El hijo de Sandokán - Junta de Andalucía

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Clásicos escolares
Ponemos en vuestras manos esta colección de
Clásicos Escolares, que responde al compromiso
de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía por impulsar la lectura en el ámbito escolar y poner en marcha la publicación de ediciones
escolares de obras clásicas en lengua castellana,
con propuestas didácticas y dinamizadoras.
El objetivo de esta colección de Clásicos Escolares es doble, por una parte fomentar el hábito lector
en nuestro alumnado y por otra, llevar a las bibliotecas escolares andaluzas parte del riquísimo y
variado acervo literario que poseemos.
Es cierto que puede haber títulos infantiles y
juveniles más cercanos a los intereses y gustos de
los y las estudiantes, pero es importante que descubran la belleza de estas obras literarias clásicas
por ser la herencia escrita que hemos recibido.
Carlos García Gual dice: «Los clásicos deben
estar en las aulas, porque a ningún ciudadano, ni a
ningún grupo social le debemos sustraer el cono-
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cimiento de un patrimonio cultural que es propiedad de todos…».
La amplia nómina de escritoras y escritores seleccionados de distintos géneros literarios y diferentes etapas de la literatura en lengua castellana
recogida en esta colección, y la aportación de las
guías didácticas, harán de este trabajo un instrumento valioso y contribuirán al desarrollo de las
competencias básicas y del gusto por la lectura.
En este empeño, la labor del profesorado es de
una enorme importancia al ser pieza fundamental
en la formación presente y futura de lectores y lectoras, pudiendo acompañar a su alumnado a descubrir nuevas formas de creación literaria.
Animamos e invitamos a toda la comunidad
educativa a disfrutar con la lectura de esta obra, El
hijo de Sandokán, al igual que nosotros lo hemos
hecho con la gestión de este proyecto.
La Consejería de Educación
de la Junta de Andalucía
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GUÍA DIDÁCTICA
Juan Madrid
EL HIJO DE SANDOKÁN
Clásicos escolares
© Guía didáctica: Juan Madrid
© Edición: Consejería de Educación de la Junta de Andalucía
Coordinan: Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa y
Asociación de Editores de Andalucía (Alicia Muñoz)
Diseño gráfico: Forma Comunicación
Maquetación: Ángel González
Edición NO VENAL
Depósito legal: MA-1510-2010
ISBN: 978-84-693-4709-6
Impreso en España
IMAGRAF IMPRESORES - Málaga
Queda prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares, salvo excepción prevista por la
Ley. Para fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra, diríjase a CEDRO (Centro Español
de Derechos Reprográficos www.cedro.org).
CARTA AL PROFESOR
Estimado profesor, hace ya cincuenta años, cuando
yo estudiaba cuarto de bachillerato, mi profesor de
literatura nos dijo un día en clase que no había que leer
novelas, había que leer poesía, teatro y ensayos, pero
no novelas. «Leer novelas es de burros», nos dijo con
desprecio. Aún resuenan en mis oídos esas palabras.
Por aquel entonces yo ya había leído a Emilio
Salgari, Stevenson, Julio Verne, Fenimore Cooper,
Dickens, Zane Grey, James Oliver Corwod, Karl May,
Walter Scott… etc. y estaba empezando con Kafka,
Galdós, Valle Inclán y Dostoyevski. Mi padre me iba
entregando los libros hablándome de tal o cual característica destacable, que luego comentábamos. Las
discutíamos en las interminables sobremesas de los
sábados y los domingos. Aquellas novelas eran motivo de un fluido intercambio en el que participaban mis
hermanos pequeños y mi madre, que aún vive con
noventa y tres años y que continúa leyendo todo lo
que cae en sus manos, incluyendo lo que yo escribo.
Recuerdo que le comenté a mi padre la infausta afirmación de mi profesor de literatura. Se quedó en silencio un buen rato y movió la cabeza, apesadumbrado.
«¡Qué daño ha hecho ese hombre!», exclamó.
Pasó el tiempo —y un águila sobre el mar— y fui
profesor, periodista, y otras cosas que no merecen la
pena resaltar, hasta que en 1980 publiqué mi primera
novela. Pero aún hoy, todavía escucho a alguien displi5
cente con las novelas. Las leen para matar el tiempo,
para distraerse, pidiendo disculpas por eso. Las suelen
colocar en el mismo rasero que bailar el chachachá,
cortarse el pelo o ir al campo de excursión.
Toda esa gente me da lástima.
Nosotros conocemos el mundo y a nosotros mismos a través de los relatos. Son ellos los que nos
muestran nuestras dudas, nuestros abismos de confusión y nuestras angustias. También lo mejor que
somos capaces de ser. Conociendo a personajes distintos a nosotros mismos aprendemos, en primer
lugar, cómo somos y en segundo, que todos somos
iguales. Para vernos necesitamos distanciarnos de
nosotros mismos, abandonarnos en el otro. Y eso es,
precisamente, lo que produce el relato, la literatura.
