Embarazo y enfermedades oculares

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Complicaciones
Embarazo y
enfermedades oculares
` Por Elisabet Agardh
La retinopatía diabética es una enfermedad de
los pequeños vasos de la retina, que es la capa
que recubre la parte posterior del ojo y que
percibe la luz. El avance de la retinopatía
diabética inducido por el embarazo puede ser
Niveles de riesgo
una amenaza para la vista.
Cuanto más grave sea el grado de
retinopatía antes del embarazo,
mayor será el riesgo de deterioro
durante el mismo.
>>
¿Cómo puede el embarazo
producir retinopatía?
Los cambios del metabolismo, del
perfil hormonal y de la circulación
sanguínea que tienen lugar
normalmente durante el embarazo
pueden emplazar una carga añadida
sobre los vasos sanguíneos de la
retina en mujeres con diabetes.
En primer lugar, es necesario mejorar
rápidamente el control metabólico
en las primeras etapas del embarazo
con el fin de prevenir las
malformaciones fetales. Esta rápida
mejora podría contribuir a
deteriorar la retinopatía. Cuanto
peor sea el control metabólico
pregestacional, más marcada
necesitará ser la mejora metabólica y
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Volumen 47 Número especial
diabetes que en mujeres sin la
afección. Sin embargo, dependiendo
de la gravedad de la retinopatía y su
índice de progreso, algunos de los
cambios vasculares de la retina
podrían sufrir una regresión tras el
embarazo.
por lo tanto mayor el riesgo de
progreso de la retinopatía.
En segundo lugar, los cambios
hormonales y los factores de
crecimiento relacionados con el
embarazo no sólo contribuyen a
alterar el control de la glucosa, sino
que también podrían tener un efecto
directo sobre los vasos de la retina,
al provocar derrames y crecimiento
celular.
En tercer lugar, durante el embarazo
podría producirse un aumento de la
tensión arterial (factor de riesgo de
retinopatía). La hipertensión tóxica
inducida por el embarazo o
preeclampsia (ver página 20) es tres
veces más frecuente en mujeres con
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Entre mujeres con diabetes
manifiesta pero con una retinopatía
mínima o inexistente en el momento
de la concepción, es raro que se
produzca un deterioro de la vista y
el riesgo de desarrollar retinopatías
graves es prácticamente
insignificante.
Quienes tengan una retinopatía
diabética moderada o leve antes del
embarazo, podrían desarrollar
edema macular y podría hacerse
prominente, produciendo
deficiencias visuales debido a una
acumulación masiva de fluidos, lo
cual hace que este tipo de edema
resulte difícil de tratar mediante la
fotocoagulación láser. En la
Complicaciones
¿Qué es la enfermedad del ojo diabético?
Los pequeños vasos sanguíneos de la retina pueden verse lesionados por una exposición prolongada a altos
niveles de glucosa en sangre y a la hipertensión. Estas lesiones pueden provocar la formación de pequeñas
«ampollas» en los vasos sanguíneos. Estas ampollas pueden reventar y derramar sangre sobre el tejido
adyacente de la retina. Los vasos sanguíneos lesionados pueden también derramar fluido, produciendo una
inflamación de la retina y depósitos de grasa sobre la misma. En esta fase, conocida como retinopatía no
proliferativa, la persona a menudo no es consciente de que tiene retinopatía y normalmente no tiene un
deterioro detectable de la visión. En una fase posterior, denominada retinopatía proliferativa, la retina
desarrolla nuevos vasos sanguíneos. Estos nuevos vasos sanguíneos son muy frágiles y tienen aún más
probabilidades de sangrar o derramar fluido
sobre la superficie de la retina sin previo
Mácula
aviso.
Pueden sangrar sobre la parte central del
globo ocular denominada cuerpo vítreo (la
sustancia gelatinosa que rellena la principal
cavidad del ojo). Si esto sucede, la sustancia
puede verse gravemente deteriorada de modo
repentino. Si se forma tejido cicatrizado en
respuesta al crecimiento de nuevos vasos
sanguíneos y del consiguiente sangrado,
puede provocar un desprendimiento de la
retina, produciendo ceguera.
