agregado en la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores, pues los delitos previstos restringen innecesariamente el campo de la libertad, disminuyen las garantías constitucionales generando una intervención en la vida privada de la ciudadanía que difícilmente pueda lograr el fin deseado, pudiendo llevar a situaciones arbitrarias e injusta para el ciudadano común, sin llegar a incidir mayormente en la persecución y desestimulo de delincuente. Se crean delitos de peligro abstracto al decir de los técnicos en derecho consultados, a lo cual nosotros decimos que son de peligro muy real y concreto para el ciudadano que sin pretenderlo, de la noche a la mañana puede convertirse en indagado, procesado y penado con un delito relativamente grave por una conducta hasta ahora legítima. Estas normas penales están pensadas para enemigos y no para ciudadanos. Por la mera desobediencia de la norma, una actividad lícita pasa a ser delito porque está prohibida, el delito es tener algo que el Estado parece no quiere que se tenga (armas en poder de ciudadanos civiles), lo que puede considerarse muy peligroso para la libertad. Todas estas cuestiones que genera el texto referido exceden nuestro particular interés como institución deportiva y muchas tienen un carácter de interés general que motiva la presente, procurando hacer llegar un oportuno llamado de atención en un tema no menor como el de las armas y sobre eventuales consecuencias no deseadas o lo suficientemente ponderadas a la hora de sancionar el proyecto que nos ocupa. Agradeciendo nuevamente la oportunidad brindada, quedamos a sus órdenes para cualquier aclaración