Sin literatura nuestras vidas se vuelven confusas,
caóticas, errantes y egoístas. Llegamos a creer que
nada existe excepto nosotros. Nos convertimos en
centro del mundo, en moscas dando vueltas a un
plato, creyendo que ese plato es el mundo. Una novela bien escrita, cuya lectura fluye aparentemente fácil y
sencilla, nos produce placer y entretenimiento y nos
une al protagonista y a los personajes, creando fuertes
lazos con ellos, que a la postre se convierten en lazos
con la humanidad entera. Para vernos nosotros mismos, para conocernos, antes tenemos que conocer al
otro. Y eso lo genera la lectura de relatos.
He tenido malos maestros, pero también buenos.
Profesores que marcaron mi vida posterior. Y eso me
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enseñó a que no hay planes educativos que valgan si
no hay seres humanos comprometidos con la tarea de
enseñar la vasta experiencia de un ejercicio milenario
de nuestra especie que es el contar. Antes eran los viejos los que contaban a las nuevas generaciones. Tenían
experiencia, habían sobrevivido y eran capaces de
contarlo. Ahora, apenas si hay viejos que cuenten,
pero para eso están los relatos. ¡Pobre mundo si hay,
siquiera, una generación a la que no se le trasmita el
amor a la libertad, la necesidad de equivocarse, de
actuar y de ser nosotros mismos!
Todo eso, y mucho más, se encuentra en los relatos.
Y si no se leen relatos, no es que se conviertan en
burros —los hay con varias carreras— sino en desgraciados egoístas, confusos y que confunden. La literatura forma parte de la vida. Nuestra especie no podrá
sobrevivir sin ella.
Afectuosamente,
Juan Madrid.
Salobreña, Granada, abril de 2010
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LIBRO EN MANO...
Antes de comenzar la lectura sería conveniente
plantear algunas cuestiones como:
• ¿Has oído hablar de Sandokán? ¿Y de Emilio
Salgari? Busca información en Internet sobre ellos.
• Juan Madrid, novelista, guionista, director de cine y
documentalista, está considerado uno de los máximos
exponentes de la literatura europea policiaca o negra.
¿Qué motivos crees que han podido mover al autor para
escribir esta novela de aventuras? Lee atentamente la
«Advertencia al lector» (pág. 5) para descubrir algo más
sobre el autor y su pasión por las historias.
TRAS LA LECTURA...
Una vez que, a través de la lectura, Salvador,
Jeanette y Kemal han entrado en la vida del lector/a y
ha compartido con ellos sus aventuras, sus miedos, sus
deseos...; propongo una serie de actividades para profundizar en el relato.
1. LOS PERSONAJES
1.1. ¿Quién es...?
Relaciona las siguientes descripciones, extraídas del
libro, con el personaje al que corresponden.
• «…un hombre de unos cincuenta años, alto y del8
gado, de aspecto cadavérico y sombrío, que deslizaba
la mirada a tu alrededor sin mirarte, como si no existieras».
Solución: El capitán del Ciudad de Bristol, Oliver Ruskhin (página 14).
• «Aquella misma noche trabé amistad con un marinero que solía pasear por cubierta durante el descanso
de las guardias. Éste era un indostánico de unos veintiocho a treinta años, de rostro regular, frente despejada y ojos tan brillantes que parecían despedir fuego…»
Solución: Kemalkán (página 18).
• «Tengo que decir que pude enrolarme en el Ciudad
de Bristol gracias a que se habían quedado casi sin tripulación, que yo era blanco y chapurreaba el inglés».
Solución: Salvador Muñoz (página 14).
• «... su rostro estaba adornado de una suave pelusa
negra y los lóbulos de uss orejas le colgaban hasta casi
las clavículas. Llevaba un taparrabos y empuñaba una
clava de madera oscura con piedras filosas».
Solución: El jefe de los guerreros de Borneo (página
144).
• «…un fogonero aún más alto y fuerte que él
(Kemalkán), con el cráneo completamente afeitado…»
Solución: Batal, lugarteniente y amigo de Kemalkán
(página 22).
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1.2. ¿Cómo es...?
El autor no describe el carácter y la personalidad de
los personajes expresamente sino que éstos se deducen de su forma de actuar a lo largo del relato.
Describe con 4 adjetivos cómo es...
• Jeanette Bloson
• Salvador
• Kemalkán
• Batal
Al igual que en la vida real las personas cambian en
base a sus vivencias, los personajes de la novela también cambian en el transcurso de la historia.
• Analizamos a Jeanette Bloson: ¿Cómo definirías a
Jeanette en los primeros capítulos? ¿Cómo se muestra
al final del relato? ¿Cuál o cuáles son las causas que
motivan esa transformación? ¿Crees que Jeanette
amaba realmente a Salvador?
• Reflexionamos ahora sobre Salvador: ¿Cómo se
nos presenta al comienzo del relato? ¿Qué quiere, qué
desea? ¿Lo consigue al final de su vida? Explica brevemente la transformación que experimenta Salvador.
• Las respuestas se pueden poner en común en el
aula y establecer un debate moderado por el profesor
o la profesora.
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2. APRENDE GEOGRAFÍA
2.1. En el cuarto de derrota
Emulando a un capitán en la mesa de derrota, y con
ayuda de un atlas, señala en un mapa mudo:
• La ciudad de donde parte el Ciudad de Bristol.