Cuerpo vítreo
Retina
Pueden producirse derrames vasculares (edemas) en el centro de la retina, en un área denominada
«mácula», que se utiliza para la visión definida, como, por ejemplo, para leer. Este edema macular a
menudo produce graves deficiencias visuales.
La retinopatía diabética es la causa más común de ceguera en el mundo occidental antes de los 65 años.
Sin embargo, hoy día puede retrasarse el avance de la retinopatía diabética mediante un buen control de
la glucosa en sangre y de la tensión arterial. Se puede detectar mediante exámenes estructurados y
frenar su avance con éxito mediante un tratamiento láser apropiado si se aplica a tiempo.
La fotocoagulación láser, el principal tratamiento no preventivo de la retinopatía diabética, consiste en
la utilización de un fuerte rayo láser para sellar los vasos sanguíneos con derrames o para destruir las
zonas que estimulan la formación de nuevos vasos.
Basado en: La guía de tus ojos y la diabetes: no pierdas los riesgos de vista (folleto del Día Mundial de la Diabetes 2002).
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Complicaciones
mayoría de los casos, sin embargo,
el edema macular se resuelve tras
el embarazo y se recupera
normalmente la agudeza visual
espontáneamente, aunque no
siempre del todo.
Si al comienzo del embarazo la
mujer tiene una retinopatía
moderada o grave, que no haya
desencadenado aún la formación de
nuevos vasos, la situación a menudo
se empeora durante el segundo
trimestre, pero podría mejorar tras
el embarazo. Sin embargo, podría
desarrollarse una retinopatía
proliferativa. Cuanto más grave
sea la retinopatía, mayor será el
riesgo de formación de nuevos
vasos. Si esto sucede, el paciente
debería recibir un tratamiento
láser de inmediato.
Las personas que ya hayan recibido
un tratamiento para la retinopatía
proliferativa mediante
fotocoagulación láser tienen un
riesgo pequeño de lesiones que
amenacen la visión durante el
embarazo.
Debido al tiempo limitado de
exposición a altos niveles de
glucosa en sangre, la diabetes
gestacional no implica ningún
riesgo de desarrollo de
retinopatías.
hasta que la situación de la retina
se haya estabilizado. Ante la
presencia de retinopatías leves o
moderadas, el riesgo de deterioro
puede verse reducido mediante un
descenso de los niveles de glucosa
en sangre antes del embarazo,
haciendo que el resto de la mejora
metabólica resulte menos drástica.
También debería tratarse la
hipertensión, mediante el uso de
fármacos que sean inocuos durante
la gestación.
` Elisabet Agardh
Durante el embarazo, todas las
mujeres con diabetes manifiesta
deberían ser monitorizadas con
regularidad mediante exámenes de
retina en distintos intervalos, según
el grado de retinopatía existente
antes del embarazo (quienes no
tengan retinopatía deberían
examinarse al menos dos veces; el
resto, con más frecuencia).
Lövestam-Adrian M, Agardh
C-D, Agardh E. Pre-eclampsia
is a potent risk factor for
deterioration of retinopathy
during pregnancy in type 1
diabetic patients. Diabet Med
1997;14:1059-1065.
Buenos resultados
Con las estrategias actuales de
tratamiento médico preventivo, la
retinopatía, que amenaza la vista, no
es muy común y con una
fotocoagulación láser adecuada, los
resultados visuales de la retinopatía
diabética en el embarazo han
mejorado de modo importante. Por
lo tanto, felizmente la enfermedad
del ojo diabético ya no puede ser
considerada como un indicador
para la interrupción del embarazo.
Reducir los riesgos
Lo ideal sería que las mujeres con
diabetes planificasen su embarazo.
Si se establece el grado
pregestacional de retinopatía,
pueden tratarse tanto la
retinopatía no proliferativa
como la proliferativa mediante
fotocoagulación láser y el
embarazo puede posponerse
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La profesora Elisabet Agardh
es médico jefe del
departamento de Oftalmología
del Hospital Universitario MAS,
en Malmö, Suecia.
Para saber más...
Best RM, Chakravarthy U.
Diabetic retinopathy during
pregnancy. B J Ophthalmol
1997;81:249-251.
Soubrane G, Coscas G.
Influence of pregnancy on the
evolution of diabetic
retinopathy. Int Ophthalmol
Clin 1998;38:187-194.
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