LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA La dictadura de Miguel Primo de Rivera comenzó el 13 de Septiembre de 1923 mediante un golpe de estado del entonces Capitán general de Cataluña, y terminó el 28 de Enero de 1930. A comienzos del s. XX el régimen de la Restauración se fue debilitando a pesar de varios intentos fallidos de renovación. Además, la mala situación económica del país, las contínuas huelgas y la guerra con Marruecos causaron una fuerte crisis interna. Cuando en 1923 Miguel Primo de Rivera y el Ejército llevaron a cabo el golpe de Estado en Barcelona el 13 de septiembre de 1923, hizo público un manifiesto donde declaraba los motivos para rebelarse y su intención de acabar con el sistema parlamentario corrupto, solucionar el problema marroquí, garantizar el orden público y acabar con el separatismo. Primo combinaba las ideas regeneracionistas con la influencia del fascismo italiano (en 1922 se había producido “la Marcha sobre Roma” de Mussolini, quien tomó el poder con el apoyo del rey italiano). Poca gente se opuso, ya que sus promesas de renovación política y de control de los revolucionarios contentaron a casi todos, sobretodo a la burguesía. Republicanos, anarquistas y comunistas fueron los únicos que inicialmente se opusieron. El rey Alfonso XIII apoyó al general golpista y le encargó formar gobierno, convirtiéndose en responsable directo de la Dictadura. Podemos observar dos fases diferentes en su etapa de gobierno: Directorio militar: (13 septiembre 1923 - 16 marzo 1925): Las primeras decisiones del dictador (“el cirujano de hierro”) fueron muy importantes y marcaron un rumbo muy claro para toda la clase política, social y económica de España de cómo se iba a gobernar. El 14 de septiembre de 1923 se declaró el estado de guerra, que duraría hasta el 16 de marzo de 1925. El 15 de septiembre se aprobaba el Real Decreto que establecía un Directorio Militar que asumía todas las funciones del poder ejecutivo. Primo de Rivera se convertía en Jefe de Gobierno y único Ministro. El resto del Directorio estaba compuesto por un general de cada Capitanía General, y una representación del conjunto de las Fuerzas Armadas. Disolvió las Cortes, prohibió las actividades de partidos políticos y sindicatos y el día 18 de septiembre emitió un decreto que prohibía el uso de otra lengua que no fuera el castellano, ni de símbolos como banderas vascas o catalanas. La Mancomunidad de Cataluña fue intervenida y, en teoría para luchar contra el caciquismo, se disolvieron las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos, creando como alternativas un Estatuto Municipal y otro provincial. En esta primera etapa destaca el interés del dictador con acabar con el conflicto de Marruecos. En 1925, y con la colaboración francesa, se realiza con éxito el desembarco de Alhucemas. El líder rebelde, Abd el Krim, se entregó a los franceses, y en 1927 se puede decir que el Protectorado español del norte de Marruecos estaba ocupado y pacificado. Directorio civil: (16 marzo 1925 - 28 enero 1930): a finales de 1925, un gobierno civil, presidido por Primo de Rivera, sustituyó al Directorio Militar (aunque el peso de los militares siguió siendo importante). Su finalidad era institucionalizar la Dictadura. En 1927, se constituyó una Asamblea Nacional Consultiva, cuyos miembros eran elegidos por designación de las instituciones, no por sufragio. Primo de Rivera de nuevo seguía el modelo italiano fascista. Esta Asamblea fracasó rápidamente en su intento de redactar una ley fundamental que hiciera el papel de Constitución de la dictadura. También se imitó el modelo social del fascismo italiano, estableciéndose la Organización Corporativa del Trabajo, especie de sindicato vertical que trataba de arbitrar entre patrones y obreros. De nuevo el intento de institucionalización del régimen de Primo de Rivera fracasó. Se creó un nuevo partido único llamado Unión Patriótico para apoyar al nuevo sistema. Era un partido sin un ideal concreto, y su misión principal era apoyar socialmente a la dictadura. Lo componían cotólicos, funcionarios y caciques rurales. También tenía una milicia armada, el Somatén. La influencia fascista italiana es, de nuevo, evidente. ECONOMÍA: La dictadura se benefició de una coyuntura económica favorable, los “locos veinte”. Hubo un aumento en el terreno industrial y en las infraestructuras. La