• Traza la ruta planeada y seguida por el Ciudad de
Bristol que se describe en la página 15.
• El sultanato de Brunei.
• El canal de Suez y los dos mares que une.
2.2. Mompracem
Observa en el atlas el archipiélago de Malasia. En
una de esas islas se encontraba Mompracem, la isla de
Sandokán, imaginada por el escritor Emilio Salgari.
• ¿Dónde se hallaba? Dibújala en el mapa.
Solución: «La isla de Mompracem se encuentra al noroeste de Borneo, en el mar de la China Meridional»
(página 92).
• ¿Cuáles eran las actividades económicas principales de Mompracem?
Solución: «Nos dedicábamos a la pesca, y al comercio
de perlas, esponjas, copra y maderas preciosas...»
(página 93).
2.3. El refugio de Kemalkán
• ¿Dónde se encontraba el islote, refugio de Kemalkán?
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Solución: «...a cien millas frente a la costa occidental
de la isla de Java» (página 84). «Se han ido todos (…)
y la costa de Borneo está a cien millas» (página 116).
• Describe cómo era este islote con lo que recuerdas
de la lectura.
3. HISTORIAS PARALELAS
A continuación se proponen cuestiones sobre las
tramas del relato:
1. En esta novela hay cuatro historias paralelas.
¿Cuáles son?
(Solucción: La de Salvador, que embarca en el Ciudad
de Bristol; la de Jeanette Bloson que viaja en el mismo
barco para acudir a su boda en el sultanato de Brunei;
la de los armadores del buque que transportan armas
para el sultán de Brunei y no maquinaria agrícola
como afirman; y la de Kemalkán y los suyos que necesitan las armas para luchar contra los ingleses).
2. Escribe brevemente en tu cuaderno la historia de
Salvador respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Por
qué se embarca en el Ciudad de Bristol? ¿Cómo conoce a Kemalkán? ¿Cuándo conoce a Jeanette Bloson?
¿Qué ocurre cuando descubre la verdadera carga que
transporta el navío?
3. Haz lo mismo con Kemalkán. ¿Quién es? ¿Por
qué se embarca en el Ciudad de Bristol? ¿Qué relación
tiene con Salvador y con Jeanette Bloson?
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• Por grupos, buscad información en Internet y relacionar lo que busca Kemalkán con algunos sucesos
semejantes de la historia de España.
4. Analizamos ahora la historia de Jeanette: ¿Quién
es? ¿Por qué se embarca en el Ciudad de Bristol? ¿Qué
artimañas utiliza para escapar del barco? ¿Qué relación
tiene con Salvador?
5. ¿Cómo terminan las diferentes historias? Escribe
tu opinión sobre el final del libro. Imagina otro final
posible y redáctalo en tu cuaderno.
4. ASPECTOS GENERALES
1. Explica cuáles son las características de las novelas de aventuras y di si están presentes en esta obra.
2. ¿Has leído alguna otra novela de aventuras? ¿Cuál?
Escribe brevemente su argumento.
3. El autor afirma que esta historia no la ha escrito él,
sino que se la envió Salvador. ¿Recuerdas algo parecido en otra famosa novela?
(Solución: Cervantes afirma que encontró la historia
de las aventuras de Don Quijote en un manuscrito de
un tal Cidi Amete Benenjelí).
4. Como ha declarado el autor, esta novela es un
homenaje al famosos escritor italiano Emilio Salgari.
¿Has leído alguna de sus novelas? Si no es así, consulta la biblioteca de tu centro. Es posible que encuentres
alguna del famoso Sandokán, creación suya.
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5. Para terminar, conviértete en escritor o en escritora y, basándote en la novela, imagina que te sucede
algo parecido en un viaje en tren con tu familia.
Cuenta el argumento sin sobrepasar veinte líneas.
5. TERMINOS MARINOS
Con ayuda de tu diccionario, trata de aprenderte
algunos términos marítimos.
• Proa y popa: Parte delantera y trasera, respectivamente, de un buque.
• Babor: Lado o costado izquierdo de la embarcación
mirando de popa a proa.
• Estribor: Banda derecha del navío mirando de popa
a proa.
• Amura: Parte de los costados de un buque donde
comienza a estrecharse para formar la proa o la popa.
• Derrota y cuaderno de derrota: Línea del rumbo del
buque trazada sobre una carta marina. Cuaderno donde
se apunta el rumbo del buque.
• Estacha: Cuerda gruesa utilizada para amarrar a los
buques en los puertos.
• Milla: Medida de longitud marítima. Equivale a
1.825 metros.
• Nudo: Medida de velocidad que equivale a una
milla por hora.
• Puente o puente de mando: Equivale a cubierta,
mientras que puente de mando se refiere a la zona del
buque, más elevada, donde se encuentra el timón.
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• Sollado: Primera bodega contando desde arriba.
• Crucero: Navío de guerra muy rápido dedicados a la
vigilancia.
• Prao: Embarcación malaya de poco calado, muy larga y estrecha.
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