Santo Domingo, D. N. 1ro. de octubre del 2012 Señores: Comisión

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Santo Domingo, D. N.
1ro. de octubre del 2012
Señores:
Comisión de Justicia del Senado de la República
Dominicana.
Congreso Nacional.
Su despacho
Ciudad.
Atención: Lic. Francis Vargas
Presidente de la Comisión
Distinguidos Legisladores:
Las instituciones que integran la Comisión para la Ejecución de la Justicia de Niños, Niñas y
Adolescentes –CEJNNA- (Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia, Poder Judicial, Oficina
Nacional de Defensa Publica, Procuraduría General de la República, Dirección de Atención Integral
a la Persona Adolescente en Conflicto con la Ley Penal, entre otras) con el apoyo del Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), quieren dejar constancia de su desacuerdo al proyecto
de modificación del Código para el Sistema de Protección y Derechos Fundamentales de Niños,
Niñas y Adolescentes (Ley 136-03), presentado a su consideración por el Diputado Teodoro Ursino
Reyes, por ser este incongruente y contrario a las disposiciones Constitucionales y Convencionales.
Saludamos la iniciativa del Presidente del Congreso Nacional Dr. Reynaldo Pared Pérez y de otros
legisladores de llamar a vista pública la discusión del presente anteproyecto en virtud de la
importancia que reviste el tema.
El interés de esta Comisión es participar en los procesos de discusión y análisis del referido
proyecto de ley, en razón de que se trata de una comisión de carácter especializada en materia de
justicia penal juvenil con la capacidad de brindar la asesoría técnica jurídica requerida, no
pretende apoyar la impunidad de los infractores que hayan sido comprobados responsables
penalmente pero sí que les sean garantizados sus derechos y principios fundamentales, bajo la
protección de normas coherentes tanto con la Constitución como los Convenios internacionales
que nuestro país ha asumido como parte de su norma interna, al tenor de lo dispuesto en el
articulo 74 numeral 3 de la Constitución1.
El proyecto en cuestión a toda luces resulta contradictorio en si mismo manifiesto en sus propias
motivaciones y considerandos ya que plantea la modificación de ciertos artículos de la ley sin
modificar otros relacionados con la temática que se pretende modificar, de igual manera atenta
con otras normativas vigentes en el País.
1
La interpretación y reglamentación de los derechos y garantías fundamentales, reconocidos en la presente Constitución, se rigen por
los principios siguientes [1, 2] 3. los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por el Estado
dominicano, tienen jerarquía constitucional y son de aplicación directa e inmediata por los tribunales y demás órganos del Estado (…).
1
Contradice principios fundamentales de derechos humanos al referirse a aspectos relativos a la
identidad, al plantear en el art. 279 “que la prueba ósea prevalezca sobre cualquier otro medio de
prueba, incluida el acta de nacimiento y la cédula”. Así mismo en la modificación al referido
artículo suprime la declaración de que “En ningún caso se podrá decretar la privación de libertad
para comprobar la edad de la persona adolescente imputada”, lo que atenta a los principios,
derechos fundamentales y garantías procesales.
Dicha propuesta se formula sin considerar que está comprobado que los países que han impuesto
sanciones más elevadas y otras medidas punitivas más severas como la prisión perpetua y la pena
de muerte, no han logrado disminuir sus índices de criminalidad al contrario estos se han
mantenido o se han incrementado. Situación esta que hemos vivido en nuestro país, tal cual
ocurrió en el año 2004, de dos a cinco años, no ha provocado ningún cambio en la disuasión del
delito.
Queremos dejar sentado que la finalidad de la sanción no es el castigo es la educación y
reinserción social, los adolescentes que infringen la ley pueden ser recuperados en una
proporción muy superior a los delincuentes mayores de edad, pero el tiempo para su recuperación
en sumamente fugaz, de ahí que se considere que las sanciones de privación de libertad de larga
duración rompen con este objetivo por los efectos perniciosos que produce en la personalidad del
adolescente infractor.
El país no debe arriesgarse a aprobar una ley que tiene como único fin el endurecimiento de las
sanciones impuestas a los/las adolescentes, alejándose de la verdadera finalidad de la sanción que
es la educación, resocialización y reinserción social del individuo.
Es importante que al momento de avocarnos a cualquier modificación a la ley 136-03 se considere
que la misma no se ha implementado en su totalidad y que los avances alcanzados en esta materia
sean protegidos. Así mismo que el Estado destine los recursos necesarios para desarrollar e
implementar programas y políticas públicas tendentes a fortalecer la familia como núcleo social, la
prevención de la delincuencia juvenil y la reinserción a la vida en sociedad de los adolescentes que
hayan infringido la ley.
2
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