idea fundamental era la nacionalización y la intervención estatal. Se aprobó el Decreto de Proteccion de la Industria Nacional que preveía la concesión de ayudas a empresas que no competían con el extranjero. Se concedieron los monopolios de Telefónica Nacional de España y a Campsa la exclusividad de importar, refinar y vender petróleo La agricultura seguía a manos de los grandes propietarios sin realizarse apenas reformas, aunque se promovieron las Confederaciones Hidrográficas para aprovechar las cuencas de los riós. Se realizan grandes inversiones en obra pública y en infraestructuras, en parte para absorber mano de obra. La política económica de Primo hizo acumular una importante deuda pública. LA CRISIS DE LA DICTADURA La dictadura de Primo de Rivera entró en crisis a partir del años 1928, tras el fracaso de la institucionalización de régimen, debido a varias causas: ● Movimiento estudiantil: Los intelectuales se posicionan pronto en contra de la Dictadura (Unamuno es desterrado a Canarias). Los estudiantes de Madrid, apoyados por sus profesores y otras universidades, se oponen a la política universitaria del Directorio en 1928. ● Malestar del ejército: En 1926 se produce un enfrentamiento entre el ejército con el dictador tras la modificación de los criterios tradicionales de ascenso. El rey no interviene. Algunos sectores del ejército se acercan a a posturas republicanas. ● Pronunciamiento republicano: José Sanchís Guerra en 1929 realiza un pronunciamiento para implantar la República y para llevar a cabo una huelga general, aunque fracasa y es detenido. ● Oposición obrera. Aunque el PSOE y la UGT se había acercado al régimen en sus inicios, la idea de Primo de institucionalizar el régimen les aleja del dictador. Una postura que ya tenían anarquistas y comunistas (en 1927 nace la FAI, movimiento anarquista más radical). ● Oposición nacionalista. Los ataques a las instituciones y cultura catalanas hacen aumentar la oposición nacionalista a Primo,a pesar del inicial apoyo de la Lliga. ● Crisis de la peseta: El déficit y la especulación de ciertos grupos en torno al valor de la peseta motivan su devaluación respecto a la libra. LA CAÍDA DE PRIMO DE RIVERA Estos factores y la soledad del dictador provocaron una mala imagen del régimen. El rey y su cámara pensaban que la dictadura podía arrastrar a la monarquía, por lo que Alfonso XIII acepta la dimisión del dictador el 30 de enero de 1930. El general Berenguer sustituyó a Primo de Rivera convocando una elecciones con la intención de volver a la normalidad constitucional.A su gobierno se le denomina la Dictablanda. El 12 de diciembre de 1930 hubo una rebelión militar en Jaca, que fracasa pero tiene una gran repercursión (fusilamente del capitán Galán). Los republicanos, catalanes de izquierda y el PSOE ya acordaron el pacto de San Sebastián en Agosto de 1930; programa para presentarse a las elecciones y constituir un comité revolucionario para ser el próximo gobierno de la futura II República. Antes este hecho, Berenguer fue incapaz de seguir preparando las elecciones y fue sustituído por el Almirante Aznar en febrero de 1931. Aznar pretendía poner en marcha unos comicios municipales, provinciales (las diputaciones) y legislativas. El gobierno convocó primero las elecciones municipales porque las veían como las menos peligrosas para la monarquía. A pesar de unos resultados bastante equilibrados, los partidos republicanos ganan en la zonas urbanas. El 14 de abril de ese mismo año se proclama la Segunda República poniendo fin a la Restauración Borbónica. VALORACIÓN DEL TEMA En un contexto internacional temeroso de las revolución bolchevique y proclive a la dictadura, el gobierno de Primo de Rivera supone un intento de salida autoritaria a la crisis del sistema de la Restauración que fracasa por la rápida pérdida de apoyos y la falta de un partido de masas ideologizado al estilo fascista dispuesto a seguir las consignas del líder. A esto se unirá el carácter del propio dictador, más cercano al populismo protector que a un dictador fascista. No obstante, la propia acción de la dictadura frente a republicanos, anarquistas, nacionalistas y el mundo universitario unido a la colaboración posterior de los socialistas, facilitaron el despegue de los movimientos políticos de la oposición que jugarían un importante papel en el periodo republicano posterior.